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“¡VENGA TU REINO!

(Mt. 6:10)

I. INTRODUCCIÓN

Todos los que somos cristianos sabemos que debemos orar…creo que este todos podemos
asentir con la cabeza que es importante y necesario orar…sin embargo, creo que si somos
honestos, muchos de nosotros no sabemos cómo hacerlo o aún podemos pensar que estamos
orando, pero quizá no conforme el plan de Dios. En efecto, la idea con esta serie es examinar la
enseñanza de Cristo frente a la oración..y por eso estamos en Mateo cap. 6, y en esta noche
vamos a meditar en esta frase que dijo que Cristo acerca de la oración: Cuando oréis,
digan:…venga tu reino.”

Bueno lo primero a notar aquí es que un Reino implica un Rey..y este caso, el Rey es DIOS
MISMO (Sal. 115:3; Sal. 47:7-8; Heb. 1:8)

Pero fíjate que Dios no es un Rey Cualquiera, pues, hay ciertas cosas que lo hacen excepcional:

a. Es un rey santo
b. Es un rey justo
c. Es el Rey que está por encima de cualquier Rey que te pudieras imaginar
d. Es un Rey cuyo dominio es toda la Tierra y todo el Cielo, y universo inclusive.
e. Posee magnificencia propia (en esencia es glorioso), no necesita un ropaje para
aparentar como los reyes de la Tierra (Sal. 93:1-2)
f. A diferencia de los reyes de la Tierra que necesitan de guardaespaldas, ÉL no necesita la
ayuda de nadie (Sal. 89:6)
g. Es un Rey que tiene herederos (aquellos que son salvos en Cristo), pero No tiene
descendientes (Sal. 29:10)
h. Los reyes de la Tierra y ángeles deben su existencia a ÉL.

Comentario de Aplicación: Es un honor servir a aquel Rey, es sabio Servir a ese Rey, es
bueno confiar en ese Rey, es bueno aprender a temer a ese Rey y someterse alegremente
a sus mandamientos.

Pero cuando el Señor Jesús ora venga Tu REINO, ¿se refiere acaso a que si de alguna
manera mi oración condiciona que el Reino de Dios venga a esta Tierra? o ¿A qué se
refería Aquí nuestro Señor?
Bueno, no se refería al Reino de Dios en el sentido providencial, es decir, Dios ya es REY,
y ya hemos visto que Él hace lo que quiere, y NADA de la historia de este mundo
acontece sin que Él lo haya permitido… ¡EL ES SOBEREANO REY!

¿Pero a qué reino se refiere Cristo que debemos orar que venga? Podemos decir: Reino
de Gracia y el Reino de Gloria.

II. REINO DE GRACIA

Es aquel estado que actualmente disfrutan los que son hijos de Dios, que han experimentado
el poder transformador del evangelio de Jesucristo.
“La gracia gobierna la voluntad y los sentimientos, somete al hombre por entero a Cristo: reina
sobre el alma, ostenta el cetro y somete las pasiones más rebeldes y mantiene el decoro espiritual
del alma”

Ahora bien, ¿qué implica decir: “que venga tu Reino de Gracia?

a. Que nos encontramos en un reino de tinieblas, necesitamos alguien que nos libre y
saque de ese reino.
b. El hombre en su estado natural se halla sumido en tinieblas de ignorancia, expuesto a la
ira divina; como decía el autor: ¡El corazón del pecador es más negro que el
infierno!...wow! Y lo peor aún, es que el hombre ama más su pecado que la luz…
Aplicación: Si aún no has nacido de nuevo, si no has experimentado el poder
transformador del evangelio o mejor dicho no lo estás experimentado, ora al Señor:
venga tu reino, ¡sácame de este reino de tinieblas, acude a Cristo hoy!
c. Al orar que venga el Reino de gracia, estamos orando contra el reino de satanás*
Aplicación: La pregunta esta noche es: Estás tú, ¿estoy yo en ese Reino de Gracia?
Esto es crítico, hermanos y amigos: no te engañes pensando que porque estás sentado
aquí ya eres hijo legítimo de Dios necesariamente.
“Puede que oigamos el sonido de la Palabra con los oídos, pero no la gustemos con el
corazón”.
¿Realmente te has considerado perdido sin Cristo? ¿Tu convicción de pecado te lleva
hacia Cristo? o ¿solo es remordimiento?

El autor exhorta a que nos examinemos constantemente, y da ciertos tipos para saber
si realmente hemos recibido este reino de Gracia:
- Una metamorfosis del alma
- Un deseo sincero y desinteresado por Dios
- Un deseo que aumenta gradualmente por Cristo más que cualquier cosa en este
mundo.
- Una vida de santidad progresiva y mayor devoción de servicio.

Si consideras que luego de examinarte estás en ese Reino de Gracia, aun así DEBES SEGUIR
ORANDO PARA QUE VENGA ESE REINO:

- Porque embellece el alma del creyente y trae consigo paz y gozo (aun en medio de
las pruebas o dificultades)
- Debemos orar hasta que estemos a lado de CRISTO en gloria.
- Se reflejará en una mejor comprensión de Dios y Su Hijo Jesucristo.

III. Reino de Gloria

¿Qué es el Reino de Gloria?

Es el glorioso estado que disfrutarán los que han experimentado el Reino de la Gracia de Cristo
aquí en la Tierra cuando reinen juntamente con Dios y con sus ángeles por siempre. Por más que
hayas visto en series animadas o películas aún cristianas, es infinitamente inexplicable…
(Ejemplo de una persona parado frente a las olas del Mar: ¡el océano es infinito!)
Características del Reino de Gloria

1. Necesidades básicas plenamente satisfechas: comida, ropa, sueño, vivienda… ¡No habrá
insatisfacción alguna, estaremos plenos por siempre! ¡WOW!
2. Conocimiento perfecto y pleno: libre de las imperfecciones de la naturaleza
Conoceremos los secretos de DIOS: ¡El misterio de la Trinidad! (por ejemplo)
3. El trabajo nunca más será fatigoso ni una carga… ¡será un verdadero deleite! ¡Eterna y
continua adoración al Señor!
4. No habrá corrupción ni raíz de maldad, ¡eso es una buenísima noticia!
5. No habrá llanto, dolor ni aflicción: ¡porque el reino de los cielos consiste en gozo y paz!
6. Es como el sello de la redención divina en Cristo, donde no habrá más tentación, ni
preocupación o ansiedad alguna.
7. Inmediata comunión con Dios y con Su Hijo: Jesucrissto: disfrutaremos de la compañía
de millares de ángeles.
8. Es un Reino tangible y sólido (no son cuentos de Hadas): la gloria de este reino sacia, es
estimulante, siempre se renueva, ¡es gloria de verdad!; ¡su gloria llenará a cada uno de
sus hijos! ¡Honra y honor a cada uno de sus hijos en este Reino de Gloria!
9. Es un reino infinitamente superior a los reinos de este mundo: supera a los reinos de
esta tierra en esplendor, riquezas, santidad (separación absoluta del pecado),
dimensiones (aunque la puerta es estrecha), salud, unidad de su gente y duración
(eterna).
10. Es un reino seguro e infalible: Dios el Padre lo ha prometido (Lc. 12:32); Dios el Hijo ha
pagado el precio de entrada (precio de Su preciosa Sangre derramada en la Cruz), Dios
Espíritu Santo obra en nosotros preparándonos preliminarmente para aquel Reino; todo
esto en virtud de nuestra unión con el Señor JESUCRISTO!

APLICACIONES

1. Dejar el pecado, llorar por nuestro pecado, mortificar la carne no es una locura, no es
una carga, si consideras la gloria venidera. Es como decía el ps. Alex el domingo pasado:
molestarte porque tu papá te quitó un juguete de un sol, cuando sabes que Tu Padre es
un multimillonario! ¡¡Qué es una lágrima de sufrimiento comparado con una corona de
vida dada por el Señor mismo!!
2. Si aún no estás en Cristo, no has experimentado el Reino de Gracia, no podrás
experimentar el Reino de Gloria, así como tan cierto es este Reino, lo será el infierno. Y
esto no es broma, amigos.
3. No tiene sentido envidiar la prosperidad de los malvados. Otra vez, piensa en el ejemplo
del ps. Alex.
4. El temor a la muerte no tiene sentido, pues, nos espera un tremendo Reino, por lo tanto
hay consolación y una esperanza segura.
5. Es necio entregarse a placeres vanos y gratificaciones pecaminosas…perdemos un reino
glorioso por algo terrenal y pasajero.
6. ¿De qué le sirve al hombre ganar todo este mundo pero perder Su alma?
7. Buscad las cosas de arriba: nos vemos como peregrinos en este mundo, como es nuestra
vida de pensamientos, cuáles son nuestros pensamientos más frecuentes…un enfoque
celestial, expectante de aquel reino.

CONCLUSIÓN: Examinémonos constantemente para ver si estamos en este reino, puedes


ser muy religioso, disfrutar de esta predica, leer tu biblia, tener celo por la causa de Cristo,
pero aun amar tu pecado, aun llorar pero solo porque sabes que Dios es Juez. O aun, dejas
tus pecados más groseros, pero no tienes problemas con la envidia, el orgullo…oh,
hermanos, esto debería motivarnos a examinarnos a nosotros mismos y a seguir echando
de la gracia para esforzarse en la santidad y perseverar hasta el fin…si no estamos peleando
la buena batalla, si no te estás esforzando en la santidad, entonces tendríamos razones para
dudar el obrar del Reino de Gracia y futuro Reino de Gloria en tu ser.

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