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INTEGRANTES:
Deposito petrolífero
Transformador eléctrico
Para evitar este tipo de explosiones se suelen instalar dispositivos para el alivio
de la presión, como, por ejemplo: válvulas de seguridad o discos de ruptura.
Existe un tipo de explosión mecánica debido a los vapores expandidos que se
producen cuando hierven un líquido que se conoce como BLEVE, y a la que hay
que prestar especial atención.
La palabra BLEVE corresponde a las de iniciales del término boiling-liquid-
expanding vapor explosión, que traducido al castellano significa “explosión de
los vapores que se expanden al hervir un líquido”, y describe un mecanismo de
fallo de un recipiente que contiene un líquido a una temperatura bastante
superior a su punto de ebullición a presión atmosférica normal.
Un BLEVE sucede cuando en recipiente que contiene un líquido por encima de
un punto de ebullición se debilita hasta el punto de no poder mantener la presión
para la cual ha sido diseñado. Un BLEVE de este tipo puede prevenirse enfriando
la superficie del tanque en la zona afectada por las llamas provocadas por un
fuego exterior. El enfriamiento puede realizarse con agua utilizando boquillas,
mangueras y/o monitores. Factores como la corrosión o los daños mecánicos en
los recipientes también pueden causar BLEVE.
Un BLEVE es considerado como un accidente grave que puede tener
consecuencias importantes en otra serie de instalaciones o establecimientos
cercanos al lugar donde se produzca. A es a lo que se denomina “efecto dominio
“, el cual es reconocido por la legislación mediante la directiva seveso II y su
trasposición en el real decreto 1254/1999, por el que se aprueban las medidas
de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que
intervengan sustancias peligrosas.
El efecto dominio se puede definir como “un conjunto correlativo suceso donde
las consecuencias de un accidente previo se ven incrementadas por estos, tanto
especial como temporalmente, generando un accidente grave “.
En el artículo 8 del citado real decreto, se contempla el hecho de que en
determinados establecimientos o grupos de establecimientos la probabilidad y
las consecuencias de un accidente grave en uno de ellos pueden verse
incrementadas o agravadas peligrosas. Esta es una de las principales
novedades de esta legislación, que tiene al aseguramiento de que no se
produzca lo que se ha llamado concatenación de riesgos y accidentes mayores.
Esto obliga a los establecimientos con riegos cercanos entre si a intercambiarse
determinadas informaciones con el fin de analizar globalmente el riesgo presente
y ah tenerlo en cuenta para desarrollar sus políticas de prevención y de gestión
de la seguridad, y en sus planificaciones de emergencia.
CAPITULO. 11
11.1.- INTRODUCCION
Durante la segunda mitad del siglo xx, debido a los procesos de urbanización y
edificación se ha desarrollado la realidad actual de una gran arte del patrimonio
edificado de España.
Estos grandes procesos de construcción han dado lugar a unos entornos
urbanizados y edificados con la intención de dar una satisfacción razonable a las
necesidades básicas de las personas.
Con el objetivo de mejorar la calidad y seguridad de la edificación de uso no
industrial, en marzo de 2006 se aprobó el código técnico de la edificación (CTE),
creándose un marco legislativo homologable con la Unión Europea.
Con código técnico se desarrolla una serie de documentos básicos cuya
adecuada aplicación garantiza el cumplimiento de las exigencias básicas;
seguridad en caso de incendio, seguridad de utilización, ahorro de energía,
seguridad estructural, salubridad y protección frente al ruido
El objetivo del requisito básico de seguridad en caso de incendio consiste en
reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios de un edificio sufran
daños derivados de un edificio de origen occidental, como consecuencia de las
características de su proyecto, construcción, uso y mantenimiento.
Las exigencias básicas que se tienen en cuente son las siguientes:
Propagación interior
Propagación exterior
Evacuación de ocupantes
Instalaciones de protección contra incendio
Intervención de bomberos
Resistencia al fuego de la estructura
11.2.- PROPAGACION INTERIOR
Esta exigencia busca limitar el riesgo de propagación del incendio por el exterior,
tanto del edificio considerado como otros edificios
El CTE exige que las medianerías y muros colindantes tengan una resistencia al
fuego de al menos 120 minutos.
Al igual que en caso anterior, para limitar este tipo de riesgo hay que diseñar
soluciones de protección pasiva contra incendios que eviten la propagación
horizontal y vertical de fuego por fachada, resolviendo encuentros con los
forjados, con las cubiertas, y teniendo también en cuenta el grado de reacción al
fuego de los materiales empleados en la construcción de dichos elementos
estructurales de la edificación.
Las soluciones de protección pasiva contra fuego se han analizado en el capítulo
5 del libro.
Los edificios deben disponer de los medios de evacuación adecuados para que
los ocupantes puedan abandonarlo o alcanzar un lugar seguro dentro de los
mismos en condiciones de seguridad.
para poder definir los elementos de evacuación es necesario
Hacer un cálculo de la ocupación. Par ello se utiliza la densidad de
ocupación (viene impuesta por la legislación aplicable), es decir el número
de personas por metro cuadrado, cuyo valor depende del uso previsto y
de la zona o tipo de actividad.
Definir el número de salidas y la longitud de los recorridos de evacuación,
que dependen del tipo de uso del edificio, los recorridos de la evacuación
permitidos son se orden de 15 m, 25 m, 35 m o 50 m
Definir los anchos de los pasillos de evacuación, de las puertas, de las
rampas y de las escaleras. Los anchos mínimos suelen ser de 0.80 m y 1
m.
Un aspecto muy importante, y al que se le suele dar poca importancia en los
proyectos es la señalización de los medios de evacuación; señalización de
salida, de emergencia, de dirección de evacuación, etc.
Estas señales, además de que estar bien situados, deben tener unos tamaños
adecuados para poder verlas en caso de emergencia. Por ejemplo, si la distancia
de observaciones es de 10 m, el tamaño mínimo de la señal debe ser 210*210
mm.
Una técnica que está empezando a aplicar en España para facilitar la evacuación
de los ocupantes de los edificios es la del control de humo, ya que se sabe con
certeza que en caso de incendio las personas mueren asfixiadas, no quemadas.
Este tipo de instalaciones se esta exigiendo en grandes aparcamientos cerrados
y en grandes centros comerciales, y han sido analizadas en el capítulo 5 del libro.
Anteriormente se han comentado las exigencias del CTE para reducir a límites
aceptables, el riesgo de incendio en los edificios. A continuación, se hacen unos
comentarios a dichas exigencias, para comprender claramente que depende la
seguridad contra incendios en los edificios.
La seguridad de un edificio depende, en primer lugar, de su diseño, es decir, de
aquello que se proyecta para prevenir el inicio del incendio; y en segundo lugar,
de aquello que se hace durante la construcción, uso y mantenimiento del edificio,
para minimizar la creación y posibilidades de propagación de un incendio
Los medios contra incendios, tanto pasivos como activos, deben diseñarse de
tal forma que el edificio, por sí mismo, favorezca la extinción manual de un
incendio.
La disposición interior, los materiales de los acabados y los servicios de un
edificio son condicionantes importantes de seguridad contra incendios en el
diseño del mismo.
Los graves incendios en edificios de gran altura y complejos han puesto de
manifiesto la necesidad de facilitar, con las técnicas de diseño, las actuaciones
de los servicios públicos de extinción.
Cuanto mas grande y complejo sea un edificio, mas importante, es que tenga
unos buenos accesos para los servicios públicos de extensión. En aquellos
edificios o parte de los mismos donde los bomberos no puedan actuar con
efectividad, la mejor solución es equiparlos con un sistema de rociadores
automáticos.
Los edificios se diseñan para ciertos tipos de actividades y ocupaciones; por ello,
es muy importante prestar atención a las características inherentes de esas
actividades, teniéndolas presentes en el diseño, para salvaguardar las vidas en
caso de incendio
Las condiciones de diseño desde el punto de vista de seguridad, en el caso de
una vivienda unifamiliar, son muy sencillas; sin embargo, no lo son cuando se
trata de edificios de ocupación mixta, como aquellos que tienen oficinas, tiendas,
apartamentos, garajes y restaurantes. En estos casos deben tomarse en
consideración muchas y diferentes factores de diseño.
El primer mecanismo para mantener seguro en caso de incendio es, sin duda
abandonar el edificio, antes de que aparezcan condiciones de amenaza para la
vida. Para ello es necesario que varias partes del sistema de seguridad diseñado
funcionen correctamente, incluyendo que:
El incendio sea detectado y la alarma activada con rapidez
Los ocupantes reconozcan la señal de alarma
Se proceda inmediatamente a evacuar el edificio
Los ocupantes se dirijan a la salida de manera eficiente y ordenada
Las vías de evacuación sean adecuadas al número de ocupantes
Las salidas estén diseñadas constructivas y mantenidas correctamente.