Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
DEL
JUEGO DE AJEDREZ
LIBRO A PROPOSITO
P A R A QUE PUEDA APRENDER DICHO J U E G O .
, E L QUE LO IGNORE DEL TODO,
SIN N E C E S I D A D D E M A E S T R O
ron
MEXICO.
. T A L L E R D E I M P R E N T A D E L A E S C U E L A D E A R T E S Y OFICIOS
PARA MUJERES.
l a propiedad de la obra es exclusivamente del autor. Esta
primera edición pertenece á los editores.
Biblioteca Central
Univ. Veracruzana
w
m
'RODUCCION
75054
no seria aventurado asegurar que jamas hallaría una persona
dos partidas idénticas, aunque estuviese jugando muchos años
consecutivos.
No siempre se jugó el ajedrez según se juega hoy: varios
pueblos asiáticos quo lo usan para su solaz desde hace siglos,
pueblos entre los cuales pueden citarse l a Persia, l a India y
la China, colocaban las piezas de una manera diversa á como
se disponen en l a actualidad sobre el tablero; pero consideran-
do que seria difuso é inútil hablar de todas esas diferencias
que y a no pueden tener otro interés que el meramente histó-
rico, nos ceñiremos á explicar todo lo concerniente al juego
de que nos ocupamos, tal como lo ponen en práctica los paí-
ses modernos.
Filidor fué sin disputa el mas notable ajedrecista del siglo
pasado, y á su genio se debió el progreso del juego en una
época en que todos los campeones cif¡aban su orgullo en ha-
03r una defensa dilatada y circunspecta.
Andando el tiempo aparecieron M a c - D o n n e l l en Inglater-
ftt;y Lft-Bourdormaia en'Francia, demostrando algunos erro-
res aceptados como axiomas por Filidor; y en nuestro siglo, j u -
gadores como Cochrane, Allgaier, E v a n s , Cunningham y otros,
han dg&Gubiei-to que el mérito .del ajedrez consiste en el ata-
que, y han croado los célebres gambitos que llevan su nombre.
- . E s a sola oonaideraoion bastaría para evidenciar que los apo-
tegmas del hvjo^de' B r o u x , si bien hay algunos de ellos m u y
respetables todavía, no pueden servir de base para un estu-
dio sólido d',d juogo. Empero, no es ese el único inconveniente
del compendio por Filidor-que anda por nuestras librerías. A
«mas do ser muy deficiente por no contener sino las poca? aper-
turas usadas en su t h m p o , tten© multitud de-erratas, y nn mé-
todo que al añoioando no puede seguir sino can fastidio y can-
IÍ&QOLQ* S i n poner partidas completas como ejemplos; por « i .
contrario, sacando de U Ü solo juego diversas variantes, lleva
la confusión al ánimo del que estudia, sobre todo por él siste-
ma de números seguido en el libro y que fué adoptado anti-
guamente en Francia para indicar las jugadas.
Teniendo nosotros á la vista excelentes obras modernas de
ajedrez, en inglés y francés, tales como Sansón, Basterot,
-Lewis, Lb'wental, Staunton, Labourdonnais, L a Riviere, Saint
Amand, P r e t i y otros, vamos á tomar de ellas numerosos y
completos ejemplos de aperturas, combinaciones, finales y pro-
blemas, anotando y comentando cada jugada que lo merezca,
á fin de que el'lector por menos que conozca el juego, pueda
descifrar l a mas insignificante duda que se le ocurra.
Aunque nuestra suficiencia está muy distante de ser gran-
de, nos basta poseer las publicaciones de consulta referidas,
para que el público mexicano pueda adquirir la seguridad do
que nuestro libro será bastante completo, teniendo la ventaja
de estar escrito en español, para los que no conozcan idiomas
extranjeros.
Otra circunstancia va á tener este volumen, que lo dará un
carácter local ó nacional. Nos proponemos insertar en su opor-
tunidad varias defensas muy aceptables, ideadas por mexica-
nos, y explicar algunas prácticas usadas en México, por lo
que respecta á las leyes del juego, no seguidas en Europa.
También daremos como ejemplos partidas jugadas por hábiles
ajedrecistas de la República, y una colección de estratagemas
ó problemas, originales asimismo de mexicanos.
Y a hemos dicho que no tenemos l a pretensión de ser consi-
derados en este ramo como profesores: nuestra aspiración única
es estudiar el hermoso juego del ajedrez con las personas que
nos presten su estimable atención, y para consegiur el objeto
deseado, procuraremos proceder con mucho órd¿n y con l a ma*
yor. claridad posible.
Se ha creído por muchos que es tiempo perdido el que se em-
plea en estudiar la teoría del juego, y que por lo tanto es mejor
practicarlo que consultar los libros que se ocupan del parti-
cular. Este es un grave error, pues l a experiencia nos ha he-
cho conocer que mas se adelanta con un mes de estudio que con
un aíio de prática rutinaria. Debe considerarse que las juga-
das indicadas como buenas en las obras de ajedrez, son aque*
Has quo han surgido de un análisis durante varios siglos, por
los mas aventajados jugadores; y que lo que hoy podemos l l a -
mar teoría, no es otra cosa que l a misma experiencia de los aje-
drecistas eminentes d6 todas las épocas y de todos los pueblos.
Eso no quita que nosotros aconsejemos, como aconsejamos,
que á la vez quo él aficionado estudie en el toxto, practique
en el tablero con otro aficionado ó maestro, los principios y
las reglas que aprenda, porque ambos sistemas unidos son los
que dan al jugador el conocimiento y la seguridad en las j u -
gadas, así como el golpe de vista que acostumbra á los ata-
ques enérgicos y elegantes, y á las defensas concienzudas y
precisas. U n jugador rutinario, ó formado solo por l a práctica,
nunca pasará do medianía, mientras que el que se proponga
estudiar como es debido, puede llegar á ser un jugador de p r i -
mera fuerza.
E l libro se dividirá en tres partes, y cada una de ellas en
íapítulos. Estas partes serán:
I. — D e las reglas generales y de las aperturas de los juegos.
I I . — D e los finales de partida.
I I I . — D o los estratagemas ó problemas.
DE LAS REGLAS GENERALES
Y D E LAS APERTURAS D E LOS JUEGOS.
CAPITULO I.
DEL TABLERO Y L A S PIEZAS.
_J b [731
V "7?,
y/ "M
</ ,'„•
J La Ü
1 1
i
ÍIÉ
, . l
i
m M m 1
m
1
NI
í 1\ ü
m
EJEMPLOS.
J3LANCAS. NEGRAS.
,1^-P 4 R . l — P 4 R,
2—C 3 A R. 2—A 4 A.
Sg traduce de la siguiente manera:
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NECRAS.
P 4 D. P 4 D.
BLANCAS. NEGRAS.
CAPITULO IV.
D E DAS L E Y E S D E L J U E G O .
turales.
.Aunque dice Filidor que uno de los casos en que nó hay
lugar á enroque, es cuando el rey se acaba de mover, el precép - 1
CAPITULO V .
Del modo de estudiar con éxito, de l a urbanidad en el
juego, y de otras consideraciones generales.
Dice Filidor:
«El mejor modo de estudiar con fruto, bien sea solo, ó me-
jor aún entre dos personas que deseen sacar de los-libros ex-
celentes principios sobre l a teoría y l a práctica del ajedrez,
•es ejecutar una tras otra las partidas sobre el tablero, exami-
nar bien cada jugada penetrando su intención; ensayar, en fin!,
cómo jugaría uno en t a l ó cual situación, comparando en se-
guida su jugada con la del autor, é iniciándose en las causas
que hacen esta preferible, en aquel caso. Solo ejercitándose
•así pueden hacerse progresos sensibles; es seguro que a l a vuel-
ta: de algunos meses de uu estudio seguido por este método,
Ee sabrá mucho mas de lo que hubiera podido aprenderse per-
diendo años enteros en jugar á este juego, sin guía y sin prin-
cipios.»
E n estas palabras del eminente Filidor está perfectamente
explicada l a importancia de aunar l a práctica con l a teoría;
So-
pero para que esa práctica sea completamente eficaz, debe pro-
curar todo aficionado, jugar con otro que sepa algo mas que él;
después que se iguale á este con otro superior, y así sucesiva-
mente. D e la continuación en jugar un jugador inferior con
otro mas hábil, resulta generalmente que ambos llegan á tener
la misma fuerza, siendo do advertir que el éxito es mas segu-
ro cuando no hay una diferencia muy considerable entre los
antagonistas, pues en los easos en que esa profunda desigual-
dad existe, ni el jugador superior se divierte, n i el inferior
comprende las evoluciones de su contrario.
Recibir partido ó ventaja de un buen jugador, és conve-
niente al que comienza á aprender, siempre que el partido l l e -
gue á nivelar las fuerzas de los dos.
Asimismo es útil ver jugar á jugadores hábiles, ensayarse
en componer y acertar problemas, repetir las partidas jugadas
por los maestros, y estudiar ordenada y concienzudamente las
aperturas de los juegos primero, después los desarrollos 6 com-
binaciones, y pori último los finales, tanto los fáciles ó comu-
nes, como los difíciles y raros. • .•::«• • 1
jy UJJ-ÍÍ uot
Cuando se juega con una persona que por su edad, ilustra-
ción, & c , merezca consideración y respeto, se le deben ceder
la piezas blancas y la mano, río porque esas piezas son mejo-
res que las otras, sino por ser y a una costumbre sancionada
por los años, y porque generalmente en los textos de ajedrez
el juego blanco es el que tiene la salida. - ;
'd oup
Mientras se juega, débese guardar la mayor moderación y
compostura, sin tocar innecesariamente las piezas, sin hablar
demasiado, sin tener la mano levantada sobre el tablero y sin
distraer do ningún modo al adversario. N o es bueno meditar
exageradamente antes de hacer una jugada, pero tampoco es
provechoso contraer el pernicioso hábito de jugar violentamen-
te, porque no debe olvidarse nunca que el ajedrez es juego de
31.
juego.
U n a torre, contra un alfil y dos peones, tablas.
U n a torre, contra un caballo y dos peones, idem, porque on
los dos últimos casos no puedo impedirse que aquel que no
tiene mas que la torro la sacrifique por los dos peones.
U n a reina, contra una torre y dos peones, tablas.
Una torre y un alfil, contra torre, deben ganar según FilidorJ
Otros ajedrecistas niegau esto fundándose en sólidos conside-
raciones. E l asunto está oscuro todavía, pero nosotros opina-
mos como el jugador francés.
CAPITULO V I .
D E L R E G L A M E N T O P A R A E L JUEGO D E L A J E D R E Z .
Art. 4 9
Con arreglo á los principios del juego, l a casilla
blanca del ángulo debe estar á la derecha de cada jugador; así
es que si el tablero está mal colocado y se eolia de ver antes
de que se den por ambas partes cuatro jugadas, se anulará l a
partida; pero continuará si se advierte después.
A r t . 5° Se aplicará la misma ley cuando no se hayan co-
locado todas las piezas ó estuvieren mal colocadas. [ E n este
artículo y en los siguientes, los peones e?tán comprendidos
bajo el nombre genérico de piezas"]. Sin embargo, si en el cur-
so de l a partida se hace ver que hay una irregularidad contra-
ría á los principios del juego, como la ausencia de un rey ó l a
presencia de un pcon en la primera línea, la partida deberá
anularse.
A r t . 6? S i uno de los dos reyes ha estado en jaque por es-
pacio de varias jugadas, se retrocederá hasta la jugada del
jaque, y se anularán las jugadas siguientes; pero en caso de
que no sea y a posible retroceder hasta la irregularidad, la par-
tida entera deberá tenerse por nula.
De la Galería.
CAPITULO V I L
D E L A A P E R T U R A L L A M A D A GXTJOCO P I A N O .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R. 1—P 4 R.
2— CR—3 A . ;.-.:.'D—3 A .
3— A R — 4 A D . 3—AR—4 AD.
E n el siguiente grabado se verá mejor cómo queda ©1 jue-
go, después de haberse planteado el Giuoco Piano:
w r -;i ^ v . grp ^ wm
IS
álili
BP
E |p."i
;
fe,*
X m 7 ti
SI 3 Ms
BLANCAS-
E J E M P L O P R I M E R O D E GIÜOCO P I A N O .
BLANCAS. NEGRAS.
14_TXA. 14—AXP-
13—A X P A R t-
Se entrega ese alfil en cambio de un peón, supuesto quo des«
pues, por medio de un jaque con l a dama, se aprehende al a l -
fil contrario, ademas de haberse obtenido el peón que costó el
sacrificio anterior.
15—R X A .
Y a este rey no podrá enrocarse, á causa de haberse movido.
1 6 —D 3 O f. 16—P 4 D.
17—D X A . 1 7 — T D casilla GT)'.
18—D G T D . 18—PXP. .
1 9 — C 5 R f. 1 9 — R casiUa C.
20— D 6 R f. 2 0 — R 2 T.
S i se hubiera retirado á la casilla del alfil, l a dama le hubie-
ra dado muerte en el acto, apoyada por el caballo.
2 1 — T X C. (!)
Vale mas la torre que el caballo, pero aquí el cambio es
provechoso por motivo do la situación del juego.
2 1 — D casilla C R .
S i hubiera tomado la torro con el poon, el mate hubiera sido
instantáneo llevando las blancas su dama á l a sétima del alfil
del rey. ' . • >>-„
92 D X C ~~ ~¿ COAJ/UOO - ¿ ¿ V ,
BLANCAS. NEGRAS.
[Sclmmoff). {Jaeniscli).
1— P 4 R. l — P .4 R . _
2— CR—3 A. 2—QD^-3 A...
3—A R — 4 A D 3 — A R — 4 A D.
4— P 3 A D. 4—CR—3 A.
5— P 4 D. 5—PXP,
Pudiera el caballo del vey de las negras, apoderarse del peón
del rey contrario, pero tiene Jaonisch que deshaoorse primero
del peón que ataca á su alfil.
Biblioteca Central
U n i y . Vera.cruzana
EJEMPLO T E R C E R O D E GIUOCO PIANO.
BLANCAS. NECRAS.
1 _ P 4 R. l — P 4 R.
2—CR—3 A. 2—CD—3 A..
3 _ A R — 4 A. 3—AR—4 A.
4— P 3 A D . 4—D 2 R.
M a l a jugada de las negras, según demuestra el conde de
Bastcrot en su Traite élémentairc duj'eu des écheos, porque así
se compromete la clama en una posición peligrosa.
5— Enroca. .5—P 3 D.
C—P 4 D. G — A 3 CD.
7— A 5 C R . 7 — P 3 A R (?)
8— A 4 T R . 8—P 4 CR.
9__0 XPC! 9—P x C.
Las blancas sacrifican ese caballo, poro ventajosamente, por
la posición inexpugnable que conquistan. E n circunstancias
como esa no importa perder una ó mas piezas, si en cambio se
logra la derrota del enemigo.
1 0 —D f> T R f . 10—R 2 D.
11— A D x P. 1 1 _ D 2 CR.
1 2 — A R — 6 R -|-—!!
12—R x A.
13— D S R - j - . 13-CR-2R.
1 4 — P 5 D -j-f.
QUINTO E J E M P L O D E GIUOCO PIANO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R. 1 — P 4 Pv.
2— GR—3 A. 2—CD—3A.
3— A 4 A . 3—A 4 A.
4— P 3 A D . 4—CR—3 A.
5— P 4 D . 5—P X P.
6—P X P. 6 — A 5 C D f.
7^C 3 AD.
Esto movimiento es falso. Sogun la regla general, do opo-
ner á un alfil el otro que so halla en el mismo color, dobi(5so
cubrir el jaque jugando A D — 2 D. Ivas negras, sin embargo,
no saben aprovecharse de eso error.
7—C X PR.
8— Enroca. 8 — C X C.
9— P X C. 9—A X P.
10—D 3 CD.
¿Qu6 les importa á las blancas perder l a torre que está he-
rida por el alfil contrario, si van á tenor desde luego un mag-
nífico ataque?
10—A X T%
11_A X P t- 1 1 — R casilla A .
1 2 — A D — 5 CR. 12—C 2 R.
13— C R — 5 R.
Jugando T casilla R , las blancas hubieran podido ganar la
dama en el acto, pero no lo necesitan para vencer.
13—A X PD.
14—A R — 6 CR. 14—P 4 D.
1 5 —D 3 A R f. 15—AD—4 AR.
A ña de dilatar la muerte del rey.
1G—A X A 1 6 — A X C.
1 7 — A R — 6 R f á la descu- 17—A 3 A.
18—A X A bierfca. 18 P X A .
1 9 — D X P -¡\ 1 9 — R casilla R ,
2 0 —D 7 A f f .
MISXTO E J E M P L O D E G I U O C O P I A N O .
RLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— A 4 A . 2—A 4 A.
3— P 3 A D . 3—C 3 A D .
4— C 3 A R .
E u las partidas anteriores se ha visto qué el caballo del rey
so ha sacado á esa casilla á la segunda jugada. M r . M o r p h y
haco una pequeña alteración, moviendo el alñl antes que el
oaballo; pero olla no cambia en nada l a apertura, que á l a
cuarta jugada viene á quedar con su carácter distintivo.
4—C 3 A R .
5— r 1 D . 5—P X P.
G—P5R. 6—D2R.
Las blancas no pueden tomar el caballo, porque descubri-
rían el jaque do la dama enemiga, sobre su r e y .
7—Enroca. 7 — C R á su casilla.
De momento ganarían las negras, si quisieran, el peón del
rey; -mas. las blancas harían cambio de caballos, es deoir, da-
rían su caballo del rey por el de la dama del enemigo, y en
seguida, poniendo la torre en la casa del rey, dominarían fá-
cilmente la partida. A l volver las negras el caballo del rey á
su casilla, han perdido, pues, un tiempo importante, debido á
que la situación de la dama en la segunda del rey, fué mala
jugada. M r . Cunningham, al practicar eso movimiento, ó sea
el sexto, hubiera jugado correctamente, moviendo dos pasos el
peón de la dama, como lo recomienda el profesor Lowoiithal,
comentador de Morphy.
L a apertura de los juegos es esencialísima, y entre dos j u -
gadores de fuerza equilibrada, vencerá casi siempre aquol quo
mejor plantee su juego. Ilúy-ase en todos casos do llegar á te-
ner esas posiciones falsas y débiles que por todos caminos con-
ducen á la derrota, y que los italianos con mucha propiedad
representan con la frase: perdida di sua natura.
S—P X P. S-—A 3 C.
9—P 5 D. . 9—D 4 A D .
1 0 — C D — 3 T. 10—C 5 D.
1 1 —A D — 3 R. 1 1 — 0 X C f.
1 2 —D X C. 1 2 — D casilla A R . .
13—A X A . 13—PTXA.
1 4 _ _ C 5 C. 1 4 — R casilla D .
A fin de impedir que el caballo aprehenda el peón del alfil
de la dama, y ataque simultáneamente al rey y á la torre:
1 5 — T D casilla A D . 15—P 3 D.
1 6 —P X P . : 16—P X P.
1 7 _ D 3 R. 1 7 — T 3 T.
18—C 7 A .
Perfectamente jugado. S i el rey toma el caballo, las blan-
cas se apoderan de la torre, dando jaque á la-descubierta. S i
no lo Loma, pierden las negras ó la torre, ó el peón del caballo
do l a dama, que está herido por la reina blanca.
18—D2R.
1 9 — C 6 R f.
Movimiento admirable, coyas consecuencias, vistas á larga
distancia por el genio de M o r p h y , se conprenderan bien en las
jugadas sucesivas.
1 9 _ P x C.
2 0 — A X T. 20—A 2 D.
M r . Cunniugham se A e en la necesidad de no tomar el alfil
r
SUTIMO E J E M P L O D E GIUOCO P I A N O .
BLANCAS. NEGRAS.
1_P4R. 1—P4R.
-íif. o—CR—3 A 2—CD—3 A.
i« 3—A 4 A. 3—A 4 A.
4—P 3 AD. 4—C 3 AR.
5—P 4 D . 5—P x P.
6 — P ' X P."
L a jugada correcta hubiera sido P 5 R.
G—A 5 Cft.
7— A 2 D . 7—A x A f.
8— CD x A. 8—P 4 D.
9— P x P. 9—CR x P.
10— -Enroca. 10—Enroca".
11—P 3 T R . 11—C5AR.
~ 12—R2T. 12—CDxP.
13— C X C 13—D X C.
14— D 2 AD. 14—D 3 D,
15— R casilla T.
Los aliados y a tienen casi perdido el juego. S u jugada on
el caso presente, debió haber sido C 4 R.
15—D 3 TR.
16— D 3 A . 16—A 4 A.
17— R 2 T . 17—TD casilla D.
18— TD casilla D. 18—A X P.
L a s blancas pierden ese. importante peón, por no haber lle-
"vado el caballo a su torcera casilla, en vez de mover la torro
de la dama. •
19— P X A . 19—T6D.
Espléndida jugada, que decide b i p a r t i d a . Los aliados no
pueden tomar la torre sin perder la dama ó sufrir jaque mate.
. 20—D X T. 20—C X D .
21—A x C 21—D 3 D f.
22-—P 4 A. 22—D X A .
Se rinden.
6S
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3 A.
3- •A 4 A . 3—A 4 A.
4— P 3 A D . 4—CR—3 A.
5— P 4 D . 5—P X P.
6 _ p x P. 6 — A 3 C.
7— P 5 R . 7—P 4 D.
fít Hé ahí un caso on que el poon del rey blanco, pudo tomar
al paso, si hubiera querido, el peón de la dama negra,
8— P X C 8—P X A.
9— P 5 D. 9 — C á su casilla.
S i el caballo hubiera sido conducido á la 5'^ del mismo, las
blancas se habrían apoderado do él, daudo. jaque con la dama
en la 4? da la torre. Llevarlo á la 4? de la torre de su dama
tampoco hubiera sido bueno, por quedar entonces muy emba-
razado en sus movimientos y expuesto á ser perdido.
1 0 — D 2 R f. 1 0 — R casilla A .
1 1 — A 5 C. 11—PC X P.
1 2 — A 6 T f. 1 2 — R casilla C
1 3 — Enroca.
S¿ deja do tomar el peón del alfil de la dama, quo está do-
blado, á fin de ganar tiempos en el ataque.
1 3 — A D — 5 C.
14— C D — 2 D. 1 4 — C 3 T.
15—P 3 TR, 15—A 4 TR,
16— CD—1 R. 16—A 3 C.
17— TR casilla R. 17— C 4 A.
13—C X P f. 18— D X C.
19— D 8 R f . 19— T X D.
20— T X T ff-
E J E M P L O N O V E N O DE GIUOCO PIANO,
[Tornado de la famosa y f mtigua obra de Stamma.]
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 1 R . 1—P 4 R.
2 — CR—3 A. 2 — CD—3 A.
3— A 4 A. 3— A 4 A.
4— P 3 D : 4— P 3 D.
5— CR—5 C. 5—D 3 A.
6—A X P f. 6— R casilla A.
7— Enroca. 7— P 3 TR.
8—A X C. 8— P X C.
9— A 5 D. 9— C 5 D.
10— P 3 AD. 10—D 3 T.
11— P 3 T R . 11— A x P T .
12— P x O . 12— A x PC.
13—R X A. 13—D 6 T t-
14— R casilla C. 14— D 7 T ff-
CAPITULO VIII.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R. 1— P 4 R .
2— C 3 A R ; 2— C 3 A D .
3—A 4 A. 3—A 4 A .
4—P 4 C D .
Gl
NEGRAS.
l ^ 1
7? 4
P > í J
7 ¥ 1 7
BLANCAS.
BLANCAS. NEGRAS.
• \Kolisch.~\ \Schumoff!]
1—- P 4 R . 1--P4R.
2— CR—3 A R , 2—CD—3 AD
3—A R — 4 - A D . 3—A 4 A.
4— P 4 C D - 4—A X PC.
Si el alfil negro se retira, las blancas han ganado un tiempo
con el avanco del pson del caballo de la dama, expeditando l a
salida de su alfil. Si las negras toman con el caballo el pson
quo se les propone, pierden el peón de su rey, y ademas ten-
drán que retroceder después con el caballo, sin perjudicar el
ataque del contrario. E n consecuencia, lo mejor en este caso,
es tomar el peón del gambito, con el alfil.
5— P 3 A D . 5—A 4 A .
So ha discutido mucho sobre si es preferible ir á esa casilla
ó á la cuarta de la torre. Nosotros no somo.- partidarios de l a
jugada hecha por M r . Schumoff, porque así el alfil del negro
tiene quo penbr un tiompo al ser atacado por el peun de l a
dama. M r . Morphy casi siempre retira su alfil en este caso á
la cuarta de la torre. E l distinguido ajedrecista mexicano y
respetable amigo nuestro D . Ramón Terreros, ha ideado lle-
var el alfil á la segunda del rey, porqm de ese modo se guar-
da perfectamente la línea sobre la cual ha de girar el ataque:
la variante del Sr. Terreros nos parece muy digna de ser estu-
diada por los profesores mas inteligentes y por lo mismo pro-
ponemos que en lo sucesivo se dé á esa defensa el nombre de
Evatis-Terrcros, reservándonos dar mas adelante en el pre-
sente capítulo varios ejemplos prácticos de esta nueva varian-
te del gambito Evans, con el grabado ó diagrama de su situa-
ción. A _ T
6— Enrocan. 6—P 3 D.
7— P 4 D . 7—P X P.
8— P X P . 8—A 3 C.
9— P 5 D. 9—D 3 A.
Q U J esta última jugada que tiene por objeto ganar una tor-
re, dejando perder el caballo, sea ventajosa para las negras, es
cuostion pendiento entre los aficionados; y el presente juego
adelanta un paso hacia l a demostración de que no lo es.
1 0 —P X C. 1 0 — D X T.
1 1 — D 3 C. 11—D 3 A .
12— P 5 R.
.Desde esta jugada comienza una enérgica y encantadora
combinación de M . K o l i s c h .
12—PD X P.
1 3 — T casilla R . 13—P x P.
E n vez de tomar el peón perdiendo un tiempo precioso, las
negras hubieran podido defenderse mas, sacando el caballo d e l
rey á la segunda de este, ó el alfil á la tercera dol mismo rey.
1-1—A 5 C R . 11— D 3 D. '
15— C X P. 15—A 3 R.
16— C X P A R . 1 6 — R x C.
17— T X A. 17—A x P f .
1S—R X A . 18—D 5 D f.
1 9 — R casilla A . 1 9 — R casilla A ,
2 0 — D 3 T D •{-. 20—P 1 A .
2 1 — D 3 A R f. 21—C 3 A .
22— D X T f. 22—R 2 A .
2 3 — T X O t doble. Se riuden.
BLANCAS. NEGRAS.
[Anderssen ] [Dvfrcsne.']
l — P 1 R. 1— P 4 R .
2_CR—3 A. 2— CD—3 A .
3—A 4 A. 3—A 4 A .
4— P 4 C D . i—A X PC.
5— P 3 A D . 5—A 4 TD.
E n la partida anterior se llevó el alfil á su cuarta casilla, y
en esta á la cuarta de la torre. E l lector podrá comparar fá-
cilmente las ventajas ó inconvenientes de cada una.
6— P 4 D . 6 — P X P.
7— Enrocan. 7—P 6 D.
Juega así M r . Dufresne, para impedir que la dama blanca
vaya en el acto, con un ataque formidable, á su quinta casiila.
E n este caso, es decir, en la situación de las negras al mover
su peón á la sexta de la dama, Basterot recomienda P 3 D ó
quo so saquo el caballo del rey á la tercera del alfil: en el
Schachzcüung se aconseja tomar con el alfil el peón de la ter-
cera del alfil de la dama de las blancas.
S—D 3 CD. 8—D 3 A R .
9—P 5 R.
Esta jugada es muy esencial en el gambito «Evans.»
9—D 3 CR.
S i el caballo hubiera tomado el peón, las blancas habrían
llevado su torre á la casilla del rey, con notable ventaja.
1 0 — T casilla R . 10—CR—2 R.
l í — A 3 TD. 11—P 4 CD.
Las negras sacrifican este peón, á fin de quitar la dama
blanca 'de la fuerte posición que ocupa. ' "
12— D x P. 1 2 — T casilla C D .
1 3 —D 4 T. 1 3 — A 3 C.
14— CD—2 D. 1 4 — A 2 C.
1 5 — C D — 4 R. • 15—D. 4 A R ,
16— A R x PD.- 16—D 4 T.
1 7 — C 6 A R "[•••• 17—Px'C.
1S—P x P. 1 8 — T casilla C R ,
1 9 — T D casilla D .
M r . Anderssen, quo después do Morphy os t a l voz el mas
fuerfco jugador de ajedrez del mundo, siendo en este particu-
lar el justo orgullo de su patria (Alemania), demuestra on esa
jugada la profundidad de su maravilloso genio para la combi-
nación. M u y especialmente llamamos l a atención dol lector
acerca de las jugadas que van á seguir.
19—D X C
2 0 — T X C f. 2 0 — C X T.
2 1 — D X P D f. 21—R X D.
2 2 — A 5 A R f. 2 2 — R casilla R .
2 3 — A 7 D -j\ 23—Cualquiera.
24— A X C tf-
E J E M P L O T E R C E R O D E L G A M B I T O «EVANS.»
BLANCAS. • NEGRAS.
1— P 4 R . 1— p 4 R..
2— C R — 3 A . 2— C D — 3 A .
3— A R — 4 A . 3_AR—4 A.
4__P 4 CD. 4— A X 1 C. 3
5—P 3 AD. 5— A 4 A .
6'—Enroca. 6 _ P 3 D.
7— P 4 D . 7— P X P .
8— P X 8— A 3 C .
9—P 5 D. 9—CD—2 R.
1 0 —P 5 R . 10— A 5 CR.
11— A 2 CD. 11— P x P
1 2 —D 3 C D . 1 2 —A X C :
13— D X A . 13— D 3 D.
14— C 2 D. 1 4 —A 5 D .
1 5 _ C 4 R. 1 5 _ D 3 CR.
16— A X A. 16—P X A .
17— P 6 D.
Notable os esta jugada del campeón francés M . de la Riviére,
porque ella le asegura el triunfo sobre su hábil adversario. Las
negras no pueden apoderarse del poon avanzado, sin perder
su dama, pues el alfil blanco tomaría el peón del alfil del rey,
dando en seguida M . de la Riviére, jaque doble con el caballo.
17—P 4 A R .
Después de la falta anterior, Anderssen hace prodigios, aun-
que inútilmente.
1 S — P 7 D f. 1 8 — R casilla D .
19—C 5 CR.
Las blancas entregan impunemente este caballo, porque to-
mando después el pcon del caballo de l a dama de las negras,
ganarían una torre.
1 9 —D 3 A D .
20— C 7 A R f . 20— R X P.
2 1 — C 5 R f. Se rinde, por perder la da-
ma, y con ella la partida.
EJEMPLO C U A R T O D E L G A M B I T O «EVANS.»
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. 1—P 4 R .
•2—CR—3 A . 2 — C D — 3A.
3—A 4 A . 3—A 4 A .
4 _ P 4 CD. 4—A x PC.
5—P 3 A D . 5 — A 4 T.
G—P 4 D. 6—P xP.
7— Enroca. 7—P 3 D.
S i en vez de mover las negras ese peón, hubieran tomado
el del alfil de l a dama con el pcon de la quinta do l a roina, l a
dama blanca se habria situado en el acto en su quinta casilla,
como indicamos en la página 64, al comentar la sétima juga-
da de M r . Dufresne. Por eso en las presentes circunstancias
no es conveniente hacer dicho cambio de peones, pues las ne-
gras deben jugar: P 3 D ó P 6 D , para que en este último
caso, la reina blanca a l apoderarse del poon, tenga que perder
un tiempo.
8— D 3 C D . 8—D 3 A R .
9— P x P. 9—A 3 C.
10— A 5 CD. 10—A 2D.
11— P 5 R. 11—P X P.
1 2 — T R casilla R . 12—CR—2 R.
13— PxP. 13—D 3 CR.
1 4 _ A R — 3 D. 14—D 4 TR.
15— T R — 4 R. 1 5 — C R — 3 C.
1 6 —D 4 T D . 16—A 3 R.
1 7 _ C D — 2 D. 17—A 4 D.
18— T 4 CR. 18—P 3 TR.
1 9 — T X C.
Las negras no pueden tomar la torro con el pr>oñ, porque
perderían su dama, avanzando las blancas dos pasos el peón
del caballo del rey y trayendo on seguida el alfil del rey á su
casilla.
1 9 — A X C.
20—- C x A . 2 0 — P X T.
21— P i - C R . 2 1 — D 6'T.
2 2 — A X P C f. 2 2 — R casilla D .
23—D 4 A R . 23—C 2 R.
21—A 7 A. '
Eota jugada tiene por objeto impedir los movimientos del
caballo negro y ol avance dol pcon do la torro del rey contrario.
2 1 — R , casilla A .
A nuestro juicio, las negras hubieran podido hacer tablas
' l a partida, adelantando un paso el pcon de la torro del rey.
Así, cambiada la torre por el alfil, la reina negra hubiera sali-
do do su prisión.
25—A 3 TD. 25—C 3 A D .
2 6 —A 8 A R ,
Las negras no pueden aprehender el alfil con l a torre, por-
que seria mato en tros jugadas, dando jaque el otro alfil blan-
co on la sexta del rey y tomando la dama blanca la torre ene-
miga, acto continuo.
2 6 — C casilla D .
2 7 — A[x P C R . 27—C X A .
2 8 — A X T. 28—C X A .
29— D 5 A R f. 2 9 — R casilla D .
3 0 — D 6 A R f. 3 0 — R casilla R .
3 1 — D X C f. Se rinden.
EJEMPLO Q U I N T O D E L G A M B I T O «EVANS.»
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1- - P 4 R.
2— CR—3 A . 2— CD—3 A .
3— A 4 A . 3 _ A 4A .
4— P 4 C D . 4— i x re.
5— P 3 A D . 5— A 4 T.
6— Enroca. 6— A 3 C.
7— P 4 D . 7__P P .
x
S—P x P. 8— P 3 D .
9—P 3 TR. 9— C R — 3 A .
10— P 5 R. 10—PXP.
1 1 — A D — 3 T.
E n dicha situación es del mayor interés ese movimiento,
para que el contrario no se enroque.
11—A x P D .
12— D 3 CD. . 12—D 2 D.
E n caso de tomar la torre, las Mancas le huMcran dado m a -
te a l rey negro en dos jugadas bien perceptibles, es decir, to-
mando primero el pcon tl-.il alfil del roy, con ol alfil, y llevando
en seguida l a dama á la sexta del roy.
1 3 — C R — 5 C. 1 3 — C D casilla D .
14— 0 D--3 A . 14—P 4 AD.
1 5 — C X P A I t (!) 1 5 — T R casilla A .
No puede tornar el caballo con su caballo, porque entonces
las blancas llevarían el alñl del rey á la quiuta del caballo de
la dama, ganando la reina de las negras.
16— C X PR. 16—A X CR.
1 7 — T R casilla R . 17—CD—3A .
1 8 —A D X P . 18—D 4 A R .
19— C 5 CD. 19—AD—2 D.
2 0 — C G D f. Se rinden.
Las negras tienen forzosamente que perder su dama, por-
que ol alfil no puode tomar el caballo sin descubrir el rey.
BLANCAS. NEGRAS.
[_MorpJiy.~] \_Lowenthal.~\
1— P 1 R . 1— P 4 R .
2— CR—3 A . 2— C D — 3 A .
3— A 4 A . 3— A 4 A .
4 _ p 4.CD. 4— A . x P C
5— P 3 A D . 5— A 4 A .
6— Enroca. 6— P 3 D .
7— P 4 D . 7— P x P .
S—P X P. S — A 3 C.
9—P 5 D. 9—0 4 R .
1 0 — C x C. 1 0 — P X C.
1 1 — A 2 C. 11—D 2 R.
1 2 —A 5 C f . 12—A 2 D.
13— A x A f . 13—RxA.
1 4 — D 4 C R f. 14—P 4 AR.
1 5 — D X P A f. 1 5 — R casilla R ,
16—A x.P. 16—C 3 T.
17—D 4 A. I T — R 2 D.
18— C 2 D. 1 8 — T D casilla R .
19— C 4 A D . 19—A 4 A.
2 0 — T D casilla D . 2 0 — A 3 D.
2 1 —A x A. 21—P X A.
2 2 — T casilla C D .
E s t a jugada es el primer paso de una deliciosa combinación
del gran ajedrecista americano.
22—P 3 CD.
2 3 — T R casilla A D . 23—D 3 A R .
. 24—D3R. 24—C5C.
2 5 — C X P C f. 2 5 — P X C.
26— T 7 A f ü 2 6 — R casilla D .
S i tomara M r . Lowénthal esa torre, recibiría mato en pocas
jugadas.
2 7 —D X P C . 27— D x P A f.
2 8 — D X D. 28—C X D.
29— T 7 TD. 29—C 6 I f.
Como no les es dable á las negras defender ese caballo, por-
que tienen el mato encima, se contentan con doblar un pcon
á M r . Morphy.
3 0 — P x C.' 3 0 — R casilla A .
31— R 2 A . ; Se rindo.
L a s blancas poseen dos peones mas, y pueden jugar su rey
libremente. L a s negras, pues, tienen que perder irremisible-
mente, y por eso abandonan la partida.
Hemos leído en un periódico, que, desde 1S5S, época en
que tuvo lugar dicha partida, á la fecha, M r . Lowenthal (dis-
tinguido jugador inglés), ha hecho tan portentosos progresos,
quo hay quien lo croa mas fuerte en la actualidad que el mis-
mo Morphy. Nosotros lo dudamos mucho, porque Morphy, quo
á los trece años do edad venció al propio Lcvventhal, triunfan-
do mas tarde on dos distintas ocasiones do todos los célebres
ajedrecistas de Europa y América, y jugando con extraordi-
nario éxito on Paria, Londres y otros punto?, ocho juegos á
la voz, sin ver el tablero, debo haber progresado también de
una manera notable. M o r p h y no tiene todavía cuarenta años,
y si no es cierta la noticia quo ha llegado hasta nosotros (co-
mo ardientemente lo deseamos) de quo el eminente ajedrecis-
ta padece del cerebro, á causa do los grandes esfuerzos inte-
lectuales á quo se ha dedicado, nos prometemos que en 1376
volveremos á oir su nombre, como el primero de todos, en el
concurso de ajedrez.quo se efectuará entóneos en la exposi-
ción universal de Filadolfia. Hace nueve años le vimos jugar
ocho partidas simultáneamente en l a Habana, no solo sin ver
el tablero, sino conversando unas veces y bailando otras oca-
siones: todas las ganó, á pesar do jugar sus adversarios bas-
tante bien. S u memoria es tan fenomenal,, quo instantánea-
monto repite en el tablero cualquiera de las partidas célebres
en quo ha tomado parte, y á nosotros nos dio una prueba do
ello, on una oportunidad en quo so lo pedimos. Sumamente
modesto, muy simpático y agradable, de exquisita urbanidad
como caballero y como ajedrecista, dejó en nosotros recuerdos
tan profundos, que hemos querido consagrarlo estas pocas lí-
neas, a l poner en nuestro libro algunas partidas modelos del
mas autorizado de los maestros.
EJEMPLO SETIMO D E L GAMBITO «EVANS.»
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS.
3— A 4 A 3—A 4 A .
4— P 4 CD. 4—A X PC.
5 —P 3 A. 5—A 4 A.
6 — Enroca. 6—P 3 D.
7— P 4 D . 7—P X P .
8— P x P. 8 — A 3 C.
9— C 3 A . 9—C 3 A .
1 0 —P 5 R . 10—P X P.
1 1 — A 3 T.
Generalmente es conducido ese alfil, en su oportunidad, á
la segunda del caballo. M r . Morphy descubrió que en la ter-
cera de la torre ocupa una posición mas fuerte, en el gambito
de que se trata, por impedirse así la fuga del rey enemigo.
l l — A D — 5 C.
1 2 — D 3 C. 12—A 4 TR,
13— P x P. 1 3 — C R — 5 C.
1 4 — T D casilla D . 1 4 — D casilla del A .
15—P G R. 15—P 3 A .
1 G — D 5 C. 16—A 3 CR,
17—A 5 D. Se rinde.
Las negras no pueden evitar que el alfil tome en seguida e l
caballo do l a dama, lo cual os la pérdida irremisible de la par-
tida por parte de M r . Hampton.
E J E M P L O N O V E N O D E L G A M B I T O «EVANS.»
BLANCAS. NEGRAS.
E J E M P L O D É C I M O D E L G A M B I T O «EVANS.»
BLANCAS. NEGRAS.
8— P 5 R . 8— P 3 D .
9 — T casilla R . 9— A 4 A .
1 0 — P X P t á l a descu- 1 0 — R casilla A .
bierta.
1 1 — A 3 T. 11— A 5 CD.
1 2 — D 3 C. 12—D X P .
13— A X P A . 13— P 7 A .
1 4 — A X C. 14— T x A .
1 5 _ C R — 5 C. 1 5 — A 3 C.
16—D 7 A R t. 10—A X D.
17__C X P t t .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R,
2— C R — 3 A . 2—CD—3 A .
3 —A 4 A . 3—A 4A .
4— P 4 C D - 4—P 4D.
Cuando se rehusa este ga tito, las jugadas mas frecuentes
EODj la que ha hecho M r . A :ews, 6 A 3 C.
5— P x P . 5— C X P C .
6— C D — 3 A . 6— C R — 3 A .
7— C R X P . 7_CD x PD
8 — C X C. S—C X c.
9 — Enroca. 9—Enroca,
10— P 4 D. 1 0 — A 3 C.
11— A 3 TD. 1 1 — T casilla R .
12— C X P A R . 1 2 — R x C.
13— D 5 T t. 1 3 — R casilla C.
1 4 —A X C t 1 4 — R capilla T.
15— A 7 A R . 15— T 5 R.
1 6 — T D casilla R . 16— A 5 CR.
17_D 5 CD. 17— P 3 A D .
1 8 — D 3 C. 18— D X P.
1 9 — T x T. 1 9 — D X T.
2 0 — A 2 C. 2 0 — T casilla D .
21—A 4 AD. 2 1 — T casilla A R .
22— A 7 A . 22— D 2 R.
23—A 4 A D . 23— T x P.
2 4 — R casilla T. 2 4 —T x T f.
2 5 — A X T. 25— D 4 A D .
2 6 — A X P f. 26— R X A .
27— D 2 C t. 2 7 — R casilla C.
Se rinde.
E J E M P L O DUODÉCIMO D E L G A M B I T O «EVANS.»
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R . 1—P 4 R.
2—CR—3. A. 2—CD—3 A .
3—A,,4A;. 3 — A 4 A ..
4—P 4 CD. 4—AxPfJ.
5—P 3 A D . 5—A 4 A.
6—Enroca. G—P 3 D .
7—P 4 D. 7—P X P .
8—P X P . 8—A 3 C.
9—P 5 D. 9—C 4 T D .
10—A 2 C. 10—C 2 R .
S i el caballo hubiera tomado el alfil, las blancas h^brian re-
cuperado l a pieza perdida, en el acto, dando jaque con la dama.
11—A 3 D. 11—Enroca.
12— OD—3 A. 1 2 — C 3 C.
1 3 —D 2 D . 13—P 4 A D .
14— C 2 R. 14—P 3 AR.
1 5 — T D casilla A . 15—A 2 A.
E l célebre comentador J . H . Zukertórt dice que en este
caso, las negras debieron haber llevado el caballo á la cuarta
del rey.
1 6 — C 3 C. 1 6 — T casilla C.
17— C 5 A. 17—P 4 CD.
1 8 — R casilla T. 18—P 5 A,
1 9 — A casilla C. 1 9 — P 5 C.
20—A4D. 20—A3T.
2 1 — T casilla C R . 21—P6A.
2 2 — D casilla R . 22—C 5 A R .
2 3 —A X P T . 2 3 — T 2 C.
24—A 3 R. 24—C 7 R.
25— CR—4 D. 25—C X TD.
.Era mejor haber tomado la otra torre, quo es la del ataque.
2 6 — C 6 R. 2 6 — D casilla R .
2 7 — A X C. 27—T 2 A .
2 S — P 4 C. 2 8 — D 5 T (?)".
29—P 5 C . 29—P7A. ' i < I
~.
30— P x P . 3 0 — P X A y pide otra D.,
3 1 — C6T-¡\ 3 1 — R casilla T.
3 2 — C x T ,f. 3 2 — R casilla C.
33— T X P t t -
EJEMPLO DECIMOQUINTO D E L GAMBITO
«EVANS.»
BLANCAS. NEGRAS.
DEFENSA TERREROS,
BLANCAS. NEGRAS.
i - -P 4 R. 1—P 4 R.
2- -CR—3 A . 2—CD—3 A.
3- •A 4 A . 3—A 4 A.
4 _ - P 4 CD. 4—A X P .
5 - - P 3 AD. 5 — A 2 R.
G—-D 3 CD. 6 — C R — 3 T...
7 - - P 4 D. 7—CD.—4 - T ,
8 - -D 5 C. 8—C x A.
9 - -D X C. 9—C á su casilla,
1 0 - -C X P . 1 0 — P 4 D.
Para impedir el mate.
1 1 - -Px P . 11—A 3 D.
1 2 - -Enroca. 12—P 3 AR.
1 3 - -P 4 AR. 1 3 — P x C.
1 4 - -P A XP. 14—A á su casilla.
1 5 - - P G D. 15—D 2 D.
1 6 - -P X P . 16—D R.3
17— - P 5 D. 17—D x P R .
18- -A 4 A . 18—D 4 T.
1 9 - -D 4 R t . 19—R 2 A.
2 0 - -P 6 D. 20—C 3 A.
21—A 5'R. 21— P 3 T i l ,
22— C 2 D . 22—P 4 TD
23—T D casilla R, 23— D 3 C.
24— D X D | 2-1—E, x D.
25— A X 0. 25—P x A .
26— T 8 R: 26— R 2 A .
27—T R casilla R. 27—A R — 2 C
28— T x T. 28—A .x T.
29— T 7Rf 29—R casilla A.
30— C 4 R. 30—P 3 C D .
31— P 7 D. 31—A X P.
kr N o pueden las negras hacer otra cosa mas eme' Osa, para i m -
pedir quo las- blancas entren á dama on el acto.
Variante primera,
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. . 1— P 4 R.
2 _ C R — 3 Á, 2— C D — 3 A .
3—A 4 A . 3— A 4 A.
4_P4CD. 4— A X PC.
5—P 3 A D . 5— A 2 R.
6 — D 3 C. 6 — C R — 3 T.
7 _ p 4 D„ 7 — C D — 4 T.
8 _ D 4 T. 8—C X A .
9—D X & 9
—° - 5 c
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R . 1—P 4 R .
2—CR—3 A. 2—CD—3 A .
3—A 4 A. 3—A 4 A .
4—P 4CD. 4 _ A x PC.
5—P 3 A D . 5—A 2 R.
6—D 3 a 6 — C R — 3 T.
7—P 4 D. 7—CD—4 T.
8—D5C, 8—CX A.
9 — D X 0. 9 — C 5 C.
10—PXP. 10—P3D.
3 h a y ventaja por niügun lado.
Variante tercera.
• BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R . 1—P4R.
2—CR—3 A. 2—CD—3 A .
3—A 4 A. 3—A 4 A.
4—P 4 CD. 4—A X"PC.
5—P 3 A D . 5—A 2 R.
6--P 4 Di 6 — G 4 TD»
7—D 4 T. 7—P 3 A D .
8— C X P. 8—C X A ,
9—D X C. 9—P 4 D.
10—PxP. 10—DxP.
Queda neutralizado el ataque.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
l — P 4 R. l — P 4 R.
2—CR—3 A . 2—CD—3 A .
3—A 4 A . 3—A 4 A .
4—P 4 CD. 4—A X PC.
5—P 3 A D . . 5—A 2 R.
6—D 3 C. 6—CR—3 T.
7—P 4 D. 7 _ C D — 4 T.
8—D 5 C. 8—C X A .
9—A X C. 9—C 3 D.
10—D X P R . 10—P 3 A R .
11—D 5 TR f. 11—P 3 CR.
12—D 4 C. 12—P 4 A R .
13—P X P . 13—C x P.
14—A 5 C. 14—Enroca.
1 5 _ C D — 2 D. 15—P 4 D.
Y l a posición de las negras es mejor, por l a crítica situación
$n que queda l a reina blanca.
Variante quinta,
BLANCAS. NEGRAS.
1 — P 4 R. l — P 4 R.
2— CR—3A. 2—CD—3 A .
3 —A 4 A . 3—A 4 A.
4—P 4 C D . 4—A X PC.
5 —P 3 A D . . 5—A 2 E .
G—P4D. 6 — C 4 T-D.
7—C X P . 7—C X A .
8 _ 0 X C. 8—P 4 D.
Juego igual.
Y ahora, para terminar esto capítulo, ponemos aquí el gra-
b a ti o corre ep on cliente.
NEGRAS.
¿L [ - ¿Jt • | ¿ "&'| i i
•• • •• j!
L • ..
* •
''•'/,'•>' >
,¿1 !/' ;
—— ? LJ
y •MÍ,
H í-tííJ 2
BLANCAS,
CAPITULO I X .
DE L A D E P E F S A DE FILIDOE.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4-11. l — P 4 R,
2— C R — 3 A . 2—P 3 D.
Esta apertura fué explicada como buena por el mismo F i l i -
dor, on su Análisis del juego de ajedrez, edición de 1749, bajo
ol concepto do quo ella ora no solamente eficaz contra el ata-
que dol caballo del rey, sino porque daba una posición ente-
ramente fuorto al segundo jugador, al extremo do anular la
ventaja do l a salida.
Esta manera do ver, estaba basada en la persuasión de que
por medio de dicha defensa se podia llegar á l a adquisición del
centro, con los peones; pero mas tarde, en las ediciones de 1777
y 1790, él confesó quo la apertura do que se trata, no era en-
teramente correcta. Jugadores competentes han afirmado des-
pués, fundándose en análisis muy detenidos, que l a mejor con-
testación á la salida del caballo del rey á l a tercera del alfd,
no es l a defensa de Filidor, sino l a recomendada por ol anti-
guo Damiauo, es decir: C D — 3 A , como se ejecuta en el Giuoco
Piano.
M r . Staunton, el primero de los jugadores ingleses, muerto
á fines de 1874, y uno'de los autores de ajedrez mas respeto-
bles, asienta en su Manual, que el ajedrecista que acepto k i
defensa de Filidor, nunca podrá tenor un juego firmo y seguro,
si el contrario hace el ataque con evoluciones irreprochables.
Ponziani prefiere l a defensa ó contestación de Damiano, y a in-
dicada, para contrarestar la salida del caballo del rey enemigo,
expresando sin embargo quo en defocto do ella, la mejor es la
de Filidor. Basterot hace observar con mucho juicio quo no
obstante tan diversos pareceres, en la práctioa adoptan actual-
mente los' mas ilustres ajedrecistas, y con bastante frecuencia,
la defensa de Filidor. Jugando contra P . Morphy, siguieron la
expresada apertura, hace pocos años, U a r w i t z , Lowenthal,
Mongredien, Slous, Boucher, Seguin, Barnes, B i r d y otros.
E l mismo M o r p h y la empleó, batiéndose en unión de Bar-
nes contra Staunton y Owcn, con resultado favorable.
Decir nuestra opinión después de todo lo expuesto, es i n -
necesario, supuesto que y a es conocido el parecer de las emi-
nencias en el juego. A" pesar de ello, y sin protensiones do nin-
guna oíase, diremos que á nuestro juicio l a defensa de Filidor,
no es enteramente buena, porque no deja amplio espacio al
movimiento de las piezas, ni permite combinaciones elegantes;
pero que todo el que juegue con un ajedrecista superior hará
bien en adoptarla, en razón á quo con ella las piezas quedan
vigorosamente ligadas, y hay suma dificultad en destruirlas,
para el que tiene el ataque. Como defensa, pues, la apertura á
que este capítulo se contrae, merece ser juiciosamente estu-
diada.
Damos á continuación el grabado respectivo:
NEGRAS.
BLANCAS.
[POR G. GRECO.]
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. • 1—P i R.
•2—CR—3 A . 2—P 3 D.
Puedo observarse aquí que con l a defensa que examina-
mos, l a calle del alfil del rey queda obstruida.
3— A 4 A . 3 — A D — 5 C.
4— P 3 T R . 4 — A x C.
5— D X A .
S i las negras no defendieran ahora el peón del alfil del rey,
del ataque combinado de la dama y del alfil del contrario, las
blancas darían el mate llamado vulgarmente del Pastor, por
su simplicidad, tomando el peón citado, con su dama.
5— D 3 A R .
E s buena práctica, por lo general, la de oponer alfilos á a l -
files, torres á torres, dama á dama, &c.
6— D 2 C D .
No hace cambio do damas, porque las negras ganarían un
tiempo sacando su caballo.
6— P 3 C D .
7— C D — 3 A . 7—CR—2 R.
S — C 5 C. S — C D — 3 1\
9 _ D 4 T.
M u y bien.jugado; porque ó aprehende a l caballo do la da-
ma enemiga, ó hace una descubierta funesta para las negras,
9—C 4 A D .
1 0 — C X P D f doblo. 1 0 — R casilla D .
11—D 8 R ff.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P A l i . L — P 4 11.
2— C R — 3 A . 2—P 3 D.
3— - P 4 D .
Esta es la jugada mas esencial para confcrr<restar l a defen-
sa de Filidor, paes estribando dicha defensa en l a cohesión de
los peones del centro, así se destruye al instante, en mucha
parte, la fuerza do que se habia rodeado el segundo jugador.
3—P 4 A R .
4 _ p x PR. 4 — P A X P.
5 — C 5 C. 6—P 4 D.
6— P 4 A R .
A fin do sostener ol peón del rey.
6 _ A R — 4 A.
7— P 4 A D .
Para desbaratar el centro de los peones negros.
7—P3 AD.
Con el objeto de conservar el centro atacado, y poder repo-
ner el poon que las blancas quieren tomar.
8-- C D — 3 A . 8-— C R — 2 R .
9-- P 4 T R . 9-— P 3 T R .
10-— C R — 3 T. 10-—Enroca,
11-— C D — 4 T. 11-— A R — 5 C f.
12-— A 2 D . 12-— A x A -}-.
13-- D X A . 13-- P 5 D .
14-- P 5 A D . 14-— P 4 C D .
15-— P X P al paso. 15-- P x P .
16-- P 3 C D . 16-— A D — 3 R .
17-- A 2 R . 17-—C 4 A R ,
18-—CR,—íí su casilla. 18-— C R . — 6 0.
19-- T R — 2 T . 19-- P 6 R,
20-- D 2 C. 20-- P 6 D .
21-— A 3 A . 21-— T R — x P .
22-—Enroca, 22-— T R — X 0.
23-— P X T . 23-- T X P .
24— P 3 TD. 24—T 5 A f .
2 5 — R casilla del 0. 25—T 7 A .
2 6 — D 4 0. 26—CD—3T.
27— D 4 A R , 27—CD—4 A.
28— D X GR. 2 8 — A 7 T f.
2 9 — R casilla T. 2 9 — C 6 C f|-.
L a partida anterior no es muy correcta, sobre todo por par-
te de las blancas, que han sido conducidas con descuido; pero
ella sirve para evidenciar l a importancia do mover bien los
peones, como los jugaba Filidor, conservando y avanzando á
toda costa los del centro.
[POR G. GRECO.]
BLANCAS. NEGRAS,
1— P 4 R , 1—P 4 R.
2— CR—3 A . 2—P 3 D.
3— A 4 A . 3—A5CR.
4— P 3 T R . 4 — A 4 T.
5— P 3 A D . 5—CR—3 A.
6— P 3 D . 6 — A 2 R.
7— A 3 R . 7—Enroca.
8 _ p 4 CR.
Este avance pocas veces da buenos resultados. Siendo me-
jor enrocar del lado de la torre del rey,- que del otro lado, el
rey queda después muy expuesto á ataques desastrosos, si no
tiene suficientemente acondicionadas sus piezas para equilibrar
el desorden de los peones eme han de protegerle, 6 á menos de
que el ataque que se emprende sea rápido y decisivo. Y he-
mos dicho que es mejor, salvo casos especiales, el enroque con
la torre del rey que con l a de la dama, porque del primer mo-
do el rey queda oculto mas brevemente, á l a agresión del con-
trario, yendo en el acto á la casilla del caballo, mientras que
en el enroque con l a otra torre, el rey se sitúa en la casilla del
alfil, y tiene después que desperdiciar tiempo para retirarse.
8 — A 3 C.
9 _ C 4 TR. 9—P 3 A D .
10—C X A . 1 0 — P T x 0.
H _ P 4 TR. 11—P 4 CD.
1 2 —A 3 C . 12—P4TD.
13— P 4 T D . 13—P5CD
14— P 5 T R . 14—PXPT.
1 5 _ P 5 CR.
Es mas ejecutiva esta jugada, que l a de haber aprehendido
el peón.
15—C 5 CR.
1 6 —T X P . 16—C X A .
17— T 8 T+.
Soberbia jugada que decido rápidamente el combate.
1 7 — R X T.
18— D 5 T R t- 1 8 — R casilla C.
1 9 _ p 6 C. 1 9 — T casilla R .
2 0 —D 7 T |. 2 0 — R casilla A .
21—D S T t f .
C U A R T O E J E M P L O D E L A D E F E N S A D E FILÍDÓÍL.
. BLANCAS. NEGRAS.
l_lp 4 R. 1—P 4 R.
2— CR—3'A. 2— P 3 D.
3— P 4 D . 3 _ p x P.
4— D X P ; 4—C 3 A D .
5— A R — 5 C, 6 - -A 2 D.
6—Axo: 6— A X A .
7 _ A D — 5 C. 7— P 3 A R .
*S—A 4 T. 8— 0 3 T.
Está aún en duda s i es mejor llevar en ese caso el caballo
á l a tercera de la torre, ó á la segunda del rey. E l movimiento
aceptado por M r . Boucher, tiene por objeto, situar en seguida
el caballo en la segunda del alfil; el otro, conduce á dirigir osa.
pieza á la tercera del caballo. E l aficionado puede escoger en-
tre ambos, el que mas le agrade»
9—CD—3 A. 9—A 2 R.
1 0 — E n r o c a con T R . 10—Enroca.
1 1 — D 4 A f. 1 1 — R casilla T.
12— C 4 D.
E l jaque dado por M r . Morphy no tuvo mas objeto que ga-
nar un tiempo, para traer á la casilla, ocupada antes por la
rlrttnáV el caballo del -rey.
12—D 2 D.
.Habría sido mejof á nuestro humilde juicio, colocar en esa
casilla; el alfil de la dama.
í 3 — T D casilla I}. 13—T 2 A .
14—P 4 , A R , 1 4 — P 4 T.
1 5 — í? & A . ' ' . " 1 5 — T R casilla A .
E n estas últimas jugadas, el contrario de M o r p h y ha per-
dido varios tiempos de una manera inexplicable, pero en el ca-
s*o actual ha hecho bien en huir esa torre, porque l a entrada
del caballo blanco á la sexta del rey, mantendría aprisionada
dicha torre durante algunas evoluciones.
16— 0 G R . , 1 6 — T R casilla C R .
17__P 4 TD.
Para que las negras no puedan avanzar dos pasos, el poon
del caballo do la dama.
17—C5C.
18— D 2 R. 18—C 4 R. •
1 9 — A 3 C. 1 9 — D a m a casilla A .
20— A X C . 20—PDXA.
;
21—TR—3 A. 21—A 2 D.
2 2 — T 3 T.
Las torres, que son piezas difíciles de manejar, las mueve
siempre M r . Morphy con notable actividad y precisión. Esto
es mas dignó de aplauso y admiración cu la partida quo exa-
minamos, por jugar el ajedrecista de Nueva-Orleans sin ver el
tablero, como y a se ha dicho.
22—P3T.
23— D 2 D. 23—R2T.
M r . Boucher tieue quo perder un alfil, á fin de evitar el ma-
te que resultaría si quedándose el rey nogro en donde estaba,
la torre tomase el peón, para aprehender on seguida con la reina
el otro peón que se apoderara de la misma torre.
24— D x . A : ' 24—A3D.
2 5 — T x P f.
Hé ahí una combinación extraordinaria, do unJhpmbre quo
juega sin tener las piezas á la vista!!
2 5 — R * X T.
26— T 3 D.
Abandona la dama, M r . Morphy, porque no le hace falta
para el triunfo, y a infalible.
2 6 — R 4 T.
2 7 — D 7 A f. Se rinde.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— P 3.D. .
3— P 4 D . 3— P 4 A R r
4— P D x P 4— P A x P .
6 — C 5 C. 5 _ P 4 D. "
6—P 6 R. 6— C R — 3 T
7— C D — 3 A . 7—P/3 A .
8— C R X P R . - 8 — P X C.
9— D 5 T f . * 9— P 3 C R .
10—D 5 R. 1 0 — T casilla C R .
Todo esto ataque, desde la entrega del caballo, es elegan-
te y sólido, pero las b'ancas cometen un grave error on la j u -
gada quo sigue.
1 1 — A X C.
E l movimionto preciso habría sido, A D — 5 C. Las nogras
hubieran tenido quo retirar su dama a la tercera del caballo,
para no porder una pieza, y entonces las blancas, con solo enro-
car, habrían tenido tí su favor todas las probabilidades de la
victoria,.
1 1 —A X A .
1 2 — T casilla D . 1 2 —D 4 C R .
1 3 —D 7 A . 1 3 —A . P .
x
14— D X P C 14— P 6 R .
1 5 —P 3 A . 1 5 —D 2 R .
1 $ — D X T. 16— R 2 A .
17—C,4.R. 1 7 —A R ^ - 5 A
L V - A 2 R. 1 8 —RÍ2 C.
19—Enrocan, 1 9 —D . 2 A J ) ,
20—C 5 A . 2 0 — A R X p f.
' 2 1 — R ' cabilla T. 2 1 — A casilla A .
22— T 4 D. 2 2 — A 6 GR,
23— T 4 R. 2 3 — R casilla T .
2 4 — T casilla D . 2 4 — D 2 CRÍ
25— T 4 TR.
P a r a evitar el mato que so propone dar l a dama contraria,
3'endo á la' tercera de l a torre del rey.
2 5 — A X T.
26— - D x 0. 26—A 3 TD.
27— D 2 TR, . 27—A x A.
28— T 7 D . 2 8 — D 3 T.
29— C 4 R. 29—A 5 A D .
3 0 — C 6 A'. 30—P 7 R.
31— T 7 R. 3 1 — D 8 A f.
3 2 — D casilla C. 3 2 — D x D t-
33— R x D. 3 3 — P 8 R : piden dama.
- 34—T X D . 3 4 — A X T.
Se rinden. • "
BLANCAS. NEGRAS.
l — P 4 R. l — P 4 R.
• 2—GR—3 A 2 — P 3T>.
^ M F 4 Í © : 3—P 4 A U ,
Filidor 'recomienda esta última' jugada de las negras, cómo
buena, pero Lowenthal y V o n Der Lasa la juzgan peligrosa,
cuando el contrario juega P 4 D , como en el caso presente, ó
A 4 A.
4— P D . X P . 4 — P A X P.
5— C 5 0. 5—P 4 D.
6— P 6 R , 6—A 4 A.
7— C 7 A .
E l movimiento exacto era: C X P R .
7—D 3 A .
8— A 3 R . 8—P 5 D.
L a falta do las blancas al llevar su alfil á la tercera del rey,
da á las negras ün ataque muy firme.
D—A 5 CR. 9—D 4 A .
1.0—CX T.'
Mala jugada, pues por la torre, tendrán las blancas que per-
der el alfil y dejar el caballo en muy embarazosa situación; M r .
Barncs debió haber retirado sti alfil, supuesto que l a torre no
podia escapar de ser aprehendida por el caballo.
10—D X A .
11— A 4 A . 11—C 3 A D .
12— C 7 A . 12—D X P C .
1 3 — T casilla A . 13—C 3 A R .
14— P 3 A R , 14—C 5 CD.
1 5 — C D — 3 T. 15—A x P 0).
16—A. X A . 16—C6Dt(!).
1 7 —D X C.
Mr. Barncs se.yo obligado á perder su dama, porque si to-
ma el caballo con el peón, las negras dan mato en dos juga-
das, jaqueando a l rey con el alfil, en l a quinta del caballo.
0 1 !
' 17—PxD.
IOS
1 8 — Enroca. 1 8 —A X C.
1 9 —A 3 0 . 19—P 7 D f.
2 0 — R casilla C. 2 0 —A 4 A .
2l_C 5 R. 2 1 — R casilla A .
22— C 3 D. 2 2 — T casilla R .
23— C X A . 2 3 — D X T.
21— T X D. 2 4 — T S 11 f .
Se rinde.
SÉTIMO E J E M P L O D E L A D E F E N S A D E F I L I D O R .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— G R — 3 A . 2—1» 3 D .
3— P 4 D . 3 — A 5 C.
4— P X P . 4 — A X 0.
5— D X A . 5—P X P.
6— A R — 4 A . G—CR—3 A .
7— D 3 C D . 7—D 2 R ,
8— C 3 A .
1 2 — T D casilla D .
1 3 —T X C. 1 3 — T X T;
1 4 — T D casilla D . 14—t> 3 11.
1 5 —A \ T +. 15—C X A .
1 G — D 8 C •{- (!). 16—CxD.
1 7 — T 8 D -tf.
E u esta partida que precedo, y en otras, se ha visto jugar
en compañía á dos ajedrecistas. Con ese motivo nos parece
acertado y oportuno recomendar aquí á los aficionados, el gran
provecho que se obtiene de jugar en consulta, es decir, dos indi-
viduos contra dos, tres contra tres, & c , pues de esa manera
los movimientos se estudian, analizan y discuten, siendo por
lo tanto mejores que si se hicieran con precipitación.
E l modo mas provechoso de jugar on consulta, es que los
que lleven el juego blanco se coloquen en un tablero, y los quo
dirijan el negro se sitúen en otro, anunciándose respectivamen-
te las jugadas según so vayan haciendo, con lo cual so logra
que se lleve el juego en ambos tableros, desdo el principio has-
ta el fin. Escribir dichas partidas os también bueno, para quo
mas tarde puedan sor examinadas nuevamente, y onmcnda-
das por su;, autores on lo posible, y estps vean desdo dóndq ó
en dóndo se cometieron las faltas mas trascendentales.
E l objeto de que los quo juegan en.consulta ocupon diver-
sos tableros, es quo puedan hacerse sus confidencias sin sor oí-
dos por los contrarios.
Téngase presente, sin embargo, que no por jugarse así hay
derecho para infringir las leyes generales, trastornando las pie-
zas, haciendo ensayos prácticos ilegales, &c. Por lo mismo que
en la consulta no se tiene delante al enemigo, se debe poner el
mayor celo en conducirse cada cual hasta con lujo do caballe-
rosidad y nobleza.
OCTAVO E J E M P L O D E L A D E F E N S A D E FILIDOR.
BLANCAS. NEGRAS.
l — P 4 R. l — P i R.
2—CR—3 A. 2—P 3 D.
3 _ P 4 D. 3—P X P.
4— D X P . 4—CD—3 A.
5 — A R — 5 C. 5—AD—2 D.
6 — A x C. 6—A X A.
7— A D — 5 C. 7—P 3 A R .
8— A 3 R .
Es verdad que ese alñl perdió un tiempo, pero ha impedi-
do y a quo puedan las negras sacar desde luego el caballo del
rey a la tercera del alñl.
8—C 2 R.
9— C D — 3 A . 9 — C 3 C.
1 0 — Enroca con T R . 10—A 2 R,
11— D 4 A.
Con ol objeto de que no se enroque el adversario.
1 1 —D 2 D .
Véase aquí un ejemplo de la situación en que es indispensa-
ble optar por el enroque del lado de l a dama. P o r eso las ne-
gras le expeditan ol camino al rey, sacando la reina de su lugar.
12— P 4 CD.
Como y a se vislumbra el propósito que tiene el enemigo do
enrocarse por ose rumbo, las blancas inician el ataque cu dicho
lado, sin pérdida de tiempo.
12— P 4 CD.
1 3 —D 3 C. 13—P 4 TD.
14— P X P . 14—TXP.
' 15—CR—4 D. 15—C 4 R.
1 6 — T D casilla C D . 16—C 5 A D .
17— C D X P . 17—CxA.
18— P X O . 18—AXP.
}ÍW-C6R r 1 9 — A casilla P ,
20— CD X P A D . 2 0 — A X 0.
21— C X A f . 21—R2R.
L a dama no puede aprisionar el caballo, porque la reina blan-
ca daña jaque en l a octava del caballo, con la cual las negras
tendrían que perder l a torre del rey.
22— TR—4 A. 22—A 3 A .
2 3 — D 6 C. 23—T 4 CR.
N o toma M r . Mongredien el peón de la torre de la dama, á
fin de instalar un bonito y decisivo ataque.
24— T 2 A R . 2 4 — T casilla A D .
25— C 6 T. 25—D 6 TR.
26— P 3 CR. 26—T X P f.
2 7 — P X T. 27—D 8 Tt f .
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. l — P 4 R.
2— CR—8 A. 2—P 3 D.
3— P 4 D . 3—PxP
4— A R — 4 A . 4—CD—3 A.
6—P3AD.
Prefiere M r . Grreen adelantar tiempos en el desarrollo de
BUS piezas, á haber tomado el peón doblado que esta 4 su a l -
cance gratuitamente.
5—P X P.
Ese no es el movimiento correcto, como ha podido verse on
partidas anteriores, sino P 6 D .
6 — D 3 C,
Sigue M r . Green desprecian do peones, por formalizar u n ata-
que de flanco, muy común en el gambito «Evans.»
G—D 3 A R .
7— C D X P . 7—CD—4 R.
8— C X C. 8 — P X C.
9— C 5 D . 9 — D á su casilla.
1 0 — A D — 5 C. 10—P 3 AR.
1 1 — C 3 R. 11—D 2 R.
Las negras no pueden aprehender el alfil que se les abando-
na, en razón á que las blancas jaqueando con el otro alfil en la
sétima del mismo, hubieran ganado inmediatamente; y a dando
jaque mate con la dama, si el rey iba á la segunda de la reina,
y a llevando la torre á la casilla de la dama, si el rey se situaba
en su segunda capilla, y tomando después el caballo con el alfil.
1 2 — Enroca con T D . 12—P X A.
13—A X C . 13—P3AD.
1 4 — R casilla 0. 14—P 3 CR.
15— T 3 D.
Con l a idoa de doblar las torres, que da una posición muy
fuerte.
15—D 2 CR.
1 0 — T R casilla D (!). 16—D X A .
1 7 — T 8 D f. 17—R 2 R.
18— C 4 A D . 18—P4CD.
, 1 9 — D 3 T D f. 19—R3A.
2 0 — D 3 A R f. • 2 0 — R 2 O.
2 1 — T R — 7 D f. 21—A X T.
2 2 — T X A D f. Se rinde, por no poder evi-
tar el mate.
EJEMPLO DECIMO D E L A D E F E N S A D E FILIDOR,
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R , l — P 4 R.
2— CR—3 A. 2—P 3 D.
3— P 4 D. 3—P X P.
4— D X P . 4—CD—3A .
M r . Staunton cree que en esto caso la jugada do las negras,
en vez de sacar el caballo, debió haber sido: A 2 D .
5— A R — 5 C.
E l caballo no puede tomar la dama blanca, porque descu-
briría el ataque del alfil sobre el rey.
u — A D — 2 D.
6 _ A X C. G—A x A.
7— C D — 3 A . 7—C 3 A .
8— A 4 A . 8—A 2 R.
9 — Enroca con T R . 9—C 4 T.
10— A D — 2 D . 10—Enroca.
1 1 — P 4 CR.
Y a indicamos en otro capítulo que solo so deben avanzar
los peones que rodean a l rey después de hallarse enrocado,
cuando se tienen grandes probabilidades de poder proseguir un
ataque irresistible, ó cuando soa necesario completamente p a -
ra l a defensa. L o repetimos aquí, porque es precepto quo no
deben olvidar los quo comienzan á iniciarse en los arcanos del
juego de ajedrez.
11—A 3 A R .
12—D 3 D, 1 2 — A X 0.
13— A X A . 13—G3 A .
1 4 — A X 0. 14—D x A .
Acabamos de ver aquí varios cambios de piezas. ¿Cuándo
se debe dar por ejemplo, uu alfil por otro, uu caballo por otro
caballo, &c? Nos parece casi innecesario explicarlo: cuando so
obtiene 6 se cree obtener ventaja en la posición, por cualquiera
motivo ó circunstancia.
1 5 -- C 4 D . 15—D 5 A R .
16-- P 3 A R . 16—A 2 D.
1 7 - - T D casilla R . 17—P4TR,
1 8 -- C 2 R . 18—D 4 CR.
1 9 -- P 3 TR. 1 9 — T D casiUa R .
2 0 - - R 2 C. 20—P4AR. •
21- - P R x P. 21—A X P.
2 2 -- D 5 D f. 22—RtasillaT.
23- - C S C . 23—T X T.
24-- T X T 24—P 3 A D .
2 5 -- D X P D . 2 5 — T casilla D .
2 6 -- D 5 R . 26—T 7 D f.
2 7 -- T 2 R . 27—P 5 TR.
2 8 -- O X A . 28—T4D.
2 9 -- D 4 R . Se rinde, por tener una
pieza de menos y mala
posición.
EJEMPLO UNDÉCIMO D E L A D E F E N S A D E
FILIDOR,
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3 A .
3— A 4 A . 3—CR—3A .
Esa apertura, como se ve, es una derivación ó variante do
Giuoco ¡ñaño, y tau extensamente l a analizó el profesor B i l -
guer en una monografía do mucho mérito' quo publicó, quo
también es conocida con el nombre de: Apertura del caballo de
Bttguer.
BLANCAS.
16
EJEMPLO PRIMERO P E L A DEFENSA D E LOS
DOS CABALLOS.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A. 2—CD—3 A .
3— A 4 A . 3—CR—3 A.
4 — C 5 C. 4—P 4 D.
5— P X P . 5 — C D — 4 T.
6— A 5 C f . 6—P 3 A .
7— P X P . . 7—PXP.
8— A 2 R .
E u vez de esa jugada, aconseja Mv. Staunton en su Hand-
boolc, que so lleve la dama á la tercera del alfil, bajo el concep-
to de que si las negras adelantan el peón del rey, puede ser
tomado dicho peón con el caballo, sin temor alguno. Pero si
be haco la jugada que recomienda el autor del Uandbook, las
negras están en aptitud de replicar: D 3 C, con lo cual, a j u i -
cio do Lowenthal, las blancas pierden la ventaja del ataque.
M r . Boden, en su obra The Ohess Playefs, es de l a opinión de
Staunton. E n esta diversidad de pareceres, el lector optará por
el quo mas le agrade. Nosotros hubiéramos procedido, en el
caso actual, del mismo modo que H a m v i t z .
S—P 3 TR.
9— C R — 3 A . • 9—P 5 R.
10— C 5 R. 10—D 5 D.
11— C 4 C . 11—AXC.
12— A X A . 12—P6R.
1 3 —A 3 A . 13—PXPAf.
1 4 — R casilla A . 14—Enroca.
1 5 —D 2 R . 15—A 4 A.
16— P 3 A . 16—D 5 TD.
17— P 4 D.
Es mejor ese movimiento que haber jugado P 4 C D , por-
que las negras hubieran ganado en el acto, con solo situar una
de las torres en la casilla del rey.
1 7 — C 6 C.
18— D 2 A D . 1 8 — T R casilla R .
19—R X P . 19—CX A.
M u y bien pensado por las negras. Si la dama blanca apre-
hendiese á la contraria, el rey blanco recibirla mato on cuatro
jugadas, ó lo que es lo mismo: C 6 D — A 3 D — C 7 A (si ol
roy iba á la tercera do la torre) y P 4 C.
20— D X C . 20—TXP(!).
2 1 — P X T. 2 1 — D X P D f.
2 2 — R 3 C. 2 2 — D 4 R f.
2 3 — R 3 T. 2 3 — D 4 A \:
2 4 — R 3 C. 2 4 — C 5 R f.
2 5 — R 4 T. 2 5 — P 4 C f.
26— D X P. 2 6 — D X D f.
2 7 — R 3 T. 2 7 — C 7 A f r.
1—P 4 R. 1—P 4 R;
2—CR—3 A. 2—CD—3 A.
3 _ A 4 A. 3—CR—3 A.
4 — C 5 C. 4 — P 4 D.
5 _ P x P. 5 — C D — 4 T.
6 — A 5 C f. 6—P 3 A D .
Jugada muy esencial en esta apertura.
7 _ p x P. 7 — P X P- .
8— A 2 R . 8—P 3 TR.
9— C R — 3 A . 9—P 5 R.
1 0 — C á su casilla. 10—AR—4 A.
1 1 — R casilla A .
N o se comprende el. motivo que impulsó á M r . M a y e t á j u -
gar tan incorrectamente, perdiendo el derecho a enrocarse, sin
necesidad. S i el pánico de las blancas provino del temor de
que la reina negra se situase en su quinta casilla amenazando
mate, habia varios medios de evitarlo, como por ejemplo j u -
gando: P 4 D .
11—Euroca.
12—P 3 TD. 12—D 5 D.
1 3 — D casilla R . 13—CD—5 A.
14__CD—3 A. 1 4 — A D — 3 T.
15— P 3 CD. 1 5 — C R — 5 C.
1 6 —A X C D .
Si el alfil se hubiera apoderado del otro caballo, las negras
habrían dado jaque doble, y mate, llevando el caballo de la da-
ma á la sexta del rey ó á Ja sétima de la dama.
16—AXAf.
17—P X A . 17—C X P A .
18—. O R — 2 R . 18—D 3 A .
19— CR—4 A.
Las blancas entregan'ese caballo, con el objeto de facilitar
la retirada de su rey.
1 9 — 0 X T.
2 0 —D x P . 2 0 — T R casilla R .
21— D 3 A . 2 1 — D 5 T.
22—CD—2 R. 2 2 —D X P .
23— P 4 D. 23— A X P D .
24— C X A. 24— C 6 C f.
2 5 —R 2 A . 25— C 6 R j\
2 6 —R 2 R . 26— C 4 C f.
Se rinde por tener que per-
der la dama.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R . 1— P 4 R .
2— CR—3 A . 2— CD—3 A .
3— A 4 A . 3— C R — 3 A .
4— P 4 D . 4— P X P .
5 — Enroca 5— A 4 A .
6— P 5 R . 6— P 4 D .
7— P X C. 7— P X A .
8— T casilla R f- 8— A 3 R .
9 — C 5 C. 9— D 4 D .
14—A 3 D.
15— P X P- 15—R X T.
1 6 — P X T y pide D . 16—T X D.
17— C 4 A f . 17—AxO.
18— A X A . 18—R 2 D.
1 9 — A 3 C. 1 9 — R casilla A .
2 0 — P 3 C. 20—P X P.
BLANCAS. MEGHAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R.
2— C R — 3 A . 2— C D — 3 A .
3— A 4 A . 3— C R — 3 A .
4 — C 5 C. 4— P 4 D .
5— P X P . 5 _ _ C D — 4 T.
6— P 3 D .
Heydebrand von der Lasa recomienda esc movimiento, quo
sin duda es menos bueno que: A 5 C
6—P 3 TR.
7— C R — 3 A . 7 — A D — 5 C.
8— P 3 T R . 8 — A X C.
9— D x A . 9—A 3 D.
Tiempo perdido. Las negras se hubieran hecho instantánea-
mente de la situación, jugando P 5 R .
1 0 — A 5 C. f. 10—P 3 A.
11— P x P- 11—P X P.
12— A X P t- 12—C X A .
13—D X C D f . 13—R2R.
14— C 3 A . 1 4 — T D casilla A .
15— D 3 A R. 1 5 — T casilla R .
1G—Enroca. 1 G — R casilla A .
17— A 2 D . 17—P 4 CR.
Imprudente aA'ance, eme expone al rey negro á un ataque
irresistible.
18— P 4 TR. 1 8 — C 2 T.
19—D 5 A . 1 9 — R 2 C.
20—P X P. 20—P x P.
21— P 3 CR. 21—P 3 A R ,
2 2 — R 2 C. 2 2 — T R á su casilla,
2 3 — T R á su casilla. 23—TD—2 A.
2 4 — T 2 T. 2 4 — D casilla A D .
25— D X D. 25—TR x D.
2 6 — T D casilla R . 2 6 — C casilla A .
2 7 — C 5 C. 27—T 2 D. ,
28— C X A . 28—C X A . *
2 9 — A 4 C. Se rinde.
M r . Morphy queda con dos peones mas, que son suficien-
tes para ganar irremisiblemente, en la posición quo guarda el
juego, después de cambiado el alfil por el caballo, al huir l a
torre atacada por dicho alfil.
QUINTO E J E M P L O D E L A D E F E N S A D E LOS
DOS CABALLOS.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R . l _ p 4 R.
2— C R — 3 A . 2— C D — 3 A .
3 —A 4 A . 3— C R — 3 A .
4— P 3 D . 4— A 4 A .
5 —P 3 A D . 5— P 3 D .
6—P 3 T R . 6— Enroca.
7— A D — 5 C. 7— A R — 3 C.
8— C D — 2 D . 8— A 3 R .
9 — Enroca. 9 —P 3 T R ,
10— A 4 T. 1 0 — R casilla T.
1 1 — C R — 2 T. 1 1 — P 4 C.
12— A 3 CR. 12— P 4 T R .
13— C R — 3 A . 13— P 5 T.
14— C x P T . 1 4 _ P x C.
15— A x PT. 1 5 — R 2 C.
16— D 3 A . 1 6 — T R 4 su casilla.
17— D 3 C t. 1 7 — R casilla A .
1 8 — D 5 C. 18— C 2 D .
19— A x A . 19— P X A .
2 0 — D X D f. 20— C x D-
21— C 3 A . 2 1 — R 2 C.
22— P 4 CR. 2 2 — C casilla A R .
2 3 — R 2 C. 2 3 — C 3 C.
2 4 — A 5 C. 24— C 2 A R .
25— P 4 TR. 25— C X A .
26— P x C 2 6 — C o A f.
2 7 — It capilla C. 2 7 —T 6 T.
28— C 2 D. 2 8 — T D casüla T R .
So rinde, por no poder e v i -
tar el mate.
CAPITULO XI.
DEL PEGATELLO.
1— P 4 R , 1— P 4 R .
2— CR—3 A . 2— C D — 3 A .
3— A 4 A . 3— C R — 3 A .
4 — C 5 C. 4— P 4 D .
5 _ P x P. 5— C X P .
6—C X P A R .
NrCG-ttAS.
BLANCAS.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R ,
2— CR—3 A. 2—CD—3 A
3— A 4 A . 3—CR—3 A .
4— C 5 C . 4—P 4 D .
5— P X P . 5—C X P .
6— C X P A R . , 6 — R X C.
7— D 3 A -|\ 7—R 3 R .
8— C D — 3 A . 8 — C D — 5 C.
9— P 3 T D . 9—C x P A f.
1 0 — R casilla A . 1 0 — C X T.
l l _ A x C T . r- 11—R3D.
12— C 4 R f . 12—RXA.
1 3 — D 3 D f. Pierden la dama.
BLANCAS. NEGRAS.
9 _ P 4 D. 9—C x P A f.
1 0 — R casilla A . 1 0 — C X T.
11—A x C f . 11—R2D.
1 2 — D 5 A f. 12—R 3 D.
1 3 — D X P R f. 13—R 2 D.
1 4 _ D 6 R fi".
Variante segunda.
9—P4D. 9—CxPAf.
1 0 — R casilla A . 10—C X T.
1 1 — A X C f. 11—R 2 R.
12— A 5 C R f. Se rinden.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
9 —P 3 T D . 9—C X P A f.
1 0 — R casilla A . 1 0 — C X T.
11— A x C f . — ^ _ 11—R2R.
12— D 7 A t . 12—R 3 D.
13— C 4 R ff.
Variante cuarta.
RLANCAS. NEGRAS.
Variante quinta.
BLANCAS. NEGRAS.
9—D4 R . 9 _ P 3 AD.
10— P 4 D. 10— D 3 D .
11— P 4 A R . 11— P 4 CD.
12— P A X P. 12— D 2 D.
1 3 — Enrocan. 13— P X A .
1 4 — A D — 5 C. 14_CxC.
1 5 _ P 5 D f. 15—Cualquiera.
16—D 5 A f h
FEGATELLO DE POLERIO
BLANCAS. • NEGRAS.
1—P 4 R. 1—P 4 R.
2_CR—3 A. 2—CD—3 A .
3— A 4 A . 3—CR—3 A . .
4— C 5 C. 4—P 4 D.
5— P x P . 5—C X P .
6— C X P A R . 6 — R X C.
7— D 3 A f . 7—R 3 R.
8_CD—3 A. S—CD—2 R.
E s t a es la jugada que constituye la defensa de Pólerio m u -
;
cho mejor en nuestro coucepto, que l a do Domenico, á saber,
C D — 5 C, como y a se h a visto.
9—P 4 D. 9—P 3A D .
No toman las negras el pcon déla dama, con su peón, por-
que las blancas jugarían: D 4 R t -
10-- A D — 5 C. 1 0 —P 3 TR.
11-— A D X C. 11—A X A .
12-—Enrocan con T D 1 2 — T casilla A R .
13-- D 4 R . 13—T X P -
JlX"-
"! '
P X P. 1 4 _ A 4 C f.
15-— R casilla C. 15—T7D.
16-- P 4 T R , 16—T X T f.
17-—T X T. 17—A X P.
1S-—G x 0. 1 8 — P x C.
19-- T X P . 1 9 — D 4 C.
20-—T 6 D f. 20—R 2 R.
21-- T G CR. 2 1 — D 4 T.
2 2 -- T X P C f . 2 2 — R casilla del R .
23- - T 8 0 f. 23—R 2 R.
2 4 -- D 7 T f . 24—Se rinden.
[POR a. GRECO.]
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— C D — 3 A .
3— A 4 A . 3_CR—3 A.
4 — C 5 C. 4—P 4 D.
6—P x P. 5—C x P .
6—CXPA, 6 — R x C.
7—D3 A . T
7 _ R 3 R.
8 _ C D ~ 3 A. 8—CD—2 R.
9—Enrocan.' g _ P 3 AD.
1 0 — T casilla del R . 10—A 2 D.
11—P4D. 11—R 3 D.
12—T X P. 12—C 3 CR.
13—C x C 1 3 — C X T.
14_PXCf. 14—R 4 A .
15—D 3 TD f. 15—R X A .
1 6 — D 3 D f. 16—R 4 A .
1 7 — P 4 CD t f .
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A. 2— C D — 3 A .
3 —A 4 A . 3— C R — 3 A .
4 — C 5 C. 4 _ p 4 D.
5—P X P . 5— C X P .
6— C XPA. 6 — R X C.
7— D 3 A f . 7— R 3 R .
8— C D — 3 A . 8— C D — 5 C.
9 —P 3 T D . 9 — C X P A f-
1 0 — R casilla D . 10— C 5 D.
1 1 —A X C f. 11— R 3 D .
1 2 —D 3 C. 12— C 4 A .
13— D 3 D. 13— C o D .
1 4 —P 4 A . 1 4 —A 5 C f .
15—A 3 A. 1 5 —A X A f-
1 6 —P X A . 16— P 3 A D .
1 7 — T casilla R . 1 7 —R 2 A .
18— T X P. 1 S — T casilla A .
19— C 5 D f. 1 9 —P X C.
2 0 —D X C. 2 0 — R casilla C.
21— T X P. 2 1 — D 5 T.
22— T 5 TD. 22— P 3 TD.
• 23—P3D. 2 3 — D X PT.
2 4 — A 3 II. 24— T 7 A .
25— D 5 R f 25— T 2 A.
2 6 — A 6 C. 2 6 — D 8 T f-
27— R 2 R. 2 7 — D 7 C f.
28— R 3 R. 28— A 3 D.
29— D X A. 29—Tcasilla R f .
3 0 — T 5-R, 3 0 — T X T f.
3 1 — D X T. 3 1 — So rinden
L a jugada vigcsimacuarta de las negras fué excelente, y si
no hubieran cometido los Sres. Carrington, Hammcken y B a -
rasorda, l a equivocación en la vigésimaquinta, do cubrir el
jaque con l a misma torre, l a partida hubiera tenido quo sor
declarada tablas. Las blancas, con el mato encima, so habrían
visto obligadas á apelar al jaque perpetuo, para fijar las tablas,
y las negras en consecuencia, u^uulo la torre on don Jo esta-
ba, y moviendo su rey á la casilla del alfil, ó á la segunda dol
mismo, en el sentido de los jaques, no hubieran podido ser der-
rotadas, como lo fueron, únicamente por una distracción.
Mas adelante, oa el lugar respectivo, tendremos ol honor y
el gusto de insertar algunas do las partidas quo del match re-
ferido ganaron los Sres. Hammeken, Carrington y Barasorda.
[POR G. GRECO.]
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1 P 4 R.
2 — C R — 3 A. CD—3 A ,
3— A 4 A . •CR—3 A .
4— C 5 C . 4—P4D.
5— P X P . 5—C x P -
6— C X P A . 6 — R X C.
7— D 3 A f . 7 - R 3 E .
8— C 3 A . 8 — C D — 2 R. .
O—Enrocan. 9—P 3 A .
1 0 — T casilla R . 10—A 2 D.
E n este caso, las negras debieron haber llevado el caballo do
la dama á l a tercera del caballo del rey.
11— P 4 D . 11—R3D.
12— T X P. 12—CD—3 CR.
1 3 — C X C. 1 3 — C X T.
1 4 —P X C f • 14—R X P.
15— D 4 A f. 15—R 3 R.
1 G — C 7 A f doble. 16—R 2 R,
1 7 —D 5 C f . 17—R 3 D.
1 8 —A D — 4 A f f .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— C D — 3 A ,
3— A 4 A . 3—CR—3 A.
4— C 5 C . 4_P4D.
5— P x P. 5 — C D — 4 T.
Y el ataque queda desde luego neutralizado.
E l Fcgatelto es conocido en México con el nombro de Oám-
bito del austríaco.
CAPITULO X I X
De l a defensa Rusa, de Petroff ó de Jaenisch.
. — wém —
P
i
Wm.
as p * mM
BLANCAS.
E l modo de desarrollar esa apertura, os el siguiente:
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 B . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CPt—3 A .
Las variantes mas comunes de la defensa Rusa, se verán
comprenderán con bastante exactitud, en los ejemplos que p
nomos á continuación:
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R . 1— P i R .
2— C R — 3 A . 2— G R — 3 A .
3 —P 4 D . 3 _ C X P.
4—A 3 D . 4 _ P 4 D.
6— C X P R . 5 —A 3 D .
G—Enroca. 6 — Enroca,
7— P 4 A D . 7— P 4 A R .
8— P 4 A R . 8— P 3 A D .
9 —A 3 R . 9— A 3 R.
10— P X P . 10—P x P.
11— CD—3 A . H _ C D — 3 A.
1 2 — T casilla A D . 12— T R — 3 A .
1 3 — A X C. 13— P A X A .
1 4 _ C D — 5 C. 14— C 2 R .
15— C X A . 1 5 — D X C.
16— p 4 CR. 16— P 3 CR.
17— P 5 A R . 17— P X P .
1 8 — A 5 C. 1 8 — T ensilla A .
1 9 — A 6 -T. 1 9 — T E T casilla A D .
20—D 2 D. 2 0 — D casilla D .
2 1 — T x T. 2 1 — T X T.
22— P x P. 22—C X P .
23—D 2 Cf. 2 3 — R casilla T.
2 4 — T X C. 2 4 — D casilla C R .
Hacen bien las negras en no tornar l a torro con su alfil,
pues en caso contrario l a dama blanca hubiera dado mato eu
la sétima del caballo del r e y .
25— T 6A . 2 5 — A 6 T.
2 6 — D 3 O. 26—D X D
27—P X D So rinden, por quedar en
mala situación y con una
pieza menos.
E J E M P L O SEGUNDO D E L A D E F E N S A RUSA.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. 1— P 4 R .
2— CR—3 A . 2— C R — 3 A .
3— C D — 3 A . 3— C D — 3 A .
4— A 4 A . 4 — A 4- A .
5— P 3 D . 5— P 3 D .
6 — Enroca. 6— A D — 5 C.
7— P 3 T D 7— C 5 D .
8"—P 4 C D . 8— A 3 C .
9 — A D — 5 C. 9 _ C X C t-
10—P X O . 1 0 — A 6 T.
1 1 — T casilla R. 11—P 3 TR.
12—A4T. 12—P4C.
13— A 3 CR. 1 3 — P 4 TR.
1 4 — R casilla T. 1 4 — P 5 T.
1 5 —C 2 R . 15—PXA.
16— P A X P.
Estando M r . Madan en la imposibilidad do haber salvado
el alfil de su dama, movió con tiempo el rey, para tomar aho-
ra el peón enemigo con el de su alfil, desdoblando un peón.
16—A 7A .
E r a la jugada exacta, porque la torro amenazada no puedo
escapar al amago do los dos alfiles.
17— D 2 D . 17—AXT.
18— T x A . 1 8 — C 4 T.
19— P 4 CR. 19—D3A.
M u y bien: las blancas no pueden apoderarse del caballo, por-
que recibirian mate on dos jugadas.
20— D 3 R. 20—C 5 A .
2 1 — T casilla C R . 2 1 — D 3 T.
22—D 2 A. 2 2 — D 5 T.
Como las negras tienen una torre de ventaja, obligan á las
blancas á hacer cambio de reinas, en el concepto de que si el
cambio no so efectúa, las primeras ganarían mas aprisa.
2 3 — D x D. 2 3 — T x L\
2 1 — C 3 C. 2 4 — T 2 T.
So rinde.
EJEMPLO TERCERO B E L A DEFENSA RUSA.
BLANCAS. NEGRAS,
1— P 4 R . 1 _ P 4 R.
2— CR—3 A . 2— C R — 3 A .
3— 0 X P . 3— P 3 D.
4— C x P A ,
Esta jugada inventada por el ajedrecista inglés que la haco
ahora, es m u j propia de su carácter y do su genio. M r . C o -
chrane, creador de un gambito muy enérgico y brillante, que
se explicará mas adelante, ataca siempro con extraornidario
brio y con sorprendente a«dacijL^¿lcscuidaiido muchas voces
la defensa, y entregando piezas sin temor alguno. N o son fre-
cuentemente sólidos los juegos de M r . Cochrane, pero en cam-
bio rara partida de las suyas será aquella donde no haya mo-
vimientos atrevidos é ingeniosos; donde no so vea algo nuevo,
algo elegante, algo que revele el sprit ddb talento y del buen
gusto.
4— R x C.
o — A 4 A f. 5— A 3 R .
6—A X A f 6— R X A .
7— Enroca. 7— P 4 A D
8— P 4 D . 8— P x P.
9— P 3 A D . 9 — P x P.
10— C X P. 1 0 —D 3 C.
11— C 5 D . 11— C X O
12—D x C f. 12— R 2 D .
1 3 —D 5 A R f 1 3 — R casilla D .
1 4 —A 5 C f . 14— A 2 R .
1 5 —P 5 R (!). 15— 0 2 D.
1 6 - r T D casüla D (!) 16-^ A X A .
1 7 — D X A f. 1 7 — R casilla A .
18— T x 1 8 —D 4 0.
.19—T casilla A D f. 1 9 — R casilla O _
20—D X P. 2 0 — T casilla A D .
BLANCAS. NEGRAS.
E s t a fué una de las ocho partidas quo sin ver las piezas,
jugó simultáneamente M r . Morphy, en el club de l a Regencia
de París, el 27 de Setiembre de 1858.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2 — CR.—3 A . 2—CR—3 A.
. 3—A 4A. 3—C x P.
4— C 3 A . 4—CR—3 A.
• S i las negras hubieran hecho cambio de caballos, las blancas
habrían tomado el caballo enemigo con el peón do l a dama,
teniendo después un magnífico ataque.
5— C X P . 5—P4D.
6 — A 3 C. 6—A 2 R.
7— P 4 ü . 7—P 3 A .
8— Enroca. 8—CD—2 D
9 —P 4 A . 9 — C 3 C.
10—D 3 A . 10—P 4 TR.
P a r a que el peón del caballo del rey, de M r . M o r p h y , no
avance dos pasos.
11—P 5 A. 11—D 2 A .
12—A D — i A . 12—A 3 D.
1 3 — T D casilla R .
Esto modo de situar las piezas, embarazando el movimien-
to de las contrarias, es muy peculiar del jugador- americano.
Nunca podremos olvidar una partida jugada en la Habana,
entre el distinguido ajedrecista cubano Félix Sicre y M r . M o r -
phy, en la cual, sin un simple cambio de peones, el S r . Sicre
se rindió, porque M r . M o r p h y llegó á sitiarle de tal manera,
que no le era dable al ajedrecista habanero mover ninguna pie-
za, sin incurrir en un verdadero desastre.
•13—R casilla A .
1 4 — D 3 C. 1 4 — P 5 T.
1 5 — C 0 O f.
Espléndida jugada, que destruye todos los planes de M r .
Potier.
1 5 — R casilla C.
L a aprehensión del caballo, hubiera conducido á las negras
á perder la dama, haciendo las blancas cambio de alfiles y
dando jaque al mismo tiempo.
1G—A X A . 16—PXD.
17—A X D. 1 7 — P X C.
1 8 —P A X P . 1 8 — P X P 1\
1 9 — R casilla do la T. 1 9 — A 5 C.
20— T 7 R. 20—CD—2 D.
21— A 5 R. 2 1 — R casilla A .
2 2 — T 7 A f. 2 2 — R casilla C.
23— C X P ( ! ) . 23—P X C . •
24— A X P 2 4 — C 3 C.
Compréndese fácilmente que M r . Potier lio tomó él alíll
con el otro caballo, porque en el acto hubiera recibido mato
con l a torre inmediata.
25—A 3 CD. Se rinde por no poder evi-
v
tar e l mate.
E J E M P L O QUINTO D E L A D E F E N S A R U ^ ~ .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— CR—8 A . --,2—CR—3 A .
3— A 4 A . 3—C X P .
4_CD—3 A. 4 — P 4D.
Esta ingeniosa jugada de las negras para ganar tiempos, ha
BÍdo inventada por el mismo Lichtenhein. >
5— A X P . 5—CR—3 A .
6— A 3 C . G—A3D.
7— P 3 D . 7—Enroca. '
8— P 3 T R . 8—P 3 TR.
9— A 3 R . 9—CD—3 A .
10— D 2 D. 1 0 — C D — 4 T.
11— P 4 CR. 11—C X A .
1 2 —P T x C 12—A 2 D.
1 3 — T casilla C R .
Hé aquí uuo de los pocos casos en que M r . M o r p h y preci-
pita un ataque, antes de enrocarse. L o hace así, tal vez con-
fiando en l a inferioridad do su adversario.
1 3 — C 2 T.
14-r-C 4 E . 1 4 — R casiUa T.
r l 5 _ P 5 C.
Hace observar aquí H e r r Lowenthal, que no satisfecho M r .
M o r p h y de l a situación difícil de su juego, emprende un rudo
ataque, que lleva hasta su término con vigor y con firme re-
solución de arriesgar como vulgarmente se dice, el todo por el
todo.
15—P 4 TR.
1 6 — € 4 T. 16—P3CR.
17— D 2 R. 17—ASAD.
18— P 4 A R . 18—PxP.
1 9 — A 4 D t- 1 9 — R casilla del C.
20— C 5 A R . 2 0 — T casilla R .
Se abstuvieron las-neuras deJ,omar el caballo con el peón,
porque las blancas hubieran replicado: C 6 A R f , ganando con
facilidad.
21— C6T-f. 2 1 — R casilla A .
2 2 — Enroca. 2 2 — A X 0.
23— P X A . 23—D2R.
2 4 — P 5 R. 24—A X P.
25—A X A . 25—DXA.
26— T 7 D.
Excelente combinación. Abandona M r . M o r p h y la dama,
amenazando dar mate con la torre.
26— D 2 CR,
27— D 4 A D , 27—T2R.
2 8 — T X T. 2 S — R X T.
2 9 — T casüla R t - Se rinde.
SEXTO EJEMPLO DE L A DEFENSA RUSA,
BLANCAS. NEGRAS.
[Mr. Morphy, que da un [Un aficionado.']
caballo departido.]
1—P 4 R. 1— P 4 R .
2— C R — 3 A , 2— C R — 3 A .
3 — P 4 ,í>. 3 —P X P .
4 —P 5 R . 4—D 2 R .
5'—A 2 R . 5— C 5 R .
6—Enroca. 6 r - P 4 D.
7__p x P al p a s o v I—C x P.
8 — T casida R . 8— A 3 R .
9 — A D — 5 C. 9— D 2 D .
10— C 5 R. 1 0 — D casilla A .
1 1 — A 5 T. 1 1 — A 2 R-.
12—A X A. 12— R X A-
13— C X P. 1 3 — C X C.
1 4 — A 4 0. 1 4 _ C casilla D .
15—D x P. 1 5 — T casilla C.
1 6 — T X A -\: 16— C X T.
1 7 — T casilla R . 17— C 3 A .
. 1 8 — D 5.A-J-- 18— R 3 A .
1 9 — D 5 A R f. 19.—R 2 R .
2 0 — T X C f, y gana.
EJEMPLO'SÉTIMO D EL A DEFENSA RUSA.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1 - P . i H ,
2— C R — 3 A . 2—CR—3A .
3 _ C x P. 3—C X P.
Debieron haber jugado las negras, P S D , según lo reco-
miendan Jaonisch y Cozio.
4— D 2 R . 4—D2R,
5— D X C. 5—P 3 D.
G—P 4 D. 6—P 3 AR.
7—P 4 A R , 7 — C 2—2 D .
8 _ C D ^ 3 A.- 8 — P A X C.
9—PD X P. 9—PD XP.
10— CD—5 D. 10—C 3 A .
11— C X D.
E r a mcjo .• A R — 5 C f , para Lomar en seguida el-peón del
alfil do la dama con ol caballo, si las negras se cubrían con su
alfil; 6 para hacer eambio de caballos, s i el contrario adelanta-
ba un paso el peón del alfil, y aprehender después dieho peón
con el alfil quo habia dado jaque.
11—C X D .
12— C X A . 12—P X P.
1 3 —A 3 D . 13—C 4 A D .
14— C X PT. 14—C x A t
1 5 — P X C. 15—A 5 C f
16— R 2 R. 1 6 — T X 0.
17— A P -
X 17—R2D.
18— P 3 TD. 1S—A 4 A.
1 9 — T R casilla A D . 19—A 3 D.
20—A X A . 20—R X A .
21—T 4 A. 2 1 — T casilla R t .
22— T 4 R. 22—T x T t
2 3 — P x T. 2 3 — R 4 R.
2 4 — T casilla D . 24—R X P.
25—T 7 D . 25—P4AD.
26— T X P C R . Se rinde.
• L a torre de las negras no puede moverse sin que se pierda
el peón del caballo de la dama. También está perdido e l de la
torre del rey.
DE L A APEBTUÍtA E S C O C E S A .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . ' 2—CD—3 A ,
3— P 4 D .
E l 27 de A b r i l de 1824 comenzaron un match por corres-
pondencia, los clubs de Londres y Edimburgo, cuyo match se
terminó, el 28 de Julio do 1828. E u esa contienda los jugado-
res de Edimburgo adoptaron l a salida que nos ocupa, y desde
ontónces se le ha dado el nombre á l a misma de: apertura es-
cocesa ó gambito escoces. E l resultado de dicho match fué el s i -
guiente:
Partidas ganadas por el club do Londres: 1.
Idem por el do Edimburgo: 2.
Tablas ó empato? 2,
Posición de l a Apertura Escocesa.
NEGRAS.
•i
...j
wm
BijAN GAS-
E J E M P L O P R I M E R O D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
\Oppenheim] [Zulcertorí]
1—P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— C D — 3 A .
3— P 4 D. 3—P X P.
4— C X P . 4—A 4 A.
5— A 3 R .
E n este caso, M r . Barrí, miembro del casino de ajedrez de
Birmingham, propone que en vez de sacar el alfil do la dama
á la tercera del rey, se'juegue: C 5 AR,; cuyo movimiento m i -
rado con indiferencia durante algún tiempo, ha comenzado á
estar en boga últimamente, por haberlo adoptado el club de
Cambridge en un match con el de Glasgow.
5—D 3 A .
6— P 3 A D . 6 — C R — 2 R.
7— D 3 D .
Con el propósito, que no realiza, de sacar en seguida el ca-
ballo de la dama, a la segunda de esta, y enrocarse por dicho
lado. Paulsen, el mejor j u g a - o r U e los Estados-Unidos, des-
pués do Morphy, acostumbra en esa situación, en vez de mo-
ver la dama, llevar ol alfil del rey á la segunda casilla de esto.
7— P 4 D .
8— C X C.
M a l hecho; era mejor haber jugado: C D — 2 D , pues el cam-
bio de piezas no es ahora ventajoso para las blancas.
8— D X C
9— P X P . 9—C X P.
10— A X A . 10—D X A .
1 1 — P 4 CD. 1 1 — D 2 R f.
12— D 2 R. 12—A 3 R,
13— P 3 CR, 1 3 — E u r o c a con T D .
1 4 — A 2 C. 14—C X P C .
Excelente sacrificio, quo da á las negras magnífica posición,
1 5 —P X C. 1 5 — D X P f.
. 16—C2D„ 16—A 5 CR.
17—A X P f. 17—R x A .
1 8 — T D casilla G. 1S—D X T f.
19—C X D. 19—A X D.
20—R X A. 2 0 — T R casilla R f .
21—R 3 A . 21—T 6 D . T
2 2 — R 2 0. 22—T 7 R.
23—P 3 TD. 23—T 6 CD.
2 4 — T casilla D . 2 4 — T de 7 R á 7 C.
25—C 2 D. 25—T 6 D .
26—C4AD. 26—T x P A f.
2 7 — R X T. 2 7 — T X T.
Se rinde.
Las negras tienen dos peones mas, y una torre, eme es pie-
za superior al caballo, como en su oportunidad explicamos.
EJEMPLO SEGUNDO D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3 A.
3— P 4 D. 3 — P X P.
4— A R — 4 A .
Esta es la manera mas frecuente de plantear la apertura es-
cocesa; y como se deja abandonado un pcon, es por lo que a l -
gunos la llaman impropiamente gambito escoces. E l peón que
se abandona de momento, se recupera mas tarde, sin embargo,
porque si se intenta impedirlo por el segundo jugador, es pa-
ra él de funestísimos resultados. Mientras tanto, el que entre-
ga el peón, dispone de un terrible ataque.
4—A 4 A.
5 — C 5 C. 5 — C R — 3 T.
G — D 5 T. 6—D 2 R.
7— Enrocan. 7—P 3 D.
8— P 3 T R .
Para que el alñl de la dama del contrario no avance hasta
la quinta del caballo clel rey, atacando á l a reina blanca.
8—C 4 R .
9— A 3 C. 9—A 2 D.
10— P 4 A R . 10—A 4CD.
1 1 — P X C. 1 1 — A x T.
12— C G R . 12—A 7 R.
1 3 — C X P C •(-. 13—R 2 D.
1 4 — P 0 R •(-. 14—R 3 A .
1 5 — D X C. 1 5 — T D casilla A R .
1 G — A 5 D f. 1 6 — R 3 C.
1 7 — P 4 CD. Se rinde, por tener una
pieza menos que los alia-
dos, y muy mala posición.
E J E M P L O TERCERO D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NECEAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3 A.
3— P 4 D . 3—C X P.
. A nuestro juicio, jugándose como M . de la Riviere, es de-
cir, tomando el peón de la dama contraria con el caballo, cu
vez de hacerlo coa el peón del rey, es como se le quita todo
su vigor á la apertura escocesa,
4 _ 0 x P. 4—CD—3R,
5—AR—4 A. 5—P 3 D.
6—G3D. , 6—0 3 A .
7—C 3 A . 7—P 3 A .
8—Euroca. 8—A2R.
9—P 4 A. 9—Enroca.
10—A 3 R. 10—P 4 D.
11—P X P. 11—P x P.
1 2 — A 3 C. 12—P 5 D.
Atacar así á la vez, á dos piezas con un pcon, se llama do-
Hete (palabra tomada á(&*ftí^^p^rquittada.
13—P 5 A. 13—C 4 A .
N o se comprende que un ajedrecista tan avontajado como
M . de la Riviére, no hubiese visto que con eso movimiento,
las blancas salvaban l a crítica situación del doblete, haciendo
cambio de dos piezas por otras dos. S i el caballo hubiese ido
á l a segunda del alfil, las blancas habrían tenido irremisible-
mente que perder una de las dos piezas heridas por el pcon.
1 4 _ C X C. 1 4 — A x C.
1 5 — C 4 T. 15—P X A.
16— C X A . 16—D 3 C.
1 7 —D 4 D . 17—P 7 R.
18— T 2 A. 18—A X P.
E r a mas ejecutivo por parte de las negras, haber jugado;
T R casilla D .
S i las blancas tomasen el alfil con la torre, las negras juga-
rían: T D casilla D ; no importando quo las primeras interpusie-
ran entre la reina propia y la torre contraria, cualquiera pieza,
pues las segundas la tomarían con la torre de l a dama, ó el ca-
ballo, para dominar en seguida la calle con la torre del rey, é
ir después á la octava do la dama. M r . Greville mueve juicio-
samente el peón del alfil, para poder quitar el caballo aprisio-
nado y defender á la vez la casilla de la reina, que es el pun-
to objetivo del enemigo.
1 9 — T D casilla D .
20—D 4 A R . 2 0 — T R casilla R .
2 1 — T D casilla R. 2 1 — D X C.
22—D X A. 2 2 — T R — 4 R.
23—D 3 A. 23—C 5 R.
2 4 — A X P f. 2 4 — R casilla T.
2 5 _ D x P. 2 5 — C X T.
2 6 — D X T.
Llamamos la atención de los aficionados, hacia las jugadas
que van á seguir. E l rey blanco morirá de una manera, que
vulgarmente es conocida con el nombre de testamento de Fi-
lidor, tal vez porque el célebre maestro compuso con dicho te-
ma, en sus últimos ailos, un problema muy hermoso. E n l a
práctica se presentan situaciones parecidas á la que examina-
mos, con bastante frecuencia, y por lo mismo se deben cono-
cer bien las evoluciones á que hacemos referencia.
2 6 — C 6 T t doble.
2 7 — R casilla T. 2 7 — D 8 O f.
28— T X D. 28—C 7 A ff.
CUARTO EJEMPLO D E L A A P E R T U R A ESCOCESA
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— CD—3 A .
3— P 4 D- 3— P X P .
4— A R — 4 A . 4— A 4 A .
5 — C 5 C.
Este movimiento es débil. Hubiera sido mejor para hrs blan-
cas, haber enrocado.
5 — C 3 T.
6_*C X P A . 1 _ 0 X C.
7— A X C f . 7— R X A .
8— D 5 T f . 8— P 3 C R .
9— D X A . 9— P 3 D .
Scbumoff'y Cochrane.fueron los primeros que demostraron
la excelencia de la jugada que acaba de ejecutar M r . M o r p h y .
10— D 5 C D . - 1 0 — T casilla R .
1 1 — Euroca. 11— T X P.
1 2 —D 5 D f . 1 2 —T 3 R .
1 3 — A 5 C... 1 3 — D casilla R.
1 4 —P 4 A R . 14— R 2 C .
1 5 —P 5 A . 15_P P.
x
1 6 —D X P A . 1 6 — T 3 C.
1 7 — A 6 A f. 1 7 — R casilla C.
18— D 4 A . 1 8 —A 6 T .
•19—A 5 C. 19— D 6 R f .
2 0 —D X D . 20—P X D .
21—P X A . . 2 1 — T X A f.
2 2 — R, casilla T . 22—P 7 R.
2 3 — T casilla R . 23—-C 5 D .
2 4 — C 3 T. 2 4 — T casilla R .
2 5 — T D casilla A . 2 5 — C 6 A R , y gana.
QUINTO E J E M P L O D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P4R. 1—P 4 R.
2 _ C R — 3 A. 2—CD—3A.-
3— P 4 D. *3— P X P .
4— A R — 4 A . 4—C 3 A .
5— P 5 R. 5—P 4 D.
6_AR—5C. G—C5R.
7 _ C X P. 7—A 2 D.
8— C X C. 8 — P X C.
9— A 3 D . 9—AR—4 A.
10—A X C . 10—D5T.
11— D 2 R . 11—PXA.
12—A 3 R. 1 2 — A D — 5 C.
13— D 4 A .
Hubiera sido rnénos malo: P 3 C R .
13—A X A.
14—P 3 CR.
Está bastante claro e l motivo por el cual M r . Lichtenhein
no toma con la dama el peón del alfil de la reina del contrario.
M r . Morphy cubriría el jaque con su alfil; después llevaría el
rey á su segunda casilla, si su adversario tornaba la torre de l a
dama, y 6 daba mate, ó se hacia dueño de l a reina enemiga.
-14—D casilla D .
1 5 —P x A . 15—D 8 D f.
16—R 2 A . I6-^-D6Af.
1 7 — R casilla C. 1 7 — A 6 T.
18— D X P A D f. 1 8 — R casilla A .
1 9 —D X T j. 19—R 2 R.
Se rinde.
BLANCAS. NEGRAS.
SÉTIMO E J E M P L O D E L . A P E R T U R A ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— CD—3 A .
3— P 4 D . 3— P X P .
4— A R — 4 A . 4— A 4 A .
5— C 5 C . 5 _ C R — 3 T.
6— C X P A . 6—0 X 0.
7 — A X C f. 7
— -R x A
8_D5Tf. 3 CR.
9—D X A . 9—P 3 D.
1 0 — D 5 'CD. 10— T c a s i l l a E
-
H_D3C-t-
E l movimiento preciso era haber enrocado.
11—P4D.
12—P3 AR.
M a l jugado: las blancas debieron resignarse á perder el peón
del rey, enrocando inmediatamente.
1 2 — C 4 T.
1 3 —D 3 D . 1 3 —P X P .
14— P X P . 1 4 —D 5 T -¡-.
1 5 _ P 3 CR. 1 5 — T X P f.
1 6 —R 2 A . 1 6 —D 2 R .
17— C 2 D. 1 7 —T 6 R .
1 8 —D 5 C. 1 8 —P 3 A D .
Pinísima concepción de M r . Morphy es esta, como con mu-
cho acierto dice Lowenthal. L a dama blanca puede tomar, si
quiere, un caballo eme se le entrega; pero en esc caso se veria
forzada á abandonar la importante línea de defensa que ocu-
pa, y las negras darían mate brevemente.
1 9 — D casilla A . 1 9 — A 6 T.
Sigue M r . M o r p h y regalando piezas, con tal.do desalojar a
la dama de su posición de defensa,
2 0 —D á.su casilla. 2 0 — T casilla A R .
21— 0 3 A . 2 1 — R á su casilla.
Se rinde.
OCTAVO E J E M P L O D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
EJEMPLO NOVENO D E L A A P E R T U R A
. ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A. 2—CD—3 A.
3 _ p 4 D. 3—P X P.
4— A R — 4 A . 4—A 5 C f.
5— P 3 A . 5—P X P.
6— Enroca. 6—P X P.
L a aprehensión de ese peón es una falta grave eme come-
íéo
ten las negras, pues la acción de los dos alfiles y de l a d a m a
del contrario, cpie en seguida queda establecida sobre su rey,
ha de dar por resultado la derrota para M r . Cronhelm.
7— A D X ÍL 7 — A R á su casilla.
8— P 5 R .
C D — 3 A , era mejor, según se demuestra en oljz.mwvuurc
do M r . Staunton.
8 — A 2 R.
9— C D — 3 A . 9—P 3 D.
10—P X P. 10—D X P.
1 1 — T casilla R .
Habría sido mucho mas fuerte: C 5 D .
11—DxD!
12— TD x D. TTT7?>2—C 3 A .
1 3 — C R — 5 C. 13—Enroca.
14_C X PA. 1 4 — T X C.
15—T X A . 15—A3R.
S i el caballo hubiera tomado la torre, dando jaque la otra
torre blanca en la octava de la dama, .habría perecido el rey
negro.
1G—TXA. 1 6 — C D — 4 T.
17—A 5 CD. 17—P 3 A D .
1 S — A 4 T. 18—CD—5 A.
1 9 — A 3 C. 19—C X A .
20— T 2 D. 20—C 2 D.
21— T X CR. 2 1 — T X T.
2 2 — T S'R f|.
EJEMPLO DECIMO D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
[Schumoffi!] \Jaeni8ch.~]
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— CR—3 A. 2—CD—3A .
3— P 4 D . 3—P X P.
4— A R — 4 A . 4—A 4 A.
5— C 5 C. 6 — C R — 3 T.
6— C X P A . 6—C X C.
7— A X C f . 7—R X A .
8— D 5 T -f. 8 — P 3 CR.
9— D X A . 9—P 3 D.
10—D 5 CD. 1 0 — T casilla R .
1 1 — Enroca. 11—T X P .
Hé ahí un error cometido por Von Jaenisch, según se com-
prenderá en los movimientos subsecuentes.
1 2 —D 5 D f . 12—T 3 R .
1 3 — A 5 C. 1 3 — D casilla R . -
14— P 4 A R . 1 4 — R 2 C.
15— P 5 A . 15—T4R.
Otro error de parte de Von Jaenisch, lo cual asombra, pues
no son comunes ciertamente en ese docto jugador, errores tan
perceptibles. Jaenisch debió haber hecho cambio de peones,
colocando en seguida la torre en la tercera del caballo del rey.
Como el ajedrez es juego de cálculo, basta sin embargo es-
tar distraído por cualquier moliyo, tener una simple afección
cerebral, aunque sea pasajera, para que el mas fuerte ajedre-
cista incurra en lamentables equivocaciones. E n la práctica se.
dan estos casosj todos los dias.
U í l 16— P6A-¡\ • 1 6 — R casilla T.
E J E M P L O UNDÉCIMO D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
EJEMPLO DUODECIMO D E L A A P E R T U R A
ESCOCESA.
BLANCAS. NEGRAS.
• l — P 4 R. 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3 A.
3— P 4 D . 3—P x P.
4 _ A R — 4 A. 4—A 4 A.
5— Enroca. 5—P 3 D.
6—P 3 A. 6—P X P.
7— D 3 C. 7—D 2 R .
8— C X P . 8—C 3 A .
9 — A D — 5 C. 9—C 5 D.
10— C X C . 10—AxC.
11— C 6 D. 11—D 2 D.
1 2 — T D casilla D . 1 2 — C X C.
1 3 — P x C. 13—A 4 R.
Tiempo perdido. De una vez debió haber ido ese alfil á su
torcera casilla.
14— P 4 A . **?4-ASA.
Puede ser eme les hubiera convenido á las negras jugar:
P 3 TR.
1 5 — T D casilla R y . 1 5 — R casilla D .
16—A X A f . 16—PXA.
1 7 —A 5 C. 17—P 3 A.
18—D 3 A D . 18—D4A.
19— A X P .
Espléndidamente jugado; aunque hubiera sido también muy
bueno este otro movimiento, en lugar do ese: A 3 D , para que
la roina tomara con jaque el poon del alfil del rey, y en segui-
da se apoderara de la torre.
19—P X A .
2 0 —D 5 T f . 20—R 2 D.
2 1 — P x P f- 21—R X P.
2 2 — T casilla A D f. 2 2 — R 2 C.
E n caso de haber ido á la segunda de la dama, la reina blan-
ea se habría apoderado gratuitamente de l a reina negra, sin
que por eso se hubiese evitado el mate.
23—D 4 0+. 2 3 — R 3 T.
2 4 — T 6 A ++.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2— P 4 D .
Generalmente, como y a ha podido verse, se juega primero
en esta apertura, el caballo del rey que el peón de l a dama,
pero^el resultado es igual.
2—P x P.
3— C R — 3 A . 3—P4AD.
Tanto en ésta última jugada como en muchas de las suce-
sivas, las negras se apartaron de los movimientos recomenda-
dos por los preceptistas, y como era natural, la derrota mas
completa fué l a consecuencia que obtuvieron. Se hizo eso i n -
fructuoso ensayo como un estudio, para ver si era posible con-
servar el peón del gambito.
4— A R — 4 A . 4—D 3 A .
5 — A D — 5 C. 5—D 3 CR.
6— Enrocan. 6—P 3 TR.
7— A 4 T. 7—P 3 D.
8— P 3 A D . 8 _ P x P.
9— C X P . 9—C 2 R.
10—P 5 R. 10- 4D.
Avanzaron ese pcon las negras, para perderlo, por dos razo-
nes: primera, porque r.i hubieran tomado con él el peón del rey,
habría e w a d o el caktuo enemigo atacando á la reina y al peón
del alfil del ro} , sostenido por su alfil: segunda, porque haber-
r
CAPITULÓ X I V .
D E L G-OMIDQ- B E D A M I A N Q .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4R.
2— C R — 3 A . 2—P 3 AR.
NEGRAS.
I ɧ ü
i Sil i
'éwiiá
wm II
181 ¡§ ¥ Wm
ü
M
fe
H
Si
BLANOAS.
(Por Basterot.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2—P 3 A R .
3— C X P, , ^ 3 — P X C.
4— D 5 T f ^ - „ « , 4 — P 3 CR.
, 5—D X P R f.' • g 5— D 2 R . :
6— C R — 3 A .
7— D . X P f .
8— A 3 R , , C T _ n 8— D X P A , .
9 — D 4 C. 1
' 9— D X P C . •
10—AR—i A . 10—A 5 C f,
1 1 _ C D — 2 D. 11— D x T f .
12—R 2 R . 1 2 — D X T.
13— A 7 A f . 1 3 — R casilla A .
14— A 6 T f f .
Variante segunda.
(Por Basterot.-)
BLANCAS. NEGRAS:
1 _ P 4 R. 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— P 3 A R .
3— C X P . 3 —P X C.
4 _ D 6 T t. 4— P 3 C R .
5 _ D x P R f. 5 —D 2 R .
6—D X T . '6—D X P f.
7— R casilla D . 7— P 4 D .
8—A 6 C f. 8 — R casilla D .
9 —T casilla R . 9—A D — 5 C+.
1 0 — P 3 A R y ganan.
Variante tercera.
(Por Basterot.)
BLANCAS. -NEGRAS.
1—P 4 R . 1— P 4 K ,
2— C R — 3 A . 2— P 3 A R .
3— C X - P . 3 —P x 0 ,
4 — D 5 T f. 4— R 2 R ,
5 —D x P R t . 5 —R 2 A . .
6 — A 4 A t. 6 _ p 4 D.
7 — A X P f. 7 — R 3 0.
8— P 4 T É ; 8—A3 J); !
9— P 5 T f . 9—R3T.
1 0 — P 4 D t & l a deseu- 10—P 4 CR.
bierta.
1 1 — P X P a l paso f- 11—R X P .
1 2 —D 5 T f . 1 2 — R 2 C.
1 3 —D 7 A f f .
Variante cuarta.
(Por Basterot.)
BLANCAS. NEGBA8.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2— C R — 3 A . 2—P 3 A R .
3_CxP. - -D2R.
4—D5 T f . 4—P 3 CR.
5_CXPC. 5—DxPRf.
6 — R casilla D . 6 — D X C.
Las negras-deben ganar, por tener una pieza tiras.
-Variante quinta.
(Por Greco.)
BLANCAS. NECEAS.
1— P 4 R . 1 _ P 4R.
2— C R — 3 A . 2—P 3 AR.
3— C X P , . 3 _ P C.
x
4— D 5 T f . 4— R 2 R .
5— D X P R f. 5— R 2 A .
6— A 4 A f . 6— P 4 D .
7— A X P f . 7— R 3 C.
8— P 4 T R . 8— D 3 A .
9 —D 8 R, t - 9 — R 3 T.
1 0 — P 4 D f á l a descu- 1 0 —P 4 C R .
bierta.
, 1 1 — P X P f doble. 1 1 — R 2 C.
1 2 —P D t -
X
12— C X P.
1 3 —D 7 A t f .
[Variante sexta.)
(Por Greco.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . , 1— P 4 R .
2— C R — 3 ; A . 2— P 3 A R .
3— C x P . " 3 — P x C.
4— D 5 T f. *4—R 2R.'
5 _ D x P R f. 6—R 2 A.
6— A 4 A f . 6 — R 3 C.
7— D 5 A R f . 7— R 3 T.
8— P 4 D f . 8— P 4 C R .
9— P 4 TR. ' 9 — R 2 C.
1 0 —D 7 A f. 1 0 — R 3 T.
11— P x P f f .
Variante sétima.
(Por Greco.)
Variante octava.
(Por Greco.)
BLANCAS. NEGRAS.
8— P 4 T R . S—P 4 TR.
9— A X . P . 9 — A X^A..
1 0 — D 5 A R -]-. 10— R ' 3 T .
1 1 —P 4 D +• 1 1 — P 4 C.
12— A x P f .
13— P X D f 1 3 — R 2 C.
11—D 5 R jv 14— R 2 A .
1 5 — D X Tj'y'ganan.
Variante novena.
(Por A . C. Vázquez.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2 — P.3 A R ,
3— C X P . 3— P X C .
4— D 5 T f . 4— R 2 R .
5_D xPRf. 5— R 2 A .
6 — A 4 A f. 6—P 4 D .
7— A x P f . 7— R 3 C.
8—P 4 T R . 8— P 3 T R .
9-ÁXP. 9—A 3 D.
1 0 — D 5 T D y ganan.
Las negras tienen que perder una pieza, pues si tomasen el
alfil contrario con el de su dama, recibirían mate, como y a he-
mos visto antes, situándose l a reina blanca en l a quinta del
alfil del rey.
E J E M P L O PRÁCTICO D E L G O M I T O D E D A M I A N O .
BLANCAS. NEGRAS.
CAPITULO X V .
DE L A A P E R T U R A DE RUI LOPEZ.
BLANCAS. NEGUAS.
1— P á R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3A .
3— A 5 C D .
NEGRAS.
BLANCAS.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— CR—3 A . 2— C D — 3 A .
3—A 5 CD. 3— C R — 3 A .
4— P 3 D . 4— A R — 4 A .
5— Enrocan. 5— C D — 5 D .
' 6 — C R X C. 6— A X C.
7—P 3 A D . 7_A 3 0/
S—A 5 CR. 8— P 3 A D .
9—AR—4 TD. 9— P 3 T R .
10—A D x.C. 10— D X A .
11— CD—2 D. 1 1 — Enrocan.
Y l a partida es igual para ambos jugadores.
E n el "Tratado de ajedrez" por el mismo R u i López, se p r e -
sentan como jugadas modelos estas otras:
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4R.
2— CR—3 A . . 2—CD—3A .
3— A 5 CD. 3—A4AD.
4— P 3 A D . 4—D 2 R.
5 — A X C.
Muchas variantes mas pueden presentarse para plantear es-
ta clase do juego; pero como en nuestra obra hornos adoptado
ol método teórico práctico, por parecemos que es el que pro-
porciona mejor y m a s ^ n u l a ensorhjnza, en las partidas clá-
sicas que daremos en seguida, se verán los movimientos que
tanto para el ataque como para la defensa so pueden seguir
con mayores probabilidades do éxito. .
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. l — P 4R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3A .
3 — A 5 C. 3—P 3 TD.
N i J'acnisch n i R u i López aconsejan esta jugada: á nuestro
juicio es no obstante l a mas ejecutiva, porque si el alfil aprehen-
de s i caballo, las negras toman el alfil con uno de los peones;
y si el caballo contrario se apodera después del peón del rey,
se tiene buen juego por parte de las negras, con solo situar la
dama en la segunda del rey. M r . Morphy acostumbra hacer
esa misma jugada que ahora le han hecho sus antagonistas. •
4— A 4 T.. 4—P4CD.
Basterot censura este movimiento de las negras^ y dice quo
solo es disculpable cuando so da alguna pieza de ventaja y por
lo tanto el adversario es débil. Las negras en el caso presen-
ta, debieron babor conducido el caballo del rey á la tercera del
alfil.
5— A 3 G.
H a perdido tiempos ese alfil en sus varias retiradas, aunque
ha logrado colocarse ers^ruon puntoí¿csorganizando el flanco
derecho de las negras.
5 — A 4.A.
6-- P 3 A D . 6— P 3 ü .
7- - P 4 D. 7 — A 3 C.
8-- P X P . 8—D 2 R.
9 - - A 5 D. 9 — A 2 0.
1 0 - - A 5 CP,. 1 0 —P 3 A l t .
11- - P X PA. 11—0 X P.
1 2 --Enrocan. 12—D 2 D.
1 3 - - A D X C. 13—P X A.
14-- C 4 D. 14_A X 0.
1 5 -- D 5 T f.
A fin de impedir que el rey negro so pueda enrocar.
1 5 —P. casilla D .
16—P X A . 1 6 — I t casilla A . -
1 7 — T casilla A D .
E s a e r a la jugada exacta: se protege el peón de la dama i n -
directamente, y se prepara un fuerte ataque.
17—C X P.
M a l jugado. Este neón les costará* á las negras l a pérdida
de una pieza.
18— A x Af. 18— R x A :
1 9 —D 5 D f . 19— C 3 A .
2 0 — P 4 TD'. 2 0 — R 3 C.
2 1 —P 5 T f . 2 1 — R 2 C.
No toman los aliados ese peón con su caballo, á causa de
quo las blancas hubieran cambiado l a torre de la dama por el
mencionado caballo, llevando acto continuo l a otra torre á l a
sexta del alfil, para después ganar fácilmente l a partida, dan-
do jaque con la clama en la segunda de l a torre.
2 2 — T-8 T. 2 2 — P 5 C.
2 3 — T 3 C. Se rinden.
Los ajedrecistas do Boston no pueden evitar que M r . M o r -
phy gane el caballo que se halla prisionero, y por eso capi-
tulan.
EJEMPLO SEGUNDO D E L A A P E R T U R A D E
RUI LOPEZ.
BLANCAS. NEGRAS.
[Mr. Medie//.]
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— CR—3 A . 2— CD—3 A .
3— A 5 C. 3— C 3 A .
- 4-—P 4 D . 4—PXP.
5— P 5 R . •5—C5K
6— Enroca. 6—j 3 TD.
7— A X 0.
Aquí vemos justificada la salida de R u i Ropez, supuesto
que en vez de perderse tiempos eu retiradas- con el alfil, ~o ha
tomado el caballo que se atacó desde el principio. Pocos son
los buenos jugadores que proceden así, no obstante, porque
las negras si bien doblan un peón, expedí tan al instante la ac-
ción de la dama y del alfil de la propia dama.
7—PD X A .
. 8—DXP. 8—AD—4 A.
9—A 4 A . 9—AR—4 A.
1 0 - - D x D -f. 10—T x D.
1 1 — C D — 2 D. 1^— Enroca.
1 2 — C X C. 12—A x C.
13—C5C. 13—AID:
1 4 — T R casilla R . 1 4 _ p 3 TR.
15—C 4 R. 1 5 — A X C.
. 16—T X A . 16—P 4 CR.
1 7 — A 3 C. 17—T7D.
1 8 — T casilla A D . 18—P4 AR.
E s a jugada decide l a partida en favor de las negras, puos
las blancas se ven obligadas á tomar el peón al paso, para no
perder en seguida el alfil, con. el'avance del mismo péon.
1 9 —P X P al paso 19—TR X P.
2 0 —P 4 T R . 2 0 — A X P y.
21^-A X A . 21—TR X A.
22—PxP.
Hubiera sido mejor: T 4 C R , aunque de cualquiera mane-
ra las blancas habrían perdido; pues las negras, teniendo do-
Maclas sus torres, es claro eme podían haberse apoderado de
js peones blancos del lado de l a dama.
22—TxPCf.-
2 3 — R casilla A . 23—P X P.
2 i — T 7 R, 21—P5C.
25—TXP. 25—P 6O
So rinde.
BLANCAS. NEGHAS.
1— P 4 R , 1—P4R,
2— C R — 3 A . 2—CD—3A .
3 — A 5 0. 3—CR—3 A .
. 4 — A X C
Y a hemos dicho que para nosotros obra lógica monte, aunque
no con provecho propio, el que hace la apertura do R u i López,
y on seguida se apodera del c.ibalb de l a dama del contrario.
•Mr. Staunton aseguraba en su Chcss JPIayer's Chronicle. que es
movimiento.perjudicial aprehender el caballo á la cuarta j u g a -
da, civcsa situación. Paroce que lo ma? juicioso cuando se adop-
ta esta apertura, es dejar el alfil en la casilla á que so.le lleva,
hasta que el enemigo desorganice sus peones de la derecha pa-
va obligar al alfil á que se marche, ó hasta que dicho alfil pueda
t ornar el caballo bajo circunstancias mas favorables ó que pro-
duzcan, importantes resultados.
L a s negras tienen y a un peón doblado, pero en cambio su
reina obtiene desde luego.una marcha desembarazada y expe-
dita. Nos parece oportuuo manifestar aquí quo en México se
llama traspellar, al acto por el cual se obliga á un contendien-
te á doblar sus peones. •
5— P 3 D . ' 0—AD^^O;
P o r regla-general es bueno evitar con los alfiles que so mue-
van los caballos, cuando detrás de estos, en la misma linca del
alfil, se encuentran el rey, la dama ó la torre.
6 — Enfocan. 6— A 2 E . •
7— A D — 5 C. 7 — G 4;TV
8— A X A . 8—D X A .
9— P 3 T E . 9—A 2 D.
1 0 — CD—.3 A . lO-dünrocaconTD.
11— C 2 E . I ^ P I C E /
1 2 — C 2 T. 1 2 — T D casilla 0.
1 3 — C 3 C. 13—O 5 A .
14— P 4 D . 14—P 4 T E .
Hafóer adelantado antes que ese, el peón del caballo del rej',
hubiera sido prematuro".
l o — P 3 APv. 1-5—P o C E ;
16— P A X P. 16—PT X P.
17— C X P . 17—A.X C-
18—P X A ¡ 1S—DóTE.
19— T x C . 19—DXC.
Las blancas dan su torre por el caballo, á causa de la amena-
zante posición que guarda esta pieza, y la que adquirirá dealo
el instante en que la dama negra vaya á la sétima do l a tor-
re. Las negras desprecian la torre, y toman el caballo, porquo
tanto de un modo como de otro tienen que ganar la paitida.
20— T 3 A . 2 0 — I) 7 T-|\
21—- R 2 A . 21—T X P .
2 2 —D casilla CÍU 2 2 — D 3 T.
2 3 — T D casilla D . 23—T X P R :
24— P X P. 24—T X P.
2 5 — R casilla A . 2 5 — T R casilla R . .
2 6 — T R ' — 2 A.__ 26—D 3 D.
Excelente es esta jugada de M r . Brien. Las blancas no pue-
den apoderarse de la dama con la torre de l a reina, porque las
negras darian mate al rey con sus torres dobladas.
2 7 — T casilla C. 27—D 5 CD.
Se rindo, por tener que
perder la reina.
L a partida anterior es un ejomplo muy significativo, de lo
dosastroso que es dejar al rey sin peones que lo circuyan.
EJEMPLO CUARTO D E L A A P E R T U R A D E
RUI LOPEZ.
BLANCAS. . NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A. 2—CD—3A .
3 —A 5 O 3—P 3 TD.
4— A 4 T. 4—CR—3A .
5—D 2 R.. 5—P 4 CD.
6— A 3 C . 6 — A 2 0.-
7— P 3 D . 7—A 4 A.
8— C 3 A. 8— Enroca.
9— A 5 C 9— P 3 T.
10—A 4 TR. 10—C 5 D .
1 1 _ _ C X C. íi—p x c:
1 2 — C ii su casilla. 12— A 2 R.
1 3 — Euroca. 13—P 4 D.
1 4 — A X C. 14— A X A .
15— P 5 R . 1 5 —A 2 R .
16— P 4 A R . 16— P 4 A D .
17— P 3 TD. 17— D 2 D.
1S—C 2 D . 1 8 — TD- casilla D.
1 9 — D 5 T. 19— P 3 A.
Hubiera sido preferible avanzar de una voz ol pcon del a l -
fil del roy dos pasos, bien para que fuera tomado al paso, y
destruir la fuerza de los-^oones c o n f e s o s por eso rumbo, bion
para impedir el camino al pcon dol caballo del rey enemigo.
20—C 3 A . 20—P X P.
2.1—C X P R . 21—D 3 D.
2 2 — T D casilla R . 2 2 — P 5 A.
23—P x P. 23—PD X P.
24— C X P.
Profunda combinación, que asegura el triunfo tí de Vero, es
la que acaba de iniciar, entregando el caballo.
21—PxC.
2 5 — A X P f. 2 5 — R 2 T.
26— T 6 R. 26— D 4 A .
27— T X P T R 27— P X T .
28— A 3 D t- So rinde, por no poder evi-
tar el mate, sino á costa
do la dama y una ;
toiTe,
E J E M P L O QUINTO D E L A A P E R T U R A DE
RUI LOPEZ.
BLANCAS. NEG-RAS.
[Herr Lowenihal] [MM. Brien y Wormaíd¡]
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2 _ C D — 3 A.
8 — A 5 C. 3 — P 3 TD.
4— A 4 T D . 4_CR—3 A.
6—Enroca. 5— C X P.
6 — T R casilla R . 6 — C 4 AD.
7 _ A X 0. 7— P D X A .
8—C X P . 8— A 3 R.
5— D 5 T. 9 _ D 3 A.
!0_p 4 D. 10— C 2 D.
1 1 — A 5 C. 11—D 4 A .
12— P 4 CR. 12— D X P A D .
13— C X P A R . 13— P 3 CR.
14— C X T (!). 14— P X D.
15— T X A f. 15— A 2 R .
1 6 — T X A f. 1 6 — R casilla A .
1 7 — C D — 3 T. 17— D X P C D .
1 8 — T D casilla R . 1 8 — D X C.
1 9 _ T x C. 19— D 6 TR.
20— T 7 A R f. 2 0 — R casilla C.
21—^ - T D — 3 R . 21— D X PC f.
2 2 — T 3 C. 2 2 — D 8 D f-
2 3 — R 2 C. 2 3 — R X C.
24— A 6 A tf.
EJEMPLO SEXTO D E L A APERTURA DH
RUI LOPEZ.
BLANCAS. NEGBAS.
[Mr. Simonas] [Mr. 0. F. Smith.]
1—P 4 R. 1—P 4 R.
2 — C R — 3 A. 2—CD—3 A.
3—A 5 C. 3—CR—3 A.
4—Enroca. 4—A 3 D.
6—CD—3 A. 5—C 5 D .
6 — C X C. 6 — p x C.
7—C 2 R . 7—C X P .
8 _ C X P. 8—Enroca.
9—P 3 D. 9 — D 5 T.
10—C 3 A R . 1 0 — D 4 T.
11—AR—4 AD. 11—C 3 A R .
1 2 — A D — 5 C. 1 2 — A X P f.
13—C X A . 13—D x A .
14—P 4 AR. 1 4 — D 4 A D f.
1 5 — R casilla T. 15—P 4 CD.
1 6 — A 3 C. 1 6 — A 2 C.
17—P 5 A R . 1 7 — T D casilla R .
18—P 4 D. 18—D 3 A .
19—C 3 A. 1 9 — C 5 C.
2 0 — C 4 T. 20—C 6 R.
2 1 — P 5 D. 21—D 3 TR
22— D 4 D. 22— P 4 A D .
2 3 — P X P al paso. 23— A X P .
2 4 — T D casilla R . 2 4 — T 5 R y gana.
E J E M P L O SETIMO D E L A A P E R T U R A D E
RUI LOPEZ.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—CD—3 A .
3 — A 5 C. 3—P 3 TD.
4— A X C . 4—PDXA.
5— C D — 3 A .
Si en voz de jugar así, las blaucas hubieran tomado el peón
del rey con el otro caballo, las negras habrían recuperado el
peón, moviendo: D 5 D .
5—A 3 D.
G — C D — 2 R. G—P 4 A D .
Para que las blancas no puedan avanzar después el peón de
FU dama.
7—P 3 A D . 7—P 4 A R .
3 TD. 8—C 3 A .
9 - C 3 C. 9—P 5 A R .
No era posible que las negras ganasen el peón del rey gra-
tuitamente, porque los contrarios a l dar después jaque con
clama en la cuarta de la torre, hubieran desquitado el peón
perdido.
10—C 5 A. 10—A X 0.
11—P X A. 11—D 2 D.
12—D 2 A. 12—Enroca con TD
13—P 4 AD. 13—P5 R.
14—C 4 T. H _ A 4 R.
15—P 3 AR. 15—A 5 D.
16—TD casilla C. 1 6 _ P X P.
17_p p.
x 17—D 2 R f.
18—R casilla D. 18—TR. casilla R.
19—P3D. 19—A 6 R.
20—C 2 C. 20—TXPf.
21—D X T. 21—T casilla D.
22—D X T -p 2j^-D x D f.
23—R 2 A . 2Ó—A x A.
24—TD x A. 24—D5D.
25—R 3 C. 25—D 6 D f.
26—TD—3 A . 20—D x P 5 A.
27—TR casilla D. 27—P 4 CR.
28—TR—2 D. 28—P 4 TR.
29—TD—3 D. 29—P 3 C.
30—P 4 TD. 30—P 5 CR.
31—P 5 TD. 31—P 4 CD.
32—PAD X P. 32—P 5 AD f.
33—R X P. 33—D x P f .
34—R 4 D. 34—P 4 A D -¡-.
35—R 3 A.
E l rey blanco no se resolvió á ir á su quinta capa, temien-
do el jaque á la descubierta que hubieran dado las negras, con
solo avanzar un paso el peón del alfil de la dama.
í¿5—P X P.
36— T X P. 35—C 5 R t-
3 7 — P, 2 A . 3 7 — C X T.
Se rinden.
Nada lograrían las blancas con tomar el caballo con el rey,
porque la dama negra en seguida se apoderaría con jaque del
peón del caballo de la reina, aprehendiendo después el caballo
que los queda á los contrarios.
CAPITULO X V I .
Dol C o n t r a - g a m b i t o de G r e c o , en l a s a l i d a d e l
caballo del r e y .
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. 1— P 4R.
2— C R — 3 A . 2— P 4 A R .
BLANCAS.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—P4AR.
3 _ C X P. 3—D 2 R .
Cree M . Sansón, profesor ilustrado de ajedrez, y comen-
tador de Greco, qucTÍUbiera sido n^jor paralas negras haber
llevado la dama á l a tercera del alfil.
4— D 5 T -|-. 4—P 3 CR.
5— C X P C . 5—DXPf.
G — R casilla D . 6—CR—3A.
7— D 3 T. 7 — P X C.
8— D X T. 8 — C 5 C.
9—D 4 T. 9—C 6 R f.
1 0 — P A X C. 1 0 — D X D y ganan.
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R , 1—P 4 R.
2— C R — 3 A. 2—P 4 AR.
3— C X P. 3—D 2 R .
4— D 5 T f..
E r a preferible haber jugo :P4D.
4—P 3 CR.
5— C X P C . 5 _ D X P R t.
6—A 2 R . 6— C R — 3 A .
7— D . 4 T . 7— D x P C
8 — C X T. 8—D X T f .
9 — A casilla A . 9 _ D 5 R f.
10— D X D . 10— P X D.
11—A 4 A . 11— P 4 D.
12— A 5 C f. 12— P 3 A .
13—A 2 R. 1 3 — A 2 C, y ganan.
Variante s<
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— P 4 A R .
3— C x P . 3 —D 2 R .
4 _ D 5 T +• 4— P 3 C R .
5— C X P C . 5_D X P -|-.
6— A 2 R . 6 — C.3 A R .
7— D 3 T . 7— P x C.
8 — D X T. 8 — D X PC.
9 — T casilla A . 9 —R 2 A .
1 0 — A 4 A f-
E l golpe exacto era: D 4 T.
10— P 4 D .
11— A 2 R. 11— C 3 A .
12— P 3 A D . 12— A 2 D .
13—P 4 D. 13_C X P.
14_P C.
X 14—A 5 CD. f
15— A 2 D. 15—A X A f .
16— C X A . 1 6 — T X D , y ganan.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
1 —P 4 R . 1— P4R.
2— CR—3 A . 2— P 4 A R ,
3— C x P . 3— D 2 R .
4 —D 5 T t . 4 —P 3 C R .
5— C X P C . 5 —D X P t -
6—R casilla D . 6— C R — 3 A .
7—D 3 T. 7 _ P x C.
8 _ D X T. 8 — C 5 C.
9—P 3 D. 9 — C X P A f-
10— R 2 D. ]£—D 5 CR.
11— A 2 R. 11— D 5 A R f.
12— R 3 A . 12— D 5 CD f t
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
Ropítanse las diez primeras jugadas de l a variante an-
terior.
1 1 — T casilla C. 1 1 — D 8 D f.
12— R 3 R. 1 2 — C 5 C f.
13— R 4 D. 1 3 — D X A D , y ganan.
Variante quinta.
BLANCAS. NEGRAS.
Repítanse las diez primeras jugadas de la variante tercera.
1 1 — D 5 R f. 11—R 2 A.
12— D 5 D f. 1 2 — R 2 C.
1 3 — D 5 R f. 1 3 — R 2 T.
1 4 _ T casüla C. 1 4 — D 8 D f.
15—R 3 R.
S i el rey hubiera ido á l a tercera del alfil, las negras sa
hubieran apoderado de l a dama blanca, jugando: A 2 C .
15__C 5 C t .
Pierden las blancas su dama.
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
Variante sétima.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—P 4 A R .
3— P X P .
E s t a es una variante radical, pues en las anteriores las
blancas han tomado el peón con su caballo.
3—P 5 R.
4— C 5 R . 4—CR—3 A.
5— P 4 C R . 5—P 3 D .
6— C R — 4 A D . 6—P 3 TR.
7 — A 2 C. 7—P 4 D.
8— C 3 R .
E l movimiento, mas fuerte era: C 5 E , para que el caba-
llo hubiera ido en seguida á s u casilla s e x t a .
8—P5D.
9—C 4 A D . 9—P 4 CD.
1 0 — C R ^ - 3 T. 1 0 —P 3 T D .
1 1 —P 3 D . 1 1 — A 2 0.'
1 2 —P X P . 12—C X P R .
'13—C2D. 1 3 — A R . — 5 C.
14—P 3 A D .
E r a mejor para las blancas haber enrocado.
14—P X P .
15_C x C 1 5 —P X P - +•
16— A 2 D . 1 6 —A X A +.
17— C x A . 1 7 —A X A .
1 8 — T R casilla CT~ P X T y pide D .
1 9 —D X D . 1 9 — Enrocan.
2 0 —T X A . 2 0 —D 2 R -K
2 1 — R casilla A . 2 1 — D X C j ganan.
Variante octava.
(Por Basterot.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—P 4 AR.
3— C X P . 3—D 3 A .
Y a se ha visto que Greco conduce l a dama en este caso á
la soguuda del rey; pero análisis posteriores han demostrado
quo es preferible situarla en el lugar que aconseja Basterot.
4— P 4 D . 4—P3D.
5 — CR—4 A D . 5 — P XP.
6—CD—3 A . 6— P 3 A D .
7_.C X P R . 7— D 3 R .
Juego igual.
Variante novena.
(Por B as tero t.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R , 1— P 4 R .
2— C R - 3 A . 2— P 4 A R .
3— C X P . 3— D 3 A .
4— P 4 D . 4 _ p x P.
5— A R - 4 A . 5— C 2 R .
6— C D — 3 A . 6— D 4 A R .
7— C 5 C D . 7— C 3 T .
8— C R — 7 A 8 ^ T R casilla C.
9 _ C 6 D f- 9 — R casilla D .
1 0 — A X T.
L a s blancas tienen entonces l a ventaja.
Variante décima.
(Por Bastorot.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— P 4 A R .
3— C x P. 3— D 3 A .
4— P 4 D . 4 _ p x P.
5— A R — 5 A . 5—P 3 A D .
6— A 7 A f . 6— R casilla D .
7— A X C . 7— T X A .
8— A D — 5 C. 8— D X A .
9 — 0 7 A -{-•
Las negras pierden l a dama.
EJEMPLO PRIMERO D E L CONTRA-GAMBITO
D E GRECO, EN L A S A L I D A D E L C A B A L L O D E L B E Y .
-
BLANCAS. NEGRAS.
(Por A . C. Vázquez.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—P 4AR.
3— C X P. 3—D 3 A .
4— P 4 D . 4—P 3 D.
5_CR—4 AD. 5—P X P.
6— C D — 3 A . 6—P 3 AD.
7— C D X P R . 7—D 3 R ,
8—D 2 R . 8 _ p 4D.
9— C D - - 6 D f- 9—R 2 D.
10— C X A . 10— D X D f .
11— A X D. 1 1 — P X C.
12— A 4 C | . 1 2 — R casilla D .
13—AD— 4 A . 13— C R — 3 A .
14_A3T: 1 4 _ C casilla R .
1 5 — Enrocan con T R . 15— C 3 T .
1 6 — T R casilla d e l R . 1 6 — A 5 C.
17— P 3 A D . 17— A 4 T.
18—C 6 D .
42— P 6 D. . 42— A 3 R.
4 3 — C X PT.* 43— R X P.
44— R 3 R. 44— P 4 CD
45— 0 6 A . 4 5 — P 4 T.
46— P 7 D. 46— A X P-
47_C x A. 4 7 — P 6 C.
48—PXP. 48— R 7 O
Se rinden.
[Mr. Cochrane."]
1—P 4 R . 1— P 4 R .
2_CR—3 A. 2— P 4 D .
Nótese que M r . Staunton inaugura el contra-gambito, no
avanzando dos pasos e l peón del alfil del rey, como aconse-
jaba Greco, sino moviendo el peón de l a reina. Tanto de esta
manera como de l a que y a conocemos, l a apertura se presta
á combinaciones muy interesantes.
3— C X P. 3— D 2 R .
4— P 4 D . 4 — P 3. A R .
o—CD—3 A . 5 —P x O .
6—C x P. • 6— D 2 A .
7—AR—4 A . 7— A 3 R .
S—Enroca. 8— P 3 A .
9—P4 AR. 9 — P X C.
10—PAXP. 10—D 2 D.
11— P X P . 11—AXP.
12— P 6 R , 12—D 3 A .
13— D 5 T f . 1 3 — P 3 GR.
1 4 —D X A . 14—C2R.
E J E M P L O QUINTO D E L C O N T R A - G A M B I T O
D E GRECO, E N LA, S A L I D A D E L C A B A L L O D E L R E Y .
BLANCAS. NEGRA S. • •
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— CR—3 A . 2—P4AR. '
3—A 4 A .
E l movimiento correcto se sabe y a cuál es: tomar el peón
del rey con el caballo.
3—D3A.
4— P 4 D . 4—PAxP.
5 _ P X P. 5—D 2 R.
6— C 5 O 6 — C R — 3 T.
7— Enroca. 7—CD—3 A.
8 _ C X PT. 8—D X P.
N o se apoderó la torre, del caballo, porque las blancas
hubieran dado jaque en seguida con su dama, en l a 5* de
la torro del rey, y a para tomar dicha torre, si el contrario
cubria el jaque con el caballo, y a para llevar el alfil de l a
dama á la 5* del caballo, s i el rey negro se retiraba a l a ca-
silla de su dama.
9—C X A . 9 — C R — 5 C.
10—P3CR. 10—CD—5D.
11_CR—6C. . 11—D 4 TR.
1 2 — C R — 4 T. 1 2 — C D — 6 A f.
1 3 _ C x C 13—CXPT.
Perfectamente ju<p¿o, pues y a n^pueden las blancas evi-
tar el mato.
U—CR—4 T. 1 4 — C 6 A f.
1 5 — R casilla T . 15—D 5 CR.
1 6 —R 2 C. 1 6 — C X C f.
1 7 — R casilla 0. 17—06 A f .
Se rinde.
C A P I T U L O XVII.
De otras m a n e r a s de c o n t r a r e s t a r y de p r o s e g u i r l a
salida del caballo del rey.
PRIMER SISTEMA.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P i R. 1— P 4 R .
2— C R — 3 A . 2— A R — 3 D .
Es mala esa jugada de las negras, porque embaraza la sa-
lida de l a dama y del alfil de l a misma.
3—A 4 A . 3—CR—3 A .
4 _ p 4 D. 4 — C X P.
5— P X P . 5—A 4 A .
6— D 5 D . 6 - A x P f .
7— R 2 R . 7—Eurocau.
8— D X C. 8 — A 3 C.
9 — C 5 C y ganan.
1— P 4 R. 1—P 4R.
2— C R — 3 A . 2—A 3 D.
3— A 4 A . f—CR—3 A.
4— P 4 D . 4—C 3 A .
5— P X P . 5—CDXP.
6— C X C. 6 — A X C.
7— P 4 A R . 7—A3D.
8— P 5 R . 8—D2R.
9— D 2 R , y ganan una
pieza.
SEGUNDO SISTEMA.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R. 1 — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—D3A.
M a l a también es esta segunda jugada de las negras. E l l a
viola, como dice Basterot, e l principio fundamentara'e que
la reina no debe salir prematuramente a l centro deliabloro,
antes de estar bien situadas las demás piezas.
3— A 4 A . 3—D3CR.
4— P S D . 4—DxPC;
5— A x P f . • 5—R x A .
6— T casilla C. 6 — D 6 T.
7— C 5 C, f y ganan.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R , l — P 4 R.
2— C R — 3 A . 2—D 3 A .
3— A 4 A . 3—D 3 CR.
4 — Enrocan. 4^-D X P R .
5 — A X P f. 6—R 2 R.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 . R . 1—P 4 R .
2— C R — 3 A . 2—D 3 A .
3— A 4 A . 3—D 3 CR.
4 — Enrocan, 4—D x P R .
5— A X P f- 5 — R casilla D .
0—C x P. 6—CR—3 A
S i l a clama negra hubiera tomado el caballo, la respuesta
de Jas blancas para ganar en el acto, era esta: T casilla R .
7— T casilla R . 7—D 4 A R .
8— A 6 C . "S—D3R.
E s evidente que las negras no se apoderaron "del alfil, por-
que habrían recibido mate, situando las blancas su caballo
del r e y en l a 7 del alfil.
?
9— C 7 A f, y ganan.
SISTEMA TERCERO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4R.
2— C R — 3 A . 2-.-A 4 A .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— C R — 3 A . - . 2—CD—3A .
3— P 3 A D .
E s t e movimiento quo es bastante sólido, se presta á n u -
merosísimas-variantes. Ellas so encuentran perfectamente
íiualizadas por Lowenthal, en la Nouvcllo Régcncc, ano de
1861. '
P a r a contraresta'rla, Ponziani aconseja que se continúo j u -
gando con el siguieute contra-gambito:
3 -5?>4 A R .
4— P 4 D .
Contestan así las blancas, por ser desventajoso aceptar el
contra-gambito, como so verá después.
4— P A X P .
5— C P .
X 5—C3A.
6— A R — 5 C. 6—P 3 TD.
7—A x C . 7 - r C X A . ...
8— A 5 C. 8 — T D casilla C.
9— P 4 C D . 9—A2C.
1 0 — Enrocan. . 10—P 4 D.
11—P 3 AR. 11—A 2 R
12— P X P . 12—Enrocan.
Se ve que el consejo de Ponziani, no es de seguirse: las
blancas se hallan mejor dispuestas y tienen un peón mas.
Variante primera del sistema cuarto.
BLANCAS. NEGRAS.
1- - P 4 R . l__p 4 R.
2- - C R — 3 A . 2— C D — 3 A ,
3—P 3 A D . 3— P 4 A R .
4— P X P . 4— P 3 D .
5— P 4 C R . 5— P 4 T R .
6— C R á su casilla. 6— P X P .
7 _ D XP. 7— C R — 2 R .
8—A 3 D . 8— P 3 C R .
Las negras tienen juego mas ventajoso
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C R - 3 A . 2— C D — 3 A .
3— P 3 A D . 3— P 4 A R .
4— A 5 C. 4 _ p x P.
5— A X C. 5_PD XA.
6— C X P . 6 — D 4 C.
Las blancas están mal.
SISTEMA QUINTO.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R . l — P 4 R.
2— C R - 3 A . . 2—CD—3A .
3— P 3 D. 3—A 4 A .
4— A 2 R. 4—P 3 D. '
5 — Enrocan. 5 — C R — 3A .
6— P 4 A D . G—P3TR.
7— C D — 3 A . 7—CD—2 R.
8 - C D — 4 T. 8 - C l R - 3 C.
9—C X A . 9 — P T X C.
Este último sistema no tieno nada do recomendable, por
no ser brillante, y por obstruir los movimientos do las pie-
zas por ambos lados.
C A P I T U L O XVIII.
1— P 4 R . 1—P 4 R
2— P 4 D. 2—P XP.
Puede seguirse desarrollando de esta manera:
3— A R — 4 A . 3 — A 5 C f.
L a jugada justa por parte de las negras, según Jaenisch,
4— P 3 A D . 4—P XP.
5_P x P. 5—D 3 A :
E l peón del alfil de l a dama de las blancas, no puede to-
mar el alfil inmediato, porque la reina negra aprehendería
torre una del contrario.
G—D3CD. 6—A 4 A .
7— C R — 3 A ^ 7—P 3 D.
8— Enrocan. ' 8—P 3 TR.
9— T casilla del R . 9—C 2 R .
Las negras tienen un peón mas, y buena posición.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2— P 4 D. 2—P XP.
3— D X P. 3—CD—3 A .
4 — D á su casilla.
Deben fijarse los aficionados principiantes, en que l a d a .
ina, a l comenzar la partida, en ninguna parte está mejor que
en su casilla, para no obstruir l a salida de las otras piezas,
y no exponerse á ataques que la obliguen á perder tiempo
cuando monos.
4—A 4 A.
5—AR—4 A. 5—CR—3 A.
6_CD—3 A. 6—D 2 R.
7— A D — 5 C. 7—A X P f .
8— R X A . " 8—D 4 A f.
9— R á su casilla. 9—DXAD.
Y las negras tienen l a ventaja.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R,
2— P 4 D . 2—P x P.
3— D x P - 3—CD—3 A .
4 — D casilla D . 4—A 4A .
5— C R — 3 A . , -sS^-CR—3 A .
6— P 5 R . 6—D 2 R.
7— D 2 R . 7—C 5 C R .
E l juego blanco queda en posición inferior a l negro.
• ¿Qué debe deducirse de esto? Que no es favorable e l Gam-
bito d e l centro para el que lo propone.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4D¿'
2— p X P. 2—CR—3A .
3— A S O t . 3—A 2D.
4— A 4 A . 4—A 4 A.
5— C D — 3 A . 5—P 3 A D .
EJEMPLO PRIMERO D E L GAMBITO
DEL CENTRO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— P 4 D. 2 _ P x P.
3—A R — 4 A . - 3— C R — 3 A .
4— P 5 R . 4— P 4 D .
5— A 3 C. 5— C 5 R .
6— C R — 2 R . 6— A R — 4 A .
7— P 3 A R . 7— O 4 C.
8— C X P . 8— Enroca.
9— A 3 R . 9>~T casilla R .
10— P 4 A R . 10— C 5 R.
1 1 — Enroca. 11— CD—3 A .
12—P 3A D . 12— CD—2 R.
1 3 — R casilla T . 1 3 —A 3 C.
14— C D — 2 D . 14—P4AD.
1 5 — C 5 C. 15— C 4 A R .
1 6 — C x C. 16— C X A .
17— D 3 A . 1 7 — F x O.
A nuestro juicio era preferible para M r . Schulten, haber
tomado la torre del rey con su caballo; torre cuya pérdida p u -
do haber evitado antes V o n D e r Jjasa, con solo no hacer cam-
bio de caballos, y situar l a dama en l a casilla del rey, al hacer
la jugada décimasexta.
18— A x P f. 18—R X A .
1 9 — D X C. 19—D 6 D.
20— 0 6 D f . 20—R2R.
2 1 — D casilla del R . 21—P 6R .
2 2 — T casilla D . 22—D 3 CR.
23— D 4 T t. 2 3 — R casilla del alfil.
24— P 5 A R . 2 4 — D 3 T.
25—D 4A D . 25—D 4 T. .
26— P 4 CR. 26—P 7 R.
27—P x D. 2 7 — P x T R y pide D f .
28— T X D . 2S—T2R.
29—P 6 A . So rinde.
Se han podido ver en l a partida precedente, ataques de-
masiado audaces de parte de las blancas; movimientos poco
firmes y sacrificios n i necesarios ni prudentes, pero todo eso
tieno explicación s i se considera que el eminente analiza-
dor alemán se batía con un ajedrecista inferior á él, y quo
por lo mismo pudo complacerse en p r a c ^ a r atrevidos, aun-
que elegantes ensayos, hacÍGudo gala á la vez de su ciencia y
de s u maravillosa invontiva en el ajedrez.
BLANCAS. . NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4R.
2— P 4 D. 2—P x P .
3— C R — 3 A . 3—CD—3 A
4— A R — 4 A . 4—A 4 A .
5 — Enrocan. 5—P 3 D .
6—P 3 A D . 6—D 3 A .
28
7 — A D — 5 C. 7— D 3 C.
8— A 4 T R . 8— A D — 5 C.
• 9—CD—2D. 9— C R — 3 A . ~
10— A 5 D. 10_C x A,
1 1 — P X C. 11— C 4 R.
12— P x P- 1 2 — A X C.
18—O XA-. 13— C X C - T
1 4 _ D x C. 1 4 — A 3 C.
1 5 — D 2 R f. 1 5 — R casilla del A .
1G—D 7 R f . 1 6 — R casilla del C.
1 7 — T D casilla R . 17— P 3 T R .
18— D 7 D . 18— R 2 T .
19— T 7 R. 19— P 3 A R .
2 0 — T R casilla del R . 2 0 — T D casilla D .
21—T x P t-'
Esta soberbia jugada de los Sres. P i o l y Carrington, podía
haber hecho honor á cualquiera ajedrecista délos primeros
do Europa. Fué una evolución atrevida y salvadora, porque
si la dama blanca se hubiera retirado, abandonando el ataque,
las negras habrían ganado probablemente la partida.
2 1 — D X T.
2 2 — D 5 A •(-• 2 2 — R casilla del C.
2 3 — T 3 R. 23— D 2 A.
24— A X P. 2 4 — T R — 2 T:
25— OD 4 C f. 2 5 — T 2 C.
26— A X TR. 26— D X A .
27— D 6 R f. 2 7 — R 2 T.
28— T 3 CR. 2 8 — D casilla A .
29— D 6 C t. 2 9 — R casilla T .
30— T 3 T R . 3 0 — Se rinden.
EJEMPLO TERCERO DEL GAMBITO
DEL CENTRO.
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS,
1— P 4 R. l — P 4 R.
2— P 4 D. * 2 — P XP.
3— P 3 A D .
r— I
t •2.
17
Y?
X} "1
ÍL
BLANCAS.
EJEMPLO PRIMERO D E L GAMBITO DANES.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2— P 4 D. 2—P XP.
3— P 3 A D . 3—P x P .
4— A R — 4 A . 4—CR—3 A . •
N o toman las negras el peón del caballo de l a dama, con
B U peón, porque entonces las blancas adquirirían una tor-
ñble posición con sus dos alfiles.
5— P 5 R .
Comentando esta partida Steinitz y Potfer, dicen quo eso
movimiento no pued^ser r e c o m e n d é , pues la jugada pro-
cisa es: C X P ,
0—P4D.
6— C X P . • G—PXA.
7— D X D t - 7—R X D.
8 _ P x C. 8—P X P.
9—A 4 A. 9—AD—4 A .
1 0 — Enroca f . 1 0 — A 6 D..
11— O 5 D. 11—C 3 T.
12— C x P A R . 12—A3D.
13— A 3 R .
Erróneamente jugado. E l movimiento indicado era llevar
el caballo del r e y á l a tercera de la torre, después de haber
hecho cambio de alfiles.
1 3 — C 5 C.
L a jugada precisa, después de la falta cometida por el D r .
Lindehn.
14— P 3 TD. 14— C 7 T f.
•15—R2D. 15—A 4 R. ..
16—C 5 D. 16— A P-
x
BLANCAS. NEGRAS.
3— P 3 A D 3— A 4 A .
4— P x P. 4 — A 3 C.
5 — AE—4 A. 5 — D 2 R.
6— C D — 3 A . - 6— P 3 A D .
7 _ C E — 2 E. 7— A 2 A .
8— Enroca. 8— P 4 T R .
9— P 4 A . 9— P 3 D .
10— P 5 A . 10— C 2 D .
11— A D — 4 A. 1 1 — C D — 3 C.
12— A 3 C D . • 12— A 2 D.
1 3 _ T casilla A D ; 1 3 — Enroca.
K _ D 2 D. 1 4 — A casilla R .
15— P 4 TD. 1 5 _ R casilla C.
16— P o T. 1 6 — C casilla A .
17— P 5 D . 17— A X P.
18— D 2 A . 18— P 3 A R .
1 9 — E casilla T. 19—77-P 4 A .
2 0 — T casilla T. 20— A 3 C D .
2 1 — A 4 T. 2 1 — € 3 T.
22— A X A . 22— TD X A .
23—^ T 4 T. 23— C 2 A .
2 4 — T E casilla T . 2 4 — P 3 T.
25— A 3 E . 25— D 2 A .
26— C R — 4 A . 26— C 4 R.
27— CR— 6 R. 27— D 2 D .
2 8 — A casilla C. 2 8 — A 2 T.
29— P 4 C D . 29— P X P .
30— T X P C . 30— A X A .
31— R X A. 3 1 — R casilla T.
32— C 5 CD. 3 2 — T D casilla C R .
3 3 _ _ C D — 7 A f. 33—^ R 2 T.
3 4 _ T X PT f • 3 4 — P X T.
3 5 — D 2 AR- f. 35— C 3 CD.
36— D X C tt-
EJEMPLO TERCERO D E L GAMBITO DANES.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4R.
2— P 4 D. 2—P X P.
3— P 3 A D . 3—P x P-
4— A R — 4 A . 4—P x P.
Error gravo es tomar ese peón, como anteriormente se ha
indicado.
5— A D X P . 5*-CR—3 A.
6— C R — 3 A . 6—A 4 A .
7— P 5 R . 7 — C 5 C.
8— AXPf. 8—R x A.
9— D 5 D f . 9 — R á su casilla.
1 0 —D X A . 10—D 2 R.
11— D X P A . 11—D5C . T
BLANCAS. NEGKAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2— P 4 D. 2—P XP.
3— P 3 A D . 3—PXP.
4— A R — 4 A . 4—P 7 A .
5 _ D x P. 5 — A 5 C f.
6— A 2 D . 6 — A X A f.
7— C X A . 7—C 2 R.—&n.
CAPITULO XX.
APERTURA DE HAMPE.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— C D — 3 A . 2— A 5 CD.
3— C R — 3 A . 3— C D — 3 A .
4— A R — 4 A . 4— C R — 3 A .
5 — P 3 D. 5— P 3 D .
6—Enrocan. 6—Enrocan.
Y así el juego no es ventajoso por ningún lado, quedando
convertido en Ginoco Piano.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— C D — 3 A . 2—CR—3A .
3— A 4 A . 3—P 4 CD.
Este movimiento de las negras constituiría el gambito
Evans, si su alfil estuviese en la cuavís del alfil de la dama.
E l objeteveon que lo hizo M r . L o w e n t h a l , es sin embargo ol
mismo cou que se ejecuta dicho gambito.
4— A X P C . 4—P 3 AD.
5 — A 4 T. 5—A 4 A.
6— C R — 3 A . 6—Enroca,
7— Enroca. 7—P 4 D .
8— C R X P . 8—P X P.
9— C x P A D . 9—D2A.
1 0 — C X C. 1 0 — C 5 C.
11—P 3 C R . ir—C4R.
12— C 7 D .
Nosotros hubiéramos llevado ese caballo a la sexta del
alfil, bien para salvarlo, bien para hacer cambio con él por
el de las negras, que tiene formidable ataque.
1 2 — C 6 A y.
1 3 — R casilla T. 1 3 — A 2 C.
14— C A .
x 1 4 — D x C.
1 5 —R 2 C. 3 5—D 4 T R .
16— P 3 TR. 16— P 6 R .
17— P D X P, 17— C 8 R - f .
1 8 — R 2 T. 18— C 6 A f .
1 9 — R 2 C. 1 9 — T D casilla D .
Se rinde.
S i l a dama blanca se hubiese situado en l a segunda del
rey, las negras habrian jaqueado á l a descubierta, situando
el caballo en l a quinta de l a dama, y tomando en seguida
la reina contraria. P o r eso capitularon las blancas.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R : 1— P 4 R .
2— C D — 3 A . 2— A 4 A .
3— 0 4 T D .
E n esta apertura, que nos parece digna de ser recomen-
dada, hay la ventaja do atacar en el acto con el caballo e l
alfil del rey del enemigo, haciéndolo abandonar l a importan-
to líuca quo ocupa.
SEGUNDO E J E M P L O D E L A S A L I D A D E L
CABALLO D E L A DAMA.
BLANCAS. NJEGBAS.
1— P 4 D . 1— P 4 A R .
2— C D — 3 A . 2— P 4 D .
3— A 4 A . 3 —P 3 R.
OONTIIA-Q AMBITO D E L B W I 9 . — D E F E N S A I T A L I A N A . — Q A S I U I T O D E B U r
LÓPEZ.—SISTEMA D E COZIO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— A 4 A . 2—A 4 A .
Basterot opina, que las mejores jugadas que se puoden
hacer on osta apertura, son:
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4R.
2— A 4 A . 2—A 4A .
3— P 3 A D . 3—CR—3 A .
4— P 4 D . 4—P X P.
5— P 5 R . 5—P 4 D.
6— A 3 C D .
Juego igual.
Variante primera.
BLANCAS. NEQRAS,
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— A 4 A ,
3— P 3 A D . 3— D 5J.
4— D 2 R . 4— C R — 3 A .
5— P 4 D . 5— A 3 C.
6— P X P . 6 _ C X P.
7—P 3 CR. 7 - AxPt-
8—D X A . ' 8— C X D .
9 _ p x D. 9^0 X T;
10— A 5 D . 10— C D — 3 A .
11—^ - A D — 4 A . 1 1 — Enr&cáríJ
12— A x CR.
Deben ganar.
Variante segunda.
BLANCAS. NEORAS,-
1— P 4 R . 1_P4R,
2— A 4 A . 2— A 4 A . .
3— P 3 A D . 3— D 5 T.
4—D 2 R . 4— C R — 3 A .
5— P 4 D . 5— P X P .
6— P 5 R . 6— C á su casilla.
7_CR—3 A. 7— D 5 C.
8—A X P t- ' 8— R casilla A
N o toman las negras ese alfil, porque perderían l a da-
ma, a l dar jaque las blancas con su caballo, en la quinta del
mismo.
9—P 3 TR. 9—D 4 A .
S i hubieran tomado las negras el peón del caballo del rey,
habrían perdido su dama, al replicar las blancas: T 2 T .
1 0 —A X C. 10—T X A .
11— P X P .
Las blancas tienen mejor juego.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
l — P 4 R. 1-^P 4 R .
2—A 4 A . 2—A 4 A.
3—P 3 A D . . 3—P 3 D.
4—P4D. 4_p p.
x
5—P X P. 5 — A 5 C f-
6—CD—3 A . 6 — A X C f.
7—P X A. 7—CR—2 R.
8—D 5 T R . 8—Enrocan.
9—A 5 CR: ' 1
9—P 3 TR.
10—CR—3 A . 10—P A
x
H _ C XP.
Y el mate es seguro, en contra de las negras.
Variante cuarta.
Variante quinta.
V
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— A 4 A , 2—A 4A.
3— P 3 A D . 3—D2R.
4— P 4 D . 4—P X P.
5— P X P . 5—D X P f.
6— D 2 R . 6—D X D f.
7— C X D . 7 — A 3 C.
Quedan las negras con un peón mas.
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4R.
2—A 4 A . .2—A 4 A .
3— P 3 A D . 3—CD—3A .
4— P 4 D . 4—P X P.
5— A X P f . 5—R X A .
6—D 5 T f. 6—P 3 CR.
7— D X A , "
E s mejor l a posición de las blancas, por haber privado
las negras del derecho de enrocar.
Variante sétima.
BLANCAS .
1 NEGRAS.
1—P 4 R . 1—P 4 R .
2—A 4 A. 2—A 4 A.
3—P 3 A D . 3 _ C R — 3A .
4—P 4 D. 4—PXP.
5 _ p 5 R. »—D 2 R.
6—P X P . 6—A 5 C f.
7 — R casilla A . ' 7—C5R.
8—D 4 CR. 8—P 4 A R .
9—D 5 T f . 9 — R casilla D .
10—P 3 A R . 10—C 3 A .
11— D 4 T R V
L a s blancas ganan una pieza.
Variante octava.
8— D 4 C R . l - ~\*.. 8—C3D.
9— A 2 R .
N o pueden evitarías negras el perder el caballo del rey.
Variante novena.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2—A 4A . 2— A 4 A .
3— P 3 A D . 3— D 2 R .
4— D 4 C. 4_CR—3 A.
5 _ D x PC. 5 — A X P -j-.
6— R X A . 6— T casilla O.'
7— D 6 T . 7— C 5 C, f y ganan l a
dama.
Variante décima.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— A 4 A .
3— P 4 D . 3 _ A X P.
4— C R — 3 A . 4_CD—3 A.
5— Enrocan. 5—CR—3 A .
Juego igual, pues aunque las negras tienen un peón mas,
las blancas han ganado tiempo en el desarrollo de sus piezas.
Variante décimaprimcra.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— A 4 A .
3— C R — 3 A . 3 _ P 3 D.
4— P 4 D . 4_P x P.
5— C X P .
Partida igual.
Variante décima&egunda.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R. 1 — P 4 R.
2—A 4 A . 2—A 4 A .
3—D 3 A . 3—GR—3 A .
4— P 4 C R . 4—P4D.
5—A X PD. 5 — A x PC.
6— D 3 CD. 6—C X A .
Las negras tienen mejor juego.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R. 1 — P 4 R.
2—A 4 A . \—A4 A.
3—P 4 CD. 3 — A 3 C.
No tomaron las uegras e l peón con su alfil, porque entón-
eos las blancas hubieran proseguido l a partida según el sis-
tema del gambito Evans.
4— CR—3 A . 4—P 3 D.
5— P 4 D. 5—r X P.
6— C x P. '6—CR—3 A .
7— CD—3 A . 7—Enrocan.
Juego igual.
Las anteriores variantes son las mas comunes que se pue-
den presentar, en l a apertura dé los alfiles. E l l a s prestan
bastante luz respecto de las ventajas primordiales que hay
posibilidad de obtener con el desarrollo de l a misma. A h o -
ra, véanse con cuidado las variantes que siguen, y que to-
mamos del LTandbook de M r . Staunton.
Variante déeimacuarta.
(Defensa Italiana.)'
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R :
2— A 4 A . 2— A 4 A .
3— P 3 A P / : 3— D 4 C R ,
Este último movimiento de las negras, era muy favorito do
los profesores italianos D e l R i o , L o l l i y Ponziani, y por oso
a esta entrada ó planteamiento de juego, se hadado el nom-
bre de: Defensa Italiana; defensa quo e l sabio ajedrocisía
ruso Jaenisch no ha titubeado en recomendar como exce-
lente.
4—D 3 A R .
Según M . Petroíf, se puede jugar también: R casilla A ,
para después ganar el centro, sacando dos pasos el poon do
la dama.
4— D.3 C R
5—CR—2 R. 5— P 3 D .
6— P 4 D . 6— A 3 C.
7— P X P . 7— P X P .
8— C 3 C. 8—CR—3 A .
9— P 3 T R .
Juego igual.
Variante decimoquinta.
(Contra-gambito de Lewis.)
BLANCAS. NEGRAS.
l — P 4 R. l — P 4 R;
2 —A 4 A . 2 — A4A.
3— P 3 A D . 3—P4D.
Hé aquí el contra-gambito del maestro alemán L e w i s , muy
ventajoso para el que lo inicia, según opinión de su autor.
M r . Staunton ha demostrado, no obstante, en las jugadas s u -
cesivas, que no habiendo error por ningún lado, dicho con-
tra-gambito no es favorable n i desfavorable.
4— A X P . 4—CPVT—3 A .
5 —D 3 A . 5—Enrocan.
6— P,4 D . 6—PX P.
7 — A ,5 C R . 7—P x P.
8_C X P. 8—CD—2 D .
9—Enrocan. 9—P 3AD.
1 0 — A 3 CD'. 10—D 2 R.
Juego igual.
Variante décimasexta.
(Contra-gambito de Lewis.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2— A 4A. 2 — A4 A .
3 — P 3 AD. 3 — P 4D.
4— A x P -
E n caso de tomar ese peón las blancas con el de su r e y ,
las negras jugarían: A X P "¡'5 P a r a e n
seguida jaquear a l rey
con la dama en la quinta de l a torre, tomando un alfil con-
trario.
4—CR—3 A.
5 _ D 3 CD. 5—Enrocan.
6 _ A X PC. 6—AX A .
7— D X A . 7—D 6 D .
8— D X T . 8—P 3 A D .
También podian las negras haber jugado: D 3 T, para des
pues apoderarse de l a reina enemiga, al mover el caballo do
la dama, a l a segunda casilla de esta.
9__D7C. 9—D X P R y.
10— C 2 R. 10—D X POR.
1 1 — T casilla A . 11—0 5 0.
12— P 4 D. 12—P x P
13—P X P. 13—C X P T .
14— C D — 2 D .
Y las blancas tienen la ventaja.
Variante décimasétima^
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2— A 4 A . 2—A 4 A .
3— D 2 R . 3—CD—3 A .
4 — A X P y. 4—R X A .
5 — D 4 A y. 5—P 4 D.
6— D X A .
E n e l capítulo X V quedó explicada l a apertura de R u i
López; la variante que precede, contiene l a salida llamada
Gambito españoló de Rui López, y que consiste en s i t u a r l a
dama en l a segunda del rey, á la tercera jugada, para en se-
guida practicar, s i e l contrario no lo impide, los movimien-
tos que se acaban de ver. Impedirlo es muy sencillo, situan-
do su reina e l que no lleva l a salida, y a en l a segunda d e l
31
rey, y a en l a tercera del alfil; 6 retirando el alfil del rey a l a
tercera del caballo de l a reina, en cuanto el enemigo lleve
su dama a l lugar designado; ó jugando por último: P 3 D .
BLANCAS. NEGRAS.
EJEMPLO SEGUNDO D E L A A P E R T U R A
DE LOSDOS ALFILES.
(Contra-gambito de Lewis.)
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGBAS.
1—P 4 R. 1—P 4 R.
2—A 4 A. 2—A 4 A.
3—D 2 R. 3—CD—3 A.
4— A x P t - 4—R X A .
5 — D 4 A f- 5—P 4 D.
6—D X A . 6—P x P.
7 — D 4 A f- 7—A 3 R.
8—D X P i 8_CR—3 A.
9—D 4 T R . 9—C 5 D .
1 0 — C D — 3 T. 10—P 5 R.
11—P 3 A D . 11—P 4 CR.
Admirable movimiento de las negras.
12— D x PC. 1 2 — T R casilla C.
13— D 3 R. 13—C 4 A R .
14— D 2 R. 14—T X P .
15— C 2 A . 15—D 3 D.
16— C 3 R . 16—C x C.
17— P D x C. 1 7 — T D casilla C R ;
1 8 — D casilla A . 1 8 — T casilla D .
19— D 2 R. 1 9 — O 5 C.
20— O 3 T. 20—C 4 R.
21— C 4 A . 21—C 6 A f.
Se rinden.
EJEMPLO CUARTO D E L A APERTURA
D E LOS DOS ALFILES.
(Defensa Italiana.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R , 1 _ P 4 R.
2— A 4 A . 2—A 4 A.
3— P 3 A D . 3 — D 4 C.
4— D 3 A . 4 — D 3 O.
5— C 2 R . 5—P 3 D.
6— P 4 D , 6— P XP.
7_p x P. 7— A 3 C.
8_p 5 R. 8— ^ 3 2 R .
9—P 6 R. 9— P 3 A R .
Las blancas entregaron el peón del rey, para hacer cam-
bio de alfiles, y aprehender despuos con l a dama, el pcon del
caballo de l a dama enemiga.
10— C D — 3 A . 1 0 — Enroca.
11— O 4 A R . 1 1 — D casilla R .
12— A 3 R . 12— C D — 3 A .
1 3 — T casilla D . 1 3 — R casilla de l a T .
14— P 4 TR. 1 4 — C casilla D .
1 5 — P 5 T. 15— P 4 A R .
16— C D — 5 D . 16— A X P R .
1 7 — C X C. 1 7 — D x C.
18— C 6 O f. 18— P x C
19— P x P t- 1 9 — R casilla O.
20— D 5 T. Se rinde.
EJEMPLO QUINTO D E L A A P E R T U R A
DE LOS DOS ALFILES.
(Sistema Cozio.)
POR G . GUKCO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R:
2— A 4 A . 2 — A 4-A.
3— D 5 T .
E s t a variante en l a salida de los alfiles, es lo que consti-
tuye el ataque propuesto por Cozio.
3—D 2 R.
4_CD—3 A 4—P 3 AD.
5_CR—3 A 5*-CR—3 A.
E r a preferible para las negras, haber movido un paso el
peón do la dama.
G_D X PR. 6 — A X P A f.
7— R casilla A .
Bastante claro es, que s i el rey blanco hubiera tomado el
alfil, las negras habrían atacado á la vez con uno de sus ca-
ballos al rey y a la reina del contrario.
7—DxD.
8— C X D . 8—A 5 D.
9— O X PA. 9—P 4 D.
10—C x T. 10—P x A.
Las negras deben ganar, en razón á que tienen aprisio-
nado un caballo de las blancas.
CAPITULO XXII.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R. l — P 4 R.
2— A 4 A . 2—CR—3A .
I Éiili * mí
m i g»
wm
m
i
Pf
a í ^
wá
7 Éll
m wm, 1 ra
Mam
u Ü2
BLANCAS,
Los movimientos regulares en este plantel, son:
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— C R — 3 Á.
3— P 3 D . 3—A 4 A .
4—CR—3 A . 4— P 3 D .
5— P 3 A D 5— Enrocan
6— P 4 T D . 6— P 4 T D .
BLANCAS. NEGRAS.
l — P 4 R. l — P 4 R.
2—A 4 A . 2_CR—3 A.
3— C D — 3 A . 3— A 4 A .
4— C R — 3 A . 4— P 3 D .
5— P 3 D . .
L a jugada precisa era: 4 P D .
5— P 3 T R .
6 — A 3 R. 6 — A 3 CD.
7 —CD—2 R. 7— A 3 R .
8—A 3 0. 8— P 3 A D .
9—C 3 C E . 9—CD—2 D.
10—Enroca.- 10—Enroca.
11—D 2 E . 1 1 — T casilla E .
1 2 — T D casilla D . 12—D 2 A .
13_OE—4 TE. 1 3 — C casilla A E .
14_CE—5 AE. 1 4 — C 3 C.
15—D 2 D. 15—A X A D .
16—P X A. 1 6 — E 2 T.
17—D 2 A , 1 7 - V T casilla T.
18—C x P C . 1 8 — C 5 C.
19—C X A . . 19—Px'C.
20—D,7At- 2 0 — D X I>.
2 1 — T X D f. 2 1 — E casilla C.
2 2 — A X P> - 2 2 — T casilla E .
2 3 — T 7 E f a la descu- 23-Ji» casilla A .
bierta. .
2 4 — T X T f. 24—ExT.
25—Á.x C Se rindo.
**
Y a hemos dicho que en 1850, el combate al ajedrez en-
tre la Gran Bretaña y .los Estados-Unidos fué" favorable á
la primera de estas dos naciones, habiendo demostrado en
aquella época. M r . Stanley una notable superioridad respec-
to de su antagonista. Ocho años mas tarde, el joven P a u l
Morphy, natural ele Ja Louisiana, derrotaba con facilidad en
Londres, al'mismo Stanley. H o y se dice que el inglés M r .
Blackburno podrja dominar á M r . M o r p h y . ¡Quién sabe si
será verdad!
CAPITULO XXIII.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P4R. 1 — P 4 R.
2—A 4 A.,. 2—P3AD.
Movimientos mejores ó mas comínes:
BLANCAS. NEGRAS.
1 — P 4 R. 1—P4R.
2—A 4 A . 2—P 3 A D .
3— P 4 D .
Filidor aconseja se juegue así en el presente caso. Bas-
:erot juzga preferible para las blancas: D 2 R.
3—CR— 3 A .
4— P X P. 4—D 4 T f.
5 —P 3 AD. 5—D X P R .
6—A 3 D . 6—A 4 A .
7—P 4 A R . 7—D 2 R.
8—P 5 R. 8~—Enrocan.
Juego igual.
E J E M P L O PRACTICO D E ESTA A P E R T U R A .
BLANCAS.
NEGRAS.
\TJn aficionado del club [Otro aficionado del
de Londres^] mismo club.']
1- - P 4 R . 1—P 4 R .
2- - A 4 A . 2 —P 3 A D .
3- - D 2 R . 3—D 2 A.
4- - P 3 AD.' 4— CR—3 A.
5- - P 4 A R . 5 —P 3 D.
6- - P 5 A . 6— P 4 D .
7- - P X P . 7—PxP.
8- —A 5 C f. z—rfi D.
9 -- A X A f . 9—CD x A .
10- - P 4 D . 1 0 — P 5 R.
11- —CR—3 T . 1 1 — Enroca.
12- —Enroca. 12—A 3 D.
13- - C 4 A R . 13— P 3 TR.
14- - D 2 A D . 14_C 5 CR.
15- - D 2 R .
Jugando las blancas: P 3 T R , habrían obligado á retro"
ceder al caballo enemigo-
1 5 —P 4 . T R .
16— C x P D . 1 6 — A X P f-
17— R casilla T. 17—D 3 D.
18—DXP. 1 8 — T R casilla R .
19— D 3.AR. 19— P 3 C R .
20— A 5.C. 2 0 —P 3 A . .
21— A 2 D . 21—P 4 CR.
22— C D — 3 T . 22—P 4 TD.
E s t e falso movimiento de las negras les nace perder una
partida, en l a cual hasta entonces tenian sin duda alguna
todas las prohabilidades de vencer.
23— C 4 A D . 23—P 3 A .
24— CD X P T . 2 4 — D 4 C.
25— P 4 A D . 2 5 — D 5 T.
Haber situado.la dama, en la tercera de l a torr-e era me- ?
nos malo.
26— C 6 C f . 26—CXC.
27— D X P t f .
CAPITULO X X I V .
BLANCAS. NEGRAS.-
1—P 4 R. 1 —P Í ' F J , .
2—A 4 A . ' 2— A 4 X .
3— P 4 C D . 3— A X P C .
4— P 4 A R .
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 41-1., 1— P 4 R.
2—A 4 A . , 2—A 4 A .
3— P 4 CD. 3— A - X PC.
4—P 4 A R , 4—P'4D.
5—P R x P . 5— P 5 R .
G—CR—2-R. 6— CR—3 A .
7— Enrocan. 7— Enrocan.
8— CD—3 Á. S—P 3 A D .
9— P x P . . 9—C X P.
10—R casilla T. 10_^AD—5'C.
L a posición de las ^negras es mas v"ítajosa
Variai segunda.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R: 1—P 4 R.
2—A 4 A . 2— A 4 A .
3—P 4 CD. 3—A X PC.
4—P 4 A R . 4 _ p x P.
5__CR—3 A . 5—D 2 R .
6—P 2 R. 6— CR—3 A .
7— P 5 R. 7— C 4 T.
8—P 3 A D . 8— A 4 T.
9— P 4 D. 9—A 3 C .
10— P 4 CR. 10—P X P a l paso.
11— C 5 C.
' Las blancas tienen así u n itaque m u y fuerte.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGEAS.
l — P 4 R. l — P 4 R.
2—A 4 A . 2—A 4 A .
3—P4CD. 3—AxPC.
4—P4AR. 4—P4D.
5—A X P D . 5—P 3 A D .
6—P 3 A D . 6—PxA.
7—P X A . 7—PD XP .
8—P X P . 8—D5D.
9—D 2 A . 9—A 4 A .
Las negras deben ganar, por tener mejor posición.
*
**
E l precedente doble-gambito, muy" poco usado por cier-
to, lo juzgamos poco sólido. Desmembrar algo uno de los
flancos del rey, para ganar tiempos en e l ataque, se com-
prende; poro debilitar los dos á l a vez, nos parece poco j u i -
cioso, y que por lo mismo producirá siempre resultados fu-
nestos, si ol contrarío sabe aprovecharse de la ligereza ó de
la impremeditada osadía del que pone en práctica el sistema
do M e . Donnell, ilustro émulo de L a Bourdonnais.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. 1—P 4 R .
2—A 4A . 1
' 2—A 4 A.
3—P 4 CD. 3—A x PC.
4—P4 AR. 4—P4D.
5—PR x P. 5—P 5 R .
6—C 2 R . 6—£R—3 A .
7—P 3 A . 7—AR—4 A .
8—P 4 D. 8 — P X P al paso.
9—D X P : 9—Enroca.
10—A 3 T.
M u y bien jugado. Las negras tienen ahora que perder
la torre del rey, 6 cambiar e l alfil quo impide enrocar á las
blancas.* -*1 íi:1 h l
1 0 —A X A.
11— C X A. 1 1 — A 5 C.
1 2 — Enroca con T R . 12— A X C.
13^D X A. , 13— C x P.
Í4—D 3 A . 1 4 —P 3 A D .
1 5 — T D casilla C .
A nuestro juicio habría sido mas fuerte para las blancas,
haber situado esa torre en l a casilla de l a dama.
15—D 2 R .
16- A x C . 16—PXA.
1 7 —P 4 A D . 17—PxP.
1 8 —T x P - 18—C 2 D.
1 9 — R casilla T. 1 9 — T R casilla R .
20— C X P . 20-^-D 3 R .
21— C 5 R . 21—CXC.
2 2 —P X C. 2 2 — T casilla A R .
23—D 3 CD. 23—D X D .
2 4 — P x P.; 2 4 — T D casilla C.
25— T x PT. 25—T XP .
Y el juego fué abandonado como tablas.
CAPITULO XXV.
BLANCAS. NEGRAS..
' 1—P 4 R . 1— P 4 R .
2—A 4 A . 2— P 4 A R .
Hé aquí las jugadas señaladas como mejores, para el ata-
que:
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— P 4 A R .
3 — A X C. 3— T X A .
4 _ p x P. 4— P 4 D .
5—D 5 T f 5— P 3 C R .
6 _ P x P. i—T X P.
7—CR—3 A.
N o tomaron las blancas el peón del rey con su dama, por-
que las negras habrían jugado: T 3 R .
7 — A D — 5 C.
8— D X P T . 8 ^ 3 A.
9— C D — 3 A 9 — T 2 C.
10— CD X P . 10—D 3 D.
1 1 —D 4 R .
Quedan las blancas con tres peones de mas, y buen juego.
. Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS..
1—P 4 R. 1—P 4 R.
2—A 4 A. 2—P 4 A R .
3 — A X C. 3—T X A .
4—PxP. 4—P 4 D.
5 — D 5 T f. 5—P 3 CR.
G_PxP., 6—T x P .
7—DXPT. K-D3A.
S—CD—3 A. 8—T X P .
9 — D 5 T f. 9 — R casilla D
10—D 2 R.
' E n caso de haberse situado esa dama en la tercera del a l -
fil de su rey, las negras se habriau apoderado de ella, gra-
tuitamente, jugando.- T X O't-
10—AR—4 A.
1 1 — C casilla D . 1 1 — D 2 C.
1 2 — D casilla A . 12—CD—3 A.
13— P 3 A D , 13—P.5R.
14— 0 2 R . 14—C 4 R.
15— C 4 A R . 15—C6Af.
16—^ R 2 R . . 1 6 — A D — 5 C.
17— 4 C X T.. 17—CXPTf.
18—* P 3 t A - 1 8 — P X P t-
1 9 —R á su casilla. 1 9 — C x D , y ganan.
Variante segunda.
8 —D x PA. 8—CD—3A .
9 — D 7 T.
A fin de que las negras no l a aprisionen, jugando: T
9—CD—5 D.
1 0 — R casilla del A . 10—D 3 TD.
1 1 — R á su casilla. 11—C X P f.
1 2 — R casilla D . 12—D 8 A f.
1 3 — R x C. 13^D—4 A
14— R 3 C . 1 4 — D 5 AJ-j-,.
Variante tercera.
BLANCAS. NEdias:
l — P 4R: l — P 4'RV
2—A 4 A. 2—P4-AR;
3 _ A X C. 3—T X A .
4 _ P x P. 4—P 4 D.
5—P 4 CR. 5—P 4 TR.
6—p 3 T R . 6—P x P.
7_P X P. 7 _ P 3 CR.
8--P X P. 8—T X P .
9—P 3 AR. 9 _ P 5Rl
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— P 4 A R .
3 —A X C. 3— T X A .
4— C D — 3 A . 4— D 4 C R .
5— D 3 A R . 5— P 3 D .
6— C 5 D . 6— C D — 3 T
Juego igual.
'iante quinta.
BLANCAS NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— P 4 A R .
3— P X P . 3— C R — 3 A .
4—P 4 CR. 4^-P 4 D.
5—A2R. 5— A R — 4 A .
6— P 5 C. 6 — Enrocan.
7— P X 0 . 7— D X P .
Las blancas deben perder
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P4R. 1— P 4 R .
2— A 4 A . 2— P 4 A R .
3— P 3 D . 3— C R — 3 A
4— P 4 A R . 4— P R X P .
5 — A D X P. 5 — P XP.
6 _ p x P. 6—D 2 R.
7— P 5 R . 7—P 3 D.
8 — D 2 R. 8—P x P.
9— A X P . 9—P 3 A .
Y l a posición de las blancas es mejor que l a de las negras.
Según Jaenisch, e l sistema contenido en l a variante an-
terior es el moúo mejor de contrarestar este contra-gambito-
BLANCAS. CECINAS.
CAPITULO XXVI.
1— P 4 R . l — P 4R:
2— P 4 A R . 2—P X P .
3— C R — 3 A . 3—P 4 CR.
4— A R — 4 A . 4 — A 2 C.
)( Véanse á continuación las vanantes mejores con que se
puede desarrollar dicha apertura:
Variante primera,
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2— P 4 A R . 2—P X T.
3— C R — 3 A . 3—^4 CR.
4— A 4 A . 4 — A 2 C.
5— P 4 T R .
Grreco y Filidor hacian ese movimiento: hoy está averi-
guado que es preferible enrocar; pero se adelanta el peón
de l a torre, y a para que las negras avancen e l del caballo
del rey, dejando sin sosten el del alfil, y a para que jueguen:
P 3 T R , con lo cual queda sin movimiento durante alguna»
jugadas el caballo del rey de las mismas negras, pues en ca-
so de salir éste á l a tercera del alfil ó á l a segunda del rey,
después de estar apoyado el peón del expresado caballo con
el de l a torre, las blancas obtendrían notable ventaja con so-
lo jugar: P X P .
5—P 3 TR.
S i en vez de proceder así, las negras hubieran sostenido
el peón del caballo del r e y con el del alfil, las blancas h a -
brían sacrificado su caballo del rey por el peón dol caballo
enemigo, para dar jaque en seguida con la dama en la quin-
ta de la torre y después en l a sétima del alfil.
6— P 4 D . 6—P3D.
Esta es la jugada mas correcta que las negras pueden h a .
ccr en el caso presente; porque si en vez de eso hubieran
movido un paso el peón del alfil de l a dama, con el objeto
do adelantar mas tarde á su cuarta casilla el peón de la mis-
ma dama, las blancas habrían avanzado el peón del rey pa-
ra tomar después, al paso, el peón de la reina contraria.
Debemos advertir aquí que en los gambitos que exami-
namos, las piezas mas fuertes para el ataque son: el peón y
el alfil del rey.
7— P 3 A D . 7—P 3 A D .
No habría s i d o ^ n v e n i e n t e para las negras, haber llevado
el alfil de la dama á la tercera del re*y ó á l a 5^ del caballo,
como so demostrará en otras variantes.
8— D 2 R . 8 — A 5 C.
V i n o el alfil á esa casilla, por no poder situarse y a de
momento la dama blanca, en la 3 del caballo de la misma,
?
1 0 —P x P . 10—P x P.
1 1 — T x T. 1 1 — A X T.
12— A D x P . 12—A 3 A.
1 3 —A X A . 13—D X A .
14— C D — 2 D . Ü _ C 2 D.
1 5 — Enrocan. 1 5 — Enrocan.
1 6 — T casilla C. 1 6 —D 5 A .
1 7 —D 2 C 1 7 —P 4 A R .
1 8 —D X P : 1 8 —D X D .
19—T X D. 1 9 —P X P .
2 0 —A X C. 2 0 — A x C.
21— C X A . 2 1 —p x 0 .
2 2 —A 7 A . 2 2 — T casilla A .
23—T X P . 2 3 —R 2 A .
2 4 —R 2 D . 2 4 —P 4 A D
2 5 —A 5 T .
Partida igual.
Variante segunda.
5—P 4 TR. 5 — P 5 C.
. 6 — C 5 C. 6 — C R — 3 T.
7— P 4 D . 7—P 3 A R .
8—AD X P. 8—P 3 D.
Se comprende fácilmente que las negras no aprehendie-
ron 'el caballo con el peón, porque las blancas habrían' contes-
tado: A D X P , ganando acto continuo la dama ó el caballo
del rey.
9— P 3 A D . 9 — P X Ó.
10— P x P . 1 0 — C á su casilla.
11— D 3 ^ 11—D 2 R, '
84
12— C 2 D. 1 2 — D casilla A .
1 3 — Enrocan ccm T U .
T en esta s i ' ' i las blancas deben triunfar.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
6— P 4 D . - 6— P 3 A D .
7— P 5 R . 7—P 4 CD.
8— A 3 C. 8—P 4 TD.
9—P 4 TD. 9—P 5 CD.
10— C D — J K ) . 1 0 — A 3 T.
11— C 4 R. H — D 3 C.
1 2 — C 6 D y.
Las blancas ganan.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
7— P 3 A D . 7 — A 5 C.
8— D 3 C. 8 — A 4 T.
9— P P.
X 9—P P.x
10—TxA. 10—TXT.
11 - A R X P . T
BLANCAS. NEGRAS.
7— P 3 A D . 7—A 3R.
8—A X A . 8—PxA.
9 — D 3 C. 9 — D casilla A . .
10—P P . X 10—P P. X
1 1 — T X T. 1 1 — A x T.
12— C X P .
E s mejor la posición de las blancas.
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
7—P 3 A D . 7—P 3 A D .
8—D 2 R. 8 — A 3 R..
9—A X A. 9—P X A .
10—P 5 R . 10—PD X P.
11—PD X P. 11—C 2 D .
12—P 3 CR. 12—P5C.
13—P x 13—P C
x
14—D X P. 14—D 2 R.
15—.C 2 D . 15—Enrocan.
r,_P 4 a 16—P 4 TE,
17— C 4 R. 17—C 3 CD.
18—A 3 R. 1 8 — C R — 3 T.
19— A 5 A. 19—D 2 A D .
20— P 4 TD. 2 0 — A á su casilla.
21—P 5 T . 21—A X A .
22— P X A. 22—C 2 D .
23— O 6 D f. 2 3 — R casilla C .
2 4 — T casilla C D .
Las negras tienen una pieza de supremacía, pero sin em-
bargo de eso deben perder, por l a formidable situación a l -
canzada por las blancas.
Variante sétima.
BLANCAS. NEGRAS.
5—P 4 D. 5—P 3 D.
6_CD—3 A. 6— P 3 A D .
7—P 4 TR. 7— P 3 T R ,
8_p x P. 8_p x P.
9—T X T . 9 — A X T.
10— C 5 R .
Golpe ingenioso pero débil si el contrario procede correo
tímente.
10— P c.
x
1 1 — D 5 T. 11— D 3 A .
12— P X P. 1 2 — D 2 C.
13—P 6 R . 13— C R — 3 A .
14— P X P f. 1 4 — R casil|a A .
M a l jugado por las negras, pues debieron haber conduci-
do el rey á su segunda casilla.
1 5 —A D X P . 15—C X D .
16— A 6 D f f .
Variante octava.
BLANCAS. NEGRAS.
10—D 3 D. 1 0 — A D — 5 C.
11— P 5 R. 11—P X P.
1 2 —D 7 T .
E n virtud de ese movimiento, l a da-'lí? blanca tiene quo
apoderarse gratuitamente de una pieza del adversario. L a s
negras pudieron haberlo evitado, s i a l practicar su jugada
décima, en vez de llevar e l alfil á l a quinta del caballo, h u -
biesen situado el caballo del r e y en l a tercera de l a torre:
de esa manera, colocando después el mismo alfil en l a cuarta
del alfil del rey, l a reina de las blancas no habría logrado
penetrar en el campo enemigo.
Variante novena.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4R.
2— P 4 A R . 2—P X P.
3— C R — 3 A . 3—C 2 R .
E s t a manera de defender el gambito, no constituye pro-
piamente la defensa Greco-Filidor; pero la ponemos aquí por
haberla considerado el mismo Greco en esta sección, y por-
que los jugadores mexicanos antiguos l a usan bastante to-
davía. Nosotros no la j u g a m o s merecedora de ser recomen-
dada, porque no puede ser bueno estacionar un caballo con
el exclusivo objeto de defender un peón.
4—P 4 TR. 4—P 4 TR.
5—A 4 A . 5 — C 3 C.
6 — C 5 C. 6—C 4 R.
7 — A 3 0. 7—P 3 A R .
8 _ C R — 3 T. 8 — C 3 C.
9—P 4 D. 9 _ C X P.
10—C X P . 10—P 4 CR.
1 1 — T X C. 1 1 — P X T.
1 2 - C 6 C. 12—T 2 T.
1 3 — A 8 0. 1 3 — T 2 C.
14—D X P. 14—T x A .
1 5 — C 5 R -j- á la descu- l o — R 2 R.
bierta.
1 6 — D 7 A-¡-. 16—R 3 D.
1 7 — C 4 A D -|\ 17—R 3 A .
1 3 — D 5 D -H-.
Variante décima.
(Por A . C. Vázquez.)
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— p 4 A R . 2— P X P .
3— C R — 3 A . 3 —P 4 C R .
4— A 4 A . 4 — A 2 C.
5— P 4 D . 5—P 3 T R .
6— Enrocan. 6— P 3 D .
7— P 3 C R . 7— P X P .
8— A R X P f. S—R X A.
9— C 5 R f . 9—R 2 R.
10— T 7 A f. 1 0 — R á su casilla.
1 1 — D 5 T. 11— CR—3 A .
1 2 — T X O f á la descu- 12— R 2 R.
bierta.
13— D 7 A t f .
Variante décimaprimcra.
(Por A . C. Vázquez.)
6 — Enrocan. 6— C 2 R .
7— P 3 C R . 7— P X P .
8— A R X P f- 8— R X A .
9 _ C 5 R f. 9 — R casilla C.
10— C 7 A . 1 0 — D casilla R .
1 1 — D 5 T. 11— P 3 D .
12— C X P T f. 12— R 2 T.
13— T 7 A . 13— A 3 R .
1 4 — C 5 A y a l a descu- 1 4 — 11 casilla C.
bierta.
1 5 _ T X A f. 1 5 — R casilla A . ^
16—DXTf.
Las blancas ganan.
Variante décimasegunda.
(Por A . C. Vázquez.)
BLANCAS. NEGRAS.
6- —Enrocan.
6—CD—3 A .
7- - P 3 C R .
7_P x P.
8- - A R X P -¡
8— R X A .
9- - C 5 R f .
9— R 2 R .
10- - T 7 A f.
10—R S D.
1 1 - - C D — 3 T.
1 1 — A X C.
1 2 - - P X A f.
12— R 4 A .
1 3 - - D 5 D f.
1 3 — R 5 C.
14- - D 5 C ff.
Varia) décima-tercera.
BLANCAS.
NEGRAS.
1— P 4 R .
1— P 4 R .
2— P 4 A R .
2— P X P .
3— C R — 3 A .
3— P 4 C R .
4— A 4 A .
4— A 2 C . •
5 — Enrocan.
5— P 3 T R .
6— P 3 A D . 6 — P 3 D.
7— P 4 D . 7—CR—2R.
8— P 3 C R . 8 — P 5 C.
9— C 4 T. 9—P 6 A .
10—P 3 TR. 10—P 4 TR.
11_CXP. 11—PxC.
12—D X P .
Y las negras tienen que perder, por la formidable posioion
de que disponen las blancas.
BLANCAS. •NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— P 4 A R . 2— p x P .
3— C R — 3 A . 3— P 4 C R .
4— A 4 A . 4 — A 2 C.
5— P 4 D . 5— D 2 R .
6— Enroca. 6— P 3 T R .
7— C D — 3 A . 7— P 3 A D .
8— P 5 R . 8— D 5 C.
9— C 4 R . 9 — A á.su casilla.
10—D 2 R. 1 0 —P 5 C.
1 1 _ C 6 D f. 1 1 — A X C.
1 2 —P X A f . 1 2 — R casilla D .
13— C 5 R . 13— T 2 T.
14_p 3AD. 14— P 6 A .
15—D 4 R: 15— CR—3 A .
1 6 —D X T . 16— C X D.
17__C x P A f. 1 7 — R á su casilla.
1 8 — T casilla R f . 1 8 — R casilla A .
1 9 — A X P •{-. 1 9 — R casilla C .
2 0 —T 8 R f . 2 0 — C casilla A .
2l_T X C f. 2 1 — R 2 T.
2 2 — A 3 D -ji".
CAPITULO XXYII.
BLANCAS. NEGRAS.
.1 — P 4 R . 1—P4R.
2— P 4 A R . 2—P x P.
3— C R — 3 A . 3 ~ A 2R.
E s pues, este gambito, una derivación del G r e c o - F i l i d o r ;
porque en lugar de adelantarse dos pasos e l peón del caballo
del rey, con el objeto de situar en seguida el alfil del mismo
roy en l a sggunda del caballo, se lleva dicho alfil adonde
se acaba de ver, á ñu de dar jaque cou él al rey contrario,
en l a quinta de la torre.
Varíame primera.
• BLANCAS. NEGRAS.
1__P 4 R . 1— P 4 R ;
2—P 4AR. 2— P X P .
3— G R — 3 A . 3— A 2 R .
4 — A 4 A. 4 — A 5 T |.
5 — R casilla A . 5— A 3 A .
G — P 5 R. 6— A 2 R .
7— P 4 D . 7_p 4 D.
8— A 2 R . 8— P 4 C R .
9— P 4 T R - 9— 1 ^ C.
IO—G 2 T. 10— P 4 TR.
11— A D X P. 11— A R X P
12— P 3 C R . 12— A 4 CR.
13— C X P .
Las blancas estáu mejor.
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS.
-P 3 CR. 5—P X P.
6— Enrocan. 6 — P X P y.
7— R casilla T. '7—A 3 A.
8— C 5 R . 8—A X C .
9— D 5 T. 9—D 2 R.
10— T X P . 10—D 4 A D .
1 1 — T. 8 A f. 11—R2R.
12— P 4 D . 12—DXP.
Si l a dama negra hubiese tomado el alfil, las blancas h u -
bieran ganado fácilmente, dando jaque con su reina en l a
octava del rey, y tomando después, también con jaque, el
alfil de las negras.
13— A D — 5 C f . 13—R3D.
14— C D — 2 D. 14—CR—3A.
15—D 7 A . 15—CXP.
16— A 3 R . 16—C6Cf.
17— R 2 C . 17—DXAD.
18— D5D-¡\ 18—R 2 R.
1 9 — D 7 A -}\ 19—R3D.
2 0 — D 5 D i-.'
Juego tablas, por el jaque perpetuo.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
7— 11 casilla T. 7—P4D.
8— A x P . 8—CR—3 A .
9— A X P f .
Nada lograrían las blancas con haber aprehendido el alfil
con su caballo, porque las negras hubieran replicado: C X A ,
en cuyo caso ó salvaban después su caballo, 6 tomaban el
del contrario con l a reina.
9—R X A .
10— C x A . 1 0 — T casilla A . _ _ u
11— P 4 D.
E n caso de haber jugado las blancas: P 5 R , l a dama ne-
gra hubiera tomado dicho peón, dando jaque previamente
en l a cuarta casilla de l a misma.
1 1 — R casilla C.
1 2 —A 5 C . 12—CXP.
1 3 —A X D . 1 3 — T X T y.
14— D X T . 14— C 6 C t
15— R X P . 15—CxDt.
Y las negras quedan con un peón mas,y ventajosa posición.
E s t a variante que hemos tomado de l a obra de M r . Staun-
ton, nos parece que contiene el mejor modo de desarrollar
la defensa ó gambito de Cunningham.
Variante cuarta.
5— P 3 C R . 5—PXP.
6— Enrocan. 6 — P X P f.
7— R casilla T . 7—A 3 A .
8— P 5 R . 8—P 4 D.
9— P X A . 9—C X P .
Este sistema pertenece á Pilidor. E l gran jugador francos
aconsejaba que se dejase perder el alfil del rey, en cambio
de cuatro peones; pero según se ha podido estudiar en las
variantes anteriores, no h a y necesidad de semejante s a c r i -
ficio.-
10—A 3 C . 10—A 3 R.
1 1 —P 4 D . 11— C 5 R.
12— A D 4 A 12— P 4 A R
J3-CD—2D. 13— D 2 R.
14—P4 AD.
Las blancas deben ganar.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2 — P 4 A?>> 2 _ P x P.
3_CR—3 A. f — A 2 R.
4— A 4 A . 4 _ A 5 T i".
5-^P 3 C R . 6—P X P.
G—Enroca. 6—PXPf.
7— R casilla T . 7_p 3-D-
8 — A X P f. S—R XA .
9— C X A | á l a doscu- 9—CR—.3 A .
biorta.
10—P 4 D. 10— A 6 T.
11— T 3 A . 11— A 5 C .
1 2 — T x C |. 12— D X T.
13— D X A . 13— D 8 A f.
I4_R x P. 14— D X A .
15__CD—3 A . 15— D X T .
16—D 5 A f. 1 6 — R á su casilla.
M a l hecho por las negras, E r a preferible para ellas h a -
ber jugado: R 2 R .
1 7 —D 8 A D f- 17—R 2 R. _
1 8 — D X P A y, 1 8 — R . a su casilla.
1 9 —D S A y.; 19—R2A.
20 D X P y. 2 0 — R á su casilla.
21— C 5 A R . 2 1 — R casilla D . •
2 2 — D 7 R y. 2 2 — R casilla A .
23— C X P f t -
CAPITULO XXVIII.
D e l g a m b i t o de A l l g a i e r ó de Kiésóritzky,
l l a m a d o también " G r a n G a m b i t o . "
Jugadas esenciales:
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1 — P 4 11.
2— P 4 A R . 2—P x P-
3— C R — 3 A . 3—P 4 CR.
4— P 4 T R .
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. 1— P 4 R.
2— P 4 A R . 2—PXP.
3— C R — 3 A . 3 — P 4 CR,
4— P 4 T R . 4 — P 5 C.
5— C 5 C. 5—P 3 TR.
6— C X P A . 6—R X C.
7— D x P - 7—CR—3 A .
8— D X P A . 8—A3D.
Esta jugada de las negras ha sido inventada por el profe-
sor alemán M . H o r n y , y es en concepto de Basterot bastan-
te eficaz para detener el ataque de las blancas. P a r a noso-
tros es preferible: P 3 D .
9— A 4 A t . 9 — R 2 C.
1 0 —D 5 A .
E r a mejor: E * ^ A .
fO—A-6 C t-
1 1 — R casilla A . 1 1 — T casilla A .
Las negras deben ganar.
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS.
5— C 5 R . 5—P 4 TR.
6— A 4 A . 6 — C R — 3 T.
7— P 4 D. 7—P 3 D .
8— C 3 D . 8—P 6 A .
9 — P 3 C. 9—P 4 D.
A M . K n i g h t se debe esta última jugada de las negras,
buena sin duda alguna.
10— A x P D . 10—P 3 A D .
1 1 — A 3 C. 11—DXPD.
Variante tercera.
Repítanse
ci-
las cuatro primeras jugadas de l a variante t
mera.
BLANCAS. NEGRAS.
5— C 5 R . 5—P 4 TR.
6— A 4 A . 6—T 2 T.
7— P 4 D . 7—D3AR.
8— C D — 3 A 8—P 3A D .
9— C 2 R . 9—P 3 D.
10—C 3 D. 10—1^ A.
l l _ P x P . 1 1 - P x P .
1 2 — C 3 C. 12—D X - P D .
1 3 —A 3 C . 13—A 5 CR.
E l ataque de las negras es poderoso.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
8— P 3 A D . 8— A 3 D .
9— C 3 D . 9— P 6 A .
10—P X P. 10—A6_Cf
Y las blancas deben perder.
'Variante quinta.
BLANCAS. NEGRAS.
. Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
Variante sétima.
BLANCAS. NEGRAS.
5— C 5 R . 5„CR—3 A.
6— P 4 D . 6— P 3 D .
,7—0 3 D. 7— C X P R .
'8—A XP. 8—7*2 R .
9—D 2 R. 9 — A 2 C.
Juego igual.
Variante octava.
BLANCAS. NEGRAS.
5— C 5 R , i—D 2 R.
6— P 4 D . 6—P 3 D.
7__C x PC 7~D x P t -
8—D 2 R .
Juego igual.
Variante rio vena.
BLANCAS. NEGKAS.
5—C 5 R. 5—P 3 D.
G—0 x PC. G—A 2 R.
7—P 4 D. 7 — A X P -j\
H a y ventaja del lado de las negras.
BLANCAS. W
NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— P 4 A R . 2— P x P .
3— C R — 3 A . £—P 4 CR.
4— P 4 T R . 4— P 5 C.
5— C 5 R . 5— C R — 3 A .
G—A 4 A . 6— P 4 D .
7— P X P . 7— A 3 D .
8— P 4 D . 8— C 4 T.
9— C X P C 9 — C 6 C.
1 0 — T casilla 0. 10—D X P .
11— C 2 A . l l _ _ ü 2 R-j-.
12— A 2 R. 1 2 — Enroca.
13__CD—3 A . 1 3 — T casilla R .
1 4 — C casilla T . 14— C X A .
15--C x 0. 1 5 — A D — & C.
Se rinde.
C A P I T U L O XXIX*
NEGRAS. BLANCAS.
1— P 4 R . l — P 4 R.
2— P 4 A R . . 2 - P X P .
3— P 4 T R ,
Se practica este movimiento, antes de mover el caballo
del rey, para que las negras no puedan sostener el peón d e l
alfil del rey, con el de.su caballo.
3—A 2 R.
4— D 4 0 . 4—P4.D.
5— D X P A . 5—PxP.
6— D X P R . 6—CR—3A .
7— D 3 A R . 7-~Enrocan.
8— A 4 A . 8 — A D — 5 C.
' 9—D x PC. 9—D 3 D .
E s mejor el juego negro: s i l a dama contraria Homase l a
torre que amenaza, las blancas ganarían dando jaque con la
dama en la sexta del caballo.
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS,
1— P 4 R , 1— P 4 R .
2— P 4 A R . 2—P X P.
3— P 4 T R . 3— A 2 R .
4_CR_f> A. 4— P 3 D .
o—P 4 D. 5— A D — 5 C.
6— A ' X P . "6—A.X P t -
7— P 3 C 7—A 4 CR.
8—A X A . f _ A x C.
Quedan las blancas con un neón menos
Variante segunda.
BLANCAS NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— P 4 A R , 2— P x P .
3— P 4 T R . 3— P 4 D .
•4-PXP. 4— D x P .
5 — D 2 R f. 5— A 3 R .
(3—CD—3 A . 6— D 2 D .
7— P 3 D . 7— A 3 D .
8— C R — 3 T. 8_CD—3 A.
Las negras tienen una posición mas sólida.
•i *
CAPITULO X X X .
D e l g a m b i t o d e S a l v i o.
BLANCAS. NEGRAS.
• 1 - P 4 K . 1-P4R.
2— P 4 A R . 2—P X P.
3— C R — 3 A . 3—P 4 CR. ,
4— A 4 A . 4 — P 5 C.
•5—C5R. G— D5T-J;..'
6 — R casilla A . 6—CR—3 A.
E s t a última jugada de las negras es la que constituyo
verdaderamente el presente gambito. Salvio l a recomendó
sin analizarla, y los profesores creen que se puede realizar
sin desventaja, aunque juzgan mas clara y menos expuesta
á peligros, l a de: C R — 3 T
Vanante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
6— R casilla A . 6— C R — 3 T.
7— P 4 D . 7— P 3 D .
8— 0 3 D . 8— P 6 A .
9— P 3 C R . 9— D 6 T t .
1 0 —R 2 A . 1 0 —D 7 C f .
11— R 3 R. 1 1 — C á su casilla.
12— C-4 A . 12— A 3 T.
1 3 — A á su casilla. 13— D X T.
1 4 —A 5 C 7 ? 1 4 —P 3 A D .
15— A x P f - 1£_P X A,
1G—D X D .
L a s blancas están mejor.
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS.
8— C 3 D . 8 — P 6 C.
9— A D x P- 9 — C 5 C.
1 0 —D 2 D . 10—C x P T t-
1 1 — R casilla C. 1 1 — A 2 C.
1 2 —D 3 R . - 12—D4T.
13— C 2 D .
Juego igual.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
1 0 — R á su casilla. 1 0 — D 7 C.
11— C 2 A . 11—CD—3 A .
1 2 — A a su casilla.
Las negras pierden l a dama.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
1 0 — R á su casilla. 10—D 4 T.
S i l a dama se hubiera quedado en donde estaba, las blan-
cas se habrían apoderado de ella, jugando: C 4 A .
11— C 4 A . 11—D 4 T D f .
12— A 2 D. 1 2 — D 3 C.
13— C 5 D. 13—D X P D :
No se puso l a dama en la tercera de su alfil, en razón ú
que las blancas habrían situado primero el alfil del roy en
la quinta del caballo, para después atacar á l a vez a l roy y
a l a reina, tomando con el caballo el peón del alfil.
14— A 3 D . 14—I) 4 A D .
1 5 —A 3 R . 15—D 4 T f.
16— P 4 C D . 16—D5T.
37
1 7 — A 5 CD f. 17—D X A .
. 18—CxPAf.
L a s negras pierden l a dama.
Variante quinta.
BLANCAS. NEGRAS.
•
12—A 2 D. 1 2 — D 5 T.
1 3 _ C D — 3 T. 13—P 3 A D :
14_C5D. 14—P 4 CD.
1 5 _ P 3 CD. 1 5 — D x C.
1 6 — A 4 C. 1 6 — D 7 C.
1 7 — T D caáfca C. 17—D x PT-
1 8 — T D á su casilla. l £ - D 7 C.
19— A 3 A . 19—D X T.
20—D X D . 2 0 — P X C.
21— A X PD.
Ganan las blancas.
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— P 4 A R . 2 —P X P .
3— C R — 3 A . 3— P 4 C R .
4—A 4 A : 4 — P 5 C.
5— C 5 R . 5 _ D 5 T-t-
6— R casilla A . 6—CR—3 A .
7— C X P A .
M a l hecho: era mejor haber situado l a clama en l a casilla
del rey.
7— P 4 D .
8— A X P . 8— C X A .
9— C X T. 9— C R — 3 A .
1 0 —P 5 R . 10—C 5 R .
11— D 2 R. 1 1 _ C 6 C t-
1 2 — P X C. 12—D X T f.
Variante octava.
BLANCAS. NEGRAS.
7— A x P - f - 7— R casilla D .
Variante novena.
NEGRAS.
BLANCAS.
1 1 — R casilla C. 1 1 — A 4 A f.
12— P 4 D . 12—AXP.
1 3 —D x A . 13—C 7 R . T
Variante décima.
BLANCAS. NEGRAS.
7— A x P f . 7 — R casilla D .
8— P 4 D . 8—G X P R .
9 - D 2 R. 9 — C 6 C f.
10—PxC. 10—D X T i .
11—R 2 A :
11—PxPf.
1 2 —R X P . 12—D X A .
13— C 6 A f. 1 3 — C X G.
1 4 —D 8 R, t f •
Variante décimaprimera.
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. 1—P 4 R.
m
2— P 4 A R , . 2—PXP..
3— C R — 3 A , 3—P 4 CR. .
4— A 4 A . 4 — P 5 C.
5— C 5 R . 5 — C R — 3 T.
6 _ C X PC. 6—D 5 T f.
7— C R — 2 A . 7—P 4 D.
8— A X P . 8—A 5 CR.
L a s negras tienen buen juego, porque las blancas en l u -
gar de tomar el peón de l a dama, debieron haber situado su
alfil en l a segunda del r e y .
Variante décimascgunda..
BLANCAS. NEGRAS.
8— P X P . 8--P 6 A .
9 — A 5. C f . 9—P 3A D .
1 0 —P D X P . " 10—D 2 R f.
1 1 — R casilla A . 1 1 — P X P C f-
12— R x P . 12—D4Cf. •
Ganan las negras una pieza.
Variante decimotercera.
BLANCAS. NEGRAS.
6—C X P C . 6 — C X C.
7—D X C. 7—P 4 D.
8—D x P A . 8—PxA.
Las negras pudieron haber jugado: A 3 D, pero entonces
las blancas habrían adelantado el peón del rey.
9— D 5 R f. 9—A 3 R.
10— D X T. 10—D 5 T . T
Variante decimocuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
Variante decimoquinta. .
BLANCAS. NEGRAS.
6— R casilla A . 6—CR—3 T .
7— P 4 D . 7—P 6 A .
8—P X P. 8—P 3 D,
9 — C 3 P. 9 — P x P.
10— C 2 A . 10— A 6 T t.
11— C X Af- 11— D X C t-
1 2 — 112 A. 1 2 — D 7 C f.
13— R 3 R. 13— C 5 C . T
14_R 4 A. 14— A 3 T . T
15— R 5 A. 15— O 6 R f .
1 6 — A X 0. 16— D 3 C t t -
E J E M P L O D E L GAMBITO D E SALVIO.
BLANCAS. • JIGRAS.
1— P 4 R . 1—p 4 R .
2 —P 4 A R . 2_p x p.
S—CR—3 A. 3— P 4 C R .
'4—A 4 A. 4 — P 5 C.
5— C 5 R . 5 _ D 6 T f-
6 — R casilla A . 6 _ C R — 3 T.
7— P 4 D. 7— P 6 A .
8— P 3 C. 8 — D 6 T f.
9— R 2 A . 9 — D 7 C f.
10— R 3 R. 10—P3AR.
Esa jugada de las negras, ó: P 4 A R , son muy usadas
en esta situación por los ajedrecistas alemanes.
1 1 — C 3 D. 11—C 2 A .
12— C 4 A R . 1 2 — A 3 T.
13— R S D . 13—AxC.
14-— A x A . 14—P 3 A D .
15- - C 3 A . 15—Enroca.
16-- A ' 6 D . 16—P 4 CD.
17-- A X C f . 17—T X A .
18-- P 3 T R . 18—P5CD.
19-— A x P C . 19—A 3 T t.
20-- R 3 R . 20—D X PC.
21- — D casilla C R . 21—D 2 A .
22-— D X P f . 2 2 — T 2 C.
23- — D X P A . 2 3 — T 6 C. .
24-— T D casilla C R . Se rinde.
CAPITULO XXXI.
D e l g a m b i t o de C o c h r a n e .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P4R.
2— P 4 A R . 2—P x P.
3— C R — 3 A . 3—P 4 CR.
4— A 4 A . « ' 4—P 5 0.
5— C 5 R . 5—D 5 T f.
6 — R casilla A . 6—P 6 A .
Este sexto movimiento de las negras, es el que sustituyó
M r . Cochrane a l que se ha visto en el gambito do Salvío,
es decir: C R — 3 T ó C R — 3 A .
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS;
7— A X P f . 7— R 2 R :
8— P X E . 8— P 3 D . r
9— A X C . 9— P X O.
10—A iA. 1 0 —P X P .
H _ D X P.. 11— A 6 T t.
1 2 — R casilla C. 12— D 8 R | .
1 3 — A á su casilla. 1 3 — T casilla O, y y ga-
nan,
Varianíe tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
Variante cuati
BLANCAS. NEGRA
7—P 3 CR. 7 — D 6 T y.
8—R 2 A . 8—CR—3 A .
9—R 3 R. 9 — A 3 T f.
10—R 3 D. 10—P 3 D.
11—C X P A . 11—P4D.
12—A X P. 12—C X A .
13—CX A . 1 3 — C 5 C y.
14—R 4 A . 14—D x 0.
15—R x C 15—C 3 T y.
16—R 3 A , 1 6 — D 3 A D f.
1 7 — 113 D . 17—0 5 0 f.
18— R 3 R . 1 8 — C X T A , y ganan.
T
Variante quinta.
BLANCAS. NEGRAS.
7— P 3 C R . 7—D 6 T ] :
8— R 2 A . 8_CR—3 A.
9— C D — 3 A . 9 _ D 7 0 f.
10— R 3 R . 10—A 3 T f.
11— R 3 D. 11_CD—3 A.
12— C X P A . 12— C D — 5 C f.
13— R 4 D . 13— D 7 A f .
14— R 5 R. 1 4 _ P 3 D f.
1 5 _ R x C. 1 5 — D 5 D , y ganan.
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
7 _ P x P. 7— C R — 3 A .
8—P 4 D. 8— P 3 D .
9 _ C X PC. 9— D 6 T f .
1 0 — R á su casilla. 10— C X C. ;
1 1 — P x C. 11— A 2 R.
1 2 — T casilla A . 12— A 5 T f.
13— R 2 D. 13— A D X P.
1 4 _ A 2 R. 14— A 4 C f . ' '
1 5 — R á su casilla. 1 5 — D 5 T f.
16— T 2 A . 16— A X Á D .
1 7 —D X A . 17—A X A .
1 8 —R X A . 1 8 — D X P R f.
1 9 —D 3 R . 19—D X D f.
2 0 —R X D .
Vcriante sétima.
Repítanse las jugadas del gambito.
BLANCAS. NEGRAS.
7__P x P . 7— C R — 3 A .
8 _ A X P !• 8— R 2 R .
9—A 4 A . 9— P 3 D .
1 0 —C 3 D . 1 0 —P X P .
11— C 2 A . 11— A 6 T f
12— C X A . 1 2 — D X C -,.
1 3 — R a su casilla. 1 3 — C X P R y ganan.
Variante octava.
BLANCAS. NEGRAS.
7— P X P . 7— C R — 3 A .
8— C X P C . 8— C X C.
9— P X C. 9 _ D 6 T f.
1 0 —R á su casilla. 10— P 4 D .
11— A 2 R. 11—D 5 T t-
1 2 — R casilla A . 12— P 4 T R .
Las negras tienen muy fuerte ataque.
Variante novena.
BLANCAS. NEGRAS.
7—P X P . 7 _ C R _ 3 A.
S—D 2 R . 8— P 3 D .
9—C X P A . 9— P P.X
1 0 —D 2 A . 10 A G T ¡.
1 1 — R á su casilla. 11 -D X P R f .
1 2 — R casilla D .
N o jugáronlas blancas: D 3 R , porque las negras liabrian
dado jaque moviendo el poon quo está ou l a sexta del alfil.
1 2 — D ' x A y ganan.
Variante décima,
BLANCAS. NEGRAS,
i
7— P X P . 7— C R — 3 A .
8— P 3 T R . 8— P XPT.
9 — D casilla R . 9— D 4 C.
1 0 — C 4 0. 10—C X-C.
1 1 — P X C. H _ D x PC.
12— D 2 R . 12— P 4 T R .
13— G D — 3 A . 1 3 — T casilla C .
1 4 — R á su casilla. 14— A 2 R .
15— C 5 D . 15_D 5Tf.
1 6 — R casilla D . 16- - P 3 A D .
17— C 7 A f . ' 17- - R casilla D .
1 8 — C X T. 18—P 4 D.
1 9 — D casilla R . 19—P X A .
Las negras ganan.
BLANCAS- NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 R .
2— P 4 A R . 2— P X P .
3— C R — £ A . 3 —P 4 C R .
4— A 4 A . f — P 5 C.
5— C 5 R . 5 —D 5 T i - .
G — R casilla A . 6—P 6 A .
7—P 3 CR. 7— D 6 T f .
8~-R 2 A . 8 —D 7 C f .
9—R 3 R. 9 — A 3 T \.
10— R 3 D . 10— P 4 D .
11— A X P. 1 1 — C D — 3 T.
12— P 3 A . 12— P 3 A D :
13— A x P A f . 13— R 2 R .
1 4 — A 3 C. 14— C 4 A f.
15— R 2 A . 1 5 _ C X P.
1 6 — D casilla A . 16— A D — 4 A .
1 7 _ D X D. 1 7 — O 7 A , t á l a descu-
bierta.
18— P 3 D. •18—P X D .
1 9 — T casilla C. 1 9 — T casilla D .
2 0 —A x A . 20— C X A .
21— T X P. 21— 0 X PD
2 2 — 0 X C. 2 2 —A X C 1",
2 3 — R casilla A . 2 3 — T R casilla A .
24=—C 2 D . 24— C 4 A .
2 5 — A casilla D . 25— C 6 R.
2 6 — T R casilla 0. 2 6 —A 8 A .
2 7 —P 3 C. 27— T 7 A .
28— T X A . 28— C X T.
2 9 — C X C.» 29— T X A f .
3 0 — R X T. 3 0 —T X C t
Se rinde.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R .
2—P4AR. 2—PXP.
3— C R — 3 A . 3—P 4 CR.
4— A A 4 A : 4 — P 5 C.
Así se inauguran también los gambitos de Salvlo y C o :
BLANCAS. NEGRAS.
.5—Enrocan. 5 — P X C.
P [ L a mejor j u - . 6 — D 3 A . [ L a mejor.]
' gada.]
7—P 5 R. 7—D X P .
- 8—P 3 D. 8—A 3 T.
9— A 2 D . 9—C 2 R .
10— CD—3 A . 10—CD—3 A .
1 1 — T D casilla R . 1 1 — D 4 A D f.
1 2 — R casilla T. 12—C5D.
13— T X C T . 13—I?XT.
:
S i hubieran tomado las negras esa torre con su dama, las
blancas habrían adquirido una posición m u y vigorosa, j u -
gando: D 5 T .
14— C 5 D f. 1 4 — R casilla D .
15—D 5 T . 1 5 — D casilla A .
1 6 —A X P . 16—A x A .
1 7 —T X A . 17—C 3 R .
1 8 —D 4 T f . 1 8 — R casilla R .
19—C 6 A f. 1 9 — R casilla D .
L a s blancas, cuando menos, tienen jaque perpetuo.
Variante segunda.
•BLANCAS. NEGRAS.
17— T X C f . 17—CxT.
18— D 5 R y ganan.
Variante tercera.
8—P 3 CD.
8—D x T ,
9—CD—3 A . 9— A 4 A f .
10— R casilla T. 10— C 2 R.
11—P4 D . 11— A X P.
12— A R X P f. 12— R casilla D.
18—A 2 D . 13— D X T t-
14— D X D . 1 4 _ T casilla A .
15— D X P. 15— A X 0..
16— A X A . 16— P 3 D .
Las negras tienen la ventaja.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
5 — Enrocan. 5—P X C.
6—D X P. 6—A 3 T.
7— P 4 D . 7— C D — 3 A .
8—C D — 3 A . 8— C X P.
9— D 5 T. 9— C 3 R.
10— A D X P. 10_A XA.
11— T X A . 11—D 2 R.
Se ve claramente que las negras no pudieron tomar la
torre con el caballo, porque la dama blanca habría dado ma-
te al rey, aprehendiendo el peón del alfil.
12— A X C. 12—PD X A .
13— T D casilla A R , y ga-
nan.
Variante quinta.
BLANCAS.
5—Enrocan. 5_P x C.
6_D X P. 6 — p 3.D.
7 —P 4 D. 7 — A R — 3 T.
8— A D X P . 8— A x A .
0—D x A . 9— D 2 R .
1 0 —A X P f . 1 0 — R casilla D .
11— P 5 R .
Las blancas rpedan con buen juego.
Variante sexta,
BLANCAS. NEGRAS;
5—Enrocan. 5— P x C .
G—D X P . 6— D 2 R .
7— P 4 D. 7— C D — 3 A .
8— D X P . 8— C X P D .
9— A x P - f . 9 — R casilla D
10— C D — 3 A . 10—C 3 T E .
11— A 3 R. 11_C 3 R.
12— A X C. 12— D X A .
13— C 5 D. 13— P 3 D .
1 4 _ D 4 T f.
BLANCAS. LEGRAS.
5—P 4 D.
A nosotros nos parece que h a y mayor brio en e l ataquo,
enrocando, como se ha visto antes, que haciendo esto.
5 — P x C.
6 — D P ix 6—P4D.
7— A X PD. 7—P 3 A B >
S—A 3 0. a
8—T^XP.
9— A D X P . 9—GR—3 A
10— C 2 B . 10—AD—5O
1 1 — D 3 0. 11—C X P.
12— C X O. 12—D X C f.
1 3 — D 3 C.
Las blancas deben''perder.
Variante octava.
BLANCAS. NEGRAS.
8— A R X P f. 8—R X A .
9— A X P . 9—CR—3A .
1 0 —P 3 A . 1 0 — A D — 5 C.
E s preferible el juego negro.
3X0
VañanU nc-ven*.
BLANCAS. NEGRAS.
6—P 4 D . 6—P X C.
6—D X P. 6—P 3 D.
7 — Enrocan. 7—D 3 A.
8— C D — 3 T. 8—D x P t-
9— R casilla T. 9—A 3 T .
10— A D X P. 10—D 3 A .
11— D 3 R. 11—D 3 C.
12— P 6 R. 12—A X A .
13— T X A . 13—A 3 R.
14— P X P *
Las blancas deben ganar.
Variante décima.
BLANCAS. NEGRAS.
5— C D - 3 A . 5-PxC.
6—D X P . 6—P4D.
Este sacrificio de las negras es recomendado por L a Bour*
donnais.
7 —A X PD. 7—P 3 AD.
8—A 3 C. 8—A 3 R :
9— A X A . 9—P X A .
10— D 5 T f. 10—R 2 D .
11—P4D. 11—D 3 A .
12— P 5 R . 12—D4A.
13— D . 3 A . 13—A5C.
Las negras deben ganar.
Variante décimaprimera,
BLANCAS. NEGRAS.
6—A X P t • 6—R X A .
6— C 5 R f. 6—R £su casilla.
7— D X P. 7—CR— 3 A .
Ganan las negras.
Variante décimategunda.
(Muzio-LolH.)
BLANCAS. NEGRAS.
5 — A X P f. 5—R X A .
6— C 5 R f. 6—R 3 A .
7— D X P . 7—R x C.
8— D 5 A y. 8—R 3 D .
9— P 4 D . 9 — A 2 C.
10— A x P f . 10—R2R.
11—A 5 C t- 11—A 3 A .
12— P 5 R. 12—A X A .
13—D x A f c 1 3 — R á su casilla.
14—D5Tf. 14—R2R.
15—Enrocan. 1 5 — D casilla R .
16—D 5 C f . 16—R3R.
1 7 — T 6 A f."' 17—0 x T.
18—D X C f. 18—R4D.
19—0 3 A f . 19—R X P D .
2 0 — D 4 A f- 20—R 4 A .
2 1 — P . 4 CD-¡\ 21—R 3 A .
2 2 — D 4 A D |. 2 2 — R 3 C.
23—D 5 0 t t -
-Variante decimotercera,
'Muíio-Lolli.)
BLANCAS. - NEGRAS.
1— P . 4 R . 1—P 4 R .
2— P 4 A R . . 2—P X P.
3— C R — 3 A . 3—P 4 CR,
4— A 4 A . 4—P 3 AR.
5— C X P . 5 — P X C.
6— D 5 T f , y ganan.
Variante décimacuaria.
(Muzio-Morphy.)
BLANCAS. NEG.RAS.
5—Enrocan. 5 — P -X C
6— D P .
x
6- D 3 A.
7 _ p 5 R. 7_D x P.
8—A X P f . S—R X A .
9—P 4 D . 9—D X P f .
10—A 3 R. 10—D 3 A .
11—D 5 T . T
11—D 3 CR.
12—T X P f. 12—CR— 3 A .
13—T X C f. 1 3 _ R X T.
1 4 — A 4 D f. 14—R 2 R.
1 5 — D 4 T f- 1 5 — R á su casilla
1 6 — A X T.
L a s blancas disponed de un ataque bastanto enérgico.
Variante décimaquinta.
(Muzio-Palafox.)
BLANCAS. NEGRAS.
5—Enrocan. 5— P X 0.
6 _ D XP. 6— C R — 3 T .
7— P 4 D . 7—P i D .
8— P X P .
E n caso de tomar las blancas el peón do l a dama, con su
alfil, Ia3 negras jugarían: P 3 A D , para aprehender después
con jaque, el peón de la reina.
8—A 3 D.
'J—A x P . 9—A x A .
10— D x A . 10—D3D.
1 1 — T casilla R f . 1 9 — R casilla A .
Queda neutralizado el ataque.
Variante décimascxta.
«LANGAS. NEGRAS.
5— P 4 D . 5 — P X C.
6— Eurocnn. 6—P XP.
7— A x P f - 7—RxA.
8— T X P |. 8—CR—3 A .
9— P 5 R . 9 — R casilla C.
10— P X C : 10—P4D.
1 1 — D 5 T. 11—CD—3 A .
12— T 2 A .
Piorden las negras.
E J E M P L O D E L G A M B I T O D E MÜZTO.
BLANCAS. NKCJUAS.
.! — P 4 R . 1—P 4 R ,
2—P 4 AR. 2—P X P.
3—OR—3 A . 3—P 4 CR.
4 — A 4. A . 4 — P 5 C.
5—Enrocn. 5 _ p x C.
6—D X P . 6—D 3 A .
7—P 5 R. 7—D x P .
8—P 3 D. S—A 3T.
9—A 2 D. 9--C2R.
10—C 3 A . 10—P 3 A D .
1 1 — T D casilla R , 11—D4 A D
1 2 — R casilla T . 12—P 4 D.
13—D 5 T. 13—D 3 D .
14—A x PD. 14—PX A.
15—C X P . 15—CD—3 A.
16—TX C . T 16—C x T.
1 7 — T casilla R . 17—Enroca.
18—C X 0 . T 18—11 casilla '1
i9—O:-D. 1 9 — D 3 C.
20—D 4 T. 20—A 3R.
2 1 — A 3 A f. 2 1 — A 2 C.
So rinde.
E n esta partida, en la cual las negras han quedado con
una torre de mas, se ha podido ver la manera con quo debe
ganarse el gambito de M u z i o , por el que toma el caballo,
aunque el que ataque proceda con l a precisión con que h a
conducido su juego el eminente Anderssen. Los aficionados
deben re-tener bien en l a memoria los movimientos ejecu-
tados por V o n D o r L a z a , y de esc modo tendrán la segu-
ridad de ganar en casos semejantes.
ICling y H a r r w i t z han publicado unas lecciones muy esti-
mables acerca de esto gambito, intituladas: «Chess Studies.»
Ileydebrnad V o n Der L a z a ha dado a l público también una
preciosa monografía acerca del asunto, y todos ellos han creí-
do hallar jugadas m u y eficaces para contrarestar l a apertu-
ra de qno acabamos de ocuparnos.
CAPITULO XXXIII.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R ,
2— P 4 A R , 2—P X P.
Si las negras cu vez de tomar esc pcon hubioran hecho
cualquiera otra cosa, por ejemplo: A 4 A , el gambito habría
s
ido rehusado.
3—A 4 A . 3—D 5 T y.
4— R casilla A . 4—P 4 CR.
Variante primera.
BLANCAS. NEORAS.
5_CR—3 A. - 5—D 4 T.
N o se situó l a dama en la quinta del caballo, porque las
blancas habrían jugado A X P y , cou el propósito de atacar
en seguida al r&y y á la reina, con el caballo, en la quinta del
rey, después que este se hubiese apoderado del alfil.
G - - P 4 D. 6—P 3 D.
7— P 3 A D . 7 — A D — 5 C.
8— II 2 A . 8—CR—3 A .
9— D 2 R . 9—CD—2 D.
10— P 4 T R . 10-AxC.
1 1 —D X A . 11—D X D f.
12— R X D . 12—P5C - T
1 3 —R X P A . 13—A 3 T f.
1 4 — R 3 C. 1 4 — C X P •[.
1 5 — R 2 T. 1 5 — P 6 C f.
Las blancas pierden.
Variante segunda
BLANCAS. NEGRAS.
5— C D — 3 A . .
Jaenisch dico quo es mejor mover este caballo que el del
voy, en l a situación do que se trata, porque así se recupera
el peón del gambito.
5—P3 AD.
6— D 3 A . 6—P 3 D.
7— p 3 C R . 7—D 5 C.
S - - P 3 D. 8—D X D f.
9__C X D . 9 — A R — 3 T.
10—O 2 11.
Las blancas tienen buen juego.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
5— C R — 3 A . 5 — D 5 C.
6— A x P t - 6
— R 2
-R
7— P 3 T R . 7 — D 6 C.
8— C D — 3 A . 8^-R X A .
9— C 2 R .
Las negras pierden l a dama.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 R.
2—P 4 A R . . 2— P X P .
3— A 4 A . 3— JD 5 T |.
4 — R casilla A . 4— A 4 A .
5— P 4 D . 5— A 3 C.
6— C R — 3 A . 6— D 2 R .
7— C D — 3 A . 7— C R — 3 A .
8— P 5 R . 8— C 4 T .
9— 0 5 D. 9—-D á su casilla.
10— P 4 CR. 1 0 — P X P al paso.
1 1 — A D — 5 0. 11— P 3 A R .
12— P X P . 12— P X P .
13— C 5 R. 1 3 — Enroca.
1 4 — D X C. Í4—P X A f ,
15— C 6 A f. 1 5 — R . 2 C.
1 6 —D X P T f . 1 6 — R X C.
17— G 4 O t t -
CAPITULO X X X I V .
D e l gambito de l a d a m a , de A l e p ó de A l e p p o .
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 D . 1—P4D.
2 —P 4 A D . 2—P X P.
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
3 _ p 3 R [ L a mejor.] 3 — P 4 R . [ L a mejor.]
4— A X P . 4 _ P x P.
5— P X P . 5—CR—3 A.
6— C D — 3 A . G—A 3 D.
7— C R — 3 A . 7— C D — 3 A .
8— Enrocan. 8— Enrocan.
Juego igual.
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS.
3— P 3 R . 3— P 4 C D .
4— P 4 T D . 4— P 3 A D .
5 _ p x P. 5— P P-'.
x
6—P 3 CD. 6— A 3 T .
7_P x P. 7 _ P x P.
8— T x A . 8 _ C X T.
9— D 4 T . T
9--D 2 D.
1 0 — D X C y ganan.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
3-P3R. 3-P4CD.
4— P 4 T D . 4—P 3A D .
5— P X P . 5—P X P.
6— D 3 A l t y ganan.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS,
3— P 3 R . 3—P4CD.
4— P 4 T D . 4—A2D.
5 _ p x P. 5—A X P.
G—P 3 CD. G—D 4 D .
7_p x P. 7—A X P.
8 — D 4 T -j-^r ganan una
pieza.
Variante quinta.
BLANCAS. NEGRAS.
3— P 3 R. 3—P4CD.
4— P 4 T D . " 4—PXP.
5— A x P . 5—A2D.
6^-D 3 A R .
Las blancas dan mate ó toman una torre.
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
3—P 4 R . 3--P4R.
4— P 5 D . 4—P 4 AR.
5— A X P . 5—CR—3 A .
6— C R — 3 A . 6—A3D.
7__p x P. 7 — A X P &c.
Variante sétima,
BLANCAS. NEGRAS.
3— C D — 3 A . 3— C R — 3 A .
4— P 3 R : 4— P 4 R .
5— A X P . 5— P X P .
6— P x P. 6— A 3 D &o.
Variante octava.
(Defensa de Soliwartz.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 D . 1— P 4 D .
2— P 4 A D . 2— P X P.
3— P 4 R . 3— P 4 A R .
4— P 5 R . 4— A 3R.
5 — C D — 3 T. 5— C D — 3 A
6—A 3 R. 6 — C D — 4 T.
7— D 4 T f . 7— P 3 A D .
8— A 2 D . S—D X P.
9—D X C 9—D x re.
10—A 3 A . 10—D 3 C.
L a s blancas ganan i
CAPITUliO X X X V .
V I A N O r i E T T O VEI, I t E Y . — I D E M B E L A D A M A . — A D I Ü T U n A S F R A N C E S A , TTOr.AN'DKSA,
V I E N E S A T S I C I L I A N A . — O A M T 1 I T O DT.t. A L A . — I . A S C A n l U T A S .
SISTEMA PRIMERO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 A R . 1—P 4 D :
2— C R — 3 A . 2 — A 5 C.
3— C 5 R . 3—A 4 A .
4 - P4CR. 4—P 3R .
S i las blancas tomasen ahora el alfil, recibirían mate.
5 — P 5 C. 5—P 3 A R .
6__CR—3 A . 6 _ p x P.
7—C X P . 7—A 2R.
S—p 3 D. S—P 3 TR.
9_CR—3 A. 9 — A 5 T t.
E s mejor el juego negro.
BLANCAS. NEiHIAS.
1— P 4 R . l _ p 3 CR.
2— P 4 D . 2— A * C .
3— C R — 3 A . 3 — P 3 D.
4_A 4AD. 4 — A 5 C.
5 _ A X P A t- 5— R X A .
6_C5C . T
G — R ú su casilla.
7—D x A . 7—A X P .
8- -C x P T . S _ T X C.
9- - D X P C y y ganan.
oLANOAS. NEGRAS,
1- ~P 4 A D . 1— P 4 R .
2- - C D — o°- A . 2— P 4 A R .
3- - P 4 D . 3— P 5 R .
4- - P 5 D , 4— P 3 A D .
5- - P 6 D . 5—D 3 A .
6—P 5 A . 6 _ P 3 CD.
7—P x P . 7—PT x P.
8—C 4 T D . 8—A x P.
9—0 x P- 9 — A 5 C f.
10—A 2 D. 10—D X P C .
11—C X T. 1 1 — A X A -¡-.
12—D X A. 1 2 — D X T y.
1 3 — D á su casilla. 13—D X P .
jas negras tienen juego mas ventajoso.
BLANCAS. NEGRAS.
SISTEMA SEGUNDO.
(Defansa frauoeaa.)
BLANCAS. NJEGBAS.
1—P 4 R. 1—P 8 R.
2 — ? 4 r>. 2~P8 ADÓP4D.&C.
SISTEMA TERCERO.
( A p e r t u r a holandesa.)
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 A R . 1—P 4 R.
2^-p X P . . 2 — D 5 T f.
3— P 3 C R . 3--D 5 R.
4— C R — 3 A . 4—CD—3 A .
5— C D — 3 A . 5—D 4 A R .
6— P 4 R . 6—D3R.
7— P 4 D . 7—D 2 R.
Las blancas tienen la supremacía.
SISTEMA CUARTO.
( A p e r t u r a siciliana.)
BLANCAS. NEGRAS.
1—P 4 R. 1—P 4 A D .
E s t a respuesta de las negras es lo que constituye la de-
fensa ó apertura siciliana; l a mejor que, en concepto do J a o -
nisch y o t r o s ^ f o r e s , se puede hacer á la salida del peón
del rey contrario, cuando avanza hasta su cuarta casilla.
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 A D .
2— P 4 D. 2— P X P .
3—D x P . 3— C D — 3 A .
4 — D á su casilla. 4— CPC—3 A .
6—CD—3 A . 5— P 3 R .
6 — A D — 5 C. G—A 2 R.
Partida igual.
Variante segunda.
BLANCAS.
NEGRAS.
1— P 4 R . 1— P 4 A D .
2— C R — 3 A . 2— P 3 R .
3—P 4 D . 3 —P 4 D .
4—P X I g ) . 4— P R X P .
5—P 4 A D . P XPD.
6 _ P x P. 6—D X P .
7—D X P .
P a r t i d a igual.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
1 —P 4 R . i—piSb.
2— P 4 A R . •2—CD—3 A .
3— C R — 3 A 3 —P 3 R .
4 —A 2 R . 4— P 4 D .
5— P 3 D . 5— P X P .
6—P X P. 6—D X D f.
7—A X D .
P a r t i d a igual.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 AD.
2— P 4 A D . 2—P 3 R.
3_CR—3 A. 3—CD—3 A.
4— C D — 3 A . 4—P 3 CR.
5— P 3 D . 5 — A 2 C.
6— A 2 R . G—CR—2R.
T
as negras tienen buen juego.
Variante quinta,
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—P 4 A D .
2— P 4 C D . 2—P X P.
3— P 4 D . 3—P 4D,
4— P 5 R . 4—AD—4 A.
5— P 3 T D . 5—P x P.
6— A X P . ' G-CD—3 A.
Las negras.tienen uu peón mas y buen juego.
SISTEMA QUINTO.
1— P 4 R . I—P3R.
2— P 4 D . 2—P3CD.
3— A 3 D . 3 — A 2-C.,
4— C R — 3 T. 4—P 3 CR.
0— Enrocan. 5—A 2 CR.
Esta apertura es pues, un doble Fianchello, nada sólido ó
conveniente á nuestro humilde modo de ver.
SISTEMA SEXTO.
(Apertura vienes»).
BLANCAS. NEGRAS.
1— P i R . 1—P 4 R.
2— C D — 3 A . 2—CD—3 A.
3 —A 4 A . 3 — A 4 A-.
4— P 3 D . 4—P 3 D.
Como so ve nada de particular-tiene l a presente apertu-
ra, encaminada solo á hacer un dilatado juego do defensa.
CAPITULO X X X V I .
D E L O S P A R T I D O S CQET V E N T A J A .
SISTEMA PRIMERO.
(Pcon y Balido,.)
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R . 1—CD—3 A.
2— P 4 D. 2 — P 4 R.
3— P 5 D .
3 - C D - 2 R.
4 — A D — 5 C. 4— C R — 3 A .
P 3 D hubiera sido preferible.
5 —A X C *
5-PXA,& . c
Vmanió segunda.
BLANCAS.
NEGRAS.
1— p 4 R .
1—P 3 R.
2— P 4 D .
2—P 3 AD.
3— P 4 A D .
3— P S D .
4— C D — 3 A .
4 _ p 3 C R , &c.
Variante tercera.
BUNGAS.
NEGRAS.
I r - P 4 R. •
1—P 3 D :
2-P4D:
2— C R — 3 A .
S — A 3 D.
3— P 4 R .
4 — P 5 D.
4 — P 3 A D , &c.
Variante cuarta.
BLANCAS. . NEGRAS.
1— P 4 R . 1 - J - C R — 3 T.
Variante quinta.
BLANCAS, NEOUAS.
1—P4D. 1__P 3 R .
2 _ P 4 AD. 2 — P 4 D.
3„CD—3 A. S—CR—3 A.
4—P 3 R. 4 — P 3 A D , &.
Variante sexta.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P'4 R . 1—CD—3 A .
2— P 4 D. 2 — P 4 D.
3— D 5 T f. 3—P 3 CR.
4— D X P D . 4—DxD.
5— P x D . 5--C x P.
6— A 3 R . 6—0 4 A .
is negras no tienen mal juego.
SISTEMA SEGUNDO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R ,
2— P 4 D . 2—CD—3 A.
Debo advertirse aquí que, cuando so da este partido, en
las dos primeras jugadas no puede pasarse ron ninguna pie-
za, de la cuarta casilla.
3— P 5 D . *Z—C 4 R .
4— P 4 A R . 4 — C 2 A , &c.
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS.-
1— P 4 R .
2— P 4 D. 2—P 3 R.
3— A 3 D . 3—P4D.
4— P 5 R . 4—P3CD,&o.
Variaate tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R .
2— P 4 D . 2—P 3 D.
3 —A 3 D , 3— C 2 D .
4— P 4 A R . 4 — P 3 C R , <fcc.
Variante cuarta.
BLANCAS. NEGRAS.
1— P 4 R ;
2— P 4 D. 2 _ P 3 CD.
3 — A 3 D. 3 — A 2 C.
4— p 5 R . 4 _ P 3 C R . &c.
CAPITULO XXXVII.
FIN D E L A P R I M E R A ^ A R T E .
S E C C I O N I.
D E LOS F I N A L E S D E P A R T I D A .
EJERCICIO PRIMERO.
POSICION.
NEGRAS. BLANCAS.
1 —112 A . 1 — P 7 C.
2— R 3 D. 2 — P 8 C; pide D ;
3— R 2 R. 3—D 6 CR.
Como para que el mate so efectúe, las blancas tienen que
acercar su rey y su reina al rey contrario, arrinconando á
este, el rey atacado debe procurar impedirlo, ganando fciem
pos, para aspirar al empate.
4— R 2 D . 4—R 2 D.
5— R 2 A . 5—R 3 D.
6— R 2 D , 6—R 4 D.
7— R 2 A . > 7—R5D.
8— R 2 D . 8—D 7 A f . s
9 — R casilla A . 9—R6A.
1 0 — R casilla D . 10—D7D t- T
Variante.
1—R 2 A . 1 — P 7 C.
2—R 3 D. 2 — P 8 C; pide D ,
3—R 4 A . 3—D G R.
4 — R 4 C. 4—D 6 D.
5—R 5 A . 5—R 2 D.
6 — R 6 C. 6—D 4 D:
7 — R 7 T. 7—R 2'A.
8 — R 6 T. 8—D 4 R.
9 — R 7 T. 9—D 4 TD ft-
EJERCICIO SEGUNDO:
POSICION.
NEGRAS. BLANCAS.
1—R 5 D . 1—T 5 T.
2—R 5 A . 2—R2C.
3 — R 5 0.
t 3—T 5 TR.
4—R 5 A. 4—R 3 A .
5—R 5 D. 5—T 5 C R .
6—R 6 D. 6—T 4 C R .
7—R 7 D. 7-m-T 4 D f .
8—R 6 A . 8—R 3 R.
9—R 7 A . 9 — T 4 A D -f.
1 0 — R 6 C. 10—R 3 D.
1 1 — R 7 C. 1 1 — T 4 C D f.
1 2 — R 6 T. 12—R 3 A .
1 3 — R 7 T. 13—R2 A.
1 4 — R 6 T. 14—T 4 A D .
1 5 — R 7 T. 15—T 4 TD ff.
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
1—T 2 D . 1 — R casilla A .
2—T 2 CD. 2 — R casilla D,
3 _ T 3 C ff.
Variante segunda.
[BLANCAS. NT5GRA8.
1— T 2 D . 1 — R á su casilla.
2— T 2 A R . 2 — R casilla D .
3— T S A ff.
EJERCICIO TERCERO.
Los reyes y los dos alfiles blancos so colocan en sus casillas rospoclivas.
BLANCAS. NEGRAS.
1 _ A R — 3 T. 1 — R casilla B ,
2— A D — 4 A . 2 — R 2 B>.
3— R 2 R. 3—R3A.
4— R 3 A . 4—R 2 R.
5— A 5 A R . 5—R 3 A .
6 — R 4 C. 6—R 2R.
7— R 5 C . 7 — R á su casilla.
8— R 6 A . 8 — R casilla D .
9— A 6 D . 9 — R á su casilla,
10— A 7 A D . 1 0 — R casilla A .
11— A 7 D. 11—R casilla^.
1 2 — R 6 C. 1 2 — R casilla A .
1 3 — A 6 D f- 1 3 — R casilla C.
l á j - A 6 R f. 1 4 — R casüla T .
1 5 — A 5 R -ft-
Variante primera.
BLANCAS. NEGRAS.
5 C. 7 — R casilla D .
8—R 6 A . 8 — R á s u casilla.
9_AD—7 A. 9—sR casilla A .
Y sigue como antes.
Variante segunde
BLANCAS. NEGRAS.
7— R 5 G. 7—R 2 A .
8— A 6 D . 8—R2C.
9— A 6 R . 9 — R 2 T.
1 0 —A 8 A R . 1 0 — R casilla T .
11— R 6 A . 11—R 2 T.
12— R 7 A . 1 2 — R casilla T .
1 3 — A 7 C f. 13—R2-T.
1 4 —A 5 A R f f .
Para dar ol mate anterior, ó lo que es lo mismo, el de los
dos alfiles, so dobo tenor presenté que solo se'puede verifi-
car obligando al rey enemigo a situarse en uno de los án-
gulos del tablero, en la casilla de uno do los caballos, ó en
la segunda de cualquiera do las torres.
EJERCICIO CUARTO.
r-osicio*.
BLANCAS. NEGRAS.
1— A 4 A . 1 — R 3 0.
2— R 4 A . 2—R 3 A.
3— C 3 A . 3 — R 3 0.
4— C 4 R :
Debe tenerse presente que en este mate, la misión del cn^
bailo es cuidar que el rey atacado no se sitúe en las casillas
de color inverso al del alfil.
4 — R 3 T.
5— R 5 A . 5 — R 2 T.
S i el rey negro hubiese ido á la cuarta de la torre, el alfil
blanco habria dado jaque en la segunda del roy con lo cual
se facilitaba el mate.
6— R 6 A . 6—-R casilla T .
7— C 6 D . 7—R 2 T .
8— C 7 A R .
E s t a es la situación, en que se necesita forzar el mate en
diez y ocho ó veinte jugadas, por hallarse e l rey atacado en
el ángulo de color contrario a l del alfil.
8 — R casilla;C.
E l caballo se opono á quo vuelva el r e y al rincón: el alfil
debo impedir que ocupe las casillas blancas.
9- - A 3 D . 9- — R casilla A .
10- - A 7 T. 10- — R á su casilla.
11-- C 5 R . 11- — R casilla A .
12- - C 7 D f. 12- — R a su casilla.
13- - R 6 R. ~ 13- — R casilla D .
14- - R 6 D . 14-^jR á su casilla.
16- - A G C f. 1 5 - —R casilla D .
16- - A 7 A . 16- —R casilla A .
17- - C 5 A . 1 7 - —R casilla D .
1 8 - - 0 7 C f. 1 8 - - R casilla A .
19- - R 6 A. 1 9 - —R casilla C ,
2 0 - - R 6 0. 2 0 - - R casilla A .
2 1 - - A 6 R f. 2 1 - —R casilla C .
22- - A 7 D . 2 2 - - R casilla T. .
23- -C5 A . 2 3 - - R casilla 0 .
24- -0 0 T f. 2 4 - - R casilla T .
25- -A G A ff.
Varante.
Ropítanse las diez primeras jugadas del ejercicio.
BLANCAS. NEGRAS.
11—C 5 R . 1 1 — R casilla D .
1 2 —R 6 R , 12—R 2 A .
13— C 7D.
Tanto de este modo, como del otro, los saltos del caballo
son los mismos.
1 3 —R 3 A .
1 4 —A 3 D .
P a r a que el rey no pueda escaparse al ángulo negro.
14— R 2 A .
15— A 4 R. 1 5 — R casilla D .
16—R 6 D. 1 6 — R á, su casilla.
1 7 —A 6 C •}-.
Y sigue como antes.
E J E R C I C I O QUINTO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— T 8 A f . 1—T casilla D .
2— T 7 A . 2—T 7 D .
Iláso dado la situación con quo comienza este ejercicio,
como la mejor para el negro y la única en que está en de
fensa. Después so verá el modo de reducirle á ella.
3— T 7 C D .
Para llegar al mate debéis forzar al adversario á que llevo
su torro á la casilla primera ó tercera de la dama blanca.
Como llogue A colocarse en uno de estoj dos puntos, l a v i c -
toria es vuestra on un número fijo de jugadas.
3—T 8 D .
4— T 7 C R . 4—T 8 A R .
5— A 3 C R . 6 — R casilla A .
6— T 4 C. 6 — R á su casilla.
7— T 4 A D . 7—T S D .
8— A 4 T. 8 — R casilla A .
9— A 6 A . 9—T 8 R f.
10—A5R. 1 0 — R casilla C.
11— T 4 TR, Pierden.
Variante ¡finiera.
BLANCAS. NEGRAS.
1— T 8 A y. 1—T casilla D .
2— T 7 A . 2—T 7 D:
3— T 7 CD. 3— T 8 D .
4— T 7 C R . 4— R casilla A .
5— T 7 TR. 5— T 8 C R .
6— T 7 R . 6— R casilla C.
7—— T 8 R -|-. 7— R 2 T.
8— T 8 T R f . 8— R 3 C.
9 — T 8 CR-'f.
Pierden las negras su torre.
Variante segunda.
BLANCAS. NEGRAS.
Variante tercera.
BLANCAS. NEGRAS.
1— T 2 C D . 1— T casilla D .
2— A 4 A . 2 — T casilla R . '
3 — T G C f. 3— R 2 A j .
4— R 5 A . 4— T 7 R .
6 - - T casilla C. 5_T 7 AR.
6— T 7 C f . G — R casilla A .
7— R 4 R . 7 — R a su casilla,
8— A 5 R . 8— T 2 A .
9 — T 8 C f. 9— R 2 R .
1 0 —R 5 D . 1 0 —T 8 A R .
11— T7C-¡\ 1 1 — R á su casilla.
12— R G R .
Y queda ol juego en l a posición necesaria para el triunfo.
Esto asunto so presta á un análisis muy extenso, pero nos
pareco que con lo expuesto es suficiente, para que nuestros
lectores se formen una idea bastante exacta del modo con
que deben conducirse, en. los casos parecidos quo se les pue-
dan ofrecer.
EJERCICIO SEXTO.
POSICION.
BLANCAS. NJÜRAS.
1—C 3 R á 4 At>.
Véase demostrado que dos caballos solos ostán impedidos
de dar mate, puos el rey negro se hallaría forzado si no tu-
viese un peón que mover ahora.
1— P 4 A .
2 — P 4 G. 2— P X P .
3— R 2 R . 3 — P 6 C.
4— R á su casilla. 4 — P 7 C.
5— 0 5 R . 5 — P 8 0.
6— C 3 D f |.
E J E R C I C I O ¿ETIMO.
B E Y Y PEON CONTRA R E Y .
POSICION.
BLANCAS. NEGRAS.
1 — R 2 D. 1—R 2 R.
2— R 3 R. 2—R 3 R.
3— R 4 llT 3—R 3 A .
4—R 5 D. 4 — R 2 R.
5—R 5 R. 5—R 2 A .
G—R G D. 6 — R á su casilla.
7--RGR. 7'—R casilla D .
8—P 4 R. S — R á su casilla.
9 — P 5 IL- 9 — R casilla D .
10—R 7 A . 10—R 2 D.
11—PGRf.
No puedo evitar el rey negro la coronación del peón
En la posición de este ejercicio liemos visto ganar á las
blancas: fuó sin embargo porque principiaron á jugar. Te-
niendo las negras l a salida, l a partida es tablas, según se
notará en seguida: *"
Pónganse las piezas, lo mismo que antes.
NEGRAS. BLANCAS.
2- •R 3 R . 2—R 3 R,
3- •R 4 R . 3 _ R 3 D.
4- •R 4 D . 4— R 3 R .
5 R 4 R. 5— R 3 D .
6 •R 4 D .
L a manera en este caso de hacer seguro el empate, es co-q
mo se verá á continuación: tener el rey negro frente al otro,
cuando puede hallarse separado únicamente poruña casilla;
y cuando no es eso posible, situarlo detras del peón.
6— P 4 R f .
7— R 4 R . 7— R 3 R .
8— R 3 R . 8— R 4 A .
9— R 3 A . 9—- P 5 R f.
1 0 —R 3 R . 10— R 4 R.
11— R 2 R. 1 1 — i r ü D.
12— R 2 D . 12— PG R f .
13— R 2 R . 13— R 5 R.
1 4 — R á su casilla. 1 4 — R G D.
1 5 — R casilla D . 15— P 7 R f .
1 G — R á su casilla. 1 G — R 6 II.
Y la partida es tablas, por estar fQrzndo el rey negro, pues
este sin hallarse en jaque no puede moverse á uiugun lugar.
EJERCICIO OCTAVO.
rosríiojr.
Los royes en sus casillas respectivas.—Tres pconns blancos en la segunda do la
¡orre,' del caba'lo y.del alfil de la dama.—Tres pcone3 negros en la segunda de la
torre, del caballo y del alfil de su rey.
NEGRAS. BLANCAS,
1— R 2 D . 1— P 4 T.
2— R 3 A . 2 — P 5 T.
3— R 4 C. 3— P 4 C.
Si el rey negro se apoderase ahora del peón del caballo,
el de la torre iria á coronarse dama sin dificultad.
4 — P 4 T. 4— P 4 A f.
f)—R 3 T. 5— P 5 A .
6— R 4 0. 6— II 2 A .
7— P 5 T . 7— R 2 0.
8— P 4 0. 8— R 3 T.
9— P 4 A . 9— 11 2 T .
10— P 5 A . 1 0 — R 2 C.
1 1 — P 5 0. 1 1 — R casilla 0.
12— P 5 A . 12— R 2 A .
1 3 — P G T. 1 3 — R 3 O.
14— R 3 A . 1 4 — P 6 T.
15— R 2 A. 1 5 — P 5 C,
1 G — R casilla 0. 1 6 — P 6 O,
1 7 — R casilla A . 17— P G A .
1 8 — R casilla D. 1S—P7 A f .
1 9 — R casilla A . 1 9 — P 7 T.
2 0 —R 2 C. 2 0 — P 8 A y pide T>. -
21— R X D. 2 1 - ^ . P 8 T y pide D .
Pierden las negras.
Variante.
NEGRAS. BLANCAS.
1 — P 4 T. 1—R 2 A .
' 2 — P 5 T. 2 — R 2 C.
3 — P 4 C. 3 — R 3 T.
4—P 4 A. 4 — P 4 T.
5—P 5 A. 5 — R 4 C.
6—R 2 D. e — P 5 T.
7—R 2 A. 7 _ P 4 A.
8 — R 2 C. 8 _ P f> A .
9—R 3 A. 9 - ^ G T.
10—R 2 A . • 10—P 4 C
1 1 — R casilla C. 11—PGA.
12—R 2 A . 1 2 — P 7 T y ganau.
EJERCICIO NOVENO.
BLANCAS. NEGEASc
I—IX 2 E . 1—R2B,
2—P 4T. 2—R 3 A .
3 — P 5 T. 3 — P 4 T.
4—It 3 A . 4 — P 5 T.
5 — I I 4 0. 5 — P 4 C.
6—P 4 A. 6 _ P 4 A f.
7 — R 3 T. 7—P 5 A .
8 — R 4 C. 8—R 2 C
9—P 5 A. 9—R 3 A.
1 0 — P 6 T. 10—R 2 A .
11--P4C. 11—R 3 A .
12—P5 Cf. 12—R 2 A.
13—PG C f . 1 3 — R casilla C.
14—P G A. 1 4 — R casilla T.
15—P 7 A. 1 5 — P G A ó G T.
1G—P8 A-H-.
Este ejercicio como el anterior se puede desarrollar de dis-
tintos modos, pero todos vienen á reducirse a l sistema se-
ñalado.
E J E R C I C I O DÉCIMO.
POSICION.
BLANCAS. NEGRAS.
1— D 7 A R . 1—R 7 R.
2 — r , 6 R f. 2—R G A .
S — D 5 A f. 3 — R 7 C.
4_D4C . T 4—R S T.
6~D3Af. 5—RSC.
6 _ D 3 O f. C — R S T.
Juego tablas, porque si l a dama toma el peón, queda for-
zado el rey negro. Aquí nos parece oportuno manifestar que
en casos como éste, s i el peón es de alfil 6 de torre, el jue-
go es tablas, porque el rey se refugia en l a casilla del án-
gulo, buscando que se le deje sin movimiento. Cuando e l
peou es de caballo, rey ó dama, so gana siempre como lo va-
mos á demostrar á continuación:
BLANCAS. NT.Í3HAS.
1 _ D 4 T f. 1 — R 8 C.
2—R 5 A . 2—R 8 A.
3—D 4 A D f. 3 - - R 8 D.
4 — D 3 D f. 4 — R 8 Á.
5—D 3 A D . T 5 — R 8 C.
6—R 4 R. 6 — R 7 T.
7—D 2 A D . 7 — R 8 T.
8 _ D 4 T f. 8 — R 8 C.
9 — R 3 D. 9—R 8 A.
1 0 — D 2 A D |f.
E J E R C I C I O DÉCIMOPRIMERO.
POSICION.
BLANCAS. NEGRAS.
1— R 2 A . 1 — R 7 T.
E n caso de haber ido el roy negro á la quinta del caballo,
el otro rey so habría dirigido á la casilla de su torre.
2 — R crfiilla A . 2 — R 8 T.
3— R 2 A . , 3 — P G T.
4— R casilla A . 4 — P 7 T.
5— R 2 A .
E J E R C I C I O DÉ0IMOSKGUNDO.
POSICION.
BLANCAS. NEGRAS.
1— R 2 C. 1—-p 5 T .
2 — R casilla T . 2—A 5 A.
3 — R 2 C. 3—R4C.
4— R casilla T . 4.—R 5 C.
5— R 2 C, &c. &o.
E l rey blanco no sale del rincón, ó de alguna de las tres
casillas inmediatas, buscando ser forzado, y el juego es t a -
blas, tanto porque con un alfil no es dable matar, como por.
que el peón no puede ser coronado. Cuando el alfil está en
el color igual al ángulo en que ha de coronarse el peón, e n -
tonces se gana el juego, á causa de que el mismo alfil des.
aloja al rey enemigo de l a casilla citada.
EJERCICIO DECIMOTERCERO.
P0SI0IOH.
NEGRAS. BLANCAS.
1 - - T 2 T R f. 1-- R 2 C .
2 - - T 2 C R •{•• 2-- R 3 A .
3-- T 2 A f . 3-- R 4 C.
4 - - T 2 C R f. 4-— R 5 A .
5-- T 2 A R f. 5-- R 6 0.
6~ - T 2 C R f . 6-— R 6 T .
7 - - T 2 T R f-
T la partida es tablas, porque si el rey se apodera de
torre, queda forzado ó ahogado el rey enemigo.
Este caso, propuesto por Ponziani, es uno de de los pocos
en que se hace empate la lacha de torre contra reina: general-
mente, cuando un jugador tiene dama y el otro torre, el p r i .
mero debe vencer.
EJERCICIO DECIMOCUARTO.
POSICION.
BLANCAS. NEGRAS.
l — D 4 CR. 1— T 7 A D .
' 2 — D á su casilla f. 2— T 8 A.
3— D 3 C f. 3 — R 8 T.
4— D 4 T D •{-• 4— R 7 C.
5— R 2 A ; 5— T S C D .
6— D 5 C D t - Qp-R 7 T.
7— D C T D f . 7— R G C.
8— D 5 T D . 8— T 7 c
9 — 113 D . 9— T 8 C D .
10— D 5 C D f . 1 0 — R 7 T.
11— D 4 TDf. 11— R 7 O.
3 2—R 2 D. 12— T 8 TD.
1 3 — D 4 CD-¡-. 3 3—R7T.
1 4 — R 2 A y ganan.
EJERCICIO DECIMOQUINTO.
F0SICI0N.
EJERCICIO DECIMOSEXTO.
POSICIOlf.
BLANCAS. NEO R A S .
1— R 3 C. 1— R 0 D .
2 — D 5 D -¡-. 2— R 0 A .
3— II 4 A . 3 — C 6 D f.
4— 11 3 A . 4— C 5 C D .
5— D á su casilla. 5 — C 7 D -(-.
6— 11 2 R. 6— C G C D .
7— D casilla R f . 7— R 5 A .
8— D 4 T i l f . 8— R 6 A .
9— D 6 A R f. 9— C 5 D f.
10--R 2 A. 10—C 4 D.
Juego tablas.
E J E R C I C I O DÉCIMOSETIMO.
POSICION.
1 _ D 7 D f. 1—R casilla C.
2— D 6 R f- 2
— °-
1 1 2
3— R 4 A. 3 — A 2 T.
4_D 7 D f. 4 — R 3 C.
5—D 8 R f. 5 — R 2 C.
G—R 4 C. G — A 3 C.
Corno el rey blanco no puedo acercarle al rey contrario,
la partida tiene que ser tablas.
P o r regla general cuando hay reina de una parte, y dos
piezas de la otra parto, el juego debe empatarse, á no ser
que dichas piezas estén aisladas, y la dama pueda apoderar-
so do una do ellas^>or medio do un ataque silmultáneo á d i -
cha pieza y al rey enemigo.
EJERCICIO DECIMOCTAVO.
POSICION.
BLANCAS. NEGRAS.
1— A 7 C D . 1—T3CD.
2— A 5 D. 2—T 7 C D .
3— A G A D . 3—T 7 A R f.
4— R casilla C. 4—R 7 R.
C — A 5 I). 5—R 8 R,
6— A G A D . G—T 3 A R .
7— A 7 C D . 7—TSCLlf.
S —I I 2 T. 8—R 7 A .
9 — R 3 T, &c.
Torre contra'alfil es tablas biempre, si el quo lleva el a l -
fil tiene cuidado de situarlo como está aquí, á fin de quoe-
rey enemigo no pueda acercarse al suyo, do manera quo pul
diera darle el uvate.
EJERCIOtÜ DÉCIM0\"OVEN*O.
POSICION.
BLANCAS. * NEC!RAS.
EJERCICIO VIGESIMO.
POSICIOÍ7.
BLANCAS. NEGRAS.
1— II i I). -R 3 D.
2— R 3 ü . -R 2 D .
3— R 3 R . 3— R 2 R .
4— R d D . 4— R 2 D .
G—11 4 R . 5—R 3 R .
Tablas.
EJERCICIO VIGJÍSIMOr-RIMERO.
T O R R E Y CAllAI.T.O C O N T R A T O R R E .
POSICION.
BLANCAS. NEGRAS.
1- -G G 11 f. 1— R 4 D .
2— T S D f . 2— R 5 R.
3— T 4 D f. 3— Cualquiera.
4— R X T y pman.
Este es uno de los pocos casos en quo el caballo y la. tor-
ro pueden dominar á una torre sola, lín lo ¿veneral osa elaso
de final es tablas, y¡i se cambie torre por torre, porque u u
caballo no basta para dar mato, y a so impida con la torro do
que so dispone, quo se acerque el rey enemigo. A M r . Torth
se debo el descubrimiento de varias sí releíanos curiosas, on
que las dos piozag-, vencen ú la contraria. Visto y a el que
pusimos 'al principio del presento ejercicio, hé aquí olio do
ellos.
POSICION.
BLANCAS. NF.QRAS.
: POSICION.
KlfllUS. BLANCAS.
1 P 4 A. 1—R2C.
2— P 4 T . 2 — R 3 (í.
3— P 4 C. 3—11 2 C.
4— P 5 A .
(Si hubieran jiígaTo las negras P 5 T, el rey blanco habria
respondido: lí 3 T; y ai aquellas hubiere^ avanzado el peón
del caballo, la contentación era: II 3 C.
4—II 3 A .
5— P 5 T. 5—It 4 C.
G—R 2 A . G — P 7 T.
Pierden las negras.
SECCION S E G U N D A .
D E LOS E S T R A T A G E M A S O P R O B L E M A S .
P R O B L E M A PRIMERO.
POSICION.
BLANCAS. NCO.IUS.
R casilla A R . R S D.
Torres. 2 A D y 4 R . D en su 5 casilla.
D 5 AR. C G 1).
Caballos í GR y 5 A D P 7 AR.
A 4 AR.
Las blancas salen y dan mate en dos Hgadas.
P R O B L E M A SEGUNDO,
posiciorí.
BLANCAS. NKGHAS.
R3D. R 6 AR.
Torres 2 y 1 C R . P 5 TU.
CS CU.
PROBLEMA TERCERO.
[POSICION.
BLANCAS. NEGKA8.
E en su 2 casilln. R4D.
D 8 R, Peones 3 R y 5 A D .
C 5 AR.
peones 3 R, 3 A D y 2 D .
Las blancas salen y dan mate, precisamente con ei peoa
do l a segunda de la dama, en cuatro jugadas.
Los problemas como estos, se llaman de 2>eon de la cape-
ruza. (Pión CoiíTé), porque en ellos es condición indispensa-
ble matar con el peón designado previamente.
P R O B L E M A CUARTO.
POSICION.
BLANCAS. NEGRA3.
R casilla T D . R 6 CD.
D en su 8 casilla. Peones 4 G R , 5 A R , 3 R ,
Caballos G y 2 AD. y 7 TD.
Alfiles casilla A D y casi-
lla D .
Poones2CD, 3 A D , 2 D ,
3 A l t , y 4 GR.
Salen Ins blancas y obligan á las negras á darlo mate al
roy blanco, en cuatro jugadas.
SOLUCION DHL P R O B L E M A P R I M E R O .
BLANCAS. XSanAS.
1— D 5 D . 1--Cualquiera.
2 — Mato con D , C ú T.
SOLUCION D E L P P O B L E M A SEGUNDO.
BLANCAS. NEGRAS.
1— C 0 A R . 1 — E l peón un paso.
2— C 5 T. 2—-P X T.
3— Mate con T.
3SD
SOLUCION D E L P R O B L E M A TERCERO.
BLANCAS, XEGRAS.
1 _ D 5 C f. 1—Se mueve el R .
2— C 7 R . 2—Juega el P .
3 —D 3 G. 3—P X D.
4— Mate con P .
SOLUCION D E L P R O B L E M A CUARTO.
BLANCAS. NEQRAS.
1—D 5 D f . 1—P X D .
2— P 3 D . 2 — P 5 D.
3 —A 2 D . 3—P-K P.
4— A casilla 15» á—P X P f|\
Loa problemas del género de esto último, en quo so bus-
ca perder, son conocidos con el nombre de pierde gana ó ya-
na pierdo. T a l sistema, como so indicó en su respectivo l u -
gar, no esta- sin embargo cu uso.
FIN.
APENDICE.
E L G R A N T O R N E O I N T E R N A C I O N A L DB Fll.APEr.KIA.
En las m.míenlos Jo acabar esto libro, hem.is sido honrados por ol comi-
té directivo del gran torneo de ajedrez que so ha do verificar on Filndollia on
1876, con el cuaderno referento á dicho torneo. Un ol expresado cuaderno
(quo estamos traduciendo jmr completo, á fia do publicarlo en alguno do
los periddids de la capital), so dotorminan las lejos quqjiabrán do regir en
la contienda, las personas inscritas hasta ahora, para tomar parto on el com-
bate, écc. También hay cu é*Ha carta siguiente, dirigida á b>s ajedrecistas
europeos, por el mencionado comité, y la cual creemos qu- tendrán gusto
en conoc;r aquellos do nuestros lectores quo piensen asistir ul torneo ínter-
nacional. Dice así la carta:
Á L O S AJEDRECISTAS K U U o r K O S .
19—5 2,000
29 — 1,200
;><?_ j OSO
49— 472
ó9— 248
S 5,000
TÁRlnns.
Introducción 3
P A i m : PIUMKKA— Pe las reglas generales y do las aperturas de bis
juegos 7
Capítulo I.—Del tablero y las pier.as í)
Capítulo II. — Del tecnicismo ó nomenclatura , ...— 15
Capítulo 111.—-Do k>s signos y abreviaturas 21
Capítulo I V . — l>e las leyes'de! juego 2.'!
Capítulo V.—Del modo do estudiar con excito, de la uibanidad ni
el juego y do otras consideraciones generales...., 20
Capítulo VT.—Del reglamento para el juego do ajedrez 35
Capítulo V I I . — D J la apertura llamada (¡inoro l't'mw 13'
Capítulo VIII.—Del gambito A'raiis y do la Defensa Terreros (!() _