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UNIVERSIDAD NACIONAL

“SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

FACULTAD DE CIENCIAS DEL AMBIENTE

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA SANITARIA

ASIGNATURA: INSTALACIONES SANITARIAS EN


EDIFICACIONES II

TEMA: INSTALACION DE PROTECCION CONTRA INCENDIO


CAP 9, CAP 10, CAP 11.

DOCENTE: ING. KIKO FELIX DEPAZ CELI

INTEGRANTES:

 CHOQUE CONTRERAS Wendy


 DIBURCIO CASIMIRO Alfredo
 LOPEZ BUIZA Ruth
 NUÑEZ HERRERA Nelson J.

SEMESTRE ACADÉMICO: 2019 – II


CAPITULO 9:

LEGALIZACION DE LAS INSTALACIONES DE PROTECCION CONTRA


INCENDIO Y SU PUESTA EN SERVICIO
Tal y como hemos estudiado en el capítulo 8, hay legislación específica que
regula la protección contra incendios en ámbitos industriales y legislación que la
regula en el resto de ámbitos (edificación, residencial, terciarios, etc.); por tanto,
se ha considerado necesario diferenciar la manera de legalizar las instalaciones
de protección contra incendios en función del tipo de edificios de los que van a
formar parte.
9.1. EN EL AMBITO INDUSTRIAL
El Real Decreto 2267/2004, por el que se aprueba el Reglamento de seguridad
contra incendios en los establecimientos industriales (RSCIEI) establece en su
capítulo II el régimen de implantación, construcción y puesta en servicio de los
establecimientos industriales, en los siguientes términos:
Proyectos de construcción e implantación (autorización de instalación)
Los establecimientos industriales de nueva construcción y los que cambien o
modifiquen su actividad, se trasladen, se amplíen o se reformen, en la parte
afectada por la ampliación o reforma, requieren la presentación de un proyecto
de instalación contra incendios, que podrá estar integrado en el proyecto general
exigido por la legislación vigente para la obtención de los permisos y licencias
preceptivas, o ser especifico.
En todo caso, deberá contener la documentación necesaria que justifique el
cumplimiento del RSCIEI.
El referido proyecto deberá ser redactado y firmado por el técnico titulado
competente, visado por su colegio oficial correspondiente, debiendo ser
presentado en los servicios de industria competentes de la comunidad Autónoma
objeto de solicitar la preceptiva inscripción y autorización de instalación.
Dicho proyecto deberá indicar, de acuerdo con lo requerido en el Reglamento de
instalaciones de protección contra incendios, Real Decreto1942/1993, de 5 de
noviembre, y en la orden de 16 de abril de 1998, los materiales, aparatos,
equipos, sistemas o sus componentes sujetos a marca de conformidad a normas,
incluidos en el documento.
Se indicará, asimismo, la clase o nivel de comportamiento ante el fuego de los
productos de la construcción que así lo requieran.
El RSCIEI prevé que se pueda sustituir el proyecto por una memoria técnica
firmada por un técnico titulado competente, en los siguientes casos:
a) Establecimientos industriales de riesgo intrínseco bajo (< 200 Mcal/m2) y
superficie útil inferior a 250 m2
b) Actividades industriales, talleres artesanales y similares con carga de
fuego igual o inferior a 10 Mcal/m2 (42 MJ/m2) y superficie útil igual o
inferior a 60m2.
c) Reformas que, según la recogido en la disposición transitoria única del
RSCIEI, no requieren la aplicación de este reglamento por estar solicitada
la licencia municipal antes de la entrada en vigor del RD 2267/2004 o estar
aprobados los proyectos presentados en la administración (con carácter
general).
Puesta en marcha de las instalaciones de protección contra incendios en
establecimientos industriales.
Se requiere la presentación, ante el órgano competente en materia de industria
de la Comunidad Autónoma, de un certificado, emitido por un técnico titulado
competente y visado por el colegio oficial correspondiente, en el que se ponga
de manifiesto la adecuación de las instalaciones al proyecto y el cumplimiento
de las condiciones técnicas y prescripciones reglamentarias que correspondan,
para registrar y legalizar la referida instalación.
En dicho certificado debe figurar, además, el nivel de riesgo intrínseco del
establecimiento industrial, el número de sectores y el riesgo intrínseco de cada
uno de ellos, así como las características constructivas que justifiquen el
cumplimiento de lo dispuesto en el anexo II del RSCIEI.
También se debe aportar un certificado de la / s empresa / s instaladora / s
autorizada / s, firmado por el técnico titulado competente, de las instalaciones
que, conforme al Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, requieren ser
realizadas por una empresa instaladora autorizada.
Lo que se ha explicado hasta ahora es de aplicación a nivel nacional, pero las
CC.AA., pueden legislar sobre este tema, ya que tienen las competencias
transferidas.
Por ejemplo, en la comunidad de Madrid esta externalizado el procedimiento por
el cual se registran las instalaciones de prevención y extinción de incendios.
Mediante la externalización los documentos no se presentan en el Registro de la
Dirección General de industria, sino en alguno de los organismos de control
autorizados en el campo reglamentario de la protección contra incendios, elegido
libremente por el titular de la instalación.
El organismo de control examina la documentación presentada para comprobar
si es toda la necesaria y si la misma es correcta técnicamente. En caso contrario,
notificara las deficiencias encontradas al titular de la instalación para su
corrección. El plazo máximo para resolver y notificar los expedientes es de tres
meses.
Este sistema de externalización también se está aplicando en otras CC.AA.,
como, por ejemplo, en Cataluña.
En el cuadro 9.1 se resumen los requisitos a cumplir según el RD 2267/2004
para una instalación de PCI en establecimientos industriales para conseguir de
los servicios de industria de la Administración competente la autorización de
instalación y puesta en servicio.

RD 2267/2004 REGLAMENTO DE SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS EN


ESTABLECIMEINTOS INDUSTRIALES AUTORIZACION DE
INSTALACION, PUESTA EN SERVICIO E INSTALACIONES
PERIODICAS.

9.2. EN EL AMBITO NO INDUSTRIAL


Condiciones del proyecto (Autorización de instalación)
El Real Decreto 314/2006, por el que se aprueba el Código Técnico de la
edificación (CTE), establece en su capítulo 2 las condiciones técnicas y
administrativas necesarias para justificar el cumplimiento del CTE, en los
siguientes términos:
Para asegurar que un edificio satisface los requisitos básicos de la ley de
ordenación de la edificación (LOE) y que cumple las correspondientes exigencias
básicas, los agentes que intervienen en el proceso de la edificación, en la medida
en que afecte a su intervención, deben cumplir las condiciones que el CTE
establece para la redacción del proyecto, la ejecución de la obra y el
mantenimiento y conservación del edificio.
En el Anejo I del Decreto 314/2006 se relacionan los contenidos mínimos del
proyecto de edificación, sin perjuicio de lo que, en su caso, establezcan las
administraciones competentes.
Como nuestro alcance son las instalaciones de protección contra incendios, es
muy probable que se desarrolle un proyecto parcial de las mismas. El CTE prevé
esta situación y considera que, cuando el proyecto general de edificación se
desarrolle o complete mediante proyectos parciales u otros documentos
técnicos, en la memoria del proyecto general se hará referencia a estos y a su
contenido, y se integraran en el mismo por el proyectista, bajo su coordinación,
como documentos diferenciados de tal forma que no se produzca duplicidad de
los mismos.
Condiciones en la ejecución (puesta en marcha)
Las obras de construcción del edificio se llevarán a cabo con sujeción al
proyecto. Durante el seguimiento de la obra se deberá generar la siguiente
documentación:
- Libro de órdenes y asistencia.
- Libro de incidencias.
- Certificado final de obra.
- Documentación del control de calidad en obra.
Una vez finalizada la obra, la documentación del seguimiento será depositada
por el director de la obra en el Colegio Profesional correspondiente o, en su caso,
en la administración pública competente, de manera que se pueda solicitar la
puesta en marcha de las instalaciones.
9.3. CONTENIDO MINIMO DE UN PROYECTO DE PROTECCION CONTRA
INCENDIOS
A continuación, se incluye un índice tipo de proyecto de protección contra
incendios, válido inicialmente para todos los tipos de ámbitos:
Industrial, residencial, comercial, hospitalario, etc.
Documento N° 1: MEMORIA
- Introducción
- Objetivo del proyecto
- Antecedentes
- Legislación aplicable
- Descripción de la actividad
- Caracterización del edificio
• Por su configuración y ubicación en relación con el entorno.
• Por su nivel de riesgo intrínseco.
- Condiciones de entorno y accesibilidad.
- Comportamiento de los elementos materiales de construcción frente al
fuego.
- Condiciones de compartimentación.
- Condiciones de evacuación.
- Instalaciones de protección contra incendios (en función del proyecto se
justificará unas u otras).
• Extintores.
• Bocas de incendio equipadas.
• Hidrantes exteriores.
• Sistemas de rociadores automáticos.
• Sistemas de agua pulverizada y nebulizada.
• Sistemas fijos de extinción por polvo.
Documento N° 1: MEMORIA
- Instalaciones de protección contra incendios (en función del proyecto se
justificará unas u otras).
• Sistemas de extinción por agentes espumosos.
• Sistemas de extinción por agentes extintores gaseosos.
• Red de abastecimiento de agua y/o espuma.
- Conclusiones.
Documento N° 2: CALCULOS
Documento N° 3: PLANOS
Documento N° 1: MEMORIA
- Plano de situación y emplazamiento.
- Plano de distribución: planta y secciones.
- Plano de instalaciones de protección contra incendios.
- Plano de recorridos de evacuación.
Documento N° 4: PLIEGO DE CONDICIONES
Documento N° 5: ESTUDIO DE SEGURIDAD Y SALUD
Documento N° 6: MEDICIONES Y PRESUPUESTO
- Nota: este índice se puede completar, por ejemplo, con un plan de
emergencia.
CAPITULO. - 10
10.1.- INTRODUCCION
En el ámbito industrial existe una gran variedad de materiales altamente
inflamables, tóxicos y combustibles que constituyen una grave amenaza para la
vida de las personas y los bienes.
Entre dichos materiales se encuentran, por ejemplo, los plásticos y polímeros,
las fibras textiles naturales y los tejidos sintéticos.
El desarrollo experimentado en las últimas décadas por las industrias químicas
y petroquímicas ha determinado un notable incremento de las actividades de
almacenamiento y manejo de productos químicos inflamables, combustibles,
corrosivos y tóxicos.
Por tanto, es necesario conocer las propiedades de los combustibles más
habitualmente utilizados en las industrias, de manera que sepamos como
pueden intervenir en la generación y desarrollo de un incendio y así llegar a
plantear medidas para la prevención y extinción del mismo.
10.2.- PROPIEDADES DE LOS COMBUSTIBLES MAS HABITUALES
Combustibles sólidos:
Los combustibles sólidos más comunes son la madera, el papel, el cartón, los
plásticos, los plomeros y los tejidos.
En las industrias actuales la madera se utiliza muy y mucho menos en las
construcciones industriales, tratándose de un material que se utiliza más en las
viviendas y edificaciones, fundamentalmente como decoración no como
elemento estructural.
Con respecto a los materiales plásticos y polímeros, desde el punto de vista de
la protección contra incendios en los entornos industriales cabe indicar que
existen miles de materiales plásticos diferentes (resinas en general) con una
amplia variedad de tamaños y formas: solidas, películas y laminas, espumas,
moldeados, fibras, gránulos y polvos. Además, casi todos los acabados plásticos
contienen adictivos, como colorantes, plastificantes, y lubricantes. Estos
adictivos modifican la naturaleza química del producto y pueden alterar la
combustibilidad del plástico original. En consecuencia, es prácticamente posible
asignar un riesgo de incendio o límite de combustibilidad a cualquier grupo
genérico de plásticos. El único método para determinar el riesgo de incendio en
un plástico en particular consiste en ensayarlo bajo las condiciones exactas de
utilización.
El comportamiento de los materiales plásticos en un incendio depende de la
composición química del plástico de base, de la clase de aditivos utilizados, de
la forma y tamaño del material, y de su uso final.
La mayoría de los materiales plásticos son combustibles, participando como
tales en los incendios en que puedan verse afectados. Por ejemplo, los
termoplásticos, como el polietileno, el policloruro de vinilo y los termoestables,
como los poliésteres, presentan severos riesgos de incendio. En un incendio, los
termoplásticos se fundirán y se comportarán como combustibles líquidos.
La composición química, la forma física y el tipo de almacenamiento de los
plásticos afectan en gran manera al riesgo de incendio. Cuando el incendio se
produce con materiales plásticos almacenados, se generan normalmente
grandes cantidades de humo dependiendo de las condiciones de ventilación. El
comportamiento de los materiales plásticos en un incendio es muy poco
predecible, el humo y los gases desprendidos en la combustión dependen de
cada plástico en particular.
Teniendo en cuenta las propiedades de los plásticos, se recomienda la
instalación de un sistema de rociadores automáticos con densidades de
descarga elevadas para una protección adecuada de dichos plásticos en su
almacenamiento y manipulación.
Líquidos inflamables y combustibles
Actualmente en las industrias se utilizan infinidad de líquidos inflamables y
combustibles, como, por ejemplo: acetona o disolventes. Una manipulación
incorrecta de estos líquidos, sin seguir unas instrucciones o protocolos de
seguridad adecuados, y unas malas condiciones de almacenamiento en cuanto
a ubicación, ventilación, distancias a otros riesgos, protecciones en caso de
derrames o insuficientes medidas de seguridad contra incendios pueden dar
lugar a incendios y/o explosiones.
Para poder redactar unas buenas instrucciones de seguridad, un procedimiento
adecuado de actuación, un plan de emergencia o definir las óptimas condiciones
de almacenamiento y manipulación de estos líquidos, es absolutamente
fundamental conocer las propiedades físicas y químicas de los mismos: puntos
de inflamación, punto de ebullición, reactividad con otros productos, agentes
extintores adecuados, etc. Las condiciones de utilización y almacenamiento
resultantes pueden afectar tanto a las industrias que los manipulen como a los
servicios de extinción de incendios en el caso de tener que actuar en una
emergencia.
La combustión se realiza a partir del vapor producido por la evaporación de un
líquido combustible o inflamable, cuando se le expone al aire bajo la influencia
de una fuente de calor. Existe un rango de inflamabilidad por debajo del cual la
mezcla es demasiado pobre para arder o explotar o por encima del cual la mezcla
es demasiado rica. Por tanto, el almacenamiento de líquidos inflamables o
combustibles en recipientes cerrados adecuados y la reducción al mínimo de su
exposición al aire son dos de los aspectos fundamentales para controlar el riesgo
de incendio durante su manipulación y almacenamiento.
Aquellas sustancias que tienen un rango de inflamabilidad amplio son más
peligrosas que el resto, ya que la amplitud de este rango incrementa la
posibilidad de contacto con una fuente de ignición, dentro de una gran variedad
de circunstancias.
Para la extinción de incendios que afectan a líquidos inflamables o combustibles
se requiere, si es posible, la interrupción del suministro de combustible, la
eliminación de aire en la zona o recinto afectados, el enfriamiento del líquido, la
eliminación de fuentes de ignición, el almacenamiento del líquido en recipientes
cerrados, la ventilación para prevenir la acumulación de vapor, y el uso de
atmosfera inerte en lugar de aire, o una combinación de estas medidas.
Gases:
Existe una gran variedad y numero de sustancias que se representan en forma
de gas. Un gas está formado por moléculas en constante movimiento, que
adquieren mayor rapidez a medida que aumenta la temperatura. Los gases no
tienen ni forma ni volumen, sino que toman el volumen completo del recipiente
que los contiene.
Los gases pueden clasificarse de varias formas, atendiendo a sus propiedades
químicas y físicas o por su uso. La clasificación según sus propiedades químicas
nos ayuda definir el peligro que suponen para la generación o propagación de
un incendio.
Atendiendo a sus propiedades químicas, los gases se pueden clasificar en:
inflamables, no inflamables, tóxicos y reactivos, aunque normalmente se pueden
utilizar todo tipo de agentes extintores para su extinción: agua, espuma, co2, etc.
Un gas inflamable es cualquier gas que arde en concentraciones normales de
oxígeno en aire. Como ejemplo se puede citar el acetileno o el hidrogeno.
Un gas no inflamable es aquel que no arde en presencia de aire ni bajo ninguna
concentración de oxígeno, como, por ejemplo: nitrógeno o argón.
Un gas toxico es aquel que pone en peligro la vida al ser inhalado, por ejemplo:
(cloro, dióxido de azufre o amoniaco) y por ello deben tomarse precauciones
serias durante la extinción de incendios cuando estos gases están presentes.
Los gases reactivos son aquellos que se combinan con otros materiales, o con
ellos mismos, mediante reacciones distintas a la combustión. cuando están
expuestos al calor o presión, algunos gases reactivos se transforman
químicamente generando cantidades peligrosas de calor y productos de
reacción. ejemplo de gas reactivo es el fluor.
10.3.- RIESGO DE INCENDIO EN LA INDUSTRIA
Según una estadística realizada por la NFPA, aproximadamente el 90% de los
incendios industriales son causados por las siguientes once fuentes de ignición:
 Electricidad,
 Fricción,
 Chispas mecánicas,
 Fumar,
 Ignición espontanea,
 Superficies calientes,
 Chispas de combustión,
 Llamas abiertas,
 Cortes y soldadura,
 Materiales calentados, y
 Electricidad estática.
Hay otra serie de causas no incluidas en esta relación, como pueden ser los
relámpagos, las acciones químicas y los incendios premeditados.
El desarrollo que se ha experimentado en las últimas décadas en la industria
química ha provocado que se aumenten las actividades que manejan productos
químicos y, como consecuencia de ello, los almacenamientos de este tipo de
sustancias. A continuación, se explica de manera general la problemática de la
instalación de productos químicos con respecto a su riesgo de incendio.
10.3.1.- riesgo de incendio en la industria química
Los productos químicos se pueden clasificar como inflamables, combustibles,
corrosivos y tóxicos fundamentalmente. Desde el punto de vista del riesgo de
incendio, los más peligrosos son los productos inflamables (con un punto de
inflamación inferior a 55°c).
En el caso de que almacenamos productos combustibles a temperatura superior
a su punto de inflamación, estos deberán considerarse como productos
inflamables y no como productos combustibles. Por tanto, las condiciones
técnicas de dichos almacenamientos serán más exigentes.
Para evitar incendios y/o explosiones motivadas por el derrame de un líquido
inflamable o combustible que pueda entrar en contacto con una fuente de
ignición, se suelen adoptar las siguientes medidas de seguridad:
 Seleccionar un material adecuado para la construcción de los depósitos y
tuberías (por ejemplo., acero inoxidable).
 Proteger los soportes y apoyos principales de los depósitos contra el
fuego durante 180 minutos (p.ej., con la aplicación de mortero proyectado
sobre los mismos).
 Diseñar correctamente las fundaciones o cimentaciones donde se apoyan
los depósitos.
 Instalar en los depósitos tuberías de venteo normal (para evitar que se
deformen durante el llenado o vaciado) y de emergencia (para aliviar el
exceso de presión interna causada por un fuego exterior).
 Construir cubetos de retención para la recogida de derrames
accidentales.
 Instalar los depósitos de almacenamiento a distancias (exigidas por
reglamento) suficientes de otros riesgos, como pueden ser: unidades de
proceso, estaciones de bombeo y compresores, otros depósitos de
almacenamiento de líquidos inflamables y combustibles, cargadores de
camiones cisterna, edificios administrativos, laboratorios, talleres,
almacenes independientes, límites de la planta industrial y
establecimientos de publica concurrencia (exteriores a l planta industrial).
Las distancias exigidas por la reglamentación suelen ser importantes, del orden
de 20 m, 30m, 40m, hasta incluso de 100m, lo cual puede ser un grave
inconveniente en muchas plantas industriales, ya que no se dispone de espacio
suficiente. Por ello, está previsto que estas distancias se pueden reducir
mediante la implantación de medidas correctoras como las que se indican a
continuación:
 Construcción de muros con grado de resistencia l fuego durante 120
minutos que separan los depósitos de almacenamiento de otros riesgos.
 Instalación de sistemas de extinción fijos de agua pulverizada.
 Instalación de sistemas de extinción fijos de espuma.
 Disponer de brigada propia de lucha contra incendios.
 Disponer la red de abastecimiento de agua con capacidad de reserva y
caudales de 1,5veces, como mínimo, la de diseño obligado.
 Instalar hidrantes.
 Instalar detectores automáticos fijos, con alarma para la detección de
mezclas explosivas en la zona circundante de los tanques.
 Instalar en el interior de los tanques sistemas fijos de inertización.
Si observamos las medidas indicadas, todas tienen que ver con la protección
contra incendios, tanto de manera pasiva como de manera activa.
Protección contra incendios en instalaciones de productos químicos
La protección contra incendios en este tipo de instalaciones viene condicionada
por el tipo de líquido (inflamable o combustible), la forma de almacenamiento
(tanques verticales, horizontales, recipientes oviles.), su situación y a la distancia
a otros riegos, por lo que en cada caso es necesario seleccionar el sistema de
protección más adecuado y el agente extintor más eficaz (agua o espuma
normalmente). A continuación, se citan algunos ejemplos muy habituales.
Los tanques de almacenamiento con capacidad unitaria superior a 200m3 que
contengan un producto inflamable con un punto de inflación inferior a 38 °c se
deben proteger con espuma.
En los almacenamientos de superficie con líquidos con un punto de inflamación
inferior a 38°c y con tanques de techo fijo, se reduce el riesgo de incendio
mediante la instalación de un sistema de inertización, debiendo asegurarse,
entre otras cosas, que no existen incompatibilidades entre el producto
almacenado (p.ej., acetona) y el tipo de gas inerte utilizado (p.ej., nitrógeno).
En todos los almacenamientos fijos de superficie es obligatorio instalar un
pararrayos.
En los accesos al cubeto y en los cargadores se suelen instalar extintores de
polvo químico seco, y en las zonas de riesgo eléctrico (p.ej., donde hay cuadros
de distribución eléctrica) se suelen instalar extintores de anhídrido carbónico.
Las medidas a adoptar para limitar el riesgo de incendio o explosión en la zona
de los cargaderos (lugar donde se sitúan los camiones cisterna que descargan
productos hacia o desde los depósitos) suelen ser las siguientes:
 Parar el motor del camión durante las operaciones de trasvase.
 Conectar eléctricamente entre sí, y a una puesta a tierra mediante un
conductor la estructura del puesto de carga, las tuberías, y el tubo buzo.

10.3.2.- riesgo de incendio en la industria petrolífera


Los establecimientos e industrias donde se manejan productos petrolíferos en
grandes cantidades y, por tanto, con un gran riesgo son las refinerías de crudo
de petróleos, las plantas de tratamiento de sus destilados y los parques de
almacenamiento de petróleo crudo, productos intermedios y refinados.
Otras instalaciones donde se manejan este tipo de productos son instalaciones
industriales, agrícolas, ganaderas, domésticas y de servicio, e instalaciones fijas
para la distribución al por menor y venta al público de carburantes y combustibles
petrolíferas.
Además, existe un grupo de instalaciones, consideradas para consumo de estos
productos petrolíferos en la propia instalación, como pueden ser:
 Instalaciones industriales fijas (hornos, quemadores, etc.)
 Instalaciones de almacenamiento de recipientes móviles que contengan
carburantes y combustibles para uso industrial.
 Instalaciones de combustibles para calefacción, climatización y agua
caliente sanitaria.
 Instalaciones fijas para usos internos no productivos en las industrias (p.
ej., grupos electrógenos).
 Instalaciones destinadas a suministrar combustible y/o carburante a
medios de transporte interno (p.ej., carretillas elevadoras) o a maquinaria.
Los productos petrolíferos se clasifican a efectos del reglamento de instalaciones
petrolíferas de la siguiente manera:
 Clase A: se trata de hidrocarburos licuados cuya presión absoluta de
vapor a 12°C es superior a un kilogramo / centímetro cuadrado, tales
como el butano, propano y otros hidrocarburos licuables.
 Clase B: se trata de hidrocarburos cuyo punto de inflamación es inferior
a 55°C y no están comprendidos en la clase A, como, por ejemplo, la
gasolina, naftas o el petróleo.
 Clase C: se trata de hidrocarburos cuyo punto de inflamación está
comprendido entre 55°C y 100°C, tales como el gasóleo, el fueloil o el
diésel oil.
 Clase D: se trata de hidrocarburos cuyo punto de inflamación es superior
a 100°C, tales como asfaltos, vaselinas, parafinas y lubricantes.
Debido a las características indicadas, el manejo y almacenamiento de este tipo
de productos puede dar lugar a emplazamientos peligrosos, es decir, espacios
donde una atmosfera explosiva se puede producir, por lo que es necesario tomar
precauciones en el diseño, construcción, instalación y uso de este tipo de
instalaciones, asi como en la selección de materiales a utilizar para la fabricación
de os equipos que los contienen, tales como: depósitos, tuberías, etc. Los
materiales que se suelen a utilizar son el acero, el polietileno de alta densidad y
el plástico reforzado con fibra de vidrio.
Otro tipo de medidas a adoptar en estas instalaciones para evitar incendios o
explosiones suelen ser las siguientes:
 Clasificar las distintas áreas de las instalaciones en función del riesgo
potencial de explosión a causa de la presencia de gases, vapores o
nieblas inflamables.
 Mantener distancias de seguridad entre las diversas instalaciones:
estaciones de bombeo, depósitos de almacenamiento, edificaciones
administrativas, cargaderos, etc.
 Alrededor de los depósitos de superficie se suelen construir cubetos de
retención para la recogida de posibles derrames en operaciones.

Deposito petrolífero

- Diseñar caminos de circulación con suficiente anchura (min 4 m) para que


puedan acceder con facilidad los camiones de los camiones cisternas y
los camiones de los servicios de emergencia.
- Equipar las unidades de proceso con dispositivos de adecuados de
manera que su contenido pueda ser rápidamente evacuado, en caso de
emergencia, hacia otras zonas peligrosas.
- Equipar las unidades de proceso con dispositivos de evacuación rápida
de gases, de sistemas de descomposición, de válvulas de seguridad, de
juntas y elementos análogos.
- En las refinerías y en las plantas de tratamiento de hidrocarburos se suele
instalar una antorcha como elemento de seguridad. La función de la
antorcha es la de quemar los vapores y gases de proceso, evacuados por
los alivios de presión.
- Proteger las estructuras metálicas contra la corrosión y el ambiente
especifico que las rodea e ignifugarlas para dotarlas de protección contra
el fuego.
- Poner a tierra las tuberías, los depósitos y demás elementos metálicos.
Protección contra incendios en instalaciones de productos petrolíferos
Las instalaciones, los equipos y los componentes destinados a la protección
contra incendios en un almacenamiento de carburantes y combustibles líquidos
que deben ajustar a lo establecido en el reglamento de instalaciones de
protección contra incendios.

Protección contra incendios de superficies situadas en el exterior de


edificaciones
Para ella se suele proyectar redes contra incendios a base de agua, excepto
para productos de la clase B con un punto de inflamación inferior a 38°C, para
los que se utilizan espuma como agente de extintor.
La red de distribución debe ser exclusiva para la protección contra incendios y
deben estar equipadas con hidrantes y bocas de incendio, de manera que se
garantice el caudal de agua requerido (según cálculos) durante un tiempo
mínimo de una hora.
Cuando en los almacenamientos se dispone de más de un tanque, estos deben
protegerse con sistemas fijos de enfriamiento mediante agua pulverizada.
Además, en toda la zona de almacenamiento donde existan conexiones de
manguera, bombas o válvulas de uso frecuente, se situarán extintores de polvo
químico polivalente con una eficacia mínima de 144 B.
Los soportes metálicos y los apoyos críticos (aquellos que, en caso de fallo,
puedan ocasionar un daño o un riesgo grave, como, por ejemplo, soportes de
tanque elevados o columnas de edificios de más de una planta) se deben
proteger para garantizar una estabilidad al fuego durante 180 minutos como
mínimo.
Protección de instalaciones de superficie situada en el interior de
edificaciones
Para ello se suelen instalar extintores de polvo químico polivalente, de eficacia
mínima 144 B y alarmas acústicas de accionamiento manual o detectores
automáticos.
Los soportes automáticos y los apoyos críticos también de deben proteger para
garantizar una estabilidad al fuego durante 180 minutos como mínimo.
10.3.3 Riesgo de incendio en la industria con origen eléctrico
Los fallos de las instalaciones eléctricas son origen de muchos de los
incendios que se producen en los establecimientos industriales.
En el interior de las plantas industriales en muy común que se encuentren
instalados centros de transformación y líneas eléctricas en baja tensión con sus
respectivos cuadros de distribución equipados con elementos de protección.
Tal y como hemos visto, en los establecimientos industriales suele ver recintos
con presencias de sustancias inflamables, que desde un punto de vista eléctrico
se clasifican como zonas con riesgo de incendios o explosión debido a la
posibilidad de generarse una atmosfera explosiva y que son a los que mayor
atención hay que prestar, puesto que un incendio en uno de estos locales puede
provocar una catástrofe. Este tiempo de emplazamiento se suelen agrupar en
dos clases según la naturaleza de la sustancia inflamable que pueden contener:
clase I, si el riesgo es debido a gas, vapores o nieblas (por eje, salas de bombas
de trasvase de líquidos inflamables) y clase II, si el riesgo es debido a polvo
inflamable (por ej. Talleres de confección)

A su vez, en los emplazamientos de clase I se distinguen las siguientes tres


razones:
- Zona 0 = emplazamiento en el que la atmosfera explosiva está presente
de modo permanente, por un espacio de tiempo prolongado. 0
frecuentemente
- Zona 1 = emplazamiento en el que se puede producir, en condiciones
normales de funcionamiento, la formación ocasional de atmosfera
explosiva.
- Zona 2 = emplazamiento en el que no cabe contar, en condiciones
normales de funcionamiento, con la formación de atmosfera explosiva
Igualmente, en los emplazamientos de clase II se distinguen las siguientes tres
zonas:
- Zona 20 = emplazamiento en el que la atmosfera explosiva está presente
de modo permanente, por un espacio de tiempo prolongado o
frecuentemente.
- Zona 21 = emplazamiento en el que se puede producir, en condiciones
normales de funcionamiento, la formación ocasional de atmosfera
explosiva.
- Zona 22 = emplazamiento en el que no cabe contar, en condiciones
normales de funcionamiento, con la formación de atmosfera explosiva.
En estos establecimientos, para garantizar un nivel de seguridad aceptable se
debe emplear equipamiento construido y seleccionado de acuerdo con ciertos
requisitos técnicos, así como adoptar medidas de seguridad especiales para el
montaje, uso y mantenimiento de la instalación eléctrica en el interior de estos
emplazamientos de estos emplazamientos clasificados.
La delimitación de zonas con riesgo de explosión requiere dos condiciones:
limitar la extensión de estas zonas e instalar material eléctrico adecuado.
Para seleccionar el material eléctrico adecuado es necesario llevar a cabo la
siguiente secuencia:
1-° Identificar y caracterizar la sustancia o sustancias implicadas en los
procesos que se desarrollan
2-° Clasificar el emplazamiento donde se van a instalar los equipos eléctricos
3-° Seleccionar los equipos eléctricos de tal manera que su categoría sea la
adecuada conforme a lo dispuesto en la reglamentación vigente.
De acuerdo con la secuencia establecida, a modo de ejemplo, vamos a
seleccionar el material eléctrico a instalar en una sala de almacenamiento con
recipientes móviles con capacidades unitarias inferiores a 3.000 litros llenos de
acetona.
En primer lugar, hay que identificar y caracterizar la sustancia. Sabemos que es
acetona y que tiene un punto de inflamación inferior a 55 °C (obtenido de tablas),
por lo que se clasifica como inflamable.
Los recipientes están almacenados en posición vertical y cerrados; por tanto, no
cabe esperar que en condiciones normales de operatividad del almacenamiento
se puede generar una atmosfera explosiva. En consecuencia, se puede clasificar
el emplazamiento como de clase I – zona 2.
Teniendo en cuenta la tabla 1 de la instrucción ITC-BT-29 del reglamento
electrotécnica para baja tensión (que se incluye a continuación), las categorías
de equipos eléctricos admisibles, la 2 y la 3.
Categoría del equipo Zonas en que se admiten
Categoría 1 0, 1 y 2
Categoría 2 1y2
Categoría 3 2

Riesgos de incendios en transformación eléctricos


Los transformadores son equipos con alto riesgo de incendios debido a la
cantidad de aceite que contienen en contacto con elementos de alto voltaje.
Un incendio en un transformador provoca una situación en la industria de falta
de suministro eléctrico, con las correspondientes pérdidas económicas debidas
a la parada del proceso productivo (aunque sea parcialmente) y al coste de la
reparación o reposición del transformador
Por ejemplo, en julio 2007 un fallo eléctrico dio lugar a un incendio de uno de los
tres transformadores de la zona de generación de electricidad de la central
nuclear de Cofrentes, que provoco la parada no programada del reactor nuclear.
Nada más producirse el incendio del sistema de seguridad de la zona nuclear de
la planta se disparó; se produjo la parada del reactor y la central dejo de producir
electricidad.

Transformador eléctrico

La “anomalía eléctrica” que posiblemente ocasiono el incendio, según indicó el


portavoz de la central, causo que se quemara el aceite del transformador.
Por todo ello es muy importante mantener los transformadores en unas buenas
condiciones de funcionamiento y seguridad, comprobándose periódicamente
aspecto como:
- Que en el caso de que las canalizaciones eléctricas atraviesen muros,
tabiques, etc. Que sean sectores de incendios, se sellen
convenientemente los huecos de paso, evitando que se pueda propagar
el fuego.
- Que el aislamiento de los cables no presente erosión, deformación,
envejecimiento o agresiones de carácter mecánico mediante la
comprobación de su resistencia.
- Que ninguna parte metálica de los transformadores este sometida a
tensión ni esta puesta a tierra.

- Que el pozo o arqueta de recogida de aceite no presente fugas.


- Que el aceite del transformador este en buenas condiciones de
aislamiento teniendo la rigidez eléctrica requerida.
- Que los bornes y las pletinas de conexión estén en buen estado
- Que la resistencia de puesta a tierra no supere los 15 ohmios.
- Se deben realizar mediciones de paso y contacto
En general se debe comprobar periódicamente que un transformador cumple
con el RD 3275/1982, de 12 de noviembre, sobre condiciones técnicas y
garantías de seguridad en centrales eléctricas, subestaciones y centros de
transformación.
Protección contra incendios en transformadores
Cuando el transformador usa un dieléctrico (aceite) que tiene un punto de
inflamación inferior a 300 °C con un volumen que no excede de 600 litros, se
suele instalar extintores con una eficacia de 89 B y situado a menos de 15 m
de la instalación. En el caso de que el volumen exceda de 600 litros, se suelen
instalar extintores fijos automáticos de anhidrido de carbónico.
Si los transformadores son muy grandes (a partir de 12 m x 6m x 5m) se
suelen utilizar sistemas automáticos de extinción que utilizan espuma como
agente extintor.
10.4 RIESGO DE EXPLOSION
La diferencia básica entre una explosión y un fuego es la velocidad a la cual se
desprende energía. Las explosiones se pueden clasificar como químicas,
atómicas, térmicas y mecánicas.
Las explosiones químicas son reacciones de combustión muy rápidas. Existe
una gran variedad de solidos combustibles cuando se encuentran en forma de
polvo (polvo de madera, azúcar, polvo de aluminio, cereales…).
Las explosiones atómicas son el resultado de una redistribución de protones y
neutrones en el interior de un núcleo.
Las explosiones térmicas se producen cuando un material inestable se
descompone, produciendo gases y calor a gran velocidad. Uno de los factores
que más contribuyen a una explosión térmica de un material es la forma del
recipiente en el que se confirma o almacena
Finalmente, una explosión mecánica se produce cuando aire o un gas situado
en el interior de un recipiente se le somete a una presión de compresión superior
a la resistencia mecánica del recipiente que lo contiene, produciéndose la
liberación rápida de dicha presión. Como ejemplo de explosiones mecánicas se
puede mencionar que suele ser equipos de gran tamaño en los que se produce
el Estabillo de: una esfera de gas, una caldera industrial, de depósitos y quipos
de proceso a presión, etc.
Disco de ruptura

Para evitar este tipo de explosiones se suelen instalar dispositivos para el alivio
de la presión, como, por ejemplo: válvulas de seguridad o discos de ruptura.
Existe un tipo de explosión mecánica debido a los vapores expandidos que se
producen cuando hierven un líquido que se conoce como BLEVE, y a la que hay
que prestar especial atención.
La palabra BLEVE corresponde a las de iniciales del término boiling-liquid-
expanding vapor explosión, que traducido al castellano significa “explosión de
los vapores que se expanden al hervir un líquido”, y describe un mecanismo de
fallo de un recipiente que contiene un líquido a una temperatura bastante
superior a su punto de ebullición a presión atmosférica normal.
Un BLEVE sucede cuando en recipiente que contiene un líquido por encima de
un punto de ebullición se debilita hasta el punto de no poder mantener la presión
para la cual ha sido diseñado. Un BLEVE de este tipo puede prevenirse enfriando
la superficie del tanque en la zona afectada por las llamas provocadas por un
fuego exterior. El enfriamiento puede realizarse con agua utilizando boquillas,
mangueras y/o monitores. Factores como la corrosión o los daños mecánicos en
los recipientes también pueden causar BLEVE.
Un BLEVE es considerado como un accidente grave que puede tener
consecuencias importantes en otra serie de instalaciones o establecimientos
cercanos al lugar donde se produzca. A es a lo que se denomina “efecto dominio
“, el cual es reconocido por la legislación mediante la directiva seveso II y su
trasposición en el real decreto 1254/1999, por el que se aprueban las medidas
de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que
intervengan sustancias peligrosas.
El efecto dominio se puede definir como “un conjunto correlativo suceso donde
las consecuencias de un accidente previo se ven incrementadas por estos, tanto
especial como temporalmente, generando un accidente grave “.
En el artículo 8 del citado real decreto, se contempla el hecho de que en
determinados establecimientos o grupos de establecimientos la probabilidad y
las consecuencias de un accidente grave en uno de ellos pueden verse
incrementadas o agravadas peligrosas. Esta es una de las principales
novedades de esta legislación, que tiene al aseguramiento de que no se
produzca lo que se ha llamado concatenación de riesgos y accidentes mayores.
Esto obliga a los establecimientos con riegos cercanos entre si a intercambiarse
determinadas informaciones con el fin de analizar globalmente el riesgo presente
y ah tenerlo en cuenta para desarrollar sus políticas de prevención y de gestión
de la seguridad, y en sus planificaciones de emergencia.

CAPITULO. 11

11.1.- INTRODUCCION

Durante la segunda mitad del siglo xx, debido a los procesos de urbanización y
edificación se ha desarrollado la realidad actual de una gran arte del patrimonio
edificado de España.
Estos grandes procesos de construcción han dado lugar a unos entornos
urbanizados y edificados con la intención de dar una satisfacción razonable a las
necesidades básicas de las personas.
Con el objetivo de mejorar la calidad y seguridad de la edificación de uso no
industrial, en marzo de 2006 se aprobó el código técnico de la edificación (CTE),
creándose un marco legislativo homologable con la Unión Europea.
Con código técnico se desarrolla una serie de documentos básicos cuya
adecuada aplicación garantiza el cumplimiento de las exigencias básicas;
seguridad en caso de incendio, seguridad de utilización, ahorro de energía,
seguridad estructural, salubridad y protección frente al ruido
El objetivo del requisito básico de seguridad en caso de incendio consiste en
reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios de un edificio sufran
daños derivados de un edificio de origen occidental, como consecuencia de las
características de su proyecto, construcción, uso y mantenimiento.
Las exigencias básicas que se tienen en cuente son las siguientes:
 Propagación interior
 Propagación exterior
 Evacuación de ocupantes
 Instalaciones de protección contra incendio
 Intervención de bomberos
 Resistencia al fuego de la estructura
11.2.- PROPAGACION INTERIOR

Es exigencia busca limitar el riesgo de propagación del incendio por el interior


del edificio; para ello los edificios deben compartimentarse en sectores de
incendio que se define en función del uso de los mismo.
Los usos que se consideran en el CTE son los siguientes:
 Residencial vivienda
 Administrativo
 Residencial publico
 Docente
 Hospitalario
 Publica concurrencia
 Aparcamiento
Tal y como se ha indicado anteriormente en el capítulo 8 del libro, en el constante
se excluyen los edificios de uso industrial, a los que le es de aplicación el
Reglamento de Seguridad Contra Incendio en los Establecimientos Industriales
(RSCIEI).
La resistencia al fuego de los elementos separadores de los sectores de incendio
(paredes, techos, puertas) debe garantizar en un grado que va desde los 60
minutos hasta 180 minutos y que será función del edificio o zona, de la altura de
evacuación y de su posición sobre rasante o bajo rasante.
Hay determinadas zonas o locales que se consideran de riesgo especial, por
ejemplo: salas de máquinas de climatización, centros de transformación,
almacenes de combustible, etc. Dichas zonas se clasifican de riesgo bajo, medio
o alto en función de su uso, volúmenes consecutivos, superficies construidas o
cargas de fuego. Para estos locales las condiciones de resistencia al fuego son
más severas.
Uno de los aspectos mas importantes de las compartimentaciones es garantizar
en los espacios ocultos tales como patinillos, cámaras falsos techos, suelos
elevados, etc
Las soluciones que se suelen platicar disponer elementos que, en caso incendio,
obturen automáticamente una sección de paso, como, por ejemplo, una
compuerta cortafuegos automático, o bien disponer elementos pasantes, como
conductos de ventilación.
Un aspecto también muy importante a tener en cuenta es el grado de reacción
al fuego de los materiales que se empleen. El grado exigible depende de la
situación del elemento (Zonas ocupables, aparcamientos, pasillos) y del tipo e
revestimiento (de techo, de pared, de suelo, etc.)
11.3.- PROPAGACIÓN EXTERIOR

Esta exigencia busca limitar el riesgo de propagación del incendio por el exterior,
tanto del edificio considerado como otros edificios
El CTE exige que las medianerías y muros colindantes tengan una resistencia al
fuego de al menos 120 minutos.
Al igual que en caso anterior, para limitar este tipo de riesgo hay que diseñar
soluciones de protección pasiva contra incendios que eviten la propagación
horizontal y vertical de fuego por fachada, resolviendo encuentros con los
forjados, con las cubiertas, y teniendo también en cuenta el grado de reacción al
fuego de los materiales empleados en la construcción de dichos elementos
estructurales de la edificación.
Las soluciones de protección pasiva contra fuego se han analizado en el capítulo
5 del libro.

11.4.- EVACUACION DE OCUPANTES

Los edificios deben disponer de los medios de evacuación adecuados para que
los ocupantes puedan abandonarlo o alcanzar un lugar seguro dentro de los
mismos en condiciones de seguridad.
para poder definir los elementos de evacuación es necesario
 Hacer un cálculo de la ocupación. Par ello se utiliza la densidad de
ocupación (viene impuesta por la legislación aplicable), es decir el número
de personas por metro cuadrado, cuyo valor depende del uso previsto y
de la zona o tipo de actividad.
 Definir el número de salidas y la longitud de los recorridos de evacuación,
que dependen del tipo de uso del edificio, los recorridos de la evacuación
permitidos son se orden de 15 m, 25 m, 35 m o 50 m
 Definir los anchos de los pasillos de evacuación, de las puertas, de las
rampas y de las escaleras. Los anchos mínimos suelen ser de 0.80 m y 1
m.
Un aspecto muy importante, y al que se le suele dar poca importancia en los
proyectos es la señalización de los medios de evacuación; señalización de
salida, de emergencia, de dirección de evacuación, etc.
Estas señales, además de que estar bien situados, deben tener unos tamaños
adecuados para poder verlas en caso de emergencia. Por ejemplo, si la distancia
de observaciones es de 10 m, el tamaño mínimo de la señal debe ser 210*210
mm.
Una técnica que está empezando a aplicar en España para facilitar la evacuación
de los ocupantes de los edificios es la del control de humo, ya que se sabe con
certeza que en caso de incendio las personas mueren asfixiadas, no quemadas.
Este tipo de instalaciones se esta exigiendo en grandes aparcamientos cerrados
y en grandes centros comerciales, y han sido analizadas en el capítulo 5 del libro.

11.5. INSTALACIONES DE PROTECCION CONTRA INCENDIO

Los edificios deben disponer de los equipos e instalaciones de protección contra


incendio adecuados para hacer posible la detección, el control, la extinción del
incendio y la transmisión de la alarma a los ocupantes.
Las instalaciones de protección contra incendios que está exigiendo el CTE son
las siguientes.
 Extintores portátiles
 Bocas de incendio
 Ascensor de emergencia
 Hidrantes exteriores
 Instalación automática de extinción
 Columna seca
 Sistema de detección y alarma de incendios.
Las dotaciones a instalar dependerán del uso del edificio y de sus zonas, de las
superficies construidas y de las alturas de evacuación
El diseño, de ejecución y puesta en servicio de las instalaciones se debe ajustar
a lo indicado en el reglamento de instalaciones de protección contra incendios
(Real decreto 1942/ 1993)
Asimismo, un aspecto importante es la señalización de los medios de protección
contra incendios: extintores, BIE, pulsadores de alarma, etc. Como las señales
tiene que ser visibles incluso en caso de fallo del suministro, se suelen poner
fotoluminiscentes; además de ello deben tener las dimensiones y características
establecidas según se requiera en la correspondiente legislación.

11.6.- INTERVENCION DE LOS BOMBEROS

Anteriormente se han comentado las exigencias de CTE para reducir a límites


aceptables el riesgo de incendio en los edificios. A continuación, se van a hacer
unos comentarios complementarios a dichas exigencias para comprender
claramente que depende la seguridad contra incendio en los edificios.
Se debe facilitar la intervención de los equipos de rescate y de extinción de
incendios, las medidas a tener en cuenta son las condiciones de aproximación a
los edificios y su entorno. Los viales han de tener unas anchuras, alturas y
capacidades portantes mínimas, y se debe prever espacios de maniobra para
los vehículos de intervención.
También hay que facilitar la accesibilidad por fachada, debiéndose dejar huecos
de dimensiones mínimas de 0.80 m * 1.20 m situados cada 25 m
11. 7 RESISTENCIA AL FUEGO DE LA ESTRUCTURA

Se debe garantizar que la estructura portante mantenga su resistencia al fuego


durante el tiempo necesario para que puedan cumplirse las anteriores exigencias
básicas.
En el documento básico del CTE se aportan unos métodos simplificados del
cálculo para la mayoría de las situaciones que habitualmente se dan en los
edificios y construcciones

11.8.- ELEMENTOS DE SEGURIDAD CONTRA INCENDIO EN EDIFICIOS

Anteriormente se han comentado las exigencias del CTE para reducir a límites
aceptables, el riesgo de incendio en los edificios. A continuación, se hacen unos
comentarios a dichas exigencias, para comprender claramente que depende la
seguridad contra incendios en los edificios.
La seguridad de un edificio depende, en primer lugar, de su diseño, es decir, de
aquello que se proyecta para prevenir el inicio del incendio; y en segundo lugar,
de aquello que se hace durante la construcción, uso y mantenimiento del edificio,
para minimizar la creación y posibilidades de propagación de un incendio
Los medios contra incendios, tanto pasivos como activos, deben diseñarse de
tal forma que el edificio, por sí mismo, favorezca la extinción manual de un
incendio.
La disposición interior, los materiales de los acabados y los servicios de un
edificio son condicionantes importantes de seguridad contra incendios en el
diseño del mismo.
Los graves incendios en edificios de gran altura y complejos han puesto de
manifiesto la necesidad de facilitar, con las técnicas de diseño, las actuaciones
de los servicios públicos de extinción.
Cuanto mas grande y complejo sea un edificio, mas importante, es que tenga
unos buenos accesos para los servicios públicos de extensión. En aquellos
edificios o parte de los mismos donde los bomberos no puedan actuar con
efectividad, la mejor solución es equiparlos con un sistema de rociadores
automáticos.
Los edificios se diseñan para ciertos tipos de actividades y ocupaciones; por ello,
es muy importante prestar atención a las características inherentes de esas
actividades, teniéndolas presentes en el diseño, para salvaguardar las vidas en
caso de incendio
Las condiciones de diseño desde el punto de vista de seguridad, en el caso de
una vivienda unifamiliar, son muy sencillas; sin embargo, no lo son cuando se
trata de edificios de ocupación mixta, como aquellos que tienen oficinas, tiendas,
apartamentos, garajes y restaurantes. En estos casos deben tomarse en
consideración muchas y diferentes factores de diseño.
El primer mecanismo para mantener seguro en caso de incendio es, sin duda
abandonar el edificio, antes de que aparezcan condiciones de amenaza para la
vida. Para ello es necesario que varias partes del sistema de seguridad diseñado
funcionen correctamente, incluyendo que:
 El incendio sea detectado y la alarma activada con rapidez
 Los ocupantes reconozcan la señal de alarma
 Se proceda inmediatamente a evacuar el edificio
 Los ocupantes se dirijan a la salida de manera eficiente y ordenada
 Las vías de evacuación sean adecuadas al número de ocupantes
 Las salidas estén diseñadas constructivas y mantenidas correctamente.

11.-9.- CODIGO PARA LA SEGURIDAD DE VIDAS, OCUPACION Y


CONDICIONES DE EVACUACION EN FUNCION DE ACTIVIDAD DEL
EDIFICIO

El código para la seguridad de vidas en incendios de edificios y estructuras


conocido como Código para la Seguridad de Vidas (Life Safety Code) fue
desarrollado por la NFPA con el propósito de garantizar la evacuación segura de
un edificio por las personas que lo ocupan, no dando importancia a la protección
de bienes muebles o pertenencias
El código para la seguridad de vidas se basa en los siguientes principios
1. Prever el suficiente número de salidas de adecuada capacidad y
permanentemente disponibles
2. Disponer de vías de evacuación protegidas contra las llamas, el calor y el
humo, durante el tiempo necesario para la evacuación.
3. Prever vías de evacuación alternativas por si alguna estuviera bloqueada.
4. Compartimentar el edificio con barreras adecuadas, creando áreas de
refugio para aquellos casos en los que la evacuación no pueda ser el
primer mecanismo de protección
5. Compartimentar aberturas verticales para limitar la programación del
humo y llamas a través de varias plantas.
6. Instalar y mantener sistemas de detección y alarma
7. Prever una iluminación adecuada en las vías de evacuación
8. Señalar los recorridos necesarios para alcanzar las salidas
9. Proporcionar la protección adecuada contra aquellos riesgos inusuales
que pudieran invadir las vías de evacuación
10. Elaborar planes e instrucciones de evacuación.
BIBLIOGRAFÍA

Rodríguez, J. A. (2008). INSTALACION DE PROTECCION CONTRA


INCENDIO. Madrid: fundacion confemental.

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