Sunteți pe pagina 1din 7

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Jesús es el Hijo de Dios


Texto: Marcos 14,53-65

Tema: El fracaso total de la justicia humana.

Introducción

- El tropel armado trae a Jesús ante el sumo sacerdote. v53a


Las personas que arrestaron a Jesús le traen ante el sumo sacerdote que era Caifás
(Cf. Mateo 26,3) Ocupo ese cargo por 18 años. Desde al año 18 al 36 d.C. Fue una
persona muy dura y manipuladora, un oportunista que no conocía el significado de la
lealtad o la justicia, y era inclinado a hacer lo que le convenía ‘como diera lugar’. Lo
que eran propósitos egoístas de su parte, este hombre, sabia disfrazarlo como si fuese
algo necesario para el bienestar del pueblo (Cf. Juan 11,49-53; 18,14)

Jesús directamente fue traído desde Getsemani al sumo sacerdote con el fin de
enjuiciarlo y castigarlo (ἀπάγω). Por tanto, el juicio de Jesús no era con el propósito de
darle honor a la ‘verdad’, sino la envidia que sentían los lideres religiosos –
principalmente el sumo sacerdote – fue la principal razón de este juicio fraudulento (Mt.
27,18)

Cuan grande diferencia encontramos entre el sumo sacerdote Caifás y el Sumo


Sacerdote designado por Dios: Cristo (Cf. Hebreos 5,1-10) Cristo es la verdad, la vida,
el Justo. Podemos venir a Él confiadamente y encontrar a ese Sumo Sacerdote que
intercede por nosotros ante el Padre.

- El sanedrín juzga a Jesús.


El versículo 53 dice: “…y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos
y los escribas.” Por tanto, se trataba de una reunión oficial del sanedrín, pues estaban
presentes no solo algunos miembros, sino un buen numero de ellos.

Es importante, para entender Marcos 14,53-65 y lo que sigue en el capítulo 15, tener
presente que Jesús tuvo que someterse a dos juicios. El primero es conocido como
“Juicio eclesiástico” y el segundo como “Juicio Civil”.1 Estos estuvieron formados por
tres etapas:

1. Juicio Eclesiástico. (Ante autoridades eclesiásticas)

1 Es la postura de W. Hendricksen. La cual estoy de acuerdo por el respaldo bíblico que tiene.

1
miércoles, 11 de diciembre de 2019
a. Una audiencia preliminar ante Anás (Juan 18,12-14; 19-23) Quien era suegro del
sumo sacerdote Caifás.

b. El juicio ante el Sanedrín, es decir, ante el sumo sacerdote, los principales


sacerdotes, los ancianos y escribas (Marcos 14,53)

c. El juicio ante el Sanedrín que se llevó a cabo después del amanecer (Marcos 15,1)

2. Juicio Civil. (Ante autoridades Civiles)

a. El juicio ante Poncio Pilato

b. El juicio ante Herodes

c. El juicio (en el que se declaró la sentencia de muerte por crucifixión) ante Poncio
Pilato.

Por tanto, en el pasaje que nos atiende (Marcos 14,53-65), ya se ha realizado la


audiencia preliminar ante Anás, suegro del sumo sacerdote Caifás.

1. Jesús es probado inocente (vv55-59)


55 “Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús,
para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban. 56    Porque muchos decían falso
testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban. 57  Entonces levantándose
unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo: 58  Nosotros le hemos oído decir: Yo
derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano.
59 Pero ni aun así concordaban en el testimonio.”

A. Los vanos esfuerzos del sanedrín por probar la culpabilidad de Jesús v55

Aquellos hombres impíos, hacían todo esfuerzo posible por encontrar una prueba
que mostrará que Jesús era culpable, por tanto, merecedor de la muerte: “Y los
principales sacerdotes y todo el concilio buscaban (ἐζήτουν ) testimonio contra Jesús,
para entregarle a la muerte…” En realidad ya habían determinado matarlo. Marcos
desde el inicio de su evangelio nos dice de este propósito por parte de ellos (Cf.
Marcos 3,6) La decisión - de darle muerte - ya estaba determinada, solo faltaba
encontrar el motivo para que el dictamen se hiciera ‘legal’.

“Ya habían determinado un veredicto de culpabilidad antes de que el juicio comenzara”


(cp. Jn. 11:50)2

2 John MacArthur. Evangelio de Marcos

2
miércoles, 11 de diciembre de 2019
Pero, por más esfuerzos que hicieran, ¡Jamás encontrarían culpa en él! La única
culpa que encontraran en él es la de ellos y la nuestra, y esto, ante Él Juez del
universo. Ya que Jesús tomo sobre sí nuestra culpa: Isaías 53,4-6 “Ciertamente llevó
él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y abatido. 5   Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él…6    Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en
él el pecado de todos nosotros.”

Este juicio era completamente ilegal. La ley judía no le permitía al sanedrín iniciar
acusaciones. Ellos solo podían investigar y canalizar los casos que les presentaban.
Pero la bíblia dice que no lo hicieron de esta manera. Ellos actuaron como fiscales en
busca de algún motivo para acusarle, “…pero no lo hallaban.” Por tanto, en lugar de
mostrar la culpabilidad de Jesús, solo resaltaba la diferencia entre la inocencia de
Jesús y la evidente corrupción de todos ellos.

B. El uso de testigos falsos en el juicio de Jesús es inútil para encontrar


culpabilidad en él. vv56-59

Al leer los versículos 56-59, nos resulta claro que las Escrituras culpan a ‘los
principales sacerdotes y a todo al Sanedrín’ de ser los principales promotores de la
muerte de Jesús. Sin embargo, no podemos justificar o excusar a la multitud que junto
con los sacerdotes gritaban: ¡Crucifica (le), Crucifica (le) ! El apóstol Pedro, en su
primer sermón les deja en claro esto al decirles: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la
casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho
Señor y Cristo.” (Hechos 2,36) y en Hechos 3, 14,15a “Mas vosotros negasteis al
Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, 15   y matasteis al Autor
de la vida…”

También encontramos a otros culpables de la muerte de Cristo: Todos nosotros.


No es que hayamos planeado su muerte, como lo hicieron los sacerdotes de
aquellos días. Pero es verdad que nosotros mismos matamos a Jesús, porque
nuestros pecados le clavaron en la cruz. Pero por aquel mismo Cristo crucificado y
resucitado fuimos salvados.

Es aquí donde entendemos claramente el mensaje central de estos versículos.


Aquellos testigos falsos y sus fraudulentos testimonios “…no concordaban…” v56
Precisamente por eso: Eran falsos.

3
miércoles, 11 de diciembre de 2019
Tanta es su falsedad e ignorancia, de estos seudo-testigos, que distorsionan las
palabras de Jesús diciendo: v58  “Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este
templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano.” Cuando en
realidad Jesús había dicho: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.” (Juan
2,19) Jesús no hablaba del templo construido por Herodes, sino de su cuerpo, de la
resurrección (Cf. Juan 2,20-21).

Jesús jamás conoció pecado, por esta razón no pudieron encontrar algo para
acusarle. Su vida fue perfecta, para así nosotros por la fe hacer nuestra su obediencia
perfecta. Jesús no solo murió y resucitó por nosotros, sino también vivió por nosotros,
para así, su obra sea nuestra por la fe.

Entonces, el someterse a un juicio dirigido por hombres pecadores fue una profunda
humillación. Sin embargo, el gran amor de Dios por nosotros, los que creemos en
Cristo, se manifiesta en esta humillación también. “Porque lo insensato de Dios es más
sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.” (1 Corintios
1,25)

El creador juzgado por las criaturas es algo inconcebible en nuestra mente, pero no
para la mente de Dios, porque para Él todo es posible (Cf. Marcos 10,27). “Porque la
palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a
nosotros, es poder de Dios.” (1 Corintios 1,18) Y Él fue quién desde el principio planeo
enviar a Su Hijo Cristo al mundo para salvación de muchos.

Porque el problema no es de Dios, el problema es nuestro, y nuestro problema es el


pecado. Si nuestro problema fuera financiero Él hubiera enviado a un contador público,
si nuestro problema fuera de salud, Él hubiera enviado a un médico, pero, como
nuestro problema es el pecado, y el pecado atrae sobre nosotros la ira de Dios, Él
envío la solución adecuada para aplacar Su ira: Un Salvador, y este Salvador es Su
Hijo, Dios mismo.

Por tanto, roguemos al Señor, que en Su gracia, nosotros le busquemos e


invoquemos su nombre.

San Agustin escribe en su libro “Mis confesiones” Capitulo primero lo siguiente:

1 “Grande eres, Señor, e inmensamente digno de alabanza; grande es tu poder y tu


inteligencia no tiene límites.


Y ahora hay aquí un hombre que te quiere alabar. Un hombre que es parte de tu
creación y que, como todos, lleva siempre consigo por todas partes su mortalidad y el

4
miércoles, 11 de diciembre de 2019
testimonio de su pecado, el testimonio de que tú siempre te resistes a la sobrebia
humana. así pues, no obstante su miseria, ese hombre te quiere alabar. Y tú lo
estimulas para que encuentre deleite en tu alabanza; nos creaste para ti y nuestro
corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti.

Y ahora, Señor, concédeme saber qué es primero: si invocarte o alabarte; o si antes de


invocarte es todavía preciso conocerte.

2. Pues, ¿quién te podría invocar cuando no te conoce? Si no te conoce bien podría


invocar a alguien que no eres tú.

¿O será, acaso, que nadie te puede conocer si no te invoca primero? Mas por otra
parte: ¿Cómo te podría invocar quien todavía no cree en ti; y cómo podría creer en ti si
nadie te predica?

Alabarán al Señor quienes lo buscan; pues si lo buscan lo habrán de encontrar; y si lo


encuentran lo habrán de alabar.

Haz pues, Señor, que yo te busque y te invoque; y que te invoque creyendo en ti, pues
ya he escuchado tu predicación. Te invoca mi fe. Esa fe que tú me has dado, que
infundiste en mi alma por la humanidad de tu Hijo, por el ministerio de aquel que tú
nos enviaste para que nos hablara de ti.3

2. Jesús es sentenciado por decir la verdad absoluta (vv60-64)


A. La astucia del sumo sacerdote Caifás. v60-61

Jesús podía refutar el falso testimonio de la destrucción del Templo (v58) Las
palabras atribuidas a Jesús en el verso 58, en realidad no fueron pronunciadas por él
así. Pero, él se mantuvo callado. Sabía que este juicio no era para reivindicar la verdad,
sino para que el pecado del hombre resaltara. Sobre todo para que la Palabra de Dios
se cumpliera en Su persona (Cf. Isaías 53,7)

El silencio de Jesús irrita a Caifás. Y se pone en medio de los hombres en aquel


lugar y lanza las primeras preguntas: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos
contra ti?v 60 Más Jesús callaba y nada respondía (v61a) De manera que, visiblemente
enojado, le hace una tercer pregunta: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? (v61) Su
pregunta indica reverencia, ya que no usa el nombre de Dios, sino que lo cambia a
“Bendito”. Su pregunta al fin tiene una respuesta: “Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al
Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del
cielo.” (v62)

3 San Agustin Capitulo 1 Confesiones.

5
miércoles, 11 de diciembre de 2019
Jesús a la vez que les responde, les advierte de lo que un día ellos tendrán que
experimentar. “…y veréis…” Un día ustedes serán ‘testigos’ de mi gloria. Ese día no
necesitarán más testigos más que ustedes mismos. Serán juzgados cuando ‘vega
entre las nubes’ al que ahora ustedes juzgan falsamente les juzgará en aquel día con
un juicio justo, y serán aliados culpables. Nuevamente Jesús advierte a estos hombres
de su pecado para que en aquel día ellos no tengan ninguna justificación de lo que
están haciendo.

La astucia de Caifás solamente le condenó más. Este mismo hombre es aquel que
dice: “…nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación
perezca.” (Juan 11,50) Sus acciones le harán un día comparecer ante el tribunal de
Cristo, él mismo a quien el condenó.

B. La hipocresía religiosa en toda su expresión. vv63-64

En estos versículos la hipocresía de Caifás se hace muy evidente. Actúa como si en


verdad estuviera destrozado por la tristeza. Pero en realidad, su corazón estaba lleno
de un júbilo satánico. Por fin había - según él - logrado su venganza.

Pero si nos damos cuenta, fue Jesús quien se entrego, su verdad, es la que le lleva a
la muerte, no como a un mártir, sino cumpliendo la voluntad del Padre (Cf. Marcos
14,36) No fueron las falsas acusaciones, es más, el juicio ya parecía ir al fracaso.
Nuevamente vemos que Jesús es quien tiene el control de la situación.

¡Han escuchado la blasfemia que este ha dicho! ¡Para que tenemos que buscar más
testigos cuando todos nosotros somos testigos de lo que el hombre ha dicho! Y todos
ellos le condenaron a muerte. ¡Es culpable de muerte¡ ¡Es culpable de Muerte !

Para Nuestra Espiritualidad



Deseo que recordemos las Palabras del apóstol Pedro: “Porque también Cristo
padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios,
siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu” (1 Pedro 3,18)

¡Qué profunda humillación experimento Cristo ! Pero su humillación no fue sin un


plan. Tenia un propósito, Pedro escribe: “…para llevarnos a Dios.” Dios entregó a Su
Hijo, en manos de pecadores, para acercarnos a Él. ¿Ves su grande amor? ¡Oh!
hermano (a) cuando estes apunto de ceder a la tentación y cometer pecado, recuerda
la humillación de Cristo, que con amor se entrego y soporto los maltratos de los
hombres para salvarte. Recuerda que tus pecados le clavaron a la cruz, precisamente
para perdonar todos ellos. Recuerda que el único justo en todo este falso juicio es él.

6
miércoles, 11 de diciembre de 2019
Nadie más. Y esa justicia, te es otorgada por la fe. Para que así seas encontrado
delante de Dios sin culpa de pecado.

S-ar putea să vă placă și