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Manual de atención al

ANCIANO
DESNUTRIDO
en el nivel primario de salud

EDITORES

Juan Carlos Caballero García


Geriatra, Médico de Familia y especialista en Medicina Interna
Secretario del Grupo de Trabajo “Atención Primaria”
de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología
Miembro del Grupo de Trabajo “Enfermo Crónico”
de Osakidetza-Comarca Sanitaria de Bilbao

Javier Benítez Rivero


Geriatra y Médico de Familia
Coordinador del Grupo de Trabajo “Atención Primaria”
de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación
de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción
prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.
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© 2011 Grupo de Trabajo de Atención Primaria, perteneciente a la Sociedad Española


de Geriatría y Gerontología (SEGG)

Edita: Ergon. C/ Arboleda, 1. 28221 Majadahonda (Madrid)

ISBN: 978-84-8473-967-8
Depósito Legal: M-XXXXX-2011
Autores

Aranceta Bartrina, Javier Benítez Rivero, Javier


Especialista en Medicina Preventiva y Salud Geriatra y Médico de Familia
Pública Centro de Salud La Laguna (SAS). Cádiz
Responsable de la Unidad de Nutrición Coordinador del Grupo de Trabajo “Atención
Comunitaria del Área Municipal de Salud y Consumo Primaria” de la SEGG (Sociedad Española de Geriatría
de Bilbao y Gerontología)
Profesor Asociado del Departamento de Medicina Profesor colaborador del Título Propio de Experto y
Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Máster en Demencias y Enfermedad de Alzheimer
Navarra del Departamento de Psicología Evolutiva y de la
Presidente de la Sociedad Española de Nutrición Educación. Universidad de Almería
Comunitaria (SENC) Docente de la Universidad de Mayores en la UCA
Coordinador del Proyecto Perseo (AESAN) (Universidad de Cádiz)
Presidente de la Sección de Ciencias de la
Alimentación de la Academia de Ciencias Médicas Caballero García, Juan Carlos
de Bilbao Geriatra, Médico de Familia y especialista en Medicina
Interna
Artaza Artabe, Ignacio Centro de Salud Deusto-Arangoiti (Osakidetza).
Geriatra Bilbao
Director Médico del Centro Socio-Sanitario Tutor de Medicina Familiar y Comunitaria
Orue-Igurko. Amorebieta (Bizkaia) Secretario del Grupo de Trabajo “Atención Primaria”
Presidente de Zahartzaroa (Asociación Vasca de la SEGG (Sociedad Española de Geriatría y
de Geriatría y Gerontología) Gerontología)
Miembro del Grupo de Trabajo “Enfermo Crónico”.
Astudillo Alarcón, Wilson BiE (Comarca Sanitaria de Bilbao) Osakidetza
Neurólogo y Médico de Familia Profesor colaborador de la Cátedra de Ciencias de la
Centro de Salud Bidebieta-La Paz (Osakidetza) Conducta. Departamento de Medicina. Universidad
San Sebastián de Oviedo
Presidente de Paliativos Sin Fronteras
Castro Granado, Javier
Barrallo Calonge, Teresa Especialista en Gerontología (Universidad de Deusto)
Geriatra Director del Complejo Asistencial Virgen de la
Residencia Olimpia. Bilbao Vega -Elexalde. Galdakao (Bizkaia)
Crespo Santiago, Dámaso Gómez González, Teresa
Catedrático de Biología Celular Médico de Familia y Diplomada en Geriatría
Unidad de Biogerontología. Fundación Miranda. Baracaldo (Bizkaia)
Departamento de Anatomía y Biología Celular
Facultad de Medicina. Universidad de Cantabria. Jiménez Sanz, Magdalena
Santander Diplomada en Enfermería
Unidad de Nutrición y Dietética. Hospital Universitario
Díaz-Albo Hermida, Elías “Marqués de Valdecilla” (SCS) Santander
Director Médico
Unidad de Cuidados Paliativos. Makua García, Libe
Hospital Tres Cantos. Madrid. Residente de Medicina Familiar y Comunitaria
Presidente de la Fundación ADESTE Centro de Salud y Deusto-Arangoiti (Osakidetza). Bilbao
Hospital Civil de Basurto. Bilbao
Espina Gayubo, Francisco Javier
Geriatra López Mongil, Rosa
Fundación Urrats. Bilbao Geriatra
Jefe de Sección de Servicios Sociales.
Fernández Viadero, Carlos Centro Asistencial “Doctor Villacián”. Valladolid.
Geriatra y Médico de Familia Coordinadora del Grupo de trabajo “ Atención
Hospital Psiquiátrico de Parayas sanitaria en residencias y centros geriátricos”
Maliaño de Camargo (Cantabria) Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)
Profesor colaborador de la Unidad de Biogerontología.
Departamento de Anatomía y Biología Celular López Trigo, José Antonio
Facultad de Medicina. Universidad de Cantabria. Geriatra
Santander Residencia Municipal Tercera Edad. Málaga
Profesor tutor del Área de Psicobiología de la UNED
(Cantabria) Maguregui Landa, Rosa María
Diplomada de Enfermería
Ferreres Bautista, Carlos Centro de Salud Deusto-Arangoiti (Osakidetza). Bilbao
Geriatra Tutora de Prácticas de Enfermería. Universidad del
Unidad de Hospitalización a Domicilio País Vasco-Lejona (UPV)
SERVASA. Hospital de La Plana. Villarreal
(Castellón) Mendiola Palacios, María José
Médico de Familia
Hernández Rodríguez, Héctor Residencia de Ancianos Caja Burgos. Burgos
Especialista en Anestesia- Reanimación y en Medicina
Intensiva Muñoz Duque, José Gregorio
Profesor de Cirugía. Facultad de Medicina. Geriatra y Médico de Familia
Universidad de Oriente. Santiago de Cuba Centro de Salud San Vicente del Raspeill-1 (SERVASA).
(Cuba) Alicante

Hidalgo Pellicer, Milagros Nítola Mendoza, Lina María


Médico de Familia Residente de Medicina Familiar y Comunitaria
Centro de Salud Deusto-Arangoiti (Osakidetza). Centro de Salud Deusto-Arangoiti (Osakidetza). Bilbao
Bilbao Hospital Civil de Basurto. Bilbao

Goicoechea Boyero, Ignacio Javier Ordóñez González, Javier


Geriatra Unidad de Nutrición y Dietética
Centro Asistencial. Casa de Misericordia. Hospital Universitario “Marqués de Valdecilla” (SCS)
Bilbao Santander
Ortega Allanegui, Miguel Santamaría Ortiz, Jon
Médico de Familia y especialista en Medicina Interna Geriatra
Centro de Salud Zaballa (Osakidetza). Baracaldo Honorary Clinical Teacher (University of Glasgow)
(Bizkaia) Department of Care of the Elderly.
Hairmyres Hospital
Peña Sarabia, Nicolás East Kilbride (Scotland)
Geriatra
Centro de Atención a la Dependencia de Cueto. Urquijo Hyeite, Luis Alfonso
ICASS. Santander Geriatra
Servicio de Medicina Clínica. Sanatorio Bilbaíno.
Pereira de Castro Juez, Nieves Bilbao
Geriatra Vicepresidente de Zahartzaroa (Asociación Vasca de
Unidad de Geriatría Geriatría y Gerontología)
Complejo Asistencial Hospitalario “Gral Yagüe”
de Burgos (SACYL) Verduga Vélez, Rosario
Psicólogo
Pérez Rodrigo, Arantza Departamento de Psicobiología UNED (Universidad
Médico de Familia y Diplomada en Geriatría Nacional de Educación a Distancia)
Residencia Municipal. Basauri (Bizkaia) Centro Asociado de Cantabria. Santander
Presidenta de la Sección Geriátrica de la Academia
de Ciencias Médicas de Bilbao Zuazagoitia Nubla, José Félix
Médico de Familia
Romero González, Gregorio JUAP. Centro de Salud Solokoetxe (Osakidetza) Bilbao
Residente de Nefrología Centro Residencial “Mi Casa”. Hermanitas de los
Hospital Civil de Basurto. Bilbao Pobres. Bilbao
Prólogo

El riesgo de ingesta inadecuada en energía En los estudios realizados en la comunidad en


y nutrientes y los trastornos vinculados a la España, la prevalencia de riesgo de malnutrición
malnutrición son frecuentes en el colectivo de varía entre un 3% (IMC<20) a un 9,5% (MNA)
personas mayores. En la mayor parte de los estu- dependiendo del método de cribado utilizado. En
dios nutricionales se pone de manifiesto un bajo ancianos institucionalizados, cerca del 6% cum-
índice de calidad de la dieta en cerca del 50% plía criterios objetivos de desnutrición, situación
del colectivo estudiado con ingestas por debajo que se ensombrece en ancianos dependientes con
de las recomendaciones en 3 o más nutrientes cifras que superan el 15%. En el medio hospita-
esenciales e incluso también un bajo aporte de lario casi la mitad de los ancianos cumple uno
energía incompatible con una óptima densidad o más de los criterios de malnutrición (De Alba
nutricional. Romero C et al., 2001).
Las vitaminas A, D y el grupo B suelen ser Las situaciones de subnutrición en el an-
las más afectadas junto con el calcio, magnesio, ciano enfermo empeoran el curso de la enfer-
hierro y cinc (Aranceta J et al., 2001). Estos medad, el pronóstico quirúrgico, el periodo de
estados, generalmente subclínicos, de deficiente recuperación y las recidivas. También generan
estado nutricional influyen de manera sustancial un encarecimiento (>56%) del coste de asisten-
en la composición corporal, integridad funcio- cia sanitaria y una mayor mortalidad prematura.
nal del aparato digestivo e inmunocompetencia, De ahí la importancia de adoptar medidas de
primer paso para aumentar la susceptibilidad a prevención en todos los niveles como estrategia
procesos infecciosos, oncológicos, alteraciones básica de promoción de la salud en el colecti-
cognitivas y aceleración de los procesos de en- vo de personas mayores (Lobo Tamer G et al.,
vejecimiento. 2009).
Aunque la malnutrición por exceso, obesi- La primera medida podría centrarse en mejo-
dad y sobrepeso, son más frecuentes hasta los rar el nivel de educación sanitaria y nutricional
70 años (30% en hombres y 40% en mujeres), en los ancianos más jóvenes, potenciando tam-
a partir de esa edad aumenta la prevalencia de bién las estrategias de autocuidado, habilidades
subnutrición especialmente en ancianos, con culinarias y la gestión personal de los recursos
enfermedades crónicas, que viven solos o con disponibles. Conocer, también, las posibilidades
falta de autonomía y que pertenecen a niveles de los servicios sanitarios y comunitarios de aten-
de renta modestos o bajos (Aranceta J et al., ción al anciano por si necesitase ayuda en algún
2007). momento de su existencia.
A partir de esta base, el consejo dietético el tema de la fragilidad en el anciano, situación
y las técnicas de evaluación rápida del estado asociada al envejecimiento que se caracteriza por
nutricional (Determine o similar) pueden resultar una disminución de la reserva fisiológica global,
de utilidad para monitorizar el estado nutricional una pérdida de resistencia y una mayor vulne-
de un anciano en el entorno de la comunidad rabilidad a situaciones adversas y al manejo del
o en ancianos institucionalizados (Aranceta J, estrés.
2001). El Dr. Francisco Javier Espina es el encargado
En la circunstancia de ancianos enfermos, o del capítulo valoración geriátrica integral como
con patologías crónicas que aumenten el riesgo, proceso diagnóstico y multidisciplinario, tema de
o en situaciones personales adversas, la vigilan- gran interés para desarrollar un adecuado plan de
cia nutricional debería ser una prioridad asisten- tratamiento y monitorización de las alteraciones
cial. detectadas y de los recursos disponibles.
En todo caso, y a la espera de una mayor La Dra. Teresa Barrallo nos ofrece una ex-
evidencia científica, para mejorar nuestro nivel celente revisión sobre los síndromes geriátricos
de atención al anciano interesa de manera prio- enfocados como situaciones de enfermedad
ritaria la detección precoz de las situaciones de expresadas por un conjunto de síntomas como
malnutrición con sistemas de cribado sistemático forma más habitual de presentación de las enfer-
en colectivos de ancianos de riesgo. medades en los ancianos.
Tanto el Informe de la Comunidad Europea El reto de escribir sobre la valoración del es-
(2003) como el Documento de Consenso coordi- tado nutricional en el anciano ha recaído sobre
nado por la SENPE en relación a la Malnutrición el Dr. Javier Benítez Rivero, especialista con una
Hospitalaria (2011), aportan criterios de interés buena formación en el campo de la geriatría en
en torno a las acciones en población mayor, pero la asistencia primaria.
no cabe duda de que la iniciativa que represen- El tema de la desnutrición como factor de
ta este libro, coordinado por el Dr. Juan Carlos riesgo de morbi-mortalidad y de hospitalización
Caballero García y el Dr. Javier Benítez Rivero, en ancianos es otro apartado relevante que le ha
nos puede ayudar, de una manera más cercana y sido encargado al Dr. Carlos Ferreres Bautista,
específica, a un mejor manejo de este importante geriatra del Servicio Valenciano de Salud.
problema al que se enfrenta la atención sanitaria Las doctoras Teresa Gómez González, Arant-
al anciano en la actualidad. za Pérez Rodrigo y Rosa López Monjil junto al
La obra representa un recorrido en profun- Dr. José Antonio López Trigo, se ocupan, en los
didad por las situaciones de subnutrición que siguientes tres capítulos, de analizar los factores
pueden afectar a las personas ancianas y un socioeconómicos, psicológicos y fisiológicos que
desglose de los distintos factores determinan- pueden favorecer el desarrollo de un cuadro
tes que pueden desembocar en un cuadro de de malnutrición en personas de edad avanza-
desnutrición. da. También la polimedicación y el consumo
El primer capítulo aborda el marco general continuado de determinados fármacos pueden
de la epidemiología de la desnutrición en ancia- contribuir a alterar las necesidades nutricio-
nos, donde se analizan los distintos factores de nales o a establecer reacciones de interacción
riesgo y las circunstancias que pueden favorecer fármacos-nutrientes con efectos adversos sobre
un disbalance nutricional. El capítulo aporta una el estado nutricional.
revisión de los datos de prevalencia más signifi- Los doctores Ignacio Artaza, Jon Santama-
cativos de nuestro país, así como un esquema ría, Juan Carlos Caballero y Carlos Fernández
de propuestas que permitan la prevención y la Viadero, junto a varios y prestigiosos colabo-
detección precoz de estas situaciones clínicas de radores, son los responsables de elaborar los
especial trascendencia en la salud del anciano. cuatro siguientes apartados que describen y
El Dr. Luis A. Urquijo se ocupa de desarrollar actualizan el impacto de la desnutrición en las
enfermedades degenerativas del sistema ner- portante capítulo sobre hidratación oral y Javier
vioso central (demencias), en los accidentes Castro Granados sobre la dieta básica adaptada,
cerebrovasculares, en las enfermedades diges- apartado que ha supuesto un importante avance
tivas y en los procesos cardiorrespiratorios más en el cuidado nutricional de los ancianos con
frecuentes. alteraciones en el manejo del bolo alimenticio,
En este libro, que tengo el honor de prologar, para finalizar con una actualización de las reco-
encontrará el lector un abordaje preciso del im- mendaciones e indicaciones de utilización de los
pacto de los procesos oncológicos sobre el estado suplementos y preparados de apoyo nutricional
nutricional a cargo de los Dres. Wilson Astudillo a cargo del Dr. Juan Carlos Caballero y Javier
y Elías Díaz-Albo, la enfermedad renal crónica y Goicoechea Boyero además de un capítulo sobre
sus consecuencias nutricionales a cargo de los la nutrición enteral a cargo del internista Dr.
Dres. Lina María Nitola y Gregorio Romero, junto Miguel Ortega desde su campo de actuación
con otro bloque dedicado a analizar el impacto en un centro de salud.
de los trastornos afectivos como factor de riesgo A modo de anexo, encontramos el plantea-
de desnutrición realizado por la Dra. María José miento y desarrollo de varios casos clínicos, co-
Mendiola y Juan Carlos Caballero. ordinados por el Dr. Juan Carlos Caballero Gar-
Los eventos quirúrgicos, capítulo realizado cía, coeditor de esta obra esencial de geriatría
por la geriatra Nieves Pereira, como factores aplicada junto al Dr. Javier Benítez que, desde
asociados a los cuadros de desnutrición, cierran el enfoque de la nutrición en la enfermedad, nos
este compendio de reflexión sobre los factores abre una perspectiva integrada de la prevención,
que pueden incidir en la integridad nutricio- control y tratamiento de la desnutrición en el
nal de los mayores. El Dr. Héctor Hernández anciano. Sin duda, una nueva y excelente apor-
Rodríguez, en conjunción con Juan Carlos tación a la comunidad científica y a la sociedad
Caballero y Libe Makua, se ocupa de poner en general de este insigne geriatra e internista
al día la repercusión socio-sanitaria y práctica bilbaíno en colaboración con el mencionado
de la desnutrición en el anciano en todos los geriatra gaditano.
ámbitos. Felicitamos a ambos y a todos los autores,
En esta monografía se abordan también re- así como a Nutricia, por patrocinar esta brillante
comendaciones y guías de actuación para la me- iniciativa editorial, cuya lectura recomendamos a
jora del estado nutricional y de hidratación del todos los profesionales implicados en la atención
anciano. La Dra. Libe Makua se ocupa del im- al anciano.

Dr. Javier Aranceta Bartrina


Presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)
Bilbao, mayo de 2011
Bibliografía – Consejo de Europa. Alimentación y Atención Nu-
– Aranceta J. Nutrición comunitaria. 2ª ed. Barcelo- tricional en Hospitales: Cómo prevenir la desnu-
na: Elsevier-Masson; 2001. trición. Estrasburgo. Noviembre 2003.
– Aranceta J, Serra-Majem Ll, Ortega R, Entrala A, – De Alba-Romero C, Litago-Gil C, Martín-Lesende I,
Gil A. Libro blanco. Las vitaminas en la alimenta- Luque-Santiago A, Baena-Díez JM, Gorroñogoitia-
ción de los españoles. Estudio eVe. Madrid: Pana- Iturbe A, et al. Actividades preventivas en los ma-
mericana; 2002. yores. Aten Primaria. 2005; 36 (Supl 2): 93-101.
– Aranceta J, Serra-Majem Ll, Barbany Cahíz M, – Documento de Consenso Multidisciplinar sobre el
Martínez González MA, Pérez Rodrigo C, Quí- abordaje de la desnutrición hospitalaria en España
lez Izquierdo J, et al. Epidemiología y monito- 2011 (Documento de trabajo colaborativo SENPE).
rización de la obesidad en España. En: Moreno Ministerio de Sanidad y Política Social.
Estaban B, Charro Salgado A (coord.). Nutrición, – Lobo Támer G, Ruiz López MD, Pérez de la Cruz
actividad física y prevención de la obesidad. Es- AJ. Desnutrición hospitalaria: relación con la es-
trategia NAOS. Madrid: Panamericana; 2007. tancia media y la tasa de reingresos prematuros.
p. 5-54. Med Clin (Barc). 2009; 132: 377-84.
Prefacio

España cuenta actualmente con un índice de pueden aparecer cuando hay desnutrición, pocas
población anciana del 18%, siendo el segmen- veces se piensa en ello, por lo que, a pesar de
to de los que superan los 80 años el de mayor su prevalencia entre los mayores de edad, suele
progreso, y este valor puede llegar al 22,3% en pasar desapercibida en nuestra sociedad al con-
el 2026. Baste decir que de 1960 a 1998, el siderarse un problema menor, comparado con el
incremento de población mayor de 65 años fue de la sobrenutrición (Venegas E et al., 2001). La
del 200%. Este envejecimiento poblacional es un presencia de enfermedad junto a desnutrición
fenómeno demográfico con importantes conse- puede acelerar las consecuencias negativas de
cuencias sociales y sanitarias. La Organización ambas (Green CJ, 1999), aumentando la morbi-
Mundial de la Salud señala a la población ancia- mortalidad e incrementando las estancias hospi-
na como un grupo nutricionalmente vulnerable talarias y los complicaciones postoperatorias, con
(WHO, 2002). El estado nutricional del anciano el consiguiente aumento de los costes sanitarios
está relacionado con el propio proceso de en- (Serrano S et al., 1993) (Farré R et al., 1998 a,
vejecimiento y este proceso está influenciado 1998 b) (Kac G, 2000) (Esteban M et al., 2000)
por el estado nutricional mantenido a lo largo (García Pérez P, 2004).
de su vida. Además, durante el envejecimiento, Los pacientes ancianos de riesgo van a ser,
se producen cambios corporales, aparecen alte- por lo general, aquellos en situación de fragilidad,
raciones metabólicas y alimentarias y coexisten pudiéndose afirmar que la desnutrición es un es-
enfermedades crónicas y agudas. Asimismo, el tado prácticamente constante en la fragilidad. Y,
estado nutricional del anciano se relaciona con el en este sentido, cabe tener presente que, entre los
deterioro de sus capacidades funcionales, con una ancianos frágiles de la comunidad, aquellos que no
habitual polimedicación y con su situación social, tienen un control (o datos) del peso tienen mayor
económica y familiar. De acuerdo con esto, caso riesgo de mortalidad y de hospitalización (Izawa S,
de verse afectado cualquiera de estos elementos, 2007). La desnutrición incide especialmente entre
el mayor de edad pondrá en riesgo su situación los ancianos frágiles, suscitando pérdida de la ca-
nutricional. pacidad funcional y de adaptación (Cuervo M et
En las personas mayores el estado nutricional al., 2009). Un elevado porcentaje de los pacientes
requiere una atención particular. Los ancianos procedentes de hospitales de agudos, que ingresan
presentan unas características peculiares que en unidades hospitalarias de media-larga estan-
determinan su correcta o incorrecta alimenta- cia, presentan criterios de desnutrición. En este
ción. Aun conociendo los signos y síntomas que nivel asistencial, la desnutrición moderada-grave
se observa en los más longevos con síndrome de riesgo, es decir, la de los pacientes frágiles; efec-
inmovilidad-encamamiento y se asocia con úlceras tuando una valoración nutricional en función del
por presión (Pardo Cabello AJ, 2011). caso e implementando un plan de intervención y
Los numerosos estudios sobre prevalencia de seguimiento del mismo. En esta tarea, el personal
malnutrición en la admisión y estancia hospitalaria de enfermería resulta valioso y fundamental por
señalan cifras del 30 al 50%, datos algo inferiores lo que, tanto su formación en nutrición como
se observan en ancianos alojados en el medio re- la nuestra, tendrá que potenciarse ahora y en
sidencial pero claramente superiores, ambos, a los lo sucesivo. Precisamente, sobre estos aspectos,
que se ofrecen para la población anciana residiendo el trabajo de Venegas E (2001), resalta la impor-
en la comunidad (del 3 al 6%), lo que presupone tancia tanto de la educación sanitaria en materia
que, a pesar de la mayor sensibilidad en el nivel dietética (44%), como de información y concien-
primario de salud, su prevención, identificación y ciación de los sanitarios y de los pacientes en
tratamiento continúan siendo subóptimos. Sobre general (19%), así como del mayor control y vigi-
este aserto, el trabajo de Venegas E et al. (2001), lancia sobre los grupos de riesgo. Otro elemento
realizado en las 17 autonomías españolas, para a considerar desde la Atención Primaria es el de
valorar las distintas situaciones de riesgo de des- la existencia de “mitos” sobre la alimentación de
nutrición y las diferentes vías que tienen los mé- los ancianos. Entre las ideas erróneas a desterrar,
dicos de Atención Primaria para su detección y destacamos las siguientes:
tratamiento, encontró un riesgo del 11% sobre el La persona de edad avanzada debe comer
total de pacientes atendidos en consultas, evaluado menos. Falso: aunque la ingestión disminuye en
mediante el exámen físico (73%), la observación forma paralela a los requerimientos nutricionales,
de un cambio de peso significativo (39%) o ante se debe prestar especial atención a los estados de
la propia situación sanitaria del paciente (22%). ingestión marginal o insuficiente.
Cuando el riesgo es“subyacente”, y no manifiesto, El anciano es incapaz de cambiar sus hábi-
se detecta mediante la entrevista (46%) o bien por tos. Falso: en realidad el punto clave es la mo-
la patología que presenta el enfermo (41%). Los tivación. Y esta se puede lograr a través de la
factores determinantes más importantes para la educación y de la relación interpersonal con el
detección y diagnóstico, en este nivel asistencial, enfermo.
son los años de experiencia del médico y la masi- Los ancianos siempre tienen mala digestión.
ficación en las consultas (Venegas E, 2001). Falso: la dispepsia obedece, por lo general, a una
El grueso de la ancianidad reside en la comu- enfermedad específica, que puede ser atendida
nidad, bien en pareja, en soledad o con familiares con tratamiento específico una vez que se clarifica
y/o amistades. Es por ello que los equipos de su origen.
Atención Primaria nos encontramos en venta- Hay dietas especiales para ancianos. Como
josa situación para poder realizar actividades generalización es una falacia. La dieta ideal puede
preventivas orientadas al mantenimiento de la ser aplicada a la mayoría de los individuos sin im-
salud nutricional a través de la formación e in- portar su edad. Esto no excluye que la enferme-
formación, tanto individual como de colectivos. dad subyacente y las características peculiares de
La desnutrición no está necesariamente ligada cada persona obliguen a una individualización.
al propio proceso de envejecimiento y el conoci- Los ancianos deben tomar menos líquidos
miento de los distintos factores de riesgo debería para controlar la incontinencia. Falso: el anciano
permitir prevenirla y diagnosticarla de manera no tiene una menor necesidad de líquidos que las
precoz, antes de que los marcadores biológicos personas más jóvenes. Además, las personas de
se vean alterados. Verificar periódicamente los edad avanzada consideran a los alimentos como
parámetros que reflejan el estado nutricional del medicamentos. Todo ello trae como consecuen-
anciano debe ser un procedimiento de rutina así cia la autoimposición de dietas restrictivas que
como el del cribado en la población de mayor pueden provocar desnutrición.
Según el PAPPS (Programa de actividades tarios nacionales, pobremente preparados para
preventivas y de promoción para la salud de la tal eclosión asistencial y, en ese orden de cosas,
SEMFyC) no hay suficiente evidencia para re- teniendo en cuenta sus múltiples comorbilida-
comendar, de manera sistemática, el cribado de des y tratamientos, será preciso que los médicos
desnutrición a nivel de la población anciana en reciban formación curricular en geriatría. En el
general. No obstante, el PAPPS recomienda en mismo sentido se pronunciaba la SEGG en las
Atención Primaria (De Alba Romero C, 2005), conclusiones de la Fundación Academia Euro-
el consejo dietético personalizado (en el anciano pea de Yuste (2004) así como Michel JP y Cruz
sano y con vida activa las recomendaciones serán Jentoft A (2008) en su excelente revisión sobre
similares a las del adulto joven); la vigilancia pe- la enseñanza de la medicina geriátrica en Euro-
riódica del peso y, en los casos pertinentes, valorar pa. Recientemente, Mateos Nozal J y Beard JR
el riesgo de desnutrición, teniendo presentes los (2011) desde la OMS/WHO, vuelven a insistir
riesgos que pueden desencadenarla, mediante el en esta necesaria formación del pregrado médico,
MNA (Mini Nutritional Assessment) como herra- revisando la realidad existente e identificando
mienta sencilla y de rápido manejo, validada para propuestas innovadoras.
la población anciana en numerosos estudios tanto Si aterrizamos, de nuevo, en la nutrición,
nacionales como foráneos (Fernández Bueno J et Vandewoulde M et al. (2011) comentan que el
al., 2007) (Compan B et al., 1999). Incluso, otros currículum de la especialidad de geriatría no es
grupos y autores como Bauer JM et al. (2005), uniforme entre los países europeos y que solo el
lo recomiendan como de primera elección en 20% de los especialistas recibe formación espe-
pacientes geriátricos hospitalizados. cífica en nutrición, ya que la enseñanza formal
Abundando sobre el tema de las necesida- en esa materia no es obligatoria en la mayoría de
des formativas en materia de conocimientos los programas revisados.
geriátricos (a nivel general), médicos de familia Es evidente que la nutrición es un área de
encuestados por la Sociedad Española de Geria- progresivo y creciente interés médico- sanitario
tría y Gerontología-SEGG (2000), en el apartado y para ello no hay más que darse “una vuelta”
sobre necesidades y recursos en la atención a las por la abundante bibliografia disponible. Sabemos
personas mayores en España, señalaban que tan que una alimentación inadecuada en las personas
solo el 7% habían recibido formación médica en mayores aumenta la vulnerabilidad del sistema
geriatría durante el periodo del pregrado, espe- inmunológico y el riesgo de infecciones, también
cialmente aquellos profesionales con menos de produce atrofia muscular, debilidad, apatía, in-
6 años de ejercicio. De los formados vía MIR en crementa el riesgo de fracturas óseas y de inmo-
medicina familiar y comunitaria (el 28,9% de los vilidad. Como consecuencia, la calidad de vida
que contestaron al cuestionario de la SEGG), solo empeora ya que predispone a la aparición de otras
un 30% había recibido formación específica en patologías y aumenta el riesgo de hospitalización
geriatría durante su periodo de especialización y y/o institucionalización del anciano.
ello podría explicarse por la escasez de hospita- En el nivel primario de salud se resuelven
les acreditados para la docencia que disponen de la mayor parte de problemas que se presentan
unidad de geriatría. Sobre formación continuada en este segmento de población. La distribución
en geriatría, el 50% reconocía haberla recibido de los recursos debe adecuarse a las necesidades
en los últimos tres años. prioritarias y estado de la población que atende-
La Organización Mundial de la Salud –WHO– mos, máxime si se realizan valoraciones de mane-
(Keller I et al., 2002), ha destacado que, dado el ra sistemática, integrando ítems de promoción y
considerable crecimiento de los ancianos (los prevención. Consideramos la atención al anciano
mayores de 80 años superarán los 843 millones como un proceso continuo, dinámico y progre-
para el año 2050), sus necesidades específicas sivo. La prevención de las complicaciones evita-
serán un reto para los diferentes sistemas sani- bles es uno de los principios de nuestra actividad
asistencial. La valoración de las personas mayores En este libro, hemos querido abordar, a lo lar-
frágiles (el 10-20% de los ancianos en nuestros go de sus capítulos, la epidemiología del problema,
cupos) es una ayuda importante en la toma de el envejecimiento fisiológico y sus cambios como
decisiones dada la complejidad que presentan, de factores de riesgo para situaciones de desnutrición,
ahí que mencionemos y ponderemos la valora- la valoración nutricional, la valoración geriátrica
ción geriátrica integral (VGI) como herramienta integral, el síndrome de fragilidad y los principales
de gran utilidad en la asistencia a los mayores tópicos y enfermedades de más prevalencia que
de edad, y como actuación evaluadora que debe suscitan o pueden generar desnutrición entre los
formar parte de nuestra actividad en el caso de los pacientes ancianos de nuestras consultas, tanto en
pacientes frágiles. El objetivo de la VGI es mejorar los centros de salud como en las residencias, así
la exactitud diagnóstica, mejorar el tratamiento como también la manera de ayudarles mediante
médico y sus resultados, mejorar la funcionalidad las correspondientes adaptaciones en su dieta ba-
y la calidad de vida de los ancianos y minimizar sal y los suplementos nutricionales orales dispo-
la hospitalización innecesaria (Rubenstein LZ et nibles en el mercado, siempre y cuando puedan
al., 1987, 1988, 1995, 2004) (Stuck AE et al., mantener un adecuado proceso de masticación y
1993) (González Montalvo JI et al., 1998; 2001) deglución, considerando, también, el momento, a
(Perlado F, 2001) (Martín Lesende I et al., 2001) veces inevitable, de la alimentación vía enteral.
(Ariño S y Benavent R, 2002) (Mussoll J et al., A través de estas líneas, deseo agradecer la
2002) (Pérez Castejón JM, 2005). rápida respuesta y la desinteresada colaboración
En el trabajo-encuesta a médicos de familia de todos los autores de esta obra, profesionales
de España (Venegas E et al., 2000), ante las de la geriatría, de la medicina de familia y de
situaciones de riesgo de desnutrición, se opta otras disciplinas y campos de actividad, ya desde
por un mayor cuidado en las dietas (42%), por la el medio residencial o el hospitalario, ya desde
búsqueda de la causa primaria de malnutrición la universidad o desde los equipos de Atención
(20%), así como por el uso de soportes nutricio- Primaria. Esta obra supone la primera apuesta for-
nales en los casos de desnutrición ya establecida mativa del grupo de trabajo “Atención Primaria”
(15%). En cuanto a los soportes o preparados de la Sociedad Española de Geriatría y Geronto-
nutricionales, se utilizan en los ancianos, en logía (SEGG), creado en el año 2010. Quiero
los sujetos encamados y en los pacientes onco- agradecer, especialmente, el aval científico que
lógicos así como en los casos de desnutrición nos ofrecen tanto Zahartzaroa (Asociación Vasca
establecida. Hay una gran cantidad de publi- de Geriatría y Gerontología) como la Sociedad Es-
caciones sobre suplementos orales, de calidad pañola de Geriatría y Gerontología (SEGG). Tam-
desigual; no obstante, la reciente revisión Co- poco me olvido de los verdaderos protagonistas,
chrane (Milne AC et al., 2009) concluye que el los ancianos y sus familiares y/o cuidadores, pues
empleo de suplementos nutricionales produce ellos suponen el objetivo primordial de esta obra
un ligero pero significativo incremento ponderal y a ellos les dedico mi consideración y respeto.
y que existe un claro beneficio sobre el riesgo de Finalmente, deseo mencionar con especial énfasis
mortalidad y el de las complicaciones. Aunque la oportunidad que Nutricia nos brinda al patro-
sea preciso seguir investigando sobre ello, por cinar la edición de este libro. Mientras termino
el momento, las opciones existentes pueden de escribir este prefacio, acojo con entusiasmo
ayudarnos a mejorar la salud de este grupo de y satisfacción la designación de San Sebastián
población junto al oportuno tratamiento de los como sede del futuro Centro Nacional para la
factores etiológicos, siempre y cuando ello sea Investigación sobre el Envejecimiento.
posible.

Dr. Juan Carlos Caballero García


Bilbao, mayo de 2011
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Presentación

Estimado colega, en tus manos tienes el re- demasiada frecuencia, además, los mayores de
sultado del primer trabajo del Grupo de Atención edad padecen pluripatología y compromiso de
Primaria de la Sociedad Española de Geriatría órganos y sistemas en el curso de las enferme-
y Gerontología (SEGG), dedicado a la desnutri- dades habituales y en mayor medida que otros
ción en el anciano, desde el punto de vista de la grupos etarios. Todo lo anterior está modulado,
asistencia primaria, con las peculiaridades que por si fuera poco, por problemas y conflictos
diferencian a esta de la atención especializada psicológicos, sociales, económicos, familiares,
en su nivel hospitalario. etc., que suscitan una especificidad propia que
En España, el 95-96% de los mayores de edad el médico que atiende ancianos debe conocer
viven en sus domicilios, solos, en pareja, con fa- (sea o no geriatra).
miliares o con cuidadores y/o amigos, lo que es La pérdida ponderal es una forma frecuente
razón suficiente para que su atención de salud de presentación de múltiples enfermedades en
recaiga en el nivel primario, siendo el centro de esta población y, con frecuencia, es poco valo-
salud, y el equipo que lo compone, el punto de rada y tantas veces atribuida al envejecimiento.
referencia. Este hecho, obliga a sus profesionales El adelgazamiento es el principal indicador de
a adquirir el conocimiento adecuado de los prin- malnutrición, de aquí el interés de su correcta
cipios de la medicina geriátrica, máxime cuando valoración y tratamiento. La desnutrición, como
todavía sigue siendo pequeño el porcentaje de síndrome geriátrico que es, se asocia con frecuen-
compañeros/as que ha recibido formación espe- cia a otros tópicos, se genera por problemas co-
cífica durante el pregrado y en el periodo MIR, existentes y/o intercurrentes y, además, conlleva
teniendo en cuenta, además, que el mayor de importantes consecuencias que pueden complicar
edad consume una parte importante de nuestra su calidad de vida, afectar a su pronóstico vital y
actividad asistencial diaria. posibilitar la pérdida de su independencia, entre
Los ancianos tienen algunas enfermedades otras adversidades.
específicas de su edad, otras con una inciden- Insistimos en el uso cotidiano de la valoración
cia y prevalencia mucho más elevada que en geriátrica integral, como herramienta básica junto
edades previas y con comportamientos diferen- a la valoración nutricional en los casos necesarios,
tes. También padece otros procesos morbosos, es decir en la población anciana frágil de nuestros
iguales a los de otras edades, pero con peculia- cupos (20-25% aproximadamente de los mayores
ridades semiológicas, diagnósticas y terapéuticas de edad), para obtener todas las bondades que
que es preciso conocer y saber manejar. Con aportan.
Este manual con 22 capítulos y uno final de tría al médico de familia para mejorar la calidad
casos clínicos, está estructurado de forma ágil de la atención a la vejez, teniendo presente la
para que el médico de Atención Primaria pueda heterogeneidad del mapa de las autonomías y
encontrar con facilidad el tema que le resuelva sus diferentes modelos de atención a las perso-
sus dudas. Se analiza, de forma transversal, el nas mayores, en las que algunas, todavía, está
prevalente problema de la desnutrición y la reper- ausente la especialidad de geriatría de su cartera
cusión que le acontece, desde las variables socia- de servicios.
les, biológicas, psicológicas, afectivas, cognitivas Desde el grupo de trabajo de Atención Prima-
y funcionales. ria de la SEGG mi cordial gratitud a todos ellos
El grupo de autores que han colaborado por su participación y esfuerzo. Apreciado colega,
en este manual, coordinados por Juan Carlos disfruta de estas páginas en las que hemos puesto
Caballero García, son profesionales de recono- gran ilusión y empeño para hacerte llegar aspec-
cido prestigio y trabajan, algunos en el medio tos de nuestra especialidad y, específicamente,
hospitalario, pero muchos en Atención Primaria, los de la desnutrición.
por lo que son conocedores de su palpitante A Nutricia nuestro más sincero agradecimien-
problemática. Hemos querido acercar la geria- to por la publicación de este manual.

Dr. Javier Benítez Rivero


Cádiz, mayo de 2011
Índice

1. Epidemiología de la desnutrición en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1


J. Aranceta Bartrina

2. Valoración geriátrica integral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19


F.J. Espina Gayubo

3. Síndromes geriátricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
T. Barrallo Calonge

4. La fragilidad en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
L.A. Urquijo Hyeite

5. Valoración del estado nutricional en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49


J. Benitez Rivero

6. Los factores socio-económicos, familiares y psicológicos en


la desnutrición del anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
T. Gómez González

7. Los cambios fisiológicos como factores de riesgo para


desnutrición en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
A. Pérez Rodrigo

8. La polimedicación como factor de riesgo para desnutrición en ancianos . . . . . . . . . . 77


R. López Mongil, J.A. López Trigo

9. Desnutrición en la demencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
I. Artaza Artabe

10. Desnutrición en el ictus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99


J. Santamaría Ortiz

11. Desnutrición en las enfermedades digestivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103


J.C. Caballero García
12. Desnutrición en el anciano con enfermedad cardiovascular y respiratoria . . . . . . . . 115
C. Fernádez Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz,
J. Ordóñez González, R. Verduga Vélez, D. Crespo Santiago

13. Trastornos afectivos como riesgo de desnutrición en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . 129


M.J. Mendiola Palacios, J.C. Caballero García

14. La desnutrición como factor de riesgo de morbimortalidad y de


hospitalización en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
C. Ferreres Bautista

15. La cirugía como factor de riesgo para desnutrición en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . 145


N. Pereira de Castro Juez

16. Desnutrición en el anciano con cáncer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155


W. Astudillo Alarcón, E. Díaz-Albo Hermida

17. Enfermedad renal crónica y desnutrición en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171


L.M. Nítola Mendoza, G. Romero González

18. Consecuencias de la desnutrición en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177


H. Hernández Rodríguez, J.C. Caballero García, L. Makua García

19. Hidratación oral en el anciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191


L. Makua García

20. Alimentación básica adaptada (ABA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197


J. Castro Granado

21. Suplementos y preparados nutricionales orales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211


J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

22. La incapacidad para deglutir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225


M. Ortega Allanegui

Casos Clínicos
1. Desnutrición en paciente de 81 años, con síndrome de
inmovilidad, depresión y pluripatología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
J.C. Caballero García, J.F. Zuazagoitia Nubla

2. Desnutrición en paciente alcohólico, con EPOC y depresión


crónica recurrente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
J.C. Caballero García, M. Hidalgo Pellicer

3. Mujer de 75 años, con epilepsia, demencia mixta y desnutrición . . . . . . . . . . . . 259


J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

4. Anciana de 78 años, con episodio de fractura de cadera, caídas,


pseudodemencia y desnutrición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273
J.C. Caballero García, J.G. Muñoz Duque
CAPÍTULO 1
Epidemiología de la desnutrición
en el anciano
J. Aranceta Bartrina

Dedicatoria: Al Prof. J.M. Gandarias y Existen cuadros de malnutrición por exceso


Bajón (1923-2011) por su contribución y por defecto y también situaciones donde predo-
docente e investigadora en el marco minan alteraciones cualitativas y/o cuantitativas
de la UPV-EHU. del balance alimentario con resultado de perfiles
inadecuados de la composición corporal y reper-
INTRODUCCIÓN cusiones potencialmente importantes sobre la sa-
lud y el valor pronóstico de diversas patologías.
La población anciana española supera en la La malnutrición proteico energética (MPE), en
actualidad los 7 millones de personas, lo que re- sus diversos grados, es uno de los grandes síndro-
presenta un 17% de la población total. La previ- mes geriátricos y factor determinante en el estable-
sión para el año 2020 plantea un porcentaje del cimiento de fragilidad. Su presencia ocasiona un au-
20% de personas por encima de los 65 años, con mento significativo de morbi-mortalidad prematura,
un aumento en el tramo de mayores de 85 años y prolonga las estancias hospitalarias, disminuye la
también en el número de personas pertenecientes capacidad de respuesta inmunológica, enlentece o
a este grupo que vivirán solas. impide los procesos reparadores y de recuperación
En la actualidad, entre el 25 y el 30% de los y fomenta las recaídas y los procesos recurrentes
ancianos que viven en su casa tienen algún tipo (De Alba-Romero C et al., 2005; Álvarez Hernán-
de dependencia y en muchos casos dependencia dez J et al., 2007; Milne AC et al., 2009; Ferrera
sobre el hecho alimentario. A et al., 2010; Cereda E et al., 2011).
Según los últimos datos de Cáritas, 680.000 Se trata de un cuadro clínico con alteración
ancianos se pueden incluir en el capítulo de per- en la composición corporal que se manifiesta a
sonas con rentas de pobreza, esto es, con ingresos través de diversos indicadores de interés nutri-
inferiores a 450 euros al mes. cional con valores por debajo del percentil 75 en
La malnutrición es un cuadro clínico carac- relación a los datos de referencia para su mismo
terizado por una alteración de la composición hábitat, edad y sexo. Algunos de los parámetros
corporal en relación a los parámetros de refe- de sospecha diagnóstica serían:
rencia, ocasionado, fundamentalmente, por un 1. Pérdida involuntaria de peso >4% anual o
desequilibrio entre la ingesta de nutrientes, su >5 kg semestral, índice masa corporal (IMC)
aprovechamiento y las necesidades nutricionales por debajo de 18, hipoalbuminemia, hipo-
del individuo o grupo de población implicado colesterolemia (en el caso de ancianos no
(Elia M y Stratton R, 2004). institucionalizados).

1
2 J. Aranceta Bartrina

TABLA 1. Clasificación de la malnutrición proteico energética (MPE). Descripción de los valores de


los indicadores antropométricos y bioquímicos en cada tipo

Parámetro MPE leve MPE moderada MPE severa


% Pérdida de peso <10 % 10-20% >20%
Pliegue tricipital 80-90% 60-79% <60%
Circunferencia del brazo 80-90% 60-79% <60%
Albúmina (>3,5 g/dl) 3-3,49 g/dl 2,9-2,1 g/dl <2,1 g/dl
Transferrina 175-300 mg/dl 150-175 100-150 <100
Prealbúmina 25,2-28 23-25,2 <23
PTR (proteína transportadora de retinol) (3-6 mg/dl) 2,7-3 2,4-2,7 <2,4
Linfocitos totales 1.200-1.500 800-1.200 <800
Colesterol (mg/dl) 140-179 100-139 <100
Test cutáneos de inmunidad retardada 2 o más + 1+ 0+
Inmunocompetente Relativa anergia Anergia

2. Pérdida de peso >2,5 kg mensual o el 10% del La etiología es multifactorial y está condi-
peso corporal en 10 días, ingesta alimentaria cionada a la aparición o desarrollo de diversos
< 75% de la ración estándar en la mayoría factores que podríamos agrupar, desde el punto
de las comidas (en el caso de ancianos insti- de vista del balance energético y nutricional, en
tucionalizados). tres grandes apartados (Solans R et al., 1999;
3. Ingesta actual, <50% de la calculada como ne- Aranceta J, 2006; Salvá, 2010).
cesaria, hipoalbuminemía, hipocolesterolemia 1. Ingesta insuficiente de energía y nu-
y hemoglobina baja (en el caso de ancianos trientes: aporte por debajo de las ingestas
hospitalizados) (Macías Montero MC et al., recomendadas derivadas de situaciones de
2006). pobreza, falta de habilidades culinarias, difi-
cultades en la deglución o masticación, falta
CLASIFICACIÓN Y ETIOLOGÍA de apetito, pruebas diagnósticas que inducen
omisión de comidas, problemas psicológicos
La MPE presenta diversas manifestaciones que promueven el rechazo al consumo de
antropométricas, bioquímicas e inmunológicas alimentos, dietas alternativas o caprichosas,
según su gravedad. Estas alteraciones se carac- etc.
terizan, entre otros parámetros, por un aumento 2. Pérdida de nutrientes: con frecuencia pue-
del agua extracelular, hipopotasemia y sarcope- de producirse un proceso de mala digestión,
nia, variables asociadas frecuentemente con absorción o metabolismo de determinados
una disminución de la masa grasa y con déficit nutrientes secundario a disminución o alte-
en el estado nutricional proteico (Weverling- ración en las secreciones digestivas, enfer-
Rijnsburger AW, 1997; Ulibarri JL et al., 2002; medades inflamatorias intestinales, cirrosis
SENPE/SEGG, 2007). En la tabla 1 se describen hepática, atrofia de las vellosidades intes-
los valores que definen el grado de malnutrición tinales y de la capacitación enzimática del
proteico-energética leve, moderada o severa en borde en cepillo secundaria a MPE o diarrea
los indicadores antropométricos, hematológicos, crónica, parásitos intestinales, cuadros de
bioquímicos e inmunológicos. malabsorción, etc.
Epidemiología de la desnutrición en el anciano 3

3. Aumento de las necesidades nutricio- de capacidad enzimática. La reducción en la


nales: muchas enfermedades desencade- producción de saliva dificulta la formación
nan procesos que generan un aumento en del bolo alimenticio y supone un riesgo para
el metabolismo con un mayor consumo de el desarrollo de alteraciones periodontales.
energía y nutrientes asociados; hipertiroidis- La reducción en la secreción de jugo gástrico
mo, cirrosis, procesos tumorales e infecciosos, dificultará la absorción de hierro, ácido fólico,
SIDA, EPOC, algunos cuadros psiquiátricos, vitamina B12, dificultad en los procesos diges-
interacciones fármacos nutrientes... trastor- tivos y saciedad precoz. La disminución en
nos entre otros que, si no son solucionados a la secreción pancreática, biliar y del trayecto
tiempo, desencadenan o agravan la situación intestinal completo puede inducir intolerancia
de malnutrición. a las grasas, lactosa, peor digestión y absor-
También favorecen la malnutrición causas ción de nutrientes (lactosa, proteínas, calcio,
vinculadas a los procesos de envejecimiento o vitaminas...) y tendencia al estreñimiento cró-
factores de riesgo relacionados con la caracteri- nico.
zación biopsicosocial del anciano (aspectos estos
que son tratados ampliamente en otros capítulos Causas relacionadas con factores
de este libro). psico-sociales
1. Discapacidad física con alteraciones en la
Causas vinculadas a los procesos de movilidad y restricciones a la hora de rea-
envejecimiento lizar la compra, cocinar, comer y realizar
1. Reducción paulatina de la masa magra que ge- un mínimo gasto calórico inducido por la
nera una disminución del metabolismo basal deambulación básica. En estas situaciones
y también de la reserva proteica y energética la falta de asistencia nutricional adecuada
del organismo. Este factor reduce en un 1% puede aumentar el riesgo de inducir un
anual las necesidades energéticas del indi- estado más o menos larvado de malnutri-
viduo desde los 60-65 años y está sujeto al ción.
grado de actividad física que se desarrolle. A 2. Discapacidad sensorial, con alteraciones
mayor nivel de sedentarismo mayor pérdida auditivas, visuales o de la comunicación
de masa muscular global que, en condiciones que dificultan la socialización y la gestión
límite, dará lugar a la situación de sarcopenia autónoma de las tareas domésticas y de
(Medina Mesa M y Dapcich V, 2004). autocuidado. Necesitamos el apoyo exterior
2. Sustitución paulatina en todo o en parte de y la utilización de ayudas técnicas para la
la masa magra por masa grasa, en especial adaptación de electrodomésticos, hábitat,
cuando se mantiene la ingesta energética etc.
precedente en presencia de estilos de vida 3. Dificultades sociales derivadas de la pobreza,
sedentarios que pueden derivar incluso en aislamiento, sociopatías, bajo nivel intelectual
el desarrollo de sobrepeso u obesidad. y de educación sanitaria que repercuten en
3. Disminución de la percepción organoléptica, una mala planificación de la ingesta alimen-
en especial del gusto y olfato, en ocasiones taria diaria.
por pérdida progresiva de papilas gustativas o
por déficit de cinc. En este estado se pierde el Causas relacionadas con el estado de
interés por las comidas y es necesario mejorar salud (Tabla 2)
su presentación visual y el umbral de sabores 1. Enfermedades que repercuten en el estado
(Caprio TV y Williams TF, 2007; Ballesteros nutricional y en el perfil dietético como la
Jiménez S, 2011). diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión,
4. Reducción global de las secreciones digesti- obesidad, insuficiencia renal, insuficiencia
vas desde el punto de vista cuantitativo y hepática, alcoholismo...
4 J. Aranceta Bartrina

TABLA 2. Cambios fisiológicos con los procesos de envejecimiento y su posible repercusión sobre la
alimentación y el estado nutricional

Gastrointestinales • Disfagia • Menor apetito


• Deglución esofágica lenta • Reducción de la ingesta alimentaria
• Disminución de receptores de vitamina D • Reducción en la absorción de
en intestino nutrientes (vitamina B12, ácido
• Disminución de la movilidad intestinal fólico, hierro y calcio)
• Gastritis atrófica • Elección inapropiada de alimentos
• Atrofia vellosidades
Regulación • Disminución del filtrado glomerular • Tendencia a la deshidratación
hidroelectrolítica • Disminución del flujo plasmático renal • Necesidad de ajuste de la dosis
• Menor sensación de sed de fármacos
Salud bucodental • Xerostomía • Menor apetito
• Disgeusia • Reducción de la ingesta alimentaria
• Edentulismo
• Candidiasis oral
Privación sensorial • Disminución de la capacidad de • Menor apetito
discriminación del gusto • Elección inapropiada de alimentos
• Alteración del olfato
Enfermedades crónicas • Enfermedades cardiovasculares • Pérdida de destreza y
• Enfermedades pulmonares coordinación
• Enfermedades oncológicas • Mayores posibilidades de ingreso
• Enfermedades reumatológicas hospitalario
• Alcoholismo • Polifarmacia
• Enfermedad de Parkinson
• Úlceras por presión-síndrome de
inmovilidad
Patología psiquiátrica • Depresión • Rechazo al alimento
• Demencia • Elección inapropiada de alimentos
• Paranoia
Problemas sociales • Bajos recursos económicos • Menor apetito
• Soledad • Elección inapropiada de alimentos
• Viudedad • Disminución en la calidad del
alimento

2. Alteraciones en la masticación y deglución o largos periodos de encamamiento, estrés


de los alimentos como consecuencia de can- metabólico perioperatorio...
didiasis oral, disfagias, boca seca, dispepsias, 5. Patología psiquiátrica.
diarreas pertinaces... 6. Iatrogenia por medicamentos.
3. Enfermedades crónicas; tuberculosis, insufi- 7. Hospitalismo: ayunos por exploraciones
ciencia cardiaca, patología respiratoria severa, continuadas, úlceras por presión, dietas
demencias, Parkinson, ELA, artritis reumatoi- inadecuadas, falta de ayudas técnicas en
de, cáncer, infección por VIH... ancianos dependientes, dieta turmix con
4. Procesos secundarios a patología cardiovas- baja densidad energética y nutricional,
cular, ictus, traumatismos, infecciones graves deshidratación, inapetencia inducida por
Epidemiología de la desnutrición en el anciano 5

fármacos, falta de apoyo profesional y afec- cientes que permanecen encamados sufren riesgo
tivo en las comidas. de aparición de úlceras de decúbito y trastornos
metabólicos e hidroelectrolíticos graves (Vellas B
REPERCUSIONES DE LA et al., 1999) (Tabla 3).
MALNUTRICIÓN EN EL ANCIANO
VALORACIÓN NUTRICIONAL
Si bien este tema será tratado con más de-
talle en otro capítulo, podemos adelantar que La valoración del estado nutricional es una
la malnutrición proteico energética ocasiona práctica de gran interés para la prevención y
alteraciones directamente proporcionales a su detección precoz de la MPE en el anciano. Los
intensidad y duración. Enferman más los ancia- centros de Atención Primaria, las residencias y los
nos desnutridos y se desnutren más los ancianos servicios hospitalarios conocen la importancia de
enfermos. La MPE disminuye la capacidad de monitorizar el estado nutricional de las personas
respuesta inmunológica, aumentando la suscep- mayores y atender esta vertiente simultáneamen-
tibilidad a las infecciones oportunistas, altera los te a otros aspectos de la atención socio-sanitaria
procesos de defensa celular y vigilancia inmu- integral. Los estudios epidemiológicos realiza-
nológica (Álvarez-Fernández B et al., 2002; De dos en población anciana domiciliada también
Alba-Romero C et al., 2005; Álvarez Hernández tienen interés para detectar casos incipientes o
J et al., 2007; Milne AC et al., 2009; Ferrera A subclínicos y facilitar el consejo nutricional tem-
et al., 2010; Cereda E et al., 2011). prano a todo el colectivo y a sus familias (Salvá
Se observa, también, retraso en la curación A, 2010).
de heridas (Mathus Vliegen EM, 2004), y de- Existen diversos protocolos de evaluación
terioro de la función muscular (Correia MI, del estado nutricional que se fundamentan en
Waitzberg DL, 2003; Goodpaster B et al., 2006). diversos elementos de la historia clínica conven-
Además, los pacientes desnutridos requieren una cional, indicadores antropométricos, exploración
mayor tasa de consulta médica y prescripción, física con especial atención a los signos físicos
permanecen más tiempo en el hospital (Naber de interés nutricional, análisis de la ingesta o
TH et al., 1997; Lobo Támer G et al., 2009), estimación de los hábitos alimentarios. Comple-
presentan menor calidad de vida (Larsson J et mentariamente tenemos la posibilidad de requerir
al., 1995; Hall K et al., 2000; Montero M et determinaciones hematológicas e indicadores bio-
al., 2007) y, lo que es más importante, un ries- químicos, valoración inmunológica con pruebas
go aumentado de mortalidad (Ryan C et al., estáticas, dinámicas o test de inmunidad cutánea
1995; Anker SD et al., 1997; Landbo Ch et al., retardada e incluso pruebas complementarias de
1999; Sullivan DH et al., 1999; Asensio A et dinamometría, análisis de pelo y uñas, y técnicas
al., 2004). de composición corporal: pletismografía, impe-
Los ancianos malnutridos describen pérdida danciometría, densitometría dual difotónica,
de peso, disminución del compartimento proteico BIAS, TOBEC, etc. (Elia M y Stratton R, 2004;
y graso, déficits vitamínicos, anemia, fatiga, falta SENPE-SEGG, 2007).
de apetito y empeoramiento de la situación cog- En el ámbito ambulatorio y en institucio-
nitiva por baja biodisponibilidad de ácido fólico, nes geriátricas los métodos simplificados son
vitaminas del grupo B y otros micronutrientes más operativos. El empleo del MNA, comple-
(Álvarez Hernández J et al., 2007). mentado con indicadores antropométricos,
Progresivamente, se instauran alteraciones impedanciometría segmental y una rutina de
respiratorias y balance negativo del metabolismo sangre pueden ser un recurso suficiente para
óseo. La disminución de las proteínas plasmáticas detectar situaciones de riesgo y para realizar
compromete la acción de la mayor parte de los un seguimiento eficaz del proceso (Salvá A et
fármacos y el transporte de nutrientes. Los pa- al., 1999).
6 J. Aranceta Bartrina

TABLA 3. Causas y efectos del déficit de micronutrientes

Nutriente Efectos Causas


Vitamina A Ceguera nocturna, ojo seco, piel seca Síndrome nefrótico, hepatopatía y mal
e hiperqueratosis folicular absorción grasa
Vitamina D Fracturas y miopatía proximal Deficiencias alimentarias, escasa exposición al
sol, gastrectomía, malabsorción, enfermedades
hepáticas, renales y fármacos (antiepilépticos,
rifampicina, isoniacida, ketoconazol, primidona)
Vitamina E Ataxia, miopatía y retinopatía/oftalmoplejía Malabsorción
Vitamina K Sangrado Malabsorción grasa, toxicidad por vitamina E
y fármacos (antibióticos, anticonvulsivantes,
anticoagulantes orales)
Vitamina B1 Encefalopatía de Wernike (confusión, Alcohólicos y en diálisis peritoneal
ataxia y nistagmus) y psicosis de Korsakov
(confabulación y amnesia) beri-beri en
países subdesarrollados (cardiopatía y
neuropatía periférica)
Vitamina B2 Glositis, queilosis, dermatitis seborreica Hepatopatía, alcoholismo o diarrea crónica
y anemia
Niacina Diarrea, demencia y dermatitis Alcoholismo, cirrosis, diarrea crónica y síndro-
me carcinoide
Vitamina B6 Anemia sideroblástica, glositis y queilosis Isoniacida, penicilamina, hidralacina y
angular, neuropatía periférica, depresión, estrógenos, alcoholismo, malabsorción o
confusión y convulsiones diálisis
Vitamina C Purpura y hemorragia gingival, a/t. Ingesta insuficiente de cítricos y hortalizas,
cicatrización
Calcio Osteoporosis y fracturas Déficit de aportes de calcio y vitamina D
Selenio Miopatía, miocardiopatía Nutrición parenteral, sida, Crohn, fibrosis
quística y diabetes
Cinc Alteración de la cicatrización, alteración Baja ingesta de proteínas, diabetes, diuréticos
visual y ageusia e inflamación
Fólico Elevación de homocisteína (aumento del Escasa ingesta global o de verduras y frutas
riesgo vascular) y anemia megaloblástica crudas, alcoholismo, antiepilépticos,
trimetoprim y malabsorción
Vitamina B12 Ataxia, confusión-demencia y anemia, Gastrectomía, resección ileal, sobrecrecimiento
anemia perniciosa bacteriano, celiaquía, esprue y enfermedad
inflamatoria intestinal, dietas sin carne, gastritis
atrófica o tratamiento con antiH2
Fe Baja ingesta de hierro, frecuente sangrado Queilosis angular, alopecia, manchas en uñas
oculto y síndrome de piernas inquietas

Describimos a continuación algunos de los • Índice pronóstico nutricional (PNI). Uti-


métodos de evaluación nutricional simplificada lizado previo a eventos quirúrgicos para es-
de utilización más frecuente en atención geriá- timar el riesgo de complicaciones asociadas
trica (Fig. 1). al proceso quirúrgico. Se considera un riesgo
Epidemiología de la desnutrición en el anciano 7

Valoración nutricional
Hematimetría,
folatos, B12, Fe

Valoración global Pruebas complementarias

Anamnesis Examen físico Compartimento Compartimento Compartimento Valoración


proteico proteico graso inmunidad

Métodos de Peso corporal Peso corporal Proteínas Peso corporal Hipersensibilidad


evaluación Talla Circunferencia plasmáticas Pliegues cutánea
rápida Índice de masa del brazo cutáneos Factores
coporal Excreción complemento
Pliegues cutáneos urinaria de Linfocitos
Signos físicos creatinina Pruebas
dinámicas

FIGURA 1. Valoración nutricional: apartados principales e indicadores.

bajo con formulas que obtienen puntuacio- rámetros ponderales, valor del índice de masa
nes inferiores a 40 (Martín Sánchez FJ et al., corporal y restricción energética que supera
2002). los 5 días (Weekesa CE et al., 2004).
PNI(%) = 158-16,6 (Alb)-0,78 (PCT)-0,20 • National Sreening Iniciative (NSI), que
(TFN)-5,8 (RCR). Alb: albúmina sé- utiliza como primer escalón el Determine. Ex-
rica; PCT: pliegue cutáneo tricipital; TFN: celente instrumento para la valoración rápida
transferrina. del estado nutricional con dos escalones. Un
RCR: test de reactividad cutánea (0 de indu- escalón inicial con 10 preguntas a modo de
ración = 0 puntos; 1 punto entre 1 y 5 mm screening y un segundo nivel con valoración
de induración). antropométrica y bioquímica.
• Valoración subjetiva global. Criterio de • Nutritional Risk Screening (NRS). Reco-
interés en servicios de cirugía digestiva, en mendada por la ESPEN para su utilización
pacientes con insuficiencia renal y en aque- hospitalaria.
llos en que no se pueden obtener medidas • International Academy of Nutrition and
antropométricas. Aging. Estrategia escalonada en tres pasos
• Mini Nutritional Assessment (MNA). Mé- para aplicar en cuidados de larga duración.
todo validado específicamente para su empleo • Método de control nutricional (CONUT).
en personas mayores. Consta de 18 ítems con Consiste en una aplicación informática que
datos antropométricos, de ingesta alimentaria cruza de forma automática una rutina de
y autopercepción de salud. Está disponible parámetros analíticos (albúmina, colesterol
una versión reducida de 6 preguntas (MNA total y recuento de linfocitos) con las bases
S-F) operativa para una primera fase simplifi- de datos demográficos y de diagnóstico de
cada de valoración nutricional rápida (Vellas todos los pacientes hospitalizados. Los pa-
B et al., 1999; Guigoz Y, 2006). cientes son ubicados en cuatro niveles de
• Malnutrition Universal Screening Tool riesgo y se valora a los que son susceptibles
(MUST). Posibilidad de utilización en el me- de intervención nutricional (Ulibarri JL et al.,
dio hospitalario y Atención Primaria, con pa- 2002).
8 J. Aranceta Bartrina

En 2003 el Consejo de Europa publicó un (62,16% en 2004 vs 45% en 1994), siendo el


informe de recomendaciones para prevenir y servicio de traumatología donde se presentan los
detectar la malnutrición en el entorno hospi- mayores porcentajes (66%) (Nutricia, 2011). Des-
talario. Entre sus puntos de interés podemos de los primeros estudios de Bristrian BR se han
destacar: publicado numerosos trabajos en relación con la
• El sistema de filtro de riesgo nutricional ha prevalencia de malnutrición, tanto en población
de estar basado en la eficiencia con objeto de anciana institucionalizada, como en el entorno
identificar a los pacientes que puedan benefi- hospitalario o en la comunidad.
ciarse del soporte nutricional. Un aspecto a considerar en los ancianos des-
• El método de filtro de riesgo nutricional tiene nutridos con ingreso hospitalario es la elevación
que ser fácil de usar y sencillo de entender. de las tasas de mortalidad hospitalaria, que pue-
• Un sistema de de revisión del riesgo nutri- den superar en un 22% las cifras de los pacientes
cional debe ser obligatorio para todos los con un buen estado nutricional. Los programas
pacientes con independencia de su riesgo de intervención nutricional son capaces de acor-
nutricional inicial. tar los días de estancia, los reingresos y los costes
• Hay que procurar desarrollar y validar proce- asistenciales. Así, el estudio de Lobo Támer G et
dimientos de filtro sencillos para utilizar en al. (2009), realizado en 650 pacientes hospitaliza-
el medio hospitalario y Atención Primaria. dos, llega a la conclusión de que los pacientes con
• La identificación de un paciente en riesgo desnutrición generan un incremento del 56,4% del
nutricional debe ir seguida de una verdadera coste sanitario. En este orden de cosas, de acuerdo
evaluación del estado nutricional, un plan de con un informe realizado en el Reino Unido en
tratamiento, pautas dietéticas, monitorización 2005, la malnutrición supone en ese país un coste
de la ingesta alimentaria y peso corporal y añadido de 7,3 billones de libras esterlinas (más
ajuste del plan de tratamiento. de 8.371 millones de euros), presupuesto derivado
En mi opinión, todas estas medidas pueden del tratamiento de los pacientes malnutridos en el
ser adoptadas en el medio hospitalario general, hospital (cerca de 4.500 millones de euros) y en el
pero también en las residencias de ancianos y en medio residencial (Elia M et al., 2005).
la atención domiciliaria. En la revisión efectuada por Iraizoz I. (1999)
sobre estudios realizados en EE.UU. y en Europa,
PREVALENCIA DE MALNUTRICIÓN EN la prevalencia de malnutrición en ancianos aten-
ANCIANOS didos en diferentes niveles asistenciales presenta-
ba grandes diferencias según el nivel asistencial
La existencia de desnutrición asociada a en- (domicilio, residencia, hospital). Además, también
fermedad es un cuadro bastante frecuente y su apreciaba diferencias en función del estado de
prevalencia puede oscilar dependiendo de los salud del anciano (sano, frágil, enfermo).
criterios diagnósticos utilizados. En los primeros En los ancianos residentes en su domicilio
estudios de Bristrian BR en 1974 se estimó una menores de 75 años, la prevalencia se sitúa en
prevalencia del 54% sobre 131 pacientes hospi- los diferentes estudios revisados entre el 3-5%,
talizados en servicios quirúrgicos. Otro estudio mientras que en los mayores de 75 años, enfer-
del mismo autor en 1976, sobre 251 casos, es- mos o con discapacidad, las cifras ascendían hasta
timó una prevalencia del 44% en pacientes hos- el 30% (Tabla 5).
pitalizados en servicios médicos. Estudios más Para el colectivo de ancianos hospitalizados
recientes sugieren que la prevalencia de malnu- las cifras de prevalencia se sitúan entre el 32 y
trición hospitalaria supera el 30% al ingreso o el 48%, más altas aún en los pacientes hospita-
al alta (Tabla 4). En relación a la malnutrición lizados de edad avanzada, en los que alcanzan
en el paciente hospitalizado, la prevalencia ha entre el 40-60%. En los ancianos alojados en
aumentado en un 27,61% en los últimos años residencias las estimaciones de prevalencia de
Epidemiología de la desnutrición en el anciano 9

TABLA 4. Prevalencia de malnutrición en diferentes niveles asistenciales: medio hospitalario

Medio hospitalario
Autor Año País Parámetros Prevalencia %
Bistrian 1974 EE.UU. Biol, antrop 54
Bistrian 1976 EE.UU. Biol, antrop 44
Hill 1977 Reino Unido Biol, antrop 52
Winsier 1979 Biol, antrop 69
Willard 1980 Biol, antrop 31,5
Bienia 1982 Biol, antrop 61
Reilly 1988 Reino Unido Biol, antrop 55
Sullivan 1989 Reino Unido Biol, antrop 39
Mowe 1991 Antrop 54,5
Constans 1992 Francia Biol, antrop 30-41
Aount 1993 Biol, antrop 53
Larson 1994 Biol, antrop 35
Mc Whirter 1994 Biol, antrop 40
Potter 1995 Antrop 26
Sullivan 1997 Reino Unido Biol 65
Wyszynski 2003 Argentina VGS 38
Pirlich 2006 Alemania VGS 27
Meijers 2009 Países Bajos MUST 23,8
Cabrerizo 1986 España Biol, antrop 31
Gassull 1986 España Biol, antrop 30
Prieto 1993 España Biol, antrop 30
Serrano 1993 España Biol, antrop 46
Ulibarri 2002 España Biol 42
Ramos 2004 España Biol, antrop 57
Martínez Olmos 2005 España VGS 47
Izaola 2005 España MNA 68
Gómez Ramos 2005 España MNA 50
Gutiérrez Reyes 2007 España MNA 18,6
VGS 67
Biol.: biológicos; Antrop.: antropométricos; EA: encuesta alimentaria; MNA: Mini Nutritional Assessment; VGS: valoración
global subjetiva; MUST: herramienta de screening nutricional diseñada en el marco de la Bristish Association of Parenteral
and Enteral Nutrition (BAPEN).

desnutrición se sitúan entre el 13,5 y el 28,5%. entre un 25 y un 60%, en base a criterios de peso
Desafortunadamente, la malnutrición es muy fre- ideal y niveles de albúmina inferiores a 3 g/L.
cuente en centros residenciales y en unidades de Ramón JM y el grupo español de investigación
larga estancia (Tabla 6). La pérdida de peso, los en Gerontología (2001) estudian una muestra de
niveles bajos de colesterol y la sarcopenia son los 3.460 individuos mayores de 65 años aplicán-
principales factores predictores de mortalidad en doles el Mini Nutritional Assessment (MNA),
los ancianos institucionalizados. En general, Mar- econtrando una prevalencia de malnutrición del
tín Graczyk AI (2002) sugiere que la malnutrición 3,3% entre la población anciana que vivía en su
en las residencias de ancianos se sitúa en España domicilio y del 7,7% en ancianos instituciona-
10 J. Aranceta Bartrina

TABLA 5. Prevalencia de malnutrición en diferentes niveles asistenciales: comunidad

Comunidad
Autor Año País Parámetros Prevalencia %
EURONUT-S1 1991 Europa EA, Biol, antrop 3-4
EURONUT-S2 1996 Europa EA, Biol, antrop 2,2
Jensen 1997 EE.UU. EA, Biol, antrop 2,6
Naber 1997 EE.UU. EA, Biol, antrop 6
Salvá 1999 España MNA 0,5
Ramón 2001 España MNA 3,3
Tur 2005 España MNA- SF 1 (H); 5 (M)
Morillas 2006 España EA, Biol, antrop 2
Salvá 2007 España MNA-SF, Antrop 0,7
Soini 2004 Finlandia MNA 3
Stratton 2005 Reino Unido MUST 15
Guigoz 2006 Varios MNA 2
Meijers 2009 Países Bajos MUST 21,7
Biol.: biológicos; Antrop.: antropométricos; EA: encuesta alimentaria; MNA: Mini Nutritional Assessment; MUST: herramienta
de screening nutricional diseñada en el marco de la Bristish Association of Parenteral and Enteral Nutrition (BAPEN).

TABLA 6. Prevalencia de malnutrición en diferentes niveles asistenciales: residencias y centros de


larga estancia

Residencias y centros de larga estancia


Autor Año País Parámetros Prevalencia %
Elmstahl 1987 EA 13
Larson 1990 Biol, antrop 28,5
Lebreton 1997 Biol, antrop 27
Salvá 1996 España MNA 5,7
Camarero 1998 España Antrop 2
Esteban 2000 España Biol, antrop 26,7
Ramón 2001 España MNA 4,5 (H); 9,4 (M)
Ribera 2002 España MNA 35
Ruiz López 2003 España MNA 7,9
Christensson 2002 Suecia MNA 23
Suominen 2005 Finlandia MNA 29
Guigoz 2006 Varios MNA 21
Meijers 2009 Países Bajos MUST 19,2
Biol.: biológicos; Antrop.: antropométricos; EA: encuesta alimentaria; MNA: Mini Nutritional Assessment; MUST: herramienta
de screening nutricional diseñada en el marco de la Bristish Association of Parenteral and Enteral Nutrition (BAPEN).

lizados. Esta prevalencia fue mayor en las mu- europea en el proyecto Euronut -SENECA (De
jeres, en los grupos con menores ingresos y en Groot L y Van Staveren WA, 2002) y en ancianos
las personas de mayor edad. Estas mismas cifras ambulatorios residentes en EE.UU. (Jensen GS et
se han encontrado en ancianos de la población al., 1997; Naber TH et al., 1997).
Epidemiología de la desnutrición en el anciano 11

Ramos Martínez A et al. (2004) realizaron un y estimaba que se encontraban en situación de


estudio transversal en mayores de 70 años ingre- riesgo el 17,2%. Citaba, entre los factores más
sados en una sala de medicina interna, estimándo- frecuentes en este colectivo, las dificultades ha-
se esta circunstancia a través de la valoración del bituales para masticar (17%) y la falta de apetito
pliegue tricipital, albúmina plasmática y recuento (13,8%).
linfocitario. El 57,1% presentaba malnutrición en En resumen, en torno a un 10% de los ancia-
el momento del ingreso, de los cuales el 35% de nos que viven en su domicilio en España padece
los individuos tenía un deterioro grave del estado malnutrición mientras que, en torno a la mitad
funcional y, de ellos, el 31% procedía de residen- de los ancianos institucionalizados en residen-
cias de ancianos. La prevalencia de desnutrición cias tienen problemas nutricionales más o menos
en la población anciana que vive en su domicilio importantes (un 5-6% de los ancianos se alojan
varía entre el 3 y el 5%; sin embargo, en los hos- en este medio). Estas cifras pueden aumentar de
pitalizados en servicios médicos, el porcentaje manera importante en el entorno hospitalario,
alcanza el 20-40%, en los servicios quirúrgicos al ingreso y quizá, en algunos casos, al alta hos-
tasas entre el 40 y el 60% y en el entorno institu- pitalaria.
cionalizado sin autonomía pueden alcanzar cifras En los Países Bajos en el año 2000 se reali-
por encima del 60% (García Peris P, 2004). zó un cribado de malnutrición en ancianos de
Martínez Olmos MA et al. (2002) estudia- ámbito nacional con el fin de sensibilizar a los
ron a 95 pacientes al ingreso con evaluación de profesionales y a la población sobre la magni-
peso, niveles de albúmina sérica y concentración tud del problema y sus repercusiones. Se estimó
de linfocitos. Según este protocolo el 78,9% de que, aproximadamente el 25% de los pacientes
los pacientes presentaban malnutrición proteico- hospitalizados presentaban algún grado de desnu-
energética, relacionada con pacientes geriátricos trición. Desde 2004 el estudio anual para estimar
ingresados por motivos no quirúrgicos. los problemas asistenciales (LPZ) en las organi-
Hernández-Mijares A et al. (2001) analizaron zaciones de atención sanitaria de todo el país
un colectivo de 615 ancianos institucionalizados incluye indicadores para estimar la prevalencia
a partir de parámetros antropométricos, bioquími- de malnutrición, cribado nutricional, tratamien-
cos y recuento de linfocitos. En este caso la preva- to, seguimiento y otros indicadores de calidad
lencia de malnutrición detectada fue del 26,87%, nutricional de interés.
un 29% en varones y un 25,6% en mujeres. Se- En el año 2009 (Meijers JMM et al., 2009)
gún este estudio, los parámetros antropométricos se publicó el primer estudio de evaluación y se-
y la determinación de la prealbúmina podrían ser guimiento de esta iniciativa holandesa, a partir
los elementos de interés diagnóstico. del análisis de la información recopilada en 269
Gómez Ramos MJ (2005) realizó un estudio instituciones diferentes (80 hospitales, 141 resi-
sobre 200 pacientes ancianos ingresados en un dencias de ancianos, 48 organizaciones de ayuda
hospital de Murcia a los que aplicó el test MNA a domicilio), datos de 74.496 observaciones rea-
junto con la determinación de proteínas plasmá- lizadas en el periodo 2004-2007. En unos casos
ticas y el recuento linfocitario. En este caso, un se realizaron observaciones cada año y, en otros,
50% de los ancianos valorados presentaba malnu- tan solo una vez. La malnutrición hospitalaria se
trición. Es de interés señalar que en el estudio se estimó en un 27% en los centros que no partici-
encontró asociación estadísticamente significativa paron en la iniciativa de mejora y en un 25% en
entre los valores de malnutrición del MNA con los que sí lo hicieron en este periodo, cifras que
valores subóptimos en los parámetros bioquími- se situaron en un 26 y 28%, respectivamente,
cos e inmunológicos. para las residencias de ancianos.
Morillas J (2006) estimó, en un estudio rea- Desde el punto de vista poblacional, se ha
lizado en 360 ancianos no institucionalizados en valorado la incidencia y prevalencia de malnu-
Murcia, una prevalencia de desnutrición del 2%, trición en ancianos en los estudios de población
12 J. Aranceta Bartrina

anciana en la comunidad del DHSS de 1972 y enfermedades crónicas y con incapacidad fun-
1979; en los estudios NHANES I, II y III (Mc- cional severa puede ascender hasta el 40%. En
Dowell MA, 1994). este grupo, los ancianos con distintos tipos de
En España merece atención el estudio SE- demencias son los que sufren un mayor grado
NECA (Moreiras O et al., 1993), el diagnóstico de afectación.
de salud de la población de Bilbao mayor de 60 Salvá A (2010) plantea que la prevalencia
años (Aranceta J et al., 1991), el estudio PRE- de desnutrición en la población anciana hospi-
VENT- NUTRICIA 2000 (Venegas Moreno E et talizada oscila entre el 35 y el 65%, en función
al., 2001) y los datos descritos por la Encuesta de los servicios estudiados. En las residencias de
Nacional de Salud sobre delgadez y bajo peso. ancianos la desnutrición se evidencia entre el 25
En los estudios NHANES se define la pobla- y el 60% del colectivo, observándose mayores
ción anciana como grupo de riesgo de padecer tasas en los ancianos asistidos. Dentro de la co-
alteraciones nutricionales en relación a un con- munidad se plantea la existencia de desnutrición
sumo energético insuficiente y a la presencia de entre el 1 y el 15% de los ancianos que viven en
sedentarismo asociado. Para los aportes calóricos sus domicilios, dependiendo de la edad, el sexo
menores de 21,5 kcal/kg de peso se producen y el nivel de salud.
con frecuencia déficit de vitamina A, B6, B12, fola- Los estudios realizados en el Reino Unido
tos y C y en el apartado de los minerales destacan en el ámbito comunitario, refieren tasas de pre-
los riesgos de ingesta inadecuada para el calcio, el valencia de malnutrición del 26% en ancianos
magnesio y el cinc (Mc Dowell MA, 1994; Ervin que reciben ayuda a domicilio y otros cuidados
RB y Kennedy J, 2002; Hall B y Brown L, 2005; comunitarios (Stratton R et al., 2006); 15% en
Tofannello ED et al., 2011). los ancianos que viven en la comunidad; tasa
En los ancianos que consumen más de 27,5 que asciende hasta el 37-40% para los ancianos
kcal/kg de peso los estados carenciales se circuns- más mayores (Ryan C et al., 1995) y tasas entre
criben a los folatos y vitamina B6. En relación al el 5 y el 44% para ancianos que no salen de casa
estudio multicéntrico europeo SENECA (1988- (Pichard C, 2005).
1993), la muestra española constituida a partir La revisión sistemática de trabajos de malnu-
de población mayor de Betanzos en La Coruña, trición en ancianos realizada por Van Wayenburg
podríamos destacar los siguientes resultados: un CAM et al. en 2005, encontró algunos realizados
3% describen un índice de masa corporal (IMC) con métodos diferentes de selección de la po-
compatible con la desnutrición. En el seguimiento blación, que también presentaba características
longitudinal un 16%, tanto de hombres como muy diversas. Además, los métodos para definir
de mujeres, perdieron como media 1 kg de peso la malnutrición también presentaban grandes
al año. Se detectaron déficit vitamínicos espe- variaciones entre estudios. En cuatro de los es-
cialmente para la vitamina D y B12, siendo más tudios incluidos en la revisión, en los que se ha-
frecuente el déficit de esta última en mujeres (7%) bía utilizado como criterio el valor del índice de
(Moreiras O et al., 1993). masa corporal y, en ocasiones, otros indicadores
Según la clasificación de Moreiras O (1993), antropométricos, se estimaron cifras de prevalen-
los grupos de riesgo de malnutrición en pobla- cia entre el 8 y el 13% en pacientes crónicos y
ción anciana comunitaria se dividen en cuatro quirúrgicos. Los estudios de cribado con el MNA
niveles: riesgo I, ancianos sanos integrados en la en población general han encontrado tasas de
comunidad; riesgo II, ancianos con enfermeda- población con puntuaciones de riesgo entre el
des crónicas integrados en la comunidad; riesgo 36 y 48% y valores claramente deficitarios en
III, ancianos que viven solos y confinados en su torno al 3%.
domicilio; riesgo IV, ancianos residentes en insti- El 28 de abril de 2011 se presentó en el Mi-
tuciones. Según esta clasificación, la malnutrición nisterio de Sanidad el documento de consenso
en ancianos integrados en la comunidad pero con coordinado por la SENPE en relación a la mal-
Epidemiología de la desnutrición en el anciano 13

Considerar
Suplementos
dietéticos y/o
farmacológicos

– +
Nutrición
parenteral

Nutrición enteral
SUPLEMENTOS

Int
nutricionales

erv
•Satisfacción personal •Complicaciones

en
ció
do
•Cualidades organolépticas ALIMENTACIÓN BÁSICA •Dificultad de nutrir

nn
iba

ADAPTADA •Coste
Cr

utr
ic
ion
al
Consejo dietético individualizado

ALIMENTACIÓN TRADICIONAL
Educación alimentlaria específica

+ –
Movilidad Hidratación
Atención personal Adecuación
hidroelectrolítica

FIGURA 2. Pirámide de la asistencia nutricional en ancianos.

nutrición hospitalaria, que en breve estará dispo- do que incorporen parámetros antropométricos y
nible en la web de SEMER [y del Ministerio de el índice de masa corporal para la edad, utilizan-
Sanidad, con datos de interés para la asistencia do valores de referencia representativos para el
geriátrica que convendría revisar. colectivo, los cambios y la velocidad de pérdida
o ganancia ponderal también son determinantes,
PREVENCIÓN junto con variaciones en los valores séricos de
albúmina, transferrina, hemoglobina, colesterol
La prevención de la subnutrición en el an- plasmático total y recuento de linfocitos. Son de
ciano debería iniciarse a través de programas de gran utilidad la utilización de métodos rápidos de
promoción de la salud y de educación nutricio- evaluación del estado nutricional como el Mini
nal dirigidos a adultos mayores e insertados en Nutritional Assessment (MNA) o el DETERMI-
programas de preparación a la jubilación. Los NE, que pueden utilizarse como complemento a
cambios vinculados con los procesos del enveje- los protocolos de valoración geriátrica integral. En
cimiento y la aparición o presencia de enferme- estudios epidemiológicos o en el consejo dietético
dades crónicas o síndromes geriátricos facilitan personalizado interesa la utilización de métodos
la pérdida de armonía en el balance energético de estimación de la ingesta alimentaria (recuerdo
y nutricional. La presencia unitaria o múltiple 24 horas, cuestionario de frecuencia de consumo
de factores de riesgo deben orientarnos hacia la o historia de la dieta).
vigilancia nutricional antes de que se presente un Tenemos que poner en práctica estrategias
deterioro de los parámetros biológicos. de seguimiento a través de métodos de registro
En un segundo nivel, nos preocuparemos de dietético, mejor con sistemas de fácil recogida e
la detección precoz a través de pruebas de criba- informatización. En los primeros niveles de in-
14 J. Aranceta Bartrina

tervención emplearemos, junto con el consejo Atención Primaria, como por el personal sanita-
dietético, la prescripción individualizada de su- rio de las instituciones geriátricas y consultas de
plementos dietéticos de minerales y vitaminas o dietética que deberían establecerse en un periodo
preparados que aumenten la densidad energética próximo. Precisan especial vigilancia las personas
y/o de contenido proteico (Fig. 2). En ocasio- que realicen consumos diarios menores de 1.600
nes, podremos arreglarnos con medidas caseras kcal o con pérdida reciente de peso.
mejorando la densidad nutricional a partir de la Para conseguir estos objetivos es imprescin-
adición a las raciones convencionales de leche dible la formación continuada y la sensibilización
en polvo, huevo cocido, levadura de cerveza, de todos los profesionales e instituciones impli-
aceite de oliva, pescado o semillas, frutos secos cadas en la atención y cuidado de los ancianos,
molidos o frutas desecadas de alto valor calórico, asumiendo en toda su dimensión la importancia
como los higos, los dátiles, las pasas de Corinto estratégica de una buena cobertura nutricional
o las ciruelas secas. En otros niveles de actua- como herramienta de promoción de la salud y de
ción no dudaremos en utilizar los recursos de la disminución de la morbi-mortalidad prematura y
dieta básica adaptada o los recursos disponibles de los costes sanitarios superfluos.
en el marco de la nutrición enteral, muchos de
los cuales pueden utilizarse como aportes suple- BIBLIOGRAFÍA
mentarios.
Entendemos que todas las fases del consejo – Álvarez-Fernández B,García Ordoñez MA,López
dietético e intervención nutricional deberían con- Trigo JA, Marín Carmona JM, Gómez Huelgas R,
tar con la presencia de un profesional de la salud Juárez Fernández C. Modificación de la respuesta
con capacitación en nutrición que forme parte del inmune en los ancianos con tratamientos nutriciona-
les. An Med Interna (Madrid). 2002; 19: 423-9.
equipo multidisciplinar de atención al anciano.
Quedan fuera del objetivo de este libro los – Álvarez Hernández J, Peláez Torres N, Muñoz Ji-
criterios de asistencia nutricional a los ancianos ménez A. Impacto del diagnóstico de desnutrición
y el soporte nutricional en los grupos relacionados
que ingresan en el medio hospitalario, en el cual
con el diagnóstico. ¿Merece la pena? Endocrinolo-
deberían hacerse más intensivas las acciones gía y Nutrición. 2007; 54 (Suppl 2): 61-7.
de detección, control y adecuación del estado
nutricional, evitando las prácticas que puedan – Anker SD, Ponikowski P, Varney S, Chua TP, Clark
AL, Webb-Peploe KM, et al. Wasting as indepen-
ocasionar riesgo de iatrogenia nutricional.
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constata la evidencia de que cada dólar dedicado
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en 3,25 dólares, lo que permite afirmar que las caciones (segunda edición). Barcelona: Masson-
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utrición se centra en la Atención Primaria y en las de mortalidad relacionados con el estado nutricio-
residencias de ancianos a partir de la utilización nal en el anciano hospitalizado. Med Clín (Barc).
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CAPÍTULO 2
Valoración geriátrica integral
F.J. Espina Gayubo

INTRODUCCIÓN esferas que concurren en la salud y bienestar del


colectivo de los mayores.
El envejecimiento de la población incide en
un incremento de la demanda de servicios y con- VALORACIÓN GERIÁTRICA INTEGRAL:
sultas, por parte de las personas mayores, en los DEFINICIÓN Y OBJETIVOS
diferentes niveles de atención socio-sanitarios, lo
cual implica una necesidad de conocimiento de La valoración geriátrica integral (VGI) es un
sus peculiaridades, necesidades y patología por los proceso multidimensional e interdisciplinar que
profesionales implicados. Hasta ahora, la respues- busca la calidad de vida de la persona de edad,
ta a esta demanda la hemos realizado prestando en los campos de lo funcional, médico, psíquico
recursos para el anciano, pero no “con” y “por” y social. El enfoque cuádruple nos orienta hacia
el anciano, por lo cual obstaculizamos y frenamos una asistencia global, que se adapta a cambios
la capacidad de autodeterminación del mayor. Es biopsicosociales, y distinta de la basada en un
decir, extendemos un manto de protección estan- diagnóstico final.
darizado, pero no cuidamos, ni nos ocupamos de Con la utilización de la VGI, como proceso
él, de forma individualizada. dinámico y estructurado, podemos saber de lo
Aprendemos y sabemos Medicina, pero des- que una persona es capaz, y no solo de lo que es
conocemos toda la realidad de la patología, psi- incapaz, descubrimos problemas y necesidades,
cología y entorno de nuestros mayores. Hacemos planificamos estrategias de actuación individua-
múltiples valoraciones por diferentes especialida- lizadas, optimizamos recursos, mejoramos la
des, pero tenemos una deficiente coordinación exactitud diagnóstica y disminuimos la incidencia
interprofesional, no aplicamos uniformidad a las de ingresos y reingresos hospitalarios, así como
mismas y, de esta forma, condicionamos un in- la institucionalización. También disminuimos la
cremento de malestar del paciente y costes del mortalidad, disminuimos el uso de medicamen-
servicio. Al final, no damos una respuesta global tos, mejoramos la funcionalidad y lo subjetivo
(Corral J, 2006) del problema individual. de la asistencia, y optimizamos el consumo en
Con estas premisas, es preciso reorientar y servicios. Con ella planificamos la terapéutica, el
optimizar nuestra asistencia al mayor, con la uti- seguimiento y los recursos a emplear.
lización de una metodología y herramienta reco- Podemos decir que se estructura en dos
nocida, validada y consensuada, con la cual poder partes definidas y diferenciadas: la primera sería
abordar, de forma global y fluida, las diferentes la valoración cuádruple sistematizada, mientras

19
20 F.J. Espina Gayubo

que la segunda es la intervención individualizada • Cuestionario Barber, validado para la detec-


que ha de adaptarse a los recursos disponibles y ción de ancianos de alto riesgo que viven en
al entorno (Miralles R, 1999). la comunidad.
También nos permite situar al paciente en • Criterios de Fried: 1) pérdida no intencionada
el lugar más adecuado, según su capacidad y de peso > 4,5 kg en el último año; 2) muestra
morbilidad, así como documentar la mejoría en debilidad en la fuerza de prensión; 3) presen-
el tiempo. Además, con la VGI, se favorece la ta astenia; 4) disminución en la velocidad de
transmisión de la información entre profesionales. la marcha; 5) actividad física reducida. La
Como dice Perlado F. (2001): “valorar es interpre- persona presenta fragilidad si están presen-
tar los diferentes matices y apreciar el conjunto, tes 3 o más criterios, prefragilidad si hay 1-2
sabiendo que, en ocasiones, el conjunto no es la criterios.
suma de las partes”. No debemos olvidar que, • Escala de Fragilidad Rockwood, que valora:
con la profusión de escalas y tests, corremos el 1) deambulación; 2) AVD (comer, vestirse, ba-
peligro de sustituir el acto médico. ñarse, levantarse de la cama); 3) continencia
de esfínteres; 4) estado cognitivo. Se clasifica
ANCIANO FRÁGIL en: grado 1 si presenta incontinencia, grado
2 si presenta necesidad de asistencia en mo-
La población diana que más se beneficia de la vilidad, al menos en 1 AVD, incontinencia
VGI es la representada por ancianos frágiles (pre- y deterioro cognitivo leve, y grado 3 si hay
valencia del 27,3%). Los ancianos frágiles tienen necesidad de asistencia en movilidad, ayuda
problemas de salud complejos, tanto agudos como en al menos 2 AVD, incontinencia doble y
crónicos, son ancianos que presentan incapaci- demencia.
dades en el autocuidado, en el mantenimiento y
dominio de su entorno y, además, son ancianos COMORBILIDAD EN EL ANCIANO
que tienen una escasa red de apoyo social o en
fase de agotamiento. Con la edad aumenta el número de enfer-
Podemos definir la fragilidad como un declinar medades que, como característica en nuestros
generalizado multisistémico y diferenciado del en- mayores tienen tendencia hacia la cronicidad e
vejecimiento, que conlleva un agotamiento de la invalidez. Podemos hablar de que, los mayores
reserva funcional, que implica vulnerabilidad y la presentan síndromes complejos, más que una
aparición de eventos adversos (deterioro funcional, única enfermedad, además de un alto índice de
institucionalización, hospitalización y muerte). comorbilidad y que su adecuado manejo conlleva
Antes de llegar al estado final de dependencia, modificar y evitar tratamientos estandarizados e
existen fases anteriores de prefragilidad (preva- innecesarios, así como la de priorizar actuacio-
lencia del 50,9%) que debemos ser capaces de de- nes. Las cifras de comorbilidad se acercan a una
tectar y así poder afrontar, cuando no enlentecer media estimada de 4,1 enfermedades crónicas en
su aparición. Pruebas sencillas como determinar mayores de 65 años y de 4,7 en mayores de 75
una menor velocidad de marcha (Abizanda P, años, aunque las cifras pueden ser mayores, si a lo
2008), el de ser incapaz de levantarse de una anterior añadimos las alteraciones subclínicas y el
silla sin apoyar los brazos, o la no realización de infradiagnóstico, así como la discontinuidad y fa-
actividades instrumentales de la vida diaria, nos llos existentes en la vigilancia y seguimiento, bien
pueden orientar hacia ancianos con probabilidad por parte del sistema asistencial o bien por parte
de tener próximos eventos adversos. del propio y/o entorno del paciente mayor.
La fragilidad es susceptible de reversibilidad e En la revisión de Abizanda P et al. (2010), se
intervención activa (Baztan JJ, 2008) (Valenzuela cita el número de patologías, y diferentes baterías
E, 2007), y la podemos identificar o sospecharla de diagnóstico y seguimiento de la comorbilidad,
aplicando: expresando que la que más se ajusta a la persona
Valoración geriátrica integral 21

mayor es la Cumulative Illness Rating-Geriatric los esperados, lo cual ocasiona una desconfianza
de Miller (CIRS-G), que predice mortalidad y hacia la VGI, rechazando de manera injustificada
hospitalización. El Índice de Charlson es la más su utilización (Larrión JL, 1999).
usada y se obtiene de informes médicos, predice Parece mostrar mayor efectividad cuando se
mortalidad, salud autopercibida y predicción de seleccionan a ancianos frágiles, o con síndromes
costes. Otras citadas son: Multidimensional Prog- geriátricos determinados, o cuando acuden a ur-
nostic Index, que predice mortalidad en ancianos gencias hospitalarias, cuando existe polifarmacia
frágiles residentes en la comunidad con necesidad y cuando se realiza de manera intensiva en su
de cuidados continuos, y el Index of Coexisting aplicación, seguimiento y cumplimiento de las
Diseases (ICED), que mide severidad del dete- recomendaciones derivadas (Martín I, 2008).
rioro funcional junto con severidad del deterioro En los programas de visitas a domicilio, dis-
fisiopatológico causado por la enfermedad. minuye la mortalidad de los mayores de menor
Existen baterías informatizadas tipo Resident edad y la capacidad funcional mejora si se da una
Assessment Instrument (RAI) de Brant Fries et valoración clínica al inicio del programa. Entre
al., que permiten una valoración integral de la las recomendaciones PAPPS del año 2007, en
persona dependiente en su complejidad y facili- cuanto a la aplicación de la VGI en Atención
ta la planificación para proporcionar un cuidado Primaria están: su aplicación individualizada,
sociosanitario adecuado. priorizar a los ancianos de riesgo con afectación
También podemos disponer de ciertos crite- funcional que se pueda modificar, o sin ella pero
rios de predicción, bien sean de proceso o bien con factores predictivos de deterioro o situaciones
de resultado: clínicas específicas. En Atención Primaria, los fa-
• Predictores de mortalidad: la mayor lon- llos existentes por falta de asistencia a la consulta
gevidad, el sexo masculino, la presencia de son: la peor situación funcional, presentar mayor
comorbilidad crónica respiratoria o cardiaca deterioro cognitivo, olvido de la cita o no consi-
(78 y 32%), la dependencia en las activida- derar importante anular la cita. Casi la mitad de
des básicas (55%), o instrumentales (12%), el las faltas se deben a que el familiar decide por
deterioro cognitivo (1,85%) y el haber tenido interés personal no llevar al anciano a la consulta
uno o más ingresos hospitalarios en el último (González-Guerrero JL, 2005).
año (51%), son factores de riesgo de muerte La VGI en las unidades geriátricas hospita-
a los cuatro años (Suárez FM, 2008). larias de agudos ha mostrado un beneficio en la
• Predictores de ingreso hospitalario: depre- mortalidad al alta, la probabilidad de volver a su
sión, y el uso de ayudas técnicas. domicilio tras el alta, una menor estancia media
• Predictores de fragilidad: puntuaciones bajas y un menor deterioro funcional al alta (López
en el MEC de Lobo, puntuaciones altas en el JM).
GDS, padecer enfermedad crónica, consumo Las medidas de eficacia deben centrarse en
de más de tres fármacos, y la salud autoper- la posibilidad de vuelta al domicilio, la capacidad
cibida como regular o mala. funcional, la calidad de vida subjetiva del pacien-
• Predictores de deterioro funcional: edad te y/o cuidador y en los costes de la asistencia
elevada. (Rubenstein LZ, 2005).

EFICACIA DE LA VALORACIÓN LA VALORACIÓN CLÍNICA


GERIÁTRICA INTEGRAL
El objetivo de la evaluación clínica es detectar
La bibliografía mundial avala y corrobora la y graduar las enfermedades sintomáticas, iden-
eficacia de la VGI, pero la utilización inadecua- tificar aquellas que sean desconocidas, evaluar
da, en lugares inapropiados y con objetivos no cómo afectan a la función, decidir y planificar la
bien definidos hace que sus resultados no sean intervención terapéutica más adecuada. Es un
22 F.J. Espina Gayubo

reto para los profesionales, pues factores como personales y del entorno La exploración nos
el proceso de envejecimiento fisiológico y la par- permite detectar la presencia de los grandes
ticularidad de presentación de la enfermedad en síndromes geriátricos.
el mayor (pluripatología, presentación atípica • Características de las enfermedades en el
de síntomas, la presencia de complicaciones, la anciano:
tendencia hacia la cronicidad e incapacidad, la – No existen enfermedades propias de los
pérdida de funcionalidad, la polifarmacia, la ma- ancianos, el anciano puede presentar todas
yor dificultad diagnóstica y la tendencia hacia la las enfermedades.
gravedad y mortalidad), dificultan y enmascaran – En el anciano cambia la frecuencia de pre-
patologías silentes o solapadas. sentación de las enfermedades.
Como norma, siempre evitaremos que la – En el anciano cambia el terreno sobre el
entrevista sea larga y cansina, siendo preferible que se asientan las enfermedades.
sesiones cortas, y que la persona entrevistada – En el anciano existe disminución de la ca-
esté acompañada de un cuidador principal que pacidad de reserva.
conviva y/o conozca la cronopatología, pero que – En el anciano existe disminución de la ca-
no interfiera en las respuestas, salvo que el entre- pacidad de adaptación.
vistado presente deterioro cognitivo. – En el anciano muchas enfermedades pre-
• Con la anamnesis procedemos a recoger an- sentan sintomatología larvada.
tecedentes médicos, quirúrgicos y pruebas – En el anciano las enfermedades tienden a
complementarias que se han practicado al la cronicidad e incapacidad: aparato loco-
paciente. motor, problemas vásculo-cerebrales, enfer-
• La historia farmacológica nos guiará hacia medades degenerativas, patología cardíaca,
una posible iatrogenia, infra o sobretratamien- aparato respiratorio, neoplasias.
to existente aplicando criterios STOP/START – En el anciano la pluripatología conlleva
(Delgado E, 2009), también hay que indagar polifarmacia y esta, yatrogenia.
sobre posible automedicación. La probabilidad Las enfermedades crónicas más prevalentes
de una interacción farmacológica es del 50% son las artrosis, artritis y reumatismos (53,5%),
cuando se está tomando 5 medicamentos y se la HTA (53,5%), cataratas (39%), y dolores de la
incrementa hasta el 100% cuando el número columna (29,5%).
es de 7 o más (Pedrós C, 2008). • Las exploraciones complementarias se en-
• La historia nutricional nos orienta hacia el marcarán en la optimización de los recursos
riesgo de malnutrición (prevalencia del 15- existentes, en la posibilidad terapéutica de la
20% de los que se someten a un Programa patología buscada y en la de evitar el encar-
de Atención Domiciliaria) (Unanue S, 2009), nizamiento diagnóstico.
mediante el Mini Nutritional Assessment • La elaboración de un listado de problemas,
(MNA), índice de riesgo nutricional (IRN), y no de diagnósticos, nos ayudará a priori-
índice de masa corporal (IMC), así como zar la atención necesaria, y a lograr un plan
indagar sobre hábitos y necesidades. terapéutico que aborde, de forma global, las
• La exploración física no es distinta a la del necesidades del paciente.
adulto, si bien nos llevará más tiempo en su • En la atención al mayor, los cuidados han de
realización por déficits sensoriales (valora- ser preventivos, progresivos, continuados y
ción agudeza visual, el déficit auditivo con coordinados.
el test del susurro), enlentecimiento funcio-
nal o disposición personal. Además, hemos LA VALORACIÓN FUNCIONAL
de investigar datos psicológicos, cognitivos y
neuropsiquiátricos, datos funcionales básicos La valoración funcional mide la capacidad del
e instrumentales y, por último, datos sociales, anciano para: 1) actividades básicas de la vida
Valoración geriátrica integral 23

diaria (ABVD) para realizar su actividad habi- de ABVD. Otra variable en la disminución de
tual y mantener su autocuidado: comer, vestirse, la capacidad funcional es la de no vivir solo.
moverse, asearse, bañarse y continencia de esfín- La inmovilidad se relaciona con la edad avan-
teres; 2) actividades instrumentales de la vida zada (80 o más años), el deterioro cognitivo
diaria (AIVD) para conseguir independencia e moderado-severo, la dependencia para una
interacción en su entorno: escribir, leer, cocinar, o más ABVD y una patología crónica. En los
limpiar, comprar, lavar, planchar, usar el teléfono, Servicios de Urgencias, el uso de la Escala
manejar dinero y medicación, usar el transporte ISAR de McCusker (Ortiz FJ, 2010) predice
público o realizar trabajos fuera de la casa y; 3) el riesgo de eventos adversos.
actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD), 2. Evaluación de actividades instrumentales:
para ser parte activa y colaborador con el medio, • Índice de Lawton-Brody.
aunque estas no son indispensables para una vida Entre las actividades instrumentales el ma-
independiente, su ejecución sí detalla una buena yor deterioro se da en la limpieza del hogar.
función física. Algunos ejemplos serían el realizar Hábitos culturales o de rol, diferencian las
viajes, participar en voluntariado, ejercitar algún acciones según sexo. El mayor deterioro en
deporte, asistir a eventos, tener hobbies, etc. En las básicas se da en la ducha y el aseo (Rubio
general, son difíciles de evaluar. E, 2009).
La capacidad funcional es un parámetro de 3. Evaluación de actividades avanzadas:
salud, por lo que preservar y restaurar la función – Escala de Kuriansky.
y la capacidad física es tan o más importante que 4. Disponemos también de instrumentos y
tratar la enfermedad, y se suele relacionar con pruebas de observación directa, los cuales
mortalidad, consumo de recursos y la institucio- contrastan datos recogidos en la entrevista,
nalización. nos indican el desempeño en actividades con
El uso de instrumentos de medición o escalas o sin limitaciones funcionales que predicen
en la valoración, mejora la sensibilidad diagnós- déficits antes que el propio paciente lo detec-
tica, reconoce alteraciones moderadas y leves, te. También nos muestran a personas con alto
mide la capacidad del sujeto, ofrece un lenguaje riesgo de caídas.
común y posibilita comparar a largo plazo. No – Timed Up&Go (TUG).
debemos olvidar, que la gran profusión de instru- – Test de la movilidad y equilibrio de Ti-
mentos entre los que se puede elegir, a la hora netti.
de valorar, puede ser más un inconveniente que – Test de apoyo monopodal.
una ventaja, para lo cual deberemos conocer su – Escala de Downton.
indicación pertinente. Las actividades dependientes de las extremi-
1. Evaluación de actividades básicas: dades inferiores son las primeras en sufrir las
– Índice de Katz. consecuencias de discapacidad. Se ha compro-
– Escala de Barthel. bado que se puede mejorar el rendimiento,
– Escala de incapacidad física de la Cruz reducir la sarcopenia (génesis de fragilidad)
Roja. y dependencia, con la práctica del fortaleci-
– Escala de evaluación rápida de la incapaci- miento muscular. Se puede evaluar la autono-
dad (RDRS-2). mía, con el tiempo empleado en la ejecución
Las enfermedades crónicas que influyen de del Protocolo de Evaluación Funcional del
forma directa sobre la capacidad funcional GDLAM, que consiste en caminar 10 metros,
son las enfermedades cardíacas, los reuma- levantarse de la posición sentado, levantarse
tismos y/o artrosis, que limitan la movilidad de la posición decúbito ventral, levantarse
e incrementan el riesgo en un 2,75 veces de de la silla, desplazarse por la casa, vestirse y
dependencia en ABVD. La salud mental es la quitarse una camiseta (Fernandes JG, 2009)
causa que más se implica en la dependencia (Cancela JM, 2009). También se puede evaluar
24 F.J. Espina Gayubo

la autonomía con una prueba de ejercicios de serían predictores la atrofia del hipocampo,
fuerza de prensión, velocidad de la marcha, la disminución del volumen hipocampal en
tiempo en levantarse de una silla y equilibrio el hemisferio izquierdo, la toma habitual de
en bipedestación. Esta prueba tiene relación medicamentos del SNC (benzodiacepinas) y
con la mortalidad (Cooper R, 2010). las alteraciones del sueño.
Otras baterías que prueban la condición física • Predictores psicológicos: alteraciones en las
en los ancianos son: diferentes formas de la memoria, capacidad
– Evaluación de la condición física en ancia- lectora disminuida, nivel intelectual en la
nos (ECFA). infancia, potencial de aprendizaje.
– Batería de capacidades físicas (BCF). • Predictores sociodemográficos: edad, nivel
– Valoración de la capacidad funcional (VA- socioeconómico bajo, nivel educativo bajo,
CAFUN) (González J, 2007). poca participación en actividades sociales y
– Test Senior Fitness Test (SFT) de Rikli y de ocio, poca actividad física.
Jones, se relaciona con bienestar subjetivo Algunas de las escalas y tests que nos orientan
y salud, presentando valores de riesgo de hacia el grado de deterioro son:
incapacidad. 1. Escalas cognitivas de tipo transversal más
– Cuestionario de actividad física en el tiem- utilizadas:
po libre de Minnesota. – Mini-examen cognitivo de lobo (MEC),
mide el estado cognitivo. Adaptación espa-
LA VALORACIÓN COGNITIVA ñola del MiniMental de Folstein (MMS).
– Short Portable Mental Status Questionnai-
Para llegar a un diagnóstico de la enferme- re de Pfeiffer.
dad correspondiente tendremos que basarnos – Escala de incapacidad mental de la Cruz
en el juicio clínico, fundamentado en criterios Roja.
DSM-IV y nunca debemos diagnosticar en base – Test del reloj.
al resultado de los múltiples instrumentos de que 2. Escalas con entrevista a un informador, se
disponemos. Los instrumentos sirven de apoyo y evalúa lo actual frente a una situación de
ayuda para objetivar déficits, y favorecen la actua- estabilidad previa:
ción en fases previas y en el seguimiento en fases – Escala de demencia de Blessed.
posteriores. Pero también presentan limitaciones, – Test del informador (S-IQCODE).
por ejemplo, la coexistencia de función y estado 3. Escalas para trastornos conductuales y deli-
mental, la variable de la personalidad previa o rio:
el nivel cultural del paciente, por lo cual, la ob- – Neuropsychiatric Inventory de Cummings
tención de resultados patológicos debe matizarse (NPI).
en función de los obtenidos en las otras áreas de – Escala COBRA de conducta indeseable.
valoración. – Confusion Assessment Method (CAM).
Cuando procedemos a evaluar la función 4. Existen baterías neuropsicológicas, tests, es-
mental del paciente, debemos estimar el nivel de calas y subescalas que pueden ayudar ante
inteligencia previo del paciente, pudiendo utilizar resultados no concluyentes, que gradúan y/o
el test de acentuación de palabras (TAP). A con- que indagan en ciertos aspectos (memoria,
tinuación, podemos valorar ciertos predictores de orientación, concentración, ejecución y con-
deterioro cognitivo (López A, 2009), como son: trol, gnosias, praxias, aprendizaje, lenguaje,
• Predictores biológicos del deterioro cog- funciones ejecutivas, etc.):
nitivo: HTA y diabetes en la velocidad de – TAVEC, aprendizaje y memoria (Benedet
procesamiento y fluidez verbal. También lo MJ, 1998) (Díaz C, 2009).
presentan la mitad de los supervivientes a un – Subtest del test Barcelona de fluidez foné-
ictus, junto a la depresión y edad. También mica, mide lenguaje.
Valoración geriátrica integral 25

– Trail Making Test A y B. Funciones ejecu- • Cuestionario de valoración de salud social


tivas. (QVSS), tiene subescalas de soporte informal,
– Figura compleja de rey, praxias constructi- soporte formal, situación económica, vivien-
vas. da, integración familiar y social (Casals A,
– Subtest del test Barcelona de gesto simbóli- 2005).
co de comunicación, mide praxias ideomo- • Percepción de apoyo de Reig, es un autoin-
toras. forme social.
– Short Psychiatric Evaluation Schedule • Family Apgar, se realiza al paciente con res-
(SPES), cuestionario breve de salud mental pecto a la satisfacción con su familia.
sobre síntomas subjetivos. • Escala de Recursos Sociales de Vega, se rela-
– Escalas HoNOS65+ (Ausin B, 2007), valo- ciona con personas que apoyan al anciano.
ra aspectos de salud y su funcionamiento • Escala de sobrecarga del cuidador de Zarit,
psicosocial. en pacientes con demencia.
5. Escalas que gradúan el deterioro: • Escala de valoración sociofamiliar de Gi-
– Functional Assesment Staging (FAST). jón.
– Global Deterioration Scale (GDS de Reis- • Escala de Filadelfia, muestra el bienestar
berg). subjetivo.
6. Escalas afectivas:
– Escala de depresión y ansiedad de Gol- VALORACIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA
berg.
– Escala geriátrica de depresión de Yesava- La calidad de vida es el resultado de la in-
ge. teracción dinámica entre condiciones externas,
– Cornell Scale for Depression in Demen- circunstancias personales y la percepción subje-
tia. tiva. Según la Teoría de la docilidad ambiental
de Lawton-Simon, el aumento de la presión
LA VALORACIÓN SOCIAL ambiental genera desafío, esfuerzo, estado de
alerta y vida autónoma-activa pero, si el in-
El soporte social ejerce una influencia positiva cremento es superlativo para el anciano, este
sobre el bienestar del anciano y permite que la au- responde con desbordamiento, incapacidad y
topercepción de salud sea más favorable. Engloba se siente amenazado. Los valores subjetivos
relaciones y actividades, pero está condicionado más determinantes son la salud, la autonomía
por factores culturales, económicos, personales, y la calidad de la vivienda (Elosúa P, 2010).
familiares y comunitarios. En cuanto a la utilización de recursos sociosa-
El objetivo es identificar causas del entorno nitarios, son los centros de salud y la farmacia
que sean capaces de condicionar la evolución clí- los más utilizados.
nica o funcional del paciente, y dar con la óptima Se observa un ligero descenso en las dimen-
utilización de los recursos sociales. Hemos de siones de crecimiento personal y propósito en la
dar un soporte social adecuado en cada situación vida, según aumenta la edad, y quizás sea como
y, en función del resultado, hemos de iniciar y consecuencia de un proceso de adaptación aco-
tramitar lo preciso para ubicar al paciente en el modativa, en la que los ancianos reajustan sus
nivel asistencial adecuado. metas, compensando así la pérdida de posibili-
Diferentes escalas nos orientarán en las ne- dades. También se ha observado un descenso en
cesidades y en planificar la asistencia: el dominio del ambiente.
• Escala de Recursos Sociales (OARS), valora Respuesta adaptativa del anciano (Yela M,
recursos sociales y estructura familiar, recur- 1992):
sos económicos, salud mental, salud física y • Respuesta positiva: eupatía (sentir que uno
capacidad para AVD. vale), simpatía (sentir que lo otro y los otros
26 F.J. Espina Gayubo

valen), autonomía (uno vale ante los demás BIBLIOGRAFÍA


y es responsable), anástasis (sentir que vale
la pena vivir). – Abizanda P, Paterna G, Martínez E, López E. Eva-
• Respuesta negativa: copatía (sentir que uno luación de la comorbilidad en la población anciana:
no vale), dispatía (sentirse discordante de los utilidad y validez de los instrumentos de medida.
demás), heteronomía (sentirse dominado y REGG. 2010; 45 (4): 219-28.
dependiente), catástasis (sentir que no vale – Abizanda P. Fragilidad y discapacidad en el ancia-
la pena vivir). no. REGG. 2008; 43 (1): 61.
En el estudio de Ricoy y Pino (2008), la per- – Ausin B, Muñoz M, Quiroga MA. Adaptación es-
cepción de calidad de vida es, mayoritariamente, pañola de las escalas de resultados para personas
favorable, las más positivas son las personas de mayores HoNO65+ (Health of the Nation Outco-
menor edad, casadas, que cuentan con mayor me Scales for Older Adults). REGG. 2007; 42 (2):
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CONCLUSIONES
tegrada a las personas mayores en situación de
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• La población diana debe ser la de ancianos
– Delgado E, Muñoz M, Montero B, Sánchez C, Ga-
frágiles. llagher P, Cruz-Jentoft A. Prescripción inapropiada
• Las escalas sirven de ayuda al acto y explora- de medicamentos en los pacientes mayores: los cri-
ción médica. terios STOPP/STAT. REGG. 2009; 44 (5): 273-9.
• Los cuidados deben ser preventivos, curati- – Díaz C, García S, Peralta H. Estimación de la in-
vos, progresivos y continuados. fluencia de algunas variables de calidad de vida
• La coordinación y la multidisciplinariedad del en los resultados de un conjunto de pruebas neu-
equipo siempre estarán presentes. ropsicológicas. REGG. 2009; 44 (1): 25-30.
Valoración geriátrica integral 27

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CAPÍTULO 3
Síndromes geriátricos
T. Barrallo Calonge

INTRODUCCIÓN pérdida involuntaria de orina. Entre los factores


etiológicos más habituales se encuentran la pa-
La gran mayoría de los ancianos de nuestro tología neurológica, el deterioro de la movilidad
país (95-96%) viven en el medio comunitario bajo y los fármacos (Verdejo Bravo C, 1997). La re-
la tutela asistencial de la Medicina Familiar y Co- tención urinaria, sin embargo, es más frecuente
munitaria (Luengo Márquez C, 2007). Por ello, en hombres, presentando imposibilidad para ori-
se hace imprescindible conocer las peculiaridades nar, con dolor abdominal asociado y conllevando
de las enfermedades de los ancianos (junto a la repercusiones como el delirium, la insuficiencia
coexistencia de pluripatología, polifarmacia y fra- renal o la descompensación cardíaca, respiratoria
gilidad) y las presentaciones atípicas que acompa- o hepática. Puede deberse a causas obstructivas,
ñan a muchas de ellas (por ejemplo: delirium ante neurogénas, farmacológicas, postquirúrgicas o
infecciones o patologías orgánicas). Los grandes psicógenas (Verdejo Bravo C, 2007).
síndromes geriátricos son cuadros típicos de
los ancianos y suponen un estado multifactorial Estreñimiento e incontinencia fecal
de deterioro de la salud que surge cuando el (Martínez Peromingo J, 2007)
efecto acumulado de múltiples sistemas hace a El estreñimiento se define como la evacuación
una persona anciana vulnerable. Conocerlos nos de heces excesivamente secas, escasas o infrecuen-
ayudará a evitar encarnizamientos terapéuticos tes (menos de 2-3 deposiciones/semana). No es
y diagnósticos así como a la infrautilización de una enfermedad sino un síntoma pero genera nu-
medidas terapéuticas ya que muchas enfermeda- merosísimas consultas dada su elevada frecuencia.
des o problemas son atribuidos erróneamente al Las causas suelen ser multifactoriales siendo fre-
propio envejecimiento. cuente el estreñimiento crónico idiopático. Entre
las complicaciones más frecuentes se hallan el
BREVE DESCRIPCIÓN DE LOS fecaloma y la impactación fecal, con diarrea para-
SÍNDROMES GERIÁTRICOS dójica en numerosas ocasiones, así como hemo-
rroides, hernias, fisura anal, incontinencia fecal y
Citaremos los más importantes: retención urinaria. El tratamiento es dietético (fibra
y líquidos), junto al ejercicio físico, tratamiento
Incontinencia y retención urinarias educacional y farmacológico. La incontinencia
La incontinencia es más frecuente en muje- fecal es la incapacidad para retener el contenido
res, con una elevada prevalencia y consiste en la intestinal. La etiología suele ser multifactorial sien-

29
30 T. Barrallo Calonge

do la causa más frecuente la diarrea severa. Es la La inmovilidad puede ser relativa o absoluta.
2ª causa de institucionalización en ancianos, sobre Hay cambios externos al aparato locomotor que
todo cuando se asocia a incontinencia urinaria. también van a influir en la movilidad como la
Tiene enorme repercusión en la calidad de vida disminución de la agudeza visual, la capacidad
con gran impacto físico, económico y psicosocial cardiopulmonar disminuida, los ACVs u otras
y una elevada sobrecarga del cuidador. enfermedades neurológicas, las neoplasias y
patologías del pie, entre otras. La inmovilidad
Alteraciones de la marcha, inestabilidad y genera múltiples complicaciones como atrofia
caídas muscular, alteraciones articulares, del equilibrio,
Conforme vamos envejeciendo, se produce hipotensión ortostática, trombosis, estreñimiento,
un deterioro progresivo de la marcha que suele retención urinaria, descenso del HDL, úlceras por
verse con frecuencia incrementado por la coexis- presión, depresión, etc.
tencia de otras enfermedades y por una sensación
de inseguridad en el anciano. Estas alteraciones Úlceras por presión
de la marcha aumentan el riesgo de caídas, la Son un problema muy frecuente en edades
morbilidad y la limitación psicológica por miedo avanzadas, en especial cuando los pacientes per-
a caer, siendo un importante factor de riesgo de manecen encamados o con movilidad limitada.
institucionalización. Pese a ser uno de los grandes Influyen, además, otros factores como malnu-
síndromes geriátricos, en la historia clínica no trición, incontinencia de esfínteres, corticoides,
se suele preguntar al paciente acerca de caídas aparatos ortopédicos o escayolas, falta de higiene,
aunque sabemos que dos terceras partes de los obesidad, cabecera de la cama elevada (>30º),
ancianos que se caen sufrirán una nueva caída en alteraciones en la oxigenación tisular o pérdida
los siguientes 6 meses (Villar San Pío T, 2007). de sensibilidad (Martín Trapero C, 1997). La
La caída indica con frecuencia una situación de presión mantenida sobre la piel y tejidos blan-
fragilidad por lo que deberemos averiguar sus dos conduce a una isquemia local que termina
causas y consecuencias y descartar que sea la produciendo necrosis y, finalmente, ulceración de
presentación inicial de una enfermedad aguda los tejidos, tanto a nivel de la piel como de planos
en el anciano. Las caídas tienen importantes más profundos. Pueden aparecer en cualquier
consecuencias físicas (el 90% de las fracturas de localización aunque las zonas más frecuentes son
cadera, pelvis y muñeca en ancianos se asocia el sacro, los talones, las tuberosidades isquiáticas
a caídas de bajo impacto), psicológicas (síndro- y los maleolos externos. Tienen una repercusión
me postcaída: cambios de comportamiento por económica y social importante por lo que el mejor
miedo a volver a caer), socioeconómicas y, por tratamiento es, sin duda, la prevención, evitan-
supuesto, de aumento de la mortalidad. do su aparición y, en último caso, evitando la
progresión a grados más avanzados (Caballero
Inmovilidad García JC, 1991).
La capacidad de movilización es un indicador
del grado de salud del anciano y de su calidad Sarcopenia
de vida, ya que determina su nivel de indepen- Es un síndrome caracterizado por una pro-
dencia (Martín Graczyk AI, 2008). Un anciano gresiva y generalizada pérdida de masa y fuerza
inmovilizado es dependiente para las actividades muscular esquelética con riesgo de resultados
básicas de la vida diaria, candidato por ello a la negativos como discapacidad física, peor calidad
institucionalización y es, además, un paciente de de vida y muerte. Hay reducción en el número
alto riesgo para la aparición de complicaciones de unidades motoras y atrofia de fibras muscu-
médicas. Existe un incremento de la morbimor- lares.
talidad proporcional al deterioro de la capacidad Por lo tanto, hay pérdida de masa y también
de movilización. de fuerza y de función muscular (Cruz Jentoft A,
Síndromes geriátricos 31

2010). La sarcopenia juega un papel determinante Debemos descartar también la presencia de


en la fisiopatología de la fragilidad, predisponien- pseudodemencia depresiva, que es una manifes-
do a caídas, deterioro funcional, discapacidad, uso tación de la depresión en el anciano en la que,
de recursos y mortalidad aumentadas. además de los trastornos del ánimo, existen défi-
cits cognitivos que simulan una demencia.
Deterioro cognitivo, demencia y delirio
El deterioro cognitivo es el componente bási- Deprivación sensorial
co para diferenciar a los individuos con demencia Los problemas sensoriales son de elevada fre-
o sin ella. Si este deterioro aparece únicamente cuencia en la población anciana, en especial los
durante un delirio no puede establecerse el diag- de visión y audición. Estos deterioros afectan al
nóstico de demencia. anciano en la esfera funcional, psíquica y social
El delirio o síndrome confusional agudo con todas las repercusiones que esto conlleva,
aparece de forma brusca, con clara disminución empeorando claramente su calidad de vida y au-
del nivel de consciencia, dificultad para dirigir mentando los riesgos de otras patologías asociadas
la atención, intervalos de lucidez y confusión, a esta deprivación. La utilización de ayudas técni-
agitación con empeoramiento típico al anoche- cas puede ser necesaria para evitar dichos efectos.
cer y nocturno, y con un curso evolutivo más La pérdida de agudeza visual puede orientar a
delimitado. Suele estar originado por una cau- enfermedades diversas que deben ser valoradas
sa orgánica, como infecciones, alteraciones del y corregidas por el médico. Entre las alteraciones
equilibrio hidroelectrolítico o efectos secundarios oculares más frecuentes se hallan las cataratas,
farmacológicos y, generalmente, remite al tratar defectos de refracción, glaucoma y retinopatías
la causa. (Serrano Garijo P, 2008). Respecto a la pérdida
La demencia es un síndrome adquirido, cuya auditiva, además de la presbiacusia (degenera-
prevalencia aumenta con la edad, sin alteración ción coclear) debemos descartar otras causas
del nivel de consciencia, con un deterioro cognos- de hipoacusia, como la presencia de tapones de
citivo insidioso, sin fluctuaciones y una atención cerumen dada su mayor frecuencia en ancianos
y memoria remota relativamente intactas en las que en el adulto joven. La hipoacusia puede ser
fases precoces, que produce en un curso más lar- de transmisión, con tratamientos médicos o qui-
go un deterioro persistente de la memoria y otras rúrgicos, o perceptiva, con correción mediante
funciones corticales superiores (afasia, apraxia, audífonos (Sanz Fernández R, 2008).
agnosia, alteración de la función ejecutiva). El
curso de la demencia es progresivo y afecta a la Alteraciones o trastornos del sueño
vida social y a la profesional del paciente produ- Tienen una alta prevalencia en la edad geriá-
ciendo deterioro funcional e incapacidad. Con trica, hasta 2/3 de los enfermos crónicos, y una
frecuencia el delirium se superpone a la demencia mayor frecuencia en el sexo femenino a excep-
y ambos pueden asociar trastornos del comporta- ción del síndrome de apnea del sueño, que es más
miento, alucinaciones e ideas delirantes (Pérez frecuente en el masculino. Con la edad hay un
del Molino Martín J, 2007). descenso en la calidad y cantidad del sueño, au-
Hay diferentes tipos de demencias, como de- mentan los despertares nocturnos y disminuye el
mencias degenerativas o primarias (enfermedad rendimiento del sueño. A veces los trastornos del
de Alzheimer, demencias frontotemporales, de- sueño se asocian con otras enfermedades. Estos
mencia con cuerpos de Lewy, demencias asocia- trastornos suponen hasta el 40% de las prescrip-
das al Parkinson), vasculares, mixtas, demencias ciones de hipnóticos, causa común de reacciones
secundarias (alcohol, tóxicos), etc. Es importante adversas y efectos secundarios no deseados.
identificar el tipo de demencia con un diagnós- El trastorno más frecuente en el anciano es
tico adecuado para poder ajustar el tratamiento, el insomnio, que puede ser: de conciliación (la-
evolución y pronóstico. tencia > 30 minutos), de mantenimiento (vigilia
32 T. Barrallo Calonge

o despertares nocturnos) o por despertar precoz. deficiencias de Fe o vitaminas, retirada de fár-


El tratamiento debe ser individualizado utilizando macos. Deberemos suprimir el alcohol, la cafeína,
medidas no farmacológicas: higiene del sueño, el tabaco, el estrés y algunos fármacos. Para su
terapias cognitivo-conductuales, relajación. De- tratamiento se utilizan agonistas dopaminérgicos
terminados alimentos favorecen el sueño: cerea- como primera elección: pramipexol, ropirinol,
les, legumbres, hortalizas, lechuga, mientras que pergolida, bromocriptina, carbegolina (Carro
otros mantienen la alerta: escabeches, quesos, García T, 2007).
aguacate, uvas pasas, anchoas, bonito. No olvide- También son frecuentes las alteraciones del
mos, también, valorar si alguna medicina puede sueño en la demencia siendo el síntoma más
ser causante del insomnio y deberemos controlar frecuente el insomnio, en especial en pacientes
el dolor u otros síntomas que puedan mantenerle con vagabundeo. El delirium empeora el sueño
despierto. Y, utilizando medidas farmacológicas, nocturno (si el paciente tiene alucinaciones noc-
si fuera necesario, a ser posible de manera tran- turnas, dejarle una luz piloto encendida toda la
sitoria, usando la menor dosis posible y con un noche) y altera el ritmo circadiano. La hipersom-
fármaco de vida media corta. Las benzodiazepi- nia es más frecuente en la demencia vascular.
nas son de elección en insomnio agudo de corta
duración. Los hipnóticos no benzodiazepínicos Deshidratación
originan menores problemas de tolerancia y de- El contenido total de agua corporal disminuye
pendencia. con la edad y, además, la sensación de sed está
El síndrome de apnea del sueño aparece en disminuida ya que el dintel osmolar para la sed
el 25% de la población anciana, con un aumento es mayor que en adultos jóvenes. Por lo tanto, los
del sueño diurno por presencia de sueño noc- ancianos necesitan un estímulo más intenso para
turno poco efectivo (hay cese de la respiración sentir sed y, además, la respuesta a la ingesta de
>10 seg que ocurre al menos 30 veces en 7 agua es menor. Aunque en ancianos con síndro-
horas de sueño). Asocia un aumento de la morbi- me de inmovilidad hay tendencia al aumento del
mortalidad. La apnea puede ser obstructiva (hay agua corporal total.
esfuerzo ventilatorio pero no hay respiración Por otro lado, hay que destacar que la ca-
por obstrucción faríngea), central (respiración pacidad de concentración urinaria se deteriora
Cheyne-Stokes, enfermedades neurológicas) o con la edad, al igual que la capacidad de dilu-
mixta, que es la más común. El diagnóstico de ción en situaciones de sobrecarga hídrica. Todos
sospecha se realiza con la historia clínica y el estos factores son los principales causantes de
definitivo con la polisomnografía. Las pruebas los trastornos del medio interno en la senectud
complementarias nos ayudarán a descartar el hi- (González Glaría B, 2008).
potiroidismo, entre otras causas. El tratamiento El trastorno electrolítico más frecuente en
médico se realizará mediante CPAP, BIPAP, oxí- esta franja de edad es la hiponatremia y debe
geno, dispositivos intraorales (con dentadura). descartarse siempre como diagnóstico diferen-
También la dieta, el decúbito lateral y la retirada cial causal del síndrome confusional (Musso
de fármacos, alcohol y tabaco serán de ayuda. CG, 2001). Entre las causas más frecuentes de
En edades avanzadas no suele estar indicado el hiponatremia se encuentran los diuréticos, res-
tratamiento quirúrgico. ponsables de dos tercios de los casos, seguidos de
El síndrome de las piernas inquietas consiste los postoperatorios y del síndrome de secreción
en una inquietud en las piernas con sensacio- inadecuada de ADH (SIADH) y otros estados
nes desagradables por la noche que dificultan el edematosos.
sueño. La hipernatremia es menos frecuente (pre-
Afecta al 5-15% de los mayores de 80 años, valencia en ancianos 1%) pero se asocia a una
siendo más frecuente en diabetes, hipotiroidis- morbimortalidad alta, sobre todo si la instaura-
mo, insuficiencia venosa crónica, neuropatía, ción es brusca y/o en natremias por encima de
Síndromes geriátricos 33

160 mmol/L. Este síndrome se trata ampliamente – Martín Trapero C, Torrijos Torrijos M, Sesma
en otro capítulo del libro. González D. Úlceras por presión. Prevención y
tratamiento. En: Ribera Casado JM, Cruz Jentoft
Existen, además, otros síndromes geriátricos
AJ (eds.). Geriatría en atención primaria. 2ª ed.
que, por cuestiones logísticas, no podemos tratar Barcelona: J Uriach & Cía; 1997. p. 381-90.
en esta publicación dedicada a la desnutrición del
– Martínez Peromingo J, Rodríguez Couso M, Jimé-
anciano, pero que no debemos dejar pasar por
nez Jiménez MP et al. Estreñimiento e incontinen-
alto en la asistencia a este importante y numeroso cia fecal. En: Tratado de geriatría para residentes.
grupo de edad. SEGG. Madrid: IM&C; 2007. p. 161-8.
– Musso CG, Fainstein I, Kaplan R et al. El paciente
BIBLIOGRAFÍA con trastornos del equilibrio hidroelectrolítico y
ácido-base. En: Macías Núñez JF, Guillén Llera F, Ri-
– Caballero García JC, Goicoechea Boyero IJ, Espina bera Casado JM (eds.). Geriatría desde el principio.
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la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología – Serrano Garito P, Ramírez Sebastián JM. Pérdida
(SEGG). 2010. de visión. En: Ribera Casado JM, Cruz Jentoft AJ
(eds.). Geriatría en Atención Primaria. 4ª ed. Ma-
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Casado JM, Cruz Jentoft AJ (eds.). Geriatría en
Atención Primaria. 4ª ed. Madrid: Grupo Aula – Verdejo Bravo C. Incontinencia urinaria. En: Ribera
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tancia de los síndromes geriátricos. En: Tratado de – Verdejo Bravo C. Incontinencia y retención urina-
geriatría para residentes. SEGG. Madrid: IM&C; ria. En: Tratado de geriatría para residentes. SEGG.
2007. p. 143-50. Madrid: IM&C; 2007. p. 157-60.
– Martín Graczyk AI. Síndrome de inmovilidad. En: – Villar San Pío T, Mesa Lampré MP, Esteban Gimeno
Ribera Casado JM, Cruz Jentoft AJ (eds.). Geriatría AB et al. Alteraciones de la marcha, inestabilidad
en Atención Primaria. 4ª ed. Madrid: Grupo Aula y caídas. En: Tratado de geriatría para residentes.
Médica S.L.; 2008. p. 273-83. SEGG. Madrid: IM&C; 2007. p. 199-209.
CAPÍTULO 4
La fragilidad en el anciano
L.A. Urquijo Hyeite

INTRODUCCIÓN ello, y al aplicar distintos criterios, se han descrito


porcentajes de ancianos frágiles en una misma
Prevenir y/o retrasar la aparición de discapaci- muestra que pueden oscilar entre el 33 y el 88%
dad y dependencia en las personas mayores cons- (Van Iersel MB, 2006).
tituye, sin lugar a dudas, un reto y una prioridad La conclusión de la literatura médica sobre
para los sistemas de salud pública. Hoy sabemos, este tema es que no existe una definición con-
sin ningún tipo de duda, que la mejor estrategia sensuada y validada de fragilidad (Rockwood K,
en la atención a los ancianos es prevenir su de- 2005). La definición fisiológica más aceptada es la
terioro funcional. Evitar la pérdida de función es del “aumento de vulnerabilidad a estresores como
más importante que intentar recuperarla una vez resultado de una disminución o disregulación de
perdida. Para avanzar en esa dirección y conseguir las reservas de múltiples sistemas fisiológicos, que
el objetivo, es fundamental conocer un nuevo y mo- origina dificultad para mantener la homeostasis”
derno concepto de fragilidad. Hoy en día, todos los (Fried LP, 2004).
autores están de acuerdo en diferenciar fragilidad La misma autora describe, también, el térmi-
de discapacidad. La fragilidad indica inestabilidad y no fragilidad como un síndrome clínico-biológico
riesgo de pérdida de función ante mínimos agentes caracterizado por una disminución de la resisten-
externos y la discapacidad es consecuencia de la an- cia y de las reservas fisiológicas del mayor de edad
terior y supone ya la pérdida de función. Observar ante situaciones estresantes, a consecuencia del
signos y síntomas relacionados con el deterioro con- acumulativo desgaste de los sistemas fisiológicos,
tribuirá a la detección precoz de ancianos frágiles causando mayor riesgo de sufrir efectos adversos
susceptibles de prevención primaria y secundaria. para la salud, tales como: caídas, discapacidad,
hospitalización, institucionalización y muerte
DEFINICIÓN Y CONCEPTO ACTUAL (Fried LP, 2001). Donde existe mayor consenso
es en considerar la fragilidad como un estado que
El concepto de fragilidad, tal y como lo en- antecede a la discapacidad, que está vinculado al
tendemos en la actualidad, viene desarrollán- fenómeno biológico del envejecimiento a través
dose en las dos últimas décadas. Sin embargo, de una pérdida de reserva funcional que origina
sus dimensiones y los criterios que lo definen vulnerabilidad a estresores que, en su constructo
están continuamente en fase de revisión. No hay patogénico, predomina un disbalance energético
consenso sobre cuál es el criterio de referencia metabólico y que es un predictor de eventos ad-
que define la fragilidad. Como consecuencia de versos en ancianos (Abizanda P, 2010).

35
36 L.A. Urquijo Hyeite

Malos hábitos de vida (usos y abusos)


•Falta de ejercicio, inactividad)

Envejecimiento fisiológico Procesos crónicos


(enfermedades o lesiones)

Disminución de la reserva

Fragilidad Proceso intercurrente


(riesgo de discapacidad) desencadenante: infección, etc.

Discapacidad

FIGURA 1. Esquema y mecanismos que desarrollan fragilidad.


Baztan Cortés JJ, González-Montalvo JI, Solano Jaurrieta JJ, Hornillos Calvo M. Atención sanitaria al anciano
frágil: de la teoría a la evidencia científica. Med Clín (Barc). 2000; 115: 704-17.

MODELOS Y FRAGILIDAD COMO umbral (umbral de fragilidad) a partir del cual la


SÍNDROME CLÍNICO reserva funcional estaría agotada, apareciendo el
riesgo de discapacidad ante un proceso intercu-
Existen diferentes modelos clínicos de fragi- rrente (caídas, infecciones, ingreso hospitalario,
lidad que no deben ser vistos como mutuamen- etc.) que conduciría a la dependencia (Fig. 1).
te excluyentes y, además, pueden ser fácilmente Entre otros, este modelo tendría especial rele-
integrados si consideramos la fragilidad como vancia desde el punto de vista preventivo, ya
un continuum (SEGG, 2006). El modelo de que permite detectar una fragilidad preclínica al
Brockleshurst (“equilibrio precario”) define la deterioro funcional previo al desarrollo de depen-
fragilidad como el riesgo de perder la capacidad dencia que apoyaría la adopción de medidas de
de vivir en la comunidad; el modelo de Bortz promoción de la salud y de prevención primaria
(“deterioros interrelacionados”) propone deterio- y secundaria de enfermedad. Además, según este
ros que incluyen al sistema musculoesquelético, modelo, queda claro que fragilidad no sería sinó-
cardiovascular, metabólico e inmunológico, que nimo de discapacidad (entendida como deterioro
conllevan un declinar de actividades físicas. En funcional estable), sino de deterioro funcional
los trabajos más recientes publicados, el más acep- inestable o riesgo de sufrir deterioro funcional
tado es el modelo de Buchner (“descenso en la ante agresiones externas incluso menores (Fried
reserva fisiológica”) que define la fragilidad desde LP, 2004).
un punto de vista más biológico. Así, la fragilidad
es referida como el umbral a partir del cual la FRAGILIDAD: SÍNDROME CLÍNICO
pérdida de la reserva fisiológica y de la capaci-
dad de adaptación del organismo empieza a ser La hipótesis más elaborada de fragilidad en
insuficiente para mantener la independencia y se el momento actual es la del grupo de Fried LP
sitúa en riesgo de perderla. Los factores genéticos (2001), que define un síndrome clínico de fragili-
del envejecimiento y los hábitos de vida más las dad, identificado por el fenotipo de Fried (Fig. 2),
enfermedades padecidas a lo largo de la vida irían caracterizado por pérdida inexplicable de peso,
marcando la reserva fisiológica, hasta llegar a un cansancio, debilidad muscular, marcha lenta y
La fragilidad en el anciano 37

Síndrome clínico de fragilidad

Fenotipo
Alteraciones subyacentes Síntomas: Resultados adversos
•Pérdida de peso
•Astenia-fatiga •Caídas
Enfermedad •Debilidad •Lesiones
•Anorexia: hiporexia •Enfermedades agudas
•Inactividad •Hospitalización
Signos •Discapacidad
Disminución de la •Dependencia
función y de la •Osteopenia
•Alteración de la marcha •Institucionalización
reserva fisiológica •Muerte
y equilibrio
•Inmovilismo
•Disminución de la
velocidad de la marcha
•Malnutrición
•Osteopenia

FIGURA 2. Fenotipo de la fragilidad (FRIED) (Baztan Cortés JJ).

TABLA 1. Fenotipo de fragilidad

• Pérdida de peso no intencionada: >4,5 kg último año


• Debilidad muscular. Fuerza prensión mano (dinamómetro): <20% del límite de la normalidad ajustado
por sexo y por IMC
• Pérdida de energía. Baja resistencia: cansancio autoreferido por la misma persona e identificado por dos
preguntas de la escala CES-D (Center Epidemiological Studies-Depresion)
• Lentitud de la marcha. Velocidad de la marcha para recorrer una distancia de 4,5 m, <20% del límite de
la normalidad ajustado por sexo y altura
• Sedentarismo. Nivel bajo de actividad física: cálculo del consumo de kcal en la última semana basado
en el cuestionario de actividad de Minnesota
Hombres <383 kcal/semana. Mujeres <270 kcal/semana

Frágil: 3 o más criterios. Prefrágil: 1 o 2 criterios


Fried LP et al. Frailty in older adults: evidence for a phenotype. J Gerontol. 2001; A56.

descenso de actividad física (Tabla 1). Cuando sica, pérdida de peso, síntomas depresivos e hipo-
están presentes tres de los cinco criterios, esta- rexia y los signos observados son: pérdida de masa
mos ante un individuo frágil. La presencia de muscular (sarcopenia), alteraciones de la marcha y
1 o 2 criterios se relaciona con “prefragilidad”. del equilibrio, lentitud, inmovilidad, osteopenia y
Este fenotipo es muy utilizado en trabajos de malnutrición (Fig. 2). Este fenotipo ha demostrado
investigación. tener capacidad de predicción sobre el riesgo de
Los síntomas del paciente frágil incluyen as- presentar acontecimientos adversos tales como
tenia, fatigabilidad temprana, disminución de la caídas, incontinencia, demencia, dependencia
resistencia y fuerza muscular, escasa actividad fí- funcional, presentación atípica de enfermedades,
38 L.A. Urquijo Hyeite

Bio-moleculares Fisiológicas

•Estrés oxidativo
•Alt. mitocondriales Anorexia
•Acortamiento telómeros Interleukina 6
•Daño en DHA Inflamación Sarcopenia
•Envejecimiento celular
Osteopenia

Variaciones Disregulación Alteraciones:


Clínica
genéticas endocrina •Función inmune
•Factor crecimiento
•Cognitivas
insulina-like
•DHEA •Coagulación
Enfermedades Resultados
•Esteroides sexuales •Metabolismo adversos
inflamatorias glucosa

FIGURA 3. Fisiopatología de fragilidad (hipótesis de Fried) (Baztan Cortés JJ).

alteraciones de la farmacocinética y farmacodina- Cuando se revisan los principales estudios,


mia, institucionalización y/o muerte. destaca el amplio abanico de datos en la prevalen-
cia, que pueden oscilar entre el 7 y el 28%. Esta
EPIDEMIOLOGÍA dispersión se debe a la falta de una definición uni-
versalmente aceptada y no utilizarse los mismos
Las dificultades de su definición operativa criterios. No obstante, el denominador común
hacen difícil la estimación real de su frecuen- es que la prevalencia es alta, aumenta según se
cia. A pesar de ello, la AMA (American Medical incrementa la edad, es más frecuente en mujeres
Association, 1990) establece que el 40% de los 2:1 y en la población institucionalizada.
mayores de 80 años pueden considerarse frágiles.
En el estudio CHS (Cardiovascular Health Stu- FISIOPATOLOGÍA
dy), con la aplicación de los criterios de Fried, el
7% de los mayores de 65 años residiendo en la El conocimiento de los determinantes fisio-
comunidad son frágiles, aumentando la cifra con patológicos (Fig. 3) de la fragilidad facilitará la
la edad hasta llegar al 30-40% en los que pasan comprensión del síndrome y la línea a seguir en
de 80 años. las estrategias de prevención primaria (el conoci-
Entre los últimos trabajos epidemiológicos miento e identificación de marcadores biológicos
destaca el de Santos-Eggimann B (2009) que pre- es una de las líneas de trabajo más esperanza-
senta datos de prevalencia en Europa, aplicando doras).
criterios de Fried, con cifras del 17% de fragilidad El consenso es amplio para considerar la fragi-
y del 42,3% como prefragilidad en mayores de lidad como un estado fisiopatológico que predis-
65 años; y el Three-City Study (Ávila-Funes JA, pone al anciano a una mayor vulnerabilidad para
2008) que, aplicando criterios de Fried ligera- padecer enfermedades y efectos adversos, deriva-
mente modificados, obtiene datos de fragilidad da de una falta de mecanismos compensadores y
del 7% y de prefragilidad del 47,6%. pérdida de homeostasis, debido a un declive en
La fragilidad en el anciano 39

Cambios musculoesqueléticos Enfermedad


del envejecimiento

Balance energético y
Disfunción
nitrogenado negativo
neuroendocrina Desnutrición crónica
(ingestión deficiente de proteínas,
carbohidratos y micronutrientes)
Anorexia asociada Pérdida de peso
al envejecimiento

↓ Gasto energético Pérdida de masa muscular


total Sarcopenia

Inactividad Metabolismo basal ↓ De la fuerza ↓ VO2 máxima

↓ De la velocidad
de la marcha

Discapacidad

Dependencia

FIGURA 4. Ciclo de fragilidad.

múltiples sistemas corporales (muscular, inmune, por tres factores: la sarcopenia, la disregulación
neuroendocrino y vascular) con disminución de neuroendocrina y la disfunción inmune, denomi-
la reserva funcional. nados “triada fisiológica” (Fried LP, 2001). Estos
Fried LP et al., en el año 2001, propuso un cambios se presentan en la mayoría de los adultos
ciclo de fragilidad a partir del cual se han ido mayores, pero tan solo una fracción de ellos se
elaborando las diferentes conclusiones que hoy consideran frágiles.
en día manejamos. El ciclo identifica tres elemen-
tos centrales, que subyacen a las manifestaciones Sarcopenia
clínicas, son un ciclo negativo de malnutrición Es el principal componente. La disminución
crónica, sarcopenia, disminución de la fuerza, de la masa magra muscular relacionada con la
poder de tolerancia al ejercicio y disminución edad desde los 30 a los 80 años supone un 40%.
del gasto energético total (Fig. 4). El ciclo o es- El mantenimiento de esta masa es variable según
piral hacia abajo puede ser precipitado por un las personas y depende de factores como el ejer-
“evento desencadenante”. Cualquier elemento cicio físico, genética, GH y otros factores neuro-
externo o interno (enfermedad física, depresión, hormonales, fármacos, enfermedades agudas y
caídas, eventos estresantes, reacciones adversas crónicas y la masa muscular basal.
medicamentosas, etc.) puede activar el círculo La mayor parte de los autores considera a
vicioso o potenciarlo. la sarcopenia como la piedra angular del sín-
Considerada como una situación de vul- drome. Esta pérdida muscular, con el paso de la
nerabilidad a consecuencia de la afectación de edad, conlleva un peor rendimiento por unidad
múltiples sistemas, parece que hay acuerdo en motora (Rolland Y, 2008). En el desarrollo de la
que el núcleo central del síndrome está mediado sarcopenia se implican factores genéticos, daño
40 L.A. Urquijo Hyeite

orden lógico en el que la disminución de la masa


Sarcopenia muscular se asocia a una disminución de fuerza
muscular que, a su vez, disminuye el rendimiento
↓ masa ↓ fuerza físico, dificultando la realización de las activida-
muscular muscular des habituales de la vida diaria, discapacidad y
dependencia (Fig. 5).
En el manejo de la fragilidad, el tratamiento
de la sarcopenia se sustenta en tres grandes pila-
res: la intervención nutricional, el ejercicio físico
↓ AVD ↓ rendimiento y, posiblemente, la intervención farmacológica.
discapacidad físico Hasta el momento, sólo el ejercicio físico de resis-
tencia ha demostrado su eficacia en incrementar
↓ actividad
física
la masa muscular esquelética, asociado o no a
suplementación nutricional.

FIGURA 5. Mecanismo por el que aparecen las Disfunción neuroendocrina


consecuencias de la sarcopenia. En la patogenia de la fragilidad está implicada
Cruz-Jentoft et al. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2011.
la disregulación neuroendocrina (relación con los
valores de leptina, ghrelina, obestatina, testoste-
progresivo del ADN mitocondrial, descenso de rona, hormona del crecimiento o factor de cre-
hormonas miotrópicas, apoptosis de fibras mus- cimiento insulinico de tipo1, cortisol, dehidroe-
culares, reducción en la síntesis de proteínas con- piandrosterona o vitamina D). Está demostrado
tráctiles musculares y aumento de la infiltración que en el envejecimiento se produce disfunción
grasa del músculo, lo que origina un descenso de del eje hipotálamo-glándula pituitaria-glándula
las fibras musculares de contracción rápida. Las suprarrenal, expresada por:
consecuencias van a ser la debilidad muscular, • Incremento del cortisol: la secreción de cor-
menor velocidad al caminar, menor sensibilidad tisol aumenta con la edad en ambos sexos.
a la insulina, menor tolerancia al ejercicio y la Altos niveles de cortisol están relacionados
tendencia a las caídas. con la sarcopenia y con la disminución de la
En el trabajo sobre actualización en fragi- resistencia a enfermedades infecciosas. Las
lidad de Abizanda P (2010), se señala que los mujeres tienden a tener mayores niveles que
últimos estudios en este campo van en la línea los hombres, por lo que son más susceptibles
de la relación entre tejido adiposo, sarcopenia a sufrir de fragilidad.
y fragilidad y analizan la relación entre lo que • Disminución de la hormona del crecimien-
se denominan “marcadores de función adiposa” to: esta hormona juega un importante papel
(niveles bajos de leptina, de adipoleptina y niveles en el desarrollo y mantenimiento de la masa
elevados de TNF-α) y mortalidad. Cruz-Jentoft A muscular en todas las edades. En ambos sexos
(2011), describe la importancia y la frecuencia de su secreción disminuye en la medida que en-
la sarcopenia y sus repercusiones en los pacientes vejecemos (aunque los hombres mantienen
mayores. Señala las distintas maneras de medir mayores niveles), favoreciendo así el desarro-
la sarcopenia y diagnosticar la pérdida de masa llo de la sarcopenia.
muscular tanto en la investigación como en la • Disminución de la testosterona: en los hom-
práctica clínica (BIA, DXA, RM, TC). La sarco- bres se produce una gradual declinación en
penia se asocia con pérdida funcional y discapa- la secreción de testosterona según avanza la
cidad y, como consecuencia, a una mala calidad edad, debido a una disfunción del eje hipotá-
de vida y a una mayor mortalidad. El mecanismo lamo-pituitario y al fallo testicular. La testos-
por el que aparecen estas consecuencias sigue un terona ayuda a mantener la masa muscular
La fragilidad en el anciano 41

y la disminución de su secreción contribuye fragilidad. Durante el proceso de envejecimiento,


a la sarcopenia. además de esta elevación de citoquinas catabóli-
• Disminución de los estrógenos: los niveles cas, se produce una declinación de la inmunidad
de estrógenos decrecen abruptamente con la humoral. La testosterona en los hombres limita
menopausia acelerando la pérdida de masa la producción de citoquinas catabólicas, mientras
muscular. que los estrógenos pueden aumentarlas, contribu-
Como consecuencia, existe una mayor pre- yendo a una mayor incidencia de fragilidad en las
disposición a la depresión y la melancolía, a la mujeres. Hay evidencias de que el dimorfismo del
pérdida neuronal en el hipocampo, a una menor sistema inmune, responsabilidad en parte de los
densidad mineral ósea, a la pérdida de masa mus- esteroides sexuales, hacen al hombre más suscep-
cular (sarcopenia), a los trastornos de la marcha, tible a la sepsis y a las mujeres más susceptibles a
a un menor control de la secreción de cortisol y los procesos inflamatorios crónicos y a la pérdida
al aumento de citoquinas catabólicas. de la masa muscular.
Otro aspecto interesante al que cada día se le Por último, no podemos olvidarnos de de-
da más importancia, es la relación entre el estado terminados mecanismos moleculares y celulares
de resistencia insulinica y el aumento de la PCR que pudieran estar implicados como el estrés
con el síndrome de fragilidad (Barzilay J, 2007). oxidativo, el daño del ADN mitocondrial y acor-
La insulinorresistencia produce pérdida de fibras tamiento de telómeros, aunque hace falta más
musculares, aumento de citoquinas catabólicas, investigación para conocer la importancia real
disfunción endotelial y disminución del flujo de estos factores.
sanguíneo muscular, produciendo sarcopenia.
El mejor conocimiento del mecanismo que rige DETECCIÓN Y EVALUACIÓN DE
esta asociación puede ser de gran utilidad para FRAGILIDAD
elaborar tratamientos desde el punto de vista
preventivo. El fenotipo de fragilidad ha demostrado que
confiere a los ancianos que lo presentan un riesgo
Disfunción inmune elevado de mortalidad, discapacidad e institucio-
Una de las alteraciones implicadas en la pato- nalización (Fried LP, 2001-2004) (Rockwood K,
genia de la fragilidad es un estado de inflamación 2005-2007) así como de otros episodios adversos
crónica de bajo grado (aumento de citoquinas y tales como hospitalizaciones, caídas y fracturas,
otros mediadores de inflamación). Hay estudios complicaciones postoperatorias, etc.
recientes que explican la compleja relación entre Detectar y evaluar la fragilidad y establecer
los fenómenos inflamatorios del envejecimiento, intervenciones efectivas para prevenir y/o retra-
denominados en la literatura anglosajona bajo el sar la aparición de discapacidad y dependencia
término de inflamm-aging (elevación de determi- constituye un reto y una prioridad para los siste-
nadas citoquinas inflamatorias que ocurren en la mas de salud pública.
edad adulta y durante las enfermedades crónicas Según ha ido evolucionando el concepto de
asociadas al envejecimiento como la IL-6, IL-1, fragilidad y su consideración hacia un síndrome
TNF-α, IL-2 y el IFN-α) y los fenómenos antiin- clínico bien diferenciado, los indicadores sociales
flamatorios (citoquinas antiinflamatorias como la se han ido abandonando (soledad/aislamiento,
IL-4, IL-10 y IL-3) que se producen como respues- viudedad reciente, soltería, cambios de domici-
ta. La coexistencia de fenómenos inflamatorios lio, etc.) para dejar paso a otros basados en la
y antiinflamatorios en el anciano va a tener un situación biosanitaria (debilidad, poco apetito,
efecto negativo sobre el metabolismo, la densidad desnutrición, inmovilidad, confusión, incontinen-
ósea, la fuerza, la tolerancia al ejercicio, el sistema cia, depresión). En la actualidad, la tendencia es
vascular, la cognición y el afecto, colaborando en hacia la detección basada en criterios de pérdida
última instancia a desencadenar el fenotipo de de funcionalidad.
42 L.A. Urquijo Hyeite

Si la fragilidad indica inestabilidad y riesgo la práctica clínica diaria, muy probablemente y,


de pérdida de función ante mínimos agentes a la espera de definir marcadores biológicos de
externos y la discapacidad es consecuencia de alteración temprana, este sería el de la velocidad
la anterior y supone ya la pérdida de función, de la marcha. La disminución en la velocidad
el desafío actual no es el de utilizar escalas de de la marcha es una manifestación preclínica de
discapacidad, sino el de detectar clínicamente la fragilidad física, que nos da opción para poder
fragilidad, es decir, la inestabilidad que da lugar intervenir sobre el anciano frágil antes de que
a un incremento de la vulnerabilidad en ausencia se establezca la discapacidad. La velocidad de
de discapacidad. Por ello, la estrategia más uti- la marcha debiera incorporarse a la evaluación
lizada es seleccionar a los ancianos en base a la sistemática del anciano frágil o con sospecha de
concurrencia de factores de riesgo de consistente serlo.
predicción de aparición de efectos adversos o pér- En la práctica, para la detección del anciano
dida de función (avanzada edad, hospitalización, frágil en todos los niveles asistenciales es necesa-
caídas, alteración de la movilidad y equilibrio, ria la aplicación de la valoración geriátrica integral
pérdida de fuerza muscular, comorbilidad, polifar- (VGI), sobre todo a los ancianos con sospecha de
macia, condicionantes sociales adversos) o sobre fragilidad y, selectivamente, sobre aquellos que
la base de pérdida de funcionalidad incipiente o han perdido funcionalidad o que presentan facto-
precoz sin que exista un grado severo de disca- res de riesgo de fragilidad. La valoración geriátrica
pacidad y con posibilidad de reversibilidad si se es útil en los distintos niveles asistenciales, pues
realizan intervenciones adecuadas. permite identificar y seleccionar a los frágiles,
Se busca la existencia de un fenotipo según valorar las necesidades y los déficits personales
los criterios clínicos de Fried y la línea más es- y posibilitar el diseño de un plan de cuidados
peranzadora sería la posibilidad de identificar individualizado, pudiendo actuar de esta manera
la fragilidad en estadios precoces mediante la en la fase temprana del deterioro funcional.
utilización de determinados marcadores bioló- En Atención Primaria (AP), mejor que el
gicos, lo que nos daría la posibilidad de realizar cuestionario de Barber como cribado poblacional
prevención primaria y detectar el síndrome en de fragilidad, se puede recomendar el test Time
estadios preclínicos. Up and Go (TUG) o la velocidad de la marcha
Habitualmente, en la atención al anciano se en todos los mayores de 80 años y, además, en
utilizan numerosos instrumentos y escalas para aquellos menores de 80 años que porten signos
valorar la dependencia, sin embargo, si lo que de alarma o que hayan presentado recientemente
se pretende es evaluar fragilidad y, por lo tanto, deterioro de su estado general o funcional. En la
dimensionar un estadio previo a la aparición de atención especializada, las recomendaciones para
incapacidad, deberían utilizarse instrumentos la detección de fragilidad son las mismas que para
que fueran capaces de realizar la medición de la AP, haciendo especial hincapié en el anciano
la reserva funcional de un individuo. Todos los hospitalizado con riesgo de deterioro funcional
criterios analizados hasta la fecha inciden en la durante el ingreso y, por supuesto, en aquellos
competencia del aparato locomotor como puer- con deterioro funcional o con presencia de sín-
ta de entrada hacia la fragilidad. Entre los mar- dromes geriátricos para lo cual, como siempre,
cadores de fragilidad propuestos, se repite con es imprescindible una valoración integral breve
frecuencia el de la fuerza de prensión manual y rápida. Si al alta se ha producido un deterioro
pues su pérdida se asocia con el incremento de funcional habrá que proporcionar al paciente an-
la edad cronológica e, independientemente de ciano una continuidad de cuidados, en el recurso
esta relación, se trata de un marcador potente o nivel más apropiado a su situación (unidades
de discapacidad y morbimortalidad. Ahora bien, o centros de recuperación funcional o de media
si tuviéramos que optar por un único marcador estancia, hospitales de día geriátricos, centros
para llevar a cabo el diagnóstico de fragilidad en socio-sanitarios, centros residenciales, etc.).
La fragilidad en el anciano 43

VALORACIÓN DE LA FRAGILIDAD das. Puede ser una herramienta sencilla


para realizar cribado en AP.
Para valorar la fragilidad podemos realizar las - Velocidad de la marcha: tiempo en reco-
siguientes actuaciones (Abizanda P, 2010): rrer a ritmo normal una distancia preesta-
• Buscar el fenotipo o síndrome de fragili- blecida (habitualmente de 5 m). Este es,
dad siguiendo los criterios de Fried. Se utiliza probablemente, el mejor test aislado para
sobre todo en el campo de la investigación. valorar la limitación funcional y, por eso,
Como ya hemos visto, cuando aparecen tres cada vez hay más autores que consideran
o más criterios se considera al individuo como que esta prueba puede funcionar como
frágil y, cuando aparecen uno o dos, se le un buen marcador único de fragilidad en
considera prefrágil. nuestro medio. Una velocidad de marcha
• Empleo de tests funcionales de obser- inferior a 1 m/s se considera como un
vación directa o tests de ejecución (Phy- buen marcador de fragilidad; velocidades
sical Performance Measures): son tests indi- inferiores a 0,6 m/s son predictoras de
viduales o series de pruebas que cuantifican episodios adversos graves. La facilidad
limitaciones funcionales. La persona realiza para su realización y ser poco costosa
una serie de actividades, que son evaluadas en tiempo hace que pueda utilizarse
de forma objetiva y según unos criterios pre- como instrumento de detección precoz
determinados (tiempo, repetición). Los tests en AP.
de ejecución pueden detectar una limitación - Evaluación cronometrada en la estación
funcional antes de que esta pueda llegar a unipodal: se mide la duración máxima
ser medida por las escalas tradicionales de del equilibrio manteniéndose con un solo
las actividades instrumentales y básicas de pie, sin apoyo y sin separar los brazos.
la vida diaria (AIVD-ABVD). Algunos de los Se permite un máximo de 5 ensayos y
más conocidos son: una duración no mayor de 30 segundos.
– Short Physical Performance Battery (SPPB- Deben permanecer al menos 5 segundos
EPESE), validada en la cohorte EPESE por con los ojos cerrados. Se ha asociado a
Guralnik JM (1994), que incluye velocidad discapacidad, a institucionalizacion y a
de la marcha de 4 m, equilibrio en bipedes- mortalidad en pacientes con Alzheimer.
tación, tándem y semitándem y tiempo en - Otros: test de equilibrio y marcha de
levantarse de una silla en 5 ocasiones. Tinetti.
– Physical Performance Test (PPT). Mide la • Fuerza prensora de la mano dominan-
limitación funcional en tareas como escri- te (dinamómetro): en algunos estudios
bir, coger una moneda del suelo, velocidad se ha propuesto como representante de la
de marcha, usar escaleras, comida simulada fuerza corporal total y como sustituto de la
o ponerse una chaqueta. potencia de la musculatura de los miembros
– Test de equilibrio-marcha: inferiores. Se ha descrito como predictor de
- Timed Up and Go (TUG). Test “Leván- discapacidad, morbilidad y mortalidad y es
tate y anda” cronometrado: se mide el útil como marcador de fragilidad, ya que se
tiempo que el anciano tarda en levantarse ha utilizado como representante de la fuerza
de una silla sin apoyabrazos, caminar 3 corporal total.
metros, girar y volver a sentarse. Se con- • Empleo de IF (índices de fragilidad): exis-
sidera que si lo realiza en un tiempo igual ten distintos índices de fragilidad elaborados
o inferior a 10 s es normal; entre 10 y a partir del índice de la misma raíz (criterios
20 s es marcador de fragilidad, entre 20 de Fried), como el índice de fragilidad de
y 30 s hay riesgo de caídas y cuando es Mitniski, el índice de Rockwood, la escala
mayor de 30 s hay un alto riesgo de caí- de fragilidad clínica, VES 13, la herramienta
44 L.A. Urquijo Hyeite

Frail, índice del estudio SOF (Study of Os- c. Reducción de valores séricos de marcado-
teoporotic Fractures), GCIF-FP y la escala res metabólicos (como el colesterol total,
de Ravlagia, que incluye múltiples factores. el colesterol unido a lipoproteínas de baja
Todos ellos tienen una capacidad predictiva densidad, el colesterol unido a lipoproteí-
muy parecida. nas de alta densidad y la albúmina) o en
• Presencia de determinados síndromes no diabéticos altos niveles de insulina y
geriátricos, principalmente caídas, polifar- glicemia en ayunas y 2 horas después de
macia, malnutrición, deprivación sensorial, la ingestión de 75 g de glucosa.
etc. De esta manera se pueden seleccionar d. Descenso de mediadores hormonales,
grupos de ancianos sobre los que realizar in- que se traduce en el descenso de hormo-
tervenciones sanitarias específicas. Otros sín- nas circulantes (hormona del crecimiento,
dromes, como la inmovilidad, incontinencia DHEAS y la testosterona.
y demencia, se relacionan con la existencia e. La reducción de la actividad de las este-
de discapacidad en sí misma más que con el rasas involucradas en el metabolismo he-
riesgo de desarrollarla. pático de los fármacos, asociadas al incre-
• Ejecución de AIVD como un instrumento mento del riesgo de tener delirio durante
fácil de cribaje: algunos trabajos han demos- la hospitalización.
trado que la pérdida en la ejecución de las f. Marcadores de la vía de la coagulación: el
AIVDs se podría utilizar como indicador de incremento del nivel de fragilidad ha sido
riesgo de discapacidad y, por lo tanto, serían asociado con alto nivel de el D-dímero y
predictoras de fragilidad. Las mujeres con factor XI activo alfa 1 antitripsina.
edad >75 años, con discapacidad en una o No existe un marcador biológico específico
más AIVD, son más frágiles (comorbilidad, de fragilidad. Hay que tener en cuenta que la
deterioro cognitivo y mayor frecuencia de comorbilidad y el proceso del envejecimiento
caídas). El estudio EPIDOS (Nourhashemi F, influyen en la presentación de estos marcadores
2001) aporta que la detección de incapacidad y los estudios actuales no permiten establecer
en al menos una AIVD podría ser un buen una relación causal entre estos fenómenos bio-
marcador para identificar a sujetos ancianos, lógicos y la fragilidad, por lo tanto, aunque es la
que viven en la comunidad, con riesgo de fra- línea de trabajo más interesante, habrá que seguir
gilidad, con aparente buen estado de salud. investigando.
• Marcadores biológicos de fragilidad
(biomarcadores): el control de la reserva PREVENCIÓN Y MANEJO DE LA
fisiológica a través de marcadores biológicos FRAGILIDAD
es un campo todavía por explorar, pero muy
atractivo y esperanzador en el sentido de El objetivo de la medicina geriátrica es pre-
poder encontrar un marcador biológico que venir la declinación y la fragilidad y reducir la
sea eficaz para detectar individuos frágiles y tasa de deterioro funcional y la dependencia.
poder realizar así prevención primaria. En el Así, la mayor parte de las actuaciones preventi-
momento actual, este marcador no existe, si vas en salud en el ámbito geriátrico deben estar
bien se sabe que algunos estados clínicos de destinadas a mantener la autonomía personal y
fragilidad se asocian a: la capacidad funcional a un nivel satisfactorio,
a. Elevaciones de citocinas, especialmente el intentando mantener la capacidad fisiológica en
factor de necrosis tumoral alfa y las inter- un nivel por encima del requerido para realizar
leucinas 1 y 6). las actividades habituales. Estas actividades se
b. Elevación de reactantes inflamatorios de pueden llevar a cabo tanto en el ámbito de la
fase aguda, como el fibrinógeno y la pro- atención primaria como en el hospitalario y en
teína C reactiva. los centros residenciales.
La fragilidad en el anciano 45

fragilidad como síndrome clínico es imprescindi-


ble para poder realizar prevención secundaria y,
Prefrail
cuando hayan aparecido los resultados adversos
(dependencia, caídas, institucionalización, etc.),
realizar prevención terciaria, fundamentalmente
Not frail Death
con la rehabilitación.
En este apartado veremos cuáles deben ser
Frail las intervenciones específicas y generales en el
manejo del síndrome y, finalmente, las interven-
ciones farmacológicas potenciales.
FIGURA 6. Transiciones entre estados de fragilidad Sobre el manejo específico de la fragilidad, po-
(Gill TM, 2006). demos mantener y/o mejorar el estado nutricio-
nal. Sin embargo, la suplementación nutricional
por sí sola, no ha demostrado revertir el proceso
Establecer intervenciones efectivas para pre- ni la situación funcional, siendo más efectivo rea-
venir o retrasar la aparición de discapacidad y de- lizar ejercicio físico (aumenta la fuerza muscular,
pendencia en personas ancianas es una prioridad aumenta la movilidad, disminuye la discapacidad,
de salud pública. Los ancianos que más se bene- mejora la situación física general, disminuye los
fician de estas intervenciones son los individuos marcadores inflamatorios, produce elevaciones de
frágiles que, aunque no tengan discapacidad o IGF-1), sobre todo con ejercicios de resistencia o
bien esté presente en estadios iniciales, tienen de potenciación muscular, que serán individuali-
un riesgo elevado de progresión de la misma. zados y graduales. Se aconsejan los ejercicios de
Identificar correctamente este grupo de riesgo es resistencia muscular en los músculos de las extre-
crucial para establecer estrategias de prevención midades inferiores y superiores. Algunos autores
primaria y secundaria efectivas y eficientes. han propuesto incluso el término prehabilitacion
En el modelo de prevención de la depen- (acondicionamiento, entrenamiento y preparación
dencia para las personas mayores surgido de la física previa, como la capacidad de intervención
Primera Conferencia de Prevención y Promoción terapéutica en estadios precoces de fragilidad pre-
de la Salud en la Práctica Clínica en España, se clínica y de deterioro funcional (Gill TM, 2003),
resaltan una serie de recomendaciones asistencia- es decir, intervenir mediante el entrenamiento an-
les (Gómez Pavón J, 2007) entre las que destaca tes de que la injuria discapacitante ocurra. Otras
la necesidad de realizar, en los distintos ámbitos intervenciones que han demostrado su utilidad
asistenciales, una valoración geriátrica integral son los ejercicios de flexibilidad y los ejercicios
(VGI) y cribado de fragilidad en los sujetos de de balance o encaminados a mejorar este (p. ej.,
mayor edad y en aquellos con menos edad pero el Tai Chi). Se puede decir que el ejercicio físico
con factores de riesgo, utilizando las herramientas sigue siendo la terapia con mejores resultados y,
descritas en el apartado anterior (tests de ejecu- además, su beneficio es mayor cuanto más frágil
ción). sea la persona (Hubbard RE, 2009).
La fragilidad en el anciano es un proceso di- Tanto la intervención nutricional, que en
námico (Fig. 6), caracterizado por transiciones muchos casos solo se podrá alcanzar mediante
frecuentes entre los estados de fragilidad en un suplementos orales, como el ejercicio físico son
cierto plazo de tiempo, lo que sugiere que existe pilares fundamentales en el abordaje de la sarco-
una amplia oportunidad para la prevención y me- penia considerada hoy por hoy la piedra angular
joramiento de la fragilidad (Gill TM, 2006). de la fragilidad.
El conocimiento de los determinantes fisiopa- Entre las medidas generales, la prevención
tológicos de la fragilidad facilitará las estrategias de los factores de riesgo cardiovascular es fun-
de prevención primaria. El conocimiento de la damental ya que los ancianos frágiles son porta-
46 L.A. Urquijo Hyeite

dores de enfermedad cardiovascular con mucha lidad y función pulmonar), la diabetes mellitus,
mayor frecuencia. La contribución del sistema la enfermedad tiroidea, las infecciones crónicas,
cardiovascular al desarrollo de fragilidad no solo etc. La valoración precoz y el tratamiento rápi-
se produce en presencia de enfermedad sintomá- do e integral de la enfermedad en el anciano es
tica, sino también cuando aún no se ha manifes- fundamental para evitar el rápido deterioro que
tado clínicamente, lo que genera posibilidades de le provoca y prevenir el inicio y la progresión de
intervención precoz (Rodríguez Mañas L, 2010). la fragilidad. También es de suma importancia
El sustrato anatomopatológico de la enfermedad manejar la esfera afectiva y el déficit cognitivo.
cardiovascular subclínica (ECVS) es la arterioes- No podemos olvidar fomentarles la socialización
clerosis. En esta línea, el estudio Albacete (Abi- evitando así su aislamiento.
zanda P, 2009) testa en la población española Intervenciones potenciales serían el empleo
la hipótesis de que la limitación funcional no de antioxidantes, la terapia hormonal sustituti-
asociada todavía a discapacidad se relaciona con va (estrógenos, testosterona, hormona de cre-
la presencia de arterioesclerosis subclínica, con cimiento y DHEA), la inhibición de citoquinas
lo cual la enfermedad cardiovascular subclínica proinflamatorias. Los resultados obtenidos con
sería un predictor independiente de limitación los andrógenos no han sido buenos y, además,
funcional al año en ancianos con alto nivel fun- dan lugar a la aparición de importantes efectos se-
cional. La detección mediante el empleo de indi- cundarios. También se han empleado las estatinas
cadores selectivos de arterioesclerosis subclínica y, en el tratamiento de la sarcopenia, incluso los
e identificación de los pacientes de alto riesgo inhibidores de la enzima convertidora de la an-
para su correcto manejo terapéutico (control más giotensina (IECA). Actualmente, los fármacos más
agresivo e intensivo de los factores de riesgo) prometedores en el campo de la fragilidad y la
sería de gran utilidad y generaría opciones de sarcopenia son los moduladores selectivos de los
intervención precoz, y sugiere que el control receptores androgénicos (SARM), que se encuen-
del proceso aterosclerótico podría evitar, reducir tra en fase II de investigación. Se ha utilizado en
o retrasar la aparición de limitación funcional y modelos experimentales un modulador denomi-
fragilidad como eventos iniciales de la vía de la nado S-431 que ha demostrado tener un potente
discapacidad. efecto anabólico sobre el músculo esquelético y
Otra actuación de interés en el abordaje del hueso con mínimos efectos farmacológicos sobre
síndrome de fragilidad es el manejo adecuado del la próstata. Otros fármacos interesantes serían los
dolor y su tratamiento agresivo si es necesario, miméticos de la ghrelina (estimula la secreción de
ya que esta situación se ha correlacionado con GH) y los suplementos nutricionales. La vitamina
mayor vulnerabilidad. Debemos estar alerta, ade- D ha demostrado mejorar la fuerza y disminuir el
más, sobre los riesgos de la polifarmacia en este riesgo de caídas y fracturas en personas mayores
tipo de pacientes, revisando periódicamente los en estudios bien realizados, adquiriendo mayor
fármacos prescritos y evitar o disminuir, siempre efectividad en aquellas personas con déficit de
que sea posible, la hospitalización por el riesgo la misma.
de pérdida de función que puede causar. Otra
actuación será el manejo de la comorbilidad y CONCLUSIONES
prestar atención para identificar enfermedades
latentes, no tratadas, que explicarían la pérdida Fragilidad implica vulnerabilidad y riesgo de
de peso, la disminución de la ingesta y la debili- discapacidad. Es un estado que se caracteriza por
dad y condicionarían una fragilidad secundaria. el deterioro de las reservas fisiológicas del indivi-
Un numeroso grupo de enfermedades pueden ser duo, que lo hace vulnerable y altera su capacidad
responsables e incluye la insuficiencia cardiaca de respuesta al estrés. Es importante conocer sus
congestiva, la patología pulmonar (cada día se características fisiológicas y cuáles son los factores
da mayor importancia a la relación entre fragi- biológicos relacionados. Se manifiesta compleja-
La fragilidad en el anciano 47

mente y se conocen múltiples marcadores, el UNECE (O’Neil D, 2002), señalan la necesidad


deterioro funcional es uno de los mejores. de la adecuación del sistema sanitario al enveje-
Las intervenciones que mayor beneficio han cimiento progresivo de la sociedad, adoptándose
demostrado hasta la fecha son la identificación medidas de prevención (primaria, secundaria y
clínica en sus primeras fases y su cuantificación terciaria) junto con la adecuación de los recursos
(medir el grado de fragilidad o el potencial fun- hospitalarios a las necesidades de los pacientes
cional) para lo cual se hace imprescindible la ancianos con el fin último de prevenir y atender
valoración geriátrica integral (VGI), el control la dependencia. Para ello, apoyan el desarrollo
de la comorbilidad, el ejercicio físico y el so- progresivo de recursos geriátricos especializados,
porte nutricional que, en muchos casos, deberá para poder aplicar la geriatría desde un plantea-
alcanzarse mediante suplementos orales, espe- miento multidimensional.
cialmente en el sujeto malnutrido o en riesgo
de desnutrición. Se considera esencial el efecto BIBLIOGRAFÍA
sinérgico existente entre suplementación nutri-
cional y ejercicio físico en el tratamiento de la – Abizanda P, Romero L. Innovación en valoración
sarcopenia, especialmente en aquellas personas funcional. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2006; 41
(Supl 1): 27-35.
que no alcanzan unos requerimientos proteicos
mínimos. – Abizanda Soler P, Paterna Mellinas G, Martín Se-
Hay que cambiar la visión de que la fragilidad bastiá E, Casado Moragón L, López Jiménez E,
es una condición inevitable y definir el tipo de in- Martínez Sánchez E. La arterosclerosis subclínica,
un predictor de limitación funcional al año en an-
tervención clínica en cada estadio de su evolución
cianos con alto nivel funcional: Estudio Albacete.
y qué tipo de organización asistencial deberíamos doi:10.1016/j. regg. 2009.09.005.
desarrollar para la detección y actuación sobre
– Abizanda Soler P. Actualización en fragilidad. Up-
el síndrome.
date on frailty. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2010;
Es necesario continuar con la investigación 45 (2): 106-110.
con el objetivo de lograr la mejor estrategia de
– AMA. Report of the council on scientific affairs: Ame-
atención al síndrome de fragilidad. También se
rican Medical Association white paper on elderly
requiere que los técnicos se pongan de acuer- health. Arch Intern Med. 1990; 150: 2459-72.
do en la forma de abordarlo y es precisa una
– Ávila-Funes JA, Helmer C, Amieva H, Barberger-
gran voluntad política para ponerlo en marcha.
Gateau P et al. Frailty among community-dwelling
Es necesario disponer de personal especializado elderly people in France: the three-city study. J Ge-
en todos los niveles asistenciales para su iden- rontol A Biol Sci Med Sci. 2008; 63 (10): 1089-96.
tificación precoz pues la mayor parte de los
– Baztán Cortés JJ, González-Montalvo JI, Solano
estudios y las revisiones sistemáticas realizadas Jaurrieta JJ, Hornillos Calvo M. Atención Sanitaria
han demostrado que el anciano enfermo que al anciano frágil: de la teoría a la evidencia cientí-
ha sido atendido en unidades de geriatría, en el fica. Med Clín (Barc). 2000; 115: 704-17.
momento del alta presenta una mejor situación
– Barzilay J, Blaum C, Moore T et al. Insulin resis-
funcional y mental y mayores posibilidades de tance and inflammation as precursors of frailty.
volver a su domicilio con una mejor calidad de Arch Intern Med. 2007; 167: 635-41.
vida sin que se produzca un incremento de los
– Cruz-Jentoft AJ et al. La eclosión de la sarcope-
costes sanitarios y que las recomendaciones de nia: Informe preliminar del Observatorio de la
los principales organismos internacionales, la II Sarcopenia de la Sociedad Española de Geriatría
Asamblea Mundial del Envejecimiento (Naciones y Gerontología. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2011.
Unidas, 2002), la Comisión de Comunidades Eu- doi:10.1016/j.regg.2010.11.004
ropeas (Informe del Parlamento Europeo. 2001) – Fried LP, Ferrucci L, Darer J, Williamson JD, An-
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CAPÍTULO 5
Valoración del estado nutricional en
el anciano
J. Benítez Rivero

INTRODUCCIÓN de los mayores, sobre todo, los relacionados con


la alimentación y la nutrición.
El considerable aumento de la población de Por malnutrición entendemos los trastornos
más de 65 años y, sobre todo, de los mayores provocados por exceso, déficit o desequilibrios de
de 80 supone todo un reto para el médico de energía o nutrientes en relación con las necesi-
Atención Primaria, ya que ha de adquirir habi- dades metabólicas y tisulares. En los mayores de
lidades prácticas básicas para el manejo de este edad debemos actuar cuando nos encontramos
problema que en geriatría es considerado como ante la situación de riesgo como estadio previo
un síndrome geriátrico por su complejidad y su de la desnutrición.
gran repercusión en la morbi-mortalidad de es- La desnutrición producida por la disminución
tas poblaciones, y que se ve influenciado por la en la ingesta de proteínas, de elementos básicos
problemática transversal que les afecta. destinados a producir energía y de otros micro-
El médico de Atención Primaria debe dispo- nutrientes, va a dar lugar a alteraciones de la
ner de herramientas ágiles, sencillas y de fácil composición corporal, alteración de la función de
manejo para que, con el poco tiempo de que órganos y tejidos y cambios en el curso evolutivo
dispone, pueda realizar esta acción en una con- de la vejez.
sulta programada, ya sea en el centro de salud Sus principales causas son un aporte inade-
ya en el domicilio del anciano, donde dispondrá cuado de proteínas, un proceso digestivo de ab-
de más tiempo para realizar las valoraciones nu- sorción y digestión alteradas, el aumento de ne-
tricionales. cesidades energéticas y de proteínas o el aumento
Siempre se ha comentado que, cuando un de las pérdidas por una situación catabólica, dan-
anciano deja de comer, fallece rápidamente, por do lugar a diferentes tipos de desnutrición:
lo que a nivel popular es conocida la importancia 1. Marasmo o malnutrición calórica de inicio
que tiene el alimentarse para poder vivir. Los pro- gradual, sin edemas, con proteínas séricas
fesionales debemos conocer la repercusión en la normales, producida por ingesta insuficien-
fisiopatología del anciano para que se produzca el te.
exitus por fallos en la alimentación y nutrición. 2. Kwashiorkor o malnutrición proteica, de ini-
Sin embargo, hay en el sector sanitario una cio agudo, con edemas, con disminución de
escasa sensibilización a los problemas de la ali- proteínas séricas y de mal pronóstico.
mentación del anciano y existe un infradiagnós- 3. Mixta por déficit calórico y proteico, con ede-
tico por falta de consideración en los problemas mas y disminución de proteínas séricas. Esta

49
50 J. Benítez Rivero

TABLA 1. Factores de riesgo de malnutrición en el anciano

Edad avanzada (>80 años) Deterioro/dependencia funcional


Deterioro sensorial Deterioro cognitivo
Alcoholismo Problemas de dentición
Pluripatología Polifarmacia
Depresión Hospitalizaciones frecuentes
Ingreso hospitalario en el último año
Bajo nivel cultural Viudedad (de menos de un año)
Mala situación económica Vivir solo

TABLA 2. Objetivos de la valoración nutricional

• Determinar el estado nutricional del anciano evidente o de curso subclínico que puede pasar inadvertido
• Identificar las causas del déficit nutricional
• Valorar las necesidades y requerimientos nutricionales
• Pronosticar los posibles riesgos sobreañadidos a sus enfermedades de base como consecuencias de una
malnutrición
• Evaluar las acciones o plan de intervención

es la de mayor frecuencia de presentación en con varias enfermedades (entre 2-5 de media),


el anciano. que consume entre 4-5 fármacos al día, que
Desde el punto de vista de la prevalencia, puede tener un Barthel menor de 80/100, con
hemos de diferenciar la ubicación del mayor, pues privación de su capacidad sensorial y con pro-
para los que viven en la comunidad varia del 1 al blemas de dentición y de masticación, suponen
15%, si bien pudiera llegar hasta el 40% depen- el ejemplo típico de una mayor de edad que
diendo de las comorbilidades asociadas; para los reside en su domicilio y va a ser nuestro princi-
que ingresan en el medio hospitalario, las cifras pal candidato para trabajar en la prevención de
oscilan entre el 10 al 40% al ingreso, llegando la desnutrición.
hasta el 65% durante la hospitalización o, por
el contrario, el 75% de los mayores ingresados LA EVALUACIÓN NUTRICIONAL
desarrollan un proceso de desnutrición. Cuando
están institucionalizados los índices varían entre Al realizar una valoración nutricional hemos
el 25 y 60%. de pensar que son un conjunto de datos útiles
y necesarios para conocer las posibles carencias
FACTORES DE RIESGO energéticas, proteicas y de micronutrientes, y por
ello debemos tener como objetivos los que figuran
Los factores de riesgo que pueden conducir en la tabla 2.
al anciano a una desnutrición y muerte por des- La ausencia de un método de valoración nu-
compensación de las enfermedades de base, se tricional que pueda ser considerado como gold
muestran en la tabla 1. standard dificulta notablemente la tarea. Hay que
La cadena de sucesos que ocurren en un an- tener presente que el diagnóstico de desnutrición
ciano, con soledad o aislamiento socio-familiar, no puede basarse en un único dato sino en la
Valoración del estado nutricional en el anciano 51

FIGURA 1. Mini Nutritional Assessment (MNA).


52 J. Benítez Rivero

Puntuación MNA®

Normonutrido Riesgo de malnutrición Malnutrido


12-14 8-11 0-7

Sin pérdida de peso Con pérdida de peso

Revisión Seguimiento Tratamiento Tratamiento

•Después de episodio •Seguimiento del peso •Asegurar requerimien- •Asegurar requerimien-


agudo o enfermedad •Revisión cada 3 meses tos nutricionales tos nutricionales
•Una vez al año en la •Intervención nutricional •Intervención nutricional
vivienda del anciano -Mejora de la dieta -Suplementos nutriciona-
•Cada 3 meses en -Suplementos nutriciona- les orales
los pacientes les orales + (20 g prot/día)/
institucionalizados (20 g prot/día)/ (400-500 kcal/día)
(300-400 kcal/día) -Mejora de la dieta
•Seguimiento del peso •Seguimiento del peso
•Reevaluar el estado •Reevaluar el estado
nutricional nutricional

FIGURA 2. Puntuación MNA®.

síntesis de la información obtenida a partir de sugiere probable malnutrición; en este caso ha


diferentes pruebas. de administrarse la siguiente fase (de evaluación)
Para la valoración del riesgo nutricional, efec- que puede arrojar un puntaje máximo de 16.
tuaremos un cribado, como primer paso y, para Una vez realizada se suman los puntos de ambas
ello, en los últimos años se viene utilizando el fases para obtener el índice de malnutrición, cuyo
MNA® (Mini Nutritional Assessment) y, desde valor máximo es de 30 puntos. Si MNA >23,5
hace dos años, la versión corta del MNA (Fig. el estado nutricional es satisfactorio y debe re-
1), validada y de gran sensibilidad (96%) y espe- petirse cada 3 meses en ancianos frágiles. Si el
cificidad (98%) y, por tanto, fiable para utilizar puntaje está entre 17 y 23,5 puntos hay riesgo
en mayores. Combina una herramienta de filtro de malnutrición y se analizarán los resultados de
y de valoración. Debe ser administrada por un los diferentes apartados para identificar las causas
profesional. Se correlaciona claramente con los del resultado, se realizará una entrevista o historia
parámetros antropométricos y bioquímicos más dietética con el paciente y/o su familia /cuida-
utilizados y ha demostrado ser eficaz en predecir dor y se implementarán medidas para mejorar el
el pronóstico en ancianos, así como para valorar estado nutricional.
los cambios producidos en el estado nutricional. El Mini-MNA clasifica a los ancianos en tres
El valor en el cribaje es de 14 puntos máximo, grupos, según la puntación obtenida: normales,
aquellos que poseen una puntuación MNA supe- en riesgo o desnutridos (Fig. 2).
rior o igual a 12 presentan un estado nutricional Cuando el paciente está encamado, hemos de
satisfactorio y no es necesario continuar con el estimar el IMC por medio de la distancia talón-
resto del test. Un resultado igual o inferior a 11 rodilla y la fórmula de Chumlea:
Valoración del estado nutricional en el anciano 53

TABLA 3. Pérdidas ponderales a tener presentes

Tiempo % pérdida de peso significativa % de pérdida de peso grave


1 semana 1-2% >2%
2 meses 5% > 5%
3 meses 7,5% >7,5%
6 meses 10% >10%

TABLA 4. Desnutrición según el IMC en kg/m2 TABLA 5. Estado nutricional según el recuento
de leucocitos
OMS Ancianos
Normo peso 18,5-24,9 22,1-22,9 Normal >1.800/mm3
Bajo peso < 18,5 18,5-22 Desnutrición leve 1.200-1.800/mm3
Desnutrición leve 17-18,4 Desnutrición moderada 800-1.999/mm3
Desnutrición moderada 16,1-16,9 Desnutrición grave < 800/mm3
Desnutrición severa <16

Para la talla del hombre = Las medidas basadas en los pliegues cutáneos
(2,02 × altura rodilla) - (0,04 × edad) + 64,19 suponen un problema en los ancianos pues, aun-
que se utilizan para medir la cantidad de tejido
Para la talla de la mujer = graso en otras edades, en los ancianos la propor-
(1,83 × altura rodilla) - (0,24 × edad) + 84,88 ción del tejido graso y corporal no es constante
y disminuye con la edad, habiéndose objetivado
El principal factor a tener en cuenta es el cambios de hasta un 20% dependiendo del ob-
peso, ya que e independientemente del que se servador.
pierde con el avance de la edad, pérdidas de peso El perímetro abdominal utilizado en otras
por encima del 5% en un mes o del 10% en 6 edades como factor de riesgo cardiovascular, en
meses nos indica un estado de desnutrición pre- los mayores de edad no tiene significación; no
sente (Tabla 3). obstante, varios autores señalan el riesgo cardio-
vascular por encima de 95 cm para los hombres
El concepto de pérdida de peso hemos de y de 82 cm en las mujeres.
calcularlo de la forma siguiente:
En Atención Primaria, ¿qué parámetros
% pérdida de peso: analíticos debemos utilizar para valorar el
Peso habitual - Peso actual estado nutricional del anciano?:
× 100
Peso habitual El hemograma básico con fórmula leucocita-
ria. Los linfocitos como marcadores indirectos de
Cuando nos referimos al IMC, empezamos inmunidad pueden referir un estado deficitario de
a significar que por debajo de 18,4 kg/m2 entra- nutrición por alteración del estado inmunitario
mos en desnutrición leve, como muestran en su (Tabla 5).
Guía de Desnutrición las Sociedades Española de La albúmina, como principal marcador a
Geriatría y la Española de Nutrición Parenteral medio plazo, ya que tiene un vida media de 20
(SEGG y SENPE, 2007) (véase Tabla 4). días, puede verse influenciada tanto por cambios
54 J. Benítez Rivero

TABLA 6. Estado nutricional según niveles en albúmina

Normalidad Desnutrición leve Desnutrición moderada Desnutrición grave


Albúmina en g/L >53 28-35 21-37 <21

TABLA 7. Estado nutricional según niveles de transferrina

Normalidad Desnutrición leve Desnutrición moderada Desnutrición grave


Transferrina mg/dl 250-350 150-175 100-150 <100

TABLA 8. Estado nutricional según niveles de prealbúmina

Normalidad Desnutrición leve Desnutrición moderada Desnutrición grave


Prealbúmina mg/L 17-29 10-15 5-10 <5

Historia clínica Analítica Exploración física Historia dietética

Antropometría Hemograma Aspecto Ingesta: nula, muy


poca, insuficiente,
IMC, pantorrilla Edemas normal
Proteínas totales,
albúmina,
prealbúmina, Úlceras por presión Capacidad
ferritina, glucemia, deglutoria
colesterol, TSH,
urea, úrico, Náuseas, vómitos,
creatinina, Na, K diarreas,
estreñimiento

FIGURA 3. Árbol de decisión en evaluación nutricional.

como la insuficiencia hepática y la renal, como fecciones, situaciones frecuentes en los mayores
por cambios de peso (Tabla 6). de edad (Tabla 8).
La transferrina es un buen marcador de cam- Otros parámetros analíticos utilizables son:
bios nutricionales agudos por su vida media de 8-9 glucosa, Na, K, urea, creatinina, ácido úrico,
días. Su valor normal oscila entre 250 a 350 mg/ GOT, GPT, gGT y colesterol total, este último es
dl, aunque puede estar disminuida ante cuadros de un marcador tardío de reserva proteica visceral,
hepatopatías, anemias, síndrome nefrótico, infec- y se relaciona con alta mortalidad cuando des-
ciones y tratamientos con corticoides (Tabla 7). ciende en exceso (<160 mg/dl).
Recientemente se está introduciendo la preal- Como resumen, se detalla el árbol de decisión
búmina como marcador agudo fiable, aunque se en la valoración nutricional en Atención Primaria
puede ver influenciado por traumatismos e in- (Fig. 3).
Valoración del estado nutricional en el anciano 55

CONCLUSIÓN care using the MNA. J Nutr Health Aging. 1999;


3: 146-51.
La valoración nutricional en Atención Pri- – Cotton E, Zinober B, Jessop J. A nutritional as-
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no precisa de sofisticadas herramientas, sin ol- – Crogan NL, Pasvogel A. The influence of protein-
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CAPÍTULO 6
Los factores socio-económicos,
familiares y psicológicos en la
desnutrición del anciano
T. Gómez González

INTRODUCCIÓN Por ello, es de especial interés disponer de


instrumentos que permitan la detección rápida de
Si consideramos la alimentación como un acto aquellos ancianos que presenten un mayor riesgo,
más allá del mero hecho de nutrirse y hacemos del utilizando métodos sencillos y fáciles de aplicar.
comer un ejercicio de relación, de sociabilidad, y Esta estrategia permite facilitar la asistencia re-
por qué no, de búsqueda de placer, resulta que en- querida en cada caso de manera precoz.
contramos múltiples factores que, alterados, pueden
desembocar en malnutrición; más aún si los asocia- FACTORES SOCIALES
mos a los grupos de población de mayor edad.
La desnutrición no está necesariamente li- En nuestro país los factores sociales y cultura-
gada al propio proceso de envejecimiento y el les tienen una gran influencia sobre lo que come
conocimiento de los diversos factores de riesgo la gente, cómo preparan sus alimentos, cuáles
debería permitir prevenirla y diagnosticarla de son los alimentos que prefieren y con quién es
manera precoz. costumbre que los coman.
En este capítulo tratamos de abordar una serie Sin embargo, los hábitos y prácticas alimen-
de situaciones de alta prevalencia relacionadas con tarias, por sí solos, son rara vez la causa principal
la desnutrición pero que, en muchas ocasiones, y de malnutrición, exceptuando el momento en
en el nivel sanitario, no se les presta la atención que se producen cambios sociales lo suficien-
que se merecen, ya sea por falta de tiempo o por temente relevantes en la vida de una persona
la minimización de sus riesgos: son los factores como para alterar las condiciones previas. Ade-
socioeconómicos, los familiares y los psicológicos más estos cambios sociales suelen acompañar-
que, añadidos a los cambios físicos y otros asocia- se, en muchas ocasiones, de alteraciones en la
dos al envejecimiento, y que se describen en otros esfera psicoafectiva, situación que empeora a
capítulos, producen alto riesgo de desnutrición. su vez el estado nutricional, instaurándose de
Todos estos factores pueden darse de forma esta manera un círculo vicioso de solución in-
aislada o, lo que es más habitual, confluir varios terdisciplinar.
de ellos, por lo que su identificación y correc- La percepción social es que hay muchas
ción mediante sistemas de intervención serán personas de edad que viven solas. Sin embargo,
fundamentales para reducir la morbimortalidad según la encuesta IMSERSO (2010), solamente
y conseguir que el envejecimiento sea lo más representan el 16% siendo la mayoría mujeres
fisiológico posible (Ruipérez I, 2003). que residen en el medio rural. Más de la mitad

59
60 T. Gómez González

TABLA 1. Encuesta de opinión sobre el cuidado FACTORES ECONÓMICOS


a los mayores que viven solos en España
Hoy en día, los niveles de vida más eleva-
• 37% de los ciudadanos piensa que cuidar a los dos, junto con la mejora de la educación, de la
mayores es obligación de los hijos atención sanitaria y de los servicios sociales, han
contribuido al espectacular incremento de la lon-
• 35% de los ciudadanos piensa que debe correr a
cargo de la familia y la administración gevidad registrado durante el último siglo.
El primer cambio económico importante que
• 25% opina que es competencia de los servicios
sociales
acontece asociado al paso del tiempo es la jubila-
ción, lo que supone, en la mayor parte de los ca-
sos, una reducción de los ingresos económicos.
La vida de los ancianos suele caracterizarse
de los ancianos viven con su cónyuge y el 37% de por ingresos bajos, viviendas de mala calidad y
los que superan los 80 años viven con sus hijos. servicios inadecuados. El costo de gastos en vi-
La soledad y el aislamiento son factores funda- vienda a menudo compite con el dinero necesario
mentales a destacar en la malnutrición. Según el para la alimentación. Cuando las preocupaciones
estudio europeo Euronut-SÉNECA (Del Pozo S et financieras están presentes, las comidas son mu-
al., 2003), las personas que comen solas ingieren chas veces omitidas y los alimentos que se com-
un 30% menos de calorías que las que lo hacen pran no proporcionan una dieta nutricionalmente
acompañadas. Comer solo, especialmente para adecuada (Evans C, 2005).
las personas mayores, es, por sí solo, factor de Las mujeres, dada su propensión a casarse
riesgo de desnutrición. En la tabla 1 se detallan más jóvenes y vivir más tiempo que los hom-
los resultados de la encuesta IMSERSO-2010 so- bres en casi todas las sociedades, tienden a vivir
bre el estado de opinión acerca de la protección en soledad en la vejez, contando con un apoyo
y cuidados a los ancianos solitarios. socioeconómico mucho menor. Para muchas mu-
También influyen otra serie de factores, como jeres, el descenso hacia una situación de total
la falta de apoyos sociales y familiares, la difi- dependencia comienza con el fallecimiento de su
cultad de acceso a sus alimentos preferidos, la cónyuge. La situación es, incluso, más desespera-
dificultad para el transporte, la disminución en da para las mujeres que nunca estuvieron casadas
la capacidad para comprar y cocinar sus propios o que no tienen hijos (Grosk M, 2009).
alimentos, y la institucionalización del anciano Lo más probable es que la pérdida de posición
(centros de día, residencias, hospitales). social experimentada por las personas mayores
Cabe destacar que las alteraciones de los con- esté vinculada a las arraigadas desigualdades es-
dicionantes sociales afectan en mayor medida a tructurales de etapas más tempranas de la vida
los hombres, quizás por el modelo tradicional en en la mayor parte de la población de los países en
el que las mujeres son las encargadas de organi- desarrollo. El empobrecimiento en la tercera edad
zar, comprar y cocinar los alimentos. puede ser una experiencia intercultural común del
El placer, la comunicación y la comensalidad proceso de envejecimiento más que un simple re-
son los tres elementos que están presentes en el sultado de la modernización (Chen CC, 2001).
acto de comer de las personas mayores, y en la La marginación que experimenta la tercera
limitación uno se está privando del placer mismo edad es aún mayor para los que no tienen pro-
de la comida; un placer sometido a estrictas nor- piedades importantes y no poseen recursos de los
mas, como las que un régimen severo impone, que hacer uso para asegurarse cuidados y seguri-
deja de ser un placer. Por lo que se deberían evitar dad. Este hecho es especialmente cierto para las
dietas demasiado estrictas, y convendría hacer de mujeres mayores, en muchos casos viudas, cuyas
la transgresión de las normas una práctica esporá- propiedades fueron distribuidas entre sus hijos
dica pero necesaria para dejar espacio al placer. cuando sus maridos fallecieron.
Los factores socio-económicos, familiares y psicológicos en la desnutrición del anciano 61

TABLA 2. Apoyo familiar intergeneracional

• A pesar del concepto negativo que se transmite por la opinión pública, las familias siguen siendo la base
principal del apoyo para los ancianos
• Los ancianos sin hijos son los que más creen que estos abandonan a sus padres
• A raíz de la Ley de Dependencia/2006 se ha producido el fenómeno de la visibilización del cuidado a
personas dependientes dentro del entorno familiar, con reconocimiento social del mismo
• Los hijos proporcionan casi el 50% de los cuidados
• El 70% de los hijos/as cuidadores tiene >45 años (edad media 52) y de predominio civil casados/as
• Los hijos “cuidan” de sus padres hasta que las necesidades del anciano sobrepasan el límite aceptable

FACTORES FAMILIARES familias no es una responsabilidad compartida


equitativamente. En el debate sobre el carácter
En la mayor parte de las sociedades, la fa- permanente de los cuidados familiares se suele
milia es la relación socioeconómica clave para ignorar el hecho de que esta responsabilidad
la mayoría de los ancianos. Según la encuesta recae desproporcionadamente sobre las mujeres
IMSERSO-2010, las personas mayores siguen de la familia, y estos cuidados se suman a las
estando muy satisfechas con sus relaciones fa- responsabilidades familiares y laborales que ya
miliares en el 89% de los casos. Un 68% tienen tienen.
contacto diario con sus hijos y un 37% con sus
nietos. Un 22% tiene contacto diario con sus FACTORES PSICOLÓGICOS
hermanos.
Dentro de la familia, la reciprocidad de obli- Es importante valorar el estado mental y la
gaciones entre generaciones facilita el intercam- percepción personal de la calidad de vida para
bio de apoyo y atención. Así, la custodia de los comprender su repercusión en el estado nutri-
nietos por los abuelos con hijos trabajadores se cional.
intercambia con los cuidados y la protección a Factores como el deterioro cognitivo, la
los miembros mayores de la familia. depresión o el alcoholismo pueden producir,
En muchos artículos se afirma que la estruc- de forma independiente o interrelacionados,
tura tradicional de familia ampliada proporciona anorexia o falta de apetito en los ancianos,
los cuidados y el apoyo adecuados para la mayo- causando una espiral de deficiencias nutricio-
ría de las personas mayores (Tabla 2). Es cierto nales que empeoran la ya deteriorada situación
que la familia ampliada todavía juega un papel previa.
importante en el apoyo a los miembros de la fa- En el alcoholismo el problema aparece cuan-
milia de mayor edad, aunque en la transición de do el anciano utiliza el alcohol para hacer frente a
la sociedad tradicional a la moderna se produce sus problemas, ya sean económicos, de soledad,
un debilitamiento de los cuidados que propor- etc., y se convierte en un sustituto de la comida
ciona la familia, y puede ser necesario prestar (Malkowski D, 2008).
un apoyo basado en un enfoque asistencialista La disminución de la capacidad funcional y
y especialmente en la institucionalización de cognitiva afecta a las habilidades de una persona
sistemas de atención que se sitúan fuera de la para comprar alimentos y preparar comidas y,
familia. además, provoca un pérdida de las habilidades
También es importante reconocer que la instrumentales relacionadas con las actividades
atención que se presta a los ancianos en las de la vida diaria que conlleva a una dependen-
62 T. Gómez González

cia de los demás. Los problemas nutricionales, BIBLIOGRAFÍA


entonces, se ven aún más comprometidos por
– Cabrera MA. Malnutrition and depression among
la escasez de redes de apoyo social y por el ais-
community-dwelling elderly people. J Am Med Dir
lamiento resultante que, normalmente, condu- Assoc. 2007; 8 (9): 582-4.
ce a la apatía y a la disminución de la ingesta
– Chen CC, Schilling LS, Lyder CH. A concept analy-
de alimentos (Evans C, 2005) (Spaccavento S, sis of malnutrition in the elderly. J Adv Nurs. 2001;
2009). 36 (1): 131-42.
La depresión es una de las más importantes
– Del Pozo S, Cuadrado C, Moreiras O. Estudio
causas tratables de pérdida de peso tanto en los Euronut-SENECA. Cambios con la edad en la
ancianos que viven en sus hogares, como en los ingesta dietética de personas de edad avanzada.
que viven en instituciones, o los que están in- Nutr Hosp. 2003; 18 (6): 348-52.
gresados en hospitales, según avalan todos los – Evans C,Castle P.Malnutrition in the ederly: a mul-
estudios en este sentido (Vink D, 2008). tifactorial failure to thrive.The Permanent Journal.
Entre las causas de depresión en el mayor 2005; 9 (3): 38-41.
contabilizamos: la soledad, la falta de relaciones – Grosk M, Del Nino C, Tesliuc E, Ouerghi A. For
sociales, la muerte del cónyuge, de un familiar, protection and promotion: the design and implemen-
de un amigo, la jubilación, la toma de deter- tation of effective safety nets. Washington DC (EE.
minados medicamentos… Esto puede provocar UU.): Word Bank Publications’s Bookmarks; 2009.
falta de apetito y falta de interés en cocinar co- – IMSERSO. Secretaría General de Política Social y
midas nutritivas, que sumados a los otros facto- Consumo. Encuesta mayores 2010. Ministerio de
res ya comentados, introducen al individuo en Sanidad y Política Social. Madrid. Disponible en
una espiral que se retroalimenta y tiene como http://www.imserso.es/InterPresent2/groups/
imserso/documents/binario/presentacionencues-
consecuencia última la desnutrición y todos los
tamayores_20.pdf
problemas asociados que ello conlleva (Cabrera
MA, 2007). – Malkowski D. Malnutrition in the ederly. National
Caregiving Institute. Mayo Clinic. CNN Health
Library. 2008. www.nationalcaregivinginstitute.
CONCLUSIÓN org/display-article.asp? art_ID=460
– Ruipérez Cantera I. ¿Se nutren bien las personas
Los mayores de edad necesitan: superar con mayores? Med Clín (Barc). 2003; 120 (5): 175-6.
buen ánimo la soledad, afrontar con realismo la
– Spaccavento S, Del Petre M, Craca A, Fiore P. In-
inevitable disminución de ingresos, solucionar las
fluence of nutritional status on cognitive, functional
actividades cotidianas, profesionales de la salud and neuropsychiatric déficits in Alzheimer’s disease.
implicados, infraestructuras de atención social, Arch Gerontol Geriatr. 2009; 48: 356-60.
cuidadores informales/formales, equipamientos – Vink D, Aartsen MJ, Schoevers R. Risk factors for
domésticos que faciliten su autonomía y relacio- anxiety and depression in the elderly: A review. J
nes humanas. Affective Dis. 2008; 106: 29-44.
CAPÍTULO 7
Los cambios fisiológicos como
factores de riesgo para desnutrición
en el anciano
A. Pérez Rodrigo

INTRODUCCIÓN sitúa en 78,2 años en los hombres y 84,3 años


en las mujeres.
El envejecimiento es una situación biológica Cabe diferenciar dos tipos de envejecimien-
normal. Se trata de un proceso natural, dinámico, to. Por un lado, el envejecimiento fisiológico,
progresivo, complejo e irreversible que conlleva alteración progresiva en la estructura y función
cambios que afectan a la esfera físico-biológica, orgánica consecuencia del desgaste producido por
psíquica, funcional y social. Es un proceso que el paso de tiempo con capacidad de adaptación
varía en cada individuo incluso en la forma en a la nueva situación. Por otro lado, el enveje-
que afecta a los diferentes órganos. Comienza cimiento fisiopatológico, en el que al deterioro
después de la madurez, conlleva un descenso orgánico progresivo se le añaden enfermedades
gradual de las distintas funciones biológicas y y/o factores ambientales que aceleran el proceso
termina con el fallecimiento. Si consideramos el e impiden una adaptación.
envejecimiento como los efectos y consecuencias En el proceso de envejecimiento influyen, por
del paso del tiempo en el organismo, se puede tanto, factores genéticos y biológicos no suscep-
decir que se inicia desde el nacimiento. tibles de modificación alguna y factores ambien-
En las primeras fases de la vida, las modi- tales, hábitos de vida entre los que se incluye la
ficaciones del organismo son evolutivas, de dieta, sobre los que sí es posible actuar con el fin
formación, hasta la tercera década en la que el de modificarlos.
ser humano alcanza su plenitud para iniciar ya Se considera envejecimiento óptimo cuando
cambios de carácter involutivo que se consolidan en el proceso confluyen una baja probabilidad de
en la época de declive. enfermedad y discapacidad, el mantenimiento de
Actualmente por diversos factores como los una buena capacidad funcional y cognitiva, junto
avances médicos, nutricionales, técnicos, etc., se a un buen soporte social con participación en
alcanzan edades más avanzadas y la época de actividades sociales. La nutrición es un elemento
declive se manifiesta en la década de los 70-80 clave para ello.
años. Estamos asistiendo al “envejecimiento del
envejecimiento”, ya que cada vez más personas PROCESOS DE ENVEJECIMIENTO
alcanzan los 90 y 100 años con una buena cali-
dad de vida. En la actualidad en España el por- Se han propuesto diferentes modelos teóricos
centaje de población mayor de 65 años alcanza que intentan explicar los procesos de envejeci-
el 18% y la esperanza media de vida al nacer se miento, aunque quedan aún muchas cuestiones

63
64 A. Pérez Rodrigo

por resolver. La mayoría de los investigadores Existe evidencia específica sobre los cam-
creen que el envejecimiento es el resultado del bios fisiopatológicos en la inmunidad innata y
proceso acumulativo de interacciones entre fac- en el sistema endocrino y sus interacciones. Se
tores genéticos y ambientales, estilos de vida ha visto en estudios transversales, en al menos
como la dieta y la actividad física, características tres poblaciones diferentes, una relación positiva
culturales, exposición a tóxicos, enfermedades significativa entre fragilidad y las citoquinas in-
padecidas y otros muchos factores, a lo largo de flamatorias IL6, proteína C reactiva y un mayor
la vida. número de monocitos y recuento total de células
Todas las células experimentan cambios en el blancas. Niveles más altos de estas citoquinas
proceso del envejecimiento; aumentan de tamaño se correlacionan con mayor vulnerabilidad a la
y, progresivamente, pierden la capacidad para di- discapacidad y mortalidad (Ershler WB y Keller
vidirse y reproducirse. Es frecuente el incremento ET, 2000).
de pigmentos con depósito de lipofucsina y sus- Las causas subyacentes al declive multisisté-
tancias grasas en el interior de la célula, lo que mico no están claras, pero en parte la variación
provoca que muchas células pierdan su capacidad genética y los cambios moleculares asociados a
funcional, o funcionen de forma anómala (Corujo la edad pueden ayudar a comprender estos pro-
E y Guzmán D, 2006). cesos: el envejecimiento celular, la pérdida de
Los órganos y tejidos se vuelven más rígidos estructuras teloméricas, la alteración de la fun-
porque el tejido conectivo pierde flexibilidad, ción mitocondrial, el aumento en la producción
disminuye el número de fibroblastos y aumenta de radicales libres y el deterioro de la capacidad
la cantidad y rigidez del colágeno. Los cambios de reparación del DNA, entre otros.
en las membranas celulares dificultan la transfe- El estrés oxidativo determina principalmen-
rencia y la capacidad de los tejidos para recibir te los cambios asociados a la edad en el DNA
oxígeno y nutrientes y para la eliminación de mitocondrial, lo que se ha postulado que puede
dióxido de carbono y productos de desecho me- provocar la función anormal de las proteínas
tabólico. Además, muchos tejidos pierden masa mitocondriales, dando lugar a la generación de
celular y se atrofian o experimentan cambios mayores niveles de moléculas radicales libres,
que conllevan una pérdida progresiva y gradual como superóxido.
de función, por lo tanto, una disminución de la Se ha planteado la hipótesis de que la bio-
máxima capacidad funcional. logía mitocondrial y la producción de radicales
Uno de los aspectos que más ha atraído el libres juegan un papel importante en el declive
interés de clínicos e investigadores es el de la de muchos sistemas fisiológicos y, posiblemente,
fragilidad en el anciano, considerado como un son áreas importantes de investigación sobre la
síndrome único o como múltiples manifesta- fragilidad (Walston J et al., 2006).
ciones. Se ha descrito en muchos estudios que En este capítulo revisamos de forma re-
buena parte de los sistemas fisiológicos que se sumida los cambios que provoca el envejeci-
cree que se deterioran en la fragilidad son los miento en el organismo y sus repercusiones,
que realizan su función en comunicación. Cada con especial énfasis en los cambios que pueden
vez es mayor la evidencia que sugiere que ci- constituir factores de riesgo que contribuyen
toquinas inflamatorias específicas y hormonas al desarrollo de malnutrición. La malnutrición
bioactivas, así como el sistema nervioso central es un problema frecuente en los ancianos de
y el sistema simpático tienen una importancia origen multifactorial en cuya génesis, además
crítica en el mantenimiento del músculo esque- de los factores fisiológicos vinculados a los
lético; los cambios moleculares y fisiológicos que procesos de envejecimiento, intervienen otros
experimentan estos sistemas pueden contribuir muchos condicionantes de diferente índole que
al desarrollo de la fragilidad (Walston J et al., son motivo de análisis en otros capítulos de
2006). esta obra.
Los cambios fisiológicos como factores de riesgo para desnutrición en el anciano 65

CAMBIOS FISIOLÓGICOS DEL ve reducido su tamaño y peso. Hay una pér-


ENVEJECIMIENTO dida de masa renal y alteración de su función.
Estos cambios estructurales se traducen en
Con la edad la mayoría de los órganos sufren una disminución en el flujo plasmático renal y
una atrofia y se reduce su peso. Las alteraciones en el filtrado glomerular de aproximadamente
anatómicas y estructurales producidas en el enve- 8 ml/min por década a partir de los 40 años,
jecimiento provocan una alteración en la función de manera que a los 80 años puede ser de
de los distintos órganos y sistemas. En la tabla 1 60 ml/min, la mitad que a los 20-30 años de
se resumen los cambios fisiológicos más impor- edad. También se reduce el aclaramiento de
tantes que tienen lugar en los diferentes órganos creatinina y la capacidad de concentración de
y sistemas con los procesos de envejecimiento. la orina como consecuencia de la alteración en
• Piel. Los cambios más llamativos en la piel la función tubular. Hay una tendencia a la hi-
se caracterizan por una disminución del gro- povolemia y al desequilibrio hidroelectrolítico,
sor de la piel aproximadamente en un 15% con alteración de la concentración de sodio y
a partir de la sexta década. También pierde potasio (Guyton AC y Hall JE, 2005).
elasticidad y flexibilidad, disminuye la vascula- En las mujeres es muy frecuente la disminu-
rización de la dermis y se reduce el número de ción del tono de la musculatura pélvica y en
glándulas sudoríparas y sebáceas. Se producen los hombres la hipertrofia prostática, que en
cambios importantes en la pigmentación por mayores de 70 años alcanza al 100%. Tam-
la disminución en el número de melanoci- bién disminuye la elasticidad vesical como
tos, de 10 a 20% por cada década, células de consecuencia del aumento de tejido fibroso
Langerhans y la densidad y pigmento de los en la pared de la vejiga.
folículos pilosos, así como el espesor y velo- • Cambios hormonales. En cuanto a los cam-
cidad de crecimiento de las uñas. bios hormonales, disminuye la secreción de
• Sistema cardiovascular. Los cambios en el hormona de crecimiento y del insulín-like
sistema cardiovascular conducen al aumento growth factor (IGF-1), con efectos a nivel
de la rigidez y estenosis de las arterias por el tisular. Por el contrario, aumenta la con-
aumento en los depósitos de colágeno, calcio, centración en sangre de parathormona y
lípidos y sustancia amiloide, que favorecen la disminuyen los niveles de calcitonina. Se
hipertensión arterial. Se produce un engrosa- producen alteraciones en la liberación de
miento de las paredes cardiacas, alteraciones insulina, aumenta la resistencia a la insulina
en la contractilidad miocárdica y calcificación y disminuye la tolerancia a los hidratos de
de las válvulas cardiacas. carbono. Aumenta la liberación de colecis-
• Aparato respiratorio. A nivel del aparato res- tocinina como respuesta a la ingesta grasa.
piratorio, disminuyen la elasticidad y disten- También aumentan los niveles de leptina,
sibilidad de los pulmones y también la fuerza producida en el tejido adiposo, que aumenta
de los músculos respiratorios. Como conse- en los hombres durante toda la vida pero solo
cuencia disminuye la capacidad vital (CV) en se incrementa en las mujeres de edad media
20-25 ml por año y el volumen espiratorio (Corujo E y Guzman D, 2007).
máximo en el primer segundo (VEMS), lo que Con la edad se produce una reducción pau-
supone la reducción de la relación VEMS/CV latina en los niveles de testosterona en los
en un 2% por década. Disminuye el consumo hombres (andropausia) y de estrógenos en las
máximo de oxígeno y la capacidad respirato- mujeres (menopausia). También tiene lugar
ria (Isach M e Izquierdo G, 2002). una disminución acusada de los niveles de an-
• Sistema genitourinario. En el sistema geni- drógenos adrenales, dehidroepiandrosterona
tourinario se produce una pérdida de nefronas (DHEA). Además, disminuyen los niveles de
y glomérulos y adelgaza la corteza renal, que melatonina.
66 A. Pérez Rodrigo

TABLA 1. Cambios fisiológicos en diferentes órganos y sistemas con los procesos de envejecimiento

Órganos y sistemas Cambios con el envejecimiento


Piel • Reducción del grosor y pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel
• Menor vascularización de la dermis
• Reducción de las glándulas sudoríparas y sebáceas
• Disminución de melanocitos y células de Langerhans, menor densidad y
pigmento de los folículos pilosos
• Disminución del espesor y velocidad de crecimiento de las uñas
Cardiovascular • Engrosamiento de la pared cardiaca
• Alteraciones en la contractilidad
• Calcificación de las válvulas
• Rigidez y estenosis de las arterias
Pulmonar • Menor elasticidad y distensibilidad pulmonar
• Reducción de la fuerza de los músculos respiratorios
• Disminución de la CV y VEMS, consumo máximo de oxígeno y capacidad
respiratoria
Renal • Reducción de tamaño y peso renal
• Menor flujo plasmático renal
• Disminución del filtrado glomerular y función tubular
• Tendencia a la hipovolemia y al desequilibrio hidroelectrolítico
Genitourinario • Pérdida del tono de la musculatura pélvica frecuente en mujeres
• Menor elasticidad vesical
• Hipertrofia prostática
Endocrino • Disminución de la hormona del crecimiento (GH)
• Aumento de los niveles de parathormona (PTH)
• Disminución de los niveles de calcitonina
• Lentitud en la liberación de insulina
• Reducción de niveles de testosterona y estrógenos
• Aumento de colecistocinina (CKK)
• Disminución de los niveles de melatonina
• Aumento de leptina
Cambios inmunológicos • Involución del timo
• Reducción de la función de las células T
• Alteración de las células B circulantes
• Disminución en la inmunocompetencia humoral
• Aparición de trastornos autoinmunitarios
• Aumento de interleucina 1, interleucina 6 y factor de necrosis tumoral alfa
Sistemas nerviosos • Atrofia y muerte neuronal, alteración de neurotransmisores y de los receptores
Cambios cognitivos de catecolaminas, serotonina y opioides
• Reducción del flujo sanguíneo cerebral
• Depósito de lipofucsina en neuronas y amiloide en los vasos sanguíneos
• Disminución de células en cerebelo y astas anteriores de la médula espinal
• Trastornos del sueño
• Disminución de la capacidad cognitiva, memoria reciente y percepción
sensorial
CV: capacidad vital; VEMS: volumen espiratorio máximo en el primer segundo.
Los cambios fisiológicos como factores de riesgo para desnutrición en el anciano 67

• Cambios inmunológicos. Se produce una in- Cambios en la composición corporal


volución del timo y se ve alterada la función Modificaciones en el peso y en la talla
de las células T aunque no disminuyen en nú- El peso corporal aumenta a lo largo de la cuar-
mero. Disminuyen la síntesis de interleucina ta década de la vida, para estabilizarse a partir
2, reducen la actividad citotóxica y retrasan de los 50 años y disminuir a partir de la séptima
la respuesta de hipersensibilidad retardada. década. En cuanto a la talla, como resultado del
Los macrófagos aumentan la síntesis de pros- aplastamiento de las vértebras, las desviaciones
taglandina E2 y óxido nítrico (Montero N de la columna vertebral, el aumento de la flexión
y Ribera Casado JM, 2002). También se ve de caderas y rodillas y al aplanamiento del pie,
alterada la inmunidad humoral y a menudo a partir de la cuarta década la talla disminuye
aparecen trastornos autoinmunes. Aumentan en un promedio de un centímetro por década
los niveles de citoquinas inflamatorias como (1,25 mm por año), lo que supone la pérdida de
interleucina 1, interleucina 6 y factor de ne- aproximadamente 5 cm a los 80 años (Medina
crosis tumoral alfa. R y Dapcich V, 2004).
• Sistema nervioso. Se produce una disminución
del peso y del volumen del cerebro, pérdida de Disminución de la masa magra
neuronas por atrofia y muerte neuronal que A partir de los 30 años se reduce la masa
afecta principalmente a la corteza cerebral, magra en un 6,3% por cada década. Esta pérdida
aunque también disminuyen las células en el de masa magra se debe a tres causas principal-
cerebelo y en las astas anteriores de la médu- mente: reducción del contenido de agua corporal
la espinal. Como consecuencia aumentan los total, menos masa muscular y disminución de la
surcos y se reducen las circunvoluciones. La masa ósea.
circunvolución temporal superior sufre la pérdi- • Disminución del agua corporal total. Por un
da de la mitad de la masa neuronal (Vega Vega lado, a medida que avanza la edad disminuye
JL y Bueno B, 1995) (Vincent JD, 2009). y se redistribuye el contenido de agua corpo-
También se alteran las sinapsis y la secreción ral total, con una reducción más significativa
de neurotransmisores, con una reducción en del agua intracelular como consecuencia de la
la síntesis de catecolaminas, VIP y sustancia disminución de la masa celular corporal. En la
P. Además, se produce una reducción de los edad media adulta el agua corporal representa
receptores de catecolaminas, serotonina y el 70% de la composición corporal, frente al
opioides y disminuye el flujo sanguíneo cerebral 85% en los recién nacidos. En el anciano el
aproximadamente en un 20%. Son frecuentes agua corporal representa algo más del 60%.
los trastornos del sueño y trastornos cognitivos, En los ancianos es más difícil mantener el
con alteraciones de la memoria, desorientación, equilibrio hidroelectrolítico. Disminuye la
modificaciones de la conducta que también sensación de sed, por lo que es necesario
afectan al comportamiento alimentario, además asegurar la ingesta hídrica sin esperar a que
de dificultad para afrontar cambios físicos y so- aparezca la sensación de sed (Vega M y Forga
ciales que puede hacer más difícil la adaptación M, 2002).
a los mismos (Barberger P, 2010). • Sarcopenia. También se produce una dis-
minución de la masa muscular esquelética
CAMBIOS FISIOLÓGICOS QUE (sarcopenia). Se ha comprobado mediante
CONDICIONAN LAS NECESIDADES biopsias musculares que disminuye tanto el
NUTRICIONALES EN LOS ANCIANOS número como el tamaño de las fibras mus-
culares de contracción rápida (especialmente
En la tabla 2 se resumen los cambios fisiológi- fibras musculares tipo II, relacionadas con la
cos en el envejecimiento que afectan al proceso de resistencia muscular). Por lo tanto, disminuye
alimentación y las necesidades nutricionales. la fuerza y la tolerancia al ejercicio, provoca
68 A. Pérez Rodrigo

TABLA 2. Cambios fisiológicos en el envejecimiento que afectan al proceso de alimentación y las


necesidades nutricionales

Aparato digestivo
Boca Pérdida de piezas dentarias
Debilidad de las encías
Pérdida y atrofia de papilas gustativas
Musculatura masticatoria más débil
Xerostomía secundaria a fármacos
Esófago Disminución de la presión del esfínter esofágico inferior
Estómago Retraso del vaciado gástrico
Gastritis atrófica
Páncreas Disminución función exocrina
Intestino delgado Deficiente absorción de calcio y vitamina B6
Tránsito intestinal más lento
Intestino grueso Aumento de divertículos
Deformidad de la pared del colon
Vesícula biliar Retraso de la contractilidad
Pérdida de masa muscular
Aumento del porcentaje graso y masa grasa total
Composición corporal Pérdida de masa ósea
Disminución del agua corporal total
Cambios metabólicos Disminución de las necesidades energéticas
Disminución de la actividad física
Percepción sensorial Pérdida de agudeza visual
Deterioro del olfato y del gusto
Aumento en las concentraciones de colecistocinina
Regulación de la ingesta y del apetito Disminución en las concentraciones de neuropéptido
Reducción de las concentraciones de óxido nítrico y beta-endorfina
Aumento en las concentraciones de amilina y leptina

debilidad, astenia y menor capacidad para rea- va de la sarcopenia– resultado de la continua


lizar las actividades básicas de la vida diaria. pérdida de alfa-motoneuronas de la médula
Disminuye 5% de la masa muscular por cada espinal, y también provocada por desuso por
década a partir de los 40 años. Este proceso se falta de actividad física.
inicia en torno a los 30 años y puede alcanzar La síntesis de proteínas se altera con la edad
pérdidas del 45% de la masa muscular a los influyendo en la pérdida de masa magra, la re-
80 años (Moreiras O et al., 2001). ducción de la ingesta (mayor en los hombres)
En la producción de sarcopenia intervienen causada por el aumento de leptina, la menor
múltiples factores, como la disminución pro- producción de óxido nítrico por el fundus
gresiva de los niveles de hormonas de acción gástrico que motiva distensión antral más
anabólica (hormona de crecimiento, testos- rápida con sensación de saciedad precoz, y
terona, estrógenos y andrógenos adrenales), el incremento de liberación de hormonas con
aumento de niveles de citoquinas de acción efecto saciante, como la colecistocinina.
catabólica (interleucinas 1y 6 y factor de ne- Las principales consecuencias de la sarcopenia
crosis tumoral alfa); atrofia muscular –exclusi- son las relacionadas con la funcionalidad y
Los cambios fisiológicos como factores de riesgo para desnutrición en el anciano 69

Sarcopenia
Reducción de la masa muscular Obesidad
y de la fuerza Principalmente visceral

↑ riesgo caídas Discapacidad física Resistencia a la insulina

Hipertensión Dislipemia Diabetes

Fracturas
ECV

FIGURA 1. Obesidad sarcopénica y riesgo cardiovascular.

la dependencia del adulto mayor, como son porcentaje de grasa corporal puede representar un
la capacidad de marcha y la tendencia a las 25% en varones y el 32% en mujeres. Por sí sola
caídas (Serra Reixach JA, 2006). la edad no se relaciona con el porcentaje graso.
• Disminución de la masa ósea. Otro factor Sin embargo, la disminución de la masa muscular
que contribuye a la disminución de la masa y el ejercicio físico conlleva una reducción de las
magra es la reducción en la masa ósea por necesidades energéticas y aparece un exceso de
cambios en el metabolismo óseo, alteraciones energía acumulada en forma de grasa, sobre todo
endocrinas y deficiencias de calcio que conlle- en los ancianos menores de 80 años si no reducen
van una disminución de la densidad mineral la ingesta de alimentos de acuerdo a las necesida-
ósea, más acusada en las mujeres. En estos des calóricas. A partir de los 80 años disminuye la
casos se incrementa el riesgo de fracturas. masa grasa incluso aunque se mantenga la ingesta
Para poder paliar esta situación es necesario (Montero N y Ribera Casado JM, 2002).
adecuar la ingesta de calcio y vitamina D. Además, se produce una acumulación de
Las mujeres pierden el 40% del calcio de sus lípidos en la masa muscular y también tiene
huesos a lo largo de la vida y la mitad de esta lugar una redistribución de la grasa corporal,
pérdida se produce en los cinco primeros años que conlleva un progresivo incremento de la
después de la menopausia. En los ancianos grasa abdominal sobre todo visceral, aunque se
disminuyen los niveles de 25 hidroxicolecal- acompaña de un aumento de acúmulo de grasa
ciferol, imprescindible para mantener la salud subcutánea a este nivel, por lo que aumenta el
ósea. Este descenso se debe en parte a ingesta perímetro abdominal. La grasa subcutánea en
inadecuada, a una menor exposición al sol el resto del cuerpo disminuye y se reducen el
y también por una síntesis cutánea ineficaz espesor de los pliegues cutáneos de espalda y
(Moreiras O et al., 2001). extremidades. Estos cambios en la composición
corporal favorecen la obesidad sarcopénica (Fig.
Aumento de la masa grasa 1) (Mauro Zamboni M et al., 2008) y suponen
Como consecuencia de la menor actividad un mayor riesgo cardiovascular.
física y de las alteraciones en la síntesis de hor-
monas anabólicas (testosterona y hormona de cre- Cambios metabólicos
cimiento) que tienen lugar con la edad aumenta A medida que avanza la edad se producen
el porcentaje de grasa corporal hasta los 60 años cambios que alteran el metabolismo energético
y disminuye a partir de los 70. A los 60 años el y de nutrientes.
70 A. Pérez Rodrigo

• Disminución del metabolismo basal. Como mucosa digestiva. Estas modificaciones van a
consecuencia de la reducción de la masa mus- suponer trastornos funcionales y orgánicos en el
cular –masa metabólicamente activa–, el me- anciano, y, como consecuencia, cambios en la
tabolismo basal disminuye entre un 10-20% función absortiva y secretora (Caballero García
a los 75 años lo que, unido a la reducción en JC, 2010).
la actividad física, conlleva una reducción del Se produce un retraso en la relajación tras
gasto energético, por tanto, de las necesidades la deglución e incremento de la presión de con-
calóricas (Moreiras O et al., 2001). tracción faríngea. La alteración de los plexos
• Alteración en el metabolismo de los hidratos entéricos provoca una pérdida de coordinación
de carbono, con una disminución paulatina de los músculos esofágicos, que afecta al 10%
de la tolerancia a la glucosa por alteración de de los mayores de 80 años. Las alteraciones en
la homeostasis con aumento de la glucemia la motilidad se ven reflejadas a nivel esofágico
en ayunas de 1,5 mg/dl por década lo que, en trastornos frecuentes como disminución de
junto al aumento de resistencia a la insulina, la respuesta peristáltica, retraso del tiempo eso-
conlleva un incremento en la incidencia de fágico; incompetencia del esfínter esofágico, con
intolerancia a la glucosa y de diabetes mellitus aumento de episodios de reflujo gastroesofágico y
tipo II. Se observa asimismo incremento de presbiesófago o esófago en sacacorchos (Corujo
intolerancia a la lactosa porque se reduce la E y De Guzmán D, 2007).
actividad de la lactasa. En el estómago hay menor distensión del
• A nivel del metabolismo de los lípidos dismi- fundus y aumento de estimulación del antro
nuye la capacidad de oxidación de los ácidos gástrico. Se producen alteraciones en la mo-
grasos en el periodo posprandial y durante tilidad gástrica y retraso en el vaciamiento de
el ejercicio. Se produce un aumento de la alimentos líquidos. Además, aparece una dis-
concentración de colesterol hasta la quinta función de las células parietales gástricas con
década, para estabilizarse en la séptima dé- reducción de la secreción ácido-péptica y atrofia
cada y, posteriormente, disminuir. Cifras de de la mucosa. Aumenta la secreción de colecis-
colesterol inferiores a 180 mg/dl se asocian tocinina que favorece la sensación de saciedad
con mayor mortalidad en los ancianos (Schatz y puede inducir situaciones de anorexia. El 10-
IJ et al., 2001) (Brescianini S et al., 2003). 30% de los mayores de 60 años tiene gastritis
• Declive de la síntesis de proteínas, entre ellas atrófica de tipo B, que ocasiona hipoclorhidria
la miosina y actina (proteínas musculares). con sobrecrecimiento bacteriano intestinal y
También se produce un marcado descenso malabsorción de hierro, calcio y vitamina B12.
en la relación albúmina/globulina, que pasa En ancianos sin secreción ácida gástrica, el
de 1,32 a 0,87 a los 80 años (Vega B y Forga aumento en el pH en el intestino difi culta la
M, 2002). absorción de ácido fólico (Montero N y Ribera
Casado JM, 2002).
Cambios en el aparato digestivo A nivel del intestino se produce un acorta-
Los procesos de envejecimiento provocan una miento y ensanchamiento de las vellosidades y
reducción de la función motora del tubo digesti- atrofia de la mucosa. El parénquima se sustitu-
vo debido a la alteración de la regulación de los ye en parte por tejido conectivo y se enlentece
mecanismos neurogénicos. También se producen el tránsito intestinal. Hay una disminución de
cambios en la función secretora, con un descenso receptores intestinales de vitamina D. También
variable en la liberación de secreciones digestivas. disminuye la absorción de vitamina B6, aunque
Además, también se ve alterada la secreción de no se conoce bien el mecanismo que lo justifica.
hormonas y fermentos gastrointestinales como Tampoco está clara la relación entre la absorción
consecuencia de alteraciones en los mecanismos de cinc y el envejecimiento. No obstante, con
reguladores y de los cambios estructurales en la frecuencia los ancianos consumen medicamentos
Los cambios fisiológicos como factores de riesgo para desnutrición en el anciano 71

que interfieren la absorción intestinal de nutrien- de las caras oclusales y proximales de las piezas
tes (Gómez Candela C y Reuss JM, 2004). dentales. Disminuye el volumen del esmalte
Desde el punto de vista estructural se produ- dental y se reduce el tamaño de la pulpa por la
cen alteraciones en la pared del colon, con incre- mala perfusión. Es frecuente la pérdida de piezas
mento del crecimiento de las células mucosas y dentales y la enfermedad periodontal. El 37,1%
de la cantidad del colágeno. Esto repercute en usa prótesis en ambos maxilares; el 25,3% porta
una disminución de su elasticidad que conlleva prótesis sólo del maxilar superior y el 0,8% usa
la formación frecuente de divertículos y la apari- prótesis en el maxilar inferior (Muñoz M, Aran-
ción de estreñimiento e incluso puede favorecer ceta J y Guijarro JL, 2005).
la formación de fecalomas. Asimismo, se alteran Se produce una disminución de la secreción
las propiedades motoras del colon y disminuye salival y alteraciones en su composición, siendo
el número de neuronas en los ganglios de los más viscosa y espesa por aumento de mucina
plexos mientéricos. Sin embargo no se altera el y disminución de ptialina. La disminución de
tránsito en el colon de forma significativa con la musculatura también afecta a los músculos
la edad, por lo que influyen otros factores en masticatorios y la lengua, que experimentan
el enlentecimiento del tránsito y en el estreñi- una pérdida de masa muscular y a menudo
miento, como la inmovilidad, la medicación y mejillas flácidas y protrusión mandibular.
la comorbilidad. También aparece descoordinación muscular
También disminuye la elasticidad de las fibras orofaríngea.
en el esfínter anal que puede provocar inconti- Además, a menudo presentan lesiones en la
nencia fecal. mucosa oral; también es frecuente la xerostomía
A partir de los 50 años se reduce el flujo por- secundaria al consumo de algunos fármacos. To-
tal y el hígado disminuye progresivamente de das estas alteraciones repercuten en la función
tamaño y peso. Disminuye el número de hepato- de la boca y en el proceso de masticación, con
citos que también sufren alteraciones morfológi- dificultad para formar el bolo alimenticio e inclu-
cas, con reducción del número de mitocondrias so para la deglución.
y depósito de lipofucsina. También se reduce la
secreción de ácidos biliares. Disminuye el flujo Cambios sensoriales
sanguíneo hepático aproximadamente en un 35% Con el envejecimiento cambia la forma en
a partir de la cuarta década de la vida y desciende que los sentidos (gusto, olfato, tacto, vista y oído)
la capacidad de metabolización hepática. En las permiten captar la información sobre el entorno.
vías biliares hay una cierta predisposición a la es- Pierden agudeza y es difícil captar detalles y ma-
tasis biliar y a la aparición de cálculos biliares. tices. Los cambios sensoriales pueden tener un
En el páncreas, cambia la estructura y su ta- gran impacto sobre el estilo de vida y generar
maño, con depósito de lipofucsina y amiloide, problemas de comunicación y relación social,
sobre todo en la zona perivascular y en los islotes contribuyendo a la sensación de aislamiento
de Langerhans, lo que se traduce en menor ca- (Martín M, 2001).
pacidad de las células beta para responder a los El envejecimiento aumenta el umbral de
cambios de glucemia y cierta predisposición a la percepción sensorial como consecuencia de los
intolerancia hidrocarbonada. En algunos estudios cambios estructurales en los órganos de los sen-
se ha descrito una disminución en la concentra- tidos. Los cambios visuales y auditivos son los
ción de lipasa, amilasa, quimotripsina y bicarbo- más llamativos, pero todos los sentidos resultan
nato (Corujo E, de Guzmán D, 2006). afectados. Aumentan a partir de los 85 años y su
repercusión se incrementa en presencia de dete-
Mal estado de la dentadura rioro cognitivo. Las ayudas técnicas y pequeños
Con el envejecimiento se produce una dis- cambios en los estilos de vida pueden compensar
minución del tamaño de las encías y desgaste estas dificultades.
72 A. Pérez Rodrigo

También disminuye la sensibilidad en el tacto Cambios en el oído


por reducción del número de receptores y su Con el envejecimiento se deterioran las
sensibilidad individual, más notoria en la séptima estructuras auditivas. El tímpano se hace más
década de la vida. grueso y la cadena de huesecillos del oído me-
dio y otras estructuras también se afectan, por
Cambios en la vista lo que se suele hacer cada vez más difícil man-
La agudeza visual decae a partir de la quinta tener el equilibrio. Se produce una disminución
década, así como el campo visual, que a los 70 de la sensibilidad vibratoria y de los receptores
años llega a ser de 140º frente a los 170º en la cinestésicos.
juventud. También se produce un deterioro de Se produce una pérdida paulatina de audición
la visión nocturna y alteración en la discrimina- (presbiacusia), inicialmente para los sonidos de
ción cromática. A partir de los 35 años disminuye alta frecuencia y, posteriormente, hay una pérdida
la capacidad de distinguir los colores del rango de sensibilidad a los tonos puros, que es mayor
verde, azul y violeta y se mantiene para los ama- en las mujeres. Se estima que el 30% de todas
rillos, naranjas y rojos (Caprio TV y Williams TF, las personas de más de 65 años tienen deterioro
2007). significativo de la audición.
Se produce opacificación del cristalino y for- Con la edad también es más frecuente que
mación de cataratas, de forma que a los 70 años se forme tapón de cerumen que contribuye a la
los receptores del fondo de ojo pueden recibir pérdida de agudeza auditiva.
una cantidad de luz dos tercios menor. Las al-
mohadillas de grasa que contribuyen a soportar Cambios en el olfato
al ojo se reducen y el ojo se hunde en la órbita. Se produce una importante interacción entre
Los músculos oculares se vuelven menos capaces los sentidos del gusto y el olfato en la percep-
de rotar completamente el ojo. ción de los olores y sabores y, en definitiva, en
Además, disminuye la fuerza de los músculos la degustación de los alimentos. En realidad la
orbiculares, aparece flaccidez de los párpados, mayor parte del sabor proviene realmente de los
más acusada en los inferiores, y progresivamente olores.
se deteriora la bomba lacrimal, se desplaza el A partir de la quinta década de la vida,
punto lacrimal y se reduce la función secretora con la edad disminuyen las células y fibras del
del saco lacrimal, con un líquido más hipertónico. bulbo olfatorio, de forma más acusada en los
Los ojos envejecidos producen menos lágrimas varones. También se produce una disminución
y su sequedad puede ser muy incómoda (Vega B progresiva de los receptores olfativos y se re-
y Forga M, 2002). duce la sensibilidad olfativa (hiposmia) y/o se
El adelgazamiento de la conjuntiva aumenta distorsiona (disosmia), especialmente a partir
su friabilidad y adquiere un tono amarillento. La de los 70 años. En pocos casos se pierde el
córnea se vuelve menos sensible, de modo que olfato por completo (anosmia). El aumento en
las lesiones pueden pasar inadvertidas. Se acumu- la viscosidad del moco también contribuye a
lan lípidos en la córnea que conforman el arco la alteración del olfato y disminuye también la
corneano senil. También disminuye el tamaño sensibilidad a los olores concentrados (Schiff-
pupilar y se enlentece el reflejo de constricción man FF et al., 1997).
pupilar. Aparecen cuerpos flotantes en el humor Algunos estudios sugieren que se mantiene la
vítreo. capacidad olfatoria con el envejecimiento y que,
Hay pérdida de células nerviosas en la reti- en realidad la pérdida de sensibilidad en los adul-
na, que adelgaza en su espesor y disminuyen las tos mayores está relacionada con enfermedades,
células fotorreceptoras, cilindros y conos, lo que el tabaquismo y otras exposiciones ambientales
dificulta la visión en penumbra y provoca lentitud a lo largo de la vida (Markovich K et al., 2007)
de la información visual al nervio óptico. (Fusari A y Ballesteros S, 2008).
Los cambios fisiológicos como factores de riesgo para desnutrición en el anciano 73

Cambios en el gusto de la actividad física, entre otros. Esta situación


El número de papilas gustativas disminuye a contribuye a la sensación de saciedad y, por lo
partir de los 40 a 50 años de edad en las mujeres tanto, a una reducción de la ingesta de alimen-
y de los 50 a 60 años de edad en los hombres. tos. Además, la utilización habitual de laxantes
También comienzan a atrofiarse. interfiere en la absorción de nutrientes, factores
Se altera la discriminación de los sabores que pueden contribuir a la malnutrición.
y aumenta el umbral de detección de sabores Es básico insistir en la ingesta hídrica, ya que
amargos, ácidos y salados. La sensibilidad a las los cambios a nivel del sistema nervioso y renal
cuatro sensaciones gustativas (dulce, salado, áci- hace que en los ancianos disminuya la sensación
do y amargo) puede disminuir después de los 60 de sed y presenten mayor susceptibilidad a la
años. Generalmente se pierden primero los sabo- deshidratación. Los cambios en la composición
res salado y dulce y más tarde la sensibilidad por corporal con pérdida de masa muscular, reduc-
los sabores amargo y ácido (Aranceta J, 2008). ción de la tasa metabólica basal y menor gasto
energético por actividad física, favorecen la dis-
CAMBIOS FISIOLÓGICOS Y RIESGO DE minución de la ingesta calórica en el anciano. Por
MALNUTRICIÓN EN LOS ANCIANOS otro lado, la redistribución de la grasa corporal
favorece una tendencia a la obesidad central que
Con los procesos de envejecimiento se pro- se asocia con resistencia a la insulina y otras al-
ducen modificaciones importantes en la compo- teraciones metabólicas que suponen mayor sus-
sición corporal, en el funcionamiento del aparato ceptibilidad a desarrollar diabetes tipo 2 y riesgo
digestivo, en la actividad metabólica y en otros cardiovascular.
aspectos fisiológicos. Estos cambios influyen en La pérdida de masa muscular se asocia con
las necesidades nutricionales, y hacen necesaria la disminución en la capacidad funcional y ma-
una adaptación de los aportes alimentarios para yor morbilidad, contribuyendo decisivamente
facilitar la asimilación de estos (Aranceta J, 2008) al síndrome de fragilidad. La pérdida de fuerza
(Alemán Mateo H y Huerta R, 2010). muscular conlleva una pérdida de funcionalidad
Las personas mayores a menudo padecen física que, en algunos casos de ancianos que viven
patologías que pueden incidir de varias formas solos en su domicilio puede suponer una gran
sobre el estado nutricional. Por un lado, pueden dificultad para la adquisición de los alimentos.
modificar per se las necesidades nutricionales o Por otro lado, la rigidez articular junto con la
bien, pueden inducir un deterioro o alteración en menor destreza manual dificulta la elaboración
la capacidad para digerir, absorber y metabolizar de la comida, la apertura de envases en caso de
los nutrientes. Por otro lado, el tratamiento de alimentos preparados y puede limitar de manera
estos procesos hace necesario el consumo regular importante e incluso impedir la ingesta autóno-
de varios fármacos que, a su vez, pueden alterar ma de alimentos y bebidas (Alemán Mateo H,
la utilización de los nutrientes. 2010).
En concreto, se altera la absorción de oligo- Factores nutricionales como la ingesta ca-
elementos, minerales como el hierro o el calcio y lórica, proteica y de algunas vitaminas como la
vitaminas como la vitamina B6, vitamina B12 y, a vitamina D, junto a factores hormonales y mecá-
menudo, los folatos, lo que conlleva un aumento nicos, condicionan el mantenimiento de la masa
en las necesidades de estos nutrientes y a menu- muscular.
do se detectan ingestas inadecuadas (Muñoz M, Las alteraciones en el gusto y el olfato limi-
Aranceta J y Guijarro JL, 2005). tan la capacidad de disfrutar de la comida pero,
El estreñimiento es un problema muy fre- además, también conllevan el riesgo de no ser
cuente en el anciano por diversos factores, como capaces de detectar alimentos que se encuentren
cambios en la motilidad intestinal, disminución en mal estado. Por otro lado, en situaciones de
de la ingesta hídrica, medicación y disminución inapetencia la pérdida de estas sensaciones puede
74 A. Pérez Rodrigo

reforzar la falta de apetito y hacer más difícil la taria, condicionantes que favorecen una mayor
aceptación de los platos. Masticar bien los ali- prevalencia de malnutrición y desnutrición en
mentos y mover la comida por la boca refuerza estos casos.
la intensidad de los sabores. Es muy importante Mantener un buen estado de nutrición junto
cuidar la presentación, la textura y la condimen- a la realización de actividad física adecuada a
tación de los platos (Aranceta J, 2008) (Payette H, cada caso, son componentes claves para un buen
2010). En situaciones de baja ingesta calórica, al estado de salud en el anciano.
disminuir el número de comidas y la cantidad de
alimento ingerida en cada toma resulta muy difícil BIBLIOGRAFÍA
aportar la cantidad de nutrientes necesaria para
satisfacer las necesidades nutricionales. – Alemán Mateo H. Cambios en la composición
Uno de los problemas que limita la autonomía corporal y técnicas para su evaluación en el adul-
to mayor. En: Gutiérrez Robledo LM, Picardi
de los mayores en la preparación y consumo de
Marassa P, Aguilar Navarro S, Ávila Funes JA,
alimentos es la pérdida de visión. Puede suponer Menéndez Jiménez J, Pérez Lizaur AB (eds.).
un obstáculo importante a la hora de adquirir Gerontología y nutrición del adulto mayor. Méxi-
alimentos, diferenciar envases y leer etiquetados co DF: McGraw-Hill- Interamericana; 2010. p.
de alimentos. También conlleva el riesgo añadido 261-72.
de accidentes por atragantamiento, sobre todo – Alemán Mateo H, Huerta R. Nutrición del adulto
con las espinas de los pescados y pequeños hue- mayor En: Gutiérrez Robledo LM, Picardi Marassa
secillos. Estos problemas pueden provocar que P, Aguilar Navarro S, Ávila Funes JA, Menéndez
se evite el consumo de una amplia variedad de Jiménez J, Pérez Lizaur AB (eds.). Gerontología y
alimentos en la dieta, lo que implica un mayor nutrición del adulto mayor. México DF: McGraw-
Hill- Interamericana; 2010. p. 272-81.
riesgo de ingesta nutricional inadecuada.
Las alteraciones en la cavidad orofaríngea di- – Aranceta J. Dieta en la tercera edad. En: Salas-Sal-
ficultan el consumo de algunos alimentos sobre vadó J, Bonada i Sanjaume A, Trallero Casañas R,
Saló i Solá ME, Burgos Peláez R (eds.). Nutrición y
todo por problemas de masticación, lo que con
dietética clínica. 2ª ed. Barcelona: Elsevier-Masson;
gran frecuencia conlleva el consumo de dietas 2008. p. 141-52.
monótonas, blandas, mecánicas, por ser de fácil
– Barberger P. Nutrición y neuroprotección. En: Gu-
masticación y, por tanto, de fácil ingesta pero muy
tiérrez Robledo LM, Picardi Marassa P, Aguilar
a menudo con baja densidad de nutrientes. Navarro S, Ávila Funes JA, Menéndez Jiménez J,
La reducción de saliva y el aumento de visco- Pérez Lizaur AB (eds.). Gerontología y nutrición
sidad de la misma hace que el contacto con los del adulto mayor. México DF: McGraw-Hill- Inte-
alimentos muchas veces resulte doloroso y tam- ramericana; 2010. p. 294-300.
bién dificulta la formación del bolo alimenticio y – Brescianini S, Maggi S, Farchi G, Mariotti S, Di
su deglución que, junto a la descoordinación de Carlo A, Baldereschi M, Inzitari D; ILSA Group.
los músculos orofaríngeos provocan la aparición Low total cholesterol and increased risk of dying:
de disfagia, atragantamientos y regurgitación, alte- are low levels clinical warning signs in the elderly?
rando también las demás fases de la digestión. Se Results from the Italian Longitudinal Study on
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un líquido acidulado frío antes de la comida. – Caballero JC. Aspectos generales de envejecimiento
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Durante Molina P, Pedro Tarrés P (eds.). Terapia
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que se desconoce aún si se produce un aumento ed. Barcelona: Elsevier-Masson; 2010. p. 41-60.
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76 A. Pérez Rodrigo
CAPÍTULO 8
La polimedicación como factor de
riesgo para desnutrición en ancianos
R. López Mongil, J.A. López Trigo

INTRODUCCIÓN En nuestro medio la prevalencia de malnu-


trición en población anciana se sitúa en torno al
Si bien el uso de fármacos ayuda a la cura- 3,3% en la comunidad y del 7,7% en los sujetos
ción y al control de la enfermedad, no es menos institucionalizados considerados sanos. Se obser-
cierto que, en ocasiones, este uso pueda dar va una mayor prevalencia de malnutrición entre
lugar a diversos problemas relacionados con las mujeres y en los grupos con menores ingresos,
la iatrogenia. La probabilidad de aparición de así como un incremento lineal con la edad (Ra-
esta y de cualquier fenómeno relacionado con món JM et al., 2001). Sin embargo, a medida que
la toxicidad, los secundarismos o las interac- aumenta la complejidad y fragilidad de la persona
ciones es más común y severa en los ancianos. mayor, observamos aumentos exponenciales de
Conocemos como iatrogenia a las consecuencias estas cifras de prevalencia. Así, en los ancianos
negativas producidas en el estado de salud del hospitalizados en servicios médicos el porcentaje
paciente a causa de un tratamiento o de un pro- aumenta al 20-40%, en los servicios quirúrgicos
cedimiento médico. El envejecimiento normal está alrededor del 40-60% y en los institucionali-
comporta cambios fisiológicos en el metabolis- zados con alta comorbilidad puede alcanzar cifras
mo, distribución y excreción de los fármacos y por encima del 60% (García Peris P, 2004). En
la sensibilidad a sus efectos suele ser mayor por nuestra serie, estudio NOVOMET (De Luis DA
estos motivos. Por otro lado, la comorbilidad et al., 2011), realizado en una muestra repre-
y las interacciones entre los fármacos usados sentativa de los ancianos institucionalizados en
para el manejo de la misma pueden aumentar la España, un 49,6% presenta riesgo de desnutrición
incidencia y gravedad de los efectos secundarios y un 22,5% reúne criterios de desnutrición. Estos
(Beers MH, 2005). datos son concordantes con múltiples series, así,
Confusión, caídas, depresión, sedación, dete- The British Association for Parenteral and Ente-
rioro de la función, incontinencia urinaria o reten- ral Nutrition en su consenso de 2008, establece
ción pueden ser con frecuencia la manifestación que uno de cada 7 ancianos presenta un riesgo
de la toxicidad de un tratamiento farmacológico medio a alto de desnutrición y que este es mayor
y se encuentran entre los fenómenos en que co- en poblaciones institucionalizadas.
múnmente pensamos. No suele ser tan frecuente Cuando analizamos la polifarmacia (consumo
que nos planteemos como consecuencia de un superior a tres fármacos) la vemos intrínsecamen-
tratamiento farmacológico la aparición de una te unida a varios factores: pluripatología con alta
alteración nutricional. prevalencia de enfermedades crónicas y factores

77
78 R. López Mongil, J.A. López Trigo

biopsicosociales tales como las expectativas ante alterado el metabolismo de la vitamina D y la


la terapia, la decisión de auto-tratamiento, los función de la hormona antidiurética. Afectación
factores médicos como la prescripción excesiva, gastrointestinal en diferentes fases: masticación,
los problemas en el sistema de múltiples pres- motilidad, digestión y absorción. Reducción de
criptores y la falta de un elemento de coordina- la sensibilidad gustativa y olfativa que pueden
ción, la medicalización de circunstancias que no conducir a la anorexia y conductas alimentarias
precisan tratamiento farmacológico, la presión erróneas (excesivo consumo de sal o azúcar), así
socio-familiar y otros. Cerca del 80% de los ma- como a la pérdida de la reserva funcional de las
yores padecen alguna enfermedad crónica como glándulas endocrinas (reducción de la sensación
hipertensión, artrosis, diabetes, insuficiencia car- de sed, mayor incidencia de diabetes) y alteración
díaca, demencia, etc. Además, muchos de estos de la función inmunitaria celular y humoral.
pacientes presentan varias patologías simultánea-
mente. Muchas de las enfermedades crónicas en Otros factores
el anciano propician el uso de múltiples fármacos, Polimedicación, problemas emocionales,
con el consiguiente riesgo de interacciones y toxi- principalmente síndrome depresivo, alteraciones
cidad. Enfermedades como la insuficiencia renal, cognitivas, conductas alimentarias anómalas por
insuficiencia cardiaca, broncopatías, hepatopatías, ansiedad, fobias, psicosis, alcoholismo, soledad y
diabetes, hipo o hipertiroidismo y la propia des- aumento de la dependencia para las actividades
nutrición modifican por sí mismas la respuesta a de la vida diaria (Virgili Casas N et al., 2010).
los medicamentos.
Se estima que la media diaria de consumo EVALUAR Y PREVENIR EFECTOS DE
de fármacos en pacientes mayores oscila entre LOS FÁRMACOS SOBRE EL ESTADO
4,2 y 8 fármacos por persona (Terleira Fernández NUTRICIONAL
A et al., 2008). Por lo tanto, nos encontramos
en una encrucijada no siempre fácil de resolver A la hora de aplicar o proponer un tratamien-
entre interacciones fármaco-fármaco, fármaco- to farmacológico hemos de tener en cuenta unas
paciente, fármaco-enfermedad, fármaco-nutrición consideraciones que presentamos resumidas en la
y nutrición-paciente-enfermedad. Entendemos tabla 1. Podemos evaluar tres grandes esferas:
que todo ello bien justifica que abordemos un
capítulo en este sentido. El tratamiento
Tendremos en cuenta, en primer lugar, los
CAMBIOS FISIOLÓGICOS aspectos relacionados con dicho tratamiento:
RELACIONADOS CON LA EDAD QUE número y tipos de fármacos, sus presentaciones
INTERVIENEN EN LA NUTRICIÓN farmacéuticas y cuál o cuáles se adaptan mejor
a nuestro paciente, su posología, forma de admi-
Cambios en la composición corporal nistración y duración prevista del tratamiento.
Caracterizados por la reducción de masa ma- En Geriatría tendemos a usar la posología más
gra y el incremento del tejido adiposo que puede cómoda para el anciano y/o su cuidador porque
alcanzar el 50% del peso corporal, pérdida del este hecho influirá positivamente en la adheren-
agua corporal total y disminución de la densidad cia al tratamiento.
mineral ósea.
La dieta
Cambios funcionales de los diferentes En segundo lugar, evaluaremos la dieta que
órganos sigue el paciente y su estado nutricional. Se hace
Disminución del gasto y de la reserva cardía- necesaria una cuidadosa valoración nutricional,
cos, cambios a nivel renal que conducen a una máxime en ancianos a los que prescribimos o
reducción del filtrado glomerular. Puede verse administramos múltiples fármacos. La valoración
La polimedicación como factor de riesgo para desnutrición en ancianos 79

TABLA 1. Variables a considerar para detectar y prevenir los efectos de los fármacos sobre el estado
nutricional

Tratamiento farmacológico 1. Número y tipos de fármacos administrados: formas farmacéuticas,


características de los principios activos
2. Posología
3. Forma de administración
4. Duración del tratamiento
Dieta 1. Características de la alimentación
2. Distribución de las ingestas a lo largo del día
3. Valor nutritivo
4. Distribución de nutrientes
5. Presencia de componentes no nutritivos en los alimentos
Paciente 1. Características fisiológicas: edad, sexo, actividad…
2. Características fisiopatológicas con especial atención a procesos que
afecten la función gastrointestinal, el sistema hepatobiliar y/o la fun-
ción renal

nutricional incluirá un análisis antropométrico de uso de algunos dispositivos, como inhaladores,


y una evaluación del estado y riesgos. Solemos su capacidad visual, etc. Será necesario conocer
utilizar como herramienta específica el Mini Nu- su capacidad cognitiva para entender qué fár-
tritional Assessment (MNA), una herramienta de macos y cómo debe tomarlos. Se hará indispen-
detección y evaluación que puede usarse para sable conocer las características fisiopatológicas
identificar a pacientes de edad avanzada con con especial atención a procesos que afecten la
riesgo de desnutrición o que ya se encuentran función gastrointestinal, el sistema hepatobiliar
desnutridos. Nos ayudará a identificar el riesgo y/o la función renal.
de desnutrición antes de que ocurran cambios
graves tanto en el peso como en la concentración INTERACCIONES MEDICAMENTO-
sérica de proteínas. Mantiene correlación con la ALIMENTO (IMA)
morbilidad y la mortalidad y será útil tanto para
evaluar como para monitorizar nuestra actuación. Los fármacos pueden afectar al estado nu-
Junto a esta evaluación/cribaje del estado nu- tricional del individuo condicionando distintos
tricional tendremos en cuenta las características grados de malnutrición. En general, lo más útil es
de la alimentación que sigue el paciente, sus comenzar por identificar los mecanismos implica-
preferencias y cultura alimentaria, cómo se dis- dos (Tabla 2). Algunos fármacos pueden afectar al
tribuyen las ingestas a lo largo del día, los aportes estado nutricional al provocar alteraciones en el
de líquidos, el valor nutritivo de lo que come y apetito y en los sentidos del gusto y del olfato.
cómo es la distribución de nutrientes, así como,
los componentes no nutritivos que ingiere, como Efectos sobre el apetito
el alcohol. Algunos fármacos utilizados en el anciano
provocan un aumento del apetito. Entre ellos
La persona destacan los psicotropos (mirtazapina, olanzapi-
En tercer lugar, analizamos características na), corticoides, insulina, litio. Otros, como los
de la persona, como su edad, estado de la boca, antihistamínicos, benzodiacepinas, antipsicóticos
actividad física, su capacidad funcional para ma- clásicos como la clorpromazina y antiserotoni-
nejar los medicamentos, por ej., la complejidad nérgicos (astemizol, ciproheptadina, pitotifeno),
80 R. López Mongil, J.A. López Trigo

TABLA 2. Mecanismos implicados en la interacción medicamento-alimento

Alteraciones en la ingesta 1. Cambios en el apetito


2. Alteración en la percepción gustativa u olfativa
3. Molestias gástricas: náuseas, vómitos, retraso del vaciamiento gástrico
(efecto “masa” saciante)…
Alteración de la función 1. Efecto directo en la luz intestinal (formación de complejos entre
gastrointestinal. Absorción medicamento-nutriente)
2. Lesión por efecto tóxico sobre las células de la mucosa
3. Modificación del pH
4. Cambios en la motilidad: hiperperistaltismo o constipación
5. Inhibición selectiva de la absorción de determinados nutrientes
Metabolismo (especial atención 1. Inducción de los sistemas enzimáticos responsables de la degradación
a las vitaminas) (aumento del catabolismo)
2. Cambio en los requerimientos
3. Antagonismo
Excreción (especial atención 1. Aumento de las pérdidas
a los minerales) 2. Retención de nutrientes

son fármacos que deben ser evitados por su per- Entre los fármacos asociados a la pérdida de
fil anticolinérgico y por sus efectos secundarios. apetito figuran los antiinflamatorios no esteroi-
Los pacientes en tratamiento crónico con estos deos –AINEs–, digoxina, levodopa, tiazidas, an-
fármacos pueden aumentar de peso de forma sig- tiácidos, salbutamol, haloperidol, carbamazepina,
nificativa, aunque también hay casos en los que colchicina, furosemida e hidralazina.
se produce el efecto contrario. Algunos sujetos Es preciso recordar que puede aparecer ano-
presentan apatía y falta de interés por la comida rexia de forma secundaria como consecuencia de
lo que puede condicionar pérdida de peso y riesgo cambios en la sensación del gusto, del olfato, de
de malnutrición por defecto. la presencia de dolor y del malestar derivado de
Es necesario, también, realizar el seguimiento la aparición de náuseas y/o vómitos.
nutricional, monitorización y control ya que estos
fármacos también pueden producir un aumento Alteración en la percepción del gusto y/o
del apetito que facilite el desarrollo de obesidad. el olfato
En sentido contrario, la anorexia es un efecto El envejecimiento se asocia a una alteración
difícil de evitar. Básicamente, puede producirse fisiológica sobre la percepción del gusto y del
por alteración de los neurotransmisores, de los olfato, así como una disminución de la salivación,
péptidos reguladores del hambre-saciedad y a que pueden contribuir a la disminución de la
través de señales físicas que incrementan, fun- ingesta de nutrientes.
damentalmente, la saciedad. Hay numerosos medicamentos que alteran el
Algunos antidepresivos (inhibidores de la sentido del gusto y/o del olfato, provocando pér-
recaptación de serotonina como la fluoxetina) dida del gusto o ageusia: ARA-II, betabloquean-
y determinados estimulantes (cafeína, teofilina) tes, tiazidas, ahorradores de potasio, hipogeusia
actúan induciendo anorexia a nivel central y se o disminución del mismo: AINEs, IECAs. Otros
han utilizado en el tratamiento de la obesidad. En provocan aparición de sensaciones desagradables
general, no son recomendables en este grupo de o anormales (disgeusia) o incluso alucinaciones
edad, por los efectos adversos que producen. gustativas (pantogeusia) (Tablas 3, 4 y 5).
La polimedicación como factor de riesgo para desnutrición en ancianos 81

TABLA 3. Fármacos que alteran la percepción gustativa

Ác. acetilsulfasalicílico Carbamazepina ISRS Metoclopramida


AINE Clofibrato IBP Metronidazol
ARA II Carbonato de litio Lamotrigina Oxifedrina
Ahorradores de K Corticoides Levodopa Penicilamina
Benzodiazepinas Dinitrofenol Lidocaina Pentamidina
Betabloqueantes Estatinas Lincomicina Probucol
Betalactámicos Fenitoína Metformina Tetraciclina
Captopril 5-fluoruracilo Meticilina sódica Tiazidas

TABLA 4. Fármacos que producen trastornos gustativos

Alteraciones del gusto


Hipogeusia AINE, IECA, tiazidas, ahorradores de potasio, metoclopramida, corticoides,
levodopa, carbamazepina, lamotrigina, bonzodiazepinas
Ageusia AINE, IECA, ARA- II, betabloqueantes, tiazidas, ahorradores de potasio, beta-
lactámicos, ISRS, levodopa, carbamazepina, lamotrigina, benzodiazepinas
Disgeusia Antagonistas del calcio, quinolonas, betalactámicos, antidiabéticos orales (metfor-
mina, tolbutamida y glipizida), IBP, estatinas y fibratos, ISRS

TABLA 5. Fármacos que producen alteraciones (dolor), de intensidad variable, que secundaria-
del olfato mente disminuyen el apetito. Este es el caso, por
ejemplo, de los antiinflamatorios no esteroideos
Alteraciones del olfato o de los suplementos orales de hierro.
También son numerosos los fármacos que
Hiposmia Estatinas y fibratos
provocan náuseas o vómitos, en la mayoría de
Anosmia Antagonistas del calcio, corticoides los casos de carácter transitorio, por lo que no re-
Disosmia Betalactámicos, quinolonas, levodopa percuten, o lo hacen de forma muy leve, sobre el
estado nutricional. Sin embargo, hay medicamen-
tos que inducen vómitos severos permanentes, lo
Dolor, molestias gástricas, náuseas y/o que incide tanto a nivel de la ingesta como de la
vómitos absorción de nutrientes. En estos casos, cuando
La doxiciclina, el sulfato ferroso potásico, la no es posible modificar o suspender el tratamien-
tetraciclina y algunos antirreabsortivos pueden to, se afecta de forma moderada-severa el estado
provocar esofagitis que origina un intenso dolor nutricional del paciente. A esta categoría perte-
al deglutir lo que claramente dificulta la ingesta. necen quimioterápicos citotóxicos utilizados en
En estos casos, si no es posible modificar el tra- oncología (altretamina, carboplatino, carmustina,
tamiento, es necesario asociar medidas (formas cisplatino, ciclosfamida, docarbacina, doctomici-
orales líquidas, ingesta simultánea de abundante na, daunorubicina, doxorubicina, epirubicina, es-
agua, etc.) que disminuyan el tiempo de contacto teptozocina, fomustina,, idorubicina, ifosfamida,
del medicamento con el esófago para minimi- irinotecam, lomustina, mecloretamina, mitoxan-
zar los efectos y prevenir la malnutrición. Más trona o pentostatina). Se desconoce si el efecto se
frecuentes son las molestias gastrointestinales debe a la enfermedad o al tratamiento.
82 R. López Mongil, J.A. López Trigo

FÁRMACOS QUE PUEDEN MODIFICAR to fisiológico de los nutrientes. Ejemplo de


LAS FUNCIONES DIGESTIVAS este antagonismo lo podemos ver entre los
salicilatos y el efecto anticoagulante de la vi-
Como ya se ha indicado y, de forma fisio- tamina K o como ocurre entre metrotexato
lógica, en el anciano, la biodisponibilidad de y los folatos.
algunos fármacos puede estar comprometida. 2. Aumento del catabolismo de algunos nu-
A esto habríamos de sumar el uso que pudiéra- trientes. Algunos medicamentos, como cier-
mos hacer de algunos fármacos al alterar más tos anticonvulsivantes, se asocian a caren-
este proceso. En principio, hemos de considerar cias de folatos y vitamina D al estimular el
que cualquier fármaco que altere la motilidad sistema del citocromo P-450, lo que favorece
puede modificar, en mayor o menor grado, la el catabolismo de la vitamina D que origina
absorción de nutrientes y condicionar un esta- una afectación del metabolismo fosfo-cálcico
do de malabsorción, como puede ocurrir con con el riesgo potencial de osteomalacia y
el uso mantenido de laxantes que, con tanta osteoporosis. Otros grupos farmacológicos
frecuencia, vemos en personas mayores. Si los relacionados con este mecanismo de pro-
laxantes lo son a base de aceites minerales harán ducción de osteoporosis son la tiroxina y la
una película, una auténtica barrera física, que heparina.
reducirá la absorción de las vitaminas liposolu- 3. El aumento de los requerimientos. Como
bles (A, D, E y K). sucede en el caso de la vitamina B6 en trata-
Los efectos mediados por inhibición enzimá- mientos con corticoides.
tica tienden a retardar la absorción como, por Los corticoides merecen un punto y apar-
ejemplo, ocurre con la acarbosa sobre la alfa- te. A altas dosis y a largo plazo aumentan el
glucosidasa intestinal retrasando la absorción metabolismo de la vitamina D, disminuyendo
de carbohidratos. También podemos encontrar los niveles séricos de 1,25-(OH) 2-D 3 con el
fármacos que, como algunos aminoglucósidos y riesgo potencial de osteopenia y osteoporosis.
tetraciclinas, afectan directamente a la síntesis Además, los corticoides aumentan los niveles
de proteínas y modifican la funcionalidad de los séricos de triglicéridos y colesterol, modifican-
principales sistemas de transporte –de naturale- do el perfi l lipídico en plasma, lo que asocia
za péptidica– inhibiendo el paso de nutrientes a riesgo cardiovascular y tienden a aumentar la
través de la pared intestinal. glucemia relacionando este hecho con la con-
Al hacer una prescripción también habremos secuente disminución en la tolerancia a los
de recordar que los fármacos que actúan inhibien- hidratos de carbono.
do la absorción intestinal aumentan la excreción
por heces del o de los nutrientes implicados. Esto FÁRMACOS Y EXCRECIÓN
ocurre, muy frecuentemente, con antiácidos.
En la tabla 6 ofrecemos los ejemplos más co- Muchos son los fármacos que pueden aumen-
munes de los fármacos que actúan por las vías tar la excreción renal o digestiva de nutrientes,
citadas: modificación de la motilidad, inhibición fundamentalmente micronutrientes. Estos hechos
enzimática, inhibición de síntesis de proteínas e incrementan las pérdidas y condicionan déficit
inhibidores de absorción intestinal. de los mismos. Es clásico referir el ejemplo de
algunos diuréticos (tiazídicos, de asa) y el déficit
ALGUNOS FÁRMACOS Y SU EFECTO de potasio y/o sodio. También, como se ha re-
SOBRE EL METABOLISMO ferido antes, los que aceleran la motilidad en el
intestino pueden condicionar estos déficit y los
Analizaremos tres escenarios: que aumentan la excreción fecal de grasa au-
1. Efectos antagónicos entre las acciones indu- mentan la eliminación de vitaminas y complejos
cidas por los fármacos y el aprovechamien- liposolubles.
La polimedicación como factor de riesgo para desnutrición en ancianos 83

TABLA 6. Fármacos que modifican la función digestiva y la absorción en ancianos

Fármaco Nutriente afectado Mecanismo, interacción, deficiencia


Antiácidos
Carbonato cálcico Fósforo Quelación
Bicarbonato sódico Alteración del pH
Hidróxido de aluminio Tiamina Esteatorrea (carbonato cálcico)
Hidróxido de magnesio Hierro
Trisilicato de magnesio Vitamina A Inhibición de la absorción de estos nutrientes
Grasas
Folato
Antibióticos
Penicilinas Cationes divalentes (hierro, Quelación
calcio, cinc, magnesio) Inhibe la síntesis de proteínas de transporte
en el enterocito
Inhibe la absorción
Kanamicina Grasas. Vit. A, D y K. Vit. B12 Malabsorción
Antihistamínicos H2
Cimetidina Vitamina B12 Inhibición de la secreción ácida gástrica
Malabsorción de B12
Antimaníacos
Litio Minerales y electrolitos: Cu, Na Malabsorción
Colchicina Vitamina B12 Daño directo de la mucosa
Ca, Fe, K, Na Malabsorción
Hipocolesterolemiantes
Colestiramina Grasas y vitaminas liposolubles Formación de complejos insolubles
Colestipol (A, D, E, K). Minerales: Fe Disminución de la absorción
Hipoglucemiantes
Metformina Vitamina B12 Disminuye la absorción
Laxantes Vitaminas
Minerales (cationes) Malabsorción

REPERCUSIÓN CLÍNICA DE LAS nutricionales asociado a estrés metabólico o


INTERACCIONES QUE AFECTAN AL una alteración en los mecanismos de absor-
ESTADO NUTRICIONAL ción, metabolismo y excreción derivada de la
patología de base o secundaria a malnutrición
Hay dos factores, como hemos venido citan- (Akamine D et al., 2003).
do, que influyen en la alteración nutricional del En la práctica, es preciso recordar que las
anciano en relación al uso de fármacos: manifestaciones clínicas más comunes (malestar
• La prescripción no adecuada, el uso crónico, gástrico, sensación nauseosa, diarreas, cambios
el abuso o las interacciones. en el peso…), se atribuyen a la enfermedad con
• El estado previo de la persona y sus condi- más frecuencia que a la existencia de una poten-
cionantes actuales, en especial si observamos cial interacción. Por otra parte, en numerosas
una ingesta habitual desequilibrada o insufi- ocasiones, estos síntomas y signos son efectos
ciente, un aumento en los requerimientos secundarios de la medicación, lo que consecuen-
84 R. López Mongil, J.A. López Trigo

temente va a condicionar malnutrición, con in- se asocia a hipoglucemias prolongadas y puede


dependencia del estado nutricional previo y del inducir hiponatremias.
grado de afectación de la enfermedad de base por Los fármacos que disminuyen el apetito (di-
la que se administra el tratamiento. goxina, hierro, calcio, AINEs, teofilina…) pro-
Hemos de tener presente que los efectos ducen debilidad y deterioro progresivo de las
que pueden aparecer son paciente-específicos, funciones físicas y mentales.
no necesariamente medicamento-específicos Es preciso evitar, siempre y cuando sea po-
y que hay problemas, tales como trastornos sible, el uso de fármacos que pueden producir
cognitivos, alteraciones visuales o dificultades estados de confusión aguda o deterioro cognitivo:
motrices, que interfi eren con la ingesta pero benzodiacepinas, fármacos con efecto anticoli-
que no implican alteraciones en las funciones nérgico: neurolépticos clásicos, antihistamínicos,
digestiva, absortiva o metabólica. Por todo ello, espasmolíticos, antidiarreicos, antiparkinsonianos,
es tan importante individualizar la valoración antiarrítmicos, digoxina, corticoides, AINEs, me-
nutricional en función de las características de toclopramida, ranitidina y cimetidina. Sopesar,
cada sujeto. también, el uso de cualquier medicación que
tenga betabloqueantes (propranolol) y levodopa.
ALGUNAS APRECIACIONES SOBRE LOS Evitar, además, cualquier medicación que produz-
GRUPOS MÁS PRESCRITOS ca mareo e hipotensión postural pues atemorizan
al paciente y cesará toda actividad. Estos efectos
Analgésicos y AINEs son más graves en la mañana, después de las
Los AINEs presentan una semivida plasmática comidas o durante el ejercicio: antihipertensivos,
mayor e interfieren en la absorción del hierro. antiparkinsonianos, psicofármacos, diuréticos, an-
Los salicilatos reducen la absorción tomados con tianginosos,...
alimentos.
El paracetamol es menos tóxico. Los niveles RECOMENDACIONES PARA REDUCIR
plasmáticos de morfina son mayores y su efecto LA PRESCRIPCIÓN INAPROPIADA DE
analgésico más duradero. MEDICAMENTOS EN ANCIANOS

Medicación cardiovascular El hecho de que, aproximadamente, un ter-


Las cumarinas son el grupo de anticoagulan- cio de las personas ancianas ingresadas presen-
tes con mayor riesgo hemorrágico. ten como causa de su hospitalización el efecto
Los diuréticos producen mayor riesgo de al- adverso de drogas y que entre los pacientes
teración del balance de electrolitos. tratados en forma ambulatoria el 35% presen-
La digoxina y los betabloqueantes tienen una te estos eventos en un mismo año, justifica
vida media prolongada que se ve aumentada en que en nuestro ejercicio diario esté incluida
ancianos. la reducción de prescripción poco apropiada
Los antihipertensivos se asocian con frecuen- o inapropiada.
cia a hipotensión ortostática, valorar la conve- Podríamos, de forma sencilla, establecer al-
niencia de tomas nocturnas. gunas recomendaciones, como:
• Prescribir contando en el equipo de atención
Otros fármacos con la opinión de un farmacéutico clínico.
El aclaramiento metabólico de la tiroxina • Utilizar sistemas informáticos de alerta con
puede verse alargado en pacientes mayores, por el objeto de reducir los errores en la me-
lo que la dosis de mantenimiento deberá ser la dicación. Estos sistemas contienen infor-
más baja útil posible. mación acerca de la medicación actual de
Los hipoglucemiantes tienen eliminación re- cada paciente, además de sus intolerancias
nal que puede estar alterada. La clorpropamida medicamentosas y alergias. Así, se genera
La polimedicación como factor de riesgo para desnutrición en ancianos 85

TABLA 7. Interacciones frecuentes en el anciano

Interacciones más frecuentes en ancianos Interacciones más frecuentes en ancianos que


que requieren especial seguimiento deben ser evitadas
Digoxina-diuréticos Ipratropio-agonistas betaadrenérgicos
Diuréticos-AINE Potasio-diuréticos ahorradores de potasio
Furosemida-IECA Warfarina/ticlopidina-AINE/dosis altas de ASS
IECA-dosis bajas de ASS Warfarina/ticlopidina-propafenona/amiodarona
IECA-AINE o dosis bajas de ASS Codeína-antipsicóticos
Betabloqueantes-AINE Metotrexato-AAS o AINE
Digoxina-verapamilo Verapamilo-betabloqueantes
Diuréticos-sotalol ASS-acetazolamida
Codeína-antidepresivos Antiácidos-tetraciclinas/norfloxacino/ácido ursodesoxicólico
Propafenona-metropolol
Dextropropoxifeno-alprazolam

una “alerta” a partir del sistema cuando síntomas o signos nuevos, a veces, tendrán
existe una potencial alergia farmacológica, que ver con el tratamiento farmacológico.
intolerancia o interacción. Revisar la lista de fármacos que son po-
• Revisar la medicación de cada paciente de tenciales productores de modificaciones o
forma regular. Los médicos, usualmente, no alteraciones de la situación nutricional del
conocemos todos los fármacos que sus pa- paciente.
cientes toman en un momento determinado • En la tabla 7 recordamos algunas de las in-
(varias consultas a especialistas-varios pres- teracciones más frecuentes en el tratamien-
criptores). Una posible estrategia para evitar to de personas ancianas. Incluimos las que
esto es hacer que el paciente se presente a la precisan un especial seguimiento junto a
consulta con todos los fármacos que consume aquellas que deben ser siempre evitadas.
dentro de una misma bolsa, tanto los pres- • Recomendamos revisar los criterios de Beers
critos como los de venta libre (es lo que los (Akamine D et al., 2003) sobre grupos farma-
geriatras llamamos la prueba de la ”bolsa de cológicos y prescripción. Estos criterios desig-
medicamentos”). No dejaremos de insistir en nan como inapropiada a cualquier medicación
todo aquello que el anciano tome o se aplique que haya demostrado potencial de producir
(para muchos mayores los colirios, cremas e efectos adversos en ancianos.
incluso los laxantes no se consideran “medi- • Recomendamos seguir los criterios STO-
camentos”). PP como herramienta para la detección de
• Importancia de la educación del paciente. prescripciones potencialmente inapropiadas
La intervención más beneficiosa podría ser en personas mayores y los criterios START
el refuerzo de la comunicación entre los mé- como herramienta para llamar la atención
dicos y los pacientes, y la educación de estos del médico sobre tratamientos indicados y
últimos acerca de regímenes farmacológicos apropiados (Delgado Silveira E, 2009).
y de sus potenciales efectos adversos. La polifarmacia puede evitarse por medio de
• Debemos recordar que no siempre la en- la educación del paciente y sus cuidadores y ela-
fermedad de base justifica la aparición de borando un plan de objetivos claros y de toma
86 R. López Mongil, J.A. López Trigo

de decisiones que evite duplicidades, facilite la – Delgado Silveira E, Muñoz García M, Montero
dosificación y número de dosis y revise periódi- Errasquin B, Sánchez Castellano C, Gallagher
PF, Cruz-Jentoft AJ. Prescripción inapropiada de
camente el régimen de fármacos y su necesidad
medicamentos en pacientes mayores: los criterios
en cada momento (Forsetlund L, 2011). STOPP/START. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2009;
El objetivo debe ser prescribir el menor ré- 44 (5): 273-9.
gimen posible de medicamentos complejos para
– Fick DM, Cooper JW, Wade WE, Waller JL, Ma-
el paciente considerando sus problemas médicos, clean JR, Beers MH. Updating the Beers criteria for
los síntomas, el potencial de interacciones y el potentially inappropriate medication use in older
costo de la terapia. adults: results of a US consensus panel of experts.
Arch Intern Med. 2003; 163 (22): 2716-24.
AGRADECIMIENTO – Forsetlund L, Eike MC, Gjerberg E, Vist GE. Effect
of interventions to reduce potentially inappropriate
A la Dra. María Paz Redondo del Río, por su use of drugs in nursing homes: a systematic re-
generosidad y ayuda al permitirnos que su obra view of randomised controlled trials. BMC Geriatr.
“Efecto de los fármacos sobre el estado nutricio- 2011; 11 (1): 16.
nal” (en prensa) haya servido de gran ayuda para – García Peris P. Prevalencia y factores asociados a
este capítulo. malnutrición en ancianos hospitalizados. An Med
Interna. 2004; 21: 261-2.
BIBLIOGRAFÍA – Ramón JM et al. Prevalencia de malnutrición en
la población anciana española. Medicina Clínica.
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– De Luis DA, López Mongil R, González Sagrado – Virgili Casas N, Vilarasau Farré MC, Durán Alert P.
M, López Trigo JA, Mora JF, Castrodeza Sanz J, Nutrición en las personas mayores. En: León Sanz
Group NOVOMET. Nutritional status in a multi- M, Celaya Pérez S, Álvarez Hernández J (eds.).
center study among institutionalized patients in Manual de recomendaciones nutricionales al alta
Spain. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2011; 15 (3): hospitalaria. Barcelona: Editorial Glosa; 2010. p.
259-65. 175-7.
CAPÍTULO 9
Desnutrición en la demencia
I. Artaza Artabe

INTRODUCCIÓN capacidad funcional, con incremento del riesgo


de institucionalización y con una disminución de
Ningún otro sistema depende tanto del sopor- la calidad de vida.
te nutricional como el sistema nervioso central La pérdida de peso es una complicación fre-
(SNC). Este tiene gran influencia en la ingesta cuente de todas las demencias y, en especial, de
nutricional de la persona, ya sea en un estado la enfermedad de Alzheimer (EA) y es más impor-
de salud o de enfermedad. tante que la observada en la demencia vascular.
En este capítulo abordaremos cómo pue- Se presenta en, aproximadamente, el 30-40% de
den influir en el estado nutricional diferentes los pacientes con EA en todas las etapas, incluso
situaciones que se producen habitualmente en en las primeras fases antes del diagnóstico y se
enfermedades degenerativas del SNC, como las asocia, también, con una más rápida progresión
demencias. de la demencia y con institucionalización (Cullen
P, 1997)(Chapman KM, 1994).
DEMENCIA Y ESTADO NUTRICIONAL Esta pérdida ya fue descrita por Alzheimer A
en su primera observación sobre la enfermedad
1. Pérdida de peso. en 1901… “el peso corporal de Auguste dismi-
2. Trastornos del consumo alimentario. nuye lenta y regularmente”...
3. Modificaciones en los gustos y hábitos. Existen muchas causas de pérdida ponderal
4. Trastornos del comportamiento alimentario. en la EA, algunas dependen del deterioro cogniti-
5. Cambios en los patrones alimentarios. vo y pueden ser reversibles, como olvidarse de co-
6. Influencia de fármacos. mer o no tener comida. Otras, pueden atribuirse
a trastornos de conducta o a trastornos delirantes,
PÉRDIDA DE PESO sobre las que también es posible actuar, y otras,
como las alteraciones hipotalámicas o la disfagia
La pérdida de peso es la disminución involun- pueden ser más difíciles de revertir y más propias
taria, en el tiempo, del peso corporal total. Es un de la enfermedad.
factor de riesgo importante en pacientes de edad White HK et al. (1996 y 2004), en un estu-
avanzada. Se asocia con una mayor mortalidad, dio longitudinal con amplia muestra de pacientes
con un mayor riesgo de complicaciones durante diagnosticados de demencia tipo Alzheimer, de-
una hospitalización, con un mayor declive en mostraron una pérdida anual de peso de aproxi-
las actividades básicas de la vida diaria y en la madamente 0,35 kg/año, frente a los 0,05 kg/

87
88 I. Artaza Artabe

año de pérdida en los sujetos controles. Además, TABLA 1. Pérdida de peso en la demencia:
objetivaron que esta disminución de peso afec- causas
taba a los pacientes desde los primeros estadios
de la enfermedad. Factores primarios:
Barret-Connor E et al. (1996), en el estudio • Alteración cognitiva
Rancho Bernardo, realizado entre 1972 y 1993, • Alteraciones de la conducta
encontraron que los pacientes que finalmente • Disfagia orofaringea
desarrollaron EA ya tenían una significativa pér- • Mediadores inflamatorios
dida de peso en la primera visita, años antes de Factores secundarios:
desarrollar la enfermedad, sin embargo la pérdida • Dietas inadecuadas
de peso no era significativa en los sujetos cog- • Problemas bucodentales
nitivamente intactos. Posteriormente, Johnson • Comorbilidades
DK et al. (2006), sugerían una relación entre • Fármacos
un IMC bajo y mayor riesgo de EA y que aquel • Depresión
precedía al comienzo de la demencia. Stewart R • Dependencia
et al. (2005), sugieren, incluso, que esta pérdida Modificado de White HK, 2004.
podría ser uno de los primeros síntomas de la
enfermedad.
Existen varios trabajos en la literatura, entre
los que destacan los de Morley JE et al. (1994, 2. Pérdida de peso moderada, igual o superior a
2006), que describen estrechas correlaciones un 4% anual que se presenta en el 44,2% de
entre pérdida de peso, tiempo de evolución y los pacientes. No está asociada a una disminu-
severidad de la demencia, lo que sugiere que ción de aporte ni a un síndrome inflamatorio.
la disminución de peso parece agravarse con la Sin embargo, parece que esta disminución de
evolución de la demencia y que, habitualmente, peso afecta a los pacientes cuya familia siente
conduce en estadios avanzados del proceso a un la enfermedad como una carga importante
estado de caquexia. Asimismo, añaden que existe (tienen elevada puntuación en la escala de
una relación directa entre disminución de peso y Zarit).
aumento de la mortalidad, actuando la ganancia Actualmente, numerosos trabajos intentan ex-
ponderal como factor protector. plicar el origen de esta pérdida de peso. Distintas
Guyonnet S et al. (1999), establecen dos hipótesis se formulan, como la atrofia del córtex
tipos de pérdida de peso en la enfermedad de temporal medial (Grundman M et al., 1996) o el
Alzheimer: aumento de las necesidades energéticas. También
1. Pérdida de peso severa, de más de un 10% los tratamientos antidepresivos y, especialmen-
anual, afectaría a un 13% de los pacientes y te, los agonistas serotoninérgicos, cuyo uso es
aparecería en las formas severas de la enferme- particularmente elevado en geriatría, se citan a
dad. Sería consecuencia directa de una dismi- menudo como responsables de la disminución
nución de los aportes energéticos cotidianos de de peso. En la tabla 1 se exponen los factores
unas 400 kcal/día debida a la pérdida de auto- implicados.
nomía en las AVD básicas, y a un agravamiento
rápido de las funciones cognitivas. En estos DEMENCIA Y TRASTORNOS DEL
pacientes aparecen, igualmente, trastornos de CONSUMO ALIMENTARIO
la conducta alimentaria y anorexia, debido a la
alteración de ciertos neurotransmisores impli- Anorexia
cados en la regulación de la ingesta alimentaria (Del griego: ανορεξί
' α, inapetencia). Podría-
(neuropéptido Y, noradrenalina, dopamina, se- mos definir la anorexia como un desinterés ge-
rotonina, etc.). neralizado y activo por el consumo de cualquier
Desnutrición en la demencia 89

TABLA 2. Fármacos y anorexia TABLA 3. Causas de anorexia según el medio

• Antiinflamatorios: AINEs, colchicina, sales de Comunidad Residencia


oro Psiquiátrica 18% 36%
• Cardiovasculares: amiodarona, digoxina, hidra-
lazina Cáncer 16% 7%
• Diuréticos: furosemida, espironolactona, E. digestivas 11% 10%
• Antibióticos: metronidazol, tetraciclinas, amino- Fármacos 9% 14%
glicósidos E. neurológicas 7% 7%
• Antidepresivos: tricíclicos, ISRS (fluoxetina,
sertralina), litio E. infecciosas 2% 7%
• Antidiabéticos orales: metformina Idiopática 10% 3%
• Anticomiciales: fenitoína, fenobarbital
Modificado de Morley JE, 1994).
• Neurolépticos: butirofenonas, fenotiacinas
• Otros fármacos-SNC: levodopa y agonistas
• Suplementos de potasio, hierro, tocoferol y
colecalciferol umbral de percepción y la identificación de
• Quimioterapia los olores.
• Opiodes • Disminución del apetito en relación con
• Otros: cimetidina, ranitidina, teofilina una disminución de opioides endóge-
nos.
• Aumento de la saciedad en relación con el
alimento. No entraría dentro de este concepto incremento de la sensibilidad a la colecis-
la saciedad precoz que presentan los pacientes toquinina, pancreozinina o CCK.
gastrectomizados y aquellos con alguna organo- 2. Trastornos neuropsiquiátricos asociados
megalia. Tampoco podemos considerar como a la enfermedad:
anorexia el rechazo o miedo a la comida, deno- • Pérdida de memoria y desorientación.
minado sitiofobia o sitofobia, que sufren algunos • Alteración de la capacidad de juicio.
enfermos psiquiátricos debido al negativismo, a • Trastornos del humor, indiferencia, apatía.
las ideas delirantes o las alucinaciones o, inclu- • Trastornos delirantes (delirios paranoides):
so, al temor a una ingesta dolorosa. Finalmente, la comida puede rechazarse ante el temor
tampoco deberíamos considerar como anorexia de envenenamiento. A veces, las actitudes
el rechazo a las dietas poco apetecibles ofrecidas de la familia o del personal suponen una
en instituciones u hospitales como las trituradas, cierta forma de confirmación de ese temor.
asódicas, etc. (Pastor Vicente ME, 1999). Así la adición disimulada de tratamientos
La anorexia es muy prevalente entre la po- (igualmente rechazados) a la comida o la
blación anciana. Parece afectar a un 6-15% de bebida puede ser siempre susceptible de
ancianos en la comunidad y hasta un 25-60% de “reinterpretación”.
los ancianos institucionalizados. 3. Pérdida de autonomía y de los hábitos
Dos tercios de las personas con demencia alimentarios.
que viven en el domicilio presentan desde el co- 4. Determinados fármacos pueden producir
mienzo de la enfermedad una disminución de su anorexia o hipogeusia (Tabla 2).
consumo alimentario. La anorexia contribuye al 5. Candidiasis orofaríngea: especialmente
agravamiento de la pérdida de peso y puede ser prevalente en instituciones y debida, funda-
debida a múltiples causas: mentalmente, al consumo de psicotropos por
1. Modificaciones somáticas: disminución del flujo salival) y a la mala higie-
• Alteración del gusto y del olfato: alteración ne bucal y de las prótesis dentales (Brocker
del rinencéfalo en la EA que disminuye el P, 2000) (Tabla 3).
90 I. Artaza Artabe

TABLA 4. Cambios en los gustos alimentarios, en %

Preferencias FTD DS EA
Prefiere alimentos más azucarados 61 68 12
Tomar más bebidas gasificadas 43 24 2
Toma más té o café 35 36 7
Ingiere más carne 39 32 9
Añade más condimentos (p. ej., sal) 30 20 7
Desarrolla otras manías 17 28 2
Esconde dulces u otros alimentos 13 16 2
Más alcohol 30 16 2
Modificado de Ikeda M et al., 2002.

Hiperfagia ha observado pérdida neuronal en los núcleos


Una cuarta parte de los pacientes ambula- medial, central y cortical de la amígdala, quizás
torios con demencia presenta un aumento sig- por ello, la presencia de, al menos, uno de estos
nificativo del consumo alimentario (ingiriendo rasgos semiológicos es muy frecuente siendo el
más cantidad en las comidas, y comiendo más a cuadro clínico completo excepcional. Reciente-
menudo entre horas). La causa de este incremen- mente, Kile SJ et al. (2009) han descrito este
to de la ingesta permanece desconocida aunque síndrome en un varón de 70 años inicialmente
se ha sugerido que pudiera estar relacionada con diagnosticado de demencia fronto-temporal que,
una disminución cortical de 5-HT. Keene JM y tras el análisis anatomo-patológico post-mortem
Hope T (1996), piensan que en la demencia resultó tener una variante frontal de la EA.
hay una marcada afectación de los mecanismos
fisiológicos que controlan la saciedad. Los su- MODIFICACIONES DE LOS GUSTOS Y
jetos demenciados con hiperfagia tendrían más HÁBITOS ALIMENTARIOS
apetito que los ancianos normales, estando este
significativamente reducido en los pacientes con Las modificaciones en los gustos son frecuen-
demencia no hiperfágicos. A esto podría añadir- tes y afectan a más de la mitad de los pacientes
se la alteración amnésica (olvidarse de que han dementes. La preferencia por alimentos azuca-
comido). rados parece característica de la demencia tipo
Ha sido propuesta una relación entre los Alzheimer y podría corresponder a una afectación
síntomas de hiperoralidad y de hiperfagia y el específica del hipotálamo. El consumo de proteí-
síndrome de Klüver y Bucy. Este síndrome fue nas sufre una disminución más marcada que en
descrito por primera vez en 1930 en primates a sujetos controles. También se puede encontrar
los que les habían efectuado una ablación bilateral una mayor apetencia por las especias o un
de los lóbulos temporales. Se asocia a lesiones cambio en las preferencias de bebida.
bilaterales de la amígdala y se caracteriza por Comportamientos “orales” se describen en
trastornos de la conducta alimentaria (hiperora- una cuarta parte de los demenciados, y se caracte-
lidad, compulsión alimentaria), agnosia visual, rizan por el hecho de llevar o explorar objetos con
desinhibición sexual y labilidad emocional. Este la boca, comer sustancias no comestibles (jabón,
cuadro suele aparecer en la demencia fronto- plantas, heces...) o alimentos no apropiados (no
temporal. En la enfermedad de Alzheimer se cocinados, alimentos para animales...)
Desnutrición en la demencia 91

TABLA 5. Cambios en los gustos alimentarios, en %

Hábitos alimentarios FTD DS EA


Quiere cocinar o comer los mismos alimentos cada día 26 40 5
Tiende a comer los alimentos en el mismo orden 43 12 5
Quiere comer a la misma hora todos los días 52 56 9
Deterioro en el comportamiento en la mesa 61 64 12
Come con las manos 17 40 9
Se toma mucho tiempo para comer 35 24 23
Modificado de Ikeda M et al., 2002.

Ikeda M et al. (2002), como puede obser- dad de los TCA. Como concluyeron Rivière S et
varse en la tabla 4, describen alteraciones de los al. (2002), las dificultades para la alimentación
gustos alimentarios en tres grupos de pacientes en pacientes con EA están directamente asocia-
con demencia (EA, demencia fronto-temporal y das a la edad del cuidador, a la severidad de la
demencia semántica). Estas variaciones de las enfermedad, al nivel de autonomía del paciente
preferencias alimentarias son más frecuentes en y a su funcionamiento psicológico (inquietud y
la demencia frontal que en la EA. trastornos de conducta). Así, la severidad de la
Estos autores también describen, en este tra- afectación cognitiva y el nivel de estrés del cui-
bajo, modificaciones en los hábitos alimentarios dador se comportarían como factores predictores
que, como puede verse en la tabla 5, se producen del desarrollo de conductas alimentarias aversivas
con mayor frecuencia en las demencias frontales en pacientes con EA.
que en la EA. White H et al. (2004), investigan la relación
Finalmente, la ingestión repetida de sus- entre el IMC con el Neuropsychiatric Inventory
tancias no nutritivas (la pica) puede, a veces, (NPI) en sujetos con Alzheimer. Los pacientes
encontrarse. También existen casos de coprofagia con más bajo IMC eran los que presentaban más
en pacientes sin déficit de tiamina pero con una trastornos de conducta y además estos eran más
afectación de la amígdala. severos, existiendo una correlación negativa entre
el IMC y agitación-agresividad, depresión, irrita-
DEMENCIA Y TRASTORNOS DEL bilidad, conducta motora aberrante, trastornos
COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO del sueño y del apetito.
Guerin O et al. (2005), realizaron un segui-
Roy Millán P (1996, 2001), define los trastor- miento durante un año del estado nutricional
nos del comportamiento alimentario (TCA) como de pacientes con EA, encontrando que el em-
un síndrome caracterizado por una afectación en peoramiento de este estado nutricional estaba
los mecanismos controladores tanto de la del inicio directamente relacionado con el agravamiento
de la ingestión como del conjunto de actos psico- de los trastornos conductuales.
motores, por exceso, por defecto o por alteración en
su calidad, que conducen al enfermo a desarrollar Escalas para evaluar los trastornos no
conductas anómalas, tanto en el sentido psicomotor cognitivos en la demencia
como en el social, que afectan a corto o largo plazo El empeoramiento del estado nutricional está
a la consecución de una ingesta adecuada. directamente relacionado con el agravamiento
Parece existir una relación directa entre el de los trastornos conductuales, pero también la
nivel de estrés del cuidador y la génesis y grave- presencia de trastornos conductuales puede con-
92 I. Artaza Artabe

llevar un empeoramiento del estado nutricional. Escalas para evaluar los trastornos de la
De ahí que la mayoría de las escalas que evalúan conducta alimentaria
los trastornos de conducta en las demencias tie- Existe una gran variación individual de tras-
nen algún epígrafe dedicado a los trastornos de tornos alimentarios y de la desorganización pro-
la alimentación. gresiva de conductas. En estas últimas décadas
han ido desarrollándose diversas escalas con el fin
NPI (Neuropsychiatry Inventory) de determinar la naturaleza de las relaciones en-
(Cummings JL et al., 1994) tre la progresión de la alteración de las funciones
Desarrollado para ser aplicado en pacientes cognitivas y los cambios alimentarios. En ellas se
con enfermedad de Alzheimer y otras demencias, describen cambios que van desde la incapacidad
y para valorar los cambios conductuales en otros de cocinar para uno mismo, a la capacidad de
trastornos. alimentarse de forma autónoma y a la disfagia en
La versión Nursing Home explora 12 do- los últimos estadios de la enfermedad.
minios diferentes, uno de los cuales contempla El célebre psiquiatra bilbaíno Ajuriaguerra J
trastornos del apetito y de la alimentación. et al. (1976), realizó una descripción clínica que
1. Pérdida/incremento del apetito. muestra la riqueza y complejidad de la semiolo-
2. Pérdida/incremento de peso. gía de las conductas alimentarias. En su trabajo
3. Modificación de comportamiento alimentario demuestra que todos los aspectos del acto alimen-
(demasiado alimento en la boca). tario pueden estar alterados en la persona con de-
4. Modificación de hábitos. mencia. Así, describe trastornos de conducta:
1. Ligados a conductas sociales.
ADAS (Alzheimer’s Disease Scale) 2. Debidos al deterioro cognitivo (memoria,
(Rosen GW et al., 1984) (Pascual LF et al., 1997) praxias, gnosias).
Esta escala contiene 2 subescalas: el ADAS- 3. Dependientes de la actividad motriz implica-
cog que valora 11 parámetros cognitivos y el da en la alimentación.
ADAS-no cog, que valora 10 conductas y sínto- • Posición corporal.
mas psiquiátricos: • Estereotipias buco-linguo-faciales.
1. Llanto fácil. • Juegos con los instrumentos y los alimen-
2. Humor depresivo. tos.
3. Distractibilidad. • Levantarse e irse de la mesa.
4. Falta de cooperación en el test. • Deambular.
5. Delirios. 4. Al tiempo.
6. Alucinaciones. • Pérdida de la sucesión convencional entre los
7. Vagabundeo. platos.
8. Aumento de la actividad motora. • Cambios en el ritmo alimentario.
9. Temblor. 5. A la atención.
10. Cambios en el apetito. 6. A los deseos, preferencias.
7. Al hambre, a la sed y a la saciedad.
DBD (Dementia Behavioral Disorder Scale) Posteriormente Blandford G (1998), en su
(Baumgarten M et al., 1990) escala (véase Anexo), distingue varios niveles
Instrumento que valora 28 comportamien- sucesivos de desintegración de las conductas
tos observables por cuidadores de personas con alimentarias:
demencia, entre los que hay 3 referidos a la ali- • Trastornos discretos del comportamien-
mentación: to alimentario (demencia moderada, MMS
1. Rechaza la comida. entre 16 y 24). Los pacientes pueden alimen-
2. Se da atracones. tarse solos pero comienzan a presentar una
3. Tira la comida. ruptura de hábitos: las conductas convencio-
Desnutrición en la demencia 93

nales y sociales pueden descuidarse, a veces Finalmente, Watson R et al., en 2001, ela-
se olvidan de comer. boraron la Edinburgh Feeding Evaluation in De-
• Trastornos graves (MMS entre 5 y 16), mentia Questionnaire (EdFED-Q), que también
que entrañan una necesidad intermitente de valora el comportamiento de los pacientes con
ayuda, con una pérdida en la instrumenta- demencia durante la ingesta (véase Anexo).
lidad y una necesidad de ser guiado en la
alimentación. En este estadio puede aparecer CAMBIOS EN LOS PATRONES
una anorexia, reversible con una atención ALIMENTARIOS
adecuada.
• Trastornos severos (MMS inferior a 5) Alibhai S et al. (2005), han publicado varios
que entrañan una dependencia completa: trabajos sobre las alteraciones en los modelos cir-
Las conductas sociales están ausentes, las cadianos de la ingesta alimentaria que presentan
perturbaciones psicomotrices y práxicas son los pacientes con la EA: así, los pacientes con ma-
constantes. El ritmo alimentario y las sen- yores niveles de deterioro conductual y aquellos
saciones de hambre y saciedad están muy con el IMC más bajo, son los que mayor altera-
alteradas. ción de los patrones alimentarios presentan. Estos
• Ausencia de alimentación en un contexto autores observaron que tales pacientes tienen un
de apraxia completa pudiendo llegar hasta mayor consumo de alimentos en el desayuno, es
la imposibilidad de masticar o de tragar los decir, que tienden a consumir el mayor porcen-
alimentos. Se trata del estadio final de la en- taje de la energía total diaria en el desayuno y el
fermedad y justifica una actitud paliativa. menor en la cena.
Tully MV et al., elaboraron en 1998, La Ea- Estas alteraciones conllevan también un
ting Behaviour Scale (EBS) (véase Anexo), otra cambio en la selección de macronutrientes, pre-
escala de comportamiento alimentario. Fue dise- firiendo los hidratos de carbono en detrimento
ñada para determinar la capacidad funcional del de las proteínas.
paciente durante el acto de comer. Está consti- En sus estudios se concluye que el dete-
tuida por 6 ítems. La puntuación se correlaciona rioro conductual, especialmente la presencia
negativamente con la duración de la comida y de irritabilidad, agitación y desinhibición, y no
positivamente con el resultado del MMS y de el cognitivo, está estrechamente asociado con
otros tests neuropsicológicos. Lo que se confirma modificaciones en el apetito que incrementarían
en un estudio realizado en centros geriátricos el riesgo de una ingesta pobre o inadecuada en
del País Vasco (residencia San Prudencio de Vi- proteínas. También los pacientes con un IMC
toria y residencia Orue de Amorebieta), en él más bajo tenderían a consumir el porcentaje
hallamos que los pacientes con menor puntua- mayor de la energía diaria total en el desayuno
ción en la EBS tenían menor puntuación en el y menos en la comida y en la cena (Greenwood
MEC de Lobo y en la escala de Barthel. Es decir, CE, 2005).
existía una relación directa entre la severidad
de la demencia y la gravedad de los trastornos INFLUENCIA DE LOS FÁRMACOS EN EL
de conducta alimentaria (Gómez Busto F et al., ESTADO NUTRICIONAL
2007). La influencia de los fármacos en el estado
La EBS ilustra la aparición simultánea durante nutricional de los pacientes con demencia puede
la comida de diferentes déficits corticales y mo- actuar de diversas formas.
tores en relación con la capacidad funcional del
paciente. Así, mediante la observación del acto Anorexia
de comer, se puede obtener una visión funcional Como hemos visto antes, muchos son los me-
objetiva del paciente. Esta escala fue validada al dicamentos que pueden producir una disminu-
castellano por Mora Fernández J (1999). ción del apetito y alterar el estado nutricional.
94 I. Artaza Artabe

TABLA 6. Interacción fármacos y nutrientes

Fármaco Nutrientes
Metformina Vit. B12, folato
Pantoprazol Calcio, hierro
Digoxina Potasio, magnesio, calcio, tiamina
Fenitoína Folato, potasio, magnesio, calcio, vit. B12, biotina, vit. K, vit. D

TABLA 7. Fármacos utilizados en las demencias y sus efectos sobre la nutrición

Fármaco Disminución Náuseas/ Sequedad Aumento


de peso vómitos Anorexia Diarrea Estreñim. de boca de peso
ISRS + + +
Venlafaxina + + + +
Trazadona + + + + +
Olanzapina + + +
Quetiapina + + +
Risperidona + + + +
I Ach + + + +
Memantina + +

Modificación de la absorción de Producción de síntomas gastrointestinales


nutrientes Tales como náuseas y vómitos o alteración
En la tabla 6 pueden verse algunos ejemplos del ritmo intestinal, o hemorragias digestivas,
de la interacción entre fármacos y nutrientes. malabsorción, etc.

Alteración del olfato y/o del gusto de los Sequedad de boca


alimentos Entre ellos destacan: anticolinérgicos, anti-
Son, también, muchos fármacos los que histamínicos, clonidina y diuréticos.
producen estas alteraciones. Así: acetazolami-
da, agentes quimioterápicos, alcohol, alopurinol, Disfagia
anfetaminas, antibióticos (ciprofloxacino, clari- Alendronato, antibióticos (doxiciclina), an-
tromicina, doxiciclina, etambutol, griseofulvina, ticolinérgicos, bifosfonatos, agentes quimiote-
metronidazol, ofloxacino, tetraciclinas), espiro- rápicos, corticosteroides, oro, hierro, levodopa,
nolactona, fenitoína, anticolinérgicos, antihis- AINEs, potasio, quinidina y teofilina.
tamínicos, calcioantagonistas, carbamazepina, Con relación a los fármacos utilizados en
estatinas, hidralacina, hidrochlorotiazida, hierro, el tratamiento de las demencias, es importan-
levodopa, litio, metimazol, metformina, nitrogli- te saber que algunos de ellos pueden afectar
cerina, opiáceos, oro, penicilamina, pergolida, directa o indirectamente el estado nutricional,
propranolol, selegilina, triazolam, antidepresivos como los inhibidores de la colinesterasa o la
tricíclicos. memantina para la enfermedad de Alzheimer
Desnutrición en la demencia 95

(Tabla 7). Pero en las demencias también se Alzheimer’s disease. J Gerontol A Biol Sci Med Sci.
suelen utilizar algunos antidepresivos y los neu- 2005; 60 (4): 499-505.
rolépticos que también tienen efectos sobre la – Grundman M, Corey-Bloom J, Jernigan T. Body
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Desnutrición en la demencia 97

ANEXO 1.

Aversive Feeding Behaviour Inventory


ESCALA DE BLANDFORD (Reyes Ortega G, 1996)

I. Dispraxia - Trastorno de la atención

1) Hay que engatusarlo para que coma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO


2) Mezcla y juega con la comida antes de comérsela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
3) Habla continuamente durante la comida y no come . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
4) Abandona la mesa durante la comida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
5) Come cosas no comestibles: servilleta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
6) Utiliza los dedos en lugar del tenedor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
7) Pone las manos delante de la boca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
8) Rechaza la comida o a quien se la da . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
9) Agarra, golpea o muerde a quien intenta darle de comer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
10) Gira la cabeza ante la comida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
11) Escupe o tira la comida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
12) Intenta hacer desaparecer la comida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO

III. Componentes selectivos (exigen cambios cualitativos en la dieta)

13) Solo come la comida hecha trocitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO


14) Solo come en forma de purés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
15) Acepta esencialmente alimentos líquidos (> 50% de los aportes) . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
16) Solo acepta líquidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
17) Solo come lo que le gusta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO

IV. Apraxia bucal de la alimentación (incoordinación neuromuscular oral ante la ingesta)

18) No abre la boca espontáneamente cuando se le presenta la comida . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO


19) Solo abre la boca si se le guía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
20) Aprieta los labios, impidiendo la entrada de la comida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
21) Cierra la boca, aprieta los dientes y los labios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
22) Acepta la comida y después la escupe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
23) Acepta la comida pero no se la traga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
24) La comida le resbala de la boca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
25) Realiza continuos movimientos con la lengua o la boca
que impiden la ingestión de alimentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO

Parte no remitida a los cuidadores (referente a la última parte de la vida)

V. Disfagia faringoesofágica
26) Atragantamiento-sofocación-ahogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
27) Tos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
28) Voz ronca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SI NO
98 I. Artaza Artabe

ANEXO 2.

Eating Behaviour Scale

Comportamiento observado: ha sido el paciente I V F D


1. ¿Capaz de comenzar a comer? 3 2 1 0
2. ¿Capaz de mantener la atención a la comida? 3 2 1 0
3. ¿Capaz de localizar la comida? 3 2 1 0
4. ¿Capaz de emplear correctamente los cubiertos? 3 2 1 0
5. ¿Capaz de morder, masticar y tragar sin atragantamientos? 3 2 1 0
6. ¿Capaz de terminar la comida? 3 2 1 0

TOTAL

Comentarios: colocar un círculo en cada respuesta.


I: independiente, V: bajo amenaza verbal, F: con ayuda física, D: dependiente.
Adaptada por Mora Fernández J, 1998.

ANEXO 3.

Edinburgh Feeding Evaluation In Dementia Questionnaire (EdFED-Q)

Comportamiento observado: el paciente:

1. Requiere estrecha supervisión durante la alimentación 2 1 0


2. Necesita ayuda física con la alimentación 2 1 0
3. Derrama o tira la comida durante la alimentación 2 1 0
4. Tiende a dejar comida en el plato al final de la comida 2 1 0
5. Rechaza comer 2 1 0
6. Gira su cabeza mientras es alimentado 2 1 0
7. Se niega a abrir la boca 2 1 0
8. Escupe la comida 2 1 0
9. Deja su boca abierta permitiendo que la comida se derrame 2 1 0
10. Se niega a tragar 2 1 0
TOTAL ___________________
11. Indicar el adecuado nivel de asistencia requerido por el paciente: mantenimiento -educativo; parcial-
mente compensatorio; totalmente compensatorio
0: nunca; 1: algunas veces; 2: a menudo.
CAPÍTULO 10
Desnutrición en el ictus
J. Santamaría Ortiz

INTRODUCCIÓN FISIOPATOLOGÍA

La desnutrición es frecuente en pacientes an- El estado de desnutrición en pacientes con


cianos con ictus. Su presencia en el momento del ictus puede representar otro factor fisiológico
ictus se ha detectado en hasta en un 16% de los modificable, como la hiperglucemia o la fiebre,
pacientes (Dávalos A, 1996) y, subsiguientemen- cuyo tratamiento precoz resulta en una mejo-
te, su incidencia puede aumentar hasta un 25% ría del pronóstico. Para apreciar la importancia
durante la primera semana de hospitalización, de la intervención nutricional en el ictus agu-
por los efectos de la disfagia, la edad avanzada, do es importante entender cómo la respuesta
la inmovilidad y el deterioro funcional (Finestone metabólica a un estrés fisiológico produce una
HM, 1996). inhibición de la adaptación normal al estado de
La desnutrición en el momento del ictus ayuno (Badjatia N, 2008). El ayuno en ausencia
constituye un factor predictivo independiente de estrés conduce inicialmente a la utilización
de mala recuperación funcional y muerte a los de los depósitos de glucógeno para mantener los
seis meses. El estado nutricional de los pacientes niveles de glucosa en sangre. Si el ayuno persiste,
con ictus agudo que participaron en el estudio los niveles de glucosa e insulina descienden y se
FOOD (FOOD Trial collaboration, 2003) fue va- pasa a la utilización de las reservas de grasa para
lorado al ingreso y, posteriormente, relacionado cubrir la demanda de energía del organismo sin
con la supervivencia y el estado funcional a los tener que recurrir a la utilización de proteínas.
seis meses. Al final de este periodo habían muer- En contraste, una situación de estrés, como la
to el 37% de los pacientes con desnutrición, en causada por el daño cerebral en el ictus agudo,
comparación con el 20% de aquellos con estado da lugar a hiperglucemia e hiperinsulinemia que
nutricional normal (OR 2,32; 95% IC, 1,78-3,02). inhiben la cetogénesis y promueven el catabo-
Esta relación se mantenía, aunque más débil, tras lismo proteico. El estado catabólico resultante
el ajuste estadístico por edad, estado funcional puede tener efectos perjudiciales significativos
previo y gravedad del ictus (OR 1,82; 95% IC, para el organismo.
1,34-2,47). Los pacientes desnutridos tuvieron Por tanto, el aporte calórico temprano en pa-
un riesgo más alto de complicaciones durante cientes con ictus agudo podría ser una interven-
su estancia hospitalaria, (neumonía, otras infec- ción terapéutica para minimizar la gravedad de la
ciones y hemorragias digestivas) y un grado de enfermedad, reducir las complicaciones y mejorar
dependencia más elevado. el pronóstico de recuperación. La necesidad del

99
100 J. Santamaría Ortiz

tratamiento nutricional y el grado de respuesta anciana general hospitalizada (Milne AC, 2006),
al mismo vendrían determinadas por la gravedad demostró una reducción de mortalidad y compli-
de la enfermedad, el grado de estrés fisiológico y caciones en pacientes desnutridos que recibieron
el estado nutricional previo al ictus. suplementos nutricionales orales.
Más recientemente, un estudio randomi-
INTERVENCIONES Y EVIDENCIA zado y controlado de pacientes hospitalizados
con ictus agudo demostró que una estrategia
Entre los estudios que han evidenciado una individualizada de suplementación nutricional
asociación entre desnutrición y aumento de la durante la estancia hospitalaria pudo prevenir
morbilidad y mortalidad en pacientes con ictus, desnutrición y pérdida de peso, en compara-
el más importante por su tamaño y metodología ción al cuidado nutricional rutinario (Ha L,
es el estudio FOOD (FOOD Trial collaboration, 2010). La intervención consiguió aumentar el
2003 y 2005). Se trata en realidad de una fami- aporte energético y el proteico durante la estan-
lia de tres estudios pragmáticos, multicéntricos, cia hospitalaria. Asimismo, condujo a mejorías
randomizados y controlados que comparten los signifi cativas de fuerza muscular, movilidad,
sistemas de randomización, recogida de datos y actividades de la vida diaria a los tres meses.
seguimiento. Una intervención relativamente corta (media
El primero de ellos randomizó pacientes con de 11 días) en el periodo hospitalario post-agu-
deglución preservada para recibir dieta hospita- do, produjo una mejoría clínica significativa a
laria normal o dieta hospitalaria normal más su- los tres meses.
plementos proteico-calóricos hasta el momento Los estudios FOOD 2 y 3 reclutaron pacientes
del alta. La suplementación nutricional no tuvo con disfagia que impedía su alimentación por vía
efecto significativo de reducción del riesgo abso- oral (Clarke J et al., 2005). Fueron diseñados
luto de muerte o mala recuperación funcional ni para establecer si el tiempo de comienzo de la
en la supervivencia total, incluso en el análisis alimentación por vía enteral (temprano o retra-
de resultados según el estado nutricional basal. sado) y la vía utilizada (nasogástrica o gastros-
Los autores sugirieron un posible beneficio en tomía percutánea) influenciaban los resultados
cuanto a muerte o mala recuperación funcional de recuperación a los seis meses del ictus. El
en el subgrupo de los desnutridos que quizá estudio FOOD 2 randomizó pacientes para re-
pudiera haber sido evidenciado en un estudio cibir alimentación enteral (bien nasogástrica o
con mayor poder estadístico. Estos resultados por gastrostomía) lo antes posible tras el ictus,
negativos podrían haber estado influidos por el o con un retraso de al menos siete días. Sólo se
retraso en el inicio de la intervención (promedio detectó una ligera tendencia a la reducción del
de 5 días post-ictus), ya que gran parte del daño riesgo absoluto de muerte en los pacientes que
cerebral ocurre rápidamente en el ictus como recibieron alimentación enteral temprana (5,8%,
resultado de una cascada de mecanismos (de- 95% IC -0,8 a 12,5; P=0,09). La tendencia a la
pleción de ATP, liberación de glutamato, despo- reducción del riesgo absoluto de muerte o recu-
larizacion de las membranas, aumento de calico peración funcional desfavorable fue todavía más
intracellular, y producción de radicales libres) débil e igualmente no significativa (1,2%, 95%
que dan lugar a estrés oxidativo e inflamación IC -4,2 a 6,6; P=0,7). El inicio temprano de la
(Lee JM, 2000). Se ha sugerido que la desnu- alimentación enteral no mejoró significativamente
trición calórico-proteica podría potenciar estos los resultados de calidad de vida.
mecanismos en la fase aguda del ictus, y frenar En el estudio FOOD 3, el uso de la gastros-
los mecanismos que contribuyen, posteriormen- tomía se asoció a un aumento del 7,8% de ries-
te, a la recuperación. go absoluto de muerte o recuperación funcio-
Un meta-análisis que combinó datos del es- nal desfavorable, en comparación con la sonda
tudio FOOD con datos de estudios de población nasogástrica. Este resultado puede ser debido en
Desnutrición en el ictus 101

parte a la dificultad de comenzar alimentación tation patients. Arch Phys Med Rehabil. 1996; 77
por gastrostomía de forma rápida tras un ictus (4): 340-5.
agudo (solo el 48% pudo recibir alimentación por – Ha L, Hauge T, Spenning AB, Iversen PO. Indivi-
gastrostomía en los primeros tres días). dual nutritional supportprevents undernutrition,
increases muscle strength and improves QoL
among elderly at nutritional risk hospitalized for
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CAPÍTULO 11
Desnutrición en las
enfermedades digestivas
J.C. Caballero García

INTRODUCCIÓN Si los cambios fisiológicos asociados al proce-


so de envejecimiento condicionan la alimentación
Una buena alimentación es aquella que pro- y nutrición de cada sujeto, no cabe duda que
porciona equilibradamente los macro y micro- también esos cambios van a estar condicionados
nutrientes que el cuerpo necesita para su buen por el tipo de alimentación que haya seguido esa
funcionamiento. Hipócrates, por el año 400 a.C., persona.
planteaba su máxima “Somos lo que comemos” Las modificaciones más importantes que in-
aludiendo a que la salud se encuentra condiciona- terrelacionan con la nutrición son las que afectan
da por los alimentos que se ingieren. Ciertamen- al sistema muscular (sarcopenia), a la pérdida de
te, nuestra salud y bienestar dependen, en buena masa ósea, a las modificaciones en el tejido adi-
medida, de nuestra alimentación y para ello se poso, al sistema inmunológico y al aparato cardio-
requiere un tubo digestivo funcionante. vascular. A ellas se añaden las propias del aparato
Como consecuencia del envejecimiento son gastrointestinal, sistema nervioso, órganos de los
muchos y complejos los cambios que se producen sentidos y las del metabolismo (especialmente las
en nuestro organismo y todo él se ve afectado, en que tienen lugar con el metabolismo hídrico).
mayor o menor grado, modificándose sus funciones
y presentando una disminución sustancial crucial ENVEJECIMIENTO FISIOLÓGICO
para las diferentes situaciones de enfermedad. De DIGESTIVO
un lado están las modificaciones fisiológicas uni-
versales cuyos cambios tienen incidencia directa De las tres principales funciones que ejerce
en la nutrición, especialmente los que afectan al el tubo digestivo la que más se va a alterar con
aparato digestivo y al componente metabólico del el paso de la edad es la motora. Aunque en otro
individuo. Por otro lado, durante este proceso de capítulo de este manual se ha tratado el tema
envejecimiento, el aparato digestivo va a experi- de los cambios fisiológicos en el curso del enve-
mentar modificaciones derivadas tanto del propio jecimiento, no está de más que repasemos los
uso por el paso del tiempo, como de las enfer- cambios más frecuentes que afectan a la esfera
medades y actuaciones quirúrgicas acumuladas a digestiva:
lo largo de la vida y por consumo de fármacos. 1. A nivel de la cavidad oral: disminución
Finalmente, están las modificaciones derivadas de del tamaño de encías, gingivitis, pérdida de
los condicionantes ambientales y factores de riesgo piezas dentales y menor producción salival.
a que el individuo ha estado expuesto. Aproximadamente el 50% de la población

103
104 J.C. Caballero García

presenta edentulismo debido, sobre todo, a miento bacteriano en el estómago e intestino


la mala higiene oral y no al envejecimiento. proximal y elevado pH en este último (Russell
Ello condicionará una disminución en la ca- RM, 2001). Por ello, una significativa propor-
pacidad de masticar los alimentos y, por tanto, ción de los ancianos están en riesgo de ab-
limitaciones en la dieta del paciente (Caballe- sorción disminuida en ácido fólico, vitamina
ro FJ et al.,1990) (Caballero FJ, 1996). B12, calcio, hierro y betacarotenos (Metz JA,
También encontramos una disminución de la 1996) (Haller J, 1999) (Russell RM, 2001).
capacidad para generar saliva que dificultará También se llega a la hipo-aclorhidria por el
la formación del bolo alimenticio y su deglu- uso crónico de IBP (inhibidores de la bomba
ción. Hasta el 40% de los mayores de edad se de protones) o como resultado de la infección
quejan de sequedad oral y ello puede deberse por H. pylori (Pereira SP, 1998) (Haruma K,
a condiciones médicas, medicaciones, déficit 2000).
en la ingesta líquida diaria y/o deshidratación 4. A nivel intestinal, no suele haber cambios
(Jensen GL, 2001). relevantes, quizás debido a la potente capa-
La deglución es una acción compleja que re- cidad regeneradora de su mucosa. La absor-
quiere la coordinación fina de diversos mús- ción de nutrientes por la pared intestinal está
culos de la orofaringe, que están controlados respetada (algo más disminuida la de calcio y
a su vez por el sistema nervioso central. En hierro, quizás). Lo que sí se ha observado es
los ancianos esta coordinación se ve alterada, un enlentecimiento en la motilidad del intes-
explicando esto la mayor frecuencia con la tino delgado y grueso (menor peristaltismo),
que encontramos disfagia, atragantamientos que se explicaría por la disminución existente
o regurgitación de los alimentos (Saffrey MJ, en el número de neuronas del plexo muscular
2004). que inerva estas porciones intestinales.
Otros cambios de la cavidad bucal son la atro- En el intestino grueso encontramos un mayor
fia de las papilas linguales, que contribuye a crecimiento de las células mucosas, así como
la pérdida de apetito y a la disminución de un aumento en la cantidad de colágeno de la
las sensaciones gustativas. pared del colon, que condiciona una dismi-
2. En cuanto a la función motora esofágica, nución de su capacidad elástica. Todos estos
puede haber disminución de la respuesta factores son los responsables de la mayor
peristáltica y aumento de la no peristáltica, frecuencia de estreñimiento en el anciano y
retraso del tiempo esofágico, mayor incompe- de la aparición de divertículos.
tencia del esfínter y esófago en sacacorchos o 5. A nivel hepatobiliar, el hígado disminuye
presbiaesófago (Corujo E, 2007) (Saffrey MJ, de tamaño y de peso a partir de los 50 años.
2004). Además, el tejido hepático ve alterado su flujo
3. En el estómago puede haber trastornos de (un 35% entre los 40 y 65 años). Esta dismi-
la motilidad, con retraso en el vaciamiento nución junto con el menor peso explican, por
para los alimentos líquidos. La mucosa gás- ejemplo, la peor depuración metabólica de
trica está menos vascularizada a medida que algunos fármacos, hecho al que también con-
avanza la edad, además se atrofia y disminuye tribuye la reducción en la actividad enzimá-
la secreción acidopéptica. La gastritis atrófica, tica, es decir, la disminución de las acciones
que afecta al 20-50% de los mayores, tiene un enzimáticas de fase 1 (oxidación, reducción
impacto significativo sobre la fisiología gastro- e hidrólisis). La actividad enzimática de fase
intestinal y efectos sobre la biodisponibilidad 2 (glucuronoconjugación) apenas se modifica
de nutrientes, pues determina hipoclorhidria (Corujo E, 2007).
o aclorhidria y sus consecuencias son la dismi- La vejez no altera los resultados de las prue-
nución en la digestión ácido-péptica, menor bas de función hepática convencionales ni
producción de factor intrínseco, sobrecreci- tampoco la síntesis de factores de la coagula-
Desnutrición en las enfermedades digestivas 105

ción. La síntesis de proteínas desciende con la CAMBIOS FISIOLÓGICOS Y PROBLEMAS


edad, si bien este descenso varía ampliamente DIGESTIVOS
entre los distintos individuos. La degradación
de proteínas (incluyendo la de algunas en- Los cambios propios de la edad en el tubo
zimas) disminuye con la edad. No existen digestivo ocasionan con frecuencia los siguientes
cambios en las concentraciones sanguíneas problemas digestivos (Corujo E, 2007):
de las enzimas hepáticas. 1. En la boca: disfunción gustativa y defectos en
La capacidad de regeneración (de reempla- la masticación.
zo) de las células hepáticas tras una lesión 2. En el esófago: reflujo gastroesofágico, mayor
cualquiera (infección vírica, alcohol, tóxicos) incidencia de hernia hiatal, aumento del
es menor que los grupos de edad más jóve- número de lesiones gástricas por fármacos,
nes. mayor riesgo de esofagitis por comprimidos
En el anciano encontramos, con mayor fre- debido al retraso en el tránsito.
cuencia, la existencia de litiasis biliar (30% 3. En el estómago: mayor riesgo de enfermedad
de las mujeres y 20% de los hombres a los ulcerosa péptica, prolongación de la disten-
70 años de edad y del 40% en las mujeres de sión gástrica y aumento de la sensación de
80 años). Este fenómeno se puede explicar plenitud y saciedad.
por la mayor precipitación en la vesícula de 4. En el intestino: diarrea por proliferación bacte-
determinados componentes del jugo biliar, riana, malabsorción intestinal, pérdida de masa
como son el colesterol y el bilirrubinato cál- ósea por menor absorción de calcio debido a
cico. Además, la vesícula presenta menor la resistencia frente a la acción de la 1,25-dihi-
capacidad de contracción con el estímulo de droxivitamina D, estreñimiento, incontinencia
la comida. fecal por alteraciones en la sensibilidad, mayor
La síntesis de ácidos biliares disminuye con incidencia de colitis isquémica, aumento de la
el paso de la edad y también se observa una diverticulosis y del cáncer de colon.
reducción en la extracción desde la sangre 5. En el hígado: acumulación de metabolitos ac-
del colesterol en las lipoproteínas de baja tivos de algunos fármacos, menor respuesta
densidad. Las concentraciones basales y tras de los hepatocitos a los factores de crecimien-
estímulo de colecistoquinina son más eleva- to (retraso en la regeneración hepática), ma-
das en la vejez. yor lesividad de los fármacos hepatotóxicos.
6. En cuanto al páncreas, experimenta cam- 6. En el páncreas: mayor intolerancia a la glu-
bios estructurales como disminución de su cosa.
peso total, hiperplasia ductal y fibrosis lo- 7. A nivel biliar: mayor incidencia de litiasis.
bular. No obstante, sorprende que dichos
cambios no afecten de modo significativo PATOLOGÍA DIGESTIVA Y RIESGO
a la función exocrina. Este órgano dispone DE DESNUTRICIÓN
de una gran reserva funcional, por lo que
necesitaría un déficit superior al 90% para La mayoría de las enfermedades digestivas en
producir esteatorrea, por ejemplo. La vejez los ancianos son las mismas que podemos ver en
es un factor de riesgo bien conocido de in- adultos más jóvenes, no obstante la prevalencia
tolerancia a los hidratos de carbono y de en algunas de ellas aumenta progresivamente con
diabetes mellitus tipo 2 y ello se atribuye a la la edad, siendo los ancianos más vulnerables a las
disminución de secreción de insulina como posibles complicaciones de las mismas. Hay varios
consecuencia de la menor capacidad de las problemas digestivos que prevalecen en la vejez
células beta para responder a los cambios en sobre el resto: el estreñimiento, la gastritis atró-
la glucemia y al aumento de la resistencia a fica, la hernia de hiato, el reflujo gastroesofágico,
la insulina. la diverticulosis colónica y la litiasis biliar.
106 J.C. Caballero García

Las enfermedades gastrointestinales suponen TABLA 1. Etiología de la anorexia digestiva


del 6-19% de las causas comunes de pérdida de
peso no intencionada en el anciano (Shabbir
• Edentulismo y trastornos dentales
AMH, 2005) y la anorexia se observa de forma
• Enfermedad periodontal
habitual en enfermedades del aparato digestivo • Gingivitis
e hígado (Tabla 1). Si la anorexia se prolongara • Aftas orales
podemos llegar a la desnutrición. Los pacientes • Candidiasis orofaríngea/esofágica
que han tenido problemas gastrointestinales y se • Disfagia
han sometido a cirugía constituyen un importante • Espasmos esofágicos
grupo para desnutrición. En ancianos malnutridos • Reflujo gastroesofágico
con patología digestiva, los suplementos nutri- • Úlcera péptica
cionales orales han demostrado ser beneficiosos • Estenosis pilórica
y superiores al consejo dietético solo (Kichner • Gastritis atrófica
NK, 2008). • Helicobacter pylori
• Sobrecrecimiento bacteriano intestinal
Como en otras patologías, los fines de la va-
• Litiasis biliar
loración nutricional son: 1) identificar pacientes • Enteritis regional
en riesgo, 2) recoger la información precisa para • Carcinoma de cualquier localización
crear un plan de intervención nutricional y 3) • Hepatopatías
hacer el seguimiento de la terapia nutricional • Fecaloma
aplicada.
La disfagia es más común que en otras eda-
des (Kawashima K, 2004). La disfagia es un sín-
toma que se presenta en numerosas patologías • Atragantamiento con obstrucción de la vía
(Clavé P, 2004): en el 30% de los accidentes vas- aérea.
culo-cerebrales, con tendencia a la mejoría en los • Aspiración traqueobronquial e infecciones
6 meses siguientes y posterior estabilización; en pulmonares (neumonía en el 50% de los ca-
enfermedades neurodegenerativas crónicas (del sos).
52 al 85% en casos de enfermedad de Parkinson, • Debilitamiento progresivo, inmovilización,
del 60% de los casos de esclerosis lateral amiotró- encamamiento y úlceras de presión.
fica, del 40% en pacientes con miastenia gravis El tratamiento en cada caso dependerá de la
y hasta del 84% en los que padecen demencia) enfermedad causal. No obstante, para evitar la
con tendencia al empeoramiento progresivo con desnutrición y deshidratación en casos de disfagia
la evolución del proceso; en tumores de la vía leve-moderada debemos recomendar, entre otras
aéreo-digestiva alta (neoplasias de cabeza y cue- estrategias, los cambios de volumen y viscosidad
llo), incluso en intervenciones quirúrgicas a ese en el bolo alimenticio y ello causa una evidente
nivel (estenosis esofágicas postquirúrgicas). Ade- mejoría de los signos de seguridad (penetraciones
más se puede dar en las alteraciones de apertura y aspiraciones). La acción será modificar la tex-
del esfínter superior (acalasia del cricofaríngeo) tura de los líquidos mediante el uso de agentes
y en el divertículo de Zenker. También puede espesantes o bien aportando productos comercia-
ser el síntoma de la enfermedad por reflujo gas- les ya preparados para su consumo directo, siendo
troesofágico. muchos y muy variados los existentes en la ac-
La disfagia puede variar desde una dificultad tualidad, produciendo incrementos en la ingesta
moderada hasta la deglución imposible y puede de estos pacientes con mejoría en parámetros
originar varios tipos de complicación con gran bioquímicos y antropométricos y de calidad de
trascendencia clínica: vida (De Luis DA, 2009).
• Desnutrición. La disfagia grave por causa neurológica re-
• Deshidratación. quiere de nutrición enteral (ya sea en el domicilio
Desnutrición en las enfermedades digestivas 107

o en la residencia donde se aloje el anciano). res “a demanda”. Cuando exista anemia crónica,
En el caso de los accidentes cerebro-vasculares habrá que descartar otras causas como neoplasia
la NE puede ser necesaria durante los primeros colorrectal, ingesta crónica de AINEs, pérdidas
meses hasta que evolucionan hacia la mejoría y crónicas urológicas o ginecológicas. Una vez
estabilización. En los otros procesos neurodege- descartadas, indicaremos IBPs a dosis plenas y
nerativos, la tendencia al empeoramiento hace ferroterapia oral con vitamina C para mejorar la
que la NE se inicie y mantenga durante muchos absorción duodenal de hierro (sobre todo en los
tiempo (a veces años). En el caso de los pacientes ancianos con gastritis crónica atrófica). En algu-
denominados “frágiles” sin patología neurológica nos casos de HH deslizante puede ser necesario
conocida, grupo que suponen en la comunidad el recurrir a la cirugía (García K, 2004).
15% de los ancianos, se da una mayor vulnerabi- La enfermedad por reflujo gastroesofá-
lidad con incapacidad para afrontar situaciones gico (ERGE) es más común en la vejez que en
de estrés y aunque muchos de ellos no muestren la juventud debido a numerosos factores favo-
trastornos deglutorios evidentes, ante cualquier recedores o precipitantes (Tabla 2). La tasa de
proceso de enfermedad intercurrente o bien de prevalencia es del 20% y es más grave que en
caída o de intervención quirúrgica, pueden po- otros grupos de edad por la mayor frecuencia
ner de manifiesto síntomas de tos, sofocación y de esofagitis por reflujo (60-75%) y por una tasa
atragantamientos durante el acto deglutorio, o superior de complicaciones, incluyendo el esó-
bien clínica solapada de fiebre o febrícula con fago de Barrett (Gorgas C, 2007). La causa más
secreciones respiratorias y sin atragantamientos frecuente son las relajaciones transitorias del es-
aparentes. En estos casos, el manejo del caso con fínter esofágico inferior. Su clínica es variable y
NE durante un periodo de tiempo puede ayudar se distinguen manifestaciones típicas (pirosis y
a resolver la alteración deglutoria y a recuperar regurgitaciones) y atípicas, tales como:
la capacidad de ingesta hasta pasar a una alimen- • Dolor torácico no cardíaco.
tación básica. • Síntomas de la esfera ORL (disfonía, estenosis
Hernia de hiato (HH): su frecuencia se in- subglótica, faringitis, laringitis, otitis, sinusitis,
crementa con la edad hasta llegar a cotas del 50%, granuloma en cuerdas vocales).
pero los ancianos suelen referir con menor fre- • Síntomas respiratorios (asma, tos, bronqui-
cuencia sintomatología de reflujo gastroesofágico tis, neumonías por aspiración, apnea del
(ERGE). La causa se relaciona con varios factores: sueño).
disminución de la secreción ácida secundaria a • Bucodentales (erosiones dentales, quemazón,
una colonización prolongada por H. pylori, con sialorrea).
desarrollo de gastritis atrófica, y disminución de Los síntomas de alarma son la disfagia, odinofa-
la percepción del dolor a nivel esofágico con la gia, anemia, adelgazamiento y hemorragia.
edad, medido por distensión de balón esofágico. La endoscopia digestiva alta (EDA) es la prue-
Hay dos tipos de HH: deslizante (que es la más ba fundamental para el diagnóstico de lesiones
común) que se da con más frecuencia en la mujer esofágicas, y debe aplicarse precozmente ante la
(3-4 veces) y paraesofágica (por arrollamiento). En presencia de síntomas de alarma. La pHmetría se
ambos casos suele haber clínica intermitente con reserva para los casos en que exista clínica impor-
periodos de calma variables. El tratamiento de tante, escasa respuesta al tratamiento antisecretor
esta enfermedad debe ser el mismo que en otros y la EDA no haya demostrado enfermedad por re-
grupos etarios, independientemente de su edad flujo. Es muy útil en casos de síntomas atípicos.
(Richter JE, 2000). Así, en la HH paraesofágica El tratamiento debe pasar por recomendar
la solución es quirúrgica cuando alcanza cierto medidas higiénico-dietéticas para los casos leves
tamaño. En la HH deslizante recomendaremos y siempre como complemento a la pauta farma-
medidas higiénico-dietéticas, retirar o sustituir cológica en casos moderados-graves de esofagitis.
fármacos con efecto reflujo y pautar antisecreto- Se usan fármacos neutralizantes o inhibidores de
108 J.C. Caballero García

TABLA 2. Factores que aumentan el riesgo de sufrir ERGE en el anciano

1. Alteraciones en el aclaramiento esofágico:


a. Por hiposialia
b. Por alteraciones en el peristaltismo esofágico
c. Por presencia de hernia de hiato deslizante (más del 60% >75 años)
2. Factores higiénicos: sedentarismo, tabaco, obesidad
3. Disminución del vaciamiento gástrico con éstasis gástrica
4. Estreñimiento crónico y esfuerzos repetitivos
5. Uso frecuente de fármacos:
a. Que reducen el tono del esfínter esofágico inferior (antidepresivos tricíclicos, hipnóticos, neurolépti-
cos, nitritos, IECAs, calcioantagonistas, betabloqueantes, anticolinérgicos)
b. Que causan hipersecreción ácida (teofilina, aminofilina, sales de calcio, rivastigmina, suplementos
orales de proteínas)
c. Que pueden causar lesión mucosa (salicilatos, AINEs, corticoides)
Gorgas C, 2007.

la secreción ácida como los IBPs (omeprazol, lan- crónicas tales como EPOC, insuficiencia renal
soprazol, pantoprazol, rabeprazol, esomeprazol) crónica y cirrosis hepática. Suele estar relacio-
comenzando por dosis doble única, durante 8 nada con la infección por H. pylori y con el uso
semanas y de por vida cuando haya recidivas crónico de AINEs.
tras los seis meses de abandonar el tratamiento. Hay una elevada prevalencia de infección
Rabeprazol y pantoprazol no se metabolizan por por H. pylori en ancianos con un 50-70% por
el citocromo p450 por lo que no tienen inte- encima de los 70 años y no todos los infectados
racciones con otros fármacos. Los IBPs son de desarrollan EUGD (García K, 2004). Tan sólo un
elección pues han demostrado superioridad sobre 15-20% de los infectados por H. pylori desarrollan
el resto de fármacos en la cicatrización y en el una úlcera péptica a lo largo de su vida. Ante la
alivio sintomático en la esofagitis severa, de igual sospecha, debemos confirmarla mediante EDA.
manera que lo son en casos leves. En la mayoría Una vez que se confirma la úlcera duodenal o
de pacientes, algunos IBPs como el pantoprazol gástrica y esté asociada a infección por H. pylori,
a dosis bajas (20 mg/día) son igual de efectivos el paciente deberá recibir tratamiento antibiótico
que omeprazol a dosis plenas (20 mg/día). Los erradicador (Ribera JM, 2002). Si este no resul-
agentes procinéticos tienen menor eficacia que tase eficaz la tasa de recidiva ulcerosa es del 40-
los IBPs en cualquier circunstancia y, además, 50% en el primer año. Las pautas erradicadoras
hay que tener en cuenta sus efectos secundarios son iguales a las de pacientes de otras edades
por lo que no son recomendables. La cirugía la- (García K, 2004). El efecto se evalúa por métodos
paroscópica y la funduplicatura son alternativas no invasivos (test del aliento) a las 8-12 semanas
a considerar en casos refractarios al tratamiento de haber completado el tratamiento, excepto que
médico. se trate de una úlcera gástrica y se precise control
La enfermedad ulcerosa gastroduodenal endoscópico (EDA).Inicialmente puede hacerse
(EUGD), no suele dar clínica típica y puede ini- un tratamiento empírico antiúlcera durante 6
ciarse a través de una complicación como he- semanas con IBPs.
morragia digestiva alta, aunque también pueden La malabsorción intestinal se caracteriza
darse la perforación y la estenosis. Se da con más por una inadecuada absorción de nutrientes des-
frecuencia en pacientes afectos de patologías de la luz intestinal al torrente circulatorio o a
Desnutrición en las enfermedades digestivas 109

la linfa por anomalías en su pared, en la propia dades de larga estancia (De la Fuente C, 1994).
luz o en el transporte linfático (Bolin T, 2010). Representa una importante carga para la familia y
Su prevalencia es desconocida y a ello contri- cuidadores y suscita severas repercusiones físicas
buyen su presentación y evolución atípicas, la y psicosociales para el paciente. La impactación
dificultad en interpretar las pruebas conplemen- fecal suele ser la causa más frecuente y otras cau-
tarias de diagnóstico y la inhibición del médico sas pueden deberse a la ausencia del mecanismo
y paciente para su estudio en aquellos casos de continente (enfermedades neurodegenerativas)
edad más avanzada (Gil Borrás R, 2004). Podría o a la alteración del mismo (síndrome de colon
ser responsable de hasta el 40% de los casos de irritable, enfermedad diverticular, enfermedades
desnutrición en el anciano. El sobrecrecimiento que causen diarrea y/o hagan que el paciente
bacteriano intestinal crónico es una causa impor- inhiba el deseo defecatorio tales como barreras
tante de malabsorción (del 42-70% de los casos) arquitectónicas y/o deficiencia en sus cuidados).
(Gil Borrás R, 2004). También hay que pensar en la inhibición volunta-
Las causas de malabsorción son similares a ria como rechazo en sujetos con depresión o que
las de los adultos jóvenes: enfermedad celíaca, desean protestar ante una determinada situación.
sobrecrecimiento bacteriano, hipoclorhidria, No se suele descubrir en muchas ocasiones la
enfermedad de Crohn, isquemia mesentérica y enfermedad subyacente.
enfermedad de Whipple (Lobo B, 2004). Sus ma- La diverticulosis colónica es poco frecuente
nifestaciones clínicas clásicas son: diarrea, estea- antes de los 40 años de edad y va incrementándo-
torrea, pérdida ponderal, anemia y desnutrición. se con la edad a partir de la 5ª década hasta llegar
No obstante, en el anciano la clínica suele ser a un 50% en la novena (Tomás H, 2004). Cerca
atípica u oligosintomática. del 80% de los casos están asintomáticos y son
Existe poca experiencia publicada acerca de diagnosticados en el momento de realizarles una
la utilidad de las pruebas de cribaje para el estudio exploración del colon (radiográfica o endoscópi-
de este problema en el anciano. La utilidad del ca). El síntoma principal es el dolor abdominal
test del aliento de hidrógeno con D-xilosa ha sido continuo o intermitente, poco intenso y localizado
valorada recientemente y tiene las ventajas de no en fosa ilíaca izquierda, se alivia con la expulsión
estar influida por la edad, ni la función renal (Ca- de gases y con la defecación o bien con ambas
sellas F, 2001). El estudio histológico de biopsias y empeora con la ingestión de alimentos. Los
de mucosa de intestino delgado es clave para el pacientes pueden presentar, además, variación en
diagnóstico etiológico. La obtención de biopsias el ritmo de sus deposiciones, distensión abdomi-
puede hacerse a través de endoscopia duodenal nal, tenesmo rectal y expulsión de moco con las
o con cápsulas de biopsia yeyunal, como la de heces. Un 20-25% de los afectados desarrollará
Watson, y la histología yeyunal es patológica en algún tipo de complicación a lo largo de su vida
más del 50% de los pacientes con sospecha de (hemorragia, inflamación aguda o perforación) y
malabsorción, descubriendo la etiología probable la mortalidad relacionada con ellas por encima de
en el 74% de los casos (Lobo B, 2004). los 75 años de edad alcanza el 12,9 en hombres
El tratamiento será el de la causa en cada y 16,8 por cada 100.000 habitantes en mujeres
caso, además de la reposición de micronutrientes (Tomás H, 2004). En las formas asintomáticas,
y la valoración nutricional por el riesgo de desnu- cuando se descubren casualmente, se recomien-
trición proteico- calórica que conlleva, aportando da una dieta rica en fibra, de forma progresiva
las necesidades calóricas diarias, bien con una die- hasta llegar a los 25-30 g/día. A veces, conviene
ta basal adaptada o con la ayuda de suplementos pautar suplementos de fibra soluble como plan-
nutricionales si fuera preciso. tago ovata (mejor tolerado que el salvado). En
Incontinencia fecal: tiene una prevalencia las formas sintomáticas se indicarán, además de
del 2% en mayores de 65 años residiendo en la las medidas dietéticas descritas, espasmolíticos
comunidad, llegando hasta el 50-65% en las uni- (mebeverine, bromuro de otilonio o bromuro de
110 J.C. Caballero García

pinaverio) de forma discontinuada durante 4-6 joven la incidencia de colitis ulcerosa (CU) en
semanas y luego “a demanda”. En los casos de los ancianos es 1-3 veces más común que la de
enfermedad diverticular complicada, se derivará enfermedad de Crohn. Varios estudios poblacio-
el caso al hospital de referencia. nales indican que el 8-20% de los pacientes con
El estreñimiento es un síntoma y puede ser CU presentan el inicio de la enfermedad después
originado por numerosas enfermedades y otros de los 60 años de edad (Keshavarzian A, 2000)
factores. Tiene una alta prevalencia (del 23 y 42% y de igual manera entre el 7-26% de pacientes
en hombres y mujeres a partir de los 60 años de con enfermedad de Crohn lo padecen a edad
edad, respectivamente). En el mayor de edad con avanzada. Debido a que la EII es crónica e in-
este problema nuestra actitud debe ir encaminada curable, la población total de pacientes de edad
a buscar su etiología: causas locales (sobre todo avanzada con este problema está avanzando pro-
cáncer colorrectal) y causas sistémicas, hábitos gresivamente. La clínica es similar a la de otros
alimentarios, medicamentos y condiciones o en- grupos etarios.
torno de cuidados. En la colitis ulcerosa aparecen diarrea sangui-
El hábito defecatorio del mayor de edad se nolenta o hemorragias rectales (algunos pueden
distingue por deposiciones poco frecuentes, heces mostrar estreñimiento). En cuanto al dolor abdo-
muy consistentes, impactación frecuente y esca- minal, puede oscilar desde los ligeros calambres
pes involuntarios por rebosamiento. Son factores antes de la defecación hasta síntomas graves e
patogénicos: intensos. Otras manifestaciones incluyen eritema
• Dietas inadecuadas con escasa cantidad de nodoso, pioderma gangrenoso y artritis periférica
fibra y de aporte hídrico. y axial. Es característico el estado de hipercoa-
• Plurifarmacia (analgésicos-opiáceos, antiáci- gulabilidad con trombosis venosa profunda. La
dos con aluminio o calcio, anticolinérgicos, participación hepática suele ser frecuente (he-
antidepresivos, litio, calcioantagonistas, neu- patitis activa crónica, hepatitis granulomatosa,
rolépticos, bismuto). colangitis esclerosante primaria). La mayor parte
• Inmovilidad/sedentarismo. de las veces la CU se concreta en el lado izquier-
• Barreras físicas de sus propios domicilios. do o con proctitis.
• Desatención familiar en el caso de los ancia- En la enfermedad de Crohn, la presentación
nos solitarios. es con dolor abdominal, pérdida de peso y dia-
• Alteraciones psiquiátricas (depresión, demen- rrea. También pueden tener fiebre de origen des-
cia). conocido. Las manifestaciones extraintestinales
• Enfermedades físicas (diabetes mellitus-2, son similares a las de la CU. El Crohn tiende a
hipotiroidismo, hiper-hipocalcemia, panhi- ser limitado, con participación predominante del
popituitarismo, enfermedad de Parkinson, colon. Las enfermedades perianales, incluida la
ACV, uremia, deshidratación). fístula, también son comunes en los ancianos.
• Tumor de colon u obstrucción mecánica. El diagnóstico de EII suele retrasarse debido
La prevención del estreñimiento pasa por re- a que no se piensa en ella, quizás debido a que
comendar una dieta rica en residuos vegetales, se tienen más en cuenta otros procesos como
suplementos de fibra, suficiente aporte hídrico, el cáncer colorrectal, la diverticulitis, la colitis
ejercicio físico acorde a cada caso, insistir en la isquémica y la colitis inducida por fármacos (con-
adquisición de un horario fijo. En algunos casos se cretamente la debida a AINEs). También influye
precisará, además, del concurso de laxantes como el hecho de su presentación atípica. No debe pos-
la lactulosa y plantago ovata y en otros casos ponerse el procedimiento endoscópico cuando se
deberemos recurrir a los enemas de limpieza para sospeche un caso.
evitar la impactación fecal recurrente. Debido a que no existe cura para las EII, los
La enfermedad inflamatoria intestinal objetivos deben ser la inducción de remisión de
(EII), de igual modo que en la población más recaídas, mantener la remisión y prevenir las reci-
Desnutrición en las enfermedades digestivas 111

divas, mediante terapéutica médica, quirúrgica y beneficios (evidencia de grado A) y su elección


nutricional. La malnutrición es muy común entre deberá individualizarse en cada caso, teniendo en
pacientes con EII (del 33 al 48% para el Crohn y cuenta la patología de base, el estado nutricional,
del 25-75% en la CU en pacientes ambulatorios la funcionalidad intestinal, etc. Los objetivos son
(Keshavarzian A, 2000) y de etiología multifac- aumentar la ingesta calórica total, mejorar y/o
torial: deficiente entrada de nutrientes por dolor mantener el estado nutricional y mejorar o man-
postprandial, diarrea, anorexia, malabsorción y tener el estado funcional.
maldigestión, resección intestinal previa, bypass, La depleción nutricional es un problema
pérdida de proteínas a través de la membrana y común caso de pacientes críticos con cáncer
estrés metabólico asociado con la inflamación y la gastrointestinal en general. Los estudios
terapia esteroidea (Mijac DD, 2010). Es por ello muestran que pacientes con enfermedad malig-
que debe prestarse especial atención al estado na gastrointestinal tienen elevada prevalencia de
nutricional de cada caso, recomendando dieta pérdida ponderal después de someterse a cirugía,
nutritiva, rica en proteínas y adaptada a los gustos durante los primeros meses del postperatorio, en
del paciente y si es necesario emplear suplemen- relación con un deficiente aporte nutricional de-
tos nutricionales poliméricos, no hipertónicos y bido a la hiporexia, por síntomas postprandiales
sin lactosa (Catalán I, 2004). y por malabsorción. Además, la hospitalización,
Cáncer de colon y recto: es el segundo la cirugía y la quimio y/o radioterapia pueden
tumor más frecuente en la ancianidad, con una causar desnutrición (Wan Ryu S, 2010), y hay
incidencia y mortalidad que se incrementan con evidencia científica de la necesidad de soporte
la edad. La incidencia es del 18% antes de los nutricional en estos casos. Los efectos adversos
45 años, llega al 30% en la franja de edad com- de la desnutrición en el resultado quirúrgico son:
prendida entre los 45-49 años y aumenta sobre deterioro en la cicatrización, menor resistencia
todo a partir de los 65 años (aquí el 50% de los a la infección e incapacidad de adptarse a los
casos se dan en mayores de 70 años) (Gómez cambios impuestos por la cirugía.
Portilla A, 2008). La carcinogénesis colorrectal es En casos de gastrectomía por neoplasia
un proceso largo en el tiempo, que lleva entre 15 gástrica la dieta oral deberá adaptarse progresiva-
a 20 años y la mayoría crece a partir de un pólipo mente con la finalidad de disminuir la incidencia
adenomatoso (Kuramoto S, 1995). El cáncer de de síntomas digestivos, manteniendo o mejorando
colon y recto puede ser prevenido mediante co- el estado nutricional previo. Tras la gastrectomía
lonoscopias y exéresis de pólipos premalignos. La pueden ocurrir las siguientes alteraciones con el
colonoscopia completa cada 10 años parece ser la consiguiente deterioro del estado nutricional:
prueba más eficaz (Carrera I, 2005). La colecto- 1. Saciedad precoz.
mía laparoscópica puede ser más beneficiosa en 2. Sindrome de Dumping precoz.
este grupo etario, tal y como lo han demostrado 3. Síndrome de Dumping tardío.
recientes estudios que comparan la resección 4. Maldigestión.
abierta con la laparoscópica en mayores de 75 y 5. Síndrome de asa ciega.
80 años (Gupta R, 2004) (Scheidbach H, 2005) Por tanto, la dieta postgastrectomía (Planas
(Álvarez-Pérez JA, 2006). Caso de pacientes bien M, 2001), una vez comprobada la tolerancia di-
nutridos o con desnutrición leve, deberemos vi- gestiva tras la cirugía, se iniciará con alimentos
gilar las ingestas de su dieta oral basal evaluando triturados o blandos en cantidades crecientes y
su estado y evolución nutricional. En pacientes se recomendará realizar varias comidas (6-7/día)
con desnutrición moderada a severa, el soporte de escasa cuantía, según tolerancia del sujeto.
nutricional preoperatorio será obligado así como Habrá que evitar la leche durante las primeras
en el postoperatorio. Según las recomendaciones semanas y probar primero con derivados lácteos
ASPEN-2002 el soporte nutricional previo con (un vaso de leche de 200 cc contiene 12 g de
suplementos sería de 7-14 días para conseguir lactosa frente a 4 g en una unidad de yogur de
112 J.C. Caballero García

125 g, por ejemplo). Aun y con ello, algunos no TABLA 3. Etiología de la malnutrición en la
tolerarán la leche de forma permanente. El yo- insuficiencia hepática severa
gur entonces puede ser una excelente alternativa
para ayudar a cubrir las necesidades de calcio en
1. Disminución de la ingesta
personas con intolerancia leve o moderada a la
• Anorexia
lactosa. Importa que el paciente intente tomar • Náuseas
los líquidos separados de las comidas principales. • Abuso de alcohol
Habrá que limitarles la ingesta de alimentos gra- • Restricciones dietéticas
sos, indicando el aumento paralelo de nutrientes 2. Alteraciones metabólicas
ricos en hidratos de carbono y en proteínas. Se • Proteínas, H de C y lípidos
recomendarán técnicas culinarias sencillas, evi- • Vitaminas: B12, B6, tiamina, folato, vitamina D
tando los platos condimentados y las salsas, guisos 3. Maldigestión y malabsorción
y estofados. Habrá que guardar reposo relativo • Colestasis
después de las comidas en postura semisentado • Insuficiencia pancreática
• Alteraciones de la mucosa intestinal
(no pueden comer en decúbito). No se pueden
• Disminución de la absorción de vitaminas A,
ingerir bebidas alcohólicas pues el etanol sufre su
D, E y K
primer paso metabólico a nivel de pared gastro- 4. Efectos del tratamiento farmacológico
intestinal por acción de la alcoholdeshidrogenasa • Colesteramina: diarrea, deficiencia de vitami-
y con la gastrectomía se incrementan los efectos nas liposolubles
tóxicos o la posibilidad de adicción al alcohol. • Lactulosa: diarrea, deficiencia de cinc
En el seguimiento, a nivel de Atención Primaria, • Diuréticos: deficiencia de potasio, cinc y
deberemos prestar atención a la suplementación magnesio
con micronutrientes para prevenir el desarrollo de
deficiencias y así la vitamina B12 se administrará
vía intramuscular mensual o bimensualmente (a ta la morbimortalidad, alcanzando un 10-19%
razón de 1.000 µg) durante toda la vida. La ab- de fallecimientos. En los casos asintomáticos, al
sorción férrica queda disminuida tras esta cirugía igual que en los más jóvenes, no está indicado
pudiendo sobrevenir anemia carencial. El calcio, ningún tratamiento. La coledocolitiasis es la causa
al igual que el fólico y la tiamina, se absorbe en más frecuente de obstrucción biliar en el ancia-
el duodeno. no y su tratamiento de elección es la CPRE con
Litiasis biliar: su incidencia se incrementa esfinterotomía endoscópica y extracción de los
con la edad pero suele permanecer asintomáti- cálculos, tanto en pacientes con vesícula como
ca. Suelen tratarse de cálculos pigmentarios. La colecistectomizados (Medina E, 2004).
prevalencia es superior al 50% en los mayores de Cirrosis hepática: la mayoría de los pa-
80 años (Medina E, 2004). Sus complicaciones cientes afectos de cirrosis tienen disminuida la
(colecistitis, pancreatitis biliar, colangitis, coledo- tolerancia a la glucosa con hiperinsulinemia e in-
colitiasis, perforación vesicular) aumentan con el sulínrresistencia. Los ácidos grasos esenciales y las
paso de la edad. Más del 20% de los mayores de grasas poliinsaturadas también están disminuidos
70 años, colecistectomizados presentan también y ello se relaciona con el estado nutricional y la
coledocolitiasis. En la anamnesis el anciano puede severidad del proceso hepático (Plauth M, 1997).
contarnos historia previa de dispepsia biliar cró- En algunos casos puede haber incremento en la
nica (intolerancia a grasas, flatulencia, molestias degradación proteica. En España las dos causas
en el hipocondrio derecho) junto con episodios más frecuentes son el alcoholismo crónico y la
de cólicos biliares no complicados (Ribera JM, infección por virus C. La cirrosis por sí misma
2002). El tratamiento en los casos de colelitiasis es asintomática. Los síntomas y signos se deben
sintomática se recomienda la cirugía laparoscópica a la hipertensión portal y a la insuficiencia he-
electiva. La colecistectomía de urgencia aumen- patocelular progresiva. Las complicaciones más
Desnutrición en las enfermedades digestivas 113

frecuentes son la ascitis, la encefalopatía hepática para residentes. SEGG. Madrid: IM&C; 2007. p.
y el síndrome hepatorrenal. En cirrosis compen- 47-58.
sada, el anciano seguirá una alimentación normal – De la Fuente Gutiérrez C, Lomas Sampedro E.
(Bixquert M, 2004). La prevalencia de desnutri- Estreñimiento e incontinencia en el anciano.
ción se asocia a la severidad de la cirrosis. En la En: Guillén Llera F, Pérez del Molino MJ (eds.).
Síndromes y cuidados en el paciente geriátrico.
tabla 3 se señalan las causas de malnutrición en
Barcelona: Masson; 1994. p. 249-66.
la insuficiencia hepática severa.
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CAPÍTULO 12
Desnutrición en el anciano
con enfermedad cardiovascular
y respiratoria
C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz,
J. Ordóñez González, R. Verduga Vélez, D. Crespo Santiago

INTRODUCCIÓN más frecuente entre los ancianos sin demencia


(Attems J et al., 2005).
Las enfermedades de origen cardiovascular y A pesar de ser un grupo heterogéneo de
respiratorio son frecuentes en el anciano, tanto patologías, con diversas causas y mecanismos
desde el punto de vista de la morbilidad, como fisiopatológicos y etiopatogénicos, las cuestiones
causantes de mortalidad. También es frecuente relacionadas con la nutrición en el anciano influ-
que aparezcan en el mismo anciano como situa- yen notablemente tanto en su posible aparición
ción co-mórbida. Así, un tercio de los pacientes como en su evolución y pronóstico posterior. Hay
ancianos con insuficiencia cardíaca congestiva que tener presente que hasta en el 15% de los
(ICC) presentan también enfermedad pulmonar ancianos con estas patologías puede aparecer ca-
obstructiva crónica (EPOC) y una quinta parte de quexia (Von Haehling S y Anker SD, 2010). En
los pacientes ancianos con EPOC, presentan con- el presente capítulo, se describen los aspectos
comitantemente ICC. De hecho, el riesgo para más importantes relacionados con los factores
el desarrollo de la ICC en los pacientes ancianos nutricionales en patologías cardiovasculares y
con EPOC es 4,5 veces mayor en comparación respiratorias teniendo en cuenta las situaciones
con controles de su edad. nutricionales predisponentes o protectoras con
Los mecanismos responsables de esta co-mor- respecto a la enfermedad, el estado nutricional
bilidad en la población anciana no son aún bien de los ancianos que presentan estas patologías,
conocidos, aunque se observa habitualmente una y como la nutrición puede tener relación con
leve inflamación sistémica que sin duda favorece el manejo, la evolución y el pronóstico de estas
el desarrollo de aterosclerosis. Esta co-morbilidad patologías.
cardio-respiratoria implica una mayor frecuencia
de hospitalización y un riesgo mayor de muerte EVALUACIÓN NUTRICIONAL EN
que la derivada de su existencia por separado EL ANCIANO CON PATOLOGÍA
(Padeletti M et al., 2008). En estudios necróp- CARDIOVASCULAR Y RESPIRATORIA
sicos en ancianos muestran que las patologías
cardiovasculares y respiratorias, pueden llegar a A pesar de la facilidad de evaluación nutri-
ser el 75% de todas las causas de mortalidad. En cional básica, existen discrepancias entre los in-
general, como causas de mortalidad, la bronco- vestigadores, en la literatura científica, acerca del
neumonía es más frecuente entre los ancianos estado nutricional de los ancianos y, en especial,
con demencia y la enfermedad cardiovascular de los ancianos con co-morbilidad cardiovascular

115
116 C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz y cols.

y respiratoria. Esta discrepancia no representa contrar tablas con percentiles de los parámetros
nada más que las diferencias metodológicas de los antropométricos (Jiménez Sanz M et al., 2002)
diversos abordajes en el estudio de los aspectos que nos orienten y nos indiquen si nuestro pa-
nutricionales en el anciano y, por supuesto, son ciente está dentro de la “normalidad” tal y como
también, estas discrepancias, el reflejo directo de se hace con la población pediátrica. Además de
la gran amplitud del rango de heterogeneidad los datos disponibles sobre nutrición en al ancia-
(diferencias entre fenotipo-situación mórbida- no, en una revisión de Martín Grazyck M (2000)
función global en un momento concreto de la y en el trabajo de Esquius A et al. (1993) en
vida entre los individuos de una especie) que en- las tablas 1 y 2 se presentan los percentiles de
contramos entre la población anciana (Fernández diversos parámetros nutricionales en sujetos oc-
Viadero C et al., 2006). Los datos más recientes togenarios (n=165) y nonagenarios (n=51) sanos
avalan una tendencia general hacia una mala o con diversas co-morbilidades, pero excluida la
situación nutricional en el anciano en general, demencia, que pueden servir de orientación en
que se agrava cuando aparece co-morbilidad de el momento de evaluar el estado nutricional de
origen cardiovascular y respiratorio. los ancianos con problemas cardiovasculares o
En España las cifras de prevalencia de desnu- respiratorios.
trición, o riesgo de la misma, son variables de-
pendiendo de las fuentes, aunque en los últimos CAQUEXIA Y PÉRDIDA DE PESO
años algunas publicaciones aportan unas cifras SIGNIFICATIVA EN EL ANCIANO
de prevalencia de problemas nutricionales en el
anciano elevadas, por encima del 30% (Asensio Desde hace años se comprobó que los an-
A et al., 2004; Gómez Ramos MJ et al., 2005; cianos pierden peso (Wallace JI, Schwartz RS,
Morillas J et al., 2006; Unanue-Urquijo S et al., 1997). El fenómeno, pérdida de peso significativa
2009; Cuervo M et al., 2009). No es el objetivo (PPS), implica una pérdida relativamente impor-
del presente capítulo realizar una revisión sobre la tante de peso en un periodo corto, habitualmente
evaluación nutricional del anciano, simplemente menos de un año. Puede consistir en una dis-
recordar que el instrumento más conocido es el minución del peso entre un 5 y un 10%, bien
mini-examen nutricional (MNA) vigente desde una pérdida superior a 6 kg o presentar un peso
hace más de una década (VellasB et al.,1994; inferior al 90% del peso ideal. Este fenómeno
Salvá A et al., 1996). Presenta la ventaja de es- suele acarrear consecuencias para el estado de
tar específicamente diseñado para el anciano, salud del anciano y también puede originar re-
validado y empleado, tanto en la evaluación del percusiones en su capacidad funcional: reduce
riesgo nutricional, como de la propia desnutrición la masa muscular, origina pérdida de autonomía,
(Jiménez Sanz M et al., 2011). aumenta el riesgo de caídas, aumenta el riesgo
Contar con una serie de parámetros bioquími- de úlceras por presión, favorece las infecciones
cos y hematológicos (proteínas totales, albúmina, e incrementa sustancialmente el riesgo de morir
prealbúmina, transferrina, colesterol, linfocitos to- en el medio residencial (Kergoat MJ, 2000). Se
tales, etc.), generalmente al alcance de cualquier ha comprobado, también, que la PPS tiene mayor
laboratorio de referencia, nos da una información importancia cuantitativa y cualitativa entre los
excelente sobre el estado nutricional del anciano ancianos que padecen demencia, enfermedad
con patologías cardio-respiratorias. También son respiratoria crónica o enfermedad cardiovascular
fáciles de obtener parámetros antropométricos (Genser D, 2008).
como el índice de masa corporal (IMC) y diver- La presencia de cambios metabólicos rela-
sos pliegues o circunferencias corporales. No obs- cionados con situaciones catabólicas de carácter
tante, y a pesar de ser observaciones fáciles de inflamatorio puede, también, incidir en la pérdida
realizar, no suelen aparecer en la historia clínica de peso del anciano con morbilidad cardio-respi-
del paciente geriátrico. Tampoco es frecuente en- ratoria de forma similar a la anorexia-caquexia de
Desnutrición en el anciano con enfermedad cardiovascular y respiratoria 117

TABLA 1. Distribución de percentiles en ancianos de 80-89 años

Percentil 5 25 50 75 95
Sexo M V M V M V M V M V
Peso 45 48 56 61 62 68 69 78 83 104
Talla 141 148 145 157 149 161 153 166 159 174
IMC 20 19 25 24 28 26 31 28 35 35
PT 10 4 15 11 20 13 23 18 29 23
PB 5 3 9 5 12 7 15 11 20 15
PS 8 7 12 13 16 16 20 19 21 25
PI 8 3 14 8 17 11 22 15 29 25
CT 76 77 88 89 94 98 102 106 110 125
CD 92 88 99 96 105 101 110 106 121 122
CHL 150 122 176 159 209 200 229 224 270 266
TG 63 55 82 75 102 101 131 129 184 178
PT 5,8 6,3 6,4 6,8 6,9 7,0 7,2 7,4 7,8 8,2
ALB 3,2 3,3 3,6 3,9 3,9 4,0 4,1 4,3 4,4 4,6

TABLA 2. Distribución de percentiles en ancianos de 90 o más años

Percentil 5 25 50 75 95
Sexo M V M V M V M V M V
Peso 43 44 50 50 58 55 68 60 85 73
Talla 137 145 142 149 146 158 151 163 158 168
IMC 19 18 23 21 28 23 31 25 37 26
PT 9 7 13 8 18 9 21 12 24 18
PB 4 3 8 4 10 7 13 9 16 13
PS 6 6 10 8 14 11 19 13 21 14
PI 8 4 13 5 16 6 19 9 24 14
CT 74 81 87 82 94 87 99 96 112 99
CD 86 88 98 92 104 98 112 100 120 103
CHL 125 147 173 164 199 181 224 204 272 264
TG 57 66 80 71 96 83 133 101 196 167
PT 5,8 6,3 6,2 6,8 6,7 7,0 7,1 7,4 7,4 8,2
ALB 3,0 3,3 3,4 3,4 3,7 3,7 4,1 4,0 4,5 4,1

origen tumoral. De hecho el incremento de sus- sueño, pérdida muscular y degradación protei-
tancias proinflamatorias, citocinas y otras, parece ca, hiperinsulinemia, menor vaciado gástrico y
que pueden originar alteraciones conductuales tránsito intestinal, depresión medular, etc. (Kot-
como: anorexia, fatiga, malestar, alteraciones del ler DP, 2000). No podemos dejar de mencionar
118 C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz y cols.

TABLA 3. Consecuencias de la malnutrición

• Anergia y falta de apetito


• Alteraciones visuales en relación con el déficit vitamínico
• Desarrollo de anemias y aumento de trastornos hemorrágicos
• Pérdida de fuerza, de masa muscular (sarcopenia)
• Riesgo de caídas y aumento de fracturas
• Disminución de la respuesta hormonal e inmune e incremento del riesgo de infecciones (descompensa-
ción en la EPOC)
• Aumento de las interacciones farmacológicas (alteraciones en la reducción de la fracción libre de fárma-
cos con alta afinidad por la albúmina)
• Empeoramiento del estado cognitivo y psicológico con aumento de la incidencia de depresión y apatía

un concepto relativamente reciente: la obesidad TABLA 4. Criterios diagnósticos de la caquexia


sarcopénica, que consiste en la conjunción de sar-
copenia y aumento de grasa corporal, fenómeno
Mayores:
para el que estaría contraindicada la restricción
• Presencia de una enfermedad crónica
calórica (Miller SL y Wolfe RR, 2008). Estas si- • Presencia de pérdida de peso significativa
tuaciones en las que puede haber un componente
inflamatorio leve, en los ancianos se han asociado Menores (al menos tres):
a deterioro funcional y fragilidad, tal y como se • Anorexia
recogió en una reciente publicación de la revista • Astenia
de la Sociedad Americana de Geriatría (Hubbard • Pérdida de fuerza muscular
RE et al., 2008). Todos estos fenómenos pueden • Índice bajo de masa libre de grasa
conllevar una malnutrición en el anciano, lo que • Anemia
origina a su vez diversos trastornos secundarios • Hipoalbuminemia
• Marcadores inflamatorios elevados
que aparecen recogidos en la tabla 3. Teniendo
en cuenta estas alteraciones para definir la ca-
quexia, se puede hablar de un trastorno general
que, además de la pérdida de peso, se acompa- el consumo de cigarrillos pasado o presente. El
ña de astenia, fatiga, malestar general, pérdida volumen espiratorio forzado en un segundo es
de músculo esquelético y alteraciones analíticas el mejor indicador del grado de obstrucción al
como anemia e inflamación (Evans WJ et al., flujo aéreo siendo también el que mejor predice
2008). Los posibles criterios diagnósticos de la la esperanza de vida. Típicamente, los síntomas
caquexia aparecen recogidos en la tabla 4. de la disnea de esfuerzo se desarrollan a la edad
de 50-60 años progresando con el tiempo.
ENFERMEDAD PULMONAR La pérdida de peso ha sido reconocida como
OBSTRUCTIVA CRÓNICA Y una característica de la EPOC durante muchos
DESNUTRICIÓN años. Si utilizamos los criterios comentados pre-
viamente de PPS (pérdida del 5-10% de peso
La enfermedad pulmonar obstructiva cró- corporal inicial, peso inferior al 90% del peso
nica (EPOC) se caracteriza por la obstrucción corporal ideal o pérdida de más de 6 kg), la inci-
progresiva e irreversible del flujo aéreo, fibrosis dencia de la desnutrición podría alcanzar hasta
con distorsión de las vías aéreas pequeñas y des- el 35% de los pacientes con EPOC moderada a
trucción de la interfase alveolo capilar pulmonar. grave. Los estudios de la composición corporal
Su etiología está estrechamente vinculada con en pacientes con EPOC muestran que se pierde
Desnutrición en el anciano con enfermedad cardiovascular y respiratoria 119

tanto masa del compartimento graso como la blemente conservada con unas saturaciones en
masa magra, aunque la depleción de esta última general superiores al 90% del aire respirado, no
resulta más importante. soliendo aparecer tampoco edemas en miembros
Además, la pérdida de masa magra y proteína inferiores. En la gasometría arterial los valores
muscular en la EPOC se debe más a una reduc- suelen mostrar una leve a moderada hipoxemia
ción de los procesos de síntesis de musculatura (presión arterial de oxígeno superior a 55), con
que a su degradación progresiva; este fenómeno cifras normales de paCO2 y pH. Los pacientes a
se ha comprobado en estudios realizados sobre el menudo se quejan de falta de apetito y dificultad
flujo de aminoácidos y proteínas. Se trata de un para terminar las comidas, informando ocasio-
mecanismo similar al ocurrido en la pérdida de nalmente de saciedad temprana. La pérdida de
masa muscular que se observa en otras situacio- peso, por lo general, ha estado presente durante
nes con caquexia, pero se puede diferenciar algo meses o años, y el peso actual en general, se ha
de la caquexia de la enfermedad cardiaca puesto mantenido estable durante los últimos 6 meses.
que en esta aparece tanto una disminución de la Esta situación suele coincidir con aplanamiento
síntesis de la masa muscular como degradación afectivo, y no es infrecuente la clínica de depre-
y pérdida de la misma. sión. Las radiografías simples de tórax muestran
Existen varios mecanismos posibles que po- signos de atrapamiento aéreo con hiperinsuflación
drían implicar una disminución de la síntesis de la y con diafragmas planos o invertidos.
proteína del músculo. En condiciones de hipoxia La pérdida de peso puede ser solo un marca-
experimental se comprueba la disminución en dor de progresión de la enfermedad en la EPOC
la síntesis de proteínas, posiblemente debido a (es decir, un marcador de empeoramiento de la
que la hipoxia celular reduce la producción de limitación del flujo aéreo), pero también la mal-
ATP necesario para la síntesis de las proteínas nutrición, de forma independiente, puede inte-
musculares. En los ancianos con enfermedades ractuar con el propio estado de la enfermedad e
pulmonares, la terapia con corticosteroides tam- influir en la morbi-mortalidad. Así, la reducción
bién puede disminuir la velocidad de la síntesis de la fuerza de los músculos respiratorios, la dis-
de proteínas originando una miopatía esteroidea, minución de la respuesta ventilatoria a la hipoxia,
que además puede empeorar por la propia deple- la mala cicatrización de heridas y la disminución
ción muscular. No obstante, en pacientes que no de la inmunidad mediada por células pueden
toman corticoides se puede ver también la atrofia comprometer aún más la función respiratoria
muscular severa. Por tanto, la desnutrición es del anciano y aumentar el riesgo de deterioro,
una característica frecuente de la enfermedad infecciones y muerte. Los primeros estudios ya
pulmonar de etiología no maligna denominán- indicaban que la pérdida de peso se asociaba con
dose “síndrome de caquexia pulmonar”. En este un pronóstico malo, siendo la mortalidad en el
síndrome la pérdida de peso puede ser muy mar- grupo con la pérdida de peso del 42 frente al 15%
cada y difícil de revertir, siendo además sus causas en el grupo sin pérdida de peso.
difíciles de establecer.
Musculatura respiratoria, EPOC y
Presentación clínica desnutrición
Los pacientes a menudo refieren, con un mí- La atrofia de los músculos respiratorios puede
nimo ejercicio, disnea evidente apreciable incluso ser de gran importancia para la fatiga muscular
en la realización de las actividades básicas de respiratoria. Además, la propia debilidad de estos
la vida diaria como caminar despacio, asearse, grupos musculares podría predisponer a la insu-
vestirse, masticar alimentos sólidos y hablar. Es ficiencia respiratoria e incrementar los requeri-
común el empleo de la musculatura respiratoria mientos de energía. Aunque la musculatura no
accesoria, junto con un aspecto de tórax en to- respiratoria parece poco afectada por este estado
nel. Sin embargo, la pulsioximetría está acepta- de caquexia de los problemas pulmonares cróni-
120 C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz y cols.

cos, los pacientes con EPOC y bajo peso presen- obtienen la energía a partir tanto de la vía aerobia
tan una disminución importante de la fuerza de como de la vía anaerobia mediante glucólisis y
la muñeca si se les compara con otros pacientes las fibras II-B en que sólo existe prácticamente
con EPOC y peso adecuado. la vía anaerobia. En este segundo caso, tanto las
Puesto que la afectación muscular es uno mitocondrias como la mioglobina son muy esca-
de los puntos centrales de la desnutrición en la sas. Son fibras de contracción rápida pues poseen
EPOC, conviene recordar algunos conceptos bá- un número elevado de elementos contráctiles en
sicos de la biología de la célula muscular. Existen relación con los pasivos o elásticos. Además las
dos tipos de fibras musculares esqueléticas que fibras II-B se fatigan rápidamente pues la cantidad
no se diferencian tanto en su estructura como en de energía producida es baja, sus reservas escasas
su actividad funcional, son: las fibras musculares y la producción de sustancias residuales alta. Las
tipo I, denominadas también rojas o de contrac- fibras II-A tienen un comportamiento intermedio
ción lenta y las fibras musculares tipo II, llamadas entre las fibras tipo I y II-B.
también blancas o de contracción rápida. Dentro de un músculo suelen existir fibras de
ambos tipos aunque, según el tipo de movimien-
Fibras tipo I to habitualmente realizado, predominan los de
Denominadas también rojas o de contracción uno de ellos. Las fibras rojas predominan en los
lenta. Se caracterizan por un número reducido músculos posturales (músculos del tronco) cuya
de miofibrillas que se agrupan en determinadas actividad es continua y las blancas en los múscu-
zonas, los campos de Cohnheim. Poseen un los relacionados con el movimiento (músculos de
abundante sarcoplasma que contiene cantidades las extremidades) que necesitan contraerse con
elevadas de mioglobina (proporciona el color rojo) mayor rapidez.
y de mitocondrias. La abundancia de estas y la En los animales de experimentación se ha
capacidad de almacenamiento de oxígeno que le comprobado cómo el efecto de la desnutrición
confiere la mioglobina, determinan que la energía afecta principalmente a las fibras de contracción
necesaria para sus procesos se obtenga, funda- rápida (tipo II) más que a las fibras de contrac-
mentalmente, por vía aerobia, mediante el ciclo ción lenta (tipo I). En un estudio post-mortem
de Krebs con alto rendimiento en la producción en pacientes enfisematosos, se comprobó cómo
de ATP. La lentitud de la contracción se debe el peso del diafragma era inferior a lo esperado
al reducido número de elementos contráctiles para el peso corporal, probablemente porque en
(miofibrillas) en relación con la masa de elemen- los músculos respiratorios podemos encontrar
tos pasivos o elásticos, cuya resistencia debe ser una mayor proporción de fibras tipo II que en el
vencida antes de que se produzca la contracción. resto de músculos de la economía, y estas fibras
Estas fibras son resistentes a la fatiga, pues ob- se ven más afectadas por la desnutrición que las
tienen gran cantidad de energía por unidad de fibras de tipo I (Thurlbeck WM, 1978).
materia consumida y poseen abundante reserva
energética. Estado inmune
Además de la afectación de la contracción
Fibras tipo II muscular, los ancianos con EPOC frecuentemente
Son llamadas también blancas o de contrac- sufren descompensaciones por la presencia de
ción rápida. Se caracterizan por la abundancia infecciones respiratorias y/o neumonías. Al igual
de miofibrillas que ocupan la casi totalidad del que ocurre en otras patologías una característica
sarcoplasma, que es escaso y con poco contenido de la desnutrición es un aumento de la susceptibi-
en mioglobina y mitocondrias. Presentan gránulos lidad a ciertos tipos de infección, probablemente
de glucógeno como forma de almacenamiento por afectación de la inmunidad mediada por cé-
de carbohidratos. Dentro de las fibras blancas se lulas. Este proceso es potencialmente importante
pueden distinguir dos subtipos: las fibras II-A que en la EPOC, donde una infección relativamente
Desnutrición en el anciano con enfermedad cardiovascular y respiratoria 121

leve puede comprometer la función respiratoria ticación y la deglución pueden alterar el patrón
en gran medida y ensombrecer el pronóstico de respiratorio y causar una desaturación arterial de
estos ancianos con EPOC y desnutrición. O2. Adicionalmente, también se sugiere que la
propia hipoxia en la EPOC podría ser la causa de
MECANISMOS RELACIONADOS CON EL la disminución del apetito, en particular para los
SÍNDROME CAQUÉCTICO EN LA EPOC alimentos grasos, de la misma forma que ocurre
en situaciones de extrema altitud. No obstante, es
La desnutrición es común entre los pacientes posible que la disminución de la ingesta no sea la
que presentan hipoxemias mantenidas por pade- principal causa subyacente de la pérdida de peso
cer una EPOC. Hasta el 40-50% de estos pacien- observada en la EPOC, aunque el consumo de
tes pesan menos del 80% del peso ideal. Aunque nutrientes puede no alcanzar las requerimientos
el aumento de la mortalidad y la morbilidad se necesarios cuando se está desarrollando la pér-
ha asociado con la pérdida de peso, la fisiopato- dida de peso, agravando más la situación. Este
logía de la desnutrición sigue siendo poco clara, hallazgo podría explicar el fracaso de la alimen-
siendo varios los fenómenos etiopatogénicos que tación suplementaria para ganar peso de forma
intervienen en este proceso. prolongada en los pacientes con EPOC.
La pérdida de peso ocurre cuando hay un Diversos estudios demuestran que los pacien-
balance energético negativo y el gasto de energía tes con EPOC comen tanto o más que otros de su
excede la producción de la misma. Este equilibrio misma edad y sexo sin patología. No obstante, los
negativo se produce en las exacerbaciones de la pacientes con EPOC no aumentan la ingesta caló-
EPOC debido a una mayor necesidad de energía rica hasta al nivel necesario para evitar la pérdida
y a la vez a una disminución de la ingesta. Esta peso, en parte, debido a la dificultad asociada con
caída gradual de peso se ha asociado tanto con el consumo de grandes cantidades de alimentos,
las sucesivas exacerbaciones que ocurren en algu- que, habitualmente, origina la desaturación de
nos de estos pacientes, como también en estados oxígeno arterial en relación con las comidas. Por
clínicos de la enfermedad relativamente estables. otro lado un otro factor limitante de una ingesta
El balance energético negativo se puede alcanzar calórica más alta puede ser debido a que esta
de maneras diversas: una ingesta deficiente, por mayor ingesta podría aumentar la producción
una alteración en la absorción de nutrientes (re- de CO2 y aumentar la ventilación por minuto,
ducida o ineficiente) y por el aumento del gasto originando disnea, hasta los niveles intolerables
de energía. Todos estos factores pueden ocurrir para estos pacientes.
de forma aislada o en combinación (Congleton
J, 1999). Alteraciones de la absorción
Diversos estudios parecen demostrar que la
Reducción de la ingesta disminución de la absorción es un factor poco
La reducción de la ingesta de energía se ha importante en la pérdida de peso que aparece
considerado siempre como uno de los factores en la EPOC. Aunque inicialmente la respuesta al
más importantes en la pérdida de peso observa- estado de semi-inanición en el EPOC es un mayor
da en la EPOC. Existen varios motivos para que consumo de la grasa como sustrato energético,
esto ocurra en tales pacientes. El propio proceso no se llega a la oxidación completa de grasas y
disneico podría aumentar debido a la respiración proteínas ya que no es una situación catabólica
irregular durante la comida y la deglución. Tam- como ocurre en otras situaciones patológicas
bién el llenado gástrico durante la comida puede como la sepsis.
contribuir a la reducción de la capacidad residual
funcional del pulmón. Se ha sugerido que los El aumento de gasto de energía
pacientes con EPOC pueden comer de una forma Hay tres componentes principales relaciona-
subóptima debido a que los procesos de la mas- dos con el gasto total de energía: termogénesis in-
122 C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz y cols.

ducida por la dieta (TID), la actividad relacionada carácter sistémico, más que un proceso fisiopa-
con termogénesis (ART), y el gasto energético en tológico propio, de cada una de las patologías
reposo (GER), siendo este último el componente mencionadas. Los posibles mecanismos comunes
principal. El mecanismo postulado, principalmen- para esa pérdida de peso pueden ser mediados
te, es el metabolismo acelerado que conlleva un a través de hormonas de carácter termogénico
aumento del gasto total de calorías, que a su vez (como el cortisol y las hormonas tiroideas), las
surge de una serie de alteraciones concomitan- catecolaminas endógenas, las citocinas y algunos
tes. Cuando se comparan pacientes con EPOC y tratamientos farmacológicos.
parámetros nutricionales normales con pacientes Las citocinas proinflamatorias se han consi-
con EPOC desnutridos se observa un aumento del derado como efectores de la pérdida de tejido en
costo de la ventilación en O2 (COVO2) debido al diversas situaciones clínicas. Los defensores que
aumento de la resistencia de las vías aéreas, así apoyan este papel de las citocinas han demostrado
como un aumento de la TID por un aumento de sus efectos agudos en la anorexia y en los pro-
la producción de CO2 y el consiguiente aumento cesos catabólicos en animales. También señalan
de la ventilación por minuto. Otro factor impor- que, en algunas enfermedades caquectizantes y
tante que puede contribuir a los gastos elevados con pérdida tisular, los monocitos parecen produ-
de energía en la EPOC es el uso ineficiente de cir mayores niveles de factor de necrosis tumoral
los sustratos energéticos relacionado con un des- (TNF-α) e interleucina 1β (IL-1β). Aunque esta
equilibrio en los mecanismos de la respiración postura no es mantenida por todos los investi-
celular que origina una tendencia al uso de las gadores, argumentando que existen algunos
vías energéticas de carácter anaerobio durante la trastornos con afectación tisular importante con
actividad física (empleo de fibras tipo IIB). Esta ausencia de citocinas circulantes y otros fenóme-
desviación metabólica celular origina un aumen- nos que acompañan a la caquexia. Estos resulta-
to del consumo de O2 post-ejercicio, hipoxemia, dos contradictorios pueden ser debidos a que la
reducción del ATP obtenido a través de la fosfo- elevación de citocinas circulantes es transitoria,
rilación oxidativa mitocondrial y la generación el aclaramiento es alto por su adherencia a los
de energía basada en fuentes anaeróbicas mucho receptores o por la elevada excreción urinaria,
menos eficientes. La administración de oxígeno a porque determinadas proteínas plasmáticas pue-
los pacientes hipoxémicos con EPOC origina un de interferir con las pruebas para su detección y
cambio de este estado metabólico poco eficiente cuantificación, etc. En general, en la caquexia de
hacia la fosforilación oxidativa. Dentro de esta los pacientes con EPOC encontramos elevadas
compleja fisiopatología parece que también contri- en plasma, moléculas relacionadas con la infla-
buyen a la situación de metabolismo acelerado en mación como: TNF-α, IL-1 β, IL-6, aunque en
la EPOC las citocinas proinflamatorias que están alguna ocasión no se observan alteraciones de
habitualmente elevadas en pacientes con EPOC elementos como TNF-α e IL-1 β.
que están experimentando pérdida de peso. Se ha encontrado una elevación del TNF-α,
tanto en ancianos con caquexia de origen car-
Situación metabólica acelerada-catabólica diaco, como en ancianos con EPOC sugiriendo
en la EPOC que está elevado al menos en una proporción
Existen algunas analogías clínicas entre la de pacientes con estados hipercatabólicos. No
malnutrición que aparece en la EPOC y la que obstante, la implicación de las citocinas en la
se da en los pacientes con insuficiencia cardíaca caquexia, es un tema complejo de investigar
crónica (caquexia cardíaca), hepatopatía crónica debido a la complejidad de los sistemas de ci-
y enfermedades neoplásicas; así, un estado me- tocinas y su grado de interacción de unos con
tabólico acelerado-catabólico se asocia con todas otros; y a la dificultad de conocer si los cambios
estas condiciones. Esto lleva a la hipótesis de que que aparecen en estas sustancias en las patologías
puede haber una causa común subyacente de referidas son realmente la causa de la pérdida de
Desnutrición en el anciano con enfermedad cardiovascular y respiratoria 123

peso y la caquexia o bien son solamente uno de EPOC y desnutrición, frente a otros pacientes
sus efectos. con EPOC y normalidad en sus parámetros nu-
El metabolismo acelerado en la EPOC puede tricionales, sugirió que el requerimiento calórico
estar causado por varios factores. Los elevados de esta población podría ser hasta del 200% de
requerimientos de oxígeno por parte de los mús- la ingesta calórica calculada previamente. Otras
culos respiratorios, consecuencia directa de la estrategias valoradas para incrementar el peso en
elevada resistencia de las vías respiratorias, pue- estos pacientes con EPOC han sido la administra-
den contribuir a la elevación del gasto energéti- ción de esteroides anabolizantes y el empleo de la
co total en este grupo de pacientes. El COVO2 hormona del crecimiento humano, observándose
en pacientes con EPOC desnutridos es mayor un éxito muy limitado al igual que en el aporte
que en los pacientes con EPOC y sin pérdida de hipercalórico.
peso. Este cambio también aparece en el GER Se ha empleado, también, la administración
que está un 27% por encima entre los pacientes de ghrelina. Este péptido gástrico está relacionado
con desnutrición y EPOC frente a los pacientes con la liberación de la hormona del crecimiento
normonutridos. El aumento de la TID también y puede inducir un balance energético positivo
puede contribuir a aumentar el GER pudien- con ganancia de peso, disminución del empleo
do observar una TID elevada en los pacientes de grasas y estimulación de la ingesta de comida.
desnutridos con EPOC en comparación con los Cuando se administra durante tres semanas en
controles normalmente nutridos. Este aumento pacientes con EPOC origina aumento del peso
en la TID podría contribuir significativamente al corporal, de la ingesta de comida, de la masa
metabolismo acelerado. magra, de la fuerza muscular tanto de múscu-
Los estudios histopatológicos realizados en los respiratorios como de otros músculos, y del
los músculos de los pacientes hipoxémicos con estado funcional evaluado mediante el índice de
EPOC han demostrado resultados similares, Karnofsky. Sin embargo, parece que no mejora
encontrándose disminuciones en las concentra- significativamente la función pulmonar (Noritoshi
ciones intramusculares de fosfocreatina y ATP. N et al., 2005).
Si esta necesidad de mayor combustible celular También existen recomendaciones desde las
no se logra mediante un aumento en la ingesta, sociedades de nutrición de los posibles benefi-
se produce una balance calórico negativo y la cios de la administración de nutrición enteral o
pérdida de peso es inevitable suplementación oral en estos pacientes (Anker
SD et al., 2009).
TRATAMIENTO DE LA EPOC CON
PÉRDIDA DE PESO ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR Y
DESNUTRICIÓN
Aunque existe tendencia a pensar que la re-
pleción nutricional en pacientes desnutridos con El sistema cardiovascular (CV) o circulatorio
EPOC podría resolver el problema de la desnutri- es uno de los sistemas orgánicos más afectados
ción, los estudios no apoyan esta afirmación. Se por procesos patológicos durante el envejeci-
han realizado investigaciones controladas que no miento como muestran múltiples estudios. Así,
han encontrado ganancias importantes en el peso el Baltimore Longitudinal Study of Aging (http://
de pacientes con EPOC desnutridos tras ser ali- www.grc.nia.nih.gov/branches/blsa/blsanew.
mentados con 1.000 kcal extras por día durante htm), que comienza en el año 1958, dirigido por
14 semanas. Solamente un estudio no controlado Nathan Shock, analiza y evalúa, bianualmente,
con seis pacientes mostró una discreta mejoría en gran cantidad de parámetros de la población en
algún parámetro nutricional. La observación de seguimiento y, entre otros, el efecto del enveje-
un incremento mayor de lo previsto en el COVO2 cimiento sobre el sistema CV. El Framingham
y un mayor gasto calórico en los pacientes con Heart Study (NIH, http://www.nhlbi.nih.gov/
124 C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz y cols.

about/framingham/), también ha contribuido, etiopatogenia y en la progresión de la caquexia


aunque en menor medida, al avance en las inves- cardíaca, considerándose una afectación sistémi-
tigaciones acerca del envejecimiento CV. Aunque ca de carácter proinflamatorio y acompañada de
son múltiples las patologías asociadas al enveje- trastornos humorales y hormonales (Farber MO
cimiento en el sistema CV, el presente epígrafe y Mannix ET, 2000).
del capítulo se centrará exclusivamente en los
aspectos nutricionales en la insuficiencia cardiaca Presentación clínica
congestiva crónica (ICC). Los pacientes con caquexia cardíaca clásica a
La ICC es uno de los problemas de salud menudo presentan anorexia. Dado que la mayoría
pública más importantes en los países occiden- de estas personas están recibiendo tratamiento
tales, puede afectar hasta al 25% de la población con diuréticos, es posible que coexista una deple-
muy anciana, soliendo acarrear mal pronóstico ción de vitaminas y minerales que contribuyen a
a medio plazo. De hecho, alrededor de la mitad mantener y agravar el cuadro. La malabsorción
de los pacientes con ICC mueren dentro de los está presente y la presencia de edemas es prác-
5 años tras haber recibido el diagnóstico inicial ticamente universal. Debido a esto último, es
(Van Jaarsveld CH et al., 2006). En las últimas posible que algunos pacientes puedan presentar
décadas se han realizado importantes avances en un peso corporal normal o incluso aumentado,
la comprensión fisiopatológica de la ICC.En la por acumulación de líquidos. La piel suele ser
actualidad, esta patología se reconoce como una apergaminada, y la evaluación antropométrica
enfermedad multisistémica con comorbilidades mediante la medición de los pliegues cutáneos
importantes como: anemia, resistencia a la in- revela de manera significativa una disminución
sulina, alteraciones autonómicas y alteraciones tanto de la grasa como del músculo esquelético.
nutricionales como la caquexia cardiaca. Esta úl- Respecto a los parámetros analíticos, los niveles
tima descrita como efecto de la propia ICC sobre de albúmina sérica, hemoglobina, ácido fólico,
la nutrición del anciano. tiamina, potasio, calcio, magnesio, hierro y cinc
suelen estar en los límites inferiores de la nor-
La inanición o el síndrome de desgaste en malidad o ser claramente patológicos. También
la insuficiencia cardiaca pueden estar presentes trastornos relacionados
El estado de desnutrición que, a menudo, con la excreción de forma que las heces suelen
acompaña a la ICC ha sido reconocido como un contener niveles elevados de grasa y de nitróge-
problema clínico importante desde la antigüe- no, por la propia malabsorción. A nivel urinario
dad. Ya fue caracterizado por Hipócrates como es frecuente encontrar proteinuria de hasta 2
un trastorno en el cual se consumía la carne y gramos al día, empeorando así el balance nitro-
los pies, y los tobillos se hinchaban. En el siglo genado negativo. En los pacientes con caquexia
XVIII, Withering lo definió como una enferme- cardíaca nosocomial su deterioro comienza, en
dad en que se perdían cantidades significativas general, durante el ingreso hospitalario, especial-
de grasa y músculo esquelético. Este síndrome mente durante el período postoperatorio, con el
de consumo tisular, la caquexia cardíaca, puede desarrollo de infección de la herida quirúrgica,
estar presente hasta en el 50% de los pacientes edema pulmonar refractario, etc., que dan lugar
con ICC y se asocia, al igual que ocurre con la a la iniciación de un proceso de inanición. En
situación similar de la EPOC, con aumento de los casos en que los pacientes eran obesos pre-
la morbilidad y mortalidad. Ya hace casi cinco viamente, la disminución de nutrientes y calorías
décadas que Pittman JG y Cohen P (1964) atri- de la ingesta y la excesiva pérdida nutricional
buyeron la patogenia de esta enfermedad tanto suelen causar la pérdida de peso, según un orden
a factores relacionados con la dieta, como a fac- determinado. Lo habitual es que se puedan per-
tores metabólicos. Recientemente, otros factores der inicialmente cantidades significativas de masa
y moléculas orgánicas han sido implicados en la magra, sin embargo las reservas grasas pueden
Desnutrición en el anciano con enfermedad cardiovascular y respiratoria 125

permanecer intactas. A este mantenimiento de como factores causales en la caquexia cardíaca:


las reservas energéticas en forma de grasa corpo- la anorexia y la malabsorción. Describieron cómo
ral puede contribuir la infusión de fluidos ricos los factores que conducen a la pérdida de peso
en carbohidratos, con la subsecuente liberación pueden proteger el corazón del estrés adicional.
de insulina que limita la lipólisis y, por tanto, la Por ejemplo, la anorexia además de causar una
utilización de tejido adiposo. disminución en la ingesta de comida y la pérdida
de peso, puede jugar un papel compensatorio en
Caquexia, anorexia e inanición la progresión de la caquexia. La disminución del
Es importante distinguir la caquexia de la ano- consumo de los alimentos derivado de la anorexia
rexia y la inanición. En las dos últimas situaciones produce una disminución del flujo sanguíneo
la pérdida de peso es el resultado del consumo de esplácnico y una inversión del mayor nivel de
la grasa corporal para la producción de energía consumo total de oxígeno por parte del cuerpo,
y suele estar preservada la masa magra. Es un que normalmente se asociaba al proceso de di-
proceso de carácter más pasivo, en parte por la gerir una comida copiosa. Esta disminución en
falta de aporte o ingesta. En la caquexia además el consumo de oxígeno disminuye la demanda
de la disminución de la grasa corporal aparece en el corazón para aumentar el gasto cardíaco
una pérdida importante de la masa muscular; así, después de una comida y, por lo tanto, la función
hasta un 60% de los pacientes con ICC presen- compensatoria de la anorexia se realiza.
tan atrofia muscular acompañada con frecuencia De acuerdo con Pittman JG y Cohen P (1964),
de disminución de densidad mineral ósea. Este el segundo mecanismo es la malabsorción. Esta
fenómeno de caquexia cardiaca se define como es el resultado de la hipoxia esplácnica, hepática y
una PPS en el anciano en un periodo corto, y pancreática, de modo que el transporte activo de
cuyos criterios ya se han comentado. Además nutrientes en el intestino disminuye. La síntesis
deben estar presentes al menos tres de estas cinco de las enzimas pancreáticas y de sales biliares
situaciones: disminución de la fuerza muscular, hepáticas también se reduce significativamente.
disnea, anorexia, bajo índice de masa libre de gra- Por último, y como resultado de la malabsorción,
sa y pruebas de laboratorio alteradas que pueden también se le atribuye un papel compensatorio
incluir anemia, o hipoalbuminemia y elevación a la mayor pérdida de nitrógeno, grasas y otros
de marcadores inflamatorios. Es un proceso de nutrientes en las heces. La disminución de nivel
carácter activo y, en principio, poco dependiente de nutrientes que cruzan la membrana intestinal
del aporte o ingesta calórica. disminuye la demanda de oxígeno necesaria para
procesar estos productos en la digestión, dismi-
Primeras hipótesis. La hipoxia celular y la nuyendo así la necesidad de generar un mayor
pérdida de peso rendimiento cardíaco para aportar más oxígeno
Son diversos los mecanismos que pueden a las vías digestivas y al resto de las vísceras del
estar en la base de la pérdida de peso en pa- sistema.
cientes con ICC. Una de las principales teorías Un tercer factor en la caquexia cardíaca dis-
fue propuesta por los primeros en describir este cutido por Pittman JG y Cohen P (1964) es el
fenómeno en la década de 1960 (Pittman JG y metabolismo acelerado, que agrava los problemas
Cohen P, 1964). La mala función ventricular del provocados por la anorexia y la malabsorción,
corazón origina hipoperfusión e hipoxia tisular. causando un desequilibrio de energía adicional
Esto, a su vez produce una ineficacia del meta- que favorecería todavía más la pérdida de peso.
bolismo intermediario celular, desplazando los Examinando la tasa metabólica en reposo en
procesos hacia una vía catabólica de las reservas pacientes con ICC se comprueba cómo esta es
de proteínas y a una actividad anabólica reduci- un 18% mayor en los pacientes con ICC que en
da. También sugirieron que la oxigenación tisular los controles sanos. Estos autores concluyeron
escasa potenciaba dos mecanismos que se creían que esta mayor tasa metabólica en reposo en los
126 C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz y cols.

pacientes con ICC explica en parte la pérdida con ICC y caquexia, así como un aumento de
de peso en estos pacientes. Por último, plantean TNF-α y otros mediadores inflamatorios. También
que si la hipoxia tisular es un factor importante pueden aparecer elevados niveles de cortisol, la
en la pérdida de peso en los pacientes con ICC, la hormona del estrés por excelencia, con una ac-
corrección de la función cardiaca debe ser la base tividad catabólica proteica bien conocida. Otras
de cualquier tratamiento diseñado para mejorar hormonas de carácter anabólico pueden estar
el estado nutricional de estos pacientes. alteradas en los ancianos con caquexia cardíaca:
testosterona, dehidroepiandrosterona (DHEA),
Análisis más recientes de la caquexia hormona de crecimiento humana (hGH), factor
cardiaca de crecimiento insulínico 1 (IGF-l), y la propia
Posteriormente a estos primeros estudios, se ha insulina. La elevación de la hGH podría explicar
puesto menos énfasis en el modelo de la hipoxia la disminución de las reservas de grasa observada
tisular como una explicación de la pérdida de peso en pacientes con ICC y con caquexia. También
en pacientes con ICC crónica. Varios grupos de se puede observar desarrollo de resistencia a la
investigación han sugerido que el estado de semii- insulina en este grupo de pacientes geriátricos
nanición que experimentan estos individuos priva con ICC. Debido a que la insulina es conside-
al miocardio de nutrientes muy necesarios y, a su rada como la hormona anabólica más potente,
vez, causa aún mayor compromiso en la función se especula con que la eficacia disminuida de la
cardiaca. Parece, también, que la menor disponibi- insulina podría contribuir a la caquexia de origen
lidad de nutrientes para el sistema digestivo podría cardiovascular (Eddy DM et al., 2008).
originar por sí misma atrofia de vellosidades intesti- Al igual que en la EPOC, en la ICC una am-
nales, lo que reduce aún más el paso de nutrientes plia cascada de alteraciones metabólicas, neuro-
a la circulación sistémica y, por lo tanto, pone en hormonales, de sustancias proinflamatorias y ci-
peligro la integridad de las diversas funciones ce- tocinas, originan y contribuyen a un desequilibrio
lulares en todo el cuerpo. Aunque actualmente se entre procesos anabólicos y catabólicos que puede
reconoce que la anorexia, la malabsorción y el hi- determinar la aparición y el mantenimiento de la
permetabolismo son factores clave en el desarrollo caquexia en los pacientes ancianos con ICC. Este
de la caquexia en la ICC (Sandek A et al., 2009; aumento de marcadores de inflamación como
Miján de la Torre A, 2009), no se atribuyen estos TNF-α, interleucinas y citocinas, parece influir en
factores a la hipoxia tisular (causada por el funcio- la pérdida de células musculares mediando en los
namiento cardíaco deficiente), como se ha descrito procesos de degradación proteica, incluyendo las
anteriormente. En cambio, atribuyen la anorexia a miofibrillas miocárdicas. Este parece ser un meca-
la compresión gástrica que acompaña a la ascitis, nismo importante en el desarrollo de la caquexia
y explican que la presencia de malabsorción está cardiaca reforzado por la inhibición de la ingesta
causada por el edema que se encuentra a menudo de alimentos y otros fenómenos que contribuyen
en la pared del intestino. al metabolismo acelerado de la caquexia cardiaca,
como la resistencia a la insulina que se produce
Fenómenos catabólicos y de metabolismo independientemente de la causa y contribuye al
acelerado deterioro del metabolismo energético, siendo un
Se han medido varios niveles hormonales y factor de riesgo independiente para mortalidad
de mediadores inflamatorios en pacientes con en pacientes ancianos con ICC estable.
ICC, para determinar su posible contribución al
síndrome de desgaste de origen cardíaco. El au- TRATAMIENTO DE LA CAQUEXIA DE
mento en los niveles de las catecolaminas se ha ORIGEN CARDIACO
asociado con el estado de metabolismo acelerado
y pérdida de peso. Se ha encontrado aumento Al igual que en la EPOC, todavía no se ha
de los niveles de catecolaminas en pacientes confirmado por estudios amplios que la suple-
Desnutrición en el anciano con enfermedad cardiovascular y respiratoria 127

mentación nutricional mejore la caquexia en la actuales en la atención geriátrica como son la


ICC (Lennie TA, 2006). En un análisis reciente de sarcopenia y la fragilidad.
carácter aleatorizado, parece que la suplementa-
ción oral de aminoácidos, en relación con el trata- BIBLIOGRAFÍA
miento farmacológico estándar, puede aumentar
la capacidad de ejercicio mediante la mejora de la – Anker SD, Laviano A, Filippatos G, John M, Pac-
función circulatoria, el consumo de oxígeno del cagnella A, Ponikowski P, Schols AM; ESPEN.
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músculo y la producción aeróbica de energía en
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pacientes ambulatorios ancianos con insuficiencia 455-60.
cardíaca congestiva. Sin embargo hasta la fecha,
– Asensio A, Ramos A, Núñez S. Prognostic factors
carecemos de más estudios que confirmen que la
for mortality related to nutritional status in the
administración de suplementos de aminoácidos hospitalized elderly. Med Clín. 2004; 123: 370-
confiera mejoras en la calidad de vida o, incluso, 3.
la supervivencia en la ICC. Al igual que en la
– Attems J, König C, Huber M, Lintner F, Jellinger
EPOC y en otras patologías crónicas acompañadas KA. Cause of death in demented and non-demen-
de caquexia se especula con la administración de ted elderly inpatients; an autopsy study of 308
ghrelina u otros agonistas del receptor secretago- cases. J Alzheimers Dis. 2005; 8: 57-62.
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321-8.
Tanto la ICC como la EPOC son situaciones – Cuervo M, García A, Ansorena D, Sánchez-Villegas
clínicas frecuentes en el anciano, apareciendo en A, Martínez-González M, Astiasarán I, Martínez J.
muchas ocasiones de forma conjunta o simultá- Nutritional assessment interpretation on 22,007
nea. Además de las manifestaciones clínicas pro- Spanishcommunity-dwelling elders through the
pias de estas patologías, es frecuente observar Mini Nutritional Assessment test. Public Health
asociación con alteraciones nutricionales y un Nutr. 2009; 12: 82-90.
estado consuntivo. Estos trastornos nutricionales – Deboer MD. Ghrelin and cachexia: will
suponen una pérdida de peso superior al esperado treatment with GHSR-1a agonists make a diffe-
rence for patients suffering from chronic wasting
en el envejecimiento fisiológico. También estos
syndromes? Mol Cell Endocrinol. 2011; 340 (1):
trastornos se asocian con una mayor morbilidad 97-105.
durante el transcurso de la enfermedad y empeo-
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ran el pronóstico vital cuando se compara a estos
syndrome and cardiovascular risk: implications for
ancianos con otros con las mismas patologías pero clinical practice. Int J Obes. 2008; 32 (Suppl 2):
sin trastornos nutricionales. Desde el punto de S5-S10.
vista fisiopatológico, estos fenómenos todavía
– Esquius M, Schwartz S, López Hellín J, Andreu
no están bien desentrañados. Estos cuadros se AL, García E. Parámetros de referencia antropo-
acompañan de situaciones de metabolismo acele- métrica para población anciana. Med Clín. 1993;
rado e incremento del catabolismo. Es frecuente 100: 692-8.
encontrar alteraciones en los niveles de diversas – Evans WJ, Morley JE, Argilés J, Bales C, Baracos
hormonas y de mediadores inflamatorios, como V, Guttridge D, et al. Cachexia: a new definition.
ocurre en otras enfermedades caquectizantes. Clin Nutr. 2008; 27: 793-9.
Todo ello implica un trastorno inflamatorio ge- – Farber MO, Mannix ET. Tissue wasting in patients
neralizado denominado de “bajo grado” y que with chronic obstructive pulmonary disease. Neu-
se puede relacionar con otros conceptos muy rol Clin. 2000; 18: 245-62.
128 C. Fernández Viadero, N. Peña Sarabia, M. Jiménez Sanz y cols.

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CAPÍTULO 13
Trastornos afectivos como riesgo
de desnutrición en el anciano
M.J. Mendiola Palacios, J.C. Caballero García

INTRODUCCIÓN mente aumentada en pacientes con bajo esta-


do de ánimo, deterioro cognitivo, dependencia
La depresión tiene elevada prevalencia en el funcional y enfermedades malignas (Saka B,
anciano y supone una de las principales consultas 2010). Los cambios de conducta alimentaria,
médicas, aun cuando su presencia pueda pasar a su vez, pueden ser un signo de depresión
desapercibida (Blazer D, 2003). Ni el ánimo triste (Thompson MP, 1991). En este sentido, Ca-
ni la depresión son consecuencia de la edad, ni brera MA et al. (2007), muestran asociación
tampoco forman parte del envejecimiento nor- independiente entre el déficit nutricional y
mal. Los médicos generales o de familia suelen depresión en los ancianos, enfatizando la im-
ser los primeros en ver a los ancianos con tras- portancia de su detección temprana. Wilson
tornos depresivos y, frecuentemente, iniciar su MM et al. (1998), encontraron depresión como
tratamiento. primera causa de desnutrición en pacientes
La depresión en el mayor de edad se incluye mayores de edad. Además, la depresión se ha
dentro de los síndromes geriátricos por su alta identifi cado como la causa más frecuente de
frecuencia de aparición, tendencia a asociarse con pérdida ponderal en ancianos alojados en resi-
otras entidades clínicas y determinar situaciones dencias asistidas.
de dependencia e incapacidad. La valoración ge- Los individuos deprimidos, con frecuencia,
riátrica integral es una herramienta básica, no presentan mayores deficiencias de algunas vitami-
sólo para el diagnóstico de la depresión, sino para nas, como acido fólico o vitamina B12 (Tolmunen
su prevención, ya que detecta varios de los aspec- T, 2003) (Ng TP, 2009) (Williamson C, 2009) y
tos o factores desencadenantes de la misma. algunos minerales como el magnesio (Jung KI,
Además, de los factores sociales, psicológi- 2010) o el cinc (Nowak G, 2010), respecto a
cos y físicos, entre otros, la depresión puede y individuos sin depresión.
suele estar causada por factores dietéticos. En
este sentido, la nutrición podría jugar un papel EPIDEMIOLOGÍA
importante en la prevención de la depresión y,
a su vez, el padecimiento de depresión puede La incidencia mínima predictiva es de 24 ca-
modificar los hábitos alimentarios y alterar la sos/1.000 habitantes/año, lo que supone entre
situación nutricional del paciente, lo que puede 7 y 10 casos nuevos cada año. A la vista de ellos,
agravar aún más la enfermedad (Centurion L, cualquier médico de familia tendrá, en cualquier
2010). Así, la malnutrición está significativa- momento, unos 30 casos activos. La incidencia

129
130 M.J. Mendiola Palacios, J.C. Caballero García

del primer episodio de depresión mayor disminu- CARACTERÍSTICAS DE LA DEPRESIÓN


ye después de los 65 años. La prevalencia mues- EN EL ANCIANO
tra una gran variabilidad y heterogeneidad pero
en líneas generales se presentan los siguientes La depresión en el anciano tiene formas pecu-
porcentajes (Centurión L, 2010): liares de presentación (Moussavi S, 2007):
• Ancianos en la comunidad: sintomatología • Mayor riesgo de suicidio.
depresiva un 10% (rangos de 5-15%), con • Se reduce la adherencia a los tratamientos
un 3% para depresión mayor (rangos 1-12%) prescritos.
y un 15-20% para depresión menor (rangos • Se afecta al funcionamiento diario.
8->40). • Empeoran los síntomas físicos y aumenta la
• Ancianos en residencias: sintomatología de- mortalidad.
presiva un 20% (rangos de 10-40%), con un • A menudo coexiste con otras enfermedades
15% para depresión mayor (rangos 2-20%) y médicas y empeora su pronóstico.
un 30% para depresión menor (rangos 18- • Predispone a institucionalización.
55). • Es costosa para el paciente y para el conjunto
• Ancianos en el hospital: sintomatología de- de la sociedad.
presiva un 11-45%, con un 10-16% para de- Los síntomas de la depresión pueden con-
presión mayor y un 25-40% para depresión fundirse con signos del envejecimiento o con
menor. enfermedad médica. Por otro lado, los mayores
En general, los síntomas depresivos, sea en el de edad tienen miedo a ser institucionaliza-
ámbito asistencial que fuere, son de 2 a 4 veces dos o a tener la enfermedad de Alzheimer y,
más prevalentes que la depresión mayor (Vallejo además, culturalmente les parece un estigma
Ruiloba J, 2005). social por lo que son poco propensos a informar
En todos los estudios clásicos, la prevalencia de su estado emocional y sus quejas suelen
es mayor en las mujeres 2:1; sin embargo, en los ser más somáticas (Alexopoulos 2001, 2002)
ancianos, esta proporción se iguala e incluso llega (Mynatt, 2004).
a invertirse en los mayores de 80 años, en los que Numerosos autores hablan del síndrome
se atribuye mayor fragilidad en el varón. de depresión sin tristeza del anciano puesto
El estudio EURODEP (Blazer D, 1999) que la queja o reconocimiento de un estado
también encuentra diferentes tasas de pre- de ánimo triste aparece menos frecuente que
valencia (entre 8,8 y 23,6%). Los problemas en el adulto joven, predominando los sínto-
metodológicos que se esgrimen para explicar mas somáticos (cefalea, dispepsia, mareos) y
estas diferencias incluyen las dificultades de los motivacionales, del tipo apatía, pérdida de
ancianos para reconocer síntomas depresivos, vigor y/o agotamiento, alteración del sueño
la presentación atípica de la enfermedad y la (insomnio de conciliación y despertares pre-
comorbilidad que difi culta el diagnóstico. La coces), hipocondria, anorexia (es la primera
prevención de la enfermedad depresiva en el causa de pérdida de peso inintencionada en
anciano es una tarea de urgente actuación, cuyo los ancianos y a veces la única manifestación)
primer eslabón es una correcta valoración geriá- (Morley JE, 2002).
trica integral, como ya se ha dicho. En Atención Características frecuentes del problema de-
Primaria existe subdiagnóstico y retraso en la presivo en el anciano son (Gayoso MJ, 2004;
identificación de la depresión y, por lo tanto, Baldwin R, 2008):
en el inicio del tratamiento, lo que impacta ne- • Acentuación de rasgos premórbidos de la
gativamente en el bienestar de los individuos, personalidad.
en la salud pública y en los costos directos e • Escasa expresividad/verbalización de la tris-
indirectos de los servicios sanitarios (Espinosa teza.
Aguilar A, 2007). • Tendencia al retraimiento y aislamiento.
Trastornos afectivos como riesgo de desnutrición en el anciano 131

• Dificultad para reconocer los síntomas depre- • Practicar un examen del estado mental.
sivos. • Analizar si puede ser secundaria (¿fármacos?,
• Solapamiento entre síntomas somáticos de ¿patologías presentes?).
la depresión y los de una enfermedad física • Valorar el nivel de repercusión funcional.
comórbida. • Realizar tests de cribaje (escalas).
• Deterioro cognitivo frecuentemente asociado Entre las escalas al uso, la más empleada es la
(asocia peor pronóstico y puede evolucionar de Yesavage (GDS),desarrollada específicamente
a demencia): “pseudodemencia depresiva”. para ancianos (Tabla 1), tiene dos versiones: larga
• Expresión en forma de somatizaciones y quejas (30 ítems) y corta (15 ítems). Esta última requie-
somáticas de intensidad desproporcionada. re 7 minutos para su realización; con un punto
• Síndromes dolorosos inexplicables. de corte 5/6 muestra una sensibilidad del 85%
• Posibles trastornos conductuales: irritabilidad, y especificidad del 74%. Por lo tanto, sustituye
rechazo alimentario, incontinencia, agresivi- con ventaja a la versión extensa como cribado
dad, llanto. (Yesavage JA, 1982) (Martínez de la Iglesia J,
• Enfermedad cerebrovascular frecuente. 2002).
• Comorbilidad: pluripatología.
• Presencia de polifarmacia. DEPRESIÓN Y COMORBILIDAD
• Instalación tardía de dependencia alcohólica.
• Mayor frecuencia de síntomas psicóticos (de- La depresión puede darse en el contexto de
lirio). enfermedad física y neurológica, y la comorbilidad
puede confundir un diagnostico de depresión. La
FACTORES DE RIESGO PARA depresión se presenta de manera diferente entre
DEPRESION EN ANCIANOS los pacientes con síndromes neurológicos. Así, la
depresión tras un accidente cerebrovascular, espe-
• Factores de riesgo aceptados: alteraciones cialmente con daño cerebral derecho, es menos
del sueño, discapacidad, antecedentes de probable que incluya disforia y está fuertemente
depresión, sexo femenino y duelo (aumenta caracterizada por síntomas vegetativos (Santos M,
la incidencia en viudos y divorciados). 2009). Además, la depresión post-ictal empeora el
• Factores de riesgo inciertos: pobre estado pronóstico funcional y puede alterar la calidad de
de salud, deterioro cognitivo, vivir solo y la vida del paciente y su entorno. La terapia antide-
presencia de nuevas enfermedades médicas presiva para la prevención y el tratamiento precoz
(patología cerebrovascular, parkinson), fár- de este problema no ha demostrado su beneficio
macos con efecto sobre SN (neurolépticos, hasta el presente. No obstante, los argumentos
BZD, antihipertensivos, analgésicos opioides, en favor de su uso se acumulan (Gallarda T y Lôo
indometacina, esteroides, digoxina…). H, 2009). La depresión en la demencia vascular
• Factores de riesgo no comprobados: una ma- presenta más síntomas vegetativos como fatiga,
yor edad, menor nivel educativo, ser soltero debilidad muscular y pérdida de peso (Park JH
y disponer de un escaso soporte social. et al., 2007).
La depresión asociada a la enfermedad de
PASOS PARA EL DIAGNÓSTICO Parkinson es una forma más leve de depresión y
se asocia menos con disforia y anhedonia (típica
Elementos para realizar un adecuado diag- de la depresión en adultos mayores sin enferme-
nóstico de depresión en el anciano: dad neurológica) (Ehrt U, 2006). Con el fin de
• Realizar una historia clínica detallada. evitar el infradiagnóstico de la depresión en la
• Evaluar los antecedentes médicos. enfermedad de Parkinson, un grupo de estudio
• Realizar una exploración física general y neu- propone el síndrome específico “depresión de la
rológica. enfermedad de Parkinson” (Marsh L, 2004).
132 M.J. Mendiola Palacios, J.C. Caballero García

TABLA 1. Escala de depresión geriátrica*

¿Está básicamente satisfecho con su vida? SI/NO


¿Ha renunciado a muchas de sus actividades y pasatiempos? SI/NO
¿Siente que su vida está vacía? SI/NO
¿Se encuentra a menudo aburrido? SI/NO
¿Se encuentra alegre y optimista, con buen ánimo casi todo el tiempo? SI/NO
¿Teme que le vaya a pasar algo malo? SI/NO
¿Se siente feliz, contento la mayor parte del tiempo? SI/NO
¿Se siente a menudo desamparado, desvalido, indeciso? SI/NO
¿Prefiere quedarse en casa que acaso salir y hacer cosas nuevas? SI/NO
¿Le da la impresión de que tiene más fallos de memoria que los demás? SI/NO
¿Cree que es agradable estar vivo? SI/NO
¿Se le hace duro empezar nuevos proyectos? SI/NO
¿Se siente lleno de energía? SI/NO
¿Siente que su situación es angustiosa, desesperada? SI/NO
¿Cree que la mayoría de la gente vive económicamente mejor que usted? SI/NO
Puntuación
Se asigna un punto por cada respuesta que coindida con la reflejada en la columna de la derecha, y la suma
total se valora como sigue:
0-5: Normal
6-9: Depresión leve
>10: Depresión establecida
*Yesavage JA, 1982.

La relación entre depresión y demencia puede déficit demencial, cognitivo y neurológico, favo-
darse de diferentes maneras, como son una coin- reciendo la pérdida de autonomía y concurriendo
cidencia de ambos trastornos (por ejemplo, en el en una disminución en su calidad de vida. En
caso de paciente con depresiones recurrentes a las el curso de las fases más avanzadas del Alzhei-
que se superpone una demencia en el contexto mer, cuando la depresión reviste una expresión
del envejecimiento), la presencia de episodios esencialmente comportamental, los ISRS tendrían
depresivos con predominio de síntomas cogni- efectos sintomáticos interesantes (Gallarda T y
tivos (la clásica pseudodemencia depresiva), la Lôo H, 2009).
presencia de síntomas depresivos en cuadros de
demencia, o el inicio de episodios depresivos en TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN
edades avanzadas cuya evolución es hacia una
demencia. El diagnóstico de la depresión en el El tratamiento farmacológico de la depresión
contexto de la demencia se complica por el dé- en la vejez se asocia con un mayor riesgo de
ficit en la expresión verbal y posibles factores efectos adversos, interacciones farmacocinéticas y
de confusión con los síntomas cognitivos, lo que farmacodinámicas. Los pacientes ancianos suelen
ha llevado al desarrollo de criterios de diagnós- tener varias enfermedades y, por lo tanto, suelen
tico para describir las enfermedades comórbidas requerir una variedad de fármacos. Además de
de Alzheimer y depresión (Olin J, 2002) (Tabla la polifarmacia, otros factores como los cambios
2). Los síntomas ansiosodepresivos acentúan en fisiológicos relacionados con la edad, las enferme-
grados variables los diferentes componentes del dades, la constitución genética y la dieta pueden
Trastornos afectivos como riesgo de desnutrición en el anciano 133

TABLA 2. Criterios de Olin et al. para el diagnóstico de depresión en una demencia de tipo Alzheimer

a) Al menos 3 de los siguientes:


1. Humor deprimido clínicamente significativo*
2. Afecto o placer positivo disminuido con respuesta al contacto social o a las actividades cotidianas
3. Aislamiento o retirada social
4. Disrupción en apetito
5. Disrupción en sueño
6. Cambios psicomotores**
7. Irritabilidad
8. Fatiga o pérdida de energía
9. Sentimientos de inutilidad, desesperanza o culpa
10.Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
b) Se reúnen todos los criterios para el Dº de DTA
c) Los síntomas causan un distrés o disrupción clínicamente significativo en el funcionamiento
d) Los síntomas no ocurren exclusivamente en el curso de un delirium
e) Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos de una sustancia
f) Los síntomas no se deben a otros diagnósticos psiquiátricos mayores en el eje I

Especificar:
–Con psicosis de la DTA
–Con otros SCPD significativos
–Con historia previa de T. afectivo
*Síntomas presentes al menos 2 semanas, que afectan al funcionamiento del paciente y, al menos, uno es: 1) humor depresivo
o 2) afecto o placer positivo disminuido. **No se incluirán síntomas relacionados claramente con otra enfermedad médica
o que sean claramente síntomas no afectivos de la demencia (p. ej., pérdida de peso por dificultades en la ingesta).

alterar la respuesta al fármaco y, por tanto, pre- preconiza iniciar el tratamiento a dosis baja
disponer a los efectos adversos e interacciones con aumento prudente de la misma (start
medicamentosas señaladas. Los mayores de edad slow, go slow) se aplica menos con las pres-
no suelen responder tan rápida y completamen- cripciones de los actuales antidepresivos pues,
te a los antidepresivos como lo pueden hacer en ausencia de insuficiencia renal o hepática,
adultos más jóvenes, particularmente si el primer estas moléculas pueden darse desde el inicio
episodio ocurre en la vejez y si los síntomas pre- en posología eficaz.
dominantes son la pérdida de interés y disfunción En el curso de la fase aguda, tras cuatro sema-
cognitiva más que el humor deprimido (Menchón nas de tratamiento, si no hubiera respuesta
JM, 2009). terapéutica (<30% de reducción sintomática
En el tratamiento hay que considerar tres sobre una escala de depresión), se aumentará
fases (Baldwin R, 2008) (AFSSAPS, 2006)(Ga- la dosis hasta la posología óptima recomen-
llarda T y Lôo H, 2009): dada o bien se cambiará el antidepresivo por
1. Fase aguda o tratamiento de ataque. Su otro (caso de que la dosificación óptima re-
objetivo consiste en lograr la remisión com- comendada se haya alcanzado). En caso de
pleta de los síntomas. Suele durar de 2 a 3 respuesta parcial, se continuará el mismo tra-
meses. Una remisión parcial con persistencia tamiento y se reevaluará tras 2 a 4 semanas
de síntomas residuales eleva el riesgo de re- y en caso de mejoría mínima se potenciará
caída precoz. La recomendación clásica que el tratamiento con otro fármaco o una inter-
134 M.J. Mendiola Palacios, J.C. Caballero García

vención psicológica. En este caso se puede doxepina, clorimipramina, maprotilina y amoxa-


considerar una asociación de antidepresivos pina. Menor efecto anticolinérgico presentan las
tal y como más adelante exponemos. aminas secundarias y terciarias: nortriptilina,
2. Fase de continuación o consolidación, mianserina, trazodona, lofepramina y aminep-
que tiene por fin la estabilización para evitar tina. La nortriptilina tiene menos interacciones
el riesgo de reaparición de síntomas depre- farmacológicas y no disminuye su aclaramiento
sivos. Suele durar entre 4 a 6 meses, tras la con la edad. Se debe iniciar a dosis de 10 mg por
remisión de la clínica depresiva. la noche, incrementando a razón de 10-25 mg
3. Fase de sostén o mantenimiento, cuyo obje- cada tres o siete días hasta alcanzar la pauta de
tivo es el de prevenir la ocurrencia de nuevos 50-75 mg/día.
episodios depresivos. El tratamiento preven- En el mayor de edad, como en los adultos,
tivo de las recidivas (o de las recurrencias) ha de perseguirse la remisión sintomática total y
está particularmente indicado en el caso de deberá hacerse una selección cuidadosa del pri-
pacientes que han presentado al menos tres mer antidepresivo, siendo hoy en día de elección
episodios depresivos mayores en el curso de tanto los inhibidores selectivos de la recaptación
los cuatro últimos años. de serotonina (ISRS), como los inhibidores de la
Es preciso advertir al paciente y familiares recaptación de serotonina y noradrenalina (IRS-
o cuidadores que la respuesta puede demorar- NA) y otros antidepresivos, por su seguridad,
se y, por tanto, requerir de mayor tiempo hasta tolerancia y fácil administración. Se recomien-
evaluar su eficacia clínica (6-8 semanas), man- dan para el tratamiento de inicio: sertralina,
teniendo de 8-12 semanas el tratamiento de la citalopram, escitalopram y venlafaxina retard.
fase aguda, de 4 a 6 meses el de continuación (a Caso de sujetos con depresión y ansiedad, se
las mismas dosis) y de 2-3 años el de sostén (o pueden ensayar venlafaxina retard o sertralina.
incluso continuadamente si el caso lo precisara). En pacientes con depresión e inhibición, en-
Aun así, a largo plazo, una tercera parte de los sayar citalopram o escitalopram. En depresión
cuadros se cronifican, una tercera parte sufren con alteraciones del sueño importantes, ensayar
recaídas y otro tercio se resuelven sin presentar mirtazapina o fluvoxamina; fármacos a los que
nuevos episodios. Si aparecen recurrencias el se puede asociar clormetiazol, lormetazepam o
tratamiento antidepresivo será de por vida. Se zolpidem (Caballero García JC, 2004). En ca-
sabe que remisiones incompletas o la presencia sos en que los síntomas somáticos (equivalentes
de sintomatología depresiva residual se asocian depresivos) como el dolor sean predominantes,
a un mayor impacto en el funcionamiento del puede intentarse la pauta con el nuevo antide-
paciente y a una mayor probabilidad de recaída presivo duloxetina.
depresiva. En todas las fases antes mencionadas, y para
Los fármacos antidepresivos disponibles difie- mejorar la adhesión terapéutica, se recomienda
ren en su potencial de interacciones farmacoló- informar al paciente y/o a su familia, de forma
gicas. En general, los compuestos más antiguos, clara, acerca de la sintomatología depresiva, de
como los antidepresivos tricíclicos (ATC) y los los principios generales del tratamiento y de la
inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), evolución del proceso.
tienen un mayor potencial de interacciones que El uso de benzodiacepinas debe evitarse en
los nuevos compuestos, como los inhibidores lo posible por la sedación, disminución de la
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) actividad psicomotriz y cognitiva y la amnesia
y otros nuevos agentes. Por lo tanto, el uso de anterógrada que producen. Cuando la sinto-
los antidepresivos tricíclicos queda relegado a un matología requiera su uso deberá reevaluarse
segundo lugar en este grupo etario y si se emplea- su indicación, utilizando dosis inferiores a las
sen se recomienda evitar los de marcado efecto del adulto y, preferiblemente, las de vida me-
anticolinérgico como la imipramina, amitriptilina, dia intermedia como alprazolam, bromazepam,
Trastornos afectivos como riesgo de desnutrición en el anciano 135

clobazam y lorazepam. Las de vida media larga intervención terapéutica. No obstante, tan-
presentan un efecto acumulativo y las de corta to el aumento de dosis como la adición de
producen adicción y efecto rebote por lo que se nuevos fármacos como potenciadores del
desaconseja su uso en ancianos (Alberdi Sudupe tratamiento antidepresivo se asocian a una
J, 2008). mayor probabilidad de disminuir la toleran-
Dentro del marco de la consulta de Atención cia al tratamiento, con la aparición de más
Primaria puede ofrecerse, además, un enfoque efectos secundarios e interacciones con otros
de psicoterapia de apoyo que combine escuchar, fármacos que el paciente esté tomando para
aconsejar y apoyo práctico, todo dentro de un tratar la comorbilidad.
entorno de empatía o solidaridad, sin identifi- c) La potenciación consiste en añadir sustancias
cación. Este enfoque deberá ser neutral, sin jui- sin actividad antidepresiva propia que puedan
cios de valores y no directivo. Importa alentar aumentar la eficacia del fármaco antidepre-
a los pacientes a que se esfuercen por alcanzar sivo. De los diversos fármacos estudiados, el
metas reales y desalentarlos de tomar decisiones litio y la triyodotironina han demostrado una
de largo plazo que podrían estar influenciadas eficacia clara (Cervilla Ballesteros J, 2006)
negativamente por una percepción. (Ros S, 2005).
En el seguimiento será preciso vigilar la apa- d) Las estrategias de asociación o combi-
rición de deterioro cognitivo, ya que estos sujetos nación de antidepresivos se justifican en la
tienen más probabilidades de desarrollar demen- presencia de sinergias farmacológicas y mo-
cia que el resto de la población. leculares que potencian la neurotransmisión
Ante la ausencia de respuesta o mejoría monoaminérgica (De la Gándara J, 2005 y
parcial tras la prescripción y tratamiento con 2005 bis) El principio básico no es pues la
un primer fármaco antidepresivo, se plantearán asociación de fármacos, sino la combinación
diversas estrategias farmacológicas (Agüera de mecanismos de acción. De esta manera,
LF, 2006 y 2007): no sólo se podrá potenciar la eficacia de las
a) Las primeras, relativas al manejo clínico, son acciones terapéuticas sino también, even-
las estrategias de optimización dentro de tualmente, reducir la presencia de efectos
las cuales están: verificar el diagnóstico, ve- secundarios, mejorando así la tolerancia al
rificar su correcta indicación terapéutica y tratamiento. La combinación más popular es
comprobar el adecuado cumplimiento y el la de un ISRS más mirtazapina, debido segu-
aumento de dosis. ramente a la mayor probabilidad de que se
b) La sustitución por otro antidepresivo es un haya iniciado el tratamiento con el ISRS y a la
acto terapéutico frecuente con una serie de gran eficacia de mirtazapina en combinación.
inconvenientes como son la posible pérdida En esta línea, aún mejores resultados pueden
del efecto parcial conseguida con el primer obtenerse con la asociación de venlafaxina
fármaco, la presencia de fenómenos de reti- y mirtazapina, combinación que además es
rada si se realiza de forma rápida, las posi- muy segura y generalmente bien tolerada en
bles interacciones con el segundo fármaco ancianos.
atendiendo a la vida media del primero, la Por lo tanto, la terapia de potenciación puede
ausencia de tratamiento eficaz tanto en el ser efectiva pero más problemática que la terapia
periodo de retirada como en el de lavado y la de combinación que además de efectiva, es bien
sensación en el paciente de volver a empezar tolerada y segura si se hace con racionalidad.
desde el principio. Frente a esto, la potencia- En cualquier caso, el compromiso entre efica-
ción o la asociación no requieren de periodo cia y seguridad/tolerancia del tratamiento antide-
de retirada ni lavado y además se consigue un presivo es una de las ecuaciones más complejas
efecto sinérgico de las dos moléculas, siendo en el tratamiento de la depresión en general y,
así potencialmente más rápida y efectiva la muy especialmente, en la del anciano (Menchón
136 M.J. Mendiola Palacios, J.C. Caballero García

JM, 2009). La aparición de efectos secundarios es Finalmente, destacar la posibilidad de com-


la principal causa de no adherencia terapéutica binar terapias farmacológicas y no farmacológi-
en el anciano. cas, aunque sería conveniente disponer de más
Dentro de las estrategias no farmacológi- datos respecto a esta asociación (De la Gándara
cas hay que destacar la terapia electroconvulsiva J, 2005).
(TEC) y la estimulación magnética transcraneal
(EMT). La indicación de la TEC viene dada bajo CONCLUSIONES
determinadas condiciones como son el riesgo
elevado de suicidio, la presencia de clínica psi- El médico de familia puede tratar exitosa-
cótica, refractariedad a las técnicas farmacológicas mente los trastornos depresivos en el anciano,
utilizadas, intolerancia física a las mismas, etc. con la participación del sistema de apoyo social y
Hay que tener en cuenta que se trata de una familiar, derivando el caso al especialista cuando
técnica inespecífica que no asegura la eficacia a sea necesario. Para ello, tendrá que tener muy
largo plazo y que puede requerir terapia de man- presentes los factores habitualmente conside-
tenimiento. La EMT se basa en la inducción de rados como relevantes en la evaluación clínica
campos magnéticos intensos de corta duración. del cuadro depresivo y la toma de decisiones
Se han descrito escasos efectos secundarios y no con respecto al tratamiento. Existen muchos
altera la función cognitiva. Los resultados son fármacos disponibles pero todos exigen respeto
prometedores pero no siempre se han replicado, por el anciano, empatía y una constante actua-
existiendo gran variabilidad en los datos publica- lización de las destrezas y los conocimientos.
dos. Ambas técnicas provocan una regulación a la Una regla empírica importante a tener presente
baja del sistema hipotálamo-hipófiso-suprarrenal, en este grupo etario es: start low, go slow, que
una estimulación de la TSH y una prolongación significa comenzar con dosis bajas y aumentarlas
de la latencia REM. lentamente durante varias semanas, al mismo
Existen, además, los tratamientos psicológi- tiempo que se vigila la efectividad y cualquier
cos: terapia cognitivo-conductual, psicoterapia in- efecto secundario que aparezca. Importa tener
terpersonal, terapia de resolución de problemas, en cuenta que este proceso puede llevar varias
psicoterapia psicodinámica y la terapia familiar. semanas antes de que los síntomas depresivos
Hay numerosos prejuicios acerca de su papel en comiencen a disminuir. Aun cuando los sínto-
el tratamiento de los problemas psíquicos obser- mas mejoren, será necesario seguir tomando el
vados en el curso del envejecimiento. Quizás sus medicamento a fin de mantener los síntomas
principales indicaciones pueden ser (Wilkinson bajo control. Los tratamientos psicológicos ta-
P, 2008): les como la psicoterapia de apoyo y la terapia
• Preferencia del paciente como alternativa al cognitivo-conductual también son de utilidad
tratamiento farmacológico en depresiones en el anciano. Las técnicas de autoayuda tales
leves a moderadas. como seguir una dieta equilibrada, dormir lo
• Para potenciar el efecto de un tratamiento suficiente y hacer ejercicio suave (conforme a
antidepresivo. la edad del sujeto), suelen resultar beneficiosas
• Para evitar la utilización de fármacos con en el caso de trastornos depresivos leves. Para
posibles efectos perjudiciales. prevenir una recidiva aparte del tratamiento far-
• Para gestionar la angustia de los cuidado- macológico continuado, como se ha señalado,
res. el apoyo psicológico y social pueden ser de gran
• Para disminuir el peso de los problemas psico- utilidad, además de fomentar el mantenimiento
lógicos emergentes con la edad, aceptar más de la salud física y funcional, identificar y tratar
fácilmente el envejecimiento y para ayudar cualquier alteración orgánica que se presente y
en la resolución de problemas en el seno de fomentar dispositivos correctores como audífo-
la familia. nos y lentes.
Trastornos afectivos como riesgo de desnutrición en el anciano 137

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CAPÍTULO 14
La desnutrición como factor
de riesgo de morbimortalidad
y de hospitalización en el anciano
C. Ferreres Bautista

INTRODUCCIÓN para dificultar el análisis del problema (Ferreres


C, 2000).
Si el vertiginoso incremento del envejeci- Nutrición es el término referido a una ali-
miento de la población no se hubiera frenado por mentación saludable, es decir, que se acompaña
circunstancias como la inmigración en estos dos de una dieta equilibrada, la malnutrición es un
últimos años, en este momento afirmaríamos que proceso patológico complejo (es uno de los sín-
tenemos una sociedad especialmente envejecida dromes geriátricos) que afecta a la morbimorta-
con grandes probabilidades de riesgo nutricional, lidad del anciano y afecta a su calidad de vida
porque el envejecimiento va unido al riesgo de disminuyéndola, pues interfiere en su estado in-
malnutrición. munitario, en la facilitación y agravamiento de
Aunque las preocupaciones culinarias de un los procesos infecciosos, empeoramiento de las
estado como el español parecen pasar por saber enfermedades ya registradas, asociándose a otros
cuántos cocineros nos representan entre los vein- síndromes geriátricos formando una cascada que
te más famosos de la cocina mundial, si son cinco deriva hacia un problema de salud pública (Tena
o son seis; el verdadero problema es la cantidad MC, 2002).
de ancianos frágiles, pluripatológicos y polime-
dicados que cohabitan con severos problemas PINCELADAS EPIDEMIOLÓGICAS
nutricionales, en definitiva, con amplio riesgo
de hospitalización y dependencia. En la comunidad, la población anciana su-
El segmento de población del que nos ocu- fre de malnutrición en un porcentaje que oscila
pamos es muy dispar, no es lo mismo un recién entre el 1 y el 15%, si bien puede llegar al 40%
jubilado de 65 años sin patologías, que con dia- si lo estudiamos entre aquellos que no son am-
betes mellitus, o con insuficiencia coronaria, o bulatorios y presentan síndromes asociados de
afecto de poliartrosis. Como tampoco lo es un tipo crónico o dependencia funcional. En estos
venerable anciano de noventa años con deterioro pacientes es la deficitaria ingesta energética el
cognitivo, o con patologías crónicas, o con inca- problema nutricional más frecuente. No por ello
pacidad física. Este cóctel lo podemos aderezar debemos olvidar que, en los que tienen caídas
con las condiciones sociales de si vive solo, con y en institucionalizados puede haber déficits de
la familia, si vive en un centro sociosanitario, si vitamina D. Existen, también, déficits de otras
está ingresado en un hospital de corta, media o vitaminas y ácido fólico pero no con tanta fre-
larga estancia y así cuantas variables queramos cuencia.

139
140 C. Ferreres Bautista

En los centros sociosanitarios, la prevalencia y mortalidad. Un peso insuficiente en relación a


de malnutrición se sitúa entre un 25 y un 60%. la talla se asocia a un deterioro de las capacidades
Hay que pensar que muchos precisan la ayuda funcionales (Payette H, 2005). Valores inferiores
de un gerocultor para esta actividad básica de la a 20 en el IMC se relacionan con una pérdida de
vida diaria y siempre se debe vigilar la cantidad la autonomía y si el IMC es inferior a 13 el sujeto
de proteína que llevan los menús aplicados en está en riesgo vital. Wallace publicó en 1995, que
los centros. Lamentablemente, en ocasiones la una pérdida involuntaria de peso de más del 4%
situación nutricional en estas instituciones suele en un año se correlacionaba con un aumento de
ser portada de prensa, buscando el titular fácil y la mortalidad del 28% en los dos años siguientes
olvidándose que en muchas hay programas de (Tena MC, 2002). El riesgo de fractura de cadera
valoración nutricional para la detección y el segui- y de enfermedad coronaria es dos veces supe-
miento de pacientes con riesgo de desnutrición o rior en las mujeres que han sufrido una pérdida
con desnutrición establecida. Herramientas como de peso > 7,7%. La pérdida de peso previa a la
la valoración nutricional (que en esta obra se ex- hospitalización o en el momento del alta figuran
plican), permiten conocer datos concretos. Así, como elementos predictivos de supervivencia en
en una muestra de 250 ancianos, con programa los pacientes geriátricos un año después del alta
establecido, se detectaron 32 residentes con ries- (Harris T, 1992).
go nutricional, lo que supone un 13% y de ellos Hay que hacer una apología del uso del peso
solo 12 presentaban desnutrición representando en los hospitales y en los centros sociosanitarios,
el 5% de la población total (Ferreres C, 2001). no debemos ceñirnos solo al paciente ambulato-
En los ancianos hospitalizados las cifras os- rio, también debemos centrarnos en el paciente
cilan entre el 10 y el 40% en el momento del encamado y para ello utilizar las básculas adapta-
ingreso, para aumentar en la propia estancia das, pues así obtendremos información necesaria
hospitalaria y alcanzar cifras del 30 al 65%, so- para corregir problemas. Durante el envejecimien-
bre todo en el grupo de los mayores de setenta to, se produce una evolución hacia la sarcopenia,
años de edad. Además, hay que tener en cuenta pero si interviene la desnutrición provoca una
que el riesgo aumenta en relación directa con depleción en los depósitos proteicos corporales
la duración de la estancia hospitalaria (Robles F, (Cederholm T, 1992), lo que se acompaña de una
2008) (Moreno N, 2007). disminución de las funciones musculares, con la
consiguiente debilidad muscular y aumento del
INDICADORES DE VALOR PRONÓSTICO riesgo de caídas (Cederholm T, 1992) (Waters-
Ennis, 2001) (Humpherys J, 2002) (Rocandio P,
Un estado nutricional deficiente no sólo se 2003). También se ocasiona una disminución de
correlaciona con una mayor morbilidad de las las funciones inmunitarias –lo que explica una
enfermedades crónicas, sino también con un menor resistencia a las infecciones–, una dismi-
peor pronóstico vital y funcional de los procesos nución en las funciones respiratorias por la misma
agudos (Petidier R, 2002). La presencia de mal- disminución de las funciones musculares y un
nutrición en el anciano representa un elemento defecto en la curación de las heridas, entre otras
seguro de: aumento en la morbilidad, mayor consecuencias. Todo esto aumenta el riesgo de
estancia hospitalaria, institucionalización y mor- morbimortalidad en el anciano (Mowe M, 1996)
talidad asociada a las patologías concomitantes (Gariballa S, 2001) (Covinsky K, 2002) (Compher
(Macías M, 2007). C, 2004), además de constituir un mayor riesgo
En primer lugar analizaremos la influencia de institucionalización en hospitales, centros de
del peso y sus variaciones, durante el envejeci- larga estancia o residenciales, lo que puede em-
miento. peorar aún más la situación del anciano. Todo ello
La pérdida de peso ha sido considerada implica mayores costos de atención para los siste-
como importante factor de riesgo de morbilidad mas de salud y un aumento de gastos por parte
La desnutrición como factor de riesgo de morbimortalidad y de hospitalización en el anciano 141

del anciano y/o su familia, así como la disminu- institucionalizados. A nivel de micronutrientes
ción en su calidad de vida y la de sus familiares y vitaminas, déficits de selenio parecen repercu-
(Correia M, 2003) (Margets B, 2003). tir en la salud de los mayores incrementando el
Pero, en otras ocasiones, podemos encontrar- riesgo de algunos cánceres, infecciones o de la
nos, cada vez más en nuestra sociedad, con el situación mental. También niveles bajos de vita-
aumento de peso; la obesidad está relacionada mina B12, en su relación con la homocisteinemia,
con las enfermedades crónico-degenerativas, las asociado a estrés oxidativo, disfunción endotelial,
cuales afectan a una gran cantidad de ancianos puede favorecer la enfermedad vascular oclusiva
y por sí solas, implican un aumento de costos y disminución de la función cognitiva.
por parte del sistema de salud y por parte del
anciano. A su vez, la obesidad está relacionada DESNUTRICIÓN EN EL INGRESO
con un aumento en su morbimortalidad por al- HOSPITALARIO
teraciones metabólicas, artritis, alteraciones en
el sistema respiratorio, incontinencia urinaria, En relación a los ingresados en los centros
entre otros problemas que afectan la funciona- hospitalarios, los pacientes mayores de edad son
lidad del individuo y, por tanto, su calidad de más propensos que los más jóvenes a perder el
vida. Sin embargo, hay un aspecto importante apetito (Morley J, 1997). El deterioro nutricional
que deseamos destacar, el sobrepeso moderado es un problema frecuente, potencialmente grave,
en los ancianos se asocia con una menor mor- aparentemente no reconocido entre el paciente
talidad, no así el bajo peso, que implica una no terminal y enfermos hospitalizados de edad
mayor mortalidad. Por lo tanto, parece ser que avanzada. La falta de ingesta adecuada de nu-
la desnutrición tiene peores implicaciones en trientes se asocia con un deterioro significativo
la tercera edad que el sobrepeso y la obesidad en la relación del estado nutricional. Esto sugiere
(Bernal-Orozco, 2008). que la adecuación de la ingesta de nutrientes de
En cuanto a los valores de laboratorio, la un paciente puede ser un determinante importan-
albúmina es un factor predictivo importante e te de los resultados clínicos (Sullivan D, 1999).
independiente de morbilidad y mortalidad, y el La desnutrición es, en general, una consecuen-
umbral de riesgo está por debajo de 3,8 g/L. Si cia del riesgo de varios factores, de los cuales
la reducción crónica en la ingestión de proteínas la enfermedad en sí misma es una de las más
es inferior a 0,8 g/kg/día, esto comporta un au- importantes. Está demostrado que los pacientes
mento de la mortalidad, muchas veces relacio- intervenidos quirúrgicamente que presentan mal-
nada con la ingesta calórica que, cuando está por nutrición tienen un 46% de incidencia de compli-
debajo de 1.500 calorías, supone un déficit de caciones (mayor estancia hospitalaria, aumento
micronutrientes y por debajo de las 20 calorías/ de los costes, mayor tasa de mortalidad), pero es
kg de peso/día, también incrementa la mortali- sorprendente que los pacientes quirúrgicos en
dad (Tena MC, 2002). general tienen menos mortalidad que el resto de
La desnutrición es capaz de alterar los me- ancianos hospitalizados porque, después de la
canismos de defensa del huésped; por ello, se valoración geriátrica se operan “ los operables”
emplean distintas pruebas de valoración de la fun- (Correia M, 2003).
ción inmunitaria como marcadores nutricionales. Existe una correlación positiva entre el núme-
La capacidad de respuesta inmunitaria puede me- ro de síndromes geriátricos padecidos y la malnu-
dirse con diversos parámetros, como las pruebas trición. Así, la depresión, la demencia, la depen-
cutáneas de sensibilidad retardada, el recuento dencia funcional y la pluripatología se asocian a
total de linfocitos, la capacidad de respuesta de nutrición deficiente (Curtis L, 2010) (Anpalahan
los mismos. El estudio de Zuliani et al. demuestra M, 2008). En un estudio sobre 250 ancianos del
que los valores séricos de albúmina y HDL coles- medio residencial, las enfermedades neurológicas
terol predicen la mortalidad en ancianos frágiles fueron estrella (>50% casos) y, más concretamen-
142 C. Ferreres Bautista

te, el deterioro cognitivo, seguido de los trastor- drán ser tratados: desnutrición, depresión,
nos emocionales, los ACV y la enfermedad de demencia, caídas, incontinencia, incapaci-
Parkinson. Los trastornos reumatológicos, cáncer, dad física, aislamiento social, etc. Además,
deprivación neurosensorial y en menor medida se logra una detección más temprana de la
las patologías endocrinológicas completaban el discapacidad (Caplan G, 2004), optimizar el
grupo de patologías más prevalentes (Ferreres C, tratamiento médico y monitorizar el progreso
2001). La malnutrición colabora, también, negati- de las intervenciones realizadas.
vamente en la aparición de síndromes geriátricos, La elevada prevalencia de enfermedades cró-
sobre todo en la aparición de úlceras por presión, nicas en los ancianos hace que, con frecuen-
tantas veces asociadas a la inmovilidad (Zarzosa cia, sean tratados por distintos especialistas a
C, 2004) (Puchao, 2010). la vez. Las recomendaciones terapéuticas no
siempre están debidamente ajustadas y esto
ABORDAR EL PROBLEMA aumenta el riesgo de iatrogenia. También la
optimización de la ubicación del paciente es
Educar e informar, valorar y tratar son los pila- muy importante. Si estamos comentando la
res básicos para disminuir este grave problema. amplia comorbilidad que existe, es importan-
• Educar al anciano es difícil, pues sus ideas te buscar en el iceberg las enfermedades ocul-
nutricionales son atávicas, arraigadas, resul- tas, bien porque el anciano piense que son
tando difícil modificarlas. Otras veces lo son la acompañantes normales de la edad o bien por
monotonía alimentaria, la capacidad funcional sentir vergüenza a exponerlas (incontinencia)
y, en ocasiones, influye el poder adquisitivo. o bien porque son muy prevalentes en este
Mejorar la calidad de vida de forma constante grupo etario (depresión, anorexia, pérdida de
debe ser el objetivo prioritario de cualquier peso, alteraciones en la marcha, caídas, úlce-
profesional de la salud que trabaje con pa- ras por presión, dolor y deterioro cognitivo).
cientes ancianos. Como mejor arma preven- Hay que preguntar específicamente por estas
tiva está la educación dietética para actuar enfermedades porque muchas de ellas tienen
sobre grupos de riesgo, desde la prevención tratamiento. Interesa igualmente detallar, de
primaria, como proyecto de vida saludable; alguna forma, la comorbilidad y estimar la
como un recurso terapéutico para procesos severidad de las enfermedades existentes.
prevalentes (obesidad, HTA, diabetes) en pre- No sólo hay que insistir en una valoración
vención secundaria y en prevención terciaria integral que permita un enfoque terapéuti-
para comorbilidad sobre enfermedades cróni- co interdisciplinar, sino en la posibilidad de
cas tendentes a la incapacidad. plantear una prevención tanto primaria, en-
• Valorar siempre y de forma exhaustiva al tendida como la identificación de factores de
paciente geriátrico. La desnutrición origina riesgo en sujetos sanos, como secundaria, que
un aumento de la morbimortalidad y del hace referencia a una detección temprana de
uso de recursos. Los servicios asistenciales aquellos signos que muestran la existencia
responsables del paciente deben realizar una de una enfermedad subyacente (Devons C,
valoración nutricional al ingreso y repetirla 2002). También es bueno conocer la historia
a lo largo de la hospitalización, empleando farmacológica (por ejemplo, la presencia de
herramientas de cribado sencillas que incor- déficit de B12 en muchos pacientes se aso-
poren un plan de intervención nutricional cia al uso de metformina). Edad, número de
explícito (Sánchez-Muñoz, 2010). Pero no medicamentos y mortalidad se relaciona en
nos olvidemos de la valoración geriátrica in- forma lineal con los niveles de vitamina B12
tegral, pues con ella mejoramos la precisión (Tal S, 2010). El empleo del Mini Nutritional
diagnóstica. Al evaluar todas las áreas de la Assessment (MNA) viene avalado por múl-
salud detectaremos más problemas que po- tiples estudios que confirman su validez en
La desnutrición como factor de riesgo de morbimortalidad y de hospitalización en el anciano 143

los diferentes grupos de ancianos. Una vez – Correia I, Waitzberg DL. The impact of malnutri-
establecido el riesgo, se debe desarrollar un tion on morbidity, mortality, length of hospital stay
and costs evaluated though a multivariate model
plan de intervención nutricional.
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• Tratar, en caso de ancianos sanos, la informa-
ción y hábitos saludables en torno a la dieta – Covinsky KE, Covinsky MH, Palmer RM, Sehgal
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mediterránea sería la primera acción. Cuando
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existe riesgo cardiovascular establecido apli- older people: different sides of different coins? J
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CAPÍTULO 15
La cirugía como factor de riesgo
para desnutrición en el anciano
N. Pereira de Castro Juez

Los objetivos del presente capítulo son: Valoración del riesgo quirúrgico
1. Conocer los principales aspectos de la nutri- Suele aceptarse que la edad por sí sola es un
ción en el paciente quirúrgico. factor de riesgo quirúrgico, dada la correlación
2. Aprender a evaluar la importancia de la des- estadística entre la edad y la incidencia de compli-
nutrición en cirugía. caciones postquirúrgicas y la mortalidad (5-10%
3. Conocer los cambios metabólicos que se pro- en mayores de 65 años frente al 0,9% en indi-
ducen en el paciente quirúrgico. viduos más jóvenes). Sin embargo, existen cada
4. Saber planificar un adecuado soporte nutri- vez más datos sobre los beneficios de la cirugía en
cional en las fases preoperatoria y postopera- los ancianos; así, el porcentaje de complicaciones
toria. es similar en adultos jóvenes y en ancianos con
estado aceptable sin enfermedades coexistentes
INTRODUCCIÓN (Vaitkevicius PV, 2002).
Las comorbilidades, junto con el estado
La cirugía ocupa un lugar esencial en la mejo- funcional previo, el estado nutricional, la grave-
ra de la calidad de vida en la población geriátrica. dad de la enfermedad que lleva a la cirugía y la
Alrededor del 50% de las personas mayores de urgencia de la cirugía ayudarán a establecer el
65 años requerirán un procedimiento quirúrgico riesgo global. Es por eso, que es necesaria una
durante el resto de su vida. Algunas patologías del valoración geriátrica integral (VGI).
anciano que requieren intervención quirúrgica
ofrecen algunas peculiaridades respecto al indi- INCIDENCIA DE DESNUTRICIÓN EN
viduo joven. El 20% de todas las intervenciones EL PACIENTE QUIRÚRGICO
quirúrgicas se realizan en mayores de 65 años (y
hasta el 50% de las cirugías urgentes), siendo las El problema de la desnutrición en el paciente
más frecuentes en oftalmología y urología (50%), hospitalizado se puso de manifiesto, sobre todo,
cirugía general (33%) y cirugía ortopédica y trau- a partir de mediados de la década de 1970, con
matológica (25%). porcentajes de desnutrición que oscilan, según
Aunque la mortalidad perioperatoria es algo diferentes publicaciones, entre el 25 y el 50%.
mayor en los mayores de 65 años (5-10% frente En el caso particular del paciente quirúrgico, su
a un 1,5% en jóvenes), esto no anula el beneficio prevalencia se mantiene en el 30-55%, aunque
de la cirugía, igual o mayor que en los individuos los márgenes llegan a ser del 12-80% en función
más jóvenes (Pastor Vicente EM, 2002). del tipo de paciente analizado y de las diferentes

145
146 N. Pereira de Castro Juez

técnicas de valoración nutricional. Pero, lo que e. Nutrientes administrados por vía inade-
es más importante aún, es que un 25% de los cuada.
pacientes ingresados en servicios quirúrgicos ven f. Ausencia de valoración del estado nutri-
deteriorado su estado nutritivo durante el curso cional.
de la hospitalización. g. Desconocimiento o desconfianza de la
Por otra parte, el análisis está condicionado importancia de la nutrición para la mejor
por muchas variables. No es lo mismo cirugía evolución de la enfermedad.
mayor que cirugía menor, cirugía programada que h. Indefinición de la responsabilidad en la
cirugía urgente, paciente estable que paciente asistencia nutricional.
inestable, paciente sano que paciente con comor-
bilidad previa (incluida desnutrición secundaria CONSECUENCIAS DE LA
a su enfermedad). DESNUTRICIÓN EN CIRUGÍA

CAUSAS DE DESNUTRICIÓN EN Las consecuencias de la desnutrición se rela-


CIRUGÍA cionan con la edad del paciente, con la situación
fisiopatológica de base, con la intensidad de la
Son numerosas las posibles causas de desnu- desnutrición, con la duración de la misma y con
trición en el paciente quirúrgico: el grado de agresión.
1. La propia enfermedad: Las consecuencias de la desnutrición en el pa-
a. Aumento de los requerimientos nutricio- ciente quirúrgico puede afectar a todos los órganos
nales. y sistemas y, asociadas de la propia enfermedad,
b. Disminución de la ingesta (anorexia, vómi- conducir a un fracaso multiorgánico (Fig. 1).
tos, diarrea, disfagia). Sabemos que la desnutrición afecta a la mus-
c. Deficiente aprovechamiento de los nu- culatura y función de los músculos respiratorios,
trientes. comporta anormalidades cardíacas (pérdida de
d. Imposibilidad física de una ingesta ade- masa muscular y disminución del gasto cardiaco),
cuada. tiene efectos nocivos sobre la masa y función del
2. El acto quirúrgico: enterocito y colonocito, retrasa la cicatrización de
a. Situación previa prolongada de ayuno o las heridas y altera la respuesta inmunitaria.
semiayuno. Está ampliamente demostrado que la desnu-
b. Retraso de las comidas por causas diagnós- trición en el paciente quirúrgico conlleva como
ticas. consecuencias (Fig. 2):
c. Pérdidas por complicación del acto quirúr- • Mayor número de complicaciones en periodo
gico. postoperatorio.
d. Cirugía programada sin preparación nutri- • Evolución anormal de la cicatrización.
cional previa. • Estancias hospitalarias más prolongadas.
e. Mala cicatrización de las heridas. • Mayor coste económico.
f. Estancia hospitalaria prolongada. • Mayor morbi-mortalidad.
3. Deficiente actuación asistencial: • Disminución de la calidad de vida.
a. Exceso de sueroterapia sin aporte nutricio- • Aumento del periodo de rehabilitación.
nal adecuado. • Aumento de la institucionalización.
b. Falta de supervisión del tipo y cantidad de
ingesta. EVALUACIÓN NUTRICIONAL DEL
c. Desconocimiento de las necesidades nutri- PACIENTE QUIRÚRGICO
cionales por la enfermedad.
d. Retraso en el inicio del soporte nutricional La correcta evaluación del estado nutricio-
adecuado. nal del paciente quirúrgico está en el origen
La cirugía como factor de riesgo para desnutrición en el anciano 147

Quemados
Sepsis
Trauma
Cirugía mayor

Mayor susceptibilidad
Agresión severa Fallo multiorgánico
a infecciones

Hipermetabolismo Depresión de la
Hipercatabolismo inmunidad Muerte

FIGURA 1. Consecuencias de la desnutrición en el paciente quirúrgico.

es debido, básicamente, a que la mayoría de los


Estrés metabólico Malnutrición parámetros utilizados para valorarla pueden estar
influenciados por otros factores no nutritivos.
A continuación describiremos brevemente los
Mayor incidencia de infecciones métodos de valoración nutricional que se em-
Mala cicatrización
plean con más frecuencia en la práctica clínica
(descritos en otro capítulo).
Aumento de la estancia hospitalaria
Aumento de los costes por paciente Medidas antropométricas en el paciente
Aumento de la mortalidad quirúrgico
La realización de una historia clínica com-
pleta, una valoración geriátrica integral y una
FIGURA 2. Consecuencias del estrés metabólico y
de la malnutrición en el paciente quirúrgico. exploración física detallada permite una primera
aproximación a la posible presencia de altera-
ciones nutricionales en el paciente quirúrgico.
del control de una posible desnutrición tanto Deben investigarse: la presencia de enfermedades
prequirúrgica como posquirúrgica, y en el cál- crónicas, enfermedad gastrointestinal, procesos
culo de los requerimientos y la aplicación pre- que aumentan las demandas metabólicas o las
coz del soporte nutricional más adecuado a su pérdidas de nutrientes, tratamientos farmaco-
enfermedad de base y a su situación funcional, lógicos, disfagia o dificultad en la masticación,
con la finalidad de disminuir al mínimo posible intolerancias alimentarias, capacidad funcional,
el riesgo quirúrgico y, sobre todo, las compli- historia dietética completa, etc.
caciones infecciosas, así como conseguir una Los métodos antropométricos valoran el esta-
recuperación precoz. do nutricional en un momento determinado, ge-
Se han utilizado diversas medidas antropo- neralmente para una valoración prequirúrgica.
métricas, marcadores bioquímicos, pruebas in- a) Talla y peso: poco valor considerados de for-
munológicas y análisis de composición corporal ma aislada.
para valorar el estado nutricional. Sin embargo, no
existe ninguna prueba que pueda, por sí sola, de- b) Índice de masa corporal (IMC): es más im-
tectar el grado de desnutrición. La valoración del portante para la cirugía.
estado nutricional no es pues una tarea fácil y ello IMC = Peso (kg)/altura² (m)
148 N. Pereira de Castro Juez

– IMC: 18-19,9 → Desnutrición leve. tadora del retinol (RBP), proteína C reactiva
– IMC: 16-18 → Desnutrición moderada. y colesterol.
– IMC: <16 → Desnutrición severa. De todos ellos, está perfectamente constatado
Se ha constatado que un IMC inferior a 15 que la albúmina plasmática es un excelente factor
kg/m² se asocia con aumentos significativos predictivo de complicaciones en el postoperatorio
en la mortalidad en el paciente quirúrgico. inmediato y, particularmente, de morbi-mortali-
dad potencial. Se ha constatado que la hipoal-
c) Pérdida de peso: buminemia significativa preexistente antes de
la cirugía está infradiagnosticada y, por lo tanto,
Pérdida de peso (%) = infratratada. Se recomienda incluso que, en cierto
Peso habitual – Peso actual tipo de cirugía como esofágica, gástrica y pancreá-
× 100
Peso habitual tica, se posponga la intervención si la albúmina
plasmática es inferior a 3,2 g/dl, instaurando el
La pérdida involuntaria de peso parece útil correspondiente soporte nutricional.
para predecir la existencia de complicaciones En estudios que incluyen amplios grupos de
en el postoperatorio. Una pérdida de peso población quirúrgica se ha demostrado también
superior al 20% es claramente indicativa de que la albúmina es el mejor indicador de com-
curso post cirugía tormentoso. La rapidez plicaciones tras la cirugía. Valores <2,8 g/dl se
en la pérdida de peso se correlaciona con su relacionan con un significativo aumento de las
valor de predicción, así una pérdida de peso complicaciones infecciosas tras la cirugía. Asi-
igual o mayor al 10% en 6 meses o una pér- mismo, valores <2 g/dl pueden comprometer la
dida de peso igual o mayor al 5% en 3 meses recuperación funcional y aumentar la mortalidad
es un claro indicador de mayor incidencia de posquirúrgica.
complicaciones en el postoperatorio. Se ha
demostrado que pérdidas de peso del 10%, si Cuestionarios estructurados (descritos en
van acompañadas de afectaciones fisiológicas, otro capítulo)
incrementan el riesgo de complicaciones post De todos los cuestionarios estructurados, el
cirugía y aumentan los días de hospitaliza- de mayor utilización en el paciente quirúrgico es
ción. la valoración global subjetiva (VGS). Es un proce-
so de valoración nutricional dinámico y sencillo
d) Pliegues y circunferencias: que engloba parámetros de la historia clínica, la
Los pliegues son marcadores indirectos de los enfermedad actual y la exploración física. Identi-
depósitos de grasa corporal. El más utilizado fica a los pacientes con alto riesgo de desarrollar
es el pliegue tricipital (PT). Sin embargo, la complicaciones secundarias a la desnutrición, con
medición de los pliegues tiene limitaciones en elevado poder pronóstico. Muy útil para predecir
el paciente quirúrgico: la relación entre grasa las complicaciones postoperatorias y la mortali-
subcutánea y grasa total varía mucho entre dad en pacientes con cirugía gastrointestinal y
diferentes poblaciones, los depósitos grasos trasplante hepático.
pueden permanecer normales en pacientes Se han elaborado algunas modificaciones en
con desnutrición moderada, tienen poca sen- los últimos años, como la valoración global sub-
sibilidad y la existencia de edemas falsea los jetiva generada por el paciente (VGS-GP), que
resultados. se aplica sobre todo al paciente oncológico y a la
cirugía del cáncer.
Marcadores bioquímicos El MNA (Mini-Nutritional Assessment)
Los marcadores bioquímicos más utiliza- detecta el riesgo o la desnutrición en ancianos
dos en el paciente quirúrgico son albúmina, frágiles de forma precoz y debe formar parte de
prealbúmina, transferrina, proteína transpor- la valoración geriátrica integral.
La cirugía como factor de riesgo para desnutrición en el anciano 149

Índice pronóstico nutricional (IPN) indirecta, pero son pocos los servicios que dis-
Se desarrolló en la Universidad de Penns- ponen de dicha tecnología, por lo que se recurre
ylvania con la finalidad de obtener una valora- a ecuaciones o cálculos predictivos. El más uti-
ción cuantitativa del riesgo quirúrgico. Permite lizado para el cálculo del gasto energético basal
seleccionar a aquellos pacientes que necesitan (GEB) es la ecuación de Harris-Benedict:
soporte nutricional en el periodo preoperatorio.
Más que un parámetro de valoración nutricional Hombres =
es un índice que valora el riesgo del individuo de 66 + (13,7 × peso kg) + (5 × talla cm)
presentar complicaciones en el postoperatorio. – (6,8 × edad años)
Se obtiene a partir de la siguiente fórmula:
Mujeres =
IPN (%) = 66,5 + (9,6 × peso kg) + (1,8 × talla cm)
158 - 16,6 (albúmina sérica) - 0,78 (pliegue – (4,7 × edad años)
tricipital) - 0,20 (trasferrina) - 5,8 (respuesta
cutánea retardada) Su resultado se multiplica por un factor de
estrés en función de la gravedad del proceso.
Clasifica a los pacientes en 3 grupos: Los requerimientos nutricionales del paciente
• IPN < 40% → Bajo riesgo. quirúrgico pueden variar considerablemente en
• IPN = 40-49% → Riesgo intermedio. función del grado de estrés:
• IPN > 50% → Riesgo elevado. • Cirugía mayor programada y cirugía urgente
no complicada → × 1,2 – 1,3.
Índice de riesgo nutricional (IRN) • Cirugía mayor complicada, programada o
Fue desarrollado por el grupo de estudio de urgente → × 1,3 – 1,5.
nutrición parenteral del Veterans Affaire Coope- Se acepta también la utilización de una can-
rative TPN Study Group para valorar la nutrición tidad constante, con la administración de 25-35
perioperatoria en pacientes que requerían lapa- kcal/kg/día, en función de la gravedad y el es-
rotomía o toracotomía. Valora la existencia de trés.
desnutrición mediante la siguiente fórmula: El objetivo es proporcionar suficientes nu-
trientes para minimizar el catabolismo asociado
IRN = al estrés y a la cirugía.
1,59 × albúmina + 41,7 (peso actual/
peso habitual) CIRUGÍA Y CAMBIOS METABÓLICOS

En realidad, más que un índice de estado de Toda agresión conlleva cambios metabólicos
nutrición es un índice de riesgo de complicaciones. como respuesta orgánica, y la cirugía no es una
Los pacientes con este índice se clasifican en: excepción. Se ha constatado, además, que no sólo
• Índice >100 → Buen estado de nutrición. la cirugía por sí misma genera estos cambios, sino
• Índice entre 97,5-100 → Desnutrición leve. que la propia actuación sistemática en el tiempo
• Índice entre 83,5-97,4 → Desnutrición mo- perioperatorio tiene su impacto en el postopera-
derada. torio inmediato. La cirugía provoca una serie de
• Índice <83,5 → Desnutrición severa. reacciones en cadena que incluyen la liberación
de hormonas de estrés y mediadores inflamatorios
REQUERIMIENTOS DEL PACIENTE como las citoquinas, lo que se traduce en un im-
QUIRÚRGICO portante impacto en la situación metabólica.
Recientes estudios han demostrado que la
El cálculo ideal de los requerimientos del adopción de medidas para reducir el estrés qui-
paciente quirúrgico se realiza con calorimetría rúrgico puede minimizar el catabolismo y favo-
150 N. Pereira de Castro Juez

TABLA 1. Puntos clave en el soporte metabólico y nutricional del paciente quirúrgico

1. Evitar si el paciente y la enfermedad lo permiten el ayuno preoperatorio


2. Reiniciar la nutrición oral tras la cirugía tan pronto sea posible
3. Considerar el soporte nutricional como una medida de tratamiento
4. Mantener un estricto control metabólico
5. Reducir los factores que puedan exacerbar el hipercatabolismo de estrés
6. Reducir los factores o tratamientos que puedan alterar la motilidad gastrointestinal
7. Iniciar precozmente rehabilitación y movilización

recer una situación anabólica que comporte una grado C, albuminemia <3 mg/dl sin evidencia de
mejor y más rápida recuperación, incluso tras la disfunción hepática o renal.
cirugía mayor. Entre estas medidas se incluyen La administración preoperatoria de suplemen-
una correcta preparación en el preoperatorio, con tos orales con una dieta enriquecida en farma-
adecuado balance de fluidos, analgesia postopera- conutrientes a base de arginina, ácidos grasos
toria, movilización precoz y soporte nutricional omega-3 y nucleótidos durante 7 días reduce la
prequirúrgico y postquirúrgico. estancia y la morbilidad posquirúrgica en cirugía
mayor abdominal por cáncer, sobre todo en pa-
PREOPERATORIO Y NUTRICIÓN cientes con desnutrición grave.
Un aspecto de reciente interés es la adminis-
Los verdaderos objetivos de la nutrición tración preoperatoria de un aporte de hidratos de
preoperatoria son conservar o mejorar el estado carbono utilizando una solución isotónica: 800
nutricional antes de la agresión para evitar la in- ml la medianoche previa y 400 ml 2-3 horas antes
fluencia de la desnutrición en la morbi-mortalidad de la cirugía, con la finalidad de replecionar los
postoperatoria. A pesar de conocer que la desnu- tejidos con glucógeno antes del estrés quirúrgico.
trición por proceso causal no se corrige en poco En pacientes con cirugía colorrectal o de sustitu-
tiempo y también que es muy difícil posponer ción de cadera, la administración de la solución
una intervención quirúrgica para conseguir una hipoosmolar de hidratos de carbono al 12,5%
discreta mejoría del estado nutricional, existen constata que no aumenta el riesgo de aspiración
datos suficientes en la literatura que apoyan el y, tras la cirugía, se demuestra disminución de re-
uso de la nutrición preoperatoria, en especial en sistencia a la insulina, disminución de la pérdida
aquellos individuos con desnutrición o riesgo de de nitrógeno y mayor recuperación de la función
desarrollarla. muscular al mes de la cirugía. En cirugía mayor
La evidencia actual demuestra que el mayor del tracto gastrointestinal superior, sin embargo,
beneficio se obtiene en aquellos pacientes que no se han encontrado diferencias en cuanto a
presentan una desnutrición grave, con indepen- complicaciones o estancia.
dencia de su etiología, y que dicho beneficio es Por otra parte, se encuentra en revisión el
evidente en la tasa de complicaciones posquirúr- clásico concepto del ayuno preoperatorio de al
gicas, sobre todo en los que han recibido soporte menos 12 horas. Se sabe que el ayuno preope-
nutricional durante al menos 10 días. ratorio de 12 horas se asocia a una recuperación
Los criterios adoptados para definir una desnu- más prolongada tras la cirugía no complicada y
trición grave que implicaría el inicio de un sopor- que el mantenimiento de nutrición oral o enteral
te nutricional especializado son: pérdida de peso ayuda a una más rápida recuperación de la función
>10-15% en 6 meses, IMC <18,5 kg/m², VSG gastrointestinal tras la cirugía. No existe ninguna
La cirugía como factor de riesgo para desnutrición en el anciano 151

A B

FIGURA 3. Imagen microscópica de la mucosa intestinal de pacientes con: nutricion enteral (A) y nutri-
ción parenteral (B). Se observa que con la nutrición parenteral desaparecen los pliegues en la superficie
de las vellosidades intestinales (Tomado de Groos S et al., 1996).

evidencia de que la ingesta de fluidos hasta 2-3 Todo ello condiciona una mejor evolución
horas antes de la cirugía y de sólidos hasta 6 ho- de los pacientes, con estancias hospitalarias más
ras antes aumente el riesgo de regurgitación o cortas, una mejor recuperación funcional, una
aspiración. Es por eso que se está permitiendo o reducción de las complicaciones infecciosas y
recomendando la ingesta de líquidos hasta 2 horas menores costes económicos.
antes de la anestesia en cirugía electiva, salvo las La nutrición enteral (NE) frente a la nutri-
siguientes excepciones: los sometidos a cirugía ur- ción parenteral (NP), ha demostrado ser la de
gente y aquellos que tienen una alteración previa elección, por ser:
del vaciamiento y la motilidad gástrica. • Más fisiológica.
• Más segura.
SOPORTE NUTRICIONAL EN EL • Más sencilla.
POSTOPERATORIO • Mejora la morfología y la función intestinal.
• Previene la translocación bacteriana.
Está perfectamente documentada la relación • Más económica.
entre desnutrición y cirugía, tanto en morbilidad • Con complicaciones menos graves.
como en mortalidad. En concreto, una ingesta La nutrición parenteral induce atrofia y reor-
inadecuada en el perioperatorio durante >14 ganización de la mucosa intestinal con un descen-
días se asocia con un significativo aumento de so en la superficie de absorción (Fig. 3).
la mortalidad. Uno de los aspectos que resulta más contro-
Uno de los focos de discusión se centra en vertido en la nutrición del paciente postoperado
establecer cuál es el momento adecuado para su es el tipo de nutrientes recomendados, sobre
inicio tras la cirugía. Los beneficios de una nutri- todo la opción entre nutrición estándar y nutri-
ción enteral precoz (dentro de las 48 horas post ción específica (McCowen, 2003). Abundantes
agresión) son, entre otros, el mantenimiento de trabajos resaltan los beneficios de las dietas con
la estructura y la función de la mucosa intestinal, diferentes farmaconutrientes frente a las dietas
del flujo visceral entre órganos, de la respuesta estándar, aunque ponen el acento en la correcta
inmunitaria local y sistémica, la disminución de elección de la población a la que va destinada.
la translocación bacteriana y de la temprana re- Las conclusiones son muy similares, demostrando
paración de las heridas y cicatrización. una disminución de las complicaciones infeccio-
152 N. Pereira de Castro Juez

sas y disminución de la estancia, pero con escasa – Obstrucción intestinal o íleo.


o nula repercusión en la mortalidad (Braga, 2002; – Shock severo.
Gianotti, 2002; Farreras N, 2005). – Isquemia intestinal.

ESPEN GUIDELINES EN NUTRICIÓN Aplicación


ENTERAL: CIRUGÍA Preoperatorio
• Si el paciente no cubre sus necesidades con
Según la Guía de nutrición enteral en geriatría alimentos por boca, administrar suplementos
de la ESPEN (Sociedad Europea de Nutrición clínica nutricionales (C).
y Metabolismo) no hay evidencia de que la terapia • Si se administra NE preoperatorio, debe
nutricional en pacientes ancianos sometidos a ciru- iniciarse antes del ingreso en el hospital
gía mayor, deba ser diferente a la de los pacientes (C).
más jóvenes (Volkert D, 2006), por lo que se rige • Si no tienen riesgo específico de aspiración,
por la Guía de nutrición enteral en cirugía. pueden beber líquidos hasta 2 horas antes
A continuación se expone de forma resumida de la anestesia y sólidos hasta 6 horas antes
y con los grados de evidencia las recomendacio- (A).
nes que realiza la ESPEN para la nutrición enteral • Administrar una carga de hidratos de carbono
en cirugía (Weimann A, 2006). la noche previa y 2 horas antes de la cirugía
en la mayoría de los pacientes de cirugía ma-
Normas generales yor (B).
• El ayuno preoperatorio desde la media noche
anterior a la cirugía es innecesario en la ma- Postoperatorio
yoría de los pacientes (A). • Iniciar la ingesta de comida o NE precoz tras
• La interrupción de la ingesta nutricional des- la cirugía (A).
pués de la cirugía es innecesaria en nuchos • La ingesta oral puede iniciarse pocas horas
paciente (A). post cirugía en la mayoría de las resecciones
de colon (A).
Indicaciones en el perioperatorio • La ingesta oral debe adaptarse a la tolerancia
• El SNE (soporte nutricional especializado) individual y al tipo de cirugía (C).
está indicado en pacientes con riesgo nutri- • Colocar sonda de nutrición si la nutrición oral
cional severo durante 10-14 días antes de la no puede iniciarse en:
cirugía mayor, incluso si ello supone retasar – Cirugía mayor por cáncer de cabeza y cue-
la cirugía (A). llo y gastrointestinal (A).
• Se iniciará precozmente (siempre que sea – Traumatismo severo (A).
posible por vía enteral): – Desnutrición obvia previa a la cirugía (A).
– Incluso en los pacientes sin desnutrición – Si se espera ingesta <60% en 10 días (C).
obvia si ha habido un ayuno preoperatorio • Si se precisa NE post cirugía, iniciarla dentro
de 7 días (C). de las 24 horas (A).
– En pacientes que no conseguirán el 60% • Iniciar NE a baja velocidad (20 ml/h) por
de lo recomendado en 10 días (C). limitada tolerancia intestinal (C).
• Considerar la combinación de NP (nutrición • Se suele tardar 5-7 días en alcanzar los obje-
parenteral) si por vía enteral se consigue tivos nutricionales.
<60% de la ingesta (C).
Tipo de sonda de nutrición
Contraindicaciones • Colocar un catéter de yeyunostomía o una
• La vía enteral será la de preferencia excepto sonda nasoyeyunal a los candidatos a NE que
después de (C): han sido sometidos a cirugía mayor (A).
La cirugía como factor de riesgo para desnutrición en el anciano 153

• Si se ha practicado anastomosis del tracto GI ciones infecciosas y de desarrollar úlceras por


proximal, administrar la NE mediante una presión.
sonda distal a la anastomosis (B). Muchos trabajos han intentado demostrar el
• Considerar colocar PEG si se espera una NE beneficio de suplementos energéticos, proteicos
de larga duración (>4 semanas) (C). o de vitaminas y minerales en el pronóstico de
los ancianos con fractura de cadera. Algunos
Tipo de fórmula de nutrición han demostrado una disminución de la estancia
• En la mayoría de los pacientes una fórmula hospitalaria o de la aparición de complicaciones
estándar es la apropiada (C). (neumonía, infección de la herida quirúrgica,
• Se recomienda (A) el uso de una fórmula etc.) (Lawson RM, 2003). Más difícil todavía
con sustratos inmunomoduladores (arginina, es demostrar la utilidad de los suplementos en
ácidos grasos omega 3 y nucleótidos) inde- la recuperación funcional y ningún trabajo ha
pendientemente del riesgo nutricional, en el demostrado una disminución en la mortalidad
perioperatorio de: (Avenell A, 2003 y 2005).
– Cirugía mayor por cáncer de cuello. En general, la calidad de los trabajos no es
– Cirugía mayor por cáncer de abdominal. muy buena, por lo que los resultados no pueden
– Traumatismos severos. ser generalizables. La última revisión de la Co-
• Si es posible iniciar estas fórmulas 5-7 días chrane Library reconoce que las evidencias para
antes de la cirugía (C). recomendar el uso sistemático de suplementos
• Seguir con ellas 5-7 días post cirugía no com- nutricionales en estos pacientes son todavía débi-
plicada (C). les, lo que no impide su prescripción en pacientes
con desnutrición. Según la ESPEN en la Guía de
FRACTURA DE CADERA Y nutrición enteral en geriatría recomiendan el uso
DESNUTRICIÓN de suplementos orales nutricionales en ancianos
después de una fractura de cadera y cirugía or-
A continuación quiero hacer un apartado topédica para reducir complicaciones con grado
especial, dentro de la cirugía, para la fractura de de evidencia A (Volkert D, 2006).
cadera por la elevada prevalencia en nuestros No se debe olvidar la importancia del calcio
mayores. y la vitamina D en la evolución del anciano con
La fractura de cadera constituye un problema fractura de cadera. Está demostrado que, tras una
sanitario de primer orden, ya que genera una ele- fractura de cadera, los pacientes con concentra-
vada morbi-mortalidad y un elevado coste sanita- ciones elevadas de vitamina D (>22 nmol/L)
rio. Los objetivos del tratamiento son disminuir la tienen un mejor pronóstico funcional y una me-
mortalidad y aumentar la proporción de pacientes nor probabilidad de caerse. Las recomendaciones
que recuperan la situación funcional previa a la actuales son 800 UI de vitamina D y 1.000-1.200
fractura, en el menor tiempo y coste posible. mg de calcio al día. Asimismo, en ancianos con
La nutrición puede desempeñar un papel baja ingesta proteica disminuyen los niveles de
importante en todo ello, ya que la desnutrición factor de crecimiento análogo de la insulina tipo
es muy prevalente en ancianos con fractura de 1 (IGF-1), lo que provoca una reducción de la
cadera (Pérez FT, 2010) y, además, es muy fre- masa ósea y muscular, aumentando el riesgo de
cuente que, aunque no lleguen desnutridos al caída y fractura.
hospital, se desnutran durante la hospitalización. En conclusión, las recomendaciones actuales
La desnutrición condiciona un peor pronóstico insisten en la importancia de realizar una buena
funcional (Montero M, 2006) por la disminución valoración nutricional para identificar a los an-
de la masa y de la fuerza muscular y por el peor cianos de riesgo o ya desnutridos y proporcionar
funcionamiento del sistema inmunitario, con el a estos los suplementos nutricionales necesarios
consiguiente aumento del riesgo de complica- para optimizar su recuperación.
154 N. Pereira de Castro Juez

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enteral nutrition: morphological changes in human 44.
CAPÍTULO 16
Desnutrición en el anciano
con cáncer
W. Astudillo Alarcón, E. Díaz-Albo Hermida

INTRODUCCIÓN con malnutrición leve o moderada antes de que


sea muy manifiesta para intentar prevenir o en-
La desnutrición es un trastorno en la compo- lentecer el deterioro y mejorar su calidad de vida
sición corporal provocado por una deprivación mediante las opciones terapéuticas actualmente
absoluta o relativa, aguda o crónica, de nutrien- existentes.
tes, que origina un rápido e importante deterioro
de la función inmunitaria y favorece la aparición EVALUACIÓN DEL ESTADO
de enfermedades. Tiene más impacto en los an- NUTRICIONAL
cianos porque su capacidad adaptativa es menor
que la de los jóvenes ante un periodo de escasez El índice de masa corporal (IMC) que relacio-
de alimentación o de baja ingesta por una enfer- na peso y talla es un buen indicador en adultos
medad, por sus diversos cambios fisiológicos, su en general, sobre todo si es menor de 19,4 kg/
mayor tendencia a la depresión, alteración de la m2, que se asocia a un aumento del riesgo de
memoria y de la movilidad como sus dificulta- mortalidad, pero es poco útil en el portador de
des para alimentarse por artrosis o escaso poder un tumor y en los pacientes frágiles, por lo que
económico. en estos casos se emplea más el porcentaje de
Un 20% de personas mayores de 70 años pérdida de peso en el tiempo (semanas o meses)
sufre de cierto grado de desnutrición proteico/ con respecto al habitual, su influencia funcional
calórica, que se acentúa en caso de padecer una en actividades de la vida diaria y la determinación
enfermedad maligna y varía en función del tipo de las proteínas plasmáticas (albúmina, transfe-
de neoplasia, estadio de la misma y la respuesta al rrina y prealbúmina) (Gómez Candela C, 2004)
tratamiento (Ritchie C, 2011)(Wallace JI, 1995). (Gorgojo MJJ, 2010) (Hurria A, 2007) (Evans
Así, aparece en más del 80% de pacientes en el AT, 2011). Así, una pérdida mayor del 5% del
cáncer gástrico y pancreático, en un 50-64% de peso basal en 1 mes o mayor del 10% en 6 me-
los carcinomas de colon, próstata y pulmón, y ses sugiere desnutrición o enfermedad grave. La
en un 31-40% de los de mama, neoplasias hema- prealbúmina es un buen indicador de respuesta
tológicas y sarcomas (Ritchie C, 2011) (Gómez al tratamiento.
Candela C, 2004) (Gorgojo MJJ, 2010). Es un Para valorar la situación nutricional de los pa-
tema que está infradiagnosticado e infratratado cientes con cáncer pueden emplearse tres tipos de
en Atención Primaria, por lo que el propósito de métodos (Gorgojo MJJ, 2010) (Hurria A, 2007)
este artículo es ayudar a identificar a los pacientes (Evans AT, 2011) (Detsky AS, 1987) (Hurria A,

155
156 W. Astudillo Alarcón, Elías Díaz-Albo Hermida

TABLA 1. Valoración global subjetiva generada por el paciente (VGS-GP)

Teniendo en cuenta el formulario de VGS, piense o señale lo que corresponda a cada dato clínico para
realizar la evaluación final
Dato clínico A B C
Pérdida de peso < 5% 5-10% >10%
Alimentación Normal Deterioro leve-moderado Deterioro grave
Impedimentos para ingesta oral No Leve-moderado Grave
Deterioro de la actividad No Leve-moderado Grave
Edad ≤65 >65 >65
Úlceras por presión No No Sí
Fiebre/uso corticoides No Leve/moderada Elevada
Pérdida adiposa No Leve/moderada Elevada
Pérdida muscular No Leve/moderada Elevada
Edemas/ascitis No Leve/moderada Importantes
Albúmina (pre- tratamiento) >3,5 g/dl 3,0-3,5 g/dl <3 g/dl
Albúmina (post- tratamiento) >18 mg/dl 15-18 mg/dl <15 mg/dl
Valoración final: A: buen estado nutricional; B: malnutrición moderada o riesgo de malnutrición; C: malnutrición grave.

2011): la valoración global subjetiva (VGS), la va- acompaña de signos físicos de malnutrición
loración global subjetiva generada por el pacien- (desnutrición grave).
te (VGS-GP) y el Mini Nutritional Assessment Esta clasificación permite, no solo discriminar
(MNA) que se revisan en otro capítulo. El MNA la tasa de pacientes con alto riesgo de malnutri-
es una evaluación global y subjetiva de la salud, ción, sino generar intervenciones nutricionales
basada en una serie de preguntas relacionadas para atenuar sus posibles complicaciones desde
con la dieta y diversas medidas antropomórficas. el mismo diagnóstico. Así, un paciente SGA-A,
Está ampliamente validado y suele servir como se considerará que necesita 25-35 kcal/kg/día de
predictivo del pronóstico. La VSG-GP se basa los cuales el 60% serán hidratos de carbono, un
en el VGS y es un instrumento individualizado 25%, lípidos para cubrir los ácidos grasos esen-
fácil, no invasivo y costo efectivo, validado en ciales y las necesidades energéticas y el resto, un
pacientes quirúrgicos y útil en el cáncer. Gómez aporte proteico de 1,0-1,5 g/kg/día, dependien-
Candela C (2004) sugiere el empleo del siguiente do del estado catabólico del enfermo. Si está en
esquema (Tabla 1). las categorías SGA-B y C, será preciso añadir
Los pacientes según la SGA se dividen en 500-1.000 kcal/día a los cálculos realizados para
tres grupos: conseguir un balance positivo y se reevaluará su
• SGA-A denota un peso estable o un aumento estado nutricional cada 15 días (Gómez Candela
del peso debido a la mejoría de los síntomas C, 2004) (Jatoi A, 2011). De ser negativo, se
(bien nutrido o con desnutrición leve), iniciará un soporte alimenticio adaptando la dieta
• SGA-B significa pérdida de peso hasta un a sus preferencias y situación clínica.
10% durante los últimos 6 meses, que come
menos de lo usual (desnutrición moderada PÉRDIDA DE PESO
o sospecha de desnutrición), y
• SGA-C, denota una pérdida de peso mayor En los ancianos, la falta de capacidad para com-
al 10% de peso en los últimos 6 meses y se pensar periodos de baja ingesta por la enfermedad
Desnutrición en el anciano con cáncer 157

TABLA 2. Causas médicas de ingesta calórica inadecuada

• Neoplasias: gastrointestinales, pulmón, linfoma, riñón y próstata


• Disfagia: ictus agudo, enfermedad de Parkinson, ELA, divertículo de Zenker, acalasia
• Endocrinopatías: hipertiroidismo, diabetes no controlada, insuficiencia adrenal
• Enfermedad terminal: insuficiencias cardiaca, hepática, renal y EPOC
• Trastornos intestinales: celíacos, intestino isquémico, enfermedad inflamatoria intestinal, insuficiencia
pancreática, úlcera péptica, S. malabsorción
• Infecciones: tuberculosis, hepatitis viral, micosis crónica, o enfermedades bacterianas, parasitosis, absceso
pulmonar, VIH
• No infecciosas crónicas: sarcoidosis, severa artritis reumatoide, vasculitis
• Trastornos reumatológicos: dolor, polimialgia reumática, artritis reumatoide
• Trastornos neurológicos: enfermedad de Parkinson, demencias ELA, ictus
• Trastornos psiquiátricos: depresión, trastorno bipolar, ansiedad generalizada
• Fármacos: opioides, metformina, IRSS, diuréticos, topiramato, zonisamida, antineoplásicos (sorafenib),
antirretrovirales, anfetamina, cocaína, anticonvulsivantes, antidepresivos, levodopa, digoxina, exenatide,
zonasemida, liraglutide, AINEs, medicación tiroidea y tras la reducción o suspensión de fármacos antip-
sicóticos (clorpromazina, haloperidol, tioridazina) cuando se han usado en dosis altas, en consumidores
crónicos

u otras dificultades es capaz de producir cambios • Documentar la pérdida de peso a lo largo del
de peso persistentes, más aún si se combinan con tiempo.
otros factores sociales y médicos (Evans AT, 2011) • Evaluar el apetito y la ingesta dietética. De-
(Jatoi A, 2011). La pérdida de peso involuntaria terminar si hay un cambio del apetito y de
indica a menudo una enfermedad médica seria o la saciedad. Se preguntará su ingesta en rela-
psiquiátrica y se asocia a un aumento de la mor- ción a lo habitual, número de comidas/día,
talidad. Se acepta como clínicamente importante tamaño, los tentempié y si se sienten llenos
una pérdida del 4-5% del peso corporal en 6 a 12 durante la comida.
meses y debe buscarse siempre una posible causa • Hacer una historia clínica completa y examen
(Tabla 2), en particular el cáncer (15-35%). físico así como una bioquímica básica, gluco-
La pérdida de peso se debe a ingesta dietética sa, electrolitos, TSH, hematimetría, protei-
inadecuada, a pérdida de apetito (anorexia), atro- nograma, pruebas hepáticas, LDH, fosfatasa
fia muscular o desuso (sarcopenia), a los efectos alcalina, proteína C reactiva, sangre en heces.
inflamatorios de la enfermedad (caquexia) o a Los predictores más fuertes de la neoplasia
una combinación de estos factores. En el cáncer en la pérdida de peso involuntaria son: edad
las causas son múltiples: mucositis, incapacidad >80 años, leucocitos >12.000/mm3, albúmi-
de ingerir o absorber las calorías adecuadas por na sérica <3,5 g/dl, fosfatasa alcalina >300,
problemas en el tracto alimentario, pérdida de LDH >500 IU/L. Rx de tórax y abdomen y
apetito, alteraciones metabólicas, farmacológicas una ecografía abdominal.
y el propio tratamiento antineoplásico (cirugía, • Valorar la apariencia general, falta de dientes,
radioterapia o quimioterapia), además de otras estado anímico, cambios en la piel, adeno-
etiologías ya conocidas en esta edad (Ritchie C, patías, estado cardiopulmonar, posible he-
2011) (Evans AT, 2011). Ritchie C (2011), reco- patoesplenomegalia, anomalías prostáticas o
mienda seguir los siguientes pasos en la evalua- de mama o cualquier déficit neurológico. Se
ción de su posible etiología: apreciaron anomalías en el 59% de casos en
158 W. Astudillo Alarcón, Elías Díaz-Albo Hermida

relación con diversas patologías (Bilbao Garay • Una pobre higiene bucal local, que permite
J, 2002). En caso de no encontrarlas se consi- que los residuos conformen una barrera físi-
dera volver a valorar al paciente al mes o en ca que cubre las papilas gustativas. Los pro-
los próximos 6 meses antes de realizar más ductos bacterianos y el ácido láctico pueden
pruebas y revisar su historia dietética, causas enmascarar los sabores.
psicosociales (depresión, soledad), ingesta de • La fatiga del gusto causado por la excesiva
fármacos y otros datos de enfermedades ocul- estimulación de las papilas gustativas por
tas. elementos necróticos en la boca: dientes en
• Aunque no haya recomendaciones basadas mal estado, raíces, piorrea, etc.
en la evidencia, solicitar una TAC tóraco/ • El propio tumor que puede afectar a la rege-
abdominal y pélvico con o sin contraste, o neración de las papilas gustativas.
una RMN si no puede emplearse contraste o • Las deficiencias nutricionales y los fárma-
una endoscopia digestiva en caso de saciedad cos.
temprana. No se hará sistemáticamente colo- El apetito puede valorarse a través de una
noscopia porque el cáncer de colon no induce escala visual analógica para que lo describan en
pérdida de peso y la caquexia es menor hasta una escala de 0 a 10, donde 0 es muy pobre y
que haya obstrucción o metástasis extensas. 10 excelente. Otro instrumento útil para valo-
rarlo es el SNAQ, que tiene una sensibilidad del
ANOREXIA 88,2% y especificidad del 83,5% (Twycross RG,
1986) (Wilson MG, 2005) (Faisinger RL, 2005)
La anorexia está presente en más de dos ter- (Tabla 3). La polimedicación es capaz de generar
ceras partes de los pacientes que mueren con anorexia e interacciones fármaco-nutrientes, por
cáncer avanzado y está influenciada en la an- lo que se revisarán los medicamentos que toma
cianidad por múltiples factores como la menor para evitar los que influyen sobre el apetito, los
necesidad energética y la reducción del peso cor- que reduzcan la absorción de determinados nu-
poral, los cambios por la edad en el gusto y olfato trientes y dejar solo los esenciales (Gómez Can-
que reducen los deseos de comer, el retraso del dela C, 2004) (Gorgojo MJJ, 2010) (Evans AT,
vaciamiento gástrico, la enfermedad, fármacos, 2011) (Jatoi A, 2011) (Twycross RG, 1986). La
demencia, soledad, trastornos anímicos y una ma- xerostomía suele aparecer con anticolinérgicos,
yor sensibilidad a las diversas hormonas digestivas antidepresivos, opioides, sedantes, diuréticos y la
que participan en la saciedad. Así, el glucagón, deshidratación. Se preguntará por la presencia de
la colecistoquinina, la leptina y la grelina, que saciedad temprana, molestias bucales y otros sín-
actúan como señales periféricas de la saciedad, tomas como estreñimiento, dolor, etc., que tam-
son menos detectadas por el cerebro a estos años. bién influyen sobre el apetito y el significado que
El resultado es la pérdida de energía y de peso tenga este síntoma para el paciente y su familia.
en su mayoría a expensas de la grasa corporal,
con alteración de la función inmunológica o la EL SÍNDROME ANOREXIA/CAQUEXIA
regulación neuroendocrina. Las alteraciones del
gusto y apetito pueden también deberse a altera- Es uno de los problemas más frecuentes y de-
ciones en la sensibilidad de las papilas gustativas vastadores que afectan a los pacientes con cáncer
a través de los siguientes factores (Twycross RG, avanzado. Se caracteriza por anorexia, pérdida
1986) (Davidson I, 2005) (Wilson MG, 2005) de peso con reducción de la masa muscular y
(Faisinger RL, 2005). del tejido adiposo y por alteraciones metabólicas
• Cambios crónicos como la disminución de que provocan un estado inflamatorio generali-
la saliva y la candidiasis orofaríngea presen- zado. Está presente en más del 50% de los pa-
te hasta en el 70% de pacientes con cáncer cientes con cáncer al momento del diagnóstico
avanzado. (Evans AT, 2011). Es un signo de progresión de
Desnutrición en el anciano con cáncer 159

TABLA 3. Cuestionario nutricional simplificado del apetito (SNAQ)

A. Mi apetito es: 1) Muy pobre; 2) Pobre; 3) Regular; 4) Bueno; y 5) Muy bueno


B. Cuando como: 1) Me siento lleno al poco de comer unas pocas cucharadas; 2) Me siento lleno con un
tercio de la comida; 3) Me siento lleno después de comer la mitad de la comida; 4) Me siento lleno
después de comer casi toda la comida y 5) Difícilmente me siento lleno
C. Me sabe la comida: 1) Muy mal; 2) Mal; 3) Regular; 4) Bien; 5) Muy bien
D. Normalmente como: 1) Menos de una comida al día; 2) Una comida al día; 3) Dos comidas al día; 4) Tres
comidas al día; 5) Más de tres comidas al día
Una suma de todos los valores de ≤ 14 representa un riesgo significativo de una pérdida de al menos el 5%
del peso en 6 meses
Wilson MG, 2005.

la malignidad que se acompaña de altos niveles ta a la terapéutica y puede ser por sí misma una
de sufrimiento familiar y de malestar psicosocial. causa directa de la muerte (Balducci L, 2000).
Es más frecuente en los tumores de cabeza y El síndrome anorexia-caquexia revela la presen-
cuello, tumores digestivos o cuando se presen- cia en la enfermedad subyacente de una reacción
tan episodios de obstrucción intestinal y en los inflamatoria mediada por las citocinas que están
pacientes con tratamiento quimioterápico a dosis particularmente elevadas en esta situación y que
altas (Gómez Candela C, 2004) (Gorgojo MJJ, actúan tanto centralmente como en la periferia. A
2010) (Balducci L, 2000). nivel central influyen sobre los núcleos hipotalá-
micos que controlan el comportamiento alimenta-
Fisiopatología de la anorexia y caquexia rio, con una reducción de la ingesta de nutrientes
La importante pérdida de peso que sufren los mediada por la disminución de los efectos estimu-
pacientes con caquexia no puede ser atribuida lantes de los neurotransmisores involucrados en
enteramente a una pobre ingesta calórica, porque el apetito (opioides, neuropéptido Y, las orexinas
obedece a complejas alteraciones metabólicas, y grelina) y un aumento de la sensibilidad a los
neurohumorales y anabólicas que pueden con- efectos inhibitorios del factor liberador de la corti-
ducir a un aumento en el gasto basal energético cotropina, serotonina y colecistoquinina (Jatoi A,
que determina una pérdida de masa muscular y 2011) (Balducci L, 2000) (Satrsser F, 2005) (Brue-
grasa, acompañada de palidez, náuseas crónicas ra E, 2005) (Lorpinzi CL, 1995). Biológicamente
y vómitos (Evans AT, 2011) (Faisinger RL, 2005) este síndrome se caracteriza por la presencia de
(Strasser F, 2005) (Bruera E, 2005) (Loprinzi CL, hiperglucemia, hipoproteinemia, hipoalbuminemia,
1995), y las úlceras por decúbito. Así, al contrario hipertrigliceridemia, anemia, intolerancia a la glu-
que el ayuno caracterizado por una deficiencia cosa y acidosis láctica en presencia de una mayor
calórica es capaz de revertir con la alimentación resistencia insulínica (Ritchie C, 2011). El resultado
adecuada, la pérdida de peso en la caquexia no de esta alteración es un aumento de la morbilidad
se recupera con la alimentación agresiva. Se ha y de destrucción muscular proteica que impide la
encontrado en la orina de pacientes que pierden recuperación de la masa magra corporal, semejante
peso en una variedad de neoplasias un factor in- a una reacción inflamatoria severa, resistente a la
ductor de la proteolisis que no se detecta en los intervención nutricional (Ritchie C, 2011) (Jatoi A,
que pierden peso por quemaduras, trauma, sepsis 2011). Este tipo de respuesta se observa no solo
o en pacientes con cáncer con peso estable. La en el cáncer, sino también en la enfermedad renal
caquexia empeora el pronóstico, altera la respues- terminal, la enfermedad pulmonar crónica, la insu-
160 W. Astudillo Alarcón, Elías Díaz-Albo Hermida

TABLA 4. Factores agravantes en la anorexia- tán en riesgo nutricional o malnutridos por lo que
caquexia secundaria a cáncer el tratamiento dependerá de la causa subyacente
e incluye: una terapia farmacológica (infección,
endocrina) cirugía, radiación (malignidad), terapia
• Malnutrición/ayuno
• Estomatitis, alteraciones del gusto, deficiencia conductual (depresión, anorexia nerviosa),retiro
de cinc de agentes ofensivos (laxantes) y/o apoyo nutri-
• Boca seca (xerostomía), deshidratación cional (demencia, disfagia, edentulismo) (Gómez
• Disfagia, odinofagia Candela C, 2004) (Gorgojo MJJ, 2010) (Evans AT,
• Estreñimiento severo 2011). En caso de una neoplasia, el tratamiento
• Obstrucción intestinal deberá ir enfocado a mejorar la calidad de vida a
• Insuficiencia autonómica través de reducir las náuseas, aumentar el apetito,
• Vómitos mantener o ganar peso y dar apoyo psicosocial al
• Dolor severo, disnea, depresión paciente y a la familia para comprender y aceptar
• Trastornos cognitivos, delirio
los posibles límites del mismo. Es preciso explicar
• Obstáculos sociales y financieros
a la familia que, si bien ni la nutrición paren-
• Malabsorción gastrointestinal
– Malabsorción teral o enteral, o el aumento de la ingesta van
– Insuficiencia pancreática exocrina a conseguir una mayor supervivencia, apetito o
• Diarrea crónica severa ganancia de peso, la suma de estas intervenciones
• Pérdida proteínica significativa farmacológicas servirá para mejorar su bienestar
• Drenaje frecuente de ascitis o punciones pleurales y que es útil su colaboración en alguna de las
• Diarrea crónica severa siguientes medidas no farmacológicas (Hurria A,
• Pérdida de masa muscular 2007) (Davidson I, 2005) (Bruera E, 2005) (Lo-
• Inactividad prolongada (reposo en cama) prinzi CL, 1995) (Astudillo W, 2008):
• Deficiencia de hormona de crecimiento, hipogo- • Planificar las comidas como ocasiones sociales
nadismo, edad, sarcopenia
no solo como hechos nutricionales aislados.
• Otros estados catabólicos
Así, se mejorará su apariencia personal, con
• Infecciones agudas y crónicas
• Tratamiento con citoquininas proinflamatorias lavado de sus manos, cara e higiene bucal y
• Insuficiencia cardiaca crónica (caquexia cardia- arreglo de su entorno, lo que aumentará su
ca), enfermedad pulmonar o insuficiencia renal autoestima.
• Diabetes mellitus pobremente controlada, cirro- • Retirar las restricciones dietéticas en todo lo
sis hepática que sea posible. El 59% de los pacientes a los
• Hipertiroidismo que se encontró pérdida de peso y el 75,2%
• Hambre-inanición-ayuno de aquellos con hipoalbuminemia habían es-
Ritchie C, 2011; Gorgojo MJJ, 2010; Evans AT, 2011; tado con dieta restrictiva (Bucker DA, 1994).
Bilbao Garay J, 2002; Balducci L, 2000; Starsser F, 2005; Por esta razón, en ancianos con alto riesgo
Bruera E, 2005; Loprinzi CL, 1995; Astudillo W, 2008. de desnutrición y diabetes, el control de la
glucosa sanguínea y el ajuste de la medica-
ción es preferible a la restricción dietética.
ficiencia cardíaca congestiva, artritis reumatoide y La sustitución de una dieta diabética por una
en el SIDA. En la tabla 4 se señalan los numerosos dieta normal por un tiempo no aumenta el
factores agravantes de anorexia-caquexia. consumo calórico y no deteriora sustancial-
mente el control de la glucemia (Coulston
TRATAMIENTO DE LA PÉRDIDA DE AM, 1990).
APETITO, DE PESO Y DE LA CAQUEXIA • Ofrecerle las comidas que el paciente quiera,
cuanto quiera y como quiera. Que las comi-
Estudios realizados en ancianos ingresados das y alimentos siguen el gusto individual
revelan que hasta tres cuartos de los mismos es- y adecuadas en macronutrientes (proteínas
Desnutrición en el anciano con cáncer 161

especialmente) y micronutrientes. Los pa- TABLA 5. Indicaciones de los suplementos


cientes deberán evitar ingerir líquidos bajos alimenticios
en nutrientes como las sopas al inicio de las
comidas para minimizar los efectos volumé-
• Dificultades mecánicas o funcionales en la
tricos de los líquidos en la saciedad. masticación/deglución
• Evitar los procedimientos dolorosos y las ac- • Neoplasias de cabeza o cuello
tividades fatigantes antes de las horas de las • Secuelas o estenosis digestivas altas
comidas y retirar de su entorno medicación • Secuelas post-cirugía, RT o QT
y material innecesario de curas. • Cirugía ORL y maxilofacial
• Hacer una dieta apetecible y variada, garan- • Enfermedad inflamatoria intestinal
tizando un aporte adecuado de proteínas y • Diarreas de origen autoinmune
micronutrientes con enriquecedores de la • Síndrome del intestino corto
dieta. El color, la textura, la variación y la • Enteritis crónica por QT, RT, otras enteritis
• Pancreatopatías
hora de la comida favorecen la recuperación
• Fibrosis quística
del apetito. Las bebidas de colores vivos y
• Sida
las comidas condimentadas adecuadamente • Cicatrización de heridas
son más atractivas y apetecibles para el pa-
ciente. Algunos parecen perder peso por el
ayuno y pueden responder a los suplementos
calóricos. Los suplementos dietéticos contienen com-
• Fraccionar la dieta del día hasta en 6-7 to- binaciones de nutrientes y/o de otras sustancias,
mas, presentándola en raciones reducidas y aisladas o mezcladas en una dosificación determi-
en pequeños platos, si bien es posible también nada para compensar las necesidades nutriciona-
usar platos muy grandes para que parezca que les habituales en estos enfermos (Tabla 5). Hoy en
hay menos comida. Cada porción será servida día, la industria farmacéutica ofrece una amplia
separadamente y sin prisa, debiéndose retirar variedad de estos productos, con una atractiva
un plato antes de servir el siguiente. presentación (botellas de cristal, tetra brik, tarri-
• La cantidad de cada ingesta se adaptará a cada nas, latas, etc.), con un gran surtido de sabores.
enfermo, sin presiones para que esta sea ma- Pueden ser suplementos proteicos, calóricos sin
yor, porque puede inducirle una sensación de proteínas y calóricos sin lípidos. En general, se
fracaso. usan solos o pueden añadirse a bebidas, sopas, na-
• Las dietas deberán incluir alimentos con los tillas o puddings. Contienen, normalmente, 1,5
que esté familiarizado, líquidos y una mode- kcal/ml y 0,6 g/ml en frascos de 200-250 ml. El
rada cantidad de fibra (fruta y vegetales) para aporte energético total en la desnutrición leve es
prevenir el estreñimiento. Se considerarán de 25-35 kcal/kg/día que se aumentará en 500-
formas de suplementar la dieta a través de 1.000 cal/día conforme progrese la desnutrición.
añadir proteínas a la comida como leche eva- El tejido tumoral consume muchas calorías y pro-
porada, en polvo o nata en las salsas, claras teínas y es muy ineficiente metabolizando lípidos.
de huevo o tofu a puddings, pastas, arroces, Se ha encontrado que los suplementos ricos en
vinagreta, guisos y sopas, o el contenido arginina y ácidos grasos omega 3 disminuyen la
graso, con aceite de oliva a salsas, vegetales incidencia de infecciones postquirúrgicas con me-
o pasta. Si el peso no mejora, se ofrecerán joría del apetito y de la capacidad funcional del
suplementos tipo tentempié entre comidas enfermo. Estos compuestos inhiben la lipólisis y
(Ritchie C, 2011) (Davidson I, 2005) (Astu- proteolisis en el cáncer y parecen contrarrestar a
dillo W, 2008). las citocinas. Los suplementos que contienen el
• Proporcionar suplementos multivitamínicos ácido eicosapentanoico tienen efectos beneficio-
y minerales. sos en la ganancia de peso (Gorgojo MJJ, 2010)
162 W. Astudillo Alarcón, Elías Díaz-Albo Hermida

(Astudillo W, 2008) (Wigmore SJ, 2000) (Barber el vómito en el 68%, síntomas que serán más
MD, 1999). tomados en cuenta si aparecen tras la ingesta de
Los pacientes con cáncer que pueden bene- comidas sólidas y el vómito contiene comida de
ficiarse de suplementos calóricos deben reunir hace muchas horas (Barkin JS, 1986). Es impor-
los siguientes criterios: a) estar notablemente tante mantener un alto índice de sospecha en
malnutridos o en riesgo de malnutrición durante los pacientes con náuseas y vómitos refractarios
el tratamiento con cáncer; y b) tener una enfer- y detectar la sucusión gástrica en la auscultación
medad potencialmente curable o que exista una epigástrica. Si no se reconoce y se trata, puede
buena posibilidad de un periodo de estabilización provocar deshidratación, hospitalización y dete-
de la enfermedad después del tratamiento por rioro de la calidad de vida. Su etiología es multi-
cáncer. factorial (Barkin JS, 1986) (Hoogerwef WA, 1999)
Los suplementos son muy útiles en los enfer- (Javie M, 2011) (Sturm A, 2003). Está presente
mos incapaces de ingerir las comidas normales hasta en un 60% en el cáncer pancreático y se
por debilidad, poco apetito, náuseas o disfagia y acompaña de un trastorno más generalizado de
según estudios recientes, pueden darse antes de motilidad gastrointestinal, con componentes de
las comidas (1 hora) cuando la sensación de ham- disfagia, dolor abdominal, saciedad temprana, me-
bre es más intensa. En la caquexia, la sensibiliza- teorismo y pérdida de peso. Entre otros factores
ción de los nervios aferentes puede producir un etiológicos importantes se mencionan: un sín-
bombardeo temprano de señales de saciedad con drome paraneoplásico (acompañante en el tumor
relativos bajos volúmenes gástricos. Un estudio pulmonar de células pequeñas, mama, ovario,
encontró que la administración de suplementos páncreas, carcinoide, sarcoma retroperitoneal,
previos a las comidas en los ancianos no disminuía linfoma de Hodgkin y colangiocarcinoma), infil-
la cuantía de la ingesta posterior, al contrario que tración tumoral directa del plexo celíaco o nervio
en los jóvenes. Estos resultados son estimulantes vago, historia de cirugía gástrica previa, infección
porque la mayoría de pacientes en cuidados palia- viral y efectos tóxicos de la QT y RT. Puede co-
tivos son ancianos (Pop B, 2003) (Rolls BJ, 1991). existir con una diabetes pobremente controlada,
Pueden darse en pequeñas porciones (50 ml) en- hipotiroidismo, otros trastornos neuromusculares
tre las principales comidas a lo largo del día. Se o el uso de medicamentos que afectan al vacia-
deben extremar las normas de higiene alimentaria miento gástrico (particularmente, opiáceos).
durante los tratamientos inmunosupresores para Los pacientes con gastroparesia asociada a la
evitar la ingesta de microorganismos patógenos. malignidad tienen un difícil vaciamiento gástrico
Una revisión sistemática estudió la eficacia de los de sólidos, particularmente si los alimentos son
suplementos nutricionales orales en pacientes con ricos en fibras, lo que puede originar la formación
desnutrición y encontró que los que recibieron de un bezoar y provocar una obstrucción gástrica
suplementos ganaron más peso y aumentaron su mecánica.
ingesta energética con incremento del agua cor- Varios estudios sugieren que la alteración de
poral y grasa (Ritchie C, 2011) (Gómez Candela la motilidad intestinal proviene de una posible
C, 2004) (Gorgojo MJJ, 2011) (Davidson I, 2005) destrucción de la células intersticiales de Cajal
(Bruera E, 2005) (Loprinzi CL, 1995) (Wigmore (llamadas también células marcapaso intestinal),
SJ, 2000) (Barber MD, 1999). o de una neuropatía visceral del plexo mientérico,
causada por infiltración con linfocitos y células
GASTROPARESIA plasmáticas, con una degeneración subsecuente
axonal dentro del plexo (Javie M, 2011). Otras
La gastroparesia es uno de los problemas más causas detectadas son: reducción de la concen-
infradiagnosticados en los pacientes con cáncer. tración plasmática de la hormona motilina, daño
Las náuseas son la queja más frecuente en el 93%, linfático tras una resección abdominal, el tipo de
seguida por la saciedad temprana en un 86% y reconstrucción tras una cirugía por cáncer gástri-
Desnutrición en el anciano con cáncer 163

co –así, la gastroparesia es menor con el Billroth si les es posible, para facilitar el vaciamiento gás-
I que tras una reconstrucción Roux en Y–. La trico (Javie M, 2011) (Sturm A, 2003) (Tuca A,
presencia en la endoscopia de un estómago dis- 2002) (ASPEN, 2002).
tendido con peristalsis disminuida es fuertemente Si se sospecha saciedad temprana o evidencia
indicativa de gastroparesia. La prueba estándar de gastroparesia, se hará una prueba con agentes
para determinarla sería el vaciamiento gástrico procinéticos y antieméticos. Dentro de estos fár-
gammagráfico con una retención de más del 10% macos se mencionan la eritromicina, domperido-
a las cuatro horas y más del 70% en dos horas. na, cisaprida o metoclopramida. La eritromicina
Podría hacerse un estudio de vaciamiento gástrico es un potente agonista de la motilina y alivia el
con tecnecio donde puede apreciarse un retraso éstasis gástrico agudo. Dosis 125-250 mg oral c/8
con una retención mayor al 50% del contenido h o 3 mg/kg/c 8 h por vía i.v. Es menos eficaz
gástrico en 30 minutos. Otra prueba diagnóstica por vía oral. La metoclopramida, 5 a 10 mg por
es el test del aliento que emplea carbono 13, que vía oral o s.c. antes de las comidas, mejora el
se metaboliza a 13-CO2, que es rápidamente ab- vaciamiento gástrico, en particular la saciedad
sorbido a través del intestino delgado y excretado precoz, pero puede causar acatisia, disquinesia
por los pulmones. Su precisión es comparable a tardía y síntomas extrapiramidales en 1 a 10% de
la prueba del vaciamiento gástrico gammagráfico pacientes. Se reduce este riesgo si la dosis se man-
(Javie M, 2011) (Sturm A, 2003). tiene bajo los 40 mg/día. La cisaprida es útil para
el vaciamiento gástrico subagudo o crónico en do-
MANEJO FARMACOLÓGICO DE LA sis de 1 sobre antes de las comidas, con un efecto
DESNUTRICIÓN EN EL CÁNCER mantenido en el tiempo. La domperidona, un
antagonista dopaminérgico, en dosis de 10-20 mg
La actuación médica correcta es siempre iden- c/6-8 h, estimula la motilidad gastrointestinal por
tificar y corregir las causas potencialmente rever- bloqueo de receptores D1 y D2. Los antagonistas
sibles de malestar como pueden ser la anorexia, 5 HT3, tales como ondansetron, granisetron o
disnea, náuseas y vómitos, alteraciones bucales, tropisetron, sirven en el tratamiento y prevención
metabólicas, estreñimiento, dolor (incluso con de náuseas y vómitos de la QT y actúan sobre el
rotación opioidea), los efectos secundarios de los nervio vago y el centro del vómito.
fármacos, depresión y ansiedad, a la vez que se El acetato de megestrol es un derivado sin-
da apoyo psicosocial y educación a la familia y al tético de la progesterona que promueve una
paciente para comprender y aceptar los beneficios ganancia de peso y mejora la calidad de vida
y límites del tratamiento (Faisinger RL, 2005) de los pacientes con cáncer, porque reduce los
(Astudillo W, 2008) (Sturm A, 2003). Su mane- niveles y actividad de ciertas citocinas como
jo adecuado repercutirá positivamente sobre su la interleucina-1, la interleucina-6 y el factor
expectativa de vida y bienestar general. de necrosis tumoral. Se potencian sus efectos
Los pacientes con alteración nutricional leve si se combina con ácidos grasos tipo omega 3.
serán controlados con modificación dietética y con- Parece más efectivo cuando la enfermedad no
ductual como con agentes procinéticos y antiemé- está muy avanzada y los signos de caquexia son
ticos. Tomarán comidas en pequeñas cantidades, incipientes y sus efectos no se aprecian hasta
frecuentes, con poco contenido graso, sin residuos, las dos semanas del inicio. Se utiliza en dosis
para evitar la distensión gástrica, el meteorismo, la de 160-800 mg/día, pero algunos estudios han
saciedad temprana y las náuseas. Procurarán usar demostrado que altera la función del eje corti-
más suplementos nutritivos líquidos por su mayor coadrenal, puede inducir edema e insuficiencia
velocidad de vaciamiento, especialmente de tipo cardíaca congestiva y aumenta la incidencia de
isoosmolar e ingerir más líquidos. Los lípidos y las trombosis venosa profunda y metrorragias (Gor-
fibras retrasan el vaciamiento gástrico. Procurarán gojo MJJ, 2010) (Wilson MG, 2005) (Faisinger
sentarse, estar de pie o caminar después de comer, RL, 2005) (Strasser F, 2005).
164 W. Astudillo Alarcón, Elías Díaz-Albo Hermida

Los corticoides como la dexametasona 4-8 Nutricion enteral (NE)


mg/día, estimulan también el apetito y la sensa- Es un método para llevar nutrientes (macro
ción de bienestar, pero no tienen efecto sobre el y micro nutrientes) al tracto gastrointestinal a
peso, la funcionalidad o supervivencia (Bruera través de una sonda nasogástrica, gastrostomía
E, 2005). Se emplean ante una expectativa de endoscópica (PEG) o una yeyunotosmía. Es par-
vida de pocos meses. El ácido eicosapentaenoico ticularmente útil en pacientes con un riesgo de
(EPA) es un ácido graso omega alfa 3 que puede aspiración (aunque no lo disminuye), en la en-
atenuar la estimulación de la adenilciclasa y la fermedad de motora neurona, en los cánceres de
lipolisis, parece tener un efecto beneficioso sobre cabeza y cuello y esofágico y en la gastroparesia
el peso. Suprime también la producción IL-6 en asociada a malnutrición. El contenido energético
pacientes con caquexia por cáncer pancreático de las comidas enterales es de 1,0-1,5 kcal/ml.
pero se necesitan más estudios (Bruera E, 2005) en volúmenes de 1.500-2.000 ml/día. Este tipo
(Loprizi CL, 1995) (Wigmore SJ, 2000) (Barber de nutrición tiene un impacto positivo sobre la
MD,1999). La investigación actual se está enfo- función inmunológica y la morbilidad infecciosa
cando en tratamientos para modular los procesos (Heyland DK, 2001) y se indica en pacientes que
inflamatorios asociados con la caquexia. no puedan alimentarse de forma habitual, o que
precisen remontar un estado de malnutrición o
NUTRICIÓN ARTIFICIAL EN EL que tengan requerimientos especiales de energía
PACIENTE ONCOLÓGICO y/o nutrientes y que no puedan darse por medio
de suplementos nutricionales.
A pesar de los esfuerzos para mejorar la in- Los pacientes desnutridos con cáncer diges-
gesta oral, muchos pacientes seguirán siendo tivo tienen menos complicaciones cuando la ali-
incapaces de consumir la suficiente cantidad de mentación postoperatoria se hace por vía enteral
proteínas, grasas e hidratos de carbono para de- antes que parenteral. Conforme se aclaran las
tener la pérdida progresiva de peso. El tipo de interacciones entre nutrición, función de la ba-
apoyo nutricional a ofrecerles dependerá de la rrera mucosa, inmunorregulación y enfermedad
etiología de la malnutrición, de la terapia que se severa, va tomando cuerpo la inmunonutrición,
planifique, de las preferencias de los pacientes y que emplea fórmulas enterales suplementadas
de su expectativa de supervivencia y comprende con L-arginina, nucleótidos del RNA y ácidos
la nutrición artificial por vía enteral (tubo nasogás- grasos omega 3 que se observa producen mejoría
trico, PEG) o la nutrición parenteral total (NP). de la respuesta inflamatoria, de las alteraciones
El paciente con cáncer puede utilizar estos tipos inmunológicas, proteínas séricas y la pérdida
de nutrición con las mismas condiciones de otros de peso asociada al tumor. En varios estudios
enfermos, con variación en la fórmula nutricio- randomizados, su utilización perioperatoria se
nal según la situación y ciertas consideraciones asocia a una reducción de las infecciones post-
éticas en relación con la indicación y retirada operatorias con una menor estancia hospitalaria
del soporte nutricional (Ritchie C, 2011) (Gómez en el cáncer gastrointestinal (Gómez Candela C,
Candela C, 2004) (Gorgojo MJJ, 2010) (ASPEN, 2004) (Gorgojo MJJ, 2010) (Javie M, 2011) (He-
2002) (Jatoi A, 2011) (De Legge MH, 2011). yland DK, 2001) (Richardson R, 2005) (Howard
Un paciente bien nutrido en el que se prevé una N, 1993).
ingesta oral adecuada al cabo de 7 días no re- La gastrostomía endoscópica percutánea
quiere soporte nutricional, pero sí presenta un (PEG) presenta algunas ventajas adicionales so-
balance energético negativo y va a ser sometido bre la sonda nasogástrica (De Legge M, 2011).
a un tratamiento oncológico agresivo (cirugía, Es un procedimiento común que ya tiene casi dos
radioterapia, quimioterapia), es necesario intentar décadas de uso en muchos pacientes con ries-
previamente conseguir un balance positivo según gos aceptables y complicaciones, en su mayoría,
sus preferencias dietéticas y situación clínica. menores. Tiene un bajo nivel de complicaciones
Desnutrición en el anciano con cáncer 165

y permite llevar a cabo ciertas actividades de la lestar, sino la interferencia con la vida familiar,
vida diaria (De Legge M, 2011). Las guías para relaciones íntimas, actividades sociales y hobbies
la colocación de PEG necesitan incorporar ob- que esta produce. El cuidado de confort mediante
jetivos razonables porque la ganancia de peso, la PEG es un tema controvertido para mantener
la supervivencia o mejoría del estado funcional, la hidratación y medicación en la fase final de
no siempre son metas realistas para algunos pa- pacientes con cáncer porque su uso prolongado
cientes. Considerando la experiencia disponible, puede crear una pobre calidad de vida (ASPEN,
DeLegge (2011) sugiere que puede usarse PEG 2002) (De Legge M, 2011).
en los siguientes casos, siempre que no existan
contraindicaciones (Evidencia grado 2C): Nutrición parenteral (NP)
• Pacientes con un estado mental intacto y dis- Consiste en la administración de nutrientes
fagia, enfermos que requieren una descom- directamente en la circulación general median-
presión gástrica y en los que están siendo te catéteres para alimentación a nivel central o
tratados por cáncer de cabeza y cuello. Se periférico a los pacientes con disfunción gastro-
acepta que de necesitarse un sondaje de larga intestinal, grandes resecciones y obstrucciones.
duración, se opte por las gastrostomías endos- A través de ellos se pasan soluciones nutritivas
cópicas, radiológicas o quirúrgicas (PEG), que completas bien continua o cíclicamente (8-12 h)
mejoran la tolerancia de esta medida. día. La nutrición parenteral es 10 veces más cara
• Pacientes con anorexia o hipermetabolismo y y no es tan fisiológicamente normal comparada
pérdida de peso por cáncer durante un tiempo con la enteral. Lleva un riesgo más significativo de
preciso hasta que tanto este, su cuidador y fa- infecciones y trastornos metabólicos. No produce
milia, comprendan que su estado nutricional beneficio sobre la mortalidad (Heyland DK, 2001)
no va a modificar la supervivencia. Evidencia (Richardson R, 2005). Se emplea en contadas
grado 2C. ocasiones y previa deliberación con el enfermo
• Pacientes con un estado mental alterado cuando la NE esté contraindicada por diarrea o
y disfagia (incluyendo a pacientes con de- malabsorción severas, intestino corto, náuseas o
mencia) después de dialogar con la familia vómitos incoercibles, obstrucción intestinal, íleo,
y cuidadores para establecer metas realistas pancreatitis severa o fístula digestiva con alto dé-
tales como proveer hidratación o el uso de bito. No se usará en casos de intestino funcionan-
nutrición o medicaciones para cuidados de te, si no existe un acceso vascular adecuado o si
confort, sin esperar una mejoría funcional la expectativa de vida es muy corta. Hay muy
o supervivencia. pocas evidencias para justificar la nutrición paren-
• Pacientes en estado vegetativo persistente si teral en cuidados paliativos porque no se asocia
las metas de la familia, o los deseos previos a mejoría en la calidad de vida o supervivencia
del enfermo, fueran de que se le provea de estos pacientes.
“cuidados de confort”, cuya defi nición a La NP podría ser un tratamiento razonable
menudo depende del observador. Muchas en pacientes con fallo intestinal por enteritis por
familias lo definen como la provisión de radiación, o profilácticamente si los enfermos
nutrición, hidratación y/o medicamen- malnutridos van a sufrir una cirugía abdominal
tos, mientras que otras, solo desean que mayor, durante el trasplante de médula ósea y los
se provean cuidados sintomáticos mínimos cánceres de cabeza y cuello. El apoyo nutricional
sin más intervenciones. en enfermos con cáncer esofágico localizado, tra-
La PEG deberá ser considerada solo después tados con QT concurrente y RT seguida de cirugía
de una apropiada explicación de los riesgos y será decidido en base a un estudio individuali-
beneficios de su colocación porque la calidad zado. Si se decide utilizarla en un malnutrido
de vida a largo plazo puede afectarse, no siendo durante días o semanas, se hará de forma muy
mayores problemas los de escape, bloqueo o ma- cuidadosa para evitar el síndrome de realimenta-
166 W. Astudillo Alarcón, Elías Díaz-Albo Hermida

ción, caracterizado por desarreglos metabólicos empezada en el hospital y por el impacto psico-
que pueden poner en peligro su vida. La preven- lógico de suspenderla para algunos pacientes y
ción y su tratamiento se realizarán mediante el familias.
uso de sales de fosfato, glucosa y niveles adecua- Existe una convicción generalizada entre los
dos de electrolitos (Jatoi A, 2011). En Europa, la profesionales de que el suministro de líquidos y
nutrición parenteral es usada por 2 personas por alimentos que se realiza como una medida de
millón mientras en EE.UU. en un número de 80 mantenimiento en pacientes que no pueden uti-
por millón. Se han definido los siguientes criterios lizar la vía digestiva con normalidad –estados de
para avalar la necesidad de NP (Jatoi A, 2011) coma, enfermedad mental, etc.–, forma parte de
(Howard N, 1993): los cuidados básicos generales que en nuestra
• Los pacientes “curados de cáncer” se benefi- cultura se proporcionan a toda persona que no
cian claramente de la NP. haya manifestado expresamente lo contrario. El
• La mayoría de los pacientes “activos” con criterio de actuación debe ser señalar, no obstan-
cáncer que reciben apoyo nutricional falle- te, si su uso ofrece un beneficio sustancial para
cen en 6-9 meses, lo que es menos claro lo el paciente, y cuándo no es así. No importa lo
apropiado de este tratamiento. simple, barata, no invasiva, común o simbólica
• Los que sobreviven más de un año con “cán- que pueda ser una técnica; el criterio deberá ser
cer activo” tienen, probablemente, una en- si ese tratamiento persigue los mejores intereses
fermedad de crecimiento lento u otras poten- del paciente, y si es proporcional y adecuado a
cialmente curables en las cuales la nutrición su situación biológica. Por otra parte, tras reco-
parenteral está justificada. nocer que estas medidas son tratamientos, y que
Parece prudente, por estas razones, admi- por ello se pueden no iniciar o retirar, hay que
nistrar la NP a los pacientes con trasplante de dar tiempo para que ese valor simbólico se vaya
médula ósea con severa mucositis o manifesta- adaptando a este nuevo reconocimiento cultural
ciones gastrointestinales de rechazo del huésped (Couceiro A, 2004).
y cuando se prevé un largo tiempo sin ingesta su- Un comité de expertos de la European As-
ficiente. Como no se ha demostrado que mejora sociation for Palliative Care (Amadori D, 1996),
la evolución posquirúrgica, los riesgos asociados: desarrolló unas guías para ayudar a los clínicos a
infecciones, deterioro de la calidad de vida y su tomar decisiones razonables sobre el apoyo nu-
mayor coste, desaconsejan su uso sistemático. tricional a pacientes terminales. Así, se señaló un
proceso de tres etapas: la primera comprende la
NUTRICIÓN EN EL PACIENTE EN LOS evaluación de: a) la condición oncológica y clí-
ÚLTIMOS DÍAS nica; b) síntomas; c) supervivencia esperada; d)
hidratación y estado nutricional; e) ingesta oral
La alimentación e hidratación en el enfermo de nutrientes; f) perfil psicológico; g) función gas-
terminal son tratamientos médicos y como tales, trointestinal y vía potencial de administración;
pueden ser aceptados o rechazados por el pacien- y h) servicios especiales disponibles para apoyo
te. Si este desea suspenderlos, es fundamental nutricional. El segundo paso incluye una evalua-
determinar su nivel de competencia y darle la ción de todos los pros y contras para un paciente
información suficiente y adecuada para que tome individual y el tercero, la reevaluación periódica
la decisión que considere más oportuna. Para la del tratamiento convenido.
OMS, el ayuno es una forma respetable de falle- Los pacientes terminales, particularmente con
cer. La toma de decisiones puede complicarse si cáncer avanzado, a menudo presentan múltiples
el paciente o la familia son incapaces de aceptar síntomas simultáneamente y están severamente
la ausencia de una alternativa cuando la alimen- asténicos y molestos por lo que la evaluación y
tación oral ya no es posible, por la dificultad el tratamiento de las causas corregibles, es muy
de detener la nutrición parenteral previamente importante. El tratamiento paliativo en esta etapa
Desnutrición en el anciano con cáncer 167

se basará en tres pilares fundamentales: asesora- estar al enfermo durante el mayor tiempo posible
miento nutricional y de hidratación, tratamiento y que se sienta querido, comprendido y atendido
de los síntomas asociados con empleo de fárma- para que pueda vivir conforme a sus deseos, lo
cos y apoyo emocional al paciente y a la familia más dignamente posible esta etapa.
para aliviar el sufrimiento. Lo más importante es
determinar si estos enfermos experimentan sed, RESUMEN
hambre, dolor y otros síntomas desagradables tras
la retirada de la alimentación e hidratación, por La desnutrición es un problema relativamente
lo que se procurará corregir la sequedad de boca frecuente en los ancianos con cáncer. Se revisan en
con pequeños trozos de hielo, sorbos de líquido, este artículo cómo evaluar su estado nutricional, la
humectantes labiales y otros cuidados, sin negar pérdida de peso, el síndrome anorexia-caquexia y
la posibilidad de utilizar otras medidas como la la gastroparesia, sus posibles causas y los tratamien-
hidratación subcutánea, vía que puede servir para tos tanto farmacológicos como las indicaciones
administrar fármacos en caso de dolor, sufrimien- para el empleo de la nutrición artificial. Si bien se
to, delirio, cólicos renales, etc. han hecho importantes avances en la farmacote-
La deshidratación ocasiona malestar, astenia, rapia de la anorexia y la caquexia, todavía nos es
hipotensión postural, confusión, alucinaciones, posible revertir el proceso de la caquexia tumoral
y, eventualmente, insuficiencia renal, muchas ni reducir la morbimortalidad del paciente, por lo
circunstancias que suelen estar presentes en los que el objetivo prioritario es reducir el riesgo de
enfermos terminales y que al menos teóricamen- recidiva o la aparición de una segunda neoplasia.
te, podrían agravarse por la deshidratación. Por Se indican los límites de la nutrición e hidratación
estas razones, la decisión de administrar líquidos en el cáncer y en la fase terminal.
parenterales en estos casos deberá ser individua-
lizada y basada en un estudio de los problemas AGRADECIMIENTOS
relacionados con la deshidratación, la presencia
o no de delirio, los riesgos potenciales y los be- Los autores agradecen a la Dra. Carmen Men-
neficios de la administración de líquidos y los dinueta por sus valiosos comentarios y revisión.
deseos del paciente y de la familia. No recono-
cer la deshidratación puede conducir a un mayor BIBLIOGRAFÍA
deterioro de las funciones mentales, haciendo al
paciente más incapaz para expresar sus deseos y – Amadori D et al. Guidelines on artificial nutrition
versus hydratation in terminal cancer patients.
de tener una interacción significativa al final con
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su familia y amigos (Bruera E, 2011). En caso de
duda sobre el papel de la deshidratación en un – Astudillo W, Mendinueta C, Tames MJ, Urdaneta
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enfermo determinado, se recomienda hacer una
dados del enfermo en el final de la vida y atención
corta prueba, seguida de una evaluación de su a su familia. 5ª ed. Pamplona: EUNSA; 2008. p.
impacto clínico y beneficios La hipodermoclisis 479-92.
es una alternativa útil y confortable, simple y
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fácilmente aplicada en casa, que puede cambiar in the older person: a practical approach. The On-
las circunstancias de muerte de los enfermos sin cologist. 2000; 5: 224-37.
alargar su vida, además de permitir el empleo de
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esa vía para administrarle otros fármacos para oral nutritional supplement enriched with fish oil
aliviar otras molestias. El empleo de volúmenes on weight loss in patients with pancreatic cancer.
de 1.000 a 1.500 ml/día pueden ser suficientes British Journal of Nutrition. 1999; 81: 80-6.
para mantener un buen gasto urinario y equilibrio – Barkin JS, Goldberg RT, Sfakianakis G, Levi J. Pan-
electrolítico. No se debe olvidar que el objetivo creatic carcinoma is associated with delayed gastric
final de nuestros cuidados es proporcionar bien- emptying. Dig Dis Sc. 1986; 31: 265.
168 W. Astudillo Alarcón, Elías Díaz-Albo Hermida

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CAPÍTULO 17
Enfermedad renal crónica
y desnutrición en el anciano
L.M. Nítola Mendoza, G. Romero González

INTRODUCCIÓN La clasificación (Tabla 1) permite elaborar un


plan de intervención y, en los estadios precoces,
En los últimos años, la prevención de en- intentar frenar la progresión, que debe ser el obje-
fermedades y los avances en los métodos de tivo fundamental, buscando disminuir la morbili-
diagnóstico y tratamiento han contribuido a un dad y la mortalidad de los pacientes con ERC.
incremento de la esperanza de vida y, así, en la
Unión Europea los mayores de 60 años suponen METODOS PARA MEDIR LA FUNCIÓN
el 21% de la población (Benito MH, 2010). Por RENAL
esta razón, algunas patologías como la enferme-
dad renal crónica (ERC) suponen un problema Para medir la FG es necesario incluir las va-
socio-sanitario importante. Según el estudio EPIR- riables: edad, género, raza y superficie corporal.
CE, la prevalencia en España de la enfermedad Por esta razón, las guías de la NFK adoptaron las
renal crónica en personas mayores de 64 años es ecuaciones Modification of Diet in Renal Disease
del 21,4% (Otero A, 2010). (MDRD) y el Cockcroft-Gault para ser utilizadas
en adultos. Sin embargo, estas fórmulas han sido
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE ERC validadas en personas jóvenes que tienen mayor
masa muscular y mayor ingesta proteica que los
La ERC es un problema de salud pública ancianos, por lo que el uso sistemático de las
mundial, su definición se basa en dos criterios mismas en pacientes ancianos podría sobreva-
(K/DOQI, 2002): lorar la afectación renal. Algunos autores reco-
1. Daño renal ≥3 meses, definido como una miendan utilizar la ecuación de Cockcroft-Gault
alteración estructural o funcional del riñón para estimar la FG en el ajuste de la dosis de
con o sin alteración de la filtración glomerular medicamentos en los pacientes ancianos (Sarbjit
(FG) manifestado por cualquiera de: VJ, 2009).
a. Alteraciones patológicas. El aclaramiento de inulina y el iothalamate
b. Marcadores de daño renal, incluyendo al- permiten una medición exacta de la FG; sin em-
teraciones en la composición de la sangre bargo, no se utilizan de forma habitual por su
u orina, o alteraciones en las pruebas de elevado coste y difícil acceso. El aclaramiento de
imagen. creatinina se realiza en la práctica clínica, pero
2. FG <60 ml/min/1,73 m2 por ≥3 meses, con sobreestima el filtrado glomerular ya que, un pe-
o sin daño renal. queño porcentaje de la creatinina se secreta en el

171
172 L.M. Nítola Mendoza, G. Romero González

TABLA 1. Estadios de la enfermedad renal crónica (ERC)

Estadio Descripción FG (ml/min/1,73m2)


1 Daño renal, con FG normal o elevada ≥90
2 Daño renal, con disminución leve de la FG 60-89
3 Disminución moderada de la FG 30-59
4 Disminución severa de la FG 15-29
5 Fallo renal <15 o diálisis
Estadios de la enfermedad renal crónica según la NKF.

túbulo proximal y, por otra parte, la recolección Los cambios glomerulares que aparecen con
de orina de 24 horas en pacientes ancianos, en la edad se asocian a expansión de la matriz me-
algunas ocasiones, se realiza de forma inadecuada sangial y a una pérdida progresiva de los vasos
(Benito MH, 2010). capilares. La prevalencia de glomeruloesclerosis
Un nuevo marcador de función renal es la cis- es <5% al nacer y se incrementa del 10-30% hacia
tatina C, proteína endógena que se produce en las la octava década de la vida (Lerma EV, 2009).
células nucleadas y está implicada en la respuesta En las arteriolas se desarrolla hialinosis, que
inmune de virus y bacterias. Esta proteína se fil- se define como un engrosamiento de la media
tra completamente en el glomérulo, se reabsorbe respecto al diámetro luminal, estos cambios se
y luego se cataboliza en el riñón. Aunque se ha observan tanto con la edad como en los pacientes
querido validar su uso como marcador de la fun- hipertensos. Algunas arteriolas aferentes, parti-
ción renal en pacientes ancianos, actualmente su cularmente las yuxtaglomerulares, desarrollan
utilidad es desconocida (Sarbjit VJ, 2009). shunts con las arteriolas eferentes formando ar-
teriolas “aglomerulares” (Lerma EV, 2009).
CAMBIOS ANÁTOMO-FISIOLÓGICOS Dentro de los cambios fisiológicos se encuen-
EN EL RIÑÓN DEL ANCIANO tra la disminución del flujo plasmático renal que
se asocia con una disminución en las resistencias
El deterioro de la función renal empieza hacia vasculares renales, mayor en hombres que en mu-
la segunda y tercera década de la vida, se estima jeres y más frecuentes en ancianos hipertensos. El
una disminución en el FG de 4,6 ml/min por flujo plasmático renal medido por el aclaramien-
década en hombres y 7,1 ml/min en mujeres. De to del ácido paraaminohipúrico, disminuye una
hecho, algunos autores consideran este deterioro media de 650 ml/min en la cuarta década a 290
de la función renal como un fenómeno natural y ml/min en la novena década de la vida. Otros
no patológico. En los ancianos el detrimento de factores fisiológicos que se alteran con la edad
la función renal se agrava con el uso de fármacos, son: la permeabilidad capilar, el balance del sodio
infecciones, la isquemia progresiva asociada a los y la osmorregulación (Lerma EV, 2009).
cambios vasculares de la edad y la glomeruloes-
clerosis (Lerma EV, 2009). MANEJO NUTRICIONAL DEL ANCIANO
Después de la cuarta década de la vida, hay CON ERC
una disminución natural en el tamaño renal de
aproximadamente un 10% de masa renal por cada Durante la progresión de la ERC, la malnutri-
10 años, esta tendencia es mayor en hombres que ción proteico-calórica se caracteriza inicialmente
en mujeres. Se asocia también a la pérdida de la por la pérdida de masa muscular, seguida por la
relación corticomedular y del número de nefronas pérdida de proteínas viscerales y la grasa corporal.
funcionantes (Lerma EV, 2009). Los efectos de la malnutrición y el soporte nu-
Enfermedad renal crónica y desnutrición en el anciano 173

tricional en estos pacientes determinan el curso El manejo nutricional ideal en los pacientes
natural de la ERC, la calidad de vida y la morbi- con ERC debe buscar prevenir la pérdida de masa
mortalidad (Teta D, 2010). muscular, prevenir o incluso tratar la pérdida de
La prevalencia de malnutrición en pacientes proteínas, disminuir los trastornos metabólicos y
con ERC en los estadios 1-4 es del 28 al 48% y frenar o enlentecer la progresión de la ERC; todo
en el estadio 5 es mayor al 75% (Kovesdy CP et ello, buscando tener un impacto positivo en la
al., 2009). Las causas de malnutrición están en morbilidad, la mortalidad y la calidad de vida de
relación con los siguientes problemas (Bergström estos pacientes (Teta D, 2010).
J, 1995): La ingesta proteica en el riñón hace que el
• Reducción de la ingesta por anorexia y/o por aporte de aminoácidos tenga un efecto vasodi-
restricciones dietéticas. latador de la arteriola aferente, aumentando el
• Anorexia secundaria a toxicidad urémica flujo glomerular, la presión intraglomerular y,
(ERC en estadios 4 y 5). finalmente, la FG. Por otra parte, cuando existe
• Pérdida de nutrientes (por ejemplo, proteinu- una dieta baja en proteínas se produce vasocons-
ria elevada). tricción de la arteriola aferente, disminuyendo el
• Inflamación crónica. flujo glomerular, la presión intraglomerular y la
• Anormalidades en el metabolismo hormonal FG (Ter Wee PM, 1985).
(aumento de PTH, resistencia a la insulina, El aporte mínimo de proteínas dependerá de
resistencia a la hormona de crecimiento, defi- cada paciente y debe permitir un balance neutro
ciencia de eritropoyetina, hiperleptinemia). de nitrógeno. Así, en los pacientes con ERC la die-
• Síntomas gastrointestinales: náuseas, diarrea, ta baja en proteínas (DBP) convencional es de 0,6
dolor abdominal, estreñimiento. g de proteína/kg (peso ideal)/día, manteniendo
• Acidosis metabólica (induce la degradación una proteinuria < 1,5 g/día (Teta D, 2010).
de proteínas). Con respecto al aporte de proteínas, las guías
• Otras: bajo estrato social, pobreza, alteracio- de la NKF lo estiman dependiendo de la función
nes dentales. renal. Así (NFK, 2000):
Se ha evidenciado una disminución de la • Función renal superior a 50% (creatinina
ingesta diaria de proteínas al mismo tiempo que plasmática inferior a 2 mg/dl o filtrado glo-
disminuye la FG. Otros parámetros nutriciona- merular >70 ml/min), se aconseja un aporte
les como el índice de masa corporal (IMC), el de 0,8-1 g/kg/día de proteínas de alto valor
porcentaje de grasa corporal, la suma de plie- biológico y 1 g más por g de proteinuria.
gues cutáneos y el área muscular del brazo tam- • Función renal entre 20 y 50% (creatinina plas-
bién disminuyen a medida que lo hace la FG. mática de 2 a 5 mg/dl o filtrado glomerular
Los mecanismos que contribuyen a la pérdida 25-70 ml/min) la ingesta de proteínas se re-
de masa muscular se relacionan con la dismi- ducirá a 0,6 g/kg/día, cifra que se considera
nución de la síntesis de proteínas (alteración la mínima para un adulto sano. El 60% de la
en el metabolismo de aminoácidos, resistencia proteína debe ser de alto valor biológico.
a la hormona de crecimiento/resistencia del • Función renal inferior al 20% (creatinina
IGF-I, baja ingesta proteica, hemodiálisis) o plasmática superior a 8 mg/dl o filtrado glo-
con el aumento en la degradación de proteí- merular <25 ml/min) la restricción proteica
nas (acidosis, cortisol, resistencia a la insulina, alcanzará los 0,30 g/kg/día.
resistencia al IGF-I y citocinas proinflamatorias). Los carbohidratos, por lo tanto, serán la prin-
Algunos estudios han demostrado que la morta- cipal fuente de energía, dada la restricción de
lidad en los pacientes con ERC es inversamente proteínas. Las grasas se repartirán entre un 10%
proporcional a las concentraciones séricas de para las grasas saturadas y por encima del 10%
albúmina (Garibotto G, 1999) (Kovesdy CP et para las monoinsaturadas. La ingesta de sodio de
al., 2009). 1.500-2.000 mg/día (NFK, 2000).
174 L.M. Nítola Mendoza, G. Romero González

En cuanto a los micronutrientes, el aporte • Absorciometría de rayos x de energía dual


de calcio debe ser de 1.500-2.000 mg/día, el (DEXA): mide tres elementos principales de
consumo de fosfatos de 600-1.000 mg/día, el la composición corporal: masa grasa, grasa
hierro se debe aportar en aquellos pacientes que libre, la densidad y la masa ósea.
estén recibiendo eritropoyetina. En cuanto a la
vitamina D (1,25 hidroxicolecalciferol) de 0,25 CRITERIOS DE DERIVACIÓN A
µg/día y la vitamina C entre 30-50 mg/día (NFK, NEFROLOGÍA
2000).
La DBP mejora el síndrome urémico, reduce Los criterios actuales para remitir a nefrología
sus complicaciones (hipertiroidismo, enfermedad pacientes ancianos con ERC están bien estableci-
ósea, hiperfosfatemia), induce la reducción de dos. El documento de consenso entre expertos
proteinuria un 20-37%, reduce el estrés oxidativo de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y
y la resistencia a la insulina (Teta D, 2010). la Sociedad Española de Medicina Familiar y
En aquellos pacientes con estadios avanzados Comunitaria (SemFYC) señala los parámetros
de ERC (estadios 4 y 5), se han implementado las de derivación (Alcázar R et al., 2008):
dietas muy bajas de proteínas 0,28-0,30 g proteí- • Cualquier ERC en estadio 4-5 (FG <30 ml/
na/kg (peso ideal)/día + aminoácidos esenciales min). Se corresponde con Crs: >2-2,5 mg/
100 mg/kg peso ideal/día (Teta D, 2010). dl. Debe hacerse con carácter preferente/
Si el paciente padece desnutrición, es impor- urgente en función de la lista de espera en
tante tener en cuenta que no deben prescribirse cada área sanitaria.
este tipo de dietas DBP (muy bajas en proteínas), • ERC en estadio 3-4 (FG <60 ml/min) que
en algunos casos habrá que administrar soportes/ progrese (incremento de la creatinina sérica
suplementos nutricionales orales específicos para mayor de 0,5 mg/dl cada 2-3 meses, en su-
pacientes con ERC e incluso considerar en otros cesivos controles).
casos la nutrición por vía enteral o parenteral • En el caso de ERC estable se aplicarán los
(NFK, 2000). criterios de edad siguientes:
Todos los pacientes con ERC deberían ser – Edad >70 años, con ERC en estadios 1-3,
manejados por un equipo multidisciplinario en estable y albuminuria <500 mg/g (en
el que los nutricionistas deben jugar un papel muestra simple de orina), pueden seguir-
fundamental y la monitorización del estado nu- se en Atención Primaria sin necesidad de
tricional deberá incluir (NKF, 2000): derivación, siempre que se mantenga un
• Historia dietética, estimación de la ingesta adecuado control del resto de factores de
proteico/calórica. riesgo vascular.
• Medidas antropométricas: IMC, peso ideal, – Edad <70 años, con ERC en estadios 1-3.
peso usual, peso seco, medición de pliegues Si el FG es superior a 45 ml/min y la albu-
cutáneos en diferentes sitios, circunferencia minuria es <500 mg/g, puede no ser nece-
del brazo. sario remitir a nefrología, efectuándose el
• Medición de proteínas séricas: albúmina, seguimiento en Atención Primaria con un
prealbúmina, transferrina. consenso en el seguimiento y tratamiento.
• Medición de parámetros bioquímicos en san- • FG inferiores a 45 ml/min deben valorarse
gre: creatinina sérica, urea, potasio, fósforo, en nefrología, efectuándose un seguimiento
colesterol. conjunto con Atención Primaria.
• Medición de parámetros bioquímicos en ori- • En el paciente diabético se aplicarán los cri-
na: excreción de creatinina y fósforo, protei- terios anteriores, si bien se remitirá a todo
nuria. paciente con:
• Medida de bioimpedancia: agua total, masa – Macroalbuminuria: cociente albúmina/
grasa y masa libre de grasa. creatinina (confirmada) >300 mg/g, a pe-
Enfermedad renal crónica y desnutrición en el anciano 175

sar del adecuado tratamiento y control de dio de los efectos bioquímicos y fisiológicos de
la presión arterial. los fármacos y su mecanismo de acción (Brunton
– Aumento de la albuminuria a pesar del LL, 2006). Las propiedades de la farmacocinética
tratamiento adecuado. incluyen la absorción, distribución, metabolismo
– HTA refractaria. y excreción, las cuales se alteran con la edad y
• Remitir al servicio de nefrología los casos con en especial con la ERC.
grados de insuficiencia renal menores a los En cuanto a los cambios en la absorción, se
anteriormente expuestos, en presencia de se- estiman mediante la biodisponibilidad (que hace
dimentos activos (micro o macrohematuria) y referencia al porcentaje de fármaco que alcanza la
asociación de manifestaciones sistémicas, tales circulación sistémica). En los pacientes ancianos
como fiebre, malestar, artralgias, parestesias o con ERC, la gastritis, el reflujo gastroesofágico y
lesiones cutáneas, ya que podrían ser indicati- los vómitos son habituales, por lo que la absor-
vos de patologías tipo vasculitis, entre otras. ción de los medicamentos administrados por vía
• Un rápido incremento en la creatinina sérica oral es variable e incompleta y, además, la uremia
(>1 mg/dl en un mes) es indicación de remi- también altera la absorción y la biodisponibilidad
sión preferente-urgente a nefrología. (Olyaei A, 2009). La administración de quelantes
del fósforo para el tratamiento de las hiperfosfa-
USO DE MEDICAMENTOS EN EL temias con antibióticos o suplementos de hierro
ANCIANO CON ENFERMEDAD RENAL resultan en la formación de complejos insolubles
CRÓNICA que limitan la absorción y enlentecen la motilidad
intestinal (Bushardt RL, 2008).
El paciente anciano requiere el uso de múlti- La distribución se altera en los pacientes ancia-
ples medicamentos para el tratamiento y la pre- nos ya que el porcentaje de agua corporal total está
vención de diferentes patologías. En el estudio disminuido, y por lo tanto, el volumen de distribu-
de Manley, los pacientes mayores de 65 años, en ción es pequeño. En el caso de los antibióticos y en
terapia de reemplazo renal, recibían un promedio especial los aminoglucósidos, que son fármacos hi-
de 12,5 ± 4,2 medicamentos y 15,7 ± 7,2 dosis drofílicos, las concentraciones séricas son bajas y en
por día (Manley HJ, 2003). la ERC este fenómeno se explica por el aumento del
La edad y la alteración de la función renal volumen extracelular. El volumen de distribución
modifican la farmacocinética y farmacodinamia varia también dependiendo de la concentración
de la mayoría de los medicamentos que se pres- sérica de proteínas, en especial la albúmina, y de
criben de forma habitual, por lo tanto importa la capacidad de unirse a esas proteínas. En el caso
tener precaución al utilizar fármacos en pacientes del paciente anciano con ERC y con proteinuria,
con ERC. hay una disminución en la síntesis y un aumento
En un estudio realizado en el Hospital de Ba- en la eliminación proteica (Olyaei A, 2009).
surto con 1.241 pacientes admitidos en el servicio La mayoría de los fármacos son metabolizados
de medicina interna, donde la cuarta parte eran en compuestos solubles, que son eliminados de
de edad media avanzada, se evidenció que los la circulación. Estos metabolitos son farmacológi-
fármacos más frecuentemente implicados en el camente inactivos, sin embargo muchos medica-
desarrollo de efectos adversos eran los diuréticos, mentos tienen metabolismos activos y se excretan
los anticoagulantes orales, los que actuaban sobre a través del riñón. Por lo tanto, los pacientes con
el sistema renina-angiotensina, los antidiabéticos ERC tienen mayor riesgo de acumulación y toxi-
orales, la digital, los fármacos antiarrítmicos y los cidad. En estos pacientes las dos vías metabólicas
analgésicos (Ibarmia J, 2008). importantes están alteradas, tanto la actividad
La farmacocinética define los procesos a los del citocromo P450, que está reducida, como las
que un fármaco es sometido a través de su paso reacciones de conjugación y la eliminación renal
por el organismo y la farmacodinamia es el estu- (Olyaei A, 2009).
176 L.M. Nítola Mendoza, G. Romero González

Actualmente no hay suficiente evidencia en – Garibotto G. Muscle amino acid metabolism and
cuanto a la nefrotoxicidad asociada con la edad. the control of muscle protein turnover in patients
with chronic renal failure. Nutrition. 1999; 15 (2):
Sin embargo, la mayoría de las guías de manejo
145-55.
recomiendan usar la menor dosis y ajustarlas en
los pacientes ancianos y en especial con ERC. Es – Ibarmia JM. Análisis de efectos adversos por uso de
medicación al ingreso hospitalario en un Servicio
importante tener claro por parte del médico de
de Medicina Interna. Gac Med Bilbao. 2008; 105
Atención Primaria los factores de riesgo, las co- (1): 37.
morbilidades, las interacciones medicamentosas
– Ikizler TA, Teta D. The 15th International Congress
e identificar potenciales nefrotoxinas antes de
on Renal nutrition and Metabolism. J Ren Nutr.
prescribir un fármaco. Tampoco está adecuada- 2010; 20 (2): 66-7.
mente estandarizado cuál debería ser la ecuación
– Kovesdy CP, George SM, Anderson JE, Kalantar-
ideal para estimar la función renal, sin embargo Zadeh K. Outcome predictability of biomarkers of
la fórmula del Cockcroft-Gault es la más simple y protein-energy wasting and inflammation in mo-
usada, aunque su uso no está claro en pacientes derate and advanced chronic kidney disease. Am
con ERC agudizada. Otras, como la ecuación del J Clin Nutr. 2009; 90 (2): 407-14.
MDRD, aunque tiene una buena sensibilidad en – Lerma EV. Anatomic and physiologic changes of the
pacientes con FG <60 ml/min/1,73 m2 no ha aging kidney. Clin Geriatr Med. 2009; 25: 359-72.
sido estudiada para el ajuste de dosis en pacientes – Heras M, Fernández-Reyes MJ, Sánchez R. Implica-
con ERC (Olyaei A, 2009). ciones pronósticas de la enfermedad renal crónica
En cuanto a la modificación de la dosis en en el anciano. Nefrología. 2010; 30 (2): 151-7.
los pacientes ancianos con ERC, puede hacerse – Manley HJ, Drayer DK, Muther RS. Medication-
mediante la disminución de la misma o bien por related problem type and appearance rate in ambu-
el aumento en los intervalos entre cada dosis latory hemodialysis patients. BMC Nephrol. 2003;
o, incluso, a través del uso de ambos métodos, 4: 10-6.
buscando mantener una concentración constante – National Kidney Foundation. K/DOQI Clinical
en plasma sin aumentar el riesgo de toxicidad. practice guidelines for chronic kidney disease:
Por esta razón es muy importante monitorizar evaluation, classification and stratification. Am J
de cerca a estos pacientes, identificando precoz- Kidney Dis. 2002; 39: S1-S266.
mente los posibles efectos adversos que se puedan – National Kidney Foundation. Kidney Disease
presentar, ajustando la dosis de los medicamentos Outcomes Quality Initiative. Clinical practice
guidelines for nutrition in chronic renal failure. I.
a medida que progrese la ERC e incluso conside-
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rando suspenderlos o cambiarlos si la situación without dialysis. Am J Kidney Dis. 2000; 35 (Supl.
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CAPÍTULO 18
Consecuencias de la desnutrición
en el anciano
H. Hernández Rodríguez, J.C. Caballero García, L. Makua García

INTRODUCCIÓN de determinados nutrientes. La desnutrición se


perpetúa o incrementa por circunstancias socia-
La alimentación constituye uno de los factores les, económicas, incapacidades físicas para rea-
más importantes en los estilos de vida del sujeto; lizar la compra y comida y ante la propia falta
los determinantes sociales, culturales, económi- de reconocimiento de los pacientes afectos de
cos y tecnológicos conforman el estilo alimentario desnutrición (Green CJ, 1999).
y el grado de nutrición de una población. Un estado de desnutrición crónica afecta,
El estado de nutrición es un conjunto de fun- no solo al estado físico y mental de las perso-
ciones armónicas y solidarias entre sí, tiene lugar nas, sino a su calidad de vida. En este capítulo
en todas y cada una de las células del organismo, desarrollaremos las consecuencias de la desnu-
de las cuales resulta la composición corporal, la trición crónica en pacientes geriátricos desde la
salud y la vida misma. La desnutrición es un esta- Atención Primaria, una situación menos conocida
do patológico caracterizado por la falta de aporte que la malnutrición en pacientes hospitalizados
adecuado de energía y/o de nutrientes acordes o institucionalizados, pero no por ello de menos
con las necesidades biológicas del organismo, relevancia, pues conlleva importantes repercusio-
que produce un estado catabólico, sistémico y nes tanto a nivel sanitario como social, familiar
potencialmente reversible. y económico.
El mayor riesgo de desnutrición lo presentan
pacientes mayores de edad, población marginada, EFECTOS DE LA DESNUTRICIÓN SOBRE
pacientes con trastornos psíquicos, con anorexia EL ORGANISMO ENVEJECIDO
nerviosa, pacientes oncológicos y personas que
padecen largos períodos de estancia en cama. El La desnutrición primaria se debe a la ingesta
empeoramiento del estado nutricional de estos insuficiente de alimento, ya sea porque este no
segmentos de población ha provocado que las si- se encuentre disponible o porque, aunque exis-
tuaciones de desnutrición crónica sean frecuentes te, no se consume. Por lo general tiene origen
incluso en la población sana. socioeconómico y cultural, asimismo se relaciona
Los ancianos constituyen un colectivo de con poder adquisitivo insuficiente. La desnutri-
riesgo debido a los cambios fisiológicos, psico- ción secundaria se produce cuando el alimento
sociales y patológicos asociados al proceso de disponible no es consumido o no es debidamente
envejecimiento. También, la polimedicación in- utilizado por el organismo, porque existen con-
terfiere con la ingesta, metabolismo y absorción diciones que:

177
178 H. Hernández Rodríguez, J.C. Caballero García, L. Makua García

• Interfieren con la ingestión: enfermedades TABLA 1. Consecuencias de la desnutrición


neurológicas, motoras, psiquiátricas, esto-
matológicas, infecciosas y/o digestivas que
Efectos primarios:
producen anorexia o vómito, consumo de
• Disfunción inmunitaria con mayor tendencia a
sustitutos alimentarios o programas dietéti-
las infecciones
cos especiales mal diseñados que favorecen • Retraso en la curación-cicatrización de heridas
el desequilibrio en la ingesta de calorías, pro- • Mayor dehiscencia de suturas
teínas, grasas, minerales, vitaminas u oligo- • Hipoproteinemia
elementos. • Menor motilidad intestinal
• Aumentan los requerimientos energéticos • Debilidad muscular
y/o las necesidades de regeneración tisular: • Menor capacidad de respuesta orgánica (fragili-
infecciones crónicas, quemaduras, traumatis- dad)
mo múltiple, hipertiroidismo, fístulas arterio- • Menor respuesta a la medicación
venosas, insuficiencia cardiaca, etc.
Efectos secundarios:
• Interfieren con la digestión y absorción: de-
• Mayor morbimortalidad
ficiencias enzimáticas digestivas congénitas • Ingresos hospitalarios frecuentes y mayor tiem-
o adquiridas, enfermedad celiaca, fibrosis po de estancia
quística del páncreas, insuficiencia hepática, • Mayores costos por aumento de los recursos
alteraciones de vías biliares, pancreatitis, socio-sanitarios
procesos inflamatorios crónicos del tubo di- • Peor calidad de vida
gestivo como enfermedad de Crohn o colitis
Modificado de: Monti GR. Rev Asoc Med Arg. 2008; 121
ulcerativa crónica inespecífica, infecciones o (4): 25-8.
infestaciones enterales, etc.
• Dificultan la utilización: diabetes mellitus,
neoplasias, enfermedades congénitas del
metabolismo de carbohidratos, proteínas o con desnutrición. La desnutrición es un signo de
grasas, hipoxemia por anemia, enfermedades alarma y de fragilidad que se asocia a sarcopenia,
pulmonares crónicas, cardiopatías congénitas, fracturas óseas, declive funcional y cognitivo,
hemocromatosis, etc. enfermedades infecciosas y mayor riesgo de
• Aumentan la excreción: diarrea crónica, fístu- muerte (Launer LJ, 1994) (Newman DB, 2001)
las enterales, urinarias o pleurales, problemas (Thomas DR, 2001) (Morley JE, 2003) (Thomas
renales que afectan al glomérulo (síndrome DR, 2003).
nefrótico), a la función tubular (acidosis tubu- La desnutrición asociada a enfermedad es un
lar renal, tubulopatías) o ambos (insuficiencia problema común en los diferentes niveles asis-
renal crónica), quemaduras extensas, eccema tenciales y grupos de pacientes, afectando en la
crónico, etc. comunidad principalmente a sujetos con enfer-
Un estado nutricional inadecuado contribu- medades crónicas y es difícil distinguir, muchas
ye de una manera significativa a la morbilidad veces, los efectos adversos de la enfermedad y la
asociada a numerosas enfermedades crónicas desnutrición. Los efectos de la desnutrición sobre
y empeora el pronóstico de los ancianos que los diferentes órganos y sistemas son múltiples y
sufren enfermedades agudas. La desnutrición variados. De la desnutrición se derivan distintas
ejerce un impacto negativo claro y consistente, consecuencias: altera las funciones cardíaca, res-
causando una serie de alteraciones en la estruc- piratoria, hepática; el sistema inmune, y disminu-
tura y función de órganos y sistemas (Tabla 1) ye el metabolismo basal, el filtrado glomerular y
que, a su vez, son los factores patogénicos del la masa muscular.
aumento de morbimortalidad que se observa En el manejo del paciente desnutrido pode-
en varias enfermedades cuando estas se asocian mos encontrar:
Consecuencias de la desnutrición en el anciano 179

TABLA 2. Síntomas de desnutrición en el anciano enfermo

Síntomas de inicio en orden cronológico de aparición:


• Apetito disminuido
• Aversión por la carne
• Reducción del consumo de carne
• Ingesta nutricional reducida en 1/3 de las necesidad diarias
• Apatía
• Leve-moderada fatiga, permanente sin periodos de recuperación
• Movilidad reducida

Síntomas tardíos:
• Pérdida del apetito
• Se evita el consumo de cárnicos
• Se reduce la ingesta nutricional en ¾ de las necesidades diarias
• Debilidad y desgaste muscular
• Intensa y permanente fatiga sin periodos de recuperación
• Pérdida ponderal significativa (IMC <17)
• Piel seca, fina y agrietada
• Inmovilidad, postración en cama e incapacidad para salir de casa
• Alto riesgo de úlceras por presión, contracturas, neumonía y delirium
• Dependencia y hospitalización
Tomado de Seiler WO. Nutrition. 2001; 17: 496-8.

Signos universales siones dérmicas atróficas, hipotermia, nefrosis,


• De disfunción: atrofia de vellosidades intes- insuficiencia cardiaca, hepatomegalia, neutro-
tinales, esteatorrea, hipoglucemia, aumento penia.
en la retención de nitrógeno, alteraciones
en el metabolismo de minerales y vitaminas, Signos agregados
disminución en la producción de hormonas Son manifestaciones independientes de la
tiroideas y gonadales, resistencia a la hormo- desnutrición que se deben a desequilibrios agu-
na de crecimiento, hormona antidiurética y dos o infecciones sobreimpuestas al desequilibrio
parathormona, aumento de gamma globuli- crónico.
nas, disminución de la inmunidad celular. Los síntomas de comienzo en la desnutrición
• De atrofia: disminución de grasa subcutánea son inespecíficos y progresan lentamente (Tabla
y perivisceral, disminución de la masa muscu- 2) y, a menudo, suelen considerarse como signos
lar, degeneración neuronal, depleción linfocí- de la vejez. Por ello, el diagnóstico inicial del
tica del timo, disfunción hepática, aumento cuadro se hace dificultoso. El signo de inicio más
de tejido conectivo en páncreas e hígado, piel típico es la disminución del apetito y la aversión
seca, fría, xerótica, seborreica o pelagrosa, por el consumo de carne. A nivel de laboratorio,
lesiones purpúricas, uñas distróficas, altera- encontramos en esa fase bajos niveles de cinc
ciones en la coloración del cabello. y de linfocitos. La albúmina permanece normal
porque su vida media es de hasta 20 días. La
Signos circunstanciales retención de agua y el edema pueden compensar
Se trata de expresiones exageradas de los la pérdida ponderal y el cuerpo parecer estable.
signos universales: edema, caída del cabello, le- La albúmina disminuida se encuentra en más del
180 H. Hernández Rodríguez, J.C. Caballero García, L. Makua García

60% de los ancianos desnutridos y es el marcador TABLA 3. Causas potenciales de pérdida de


más sensible (Morley JE, 1995). masa muscular relacionada con la edad
Vamos a analizar, a continuación, cuáles son
las consecuencias de la desnutrición a nivel de
• Estilo de vida sedentario
determinados órganos y sistemas. • Reducidos niveles de hormonas tróficas: GH
(hormona del crecimiento), andrógenos (tes-
Sobre piel y faneras tosterona), factor de crecimiento insulín-like 1,
(Martínez Olmos MA, 2006) (Alberda C, 2006) dehidroepiandrosterona (DHEAS), estrógenos,
(Tran C, 2008): vitamina D
• Piel: sequedad y rugosidad, hiperqueratosis • Disminución o disbalance del metabolismo
folicular, descamación, tendencia al sangra- proteico
do, petequias, hematomas, edemas, retraso • Procesos degenerativos
en la curación de heridas, úlceras por pre- • Atrofia fibras musculares
• Incremento en la prevalencia de discapacidad
sión, hiperpigmentación, adelgazamiento
• Disminución de la capacidad funcional
(pérdida de grasa subcutánea) y pérdida de
• Disminución de la tasa metabólica basal
la elasticidad. • Alteración en la expresión genética
• Uñas: palidas, frágiles, quebradizas, coilo-
niquias, hemorragias en astilla y surcos por
trastornos del crecimiento.
• Cabello: frágil, delgado, ralo, deslustrado, dad considerable, posibilitando que el músculo
seco, quebradizo, se arranca con facilidad, esquelético actúe como un órgano regulatorio. El
despigmentado (pierde color) y con tendencia hecho de ser una reserva importante de aminoá-
a la caída. cidos (principalmente gluconeogénicos) permite
• Cara: palidez, dermatitis seborreica, ede- que estos sean movilizados en condiciones de
mas. “estrés” o de ayuno. Por ello, deben considerarse
como funciones vitales del músculo el almacena-
Sobre ojos y párpados miento, homeostasis y metabolismo proteico.
Inflamación de la unión mucocutánea, pérdi- El envejecimiento ocasiona una pérdida de
da de elasticidad, pigmentación, fotosensibilidad, masa muscular del 1-2% por año a partir de los 50
petequias, equimosis, atrofia, eritema o palidez años de edad (Hughes VA, 2002). Esta reducción
conjuntival, opacidad y xerosis conjuntival, sebo- se acompaña de una disminución en el número
rrea, blefaritis, prurito, vascularización corneal y de unidades motoras y de atrofia de fibras mus-
eversión del párpado inferior. culares, especialmente las de tipo IIa (Doherty
TJ, 1993) (Brown M, 1996) (Evans W,1997). El
Sobre el sistema osteomuscular declive en la masa muscular (mayor en el hom-
Los músculos son transductores que con- bre que en la mujer) relacionado con la edad se
vierten la energía química en energía eléctrica, denomina sarcopenia (en la tabla 3 se detallan
energía térmica y/o energía mecánica útil. Apa- las causas potenciales). Un período con deficiente
recen en diferentes formas y tamaños, difieren en aporte de nutrientes puede manifestarse por cam-
las fuerzas que pueden ejercer y en la velocidad bios en la función muscular, que pueden preceder
de su acción; además, sus propiedades cambian a variaciones de la composición corporal.
con la edad de la persona, su medio ambiente La desnutrición provoca, a su vez, una de-
y la actividad que desarrolla. A pesar del obvio pleción en los depósitos proteicos corporales
compromiso del sistema muscular en el ayuno, su que se acompaña de atrofia de fibras y una dis-
función como un gran reservorio de proteínas es minución de las funciones musculares, con la
poco apreciada. Mucha de esta proteína es lábil, consiguiente debilidad por sarcopenia y riesgo
siendo catabolizada y resintetizada a una veloci- de caídas (Cederholm T, 1992). Esta debilidad
Consecuencias de la desnutrición en el anciano 181

muscular progresiva, con disminución del tono, autocrinos sino que es un conjunto de funciones
limita –parcial o totalmente– la actividad física, en las que también están implicados otras sales y
incrementa el cansancio y, como consecuencia, nutrientes, proteínas, carbohidratos, lípidos, fós-
aumenta el riesgo de caídas en el mayor de edad foro, trazas de minerales (magnesio, cobre, cinc)
(Waters-Ennis B, 2001) (Humpheys J, 2002). La y vitaminas (vitamina K, vitamina C, vitamina A,
capacidad funcional está directamente relaciona- vitamina B). Deficiencias nutricionales en cuales-
da con la masa muscular total. quiera de estos micronutrientes repercutirán en
La presencia de sarcopenia contribuye de disfunción celular, y algunas de estas disfunciones
manera decisiva en la génesis del denominado tendrán como expresión clínica trastornos de la
síndrome de fragilidad. Su enfoque terapéutico mineralización ósea. La nutrición, como se ve,
es múltiple, aunque se basa en su prevención juega un importante rol en la prevención, pato-
destacando, por su mayor utilidad, el entrena- génesis y tratamiento de la osteoporosis (Heany
miento físico y las medidas nutricionales (sobre NP, 1996).
este asunto se remite al lector al capítulo corres- Hoy nadie discute que el estado nutricional
pondiente). La existencia de sarcopenia eleva del paciente tiene efectos negativos en el desa-
hasta cuatro veces el riesgo de discapacidad y es rrollo perioperatorio de los pacientes quirúrgi-
independiente de la edad, sexo, raza o estatus cos (Celaya Pérez S, 1994). Así, la desnutrición
socioeconómico (Baumgartner RN, 1998). proteico-calórica es un factor deletéreo para la
La medida de la fuerza muscular con un di- consolidación de fracturas y el tratamiento de
namómetro de mano evalúa la fuerza isométrica esta ha evidenciado mejorar la sobrevida y el
de los dedos de la mano y del antebrazo y, aun- curso clínico posterior a las mismas. Los pacien-
que se ha demostrado su relación con el estado tes con fractura de cadera generalmente suelen
nutricional y entra a formar parte de la batería estar desnutridos (Montero Furelos LA, 1997). La
de pruebas que se proponen en su valoración, desnutrición en el anciano se asocia a desórdenes
está poco utilizada y son escasos los trabajos que en la marcha, caídas y fracturas que, a su vez,
hacen referencia a sus valores. Klidjian AM et al. pueden ser favorecidas por:
(1980) demostraron que la medición de la fuer- • El efecto de la baja ingesta proteica, de calcio
za de agarre de la mano, con un dinamómetro y vitamina D deplecciona la masa ósea.
simple, es un test de la función del músculo es- • El efecto de la disminución en la masa mus-
quelético que permite detectar depleción proteica cular sobre los desórdenes de la marcha y el
preoperatoria y su disminución se correlaciona riesgo de caídas.
con mayor susceptibilidad del paciente a com- • La disminución en la masa grasa que protege
plicaciones postoperatorias. Posteriormente se los huesos en caso de una caída.
ha utilizado en estudios colectivos obteniéndose
una buena correelación con la masa muscular. Sobre el aparato digestivo
Esta técnica ofrece la ventaja de no ser invasiva, Al examinar la cavidad oral del paciente des-
es de bajo costo y reproducible (Mateo Lázaro nutrido se pueden observar aftas, atrofia, dolor, lo-
ML, 2008). bulaciones, edema, queilosis, estomatitis, fisuras,
Baja ingesta de calcio y disminuidos niveles lengua lisa, eritema, disminución de papilas, hi-
plasmáticos de vitamina D incrementan el ries- pogeusia, granularidad, hipertrofia. Podemos ver,
go de osteoporosis. Estudios de intervención con además, las encías rojas, inflamadas, edematosas,
suplementación de calcio y vitamina D muestran hipertróficas, con ulceraciones e infecciones y con
reducción en la incidencia de fracturas de cadera tendencia al sangrado.
en población de edad (Jackson RD, 2006). En los dientes podemos observar caries, hipo-
Mantener la homeostasis ósea no solamente plasia, pigmentación y fracturas. Se produce una
es función del aporte de calcio y vitamina D y sus pérdida progresiva de piezas dentales y, en el caso
mecanismos reguladores paracrinos, endocrinos y de que el anciano pueda acceder a las prótesis,
182 H. Hernández Rodríguez, J.C. Caballero García, L. Makua García

estas no siempre se ajustarán de manera perfecta vasos en la endoscopia. Las alteraciones dependen
a la cavidad. Esto provoca importantes molestias también del tipo de desnutrición, con defectos en
o dificultades para la masticación y, precisamente, la capacidad de transporte de todos los nutrientes
muchos pacientes dejarán de usarlas. estudiados (Mora RJ, 1999). Dichos defectos son
El tubo digestivo representa una de las super- más intensos en presencia de infecciones intesti-
ficies más extensas del organismo y, por lo tanto, nales, que exacerban las alteraciones funcionales.
es una de las interfases más importantes de con- Hay también alteraciones de la inmunidad local.
tacto con el medio externo y con los numerosos Las defensas gastrointestinales son importantes,
organismos y antígenos que residen en él; ade- en particular la función inmunitaria de la mucosa
más, el tubo digestivo constituye la acumulación como barrera contra los agentes patógenos y sus
más grande de tejido linfático del organismo. Sus productos (Welsh FKS, 1998). Se ha reportado
células enteroendocrinas, pese a estar presentes un incremento en los niveles de inmunoglobulina
como elementos aislados representan el órgano sistémica G (IgG) contra las proteínas betalacto-
endocrino más voluminoso de la economía. La globulina y gliadina en los sujetos desnutridos
mucosa del tubo digestivo se caracteriza por una que, indirectamente, sugieren alteración de la
estructura muy diferenciada desde el punto de inmunidad de la mucosa (Reynolds JV, 1996).
vista anatómico y funcional y por una elevada El incremento en la permeabilidad intestinal se
velocidad de recambio de su epitelio. correlaciona con un elevado potencial para la tras-
A nivel del estómago, la desnutrición produce locación bacteriana. Parece existir una activación
disminución de la secreción de ácido clorhídrico del sistema inmune de los enterocitos, en con-
con las consecuencias asociadas a este hecho. junción con una relativa supresión de la citocina
A nivel de la mucosa del intestino delgado se antiinflamatoria IL-10 (Welsh FKS,1998).
producen alteraciones histológicas que depen- El páncreas y el hígado están muy dañados,
den del tipo de desnutrición: mientras que en especialmente en el kwashiorkor. Sobre el hígado,
el marasmo la arquitectura de la mucosa es la desnutrición provoca atrofia, hemosiderosis y
más o menos normal, está muy alterada en el vacuolización de los hepatocitos (Gil Hernández
kwashiorkor. Sin embargo, incluso en mucosas A, 2010). De forma típica ocurre un aumento
que tienen aspecto histológico normal, técnicas de la infiltración grasa con esteatosis hepática,
de mayor resolución como la microscopia elec- debido a los cambios hormonales secundarios al
trónica, revelan daño de numerosas células. Se ayuno prolongado que incrementan la producción
produce una atrofia intestinal progresiva (Mora de cuerpos cetónicos y aumentan la gluconeogé-
RJ, 1999). Se ha demostrado una reducción del nesis a partir de aminoácidos, hecho que se suma
número y altura de las vellosidades, con lo que se a la dificultad para movilizar ácidos grasos libres
pierde una enorme superficie de absorción, lo que (Grant JP, 1994). Asimismo, se ha descrito una
conlleva una afectación de la producción de enzi- atrofia de los hepatocitos. A nivel funcional se ha
mas, que se traduce en una alteración del proceso constatado una disminución de los aclaramientos
de digestión de carbohidratos y en la absorción de diversos fármacos. Los sistemas enzimáticos
de lípidos con aumento de la permeabilidad. Es relacionados con la gluconeogénesis aumentan y,
constante la disminución de las disacaridasas así por el contrario, disminuye la actividad en la ma-
como pérdida de su función. Se produce también yoría de los restantes (Gil Hernádez A, 2010).
un empeoramiento de la absorción de vitamina
B12. La desnutrición progresiva favorece la rup- Sobre el aparato respiratorio
tura de la barrera gastrointestinal con entrada y Se observan las siguientes alteraciones (Sahe-
diseminación de bacterias hacia la sangre portal bjami H,1981) (Pérez de la Cruz AJ, 1989) (Gil
y los nódulos linfáticos mesentéricos. Hernández A, 2011).
A nivel del colon se ha descrito el adelgaza- En lavados broncoalveolares se ha demostra-
miento de la mucosa, con transparencia de los do una disminución de los niveles del surfactante
Consecuencias de la desnutrición en el anciano 183

pulmonar por lo que aumenta de forma secun- de todas las cámaras. Se atrofia el aparato
daria el trabajo respiratorio. Se ha demostrado, contráctil con disminución del número de
además, una disminución en el número de ma- miofibrillas. Hay estrechez de la pared ventri-
crófagos alveolares y un aumento de la adheren- cular y, en ocasiones, se observa la presencia
cia bacteriana a las células epiteliales traqueales, de edema intersticial.
lo que dificulta el aclaramiento de gérmenes, • Alteraciones funcionales: hay una reducción,
habiéndose demostrado aumento de la coloni- muchas veces adaptativa, del gasto cardíaco
zación de estos en el árbol traqueo-bronquial de y del consumo de oxígeno, pudiendo ocurrir
enfermos desnutridos, con o sin EPOC. complicaciones como arritmias y otras.
A nivel de la musculatura respiratoria, se ha En otro capítulo de esta obra se trata el tema
observado una disminución de la masa del dia- de la desnutrición en la insuficiencia cardíaca
fragma, debido a una disminución del tamaño (ICC). La desnutrición en este síndrome geriátrico
de las fibras y al adelgazamiento de las mismas, se debe al aumento de la presión que suscita con-
poniéndose clínicamente de manifiesto por una gestión del territorio hepático y gastrointestinal
disminución de la fuerza inspiratoria y espira- por lo que se produce anorexia, malabsorción,
toria así como por disminución de la capacidad falta de digestión de los alimentos ingeridos e
vital (CV) (Gil Hernández A, 2011) (Alberda C, incluso, pérdida de proteínas a través del intesti-
2006). Todo ello propicia dificultad para toser y no. El aumento de presión en las venas renales, a
expectorar, lo que favorece a su vez las infeccio- su vez, puede conducir a la pérdida de proteínas
nes respiratorias. por la orina y la congestión pulmonar hace que el
Además, existe un aumento de la tensión su- trabajo de los músculos respiratorios sea mayor y
perficial y una reducción de la elasticidad pulmo- que estos requieran más energía y oxígeno para
nar, lo que facilita el colapso pulmonar, así como desempeñar su labor. A todo ello se le suma que
la hiperinsuflación. La manifestación clínica es el el oxígeno llega con más dificultad a los tejidos
enfisema. Estas alteraciones, concomitantes en periféricos por lo que la glucosa se utiliza, en ma-
pacientes afectos de una enfermedad pulmonar yor medida, por la vía metabólica anaeróbica, lo
obstructiva crónica (EPOC), pueden empeorar y que se traduce en un menor aprovechamiento de
presentar cuadros clínicos de insuficiencia respi- su energía. Finalmente, también hay que sumar el
ratoria aguda que ensombrecen el pronóstico y efecto sobre el apetito de la baja palatabilidad de
elevan la mortalidad. las dietas hiposódicas y el efecto anorexígeno de
los medicamentos aquí usados (IECAs y digoxina)
Sobre el corazón junto a otros factores que pueden estar presentes
Para su correcto funcionamiento, el corazón en los procesos crónicos (como depresión). Este
requiere del aporte energético proveniente de estado de desnutrición puede, a su vez, actuar
los alimentos de manera constante. Un aporte negativamente sobre el músculo cardíaco ya afec-
deficitario de energía a partir del alimento pro- tado por desnutrición previa (Cuesta F, 2009).
duce alteraciones estructurales y funcionales
en el músculo cardíaco a largo plazo (Cuesta F, Sobre el sistema renal
2009). La relación entre corazón y nutrición es Tanto la masa como la función se alteran
compleja. En el ayuno prolongado la frecuencia, conforme avanza la desnutrición. La desnutri-
la tensión arterial, el volumen sanguíneo y las ción condiciona una reducción del flujo plasmá-
demandas metabólicas se reducen. En caso de tico renal y del filtrado glomerular, lo que puede
desnutrición se afectan tanto la estructura como condicionar una disminución del aclaramiento
la función cardíaca (Cuesta F, 2009) (Miján de de determinados fármacos cuya eliminación es
la Torre A, 2010): esencialmente vía renal (p. ej., aminoglucósi-
• Alteraciones morfológicas: el peso y masa dos). Se altera la capacidad de excretar agua y
cardíaca se reducen con pérdida de volumen sal. Se da un aumento del líquido extracelular,
184 H. Hernández Rodríguez, J.C. Caballero García, L. Makua García

así como una mayor proporción de agua en la Sobre el sistema nervioso


composición corporal que se manifiesta en la La fisiología del cerebro implica obligatoria-
clínica por la aparición de edemas (Gil Hernán- mente, al menos, a unas cuarenta sustancias de
dez A, 2010). origen alimentario. El cerebro tiene necesidad
Se pierde la capacidad de acidificación urina- de nutrientes para construirse y mantenerse,
ria y aparecen alteraciones en el equilibrio ácido para funcionar armoniosamente y para evitar el
básico con tendencia tanto a la alcalosis como a envejecimiento prematuro. Está formidablemen-
la acidosis metabólica. La presencia de acidosis te protegido por la barrera hematoencefálica y
metabólica con orina alcalina es característica de ciertas carencias de nutrientes pueden alterar
la malnutrición severa. Se observan variaciones su normal funcionamiento (Bourre JM, 2004).
o disminución del filtrado glomerular por los Existe una creciente atención en las relaciones
cambios en el gasto cardíaco (Gil Hernández A, entre el envejecimiento, el estado nutricional y
2010). la función cognitiva. La desnutrición se asocia a
deterioro cognitivo y demencia en población de
Sobre el sistema metabólico-endocrino edad. La malnutrición altera el desarrollo cere-
En el ayuno prolongado, los niveles de in- bral y la inteligencia en un contexto multicau-
sulina disminuyen y se observa elevación de la sal y la pobreza y deprivación exacerban estos
hormona de crecimiento (GH) y del glucagón. La efectos negativos, especialmente cuando estos
glucemia disminuye y los cuerpos cetónicos y los factores persisten a través de toda la vida (Iva-
ácidos grasos libres están elevados. Se activa el novic DM, 2004). Autores como Lee KS (2009a,
eje hipotálamo-hipofiso-suprarrenal y se inhiben 2009b) y Fagerström C (2011) han mostrado la
el gonadal y el tiroideo, disminuyendo los niveles relación entre el deterioro cognitivo y el estado
de testosterona y estrógenos así como los de T3 nutricional en población anciana. El rendimiento
y T4, por lo que se reduce la tasa metabólica cognitivo se asocia a la ingesta dietética y las
basal y el catabolismo muscular (Gil Hernández concentraciones plasmáticas de nutrientes con-
A, 2011). cretos en mayores de edad (La Rue A, 1997). El
Se observa, también, disminución del gasto grupo de Vellas B (2005) ha demostrado que la
energético que afecta a sus tres componentes: alteración del estado nutricional predice la seve-
termogénesis inducida por los alimentos, activi- ridad y progresión del deterioro cognitivo en la
dad física y el gasto energético basal. enfermedad de Alzheimer. White H et al. (1996,
En la desnutrición proteica, por la hipoalbu- 1998), Barret-Connor E (1996) y otros, muestran
minemia, el agua se trasvasa al espacio inters- también que la pérdida ponderal se asocia con
ticial, mientras que el volumen intravascular la severidad y progresión de la enfermedad en
disminuye. Esto provoca hiperaldosteronimso e los individuos con enfermedad de Alzheimer.
incremento de la hormona ADH, que agrava la En estos pacientes los factores nutricionales jue-
retención hidrosalina. Las concentraciones de po- gan un importante papel y la pérdida de peso
tasio, magnesio, fósforo y oligoelementos pueden se señala como un predictor de mortalidad. En
estar disminuidas. La pérdida ponderal, el ayuno la enfermedad de Alzheimer, la disminución en
y la desnutrición calórica, alteran la respuesta la entrada de alimentos junto a una reducida
termogénica al frío, reducen la respuesta vaso- ingesta proteica causa reducción en los niveles
constrictora y predisponen a la hipotensión (Gil plasmáticos de triptófano, lo que determina baja
Hernández A, 2011). La falta de apetito causada disponibilidad del precursor de serotonina. Los
por infecciones se debe al incremento de la hor- cambios en los niveles corticales de serotoni-
mona reguladora del apetito (leptina) inducido na contribuyen a la alteración en la plenitud y
por IL-1B, TNF-alfa e IL-6. La deficiencia de vi- preferencia de los alimentos y a la aparición de
tamina A y de cinc también puede contribuir a alteraciones conductuales tales como desórdenes
la pérdida del apetito. del sueño, depresión, agitación y agresividad. El
Consecuencias de la desnutrición en el anciano 185

déficit del sistema colinérgico causa trastornos ción grave altera la integridad tisular de la piel y
neuropsiquiátricos como alucinaciones, apatía y las mucosas que constituyen la primera barrera
conducta motora anómala (Cummings JL, 1996). defensiva con que cuenta el ser humano frente
No obstante, sobre este asunto remitimos al lec- a la agresión de agentes infectantes. No solo
tor al capítulo correspondiente en esta obra. se altera la permeabilidad de estas estructuras,
En el anciano desnutrido se incrementa la sino que se reduce la secreción de las mucosas
pérdida de neuronas con deterioro progresivo y algunas de ellas pierden los cilios (p. ej., la
de los sentidos del gusto, olfato, visión y audi- mucosa respiratoria). Incluso en los casos de
ción. Numerosos estudios han establecido que desnutrición leves o déficits de ciertos micronu-
una deficiencia dietética en algunas vitaminas, trientes parece que se afectan los mecanismos
especialmente las del grupo B, llevan a desór- de defensa del paciente (Thurnham DI, 1997)
denes cognitivos y afectivos. Un exceso en la (Ravaglia G, 2000) (Apovian C, 2000). La des-
ingesta de vitaminas A y B1, por ejemplo, pue- nutrición favorece el deterioro de la respuesta
de conducir también a alteraciones cognitivas inmunológica, hecho que se suma a los cambios
(Franchi F, 1998). Las vitaminas que están más inespecíficos del sistema inmune asociados al
involucradas en el proceso cognitivo son la B1-B2- proceso de envejecimiento, especialmente con
B6-B12, ácido fólico, niacina, vitamina A, E y C. la inmunidad humoral.
Así el déficit de tiamina o vitamina B12 pueden
causar alteraciones cognitivas como el síndrome Repercusiones sobre la inmunidad celular
de Wernicke-Korsakov. Existe una disminución del número de linfo-
También el déficit de cobalaminas puede citos T y, más particularmente, de los T4 en rela-
manifestarse con síntomas neurológicos como ción con los T8 (McMurray DN, 1981) (Kaiser
ataxia, espasticidad y alteraciones sensitivas se- FE, 1994) (Alberda C, 2006). Recientes experi-
cundarias a mielopatía (Gil Hernández A, 2011). mentos indican que los linfocitos B son capaces
La hipoproteinemia junto a la polifamacia son de sintetizar anticuerpos si coexisten con ellos
los factores predominantes más peligrosos para adecuadas cantidades de células T “helper” nor-
la aparición de delirium en el mayor de edad mofuncionantes. Ello nos indica que el trastorno
(Culp KR, 2008). El riesgo de desnutrición se parece radicar en la función de las células T. Hay
incrementa significativamente en sujetos con también disminución de la producción de linfo-
bajo estado de ánimo, deterioro cognitivo, de- quinas y monoquinas por linfocitos T activados
pendencia funcional y procesos malignos (Saka y alteración de la respuesta de hipersensibilidad
B, 2010). retardada (Bistrian BR, 1977).

Sobre el sistema inmunológico Sobre la inmunidad humoral


Es bien conocida la relación entre desnutri- Se observa déficit en la función bactericida
ción y depresión del sistema inmunitario (Roe- de los polimorfonucleares (Antonaci S, 1991),
bothan BV, 1994) (Lebourd B, 1995) (Raynaud- déficit de factores C3 y C4, déficit en la pro-
Simon A, 2001) (Felblinger DM, 2003) (Lesourd ducción de anticuerpos en respuesta a vacunas,
B, 2004). En el anciano desnutrido se altera la déficit de secreción de Ig A y déficit en la pro-
inmunidad celular y la humoral. Si analizamos ducción de proteínas reactantes de fase aguda
las diferentes barreras defensivas ante la agre- ante el reto infeccioso. La actividad fagocitaria
sión externa, podremos ver que la desnutrición se puede ver implicada con alteraciones en el
incide en todas ellas (Chrandra RK, 1983). Tanto número y función de polinucleares y macrófagos.
la experiencia clínica como la experimental se- La migración leucocitaria también está afectada
ñalan que la desnutrición y la infección se entre- por la desnutrición (Alberda C, 2006) (Felblinger
lazan íntimamente, potenciando sus efectos en DM, 2003)(Lesourd B, 2004) (Amati L, 2003)
forma recíproca (Keush G, 2000). La desnutri- (Cunningham-Rundles S, 2005).
186 H. Hernández Rodríguez, J.C. Caballero García, L. Makua García

Sobre el sistema hematológico tras cirugía traumatológica (Windsor JA, 1988)


La prevalencia de anemia aumenta con la (VATPNCSG, 1991). La desnutrición moderada-
edad y es, con frecuencia, multifactorial. Así, en severa se asocia, además, a la presencia de úl-
el Third National Health and Nutrition Examina- ceras por presión y al síndrome de inmovilidad
tion Survey (NHANES III) (Guralnik JM, 2004) (Pardo Cabello AJ, 2011) (Alberda C, 2006)
la incidencia de anemia en personas mayores de (Tran C, 2008). Estos pacientes tienen estancias
65 años fue del 11 y 10%, para hombres y muje- de hospital más prolongadas, no solo por la des-
res respectivamente. La prevalencia de anemia nutrición per se sino por la importante comor-
aumenta rápidamente después de los 50 años de bilidad que presentan (Visvanathan R, 20039)
edad, llegando al 20% en aquellos individuos que (Sullivan DH, 2002) (Maurer M, 2002) (Pichard
superan los 85 años. De los pacientes con anemia, C, 2004) (Kruizenga HM, 2005) (Norman K,
en 1/3 se identificó como secundaria a deficien- 2008). Además, incrementan las necesidades
cia nutricional, otro tercio como anemia de infla- de rehabilitación tras su alta hospitalaria y más
mación crónica y el siguiente tercio a anemia de reducida supervivencia así como mayores posi-
causa inexplicable. La malnutrición contribuye a bilidades de reingresos dentro del primer año y
la anemia en el anciano y suele infradiagnosticar- todo ello disminuye considerablemente su cali-
se (Mitrache C, 2001). En la edad avanzada, la dad de vida (Vetta F, 1999) (Alberda C, 2006)
pobre entrada de cobalamina en los alimentos y/o (Isenring EA, 2004).
su mala absorción parece ser la principal causa
de deficiencia de vitamina B12, y se asocia con CONCLUSIONES
frecuencia a gastritis atrófica (Perrín AE, 2000).
La anemia, además, puede afectar a las funciones La desnutrición es básicamente sistémica e
cognitivas y algunas actividades de la vida diaria inespecífica por cuanto afecta, en grado variable,
en los ancianos (Terekeci HM, 2010). a todas y cada una de las células y se instala
cuando el balance negativo de alguno de los
DESNUTRICIÓN Y MORBIMORTALIDAD componentes del complejo nutricio ocasiona una
alteración metabólica que afecta, necesariamente,
Como consecuencia de las alteraciones a los demás.
funcionales y orgánicas descritas, los ancianos La desnutrición es un problema universal
desnutridos presentan más complicaciones en que podemos detectar y combatir desde la Aten-
comparación con los bien nutridos. ción Primaria. A pesar de la mayor sensibiliza-
Ya se ha mencionado que, en casos de des- ción del colectivo médico, su prevalencia sigue
nutrición severa y moderada, existe una eleva- siendo todavía muy elevada. Sus consecuencias
da incidencia de complicaciones infecciosas y se manifiestan especialmente en el aumento de
no infecciosas. Así, dentro de las primeras, el la morbimortalidad, aumento de los ingresos y
aumento de la incidencia en neumonía y sepsis prolongación de la estancia hospitalaria e incre-
sistémica, junto a la propia significación clínica de mento del gasto sanitario. La mejora de la calidad
la pluripatología basal, son factores determinantes atencional exige la organización de un sistema
del aumento en la mortalidad, del incremento de detección precoz y vigilancia de nuevos casos,
de la estancia hospitalaria y de los costes de la su seguimiento y el establecimiento del procedi-
hospitalización (Serrano-Corredor S, 1993) (Farré miento necesario para su control.
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CAPÍTULO 19
Hidratación oral en el anciano
L. Makua García

INTRODUCCIÓN DESHIDRATACIÓN: TIPOS

Si la desnutrición es uno de los síndromes La ingestión adecuada de agua total se ha


geriátricos, no podemos olvidar la importancia establecido para prevenir los efectos deletéreos de
del agua como elemento de aporte en la dieta la deshidratación. La deshidratación es la pérdida
y como requerimiento básico desde el punto de excesiva de agua de los tejidos corporales, que se
vista nutricional. El agua contenida en los ali- acompaña de un trastorno en el equilibrio de los
mentos junto con la que bebemos y el resto de electrólitos esenciales, particularmente el sodio,
los líquidos que ingerimos, tienen que garantizar potasio y cloro. Una de las propuestas más utiliza-
nuestra correcta hidratación en todas las edades y das para la deshidratación es la “pérdida de más
circunstancias vitales. En consecuencia, es muy de un 3% del peso corporal”. En adultos sanos,
importante que su consumo tenga asegurada la una deshidratación del 2,8% del peso corporal
calidad y la cantidad. por exposición al calor o tras un ejercicio fuerte
La deshidratación es la alteración más fre- conlleva una disminución de la concentración,
cuente del equilibrio hídrico en los ancianos del rendimiento físico, de la memoria a corto
y constituye una de las mayores amenazas de plazo, un aumento del cansancio, cefaleas así
morbi-mortalidad en este grupo de población. como reducción del tiempo de respuesta (Cian
Por este motivo, importa identificar a aquellos C, 2001).
ancianos con factores de riesgo para deshidra- La deshidratación se clasifica (Tabla 1), en
tación e implantar estrategias preventivas e función del balance agua-sal, en hipertónica (so-
intervenciones para mantener una adecuada dio >145 mEq/L; osmolaridad >290 mOsm/L),
ingesta de líquidos tanto en la asistencia pri- es la más habitual en clínica geriátrica; isotónica
maria como en el medio residencial. Diversos (sodio de 135-145 mEq/L, osmolaridad normal),
estudios muestran que un número significativo e hipotónica (sodio <135 mEq/L; osmolaridad
de personas mayores en el medio comunitario, <280 mOsm/L).
en residencias e incluso en hospitales, presen-
tan algún grado de deshidratación. Así, en un DESHIDRATACIÓN: ETIOPATOGENIA
estudio de ancianos procedentes de residencias
y hospitalizados por enfermedad aguda, el 34% En el anciano se dan especiales condiciones
fueron diagnosticados de deshidratación (Hod- fisiopatológicas que favorecen la deshidratación,
kinson B, 2001). tales como:

191
192 L. Makua García

TABLA 1. Deshidratación: tipos y causas

Descripción Causas
Isotónica Pérdida de sodio=pérdida de agua Ayuno completo
Vómitos
Diarrea
Hipotónica Pérdida de sodio > pérdida de agua Sobredosis de diuréticos
Sodio <135 mmol/L
Hipertónica Pérdida de sodio < pérdida de agua Fiebre
Sodio >145 mmol/L Disminución de ingesta de líquidos
Suspensión de ingesta de agua
Hogkingson B, 2001.

1. Disminución del contenido total de agua res- aumenta la susceptibilidad a la deshidratación,


pecto al del adulto. especialmente cuando se produce un aumento
2. Menor sensibilidad a la sed. de la temperatura corporal (Rodés J, 2004).
3. Comorbilidad. La composición corporal de las personas de
4. Polifarmacia. edad avanzada se modifica a costa de una dismi-
5. Enfermedades que aumentan las pérdidas ex- nución del agua corporal total. El agua corporal
trarrenales (fiebre, sudoración, diarrea, vómi- total disminuye con la edad; al nacimiento alcan-
tos) o renales (diabetes, insuficiencia renal). za el 80%, disminuyendo lentamente a medida
En los diferentes sistemas del organismo que pasan los años hasta llegar a cifras entre el 50
existe una notable reserva fisiológica que es uti- y 60% en ancianos. La homeostasis del agua de-
lizada en situaciones de estrés metabólico o de pende primariamente del balance entre ingesta y
cualquier otro origen. Esta reserva funcional va pérdidas, regulado a través de la sed, la hormona
modificándose y habitualmente va disminuyendo antidiurética (ADH) y la función renal.
en el anciano, lo que le hace más propenso a que El órgano encargado de la regulación del vo-
pequeños cambios en su equilibrio provoquen lumen de líquidos es el riñón, que también sufre
alteraciones y dificultades para su adaptación. una serie de modificaciones en el senescente.
Esto es particularmente notorio en la regulación Alrededor de la quinta década de la vida, el peso
del agua corporal. Los mayores de edad tienen de los riñones empieza progresivamente a bajar,
un menor contenido de agua como resultado de el número de glomérulos intactos disminuye y el
su composición corporal y se caracteriza por una número de glomérulos escleróticos aumenta. Esto
disminución de la masa magra y un aumento de genera cambios en la función renal que se tradu-
grasa corporal. En los adultos, la masa magra es cen en una reducción en la filtración glomerular,
aproximadamente un 70 o 75% agua, siendo este una menor capacidad para concentrar la orina y
porcentaje de agua en el tejido adiposo de entre sodio y para excretar grandes cantidades de agua.
el 10 y el 40%. Es decir, un anciano necesitará mayor cantidad
Hay que tener en cuenta que existe una de agua para excretar igual cantidad de sodio y
variabilidad individual en lo que respecta a la sustancias de desecho que una persona joven.
hidratación de la masa magra, manteniéndose sus A mayor edad también se produce una dis-
valores relativamente estables aunque aumente minución de la sensación de sed. Los mecanis-
la edad. No obstante, la tendencia a una pérdida mos parecen estar relacionados con una menor
de masa muscular con la edad se asocia a un sensibilidad osmótica (barorreceptores y reflejos
menor contenido de agua en el organismo, lo que cardiopulmonares) y alteraciones en diversos neu-
Hidratación oral en el anciano 193

rotransmisores. Se han encontrado también modi- Parecen existir tres principales disparadores
ficaciones en receptores orofaríngeos que pueden fisiológicos para la sed: los osmorreceptores cere-
hacer disminuir el gusto a la ingesta de líquidos. brales, los osmorreceptores extracerebrales y los
Estudios que comparan a personas jóvenes versus receptores de volumen. En general, la hidratación
adultos mayores en situaciones de privación de normal se consigue a través de los mecanismos
agua, muestran que los ancianos consumen una de la sed y por la conducta habitual de ingestión
menor cantidad de agua que los jóvenes, lo que de líquidos.
aumenta el riesgo de mantener una osmolaridad La perfusión renal y la sensibilidad a la hor-
elevada en el plasma. La disminución de la sed mona antidiurética (ADH) se ven reducidas en
también se observa en respuesta al estrés por algunas personas mayores y la sensación de sed
calor y a la deshidratación térmica, aumentando parece encontrarse disminuida, incluso en per-
además el riesgo de sufrir una hipertermia. sonas mayores sanas (NHMRC, 1999). La deshi-
dratación celular y la hipovolemia producida por
SED Y REQUERIMIENTOS HÍDRICOS la pérdida de volumen extracelular son los dos
EN EL ANCIANO principales estímulos de la sed. Está demostrado
que aun en ancianos sanos con concentraciones
El agua es uno de los nutrientes más impor- plasmáticas de sodio y osmolaridad altas, la sed
tantes requeridos para mantener la homeostasis está disminuida, lo que puede constituir un serio
en los mayores de edad, debido a su papel esen- problema en caso de enfermedad.
cial en la regulación del volumen celular, el trans- La pérdida de agua tiene, además, múltiples
porte de nutrientes, la remoción de desechos y implicaciones en el tratamiento de las enfermeda-
la regulación de la temperatura. No se encuentra des. La disminución de agua corporal contribuye
disponible un estándar de ingesta diaria recomen- a elevar la concentración de medicamentos por
dada (IDR) pero no debería ser menor de 1.600 kilo de peso, lo cual tiene un potencial efecto
ml/24 h. Las necesidades basales de líquidos en tóxico en pacientes deshidratados. El agua actúa
los mayores, al igual que en los adultos, se cifran también como buffer térmico en la protección
en torno a 30-35 ml por kilogramo de peso y día. contra la hipertermia e hipotermia. Debido a que
Esta ingesta mínima de líquidos debe ser repar- los ancianos tienen disminuida la sudoración y
tida a lo largo del día y puede administrarse en la respuesta termorregulatoria, están en riesgo
forma de agua, leche, batidos, infusiones, caldos, de perder la regulación homeotérmica y, por lo
zumos, etc. El concepto de agua total incluye: el tanto, tienen dificultad para controlar la osmo-
agua para beber, otros tipos de bebidas y el agua laridad en situaciones de cambios extremos de
contenida en los alimentos. la temperatura ambiental. Estas condiciones se
La sed es el principal mecanismo de control agravan por la reducción de la sed que presentan
de la ingesta de agua que permite a las personas los ancianos y muchas veces por problemas en la
recuperar sus pérdidas de fluidos durante cortos obtención de líquidos.
periodos de tiempo.
A pesar de poder beber ad libitum, las perso- VALORACIÓN DEL ESTADO DE
nas tienden a cubrir insuficientemente sus necesi- HIDRATACIÓN/DESHIDRATACIÓN
dades de líquidos considerando siempre periodos EN ANCIANOS
cortos de tiempo. El inicio de la sed tiene lugar a
través de mecanismos fisiológicos y relacionados El diagnóstico se basa en la exploración clíni-
con la percepción. La ingestión voluntaria de una ca (obnubilación o coma, deshidratación cutánea
bebida está condicionada por diferentes factores o mucosa, taquicardia, hipotensión, oliguria), en
como su palatabilidad, la cual viene determinada la presencia de factores de riesgo y en los datos
por el color, sabor, olor y temperatura e, incluso, de laboratorio (hemoconcentración, natremia
las preferencias culturales (Boulze D, 1983). en las cifras ya comentadas, aumento de urea y
194 L. Makua García

creatinina y alteraciones en la natriuria (sodio < 2. Padecer: algún tipo de demencia, trastornos
20 mEq indica pérdida de agua de origen extra- psiquiátricos mayores (depresión), accidente
rrenal) (Rodés J, 2004). cerebrovascular (ACV), infecciones reiteradas
En asistencia primaria es recomendable ha- (infecciones del tracto urinario, neumonías,
cer un seguimiento de los ancianos en riesgo o pielonefritis), diabetes mellitus no controlada,
frágiles con evaluación periódica de su estado desnutrición, incontinencia urinaria, historia
de hidratación. de deshidratación, arritmias cardiacas, disfa-
El procedimiento a seguir: gia, insuficiencia renal o ≥4 enfermedades
• Historia clínica del paciente que incluya as- crónicas.
pectos como: antecedentes personales (episo- 3. Medicación:
dios de sobre o deshidratación), anamnesis, – Polifarmacia >4 fármacos.
historia farmacológica y problemas actuales. – Compromiso de la ingesta hídrica: psico-
• Exploración física que incluya los siguientes trópico (antipsicóticos, antidepresivos y
parámetros: signos vitales (temperatura, pul- ansiolíticos), digoxina, esteroides.
so, presión arterial, frecuencia respiratoria), – Compromiso de las pérdidas hídricas:
peso, talla, índice de masa corporal (IMC). diuréticos, IECAs, fenitoína, laxantes y
• Estado de hidratación: litio.
– Patrón habitual de ingesta de fluidos. 4. Edad >85 años.
– Comportamiento en la ingesta hídrica 5. Sexo femenino.
(habilidades para beber solo, restricciones 6. Consumo de alcohol.
intencionadas). 7. Deterioro visual y dificultades en el ha-
– Situaciones especiales (“nada por boca”, bla.
sonda nasogástrica, gastrostomía…). 8. Deterioro cognitivo crónico (problemas de
– Ingesta/eliminación en 24 horas. comunicación).
– Presencia de signos físicos de deshidra- 9. Restricción de la ingesta de líquidos in-
tación (sequedad cutánea y de mucosas, tencionada por incontinencia urinaria.
sequedad lingual y pliegue longitudinal 10. Estado funcional: semidependientes/enca-
sobre la lengua, disminución de la turgen- mamiento/discapacidad.
cia cutánea, ausencia de sudoración axilar, 11. Incidencia de estreñimiento.
hipotonía ocular, debilidad muscular, ortos- 12. Aumento de la temperatura ambiental.
tatismo). 13. Ingesta de líquidos <1.500 ml/día.
• Datos de laboratorio: valoración bioquími- 14. Inadecuado estado nutricional, incluyen-
ca (densidad/color orina, osmolaridad sérica, do:
sodio, % BUN (nitrógeno ureico sanguíneo)/ – Uso de alimentación artificial enteral.
creatinina sérica) y hematológica (Hto). – Pérdida de peso (>5% en un mes, 7,5% en
3 meses o un 10% en 6 meses).
IDENTIFICACIÓN DE ANCIANOS – >25% de comida no ingerida en la mayoría
EN RIESGO DE DESHIDRATACIÓN de las comidas.

Una vez realizada la evaluación del caso, po- HIDRATACIÓN ORAL: CONSEJOS
demos conocer el riesgo de deshidratación o de
hidratación insuficiente. A mayor presencia de los Una vez detectados los ancianos en riesgo de
siguientes indicadores, mayor será la probabili- deshidratación y realizada la valoración integral
dad de deshidratación (Candel Navarro B http:// de su estado, haremos hincapié en el cuidado y
www.nutricionmedica.com/. Protocolo1. pdf.): tratamiento de sus requerimientos de agua, te-
1. Situaciones agudas: vómitos, diarrea, episo- niendo en cuenta los siguientes puntos (Martínez
dios febriles, confusión, delirio y hemorragias. Álvarez JR, 2008):
Hidratación oral en el anciano 195

SUPLEMENTOS:
calcio
Con moderación: vitamina D
grasas, aceites,
dulces

3 raciones: YOGU R
2 o más raciones:
LECHE
leche, yogur y carne, pollo,

LECHE
quesos pescados, leguminosas

3 o más raciones: 2 o más raciones:


verduras frutas
hortalizas

6 o más raciones:
ARROZ
ES

cereales, pan,
AL
RE

arroz y pasta
CE

8 vasos de agua

FIGURA 1. Modificación de la pirámide de alimentos para adultos de más de 70 años.

A. Las necesidades basales de líquidos en los siendo la temperatura óptima entre los 12
mayores han de ser generosas, es decir, entre y los 14ºC.
1-1,5 ml por caloría ingerida. En ausencia de C. Es preciso advertir a la gente mayor de la
problemas serios, los requerimientos líquidos necesidad de ingerir bebidas a intervalos
en personas mayores se calculan sobre la base regulares de tiempo, incluso aunque no ten-
de 30 ml/kg de peso corporal y día o como gan sed. La ingesta extra de líquidos puede
muy gráficamente indica Russell RM (1999) realizarse por la mañana temprano, evitando
en su pirámide de alimentos modificada para aquellos que padecen incontinencia el con-
personas mayores de 70 años, al menos 8 sumo de bebidas por la noche (Widdowson
vasos de agua al día (Fig. 1). EM, 1987).
B. La ingesta líquida además de agua puede D. La ingesta ha de efectuarse gradualmente a lo
incluir zumos, refrescos, gelatinas, infusio- largo de todo el día, forzando más la mañana
nes, sopas, leche y aguas minerales natura- y tarde, para evitar los despertares y la incon-
les (siempre teniendo en cuenta las posibles tinencia nocturna. Si el sujeto se despierta
patologías del anciano) (Gómez Candela C, por la noche, especialmente en verano, le
2003). El alcohol y bebidas con cafeína no animaremos a tomar líquidos.
deberían incluirse en esta recomendación E. En cada ingesta (desayuno, comida, merienda
debido a su efecto diurético. El agua se y cena) se debe tomar un vaso de agua para
debe tomar a una temperatura agradable, favorecer la ingestión de sólidos. Evitar beber
196 L. Makua García

inmediatamente antes de comer, así como (accedido el 30/04/2011). Disponible en http://


sobrepasar 1,5 vasos durante la comida, pues www.nutricionmedica.com/. Protocolo1.pdf.
ello provoca llenado gástrico y saciedad. – Cian C, Barraud PA, Melin B, Raphel C. Effects
F. Durante los periodos entre las ingestas, tomar of fluid ingestion on cognitive function after heat
al menos de 4-6 vasos de agua fraccionados, stress or exercise induced dehydration. Int J Psy-
chophysiol. 2001; 42: 243-51.
como si se tratase de un fármaco prescrito.
G. Tan solo se restringirá la ingesta líquida en – Gómez Candela C, Cos Blanco AI de. Nuevos ali-
mentos para ancianos. En: Gil Gregorio P, Gómez
aquellos pacientes en los que sea imprescindi-
Candela C (eds.). Manual de práctica clínica de
ble para su subsistencia, por las posibles des- nutrición en geriatría. Madrid: Yus&Us; 2003. p.
compensaciones que pueden sufrir algunos 37-47.
problemas de su salud como la insuficiencia
– Hodgkinson B, Evans D, Wood J. Maintaining oral
cardiaca severa, los edemas severos, la insu- hydration in older adults: a systematic review. Int
ficiencia renal muy avanzada, etc. J Nurs Pract. 2003; 9 (3): S19-28.
H. La ingesta de líquidos (aproximadamente – Martínez Álvarez JR, Villariño Marín AL, Polanco
300-400 ml) al levantarse por la mañana Allué I et al. Recomendaciones de bebida e hidra-
en ayunas, de forma gradual durante 10-15 tación para la población española. Nutr Clín Diet
minutos, produce un efecto peristáltico que Hosp. 2008; 28 (2): 3-19.
beneficia pues evita el estreñimiento. Ade- – Mataix Verdú J, Carazo Marín E. Agua. En: Mataix
más, la absorción del agua produce un efecto Verdú J (ed.). Nutrición para educadores. Madrid:
diurético de arrastre, que se observa a los 20- Ediciones Díaz de Santos; 2005. p. 183-99.
30 minutos de la ingesta (Miján de la Torre – Miján de la Torre A, Pérez García A, Martín de la
A, 2001) (Arbones G,2003) (Mataix J, 2005) Torre E. Necesidades de agua y electrolitos. En:
(Ramos Cordero P, 2006). Guías alimentarias para la población española.
I. Cuando sea necesario, se pueden usar be- Madrid: IM&C; 2001. p. 289-96.
bidas con sabores fuertes, con edulcorantes – NHRMC. National Health and Medical Research
añadidos o aromatizadas con limón o lima. Council. A guide to the development, implemen-
Esto es también muy útil frente a las disfagias tation and evaluation of clinical practice guidelines
1999 (appendix B): 56.
orofaríngeas (Martínez Álvarez JR, 2008).
– Ramos Cordero P, Nieto J. La nutrición en el an-
BIBLIOGRAFÍA ciano. Requerimientos hídricos. Rev Esp Geriatr
Gerontol. 2005; 40 (Supl. 2): 8-12.
– Arbones G, Carvajal A, Gonzalvo B et al. Nutri- – Rodés Eixidor J, Guardia Massó J. Medicina inter-
ción y recomendaciones dietéticas para personas na. Volumen 1. 2ª ed. Barcelona: Elsevier-Masson;
mayores. Grupo de trabajo “Salud Pública” de la 2004.
Sociedad Española de Nutrición (SEN). Nutr Hosp. – Russell RM, Rasmussen H, Lichtenstein AH. Mo-
2003; 18 (3): 109-37. dified food guide pyramid for people over seventy
– Boulze D, Montastruc P, Cabanac M. Water in- years of age. J Nutr. 1999; 129: 751-3.
take, pleasure and water temperature in humans. – Steen B. Body composition and aging. Nutr Rev.
Physiol Behav. 1983; 30: 97-102. 1988; 46 (2): 45-51.
– Candel Navarro B, Navarro Oliveira FJ. Protocolo – Widdowson EM. Water requirements. Biblthca
de hidratación oral en el anciano institucionalizado Nutr Dieta. 1987; 40: 117-21.
CAPÍTULO 20
Alimentación básica adaptada (ABA)
J. Castro Granado

INTRODUCCIÓN tación normal o basal se hace inviable para una


persona que puede seguir alimentándose por vía
Las personas mayores son un grupo de riesgo oral, sin recurrir a sistemas de alimentación arti-
nutricional, subsidiarios de seguimiento de sus ficial, o bien cuando la situación nutricional de
patrones alimentarios. El cuidado de la salud esta persona no es adecuada y se requiere una
no consiste solo en un eficaz tratamiento de intervención rápida, debe introducirse la alimen-
sus enfermedades sino que incluye también la tación básica adaptada (ABA) (Ruiz de las Heras
prevención de aquellas en cuya base radica la A, 2005). Podríamos considerarlo como un “paso
alimentación, una nutrición adecuada es eficaz intermedio” entre la alimentación tradicional y
no solo para prolongar la vida, sino también para la nutrición clínica o artificial, es decir, enteral
mejorar la calidad y el bienestar de cualquier y parenteral.
persona. Una valoración nutricional clínica debe
El proceso de envejecer comporta una serie preceder siempre a la prescripción precoz de
de cambios fisiológicos, psicológicos, sociales, alimentación básica adaptada y la Atención
económicos, funcionales y clínicos que pueden Primaria se considera como pieza angular
influir sobre la alimentación y el mantenimiento para prevenir los problemas relacionados con
de un adecuado estado de salud. Según algunos la alimentación y reducir sus riesgos. Un plan
autores (Rubio MA, 2002) un 15% de los sujetos nutricional y la anamnesis dietética es impres-
ancianos no tolera o no toma nunca uno o más cindible para una adecuada alimentación y debe
alimentos proteicos (carnes, pescados, huevos, contemplar las siguientes áreas (Alonso de Zu-
lácteos), un 10% tienen problemas de inapetencia lueta B, 2007):
y entre el 10-15% deben tomar una alimenta- • Patologías asociadas (comorbilidad).
ción triturada porque presentan problemas para • Cálculo de la ingesta habitual:
la masticación y deglución. Según otro estudio – Cualitativa.
(Schoenborn et al., 2006) uno de cada cuatro – Cuantitativa.
ancianos estadounidenses había perdido toda su – Hídrica.
dentadura. De los ancianos mayores de 80 años – Detectar estados carenciales.
no institucionalizados, un 10% tienen problemas • Medidas antropométricas.
para hacer la compra y un 30% para cocinar. • Aversiones e intolerancias, alergias alimenta-
Cuando aparecen dificultades en la ingesta rias.
de alimentos convencionales o cuando la alimen- • Interacciones alimento-medicamento.

197
198 J. Castro Granado

TABLA 1. Algunos criterios de inclusión de la dieta ABA

• Ausencia de piezas dentales


– Dificultad importante de la masticación
– Desajustes prótesis dentales, edéntulos
• Anorexia e inapetencia
– Pérdida significativa o severa de peso
– Aumento de las necesidades energéticas y proteicas
• Disfagia
– Leve o moderada a líquidos y sólidos que impliquen riesgo de atragantamiento y/o broncoaspiración
• Xerostomía o sequedad en la región bucal
– Disminución de la secreción de saliva dificulta la formación y movilidad del bolo alimenticio de la boca
• Deterioro cognitivo o funcional
– Demencias avanzadas (Alzheimer, vasculares, etc.)
– Minusvalías, inmovilidad, discapacidades
• Alteraciones neuromusculares que dificulten la masticación y deglución de los alimentos secundaria a
patologías
– Enfermedad de Parkinson, ACVA, enfermedades de la neurona motora (ELA)
– Atrofia de los músculos de la masticación
• Factores psicosociales
– Bajo nivel de recursos económicos, soledad
– Monotonía en la dieta, hábitos alimentarios poco saludables
– Alcoholismo
• Otras enfermedades y secuelas
– Tumores (suelo de la boca, lengua, laringe o esófago)
– Infecciones orales, herpes
– Intervenciones quirúrgicas
Elaboración propia.

• Aspectos culturales. Otros autores denominan la ABA como la im-


• Aspectos económicos y contexto sociofami- plementación de medidas alimentarias encamina-
liar. das a mejorar el aporte de energía y/o nutrientes
• Dónde, cómo y con quién come, el horario en base a modificaciones en la dieta normal del
y frecuencia de ingestas. anciano. Su finalidad es mejorar la satisfacción
• Quién compra y prepara los alimentos. del paciente con la comida y disminuir el riesgo
• Acción educativa: subyacente de malnutrición (Rubio M A, 2002).
– Del paciente. Este concepto de alimentación tiene su apli-
– De la familia. cación, por tanto, en individuos con problemas
de masticación, con dificultad para la deglución
CONCEPTO de líquidos y/o sólidos y, en general, cuando que-
remos asegurar suficiencia nutricional, sobre todo
Se entiende por ABA aquella que se modifica en ancianos, individuos debilitados en general
para hacerla apta a diferentes condiciones clíni- o enfermos que se puedan beneficiar de algún
cas, permitiendo así, además de nutrir, mantener tipo de enriquecimiento de su alimentación y
el placer de comer y facilitar la ingesta en per- especialmente los portadores de enfermedades
sonas que tienen dificultades para hacerlo (Gil neurológicas como el caso de las demencias (De
P, 2003). Cos AL, 2001) (Tabla 1).
Alimentación básica adaptada (ABA) 199

OBJETIVOS TABLA 2. Alimentación básica adaptada

Al pautar la dieta ABA, como todo plan ali-


A) Dietas trituradas de alto valor nutricional
mentario, el primer objetivo es cubrir los reque-
1. Comidas y cenas
rimientos nutricionales de las personas a las que
2. Postres, desayunos y meriendas
va dirigida, se busca corregir una desnutrición
B) Modificadores de textura
o deshidratación, satisfaciendo las necesidades
1. Espesante
energéticas, de proteínas, hidratos de carbono,
2. Gelatinas
lípidos, vitaminas, minerales y de agua. 3. Bebidas espesadas
El segundo objetivo es conseguir una adapta-
C) Enriquecedores de la dieta
ción total de la alimentación a la situación física
1. Alimentos
y patológica de la persona a tratar, como puede 2. Módulos de nutrientes
ser, evitar riesgos de atragantamiento o aspiración 2.1. Proteínas
en la deglución. 2.2. Carbohidratos y fibra
Para que esto se cumpla hay que compro- 2.3. Grasa (aceite, MCT, LCT)
bar que el tipo de alimentación se adapta a las 2.4. Carbohidratos y grasa
circunstancias fisiopatológicas de la persona, ya 2.5. Vitaminas (lipo o hidrosolubles)
que una deficiente adaptación alimentaria a la 2.6. Minerales
situación del anciano podría derivar en malnu- 2.7. Oligoelementos
trición. Por eso, estas dietas deben personali-
zarse al máximo, siendo necesarias revisiones y
adecuaciones periódicas para lograr su perfecta continuación. Desde la dieta normal o basal hasta
acomodación a la situación de la persona (Ruiz la dieta triturada total, que es el nivel más intenso
de las Heras, 2005). de adaptación de texturas, hay muchos grados
Diferentes estudios han sugerido que las intermedios de adecuación de una dieta a las
dificultades en la masticación, debidas a la pér- necesidades del anciano, según sus dificultades
dida de dientes o la presencia de dentadura en de masticación y/o deglución.
el adulto, dificultan la elección de la comida y, a La alimentación modificada sirve para hacerla
menudo, dan como resultado problemas nutricio- apta a diferentes condiciones fisiopatológicas de
nales (Griep MI et al., 2000). En otro estudio más la persona beneficiaria, permitiendo así, además
reciente se incluían a los que llevaban dentadura de nutrir, conservar el placer de comer. Partiendo
postiza y refirieron que ellos podían masticar los de una alimentación tradicional y ajustándose a
alimentos razonablemente bien y que no resul- nuestra cultura de alimentación mediterránea,
taba un cambio significativo en la habilidad para al modificar los alimentos podemos asegurarnos
masticar (Allen PF, 2005). Esto puede sugerir que una suficiencia y enriquecimiento nutricional,
la pérdida de dientes puede no ser una razón ma- adaptando las necesidades nutricionales, textura
yor para elegir una dieta triturada y la preferencia y sabor y, a su vez, sencillez de preparación, el
para la elección de la misma puede ser debida aspecto de “plato hecho en casa”.
a otros factores que influyan en la masticación Según la Sociedad Española de Nutrición
como son la dependencia, el deterioro cognitivo (SEN), modificar la textura de la alimentación
o los problemas depresivos (Jürschik P, 2007). consiste en emplear los alimentos de consumo
habitual, cocinándolos siguiendo las recetas tra-
NIVELES EN LA MODIFICACIÓN DE LAS dicionales y transformándolos según las necesi-
DIETAS ABA dades (puré espeso, puré líquido o muy líquido).
Siempre que sea posible se partirá de un menú
La ABA comporta niveles y conceptos muy normal para hacer la modificación. Aunque mu-
diferentes (Tabla 2) que iremos desarrollando a chos platos se pueden programar todo el año, es
200 J. Castro Granado

TABLA 3. Diferencia entre la alimentación tradicional (AT) y la alimentación básica adaptada (ABA)

Alimentación tradicional Alimentación básica adaptada


Valor nutricional variable Composición constante
Posible insuficiencia Adecuación nutricional
Textura variable Textura suave y homogénea
Posible presencia de huesos y espinas No presencia de cuerpos punzantes
Sabor repetitivo Variedad de sabores
Mucho tiempo de elaboración Preparación sencilla y rápida
Elevada manipulación Seguridad microbiológica
Repetición obligada Alternancia con platos caseros, mezcla o sustitución

conveniente programar algunos platos y menús respetar la textura suave y son los hervidos, los
apropiados a cada estación, cuyas principales di- guisos, los fritos y los horneados, los más em-
ferencias radican en las materias primas, elabo- pleados.
ración, textura y temperatura (Arbones G, 2003) En la tabla 4 se incluyen algunas recomen-
(Tabla 3). daciones y/o adaptaciones por grupo de alimen-
Cuando las limitaciones de cualquier tipo en tos tradicionales más recomendados en la ABA.
mayores impiden su alimentación con platos in- Como venimos comentando, es imprescindible
tactos o ligeramente modificados, se hace necesa- que las dietas se ajusten a la situación de cada
ria la adaptación total de los alimentos mediante persona, debiéndose modificar o eliminar todos
su triturado. De esta forma, el esfuerzo a realizar los elementos que le resulten inadecuados o no
para su ingestión es mínimo (Riestra M, 2004) reúnan las condiciones sensoriales que le hagan
En cuanto a los subtipos y adaptaciones de dietas la dieta aceptable.
que se incluyen:
• Dietas de fácil masticación o dietas blandas DIETAS TRITURADAS
mecánicas. Son aquellas en las que, junto
a alimentos triturados, si son necesarios, se La dieta triturada total solo debe utilizarse
ofrecen alimentos sólidos que, por su natura- cuando han fallado los primeros grados de mo-
leza o mediante la aplicación de determinadas dificación de la textura, y no en razón de su
técnicas, se presentan blandos y jugosos. comodidad a la hora del diseño o elaboración
• Dietas trituradas. En estas dietas todos los de los platos. La dieta triturada, en ocasiones
alimentos, excepto los líquidos, se han mo- denominada también como dieta túrmix, es la
dificado en su textura y/o consistencia, pre- variante de la dieta que se presenta en forma de
sentándose como purés, batidos, etc., más o puré. En teoría, todos los alimentos se pueden
menos espesos y homogéneos. triturar, sin embargo, en la práctica se observa
que hay purés con escasa aceptación debido a
DIETAS DE FÁCIL MASTICACIÓN su resultado final (Tabla 5).
Cuando las dietas trituradas son implemen-
Los alimentos que se incluyen en esta die- tadas por largos periodos de tiempo, estas dietas
ta requieren una mínima trituración dentaria pueden desnutrir si no se garantizan la cantidad
y no precisan preparaciones especiales de fácil de micro y macro nutrientes necesarios para la
digestión, ya que el problema que presentan los situación de cada individuo. Las personas ma-
pacientes subsidiarios de este tipo de dieta es yores sufren habitualmente inapetencia y tienen
únicamente la masticación. Aquí es importante dificultades para llegar a ingerir las calorías re-
Alimentación básica adaptada (ABA) 201

TABLA 4. Niveles de textura de alimentos sólidos

Textura Descripción de la textura Ejemplos de alimentos


1. Puré Puré homogéneo, cohesivo, sin grumos Puré de patata y verduras variadas
No precisa masticación con pollo, pescado carne o huevo
Distinta viscosidad en función de las Leche con harina de cereales
necesidades del paciente (poder ser sorbido Frutas trituradas con galletas
con una pajita, tomado con cuchara o Flan, yogur, natillas
mantenerse en un tenedor)
Se puede añadir un espesante para
mantener estabilidad y cohesión
2. Masticación Alimentos de textura blanda y jugosa que Espaguetis muy cocidos con
muy fácil requieren ser mínimamente masticados y mantequilla
pueden ser fácilmente chafados con un Filete de pescado sin espinas
tenedor desmenuzado con salsa bechamel
Incluye alimentos que forman bolo con Miga de pan untada con tomate y aceite
facilidad Jamón cocido muy fino
Los más secos deben servirse con salsa Queso fresco
Manzana hervida
3. Masticación Alimentos blandos y jugosos que pueden Verdura con patata
fácil partirse con un tenedor Hamburguesa de ternera con salsa de
Los alimentos más secos deben cocinarse tomate
o servirse con salsas espesas Miga de pan con mantequilla y
Deben evitarse los alimentos que suponen mermelada
un alto riesgo de atragantamientos Fruta madura
4. Normal Cualquier tipo de alimento y textura Incluye los alimentos con alto riesgo de
atragantamiento
Clasificación de texturas alimentarias de American Society of Nutrition.

comendadas e incluso presentar conductas de • Elaborar platos de textura suave y homogénea


rechazo hacia los alimentos. Cuando esto ocurre, (evitar grumos, tropezones, hebras, espinas),
resulta conveniente fraccionar su alimentación con amplia gama de colores y formas (utilizar
diaria en varias tomas, sin sobrecargar demasia- moldes y manga pastelera).
do ninguna de ellas. De esta manera, se puede • Incluir la máxima variación de alimentos para
cubrir las necesidades energéticas y nutricionales evitar el aburrimiento. Si, para aliviar la carga
distribuyendo la cantidad de alimentos diarios a de trabajo se prepara en grandes cantidades,
ingerir en 5 o 6 tomas: desayuno, tentempié a pueden aparecer problemas de rechazo del
media mañana, comida, merienda, cena y rece- sabor derivado de la repetición.
na. Por la misma razón, también puede resultar • Este tipo de dieta requiere de mucha manipu-
de ayuda aumentar la densidad de nutrientes, lación (pelado, troceado, limpiado, mezclado,
es decir, incluir en la dieta alimento con poco triturado, eliminación de partes no aptas para
volumen y que aporten cantidades importantes ser trituradas) y es candidata a contamina-
de energía y nutrientes. ción si no se tienen en cuenta las normas
A continuación, se señalan algunas conside- higiénico-dietéticas elementales.
raciones generales y de buena práctica en la dieta • El triturado del puré se debe preparar pre-
triturada (Castro MA, 2004): ferentemente en el momento del consumo
202 J. Castro Granado

TABLA 5. Empleo de alimentos en la dieta triturada

Grupos de
alimentos Recomendaciones y/o adaptaciones
Cereales y pasta • El arroz y la pasta aportan almidón al puré, con lo que tienden a espesar el resultado final
• Conviene mezclar con suficiente cantidad de verdura para conseguir platos agradables
Verduras y • Las verduras se pueden utilizar solas, aunque lo habitual es mezclar con otros
hortalizas ingredientes como hortalizas (patata o zanahoria), legumbres o cereales
• No usar verduras demasiado fibrosas que puedan dejar hebras, (alcachofas, borrajas)
• Las verduras del grupo de las coles prestan un aroma y sabor muy pronunciado, añadir
pequeñas cantidades y con elementos que enmascaren esas propiedades
• No dejar demasiado tiempo sin consumir
Legumbres • Son un buen ingrediente por su contenido proteico, hidrocarbonado y en fibra
• No es aconsejable hacer los purés únicamente de legumbre, son demasiado fuertes. Se
puede mezclar con verduras
• La que mejor se tritura es la lenteja. Es conveniente un correcto tamizado para que no
queden grumos
Carnes • Las más aptas son aquellas poco fibrosas y que cumplan requisitos que posean poco
aroma, sabor y color
• La mejor es la carne de pollo, la ternera asada o en salsa da lugar a purés muy acepta-
bles. Se tritura mejor cuando ha sido asado o cocido
• Es necesario poner atención en que no aparezcan grumos en el triturado
• Limpieza minuciosa, retirar la grasa, los huesos, la piel, el exceso de tejido conjuntivo y
aquellos elementos que disminuyan la cantidad del triturado
• Mezclar con verduras y hortalizas
Pescado • Por su textura, es más susceptible de triturarse. Mezclar con patata, cebolla y puerro.
Se mejora con la adición de leche
• Eliminar espinas antes del triturado
• Por su sabor y olor resultan más aceptados los pescados blancos, los azules concentran
propiedades con resultado más fuerte
Huevos • Siempre se usa mezclado con otros ingredientes
• Enriquece nutricionalmente los purés y las sopas
• Como resultado dan platos de consistencia muy homogénea y sabor y aroma muy suaves
Frutas • Eliminar piel, huesos y pepitas
• Las que son pobres en agua pueden mezclarse con otras de mayor contenido hídrico
• Tener cuidado con la piña, es muy fibrosa y deja hebras, así como la pera si no está bien
triturada deja grumos
• Pueden triturarse tanto frescas como en compota, asadas o en almíbar
• Como se oxidan fácilmente, no conviene dejar demasiado tiempo sin consumir
• Pueden hacerse infinidad de mezclas, lo que origina una gran variedad de postres
Lácteos • Fácilmente tolerados en su textura (natillas, yogur, cuajada, etc.)
• Se puede mezclar con elementos sólidos (arroz con leche, yogur con frutas), para lograr
la homogeneización del producto final
Desayunos y • Alimentos tradicionales: p. ej., acompañado con pan, galletas o bollería, añadiendo
meriendas mantequilla, margarita, mermelada, membrillo, miel, etc.
• Según la situación del anciano, podrán servirse como batido más o menos denso
• También se pueden usar cereales de desayuno para agregar a la leche y obtener un
plato más denso
• Conviene modificar con frecuencia los componentes. Variar los elementos del desayuno
con respecto a los de la merienda
Basado en Muñoz, M, 2004.
Alimentación básica adaptada (ABA) 203

TABLA 6. Factores que pueden aumentar o disminuir los requerimientos hídricos

Aumentan las necesidades hídricas Disminuyen las necesidades hídricas


– Fiebre – Insuficiencia cardiaca
– Aspiración nasogástrica – Patología cardiaca
– Fístulas o drenajes de heridas – Insuficiencia renal
– Diarrea – Hiponatremia dilucional
– Vómitos – Edemas
– Hiperventilación – Ascitis
– Ventilación mecánica
– Sudoración profusa
– Úlceras decúbito (grado II, III y IV)
– Colchón de aire

para evitar la pérdida de nutrientes y el riesgo +15 ml/kg por cada kg adicional. En general
de contaminación, y no se deben exponer a se considera que un individuo adulto, con un
temperaturas microbiológicamente peligrosas. metabolismo basal normal, debe ingerir a través
Si se guarda en nevera, debe permanecer ta- de la dieta 1 L de agua bebida al día y otro tanto
pado y no más de 24 horas; para más tiempo, procedente del agua de constitución de los ali-
congelarlo. mentos (Cervera P, 1999). Sin embargo, existen
• El color y el aroma de los ingredientes no factores que pueden aumentar o disminuir los
deben ser demasiado intensos, sobre todo si requerimientos hídricos de los individuos (Ve-
se mezclan. lasco M, 2007).
• Los ingredientes deben ser de primera ca- Aspectos asociados en el caso del enveje-
lidad, y nunca se deben aprovechar platos cimiento como: la dependencia física, las defi-
cocinados con antelación. ciencias sensoriales, el deterioro cognitivo, los
• Esforzarse por dar a los platos variedad en el problemas de deglución, fármacos, son factores
sabor, aroma, color e ingredientes. Se ha de de riesgo de deshidratación (Schols J, 2009) (Le-
cuidar las características organolépticas de los boibovitz A, 2007). Asimismo, debe observarse
alimentos en su apariencia y textura final. la presencia de los signos y síntomas de deshidra-
• No añadir más líquido que el prescrito para tación, como ojos hundidos, oliguria y piel poco
la ración, ya que reducirá el valor nutritivo y turgente y seca con signo del pliegue.
la dieta no será ni completa ni equilibrada. Las disfagias a líquidos son más comunes que
• Una buena presentación culinaria ayudará al las disfagias a los alimentos sólidos, por lo que el
paciente a estimular el apetito. riesgo de morbi-mortalidad como consecuencia
de aspiraciones respiratorias, problemas digestivos
MODIFICADORES DE LA TEXTURA y atragantamientos, es mayor. Para evitar estos
riesgos existen una variedad de productos dis-
En general, las personas mayores ingieren ponibles en farmacias, supermercados, etc., que
una cantidad de líquidos muy por debajo de las ayudan a hidratar y nutrir al paciente de una
recomendaciones –hipodipsia– (SENC, 2001), manera más eficaz y segura y que se detallan a
así como, manifiestan una menor sensación de continuación (Tabla 7):
sed. Los requerimientos hídricos para las perso- 1. Espesantes: adaptan la consistencia de todo
nas de la tercera edad con un peso normal son tipo de líquidos y purés, según las necesida-
de 25 ml/kg/día y, para los ancianos obesos, des del paciente. De esta forma facilitan la
204 J. Castro Granado

TABLA 7. Niveles de textura de alimentos líquidos

Textura Descripción de la textura Ejemplos de líquidos


1. Líquida No deja capa en el recipiente que lo contiene Agua, infusiones, café, caldo vegetal
2. Néctar Deja una fina capa en el recipiente que lo Néctar de melocotón
contiene Zumo de tomate
Puede ser sorbido a través de una pajita Sandía o melón triturados
Puede ser bebido directamente del vaso o taza Crema de calabacín
Cualquier líquido claro con suficiente
espesante
3. Miel Deja una capa gruesa en el recipiente que lo Fruta triturada
contiene Cualquier líquido con suficiente
Al verterlo cae muy despacio o gotea espesante
No puede ser sorbido a través de una pajita
Puede ser bebido de un vaso o taza
4. Pudding No cae al verterlo Gelatina
Adopta la forma del recipiente que lo contiene Cualquier líquido con suficiente
No puede ser bebido de un vaso o taza espesante
Debe tomarse con cuchara

deglución del paciente, sin modificar el sabor mejorar tanto la hidratación como el aporte
de los alimentos o de las bebidas. Su composi- energético en esa toma. Tal y como señalan
ción está formada por almidones (elaborados estos autores, las gelatinas enriquecidas con
a base de almidones de maíz, aportan valor lácteos pueden aportar hasta 90 gramos de
energético y nutricional) o dextrinomalto- agua y 83 kcal por unidad. Estos autores
sas. hacen, además, referencia a la posibilidad
2. Bebidas espesadas: son bebidas de textu- de utilizar otros componentes en la elabo-
ra miel, que se comercializan listas para ser ración como podrían ser módulos de pro-
consumidas. Ayudan a hidratar al paciente teínas, carbohidratos, fibra, etc., en función
con disfagia y, además, aportan energía. de los objetivos y necesidades.
3. Agua gelifi cada: bebida de textura miel 4. Gelificantes: permiten preparar fácilmente
o pudding en sabores distintos. Ayuda a postres de distintos sabores y texturas adap-
hidratar al paciente con disfagia, previene tadas. Se presentan en forma de polvo y los
la deshidratación y es útil para facilitar la hay aptos para diabéticos.
ingesta de medicamentos, también en mo- La American Society of Nutrition (2002),
dalidad apta para diabéticos. Asimismo, recoge los principales niveles de textura que
existen fórmulas que, además de hidratar, pueden servir de referencia para adaptar los
constituyen una importante fuente energé- alimentos y bebidas, clasificados en cuatro ca-
tica tal y como se demuestra en un estudio tegorías, según la fase deglutoria alterada, en la
reciente (Andia V, Gómez-Busto F, 2011). dieta de los enfermos con disfagia (Tablas 4 y 7).
La gelatina, utilizada como agua gelificada Para el caso de la adaptación de texturas de los
es, junto a los líquidos espesados, una de alimentos líquidos, estos pueden conseguirse con
las formas tradicionales de hidratación de la adicción de un espesante comercial, gelatinas
los pacientes con disfagia. Pero, si se susti- o bebidas espesadas y así poder obtener el nivel
tuye el agua por derivados lácteos se puede de la textura deseada.
Alimentación básica adaptada (ABA) 205

ENRIQUECEDORES DE LA DIETA rativa. Ambos procesos se acompañan de una


gran morbimortalidad en esta población.
Módulos de macro y micronutrientes b) Malnutrición y deshidratación y sus conse-
Son módulos de nutrientes o alimentos que, cuencias.
al ser añadidos a los alimentos caseros, mejoran c) Dependencia, aislamiento social y mayor car-
las características nutricionales de estos. Las so- ga de cuidados, institucionalización.
pas, purés, leche, zumos y otros platos se pue- d) Necesidad, en algunos casos, de utilización
den enriquecer añadiendo módulos de proteína de medios de nutrición artificial (sonda naso-
completa, de hidratos de carbono, de grasas y de gástrica, gastrostomía). Utilización de restric-
vitaminas, minerales y oligoelementos. Indicados ciones físicas para mantener el sistema de
para enriquecer la dieta de la persona de edad alimentación enteral artificial en algunos
avanzada según las necesidades (energéticas, casos de pacientes con extubaciones de re-
proteicas o de microelementos). En general, se petición.
pueden administrar en líquidos y purés, en frío y
en caliente, no modifican el sabor, ni la textura ni Aspiración silente
el color del alimento al que se añaden. Definimos el término como la entrada de con-
tenido alimenticio, líquidos, secreciones o jugos
Módulos específicos gástricos a la vía aérea y que pasa desapercibida
Se trata de productos que aportan algún nu- en el momento de producirse. Las complicacio-
triente con acción terapéutica específica: de fibra nes de la aspiración silente son principalmente
(para el caso de estreñimiento, diarrea, alteración las neumonías aspirativas, la malnutrición y la
del tránsito intestinal), módulo de arginina (pre- deshidratación. Estas llevan al paciente a un de-
vención y tratamiento de las úlceras por presión, terioro de su estado general y a un aumento de
etc.). la morbimortalidad.
Se han desarrollado seis predictores clínicos
Suplementos nutricionales que alertan sobre el riesgo de aspiración (Daniels
Se remite al lector al capítulo correspon- S K, 2000). Se considera que la presencia de dos
diente. o más predictores aumentan el riesgo: disfonía,
disartria, reflejo nauseoso anómalo, tos después
RIESGOS POTENCIALES EN LA INGESTA de la deglución y disfonía tras la deglución.
Entre los grupos de riesgo se encuentran los
Disfagia que padecen enfermedades relacionadas con el
La más prevalente entre la población an- sistema nervioso central en fase evolucionada
ciana es la disfagia orofaríngea que se refiere (Parkinson, demencias y ACV). Los signos que
a la dificultad para iniciar la deglución o para alertan de la posibilidad de aspiración silente
manipular los alimentos en la boca, seguida de son: insuficiencia respiratoria, taquipnea con la
la disfagia esofágica que dificulta la ingesta de ingesta, picos de fiebre de origen desconocido,
alimentos sólidos, siendo la patología neurodege- rechazo a determinadas comidas o bebidas, mie-
nerativa avanzada y la oncológica las de mayor do a comer en solitario, aumento del tiempo de
prevalencia. la ingesta, mal estado general con deshidratación
La disfagia orofaríngea ocasiona complica- e, incluso, pérdida de peso y deshidratación (Gar-
ciones específicas en el paciente anciano, se mendia J, 2007).
pueden agrupar de la siguiente forma (Jiménez
C, 2007): Impactación esofágica
a) Complicaciones derivadas de la presencia de Bajo la denominación general de cuerpos ex-
material extraño en la vía aérea: infecciones traños pueden encontrarse dos tipos diferentes de
respiratorias de repetición y neumonía aspi- objetos en el tracto digestivo alto: impactación
206 J. Castro Granado

de bolos de alimento y los verdaderos cuerpos desencadenar en el paciente desnutrición, des-


extraños (monedas, prótesis dentales, agujas, hidratación y aspiraciones y que puede repetirse
imperdibles, cepillos de dientes, etc.). En un es- las veces necesarias de acuerdo con la evolución
tudio realizado en nuestro país, en el Hospital del paciente. Este método de screening, además
Universitario Son Dureta, sobre abordaje endos- de especificar algunos signos más frecuentes e
cópico de los cuerpos extraños esofágicos, con importantes de la disfagia, también nos orienta
resultados de una serie retrospectiva de 501 sobre cuáles son la viscosidad y el volumen más
casos, concluyeron que, dentro de los principa- adecuados para compensar al paciente, cómo
les grupos de riesgo para la ingesta de cuerpos alimentarlo de una manera segura y eficaz, y
extraños, estaban pacientes de edad avanzada, ayudar al clínico a seleccionar la alimentación
con perfil de sujetos desdentados o piezas den- correcta para la ingesta.
tales protésicas, con trastornos de la deglución y El MECV-V consiste en administrar al pacien-
enfermedad psiquiátrica, el objeto más frecuente te 5, 10 y 20 cc de alimento en texturas néctar,
de la impactación fue de tipo alimentario (bolo pudding y líquido, obtenidas con espesante co-
de carne: 32,8%; huesos: 20,6, y espinas: 4%). mercial (Fig. 1). Entre los signos de alteración de
Según algunos autores (Llompart A, 2002), con la seguridad, se debe observar la presencia de tos,
el fin de evitar riesgos de impactación esofágica, cambios vocales, residuos orales, deglución frac-
está más que justificada la implementación de cionada, incompetencia del sello labial o residuos
una dieta adaptada para aquellos pacientes con faríngeos mientras se monitoriza la saturación de
patología establecida. O2. Una disminución de la saturación basal de O2
La dieta para la disfagia debe ser equilibrada, del paciente es un signo de aspiración.
modificando la consistencia y la textura de los Los signos clínicos que detecta el MECV-V
alimentos, tanto sólidos como líquidos. A este son:
respecto, es importante recordar que la dificul- a) Inadecuado sello labial, es decir, la incapaci-
tad para la deglución de sólidos y líquidos no va dad de mantener el bolo dentro de la boca.
paralela en muchas ocasiones y que lo principal b) Existencia de residuos orales en la lengua, de-
es mantener una nutrición e hidratación adecua- bajo de ella y en las encías, una vez acabada
das, a la vez que se garantiza la seguridad de la la deglución.
ingesta oral. Cuando los pacientes son incapaces c) Deglución fraccionada, necesidad de realizar
de cubrir sus necesidades de forma segura por vía varias degluciones para un mismo bolo.
oral deberían ser alimentados total o parcialmente d) Sospecha de presencia de partículas del bolo
por vía enteral. en la faringe, que dejan sensación de tener
residuos en la garganta.
EVALUACIÓN DEL RIESGO EN LA Si durante la exploración el paciente presen-
INGESTA ta algún signo de la alteración de la seguridad
o la eficacia, la prueba para ese volumen y esa
Test de exploración clínica volumen viscosidad se considerará positiva, es decir, será
viscosidad (MECV-V) –protocolo Clavé– un bolo poco seguro por lo que será necesario
Una herramienta útil y segura, y que se pue- aumentar la viscosidad y/o disminuir el volu-
de emplear a nivel ambulatorio, en residencias de men para poder nutrirlo e hidratarlo de forma
ancianos o bien en centros sanitarios, es el mé- segura (Tabla 8).
todo de exploración clínica volumen-viscosidad Las limitaciones de la exploración clínica son
(MECV-V) (Clavé P et al., 2006). Es un método principalmente la detección de las aspiraciones
clínico que permite identificar precozmente a los silentes y las penetraciones, por lo que se hace
pacientes con disfagia orofaríngea y, por tanto, necesaria una exploración complementaria como
con riesgo de presentar alteraciones de la efi- la fibroendoscopia (FEES) o la vídeofluoroscopia
cacia y seguridad de la deglución que podrían (VFS).
Alimentación básica adaptada (ABA) 207

Inicio

Bolo nº/volumen
5 ml
Viscosidad 1
néctar
Deglución 10 ml Alteración
segura seguridad
2

20 ml
3

5 ml
4
Viscosidad
líquida

Deglución 10 ml
segura Alteración
5 seguridad

20 ml
6

5 ml
7
Viscosidad
pudding

Deglución 10 ml Alteración
segura 8 seguridad

20 ml Fin de la exploración
9

FIGURA 1. Secuencia de realización del método de exploración clínica volumen-viscosidad (MECV-V)


(Clave P., 2005).

RECOMENDACIONES EN LA estado nutricional y, consecuentemente, el estado


ALIMENTACIÓN DEL ENFERMO CON funcional, capacidad de relación, bienestar y au-
DISFAGIA tonomía de personas mayores con dificultades de
alimentación o disfagia. Sin embargo, la eficiencia
Una encuesta realizada en toda Europa en de las medidas puede estar limitada en pacientes
1999 indica que solo un 10% de los pacientes con enfermedades crónicas muy avanzadas o con
que sufren disfagia recibía tratamiento para su dependencia elevada (Irles J, 2009).
enfermedad, mientras que el 45% señalaba que Establecer protocolos por parte de los profe-
los problemas relacionados con la disfagia habían sionales que trabajan en el ámbito de la salud del
impactado negativamente en su vida. La posibili- anciano con presencia de patología adherente a
dad de una intervención nutricional con modifica- los problemas relacionados con la alimentación,
ciones en la textura, consejo dietético y medidas trasmitir las normas básicas de cuidados a todo
posturales, puede mejorar considerablemente el el personal sanitario implicado, a los cuidadores
208 J. Castro Granado

TABLA 8. Método de exploración clínica volumen-viscosidad o protocolo de Clavé

Viscosidad Líquido Néctar Pudding


Volumen 5 ml 10 ml 20 ml 5 ml 10 ml 20 ml 5 ml 10 ml 20 ml

Signos de seguridad
Tos
Voz húmeda
Disfonía
Desaturación
de oxígeno

Signos de eficacia
Sello labial
Residuos
orales
Carraspeo
Deglución
fraccionada

Textura néctar: 100 ml de agua con 4,5 g de espesante.


Textura pudding: 100 ml de agua con 9 g de espesante.
Materiales: agua, espesante, jeringa de 50 cc, 3 vasos, gráfica y pulsioxímetro.

y familiares que se encargan de ellos, será labor dad de la alimentación, algunas recomendaciones
fundamental para conseguir una alimentación oportunas que pueden servir de utilidad en la
eficaz, segura y evitar complicaciones mayores práctica diaria y pueden ayudar a que la deglución
para el enfermo con disfagia. sea de mayor calidad, se detallan a continuación
Conocer el perfil de las dificultades de la ali- (Ruiz de las Heras A, 2006):
mentación y sus relaciones con otras circunstan- A. Recomendaciones generales:
cias, en los hospitales y en otras instituciones como • Cerciorarse de que está despierto, responde
las residencias, centros de día, etc., puede ayudar a y tiene control bucal.
establecer estrategias para una mejor atención a las • Existencia de reflejo de tos/náusea.
dificultades de alimentación. En el caso concreto • Debe ser capaz de tragar su propia saliva.
de los centros sociosanitarios, residencias, etc., la • En las comidas se procurará un ambiente
presencia de un alto porcentaje de personas que relajado y tranquilo, evitando exceso de
padecen demencias, entre ellas la enfermedad de estímulos externos.
Alzheimer, hace necesaria la existencia de algunas • Se mantendrá durante la comida la su-
recomendaciones especiales para estos colectivos pervisión y actitud del paciente. Esperar
que presentan, entre otras complicaciones, nume- el vaciado de la boca antes de dar la si-
rosos trastornos de conducta (Tabla 9). guiente cucharada.
Aunque cada paciente es diferente y no todos • Mantener la sedestación durante y post
presentan las mismas complicaciones en la activi- ingesta (30 min).
Alimentación básica adaptada (ABA) 209

TABLA 9. Medidas generales para la alimentación en pacientes con demencia avanzada y disfagia

• Respetar gustos y elaborar platos que con poca cantidad aporten muchos nutrientes
• No mezclar consistencias sólidas con líquidas
• Idear comidas que se puedan tomar en trozos pequeños y coger con los dedos (croquetas, taquitos de
queso, sándwich, etc.)
• Masajear la mandíbula cuando hay cierre de esta
• Colocarnos enfrente para imitación
• Administrar líquidos en abundancia, pero no al final de la tarde y por la noche
• Usar vasos, platos y cubiertos que no se rompan para evitar lesiones. Evitar las servilletas de papel,
espinas, huesos, porque acaban comiéndoselos
• Ambiente tranquilo, dedicar tiempo, no forzar si existe rechazo insistente (posponer)
• Ofrecer cada plato de comida por separado para prevenir la confusión
• Enriquecer alimentos para que las cantidades pequeñas aporten más nutrientes, carbohidratos (copos
de patata, sémola, tapioca), grasas (nata, aceite de oliva, mantequilla), proteínas (queso rallado, clara de
huevo, suplementos proteicos en polvo)
• Si existe disfagia, se utilizarán estrategias posturales de consistencia de la comida para evitarla, si no es
posible debe recurrirse a nutrición enteral
Adaptación de Fundación ACE, 1999.

B. Recomendaciones dietéticas: granizados) que desencadenan el mecanismo


• Evitar jeringas de alimentación porque no de la deglución. Se realizan toques, roces o
permiten objetivar que la deglución ha con- presión de alguna zona específica, como son
cluido. Además, cuando usamos la cuchara, la base lingual, los pilares palatinos o presio-
la presión que esta ejerce sobre la lengua, a nando la lengua con la cuchara al introducir
veces, sirve de estímulo para tragar. el alimento.
• Cualidades organolépticas adaptadas a las • Combinación de sabores: pasar de un sabor
preferencia del enfermo. a otro muy diferente (de ácido a amargo, de
• Evitar: dulce a salado). Los ácidos parecen ser esti-
- Grumos, pieles, huesecillos o espinas. mulantes de la deglución.
- Alimentos adherentes (caramelos). • Estimular la salivación: los olores y la visión
- Alimentos fragmentables (frutos secos y de alimentos apetitosos estimulan la saliva-
patatas chips). ción y esta desencadena la necesidad de de-
- Alimentos resbaladizos. glutir.
- Mezclas de consistencias de alimentos.
- Alimentos que desprenden agua o zumo BIBLIOGRAFÍA
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210 J. Castro Granado

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CAPÍTULO 21
Suplementos y preparados
nutricionales orales
J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

INTRODUCCIÓN junto a los/as compañeros/as de la enfermería.


Estas situaciones se pueden detectar, en un gran
En el mayor de edad, la disminución de la porcentaje de casos, en nuestras consultas; tan
ingesta, el aumento en las pérdidas y en los re- solo la desidia, la falta de tiempo, la rapidez de
querimientos calóricos son situaciones que se las entrevistas y la realización de una anamnesis
producen por diversas vías: enfermedades físicas inadecuada, pueden dificultar el proceso de de-
agudas y crónicas, padecimientos mentales, actos tección del riesgo de desnutrición.
quirúrgicos, fracturas, factores externos adversos, La sociedad española está envejeciendo pau-
etc., todo ello abonado por un sustrato fisiológico latinamente, alcanzando los mayores de 65 años
apropiado. la cota actual del 17,5% (tan solo dentro de 8
En la asistencia primaria, dentro de los tras- años representarán el 20%). Estas personas ocu-
tornos asociados a un mayor riesgo de desnu- pan casi el 50% del tiempo de nuestras agendas
trición, se encuentran los pacientes ancianos cotidianas de trabajo y suponen el 46,58% de los
con enfermedades crónicas, sobre todo de tipo pacientes que se atienden (el 27,2% de médicos
respiratorio y metabólico (Venegas E, 2001). La tiene más del 60% de sus pacientes mayores de
pérdida involuntaria de peso superior al 5% en 65 años y un 15,5% de médicos tiene un 15% de
el trimestre anterior y/o superior al 10% en el sus pacientes mayores de 80 años). Los ancianos
semestre previo, la ingesta nutricional insuficiente suponen también el grueso de nuestra actividad
y/o un IMC <20 kg/m2 son, a menudo, paráme- domiciliaria, bien sea por descompensaciones
tros que identifican riesgo nutricional en ancianos de su pluripatología o bien porque precisan de
(guías ESPEN 2006). Según esto, hasta un 30% nuestro seguimiento más estrecho. Además, el
de pacientes de edad avanzada residiendo en la incremento de la longevidad suscita un aumento
comunidad y un 40% de los que se alojan en de los casos de dependencia (del 30% en personas
residencias pueden estar en diferentes situaciones de 65-75 años; del 40% entre 75-80 años y del
de desnutrición y en el 80% de los casos no se 60% en los >85 años). El 95% de los mayores
reconocen tales deficiencias. viven en la comunidad y de estos lo hacen en
Evitar, en la medida de lo posible, que los soledad un 20%.
ancianos pierdan peso y se desnutran es parte de En los próximos años, esta realidad se ha-
nuestro quehacer diario como profesionales de brá disparado notablemente y la actividad de
la asistencia primaria y/o del trabajo en residen- la medicina de familia en los centros de salud
cias y en ese camino debemos orientar esfuerzos deberá tener una orientación muy geriátrica

211
212 J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

para dar respuesta a sus muchas necesidades soportes y acciones terapéuticas sencillas supon-
(SEGG, 2000). dría evitarles problemas de mayor magnitud y de
Últimamente, se habla del paciente cróni- alto coste social y económico (Venegas E, 2001).
co como principal usuario de la Sanidad al que La formación, el uso de directrices, protocolos y
no se le está dando suficiente respuesta en sus la incorporación de herramientas de cribaje nu-
niveles asistenciales, pues el modelo atencional tricional en la asistencia primaria resultan de gran
desarrollado en nuestro país no había sido enfo- utilidad y facilitan la mejora en la prescripción
cado para este tipo de personas, sobre todo desde de suplementos nutricionales (Gall MJ, 2001)
la vertiente hospitalaria. El chasis está caduco y (Todorovic V, 2005).
es preciso elaborar fórmulas que permitan dar
atención oportuna a los enfermos crónicos (los SITUACIONES DE DESNUTRICIÓN EN
ancianos suponen el grueso de este colectivo). ASISTENCIA PRIMARIA Y EN EL MEDIO
Mientras tanto, habrá que seguir luchando por RESIDENCIAL
atender sus múltiples problemas, siendo la des-
nutrición uno de ellos. La estimación energética basal diaria en esta
Dentro de la política de actuaciones preven- población se hace mediante el cálculo de 30-35
tivas y terapéuticas con el grupo de los mayores kcal/kg/día para el sujeto sano y de 35-40 kcal/
de edad y, a sabiendas de que son muchos los kg/día para el anciano desnutrido. El sexo deja de
que un médico de familia español posee en su ser determinante en el gasto energético basal de
cupo, nuestra atención tendrá prioridad sobre el personas mayores de 60 años (Gaillard C, 2007).
grupo de los ancianos frágiles. Estos sujetos tie- Sus necesidades de macronutrientes en cuanto
nen mayores necesidades de cuidados y mayor a proteínas son de 0,8-1 g/kg/día (de 1,5 g/kg/
prevalencia de desnutrición según el MNA (Izawa día en condiciones de estrés como cirugía, cáncer,
S, 2006) y, entre ancianos frágiles residentes en cicatrización de heridas y úlceras) suponiendo
la comunidad, aquellos que no tienen un control estas el 15-20% del valor calórico total (VCT)
(o datos) del peso poseen mayor riesgo de morta- (Wolfe R, 2008), en cuanto a grasas son del 30%
lidad y hospitalización (Izawa S, 2007). del VCT y, en cuanto a las de carbohidratos, su-
Nos interesa conocer la realidad nutricional ponen el 50-55% de las calorías diarias totales
de los pacientes de mayor riesgo, sus hábitos die- (preferiblemente a expensas de los hidratos de
téticos, si viven o no solos, si son ellos o algún carbono complejos). De fibra se requieren 30
familiar quienes confeccionan los menús, saber de g/día en hombres y 21 g/día en mujeres. De
los horarios y número de comidas diarias, educar- líquidos se precisan 30 ml/kg peso/día (con un
les en aspectos alimentarios idóneos a su situación mínimo de 1.500 cc). En los ancianos el peso
vital, eliminarles dietas restrictivas (a veces man- debe evaluarse con periodicidad ya que muchas
tenidas férreamente desde años), instruirles en veces no perciben la pérdida o esta la atribuyen
que hagan cuatro comidas diarias; recomendarles al paso de la edad.
encarecidamente la toma de líquidos, vigilar pe- Lo más fisiológico es comer vía oral, no
riódicamente la medicación que toman retirán- obstante, en ocasiones será difícil conseguir un
doles la no necesaria, prescribirles fármacos no aporte óptimo de nutrientes por esta vía, por lo
anorexígenos siempre que sea posible, indicarles que, en la asistencia primaria y en residencias
mensajes claros en situaciones agudas de enfer- de ancianos, nos podemos encontrar ante los
medad intercurrente o ante descompensaciones siguientes casos:
de alguno de sus procesos crónicos y hacerles una 1. Pacientes en los que es suficiente y efecti-
evaluación nutricional periódica (con la ayuda va una reorganización de su medicación,
de la enfermería). En base a todo ello, importa priorizando necesidades (“primum non no-
también que mejoremos nuestra educación en cere”), junto a la recomendación de pautas
temas nutricionales, ya que la disponibilidad de de nutrición básica adaptada, la mejora/
Suplementos y preparados nutricionales orales 213

TABLA 1. Consejos sobre educación nutricional

• Realizar las comidas en un lugar cómodo y, siempre que se pueda, en compañía


• Comer sin prisas, masticando bien los alimentos
• Repartir los alimentos en 4-5 comidas/día
• Hacer más de una comida caliente/día
• Aportes superiores a 1.500 cal/día (menores suponen riesgo de baja ingesta de vitaminas y minerales)
• Consumir dieta variada, incluyendo alimentos de origen vegetal (cereales integrales, frutas, verduras,
legumbres). Los carbohidratos deben aportar el 50-60% de la energía consumida (complejos el 90%)
• Cuidar el aporte de calcio mediante la ingesta de leche (yogur para casos con intolerancia a la lactosa)
• Las proteínas deben representar del 12-15% del total de la ingesta calórica, siendo el 60% de origen ani-
mal y el 40% vegetal. El aporte proteico diario debe suponer 0,8 g/kg peso/día (en situaciones especiales
como heridas, fracturas, cirugía, infecciones, se pueden recomendar 1,25-2 g/kg peso/día)
• Los lípidos no deben sobrepasar el 30% del total calórico diario (siendo las grasas saturadas <10%)
• Moderar el consumo de sal y de alimentos salados
• La fibra dietética es esencial en la vejez (se precisan de 20 a 35 g/día) y si hubiera intolerancias gastroin-
testinales puede reducirse su consumo a 18-20 g/día
• Mantener un peso estable (evitar tanto el infrapeso/delgadez como la obesidad)
• Mantener la boca en adecuadas condiciones higiénicas
• Cuidar la dentadura y las prótesis dentales
• Tomar el sol con cremas protectoras
• Salir diariamente a pasear
• Realizar actividades sociales
• Vigilar la ingesta de líquidos tomando de 1,5 a 2 litros/día (8 a 10 vasos de agua/día), bebiéndolos a
intervalos regulares, aun sin sed. Cuidado especial sobre todo en los meses de calor y ante situaciones
aumentadas
• Moderar el consumo de bebidas alcohólicas (no más de 30 g de etanol/día)
• Evitar el tabaco
• Usar laxantes únicamente recomendados por médicos

corrección de sus hábitos dietéticos y de 2. Pacientes en los que, además de lo ante-


movilidad-ejercicio así como al tratamiento rior (dieta oral basal o basal adaptada), se
de la/s causas/s subyacentes. requiera formular, de modo temporal, por
Recomendaremos entonces una dieta equili- ingesta incompleta por dificultades en la
brada, variada, suficiente, agradable y adapta- masticación, digestión, absorción y excre-
da a sus necesidades y preferencias individua- ción, un soporte nutricional oral en forma
les, entregándoles consejos por escrito (Tabla de suplemento y/o módulo enriquecedor.
1) e insistiendo en eliminar dietas erróneas 3. Pacientes con problemas de deglución (dis-
o restrictivas y falsos mitos o tópicos popula- fagia) que pueden manejarse con la ayuda de
res. Debe optimizarse la dieta concentrándo- una dieta básica adaptada y modificadores
se especialmente en el aumento de calorías de su textura, según su nivel de dificultad
y proteínas, objetivo que puede alcanzarse deglutoria (mediante la adicción de espesan-
mediante alimentos que, al ser añadidos a te). Entre ellos, habrá casos en los que sea
platos caseros, mejoran las características necesario, además, añadir una suplemen-
nutricionales de estos (tal y como ya hemos tación oral proteico-energética una o dos
visto en el capítulo precedente sobre dietas veces al día por no alcanzarse el total de las
básicas adaptadas DBA). necesidades calóricas.
214 J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

4. Finalmente, podemos asistir a pacientes TABLA 2. Indicaciones de los suplementos


con situaciones extremas de disfagia en las nutricionales en ancianos
que la alimentación oral es imposible y es
necesario sondar, se tome la decisión del
1. Disminución de la ingesta oral (hiporexia/ano-
mismo en el domicilio o en la residencia o rexia)
bien llegue desde el hospital de referencia – Quimioterapia, radioterapia
con un sondaje nasogástrico o una ostomía – Por efecto de fármacos
percutánea. – Anomalías en la deglución: disfagia
Una vez sondado, el paciente podrá llevar una – Alteraciones en la masticación: dentición
alimentación básica adaptada (ABA) para sonda, inadecuada
con o sin suplementos o módulos nutricionales – Alteraciones mentales: depresión, demencia
(SN) o un soporte único con fórmulas enterales – Enfermedades neurológicas: ACV, TCE,
(NE). La elección del SN adecuado se hace en tumores cerebrales, Guillain-Barré…
– En relación a la patología de base: caquexia
función de las necesidades energético-proteicas
cardiaca, EPOC
con seguimiento estricto para lograr la ingesta
– Transición de alimentación parenteral o sonda
pautada y previa educación al entorno familiar a vía oral
para lograr los objetivos marcados y así valorar
después los resultados. 2. Trastornos de la digestión y absorción
– Enfermedad inflamatoria intestinal
– Síndrome del intestino corto
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES (SN)
– Diarrea crónica
– Pancreatitis
Podemos definirlos como preparados o fórmu- – Gastrectomía
las para usos nutricionales específicos, química-
mente modificados, completos o no en cuanto a 3. Aumento de la demanda
– Grandes quemados
su composición de nutrientes, que complementan
– Neoplasias
una dieta oral insuficiente. Con ellos se trata de
– Postoperatorios
evitar o corregir la desnutrición (o el riesgo de – Malnutrición proteico-calórica
la misma) en pacientes que no pueden satisfacer – Estrés metabólico
sus necesidades nutricionales diarias con alimen- – Traumatismos
tos naturales procesados por los procedimientos – Fiebre, sepsis, infecciones
habituales culinarios o mediante su adaptación
(DBA), es decir, pacientes con anorexia incapaces
de alcanzar dos tercios de los requerimientos ener- • La indicación temporal (1-2 meses) de los
géticos diarios con su dieta habitual y, entonces, suplementos y si se consiguen resultados po-
el suplemento (SN) cubrirá el resto de la entrada sitivos pueden prolongarse por más tiempo.
de calorías totales diarias. También para casos de • Explicar al paciente la finalidad que se pre-
patologías que requieren dietas muy restrictivas tende conseguir y motivarle para que acepte
y, por lo tanto, deficientes en muchos nutrientes. el suplemento, teniendo presentes sus prefe-
En general, los déficits nutricionales del anciano rencias con respecto a sabores.
suelen ser proteico-calóricos y de micronutrientes • Se darán entre comidas y, en ocasiones, antes
tales como hierro, cinc, vitaminas del grupo B de acostarse pues, de lo contrario, pueden
(B1-6-12) y vitamina D pues su alimentación suele reducir las ingestas.
contener baja densidad de nutrientes (Seiler WO, • La ingesta de cada SN no durará más de 30
2001). En la tabla 2 se detallan las principales minutos (en sorbos).
indicaciones para los suplementos dietéticos. • Fijar objetivos realistas: inicialmente de 400
Según las directrices ESPEN (2008) al prescri- kcal/día y si la aceptación es buena subir a
bir SN en ancianos deberá tenerse en cuenta: las 600 kcal/día.
Suplementos y preparados nutricionales orales 215

La evidencia de su eficacia ha sido estudia- determinación de ciertos parámetros sanguíneos.


da ampliamente y parecen tener un posible o Se están introduciendo, además, nuevas formas
probable efecto beneficioso en aquellos enfer- de valoración como la estancia hospitalaria y la
mos que presentan un riesgo de desnutrición morbi-mortalidad. Un bajo peso previo al ingreso
moderado o alto. La revisión de la colaboración hospitalario conlleva mayor riesgo de mortalidad
Cochrane (2009), valorando tanto a ancianos en el anciano (Russell GR, 2004).
hospitalizados como residiendo en la comunidad, Gómez Candela C (2010), analiza diferentes
concluye que los SN producen una pequeña pero estudios internacionales y concluye que los suple-
consistente ganancia ponderal en los ancianos, mentos orales parecen ser coste-efectivos en pa-
que la mortalidad puede reducirse y que, ade- cientes quirúrgicos hospitalizados, incluyendo los
más, pueden tener un efecto beneficioso sobre traumatológicos, tanto en el pre como en el posto-
las complicaciones. peratorio. Pueden ser, además, coste-efectivos en
En nuestro país, el estudio GERIEIRE (2010) ancianos malnutridos o en riesgo de desnutrición,
llevado a cabo en residencias de ancianos me- especialmente si se ha realizado un cribado de
diante la adición a la dieta basal de un SN hi- desnutrición. Señala, también, que son necesarios
perproteico, concluye que se mejora el estado más trabajos para poder valorar su efecto sobre la
nutricional en forma de incremento significativo calidad de vida y su coste-efectividad no solo en
del peso corporal, IMC y GNRI (índice de riesgo el ámbito de la desnutrición de manera general,
nutricional), así como de determinados paráme- sino también ante situaciones clínicas concretas.
tros hematológicos y bioquímicos. Anteriores No obstante, este autor indica que más allá de los
estudios han demostrado que la SN puede ser resultados en términos nutricionales, la revisión
efectiva en ancianos desnutridos (Stratton RJ, de la literatura existente, evidencia que los SN
2003), mejorando las actividades de la vida diaria reducen la aparición de determinadas complica-
y reduciendo el número de caídas y la utilización ciones propias tanto de la patología de base como
de cuidados sanitarios (Payette H, 2002) (Milne del estado de desnutrición (infecciones y úlceras
AC, 2005) (Arnaud-Battandier F, 2004) (Baldwin de presión) y favorecen la reducción tanto de la
C, 2008). estancia hospitalaria como de la mortalidad. Final-
Gazzotti C (2003) señala que el uso de SN mente, el seguimiento estrecho de los pacientes
durante y después de la hospitalización mantiene con soporte nutricional (SN) es necesario para
el peso corporal e incrementa la puntuación del decidir el momento de su suspensión (Beck S,
MNA (Mini Nutritional Assessment) en pacientes 2009) y, para asegurar resultados positivos, es
ancianos en riesgo de desnutrición. fundamental verificar que la intervención nutri-
El reciente estudio de Neelemaat F (2010) cional prescrita se realiza adecuadamente (JBI,
revela que los suplementos nutricionales son 2006).
coste-efectivos en ancianos malnutridos en el Por tanto, el objetivo preferencial será identi-
periodo de tiempo transcurrido entre su ingreso ficar a los pacientes de edad avanzada en riesgo
hospitalario y tras meses después de su alta clíni- de desnutrición (mediante cribaje) para realizar
ca, comparados frente al grupo control con cuida- una posterior valoración nutricional más comple-
dos normales. En el mismo, se observan cambios ta y un plan de intervención nutricional adaptado
favorables en su actividad física, actividades de la al caso. El soporte nutricional en este colectivo
vida diaria, peso corporal, IMC, calidad de vida de edad deberá considerar los requerimientos
y fuerza muscular. específicos del mismo.
No existe un parámetro único para valorar En el estudio nutricional de pacientes geriá-
la eficacia de los SN orales. En la práctica clínica tricos con SN domiciliaria de Martínez Vázquez
se emplean datos relacionados con la homeosta- MJ (2002), la indicación por trastorno deglutorio
sis energético-proteica, los relacionados con la neurógeno o mecánico fue mayoritaria (76,2%),
valoración de la composición corporal o con la siendo el resto de su perfil el padecer situaciones
216 J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

de dependencia (77,4% no podían deambular) y están peor definidas. Para evitar el mal uso de
tener graves dificultades de comunicación con el estos productos, es preciso identificar su poten-
medio externo (75,9%). No obstante, del total de cial beneficio, teniendo en cuenta los siguientes
pacientes solo el 50% presentaba malnutrición objetivos de prescripción:
(con mayor frecuencia leve). Los tipos de dieta 1. Aumentar la ingesta oral de energía y proveer
enteral más utilizada fueron la dieta estándar con suficiente aporte de proteínas y micronutrien-
y sin fibra. Un 36,7% de pacientes precisaron tes
soporte nutricional enteral por más de un año a 2. Mantener o recuperar el estado nutricional.
diferencia de otros estudios como el de Gómez 3. Mantener o mejorar la capacidad funcional
Candela C (1999) con un 19%. En cuanto al del paciente.
tipo de aporte empleado, el estudio de Martínez 4. Mantener o mejorar la calidad de vida.
Vázquez MJ (2002) señala que, en un 37,5% de 5. Reducir la morbilidad y mortalidad.
los casos se usan como suplementos (SN) a la 6. Disminuir el consumo de recursos como es-
ingesta oral habitual. En el trabajo de Casimiro tancia hospitalaria u otras medidas asisten-
C (2001), solo un 18,6% requirió apoyo con nu- ciales.
trición enteral, de los que el 93% la utilizaron de Algo que importa reseñar en todo momento
forma complementaria a la dieta culinaria. Como es la práctica de ejercicio físico pues se ha de-
señala el grupo gallego de Martínez Vázquez MJ mostrado que promueve el apetito y la ingesta.
(2002), el aporte medio recibido de dieta ente- El rol de los estimulantes del apetito no está claro
ral (mediana: 1.500 kcal/día) coincide con el de pues la evidencia que los avala proviene de es-
otros estudios y, probablemente, cubre adecuada- tudios pequeños, no controlados y los beneficios
mente las necesidades de la mayor parte de los se restringen a un modesto aumento de peso,
pacientes que reciben la dieta enteral mediante sin evidencia de reducción de la mortalidad y
SN como único aporte nutritivo, considerando la morbilidad, o de mejoría en la funcionalidad.
elevada proporción de encamados de su estudio Además, la mayoría de estos fármacos tienen
(77,4%). secundarismos, lo que limita su uso (Habib U,
El BOE de 10/06/2000 describe los SN como 2005) (Shabbir AMH, 2005).
productos dietéticos destinados a usos médicos
especiales, que han sido elaborados o formulados TIPOS DE SUPLEMENTOS
especialmente para el tratamiento de pacientes NUTRICIONALES
bajo supervisión médica. Estos alimentos están
destinados a satisfacer total o parcialmente las Los suplementos nutricionales (SN) se pue-
necesidades alimenticias de los pacientes cuya den clasificar:
capacidad para ingerir, digerir, absorber, metabo- 1. Según el tipo de nutriente
lizar o excretar alimentos normales o determi- • Energéticos (densidad calórica >1,5 kcal/
nados nutrientes o metabolitos de los mismos, ml).
sea limitada a deficiente o esté alterada, o bien • Proteicos (aporte de proteínas >18% del
que necesiten otros nutrientes determinados clí- valor calórico total).
nicamente, cuyo tratamiento dietético no pueda • Mixtos (calórico-proteicos).
efectuarse únicamente modificando la dieta, con • Con o sin fibra.
otros alimentos destinados a una alimentación • Modulares (aportan algún nutriente con-
especial o mediante ambas cosas. creto).
Mientras que las indicaciones de nutrición • Específicos-especiales (para determinadas
artificial (vía enteral o parenteral) están bien de- patologías).
finidas y basadas en la evidencia científica (guías 2. Según la presentación del suplemento
ASPEN, 2002), las indicaciones de los suplemen- • En función del sabor (vainilla, chocolate,
tos nutricionales (SN) asociados a la dieta oral café, salados, afrutados).
Suplementos y preparados nutricionales orales 217

• Según su consistencia (polvo, líquido, se- tes están saborizadas por lo que pueden
misólido y barritas). emplearse por vía oral.
• En relación al envase (brik, botella de cris- Aunque no existen recomendaciones fir-
tal, botellín de plástico, lata). mes en nutrición enteral sobre los tipos
3. Según la composición y cantidades de fibra, las fórmulas comer-
• Si aportan o no todos los nutrientes: ciales más recientes llevan fibra soluble e
- Dietas completas. insoluble.
- Dietas incompletas. • Fórmulas poliméricas hiperproteicas: las
- Módulos nutricionales. proteínas representan >18,5 (hasta el 25%)
• Según el aporte de proteínas: del total calórico y se subdividen en:
- Poliméricas. – Fórmulas poliméricas hiperproteicas
- Oligomonoméricas. normocalóricas aportan una densidad
En las fórmulas poliméricas (son las más uti- calórica entre 0,9 y 1,06 kcal/ml. La
lizadas en la clínica diaria) las proteínas se encuen- fuente hidrocarbonada suele ser dextri-
tran en su forma molecular intacta o completa; nomaltosa. Contienen mayor cantidad
requieren un tubo gastrointestinal con capacidad de TCM. Están indicadas para pacientes
motora digestiva y absortiva suficiente pues con- hipermetabólicos o con requerimientos
tienen moléculas de peso elevado y necesitan una proteicos aumentados. Algunas de ellas
digestión química antes de su absorción. Son las se presentan en forma de polvo. No exis-
más usadas y se presentan en forma líquida o en ten preparados con fi bra en este grupo
polvo. Contienen la cantidad de proteínas, lípidos terapéutico.
e hidratos de carbono adecuada para conseguir una • Fórmulas poliméricas hiperproteicas
alimentación equilibrada. Son fáciles de emplear. hipercalóricas o concentradas (densidad
Pueden ser (COFM, 2003) (Vázquez C, 2010): calórica >1,2 kcal/ml). Su composición es
• Fórmulas poliméricas normoproteicas: similar al grupo anterior. Pueden contener o
las proteínas suponen el 11-17% del total no fibra.
calórico. Su fuente proteica más frecuente En las fórmulas oligomonoméricas
es la caseína, lactoalbúmina y en algún caso, (COFM, 2003) (Vázquez C, 2010), los nutrientes
proteína aislada de soja. La fuente hidrocar- están predigeridos para facilitar su absorción. Las
bonada suele ser dextrinomaltosa y la fuente proteínas están hidrolizadas en forma de péptidos
lipídica está constituida generalmente por o aminoácidos libres, tienen elevada osmolaridad
triglicéridos de cadena media (TCM) y se al tratarse de moléculas pequeñas, la presencia
subdividen en: de TCM es una constante (pues son fáciles de
– Fórmulas poliméricas normoproteicas hi- digerir y absorber) y se obtienen por destilación
percalóricas (o concentradas), su densidad fraccionada de aceites. Se emplean cuando la
energética es >1,5-1,6 kcal/ml, por lo que capacidad digestiva y absortiva del paciente está
conllevan una osmolaridad más elevada. disminuida. Pueden ser:
Son útiles en situaciones de mala tolerancia • Fórmulas oligoméricas o peptídicas, en
a volúmenes altos, o en estados de anorexia ellas las proteínas se encuentran en forma de
importante o en casos en que el déficit de ali- oligopéptidos de 2 a 6 aminoácidos. Existen
mentación es fundamentalmente calórico. preparados normoproteicos e hiperproteicos
– Fórmulas poliméricas normoproteicas iso- y no contienen fibra.
calóricas (con densidad calórica = 1 kcal/ • Fórmulas monoméricas normoproteicas,
ml) o hipocalóricas (densidad calórica <1 que aportan únicamente aminoácidos libres.
kcal/ml), su osmolaridad es baja. En la actualidad no existe ninguna fórmula
A su vez, todas ellas pueden llevar o no monomérica hiperproteica y tampoco existe
fibra y la mayoría de las fórmulas existen- la variante con fibra.
218 J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

Los módulos nutricionales (Vázquez C, dades, trastornos o afecciones y no son adecuadas


2010) están constituidos por nutrientes aislados para servir de alimento exclusivo. Se emplean
en distintas formas moleculares y permiten una como suplemento y existen en el mercado en
prescripción individualizada, pudiéndose combi- preparados para:
nar entre sí para formar una dieta modular. Tam- • Síndromes hiperglucémicos.
bién son útiles para enriquecer en algún nutriente • Insuficiencia renal-nefropatías.
alguna otra fórmula completa. Su uso actual vía • Insuficiencia respiratoria.
oral es limitado. Suelen presentarse en polvo y • Hepatopatías.
con sabor neutro. Pueden ser: • Como sustratos inmunorreguladores.
• Módulos nutricionales proteicos: de proteína • Pacientes oncológicos.
entera, de péptidos o de aminoácidos libres. • Diarreas.
• Módulos nutricionales de hidratos de La elección del SN dependerá de la capacidad
carbono: polisacáridos, disacáridos, oligo- funcional del tracto digestivo, la enfermedad de
sacáridos y monosacáridos. base, el grado de hipermetabolismo, las necesida-
• Módulos nutricionales vitamínico-mine- des proteico-calóricas y de si existe indicación de
rales: llegan a contener hasta el 100% de limitar el volumen a aportar (Fig. 1). No existe el
los requerimientos diarios. También existen suplemento ideal para los ancianos, aunque son
módulos bajos en sodio y potasio. recomendables, por lo general, los preparados o
• Módulos nutricionales lipídicos: con tri- fórmulas líquidas (consistencia batido), de alta
glicéridos de cadena media (TCM) y larga. densidad calórica, normoproteicos y con fibra. La
• Módulos nutricionales espesantes. SN deberá mantenerse mientras la ingesta oral
• Módulos nutricionales de fibra: con mez- del paciente sea inadecuada, es decir, mientras no
clas de fibras solubles e insolubles o exclusi- complete las necesidades calóricas diarias.
vamente de uno de estos tipos. Las fórmulas líquidas se presentan en volú-
Los módulos se utilizan para pacientes con menes entre 200 y 250 ml y la mayoría viene
requerimientos especiales de energía y/o nu- en brik y botellín con una variedad de sabores,
trientes. listas para ser consumidas en cualquier lugar. Las
Las dietas completas son preparados que diferentes revisiones indican que los SN líquidos
aportan una formulación equilibrada de los macro son eficaces para incrementar la entrada total de
y micronutrientes y pueden constituir la única energía y nutrientes y no suprimir las ingestas o
fuente de apoyo dietético en sustitución total de el apetito(Stratton RJ, 2007). Los suplementos
las comidas habituales y pueden darse tanto por en forma de polvo pueden mezclarse con agua
sonda como por vía oral. Pueden también utilizar- o añadirse a la leche, zumos de frutas, yogur,
se como sustitutivo parcial o complemento de la purés, etc., modifican su textura y sabor además
dieta basal del paciente (Vázquez C, 2010). de mejorar su valor nutritivo. Como ya se ha
La mayoría de estas fórmulas contienen un mencionado, los suplementos líquidos deben
80% de agua. A su vez, las dietas completas pue- administrarse entre comidas y preferiblemente
den ser: una hora antes de la siguiente ingesta (Wilson
• Isocalóricas (con densidad energética de 1 MMG, 2002). La adherencia mejora cuando
kcal/ml, que es la densidad calórica están- se administran bajo supervisión de enfermería
dar). (Potter JM, 1998), algo factible en hospitales,
• Hipercalóricas (con densidad energética de centros sociosanitarios y residencias de ancia-
1,5-2 kcal/ml). nos. En el medio comunitario, el médico y la
• Hiperproteicas (con un aporte elevado de enfermería en contacto con el paciente y/o sus
proteínas). familiares, deberán supervisar el plan nutricio-
Las dietas incompletas (fórmulas especia- nal propuesto en cada caso y tener en cuenta
les) están adaptadas para determinadas enferme- el volumen total prescrito, la palatabilidad y el
Suplementos y preparados nutricionales orales 219

Paciente que precisa NE

Corto plazo Medio/largo Aumento de Aumento de Necesidades


sin necesidades plazo necesidades de necesidades especiales
especiales Estreñimiento proteínas energéticas
Úlceras por Restricción
presión líquidos
Trauma Diarrea Diabetes

Fórmula estándar Fórmula estándar Fórmula Fórmula Fórmula con


sin fibra con fibra hiperproteica energética fibra soluble

Fórmula para
diabéticos

FIGURA 1. Algoritmo para la selección de una fórmula de nutrición enteral (NE) (De Cos Blanco AI,
2004).

sabor del suplemento recomendado, así como específica que recoja la prescripción de suplemen-
los posibles secundarismos que puedan aparecer, tos orales (Olveira G, 2009).
por lo general síntomas menores gastrointesti- Como ya se ha dicho, un aspecto primor-
nales. A este respecto, aunque la mayoría de los dial es que los SN no disminuyan el consumo
estudios revisados no analizan minuciosamente de alimentos vía oral del paciente. Su acepta-
la tolerancia a ese nivel (Stratton RJ, 2007), se ción por parte de este requiere que tengamos
considera que los SN constituyen una interven- en cuenta el tipo, consistencia, textura, sabor y
ción terapéutica segura y sin efectos adversos presentación de los mismos. El horario de admi-
clínicos relevantes, que mejoran la calidad de nistración deberá adaptarse a cada caso, consi-
vida y la funcionalidad del paciente. derando que pueden tomarse al despertar por la
De otra parte, y cada vez más, se está con- mañana, a media tarde o bien antes de acostarse.
cediendo importancia al estudio de costes en la También puede ser útil beberlos en pequeñas
SN (Russell CA, 2007) (Olveira G, 2009) (Ne- tomas a lo largo del día o bien con las pautas
elenaat F, 2009) (Gómez Candela C, 2010). En de medicación, ya sea en vaso o con la ayuda
España, las dietas completas están financiadas de la pajita que muchos llevan en el envase. Se
por el Sistema Nacional de Salud de acuerdo beberán despacio y a temperatura ambiente o
con lo establecido en la Orden Ministerial del bien fríos (según preferencias). Recientemente,
2.6.98 (BOE nº 139 de 11.6.98) que regula la y para poder solucionar los problemas de tole-
nutrición enteral domiciliaria. También lo están rancia que puedan presentar algunos pacientes,
los módulos nutricionales y algunas de las dietas Nutricia acaba de lanzar al mercado de los SN
incompletas específicas (véase para cada caso el un preparado de 125 ml (los habituales son de
vademecum comercial correspondiente). La le- 200 ml), con aporte de energía extra (300 kcal
gislación sobre prescripción de nutrición enteral por botellín), con una densidad calórica de 2,4
recoge definiciones confusas acerca de la vía de kcal/ml y un reparto energético de proteínas
administración y los requerimientos en nutrición (16%), carbohidratos (49%) y grasas (35%), en
enteral domiciliaria, no existiendo una normativa tres diferentes sabores.
220 J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

TABLA 3. Consejos para mejorar-aumentar la ingesta de suplementos nutricionales orales

Acción Razón
Temperatura adecuada Algunos pacientes encontrarán difícil su consumo en frio y otros, sin
embargo, los preferirán a Tª ambiente
Envoltorio de fácil apertura Algunos SN envasados en latas o tetra brik pueden ser difíciles de
abrir
Algunos SN llevan pajita para pinchar en el envase
Algunos SN tienen tapas de metal selladas que precisan de ambas
manos para abrirlas
Monitorizar la ingesta Solo así podremos identificar precozmente un bajo consumo
Consumo a pequeños sorbos Este hecho ha demostrado en la práctica aumentar la ingesta
Incluirlos como parte de la pauta Hay muchos informes de éxito con este método
de medicación
Animar a comer frecuentemente Usar tentempiés del gusto del paciente, pueden hacer que aumente
la ingesta de proteínas, energía y nutrientes
Servir bebida nutritiva tras la cena Para evitar el gran intervalo que suele acontecer entre la cena y el
desayuno
JBI. Best Practice. 2007; 11 (2): 1-4.

Los pacientes geriátricos pueden, además, En la tabla 3 se resumen algunos consejos


tener asociados déficits de micronutrientes y prácticos que pueden ayudar a aumentar la in-
requerir suplementos de vitaminas y minerales gesta de suplementos nutricionales (SN).
(Habib U, 2005). Este déficit en micronutrien- A falta de evidencia, el consejo dietético
tes (vitaminas, minerales y oligoelementos) sue- más la ayuda de un SN puede ser más efectivo
le producirse por reducciones en la ingesta, que el consejo aislado (Badwin C, 2008). Ade-
por escasa variedad de su alimentación o por más, los preparados nutricionales mejoran la
alteraciones en la absorción. Por lo tanto, no ingesta y los resultados clínicos cuanto mayor
olvidaremos en muchos casos suplementar la sea el cumplimiento del paciente. El cumpli-
dieta diaria con vitamina D 3 o con calcio o miento puede mejorar con la variedad, la inges-
con hierro y/o polivitamínicos si fuera nece- ta colectiva y con SN pequeños en volumen y
sario (Lips P, 2001) (Reid MB, 2004) (Ahmed nutricionalmente energéticos (Nieuwenhuizen
T, 2010). WF, 2010).
Las guías ESPEN (2006) recomiendan suple- A continuación se expone la pauta a seguir
mentos nutricionales orales (SN) para: para la suplementación nutricional (Gil Canalda
• Pacientes desnutridos o en riesgo de ello (gra- I, 2001):
do A). 1. Recomendar alimentación básica adaptada
• Pacientes frágiles siempre que su estado ge- ABA e inicio de SN si:
neral sea estable (grado A). • Se prevé que el paciente va a ser sometido
• Reducir el riesgo de desarrollar úlceras por a situaciones de estrés o disminución de la
presión (grado A), en particular los SN con ingesta (cirugía, quimio o radioterapia).
alto contenido proteico. • Presencia de anorexia o restricción dieté-
• Pacientes con fracturas de cadera y cirugía tica secundaria a enfermedades crónicas.
ortopédica, pues reducen las complicaciones • Presencia de dificultades mecánicas o fun-
(grado A). cionales para la deglución.
Suplementos y preparados nutricionales orales 221

TABLA 4. Criterios de selección de pacientes para nutrición enteral domiciliaria

• Incapacidad de cubrir sus necesidades nutricionales por la vía oral


• Estabilidad clínica que permita la estancia en su domicilio
• Mejoría o mantenimiento de la calidad de vida con la nutrición enteral
• Adaptación del paciente y/o del cuidador a los cambios en el estilo de vida inherentes con la administra-
ción de la nutrición enteral
• Capacidad del paciente y/o cuidador para llevar a cabo los procedimientos necesarios para la administra-
ción de la nutrición enteral
• Capacidad para seguir la pauta nutricional con buena tolerancia
• Apropiado entorno domiciliario para la administración segura de la nutrición enteral
Puiggrós C, 2006.

• Ingesta energética <1.200-1.500 cal/día 6. Monitorizar los SN con controles de peso


en ausencia de prescripción de dieta hipo- semanales al inicio y posteriormente, según
calórica. la evolución de cada paciente, quincenales.
• Ingesta proteica <0,8 g/kg/día. 7. Realizar controles de laboratorio (albúmina y
• IMC <17 kg/m2. linfocitos mensual, o de transferrina inicial-
• Pérdida de peso severa respecto al tiempo mente y a los 15 días).
sin ninguna causa subyacente. 8. Retirar el suplemento nutricional cuando:
• Albúmina sérica <2,7 g/dl. • Haya desaparecido la situación causante
• Presencia de desequilibrios alimentarios del déficit alimentario y/o nutricional.
(ausencia de ingesta de alimentos de uno o • Se haya restaurado un adecuado equilibrio
varios grupos, especialmente de alimentos alimentario.
ricos en proteínas o energía). • El peso y la cifra de albúmina estén en
2. El tipo de SN (energético, proteico o mixto) se rango de normalidad y se mantengan en
adecuará a la situación específica del paciente: el tiempo.
• Proteica: si albúmina <2,7 g/dl o si ingesta
proteica es <0,8 g/kg/día. NUTRICIÓN ENTERAL EN PACIENTES
• Energética: si la ingesta energética es me- GERIÁTRICOS
nor a 1.200-1.500 cal/día.
• Mixta: en presencia de déficits mixtos o Como ya se ha dicho, siempre que el estado
IMC <17. del paciente lo permita (es decir, si la deglución
3. El tipo de suplemento estará en función de la está conservada, existe apetito y el tracto gastroin-
enfermedad de base, con módulos o fórmulas testinal funciona), lo idóneo será usar la vía oral.
específicas o bien con dietas completas. Cuando esto no sea posible habrá que recurrir a
4. La formulación del SN, sea líquida o con tex- la alimentación enteral (NE). La selección de la
tura modificada, se adaptará, al igual que su vía de acceso deberá hacerse en función de la
sabor, al gusto de cada paciente. duración prevista de la nutrición y en función de
5. El horario de la suplementación se pactará la patología subyacente, teniendo en cuenta los
con cada paciente y/o su familia, procurando criterios de la tabla 4 (Puiggrós C, 2006).
que se administre cuando el apetito sea ma- Se pueden utilizar técnicas no invasivas como
yor (primeras horas de la mañana) y que no el sondaje nasogástrico o nasoenteral (duodenal,
interfiera con las comidas habituales (1 hora yeyunal), o bien técnicas invasivas como la vía
antes o después de las comidas). endoscópica percutánea (sonda por gastrostomía,
222 J.C. Caballero García, I.J. Goicoechea Boyero

sonda por yeyunostomía y sonda por ileostomía). siempre si la desnutrición se debe a trastornos
Por lo general, la nutrición enteral mediante sonda en su alimentación o a procesos que afectan a
nasogástrica-nasoenteral (SNG-SNE) debería instalar- la nutrición.
se solo cuando la duración inicial se estime inferior a No solo hay que reducir el riesgo de desarro-
cuatro-seis semanas. Cuando la duración se prevea llar complicaciones sino ayudarles a mantener un
por más tiempo o exista algún tipo de obstrucción estado general estable. Las consecuencias de la
mecánica en la vía digestiva alta debería hacerse desnutrición van a depender del tiempo que se
mediante la vía endoscópica percutánea (recomen- mantenga una ingesta inadecuada y de las enfer-
dación grado A según guías ESPEN, 2006). medades del paciente.
Las patologías más relacionadas con la nece-
sidad de NE son los trastornos de la deglución, BIBLIOGRAFÍA
tanto de origen neurológico como neoplásico, in-
cluyendo a pacientes con gran discapacidad y que – Ahmed T, Haboubi N. Assessment and manage-
precisan de importantes medidas de soporte. ment of nutrition in older people and its impor-
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RESUMEN-CONCLUSIONES
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Como se ha visto en capítulos precedentes,
living in the community: a pharmaco-economic
la valoración integral es una pieza fundamental y study. Clin Nutr. 2004; 23 (5): 1096-103.
supone la mejor herramienta en el trabajo con an-
– ASPEN Board of Directors. Guidelines for the use
cianos. Ante un paciente, frágil o no, que presen- of parenteral, enteral nutrition in adult and pedia-
te problemas de desnutrición, tras la pertinente tric care. ASPEN. 2002; 26: 9SA-12.
valoración de su situación nutricional y el corres- – Badwin C, Weekes CE. Dietary advice for illness-
pondiente estudio etiológico, una vez conocidas related malnutrition in adults. Cochrane Database
la/s causa/s que han provocado la pérdida pon- Syst Rev. 2008; (1): CD002008.
deral en las semanas previas, nuestra siguiente – Beck S, Church S, Duncan D et al. Appropiate use
actitud será formular una pauta terapéutica of oral nutritional supplements in older people-
incluyendo la indicación de un plan dietético good practice example and recommendations for
(intervención nutricional), mediante: practical implementation. BAPEN, BDA, NNG and
• La reorientación/modificación de su dieta Nutricia Resource Centre. Nutricia. UK. 2009.
básica habitual. – BOE, Orden Ministerial de de 2 de junio, sobre
• La indicación de una dieta básica adaptada regulación de la nutrición enteral domiciliaria.
(DBA), con o sin el soporte de un preparado/ Nº 139. 11 junio, 1998. Ministerio de Sanidad y
Consumo.
fórmula nutricional enteral vía oral.
• La prescripción de soporte nutricional enteral – BOE, Real Decreto 1091/8000, de 9 de junio, so-
bre Reglamentación técnico sanitaria específica de
mediante sondaje.
los alimentos dietéticos destinados a usos médicos
El proceso de intervención ante un caso especiales. Nº 139. 10 junio, 2000. Ministerio de
de desnutrición establecida debe seguir los Sanidad y Consumo.
siguientes pasos: – Casimiro C, García de Lorenzo A, Usán L, Grupo
1. Determinar el riesgo nutricional. de Estudio Cooperativo Geriátrico. Evaluación del
2. Valorar el estado nutricional. riesgo nutricional en pacientes ancianos ambula-
3. Identificar déficits nutricionales. torios. Nutr Hosp. 2001; XVI: 97-103.
4. Establecer el plan de intervención nutricional. – COFM (Colegio Oficial Farmaceúticos de Madrid).
5. Seguimiento/control del tratamiento. Manual de nutrición enteral y medicación para
El objetivo es proporcionar los nutrientes farmacéuticos. Madrid, 2003.
necesarios y en las cantidades adecuadas para – De Cos AI, Gómez Candela C, Alarcón T. Nutrición
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Suplementos y preparados nutricionales orales 223

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CAPÍTULO 22
La incapacidad para deglutir
M. Ortega Allanegui

INTRODUCCIÓN nutrición parenteral, cuya consideración excede


el objetivo de esta revisión.
Cuando las personas presentan incapacidad
para deglutir, pero mantienen intacta la funciona- INDICACIONES PARA NUTRICIÓN
lidad intestinal, es posible garantizarles un esta- ENTERAL
do nutricional satisfactorio mediante la nutrición
enteral (NE) por sonda entérica (SE) (Thomas Los motivos más frecuentes por las que se in-
B, 2007) (NICE, 2006). Podrán beneficiarse de dica una NE por SE son los procesos neurológicos
ello, en primer lugar, quienes presenten cuadros y la patología tumoral de la cavidad orofaríngea,
potencialmente reversibles que permitan retirar cuello y esófago (Hasan M, 1995). Disponemos
finalmente la sonda y, en segundo lugar, quienes de dos métodos de NE por SE:
sufran enfermedades irreversibles pero con una • El sondaje nasoentérico, que consiste en in-
supervivencia prolongada en los que la NE se troducir la SE a través del esófago hasta el es-
instaura mediante SE de forma definitiva contri- tómago o el yeyuno (Cannaby AM, 2002).
buyendo a mejorar su calidad de vida. Además de • Y la enterostomía percutánea, que consiste
ello, los pacientes con enfermedades terminales en perforar la pared abdominal para acceder
y debilitantes con una expectativa de vida rela- directamente a dichos órganos huecos.
tivamente prolongada plantean una indicación
que deberá ser individualizada y consensuada Sonda nasogástrica (SNG)
(Yriberry S, 2004). La SNG se contempla ante la necesidad de
Habrá que descartar, entre otras, las siguien- NE a corto plazo o para descompresión gástrica.
tes contraindicaciones generales: coagulopatía Se prefiere la sonda de poliuretano por sus mayo-
severa no controlada, íleo paralítico, enteritis in- res durabilidad y luz, habitualmente del calibre
flamatoria severa, fístulas entéricas de alto débito 14 French, humedecida en agua o usando un
o malabsorción severa, aunque la única contra- lubricante hidrosoluble como la glicerina, que
indicación absoluta para la NE es la obstrucción pueda ser reabsorbido por el árbol bronquial si
mecánica proximal o distal. La gastroparesia y el llegara el caso.
RGE grave indican un emplazamiento del extre- El procedimiento ha de ser previamente ex-
mo más allá del estómago. plicado al paciente, puesto que se requiere su co-
En aquellas situaciones en las que la vía di- laboración, colocándole semisentado. La longitud
gestiva sea imposible o insuficiente se indicará a introducir se estima igual a la distancia entre la

225
226 M. Ortega Allanegui

punta de la nariz y el apéndice xifoides del ester- intestino, por lo que se precisa su administración
nón pasando por detrás de la oreja, sirviendo las continua para evitar el síndrome de dumping.
marcas presentes en la SE como orientación. Se
solicita al paciente que incline la cabeza un poco Gastrostomía percutánea (GP)
hacia atrás, mientras introducimos la SE por un Esta opción deberá valorarse cuando se pre-
orificio nasal, dirigiéndola hacia abajo y hacia la vea una duración superior a dos meses (Minard
oreja del mismo lado, haciéndola progresar con G, 2001) o exista algún tipo de obstrucción me-
un suave movimiento rotatorio. Superados los cánica parcial en la vía digestiva alta (recomenda-
cornetes, habremos llegado a la orofaringe, lo que ción grado A según guías ESPEN, 2006).
podremos comprobar a través de la boca. Para Aporta la ventaja de que, al dejar la cavidad
contrarrestar las náuseas, pediremos al paciente nasofaríngea libre, se producen menos complica-
que se relaje y alternativamente aspire y espire ciones locales. Además, al quedar oculta, no estig-
abundante aire a través de la boca. Proseguiremos matiza psicológicamente al paciente (Saunders JR,
pidiéndole que incline la cabeza hacia delante, 1991) (Park RH, 1992) (Britton JE, 1997).
lo que evitará progresar hacia la vía aérea, que La gastrostomía quirúrgica fue la primera téc-
debemos evitar, procurando asimismo que la SE nica de acceso alimentario al estómago, habiendo
no se enrolle. Pediremos al paciente que colabore quedado relegada a los casos de disfagia total, en
realizando movimientos deglutorios de saliva o cuyo caso se prefieren las técnicas más modernas
agua, mientras introducimos suave y rotatoria- de “cirugía mínimamente invasiva” y cirugía lapa-
mente la SE hasta que la marca establecida llegue roscópica. En los demás casos ha sido desplazada
a la punta de la nariz. por la GP guiada, bien endoscópicamente (GEP)
Comprobaremos la correcta posición en el (Pereira JL,1999), bien radioscópicamente (GRP)
estómago mediante el aspirado de jugo gástrico (D’Agostino HB, 1995) (Ozmen MN, 2002) (Tho-
(papel de pH <5,5), la auscultación epigástrica mas B, 2007), siendo muy conveniente que los
del burbujeo producido al introducir un jeringa- médicos de Atención Primaria nos informemos
zo de aire a través de la SE o una radiografía. A sobre sus indicaciones y cuidados (James A,1998)
continuación fijaremos la SE a la nariz con una (Sanders DS,1999) (Heaney A, 2001).
tira de 10 cm de esparadrapo, cortado longitudi- Obviaremos describir la técnica de inserción
nalmente hasta la mitad, adhiriendo a la nariz el de las diferentes GP por pertenecer al ámbito
extremo no dividido y enrollando alrededor de especializado, sobrepasando el objetivo de esta
la SE los extremos que están divididos, primero revisión y mereciendo las mismas consideracio-
uno y luego el otro. El extremo proximal de la nes (Ho CS, 1983) (Pereira JL, 1998) (Tapia J,
SE, cerrado con un tapón, se fija al hombro del 1999) el acceso al yeyuno, por abordaje directo
paciente, para evitar tirones involuntarios (Bo- (yeyunostomía) o a través de una gastrostomía
tella C, 2009). El aspecto estético resultante es (gastroyeyunostomía).
difícilmente tolerado por los pacientes. Las indicaciones y las contraindicaciones de
Cuando existe pancreatitis o gastroparesia, la GRP son similares a las de la GEP; no obstante,
con un alto riesgo de RGE y broncoaspiración, en los casos de obstrucción mecánica del tracto
se debe valorar el sondaje nasoyeyunal, cuyas digestivo superior se pueden conseguir más éxitos
técnicas de colocación exceden el ámbito de la con la GRP que con la GEP, puesto que el calibre
atención primaria, si bien ha de conocerse que de la SNG adecuada para lograr la imprescindible
existen determinadas sondas, unas lastradas distensión del estómago con aire o agua es menor
y otras diseñadas con bucles, que facilitan su que el diámetro del endoscopio (Górriz G,1996)
progresión hasta el intestino (Jensen GL, 1991), (Barkmeier JM, 1998) (Ozmen MN, 2002), admi-
generalmente con la ayuda de procinéticos. La nistrándose glucagón para neutralizar el peristal-
NE en yeyuno implica la pérdida del control gás- tismo gástrico que pudiera vaciar dicho contraste
trico sobre el ritmo de llegada de los nutrientes al durante el procedimiento.
La incapacidad para deglutir 227

La GP constituye un procedimiento seguro syndrome), fístula gastrocolocutánea (Potack


con baja morbimortalidad (Sayegh A, 2008), indi- JZ, 2008) (Abuksis G, 2000) (Dharmarajan TS,
cando estudios prospectivos y retrospectivos que 2004) y complicaciones menores a nivel del esto-
muestra ventajas sobre las SNG, por permitir me- ma, como infecciones locales, dermatitis por fuga
jor movilidad, mejor calidad de vida y el uso de de jugo gástrico y granulomas, que se tratan con
alimentos más energéticos (Gibson S, 1992) (Lees nitrato de plata (Olivares P, 2001). La infección
L, 1997) (Jordan A, 1999) (Piquet MA, 2002). de los bordes del estoma es la complicación más
Además, según la revisión Cochrane de 2010, frecuente, generalmente producida por Pseudo-
la GP es más efectiva que la SNG, en cuanto al monas y estafilococos presentes en la faringe
menor número de fracasos de la intervención arrastrados por la propia SE al ser introducida,
(Gomes JC, 2010). El número de muertes no fue consiguiendo la profilaxis antibiótica reducir sig-
diferente con los dos métodos, como tampoco lo nificativamente el riesgo. Una vez producida la
fue la aparición general de complicaciones. Se ha infección, el tratamiento se basará en el resultado
demostrado en ensayos controlados aleatorios y del antibiograma del cultivo del exudado, además
prospectivos que las GP y las SNG fueron igual- de las medidas de higiene y limpieza locales.
mente efectivas para mantener el peso corporal La mayoría de las referidas complicaciones
(Corry J, 2008) (Lees L, 1997). Dentro de las GP, requieren manejo y control en atención especia-
la GRP se asocia con una tasa de éxito superior al lizada, pero ante algunas de ellas los profesionales
PEG con menor morbilidad y coste (metaanálisis de Atención Primaria pueden asumir su preven-
de Wollman B, 1995). En cualquier caso, la SE ción y diagnóstico precoz, mediante el cuidado
de GP queda insertada en la cavidad a través oportuno de la SE y su punto de inserción, sobre
de un tracto gastrocutáneo que, cuando queda todo los primeros días (Igual D, 2003).
completamente fibrosado al cabo de tres a ocho El caso de extubación no programada de una
semanas, permite sustituir la SE inicial por otra GP requiere su reemplazo precoz para evitar que
llamada de balón por disponer de un tope interno con el paso de las horas el trayecto gastrocutáneo
inflable, de las que se prefieren las llamadas son- se cierre precozmente. En Atención Primaria y
das de bajo perfil o de botón, más discretas por mientras el paciente accede a la unidad de refe-
permanecer al ras, conectando con un alargador rencia, se puede colocar una sonda urinaria de
que se adapta al equipo de NE (Given MF, 2005) tipo Foley, que se fijará hinchando el balón vesical
(Lasch HU, 2007). en la luz gástrica (Igual D, 2003).

COMPLICACIONES DE LA NUTRICIÓN CUIDADOS DEL SONDAJE


ENTERAL
La SE requiere ciertos cuidados (Igual D,
Las complicaciones de la NE por SE en los an- 2003):
cianos son similares a las de otros grupos etarios, 1. Lavado de manos con agua y jabón antes de
pudiendo provocar reflujo gastroesofágico (RGE), realizar cualquier manipulación de la SE, los
neumonía por broncoaspiración, perforación de sistemas de alimentación o el punto de inser-
órgano hueco, sensación de saciedad, alteración ción. Proceder de la misma manera con las
del hábito intestinal, hemorragia e irritación local superficies de trabajo.
en cualquier tramo de su recorrido, obstrucción 2. Cambio de posición, tanto de la SNG como
de la SE, migración distal de la misma y extuba- la de GP, a diario para evitar adherencias y
ción in o voluntaria (Petersen TI, 1997). La SNG decúbitos, procurando que la sonda gire en
puede originar además erosiones del ala nasal, sentidos horario y antihorario, retirándola e
sinusitis crónica e intubación laringotraqueal. introduciéndola un centímetro. Con el mismo
La GP, por su parte, puede ocasionar además fin, se cambiará diariamente la cinta adhesiva
peritonitis, gastrostomía oculta (buried bumper y el lugar de fijación.
228 M. Ortega Allanegui

3. Limpieza de la parte externa de la SE, a dia- antiséptica. La SNG obliga a respirar por la
rio con agua tibia y jabón suave, aclarando y boca, siendo necesario mantener los labios
secando posteriormente. hidratados con vaselina o crema de cacao.
4. Limpieza del interior de la SE, para evitar que 10. Recomendar al paciente ducha diaria, al cabo
se depositen residuos que puedan obstruirla, de una semana, en lugar de baño.
inyectando con una jeringa 50 ml de agua 11. Cambio de SE, si persiste la indicación, en
tibia, antes y después de cada administración función del material empleado. Para las SNG
de NE en bolo cuando la alimentación es in- se prefiere el poliuretano, cuya degradación
termitente o con el cambio de envase cuando aconseja recambio a los dos o tres meses (a
es continua, debiéndose realizar igualmente la semana o dos las de polivinilo y a los tres
después de cada administración de medica- a seis meses las de silicona). La vida media
ción y dos veces al día si, por cualquier causa, de las SE de silicio, generalmente de 24 Fr,
no se usa la SE. Si se obstruyera, irrigar agua utilizadas para las GP es de 6 meses (Nichol-
tibia y aspirar cuidadosamente. Jamás des- son FB, 2000).
atascar con el fiador.
5. Las SE de balón deben comprobarse cada dos LA TÉCNICA DE ADMINISTRACIÓN DE
semanas, aspirando su contenido a través del LA NE
orificio destinado a este fin y reinyectando el
volumen estipulado en cada caso. La NE requiere una adecuada técnica de ad-
6. Taponar la SE cuando no se use. Limpiar el ministración (Igual D, 2003):
tapón cada día con agua. La parte interna del 1. Colocar al paciente semisentado durante y
conector-adaptador debe limpiarse periódica- hasta una hora después.
mente con agua y bastoncillos de algodón. 2. Tras haber lavado la SE y para prevenir una
7. Limpieza del punto de inserción de la SE, a posible broncoaspiración, se comprobará el
diario: las fosas nasales en los casos de SNG residuo gástrico aspirando su contenido y
y el estoma en las GP, realizando tantos la- volviendo a introducirlo para evitar desequi-
vados con agua tibia y jabón como sean ne- librios hidroiónicos. Si el volumen fuera su-
cesarios para tener la zona limpia, secando perior a 150 ml, sería conveniente suspender
posteriormente para evitar la maceración de la NE hasta la siguiente toma, repitiendo la
la piel, evitando los vendajes compresivos. misma operación.
Se aplicará un lubricante hidrosoluble en las 3. La entrada del preparado debe ser lenta (no
fosas nasales. Solo es necesario el uso de an- más de 20 ml por minuto), independiente-
tisépticos tópicos (povidona yodada) en las mente de si es administrado por jeringa en
primeras dos semanas tras la realización de la bolo, por declive (60 cm por encima de la
GP, tiempo en que se necesitan lavados más cabeza) o en bomba de infusión.
frecuentes. El trayecto gastrocutáneo queda 4. Lavar cuidadosamente la jeringa de adminis-
completamente fibrosado en el plazo de esas tración después de cada toma.
dos semanas. Vigilar la aparición de signos 5. Si el paciente tiene sed a pesar del agua admi-
de infección alrededor del estoma, como in- nistrada en cada toma según las indicaciones,
flamación o supuración y comprobar que no se proporcionará agua entre tomas.
existe secreción digestiva. 6. Si la alimentación es continua, los sistemas
8. Evitar un exceso de presión del soporte ex- deberán cambiarse cada 72 horas.
terno en el punto de inserción.
9. En todos los casos es necesario mantener la CUIDADOS DE LA FÓRMULA DE LA NE
higiene bucal, cepillando con dentífrico dien-
tes y lengua al menos dos veces al día o, en 1. Almacenar los envases no utilizados en sitio
su defecto, enjuagando con agua o solución seco y protegidos de la luz.
La incapacidad para deglutir 229

2. Comprobar la fecha de caducidad. o voluntad anticipada, o recabando información


3. Anotar la fecha y hora de apertura. de sus cuidadores y familiares. Ningún problema
4. Administrar la fórmula a temperatura am- se plantea cuando existe consenso. La dificultad
biente. surge cuando existen discrepancias y más cuando
5. Los envases, una vez abiertos, deben admi- se hacen explícitas. En última instancia (Martínez
nistrarse inmediatamente o conservarse en Vázquez MA, 2002), la decisión corresponde al
frigorífico no más de 24 horas. médico, cuyo deber es salvaguardar los intereses
6. No mantener abierto y conectado el envase al del paciente, por encima de los de la familia,
sistema más de 24 horas, ya que existe gran buscando siempre preservar la salud o el alivio
riesgo de contaminación bacteriana. de la enfermedad, tras haber evaluado cada caso,
En cuanto a la administración de medica- analizando riesgos, beneficios y resultados espera-
mentos: dos. Es posible que la familia solicite tratamientos
1. No mezclar varios medicamentos en la je- agresivos por sentimientos de temor, angustia y,
ringa. muy frecuentemente, por sentimientos de cul-
2. Administrarlos por la misma entrada que la pabilidad. El médico debe estar atento a esto y
NE, en 10-20 ml de agua. explorar en los familiares la existencia de estas
3. Lavar la SE antes y después. razones. Nuevamente, la habilidad comunicacio-
4. Preferir las formulaciones líquidas. Los com- nal surge como uno de los pilares en los que se
primidos serán triturados hasta convertirlos funda una buena decisión. Tras haber decidido
en polvo fino. instaurar la NE por SE, se procederá a reevaluar
periódicamente la situación, considerando su re-
SONDAJE EN LA TERMINALIDAD DE tirada si no se consiguen los objetivos esperados
ENFERMEDAD (Mitchell SL, 2000).
Ha de conocerse que para calificar de “ter-
La decisión de instaurar una NE por SE va minal” a un enfermo, ha de tenerse una certeza
a estar influida por condicionantes éticos, reli- razonable al menos en las siguientes cuestiones
giosos, político-económicos, jurídicos, sociales y (según la SECPAL):
culturales, así como el afecto por el paciente, su • Presencia de un proceso patológico de na-
estado cognitivo, el pronóstico, el estado funcio- turaleza conocida, de evolución progresiva,
nal, voluntades anticipadas, deseos de la familia, irreversible y con pronóstico de muerte.
opiniones personales y presión por parte de otros • Inexistencia de toda medida con probabilidad
médicos. terapéutica, incluyendo algunas en estado ex-
El sondaje crónico, en el caso de pacientes perimental.
con avanzados procesos neoplásicos o degenera- • Inminencia de muerte (días, semanas, a lo
tivos en situación de terminalidad, especialmente más seis meses).
en casos de demencia, suscita controversias y Según una revisión sistemática (Cochrane,
debate en el seno del equipo asistencial, los fa- 2009) no hay evidencia de que la NE por SE sea
miliares y los cuidadores, siendo necesario aplicar beneficiosa en las personas en fase terminal, ni
criterios éticos a las circunstancias concretas que por aumento de la supervivencia, ni por mejora
concurran. Es evidente que los responsables de de la situación funcional o el estado nutricional
tal decisión son a títulos diversos, el paciente, su o la calidad de vida, ni por reducir la prevalen-
familia y su médico. Debería, pues, tomarse en cia de las úlceras por presión (Potack JZ, 2008).
base a la opinión de unos y otros, fundamental- Además, no previene la neumonía por aspiración
mente la del propio paciente (cuando sea com- en sujetos con disfagia neurogénica ni con de-
petente) o considerando sus deseos a través de mencia avanzada. Faltan datos sobre los efectos
la consulta con su representante legal o tutor adversos de esta intervención (Candy B, 2009),
en caso de haber emitido un testamento vital aunque se sabe que se relaciona con numerosas
230 M. Ortega Allanegui

complicaciones gastrointestinales, metabólicas y edema pulmonar y periférico, náuseas-vómi-


mecánicas, así como infecciones locales y gene- tos, diarrea y polaquiuria, entre otros incon-
ralizadas, que pueden acarrear incluso la muerte, venientes.
principalmente por neumonía aspirativa (Garrow • El fallecimiento suele ocurrir entre 3-14 días
D, 2007). Un efecto adverso muy común, aunque después de la retirada y ocurre de forma tran-
nunca reconocido como tal, es la prolongación quila (Hidalgo FJ, 1995) (Izco N, 2001) (Lo-
involuntaria del sufrimiento en fase terminal (Kei- urenco R, 2001) (Pasman HRW, 2005) (Guías
zer AA, 2001). ESPEN, 2006).
Deberemos desaconsejar la NE por SE:
• Cuando resulte ineficaz en la consecución de BIBLIOGRAFÍA
los objetivos o produzca más perjuicios que
beneficios. – Abuksis G, Mor M, Segal N, Shemesh I, Plout
• Cuando la enfermedad progrese inevitable- S, Sulkes J et al. Percutaneous endoscopic gastro-
nomy: High mortality rates in hospitalized patients.
mente hacia la muerte.
American Journal of Gastroenterology. 2000; 95
• Cuando haya que usar dispositivos de con- (1): 128-32.
tención física o farmacológica para evitar la
– Barkmeier JM, Trerotola SO, Wiebke EA, Sher-
extubación.
man S, Harris VJ, Snidow JJ et al. Percutaneous
En caso de retirarse la NE por SE, será preciso radiologic, surgical endoscopic, and percutaneous
haber dialogado con el enfermo (siempre que sea endoscopic gastrostomy/ gastrojejunostomy: com-
posible) y/o sus responsables, informándoles de parative study and cost analysis. Cardiovasc Inter-
que: vent Radiol. 1998; 21 (4): 324-8.
• El fallecimiento no se produce por su retirada, – Botella C. El sondaje nasogástrico. [Internet] Fiste-
sino por la enfermedad de base que provoca rra 2009. [Consultado 28 marzo 2011]. Disponible
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• Aunque se piense que entre los pacientes sng/sng.asp
cognitivamente intactos la privación de ali- – Britton JE, Lipscomb G, Mohr PD, Rees WD,
mentos y agua provoca hambre y sed angus- Young AC. The use of percutaneous endoscopic
tiantes, los datos sugieren que ello no resulta gastrostomy (PEG) feeding tubes in patients with
doloroso en el contexto de una enfermedad neurological disease. J Neurol. 1997; 244: 431-
4.
terminal (McCann RM, 1994) (Meier DM,
2001). – Candy B, Sampson EL, Jones L. Enteral tube fee-
• El paciente moribundo no va a experimentar ding in older people with advanced dementia:
findings from a Cochrane systematic review. Int J
molestias por la deshidratación y la insuficien-
Palliat Nurs. 2009; 15 (8): 396-404.
te nutrición, ya que la inanición completa se
asocia con euforia y analgesia por liberación – Cannaby AM, Evans L, Freeman A. Nursing care
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de opioides endógenos y por la cetosis.
Journal of Nursing. 2002; 11 (6): 366-72.
• Igualmente, la deshidratación libera endorfi-
nas produciendo un efecto anestésico natural, – Corry J, Poon W, McPhee N, Milner AD, Cruicks-
hank D, Porceddu SV et al. Randomized study
que permite reducir la medicación analgésica
of percutaneous endoscopic gastrostomy versus
y hace que el paciente se encuentre más có- nasogastric tubes for enteral feeding in head and
modo. La correspondiente hipernatremia y el neck cancer patients treated with (chemo)radia-
aumento de la urea provocan una progresiva tion. Journal of Medical Imaging and Radiation
disminución de la conciencia hasta llegar al Oncology. 2008; 52: 503-10.
coma. Disminución que, a su vez, aminora – D’Agostino HB, Wollman B. Radiologic, endoscopic
la percepción de la sed. and surgical gastrostomy. An institutional evalua-
• Por contra, la hidratación conlleva un molesto tion and meta-analysis of the literature. Radiology.
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La incapacidad para deglutir 231

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CASOS CLÍNICOS
CASO 1
Desnutrición en paciente de 81
años, con síndrome de inmovilidad,
depresión y pluripatología
J.C. Caballero García, J.F. Zuazagoitia Nubla

EXPOSICIÓN del cuadro reumatoideo, sobre los 60 años de


edad aproximadamente, sufrió un episodio de-
Mujer, 81 años, ama de casa, viuda desde presivo para el que recibió primero nortripti-
hace 11 años. Tiene dos hijas que se turnan a días lina y después amitriptilina sin remisión total,
alternos para su cuidado hasta que deciden, por durante 6 meses. Desde entonces, ha estado
intensa carga psicofísica, alojarla en la Residencia tomando ininterrumpidamente antidepresivos
hace dos años. (amitriptilina+medazepam, maprotilina y últi-
Padece artritis reumatoide muy evolucio- mamente mianserina 30 mg/noche).
nada (comienzo de la clínica a los 53 años de Tras la amputación presentó un cuadro de-
edad), con deformidades y graves limitaciones presivo-ansioso y le pautaron alprazolam 1,50
funcionales que le han dejado incapacitada y mg/día, mianserina 45 mg/día y clormetiazol
dependiente para todas las actividades de la vida 192 mg/día, medicación que ha tomado hasta
diaria. De curso intermitente con remisiones su ingreso residencial.
parciales, ha sido sometida a diferentes pautas, En los últimos meses mantenía una ingesta
casi siempre con AINEs y corticoterapia a do- oral insuficiente, estaba inapetente, había adelga-
sis bajas en periodos prolongados. Ha recibido, zado (según constataban sus hijas), tenía astenia
también, tratamientos del segundo escalón (in- y le habían aparecido varios episodios de aftas
munosupresores) con cloroquina y metotrexa- orales.
te. Ha sufrido cirugía reparativa en la muñeca En la entrevista inicial estaba furiosa, incó-
derecha (sinovectomía dorsal). Además, padece moda con alusiones negativas y descalificaciones
diabetes mellitus tipo 2 desde hace 10 años. continuas hacia su familia. No aceptaba el ingreso.
Hace 2 años sufrió amputación de la extremidad Controlaba esfínteres. Refería dolor dorsolumbar
inferior dcha. debido a necrosis por isquemia y de hombros, de predominio nocturno.
arterial crónica fémoro-poplítea. Debido a ello
ha relegado su vida a la cama, sillón y silla de EXPLORACIÓN Y EXÁMENES
ruedas. En los últimos diez años le ha apareci- COMPLEMENTARIOS
do una degeneración macular que le propicia
importante déficit visual bilateral. La exploración neurológica fue normal. Se
Relatan sus hijas que, a raíz de aparecerle desenvolvía bien, su fluencia verbal era acepta-
deformidades y dolor continuo poliarticular ble y narraba con suficiencia sus acontecimientos
(en manos, pies, muñecas y hombros), dentro pasados (no obstante la historia se realizó con la

235
236 J.C. Caballero García, J.F. Zuazagoitia Nubla

ayuda de sus hijas). Tenía algunas dificultades COMENTARIOS-DISCUSIÓN DEL CASO


para recordar momentos históricos. Se observó
labilidad emotiva con llanto contenido. Se que- Entre los factores de riesgo para la desnutri-
jaba de su mala suerte y de las enfermedades ción en ancianos destacan los siguientes:
que le habían conducido al estado de invalidez. • Pluripatología, alteraciones sensoriales, en-
Afirmaba no merecer la pena vivir. fermedades gastrointestinales, alteraciones
En la exploración física se le apreció palidez mentales y emocionales, polimedicación,
de piel y mucosas, catarata en el OD, ceguera incapacidad, fragilidad, alcoholismo, ingre-
central bilateral, queilitis comisural bilateral, TA so hospitalario, intervenciones quirúrgicas y
13/8, pulso arrítmico a 80 x´. Soplo sistólico en problemas psicosociales.
foco aórtico, grado 2/5. AP normal. Abdomen La paciente era una anciana “frágil” pues
ausencia de visceromegalias. Se palpaban pulsos reunía los siguientes criterios: ser mayor de 80
femorales. En su MII los pulsos pedios y poplíteos años, pluripatología crónica invalidante, polime-
eran débiles y tenía frialdad distal. Muñón infra- dicación, trastorno depresivo y grave dependencia
condíleo de amputación en buen estado. Dolor y funcional (síndrome de inmovilidad). El paciente
limitación con la movilización del cuello. Presión frágil lleva asociada una elevada comorbilidad,
a lo largo de su columna vertebral dolorosa. Atro- pues se encuentra en situación de riesgo para
fia muscular global. padecer caídas, enfermedades intercurrentes,
Tenía un Barthel de 20 y en el MMS de Fols- discapacidad, deterioro funcional, institucionali-
tein puntuó con 25 sobre 27 (pues no se pudieron zación y, en definitiva, de fallecer. Son múltiples
evaluar los ítems de lectura 9, de escritura 10 y los factores que pueden hacer entrar a un sujeto
de copia del dibujo 11). anciano en este problema. Analicémoslos.
El ECG mostró un ritmo sinusal con extrasís-
toles auriculares a 75 x´ y trastornos inespecíficos Problemas psiquiátricos presentes
de la repolarización. • Trastorno persistente del humor (depre-
En la Rx de tórax había signos de fibrosis sión).
intersticial difusa de predominio basal. • Insomnio crónico secundario por ansiedad,
En la Rx simple de abdomen signos de osteo- depresión, dolor e inmovilidad.
porosis generalizada con aplastamientos vertebra- • Ansiedad secundaria a dolor, inmovilismo,
les desde D10 hasta L3. déficit visual y depresión.
La Rx de manos: compatible con poliartritis Según el listado de síntomas depresivos del
crónica muy evolucionada. DSM-IV (Tabla 1) presentaba positividad en más
Analítica: Hba: 9,5 g%. Hto: 37%. VSG: 37, de seis (hiporexia, insomnio, anhedonia, ideación
leucocitos: 4.400 (fórmula con linfocitos: 1.250). de muerte, inhibición, baja autoestima, cambios
Plaquetas: 430.000. Factor reumatoideo (FR): de humor, anergia, abandono) y parecía reunir
positivo. Proteinograma: elevación de alfa2 glo- criterios para episodio depresivo mayor.
bulina y de gammaglobulina. Albúmina: 2,60 g/ No obstante, tras analizar detenidamente el
dl. Fibrinógeno: 456 mg. Urea: 96, creatinina: primer episodio depresivo, con la ayuda de la
1,40. FG: 36,79 cc/min. Colesterol total (CT): familia, observamos que no cumplía criterios
142 mg%, TOG, TPG, gGT, fosfatasa alcalina, para sospechar que se debiera a un trastor-
triglicéridos, úrico, Ca, P, Na, K: normales. no primario:
Hierro: 25 µg/dl. Ferritina: 17 ng/dl. Trans- • No había antecedentes de trastorno depresivo
ferrina: 133 mg/dl. Vitamina B12: 355 pg/ml. previo.
Fólico: 17 ng/ml. • Los síntomas psíquicos aparecieron después
TSH y T4 libre: normales. Glucosa: 176 mg%. de los físicos.
HbA1c: 7,9. • La pérdida del interés y la inquietud se rela-
Orina: microalbuminuria (73 µg/mg). cionaban con una causa aparente (el proceso
Desnutrición en paciente de 81 años, con síndrome de inmovilidad, depresión y pluripatología 237

TABLA 1. Criterios DSM-IV para episodio depresivo mayor

A. Presencia de >5 síntomas durante un periodo de >2 semanas que representan un cambio con respecto
a la actividad previa. Uno de ellos debe ser: o estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o de la
capacidad para el placer
B. Los síntomas no cumplen criterios para episodio mixto
C. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
D. Los síntomas no son debido a los efectos fisiológicos de una sustancia o una enfermedad médica
E. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de duelo
F. Síntomas
• Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi a diario
• Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades,
la mayor parte del día, casi diariamente
• Adelgazamiento/aumento de peso (cambio >5% del peso corporal en un mes) o pérdida/ aumento del
apetito casi cada día
• Insomnio/hipersomnia casi diariamente
• Agitación/enlentecimiento psicomotor casi a diario (observable por los demás)
• Fatiga o pérdida de energía casi diaria
• Sentimientos de inutilidad o culpa excesivos o inapropiados, casi cada día
• Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día
• Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan específico o tentativas de
suicidio o un plan específico para suicidarse

TABLA 2. Criterios DSM-IV para trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica

A. En el cuadro clínico predomina una notable y persistente alteración del estado de ánimo, caracterizada
por uno (o ambos) de los siguientes estados:
• Estado de ánimo depresivo o notable disminución de intereses o placer en todas o casi todas las activi-
dades
• Estado de ánimo elevado, expansivo o irritable
B. A partir de la historia clínica, exploración física o las pruebas complementarias, hay pruebas de que la
alteración es una consecuencia directa de una enfermedad médica
C. La alteración no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental
D. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un delirio
E. Los síntomas provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas

reumático instalado y la clínica y limitaciones Se podía pensar en un proceso depresivo cro-


que le ocasionaba). nificado pues había suficientes factores de riesgo
• Los síntomas físicos respondían, aunque no del para ello (Tabla 3).
todo, a los tratamientos médicos pautados. Reunía criterios de gravedad, ya que se de-
• La debilidad y anergia eran de final del día. tectaban en la paciente más de seis síntomas
• No había llanto espontáneo. depresivos.
Por tanto, había motivos para sospechar en Conviene señalar que la aparición de cambios
un trastorno depresivo secundario a enfermedad en la conducta alimentaria supone un signo de
médica (Tabla 2). depresión en el mayor de edad.
238 J.C. Caballero García, J.F. Zuazagoitia Nubla

TABLA 3. Depresión: factores de riesgo existentes

1. Generales: edad elevada, viudedad, aislamiento social


2. Específicos: antecedentes depresivos
3. De cronicidad: invalidez (amputación MID-silla de ruedas, ceguera, invalidez en manos), dolor crónico,
enfermedades médicas (artritis reumatoide, degeneración macular asociada a la edad, diabetes mellitus,
enfermedad renal crónica...), propia gravedad del proceso

Problemas orgánicos presentes • Evaluación del estado nutricional y mejora


(pluripatología) del mismo.
• Artritis reumatoide evolucionada, refractaria. Acerca de la glucemia plasmática, con la edad
• Diabetes mellitus tipo 2. existe un deterioro progresivo de sus cifras y, a
• Degeneración macular asociada a la edad/ partir de los 50 años, los niveles en ayunas se
ceguera. elevan 1,2 mg/dl por década, y los niveles a las
• Arteriosclerosis/arteriopatía periférica. dos horas de una sobrecarga oral de glucosa se
• Osteoporosis mixta. elevan, también, cada diez años, 4 mg/dl. Se des-
• Anemia normocítica-normocrómica de enfer- conoce si esto es fisiológico o si refleja el aumento
medad crónica. de la prevalencia de la diabetes con la edad, pero
• Enfermedad renal crónica (ERC) estadio 3. la consecuencia es que la diabetes mellitus se
• Fibrosis pulmonar (manifestación extraarti- encuentra en alrededor del 10% de las personas
cular de la AR). mayores de 60 años y en un 20% de las que pasan
• Catarata en OD. los 80 años de edad. Esta enfermedad conlleva
aumento de la comorbilidad (patología cardio-
Síndromes geriátricos presentes vascular, gastrointestinal, riesgo de infecciones,
• Síndrome de inmovilidad. etc.) que, junto a las complicaciones micro y
• Depresión crónica. macrovasculares (por aterosclerosis acelerada),
• Insomnio crónico secundario por ansiedad, limitarán la calidad de vida del sujeto.
depresión, dolor e inmovilidad. La orientación del tratamiento en el anciano
• Deprivación sensorial visual (DMS). diabético debe tener en cuenta su situación clíni-
• Estreñimiento. ca, funcional, mental y social. En casos como el
• Polifarmacia. presente, la finalidad deberá encaminarse a evitar
• Desnutrición proteico-calórica. Este problema las complicaciones metabólicas, especialmente
se relaciona con otros síndromes geriátricos deshidratación y riesgo hiperosmolar, y para ello
y a mayor número de los mismos presentes el objetivo será mantener cifras de glucemia <200
en un paciente dado, las puntuaciones en el mg/dl, en las que el riesgo de glucosuria y de
MNA (Mini Nutritional Assessment) serán depleción de volumen son mínimos. Las sulfoni-
proporcionalmente más bajas. lureas de segunda generación tienen el riesgo de
Una vez realizada la valoración geriátrica in- desarrollar hipoglucemia especialmente en sujetos
tegral, se trazaron los siguientes objetivos: con enfermedad renal pues se metabolizan en
• Información a la paciente y sus hijas. el hígado pero sus metabolitos tienen excreción
• Control-ajuste de la medicación. renal, por ello a esta paciente se le propuso gliqui-
• Control y seguimiento de su pluripatología. dona 30 mg/día, que tiene eliminación biliar.
• Intervención sobre el estado de ánimo. La paciente padecía enfermedad renal
• Medidas simples de rehabilitación/terapia crónica moderada en estadio evolutivo 3
ocupacional. (filtración glomerular entre 30 y 59 cc/min) po-
Desnutrición en paciente de 81 años, con síndrome de inmovilidad, depresión y pluripatología 239

TABLA 4. Factores reversibles que empeoran la enfermedad renal

1. Alteraciones hidroelectrolíticas: deshidratación, hipocalcemia, hiponatremia


2. Alteraciones hemodinámicas: insuficiencia cardiaca, hipotensión, shock
3. HTA maligna
4. Infección urinaria
5. Nefrotóxicos: tetraciclinas, aminoglucósidos, anfotericina B, AINEs, contrastes radiológicos
6. Alteraciones metabólicas: hipercalcemia, hiperfosfatemia, hiperuricemia, hiperoxaluria

siblemente como complicación macrovascular y que padecen pluripatología, instalar medidas no


microvascular diabéticas. La actitud a seguir con- farmacológicas tales como la dieta hipoproteica
sistirá en evitar los factores de deterioro reversible pueden favorecer una situación de malnutri-
y su tratamiento oportuno (Tabla 4), así como ción, por lo que se desaconsejan. Plantear una
el ajuste de las pautas farmacológicas a emplear dieta hiposódica en el caso de la ERC moderada
imprescindiblemente. no será necesario salvo en situaciones determi-
La incidencia de ERC ha aumentado en los nadas que favorezcan la retención tales como
últimos años debido a la mayor supervivencia de síndrome nefrótico e insuficiencia cardíaca
la población que hace más probable la progresión crónica o en caso de que se asocie a HTA. Con
de una agresión renal. En la analítica, un valor respecto al tratamiento farmacológico en la ERC
elevado de creatinina y bajo del filtrado glomeru- moderada puede plantearse el uso de quelantes
lar (FG) son los parámetros analíticos a tener en del fósforo porque al disminuir el nivel sérico
cuenta, con la advertencia de que puede existir del mismo se favorecerá una mayor síntesis de
un FG bajo con creatinina plasmática normal calcitriol y un menor estímulo de la secreción
debido a la disminución de la masa muscular de PTH.
(sarcopenia) que aparece en la población anciana Con respecto a la osteoporosis (OP), se
y, más concretamente, en los afectados de pluri- puede señalar que esta paciente participaba de
patología con malnutrición. la etiología primaria senil (denominada tipo II
El riñón pierde la capacidad de manejar el de Rigss) y también de la secundaria debida a
agua corporal por lo que podrá aparecer hipona- inmovilidad, pauta previa de corticoides, diabetes
tremia o hipernatremia en situaciones de sobre- mellitus y función renal alterada. Por su elevado
carga y depleción de volumen, respectivamente. riesgo había que asegurarle la ingestión de calcio
La hiperpotasemia aparecerá en las fases avanza- elemento y vitamina D. Se pautó pidolato cálcico
das con FG <10 cc/min, excepto en la nefropatía más colecalciferol (1.200 mg-800 UI/día). Para
diabética que puede darse antes por el compo- paliar sus dolores se recurrió al tramadol oral 100
nente de hipoaldosteronismo hiporreninémico. mg/día (se desaconsejaron los AINEs por su ne-
Podemos encontrar, además, hiperfosfatemia (en frotoxicidad en la IRC).
ERC moderada-severa), calcio normal o bajo (en Los marcadores de remodelación ósea son los
relación con el hiperparatiroidismo secundario) e de formación: fosfatasa alcalina isoenzima ósea,
hiperuricemia que progresa a la vez que lo hace la osteocalcina y péptido de extensión de colágeno
ER. El trastorno del equilibrio característico es la I, y los de resorción: hidroxiprolinuria, deoxipyri-
acidosis metabólica con anión gap elevado. dinolina en orina y C-telopéptido urinario. Estos
En esta paciente la ecografía detectó riñones últimos se emplean para el control de la eficacia
de pequeño tamaño. terapéutica y también para seleccionar pacientes
En cuanto al planteamiento terapéutico de de alto riesgo de OP (“perdedores selectivos”),
la ERC en los muy ancianos y, sobre todo, en los predecir fracturas y selección de terapia.
240 J.C. Caballero García, J.F. Zuazagoitia Nubla

Según la evidencia, las personas que más se D puede aumentar el riesgo de fracturas incluso
beneficiarán del tratamiento en la OP son aquellas antes de que haya síntomas clínicos francos. Otra
con fractura vertebral previa, ya que en ellas se ha consecuencia importante de los niveles inadecua-
demostrado reducción de las fracturas de cadera. dos de vitamina D es la disminución de la fun-
También se pueden beneficiar los sujetos con os- ción neuromuscular. En nuestro país, el consumo
teoporosis (DMO <2,5 DS) sin fractura pero con medio de lácteos suele aportar el 70% de calcio
factores de riesgo adicionales: edad avanzada, procedente de la dieta (consumo medio de lácteos
riesgo elevado de caídas, antecedentes personales de 684 mg/día), mientras que el 30% restante
de fractura previa por traumatismo leve, antece- procede de otros alimentos. Unos niveles ade-
dentes familiares de OP y/o fractura por trauma cuados de calcio y vitamina D influyen de forma
leve y en pacientes institucionalizados. Importa determinante en la eficacia de los tratamientos
indicar medidas no farmacológicas durante toda antirresortivos en la osteoporosis, sin embargo,
la vida y sobre todo en el medio residencial, en España solo el 50% de esos tratamientos se
mediante realización y ayuda al ejercicio físico acompañan de una suplementación con calcio
adaptado a las posibilidades y realidad funcional y vitamina D. En los últimos años, además, se
de cada paciente, evitar el tabaquismo y asegu- han publicado decenas de estudios que muestran,
rarles un aporte adecuado de calcio y vitamina consistentemente, cómo niveles más elevados de
D, además de prevenirles caídas. vitamina D se correlacionan con otros beneficios
La evidencia científica apoya el beneficio que potenciales para la salud, reduciéndose la inciden-
aportan los bifosfonatos, teriparatide y ranelato de cia de enfermedad coronaria, enfermedad arterial
estroncio en la reducción de las fracturas verte- periférica, diabetes mellitus, cáncer de colon, etc.
brales en pacientes mayores, aunque se dispone Según el proyecto europeo OPTIFORD las con-
de menos datos sobre la reducción de fracturas no centraciones séricas de vitamina D en el 70-80%
vertebrales y de cadera en esta población de alto de las mujeres españolas de edad avanzada son
riesgo. En los de más edad (>80 años), el ranela- insuficientes o deficientes. Por lo tanto, los datos
to de estroncio es el primer fármaco de eficacia y evidencias disponibles alertan de la importancia
demostrada y sostenida a 8 años en ambos tipos en detectar el déficit de vitamina D como parte
de fracturas. En los muy mayores de edad los su- también de un programa de prevención de caídas
plementos de calcio y vitamina D han demostrado en el anciano.
también disminuirlas. El último metaanálisis pu- Con respecto a la calcitonina, no existen es-
blicado al respecto confirma que la prevención de tudios que analicen su eficacia en poblaciones
fracturas no vertebrales con vitamina D es dosis exclusivamente mayores de 75 años por lo que,
dependiente y una mayor dosis (>400 UI/día) dada la eficacia probada de otros fármacos an-
reduciría las fracturas en, al menos, un 20% de tiosteoporóticos, la calcitonina actualmente tiene
sujetos de 65 años y más. Además, la vitamina D escasas indicaciones en el tratamiento de la OP y
y análogos poseen un efecto beneficioso extraes- según las guías clínicas al uso, podría considerarse
quelético sería la reducción de las caídas. Así 770 su uso en mayores de 75 años como segunda o
UI/día de vitamina D3 más 500 mg de calcio, se tercera opción de tratamiento.
asocian a una reducción de la incidencia de caídas La aterosclerosis es, también, causa funda-
en mujeres mayores de 65 años. mental en la arteriopatía periférica (AP). Su
La reducción de la absorción intestinal de evolución es lenta y progresa con la edad siendo
calcio, que se asocia a niveles inadecuados de otras de sus principales manifestaciones la cardio-
vitamina D, desencadena la liberación de para- patía isquémica y los accidentes vasculocerebra-
thormona (PTH), que media en la movilización de les. La AP produce síndrome isquémico crónico
calcio a partir del hueso y da lugar a una reduc- o agudo, es cinco veces más común en diabéticos
ción de la densidad mineral ósea. Esta respuesta y se puede constatar en más del 30% de los dia-
homeostática a niveles inadecuados de vitamina béticos. Como antiagregante plaquetar se pautó
Desnutrición en paciente de 81 años, con síndrome de inmovilidad, depresión y pluripatología 241

TABLA 5. Criterios clínicos para el diagnóstico de AR (American College of Rheumatology) deben


cumplirse 4 o más)

1. Rigidez matutina de >1 hora de duración en las articulaciones afectadas, durante al menos seis semanas
2. Artritis de 3 o más áreas articulares
3. Artritis de las articulaciones de la mano que afecta, por lo menos, a una de las siguientes áreas: carpiana,
metacarpo-falángica e interfalángica proximal
4. Artritis simétrica
5. Presencia de nódulos reumatoides
6. Factor reumatoide (FR) positivo
7. Hallazgos radiográficos típicos de la AR en rx PA de manos que incluya erosiones, osteopenia yuxtaarti-
cular

acetilsalicílico 300 mg/día con protección de inactivo. Comporta manifestaciones extra-


omeprazol 20 mg/día. articulares, deformidades en pequeñas arti-
La degeneración macular senil (DMS) su- culaciones (manos, muñecas, pies), atrofias
pone la segunda causa de ceguera en los mayores y morbilidad concurrente.
de edad y la primera de amaurosis irreversible. Su Su tratamiento tiene dos líneas de actua-
prevalencia en el grupo etario de 75 a 85 años de ción:
edad viene a ser del 28%. Su origen reside en el • Fármacos de primera elección. AINEs y es-
envejecimiento del epitelio pigmentario que da teroides a baja dosis (7,5 mg/día) si hay mala
lugar a la formación de drusas que pueden evolu- respuesta a los anteriores o AR con manifes-
cionar hacia la atrofia retiniana o a la formación taciones extra-articulares.
de neovasos que pueden dar lugar a edema o • Fármacos de segunda elección (inductores de
hemorragia, siendo el final un cuadro de atrofia la remisión). Para casos de AR continuamente
macular con déficit visual progresivo e irreversible progresiva y con intolerancia o escasa res-
que no tiene tratamiento. puesta a AINEs. Pueden asociarse a AINEs.
En cuanto a la artritis reumatoide (Tabla Se trata de los antipalúdicos (cloroquina/hi-
5), aunque la incidencia disminuye a partir de los droxicloroquina) con control oftalmológico antes
65 años, dado que se trata de una enfermedad y durante la pauta; d-penicilamina, sales de oro
crónica, su prevalencia es mayor en las pobla- y metotrexate.
ciones de edad avanzada. Tiene dos formas de En el curso de la enfermedad se pueden dis-
presentación: tinguir tres patrones evolutivos:
1. AR de novo en la vejez: de inicio insidioso o • Intermitente (70%) que se caracteriza por
agudo, con síntomas constitucionales leves la presencia de remisiones parciales o com-
o moderados, afecta a las pequeñas articu- pletas durante las que el sujeto no precisa
laciones de manos, pies y muñecas y más tratamiento.
tarde también a las grandes (codos, hombros, • Con remisiones clínicas prolongadas (20%)
rodillas). Con el paso del tiempo pasa a ser que, a menudo, son formas de comienzo agu-
una enfermedad simétrica aditiva de las arti- do y, en ocasiones, constan de un solo brote
culaciones como en los pacientes de menor de escasa duración.
edad. • Progresivo (10%), que es el patrón evolutivo
2. AR envejecida: como proceso continuo ini- de mayor agresividad.
ciado en la juventud o edad media que se La paciente, dada la anómala respuesta a los
arrastra hacia la vejez y puede permanecer AINEs, había recibido corticoides durante largos
242 J.C. Caballero García, J.F. Zuazagoitia Nubla

TABLA 6. Criterios de remisión clínica en la cios de baja intensidad, aeróbicos como mover
AR el cuello de forma asistida y las extremidades su-
periores mediante elevación de los brazos dando
palmadas por encima de la cabeza y por delante
1. Rigidez matutina de <15 minutos de duración
del tronco según sus capacidades residuales, así
2. Ausencia de sensación de astenia
como movimientos del muñón en flexoextensión
3. Ausencia de dolor articular
y de la extremidad inferior izquierda. Debido a
4. Ausencia de dolor con la movilización articular
su ceguera central hubo que realizar estimula-
5. Ausencia de signos inflamatorios en partes blan- ción del resto de los sentidos y orientación en
das periarticulares o en las vainas tendinosas
la realidad.
6. VSG <30 en mujeres y de <20 en hombres
En el mayor de edad y con respecto a la
prescripción farmacológica (polimedica-
ción), y para evitar la iatrogenia, se recomienda
periodos de tiempo y después, ante la progresión realizar una revisión periódica de la pauta, inte-
tan grave del proceso, se le habían pautado clo- rrumpirla cuando no exista necesidad, pensar en
roquina y metotrexate. los efectos farmacológicos adversos como causa
El pronóstico a largo plazo de la AR es malo, potencial de cualquier “nuevo síntoma”, seleccio-
la mayoría de los casos sufren una incapacidad nar cuidadosamente cada fármaco para reducir el
progresiva a pesar del tratamiento apropiado. riesgo de efectos adversos y usar la dosis útil más
Para que se pueda hablar de remisión clínica baja para conseguir el efecto deseado. La edad
en la AR tienen que cumplirse cinco de las con- avanzada per se no debiera considerarse como
diciones enunciadas en la tabla 6, con excepción contraindicación para un tratamiento farmacoló-
de los pacientes que presenten vasculitis, pericar- gico potencialmente beneficioso.
ditis, pleuritis, miocarditis o disminución de peso Para compensar su elevado arousal y an-
y/o fiebre inexplicable. siedad se le administró lorazepan 1 mg una vez
La capacidad de movilidad o desplazamien- al día y el abordaje de la clínica depresiva se
to resultan imprescindibles en una persona para hizo con citalopram 10 mg iniciales con aumen-
mantener una correcta autonomía y es considera- to a 20 mg a las dos semanas tras observarse
do a su vez, un indicador del nivel de salud y cali- buena tolerancia a la misma. La farmacocinética
dad de vida del anciano. La pérdida de movilidad del citalopram no se ve alterada en la IRC como
conduce a la disminución de su independencia. tampoco la de fluoxetina (este ISRS no se reco-
Además, el anciano inmovilizado es un paciente mienda en ancianos debido a su elevada vida
de alto riesgo para las actividades básicas de la media). Citalopram y escitalopram presentan,
vida diaria, y aumenta el riesgo de instituciona- junto a venlafaxina y mirtazapina menor capaci-
lización y mortalidad. Al estado de inmovilidad dad de interacciones. Las benzodiacepinas (BZ) se
se puede llegar por factores intrínsecos como la eliminan por orina y pueden acumularse caso de
patología osteoarticular (30-50%), neurológica IRC por lo que es preciso, cuando se prescriben,
(15-20%), cardiovascular (5-10%) y en un 15-30% efectuar un estrecho seguimiento de síntomas
de los casos por causas poco objetivables donde secundarios (como la sedación). En este caso,
habría que tener en cuenta el miedo a la caída. tras la buena evolución, se le retiró el lorazepam
Otras etiologías son la enfermedad pulmonar, las a las 3 semanas.
enfermedades endocrinas, los déficits sensoriales En el tratamiento de la depresión debe-
y la caquexia. En el 60% de las veces concurren mos considerar tres fases:
varios factores. También favorecen los factores 1. Fase aguda (su objetivo: lograr la remisión de
extrínsecos como los iatrogénicos, ambientales síntomas). El tiempo medio es de 12 sema-
y sociales. Como prevención secundaria, en este nas (más prolongado que en pacientes más
caso la amputación solo permitía efectuar ejerci- jóvenes).
Desnutrición en paciente de 81 años, con síndrome de inmovilidad, depresión y pluripatología 243

2. Fase de continuación (estabilización para podían también atribuirse al estado de mal-


evitar recaídas). Duración entre 6 y 9 meses nutrición.
después de la fase aguda. • Según la exploración física: mostraba pa-
3. Fase de sostén (objetivo: evitar recurrencias). lidez de piel y mucosas, queilitis comisural,
Cuando el paciente haya tenido más de dos prótesis completa, queilosis en uñas, delgadez
episodios depresivos o los iniciales fueron importante y degradación/atrofia muscular
particularmente graves o prolongados, debe (sarcopenia). Había semiología de desnutri-
considerarse el tratamiento de sostén a muy ción.
largo plazo (tal vez toda la vida). • La valoración funcional (de autonomía):
arrojaba un test de Barthel de 20 (dependen-
Consideraciones sobre el tratamiento cia grave).
antidepresivo (AD) en ancianos • La valoración cognitiva: en el MMS-Fols-
• En el anciano polimedicado son AD de elec- tein puntuaba 25 (sobre máximo de 27),
ción: sertralina, citalopram, escitalopram y existía clínica franca de trastorno persisten-
venlafaxina retard. te del humor y se le aplicó el test completo
• En depresión con ansiedad, ensayar venla- de Yesavage puntuando 20 (>14 punto de
faxina retard o sertralina. Se puede asociar corte).
lorazepam. • Hábitos dietéticos: habían cambiado en
• En depresión con inhibición, ensayar citalo- los últimos años, con preferencia por sopas,
pram o escitalopram. purés y caldos, apenas comía pescado y carne,
• En depresión con alteraciones del sueño im- bebía un vaso pequeño de leche/día.
portantes, ensayar mirtazapina, trazodona o
fluvoxamina. Se puede asociar clormetiazol, DETERMINACIÓN DEL ESTADO
lormetazepam o zolpidem. NUTRICIONAL

El proceso a seguir ante un caso de riesgo de • El porcentaje de pérdida ponderal:


desnutrición o de desnutrición establecida aunque había pérdida de peso no se podía
1. Determinar el riesgo nutricional. cuantificar por su pierna amputada y no po-
2. Valorar el estado nutricional. der permanecer sin apoyo en la báscula del
3. Identificar déficits nutricionales. centro. El peso habitual anterior al proceso
4. Establecer el plan de intervención nutricional. de amputación era de 61 kg (talla: 156 cm).
5. Seguimiento/control del tratamiento. Las hijas estimaban que había adelgazado más
de 10 kg en este tiempo.
EN CUANTO A LA DETERMINACIÓN • IMC: no se pudo evaluar.
DEL RIESGO • Diámetros/pliegues: se midieron los perí-
metros braquial (22 cm) y de pantorrilla (<31
• Según la historia clínica: tenía riesgo de cm).
desnutrición pues desde hacía 2 años per- • Parámetros de laboratorio: albúmina: 2,6
manecía relegada a vida de cama/silla de g/dl (<3,5). Ferritina: 17 ng/ml. Transferri-
ruedas/sillón, seguía polimedicación y había na: 133 mg/dl y linfopenia de 1.250.
mantenido una ingesta oral basal inadecuada • Test MNA: se aplicó el MNA (Mini Nutri-
pese a los cuidados de sus hijas. Estaba ina- tional Assessment) arrojando para el cribaje
petente y se esforzaba para ingerir una parte una puntuación de 3 y para la evaluación un
de los alimentos que le servían. Las ropas puntaje de 7, en total 10 (<17 puntos) que
le quedaban holgadas. No había disfagia ni confirmó la situación de mal estado nutricio-
malas digestiones, ni alteraciones en el rit- nal de la paciente.
mo intestinal. La irritabilidad y la ansiedad Se trata de una desnutrición moderada.
244 J.C. Caballero García, J.F. Zuazagoitia Nubla

Teniendo en cuenta los parámetros afec- bor que eligió la paciente– en dos botellines de
tados, se trataba de una desnutrición leve- 200 ml, con densidad calórica 1,5 kcal/ml y
moderada calórica-proteica por afectación del reparto enérgetico de nutrientes: carbohidratos:
compartimento graso y proteico muscular y 49%, lípidos: 35%, proteínas: 16%. En total: 600
visceral. La desnutrición es frecuente en los kcal de aporte/día.
mayores de edad frágiles e incapacitados (hasta Se pensó en que el mejor horario para no
un 40% de prevalencia en población anciana re- disminuir las ingestas sería al levantarse y como
sidiendo en la comunidad). Es preciso realizar “resopón” al acostarse en la cama por la no-
un esfuerzo en Atención Primaria para conocer che.
los factores de riesgo nutricional y realizar su Tenía manifestaciones clínicas de deficiencia
detección en la consulta o en el domicilio del en micronutrientes: en riboflavina (estomatitis
paciente. angular y queilosis) y de niacina (glositis), cal-
cio (osteoporosis), vitamina D (dolores óseos y
IDENTIFICAR DÉFICITS pérdida de masa ósea). Se le pautó hidropolivit
NUTRICIONALES mineral (1-0-0). Había déficit férrico y anemia
por lo que se instauró hierro oral (sulfato ferroso)
• Cálculo de los requerimientos calóricos: 80 mg/día.
teniendo en cuenta las necesidades basales
de una persona con ERC (35-40 kcal/kg) es- SEGUIMIENTO/CONTROL DEL CASO
timamos que eran aproximadamente 1.800
cal/día (tasa metabólica basal). Se mantuvo la suplementación nutricional
• Cálculo de los requerimientos protei- (SN) durante dos meses, al cabo de los cuales se
cos: en ancianos con ERC leve-moderada realizó determinación analítica y se comprobó
estable el aporte proteico será de 0,8 g/kg/ que había mejoría en los parámetros bioquímicos
día (40 g/día). (albúmina: 3,1 g/dl, transferrina: 190 mg/dl, fe-
• Consistencia, textura de la alimenta- rritina: 27 ng/ml, hierro: 35 µg/dl, Hba: 10,5
ción: la paciente tenía conservada la capaci- g%) e inmunológicos (linfocitos: 1.570).
dad de deglución, usaba prótesis pero estaba Se decidió mantener la SN durante dos meses
mal adaptada por la propia situación sobre- más pero a razón de un botellín (300 kcal/día).
venida de adelgazamiento, por lo que tenía Se instauró enalapril a dosis de 10 mg/día
que llevar una dieta básica blanda. para combatir la microalbuminuria.
A las seis semanas la enferma mostró mejoría
PLAN DE INTERVENCIÓN del patrón del sueño y del apetito, del ánimo y
NUTRICIONAL humor, momento que se aprovechó para integrar-
la en un grupo de animación-entretenimiento con
Se estableció de inicio una dieta blanda, de la terapeuta ocupacional del centro. Se retiró el
fácil masticación, de 1.800 kcal, con proteínas de hierro oral a las 24 semanas.
alto valor biológico a razón de 40 g/día, lácteos Cinco meses tras el ingreso había una franca
descremados, rica en fibra (excluyendo arroz y adaptación a la vida residencial y las alusiones
pasta), fruta, verdura y huevos. Tras un semana negativas hacia sus hijas habían disminuido. Al
de observación, las auxiliares informaron de que año, y debido a su gran invalidez y la clínica de-
la paciente no terminaba los platos y se estimó presiva cronificada, se decidió mantener indefini-
que requería al menos el 30% de la energía total damente la pauta con el antidepresivo citalopram
diaria en forma de un suplemento nutricional, a dosis de 20 mg (como fase de sostén para evitar
como fórmula comercial completa, polimérica, recurrencias).
normoproteica, hipercalórica, concentrada, con El control analítico anual mostró normali-
fibra, de textura líquida y con sabor vainilla –sa- dad en la albúmina (4,10 g/dl y transferrina
Desnutrición en paciente de 81 años, con síndrome de inmovilidad, depresión y pluripatología 245

247 mg/dl). La paciente, aunque con mejores – López-Ibor Aliño JJ, Valdés Miyar M. DSM-IV-TR.
valores, seguía presentando una anemia cró- Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales. Barcelona: Masson; 2004.
nica normocítica-normocrómica por probable
déficit de eritropoyetina (ERC) y en relación, – Manual Merck de Geriatría. 2ª ed. Madrid: Har-
también, con su artritis reumatoide (Hba: 11,1 court Brace; 2001.
g%), con hierro en valor de 47 µg/dl. Comía – Moro Álvarez MJ, Díaz-Curiel M. Diagnóstico y
sola y seguía una dieta basal normal, blanda, tratamiento de la osteoporosis en mayores de 75
con cinco comidas/día (1.800 cal). El valor años. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2010; 45 (3):
141-9.
de su microalbuminuria se había normalizado
(<30 µg/mg). – Muñoz M, Aranceta J, Guijarro JL. Libro Blanco
de la alimentación de los mayores. Madrid: Pana-
mericana; 2005.
BIBLIOGRAFÍA
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Quintanilla L et al. Contribución de la dieta y la
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– Hortoneda Blanco E. Síndromes geriátricos. Cinco Países (Proyecto OPTFORD). Nutr Hosp.
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CASO 2
Desnutrición en paciente alcohólico
con EPOC y depresión crónica
recurrente
J.C. Caballero García, M. Hidalgo Pellicer

EXPOSICIÓN entonces. También sentía un “gran vacío interno”


(sobre todo durante los fines de semana). Manifes-
Varón, 69 años, huérfano, soltero, jubilado taba que su vida no tenía sentido. Se encontraba
portuario. Fumador de 2 paquetes/día. Bebedor muy solo y sin ilusiones. Bebía desde su juventud
importante (>20 unidades/día). Vivía solo en un y debido a ello había tenido numerosos problemas
piso de alquiler. No se le conocía en el centro de socio-laborales. Siempre había comido y cenado
salud. Nunca tuvo relaciones estables. Un amigo en bares pero en los últimos meses se “arreglaba”
se preocupaba de él de vez en cuando y hacía con cualquier cosa en su domicilio. Desayunaba
esfuerzos insistentes para que controlase el con- cerveza y galletas, se saltaba comidas y cenas (no
sumo de alcohol sobre todo. merendaba nunca). Nada le proporcionaba placer
Dos meses antes había padecido un proce- excepto beber. Dormía mal.
so neumónico que requirió ingreso hospitalario Se había caído en varias ocasiones, habiéndo-
durante 12 días, en el que hizo un cuadro de se fracturado la muñeca derecha y varias costillas
delirium. Le diagnosticaron de EPOC moderada en los últimos años. Relataba astenia vespertina.
y le pautaron fluticasona 250 con salmeterol 50 Refería tener tos habitual y se acompañaba de
µg (dos veces/día) y bromuro de tiotropio 18 µg expectoración por las mañanas. También sentía
/cápsula (una vez día) sin buen cumplimiento “fatiga” para caminar y subir escaleras. Relataba
tras el alta. pérdida de fuerza en miembros inferiores. Mu-
Desde la salida del hospital se encontraba chas mañanas se levantaba “mojado”. Estaba per-
muy cansado, apagado, con poco apetito y había diendo memoria (olvidos para hechos recientes)
adelgazado 5 kg. Seguía fumando y bebiendo y le costaba concentrarse.
aunque con menor intensidad que antes. No No tenía disfagia ni malas digestiones, ni al-
se encontraba con fuerzas para autocuidarse y, teraciones en el ritmo intestinal.
aunque su amigo le había insistido en que se
alojara en una residencia de ancianos, durante EXPLORACIÓN Y EXÁMENES
un tiempo, no había seguido el consejo pues se COMPLEMENTARIOS
“veía aún joven”. No obstante, aceptó acudir al
Centro de Salud. Se mostró colaborador. No presentaba dis-
En la entrevista inicial manifestó sentirse función cerebelosa. Los reflejos osteotendinosos
“mal” desde su jubilación (a los 58 años). Reco- eran normales, el signo de Babinski era negativo
noció haber aumentado el hábito enólico desde y fuerza muscular 4/5 (escala Daniels). Dismi-

247
248 J.C. Caballero García, M. Hidalgo Pellicer

nución de la sensibilidad vibratoria en miembros a una medida de vino (copa de 150 ml) y a una
inferiores. Pares craneales normales. Fondo de ojo medida de cerveza (lata o botellín de 330 cc).
normal. Palidez de piel y mucosas. Lengua roja Las personas que se encuentran en riesgo de de-
por glositis. Usaba prótesis dental parcial. sarrollar alcoholismo son:
Presentaba estigmas hepáticos: eritema pal- • Hombres que ingieren más de 15 unidades/
mar, telangiectasias malares, borde hepático duro, semana.
afilado, a un través del reborde costal. • Mujeres que ingieren más de 12 unidades/
Se observaba disminución de pulsos distales semana.
en EE.II (pedios y poplíteos) y delgadez (talla: • Cualquier persona que tome cinco o más
168, peso: 56, IMC: 19,85) con cierto desali- unidades por ocasión, al menos una vez por
ño. TA: 139/68. AC: normal. AP con roncus semana.
dispersos y disminución global del murmullo Algunos estudios han estimado la prevalencia
vesicular. de dependencia alcohólica en la vejez del 2-4%,
El MMS test de Folstein era de 28 (normal). con tasas más elevadas cuando se utilizan crite-
Test de Barthel de 100 (independiente). Test rios más amplios como el de consumo excesivo
completo de Yesavage: 18. de alcohol (17% en hombres y 7% en mujeres).
Analítica: gGT: 190 U/L. TPG: 76 U/L. Ferri- Los signos de dependencia física abarcan: las en-
tina: 221 ng/ml. Hierro: 39 µg/dl. Transferrina: fermedades relacionadas con el alcohol, una nece-
175 mg/dl. Hba: 10,8 g. VCM: 105,4. HCM: sidad de cantidad de alcohol cada vez mayor para
33,6. Fólico: 5,8 ng/ml. Vitamina B12: 120 pg/ alcanzar el efecto deseado (tolerancia), lapsus de
ml. Leucocitos: 3.900 (linfocitos: 1.140). Normal memoria tras haber bebido compulsivamente y
estudio de coagulación. Proteínas totales: 5,8. síntomas de abstinencia cuando se suspende el
Albúmina: 2,9 g/dl. Serología de lúes: negativa. consumo.
Hormonas tiroideas: normales. El problema lo tenemos cuando estamos
SatO2: 95%. ante personas (sobre todo mujeres) que niegan
Espirometría: patrón ventilatorio obstructivo. el consumo y este lo hacen en solitario, en su
ECG: BRDHH. casa, durante largos periodos de tiempo hasta
Rx de tórax: aumento de la trama broncovas- que afloran los problemas derivados del mis-
cular, engrosamiento hiliar. mo. En el anciano la aparición secundaria de
TAC cerebral: signos de atrofia cortical. alteraciones físicas y psíquicas se da con mayor
Ecografía abdominal: cambios sugestivos de rapidez y gravedad que en los adultos bebedo-
esteatosis hepática. res problema. A ello se le suma el patrón de
consumo farmacológico (polifarmacia) y la plu-
DISCUSIÓN ripatología.
Otro asunto a considerar es que el alcoho-
Problemas psiquiátricos presentes lismo suele ser ignorado en el anciano por las
• Abuso/dependencia alcohólica (consumo de peculiaridades con que aparece, de manera que
riesgo alto). los síntomas y la abstinencia que caracterizan
• Deterioro mnésico. a esta enfermedad se atribuyen erróneamente
• Insomnio. al proceso de envejecimiento y no al fenómeno
• Síndrome depresivo crónico. adictivo. Además, la presentación de los tras-
• Abuso/dependencia tabáquica. tornos por consumo de alcohol en el anciano
Para evaluar el riesgo del consumo enólico suele ser atípica (caídas, confusión, depresión)
(que en este caso no era social) deben sumarse o enmascarada por la comorbilidad asociada,
la totalidad de medidas ingeridas, independien- lo que dificulta aún más el diagnóstico. Es im-
temente de la graduación alcohólica que tengan: portante registrar el patrón de consumo sema-
una medida de bebida blanca (50 ml) equivale nal en la historia clínica del paciente y además
Desnutrición en paciente alcohólico con EPOC y depresión crónica recurrente 249

tener en cuenta la ingesta de alcohol en sus dos los niveles en sangre del etanol durante
años previos. Los problemas médicos son más más tiempo).
frecuentes en el grupo de los mayores que en b) Sistema microsomal oxidativo (SMSO), su
los de otras edades. activación por el etanol puede conllevar
El alcoholismo en los mayores de edad alteraciones en el metabolismo de ciertos
puede adoptar varias formas: fármacos y contribuir a interacciones peli-
• Bebedor común con historial antiguo de grosas. Así los niveles del citocromo CYP2E1
consumo habitual aceptado socialmente, que aumentan tras el consumo de alcohol y su
pasa inadvertido y sufre de complicaciones actividad contribuye al desarrollo de hepato-
físicas secundarias al consumo. patía crónica.
• Bebedor social, que al llegar a la tercera edad, El etanol incrementa el índice metabólico
aumenta el consumo de forma incontrolada y aumenta el consumo de oxígeno tanto en
y ve aparecer las complicaciones sociales, sujetos sanos como en alcohólicos. Además,
familiares y físicas de forma aguda. incrementa el gasto energético en reposo y la
• Bebedor habitual desde el estado adulto, con termogénesis inducida por los alimentos. El eti-
mala situación económica, solitario, rechaza- lismo produce una alteración en el patrón de
do por la sociedad y la familia, que llega a la consumo alimentario –todavía no bien explica-
mendicidad-vagabundeo y a padecer compli- do–. Se asume una disminución en el apetito
caciones físicas con degradación incluso de la favorecida por el propio etanol. La alteración del
calidad de las ingestas alcohólicas (cada vez nivel de conciencia durante la ebriedad, el pe-
más tóxicas). riodo de rebote y la gastroduodenitis secundaria
• Bebedor controlado que, tras varios años de contribuyen de modo parcial a la disminución
abstinencia, recae en la bebida con todo tipo de la ingesta. El consumo alcohólico se asocia,
de complicaciones. también, con cambios en la motilidad del tubo
• Adulto abstemio de siempre que, al llegar a la digestivo y a modificaciones en la absorción de
vejez, ante situaciones difíciles de afrontar re- nutrientes. Los efectos del etanol pueden ser
curre al alcoholismo y se inicia en el mismo. tanto directos como indirectos, agudos o cróni-
• Bebedor común, con dependencia física que, cos. La malabsorción intestinal debida al déficit
tras un largo recorrido de ingestas habituales de ácido fólico es secundaria a un descenso en
y constantes, y habiendo estado bien cuida- el consumo del mismo. Otro déficit nutricional
do y alimentado por su entorno (hecho que presente en los alcohólicos es el de tiamina y,
ha propiciado su supervivencia), comienza a por eso, debe tenerse en cuenta su reposición
sufrir deterioro psicofísico importante. en el plan de intervención nutricional. Otros
Las interacciones entre nutrición y alcoho- déficits de micronutrientes como el de las res-
lismo son complejas y se producen a muchos tantes vitaminas de grupo B, vitamina C, D y E,
niveles. Las bebidas alcohólicas contienen agua, de calcio, magnesio, hierro, selenio, cinc, etc.,
etanol y cantidades variables de carbohidratos no necesariamente están siempre presentes en
(la cerveza, como excepción, aporta 3-4 g/L de todos los pacientes y habrá que individualizar
proteínas). El alcohol se metaboliza casi exclu- según el contexto clínico.
sivamente en el hígado mediante dos vías enzi-
máticas: Problemas orgánicos presentes
a) Alcohol deshidrogenasa (ADH), que lo trans- (pluripatología)
forma en acetaldehído y átomos de hidróge- • Hepatopatía alcohólica/esteatosis hepática.
no, y su mayor o menor rapidez metabólica • Anemia macrocítica-hipercrómica por defi-
es dependiente en parte de los factores nu- ciencia en B12.
tricionales (una dieta hipoproteica reduce los • Arteriopatía periférica.
niveles hepáticos de ADH y mantiene eleva- • EPOC moderada.
250 J.C. Caballero García, M. Hidalgo Pellicer

• Deterioro cognitivo secundario a alcoholismo colágeno y la subsecuente transformación fibrosa


y deficiencia vitamínica. del hígado.
• Desnutrición proteico-calórica. El perfil del paciente con EPOC incluye
Una vez realizada la valoración geriátrica in- entre sus características la edad, habitualmente
tegral (médica, funcional, psíquica y social), se mayor de 55 años. Según el estudio IBERPOC
trazaron los siguientes objetivos: la prevalencia en nuestro país en población
• Información al paciente de su situación y comprendida entre 40 a 69 años es del 9,1%
problemas. y en varones de 60 a 69 años entre el 31-40%.
• Control-ajuste de medicación. Dentro de la atención primaria, se considera
• Control y seguimiento de su pluripatología. que las infecciones bronquiales (bronquitis agu-
• Intervención sobre hábitos tóxicos/depen- da y EPOC reagudizada por causa infecciosa)
dencia/abuso de alcohol y tabaco. suponen el 18,7% de todas las consultas por
• Intervención sobre el estado de ánimo. infecciones respiratorias de vías altas y bajas.
• Orientación psicosocial. En un hospital general los pacientes con EPOC
• Evaluación del estado nutricional y mejora reagudizada suponen el 2% de las urgencias mé-
del mismo. dicas, con una tasa promedio anual de cuatro
La hepatopatía alcohólica generalmente urgencias por mil habitantes, de los que ingresan
ocurre después de años de consumo excesivo el 40% de los casos. Los criterios de hospitaliza-
de alcohol y, a mayor cantidad y duración en el ción para la EPOC son:
consumo, mayor será la probabilidad de pade- • Presencia de comorbilidad (incluyendo neu-
cerla. Los alcohólicos resultan, en un momento monía, arritmia cardiaca, fallo cardiaco con-
dado, desnutridos debido a las calorías vacías del gestivo, diabetes mellitus e insuficiencia renal
alcohol, a la inapetencia y a la absorción deficien- o hepática).
te de nutrientes a nivel gastrointestinal. A su vez, • Respuesta inadecuada al tratamiento ambu-
la desnutrición contribuye a que se presente la latorio.
enfermedad hepática. • Aumento importante de la disnea.
Otros factores que contribuyen al desarrollo • Incapacidad para comer o dormir debido a la
de la hepatopatía alcohólica son: disnea.
• Factores genéticos. • Empeoramiento de la hipoxemia o de la hi-
• Susceptibilidad personal. percapnia.
• Toxicidad del etanol para el hígado. • Estado mental alterado (confusión o letar-
Las mujeres pueden ser más susceptibles que gia).
los hombres. No es necesario embriagarse para • Incapacidad del paciente para cuidarse.
que se desarrolle la enfermedad. La metaboli- • Apoyo domiciliario inadecuado.
zación del etanol por la vía de la alcoholdeshi- Los pacientes con EPOC generalmente desa-
drogenasa (ADH) genera, como se ha dicho más rrollan pérdida de peso con evolución progresiva
arriba, acetaldehído y átomos de hidrógeno, y hacia la caquexia. Así, entre un 20-30% de los
estos reaccionan con la nicotinamida adenina individuos con enfermedad avanzada tienen un
dinucleótico (NAD) convirtiéndolo en NADH. IMC <20 kg/m2. La desnutrición y la sarcope-
Cuando la degradación del etanol genera mucha nia que acompañan en muchas ocasiones a este
NADH, el desequilibrio NAD/NADH puede cau- trastorno se han relacionado con riesgo aumen-
sar errores metabólicos además de promover la tado de muerte, independientemente del estado
síntesis de ácidos grasos y reducir su degradación respiratorio.
hepática, por lo que contribuye a la formación de En nuestro caso, además, había un proble-
esteatosis hepática (hígado graso) junto a otros ma sobreañadido, existía incumplimiento
factores cooperativos. En fases avanzadas de le- terapéutico. Se entiende por cumplimiento
sión hepatocelular, la NADH induce la síntesis de terapéutico el grado hasta el cual la conducta
Desnutrición en paciente alcohólico con EPOC y depresión crónica recurrente 251

del paciente, en términos de tomar los medica- la vacuna antigripal. Los broncodilatadores de
mentos, seguir las dietas o ejecutar los cambios acción prolongada constituyen la piedra angular
en el estilo de vida, coincide con la prescripción del tratamiento del paciente con EPOC estable
clínica. Entre el 25 y el 50% de todos los pa- y se han demostrado eficaces en el descenso de
cientes ambulatorios no siguen la pauta de tra- las reagudizaciones, las hospitalizaciones y, en el
tamiento como se les indica. Algunos estudios caso de los anticolinérgicos de acción prolongada
indican que en los pacientes mayores de 65 años, (tiotropio), del tiempo hasta la primera hospita-
se duplica la proporción de los que siguen mal el lización.
tratamiento (del 32 al 69%) cuando se prescriben El abandono del hábito tabáquico y su pre-
más de tres fármacos mientras que, en los adultos vención han demostrado fehacientemente una
jóvenes, la diferencia es menor (del 28 al 33%). mejora de los parámetros de función respira-
Esta situación también parece estar relacionada toria y en las variables clínicas y de calidad
con el mayor número de fármacos que precisan de vida de los pacientes con EPOC, indepen-
los ancianos. Son muchos los factores que se han dientemente de su edad, por ello debe ser ob-
relacionado con el mal cumplimiento terapéutico: jetivo primordial en este tipo de pacientes. En
alteraciones sensoriales, incapacidad funcional, cualquier caso, la situación basal del paciente,
deterioro cognitivo, trastornos afectivos, dificul- la comorbilidad y la polifarmacia son elemen-
tades para manejar los envases y entender las ins- tos que nos ayudarán a aplicar el tratamiento
trucciones, etc. Sin embargo, el factor que mejor más adecuado. Los dos primeros son factores
predice el que un anciano no siga bien una pauta pronósticos signifi cativos para el número de
terapéutica es el número total de medicamentos ingresos y en la mortalidad. En cuanto a la
utilizados y de sus dosis. Además, casi la cuarta espirometría, se puede realizar con garantías en
parte de los incumplimientos se debe a incom- el 80% de los casos y el tiempo que se requiere
prensión de las instrucciones recibidas. Parece no suele superar los 30 minutos, siendo predic-
conveniente utilizar, en la medida de lo posible, tores de mala técnica y fracaso en la misma: el
medicamentos con posología una vez al día. Es deterioro cognitivo, el deterioro funcional y un
eficaz hacer un seguimiento y control periódicos bajo nivel educacional.
de los ancianos con EPOC tanto en la consulta de
enfermería como en la de medicina general. La Reunía criterios de abuso de alcohol crónico y
prevención de las reagudizaciones es el objetivo precoz por:
preventivo más importante de los planteados en • Consumo elevado reconocido.
el tratamiento global de la EPOC y, dentro de los • Conducta de búsqueda de bebida.
mismos, la vacuna antigripal se ha revelado como • Clínica depresiva.
la intervención más eficaz y mejor estudiada en • Caídas/fracturas.
los pacientes de edad avanzada en general, y en • Incontinencia nocturna.
aquellos con enfermedades pulmonares cróni- • Aislamiento/declive psicosocial.
cas en particular. Existen pocos estudios que se • Alteraciones mnésicas.
hayan centrado en pacientes de edad avanzada • Problemas de sueño.
con EPOC, y por ello las evidencias de que se • Incumplimiento terapéutico.
dispone son menores. Puede establecerse que • Evitación de la abstinencia.
la vacuna antigripal en esta población reduce • Delirium tras abstinencia.
un 50% los ingresos hospitalarios por infección Vivimos en una sociedad permisiva para
respiratoria aguda y la mortalidad relacionada el consumo alcohólico, en la que el concepto
con la gripe. de “fiesta” se asocia al de “beber” y en la que
La vacuna neumocócica parece influir en el solo se rechazan, manifiestamente, abusos de
descenso de las reagudizaciones en los pacientes otras sustancias adictivas como la cocaína, ha-
con EPOC, pero hay menos evidencias que con chís, anfetaminas, etc. Con respecto al tabaco,
252 J.C. Caballero García, M. Hidalgo Pellicer

últimamente, el gobierno español, ha tomado causa de que siguiera con el abuso de OH que,
medidas contra su consumo en lugares pú- a su vez, empeoraba el trastorno afectivo. Acce-
blicos mediante la promulgación de una ley dió, aunque con reservas, y se le pautó sertralina
específica. 50 mg/día. Tras dos semanas y observar buena
Existen factores conocidos para que ciertas tolerancia se aumentó a 100 mg.
personas se vuelvan propensas a abusar del alco- Se le pautó, también, clormetiazol 384 mg/
hol o hacerse dependientes del mismo: noche durante 6 semanas.
• Alcoholismo en alguno de los progenitores. La enfermera le adiestró en la forma de hacer
• Padecer trastorno bipolar, esquizofrenia, tras- el tratamiento con fluticasona/salmeterol en ac-
torno de ansiedad o depresión. cuhaler y el tiotropio con handihaler. Prometió
• Tener baja autoestima o problemas en la adap- reducir el tabaco a un paquete/día.
tación social. Se le permitió cierto consumo de vino en las
• Vivir en una cultura con alta aceptación social comidas (300 cc/día –es decir dos vasos–) y no
del consumo de alcohol. más de 3 “cañas” de cerveza/día, es decir 5 uni-
• Tener acceso fácil al alcohol. dades de alcohol al día, alternándolo con cerveza
• Presión propia de amistades o compañeros. sin alcohol (y bebiendo despacio) u otras bebidas
• Genética (aún se desconoce cuáles y cómo no alcohólicas. Además, acordamos que dos días
funcionan). por semana no bebiese nada de alcohol.
Se pensó en la existencia de depresión mayor Se le pautó también ác. acetilsalicílico 300
crónica recurrente (cumplía criterios DSM-IV) con mg/día con pentoxifilina 1.200 mg/día (en dos
episodio actual grave (antecedentes de depresión dosis) y protección con omeprazol 20 mg/día.
iniciada tras la jubilación). La clínica depresiva A la 5ª semana había mejorado el apetito y
estaba potenciada por el alcoholismo. peso así como el sueño (los dos parámetros que
más rápidamente responden al tratamiento). Se
Factores de riesgo para depresión: dejó la dosis de 100 mg de sertralina, para evitar
• Generales: soledad, orfandad. recaídas, durante 12 meses.
• Específicos: depresión recurrente. No se dieron más intoxicaciones agudas. El
• De cronicidad: etilismo y EPOC. Propia humor fue más estable y la tristeza ya no era
personalidad límite. Gravedad del episodio. interna sino como respuesta a ideación.
Alteración en la neuroimagen. Se asoció lorazepam 1 mg cada 12 h, para
• De recurrencia: episodios depresivos previos, combatir la ansiedad relacionada con la dismi-
gravedad del episodio actual. nución del consumo de OH y tabaco. En este
periodo de tiempo, aceptó someterse a una pauta
TRATAMIENTO GENERAL deshabituante del tabaco. Se creó un dispositivo
de seguimiento (una vez semanal) para obtener
Se abordó al paciente en varias sesiones con información, para motivación y refuerzo.
la ayuda del psiquiatra del centro de salud men- Se efectuó tratamiento de primera línea para
tal (CSM). Se le informó de sus problemas y de la dependencia a nicotina con parches transdér-
la necesidad de reducir hábitos OH y tabáquico micos de nicotina durante 12 semanas: primero
para mejorarlos. Aunque la primera recomenda- con parches de 24,9 mg a razón de uno al día
ción debiera ser la de mantenerse en abstinen- (dos semanas), luego con parches de 16,6 mg
cia, al no estar el paciente de acuerdo con ese (dos semanas) y finalmente con parches de 8,3
objetivo, nos corresponde darle consejos acerca mg. Se le permitió asociar chicles de nicotina
de reducir el daño que le produce el alcohol y de 2 mg/día para masticar cuando le surgiera
el tabaco. un fuerte deseo de fumar (no usando más de
Se le comentó la necesidad de tratar su en- 6/día). Presentó náuseas y mareos como efecto
fermedad depresiva y se le señaló que esa era la secundario.
Desnutrición en paciente alcohólico con EPOC y depresión crónica recurrente 253

Esta terapia resultó favorable durante 4 me- tratamiento reglado. Importa informar a la familia
ses, tras los cuales volvió al consumo de cigarrillos sobre las posibilidades de recaída y que esta no
y no aceptó otro intento, incluso con bupropión implica necesariamente un fracaso terapéutico,
(como segunda línea). sino un buen momento para reforzar la motiva-
Se le informó del tratamiento con el aversivo ción para el cambio y analizar conjuntamente
disulfiram para dejar el hábito alcohólico pero, al las causas que conducen a no poder sostener el
explicársele los efectos del síndrome secundario objetivo terapéutico, para poderlas prevenir en
a la mezcla con alcohol, caso de hacer ingestas el futuro.
prohibidas, se negó rotundamente. Continuó A partir de la 3ª semana controlaba el esfínter
bebiendo aunque 5 unidades/día. Hay que se- vesical y habían desaparecido los episodios noc-
ñalar que el uso de fármacos para promover la turnos de incontinencia. También había mejorado
abstinencia no ha sido evaluado en este grupo en su concentración y memoria.
de edad. El disulfiram debe utilizarse cuidado- La mejoría del trastorno depresivo fue evi-
samente y solo a corto plazo por el riesgo de dente y el paciente continúa actualmente con
precipitar estado confusional. La naltrexona ha pauta de sertralina 50 mg/día (como dosis de
mostrado ser eficiente para prevenir recaídas mantenimiento), para evitar la recurrencia debido
en sujetos de edad comprendida entre los 50 a la elevada probabilidad de la misma.
y 74 años. La abstinencia total del alcohol y evitar las
Siempre hay que abordar acerca del consumo situaciones de alto riesgo son las metas ideales
y de los problemas que este genera con el pacien- a proponer junto a una red socio-familiar fuer-
te, pues ello permite promover, en el marco de te. Algunos bebedores problema pueden tener
un encuentro franco y abierto, la discrepancia éxito simplemente reduciendo la cantidad que
entre la minimización que con frecuencia hacen beben. Si esta moderación de consumo tiene
los pacientes del mismo. lugar, el problema se resuelve; de lo contrario,
Aunque los sujetos con consumo de ries- la persona debe tratar de lograr la abstinen-
go, abuso o dependencia de sustancias pueden cia. No obstante, los pacientes deben esperar
mostrarse hostiles y reticentes al inicio de la y aceptar recaídas y nuestra aspiración será
entrevista o citas, se vuelven más colaboradores procurar que los periodos sin “trago” sean lo
a medida que se dan cuenta que no van a ser más largos posible. Desde la asistencia primaria
rechazados ni juzgados y que se les va a escu- a estos pacientes hay que tenderles nuestro
char sin prejuicios, con respeto y empatía. En apoyo y compresión para hacer frente a cual-
este caso no había familiares cercanos con los quier desliz. Les advertiremos de que estamos
que “trabajar” actitudes de control. En cualquier para ayudarles. El alcoholismo debe conside-
caso, en atención primaria de salud, debe reco- rarse un verdadero factor de envejecimiento
mendarse a la familia que no hable del asunto psico-físico.
cuando la persona esté intoxicada sino en los El colectivo de bebedores de riesgo asocia
momentos de sobriedad, evitando reprochar y mayor mortalidad al compararlos con un grupo
culpabilizar. Siempre conviene dar esperanzas al sin riesgo y puede llegar a alcanzar el 10%.
paciente y a su familia, acompañadas de plantea- Nuestra sociedad está permitiendo un avance
mientos realistas, hablar sobre las dificultades en en el alargamiento de la vida sin incapacidad pero
el tratamiento y de las posibilidades de recaída el aumento de la longevidad no es paralelo a un
(cuando el paciente finalmente decide el aban- cambio en la mentalidad social y los condicio-
dono definitivo). namientos con que se ve, se trata y se analiza al
La experiencia científica orienta a que aproxi- grupo de los mayores de edad, siguen siendo los
madamente un 50% de los casos con trastornos mismos que antes. La constelación de pérdidas y
por abuso o dependencia de sustancias logran frustraciones con que muchos ancianos viven su
una mejoría franca o bien la abstinencia con un vejez les convierte en personas de riesgo para el
254 J.C. Caballero García, M. Hidalgo Pellicer

consumo de sustancias en las que buscan alivio tres meses o un 10% o más en 6 meses
y olvido. hay motivos suficientes para sospechar la
desnutrición.
Abordaje nutricional (plan de intervención La pérdida porcentual de peso se define con
nutricional) la fórmula:
1. Determinar el riesgo nutricional. Peso habitual – Peso actual × 100
2. Valorar el estado nutricional. Peso habitual
3. Identificar déficits nutricionales. • IMC: 19,14 kg/m2 (<20).
4. Establecer el plan de intervención nutricional. • Diámetros/pliegues: se midieron los diá-
5. Seguimiento/control del tratamiento. metros braquial (27 cm) y de pantorrilla (34
cm).
DETERMINACIÓN DEL RIESGO • Parámetros de laboratorio: albúmina: 2,9
g/dl. Ferritina: 221 ng/ml. Transferrina: 175
• Según la historia clínica: tenía riesgo de mg/dl y linfopenia: 1.140.
desnutrición pues desde que había salido del • Test MNA: se aplicó el MNA (Mini Nutri-
hospital (dos meses antes), había exacerbado tional Assessment), siendo para el cribaje
una ingesta crónica oral basal inadecuada en una puntuación de 5 y para la evaluación
calorías y en macro/micronutrientes, estaba un puntaje de 6, en total 13 (punto de corte
inapetente y había adelgazado. <17 puntos) que confirmó la situación del
• Según la exploración física: mostraba pali- mal estado nutricional del paciente.
dez de piel y mucosas, glositis, prótesis parcial Los individuos alcohólicos, sobre todo cuan-
y delgadez. do la ingesta de etanol es importante, suelen
• La valoración funcional (autonomía): arro- tener una inadecuada ingesta proteica, signos de
jaba un Indice de Barthel de 100 (indepen- desnutrición proteica y medidas antropométricas
diente). que indican una alteración nutricional como en
• La valoración cognitiva: en el MMS-Folstein este caso. El etilismo activo provoca pérdida
puntuaba 28 (sobre máximo de 30), existía ponderal y la abstinencia causa incremento del
clínica de trastorno persistente del humor peso en pacientes con o sin enfermedad alco-
y le se aplicó el test completo de Yesavage hólica. Cuando el alcohol constituye más del
puntuando 18 (>14 punto de corte para de- 30% de las calorías totales (como en este pa-
presión). ciente), se aprecian disminuciones en la ingesta
• Hábitos dietéticos: habían cambiado en los con respecto a las recomendaciones diarias. Un
últimos años, apenas consumía lácteos, tenía gran bebedor puede llegar a obtener hasta más
un consumo patológico de alcohol diario, solo del 50% de sus calorías diarias del etanol. Este
realizaba bien una comida/día (con dos pla- paciente presentaba una desnutrición moderada
tos y postre), se saltaba cenas, desayunaba (Tabla 1).
cerveza y galletas…
IDENTIFICAR DÉFICITS
DETERMINACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONALES
NUTRICIONAL
• Cálculo de los requerimientos calóri-
• El porcentaje de pérdida ponderal: peso cos: teniendo en cuenta las necesidades
actual: 54 kg (su peso habitual hasta hacía basales a esta edad (35 kcal/kg), estimamos
3 meses, 61 kg) y talla: 168. Porcentaje que eran aproximadamente de 1.800-1.900
de pérdida calculado: 11,4%. Cuando la cal/día.
persona pierde un 2% de su peso en una • Cálculo de los requerimientos proteicos:
semana, o el 5% en un mes, el 7,5% en 0,8-1 g/kg/día (50 g/día).
Desnutrición en paciente alcohólico con EPOC y depresión crónica recurrente 255

TABLA 1. Clasificación de los estados de desnutrición

Parámetro M. leve M. moderada M. severa


% Pérdida de peso <10% 10-20% >20%
Pliegue tricipital 80-90% 60-79% <60%
Circunferencia del brazo 80-90% 60-79% <60%
Albúmina (>3,4 g/dl) 3-3,4 g/dl 2,9-2,1 g/dl <2,1 g/dl
Transferrina 175-300 mg/dl 150-175 100-150 <100
Prealbúmina 25,2-28 23-25,2 <23
PTR (proteína transportadora de retinol)
(3-6 mg/dl) 2,7-3 2,4-2,7 <2,4
Linfocitos totales 1.200-1.500 800-1.200 <800

• Consistencia, textura de la alimentación: sus antecedentes de anómalas y deficitarias in-


el paciente tenía conservada la capacidad de gestas y al residir solo, se pensó en aportarle
deglución, usaba prótesis parcial bien adap- –inicialmente– parte de esa cantidad calórica
tada. No tenía problemas para ingerir sólidos diaria en forma de suplemento nutricional (SN).
ni líquidos. Por ello, se le prescribió una fórmula comer-
cial completa, polimérica, normoproteica (16%
PLAN DE INTERVENCIÓN proteínas), hipercalórica (densidad calórica 1,5
NUTRICIONAL kcal/ml), de textura líquida (batido) y con sabor
naranja –sabor que eligió el paciente entre los
Los alcohólicos crónicos ingieren habi- existentes– en dos botellines de 200 ml, 600
tualmente aportes insuficientes de hidratos de kcal de aporte/día. Se pensó en que el mejor
carbono, proteínas, grasas, vitaminas A, C y horario para no disminuir las otras ingestas sería
B (especialmente tiamina) y minerales como al levantarse y como resopón al acostarse en la
calcio e hierro. A su vez, las defi ciencias de cama por la noche.
estos nutrientes exacerban los efectos nocivos Además, se le administró complejo B (250
del etanol. En los pacientes con EPOC inclui- mg B1, 250 mg B6, 500 µg B12) en dosis 1-1-1.
dos en programas de rehabilitación tanto la La cobalamina no puede sintetizarse en nuestro
suplementación nutricional como los esteroides organismo y debe aportarse a través de la die-
anabolizantes se han mostrado útiles para au- ta (carnes y lácteos), siendo los requerimientos
mentar la masa magra y para mejorar la fuerza mínimos de 2,5 picogramos. Debido a la lenta
muscular y la supervivencia. Sin embargo, son tasa de utilización y a los considerables depósitos
escasos los estudios realizados de forma espe- hepáticos de vitamina B12, su deficiencia tarda en
cífica en ancianos. aparecer entre varios meses y años. Este paciente
Se estableció de inicio una basal medite- llevaba mucho tiempo sin apenas aportar una
rránea, equilibrada, de 1.900 cal (pactando mínima tasa debido a su irregular y anómalo es-
en que la comida principal debía hacerse en tilo alimentario y presentaba como resultado una
el comedor del hogar de pensionistas cercano anemia megaloblástica con valor de B12: 120 pg/
o bien en un bar conocido). Se le instruyó en ml, Hba: 10,8 g. VCM: 105,4. HCM: 33,6. Los
el tipo de alimentos que podía comprar para síntomas más típicos de la anemia por deficiencia
hacer sus desayunos y cenas en casa. Dados de vitamina B12 abarcan:
256 J.C. Caballero García, M. Hidalgo Pellicer

• Diarrea o estreñimiento. SEGUIMIENTO/CONTROL DEL CASO


• Fatiga, falta de energía o mareo.
• Hiporexia. Se mantuvo esta suplementación nutricional
• Palidez de piel. (SN) durante tres meses, al cabo de los cuales
• Problemas de concentración. se le realizó otra determinación analítica y se
• Dificultad respiratoria, sobre todo durante el comprobó que habían mejorado los parámetros
ejercicio. bioquímicos (albúmina: 3,6 g/dl, transferrina:
• Inflamación y enrojecimiento de la lengua 210 mg/dl, ferritina: 220 ng/ml, hierro: 57 µg/
(glositis). dl, Hba: 12,5 g/dl) e inmunológicos (linfocitos:
Puede haber afectación neurológica in- 1.670 con 4.500 leucocitos).
cluso en ausencia de anemia, y este hecho se El paciente nos relató que no soportaba la
comprueba sobre todo en pacientes mayores soledad y se había ido de “patrona” a un domi-
de 60 años. Nuestro caso tenía clínica neu- cilio del barrio, hecho que supuso un plus im-
rológica leve en la exploración. Los síntomas portantísimo en su evolución, pues le aseguraba
neurológicos preceden algunas veces a las al- una mejor calidad y cantidad de ingestas con
teraciones hematológicas (e incluso ocurren en regularidad de horarios, así como mejoras en la
su ausencia, en especial si se ha administrado higiene y facilitación del cumplimiento terapéu-
ácido fólico). En las fases iniciales se detecta tico. Ingería unas 2.000 cal/día. Se le indicó que
una pérdida periférica de la sensibilidad posi- cambiase el tipo de grasas ingeridas a triglicéridos
cional y vibratoria en las extremidades, junto de cadena media (que reducen el depósito graso
con debilidad leve o moderada y pérdida de hepático). La instauración lo más precoz posible
reflejos. En fases posteriores aparecen espasti- de un tratamiento o plan nutricional mejora el
cidad, signo de Babinski, mayor pérdida de la pronóstico de la enfermedad hepatocelular en
sensibilidad propioceptiva y vibratoria en las estos pacientes, incluso en los que ya se ha ins-
extremidades inferiores y ataxia. La sensibi- talado una cirrosis.
lidad táctil, algésica y térmica se alteran con A los seis meses, se suspendió la terapia vi-
menos frecuencia. Las extremidades superiores tamínica ante cifras normales en la serie roja
se afectan más tarde y con menos regularidad (Hba: 13,7 g% con VCM y HCM normales).
que las inferiores. Algunos pacientes también Había ganado peso hasta llegar a los 63 kg (IMC:
muestran irritabilidad y depresión moderada. 22,34) kg/m2. La exploración neurológica se
Puede desarrollarse ceguera para los colores había normalizado y el paciente dormía bien,
azul y amarillo. En los casos avanzados puede contenía esfínteres y su capacidad mnésica había
surgir paranoia (demencia megaloblástica), de- mejorado.
lirio, confusión y ataxia espástica.
En los alcohólicos también es frecuente BIBLIOGRAFÍA
encontrar deficiencias en ácido fólico, que es
hidrosoluble y, debido a que no se almacena en – Caballero García JC, Hernández Fernández AC. Al-
el cuerpo en grandes cantidades, se necesita un coholismo en el mayor de edad. Geriátrika. 1997;
13 (9): 422-6.
suministro continuo de esta vitamina a través
de la alimentación para mantener los niveles – Celli BR, MacNee W. Standards for the diagnosis
normales. La deficiencia de folato es indistin- and treatment of patients with COPD: A summary
guible de la de vitamina B12 por los hallazgos of the ATS/ERS position paper. Eur Respir J. 2004;
en sangre periférica y en médula ósea, pero no 23: 932-46.
se observan las lesiones neurológicas propias – García Martínez A, Fontaine O, Hernández E, Cas-
del déficit de B12. El valor de ácido fólico era tañeda I. Intervención psicológica en el anciano
de 5,8 ng/ml (normal de 6-20) ligeramente alcohólico, familia y sociedad. Psicología y salud.
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CASO 3
Mujer de 75 años, con epilepsia,
demencia mixta y desnutrición
J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

EXPOSICIÓN del hijo. La enferma figura como desplazada desde


otra comarca sanitaria. La cuidadora nos refiere
Mujer de 75 años de edad, vivía sola en su que hace dos años sufrió una fractura de pelvis
hogar, tiene dos hijos varones que la visitaban (rama isquiopubiana derecha) y precisó de cui-
varias veces por semana. Padece diabetes mellitus dados domiciliarios durante dos meses. La nuera
tipo 2 y seguía tratamiento con un preparado de fue la que se encargó de su atención domiciliaria
sitagliptina 50 mg más metformina 850 mg (do- durante ese tiempo. Comenta que la paciente se
sis: 1-0-1), HTA tratada con enalaprilo 20 mg más encontraba irritable e inquieta y en ocasiones le
hidroclorotiazida 12,5 mg, dislipemia tratada con profería acusaciones acerca de robo. El primer día,
simvastatina 10 mg. Recurría al paracetamol (a cuando entró en la casa, observó que en el piso
demanda) por polialgias debidas a poliartrosis. había muchos periódicos y revistas antiguas, con
Su hijo refiere que hace un mes, cuando es- gran desorden y que en el frigorífico –casi vacío–
taba sentada en el sofá, presentó un momento de había algunos alimentos en mal estado.
agitación seguido de brusco estado de balbuceo La paciente no solía acudir a los controles de
de palabras, movimientos repetitivos hemifaciales enfermería ni médicos establecidos en su centro
izquierdos y bucales, también en su miembro de salud para su DM-2 e HTA.
superior izquierdo y posterior hiperextensión
troncular con aleteo de las extremidades y mor- EXPLORACIÓN FÍSICA Y EXÁMENES
dedura lingual, con estado de desorientación y COMPLEMENTARIOS
obnubilación así como parálisis en su MSD. Ingre-
só en el hospital del área siendo diagnosticada de Está sentada en una silla de ruedas. Se queja
crisis epiléptica con parálisis de Todd. Se constató, de que duerme mal. Se levanta precisando ayuda
también, la existencia de deterioro cognitivo y y ambula con dificultad auxiliada con andador
fue dada de alta con la recomendación de ser Zimmer. Está desorientada parcialmente en el
vista por el neurólogo de zona y seguir con la tiempo y espacio, repite algunas frases y le cuesta,
medicación previa al ingreso además del fármaco a veces, seguir el hilo de la entrevista. Reconoce
levetiracetam a dosis de 1.000 mg/día. a sus familiares. Tiene dificultades para recordar
Realizamos una visita domiciliaria a petición hechos antiguos y recientes. Presenta déficits en
de su hijo pues la veía “peor de la memoria” y el razonamiento abstracto y tiene problemas para
“muy desmejorada” y requería ayuda para algunas nominar. Lleva prótesis total. La lengua es lisa y
actividades de la vida diaria. Acudimos al domicilio atrófica con rágades en ambas comisuras. La piel

259
260 J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

está seca y algo pálida, al igual que sus mucosas. • Litiasis renal derecha.
Cabello ralo con amplio receso frontal. • HTA esencial.
Peso: 49,600. Talla: 161. TA: 150/80. Pulso • Retinopatía diabética.
rítmico a 76 lpm. AC y AP: normales. Abdomen: • Insuficiencia venosa de EEII.
normal. Exploración neurológica: normal. Piernas • Desnutrición proteico-calórica.
delgadas con piel fina y dolorosa y presencia de • Poliartrosis: coxartrosis, gonartrosis y espon-
varicosidades y cordones varicosos. Pies valgos. diloartrosis vertebral.
La movilidad de caderas (sobre todo la derecha) • Homartrosis derecha.
está reducida y es dolorosa. La movilidad del • Epilepsia.
hombro derecho también está muy limitada. En torno al 13-31% de pacientes ingresados
Rx de tórax: cayado aórtico prominente. como ictus resultan ser errores diagnósticos y
ECG: RS a 80 x´. BRDHH. en nuestro medio alcanzan a más del 70% de
TAC craneal: signos de atrofia mixta y leu- pacientes atendidos en un servicio de urgencias
coaraiosis. hospitalario con un supuesto accidente isquémi-
EEG: discreta lentificación cerebral difusa. co cerebral transitorio no valorado por un espe-
Ecocardiograma: ligera dilatación del VI con cialista. Los errores más comunes en pacientes
aumento del espesor del septo basal y función sis- remitidos por código ictus se deben a ataques
tólica conservada. Dilatación auricular izquierda epilépticos, episodios de hipoglucemia, crisis de
tubuliforme. migraña y síncopes. También se dan falsos diag-
TAC troncular y pelvis: importantes cambios nósticos de ictus por trastornos psicógenos.
degenerativos a nivel de la articulación glenohu- En los mayores de edad las crisis epilépti-
meral dcha, antiguas fracturas de varios arcos cas pueden simular un cuadro ictal por el fenó-
costales en ambas parrillas. Cálculo de 1,5 cm en meno o parálisis de Todd (imitador de ictus) y,
pelvis renal dcha. Marcados cambios degenerati- porque al no ser evidenciadas por terceros, no
vos en articulación coxofemoral dcha y callo de podemos tener una reseña precisa de lo aconte-
fractura en la rama isquiopubiana dcha. Cambios cido y entonces atribuir el episodio a un ictus.
de espondiloartrosis dorsolumbar. Además, la enfermedad cerebrovascular es la
Retinografía: retinopatía no proliferativa causa más común de epilepsia en los mayores
ligera. de 60 años, pues el riesgo de desarrollar epilepsia
Analítica: Hto: 34,28%. Hematíes: 3.240.000 tras un ictus es 17 veces mayor que en sujetos
mm3. Hba: 9,4 g%, VCM: 75,1, HCM: 26,5. Lin- de la misma edad sin esta patología. Las crisis
focitos totales: 1.370. Glucosa: 178 mg%. Hba1c: epilépticas postictales se clasifican en precoces
7,8. Creatinina: 1,33 mg/dl. FG: >60 cc/min. y tardías (en estas las crisis ocurren después de
Transferrina: 256 mg/dl. Hierro: 17 µg/dl. Ferri- las dos primeras semanas). El riesgo de padecer
tina: 12 ng/dl. CT: 168 mg%. Microalbuminuria: 3 epilepsia tras un ictus es acumulativo a lo largo
µg/g. Proteínas totales: 5,33 g/dl. Albúmina sérica: de los años. Los factores de riesgo para presentar
2,92 g/dl. Na: 137 nmol/L. K: 3,98 nmol/L. Vita- crisis epilépticas precoces son:
mina B12: 177 pg/ml. Ácido fólico: 2,90 ng/ml. • Subtipo de ictus (hemorragias cerebrales
Serología de lúes y VIH: negativas. Hormonas parenquimatosas lobares, trombosis venosa
tiroideas: normales. cerebral y hemorragia subaracnoidea).
• Localización del ictus (la afectación corti-
VALORACIÓN DIAGNÓSTICA: cal).
PROBLEMAS ORGÁNICOS PRESENTES La semiología de las crisis epilépticas posticta-
(PLURIPATOLOGÍA) les está en relación con la localización del ictus,
• Diabetes mellitus tipo 2. siendo las crisis más frecuentes las parciales sim-
• Anemia microcítica-hipocrómica por déficit ples con o sin generalización secundaria. Cuando
de hierro. las crisis se generan en el lóbulo central, es más
Mujer de 75 años, con epilepsia, demencia mixta y desnutrición 261

TABLA 1. Criterios diagnósticos de demencia del DSM-IV

Desarrollo de déficits cognitivos múltiples que se manifiestan por:


1. Alteración de la memoria (alteración de la capacidad de aprender nueva información o recordar informa-
ción previamente aprendida)
2. Una o más de las siguientes alteraciones cognitivas:
– Afasia
– Apraxia
– Agnosia
– Alteración de la función ejecutiva (capacidad para el pensamiento abstracto y para planificar, iniciar,
secuenciar, monitorizar y detener un comportamiento complejo)
Los defectos cognitivos de los criterios 1 y 2 han de ser lo suficientemente graves
como para provocar un deterioro significativo de la actividad social o laboral y
representan un déficit respecto al nivel previo de actividad
No se diagnostica demencia si estos síntomas se presentan exclusivamente durante un delirio (síndrome
confusional agudo)

frecuente encontrar parálisis de Todd y es infre- ocurren por vez primera en mayores de 65 años
cuente el estatus epiléptico. El valor pronóstico y alrededor de un 25% de todos los pacientes
del EEG ambulatorio en pacientes con ictus es con epilepsia son ancianos. Las características
discutido. clínicas son más sutiles y difíciles de diferenciar
En este caso se sospechó que había presenta- que en otras edades y el manejo terapéutico es
do una crisis epiléptica parcial con generali- más complejo.
zación secundaria y fenómeno posterior de Estudios realizados por diferentes autores
Todd (aparición de un déficit focal en el periodo coinciden en estimar que del 50 al 70% de las
postcrítico) y no había constancia de crisis previas crisis epilépticas en este grupo etario son parcia-
(aunque este hecho era difícil de probar porque les o focales, mayormente complejas. Las crisis
la paciente vivía sola y por su significativo dete- parciales son menos propensas a generalizarse
rioro mnésico). Tenía factores de riesgo vascular que en otras edades. Las crisis generalizadas que
(dislipemia, HTA, DM2) y además criterios para se observan son crisis parciales secundariamente
sospecha de demencia (Tabla 1), probablemente generalizadas, todas ellas cursan con pérdida de
un cuadro de demencia mixta (vascular/degene- conciencia, a excepción de las crisis mioclóni-
rativa tipo Alzheimer) según criterios DSM-IV y cas. Las epilepsias generalizadas idiopáticas de
NINCDS-AIREN (Tablas 2, 3 y 4). comienzo tardío son raras después de los 60 años.
La etiología epiléptica en los ancianos suele Casi dos tercios de epilepsias de inicio aquí son
ser mayoritariamente secundaria a enfermeda- sintomáticas y el otro tercio criptogénicas. Es
des de elevada prevalencia en este grupo etario, preciso tener en cuenta que, quizás, muchos
tales como enfermedades cerebro-vasculares y pacientes con crisis focales imples o complejas
demencia. La enfermedad cerebrovascular es la no acuden a la consulta hasta que sufren una
causa más común, representando la tercera parte generalización secundaria a una crisis.
de las epilepsias sintomáticas. La coexistencia de A favor de un inicio focal de las crisis apuntan
ambas patologías empeora el pronóstico médico la presencia de aura, la sintomatología ictal focal
y social, y multiplica la incapacidad que se asocia como movimientos unilaterales, síntomas sensi-
a cada una por separado. El 25-50% de las crisis tivos focales, alteraciones del lenguaje, también
262 J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

TABLA 2. Enfermedad de Alzheimer: criterios del DSM-IV-TR

A. Déficit cognitivo
1. Deterioro de la memoria (deterioro de la capacidad para aprender información nueva o para recordar
información aprendida previamente)
2. Al menos una de las siguientes alteraciones cognitivas:
– Afasia (trastorno del lenguaje)
– Apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras pese a estar intacta la
función motora)
– Agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos pese a estar intacta la función sensorial)
– Alteración en la función ejecutiva (p. ej., planificación, organización, secuenciación o abstracción)
B. Los déficits cognitivos de los criterios definidos en el apartado A causan un deterioro significativo laboral
y/o social y suponen una merma con respecto al nivel funcional previo del paciente
C. El comienzo es gradual y el curso continuado
D. Los déficits de los criterios A1 y A2 no son debidos a:
– Otra enfermedad del sistema nervioso central (SNC) que pueda causar déficit progresivo de la memoria,
como por ejemplo enfermedad vascular cerebral, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Hunting-
ton, hematoma subdural, hidrocefalia a presión normal o tumor cerebral
– Enfermedades sistémicas que se sabe que producen demencia, como por ejemplo hipotiroidismo, defi-
ciencia de vitamina B12 o de ácido fólico, déficit de niacina, hipercalcemia, neurosífilis o infección por el
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
– Estados inducidos por sustancias
E. Los déficits no aparecen de manera exclusiva en el curso de un delirium (aunque este puede superponer-
se a la demencia)
F. Los déficits no se explican mejor por la presencia de otro trastorno Axial I como depresión mayor o esqui-
zofrenia

TABLA 3. Demencia vascular: criterios DSM-IV

1. Deterioro de la memoria a corto y largo plazo


2. Una o más de las siguientes alteraciones cognitivas
– Afasia
– Apraxia
– Agnosia
– Deterioro de la función ejecutiva, por ejemplo de la planificación, la organización, la secuenciación o la
abstracción
3. El cuadro produce un deterioro significativo en los planos laboral y/o social y supone un declive con
respecto al estado previo del paciente
4. Presencia de signos y síntomas focales neurológicos como hiperreflexia, reflejos cutaneoplantares (RCP)
en extensión, ataxia, fuerza disminuida en alguna extremidad o pruebas indicativas de enfermedad cere-
brovascular
5. Los déficits no aparecen exclusivamente en el curso de un delirium, aunque este puede superponerse a la
demencia
Mujer de 75 años, con epilepsia, demencia mixta y desnutrición 263

TABLA 4. Demencia vascular: criterios NINDS-AIREN

Ítem Posible Posible Probable Definida No DV


A + + + + +
B + + + + +
C + – + + +
D NE + + +/NE –
E NE NE NE + NE

A. Características clínicas de demencia


B. Características clínicas de enfermedad cerebral vascular
C. Relación temporal entre los criterios A y B o inicio súbito y/o curso fluctuante de la demencia
D. Confirmación por neuroimagen de patología cerebrovascular mediante TAC o resonancia nuclear magné-
tica (RNM)
E. Confirmación histopatológica de daño cerebral isquémico/hemorrágico, y exclusión de otros cambios
patológicos asociados con la demencia
+: factor presente; –: factor ausente; NE: no especificado, o desconocido.

la focalidad post-ictal y los signos focales que se (parálisis de Todd) pueden durar horas, lo cual
pueden encontrar al examinar al paciente. tiene un mayor impacto negativo en la calidad
En los adultos mayores, la mayoría de las cri- de vida del anciano. La clave del diagnóstico de
sis se originan en el lóbulo frontal y parietal, por epilepsia radica en el detallado análisis de las ma-
lo que predominan las auras motoras, sensitivas y nifestaciones clínicas.
los vértigos, siendo más raras las auras psíquicas o El interrogatorio resulta crucial para lograr
sensoriales relacionadas con el lóbulo temporal. este objetivo y se orientará de tal modo que se
Las crisis parciales complejas cursan con obtenga el máximo de información posible so-
alteración de la conciencia y se acompañan de bre las experiencias previas al evento, durante
automatismos; con el tiempo estas crisis tienden el mismo y posterior a este. Se deben valorar los
a ser más cortas y menos elaboradas, con menos antecedentes patológicos personales, insistiendo
automatismos y periodos post-ictales más pro- en la presencia previa de crisis u otras enferme-
longados. Las auras, con el avance de la edad, dades crónicas como la diabetes, hipertensión
resultan menos comunes y cuando ocurren son arterial, enfermedades del tiroides, demencia,
menos específicas, por ejemplo, pueden ser refe- entre otras. Se indagará sobre la existencia de
ridas solo como sensación de mareo. Los automa- factores de riesgo como traumas craneales, acci-
tismos también se hacen menos frecuentes. Los dentes cerebro-vasculares (ACV), trastornos del
pacientes en su mayoría se presentan con delirio, sueño, medicamentos que consume, incluyen-
confusión, lapsos de pérdida de memoria. Pueden do los fármacos que disminuyen el umbral para
aparecer parestesias y cambios en la postura. convulsionar.
Las crisis motoras simples son menos co- Se anotarán, además, los antecedentes pa-
munes, aunque se presentan con frecuencia en tológicos familiares y los posibles factores preci-
los 15 días posteriores a un accidente cerebro- pitantes. Sobre la crisis, es importante conocer
vascular (ACV). La confusión post-ictal resulta su duración, presencia de síntomas motores y/o
más prolongada. Así, las deficiencias cognitivas sensitivos, estado de conciencia, si hubo relaja-
pueden durar días y los déficits motores focales ción de esfínter, mordedura de lengua, caída u
264 J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

otro daño físico. Se precisará el patrón de recu- los ancianos, sobre todo los cognitivos, máxime
rrencia de las crisis, su duración, frecuencia y si cuando el paciente es portador de una demencia)
se producen siempre de la misma manera o son con elevación gradual y lenta para favorecer su
variables en el tiempo. El examen físico, aunque tolerabilidad.
usualmente es de menos valor, puede arrojar la Los FAE clásicos se alejan del fármaco idó-
presencia de signos que permitan determinar la neo a emplear en un paciente de edad y su uso
causa de la crisis. Sin embargo, la narración del no debiera considerarse inicialmente debido a
evento por el propio anciano puede ser complica- los trastornos cognitivos, la sedación, la pérdida
da de obtener o de interpretar si coexisten otras ponderal, la acentuación de la osteopenia y osteo-
enfermedades, por ejemplo, demencia, como en porosis que pueden suscitar, junto a la inducción
este caso que presentamos. enzimática hepática. Otro asunto a estimar es la
La narración descrita por un testigo puede ser interacción de los FAE con otros fármacos o con
muy útil aunque es frecuente que nadie presencie patologías coexistentes. Así, cuando existe dete-
el cuadro, ya que los ancianos al ser socialmente rioro cognitivo, se da una especial sensibilidad a
menos activos, no tener vínculo laboral o vivir los efectos secundarios del FAE sobre el sistema
solos tienen más probabilidad de sufrir crisis es- nervioso central, al posible empeoramiento de
tando solos. Este hecho determina que alrededor los cuadros de delirio y a una mayor tendencia
del 50% de las crisis en los ancianos no puedan al incumplimiento terapéutico. Por todo ello, los
ser clasificadas. Cuando no haya una etiología expertos indican la monoterapia con FAE nuevos,
muy clara es preciso efectuar un estudio de fac- como levetiracetam, pregabalina, lamotrigina, to-
tores de riesgo vascular. piramato y zonisamida. Desde un punto de vista
La posibilidad de recurrencia de la primera práctico (nivel de certeza IV, grado de recomen-
crisis es del 40% a los 2 años y este porcentaje dación C) se puede decir que, para una eficacia a
aumenta hasta el 65% si se trata de crisis sinto- priori similar, entre los nuevos FAE con indicación
máticas no agudas que se asocian a anomalías para su uso en monoterapia en crisis parciales,
en el EEG. Los principales factores asociados a los que tendrían un perfil farmacocinético más
recurrencia son: favorable en ancianos serían el levetiracetam y
• Existencia de crisis focales. la gabapentina, seguidos de la oxcarbazepina y
• Anomalías en la neuroimagen. la lamotrigina. En los raros casos de epilepsias
• Edad elevada. primariamente generalizadas (aquellas en que la
• Alteraciones en el EEG. descarga afecta desde el inicio a toda la superfi-
En cuanto al tratamiento, si tenemos en cie cerebral), se podrían considerar lamotrigina,
cuenta que muchas crisis pasan inadvertidas y topiramato y valproato (nivel de certeza IV, grado
que no es inhabitual que cuando consultan ya se de recomendación C).
ha producido más de una crisis, hay argumentos Los pacientes con crisis agudas sintomáticas
de peso como para recomendar el inicio de tra- debidas a alteraciones metabólicas, fármacos pro-
tamiento con fármacos antiepilépticos (FAE) en convulsivantes o retirada brusca de medicación,
pacientes con una primera crisis no provocada no requieren tratamiento (nivel de certeza 1, gra-
(como en este caso se hizo). Además, como la do de recomendación A). Las crisis originadas por
mayoría de crisis son de inicio focal, se escogen un evento agudo como ACV o traumatismo cra-
FAE eficaces para este tipo de crisis. Lo habitual neal, suelen tratarse durante un periodo limitado
en el anciano es que haya buena respuesta tera- de tiempo (de semanas a meses) y si las crisis no
péutica con dosis medias menores que en otros recurren pasado ese tiempo, entonces se puede
grupos de edad y que se controle con un solo retirar la medicación en función de los factores
fármaco, el cual se administrará con un mayor de riesgo de recurrencia antes mencionados, así
intervalo para minimizar sus efectos secundarios como la comorbilidad presente (nivel de certeza
(pues los efectos adversos son más frecuentes en 1, grado de recomendación A).
Mujer de 75 años, con epilepsia, demencia mixta y desnutrición 265

VALORACIÓN GERIÁTRICA INTEGRAL que puede padecerlo un 5% de la población >65


años y parece ser más lento que en otros tipos de
Valoración funcional demencias y va a depender de variables como la
Índice de Barthel 50/100 (grado de depen- existencia de lesiones extensas en sustancia blan-
dencia moderado), es decir en situación funcional ca o de atrofia o pérdida de volumen temporal
de dependencia para las actividades de la vida (hipocampo). No obstante, la mortalidad en la
diaria excepto comida (requiere ayuda para las demencia vascular es mayor que en la demencia
transferencias y vigilancia para el aseo/higiene, de Alzheimer, en relación con su mayor grado de
ayuda para el baño, necesita ayuda para el retrete comorbilidad y discapacidad.
pero se limpia sola, ayuda para el vestido/desves- Una vez realizada la valoración geriátrica
tido, no sube ni baja sola los escalones). Presenta integral, se trazaron los siguientes objetivos o
incontinencia vesical de estrés. Deambulación li- plan de intervención:
mitada por coxartrosis, requiere ayuda y lo hace • Información a la familia.
con miedo y torpeza, auxiliada por un andador • Control-ajuste de la medicación.
tipo Zimmer. El índice de Lawton-Brody para las • Control y seguimiento de su pluripatología.
actividades instrumentales diarias era 2/10 (de- • Evaluación del estado nutricional y mejora
pendencia grave). del mismo.
Los problemas de memoria afectan al 50%
Situación social de los mayores de 65 años, mientras que las de-
Vivía sola en su hogar, en la actualidad reside mencias las padecen el 5-10% de esta población,
en casa de uno de sus hijos, piso con barreras y con una prevalencia mayor entre los que pasan de
sin ascensor. 80 años (20-40%). No hay un límite perfectamen-
te definido entre deterioro cognitivo fisiológico
Valoración cognitiva y patológico dado que las capacidades vienen
MEC de Lobo 20/35 (punto de corte para condicionadas por aspectos genéticos, cultura-
demencia <23). Test del reloj de Schultman: les, laborales y económicos. Cuando la alteración
4/9 (indicativo de deterioro). Evaluación del cognitiva no tiene repercusión significativa en las
estado emocional (test de Yesavage) 8 puntos actividades funcionales de la vida diaria, habla-
(>14 es el punto de corte para depresión). Es- mos de alteración cognitiva en relación con la
cala de isquemia de Hachinski: 4 (puntuaciones edad, que puede subdividirse en:
<4 sugieren trastorno degenerativo, entre 4 y a) AMAE (alteración de memoria asociada a la
7 son casos dudosos o demencias mixtas, y >7 edad), cuando un mayor de 50 años presenta
demencia vascular). Test del informador corto quejas de mala memoria pero arroja normali-
70/85 (punto de corte 57 puntos), en los casos dad en los tests cognitivos al uso. Se trata de
de demencia leve, la sensibilidad es del 86% con un déficit leve y su seguimiento semestral no
una especificidad del 91%. evidencia empeoramiento ni interferencia en
Según esta evaluación, la paciente presenta las actividades de la vida diaria (AVD).
una demencia mixta de grado leve. Los factores b) DCAE (deterioro cognitivo asociado a la
de riesgo vascular como la HTA, DM2, obesidad, edad), cuando existen déficits mnésicos y
sedentarismo, dislipemias, tabaquismo, alcoholis- una o más de las siguientes áreas cognitivas
mo y la propia genética del sujeto, entre otros, están afectadas ligeramente: atención/con-
actúan como detonantes etiopatogénicos de la centración, pensamiento, lenguaje y función
lesión vascular y del deterioro cognitivo vascular- visuo-espacial. Se trata de un déficit leve que
demencia vascular asociado en cualquiera de sus condiciona solo problemas para tareas comple-
manifestaciones (infarto estratégico, enfermedad jas y previamente bien desarrolladas. Su segui-
de pequeño vaso, multiinfarto y hemorragia ce- miento cada 6 meses nos indicará si regresa,
rebral). Deterioro cognitivo vascular se estima se estabiliza o progresa hacia demencia.
266 J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

El deterioro de la memoria, por sí mismo, TABLA 5. Pacientes con demencia a los que
no es suficiente para diagnosticar demencia. Se debe realizarse TAC cerebral
precisan, cuando menos, satisfacer tres criterios
básicos:
• Edad <65 años
• El examen del estado mental debe comprobar • Antecedentes de traumatismo craneal reciente
que están deteriorados otros aspectos de la • Antecedentes de neoplasia
función cognoscitiva. • Anticoagulados o con historia de trastorno de la
• Los déficits cognitivos deben ser clínicamente hemostasia
importantes porque interfieren con el funcio- • Clínica neurológica focal no explicada
namiento social o la capacidad para el auto- • Deterioro cognitivo de rápida evolución (1 o 2
cuidado. meses)
• Los déficits no deben atribuirse a depresión, • Incontinencia urinaria o trastornos precoces de
delirio u otros problemas neuro-psiquiátricos. la marcha
El diagnóstico del síndrome de demencia es
clínico. Dentro de las demencias, la forma más
frecuente de presentación es la enfermedad de d) Cumplir los criterios para demencia del DSM-
Alzheimer (50-75%) seguida de la demencia vas- IV (Tabla 1).
cular (20-30%), demencia por cuerpos de Lewy Una vez confirmada la presencia de deterio-
(15-25%) y demencias potencialmente reversibles ro cognitivo, habrá que realizar, además, ciertas
(5-10%). pruebas complementarias:
Ante toda sospecha de alteración cognitiva a) Analítica completa con serología de lúes, de
en un anciano, debemos confirmarla con la ayu- VIH, tiroidea y determinación de vitamina
da de un familiar o cuidador allegado, haciendo B12.
una valoración mental con instrumentos como b) ECG y Rx de tórax, cuando la historia clínica
MMSE de Folstein, adaptado a nuestro medio lo aconseje.
por Lobo et al. (MEC), con una sensibilidad del c) TAC craneal en casos de demencia dudosa o
87% y especificidad del 92% para puntuaciones establecida (su objetivo es descartar demen-
inferiores al punto de corte. Posee un valor pre- cias secundarias). Su uso universal es cues-
dictivo positivo del 69% en mayores de 74 años. tionable y deberá individualizarse (en la tabla
El SPMSQ (Short Portable Mental Status Ques- 5 se señalan los casos en las que se indica
tionnaire) de Pfeiffer es muy útil para cribaje en especialmente esta prueba).
Atención Primaria cuando se dispone de poco No es una prueba concluyente en el diagnós-
tiempo. La escala de depresión de Yesavage tiene, tico de las demencias primarias y su finalidad
también, gran valor para el cribado y se puede pa- es la de descartar causas secundarias.
sar rápidamente. También es recomendable usar d) La RMN es más sensible para detectar cam-
el test del informador (TIN), nosotros pasamos bios vasculares y lesiones desmielinizantes
la versión corta. pues obtiene una mayor resolución de ima-
El diagnóstico sindrómico de demencia debe gen de tejidos blandos que otras técnicas, lo
basarse en: cual es muy beneficioso en la evaluación del
a) Historia clínica de deterioro/alteración cogni- parénquima encefálico y de la fosa posterior,
tiva (confirmada por un informador allegado además ofrece ventajas frente a la TAC para
del paciente) con exploración física y neuro- evaluar vasos arteriales y venosos intracra-
lógica. neales y del cuello.
b) Demostrar el deterioro cognitivo con tests Como ya se ha dicho la enfermedad de Al-
psicométricos (MEC, test del reloj). zheimer (EA) es la más prevalente. Disponemos
c) Descartar un cuadro psiquiátrico (escala Yes- de documentos ampliamente consensuados sobre
avage para depresión). los criterios diagnósticos de EA, siendo los más
Mujer de 75 años, con epilepsia, demencia mixta y desnutrición 267

TABLA 6. Enfermedad de Alzheimer: criterios NINCDS-ADRDA

A. Criterios de EA posible
– Demencia con variaciones en su inicio, en la presentación o en el curso clínico no usuales en la EA
pero para la que no hay una explicación alternativa
– En presencia de un trastorno secundario sistémico o cerebral capaz de producir demencia pero que no
es considerado causa de la demencia del enfermo
– Cuando existe un déficit gradual progresivo de las funciones cognitivas
B. Criterios de EA probable
– Déficit cognitivo demostrado por examen clínico y avalado con tests y escalas validados
– Déficit en dos o más áreas cognitivas como memoria, juicio o cálculo
– Empeoramiento progresivo de la memoria y otras funciones cognitivas
– Ausencia de trastornos de la consciencia como el delirium
– Inicio entre los 40 y 90 años
– Sin evidencia de otras enfermedades cerebrales o sistémicas que pudiesen justificar el cuadro
– Apoyan el diagnóstico de EA probable
– Presencia de afasia, apraxia, agnosia
– Alteración de patrones de conducta e incapacidad para realizar tareas cotidianas
– Historia familiar de EA
– Exámenes complementarios: examen del líquido cerfalorraquídeo (LCR) normal, enlentecimiento
inespecífico o normalidad en el electroencefalograma (EEG), y signos de atrofia cerebral progresiva en
estudios seriados de tomografía axial computarizada (TAC) cerebral
C. Criterios de EA definitiva
– Criterios de EA probable acompañados de confirmación histopatológica

utilizados los de la cuarta edición del Manual gresivamente acelerado de la memoria y de las
diagnóstico, estadístico de los trastornos mentales habilidades intelectuales. En el inicio del proceso
(DSM-IV) (Tabla 2) y el NINCDS-ADRDA (Natio- demencial, el individuo no recuerda con precisión
nal Institute of Neurological and Communicative dónde deja los objetos de uso cotidiano y eso le
Disorders and Stroke-Alzheimer’s Disease and puede conducir a acusar a otras personas (cuida-
Related Disorders Association) (Tabla 6). Todos dores/familia/vecinos) de que se los esconden
ellos contienen elementos comunes tales como: o roban. En la tabla 7 se detallan los principales
la existencia de una pérdida de capacidades cog- tipos de ideas delirantes en la enfermedad de
nitivas respecto al nivel premórbido, presencia Alzheimer. Cuando la enfermedad ha avanzado,
marcada de un deterioro en la memoria, coexis- es habitual que padezcan errores de identificación
tencia de otros déficits en funciones superiores de su propio hogar y, en algunos casos, puede ser
e intensidad suficiente como para interferir en tan fija la idea que incluso llegan a abandonarlo
el funcionamiento habitual de la persona. Los para “irse a su casa”. El resultado del mismo es
criterios del NINCDS-ADRDA son muy exigentes. el vagabundeo. Las ideas delirantes son factor de
Se siguen, por lo general, los criterios del DSM-IV riesgo para la agresividad física. En la tabla 8 se
(valor predictivo positivo del 86%). exponen los principales síntomas conductuales y
El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer psicológicos en la demencia. En este caso había
y de su precursor, el deterioro cognitivo leve, alteraciones del sueño, del apetito y de la con-
está precedido de un largo periodo de 5 a 6 años ducta alimentaria así como inquietud-ansiedad y
durante el cual el sujeto sufre un declive pro- enfados con tendencia a la irritabilidad, además
268 J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

TABLA 7. Principales tipos de ideas delirantes TABLA 8. Síntomas conductuales y psicológicos


en el Alzheimer en la demencia

1. Alguien roba las cosas Problemas relacionados con los trastornos


2. El domicilio no es el propio mnésicos y la conciencia de enfermedad
• Delirios
3. El cuidador es un impostor
• Alucinaciones
En algunos casos puede provocar ira o violencia
• Identificación inadecuada
contra la persona a la que se considera impostora
Cambios de humor
4. Abandono
• Depresión
La conciencia que tenga el enfermo de haberse
• Labilidad emocional, reacciones catastróficas y
convertido en una carga puede relacionarse con
enfados
esta idea delirante
• Ansiedad
5. Infidelidad
Agitación/agresividad
Alteraciones de la personalidad
• Indiferencia/apatía
de suspicacia y paranoia. El pensamiento deliran- • Irritabilidad
te suele basarse en una extensión relativamente Alteraciones de la funcion neurovegetativa
lógica de los fenómenos que rodean al enfermo y • Alteraciones del sueño y del ritmo diurno
la sordera contribuye en gran medida al mismo. • Cambios en el apetito y conducta alimentaria
Conviene que el cuidador no argumente frente • Cambios en la sexualidad
a los delirios y evite cualquier comportamiento • Síndrome de Klüver-Bucy
que induzca a la suspicacia. Alteraciones en la actividad psicomotora
Una vez que hemos confirmado que existe de- • Paseos e inquietud
terioro cognitivo y su probable etiología, el siguien- • Deambular errante
te paso a dar será averiguar el grado de severidad • Seguimiento persistente del cuidador
del caso y para ello podemos recurrir a la Global • Actos y manipulaciones repetidas
Deterioration Scale de Reisberg (GDS), que consta
de 7 estadios, desde el 1 de normalidad, pasando
por el 2 (AMAE), el 3 (DCAE), el 4 (demencia mencia y aplicado el protocolo arriba mencionado
leve), el 5 (demencia moderada), el 6 (demencia (algo que podemos realizar excepto la TAC –RMN
moderada-grave) hasta el 7 de demencia severa. El cerebral, pruebas no accesibles para nosotros to-
riesgo de desarrollar una demencia en el estadio 2 davía–), haremos una derivación a neurología en
es <10%, mientras que en estadio 3 llega al 75%. casos dudosos y en aquellos pacientes menores
Otra manera de estadiar la demencia es en estadio de 65 años o en aquellos en que la propia familia
I (demencia leve), estadio II (demencia moderada) solicita la confirmación diagnóstica del especia-
y estadio III (demencia grave), correspondiéndose lista. No obstante y en todo momento, nuestra
cada uno con los siguientes puntajes del MEC: 24- labor va a ser fundamental, junto al personal de
18, 17-11 y 10-0. Nuestra paciente se encuentra enfermería del centro:
en el estadio I o demencia leve. • Para realizar el seguimiento/control del caso-
En la Atención Primaria estamos en un lugar demencia (con la ayuda del neurólogo).
de privilegio para detectar la alteración de me- • Para hacer prevención (factores de riesgo car-
moria asociada a la edad (AMAE) y el deterioro diovascular, hábito alcohólico, uso racional de
cognitivo asociado a la edad (DCAE) y hacer su fármacos).
correspondiente seguimiento semestral para valo- • Para obtener información relevante de la
rar si progresan o no los casos hacia demencia. De familia y cuidadores a través del test del in-
otro lado, una vez situados ante un caso de de- formador (IQCODE).
Mujer de 75 años, con epilepsia, demencia mixta y desnutrición 269

• Para informar y ayudar a la familia/cuida- y fáciles de preparar consisten en carbohi-


dores. dratos). Las ropas le quedaban holgadas. No
• Para tratar la patología asociada y síndromes había ni disfagia ni alteraciones digestivas.
geriátricos. • Según la exploración física: había semio-
• Para tratar procesos morbosos intercurrentes. logía de desnutrición como palidez de piel
No podemos prescribir fármacos para la de- y mucosas, queilitis comisural, delgadez y
mencia y esta tarea queda en exclusiva para la atrofia muscular (sarcopenia). Usaba próte-
neurología. No es posible aún curar la EA y los ob- sis completa, mal ajustada y no recordaba
jetivos actuales se orientan a restaurar habilidades del tiempo en que se había revisado por el
cognitivas y funcionales y retrasar la progresión dentista.
del deterioro. En la demencia vascular y en los • La valoración funcional (autonomía):
casos mixtos se acepta el potencial beneficio de arrojaba un Barthel de 50/100 (puntaje de
los antiagregantes plaquetarios y el control estre- 40-55 dependencia moderada). El índice de
cho de los factores de riesgo vascular presentes Lawton-Brody para las actividades instrumen-
en cada paciente. En este caso se instauró ácido tales diarias 2/10 (puntaje 2-3: dependencia
acetilsalicílico 300 mg/día con IBP (omeprazol grave).
20 mg). Varios estudios han mostrado beneficios • La valoración cognitiva: en el MEC- Lobo
clínicos modestos de los inhibidores de la coli- puntuaba 20/30 (punto de corte para de-
nesterasa, similares para demencia vascular y la mencia < 23), se aplicó el test completo de
demencia mixta. En el caso de la EA el papel de Yesavage puntuando 8 (>14 puntos es el
los inhibidores de la colinesterasa puede expli- punto de corte para depresión). La paciente
carse a través de la deficiencia en la transmisión tenía dificultades para la confección de sus
colinérgica de esta enfermedad, sin embargo el menús.
mecanismo de estos fármacos en la demencia vas- • Hábitos dietéticos: habían cambiado en los
cular y en las formas mixtas aún no está claro; no últimos años, preferencia por sopas, bocadi-
obstante, algunas hipótesis incluyen: 1) los inhibi- llos y productos de bollería industrial. Apenas
dores de la colinesterasa tratan un posible déficit consumía leche y derivados, no preparaba
colinérgico asociado a la demencia vascular que habitualmente menús y no ingería apenas
resulta de la interrupción de las vías colinérgicas pescado y carne. Solía comer a base de pin-
por las lesiones vasculares; y 2) los inhibidores de chos (tapas) en bares.
la colinesterasa pueden mejorar transitoriamente
la perfusión cerebral, proporcionando con ello al- DETERMINACIÓN DEL ESTADO
gún beneficio sobre las causas vasculares y mixta NUTRICIONAL
de demencia. En este caso, puestos en contacto
con el neurólogo de zona, se decidió instaurar • El porcentaje de pérdida ponderal: su peso
galantamina a dosis de inicio 4 mg/12 h para habitual seis meses antes era de 59 kg con
subir a 8 mg/12 h a las cuatro semanas siguientes talla 161. Su peso actual es de 48,200 kg.
hasta llegar a la dosis de 12 mg/12 h. El porcentaje de pérdida ponderal era del
18,2% (una pérdida del 10-20% corresponde
DETERMINACIÓN DEL RIESGO a pérdida de peso moderada). La pérdida por-
NUTRICIONAL centual de peso se define con la fórmula:
Peso habitual – Peso actual
× 100
• Según la historia clínica: tenía riesgo de Peso habitual
desnutrición pues vivía sola, existía deterioro • IMC: 18,61 (<20 kg/m2, desnutrición).
cognitivo, estaba polimedicada y había man- • Diámetros/pliegues: se midieron los diá-
tenido una ingesta oral basal inadecuada en metros braquial (24 cm) y de pantorrilla (30
los últimos años (los alimentos más baratos cm).
270 J.C. Caballero García, R.M. Maguregui Landa

• Parámetros de laboratorio: Hba: 9,4 conejo), pescado, fruta, verduras y hortalizas y


g%, VCM: 75,10, HCM: 26,5. Linfocitos leche, con una proporción diaria del 55% carbo-
totales: 1.370 (<1.500). Transferrina: 256 hidratos, 30% proteínas y 15% grasas. Tras un
mg/dl. Hierro: 17 µg/dl. Ferritina: 12 ng/ semana de intervención su cuidadora relató que
ml. Proteínas totales: 5,33 g/dl. Albúmina no terminaba los platos y se estimó que requería
sérica: 2,92 g/dl (<3,5 mg/dl). Vitamina al menos un 20% de la energía total diaria en
B12: 177 pg/ml. Ác. fólico: 2,90 ng/ml. CT: forma de suplemento nutricional, en fórmula
168 mg% (el riesgo se estima con valores comercial completa, polimérica, normoproteica,
<160 mg/dl). hipercalórica, con fibra, de textura líquida y con
• Test MNA: se aplicó el MNA (Mini Nutri- sabor chocolate –sabor que prefería la paciente–
tional Assessment) siendo para el cribaje en un botellín de 200 ml, con densidad calórica
una puntuación de 3 y para la evaluación un 1,5 kcal/ml, con 49% de carbohidratos, 16% de
puntaje de 7, en total 10 (<17 puntos) que proteínas y 35% de lípidos. En total un aporte
confirmó la situación del mal estado nutricio- de 300 kcal/día.
nal de la paciente. Se pensó en que el mejor horario para no
Según el test presentaba desnutrición mode- disminuir las ingestas sería como resopón al acos-
rada y según la evaluación de los parámetros tarse en la cama por la noche.
del compartimento graso y muscular (magro) Se le pautó, además, hierro oral (sulfato ferro-
era del tipo proteico-calórica. so: 80 mg/día) y folidoce (vitamina B12 y fólico),
Existía un trastorno de la composición cor- más un suplemento de vitamina D con calcio. Se
poral por deprivación relativa y crónica de suspendió la simvastatina.
nutrientes.
SEGUIMIENTO/CONTROL DEL CASO
IDENTIFICAR DÉFICITS
NUTRICIONALES Había ahora un ambiente familiar de apoyo y
supervisión y la paciente toleraba el tratamiento
• Cálculo de los requerimientos calóricos: nutricional. Se mantuvo la suplementación du-
teniendo en cuenta las necesidades basales rante tres meses, al cabo de los cuales se realizó
de una persona de esta edad (30-35 kcal/ determinación analítica y se comprobó que había
kg) estimamos que eran aproximadamente mejoría en los parámetros bioquímicos (albúmina:
1.700 cal/día. 3,30 g/dl, transferrina: 270 mg/dl, ferritina: 31
• Cálculo de los requerimientos proteicos: ng/ml, hierro: 41 µg/dl, Hba: 11,3 g%) e inmu-
se estimaron en 50 g/día (aporte diario de nológicos (linfocitos: 1.490). Como quiera que
0,8-1 g/kg). su cuidadora nos manifestó que la paciente comía
• Consistencia, textura de la alimentación: bien lo que se le ponía en el plato y su vida era
la paciente tenía conservada la capacidad de de escasa actividad (únicamente salía a pasear
deglución, usaba prótesis pero estaba mal por los alrededores de la casa, acompañada), se
adaptada por la propia situación sobrevenida decidió suspender la SN.
de adelgazamiento, por lo que se recomendó Al sexto mes el control analítico mostraba
llevar una dieta básica blanda. normalidad. Su peso era de 55 kg y seguía una
dieta basal normal, con cuatro comidas/día de
PLAN DE INTERVENCIÓN 1.800 cal. Se suspendió la ferroterapia oral y la
NUTRICIONAL suplementación de fólico y vitamina B12. Se con-
tinúa con la pauta de calcio+vitamina D y se
Se estableció de inicio una dieta basal blanda, controlan los FRCV y la evolución del proceso
mediterránea, equilibrada, de 1.700 kcal a base demencial. No se han repetido crisis epilépticas.
de cereales, patatas, legumbres, carne (pollo y No ha habido caídas.
Mujer de 75 años, con epilepsia, demencia mixta y desnutrición 271

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CASO 4
Anciana de 78 años, con episodio
de fractura de cadera, caídas,
pseudodemencia y desnutrición
J.C. Caballero García, J.G. Muñoz Duque

EXPOSICIÓN Desde la cirugía de cadera presenta tristeza,


anhedonia, astenia, sensación de debilidad, ano-
Mujer de 78 años sin hábitos tóxicos ni aler- rexia con adelgazamiento de 9 kg (peso habitual:
gias medicamentosas conocidas, con los siguien- 57 kg y talla: 157).
tes antecedentes patológicos: prótesis en cadera Paralelamente se queja de pérdida en la
dcha hace seis meses por fractura pertrocanté- memoria reciente. También ha sufrido varias
rea tras sufrir una caída en su hogar. Infecciones caídas en el domicilio, precedidas en ocasiones
urinarias de repetición en los dos últimos años. de sensación de inestabilidad. Refiere intenso
Episodios de dolor torácico inespecífico desde miedo a caerse y a fracturarse de nuevo, mo-
hace varios meses, habiendo sido descartado su tivo por el que no desea salir de su domicilio.
orígen isquémico por el servicio de cardiología No mantiene contactos sociales excepto con su
de zona. Síndrome depresivo desde la cirugía de esposo e hija.
cadera. Un ingreso hospitalario hace un mes por Sigue tratamiento habitual con: omeprazol 20
neumonía tras síndrome gripal. mg (0-0-1), venlafaxina 75 mg (1/2-0-0), loraze-
Otros APP: apendicectomía a los 32 años; pam 1 mg/noche, enalapril 20 mg (1-0-0).
colecistectomía a los 46 años; histerectomía con Exploración física: TA: 140/84 mmHg, pulso
doble anexectomía a los 57 años por fibroma, normal a 90 lpm, presión venosa yugular: nor-
degeneración artrósica de predominio cervical y mal. Consciente, orientada en persona y espacio,
lumbar, esofagitis y hernia de hiato diagnostica- parcialmente en tiempo. Estado de hidratación:
das por gastroscopia hace tres años. Hipertensión correcto. AC rítmica, soplo sistólico grado II mul-
arterial esencial desde hace doce años. Incon- tifocal, irradiado a axila. AP: normal. Abdomen:
tinencia urinaria. Trastorno crónico del sueño. plano, depresible, no doloroso, peristaltismo pre-
Hipoacusia perceptiva diagnosticada hace 15 sente, normal. Extremidades: atrofia muscular
años, usa audioprótesis dcha. global. Pulsos pedios: normales. No edemas ni
Motivo de su consulta: acude al Centro de signos de trombosis venosa profunda.
Salud acompañada de su hija y esposo, vienen Exploración neurológica: no signos de fo-
desde otra comunidad y van a permanecer alo- calidad. Fuerza 3/5 global en extremidades
jados en el domicilio de la hija durante una larga superiores, 2+/5 en las inferiores. Reflejos os-
temporada. El esposo muestra clínica de afecta- teotendinosos simétricos. Coordinación normal.
ción (carga de cuidador). Se abre historia clínica Equilibrio en sedestación: conservado el estático,
informatizada. pero no el dinámico (por debilidad). Bipedesta-

273
274 J.C. Caballero García, J.G. Muñoz Duque

ción posible. Ambulación posible solo con ayuda una hija, casada. Esposo (tiene 83 años) presenta
de otra persona. muestras de sufrir carga psicofísica del cuidador
(síndrome del cuidador). El piso actual de resi-
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS dencia es un 3º sin ascensor.

Analítica: Hb: 10,2 g%, leucocitos: 7.500 (lin- Valoración cognitiva


focitos: 19%), función hepática: normal; creati- MEC de Lobo: 22/35 (<24 sugiere deterioro
nina: 1,53 mg/dl, FG: >60 cc/min. Albúmina: cognitivo). Test del reloj de Schulman pequeños
3,0 g/dl, proteínas totales: 5,4 g/dl, transferrina: errores indicativos de deterioro leve (grado II/V).
127 mg/dl, colesterol total: 137 mg/dl. Glucosa: Test del Informador (TIN corto): 60/85 (>57 in-
118 mg/dl, metabolismo férrico: Fe 36 µg/dl, dica probable deterioro cognitivo).
ferritina: 15 ng/ml. Iones: normales. Calcio y
fósforo: normales. TSH y T4 libre: normales.Test Valoración del estado emocional
de sangre oculta en heces: negativo. Test de Yesavage (versión abreviada): 12/15
ECG: RS a 100 lpm. BRDHH. No alteraciones (10 o >10 indica depresión establecida).
de la repolarización.
Rx de tórax: elongación aórtica, aortoescle- VALORACIÓN DIAGNÓSTICA
rosis.
Rx de CV dorsal centrada en D8 y CV lum- Problemas orgánicos presentes
bar centrada en L2: acuñamientos vertebrales (pluripatología)
anteriores, espondiloartrosis, signos de discar- • Osteoporosis senil.
trosis. • Anemia ferropénica.
• Hiperglucemia.
EVALUACIÓN GERIÁTRICA INTEGRAL • Poliartrosis.
• Hernia de hiato/esofagitis.
Valoración funcional • Hipertensión arterial esencial.
Situación funcional basal de dependencia
para todas las actividades básicas de la vida dia- Síndromes geriátricos presentes
ria excepto comida, vestido y arreglo personal, • Síndrome de fragilidad.
presenta incontinencia vesical frecuente. Deam- • Polimedicación.
bulación no autónoma, requiere ayuda y lo hace • Incontinencia vesical de esfuerzo.
con miedo y torpeza. Índice de Barthel: 60/100 • Trastorno crónico del sueño.
(dependencia moderada). Índice de Lawton: • Síndrome depresivo.
4/8 (no asuntos bancarios, no usa medios de • Deterioro cognitivo (posible pseudodemencia
transporte, no confecciona comidas, no hace depresiva).
compras). Los pacientes con etilismo crónico • Caídas de repetición/inestabilidad.
presentan un cuadro clínico de desnutrición. Así • Desnutrición proteico-calórica.
la reducción de la grasa de la dieta puede mejorar • Cataratas seniles (visión reducida).
la gravedad del hígado graso. La interferencia del • Deficiencia auditiva (hipoacusia/sordera neu-
alcohol con el normal metabolismo de los ácidos rosensorial).
y dar a conocer.
Se trazaron los siguientes objetivos o plan
Situación social de actuación
Casada, vive con su esposo en una zona rural, 1. Información a la paciente, esposo e hija.
en domicilio con barreras arquitectónicas (acceso 2. Seguimiento de su pluripatología.
a la casa por medio de 4 peldaños, dispone de 3. Control/ajuste de la medicación.
bañera y no ducha). El matrimonio tiene solo 4. Intervención sobre el estado de ánimo.
Anciana de 78 años, con episodio de fractura de cadera, caídas, pseudodemencia y desnutrición 275

TABLA 1. Cuestionario de Barber

• Vive solo
• Se encuentra sin nadie a quien acudir si necesita ayuda
• Hay más de dos días a la semana que no come caliente
• Necesita de alguien que le ayude a menudo
• Su salud le impide salir a la calle
• Tiene con frecuencia problemas de salud que le impiden valerse por sí mismo
• Tiene dificultades de visión que le impiden realizar sus tareas habituales
• Tiene dificultades para seguir una conversación porque oye mal
• Ha estado ingresado en un hospital durante el último año

Alta sensibilidad (95%). Si hay una o más respuestas positivas, significativo de anciano de riesgo

5. Medidas simples de rehabilitación física en • Situación económica precaria o ingresos in-


su domicilio, recomendando andador tipo suficientes.
zimmer y supervisión. • Necesidad de atención médica o de enferme-
6. Mejora del estado nutricional. ría, al menos una vez al mes.
7. Valoración e intervención sobre el esposo. • Enfermedad crónica que condiciona incapa-
cidad funcional:
DISCUSIÓN DEL CASO – Enfermedad cerebro-vascular con secue-
las.
La situación de fragilidad representa un – Cardiopatía isquémica o insufiencia cardÍa-
estado de vulnerabilidad fi siológica asociada ca reciente (menos de 6 meses).
a la edad que resultaría del deterioro de las – Enfermedad de Parkinson.
reservas homeostáticas y que tendría como con- – EPOC.
secuencia una menor capacidad de respuesta – Enfermedad osteoarticular.
al estrés. • Caídas.
Se considera anciano frágil a todo aquel que • Déficit visual/ceguera.
supera los 80 años de edad. En cuanto a los suje- • Hipoacusia/sordera.
tos comprendidos entre el resto de edades (>65 • Limitación funcional en extremidades infe-
y <80 años), son frágiles aquellos que cumplen riores/inmovilismo.
tres o más de los siguientes criterios: La búsqueda de casos, es decir, de ancia-
• Vivir solo. nos frágiles, dirigida a población de riesgo debe
• Viudedad reciente (inferior a un año). efectuarse mediante cribado oportunista, como
• Cambio de domicilio (menos de un año). extensión de la consulta habitual, puesto que el
• Hospitalización reciente. 40% de la actividad en los equipos de atención
• Plurimedicación (> 3 fármacos) o prescripción primaria viene determinada por la asistencia al
de antihipertensivos, antidiabéticos o psico- paciente anciano y más del 97% de la población
fármacos. de edad es atendida por los médicos de familia.
• Incapacidad funcional por otras causas o inca- La ausencia de un cribado inicial de selección
pacidad para las actividades de la vida diaria de ancianos frágiles es uno de los principales argu-
(AVD). mentos esgrimidos para explicar la falta de resul-
• Deterioro cognitivo o demencia según los tados claros en los diferentes estudios realizados
criterios del DSM-IV. sobre la eficacia de programas de valoración en
• Depresión. ancianos residentes en la comunidad. El cuestio-
276 J.C. Caballero García, J.G. Muñoz Duque

nario de Barber (Tabla 1) permite identificar a los diagnóstico previo, o del tratamiento farmacológi-
ancianos subsidiarios de ayuda. Debe aplicarse a co meramente sintomático (el más frecuente en
todo usuario mayor de edad que acuda a consulta los pacientes de más edad). Este hándicap puede
por cualquier motivo, así como al anciano y/o fa- resolverse con la distribución de la VGI en forma
miliar que reclamen atención domiciliaria y basta- de varias visitas programadas de veinte minutos
rá con una respuesta afirmativa para encontrarnos de duración. Otra dificultad añadida es que en Es-
ante un anciano frágil que, dejado a su suerte, paña no ha existido formación específica sobre ge-
tenderá a la discapacidad y dependencia. riatría en las facultades de medicina hasta 1990,
El concepto de fragilidad no es estático y las año en que se reguló la inclusión de la geriatría
personas se encuentran en una escala continua en la enseñanza de pregrado. Para evitar que los
desde el estado de completo en un extremo, hasta pacientes mayores sean tratados por extensión de
el de la “fragilidad” en el otro. Por otra parte, no lo conocido para los adultos y jóvenes, es preciso
todos los sujetos frágiles lo son en igual medida. implantar formación continuada sobre atención
Tras el cribado oportunista y una vez detectado al anciano en el nivel primario de salud.
el anciano frágil o en situación de riesgo se le citará Lo que es incuestionable es que, a través de
y propondrá para una metodología específica de la VGI se pueden detectar problemas en cada
actuación consistente en la valoración geriátrica una de las áreas que explora (médica, funcional,
integral (VGI), también denominada comprensi- mental-afectiva y social) y ha demostrado ser la
va, global o exhaustiva, que se define como el herramienta más útil para “valorar” adecuada-
proceso diagnóstico multidimensional, dinámico, mente al anciano.
y a menudo interdisciplinario, diseñado para iden- El síndrome de fragilidad cursa con unas
tificar y cuantificar los problemas y las necesidades manifestaciones clínicas típicas: pérdida de peso,
de los ancianos y poner en marcha un plan de astenia, anorexia y debilidad; y con unos signos
tratamiento integrado, optimizar la utilización de clásicos: deterioro del estado general, desnutri-
recursos y garantizar el seguimiento de casos. Su ción, atrofia muscular y ósea, alteraciones del
uso, inicialmente hospitalario y geriátrico, se ha equilibrio y de la marcha. El anciano frágil es,
introducido después en atención primaria como por tanto, un individuo en situación inestable,
un instrumento para mejorar la salud y prestar una que se encuentra en riesgo de padecer caídas,
adecuada atención sanitaria a las personas mayo- enfermedades intercurrentes, hospitalización,
res. No hay dudas sobre su bondad para detectar discapacidad, deterioro funcional, instituciona-
problemas no descubiertos en la práctica habitual, lización y, en definitiva, de fallecer. En este caso
pero su efectividad en la atención primaria sigue se habían dado varias de dichas complicaciones
siendo discutida porque aún son escasos los pro- en el último semestre. La probabilidad de recu-
gramas que la aplican en este medio y existen peración dependerá, en cada sujeto, de la edad
importantes diferencias en los componentes que y de la duración del deterioro.
se valoran, tests utilizados, número de visitas, cum- Esta paciente cumplía criterios DSM IV de
plimentación del plan establecido, etc. Para que trastorno depresivo del ánimo asociado a
sean efectivas las estrategias, debe seleccionarse enfermedad médica. La principal característica
adecuadamente el paciente diana. en este trastorno es una alteración del ánimo
La realidad indica que, en el ámbito de la importante, debida a los efectos directos de una
Atención Primaria, la mayoría de los ancianos de enfermedad médica. Esta alteración del estado de
riesgo no tienen realizada una VGI. Como señala ánimo puede ir desde un polo al opuesto: desde
el informe del Defensor del Pueblo, existen varias un ánimo depresivo, una pérdida del interés o
dificultades a la hora de realizar planes sobre an- placer por las cosas, hasta un estado de ánimo
cianos, una de ellas es la escasez de tiempo por expansivo o irritable (criterio A); si bien, aunque
cada paciente. La consecuencia inmediata es la la alteración en el ánimo puede simular un epi-
práctica habitual de plantear tratamientos sin un sodio maníaco, hipomaníaco o depresivo mayor,
Anciana de 78 años, con episodio de fractura de cadera, caídas, pseudodemencia y desnutrición 277

no llega a cumplir todos los criterios para que Con el término pseudodemencia se han
se les defina como tal. Se debe constatar que venido identificando aquellas alteraciones cogniti-
la alteración es consecuencia de la enfermedad, vas que pueden encontrarse en distintos procesos
bien estudiando la historia clínica del sujeto en psiquiátricos, fundamentalmente en la depresión,
cuestión (criterio B). Esta alteración en el ánimo aunque también pueden verse en la manía o en la
no debe explicarse mejor por la presencia de un esquizofrenia. Este término, que se ha mantenido
trastorno mental (criterio C); igualmente la altera- quizá para manifestar el carácter reversible de
ción en el ánimo con diagnóstico de trastorno del estas alteraciones cognitivas, no está exento de
estado de ánimo debido a enfermedad médica no crítica y se ha propuesto su sustitución por el de
debe realizarse si solo se presenta esa alteración síndrome demencial de la depresión.
durante el transcurso de un delirium (criterio D). La prevalencia de pseudodemencia en la po-
La alteración en el estado de ánimo tiene que blación mayor de 65 años se estima en un 0,4 a
provocar un malestar clínico significativo o bien 2,1%. Las características clínicas de la pseudode-
un deterioro social, laboral o de otras áreas en la mencia depresiva son en ocasiones muy similares
vida del sujeto (criterio E). a las observadas en las demencias de patrón sub-
Para poder realizar este diagnóstico, es nece- cortical, con pérdida de intereses y motivaciones,
sario determinar la existencia de la enfermedad, enlentecimiento físico y mental, trastornos de la
y establecer la relación existente y constatable atención y concentración, aislamiento social,
entre ellas. Para ello hay que ver si hay relación abandono del cuidado personal, etc.
temporal entre ambas variables, esto es, la altera- Resulta particularmente importante dife-
ción del ánimo y la enfermedad. También podría renciar clínicamente una pseudodemencia de
constatarse la relación existente entre ambas si la los trastornos afectivos (generalmente de tipo
alteración del ánimo presenta síntomas atípicos depresivo) que puede manifestar un paciente
como para ser considerada un trastorno afectivo con demencia en sus estadios iniciales. Estos
primario. Además, el evaluador deberá descartar últimos presentan un curso más insidioso y pro-
que la alteración no se produzca o no se explique longado y hay un estado premórbido en áreas
mejor por cualquier otra circunstancia, como pue- cognitivas antes del desarrollo de la depresión.
de ser un trastorno inducido por sustancias. Las quejas sobre los déficits son más vagas (con
Realizamos consulta con psiquiatría del cen- mayor indiferencia hacia los mismos), hay mayor
tro de salud mental de nuestra zona, que valoró afectación de la memoria reciente, la dificul-
tanto a la paciente como a su esposo, y confirmó tad en la realización de tareas similares es más
la clínica de síndrome del cuidador que se comen- uniforme, se afectan la orientación, praxias y
zó a tratar con escitalopram a razón de 20 mg/ lenguaje, etc.
día. El especialista recomendó seguir tomando La pseudodemencia suele tener un curso más
los mismos psicofármacos a la paciente pero con recortado en el tiempo, con un inicio más preciso.
ajuste de la dosis de venlafaxina (1-0-1/2). Se aprecia angustia, con tendencia a magnificar el
Al tercer mes, el trastorno depresivo del áni- déficit. Son muy frecuentes las respuestas de “no
mo había mejorado coincidiendo con la mejoría sé“ en los tests psicométricos y suele haber des-
funcional. Tenía, además, mejor calidad de sueño pertar precoz, deterioro en la atención y concen-
por lo que se redujo la dosis de lorazepam a ½ tración, conducta incongruente con la gravedad
mg/ noche. del deterioro, ánimo depresivo, etc. En la tabla
La valoración neuropsicológica y el control 2 se exponen las diferencias entre demencia y
cognitivo ratificaron la sospecha inicial de pseu- pseudodemencia depresiva.
dodemencia depresiva pues en un trimestre de Se han perfilado distintos tipos de pseudo-
seguimiento tras su tratamiento el MEC puntuaba demencia:
de 22 a 27/35, y normalidad en el test del dibujo • Tipo 1: se incluye el síndrome demencial de
del reloj. la depresión.
278 J.C. Caballero García, J.G. Muñoz Duque

TABLA 2. Diferencias entre demencia y pseudodemencia

Pseudodemencia depresiva Demencia


Historia personal o familiar de depresión Historia familiar de demencia
Comienzo agudo Comienzo insidioso
Progresión rápida Progresión lenta
Evolución del cuadro en pocos meses Evolución crónica (más de 1 año)
Quejas de todo tipo de trastornos No hay quejas de trastorno cognitivo
Síntomas depresivos Despreocupados por sus síntomas
Deterioro semejante de la memoria reciente y remota Mayor deterioro de la memoria reciente
Buena respuesta a antidepresivos Mala respuesta a los antidepresivos
Rendimiento variable en los tests Rendimiento bajo siempre en tests
Respuesta de “no se” Se esfuerza en contestar

• Tipo 2: se incluyen pacientes con síndrome principales tópicos o síndromes geriátricos, entre
de Ganser, trastornos de la personalidad, si- otras razones por:
mulación y pseudodemencia neurótica. 1. Su elevada prevalencia e incidencia en la
• Tipo 3: sus características clínicas son las del vejez.
delirium y su catalogación como pseudode- 2. Sus graves consecuencias médicas, psíquicas,
mencia se debe contemplar como un error socio-familiares y económicas.
diagnóstico. 3. La posibilidad de prevención satisfactoria con
Con respecto al síndrome de inmovilidad- medidas adecuadas, perfectamente objetiva-
deterioro funcional, la paciente, al tercer mes, bles, que permiten, al menos, minimizar sus
era capaz de deambular trayectos cortos con efectos.
andador de ruedas por su domicilio, siendo su 4. La posibilidad de establecer grupos de riesgo
índice de Barthel de 80/100 y el de Lawton 4/8 y de actuar enérgicamente mediante la valo-
(no hacía compras, no confeccionaba menús, no ración de las circunstancias concurrentes en
usaba medios de transporte, no se encargaba de cada caso.
asuntos económicos). Ya no se quejaba de debili- 5. La seguridad de que es posible evitar muchos
dad y sentía que estaba olvidando sus temores a de sus efectos adversos, sobre todo la depen-
caerse. En este momento recomendamos a la hija dencia, el temor a su repetición y el inicio de
que sería muy útil, para ampliar la recuperación invalidez.
y su socialización, pudiesen llevarle a un centro En el anciano, contrariamente a lo observado
de día. La trabajadora social del distrito intervino, en el adulto joven, la caída raramente es acciden-
gestionando un ingreso temporal (por seis meses) tal y, en la mayoría de las ocasiones, va a ser el
en centro diurno. resultado de una inadecuación entre el sujeto y
A la situación de inmovilidad había llegado su entorno.
tras la caída y fractura de cadera hacía 6 meses. Las secuelas que, desde un punto de vista
Las caídas constituyen un hecho frecuente en la psicológico, pueden llevar consigo una caída
edad avanzada y suponen una de las principales suelen agruparse bajo el epígrafe de síndrome
causas de lesiones, de incapacidad y de muerte postcaída. Podríamos definirlo como el conjunto
en este grupo de población. Son, además, uno de consecuencias a corto y largo plazo, produ-
de los indicadores más importantes a la hora de cidas tras el hecho físico de la caída, dentro de
establecer criterios para identificar al “anciano la esfera psíquica, a nivel de las cogniciones y
frágil“. Las caídas se consideran como uno de los emociones, que provocan conductas y actitudes
Anciana de 78 años, con episodio de fractura de cadera, caídas, pseudodemencia y desnutrición 279

con resultado de restricción o disminución en las general, su actitud ante el futuro y su entorno.
actividades físicas y sociales. Sus características Por todo ello, le acontece un paulatino declive
básicas serían: con resultado de invalidez.
Por lo general, mediante la observación de la
La inmovilidad autoprotectora marcha y sus anomalías desde la Atención Pri-
Esta alteración de la movilidad conducirá, si no maria podemos valorar la situación del anciano
se remedia, a la dependencia del entorno, es decir en cuanto al potencial riesgo para caerse. Esta
a la pérdida de la capacidad para llevar a cabo las observación suele ser subjetiva, cualitativa y no
actividades básicas e instrumentales cotidianas. siempre fiable, no obstante la clasificación fun-
Supone el resultado de una serie concatenada cional de la deambulación propuesta por Holden
de hechos sobre los que sí podemos actuar: caída, MK resuelve en parte este problema (Tabla 3).
dolor y lesiones físicas (de mayor o menor grado), De otro lado, el test de Tinnetti ME incorpora
miedo y ansiedad de volver a caer, sobreprotec- dos subescalas, una para la marcha y otra para el
ción del entorno, reposo anómalamente recomen- equilibrio, e identifica sujetos de alto riesgo.
dado por los profesionales y, por lo general, una El test get up and go (levántese y camine)
intervención sanitaria insuficiente (especialmente desarrollado por Mathias S consiste en observar al
a nivel rehabilitador). anciano mientras se levanta de una silla, camina
tres metros y vuelve a sentarse. Se puntúa de 1
Pérdida de la autoestima y confianza en las a 5, según la percepción del examinador sobre el
propias capacidades personales con miedo riesgo de caídas (considerándose 1 como normal
intenso a volver a caer y 5 como muy alterado). Tiene el inconveniente
Este miedo o fobia a una nueva caída va a de la subjetividad del explorador. Para paliarlo
ser más frecuente entre ancianos de edades más Podsiadlo D y Richardson S han hecho una mo-
avanzadas, predominando en el sexo femenino, dificación al mismo, cuantificando en segundos
en sujetos con disminución previa de la movilidad dicha tarea. Si el anciano emplea más de 20 se-
y alteraciones en los tests del equilibrio y marcha. gundos sugiere alto riesgo de caídas. Como puede
Este miedo es especialmente relevante entre los deducirse, la evaluación funcional nos sirve para
ancianos que han permanecido tendidos en el identificar razones para la dependencia, acción
suelo durante tiempo prolongado antes de recibir imprescindible a la hora de establecer el trata-
la primera ayuda. miento más oportuno.
El miedo, por tanto, se constituye en la princi- ¿Podemos prevenir las caídas? Las si-
pal consecuencia psíquica y el componente mejor guientes recomendaciones pueden realizarse en
estudiado de este síndrome. Atención Primaria y residencias:
Este temor, sin embargo, también es frecuen- • Evaluación del estado mental.
te entre los mayores de edad que no han padecido • Revisión de las medicaciones.
caídas. La incidencia de las caídas es edad depen- • Tratar la osteoporosis.
diente, así entre los 65-70 años se caen en un año • Valoración visual y corrección si procediera
un 25% de las personas, mientras que a partir de el caso.
los 75 años el porcentaje sube al 35%. Superados • Valorar la continencia esfinteriana.
los 85 años de edad, el número disminuye po- • Valorar los trastornos del equilibrio y mar-
siblemente por la restricción en las actividades cha.
que realiza este subgrupo de mayores y porque • Entrenar la movilidad y fuerza (caso de pa-
consideran la caída como una consecuencia in- cientes institucionalizados).
herente al propio envejecimiento. • Proveer soportes para la ambulación y reco-
Como resultado, el sujeto se torna más intro- mendar calzado adecuado.
vertido, se retrae y modifica sus hábitos previos • Evaluar el domicilio y recomendar modifica-
además de sus propias expectativas vitales y, en ciones de los peligros potenciales.
280 J.C. Caballero García, J.G. Muñoz Duque

TABLA 3. Clasificacion funcional de la deambulación (Holden, MK)

O.Deambulación no funcional:
No puede caminar, camina solo ayudado por barras paralelas o requiere ayuda de más de una persona
para asegurar la marcha
1. Deambulación dependiente (ayuda física nivel II):
Requiere la ayuda de una persona para caminar por superfícies lisas. Precisa de ayuda técnica para asegu-
rar la marcha y el equilibrio
2. Deambulación dependiente (ayuda física nivel I):
Precisa la ayuda de una persona para caminar por superfícies lisas. A veces utiliza alguna ayuda técnica
para mantener el equilibrio o la coordinación
3. Deambulación dependiente (supervisión):
Camina por superficies lisas sin necesitar ayuda de otra persona pero requiere de su presencia cercana
para supervisión
4. Deambulación independiente (solo en superficies lisas):
Camina independientemente por superficies lisas pero requiere supervisión o asistencia física en escaleras
y superficies no lisas
5. Deambulación independiente:
Camina independientemente en cualquier tipo de terreno

La fractura proximal del fémur o fractura cuadro ictal. La mayoría de estas fracturas es
de cadera es la causa más común de ingreso diagnosticada por el antecedente de caída segui-
urgente hospitalario. La mortalidad hospitalaria da del dolor en la cadera, imposibilidad para la
parece ser mayor en hombres que en mujeres, ambulación con rotación externa acortamiento y
en pacientes con demencia y en aquellos que flexión del miembro. Cerca del 15% son fracturas
tienen poca independencia antes de ocurrir la sin desplazamiento, con alteraciones radiográficas
fractura. Su mortalidad al mes oscila entre el mínimas. Casi el 1% de los casos no es visible en
5 y el 10%. Al año, un tercio de los pacientes la Rx requiriendo otro tipo de examen (resonan-
han muerto (por causas cardíacas y embolismo), cia magnética). Las fracturas pueden ser extra e
comparado con la mortalidad anual esperada del intracapsulares. Cerca del 3% de las fracturas de
10% en el mismo grupo de edad. Más del 10% cadera está relacionado con debilidad localizada
de los que sobreviven no estará en condiciones ósea en el sitio de la fractura, secundaria al tumor,
de retornar a su domicilio y la mayoría restante quistes óseos o enfermedad de Paget. Más de la
quedará con secuelas de dolor y discapacidad. La mitad del resto de pacientes tienen osteoporosis y
edad promedio ronda los 80 años y casi el 80% casi todos son osteopénicos. La fractura de cadera
son mujeres. La mayor parte de las fracturas de desata un auténtico estado de alarma en el orga-
cadera son consecuencias de caídas o tropiezos nismo y por ello, en este grupo de pacientes con
(traumatismos de baja energía). Solo un 5% de enfermedades crónicas asociadas es de esperar
los casos no presenta antecedentes de lesiones que la respuesta metabólica al traumatismo sea
(traumatismo indirecto como un giro o torsión muy diferente a la de otros grupos de edad, de
brusca). Las condiciones propias del estado óseo ahí que sea muy importante evaluar el estado
dejan una zona crítica débil a través de la cual se nutricional de estos pacientes previo y posterior
produce la falla. Muchas veces el anciano pierde al acto quirúrgico. La intervención nutricional ha
el equilibrio al sufrir un mareo, vértigo, síncope, demostrado beneficios en los pacientes ancianos
arritmias, hipersensibilidad del seno carotídeo, con fractura de cadera, con grado de evidencia
hipotensión ortostática, crisis epiléptica o un A. Tan solo en muy contadas ocasiones estas frac-
Anciana de 78 años, con episodio de fractura de cadera, caídas, pseudodemencia y desnutrición 281

turas pueden dejarse sin tratamiento quirúrgico DETERMINACIÓN DEL RIESGO


(caso de fractura impactada o en la que el trazo NUTRICIONAL
es incompleto). Los procedimientos quirúrgicos
dependerán del tipo de fractura. La mejor manera • Según la historia clínica: había riesgo de
de influir en el pronóstico es la oportuna inter- desnutrición pues existía un deterioro cogniti-
vención en la fase aguda de la hospitalización, vo, seguía polimedicación y había mantenido
una cirugía efectuada lo más temprano posible, una ingesta oral basal inadecuada en los últi-
un paciente médicamente bien preparado y un mos meses, ya desde su ingreso hospitalario
procedimiento quirúrgico breve. La atención por la fractura de cadera. No había disfagia
sanitaria al anciano con fractura de cadera es, ni alteraciones digestivas.
sin duda, un ejemplo de tratamiento en equipo • Según la exploración física: había palidez
multidisciplinario en el hospital, donde la figura de piel, mucosas y atrofia muscular (sarcope-
del geriatra es fundamental. Tras el alta hospita- nia).
laria, el centro de salud continuará facilitando la • La valoración funcional (autonomía):
atención que requieren estos pacientes. arrojaba un Barthel de 60/100 (dependen-
Es preciso insistir en la importancia de la pre- cia moderada). El índice de Lawton-Brody
vención, sobre todo cribar, detectar y tratar la para las actividades instrumentales diarias fue
osteoporosis así como evitar los riesgos de caída de 4/8 (no asuntos bancarios, no medios de
e intervenir sobre el entorno del anciano (hogar) transporte, no confecciona comidas, no hace
ofreciendo recomendaciones expresas a la fami- compras).
lia/cuidadores. • La valoración cognitivo-afectiva: en el
El défi cit de vitamina D en ancianos con MEC-Lobo puntuaba 22/35 (punto de cor-
fractura de cadera en España alcanza propor- te para demencia <23), se aplicó el test de
ciones superiores al 70%. La velocidad de la Yesavage (versión corta) puntuando 12/15
marcha y fuerza se ven afectadas por este (>10 es el punto de corte para depresión
déficit, apareciendo debilidad muscular en establecida). Test del reloj de Schulman pe-
los miembros inferiores. Son numerosos los queños errores indicativos de deterioro leve
trabajos que, además, muestran la reducción (grado II/V). Test de informador (TIN corto):
del riesgo de caídas en pacientes tratados con 60/85 (>57 indica probable deterioro cog-
vitamina D, incluso en aquellos con importante nitivo).
dependencia. Los niveles bajos de vitamina D • Hábitos dietéticos: habían cambiado en los
en el momento de la fractura se relacionan con últimos meses. Tenía preferencia por el pan,
peor situación funcional al año y con mayor galletas y productos de bollería (alimentos
número de caídas. En este caso, instauramos baratos y de acceso fácil que no requieren
suplemento de calcio más vitamina D junto a de preparación culinaria). Apenas consumía
ranelato de estroncio 2 g/día, fármaco para leche y derivados. Hacía solo dos comidas al
la OP que actúa aumentando la acción de los día.
osteoblastos y disminuyendo la resorción ósea.
No se metaboliza y por lo tanto no inhibe las DETERMINACIÓN DEL ESTADO
enzimas del citocromo P450. Ranelato de es- NUTRICIONAL
troncio constituye una opción terapéutica eficaz
en el paciente geriátrico y en los mayores de • El porcentaje de pérdida ponderal: su
80 años pues ha demostrado eficacia sostenida peso habitual 6 meses antes era de 57 kg (ta-
a 8 años tanto en fracturas vertebrales como lla: 157). Su peso actual de 48 kg. Porcentaje
no vertebrales. de pérdida ponderal: 15,6% (con disminucio-
Finalmente, en cuanto a la valoración nu- nes del 10-20% se piensa en desnutrición
tricional. moderada).
282 J.C. Caballero García, J.G. Muñoz Duque

La pérdida porcentual de peso se define con La desnutrición produce cambios significa-


la fórmula: tivos en la composición corporal del paciente y
Peso habitual – Peso actual aunque estos cambios son pronunciados en el
× 100
Peso habitual compartimento graso, lo son aún más en el magro
• IMC: 19,51 (<20 kg/m2 sugiere desnutri- y, en especial, en la masa celular corporal, siendo
ción). la pérdida de más del 40% de este compartimen-
• Diámetros/pliegues: se midieron los diá- to incompatible con la vida. La reducción del
metros braquial (27 cm) y de pantorrilla (31 compartimento magro como consecuencia de la
cm). deprivación nutricional crónica y/o en estados
• Parámetros de laboratorio: Hb: 10,2 g%, hipercatabólicos, indica la incapacidad crecien-
VCM: 77,5. HCM: 26,8. leucocitos: 7.500 te de la economía para utilizar energía a fin de
(linfocitos: 19%), albúmina: 3,0 g/dl, proteí- sostener las funciones vitales del organismo.
nas totales: 5,4 g/dl, transferrina: 127 mg/ Ningún método de valoración nutricional pue-
dl, colesterol total: 137 mg/dl. Fe: 36 µg/ de considerarse como el patrón oro pues todos
dl, ferritina: 15 ng/ml. tienen limitaciones en el anciano. La afectación
La medición de concentraciones séricas de aislada de un indicador nutricional no implica
proteínas secretoras hepáticas puede servir forzosamente un diagnóstico de desnutrición. El
para evaluar el estado de integridad y funcio- diagnóstico nutricional requiere, por lo tanto, del
nalidad del compartimento visceral pues la concurso de varios indicadores.
síntesis hepática de proteínas demanda de la
integridad de un pool de aminoácidos que se IDENTIFICAR DÉFICITS
renueve continuamente a partir de las proteí- NUTRICIONALES
nas ingeridas en la dieta regular del paciente. • Cálculo de los requerimientos calóricos: te-
Por tanto, una reducción en la cantidad y/o niendo en cuenta las necesidades basales de
calidad de las proteínas ingeridas en la dieta una persona de esta edad (30-35 kcal/kg)
basal se traducirá en una disminución de la estimamos que eran aproximadamente 1.700
tasa de síntesis de las proteínas secretoras cal/día.
hepáticas: albúmina, prealbúmina y transferri- • Cálculo de los requerimientos proteicos: se
na. Así, un valor disminuido de albúmina en estimaron en 50 g/día (aporte diario de 1 g/
un sujeto con historial de ingestas dietéticas kg).
subóptimas nos sugiere desnutrición. Del mis- • Consistencia, textura de la alimentación: la
mo modo, y tras instaurrar un plan terapéuti- paciente tenía conservada la capacidad de
co, una albúmina disminuida es un predictor deglución, usaba prótesis aunque no estaba
importante de riesgo de fallecimiento en caso bien adaptada (llevaba años sin revisar por
de complicaciones. De otro lado, el recuento odontólogo).
de linfocitos es un indicador inespecífico del
estado de inmunocompetencia del individuo PLAN DE INTERVENCIÓN
y, cuando es inferior a 1.500 células/mm3 NUTRICIONAL
nos alerta del riesgo aumentado para enfren-
tarse a la agresión. Se estableció de inicio una dieta basal blanda,
• Test MNA: se aplicó el MNA (Mini Nutri- mediterránea, equilibrada, de 1.700 kcal a base
tional Assessment) siendo para el cribaje de cereales, patatas, legumbres, carne (pollo y co-
de 3/14 (<10 puntos, posible desnutri- nejo), pescado, fruta, verduras, hortalizas y leche,
ción) y para la evaluación un puntaje de con una proporción diaria del 55% carbohidratos,
8. Total puntaje de 11 (<17 puntos sugiere 30% proteínas y 15% grasas.
desnutrición). Presentaba desnutrición leve- Tras dos semanas, la hija nos relató que no
moderada. terminaba los platos y se estimó que requería
Anciana de 78 años, con episodio de fractura de cadera, caídas, pseudodemencia y desnutrición 283

al menos un 20% de la energía total diaria en psicológico postcaída en el anciano. Rev Mult Ge-
forma de suplemento nutricional, en fórmula rontol. 2000; 10: 249-58.
comercial completa, polimérica, normoproteica, – Defensor del pueblo. La atención sociosanitaria en
hipercalórica, con fibra, de textura líquida y con España: perspectiva gerontológica y otros aspectos
sabor vainilla –sabor que prefería la paciente– conexos. Informes, Estudios y Documentos. Ma-
drid, 2000.
en un botellín de 200 ml, con densidad calórica
1,5 kcal/ml, con 49% de carbohidratos, 16% de – GEIOS Grupo de Estudio e Investigación de la
proteínas y 35% de lípidos. En total, un aporte Osteoporosis de la Sociedad Española de Cirugía
Ortopédica y Traumatológica. Tratamiento multi-
suplementario de 300 kcal/día.
disciplinario de la fractura de cadera. Multimedia
Se pensó en que el mejor horario para no Proyectos SL. Madrid, 2009.
disminuir las ingestas sería a media tarde.
– Holden MK, Gill KM, Magliozzi MR et al. Clini-
Se le pautó también hierro oral (sulfato ferro-
cal gait assessment in the neurologically impaired.
so: 80 mg/día). Reliability and meaning fulness. Phys Ther. 1984;
64: 35-40.
SEGUIMIENTO/CONTROL DEL CASO
– Hortoneda Blanco E. Síndromes geriátricos.
SEMER. Lilly. Madrid: Ergon; 2006.
Se mantuvo esta suplementación nutricional
– López-Ibor Aliño JJ, Valdés Miyar M. DSM-IV-TR.
(SN) durante dos meses, al cabo de los cuales se
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
realizó determinación analítica y se comprobó mentales. Barcelona: Masson; 2004. ES CORREC-
que había mejoría en los parámetros bioquímicos: TO ASI?
albúmina: 3,7 g/dl, proteínas totales: 6,7. Ferri-
– Maly RC, Hirsch SH, Reuben DB. The performance
tina: 35 ng/ml, hierro: 51 µg/dl, transferrina: of simple instruments in detecting geriatric con-
147 mg/dl, colesterol total: 178 mg%, glucosa: ditions and selecting community-dwelling older
97 y de sangre (Hba: 12,1 g%, VCM: 79,1. HCM: people for geriatric assessment. Age and Ageing.
28,7) e inmunológicos (linfocitos: 1.790). Había 1997; 26 (3): 223-31.
ganado 3 kg de peso y se suspendió la SN. – Mathias S, Nayak USL, Isaacs B. Balance in elderly
Al tercer mes comenzó a acudir a un centro patients: the get up and go test. Arch Phys Med
de día donde comía sin problemas. Al sexto mes Rehabil. 1986; 67: 387-9.
el control analítico mostraba normalidad. Su peso – Moro-Álvarez MJ, Díaz-Curiel M. Diagnóstico y
era de 55 kg y seguía una dieta basal normal, con tratamiento de la osteoporosis en mayores de 75
cuatro comidas/día de 1.800 cal. años. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2010; 45 (3):
141-9.
BIBLIOGRAFÍA – Muñoz M, Aranceta J, Guijarro JL. Libro Blanco
de la alimentación de los mayores. Madrid: Pana-
– Barber JH, Wallis JB. A postal screening question- mericana; 2005.
naire in preventive geriatric care. J Royal General – National Institute for Health and Clinical As-
Practitioner. 1980; 30: 49-511. sessment. Clinical practice guideline for the as-
– Benítez MA, Pascual L, Duque A. Modelos de sessment and prevention of falls in older people.
organización de la atención domiciliaria en Aten- London. NICE. 2004. www.nice.org.uk/page.
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– Caballero García JC, Remolar ML, García Cuesta A test of basic functional mobility for frail elderly
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