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FILMINA 2 - EL SENTIDO DE NUESTRAS ACCIONES

De todos los interrogantes que puede plantearse el ser humano el mas relevante es, a mi juicio, el
que refiere al sentido de la vida. ¿Para qué hacemos lo que hacemos? ¿Cuál es el propósito de
nuestra existencia? ¿Hacia dónde nos conducen nuestras acciones? De una u otra forma son
interrogantes que nos hacemos diariamente.

La pregunta por el sentido de lo que hacemos nos acompaña en cada momento, y en cada uno de
nuestros comportamientos. Cada uno de ustedes tiene, digamos, una TEORÍA de por qué hace lo
que hace, cada uno de ustedes tiene una idea de qué es lo que esperan del futuro. Si pudiera
conversar personalmente con Ustedes, cada uno me diría cosas diferentes acerca de por qué están
aquí sentados escuchándome. Es decir, esperan recibir algo, se abre un CAMPO DE
EXPECTATIVAS. Ese algo aún no se ha producido, pero lo esperan y esa expectativa genera toda
clase de pensamientos, ideas, etc.

Uno de los aspecto característicos del ser humano es que puede proyectarse en el futuro.
Imaginarse en un tiempo que aún no es. Eso que imaginamos que será nuestro futuro, nuestro
destino o como prefirieran denominarlo, dirige nuestras acciones en el presente. El que estudia, el
que emprende un proyecto, el que se levanta por la mañana para ir a trabajar, etc. lo hace
acompañado de un conjunto de creencias sobre el sentido, propósito de sus acciones. El futuro es
un manojo de creencias.

La psicología, que es la ciencia de la conducta humana en sus diferentes niveles y formas de


manifestación, nos muestra que las personas podemos enfermar por falta de sentido. Cuando
nuestro proyecto vital no marcha tal como las hemos imaginado, nos frustramos, agobiamos y
sufrimos. Por eso creo que en un charla para emprendedores, todos lo somos de alguna manera,
es fundamental que abordemos la pregunta por el sentido de nuestras acciones.

Pero veamos primero en qué mundo vivimos…


FILMINA N 3 – MUNDO GLOBALIZADO

La globalización, las nuevas tecnologías, los cambios sociales, económicos y políticos, están
teniendo un fuerte impacto en la manera en que vivimos, pensamos y sentimos en este mundo.
Los significados del trabajo, del éxito y las identidades laborales y profesionales se han modificado
fuertemente en los últimos tiempos.

La concepción del trabajo que tenían nuestros padres, estructurada en torno a la estabilidad y los
ingresos fijos, ha desaparecido. Hoy en día el horizonte de previsibilidad es mucho mas corto. Es
común que un profesional se encuentre pluriempleado, no sólo por razones económicas –que son
muy importantes - sino también porque el sistema demanda presencias múltiples y simultáneas.
Todo ello facilitado por el desarrollo de nuevas tecnologías y redes comunicacionales de alta
velocidad.

Atravesamos un verdadero cambio de paradigma. Un cambio de paradigma significa que nuestra


visión compartida del hombre y del mundo, de los problemas y de la forma de solucionarlos
cambian vertiginosamente. Estos cambios nos ofrecen múltiples oportunidades, pero también
problemas nuevos para los cuales las viejas soluciones no parecen funcionar.

Las empresas deben buscar nuevos sistemas de dirección y de relación con los trabajadores; la
fórmula burocrática weberiana ya no se ajusta a las nuevas exigencias de flexibilidad y eficiencia.

Todos estos cambios tienen claras consecuencias para la salud y el bienestar de las personas. Las
empresas son cada vez mas conscientes de que deben hacer algo al respecto, promoviendo la
salud y el bienestar de las personas, sin embargo, el incremento de las tasas de ausentismo por
estrés y depresión, el bajo desempeño, la alta conflictividad y la violencia laboral nos indica que
aún queda mucho por hacer para desarrollar organizaciones sanas que promuevan la salud en el
lugar de trabajo. Una de esas consecuencias en es el estrés.
FILMINA N 5– ESTRÉS PANDEMIA DEL SIGLO XXI

El fenómeno del estrés encontró una amplia difusión tanto de los medios académicos
especializados como en los medios de comunicación, también en la población en general. Algunos
autores hablan ya desde hace algunos años de la Pandemia del Siglo XXI. A pesar de su amplia
difusión no siempre es comprendido adecuadamente . De hecho se lo utiliza como sinónimo de un
conjunto muy diverso de fenómenos de orden psicosocial.

El estrés y el síndrome de Burn- Out configura un tipo de malestar psicológico y orgánico cada vez
mas frecuente en las ocupaciones vinculadas al trato directo con el público. Por ejemplo en
médicos, enfermeros, cajeros de banco, policías, operadores telefónicos chóferes y vendedores.

El estrés laboral es un fenómeno muy extendido en las sociedades industrializadas, a tal punto que
en los EEUU el 11% del total de las indemnizaciones por incapacidad laboral obedecen a esta
causas. Esto representa según la OIT entre 30.000 y 40.000 millones de dólares al año. En la Unión
Europea las enfermedades mentales insumen prestaciones equivalentes al 3% de PBI de las
naciones miembros.

El estrés por sus gravosas implicancias económicas y sociales ha captado fuertemente la atención
de los investigadores y de las agencias gubernamentales de salud pública como así también del
sector empresario.

Paulatinamente se ha ido prestando mayor atención al tema en las organizaciones, al mismo


tiempo que se invierte mas recursos y esfuerzos a la prevención de los factores que ponen n
riesgo la calidad de vida laboral.
FILMINA N 6– SUICIDIOS EN TELECOM
La sociedad ha ido tomando nota de que trabajar bajos ciertas condiciones puede producir un
severo impacto en la salud de las personas. En el pasado si alguien se enfermaba o incluso
suicidaba era muy probable que se enfocara el problema como un problema personal del
trabajador.

Estos fenómenos han promovido la discusión legislativa, el diseño de estrategias de prevención y


la toma de posición de las organizaciones sindicales.

También la justicia ha ido incorporando el reconocimiento de los daños producido por los factores
psicosociales, como lo es la violencia laboral y el estrés ocupacional.
FILMINA 7 – PROYECTARSE AL FUTURO
Uno de los aspecto característicos del ser humano es que puede proyectarse en el futuro.
Imaginarse en un tiempo que aún no es. Esta increíble cualidad de nuestra psiquis nos permite
construir realidades alternativas y ello nos habilita la posibilidad de elegir, cuál de todas las
opciones es mejor para nosotros.

Si NO pudiésemos imaginar el futuro seríamos esclavos perpetuos del presente. Y hay muchas
personas, por cierto, que lo son. La libertad está estrechamente ligada a nuestra capacidad de
recordar (para saber quienes somos y qué deseamos) e imaginar mundos alternativos hacia los
cuales dirigir nuestras acciones.

En nuestra sociedad la idea de futuro moviliza comportamientos que son esenciales para el
sistema económico y social. Las personas trabajan y ahorran, planifican citas o vacaciones, votan
en las elecciones, consumen en cuotas y contratan seguros, etc. todo ello porque imaginan que el
futuro tendrá ciertas características y que se le presentarán ciertas oportunidades y también
amenazas que deben evitar.

Eso que imaginamos para nuestro futuro dirige nuestras acciones en el presente, aún en sus
mínimos detalles. El que estudia, el que emprende un proyecto, el que se levanta por la mañana
para ir a trabajar, el compra un libro o un pasaje de avión etc. lo hace motivado por un conjunto
de creencias sobre propósito de sus acciones. El futuro es un conjunto articulado de creencias que
están en nuestro interior, en nuestra mente: al que podemos llamar SENTIDO.

Ese SENTIDO que dirige nuestras acciones es una construcción esencialmente lingüística. Es decir,
está configurado como un relato en el que nos decimos quiénes somos, qué es lo que deseamos,
etc. Es una especie de historia que nos relatamos a nosotros mismos que reside en nuestra
memoria.

Ahora bien, nuestra memoria no funciona como el disco rígido de una computadora, en la que los
archivos se guardan perfectos e intactos. Nuestra memoria es ACTIVA es decir que, de alguna
manera, fabrica nuestros recuerdos, los moldea, los empalma, los separa, los modifica, etc. El
relato que tenemos acerca de nostros mismos va cambiando con el tiempo y por lo tanto el
sentido de nuestras vidas.

Como ven vivimos en un mundo de creencias, de recuerdos que se fabrican en nuestra mente, de
futuros imaginados. Pero no se alarmen: Con esto no estoy diciendo que no exista la realidad. Por
supuesto que si. Pero la realidad humana es mas psíquica que material.

Los seres humanos no tenemos acceso directo a los objetos del mundo, sino que lo hacemos a
partir de un conjunto de interpretaciones sobre lo percibido tanto externa como internamente.

La realidad: es una construcción que hacemos a partir de un conjunto desordenado de estímulos y


adquiere un significado para nosotros a partir que decimos “Esto es…” tal o cual cosa. Es decir
cuando declaramos algo sobre el mundo que nos circunda.

Entonces, si el futuro es un conjunto articulado de creencias sobre lo que todavía no es, la realidad
se constituye esencialmente por lo que declaramos sobre el mundo…
Regularmente lo que llamamos realidad – pero que ahora acordamos llamarlo REAL-, opone cierta
resistencia a nuestros deseos. No basta con que imaginemos nuestro futuro, que lo planifiquemos
detalladamente, ni siquiera que tomemos las acciones correctas para concretarlo. La existencia
humana está atravesada por la incertidumbre. En la medida que somos seres psíquicos que
podemos imaginar el futuro, la incertidumbre y la consecuente ansiedad que ésta produce en
todos nosotros forma parte de nuestra vida.

A cada espacio temporal le corresponde una forma de sufrimiento psíquico diferente. Cuando el
pasado inunda nuestro presente y cancela el futuro, sufrimos de melancolía. Cuando el presente
nos borbardea de percepciones nuevas, nos estresamos, cuando el futuro con sus promesas se
demora en llegar nos podemos ansiosos y cuando el futuro deja de tener sentido, toda nuestra
existencia entra en crisis y nos angustiamos.
Diapositiva 9 – Lo real y la realidad
Cada uno de ustedes ha CONSTRUIDO un significado distinto de lo que tiene delante de sus ojos.
Nuestro cerebro, a partir de lo que le informan los sentidos, de nuestras experiencias previas,
también de la evaluación que hacen de esta situación, elabora un significado.

Nuestro cerebro busca unidades de sentido, está diseñado para ello, y allí donde desorden
construye un orden significativo. Las manchas existen de verdad, no son entes imaginarios, pero
las interpretaciones que hacemos de ellas nos pertenecen. Tienen que ver con nosotros, hablan de
lo que somos, de lo que pensamos, de lo que hemos vivido y sentimos.

Entonces, para ponernos de acuerdo, vamos a llamar REALIDAD a eso que construimos a partir de
nuestras declaraciones.. Y vamos a llamar, REAL a eso que está ahí afuera y que presuntamente es
una mancha.

Como les decía no tenemos contacto directo con lo REAL, sino interpretaciones. Especie de
versiones a las que les adjudicamos un valor de VERDAD.
Dispositiva 15 – Constructores de sentidos
Los seres humanos, en tanto seres psíquicos, somos “máquinas” constructoras de sentidos.
Constantemente estamos interpretando qué significa lo que estamos viendo, oyendo, oliendo, o
sintiendo. Si salimos de nuestras casas y observamos el cielo gris, interpretamos que lloverá y
llevamos paraguas. Si nuestro jefe nos mira con mala cara, sabemos que no el momento de pedirle
un aumento, desde muy pequeños aprendemos a adjudicar significados, a interpretar las
informaciones que nos llegan del mundo externo.
Tan acostumbrados estamos a producir significados y sentidos, que tendemos a confundir la
REALIDAD con las INTERPRETACIONES que hacemos de ella.

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