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“Contra los corsarios, al servicio de su Majestad”.

Expediciones inglesas por el


Mar del Sur (1576-1594) en las informaciones de méritos y servicios de los
vasallos del rey
NAKASHIMA, Roxana
EHESS / SUM

Durante las últimas décadas del siglo XVI, bajo el reinado de Elizabeth I, los ingleses
lograron organizar su expansión ultramarina, con cierto retraso respecto a portugueses,
españoles y franceses. Ante la falta de una armada fuerte y centralizada, la estrategia seguida
fue la de proyectar cada expedición como una empresa mercantil, combinando capitales
privados y en muchos casos también de la corona, dividiendo los ingresos según lo acordado.
El ímpetu conseguido por este mecanismo fue muy grande, y los ingleses se desperdigaron
por todos los mares. Además de los circuitos comerciales en Europa, hubo también
mercaderes ocupados en el tráfico con el Levante, con Moscú o con Guinea, por nombrar
algunos sitios. Un pequeño grupo se interesó particularmente en el Nuevo Mundo, y sus
integrantes promovieron no sólo la colonización de espacios aún no ocupados por otras
potencias, sino también las expediciones con intenciones de tráfico e incluso el saqueo, en
especial de asentamientos españoles.
El comercio fue así la primera vía que pretendieron abrir los ingleses. Sin embargo, los
objetivos se mezclaron y rápidamente comerciar y saquear pasaron a ser características
indisolubles de los emprendimientos1. La reina en ocasiones entregaba licencias autorizando
los viajes, y a partir de 1585, cuando se estableció una situación de guerra entre la monarquía
ibérica y la inglesa, los ataques y saqueos a barcos y puertos españoles en América
aumentaron considerablemente.

El objetivo de la presente comunicación es doble. Por un lado, se pretende analizar el lugar


que ocuparon los corsarios ingleses en América respecto a la lógica imperial de la monarquía
ibérica a fines del siglo XVI. Por otro lado, nos interesa ubicar a los corsarios ingleses en la
cronología de la conquista, pacificación y población del Nuevo Mundo por los españoles.
Se tendrán en cuenta las cuatro expediciones inglesas que navegaron por las aguas del océano
Pacífico entre 1576 y 1594: la de John Oxenham (1576), las circunnavegaciones de Francis
Drake (1577-1580) y Thomas Cavendish (1586-1588), y el viaje de Richard Hawkins (1593-
1594).
Como fuentes se consideraron informaciones de méritos y servicios solicitadas por los
encargados de la defensa de los reinos americanos contra los enemigos ingleses. Se analizaron
documentos producidos entre 1578 y 1620 que se encuentran en el Archivo General de Indias,
tanto en la parte de Patronato Real, como en la Audiencia de Lima, sección Gobierno.

1. Las informaciones de méritos y servicios


Estos documentos eran solicitados por los vasallos del rey con el objetivo de obtener una
gratificación por los servicios cumplidos2. Diversas cédulas fueron definiendo el mecanismo
administrativo por el cual se informaba al rey de las calidades y méritos de quienes pretendían
recibir una merced. En un principio cualquier persona, cualquier servidor del rey, podía
realizar estas solicitudes. Sin embargo, el sistema se fue configurando para beneficiar a los
nobles principales “hijodalgos” de un lugar, y en particular en América, a los descendientes
de los conquistadores y primeros pobladores3.
1
Ver por ejemplo: ANDREWS, 1964.
2
Ver GREGORI ROIG, 2007, 355-379.
3
RECOPILACIÓN DE LEYES DE LOS REYNOS DE LAS INDIAS, 1681, Tomo 2, libro III, título II sobre “provisión de
oficios gratificaciones y mercedes”, ley xiv: “que se graduen los meritos y servicios, conforme a esta ley”. Leyes
de 22/ii/1538 en Valladolid. 31/iii/1584 y 11/viii/1590 en San Lorenzo. 9/iv/1591 en Madrid. 16/viii/1599 y
12/xii/1619, 7/vi/1621 en Madrid. Folio 4.

1
Las Audiencias, los tribunales de justicia que funcionaban en un territorio determinado4, eran
las encargadas de recibir estas informaciones y elevarlas al Consejo de Indias, cerradas y
selladas. Generalmente el solicitante proponía testigos para probar y sustentar su pedido, a
partir de interrogatorios que podían tener unas pocas preguntas o bien varias. Esto dependía
de lo que el interesado consideraba importante destacar como servicios realizados durante su
vida, o bien la de sus familiares. Son las hazañas militares las que abundan en estas
enumeraciones, y es justamente en los listados de servicios donde van a aparecer los corsarios
ingleses5. En efecto, en las informaciones, el haber combatido a los enemigos ingleses es
considerado como uno de los servicios más significativos realizados por los solicitantes de
mercedes. Así, el paso de los ingleses por las costas americanas se convirtió en una buena
oportunidad para probar la lealtad de los vasallos, de los encargados de la defensa del reino, y
que sirvieron con sus “armas, caballos, criados y hacienda”, poniendo “en gran riesgo la
vida” para detener a los “enemigos luteranos”.

A partir de 1585, la existencia de mecanismos cada vez más claros para solicitar mercedes6
pudo generar un mayor interés por obtener una remuneración. Por ello, o por otro motivo,
hacia fines del siglo XVI, serán los hijos y los nietos de los conquistadores quienes
demandarán que se les hagan mercedes por los servicios prestados por sus antepasados,
recurriendo a lo estipulado en las cédulas. Ciertamente, para 1580 la presencia española en
América cuenta ya con una historia de unos 90 años. Si consideramos en particular el caso del
virreinato del Perú, a partir del encuentro de Pizarro y Atahualpa en 1532, haciendo una
aproximación muy estimativa, podemos establecer el siguiente esquema que nos mostraría las
posibles generaciones de españoles en suelo americano:

Esquema generacional para el virreinato del Perú (fundado en 1542), con el período de las expediciones inglesas

De esta manera, entre 1572 en adelante, en el virreinato del Perú, se podrían encontrar nietos
de conquistadores que demandaban por los servicios tanto de sus abuelos, de sus padres e
incluso de ellos mismos. Teniendo en cuenta esta perspectiva generacional, y la cronología de
la colonia, podemos afirmar que la presencia de los ingleses por las costas americanas
constituyó uno de los acontecimientos bélicos más importantes de las últimas décadas del
siglo XVI.
En efecto, en las informaciones se comprueba que los servicios declarados durante las
primeras décadas de la conquista están relacionados en especial con el apresamiento del Inca
Atahualpa y con la conquista y pacificación de nuevos territorios. En los años sucesivos, en

4
En América funcionaron once. Ver SCHÄFFER, 1947. 2 vol. Especialmente tomo 2, capítulo 1: La organización
colonial. 3-249.
5
En las informaciones, las referencias a los ingleses se pueden encontrar en la “portada” hecha por la Audiencia
(en donde se sintetizaba la información del interesado con los datos sobre sus antepasados, sus servicios y la
remuneración solicitada), en el discurso biográfico (que eventualmente presentan las informaciones, luego de la
fecha, lugar y composición del tribunal), o bien en las preguntas propuestas para interrogar a los testigos.
6
MURO OREJÓN, 1957, 15 o 377.

2
las informaciones son enfatizadas las luchas contra los “tiranos y sus secuaces” (como
Gonzalo Pizarro, Hernández de Girón, o Lope de Aguirre), así como la participación en la
guerra civil que se desató en el Perú. Indudablemente, los “indios alçados”, “rebeldes” y
“belicosos” (en especial los araucanos y los chiriguanos) serán los más presentes en las
informaciones, ya que fueron los principales enemigos de la hegemonía ibérica en el
virreinato. Sin embargo, desde 1570, también serán los “yngleses cossarios” y “luteranos”
quienes pasarán a presentarse como uno de los enemigos más amenazantes del período.

2. John Oxenham en Panamá. 1576


Se supone que en 1573, cuando Francis Drake consiguió interceptar en el istmo de Panamá la
recua de mulas que transportaba la plata del virreinato del Perú, uno de sus hombres juró
regresar y convertirse en el primer inglés en navegar las aguas del Mar del Sur. Su nombre era
John Oxenham, y en 1576 volvió a la región con el objetivo de apresar la plata en el mismo
océano Pacífico. Con un barco de 100 toneladas y unos cincuenta hombres llegó a Nombre de
Dios y de allí atravesó el difícil camino que separaba los dos mares. Ya en el Pacífico,
construyó una embarcación y en las islas de las Perlas, aliado con los cimarrones, robaron
algunos barcos y cometieron algunas herejías contra símbolos religiosos. La defensa no se
hizo esperar. Una expedición fue enviada desde Panamá, al mando de Pedro de Ortega
Valencia, y tras un enfrentamiento algunos ingleses murieron, otros fueron encarcelados y
varios huyeron por los montes7. Desde la ciudad de los Reyes, el virrey Toledo envió a Diego
de Frías Trejo como teniente de capitán general, con 150 hombres y dos navíos con artillería,
para buscar a los sobrevivientes y terminar con la amenaza. En una carta que envió al rey, el
capitán contaba cómo desde la audiencia de Panamá quisieron impedirle hacer su jornada y no
le ofrecieron ninguna ayuda. Frías Trejo sostenía que “…si el presidente no huuiera tenido
pretension de dezir que le toca a él el gobierno deste Reyno de tierra firme y no al virrey del
Piru a quien Vuestra Majestad lo tiene cometido se ouiera hecho esta jornada con menos
dificultades y mas ciertas esperanças de buenos sucesos…”8. Esta superposición de
autoridades, la del virrey del Perú desde Lima y la del presidente de la Audiencia de Panamá,
dio lugar a conflictos jurisdiccionales que fueron característicos de la administración colonial,
y que justamente la presencia de los corsarios ingleses dejó en perfecta evidencia.

En el mismo documento, y tras la descripción de los servicios brindados a la corona, Frías


Trejo suplica que se le haga merced de confirmarle la plaza de alférez general, con el salario
correspondiente a dos mil pesos ensayados, y sugiere también recibir la vara de alguacil
mayor de la audiencia de Lima, o recibir un repartimiento de indios, o lo que el rey
considerase adecuado. Evidentemente el haber perseguido a los ingleses, y el haber prendido
“al maestre del navío en que vinieron que entre ellos era muy estimado por todos” era
presentado como un buen servicio, sin dudas junto a otros, que ameritaba una buena
remuneración.
Otros españoles que participaron de las persecuciones que se organizaron contra los hombres
de Oxenham también señalaron el valor y los esfuerzos realizados, avanzando por la espesura
de la región, atravesando crecidos ríos, soportando el hambre y el mal clima. Un ejemplo de
ello se puede leer en la información de méritos y servicios que solicitó Diego de Mora,
realizada el 5 de julio de 1578 en la Audiencia de Panamá9. Mora había pasado a Tierra Firme
con Frías Trejo como almirante de la armada, y en su información presentó a cuatro testigos
que respondieron al interrogatorio por él propuesto, y aseguraron que el solicitante era hijo de
un conquistador y primer poblador de Perú, que se trataba además de uno de los vecinos
principales y más ricos del virreinato, heredero de un repartimiento. Como hombre notorio,
7
LOPEZ VAZ, 1600, 3 vols, vol. III, p.526-528.
8
AGI, Panamá 41, N.31. Asiento de Ronconcholón, Ballano. Carta del capitán Diego de Frías Trejo. Fol. 384-
391. Fol.386r.
9
AGI, Patronato, 152,N.2, R.1. Méritos y Servicios: Diego de Mora, Tierra Firme. 5/vii/1578. Fol.84-88.

3
Mora había recibido el cargo de almirante para defender al reino con su hacienda,
presentándose con doce o catorce hombres a su costa, adquiriendo un barco con alimentos
para sustentar la jornada.

Mapa 1: región del istmo de Panamá.

Uno de los testigos aseguraba que “…si por el no fuera no se pudiera conseruar la estada en
el monte tanto tiempo ni hazer los buenos effetos que se hizieron…”10. Otros testigos
agregaron más información, como lo hizo Lorenzo Fernández de Heredia, quien aseguró que
Mora realizó un gran servicio a la corona “…prendiendo los cosarios e matando y
desbaratando los negros e quemandoles los pueblos e cortandoles las comidas hasta que
entendiendo lo que quedaua todo seguro se salio el dho general”11.

El mismo Lorenzo Fernández de Heredia también solicitó una información de méritos en


1583, en la Audiencia de Lima. Hijo de un conquistador, Lorenzo participaría debajo del
estandarte real “…siruiendo a su magestad en busca del capitan Juann Ocsnem corsario
luterano y de los demas sus soldados hasta la ciudad de panama siempre teniendo messa
puesta para quantos querian comer en ella de los soldados que yban siruiendo a su
majestad…”12.
De esta manera, la presencia enemiga puso en marcha los mecanismos de defensa del reino,
que se basaban en la predisposición y los recursos inmediatos que podían aportar los vasallos
más acomodados de la sociedad. Ante la amenaza que significaron los ingleses en América,
estas iniciativas encabezadas por los principales vecinos hicieron posible la formación de
milicias capaces de reaccionar rápido y salir prestas tras los enemigos13.

3. Francis Drake. Circunnavegación: 1577-1580


Casi en simultáneo al encarcelamiento de los hombres de Oxenham, Francis Drake volvía a
izar las velas para realizar una expedición que se convertiría en la primera circunnavegación
de los ingleses.
En diciembre de 1577 Drake zarpaba del puerto de Plymouth con 5 barcos y 164 hombres en
un viaje repleto de secretos y tensiones14. Para septiembre de 1578 Drake había atravesado el
estrecho de Magallanes y comenzaba a navegar por la costa del Pacífico, sorprendiendo a los

10
AGI, Patronato, 152,N.2, R.1. fol.85r.
11
AGI, Patronato, 152,N.2, R.1. fol.87v.
12
AGI, Lima,207,N.21. Informaciones de oficio y parte: Gonzalo Fernández de Heredia, y sus hijos Juan y
Lorenzo Fernández de Heredia. Ciudad de los Reyes, 1/ii/1583. fol. 5v.
13
Las actividades milicianas de los particulares españoles tienen su origen en la tradición castellana del siglo
XII. Para el caso de Nueva España, ver por ejemplo: RUIZ GUADALAJARA, 2009, 104-138.
14
Sobre las particularidades que envolvieron el viaje de Drake y las publicaciones impresas asociadas véase:
WAGNER, 1969 // QUINN, 1984, 33-48.

4
españoles que no esperaban semejante atrevimiento. Drake apresó con éxito varios barcos,
incendió otros y cometió diversos actos de pillaje. En septiembre de 1579 se aprestaba a
atravesar el Pacífico, alejándose del Nuevo Mundo, dirigiéndose a las islas de las especias. De
regreso a Inglaterra, la reina lo protegió de las denuncias del indignado embajador español,
don Bernardino de Mendoza, y de las acusaciones de los mercaderes damnificados, y más
tarde lo nombró caballero15.

Por parte de la administración ibérica abundan las cartas emitidas por los virreyes, presidentes
de audiencias, gobernadores, las declaraciones de testigos, etc. que dan cuenta de la temida
presencia inglesa y de cómo ésta afectó la vida de los virreinatos. Ciertamente, los virreyes
del Perú y de la Nueva España habían mandado hacer gente de guerra para salir en
persecución del enemigo, y las órdenes llegaron a distintos puntos del territorio. Más tarde,
varias audiencias recibirían solicitudes de informaciones de méritos y servicios en las que se
hizo referencia a esta aventura inglesa.
Por caso, en la Audiencia de México, en octubre de 1590, solicitaba su información Cristóbal
González Muñóz16. Se trata de un hijodalgo que, entre otros servicios, se había destacado
como “soldado en Ytalia en el tercio de Mylan”, más tarde había sido enviado “en la jornada
de Costa Rica”, y que había ocupado “diueross officios y los a administrado asi de quentas
como de otros”. En la quinta pregunta del interrogatorio queda expuesta la organización del
sistema de defensa español, a partir de la presencia de Drake en 1578. Así se lee:
“5. yten si saben que el dicho xpoual gonzales quando se ofrecio yr contra el yngles francisco
draque que paso por las costas destos reynos en el armada de que fue por general don Jhoan de
Guzman que mando hazer don martin enrriquez para seguir al dicho cosario el xpoual
gonzales fue y boluio en ella a su costa y con gasto y adereços de su persona y armas…
haziendo lo que devia hazer con mucho cuidado y vigilancia y en ello gasto muchos dineros”.

Evidentemente, González Muñóz fue un soldado experimentado, que había participado en las
guerras en Italia, en la jornada de Costa Rica, y para 1578 la administración imperial volvía a
contar con sus servicios, esta vez en la Nueva España, contra los corsarios ingleses.
Otro ejemplo es el de Rodrigo Campuzano de Sotomayor, quien solicitó su información de
oficio y parte en la Audiencia de Lima en 1588. En ella se lee sobre su participación no sólo
en la persecución de John Oxenham en 1577 por el Bayano, sino también en el seguimiento
de Francis Drake durante el año siguiente. Así, uno de los testigos aseguraba que cuando el
virrey Toledo había hecho gente “…contra los yngleses que entratron en las montañas del
ballano el año de setenta y siete el dho capitan Roº canpuzano fue asimesmo de los primeros
que se offrecieron a yr a seruir a su magestad en la dha jornada…” y agregaba que “…vio
como entro en las montañas del ballano y anduuo por ellas todo el tiempo que duro que fue
mas de año y medio con grandes y excesiuos trabajos padeciendo hambres y enfermedades
hasta que se prendieron los dhos inglesses y se hizo justicia dellos”. Luego del paso de John
Oxenham, continuaba el testigo, Campuzano de Sotomayor, “…quando entro en esta mar el
capitan Francisco Draque se embarco para yr en su seguimiento… sirviendo siempre en todo
lo que se a ofreçido asi en la guarda y defensa desta ciudad como del callao della siempre a
su costa e minsion”17. Por su participación en la defensa del reino, Campuzano solicitaba un
repartimiento de cuatro mil pesos ensayados de renta.

Estos ejemplos dejan en claro que la organización militar de la colonia recaía en manos de los
“hijodalgos”, de los nobles españoles que se veían en la obligación de asistir al rey con sus

15
DRAKE & NICHOLS, 1628.
16
AGI, México,219,N.18. Informaciones: Cristóbal González Muñoz. Ciudad de México, 22/x/1590.
17
AGI, Lima, 209,N.1. Informaciones de oficio y parte: Rodrigo Campuzano de Sotomayor. Ciudad de los
Reyes, 1588.

5
servicios, ya fuera en cargos de alta jerarquía (como oficiales, capitanes, corregidores, jueces,
etc.), realizando importantes gastos, o bien como soldados rasos, exponiendo sus vidas.

Mapa 2: Expedición de Francis Drake 1577-1580. Viejo calendario.

Como fenómeno bélico, un efecto muy concreto que tuvo la presencia de los corsarios fue la
formación de la llamada Armada del Mar del Sur. Pérez Mallaína analiza con detenimiento
esta peculiar organización, que califica de “verdadera agrupación naval criolla”18. En efecto,
la circunnavegación de Drake y su paso por la costa peruana en 1578 motivó la necesidad de
contar con algún tipo de defensa más estable, aunque nunca se logró una verdadera
profesionalización y todo el sistema siguió funcionando más bien en base a las milicias y
algunos pocos contingentes permanentes que se situaban en puntos vitales de la extensa costa
del Pacífico.
Para las autoridades españolas, la prioridad siempre fue proteger el envío de plata que se
transportaba desde Arica (el puerto de la villa imperial de Potosí, de donde se extraía la plata)
hasta Panamá. La presencia de barcos de defensa tenía este objetivo primordial de transportar
la plata de “su majestad y particulares”, y no el de proteger la costa en general. Es decir que
más que presentar un carácter militar, la armada del mar del sur se convirtió en una suerte de
escuadra mercantil. Si bien la presencia de los corsarios (ingleses primero, y luego
neerlandeses) fue importante, la mayor parte del tiempo prevalecía la tranquilidad y la
ausencia de amenazas.

18
PÉREZ MALLAÍNA BUENO y TORRES RAMÍREZ, 1987. xiv: “…o si se quiere, la primera escuadrilla que un país
europeo mantuvo en unas colonias alejadas miles de kilómetros de la metrópoli, en condiciones de casi total
autarquía”.

6
Se puede afirmar que la presencia de corsarios ingleses fue más bien una excepción en el
virreinato del Perú. Sin embargo, esta presencia se concentró en un período de tiempo muy
específico (en las últimas décadas del siglo XVI), y tuvo un gran impacto en la organización y
administración del virreinato.

4. Thomas Cavendish. Circunnavegación: 1586-1588


Tras el regreso de la exitosa circunnavegación de Drake, los ingleses desearon aprovechar el
canal abierto a Asia a través del estrecho de Magallanes y prontamente se organizaron otras
expediciones. Thomas Cavendish zarpó de Plymouth en julio de 1586 con 3 barcos y 123
hombres, para intentar dar la vuelta a la Tierra y reforzar los contactos ingleses con Asia19. En
el mes de febrero de 1587 la armada pasó por el estrecho de Magallanes donde encontraron
los restos de la fatídica colonia que Sarmiento de Gamboa había instalado. Cavendish rescató
a Tomé Hernández, uno de los veintitrés colonos sobrevivientes que penaban aún buscando
alimentos y esperando el socorro de Sarmiento de Gamboa que nunca llegaría20.
Los ingleses y su pasajero siguieron el viaje bordeando la costa del Pacífico, pero esta vez los
españoles estaban prevenidos. En el puerto de Quintero, tras un ataque, doce ingleses
perdieron la vida y otros fueron hechos prisioneros para terminar más tarde en las cárceles y
los tribunales de la Inquisición de Lima.
Cavendish y sus hombres siguieron corriendo la costa. En Paita saquearon y quemaron la
ciudad, recogieron un botín importante, y también sufrieron bajas tras enfrentarse con los
españoles21. Ya en la costa mexicana saquearon Huatulco, el puerto más importante de la zona
hasta ese momento, y siguieron navegando, tocando puerto Natividad y Mazatlán. En
noviembre de 1587, cerca del cabo San Lucas en Baja California, consiguieron la mayor de
las presas de su expedición. El galeón Santa Ana, de 700 toneladas, se acercaba al continente
cargado de mercancías de la China, totalmente desprevenido y sin artillería para defenderse.
Tras un enfrentamiento, los españoles debieron rendirse, y la nao fue saqueada.
El ataque al gran galeón de Manila en el Cabo San Lucas provocó la alarma de los españoles,
quienes ya habían sufrido hacía escasos nueve años los primeros saqueos en esos mares, por
parte de Francis Drake. Varias fueron las respuestas ante esta situación vulnerable que
presentaba el frente Pacífico. Según Sales Colín, además de la construcción del castillo de San
Diego en Acapulco, otra de las consecuencias que tuvo la captura del galeón por parte de la
expedición de Cavendish fue la implementación de un sistema de barcos de aviso. El autor
sostiene que el primero de ellos fue enviado “por primera vez de Acapulco en 1594 por
iniciativa del propio Consulado de la Ciudad de México”22. Evidentemente antes de su
establecimiento formal existían barcos que cumplían la misma misión, pero los dos ataques en
tan corto tiempo fueron decisivos para articular un tipo de defensa estable.
Diez meses después del ataque a la Santa Anna, Cavendish concluyó su circunnavegación.
Los ingleses regresaban triunfales a Inglaterra, cuando todavía se celebraba la increíble
derrota de la Armada Invencible en septiembre de 1588.

Durante el viaje de Cavendish por la costa americana, al igual que en los otros casos de
corsarios ingleses, se produjo un importante intercambio de correspondencia entre la
administración española conteniendo en especial instrucciones, solicitudes de socorro,
relaciones sobre lo acontecido, etc. Más tarde, también otras informaciones de méritos y
servicios retomaron las aventuras de Cavendish.

19
Para relatos de testigos directos del viaje de Cavendish, ver: N.H., 1589, 809-815 y PRETTIE, 1600, 803-825.
20
SARMIENTO DE GAMBOA, 1768. Numerada i-xxii. ‘Declaración que de órden del Virréi del Perú D. Francisco
de Borja, Príncipe de Esquilache, hizo, ante Escribano, Tomé Hernandez, ….’
21
Ver por ejemplo: AGI, Patronato,191,R.7. Información sobre la quema del puerto de Paita, 30/ix/1587.
22
SALES COLÍN, 1998, 24.

7
Mapa 3: viaje de Thomas Cavendish 1586-1588.

En mayo de 1588 en la Audiencia de Lima, Antonio de Cabrera solicitaba su información, la


cual se amplió hacia 159623. Uno de los testigos declaraba que Cabrera, luego de haber sido
herido por un flechazo cuando combatía contra los indios en el Nuevo Reino de Granada,
pasó al reino del Perú y “…en la ocasión del yngles cosario thomas candi que entro en esta
mar del sur el año de ochenta y siete fue publico que el dicho antonio de cabrera acudio a
seruir a su magestad con sus armas y cauallo en lo que se ofrecio…”24.
Por sus servicios, Cabrera sugería que se le hiciera merced del corregimiento de los Collagua
o el de la ciudad de Paita, o una lanza de la compañía de los gentiles hombres del Perú.
Alonso de Vargas Caravajal, en 1602 ante la Audiencia de Lima, también invocaba en su
probanza de méritos los servicios prestados a la corona combatiendo tanto contra Drake como
contra Cavendish. Sugería como merced el hábito de Santiago y alguna renta y enumeraba
entre sus méritos, además de ser hijo de un conquistador, el haber ocupado importantes cargos
en el gobierno de Cartagena y su servicio en tanto que capitán general, cuando Francisco
Drake había entrado en el puerto del Callao. En dicha ocasión Cabrera había salido en su
seguimiento con “otros muchos caualleros y soldados que llebo a su costa”, y años más tarde
también actuaría contra

“…tomas candi cosario yngles que abia entrado en el dicho puerto con tres nabios y una
lancha y mucha gente y fue causa que no tomase dos millones de haçienda que en el dho
puerto v. mag. tenia y socorrio y sustento a todos los soldados que acudieron a ayudar a la
defensa del dicho puerto usando el officio de cappitan de la gente de a cauallo en que gasto de
su haçienda mucha cantidad…”25.

23
AGI, Patronato, 131,N.2,R.2. Méritos y servicios: Antonio de Cabrera. Lima, 6/v/1588.
24
AGI, Patronato, 131,N.2,R.2, folio 29r.
25
AGI, Patronato,139,N.2,R.1. Méritos y servicios: Alonso de Vargas Caravajal. Ciudad de los Reyes, 1602.

8
Como en otras ocasiones, los vasallos del rey demostraban los cuantiosos gastos que habían
realizado para cumplir con sus cargos y defender los intereses de la corona, y por ello
esperaban ser bien remunerados y reconocidos por la corona.

5. Richard Hawkins. 1593-1594


El hijo de John Hawkins también atravesó con éxito el estrecho de Magallanes con la firme
intención de asolar las costas del Pacífico y vengar lo ocurrido con su padre en 1568 en el
puerto de San Juan de Ulúa26. Los ingleses salieron del puerto de Plymouth, bordearon la
costa africana, cruzaron el océano hasta Santos, en la costa de Brasil. En febrero de 1594
atravesaron el estrecho y para abril pasaban por la isla Mocha. Más tarde estuvieron enfrente
del puerto de Valdivia donde tomaron varias presas con intenciones de rescatarlas. Siguieron
su recorrido por los puertos de Coquimbo y Arica. A fines de junio de 1594 Hawkins se
encontraba en la bahía de Atacames, cerca de la desembocadura del río Esmeraldas, hoy
Ecuador. Allí se enfrentaron con los españoles, quienes los esperaban bien preparados y
lograron reducirlos tras tres días de combates intensos. Pérez Mallaina Bueno sostiene que a
partir de la real cédula del 16 de abril de 1591 se puede afirmar que “la Armada del Sur
estaba organizada, al menos en lo que hace referencia al tipo y número de sus
embarcaciones, tal y como permanecería hasta el final”27. Es decir, a esta Armada se
rindieron los ingleses.
Unos fueron a parar a las galeras de Cartagena, otros fueron transportados a Lima y más tarde
fueron juzgados y sentenciados por la Inquisición. El capitán Hawkins regresaría a Inglaterra
recién en 1602, tras haber permanecido prisionero del virrey, protegido de los inquisidores.
A partir del paso de esta expedición, la armada del Sur demostró su efectividad. La relación
de los hechos fue rápidamente publicada, convirtiéndose en uno de los primeros impresos del
virreinato del Perú. Allí se narraban los episodios desde el 17 de mayo de 1594, fecha en que
se había avistado a los ingleses, hasta el 2 de julio, cuando fueron finalmente vencidos28.
En 1622 en Inglaterra salían publicadas las Observaciones… escritas por el mismo Richard
Hawkins, fallecido en 162029. Siguiendo el ejemplo de su padre John Hawkins, quien
estableció buena parte de las bases de la marina inglesa, el texto de Richard está repleto de
sugerencias y reflexiones sobre cómo mejorar la navegación, la vida en alta mar o la
alimentación de la tripulación, entre otros aspectos.
Asimismo, en las Observaciones se mencionan a diversos españoles que estuvieron
involucrados en su apresamiento. Uno de los ejemplos es el de Pedro del Pulgar. Personaje de
vasta experiencia en diversos frentes, recibió la orden de encargarse de Hawkins y
transportarlo en su barco, luego de la batalla en Atacames. Richard escribe en su texto que el
español actuó con gran humanidad y cortesía “And truely hee was, as after I found by tryall, a
true captaine, a man worthy of any charge, and of the noblest condition that I have knowne
any Spaniard”30.
En el año de 1616, la viuda de Pedro del Pulgar, doña María de Magdalena de los Rios,
solicitaba que la Audiencia de Lima hiciera la información de méritos y servicios, en donde se
sintetizaban las acciones que había realizado su marido en América. Así, Pedro del Pulgar
había ido

“…por capitan de infanteria en la ocasión que entro en esta mar Richarte aquines ingles y se
señalo en ella. Y despues aca ha continuado el seruicio de Vuestra Magestad en oficios de la

26
Ver RUMEU DE ARMAS, 1947.
27
PEREZ MALLAINA BUENO, 1987, 3.
28
TORIBIO MEDINA, 1916.
29
HAWKINS, 1622.
30
HAWKINS, 1622, 156.

9
guerra como capitan, almirante y general de la Real armada que lleba el tesoro de V. Magestad
y particulares al Reyno de tierra firme…”31.

Mapa 4: viaje de Richard Hawkins 1593-1594.

En la información se retomaba una petición realizada anteriormente por el propio Pedro del
Pulgar en 30/i/1596, en donde proponía un interrogatorio para los testigos. El interesado
comenzaba la enumeración de sus servicios con la guerra de Granada, en donde había servido
bajo las órdenes de Don Juan de Austria. Luego había participado en la jornada de Portugal,
en la toma de Setúbal, Lisboa y Oporto. Asimismo había servido en la ciudad de Cartagena de
Indias, y al año de estar allí había pasado al reino del Perú, donde recibió el título de capitán
de infantería para custodiar el puerto del Callao, ya que habían llegado noticias de un corsario
inglés. Tras haber combatido contra los hombres de Richard Hawkins en la bahía de
Atacames, Pedro del Pulgar entró “…en la dicha nao con quarenta soldados con grandissimo
rriesgo y peligro de mi perssona y prendi al dho general yngles trayendole y entregandole a
mi general por tal preso” y agregaba que el dicho general inglés “…al tiempo que le prendi
me ofrecio gran cantidad de oro plata joyas lo qual no quisse rreciuir de manera alguna
antes le di de mano solo atendiendo a traele presso…”32.

De esta manera, a partir de la presencia inglesa en las costas americanas, Pedro del Pulgar
pudo demostrar los servicios realizados, destacando su hidalguía y méritos y por ello
solicitaba una gratificación del rey. Richard Hawkins, así como lo habían hecho otros ingleses
previamente, y lo harían los neerlandeses más tarde, había brindado una oportunidad a los

31
AGI, Patronato, 136,N.1,R.1. Información de los méritos y servicios del general Pedro del Pulgar, a petición
de María Magdalena de los Ríos, su viuda. Ciudad de los Reyes, 1615.
32
AGI, Patronato, 136,N.1,R.1. Sin numerar. Folio 4v a 5v.

10
vasallos del rey de exhibir no sólo la lealtad a la corona, sino también la calidad de los
servicios que estaban dispuestos a realizar.

En una carta escrita al rey por el capitán Beltrán de Castro de la Cueva en agosto de 1594, el
apresamiento de Richard Hawkins es considerado como una buena prueba para demostrarles a
los ingleses lo bien preparados que estaban los españoles, y así “…el dia que llegase esta
nueua a yngalaterra por lo menos les pondra pena para que no se arrojen tan a rienda suelta
a venir a hacer daño a esta mar tan sin temor como hasta agora lo an hecho…”33.

En diciembre de 1595 el rey le envió al virrey del Perú, el marqués de Cañete, una carta en la
que solicitaba información sobre los vasallos que se habían destacado en la acción contra
Richard Hawkins, en los siguientes términos:

“De los demas Capitanes, y soldados que dezis se señalaron en la dicha ocasión, me embiareis
relacion particular, assi de la calidad de los seruicios de cada vno, como de lo que os pareciere
que merecen, para que se me consulte, y yo prouea lo que me pareciere convenir”34.

De esta manera, el propio rey fomentaba la realización de informaciones de méritos y


servicios, para que “...los que bien nos siruen en las Indias, sean honrrados y gratificados de
sus trabajos, y los demas se animen a seruirnos”35, como ya se había especificado en una
cédula de 1585.

6. Conclusiones
Las informaciones de méritos y servicios fueron el producto de mecanismos administrativos a
través de las cuales los vasallos le hacían saber al rey de qué manera lo habían servido y qué
pretendían a cambio. Los interesados presentaban su situación social y económica, las
calidades de sus antepasados y agregaban una enumeración de lo que consideraban ser los
servicios más importantes realizados en el transcurso de su vida.
Los enfrentamientos con los corsarios ingleses en América aparecen justamente como uno de
los ítems destacados por los demandantes, en pie de igualdad con otros hechos bélicos que
habían tenido lugar en diferentes partes del vasto imperio español.

Así, en algunas informaciones de méritos y servicios recogidas en América, se puede


encontrar una suerte de selección de frentes que mantenía la administración de los Habsburgo.
Un ejemplo es el de Alonso García Romero. Según su información, en 36 años de servicios el
maese de campo había servido en la guerra de Granada, Italia, en la batalla naval de Lepanto,
en Sicilia, la Goleta, Túnez, en los estados de Flandes y en el sitio y cerco de Maastricht.
Luego pasaría al reino de Chile, como parte de la expedición que pretendía poblar el estrecho
de Magallanes. Como sargento mayor, se enfrentaría a los araucanos rebelados, más tarde lo
ascenderían a maese de campo de las provincias, siempre peleando contra los indios. También
había sido convocado para la jornada de Quito, durante el conflicto por las alcabalas en dicha
ciudad, y luego pasaría al puerto de Arica y “…en las occasiones de ingleses que alli ubo en
dos años y medio que estubo; hizo lo que debia a buen soldado, teniendo aquel puerto y costa
en buena defensa, sustentando muchos soldados, en que gastó mucho de su hazienda…”36.
Un caso similar se encuentra en la información de méritos y servicios solicitada en marzo de
1598 por Diego de Aranda Pineda, en la Audiencia de Quito. Allí se expone la trayectoria de
treinta años de servicios a la corona, que incluyó “…la batalla nabal contra el turco junto a

33
AGI, Panama 43, N.100. Carta de Beltrán de Castro al Rey. Puerto de Perico, 5/viii/1594. Folio 750r.
34
SUÁREZ DE FIGUEROA, 1613, 222. Carta del rey al virrey marqués de Cañete, 17/xii/1595.
35
MURO OREJÓN, 1957, 24-25 o 386-387. Ordenanza 46.
36
AGI, Patronato,130,R.5. Méritos y servicios: Alonso García Romero, maese de campo general. Ciudad de los
infantes (Angol), 20/xii/1586.

11
la persona del señor don Joan de Austria”, la jornada de Tunez, Orán y el reino de Italia
“contra los enemigos y infieles de nuestra santa fe catolica”, y en América “en todas las
ocasiones que se an ofrecido auer contra los yngleses cosarios que an entrado en esta mar
del sur…”37.
Recorridos semejantes tampoco eran lo usual de encontrar, y hay que considerar además que
existía un claro interés por exagerar los servicios por los que se pretendía ser remunerado. Sin
embargo, si bien pudo no darse necesariamente una gran movilidad geográfica en todos los
casos de solicitudes, no deja de ser cierto que esos frentes mencionados sí existían y formaban
parte de las posibilidades que tenían los vasallos para mostrar su valía y desplegar sus
servicios.
Otro aspecto que cabe señalar es que sólo los vecinos más acomodados eran capaces de servir
al rey con grandes gastos. Equipar soldados, comprar bastimentos para realizar una jornada,
participar con las propias armas, caballos y criados, o conseguir artillería sólo era esperable
entre los principales hijodalgos. De contar con menor jerarquía, ante la imposibilidad de
incurrir en ese tipo de gastos, en las informaciones son enumerados otros méritos y servicios,
como el de haber pasado hambre, haberse expuesto a grandes riesgos de la vida al atravesar
ríos torrentosos o caminar por bosques muy espesos, alimentarse de plantas ponzoñosas o
haberse arriesgado a contraer peligrosas enfermedades.
En cualquiera de los casos, la presencia de los corsarios ingleses en América habría
funcionado como un detonante para la realización de los servicios a la corona, y es en este
sentido que se puede sostener que jugaron un rol importante en el sistema de recompensas y
reconocimientos de méritos y servicios en el que se apoyaba la administración de las Indias.

Por otra parte, durante las últimas décadas del siglo XVI, la presencia inglesa por las costas de
América constituyó sin dudas una de las peculiaridades locales que caracterizaron la
construcción global del imperio. Durante ese período, el peligro inglés debió considerarse
como una constante amenaza, y no como un evento más bien excepcional (como hoy a la
distancia podrían interpretarse estas incursiones).
En efecto, el virrey del Perú, Francisco de Toledo, en una carta que le escribía al rey en
octubre de 1579, alertaba de la preocupante situación, y del verdadero peligro material y
espiritual que representaban los ingleses:

“…todo esto que tengo referido y que tanto trabajo a costado para lo poner en este punto se
suele con qualquiera mouimiento de guerra alterar y descomponer y cessar el curso della
porque en todo ay mouimiento y le vbo el dia que llego la nueua de los yngleses a estas costas
desde chile hasta Quito y le abría para que ningún ministro espiritual ni temporal exerciesse su
oficio ni nadie atendiesse a su cargo y ministerio y todos se inquietarían y desasosegarían
especialmente en la naturaleza de los de esta tierra assi yndios como españoles … / los yndios
se alteran y ni acuden a sus dotrinas ni pagan de sus tasas / los sacerdotes y corregidores dexan
sus oficios cada vno se quiere ocupar en los agenos y los demás estados de gentes se ponen en
libertad para biuir cada vno como quiere…”38.

Más adelante, en la misma carta, también advertía sobre lo que ocurría, justamente, con las
solicitudes de gratificaciones: quien permanecía en el territorio, protestaba el virrey, con
cualquier cosa que le mandaban, o bien por cualquier cosa que se ofrecía a hacer, cobraba
nuevos bríos para pretender un muy buen repartimiento, paga o muy buena ayuda de costa, y
además agregaba que esto “…no se a dexado de sentir en este poco tiempo que estos yngleses
entraron en estas prouincias…”39.

37
AGI, Patronato,137,N.1,R.3. Información de méritos y servicios: Diego de Aranda Pineda. Quito, 1598.
38
LEVILLIER, 1924, 139-153, 142. Documento 139: Carta a S.M. del Virrey Don Francisco de Toledo. Los
Reyes, 11/x/1579.
39
LEVILLIER, 1924, 142-143.

12
En suma, se ha intentado demostrar el rol que jugaron los corsarios ingleses en cuanto a la
organización y administración de la Indias. En particular, se analizó el sistema de
remuneraciones establecido por la corona para gratificar a los vasallos por los servicios
prestados y también se hizo hincapié en la importancia que tuvieron los ingleses en la
organización de la defensa del virreinato. En efecto, tras su paso se construyeron fuertes y
barcos, se estableció un sistema de comunicación más eficiente y se agilizó el reclutamiento
de soldados. En este esfuerzo participaron en lo más alto de la jerarquía militar miembros de
la nobleza española40 que habían combatido generalmente en otros frentes que mantenía
abierto el imperio español. De esta manera, quienes comandaban expediciones en América
contra los corsarios ingleses podían haber participado en Portugal, Italia, Flandes o el
Mediterráneo, así como también frente a los indios americanos, demostrando no sólo una gran
movilidad geográfica, sino también una vasta experiencia militar. Se puede considerar que los
corsarios ingleses quedaron integrados en la lógica imperial de expansión y defensa que
implementaron los miembros de la nobleza ibérica.

Para el caso inglés también se puede concluir que el frente americano era más bien marginal y
eran otras las preocupaciones más acuciantes de Elizabeth I. Fue en especial un grupo
reducido de nobles, comerciantes y estudiosos los que se interesaron en promover los viajes al
Nuevo Mundo, con el objetivo compuesto de comerciar, saquear y colonizar. Ciertamente,
frentes como Irlanda, también el Mediterráneo o más especialmente los Países Bajos
constituían las avanzadas, y los laboratorios de prueba, del naciente imperialismo inglés.
Consideramos que los corsarios americanos constituyeron uno más de sus engranajes, y
creemos que a través de ellos también es posible comprender las transformaciones que vivió
Inglaterra entre 1560 y 1660. Transformaciones, como sostiene Games, que la llevaron de ser
un estado demasiado débil para inmiscuirse efectivamente en los asuntos europeos, a
convertirse en un poderoso reino de alcance global41.

40
Ocasionalmente también portuguesa. Ver por ejemplo el caso de Pedro Fernández de Quirós. AGI,
Patronato,147,N.4,R.2. Méritos y servicios, 1618.
41
GAMES, 2008, 7.

13
Abreviaturas:
AGI Archivo General de Indias, Sevilla.

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