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Los cambios en el proyecto de vida de la

adolescente embarazada.

El embarazo en la adolescencia debe ser considerado como un problema de la sociedad que


nos compete a todos y todas y en donde se debe jugar un papel activo, ya que este hecho
trunca, la mayoría de las veces, el proyecto de vida de las madres adolescentes.

Esta es la problemática que tienen que afrontar las adolescentes embarazadas en relación a:

 Sexualidad en la adolescencia
 Maternidad en la adolescencia
 Ambientes familiares
 Contextos socioculturales

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La escuela y la familia hacen muy poco por la educación sexual de los niños y adolescentes.
La tónica general es el silencio o el disimulo. Ni padres ni maestros hablan sobre el tema. Los
jóvenes buscan en otras fuentes, sobre todo entre los amigos. Existen millones de mujeres en
el mundo expuestas a riesgos que las pueden lleva a embarazos no deseados. Adolescentes
en edad cada vez más temprana viven el drama de la maternidad, con visos de tragedia frente
al escándalo de la institución educativa a la cual acuden, el rechazo de sus padres y el
desprecio o la indiferencia de los demás, lo que las orilla a modificar su proyecto de vida.

Se presenta una serie de frustraciones sociales y personales provocando con ello que su
proyecto de vida cambie en forma radical.

El embarazo adolescente es un reto al desarrollo integral de los y las adolescentes.

El embarazo adolescente es más frecuente que lo que la sociedad quisiera aceptar.

Entre sus posibles causas se encuentra el inicio temprano de la vida sexual de los jóvenes, el
uso inadecuado o el no uso de métodos anticonceptivos, así como la falta o insuficiente
información sobre sexualidad, el bajo nivel educativo y económico, los bajos niveles de
planeación y expectativas que poseen los jóvenes con respecto a su futuro, una pobre imagen
y valorización de la mujer, sentimientos de soledad y rechazo, entre otras.

Cuando la joven se embaraza, ocurren dos cosas:

1.- Sigue con ella su pareja sexual, o

2.- El varón huye ante la inminente responsabilidad de su paternidad.


La joven se tiene que enfrentar al estigma de su grupo social y es empujada hacía el mundo
del hogar o bien al mundo laboral para el cual aún no se encuentra preparada.

Su hijo (a) es concebido como un niño símbolo, mismo que cambia con el grupo social y le
otorga una acepción que lo convierte en “problema”.

EL EMBARAZO ADOLESCENTE UN PROBLEMA QUE ALTERA EL PROYECTO DE VIDA


DE NUESTRAS JÓVENES.

Uno de los problemas de la juventud, detectado a nivel mundial, es el embarazo adolescente.


Esta situación expone a quienes lo sufren a afrontar responsabilidades que socialmente no le
corresponden, ya que la adolescencia es un periodo de moratoria “en cuanto a la capacidad
psicosexual para la intimidad y su disposición psicosocial para la paternidad

Existen millones de mujeres en el mundo expuestas a riesgos que las pueden llevar a
embarazos no deseados.

Desde que una adolescente inicia su actividad sexual se encuentra ante una continua cadena
de decisiones que implican riesgos y estos pueden llevar a un resultado
indeseable“embarazarse”.

JUSTIFICACIÓN

La falta de información sexual correcta en los adolescentes y jóvenes tiene como


consecuencias: embarazos no deseados, violaciones, contagio de infecciones de transmisión
sexual, SIDA, y abortos clandestinos.

Riesgo de abandonar la primaria o la secundaria por estar embarazadas o ya ser madres


jóvenes,

Abortar o tener un hijo es un dilema trascendental de muchas adolescentes hoy en día.

En uno u otro caso la decisión impactará de modo significativo el curso de sus existencias.
Inclusive la decisión del aborto puede costar la vida misma.

La de tener un hijo con frecuencia implica deserción escolar, subempleo, maltrato, frustración
y resentimiento, esto a su vez conlleva a alterar su proyecto de vida.

El aborto en la mayoría de los casos es practicado de manera clandestina y en malas


condiciones higiénicas. Por razones tanto fisiológicas como sociales, en este grupo de edades
las mujeres tienen mayores probabilidades de perder la vida en el parto y ésta se presenta dos
veces superior a las de las mujeres mayores de 20 años. Las niñas menores de 15 años
tienes probabilidades de morir cinco veces superiores a las de las mujeres de más de 20 años.

La mayoría de las jóvenes siguen desconociendo lo fundamental de su sexualidad, como el


riesgo que implica el embarazarse en esta etapa, las alteraciones que puede provocar en sus
planes a corto y al largo plazo y también el riesgo que conlleva el sostener relaciones sexuales
sin preservativo, provocando así que sean vulnerables a contraer enfermedades de
transmisión sexual (ETS).

No es fácil para ella el enfrentarse ante sus padres, amigos y ante la misma sociedad.

HALLAZGOS

 Repetición de conducta familiar “mamá soltera” (repetición intergeneracional)


 Permisividad y represión conducen a los adolescentes a sostener relaciones sexuales
precozmente.
 Surgen una serie de contradicciones en las que incurren las adolescentes y
básicamente son de tipo moral, esto en virtud de que no reconocen su toma de
decisiones.
 Las adolescentes buscan curarse moralmente, culpando a terceros de los errores
cometidos, aludiendo que este fenómeno se presentó por la poca información sobre
sexualidad que reciben tanto en las instituciones escolares como en la familia, o bien
por la falta de comunicación, comprensión, apoyo y cariño de sus progenitores
 Las adolescentes no son capaces de asumirse como un sujeto moral y ético, más bien
se asumen como objetos.
 La influencia de sustancias adictivas en esta etapa de la vida está presente, motivando
con ello más irresponsabilidad para asumir la paternidad adolescente.

FACTORES FAMILIARES.

Familias disfuncionales o sin figura paterna.

 Deficiente comunicación entre padres e hijos.


 Ignorancia o vergüenza delos padres a tratar temas de sexualidad.
 Repetición del patrón de la conducta familiar “mamá soltera”.

FACTORES EDUCATIVOS.

 Tener relaciones sexuales sin protección


 Información sexual de compañeros desinformados y sin formar.
 El desconocimiento, desinformación o mala información sobre el uso de métodos
anticonceptivos recomendados para adolescentes.
 Desconocimiento de centros de información por parte de los adolescentes.
 Información confusa por parte de la sociedad y medios de comunicación con mensajes
contradictorios.
 El no comprender lo que significa tener relaciones sexuales a tan temprana edad.
 Por falta de educación sexual, información u orientación adecuada,


FACTORES EMOCIONALES QUE SE PRESENTAN EN LA ADOLESCENTE
EMBARAZADA

 Falta de confianza y seguridad.


 Falta de capacidad para rehusar tener relaciones bajo presión.
 La falta de control en las emociones e impulsos sexuales, así como la presión de
amigos para demostrar que son “hombrecitos” o “mujercitas”.
 Temor al rechazo.
 El sentirse invulnerables y que nada va a pasar
 El tomar el embarazo como un escape de los problemas familiares.
 Bajas aspiraciones en la vida.
 Querer dar un sentido a la vida, cuando a esa edad, hay muchos otros factores que
debieran dárselo.
 Carencia de proyectos personales.
 Buscan sustitutos a las carencias emocionales y afectivas que se logran
momentáneamente con la pareja.
 Carencia de interés en la escuela, familia, o actividades comunitarias.
 Dejarse guiar por el principio del placer o por el coito espontáneo no razonado.
 La falta de valores personales, de autoestima e inseguridad, de religiosidad y el miedo
al abandono del novio, por no ceder, lo que generalmente ocurre de todos modos.

FACTORES SOCIALES Y CULTURALES

 Acudir a escuelas donde los embarazos en adolescentes son comunes y no son un


problema a resolver.
 Las costumbres y tradiciones generacionales, que en muchos países y comunidades
obligan a las jovencitas a embarazarse a temprana edad.
 Las presiones amorosas, el acoso sexual o las amenazas de abandono, conductas
que forman parte del machismo para demostrar su virilidad.
 Vivir en una cultura donde, televisión, cine, música, y revistas, transmiten
frecuentemente mensajes en los cuales las relaciones sexuales especialmente en
adolescentes son comunes y a veces esperadas.
 Vivir en una cultura que promueve la comercialización del sexo. Donde el sexo placer
se convierte en el principal factor moderno de venta de productos. Donde el erotismo y
la mujer objeto, son los elementos indispensables utilizados en la publicidad de los
productos.
 Machismo entre los jóvenes. Donde la hombría y masculinidad se valora de acuerdo al
número de contactos sexuales con chicas.
 Uso temprano de alcohol, tabaco o drogas.
 El creer que por medio de un embarazo se va a amarrar al novio, quien por sus
principios o por presión familiar va a “cumplir”. Pero en la actualidad esto ya no sucede
con frecuencia y es la joven la que tiene que asumir sola la responsabilidad.

Profundas carencias de comunicación interfamiliar.


 Una pobre y escasa educación sexual, esteriotipada por la carencia de modelos
teóricos integrales, abordada desde un enfoque moralista y reduccionista de la
sexualidad basada exclusivamente a la dimensión biológica-reproductiva.
 La educación sexual que recibieron estas mujeres fue deficiente y confusa.
 vivir en un ambiente o modelo de socialización familiar conflictivo, motivado por el
ejercicio de un criterio de moral y autoridad bipolar: permisivo-restrictivo.
 La socialización en la que los adolescentes se ven inmersos, ya que prevalece un
contexto cultural hipócrita o de doble moral que por demás resulta contradictorio, ya
que por un lado reprime y por el otro, estimula el ejercicio de la sexualidad en esta
etapa de la vida.
 Los antecedentes de embarazos durante la adolescencia en la familia se toman como
ejemplos de manera inconsciente.

Para las mujeres, la sexualidad está cargada de miedos y advertencias.

El ocultamiento de la sexualidad tiene que ver con la socialización genérica y con ver a la
sexualidad femenina al servicio de otro y no como algo de lo cual las mujeres deban
apropiarse.

Esta connotación lleva a que para las mujeres sea más difícil tomar sus propias decisiones;
para las adolescentes, la vivencia de la sexualidad está ligada al amor y a la fantasía de ser
queridas.

Estas ideas no están necesariamente relacionadas y por supuesto no existe una


correspondencia en relación con sus parejas donde muchas veces frente a la evidencia del
embarazo las dejan solas, por lo tanto el ejercicio de la sexualidad sí implica casi
obligadamente el correr ciertos riesgos como son:

 El embarazo no deseado.
 Las enfermedades de transmisión sexual.
 La explotación sexual.
 La violencia con su pareja.

Cuando hago mención sobre los medios reales, me refiero a la carencia de condiciones
concretas de existencia que permitan en ellas optar conscientemente por un embarazo o, de lo
contrario, contar con los medios necesarios para evitarlo.

La información que poseen sobre anticoncepción no es condición suficiente para no quedar


embarazadas.

Considero que el aspecto de la educación y concientización sobre los cuidados hacia su


propio cuerpo deben ser contemplados desde una idea más integral que aborde la educación
de varones y mujeres en todos los niveles educativos.

3.- Las condiciones de la sociedad actual favorecen las prematuras prácticas sexuales en los
adolescentes. Con mucha frecuencia ni el hogar, ni la escuela proporciona a los jóvenes una
adecuada formación que les permita asumir una actitud frente a la sexualidad.
Mantener comunicación constante con los padres y comprometerlos por lo menos a
compartir y a aceptar los siguientes aspectos:

 Reconocer que la sexualidad es algo natural, deseable y conveniente para un


desarrollo sano y armónico del ser humano y no se debe tomar o apreciar como algo
pecaminoso, sucio y enfermizo.

 Implementar programas educativos, acordes con las necesidades de esta población


para mejorar las condiciones de vida y disminuir los factores de riesgo.

 Aceptar a los adolescentes como seres sexualmente activos que poseen la capacidad
de sentir, vivir y ejercer su sexualidad en independencia de los deseos restrictivos que
los adultos pretenden imponer.

 Reconocer que al hablar de una sexualidad activa no sólo se está hablando de tener
relaciones coitales; debemos aceptar como naturales las eyaculaciones nocturnas de
los jóvenes, las lubricaciones de las adolescentes., los sueños eróticos de unos y otros
y el autoerotismo; son algunos ejemplos de actividad sexual normal.

 Hacer de la educación sexual un proyecto permanente en todos los niveles educativos.

 Proponer una orientación sexual desde una concepción de equidad en las relaciones
de género.

5.- Las posturas moralistas y represivas sobre la sexualidad solo genera prácticas
clandestinas cargadas de temor y culpabilidad que, en muchos casos, empujan a las
adolescentes a la experiencia del aborto inducido.

6.- Un ambiente familiar crítico y conflictivo puede llevar a la adolescente a ver en la iniciación
sexual, además de compañía grata, la posibilidad de un embarazo como alternativa de escape
y construcción de una nueva vida. Nueva vida que, por lo general, no llega y sí complica el
futuro adolescente.

Se debe tomar en consideración que la violencia intrafamiliar es otro aspecto que lesiona la
integridad física, emocional, sexual y social de la población afectada y su familia, donde el
supuesto ofensor asume el control y el poder en sus vidas, limitando su propio desarrollo y su
proyecto de vida. Sumado a esto le acompañan los limitados recursos económicos, generando
mayor dependencia y otros problemas como el uso y abuso del alcohol y drogas que provoca
mayor violencia.

7.- Ante el embarazo de la adolescente la familia puede convertir esta experiencia en una
alternativa de cooperación, diálogo y educación que no hubo antes; asimilando positivamente
el episodio sin entorpecer de manera profunda el desarrollo de la joven.

Si se obra con una actitud de censura, castigo y expulsión o aislamiento; la experiencia


marcará de modo negativo el futuro de la adolescente y del hijo de la misma.

8.- Las “malas compañías”, no son causa de los problemas de los adolescentes; son efectos o
consecuencias de las dificultades emocionales por las que atraviesan los jóvenes.
Sewdy no se embarazó por una mala amiga (ni por un mal amigo se cae en la drogadicción).
Creo que los amigos se buscan a partir de las necesidades emocionales que se desean llenar
y, por eso, con quienes haya entendimiento o identidad en torno al mismo problema o
carencia, se refuerzan los lazos de camaradería, de ahí que Sewdy buscó en su pareja (el
padre de su hijo) alguien que estuviera más o menos en las mismas condiciones, y logró
encontrarlo. En él encontró a un muchacho rechazado con una familia desintegrada y en
donde no existía comunicación tal y como aprecia Sewdy que era la situación que ella estaba
viviendo en su entorno familiar.

Si su hija adolescente va a tener un bebé


Si su hija está embarazada y piensa tener el bebé, a su familia le esperan muchos
cambios. Y a pesar de que seguramente no es lo que la mayoría de los padres
espera, sucede todos los días.

El hecho de que una hija adolescente se esté por convertir en madre (o que un
hijo vaya a ser padre) puede ser abrumador para todos. ¿Cómo puede apoyar a su
hijo a través de los desafíos que se avecinan?

Lo que puede estar sintiendo usted

Si se acaba de enterar de que su hija adolescente va a tener un bebé, es probable


que sienta una gran variedad de emociones, desde conmoción y desilusión hasta
pena y preocupación por el futuro.

Algunos padres tienen un sentimiento de culpa, piensan que si tan sólo hubieran
hecho más para proteger a su hija esto no hubiera sucedido. Y aunque a algunos
padres los avergüenza el embarazo de su hija adolescente y les preocupa cómo
reaccionarán los familiares, amigos y vecinos, otros están felices por la noticia de
la inminente llegada de un nieto, especialmente si la adolescente es mayor y tiene
una relación madura.

Sean cuales fueran los sentimientos que usted tenga, es probable que éste sea un
momento difícil para su familia. Lo importante es que su hija adolescente ahora lo
necesita más que nunca. Es esencial ser capaces de comunicarse entre sí,
especialmente cuando los ánimos están caldeados. Las adolescentes que llevan
adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales en lo que respecta a la
salud, y su hija tendrá un embarazo más saludable (tanto a nivel físico como
emocional) si sabe que no está sola.
Entonces, ¿qué puede hacer usted como padre de una adolescente que tendrá un
bebé? Reconocer sus sentimientos y trabajarlos para poder aceptarla y apoyarla.
¿Eso significa que no tiene derecho a sentirse desilusionado e incluso enojado? No.
Tales reacciones son comunes. Es probable que tenga un gran caudal de
emociones que manejar, especialmente al principio. Pero la realidad del bebé que
está en camino significa que tendrá que superar sus sentimientos iniciales para
bien de su hija y del bebé.

Si necesita ayuda para manejar sus sentimientos sobre la situación, hable con
alguien de su confianza o busque asesoramiento profesional. Un tercero neutral
puede ser un excelente recurso en momentos como éste.

Lo que puede estar sintiendo su hija

Sólo un corto tiempo atrás es probable que las mayores preocupaciones de su hija
hayan sido salir con sus amigos o decidir qué ropa ponerse. Ahora está lidiando
con las náuseas matutinas y programando visitas prenatales. El mundo se le ha
puesto patas arriba.

La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y a


menudo, cuando sucede, sienten pánico. Muchas de ellas, en especial las más
jóvenes, mantienen en secreto la noticia del embarazo porque temen el enojo y la
desilusión de sus padres. Algunas hasta quizás se nieguen a sí mismas que están
embarazadas, lo que hace que sea aún más importante para los padres intervenir
y procurar atención médica para su hija lo antes posible. Los embarazos de las
adolescentes más jóvenes, en particular, se consideran de alto riesgo porque sus
cuerpos todavía no han terminado de crecer y aún no están del todo maduros.

Los adolescentes varones que van a convertirse en padres también necesitan que
sus padres se involucren. A pesar de que a algunos muchachos les puede agradar
la posibilidad de relacionarse con sus hijos, otros se sienten asustados y culpables,
y es posible que sea necesario alentarlos para que enfrenten sus responsabilidades
(en todos los estados, el padre es legalmente responsable de la manutención del
niño).

Sin embargo, eso no significa que debe presionar a su hija o hijo adolescente para
que se case si no lo desea. Ofrezca sus consejos, pero recuerde que obligar a su
hijo a que acepte su opinión o usar amenazas a la larga se le puede volver en
contra. Aquí no hay una solución que sirva para todos. Una comunicación abierta
entre usted y su hijo o hija adolescente será de gran utilidad para analizar el
futuro.

Preocupaciones especiales de las adolescentes embarazadas

A pesar de que la mayoría de las adolescentes son biológicamente capaces de


tener bebés sanos, el hecho de que lo hagan o no a menudo depende de si reciben
atención médica adecuada, especialmente en esos primeros meses críticos del
embarazo.

Las adolescentes que reciben atención médica adecuada y cuidan de sí mismas


tienen más probabilidades de tener bebés sanos. Aquéllas que no reciben atención
médica corren mayores riesgos de:

 muerte fetal
 presión arterial alta
 anemia
 complicaciones durante el trabajo de parto y el parto (como parto prematuro y
alumbramiento de un niño muerto)
 bebés con bajo peso al nacer

Cuanto antes reciba atención prenatal, más probabilidades tendrá su hija de tener
un embarazo saludable, de modo que llévela al médico lo antes posible una vez
que sepa que está embarazada. Si necesita ayuda para encontrar atención médica,
averigüe en los grupos de servicio social de su comunidad o en la escuela de su
hija.

El proveedor de atención médica de su hija puede decirle qué esperar durante el


embarazo, cómo cuidar de sí misma y del bebé, y cómo prepararse para la vida
como madre.

Algunos de los temas que se tratarán serán los siguientes:

Atención médica

En su primera visita prenatal, es probable que a su hija adolescente le hagan un


examen físico completo, que incluye análisis de sangre y de orina. Se le harán
exámenes para detectar enfermedades de transmisión sexual (ETS) y para ver si
estuvo expuesta a ciertas enfermedades, como sarampión, paperas y rubéola.

Su proveedor de atención médica también hablará sobre:

 con qué frecuencia deben programarse las visitas prenatales


 lo que su hija puede estar sintiendo tanto emocional como físicamente
 qué cambios puede esperar en el cuerpo
 cómo manejar algunos de los efectos secundarios incómodos del embarazo, como
las náuseas y los vómitos

Saber qué esperar puede darle a su hija adolescente algo de alivio para algunos de
los miedos que puede tener sobre estar embarazada. Es probable que su
proveedor de atención médica le recete vitaminas prenatales diarias para
asegurarse de que recibe suficiente ácido fólico, hierro y calcio. El ácido fólico es
especialmente importante durante las primeras semanas del embarazo, cuando
juega un papel fundamental en el desarrollo saludable del tubo neural (la
estructura que se convierte en el cerebro y la médula espinal).

Cambios en el estilo de vida

El proveedor de atención médica de su hija adolescente le hablará sobre los


cambios en el estilo de vida que tendrá que hacer por la salud de su bebé, entre
ellos:

 no fumar (fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de aborto, alumbramiento


de un niño muerto, bajo peso al nacer y síndrome de muerte súbita del lactante)
 no beber alcohol (el alcohol provoca alteraciones de nacimiento mentales y físicas)
 no usar drogas (las drogas están relacionadas con complicaciones del embarazo y
muerte fetal)
 evitar el exceso de cafeína (se ha asociado el consumo excesivo de cafeína con un
mayor riesgo de aborto)
 comer correctamente
 descansar lo suficiente; y evitar las conductas sexuales riesgosas (como tener
sexo sin protección)

Si su hija adolescente fuma, bebe alcohol o se droga, su proveedor de atención


médica puede ofrecerle formas para ayudarla a dejarestos hábitos.
Nutrición

Comida rápida, bebidas gaseosas, dulces: las dietas de los adolescentes son
notablemente desequilibradas. Comer bien aumenta enormemente las
probabilidades de su hija adolescente de tener un bebé saludable, de modo que
aliéntela a mantener una dieta bien equilibrada que incluya abundante cantidad de
frutas, vegetales y panes integrales (use como guía la pirámide nutricional).

Los nutrientes importantes incluyen:

 proteínas (carne magra, pescado, pollo, clara de huevo, frijoles, mantequilla de


maní, tofu)
 calcio (leche y otros productos lácteos)
 hierro (carnes rojas magras, espinaca, cereales fortificados con hierro)
 ácido fólico (vegetales de hoja verde, frijoles, arvejas, cereales fortificados)

También es esencial beber mucha agua.

El embarazo no es momento para que su hija adolescente se ponga a dieta.


Cuando están embarazadas, es posible que algunas adolescentes sientan la
tentación de contrarrestar el aumento de peso normal del embarazo reduciendo
calorías o haciendo demasiado ejercicio, dos cosas que pueden provocar un daño
grave a sus bebés. Si usted sospecha que su hija adolescente tiene una
preocupación enfermiza por el peso, hable con su proveedor de atención médica.

Ejercicio físico

Si su hija adolescente estaba en buen estado físico antes de quedar embarazada y


no experimenta ninguna complicación relacionada con el embarazo, probablemente
su proveedor de atención médica la aliente a que siga haciendo ejercicio.

A la mayoría de las mujeres les resulta beneficioso hacer algo de ejercicio durante
el embarazo, aunque es posible que tengan que modificar su actividad. Los
ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, son los mejores. Dígale a su
hija que hable con su proveedor de atención médica sobre sus planes de ejercicio
físico al comienzo.
Estrés

La mayoría de las adolescentes se convierten en madres sin estar preparadas para


el estrés que implica tener un recién nacido, y muchas sienten frustración,
resentimiento e incluso enojo hacia sus bebés, lo que puede explicar por qué las
madres adolescentes son más propensas a abusar de sus bebés y descuidarlos.

Sería aconsejable que hable con el médico de su hija para analizar de qué formas
usted la puede ayudar a manejar los niveles de estrés de modo que pueda afrontar
mejor los cambios en su vida. También sería bueno que pase algo de tiempo con
otros padres de recién nacidos para que tenga una mejor percepción de lo que
implica cuidar a un bebé.

Clases prenatales

Es posible que el proveedor de atención médica de su hija le recomiende tomar


clases sobre embarazo, parto y crianza. Estas clases (algunas de las cuales son
exclusivas para adolescentes) pueden ayudarla a prepararse para el lado práctico
de la maternidad, ya que enseñan habilidades tales como alimentación, cambio de
pañales, seguridad infantil y otras técnicas básicas de cuidado de bebés.

Preparación para nuevas responsabilidades

Es necesario tener en cuenta muchas cuestiones prácticas. Su hija, ¿se quedará


con el bebé o lo dará en adopción? Si se queda con él, ¿lo criará ella sola?
¿Seguirá yendo a la escuela? El padre, ¿participará en la vida del bebé? ¿Quién
será responsable del bebé desde el punto de vista financiero?

Las respuestas a estas preguntas a menudo dependen del apoyo que reciba su
hija. Algunas adolescentes crían a sus hijos solas, otras cuentan con la
participación del padre del niño y otras con el apoyo de sus familias.

Como padre, es necesario que piense en su propio nivel de participación y


compromiso y que lo hable con su hija. ¿Cuánto apoyo (financiero y de otro tipo)
puede ofrecer y cuánto está dispuesto a ofrecer? ¿Vivirán su hija y el bebé con
usted? ¿Usted la ayudará con los gastos de alimentación, ropa, visitas al médico y
otros artículos necesarios como un asiento para auto y un cochecito? ¿Puede usted
ayudar con el cuidado del niño mientras su hija trabaja o va a la escuela? Un
trabajador social puede ayudarlos a usted y a su hija a analizar algunas de estas
cuestiones.

Si es posible, lo mejor es que las adolescentes embarazadas terminen la escuela


para poder conseguir empleos mejores y crear una vida mejor para sí mismas y
para sus bebés. Ésta no es una tarea sencilla: entre un 60% y un 70% de las
adolescentes embarazadas abandona la escuela. Y volver una vez que se
abandonó es especialmente difícil, de modo que trate de ofrecerle a su hija el
apoyo que necesita para terminar la escuela: se beneficiarán tanto ella como el
bebé. Consulte si hay programas escolares y comunitarios que ofrezcan servicios
especiales para madres adolescentes, tales como cuidado de niños, paseos o
clases particulares.

Ayude a su hija a comprender que a pesar de que tener un hijo es gratificante, no


siempre es entretenido: cuidar a un bebé es una enorme responsabilidad y un
compromiso para toda la vida. Prepare a su hija para la realidad de que no tendrá
tanto tiempo para las cosas que solía hacer, que su vida está a punto de cambiar y
que el bebé tendrá prioridad.

Como padre, usted puede tener una gran incidencia en la vida de su hija y en su
bebé. Tal vez aún ahora usted desearía que ella hubiera tomado otra decisión.
Pero al apoyar a su hija, asegurarse de que reciba una buena atención prenatal y
escucharla cuando comparte sus miedos y ansiedades, es posible que ambos
descubran que a la larga son mejores padres.

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