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SIERVO: FREDDY JAIR TAVARES LOZANO – LOCALIDAD NEIVA – SAN JUAN APOSTOL

CREACION Y PECADO – BENEDICTO XVI

SOBRE EL TEMA DEL PECADO

Después del sínodo los obispos al tema de la familia, se detuvieron y pusieron su atención en las
palabras de Jesús con las que marcos al comienzo del evangelio resume el mensaje aquel: “el tiempo
se ha cumplido y el reino de Dios está cerca. Convertíos y creed en el evangelio”. Uno de los obispos
se atreve a expresar el mensaje profético ¡Convertíos! Casi nadie se atreve en nuestro tiempo a
escuchar esta elemental llamada del evangelio con la que el Señor nos quiere llevar a reconocernos
pecadores, si no que hoy en día el mundo nos está disfrazando el pecado para que no nos sintamos
culpables y esclavos, Jesús nos invita a sentirnos culpables y hacer penitencia. Este obispo dice que
la predicación de hoy día parece una banda sonora de una sinfonía de la que se hubiera omitido al
comienzo el tema principal y dejándola incompleta e incomprensible en su desarrollo y con ellos
tocamos un punto extraordinario de nuestra actual situación histórico espiritual.

El tema del pecado se ha convertido en un tema silenciado de nuestros tiempos. Las artes: cine,
teatro, la predicación religiosa, la sociología y la psicología, todos estos quieren con palabras
irónicas, argumentos irrazonables en desviar a una sociedad que está envuelta en una ilusión o
complejo de hacernos creer que el pecado no existe. El mismo derecho intenta cada vez más
arreglarse sin el concepto de culpa, prefieren servirse de la sociología, estadísticas, conceptos de
bien y mal, y distingue en lugar de ellos, entre el comportamiento desviado y normal, de donde se
deduce que las proporciones estadísticas también pueden invertirse; pues si lo que ahora es
considerado desviado puede alguna vez llegar a convertirse en norma, entonces quizá merezca la
pena esforzarse por hacer normal la desviación. Con esta vuelta a lo cuantitativo se ha perdido por
lo tanto toda noción de moralidad, es lógico si no existe ninguna medida que nos preceda, que no
haya sido inventada por nosotros si no que siga de la bondad interna de la creación. El hombre de
hoy no conoce ninguna medida, ni quiere por supuesto conocerla, porque vería en ella una amenaza
a su libertad. El conocimiento del bien solo se tiene mientras se hace… Cuando uno hace el mal huye
de la luz. El bien se reconoce si se hace. El mal, solo si no se hace.

Entonces según Benedicto XVI: el hombre solo puede ser santo cuando es realmente él. Cuando
deja de olvidar y destruir la verdad.
“Yo soy el camino la verdad y la vida” (Juan 14,6)
De manera que el tema del pecado se convertido en un trama relegado, pero por todas partes se
comprueba, porque el hombre puede dejar a un lado la verdad, pero no eliminarla y porque está
enfermo de esta verdad relegada, por eso es tarea del Espíritu Santo, convencer al mundo del
pecado.
No se trata de quitarle al hombre el gusto por la vida, ni de coartársela con prohibiciones y
negaciones, se trata sencillamente de conducirla hacia la verdad y de esta manera santificarla.

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