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UNIVERSIDAD NACIONAL
E.A.P. DERECHO
Formatted: Centered
CURSO : Derecho de Ejecución Penal Formatted: Indent: Left: 0.3", Hanging: 1.08"
PROFESOR : Dr. Germán Small Arana Formatted: Indent: Left: 0.3", Hanging: 1.48", Space
After: 8 pt
INTEGRANTES:
AÑO : VI año
Cód. 13---
2018
Dedicatoria:
2
ÍNDICE
Capítulo I
1. Alcances Generales
2. Diferencia entre un beneficio penitenciario y el beneficio Post-penitenciario Commented [CL1]: No podemos compararlos, porque el
3. Clases de asistencia post-penitenciaria tratamiento post penitenciario no es un bencicio
4. Tratamiento post-penitenciario: ¿Asistencia social o derecho fundamental? Commented [CL2]: Es lo mismo que el punto 5
PRESENTACIÓN
3
Para retornar a la sociedad el interno debe pasar por un tránsito por el
cual se le entreguen las herramientas necesarias para poder vivir en paz
y evitar la reincidencia delictiva en ese sentido nos hemos enfocado en
estudiar este tránsito que se encuentra a cargo del Instituto Nacional
Penitenciario y se desarrolla principalmente en los establecimientos de
medio libre y se lleva a cabo a través de la administración post
penitenciaria que tiene como fin principal ayudar al interno que ha
egresado del Penal a que su tránsito hacia su libertad y a la sociedad no
sea traumática, por lo que este estudio pretende aportar una posibilidad
de contribuir a solucionar el problema de la reincidencia, propiciando la
paz en sociedad de tal forma que contribuya a la seguridad ciudadanía.
4
mediata- cae en un acto extremadamente populista, al punto que ya no
se proponen reinsertar al delincuente en la sociedad, recuperar al
extraviado y mucho menos brindarle una asistencia post-penitenciaria,
como antes se proponía; ahora lo que prima –aunque no se mencione- es
el aislamiento de la persona privada de libertad y en cuanto a la persona
que sale en libertad, tras cumplir en todo o en parte la pena, el Estado los
abandona a su suerte, pero cuando estas personas -ante la ausencia de
oportunidades laborales y la estigmatización de la sociedad- vuelven
delinquir (reincidencia y habitualidad), el Estado les impone una sanción
mayor la pena prevista en el Código Penal.
CAPÍTULO I
1. Alcances Generales
5
El sistema penitenciario peruano presenta serios problemas, como la corrupción,
el escaso presupuesto estatal, el hacinamiento, la sobrepoblación, etc.1; y, entre
otros problemas, el principal factor que agrava la situación carcelaria es el
incremento desmedido de la población penitencias (en adelante POPE)2.
Cuadro N° 1
Población total del sistema penitenciario (POPE)
Establecimiento Penitenciario
Establecimiento de Medios
(Intramuros)
Libre
82, 023
(Extramuros)
16, 110
Procesados
Sentenciados Asistencia Pena
Post- limitativas de
Penitenciaria derechos
35, 499
46, 534
7, 635 8, 475
1
CARRANZA, Elías, 2009.
2
MAGÁN ZEVALLOS, Julio C. (2014), Situación actual del sistema penitenciario peruano
(Presentación), en el Taller: Estructuración de proyectos en el sector justicia, vinculado al
mecanismo de asociaciones público-privado (APP), Lima 03 de noviembre.
6
y en el 2011 se incrementó en más del 50% del total de los internos (52, 700)3.
Y según el Inpe, en el año 2012, la POPE era de un total 77, 515 personas, entre
la población de intramuros y extramuros, y en el 2016 había un total de 97, 651
personas (Inpe, 2016)4.
Cuadro N° 2
Evolución de la Población Penitenciaria (1997-2017)
POPE 24, 297 52, 700 77, 515 97, 651 98, 133
3
DE LA JARA, Ernesto (2012); Leyes, penas y cárceles: ¿Cuántos sirven (y cuanto no) para la
seguridad ciudadana? Abuso de la prisión preventiva, causas y consecuencias, Corporación
Andina de Fomento, Lima, Perú, p. 1-35.
4
Estadística del INPE-2016
7
2011 CAPA. POBLACI SOBRE HACINAMI
ALBERG ÓN TOTAL POBLACI ENTO
UE ÓN
%
SISTEMA
PENITENCIA
28,689 48,858 20,169 45%
RIO
PERUANO
8
Por otro lado, respecto a la asistencia social y el tratamiento en el sistema
penitenciario peruano no son los más adecuados, porque ni siquiera cuentan con
las implementaciones adecuadas para llevar a cabo estas medidas. Así, el
Ministerio de Justicia en conjunto con el INPE, señalaron que a nivel nacional
existe: 1 psicólogo por cada 378 internos, 1 medico por cada 885 internos, 1
asistente social por cada 442 internos, y 1 abogado por cada 885 internos.
5
MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS – INPE (2012); 10 Medidas y reforma del
sistema penitenciario, informe estadístico.
9
de reincorporación del reo a la sociedad, las denominadas asistencias post-
penitenciarias6.
6
FABRA y HERAS; La reinserción social post-penitenciario: un reto para la educación social, 2016;
MARTIN y VILA; Si nada cambia, todo continúa igual. La educación social y sus ausencias en el
ámbito penitenciario realizada en la población penitenciaria de Málaga, en Revista de Educación
Social-RES, 2016; LATORRE; La reinserción y reeducación en centros penitenciarios ¿es posible?,
Universidad de Jaumi, Valencia, 2015.
7
MONTORO SALAZAR, Hamilton; ¿”asistencia post-penitenciaria” o “tratamiento post-
penitenciario”? ¿es un derecho constitucional exigible o solo constituye auxilio y asistencia social
al liberado?, 2015.
8
SOLIS ESPINOZA, Alejandro; Ciencia penitenciaria y derecho de ejecución penal, Perú-Lima,
1999.
9
El normen juris “asistencia post-penitenciaria” hace alusión solo al socorro, favor o ayuda
facultativa que se presta a quien ha egresado de un centro carcelario si ningún tipo de exigencia
10
institución penal, a fin de permitir y facilitar a éste su efectiva reincorporación a
la sociedad libre. En ese sentido, la asistencia penitenciara tiene la función de
apoyo cercano del liberado en su camino de reinserción social por lo que las
personas encargadas de ejecutar esta medida asistencial dan un soporte a
través de los programas de intervención y la participación en talleres
conjuntamente con las asesorías.
Al respecto, Solís Espinoza, citando a Eugenio Cuello, señala que “el patronato
post-carcelario es la lógica continuación del tratamiento penitenciario y su fin es
ayudar al liberado para que en el crítico momento en que vuelve a la libertad
persevere en la reforma iniciada en establecimiento penal (...)”, por su parte
Sergio García, la define como el conjunto de medidas de supervisión y de ayuda
material y moral, dirigidas fundamentalmente al reo liberado de una institución
penal, a fin de permitir y facilitar a éste su efectiva reincorporación a la sociedad
libre10.
Segundo, el artículo 139º, inc. 22, de nuestra Constitución Política, señala que “el
régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad”; esto es que el régimen penitenciario
no es en sí un medio sino es el ente que tiene como fin el hacer o materializar la
ni obligación. Lo cual, en definitiva, permite inferir que esta institución sólo sería de índole
asistencial exenta de cualquier contenido jurídico obligacional para el Estado.
10
SOLIS ESPINOZA, Alejandro; Ciencia penitenciaria y derecho de ejecución penal, Perú-Lima,
1999, p. 479.
11
SOLIS ESPINOZA, Alejandro; Ciencia penitenciaria y derecho de ejecución penal, Perú-Lima,
1999, p. 479.
11
triple finalidad de la pena; dado que corresponde al sistema penitenciario -
conformada por las normas y leyes del Derecho Penitenciario o de Ejecución
Penal- llevar a cabo la reeducación, rehabilitación y reinserción social no sólo del
penado sino también del liberado12.
12
Cfr. MONTORO SALAZAR, Hamilton; ¿”asistencia post-penitenciaria” o “tratamiento post-
penitenciario”? ¿es un derecho constitucional exigible o solo constituye auxilio y asistencia social
al liberado?, 2015.
13
BARRETO SANTAMARÍA, Cecilio; Manual teórico-práctico de derecho penal excarcelario-casos
prácticos, ob., cit., p. 358.
12
5. Clases de tratamiento post-penitenciario
Al respecto, es de señalar que –en palabras de Solís Espinoza- “no todos los
liberados necesitan asistencia. Los que al ser puestos en libertad cuentan con
un hogar adecuado, trabajo en que laborar, estabilidad psico-social,
generalmente no requerirán de orientación postasilar”. Sin embargo a esta idea,
del todo no resulta exacto con el contraste de nuestro medio social; toda vez que
más del 90 % de reclusos provienen de estratos sociales bajos, y sólo una
minúscula diferencia es de superior nivel social. Pero no obtente ello, cualquiera
sea el origen del liberado –sostenemos- que debe recibir asistencia post-
penitenciaria, por el sólo hecho de que ella constituye un derecho subjetivo del
excarcelado15.
14
SOLIS ESPINOZA, Alejandro; Ciencia penitenciaria y derecho de ejecución penal, Perú-Lima,
1999, p. 483.
15
SOLIS ESPINOZA, Alejandro; Ciencia penitenciaria y derecho de ejecución penal, Perú-Lima,
1999, p. 483.
13
Mediante este medio, se busca superar posibles problemas psicológicos
o emocionales que haya adquirido el liberado como consecuencia de su
encierro carcelario, tratamiento que debe estar encaminado hacia su
completa reintegración social.
14
La población del sistema penitenciario actual es de 98, 133 personas. De ellos,
el 83.5% se encuentran en establecimientos penitenciarios cumpliendo pena
privativa de libertad efectiva, mientras que el 16.5% personas asisten a
establecimientos de medio libre al haber sido sentenciados a penas que no
conllevan un internamiento en prisión y personas liberadas con beneficios
penitenciarios (internos egresados).
Cuadro N° 5
Internos egresados en asistencia post-penitenciaria a nivel
nacional
LIBERACIÓN
OFICINAS
CONDICIONAL
REGIONAL TOTA SEMILIBERTAD
ES L
T H M T H M
Norte- 1
Chiclayo 6 144
1289 1128 1060 68 17
1
15
Sur- 613 482 445 37 131 107 24
Oriente-
Cusco
Nor- 650 614 583 31 36 31 5
Oriente-San
Martín
Altiplano- 314 232 180 52 82 67 15
Puno
TOTAL 1337
7635 6298 5702 596 1165 172
Cuadro N° 6
Internos egresados en asistencia post-penitenciaria a nivel
región Lima
APPS CANTIDAD
Callao 310
Cañete 43
Caraz 129
Chimbote 106
Chincha 135
Ica 88
Huacho 196
Surquillo 1062
16
TOTAL 2513
Analfabeto 144 36 16 1 29 12 17 23 10
Primaria
incompleta 1074 22 18 43 228 87 10 141 62
5 3 5
Primaria
completa 780 18 13 34 160 62 54 125 27
0 8
Secundaria
incompleta 1817 29 60 100 329 129 15 145 61
2 2 9
Secundaria
completa 2604 36 10 163 415 159 18 154 105
3 56 9
Sup.
Técnico 285 48 90 20 60 13 31 12 11
Incompleto
Sup.
Técnico 381 60 16 27 38 16 26 29 19
completo 6
17
Sup.
Universitar 257 40 11 20 36 12 20 9 8
Incompleto 2
Sup.
Universitar 293 45 15 26 26 11 12 12 11
Completa 0
El grupo más significativo es aquel que cuenta con el nivel secundario completo,
seguido por el grupo que no culminó la secundaria. Entre ambos grupos
concentran alrededor de la mitad de la población con asistencia post-
penitenciaria, de modo que aquellos con niveles educativos de primaria, técnica
y universitaria representan porcentajes menores. Y la población con asistencia
post-penitenciaria se divide entre población activa, población pasiva y casos en
archivo definitivo. La población activa es aquella que cumple con reportar sus
actividades de manera periódica. En los últimos seis años, esta población ha ido
aumentando, pasando de 56.3% en el año 2010 a 68.4% en el año 2015.
16
CONSEJO NACIONAL DE POLÍTICA CRIMINAL; ¿Qué tanto sabes del sistema penitenciario en
el Perú?, Boletín N° I – 2016, p. 27.
18
Por su parte, la población pasiva es aquella que no asiste a dar cuenta de sus
actividades. Esta ha ido disminuyendo pasando de un 41.1% en el año 2010 a
un 28.2% en el año 2015. Finalmente, los casos que se archivan definitivamente
responden a motivos diversos, como el cumplimiento de las penas, revocatorias
o fallecimientos.
Y los delitos cometidos por la población que está fuera de los penales son
principalmente delitos contra el patrimonio, contra la seguridad pública, contra la
vida, el cuerpo y la salud, y contra la libertad. En los últimos seis años, estos
tipos de delitos se han mantenido como los más preponderantes; sin embargo,
la población con asistencia post-penitenciaria que fue sentenciada por delitos
contra el patrimonio ha disminuido, mientras que la población sentenciada por
delitos contra la vida, el cuerpo y la salud ha ido en aumento (ver gráfico 31).
Así, los delitos contra el patrimonio cometidos por esta población han pasado de
representar el 40.7% el año 2010 al 32.6% en el año 2015. Por otra parte, los
delitos contra la vida, el cuerpo y la salud han aumentado, pasando del 14.7%
en el año 2010 al 22.7% en el año 2015.
8. Políticas de reinserción post-penitenciaria
19
- Participación de la sociedad: a través del sector productivo, considerando
dentro de este a todas aquellas empresas, asociaciones (civiles o
mercantiles), organismos, e instituciones, cualquiera sea su actividad
social, que puedan ser consideradas como medianas y/o grandes
empresas, en atención a su capital, número de empleados, objeto social,
utilidades, entre otros factores.
CAPÍTULO II
El sistema penitenciario peruano atraviesa desde hace varios años una situación
de emergencia cuya solución se vuelve una tarea impostergable. La capacidad
20
de recibir internos de las cárceles nacionales se encuentra rebasada, lo que
deviene en el caldo de cultivo para problemas de salud física y mental de la
población penitenciaria, y hace difícil, o casi imposible, la readaptación. De
acuerdo con el organismo competente, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE),
esta situación origina escenarios de violencia y agresión, mayor dificultad en el
control de conductas y actividades ilícitas desde y al interior de los penales,
además de una mayor degradación y deterioro de la propia infraestructura
carcelaria.
21
sobrepoblación del 115%, con una tendencia al aumento de la población
carcelaria, por lo que el problema del hacinamiento y la falta de infraestructura
podría tornarse en incontrolable, al punto que, si la situación no se revierte, el
Estado necesitaría en teoría construir dos establecimientos penitenciarios por
año para albergar a la población penitenciaria.
22
El análisis de este problema requiere establecer la factibilidad técnica y legal y,
por supuesto, determinar la viabilidad financiera, tanto para el Estado como para
el operador privado. En tal escenario, la experiencia internacional en
concesiones carcelarias resulta una fuente importante de aprendizaje a partir de
las medidas y las soluciones adoptadas para una eficaz gestión de los
establecimientos penitenciarios concesionados, el eficiente uso de su
infraestructura y la obtención de resultados de mejora en las condiciones de vida
y resocialización de la población carcelaria en un ambiente de respeto por las
normas del establecimiento, pero también de sus derechos fundamentales.
23
Por estas razones, un gran número de asociaciones de derechos civiles,
académicas y de abogados ayudaron a los reclusos a organizarse y enfrentar
legalmente a las administraciones penitenciarias con el fin de cambiar la
deplorable situación de las cárceles estadounidenses caracterizadas por el
hacinamiento y la existencia de condiciones infrahumanas de habitabilidad y
salubridad, violencia cotidiana, abuso de poder y discriminación racial. Producto
de estas contiendas legales se dictaron dos sentencias del Tribunal Supremo
Federal de EUA (los casos Jones versus Cunningham, 371 U. S. 236, de 1963;
y Cooper versus Pate, 378 U. S. 546, de 1964) en las cuales se basaron una
serie de demandas contra los administradores de prisiones que culminaron en
órdenes judiciales para que los administradores Asociaciones público-privadas
en el sistema penitenciario penitenciarios ordenaran, mejoraran y humanizaran
las cárceles, dotándolas de recursos y medios adecuados, bajo apercibimiento
de responsabilidades penales y fuertes multas.
Sin embargo, realizar todo lo solicitado por los tribunales federales sobre la
humanización de las cárceles significaba que los gobiernos estatales ejecutaran
grandes programas de inversiones públicas lo que, conforme al modelo de
probabilidad Black-Cox, los electores presumiblemente no estarían dispuestos a
solventar con sus impuestos (Black & Cox, 1976). En este contexto, el
expresidente del Partido Republicano del estado de Tennessee, y empresario
inmobiliario y de seguros, Thomas Beasley propuso la idea de poner en marcha
penitenciarías privadas para así «... resolver el problema de las prisiones y, al
mismo tiempo, ganar dinero» (Hurst, 1983). El gobernador republicano del
estado, Lamar Alexander, le ofreció respaldo político y, con apoyo financiero del
grupo inversor Massey Birch Investment Group, propietario de Kentucky Fried
Chicken, la empresa de Beasley, Corrections Corporation of America (CCA), en
1983, construyó y operó la prisión de Silverdale, recinto para 500 internos situado
en la localidad de Chattanooga, condado de Hamilton.
24
dirigido por un administrador de recursos y un empleado del condado,
denominado monitor, era el encargado de inspeccionar que se cumpliera con el
contrato.
El banco de inversión Morgan Lewis Githens & Ahn señalaba entre los años 1983
y 1990, 19 Estados otorgaron autorización legislativa (7 en forma explícita) para
la operación privada de establecimientos correccionales de adultos, y Tennessee
y Colorado consintieron la realización de proyectos piloto en condados. Sólo en
1990, los órganos legislativos de siete estados definieron su posición frente a la
privatización y permitieron la celebración de 15 contratos adicionales. Al año
2001, 42 Estados habían aprobado legislación que autorizaba la privatización de
sus sistemas correccionales (Rey Barbosa, 2004: 45). Hasta fines de 1997, las
prisiones privadas de EUA albergaban a 64,028 reclusos en 142
establecimientos penitenciarios distribuidos en 30 estados (Del Rosal, 1990).
Características generales
25
Dentro de la operación y el mantenimiento del establecimiento penitenciario, el
concesionario puede brindar, directa o indirectamente (tercerizando), los
servicios de administración penitenciaria, alimentación, hotelería, lavandería,
aseo, limpieza, control de plagas, salud, asistencia psicológica, economato,
seguridad penitenciaria interna y/o externa, reinserción social o tratamiento
penitenciario del reo (educación, capacitación, religión, factoría, talleres, deporte
y cultura, entre otros), archivo de legajos, clasificación de internos, tramitación
de beneficios penitenciarios, asistencia legal, asistencia social, tratamiento de
aguas residuales y transporte de reclusos, entre otros.
26
concesionario del contrato de concesión. Además, el concesionario puede
contratar como mano de obra a los reclusos a favor de una empresa privada.
CAPÍTULO III
27
El INPE es un organismo ejecutor del sector Justicia, rector del sistema
penitenciario nacional, con personería jurídica de derecho público y con
autonomía económica, técnica, financiera y administrativa. Forma pliego
presupuestario y se rige por el Código de Ejecución Penal y su Reglamento. 17
- VISIÓN:
En el Perú se respetan los derechos humanos en un contexto de cultura
de la legalidad y convivencia social armónica, con bajas tasas de
17
https://www.inpe.gob.pe/component/k2/item/1466-programa-capas.html
18
El Instituto Nacional Penitenciario se distribuye a nivel nacional en ocho Oficinas Regionales (OR), las
que no coinciden con los departamentos, provincias y distritos geopolíticos del Perú. Estas son: OR Norte-
Chiclayo (Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y Cajamarca); OR Lima (Ancash, Lima y Ica); OR Sur-
Arequipa (Arequipa, Moquegua y Tacna); OR Centro-Huancayo (Junín, Huancavelica y Ayacucho); OR
Oriente-Pucallpa (Huánuco, Cerro de Pasco y Ucayali); OR Sur Oriente-Cusco (Apurímac, Cusco y Madre
de Dios); OR Nor Oriente-San Martín (Amazonas, San Martín y Loreto); y OR Altiplano-Puno (Puno y parte
de Tacna).
19
Los establecimientos transitorios de Lima y Lurigancho, en los cuales existe población que ingresa para
su clasificación a un establecimiento penal y para asistir a sus diligencias judiciales de manera respectiva,
actualmente, albergan de manera conjunta una población de 68 personas privadas de libertad; esta
cantidad corresponde al 0.08% de la población intramuros. Estas poblaciones no están consideradas en el
análisis del presente informe.
28
criminalidad y discriminación, donde toda persona goza de seguridad
jurídica y tiene acceso a una justicia inclusiva confiable, gracias a un
Estado moderno y transparente que protege efectivamente los intereses
del país y de sus ciudadanos.
- MISIÓN:
Ejercer la rectoría del sistema penitenciario nacional, reinsertando social
y positivamente la población penitenciaria intramuros y extramuros, con
condiciones de vida adecuada y con personal altamente calificado.
- LEMA:
- 1927
Tres años después, el 12 de febrero de 1927, el Decreto Supremo Nº 70 crea
la Escuela de Vigilancia, dando paso al funcionamiento del Servicio de
Identificación Dactiloscópica como órgano de la Inspección General de
Prisiones, y la publicación del Boletín de Criminología, revista que dejó de
circular el año 1992.
- 1928
El 26 de marzo de 1928, el Dr. Bernardino León y León asume la dirección de
la Inspección General de Prisioneros. Se pone en marcha grandes reformas
al sistema penitenciario, como por ejemplo, el cambio de nombre por el de
Dirección General de Prisiones. El 14 de enero de 1929 se dicta el
29
Reglamento de Clasificación de Conducta de los Penados; y en febrero se da
a conocer el Reglamento del Instituto de Criminología.
- 1944
Los años subsiguientes evidenciaron un abandono del tema penitenciario,
hasta que el 16 de agosto de 1937, mediante D.S. Nº 97 se dicta un nuevo
reglamento de penitenciaría de Lima. Siete años después, el 2 de junio de
1944, se abre la Escuela de Vigilantes que funcionó hasta mediados de
diciembre de 1945.
- 1946
Los vaivenes del sistema penitenciario son de conocimiento del entonces
presidente de la República Luis Bustamante y Rivero, quien el 12 de marzo
de 1946 ordena el funcionamiento de la Escuela de Personal Auxiliar de los
Establecimientos Penales y de Tutela, institución que tuvo vigencia hasta
diciembre de 1948. La administración Bustamante reorganiza los servicios
médicos en los establecimientos penales y de tutela, elabora la ficha psico-
física de reclusos y tutelados, crea el servicio social para esos centros, e inicia
las investigaciones de las condiciones antropológicas y sociales de la
penitenciaría, entre otras medidas. Pero, muchas de esas disposiciones
quedaron truncas, como consecuencia del golpe de estado.
- 1951 - 1968
En 1951 se crea la colonia penal agrícola “El Sepa”. Años después, el primer
gobierno del presidente Fernando Belaunde Terry construye el Centro
Penitenciario de Lurigancho, en Lima, e inicia la construcción del Centro
Penitenciario de Ica (Cachiche) y la cárcel de Quenqoro, en el Cusco. Por
Resolución Suprema Nº 211 del 13 de mayo de 1965, se establecen los
estatutos para la creación del Centro de Capacitación Penitenciaria, que
funcionó hasta setiembre de 1968.Luego, el gobierno del General Juan
Velasco Alvarado, dicta dispositivos legales referentes al derecho
penitenciario peruano, y por Decreto Ley 17519 establece que la Dirección
General de Establecimientos Penales forme parte de la estructura del
Ministerio del Interior.
- 1979
30
Durante ese mismo gobierno se crea el Centro de Formación y Capacitación
Penitenciaria (CEFOCAP), con la finalidad de formar agentes penitenciarios.
Sería después el siguiente gobierno militar, esta vez el de Francisco Morales
Bermúdez que, de conformidad con lo establecido en la Constitución de 1979,
reapertura el Ministerio de Justicia, incluyendo en su estructura a la Dirección
General de Establecimientos Penales.
- 1985
El 06 de marzo de 1985, por Decreto Legislativo Nº 330 se promulga el
Código de Ejecución Penal, dando origen así al INSTITUTO NACIONAL
PENITENCIARIO y por Decreto Supremo Nº 012 del 12 de junio del mismo
año se aprueba su reglamentación, definiéndolo como el organismo público
descentralizado, rector del Sistema Penitenciario Nacional integrante del
Sector Justicia.20
11.2. Funciones
Sus funciones principales son:
- Dirigir y administrar el Sistema Nacional Penitenciario.
- Realizar investigaciones sobre criminalidad y elaborar políticas de
prevención del delito.
- Brindar asistencia post penitenciaria.
- Dictar normas técnicas y administrativas sobre el planeamiento y
construcción de infraestructura penitenciaria.
Sus objetivos estratégicos se articulan con los del Plan Estratégico Sectorial
Multianual del Sector Justicia y Derechos Humanos (PESEM): “Fortalecer la
20
https://www.inpe.gob.pe/component/k2/item/1466-programa-capas.html
31
política criminal y el sistema penitenciario para reducir los niveles de
delincuencia y crimen organizado”.
21
Elías Carranza. “Cárcel y Justicia Penal: El modelo de Derechos y Obligaciones de las Naciones Unidas, y
una Política Integral de seguridad de los habitantes frente al delito”. Cárcel y Justicia Penal en América
Latina y el Caribe: Cómo implementar el modelo de derechos y obligaciones de las Naciones Unidas.
Primera Edición. ILANUD. 2009. Pág. 63.
22
Fuente: Unidades de Registro Penitenciario Elaboración: INPE/Unidad de Estadística
https://www.inpe.gob.pe/component/k2/item/1466-programa-capas.html
23
Fuente: Unidades de Registro Penitenciario Elaboración: INPE/Unidad de Estadística
https://www.inpe.gob.pe/component/k2/item/1466-programa-capas.html
32
Medidas Alternativas: 572
¿Qué hacemos?
Nuestros esfuerzos se encaminan a promover la reeducación de nuestra
población mediante talleres individuales, grupales, familiares y laborales,
diseñados para mejorar sus competencias sociales, a fin de no caer
nuevamente en el delito o falta.
33
y en el marco del cumplimiento de las reglas de conducta de conformidad a
su sentencia condenatoria.
34
cumplido su pena hasta por un periodo de dos años de alcanzada su condición
de liberado o con la pena cumplida. Asimismo, promueven convenios con el
sector privado para que en los portales institucionales de las empresas, se
publique el requerimiento de personal para la población penitenciaria en
medio libre y las personas que hayan cumplido su pena.
35
comunica tales hechos a la Policía Nacional del Perú, Ministerio Público o
Poder Judicial, conforme corresponda.
a. Programa: “Creo”
¿Quiénes somos?
Somos un equipo de profesionales de diferentes ramas que trabajamos mediante
el programa de intervención “CONSTRUYENDO RUTAS DE ESPERANZAS Y
OPORTUNIDADES” – CREO, dirigido a una población penitenciaria joven
adulta, primaria, caracterizado por la aplicación de una metodología
multidisciplinaria e interdisciplinaria orientado a disminuir la probabilidad de
reincidencia delictiva o a disminuir factores de riesgo criminógeno.
¿Qué hacemos?
Desarrollamos competencias pro social en los internos participantes, en un
contexto de respeto de los derechos humanos e inclusión social, a fin de que
asuma la responsabilidad de alcanzar metas del tratamiento propuesto.
36
¿Quiénes somos?
Somos un equipo interdisciplinario que actúa mediante el
programa “INTERVENCIÓN EN PERSONAS CON ABUSO Y DEPENDENCIA
DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS RECLUIDAS EN LOS
ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS PERUANOS”, enmarcado dentro del
convenio con “La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas” –
DEVIDA. Está dirigido a población penitenciaria joven adulta (18 a 30 años),
sentenciados por delitos contra el patrimonio, primarios, con consumo de drogas
e historial delictivo asociado al consumo de drogas, enmarcado dentro del
modelo biopsicosocial, cognitivo conductual.
c. Programa: “TAS”
¿Quiénes somos?
Somos un grupo de profesionales que trabajamos aplicando el programa
especializado de intervención interdisciplinario para el “TRATAMIENTO DE LA
AGRESIÓN SEXUAL” – TAS, dirigido a personas encarceladas por delitos contra
la libertad sexual en su modalidad de violación sexual o tentativa y actos contra
el pudor, con la finalidad de generar conductas pro sociales y responsables y de
esta manera puedan llevar un estilo de vida saludable.
¿Qué hacemos?
Desarrollamos competencias personales y sociales para vivir una sexualidad
responsable y desarrollar crecimiento personal. En nuestra labor consideramos
las siguientes variables: psicoterapia, participación familiar, habilidades pro
sociales y autonomía moral, actividades educativas, actividades laborales,
coordinación y orientación legal, promoción y prevención en salud y actividades
integradoras.
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a. Programa “Focos”
El programa FOCOS (Fortaleciendo Competencias Sociales para Liberados)
está orientado a fortalecer las habilidades sociales para una convivencia pacífica
en personas que egresan de los establecimientos penales con beneficios de
semilibertad y liberación condicional.
Beneficiarios:
Preferentemente personas por delitos contra el patrimonio
Con 1 o 2 ingresos a penales
Con capacidad de lecto-escritura
Que no presenten patologías ni conductas asociadas al consumo de drogas
Fase intervención:
Se desarrolla en 14 sesiones grupales
Es de corte psicoeducativos
Acompañamiento individual
Capacitación técnica laboral
Asesoramiento familiar
Fase de monitoreo:
Asesoramiento personal
Talleres grupales bimensuales de reforzamiento de habilidades sociales
Monitoreo familia
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b. Programa “Reto”
Talleres
RETO desarrolla diversos talleres tales como:
Habilidades cognitivas
Fortalecimiento de competencias emocionales
Educación moral
Habilidades sociales
El personal profesional de Medio Libre tiene la esmerada labor de entrenar a
hombres y mujeres en conductas que les permitan una adecuada convivencia
con la familia y la sociedad, para lo cual desarrolla un acompañamiento cercano
con los participantes.
Tiempo de duración
El programa está dividida en 4 fases:
1. Fase de motivación
2. Fase de sensibilización
3. Fase de intervención
Requisitos
Solo se necesita el compromiso y la decisión de inscribirse en el programa, así
como el rechazo al consumo de drogas.
c. Programa “CAPAS”
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El programa CAPAS (Capacidades personales para afrontar situaciones de
riesgo con éxito) busca mejorar en las personas intervenidas las capacidades
para identificar los riesgos de transgredir la ley, así como desarrollar estrategias
para afrontar estos riesgos con éxito.
Objetivo:
Entrenar a sus participantes en las competencias personales para:
Identificar los riesgos para trasgredir las normas, provenientes del entorno y
de la propia persona.
Usar estrategias para afrontar las situaciones de riesgo con éxito y evitar
problemas con la ley.
Establecer relaciones familiares positivas a fin de que sean más saludables.
Dirigido a:
Sentenciados a reserva de fallo condenatorio y suspensión de la ejecución de la
pena, así como a liberados con beneficio penitenciario de semilibertad o
liberación condicional sin distinción de género, edad, tipo penal cometido, que
tenga una sentencia por delito menor, con estudios primarios completos como
mínimo, de preferencia que se encuentre incluido en algún grupo familiar y que
tenga algún trabajo habitual.
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Con los participantes y sus familiares identifican y analizan
problemas de comunicación e inician mejoras en sus relaciones
familiares.
3.- Fase de cierre:
Los participantes consolidan sus aprendizajes y son evaluados
para determinar los efectos del programa.
Objetivos
Entrenar en habilidades esenciales (pensamiento) para relacionarse bien:
Pensamiento causal
Pensamiento alternativo
Pensamiento consecuencial
Pensamiento de perspectiva
Pensamiento medio-fin
Metodología
Se realiza en nueve sesiones
90 minutos cada sesión
Talleres participativos: reflexivos y lúdicos
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https://www.inpe.gob.pe/component/k2/item/1466-programa-capas.html
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12. Alcances y Conclusiones
13. Bibliografía
42
- CUELLO CALON, Eugenio; La moderna penología. Represión del delito y
tratamiento de los delincuentes. Penas y medidas. Su ejecución, Tomo I,
Barcelona, 1958.
43
- RIVACOBA, Manuel y LAMOTHE; Naturaleza jurídica, extensión y
órganos de la asistencia post-penitenciaria de liberados, en Revista
Penal-Penitenciaria, Santa Fe, 3-4. 1956, pp. 97 y ss.
44
- WILLIAMSON, B.; Políticas y programas de rehabilitación y reinserción de
reclusos: experiencia comparada y propuestas para Chile, Fundación Paz
Ciudadano, 2004, Santiago.
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