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José Maximiliano Revueltas Sánchez, conocido como José Revueltas, (Durango, Durango, 20 de
noviembre de 1914 – Ciudad de México, 14 de abril de 1976) fue un escritor, revolucionario y
activista político, reconocido por sus obras como El apando y El luto humano, entre otras.
Índice
2 Activismo y literatura
3 Obra publicada
4 Publicaciones póstumas
7 Referencias
8 Enlaces externos
Cuando tenía seis años, en 1920, la familia de Revueltas se mudó a la Ciudad de México. Llegaron a
la colonia Roma, primero, y después pasaron a la Doctores. José estudió en el Colegio Alemán
hasta el cuarto grado; después lo hizo en una primaria pública: la familia padeció una crisis
económica debido al fallecimiento del padre, José Revueltas Gutiérrez, en 1923.
Activismo y literatura
En 1925 antes de concluir el primer año de secundaria, Revueltas abandona los estudios y se
educó de manera autodidacta en la Biblioteca Nacional. Cuatro años después, participó en un
mitin en el Zócalo. Fue apresado y, acusado de sedición y motín, enviado a una correccional. Fue
liberado bajo fianza seis meses después.
Debido a su activismo José Revueltas sufrió, aparte de su primer encierro en la correccional, tres
encarcelamientos políticos más en su vida. En 1932 fue enviado de julio a noviembre a las Islas
Marías; en 1934, después de organizar una huelga de peones agrícolas en Camarón, Nuevo León,
volvió a ser enviado allí, donde permaneció hasta febrero de 1935.
En ese contexto, Revueltas le escribe una carta al jefe de la policía Luis Cueto Ramírez, para hablar
sobre la persecución que según el escritor, seguro lo mataría, por tal motivo, pedía un último
deseo como condenado a muerte1:
Dicen los periódicos que se me acusa de ser el responsable intelectual del movimiento estudiantil.
Al margen de la realidad de estas afirmaciones, lo cierto es que soy un perseguido y que
seguramente mi vida corre peligro (...) puntualmente le pido mi último deseo, con toda la cortesía
de la que soy capaz. Estimado señor: le solicito a usted que vaya y chingue definitivamente a su
madre. Le agradezco de antemano la respuesta afirmativa a mi petición.
Revueltas fue detenido en noviembre de ese año en la colonia Portales luego de dar una
conferencia en Ciudad Universitaria. Fue acusado, entre otros cargos, de robo, daño en propiedad
ajena, sedición, asociación delictuosa, acopio de armas y homicidio. En sus declaración aceptó las
acusaciones de las autoridades de ser el autor intelectual del movimiento con el fin de satisfacer al
gobierno y asumir las acusaciones injustas1. Fue condenado a 16 años de prisión en Lecumberri y
liberado bajo palabra después de dos años de encierro.
Una vez concluida su condena y con problemas de salud se dedicó a dictar conferencias, impartir
clases de cine en Estados Unidos, ofrecer entrevistas, y a seguir escribiendo. La recopilación de
cuentos Material de los sueños ofrece un caleidoscopio de los más variados temas, que abordan
profundamente la condición humana desde la particular perspectiva del autor.
La literatura revueltiana abarcó la novela, el cuento, el drama y también (aunque en menor escala)
la poesía. Acerca de ella afirmó:
Practico la poesía, pero muy en privado, y me parece un arte muy elevado para que pretenda uno
siquiera poderlo hacer.2
Sobre la literatura ofreció infinidad de opiniones, así como teorías para el análisis literario. En una
ocasión dijo:
mi vida literaria nunca se ha separado de mi vida ideológica. Mis vivencias son precisamente de
tipo ideológico, político y de lucha social.3
El corpus literario revueltiano se inicia en 1941 con la publicación de Los muros de agua; en 1943
sigue El luto humano, con el que gana el Premio Nacional de Literatura. Con respecto a estas
novelas, en entrevista con María Josefina Tejera, quien le pregunta si había recibido autorización
del partido comunista y cuál fue la reacción del mismo ante éstas, Revueltas contesta:
La primera novela no era suficientemente ideológica o política, y por lo tanto no llamó mucho la
atención. La segunda sí estaba muy cargada de contenido ideológico, o político, pero porque tuvo
cierto éxito me fue perdonada por los del partido.4
A las obras anteriormente citadas siguen Dios en la tierra de 1944 y Los días terrenales, de 1949.
En ese año también presenta su obra de teatro El cuadrante de la soledad. Ambas obras reciben
fuertes críticas, que obligan a Revueltas a retirar Los días terrenales de las librerías, y lo llevan a un
silencio editorial de siete años:
Como el ataque de los marxistas era muy violento —le dice a María Josefina Tejera—, la reacción
guardaba silencio, esperando que yo fuera a entregarme, puesto que me estaban considerando
como suyo. Pero para mostrar que se confundían y evitar equívocos, retiré mis obras de la
circulación. No abdiqué. El propósito que me hice fue el de estudiarme a mí mismo, lo cual me
resultó muy bueno, porque me volví más antiestalinista y más antidogmático.4
En 1956 publica En algún valle de lágrimas. Al año siguiente sale a la luz Los motivos de Caín. De
1960 es Dormir en tierra. En 1964 publica Los errores. Su encarcelamiento en Lecumberri, en el
año 1968, le inspira para escribir El apando, publicado en 1969. En 1974 escribe Material de los
sueños, su última obra literaria.
De su producción teórico-política son tres las obras que enmarcan su pensamiento. En 1958
escribe México: una democracia bárbara, libro donde denuncia al cerrado y contradictorio sistema
político mexicano. En 1962 publica Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, donde argumenta la
necesidad de que el proletariado cuente con un partido que verdaderamente represente sus
necesidades de clase. Por último, en México 68: juventud y revolución, Revueltas nos ofrece las
vivencias, cartas y manifiestos que produjo el movimiento estudiantil que desembocó en la
tristemente célebre matanza del 2 de octubre en la Plaza de las tres culturas. A esta producción se
suman, además, tres tomos de sus escritos políticos, así como Cuestionamientos e intenciones,
colección de ensayos donde habla acerca de la teoría literaria, la teoría estética y la teoría marxista
del conocimiento.
Finalmente, el 14 de abril de 1976, a la 1:30, falleció de una "asistolia, decorticación cerebral post-
paro cardiaco". Luego de su fallecimiento recibió un homenaje en la UNAM, en donde el escritor
Juan de la Cabada sugirió que se le diera "un minuto de aplausos" ya que "por qué un minuto de
silencio para un compañero que jamás se calló". Al funeral llegó de parte del presidente Luis
Echeverría, el secretario de Educación Pública Víctor Bravo Ahuja, quien fue obligado a abandonar
el lugar por Martín Dosal, un profesor que había compartido la prisión con Revueltas1.
José Revueltas se casó tres veces. En 1937 con Olivia Peralta, en 1947 con María Teresa Retes y en
1973 con Ema Barrón Licona.
Obra publicada
Novela
El apando, 1969
Cuentos
Teatro
Israel, 1947
Pico Pérez en la hoguera (escrita a mediados de los cincuenta y estrenada en el Teatro Orientación
en 1975)
Ensayo político
Otros
Los procesos de México 68: tiempo de hablar, 1970, con: Raúl Álvarez Garín y Eduardo Valle
Espinoza
Publicaciones póstumas
Teatro
Ensayos políticos
Escritos políticos: el fracaso histórico del partido comunista en México, 1984, 3 volúmenes
Periodismo
Guiones
Los albañiles: un guion rechazado, 1984, guion cinematográfico escrito en 1966 sobre Los albañiles
novela homónima de Vicente Leñero
El apando, 1995, guion cinematográfico escrito con José Agustín en 1973 sobre novela homónima,
para película dirigida por Felipe Cazals
Otros
Poesía
La otra, 1946, guion cinematográfico sobre cuento de Rian James, escrito con Roberto Gavaldón
La diosa arrodillada, 1947, adaptación y diálogos sobre obra de Ladislao Fodor, escritos con
Roberto Gavaldón
En la palma de tu mano, 1950, adaptación y diálogos sobre argumento de Luis Spota, escritos con
Roberto Gavaldón
Perdida, 1950, guion cinematográfico, escrito por Fernando A. Rivero.
La noche avanza, 1951, adaptación y diálogos sobre argumento de Luis Spota, escritos con Roberto
Gavaldón y Jesús Cárdenas
La ilusión viaja en tranvía, 1953, guion cinematográfico sobre argumento de Mauricio de la Serna,
escrito con Mauricio de la Serna, Luis Alcoriza, Juan de la Cabada y Luis Buñuel (sin crédito)
Octavio Paz
Octavio Paz, en su Posdata, escribió acerca del movimiento estudiantil de 1968 y el parteaguas
que llegaría a significar la matanza del 2 de octubre. A propósito de los cientos de muertos y
aprehendidos por el gobierno, escribió en nota a pie de página:
Todavía están en la cárcel 200 estudiantes, varios profesores universitarios y José Revueltas, uno
de los mejores escritores de mi generación y uno de los hombres más puros de México.6
Vicente Leñero
Entrevistado por Armando Ponce en 2001, Vicente Leñero refirió las influencias intelectuales de su
generación. Entre otros autores, mencionó a Revueltas, de quien afirmó:
Revueltas aparece como una figura constante, presente, no tan suficientemente valorada, pero
que se permitía hacer ensayos políticos dentro de las novelas como Los errores, se echaba unos
rollos terribles pero que funcionaban muy bien. Revueltas es una figura también como de puente,
por lo menos lo leíamos mucho, lo admirábamos mucho.7
Carlos Monsiváis
La vida de Revueltas es casi la de uno de sus personajes, probablemente el más poderoso. Atado
siempre a la idea de la militancia, convencido de que la revolución es la meta imposible y
necesaria, Revueltas padece cárceles (dos veces en las Islas Marías), vive en circunstancias muy
difíciles, se incorpora en 1968 al movimiento estudiantil y va a la prisión de Lecumberri. Siempre,
se niega a transigir.”8