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MEMORIAS
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Decana
Prof. Lic. Nélida C. Cervone
Vicedecana
Prof. Dra. Lucía A. Rossi
Secretaria Académica
Prof. Lic. Nora Graciela Rosenfeld
Secretario de Investigaciones
Prof. Mg. Martín J. Etchevers
Secretaria de Posgrado
Prof. Dra. Isabel M. Mikulic
Secretario de Coordinación Administrativa
Cdor. Gastón Mariano Valle
Secretaria de Extensión, Cultura y Bienestar Universitario
Prof. Lic. Nora Beatriz Vitale
Secretario de Consejo Directivo
Prof. Dr. Osvaldo H. Varela
CONSEJO DIRECTIVO
Claustro de Profesores
Titulares Suplentes
Rossi, Lucía Arminda Kufa, María Del Pilar
Michel Fariña, Juan Jorge Stasiesjko, Halina
Laznik, David Alberto Metz, Miriam Isabel
Sarmiento, Alfredo José Azaretto, Clara
Grassi, Adrián Claudio Cardenas Rivarola, Horacio
Peker, Graciela Mónica Nuñez, Ana María
Donghi, Alicia Inés
Lombardi, Gabriel Herberto
Claustro de Graduados
Titulares Suplentes
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Rojas, María Alejandra Korman, Guido Pablo
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Rey, Mariano Gustavo Macha, Mónica Fernanda
Claustro de Estudiantes
Titulares Suplentes
Duek, Dalila Mara Peña, Camila
Gutierrez, Ezequiel Doyel Perez Mereles, Martín
Gottardo, Mariana Lia Maurente, Carolina Lourdes
Arienti, Luciano Orlando Brat, Nehuen Diego
Representante de APUBA
Cabral, Sergio
Presidente Honoraria
Decana Prof. Nélida Cervone
Presidente
Prof. Mg. Martín Etchevers
Coordinador
Prof. Dr. Osvaldo Delgado
COMITÉ CIENTÍFICO
Aguerri, María Esther Keegan, Eduardo Perrotta, Gabriela
Aisenson, Gabriela Kohan, Ana Politis, Daniel
Aksman, Gloria Korman, Guido Puhl, Stella
Allegro, Fabián Kufa, Pilar Quattrocchi, Paula
Alomo, Martín Leibson, Leonardo Ragau, Rita
Barreiro, Alicia Llull Casado, Verónica Raznoszczyk, Clara
Berger, Andrea Lombardi, Gabriel Rodriguez, Flabia
Biglieri, Jorge Lowenstein, Alicia Rojas Breu, Gabriela
Brizzo, Analía Lubian, Elena Rojas, Alejandra
Burín, Débora Luchetta, Javier Ros, Cecilia
Calzetta, Juan José Lutereau, Luciano Rosales, Guadalupe
Cassullo, Gabriela Macchioli, Florencia Ruetti, Eliana
Cebey, María Mazzuca, Roberto Ruiz, Guillermo
Crespi, Melina Mazzuca, Santiago Saavedra, Ma. Eugenia
Cryan, Glenda Miceli, Claudio San Miguel, Tomasa
De Olaso, Juan Michel Fariña, Juan Jorge Sarmiento, Alfredo
Dominguez, María Elena Muñoz, Pablo Schejtman, Fabián
Donghi, Alicia Muraro, Vanina Siderakis, Melina
Etchezahar, Edgardo Murillo, Manuel Sotelo, Inés
Fernández Liporace, Mercedes Nakache, Deborah Stasiejko, Halina
Fernández Zalazar, Diana Naparstek, Fabián Stefani, Dorina
Filippi, Graciela Nuñez, Ana Varela, Osvaldo
Galibert, María Oiberman. Alicia Vazquez, Liliana
García Labandal, Livia Paolicchi, Graciela Wainstein, Martin
Grassi, Adrián Pawlowickz, María Pía Wald, Analía
Ibarra, Florencia Peker, Graciela Wittner, Valeria
Jaume, Luis Pelorosso, Alicia Ynoub, Roxana
El contenido, opiniones y el estilo de los trabajos publicados, previamente aprobados por el Comité Científico son exclusiva responsabilidad de los autores, y no debe considerarse
3
que refleja la opinión de la Facultad de Psicología de UBA.
INDICE
TRABAJOS LIBRES
TRANSFORMACIONES EN LAS MODALIDADES DE SIMBOLIZACIÓN EN EL TRATAMIENTO PSICOPEDAGÓGICO CLÍNICO GRUPAL
EN EL HOSPITAL DE CLÍNICAS
Adinolfi Greco, Sofía; Iglesias, Abigail Alejandra ................................................................................................................................ 10
HACIA UNA REVISIÓN DEL CONCEPTO DE VÍNCULO EN PSICOANÁLISIS Y SUS TRAMAS EN PAREJAS DE MUJERES LESBIANAS
Alfonso, Maria Belen ........................................................................................................................................................................ 22
CONCEPTUALIZACIONES SOBRE EL DISPOSITIVO DE HOSPITAL DE DÍA: APORTES DESDE LOS DESARROLLOS DE D. W. WINNICOTT
Del Olmo, Juan Daniel ..................................................................................................................................................................... 67
4
ARTICULACIONES DE UNA PARADOJA: LA IRRUPCIÓN DE LO TRAUMÁTICO Y LA TRANSFORMACIÓN EN VIVENCIA TRAUMÁTICA
EN EL CONTEXTO DE LA CLÍNICA CON NIÑOS Y/O ADOLESCENTES QUE PADECIERON ABUSO SEXUAL
Franco, Adriana Noemí; Eiberman, Federico; Raschkovan, Ivana; Woloski, Elena Graciela ................................................................. 81
SÍNTOMA E INTERPRETACIÓN
Montiel Carli, Alma ......................................................................................................................................................................... 147
DIAGNÓSTICO DE FISURA LABIO PALATINA EN NIÑOS PEQUEÑOS DE NICARAGUA: CARACTERÍSTICAS DE SU SALUD MENTAL
Ortega, Javiera; Vázquez, Natalia ................................................................................................................................................... 150
5
LABERINTOS DIAGNÓSTICOS EN LOS COMIENZOS DE LA PRÁCTICA
Pinus, Denise Yanina...................................................................................................................................................................... 165
EL DIAGNÓSTICO EN PSICOANÁLISIS
Quiroga, Florencia .......................................................................................................................................................................... 169
PROCESOS SOMÁTICOS Y LA ESCALA DE ALEXITIMIA APLICADA A UN GRUPO DE PADRES DE ADOLESCENTES CON ALTA
VULNERABILIDAD PSICOSOCIAL
Quiroga, Susana Estela; Colugio, Alicia; Grubisich, Griselda ............................................................................................................ 172
UNA APROXIMACION A LA DISTINCION PSICOANALITICA ENTRE LA VIOLENCIA, LA AGRESIVIDAD Y LAS PATOLOGÍAS DEL ACTO
Suen, Pablo ................................................................................................................................................................................... 214
HISTERIA CLASICA E HISTERIA ACTUAL. NOMBRES INDISTINTOS DE UNA PADECER QUE SUBSISTE
Suen, Pablo; Velez, Sofia Fernanda; Werner, María Soledad ............................................................................................................ 219
POSTERS
PERFECCIONISMO Y PROCESOS RUMIATIVOS: REFLECTION Y BROODING
Galarregui, Marina; Miracco, Mariana; Arana, Fernan; De Rosa, Lorena; Partarrieu, Andres; Lago, Adriana; Tarruella, Cecilia;
Sánchez, Emiliano; Kasangian, Laura Virginia; Sarno, María Del Milagro Laura; Keegan, Eduardo ................................................... 245
6
ANÁLISIS DE LAS RELACIONES ENTRE RESILIENCIA Y FACTORES DE PERSONALIDAD EN POBLACIÓN ADOLESCENTE
Genise, Gabriel; Humeniuk, Ayelén; Genise, Nicolas; Gomez Darriba, Mariana; Jordan Muiños, Federico ......................................... 247
RESÚMENES
NOCIONES DE PSICOTERAPIA DESDE LA PERSPECTIVA DEL NIÑO
Areas, Malenka; Olivera Ryberg, Julieta María; Roussos, Andres .................................................................................................... 251
PERSPECTIVA DE LOS PSICOTERAPEUTAS ACERCA DEL VÍNCULO TERAPÉUTICO CON PACIENTES CON TRASTORNO LÍMITE DE LA
PERSONALIDAD Y DEPRESIÓN MAYOR
Etchevers, Martin; Putrino, Natalia Inés .......................................................................................................................................... 265
DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIO-EMOCIONALES DE NIÑOS Y NIÑAS A LOS 12 Y A LOS 30 MESES DE EDAD Y SU RELACIÓN
CON LA CALIDAD DE LAS INTERACCIONES PARENTALES
Gómez, Diana; Santelices, Maria Pia .............................................................................................................................................. 270
7
TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL BASADA EN PROCESOS PARA EL TAG: EL MODELO METACOGNITIVO, EL MODELO BASADO
EN LA ACEPTACIÓN DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA Y EL MODELO DE DESREGULACIÓN DE LA EMOCIÓN
Koutsovitis, Florencia; Ortega, Ivana; Freiria, Santiago Manuel; Colombo, Maria Cecilia .................................................................. 272
AUTOLESIONES (CORTES EN LA PIEL) EN ADOLESCENTES Y SU RELACIÓN CON LOS RASGOS DE PERSONALIDAD Y SUCESOS
VITALES
Morales, Natalia ............................................................................................................................................................................. 278
INTERNALIZACIÓN DEL IDEAL DE DELGADEZ Y AUTOESTIMA EN PACIENTES MUJERES CON TRASTORNO ALIMENTARIO DE
BUENOS AIRES
Murawski, Brenda María; Rutsztein, Guillermina ............................................................................................................................ 281
UNA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA SOBRE LA AUTOREVELACIÓN DEL TERAPEUTA DESDE LA PERSPECTIVA DEL PACIENTE
Olivera Ryberg, Julieta María; Manubens, Rocío Tamara; Roussos, Andres ..................................................................................... 283
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TRABAJOS LIBRES
TRANSFORMACIONES EN LAS MODALIDADES DE
SIMBOLIZACIÓN EN EL TRATAMIENTO PSICOPEDAGÓGICO
CLÍNICO GRUPAL EN EL HOSPITAL DE CLÍNICAS
Adinolfi Greco, Sofía; Iglesias, Abigail Alejandra
Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN Introducción:
El presente artículo tiene por propósito ilustrar las transformaciones En el siguiente artículo se refleja parte del trabajo realizado por el
acaecidas en las modalidades de simbolización de niños/as con Equipo de Psicopedagogía Clínica en el Programa de la Facultad
problemas de aprendizaje que asisten al grupo de tratamiento del de Psicología en el Hospital de Clínicas “José de San Martín”. Es-
Servicio de Psicopedagogía Clínica, del Programa de la Facultad de pecíficamente ahondaremos en el análisis de las transformaciones
Psicología inserta en el Hospital de Clínicas “José de San Martín”. simbólicas acaecidas en las modalidades de representación de ni-
Con tal objetivo, en principio se muestra la especificidad del traba- ños/as con problemas de aprendizaje que asisten al grupo de trata-
jo desde la Psicopedagogía Clínica y los fundamentos del formato miento del Servicio de Psicopedagogía Clínica.
grupal; para luego trabajar cómo se piensan las transformaciones Con este fin, iniciaremos con el desarrollo de la especificidad del
subjetivas en las modalidades de simbolización a partir del análisis enfoque de la psicopedagogía clínica, su recorte de objeto y mo-
de la producción de uno de los niños queå asiste al tratamiento. Se dalidad de trabajo, para luego trabajar cómo pensamos las trans-
intenta dar cuenta de los modos de elaboración de la experiencia formaciones simbólicas en las modalidades de representación a
de dicho niño en un primer momento de tratamiento (octubre del partir del análisis de uno de los niños que asiste al tratamiento. Se
2015), en un segundo momento (noviembre 2016) y en la actua- intenta dar cuenta de los modos de elaboración de la experiencia
lidad (mayo del 2017) manifestando el posicionamiento subjetivo de dicho niño en un primer momento de tratamiento (octubre del
singular a través de sus distintas modalidades representativas. 2015), en un segundo momento (noviembre 2016) y en la actua-
lidad (mayo del 2017) manifestando el posicionamiento subjetivo
Palabras clave singular a través de sus distintas modalidades representativas. Es
Tratamiento Psicopedagógico, Intervención, Transformaciones Sim- decir, que para lograr aprehender a qué llamamos transformacio-
bólicas, Complejización nes simbólicas en el tratamiento psicopedagógico llevaremos a
cabo cierta articulación del material clínico brindado en las sesio-
ABSTRACT nes grupales de inicio del tratamiento, de un recorte del medio y
TRANSFORMATIONS IN SYMBOLIZATION MODALITIES WITHIN THE de la actualidad, siempre en relación con el marco teórico que da
PSYCHOPEDAGOGICAL CLINICAL GROUP TREATMENT AT CLÍNICAS sustento al encuadre y trabajo cotidiano.
HOSPITAL
The purpose of this article is to illustrate the transformations that Desarrollo:
occurred in the symbolization modalities of children with learning 1. La especificidad del enfoque de la Psicopedagogía Clínica.
disabilities attending group treatment at the Clinical Psychopedago- Fundamentos del trabajo grupal. Los tres tiempos del encuadre
gy Service of the Psychology Faculty Program inserted in the Clíni- psicopedagógico.
cas Hospital “José de San Martín “. With this in mind, the specificity La especificidad del enfoque con el que trabajamos en el Servi-
of work from the Clinical Psychopedagogy and the foundations of cio de Psicopedagogía Clínica tiene que ver con un un abordaje
the group format is displayed for, then, working on how subjective teórico, clínico e investigativo de los procesos psíquicos complejos
transformations are thought of in modalities of symbolization based y heterogéneos comprometidos en la modalidad de simbolización
on the analysis of the production of one of the children attending the de cada sujeto. Es decir, que desde esta perspectiva “La clínica
treatment. The main objective is to account for the ways in which psicopedagógica tiene por objeto el alivio del sufrimiento psíquico
the child’s experience is elaborated at an early stage of treatment producido por las restricciones en la productividad simbólica, que
(October 2015), secondly (November 2016) and now (May 2017) alteran y fracturan el aprendizaje escolar” (Schlemenson, 2009,
expressing the singular subjective positioning through its different p. 31). Nuestro posicionamiento versa en considerar los aspectos
representative modalities. subjetivos de cada niño/a que asiste al Servicio de Psicopedagogía
Clínica en el marco de las relaciones intersubjetivas que teje y que
Key words pone en primer plano, el modo en que éste piensa y aprende cons-
Clinical Psicopedagogical Treatment, Intervention, Symbolic Trans- truyendo sentido desde su propia experiencia.
formations, Complexization Asimismo el tipo de población a la cual se brinda asistencia en
el Hospital de Clínicas, se caracteriza por haber estado o estar
10
actualmente en situación de vulnerabilidad socio-económica; en midad a lo que puede ser compartido en el espacio de lo público y
respuesta a esta problemática social en la cual se encuentran in- que intentan promover la complejización psíquica en detrimento de
mersos/as gran parte de los/as niños/as consultantes, la Psicope- inhibiciones y/o conductas impulsivas a las que muchos/as niños/
dagogía Clínica implementa la elaboración de estrategias de inter- as se encuentran propensos. En este sentido, Schlemenson aclara
vención tendientes a la complejización de la producción simbólica “...el semejante, devenido compañero-extranjero-hospitalario abre
y al desarrollo de los procesos imaginativos y/o reflexivos. Conside- oportunidades para el realce de las diferencias en las formas de
ramos que dichos propósitos terapéuticos podrían beneficiarlos en acceso al conocimiento y promueve una complejización subjetiva
la elaboración de las difíciles situaciones sociales que atraviesan y más ágil en las producciones distintivas de cada uno de los suje-
brindarles la posibilidad de imaginar y crear novedosos modos de tos.” (Schlemenson, 2009, p.69)
hacer frente a los desafíos cotidianos que les representan tanto la El dispositivo clínico se encuentra constituido por un encuadre de
escuela como las situaciones sociales adversas a las que se ven trabajo que consta esencialmente de tres tiempos al interior de
expuestos/as (Schlemenson 2009, Rego 2015). cada sesión (Rego, 2015).
Las estrategias de intervención son pensadas y creadas desde el En el primer momento de cada sesión se promueve el despliegue
diseño del proceso psicodiagnóstico, entendido como un proceso de la actividad discursiva, generando desde el encuadre, condiciones
investigativo de la modalidad singular de producción simbólica continentes que posibiliten la asociación libre de cada niño/a (Álva-
(gráfica, discursiva, lectora y escritural) de niños/as con problemas rez y Grunin, 2010). Mediante preguntas abiertas o señalamientos se
de aprendizaje. Es a través de entrevistas dirigidas a sus familiares intenta recuperar las verbalizaciones espontáneas de los pacientes
y a pruebas suministradas al niño/a que se evalúan las caracterís- al ingresar al consultorio y se incita la aparición de temáticas psíqui-
ticas específicas de las restricciones simbólicas que se expresan camente comprometedoras. De esta manera, las intervenciones tien-
en su problemática cognitiva (Schlemenson, Grunin 2013). Luego den a propiciar el discurso asociativo (Álvarez, 2010) y el intercambio
de la elaboración de la síntesis diagnóstica, los profesionales que dialógico, realzando las diferentes posiciones subjetivas en relación a
llevan a cabo el tratamiento de los/as niños/as, pueden conocer en ciertas cuestiones conflictivas (Rego, 2015).
profundidad la historia libidinal de cada niño/a, la modalidad singu- Esta modalidad de iniciar el encuentro orienta el trabajo terapéuti-
lar de organización de su actividad representativa y las formas pre- co en un segundo momento en el cual se elabora y formula una
ponderantes de circulación del afecto, realzando aquellos conflictos consigna y/o propuesta de trabajo (individual o grupal) a partir de
que han resultado restrictivos en sus procesos de simbolización. alguna situación conflictiva que haya sido mencionada por uno/a o
Ejes clínicos que resultan indispensables en la posterior elabora- varios/as niños/as en el intercambio verbal inicial (Schlemenson y
ción de estrategias de intervención en el tratamiento psicopedagó- Grunin, 2013). La creación de una propuesta constituye una de las
gico y que podrían tender a la complejización de los procesos de formas de intervención específicas de la clínica psicopedagógica,
simbolización (Rego, 2015). Las hipótesis diagnósticas elaboradas ya que apunta a la complejización simbólica a través de una invita-
devienen andamiajes necesarios para el tratamiento psicopedagó- ción a dibujar y/o a escribir sobre lo hablado en el primer momento
gico, ya que -aunque el mismo esté conformado por un encuadre (Rego, 2015). En el dispositivo clínico grupal está estipulado que
grupal- las intervenciones resultan singulares (Bo, 2009). en este segundo momento cada niño/a aportará un cuaderno en
El tratamiento es realizado de manera grupal; de tal forma que el el cual pueda volcar sus producciones gráficas y/o escriturales sin
primer grupo de tratamiento psicopedagógico inaugurado en el que esté determinado un tipo de ordenamiento o uso del mismo.
Hospital de Clínicas desde fines del 2015 y que continúa en trata- El cuaderno así conforma un elemento terapéutico ya que sobre él
miento, está conformado por seis niños/as con diversas restriccio- se proyectan deseos, conflictos, temores y formas prevalentes de
nes en el aprendizaje y que previamente habían sido diagnostica- descarga pulsional. Como modo de intervención clínica: “ofrecer
dos por el equipo de trabajo de Psicopedagogía Clínica. La decisión la oportunidad de estar a solas entre los blancos de un cuaderno
clínica de trabajar en grupo en el tratamiento se encuentra vincula- permite la postergación de la descarga y promueve la elaboración
da con la consideración de que los avatares de lo acontecido en el de formas representativas de mayor sutileza y complejidad que las
eje de la intersubjetividad poseen efectos en el eje de lo intrapsíqui- manejadas antes de usarlo… el cuaderno se transforma en un es-
co y viceversa -recurriendo al paradigma de la complejidad y a la pacio proyectivo en el cual se entrelazan aspectos primarios con
causalidad recursiva[1] del objeto complejo- (Morin, 2000); es por complejas relaciones de sentido.” (Schlemenson, 2009, 58).
tal motivo que el tratamiento desde el Servicio de Psicopedagogía Por último, en un tercer momento de la sesión, se implemen-
Clínica prioriza el hecho de que en la grupalidad se puedan generar ta como estrategia de intervención la convocatoria a la puesta en
cuestiones que no se generarían en el uno a uno. Se les oferta así común de aquello elaborado por cada uno/a en la intimidad. A par-
un dispositivo grupal en el cual se reproducen de manera espontá- tir de la confrontación con la producción del semejante se abre la
nea situaciones áulicas, y en las que se promueven momentos de posibilidad de generar procesos imaginativos y reflexivos (Casto-
encuentro (Aulagnier, 1989) entre pares, trabajando en actividades riadis,1993) que den lugar a la creación de novedosos modos de
que intentan convocar su deseo, pero a la vez, que le demandan significación y de resolución de los conflictos planteados desde el
relacionarse con aquello que le resulta conflictivo; de este modo, se inicio del encuentro (Schlemenson y Grunin, 2013).
les brinda la posibilidad de crear nuevas maneras de relación con
los otros. De esta manera, se utilizan estrategias de intervención
clínica que tienden a facilitar el pasaje de lo producido en la inti-
11
2. Transformaciones simbólicas en la producción de niños/as objetos y los modos de satisfacción prevalentes que un/a niño/a
que asisten al tratamiento psicopedagógico. encuentra en su relación con el mundo. Se observan los niveles de
Con el fin de evaluar la eficacia del tratamiento psicopedagógico plasticidad o rigidez que adquieren estas modalidades de vincula-
grupal y de abrir nuevos interrogantes sobre las modalidades de in- ción con los objetos, en relación a la singularidad de cada niño/a y
tervención en la clínica, se implementan periódicamente por parte sus antecedentes históricos (Rego, 2015).
de las terapeutas dimensiones que analizan parte del material clí- 4. Complejidad de la actividad representativa: se describen los
nico. Éstas permiten detectar y realzar las transformaciones simbó- niveles de heterogeneidad representativa alcanzados en las distintas
licas manifestadas como movimientos en la modalidad de produc- producciones, los procesos psíquicos predominantes, y las caracte-
ción singular de cada niño/a en el sentido de pesquisar una mayor rísticas de plasticidad y/o rigidez en relación a los recursos simbóli-
complejización de la actividad representativa. Es decir, que dichas cos implementados por cada niño/a. En este sentido las restricciones
transformaciones se podrían visibilizar como diferencias significa- simbólicas se relacionarán con la pérdida de esta combinatoria dúctil
tivas en su manera de producir; en este sentido, la presencia de y heterogénea, en pos de la rigidez de un solo proceso cuya exclusi-
novedades permitiría suponer el despliegue de procesos psíquicos vidad empobrece los procesos de simbolización (Rego, 2015).
distintos (Rego, 2015).
En el tratamiento psicopedagógico la eficacia del trabajo clínico 3. Modalidades de simbolización de un niño (W.) en tres instan-
tendría que ver con generar, desde el encuadre, condiciones de po- cias del tratamiento psicopedagógico
sibilidad que permitan potenciar la apertura imaginativa, la plastici- Llevaremos a cabo ciertos recortes del material clínico de uno de
dad sustitutiva y la capacidad reflexiva en las modalidades de tra- los niños que asiste al tratamiento psicopedagógico en el Hospital
bajo psíquico; ya que la complejización de la producción simbólica de Clínicas desde que inició el grupo de tratamiento. Situaremos
implica la puesta en relación de procesos psíquicos heterogéneos tres instancias: una primera, en octubre del 2015; una segunda en
(Álvarez y Grunin, 2010). noviembre del 2016 y una tercera, en mayo del 2017 para pensar
Para llevar a cabo el análisis -en el próximo apartado- de las trans- las posibles transformaciones simbólicas en relación a la compleji-
formaciones simbólicas en la modalidad de producción de un niño zación de su producción.
que asiste al tratamiento psicopedagógico en el Hospital de Clínicas En una primera instancia, de comienzos del tratamiento psicope-
desde octubre del 2015, haremos uso de las cuatro dimensiones dagógico, podríamos ubicar en W. (de 6 años próximo a cumplir los
que nos permiten reflexionar en torno a diversos ejes investigati- 7) a un niño muy participativo, que a pesar de presentar importan-
vos y así poder elaborar hipótesis sobre las posibles transforma- tes dificultades fonoaudiológicas que impactan en la transmisibili-
ciones simbólicas en su producción. Estas dimensiones han sido dad de sus mensajes; no le impedía relacionarse con sus compañe-
diseñadas en la investigación doctoral de una colega nuestra, Dra. ros/as ni con las dos terapeutas del grupo. Durante estos primeros
María Victoria Rego cuya tesis versa en: “Transformaciones en los momentos de tratamiento,en relación a la dinámica intersubjetiva,
procesos de simbolización de niños y adolescentes con problemas W. ante preguntas realizadas por las psicólogas o por sus com-
de aprendizaje” en el marco del Programa de investigación de la pañeros/as era de los primeros en contestar, escuchando lo que
cátedra Psicopedagogía Clínica, en la Facultad de Psicología de la decían los otros/as, y permaneciendo sentado en su asiento expec-
Universidad de Buenos Aires. Explicaremos brevemente cada una tante. En este sentido, y apuntaladas por las hipótesis construidas
de ellas para luego ilustrarlas con el material clínico: en el proceso psicodiagnóstico del niño, era posible entrever cierta
1. Dinámica Intersubjetiva: se refiere a las características parti- modalidad sobreadaptativa de vinculación con los/as otros/as y con
culares que adquieren las formas históricas y cotidianas de relación la tarea. W. respondía acorde a lo que se suponía tenía que decir y/o
de un niño/a con sus figuras parentales. Indaga de manera recursi- hacer en un intento de seducción de los demás y de búsqueda de
va (Morin, 2000) la elaboración singular que el niño/a hace de ellas aprobación de las terapeutas sin que aparecieran contenidos sub-
vislumbrando la incidencia que estas relaciones podrían tener en jetivos. Por otro lado, en relación a las características y complejidad
su posicionamiento y formas de circulación del afecto, otorgando de su actividad representativa era posible ubicar en este primer
un sentido intersubjetivo histórico a su modalidad de producción momento cierto repliegue de su producción en el cuaderno me-
simbólica y de relación con el otro en la actualidad. (Schlemenson, diante la repetición de gráficos como el de Piñón Fijo, o del Hombre
2011 y Rego, 2015) Araña. En este sentido, parecía tomar el cuaderno como lugar de
2. Conflictos restrictivos: se realzan en la historia del niño/a refugio narcisístico, en el cual repetía una y otra vez figuras clisés
aquellas situaciones que se volvieron restrictivas y empobrecedo- sin posibilidad de brindarle cierto matiz subjetivamente significa-
ras de los recursos de simbolización por producir fijaciones y dete- tivo. En una de las sesiones de esta época W. comienza a dibujar
nimientos en algún momento de constitución del psiquismo, dando en la hoja donde lo estaba haciendo S. (una de sus compañeras),
preponderancia a un modo rígido de procesar el afecto (descarga, lo hace en una parte pequeña de la hoja, y dice que está dibujando
fantasmatización, sobreadaptación). Se evitan las interpretaciones al hombre araña, cuando se le pregunta de modo abierto intentan-
de causalidad lineal distinguiendo aquellos conflictos que han re- do abrir significaciones, W. no puede responder más que indicando
sultado propulsores del despliegue de formas novedosas de reso- que se trata del hombre araña.
lución (Rego, 2015). En una segunda instancia, en noviembre del 2016, en el primer
3. Modalidad de circulación del afecto: se destacan las formas momento de la sesión los/as niños/as se encontraban desplegan-
que adquieren los procesos de investimiento y desinvestimiento de do asociativamente cuestiones que querían expresar en relación a
12
cómo estaban ese día. W., por su parte, plantea que él se encuentra querer presentarse cuando ingresa una compañera nueva al grupo)
mal. Frente a la pregunta de las terapeutas acerca de qué es lo que que parece necesitar expresarse, junto a cuestiones significativas
le estaba sucediendo, W se queda mirándolas fijo y en silencio. En singulares.
su cuaderno dibuja a Piñón Fijo. Una de las terapeutas le ofrece si De esta manera, W. se muestra en un posicionamiento claro con lo
desea contarle en secreto qué le pasa y el niño acepta; luego, da a respectivo a cuestiones de contenido subjetivo y singular a través
entender que quiere que se lo diga a un compañero, y que éste se lo de su discurso asociativo. Puede tener su propia postura frente a lo
cuente a la otra terapeuta y la misma se lo debería contar -también expresado por cada uno/a de sus compañeros/as y logra -tras una
en secreto- a otra; pero sus dificultades fonoaudiológicas hacían pelea acaecida entre dos de sus compañeros/as de grupo- utilizar
que fuera ardua la comprensión. Aún así, como era parte de su mo- su cuaderno para elaborar un dibujo y regalárselo a un otro -que se
dalidad, él seguía intentando explicarse, buscando nuevas palabras encontraba llorando- intentando mediar en dicho conflicto. Aquí es
que pudieran ser entendidas; fue así que a partir de la propuesta de posible vislumbrar cómo fue mutando la complejidad de su activi-
una de las terapeutas, W. utiliza su cuaderno para hacer transmisi- dad representativa.
ble a un otro su discurso y hacerse entender. El niño crea así una Respecto a la modalidad de circulación del afecto, pareciera existir
historieta en la cual cuadro tras cuadro va narrando un hecho vio- en W. una mayor plasticidad en la ligazón del afecto con repre-
lento sufrido por él y su familia tras un intento de robo en su casa. sentaciones con contenidos subjetivos posicionándose mediante el
Cuenta, en formato gráfico como un ladrón (palabra que había sido discurso asociativo ante sus compañeros. Dejaría atrás una moda-
intentada comunicar a los otros sin éxito) había querido entrar a su lidad de repliegue en el cuaderno o de vinculación sobreadaptada
casa y robar la bicicleta de su hermana. W. refleja a los diferentes a los/as otros/as; para poder escoger un nombre inventado cuando
integrantes de su familia en sus dibujos indicando que había hecho una compañera se lo propone brindando opciones, nombrar como
cada uno. De este modo cuenta, con cierto dejo de orgullo, como “la señora muda” a otra compañera que es nueva en el grupo y que
su padre evitó el robo, luego de que su perro tomara del pantalón al no responde; expresar cuando ve que llega otro: “llegué primero”,
ladrón y lo detuviese. W muestra a todos/as su cuaderno y explica enunciando una frase que resulta típica en aquel; decir “nunca más
lo sucedido en voz alta señalando los cuadros de su historieta y en vino” señalando las ausencias de otro de los niños que hacía varias
este sentido, haciendo transmisible lo deseado. Expresa: “El ladrón sesiones que no venía; y pudiendo contradecir a otra de sus com-
tenía una pistola y estaba muy borrachito… el perro lo atacó y mi pañeras en su propuesta.
papá le pegó con la escoba y lo echó”. Una de sus compañeras le
dice “Eso fué impresionante”. Es así cómo es posible evidenciar Palabras Finales:
que esta vez, la apoyatura en la producción gráfica le sirve a W. A lo largo del presente artículo, hemos pretendido ilustrar cómo
para elaborar hechos significativos de su vida y a su vez, volverlos se trabaja en el tratamiento psicopedagógico clínico grupal en el
transmisibles hacia un otro. Resulta interesante la transformación Hospital de Clínicas para dar respuesta al alivio del padecimiento
que ha realizado W. en la misma hoja de su cuaderno, haciendo psíquico que conllevan las restricciones en los procesos de simbo-
cierto desplazamiento de un estado de silencio y de gráfico de Pi- lización y mostrar, a su vez, el esfuerzo constante por sostener una
ñón Fijo a su relato en voz baja y luego en voz alta acompañado de postura epistemológica compleja, a través del estudio de las trans-
la historieta de un hecho significativo; en este sentido, se evidencia formaciones simbólicas acaecidas en nuestros pacientes. Mediante
cierto pasaje de lo íntimo a lo posible de ser compartido con otros/ el análisis de tres recortes temporales en el tratamiento de W. se
as que a su vez genera efectos subjetivos en la elaboración de otra pudo observar cómo a lo largo del mismo se realizan intervencio-
situación íntima en una de sus compañeras. nes que tienen como propósito ampliar las oportunidades de ligar
En una tercera instancia de recorte del material clínico -ya en la el afecto a las situaciones conflictivas que introducen los pacientes
actualidad del tratamiento psicopedagógico- y poniéndolo en vin- en sesión. Se fueron señalando así un conjunto de transformacio-
culación con la etapa del proceso diagnóstico y con parte del tra- nes en la dinámica psíquica de W. que redundaron en una mayor
tamiento consiguiente, se podría conjeturar en W. un despliegue de heterogeneidad de su modalidad representativa. En este sentido,
ciertas transformaciones simbólicas en cuanto a sus producciones “la plasticidad y heterogeneidad de recursos psíquicos mediante
asociativas verbales, notándose una mayor complejidad en relación los cuales el sujeto establece sus relaciones de afecto con los ob-
a la incorporación de aspectos singulares significativos. W. en la jetos existentes, permite abordar la complejidad real y potencial
actualidad está pudiendo salir de una posición más estereotipada de sus producciones psíquicas” (Schlemenson, 2011, p.196). De
o clisé y tender desde participaciones que intentaban agradar a las manera contrastante con la modalidad de evitación de lo conflictivo
terapeutas y a los pares hacia un posicionamiento que lo muestra en el primer momento de tratamiento de W. deseamos compar-
manifestando acuerdos y diferencias en las temáticas que emer- tir una última viñeta en la cual el niño manifiesta a terapeutas y
gen. La plasticidad con la que puede hacerlo se ve interferida por compañeros/as, su manera actual de “vivir” lo conflictivo y dolo-
un monto de intensidad afectiva que deja ver cierta conducta de roso, en la cual paradójicamente, resuelve el conflicto de no poder
impulsividad y grados de hostilidad atemperada por sonrisas. expresar con palabras lo que siente, de una manera propulsiva,
A medida que se va reduciendo el control defensivo secundario así: una de las terapeutas pregunta si los problemas desaparecen
que buscaba sofocar lo que le pasaba en pos de agradar al otro, porque no hablemos de ellos o si siguen estando, W dice “sigue acá
se deja vislumbrar cierta hostilidad (arrojar un lápiz con fuerza a (señalandose la garganta) y hace así, queda ahí, y tenés que tragar
la terapueta, responder de manera chocante a compañeros/as, no después” lo explica corporalmente, hace mímica de la situación.
13
Luego dice que hay que hablar porque sino te queda en la garganta. gadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología-Univer-
Vemos así reflejada en una pequeña viñeta la plasticidad del psi- sidad de Buenos Aires, 28-29, Buenos Aires, 2009.
quismo y sus posibilidades de transformación. Castoriadis, C.: El mundo fragmentado. Editorial Altamira. Uruguay, 1993.
Green, A.: La metapsicología revisitada. Editorial: Eudeba, Buenos Aires,
NOTA 1996.
[1] El principio de la recursividad, según Morin, es aquel en el cual el pro- Green, A.: El tiempo fragmentado. Editorial: Amorrortu, Bs. As, 2001.
ducto y el efecto son al mismo tiempo causa de aquello que los produce. Morin, E.: La introducción al pensamiento complejo. Gedisa. Barcelona, 2000.
(Morin, 2000) Schlemenson, S.: La clínica en el tratamiento psicopedagógico, Buenos
Aires, Paidós, 2009.
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co. Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Rego, Ma. V.: Transformaciones en niños con problemas de aprendizaje.
Psicología XVI Jornadas de Investigación. Quinto Encuentro de Investi- Editorial: Entreideas. Buenos Aires, 2015.
14
INTERVENCIÓN CONSTELAR EN ACCIÓN, CONDUCTA,
GESTO SUICIDA TRANSGENERACIONAL EN EL MUNICIPIO
DE DOSQUEBRADAS (RISARALDA-COLOMBIA)
Agudelo Gomez, Maria Alis
Fundación Universitaria del Area Andina. Colombia
15
hace apropiación un sistema vulnerado. Es así como el sistema UNIDAD DE ANALISIS
busca equilibrio, asumiendo este principio como fundamental en Esta investigación –acción sirvió como base para abordar grupos
el proceso de supervivencia grupal o sea de orden sistémico rela- en los que una acción que vulnera el colectivo tiende a repetirse
cional, fenomenológico, gestáltico y dinámico (bases epistémicas bloqueando las posibilidades de un equilibrio en las interacciones
del Enfoque) como es el caso grupos familiares marcados por hechos trágicos,
Es importante resaltar la concepción que tiene Bert Hellinger(2000) y en diferentes contextos, estas situaciones interfieren con la di-
de familia “es un grupo en el que tanto la psiquis individual como la námica del funcionamiento familiar alterando el orden transgena-
colectiva, es concebida se rige por leyes de igualdad y pertenencia racionalmente creando una cadena de destinos difíciles como ha
de todos sus miembros, en el que cada uno está al servicio del sucedido en los grupos familiares que participaron en esta inves-
grupo, y ninguno es prescindible o puede ser olvidado”, hecho que tigación.
desde la teoría de la Guestal que relaciona el crecimiento del ser y En ellos el síntoma fue asumido como la acción suicida(perdida de
el cambio que este tiene por las interacciones con su mundo inme- la vida por cualquiera de las formas o tipos ), la conducta suicida
diato, concibiendo como una configuración total o representación (perdida de la salud mental o de una parte del esquema corporal
constelar cuando el sistema está completo. por intento previos de suicidio), y el gesto suicida(comportamiento
habituales cercanos a la muerte, al riesgo o al control del sistema
Partiendo de esta fundamentación, la pregunta que surgió fue esta familiar como acto de manipulación, impulso suicida que fluctúa
¿permitió la Intervención Constelar la redefinición del síntoma y la entre la vida y la muerte)
construcción en su dinámica relacional de un nuevo significado Además tanto en los microsistemas, macro sistemas, como el en-
de la muerte como hecho generador de salud mental individual y torno, se hizo una interpretación equivoca consciente o inconscien-
colectiva, en grupos familiares expuestos a destinos difíciles por te de la muerte por autoinflección y de que es necesaria la réplica
acción, conducta, o gesto suicida, del sector de la Badea y barrios como un simbolismo internalizado (repetir el sino trágico) asumien-
aledaños en el municipio de Dosquebradas (Risaralda-Colombia)? do el fenómeno de una nueva muerte como un hecho de reconoci-
miento de un miembro excluido, una acción de estas características
OBJETIVO GENERAL tiene repercusión en cada una de las partes del sistema y subsis-
Intervenir constelarmente desde la búsqueda sistémica de perte- tema, y la representación que de la muerte tengan tanto el macro
nencia, orden y equilibrio en grupos familiares afectados por replica sistema (genograma ) como el entorno o comunidad (eco-mapa).
suicida transgenracional permitiendo la redefinición de las estruc-
turas vinculares asumiendo el concepto de vida –muerte como un UNIDAD DE TRABAJO
hecho natural, no como un sino trágico. Conformada por 7 grupos familiares pertenecientes al sector de
la Badea, la Graciela, la quebrada y santa teresita (estratificación
OBJETIVOS ESPECIFICOS económica 2- 3). Que han vivenciado y vivencian el síntoma (acción
1.La Intervención sistémica constelar busco la redefinición del sínto- suicida, hecho suicida y gesto suicida) trangeneracionalmente y a
ma (replica transgenracional por acción suicida, conducta suicida, o través de un miembro consultante, se busca detener el sino trágico
gesto suicida) en cada uno de los 7 grupos familiares y así, generar y recuperar el equilibrio sistémico y la salud mental tanto individual
una nueva estructura que equilibrara los procesos de interacción vin- y colectiva. (Romper el círculo)
cular entre las partes, evitando la acción trágica del pasado. Para la descripción de cada grupo familiar participante se crearon
2. Por medio de la representación constelar grupal se interpretaron las categorías tales como la acción suicida(perdida de la vida por
los sentimientos de pertenencia y exclusión existente tanto en la cualquiera de las formas o tipos ), la conducta suicida(perdida de
configuración del Familiograma (representación de grupo familiar la salud mental o de una parte del esquema corporal por intento
actual) como del Genograma (representación transgeneracionales previos de suicidio), y el gesto suicida(comportamiento habituales
del sistema familiar) conociendo las lealtades visibles e invisibles cercanos a la muerte, al riesgo o al control del sistema familiar
3. En la intervención sistémica constelar especifica del Familiogra- como acto de manipulación, impulso suicida que fluctúa entre la
ma se buscó comprender y respetar el orden de cada uno de los vida y la muerte ) que se sustentan en los principios de la Biotana-
miembros del sistema familiar actual, respetando a la vez, el lugar tologia sobre riesgos suicidas de Elizabeth Kübler –Ross
de los miembros en el genograma (representación del macro sis- Replica suicida: amenaza directa o indirecta de suicidio se pre-
tema familiar). senta en 3, 5. 8 generación, tanto en mujeres como en hombres en
4. Para la intervención sistémica constelar con los miembros vulne- rangos de edades de 18 a 54 años, haciendo presente en la historia
rables a replica, se construyeron colectivamente con los procesos del macro-sistema, conductas asociadas a comportamientos histé-
de connotación positiva de cada subsistema las herramientas de ricos visibles en actos de manipulación continua.
fortalecimiento yoico, para entender el pasado, redefinir una nueva
historia tanto del microsistema (familia- Familiograma) como del 1. Sistema Familiar A.
macro sistema (grupo familiar extenso-genograma),relación con Conformado por Personas con intentos previos de suicidio (replica
el entorno o comunidad(eco-mapa) para integrar a la historias fa- suicida transgenracional en persona de 25 años de género mascu-
miliares, el concepto de vida –muerte como un hecho natural, no lino –daño colateral sistema vascular, con el compromiso de tejido
como un sino trágico. muscular. Metatarsiano Extremidades superiores)
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Familiograma: 4. Sistema Familiar D.
Género: masculino Conformado por Personas con duelos patológicos, dificultades con-
Edad: 25 años yugales, desempleo o quiebra económica (replica trangeneracional
Ocupación: obrero de construcción, ebanista por legado familiar hombre de 30 años)
Escolaridad: séptimo de bachillerato Familiograma:
Estado civil: unión libre Género: masculino
Compañera: 30 años Edad: 30 años
Ocupación: operaria de empresa manufacturera Ocupación: tendero
Escolaridad: decimo de bachillerato Escolaridad: Bachiller
Hijos: ninguno Estado civil: soltero
Estrato socio-económico: 2 Hijos: niño de 5 años. Ruptura Relación noviazgo
Hábitat: apatartaestudio en parte trasera de una casa familiar sin Estrato socio-económico: 2
terminar. Pagan solo servicios públicos Hábitat: casa materna con espacio para el negocio familiar (tienda)
Consultante: madre por la discapacidad en sus manos e imposibi- Acción suicida
lidad de trabajar Consultante: madre
Replica: de intentos previos de suicido en tercera y quinta genera- Replica: la afectación transgenracional se da es el mismo subsis-
ción, sistema parental, adultos jóvenes (21 a 30 años), con secuelas tema filial (hermano mayor), en línea paterna, por tíos y abuelos
físicas y psicológicas 5. Sistema Familiar E.
2. Sistema Familiar B. Conformado por personas con crisis aguda de adolescencia. (Repli-
Conformado por personas que amenazan directamente o en forma ca transgeneracional en adolescente de 15 años género femenino)
velada con suicidarse (replica de gesto suicida trangeneracional en Familograma:
mujer de 37 años) Género: femenino
Familiograma: Edad: 15 años
Género: Femenino Escolaridad: noveno de bachillerato
Edad: 37 años Estructura familiar: padre (empleado público) en unión libre, her-
Ocupación: ama de casa y bordadora para empresa maquila de mano de 3 años, madre en unión libre (promotora supermercado),
confección hermano de 1 año
Escolaridad: Básica primaria Estado civil: soltera sin relación de noviazgo conocida
Estado civil: matrimonio por ritual católico Estrato socioeconómico: 2
Edad cónyuge: 40 años Hábitat: casa propia de abuelos maternos
Ocupación: mecánico automotriz Acción suicida
Hijos: hija 10 años, hijos de 8 y 5 años. Estudiantes Consultante: madre
Estrato socioeconómico: Replica: con carácter ritualista, y este caso magnificado, habitual
1Hábitat: casa en arrendamiento, perteneciente a un plan de vi- en los adolescentes por línea materna y asociada a pertenencia
vienda municipal silenciosa tribus urbanas
Acción suicida 6. Sistema Familiar F.
Consultante: cónyuge Conformado por personas con adicciones crónicas a sustancias
3. Sistema Familiar C psicoactivas. (Replica transgeneracional en persona de género
Conformado personas con historias de suicidio como solución a las masculino de 24 años)
adversidades (replica trangeneracional en persona de 40 años, ge- Familiograma:
nero masculino) Género: masculino
Familiograma: Edad: 24 años
Género: masculino Escolaridad: bachillerato técnico
Edad: 40 años Ocupación: desconocida
Ocupación: ebanista Estado civil: soltero
Escolaridad: sexto de bachillerato Hijos: ninguno
Estado civil: separado (7 años) Estrato socio-económico: 1
Hijos: hija de 20 años estudiante y ama de casa. Vive con el padre Acción suicida
Estrato socio-económico: 2 Consultante: tío paterno
Hábitat: casa propia en construcción Replica: uso y abuso de sustancias psicoactivas por línea materna y
Acción suicida paterna, como acciones, y gestos suicidas por línea paterna transg-
Consultante: hija enracional has 5 generación
Replica: Los hombres de la familia por línea materna se mueren a 7. Sistema Familiar G.
los 40 años porque no deben envejecer. Afectación de 3.5.8. Ge- Conformado por personas que padecen desordenes afectivos. (Repli-
neración ca transgeneracional en persona de 46 años de género masculino)
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Familiogama: sus momentos constitutivos con los procesos, las situaciones, la
Género: masculino percepción que las personas tienen de ellos, recrear las experien-
Edad: 46 años cias vivenciales dentro de la situación en particular, y emprender
Escolaridad: bachiller normalista acciones tendientes a cambiar la realidad colectivamente.
Ocupación: docente temporal de ingles en clases particulares Teniendo en cuenta que esta investigación la intervención conste-
Estado civil: divorciado lar grupal se ejecutó desde una perspectiva etnometodologica, que
Hijos: 2 hombres de 22 y 19 años permite la reflexividad, planteada del Modelo de Constelaciones
Estrato socio-económico: 2 familiares de Bert a Hellinger se retoma a Garfinkel (1998) donde
Hábitat: casa materna propia habitada por la madre, él y su hermana dice que”el leguaje no solo se utiliza para referirse a algo, sino
también, y principalmente para hacer algo, es decir que no se limita
Patología asociada e incapacitante: bipolaridad tipo 1, episodios de a representar el mundo, sino que interviene en ese mundo de una
hilaridad largos, con crisis depresivas cortas, pero auto flagelantes, manera práctica”.
Gestos suicida y conducta suicida daño físico rostro y manos En el modelo define Hellinger(2001) que “ la identidad como sín-
Consultante: hermana que tiene el mismo padecimiento, pero asu- toma en el discurso tácito y la que se expresa “existe un contexto
me tratamiento con prescripción de litio y ácido balproico y labora simbólico, no verbal que las personas asumen cuando hablan o
Replica: gesto suicida y conducta suicida con daño físico, se da interactúan, se comparte tácitamente por el núcleo social primario,
por línea paterna, padre, abuelos y bisabuelos, la han considerado por el extenso y por la comunidad” y a partir de estas dos reflexio-
normal y como parte de la patología que solo ha sido diagnosticada nes a la intervención se asiste como:
en esta generación
·· cliente para trabajar una situación
METODOLOGIA ·· asistente, para ser elegido desde la perspectiva del psicodrama
Esta fue una Investigación de carácter cualitativo con elementos de Moreno
histórico-hermenéuticos, ya que en ella se interpretan los aconte- ·· observador
cimientos a través del tiempo en torno a un símbolo (la muerte o
pérdida por hecho, acción o gesto suicida) en el microsistema, en De cualquiera de los tres modos en que se presente la asistencia,
el macro sistema y el entorno. el impacto terapéutico es fuerte.
La fundamentación epistémica retomo tanto de la teoría sistémica- Las escenas que se movilizan, desde el inconsciente individual, al
relacional (sistemas abiertos, sistemas cerrados), la fenomenología campo de influencia del grupo o inconsciente colectivo: se escoge
por la transformación profunda de la dinámica familiar, la gestálti- del grupo de asistentes a quien represente simbólicamente a él
ca por la percepción de la realidad desde diferentes perspectivas consultante y el escoge a cada miembro del sistema, cuando se
como de la interpretación del hecho en sí, desde las diferentes mi- tenga la solución se cambia por el miembro en riesgo si es que vive.
radas de la psicología dinámica. En la Intervención constelar familiar directa, se busca a través del
En cada una de las fases de trabajo de intervención constelar se análisis de la estructura del genograma actual, las replicas de su-
involucró la comunidad en el conocimiento previo de la situación, cesos transgenaracionales, de igual manera con Intervención indi-
y solución del problema, y se generó desde la aplicación colectiva vidual el análisis grafico del genograma y el familiograma ayudan
del Enfoque, la posibilidad de redefinición del concepto de muerte en la detección de los miembros del sistema vulnerables
asociada a acción, conducta o perdida física /psicológica por gesto Esta perspectiva etnometodologica, permite tanto la implementa-
suicida, permitiendo un espacio de comprensión nuevo que permi- ción del Enfoque de Investigación- Intervención constelar de Bert
tiera redefinir las interacciones y evitar las replicas transgeneracio- Hellinger, como el avance investigativo-cualitativo de carácter
nales en que están involucrados los grupos familiares. histórico hermenéutico ya que las partes comprometidas en el
proceso ( investigadora –grupos familiares ) se han familiarizado
PROCESO ETNOMETODOLOGICO con los Axiomas de la Comunicación Humana planteados de Paul
Fue posible la utilización de investigación –intervención, ya que lo Wazlawick (2001), con fines de construcción de una reflexivilidad
sistémico-relacional, parte de la existencia de una red familiar o comunicativa.
sistema mayor, que actúa como una instancia superior vinculante La que ha permitido una ruptura de paradigmas de abordaje clásico
para todos los miembros del sistema, partiendo de la necesidad de desde la psicología de familia, en la que el terapeuta se coloca por
vinculación, o pertenencia, resaltando el equilibrio entre el dar a los encima de la realidad grupal para ayudar en el cambio sistémico,
demás y tomar de los demás, como profunda necesidad humana, a través de la aplicación de conjunta de las técnicas que hacen
el orden dentro del sistema, que establece normas convenidas, ge- posible convertir lo que antes era un abordaje solamente clínico-
nerando seguridad y sentido de pertenencia a el individuo(lo feno- familiar en una investigación social.
menológico, gestáltico y dinámico). Se implementaron estrategias participantes como medios para
Se enmarco en la metodología de investigación-acción participante establecer un acercamiento con el objeto de estudio, ya que per-
porque según lo referido por Cendales G, L (2000) “es una combi- mitió de manera coherente con los propósitos de la investigación-
nación de investigación- educación – aprendizaje- intervención y intervencion,encontrar una relación entre la identidad del procesos
acción”, y tiene como objetivo conocer y analizar una realidad en y el síntoma, que se visibiliza en cada uno de los miembros per-
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tenecientes a cada uno de los sistemas, e interpretar el discurso lenguajes y estilos (palabras) propios de la comunidad y el Modelo
silencioso que se establece en la red familiar de intervención constelar, y que para la intervención se han cam-
biado por otras de fácil comprensión y manejo colectivo
PLAN OPERATIVO
Se abordaron (grupos familiares A-B-C-D-E-F-G) de las 7 contac- DESCRIPCION DEL PROCEDIMIENTO DE INTERVENCION
tadas en el proceso de investigación, con ellas se ha explorado el CONSTELAR
discurso de contenido en la comunicación, encontrando el estilo Para la intervención constelar se han invitado a participar a las per-
practicado por cada una de las personas miembros de cada núcleo sonas adultas y adolescentes pertenecientes a el familiograma (nú-
familiar. cleo actual familiar) los 7 grupos familiares y que han participado
Por medio de esta interpretación se valoro conjuntamente el estado voluntariamente los miembros del sistema extenso(genograma) al
de “congelamiento emocional y relacional” en el que se encontra- ser parte de seguimientos institucionales por estar en alto riesgo,
ban, frente la acción, conducta o gesto suicida, creando un nudo en el proceso también hicieron presencia miembros de la comuni-
sistémico en las interacciones familiares, bloqueando la individua- dad que estaban vinculados a los hechos que afectaron los siste-
lidad de alguno de sus miembros, independiente del tiempo trans- mas, como la réplica de un hecho catastrófico (acción conducta o
currido entre el hecho inicial y la réplica. gesto suicida)
En cuanto a los focos de atención, primero en el Macro contexto, Cada una de 7 familias fueron visitadas inicialmente en su domicilio
se analizo conjuntamente con los grupos el recorrido histórico del para ser informada del objetivo de la investigación y de contarle los
sector de la Badea y barrios aledaños perteneciente al municipio propósitos colectivos de cambio.
de Dosquebradas, complementándolo con un análisis eco sistémi-
co, de sus influencias tanto medioambientales, como socio-antro- Los 7 grupos familiares se hacen presentes y cada uno en su orden
pológicas, las ideologías religiosas que median la concepción de y en fechas diferentes establece un encuentro constelar, escogien-
muerte-vida y conducta, hecho o gesto suicida. do en el colectivo, quien represente los miembros del sistema, se
De igual manera los grupos familiares participantes, reconocen los comunica cual es y ha sido la situación del grupo familiar frente al
derechos esenciales que se vulneran cuando existe exposición a la fenómeno de la muerte por acción suicida, daño físico irreparable
muerte como hecho repetitivo por replica(presión del subsistema como consecuencia de la conducta suicida o el habito de los gestos
familiar por seudoadaptacion a una realidad particular de la co- suicidas presentes en los subsistemas familiares, de igual manera
munidad), el estrato socio-económico que fluctúa entre 2-3, inter- se llama otra persona para que represente el miembro afectado por
calado por procesos heterónomos y autónomos, los roles que des- el síntoma .
empeñan o desempeñaban los miembros expuestos al “síntoma” Es así como quedan representados tanto familiograma (núcleo
según las características del grupo familiar al que pertenecen y familiar actual) como genograma (familia trangeneracional hasta
como subgrupo social afectando con su realidad particular tanto al 3ra, 5ta, u 8va generación si es necesario). Los datos se han ob-
macro-sistema y este a la vez afectado el microsistema y el entorno tenido de las historias clínicas y los resultados de los estudios de
por los cambios que en él se susciten. caso referentes a los grupos), mas el relato libre por parte de los
En segundo lugar, la concepción de Micro experiencias encaja en el miembros de cada microsistema, articulados a los registros de los
Modelo de investigacion-intervencion de Constelaciones familiares, momentos terapéuticos constelares individuales y la entrevista de
ya que en él, se incluyen aspectos vivenciales que son determina- participación en la investigación, ya que los grupos proceden de
dos por el espacio físico y psicológico del ser, el manejo del cuerpo remisiones hechas por entidades de salud y policivas (clasificación:
físico, como símbolo del cuerpo mental y psíquico en el Psicodrama grupos familiares en alto riesgo).
de Moreno, en el orden de los roles que se ocupa en el sistema Se les sugiere que se ubiquen en espacio según la relación de cer-
familiar. canía o distancia afectiva, y se les pregunta a los representantes
Se recorren históricamente los hechos y acontecimientos de afec- acerca de sus sentimientos, se va re-estableciendo conjuntamente
tación común en el orden que acontecieron, se interpretan las el orden del sistema hasta encontrar la solución( intervención sis-
relaciones e interacciones, y se visibilizan por los estilos de co- témica- relacional, fenomenológica, gestáltica y dinámica), en este
municación entre los miembros del sistema, el clima emocional y caso se busca romper el hecho sintomanatico de exclusión en que
sensorial, se verbalizan las situaciones de exclusión, de replica que un miembro de un subsistema en particular asume un doble papel
se salen de los cánones de interpretación de la investigadora, con- en el sistema, el el/ella y el de quien se ha ido en físico, o de quien
virtiéndose el grupo en un interventor. ha dañado su cuerpo, o de quien desea irse ( o dar a entender huida
Se consideraran palabras y símbolos clave, las utilizadas por las del sistema ) a través de un gesto suicida.
personas en sus jergas comunes, las repetidas, las nuevas, las Sistémicamente (sistema abierto) se busca asumir la responsabili-
exaltadas, que surgen de estados emocionales, situaciones extra- dad colectiva del hecho sintomático, buscando un equilibrio entre
ñas a la investigadora, y símbolos recurrentes atmosferas y percep- las partes o subsistemas, así no tendrá ninguno de los miembros,
ciones sensoriales(Fenomenología) y como herramientas de trabajo que asumir destinos catastróficos, como replica y estos movimien-
en la investigación serán consideradas las pertenecientes a los tos constelares( que en este caso son fenomenológicos) se hacen
Axiomas de comunicación de Paul Wazlawick, a los Modos o estilos hasta que se rompa la secuencia(o se libere el microsistema del
de relación y comunicación (contactos, empatías y jerarquías) y los síntoma), ya que al tomar consciencia de situación, y se encuentra
19
una solución que permita a cada miembro de la familia ocupar el de los hallazgos. (Situaciones en común)
lugar que le corresponde en el sistema, se encuentra un equilibrio
de orden dinámico. Los fundamentos valorativos en lo que se llevo a cabo esta inves-
En la intervención Constelar se observan las posturas de los parti- tigación se han ido evidenciando en las experiencias humanas co-
cipantes, los movimientos que hacen en el espacio, el manejo de la lectivas o individuales con repercusiones grupales, su paradigma
comunicación analalogica, en el que se encuentra el tono de la voz, de afianzamiento de la realidad es “naturalista”( Arias valencia,
el énfasis, la mirada, el gesto, lo que llevan como vestimenta, los Giraldo Mora 2011 ), y basado en los resultados que observan en
colores y lo que representan. los subsistemas, en la credibilidad del proceso conjunto, la transfe-
En la intervención grupal se respetan los hechos, como sucedieron, ribilidad del conocimiento a través de la investigación participante,
como se visibilizan en la constelación, de igual manera, el giro que en la intercambiabilidad de criterios de las partes (grupos familia-
han dado los acontecimientos y las etapas que hay que recorrer res e investigadora),en la seriedad de la propuesta de intervención,
para llegar la imagen- solución (constelación final). la honradez en la práctica constelar por el entrenamiento previo,
Como elementos de trabajo etnográfico, se han utilizado los instru- neutralidad valorativa en la participación.
mentos de registro (familiograma, genograma, eco. Mapa), datos
registrados posteriormente con la participación de cada grupo fa- Para la construcción de sentido valorativo en cuanto a la re-
miliar (cuadernillo cuadriculado, colores, lápices, lapiceros), digita- definición del síntoma (la acción suicida(perdida de la vida por
ción y archivo posterior del acercamiento a los macro sistemas y cualquiera de las formas o tipos ), la conducta suicida(perdida de
microsistemas investigacion-intervencion. la salud mental o de una parte del esquema corporal por intento
Se establecieron acuerdos sobre lo que sería el trabajo terapéutico previos de suicidio), y el gesto suicida(comportamiento habituales
conjunto y se determinaron las Fechas y lugar de trabajo de común cercanos a la muerte, al riesgo o al control del sistema familiar
acuerdo: 4 (30 06 2012) (7-14-21 de 07 del 2012) para grupos como acto de manipulación, impulso suicida que fluctúa entre la
Familiares A-B-C-D (local donde funciona junta de Acción comunal vida y la muerte ) opuesto a un valor fundamental que sería el recu-
zona- Badea) Cartografía social, que permite un abordaje especifico perar o crear si es necesario el concepto de vida –muerte como un
en torno a un territorio, Sector de la Badea, barrios aledaños del hecho natural a la condición humana.
Municipio de Dosquebradas, Risaralda.
Como Fuentes de Información etnográfica se han utilizado las his- ELEMENTOS DE TRABAJO ETNOGRAFICO EN ESTA INVESTIGA-
torias clínicas, los registros de familiograma, de los genograma y CION-INTERVENCION
de los eco mapas, utilizando como herramientas de trabajo el en- La primera estrategia de acercamiento a los grupos familiares, in-
trenamiento como consteladora de la investigadora(saber previo) y cluyo un taller vivencial de sensibilización y profundización para
el conocimiento de la realidad vivenciada de los 7 grupos familiares la contextualización del colectivo con Modelo de Constelaciones
participantes. Familiares, realizando, por parte del y de los grupos familiares,
Se busco por medio de la observación participante, como técnica la construcción de giros dinamizadores propuestos y la estruc-
de registro etnográfico al asumir conjuntamente como validas las turación del familiograma, el genograma y el eco-mapa por cada
manifestaciones emocionales(sensaciones y pensamientos pro- microsistema.
pios) que surgieran de las partes, especialmente en los macro sis- Familiograma: Instrumento utilizado en salud familiar para concen-
temas (A-B) y los Macro sistemas (C-D), generar nuevos discurso, trar los datos del núcleo social primario como edad, escolaridad,
que surgieron de la comunicación directa, tanto analógica como género, ocupación, fecha de nacimiento y muerte, problemas im-
digitalica, generando en el los sistemas un espacio de conversación portantes de tipo biológico o psicológico, relaciones de consangui-
reflexivo-critico, sobre el discurso inicial y el nuevo sentido de la neidad, vinculación hasta 3ra generación, estado civil, orden de
comunicación sobre la muerte, el poder, y la diferencia. nacimiento, relaciones afectivas entre los miembros, límites entre
Por interacción dialógica, en la revisión de las historias de vida, familia nuclear y familia extensa.
se genero una nueva estrategia de reconocimiento con un análisis Genograma en la Evaluación Familiar: Mc Goodrich and Gerson,
tanto de los resultados de la interacción social como de los “lega- formato de convenciones universales con el que se representa la
dos “ de cada sistema que se entrecruzan a través de una actividad estructura familiar hasta las generaciones de las que se posea in-
o una práctica cotidiana de carácter obligatorio (sistema familiar B) formación, que registra datos sobre los miembros del sistema y sus
de que no todo hecho suicida, acción suicida y gesto suicida, que se relaciones por líneas paternas y maternas hasta si se quiere hasta
presenta en un miembro de la familia están determinados por las 5ta Generación.
presiones de afuera contexto social, entorno, simbologías de poder, Proporcionan una mirada integral a las interacciones familiares,
competencias desleales. permiten construir hipótesis sobre como una situación puede estar
La forma de acercamiento a través de la técnica del Psicodrama de relacionada con el contexto macro de la familia y cómo evoluciona
Moreno permite que el trabajo de investigación- intervención co- esta a través del tiempo.
mún abordaje especifico personalizado con una conversación- in- Eco mapa: representación de aspectos fundamentales en la exis-
teracción profunda gradual (acercamiento progresivo al síntoma) y tencia del familiograma como son: familia, recreación, ocupación,
convertir paulatinamente el trabajo de estos 4 grupos den un abor- cultura estratificación social, educación, salud, transporte, religión,
daje especifico de carácter colectivo por la dinámica del síntoma y Comunicación, tipo de relaciones vinculares y/afectivas).
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La segunda estrategia fue utilizar como especie de lentes etnográ- dos que requieren equilibrio, a través de movimientos constelares,
ficos la entrevista y la técnica del psicodrama, con los se registra- honrando sanamente la historia de los antepasados a través de un
ron circularmente los hechos o eventos importantes ocurridos en la acto de connotación positiva, tanto individual como colectivo y en
historia familiar. No se profundizo sobre la estructura de la persona- el caso particular de esta investigación, el lugar de la muerte, para
lidad de los miembros en el abordaje colectivo /grupal, Solo se hace que esta no siga haciendo presencia en el macro sistema a través
en la intervención individual complementaria para los miembros del acto suicida, conducta suicida, o gesto suicida.
vulnerables. Es así, como, en una fase posterior de recuperación constituida
Para esta investigación se construyeron 5 temas orientadores del colectivamente se pudo construir la reparación psicológica, la in-
instrumento (entrevista) clusión de un nuevo símbolo de la experiencia de muerte a través
de una nueva significación del hecho, al sensibilizarse tanto el/la
·· Tipos de Muerte prematura de hijos, padres o abuelos terapeuta, como los grupos familiares y dirigir sus intenciones a un
·· Intento de muerte de hijos, padres, o abuelos bien común, proyectándose en el acto de intervención constelar,
·· Supervivientes, culpa y pérdida que ayudo a transformar la realidad vivenciada por la comunidad,
·· Suicidios o intentos de suicidio al redefinirse un hecho asumido por el colectivo social, tanto como
·· Chantajes emocionales recurrentes con amenaza de muerte una situación de riesgo, como un símbolo de seudopoder basado
en la diferencia y el reto, por ende se desmitifica ante su propia
La tercera estrategia fue el dar a conocer la técnica de interven- realidad sistémica y ante las otras comunidades. (Eco-Mapa).
ción del Psicodrama de Moreno: propia de la psicoterapia grupal
de orden dinámico (lacaniano) en la que un alter ego (otra persona) BIBLIOGRAFÍA
representa a él consultante y este va convocando personas que a Arias Valencia, M., Giraldo Mora, C. V. El rigor científico en la Investiga-
su vez le representen su realidad, hasta que él/ella (quienes están ción Cualitativa. Investigación Educación Enfermería. Univalle. 2011;
en riesgo por destino trágico se colocan en sus propios lugares 29(3):500-514.
Bonilla-Castro, E., Rodriguez Selk, P. Mas allá del Dilema de los Métodos.
experimentando el síntoma y asumiendo las consecuencias de re-
La Investigación en Ciencias Sociales. Editorial Norma. Bogota 2001.
definición).
Cendales González, L.; Investigación Acción Participativa. Editorial Dimen-
sión Educativa. Bogotá. D.C. 2003 PP 1-18
CONCLUSIONES Cobos, F.. FAMILIA: Una Introducción a la Psicoterapia Familiar. Ediciones
Manejo constelar permitió a los grupos familiares la redefinición del Universidad Nacional. Bogota.D.C. 2006.
síntoma y la propuesta de un concepto de la muerte como hecho Fonnegra, De J. Isa. De Cara a la Muerte. Intermedio Editores. Bogotá, D.C.
natural que generara otras perspectivas de visibilizacion en la co- 2006.
munidad y se cambiaran los paradigmas de poder o de complejidad Hellinger, B. Conferencia de trabajo Bogotá D.C. Junio 12 del 2003. “Cons-
ante las interacciones tanto en el microsistema (Familiograma), en telaciones familiares para personas con suicidios o muertes repenti-
el microsistema (Genograma) como en el entorno (eco mapa) nas y trágicas en la familia” Ordenes de Amor. Cursos seleccionados.
La intervención constelar de cada grupo familiar sirvió para analizar Editorial Heder. Barcelona. 2001.
y redefinir colectivamente la reacción de pasividad o rebeldía que Kubler-Ross, E. La Muerte: un Nuevo Amanecer. Editorial Printer Latinoa-
mericana Ltda. BOGOTA. D.C. 2000.
se ha asumido con respecto al síntoma y revisar la connotación
Mcgoldrich, M. Gerson, R. GENOGRAMAS SEN LA EVALUACION FAMILIAR.
que tendrá de ahora en adelante la interacción y legado familiar
Editorial Gedisa .S.A.2006. Pag.25-52, 55-100.
y la connotación de la muerte como un hecho natural mas no por Mardones, J.M.; Ursua.N. Filosofía de las Ciencias Sociales y Humana. Edi-
autoinfección como hecho dinámico de magnificación. ciones Coyoacán. Mexico. D.F. 2001.
El enfoque de intervención constelar, en el que se da una decons- Medina Centeno, R. INTRODUCCION A LA ETNOMETODOLOGIA EN LA TERA-
trucción colectiva de la realidad familiar, busco la reparación y re- PIA FAMILIAR. Editorial Universidad de Guadalajara. 2000.
definición del síntoma trangeneracional, ya que busco aumentar Otero A. Olga Susana. VIAJE A LO PROFUNDO DEL ALMA. Intermedio Edi-
la individualidad, el lugar psicológico que ocupa un miembro del tores. Bogotá 2010.
sistema familiar, que está determinando por sentimientos y emo- O Connor, N. DEJALOS IR CON AMOR. Ed. Trillas, México, 2001. Pag.121.139,
ciones que le sean propios y no por una copia de acontecimientos 153-160.
del pasado familiar, sobre todo cuando la acción que cumple fun- Stone, G. PALABRAS DE VIDA Y MUERTE. Ed. B.S.A. Barcelona, 2005.
ción de réplica, vulnera la integridad total (la vida) y crea rigideces Pag.171-182.
Weber, Gunthard (ed.) LA FELICIDAD DUAL.BERT HELLINGER Y SU PSICO-
que actual como coraza bloqueando el sistema familiar y a la vez
TERAPIA SISTEMICA. Editorial Herder, Barcelona, 2005.
falsos mecanismos de defensa, que mantienen un seudoequilibrio .
Suravi, Vedanta. CONSTELACIONES FAMILIARES. Taller Vivencial sobre pre-
Este modelo articulo epistémicamente y en acción, elementos fun- guntas a la familia .www.constelaciones familiares.
damentales de la técnica terapéutica del alter-ego(psicología di-
námica) basada en la técnica terapéutica conocida psicodrama de
Moreno, que busca el reconocimiento de los subsistemas exclui-
21
HACIA UNA REVISIÓN DEL CONCEPTO DE VÍNCULO
EN PSICOANÁLISIS Y SUS TRAMAS EN PAREJAS
DE MUJERES LESBIANAS
Alfonso, María Belén
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de La Plata. Argentina
RESUMEN Como aporte a este campo nos proponemos realizar una aproxima-
El artículo se produce en el marco del proyecto de investigación ción hacia un estudio de las concepciones de lo vincular en parejas
“Presentaciones actuales sobre parentalidad y parejas en parejas de mujeres lesbianas. Considerando de interés la especificidad de
del mismo sexo” de la Facultad de psicología de la U.N.L.P. Se reali- este tipo de vínculos que desafían la norma heterosexual, en adi-
za un análisis bibliográfico sobre el concepto de vínculo en psicoa- ción a su condición de mujeres en un sistema heteronormativo y a
nálisis y se exploran los aportes de los estudios de género para las su vez patriarcal. Un estudio realizado por Mario Pecheny y Rafael
investigaciones referentes a parejas de mujeres lesbianas. Sobre de la Dehesa (2010), señala que si las mujeres fueron la novedad
el final se exponen algunas reflexiones obtenidas a partir de lo ob- política de los 80’ y 90’ (liderado las organizaciones de derechos
servado en las entrevistas a parejas de mujeres realizadas por el humanos y de resistencia e instalado demandas como las cuotas
equipo del mencionado proyecto de investigación. de sexo en la representación política); en los años 1990’ y 2000’ los
movimientos de liberación homosexual cuya figura política principal
Palabras clave eran los varones gays reaparecen renovados como colectivo LGBT,
Psicoanálisis vincular, Estudios de género, Parejas de mujeres en un contexto definido centralmente por la epidemia del VIH/sida.
lesbianas Según los autores, actualmente, las reivindicaciones “familistas”
(matrimonio, la adopción, acceso a la fecundación, co-maternidad,
ABSTRACT etc.) han impulsado un nuevo protagonismo de los movimientos
TOWARDS A REVIEW OF THE CONCEPT OF LINK IN PSYCHOANALYSIS lésbicos, a razón de que su condición de mujeres las convierte en
AND ITS PLOTS IN LESBIAN WOMEN COUPLES un sujeto capaz de encarnar ante la opinión pública una imagen de
The article is produced within the framework of the research project estabilidad amorosa legitimada en la sociedad.
“Presentations on parenting and couples in same sex couples” of Surgen interrogantes en este punto ¿En qué medida es este reco-
the Faculty of Psychology of the U.N.L.P. A bibliographic analysis on nocimiento simbólico subjetivado por las parejas de mujeres lesbia-
the concept of link in psychoanalysis is carried out and the contri- nas? ¿Existen en las integrantes de la pareja representaciones de
butions of the gender studies for the investigations related to pairs una creciente legitimidad de sus elecciones sexo-afectivas? A su
of lesbian women are explored. On the end some reflections are vez, si entendemos el patriarcado como un sistema o estructura ge-
drawn from what was observed in the interviews to pairs of women neral de dominación metaestable que opera en un nivel estructural
performed by the team of the mentioned research project. ideológico y simbólico (Femenias, 2008) ¿es posible situar nuevas
formas de desigualdad en las experiencias sexo-afectivas de mu-
Key words jeres lesbianas en contraposición con las ejercidas por parejas de
Linking psychoanalysis, Gender studies, Couples of lesbian women varones gay?
Consideramos que para dar comienzo al recorrido que orienta
Introducción nuestro interés, es necesario; en primer término realizar un análisis
El siguiente artículo se enmarca en proyecto de investigación “Pre- bibliográfico acerca del concepto de vínculo en psicoanálisis para
sentaciones actuales de parentalidad y pareja en parejas del mismo situar algunas coordenadas teóricas que nos servirían de punto de
sexo” de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. Nuestro equipo de partida, incorporando desarrollos de los estudios de género a fin de
investigación dirigido por la Lic. Iara Vidal se encuentra trabajando ampliar el marco teórico de la investigación en el que se enmarca
en diferentes líneas de análisis acerca de las representaciones de el presente artículo. En un segundo momento nos proponemos rea-
familia y parentalidad en parejas del mismo sexo; el deseo de hijo/a lizar una revisión de algunas de las entrevistas realizadas a parejas
en familias monoparentales u homosexuales; las estrategias y el de mujeres lesbianas en el marco del proyecto de investigación
acceso a la parentalidad en parejas del mismo sexo; el lugar ocupa ya mencionado, con el propósito de traer a cuenta las voces de
el Estado en función de las leyes recientemente sancionadas tales las protagonistas y posibilitar la aparición nuevos interrogantes que
como la ley de adopción, fertilidad asistida y matrimonio igualitario; surjan de aquellos intercambios.
y de qué modo son subjetivados por parte de las parejas, las fami-
lias y el contexto familiar los procesos instituyentes que están en
curso en nuestra sociedad.
22
Conceptualizaciones sobre lo vincular en psicoanálisis Aportes de los estudios de género
Puget y Berentein (1989) en su libro psicoanálisis de la pareja ma- Jules Falquet, afirma que en la complejidad de los arreglos cultura-
trimonial definen vinculo como “una estructura de tres términos les en torno al sexo, el género y la sexualidad no es sencillo definir
constituida por dos polos, los dos yoes y un conector (o interme- lo que es una mujer, ni aún menos lo que es la heterosexualidad
diario) que dará cuenta de la particular manera de ligar ambos”. y la homosexualidad. Sin embargo, subraya siguiendo los aportes
Siguiendo esta línea consideran que la pareja es una estructura de Adrienne Rich (1980) que “en la mayoría de las culturas hoy
vincular compleja. Una relación intersubjetiva estable entre un yo y conocidas y existentes, dominan arreglos sociales netamente pa-
otro yo, donde se deposita el mundo intrasubjetivo de cada uno. Y triarcales y basados en una heterosexualidad obligatoria” (Falquet,
en la que el vínculo a su vez ocupa un área diferenciada de la es- 2012). Esto implica la construcción de un régimen político que be-
tructura objetal (formación intrasubjetiva respecto del aparato psí- neficia con múltiples privilegios materiales y simbólicos a quienes
quico). A su vez, la estructura vincular compleja de pareja contiene se incorporan a la norma heterosexual y excluye y/o discrimina a
una zona dotada de una capacidad virtual de apertura hacia lo socio quienes se atreven a desafiarlo.
cultural (dimensión transubjetiva) en la que el vínculo se despliega. A su vez, la autora señala que aunque la categoría de “homose-
Los autores hacen hincapié en el trabajo de elaboración psíquica xualidad” distingue las elecciones sexo-afectivas que escapan a
que requiere la resolución de modelos familiares y el desprendi- la norma heterosexual, el sistema patriarcal genera una base es-
miento de los vínculos parentales de cada uno/a de los miembros tructural de desigualdad entre varones y mujeres de una profundi-
que se conjugan en la creación de una estructura inédita “una nue- dad tal, que el ejercicio de la sexualidad por parte de las parejas
va unidad representable en la propia pareja” (Berenstein y Puget, lesbianas las posiciona en condiciones menos ventajosas y más
1989). Siguiendo esta línea, concluyen que la creación del obje- estigmatizadas que las parejas de varones gay.
to pareja compartido, será la resultante inédita de la conjugación En las entrevistas realizadas hasta el momento, encontramos que
de los representantes míticos de casa uno. Resaltan a su vez, la aquellas desigualdades se expresan en mayor medida en las re-
continuidad inconsciente en la trasmisión de significaciones que presentaciones en torno a la maternidad entre parejas de mujeres
determinan el vínculo, fundamentalmente las representaciones de lesbianas. Si analizamos los parámetros definitorios que proponen
la pareja provenientes de la familia de origen tal como fueron per- Berenstein y Puget (1989) para definir a las parejas heterosexuales
cibidas desde el polo infantil. (proyecto vital compartido, cierto tipo de relaciones sexuales, coti-
Por último, proponen cuatro parámetros definitorios del vínculo dianeidad y tendencia monogamia) en términos de significaciones
en diferentes tipos de parejas como categorías polivalentes que imaginarias sociales (Castoriadis, 1997) podemos afirmar que a
permiten diferenciar las configuraciones vinculares en una pareja menor conmoción de estas modalidades de vínculo de pareja, ma-
matrimonial, de amigos o de amantes. Afirman así, que en estos yor es la legitimidad social que encuentran las parejas del mismo
vínculos siempre habrá algún tipo de cotidianeidad, modalidad sexo a la hora de ejercer la paternidad o maternidad.
de relaciones sexuales, alguna forma de proyecto vital y alguna Sin embargo, una de las parejas entrevistadas considera que existe
promesa de tendencia monogámica. Como modo de designar el mayor desigualdad en términos de resistencia a la aceptación del
encuadre, y las significaciones circundantes a cada diada particular proyecto de paternidad en parejas de varones que en las de mujeres.
Por su parte, Berenstein (2004) define al vínculo como la relación Nuria: “(…) cosas así como ‘‘que suerte que tiene dos mamás’’ con
de un sujeto con otro/a, en donde cada miembro del vínculo pone pensamientos bien intencionados pero retorcidos. Y por ahí se da
en juego; un aspecto semejante, asimilable por identificación; un el ‘‘no, dos papás no’’. Entre los varones circulaba eso, en grupo de
aspecto diferente, reconocible y aceptable desde una asunción de amigos ‘‘dos mamás sí, dos papás una barbaridad’’.
la alteridad; y un sector ajeno, como aquello del otro que los sujetos Consideramos que aquella resistencia se sostiene frente a la po-
no logran inscribir en una representación. El trabajo psíquico que sibilidad de conmoción de una de las significaciones que continua
implica para cada sujeto tolerar e intentar asimilar ese plus incom- operando con fuerte eficacia simbólica en este campo, que es el
patible presente en toda relación intersubjetiva puede constituirse mito de mujer-madre y el instinto materno (Fernández, 1993) a tra-
como motor de producciones novedosas. vés de los cuales se anuda una función biológica a un saber hacer
En sintonía con estos aportes, destacamos los desarrollos de Kaës y una capacidad privilegiada para la crianza.
(2009), que en sus estudios sobre las configuraciones vinculares en Nuria: “Yo he escuchado, cuando estaba el tema del matrimonio
grupos, familias y parejas propone la hipótesis de que todo vínculo igualitario, a hombres decir que ellos no estaban provistos natural-
intersubjetivo se constituye “como un espacio de realidad psíquica mente para paternar… fue escuchar cosas así de gente que pen-
inconsciente conjunta, común y compartida”. Según el autor las sás ‘‘hey, estás hablando de vos’’ (risas). Va más allá de que tengas
personas se unen por experiencias de placer, apuntalamientos vos o no un deseo de paternar.”
tempranos, diversas formas de identificación, resonancias fantas- Resulta interesante en contraposición, encontrar en muchas de
máticas e investiduras pulsionales convergentes. Y en adición a las parejas entrevistadas conversaciones con niños/as integrantes
todas estas modalidades propone como aporte original un proceso de sus familias, expresiones que dan cuenta de cómo las nuevas
a destacar en la realidad psíquica que son las “alianzas incons- generaciones desde temprana edad incorporan sin conflicto en su
cientes”. Refiriendo a aquellas representaciones circundantes que universo de significaciones, representaciones referentes a los vín-
en todo vínculo (ya sea grupal o de pareja) se deberán forcluir, des- culos de pareja entre personas del mismo sexo. Lo que nos permite
mentir o borrar. observar de manera particularizada, las trasformaciones que co-
23
mienzan a construirse en los imaginarios colectivos, abriendo paso BIBLIOGRAFÍA
a procesos de subjetivación que se diferencian en gran escala a las Berenstein, I. (2004), Devenir otro con otro(s). Buenos Aires: Paidós.
generaciones precedentes. Berenstein, I. (1981), Psicoanálisis de la estructura familiar. Barcelona: Edi-
Mercedes: “¿Tía, ustedes duermen juntas…?”, “Sí…”, “Ah…”. Yo torial Paidós.
Castoriasdis, C. (1997), Los dominios del Hombre: Las Encrucijadas del
no sé qué pasará en la cabeza… pero… (Risas)
Laberinto. Barcelona: Editorial Gedisa.
(…)
Falquet, J. (2012), De la cama a la calle: perspectivas teóricas lésbico fe-
Romina: Yo estaba con gente, charlando, con amigos, qué sé yo, y
minisitas. Bogotá: Editorial Brecha lésbica.
viene, así… me mira y me dice “¡tía vos sos… gay!“. “Sí”, le digo, Femenías, M. L. y Aponte Sánchez, E. (comp)., (2008), Articulaciones sobre
Juani, “¿por qué?”, “¡¿por qué no me lo dijiste antes?!” Y se tiró en la violencia contra las mujeres. Buenos Aires. La Plata: Edulp
un sillón indignado, y se quedó onda… empezó a caerle todo… Fernández, A. M. (1993), La Mujer de la Ilusión. Buenos Aires: Editorial Paidós.
tac, tac, tac…” Foucault, M., (1978), Historia de la Sexualidad. México: Siglo XXI Ediciones.
Kaës, R. (2009), Las alianzas inconscientes. Paris: Editorial Dunod.
Conclusiones Pecheny, M., De la Dehesa, R., Meccia, E., Hiller, R., Aldao, M., Fernández
Desde los aportes de Foucault (1983) en adelante, podemos afir- Valle, M., Aldao, M., Clerico, L. (coordinadores)., (2010), Matrimonio
mar que la existencia de dispositivos de saber-poder en torno a la Igualitario: Perspectivas sociales, políticas y jurídicas. Buenos Aires:
sexualidad promueven particulares modos de subjetivación y obje- Eudeba.
Puget, J. y Berenstein, I. (1989), Psicoanálisis de la pareja matrimonial.
tivación en sus habitantes. Creemos que es nuestro desafío como
Buenos Aires: Editorial Paidós.
investigadores/as de este campo de problemáticas que son los
Rich, A. (1980), La heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana. Bue-
estudios de géneros, la posibilidad de reflexionar, analizar y con-
nos aires: La Mala Semilla Ediciones.
ceptualizar sobre nuestras realidades en constante trasformación,
produciendo saberes situados que aporten a la desarticulación de
las desigualdades entre varones, mujeres y colectivos de la diver-
sidad sexual.
En estas primeras aproximaciones al estudio de lo vincular en pa-
rejas de mujeres lesbianas observamos la construcción de aquello
novedoso que se produce por el trabajo psíquico que implica toda
configuración vincular. Con el particular entramado que implica
conmover modelos de familia, maternidad y mandatos heteronor-
mativos vigentes en nuestra sociedad. Nos hemos encontrado en
las entrevistas con mujeres que eligen no murmurar lo que sienten,
amar sin esconderse y llevar adelante proyectos de maternidad
compartida ejerciendo y exigiendo los mismos derechos que ten-
drían en una pareja heterosexual. Destacamos el efecto de este
movimiento que insiste en llevar adelante otro modo de circulación
de la palabra y los afectos, por fuera de los pactos de silencio y las
condenas morales, trazando otros caminos que habilitan nuevas
trasformaciones subjetivas.
24
SOBRE SÍNTOMAS E INTERVENCIONES: UN CASO
ATENDIDO EN UN HOSPITAL PÚBLICO DE CABA
Alvarez, Daiana Carolina
Hospital Ramos Mejía. Argentina
25
cualquier momento se me va y no estoy preparada”, dirá. Relata así alguien así”, cuenta. Diez años después de vivir juntos, y luego de
que al viajar en colectivo solía no soportar el contacto con el cuerpo varios intentos, Adriana queda embarazada de Felipe. Es en este
de la persona sentada a su lado. Se le tornaba “asqueroso e imban- momento cuando decide mudarse a la casa de sus padres junto
cable”, teniendo que ceder el asiento en muchas oportunidades. con Pedro y su bebé debido a los problemas de salud de su padre,
Me cuenta a su vez que en ciertos momentos de su vida le pasaba quien fallece a los pocos meses.
que al salir a la calle tuviera la sensación de que un “tsunami” la
iba a arrasar. “Salgo a la calle y tengo la fantasía como que viene Un síntoma silencioso
una ola gigante que me va a tapar. Como si algo se me viniera Durante meses la dirección que iban tomando las sesiones tenía
encima y me asfixiara.”, aclara. Esto la dejaba totalmente parali- que ver con su posición respecto a la demanda del otro. Adriana
zada, ubicando allí la sudoración de manos; sudoración que se le parecería trabajar para el Otro sin que hubiera nada que la detenga.
vuelve contradictoria por la sequedad en la piel que los múltiples Al modo de un tsunami, esta demanda se le volvía totalmente asfi-
productos de limpieza que ha utilizado a lo largo de su vida le han xiante. Cubría los francos de las mujeres que cuidaban a su madre
producido. Una y otra vez me muestra el deterioro de sus manos, durante los fines de semana para que estas no perdieran dinero ya
ubicando allí -en un primer momento- la consecuencia de “haberse que, eran días que la empresa no les pagaba. Incluso, solía rega-
dedicado a la limpieza de su casa durante décadas”. larles prendas de ropa o accesorios que para ella eran valiosos, si
alguna mencionaba que dicho objeto les gustaba. Esto se extendía
Un poco de historia a todos los ámbitos de su vida. Al modo de la mujer maravilla, ella
Las sesiones con Adriana han tenido a lo largo del tratamiento cier- siempre estaba ahí para cubrir cualquier cosa que el otro solicitara.
ta particularidad. La mayoría de las veces se centran en anécdotas Independientemente del debate que podría abrirse en relación al
que la misma trae de la semana. Todo intento de historización caía, diagnóstico de la paciente, tomo las palabras de Lacan cuando
por lo general, en los mismos puntos transmitidos al modo de un plantea en su seminario sobre las “Formaciones del Inconciente”:
guión. Una historia contada casi de memoria, sin que algo del afec- “Podríamos decir que el obsesivo siempre está pidiendo permiso.
to se hiciera presente. (...) Pedir permiso es, precisamente, tener como sujeto una deter-
Cuenta así que es la segunda -y única mujer- de tres hermanos. minada relación con la propia demanda de uno. Pedir permiso es,
Su madre era modista. Su padre trabajaba como empleado muni- (...) emplearse a fin de cuentas en restituir a ese Otro, ponerse en
cipal durante la semana, y durante los fines de semana realizaba la más extrema dependencia con respecto a él” (1999, pág. 420-
tareas en un conocido club de la Ciudad de Buenos Aires. Para este, 421). De esta forma, el sujeto usaría la demanda para que no haya
“nunca había vacaciones, todo era trabajo”, comenta. Sin embargo, cuestionamiento personal y, al satisfacer la misma, escapar de la
Adriana relata que eran una familia muy humilde por lo que, a sus angustia. Al reducir el deseo a la demanda se evita el encuentro con
15 años, había dejado el colegio para comenzar a trabajar. lo que del Otro supone un enigma, punto muchas veces angustian-
Respecto a su infancia y adolescencia, Adriana sólo recuerda ha- te. Continúa Lacan, “Lo que llaman efecto del superyó, ¿qué quiere
berse dedicado siempre a los quehaceres de la casa. Ni juegos, ni decir? Quiere decir que se infligen toda clase de tareas particular-
bailes, ni otra cosa vinculada a esta etapa de su vida aparecen en mente duras, agotadoras, y por otra parte lo consiguen, (...) y por
su relato. Los tiempos de ocio estaban prohibidos por su madre, eso tendrían todo el derecho a unas pequeñas vacaciones. En el
quien al verla sin hacer nada repetía: “¿no tenes miedo que el dia- obsesivo, el trabajo es algo muy eficaz, está hecho para liberar el
blo te cague la mano?”. Tampoco estaban permitidas las quejas: tiempo de partir a toda vela, el tiempo de las vacaciones resultará
“La vida está hecha para sufrir, los momentos de felicidad son solo más o menos desperdiciado. ¿Por qué? Porque de lo que se trataba
momentos”, recuerda que decía su madre. Frases que se repro- era de obtener el permiso del Otro. (...) Su objetivo esencial, no hay
ducen en la actualidad y que al ponerlas a trabajar en el espacio dudas, es el mantenimiento del Otro”. (1999, pág. 426-427).
terapéutico permiten ser puestas en cuestión y deconsistir un poco Continuando con el caso, en este “no poder parar” comienza prime-
la autoridad materna. ro a aparecer algo respecto a la limpieza de la casa que ella -pro-
Describe a su madre como un “todo terreno”. “No le hacía asco a bablemente a partir de los otros tratamientos- empezó a problema-
nada, cocinaba, limpiaba, arreglaba las cosas de la casa. Si había tizar. Me cuenta que no soportaba la suciedad, salvo en el hospital
que cavar un pozo, agarraba la pala y lo hacía ella sola”, comen- donde el polvo y las infinitas telarañas no le generaban ningún tipo
ta. Agrega que la misma era una mujer totalmente demandante y de malestar. Sin embargo, tanto en su casa como en la de su madre
manipuladora, con quien no se podía discutir la posibilidad o no de la limpieza era casi siempre insuficiente. El baño debía lavarse al
hacer algo. Respecto a su padre comenta que el vínculo entre am- menos cinco veces por día con lavandina, lo que incluía también las
bos era muy diferente. “Éramos muy compinches, nos mirábamos paredes y el techo. Todas las semanas tenía que lustrar los ador-
y nos entendíamos”, dice. nos de bronce para que los mismos no perdieran brillo. El control
En relación a su actual pareja, Pedro, Adriana comenta que ambos remoto y los teléfonos fijos debían desarmarse y limpiarse minucio-
se conocieron cuando ella tenía 27 años. Lo describe como la antí- samente con hisopos y lysoform ya que eran foco de concentración
tesis del tipo de hombre que ella o su madre hubieran esperado que de todo tipo de microbios. Con el transcurso del tratamiento, Adria-
se fuera a enamorar. “Tenía pelo largo, bigote, campera de cuero y na empezará a ubicar que algo de dicha limpieza obsesiva -como
andaba en moto. Cuando lo conocí estaba recién separado y tenía ella lo llama- comienza a disminuir. Puede pasar días sin lavar el
una nena chiquita. Nunca hubiera pensado que iba a terminar con baño, e incluso soporta que se acumule polvo sin que se le venga
26
la necesidad desmedida de limpiar. Empieza a su vez a disfrutar pensaba ella de todo esto, me dirá que creía que era algo normal
más de salir con amigos, asistiendo menos a la casa de su madre. y esperable. “Para mí habla de alguien limpio. No entiendo cómo
Pasados ya varios meses de tratamiento, y a pesar de que Adriana alguien no se lava las manos luego de tocar algo”, explica.
mostraba grandes cambios respecto a su presentación inicial, al Unas sesiones después le pregunto a Adriana qué pasaba si no se
conversar con su psiquiatra tratante sobre el caso me transmite su bañaba. A lo que responde: “Es lo mismo que me preguntes qué
preocupación por ciertas conductas compulsivas. Si bien algo de pasa si no me lavo las manos. Ves eso que está ahí (señalando unas
esto había comenzado a aparecer durante el tratamiento psiquiá- lanas que utilizaba para tejer en la sala de espera), yo siento que
trico, nada de estas conductas habían surgido durante las sesiones antes de mí pasaron por muchas manos y me da asco. No puedo
conmigo. Adriana se lavaba casi veinte veces las manos y se llega- dejar de lavármelas”. Intervengo señalando que entonces lo que a
ba a bañar hasta seis veces por días. El tratamiento farmacológico ella le molestaba era el manoseo. Ante esto se queda muda, atónita
incluía un aumento en la dosis del antidepresivo que la misma ya y, me atrevería a decir que con sorpresa, empieza a relatar que di-
venía tomando por la sintomatología depresiva/ansiosa con la que cha palabra le recordaba a algo que nunca había podido hablar con
había llegado. En primer lugar surgía la pregunta, ¿cómo trabajar nadie. Cuando tenía unos 10 u 11 años su abuelo materno se solía
con algo que la paciente no trae a sesión? ¿Debía introducir el tema quedar a dormir en su casa. El mismo dormía en la cama junto con
directamente yo, preguntándole al modo de interrogatorio? uno de sus hermanos en la habitación que compartían con Adriana
Sin embargo, pocas sesiones después Adriana llega muy angus- y su otro hermano. Cuando estos dos salían a trabajar o al colegio,
tiada a sesión comentándome que su psiquiatra pensaba subirle la su abuelo solía pasarse a la cama de su nieta y la manoseaba. En
medicación que venía tomando. Totalmente sorprendida, me dice esta oportunidad, al relatar el episodio de abuso -lo cual pudo ser
que no entendía a qué se debía dicha decisión si ella se sentía nombrado de esta manera en el tratamiento- no había nada del or-
mucho mejor de cuando llegó al hospital dos años atrás. Se sentía den del afecto que pudiera ubicarse. El modo de transmitirlo era el
frustrada. Al preguntarle por qué pensaba ella que se estaría dando mismo en el que semanas antes me contaba sobre las cuidadoras
este cambio, me dice que probablemente tenía que ver con algo en de su madre. El horror y el asco quedaban sin lugar a dudas de mi
relación a su propia higiene, porque de eso venían hablando mucho lado. Se podría decir que del suyo ambas cosas estaban totalmente
en las sesiones con su psiquiatra. Es así que dicho tema entra en el desplazadas.
tratamiento psicológico. Como se dijo anteriormente, me cuenta que era la primera vez que
podía hablar de esto con alguien. Sin poder ubicar por qué, en aquel
Un significante que resuena entonces no había podido decírselo a nadie. “Lo tenía totalmen-
Como se mencionó anteriormente, Adriana comenzó a asistir a se- te olvidado, como si lo hubieran borrado de mi cabeza”, cuenta.
sión angustiada por el aumento de medicación. Al hablarme sobre Esta intervención permitió abrir otra cadena asociativa que antes
su higiene personal, había una oscilación entre algo que para ella ni asomaba. Adriana continúa trayendo a las sesiones siguientes
era totalmente normal pero que al mismo tiempo le dejaba como recuerdos vinculados a dicha escena. Recuerda que hace aproxi-
consecuencias marcas en el cuerpo. Desde el peluquero hasta los madamente tres años su madre le había confesado que, cuando
distintos especialistas por los que transitaba por alguna consulta era chica, su padre abusaba tanto de ella como de su hermana,
(dermatólogos, ginecólogos, odontólogos, clínicos) le sugerían, casi tocándolas cuando acompañaba a ambas al baile. A diferencia de
de manera terminante, cortar con sus rituales de limpieza. “Cuando la sesión mencionada anteriormente, ahora sí la angustia se ha-
voy al baño, haga lo que haga, sólo me lavo con el bidet para no cía presente. Volvió a sentir asco al viajar en colectivo, en aquellos
usar papel y que sea más higiénico”, dice. Si bien los médicos le momentos donde la persona sentada al lado “la apoyaba”. Por mo-
explican que esto le quita todo tipo de defensa, ella no puede dejar mentos volvía la sudoración de manos, sin embargo ahora podía
de hacerlo. ubicar que eso ocurría al angustiarse. Se podría decir que el lavado
Me cuenta que a partir del tratamiento siente que ha mejorado. de manos empieza a tomar valor significante. Ya no sólo se asocia
“Ahora sólo me lavo las manos 14 veces al día”, aclara. Al pre- a una conducta compulsiva sino que empieza a remitir al manoseo,
guntarle cuándo y por qué lo hace, refiere que luego de tocar cual- al lavado de manos de sus hermanos respecto al cuidado de su
quier objeto. Esto sea en su casa como en cualquier otro lugar. “Por madre (que vive en el mismo terreno que ellos), a la frase de ésta
ejemplo --me dice- si estoy viendo la tele y agarro el control remo- “no tenés miedo que el diablo te cague la mano si no hacés nada”,
to, después tengo que lavarme las manos. Lo mismo si toco algún y -algo aún pendiente- al propio lavado de manos de su madre,
picaporte, todo está lleno de gérmenes”. Comenta a su vez que quien permitía que su hija durmiera en la misma habitación que
antiguamente solía bañarse con una esponja de cocina, utilizando el hombre que había abusado a ella y a su hermana de pequeñas.
la parte verde para de esta forma sacarse bien la suciedad. Sin em-
bargo, me cuenta -riéndose- una anécdota en que debe comprar Una vuelta a Freud
una marca distinta a la utilizada habitualmente y, al salir del baño, Ya a principios del 1900, y durante sus primeros desarrollos sobre
se da cuenta que tenía infinitas ralladuras, al estilo de arañazos de la neurosis obsesiva, Freud advertía que en el transcurso de una
gato. Por último, relata que - a modo de ritual - antes de acostarse cura, el analista podría encontrarse con algo que funcionara como
debe cepillarse todos los días las uñas de sus pies y manos, las obstáculo en el tratamiento, o más bien, obstáculo para la identifi-
cuales deben estar cortadas lo mínimo posible, a fin de evitar que cación y aislamiento de los síntomas en el campo de las neurosis.
no entre por ahí ningún germen. En un comienzo, al preguntarle qué Se refiere a ésto con el nombre de “carácter”. En su trabajo “Ca-
27
rácter y erotismo anal” Freud destaca ciertos rasgos de carácter los actos fallidos y el chiste. Esto es subsidiario de la operación del
emparentados entre sí que, si bien estaban presente en la mayoría mecanismo de represión, propio de la estructura neurótica. Volvien-
de casos de neurosis obsesiva, su presencia no alcanzaban para do a los primeros textos freudianos, la represión permitiría -ante
realizar dicho diagnóstico. Menciona así personas particularmente una representación inconciliable para el yo- desprenderle a esta
ordenadas, ahorrativas hasta la avaricia y pertinaces. Respecto a última su afecto. Mientras que la representación inconciliable que-
esto señala: “En el campo del desarrollo del carácter necesaria- daría en el aparato psíquico como aquello que Freud llamó lo incon-
mente tropezamos con las mismas fuerzas pulsionales cuyo juego ciente, el afecto se desplazaría al cuerpo -en el caso de los sínto-
hemos descubierto en las neurosis. Sin embargo, una nítida sepa- mas conversivos- o bien a una representación nimia como sucede
ración teórica entre ambos campos es ofrecida por la circunstancia en los síntomas obsesivos. Estos primeros desarrollos freudianos
de que en el carácter falta lo que es peculiar del mecanismo de sobre el síntoma, coinciden con sus primeras conceptualizaciones
las neurosis, a saber, el fracaso de la represión y el retorno de lo en relación al trauma. Freud considera en esta época al trauma
reprimido. En el caso de la formación del carácter, la represión no psíquico como “cualquier afecto que provoque los afectos penosos
entra en acción, o bien alcanza con tersura su meta de sustituir lo del miedo, la angustia, la vergüenza o el dolor psíquico...”. (1893,
reprimido por unas formaciones reactivas y unas sublimaciones.” pág 31). El movimiento que hace Freud es el siguiente: el trauma
(Freud, 1913, pág.343). en la primera época está como episodio, como “experiencia sexual
Sin embargo, en “Inhibición, Síntoma y Angustia” Freud dará un prematura traumática”. Tenemos el episodio, pero el episodio en sí
nuevo giro al situar al carácter como parte de la defensa del yo con- mismo no produce ningún efecto. No tiene eficacia. En un período
tra el síntoma. Dirá: “el yo es constreñido por su naturaleza a em- que Freud denomina de latencia va a producirse un representante
prender algo que tenemos que apreciar como intento de restableci- psíquico, que va a entrar en conexión asociativa con la marca o la
miento o de reconciliación.” (Freud 1926, pág. 94). El síntoma, que huella que dejó el episodio traumático. Este segundo tiempo, en re-
se manifiesta como un elemento discreto, extraño a la unidad ima- troacción sobre el primero, va a transformar el episodio en trauma.
ginaria del yo, es constreñido a subsumirse a esta. Así el yo intenta Esto es a posteriori. Tenemos así los dos tiempos del trauma, las
“cancelar la ajenidad y el aislamiento del síntoma, aprovechando dos escenas.
toda oportunidad para ligarlo de algún modo a sí e incorporarlo a Volviendo al caso, podríamos pensar que se presenta casi al modo
su organización. (...) Así el síntoma es encargado poco a poco de de las primeras pacientes de Freud. Por un lado, aparecen las con-
subrogar importantes intereses, cobra un valor para la afirmación ductas compulsivas de Adriana, el lavado de manos casi sin límites.
de sí, se fusiona cada vez más con el yo, se vuelve cada vez más Por otro, una “vivencia sexual prematura traumática”, el abuso de
indispensable para este.” (Freud, 1926. pág.94-95). La novedad su abuelo siendo aún una niña. Entre ellas media un significante,
que Freud introduce en este escrito consiste en situar al carácter “manoseo”, el cual toca algo de esa primera marca. Dice Lacan
como el precipitado de un nuevo mecanismo de defensa que tiene al respecto: “El trauma, en tanto que cumple una acción represo-
como resultado la unión entre el yo y el síntoma: “Podemos admitir ra, interviene a posteriori. En ese momento, algo se desprende del
como un nuevo mecanismo de defensa, junto a la regresión y a la sujeto en el mundo simbólico mismo que está integrando. A partir
represión, las formaciones reactivas que se producen dentro del yo de entonces esto ya no será algo del sujeto. El sujeto ya no hablará
del neurótico obsesivo y que discernimos como exageraciones de más de ello, ya no lo integrará. No obstante, esto permanece ahí, en
la formación normal del carácter. Parecen faltar en la histeria, o ser alguna parte, hablado, si podemos decirlo así, a través de algo que
en ella mucho más débiles.” (Freud 1926, pág.110). el sujeto no domina. Será el primer núcleo de lo que luego habrán
de llamarse sus síntomas”. (1953, pág 191).
“De síntomas e intervenciones” Desde los inicios Freud ubica en los síntomas un sentido, algo a ser
Ahora bien, para que la cura pueda proseguir su camino es necesa- descifrado, leído. En este sentido, lo simbólico está puesto en juego.
rio devolverle al síntoma su carácter de ajenidad. Como plantea La- Lacan ubica allí la incidencia del significante. Al respecto, Laznik
can: “En este caso, el primer paso del análisis (...) es que el síntoma plantea: “(...) Freud llama “sentido del síntoma”, y se sostiene no
se constituya en su forma clásica, sin lo cual no hay modo de salir por un único sentido. Es un significante cuyo significado se obtiene
de él, porque no hay modo de hablar de él, porque no hay modo de por esta cadena asociativa conformada por un primer significante,
atrapar al síntoma por las orejas. ¿Qué es la oreja en cuestión? Lo un segundo significante y, en este caso, un tercer significante. Esto
que podemos llamar lo no asimilado del síntoma, no asimilado por es lo que Freud llama “síntoma neoproducido”, y que con Lacan lla-
el sujeto” (1963, pág. 302-303). La clave, como cuestión preelimi- mamos “síntoma analítico”; es un síntoma que podemos interpre-
nar al tratamiento posible del síntoma, consiste en hacer emerger tar.” (2007, pág. 3). Lacan dice que el lugar del analista es el lugar
la dimensión de la causa: “Para que el síntoma salga del estado de de la interpretación que produce un significante cualquiera, que no
enigma todavía informulado, el paso a dar (...) es que en el sujeto se es cualquier significante, es el significante que antes estaba en el
perfile algo tal que le sugiera que hay una causa para ello. Tan solo lugar de responder a la pregunta por el síntoma. La interpretación lo
por este lado se rompe la implicación del sujeto en su conducta, y ubica en un lugar que permite la producción de una nueva pregun-
esta ruptura es la complementación necesaria para que el síntoma ta. “¿Cuál es el lugar del analista? El que sostiene la producción de
sea abordable para nosotros” (Lacan,1963, pág. 303). una nueva pregunta con ese elemento que retorna de lo reprimido,
Es sabido que Freud introduce la noción de síntoma como forma- y que es posibilitado por el hecho de que no sabemos qué quiere
ción del inconciente, entre los que se encuentra el sueño, el lapsus, decir para ese analizante”, plantea Laznik (2007, pág. 6).
28
Volviendo a la interpretación, la misma es introducida por Freud Freud, S. (1893-1895). Estudios sobre la histeria. En Obras Completas, Vol.
como uno de los modos de intervención analítica en 1900 en su II (pp. 1- 309). Buenos Aires: Amorrortu Editores
escrito sobre la “Interpretación de los sueños”. Lacan pone de ma- Freud, S. (1908). Carácter y erotismo anal. En Obras Completas, Vol. IX (pp.
nifiesto que el inconciente no es algo que preexiste, sino que se 149- 158). Buenos Aires: Amorrortu Editores
Freud, S. (1913). La predisposición a la neurosis obsesiva. En Obras Com-
produce a partir de las intervenciones del analista. Lo concibe como
pletas, Vol. XII (pp. 329- 346). Buenos Aires: Amorrortu Editores
algo pulsátil, es decir, el inconciente como algo que se abre y se
Freud, S. (1916). Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psi-
cierra. En este sentido, Gabriel Bellucci define a la interpretación
coanalítico. En Obras Completas, Vol. XIV (pp. 313-340). Buenos Aires:
como aquella modalidad de intervención que tiene como efecto la Amorrortu Editores.
apertura del inconsciente, aquella que aún sin ser calculada, permi- Freud, S. (1917). 17° Conferencia: El sentido de los síntomas. En Obras
te todo un desarrollo asociativo que previamente no era posible. Es Completas, Vol XVI (pp. 235-249). Buenos Aires: Amorrortu Editores.
así que la interpretación sólo se mide por sus efectos. Al respecto el Freud, S. (1917). 23° Conferencia: Los caminos de la formación de síntoma.
autor plantea: “cuando un neurótico habla, en lo que dice resuena En Obras Completas, Vol XVI (pp. 326-343). Buenos Aires: Amorrortu
alguna otra cosa, sobre todo cuando uno habla en análisis. ¿Qué Editores.
es la interpretación en ese punto? Es una operación que, en lo di- Freud, S. (1923). El yo y el ello. En Obras Completas, Vol. XIX (pp. 1-64).
cho, apunta a lo no dicho. En lo que alguien dice, la interpretación Buenos Aires: Amorrortu Editores.
apunta a un más allá de eso, a algo que no está dicho y permite o Freud, S. (1926). Inhibición, síntoma y angustia, En Obras Completas ,Vol.
XX (pp. 71-164). Buenos Aires: Amorrortu Editores.
promueve que eso no dicho pase a la palabra. Éste es un modo de
Frydman, A.; Thompson, S. (2009). El carácter, un obstáculo para delimitar
decir aquello que dice Lacan cuando plantea que la interpretación
el síntoma en la neurosis. En Singular, particular, singular. Buenos Ai-
está entre el enigma y la cita. Se apoya en la cita, la cita es un
res: JVE ediciones.
fragmento de lo dicho. Necesariamente, la interpretación de alguna Lacan, J. (1953). El Seminario. Libro 1. Los escritos técnicos de Freud.
manera se va a apoyar en lo que se dijo concretamente, pero apun- Buenos Aires: Paidós.
ta al enigma, a que la enunciación o el sentido de eso que se dice Lacan, J. (1957). El Psicoanálisis y su enseñanza. En Escritos 1 (pp 411-
está en otra parte”. (Bellucci, 2016, pág. 6) 430). Buenos Aires: Siglo XXI.
Para finalizar tomo las palabras de Safouan cuando dice: “Es por Lacan, J. (1958). El Seminario. Libro 5. Las formaciones del inconsciente.
eso que detrás de cada síntoma sólo y siempre está el sujeto. Y su Buenos Aires: Paidós.
cura consiste exactamente en su surgimiento o, si se quiere, en la Lacan, J. (1963). El Seminario. Libro 10. La angustia. Buenos Aires: Paidós.
reintegración de su historia” (1988, pág. 15). Lacan, J. (1974). Conferencia de Ginebra sobre el síntoma. En “Intervencio-
nes y Textos 2”. Buenos Aires: Manantial.
BIBLIOGRAFÍA Laznik, D. (2007). Elisabeth von R.: del padecimiento a la queja y de la
Belucci, G. (2014). Lo escrito en un análisis: repetición y diferencia. Imago queja a la producción del síntoma analítico. Ficha de cátedra Clínica
Agenda. Volúmen 178. Psicoanalítica (cátedra I). Universidad de Buenos Aires.
Belucci, G. (2016). Las intervenciones del analista (inédito). Safouan, M. (1988). Angustia, Síntoma, Inhibición. Buenos Aires: Nueva
visión.
29
LOS SIGNOS DISCRETOS EN LAS PSICOSIS
NO ESENCADENADAS
Amden, Maria Dolores
Universidad de Buenos Aires. Argentina
30
más de 30 tipos de tonalidades del blanco transformándose en una había muerto en un accidente casero producto de una caída. Si
facultad visual muy importante para ellos. Resulta que diferenciar bien, su vida había cambiado, y seguramente éste fue un detonante
los distintos tonos de blancos es un sistema de defensa y sobrevi- de la consulta, él ya desde antes estaba “perdido”, “embotado”,
vencia. Reconocer tonalidades allí donde todo parece terreno de una “como en una nebulosa, una bruma”. Detenido. Sin poder trabajar,
neurosis inestable es lo que se nos impone cuando de sospecha de ni estudiar, ni tener pareja. ¿Cómo asegurar de qué se trata esa
psicosis se trata. La cuestión de las tonalidades está presente en lo flojera en la vida? Hacía ya un año que no trabajaba, empezó y dejó
que hace a los “signos discretos”. En nuestro campo no se trata de varias carreras sin poder identificar por qué. “Estoy fuera de todo,
ver los distintos tonos de blanco, sino de escuchar las resonancias estoy sin hacer nada, sin interés genuino por nada”. En la admi-
que imprimen los usos del lenguaje, por ejemplo. Buscar el fenó- sión se recorta el significante “incapaz”, como el que el paciente
meno elemental que testimonie de la forclusión del significante del usa para representarse. Lo equivoco diciéndole “hay un incapaz en
Nombre del Padre en cada tono que el paciente presente. vos”…pero esto no conmueve ninguna línea asociativa. Este “ha-
Esta cuestión de las tonalidades, nos acerca a la reflexión acerca cer nada” y este “vacío” en su vida invitan a una reflexión acerca
de los signos discretos que son los que denuncian la estructura. de la juntura más intima del sentimiento de vida. También, a este
Françoise Ansermet los describe como: “Rarezas, manejo particular caso le cabe la distinción que existe entre el S0 muy característico
del lenguaje, trastornos sutiles del pensamiento, rechazos bruscos de la psicosis ordinaria, que no debe ser confundido con el Sujeto
del otro, brotes de angustia no reconocidos como tales, tomados barrado. Esto da cuenta de un modo más radical que una simple
por una dificultad de inscripción social o un bloqueo en las relacio- falta de estima personal.
nes, desconexión en relación al tiempo de los otros, desinserción, Kraepelin, en su Lección III sobre la Demencia Precoz dirá en una
todo tipo de desarreglos que surgen de improviso o sin que se con- descripción de un enfermo: “Esta falta peculiar y fundamental de
sideren formando parte de un conjunto.” (2) sentimiento intenso de la vida, a la cual se asocia la capacidad de
Y es José María Álvarez, por su parte, quien los ubica en “Gestos, entender y recordar, es signo diagnóstico capital de la enfermedad
silencios, palabras a destiempo, efectos iatrogénicos de algún me- que tenemos ante nosotros” (5). Claro que se refería a una psicosis
dicamento o una alusión sorprendente al cuerpo pueden tomarse de lo más extraordinaria. Este “desorden provocado en la juntura
por evidencias” (3). Todo ellos posibles signos discretos de que allí más intima del sentimiento de la vida en el sujeto“, es retomado por
hay una psicosis, aunque no haya el menor atisbo de fenómenos Lacan en “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de
elementales declarados. la psicosis” (6), y es recién J. A. Miller quien en su lectura lo eleva a
En relación a las “presentaciones bajo el signo de la rareza”, cómo la dignidad de concepto orientador para la psicosis ordinaria.
orientarnos sin que el ideal nos guie, para poder arribar a una hi- En su conferencia titulada “Efecto retorno sobre la psicosis ordi-
pótesis diagnóstica. Aunque también la “rareza” es un dato que, naria”(7) Miller ordena este campo clínico bajo la rúbrica de tres
sin quererlo por su imprecisión, se filtra. Entonces, la rareza es un externalidades: una externalidad social, una externalidad corporal
factor a interrogar en la época del Otro que no existe. y una externalidad subjetiva. En relación a la externalidad social
ubicamos cierto “desamparo misterioso” bajo la forma de una
Signos discretos desconexión social, que no coincide con la rebeldía histérica o el
Lacan, en su Conferencia a los psiquiatras, de 1967 dice, “Todo el aislamiento obsesivo. Y en lo que hace a la externalidad subjetiva,
mundo se da cuenta de que un lenguaje no está hecho de signos” se trata de encontrar un “indicio de vacío o de vaguedad de una
(4). Lo que quiere decir que un lenguaje no tiene relación directa naturaleza no dialéctica” y una particular fijación de ese indicio.
con las cosas. La perspectiva del signo nos sitúa en otro plano que En relación al “vacío”, J.M.Álvarez hablará de las “formas de fun-
la perspectiva del significante. Esta última, es entendida como la cionamiento fuera de discurso, de espalda a los otros y ajenas a la
que representa al sujeto para otro significante, que constituye la vida del deseo”(8), y que estas manifestaciones se emparentan con
primera enseñanza de Lacan. Por otro lado, hablar de signos nos el vacio, la vacuidad y el escaso arraigo del deseo y las pasiones
orienta hacia la última enseñanza, en donde entre otras cosas, la genuinas de la condición humana. En este sentido, ubica como un
indicación que encontramos es la orientación por lo real. error considerar a esta vacuidad como un déficit porque puede ser
Entonces, la clínica de las psicosis ordinarias nos confronta a de- que mediante ella, el sujeto esté realizando sus intentos de aportar
terminados signos y fenómenos que no son evidentes. La palabra una consistencia imaginaria y simbólica. Y propone la “desvitali-
“discretos”, es decir poco evidentes, disimulados, es ya una in- zación” como un signo clínico propio de la psicosis ordinaria. Una
terpretación, es decir, que son signos muchas veces de una gran versión del desorden en la juntura del sentimiento de vida. Pero,
banalidad que a veces pueden confundir. En estos signos y fenó- hay vacios y vacios, y se exige el tiempo para que estos se definan.
menos no hay una significación que pueda dar sentido al síntoma. Este joven, no presenta lo “fundamental” de la falta de sentimiento
Asimismo, es necesario el tiempo de la transferencia para que estos de la vida de la Demencia Precoz franca, pero, ¿acaso su vacío,
signos discretos puedan ser identificados, por eso lo fundamental que en una admisión puede pasar por una inhibición neurótica, a
es tener presente que el diagnóstico en psicoanálisis es bajo trans- lo largo del tiempo y la necesaria transferencia, se esclarecerá?
ferencia. Solo bajo el tiempo de la transferencia, y en presencia del La transferencia en este sentido será lo fundamental para que la
analista, esos signos discretos se podrán leer. neurosis se despliegue, o para que nada responda y en ese caso
Recuerdo un paciente que hace poco consultó. Se trata de un joven arribemos a la hipótesis de psicosis discreta ordinarizada.
que hacía sólo un mes había perdido a su padre alcohólico, quién Asimismo, el trabajo clínico que orientó ya desde el Seminario 3
31
Lacan no es el de comprender lo que el paciente dice, sino el de frentan con un sujeto que “parece” presentar síntomas neuróticos
captar la particular manera que cada sujeto que nos consulta tiene atípicos, es muy útil buscar el fenómeno elemental, de lo contrario
de dar sentido a las cosas. el analista puede tener sorpresas” (13)
J.A. Miller propuso este plan de investigación con la idea que pro-
Tiempo y transferencia duzca olas. Hoy ya es un tsunami en el que debemos arreglárnosla
En una conferencia que Eric Laurent dio en Córdoba en el año 1987, para no sucumbir a la imprecisión con la que nos arrastran estos
que se publicó con el nombre, más que pertinente en relación al “casos raros”. Estamos confrontados a nuevos reales. Las respues-
tema que nos ocupa, que es: “Los límites de las psicosis” (9) aborda tas surgen de lo que hacemos cada día, cuando nos topamos con
la problemática del límite en lo que hace al diagnóstico. un real ante el que hay que inclinarse sin sucumbir.
Los límites en la psicosis son de larga data en psiquiatría. E. Lau-
rent allí recuerda el momento de surgimiento de la categoría de CITAS
Borderline en el psicoanálisis norteamericano a mediados de los 1
Skriabine, P. (2009) “La psicosis ordinaria a la luz del nudo borromeo” en
años 60: en 1967 el libro de Otto Kernberg “Borderline persona- http://www.latusa.com.br/pdf_latusa_digital_38_a2.pdf
lity organization” y el 1971 otro clásico de Kohut: “The analysis of
2
Ansermet, F.(2016). “Desconocimiento de la psicosis ordinaria.” Revista
Freudiana Nº76, Barcelona, España: RBA libros. Pág.: 91
the self”. Es en los años 80 que se impuso como un diagnóstico 3
Álvarez, J.M. (2016). “Sobre las formas normalizadas de la locura. Un
de moda. “Lo peculiar es que el enfoque sobre los límites de la
apunte”, Revista Freudiana Nº76. Barcelona, España: RBA libros. Pág.: 77.
psicosis surgió dentro de la clínica analítica, no desde un punto de 4
Lacan, J. (1967) Breve discurso a los psiquiatras. En http://www.teebue-
vista teórico, sino como un diagnóstico que emergió en cuanto tal nosaires.com.ar/biblioteca/trad_07.pdf
de las dificultades relacionadas con la transferencia en la práctica. 5
Kraepelin, E. (1905). Introducción a la clínica psiquiátrica. Madrid, España:
Se trata entonces, de un diagnóstico surgido de los análisis, de las Sánchez Calleja “Lección III: Demencia Precoz” págs. 37-44.
dificultades encontradas en la transferencia misma.” (10)Y agrega 6
Lacan, J., “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la
que el diagnóstico de borderline no era una “bolsa de gatos” sino psicosis” (1957–1958), enEscritos 2. Buenos Aires, Argentina: Siglo Vein-
que se presentó como una entidad clínica verdadera que se define tiuno. 1987
por exclusión. La diferencia es que la psicosis ordinaria no lo es. 7
Miller, J-A (2010): “Efecto retorno sobre la psicosis ordinaria”. En Revista
Ellos hicieron pie en los tipos de transferencia y su problemática, y Freudiana Nº58 Barcelona, España. págs.7-29
no en la especificidad del síntoma, como sí lo hizo Lacan. Pero, si
8
Ibíd. 3.
9
Laurent, E. (1897): “Límites en las psicosis” en Estabilizaciones en las
bien hay una diferencia en el fundamento, el situar el problema en
psicosis. Manantial, Buenos Aires, 1991. Pág.: 22
términos de transferencia también implica la dimensión del tiempo. 10
Ibíd. 9 Pág.:33
Y, acá llegamos a otro punto importante en la cuestión diagnóstica y 11
Lacan, J. (1978): ”Carta “À Vincennes”, en Revista Lacaniana Nº11. Bue-
en la psicosis ordinaria, que es el factor tiempo. Si la confirmación nos Aires, Argentina: EOL-Grama. (2011)
de psicosis en la psicosis ordinaria va de la mano del factor tiem- 12
Entrevista a J.C. Maleval por Lluís Amiguet. En https://redpsicoanalitica.
po, podemos preguntarnos si es posible identificar una psicosis en com/2016/05/22/hay-tantas-normalidades-como-personas/
alguien que, despejada la urgencia en el momento de la consulta, 13
Ibíd. 2
sigue con su “traje de neurótico” puesto.
Creo que la consulta puede estar generada por disturbios por fuera BIBLIOGRAFÍA
de la carretera principal, sin por eso desarreglar todo el edificio de Álvarez, J. M. (2016). “Sobre las formas normalizadas de la locura. Un apun-
la suplencia. Si nos servimos de la metáfora del taburete que Lacan te”, Revista Freudiana Nº76. Barcelona, España: RBA libros. Pág.: 77.
usa en el Seminario 3, es posible que el mismo ya no sea cómodo, Ansermet, F. (2016). “Desconocimiento de la psicosis ordinaria.” Revista
pero que siga ofreciendo puntos de apoyo. Freudiana Nº76, Barcelona, España: RBA libros. Pág.: 91
Kraepelin, E. (1905). Introducción a la clínica psiquiátrica. Madrid, España:
Si la idea de Lacan que “todo el mundo es loco”(11) nos orienta, es
Sánchez Calleja “Lección III: Demencia Precoz” págs. 37-44.
porque es allí que también se impone determinar la diferencia en
Lacan, J. (1967) Breve discurso a los psiquiatras. En http://www.teebueno-
el delirio. El mismo es reparador del agujero de lo real, pero el de
saires.com.ar/biblioteca/trad_07.pdf
la neurosis es un delirio que tiene que ver con la creencia y el de la Lacan, J., “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la
psicosis es un delirio que tienen que ver con la certeza. psicosis” (1957–1958), en Escritos 2. Buenos Aires, Argentina: Siglo
Asimismo, hay tantas normalidades como personas, dice Maleval Veintiuno. 1987
en una entrevista(12), y esto lejos de ser una apología de la rareza, Lacan, J. (1978): “Carta “À Vincennes”, en Revista Lacaniana Nº11. Buenos
advierte el riesgo de pensar que lo “raro” puede ser por sí mismo Aires, Argentina: EOL-Grama. (2011)
un determinante. Obliga a ajustar esa impresión, más aún en la Laurent, E. (1987): “Límites en las psicosis” en Estabilizaciones en las psi-
época del Otro que no existe. cosis. Buenos Aires, Argentina: Manantial,1991.
Para terminar, cito a Ansermet quien alerta que la psicosis ordinaria Miller, J.-A. y otros, Los inclasificables de la clínica psicoanalítica (1996-
se presenta como una psicosis desconocida, y ubica la paradoja 97), Buenos Aires, Argentina: Paidós.1999.
que la misma se vuelve más invasiva cuando se la desconoce[i]. Miller, J.-A. y otros, La psicosis ordinaria (1998). Buenos Aires, Argentina:
Paidós, 2003.
Reconocer entonces la psicosis ordinaria es una apuesta clínica.
Reconocerla, porque no se trata de diagnosticarla. La indicación clí-
nica pertinente se basa en el siguiente enunciado: “Cuando se en-
32
TRANSFERENCIA Y REPETICIÓN EN LOS INICIOS
EL ANÁLISIS CON UN NIÑO
Arougueti, Elisabet; Esquivel, Luciana
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Mar del Plata. Argentina
33
Dibujo 1 -¡Diego! ¡Diego!
Dibuja en una hoja blanca, dos niños sobre el borde izquierdo de Y sin pensarlo dos veces, ata su trenza al árbol de mango y se
la hoja (una nena y un varón) y a una distancia considerable, otra arroja también dentro del foso.” (F.Negrin 2015 : 20)
nena. Muy alejada. Los niños están conversando y riendo y ella en En un tercer encuentro Emilia trae unos caramelos azucarados de
un costado observándolos con la boca recta. Al consultarle sobre gelatina que coloca cuidadosamente arriba de la mesa. Trajo nue-
eso dice que esos chicos son los compañeros del colegio nuevo y vamente el libro y empieza a leerlo de nuevo cuando dice “no leo
que no la miran. Más hacia la derecha de la hoja se dibuja ella con bien, me trabo. Pero cuando leo para mí no me trabo”.
una sonrisa y sobre su lado izquierdo una cabeza, es un personaje Ante esto la analista interviene “bueno, entonces primero leelo para
que no terminó de dibujar. Dice que es ella en el colegio viejo y que vos” y la niña responde “si hago eso en el colegio, la maestra sigue
ese es un compañero pero no sabe bien cual. leyendo por mi”. Cuando Emilia se calla otro habla por ella, sin
Mientras dibuja y a medida que transcurre el tiempo de la sesión, embargo ella calla porque necesita su tiempo, cuando se produce
también va a contar que su papá tiene una novia nueva que tiene el tiempo de espera ella tiene sus cosas para decir.
un gato. Dibuja un gato entre los niños que están sobre el margen Emilia busca un fragmento en particular del cuento y a su tiempo y
izquierdo y la niña que está más a la derecha de la hoja. El gato acompañándose de palabras logra encontrarlo: “¿dónde está?, no
tiene una línea curva tipo serrucho en el lomo, línea que continua éste no es, ¿dónde era?” va y viene por las páginas del libro mien-
ondulada hasta la boca, del gato… tras mira los esqueletos, las calaveras, los muertos. Dice “es cuand
Luego de hacer el dibujo, levanta la vista y descubre en un estante o a Frida se le caen las calaveras de azúcar”, hasta que aparece el
de mi biblioteca una muñeca que representa a Frida Kahlo. Los ojos fragmento que buscaba.
se le iluminan. “Guiados por la voz de xoloitzcuintle, Frida y Diego avanzan a tien-
-Es Frida!” exclama. -se la alcanzo y me dice: tas, golpeándose la nariz contra las rugosas paredes. Al cabo de
-Yo tengo un libro que me regaló Florencia, la que era la novia de un rato, encuentran al fin la entrada al país de las calaveras: allá
mi papá. Me lo regaló para mi cumpleaños, pero ellos ya no eran arriba se ve la boca de la tumba y, más allá, la luna, perdida en sus
más novios… pensamientos.
También en esta primera sesión, la niña hace otro dibujo con trazo Con dificultad, suben los tres a lo largo de la trenza que los conduce
muy débil y sin contornos definidos: la casa que era de su abuelo hasta la superficie, y quedan agotados. ¡Ahora el cementerio les
materno, que falleció hace unos meses. parece un lugar muy agradable!
Es justamente a través de Frida que en su primer encuentro con la -mmm –murmura Diego-. Te quiero Frida. Eres la chica de mi vida,
analista Emilia re-encuentra algo de lo familiar. Y allí mismo entre la única. Cometí un tonto error al besar a Rosa. Te prometo que
bocas recta, sonriente y serrucho Emilia dio la pista de que había nunca nunca más volverá a repetirse.
cosas que habían quedado sin palabras. - yo también te quiero, Diego- responde Frida-. Y quería decirte…
Pero Diego no le da tiempo de terminar su frase. Escupe al fin la
2da. Entrevista con la niña calavera de azúcar azul que chupa desde la mañana y la abraza con
Al siguiente encuentro Emilia trae un dibujo/collage de Frida que le ternura”. ( F. Negrin, 2015 : 32)
dedica a la analista con una firma debajo de la hoja, donde pone su
nombre con mayúscula y su apellido con minúscula. Se puede pensar que la escena que le costó encontrar en el libro
Trae además un hermoso libro de cuentos “Frida y Diego en el país es ésta, la de los puntos suspensivos, escena en la que lo que hay
de las calaveras”. Pasa una por una las hojas… Se detiene en un para decir no se dice porque el otro no le da el tiempo suficiente.
gran dibujo que abarca ambas páginas del enorme libro. Y lee/ Representa esta escena a Emilia?, podemos pensar que si, que allí
cuenta, como si lo supiera de memoria: en los puntos suspensivos es donde ella está detenida sin encon-
“Su novio está besando a Rosa, su mejor amiga! El corazón de Fri- trar las palabras para seguir, las palabras que continúen una frase
da da un brinco como si hubiera explotado. Frida salta por encima que acomode los lugares en la escena familiar y la alivien.
de la tumba, hace volar en mil pedazos la pirámide de calaveras, Referenciados en el texto de M. Mannoni, El niño, su “enfermedad”
apaga las velas, al abrirse paso aplasta los tacos y hunde el pie y los otros podemos decir que la transferencia no se reduce a una
en la fuente con mole poblano. Se abalanza sobre Diego, dando pura relación interpersonal. Si la cura de la niña estuvo comprome-
su cabeza de lleno en su enorme panza. Perdiendo el equilibrio, el tida desde el comienzo, fue también porque había entrado en ella
muchacho rueda por el suelo y luego se levanta sin decir ni una sola por la demanda de la madre. Y lo que la madre espera de la analista
palabra –aún tiene la boca llena-, para finalmente salir corriendo. es que haga algo con su angustia.
Diego conoce bien a Frida: sabe lo que le espera bajo el fuego de su Toda demanda de curación de un niño que sufre hecha por los pa-
cólera si ella logra alcanzarlo.” dres o uno de ellos, debe ser situada ante todo en el plano fan-
Emilia pasa las hojas… y me muestra otro dibujo. Diego en su hui- tasmático de los padres (y particularmente en el de la madre) es
da ha caído en el pozo de una tumba en el cementerio. decir, qué representa para ella el significante niña y en este caso, el
“ Al acudir Frida y asomarse sobre el pozo, no encuentra ningún significante niña/angustiada.
rastro de Diego. Las paredes de la tumba se hunden tan profunda- Luego, empezara el trabajo para poder comprender dicha demanda
mente en la oscuridad, que no se logra ver el fondo. Frida llora la en el nivel de la niña. ¿Se siente implicada en dicha demanda de
desaparición de su único amor: curación? ¿Cómo utiliza su padecimiento en sus relaciones con el
34
Otro? “El niño sólo puede comprometerse en un análisis por su dimensión de perdida.
propia cuenta si se encuentra seguro de que está sirviendo sus “Así el inconsciente se manifiesta siempre como lo que vacila en
intereses y no los de los adultos” (M. Mannoni, 1967/2000: 82) un corte del sujeto-de donde vuelve a surgir un hallazgo, que Freud
asimila al deseo- deseo que situaremos provisionalmente en la me-
El concepto de transferencia, un problema crucial del psicoanálisis tonimia descarnada del discurso en cuestión en que el sujeto se
La transferencia, en tanto uno de los cuatro conceptos fundamen- capta en algún punto inesperado”. (J.Lacan 1964/1997 : 35)
tales en tanto fundan al psicoanálisis como una praxis, acción que
da la posibilidad de tratar lo real mediante lo simbólico. Siendo lo BIBLIOGRAFÍA
imaginario aquello que ocupa un lugar no menor. Flesler, A. (2011). Capítulo 3. Los tiempos del sujeto en El niño en análisis y
La transferencia no puede alcanzar una definición si no es puesta el lugar de los padres. Editorial Paidós.
en relación con la de los otros conceptos fundamentales es decir, Flesler, A. (2014). Niños en análisis. Presentaciones clínicas. Editorial Paidós.
Freud, S. (1900-01/1989). Sobre la psicología de los procesos oníricos. En
inconsciente, pulsión y repetición. Entonces, la idea o definición
Obras Completas Tomo V. Editorial Amorrortu.
de inconsciente, de lo que es la repetición y la pulsión van a ser
Freud, S. (1914/2004). Recordar, repetir y reelaborar. Obras Completas
decisivas en cuanto a los modos que tengamos de interrogar lo Tomo XII. Editorial Amorrortu.
que es la transferencia. Por lo tanto, el recorte que hagamos de Freud, S. (1933/2008). Conferencia 34. En Obras Completas Tomo XXII.
los aspectos problemáticos, condicionarán las posibles respuestas Editorial Amorrortu.
que intentaremos dar en la experiencia analítica al problema de la Lacan, J. (1960-61/2003). El seminario 8. La transferencia. Editorial Paidós.
transferencia incluso qué tipos de problemas vamos a plantearnos. Lacan, J. (1964/1997). El seminario 11. Los cuatro conceptos fundamenta-
De los distintos tiempos de elaboración del concepto de transfe- les del psicoanálisis. Editorial Paidós.
rencia en Freud, nos detendremos en su texto La interpretación Mannoni, M. (1965/2009). La primera entrevista con el psicoanalista. Edi-
de los sueños (1900) es allí donde el maestro vienés al nombrarla torial Gedisa. Psicoteca Mayor.
la remite al deseo en tanto inconsciente. Es decir, no al anhelo ni a Mannoni, M. (1967/2000). El niño, su “enfermedad” y los otros. Editorial
“tengo ganas de…” sino al deseo en tanto indecible. Y como el deseo Nueva Visión.
Millán, E. y otros. (2012). Escritura de la repetición en los cuatro concep-
no se puede decir, entonces se dice… por transferencia. Lo que no
tos fundamentales del psicoanálisis. Colección del megáfono. Editorial
se puede decir, se dice a través de los restos diurnos indiferentes y
Letra Viva.
es ahí que aparece el concepto de transferencia. Es un concepto que Negrin, F. (2015) Frida y Diego en el país de las calaveras. Editorial El Ateneo
vamos a poder ligar a la tematización lacaniana de la transferencia
en tanto transferencia del significante, la transferencia en el registro
de lo simbólico al servicio de lo indecible del deseo.
A modo de conclusión
En el caso de Emilia, podemos ver como la muñeca Frida Khalo,
encontrada por la niña en el consultorio de la analista es la que le
permite el armado de una red significante en torno a los avatares
de su dramática edípica.
Es en la segunda sesión cuando Emilia trae un dibujo de Frida que
da como regalo a la analista. La analista, no como persona real,
sino como aquella a quien puede ir enlazando algo de lo indecible
de su deseo inconsciente.
Por otra parte, si bien Freud en 1914 en el texto Recordar, repetir y
reelaborar parece asimilar de alguna manera, el concepto de trans-
ferencia al concepto de repetición; entendemos a partir de este
recorte clínico, la repetición en términos de repetición significante
y sostenemos la diferencia con la transferencia en tanto dispositivo
que permite su despliegue.
Que es lo que se repite? El significante Frida Khalo en tanto muñe-
ca, en tanto protagonista del libro que la niña trae a las sesiones
insistentemente “Frida y Diego en el país de las calaveras”.
Qué se transfiere?, qué se repite en transferencia?: un fragmento
de la vida sexual infantil, es decir algunos elementos posibles de
la tragedia edípica. Siendo la escena analítica el lugar que propicia
su despliegue.
Esos puntos suspensivos...desde la lectura de la analista se pueden
pensar como tropiezo, falla, fisura, algo viene a tropezar, algo que
exige su realización, algo sobrepasa a la niña instaurando así la
35
PENSAR A LA MUJER EN ALEMÁN.
EN QUÉ IDIOMA HABLA EL INCONSCIENTE
Baisplelt, Ivana Lía
Universidad de Berlín. Alemania - Universidad Nacional de Mar del Plata. Argentina
36
como consecuencia de la queja de ciertos movimientos feministas. Freud nos dice : “Ahora tenemos que admitir (anerkennen) que la
Hasta aquí, lo que podemos ver es que no existe ningún género niña pequeña (das Mädchen) es ( sei) como un pequeño varón (
femenino para nombrar a las personas de sexo femenino, en la kleiner Mann)” ( wir müssen nun anerkenn, das kleine Mädchen sei
infancia. Los nacidos con sexo masculino, tienen su grupo de clasi- ein kleiner Mann” FREUD 1933)
ficación exclusiva, mientras que los nacidos con sexo femenino, se Así se desprende una primera clasificación, un primer significante
las tienen que arreglar siendo llamados en neutro. que agrupa a los cuerpos, según su actividad sexual de órgano.
Se separa lo “ masculino” de ese ente neutro e indiferenciado que
Die Geschlechtigkeit: agrupaba el “ Das Kind, bisexuell”
Estos temas son problemáticas de lo que en alemán se llama “ El verbo anerkennen, traducido como “admitir”, también significa,
Geschlecht”. Esta palabra es traducida como: género; linaje; u ór- “aprobar”, “revalidar”. Freud se refiere en esta parte del texto a lo
ganos sexuales. El Geschlecht puede ser tanto Weiblich (femenino), dicho por las analistas mujeres sobre el juego de las niñas. Algo que
como Männlich (masculino), y sólo en el caso en que nos estemos pudieron constatar en la clínica, y es que, estas nenas se compor-
refiriendo a los géneros, se suma el Neutrum (neutro). tan como “ pequeños hombres”. Sabemos que se refiere a ellas,
En su adjetivo abstracto “Die Geschlechtigkeit”, según Goldsch- porque utiliza el verbo “sei”, “ser” en tiempo Conjuntivo 1. Este
midt, el alemán da cuenta de un sentido orgánico de la palabra se- tiempo se usa en alemán para decir algo que ya fue dicho por otro.
xualidad, que la palabra “ sexualität” no conlleva. (GOLDSCHMIDT Por eso, el término “annerkennen” refiere a la revalidación de algo
1996). Por lo que otra cuestión a estar alerta en la lectura de los que ellas ya habían constatado en la clínica. Este detalle es algo
textos freudianos, es ver cuando habla de Geschlechtigkeit y cuan- imposible de apreciar en las versiones en castellano, dado que no
do habla de Sexualität. Por ejemplo, en el caso Schreber, Freud uti- existe este tiempo verbal.
liza la palabra “Weiblich”, para referirse a los rasgos de su carácter, También es interesante ver que Freud utiliza el término “kleiner
los cambios corporales, mientras que la libido es “sexuell”. Mann” para referirse al comportamiento de las mujeres en esta
Pero vamos a ver que la palabra “Knabe”, referente al varón, no fase. No dice “pequeño varón ”, como figura en la versión cas-
esta desde el principio. En el origen solo hay “Kind”. tellana. Sino “ hombre pequeño”. Esto da cuenta de una identi-
En la Conferencia 33 Freud se pregunta cómo deviene una mujer ficación de la niña al hombre, pero no al varoncito (Knabe) sino
(das Weib) , cómo se desarrolla la mujer a partir de un niño (das al adulto. Como si estas niñAs se comportaran como hombres
Kind) de disposición bisexuall” ( “Wie sich das Weib aus dem bi- adultos en miniatura.
sexuell veranlagten Kind entwickelt” FREUD 1933). Otro punto es que utiliza el verbo “ abspielen” para decir que en
En esta frase tenemos varias cuestiones a analizar. En principios ella todos los actos onanistas tuvieran por teatro este equivalente
vemos como Freud utiliza la palabra bisexuell, para referirse a esta del pene. ( Es scheint, dass sich bei ihr alle onanistischen Akte an
primera instancia de la vida de un ser. No habla de “Geschlecht”, diesem Penisequivalent abspielen)
por lo que el cuerpo aún no esta puesto en juego en tanto diferen- Abspielen significa actuar algo, representarlo teatralmente, im-
ciación de órganos sexuales. provisar.
Se utiliza la palabra “das Kind”, agrupando a todos los niños y niñas Entonces, si antes el mundo era un gran grupo compuestos por
en general en un único grupo, donde tampoco se hace ningún tipo muchos Kind sin Geschlecht, ahora se conforman dos grupos que
de distinción de diferencia de sexo. En castellano leemos “el niño” empiezan a dar cuenta de una primera clasificación de Geschlechti-
por lo que no podemos distinguir si se refiere a cualquier infante gkeit, a saber: el de los varones ( der Knaben) y el de los hombres
o al varoncito. Pero lo cierto es que no diferencia varoncitos, son en miniatura ( kleiner Mann). Todavía de lo femenino, nada se sabe.
solo infantes.
Es decir que Freud se pregunta cómo es que sale un Geschlecht Die Weiblichkeit un error de Freud:
(Weib), de una entidad neutra y bisexual. Una bisexualidad que más ¿Cuándo empieza Freud a separar a lo femenino en una clasifica-
bien hace referencia a esta indiferenciación propia de la palabra ción aparte? ¿Logra hacer esto en algún momento?
Sexualität. Donde el prefijo “bi” no tendría tanto que ver con la Freud aborda el complejo de castración afirmando que la diferencia
elección de objeto, sino con que no se sabe si ese sujeto se va a anatómica entre los sexos se tiene que marcar (sich ausprägen) en
identificar con lo femenino o con lo masculino. Qué clase de Ges- consecuencias psíquicas. Este es el punto donde Freud formula un
chlechtigkeit se va asignar a ese cuerpo. atravesamiento edípico propio para la mujer. Nos dice que va a cul-
Entonces para Freud la mujer no es algo que devenga de un niño “ par a su madre por su falta de pene y así dirigirse al padre, dando
der Knabe”, como se podría malinterpretar en lso textos en caste- inicio al Edipo en la mujer.
llano, sino de un neutro “ das Kind”, que compre tanto a los varones Justamente aquí podemos empezar a ubicar en el texto una serie
como a las mujeres. de errores gramaticales que Freud comete al querer referirse a la
mujer. Pierre Cotet (1989), traductor de Freud, afirma que Freud
¿En qué momento Freud empieza a situar la Geschlechtigkeit? En el tenía como único propósito hacerse comprender. Este autor des-
preciso momento en el que el quehacer del órgano sexual se activa, taca el carácter “instrumental” de la escritura de Freud, al que le
con el comienzo de la fase fálica. Aquí nace el “Kanbe” , el varón. reconoce errores gramaticales que dificultan acceder al sentido.
Curioso también es el hecho que la palabra “Geschlecht” esta com- Pero al mismo tiempo entiende encontrar en su obra a dos Freuds
puesta por el significante “schlecht” que en alemán significa: “malo”. coexistiendo. Un escritor y un investigador. Un escritor que pone
37
todas sus cualidades, no al servicio de la literatura, sino al servicio amar.” (FREUD, 1933)
exclusivo de un pensador. Freud identifica a la posición femenina como receptora de un objeto
Como Freud nos ha enseñado, como psicoanalistas no debemos que otro, debería darle.
pasar por alto estos errores. Justamente señalan ese punto donde ¿Acaso con esto ha podido Freud darle una entidad propia a lo fe-
el significante no termina de poder nombrar ese real que esta en menino?
juego, y dan cuenta de lo que al mismo Freud le sucede con eso. En un principio se trataba de una indiferencia (¿inexistencia de lo
Donde algo falla. femenino?), después de una puesta en escena de lo que no se es
Así es como Freud comienza a sustituir los sustantivos neutros (kleiner Mann) , ahora se trata de una posición pasiva, expectante
que designan a la mujer en alemán “das Weib/das Mädchen”, por a recibir objetos que le faltan. ¿Será esta una respuesta a qué es
pronombres de género femenino, dando cuenta así un forzamien- una mujer o serán los mismos fallidos de Freud los que estén dando
to de la lengua que hace Freud en tanto sujeto, para dar cuenta cuenta de una verdad propia de la estructura del lenguaje?
de lo femenino. Si uno mira la primer hoja del texto “ Sobre la Podemos pensar que para Freud lo femenino queda muy ligado a lo
sexualidad femenina” ( Über die weibliche Sexualität), escrito a masculino: Una mujer sería ese infante que tiene la capacidad de
mano por Freud, puede constatar este mismo error, que se repite sustituir su pene por un hijo, a través de una ecuación que los hace
en ese otro texto. equivalentes ( pene = hijo). Tener un hijo seria equivalente a tener
un pene, lo que no la diferencia de la posición masculina.
Vamos a ver ejemplos en la conferencia 33: Aún en la posición pasiva, ser mujer no termina de desprenderse de
Los pronombres que utiliza Freud para designar a la niña cuando se lo masculino, y la lógica del tener o no tener sigue siendo la única
trata de la niña del pre edipo, son neutros. Esto es gramaticalmente lógica de diferencia posible.
correcto, dado que a una palabra neutra como “das Mädchen” le
corresponde ser reemplazado por su pronombre neutro “Es”. ¿Qué posiciones pasivas encontramos en la estructura de la gra-
“ Es fühlt sich schwer beeinträchtigt, äußert oft, es möchte auch so mática alemana para pensar el lugar de la mujer?
etwas haben“ (FREUD1933) En el idioma alemán, las partes de una oración se construyen uti-
En castellano sería: Ella/eso (en neutro Es) se siente fuertemente lizando casos. Cada caso ocupa un lugar en la estructura y cum-
injuriada, además ella/eso ( en neutro Es) también quiere tener ple una función. Así es por ejemplo, como el sujeto, agente de la
uno así. acción debe estar en caso nominativo. Por el contrario, un objeto
Acerca de las palabras de género neutro, GOLDSCHMIDT (1988, indirecto, debe estar en caso dativo. (El caso acusativo es el que
Pag.35) nos dice que tienen una expresión particular, son más ge- se utiliza para los objetos directos. Y el genitivo, da cuenta de una
nerales, mas in-decididas, que el resto. Estas no son ni masculinas pertenencia).
ni femeninas. “ Die” es el articulo femenino en caso nominativo, es decir como
Sin embargo parece que a Freud le complica expresarse, cuando sujeto, agente de una acción. Sin embargo si este mismo artículo
tiene que pensar en una mujer y nombrarla con género neutro. ¿En- esta ubicado en posición de objeto indirecto, es decir, en caso dati-
tonces que hace? Simplemente las nombra con pronombres feme- vo, se convierte en “der”.
ninos, lo que es gramaticalmente incorrecto, pero evidentemente “ Der” es a su vez el significante del artículo maculino nominativo,
Freud, no las puede imaginar de otra manera. sujeto de una acción.
Freud escribe: Es decir, que un mismo significante puede significar algo diferente
„Daß das Mädchen die Tatsache ihres Penismangels anerkennt, según el lugar que ocupe en la estructura de la oración.
will nicht etwa besagen, daß sie sich ihr leichthin unterwirft. Im Es decir que, el género femenino en caso dativo (posición pasiva
Gegenteil, sie hält noch lange an dem Wunsch fest, auch so etwas receptora del objeto, en tanto objeto indirecto) es homofónica a la
zu bekommen“( FREUD 1933) declinación del masculino nominativo( posición del sujeto activo
En castellano: Que la niña (neutro) admita el hecho de su (femenino) agente de la acción).
falta de pene no quiere decir que ella (femenino) se someta sin más Analicemos la siguiente frase : “Der Vater schenkt der Frau ein
a él. Al contrario, ella (femenino) se aferra por largo tiempo al deseo Kind.”, significa “el padre le regala un hijo a la mujer”. Como se ve
de llegar a tener algo así.(FREUD, 1933) en los artículos, ambos son “der”( masculino nominativo = feme-
El sujeto de la oración es neutro, das Mädchen, por lo que sus pos- nino dativo). Idénticos significantes en diferentes posiciones de la
teriores pronombres también lo deberían ser, pero Freud no puede estructura tienen sentidos diferentes.
nombrarla en neutro e insiste el significante de género femenino. Como vemos, en la gramática alemana, al igual que en la teoría
Según Freud la niña entiende la castración pero no se resigna sin freudeana, lo femenino en este lugar de pasividad no se termina de
más a ella, se desliza a través de la ecuación simbólica pene= hijo desprender de lo masculino.
y pasa así a esperar un hijo del padre. Esta espera de un objeto, la Parece que la misma estructura de la lengua alemana, conlleva
ubica a la mujer en una posición más bien pasiva, donde reclama a sus propios límites y rodeos para que Freud pueda pensar -y no
algún otro, ese objeto, que entiende como faltante. pensar- a la femineidad.
“ Adjudicamos a la feminidad, pues, un alto grado de narcisismo, En función y Campo de la palabra, Lacán destaca el descubrimien-
que influye también sobre su elección de objeto, de suerte que to de Freud en su obra, de un inconsciente estructurado como un
para la mujer la necesidad de ser amada es más intensa que la de lenguaje. De un síntoma que puede ser resuelto analizando el len-
38
guaje, porque este está estructurado como tal. nombrar lo femenino, y el forzamiento que Freud hace, lo que lo
La lengua alemana cuenta en su estructura con ciertas particula- lleva a encontrarse con esa ruptura, ese traspié del error gramati-
ridades: Su estructura reglada y poco flexible; su género neutro, cal. Lapsus Freudeano que estaría señalando el camino hacia una
la homofonía entre el nominativo masculino y el dativo femenino, verdad, tal como nos lo enseña el mismo psicoanálisis.
pero también entre el plural y el género femenino, los verbos com-
puestos y separables así como la posición del verbo al final de la BIBLIOGRAFÍA
oración subordinada, la negación también al final, (dejando lo me- Freud, S. (1923), Obras Completas tomo XIX “La organización genital infan-
jor – el sentido- para lo último), la capacidad de generar palabras til”, Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu.
compuestas, uniendo como un juego infantil de bloques las pala- Freud, S. (1925), Obras completas tomo XIX “Algunas concecuencias psí-
quicas de la diferencia anatómica entre los sexos“ Buenos Aires, Ar-
bras más simples, generando sentido en el juego significante, sin
gentina, Editorial Amorrortu.
necesidad de consultar con un diccionario. La teoría psicoanalítica
Freud, S. (1931), Über die Weibliche Sexualität, (Foto de Manuscrito origi-
parece estar ahí, desnuda en la lengua alemana. El alemán tiene nal), Psiconet.org, http://psiconet.org/freud/fotos/large/scan_30.htm
una estructura regresiva en tanto es una lengua que no ha tenido Freud, S. (1931) Obras Completas Tomo XIX ¨Sobre la sexualidad femeni-
como filtro al latín, una lengua “donde el relato es siempre el de la na“, Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu.
infancia, como si la vida cotidiana del niño alemán hubiese facilita- Freud, S. (1931) „G.W. Schriften aus den Jahren 1925-1931- Über die wei-
do sin descanso el camino del análisis freudeano” GOLDSCHMIDT bliche Sexualität“ „ Frankfurt am Main, Alemania, Editorial Fischer.
(1989, Pag.29). Freud, S. (1933) „G.W. Schriften aus den Jahren 1928-1933- Neue Vor-
El alemán habla en “idioma niño”. El psicoanálisis, orientado al lesungen zur Einführung in die Psychoanalyse-33. Die Weiblichkeit „
análisis de lo infantil , es por primera vez escrito en esta misma Frankfurt am Main, Alemania, Editorial Fischer.
lengua, que nos invita a jugar su juego, y nos impone también sus Freud, S. (1933 [1932]) “33ª conferencia. La feminidad”, en: Obras comple-
reglas, sus límites, sus imposibles. Una lengua particular, donde tas, Buenos Aires, Argentina, Amorrortu.
Goldschmidt, G.A. (1988) “Als Freud das Meer sah. Freud und die deutsche
“todo niño de 7 años se halla en posesión de todo el campo lingüís-
Sprache”. Frankfurt am Main, Alemania, Fischer Verlag.
tico del alemán adulto, quien no cesará de verse retrotraído a su
Goldschmidt, G.A. (1996) “Freud wartet auf das Wort”, Zürich, Suiza, Am-
infacia” GOLDSCHMIDT (1989, Pag.31) man Verlag.
Freud piensa a “ la mujer” en el marco de esta lengua. Una lengua Lacan, J. (1968/1969) “Seminario 16. De un Otro al otro”. Buenos Aires,
estructurada de tal forma que ya en sus bases no permite diferen- Argentina, Paidós.
cia alguna de los sexos. Una lengua que en sí misma, de lo feme- Lacan, J. (1975) “Escritos 1. Función y Campo de la Palabra”, París, Francia
nino poco puede decir. Lo femenino queda indiferenciado, asociado Siglo XXI, editores.
a lo masculino. Laplanche, J. y otros (1989) “Traducir a Freud: la lengua. El estilo, el pensa-
Como dice Lacán en el seminario 16, a propósito de la mujer en la miento”, Buenos Aires, Argentina, Nueva visión editorial.
lógica freudiana:“ El representante de su representación esta per- Scholze-Stubemrecht. W. Y otros, (1996) “Duden, Die deutsche Rechts-
dido. No se sabe qué es la mujer. Y porque, a continuación, si se chreibung”, Mannheim, Leipzig, Wein, Zürich, Alemania, Austria, Suiza
recupera este representante, es objeto de una Verneinung ¿qué es Dudenverlag editorial.
www.leo.org Diccionario online de la lengua alemana.
sino una denegación (negación), atribuirle como carácter, no te-
ner, lo que precisamente, nunca se trató de que tuviera?” LACAN
(1968/1969, Pag,208)
Conclusión:
A través del trabajo hemos podido recortar ciertas cuestiones. En
principio es menester rescatar la importancia de leer a Freud en
su idioma original, para poder apreciar ciertos detalles que en las
traducciones no se leen. La existencia del género neutro ya hace
desde las bases una diferencia radical en la lectura.
La neutralidad esta muy presente en el texto para referirse al pre-
edipo en ambos sexos con su “Kind”. Mientras que la palabra “Kna-
be” (concepto de lo masculino), nace después, cuando empieza la
actividad del órgan la fase fálica. De lado de la mujer solo queda la
representación de una escena masculina. Así comienza un principio
de “Geschlecht”, que refiere a la identificación de un género y la
actividad del órgano.
En lo que refiere a lo femenino, Freud parece ni encontrar la forma
de diferenciarlo. Pudimos apreciar como un mismo significante en
diferente lugar de la estructura puede estar haciendo referencia a
lo masculino como agente, o a lo femenino como receptor.
Es puesto sobre el tapete insuficiencia de la lengua alemana para
39
EL JUEGO DE LA VIDA DE MIERDA.
REPETIR PARA NO ACTUAR
Baisplelt, Ivana Lía
Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina
40
posible para cada jugador. da, que da cuenta de una operación de separación a partir de esta
Se tira el dado al inicio para definir en qué familia se va a nacer. Las actividad lúdica.
opciones son: Una familia “pobre”, una familia “rica”, o una familia Así comienzan a formularse frases como; “por las dudas, por si
“hija de puta”. Esto que define el azar, va a ser una mochila con la después me pasa”. Esta angustia señal comienza a protegernos de
que tendremos que lidiar a lo largo del juego, es decir, de nuestras las tragedias de la vida, logrando que estos eventos no sean ne-
vidas, porque hay casilleros que están condicionados y afectan a cesariamente traumáticos. Y así se construyen enunciaciones que
las personas que pertenecen a una u otra familia. ubican algunas posiciones subjetivas frente a la castración, y como
Nacer por ejemplo, en una familia “hija de puta”, implica que en consecuencia, si tenemos suerte, se empieza a estructurar algo de
muchas circunstancias de la vida, tengamos que sortear obstáculos la neurosis, que al fin y al cabo en este punto, la neurosis vendría a
que nos pone nuestra propia familia. “Terminar la primaria”, por ser aquello que hacemos para que la “mierda” de la vida se vuelva
ejemplo, es un símbolo de festejo para todos, por lo que el juego los un poco soportable.
premia con $600, salvo que uno pertenezca a una familia “hija de
puta”, que, como era de esperarse... te saca $300. Viñetas clínicas:
Es por esta razón que la toma de decisiones que tengamos a lo La embarazada adolescente
largo del juego, van a poner a prueba nuestras capacidades de re- En los casilleros donde hay que elegir si uno desea o no tener hijos,
siliencia. El juego puede enfrentar a los jugadores en determinados curiosamente la mayoría de los chicos decide no tenerlos. Incluso,
casilleros generando un conflicto entre pares: Cambio de vida con sabiendo que por cada hijo recibirían de sus compañeros una suma
un compañero, guerra entre vecinos, agarrarse a piñas con alguien, de dinero importante. Es interesante, porque esto pone en cuestión
ser víctima de bullyng, robarle dinero a un compañero, entre otros. esta idea naturalizada, promovida por una ideología politica que se
El azar está presente todo el tiempo. Podemos tener que pasar por embandera con un estado que debe limitar sus gastos , que circula
una costosa operación, pagar deudas de impuestos, sufrir por amor en los ámbitos de clase media/alta , la que sostiene que estos suje-
y tener que ir a un psicólogo, tener un hijo inesperado, chocar el tos deciden tener hijos para cobrar subsidios para sustentarse. Muy
auto sin seguro, conocer al amor de tu vida, viajar. Pero también, por el contrario los pacientes se angustian al pasar por ese casillero
las desgracias de la vida pueden caer con todo su peso, podemos e imaginarse siendo padres y prefieren evitarlo. Se enojan cuando
perder a un familiar, quedarnos sin empleo, y hasta morir en un caen en el casillero de “tiene un hijo inesperado”. Experimentan la
accidente y perder el juego antes de tiempo. Nadie sabe, qué nos maternidad/paternidad como algo desagradable.
deparará la vida.
Nosotros podemos tomar decisiones que alteren nuestros caminos. Ser chupado por la vida
Uno tiene, por ejemplo, que elegir si va a estudiar o no. Estudiar nos “Tal como me pasa en mi vida real.. parece que este juego se hu-
abre las puerta a un abanico de profesiones. No estudiar nos deja biese chupado nuestas vidas” dijo una paciente ya adulta, haciendo
a merced de oficios mal pagos, salvo que uno tenga suerte, y caiga alución al efecto mágico que le generó estar viviendo en el tablero
en el casillero de “deportista famoso”. Este empleo supera 3 veces otra vez lo mismo que vive en su cotidianedidad.
el monto del salario promedio, pero se encuentra ubicado en el Ella se queja de sus amos ( ex marido, jefes, analistas) que la con-
camino de “no estudiar”. En esta conflictiva caen todos los chicos sumen y la castigan por no poder ella satisfacer por completo sus
que se arriesgan a no estudiar para ser futbolistas famosos. Como demandas.
decía una de las pacientes :“ese es el camino de los futbolistas... y
de los fracasados” El descolgado
También hay que decidir si uno va a comprar o alquilar una casa, Un paciente adolescente es traido a consulta por haber sobrevivido
si la va a asegurar y si quiere tener seguro médico. Elige, si se va a a un intento de suicidio. Su madre lo descolgó y lo llevó al hospital
casar, si quiere tener hijos, recibiendo regalos de sus compañeros, sin mostrar ella ningún tipo de angustia. Se había ahorcado con
pero apostando a las eventualidades de la vida, porque los divorcios una cuerda.
caros existen, y tener hijos a veces puede significar un muy mal Este paciente esta imposibilitado de referir cualquier malestar con
negocio. Todo puede pasar en la vida. respecto a su vida. Su latiguillo es “si te digo te miento” ante cada
La posibilidad de salir a robar puede presentarse y uno deberá ele- pregunta que uno le hace.
gir si se arriesga, asumiendo las concecuencias si la cosa sale mal, “Bueno mentime”, le dije una vez. ¿Acaso lo importante no es que
y nos atrapa la policía. hable? Quien habla siempre miente, porque el significante nunca
termina de ser el adecuado, y porque la verdad es algo que se
Aplicación clínica: produce solo cuando hay discurso.
El juego funciona como un dispositivo donde pueden preverse a sí Pensar en que haya discurso implica incorporar a un sujeto que
mismos en acciones futuras. De esta manera se introducen me- encarne una posición y haga uso de la palabra. Que a pesar de
canismos de defensa que responden a una incipiente angustia mentir tenga algo para decir sobre como se siente, y que piensa
señal que empieza a armarse gracias a la repetición de situacio- con respecto a su dolor. Qué cosas a él le duelen.
nes que comienzan a ser designadas como “desagradables”. Lo Pero este paciente nada puede decir de esto, esta descolgado, pero
“desagradable” empieza a ser articulado en el significante. Se descolgado de la cuerda que lo conecta con un Otro, lugar donde se
separa lo “agradable” de lo “desagradable”. Una suerte de Fort articulan los significantes.
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A este descolgado se lo hizo pasar por este juego junto a otros a no ser nada. Ya no es una falta en ser, estar desaparecido, sino
adolescentes en similar condición. de suerte que es un boludo y no de cualquiera, ¡de su madre!. Se
A raiz de esta experiencia lúdica, él pudo empezar a hablar sobre inventa, se cava, un lugar en el deseo del Otro, que le otorga un
esta vida ficcionada, para mas tarde poder relatar que estaba muy sentido, que por molesto que sea, le genera cierto alivio, y del cual
triste porque una tía que había funcionado como una madre (Otro que eventualmente se puede quejar. Ese sujeto desenganchado (des-
lo aloja en su deseo) estaba desaparecida hacia un tiempo, y nadie colgado) del Otro, ahora aparece inmerso en un discurso y dividido.
hablaba ni se preguntaba por ella. Hecho que causó su pasaje al acto. Se queja, que le gustaría a él poder hacerse cargo de sus cosas.
Al cabo de un tiempo también pudo decir que su madre le impedía Puede hablar de lo que pasa con cierta paz gracias al significante
hacerse cargo de sus cosas, por lo cual él se sentia “el boludo de que logra poner palabras a esa angustia.
mamá”, Se refería a esta madre incapaz de angustiarse, que le El juego les permite a los pacientes “decir” que la vida “es una
enrrosca la cuerda en su garganta y lo descuelga sin registrar la mierda” y ubicar en que puntos, para cada uno, la vida se vuelve “
posibilidad de una pérdida. Una madre que no puede alojarlo en una mierda”. Se invocan fantasmas que funcionan como pantallas
un deseo materno, a donde el pueda faltar, sin tener que quedar para “disimular”, como dice Lacan en el seminario 11, algo ab-
necesariamente desaparecido. solutamente primero, determinante en la función de la repetición,
que tiene que ver con el trauma. Allí donde lo real se presenta sin
Nuevas concideraciones sobre la repetición a partir de la ex- invitación y de forma insoluble.
periencia clínica: La vida es “una mierda” porque nadie gana. Todos pierden. . El que
Podemos pensar en los puntos que se repiten para todos esos juega no solo se las ve con su propia falta sino que inevitablemente
pacientes que se “molestan” cuando un casillero los hace pensar se enfrenta a la castración en el Otro, porque todos los jugadores
sobre el lugar que tiene un hijo en el deseo materno. Ese malestar la pasan mas o menos mal. “El camino de los fracasados”, decía
empieza a poder ser dicho. Hablan de las fallas de sus padres en la aquella paciente.
propia infancia o la de sus hermanitos., y el lugar de desecho en el
que caen los hijos que quedan por fuera del deseo de estos proge- Conclusión:
nitores, lo que explica tantos pasajes al acto. En el relato entonces Este juego constituye una herramienta muy valiosa para trabjar con
el hijo aparece así anudado al desecho, el objeto anal en tanto resto los pacientes que se presentan clínicamente con actuaciones y di-
aparece como producto de esta cadena significante, en el punto ficultades para ubicar simbólicamente un malestar. El uso de esta
donde lo traumático se hace presente. herramienta necesita de analistas que sostengan el juego y puedan
En el segundo caso, por ejemplo, la paciente ubica los puntos de intervenir en el discurso que se va produciendo, tanto para enlazar
retorno de lo igual cuando habla sobre lo que le pasa con cada ca- al sujeto con un Otro, como para ubicar la castración y los fantas-
sillero, (contingencia). Si el producto del discurso del amo es el “a”, mas que dan cuenta de una modalidad de goce.
goce ( la sonrisa del amo), ella se queja de no poder cumplir con Si el discurso analítico intenta causar una divisón subjetiva, parte
la expectativa de tal producción (plus de goce), atravesada por la de nuestro trabajo es lograr que el paciente se queje de algo. No
verdad de un profundo sentimiento de vacío existencial, identificán- queremos adoctrinarlos para que se porten bien , para que no mo-
dose con el objeto resto del fantasma: ser eso que esos hombres lesten. Lo que buscamos es la queja. La designación simbólica de
chupan y se escupen como mierda. un malestar que de cuenta de un real que insiste con su molestia, y
El paciente que se ahorcó sin saber porqué, entra en la lógica del que no se puede exterminar.
juego de la vida de mierda. Es decir que el sujeto puede apropiarse En los relatos de la vida de mierda, aparecen ciertos puntos que se
de la palabra que va a dar cuenta que ya no le da lo mismo cual- repiten y que tienen que ver justamente con los momentos donde
quier casillero. Si cualquier casillero no da lo mismo, esto implica la vida se vuelve una mierda para cada uno. Esta sensación de
varias cosas, a saber: que existe un sujeto agente del discurso al malestar en el relato da cuenta de la castración. Donde no todo es
que no le da lo mismo cualquier cosa, que este sujeto es capaz de posible, donde lo que esperabamos no sucede, donde las contin-
producir un texto sobre cada casillero, y que los “objetos a”, andan gencias de la vida duelen, y decepcionan, tanto para uno como para
dando vuelta por el circuito del juego, dado que son los que definen el resto de los jugadores. La relación sexual no existe para nadie.
el valor de cada uno. Estos objetos a se producen al mismo tiempo El juego sirve en primer lugar, para reenlazar al sujeto con el Otro.
que se habla de esa vida de mierda que están jugando. Un lazo que le permita producir un texto significante con función
Este valor de cada casillero es diferente para cada sujeto, porque la pacificadora. No ese otro lazo que apreta su garganta, que lo asfixia
producción de un objeto a, se desprende del punto de quiebre de la y lo cuelga al sujeto en una identificación mortal con el objeto, ha-
cadena significante. Cada cual se produce su cachito de goce con ciéndolo desaparecer. Se trata de que el sujeto se haga representar
sus significantes de forma singular, en cada encuentro fallido con lo por un significante.
real. Entonces no le da lo mismo tampoco que su tía este desapare- El dispositivo del juego de la vida de mierda tiene como objetivo,
cida o muerta, ni ser, o no ser, el boludo de mamá. que los pacientes tomen la palabra. Esto implica fabricar posiciones
“Ser el boludo de mamá” pone su ser en función de una articula- fantasmáticas que vengan a colmar la castración en el Otro. Fan-
ción significante. Se trata de la producción de un significante que tasmas que se ubican justamente en los puntos de repetición donde
alivia la falta en ser. Se trata de un fantasma que lo defiende de se localiza la imposibilidad de la expectativa del plus de goce, con
la castración. Es decir, que es preferible ser el “boludo de mamá” un sentimiento de decepción y sufrimiento. Así es la vida de mierda.
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En los puntos de quiebre de la cadena significante , se va a dejar Freud, S. (1921) Obras Completas T.XVIII, Psicología de las masas y análisis
entrever una hiancia, un vacio, donde solo se recupera goce en for- del yo. Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu ed. 1997.
ma de objetos a. Y como dice Lacan en el seminario 17, lo que este Freud, S. (1926/1925) Obras Completas, T.XX, Inhibición, Síntoma y Angus-
goce designa, por el hecho de estar en esa juntura, es la pérdida del tia. Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu ed. 1996.
Freud, S. (1930/1929) Obras Completas, T.XXI, El malestar en la cultura.
goce sexual. La castración. (LACAN J. 1970)
Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu ed. 1996.
Es decir que en la medida en que uno va intentando recuperar
Lacan, J. (1968/1969) Seminario 16. De un Otro al otro. Buenos Aires, Ar-
aquel goce perdido, lo que recupera en verdad es, el registro de su
gentina Editorial Paidós, 2012.
pérdida. Pero no todo va al tacho. En este movimiento de encuentro Lacan, J. (1964) Seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del
con la castración, uno también produce un gocecito, algo que se psicoanálisis. Buenos Aires, Argentina Editorial Paidós, 2011.
pueda chupar, cagar, oir o mirar, de modo que valga la pena seguir Lacán, J. (1966) La dirección de la cura y los principios de su poder, en
tirando el dado. Escritos 2, Buenos Aires, Argentina, Editorial Paidós, 1987.
Lacán, J. (1969-1970) Seminario 17. El reverso del psicoanálisis Buenos
BIBLIOGRAFÍA Aires, Argentina, Editorial Paidós, 2009.
Castrilejo, M. (2005) Ecos y Matices en psicoanálisis aplicado, clínica de Recalcatti, M. (2003) Clínica del vacío, Anorexias, dependencias, psicosis.
la psicosis, la fobia, el FPS y el pequeño grupo. Clínica del vacío, Psi- Madrid, España, Editorial Síntesis.
coanálisis aplicado a los nuevos síntomas. Buenos Aires, Argentina, Soler, C. (2004) .La repetición en la experiencia analítica. Buenos Aires,
Editorial Grama. Argentina Editorial Manantial.
Freud, S. (1920) Obras Completas T.XVIII, Mas allá del principio del placer.
Buenos Aires, Argentina, Editorial Amorrortu Ed. 1997.
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CASO M. LA DROGA: UNA RESPUESTA POSIBLE
FRENTE AL MALESTAR
Carballo, Vanesa Alejandra
Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear. Argentina
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Resaltamos el potencial de estas escenas ya que durante el trata- que es después de la separación de sus padres dónde se inicia un
miento no llevaba a cabo estas ideas que iban apareciendo. periodo de “idas y venidas”. De él dice que ese fue el momento
De todos modos, queda claro que estos lugares en los que M se en que “sale a la calle”; haciendo referencia a que nadie le ponía
ubica lo dejan siempre expuesto, al borde del riesgo. límites y él hacía lo que quería.
Primer tiempo del tratamiento dónde era necesario alojar y acotar A los 17 años localiza el momento de consumo “más grave”, época
algo de lo que se mostraba y en simultáneo aparecía en el pla- en que luego de estas idas y venidas regresa con su madre;. quien
no de la acción; tomamos a la acción como ese lugar de rechazo para ese tiempo se encontraba en pareja y embarazada del medio
del inconsciente; donde la apuesta de la dirección de la cura era hermano de M. Allí él no tenía lugar, según relata su madre lo echa;
precisamente el pasaje a la posible elaboración del malestar. La él ya era grande y tenía que buscarse un lugar donde estar sino los
construcción de un espacio al cual acudir, de referencia, fue uno de echarían a todos de la pensión.
los primeros objetivos del trabajo con M; escuchando cierta queja Actualmente esta historia de idas y venidas son algo enigmáticas,
respecto de no tener un lugar con quien “pensar sanamente”; con por más esfuerzo que hace por evocar algunas escenas no puede
quien hablar. recordar que sucedió.
Al mismo tiempo se hacía necesario acotar algo del exceso en los Escenas víctima de la represión que hicieron necesario en trata-
variados intentos por erotizar el espacio, y por ubicar a la terapeuta miento una construcción, construcción que apunto a algo más del
en el lugar de “mujer”, mujer con la que se dificulta hablar ya que orden de la invención como aquella posibilidad de darle algún sen-
“todas las mujeres lo vuelven loco”. Siguiendo esta línea de trabajo, tido a esos pedazos que faltan y angustian a M.
una de las intervenciones apuntó a ubicar aquello de lo que se está Este lugar que él construye en su novela familiar lo ubican en el
permitido hablar, instalando algo de lo prohibido, un “no vale todo” lugar del potencialmente abandonado-abortado. Repetición que lo
en el tratamiento, y no dejando pasar los dichos de M respecto de lleva a demandar infructuosamente al padre un “poquito de amor”.
su relación con su sexualidad y el lugar que le asignaba al espacio El consumo lo deja pegado a la madre, vía identificación, es ella la
y a la terapeuta. que se abandona tras ser dejada por su marido. Un temor que M
tiene es “ser depresivo como su madre”. En esta escena el padre
Primeros efectos en el tratamiento: La novela de M queda siempre como un padre fallido como intento de separación
M empieza a tramar una historia que va desde la angustia que le de M y su madre. También un padre irresponsable que no está en
despierta la enfermedad de su tía, dónde la narrativa de este punto el cuidado de sus hijos.
daba cuenta de un deslizamiento de la preocupación/ angustia por El consumo puede ser pensado como un modo de tratamiento
ser padre a la enfermedad de ésta, y el lugar al que se enfrentaba frente al malestar del sujeto, es un tipo solución. Mauricio Tarrab2
él con su posible falta. propone que el tóxico cumple funciones variables en los consumi-
A partir de que algo del espacio terapéutico comienza a funcionar dores, y que situar esta función permite abordar la problemática
M puede hablar de otras cosas. Comienza allí un recorrido de re- en juego.
construcción de la historia familiar de paciente, de la relación con Ahora bien, entiendo que para poder circunscribir el tipo de función
sus padres, y un lugar para él “del abandonado”. Estos elementos que cumple en un sujeto la droga, es necesario que algo de ello
adquieren la forman de reproches dirigidos al padre. esté posibilitado, es decir, ciertas condiciones que permitan este
A los 13 años del paciente, sus padres se separan. El padre se va, y despliegue. Estas condiciones tienen que ver con la transferencia.
arma otra familia (aparentemente se separan por infidelidad de éste). En el caso de M la construcción de una novela, marcaban un se-
M ubica que si bien antes estuvo en la casa “es como si no hubiera gundo tiempo respecto de la transferencia, dónde allí él dirige otro
estado nunca”. Sospecha que siempre tuvo otras mujeres, y que tipo de demanda, quiere saber de él, y supone que puedo ayudarlo
por ese motivo “estaba ausente, estando”. con eso, un lugar distinto a la analista factible de ser seducida/
Su madre a partir de la separación entra en un estado de depresión despistada del comienzo.
que la conduce al alcoholismo, llegando a estar internada en una
ocasión (en este Hospital); madre que actualmente consume y con “Me metía droga, para no hablar”
la cual el paciente no tiene contacto. “Para no hablar” Un uso posible de la droga, como tapón.
M se ubica como “no querido por sus padres”. Al parecer ambos Hablar, significante que recorre el despliegue de su historia, y a
padres querían abortarlo, y fue por la imposición de su abuelo pa- partir de una sesión despierta un recuerdo que culmina en el relato
terno que él nació. de la escena de abuso a sus 14 años.
Luego de la separación, M queda con su madre y su abuela, y viven Ese día llega diciendo que tenía miedo de no poder hablar hoy, y
en varios lugares, sin poder asentarse a causa de serios problemas que sentía “como un nudo en la garganta, en el pecho”. En principio
económicos. no sabe de qué se trata, pero poco a poco ubica “pensamientos que
En ese período acontece una situación a los 14 años de M. Sufre lo asfixian”, los cuales asocia a la escena de abuso.
un abuso por parte de un primo unos 6 años mayor que él. Esta Recuerda a su primo de 20 años (a quien él ubica cómo alguien en
situación y la separación de sus padres aparecen en la diacronía quien confiaba y al cual quería mucho) abusando de él, tapándole
de su historia como los desencadenantes más próximo al inicio del la boca para que no gritara; y la posterior prohibición de que no
consumo en la adolescencia. hablara. Este suceso no es contado antes, hasta hace 1 año apro-
M ubica que su consumo se inicia luego del abuso, pero localiza ximadamente, dónde lo habla con su tía (tiempo antes de que ella
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se enferme). ¿Qué estaba intentando figurar?
Pienso como hipótesis que algo en esta escena tocan un punto, una En primera instancia pienso en que, en dicha representación apa-
zona en M estimulada vía identificación materna, que facilita algo rece el intento por sellarse la boca. Acción que realiza, además, no
de la elección del consumo como respuesta al malestar. con cualquier sello, sino con el sello de su analista.
Si vuelvo un poco más atrás me pregunto entonces, ¿Qué es lo que Me pregunto: ¿Por qué M intentaba sellarse la boca?
se precipita a partir de la separación de sus padres dónde M ubica Un segundo tiempo de esta figuración es que este intento es fallido,
el inicio de un periodo de “idas y venidas”? lo fallido reside en tanto esa acción se interrumpe efecto del límite
El último elemento de esta escena, él decide contárselo a la tía, im- que le pone su propio cuerpo...
portante referente afectivo, y luego está enferma ¿Acaso M piensa “La mano se le baja”.
que su tía enferma porque él habla? Este segundo punto, toca lugares recorridos por el paciente en tra-
Droga, sexo y comida tamiento, la falta de límites de su hija, no aceptar limites él mismo,
Para este período del trabajo, el temor a volver a consumir y la an- los limites que sus padres no pusieron; y ahora el cuerpo que le
gustia que le generaba “no saber ser padre” iba cediendo el lugar a pone un límite. Limite, además, tantas veces convocado por él a
una trama vital que el paciente podía transitar con distintos afectos su analista.
suscitados. Por último, una tercera cuestión es que él intenta deshacerse, de
Pero la relación con el consumo no había desaparecido del todo. la parte que pudiera él tener que ver en esa manifestación en el
Algo del exceso se dimensionaba en otros dos planos: el sexo y la cuerpo: “Yo no tengo nada que ver con esto que me pasa”; una
comida. respuesta adquiere la forma del desconocimiento sostenida en la
Este comer “de más” como respuesta ante la angustia hacían la ve- frase; punto de angustia del sujeto.
ces de un sustituto convergiendo en un mismo punto, la zona oral. En el trabajo de construcción de nuevos decires, la relación entre
El sexo, violento, que hace daño y sin límite lo llevan a nombrarse las palabras y el cuerpo me interesan particularmente cómo tópicos
como “un enfermito que siempre quiere más”. Un lugar que lo ho- que se desprenden de la trama singular de este sujeto. Una puesta
rroriza de sí mismo y que a la vez le depara satisfacción. en circulación del padecimiento, cuya historia y recorrido vital lo
Estos nuevos emergentes son a mí entender prácticas que ponen predisponía a un mismo circuito obturado por las drogas; somnífero
en juego la dimensión placentera, la satisfacción propia de M en muchas veces eficaz frente al malestar.
algo del exceso.
Dónde obtiene otro lugar, es el “el enfermito” que se satisface en NOTAS
esas prácticas. 1
En este trabajo no profundizaremos sobre las distintas nominaciones de
A esta altura del tratamiento, el paciente, se pregunta y se angustia Consumo/ Adicciones/Toxicomanias por no ser el objetivo de este ensayo,
porque siente que “Necesita algo más”. El enigma recae sobre ese sólo se advierte la diferencia teórica que subyace a cada terminología. Por
lo cual, a lo largo del trabajo, se utilizará la noción de “consumos proble-
“algo más”, siendo una pregunta que involucra3 el propio placer en
máticos” basándonos en la concepción que se sostiene en la nueva Ley
juego en estas prácticas sostenidas por el sujeto.
Nacional N| 26657.
2
Mauricio Tarrab, es psicoanalista, AME de la Escuela de la Orientación
Otros modos posibles...¿de hablar? Lacaniana (EOL), de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP), e inte-
¿Cuántos nuevos decires pueden emerger, en el momento en que grante del Comité de Acción de la Escuela Una.
el cuerpo habla lo que el sujeto prefiere callar? 3
Esta palabra es usada repetidamente por el paciente en forma primero de
Cómo última cuestión planteo un fragmento bastante actual del reproche hacia sus afectos que no se involucra, para luego emerger como
caso a modo de presentar una posible lectura de una escena en autoreproche.
transferencia, y dejar abierto el espacio para reflexionar sobre ésta
y otras cuestiones. BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. [1929]. Malestar en la cultural, en Obras completas Vol XXI, Bue-
Tiempo 2: “Sellarse la boca” nos Aires. Amorrortu Editores,1979.
Un día M viene muy angustiado, una aparente parálisis nerviosa en Freud, S. [1915] Pulsiones y destinos de pulsión, en Obras completas Vol
XIV, Buenos aires. Amorrortu Editores, 1979.
su brazo izquierdo lo llevó a estar todo el fin de semana de Hospital
Freud, S. [1937] Construcciones en Análisis en Obras completas Vol XXIII,
en Hospital, cuyos chequeos clínicos constataron la falta de una
Buenos aires. Amorrortu Editores,1979.
afección orgánica. Lo que le pasa es “nervioso” le dice el médico. Lacan, J. [1975-1976] El sinthome. Seminario. Libro 23. Paidos, Buenos
Viene enojado, angustiado por esto que le pasa. Afirma en que “él Aires, 2006.
no tiene nada que ver con eso”, que no sabe qué le pasa. A simple Miller, J.A. [1989] Patología de la ética: II Encontro Brasilero do Campo
vista, lo que se observa es cómo la mano no le responde en algún freudiano, Sao Paulo, 1989 en Lógicas de la vida amorosa. Manantial.
movimiento que intenta ejecutar. De dicho fenómeno lo que resultó Buenos Aires,1991.
interesante fue el modo en que M intenta mostrarme su padecer: Naparstek, F. y otros [2009]. Introducción a la clinica con toxicomanías y
Me pide permiso, toma mi sello y hace el intento de llevárselo a la alcoholismo II. Ed.Grama, Buenos Aires, 2009.
boca. Tarrab, M. El psicoanálisis y la eficacia de la toxico manía. Artículo de revis-
Intento fallido, porque ahí es donde la mano no le responde. Y eso ta Nueva escuela de Psicoanálisis. Buenos Aires.
lo angustia.
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LA ORIGINALIDAD O LA REPETICIÓN COMO MÉTODO
EN PSICOANÁLISIS
Cellerino, Sergio; Buttini, Matías; Minaudo, Julia
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
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rraba todos los sonidos de afuera y todo lo de adentro se escuchaba La búsqueda por sostener un tratamiento allá parece burocrati-
para afuera. Había dos perros que ladraban constantemente y no zarse a partir de no contar con cierta documentación. Todavía hoy
podía dejar de escucharlos. Dos doberman. No puedo dormir.”Pasa sostiene su tratamiento por la vía de mensajes de texto y de audio
varias noches enteras sin dormir. Se baja películas de internet: Los que envía al analista que, la mayoría de las veces no esperan una
vengadores. respuesta con algún sentido. Resalta, en este punto la importancia
de devolver al sujeto su posibilidad de un decir por la vía que el
Historia analista ni obtura ni promueve, sencillamente, decide no impedir
Su infancia está cargada de múltiples episodios de violencia, en los que se diga (FREUD, 1895, 155).
que el padre literalmente “lo muele a golpes” (a él, a su hermana y Como Freud propuso, solo las aperturas y los finales son suscepti-
a su madre). En años de su adolescencia y luego de varios enfren- bles de ser formalizados. De allí, las innumerables alternativas solo
tamientos, logran expulsar al padre, pero su presencia no deja de puede ser pensada en el encuentro singular con un analista sobre
referenciar momentos de su vida. la palestra transferencial. El trabajo de la psicosis muchas veces
nos propone alternativas, elaboraciones como recetas para sortear
La transferencia y la escritura la conclusión del nombre del padre y sus efectos.
El analista lo encuentra, como habitualmente, en la sala de espera.
Dice: “Me agarraste justo trabajando”. Cuenta que empezó a anotar Enseñanzas del caso clínico
recetas de cocina. Se le ocurrió cuando se fue la última entrevista Si seguimos los comentarios iniciales, podemos hacer algunos co-
que en los momentos libres puede anotar recetas de comidas que mentarios sobre la breve viñeta presentada:
le gusten. Dice que cuando se jubile le gustaría tener un restaurant 1. El lugar “virtual” que fue encontrado por el sujeto en el trata-
chiquitito, un fast food. Me extiende el libreto, está lleno de anota- miento resulta crucial para la detención de los pasajes al acto. Es
ciones, desparejas, desprolijas y con un orden que no permitirían en ese momento, donde todo parece “cortarse”, “llegar hasta el
seguir los pasos de una receta de cocina clásica (me parece que la hueso”, que los mensajes comienzan a tomar una inscripción con-
escritura es su receta). tundente. El tratamiento de lo real por lo real, nos advierte Colette
Dice entonces que le gusta escribir, que escribió un libro cuando Soler (1991, 18), tiene sus riesgos evidentes. Frente a la posibilidad
estaba trabajando con la analista anterior. Era sobre un sujeto que de perder el lugar por formalidades del dispositivo, el sujeto pasa al
se muestra entre dos planos. No está ni vivo ni muerto. Tiene expe- acto. Al ser admitido nuevamente en el lugar de la palabra, ficción
riencias de no estar ni vivo ni muerto. que permite ubicar-se, decir-se, la estructura vuelve a tomar cierta
estabilidad.
Situación Dos 2. El lugar de los mensajes en la transferencia, aquello que aloja
Los pensamientos, que él denomina “obsesivos” son más bien in- a quien consulta, produciendo una fixión (SOLER, 1991, 12) de la
trusivos: se vuelven voces que le ordenan a veces golpear, otras demanda. Estos mensajes -que siguen luego de su viaje, sigue el
golpearse. Las voces están obsesionadas con él. tratamiento a distancia, gracias al uso de los dispositivos virtuales
Con posterioridad envía un mensaje de voz diciendo “que intenta- tomados por el análisis, aceptados dentro del “recurso” con que
rá un tratamiento en un lugar especializado en TOC”. Una semana el sujeto trabaja-, restituyen la función del “yo digo...”, función no
después, envía otro mensaje donde cuenta que al parecer hace una siempre localizable en la psicosis desencadenada o al menos com-
admisión, pero luego le dicen que “no hay lugar para él, que todos plicada. No requieren de una respuesta por el lado del sentido ni
los profesionales están ocupados.” Allí tenía también la alternativa del contenido sino que alcanzan con ser mensajes que se dejan
de consultar con un psiquiatra. En este contexto se suceden otros en un lugar habilitado para ello. El sujeto, envía mensajes a veces
mensajes, entre los cuales hay uno que refiere que “de la bronca bastante extensos, con la condición de que el analista los “reciba”.
tuvo que golpear la pared de su cuarto para descargarse”. Me pre- No llaman a la respuesta de sentido y sin embargo, hay alguien que
gunta si tiene que ver a la coordinadora, porque quiere retomar el responde, un partenaire que logra estar a la altura o “a la medida”
tratamiento.La posibilidad de que no pueda retomar el tratamiento de lo que este sujeto propone como auto-elaboración que, al pasar
lleva a una seguidilla de pasajes al acto, que van desde las acciones por el otro, constituye un tipo de lazo.
mencionadas (golpear, golpearse, hasta “accidentarse” producirse La función se articula con la pregunta ¿quién habla?, pregunta cen-
un corte en un dedo con una amoladora: “Me abrí el dedo, o sea tral para la clínica en general y sobretodo para la psicosis, es traba-
no perdí el dedo pero llegó hasta el hueso, me lo abrí al medio”.). jada por Lacan tempranamente en sus desarrollos. En el seminario
Retoma el tratamiento presencial pero el espacio virtual empieza a tercero sitúa la función del yo hablo, yo digo, muchas veces difícil
funcionar cada vez más como un lugar en el cual él puede deposi- de ubicar en sujetos desencadenados (LACAN, 1955-56). Restituir
tar algo, literalmente charla, dialoga con otro en la virtualidad, son al sujeto esa función le permite, reintroducir la palabra por medio
mensajes que no precisan ni esperan una respuesta. del acto de decir, propio del método analítico.
3. Este lazo no es cualquiera, sino uno que permite al sujeto ela-
Situación Tres borar su padecimiento y, especialmente se resalta en el caso, su
Hacia fines de año logra concretar su viaje a Europa. España apa- admisión. Conseguir la ciudadanía no es un dato menor. Lucha
rece como un lugar donde puede tener más espacio y donde puede por insertarse en un linaje, que la obtención del pasaporte hace
empezar y sostener algunos trabajos. “realidad”. En este mismo plano, conviene situar el lazo amoroso
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que pasa de una virtualidad a constituirse en “real-idad”. Con el humano una especie de semi-dios (FREUD, 1930) o lo que precisa
pasaporte, logra ingresar a la tierra -y permanecer allí admitido Lacan en otros términos, objetos imaginarios o gadgets del merca-
por Otro- donde re-conocerá a su pareja, hasta entonces “virtual”. do (LACAN,1969-70). La cuestión tiene un elemento central a ser
Cabe señalar que en Lacan, virtual/real, es una tensión que permite considerado que podemos resumir rápidamente con una fórmula:
resumirse en la realidad estructurada como la ficción, o sea virtual. el capitalismo es un falso-discurso, es un como sí de lazo social.
Lo simbólico y lo imaginario constituyen esa virtualidad del ser ha- Siguiendo los desarrollos de Lacan, Colette Soler señala con preci-
blante que deja afuera lo real, si seguimos una de sus primeras sión que el capitalismo es un discurso que no hace lazo, no propone
definiciones dadas por el autor: lo real es lo que no es simbólico ni ningún enlace entre sus elementos, tal como sí lo hacen los llama-
imaginario. Así puede concluirse que toda transferencial tiene una dos cuatro discursos. Las parejas clásicas que se declinan de ellos,
cara virtual y, al mismo tiempo “es un amor real” (LACAN, 1964). amo-esclavo, histérica-amo, profesor-alumno, analista-analizante,
4. No dejemos de lado ahora, el modo en que el sujeto entra ya logran cierta distribución de los goces entre los seres hablantes.
con pasaporte y “admitido” a una tierra extranjera. Se trata de un No así, el capitalismo más actual que en lugar de cernir el goce a
hacerse admitir que lo saca del pequeño refugio que ha podido un campo que lo enlace por su disparidad a un discurso, abre el
construirse. El análisis, con las características ya señaladas, permi- camino a la paridad, al todos iguales, al “todos niños”, camino que
te localizar algunos movimientos que alivian: de altillo materno a la conduce a la segregación (SOLER, 2012-13). Los lazos llamados
ciudadanía paterna, de estar pegado a la madre (de las voces que sociales, siempre instauran una disparidad y no una igualdad uni-
allí se escuchaban) a trabajar de “reparador” de computadoras en formada al modo de la masa (SOLER, ídem anterior).
España con su pareja.
¿La psicosis cada vez más generalizada?
Trabajar con la palabra Una tesis fuerte de Lacan habla sobre el niño generalizado (LACAN,
Partimos de una evidencia: todas las ofertas psicoterapéuticas “tra- 1967; SOLER, 2012-13). El tratamiento de las psicosis nos enfren-
bajan” con la palabra. Ponemos este trabajo entre comillas para ta con una práctica paradójica y de interrogación permanente de
resaltar que no siempre se sabe qué quiere decir eso, de acuerdo nuestra oferta, que se choca con sus propios límites conceptuales
a los contextos diferentes. Casi en su totalidad, toman la palabra y propedéuticos, y que decide no retroceder. Es probable que el
como vehículo de la lógica y la razón, camino éste, que es psicoa- psicoanálisis, sobretodo con los aportes de Jacques Lacan, sea la
nálisis decide dejar de lado porque los efectos que tiene sobre el yo única oferta actual de terapéutica que tiene en cuenta y hasta que
son de muy corto alcance y por ende, resistentes. El Inconsciente, toma en serio los casos de tratamiento posibles para un sujeto psi-
un “hecho nuevo” (LACAN, 1966, 18), que se produce en cada en- cótico, teniendo en cuenta el plano de su subjetividad.
cuentro, entonces, ¿qué es una palabra que no sea consciente? En este sentido, la originalidad de las producciones de algunos su-
Estas condiciones del trabajo terapéutico señalan otro comentario jetos nos llevan a poner en tensión, algo ya clásico en psicoanálisis
de Lacan que, puesto en una frase muy conocida toma hoy nue- que, siguiendo un título de una conferencia de Colette Soler, una de
vamente valor por lo apocalíptico, profético de la actualidad de los las primeras colegas del campo lacaniano que ha situado el traba-
lazos entre la oferta y la demanda. Lacan dice: jo con las psicosis, podemos ubicar en una pregunta: ¿qué lugar
“He logrado en suma lo que en el campo del comercio ordinario para el analista? (SOLER, 1991). A diferencia de quienes proponen
quisieran poder realizar tan fácilmente: con oferta, he creado de- reinventar las categorías diagnósticas o disfrazarlas con nuevos -y
manda” (LACAN, 1958, 597) no tan nuevos- nombres pomposos que “permitirían” acceder a un
Hoy la oferta supera ampliamente la demanda, incluso, digamos, la sujeto que insiste en ir más allá del padre, un sujeto que no se
apaga hasta sofocarla en mucho casos. Debemos poner a sopesar encuadra fácilmente en la inhibición neurótica ni en la renegación
siempre -o sea cada vez, en cada encuentro- nuestra oferta tera- del perverso, la propuesta de la autora apunta a un tratamiento en
péutica ya que es allí por donde aparecerá la tan mentada resis- el marco de la enseñanza de Freud y Lacan. Si tomamos el ejemplo
tencia y no en el paciente poco dúctil para asociar, poco disponible de los manuales de diagnóstico estadísticos como los DSM, por
para el dispositivo freudiano, según algunas críticas al método del ejemplo, entendemos que el término “tratamiento” ya ni siquiera
psicoanálisis. figura en el nombre. Observamos en el caso, algo bastante común
¿Qué trabajo se proponen los métodos diversos? Para resumir, di- hoy en día y es la búsqueda por internet de un nombre que permita
remos que están bien insertos en la época de la depreciación, del “fijar” algo de lo que el sujeto padece: TOC, grupos para ese tipo de
bajo precio de la palabra en nuestra era pero por un camino que trastorno a los que acude, sin éxito por cierto.
imaginan contrario: ellos proponen La palabra como medio en sí En el material clínico que tomamos, se nos abre la interrogación
misma, catártica, razonable o comprensiva. Descuidando, de esta respecto del modo de relación que pueden tener dos conceptos
manera, los diversos y detallados niveles en juego en la experiencia centrales para el psicoanálisis en la dirección de la cura: la posición
del Inconsciente: tropiezo, enunciado y enunciación, diferencia en- analizante y la “auto-elaboración” de la psicosis.
tre el acto de decir y los dichos, entre otras formas. Señalemos, ya finalizando, que esta auto-elaboración, este trabajo
Lo que se ha formulado como un estadio avanzado del capitalismo, que muchos sujetos psicóticos emprenden por la vía de la cons-
nos indica algo que ni Freud ni Lacan han dejado pasar desaper- trucción de un delirio o al menos de una forma no convencional,
cibido y que es de radical importancia para la oferta analítica. Se “desviada” de las normas establecidas y por ello originales y no
trata de esos objetos extensiones de los órganos que hacen al ser repetitivas, es la que, por un lado, puede poner en cuestión la in-
49
clusión de un analista, mientras que por el otro, es el punto por BIBLIOGRAFÍA
donde muchas veces se logra ingresar al lazo. Si un sujeto auto- Freud, S. y Breuer, J. (1895) “Estudios sobre la Histeria “, En Obras comple-
elabora, no requiere de ningún lazo. Sostengamos, entonces, la tas, Amorrortu Editores, Tomo 2, Bs. As., 1999.
idea freudiana por excelencia del retorno y digamos que la solución Freud, S. (1930) “El Malestar en la Cultura”. Ed. Amorrortu, tomo XXI.
Bs.As., 1992.
de un sujeto psicótico, que también tiene que ver con un conflicto
Lacan, J. (1955-56) “Seminario 3: Las psicosis”. Ed paidós, Bs. As. 1984.
psíquico de determinadas características, diferentes a otros tipos
Lacan, J. (1957-58) “El Seminario, libro 5: Las formaciones del incons-
clínicos, puede fallar dando lugar a la inter-vención, e incluso a la
ciente”. Ed. Paidós, Bs. As., 1999.
in-vención apoyada en un tercero. Lacan, J. (1958) “La dirección de la cura y los principios de su poder “. En
Finalmente, entonces, quedaría para concluir ubicar una función Escritos 2, Siglo Veintiuno editores, decimocuarta edición en español,
central, más allá de la época, del des-precio de la palabra como Bs. As., 1988.
acto, del rechazo a decir que la ciencia y sus soluciones veloces Lacan, J. (1964) “El Seminario, libro 11: Los cuatro conceptos fundamen-
promueven. Se trata de la función del “tomar la palabra”, tal como tales del psicoanálisis “. Ed. Paidós, Bs. As., 1987.
la comenta nuestro recientemente fallecido gran escritor argentino, Lacan, J. (1966) “Mi enseñanza”. Ed. Paidós, Buenos Aires, 2006.
Ricardo Piglia: Lacan, J. (1967) “Alocución sobre las psicosis del niño”. En Otros Escritos,
“¿Qué quiere decir tomar la palabra? Ése es un momento social Paidós, Buenos Aires, 2012.
siempre delicado y extraño. ¿Qué quiere decir pasar del silencio a Lacan, J. (1969-70) “Seminario 17: El reverso del psicoanálisis”. Ed. Pai-
dós. Bs. As. 1992.
la voz, qué quiere decir socialmente, y qué tipo de protocolos son
Lacan, J. (1977) “Prefacio a la edición inglesa del seminario 11”. En Otros
necesarios para que esa función sea posible?” (PIGLIA, 1998, 186).
Escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012.
Piglia, R. (1998) “Conversación en Princeton”. En Crítica y ficción, Debolsi-
llo, Random House, Bs. As., 2014.
Soler, C. “Estudios sobre las psicosis”. Ed. Manantial. Bs. As. 1991.
Soler, C. (2012-13) “Lo que queda de la infancia”. Letra viva, Bs. As., 2015.
50
ANÁLISIS DEL CONSUMO DE POTENCIADORES
SEXUALES EN JÓVENES Y ADULTOS MAYORES
Cimas, Magali; Cryan, Glenda
Universidad de Buenos Aires
51
2. METODOLOGIA tercera edad), la gerontología y la sexología plantean que esta idea
Para la recolección de datos, se realizó una revisión bibliográfica de constituye sólo un prejuicio debido a que la sexualidad está pre-
las bases de datos PsycInfo, Scielo, Redalyc, Dialnet y Science Di- sente desde el inicio hasta la última etapa del ciclo vital (Brigei-
rect. Las palabras claves utilizadas en inglés y en castellano fueron: ro, 2005, Córdoba, Aparicio y Rueda, 2012, Pérez Martínez, 2008,
Para la población de adolescentes y jóvenes: “Performance Anxie- Orozco Mares y Rodríguez Marquez, 2006). En el año 2015 en el
ty”, “Erectile Sexual Dysfunction” y “Viagra Consumption” Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud realizado por la
Para la población de adultos mayores: “Sexuality in older adults”, Organización Mundial de la Salud- OMS se demostró que el 73% de
“Erectile Sexual Dysfunction”, “Viagra Consumption”, “Sildenafil los participantes entre 57 y 64 años, el 53% entre 65 y 74 años y el
Use” y “Sexual Enhancers” 26% entre 75 y 85 años eran sexualmente activos.
Sin embargo, en la tercera edad suelen aparecer ciertos trastornos
3. CONSUMO DE POTENCIADORES SEXUALES EN ADOLESCENTES o enfermedades que alteran la actividad sexual. Uno de los tras-
Y JOVENES tornos que se presenta con mayor frecuencia en esta etapa es el
En adolescentes y jóvenes, el consumo de Viagra® suele realizarse “Trastorno Eréctil” cuyo principal síntoma de acuerdo con el DSMV
con fines recreativos y está íntimamente relacionado con lo que es la recurrente incapacidad para lograr o mantener la erección y/o
se denomina ansiedad de ejecución. Los hombres que en algún el mantener dicha erección hasta la culminación del acto sexual,
momento vivenciaron el fracaso en la erección, experimentan “an- acompañado de un marcado descenso de la rigidez del pene. En
siedad de ejecución” ya que ante la experiencia vivida surge temor este punto, la aparición del Sildenafil (Viagra®) provocó una me-
y pérdida de confianza respecto a la siguiente relación sexual (Mas- jora notable en el tratamiento de esta disfunción sexual debido a
ter y Johnson, 1966, Pomerol Monseny, 2010, Rodriguez Giménez, su efectividad en población de adultos mayores (Wagner, Montor-
2010, Cabello Santamarìa, 2010). si, Auerbach y Collins, 2001; Gómez Juanola, Machín Díaz, Roque
Diversos estudios que serán brevemente descriptos a continuación Acanda y Hernández Medina, 2001).
muestran la frecuencia con que los adolescentes y jóvenes con- En relación con el consumo de potenciadores sexuales, se encon-
sumen Viagra® (Cryan y Cimas, 2016). En un estudio realizado en traron dos estudios realizados en nuestro continente. En Chile en
Costa Rica se detectó que el 35% de quienes consumen Viagra® un estudio realizado en 2005 en una muestra de 138 pacientes se
son hombres entre 25 y 35 años (Rovira, 2014). En México, en una detectó que el grupo etáreo que más consumió Sildenafil (46,38%)
muestra de hombres heterosexuales entre 18 y 50 años, se detectó fue el de las personas mayores de 50 años (Mennickent, Zurita,
que el motivo más frecuente para usar inhibidores de fosfodiestera- Vega y Villegas, 2005). Es importante destacar que el 53,62% de los
sa-5 (Viagra®) como uso recreacional está asociado al ganar ma- pacientes encuestados utilizaron Sildenafil como tratamiento para
yor confianza para lograr una erección (Villeda-Sandoval, 2012). En la disfunción eréctil con prescripción médica mientras que el otro
Venezuela, se detectó que en la ciudad de Sucre un 62% de los en- segmento lo hizo por recomendación de un amigo (21,74%) o por
trevistados utilizan Sildenafil por recomendación de amigos, y sólo consejo en la farmacia (17,39%). En Cuba en un estudio realiza-
un 20% por prescripción médica; a su vez, el 28% de las personas do en 2015 en una muestra compuesta por 91 personas de sexo
entrevistadas toman el Sildenafil por placer y el 27% por curiosidad masculino, el consumo de Sildenafil predominó en el grupo cuyas
(Acho, 2014). En un estudio realizado en Colombia, Martínez-Torrez, edades oscilaban entre los 70 y 79 años.
et.al. (2015) muestra que la prevalencia del consumo de Sildenafil El consumo de potenciadores sexuales en adultos mayores merece
en estudiantes universitarios fue del 7,56% y que el consumo está ser profundizado debido a los resultados de los estudios presen-
asociado con episodios previos de disfunción sexual eréctil. Este tados. A su vez, resulta fundamental analizar si este consumo se
último autor sostiene que existe una sospecha acerca de que los realiza bajo prescripción médica debido al alto grado de comor-
porcentajes sean en sí más altos debido a que en la investigación bilidad que presentan las disfunciones sexuales con otro tipo de
se produce un sesgo en los resultados porque aún resulta ser un enfermedades en esta franja etárea.
“tema tabú” admitir la vivencia de disfunción sexual eréctil.
En relación con nuestro país, no se han encontrado estudios cien- 5. CONCLUSIONES
tíficos específicos en la búsqueda realizada que analizaran el con- A lo largo de este trabajo, se detectó que el estudio del consumo de
sumo de Viagra® y la asociación de este consumo con la ansiedad potenciadores sexuales constituye un área de vacancia puesto que
de ejecución. Sin embargo, un estudio internacional señala como no es un tema que ha sido investigado en profundidad, a pesar de
referencia a la Argentina, donde se estima que 1 de cada 5 jóvenes las consecuencias que puede traer el uso sin prescripción médica.
con edades entre los 18 y los 30 años utilizan este medicamento En primer lugar, podemos pensar que es un tema relativamente
en sus relaciones sexuales sin prescripción médica (Rovira, 2014). nuevo, puesto que el surgimiento del Viagra® tiene menos de dos
Estos datos son concordantes con diferentes investigaciones perio- décadas. Por otro lado, se observa que aún existen ciertos mitos
dísticas que han abordado el mismo tema. y prejuicios sociales al hablar de disfunciones sexuales, que en el
caso de la población de adultos mayores se le suma la visión de
4. CONSUMO DE POTENCIADORES SEXUALES EN ADULTOS que carecen de deseo sexual o son “asexuados”.
MAYORES Las primeras conclusiones que se desprenden de los estudios pre-
Si bien la sociedad suele suponer que el adulto mayor carece de sentados nos llevan a afirmar que el consumo de Viagra® en ado-
actividad sexual y de deseo sexual (mito de la asexuación en la lescentes y jóvenes está ligado a obtener una mejor performance, a
52
explorar los efectos que produce en el cuerpo en contraposición a subjetividad del consultante y se aborde el caso en su singularidad.
la ansiedad de ejecución que surge de experiencias sexuales pre- Y para finalizar, entendemos que para que esta problemática sea
vias fallidas. Por el contrario, en la población de adultos mayores abordada de manera responsable es necesario trabajar en forma
encontramos que el consumo está ligado a una disfunción orgáni- interdisciplinaria en donde el médico prescriba la droga como un
ca, especialmente al Trastorno Eréctil que suele asociarse a una medicamento en los casos en que se diagnostique que la causa
serie de enfermedades concomitantes. Sin embargo, un punto en es orgánica, y en donde el psicólogo aborde las causas psíquicas
común es que en ambas poblaciones se encuentra el consumo de vinculadas con la ansiedad, la angustia, la expectativa o el temor
esta droga sin prescripción médica, esto es, que tanto los adoles- que surge ante el encuentro sexual con un otro.
centes y jóvenes como los adultos mayores consumen potenciado-
res sexuales por cuenta propia. BIBLIOGRAFÍA
Si bien no es posible afirmarlo con seguridad debido a la escasez Acho, E., Barja, D., Paredes, S. & Quispe, G. (2014). Prevalencia del uso del
de información sobre el tema, en este trabajo nos planteamos que Sildenafil (viagra) en la población masculina de la ciudad de Sucre.
es posible pensar que el adolescente o el joven presente también 2008. En: Palma, M. (Ed.). Ciencias de la Salud. Handbook. (pp. 323-
una disfunción sexual que no haya sido diagnosticada ni tratada 332). Bolivia: Ecorfan.
adecuadamente, así como también que los adultos mayores con- Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Manual diagnóstico y esta-
suman potenciadores sexuales con fines recreativos o inclusive por dístico de los trastornos mentales (DSM-5). Buenos Aires: Médica Pa-
namericana.
ansiedad de ejecución. En ambos casos, entendemos que esta línea
Brigeiro, M. (2005). Envejecimiento exitoso” y” tercera edad: Problemas
debería ser profundizada y analizada con el fin de determinar si
y retos para la promoción de la salud. Investigación y educación en
las causas del consumo de potenciadores sexuales resulta de una
enfermería, vol. 23, no 1, p. 102-109.
problemática orgánica (disfunción sexual) o de una problemática Cabello Santamaría, F. (2010). Aspectos psicosociales del manejo de la
psíquica (ansiedad de ejecución). disfunción eréctil: Hábitos tóxicos y estilo de vida. La pareja en la dis-
En relación con las disfunciones sexuales, la aparición de potencia- función eréctil. Psicoterapia y terapia de pareja. Archivos Españoles de
dores sexuales no sólo fue un éxito rotundo en el mercado, sino que Urología, 63(8), 693-702.
también revolucionó el modo de abordar estas problemáticas. En Casajuana Bruney, J. (2004). Seguridad en el uso de los inhibidores de
los tiempos actuales, las disfunciones sexuales pueden ser tratadas fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5). Generalitat de Catalunya. Departament
por los avances farmacológicos propios de este tipo de drogas que de Sanitat i Seguretat Social. 16(2). 5-8.
evitan una intervención quirúrgica como ocurría en otros tiempos. Córdoba, A.; Aparicio, M. & Rueda, M. (2012). Amor, sexualidad e inicio
Este tipo de medicamento puede resultar muy beneficioso para la de nuevas relaciones en la vejez: percepción de tres grupos etarios.
población afectada siempre que sea recetado por un profesional Psychologia: avances de la disciplina, vol. 6, no 2, p. 73.
competente que evalúe los beneficios y los riesgos y efectos se- Cryan, G. & Cimas, M. (2016) Relación entre consumo de Viagra® con fines
recreativos y ansiedad de ejecución en la adolescencia y la juventud.
cundarios que puede traer. En relación con los beneficios, se puede
2016. Rev. Investigaciones en Psicología, vol. 21, no 2, p. 13-21.
afirmar la mejora en la calidad de vida de los pacientes que logran
Gómez Juanola, M., Machín Díaz, MJ., Roque Acanda, K. & Hernández Me-
mejorar su actividad sexual con la consecuente confianza y sa-
dina G. (2001) Consideraciones a cerca del paciente geriátrico. Rev
tisfacción lograda. Entre los riesgos que conlleva un mal empleo
Cubana Med Gen Integr.; 17(5): 468-72.
de este tipo de potenciadores sexuales, es necesario evaluar con Martínez-Torres, J., Duarte-Corredos, I. K., García-Vásquez, G. J. & Jáure-
detención si existe comorbilidad con otras enfermedades orgáni- gui-Rodríguez, G. D. (2015). Prevalencia y factores asociados al consu-
cas que requieran medicación crónica. Asimismo, es fundamental mo de citrato de sildenafil en estudiantes universitarios colombianos,
la concientización acerca de los peligros que conlleva el consumo durante el primer semestre de 2013. Revista Duazary, 12(2), 118-124.
de potenciadores sexuales con el consumo de sustancias que con- Masters, W. H. & Johnson, V. E. (1966). Human sexual response. Boston:
tengan nitrato de amilo, así como también con el Popper (com- Little Brown.
binación frecuente entre los adolescentes y jóvenes). Por ello, se Mennickent, S., Zurita L., Vega, M. & Villegas, G. (2005) Características del
hace especial referencia a la necesidad de investigar este tipo de Uso de Sildenafil en una Muestra de Pacientes a nivel de Farmacias
consumo sin prescripción médica o con fines recreativos o explo- Comunitarias de Concepción, Chile. Revista médica de Chile, vol. 133,
ratorios tanto en la adolescencia y juventud como en la población no 6, p. 667-673.
de adultos mayores. Organización Mundial de la Salud. OMS. 2015. (15.5.2017) Informe mun-
dial sobre el envejecimiento y la salud. Estados Unidos de América:
Una pregunta que se desprende del trabajo presentado es cuál es
Organización Mundial de la Salud. Disponible en: http://apps.who.int/
el rol del psicólogo en el abordaje de las problemáticas vinculadas
iris/bitstream/10665/186466/1/9789240694873_spa.pdf
a la sexualidad y a las disfunciones sexuales. En principio, enten-
Orozco Mares, I. & Rodríguez Marquez, D. (2006). Prejuicios y actitudes ha-
demos que es necesario avanzar en la capacitación y formación de cia la sexualidad en la vejez. Psicología y Ciencia Social, 8, 1, p. 3-10.
especialistas vinculados con la temática de la sexología clínica que Pérez Martínez, V. (2008). Sexualidad humana: una mirada desde el adulto
conozcan en profundidad las diversas disfunciones sexuales que mayor. Revista Cubana de Medicina General Integral, vol. 24, no 1
pueden afectar a los diferentes grupos etáreos. En segundo lugar, Pomerol Monseny, J. M. (2010). Disfunción eréctil de origen psicógeno.
es importante generar espacios de consulta, terapéuticos, clínicos Archivos Españoles de Urología, 63(8), 599-602.
en los que se brinde información al paciente acerca de su situación Rodríguez Jiménez, O. R. (2010). Relación entre satisfacción sexual, ansie-
y se genere un espacio de contención en donde se despliegue la dad prácticas sexuales. Pensamiento Psicológico, 7(14), 41-52
53
Rovira, P. S. (2014). La Viagra nuestra de cada día. Consumo recreacional Wagner, G., Montorsi, F., Auerbach, S. & Collins, M. (2001) Sildenafil Citrate
y angustias masculinas con respecto a su potencia eréctil. Sexualidad, (VIAGRA®) Improves Erectile Function in Elderly Patients with Erectile
Salud y Sociedad. Revista Latinoamericana, (18), 140-160. Dysfunction a Subgroup Analysis. The Journals of Gerontology Series
Villeda-Sandoval, C., González-Cuenca, E., Sotomayor-de Zavaleta, M., A: Biological Sciences and Medical Sciences, vol. 56, no 2
Feria-Bernal, G., Calao-Pérez, M., Ibarra-Saavedra, R. et al. (2012).
Frecuencia del uso recreacional de inhibidores de fosfodiesterasa-5 y
otros potenciadores para mejorar la función sexual. Revista Mexicana
de Urología, 72(5), 250-255.
54
“UN NIÑO QUE ROBA”.
A LA LUZ DEL ENTRAMADO FAMILIAR
Correa, Teresa; Blanda, Elizabeth; Millán, Daniela
Universidad Nacional de San Luis. Argentina
55
El impulso a robar en el niño es la forma que encuentra para rees- un acuario en una veterinaria y lo llevó a la escuela colocándolo
tablecer su relación con el mundo sobre la base de reencontrar a en un huevo kínder. Frente al acto realizado aludió lo siguiente;
la persona que, debido a su devoción por él, lo comprende y está “porque yo lo necesitaba”. Los padres reaccionaron a esta actitud
dispuesta a adaptarse activamente a sus necesidades, es decir, a del hijo con un gran enojo obligándolo a regresar a la veterinaria a
esa madre suficientemente buena, que pudo proveerle la ilusión de denunciar su conducta y pagar con sus propios ahorros el pez, lo
que el mundo contiene lo que él puede concebir (Winnicott, 1949). cual fue padecido por el niño. Frente a su conducta compulsiva de
Como señala Lustgarten de Canteros (2014) es un llamado a ser sustracciones, en una ocasión le imploró a la madre mediante la
registrado por el otro, constituyendo una búsqueda de los cuidados siguiente verbalización: “mama rezá para que yo no lo haga más”.
hogareños que siente haber perdido. Según esta autora la función para reforzar su confianza en la cerradura de puertas. Que teme el
parental está implícita en la función de sostenimiento, entendida robo, los asaltos, y caminar en los parques por miedo a ser atacado.
como una función viva en el sentido que acompaña esa nueva vida En el proceso psicodiagnóstico realizado, tanto en las entrevistas
que no se detiene, que cambia, sorprende, apena, alegra y que de- como en las horas de juego, el paciente muestra una desconfianza
manda capacidad de apertura y registro del procesamiento de esos inicial en la entrevistadora a partir de expresiones tales como; “vos
cambios. De este modo, la parentalidad requiere de la capacidad tenés una camarita así que no te contaré más,… “yo no robo todos
de identificación sensible con las necesidades y ritmos del niño y mienten”. El contenido de sus juegos consistió en las siguientes
demanda especial flexibilidad en lo que se refiere a poder acompa- construcciones: armar una casa para una madre sapa y sus sapos
ñar las progresiones y regresiones a la dependencia inherentes al pequeños, el juego de la casita robada, el ladrón-policía; donde el
proceso de crecimiento. ladrón le extrae a la entrevistadora algún/os miembro/s de su gru-
po de animales, autos o soldados. Los juegos de mesa responden
Presentación del Caso: emocionalmente a una acentuada competitividad, alta concentra-
Consultan los padres de un niño de 6 años 11 meses, porque desde ción, enojo y frustración cuando pierde, frente a lo cual reacciona
hace unos meses roba predominantemente en el ámbito escolar. agregando un particular cambio en las reglas acorde a su beneficio
Comenzó realizando sustracciones de objetos insignificantes; go- personal.
mas y monedas a los compañeros, golosinas en el supermercado, Para comprender psicoanalíticamente la situación clínica de Daniel
tornillos y arandelas del abuelo. Posteriormente le sustrajo el anillo se tomará en consideración el vínculo parento filial y los lazos de
de oro a la abuela, tarjetas de crédito de la cartera de la madre, etc. crianza establecidos con la familia ampliada, ya que como señala-
Daniel manifiesta que trae estos objetos insignificantes; “porque mos anteriormente pensamos que un niño es el punto de resonan-
pueden hacer falta”… “son para hacer un invento”. De la apropia- cia de un entramado familiar y social.
ción de los objetos más valiosos se justifica mediante fabulaciones. Creemos que los padres del niño no pueden rescatar al hijo de es-
El niño es presentado por sus padres como un niño de muy mal tos comportamientos antisociales, encontrándose paralizados por
humor, irritable, que se enoja ante la mínima frustración, que no el enojo que sienten.
admite órdenes, y que demanda constantemente. Hace un año na- Al padre se le hace difícil posicionarse como padre, ya que pa-
ció su hermana lo que provocó una importante rivalidad tanto con reciera que debe cumplir con los lineamientos normativos trans-
la niña como con la madre. Los padres se encuentran frustrados generacionales, constituyendo identificaciones miméticas que lo
e impotentes frente a la conducta de su hijo ya que expresan que conducen a un sinfín de repeticiones sin posibilidad de elaborar
atienden más a Daniel que a la nena y aún no consiguen respues- psíquicamente esos mandatos y crear los propios.
tas de satisfacción en su hijo, al que se refieren con la expresión; El encuentro afectivo con el hijo esta interferido por esta trans-
“nada le alcanza”. Los abuelos paternos cuidan a los niños en las misión que no permite conocer a su hijo, cerrando la posibilidad
tardes en su propia casa, y refieren que hay que observar perma- a una nueva interpretación, y así anhelarlo y desearlo a partir de
nentemente a Daniel frente a las travesuras que hace y sobre todo la empatía. Pareciera que el encuentro con el niño se realizara a
por las conductas de rechazo con su hermana. Ellos identifican dos través de un falso self, donde los adultos copian acciones que se-
conductas polares en el niño expresadas metafóricamente por ellos rían las que ellos dan por hecho como valiosas porque provienen
como; “Daniel el ángel” o “Daniel el demonio”. Lo de ángel remite de sus propios padres. Tomando la noción de Winnicott (1960) de
a actitudes cariñosas escasas. falso self, la sensación es estar atrapados por las demandas im-
El relato de los padres está cargado de enojo con el hijo, a quien postergables del niño porque no pueden sentir verdadera empatía
describen de psicópata y que tendrá problemas con la ley. El padre sintiéndose padres falso self, es decir sin recursos yoicos genuinos,
expresa que él mismo lo entregará a la policía al ser mayor de edad sin la capacidad de identificar e identificarse con las necesidades
si esto continúa. Ellos son de profesión abogados, siendo el padre y ritmos del niño.
también hijo de abogados. El abuelo, muy valorado por el padre de Estos elementos intrapsiquicos e intersubjetivos en plena tensión,
Daniel, es descripto por ellos como muy distante afectivamente. generan una interdependencia que potencia la falla del niño. Toma-
El discurso parental es racional y sus conductas descriptas frente a mos la noción de interdependencias recíprocas de García Badaracco
las conductas del hijo refieren a castigos tendientes a corregir sus (2006) que permite pensar el funcionamiento de la mente y las re-
malos hábitos a través de acciones donde el niño responda frente laciones entre las personas como algo esencialmente dinámico, y
al agredido con la devolución del objeto extraído. permite visualizar ese proceso como un “dialogo interior” entre el
Manifiestan un hecho particular en el que Daniel extrajo un pez de si-mismo con “los otros en nosotros”, a la manera de dialogo externo.
56
Si analizamos el acto del robo como un acto dañino y agresivo a un superyoicos que señalan la carencia de empatía.
otro, se podría analizar el nivel de tolerancia de los padres frente Los actings del niño comprometen el desarrollo de los recursos
a la destructividad por parte del niño. El ejemplo más claro es el yoicos, por ejemplo de la posibilidad de simbolizar y aprender. La
robo del pez. Winnicott enfatiza el papel crucial desempeñado por identificación introyectiva es sustituida por su antecedente, la iden-
el ambiente, el cual debe sobrevivir a la destrucción del sujeto en tificación proyectiva. Su modo de relación consiste en un modo
la infancia. Daniel encuentra que sus padres no toleran sus im- narcisista tiránico al servicio de su reafirmación. La frustración no
pulsos y realza sus actos antisociales seleccionando una conducta es tolerada, por lo tanto no adviene el pensamiento. Pareciera expe-
condenada desde lo social, como lo es el robo, que atenta contra rimentar el placer de la omnipotencia y el triunfo sobre los demás.
el pacto familiar existente con la ley. Uno podría plantear si este Pensamos que estas conductas evidencian un desorden familiar
terreno de lo ilícito y prohibido que el hijo figura, no pertenece a un y no estructural del niño, y son reactivas al ambiente, como una
lenguaje latente y existente en la organización familiar en la que forma de defensa. Un borde familiar evanescente conlleva a vulne-
las identificaciones provenientes del superyó están fallidas. ¿No rabilidad y vacío subjetivo, privaciones que dañan la constitución de
conformaría esta conducta antisocial de Daniel un eslabón de un la ternura y afectan también la dimensión ética de la constitución
patrón relacional familiar? subjetiva favoreciendo la agresividad. Corresponden a patologías
Si la mente se constituye a partir de una matriz relacional, ello im- de desvalimiento que se hacen presentes en la clínica actual.
plicaría que, impulsos y emociones tales como la agresividad, la Faltos de intimidad empática y de apuntalamiento seguro y estable
afectividad y el miedo en esta familia, son entendidos como expe- del psiquismo de los hijos, se conforman en Daniel mecanismos
riencias interactivas. El niño actúa y juega con los mayores miedos para evitar el sufrimiento psíquico ligados a aspectos disociativos,
de su padre; el ser robado o atacado. ¿Constituye esta actuación como la identificación proyectiva, la negación y la omnipotencia,
un mensaje que se lanza como un grito de búsqueda de un padre que gracias a las posibilidades de evolución y organización del
continente y comprensivo que lo registre en su singularidad? yo, se atenuarán en la medida que exista un cambio emocional
Todo indicaría que se ha interferido en su desarrollo emocional dis- en el entorno familiar y social próximo. El superyó puede incorpo-
torsionando la diferenciación entre lo lícito y lo ilícito, lo bueno y lo rar las pautas de convivencia aceptando los límites sociales, pero
malo. Si aludimos al destino del impulso destructivo de los niños, sobre todo aceptando la dependencia a partir de la confianza en
Winnicott (1960) señala lo importante que es para cada persona las figuras parentales sostenedoras. Capacidades parentales como
comprender que su apremio destructivo pertenece a su amor tem- contención, reconocimiento, entonamiento, empatía, sensibilidad
prano. Así se podría leer su mensaje a través de la siguiente ora- proporcionan un estado de confianza y protección para el contacto
ción; “Te busco, te encuentro, te tomo, te valoro, te uso, te destruyo intersubjetivo, para confiar en figuras de apego y para poner límites
y tu ¿sobrevives a mi ataque?”. Descifrando la construcción winni- a conductas disruptivas (Bleichmar, 2005). Ello tramitaría la vigen-
cottiana del uso del objeto se podría pensar que ello contribuiría a cia de las legalidades y el papel del consenso garantizando lo per-
poder sostener la presencia y continuidad del otro significativo que mitido y lo prohibido a partir de una regulación creada y sostenida
tanto necesita Daniel pero que no puede recibir. desde la parentalidad en el devenir familiar.
Un niño con impulsiones es aquel que no se puede gobernar a sí
mismo y entonces se desborda en un acto hostil, destructivo y exhi- BIBLIOGRAFÍA
be como característica principal la imposibilidad de frenarse (Soifer Dio Bleichmar, E. (2005) Manual de Psicoterapia de la relación padres e
1985). El le pide a su madre que lo ayude pero ésta lo condena. hijos. Buenos Aires: Paidós.
Daniel se muestra ansioso, enojado e impotente. La impulsión se Janin, B. (2011). El Sufrimiento psíquico en los niños. Psicopatología infan-
til y constitución subjetiva. Buenos. Aires: Noveduc.
caracteriza por un componente de impaciencia la cual se transfor-
Stephen, M. (1993). Conceptos relacionales en psicoanálisis. Una integra-
ma en desempeño motriz o síntoma corporal o un estado interno
ción. México: Siglo veintiuno editores.
de desolación. O sea que la impaciencia termina apoderándose de Rotenberg, E. (2014). Parentalidades. Interdependencias transformadoras
la motricidad aloplástica, manifestándose como choques reactivos entre padres e hijos. Buenos Aires: Lugar editorial.
agresivos en el que sustrae objetos para El valiosos, porque podrá Soifer, R. (1985) Psiquiatría Infantil Operativa. Tomo III. Buenos Aires: Edi-
construir algo a partir de ellos. Su fantasía probablemente gira en ciones Kargieman.
torno a crear algún sentido para sí mismo poblado de lo bueno que Winnicott, D. (1949).El Impulso a robar. En El Niño y el Mundo externo.
el otro posee y El no. La simbolización puesta de manifiesto en lo Ediciones Hormé.
lúdico plantea transferencialmente el robo de la familia de la entre- Winnicott, D. (1956). La tendencia antisocial. En Escritos de Pediatría y
vistadora donde claramente El es un ladrón que se queda con los Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.
objetos y sujetos de la familia que ella creó a pedido de El. Trans- Winnicott, D. (1960). La distorsión del yo en términos de self verdadero y
ferencialmente cuenta con la esperanza de encontrarla y retenerla falso. En Los Procesos de maduración y el ambiente facilitador. Estu-
dios para una teoría del desarrollo emocional. Buenos Aires: Paidós
para El, probarla y cuestionarla para poder depositar una confianza
que siente muy dañada. En el impulso a robar siguiendo la noción
de Winnicott (1949) el niño busca algo en alguna parte y al no en-
contrarlo, lo busca por otro lado si aún tiene esperanzas de hallarlo.
Esta disyuntiva le genera conductas disociativas que los abuelos
refuerzan al denominarlo mediante apodos polares descriptivos y
57
LA INANIDAD DE LAS PALABRAS
Croce, Ercilia Felicitas; Quiroga, Lucía
Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutierrez - Hospital General de Agudos Bernardino Rivadavia. Argentina
RESUMEN Silvina Gamsie comienza así su libro titulado “La Interconsulta. Una
La interconsulta es el escenario en el que se entrecruzan el su- práctica del malestar”. Es también por allí por donde nosotras ini-
frimiento biológico y el sufrimiento subjetivo. Esta conjunción le ciaremos el recorrido de esta presentación: por las dificultades que
genera dificultades a los psicoanalistas, quienes apuestan a man- el trabajo en las salas de internación le generan a un psicoanalista.
tener abierta la dimensión subjetiva del paciente, incluso cuando La interconsulta es el escenario donde se entrecruzan el sufrimien-
se trata de una enfermedad terminal. Aparecen además en esta to biológico y el sufrimiento subjetivo. Es allí donde se encuentran
encrucijada diversas demandas de los diferentes actores involu- el deseo médico de curar el cuerpo, y el deseo del psicoanalista de
crados: de la institución, de los médicos, de los familiares, y es el mantener abierta la dimensión subjetiva del paciente y plausible
analista quien tiene la capacidad de re-huir a dichas demandas, de ser escuchada. Cada individuo habla inmerso en significaciones
que deben ser tomadas y tenidas en cuenta, pero no es su labor que son por demás propias, y que marcan el tipo de padecimiento
responder a ellas. Frente a lo Real de la muerte, se hace presente singular de ese sujeto. Consideramos que es la función del psicoa-
el desamparo. Es cuando se presentan fisuras en la escena imagi- nalista escuchar lo que ese paciente tenga para decir y de-codificar
naria que una intervención es posible; allí el analista no interpreta, entonces la lógica de dicho sujeto.
sino que por el contrario deberá estar advertido de la inanidad de Sin embargo, ¿qué sucede con el sufrimiento subjetivo, cuando el
las palabras. Es necesario, en estos casos, poder acompañar los padecimiento físico se transforma en una enfermedad terminal?
tiempos subjetivos del paciente, manteniendo la distancia entre lo Desde el Psicoanálisis, se plantea que hay dos significantes frente
Real y la verdad del sujeto. a los cuales el sujeto nada puede decir: la sexualidad y la muerte.
Freud dice que “nuestro inconsciente no cree en la muerte propia,
Palabras clave se conduce como si fuera inmortal” (Freud, 1915, p. 297). Pero si
Psicoanálisis, Interconsulta, Enfermedad terminal, Sufrimiento la base de toda la práctica psicoanalítica, el inconsciente, no puede
dar cuenta allí de lo que sucede, ¿cómo intervenir, siendo psicoa-
ABSTRACT nalistas? Cuando está en juego la muerte, ¿hay algo que hacer a
THE INANITY OF WORDS nivel subjetivo?
Medical and Psychological Consultation in a General Hospital is the Lo pensaremos a partir de una viñeta clínica:
scenario where biological suffering and subjective suffering inter- Un paciente de 10 años de edad, al que llamaremos Lautaro, ingre-
sect. This conjunction creates difficulties for psychoanalysts, who sa al hospital por un tumor tronco encefálico, por el cual comienza
try to mantain the singular dimension of the patient teeming, even tratamiento de rayos y quimioterapia. El niño en la primera entre-
when it is a terminal illness. At this crossroads also appear different vista se muestra empático, con ganas de jugar y conversar pero
demands from the several actors involved: the medical institution, muy cansado, se quedaba dormido. De los juegos de mesa que le
the doctors, the relatives, and it is the analyst who has the ability to llevé elige para jugar uno que se llama “código secreto” que es un
take into account those demands, but not respond to them. When juego en el que hay que adivinar el código del otro. Aparece cierta
faced to the real of death, helplessness appears. When fissures in frustración al no adivinar el código, y me pide jugar al “Juego de la
the imaginary scene arise an intervention is possible; at this point Oca”. Luego de un tiempo debemos interrumpir el juego porque se
the analyst must not construe, but on the contrary must be warned queda dormido.
of the inanity of words. It is necessary, in these cases, to accom- Los padres relatan que lo ven bien a su hijo pero que juega me-
pany the subjective constructions of the patient, maintaining the nos. En esa misma entrevista la madre relata que Lautaro se
distance between the real and the singular truth. frustra mucho realizando la tarea escolar en su casa porque su
letra ya no es la misma y le cuesta más, debido a los efectos del
Key words avance del tumor.
Psychoanalysis, Medical Psychological consultation, Terminal illness, Las entrevistas se realizan en el espacio en el cual al niño se le
Suffering administra la quimioterapia. Jugamos al “¿Quién es quién?” y a
un juego de ingenio. Mientras jugamos al juego me cuenta entu-
“Habitualmente la interconsulta presenta ciertas dificultades a los siasmado que va a volver a empezar el colegio y relata que tiene
psicoanalistas que nos desempeñamos en un Servicio de Psico- muchas ganas de volver a ver a sus amigos. Cabe destacar que a
patología. Me refiero a los obstáculos que se nos plantean al par- este juego sólo eligió jugar antes de ir de visita al colegio. Podría-
ticipar en dispositivos no estrictamente psicoanalíticos, es decir, mos conjeturar respecto a la elección de este juego y el relato que
no basados específicamente en la asociación libre y la interpreta- lo acompaña: ¿Quién es quién si lo que lo caracterizaba ya no es
ción.” (Gamsie, 2009, p.1). lo mismo? ¿Cómo lo van a ver y cómo es él ahora? En la siguiente
58
entrevista me cuenta que vio a sus amigos dos días y estaba muy capacidad de re-huir a dichas demandas, que deben ser tomadas
contento por eso. y tenidas en cuenta, pero no es su labor responder a ellas; sino
En los siguientes encuentros elige jugar al “Uno”, al “Cerco” y al que será pesquisar en dicho entrecruzamiento la subjetividad de
“Juego de la Oca”. Es importante aclarar que el “Cerco” es un juego ese niño, siempre teniendo en cuenta desde el marco teórico del
en el que el objetivo es cercar al otro y dejarlo sin salida o cada psicoanálisis, que el juego supone un sujeto.
vez con menos posibilidades de lugares para poder moverse; uno A las demandas de los médicos en la interconsulta, en el caso de
va corriendo las fichas para que el otro quede “cercado”. En este los niños se suman las demandas de los padres. En el caso de
juego se frustra y lo interrumpe cuando está por perder. En los de- Lautaro, es de destacar el sostén familiar que posee: sus padres
más juegos participa riéndose. Podríamos pensar aquí al aparecer juegan con él y hacen chistes constantemente. El niño sigue asis-
la frustración, que la vivencia de este juego representa el empezar tiendo a reuniones familiares y la madre refiere: “si yo lo veo bien,
a encontrar cercadas las posibilidades de su vida, sentir que pierde yo estoy bien”. Sin embargo en la misma frase se hace presente la
sus condiciones y sus posibilidades. endeblez de la posición que ella intenta sostener: en los momentos
Las entrevistas siguientes el niño se encuentra más caído de áni- en los que se observan los efectos, tanto físicos como anímicos, de
mo, quiere jugar pero un rato, luego refiere que se siente cansado. la enfermedad en Lautaro, los padres se encuentran sin respuesta,
Me pide que le enseñe a jugar al ajedrez, luego elige cambiar de desamparados. Callan cierta información respecto a la evolución
juego y jugar al “Uno”. Sus padres relatan que lo ven más desani- de la enfermedad y él, al enterarse accidentalmente, se angustia.
mado y les preocupa que Lautaro camina mal, escucha poco y le Los padres a veces silencian cierta información relacionada a la
duele la espalda. enfermedad, “por el niño”; sin embargo a nuestro parecer esto no
Una de las siguientes sesiones refiere que no quiere jugar, y dice “y se trata solamente de ubicar una barrera entre el niño y la muerte,
casi que hablar tampoco porque no escucho bien”. Ante esto, llora sino también construir una barrera entre ellos mismos y la muerte,
y lo abrazo. La siguiente sesión me dice que no quiere jugar porque y así evitar enfrentar una situación no simbolizable. Como plantea
está triste. Llora al decirme que viene a visitarlo su tía y él “está Arminda Aberastury,
así”. Al preguntar qué es “estar así” cuenta que ahora lo tienen que “Los niños expresan su temor a la muerte, lo hacen a través del
ayudar hasta a bañarse (esto se debe a dificultades motrices que lenguaje no verbal más frecuentemente que con el lenguaje verbal,
comienza a tener). Además dice que está enojado con su mamá pero (…) es el mundo adulto el que teme enfrentar el problema. En
porque leyó en el celular de ella que le contó todo eso a su tía en muchos casos prohíbe que se hable con el niño o que se responda
un mensaje y no quería que le cuente. Llora y me abraza. Viene su a sus preguntas y en otros muchos le responde con mentiras. Le
madre y hablamos los tres sobre esto. Él le explica qué le molestó y es más difícil al adulto que al niño aceptar la idea de la muerte.”
su madre le pide perdón. Conversando los tres la madre me cuenta (Aberastury, 1978, p. 689)
que el fin de semana Lautaro le dijo: “yo soy feliz porque nosotros Es cuando se presentan fisuras en la escena imaginaria sostenida
tenemos nuestra casa y nos llevamos muy bien los cuatro.” Tam- por los padres, que se hace presente su desamparo; desamparo
bién dijo que empezó a hablar de que quería que festejen el cum- que lleva a demandar al analista: “No tiene tantas ganas de jugar,
pleaños de un año de su hermanita menor. En este relato aparece ¿qué hago?”. Pregunta dirigida a un gran Otro ante a un Real que
en el niño la valorización de lo que es la vida: menciona que se da irrumpe en la escena.
cuenta todo lo que tiene porque ve que se puede perder. Desamparado queda también el analista: “impotente” cuando el
Un tiempo después una fundación le regala a Lautaro y a su padre niño que jugaba dejó de hacerlo, cuando el pronóstico clínico no
un fin de semana en Mundo Marino. Habla sobre ello entusiasma- es favorable, cuando el niño somatiza el silencio de sus padres, y
do. Me cuenta la madre que él le pidió que le haga una torta que no hay nada allí posible de ser dicho. Es nuevamente Aberastury
yo había comentado que era fácil de hacer y rica y su madre se la quién dice:
hizo. Dice que en Mundo Marino también preguntaba por qué yo “Hay verdades muy difíciles de aceptar para el adulto (…) Si los
no había ido. adultos mienten u ocultan la verdad al niño, éste deja de creer en
Debido a las dificultades motrices para jugar al juego que más le ellos y no vuelve a preguntar. (…) El niño siente además una terri-
gusta, el “Uno”, su madre tiene que tirar las cartas que él le dice. ble confusión y un desolado sentimiento de desesperanza, creado
Las últimas entrevistas me pide que juguemos a este juego y que porque no tiene ya a quien recurrir.” (Aberastury, 1978, p. 690)
su madre lo ayude. Él no renuncia a jugar a su juego preferido, y Sin embargo, sabemos que el analista no es cualquier adulto, per-
busca quien lo pueda asistir. Aparece la pregunta en él, podríamos sonificando cualquier posición. Ante la singularidad de ese niño
pensar: “lo que él pierde, ¿cómo recuperarlo?” y aparece aquí el quien pasivamente vive intervenciones médicas quedando su cuer-
soporte de la madre quién le permite poder seguir jugando. El no po como objeto de la medicina, frente a la angustia de los padres
renunciar al juego es una elección del ser, una posición respecto a y la interpelación de los médicos, ¿qué lugar allí para el analista?
su deseo: no quiere renunciar a eso aún aunque no pueda agarrar Nos encontramos con un sujeto en un cuerpo gravemente enfermo.
las cartas. Un cuerpo Real, absolutamente desvelado, al cual, desde el psicoa-
Teniendo en cuenta que nos encontramos en un dispositivo en el nálisis, no podemos circunscribir.
que raramente es el paciente el que pide nuestra presencia, es En el caso de este niño, un elemento retorna sin velo: lo Real irrum-
necesario evaluar de quién es la demanda de que un psicólogo pe en el cuerpo. Es el propio Lautaro el que comienza a notar, y ver-
se haga presente allí. Pero además, es el analista quien tiene la balizar, las dificultades que surgen en su cuerpo. Y es en la medida
59
en la que él puede, con los elementos que posee, que intenta hacer BIBLIOGRAFÍA
frente a dicha irrupción. Dado que este niño demuestra poseer, a Freud, S. (1915) “De Guerra y muerte. Temas de actualidad” en Obras Com-
nuestro parecer, recursos simbólicos suficientes para enfrentar pletas Tomo XIV. Amorrortu, Buenos Aires.
aquello que lo invade, es que logra imponer un velo imaginario que Gamsie, S. (2009) La interconsulta. Una práctica del malestar. Ediciones del
Seminario, Buenos Aires.
lo defiende frente a la angustia. Es así como en las sesiones dirá,
Lacan, J. (1999) “El fatuo-millonario” en Seminario 5: Las formaciones del
por ejemplo: “¿Sabés que estoy más fuerte? Ayer me caí y me le-
inconsciente. Paidós, Buenos Aires.
vanté solo” ó “este huevo está gordo como yo pero yo no me caigo
Lacan, J. (2007) “Dos notas sobre el niño” en Intervenciones y textos 2.
tanto” (refiriéndose a los efectos que los corticoides tuvieron en su Manantial, Buenos Aires.
cuerpo). Lacan, J. (2007) “Medicina y psicoanálisis” en Intervenciones y textos 1.
Sin embargo, llegado cierto punto, esas herramientas no alcanzan. Ediciones Manantial, Buenos Aires.
La angustia lo invade. Se encuentra desamparado ante un Real im- Marquis, A.I. (s/f). El psicoanálisis en psico-oncología y cuidados paliativos.
piadoso: dice, al borde de las lágrimas, casi gritando, “no quiero Recuperado el 15 de Noviembre de 2016, de Centro de psicología clí-
jugar, y casi que hablar tampoco porque no escucho bien”. En otra nica, laboral y forense. Sitio web: http://www.cpcba.com.ar/psicoana-
ocasión, relata: “va a venir mi tía y yo estoy así”, luego de encon- lisis_psico-oncologia_cuidados_paliativos.html
trarse con lo Real de la evolución de su enfermedad, relatado por Raimbault, G.(1975) El niño y la muerte. Editorial Saltés, Madrid.
su madre en un mensaje de texto dirigido a su tía. Es allí donde el Salem, F. (2009). Pueden los analistas ejercer la interconsulta. Recuperado
el 15 de Noviembre de 2016, de Escuela Freudiana de Buenos Aires.
analista no puede más que prestar su cuerpo para abrazar al niño,
Sitio web: http://www.efba.org/efbaonline/salem-12.htm
quien llora.
Villanueva, S. (s/f)”Sala de juegos terapéutica”
Podríamos pensar que el recurso al que el niño apela es investir de
Villanueva, S. (s/f) “Abordajes terapéuticos en oncología pediátrica”
forma imaginaria la castración. Pero cuando algo escapa, cuando
se presentifica la castración real, ¿qué puede decir un analista?
¿Qué tendría que hacer un analista cuando la muerte se hace pre-
sente y el sujeto quiere vivir? ¿Se puede elaborar algo de esto?
Como plantea Lacan “la muerte (…) no se podría mirar de frente”
(Lacan, 1957, p.33). Sin embargo, podríamos conjeturar una hipó-
tesis: frente a lo Real de la muerte, una intervención es posible; allí
el analista no interpreta, sino que actúa en ocasiones como “el ana-
lista del abrazo mudo”, quien mantiene la distancia entre lo Real y
la verdad, quien debe estar advertido de la inanidad de las palabras.
El analista del abrazo mudo, en tanto a nivel del objeto es quien
no deja caer y permite advenir al sujeto allí donde la fisura de la
escena devela la angustia del encuentro con lo Real. Es el analista
quien mantiene la distancia entre lo Real y la verdad, ya que es
esencial que la verdad del sujeto subsista: que continúe jugando.
Es el analista advertido de la inanidad de las palabras ya que ¿qué
hay para decir que el propio sujeto no se haya dicho ya?
En una sesión el niño elige jugar a un juego en el que juntos debe-
mos construir una pared, colocando ladrillo por ladrillo. Al finalizarla
se pone un huevo arriba de todo y luego se deberán ir quitando uno
a uno los ladrillos sin que este se caiga. La pared que construi-
mos, también la destruimos. Es, en esta construcción-destrucción-
reconstrucción que gira el tratamiento. El analista deberá estar
advertido de su propia impotencia para asistir al paciente en su
proceso de construcción-destrucción-reconstrucción.
Es necesario, en estos casos, poder acompañar los tiempos sub-
jetivos del paciente. Estar advertido que las intervenciones y las
soluciones que se mantienen en una etapa, pueden no sostenerse
en un momento posterior, considerando que no se trata solamente
de los momentos de un análisis, sino de la complejidad propia de la
evolución de la enfermedad médica y el contexto que lo acompaña.
En dicha encrucijada, el analista debe estar allí, por sobre todas las
cosas, para sostener al sujeto propiciando un espacio donde pueda
existir un proceso de elaboración.
60
DISCAPACIDADES Y CAPACIDADES: UN SUPLEMENTO
NECESARIO EN LA CLÍNICA Y LA PRÁCTICA
INSTITUCIONAL CON NIÑOS/AS Y ADOLESCENTES
Cuéllar, Ixchel
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
61
cómo lo influye el contexto en el que vive posibilitando, o no, que en Ana?, ¿cómo dar lugar a la enfermedad y en consecuencia al
alcance esas características de desarrollo esperables para su edad. deseo de cura?
Se debe discernir qué capacidades tiene para vivir y relacionarse En supervisión se cuestiona la ilógica a la que conlleva un trata-
en el mundo social. miento terapéutico en el que se trabaja para facilitar los procesos
Dichas capacidades se van adquiriendo ya con las primeras expe- subjetivos de una nena, sabiendo que el evento disruptivo de la
riencias que tiene el bebé, con las relaciones que va estableciendo. muerte va a presentarse en su familia. Se establece una interven-
La adquisición de la capacidad de experienciar permite a la persona ción, se le plantea a la mamá como condición de inicio de trata-
sentirse real, lo cual, afirma Donald Winnicott, “es más que existir; miento terapéutico para su hija, el comienzo del tratamiento mé-
es encontrar una forma de existir como uno mismo, y de relacionar- dico para ella.
se con los objetos como uno mismo, y de tener una persona dentro Es interesante que esta intervención no se realizó en un tratamien-
de la cual retirarse para el relajamiento” (1971, p.154). to convencional, en un proceso donde apareció material clínico a
Ser creativo es estar vivo psíquicamente y para que en el desarrollo interpretar, sino que interpela a la profesional en la necesidad de
de un niño/a se logren las capacidades para vivir en un espacio resolver una situación, por lo que actúo aprovechando las posibili-
cultural, es fundamental la función de medio familiar que lo aloja. dades de intervenir causando un efecto psicoterapéutico (Winnicot,
1965). Dice Piera Auglanier que si bien “no es una terapéutica de la
Una intervención que posibilita lo terapéutico: el trabajo con la urgencia, aunque la urgencia ocupa su sitio en el registro psíquico
familia desde un marco institucional lo mismo que en el registro somático” (1984, p.168).
Las capacidades como logros en la constitución subjetiva están El tratamiento es para la niña, dará lugar a su singularidad, pero
articuladas con el medio ambiente en el que vive un niño/a como para que sea posible esto, es necesario tomar en cuenta los espa-
facilitador de los trabajos psíquicos, asimismo es el medio social cios que habita, sus vínculos con otros. El niño depende del aporte
donde se reflejan si se han alcanzado los logros subjetivos espe- de los padres para su crecimiento integral, por esto la función tera-
rables. Ana asistía a primer grado de primario, la escuela hace un péutica estaría dedicada a trabajar con el niño pero también con los
pedido de evaluación psicopedagógica a razón de que observaban padres, para que los aportes a su hiijo/a sean los adecuados para
en la alumna un lenguaje poco claro, juego solitario y dificultad para su desarrollo emocional (Splivalo, 2008).
seguir las consignas de la docente. A más de un año de la consulta, la madre hace su tratamiento mé-
El Equipo Psicoeducativo Central III del Ministerio de Educación dico, esto ha influido positivamente el estado emocional de ella y su
Especial, hace una evaluación psicopedagógica de Ana, labor que hija, posibilitando el tratamiento psicológico. Esta intervención fue
incluye entrevistas con la familia. Con la evaluación se decide cam- a favor de la organización psíquica, en torno a uno de los objetivos
biar a Ana a una Escuela Integral Interdisciplinaria, buscando una que se proponen como labor del profesional, a saber, fortalecer los
escolaridad que la acompañe en sus posibilidades y necesidades. aspectos más vitales de la persona, “reforzar la acción de eros a
Dado que las dificultades en lo escolar eran en relación al compor- expensas de tánatos” (Aulagnier P., 1989, p.172 ), lo cual apareció
tamiento, se le ofrece tratamiento psicológico gratuito en el Equipo como trabajo fundamental, fue un movimiento de apertura en el
Asistencial, en el Programa de “Asesoramiento y Asistencia Psico- tratamiento de Ana, una condición como parte del encuadre, en el
lógica en Niños/as con Dificultades Especiales”, de la UBA. que se movilizó la situación de su medio en términos más vitales.
La labor psicológica comienza con las primeras entrevistas con la
familia, y con los primeros encuentros con la niña. En la primer Las capacidades psíquicas como indicadores de salud
entrevista la mamá de Ana, de 23 años, pregunta a la profesional La consulta por Ana la realizan a sus 7 años, en ese tiempo su
‘¿puedo usarte de psicóloga?’, y cuenta que tiene una enfermedad lenguaje no tenía las características culturales que le da el acento
crónica que sin tratamiento médico corre riesgo de muerte, lo sabe y el tipo de palabras utilizadas en su medio social, un lenguaje en
hace 4 años pero aún así no piensa hacer tratamiento, ni siquiera neutro que nos remite más a la forma de hablar de los dibujitos
habla del tema con sus vínculos cercanos. Concluye esta entrevista que a las personas del entorno. Decía frases descontextualizadas,
diciendo respecto a las dificultades de su hija ‘no la quiero llenar de repitiendo algo dicho en otro momento. Presentaba juego solitario y
terapias, no quiero tratarla como una enferma’. No querer tratar la llanto desmesurado ante cualquier cambio.
enfermedad, es no querer aceptar la problemática, ¿en su negación Los tiempos esperables para arribar a determinados logros sub-
está mamá puede mirar a su hija y cuidarla? jetivos interpelan al tratamiento psicológico como una forma de
Hay que aprovechar el valor de las primeras entrevistas, en las que trabajo para acompañar, valga la redundancia, esos trabajos psí-
muchas veces surgen las cuestiones más relevantes que se des- quicos necesarios para la salud de Ana. ¿Qué posibilidades tiene de
plegarán en un tratamiento, pues aún no se han desplegado las experienciar el mundo compartido cuando no ha podido apropiarse
defensas y otra maniobras en el discurso del sujeto (Piera A., 1984). de las características de un lenguaje, más aún cuando existen difi-
Respecto a la pregunta de poder usar a la profesional como psi- cultades en el intercambio en el juego?
cóloga, parecería que ante tal estado de riesgo, esta mamá “trae El juego creativo y espontáneo da cuenta de varios logros en la
a la situación una cierta creencia, o la capacidad para creer, en constitución subjetiva, permite transformar en experiencia propia lo
una persona que la ayude y comprenda” (Winnicott D, 1965). Des- vivido. Para arribar a esa capacidad de jugar, es necesario que en
pués de la primer entrevista, las preguntas surgen en el espacio un inicio las primeras experiencias tengan que ver con un encuen-
de supervisión, ¿cómo influye este ocultamiento de enfermedad tro con otro que se adapte a las necesidades del bebé y posibilite
62
un vivir creador. El cuidador debe permitir la ilusión en el bebé de en su medio, estables y continuas, que le permitan confiar. Así
que él crea los objetos, y así posibilitar ese estado intermedio entre como ayudar a constituir la continuidad en su ser por medio de
la incapacidad para reconocer y aceptar la realidad y su creciente la posibilidad de tener experiencias, acompañándola a que des-
capacidad para ello. Esta situación se debe sostener en el tiempo y pliegue su accionar, su jugar. En el trabajo con ella, con su familia
la actitud de la persona en la crianza debe de ser congruente. Esto y con la escuela, es relevante establecer el cuidado para que las
ocurre en el momento de la dependencia absoluta, en el cual debe exigencias no aplasten los intentos subjetivos que aparecen como
darse el trabajo de unión necesario para, en principio, poder crear parte de la salud, y así no tenga que reaccionar sino que se le
relaciones con los objetos percibidos subjetivamente. facilite tener experiencias, pudiendo ser a partir de los deseos
Ana llegó al mundo cuando su mamá tenía 16 años, la familia ma- que le van surgiendo.
terna la recibió con actitudes ambivalentes, le exigían a la joven Pensar en las diferentes capacidades (relacionarse, jugar, estar a
madre el cumplimiento de su responsabilidad pero al mismo tiempo solas, etc.) como logros y sus posibles fallas, se vuelve un indica-
desacreditaban su rol y participaban todos en la crianza, repartién- dor clínico necesario cuando en la consulta se presentan niños que
dose los momentos de cuidado de la bebé. Esta situación ambiva- hablan y juegan pero ¿presentan intención comunicativa al hablar?,
lente y de constantes cambios puede ser confusa para alguien que ¿es ese un jugar creativo?, ¿cómo están en sus vínculos y cómo
recién conoce el mundo, se podría dificultar establecer la confianza se relacionan en contextos sociales?, ¿esa subjetividad es capaz
en el medio, y provocarle demasiadas exigencias.(Winnicott, 2012). de tener experiencias creadoras, de apropiarse de su desear en
Cuando existen imposibilidades en la adaptación del medio a las acción? Este indicador clínico no se opone a las conocidas discapa-
necesidades del bebé, inestabilidad y actitudes de cuidado dife- cidades, sino más bien las suplementa, ampliando y transformando
rentes, pueden dificultar el llegar al estado de unión y afectar los la visión sobre lo que puede incapacitar a una persona.
procesos constitutivos posteriores ¿Qué relación con la realidad Cuando hay alguna falla en el desarrollo que incapacita al sujeto en
compartida ha podido establecer Ana con base a esas primeras el placer de vivir, de relacionarse con otros preservando lo singular,
experiencias? una de las direcciones que se propone para el trabajo clínico, será
Cuando se logró establecer la confianza en el medio y existe la dirigir el tratamiento a la construcción de una vida personal capaz
unión que permite la capacidad creadora, es posible que en otro de tener experiencias y mantener relación con otras personas y el
tiempo posterior se adquiera la noción de no-yo y el yo, es decir, medio que forma parte de la realidad compartida.
una separación entre el sujeto y el ambiente que da lugar al “es-
pacio potencial con juegos creadores, con el empleo de símbolos BIBLIOGRAFÍA
y con todo lo que a la larga equivale a una vida cultural“(1971, p. Aulagnier, P. (1986). El aprendiz de historiador y el maestro brujo. Buenos
145). A la edad de Ana estas cuestiones se dan por sentado como Aires, Amorrortu.
logradas, pero clínicamente se podría suponer que si hubo fracasos Rodulfo, R. (2009).Trabajos de la lectura, lecturas de la violencia. Buenos
para establecer la continuidad del ser, la posibilidad creadora, la Aires, Paidós.
Rodulfo, R. (2012). Padres e hijos. En tiempos de la retirada de las oposi-
omnipotencia que se da con la adaptación del medio, podría haber
ciones. Buenos Aires, Paidós.
problemas en relación a esa capacidad creativa necesaria para ju-
Silberkasten, M. (2006).La construcción imaginaria de la discapacidad.
gar y tener experiencias culturales.
Buenos Aires, Topía Editorial.
Ana pareciera armar escenas de juego simbólico, pero finalmente Punta Rodulfo, M. (2005). La clínica del niño y su interior. Un estudio en
se desenvuelven como una descripción de acciones de los perso- detalle. Paidós, Buenos Aires.
najes, se van a dormir, comen, se bañan para ir a la escuela, etc., Winnicott, D. (1961), “Psicoanálisis y ciencia: ¿amigos o parientes?”. En: El
sin llegar a una dramatización, al empleo de símbolos en una pues- hogar nuestro punto de partida, Buenos Aires, Paidós, 1994.
ta en escena en la que se despliegue una historia que de vitalidad Winnicott, D. Exploraciones Psicoanalíticas I. Buenos Aires, Paidós, 2015.
a los personajes y tengan emociones. Escasez en la vida cultural y Winnicott, D. (1965).Exploraciones Psicoanalíticas II. Buenos Aires, Paidós.
en el juego, denotan un fracaso al establecerse la confianza en la Winnicott, D. Clínica psicoanalítica infantil. Buenos Aires, Lumen Hormé, 1993.
adaptación del medio a las necesidades del niño/a en las primeras Winnicott, D. La naturaleza humana. Buenos Aires, Paidós, 2012.
experiencias vividas que determinan el espacio potencial entre el Winnicott, D. (1971). Realidad y juego. Barcelona, Gedisa.
sujeto y el ambiente.
Otra característica clínica es que en los juego de Ana los muñecos Fuentes electrónicas:
Splívalo, G. Clase de Teóricos. Clínica de niños y adolescentes. UBA Psi-
se mueven en grupo, y en los dibujos aparece la representación
cología Carrera de Grado, Buenos Aires, 18 de junio 2008. Obtenido
múltiple de niñas/os. Esta cuestión es relevante en tanto que las
el 12 octubre de 2016. Sitio Web de la Cátedra: http://www.psi.uba.
identificaciones forman parte de la constitución psíquica, pero es
ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/electi-
necesario el pasar de identificaciones basadas en proyecciones, a vas/043_ninos_adolescentes/material/fichas_catedra/interconsul-
distinguir a otros como diferentes. Para ser uno mismo en relación ta_medico_psicologica.pdf
con las personas de nuestro entorno, es indispensable haber lo- Pelento, M. Teoría de los objetos y proceso de curación en el pensamiento
grado que el objeto no exista por proyecciones e identificaciones y de Donald Winnicott. Exposición publicada en la Revista Asociación Es-
bajo el control omnipotente, sino que tenga exterioridad, su propia cuela Argentina de Psicoterapia para Graduados, Nº11, 1985. Obtenido
autonomía y sean constantes. el 14 de octubre de 2016. Sitio Web de El Psicoanálisis Org: http://
Los objetivos del trabajo con Ana apuntan a instaurar condiciones www.elpsicoanalisis.org.ar/old/numero2/pelento2.htm
63
EL CUERPO “RECALCULADO” Y LA EXPERIENCIA
DE LA CORPORALIDAD
Del Cioppo, Gustavo
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
64
sujeto y cuerpo-objeto. El primero es el que responde al “yo soy Desde ellas, se declara al cuerpo como “obsoleto”, en línea -entre
mi cuerpo” (perspectiva de la primera persona) y el segundo al “yo otras propuestas- con la búsqueda de la “muerte de la muerte”
tengo un cuerpo” (perspectiva de una tercera persona). Éste último, (la superación de lo corpóreo como nuevo ideal de trascendencia
como ya señalamos, se siguió constituyendo en objeto de estudio e e inmortalidad). Ambas conllevan a la vez, al descentramiento del
investigación para las ciencias naturales. cuerpo antropomórfico y sus límites como “localización o anclaje”
Merleau-Ponty fue quien hizo los esfuerzos más significativos en de la vida y lo viviente, y a la expansión de la intervención técnica
este campo para la integración de ambas perspectivas. Tomemos –a escala molecular- en la composición de lo viviente. La vida ya
por ejemplo –siguiéndolo- la simple acción de entrecruzar las ma- no estaría “contenida” en los cuerpos ni presituada por el lenguaje
nos o recorrer al tacto el cuerpo, soy y me siento explorante y ex- o deseo, sino en “material humano y no humano viviente y explota-
plorado, percipiente y percibido. Nunca se establecerá una relación ble” (Rodríguez, 2015, pág. 73).
ni sensación simple como entre cuerpo y objeto, por lo tanto el Ya lejos estamos de concebir los avances bio-médico-tecnológicos
cuerpo no es objeto sino aquello gracias a lo cual hay objeto y otros. prioritariamente al servicio de la recomposición de la salud; en la
La experiencia de la corporalidad es nuestra experiencia de habitar actualidad los dispositivos bio-médico-tecnológicos, con sus inter-
el mundo y hacer-nos junto con otros. venciones y/o interfaces, persiguen la optimización, la detección de
En reemplazo de la orientación hacia el cuerpo objeto, el “yo ten- susceptibilidades y la programación (y reprogramación); claramen-
go un cuerpo”, acudimos al “yo soy mi cuerpo”, que no es otra te basados en una concepción del cuerpo y la vida que nos reedita
cosa que la “experiencia de la corporalidad”. Pero nunca entendi- la idea de “máquina”, pero ya no aquella mecánica, sino que esta
da como una experiencia acabada ni con límites precisos, siempre vez estamos frente a la “máquina computacional”.
como instancia actuante, subjetivante, vinculante, vivida, expresi- “Hoy, en cambio, proliferan otros modos de ser. Alejados de la ló-
va, afectiva, etc. Por eso, aunque el lenguaje mismo sigue siendo gica mecánica e insertos en el nuevo régimen digital, los cuerpos
tributario de un dualismo difícil de superar, llegamos a hablar de contemporáneos se presentan como sistemas de procesamiento de
“cuerpo vivido”, “sujeto encarnado”, “cuerpo sujeto”, “corporalidad datos, códigos, perfiles cifrados, bancos de información. Lanzado
subjetivante”, etc. a las nuevas cadencias de la tecnociencia, el cuerpo humano pa-
“...Si reflexionando sobre la esencia de la subjetividad la encuentro rece haber perdido su definición clásica y su solidez analógica: en
vinculada a la del cuerpo y a la del mundo es que mi existencia la estera digital se vuelve permeable, proyectable, programable.”.
como subjetividad no forma parte más que de una sola cosa con mi (Sibilia, 2005, pág. 14)
existencia como cuerpo y con la existencia del mundo y que, final- Si además, situamos el ámbito específico de la virtualidad y los vín-
mente el sujeto que soy, tomado concretamente, es inseparable de culos socio-técnicos actuales, decididamente la corporalidad es in-
este cuerpo y este mundo» (Merleau-Ponty, 1993, 417). terpelada problemáticamente por nuevas condiciones y configura-
La experiencia de la corporalidad tampoco podrá ser abordada sino ciones en la producción de subjetividad, la narrativa de la identidad,
entramada con aquellas otras que hacen al acontecer humano y la noción de presencia (articulación temporo-espacial), el concepto
de las cuales se constituye en referencia primera: la espacialidad, de propiedad (y sus atravesamientos éticos), etc.
la temporalidad, la afectividad y sexualidad, la intersubjetividad y Si bien se trata también de asumir nuestra ignorancia expectan-
el lenguaje. te, reflexiva y crítica respecto de un escenario de dispositivos y
“El cuerpo vivido no es solamente el origen en perspectiva de mis prácticas inéditas con alcances y efectos inanticipables, podemos
percepciones ni el sitio de su integración, es el medio por el cual problematizar algunas cuestiones.
yo poseo el mundo, en tanto que estructura y organiza las posibi- “Recalculando”: ¿se trata de un neo-cartesianismo? ¿Un upgrade
lidades de participar en el campo de la experiencia” (Stanghellini, de la res extensa, de la materia? ¿O justamente lo contrario: una
2009, pág. 57) reedición de la supremacía de la mente? ¿Realmente podemos de-
La corporalidad así comprendida, en tanto experiencia compleja y clarar el estatuto computacional del cuerpo humano y reducirlo a
multidimensional, nos permitirá reflexionar de otro modo respecto patrones de datos que actúan algorítmicamente? ¿Un cuerpo so-
de problemáticas, propuestas y embates como los que nos plantea mático, un cuerpo extendido, un cuerpo calculable?
la tecnociencia biomédica actual -entre otros dispositivos- regida y Hoy podemos desprender dos grandes consecuencias propositivas:
enmarcada en Biopolíticas en franca expansión. aquella que pregona algo del orden de la descorporalización/des-
A partir de la segunda mitad del siglo XX, surge con Foucault el encarnación y aquella que nos convoca a pensar en las nuevas
concepto de Biopolítica. La biopolítica actual se entrama y sitúa de condiciones y medios para la experiencia de la corporalidad.
modo preponderante a las tecnologías. Dicho de otro modo, hoy En la primera detectamos dos tendencias: la de la materia deslo-
resulta insoslayable la dimensión de lo que Nancy definió como calizada de los cuerpos como sede de nuevas composiciones de
“la gestión técnica de la vida” y, consecuentemente, esas configu- vida (biomasa de células y tejidos vivos e información genética); y
raciones que podemos denominar como inéditas “formas de vida la de una mente autónoma, rebelada a la obsolescencia del cuerpo,
tecnológicas” (Costa, 2016). La biopolítica hoy, sería primariamente con patrones de información y con el sueño de replicar y transfe-
biotecnológica. rir esos patrones a un dispositivo computacional (nuevo ideal de
Estas nuevas condiciones interpelan decisivamente la experiencia trascendencia de lo mortal). Ambas tendencias con un dualismo
de la corporalidad y las concepciones del cuerpo, así como de la subyacente.
vida (y la muerte). Por otro lado, está la apuesta de pensar la vida desde la experiencia
65
de la corporalidad; desde sus potencias, conexiones, atravesamien- Rodríguez, P. E. (2015) “La vida en la era de su reproductibilidad artística.
tos y capacidades de afectación; sus devenires, sedimentaciones y Biopolítica, biotecnología y bioarte”, en Revista Artilugio, Dossier.
encuentros significativos. Reivindicando su dimensión compleja y Rovaletti, M.L. (1998) “La objetivación del cuerpo o el cuerpo como si-
multidimensional: actuante, subjetivante y vinculante. mulacro biológico”, en Rovaletti, María Lucrecia (ed.): Corporalidad.
La problemática del cuerpo en el pensamiento actual, Buenos Aires,
Lugar Editorial.
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Descartes, R. (1641): Méditations Méthaphysiques, Presses Universitaires,
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Stanghellini, G. (2009) “Corporeidad y esquizofrenia”, en World Psychiatry
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Merleau-Ponty, M. (1969) Fenomenología de la percepción, Buenos Aires,
Planeta-Agostini, 1993.
66
CONCEPTUALIZACIONES SOBRE EL DISPOSITIVO DE
HOSPITAL DE DÍA: APORTES DESDE LOS DESARROLLOS
DE D. W. WINNICOTT
Del Olmo, Juan Daniel
Proyecto Suma. Argentina
67
ritmos del hospital de día- por otra -las exigencias de la sociedad-, dad para habitar sus cuerpos” y para aceptar el límite de la piel; se
continuando un tratamiento ambulatorio individual, incorporado a la vuelven “ incapaces de relacionarse con los objetos”. Se “sienten
idiosincrasia por lo menos porteña. irreales” en relación con el ambiente, y también “sienten que el
Tiempo entre tiempos, tiempo a destiempo, el pasaje por el hospital ambiente es irreal”.” (Winnicott, ibid.).
de día conlleva otra temporalidad, en la cual cobra importancia el Las funciones ambientales que contribuyen al desarrollo en estos
proceso de un trabajo, incalculable en su duración y resultados, términos han sido conceptualizadas como el sostén (holding), el
adaptando el tiempo cronológico al ritmo del trabajo de elaboración manejo/encargarse (handling) y la presentación de objetos (object
propio del sujeto, y no el del paciente a los tiempos del Otro como presenting). Nótese que en el inglés original en cada caso (al igual
respuesta a una grilla estándar de tareas. Surge de esta manera que con being) el término es un gerundio, que da la pauta de que
una clínica de la singularidad en un dispositivo grupal. no se trata de una acción discreta, sino continua: posiblemente ni
Interesa aquí recordar una intervención de una paciente en una se- siquiera específica aunque sí lo sea su efecto.
sión de psicoterapia de grupo. Dice, crípticamente en un principio, El sostén reúne las intervenciones tendientes a propiciar un en-
acorde a su estilo, que existe un momento en el que no hay y otro cuadre estable que contenga lo informe del infans y la locura (en
momento en el que si. Ante el pedido de sus compañeros, aclara el más amplio de los sentidos) del paciente. El hospital de día so-
que si quiere comprar algo, debe evaluar dónde comprar, salir, to- porta ambas cualidades, locura e informidad: tolera sus excesos
mar un medio de transporte, llegar hasta el sitio de venta, pedirlo, y los aloja, estableciendo coordenadas espacio-temporales, pro-
pagarlo. Concluye: “hay que hacer un trayecto, que es lo que me- porcionando un cuidado cercano. Se presenta como un lugar ante
nos se tiene en cuenta y lo que más importa.” Asimilando esta re- el derrumbe de otras inserciones, evitando el agravamiento de las
flexión a un proceso terapéutico, remite a pensar en un movimiento sensaciones de soledad e incomprensión. Se trata de sostener,
compatible con el concepto de continuidad existencial, en el inglés hacer de soporte, acompañar al sujeto que se siente atravesado,
original continuity of being. Being constituye el presente continuo interrumpido, interceptado, violentado por lo loco: por afectos, pen-
para ser - estar, cuya traducción Rodríguez prefiere realizarla como samientos e impulsos que lo hablan, ya sea transitoriamente o de
estarsiendo (Rodríguez, 2012), conservando ambas acepciones. larga data, tan larga a veces que no hay recuerdo de otra cosa.
Esta continuidad se trata de una organización del tiempo de las Esta función de sostén se encuentra compartida entre el encuadre
experiencias que irán solventando el desarrollo de los procesos proporcionado por lo institucional, los terapeutas y los compañeros
de maduración, dando por resultado una configuración estable del de tratamiento, lo cual acarrea intensas consecuencias afectivas y
self. La integración (integration), la personalización (personalisa- transferenciales. Interesa aquí recordar que Winnicott relaciona el
tion) y la realización (fulfilment) constituyen los trabajos psíquicos a sostén, en un ámbito psicoterapéutico, no necesariamente con una
través de los cuales se constituye un cuerpo, una subjetividad que actitud física, sino con la provisión de palabras y de un ensueño
lo habite, y un mundo en el cual se viva: se trata de “la transición (reverie) que recubra simbólicamente lo que viene descarnado. Por
del estado de ser primario al estado de Yo soy, esto es, el paso del su parte, McDougall objetiva una función de la comunicación, a la
ser al Yo soy” (Lacruz Navas, 2011). Estos procesos son facilitados que denomina primitiva: la comunicación como contacto, en la cual
por funciones ambientales, a través de la disponibilidad a la adap- el contenido es secundario al objetivo principal, el cual se refiere
tación de las necesidades del infans, por parte de las figuras paren- a contar con otro. En este sentido, el uso que los pacientes hacen
tales. El ejercicio suficiente de estas funciones produce un efecto de las redes sociales, especialmente de un grupo de whatsapp au-
de confiabilidad, una creencia en la garantía de que es posible ser togestionado por ellos, puede oscilar entre lo verbal y lo primitivo,
sin sufrir intrusiones, sin verse obligado a reaccionar. Sentirse ser como una continuidad de contacto y presencia aún a distancia ve-
constituye el centro de la conceptualización del self. hiculizada por la virtualidad; aunque de ninguna manera ello sea
exclusivo de la situación clínica en cuestión, sino un hecho de la
Procesos de maduración y proceso psicoterapéutico. Winnicott vida cotidiana contemporánea.
insiste a lo largo de su obra en que el modo de intervención clínica El término handling viene a representar una serie de actos de las
en la infancia temprana presenta un isomorfismo con la técnica a figuras parentales que se emparejan con el proceso de personali-
emplear en las patologías graves en adultos; existe tanto una madre zación, cuyo corolario resulta en la consolidación de la residencia
suficientemente buena (good enough mother) como un analista su- de la psique en el cuerpo y el agenciamiento de los actos por algo
ficientemente bueno, ambos prestos a adaptarse a las necesidades que se sienta ser uno y pueda decir yo (self). La traducción textual,
de ser del sujeto, reconociendo “la tendencia del sujeto a desinte- clásica, por “manipulación” desliza una cosificación de quien re-
grarse, a dejar de existir, a la caída interminable” (Winnicott, 1963). cibe los cuidados parentales. Si bien “manejo” como significante
Esta voluntad de adaptación se traduce en funciones que facilitan corre mejor suerte en el campo psicoanalítico (de hecho, se utiliza
el desarrollo de los procesos de maduración. Los mismos se ven como sinónimo de maniobra e intervención), se ha de preferir la
afectados en un curso contra gradiente en las descompensacio- traducción propuesta por Rodríguez (2015) de “encargarse”. En
nes psicóticas: procesos, fantasías y angustias de desintegración, este encargarse, las generalidades de las funciones fisiológicas
despersonalización y desrealización: “La enfermedad psiquiátrica (sueño, alimentación, eliminación, motilidad, comunicación) del ca-
suele ser descripta en un lenguaje que indica fracasos específicos chorro humano adquieren una singularidad en su convergencia con
del paciente en establecer éstas y otras posiciones infantiles, las el trato que recibe del otro.
personalidades se “desintegran”, los pacientes “pierden la capaci- Encargarse de un paciente, en el contexto de un tratamiento en un
68
hospital de día, implica una serie de cuestiones: estar atento, entre y manejos de tiempo y espacio, hábitos de higiene, tendencias de
otros menesteres, al estado y funcionamiento psíquicos actuales cuidado, destructivas y reparatorias. Por su parte, los talleres pro-
(1), para poder intervenir (2) de manera tal de favorecer la aparición porcionan una serie de experiencias y producciones, que no forman
y el aprovechamiento de experiencias alternativas a las conocidas; parte necesariamente del quehacer ni de la disponibilidad en la vida
el trabajo propiamente analítico, el manejo de la transferencia, la cotidiana. Ofrece un marco de expresión en diversos soportes, y de
provisión de pautas de cuidado (incluso de alarma) a los familiares. integración entre las emociones, aspectos vinculados con la relación
Posiblemente en los casos de mayor perturbación estas funciones con el cuerpo, la creatividad, el otro y el funcionamiento cognitivo, y
cobran un matiz más concreto: acompañar a algún paciente a un un hacer con éstos más o menos balizado.
taller, despertar a otro para una actividad que se considere impor- Capítulo aparte, la relación y el uso en el vínculo con el otro, tanto
tante específicamente. Paralelo a ello, importa saber no hacer: abs- en las relaciones objetivamente simétricas (con compañeros) como
tenerse, “hacer silencio en sí” (Nasio, 1996), acompañar el gesto asimétricas (staff profesional) ponen en primer plano la capacidad
espontáneo, la creatividad, la libertad, el agenciamiento del acto de repetir y de inventar escenas, las dos acepciones de la transfe-
subjetivo: “Al comienzo están el acto y el gesto. Luego vienen las rencia. Lacan diferenciaba dos modos del azar que amerita recoger
fantasías, los pensamientos, los sueños, los juegos, la imaginación. a propósito de este tema: automaton (la insistencia del significante,
¡La vida entera es un après-coup! Los actos y los gestos la inician, la compulsión a repetir - puede agregarse, la misma historia, el
marcan su sino y su destino”. (Khan, 1983). Khan manifiesta poéti- mismo vínculo, con el mismo clisé, en términos freudianos) y tyche:
camente la suplementariedad (Rodulfo, 2004) entre el acto (repre- el encuentro con lo real, sus irrupciones incalculables, la sorpresa
sentante del encargarse) y el gesto (expresiones de la cualidad de que excede el status quo del registro simbólico; “es el golpe en
lo viviente): no se trata de intervenir para dirigir ni manipular, sino la puerta que interrumpe el sueño”, dice Evans, (1996). Deleuze y
para atender (estar a la expectativa y facilitar) al encuentro con Gauttari en El Anti Edipo (1972) situaban críticamente la concepción
la creación / el descubrimiento. El acto atento del otro permite la del inconsciente cual teatro, donde se representa siempre el mismo
asunción del acto subjetivo propio. argumento edípico con diversos ropajes; distinto a un inconsciente
En tercer término, el proceso denominado fulfilment (traducido con- - fábrica, cuya producción es la deseante. Varios otros autores han
ceptualmente como comprensión, realización o relación de objeto) reconocido esta segunda escena de la transferencia, tierra fértil
se ve enriquecido y obstaculizado por las vicisitudes del ejercicio de tanto para una nueva oportunidad de inventarse a uno mismo (Pon-
la función ambiental de presentación de objetos (object presenting). talis, 1997), como de comenzar a existir (Winnicott, 1989), inscri-
Fulfilment implica la finalización de un proceso de subjetivación, en biendo experiencias originales. Incluso algunos (Bleichmar, 2000)
el cual queda separado y vinculado un interior y un exterior, un yo y hablan de neogénesis, esto es, sucintamente, modificaciones cuali-
un otro, un sujeto y un objeto; movimiento que viene desde afuera tativas en la estructura a través del trabajo analítico.
a fortalecer y culminar los trabajos psíquicos previos de integra- Winnicott distingue una relación de objeto (objeto subjetivo, deposi-
ción y personalización. La presentación de objeto constituye una de tario de proyecciones, el de la fantasía) y el uso de un objeto (objeto
las modalidades de la presentación del mundo para que el sujeto objetivo, que ha sobrevivido y limitado las tendencias pulsionales
pueda manipularlo: ofrecimiento para la creación y el correlativo del sujeto, demostrando su exterioridad y su confiabilidad). El lu-
encuentro de un modo singular de tratar con los objetos subjetivos, gar del terapeuta oscila entre ambos márgenes, siendo partícipe
objetivos y los fenómenos transicionales. de la apertura de la tercera zona, transicional, creativa, la zona de
Cabe recordar a propósito de de esta función ambiental la provisión jugar tan especial que es el espacio psicoanalítico. Tres posiciones,
y el uso de los llamados objetos analíticos (Bollas, 1987), entre los entonces: la denominada transferencia imaginaria, la de la exte-
cuales originalmente se incluyen los elementos materiales del en- rioridad, y la de compañero del juego - playing, (manifestación del
cuadre, elementos de los procedimientos analíticos, elementos de self) del análisis.
la personalidad del analista (hemos de considerar sólo el funciona- Nodal en la conceptualización de su obra, la disponibilidad (de las
miento mental de éste, apreciable en sus intervenciones y su estilo, figuras parentales, del Estado, de la función del analista) se erige
propiciando así una distancia con las referencias de la cura como como la cualidad fundamental para el tratamiento no sólo de lo gra-
el ofrecimiento del analista como modelo), y aquellos propios de los ve, aunque sea el tema de estos desarrollos, sino de las situaciones
conceptos analíticos adoptados (Accioly Lins, 1999). clínicas en su generalidad. Estar disponible para la adjudicación de
En una enumeración no exhaustiva de objetos presentes en el set- un papel ajeno y desconocido en la escena transferencial; disponible
ting, amerita incluir los elementos tanto físicos como simbólicos; para sostener el silencio, con calma y abstinencia, ante la no comu-
los talleres y sus producciones; los otros, pares y profesionales y nicación e incluso la necesidad del analizante de permanecer es-
sus intervenciones. condido, pero también para limitar y desafiar la omnipotencia de las
Los elementos del encuadre ponen al trabajo la relación con la nor- fantasías más terribles y voraces; disponible asimismo para un ha-
matividad (reconocimientos, aceptaciones y transgresiones, negocia- cer con palabras, fenómeno transicional heredero del jugar infantil.
ciones, transmisiones de las reglas institucionales y los acuerdos de
convivencia, tanto arbitrarias como consensuadas), las vicisitudes del El tiempo de concluir. Un buen momento para concluir; quizás ésa
estar con otros y la relación con el espacio a habitar propio. Así, el en- sea una descripción más afín para la mejor versión del cierre de
cuadre se consolida como el escenario primordial donde se eviden- tratamiento, manteniendo el sentido equívoco de la conclusión, en-
cia, pudiéndose abordar in vivo, las desorganizaciones, confusiones tre finalización de algo y una reflexión sobre lo manifestado previa-
69
mente; en particular, considerando que éste puede deberse a varias lo muerto…”
causas: el abandono, la derivación a otra institución o dispositivo, o Volviendo a citar a la paciente de la referencia previa, importa re-
el propio “alta”, que requiere algunas consideraciones. cordar que cuando ya se encontraba en proceso de alta, afirmó
El levantamiento de los síntomas ha sido una de las brújulas desde que el trabajo que quedaba por delante era encontrar “las cosas
los primeros días del Freud decimonónico. Este cese de expresio- buenas” que tenía en el interior del dispositivo, afuera: la re-s(us)
nes sintomáticas ocurre luego del arduo trabajo de rebalancear la titución, entendida no tanto como el reemplazo de una actividad por
ecuación de fuerzas en la relación del sujeto con su deseo, en el otra, sino la libidinización de una inserción en el mundo que sos-
campo de las neurosis. Así, podría entenderse que lo que se trata tenga al paciente, suele ser el trabajo que denota la compensación
de curar (enfatizando el tratar como proceso -tratamiento- y como del tipo psicopatológico.
intento) es esta relación, su estructura. Lacan lo expresa en la fór-
mula del fantasma, y situará como fin de análisis el atravesamiento Conclusiones. En el presente artículo se ha realizado una lec-
de éste junto con su testimonio. Para el ámbito de lo no neurótico tura de las principales características del dispositivo de hospital
(3), población prevalente del dispositivo de hospital de día, la pro- de día en salud mental, tomando como referencia algunos de los
blemática de la cura y del “alta” difieren. Suelen aparecer términos conceptos del pensamiento de Donald Winnicott. Se ha trabajado
de filiación psiquiátrica, por ejemplo, compensación o estabiliza- en un paralelismo entre los procesos de maduración del yo y las
ción del cuadro de base, como criterio de cierre de tratamiento en funciones del ambiente facilitador durante la primera infancia, con
el dispositivo, lo cual no excluye la indicación de continuidad en los movimientos psíquicos y las intervenciones terapéuticas que se
otro encuadre. propician en este tipo de encuadre.
Winnicott utiliza el término “good enough” para designar la cuali-
dad de una figura parental o terapéutica de cumplir con determi- NOTAS
nadas cualidades necesarias, suficientes. “Suficientes” significa lo (1) Winnicott diferencia un ámbito de necesidades del yo, de otro propio de
indispensable (que no es poco) para acompañar y favorecer el de- las exigencias del ello. Asimismo plantea que en determinados casos con
sarrollo subjetivo del individuo. Cabe disponer del mismo sintagma pacientes se hace imprescindible una serie de cuidados, de sostén, previos
para referir al proceso terapéutico realizado por un paciente, eva- a la tarea propiamente analítica: la interpretación. Varias décadas poste-
luando la pertinencia de poder determinar “it´s enough”, un punto riores a sus desarrollos, hoy se puede afirmar que los primeros también
de basta, suficientemente bueno en los resultados, que sancione forman parte del trabajo analítico. Otro aporte en el mismo sentido lo rea-
un trabajo realizado. El buen momento para concluir no depende liza Balint, con su postulación de dos niveles de trabajo psíquico: el ámbito
sólo de la estabilización del cuadro psicopatológico: también, en el de la basic fault (traducida como falta básica) y el edípico, caracterizados
diferencialmente.
mejor de los casos, de la posibilidad de dar cuenta de la experiencia
(2) Suele utilizarse el término “intervención” en varios sentidos. Dentro del
pudiendo finalizarla. En otras palabras, tener la capacidad de decir
campo de la salud mental, aparece como un sinónimo de actos terapéuti-
algo sobre el recorrido, concluir para qué ha servido (y para qué no)
cos: las intervenciones del terapeuta engloban tanto las formas verbales,
el dispositivo. Qué saldo queda al cerrar la cuenta, aun entendiendo como conductuales y atinentes al encuadre. Sin embargo, guarda el riesgo
que no todo podrá decirse, dado que varios de los procesos des- de transformarse en un fenómeno del ámbito político: la intervención como
criptos son inefables e inenarrables por su cualidad preverbal. Este una forma de imposición violenta (sin importar lo válido de su propósito).
tiempo se evidencia por una retirada significativa de la participa- En tal caso, supone una intrusión, que guarda el potencial (traumático) de
ción en las actividades, cuando ésta era frecuente. Cierto cansancio generar reacciones. La política que se deja entrever en la perspectiva win-
y ensimismamiento por la repetición de lo que antes aparecía como nicottiana es la de lo good enough: un hasta ahí (como meta y como punto
un objeto de uso y ahora ya no. Paralelamente, el exterior comienza de basta), suficiente. Aún más, resultaría interesante poder separar lo good
a poblarse, de personas, vivencias, proyectos (no todos viables) con enough de las cualidades de quien encarne tanto las funciones parentales
un ánimo de curiosidad y vivacidad; vivacidad que constituye el como la psicoterapéutica, para considerarlo asimismo una orientación para
centro del self, “la cualidad de lo viviente” (Rodulfo, 2009). La cura determinar el momento de concluir de un tratamiento, tal como se desarro-
se refiere a ello: menguar la mortificación traída por el padecimien- llará en el último punto de este trabajo.
to para sentirse un poco menos miserable, más vivo, para amar y (3) Si bien las observaciones de Winnicott reflejan una sensibilidad particu-
lar para describir el cuadro clínico del paciente, cabe reconocer que no ha
trabajar. Freud fue el primero en manifestarse en ese sentido. Sin
sido sistemático en cuanto a la clasificación psicopatológica. El contexto
embargo, el amar como acto de investidura libidinal por fuera de
de esta desatención es la concepción dimensional de las configuraciones
una elección de objeto, impresiona mejor retratado en un escrito de
psíquicas, inaugurada por los aportes de Klein al psicoanálisis anglosajón.
un contemporáneo pero no coterráneo José Martí (1853 - 1895),
“Lo que debes amar”:
BIBLIOGRAFÍA
“Debes amar / la arcilla que va en tus manos; / debes amar / su
Bleichmar, S. (2000): Clínica psicoanalítica y neogénesis. Buenos Aires:
arena hasta la locura / y si no, / no la emprendas que será en vano; Paidós.
/ sólo el amor / alumbra lo que perdura… / sólo el amor / convierte Deleuze, G., y Guattari, F. (1972): El Anti Edipo. Capitalismo y esquizofrenia.
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71
EL USO DE TECNOLOGÍA Y LA PERSONA
DEL TERAPEUTA EN PSICOTERAPIA
Durao, Maria A.
Universidad de Flores. Argentina
72
Las investigaciones realizadas hasta el momento, demuestran que entorno contextual en el que se desarrolla el tratamiento, influyen
el tratamiento administrado a través de videollamadas evidencia re- también en el estilo del profesional. Como resultado de todas estas
sultados clínicos similares al mismo tratamiento administrado cara variables, cada terapeuta será único más allá del marco teórico que
a cara. No obstante, debido al pequeño número de ensayos clíni- lo guíe (García Rizzo, 2010).
cos aleatorios, especialmente para tratamientos específicos y para Por otro lado, existen muchas investigaciones que demuestran que
poblaciones específicas de pacientes (Alessi, 2003; Nesbitt, Hilty y las características de personalidad son un factor clave para los te-
Kuenneth, 2000), la evidencia empírica, para apoyar la eficacia clí- rapeutas, la relación terapéutica y eficacia de la psicoterapia en sí
nica de las intervenciones de salud mental por videollamada, sigue misma. Numerosas investigaciones han probado cómo los factores
siendo prometedora pero subdesarrollada (Richardson, 2011). de personalidad del terapeuta resultan cruciales incluso más que
Por lo tanto, el impacto de las videollamadas en los diseños de trata- el enfoque teórico que se implemente al proceso de cura (Lubors-
mientos sigue presentando para los investigadores un problema en ky, Singer y Luborsky, 1975; Sloane, Staples, Cristol, Yorkston y
relación a su exploración. En primer lugar hay pocos estudios que Whipple, 1975; Smith, Glass y Miller, 1980).
investiguen la dinámica de los procesos que se llevan a cabo en el Uno de los defensores de esta postura es McConnaughy (1987).
marco de un tratamiento online (Holtom, 2005, citado en Simpson, Este investigador sostiene que al momento de evaluar la efectivi-
2009), por otro lado si bien muchos profesionales utilizan estos dis- dad de un tratamiento psicoterapéutico, la formación teórica del
positivos con sus pacientes, son muy pocos los que lo hacen en for- terapeuta ocupa un segundo lugar frente a las variables de su per-
ma sistemática y en el marco de una investigación clínica. sonalidad. Afirma que las técnicas y las teorías que cada terapeuta
aplica son el resultado de su propia y única forma de ser. Esta pos-
El uso de tecnología y las variables del terapeuta en Psico- tura es sostenida por Wogan (1970) quien encontró que los tipos
terapia de personalidad afectan directamente la atmósfera de la terapia.
El terapeuta no solo acompaña el proceso del paciente sino que Asimismo, Henry, Schacht y Strupp (1986) subrayan el impacto de
participa activamente, compartiendo decisiones durante el tra- la personalidad del terapeuta y las técnicas de exploración utiliza-
tamiento (Consoli y Beutler, 1996; Consoli y Machado, 2004; Gó- das en el resultado de la terapia (Grete, 2004). Garfield y Bergin
mez, 1997). Ambos construyen, de manera implícita o explícita de (1971), por su parte, utilizaron el MMPI en evaluación a terapeutas.
acuerdo al modelo teórico al que adhiere el terapeuta, objetivos a Descubrieron que quienes puntuaron más bajo en trastornos emo-
alcanzar y tareas a realizar para facilitar la mejoría de la persona cionales tuvieron resultados más efectivos a la hora de disminuir la
que demanda. De acuerdo a lo expuesto, cabe preguntarse si se depresión y suavizar la actitud defensiva de sus pacientes.
relaciona el uso de tecnología por parte de los terapéutas con sus Por último, la empatía es un concepto que ha sido estudiado a lo
rasgo de personalidad, el estilo personal y el nivel de empatía. largo de la historia por filósofos, clínicos e investigadores de la con-
El constructo llamado Estilo Personal del Terapeuta surge en el ducta humana. Se la considera un componente constituyente de la
marco de los estudios sobre la figura del terapeuta y su estilo, experiencia emocional de nuestra especie, viéndose reflejada en la
que exploran las variables de rasgos y de estados observables o capacidad de reconocer los sentimientos de los demás (Bernhardt
inferidos (Rial, Castañeiras, García, Gómez y Fernández-Álvarez, & Singer, 2012; Eslinger, Moore, Anderson y Grossman, 2011).
2006), buscando establecer principios universales dentro de la psi- Eisenberg (2000) entiende la empatía como una respuesta emo-
coterapia. En esta línea, las investigaciones llevadas a cabo por el cional vinculada a la capacidad de ponerse en el lugar del otro y
grupo de Fernández-Álvarez en Argentina (1998) han sistematizado sentir lo que el otro está sintiendo. La respuesta empática se apoya
el constructo Estilo Personal del Terapeuta, a partir de ahora EPT, en poder comprender la situación o estado que está atravesando la
definiéndolo como el conjunto de características singulares y per- otra persona a partir de la integración de diversos procesos cogni-
sonales del profesional que se despliegan en cada proceso psicote- tivos. Esto se logra a través de la información verbal y no verbal así
rapéutico, afectando y modelando tanto su práctica cotidiana como como de la información alojada en la memoria del sujeto que em-
la aplicación del modelo teórico-técnico adoptado. El EPT configura patiza. Por lo tanto, la empatía implica la comprensión del estado
los modos de operar y de comunicarse del terapeuta, e influye así emocional y experiencia afectiva real o inferida de la otra persona
en los resultados de la terapia, aunque en ocasiones se ve mode- (Decety & Jackson, 2004)
rado por el tipo de paciente, la patología y el contexto de aplicación Pese a haber evidencia que respalda la eficacia de la psicoterapia
específico (Rial et. al., 2006). a través de Internet (Rochlen, Zack, y Speyer, 2004; Wells, Mitchell,
A su vez, el EPT se caracteriza por ser un constructo multidimen- Finkelhor, y Becker-Blease, 2007), aún es grande el escepticismo
sional, que incluye: el rol que desempeña el terapeuta en su red frente a la posibilidad de establecer una adecuada alianza tera-
social, su nivel socioeconómico, su situación vital al momento de péutica a través de estos nuevos medios tecnológicos. Distintas
la terapia, su edad y su sexo, sus vínculos con otros profesionales inquisiciones a psicoterapeutas muestran que muchos de ellos ven
de la psicoterapia, su nivel cognitivo y cultural, sus habilidades co- a la terapia a través de videollamadas como una alternativa válida
municativas, sus valores, actitudes, creencias y motivaciones, las pero pobre frente a la experiencia cara a cara (Wray y Rees, 2003).
características personales de carácter y temperamento, entre otras En este sentido la investigación de Nguyen y Canny (2009) presenta
(Fernández-Álvarez, Garci´a, Lo Bianco y Corbella, 2003; Beutler, evidencia acerca de que los tratamientos cara a cara registran igual
Machado y Neufeldt, 1994). Es necesario recordar que el estilo nivel de empatía que los tratamientos a través de videollamadas.
del paciente y su motivo de consulta o demanda, como también el De esta forma, se apoya la última hipótesis de esta tesis doctoral,
73
que sostiene que existe una relación estadísticamente significativa nales, los resultados evidenciaron la presencia de diferencias signi-
entre un alto grado de empatía y la propensión a la utilización de ficativas en estilo personal del terapeuta a favor de los terapeutas
recursos tecnológicos dentro del encuadre terapéutico de los tra- que usan videollamadas para todas las dimensiones del constructo,
tamientos psicológicos de esta muestra de terapeutas.Los datos exceptuando la dimensión “instruccional”. Por último, la mayor pro-
arrojados por el presente estudio podrían apoyar la evidencia ya porción de terapeutas que usan videollamadas en sus tratamientos
existente, en cuanto a que la terapia por videollamadas no es una tienen entre 0 y 20 años de experiencia. Se concluye que los te-
alternativa peor, o más pobre, que la terapia cara a cara. rapeutas que incorporan videollamadas como recurso terapéutico
El objetivo general de la siguiente presentación es analizar el impac- presentan mayor proximidad al utilizar una atención más focali-
to del uso de nuevas tecnologías, focalizando en video llamadas, en zada e intervenciones más pautadas que aquellos terapeutas que
el ejercicio de la Psicoterapia desde la perspectiva de los terapeutas. no incorporan videollamadas, lo cual implica relevar información
más específica de sus pacientes a través de funciones dominantes
Método como escuchar y preguntar. En relación a la empatía, mostrarían
más preocupación, compasión y cariño ante el malestar de otros,
Participantes que aquellos terapeutas que no incorporan videollamadas en sus
Participaron del estudio 249 profesionales, de los cuales 186 diseños terapéuticos. En lo relativo a los rasgos de personalidad
(74.7%) pertenecían al sexo femenino y 63 (25.3%) al sexo mascu- serían terapeutas más cálidos, asertivos, más expresivos, abiertos
lino, cuyas edades se encuentran entre 24 a 75 años (M = 43.16; y poco convencionales. Por último, el mayor uso de videollamadas
DT = 11.97 años), residentes en la Ciudad de Buenos Aires y el en los tratamientos no estaría en relación a la edad de los profe-
Gran Buenos Aires. sionales sino al menor tiempo de graduados ya que éstos últimos
estarían más habituados al uso de tecnología que aquellos que tie-
Técnicas de recolección nen más años de experiencia profesional. En relación a la empatía,
Para la realización se administró un cuestionario ad hoc que contie- mostrarían más preocupación, compasión y cariño ante el malestar
ne datos sociodemográficos y preguntas en relación a los años de de otros, que aquellos terapeutas que no incorporan videollamadas
experiencia de la práctica profesional y el uso o no de tecnología. en sus diseños terapéuticos. En lo relativo a los rasgos de perso-
En el segundo estudio se analizó el estilo personal del terapeuta, las nalidad serían terapeutas más cálidos, asertivos, más expresivos,
dimensiones de personalidad y el nivel de empatía en función del abiertos y poco convencionales. Por último, el mayor uso de video-
uso de videollamadas en una muestra de terapeutas. Para tal fin se llamadas en los tratamientos no estaría en relación a la edad de
aplicó el cuestionario del Estilo Personal del Terapeuta, la escala de los profesionales sino al menor tiempo de graduados ya que éstos
empatía Interpersonal Reactivity Index (IRI) en su adaptación espa- últimos estarían más habituados al uso de tecnología que aquellos
ñola, el Big Five Inventory (BFI) en su adaptación española. que tienen más años de experiencia profesional.
Para tal fin se realizaron dos estudios, en el primero se exploró el
uso de tecnología por parte de los terapeutas, según la edad, el Discusión y conclusiones
sexo, la frecuencia y herramientas tecnológicas que utilizan. Así Sin duda, los tratamientos terapéuticos a través de videollamadas
mismo se indagó en la orientación teórica, sus años de experiencia se están convirtiendo rápidamente en un método usual de acceso
y la percepción de ventajas y desventajas, en el uso de las nuevas a la psicoterapia y otras gamas de servicios de salud mental. Se
tecnologías en sus diseños de tratamientos psicológicos. evidenció en el primer estudio del presente trabajo que la mayor
parte de la muestra (84%) de los terapeutas eran usuarios o gran-
Resultados des usuarios de tecnología en su cotidianeidad y usaban tecnología
Se evidenció que 84% de los psicoterapeutas eran usuarios o gran- con sus pacientes dentro del encuadre psicoterapéutico (mensajes
des usuarios de tecnología en su cotidianeidad y que 235 psicote- de texto, whatsapp, mails, skype, etc.).
rapeutas (N total = 249) usaban tecnología con sus pacientes den- En el segundo estudio de este trabajo, se buscó identificar dife-
tro del encuadre psicoterapéutico (mensajes de texto, whatsapp, rencias en el estilo personal de los profesionales encuestados, los
mails, skype, etc.) dentro del encuadre de los tratamientos. Solo el factores de la personalidad y niveles de empatía de aquellos tera-
3% de la muestras no usaban ninguna de estas herramientas tec- peutas que usan las videollamadas respecto de aquellos que no las
nológicas en sus diseños de tratamientos. En relación a las circuns- usan. En cuanto al estilo personal del terapeuta, quienes usan las
tancias en las que no usarían videollamadas con sus pacientes, 67 videollamadas en el tratamiento de sus pacientes tenderían a ser
de la muestra (23%) no lo usarían con pacientes que presenten más flexibles y accesibles para realizar modificaciones en el diseño
alto grado de severidad; 21 (8,4%) cuando la encuentro terapéutico de sus tratamientos, y a modificar el marco original presentado y
pudiera ser cara a cara y 3 (1,2%) nunca lo usarían con sus pa- aceptado por el paciente (por ejemplo, si debiera cambiar de se-
cientes. Por último, en relación a las mayores desventajas en com- siones cara a cara a videollamadas debido a viajes o mudanzas).
paración con los tratamientos presenciales, el 19% de la muestra A su vez, el terapeuta que incorpora videollamadas debe prestar más
señaló dificultades en la comunicación, el 7% atribuyó desventajas atención y estar más enfocado para no perder de vista los aspectos
vinculadas a las dificultades con la tecnología, mientras el mayor comunicacionales, ya que no posee toda la información no verbal a
porcentaje de la muestra (40%) no respondió. su disposición a través de la pantalla del dispositivo que utilice. Otra
Así mismo, en relación a las variables de la persona de los profesio- tarea prioritaria relacionada a este concepto es prestar atención a
74
la hora de hacer intervenciones. Mirar a la cámara al hablar con Bernhardt, B.C. y Singer, T. (2012). The neural basis of empathy. Annual
el paciente y no emitir sonidos al asentir, evitaría la superposición Review of Neuroscience, 35, 1–23. doi:10.1146/annurev-neuro-0621
de voces y facilitaría la comunicación. Prestar atención a todos es- 11-150536.
tos puntos puede ser crucial a la hora de tener un buen encuen- Beutler, L., Machado, P. y Neufeldt, A. S. (1994). Therapist Variables. En A.
Bergin y S. Gareld (Eds.), Handbook of Psychotherapy and Behavioral
tro con el e-paciente. Hay terapeutas que prefieren intervenciones
Change. New York: Wiley.
más estructuradas para manejar aspectos como los anteriormente
Castelnuovo, G., A, Mantovani, F. y Riva, G. (2003). From Psychotherapy to
mencionados, que difieren de las sesiones cara a cara y requieren
e-Therapy: The Integration of Traditional Techniques and New Commu-
de práctica para mejorar la performance del profesional. Algunos nication Tools in Clinical Settings. Cyberpsychology and Behaviour, 6(4).
programas terapéuticos a distancia están altamente estructurados. Consoli, A. y Beutler, L. (1996). Valores y Psicoterapia. Revista Argentina de
En relación a lo anteriormente mencionado, los profesionales que Cli´nica Psicolo´gica, 15, 17-35.
utilizan videollamadas serían más cercanos emocionalmente, lo que Consoli, A. J. y Machado, P. P. (2004). Los psicoterapeutas, ¿nacen o se
permitiría compensar la distancia que propone el dispositivo. Por úl- hacen? Las habilidades naturales y adquiridas de los psicoterapeutas:
timo, los terapeutas más involucrados en su tarea y profesión serían implicancias para la seleccio´n, capacitacio`n y desarrollo profesional.
más proclives a incluir videollamadas para continuar el tratamiento En H. Ferna´ndez-A´lvarez y R. Opazo (Comps.), La integracio´n en psi-
de sus pacientes, a pesar de la distancia geográfica. coterapia. Manual pra´ctico. Barcelona: Paido´s.
En lo relativo a los rasgos de personalidad, aquellos terapeutas Decety, J. & Jackson, P. H. (2004). The Functional Architecture of Human
Empathy. Behavioural and Cognitive Neuroscience Review, 3(2), 71-
que emplean este recurso tecnológico tenderían a ser más cálidos,
100. doi:10.1177/1534582304267187
sociables, activos, optimistas y habladores. Asimismo, presenta-
Eisenberg, N. (200) Emotion, regulation, and moral development. Annual
rían más curiosidad y serían más imaginativos y estarían abiertos
Review of Psychology, 51(1), 665-97
a ideas poco convencionales que aquellos que no usarían video- Eslinger, P. J., Moore, P., Anderson, C. y Grossman, M. (2011). Social
llamadas. En cuanto a la empatía, los terapeutas que usan este cognition, executive functioning, and neuroimaging correlates of
recurso tecnológico presentarían sentimientos de preocupación, empathic deficits in frontotemporal dementia. The Journal of Neu-
compasión y cariño ante el malestar de otros. ropsychiatry and Clinical Neurosciences, 23(1), 74-82. doi:10. 1176/
Como ha sido expuesto a lo largo de este trabajo, la incorporación appi.neuropsych.23.1.74.
de herramientas tecnológicas está cambiando la vida de muchas Fernández Álvarez, H. (1998). El estilo personal del psicoterapeuta. En L.
personas en general, y de terapeutas y pacientes en particular. Es A. Oblitas Guadalupe, Quince enfoques terapéuticos contemporáneos.
probable que los profesionales de la salud mental nos enfrentemos Me´xico: El manual moderno.
a nuevas dimensiones de la psicopatología, debido a la sobreexpo- Fernández Álvarez, H., García, F., Lo Bianco, J., Corbella, S. (2003). Asses-
ment Questionnaire on the Personal Style of the therapist PST - Q.
sición o falta de regulación de la tecnología en nuestras vidas. Así
Clinical Psychology and Psychotherapy, 10, 116-125.
como en algunos aspectos los avances en los dispositivos y la co-
García Rizzo, C. (2010). Estudio piloto sobre el vi´nculo entre el Estilo
nectividad pueden beneficiar a muchos, en otros casos pueden con-
Personal del Terapeuta, la alianza terape´utica y las caracteri´sticas
llevar consecuencias negativas para algunos usuarios. En el futuro psicopatolo´gicas del paciente (tesina). Universidad de Belgrano, Bue-
puede que estas nuevas dimensiones se encuentren plasmadas en nos Aires, Argentina.
los manuales psiquiátricos y haya especializaciones y formación Garfield, S.L. y Bergin, A.E. (1971). Personal therapy, outcome and some
para los terapeutas que estén interesados en trabajar con este tipo therapist variables. Psychotherapy: Theory, Research and Practice,
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terapeutas se verán atravesados aún más por nuevos desarrollos y Grete, H.A. (2004). Assessment of Therapists’ and Patients’ Personality:
posibilidades que brinde la proliferación de la tecnología. Es tiempo Relationship to Therapeutic Technique and Outcome in Brief Dynamic
de que haya más datos y conclusiones que faciliten el acceso a Psychotherapy. Journal of Personality Assessment, 83(3), 191-200.
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que vivan en áreas remotas, para personas que se encuentren en
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condiciones de vulnerabilidad social, para que personas extranjeras
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puedan iniciar o continuar un tratamiento psicológico con un tera- rential psychotherapeutic outcome. Journal of Consulting and Clinical
peuta que comparta la misma cultura, y para que los terapeutas Psychology, 54, 27-31.
puedan acceder al entorno de los pacientes (por ejemplo, de pa- Luborsky, L., Singer, B. y Luborsky, L. (1975). Comparative studies of
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76
CONCEPTOS PSICOANALÍTICOS EN LOS SUICIDIOS
Ferreyra, Leandro Ezequiel
Universidad Nacional de Formosa - Universidad de la Cuenca del Plata. Argentina
77
Lo absoluto cimiento de una demanda; este autor se pregunta por qué en esta
Cardona Suarez (2011) entiende que lo absoluto debe serlo por sí citación no hay un pedido de auxilio en vez de un acto mortífero y
mismo y no puede ser comparado por nada distinto de sí. se contesta rápidamente que puede deberse al intento de no dañar
También, podría ser comprendido como una culminación y una po- la imagen narcisista con el fin de no encontrar ninguna falla allí.
sición ajena-por completo-a toda crítica. Por otro lado, también supone que el sentido de la vida está deter-
Si hay algo que merece el nombre de absoluto, es lo que se llama minado por el ligamen amoroso social de cada sujeto y, una falta en
Dios, dice Silva (2008). este punto, contribuye a la desesperanza para un pedido de ayuda.
Tomando estos ejes, el Padre Absoluto de Jabif (2000) haría refe- A lo mejor, se podría pensar que la hipótesis de no pedir ayuda
rencia a lo completo y a un conjunto cerrado de certezas de donde con el fin de no dañar la imagen, debería trabajarse con mayor
un sujeto ve imposibilitada su salida. Es inmutable, es aquello que detenimiento, en cuanto a que quizás la imago ya está dañada. No
impide la libertad y hace finita la posibilidad de ser. obstante, la idea del sentido de la vida en relación al ligamen amo-
¿Un sujeto que piense en estas circunstancias es? La pregunta roso puede tener resonancia y está más cerca de lo que se puede
adviene por el razonamiento basado en que se estaría sujetado, pensar en la realidad.
casi como objeto, a un Padre o mejor dicho a un Otro absoluto. La De la relación suicidio y demanda, Espiño (2000) propone que se
realidad no sería un devenir temporal, radicalmente pasajero. Es lo podría escuchar en alguien que quiere suicidarse, un Otro que lo
inmediato, no hay trascendencia del ahora. No hay fuera de sí, es quiere muerto. De allí que el sujeto buscaría significarse en aquel
totalmente Otro el que absorbe a quien no puede ser escuchado. por última vez. Sobre esto Ritvo (2012) diría que “se quiere alojar
No hay intervención como posibilitador de un deseo sino que el en el Otro como muerto, purificado” (p.87).
Padre, superyoicamente, goza de su Ley junto al uso del lenguaje, Puro, en tanto no viviente, debido a que si vive se hablaría de un
lugar donde el sujeto intenta encontrar faltas en aquello completo sujeto y no de lo muerto (=objeto).
pero no puede, al punto de asfixiarse. Es un triste significante u Otra visión la otorga Paskvan (2010) quien transmite que en los
objeto junto a otros espectros declinados de la vida. intentos suicidas de jóvenes se pone en juego el amor y allí puede
escucharse la pregunta: “¿Puede perderme?” (p.198). La cual en
Sin embargo, debe aclararse aquí que lo completo no es unide- principio estaría referida a Otro. Esta concepción se vincula a lo que
terminado y no implica la sustracción de posibilidad. ¿Para qué la Ferrari (2000) piensa sobre los actos suicidas, el autor ve que hay
posibilidad? Para poder hacer con aquel Otro. un fracaso de hacerse demandar por un Otro, si bien hay algo por
¿Qué hacer con él? Matarlo. ¿Pero se lo puede matar, en tanto ex- decir a éste, de igual forma se encontraría el sujeto con la posición
tinción? ¿O tendría que ver con la renuncia de idealización teológi- fatal de objeto.
ca que signifique la caída de un Dios absoluto, visto por ejemplo en Ortega Martínez y Pedroza Falcón (2014) aclaran sobre esta herida,
lo que Silva (2008) propone? Se entiende que es un Dios de cada al indicar que no se mata al otro dentro del sujeto, se mata al Yo del
quien, no el de la religión, por supuesto. sujeto. Si bien el Yo se conforma por el otro, en todo caso se mata
La caída de dicho Otro, sería dependiente de un tratamiento, para a todos, o a todo. Tal vez, por eso se dejan mensajes o el mismo
colar, purificar (restar significación), o rasgar, en camino de un de- suicidio es ya un mensaje dirigido a los demás.
venir de lo que corresponde al sujeto. También, se podría hablar de En realidad al matarse el Yo, parecería que quedara Otro comple-
limpiar y transformar a dicho Otro-Amo-. to, el cual ya no desea, pero ese Otro como Amo, sin su esclavo
tampoco existirá. Es así que no queda ni el sujeto, ni el Otro, ni
Interlocución y demanda demanda alguna.
A los desarrollos anteriores se podría agregar lo que Fernández Sin embargo, la observación de Ortega Martínez y Pedroza Falcón
(2000) conceptualiza como la figura del interlocutor, la cual sugiere (2014) puede contraponerse a lo que Jabif (2000) entiende. Éste últi-
buscar en todo acto suicida. En donde se halla una función que mo considera que en el colapso fantasmático que el suicidio muestra,
nombra de “llamada” (p.34), embarcada en la búsqueda de reco- el sujeto se arroja al mundo realmente puro por fuera de los simbóli-
nocimiento de una demanda. co que “lo catapulta como señal perenne en el recuerdo de los otros”
Pero: “¿Qué es la demanda? Es lo que, de una necesidad, por medio (p.88). En otras palabras, sigue habiendo simbolización.
del significante dirigido al Otro, pasa” (Lacan, 1998/2013, p.90). La No está demás la aclaración de Lacan (1998/2013) sobre la de-
cita del seminario quinto hace referencia a un pase que no adquiere manda de muerte, él indica que sólo es demanda de muerte de
la idea de alejamiento sino el de introducción, admisión o aproba- la demanda. Irrupción que apunta a un ser simbolizado, es decir,
ción a algún lugar. El lugar en la comunidad del lenguaje por medio que al ser un sujeto hablante no puede herir al Otro sin herirse a
de un mensaje de (invitación a participar en la comunidad) y a Otro él mismo.
(llamado a no quedar abandonado en la misma).
La operación descripta es la que abre paso al campo simbólico y de Pasaje al acto
por sí a los vericuetos del deseo del sujeto en busca de un objeto En la literatura se puede encontrar que las definiciones sobre las
que es siempre faltante e imposible. El cual, por no encontrar satis- conductas suicidas están relacionadas con los conceptos de pasaje
facción ha de convertirse en demanda inconsciente. al acto y acting out (Espiño, 2000; Ferrari, 2000; Fleischer, 2004;
Volviendo a lo dispuesto por Fernández (2000), sobre el punto de Insua, 2014; Jabif, 2000; Jinkis, 1986; Muñoz, 2009; Ritvo, 2012;
llamada en los suicidios a un interlocutor con el objetivo de recono- Vallone, 2014; Vallejo Castro, 2008). Una de aquellas la destapa
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Fleischer (2004), ella sostiene que “el pasaje al acto es el uso me- rencia a un actuar que se opone al recordar. Es decir, que la palabra
nos elaborado de la angustia. No se usa el registro simbólico (sínto- es reemplazada por la acción, por un real que si bien busca otro,
ma), ni el imaginario (inhibición)” (p.2). En el punto de lo simbólico, puede –a veces- no encontrarlo. Allí, su riesgo.
Jinkis (1986) recuerda que Freud- en un sentido poco estricto del En referencia a este riesgo, Jinkis (1986) considera que hay resis-
término- trata al suicidio como un síntoma, debido a que encuen- tencia en la literatura analítica a considerar que un acting pueda ser
tra significaciones particulares. No obstante, para Jinkis (1986) hay un suicidio, e inversamente, que un suicidio sea un acting. Debido a
múltiples significaciones que no se dejan reducir a una estructura que se arrincona al acting contra el artificio de su teatralidad.
en la que pueda delegarse la responsabilidad de producirlas. Y en Esta teatralidad puede desplegarse en análisis, Vallejo Castro
esto se distingue al suicidio de cualquier síntoma. (2008) sostiene: “El acting out es un amago de la transferencia,
Muñoz (2009), define al pasaje al acto como “una desestabiliza- hace pasar la apariencia a la escena mediante un mensaje dirigido
ción-disolución del sujeto, que ya no puede sostenerse como his- a Otro por lo tanto un acting out es cualquier cosa que ocurra en el
toria en una escena y pasa a lo real por el quiebre del sostén que espacio analítico” (p.69). Además, recalca que el acting en análisis
el fantasma le aseguraba” (p.239). El autor ve que el pasaje al acto sucede cuando el Otro no escucha.
no supone la operatividad de la represión sino que hay algo en su También, es definible como “una acción inmotivada, que el sujeto
condición de indecible, de puesta en acto que no responde a la no puede explicar ni explicarse a sí mismo” (Muñoz, 2009, p.157).
lógica de las formaciones del inconsciente, añade lo siguiente: “No La cual entraña un impedimento, que implica no poder dañar la
debe confundirse el ‘no querer saber nada’ propio del pasaje al acto imagen narcisista en razón de preservar al yo de verse despreciado
con la represión neurótica, que incluye el retorno de lo reprimido ante la mirada de los otros. Es una lucha por recuperar la posición
como su contracara. En el pasaje al acto es un ‘no querer saber subjetiva en la dimensión del Otro.
nada’ en absoluto, sin concesión” (p.126). Es una ruptura con el Miller (2010) ubica al concepto en un escenario: “Este escenario es
Otro del lenguaje del cual ya no se es causa, de alguna manera es la palabra y el sujeto se pone a actuar en esa escena bajo la mirada
un corte de sentido. del Otro. Le hace falta el Otro, le hace falta el espectador” (p.185).
Espiño (2000) relaciona esta ruptura, con el sintagma basado en que Junto a estas definiciones, Muñoz (2009) pone atención en la posi-
todo suicidio mata a otro, el autor desmenuza que ese semejante es bilidad del salto que se puede dar del acting out al pasaje al acto.
la cara de un Otro que inficiona e invade hasta tomar la vida. Él insiste en que no hay una continuidad en los conceptos de acting
Además de estas explicaciones, en la descripción del pasaje al acto out y pasaje al acto, y aclara que hay actings que para nada pue-
se halla la conjunción entre deseo y ley. Un ejemplo de ello es la den acarrear consecuencias poco deseables y otros que sí. Como
joven Sidonie Csillag, quien confronta con el deseo del padre (el pueden ser los llamados acting outs fallados, ejemplo de ello son
cual es igual a la Ley), basado en la prohibición de la relación con los intentos de suicidios en donde la intención sólo es armar una
la cocotte. La ley se pone en juego con la mirada de dicho padre, escena para el Otro, pero esto fracasa, y la muerte se alcanza.
la cual rechaza el lazo amoroso y la posiciona como objeto. Un Por último, Paskvan (2010) formula que el rechazo a hablar preci-
complemento a este análisis es lo dictado por Miller (2010), quien pita el acto. Este último, tiene éxito cuando un suicidio es logrado.
da cuenta que en lo concerniente al pasaje al acto el pensamiento ¿Por qué es exitoso? Es lo que se pregunta el autor, porque la inten-
está en un impasse y para que haya acción debe haber un pase. ción de no saber se ha cumplido y ya nadie sabrá nada.
Aquí, se forma una grieta en la escena de su fantasma, desde don-
de el sujeto hasta ese instante concebía el mundo, quedando así Conclusiones
atrapado en la identificación con el objeto a, es decir, como un resto Retomando algunos conceptos, vemos un padre, en un sentido
que atraviesa de manera suicida la imagen narcisística ([i(a)]). Jabif simbólico, imaginario y real. El cual inaugura la función desean-
(2000) observa que la lógica del fantasma enlaza a la articulación te a partir del establecimiento de una Ley estructurante. Además,
que hace posible la relación de un sujeto dividido atravesado por se puede definir como un representante de una superyoica parte
la castración y lo real del objeto perdido con la causa de su deseo. del Otro. Entones, se retoma la pregunta: ¿Matar al padre? No.
La explosión daría cuenta de un colapso, que arroja al sujeto al Desideologizar, desviar el discurso por el que Otro puede matar-
mundo puro. me, limpiar a dicho Otro-Amo- y transformarlo, rasgar el sacrificio
Muñoz (2009) da cuenta de que esta acción en ocasiones se debe absoluto (tal vez).
a un modo de limitar un goce insoportable, un goce éxtimo, locali- Sobre la interlocución en los suicidios, puede ser entendida como
zable en el kakón del propio ser (hoy definido como objeto a) y por un llamado a Otro. Como también, un intento de significarse por
fuera del sujeto. última vez en aquel campo del lenguaje. No obstante, la descripción
En lo que respecta a este fenómeno, se aconseja entenderlo en su más adecuada parece ser la que dice que es, tan sólo, demanda de
aspecto transestructural, donde cada una de las estructuras tendrá muerte de la demanda.
su variante. Por otro lado, en el pasaje al acto se observa que, éste, no responde
a la lógica de las formaciones del inconsciente. Tampoco incluye el
Acting out retorno de lo reprimido. Puede que la intención de buscar la nada,
Otro punto a tener en cuenta es el acting out, Perrelli (2005) aclara concretamente, se logre. Aquí el Otro inficiona e invade hasta tomar
que el concepto tiene su antecedente en el agieren freudiano y, el la vida, por ello el salto a lo real. Diferente al acting, donde el escena-
mismo, está ligado a la transferencia. Aquí, el término hace refe- rio dispuesto para el Otro llega a lo mortífero por medio de una falla.
79
Por último se pregunta: ¿acaso se relaciona un Otro Absoluto, con Jabif, E. (2000). Suicidio: El Vicio Absurdo de Virginia Woolf. En Espiño, G.
alguna demanda, ya sea en el acting out o en el pasaje al acto en (Comp.). (2000). Suicidios: capitular a la sombra del objeto. (pp. 75-
las conductas suicidas? ¿No hay una demanda por leer en un ac- 94). Buenos Aires: Letra viva.
ting? ¿Hay una demanda por construir en un pasaje al acto? ¿Está Jinkis, J. (1986). Interpretación psicoanalítica del Suicidio. Conjetural, 10.
Ediciones Sitio: Buenos Aires.
presente cierto interlocutor definido como Otro en estos fenóme-
Julien, P. (1993). EL manto de Noé (Ensayo sobre la paternidad). Buenos
nos? ¿Podrían ser tenidos en cuenta estos conceptos interrelacio-
Aires: Alianza Editorial.
nados en un tratamiento psicoanalítico?
Lacan, J. (2013). El Seminario de Jacques Lacan: libro 5: las formaciones
del inconsciente, 1957-1958. Buenos Aires: Paidós. (Trabajo original
NOTA publicado en 1998)
[i] Ver: Ferreyra, L. (2016). El suicidio en los ensayos de Sigmund Freud. Leibson, L. (2016). Equívocos del cuerpo. En Trimboli, A., Grande, E., Raggi,
En Trimboli, A., et al. (2016). Los límites de la clínica. Buenos Aires: AASM. S., Fantini, J., Fridman, P., Bertan, G. (comps.). (2016). Los límites de la
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80
ARTICULACIONES DE UNA PARADOJA: LA IRRUPCIÓN DE
LO TRAUMÁTICO Y LA TRANSFORMACIÓN EN VIVENCIA
TRAUMÁTICA EN EL CONTEXTO DE LA CLÍNICA CON
NIÑOS Y/O ADOLESCENTES QUE PADECIERON ABUSO
SEXUAL
Franco, Adriana Noemí; Eiberman, Federico; Raschkovan, Ivana; Woloski, Elena Graciela
Universidad de Buenos Aires. Argentina
81
entonces situación disruptiva al hecho fáctico vivido; vivencia a lo Su madre, no pudiendo soportar las agresiones de su pareja, se
intrasubjetivo; y experiencia a la articulación de ambas (Benyakar había ido cuando su hijita menor tenía un año y había dejado a sus
y Schetjtman, 1998). Entendiendo por disruptivos a los aconteci- cuatro hijos con él.
mientos que por sus características exigen un trabajo psíquico que Brenda, la hija mayor, tenía que ocuparse de sus hermanos y era
desborda lo que éste puede metabolizar. “la experiencia traumática abusada por el padre.
será el producto de una articulación fallida entre un evento disrup- En las primeras sesiones, cuando se refiere a eso dice: - “No tengo
tivo y potencialmente traumatogénico, y una vivencia traumática” ganas de hablar de por qué estoy en el hogar. Otro día te lo cuento”
(Benyakar y Lezica, 2005: 108). Vivencia traumática entonces, se- De repente, algo irrumpe bruscamente
gún el punto de vista freudiano clásico, en la medida en que des- Estaba contándome que le gustaba un chico.
borda la capacidad psíquica de metabolización y hace emerger la En los últimos minutos de la sesión de repente me dice: - ¡Qué de-
angustia automática que no permite el desarrollo de mecanismos dos grandes tenés en los pies! ¡Te los voy arrancar! ¡Los de los pies
defensivos adecuados y eficaces. Lo traumático podría permane- y los de las manos! Me agarra las manos y empieza a hacer fuerza
cer encapsulado en el aparato psíquico en carácter de exterioridad de modo que yo siento que me va a doblar los dedos mientras grita:
como un cuerpo extraño encapsulado, incrustado en el psiquismo -¡Te los arranco!, y se ríe con mucho sadismo. Yo lo intento trans-
que denomina introducto. Diferenciándolo de introyecto, lo intro- formar en un juego. Digo: - ¡Ay! ¡Qué miedo que tengo! ¡Hay una
yectado es integrado, el psiquismo lo metaboliza, genera un trabajo bruja mala que me quiere arrancar los dedos! ¡Me da mucho miedo!
de inscripción. El introducto en cambio se incrusta en el psiquismo, Cuando siento que me puede lastimar en serio bajo el volumen de
como un hecho fáctico externo que no puede transformarse. Tiende la voz para marcar que salgo del juego por un instante y le digo: -
a la irrupción de la repetición de la vivencia traumática. Podemos jugar pero no podés ni lastimarte vos, ni lastimarme a mí,
El abuso sexual propone Marisa Rodulfo que no necesita de un se- ni romper el consultorio.
gundo tiempo para constituirse en traumático y se inscribe en el El nivel de realidad cruda, como si eso formara parte de otra escena
psiquismo con la impronta de lo negativo. que aparecía intacta en el presente, despertó en mí la sensación de
Consideramos abuso sexual a la convocatoria de un adulto a un que pertenecía a algo visto y oído en una situación traumática por
niño o adolescente a participar en actividades sexuales que no ella vivida.
puede comprender, para las que no está preparado su psiquismo Volvimos al juego de la bruja y la chica que estaba muy asustada,
por su nivel de constitución, y a las cuales no puede otorgar su ofreciéndome yo para que a través mío tomara contacto con su
consentimiento desde una posición de sujeto. Los abusos sexuales miedo. Ella siguió el juego al que yo la invité a entrar.
por lo general son intrafamiliares, cometidos por adultos cercanos Entonces la bruja amenazaba con aprisionarme moviendo las ma-
a la familia y al niño con el que tienen un vínculo afectivo o de con- nos en el aire, con una cara muy agresiva, y yo me asustaba mucho.
fianza. El agresor, usa al niño o al adolescente como objeto de goce Ella había empezado a disfrutar mucho de lo que hacía. (Se había
para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. logrado que la situación ingresara al estado de dominio omnipo-
Sabemos que hay infinidad de modalidades de abuso sexual pero tente de su Yo)
no nos detendremos en ello sino en cómo se inscriben y significan En ningún momento la frené sino que sostuve el clima de terror que
estos hechos aberrantes en el psiquismo infantil y las variaciones se había impuesto, sabiendo que mientras yo lograra tolerarlo lo
en la adolescencia. mejor era no interrumpirlo.
Por lo general y especialmente en niños pequeños el abusador Cuando llegó la hora de finalización, y en medio de ese clima en
seduce al niño o niña proponiendo un juego en secreto, o puede que ella disfrutaba en un juego de someterme y yo lo soportaba,
seducirlo con regalos o preferencias y si bien niñas y niños pueden le avisé que se terminó la sesión y le dije: - Es la hora, por hoy
comenzar sintiendo placer y accediendo “al juego”, rápidamente terminamos.
advierten que “eso” es algo feo, que duele o pica, que da asco o Enseguida frenó. Nos despedimos, me dio un abrazo muy afec-
vergüenza y es inscripto en el psiquismo como violencia o abuso, tuoso y se fue.
pero aun no pueden inscribirlo con la connotación de sexual porque
en el psiquismo infantil no hay representación psíquica de genita- Traumatismo
lidad, de coito. Durante el traumatismo el Yo del niño queda desbordado, estallado,
En los abusos intrafamiliares quien ejerce el abuso sexual (sea pa- por el exceso de excitación que no puede metabolizar.
dre, padrastro, tío, hermano, madre, abuelo, abuela) lo hace luego Necesitará implementar defensas para seguir viviendo.
de llevar a cabo una preparación afectiva hacia el niño. La violación Algunos aspectos de lo que resultó traumático quedarán REPRI-
(entendiéndola como, violar la intimidad del otro aunque no haya MIDOS.
penetración) es un acto de violencia, dado que el adulto signifi- Lo reprimido no aparece directamente, sino a través de sus re-
cativo está abusando del poder que le otorga la diferencia por la presentantes, bajo el efecto de mecanismos de desplazamiento y
asimetría de la relación y el amor que la niña/o siente hacia él. condensación.
Podemos acceder a lo reprimido a través de un síntoma.
Brenda o “La irrupción de lo traumático” Brenda tenía terror a las agujas y no se podía vacunar. Allí se ve un
Vive en un hogar con sus hermanitos. Fue abusada por el padre y conflicto neurótico entre sus propias pulsiones sádicas y la prohibi-
víctima de otros descuidos graves por parte de sus padres. ción desde su Superyo.
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Mecanismos de defensa más eficaces frente al traumatismo adolescentes que fueron abusados:
·· Disociación: uno de los mecanismos más eficaces para enfrentar El establecimiento de un vínculo terapéutico confiable se vuelve de-
lo insoportable. cisivo en la instalación de la transferencia para poder reconocer en
·· El sujeto siente que vuelve a la tranquilidad anterior al trauma. el analista a un otro que puede ayudar. Esta confianza se construye
·· Escisión del yo: se produce un encapsulamiento de la vivencia gracias a la presencia y disponibilidad del terapeuta, quien puede
traumática, y opera la desmentida como mecanismo que se en- sobrevivir al relato del abuso y/o a las manifestaciones transferen-
cargará de que el sujeto no reconozca la realidad de una percep- ciales que amenazan con poner en riesgo la continuidad del espa-
ción que le resultó traumatizante. cio terapéutico.
·· Uno de los mayores riesgos es la identificación del niño con el Este acompañamiento sostenido a lo largo de las sesiones permi-
agresor, pudiendo derivar a futuro en una perversión. te al paciente hacer la experiencia (en algunos casos incluso por
·· Lo escindido es un mecanismo que opera en el Yo desbordado del primera vez) de un otro que escucha, aloja y confirma sus propias
niño. Amenaza todo el tiempo con aparecer, y si sucede, ocurre percepciones.
de una manera disruptiva. ”Asalta” inesperadamente. Irrumpe en La capacidad de entonamiento por parte del analista constituye un
alguna circunstancia de la vida, a veces en la sesión, siendo ésta elemento esencial e indispensable que le permitirá ofrecer una ac-
una oportunidad muy valiosa. titud de cuidado y sostén frente a la emergencia de lo traumático.
El traumatismo produce modos de emergencia patológica que pa-
El analista como auxiliar del yo desbordado del niño o san a formar parte de la presencia de elementos de lo visto y lo oído
adolescente que operan en el sujeto sin una metábola posible. Estos elementos
·· Ese Yo, para reconstituirse, va a requerir del vínculo con otro (el (signos de percepción), tienen que ver con primeras inscripciones
analista), que lo pueda suplementar. no metabólicas que no simbolizan nada más que a sí mismas. (Lo
·· ¿Cómo se irá dando ese proceso? indiciario - S. Bleichmar, 1992).
·· El analista ofrece de entrada su disponibilidad; un vínculo recep- En la relación transferencial aparece miedo, desconfianza y difi-
tivo para con el niño. Implica disponibilidad emocional, capacidad cultades en armar el lazo necesitando tiempo, respeto y espera,
de identificación con el otro, capacidad de espera, una actitud de actitud receptiva y mucha empatía y además de escuchar atenta-
no juzgar ni rechazar. mente las sensaciones corporales transmitidas y los actos compul-
·· Lo aloja, está allí con su atención flotante. Está al modo en que un sivos que acompañan (lavarse al recordar, no poder dormirse por
pescador tira la caña y está a la espera de que pique. presencia de imágenes aterradoras, sensaciones de olor, palabras
·· De pronto aparece algo que el chico trae, y el analista es capaz escuchadas).
de pescarlo. Se transmite el miedo vivido a través de relatos que producen en el
·· Una vez que lo pesca, ¿qué maniobra puede hacer para lograr analista sensaciones corporales.
transformar eso que le impactó, en algo que llegue a ser meta- Lo que caracteriza los estados de abuso es la dificultad de es-
bolizable para el Yo del niño? tructurar fantasías de mayor riqueza y en cambio apegarse a tres
·· Si realiza inmediatamente una interpretación dirigida al Yo in- o cuatro elementos que se repiten siempre idénticos. Se relatan
tentando reintroyectarlo seguramente arruine esa oportunidad sueños de angustia, pesadillas, sin fantasías, priman descripciones
preciosa que se le acaba de presentar. de sensaciones corporales condensadas con desplazamientos de
·· Meterlo en alguna forma de transformación, al modo de un JU- personajes. Casi todos los materiales clínicos abordados muestran
GAR. Ficcionalizarlo. miedo al contacto corporal, terror a ser revisadas por ginecólogo,
·· El analista tendrá que ver cómo hacer ingresar el material en el imposibilidad de gozar en las relaciones sexuales.
seno de la omnipotencia del Yo del niño. En ciertos casos se actúan en la relación analítica repeticiones con
·· Significa que el niño le dará la forma que necesita él desde su sadismo de situaciones vividas, de amenaza o actuación en la si-
mundo interno para que algo de eso que era innombrable, inasi- tuación lúdica.
ble, tome alguna forma posible que le permita transformarlo en Brenda: “Te voy a arrancar esos dedos”. Hay algunos indicios de
algo asociable, entramable y metabolizable. repeticiones en vínculos de dominio y sumisión. A veces siendo la
Cuando los contenidos traumáticos escindidos irrumpen en el con- que domina y otras volviendo a vincularse a personas violentas que
sultorio, todavía su Yo no los maneja. Se le imponen. no las respetan como sujetos con derechos propios.
Como el Yo está más confiado, más relajado, en un clima de con-
fianza por la transferencia, el Yo se hace más permeable. Ese Yo do- Lo traumático en la sexualidad adolescente
mina la escena en el consultorio y a través del juego, en el manejo Así mismo es necesario corroborar si la ligadura o desligadura de
por manipulación que Winnicott llama experiencia de omnipotencia, sexo y afecto es una característica de la sexualidad adolescente de
puede comenzar a integrar eso que estaba disociado, haciendo la este contexto socio cultural o es efecto de lo traumático en las/os
experiencia de la agresión y del terror dentro del juego. adolescentes que padecieron abuso sexual.
83
¿Qué sucede con los trabajos puberales en niñas que han sido abu- Aceptar la desconfianza inicial y no interpretarla como resistencia.
sadas sexualmente en la infancia? Sobrevivir al relato de lo horroroso del abuso.
En los hechos de abuso sexual intrafamiliar el adulto viola la prohi- Respetar en cada caso el deseo o no de denunciar al abusador y
bición del incesto. sostener el difícil proceso judicial.
Por tanto las y los adolescentes inhiben o reniegan de los trabajos Ser un referente de la realidad que les permita recuperar la vivencia
puberales y de adolescencia con las consecuencias psicopatoló- y transformarla en recuerdo, diferente de fantasía o alucinación.
gicas que ello genera: trastornos alimenticios graves, adicciones, Acompañar en transferencia el encuentro con una experiencia se-
aislamientos, cortes, suicidios. xual subjetivante en los tiempos de cada paciente.
Cuando aún no se ha realizado la apropiación subjetiva de la se-
xualidad genital, y se produce una situación de abuso, la irrupción BIBLIOGRAFÍA
del cuerpo del otro, en un sexo que aún no está subjetivado, se Aulagnier, P. (1977). La violencia de la interpretación. Buenos Aires:
inscribirá como una vivencia violatoria, displacentera o excitante Amorrortu
provocando asco, vergüenza, rechazo a lo sexual o escisión de sexo Berenstein, I. (1996). Psicoanalizar una familia. Buenos Aires. Paidos (ed.)
Bleichmar, S. (2010) El desmantelamiento de la subjetividad. Estallido del
y afecto.
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Bleichmar, S. (2005). La Subjetividad en Riesgo. Buenos Aires. Topía (ed)
Este es el motivo por el cual recién a partir del pasaje por la pubertad, p.119-136
de la experiencia puberal y de lo inédito de la sexualidad que inaugu- Ferenczi, S. (1933) Confusión de lenguas entre el Adulto y el Niño. Obras
ra, que los púberes y adolescentes comienzan a significar como se- Completas.
xual lo padecido como abuso físico, atropello y violación de la priva- Foucault (1977). Historia de la sexualidad. Madrid. SigloXXI. (ed.) 1993
cidad, violencia, exposiciones voyeristas o exhibicionistas adquieren Freud, S. (1895). Estudios sobre la Histeria. En Sigmund Freud Obras Com-
el carácter de abuso sexual y por lo general si no lo pudieron contar pletas. Tomo II. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
en el momento de abuso lo hagan en estos momentos. Freud, S. (1009) Tres ensayos sobre una Teoría Sexual. Obras Completas.
Esto no significa que en la infancia no hayan manifestados sínto- Volumen VII. En Tres Ensayos de teoría sexual y otras obras. Traducción
mas, trastornos y mecanismos de disociación, renegación inhibi- Etcheverry, J. L. Buenos Aires & Madrid. Amorrortu (ed.)
ción o las singulares modalidades en que cada paciente intentó Franco, A. (1995). La niña púber. Pág. Web Cátedra Clínica de Niños y Ado-
lescentes. Facultad de Psicología, U.B.A.
superar, elaborar, inscribir el abuso.
Franco, A. (2003): Huellas del Abuso sexual incestuoso en la subjetividad.
Jornadas de Extensión Universitaria. Facultad de Psicología. U.B.A.
Inscripción del Abuso como traumático Inédito
·· De acuerdo a lo propuesto por Freud, S. (1895), es necesario un Gutton, P. (1993). Lo puberal. Buenos Aires: Editorial Paidós.
segundo momento para que se constituya en trauma lo aconte- Pignatello, A. (2004). Trauma y otras repercusiones del abuso sexual desde
cido en la infancia. una perspectiva psicoanalítica. Jornadas Nacionales Psicoterapia Hoy:
Coincido con Marisa Rodulfo(2016) en que puede inscribirse como Avances y Alcances. Caracas
traumático en el momento de la situación de abuso, pero es nece- Punta Rodulfo, M. (2016). Bocetos Psicopatológicos: El psicoanálisis y los
sario el advenimiento de la sexualidad puberal para que se signifi- debates actuales en Psicopatología. Buenos Aires: Paidós.
que como sexual el hecho de abuso padecido en la infancia. Toporosi, S. (2014) Clinica del Abuso sexual: lo trumático en el jugar, en
Usualmente luego de la pubertad, en el cual un nuevo encuentro el dibujo y en el discurso de los niños. en Tramas de Perversao. Cm.
con la sexualidad despierta la huella del evento pretérito, resigni- Pereira França, C. (p.p77-88)
ficándola.
·· La escena abusiva se vuelve traumática alcanzando al sujeto
desde el recuerdo con una intensa carga de afectos displacente-
ros, de angustia, inhibiciones, miedos, vergüenza...
·· Cuando el abuso se significa como sexual consideramos el es-
pacio psicoterapéutico es imprescindible. Aun cuando hubiesen
tenido psicoterapia en el momento del abuso.
84
ASPECTOS CENTRALES DE UN ESTUDIO SOBRE
LESIONES NO INTENCIONALES EN NIÑOS:
SIMBOLIZACIÓN E INTERSUBJETIVIDAD
Freidin, Fabiana; Calzetta, Juan José
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
85
diseñar estrategias clínicas tendientes a su prevención. explicara la injerencia que los padres tendrían en el accidentar-
Sin embargo, algunos psicoanalistas “pioneros” que trabajaban se reiterado de sus hijos, sino que fue un emergente del material
con niños como M. Klein, A. Aberastury y D. Winnicott describieron analizado. Este fue recogido de los datos secundarios estudiados:
lesiones no intencionales infantiles con ejemplos clínicos. Se citan Protocolos de Historias Clínicas (HC) y Horas de Juego Diagnósti-
brevemente algunas referencias al tema. cas (HJD) de niños que, como ya se expuso, consultaban por otras
En los inicios de su obra, Klein concluye que “…en niños muy pe- problemáticas.
queños,… caer y lastimarse con frecuencia está estrechamente Se plantean entonces objetivos generales que apuntan a explorar
conectado con el complejo de castración y el sentimiento de cul- modalidades de simbolización de fantasías e impulsos hostiles en
pa” (Klein, 1926: 140). Pocos años después, llega a nominar a los niños con accidentes recurrentes, y a describir características de
accidentes “como intentos de suicidio con medios insuficientes” sus padres, que permitan inferir modos en que se ejercen las fun-
(1932,113). ciones de sostén y contención emocional.
Aberastury (1962) sigue la misma línea trazada por Klein cuando Estos objetivos se derivan de las hipótesis planteadas. La primera
considera al accidente en conexión con el intento de suicidio, y de ellas sostiene que estos niños presentan falencias en la simbo-
expone un caso de un niño de 15 meses, quien realizaba juegos lización de fantasías e impulsos agresivos. La segunda plantea que
arriesgados, lastimándose la cabeza con frecuencia. En sus jue- estos casos exhiben fallas severas en las funciones parentales de
gos perforaba las cabezas de muñecos vestidos de varón. Su padre sostén y contención emocional.
había sido operado en esa zona del cuerpo; su pequeño hijo se La muestra la componen 12 niños, entre 5 y 11 años, con tres o más
hallaba identificado con él y padecía lesiones semejantes cuando accidentes..
se accidentaba. Para la operacionalizar la primera hipótesis se utilizaron códigos
También Winnicott, en distintos textos, explica que en el accidente analíticos de un Manual de HJD, adaptado de un Manual de Códi-
se produce una difusión entre libido y agresión, que lleva a los niños gos para el análisis de sesiones de psicoterapia que proviene de la
a dirigir a esta última hacia sí mismos. Ejemplifica con un niño de 8 investigación marco[i]. En este caso se utilizan los códigos “juego”,
años, quien no sentía temor alguno, lo que lo llevaba a accidentarse “expresión gráfica”, “actuaciones”, “verbalizaciones”, “relación
con frecuencia: “Cuando era muy pequeño se metió un palo en el con terapeuta”, “uso del tiempo”, “uso del espacio” entre otros.
ojo, […] se enredó con el mecanismo de una máquina de coser, y Esta modalidad de análisis ya fue probada en diversas investigacio-
más adelante se cayó y tuvieron que darle unos puntos de sutura nes del equipo al que pertenece uno de los autores.
en la cabeza “(Winnicott, 1936, 63). Para operacionalizar la segunda hipótesis se tomaron en conside-
Este autor relaciona los accidentes y el suicidio con la depresión ración los relatos de los padres (datos biográficos, historia familiar,
infantil; describe al niño que “….deja que le vayan sucediendo ac- el modo de referirse al niño y a su vínculo con él). A partir de la
cidentes, o bien se cae, se echa té caliente encima, se frota los ojos HJD se pudo indagar acerca de la percepción y las fantasías del
cuando están llenos de arena hasta que se produce un arañado que niño respecto de su vivencia en ser sostenido, o por el contrario, de
se infecta” (Winnicott, 1944, 127). El niño se muestra propenso a no con contar con apoyo, entre muchas otras variantes vinculares
accidentarse cuando intenta destruir lo “malo que hay dentro de que permiten realizar inferencias acerca de cómo perciben la rela-
él” (1950, 288). ción entre ellos y sus padres. Estos datos son importantes, ya que
El mismo Freud señala, refiriéndose a casos de pacientes adultos, ilustran sobre modalidades vinculares que, aunque no pueden ser
que “…junto al suicidio deliberado consciente existe también una observadas de modo directo, informan sobre la realidad psíquica
autoaniquilación semideliberada -con propósito inconsciente- que del niño, aspecto que el marco teórico en el que se apoya esta
sabe explotar hábilmente un riesgo mortal y enmascararlo como investigación jerarquiza.
azaroso infortunio”… (Freud, 1901, 177).
Algunos resultados
Aspectos sustanciales del diseño de esta investigación Los niños con tres o más accidentes que componen la muestra
En el diseño inicial se proyectó indagar sobre características pro- fueron derivados al Servicio Asistencial, mayormente por la escuela
pias del psiquismo individual del niño accidentado, en particular y en menor medida por psicopedagogas o fonoaudiólogas. Un solo
los procesos de simbolización. Más adelante, como consecuencia niño concurrió por demanda espontánea de su madre.
del análisis del material, se advirtió que era necesario explorar y Respecto de la simbolización -uno de los aspectos principales a
describir también aspectos que involucraban a los padres. Dado estudiar en esta tesis -, la totalidad de los motivos de derivación re-
el carácter cualitativo de la presente investigación, y, por lo tanto, fería a presuntas dificultades en su logro (comportamiento, apren-
la flexibilidad que es inherente a este tipo de diseño (Freidin y Na- dizaje o angustia sin tramitar).
jmias, 2011; Stake, 1995, Sautu et al, 2004), puede considerarse Conductas disruptivas, dificultades académicas que no mejoraban
que el estudio se enriqueció con este giro. con intervenciones psicopedagógicas o maestras de apoyo, impre-
Desde un punto de vista conceptual, tal ampliación se justifica a sionaban como falencias en la simbolización de impulsos y fanta-
partir de la trascendencia que tienen los otros significativos en la sías agresivas. En un menor número se presentaron manifestacio-
constitución psíquica del niño y que, en estos caso, los accidentes nes somáticas, que también daban cuenta de posibles dificultades
ponen de relieve. Resulta interesante subrayar, sin embargo, que en el desarrollo de procesos simbólicos (3 casos de 12).
este nuevo aspecto no fue el producto de un supuesto teórico que La dificultad para el control de impulsos afectaba en casi todos ellos
86
la capacidad para el aprendizaje, sobre todo para prestar atención; La actividad lúdica es considerada como una expresión privilegiada
sobresalía la hiperactividad. En dos casos aparecieron manifesta- para pesquisar procesos de simbolización en niños. En la muestra
ciones de angustia, a la manera de una neurosis de angustia, aun- los juegos fueron simples; la fantasía tuvo un escaso despliegue
que en uno de ellos acompañado por actuaciones hostiles manifes- (5/12). Este aspecto daría cuenta de dificultades para simbolizar
tadas en la escuela, aspecto predominante en la muestra. fantasías e impulsos hostiles. Muchos de ellos mostraron el efec-
Respecto de la historia vital y de la composición de la familia, se to de situaciones traumáticas (5/12).Solamente un niño desarrolló
observó en casi todos los relatos de sus madres y padres una se- un juego rico en asociaciones verbales con un contenido ligado al
vera desconexión emocional del adulto, en muchos de ellos por Complejo de Edipo.
duelos, separaciones u otras situaciones de pérdida no elaboradas, Pocos niños llevaron adelante expresiones gráficas. El dibujo es-
o bien ambivalencia o un rechazo manifiesto al embarazo (9/12) y pontáneo con asociaciones verbales y una mayor riqueza simbó-
consumo de sustancias psicoactivas en la madre (2/12). lica se observó solamente en 3 ocasiones. En un caso el dibujo
En cuanto a características de los padres, se destacaron la reclusión mostró transparencias y falta de asociaciones verbales, es decir,
carcelaria, violencia y problemas con la ley (8/12). Estos aspectos dificultades simbólicas notorias. La escritura fue escasa y se limitó
podrían dar cuenta de modalidades de identificación de los niños al nombre propio escrito de manera espontánea (3/12), buscando
con rasgos violentos de sus progenitores, que se observan frecuen- probablemente reconocimiento y poniendo en evidencia la necesi-
temente en los motivos de consulta de los casos estudiados. dad de autoafirmación, frente a sentimientos de inseguridad.
Los logros evolutivos como el lenguaje y la marcha se produjeron Algunas actividades mostraron en los niños la necesidad de afe-
a edades normales, en algunos de los casos se observaron difi- rrarse a materiales externos (propios), o materiales (de la caja), o de
cultades alimentarias severas (2/12). La presencia de enuresis o apoyarse o refugiarse en objetos del consultorio (3/12). Muestran
encopresis (4/12) muestra dificultades en la retención que apare- así la fantasía, expresada en acto, de carecer de soportes internos
cen asociadas a impulsividad. Es importante explorar posibles fan- y externos adecuados, aspecto que parece cobrar relevancia en la
tasías depresivas asociadas a estos síntomas, relacionadas con la muestra, a partir de múltiples indicadores. También permite tomar
deprivación (Winnicott, 1963) que sobreviene a la pérdida de un conocimiento al investigador de la existencia de situaciones de pér-
ambiente sostenedor. Cabe subrayar que situaciones de perdida se dida no elaboradas.
registraron en casi todos los casos (9/ 12). Otras actividades con el cuerpo expresaron ansiedad y la necesidad
También se observaronproblemas alimentarios como destete tardío de descarga (4/12), tales como agitar las piernas y balancearse,
o dificultoso, o bien conflictos con la lactancia (5/12) y colecho con entre otras.
la madre (4/12); todos ellos indican una dificultad para separase de Se observó la presencia de actuaciones con el terapeuta, expresa-
ella. Esta modalidad de relación -con predominio de dependencia- do en salir del consultorio (3/12) o en el uso de los materiales, tales
contrasta con las actuaciones y transgresiones de estos niños, que como llevarse objetos (2/12), tirarlos (1/12), o usarlos para hacer
pueden llevar a los adultos a percibirlos con un mayor grado de fuertes ruidos o gritar (1/12). Estas manifestaciones dan cuenta de
autonomía del que en realidad poseen. impulsividad, permitiendo pensar que por un lado expresan dificul-
En cuanto a los resultados obtenidos del análisis de las HJD[ii], algu- tades en el control de impulsos, pero también son, probablemente,
nos de los niños presentaron dificultades iniciales para separarse llamadas a un otro para que registre o ponga límites, a modo de
del adulto e ingresar al consultorio (4/12), aunque en su mayoría contención.
lograron hacerlo. Algunos de ellos no podían separase para dormir, Las verbalizaciones fueron escasas, con un estilo narrativo (6/12);
mostrando la prevalencia de un vínculo dependiente, tal como se algunas más desarrolladas refirieron a situaciones traumáticas
recoge de la HC. (3/12). En pocos casos los relatos de los niños mostraron un desa-
Expresaron oposición y en ocasiones un rechazo parcial a la situa- rrollo imaginativo (2/12).
ción de evaluación psicológica (6/12). La mitad niños aceptó las Si bien la verbalización puede ser escasa y el juego rico, y en ese
consignas y utilizó el material ofrecido de acuerdo a lo esperable sentido expresar los “pensamientos del juego” (Klein, 1932), se ob-
para su edad, con un uso adecuado del tiempo. Este aspecto resulta servó una correspondencia entre un juego poco desplegado, una
inesperado, en tanto contrasta con la sintomatología que origina actividad gráfica limitada y una verbalización también escasa en la
la consulta, a la vez que se distingue del oposicionismo y desafío mitad de los casos de la muestra.
antes señalados. Un aspecto significativo fue la ansiedad persecutoria presente en
El uso del espacio fue casi en su totalidad de restricción, muchas todos los casos, especialmente en la relación con el terapeuta
veces por temor frente a la situación de evaluación. (8/12), y una gran parte de los niños puso de manifiesto viven-
El acercamiento a los materiales exhibió una modalidad de eva- cias claustrofóbicas, resaltando la dificultad para permanecer en
cuación (6/12), ligado a impulsividad y al uso de defensas que se el consultorio (7/12). Las manifestaciones de temor podrían estar
analizan más adelante. asociadas a la situación de evaluación, puesto que frecuentemente
Respecto de las expresiones simbólicas, a excepción de un caso, son evaluados y pueden recibir medidas disciplinarias.
todos los restantes desarrollaron juegos. Ellos fueron en su mayo- Las defensas que se infieren de la observación de las produccio-
ría juegos dramáticos con materiales de la caja ofrecida y juegos nes estudiadas son en su mayoría esquizoides, con predominio de
de construcción con ladrillos de encastre, también de modelado la identificación proyectiva al servicio de la descarga y en menor
con plastilina. medida defensas maníacas frente a fantasías de pérdida. En un
87
solo caso se infieren defensas obsesivas frente a la ambivalencia, NOTAS
ligadas a conflictiva edípica. La predominancia de defensas esqui- [1] Se utiliza una adaptación de la 14º versión del Manual de códigos,
zoides es solidaria con posibles dificultades en la simbolización de producto del trabajo de “codificación abierta” de los Proyectos P062, Pro-
fantasías e impulsos. gramación UBACyT 2001-2003 y P051, Programación UBACyT 2004-2007;
P 047 Programación UBACyT 2008-2011; P415 Programación UBACyT
Las vivencias claustrofóbicas detectadas en el transcurso de la
2008-2010; Proyecto 20020100100492, Programación 2011-2014
HJD, puestas en relación con el uso de la identificación proyectiva
[2] Los códigos se presentan en itálica.
como mecanismo de defensa predominante, podrían vincularse a
fantasías inconscientes de quedar retenido dentro del objeto y son REFERENCIAS
angustiantes en extremo (Klein, 1946). Aberastury, A. (1962). Teoría y técnica del psicoanálisis de niños. Buenos
De la relación entre las HJD y las HC se infiere la dificultad para Aires: Paidós.
elaborar impulsos agresivos, al observarse el predominio de la ten- Freidin, B.; Najmias, C. (2011) Flexibilidad e interactividad en la construc-
dencia a la descarga del afecto sin mediaciones simbólicas (10/12). ción del marco teórico de dos investigaciones cualitativas. Espacio
Se observan dificultades para separarse de la madre (6/12) y una ma- abierto, Cuaderno Venezolano de Sociología. Vol 20, N°1(enero-marzo,
nifiesta búsqueda de límites, sostén y contención emocional (6/12). 2011),pp. 51-70.
Freud, S. (1901). El trastocar las cosas confundido. Psicopatología de la
Conclusiones preliminares vida cotidiana. Obras Completas, Vol VI, (pp.160-187). 1976. Buenos
Aires: Amorrortu
Va delineándose que el conflicto detectado como central en el estu-
García Huidobro, D.; Munita, P.; Legarraga, P.; Valenzuela, P.; Cano, C. et
dio de estos casos es una perturbada relación madre - hijo desde la
al (2005). Accidentes en pediatría: oportunidades para la prevención.
primera infancia, observándose fallas en las funciones parentales
Revista Médica de Chile, 133, pp. 1389-1391
en todos los casos estudiados. Klein, M. (1926). Principios Psicológicos del análisis infantil. Obras Comple-
Respecto de las hipótesis sobre los accidentes que se elaboraron tas, Vol 1, (pp.137-147). 1990. Buenos Aires: Paidós.
para cada niño, se observa una combinación de dos aspectos en Klein, M. (1932). Neurosis en los niños. Obras Completas, Vol II, (pp.110-
distintos grados. Por un lado, la impulsividad de los niños, con 125), 1990. Buenos Aires: Paidós.
una marcada dificultad - en la mayor parte de los casos- para la Stake, R. (1995). Investigación con estudio de casos. 1999. Madrid: Edi-
tramitación simbólica de fantasías e impulsos agresivos. Por otro, ciones Morata.
la presencia de falencias parentales en las funciones de holding, Waisman, I.; Nuñez, J.M,. Sanchez, J. (2002) “Epidemiología de los acci-
handling, espejo y contención emocional como una constante en dentes en la infancia en la región Centro Cuyo”. Revista Chilena de
todos ellos. La primera cuestión señalada aquí puede ser abarcada Pediatría. V.73 n.4 Santiago. (pp. 404-414)
Winnicott, D. (1936). “Apetito y trastorno emocional”. En Escritos de Pe-
por el concepto de acting out; en tanto éste se refiere a acciones
diatría y Psicoanálisis, 1981, pp. 51-77. Barcelona: Ediciones Paidós
intempestivas e inesperadas, sin mediaciones simbólicas. En estos
Ibérica
casos los mecanismos de la posición depresiva disminuyen y toma
Winnicott, D. (1944). Psiconeurosis oculares en la infancia. En Escritos de
preponderancia el uso de mecanismos esquizoides, especialmente Pediatría y Psicoanálisis, 1981, pp.123- 130. Barcelona: Ediciones Pai-
la escisión y la identificación proyectiva, como ya fuera señalado. dós Ibérica
La segunda cuestión alude a la omisión de cuidados en distintos
grados, observada en todos los casos, o bien a la presencia de
maltrato evidente También la existencia de duelos no elaborados
en la familia afecta a los sujetos a cargo del cuidado de los niños y
malogra el ejercicio de la función parental..
En la mayoría de las HJD analizadas se registró una evolución favo-
rable en su transcurso, lo que se explica por el efecto organizador
de este dispositivo, que operó como marco de contención de as-
pectos emocionales en los niños. Aunque la intervención terapéuti-
ca fue acotada a sus fines y breve, ya que se trató de una sola HJD,
la progresión favorable señala un aspecto auspicioso para uno de
los propósitos de esta investigación: la sugerencia de utilizar dispo-
sitivos psicoterapéuticos (tratamientos psicológicos) en niños y sus
padres para aumentar la contención emocional y reducir el riesgo
de accidentes.
En este mismo sentido, ofrecer una escucha y un marco estable a
niños con accidentes reiterados genera una respuesta de organi-
zación, como se vio al evaluar la aceptación de consignas, el uso
apropiado de los materiales y el uso del tiempo.
88
MALESTAR SUBJETIVO, MALESTAR SOCIAL:
COAGULACIÓN O TRANSFORMACIÓN
Frison, Roxana; Gaudio, Roxana Elizabeth
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de La Plata. Argentina
89
jetivación, es decir, de formación de sujetos sociales, motivo por y diagnóstico, lo cual facilita la difusión de dichos cuadros, el creci-
el cual tiene la responsabilidad de entender y atender las nuevas miento exponencial de las estadísticas que ellos mismos potencian,
modalidades que asume la constitución de la subjetividad, sus y por consiguiente, se exacerban el autocontrol y la vigilancia.” (Un-
particularidades, respuestas y modos de organizar el sufrimiento. toiglich; 2014; 61)
La Escuela a su vez, se erige en la actualidad, en una de las pocas La patologización y la medicalización son formas de desubjetiva-
instituciones sociales que se cuestiona y plantea embarcarse en ción. Tal como propone Silvia Bleichmar, los maestros tienen que
la transmisión de valores orientados a promover una cultura de la contar con herramientas para poder realizar detección tempra-
convivencia respetuosa de las diferencias. La sociedad actual ne- na que es parte de la prevención primaria, no para diagnosticar
cesita de un recontrato intersubjetivo, dado que se torna impres- patologías sino para “reducir posibilidades de destrucción de la
cindible una construcción colectiva que genere las condiciones subjetividad”.
para la formulación de proyectos. La misma no puede darse sin la
inscripción e incorporación de legalidades, -cuestión central de la La escuela; texto de intervención clínica:
infancia- y la derrota de la impunidad. Gabriel, de seis años de edad, es derivado a tratamiento psicote-
Ahora bien; ¿qué ocurre cuando la Institución Escolar encuentra rapéutico por la Psicóloga que se encontraba atendiendo a uno de
obstáculos para sostener la inclusión de las diferencias?, ¿qué su- sus hermanos. A la primera entrevista concurre Verónica, madre de
cede cuando la Escuela deviene en factor interviniente en la consti- Gabriel, quien refiere que su esposo no asistió con ella, por enten-
tución del malestar, en la medida que no puede investir la categoría der que “a sus hijos no les pasa nada”, al tiempo que precisa, que si
de futuro, la noción de proyecto?, ¿cómo pensar en un proyecto fuera considerado necesario, su marido concurrirá a las entrevistas.
escolar cuando quienes encarnan la función en la Institución, pre- Luego de ser (inicialmente) derivado a tratamiento por la Institución
sos de la impotencia y de las demandas del mundo actual, ofrecen Escolar a la que asistía, ya que anticipaban serias dificultades para
enunciados identificatorios que coagulan todo proceso de subje- que pudiera comenzar primer grado, se realiza una consulta que se
tivación?, ¿cómo situar las posibilidades de intervención cuando desarrolla por un período de seis meses. Para explicar los motivos
desde el marco escolar se ejerce entonces una violencia del orden de la interrupción de dicho tratamiento, Verónica expresa: “No le
de lo simbólico, es decir promoviendo efectos de desubjetivación? gustaba. No prestaba atención a lo que se trabajaba. No se podía
Tenemos que pensar, proponer e instrumentar dispositivos, estra- quedar en el consultorio, quería salir todo el tiempo. Hay que ser
tegias para acompañar nuevos modos de simbolización del ma- firme con él. Me parecía muy pichón para hacer tratamiento.”
lestar. Malestar cuyo exceso podemos pensarlo como producto de Respecto de su hijo dice: “no presta atención, tiene desconexio-
la frustración en la cultura. En la actualidad asistimos a formas de nes, no sé si está en blanco o en un mundo de fantasías. Le cues-
desubjetivación frente a las cuales la sociedad responde paradó- ta comunicarse. Corta - pega.” Así continúa diciendo: “Usa mule-
jicamente, ya sea con una tolerancia tal que pone de manifiesto tillas. Repite frases de otros. No articula las frases. Si le preguntas
la “naturalización” de problemáticas altamente preocupantes, ya ¿cómo te llamás? responde, ¿cómo te llamás? Todavía no dice yo
sea demandando una “inmediata” solución que anule todo campo adecuadamente. Habla en espejo. Habla en tercera persona, por
de diferencia. Lo que aparece fragmentada, o desarticulada tal ejemplo te dice, ¿le ponés los zapatos? No juega. No puede armar
como lo plantea Silvia Bleichmar, es la ley interior como mandato, una historia. Está fuera del mundo. Repite partes de películas. Si
como obligación hacia el semejante, lo cual supone que la noción algo se rompe empieza a los gritos. Entra y sale del baño y no le
de semejante ha sufrido una deformación, denigración, institu- importa que haya alguien.”
yéndose el mismo en obstáculo para el deseo o la acción propia, “Le cuestan los límites, en casa y en la escuela. En la escuela rinde
competidor, adversario o socio, no un otro con el cuál establecer muy bajo, o lo que él puede. En la escuela está desorganizado, el
relaciones de reciprocidad. cuaderno es desorganizado. Es muy desafiante, se tira al piso, no se
quiere sentar, grita todo el tiempo, se desnuda en el aula. Le cuesta
Patologización de la infancia: establecer relaciones, los chicos lo buscan, es muy bonito, es muy
En la Escuela pueden detectarse patologías cuya severidad las tor- comestible. Tiene poca tolerancia a la frustración. Se mira en el
ne aprehensibles, aproximarse a las potencialidades destructivas espejo y dice el nombre de su hermano.” Hermano mellizo que se
o autodestructivas que puede tener un niño y/o un adolescente, encuentra en tratamiento psicoterapéutico por presentar una pro-
pero muy distinto es pretender cercar, detectar y por ende anticipar blemática similar, al igual que su hermano de 3 años. Así continúa
determinadas problemáticas. No podemos dejar de pensar en la diciendo: “Es muy complicado porque son muy parecidos. Con la
multicausalidad, lo cual implica contemplar diversas variables, y temporalidad se confunde un poco, comprende a veces. Creo que
en el factor “azar”. Ahora bien, debemos cuidarnos de convertir esto es todo.”
la Escuela en un espacio donde los niños deben ser “observados” En el primer contacto mantenido con el Equipo Orientador, de la Es-
constantemente, favoreciendo de este modo la “patologización” de cuela a la que concurría Gabriel, plantean las siguientes dificultades:
la infancia. “No sólo se trata de definir, detectar y tratar procesos 1-Refieren no saber cómo intervenir con Verónica, ya que por mo-
mórbidos, sino de encender todas las señales de alerta disponibles mentos no saben si tratarla como a una compañera de trabajo o
para captar potenciales riesgos e indicios que podrían derivar en como a la madre de dos Alumnos del Establecimiento. Verónica era
una patología (…) Se pone a disposición de los usuarios, en apa- Docente en la Escuela a la que concurrían sus hijos. Ante esta situa-
riencia, sencillos, garantizados y universales métodos de detección ción, el Equipo Docente y el Equipo Orientador manifiestan haber
90
solicitado la intervención de la Inspectora a cargo, quien estableció psíquica y esta situación propicia la instalación de un terreno fértil
que todo contacto que desde la Institución Escolar se hiciera, sería para que el campo de la medicalización y la patologización de la
con el padre de Gabriel y no con Verónica. infancia se instale, despliegue y logre imponer su lógica.
Se trabaja con el Equipo, en función de hallar una vía de partici- Tal como lo plantea Silvia Bleichmar, la única manera de preservar
pación para la madre del niño, que al mismo tiempo contemplara la vida se sostiene en la antecedencia del saber del adulto sobre el
facilitar la diferenciación de lugares y funciones, en vinculación a la saber del niño. En el origen del proceso de constitución subjetiva
respuesta de tipo paranoide que en ella afloraba. están presentes el exceso y la violencia. Es nuestra tarea delimitar
2-Expresan que desde el inicio del ciclo lectivo, saben que Gabriel lo que es del orden de lo necesario, estructurante y lo que supone
permanecerá en primer grado. un exceso innecesario que atenta contra la autonomía. “La huma-
Se propicia la posibilidad de relativizar dicha concepción, con el nización es perturbación de la función: no solamente es comer, sino
fin de poder instalar cierto compás de espera, a fin de brindarle comer dentro de ciertas condiciones; no solamente es dormir, sino
tiempo; con el objeto de introducir e investir la categoría de pro- dormir dentro de ciertas condiciones.(…) Esto, que parece una
yecto. Noción de proyecto, que implica en su interior la categoría perturbación, es en realidad el origen de la vida simbólica. (…) Es
temporal, posibilidades de devenir. En consonancia con ello, se es- precisamente esta perturbación la que abre todas las vías de la vida
tablecieron ciertas pautas de trabajo, que funcionaran como brújula social.” (Bleichmar; 2014; 129)
orientadora para el Equipo, en relación a como intervenir, tanto en La inteligencia se constituye en una antecedencia del otro y para
vinculación al área de aprendizaje como de comportamiento. que esa vida tenga un sentido: la vida humana es posibilidad de
3-Manifiestan que tanto Gabriel como su hermano mellizo José proyectar un futuro.
“son inmanejables”. Relatan que, casi la totalidad del alumnado se El aparato psíquico, en tanto sistema abierto a lo real, responde a
les hace “inmanejable”; dando cuenta a partir de allí del desborde partir de las condiciones en las que se despliega su accionar y en
y la posición de impotencia de las Docentes. Como consecuencia las que se activan sus fantasmas. La sociedad actual, con sus mo-
de ello, el Equipo Orientador anticipa y marca dos caminos posibles delos identificatorios, propicia determinados modos de resolución
para Gabriel (y también para José), asistir a una Escuela con menor del malestar. Las problemáticas hoy incluyen el cuerpo de modo
matrícula, para que así los niños pudieran acceder a una atención central: lo corporal se instituye en sede del conflicto, convirtiéndose
“casi personalizada”, o ser transferidos a una Escuela Especializa- en el lugar donde se experimenta el sufrimiento, podríamos decir,
da que pudiera “atender a sus dificultades”. se “corporiza”. Lo pulsional emerge con poco recubrimiento fantas-
Frente al discurso desarrollado y la consecuente posición asumida mático y simbólico. Las modalidades de defensa que predominan
por la Institución, por un lado, se interviene en función de dar lu- son la escisión y la desmentida.
gar al despliegue de las dificultades de abordaje, que se presentan Las coordenadas espacio - temporales que marcan el emplaza-
como propias de la Institución y no como propias de Gabriel, con miento del yo como instancia que tiene a su cargo la actividad de
el fin de nombrar la impotencia Institucional en independencia del pensamiento, se constituyen sobre la base de nuevos parámetros
niño. Por otro lado, en función del investimiento de la categoría de atravesados por la bidimensionalidad y la inmediatez. Las expe-
proyecto (ligada al devenir subjetivo, terapéutico y por ende esco- riencias y vivencias infantiles se organizan y desarrollan, en la ac-
lar), se interviene sosteniendo firmemente la negativa que se reali- tualidad, en una época en la cual la atracción por la imagen tiene
ce cualquier cambio de Institución Escolar. un lugar privilegiado. La globalización impone sus coordenadas al
Al finalizar el Ciclo Escolar, Gabriel adquirió los conocimientos que niño y al adolescente. La velocidad de los tiempos y los cambios
le permitirían pasar a segundo grado, se constituyó, al decir de su socioculturales produce diferencias notables en la constitución
Maestra en el Alumno de mejor conducta de su grupo, que se plas- de subjetividad. Son nuevos modos de funcionamiento cognitivo y
ma, en la frase que Gabriel dirigió a su Docente en función del cualidades de enlace con los que se presentan los niños y adoles-
comportamiento de sus compañeros en la clase, y que ésta relata; centes contemporáneos. Se establecen movimientos de desinvesti-
“Pobre Seño, descansá que no te hacen caso, yo te ayudo.” dura, instaurándose el primado de lo desligado por sobre el trabajo
La Escuela tiene que construir proyectos, al decir de Silvia Bleich- de ligadura propio del proceso secundario, propio de la pulsión de
mar: “hay que establecer un reordenamiento psíquico en los niños vida, la repetición de secuencias, ciertos mecanismos estereoti-
de primaria, y ubicar el nivel inicial en los términos en que tiene que pados, marcados por la prevalencia del cuerpo, de la satisfacción
estar: como semillero de sujetos sociales.” (Bleichmar, 2014; 43) pulsional directa, de un lenguaje de acción por sobre el lenguaje
simbólico con la consiguiente pérdida en el campo de la represen-
Subjetividad y violencia: tación que supone.
Desde el psicoanálisis planteamos, a partir de las invariantes pro-
puestas por Freud, en tanto movimientos organizadores de la psi- Consideraciones finales:
que, junto con los modelos identificatorios propios de cada tiempo, Si en la época actual asistimos al desvanecimiento del síntoma
que se sostiene el predominio de particulares modos de presen- como la vía regia de organización del sufrimiento, constituye nues-
tación del padecimiento. Este es un tiempo en el que existen im- tra responsabilidad en tanto terapeutas, frente a este estado de
portantes dificultades para lidiar con el malestar, no se tolera el situación, la tarea de realizar aportes a los fines de la recompo-
dolor, la inmediatez imperante ofrece resistencias para soportar y sición defensiva y generar las condiciones de instrumentación de
sostener los procesos que conllevan la tramitación, la elaboración diagnósticos que alojen al sujeto y propicien intervenciones sub-
91
jetivantes en el niño, sus padres y la Institución Escolar. De allí, lar; muchos niños y adolescentes en la actualidad señalados y es-
la propuesta terapéutica sostenida con Gabriel, y las intervencio- tigmatizados por su condición de “diferentes” son discriminados
nes realizadas con sus otros significativos, delimitan la relevancia y apartados, excluidos de propuestas que la Escuela brinda en el
de interrogar, relativizar, así como de propiciar la construcción de proceso de enseñanza - aprendizaje, son derivados con suma rapi-
enunciados, tanto con la pareja parental como con el Equipo Esco- dez a una consulta médica, ingresando de este modo a un proceso
lar, que otorguen un lugar al reconocimiento del malestar subjetivo; de patologización que vulnera sus derechos. Demanda excesiva a
de modo talque no se coagule en una categoría diagnóstica, de la medicina sosteniendo como meta una “solución” rápida al “pro-
manera que las vías de intervención con el niño no conduzcan a su blema” que en realidad remite- y es a su vez silenciada, invisibi-
silenciamiento sino a la inclusión e investimiento de la coordenada lizada-, a la complejidad de variables psico - socio - culturales y
temporal, en tanto posibilidad de constitución, de simbolización, de pedagógicas.
subjetivación. Es por ello, que frente a la posición de impotencia,
de angustia, de rechazo, de exclusión, asumida por la Institución BIBLIOGRAFÍA
Escolar, se trabajó en función de circunscribir aquellas dificultades Aulagnier, P. (1993) La violencia de la interpretación, Buenos Aires: Amo-
que se presentan como propias de la Institución y aquellas otras rrortu Editores.
Aulagnier, P. (1992) El aprendiz de historiador y el maestro brujo, Buenos
que se corresponden con el singular modo en que el niño ha podido
Aires: Amorrortu Editores.
“organizar” su sufrimiento. La propuesta terapéutica entonces se
Aulagnier, P. (1988) Los destinos del placer, Buenos Aires: Editorial Paidós.
sostuvo en la categoría de proyecto. Bleichmar, S. (2014) Violencia social - Violencia escolar. De la puesta de
El arribo a un diagnóstico en términos de analizabilidad orienta al límites a la construcción de legalidades. Buenos Aires: Noveduc
analista en cuanto al tipo de intervenciones que formarán parte de Bleichmar, S. (2003) En los intersticios del relato parental a la búsqueda
la estrategia clínica implementada a los fines del trabajo con una del inconciente infantil. Revista Actualidad Psicológica. N° 313 Buenos
problemática en particular. Que las aproximaciones diagnósticas, Aires.
necesarias para decidir los movimientos en la conducción de un Bleichmar, S. (2000) El diagnóstico en psicoanálisis: el sufrimiento psíquico
tratamiento, puedan ser pensadas en términos de analizabilidad, y sus determinaciones. Revista Generaciones. Año 1 N°1 Buenos Aires.
contemplando que se construyen en un devenir que va modificán- Eudeba.
dose, subraya el valor de la creación en el proceso analítico en Bleichmar, S. (1993) La fundación de lo inconciente, Buenos Aires: Amo-
un espacio potencial de encuentro entre un niño que padece y un rrortu Editores.
Bleichmar, S. (1987) Indicaciones y contraindicaciones en el tratamiento
analista dispuesto a construir junto con él. Movimientos fundantes
psicoanalítico de niños. Mesa redonda realizada en la sede de la Aso-
que inauguran tiempos y modos de funcionamiento psíquico; tanto
ciación Escuela Argentina de Psicoterapia para graduados en mayo
el proceso de maduración propio del crecimiento como el trabajo de 1987.
analítico que se va realizando con el niño, con los adultos responsa- Bleichmar, S. (1984) En los orígenes del sujeto psíquico. Buenos Aires.
bles del mismo y con la Escuela, van modificando las condiciones, Amorrortu Editores.
lo cual podrá posibilitar cambios fundantes en esa subjetividad en Fernández, A. M.: Instituciones estalladas. Buenos Aires. Eudeba. 1999.
constitución. Mannoni, M. (1987) El niño su enfermedad y los otros, Buenos Aires: Edi-
La Escuela por su parte, como productora de subjetividad y sos- ciones Nueva Visión.
teniendo como principio la construcción de legalidades, con un Periódico Mensual “Actualidad Psicológica” (2014) Violencia en la escuela.
sentido ético basado en el principio del semejante, -es decir la Buenos Aires. Año XXXIX - Nº 429.
responsabilidad asumida frente al otro-, tiene que contar con una Untoiglich, G. (2014) En la infancia los diagnósticos se escriben con lápiz,
definición clara de sujeto. Sujeto es alguien que conoce, creador Buenos Aires: Noveduc
de pensamientos y alguien consciente de su propia existencia. Al-
guien que formula hipótesis, que produce conocimientos, por lo que
estamos repensando el sentido de la educación en el contexto de
esta subjetivación que reconoce la asimetría. Asimetría en respon-
sabilidad y en saber. Es importante que quienes están a cargo de
la formación sistemática de los niños y los adolescentes sostengan
en el encuentro con sus estudiantes, una actitud atenta y se com-
prometan a intervenir tempranamente en determinadas situaciones
cuyos indicios dan cuenta de conflictos, malestares. Intervenir es
construir dispositivos en los que circule la palabra, la valoración del
otro concebido como un semejante con el cual interactuar, el reco-
nocimiento de la diferencia, el armado de lazos de solidaridad, de
confianza, en los que prime el vínculo cooperativo y no el de com-
petencia. La intervención en este sentido, se emplaza en oposición
a los efectos de desubjetivaciòn propios de la violencia simbólica.
Tal como se infiere en el texto que se despliega a través de los
diferentes encuentros con Gabriel, sus padres y el Equipo Esco-
92
FORMAS DE PRESENTACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD
CONTEMPORÁNEA. UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Gadea, Lucia; Domenicucci, Gabriel Andres; Coppola, Daniel Ricardo; Giordano, Sergio Jose; Visintin, Diego;
Noguera, Silvina; Otero, Vanesa; Goldestein, Bárbara
Hospital J.T. Borda - Hospital Alvear - Universidad de Buenos Aires. Argentina
93
aparición de fenómenos disruptivos, una persona busque ayuda a para ubicar la organización libidinal de la familia en particular y
causa de su padecimiento. de la sociedad en general. Si partimos de proponer al totemismo
Es decir, si la subjetividad es el resultado de un proceso discursi- como un sistema social (Freud, 1913, 106), el complejo de Edipo se
vo producido en un determinado tiempo y espacio que llamamos instala como organizador social en la modernidad, a la vez que es
época, las demandas y las formas de presentación clínica, serán el complejo organizador del núcleo de las neurosis. Así, es el padre
representativas de esa subjetividad contemporánea. quien encarna la excepción necesaria para plantear un paratodos
Si para un evaluador el sujeto no es sin época, debe tener las herra- que organice el lazo social y la neurosis.
mientas que le permitan reconocer sus marcas y discursos. Obviar- Para Alemán esta lógica ya no es hegemónica. Considera que el
las o desconocerlas limitarán su praxis y la respuesta que pueda discurso capitalista ha generado una nueva realidad a partir de su
brindar, pudiendo quedar atrapado en el imaginario social, en sus mutación postmoderna que es la producción de subjetividad.
estereotipos o fascinado por rasgos vacíos o hazañas individuales. En esta perspectiva, la hipótesis que transmite Ernesto Sinatra es
Será necesario caracterizar, formalizar y estudiar estas dimensio- que la época actual se caracteriza por 1) la caída del padre, 2) el
nes, que se evidencian en las formas de presentación de la subjeti- declive de lo viril, 3) la feminización del mundo. (Sinatra, 2013, 9)
vidad contemporánea en la demanda de tratamiento. Se trata de un nuevo modo de sostener el No-Todo o la excepción
del universal. Siguiendo las fórmulas de la sexuación propuestas
Marco teórico por Lacan, Sinatra llama a esta modalidad de sostener la excepción
Como se ha planteado, la demanda de tratamiento, producida en “feminización del mundo”, por su condición de estar por fuera de
un tiempo y espacio, adquiere las características propias de la sub- la regulación del Nombre del Padre. Pensando al Nombre del Padre
jetividad y la cultura contemporánea. Este estudio requiere, por su como la excepción que armaba un “para todos”, Sinatra explica que
complejidad, un marco teórico transdiscursivo que pueda abordar- “es el No-Todo, entonces, el modo lógico de organización que co-
lo. Hacer referencia a la subjetividad contemporánea y sus formas manda actualmente la subjetividad. Denominarlo feminización del
de presentación implica entender que los procesos de subjetivación mundo, no es sino a partir de leer a la letra esta sustracción de la
se producen en un tiempo y espacio particulares y determinados excepción, encarnada hasta ayer en la autoridad del padre.” (Sina-
del Otro social. Nuestro trabajo investigará el tipo subjetivo con- tra, 2013, 28) El Otro que hacía de excepción ya no existe y en su
temporáneo, y la forma particular en que se anuda la subjetividad lugar, la excepción que sostiene el universal o la Ley que regula el
en nuestra época. lazo social no es el Nombre del Padre, sino el mercado. (Miller, 2005)
A partir de una serie de pensadores como Foucault, Deleuze y Ne-
gri, entre otros, la subjetividad fue entendida como resultado de Lo contemporáneo y lo intempestivo
relaciones de poder históricamente construidas. Esta perspectiva Giorgio Agamben en su texto ¿Qué es lo contemporáneo?, plantea
borró la dimensión estructural de la constitución del sujeto, es decir que “la contemporaneidad es una relación singular con el propio
su condición dividida, deseante y definida a partir del significante. tiempo, que adhiere a este y, a la vez, toma su distancia; es esa
(Alemán, 2016) Este modo de pensar la subjetividad desdibuja la relación con el tiempo que adhiere a este a través de un desfase y
distinción entre sujeto y subjetividad. un anacronismo.” (Agamben, 2011)
En este punto resulta importante distinguir qué factores afectaron En ese mismo texto, Agamben afirma que Nietzsche sitúa su pre-
a la conformación de la subjetividad en la modernidad y establecer tensión de actualidad, su contemporaneidad respecto al presente,
las coordenadas que conforman subjetividad en la época actual. en una desconexión y en un desfasaje. “Pertenece en verdad a su
Para ello, partiremos de lo planteado por Jacques Lacan quien tiempo, es en verdad contemporáneo, aquel que no coincide per-
demuestra que un decir toma su sentido de un discurso. (Lacan, fectamente con este ni se adecúa a sus pretensiones y entonces,
2012) Desde esta perspectiva, y sirviéndose de los conceptos de la en este sentido, es inactual; pero, justamente por esto, a partir de
lógica, propone tres preceptos: no hay metalenguaje, no hay rela- ese alejamiento y ese anacronismo, es más capaz que los otros de
ción sexual y existe uno que hace de límite al paratodo (o sea, no percibir y aferrar su tiempo” (Agamben, 2011).
hay universal que no se sostenga en una excepción). Aquí, el punto Nietzsche en Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la
es precisar qué o quién encarna esa excepción en cada época. Esto vida afirma que “intempestivo es aquel que no coincide con su
implica ubicar un factor en común para todas las épocas (Alemán, tiempo ni se adecua a sus pretensiones…”
2016): algo que hace de excepción. Así, Alemán propone un común Roland Barthes tomando esta consideración de Nietzsche afirma
que ya no es la masa, no es a lo que nos identificamos todos ar- que “lo contemporáneo es lo intempestivo”.
mando masa. Se trata, en la actualidad, de precisar el modo “en De este modo, tomando como referencia a estos autores, podemos
común” que tenemos de dar un tratamiento a lo que no-hay. Ese afirmar que una dimensión necesaria para comprender la contem-
tratamiento común es lo que llamamos la “subjetividad de la épo- poraneidad es la noción de tiempo. El tiempo es una construcción
ca” (Alemán, 2016). colectiva. Es decir que, no se lo define por una mera sucesión
Durante la época moderna, la subjetividad se conformó a partir del cronológica.
ordenamiento del discurso del amo. Se trata de un orden simbólico A partir de los conceptos aportados por varios autores, pero en
que se caracteriza por la égida del Nombre del Padre. Siendo la especial por Zygmunt Bauman, se entiende que la temporalidad
identificación definida como la más temprana ligazón afectiva con contemporánea abandonó la idea progresiva para entender la na-
otra persona (Freud, 1921, 105), este concepto resulta fundamental turaleza del tiempo a partir de una forma lógica fortuita. Este pa-
94
radigma del tiempo entiende que los instantes ya no se suceden Objetivos e hipótesis
a partir de hiancias que producen sentido, sino más bien a partir ¿Cuáles son las formas en las que un sujeto atravesado por su
del reemplazo constante de uno por otro. El tiempo adquiere una época se presenta a pedir un tratamiento? ¿Cuáles son sus carac-
lógica aleatoria de sucesión continua cuyo valor social principal se terísticas? Nos preguntamos si es posible definirlas y encontrar sus
encuentra en lo efímero y fugaz de su existencia. especificidades. En ese caso, ¿cómo podrían diferenciarse de otras
Bajo esta perspectiva se entiende entonces que si un instante, un formas de presentación de la subjetividad? ¿Cómo se expresan
momento, es de naturaleza angustiosa o displacentera para un su- esas formas en las demandas de tratamiento y cómo son recibidas
jeto, este tendrá la necesidad urgente e inmediata de resolución. por los profesionales?
Dicha resolución demandará una inmediatez que difícilmente se Como posible respuesta a las preguntas formuladas, la hipótesis
pueda lograr a partir de la lógica de la trama y del intervalo. Lo hará que guiará la investigación afirma que: las formas de presentación
más bien a partir de la prisa por la aparición de otro instante que subjetiva en la demanda de tratamiento presentan características
lo retrotraiga, o bien a un valor anterior de homeostasis o a otro de propias de la subjetividad contemporánea.
satisfacción inminente sin pasar por la hiancia necesaria para la
creación de sentido. Unidades de Análisis, procedimientos de recolección y análisis
Desde esta perspectiva, aquello que aparece como urgencia o de datos
apuro no es más que la necesidad enunciada bajo forma de prisa, El diseño de la investigación se basará en tres unidades de análisis:
de retomar una secuencia homeostática que frente a la sucesión
sistemática y fugaz de la lógica social temporal, no encuentra otro Unidad de análisis I:
instante que pudiera sucederlo, siendo difícil de tolerar para el su- ·· Consultantes que asisten a solicitar atención en salud mental.
jeto el espacio vacío entre uno y otro. El sujeto contemporáneo no
está preparado para sobrellevar los espacios que se producen entre Variables:
los instantes de nuestro devenir. ·· Variable 1: Urgencia, apuro o apremio manifestado por el solici-
tante para la resolución de su problema.
La mediatización contemporánea ·· Variable 2: Tiempo transcurrido entre la aparición de la dolencia,
El autor Jean Baudrillard (1991) describe la subjetividad contemporá- que es motivo de su consulta, y su primer acercamiento a un
nea a partir de la irrupción de una nueva interfaz en los procesos de efector de Salud Mental.
subjetivación. La novedad está marcada por la introducción masiva y ·· Variable 3: Gravedad que atribuye el consultante a su padecimiento.
omnipresente de la inteligencia artificial y dispositivos de pantalla, en ·· Variable 4: Exigencia de la respuesta frente a la solicitud.
la cultura, la interacción y la comunicación contemporánea. ·· Variable 5: Confrontación - litigiosidad con el entrevistador.
Lo contemporáneo se encuentra configurado por la omnipresencia ·· Variable 6: Grado de aceptación de la respuesta del entrevistador.
de la pantalla como interfaz fundamental de la época. ·· Variable 7: Cantidad de tratamientos realizados.
Según este autor, existe un pasaje desde el imaginario del Espejo, al ·· Variable 8: Consultas o tratamientos realizados fuera del ámbito
de la Pantalla. La interfaz del Espejo, propia de la modernidad, pro- de las prácticas reconocidas y validadas de la salud.
ponía al sujeto un imaginario “del desdoblamiento y la escena, de la ·· Variable 9: Búsqueda o reconocimiento en medios digitales o
alteridad y la alienación”, mientras que en lo contemporáneo encon- medios masivos de comunicación de su problema de consulta.
tramos un imaginario donde esto se disuelve en favor de la interfaz y ·· Variable 10: Diagnóstico presuntivo.
el redoblamiento, la contigüidad y la red: “hemos pasado del infierno ·· Variable 11: Edad
de los otros al éxtasis de lo mismo, del purgatorio de la alteridad a los ·· Variable 12: Presencia de simetría o asimetría en la relación con-
paraísos artificiales de la identidad.” (Baudrillard, 1991, 66) sultante -entrevistador.
Baudrillard entiende que la interfaz de la pantalla supone una caída ·· Variable 13: Tiempo requerido para llegar al hospital desde el
del Otro como interlocutor, ya que la alteridad es “subrepticiamente lugar de residencia habitual del consultante.
confiscada por la máquina.” (Baudrillard, 1991, 61) La pantalla es
un efecto sobre la temporalidad de un sujeto en favor de la inme- Unidad de análisis II:
diatez: el sentido se abreacciona de manera inmediata, nada se ·· Profesionales que participan en la recepción de consultantes que
inscribe ahí para ser descifrado en la profundidad sino para ser solicitan atención en Salud Mental.
explorado instantáneamente. ·· Variable 1: Relación entre el grado de urgencia evaluado por el
entrevistador y el tiempo manifestado por el consultante como
Relevancia de la temática necesario para una respuesta a su solicitud.
La existencia de nexos entre la clínica y la contemporaneidad es- ·· Variable 2: Consideración del tiempo transcurrido entre la apa-
tablece un campo necesario de investigar y cuya mutación per- rición de la dolencia que es motivo de su consulta y su primer
manente requiere constante actualización. Los resultados de la acercamiento a un efector de Salud Mental.
investigación permitirán construir herramientas para ser utilizadas ·· Variable 3: Gravedad clínica establecida por el entrevistador al
por los profesionales en la evaluación realizada en las primeras padecimiento manifestado por el consultante.
entrevistas. De este modo, se podrá elaborar una mejor respuesta ·· Variable 4: Tiempo máximo posible para que el otorgamiento del
terapéutica a esa demanda. turno.
95
·· Variable 5: Confrontación - litigiosidad con el entrevistador. BIBLIOGRAFÍA
·· Variable 6: Grado percibido de aceptación a la respuesta dada Agamben, G. (2011). Desnudez. Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora, 2011.
por el entrevistador. Alemán, J. (2000). Jacques Lacan y el debate posmoderno. Buenos Aires:
·· Variable 7: Valoración de consultas o tratamientos realizados Ediciones del Seminario, 2000.
Alemán, J. (2016). Diferencia entre sujeto y subjetividad. En Virtualia #32,
fuera del ámbito de las prácticas reconocidas y validadas de la
2016.
salud.
Aleman, J. (2016). Horizontes Neoliberales en la Subjetividad. Buenos Ai-
·· Variable 8: Consideración del entrevistador sobre la información
res: Grama editores, 2016.
previa que el consultante refiere a partir de búsquedas o recono- Baudrillard, J. (1991). La transparencia del mal: Ensayos sobre fenómenos
cimiento en medios digitales o medios masivos de comunicación extremos. Barcelona Editorial Anagrama, 1991.
del problema de consulta manifestado. Bauman, Z. (2004). Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Bue-
·· Variable 9: Años desde la finalización de sus estudios. nos Aires: Editorial Paidós, 2005
·· Variable 10: Rasgos significativos. Bauman, Z. (2005). Amor Líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos
humanos. Buenos Aires: Editorial Paidós, 2005.
Unidad de análisis III: Bauman, Z. (1990). Pensando sociológicamente. Buenos Aires: Editorial
Consultas realizadas para solicitar tratamiento en el ámbito de la Nueva Visión, 2009.
Salud Mental. Berger, P. & Luckmann, T. (1968). La construcción social de la realidad.
Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003.
Freud. S. (1930). El malestar en la cultura. En Obras Completas. Buenos
·· Variable 1: Pertinencia clínica de la consulta.
Aires: Amorrortu, 2006.
Freud, S. (1921). Psicología de las masas y análisis del yo. En Obras Com-
Transferencia posible de los resultados pletas. Buenos Aires: Amorrortu, 2006.
La transferencia de los resultados de la investigación propuesta Freud, S. (1913). Tótem y tabú. En Obras Completas. Buenos Aires: Amo-
brindará aportes en el campo académico, institucional y clínico. Sus rrortu, 2006.
contribuciones permitirán: Galende, E. (1992). Historia y repetición: temporalidad subjetiva y actual
modernidad. Buenos Aires: Editorial Paidós, 1992.
·· Diseñar un modelo de entrevista inicial que pueda reconocer los Gorostiza, L. (2007) Prólogo. En Sotelo, I. Clínica de la urgencia. Buenos
efectos de los discursos contemporáneos en la demanda trata- Aires: JCE Ediciones, 2007.
miento, actualizando las perspectivas asistenciales de modo que Lacan, J. (1953). Función y campo de la palabra y del lenguaje en psi-
contemplen las características de la contemporaneidad. coanálisis. En Escritos 1, Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2010.
Lacan, J. (1972). El atolondradicho. En Otros escritos, Buenos Aires:
·· Complementar las herramientas clínicas en la evaluación de
Paidós, 2012.
pacientes de manera que favorezcan una perspectiva interdis-
Lewkowicz, I. (2004). Pensar sin Estado: la subjetividad en la era de la
ciplinaria.
fluidez. Buenos Aires: Editorial Paidós, 2004.
·· Promover la investigación sobre aspectos sociales dentro del Miller, J. A. (2005). El Otro que no existe y sus comités de ética. Buenos
campo de la Salud Mental. Aires: Editorial Paidós, 2005.
·· Promover el conocimiento y la comprensión de los efectos de los Nietzsche, F. (1874). Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la
discursos sociales en las manifestaciones clínicas. vida. España: Biblioteca Nueva, 1999.
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Sinatra, E. (2010). ¿Todo sobre las drogas? Buenos Aires: Grama ediciones,
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Sotelo, I. (2015). DATUS, Dispositivo Analítico para el Tratamiento de Urgen-
cias Subjetivas. Buenos Aires: Grama Ediciones, 2015.
Sotelo, I. (2007). Clínica de la urgencia. Buenos Aires: JCE Ediciones, 2007.
96
FICCIÓN FAMILIAR Y OTRA ESCENA
Galiussi, Romina
Universidad de Buenos Aires. Argentina
97
ner su desenlace, si el ciclo es normal, en una identificación de esa padres, desconocidos y definidos por los hijos como desubicados u
clase, reforzando de ese modo la identificación primaria” (FREUD obscenos, despiertan no pocas respuestas, entre ellas el silencio o
1923, 33). De este modo, las identificaciones post-edípicas redo- la posibilidad de hablarlo o decir de otra manera.
blan la identificación primaria y Freud enlaza así la prehistoria con En este sentido, y en relación con la perspectiva histórica presente
la historia y el Edipo para dar cuenta de las identificaciones que en la histeria como forma de tramitar esas marcas de goce, quisie-
sostienen inconscientemente los síntomas histéricos, constituyen- ra comentar brevemente un caso que destaca cómo los diferentes
do la cadena de las generaciones delimitada por las relaciones de miembros de una familia construyen diversas tradiciones, ficciones
parentesco. y secretos sobre la misma, sobre la obscenidad. Es un caso de una
Respecto de esto último, destaco también el debate entre Lacan supervisión, donde una de las hermanas encuentra que el padre
y la antropología, lugar desde el que se cuestiona fuertemente el consume pornografía infantil, lo cual despierta temores y sospe-
estatuto del parentesco, ya que las relaciones culturales implican chas sobre si algo así ocurrió en la infancia con ellas. Se lo cuenta
una mayor variedad, extensión y complejidad. No obstante, Lacan a su hermana, con el fin que ésta enfrente al padre y resuelva el
sostiene que “La observación incontestable de que el parentesco problema. No obstante, ella siempre tuvo una versión de su padre
tiene valores diferentes en las diferentes culturas no impide que la amorosa y de sostén sin cuestiones, que su hermana vino a con-
machaconería por parte de los analizantes de sus relaciones con mover. De todos modos, no lo enfrenta -tal como lo solicita aque-
sus parientes, próximos además, es un hecho que el analista tiene lla- y decide consultar, comenzando a confrontar su propia versión
que soportar” (LACAN 1976-77, 19/04/77). Ya que si el analizante familiar a partir de ese residuo, revés o malentendido (MILLER
“…no habla sino de eso…” es porque “…sus parientes próximos 1993, 341) concerniente al goce: la de quién sostuvo durante años
le han enseñado lalengua” (Ibíd.). O bien, tal como lo plantea en el las deudas económicas de su padre, entre otras faltas. Retomando
Seminario 25: “Es cuando menos a donde me conduce el hecho del las afirmaciones de Lacan, dicha ficción, para operar como nece-
análisis, pues el análisis es un hecho, es un hecho social al menos, saria, tiene que tener una relación con lo imposible para dar lugar
que se funda sobre lo que se llama el pensamiento, que se expresa a las contingencias que abren al campo de lo posible de cernir lo
como puede con «lalengua» (lalangue) que se tiene” (LACAN 1977- no familiar, o lo ominoso -unheimlich-, en ese punto que señala lo
78, 11/04/78), agregando que “…no hay…más que el aprendizaje singular. Allí donde se sostiene el malentendido, es posible situar
que el sujeto ha sufrido de una lengua entre otras, la que es para él una equivocidad en la ficción y la generación de ficciones en esa
lalengua” (LACAN 1976-77, 19/04/77). cadena de las generaciones, pero con una torsión que no deja por
Es así como la traumático de lalengua se historiza con esos parien- fuera la posibilidad de implicación y, en consecuencia, el lugar para
tes más próximos, es decir, recae sobre quienes la han trasmitido una decisión, para la responsabilidad definida como la posibilidad
de modo irreductible, configurándose un sentido en torno a la his- de dar una respuesta. A partir de ello, es preciso delimitar dos tipos
toria parental. de silencio, uno a nivel de lo que se calla, y otro a partir de lo que
Ello ya supone un tratamiento, y constituye la solución por excelen- no se puede decir y que, sin embargo, pulsa y causa lo que se teje
cia del inconsciente histérico por la vía del amor al padre. Tal como alrededor, en un tramado entre la herencia y lo no familiar que co-
lo plantea en el Seminario 20 “El lenguaje es una elucubración de pia, rompe o enlaza de otro modo esas generaciones y sus goces.
saber sobre lalengua” (LACAN 1972-73, 26/06/1973), y de ello la
histeria constituye un paradigma. BIBLIOGRAFÍA
Freud, S. (1923): “El yo y el ello”. En Obras Completas, AE, 1979. T. XIX, 1-66.
La obtrescena Freud, S. (1919): “Lo siniestro”. En op. cit. T, XVII, pp. 215-251.
A partir de estas referencias que destacan el lugar fundamental de Godoy, C. (comp.) (2016): El síntoma, el sentido y lo real en la clínica psi-
coanalítica. Buenos Aires, JVE, 2016.
la familia en la transmisión de la historia, y de la diferencia entre
Lacan, J. (1977-1978): El seminario, Libro 25: El momento de concluir,
prehistoria e historia situada por Freud, me interesa acentuar esta
inédito.
relación de tensión a nivel del lenguaje y lalengua, entre la trama Lacan, J. (1976-77): El seminario, Libro 24: Lo no sabido que sabe de la
simbólica propia de la historia y, por otra parte, las marcas de goce una-equivocación se ampara en la morra, inédito.
de quienes la transmiten. Lacan, J. (1973): “Televisión”. En Otros escritos. Buenos Aires, Paidós,
Al respecto, Lacan dará una definición de lalengua como “…una 2012, pp. 535-572.
obscenidad, lo que Freud designa –perdónenme también el equí- Lacan, J. (1972-73): El seminario. Libro 20: Aun, Buenos Aires, Paidós,
voco- como la obtrescena, como la otra escena que el lenguaje 1981.
ocupa por su estructura, estructura elemental que se resume en la Lacan, J. (1938): “Los complejos familiares en la formación del individuo”.
del parentesco” (LACAN 1976-77, 19/04/77). Esto enfatiza el hecho En Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, 33-96
de que lalengua constituye lo traumático por estructura que se de- Lacan, J. (1969): “Dos notas sobre el niño”. En Intervenciones y textos 2.
limita y halla un tratamiento en las relaciones de parentesco, de las Buenos Aires, Manantial, 2007, 55-57.
Miller, J.-A. (1993): Introducción a la clínica lacaniana. Barcelona, ELP, 2006.
cuales la clínica freudiana supo dar particular cuenta. Por tal razón
no hablan más que de eso.
En relación con ello y, tal como he mencionado al comienzo, en esta
época nos confrontamos en la clínica con casos en donde las adic-
ciones, el cambio en la vida sexual u otros modos de goce de los
98
UNA POLÍTICA, LA DEL SÍNTOMA
Gamaldi, Valeria Romina
Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina
99
pareja desde hace un año- le dice que no se irá más días de vaca- dejarla disponible. Algo de esto es lo que permitió señalarle, a Pepa
ciones con “su familia” (madre, hermano e hija) que los que irá con –enviada por su médico de familia para que haga algo con su tris-
ella, tal como ella había llorado durante varios días; pero en lugar teza– que ella estaba hallándole la vuelta al encuentro disruptivo
de alegrarse, consulta. Encuentra a un hombre que no le confirma que había significado la coincidencia de su menopausia con la sa-
el “abandonada” que iba encarnando por la vida, tal como habían lida exogámica de su única hija a la universidad. Eso que a veces
hecho todos aquellos a los que llamaba desde distintas Guardias, la tenía “caiducha, un poco triste, de a ratos sin ganas”, a lo que
después de ataques de pánico, pastillas de más, ingesta de veneno, respondía yendo al gimnasio “cuando viene la tristeza” o buscando
cortes. Pero el “me va a dejar” insiste. Intervengo, “es un tema a actividades con sus amigas. Ella estaba poniendo en marcha re-
qué uno invita al otro”. Marcelo Barros (2009) plantea que cursos subjetivos para responder a ese encuentro, por lo que se le
El primer paso de la cura, como dice Lacan, es mostrar que todo propuso que si eso se le complicaba (su respuesta), podía volver.
eso funciona así, poner en evidencia el carácter funcional del sín- Diego consulta en el Hospital traído por su madre, pero cuando
toma, mostrar que si la repetición pasa siempre por el mismo lugar abrimos la puerta ella ya no está; no se sabe por qué lo trajo y
es justamente porque hay un lugar por el que no se quiere pasar él puede contar poco. Alterna entre la perplejidad, su impulso a
(…) denunciar eso tiene ya todo el valor de acontecimiento en el consumir cocaína, ocurrencias e interpretaciones delirantes, apla-
análisis, y por esa intervención se llega a transformar lo que hasta namiento, alucinaciones. Tratamiento ambulatorio conjunto, ADOP,
el momento era un padecimiento, en una toma de posición, pero internación sí, internación no. Y algo que no se pudo construir. Die-
también en un enigma. (P. 48) go no sabe para qué viene, aunque se intenta vez por vez ubicarlo,
Enigma que Paula toma, y a la vez siguiente dirá que se había lo que acompaña sus vaivenes entre pedir y rechazar el tratamien-
quedado pensando en “eso de la invitación”, ubicando “me quedo to, mostrando lo que hay de necesario en sancionar qué hay de
siempre con los no”, y trayendo una escena: “me quedé un sá- sintomático en el funcionamiento, tanto para el clínico como para el
bado en lo de Roberto, nos despertamos el domingo, estábamos paciente, sea cual sea su estructura. Función que creo se le puede
charlando en la cama y yo no le estaba prestando atención porque dar al tratamiento de prueba propuesto por Freud, no para rechazar
pensaba ‘ahora me tengo que ir, ahora me echa’, pero él preparó sino para habilitar el inicio de una cura.
el desayuno. Yo seguía pensando ‘ahora me tengo que ir, ahora me Necesidad que del lado del clínico se plantea en torno a poder
echa’, después me invitó a almorzar, paseamos… recién a las ocho cuestionar en qué uno se autoriza o no para avalar las demandas, si
de la noche cuando estaba en el colectivo yendo a mi casa me di no es desde la vía pedagógica ni de la moral. Cuando una demanda
cuenta que habíamos pasado todo el día juntos”, un trabajo se puso no se formula vía un síntoma, es decir desde lo que complica un
en marcha. funcionamiento, es tramposa. Si se convierte en un puro derecho,
María tiene 78 años y consulta derivada por su médico de familia en una exigencia, si todo el mundo tiene derecho a un estado de
de un ambulatorio de Catalunya, a quien la hija le había solicitado completo bienestar, se vuelve difícil introducir la vía de la respon-
que la envíe a psicología ya que veía a su madre “caída”. Ella cuen- sabilidad. Antonia hace que su médico pida una interconsulta con el
ta que hace seis meses murió su marido con el que compartieron equipo de Salud Mental por “cuadro depresivo”, lo que después se
más de cincuenta años y que desde entonces bajó unos kilos, no le deslizó a “se queja y dice que la pareja la maltrata”. Antonia –quien
gusta comer sola, pero sigue cocinándoles a los nietos. Cuenta que espera una compleja cirugía cardíaca– lleva 28 años con José, con-
lo extraña, que a veces llora, que las amigas le dicen “venga María, viviendo hace siete ya que en aquel entonces ella decidió que no
que tú eres muy alegre”, pero que ella perdió a su marido y algo de llevaría un hombre a su casa luego de separarse del padre de su
su alegría. Dice que cuando más lo extraña es a la noche, que ella hijo. Pero ya no quería estar con él, “así que listo, lo mejor es sepa-
nunca durmió sola, porque se fue de casa de sus padres a la de su rarse, él no entiende que no puede venir acá a cambiar la novela de
marido. Pero algo cambió el día de los muertos: lo vio, “yo lo vi, eso la tele, que yo estoy mal”. Antonia parecía no perder nada, José no
nadie me lo va a quitar, me estaba cambiando y por un momento vi entendía, “es mejor así”. Durante sus internaciones anteriores por
que me miraba desde los pies de la cama (…) creo que apareció diversos problemas de salud, “tenía” psicólogos “para charlar (…)
para cuidarme”. Desde entonces duerme más tranquila, “nadie me porque yo llevo mis problemas sola”, sacando de la lista a los psi
lo va a quitar”. Le dije que claro, cómo no extrañarlo y le propuse que la habían escuchado, a los familiares que siempre la acompa-
acompañarla, trabajar ese no disfrutar, ver cómo recuperar su ale- ñaron, a José. Se le señaló que no estaba tan claro que ella quisiera
gría. No vino. ¿Por qué? En supervisión se ubicó que había quedado separarse de ese hombre y que en todo caso eso no parecía ser un
desubicada la demanda, que era de la hija, lo cual obturaba verifi- problema para ella, que ya se las había arreglado para mantenerlo
car si había o no algún pedido de María; a la vez que la mitad de mi a raya durante veintiún años. No, nosotras tampoco entendíamos,
intervención avalaba el trabajo de duelo en curso, la segunda parte eso ya estaba y ella quería “charlar”, ¿de qué?, “yo así estoy bien”.
lo pretendía sin costo subjetivo. Legitimar un duelo como algo dife- Tomamos nota, así no, si ella en algún momento ubicaba la nece-
rente a un normalizar que tape la boca, sino por el contrario, incluir sidad de cuestionar algo que la complicara, podía consultar. “No
la castración y subrayar que hay que hacer un trabajo subjetivo rechacé al sujeto sino que rechacé la formulación de su demanda”
con eso. Primera entrevista en la que entonces también se jugará (Miller, 1997, P. 55).
una elección para el clínico: apostar a la neurosis de transferencia Freud (…) sostuvo siempre una actitud realista, verdaderamente
y formalizar el síntoma o por la funcionalidad de la herramienta práctica frente al sufrimiento del sujeto, y eso implicaba también
con que cuenta el sujeto, no para positivizar la castración sino para una preocupación por la eficacia real de los medios para resolver
100
ese padecimiento (…) práctico entendiendo por ello lo relativo a la hubiese querido más milanesas, si está evaluando comprarle un
aplicación de los principios constituyentes de la experiencia analí- perro, yo hubiese querido que me compre uno primero a mí… pero
tica en una situación concreta. Ese pragmatismo incluye los límites a mí no me gustan las milanesas ni los perros”. Antes y después
de tal aplicación, dado que allí donde un psicoanalista se abstiene que fue sancionado como marca del fin del ciclo de tratamiento.
de analizar, o de proseguir con un tratamiento, también actúa ana- No es evidente que alguien haga tratamiento para obtener alguna
líticamente (Barros, 2009, P.12). mejoría, eso es olvidar que la neurosis es una ventaja en sí misa y
una satisfacción. El punto nodal será conmover la defensa, alguien
Política, orientación a lo real puede concurrir para que siga todo igual, lo que recuerda la dife-
Así como hay una autorización en juego en el momento de en- rencia entre angustia y sufrimiento neurótico, mientras la primera
trada al tratamiento (autorización al cuadrado: implica la cuestión puede volverse motor del cambio, el segundo es inercial, conlleva
sobre qué demanda se autoriza y en qué se autoriza el clínico para un placer aunque no sea sentido como tal. Fin que estaba implicado
eso) también en el momento del alta. Barros (2009) plantea la con- en el principio entonces y cuya interrogación creo que conviene
clusión del tratamiento institucional como un acto del practicante, ubicar en torno al cuándo y no al cuánto (motivo por el que adrede
con el consentimiento del paciente. Ni cierre automático cuando se no aclaré el tiempo de trabajo con cada paciente)
cumpla el tiempo fijado institucionalmente, ni fin de análisis; finali- Que el sujeto haga la experiencia de que eso le concierne. Basta
zación que obedezca a la política del tratamiento. Política -ese arte una sola intervención de ese carácter para darle al tratamiento su
de hacer algo posible- que en la cura de orientación lacaniana será estatuto de experiencia analítica, por más fragmentaria que sea;
la del síntoma, es decir que se tratará de hacer algo posible con lo y en ese caso el alivio terapéutico se dará por añadidura (Barros,
imposible de curar, encontrando otro modo de funcionamiento que 2009, P. 66).
no implique tanto malestar. Pilar tiene 50 años y es derivada por su médico de familia al Equipo
No hay clínica sin política quiere decir entonces que no hay práctica de Salud Mental del Programa de Soporte a la Primaria, porque ya
terapéutica que no suponga una respuesta, implícita o explícita, a la no soporta su candidiasis “crónica”. El marido -“muy inteligente,
pregunta por la causalidad del síntoma y a la posición del sujeto en muy leído”- y su doctora, le han dicho que si sube “un poquito
el nudo que forman goce y lenguaje. Es en esta perspectiva que Jac- la autoestima” curará. Varias fueron las entrevistas en las que me
ques Lacan podía afirmar en los años setenta que el síntoma instituye encontré rechazando ese pedido que insistía y tratando de inyec-
el orden en el que se reconoce nuestra política (Bassols, 2007). tar causalidad. Supervisión mediante, algo de la “autoestima” pudo
Allí donde hay un malestar impuesto por la cultura, por la pérdida ponerse en función, no ya denunciando su falta, sino ubicando que
de naturalidad, de complementariedad que nos impone el lenguaje, en su caso la autoestima resultaba operativa cuando ella trabajaba,
donde falta la media naranja, la familia perfecta, la vida resuel- así que eso quedó ubicado y ella puso manos a la obra, resultó que
ta; hay un modo de cada uno de arreglárselas. Modo singular, que había estudiado una carrera que nunca había ejercido y comenzó a
como es una venda que se pone sobre lo que no anda por estruc- buscar trabajo. Significante amo “autoestima” que no ha caído, no
tura, no es perfecto, falla también, es decir, implica un funciona- se promovió tampoco otro “ser un analizante”, sino que se produjo
miento sintomático. Esta idea del síntoma equivale a pensarlo como una torsión. Siempre se apuesta a hacer tambalear el significante
imposible de eliminar -por lo esa no puede ser la dirección del tra- amo el cual el sujeto viene aplastado. Mientras haya algún margen
tamiento ni el criterio del alta. Se tratará en cambio, de encontrar para hacer esto hay sitio para el psicoanálisis aplicado.
un funcionamiento que permita un estar en la vida que permita algo Dimensión de la oportunidad, demasiado pronto cuya función es
de satisfacción sin tanto esfuerzo ni sufrimiento. evitar un demasiado tarde:
Como se planteó, Paula armará su vida en torno al abandonada Toca al analista evaluar el grado de eficacia de un tratamiento y
para nombrar algo de lo que no anda y, a la vez, producirse como tomar una decisión respecto de la conclusión. Esto implica un mar-
abandonada como modo de defenderse de eso: si sufre, si no es gen de riesgo inevitable, porque en un tiempo acotado es difícil
ciento por ciento feliz es porque la abandonan, no porque eso no estimar el alcance de nuestras intervenciones (…) el analista debe
sea posible. El problema es que ese funcionamiento sintomático manejarse siempre en un terreno fragmentario y por eso la conclu-
implica penar de más. Durante el tratamiento, ella denunciaba que sión o el cierre no tiene en el campo analítico un sentido guestáltico
Roberto no quería convivir con ella, a la vez que cuando él tuvo (Barros, 2009, P. 67).
un problema cardíaco y debía cuidarse con las comidas, ella pen- Cristina consulta al Programa de soporte a la Primaria luego de ser
saba en dejarlo porque arruinaba la escena semanal de ver una condenada por agredir policías. Se dice impulsiva, denuncia que le
película de culto, comiendo ricos platos y tomando un buen vino. molesta el modo en que los otros le hablan, modo que se desplazó a
Él no querría convivir, pero ella no quería vivir-con él, eso le dije. qué le decían y a qué de eso le resultaba demasiado propio. Así por
“Vivir con” que derivó en “siempre arruina la fiesta” como punto de ejemplo, en una de las escenas en que pierde el control, insulta a su
identificación con la madre, que produjo algunos movimientos en madre quien le dice ella es una tonta por no acordarse que su plan
el lazo con su pareja; él la pudo invitar a otras cosas, ella se dejó de celular incluía llamadas gratis, cosa que la madre sabía porque
invitar. Roberto la invitó a “quedarse todos los días” en la casa de él, Cristina le había pedido que le haga el trámite. Ella no se sentía
lugar que ella está logrando habitar, a la vez que ubica que en otros tonta, pero eso adquiría carácter de verdad, y no había posibilidad
momentos no la hubiese frenado la concreción de ese anhelo, sino de otra cosa distinta a las ganas de revolearle a su madre las bol-
que hubiese redoblado la apuesta, “si le hace milanesas a la hija, sas de supermercado. Tonta no, pero un poco “cómoda”, que no le
101
salía gratis. Era un punto donde ella se reconocía no eligiendo, no BIBLIOGRAFÍA
dispuesta a pagar los costos de su elección; eso se señala y ella le Barros, M. (2009). Psicoanálisis en el hospital: El tiempo de tratamiento.
hace lugar: “bien, no sabía esa conclusión, tengo que elegir”. Punto Buenos Aires: Grama Editores.
de conclusión también de las entrevistas. Bassols, M. (2007). Una política del síntoma, llevar al sujeto hasta su di-
visión más próxima. En http://psicoanalisislacaniano.blogspot.com.ar/
En el momento en que el sujeto queda sorprendido por la invención
search/label/pol%C3%ADtica%20del%20s%C3%ADntoma.
del analista, o por la emergencia de una enunciación insospechada
Baudini, S. (2007). El síntoma: un funcionamiento. Virtualia Nº17. Buenos
en su propio discurso, ese hallazgo constituye también un momen-
Aires: Revista digital de la Escuela de Orientación Lacaniana.
to de clausura. Es algo que cierra, que echa por tierra las ‘historias’ Camaly, G. (2009). El síntoma, su opacidad y su funcionamiento. Virtualia
alternativas que el sujeto se contaba a sí mismo para cubrir su Nº 19. Buenos Aires: Revista digital de la Escuela de Orientación La-
angustia frente a lo que estaba en juego. ‘No se trataba de aquello o caniana.
lo otro, sino justamente de esto’ es la fórmula a la que nos convoca Couso, O. (2003) La política del síntoma. En http://www.efba.org/efbaonli-
la experiencia analítica. Y ‘eso’ es algo vinculado a la sexualidad ne/couso-11.htm.
(Barros, 2009, P. 70). Domb, B.; Ferreyra, M.; Lombardi, G.; Marrone, C.; Vegh, I. (1987). Interpre-
Ana consulta al mes de la muerte de su marido, Juan. Pronto se tación. En ¿Cómo se analiza hoy? Tercer encuentro internacional del
despliega una frase pronunciada por su padrino: “Pobre Ana, hay Campo Freudiano. Buenos Aires: Manantial.
que ayudarla”, dicho que encarnaba desde niña haciéndose ayudar, Freud, S. (1913). Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos consejos so-
bre la técnica del psi-coanálisis, I). En Obras Completas Tomo XII. Bue-
lo cual al ser señalado permite el despliegue de su movimiento,
nos Aires: Amorrortu Editores.
busca trabajo, y aparece el costo que esto tiene en sus relaciones
Freud, S. (1917 [1916-1917]. 17ª conferencia. El sentido de los síntomas.
de pareja, cuánto está dispuesta a pagar para que aparezca otro
En Obras Completas Tomo XVI. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
Juan que la sostenga, tendrá que perderlo y perderse como objeto Freud, S. (1937). Análisis terminable e interminable. En Obras completas
a ser sostenido para seguir adelante, confrontada con esto, puede Tomo XXIII. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
elegir otra cosa. Es allí donde se decide la interrupción del trata- García, G. (2006). El análisis de cualquiera. En ImagoAgenda Nº105. Bue-
miento, aunque ella confiesa que había fantaseado con continuar nos Aires: http://www.imagoagenda.com/articulo.asp?idarticulo=253
hasta que encontrara otra pareja, consiente el cierre del trabajo, Lacan, J. (1966). Del sujeto por fin cuestionado. En Escritos 1. Buenos Ai-
advertida de su posición. res: Siglo XXI.
La exigencia de brevedad se impone en la medida en que todo Lacan, J. (1958). La dirección de la cura y los principios de su poder. En
dispositivo de palabra entraña en sí mismo un tipo de satisfacción Escritos 2. Buenos Aires: Siglo XXI.
que ejerce un efecto “dormitivo”, y no solamente en el paciente, Lacan, J. (1975). Conferencia en Ginebra sobre el síntoma. En Intervencio-
nes y Textos 2. Bue-nos Aires: Manantial.
sino también en el analista, lo cual es, por cierto, lo más grave (…)
Lacan, J. (1967). Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoana-
se aspira a contrariar el deseo de dormir, a confrontar al sujeto con
lista de la Escuela. En Otros Escritos. Buenos Aires: Paidós.
un momento de conclusión, con un grano de verdad que toque lo
Miller, J. A. (1997). Introducción al método psicoanalítico. Buenos Aires:
real (Barros, 2009, P. 64) Eolia – Paidós.
Ir al grano, ir al encuentro de un punto de conclusión, la experiencia Miller, J. A. (2005). Efectos terapéuticos rápidos: conversaciones con Jac-
no está abierta en todos los sentidos. ques-Alain Miller en Barcelona. Buenos Aires: Paidós.
Dirección de la cura, la flecha indicaba una política. Del síntoma Plan de Salud Mental de Cataluña 2011 – 2015. En http://salutweb.gencat.
que en ‘Momento de concluir’ no fue, en fin, su supresión. ¿En- cat/web/.content/home/el_departament/pla_de_salut/documents/ar-
tonces? Efecto –de sentido- en el medio, la serie situaba que un xius/plan_de_salud_catalunya_es.pdf.
síntoma se extingue por una interpretación justa que hace de la Schejtman, F. (2013). Sinthome, ensayos de clínica psicoanalítica nodal.
verdad poesía. Si el síntoma se apaga, y la supresión no es el fin, Buenos Aires: Grama Ediciones.
es que otro síntoma se anuda allí donde el primero no cesaba de
escribirse. Estabilidad de la estructura, la cura no lo suprime, tal
vez, porque él es remedio (Domb, 1987, PP. 45-46)
Malestar en la cultura que hay que autorizarse a legitimar para dar
el alta.
Momento de concluir
No hay clínica sin política, eso plantea una tarea. Tal como señala
Bassols (2007), el alcance del psicoanálisis se mide hoy por la res-
puesta que sepan dar los psicoanalistas a ese nudo, en lo particular
de cada análisis y en lo público de los discursos que giran alrededor
de las paradojas del goce.
102
MECANISMOS TRANSDIAGNÓSTICOS EN PACIENTES
CON PERFIL ANSIOSO
González Gabelloni, Martín Federico; Vazquez Melia, Melisa
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN ces (Butler, Fennell & Hackmann 2010). La premisa básica es poner
Actualmente existe una tendencia en los tratamientos cognitivos por encima aquello que tienen en común los trastornos más allá de lo
conductuales de buscar enfoques transdiagnósticos de los trastor- que los diferencia (McEvoy, Nathan & Nortron, 2009).
nos mentales, en los cuales a partir de procesos subyacentes co- Barlow y Craske (2000) consideran que lo único en lo que difieren
munes compartidos entre distintos trastornos (no necesariamente los Trastornos de ansiedad (TA) es en el contenido de la amenaza
pertenecientes a una misma categoría diagnóstica) se diseñan es- percibida, es en este sentido que en el presente trabajo ubicamos
trategias terapéuticas efectivas para dichos cuadros. En el presen- mecanismos comunes entre el Trastorno de Ansiedad Generalizada
te trabajo realizaremos un recorrido por los mecanismos comunes (TAG), en el cual la amenaza proviene del exterior, y el Trastorno
que se ponen en juego en pacientes con perfil ansioso y lo ejempli- Obsesivo Compulsivo (TOC), donde la amenaza es interna (pensa-
ficaremos con dos tratamientos psicoterapéuticos llevados a cabo mientos); a pesar de que este último no se encuentre en el DSM V
en consultorios externos de hospitales públicos dependientes del dentro de la categoría de Trastornos de Ansiedad. Para luego pensar
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se buscará dar cuenta de en las posibles ventajas y desventajas de utilizar tratamientos ba-
las ventajas y desventajas de llevar a cabo tratamientos basados en sados en procesos comunes.
procesos transdiagnósticos.
Materiales y método
Palabras clave Se realizó una revisión de artículos publicados y material biblio-
Terapia Cognitiva Conductual, Enfoques transdiagnóstico, Mecanis- gráfico en relación a enfoques transdiagnósticos y a mecanismos
mos Transdiagnósticos, Ansiedad comunes en pacientes con diagnósticos de trastornos de ansiedad
(TA) y TOC según DSM V. La estrategia de búsqueda de artículos
ABSTRACT publicados se realizó a través del buscador “Google Académico”
TRANSDIAGNOSTIC MECHANISMS IN PATIENTS WITH AN ANXIOUS utilizando los términos: #enfoques transdiagnósticos, #trastornos
PROFILE de ansiedad, #ansiedad. #transdiagnostic #treatments #anxiety
Currently there is a tendency in cognitive behavioral treatments to #disorders.
seek transdiagnostic approaches to mental disorders, in which by Luego se realizó un análisis sobre dos tratamientos psicoterapéu-
common uderlying process share between different disorders (not ticos llevados a cabo en hospitales públicos dependientes del Go-
necessarily belonging to the same diagnostic category), they de- bierno de la Ciudad de Buenos Aires.
sign effective strategies for such cases. In the current paper we
make a walkthrough of common mechanisms in patients with an Desarrollo
anxious profile and we will exemplify it with two psychotherapeutic Enfoque transdiagnóstico
treatments carried out in outpatient clinics wich are Buenos Aires Actualmente la alta frecuencia de comorbilidad en TA representa un
city government dependent. It will seek to show the advantages and problema para los clínicos, debido a que los tratamientos basados
disadvantages of carrying out transdiagnostic treatments. en la evidencia se encuentran diseñados para diagnósticos espe-
cíficos y los mismos fueron probados en pacientes con un solo TA
Key words (McManus, Shafran y Cooper, 2010). Ante un caso de comorbilidad
Cognitive-behavioural therapy, Transdiagnostic approaches, Anxiety, Mc Manus, et al (2010) proponen que el clínico debe decidir en-
Transdiagnostic mechanisms tre tres alternativas: tratar un trastorno y evaluar el impacto en el
trastorno comórbido; aplicar tratamientos basados en la evidencia
Introducción secuencialmente; o combinarlos e identificar mecanismos mante-
La ansiedad puede ser definida como un sistema complejo de res- nedores compartidos; y, por último, diseñar estrategias transdiag-
puesta conductual, fisiológica, afectiva y cognitiva que se activa nósticas identificando mecanismos mantenedores compartidos y
al anticipar sucesos que se juzgan como muy aversivos y podrían diseñar estrategias transdiagnósticas para abordarlos.
amenazar los intereses vitales de un individuo (Clark y Beck, 2010). Con respecto a la primera opción, se encontró que al tratar un TA se
Los tratamientos transdiagnósticos son aquellos en los cuales a partir puede obtener alguna mejoría en el trastorno comórbido, pero casi
de las preocupaciones centrales y los procesos subyacentes compar- siempre se continúan cumpliendo los criterios diagnósticos para
tidos entre distintos trastornos (no necesariamente pertenecientes a este último, y si hubiera una presentación subclínica del trastorno,
una misma categoría diagnóstica), se diseñan intervenciones efica- se continúan teniendo los mismos indicadores una vez finalizado el
103
tratamiento, por lo que no se consigue una mejoría significativa en Mecanismos transdiagnósticos
términos clínicos (McManus et al, 2010). Craske (1999,2004) identifica los siguientes mecanismos comu-
La segunda opción consiste en aplicar tratamientos secuenciada- nes mantenedores de los TA: 1) Hipervigilancia sobre la amenaza
mente pero hasta el momento no existe evidencia de la eficacia de percibida y la propia sintomatología fisiológica, en la misma el sis-
dicho abordaje. Una opción más atractiva es combinar tratamientos tema atencional del paciente está orientado hacia la detección de
para trastornos específicos. Sin embargo, la limitada evidencia su- la amenaza cuando se encuentran en situaciones potencialmente
giere que, contrariamente a lo esperado, la combinación simple de amenazantes o en un estado de mucha ansiedad (Eysenck, 1992
intervenciones basadas en la evidencia diluye la eficacia del trata- en Clark y Beck 2010); 2) juicios desadaptativos, la activación de
miento del trastorno primario y no logra una mejoría significativa en creencias disfuncionales sobre la amenaza provoca un miedo ex-
el trastorno comórbido (McManus et al, 2010). cesivo que es incoherente con la realidad objetiva (Clarck y Beck
La última opción plantea identificar mecanismos mantenedores 2010) y 3) evitación conductual de estímulos externos que suelen
compartidos y diseñar estrategias transdiagnósticas. Dada la limi- gatillar la sintomatología, como evitación experiencial en la cual se
tación de las opciones anteriores parece necesario trabajar sobre realizan intentos de cambiar la forma o la frecuencia de los sucesos
esta alternativa. Por el momento no existe demasiada evidencia so- internos (Hayes et. al., 1996 en Clarck y Beck 2010).
bre este tipo de abordaje, salvo en lo que refiere a trastornos de la Otros autores como McEvoy y Mahoney (2012) proponen a la intole-
conducta alimentaria, como es el caso del protocolo basado en el rancia a la incertidumbre (IC) como factor de mantenimiento en los
enfoque transdiagnóstico de Fairburn (McManus et al, 2010). trastornos de ansiedad y depresivos. Su papel explicativo en el TAG
Por otro lado, también es pertinente mencionar las posibles ven- está ampliamente estudiado, pero además hay evidencias claras
tajas y desventajas de trabajar con el enfoque transdiagnóstico de su rol en otros trastornos, como el TOC y la depresión. La misma
que mencionan McEvoy, Nathan y Norton (2009). En cuanto a las se define como una reacción compleja, que promueve importantes
ventajas, en primer lugar, se puede pensar en la optimización de sesgos en el procesamiento de la información, los cuales dan lugar
recursos, ya que no se requiere que los terapeutas reciban exhaus- a valorar como muy amenazantes estímulos y/o situaciones, a la
tiva formación para abordar cada trastorno específico y además vez que inhibe la puesta en marcha de recursos y capacidades de
permite reducir la lista de espera de atención psicológica debido afrontamiento adaptativas (Belloch, A., 2012).
a que se logra una mayor eficiencia en el abordaje, reduciendo los Otro mecanismo es la rumiación. McLaughlin y Nolen-Hoeksema
tiempos de tratamiento. (2011) han investigado la capacidad transdiagnóstica de este
Otra ventaja es la posibilidad de generalizar el abordaje transdiag- proceso, sosteniendo que la presencia de rumiación media entre
nóstico, permitiendo de esta forma abordar comorbilidades con la aparición de síntomas de depresión y la posterior aparición de
trastornos pertenecientes a distintas categorías diagnósticas. In- sintomatología ansiosa, pudiendo definirse a la rumiación como
cluso si los factores priorizados a ser trabajados en el tratamiento una estrategia de afrontamiento a estados de ánimo negativos que
representan también factores de riesgo de recaídas, los tratamien- implica una atención autocentrada hacia a los antecedentes del
tos unificados permiten lograr un abordaje más directo y exhaustivo ánimo negativo. Los autores plantean que este mecanismo es una
de los mismos (McEvoy et al, 2009). Una ventaja potencial en el dimensión sintomática que cuando está presente acompañando a
caso de abordajes grupales mediante un enfoque transdiagnóstico un TA o a un trastorno depresivo, incrementa las probabilidades de
es la posibilidad de que los pacientes estén más predispuestos a que, en un plazo de tiempo relativamente breve, aparezcan sínto-
cuestionarse sus propios miedos cuando observan la irracionalidad mas del otro grupo de trastornos, lo que otorgaría a esta dimensión
de los miedos de otros pacientes (McEvoy et al, 2009). un papel etiológico (Belloch, A., 2012).
En cuanto a las desventajas, los autores mencionan dificultades en Por otro lado, muchos trabajos sugieren que la regulación emo-
el abordaje de tipo grupal, ya que al ser los pacientes más hetero- cional (RE) es un factor importante en el inicio, mantenimiento y
géneos en cuanto al diagnóstico, se pierden algunas de las ventajas tratamiento de los TA, ya que estos pacientes parecen tener habili-
que posee este abordaje como, por ejemplo, la normalización de dades de regulación pobres (Cisler, JM et. Al., En Portela, A. 2014).
los síntomas que aparece cuando un paciente se identifica con la Se puede definir a la RE como un conjunto de procesos cognitivos
problemática de otro, y el aprendizaje vicario, habiendo menores y comportamentales, que influyen en la ocurrencia, duración y ex-
posibilidades de aprender acerca de estrategias terapéuticas a presión de las emociones (Campbell-Sills, L., Barlow, D. 2007, en
partir de la experiencia de otros miembros del grupo. También el Portela, A. 2014). Las dificultades en la RE son centrales en otros
contenido de lo trabajado en el grupo al ser más variado puede trastornos como los trastornos afectivos, el trastorno límite de la
verse como algo ajeno por parte de alguno de los miembros, au- personalidad, trastorno por estrés postraumático y abuso de sus-
mentando el riesgo de que abandonen el tratamiento (McEvoy et al, tancias, entre otros (Portela, A., 2014).
2009). Por último, el hecho de dedicar menor tiempo a la modifi- Por último, en este apartado cabe también incluir a las intrusio-
cación de procesos específicos de cada trastorno puede dificultar nes mentales. Clark (2005) las ha definido como: “evento cognitivo
que los pacientes generalicen los principios del tratamiento a sus identificable y diferente de otros, que no es deseado, no es inten-
propias preocupaciones (McEvoy et al, 2009). Se puede inferir que cional y es recurrente. Interrumpe el flujo normal de pensamientos,
algo similar ocurre con el abordaje de las creencias idiosincráticas, interfiere con la realización de actividades, y se asocia con afecto
cabe aclarar que esta misma dificultad podría presentarse en un negativo.” (p. 4). Se piensa que presentan un carácter dimensio-
tratamiento individual. nal por el hecho de que constituyen experiencias prácticamente
104
universales y no sujetas a condicionamientos culturales que son El último mecanismo mencionado es la evitación. En M., se advier-
experimentadas por la gran mayoría de la población. Estas expe- te que la preocupación cumple una función evitativa, cuando se
riencias mentales se han estudiado muy ampliamente en relación le cruza por la mente una imagen cargada negativamente intenta
con el TOC, pero su importancia clínica va más allá de este trastor- distraerse comenzando a preocuparse, por ejemplo, una imagen de
no. Ejemplos de Intrusiones mentales son los pensamientos auto- un familiar enfermo. En cambio, N. no veía noticieros ni películas
máticos negativos característicos de la depresión (Wenzlaff, 2005, de terror, evitaba pasar cerca de personas que él calificaba como
en Belloch, A. 2012), las imágenes, recuerdos y sensaciones que “locos” ya que podrían transmitirle su padecimiento mental, y evi-
se producen en el estrés post-traumático (Brewin, Gregory, Lipton, taba manipular elementos que fueran potenciales armas, como por
y Burgess, 2010 en Belloch, A. 2012), los pensamientos intrusivos ejemplo, cuchillos.
del insomnio (Harvey, 2005 en Belloch, A. (2012), las imágenes e Con respecto a la intolerancia a la incertidumbre, M. necesitaba
impulsos relacionados con la apariencia, la dieta, el ejercicio, etc., estar informada de todo lo que sucede en su ámbito familiar como
que relatan los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria una estrategia de control hacia los demás, dejando en evidencia la
(Perpiñá, Roncero, Belloch, y Sanchez-Reales, 2011, en Belloch, A. creencia de que si pasará algo grave ella no tendría recursos para
2012), entre otros. poder afrontarlo. En el caso N. se puede pensar en la necesidad
de neutralizar las intrusiones mentales buscando razones por las
Viñetas Clínicas cuales las mismas no sean ciertas como modo de controlar los
M. tiene 60 años, consulta por tener insomnio y cree que está de- pensamientos
masiado preocupada porque le pase algo a su nieto, cuando se Con respecto a la rumiación, el paciente N. se ponía a pensar en
interroga más sobre esa preocupación la extiende a tener miedo la posibilidad de que sean ciertas las intrusiones mentales y en la
al cáncer, a tener Alzheimer como su papá, a la salud de su hija, posibilidad de que las mismas ocurran. Con respecto a M. pensaba
miedo a la muerte y sostiene que en general puede resumirlo como en torno a las causas de la preocupación y las consecuencias en la
“miedo al sufrimiento”. También presenta dificultad para concen- salud que ello podría acarrear.
trarse y cree sentirse irritable con su familia. Esta preocupación En cuanto a las dificultades para la RE, en ambos casos imple-
siente que la agobia, que está presente hace muchos años y la mentaban estrategias inadecuadas de control para lidiar con el
percibe como algo que escapa a su control. Luego de evaluarla se afecto negativo, teniendo en cuenta que suprimir, controlar o evitar
sostuvo como hipótesis diagnóstica que se trataba de un Trastorno emociones internas puede tener efectos paradójicos con aumen-
de Ansiedad Generalizada (TAG). to de frecuencia, intensidad y acceso a estas experiencias (Hayes,
N. tiene 21 años, consulta porque refiere tener pensamientos re- Luoma, Bond, Masuda y Lillis, 2006). Por ejemplo: M. utilizaba: Su-
feridos a perder el control y a hacer daño a otras personas. Estos presión directa de la preocupación (diciéndose a sí misma: “no te
episodios comenzaron unos meses atrás luego de ver una película preocupes”), Auto-reaseguro (“todo va a estar bien”) y Corrobora-
con algunas escenas violentas. Comenta que existen momentos ciones (realizar algo repetitivo para aliviar la duda, por lo general,
donde no puede parar de pensar; temiendo “volverse loco”, perder estar atenta a que llegue el nieto o mandar mensajes de texto para
el control y hacer daño a otras personas. Se trabaja con la hipótesis calmarse). N utilizaba la supresión de pensamiento lo cual producía
diagnóstica de TOC por la presencia de pensamientos intrusivos un efecto paradójico. Por otro lado el paciente también presentaba
y neutralizaciones (pensamientos para combatir las intrusiones y estrategias adaptativas de regulación emocional, como por ejemplo
generar alivio). realizar actividades y no quedarse en la casa ya que si lo hacía los
pensamientos aumentaban la frecuencia e intensidad.
Articulación teórico-clínica Por último, cabe mencionar que también se observan la aparición
En este apartado se identificaran en ambos casos clínicos los me- de intrusiones mentales. En M. las dificultades para conciliar y
canismos mantenedores de la ansiedad. Siguiendo a Craske (1999, mantener el sueño podrían explicarse por pensamientos intrusivos
2004) uno de los mecanismos mantenedores de ansiedad es la ansiosos automáticos que aparecen a la hora de dormir, que suelen
hipervigilancia sobre la amenaza percibida y activación fisiológica. estar asociados al miedo de que le suceda algo malo su nieto y la
M. tiende a hacer foco en la amenaza cuando procesa información necesidad de controlar los posibles riesgos. En N el insomnio de
relevante a metas valoradas y preocupaciones de la vida personal, mantenimiento muchas veces también se encontraba asociado con
como el bienestar de su familia. Mientras que N. solía estar pen- los pensamientos intrusivos mencionados y su preocupación sobre
diente de la aparición de intrusiones mentales en momentos que la veracidad de los mismos intentando de neutralizarlos.
compartía con amigos como así también cuando portaba elemen-
tos posibles de hacer daño. Conclusión:
Otro de ellos son los juicios desadaptativos. En el caso M, los mis- En el presente trabajo se realizó un recorrido por los mecanismos
mos se presentan sobre la preocupación y la probabilidad de que transdiagnósticos presentes en pacientes con perfil ansioso y se los
sucedan los escenarios negativos que anticipa, por ejemplo, que ejemplificó con dos tratamientos psicoterapéuticos llevados a cabo
pueda tener un accidente su nieto. En el caso N, en relación a los en consultorios externos de hospitales públicos dependientes del
pensamientos intrusivos, el paciente pensaba que era un potencial Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pertenecientes a diferentes
asesino y que podía volverse loco perdiendo la consciencia de sus categorías diagnósticas del DSM V.
actos pudiendo llegar a lastimar gente. A partir de la revisión bibliográfica realizada se encontró que exis-
105
ten factores comunes mantenedores de TA como la hipervigilancia Belloch, A. (2012), Propuestas para un enfoque transdiagnóstico de los
hacia la amenaza y la activación fisiológica, la presencia de juicios trastornos mentales y del comportamiento: evidencia, utilidad y limita-
desadaptativos y la evitación. También se mencionaron otros meca- ciones, En Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 17, N.º 3,
nismos transdiagnósticos como la intolerancia a la incertidumbre, pp. 295-311, 2012 Spanish Journal of Clinical Psychology.
Butler, G., Fennell, M., Hackmann,A. (2008), Cognitive-Behavioral The-
la rumiación, la regulación emocional y la presencia de intrusiones
rapy for Anxiety Disorders Capítulo 1 p.p. 3-25, The Guilford Press,
mentales.
Nueva York
Además se dio cuenta de las opciones que tiene un clínico ante la
Campbeel-Sills, L., Barlow, D. (2007). Incorporanting emotion into concep-
presencia de trastornos comórbidos, y las ventajas y desventajas tualizations and treatments of anxiety and mood disorders. In Han-
del enfoque transdiagnóstico. En esta línea nos parece importan- dbook of Emotion Regulation (ed. J. J. Gross), pp 542-559. Guilford
te recalcar la optimización de recursos que este tipo de abordaje Press: New York.
permite, principalmente pensando en servicios de salud mental en Clark, D., Beck, A., (2010) Terapia Cognitiva para los Trastornos de Ansie-
hospitales públicos, teniendo en cuenta la demanda que los mis- dad, Ciencia y Práctica, Biblioteca de Psicología Desclée de Brouwer,
mos deben cubrir. Sin embargo, se mencionó que no existe de- Clark, L. A., & Watson, D. (1991). Tripartite model of anxiety and depression:
masiada evidencia acerca del abordaje de trastornos comórbidos psychometric evidence and taxonomic implications. Journal of Abnor-
desde el enfoque transdiagnóstico, por lo que es importante resal- mal Psychology, 100, 316-336
tar la necesidad de investigar en torno de evaluar la eficacia de los Clark, D.A. (Ed.) (2005). Intrusive thoughts in clinical disorders. Theory, re-
search and treatment. New York, Guilford Press.
mismos, tanto en el abordaje individual como grupal de pacientes
Craske, M. G. (1999). Anxiety disorders: Psychological approaches to theory
en el medio local, dada la ventaja que esto conllevaría en la aten-
and treatment. Boulder, CO: Westview Press.
ción de pacientes en hospitales públicos.
Craske, M. G. (2004). Cognitive behavioral treatment of anxiety disorders.
Unpublished manual for therapists.
Limitaciones Hayes, S. C., Luoma, J., Bond, F., Masuda, A., & Lillis, J. (2006). Acceptance
Debido a la naturaleza preliminar del trabajo, el mismo presenta nu- and Commitment Therapy: Model, processes, and outcomes. Beha-
merosas limitaciones. En primer lugar, es necesario mencionar que viour Research and Therapy, 44(1), 1-25.
el buscador utilizado “Google académico” si bien es muy amplio Keegan, E. (1998). “Trastornos de ansiedad: la perspectiva cognitiva”, VER-
porque utiliza la información que se encuentra ubicada en internet TEX Rev. Arg. de Psiquiatría, vol. IX.
mediante enlaces, bases de datos y extractos de libros, no presenta Keegan, E. (2007) “La ansiedad generalizada como fenómeno: criterios
la calidad y rigurosidad que podrían tener otras bases de datos. diagnósticos y concepción psicopatológica, Revista Argentina de clíni-
Además no se conoce con exactitud cuáles son los criterios de in- ca XVI, p.p. 39-48, Fundación Aigle,
McEvoy, P.M. & Mahoney, A.E.J. (2012). To be sure, to be sure: Intolerance
clusión de los artículos, no pudiendo evitar el sesgo de publicación.
to uncertainty mediates symptoms of various anxiety disorders and
También se debe señalar que la búsqueda de material bibliográfico
depression. Behaviour Therapy, 43, 533-545.
tampoco ha sido exhaustiva y no se recurrió al contacto de expertos
McEvoy, P., Nathan, P., Norton, P. (2009) Journal of Cognitive Psychothera-
en el tema para la sugerencia de inclusión de otros materiales. py: An International Quarterly Volumen 23 número I p.p.20-33
Por otro lado, los casos clínicos fueron utilizados a modo de ejem- McLaughlin, K.A. & Nolen-Hoeksema, S. (2011). Rumination as a trans-
plo, tratándose de pacientes sin comorbilidad con trastornos de diagnostic factor in depression and anxiety. Behaviour Research and
personalidad y pertenecientes a dos hospitales, no siendo repre- Therapy, 49, 186-193.
sentativos de la población general que se atiende en los hospitales McManus, D., Shafran, R., Cooper, Z. (2010). What does a “transdiagnos-
públicos de la Ciudad de Buenos Aires. tic” approach have to offer the treatment of anxiety disorders? British
Journal of Clinical Psychology, 49, 491-505
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Barlow, D., Durand, M. Psicología Anormal, International Thomson Editores, emotional disorder based on emotion science. Current Directions in
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Barlow, D.H., & Craske, M.G. (2000). Mastery of your anxiety and panic II. Portela, A. (2014). Regulación emocional y trastornos de ansiedad. Hacia
Albany, NY: Graywind Publications. enfoques de intervención transdiagnósticas. En Anuario Anxia n° 20,
Barlow, D.H., Allen, L.B., & Choate, M.L. (2004). Towards a unified treatment pp 25-31.
for emotional disorders. Behavior Therapy, 35, 205–230. Seidah, A., Dugas, M. y Lebanc, R., (2007) “El tratamiento cognitivo com-
Barlow, D.H. (2002). Anxiety and its disorders: The nature and treatment of portamental del TAG: modelo conceptual y casos clínicos, Revista Ar-
anxiety and panic (2nd ed.) New York: Guilford Press gentina de clínica XVI, p.p. 39-48, Fundación Aigle.
106
ESTADOS DEL SÍNTOMA EN UN TRATAMIENTO
HOSPITALARIO
González, María Magdalena; Tammaro, María Soledad; Troilo, Marina; Etcheberrigaray, Soledad Cecilia;
Fernandez Garbin, Nicolas Ezequiel
Hospital General de Agudos Parmenio T. Piñero. Argentina
107
los aportes de otros psicoanalistas, en tanto constituyen el marco de 1897, Freud anuncia a Fliess, por primera vez, sus dudas acerca
teórico de la investigación. Hacia el final del artículo, se plantean de la teoría de la etiología traumática de la neurosis. Entre otros
algunas líneas de discusión sobre el nudo que atraviesa el estudio: motivos, indica la inesperada frecuencia de la histeria, “cuando es
la articulación entre práctica hospitalaria y psicoanálisis. poco probable que la perversión contra niños esté difundida hasta
ese punto” (1897b, p. 301).
OBJETIVOS, HIPÓTESIS Y METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN Sin embargo, pasan unos años hasta que esto mismo aparece pu-
Sostenemos como hipótesis que es posible encontrar diferencias blicado en sus escritos. En primer lugar, en una nota a pie de página
en el estado del síntoma en las instancias descritas en la intro- en “La interpretación de los sueños”, Freud compara lo que hacen
ducción, y el objetivo general es ubicar los mismos, a partir de los los artistas con lo que hacen los histéricos:
dichos del paciente. Para esto establecemos como recorte meto- …junto a lo que realmente les ocurrió, se crean inconscientemente
dológico todo tratamiento de hasta un año de duración, incluyendo en su fantasía unos sucesos atroces o disolutos, construidos sobre
aquellos finalizados o interrumpidos dentro de ese plazo. Los obje- el más inocente y trivial material de vivencias. Y de estas fantasías
tivos específicos son: dependen los síntomas, no de los recuerdos de los hechos reales…
·· Situar los modos en los que el paciente nombra su padecimiento en (1900, p. 231)
la consulta, la admisión al equipo y al cabo de un año de tratamiento Y vuelve a formularlo, pero de forma mucho más explícita, en “Mis
·· Definir y describir los distintos estados del síntoma tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis”
·· Diferenciar motivo de consulta de síntoma de 1906, diciendo que entre los síntomas y las impresiones infanti-
·· Diferenciar síntoma para la psiquiatría y el psicoanálisis les se intercalan las fantasías.
En este segundo momento de la obra de Freud, uno de los textos
El tipo de diseño es exploratorio-descriptivo. La muestra total está más relevantes en relación a las fantasías es “Las fantasías histéri-
conformada por 150 pacientes (adultos, entre 21 y 60 años). En fun- cas y su relación con la bisexualidad” de 1908. En él, Freud se ocu-
ción del problema circunscripto y el marco teórico desde el cual tra- pa de explicitar los diferentes nexos entre las fantasías histéricas
bajamos, se realizará un análisis cualitativo de los datos obtenidos en y los síntomas neuróticos, y nos dice que dicho nexo no es simple
la investigación, a partir de un estudio de casos retrospectivo. sino múltiple y complejo.
El instrumento de evaluación son protocolos confeccionados para Finalmente, en las “Conferencias de introducción al psicoanálisis”
las distintas instancias de atención y las historias clínicas de aque- señala que el síntoma comporta una satisfacción sustitutiva por
llos pacientes incluidos en la muestra. medio de las fantasías y que éstas “…poseen realidad psíquica,
por oposición a una realidad material, y poco a poco aprendemos a
BREVE RESEÑA DEL CONCEPTO DE SÍNTOMA EN LA OBRA DE comprender que en el mundo de las neurosis la realidad psíquica
S. FREUD es la decisiva” (1916, p. 336).
Si bien el concepto de síntoma está presente en la totalidad de la Con respecto al último período de la obra de Freud, el concepto de
obra de Freud, no siempre aparece de la misma manera y es posi- síntoma aparece en relación con aquello que se ubica más allá del
ble distinguir tres momentos en los que dicho concepto se asocia principio de placer. El nexo entre el segundo y el tercer momento
a diferentes cuestiones. Así, en los primeros textos aparece liga- estará dado por su conceptualización de la pulsión de muerte y la
do al trauma efectivamente acontecido. En “Sobre el mecanismo compulsión a la repetición.
psíquico de fenómenos histéricos: comunicación preliminar” de
1893, Freud y Breuer señalan que los síntomas histéricos “atañen EL SÍNTOMA EN LA OBRA DE J. LACAN: METÁFORA Y GOCE
a traumas psíquicos que no se tramitaron por vía de abreacción ni Lacan a lo largo de su enseñanza va delimitando y estableciendo
por un trabajo asociativo del pensar” (1893, p. 40). En este primer diversas formas de definir el síntoma. A los fines de la investigación
momento de su obra, Freud se refiere al síntoma como una forma- que realizamos, tomamos como referencia algunas conceptuali-
ción de compromiso que surge del conflicto entre representaciones zaciones del Seminario 5: Las formaciones del inconsciente y el
reprimidas y representaciones represoras. Asimismo, ya en los pri- Seminario 10: La angustia.
meros historiales clínicos, ubica un nexo simbólico entre el síntoma En el Seminario 5 Lacan define al síntoma como aquello que es
histérico y la vida anímica del paciente. analizable, y lo articula a otras formaciones del inconsciente en tan-
En un segundo momento, que se puede situar entre 1900 y 1920, to ubica que es posible leer allí las leyes del significante (metáfora y
el síntoma está relacionado con las fantasías y la realidad psíquica. metonimia). De este modo prevalece la vertiente del síntoma como
El nexo entre el primer y el segundo momento, puede vislumbrarse metáfora, es decir, como significado enigmático que se presenta de
tempranamente en las cartas a Fliess. Así, en la “Carta 59” de 1896 manera intrusiva e insistente en la vida de un sujeto como fuente
Freud escribe: “El chiste que se me ha escapado en la resolución de displacer.
de la histeria consiste en el descubrimiento de una nueva fuente, de En el Seminario mencionado, refiere que el síntoma se presenta
la que deriva un elemento nuevo de la producción inconsciente. Me bajo una máscara, bajo una forma paradójica, quedando vinculado
refiero a las fantasías histéricas…”. (1896, p. 285) Asimismo, en la al deseo inconsciente: “¿Qué es lo que puso de relieve el descubri-
“Carta 61” de 1897, dice: “Todo desemboca en la reproducción de miento freudiano en su punto de partida? El deseo. Lo que Freud
escenas; unas se obtienen de manera directa y las otras siempre a descubre esencialmente, lo que aprehende en los síntomas (...) es
través de fantasías interpuestas” (1897a, p. 288). En la “Carta 69” siempre un deseo” (1957-58, p.328). Al situarlo como máscara La-
108
can remite a la ambigüedad en su modo de presentación, en tanto Afirma que situar al sujeto implica un movimiento que, partiendo
el deseo se presenta como un enigma y el síntoma es su máscara, de los dichos, apunta al decir: “ir de los hechos a los dichos no es
su revestimiento. El deseo inconsciente como tal está reprimido y suficiente. Es esencial un segundo paso (....) cuestionar la posición
sólo puede acceder a la conciencia de manera desfigurada, por lo que toma aquél que habla con relación a sus propios dichos” (Miller,
tanto el síntoma se constituye así en metáfora del deseo incons- 1997, p.39). Destaca que hay modulaciones del dicho, modalizacio-
ciente, pasible de ser interpretado. nes, que indican en el dicho la posición que el sujeto asume ante él.
Es importante destacar que a partir del giro que introduce Lacan Miller toma la referencia de Lacan quien, en “La dirección de la
en su enseñanza con la construcción del objeto a en el Semina- cura y los principios de su poder”, refiere a “la rectificación de las
rio sobre la angustia y su prosecución en el seminario siguiente, relaciones del sujeto con lo real” y explica que se tratará de intro-
dedicado a delimitar y trabajar los conceptos fundamentales del ducir al paciente en una primera localización de su posición con
psicoanálisis, se producen consecuencias clínicas a nivel de la no- relación a su dicho, en tanto sólo podemos aproximarnos a lo real
ción de síntoma. a través del dicho.
En este sentido afirma que: “... lo que el análisis descubre en el sín- En relación a las psicosis, Leibson y Lutzky sostienen que el trata-
toma es que el síntoma no es llamada al Otro, no es lo que muestra miento comparte “un suelo común de experiencia” con la neurosis.
al Otro. El síntoma, en su naturaleza, es goce (…) se basta a sí En el libro Maldecir las psicosis, entienden las estructuras clínicas
mismo” (1962/63, p.139). En este punto Lacan nos indica la re- como “modos de decir”, poniendo de relieve que la novedad que
lación que establece entre el goce y el displacer, en tanto lo ubica introduce el psicoanálisis es la de considerar que en el delirio hay
una vez atravesada la barrera del bien, la cual refiere al principio algo para escuchar. “Hablamos de una estructura subjetiva parti-
de placer. Es a raíz de estas consideraciones que plantea que el cular, donde estructura implica las determinaciones significantes
primer paso del análisis es la constitución del síntoma en su forma de un sujeto que se constituye como efecto de un decir que (...)
clásica porque no hay modo, dice Lacan, de “atrapar al síntoma por se revela en transferencia, en lo que se desprende de un diálogo
las orejas”, ubicando que la oreja en cuestión es lo no asimilado del singular” (Leibson y Lutzky, 2013, p. 7).
síntoma por el sujeto. Tomando los fenómenos elementales, Leibson precisa que “Para el
Para que un síntoma pueda ser llamado como tal, es necesario que psicoanálisis no se trata de dialogar con la certeza sino de hacerla
quede constituido en la medida en que el sujeto se percata de él, entrar en la conversación (...) a partir de sus retoños” (2013, p. 69).
como así también es necesario que pase del enigma a considerar En este sentido, Lutzky plantea que se produce un cambio en la
que hay una causa para eso que le ocurre. Sólo por esa vía “se economía del neologismo cuando se despliega, en tanto a partir de
rompe la implicación del sujeto en su conducta y esta ruptura es la dicho despliegue se puede reencadenar aquella significación inefa-
complementación necesaria para que el síntoma sea abordable por ble propia de la psicosis.
nosotros” (1962/63, p. 303). Si consideramos la posibilidad de un tratamiento en la psicosis,
Parte de la dirección de la cura deberá considerar que en el síntoma es importante destacar la particularidad de la posición del analis-
hay una satisfacción cuyo carácter es problemático, en tanto es ta que Lacan (1955/56) llama “secretario del alienado”, haciendo
“una satisfacción al revés” (Lacan, 1958, p. 328), aludiendo de esta referencia a la función que tiene para el psicótico registrar eso que
manera a considerar la satisfacción del síntoma como algo que no le habla.
es percibido por el sujeto como tal. Siguiendo a Lacan, Leibson precisa que en el trabajo con el psi-
cótico el analista puede ser un compañero que le brinde alguna
ESTADOS DEL SÍNTOMA: EL DECIR EN LA CLÍNICA diferencia, en tanto:
Habiendo expuesto las referencias sobre el concepto de síntoma en puede acompañarlo en su tarea de interpretar aquello que lo habla
Freud y Lacan, pasaremos a situar qué se entiende por “estados del (...) en el sentido más bien musical (también teatral) de hacer reso-
síntoma” en el marco de la investigación. nar eso, de encontrar otro modo de ponerlo en escena. Sin objetar
Una de las acepciones del término “estado” según la Real Acade- que el Otro está ahí y le habla, se puede interrogar aquello que
mia Española establece lo siguiente: “situación en que se encuen- el sujeto dice escuchar, lo que implica el fraseo, la puntuación, la
tra alguien o algo, y en especial cada uno de sus sucesivos modos entonación, los matices. En definitiva, en poner en juego una di-
de ser o estar”. Esta definición entrecruza la dimensión sincrónica mensión -dit-mansion- que en principio está elidida y que es la
y diacrónica, y alude a ciertas modificaciones que tienen lugar a lo enunciación. Una manera de hacer resonar lo supuestamente holo-
largo del tiempo. La dimensión temporal es crucial para la investi- frásico, de in-corporar la enunciación, de darle un cuerpo al decir.
gación pero es necesario aclarar que el término “estado” adquiere (2013, p. 71)
en esta investigación una connotación lógica -y no cronológica o En consonancia con lo desarrollado anteriormente sostenemos que
estática- aplicable tanto en el campo de las neurosis como en el es posible un trabajo analítico con la psicosis. El lenguaje afecta al
de las psicosis. cuerpo, trastornándolo y haciéndolo soporte de un texto que puede
En el caso de las neurosis, se tratará de situar la posición que toma tomar las formas más extrañas.
aquel que enuncia respecto de sus dichos. Se trata, tanto en las neurosis como en las psicosis, de modos de
J-A. Miller en Introducción al método psicoanalítico propone dife- hacer con la falta fundamental.
renciar tres niveles en la experiencia analítica que denomina: ava-
luación clínica, localización subjetiva e introducción al inconsciente.
109
DISCUSIÓN BIBLIOGRAFÍA
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general implica una serie de cuestiones, entre las cuales cabe des- tas, tomo II. Buenos Aires: Amorrortu. 2007.
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tal como se plantea desde el servicio en el cual trabajamos. nos Aires: Amorrortu. 2006.
La posibilidad de un tratamiento en los servicios de salud es un acon- Freud, S. (1987). Carta 69. En Obras Completas, tomo I (pp. 301-302). Bue-
tecimiento que ha sido analizado en vastos trabajos, siendo la acce- nos Aires: Amorrortu. 2006.
sibilidad el concepto clave de los mismos (Departamento de Epide- Freud, S. (1900). La interpretación de los sueños. En Obras Completas,
miología 2015, OPS 2011). Pensar la misma de una manera integral tomo IV y V. Buenos Aires: Amorrortu. 2007.
nos exige considerar la relación existente entre los servicios y la po- Freud, S. (1906). Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología
de las neurosis. En Obras Completas, tomo VII (pp. 259-271). Buenos
blación. La creciente demanda en salud mental sumada a una oferta
Aires: Amorrortu. 2007.
estancada, que no siempre puede responder al ritmo de la misma,
Freud, S. (1908). Las fantasías histéricas y su relación con la bisexuali-
requiere la conformación de espacios donde ese pedido pueda ser
dad. En Obras Completas, tomo IX (pp. 137-147). Buenos Aires: Amo-
encauzado, teniendo en cuenta tanto las condiciones institucionales rrortu. 2006.
y lo particular de cada dispositivo, como lo propio de cada sujeto. Freud, S. (1915-16). Conferencias de introducción al psicoanálisis. En
Es por ello que desde nuestro servicio se plantea una dinámica de Obras Completas, tomo XV y XVI. Buenos Aires: Amorrortu. 2007.
trabajo que, en función de los recursos institucionales, no descono- Lacan, J. (1955). Variantes de la cura-tipo. En Escritos 1 (pp. 311-346).
ce el padecimiento singular intentando articular ambas variables. Buenos Aires: Siglo XXI Editores. 2010.
Si bien sostenemos como hipótesis de la investigación que es po- Lacan, J. (1955/56). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 3: las psicosis.
sible encontrar diferencias en el estado del síntoma al momento Buenos Aires: Paidós. 2007.
de la consulta, al momento de la admisión y al cabo de un año de Lacan, J. (1957/58). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 5: las formacio-
tratamiento, ello no significa ni pretende formular estándares en nes del inconsciente. Buenos Aires: Paidós. 2010.
Lacan, J. (1958). La dirección de la cura y los principios de su poder. En
los tratamientos.
Escritos 2 (pp. 559-615). Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2010.
A lo largo de su enseñanza, Lacan ha enfatizado su crítica en rela-
Lacan, J. (1962/63). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 10: la angustia.
ción al uso de reglas universales en tanto excluyen la dimensión de
Buenos Aires: Paidós. 2011.
la singularidad. Sin embargo, las instituciones se rigen por normas Laurent, E. (2000). Psicoanálisis y Salud Mental. Buenos Aires: Tres Haches.
que atraviesan la práctica de los profesionales. Un ejemplo de ello Leibson, L. y Lutzky, J. (2013). Maldecir la psicosis: transferencia, cuerpo,
es el límite de tiempo para los tratamientos (con mayor o menor significante. Buenos Aires: Letra Viva.
flexibilidad de acuerdo a la institución) y por ende, la necesidad de Miller, J.-A. (1997). Introducción al método psicoanalítico. Buenos Aires:
acortar la duración de las terapias. Podemos decir que esta norma Paidós.
constituye un universal que entra en tensión con la ética del psicoa- Organización Panamericana de la Salud (2011). El sistema de salud ar-
nálisis que se sostiene en la singularidad del caso. gentino y su trayectoria de largo plazo: logros alcanzados y desafíos
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, la investigación no futuros. Buenos Aires: Programa Naciones Unidas para el Desarrollo.
se propone definir objetivos terapéuticos en función de la duración Disponible en: http://www.paho.org/arg/images/Gallery/publicacio-
nes/El%20sistema%20de%20salud%20argentino%20-%20pnud%20
de los tratamientos, sino pensar la lógica temporal en juego en el
ops%20cepal.pdf?ua=1
pasaje de una instancia institucional a otra, la cual considera la
singularidad del caso por caso y las características del servicio.
En relación a los resultados que la investigación nos proporcione y
considerando la tensión entre “universal - particular - singular” que
se pone en juego en el escenario hospitalario, resulta pertinente
ubicar que la importancia de la investigación radica en la posibili-
dad de formalizar los inicios como una vía para pensar los finales
de tratamiento.
No se trata de hacer un uso meramente administrativo o burocrá-
tico de los tiempos institucionales sino de pensar cómo imbricar
las normas que nos atraviesan como profesionales de un hospital
público con la lógica del caso y los principios psicoanalíticos, san-
cionando a partir de ello un momento de concluir, el cierre de un
ciclo en el caso por caso.
110
ESTRUCTURACIÓN PSÍQUICA EN NIÑOS/AS/
ADOLESCENTES: VIOLENCIAS Y DERECHOS. ESPACIOS
DE SUBJETIVACIÓN-ESPACIOS DE INTERVENCIÓN
Grassi, Adrián; Córdova, Néstor; Otero, María Eugenia; Soler, Mariana; Lepka, Miriam; Guaragna, Agustina;
Britos, Mariana; Meiss, Martin Leonardo
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN family and filiation relations. Other institutions and social practices
Se plantean diferencias entre violencia y violentación y su impor- of groupality and solidarity remarking the importance of the links in
tancia en la estructuración psíquica en niños/adolescentes. Violen- subjectivity. Different spaces of intervention: clinical devices (indivi-
cia (simbólica) constitutiva de procesos saludables y violentación dual, group, family, link) and non-clinical devices with programs for
con su intencionalidad agresiva que crea condiciones de patología. the community, schools and intervention in judiciary fields.
Derivaciones imaginarias que detienen un movimiento creativo,
transformador en consideración de la alteridad. Sus efectos en Key words
el niño/adolescente como sujeto de deseo, sujeto del Icc. y como Violence and forcing, Childhood/Adolescence, Family, Families, Pa-
sujeto del Derecho, sujeto de derechos. Su vulneración y la vulne- renting, Groupality
rabilidad. Se articulan estructuración psíquica y subjetividad con
el planteo de tres dimensiones: intrapsíquica, intersubjetiva, tran- 1. Estructuración psíquica-subjetividad y violencias
subjetiva. Distintos modos y lugares de subjetivación acompañados ·· Origen y violencias: violencia originaria-origen de violencias:
de nuevas nominaciones que las transformaciones culturales van Identificamos varias formas de violencias a tener en cuenta al con-
registrando. La familia y las familias con sus formas actuales de or- siderar las condiciones de salud y patología en la estructuración
ganización. La parentalidad que recubre el campo de las relaciones psíquica en niños/as/adolescentes. Estos desarrollos surgen a par-
de parentesco y filiación. Otras instituciones y prácticas sociales tir de trabajos de investigación Programación Ubacyt (2010-2012;
de grupalidad y solidaridad donde se destaca la importancia de los 2012-2015, 2014-2017)[i], Programas de Extensión Universitaria
vínculos en la subjetividad. Distintos espacios de intervención: dis- (2001-2017)[ii] y (2010-2017)[iii], articulando infancias/ adoles-
positivos clínicos (individuales, grupales, familiares, vinculares) y cencias/familias, grupalidad y cultura.
no clínicos con programas de salida a la comunidad, las escuelas e Un señalamiento a partir de la perspectiva que nos trae el término
intervención en medios judicializantes. Violencia originaria, (P. Aulagnier 1975 pag. 119) se establece la di-
ferencia entre violencia (simbólica) y violentación de la subjetividad
Palabras clave (derivación hacia lo imaginario).
Violencia y violentación, Estructuración psíquica, Niñez/Adolescen- Violencia originaria, anticipatoria, pone de manifiesto que la consti-
cia, Familia, Familias, Parentalidad tución psíquica misma y entre sus condiciones de salud, (se) origina
(en la) violencia. El hijo, “otro por-venir” [iv]es anticipado a través de
ABSTRACT los sueños parentales y el discurso familiar. Deseos parentales que
PSYCHIC STRUCTURATION IN CHILDREN/ADOLESCENTS: VIOLENCE lo preceden y que desde su origen mismo, se inscriben en el niño.
AND RIGHTS. SUBJECTIVATION SPACES-INTERVENTION SPACES Violencia anticipatoria es la violencia del deseo del cual, la madre
There are stated the differences between violence and forcing and va a animar a su hijo, marcar su cuerpo y su psique. Discurso con
their importance in the psychic structuration in children/adoles- asignaciones de lugares que provienen de circuitos de deseos, de
cents. Violence (symbolic) constituting healthy processes and for- la historia parental, de la genealogía. Sin este discurso anticipatorio,
cing with its aggressive intentionality becoming the source and the no podríamos acceder al orden de la vida psíquica. El hijo como
condition of pathology. Imaginary derivations stopping a creative, cuerpo imaginado, ancla en una espacialidad maternante[v] como
transformative movement considering otherness. Their effects on primer anclaje simbólico de lo “extranjero” en el nuevo territorio
the child/adolescent as subject of desire, subject of the Uncons- donde es nombrado para vivir.
cious and as subject of Law, subject of rights. His/her vulnera- Denominada violencia originaria, originaria de violencias y poten-
tion and vulnerability. The psychic structuration and subjectivity ciales violentaciones, hace referencia a que el hijo por su condición
are articulated with the three-dimension approach: intra-psychic, de nuevo eslabón en la cadena generacional, queda marcado con el
inter-subjective, trans-subjective. Different modes and places of imaginario materno, parental, genealógico, pero además con la incer-
subjectivation accompanied by new nominations that the cultural tidumbre y las tensiones agresivas propias de toda extrañeza y poten-
transformations are registering. The family and the families with cial nuevo devenir. El hijo/a es presencia de diferencias irreductibles,
their current forms of organization. Parenting involving the field of corporal, subjetiva, de proyección temporal, de una extranjeridad que
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fuerza y resiste en reducir sus particularidades y familiarizarse. Esta alienación es uno de los destinos posibles de la sujeción. La alie-
irrupción de ajenidad naciente con el niño, origen de violencias pue- nación es el abandono o el sacrificio de una parte de sí mismo
den ser metabolizadas en un trabajo co-elaborativo (madre-padre- en beneficio del poder de otro (interno o externo)”(pag. 278.). La
medio ambiente-hijo/a) desde las funciones maternantes o devenir reducción de la alteridad del hijo y su derivación en alienación al
violentación por constituirse en elementos no metabolizables y tor- deseo del otro, como la exclusión por fuera del circuito desiderativo,
narse amenaza al narcisismo materno, parental. son los márgenes en que se pueden desarrollar las patologías más
La violencia originaria tiene un valor simbólico, saludable, institu- graves. En medio queda delineado un campo donde se instalan las
yente de subjetividad, bajo ciertas condiciones, a saber: que en el condiciones para desarrollos patológicos y sufrimientos vinculares.
deseo anticipatorio el hijo sea reconocido como sujeto otro (Otro) Los riesgo de deslizamiento de violencia originaria hacia violenta-
[vi] diferenciado, contenido en el deseo materno, con cierta auto- ción de la subjetividad, creando condiciones para desarrollos pato-
nomía. Relación de dependencia absoluta con reconocimiento de lógicos, encuentran un terreno fértil que se juega tanto en los pri-
la alteridad, camino hacia una dependencia relativa. Cuerpo se- meros momentos de la estructuración cobrando un nuevo impulso
xuado, sujeto de deseo, sujeto del derecho(s)[vii]. Tensión agresiva en los procesos adolescentes.
y potencial origen de violencias en tanto que otro sujeto, inscripto
también como sujeto social, que exige un trabajo psíquico materno ·· Familias. Parentalidad:
sobre el narcisismo parental. La construcción de la mismidad pro- Otro tipo de problemáticas en relación a las violencias y la estructu-
pia de las primeras relaciones del niño con sus objetos de amor, ración psíquica son las que se plantean en torno a la familia como
paradójicamente es formación conjunta, apuntalada, ensamblada institución social y sus transformaciones. Transformaciones que
con otros[viii]. En sus versiones saludables, conforma y propicia la van de La Familia como modelo único, a las familias, dando lugar a
constitución de un narcisismo trófico, (diferencia con solipsismo, L. distintos modos de organización de la grupalidad. La clínica actual
Hornstein 2013, pag.221), narcisismo de vida (A. Green 1986) per- nos muestra familias homoparentales, monoparentales, recom-
meable, selectivo, en consideración de “lo otro”. La consideración puestas, deconstruidas, ensambladas, a las cuales se adiciona la
de lo otro como ajenidad, es barrera a la proliferación de lo igual, dificultad de niños adolescentes y adultos para nominar los nuevos
que carece de contrincante dialéctico, sin el cual crece convirtién- vínculos que se suman al entramado familiar actual (“la novia de
dose en masa amorfa (Byun-Chul Han 2017, pág. 11). Esta diferen- papá, “la pareja de mamá”, “mi madrastra buena”, “el novio de
cia es la que hemos trabajado como la diferencia entre co-fusión y papá”), (Otero, 2010).
confusión (Grassi A.; Britos M.; Córdova N.; Guaragna A., Lepka M.; Pensar la familia en la actualidad requiere dejar de lado las repre-
Meiss M.; Otero M. E.; Soler M. 2015). sentaciones sociales que imponen un ideal y conducen a suponer
En Introducción del Narcisismo (Freud S. 1914/1976), donde plan- la existencia de Una familia donde no la hay. Ideal sostenido en
tea que: ilusiones y ficciones que desamparan al niño. Pensamos la familia
“El conmovedor amor parental, tan infantil en el fondo, no es otra como una red de relaciones. Lejos ha quedado la familia tradicio-
cosa que el narcisismos redivivo de los padres, que en su transmu- nal, enmarcada en la figura del padre protector. Encontramos en la
dación al amor de objeto revela inequívoca su prístina naturaleza. grupalidad familiar, funciones de sostén, acompañamiento, apun-
(O.C. T.XIV pág. 88)”, la categoría de alteridad no estaba presente en talamiento, contención, diferenciación, establecimiento de mutuos
sus desarrollos ni en el campo epistemológico de la época. Luego el intercambios e incidencias en el espacio intergeneracional, de liga-
Psicoanálisis y gracias a la Filosofía sobre todo pos-estructuralista duras y vínculos con otros, conector con otras instancias sociales.
incorpora categorías tales como ajenidad, alteridad, devenir, ex- En la actualidad la noción de parentalidad se plantea recubrir el
tranjeridad, hospitalidad, entre otras, muy bien recibidas por cierto campo de las relaciones de parentesco y filiación más allá de la
pensamiento psicoanalítico actualizado y abierto a nuevos desarro- presencia o prescindencia de la relación sexual en la concepción
llos que traen otras disciplinas. La conceptualización freudiana de: de un niño y más allá de la diferencia de los sexos, de la diferencia
“amor de objeto”, no contiene la categoría de “alteridad”, en tanto hombre-mujer, de la diferencia padre-madre. Parentalidad es un
el otro como ajenidad radical. En la relación de objeto (Laplanche y término que no requiere especificar el modo de concepción y origen
Pontalis “Diccionario de Psicoanálisis” 1971), “el otro” es una cap- del niño, género de quienes la encarnan ni las relaciones de pa-
tación fantasmática y como tal, proyección mediante, acotado en rentesco. Brousse (2005, pag. 141) afirma por consiguiente que la
tanto alteridad. En su transmudación en amor de objeto, (al hijo) palabra parentalidad es un neologismo que desplaza los términos
se encuentran las huellas del narcisismo parental que, “…revela maternidad y paternidad, porque va más allá de las diferencias de
inequívoca su prístina naturaleza”. Entre esta transmudación en los sexos y las relaciones de consanguineidad y dada su versatili-
amor de objeto y la tensión agresiva, más o menos metabolizable dad tiende a reemplazar a la noción de familia.
por la extranjeridad del hijo, hay por recorrer un camino sinuoso y Laurent, E. (2009) se refiere a un “delirio familiarista” que conduce
con posibles escollos en el narcisismo de los padres. La mismidad a suponer que para un niño/adolescente, La Familia debe existir a
naciente en el hijo, que se construye con otros y que potencial- pesar de todo. Desde este supuesto, se pretende sustituir la ausen-
mente admite alteridad, excede al amor de objeto (al hijo), y su cia de funciones por una ficción. Esta ficción frecuentemente es
inscripción en el narcisismo parental. sostenida por los padres y avalada por jueces, médicos, educado-
Según Kaës (2010) “…un fuerte vínculo asocia sujeción y aliena- res y analistas en perjuicio de los niños sometidos a este mortífero
ción. La sujeción no tienen como correlato la alienación, pero la engaño. Violentación por imposición de un ideal que responde a la
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rigidez de los modelos insertados en los sectores más reacciona- violencias originarias y fundamental (Bergeret J. 1990) no trans-
rios de la sociedad, no considerando las transformaciones cultura- formadas.
les a lo cual el Psicoanálisis en sus desarrollos teóricos da lugar.
Tres perspectivas donde se desarrollan y enmarcan procesos de
2. Dispositivos clínicos y no clínicos, violencias y solidaridad violentación creando condiciones de patología, y sufrimiento psí-
quico, a saber:
En los Programas de Investigación y Extensión Universitaria men- ·· Lo intrapsíquico: en plena relación con la constitución de proce-
cionados mas arriba, trabajamos con niños/adolescentes/familias sos psíquicos específicos del niño y del adolescente, sus modos
en situación familiar difícil. Se refieren al estudio de las condiciones de elaboración y su capacidad de producir respuestas resilien-
en el psiquismo en estructuración, de situaciones o acontecimien- tes y/o saludables. Realizamos una especial observación en las
tos como: duelos congelados, divorcios controvertidos y problemá- manifestaciones clínicas por las cuales se consulta, articuladas
ticas relativas a procesos de filiación, afiliación, pertenencia a un con los modos de procesamiento psíquico y su relación con el
linaje y nuevas formas de parentalidad. Acontecimientos diversos, momento del desarrollo. (Grassi A. et al. 2011 ob. cit.).
que desde las funciones parentales no han podido ser elaborados, ·· Lo intersubjetivo: dimensión caracterizada por la existencia de
metabolizados de un modo saludable e interfieren en procesos de vínculos, como pilares de la constitución subjetiva (Kaës, R. 2010
subjetivación del niño y del adolescente, instalando un potencial ob. cit). Nos preguntamos acerca de la configuración familiar
patógeno en la estructuración psíquica. actual: su organización y características histórico-libidinales del
Estas situaciones se presentan vinculadas a distintas formas de grupo de convivencia, modos predominantes de transmisión de
violencia y violentaciones ejercidas desde las funciones parentales la historia genealógica y del conflicto. Cualidades de las nue-
y se constituyen como obstáculo para los trabajos psíquicos relati- vas relaciones y nominaciones de los nuevos vínculos, en casos
vos a la subjetividad. Se pierde la referencia al hijo/a en posición de en que deviene una nueva configuración familiar (Grassi A. et
alteridad, su lugar como sujeto de deseo y como sujeto de derecho, al. 2012 ob. cit.). Estos vínculos pueden ser de distinto orden,
en concordancia con la Convención Internacional de los Derechos considerando los vínculos familiares, pero también todo lo que se
del Niño. articula al contexto situacional, social, epocal (Otero M. E. 2016).
Describimos formas de violencias identificables y relativamente ·· Lo transgeneracional: instancia que habilita el enlace del sujeto
características que encuentran desarrollos en estas situaciones con la historia familiar, con la genealogía y con los antepasados.
familiares difíciles. Hemos descripto la violencia fundamental con Plantea la transmisión de la vida psíquica y las incidencias ge-
sus efectos en el psiquismo en estructuración bajo la forma de neracionales.
disyunción escindente (Grassi A.; Britos M.; Córdova N.; Guaragna
A., Lepka M.; Meiss M.; Otero M. E.; Soler M. 2011; 2012; 2013) Experiencia de intercambio generacional. Se trata de una experien-
La obscenidad favorecedora de actuaciones. Las prácticas obsce- cia de salida a la comunidad de la villa 11-14 por parte de jóvenes
nas que circulan en el espacio intersubjetivo de las relaciones entre de secundaria pertenecientes a la escuela Santa Catalina ubicada
padres e hijos, producen la invasión de un espacio intrapsíquico, en el barrio de Barracas de CABA. Los alumnos voluntarios se di-
creando las condiciones necesarias, para un desarrollo patológico. viden en diferentes grupos afines, concurriendo dos o tres días de
(Grassi A.; Britos M.; Córdova N.; Guaragna A., Lepka M.; Meiss M.; la semana para desarrollar con niños y adolescentes de entre 4-5
Otero M. E.; Soler M. 2014). En la producción obscena, violencia años hasta 15 años las siguientes propuestas:
secundaria (Aulagnier P. 1975 ob. cit.), plantea que los límites entre Acompañamiento escolar: comprendiendo asistencia en la organi-
lo privado, lo público y lo íntimo se han difuminado o corren riesgo. zación de las tareas, los útiles; distinguiendo las distintas dificulta-
Los límites entre lo exterior y lo interior, los límites entre adulto y des en áreas o materias. Realizando en forma conjunta los deberes,
niño, los límites del yo y el otro se ven amenazados.También hemos la búsqueda de información, etc. Tiempo de juego: momentos com-
descripto (Grassi A.; Britos M.; Córdova N.; Guaragna A., Lepka M.; partidos de juegos reglados y actividades deportivas al aire libre.
Meiss M.; Otero M. E.; Soler M.2015; 2016) los procesos de paren- Festejos de cumpleaños del mes: “festejar la vida” preparando des-
talización y desparentalización que se producen a partir de situa- de la comida hasta la decoración alusiva; recuperando la significa-
ciones de divorcios controvertidos cuando del lado de las funciones tividad del nacimiento. Visita a los hogares: se recorren las casas de
se des-inviste al hijo como producto del conflicto conyugal. las familias de niños y adolescentes compartiendo una merienda.
La violencia ancestral cuyo paradigma hemos trabajado con la fi- Luego de la segunda inasistencia o ante la noticia de enfermedad o
gura de Hamblet (Grassi A. 2017), en la cual la transmisión de lo acontecimiento familiar difícil, un adulto responsable concurre con
traumático entre las generaciones plantea problemas relativos a las los jóvenes acompañantes de niños y adolescentes compartiendo
herencias de la vida psíquica. una merienda. Luego de la segunda inasistencia o ante la noticia de
Las relaciones entre agresividad, narcisismo y especularidad, pue- enfermedad o acontecimiento familiar difícil, un adulto responsable
den seguirse también en La agresividad en Psicoanálisis (Lacan concurre con los jóvenes acompañantes de niños y adolescentes
1948/1975 pág. 65). Otras posibles derivaciones de la violencia del barrio. Esta experiencia la realizan alumnos de la Escuela Sta.
originaria hacia violencias secundarias están expuestas en Kaës Catalina, coordinada por la Lic. Miram Lepka, integrante a su vez,
R., “Ambigüedad y ambivalencia en los vínculos de transmisión” del equipo de Investigación.
(inédito). Allí plantea la violencia secundaria como retorno de las
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3. Vulnerabilidad adjetivo que describe:
Introducimos la noción de vulnerabilidad integrando el contexto si- “alguien que puede ser herido o recibir una lesión, física o
tuacional del paciente, su familia y los procesos de subjetivación a moralmente”.
producirse. Para abordar la temática de la vulnerabilidad vamos a El concepto de trauma elaborado por Freud describe el impacto
tener en cuenta dos perspectivas: que tiene sobre el aparato psíquico el exceso de estimulación im-
posible de tramitar por la impreparación del psiquismo. En este
1. El discurso Jurídico: legislación que previene, protege o intenta sentido podemos pensar que el psiquismo desde sus orígenes, es
regular la vulneración de los derechos de niños/as/adolescentes, vulnerable en tanto las condiciones ambientales, dejan marca en
siendo que a su vez muchas veces es el Derecho mismo en su su interacción.
letra el que nos señala qué es lo que está siendo vulnerado. De- Pareciera entonces que la vulnerabilidad es condición de la vida hu-
recho a la salud, a la vivienda digna, a la educación, etc. mana, estar permeable a lo que viene del entorno y de los otros. La
2. Articulación del discurso Psicoanalítico y sus teorías. ¿Cómo pen- diferencia radica entre poder hacer con la tramitación psíquica de
samos la relación entre sujeto y otro, siendo la vulnerabilidad un dicha excitación o por el contrario entrar en un estado de imposibi-
elemento a tener en cuenta? El concepto de Trauma. Defensas/ lidad, en el que ya nada puede ser metabolizado por el psiquismo
recursos. Vinculo, violencias originaria/violentaciones. Desde el desbordado de estímulos que hieren o lastiman su estructura.
comienzo nos interesa señalar que en términos de salud mental, El psiquismo vulnerable desarrolla frente a los embates del am-
la condición de vulnerabilidad no se relaciona directamente con biente, modos de defensa rígidos tendientes a la escisión destina-
patología ni tampoco con determinada estructura clínica. Si bien dos a reducir el impacto de la violencia proveniente del medio. Las
las respuestas singulares serán diferentes, cualquier persona ex- conductas ligadas a la reacción defensiva, son muy diversas a las
puesta a condiciones de violencia continua, en cualquiera de las que se manifiestan como propuesta de vinculación por parte del
formas que hemos descripto anteriormente como violentación sujeto y su intencionalidad.
puede verse afectada en su integridad. Pero sabemos que no todos los sujetos se encuentran en las mis-
mas condiciones de vulnerabilidad ¿Cuáles son estas condiciones?
En el trabajo con adolescentes en situación de vulnerabilidad so- Se leen desde lo que los paradigmas teóricos y del derecho nos
cial, nos encontramos frecuentemente con la necesidad de repen- señalan como referencia para pensar a los niños y adolescentes:
sar nuestras prácticas para no rigidizar las ideas que sostienen tanto desde la perspectiva de derechos con la convención inter-
nuestras intervenciones. Espacios institucionales y dispositivos que nacional, la ley de protección integral, ley de salud mental, ley de
surgen como respuesta frente a un emergente que no responde adopciones, entre otras, como desde una perspectiva psicoanalíti-
o que ha excedido la función de los dispositivos previamente dis- ca, clínica y psicopatológica que nos permita diferenciar cuando un
puestos: pensamos en principio en aquellos jóvenes que por diver- sujeto tiene recursos con los que hacer frente a los estímulos des-
sos motivos han quedado por fuera de las instituciones, prácticas bordantes -tanto exógenos como endógenos-, y cuando un sujeto
y discursos subjetivantes tradicionales: Familia, Escuela, el Estado. se encuentra en una situación tal que su fragilidad psíquica queda
Nuevas formas de habitar el mundo, o nuevos mundos a ser habi- expuesta de manera notoria. Un primer elemento que da cuenta de
tados, múltiples, variables, complejos, entrecruzados. Nos exigen una situación de vulnerabilidad es la ruptura del lazo social. La au-
desmoldarnos, deconstruirnos, desarmar armando formas nue- sencia de vínculos afectivos significativos representa una condición
vas, pero formas plásticas, cambiantes, móviles. Así la invención importantísima a evaluar en la consideración de la vulnerabilidad
de nuevos dispositivos que nacen en lugares antes impensados de un sujeto. La participación o no en instituciones, organismos,
exigen una fundación conceptual. ¿Cómo pensar los dispositivos grupos, en los que contar con más de un otro a los que dirigirse,
clínicos en el ejercicio de las lecturas situacionales? ¿Hay posibi- también lo es. Pensamos que el psiquismo tiene como condición de
lidad de construir situaciones ahí donde el dispositivo, convertido su funcionamiento el apuntalamiento en la vida intersubjetiva y el
en encuadre, funciona como limite a la emergencia de lo novedoso territorio que ella configura, por lo que siempre que encontremos
suturando la apertura que genera lo vincular? ¿Cómo pensar el dis- sujetos aislados será mayor el riesgo a la vulneración tanto de sus
positivo? Es una pregunta que se nos presenta en el trabajo clíni- derechos como de sí mismo.
co en familias con niños y adolescentes, es una pregunta que nos Tanto el espacio de las instituciones educativas –escuelas, cole-
convoca a habitar una frontera de tensiones que nos haga escapar gios, facultades- como las ligadas a la salud –salas, hospitales,
de la necesidad de tener que limitar lo emergente, de rigidizar, de clínicas- como los organismos judiciales, instituciones sociales,
hacer de los dispositivos un encuadre, de pre-parar la escena más pueden pensarse como instancias de intervención que apunte a la
que construirla, de representar más que “trabajar en el terreno” construcción de un lazo que sostenga, contenga y promueva tra-
(Foucault, 1984) (Citado por Altobelli H. y Guaragna A. 2016). bajo de subjetivación, siempre en el vínculo con otros, sobre todo
En los diversos ámbitos de trabajo en los que un psicólogo puede en niños/as/adolescentes. Dependerá de que existan quienes se
insertarse laboralmente, en hospitales, en escuelas y organismos ocupen de sostener una función, facilitadora en esa dirección, tanto
judiciales, nos encontramos con niños/as/adolescentes que viven a nivel de las prácticas concretas en el territorio, como desde las
en condiciones de extrema vulnerabilidad. ¿Pero a que nos refe- políticas ejercidas por el estado (Meiss M. 2017).
rimos cuando decimos que alguien es o está siendo (being) vul- La interdisciplina se presenta como el modo apropiado para abor-
nerable? La Real Academia Española define “Vulnerable” como un dar la complejidad del territorio vulnerable. El campo de lo posible
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podemos pensarlo entonces, si es sostenido desde el entramado, cia en el imaginario colectivo, social, a partir del nuevo paradigma de la
el conjunto. Desde lo individual, se presentará como imposibilidad. Convención, el interés superior del niño.
Según Puget J. (2014) “Si el ir perteneciendo y habitando los es- [viii] Años más tarde con los trabajos psíquicos propios de lo puberal, en-
pacios diversos en los que transitamos responde a un hacer en- contraremos una lógica donde también la mismidad sigue su construcción
tre varios (…) probablemente el gobernar, educar y curar serían (en banda) con otros.
posibles[ix]” [ix] Puget, J “El posicionamiento político en la clínica psicoanalítica” en Re-
vista Generaciones n°3 “Exploraciones en los límites”. Ed. Eudeba, Buenos
Aires, 2014
NOTAS
[i] Proyectos de Investigación Científica UBACyT de los cuales soy Director
BIBLIOGRAFÍA
y desarrollamos con todo el equipo: Néstor Córdova (co-director), María
Altobelli, H., Guargana, A. (2016): Dispositivos situacionales. La producción
Eugenia Otero, Mariana Soler, Miriam Lepka, Agustina Guaragna, Mariana
de diagnósticos en escenarios terapéuticos: del creer al crear. Inédito.
Britos, Martín Meiss.
Aulagnier, P. (1975): “La violencia de la interpretación”. Buenos Aires:
[ii] Venimos desarrollando Programas de Extensión Universitaria, de los
Amorrortu.
cuales soy Director, con sede en Fac. Psi. UBA Independencia, cuya coor-
Bergeret, J. (1990): “La violencia Fundamental: el inagotable Edipo”. Bue-
dinadora es la Lic. María Eugenia Otero y con sede en San Isidro, cuya
nos Aires: Fondo de Cultura Económica.
coordinadora es la Lic. Mariana Britos.
Brousse-Marie, H. (2011): “Un neologismo de actualidad: la parentalidad,
[iii] Programa de Extensión Universitaria: Educación y salud sexual en el
Uniones del mismo sexo”. Buenos Aires: Gramma Ediciones (trabajo
crecimiento de niños y adolescentes. Talleres en escuelas. Directora Lic.
escrito en 2005).
Mariana Soler
Byun-Chul Han (2017): “La expulsión de lo distinto”. Buenos Aires: Herder.
[iv] Al tener en cuenta la polisemia que toma el término por-venir, como lo
Córdova, N. (2016): Clínica con niñez, adolescencia y familia. Medea: una
que todavía no es, lo aún no venido, lo que puede advenir, y el por-venir
dimensión trágica de los divorcios controvertidos”. En prensa.
como expectativa que recae sobre el niño y lo que se espera como ideal del
Crettiez, X. (2009): “Las formas de la violencia”. Buenos Aires: Waldhuter
yo (un porvenir mejor que el de los padres, en el mejor de los casos por ej.)
Editores.
[v] P. Aulagnier trata los conceptos de cuerpo imaginado y sombra habla-
Diccionario de la Real Academia Española (1984): Madrid: Espasacalpe.
da para dar cuenta de las primeras representaciones del futuro hijo en el
Foucault, M. (1984): “El juego de Michel Foucault”, en Saber y verdad, Edi-
imaginario materno. Función de que lo no conocido del hijo sea acogido en
ciones de la Piqueta, Madrid. Disponible en http://conversiones.com.
un lugar investido como lugar familiar-conocido (se parece a ….que sea
ar/nota0564.htm
como…). El deslizamiento hacia “espacialidad maternante” es a los fines
Freud, S. (1976): “Introducción del narcisismo en O.C. T. XIV”. Buenos Aires:
de destacar una amplitud de espacios acoplados a esas funciones. Sin res-
Amorrortu (trabajo escrito en 1914).
tar importancia a las relaciones cuerpo a cuerpo madre- hijo, no reducimos
Grassi, A. (2017): en prensa. Genealogía y transmisiones.
su espacio psíquico al lugar exclusivo de subjetivación. Con funciones di-
Grassi, A. et al (2016): “Transformaciones familiares: Parentalización- despa-
ferenciadas, y acorde a distintos marcos culturales y diversidad de organi-
rentalización. Los divorcios controvertidos y la pasión”. Publicado en Me-
zaciones familiares, dicha función se extiende a una diversidad de quienes
morias del VIII Congreso de Investigaciones, Facultad de Psicología UBA.
invisten y participan en la preparación y desarrollo de ese primer sostén
Grassi, A. et al (2015): “Estados familiares y cultura. Críticas, retos y pres-
psíquico. A su vez que el término acompaña lo que puede resultar de una
pectivas”. Publicado en Memorias del VII Congreso de Investigaciones,
maternidad dividida, y/o de una gestación en la cual participan más de una
Facultad de Psicología UBA.
madre y todas tienen una función en el proceso (la donante de óvulos, la
Grassi, A. et al (2014): “Devenir niñ@s y adolescentes en escenarios de
que porta el embrión en el vientre, la de crianza, y posibles sustitutos ma-
separaciones y divorcios controvertidos. Vínculos, familia y contexto
ternos). Habrá que esperar lo que es del orden del reconocimiento del hijo,
epocal”. Publicado en Memorias del VI Congreso de Investigaciones,
diferencia entre el momento genitor y el momento simbólico (J. Derrida-E.
Facultad de Psicología UBA.
Rudinesco Y mañana qué? 2002, F.C..E.: Bs. As. pag. 53). No obstante sub-
Grassi, A. et al (2013): “El trabajo clínico con niños/adolescentes, con fami-
siste la pregunta: “¿Quien es la madre?” en el Nº 23 de Intersecciones Psi
lias en proceso de separación o divorcios controvertidos. Perspectiva
(Romina Alejandría, Sabina Cabariti y Edith Gillich).
Psicopatológica. Su articulación con los cambios socioculturales”. Pu-
[vi] Sabido es que la función Otro hacer referencia al Nombre del Padre,
blicado en Memorias del V Congreso de Investigaciones, Facultad de
contenida también en la formulación de P. Aulagnier quien incluye no sola-
Psicología UBA.
mente la referencia de la Madre por el Padre en tanto representante de la
Grassi, A. et al (2012): “Estructuración psíquica en niño/as/adolescentes y
Ley, sino además, el deseo del Padre por el hijo.
funciones familiares, diferentes formas de organización y recomposi-
[vii] Sujeto del derecho(s) es una formulación que adoptamos puntualizan-
ciones familiares”. Publicado en Memorias del IV Congreso de Investi-
do que mucho mas allá de una ennumeración de los derechos de infancia/
gaciones, Facultad de Psicología UBA.
adolescencia formulados en la C.I.D.N (1989/1990) sus adendas y avances
Grassi, A. et al (2011) “Estructuración psíquica en niños y adolescentes:
de la legislación, por ej. en nuestro país con la vigencia del nuevo Código
violencia fundamental y filiación”. Publicado en III Congreso Investiga-
Civil y Comercial (2015), o la Ley Nacional 26.061 de protección integral de
ciones. Buenos Aires: Facultad de Psicología UBA.
los Derechos de niños/as/adolescentes, el niño pasó a ser sujeto en el dis-
Green, A. (1986): “Narcisimo de vida, narcisismo de muerte”. Buenos Aires:
curso del derecho con independencia de su origen, de sus progenitores, de
Amorrortu.
su familia, de su sexo, de su condición social. Sujeto del Derecho o sujeto
Hornstein, L. (2013): “Las encrucijadas actuales del Psicoanálisis”. Buenos
de derechos, apunta fundamentalmente a un pensamiento que destaca a
Aires: Fondo de Cultura Económica.
partir de todas las transformaciones que se produjeron en ese campo, las
Kaës, R. (2010): “Un singular plural”. Buenos Aires: Amorrortu.
referencias en el registro simbólico y los lugares para la niñez/adolescen-
115
Lacan, J. (1975): “Escritos II”. México: Siglo XXI (trabajo escrito en1948). Otero, M. E. (2016): “Dispositivos actuales. La Universidad abierta a la co-
Laplanche, J. y Pontalis, J. (1971): “Diccionario de Psicoanálisis”. Buenos munidad” en Revista Generaciones N° 4. Buenos Aires: Eudeba.
Aires: Labor. Otero, M. E. (2010): “(In)Conclusiones”. En Grassi, A. y Córdova, N. (ed.)
Laurent, E. (2009): “El niño como real del delirio familiar”. Publicación Aso- Entre niños, adolescentes y funciones parentales. Psicoanálisis e in-
ciación mundial de Psicoanálisis. terdisciplina(107-109). Buenos Aires: Entreideas.
Meiss, M.: “Reflexiones sobre adolescentes en conflicto con la ley, a partir
de la experiencia en el trabajo con jóvenes detenidos.” Inédito.
116
PADECIMIENTO SUBJETIVO EN UN CASO DE PSICOSIS:
UN LUGAR PARA EL ANALISTA
Grela, Mariana
Hospital General de Agudos Parmenio Piñero. Argentina
117
Comienza hablando sobre la relación con su mujer y con su padre. golpeaba la boca y los genitales o prendía fuego sus manos con un
Ambos, lo anulan, lo aplacan, no lo dejan ser quien es. Al lado de encendedor.
ellos a veces se siente un puto, un maricón, un chiquitín, y siente En los últimos meses, D ha cambiado de turno de trabajo (noche
que no parece de su edad. D cuenta que no entiende cuando su por día) y ha disminuido notablemente el consumo de cocaína
mujer habla, no logra comprender qué quiere. Para él llevarse bien refiriendo que decidió seguir algunas recomendaciones de sus
con ella significa mantener relaciones sexuales y llevarse mal signi- médicos y de sus familiares para “hacer las cosas bien”. Además,
fica no tenerlas. Algo del dialogo con ella lo enloquece y lo desborda se realizaron ajustes en el plan farmacológico y no presenta fe-
“quiero que se calle, a veces no se si matarla o matarme”. Una vez nómenos psicóticos positivos. D refiere querer ser “un tipo bien”
sucede que su mujer se enoja con él “se hace la macha” frente a por lo que modifica su vestimenta y realiza grandes esfuerzos por
lo cual D refiere “tuve que pegarle para que entienda quien soy”. llevar una vida más saludable. Sin embargo, se potencia una idea
En una oportunidad dirá que me quiere confesar que cree ser adicto ya presente pero atenuada: “la vida no tiene sentido”. En relación
al sexo ya que durante su trabajo tiene la necesidad de pasear a esto afirma que no tiene sentido ir a trabajar, que nada le resulta
por prostíbulos y consumir cocaína. Advierto en este punto haber motivador ahora que no tiene ganas ni de consumir ni de tener
comprendido demasiado rápido cómo es su trabajo como taxista, sexo. Presenta por momentos clinofilia, ánimo triste y refiere que
al preguntarle por su rutina laboral desplegará una suerte de ruta antes su vida era más interesante, ahora “el órgano le funciona
organizada donde de prostíbulo en prostíbulo levanta pasajeros. pero no siente nada”. Me pregunta ¿me estaré volviendo puto?
El taxi para él también es un lugar para descansar, “un refugio”. Indagando más sobre esta cuestión dice que se volvió una per-
Cuenta que cuando se encuentra en su casa tiene unos “trastornos sona “bajoneada, más apagado, amable (no macho), con miedo.”
del sueño” haciendo referencia a la sensación de que una serpiente Continúa, “a veces no sé ni quién soy; si soy macho, trolo, villero,
lo penetra. Estas alucinaciones no aparecen si duerme en el taxi. bueno o feo”. Se mortifica pensando “¿para qué vivo? ¿Cuál es mi
Durante el tratamiento fuimos reconstruyendo una versión sobre fin? ¿Cuál es mi motor?” Finalmente sentencia, “hice lo que había
su historia, su sexualidad y su consumo. En este punto las notas que hacer, tener una familia, trabajar, consumir menos, rescatar-
tomaron un papel principal, D indica “poné, escribí, sacá, agregá” se. ¿Esto es la vida?”.
y así vez a vez vamos enlazando esos fragmentos inconexos de su
vida en un relato. Reflexiones
Me ceñiré a precisar el lugar que cumple el tratamiento para D y las
Una versión posible particularidades de la transferencia. Para ello, es preciso ubicar de
A los 16 años inicia el consumo de marihuana y cuenta que has- qué padece D, cuál es la singularidad de su padecimiento.
ta este momento de su vida era una persona divertida, que se la La hipótesis que me orienta es que la pregunta “¿Quién soy?” sub-
bancaba, macho. En este contexto tiene su primera relación sexual yace a todas sus formulaciones. Mi lectura apunta a que no se
con una “super mujer”, una travesti, aunque no estaba advertido trataría de una pregunta con fines investigativos que podría develar
de su condición. (Para él las mujeres “son todas lo mismo, con una historia al modo de una novela, tampoco consistiría en averi-
culo y tetas”). Durante este encuentro recuerda que ella lo miró a guar quién es como si fuese un dato oculto que pudiese ser reca-
los ojos y le dijo: “sos puto”. A partir de allí se obsesiona con otra bado con más información. Ésta es una pregunta estructural para
escena ocurrida años atrás donde jugando con sus amigos “le toca la que se evidencia que no hay un sostén fantasmático que permita
el culo” a uno de ellos. Comienza así a pensar que la gente se da mediatizarla. Me refiero al fantasma como aquello que da el marco
cuenta que él es puto, lo miran y hablan de él. Presenta fenómenos a nuestra realidad, como lo que ordena el ser del sujeto y encuadra
de significación plena y autorreferenciales: la gente lo mira, en la lo que solemos tomar como real. ¿Cómo responde D frente a la
televisión hablan de él, si sus amigos dicen “colorado”, él ya sabe ausencia del saber de la norma? Ubico dos vertientes posibles, dos
que están haciendo referencia al encuentro con travestis. Sitúa que modos de respuesta: “ser macho” y “ser puto”. Para poder ser un
a partir de ese entonces “algo cambió, tenía miedo, no me la ban- hombre, un macho, D tiene que poner en acto vez a vez su virilidad,
caba, estaba todo el tiempo pensando, ya no supe qué decir en una desde esta lógica las relaciones sexuales compulsivas lo demues-
conversación, qué opinar, me volví un maricón”. En este contexto, tran. Es justamente el carácter compulsivo el que echa luz sobre la
a sus 17 años, comienza a consumir cocaína porque lo ayuda a endeblez de su respuesta. El consumo de cocaína opera también
“divertirse, a poder hablar, pensar de manera ordenada, y mantener en esta línea pues lo ayuda a conversar, a sentirse importante, sa-
el ritmo y la cantidad de relaciones sexuales por noche.” Este uso ber qué decir como los demás hombres. El alivio que recupera con
de la cocaína lo sostiene, en menor medida, hasta la actualidad. estas apoyaturas es efímero por lo que requiere nuevas pruebas.
Por otra parte, fuimos reconstruyendo el momento de su descom- El acto de golpear a su mujer en el contexto de una discusión don-
pensación previa a la llegada al hospital. D recuerda que en ese de “se hace la macha” evidencia hasta qué punto tiene que llegar
momento, a sus 32 años, se sentía perseguido y culpable, le retor- D para poder ubicarse él como un macho. Por otra parte, el “ser
naban de manera intrusiva y perturbadora las escenas acontecidas puto” es otra respuesta que se arma, una forma de nominar aquella
tanto con su amigo como con la travesti. En estos momentos su posición que lo hace ser objeto del Otro: lo miran, hablan de él, lo
pensamiento se aceleraba y pasaba de una idea a otra. Sentía que gozan. No se trata meramente de una elección sexual, el ser puto
todos “hablaban en doble sentido menos él”, que la gente “sabía se refiere a una posición de pasividad ante los demás, en palabras
algo más”. Para frenar estos pensamientos consumía cocaína, se de D: “es ser infantil, es sentirme fuera de contexto, es no hablar de
118
futbol, no poder hacer un asado, es no saber contar chistes, es ser (1990) “Si el psicoanalista, en la cura, debe hacerse secretario del
un boludito.” Desde esta perspectiva podremos entender mejor lo alienado en cuanto concierne al texto del psicótico, no es simple-
que sería la pérdida de sentido de la vida que refiere actualmente. mente en el sentido de tomar notas, sino también en el sentido
Si poner en acto su ser hombre lo sostiene, al cambiar su estilo de de no olvidar la función eminente del secretario que consiste en
vida y dejar estas apoyaturas queda por momentos “sin motor” expedir las cartas”.
siendo empujado a ocupar un lugar de objeto.
Pasemos ahora a la transferencia. Conclusión
Durante las entrevistas D comienza a preguntarme a mi quién es él. Para concluir destaco la importancia de poder realizar una lectura
En palabras de Colette Soler, “llama al analista a suplir por medio crítica sobre la transferencia y las intervenciones para poder ubi-
de su decir el vacío de la forclusión y a llenar este vacío con sus car desde dónde se realizan las mismas y cómo se entraman con
imperativos.” (Soler, 1991). Estas preguntas en un primer momento el tratamiento. Retomo para finalizar, la pregunta que se hace D
me alarman, ya que me dejan en lugar incómodo para maniobrar. “¿esto es la vida?” como disparador para continuar pensando. A
Me preguntaba en ese entonces cómo responder cuando el silencio simple vista y en conversaciones con el equipo tratante se comenta
no era una opción. Es aquí donde ubico algunos prejuicios mar- sobre los notables cambios que D realizó durante el tratamiento.
caron algunas formas de intervención, dejándome en un lugar de Actualmente no presenta fenómenos psicóticos positivos, puede
inhibición. Me refiero a mi concepción sobre la posición de testi- sostener su trabajo en horarios saludables, ha reducido notable-
go en la psicosis, a la hiperpreocupacion por no quedar ubicada mente el consumo de cocaína, mantiene una familia. Pareciera ser
en el lugar del perseguidor o de la erotomanía. Recuerdo que en que “ésta es la vida”. Sin embargo, es allí cuando la vida deja de
mis primeras supervisiones me encontraba muy inquieta por saber tener sentido para él. Vemos cómo para D estos consejos lo sacan
“en qué lugar estoy en la transferencia” y mis acciones suponían de un estado de desborde, pero a su vez lo privan de las apoyatu-
que uno “se puede ubicar”, una suerte de profilaxis transferencial. ras que se pudo construir hasta este momento. Me pregunto a qué
Como correlato en la clínica se ve que allí es cuando D se muestra responde este ideal de salud, ¿tiene sentido desarticular aquellas
más interpretativo, supone algo que se y no se lo quiero decir. apoyaturas – imaginarias pero apoyaturas al fin – en pos de benefi-
Rencuentro en este contexto el fragmento de Lacan en “De una ciar al paciente con consejos sobre modos de vida más saludables?
cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” cuan- ¿Es mejor estar “deprimido” que estar desbordado?
do habla de “una sumisión completa, aun cuando sea enterada, a
las posiciones propiamente subjetivas del enfermo” (Lacan,1956) BIBLIOGRAFÍA
en relación a la posición del analista en la transferencia con el su- Alomo, M. (2012). La transferencia del sujeto esquizofrénico. La elección
jeto psicótico. Este fragmento opera como respuesta frente a mis irónica. Buenos Aires: Letra Viva.
inquietudes, en vez de ubicarse uno es ubicado y que más bien se Allouch, J. (1989) Uds. están al corriente, hay transferencia en la psicosis.
Revista litoral n°7/8 Ed. La torre abolida.
trata de trabajar con lo que allí suceda en lugar de intentar preve-
Laurent, E. (1990) El sujeto psicótico escribe en La psicosis en el texto.
nirlo u orientarlo.
Buenos Aires: Manantial
En efecto así sucedió, comprendí que no bastaba con anotar e in- Leibson, L. y Lutzky, J. (2013) Maldecir la Psicosis. Buenos Aires: Letra
tervenir ampliando la información que D traía, sino que también era viva.
necesario asentir, hacer consistir algo, acompañarlo en estos pun- Lacan, J. (1956). El Seminario. Libro 3: Las psicosis. Buenos Aires: Paidós.
tos donde no hay un saber establecido. De esta manera, mediante Lacan, J. (1958). De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de
un trabajo de localización y nominación, D comienza a dar su testi- la psicosis en Escritos 2. Buenos Aires: Siglo XXI.
monio y mis intervenciones fueron en la línea de ir sancionando lo Soler, C. (1988). ¿Qué lugar para el analista? y El trabajo de la psicosis. En
que él traía, poner en palabras, organizar, por momentos de acotar Estudios sobre las psicosis. Buenos Aires: Manantial.
o relativizar. Así fue como construimos juntos las versiones antes Soler, C. (2001). El inconsciente a cielo abierto de la psicosis. Buenos
mencionadas. En palabras de él: “Acá haríamos algo así como el Aires: JVE.
service de las ideas, vos sos mi asistente”. Me toma por sorpresa
cuando un día comenta: “no te tenía confianza pero al final sos
como una amiga”. Me resulta muy interesante la manera en que
lo dice: no significa en efecto serlo. Algo de lo inédito aparece, la
categoría de la amistad.
Finalizando, un último comentario sobre la función de la escritura
En el recorte del caso vemos como las notas que escribimos du-
rante la sesión son un eje central del tratamiento. Pasaron de ser
un elemento de su desconfianza a ser un espacio donde algo se
inscribe, en un ordenador. Es mediante la escritura que D puede
nominar ciertos estados o sensaciones corporales. Se puede ubi-
car también como cierto ordenamiento temporal se establece, se
ubican diferentes momentos como antes y después, el tratamiento
mismo opera como uno de ellos. Para concluir, una cita de Laurent
119
CULTURA DE LA DANZA Y CONSUMO DE SUSTANCIAS
TÓXICAS
Guiñazu, Laura Amelia
Universidad Nacional de San Luis. Argentina
120
que comparten una ética, una estética, un modo de goce y con- de lo humano. Este movimiento no se realiza sin este mal-estar que
sumo. Alrededor de éstas se establece una identidad (Camarotti, contiene sufrimiento, dolor de existir, tal vez un vacío de existir en
2008). Bailar al son de la música de modo ininterrumpido, usar tanto la cultura, dado que la vida en sociedad impone sacrificios,
ciertas indumentarias a la moda – especialmente de marcas –y el y una inevitable renuncia pulsional, y se encuentra asociada a un
consumo de alcohol, y de estimulantes del sistema nervioso central inevitable sentimiento de culpa. De estas inevitables pérdidas, e
(anfetaminas) de diferentes tipos sellan la identidad grupal de los insatisfacciones que la vida en sociedad trae, las posibilidades de
usuarios frecuentes y otorgan pertenencia a un grupo social. resarcirse son: la insistencia en gozar, la búsqueda aunque vana de
la felicidad, el recurso a las sustituciones, satisfacciones sustituti-
Sucesos de la Fiesta de música electrónica “Time Warp” – Buenos vas. Y en tercer término el recurso a algún “calmante”, sustancias,
Aires, 2016 el recurso los tóxicos, o “quitapenas”. Tanto la recreación, la danza
El sábado 16 de abril de 2017, tercera edición de la Fiesta Time y las celebraciones, autorizan algún calmante o quitapenas de to-
Warp en Buenos Aires, fallecieron 5 jóvenes, y otros fueron inter- das las múltiples diversiones y culturas dances.
nados por intoxicación severa por consumo de drogas y alcohol. Por otra parte, las fiestas en la obra Tótem y Tabú definidas como el
Sus edades se ubicaban en la franja etaria de 17 a 25 años.[ii] Las lugar del exceso permitido y hasta ordenado, el de una violación que
drogas utilizadas fueron diversas: cocaína, marihuana, ketiapina, y se construye sobre una prohibición. La alegría que las acompaña no
éxtasis, ésta última sustancia psicoactiva que inducen paraísos fic- depende de un estado de ánimo, sino de poder realizar aquello que
ticios, voluptuosidades inexploradas, sensaciones sorprendentes. en tiempos normales está prohibido. (Freud, 1913/1979/ 1º Ed.)
Los sujetos adolescentes y/ o adultos jóvenes transitan un tiempo Si hay una marca que se destaca en el fin de siglo, al menos en
de crisis o impasses propios y con su entorno. Occidente, es el despliegue de la Sociedad capitalista, la lógica del
Respecto a la intervención judicial, en esa oportunidad apuntó a los mercado, el imperio de la publicidad, el marketing y un avasalla-
déficits en instalaciones sanitarias y provisión de agua, el suminis- miento de objetos- mercancía- oferta del mercado, que se ofrecen
tro de drogas en el evento, la asistencia al local de un número de para cubrir el vacío, y / o el dolor propio del malestar en la cultura.
personas mayor a la permitida, controles municipales insuficientes, Estos objetos son los producidos por la Ciencia, J. Lacan ( se ocupa
etc. todos ellos, múltiples indicadores de que en la organización se de estos objetos en diferentes momentos de su obra, los denomi-
cometieron delitos, y que estas formas de la corrupción favorecie- na letosas, gadgets y les adjudica un parentesco con el objeto a,
ron que se produjeran los decesos de los jóvenes. aseverando que “el mundo está cada vez más poblado de letosas”,
Para los investigadores judiciales los decesos de los jóvenes se y recomienda pensarlos como los que son ofrecidos al consumo
produjeron por “policonsumo” de drogas, hacinamiento y calor que a partir de que la ciencia gobierna, son causantes de deseo, son
fue el coctel fatal. Las autopsias revelaron que todo habían consu- “objetos a”, “que están sobre el asfalto, en cualquier rincón de la
mido drogas, aunque no las mismas, y produjo disfunción multior- calle”. Instalan subrepticiamente una propugnación del tener des-
gánica, fallo cardio-respiratorio y muerte. [iii] plazando al ser en el orden identificatorio. El mercado pugna por
generar nuevas mercancías con los avances de la ciencia y la tec-
Análisis y Conclusiones nología avasallando con objetos- mercancías, atractores. El sujeto
Hasta acá los hechos que interpelan a la subjetividad epocal sig- recupera un plus de goce de estos objetos que causan su deseo,
nada por las condiciones sociales y culturales. Si tal como enun- con los que se ofrece a todos lo mismo, es por tanto una oferta de
ciábamos la sociedad actual capitalista impele al consumo y al goce globalizado, intentando barrer así todo atisbo de singularidad
consumismo, fagocita a sus jóvenes de diversas formas, en este so riesgo de “no pertenecer” al mundo globalizado, pregonando pa-
caso lo acontecido no es la excepción, desde los actores víctimas radójicamente la “libertad de elección”.
y sus presuntos victimarios en los delitos de omisión, propiciación Karothy (2015) sostiene que en la actualidad el discurso capitalista
de venta de estupefacientes en el local, de condiciones de hacina- acarrea el desamparo del sujeto y que el marketing ha quebrado las
miento. En este sentido, lo acontecido no es más que una muestra barreras reguladoras del principio del placer y ya no está regulada
del imperativo al consumo que se acompaña de más y más muerte. por el falo y el Nombre del Padre, por lo tanto lo confronta con la
Pero ¿qué decimos con esto? forzosa falta de garantías, que se resume en la frase con carácter
Los antecedentes lo hallamos en el sendero marcado por la pro- de noción: la era del Otro que no existe, desplegado de la afirma-
ducción freudiana, entre ellas 1930 con “El Malestar en la Cultura”, ción de J. Lacan vertida en el Seminario XIV La Lógica del fantasma
una reflexión absolutamente memorable, que aún hoy da cuenta “no hay en absoluto Otro” (Lacan, 1966- 1967, Manuscrito Inédito,
del diseño de la estructura de la cultura y la sociedad y el marco de transcripción J. Nassif ) y entendemos no se despliega en el orden
la ubicación del sujeto en la civilización. S. Freud nomina su obra más que de Otro que no es sino barrado, con esa imposibilidad de
con una palabra- noción: el malestar… Con ella los clínicos de abarcarlo todo.
la época actual dan cuenta de buena parte de las patologías que Es precisamente en este punto en el que quisiéramos insertar la
interrogan la práctica clínica. Baste recordar que el proceso de hu- situación de los jóvenes de la Time Warp, y otras fiestas en las que
manización de un sujeto, que se encuentra en un “estado animal se conjugan la corrupción, el consumo sin control, y sin inspección
primordial”, inicia el desasimiento de ese estado a través de las de la calidad de las drogas que se utilizan, la voracidad en la obten-
más antiguas prohibiciones. (Freud, 1930 /1979 1º Ed.). Paradojas ción del dinero, con una ética indolora, que en el afán de dominio
de la humanización que precisa de la interdicción como fundante económico conduce a actos de corrupción, hacinamiento y la fal-
121
ta de garantías de cuidados de los sujetos - la provisión de venta BIBLIOGRAFÍA
de agua-. Se produce entonces en las fiestas el atravesamiento Camarotti, A. (2008) La cultura dance local: Música electrónica, escenarios
del exceso permitido, pasando al descontrol imperioso, a partir de y consumo de éxtasis. En Encrucijadas, Nº 44. Bs. As.: Universidad de
que la realización de lo prohibido pierde la regulación del falo y el Buenos Aires. https//repositoriouba.sisbi.uba.ar
Freud, S. (1979). Tótem y Tabú. En J. Strachey (Ed.) y J.L.Etcheverry y L.
Nombre del padre convocando a más y más consumo en un goce
Wolfson (Trads.). Sigmund Freud: Obras Completas (Vol. 13 pp.115-
autístico. Se revela como crisis, abandono social, actos delictivos,
148). Buenos Aires: Amorrortu (Trabajo original publicado en 1913)
exceso y muerte.
Freud, S. (1979). El malestar en la cultura. En J. Strachey (Ed.) y J.L.
Para finalizar consideramos que el presente de la sociedad actual, Etcheverry y L. Wolfson (Trads.). Sigmund Freud: Obras Completas (Vol.
si bien no constituye necesariamente un momento oscuro de la 21, pp. 57-140). Buenos Aires: Amorrortu (Trabajo original publicado
sociedad per- se, en nuestro intento de establecer un cuadro re- en 1930)
alístico de la sociedad (Lipovestsky, 2006) notamos que la cele- Hartmann, A. (2000). Adolescencia: una ocasión para el psicoanálisis. Bue-
bración de estas reuniones resulta atrayente para los jóvenes por nos Aires: Miño y Dávila Editores.
su carácter novedoso, y convocante con objetos que propone la Karothy, R. (2002). Las adicciones en Contexto en psicoanálisis, Buenos
ciencia (música electrónica, drogas de diseño y otras). Sin embargo Aires: Lazos Editorial
el interjuego con el mercantilismo imperante, que es marca de la Lacan, J. (1968-1969). El Seminario de Jacques Lacan, Libro 16: De un
impronta del orden globalizado en el mundo occidental, en donde otro al Otro. Manuscrito inédito.
Lacan, J. (1966-1967). El Seminario de Jacques Lacan, Libro 17: La lógica
el Otro epocal es cada vez más y más declinante y no ejerce su
del Fantasma. Manuscrito inédito.
función castratoria, se promueve la búsqueda de un goce directo no
Lacan, J. (1992). El Seminario de Jacques Lacan, Libro 17: El reverso del
mediatizado por el habla, y que por el contrario denigra la palabra
Psicoanálisis. Buenos Aires: Editorial Paidós. (Trabajo original del año
y sus efectos posibles, en el que los jóvenes participan cada vez 1969-1970).
más en actos de consumo en los que también son consumidos en Lacan, J. (2001). La tercera. En J. A. Miller (Ed.) y D. Rabinovich (Trad.) y
detrimento de la dimensión simbólica. J. L. Delmont, J. L. y Sucre (Trads.). Intervenciones y Textos 2 (pp.73-
108). Buenos Aires: Manantial. (Trabajo original publicado en 1974)
NOTAS Lipovestky, G. (2006). Los Tiempos hipermodernos. Barcelona: Anagrama.
[ii]http://www.lanacion.com.ar/1893572-time-warp-el-paso-a-paso-de-
la-tragedia-y-la-investigacion , 30 julio de 2016
[iii]http://www.lanacion.com.ar/1915763-las-cinco-victimas-de-time-
warp-murieron-por-policonsumo, 6 de julio de 2016
122
REVISIÓN DE TRASTORNO LÍMITE DE LA
PERSONALIDAD Y ALIANZA TERAPÉUTICA
Helmich, Natalia; Giusti, Sheila Daiana; Santoro, María Sol; Etchevers, Martin
UBACyT, Universidad de Buenos Aires. Argentina
123
trastornos de la alimentación (Zanarini y Frankenburg, 1997). ver su madre, buscan rápidamente el vínculo con ella y vuelven a
Como se ha desarrollado, el concepto “límite” ha cobrado múltiples examinar el espacio y a jugar. Esto es así porque se sienten más
significados. De este modo, aunque ya en el DSM-III se lo inclu- confiados de que sus necesidades serán atendidas por esa figura
ye por primera vez como entidad diagnóstica oficial, a través de de confianza. Son niños que se muestran más organizados ante si-
los años se han ido proponiendo otros términos para representar tuaciones de estrés y experimentan las situaciones negativas como
a todo un conjunto de rasgos sindrómicamente distintivos, como menos amenazantes. A diferencia con éste, postula la existencia
son: personalidad cicloide, trastorno ambivalente de la personali- de un Apego ansioso- evitativo y de un Apego ansioso-resistente.
dad, trastorno impulsivo de la personalidad, trastorno lábil de la En el primer caso, los niños no exploran demasiado el ambiente
personalidad, etc. De todas formas, el término “límite” continúa en más allá de la presencia de la madre y muestran mucha menos
vigencia constituyéndose como una entidad diagnóstica específica. ansiedad ante la separación de su figura de apego. Evitan o ignoran
a la madre, y casi no expresan emoción cuando ésta se se va o
2. Descripción del TLP regresa. Se trata de niños cuyas necesidades no fueron cumplidas
El trastorno límite de la personalidad (TLP), también llamado limí- al punto que ya no creen que su pedido tenga influencia o bien
trofe o fronterizo, es definido por el DSM-IV-TR como “un trastorno que fueron sobreestimulados de forma intrusiva, y por este moti-
de la personalidad que se caracteriza primariamente por inestabili- vo, buscan evitar situaciones estresantes. En el segundo caso, el
dad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotó- apego ansioso-resistente, se trata de niños que presentan niveles
mico, impulsividad y relaciones interpersonales caóticas” (p. 678). más elevados de ansiedad ante la presencia del desconocido, poco
Se incluye dentro del grupo B de trastornos de la personalidad, los juego y exploración del ambiente, incluso con la madre presente.
llamados “dramático-emocionales”, el cual se compone de los Ante la experiencia de separación, el niño se muestra con mucho
trastornos de la personalidad antisocial, límite, histriónica y narci- estrés y al volver la madre la reacción de éste es ambivalente: por
sista. El trastorno límite es el más prevalente del grupo. Se estima un lado quiere estar con la madre pero al mismo tiempo se opone a
que su prevalencia es del 2%-3% en la población general. Afecta su contacto. Se trata de niños que subregulan sus afectos, buscan-
más a las mujeres que a los hombres (75%) y su mayor incidencia do aumentar su comunicación de malestar como una manera de
se halla entre los 19-34 años. Se presenta en todas las culturas del buscar una respuesta por parte de la madre. Finalmente, la autora
mundo. (DSM-IV-TR, 2008) plantea un tipo de Apego desorganizado: Se trata de niños con un
El TLP se caracteriza por muchas dificultades, entre ellas, los pro- patrón de desorganización, con conductas como llanto injustificado,
blemas intensos y persistentes en la autoimagen, la afectividad y paralización, mecerse, golpearse a sí mismo u otros. Estas con-
las relaciones interpersonales, caracterizadas por la alternancia ductas se pueden observar incluso en presencia de la madre. Al
entre devaluación e idealización. Dichos problemas suelen poten- regresar ésta, el niño puede mostrarse evitativo e indiferente o bien
ciar otras dificultades como comportamientos impulsivos, intentos buscarán acercarse a ella.
o amenazas suicidas recurrentes, temor a la soledad, alteraciones En consonancia con los aportes mencionados se llega a la conclu-
de identidad y sensación de vacío. Todos estos factores están inte- sión que el sistema de apego es regulador de la experiencia emocio-
rrelacionados y se retroalimentan entre sí (Mosquera, 2010). nal (Sroufe, 1996) a lo largo de toda la vida, por lo cual cumple un rol
fundamental en el centro de los trastornos mentales y de la totalidad
3. Teoría del apego de la tarea terapéutica. Diversos autores entienden los problemas
La teoría del apego fue creada por John Bowbly (1989) y hace re- de apego temprano como un factor causal de primer orden para el
ferencia a que los sentimientos de seguridad, ansiedad o temor de desarrollo del TLP (Kernberg, Weiner & Bardenstein 2000; Bateman
un bebé son determinados, en parte, por el acceso y la respuesta & Fonagy 2004; Rubio Larrosa 2008, Mosquera 2009).
de su principal figura de afecto. Este autor plantea la necesidad del Los síntomas del TLP a veces solo describen la conducta más apa-
niño de generar vínculos afectivos mediante abrazos, balbuceos, rente o problemática o la consecuencia final de un problema. En
sonrisas, caricias, que brindarán una base segura para explorar el cualquier caso, el TLP es un trastorno en el que predomina una
mundo, llegando a la conclusión que los bebés generan vínculos inestabilidad emocional, una alta reactividad a factores externos,
más sólidos con los adultos que se muestren sensibles y que res- una sensación de vulnerabilidad casi permanente y una gran difi-
pondan a sus interacciones. cultad para funcionar de manera adaptada y/o efectiva por largos
Ainsworth y Bell (1970) realizaron una experiencia donde un infante periodos de tiempo. La mayoría de la personas con TLP llevan vidas
de 12 meses comparte un momento de juego con su madre y con caóticas y tienen la sensación de no encajar en la sociedad. Esto se
una persona que resulta extraña para el niño, el investigador. Luego observa y refleja en las múltiples dificultades que manifiestan en
la madre se retira por unos minutos y al volver a la habitación se sus relaciones con los demás, en su visión de los eventos, del en-
pueden observar distintas reacciones del niño a partir de la se- torno y en el variable y frágil concepto que tienen de ellos mismos
paración, que le permitieron a la autora formular cuatro patrones (Mosquera 2010). Se trata de sujetos con un alto nivel de autoen-
básicos de apego. gaño, incapacidad para escuchar, y entienden al otro como un ser
En primer lugar, se hace referencia al Apego seguro. Los niños con manipulable (Rubio Larrosa, 2006).
este tipo de apego se muestran seguros explorando el ambiente en Los estudios en neurobiología del desarrollo que analizan las ca-
presencia de la madre. Cuando ocurre la separación, se los observa pacidades de autorregulación muestran que la resiliencia del in-
ansiosos por su ausencia y evitan la presencia del extraño. Al vol- dividuo depende en un grado importante de las experiencias tem-
124
pranas de apego (Fonagy, Gergely, Jurist y Target, 2002; Schore, Strong, & Feeney, 2007; Meyer et al., 2001; Romano, Fitzpatrick,
2003a, 2003b, Siegel, 1999; Teicher, 2002; Teicher et al, 1993). Los & Janzen, 2008; Sauer et al., 2010), mientras que los sujetos con
estudios longitudinales sobre apego muestran la persistencia de los apego ansioso tienden a obtener malos resultados y en los sujetos
patrones de apego de la infancia en la adolescencia y en la edad con apego evitativo parecen no tener efecto la terapia (Lorenzini y
adulta (Carlson y Sroufe, 1995; Demos, 1998). Fonagy, 2013)
Fonagy (2000) y Fonagy et al, (2000) destacaron la importancia del A su vez, el tipo de apego está relacionado a la deserción en la
apego en el desarrollo de la función simbólica y la forma en la que psicoterapia. Los pacientes con un apego evitativo encuentran a la
un apego inseguro y desorganizado puede generar vulnerabilidad. terapia como una amenaza para la apatía defensiva característica
Todos estos abordajes teóricos, y otros, predicen que las repre- de estos sujetos, por lo que constituye un riesgo de deserción ya
sentaciones del apego en personas con patología límite serán muy que no se comprometen con el proceso ni con el terapeuta (Levy,
inseguras y desorganizadas (Fonagy & Bateman, 2007). Meehan, Weber, Reynoso, & Clarkin, 2005; McGauley et al., 2011).
Para Bateman y Fonagy (2004), no hay duda alguna de que las per- Contrariamente, los sujetos con un apego ansioso son aquellos que
sonas con trastorno límite son inseguras en su apego pero consi- suelen sentirse abandonados por el terapeuta o que tienden a sen-
deran que las descripciones de apego inseguro desde la infancia o tirse demasiados cercanos o dependientes del terapeuta y del tra-
adultez no proporcionan un relato clínico adecuado por varios moti- tamiento (Chen-Chieh Huang, 2011). En consecuencia, al igual que
vos, entre los que destacamos que el apego ansioso es muy común con el apego evitativo, estos pacientes también presentan riesgo de
(Broussard y Northup, 1995), y que los patrones de apego ansioso abandonar la terapia. (Lorenzini y Fonagy, 2013)
de la infancia se corresponden con estrategias relativamente esta-
bles en la adultez (Main et at., 1985) mientras que la marca distin- 4. Terapias
tiva de los trastornos de apego de las personas con trastorno límite En este apartado se desarrollarán cuatro modalidades terapéuticas
es la ausencia de estabilidad (Higgitt y Fonagy, 1992). específicas para el TLP.
Los teóricos del apego sostienen que los patrones de apego son En primer lugar, Gunderson (2002) plantea que la psicoterapia no
relativamente estables, y esto es debido principalmente a la per- es una modalidad diseñada principalmente para frenar las “cosas
sistencia de los modelos mentales del sí mismo y de los otros, que negativas” como aliviar síntomas o disminuir conductas autodes-
operan en un contexto de entorno familiar relativamente estable tructivas u otros comportamientos desadaptativos, aunque puede
(Stein, et al., 2002). Por otro lado, reconocen que la conducta de hacerlo. La psicoterapia para este autor debe caracterizarse por
apego no es algo fijado en el tiempo, sino que es susceptible de su intención de hacer cosas positivas como ayudar a los pacientes
modificación. La revisión de Alexander, Feeney, Hohaus y Noller para que cambien a mejor o para que desarrollen nuevas capaci-
(2001) concluye que es válido considerar que algunas relaciones dades psicológicas.
adultas son relaciones de apego. Las relaciones entre adultos y sus A su vez, tratamiento y terapia no son sinónimos. Los tratamien-
padres y, en psicoterapia, entre pacientes y terapeutas, es probable tos son administrados a los pacientes, quien los recibe de manera
que presenten las propiedades de los vínculos de apego. El estilo pasiva (o bien se resiste a ellos) y no los pone en marcha. Por su
de apego del paciente influye en los resultados y en el proceso parte, la terapia requiere de la participación activa de los pacien-
terapéutico. Existen distintos estudios que examinan la relación en- tes, planteándose objetivos comunes entre terapeuta y paciente y
tre el estilo de apego del paciente y los resultados en psicoterapia mutua colaboración.
(Castonguay y Beutler, 2006). Los resultados convergen en tres ha- Gunderson (2002) propone una terapia para pacientes con trastor-
llazgos importantes: los pacientes con apego seguro tienden a ob- nos límites de la personalidad cuenta con características particu-
tener mejores resultados; los pacientes con apegos preocupados o lares. En primer lugar, es necesaria la figura de un clínico respon-
inseguros tienden a responder más pobremente; los pacientes con sable de la seguridad y la supervisión de la elección, la aplicación,
estilos de apego seguros obtienen más beneficio con tratamientos la coordinación y el control de los componentes terapéuticos. El
breves. Más recientemente, algunas investigaciones se han centra- terapeuta no se encargará de estas cuestiones. Por otro parte,
do en estudiar la relación entre el tipo de apego de pacientes adul- Gunderson (2002) propone un tratamiento dividido: por un lado el
tos y la alianza terapéutica. Se ha observado que el estilo de apego farmacológico por parte de un psiquiátrica, que a su vez haga de
inseguro está asociado con evaluaciones más bajas de la alianza, responsable del caso; y por otra parte, la psicoterapia. Es importan-
mientras que el estilo de apego seguro lo está con las evaluaciones te el trabajo en colaboración entre ambas partes lo cual permitirá
más altas (Eames y Roth, 2000). Este mismo estudio también indicó mejores resultados en la contención de las disociaciones y proyec-
que la frecuencia de ruptura estaba asociada al tipo de apego: un ciones, reduciendo posibles abandonos.
apego ansioso con rupturas más frecuentes y un apego evitativo Gunderson (2002) plantea ciertas características necesarias que
con una frecuencia menor de rupturas. deben hallarse en un paciente como la motivación, la disposición
psicológica, la capacidad para la introspección, una tendencia fa-
Por su parte, Lorenzini y Fonagy (2013) postulan que las caracte- vorable para ver el problema en sí mismo y desear el cambio y la
rísticas del apego de cada individuo influencian los resultados en la posibilidad de asumir la responsabilidad básica de su seguridad.
psicoterapia, y los estudios demuestran que los mejores resultados Asimismo, propone aptitudes favorables de hallarse en un terapeu-
se hallan en los pacientes con apego seguro (Conradi, De Jonge, ta como la experiencia, la formación y determinadas cualidades
Neeleman, Simons, & Sytema, 2011; Levy et al., 2011; Meredith, personales de carácter y actitud. Deben mostrarse responsables,
125
audaces, alegres, receptivos y orientados hacia la acción. MBT se asoció con una mejoría mayor que la SMC para la mayoría
En esta línea, Gunderson (2002) desarrolla tres formas de Alianza de los resultados. Los pacientes asignados al azar a MBT mostraron
Terapéuticas que se dan de forma consecutiva durante la terapia. una disminución mayor de los intentos de suicidio, incidentes gra-
En primer lugar, ubica la Alianza Contractual la cual hace referen- ves de autolesión, las medidas de auto-reporte y la hospitalización.
cia al acuerdo inicial entre el paciente y el terapeuta en cuanto a A su vez, se observaron que los efectos se mantuvieron cinco años
los objetivos terapéuticos y a su papel en la consecución de éstos, después. En consonancia con los resultados obtenidos se infiere
dicha forma de alianza se puede observar en la Fase I. En segundo que la psicoterapia que se centra en las funciones psicológicas
lugar, ubica la forma relacional, dimensión afectiva y empática, en pertinentes a los síntomas del TLP (como lo es la capacidad para
la cual el paciente considera que el terapeuta es atento, compren- reflexionar sobre estados mentales de uno mismo y otros) puede
sivo, auténtico y amable, y se corresponde con la Fase II. En tercer mejorar un programa de tratamiento estructurado, integrado que
y último lugar, ubica a la Alianza de trabajo, que resalta la dimen- proporciona apoyo psicológico genérico.
sión cognitiva y emocional; y busca que el paciente considere al A su vez, el MBT ha demostrado tener mayor eficacia que el tra-
terapeuta como un colaborador, como una persona confiable. En el tamiento psiquiátrico para pacientes con trastorno límite severo,
establecimiento de esta alianza se observa una mejoría significati- disminuyendo síntomas depresivos, autolesiones e ideas suicidas
va para los pacientes límite. Esta forma de alianza se corresponde y en la mejorìa en general, reduciendo considerablemente los dias
con la Fase III y IV de la terapia. de internacion. Las mejorías comienzan a los 6 meses y se incre-
En segundo lugar, según Bateman y Fonagy (2008, 2010), proponen mentan hacia el final del tratamiento, que dura aproximadamente
el Tratamiento Basado en la Mentalización (MBT), la cual es definida 18 meses (Bateman & Fonagy, 1999). Seguimientos cada 3 meses
como el proceso a través del cual entendemos a los demás, y a demostraron que los pacientes continúan mejorando incluso 18
nosotros mismos, de manera explícita e implícita, en términos de meses después de terminado el tratamiento (Bateman & Fonagy,
estados mentales. De esta forma, los trastornos mentales pueden 2001). Asimismo, se ha realizado un seguimiento 8 años despuès
ser la causa de una falla en la interpretación de la mente de la del inicio del tratamiento de MBT que demostró el sostenimiento
propia experiencia y de la experiencia de los otros. de las mejoras emocionales, sociales y vocacionales que los trata-
De acuerdo con Lorenzini y Fonagy (2013) el concepto de menta- mientos psiquiátricos (Bateman & Fonagy, 2008).
lización tiene sus raíces en la teoría del apego. El niño debe haber En tercer lugar, la Psicoterapia Centrada en la Transferencia (TFP)
contado con un apego seguro, es decir, con experiencias tempra- es un tratamiento psicodinámico manualizado para pacientes con
nas cariñosas y atentas para desarrollar el entendimiento de uno trastorno límite de la personalidad (Levy et al., 2006). Tiene como
mismo y los demás. En contraposición, los vínculos tempranos de base la teoría de las relaciones de objeto y la teoría del apego.
apego disfuncional conllevarían a una incapacidad de la función Postulan que los individuos con TLP tienen afectado el nivel de dife-
mentalizadora, relacionándose con una desregulación emocional y renciacion e integracion de las representaciones del self y de la de
descontrol de la atención e impulsos, (Agrawal et al., 2004; Lyons- otros, junto a sus valencias afectivas, las cuales se derivan de las
Ruth et al., 2005; Sroufe, Egeland, & Carlson, 2005). Asimismo, relaciones de apego temprano del niño con sus cuidadores. (Kern-
varios autores (Anthony Bateman & Peter Fonagy, 2008; Fonagy & berg, Yeomans, Clarkin, & Levy, 2008; Levy et al., 2012).
Luyten, 2009; Fonagy et al., 2011) señalan que los pacientes lími- La TFP tiene por objetivo principal la reducción de la sintomatología
tes se encuentran asociados con un apego disfuncional que genera y de las conductas autodestructivas, a través de la modificación de
una pérdida temporal de la capacidad mentalizadora, provocando las representaciones del self y de los demás. Éstas son actuadas en
desregulación emocional. la relación transferencial y buscan lograr un cambio en la estructu-
El MBT tiene por objetivo estabilizar el self y mantener dentro del ra de la personalidad del paciente.
contexto de una relación terapéutica un óptimo nivel de tensión Las técnicas utilizadas por el terapeuta son la confrontación, la cla-
emocional, o sea, ni demasiado intensa ni demasiado distante (Ba- rificación y la interpretación de la transferencia, y no busca evitar la
teman & Fonagy, 2006; Fonagy & Luyten, 2009). Las intervenciones activación del sistema de apego en el marco de la sesión (Hoglend
del MBT se proponen abordar las relaciones de apego en condicio- et al., 2011; Levy et al., 2005). El objetivo es la emergencia de una
nes controladas, considerando significativamente el desarrollo de mejor capacidad para poder pensar acerca de los pensamientos,
la relación terapéutica dentro del tratamiento. sentimientos e intensiones de ellos mismos y de los otros, es decir,
El terapeuta debe hacer hincapié en las situaciones de ansiedad un aumento de la mentalización (Levy et al., 2006). Esto conllevará
social ya que estos pacientes son hipersensibles a éstas y pueden a una regulación más favorable de los afectos, coherencia de la
poner en riesgo la relación terapéutica (Bateman & Fonagy, 2010; identidad, mejores vínculos interpersonales, reducción de conduc-
Fonagy et al., 2010; Fonagy & Luyten, 2009; Gabbard & Horowitz, tas autolesivas y una mejora general en las esferas sociales y voca-
2009; Gabbard et al., 1994; Prunetti et al., 2008). cionales (Kernberg et al., 2008; Levy et al., 2006; Levy et al., 2012).
En un estudio realizado por Bateman y Fonagy (2009) se comparó El tratamiento se basa en dos sesiones semanales y tiene una du-
la terapia MBT y la terapia Clínica Estructurada (SCM) para pacien- ración de tres años aproximadamente. Su punto central son las
tes con Trastorno Límite de la Personalidad. En ambos grupos, el relaciones afectivas que van surgiendo en el vinculo terapéutico
tratamiento psicoterapéutico fue combinado con medicación. (transferencial), al mismo tiempo que se va controlando los aspec-
En los resultados se observaron que los pacientes de ambos grupos tos de la vida del paciente por fuera de las sesiones. Es una terapia
hicieron mejoras estadísticamente significativas, sin embargo, la bien tolerado por los sujetos con TLP y se han observado resultados
126
favorables como menores intentos de suicidios, menores urgencias Marmar, Thompson y Gallager, 1991) encontraron que la alianza
hospitalarias, menor necesidad de internación y mejoras a nivel ge- terapéutica explicaba entre un 36% y un 57% de la varianza del
neral del paciente (Clarkin et al., 2001). Después de tres años de resultado al final de la terapia, así como los estudios en los que
tratamiento, se ha demostrado una reducción de la sintomatología han encontrado que la alianza terapéutica es un buen predictor del
y de los rasgos patológicos, como de la calidad de vida en general. resultado terapéutico (Henry y Strupp 1994; Horvath y Symonds,
(Doering et al., 2010; Giesen-Bloo et al., 2006). 1991; Orlinsky, Grawe y Parks, 1994; Corbella y Botella, 2004).
Por último, la Terapia de Esquemas (SFT) tiene sus orígenes en el Estos resultados han despertado el interés por la investigación de
enfoque cognitivo-conductual y considera a los pacientes límites los componentes que influyen en la construcción y desarrollo de la
como niños, tanto en su esfera psicológica como emocional (Ke- alianza terapéutica (Corbella y Botella, 2004).
llogg & Young, 2006). Obegi (2008) expone cómo el componente de la alianza es el que
El mundo interno del TLP está constituido por cuatro esquemas desempeña un papel crucial en el apoyo a la labor de la terapia.
patológicos que debido a factores genéticos y un maternaje inade- Este autor considera que la teoría del apego, con su énfasis en el
cuado, no han sido desarrollados de forma adulta (Young, Klosko, desarrollo y la dinámica de las relaciones íntimas, puede ayudar a
& Weishaat, 2003). Siguiendo los lineamientos de Kellogg & Young, ampliar nuestra comprensión del vínculo terapeuta-cliente.
(2006), los pacientes se muestran ambivalentes, con conductas La importancia de la alianza terapéutica en los tratamientos de
evitativos o distantes de las relaciones interpersonales, impulsivos, pacientes con trastornos de la personalidad ha sido ampliamente
con conductas autolesivas, expresando enojo en contra de quienes estudiada. Piper, et al. (1991) observaron que el nivel de alianza
no son capaces de satisfacer sus necesidades o demandas emo- terapéutica y el resultado del tratamiento se encuentra asociado a
cionales según sus expectativas. la calidad de las relaciones objetales de los pacientes. En este sen-
Según este enfoque, el terapeuta debe intentar compensar las ne- tido, los abandonos en psicoterapia representan una gran dificultad
cesidades emocionales del paciente siendo afectuoso, empático, en los pacientes con trastornos de la personalidad (Gunderson, et
revelando sus propios pensamientos y sentimientos y flexibilizando al., 1989; Skodol, et al., 1983). Tal como establecen Perry & Bond
el encuadre (otorgando sesiones extras, contacto telefónico o por (2002) estos pacientes tienen problemas interpersonales que pue-
mail). Esta técnica es denominada “recrianza limitada”: tiene en- den transferir a la psicoterapia afectando el desarrollo de la alianza
tonces por objetivo generar una relación terapéutica actúa tanto terapéutica. Asimismo, una alianza deteriorada o pobre puede lle-
como contraste y como antídoto a las relaciones abusivas tempra- var a la terminación prematura del tratamiento. En relación a esto,
nas que el paciente experimentó en su infancia (Kellogg & Young, Hilsenroth, et al. (1998) sugieren que la capacidad o necesidad del
2006; Young et al., 2003). paciente de establecer vínculos afectivos es un predictor en la con-
Una vez que se establece una relación sólida entre paciente y te- tinuación de la terapia, mientras que el egocentrismo y la indiferen-
rapeuta, se utilizan distintas técnicas cognitivas para modificar cia predicen el abandono. A modo de evitar los abandonos y resal-
esquemas patológicos, para que finalmente el paciente practique tando la importancia del factor relacional en psicoterapia, Piper, et
comportamientos nuevos fuera de la terapia. La SFT consiste en al. (1995) advierten que es de suma importancia que los terapeutas
dos sesiones semanales durante al menos 2 años. Los resultados controlen los cambios en la alianza en las primeras fases de la tera-
obtenidos con este enfoque han demostrado ser superiores que los pia, abordando los problemas cuando ésta se deteriora o no mejora.
TFP, reduciendo la sintomatología y mejorando la calidad de vida de
los pacientes. Asimismo, tiene menores tasas de deserción y mejor BIBLIOGRAFÍA
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129
UN CUERPO SIN VOZ ($): UN CASO CLÍNICO
DE ANOREXIA
Kugler, Maria Victoria
Hospital General de Agudos Dr. “Cosme Argerich”. Argentina
130
Cuando se indaga sobre cómo es “así”, la paciente responde con lación con hombres, sin hablar de ella. Supervisión mediante, se
una frase muy habitual en ella que es “no sé”. decide que solo una psicóloga continúe trabajando con la paciente,
Se evalúan escasos signos de adolescencia en la paciente, ya que para habilitar un despliegue imaginario, abrir la posibilidad de mon-
la misma tiene una presencia infantil, refiere que nunca contradice tar una identificación imaginaria, con un otro barrado.
a sus padres, manifiesta no tener interés en las cuestiones sexua- Este viraje tuvo efectos positivos ya que permitió que se confec-
les y otras temáticas propias de la edad. cionara otra relación transferencial, la paciente comenzó a hablar
Luego de esta presentación y antes de continuar con el desarrollo algunas cuestiones, comenzó a esbozar algunas quejas, fomenta-
clínico me gustaría compartir las preguntas que se me presentaron das por la analista.
durante el tratamiento de Guadalupe y aún hoy continúan acompa- Advertida por las supervisiones de que la pregunta asfixia, igual
ñándome: ¿Qué es la anorexia para el psicoanálisis? Y ¿Cuál es la que la papilla, donde la respuesta va a ser un “no sé”, y es real
dirección de la cura? que la anorexia no sabe, no tiene nada que decir, y que el analista
Recalcati (2004) plantea que la anorexia no es una enfermedad no debe responder del lado del saber, no debe llenar, porque lo que
del apetito, sino una posición del sujeto, donde el problema de la llena y satura es el Otro de la anorexia. Realice el intento de no
comida es una solución al problema con la relación con los otros, dar uso a la interpretación sobre el significado, ya que esto podría
es por esto que el rechazo que tiende a manifestarse fenomé- producir el efecto de presentificar este Otro que no soporta la falta.
nicamente como rechazo a la comida, puede leerse como una Recalcati (2004) plantea que en la clínica de la anorexia es la escu-
maniobra que hace el sujeto en relación al Otro, una maniobra cha en lugar de la interpretación, la escucha que no llena al sujeto
de separación. Es el rechazo de la satisfacción de la necesidad, con la papilla del saber: le reserva un lugar. Lo reconoce como su-
el comer nada, tiende a defender al sujeto en su singularidad jeto. Es esta posición la que se intentó mantener en el trabajo con
permitiéndole separarse de la demanda asfixiante del Otro. Solo Guadalupe donde no se trataba de ofrecer saber sino presencia.
separándose de la necesidad el sujeto puede existir como sujeto Todos los días pasaba a buscar a la paciente por su habitación e
deseante. Por esta razón la insistencia de la demanda del Otro íbamos a conversar al frente del hospital, iniciabamos las charlas
puede generar solamente resistencia. Dicha conceptualización es con acontecimientos que pasaban en la sala de pediatría que daban
importante para pensar el eje que considero que atraviesa el caso pie a que se “digan” ciertas cosas. Otras veces me encontraba yo
clínico “rechazo-separación”, en el cual se debe tener en cuenta contando o haciendo que contaba cuestiones de mi vida que nos
también al Otro materno, tal como lo hace M. Recalcati (2004) y daban lugar para el intercambio. Uno de los primeros puntos fué
como se puede puntuar en el caso de Guadalupe. Es un otro que problematizar la situación, ya que pasado algunos días en el hospi-
se ocupó de asistir todas las necesidades del niño, sin ceder junto tal Guadalupe no refería intenciones de irse, no le molestaba la son-
a la comida el propio deseo, el propio amor. El Otro de la anorexia da, parecía haberse adaptado a esta situación, “mi único problema
lo arto de cosas, lo redujo a una bolsa vacía que debía rellenarse, es llevarme una materia del colegio”. ¿Y estar acá en el hospital
a un objeto de su propio goce. El otro materno que responde a internada no es un problema? Con cara de horror y mucha teatra-
la demanda de amor ofreciendo cosas (alimento) sin embargo la lización por parte de la analista , comenzamos a trabajar que estar
anorexia quiere del Otro no aquello que el Otro tiene, sino justa- internada era un problema, era molesto, fomentando la queja ,estas
mente lo que el Otro no tiene, su falta, su deseo. fueron apareciendo en relación a los bebés que lloraban, el tipo de
Es por esto que la dirección de la cura estuvo orientada a sus- compañeras con las que debía compartir la habitación, la llega-
traer al sujeto de la “papilla asfixiante” del Otro, una apuesta a da de acompañantes terapeutas, y principalmente la queja sobre
introducir la dimensión de la falta a través de la distinción entre las enfermeras: “Me molesta que me controlen todo, me revisan la
necesidad y deseo. fuente de la comida” manifiesta que las preguntas insistentes de
las enfermeras la ponen incómoda, frente a esto Guadalupe no dice
“No sé” - “Nosotras” - “Yo” nada, prefiere no decir nada para no pelearse, se queda callada.
Partiendo entonces de la hipótesis de que la clínica de la anorexia Comenzamos a trabajar sobre las consecuencias que tenía quedar-
es una clínica del Otro materno, donde la paciente se encuentra se callada, y a pensar las ventajas que tendría poder quejarse para
pegada al Otro, donde ya no es como la madre, sino que el suje- modificar la situación.
to es la madre, donde algo de la metáfora paterna operó, pero se Una mañana la paciente me escribe quejándose de la acompañante
inscribió demasiado débil, donde el único modo de separación que del bebé que estaba en su habitación, voy a buscar a Guadalupe,
encontró es vía rechazo, en el trabajo con Guadalupe se apuntó a se encuentra acostada, se levanta y la acompañante del bebé que
que encuentre su propio lugar, un lugar no invadido por el Otro, que estaba allí dice: “Que gordita está”, invade un silencio, no hay co-
logre separarse vía lo simbólico. mentarios. Cuando salimos le pregunto si escucho lo que dijo y
Durante las primeras semanas de tratamiento en las cuales éramos dice: “si”. Indago qué opina sobre aquello y dice “no sé”, le mani-
dos las terapeutas, la paciente respondía a la mayoría de las pre- fiesto que a mi me enfado mucho que tiene que andar opinando o
guntas con “No sé”, era evidente que el modo habitual de preguntar diciendo, le muestro mucha bronca de mi parte, Guadalupe agrega;
no funcionaba con ella, fue por eso que comenzamos a conversar “si a mí también me molesta, además hay muchas habitaciones
sobre los capítulos de la novela televisiva que la paciente habitual- libres ¿Por qué ponen al bebe conmigo?”. Del mismo modo que
mente miraba, lo que nos permitía hablar de diferentes temas como en otras ocasiones, me encontraba quejándome igual que Guada-
intimidad, relación con los padres, vergüenza, angustia del otro, re- lupe, y al mismo tiempo pensando cómo salir de la queja. En ese
131
momento Guadalupe me dice: ¿Vos no podes hablar?, ante esa pre- me ve? ¿Puedes perderme?. En la anorexia el rasgo que más llama
gunta lo primero que propuse fue que quizás ella podía transmitirle la atención es la evidencia, no el enigma. La evidencia está antes
a la enfermera o a algunos de los pediatras, pero era una apuesta que el sujeto, la anorexia se ofrece a la mirada del Otro como lo que
apresurada, Guadalupe me recuerda que ella no puede ir a hablar, es. El cuerpo se reseca, adelgaza, se hace desaparecer, pero solo
se enoja, le pregunto que si le da miedo o que sucede con expresar para poder faltarle al Otro. La anorexia llama al deseo del Otro ofre-
el descontento. Guadalupe refiere que no le gusta pelear, no quiere ciendo a la mirada del Otro su cadaverización. Ella está dispuesta a
discutir, no quiere que se enojen. Le remarco que no tenía porqué dejarse morir (de hambre) por amor.
haber una pelea que solo era hacer una pregunta, que lo que qui- Guadalupe realiza una salida a su casa de dos horas, luego de casi
zás necesitábamos era saber por qué el bebé estaba allí habiendo 4 meses de internación. En relación a dicha salida refiere desáni-
tantas habitaciones libres. Le digo que es necesario poder hacer mo, tristeza y desesperanza: “es lo mismo de siempre, no cambio
algo con el enojo, con la queja, que hay muchas situaciones que a nada” cuando le pregunto qué es lo que no cambio, dice “ellos dis-
uno lo indigna y que ahí uno tiene que hacer algo. Le propongo que cuten y no me registran”, al indagar sobre esto refiere que durante
entonces vayamos las dos a hablar con la enfermera, que quizás no la corta visita se aburrió mucho en su casa, que sus padres y su
le podíamos decir que nos molesta la AT del bebé, pero retomo la hermana comenzaron a discutir y ella permaneció gran parte del
idea ya trabajada con la paciente, de que uno no siempre dice todo tiempo acostada en su cama, “no me registraron, era como si yo no
lo que piensa; que podríamos decir que ella necesita dormir bien estuviera”. ¿La mirada del Otro es una mirada que ve? ¿Qué soy yo
que tiene muchas actividades durante el día y que con un bebé en para el Otro? ¿Qué soy yo si el Otro no me ver?
el cuarto se complica descansar porque llora, etc. Guadalupe se En el tratamiento se intentará hacer un giro en la demanda del
muestra de acuerdo, pero dice que será en vano que ella no quiere sujeto de la demanda de su comida o en este caso de su negación
que las enfermeras se enojen y que probablemente no logremos a la interrogación sobre el enigma del deseo del otro, transformar
nada. Le digo que puede ser pero que por lo menos sabemos el por el drama anoréxico en un drama de amor.
qué. Llegamos a pediatría, buscamos a las enfermeras, Guadalupe A partir de esto se comienza a trabajar que sus padres tienen difi-
me mira en silencio, le comento yo a la enfermera de la situación cultades para registrar los problemas, que no suelen pensar sobre
y dice:” Claro no hay problema!! ¿Por qué no me dijiste?“, y la pa- lo que les sucede, y principalmente no hablan. Pero empezamos
ciente le dice: “Es que pensé que te ibas a enojar!” a pensar que quizás ellos no van a cambiar, que probablemente
Unos días después Guadalupe me escribe más temprano que el cuando ella regrese a su casa, su familia no haya cambiado pero le
horario de su turno para avisarme que habían puesto un bebé en afirmó que es ella la que cambio.
su habitación que necesitaba que vayamos a hablar las dos. La
encuentro a Guadalupe en el pasillo me comenta de la situación y Todo por mi madre
me dice que ella prefiere hablar con los médicos ¿vamos a hablar? Guadalupe recibe la noticia de que su padre participara de una en-
, nos acercamos a la pediatra, la paciente me mira, y enseguida trevista familiar (la cual será la única en todo el periodo de interna-
comienza a hablar, comienza a decir lo mismo que yo había dicho ción), lo que provoca nervios y sensación de asco, al mismo tiempo
a la enfermera unos días atrás “nosotras te queríamos decir que...” manifiesta querer estar allí para hablar con su padre. Dicha entre-
la pediatra accede al pedido de Guadalupe. Le manifiesto a Guada- vista tuvo varios efectos, Guadalupe refiere haber podido decirle al
lupe que estaba contenta con que puedo hablar ella, porque yo me padre lo que ella pensaba: que no la escucha cuando habla, que es
había sentido muy incómoda hablando por ella, me había sentido muy autoritario, que él no tolera la diferencia. Al mismo tiempo la
una metida. La paciente se muestra contenta y dice: “estuvo bueno paciente se muestra muy enojada con su madre y su hermana ya
porque con hablar logramos lo que queríamos”. Al tiempo una si- que ellas no emitieron opinión, aunque sabe que ellas piensan lo
tuación similar se presenta con los nutricionistas, donde la paciente mismo. Se ubica junto a la paciente que entonces la madre también
comienza a poder decir lo que quiere pero con mi presencia “noso- es partícipe de la situación de que en su familia no se hablen los
tras te queríamos preguntar… si en vez de carne podía ser pollo...” problemas ya que según refiere la paciente, su madre intenta evitar
El tan mencionado “no se” ya no era la frase de cabecera de la las discusiones y diferencias, para evitar angustiarse. Guadalupe
paciente, se comenzaron a decir cuestiones en relación a sus pa- comienza a hablar de su familia, dirá que su padre es un borra-
dres, a su familia, a sus amigas, etc, ubicando en estos vínculos cho, que todos los sábados por la noche se junta con sus amigos
que todos somos diferentes y que cada uno puede decir lo que y que no es capaz de madrugar un domingo para verla a ella, en
piensa. Si bien la paciente pudo comenzar a hablar más, desde el los dichos de la paciente puede escucharse a una mujer hablando
“nosotras”, ahora ¿Cómo lograr en transferencia el movimiento de de su esposo, es Guadalupe hablando por la madre. Es Guadalupe
“separación”? ¿Cómo poner en acto el Fort- Da? ¿Cómo lograr que diciendo lo que la madre no puede decir. Se puntea algo de esto e
opere la separación y no el rechazo? intervengo diciendo: “Parece que para quedar bien en tu casa hay
que hablar mal de tu padre”, enojada la paciente refiere que yo no
Padres ¿No ven que no cómo? entiendo nada, que su padre le fue infiel a su mamá, y que entre sus
En el caso de la anorexia, se revela que hay un comer que no tiene padres no pasa nada, que su madre solo está con él por cuestiones
nada que ver con el orden de la necesidad, aquí no hay necesidad económicas y que ella le insiste que separen.”¿Para que queres
de comer, hay una pregunta crucial que desplaza el discurso de la un tipo así?”. Se comienza a trabajar la idea de que ella no puede
comida al ser: ¿Qué soy yo para el Otro? ¿Qué soy yo si el Otro no controlar todo, que esos son problemas de sus padres, que ella no
132
puede decidir por su madre, que evidentemente su madre en algún El final antes del inicio
punto elige estar con él, aunque ella no lo comprenda. Le manifies- A la paciente se le ha quitado la sonda, ha incrementado su peso
to que impresiona que su madre siempre logra todo lo que quiere a 44 Kg (IMC= 18.08) y de a poco se piensan las coordenadas
y la paciente dice: “a pesar de todo lo que vos decís de mi mamá, para un alta. La paciente ya no es la misma, independientemente
ella es la única que nunca me deja sola” le pregunto qué es lo que de su aumento de peso, Guadalupe es una joven sonriente, co-
yo digo de su madre y dice:”que mi mamá es una manipuladora”, municativa, comienza a vestirse de un modo más adolescente, a
me sonrío y le manifiesto que yo nunca dije eso, que en todo caso maquillarse, otorga su opinión y su “mamitis” ya no la arrasa sub-
es ella la que está diciendo eso. jetivamente además comienza a restablecer sus vínculos amis-
Al mismo tiempo la exigencia y el control son temas que rondan tosos. Por cuestiones institucionales comenzará un tratamiento
las entrevistas, “tengo miedo de volver a sentirme exigida, acá me individual con otra analista, parece ser el final de un inicio, da la
siento tranquila”, la paciente en un primer momento relaciona la sensación de que ahora hay un sujeto presente, con la posibilidad
exigencia al estudio, trabajando sobre esto, vira a la exigencia a su de trabajar vía la palabra.
familia por la comida. La paciente refiere que discutió con su ma-
dre, algo muy poco habitual, cuando le pregunto la razón, refiere: Conclusión
“ella siempre quiere más, a ella no le alcanza, en vez de decir que Teniendo en cuenta el desarrollo y las particularidades del caso clí-
voy bien, me dice comé más”, intervengo diciendo: claro, tu mamá nico presentado, en el cual se intenta transmitir el trabajo analítico
te exige mucho, la paciente dice: “si pero yo lo único que quiero es en un dispositivo de internación, se puede presentar a la clínica de
que ella esté bien, yo tengo mamitis.” Se comienza a indagar sobre la anorexia como un fenómeno donde las herramientas habitual-
esto y la paciente refiere querer evitar que su madre se angustie, mente usadas por los analistas cobran una dimensión diferente ,
ubica que para ella su padre le genera disgustos a su madre, y donde a la par de la invención subjetiva de la anorexia por salvar
que tiene la esperanza de que con su tratamiento, su estadía en el al sujeto de la catástrofe de su anulación, debe estar la invención
hospital su padre cambie. ¿Vos estás acá para que tu papá cambie analista, el cual trabajara con un sujeto que no es sujeto , donde el
y tu mamá no se angustie?, la paciente refiere con firmeza que Si!. no querer saber no es lo que está en juego.
Guadalupe ha ido subiendo de peso y al mismo tiempo se le ha Es por esto que me pregunto cómo y con qué herramientas analí-
disminuido la alimentación por sonda, logrando que comience a ticas introducir el enigma del síntoma en un discurso que tiende a
alimentarse por sus propios medios. Luego de una reunión inter- aplastarse en una nominación cerrada como la “anorexia”.
disciplinaria donde se decide que seguirá con la sonda al menos
por una semana más, la paciente comienza a llorar y muy angus- BIBLIOGRAFÍA
tiada dice: ”quiero que me saquen la sonda, no la aguanto más” le Recalcati, M. (2004) “La última cena: Anorexia y Bulimia”, Editorial Cifrado.
pregunto si es eso lo que la tiene tan angustiada y dice “es que no Recalcati, M. (2013) “Escritos sobre la anorexia”, Editorial Los Robles.
quiero volver a mi casa”, la paciente comienza a esbozar algo de la Recalcati, M. (2015) “Clínica del Vacío. Anorexias, Dependencias y Psico-
sis”, Editorial Síntesis, España.
paradoja , quiero pero no quiero, quiero que me saquen la sonda ,
pero no quiero ir a mi casa. ¿Podríamos pensar que se comienza a
construir algo del orden sintomático? ¿El síntoma como solución de
compromiso? ¿Se puede pensar que algo de esta paradoja enuncia
la posición de la paciente en su familia?
Al reflexionar sobre la familia M. Recalcati (2015) hace un recorte
que considero que puede pensarse en el caso de Guadalupe, donde
la madre cocodrilo indica la anulación de la mujer en la madre,
es la madre-toda-madre (la paciente refiere en varias ocasiones
mi mamá es 100% mamá), donde el deseo femenino se reduce a
ocuparse del niño elevado a falo imaginario. El padre-norma que es
el que encontramos en los dichos de la paciente, un padre que pre-
tende encarnar la ley, es el padre escrupuloso, dedicado al trabajo,
severo, metódico en la aplicación de la regla. Pero esta encarnación
burocrática de la Ley no puede sino resultar formal y vacía. Es por
esto que la hija anoréxica puede dirigir su provocación y su desafío
mortal “¿Hay corazón en la máquina de la ley?. Recalcati plantea
que lo que se verifica en la clínica es la tendencia de estas familias
a funcionar según el principio superyoico de la disyunción entre
deseo y ley. Donde la anorexia comete la hazaña de sostener – en
una familia no deseante- el deseo vivo y permanente sobre ella.
¿Cómo construir otro modo de vehiculizar el deseo en esta familia?
¿Cuál es el trabajo posible para que la paciente tenga otro lugar en
la dinámica familiar?
133
INTERVENCIONES POST TRAUMÁTICAS TEMPRANAS
Mallo, Natalia Noemi; Yaya, Irene Lucía
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
134
Depresivo, los Trastornos de Ansiedad y los Trastornos Adictivos (Pi- Intervenciones ante eventos traumáticos:
neda Marin et. al, 2010). Teniendo en cuenta los factores mencionados, se han diseñado
Un criterio general en los acontecimientos que dan origen al Tras- algunos procedimientos de posible implementación ante eventos
torno de Estrés Postraumático (TEPT), es que la persona fue ex- traumáticos.
puesta al hecho, ya sea experimentándolo, presenciándolo o se lo En nuestro país, por ejemplo, en la Guía de recomendaciones para
han explicado y representa un peligro para la vida o integridad físi- la intervención ante situaciones de emergencias y desastres de
ca. El Trastorno de Estrés Agudo (TEA) se diferencia del TEPT en que la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones de Argentina
el cuadro sintomático del primero debe aparecer y resolverse en las (2016), se destacan los siguientes principios básicos de la inter-
primeras 4 semanas posteriores al acontecimiento traumático. En vención en la fase aguda:
TEPT y TEA el factor estresante debe revestir suma gravedad (peli- 1. Proteger: encontrar la forma de proteger a los sobrevivientes de
gro para la vida). En cambio, en el Trastorno de Adaptación el factor nuevos daños y de nuevas exposiciones a estímulos traumáti-
estresante puede tener cualquier intensidad, este puede diagnos- cos. Cuanto menor cantidad de estímulos traumáticos (ver, oler,
ticarse tanto cuando la respuesta a un desencadenante extremo sentir, oír), mejor será la recuperación. Es importante contener
no reúne los criterios diagnósticos del TEPT u otro trastorno men- las respuestas fisiológicas y psicológicas inmediatas, y aumentar
tal, como cuando el cuadro sintomático típico de TEPT aparece en la controlabilidad del acontecimiento y de los esfuerzos subse-
respuesta a desencadenantes no excesivamente importantes, por cuentes del rescate; proteger la dignidad del sobreviviente (Ej.,
ejemplo, el abandono del cónyuge o pérdida del puesto de trabajo. cubriendo su cuerpo, evitando miradas intrusas de otras y de los
El Trastorno de adaptación se puede manifestar clínicamente con medios).
síntomas tanto de ansiedad como del estado de ánimo. 2. Dirigir: los sobrevivientes pueden estar en situación de shock, o
Es fundamental remarcar la importancia clínica de evaluar si existe experimentando algún grado de disociación. De ser posible es
riesgo suicida en todos los casos, ya que la exposición a situacio- necesario dirigir los sobrevivientes/afectados: fuera del área de
nes potencialmente traumatizantes, constituyen un factor de riesgo destrucción, fuera de las áreas de peligro, fuera del área de he-
asociado al comportamiento suicida (OMS, 2000). ridos. Una dirección firme pero amable es necesaria y apreciada.
La exposición al mismo hecho no traumatiza de igual manera a las Quien intervenga debe reorientar al sobreviviente dentro del am-
personas implicadas. El impacto del traumatismo en cada sujeto biente del rescate, identificándose y especificando su rol.
es un fenómeno complejo en el que intervienen factores internos, 3. Conectar: los sobrevivientes de una situación de este tipo, aca-
interpersonales, y contextuales. Los factores relacionados con las ban de perder conexión con su mundo cotidiano y natural. Un in-
repuestas de los individuos frente al trauma se pueden clasificar tercambio tanto verbal como no verbal, que ofrezca soporte, sea
en seis categorías principales: factores biológicos, fase evolutiva o compasivo y no eleve juicios de valor de la situación, brindará la
de desarrollo psicosocial en la que se encuentra la persona en el posibilidad de conexión. Estas pequeñas relaciones, por breves
momento del trauma, la severidad misma del trauma, el contexto que sean, son de gran importancia en el proceso de recupera-
social de las personas, las condiciones de vulnerabilidad pre-exis- ción. Ayudar a los sobrevivientes/afectados a conectarse con: sus
tentes e inmediatamente posteriores al evento traumático (Van der seres queridos, con la información y los recursos apropiados, y
Kolk,1996) y, por último, algunas características de personalidad. con los lugares de derivación donde encontrar mayores cuida-
En el terreno de lo singular entran en juego los conceptos de vul- dos. Es fundamental informar continuamente a los sobrevivientes
nerabilidad y resiliencia. Zukerfeld define a la vulnerabilidad, des- sobre los pasos que se tomarán (por ejemplo, evacuación a un
de una perspectiva psicoanalítica, como el predominio y cristali- hospital), la medicación dada y otra información de relevancia.
zación de un modo de funcionamiento psíquico expresado en la
precariedad de recursos del Yo y su dificultad en la elaboración de Es importante tener en cuenta que nadie que presencie un evento
situaciones de sufrimiento. La vulnerabilidad está también estre- con las características descriptas, permanece inalterado, las reac-
chamente ligada a la presencia o falta de redes vinculares y sus ciones de estrés y duelo ante un desastre o catástrofe son res-
características. Dicho autor plantea la importancia de la presencia puestas esperables. Muchas reacciones emocionales de los afec-
e interiorización de relaciones significativas que se traducen en una tados provienen de problemas del vivir que produjo el desastre.
percepción subjetiva de apoyo y/o de estrés de magnitudes varia- Casi ningún afectado, precisamente por dicha condición, puede
bles (Zukerfeld, 2002). pedir o considera que necesita ayuda, por lo cual muchas veces las
Un apego seguro y experiencias afectivas asociadas son un de- derivaciones provienen de especialidades médicas y son tardías.
terminante primordial para superar acontecimientos traumáticos. En los casos de incidentes críticos, el personal que asiste debe
La teoría del Apego sostiene que la vulnerabilidad al trauma está activamente buscar y detectar a los afectados y no esperar a que
en función del apego dominante, el cual determina los modelos la demanda de ayuda surja espontáneamente de ellos. Se trata de
de trabajo interno (Fonagy 1999). El grado de amenaza del acon- personas que requieren ayuda y no de personas que padecen una
tecimiento está en relación directa al sentimiento de indefensión. enfermedad mental. Se trata de afectados, no de pacientes.
Otro factor importante es que el efecto de hechos ocasionados por En nuestro país, se desarrolló en La Facultad de Psicología de la
humanos que no reconocen nuestra condición humana ni presen- Universidad de La Plata, un Programa de intervención en catástro-
tan resquicio de identificación con nuestro dolor psíquico, es más fes socionaturales (Tejo, 2010), donde se intenta por medio de la
perturbador (por ejemplo, ataques terroristas). reducción del riesgo y la vulnerabilidad desarrollar acciones pre-
135
ventivas desde un concepto de salud integral. quicos traumáticos. Jeffrey Mitchell desarrolló el protocolo Critical
Por su parte Ascaini, Luna y Tejo (2016), en su trabajo sobre Expe- Incident Stress Debriefing (CISD) en 1983, cuyo campo teórico es
riencias extensionistas de la misma facultad, plantean intervencio- conductista y cognitivo. Originalmente, esta técnica se tenía en
nes psicosociales frente a las catástrofes socionaturales desde un cuenta para las personas cuyo trabajo era ayudar en los lugares
modelo de trabajo social comunitario, donde la intervención pro- donde habían ocurrido los desastres.
piamente dicha debe ser inmediata y realizada en los escenarios
próximos a la catástrofe. Se plantea despojar del calificativo natural Objetivos del debriefing:
a las catástrofes debido a que dicho calificativo genera la sensación a) Aliviar el estrés sufrido tras un incidente crítico. b) Hacer legítimo
de que el mundo es así y no se puede hacer nada, y se subraya la y de esta forma animar a la expresión de sentimientos, pensamien-
idea de que son fenómenos netamente sociales. También remarcan tos y reacciones en torno al evento. c) Favorecer el apoyo intragru-
la importancia de la intervención sobre el personal que asiste, ya pal, y desde aquí el consuelo de los participantes. d) Prevenir po-
sea capacitándolos para que puedan cumplir más eficientemente sibles secuelas psicopatológicas que son altamente probables tras
su tarea, como así también en el cuidado de los mismos (Ascai- acontecimientos críticos. e) Normalizar lo que han ido expresando,
ni, Luna y Tejo 2016). Relatan una experiencia llevada a cabo con de tal forma que no se sientan “raros o únicos”. f) Detectar a las
bomberos de una localidad cercana a La Plata, provincia de Buenos personas más afectadas y facilitarles el contacto con profesionales
Aires, que trabajan en zona de riesgo por medio de talleres y grupos de salud mental.
de reflexión.
En ambos casos se toma en cuenta al Marco de Acción de Hyogo Aspectos a considerar en un debriefing:
2005-2015, uno de cuyos objetivos plantea el aumento de la resi- I) El debriefing no es una psicoterapia grupal, es una estrategia de
liencia de las naciones y las comunidades ante los desastres. prevención secundaria. Está basado en principios de intervención
Dentro de las técnicas para el abordaje de incidentes críticos, tam- en crisis y educacionales, más que terapéuticos. II) El debriefing
bién se encuentran los aportes de Jeffrey Mitchell. Dicho autor de- se debe realizar entre las 24-72 horas tras la estabilización del
sarrolló dos técnicas, a saber: incidente, con sesiones de seguimiento en caso de ser necesario.
Afortunadamente, este proceso sigue siendo beneficioso aun reali-
DEFUSING: zándose las sesiones en un tiempo posterior. III) La dirección de un
El Defusing representa una respuesta a los riesgos de disociación debriefing requiere un conocimiento y dominio previo de las estra-
peri traumática. Se utiliza desde las primeras horas luego ocurri- tegias que se ponen en marcha. IV) Sería conveniente que asistan
do el traumatismo. El propósito del defusing es un inmediato des- todos los intervinientes que han participado en el incidente, aunque
shocking de, por ejemplo, los efectos del desconcierto psíquico o la es importante separar a los participantes según el nivel de exposi-
huida con pánico. El objetivo es una verbalización emocional inme- ción al incidente. V) Es probable, que en el curso de la reunión los
diata dentro del marco contenedor de psicoterapeutas que brindan participantes se encuentren peor que al inicio del encuentro, pero
un apoyo compasivo. (Mitchel, 1983). hay que tener en cuenta que esto es un acontecimiento normal ya
Se trata de una sesión informal, aunque semiestructurada, que tie- que hay una gran “ exposición personal”, pero esto tendrá grandes
ne lugar tan pronto como es posible después del incidente crítico o beneficios a medio y largo plazo.
en las primeras 24 horas. Es conducido en una atmósfera de apoyo
mutuo, en la cual los participantes describen sus sentimientos y Reglas del debriefing
reacciones al suceso. Se desarrollan estrategias de resolución de Se deben eliminar interrupciones. Una vez comenzado un debrie-
problemas para que la productividad del trabajo no se vea dismi- fing, no debe incorporarse ninguna persona más. 2) Una vez co-
nuida o deteriorada. menzada la sesión, no se harán descansos, aunque en cualquier
El objetivo es crear una atmósfera positiva y de apoyo en la cual momento se pueden atender las necesidades individuales y/o
las inquietudes, preocupaciones y reacciones iniciales puedan ser grupales. 3)Se debe garantizar la confidencialidad de todo lo que
expresadas. No se deben permitir las críticas destructivas, se debe ocurra en la sesión. Ninguna información será comentada fuera de
alentar la aceptación y contener el humor negro excesivo. este contexto. 4) Los participantes serán libres de informar de sus
Aunque puede surgir espontáneamente, lo mejor, probablemente, propios sentimientos, reacciones y pensamientos. No se obligará a
es que se convirtiera en parte de la rutina, de forma aceptada y la participación a ningún asistente. Además, es importante, que no
obligatoria para el caso del personal que trabaje asistiendo. se hable de nadie que no sean ellos mismos, tampoco de personas
La sesión de defusing, aunque puede ser individual, suele desarro- no presentes en la sesión.
llarse en grupos pequeños, dirigiéndola uno o dos profesionales de
salud mental, o un coordinador formado en la técnica. La duración Fases del debriefing:
es de 20 minutos a 1 hora. Durante este tiempo, se chequea como La técnica de debriefing cuenta con pasos o fases con objetivos
se encuentran todos y se provee apoyo y compañerismo a aquellos particulares y precisos:
que parecen más afectados. I -INTRODUCCIÓN En esta fase se explicitan las reglas del encuen-
tro y se intenta conseguir una alta motivación de los participantes.
DEBRIEFING: Se presentan todos los participantes, incluyendo los que van a di-
La técnica del Debriefing apunta a la prevención de síndromes psí- rigir el encuentro y se remarca la importancia del mismo. Se expli-
136
citan las expectativas, y se aclara que no se trata de un proceso de de reflexión, III: paso de respuesta, IV: paso de los síntomas, V: paso
evaluación. de enseñanza, VI: paso de conclusión).
RELATO DE HECHOS: se trataría que los participantes realicen un re- El debriefing francés propone un defusing y debriefing clínico que
lato informal sobre lo que realizaron durante todo el día del suceso. esté encuadrado bajo el concepto psicodinámico de trauma, con un
III. PENSAMIENTOS E IMPRESIONES: Se busca que los participantes objetivo terapéutico doble:
relaten sus pensamientos para que logren comprender algunas de ·· Regulación de la explosión de afectos. Esto implica la gradual
las acciones que pusieron en marcha e integren las experiencias reconstrucción de la envoltura psíquica temprana de la víctima.
personales, y que lleguen a tener una congruencia sobre todos los Esta envoltura es la condición principal para poder promover la
pensamientos. Este paso es un requisito para el siguiente. expresión de los afectos. Esta regulación requiere la construcción
REACCIONES EMOCIONALES: esta puede ser la fase más difícil de un espacio de tipo transicional, en el que el afecto pueda ser
para los participantes, puesto que supone quedar expuesto ante los expresado sin ninguna amenaza de retaliación y sin que sea si-
demás. Es la más complicada de manejar para los que dirigen el nónimo de un colapso psíquico irreversible. Este espacio no pue-
debriefing, puesto que hay que manejar y contener las emociones de ser pedagógico, ni educacional, ni interpretativo. Su objetivo
que fluyen en el grupo. Los intervinientes hablarán de sus miedos, de contención tiende a regular estas explosiones de afectos de
frustraciones, reproches, agresividad, culpa. Llega un momento dolor inherentes al traumatismo que se ha vivido.
donde aparecen sentimientos compartidos por el grupo. Algunos ·· Promover procesos de ligadura psíquica entre afecto y represen-
miembros se pueden desbordar, y aquí podemos llegar a un mo- tación. El terapeuta tiene una función de mediación, de “vocero”
mento difícil, debemos animar al apoyo y consuelo intragrupal. y portador del pensamiento. Este “portar” (carrying) es un sinóni-
Se deberá tomar nota de aquellos participantes que parecen sufrir mo de holding, por ejemplo, holding y apoyo.
extraordinariamente, bien por sus manifestaciones explícitas, pero
también por los silencios. Una vez finalizada la sesión se puede Existe cierta controversia en relación a la eficacia de estos procedi-
acercar a cada uno de ellos y mantener un contacto más personal. mientos. Si bien el objetivo de estas técnicas es, entre otros, evitar
1. NORMALIZACIÓN: A partir de lo relatado por los participantes, se que las reacciones esperables (por ejemplo, un Trastorno de Estrés
deberá naturalizar todos los sentimientos, pensamientos y con- Agudo) se cronifiquen (y llegue a conformarse un TEPT), como así
ductas que puedan haber tenido durante y después del suceso. también identificar a los más vulnerables, algunas investigaciones
Todas han sido reacciones normales ante acontecimientos anor- indican que no es posible asegurar que la implementación del de-
males. El objetivo de esta fase, puede ser logrado a través de cla- briefing prevenga el desarrollo de trastornos psiquiátricos (Eche-
rificaciones, redefiniciones y señalamientos de todo lo relatado burúa, Mitchell, A. et. al, 2003). Sin embargo, los clínicos resaltan
por los participantes. la utilidad de estas intervenciones postraumáticas tempranas para
2. PLANIFICACIONES FUTURAS Y AFRONTAMIENTO: Se deben aso- detectar las personas más vulnerables o que requerirán asistencia
ciar las reacciones que han tenido y están teniendo con la situa- psicológica posterior, y los posibles riesgos. Asimismo, las personas
ción de Estrés que han vivido. Podemos anticiparles las posibles que recibieron sesiones de debriefing refirieron valorar el hecho de
manifestaciones que pueden tener en los días y semanas poste- haberse sentido escuchados y contenidos, y contar con un espacio
riores: imágenes y pensamientos intrusivos, ansiedad, miedo, di- para compartir vivencias en torno al trauma sufrido. De todos mo-
ficultades para dormir, irritabilidad, cambio de valores, que serán dos, faltan estudios que amplíen esta información.
normales y se espera que vayan disminuyendo con el tiempo.
Se discutirá sobre los recursos de afrontamiento que se están DISCUSION
llevando a cabo y orientación sobre otras estrategias posibles. Es indudable que en situaciones de emergencia debe esperarse un
Se resaltará la importancia de contar o armar una red de apoyo y incremento de reacciones emocionales intensas. La gran mayoría
contención para la recuperación tras el impacto. de estas manifestaciones son esperables, pero la falta de interven-
VII. DISOLUCIÓN DEL GRUPO: antes de dar por finalizado un de- ción específica en el abordaje de este tipo de incidentes, puede
briefing, hay que brindar la posibilidad de que pregunten o hagan generar la patologización de aquello que era normal en un contexto
alguna aportación que consideren necesaria. También les daremos anormal.
información necesaria para saber detectar cuando deben buscar El Debriefing puede acelerar la recuperación de personas emocio-
ayuda profesional. nalmente sanas que experimentan reacciones esperables a even-
Una segunda versión de esta técnica, es la denominada Debriefing tos anormales. Si se ha llevado a cabo adecuadamente, este trabajo
francés. La misma es utilizada como una psicoterapia temprana intensivo pero cuidadoso, habrá mitigado el impacto que el inci-
post-traumática. Lebigot, F. y de Clercq, M. (2001) la definen como dente haya dejado sobre los miembros; habrán obtenido otra visión
un proceso dinámico de enlace de afecto/percepción; un re-regis- de lo ocurrido e irán retornando a sus niveles de funcionamiento
tro en el orden simbólico (particularmente el lenguaje) y una prueba personal, social y laboral previo al incidente.
preliminar de realidad regulada por los psicoterapeutas (Bessoles, Si bien aún existen controversias respecto de su utilidad, los clíni-
2006). En este caso, el marco teórico es psicoanalítico, pero com- cos y los afectados han resaltado su valor.
parten los objetivos, las reglas técnicas y las fases del protocolo Desde el psicoanálisis, podemos pensar que ayuda a la elaboración
original de Mitchell (CISD), aunque éstas tienen una denominación de situaciones potencialmente traumáticas facilitando el proceso
diferente (I: paso de introducción, II: paso de descripción, III: paso de duelo que estos acontecimientos pueden desencadenar.
137
Nos interesa continuar explorando si hay otros dispositivos de este Irigoyen, R., Minotto, H. & Pérez Lloveras, C. (1992). Crisis. Tópica de lo
tipo implementados en nuestro país a la vez q rastrear investiga- traumático. Buenos Aires: Tekné.
ciones en torno a la eficacia de la intervención postraumática tem- Mitchell, A., Sakraida, T. & Kameg, K. (2003) “Critical incident stress debrie-
prana de la mano de técnicas protocolizadas. fing: implications for best practice”. Journal of Emergency Nursing, 1
(2), 46–51.
Desde el área de salud mental, creemos necesario hacer énfasis
Mitchell, J.T., (1983), “When Disaster Strikes: The Critical Incident Stress
en la capacitación específica del personal que asistirá, teniendo en
Debriefing Process”, Journal of Emergency Medical Services, 8, 36-39.
cuenta los recursos materiales e institucionales, para poder gene-
Moreno-Jiménez, B., Morante, M., Garrosa, E. & Rodríguez, M. (2004). Es-
rar una técnica que se adapte a las condiciones sociales, culturales trés traumático secundario: el coste de cuidar el trauma. Psicología
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138
URGENCIA, TRAUMA Y CONSTITUCIÓN SUBJETIVA
EN LA CLÍNICA CON NIÑOS
Martinez Liss, Mariana; Marchesotti, Aracelli
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
139
armado del cuerpo entendido como cuerpo erógeno, cuerpo con lenguaje, pero que es un efecto de vacío. Desde entonces, lo va-
bordes pulsionales. ciado lo cierne en lo más estricto de su esencia, es decir lo hace
Postulamos que el exceso en estos casos es el silencio entendido aparecer como pura estructura de lenguaje”.
como exceso de goce. La urgencia se presenta aquí, en esta di- En consecuencia, no es sin la demanda del Otro- decir del Otro-,
mensión que denominamos urgencia en silencio, exceso que no es que el sujeto y la pulsión se constituyen como efecto del lenguaje.
ruptura hasta que el analista la introduce como tal. Pensamos la demanda del Otro como operación significante que
vacía el exceso, que agujerea. El decir del Otro provoca el vaciado
1.2- Sobre el trauma de goce necesario para la constitución subjetiva. Operación de va-
Lacan (1976) afirma que la sexualidad hace agujero en lo real: eso ciado e inscripción del trauma.
es lo traumático. Juega con el trou de troumatisme para ubicar
lo traumático respecto del agujero. “La no relación sexual cumple 1.4 –Constitución subjetiva y posición del analista
función de real” (Lacan, 1974). A lo traumático, en tanto real que Sostenemos que en la clínica con niños pequeños con dificultades
hace agujero, cada quien responderá singularmente. en el proceso de subjetivación, es tarea del analista tomar el relevo
Por su parte Freud (1939) afirma “Los traumas son impresiones de del Otro en tanto función. El analista apostará, en la dinámica de
tempranas vivencias, olvidadas luego, a las cuales atribuimos tan la transferencia, a efectuar una operación de vaciado en los casos
grande significatividad para la etiología de las neurosis”. “Los trau- en los que se presume que esto no ha acontecido. En relación a lo
mas son vivencias en el cuerpo propio o bien percepciones senso- trabajado en torno a los dos tiempos de la constitución subjetiva,
riales, las más de las veces de lo visto y oído, vale decir, vivencias o el analista que lee una urgencia en silencio y la pone al trabajo,
impresiones”. Ubica la fijación al trauma y la compulsión de repeti- apuesta con su acto a la articulación de los dos tiempos, trauma y
ción como efectos positivos del trauma y dice que son empeños por fijación al trauma. Producción e inscripción del agujero. Vaciado en
devolver al trauma su vigencia. transferencia.
Nos interesa destacar la fijación al trauma. Es necesario que el Lacan en su texto Del sujeto por fin cuestionado se refiere al térmi-
trauma, en tanto pura marca, se articule al Otro, deviniendo lazo, no urgencia subjetiva, afirmando que “por lo menos ahora podemos
fijación. contentarnos con que mientras dure un rastro de lo que hemos
Entonces, de la vivencia a la fijación al trauma. La vivencia es la instaurado, habrá psicoanalistas para responder a ciertas urgen-
condición necesaria pero no suficiente de la fijación al trauma, que cias subjetivas”.
podemos pensar como ligadura. Es lectura de la marca, simboliza-
ción del agujero, inscripción de la falta estructural como pérdida. 2-. Un recorte clínico.
Luego, la neurosis de la infancia será entramado, texto. Los papás de Ana, dos años y diez meses, consultan derivados por
el pediatra. Dicen que la nena no habla, dice muy pocas palabras,
1.3 –Trauma y Constitución subjetiva no mira y no responde a su nombre. La mamá habla muy poco. Dice
Pensamos al Otro como aquel encargado de libidinizar el cuerpo estar preocupada porque Ana no habla. “Quiero que me hable, que
del sujeto a advenir, instilando un modo de hablar. El sujeto arriba hable como los demás chicos”. Les pregunto que hipótesis tienen
a un mundo de palabra, el recién nacido es recibido por seres que acerca de esto. Luego de un rodeo, el papá dice que la mamá no le
hablan y solo a través del lenguaje serán cifradas, interpretadas sus habla a la nena. Que nunca le habló. Me cuentan que poco antes del
necesidades y se crearán las coordenadas de su existencia. embarazo se fueron a vivir lejos de las familias de ambos. Cuando
Lacan (1969-70) sostiene que “el discurso es sin palabras”, enfa- nació Ana, el papá trabajaba todo el día y madre e hija quedaban
tizando que hablar es otra cosa y ubicando la dimensión del goce solas mucho tiempo. La mamá asiente cuando escucha y dice que
que vehiculiza el hablar. ella no hablaba con la nena cuando era bebé porque sentía que
Podemos leer en el desarrollo realizado respecto del trauma que lo hablaba sola. Agrega que a ella le gusta el silencio. Cuando le pre-
traumático es condición necesaria para la constitución subjetiva. En gunto si juegan, responde que no, que ella no puede, que no sabe,
este sentido podríamos plantear dos tiempos lógicos. que le da vergüenza. Escucho en el relato de los padres algo del
1. Agujero en lo Real. orden de la urgencia y decido citar a Ana sin esperar a nuevas
2. Fijación al trauma que conlleva la lectura del Otro. Inscripción del entrevistas con ellos. Cuando la mamá trae a Ana, la invito a pasar
agujero, simbolización, inscripción de la falta en el Otro, constitu- al consultorio con nosotras. Ana llega a las entrevistas comiendo
ción del sujeto barrado y de la pulsión. o tomando algo. De los juguetes que le ofrezco prefiere los trenes
con ruedas y los bebés. Comenzamos a hacer una suerte de juego
Siguiendo esta línea argumental, la constitución subjetiva necesita en el cual ella me tira los trenes golpeándome sin intención de
de la urgencia entendida desde la perspectiva del trauma, con valor hacerlo. Le digo que no me los dé de ese modo porque me duele y
constituyente, estructurante. hago que lloro. Me mira por primera vez y comienza a pasármelos
“…la estructura es que el sujeto sea un hecho del lenguaje. El uno por uno diciendo “tomá”, cada vez. Después se los paso yo,
sujeto así designado, es a lo que se le es generalmente atribuida la uno por uno, desplazándolos por el piso. Ella los toma para luego
función de la palabra”. “… es cuando la demanda se calla que la tirarlos hacia un borde de la pared. Toma también un bebé al que
pulsión comienza” (Lacan, 1966-67). mira entrecerrando los ojos colocándolo muy cerca de su cara, casi
Más adelante Lacan agrega: “el sujeto no es sino un efecto, y del sin distancia. Al tiempo, ella viene con una bebita, a la cual, según
140
dichos de su mamá, lleva a todas partes. Tiempo después le digo BIBLIOGRAFÍA
a la mamá que nos espere en la sala de espera mientras jugamos. Freud, S. (1950 [1895]). Proyecto de Psicología para neurólogos. En Obras
Ana elige un libro entre otros, me lo da, se lo leo y dice “mona” se- Completas, Tomo I. Buenos Aires: Amorrortu.
ñalando a la mona en todas las imágenes en las que aparece. Este Freud, S. (1993 [1915]). Pulsiones y destinos de pulsión. En Obras Comple-
tas, Tomo XIV. Buenos Aires: Amorrortu.
libro se constituye, a partir de ese momento, en un objeto que nos
Freud, S. (1993 [1923]). Psicoanálisis y teoría de la libido. En Obras Com-
enlaza. Lo lleva y lo trae a su casa o lo busca cada vez que viene al
pletas, Tomo XIX. Buenos Aires: Amorrortu.
consultorio. De este modo se articula la palabra en el análisis. Ana
Freud, S. (1993[1925]). Inhibición, síntoma y angustia. En Obras Comple-
pasa de repetir la palabra mona dicha por mí a preguntarme por el tas, Tomo XX. Buenos Aires: Amorrortu.
libro usando la palabra espontáneamente. Con el tiempo comien- Freud, S. (1997 [1939]). Moisés y la religión monoteísta, En Obras Comple-
za a decir más palabras, luego palabras frase y en este momento tas, Tomo XXIII, Buenos Aires: Argentina.
pequeños diálogos. Cuando llega toca la puerta y cuando pregunto Lacan, J. (1993 [1964]). El Seminario, Libro 11. Los cuatro conceptos fun-
quién es, dice, riéndose: hola Mariana. Insisto, ‘quién es’. ‘Yo, Ana’, damentales del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.
responde. Lacan, J. [1966-67]. El seminario 14, La lógica del fantasma, Inédito.
Lacan, J. (2008 [1969-70]). El seminario, Libro 16, De un Otro al otro. Bue-
3-. Articulación y conclusiones nos Aires: Paidós.
A Ana no le hablan ni habla. Lacan, J. (2005 [1975-76]). El Seminario, Libro 23. El sinthome. Buenos
Aires: Paidós.
El silencio del Otro materno no es ausencia articulada a la presen-
Lacan, J. (1993 [1969]). Dos notas sobre el niño. En Intervenciones y textos
cia. Es del orden del sileo, ausencia de palabra en su dimensión
2. Buenos Aires: Manantial.
radical. Este Otro materno, que se presenta silente y vergonzoso,
Lacan, J. (1993 [1974]). El despertar de la primavera. En Intervenciones y
no juega su falta en relación al niño, pero sí juega su vergüenza. textos 2. Buenos Aires: Manantial.
Cuando la analista conoce a Ana la invita a jugar junto a su mamá Lacan, J. (1993[1975]). Conferencia en Ginebra sobre el síntoma. En Inter-
intentando de este modo resituar al sujeto en relación al Otro y venciones y textos 2. Buenos Aires: Manantial.
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analítico. Intenta que la palabra cobre valor de palabra que toca el 1977.
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tiempo para jugar. Jugar que implica la posibilidad de velar lo real. deseo del analista en la clínica con niños pequeños, En Memorias del
Le habla a ella y a los juguetes. Circula la palabra y Ana comienza VII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en
a responder mirándola y hablándole. Una vez delineada una escena Psicología, XXII Jornadas de Investigación y XI Encuentro de Investiga-
dores en Psicología del Mercosur. Recuperado de http://www.psi.uba.
posible, hace salir a la mamá. En transferencia toma el relevo del
ar/investigaciones/eventos_cientificos/vii_congreso_memorias/1_
decir del Otro que estaba silenciado. Un decir que agujerea lo real y
psi_clinica_psicopatologia.pdf
produce resonancias que constituyen los bordes pulsionales.
Sotelo, I. (2005). Tiempos de Urgencia, Estrategias del sujeto, estrategias
En este caso lo urgente debe ser introducido, no solo sancionado. del analista. Buenos Aires: JCE Ediciones.
Hasta el encuentro con la analista, la urgencia funcionaba como Sotelo, I. (2009). Perspectivas de la clínica de la urgencia, Buenos Aires:
una urgencia en silencio, sin la dimensión de ruptura de la escena. Grama.
La escena simbólica estaba en el nivel germinal, aún sin consti- Sotelo, I. (2015), DATUS. Buenos Aires: Grama Ediciones.
tuirse. La urgencia –como el acontecimiento disruptivo a la espera Winnicott, D. (2003 [1971]). Realidad y juego. Barcelona: Gedisa.
de subjetivarse- sería la ausencia de la escena, no su ruptura. La
escena se arma, se constituye como respuesta a la operación de
vaciado acontecida en el análisis. Se precipita entonces la estruc-
tura psíquica en términos de articulación del trauma y la fijación
al trauma.
141
DE LA DIVERSIÓN A LA ADICCIÓN: UNA COMPRENSIÓN
ANTROPOLÓGICA DE LA LUDOPATÍA
Mendl, Sebastián
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
142
existe una dialéctica interna al personaje: según la línea de concor- presente, deja al hombre preso de sus impulsos momentáneos (Fu-
dancia, el personaje extrae su singularidad de la unidad de su vida chs, 2007) y ante el sufrimiento de estados afectivos que se viven-
considerada como una totalidad temporal; por el contrario, la línea cian como interminables.
de discordancia amenaza esta coherencia por el efecto de ruptura Más aún, la imposibilidad de una integración temporal y su corre-
de los acontecimientos imprevisibles (encuentros, accidentes…) lativa fragmentación de la identidad narrativa lleva a una desincro-
(Ricoeur 1996). nización del tiempo intersubjetivo (Fuchs, 2001; 2005). El ludópata
Por ello, el relato constituye la condición de posibilidad de aprehen- prontamente va distanciándose del ser-en-común: sus horarios di-
der la vida como una totalidad singular (Ricoeur, 1996): la unidad sociados, días enteros pasados en los casinos seguidos por largos
de una vida consiste en la coherencia de una narrativa ‘puesta en periodos de inactividad, motiva a sus allegados a caracterizar su
acto’ (enacted) en el devenir biográfico (MacIntyre, 1981). En efec- vida como caótica; así el tiempo se erige como elemento de sufri-
to, dicha unidad, el proyecto global de una existencia, se encuentra miento para el adicto (Kemp, 2009) y se constituye en el lema de
constituido por un doble movimiento, de complejificación ascen- todas las instituciones: estructura y control del tiempo objetivo. Más
dente a partir de las acciones de base y las prácticas cotidianas, y aún, el ludópata paulatinamente pierde los rasgos de carácter y se
de especificación descendente a partir del horizonte vago y móvil quiebra el mantenimiento de sí ante la solicitud del otro:
de los ideales y de los proyectos a cuya luz una vida es captada “usted se está embruteciendo (…) Ya ha renunciado usted a la vida,
como unidad. Los planes de vida -aquellas vastas unidades prác- a los intereses personales y sociales, a sus deberes como hombre
ticas que constituyen la vida profesional, vida en familia, vida de y ciudadano; ha olvidado a sus amigos (…) ha renunciado también
tiempo libre… se erigen como la zona media de intercambio entre a sus recuerdos, y todo por culpa del juego (…) ahora, los suelos
la indeterminación de los ideales rectores y la determinación de las que lo obsesionan no van más allá del par e impar…” (Dostoyevski,
prácticas (Ricoeur, 1996). 2013, p. 148-149)
Precisamente, la existencia cíclica del adicto al juego en donde pri- De este modo, la adicción al juego no se reduce al mero momento
man la repetición, la recaída y la detención del desarrollo personal de consumición sino que constituye una modalidad de ser expe-
(Dörr, 1995) expresan la fragmentación de la identidad narrativa rimentada en todo momento (Kemp, 2009); progresivamente se
(Fuchs, 2007). Se trata de una modalidad de ser marcada el eterno acentúa la dicotomía entre dos mundos: el universo lúdico donde
acontecer de lo idéntico -no se trata del mero círculo vicioso pro- prima el riesgo y la esperanza, la promesa de modificarlo todo, y
pio de la consumición sino de una existencia circular. Caído en la por otra parte, el entorno factico donde el ser-hombre se reduce a
adicción, el hombre se queda fijo en el sitio, y esto al pie de la letra; la muda y pasiva expectación del devenir de los acontecimientos.
se separa del tiempo vital inmanente (Von gebsattel, 1976). La re-
nuncia a los ideales y sueños de una vida realizada que funcionan Entre el riesgo y la esperanza: la búsqueda de un ‘cambio de
como horizonte de las decisiones cotidianas (Ricoeur, 1996) con- estado’
dena al hombre a una saltaridad[ii] [Sprunghaftikeit] (Binswanger, Caillois, (1986) distingue dos formas de manifestarse el impulso
1933), un vagabundear por la superficie, por la periferia de todo y lúdico: la paidia –el juego puro, la exuberancia feliz, la agitación
de todos, viviendo un conjunto de impresiones sin nexo; la existen- inmediata y desordenada- y el ludus, que implica la necesidad de
cia pierde su teleología inmanente (Von gebsattel, 1976): someter y encauzar el desenfreno lúdico por medio de reglas y lími-
“En la actuación voluntaria lograda no se da, como sucede en el tes. La dialéctica entre ambos impulsos -la recreación espontanea
involuntario devenir, la continua repetición de lo mismo, sino el e improvisada y la virtud civilizadora- configura cuatro actitudes
avance y ascensión, paso a paso, hacia nuevas etapas de la histo- fundamentales en el universo lúdico: vértigo (ilinx), competencia
ria individual, de la autorrealización histórica” (Zutt, 1974, p. 540) (agôn), simulacro (mimicry) y azar (alea).
De este modo, el adicto se vuelve incapaz de anticipar (Sutter, En los juegos de ‘alea’ predomina la incertidumbre y la suerte
1956): el movimiento creador a través del cual el hombre transpor- mientras las decisiones de los jugadores adquieren un rol secun-
ta todo su ser más allá del presente a un porvenir en vías de elabo- dario y el destino se presenta como adversario principal. El apostar
ración para adaptarlo a sus objetivos (Sutter, 1956) es remplazado se muestra como un modo de situarse ante el porvenir: un tiempo
por una espera pasiva ante la seguridad de un futuro anunciado; el abierto (Kogan, 1998) donde reina la esperanza pero también la
adicto no proyecta el futuro, tropieza con él. La existencia adicta se lucha activa para resistir a las seducciones de la desesperación
des-preocupa de su propio ser en cuanto posibilidad [Seinkönen]. (Bollnow, 1962) y el poder obrar en dirección al anhelo deseado
Con la victoria del ‘ser arrojado’ sobre el ‘poder ser’, la vida no (Kogan, 1998).
transcurre más porque la posibilidad de trascender queda fijada Precisamente, el adicto apuesta, ante todo, “para experimentar, du-
a la presencia de lo constituido (Binswanger, 1956): perdida la ca- rante un intervalo demasiado breve que anhela renovar sin cesar,
pacidad de anticipar, de introducir lo posible en el seno de lo real, el sentimiento sobrecogedor de la posibilidad pura” (Bégout, 2007,
el entorno se erige como obstáculo infranqueable y no como un p. 112). Las distorsiones cognitivas (Fernández-Alba & Labrador,
entramado de opciones (Ricoeur, 1986). 2006) propias de la adicción al juego, en su dimensión vivida de-
En efecto, la imposibilidad de integrar el pasado y el futuro como velan que el individuo añora el momento propicio donde coinciden
objetos de constancia y compromiso marca un peculiar modo de su decisión individual –la selección de números, mesa, entre otras
existencia atemporal: el encierro progresivo en un presente vacío, estrategias racionales e irracionales- y los caprichos del destino:
desconectado de los otros éxtasis temporales[iii]. La primacía del “lo que busca en la espera del resultado es la experiencia del azar,
143
el escalofrío súbito de la tuché que cae del cielo y le designa como En casos de gravedad, el acrecentamiento de los problemas pro-
feliz beneficiario entre los hombres” (Bégout, 2007, p. 113)”. Más ducto de las pérdidas consecuentes al juego compulsivo, vuelve al
aún, la iteración propia del mundo lúdico -la posibilidad de jugar exterior un ambiente hostil, y el espacio lúdico se impone como pa-
juegos dentro de los juegos (Fink, 2009)- permite que la victoria réntesis o isla en el tiempo (Scheines 1981); el adicto busca, ante
adquiera una significación singular -solucionar problemas interper- todo un “cambio de estado”[iv], mediado y fundado en la tempora-
sonales, conseguir empleo, ser respetado y amado… apostándose lidad (Messas, 2014, 2015): en la embriaguez del juego (Huizinga,
en cada jugada la existencia misma: 1972) el individuo es librado de su situación histórica y de los es-
“¿Que soy ahora? Un cero, nada. ¿Qué puedo ser mañana? ¡Maña- tados de ánimo negativos que parecieran extenderse eternamente.
na puedo resucitar de entre los muertos para comenzar una nueva El jugador recobra la pureza primigenia, se disuelven las culpas, los
vida! Mientras no esté hundido del todo, todavía puedo rescatar al sentimientos negativos, los conflictos, incluso los motivos que inci-
hombre que hay en mí. (…) ¡No, no era el dinero lo que buscaba! taron al juego: “Solo notaba una especie de ardiente voluptuosidad –
Quería que al día siguiente (…) hablaran de mí, contaran mi historia embriaguez del éxito, del triunfo, de la potencia (…) había olvidado
con admiración, me alabaran y reverenciaran mi suerte” (Dostoye- (…) los motivos de mi visita al casino” (Dostoyevski, 2013, p. 127)
vski, 2013, p. 148-149) De este modo, si bien el adicto puede tematizar los sucesos de su
biografía, alegar estado depresivo, dolores corporales o malestar
De este modo, se establece la dicotomía entre dos modos de antici- en sus relaciones intersubjetivas, su Existencia se plantea como
pación (Sutter, 1983): en el entorno cotidiano la anticipación devie- un desesperado intento por escapar de su “facticidad” [Faktizität]:
ne negativa, el anticipar se estable como una dificultad insuperable, la fuga hacia una identidad embriagada constituye una fuga de sí.
representa la certeza del fracaso, la incapacidad de hacerse cargo Cada pasaje del estado de sobriedad al estado de embriaguez
de su propio futuro (Sutter, 1983); por el contrario en el universo constituye un extrañamiento de sí-mismo cada vez mayor, un en-
lúdico prima el riesgo y la esperanza, la promesa de modificarlo cierro progresivo en un presente vacío. Las promesas vacuas, su
todo al ser el elegido entre todos los hombres. creída independencia frente al juego y finalmente la apatía y la
Ahora bien, mientras que el objeto de la esperanza, la significación falta de proyectos facticos en los estados terminales, muestran el
otorgada a la victoria, pertenece al futuro, el sentimiento de espe- deterioro en la capacidad de comprender y de interpretar su exis-
rar, en cambio, no es sino un alivio de la pesadumbre de existir, y tencia acorde a su facticidad, conforme a las imposiciones de su
se refiere al pasado. En tanto el jugador se encuentre inmerso en el propia biografía (Heidegger, 2012). En su intento de constituirse
universo lúdico algo de lo que él es queda suprimido o modificado como “otro”, el adicto termina por extraviarse, donde los otros y
por la esperanza: las circunstancias se reducen a obstáculos entre él y el ingreso al
“la esperanza ha sido definida como espera de un bunum fortum. universo lúdico, dejando un harapo humano carente de vínculos
Pero lo decisivo para la estructura de este fenómeno no es tanto intersubjetivos auténticos y proyectos externos al juego.
el carácter ‘futuro’ de aquello con lo que la esperanza se relacio- “Terminamos, por lo tanto, cada uno de nosotros entregado a sí
na, sino más bien el sentido existencial del esperar mismo. El ca- mismo, en la desolación de sentirse vivir. Un barco parece ser un
rácter afectivo reside también aquí, primariamente, en el esperar objeto cuyo fin es navegar; pero su fin no es navegar sino llegar a
en cuanto esperar-algo-para-sí. El que espera se pone, en cierto un puerto. Nosotros nos encontramos navegando sin idea del puer-
modo, también a sí mismo dentro de la esperanza, saliendo así al to al que nos deberíamos acoger” (Pessoa, 2015, p. 290)
encuentro de lo esperado (…) Que la esperanza, a diferencia de
la medrosidad deprimente, aligere significa que también esta dis- Tedio existencial: perspectivas preventivas y terapéuticas.
posición afectiva queda referida, en el modo del haber sido, a una Heidegger, en Ser y Tiempo (2012), se refiere a los “estados de áni-
carga” (Heidegger, 2012, p. 360) mo” [Stimmungen] como esos modos de ser del Dasein en cuanto
abierto para sí mismo: siempre y en cada situación el hombre está
Precisamente, en la embriaguez del juego los adictos buscan una en un cierto “temple de ánimo” debido a la “disposición afectiva”
pseudo-identidad basada en un estado diferente al que les es dado [Befindlichkeit] de su ser-en-el-mundo. Y es en ese habitar el mun-
desde su propia facticidad [Faktizität] (Dörr, 1995): “¡en el casino do en sus múltiples formas de “ocupación” [Besorgen], que los en-
tal vez me esperaba la fortuna! Cosa extraña, si bien aún no había tes se presentan como temibles, gozosos, dolorosos,... y no como
ganado, ya actuaba, sentía y pensaba como si fuera rico y no me meros datos objetivos.
imaginaba a mí mismo de otro modo” (Dostoyevski, 2013, p. 51). Por el contrario, en la existencia cíclica del ludópata la melodía de
En efecto, corresponde a la esencia del mundo lúdico la fragmen- diferentes temples de ánimo que se da en el trato cotidiano con los
tación con el entorno habitual; el jugador habita un tiempo y espa- entes es eclipsada por una monotonía omniabarcadora. El juego de
cio delimitados por el devenir del juego (Benito, L. M., 2013; Fink, envite deviene el único elemento capaz de ‘afectar’ al adicto. Por
2009), y de ese modo los elementos incorporados de la realidad ello, cuando se le pregunta a estos pacientes por cómo se encuen-
sirven al sujeto para crear, crearse y recrearse. Así, el jugador pue- tran, repiten monótonamente “hace dos días que no me conecto”,
de constituirse como ‘otro’, interpretando un papel diferente al del “siento que voy a volver a viciar”, “no puedo esperar más”, ...
ámbito cotidiano, triunfando sobre su propia auto-representacion y Precisamente, para G. Charbonneau (2015) la consumición adictiva
modificándose según el acontecer de la partida (Buytendijk, 1958; no surge ex nihilo sino que responde a un conjunto de fenómenos
Huizinga, 1972). primarios a los que denomina disposición pre-adictiva. Esta se ca-
144
racteriza por una constelación de signos clínicos e infra clínicos en crisis. Como señala Pessoa en su Libro del Desasosiego:
que presentan dos polos opuestos: por un lado una precipitación “Todo en mí es esta tendencia a ser de inmediato otra cosa; una
de la acción, intemperancia, necesidad de actuar, impulsividad, y impaciencia del alma ante sí misma (…) un desasosiego siempre
por otro, un cierto aburrimiento, distanciamiento del mundo, fatiga, creciente y siempre igual. Todo me interesa y nada me atrapa (…)
monotonía y tedio. Aunque estas constelaciones no han recibido Envidio –aunque no sé si envidio – a aquellos de quienes se puede
menor atención por parte de los especialistas, es importante que escribir una biografía, o que pueden escribir sobre sí mismos. En
sean tenidas en cuenta a la hora de proponer prácticas preventivas estas impresiones sin nexo, ni deseo de nexo, narro con indife-
pero también terapéuticas. rencia mi autobiografía sin hechos, mi historia sin vida. Son mis
El aburrimiento, (Heidegger, 2010), es ese estado de ánimo aso- Confesiones y, si en ellas nada digo, es porque en ellas nada tengo
ciado al vacío y a la indiferencia. Etimológicamente, significa “Lan- que decir” (Pessoa, 2015, pp. 56-57)
geweile”, “rato largo”, y se enraíza de ese modo con la tempo- ¿Cómo lograr entonces una apropiación de la Existencia en la
ralidad. Precisamente, frente al aburrimiento uno busca cualquier “decisión resuelta” [Entschlossenheit]? Paradojalmente, Heide-
“pasatiempo” [Zeitvertrieb], alguna actividad que acelere el trans- gger (2010) propone profundizar el mismo aburrimiento y evitar
curso del tiempo que ha devenido largo. los constantes afanes de acallarlo, apropiándose de este temple
Heidegger (2010) analiza por ello las distintas formas de aburri- anímico fundamental que devela las posibilidades de existencia no
miento desde el más superficial al más profundo, es decir aquél asumidas y enfrenta al hombre a su poder-ser propio.
que constituye propiamente un estado de ánimo fundamental. El En efecto, el aburrimiento puede implicar el impulso a una perpetua
“uno se aburre” [es ist einem langweilig] constituye el aburrimien- huida de sí-mismo en la búsqueda de un ‘cambio de estado’, lle-
to más profundo, condición de posibilidad de todo otro aburrirse. vando al embriagarse en el universo lúdico. Pero también el aburri-
Precisamente solo porque en el fondo de la existencia asecha esta miento, contiene en sí la posibilidad de apropiarse de lo vivenciado,
posibilidad constante –el es ist einem langweilig- el hombre puede tomando posición mediante una decisión resuelta en el presente
aburrirse o ser aburrido por las cosas y los hombres que lo rodean. para asumir su pasado y comprender las posibilidades reales que
Este aburrimiento profundo [Langeweile] sorprende súbitamente le impone su condición de arrojado.
sin que alguna situación concreta lo movilice: “el aburrimiento pro-
fundo va rodando por las simas de la existencia como una silencio- NOTAS
sa niebla y nivela todas las cosas, a los hombres y a uno mismo en [i] Para Ricoeur (1996) la primera acepción, la identidad-idem o mismi-
una extraña indiferencia…” (Heidegger, 1987, p. 45). dad, implica un sustrato invariante, constituye la mera constancia de los
Es el tiempo, en tanto horizonte unitario que posibilita la manifesta- rasgos que permiten la identificación de un sujeto como siendo el mismo:
ción del ente con sus modos extáticos de temporización –pasado, otorgando la identidad numérica, la identidad cualitativa, la continuidad
interrumpida en el cambio y la permanencia en el tiempo, que definen la
presente y futuro- lo que se rehúsa al hombre [Dasein] en el abu-
mismidad. Por el contrario, la identidad-ipse o ipseidad, es ajena a toda
rrimiento profundo, dirá Heidegger (2010). La existencia es anulada
determinación de una sustancia, se caracteriza por la seguridad –en tanto
por el tiempo, y así templada no es capaz de esperar nada en nin-
creencia y confianza proporcionada por la atestación- de ser agente de las
gún sentido del ente en su conjunto. Ya no hay nada que incite, que acciones y enunciaciones llevadas a cabo por sí-mismo
pueda captar el interés del hombre, las cosas parecen abandonarlo [ii] Si bien la saltaridad [Sprunghaftikeit] también constituye un rasgo ca-
aunque estén presentes. Bajo el aburrimiento profundo, el horizonte racterístico de la existencia maníaca, ésta se caracteriza por la fiesta exis-
temporal se dilata y aparece el vacío: el tiempo mismo es indife- tencial (Binswanger, 1961), por un optimismo que se coloca mas allá de la
rente, ya no hay un pasado, ni un presente, ni un futuro, aparece problemática de la vida, donde el espacio se dilata y el tiempo se caracte-
inarticulada la unidad temporal. riza por un torbellino que lo lanza hacia nuevos proyectos; por el contrario
Frente a la “indiferencia” [Gleichgültigkeit] –que también puede en la adicción prima el progresivo encierro en un presente vacío: el adicto
presentarse como afanosa actividad-, Heidegger (2012) plantea se ve llevado paulatinamente a un extrañamiento mayor entre el Self y el
la “serenidad” [Gleichmut] ese estado de ánimo que surge de la Self embriagado, entre el devenir biográfico y la eternización del momento
“Resolución” [Die Entscheidung], esa mirada instantánea sobre las presente. Precisamente, el modo en que el hombre alienado estructura su
posibilidades, donde el adelantarse hacia la muerte y la asunción presencia en el mundo solo puede ser captado en su totalidad.
de su estado de yecto, abren al poder-ser más propio. [iii] Desde la orientación fenomenológica se pueden reconocer tres moda-
lidades de experiencia temporal: el tiempo objetivo, el tiempo subjetivo y el
Sin embargo, el adicto carece de un “suelo” [Boden] donde pueda
tiempo como dimensión ontológica de la existencia. La primera acepción
echar raíces que le permitan asumir, en una “decisión resuelta” [Ents-
refiera al tiempo objetivado, medible y desconectando de toda experiencia
chlossenheit], la pesada carga de la existencia (Heidegger, 1988): la
personal: es el tiempo de todos y de ninguno. Por el contrario, el tiempo
fragmentación narrativa y el encierro en un presente vacío convierten
subjetivo es vivenciado por cada uno desde su singularidad, por eso se
al adicto en un ser desarraigado, cuyo Self no encuentra una patria lo puede experienciar largo, corto, discontinuo, detenido, orientado hacia
sino una fragmentación que combina familiaridad y extrañeza. el recuerdo o hacia la esperanza... Sin embargo, estas dos modalidades,
Durante horas e incluso días el hombre adicto se exilia en el imperio son posibles porque la temporalidad constituye un rasgo ontológico de la
de la embriaguez del juego. Así, el aburrimiento profundo define al existencia. Precisamente al Dasein en cuanto ser-en-el-mundo, le corres-
ludópata por la negativa, gracias al lanzamiento vertiginoso hacia ponde el trascender en la unidad de tres éxtasis de la temporalidad: el
las apuestas, la arremetida de elementos siempre estimulantes, al retrotraerse a su haber-sido, el ocuparse de los entes que le hacen frente y
tranquilizante pero fugaz éxtasis que ofrece el juego, se evita entrar el adelantarse hacia sus posibilidades (Heidegger, 2012).
145
Precisamente, el futuro no es un simple “ahora” que “todavía no es”; la Fernández-Alba, A. & Labrador, F. J. (2006). Juego Patológico. España: Edi-
existencia tiene futuro en cuanto proyecta anticipadamente lo que ha de torial Sintesis
ser, y se dirige hacia el cumplimiento de ese proyecto. Del mismo modo, el Fink, E. (2009). Fenómenos fundamentales de la existencia humana. San-
pasado no es meramente el conjunto de lo que hemos sido y ya no somos, tiago de Chile, Chile: Editorial Universidad de Chile.
sino un “volverse-hacia” lo que se ha sido, asumiéndolo como propio. Por Fuchs, T. (2001). Melancholia as a desynchronization: towards a psycho-
último, el presente no constituye un simple “ahora”, un instante puntual en pathology of interpersonal time. Psychopathology, 34, 179–186
el curso de una sucesión indiferenciada; es la decisión de hacerme presen- Fuchs, T. (2005). Implicit and explicit temporality. Philosophy, Psychiatry &
te mi situación, asumiendo mi por-venir, comprendido como un “tender ha- Psychology, 12, 195–198.
cia lo posible”, permitido por mi pasado (condición de arrojado al mundo). Fuchs, T. (2007). Fragmented selves: Temporality and identity in borderline
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146
SÍNTOMA E INTERPRETACIÓN
Montiel Carli, Alma
Universidad de Buenos Aires. Argentina
147
este primer momento que el instrumento del cual se dispone es el El inconsciente opera por interpretación. Pero encontramos aquí
lenguaje y la palabra. que la interpretación del inconsciente viene más bien a hacer retro-
“el síntoma se resuelve por entero en un análisis del lenguaje, por- ceder eso que irrumpe, haciendo retroceder al síntoma.
que el mismo está estructurado como un lenguaje, porque es len- En donde el síntoma introduce irruptivamente algo suelto, el in-
guaje cuya palabra debe ser liberada” (Lacan: 1959:258) consciente viene a responder por eso. Armar lazo. Armando rela-
Por supuesto, ya con Freud sabemos que siempre nos topamos con ciones entre los significantes.
lo ‘no-interpretable’, lo que no se enlaza a representantes psíquicos Entonces, tenemos aquí que el “Inconsciente intérprete” es segun-
ni nunca se enlazará. Freud muy tempranamente se topó con lo do en su aparición con respecto al síntoma y por consiguiente es el
que, en la clínica, le daba cuenta que hay un núcleo que limita la síntoma el que causa el trabajo del inconsciente.
interpretación. No todo se interpreta testimonio de eso en Freud es Leyendo atentamente a Freud, sabemos que no sólo a esto pode-
su idea de “ombligo del sueño” como asi también “ lo hipernitido”. mos reducir el inconsciente.
Tampoco es el “ultimísimo Lacan” quien fórmula recién algo de Freud no sólo se dedicó al sentido de los síntomas. Desde sus co-
esto. En una etapa intermedia de su enseñanza, la de Lacan, pode- mienzos empezó a delimitar toda otra dimensión, tanto del lado del
mos leer esta posición, es en el seminario 10, cuando ya con todas inconsciente como del lado del síntoma.
las letras habla del síntoma como aquello que se autoabastece por- “cuando el esp de un laps (...) ya no tiene ningún alcance de senti-
que es goce. No llamando a la interpretación. Es decir, no llamando do ( o interpretación) sólo entonces uno esta seguro de estar en el
al Otro de lo simbólico. Ubicando que para que pueda ser abordado inconsciente.” (Lacan: 1976/7)
por el psicoanálisis se requerirá de que se le sobreagregue la trans- Acá Lacan, está delimitando otro estatuto del inconsciente que no
ferencia, la direccionalidad al Otro. es aquel que hace lazo, ni alberga sentido.
Un inconsciente, enjambre de significantes, por fuera de toda arti-
2/ síntoma letra. culación. S1 sueltos.
Si Lacan en los años ‘50 pone el acento sobre el síntoma y su di- Ante este inconsciente, el síntoma cumple otra función: la función de
mensión simbólica, en los años ‘70 hace incapié en los efectos de “traducir un Uno del inconsciente por una letra” (Shejtman, pág. 21)
goce del síntoma. Si el síntoma ante este inconsciente tiene otra función, cómo re-
Como situé anteriormente hay un antecedente de esta concepción pensar la operación analítica a la luz de estas elucubraciones ulti-
en el seminario 10, pero fundamentalmente el giro en su enseñanza mas de Lacan, ¿de qué se trata a partir de aquí “la interpretación
con respecto a esta idea la encontramos a partir del seminario 20 . psicoanalítica” si no tiene ese inconsciente-real , alcance de ‘sen-
En el texto “La tercera” (anterior al seminario 22,RSI) dirá: “ llamo tido o interpretación’?
síntoma a lo que viene de lo real e impide que las cosas anden”. Y
si bien en el seminario 22 lo ubica como aquello que es “efecto de 3/ sinthome.
lo simbólico en lo real” (y ya no como lo que viene de lo real) lo que En relación al sinthome, sólo quiero tomarlo para situar que no es
me importa subrayar es que ésta concepción del síntoma, lo ubica ni el síntoma letra ni el síntoma metáfora en la enseñanza de La-
en las coordenadas que resaltan lo real y el goce. Y por lo tanto can. No se confunde con ellos y conviene mejor entenderlo como
incluyen al cuerpo. aquello que viene a reparar, en el lugar justo, el lapsus del nudo
Si el síntoma es acontecimiento de cuerpo, el problema del cuerpo borromeo. No se confunde con ninguno de los registros, imaginario,
está inscripto en el síntoma mismo, y por consiguiente el problema simbólico y real sino que es la cuarta consistencia que permite que
con respecto a la interpretación radicaría en cómo tocar eso con los tres se enlacen.
el lenguaje. La práctica de la interpretación se encuentra con la
necesariedad de ser repensada. 4/ Entonces… qué interpretación?
Si para Lacan el síntoma-letra es un significante suelto, sólo, pero Como intentamos situar al comienzo, nuestro interés radica funda-
no es lo real (es “entre simbólico y real”) y el acento está puesto en mentalmente en ubicar cómo los conceptos en psicoanálisis inci-
el significante desencadenado S1 sólo ya no importa ni la trama, ni den en la clínica. Nuestra praxis tiene ese rasgo: no hay conceptos
el lazo, ni el sentido sino la letra sin sentido. teóricos sino sostenidos desde una práctica y viceversa. Es decir,
A partir de acá, para Lacan ya el síntoma no es una formación del con respecto a este breve recorrido que realizamos, ubicamos que
inconsciente sino que este inconsciente empieza a ser pensado el modo de entender la interpretación varía porque varía la forma
más claramente como efecto, consecuencia del síntoma, en tanto en que los psicoanalistas tenemos conceptualizado el síntoma y el
que la interpretación del inconsciente aparece de esta forma, como inconsciente.
aquello que viene a dar respuestas ante el síntoma. Es el incons- Si para un primer Lacan la cuestión rondaba en que se trataba
ciente que arma puentes entre los elementos que están separados. de palabras que develaban la verdad oculta bajo la barra, para el
Arma lazos entre las piezas sueltas. último Lacan la interpretación analítica cobra radicalmente otro es-
La nueva axiomática en la enseñanza de Lacan propone que HAY tatuto. Ya no una interpretación que toque el significante sino una
UNO. Uno sólo. interpretación que resuene en ‘la cosa’. Una interpretación que re-
El síntoma ya no es una formación del inconsciente sino que el suene en el cuerpo, que apunte a lo real.
inconsciente queda del lado de ser un efecto, una consecuencia Cuando el inconsciente es pensado únicamente simbólico, viene a
del síntoma. tratar lo real. Es su tratamiento. Es el inconsciente que interpreta
148
primero, antes que cualquier analista. con el sentido común.
Este inconsciente responde al síntoma y lo reduce. Es en sí mismo ya Efecto poético que despierta, que implique una escritura que no
un tratamiento a este otro inconsciente, el real, tejiendo respuestas. haga cadena, ni historias ni destino.
El trabajo del inconsciente simbólico (o transferencial) es el de in- Es decir, una escritura que soporte el intemperie.
terpretar. Si hay algo que ha inventado Freud es que los sueños, los
fallidos y los síntomas tienen un sentido. Un sentido inconsciente BIBLIOGRAFÍA
que, a su vez, es guardián del dormir. Freud, S. (1895) Freud, S., “Las neuropsicosis de defensa”. En Obras Com-
Pero otra cosa bien distinta es la lógica de una cura cuando habla- pletas, vol III. Buenos Aires: Amorortu editores
mos del inconsciente real. Freud, S., “Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa”.
En Obras Completas, op. cit., t. III.
Cuando el inconsciente es real no es adormecimiento. No es guar-
Freud, S. (1916/17) “Conferencias de introducción al psicoanálisis (parte
dián del dormir ya que no se trata del inconsciente intérprete. No
III)” en Obras Completas vol XVI Buenos Aires: Amorrortu editores
hay allí ‘alcance de sentido (o interpretación)’ Lacan, J. (1959) “Funcion y campo de la palabra y el lenguaje….” En Es-
Entonces, ¿cómo orientarnos como analistas teniendo presente critos 1, Siglo XXI, México,
que la interpretación por el lado del sentido solo aporta más dor- Lacan, J., “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde
mir? ¿Cómo orientarnos teniendo presente la última enseñanza de Freud”. En Escritos 1, Siglo XXI, México,
lacan, ubicando que la herramienta con la que operamos es del Lacan, J., Seminario 10: La angustia, Paidós, Buenos Aires,
campo de lo simbólico (la palabra) y que si nos quedamos en esta Lacan, J., Seminario 23 (1975/76) “El sinthome” Buenos Aires: Paidós
vía solo se tratará de una estafa nuestro hacer? Lacan, J., Seminario 24 (1976/77) “L’insu que sait de l’une-bevue s’aile ‘a
El punto que nos interesa en tanto analistas es cómo intervenir de mourre” inédito
manera tal que nuestra interpretación no siga adormeciendo, sino Lacan, J. , Seminario 22 (1974/75) “RSI”, inédito,
que más bien despierte al sujeto. Lacan, J. , “La tercera”. En Intervenciones y textos, 2, Manantial, Buenos
Aires, 1988.
“La práctica del psicoanálisis cambia entonces de acento. Se trata
Lacan, J., “Apertura de la sección clínica”, Ornicar?, nº 3, Petrel, Barce-
de conducir la trama del destino del sujeto de la estructura a los
lona, 1981.
elementos primordiales, fuera de la articulación, es decir fuera del Lacan, J., “Televisión” en Otros escritos Buenos Aires: Paidós
sentido (…) La interpretación se propone deshacer la articulación Miller, J.-A., “El inconsciente = intérprete”, en Freudiana, nº 17, Barcelona,
de destino para apuntar al fuera de sentido. De modo que es una 1996.
operación de desarticulación.” (Miller:2011:89) Miller, J.-A., “La interpretación al revés”, en ‘Entonces: Sssh...’, Minilibros
Se trata de equivocar, extrañar el sentido, buscando circunscribir lo Eolia, Barcelona-Buenos Aires, 1996.
real. En un análisis, cada vez, se pone en juego algo del encuentro Miller, J.-A. (2011) “Sutilezas analíticas” Buenos Aires: Paidós
con el desencuentro. Será necesario que se presentifique cada vez Miller, J.-A. (1987) “Despertar” en Matemas I, Buenos Aires: Manantial
ese encuentro con el agüero, con lo real; puesto que eso rompe el Schejtman, F., “Síntoma y sinthome”. En Ancla -Psicoanálisis y Psicopa-
sentido y despierta. tología-, Revista de la Cátedra II de Psicopatología de la Facultad de
“Se trata de inspirarle al analizante…. El duro deseo de despertar” Psicología de la Universidad de Buenos Aires, nº 2, 2008.
Schejtman, F., “Acerca de los nudos”, en Schejtman, F., Mazzuca R. y Zlot-
(Miller:1987)
nik, M., Las dos clínicas de Lacan. Introducción a la clínica de los nu-
Lacan toma la poesía y la hazaña del poeta para pensar la interpre-
dos, Tres Haches, Buenos Aires, 2000.
tación psicoanalítica, porque ésta implica que no solo tenga efectos
de sentido sino que al mismo tiempo la poesía lograda nos habla de
un VACIO. La hazaña del poeta más que tener un doble sentido es
tener un efecto de sentido y un efecto de agujero.
En televisión Lacan nos aclara que la vertiente del sentido no es
la el análisis. Se trata, de perturbar la defensa y esto implica una
operación diferente a la de interpretar.
Interpretar es un trabajo en la cadena significante, por el lado del
sentido adormecedor y un análisis tiene que despertar.
Si entendemos que la interpretación analítica va a contramano del
inconsciente encadenado , el que enlaza S1- S2. Si el inconsciente
simbólico apunta a eso, entonces la operación analítica apunta a
aislar el S1 solo, suelto.
Si el inconsciente simbólico, en tanto interpretación, es una defen-
sa contra lo real entonces de lo que se trata en “ la interpretación
psicoanalítica” es de perturbar esa defensa.
En su última enseñanza, como señala Miller, Lacan nos orienta con
respecto a la buena manera de perturbar la defensa ubicando que
es con un forzamiento de la mano de la poesía, entendiendo la
poesía como violencia ejercida por el lenguaje en tanto que rompe
149
DIAGNÓSTICO DE FISURA LABIO PALATINA EN NIÑOS
PEQUEÑOS DE NICARAGUA: CARACTERÍSTICAS DE SU
SALUD MENTAL
Ortega, Javiera; Vázquez, Natalia
Facultad de Psicología y Psicopedagogía, Universidad Católica Argentina. Argentina
150
en niños de entre 1 año y medio y 5 años de edad y este instrumen- MÉTODO
to fue validado en distintas sociedades, entre ellas para población El alcance del presente estudio es descriptivo y se ha seleccionado
Argentina (Ivanova et al., 2010; Vázquez & Samaniego, 2017). un diseño de tipo cuantitativo y corte transversal.
Entre los múltiples estudios que se han realizado a nivel mundial
sobre la salud mental de los más pequeños, a los fines del pre- Objetivo general:
sente trabajo cobran especial relevancia aquellos realizados en Estudiar las características de salud mental en niños pequeños de
población de niños con condiciones genéticas. Sabemos que los Nicaragua con diagnóstico de una fisura labio palatina.
avances de la genética humana han sido muchos en los últimos
años, y esto ha transformado el escenario de la consulta clínica, Objetivos específicos:
siendo cada vez más frecuentes las consultas de estos cuadros 1. Conocer los niveles promedio de problemas totales, problemas
clínicos. Debemos considerar que es poco lo que se conoce so- externalizantes y problemas internalizantes en una muestra de
bre el impacto psicológico del diagnóstico de estas condiciones, de 50 niños diagnosticados con fisura labio palatina, de 1 a 5 años
las características de salud mental asociadas a cada enfermedad, residentes en Nicaragua.
o del rol que cumple el psicólogo en este nuevo campo. Algunos 2. Identificar la presencia problemas comportamentales y emocio-
autores se han preocupado por estudiar el impacto y las reaccio- nales en un rango clínico o pre clínico.
nes de los padres ante el diagnóstico de una enfermedad genética
(Dinc & Terzioglu, 2006; Ashtiani, Makela, Carrion & Austin, 2014; Pregunta de investigación
Mérelle, Huisman, Alderden-van der Vecht, Taat, Bezemer, Griffioen ¿Qué características de problemas en la salud mental predominan
& Dankert-Roelse, 2003). Otros estudios se han centrado en la ca- en niños con fisura de labio y/o paladar?
lidad de vida y la adaptación de las familias que tienen un hijo con ¿En qué escalas estrechas muestran los niños con fisura de labio
alguna enfermedad genética (Ballesteros de Valderrama, Gomez, y/o paladar rangos clínicos o pre clínicos de problemas comporta-
Muñoz, Suarez, Zarante, 2006; Cohen & Biesecker, 2010; Hall et. mentales y emocionales?
al, 2012). Se han realizado también algunas investigaciones sobre
rasgos conductuales asociados a enfermedades genéticas como Instrumentos y procedimientos
síndrome de Williams, síndrome de Rett, síndrome de X frágil, entre El protocolo que fue administrado consiste en un consentimiento
otras (Papaeliou et al., 2010; Fernández Lozano, Ferreras, Goma- informado, un cuestionario de datos sociodemográficos y el Child
riz, & Bogdanovitch, 2010). Específicamente hablando de los niños Behavior Checklist 1.5-5.
con diagnóstico de fisura de labio y/o paladar, se sabe que éstos En el cuestionario sociodemográfico se tomaron los datos personales
presentan un riesgo elevado en cuanto a problemas internalizan- del niño y de sus padres. Dentro de estos datos se consideran la edad
tes, principalmente en el retraimiento social (Pope & Snyder, 2005; del niño, sexo del niño y su diagnóstico, nivel de instrucción de los
Lavigne, & Faier-Routman, 1992; Bilboul, Pope & Snyder, 2006; padres, situación laboral de los mismos y su estado civil, edad y sexo.
Barlow & Ellard, 2006). Aparecen además dificultades en cuanto El Child Behavior Checklist (CBCL 1.5-5) es un instrumento estan-
a las competencias escolares y a la atención. Al tratarse de una darizado y adaptado recientemente para Argentina que contiene 99
malformación craneofacial aparecen también dificultades referidas ítems, a partir de los cuales se pueden obtener distintas medidas
autoconcepto, principalmente en adolescentes (Snyder, Bilboul& de problemas comportamentales y emocionales. Describe dos es-
Pope, 2005). calas generales y siete específicas. Una de las escalas generales es
La presente investigación se propone entonces seguir contribuyen- la de problemas Internalizantes, comprende problemas que princi-
do al conocimiento del impacto en salud mental que el diagnóstico palmente ocurren dentro del self y agrupa a las escalas específicas:
de una anomalía congénita tiene en los niños. Las anomalías con- emocionalmente reactivo, ansioso/depresivo, quejas somáticas y
génitas son condiciones de salud que afectan al embrión desde su retraimiento. La otra escala general, de problemas Externalizantes,
desarrollo pudiendo tener una manifestación visible al momento principalmente se refiere a conflictos que se dan con otras per-
del nacimiento o no, y que en su etiología pueden ser de causa sonas y a las expectativas que existen sobre el niño; agrupa a las
predominantemente genética, ambiental o mixta. En este trabajo escalas específicas problemas de atención y comportamiento agre-
sólo se van a considerar las fisuras de labio y/o paladar. Son con- sivo (Achenbach & Rescorla, 2000). En cuanto a la confiabilidad del
diciones de causa mixta, pueden ser reconocidas desde antes del instrumento en población Argentina, pudo demostrarse un excelen-
nacimiento, entran dentro del conjunto de condiciones estructura- te nivel de consistencia interna para el puntaje total del instrumen-
les porque involucran alteraciones morfológicas, y se las considera to, con un coeficiente superior a .90; valores altos de acuerdo entre
malformaciones mayores porque deben ser reparadas quirúrgica- padres, excelentes niveles en la medición test re-test luego de una
mente. Se decidió por lo tanto evaluar la presencia de problemas semana y de estabilidad de las puntuaciones pasados seis meses.
comportamentales y emocionales en niños preescolares (de 1 a 5 Por otro lado, se demostró también la validez del instrumento, esto
años) de Nicaragua que tengan un diagnóstico de fisura labio pa- quiere decir que el CBCL 1.5-5 es capaz de evaluar la presencia de
latina, un factor que no ha sido frecuentemente explorado en otras grados de problemas comportamentales y emocionales en edades
investigaciones. muy tempranas (Vázquez & Samaniego, 2017) Estos resultados son
similares a los encontrado por los autores para otras 24 sociedades
(Ivanova et al., 2010).
151
Participantes de problemas y un 16% presenta un nivel clínico de problemas, no
El universo de estudio fueron niños de edad preescolar con fisura se encontraron casos de nivel preclínico. Para los problemas de tipo
labio palatina. La población objeto de estudio fueron los cuidadores internalizantes, el nivel clínico es considerado a partir de un puntaje
(padre o madre) de los niños con fisura labio palatina residentes igual o superior a 24 (percentil 90) y el nivel pre-clínico se vincula a
en Nicaragua. El muestreo fue de tipo intencional y se llegó a una los puntajes entre 23 y 23.99 (percentil 83 a 90). Parecido, en la es-
muestra de 50 casos. La mayoría de los que contestaron el cues- cala de problemas internalizantes, un 80% de los niños presentaron
tionario fueron las madres del niño (88%; padres 6%; otro 6%). La un nivel esperable de problemas, un 6% presentó un nivel preclíni-
edad promedio de las madres fue de 29.60 años (DE 6.37) y la de co de problemas y un 14% presentó un nivel clínico de problemas.
los padres de 31.96 (DE 6.76). ). En cuanto a los niños sobre los que
se respondió el cuestionario, la media de edad fue de 3.4 años (DE DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
1.25), siendo el 58% de estos niños y el 42% niñas. Con respecto De acuerdo con los resultados del presente estudio los niños de
a la escolaridad el 50% de estos niños no concurren a ningún tipo Nicaragua con fisura labio palatina tienen, en su mayoría (84%),
de maternal o jardín, un 26% concurre a maternal o guardería y un un nivel esperable de problemas comportamentales y emocionales.
24% a jardín de infantes. Sin embargo, debe mencionarse que no hay datos publicados don-
de se informen los niveles promedio de problemas de salud mental
RESULTADOS en la población general de Nicaragua. Es importante a su vez consi-
Conforme al objetivo de conocer los niveles promedio de problemas derar que el grupo de padres entrevistados recibe acompañamiento
totales, problemas externalizantes y problemas internalizantes en psicológico, con la finalidad de contenerlos emocionalmente para
una muestra de niños diagnosticados con fisura labio palatina, de aceptar el diagnóstico y afrontar del mejor modo la intervención
1 a 5 años residentes en Nicaragua, los resultados mostraron en quirúrgica de sus hijos.
la escala de problemas totales una media de 53.60 (DE 23,53). De En consonancia con estudios previos, en donde se advertía un ma-
igual forma, para las escalas generales se encontraron medias de yor nivel de problemas que principalmente ocurren dentro del self
14,86 (DE 7,73) para los problemas internalizantes, y de 19,04 (DE (Pope & Snyder, 2005; Lavigne, & Faier-Routman, 1992; Bilboul,
10,09). Los resultados de las escalas específicas se muestran en Pope & Snyder, 2006; Barlow & Ellard, 2006), en la muestra de
la Tabla 1. niños de Nicaragua el 20% presenta problemas en la dimensión
internalizante que varían entre un nivel pre-clínico y clínico.
Tabla 1 Por otra parte, el 16% de la muestra de niños con fisura labio palati-
Análisis descriptivo de las puntuaciones de las escalas espe- na presenta problemas a nivel clínico en la dimensión externalizan-
cíficas tes, estos resultados coinciden con resultados de estudios previos
Escalas Media DE Emocionalmente 3.86 2.99 dónde se hacía foco especialmente en los problemas de atención
Reactivo (Snyder, Bilboul& Pope, 2005).
Ansioso Depresivo 6.02 3.54 Un dato interesante surge al comparar los resultados de esta in-
Quejas Somáticas 3.38 2.73 vestigación con un estudio de Argentina (Vázquez, 2015); puede
Retraimiento 1.60 1.51 advertirse que los niveles de problemas comportamentales y emo-
Problemas de Atención 3.84 2.25
cionales son mucho más elevados en el grupo de Nicaragua. La
media de problemas de salud mental es más alta en el grupo de
Problemas de Sueño 3.40 2.51
niños de Nicaragua con fisura labio palatina en comparación con un
Comportamiento Agresivo 15.20 8.41
primer grupo de niños de Argentina con distintas enfermedades ge-
néticas (53.60 vs 39.63) y un segundo grupo de niños de Argentina
Considerando los puntajes de corte propuestos por los autores con malformaciones congénitas (53.60 vs 38.55).
(Achenbach & Rescorla, 2000), se determinó para población urbana A modo de conclusión puede decirse que los niños en edad pre-
de Nicaragua que los puntajes totales del CBCL 1½-5 iguales o escolar (1-5 años) que poseen un diagnostico de fisura de labio
superiores a 86.10 indican un nivel clínico de problemas comporta- y/o paladar son una población en riesgo de desarrollar trastornos
mentales y emocionales (percentil 90); mientras que puntajes entre psicopatológicos, siendo estos en su mayoría de tipo internalizan-
74.32 y 86.09 indican un nivel pre-clínico de problemas (percentil tes. Estos resultados tienen implicancia a nivel clínico ya que se
83 a 90). De la muestra de 50 niños, todos con diagnóstico de fisura debe tener en cuenta a la hora de evaluar y tratar con estos niños,
de labio o paladar, se encontró que el 84% de estos presenta un buscando siempre la prevención de problemas a nivel emocional
nivel de problemas total dentro del rango esperable, mientras que y/o comportamental.
un 6% se encuentra en un nivel preclínico y un 10% presenta un
nivel clínico de problemas total.
Específicamente para los problemas externalizantes el nivel clínico
es considerado a partir de un puntaje igual o superior a 32 (percen-
til 90) y el nivel pre-clínico se vincula a los puntajes entre 29.99
y 31.99 (percentil 83 a 90). Respecto a la escala de problemas
externalizantes, el 84% de los niños presentaron un nivel esperable
152
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153
MINDFULNESS COMO PRÁCTICA CLÍNICA: ALCANCES
Y LIMITACIONES. UNA EVALUACIÓN DE SU EFICACIA
Paladino, Carlos
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
154
que tienen como elemento común y unificador el soporte o marco de meditación budista zen, de más de dos mil quinientos años de
metodológico. De manera general, la TCC está compuesta por in- antigüedad (Siegel, 2011), que recién en las últimas décadas ha
tervenciones provenientes de la terapia de conducta y de la terapia sido objeto de interés por parte de occidente como una práctica que
cognitiva. La primera deriva de la investigación y teoría conductista puede mejorar el bienestar general de las personas o para tratar
del aprendizaje y la segunda es el resultado de los desarrollos cog- diferentes problemas de salud mental. Así, mindfulness puede ser
nitivos en psicoterapia. A pesar de que sus postulados teóricos no considerado de diferentes formas (Vallejo, 2008). Por un lado, como
coinciden totalmente, en la práctica coexisten en conjunto porque una filosofía de vida, es decir, como un fin en sí mismo aplicable a
comparten un marco metodológico: ambas definen como elemento todos los aspectos de la vida, siendo esta es la concepción budista
central para considerar el uso de una intervención a la investiga- y precientífica de la práctica (Hayes y Wilson, 2003). Por el otro
ción como método de validación. Por lo tanto, desde la perspectiva lado, en el ámbito de la psicología clínica el término hacer referen-
metodológica la TCC se puede definir como la aplicación clínica de cia a una práctica clínica.
la ciencia psicológica, fundamentada en principios y procedimien- Kabat-Zinn, el principal exponente e introductor de la práctica en
tos validados empíricamente (Plaud, 2001). occidente, lo ha definido como “prestar atención de manera inten-
Mindfulness como intervención, sin embargo, es relativamente re- cional al momento presente, sin juzgar” (1994, p. 4). En esta misma
ciente en el campo clínico, siendo posterior al desarrollo de la TCC línea, Stahl y Goldstein (2011) lo describen como “ser plenamente
clásica. Para comprender su incorporación a este campo, hay que consciente de lo que ocurre en el momento presente, sin filtros ni
hacer mención a que la evolución de la TCC sigue un desarrollo his- prejuicios de ningún tipo” (p. 43). Esta forma de conceptualizarlo
tórico diferenciado en etapas que algunos autores denominan esta- pone de manifiesto que mindfulness no hace referencia a un estado
dios, generaciones u olas. Lo que se denomina la primera generación mental ni a un contenido mental particular sino a cierta actitud que
coincide con la terapia de conducta, que se nutre de los aportes de la se toma hacia la experiencia, independientemente de sus conteni-
psicología del aprendizaje de principios del siglo XX, y cuyos desarro- dos (Siegel, 2011). De este modo, se ha llegado al acuerdo entre
llos comienzan a extrapolarse de la investigación básica a la clínica. investigadores y clínicos de que mindfulness es una experiencia
Esta primera generación, que se la puede delimitar temporalmente caracterizada por la conciencia o atención del momento presen-
desde fines de la década del 30 hasta comienzos de la década del 70. te, sin juicios y con aceptación (Fernández, García y Crespo, 2012;
La segunda generación se consolida en la década de 1970 (Lambert, Siegel, 2011).
2013) a partir de algunas limitaciones mostradas por la generación Por otro lado, Bishop et al. (2004) han llegado a desarrollar una defi-
anterior, y comienzan a apoyarse en aportes de otros campos de la nición operacional de mindfulness donde sus componentes pueden
psicología tales como la psicología social y la cognitiva. Es en este ser medidos o evaluados a partir de diferentes pruebas. Desde este
momento que surge la denominada Terapia Cognitiva. En este con- modelo, lo conceptualizan a partir de dos componentes principales:
texto comienza a perder relevancia la fundamentación y explicación la autorregulación de la atención, por un lado, y la orientación hacia
de las intervenciones y se hace énfasis en sus validaciones empí- la experiencia inmediata, por el otro, caracterizada esta atención
ricas, generando un terreno propicio para que los clínicos integren por la curiosidad, la apertura y la aceptación.
nuevas intervenciones, sin importar si provienen de diferentes funda-
mentaciones teóricas. Es así que la Terapia de Conducta y la Terapia ÁMBITOS DE APLICACIÓN
Cognitiva llegan a conformar la TCC. Las aplicaciones de mindfulness como práctica pueden clasificarse
En la actualidad, desde finales del siglo XX, han comenzando a sur- de la siguiente forma: como práctica precientífica (Hayes y Wilson,
gir nuevos enfoques psicoterapéuticos con el objetivo de conseguir 2003), es decir, la práctica original de meditación budista zen y,
resultados en aquellos problemas que la TCC estándar aún no lo por otro lado, como práctica clínica que engloba a los tratamien-
lograba (Vallejo, 2008). A medida que van surgiendo estudios que tos relacionados con mindfulness: los tratamientos basados en la
muestran evidencia de cierta eficacia, están comenzando a ser in- práctica formal y los que integran mindfulness como uno de sus
tegrados como una herramienta terapéutica más. Este es el surgi- componentes (Fernández, García y Crespo, 2012).
miento de la tercera generación en TCC. Una de sus características Las intervenciones basadas en la práctica formal de mindfulness
es el intento de volver a los orígenes de la terapia de conducta, en tienen como componente central el entrenamiento en habilidades
el sentido de darle mayor relevancia a los desarrollos de la psico- de mindfulness tales como la meditación sentada o caminando, la
logía del aprendizaje y de la psicología experimental para luego ex- autoexploración corporal, la atención a la vida cotidiana y ejercicios
trapolarlos al ámbito clínico y evaluar su eficacia (Fernández, García de Hatha Yoga. De este modo, es aquí donde mindfulness se aplica
y Crespo, 2012). Es en este grupo donde se inserta mindfulness de forma completa y con predominio por sobre otros elementos.
como nueva herramienta terapéutica. Fernández, García y Crespo (2012) enumeran las siguientes inter-
venciones: (1) Programa de Reducción de estrés basado en Min-
ESTADO DEL ARTE dfulness (MBSR) de Kabat-Zinn (1990); (2) Terapia Cognitiva Basa-
No existe una traducción exacta de la palabra mindfulness al espa- da en Mindfulness (MBCT) de Segal, Williams y Teasdale (2002) y;
ñol, utilizándose en general los términos atención plena o concien- (3) Programa Basado en Mindfulness para la Prevención de Recaí-
cia plena. A su vez, el término inglés proviene de la palabra india das (MBRP) de Marlatt (1994).
Sati, que significa conciencia, atención y recuerdo (Fernández, Gar- En las intervenciones que integran mindfulness como componente
cía y Crespo, 2012). Mindfulness es originariamente una práctica este no es el componente principal sino que forma parte de un con-
155
junto mayor. Fernández, García y Crespo (2012) citan los siguientes: pal sólo aparece MBCT para prevención de recaídas en depresión.
(1) Terapia Dialéctica Conductual (DBT) de Linehan (1993a y 1993b) De los problemas psicológicos que se mencionan en la introducción,
y; (2) Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) de Hayes, Stroshal se puede observar que no aparecen resultados para trastornos rela-
y Wilson (1999). cionados con el estrés, problemas alimenticios, insomnio, adicciones
y que sólo aparecen resultados para algunos problemas de ansiedad
METODOLOGÍA e incluso no se recomienda para la fobia social. Todo esto contrasta
Para alcanzar los objetivos arriba planteados, este trabajo consis- con el hecho de que, en la divulgación actual de mindfulness como
tió en una revisión bibliográfica descriptiva, es decir, se hizo una aplicación clínica, se afirme que es eficaz para una gran cantidad de
búsqueda de información sobre el tema de interés en la literatura trastornos y problemas (Baer, 2003; Coronado-Montoya et al., 2016;
científica. En particular, se procedió a hacer una revisión de guías Siegel, 2011; Stahl y Goldstein, 2011; Vallejo, 2008).
de tratamientos eficaces.
CONCLUSIONES
PROCEDIMIENTO La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la Terapia Dialéc-
En primer lugar, se buscaron y describieron los criterios para de- tica Conductual (DBT) mostraron eficacia como tratamientos don-
finir la eficacia de un tratamiento utilizados por la Asociación Psi- de mindfulness es uno de sus componentes; la Terapia Cognitiva
cológica Americana (APA) de Estados Unidos y el Instituto Nacional Basada en Mindfulness (MBCT) mostró eficacia como tratamiento
de Salud y Excelencia Clínica (NICE) del Reino Unido, por ser las basado en la práctica formal.
instituciones más relevantes en la evaluación de tratamientos psi- MBCT Y el Programa de Reducción de Estrés Basado en Mindful-
cológicos (Moriana y Martínez, 2011). En segundo lugar, se proce- ness (MBSR) no son tratamientos eficaces (están explícitamente no
dió a realizar una búsqueda de guías de tratamientos eficaces. La recomendados) para la fobia social. MBSR no aparece como trata-
selección de las guías surgió a partir de su mención en artículos o miento eficaz para ninguno de los trastornos evaluados por la Aso-
libros sobre eficacia y Tratamientos con Apoyo Empírico (TAEs). Una ciación Psicológica Americana (APA) y el Instituto Nacional de Salud
vez identificadas las guías, se relevaron los diferentes trastornos y Excelencia Clínica (NICE) (sí aparece MBSR en la guía del Re-
que allí aparecen y los TAEs relacionados a ellos. De aparecer como gistro Nacional de Programas y Prácticas Basados en la Evidencia
TAEs intervenciones relacionadas con mindfulness, se diferenció si de Estados Unidos como tratamiento para depresión). El Programa
se trataba de intervenciones basadas en la práctica formal o trata- Basado en Mindfulness para la Prevención de Recaídas (MBRP) no
mientos que lo incluyen como componente. aparece como tratamiento eficaz para trastornos por consumo de
sustancias o alcohol en las guías de la APA, el NICE y el Instituto Na-
RESULTADOS Y DISCUSIÓN cional sobre Abuso de Drogas (NIDA), siendo que es un tratamiento
Para un entendimiento y una discusión más clara, los resultados específicamente diseñado para esos problemas.
obtenidos en el presente trabajo se sintetizan en la siguiente tabla: De los tratamientos donde mindfulness es uno de sus componen-
tes, ACT demostró ser eficaz para tratar la ansiedad mixta (eficacia
Tabla 1. Resumen de información modesta), trastorno obsesivo compulsivo (modesta), dolor crónico
generalizado (fuerte), esquizofrenia (modesta) y depresión (modes-
TRASTORNO TRATAMIENTO GRADO DE EFICACIA ta); DBT demostró ser eficaz para tratar el trastorno límite de la
Ansiedad Mixta ACT Modesto (APA) personalidad (fuerte) y el trastorno por atracón (modesta). De los
tratamientos basados en la práctica formal de mindfulness, MBCT
Trastornos Obsesivo Com-
pulsivo
ACT Modesto (APA) demostró ser eficaz para tratar la prevención de recaídas en la de-
presión (modesta) y Meditación Mindfulness presentó resultados
Dolor crónico Generalizado ACT Fuerte (APA) aún limitados para el trastorno por consumo de alcohol, por lo que
Esquizofrenia ACT para psicosis Modesto (APA) todavía no se lo puede considerar un tratamiento con apoyo empí-
Depresión ACT Modesto (APA)
rico para ese trastorno.
Teniendo en cuenta que en ACT y DBT mindfulness es sólo uno de
MBCT II (NICE) sus componentes y, por tanto, son tratamientos mucho más am-
Tr. Límite de la Personalidad DBT Fuerte (APA) / II (NICE) plios, no se puede concluir que su eficacia se debe exclusivamente
a mindfulness, lo que no implica negar que ese componente tenga
Tr. por Atracón DBT II (NICE)
su importancia en el proceso terapéutico. En todo caso, esto es
Meditación algo a determinar y se necesita profundizar en investigaciones de
Tr. por Consumo de Alcohol Limitado-Bajo
Mindfulness
componentes para tener información más clara.
Fobia Social MBSR y MBCT No Recomendados (NICE) Con todo, se puede concluir que las afirmaciones actuales sobre
mindfulness como herramienta terapéutica para una gran cantidad
Se observa que en siete trastornos aparecen como tratamientos de trastornos, tal como se afirma en gran parte de la literatura ac-
eficaces intervenciones donde mindfulness es uno de sus compo- tual, carece de apoyo empírico suficiente. En las guías de eficacia
nentes: ACT para cinco trastornos y DBT para dos de ellos. Como sólo aparece un tratamiento con suficiente apoyo empírico, MBCT
tratamientos eficaces donde mindfulness es el componente princi- para prevención de recaídas en depresión, donde mindfulness es el
156
componente principal, es decir, donde la eficacia puede ser atribui- Kabat-Zinn, J. (1990). Full catastrophe living. How to cope with stress, pain
da a mindfulness. Estos resultados deberían ser tenidos en cuenta and illnes using mindfulnessmeditation. New York: Piadkus.
por los psicólogos clínicos a la hora de recomendar tratamientos Kabat-Zinn, J. (1994). Wherever you go, there you are: Mindfulness medi-
basados en la práctica formal de mindfulness para el tratamiento tation in everyday life. New York: Hyperion.
Lambert, M. J. (2013). Introducción y reseña histórica. En M. J. Lambert
de problemas psicopatológicos, ya que la eficacia de un tratamien-
(Ed.), Bergin and Garfield’s Handbook of Psychotherapy and Behavior
to debiera ser siempre la guía que determine su aplicación más allá
Change. New York: Wiley.
de los gustos personales o adherencia por una determinada teoría
Linehan, M.M. (1993a). Cognitive-behavioral treatment of borderline perso-
o práctica particular (Rivadeneira, Minici y Dahab, 2006). nality disorder. New York: The Guilford Press.
Finalmente, es justo remarcar que la “ausencia de evidencia no es Linehan, M.M. (1993b). Skills training manual for treating borderline perso-
evidencia de ausencia”, es decir, que en la actualidad los resulta- nality disorder. New York: The Guilford Press.
dos de mindfulness como herramienta terapéutica sean limitados y Marlatt, G.A. (1994). Addiction, mindfulness, and acceptance. En S.C. Hayes,
que no haya resultados sobre su eficacia en algunos trastornos no N.S. Jacobson, V.M. Follette y M.J. Dougher (Eds.), Acceptance and chan-
implica que no sea eficaz sino que en todo caso se necesita más ge: Content and context in psychotherapy. Reno, NV: Context Press.
investigación (y de mejor calidad) para determinar estos puntos. Moriana, J. A. y Martínez, V. A. (2011). La psicología basada en la evidencia
y el diseño y evaluación de tratamientos psicológicos eficaces. Revista
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157
LA ACEDIA Y SUS EFECTOS PATOLÓGICOS.
EL SENTIDO Y SU EFECTO SALUDABLE
Paz, Hernan Rodrigo
Universidad de Buenos Aires. Argentina
158
periencias de trabajo relacionadas al área ambiental, y la que más alguna de estas dos últimas actividades, o las dos si lo deseara,
le gusta es como Guardaparques en el Aconcagua. Así mismo, no “ocupando el momento” habitual de la botella de vino vespertina.
puede realizar esa actividad de manera sostenida, ya que la oferta A nivel de la sexualidad, se trata el tema de la hiperintención en la
de empleo en el área es por temporada. Llega a consulta refiriendo búsqueda de una tensión frente a la frustración existencial (Frankl,
que: 1. Todas las cosas lo aburren y las abandona al poco tiempo. 1987. p. 58) en la que busca conseguir el placer en sí mismo, y en
Dice que su vida “ha perdido sabor” 2. Al llegar a su casa todos los palabras del paciente, “el éxito garantizado”. Cuanto más busca
días toma de media a una botella de vino, “para no pensar y matar la potencia, menos la logra. Si bien el viagra le garantiza conse-
el aburrimiento”. 3. En todas sus relaciones sexuales, desde hace guirla, ésta le es provista por un factor externo que compensa su
más de diez años, toma sildenafil, aún en las relaciones en las que frustración existencial que llega hasta el plano de la sexualidad. En
considera que ha amado a sus ex parejas, y sabiendas de que no lo que refiere de la relación sexual, no puede pasar de ese nivel al
presenta problemas orgánicos. 4. Se siente solo, perdiendo amista- plano vincular por el peso que le daba al otro como objeto. En otros
des y en la imposibilidad de generar nuevos vínculos. términos, logra el éxito pero no la plenitud en el acto, en toda su
Es de destacar que en la acedia, para Noemí Vino (2015): 1. Falla dimensión con aquellas personas a quienes ha amado.
en el para qué: se pierde el sentido de finalidad propio de la acción
humana. Sin sentido no atracción ni motivación para actuar. 2. Dis- La respuesta del paciente
continuidad en el pasaje de un proyecto a otro: nada compromete Juan decide inmediatamente comenzar a asistir a las palestras, no
la acción. Se pasa por curiosidad de una cosa a otra. 3. Distensión sólo los fines de semana, sino primero dos y luego tres veces en
entre valer y poder, entre motivación y acción. 4. Expectativa en que la semana; además de retoma el grupo de actuación. Ésta última
sobrevenga el deseo, ser empujado por el deseo: el hombre no es actividad, finalmente resuelve dejarla asegurando que ya no lo mo-
capaz de tomar la iniciativa. Espera que una fuerza exterior lo em- tiva como en tiempos anteriores participar en la misma. Así mismo,
puje a actuar. 5. Avidez de acontecimientos: se vive sobre-excitado, toma como hábito concurrir a realizar la práctica de escalada en la
a la espera de que algo ocurra, de que una novedad conmueva la palestra, insertándose en el grupo de personas que practican habi-
apatía. 6. Pérdida de los lazos colectivos, individualismo. Indiferen- tualmente dicha actividad. A las tres semanas, ya no ingiere prác-
cia ante los otros, falta de interés por las cuestiones comunitarias. ticamente alcohol los días de semana, y si lo hace es degustándolo
(Noemí Vino, p. 277) y no como reacción al malestar que sentía anteriormente. En los
Desde el punto de vista clínico, Juan no presenta un cuadro de meses subsiguientes realiza cursos de escalada que le permiten
dependencia orgánica al alcohol. Se puede interpretar que ubica a perfeccionarse en lo que luego aplicaría en la montaña.
la bebida en el lugar de vacío que siente al no poder cumplir con A los seis meses de tratamiento, se abre la posibilidad de regresar
su vocación. Su conducta enmascara el vacío, que en sí mismo a Mendoza, para trabajar nuevamente en el Aconcagua de mane-
no es patógeno, pero que tiene efectos patognomónicos en su ra temporal, y decide quedarse a trabajar en dicha provincia para
historia de vida. El paciente, en la primera sesión, define como realizar el curso de Guía de Montaña. Formación que le permitiría
“natural” el hábito que mantiene a diario tras cada jornada labo- tener un trabajo estable a lo largo del año, en diferentes lugares de
ral, y le plantea al terapeuta la pregunta “¿Qué tiene de malo?”. A la Provincia.
la vez, reconoce que hay algo en su vida que no anda bien. Frankl La temática de los vínculos, del modo de relacionarse y de la se-
dice “el tedio puede ser realmente, como se dice en el lenguaje xualidad, son temas en los que no llega a lograr grandes avances,
corriente, mortal” (1986, P.90). dado que para el mismo paciente no son centrales en el tratamien-
to. Así mismo, ha podido identificar que el temor a la frustración, y
Intervención la ubicación del otro como un objeto más entre otros, lo han alejado
Siguiendo el concepto de la operación del pharmakón Silvie Lepou- de la posibilidad de generar vínculos afectivos que incluyan pero
lichet (2005; 66), en el que la presencia alucinatoria en el cuerpo, a la vez sean superadores de las relaciones sexuales en sí. Puede
deja a la palabra ocupada por ella en la búsqueda de “reestablecer observarse a sí mismo como objeto, en la intención de convertir al
una forma de homeostasis”, intentando cancelar de manera tóxica otro en un objeto, impidiendo esta modalidad un verdadero encuen-
el dolor; y la sugerencia de Elizabeth Lukas (2006), que a un hábi- tro humano con otro semejante.
to que se quiere dejar, es conveniente reemplazarlo por otro, para Se puede observar la acedia en Juan, previamente al tratamien-
que en la abstinencia no haga insoportable la reaparición del dolor, to, como el efecto de un vacío. La pregunta acerca de qué estaba
al momento de la intervención, no se le indica que deje la bebi- sucediendo con su vida aletargada, fue quizá la que lo condujo a
da, transmitiéndole que en sí ese no es el problema. No se apunta iniciar un proceso psicoterapéutico, y la que le permitió buscar el
al síntoma en sí, sino a la actitud frente al síntoma (Frankl, 1968, sentido pleno de su existencia, a pesar de no verlo aún: esto es su
p.74). Se le consulta al paciente acerca de las cosas que le gustan voluntad de sentido. Desde el marco psicoterapéutico, se orientó
realizar por fuera del trabajo en la Ciudad. al paciente a evocarla “allí donde estuviera latiendo inconsciente-
Refiere entonces que encuentra satisfacción en andar en bicicleta, mente, allí donde haya sido reprimida”, y se le propusieron “diver-
que utiliza habitualmente medio de transporte. También que even- sas posibilidades para realizar este sentido” (Frankl, 1986, p. 88 y
tualmente escala en palestras ubicadas en distintos clubes de la 100). Para esto fue necesario realizar previamente un análisis de la
Ciudad, y que unos años atrás participaba de un grupo de actua- existencia. Es decir, el terapeuta en definitiva no es el que sabe ni
ción. A partir de lo dicho por el paciente, se le propone retomar otorga sentido, sino que orienta, ayuda a recuperar el saber oculto
159
en el paciente, para que él decida qué hacer con él y pueda respon- saber preexistente sobre la verdad, pero puede interpretarse tam-
sabilizarse acerca de aquello que posee. bién en el sentido de una comprensión pre reflexiva que acompaña
García Pintos (2006), retomando a Emmanuel Mounier, dice que al hombre como tal. Se trata de hacer conciente lo que ya se sabe”.
existen las cosas que pasan, lo que le acontece a cada uno, y lo (Viktor Frankl; 1987, p.90).
que cada quien hace con lo que le sucede. En la intersección de
esos tres aspectos, puede surgir –o no- la respuesta a los aconte- CONCLUSIÓN
cimientos de la vida. Los seres humanos con paradepresiones, se encuentran detenidos
en un tiempo presentificado. De este modo, se ven imposibilitados
El desierto y lo que (por ahora) no se ve, pero está. de poder ser lo más si mismos posibles, en el despliegue de su
En un paisaje desértico, donde nada se ve, se puede proyectar aún potencial.
en el mismo vacío, una posibilidad. El proyecto de ser-en-el-mun- En la situación de vida de Juan, lo patógeno no era el consumo
do, con los condicionamientos y a la vez más allá de estos. Si no excesivo de alcohol en sí, sino que era efecto de su frustración exis-
se apuesta por el potencial oculto, se menosprecia al ser en poten- tencial, reflejada en la acedia en la que se encontraba su existencia.
cia. En el desierto de Atacama, durante el mes de marzo, existen Ésta generó en él vivencia de una vida inauténtica, en la búsqueda
grandes posibilidades de que se vea florecer en la inmensidad del ficticia de una homeostasis, pero a su vez, posibilitó, a través del
terreno. Es un fenómeno particular y único en el mundo. Quizás un malestar que implica el tedio, la oportunidad de preguntarse qué
mes antes, sería impensable imaginarlo. Es un acontecimiento que hacer con lo que le sucedía. De este modo, la vivencia del vacío
está latente, por ser, a pesar de que aún no se vea. Los turistas permitió la posibilidad construir algo auténtico, haciendo algo con
informados que se acercan para esa época, confían en poder pre- lo que le sucedía, ahí donde no se veía nada.
senciar dicho fenómeno, aunque saben que quizás no tengan esa El desafío como agentes de salud consistirá entonces en contribuir
suerte. Quienes no saben nada al respecto, se sorprenden porque a que el paciente pueda integrar el tiempo pasado, en un presente
no esperaban tal cosa. continuo, que le permita proyectar-se hacia un futuro posible, en
La metáfora del desierto, invita a pensar al ser humano como un ser función de sus propias características y motivaciones, ocultas pero
en potencia. Que es no solamente lo que es, con su historia, sino presentes. En este marco, se procura orientar al paciente para que
también lo que puede llegar a ser. Menospreciar su potencialidad, re-encuentre un para qué, que pueda cumplir una tarea que tenga
aún con sus limitaciones, es disminuirlo. sentido trascendente para él. De este modo, integrará su ser-en-el-
Regresando a la temática de las paradepresiones, desde el punto de mundo, con otros semejantes, que compartan intereses en común.
vista Heideggeriano, “el proyecto del dasein es un proyecto afectivo: Frente a la acedia que vuelve laxa la existencia, el sentido entonces,
la tristeza, el gozo, la cólera, el amor, el deseo, el sadismo, son habita- tendrá un efecto saludable en sí mismo, logrando en el ser humano
dos por proyectos. Sólo quien existe puede interrogarse, puede verse la tensión necesaria para poder seguir siendo.
en la naturaleza, verse ante el nacimiento y la muerte, inquietarse de
su exposición a lo viviente. Sólo el viviente puede preocuparse, verse REFERENCIAS
afectado y afectar a su entorno. Esta será la clave del sentimien- Artaud, “El ombligo de los nimbos”, 1925. Lugar de publicación: https://
to arraigado en las paradepresiones. (…) “Estos estados de ánimo monikamelo.files.wordpress.com/2013/01/artaud-elombligodeloslim-
se caracterizan, como vemos, por una percepción adecuada de las bos.pdf
Bauman, Z. Amor líquido. Acerca dela fragilidad de los vínculos humanos.
cosas, que rápidamente cae en la indiferencia general. La “acedia”
Ed. Fondo de Cultura Económiga, 2010.
y sus modernas versiones son afecciones de nuestra voluntad; un
García Pintos, C. Cita a ciegas. Sobre la imprevisibilidad de la vida. Re-
modo de relación que constituye mundo y nos liga al mundo, pero flexiones acerca de la obra Sincronización en Birkenwald de Viktor
de un modo en que quedamos atrapados, sin fuerzas para optar por Emil Frankl. Ed. San Pablo. Buenos Aires, 2006. P. 36.
modos más auténticos de existir”. (Vino, 2015, p.277) Lepoulichet, S. Toxicomanías y psicoanálisis. Las narcosis del deseo. Ed.
En las paradepresiones, el mundo pasa por la periferia, sin poder Amorrortu, 2005
vivenciarlo plenamente. Los objetos no se abordan intencionalmen- Lukas, E. Ganar y perder: la logoterapia y los vínculos emocionales. Ed.
te. El sufrimiento es indefinido, pero no en el sentido de la melan- Paidós, Barcelona, 2006.
colía, sino en el del tedio. El tiempo queda detenido, en un pasado Frankl, V. E. La idea psicológica del Hombre. Ed. Rialp. Buenos Aires, 1986.
desconectado de un posible futuro. La existencia se convierte en Paginas
inauténtica. Para el abordaje psicoterapéutico de las paradepresio- Viktor Frankl. El Hombre Doliente. P. 58; 90. Ed. Herder, Barcelona, 1987
nes, es preciso tener en cuenta la pregunta por el sentido que está Saint Exupery. Carta a un rehén. Editorial y Librería Goncourt. Buenos Aires,
1968. P. 30.
presente, pero oculto tras los efectos patognomónicos del vacío.
Rovaletti, M.L., y Pallarares, La acedia como forma de malestar en la so-
“Preguntar por qué es el hombre equivale a preguntar por el sen-
ciedad actual M.Rev. latinoam. psicopatol. fundam. vol.17 no.1 São
tido del ser humano. Pero la reflexión que eso supone significa en Paulo Mar. 2014
definitiva una rememoración, un descubrimiento de algo que está Vino, N.A. (2015). Motivación y paradepresiones. VII Congreso Internacional
olvidado y que ahora se trata de rescatar del olvido. En algún pasaje de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XXII Jornadas de
del Talmud se dice que en el momento de venir un niño al mundo, Investigación Décimo Encuentro de Investigadores en Psicología del
un ángel le abofetea e inmediatamente el niño olvida lo que había MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires,
aprendido y visto antes del nacimiento. Esa leyenda se refiere a un Buenos Aires. P. 277
160
PSICOANÁLISIS E INTERCONSULTA EN UN HOSPITAL
PÚBLICO DE CABA
Pena, Federico; Carmio, Natali; Solari, Alejandrina; Alvarez, Daiana Carolina
Hospital Ramos Mejía. Argentina
161
da una vez que el cuadro clínico fuera estabilizado. Posteriormente tomando protagonismo en las entrevista. L. comenzó a preocuparse
es internada en clínica médica y es allí donde concurrimos a verla por esto, a presentar temor ante posibles diagnósticos neurológi-
y pudimos hablar con ella por primera vez. Hay algo de lo que es cos que le impidan volver a caminar. El rechazo de su hermano la
dado a ver de ese cuerpo como imagen que nos resultaba llamati- angustiaba y por momentos la enojaba. A su vez comenzó a mani-
vo, impresionaba, para decirlo de una vez -por su marcado deterio- festar interés por mejorar, ser auto válida y recuperar su vivienda.
ro - una edad más avanzada con una marcada alopecia y pérdida Actualmente, asiste dos veces por semana al gimnasio del hospi-
de varias piezas dentales. tal acompañada por una de las voluntarias del hospital, por suge-
Al hablar con la paciente sobre su situación actual, L. nos cuenta rencia de su kinesiólogo, quien, a su vez, le realiza ejercicios para
que en el verano del año 2016, encontrándose de vacaciones con su rehabilitación varias veces a la semana. Comenzó a buscar
la familia de su hermano, luego de una caída desde una escalera, asesoramiento jurídico para que la orienten sobre cómo intervenir
sufre una fractura de tibia y peroné derecho. Dicha fractura amerita legalmente para acceder a una de sus propiedades, ya que su
una internación donde se le pone un yeso y se le indica segui- hermano y ella son propietarios de dos departamentos que están
miento ambulatorio. Ahora bien, al llegar la paciente al hospital se en trámite sucesorio, actualmente su hermano vive en uno de
evidencia que nunca realizó dicho seguimiento y que incluso en ellos y alquila el otro.
ese momento, 7 meses luego de acaecida la fractura, tenía aún
el yeso. Al preguntarle a la paciente sobre esto, sus respuestas, si Sobre el diagnóstico
bien son coherentes en su sentido formal, resultan imprecisas, pa- Intentamos a continuación un breve resumen de la difícil interre-
recen desafectivizadas, con cierta distancia respecto a la situación, lación en un hospital entre disciplinas a nivel del diagnóstico. Al
da respuestas parciales, como si, de algún modo, no la afectara. presentar la paciente cierta “rareza” para los médicos clínicos,
Al momento de ser internada L. vivía sola desde hacía ya varios se desentienden cada vez más de la situación, descreen de sus
años, aunque cuenta que se dedicó al cuidado de su madre hasta dichos, desconfían de lo que su cuerpo sufre. Al ser la debilidad
su fallecimiento. Actualmente, y desde el 2012 aproximadamente muscular en sus piernas la sintomatología que la paciente refería
no trabaja, a la vez, su último trabajo formal fue hace 10 años apro- como más invalidante y, al mismo tiempo, la que de manera más
ximadamente. A su vez, es de destacar el desarraigo social de la directa impedía su autocuidado, dificultando consecuentemente la
paciente, la misma no cuenta con amistades de ningún tipo lo que externación, y por lo tanto la que más condicionaba el cuadro ac-
convierte a su hermano en el único referente externo. tualmente, solicitamos una evaluación al servicio de neurología a
Tras algunos estudios sobre L., clínica médica no encuentra cau- pesar de que su médica tratante no creía que esa sintomatología
sas para la debilidad que le impide caminar atribuyéndole causa fuese de origen anatómico. Luego de un estudio se comprueba que
psicológica, lo que, sumado a la presentación de la paciente, por L. presenta signos de compromiso neurógeno crónico secundario al
llamarlo de algún modo, nos es devuelto como demanda de reso- total abandono del tratamiento de su diabetes. Esto, sumado a las
lución del caso, cuyo principal factor impresionaba ahora ser “de lesiones óseas sin atención médica, según lo refieren médicos de
salud mental”. Ese primer contacto con la paciente no duró mucho la sala, podría explicar su dificultad motora. A su vez, es de notar
más luego de que se pudo llevar adelante un alta asistida a través el grave empeoramiento del cuadro, que, como vimos previamente,
de la coordinación de los distintos profesionales intervinientes, su no se reduce a la dificultad motora, por las escasas pautas de au-
hermano, y un dispositivo de seguimiento ambulatorio. tocuidado de la paciente.
Dos meses luego del alta, la paciente vuelve a ingresar a la guar- En el catálogo de los diagnósticos, y abocados ahora sí a lo psico-
dia por un cuadro similar, y vuelve a cursar una internación hasta patológico, nos fue útil, por decirlo de algún modo, pensar a partir
la actualidad. del concepto de psicosis ordinaria (que esta última en sí misma sea
La dueña del hotel donde estaba viviendo llama a SAME por el es- un diagnóstico no queda claro).
tado en que se encontraba la paciente. La paciente usaba pañales El concepto tiene la pretensión de definir cierto campo de la expe-
y no se movilizaba por sus propios medios, nadie se podía encargar riencia donde es imposible ubicar un desencadenamiento psicótico
de asistirla y la habitación se encontraba en muy malas condicio- a la vez que la sintomatología presentada no tiene todo lo positivo
nes de aseo general. En dicha ocasión, desde la sala se vuelve a de una psicosis vera, la psicosis, por decirlo de algún modo, no va
solicitar la interconsulta con salud mental por sintomatología de- de suyo. Miller sostiene que lo que buscamos en una psicosis or-
presiva. Los médicos se referían con esto a cierta presentación que dinaria es, en términos de Lacan, “ese desorden en la juntura más
en la semiología psiquiátrica se denomina “negativa”, es decir no íntima del sentimiento de la vida en el sujeto” (1957, p. 534) Miller
productiva, entiéndase por ello: hipobulia, hipotimia, anergia, apa- sostiene, pedagógicamente, una triple pista para su discernimiento,
tía, pérdida de interés. El seguimiento del caso por parte del equipo sucintamente: una externalidad social, una externalidad corporal y,
de salud mental de interconsulta fue desde ese momento y hasta la finalmente, una externalidad subjetiva.
actualidad asiduo. Si bien nos interesa remarcar que el dispositivo
no fue el tradicional, y que el eje de este trabajo chapotea más Psicoanálisis y Medicina
próximo al diagnóstico que al tratamiento, también es cierto que Nos queda por abordar, no se nos escapa, la compleja relación del
se han ido logrando algunos cambios pequeños en la relación de la psicoanálisis con la medicina en cuanto al cuerpo se refiere - hay
paciente con su situación, sobre todo a nivel del afecto y en la es- ahí una distancia - nos metimos de lleno en este asunto al proponer
fera volitiva. Su situación clínica de invalidez y deterioro notorio fue el caso de L. como disparador del pensamiento. El inicio de ese cor-
162
te podemos buscarlo en Freud ya en su texto “Estudios comparativo no hay allí alucinaciones ni delirios de ningún tipo, sin embargo
de las parálisis motrices orgánicas e histéricas” (Freud, 1888-93), hay algo que insiste, hay un cuerpo dejado de lado, un tanto suelto,
donde produce un quiebre sin vuelta atrás entre el cuerpo orgánico caído de la investidura significante, hay un cuerpo sin otros, des-
de la medicina y el cuerpo del psicoanálisis aún por venir. Allí, lue- pojado del lazo. Si planteamos que para el psicoanálisis el cuerpo
go de distinguir las parálisis orgánicas de las histéricas, Freud se en ninguna medida se lo es, tampoco se puede sostener sin más
pregunta por su génesis, es decir, si la parálisis histérica desconoce que sea algo que se tenga, la ficción de la propiedad del cuerpo no
la anatomía y “toma los órganos en el sentido vulgar, popular, del va de suyo, es un hecho del decir, hay allí un trabajo a ser realiza-
nombre que llevan: la pierna es la pierna hasta la inserción de la do cada vez. Si es cierto que la dialéctica imaginaria y la función
cadera, el brazo es la extremidad superior, tal y como se dibuja bajo de desconocimiento estructural del yo nos llevan a pensar en una
los vestidos.” (Freud, 1888 - 1893, p.19). A qué responden, cuál es unidad corporal (Leibson, 2014), también lo es que esa función y
la naturaleza de la lesión, es una pregunta que motiva a Freud a esa apropiación ficticia del cuerpo no va de suyo. Ese es el punto
postular finalmente la existencia de otro cuerpo, representacional. crucial, si podemos decirlo así, del planteo presente. La relación del
“El brazo [afectado por la parálisis histérica] se comporta como si sujeto con el cuerpo conlleva un valor indicial inestimable a nivel
no existiese para el juego de las asociaciones.” (Freud, óp. cit.) Esta del diagnóstico, y si bien esto es cierto en todos los casos, lo que
distancia, lo vemos, es inaugural en el sentido fuerte del término. intentamos rescatar es como frente a la ausencia de una fenome-
Lacan, en Psicoanálisis y medicina (Lacan, 1966) afirma que a nología clásica en el sentido de la semiología psiquiátrica, o incluso
partir de la incidencia de la tecnología biomédica se asiste a una de las nociones introducidas por Lacan en los años 50, el cuerpo
modificación de la figura tradicional del médico que implica que - sobre todo a partir de la complejización que suponen la introduc-
“a partir de ahí la medicina desconoce tanto la estructura de la ción del objeto a y el anudamiento de los registros - nos permite
demanda como la dimensión gozante del cuerpo” (Leibson, 2014 p. realizar alguna formalización del caso. La hipótesis diagnóstica que
318). Es una diferencia que no deja de reproducirse, de marcarse este recorrido nos permite pensar ubica entonces que en el caso
cada vez. En Lacan la noción de cuerpo es, desde la conceptuali- de L. el cuerpo y el goce se holofrasean, no hay decir metafórico
zación del estadio del espejo, cercana a su imagen, a lo imaginario del goce, la ilusión de unidad corporal no se produce cabalmente, lo
como registro. Sin embargo hay algo ahí que no está garantizado, que trae dificultades en la apropiación del cuerpo, hay una potencia
entre cuerpo e imagen no hay coincidencia, el cuerpo ciertamente que no se efectúa.
no es su imagen; hay en la operación de construcción del cuerpo
como propio algo caído de la imagen por operatoria del decir sobre Algunas consideraciones de la interconsulta
el cuerpo. No hay adecuación de la imagen al cuerpo, sin embar- El caso presentado, siendo este siempre un breve recorte del mis-
go, hay ilusoria unidad a partir de la función de desconocimiento mo, refleja la complejidad que el dispositivo de interconsulta supo-
del yo. La introducción plena del objeto a en el seminario sobre ne. Las múltiples variables y diferentes actores que se encuentran
la angustia es lo que permite pensar el cuerpo como superficie involucrados en la situación, remarcan la importancia del trabajo
agujereada, hay lo que hay que perder para construir un cuerpo. interdisciplinario del equipo interconsultor y del diálogo con otras
El cuerpo del psicoanálisis es un cuerpo afectado por el decir. Las especialidades. Este dispositivo es único en cuanto a la función del
consecuencias de la introducción del anudamiento borromeo de los equipo de salud mental y a las estrategias e intervenciones que
registros exceden ampliamente las intenciones de este escrito, no tiene que implementar para el abordaje del caso, diferente a la fun-
por ello queremos dejar de poner el acento en el hecho de que a ción desempeñada habitualmente tanto en consultorios externos
partir de la modificación de los registros y su relación “el cuerpo, como en la guardia.
en tanto imaginario, aparece vinculado a la consistencia, pero por En la clínica de la interconsulta, siguiendo a Pujó, nos encontramos
estar anudado participa del agujero (muerte en lo simbólico) y de cotidianamente con el descubrimiento de un cuerpo que desborda
la ex-sistencia (vida en lo real), quedando anudado y anudando la la noción de organismo: podemos pensar que toda enfermedad,
vida y la muerte” (Leibson, 2013, p. 367). Para que esa consisten- por más orgánica que sea, confronta al sujeto con el dolor, el sufri-
cia sea eficaz como cuerpo tiene que fundarse en una ausencia, miento, la decadencia corporal, la eventualidad de la muerte. Podría
“evoco acá lo que solemos plantear como borramiento de goce del pensarse que por nuestra parte, se trataría de intervenir tomando
cuerpo” (Leibson, 2005), si el goce es fuera de cuerpo, no hay allí todas las variables del caso, ubicándonos en una posición de bisa-
equivalencia, hay más bien intervalo u holofrase. gra entre las distintas especialidades, teniendo en cuenta que más
Ginette Raimbault, desde una lectura más cercana al campo de allá de la hiperespecialización y la fragmentación disciplinaria, el
prácticas del cual nuestro caso es parte, plantea que “lo que es paciente es uno solo. Como plantea Uzorskys: ““La subjetividad es
excluido del conocimiento del cuerpo por parte de la ciencia se un factor potencialmente decisivo que puede marcar el rumbo o
refiere al ser vivo en tanto éste no es reductible a lo biológico. El definir la forma de cursar un proceso patológico en el organismo.
cuerpo vivo es el de un ser que habita un lenguaje, en relación con Poder escuchar adecuadamente lo que sucede en la subjetividad
una imagen del cuerpo específica (...)” (Raimbault, 1985, p. 27). es fundamental porque es el factor que decide sobre la manera
Si retomamos el caso presentado brevemente, saltan a la vista al- que tiene cada sujeto de tomar a la enfermedad y de aceptar o no
gunas cuestiones, en primer lugar no hay en la presentación de la las indicaciones médicas” (2002. Pág. 99). No obstante, existe una
paciente fenómenos de lenguaje. No se evalúa, por otro lado, sinto- abundante historia de intentos, encuentros y desencuentros en esta
matología psicótica en lo que a la semiología psiquiátrica respecta, zona de borde conflictivo denominada interdisciplinaria.
163
Así, podríamos pensar que en la interconsulta no se trata sólo del Leibson, L. (2014). PARA UNA DIALÉCTICA DEL GOCE Y DEL CUERPO. VI
paciente, sino que la misma se realiza en función de todos los Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psi-
actores intervinientes: médicos, familiares, trabajadores sociales, cología XXI Jornadas de Investigación Décimo Encuentro de Investiga-
enfermeros, tomando en cuenta en cada caso qué fractura puede dores en Psicología del MERCOSUR Facultad de Psicología - Universi-
dad de Buenos Aires, Buenos Aires
estar motivando el pedido, intentado reiniciar el diálogo cuando el
Leibson, L. (2013). EL CUERPO DEL PSICOANÁLISIS Y SU IMPROPIA LIBER-
mismo se ve interrumpido, facilitando el ejercicio de la función que
TAD. V Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional
cada actor desempeña.
en Psicología XX Jornadas de Investigación Noveno Encuentro de In-
vestigadores en Psicología del MERCOSUR Facultad de Psicología -
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Uzorskis, B. (2002) “Clínica de la subjetividad en territorio médico”, Letra
viva, Buenos Aires.
164
LABERINTOS DIAGNÓSTICOS EN LOS COMIENZOS
DE LA PRÁCTICA
Pinus, Denise Yanina
Hospital General de Agudos Parmenio P. Piñero. Argentina
165
A lo largo de su vida, Lorena ha realizado escasas tareas labora- las repeticiones. Sin embargo, dichas respuestas se constituían en
les por períodos cortos de tiempo; se desempeñó como vendedora nuevas preguntas para mí en el momento en que Lorena cuestiona-
de cosméticos y estudió inglés de forma recreacional, aunque con ba a las mismas, me comentaba que estaba “cansada” de hacerlas,
mucha dificultad para investir y sostener espacios y personas por que se sentía “esclavizada” y que en un momento logró no tener
fuera de su hogar y su familia. que hacerlas. ¿Entonces, cómo podía ayudar a Lorena sin “tocar
las repeticiones”?
Devenires de un tratamiento para Lorena. Mientras tanto, Lorena en las entrevistas contaba con exhaustivi-
En el mes de junio de 2014, Lorena comienza tratamiento psiquiá- dad qué actividades había realizado en la semana y en la mayoría
trico en el servicio, siendo medicada con Fluoxetina, Risperidona de los casos la conversación se iba desplazando hacia que me co-
y Clonazepam[iii]. En octubre tenemos la primera entrevista en la mente alguno de sus “miedos”, relacionados todos con la muerte.
cual Lorena cuenta espontáneamente la historia de las internacio- Al relatarlos se angustiaba mucho, lloraba y me comentó que nunca
nes, de la medicación y de cómo es “su TOC” y “las repeticiones”. había hablado de esto con nadie: “Me asustan las noticias en el
Comenta que se trata casi en su totalidad de acciones tales como noticiero”; “A veces pienso ¿Qué va a pasar cuando todos estemos
abrir y cerrar, ponerse y sacarse (sobre todo cada una de las pren- muertos, nos vamos a seguir viendo?”; “Me da miedo decir que
das de la ropa) y entrar y salir. no. Pienso que por desobedecer va a pasar algo malo”.La idea de
Cuenta que las repeticiones comenzaron antes de terminar el co- “desobedecer” parecía estar relacionada con su madre: “No me da
legio primario y que de a poco fueron abarcando más aspectos de libertad para decidir hacer lo que yo quiero, fue muy sobreprotecto-
su vida: para el momento de su primera internación, evitaba tomar ra y cada cosa que quiero emprender ahora me da miedo, cuando
agua y comer para no ir al baño porque tardaba mucho, motivo por no la obedezco las circunstancias se me vuelven extrañas... tengo
el cual se le hacían difíciles todas las acciones ligadas al desnudar- miedo de que me pase algo malo por haberla desobedecido”.
se y a la higiene: “el TOC me ocupaba toda mi vida, no podía salir de En este mismo sentido, es que Lorenadesplegaba algo que llamaba
mi habitación, como si estuviera en una cárcel”; “Yo sentía cuando “teoría de las probabilidades” basada en la idea de que si ella es-
me iba a bañar como una violación”. taba bien, algo malo podía suceder: “Tengo miedo a dejar de hacer
Me propuse en las primeras entrevistas comenzar a indagar qué las repeticiones porque estaría bien. Si estoy bien, contenta, libre,
estatuto tenían estas repeticiones, cuál era su mecanismo de for- algo malo va a pasar, cuando la limosna es grande hasta el santo
mación, con la idea subyacente de que la dirección de la cura cam- desconfía”.
biaría según fuese el caso. De esta manera, fui obteniendo algunas Se habrían nuevas preguntas para mí:¿Estaban estos miedos en-
respuestas: “Si yo digo no, no las hago”; “Me hace mal porque lazadosa las repeticiones, al modo de una neurosis obsesiva? Sin
es agotador, pero por otro lado me alivia un dolor emocional, algo embargo, al comentarlo con algunos de mis colegas, rápidamente
interno”; “Si no las hiciera, tendría que tener otra cosa que alivie mi leían allí ideaciones delirantes. La pregunta por el diagnóstico se-
dolor emocional”; “Las repeticiones me llevan de la mano cuando guía haciéndose presente.
estoy nerviosa”. Al preguntarle por qué piensa que debería dejar
de hacerlas, me contesta “porque me siento esclavizada”. Por otra ¿Las repeticiones como un modo de restitución del trabajo puberal?
parte, le pregunto a qué se refería con lo que ella llamaba “dolor Con el correr de las sesiones, fui pudiendo comprender con mayor
emocional” sin obtener una respuesta clara. Me dice que no sabe, profundidad aspectos de la historia de Lorena a partir de ciertos
que probablemente tenga que ver con su historia, que las repeticio- elementos significativos que ella misma iba agregaba al relato. Me
nes son su “forma de expresarse”. cuenta que desde que era niña tenía “miedo a crecer” lo que llama
La necesidad de realizar un diagnóstico diferencial comenzaba a “Síndrome de Peter Pan”. Comenta que cada año que pasaba se
tomar fuerza. Me llamaba la atención el hecho de que por un lado, sentía “triste” porque algo de ella “se iba a ir”, que tenía miedoa
refería una sensación de ajenidad con dichas repeticiones pero que se vaya “la esencia” y que se acercaba el momento en que
que, por el otro, creía necesitarlas. Pensaba en el alivio que gene- “algo iba a cambiar de la relación” con su madre.Lorenano quería
ra la realización de acciones obsesivas en pacientes obsesivos al usar corpiño ni que le “vinierala menstruación”, palabra que pro-
mismo tiempo que padecen enormemente del gasto energético que nuncia en voz baja.
conllevan, pero en Lorena parecía no tratarse solamente de eso. Cuando termina la escuela primaria, el padre abandona el hogar[iv]
A la hora de pensar un diagnóstico posible, me resultaba sumamen- luego de lo cual Lorena no lo volvió a ver. En este momento comien-
te difícil poder optar por uno de los diagnósticos más comúnmente za con las repeticiones, a la edad aproximada de doce años. Se tra-
usados en psicoanálisis: neurosis y psicosis. Al mismo tiempo, me taban de acciones vinculadasa su madre, como quedarse sentada
preguntaba:¿Cómo intervenir? ¿Sería bueno para Lorena problemati- en la mesa luego de terminada la cena (e incluso una vez toda su
zar la necesidad de realizar las repeticiones o se trataba de acompa- familia levantada), aguardando a que su madre le dijese “andatea
ñarla en su padecer, de encontrar una forma de lidiar con eso? acostar”, frase sin la cual Lorena no podía retirarse. De a poco,
El famoso miedo de desestabilizar al paciente se asomaba. Decido comenzó a necesitar también de ella para alimentarse: “comé”,
supervisar. Una vez, dos veces, tres, sin encontrar una respuesta “tomá agua”, si no lo decía, no podía hacerlo. Asimismo, precisaba
que me orientase respecto de cómo intervenir. Me encontraba ge- de su madre para vestirse, quien también escogía su ropa.
neralmente con que los supervisores consideraban que se trataba En este punto, pienso ¿Qué había sucedido en Lorena ante la irrup-
de un caso de psicosis y que por lo tanto era mejor “no tocar” ción del trabajo puberal? ¿Se trataba de una imposibilidad de poner
166
en juego el mismo?Al respecto, resulta pertinente la consideración producto de esa escucha, es que iba a ser posible realizar un diag-
que realiza M. Rodulfo (2005) al referirse a lo puberal en su dimen- nóstico; si es que a esta altura era necesario.
sión de acontecimiento: “en tanto tal, causa una discontinuidad que En cierta sesión, Lorena me comenta que ella tiene dos tipos de re-
pone en juego tanto una reestructuración objetal como narcisista. peticiones: unas que constituyen “su forma de expresarse” y que “si
Hay algo que el psiquismo tiene que procesar porque ese cuerpo no las tuviera, tendría que tener otra forma” de hacerlo, y otras que
es también un afuera y lo tiene que transformar en representable “son una rutina”, que las hace “por costumbre”. Comprendí que no
para lo psíquico” (pp.124-125). Por otra parte, este nuevo cuerpo había una única forma de trabajar con las repeticiones, que quizás
erógeno no es posible pensarlo sin la intervención concreta de otro con algunas podía trabajarse para que no sea imperioso para Lorena
que contribuya a crear un pictograma de fusión, en términos de realizarlas y otras que tenían un sentido más profundo para estar
PieraAulagnier; que permita la subjetivación del cuerpo púber como presentes. Asimismo, también tomé conciencia de que si, tal como
algo tolerable, deseable, deseante… En este sentido el ámbito fa- decía Lorena, las repeticiones “dependían de su estado de ánimo”,
miliar de Lorena parecía más bien estar preparado para continuar trabajando sobre aquellas cuestiones que contribuyan a generar en
teniendo una niña. Lorena emociones placenteras, también estábamos trabajando sobre
Siguiendo esta línea de pensamientos, ¿Podrían las repeticiones las repeticiones mismas. De esta manera, pude reconsiderar la im-
pensarse como un modo de intentar ligar aquello que resultó impo- portancia que tiene para la paciente el hecho de asistir a la Iglesia,
sible de hacerlo, tras el acontecimiento de lo puberal?Me encontra- como la actividad de cantar, de la cual disfrutaba mucho, al igual que
ba parada frente a otro escenario diagnóstico que el del síntoma del todas las manifestaciones artísticas. Pensé que dichas actividades
retorno de lo reprimido. ¿Cómo intervenir en tal caso? contribuían a que Lorena pudiera regular un poco más la intensidad
de las repeticiones. Pensamos así en la posibilidad de que comience
Una apuesta a lo singular clases de arte en algún centro cultural de acceso gratuito cercano a
En determinada sesión, en el mes de diciembre, mientras escucha- su casa y manifestó interés por conocer el espacio de musicoterapia
ba a Lorena., cobro conciencia de que, en realidad, no lo estaba del servicio. Así, en una de las últimas entrevistas me comentó: “es-
haciendo del todo. Me encontraba oyendo lo que Lorena me con- taba tan contenta que iba a ir a una clase de baile que me olvidé de
taba con la intención de poder pensar si allí en donde ella hablaba, hacer las repeticiones en el baño…”
yo podía leer una ideación delirante u obsesiva, si las repeticiones
conformaban una compulsión al estilo de un trabajo de ligadura o Conclusión
no, etc., es decir me encontraba constantemente oyendo a Lore- A lo largo de mi primer ateneo clínico como psicóloga, fui intentado
na desde el diagnóstico y tal vez, también desde la teoría. Decido no solo dar cuenta del trabajo realizado con Lorena, sino también
suspender momentáneamente esos pensamientos a la vez que poder compartir las preguntas que fueron irrumpiendo en estos pri-
sostener mayormente el silencio. Me doy cuenta que ciertos signi- meros pasos por la clínica. Llegando al final del recorrido, puedo
ficantes comienzan a insistir: “mi mamá está preocupada porque darme cuenta que se trata ni más ni menos, que de poder redes-
nos saquen la casa[v], pero a mí no me preocupa, yo sé que Dios cubrir mucho de lo leído y escuchado, en el terreno vivencial de
nos va a ayudar”. Decido intervenir, marcándole que quizás lo que la clínica. Para que esto pueda ser posible, comprendí que es im-
a la madre le puede dar miedo, a ella no necesariamente. Lorena se prescindible sostener una concepción opuesta a la del dogmatismo
pone a llorar y me dice que eso constituye un logro para ella. Doy y la certeza, evitando así sostener hipótesis teóricas que aisladas
por terminada la sesión. se vuelven estériles para la intervención clínica; pudiendo de esta
Algo distinto había sucedido. No se trataba de que no hubiera ha- manera,-¡al fin!- poder realizar un entrecruzamiento posible entre
bidoen otras oportunidades intervenciones que generaran efectos la teoría y la práctica.
en Lorena, sino que esta vez sentí que la misma intervención había
sido producto de poder destrabar mi escucha, atenta hasta el mo- NOTAS
mento a poder realizar un diagnóstico clasificatorio. En este senti- [i] Todos los nombres que aparecen en el escrito son ficticios con el fin de
do, resulta interesante hacer mención al concepto de teorización asegurar la confidencialidad de la paciente.
flotante, como aquel “trabajo preconsciente del analista en el que [ii] En tratamiento en el servicio de Salud Mental del hospital desde el año
está presente la teoría del funcionamiento psíquico, los elementos 2012, recibiendo diagnóstico de Esquizofrenia.
que éste guarda en su memoria referidos a la historia del paciente [iii] Posteriormente ha recibido otros antidepresivos producto del manteni-
y a la historia transferencial que ambos construyen.” Según M.C. miento de los síntomas.
[iv] Aparentemente, la retirada del padre de Lorena del hogar habría sido
RotherHornstein (2015) tomando a P. Aulagnier, “…el analista es-
consecuencia de una situación de violencia ejercida por el mismo hacia la
cucha las palabras del paciente, toma aquellas que tienen una par-
madre de Lorena., la cual habría comenzado varios años antes. Sin embar-
ticular resonancia afectiva en su propia fantasmática y en su capital go, no es algo que esté claro en el caso ya que Lorena. se muestra reticente
teórico para transformar una hipótesis teórica de valor universal a hablar al respecto.
en un elemento singular de la historia de ese sujeto. El trabajo de [v] Como consecuencia de un conflicto legal con el padre de Lorena.
ambos requiere de un compromiso compartido que se juega en el
registro de los afectos y en el registro del pensamiento.” BIBLIOGRAFÍA
De aquí en más, comencé a reparar en que si realmente escuchaba Bleichmar, S. (2008) Clínica psicoanalítica y neogénesis. Buenos Aires:
a mi paciente, ella me iba a orientar acerca de cómo intervenir y Amorrortu.
167
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Infanto-Juvenil. Facultad de Psicología. UBA.
168
EL DIAGNÓSTICO EN PSICOANÁLISIS
Quiroga, Florencia
Universidad de Buenos Aires. Argentina
169
cial. Sin embargo el psicoanálisis viene a decir algo distinto ya que dijo lo que tenía y que si no sabe lo que tiene mucho menos va a
ubica al síntoma no como algo a ser eliminado sino como algo que poder curarlo, de modo que viene a demandar que le pongan un
debe ponerse a trabajar y en todo caso se podría pensar, que se nombre a eso que le pasa para que se lo puedan sacar rápidamente
trata de un derecho al síntoma más que a la salud, en el sentido de y así pueda reintroducirse al sistema productivo, una concepción
respetar lo que cada uno puede saber hacer con ese dolor de existir. capitalista y sincrónica del diagnóstico.
Ya Freud aconseja “cuidar el padecer del paciente”9, o Lacan que Agrega que buscó en internet lo que le pasaba y encontró que tiene
plantea que de lo que se trata al final de un análisis es saber hacer TOC, está convencido porque los síntomas son los mismos que él
allí con la castración, con el no hay relación sexual. tiene y no entiende por qué no se lo quieren decir, pues así todo
Lanteri- Laura plantea que el psicoanálisis “ha desempeñado un sería más fácil.
gran papel en el hecho de reconsiderar las exigencias del diagnós- Efectivamente si buscamos en el DSM IV15 los criterios diagnósticos
tico clínico y colocar en primer plano el diagnóstico estructural”10, del Trastorno obsesivo-compulsivo algunos de ellos son:
ya que tanto el movimiento antipsiquiátrico como muchas orienta- ·· Se cumple para las obsesiones y las compulsiones:
ciones postfreudianas se oponían a la práctica diagnóstica “prejui-
ciosa” y que constituía un obstáculo para la posición neutral y abs- Las obsesiones se definen por 1, 2, 3 y 4:
tinente del psicoanalista. Nada más alejado de la posición de Freud 1. pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes
o de Lacan frente al diagnóstico, ya que para ambos siempre fue de que se experimentan en algún momento del trastorno como in-
primordial importancia clínica, para el primero servía para verificar trusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos
si se trataba de un caso abordable por el psicoanálisis, es decir de 2. los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples
una neurosis, o no y para el segundo en función de la dirección de preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
la cura distinta en uno y otro caso. “(…) La psicopatología (…) es 3. la persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, im-
indispensable para toda práctica, como garante y como guía”11. pulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros
En psicoanálisis, siguiendo a Bercherie, podemos hablar de un pensamientos o actos
diagnóstico diacrónico, “una secuencia temporal de síntomas 4. la persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imáge-
cambiantes que, sin embargo remiten a una posición única”12, es nes obsesivos son el producto de su mente
decir que a pesar de que haya muchas formas clínicas distintas,
ya que se trata de sujetos singulares, a pesar de que ningún obse- Las compulsiones se definen por 1 y 2:
sivo sea igual a otro o ningún psicótico a otro psicótico, etc., todos 1. comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de
pertenecen a la misma categoría clínica, al mismo particular, a la objetos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o
misma estructura, ya que cuando se establece un diagnóstico en repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el indivi-
psicoanálisis no se diagnostica ni a la persona, ni al sujeto, ni a duo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con
la enfermedad, lo que se diagnostica es la estructura del discurso arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente
de ese hablante-ser, es decir, la posición que asume frente a la 2. el objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales
falta del Otro, frente al “no hay relación sexual”. Miller plantea es la prevención o reducción del malestar o la prevención de
que es fácil diagnosticar una conducta, prácticamente lo puede algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos
hacer cualquiera, “lo que difiere, el elemento que puede introducir comportamientos u operaciones mentales o bien no están conec-
la experiencia analítica es la posición que el paciente asume”13 en tados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o
relación a su conducta, a su modo de gozar, “lo esencial es lo que prevenir o bien resultan claramente excesivos
el paciente dice (…) el paso siguiente es cuestionar la posición 3. En algún momento del curso del trastorno la persona ha recono-
que toma aquel que habla con relación a sus propios dichos (…) cido que estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o
localizar el decir del sujeto”14. irracionales.
Siguiendo a Freud que construyó su teoría yendo de la práctica a 4. Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico
la teoría y volviendo a ella, introduciré aquí una pequeña viñeta de significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más
un caso clínico. Hace un tiempo llega un joven de 20 años a la ad- de 1 hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria
misión en consultorios externos y plantea que tiene pensamientos del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida
obsesivos en relación con la limpieza, que todo el tiempo se lava social.
las manos porque piensa que está sucio, se le ocurre que puede
haber dejado algo, como sangre y que eso lo haga ubicable, así Esta completa y detallada descripción de los síntomas actuales de
como la información que deja en internet, se ubica como distinto este paciente, no tiene nada que aportarle a un analista, para quien
a la gente de su edad, ya que reflexiona sobre temas políticos o “lo que importa en el diagnóstico previo a un psicoanálisis es es-
sociales y se preocupa por ellos excesivamente, considera que la tablecer si se trata de una subjetividad neurótica o psicótica”16, ya
sociedad actual es muy individualista y cada uno piensa en lo suyo que esto determina la dirección de la cura y la posición del analista.
y cree que en este país las cosas están mal y no van a cambiar si No es de extrañar entonces que la analista con la que comenzó su
la gente se sigue comportando así, que hay injusticias y que faltan tratamiento este joven deje a un lado la descripción sintomática del
oportunidades. Este joven comenta que ha tenido un tratamiento mismo que le aporta el DSM IV, y se pregunte por cual es la estruc-
anteriormente, pero que no funcionó ya que la psicóloga nunca le tura subjetiva permanente que se infiere de síntomas y manifesta-
170
ciones que varían ampliamente en el tiempo. Es así que comienza a NOTAS
aislar una serie de síntomas o más bien de fenómenos elementales 1
Lacan, J., Seminario 22, Clase del 10 de Diciembre de 1974.
ya que el paciente ubica en varias escenas un goce en el Otro que
2
Lacan, J., Apertura a la sección clínica, pp. 68
“no quiere darle trabajo, que no quiere darle una cita, que le pide
3
Lanteri-Laura. Ensayo sobre los paradigmas de la psiquiatría moderna,
pp. 252.
una cosa y luego otra”. También se encuentra una falla a nivel del 4
https://www.google.com.ar/#q=diagnostico
lazo social y se empieza a escuchar a un joven aislado, que no tiene 5
Cit. https://www.google.com.ar/#q=diagnostico
vínculos y no sabe cómo generarlos. 6
Mazzuca, R., El Diagnóstico en la psiquiatría y el psicoanálisis. Pp.217
Asimismo es algo problemático la sexualidad, que retorna como S1 7
Miller, J., Introducción al método psicoanalítico, pp. 30.
suelto en lo real y se le impone, por ejemplo en el pensamiento de 8
Cit. https://www.google.com.ar/#q=diagnostico
poder embarazar a su hermana por haber dejado alguna partícula 9
Freud, Nuevos caminos de la terapia analítica. Pp. 158
de semen luego de masturbarse en el baño o la certeza de haberse 10
Lanteri-Laura. Op. Cit, pp. 251.
contagiado de sida por haber tenido relaciones sexuales a pesar de 11
Lanteri-Laura. Op. Cit, pp. 254-255.
haber tomado los recaudos correspondientes. 12
Mazzuca, R., Op. Cit. Pp. 215
Parecería que este sería el caso de una psicosis no desencadenada, 13
Miller, J., Introducción al método psicoanalítico, pp. 34.
“una estructura psicótica sin psicosis”17, en la cual se puede reco-
14
Miller, J., Introducción al método psicoanalítico, pp. 38-39.
nocer la estructura mas no los síntomas floridos de la psicosis clí-
15
DSM IV, Trastornos de ansiedad, F 42.8, Trastorno Obsesivo compulsivo.
16
Mazzuca, Op. Cit. Pp. 219.
nica. Sin embargo este diagnóstico es de crucial importancia para 17
Mazzuca, Op. Cit. Pp. 216
la analista quien se ubicará como secretario, con quien el paciente 18
Sanfelippo, L., Interlocutores del psicoanálisis: Michel Foucault y la histo-
pueda venir a dar testimonio del goce que lo está invadiendo y la
ria de las prácticas psi, pp. 6.
función será ir acotando el mismo para producir un alivio. 19
Miller, J., Introducción al método psicoanalítico, pp. 37.
Se puede decir entonces que en psiquiatría y en psicoanálisis el 20
Miller, J., Introducción al método psicoanalítico, pp. 30.
diagnóstico es ya una operación clínica, que produce efectos tera-
peúticos en sí y sirve a la orientación del tratamiento, pero se trata BIBLIOGRAFÍA
de dos modelos diagnósticos distintos que responden a diferentes Bercherie, P., Los fundamentos de la clínica, Manantial, Buenos Aires, 1985.
problemas clínicos. En el caso de la psiquiatría Sanfilippo plantea D.S.M. IV, Edit. Masson Año 1995.
que se trata de un “doble movimiento de recorte de las singulari- Freud, S., Obras completas, tomo XII, “Consejos al médico sobre el trata-
dades y establecimiento de un sistema comparativo que permite miento psicoanalíco”, Amorrortu, Buenos Aires, 1986.
la inclusión del individuo en categorías nosográficas y la medición Freud, S., Obras completas, tomo XVII, “Nuevos caminos de la terapia psi-
de las desviaciones respecto de lo normal”18. En el caso del psi- coanalítica”, Amorrortu, Buenos Aires, 1986.
Lacan, J., El seminario. Libro 3: “Las psicosis”, Paidós, Buenos Aires, 1984
coanálisis se trataría de ubicar el tipo clínico al que pertenece esa
Lacan, J., “La dirección de la cura y los principios de su poder”, Escritos 2.
estructura discursiva clave para la orientación de la cura, ya que
Siglo XXI. Argentina. 2008.
si bien, siguiendo a Lacan en la dirección de la cura, la política
Lacan, J., El seminario. Libro 22: “RSI”, inédito, 1974-1975.
tanto en el caso de la psicosis como de la neurosis es la ética del Lacan, J., “Apertura de la sección clínica”. En Ornicar?, 3, Petrel, Barce-
deseo del analista “la que constituye, en la experiencia analítica al lona, 1981.
sujeto”19, a nivel de la estrategia ubicamos la transferencia pero es Lanteri-Laura. Ensayo sobre los paradigmas de la psiquiatría moderna, Cap.
importante que el analista que en el caso de la neurosis se ubica 4 “Los problemas del paradigma actual”, Triacastela, Madrid, 2000.
como sujeto supuesto saber, en el caso de la psicosis debe ubicarse Mazzuca, R., Psicopatología: clínica y ética. De la psiquiatría al psicoanáli-
atravesado por la barra y no sabiendo para no volverse gozador de sis, “El diagnóstico en la psiquiatría y el psicoanálisis”, Grama, Buenos
ese saber y en la táctica que es donde más libre se encuentra en Aires, 2013.
caso de la psicosis debe más que interpretar, acotar esa producción Miller, J., Introducción al método psicoanalítico, “Diagnóstico psicoanalítico
metonímica de sentido. y localización subjetiva”, Paidos, Buenos Aires, 2015.
Sanfilippo, L., Interlocutores del psicoanálisis: Michel Foucault y la historia
Siguiendo a Miller, si el diagnóstico psiquiátrico se caracteriza casi
de las prácticas psi, 2011.
siempre por una supuesta objetividad, “nosotros, en el campo ana-
Schejtman, F., Psicopatología: clínica y ética. De la psiquiatría al psicoaná-
lítico, estamos, contrariamente, del lado del sujeto”20.
lisis, “Verba, Scripta, Lectio”, Grama, Buenos Aires, 2013.
Para terminar, es importante destacar que si bien la clínica nos
sorprende día a día con lo singular de cada sujeto es importante
jerarquizar la importancia que tiene hacer un buen diagnóstico en
psicoanálisis para la dirección de la cura. Cuando se habla de diag-
nóstico se está hablando de un problema clínico y no de una mera
nominación. Sin embargo es importante aclarar que el diagnóstico
es hecho en transferencia, con lo que se pone en juego con ese
analista y que siempre puede estar sujeto a modificaciones pues
los diagnósticos son hipótesis que guían el tratamiento pero más
de una vez, pueden ser revisados.
171
PROCESOS SOMÁTICOS Y LA ESCALA DE ALEXITIMIA
APLICADA A UN GRUPO DE PADRES DE ADOLESCENTES
CON ALTA VULNERABILIDAD PSICOSOCIAL
Quiroga, Susana Estela; Colugio, Alicia; Grubisich, Griselda
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
172
nuestro Equipo (Quiroga et al 2012) se detectó que el 87,6% de la del embarazo adolescente es la asunción del rol materno por par-
población está expuesto a acontecimientos violentos relacionados te de la generación anterior (abuelos). Así, la organización familiar
con robos, tráfico y consumo de drogas. Algunos adultos expre- en esta población con alta vulnerabilidad presenta un entramado
san que los niños suelen ser utilizados para transportar drogas y vincular específico que lleva a la asunción deficitaria de los roles
así comienzan a consumir. Los adolescentes idealizan a la figura parentales y obstaculiza la salida exogámica (Quiroga, et. als 2004).
del “narco” confiriéndole atributos de poder que desean obtener Este patrón vincular se transmite de una generación a otra. En in-
para sí mismos. Con respecto a la inserción laboral, el 99% de vestigaciones realizadas entre 2004/2006 (Quiroga, Gryan) se cate-
las familias se sostienen con trabajos precarizados y temporarios gorizaron en esta población con vulnerabilidad psicosocial diversos
(changas, tareas domésticas por horas, vendedores ambulantes, determinantes familiares en la construcción mental de los vínculos
recolectores de residuos, cartoneros) siendo también significativo intergeneracionales. Estos determinantes son: Desbordes Pulsio-
el índice de desempleo. La precariedad laboral se corresponde con nales (los hijos son objetos de descarga ya sea por maltrato por
necesidades básicas insatisfechas, por lo tanto, reciben asistencia golpes y/o agresiones verbales por parte de los padres). Discurso
económica a través de planes sociales implementados por diferen- Especulador (bajo la apariencia de una comprensión empática se
tes estamentos estatales. En relación con el nivel de instrucción instala un vínculo desafectivizado cuyo objetivo es la complicidad
alcanzado, el 51% de familiares asistidos en 2013/14 concurrió del hijo con fines narcisistas por parte de los padres). Escisión del
solo al nivel primario. Discurso (los padres emiten mandatos contradictorios que indu-
cen actuaciones en los hijos) Desplazamiento del Desamparo (el
II Grupo de Terapia Focalizada para Padres-GTFP desamparo parental es vivenciado como rechazo. El adolescente
La continua exposición a situaciones disruptivas y/o traumáticas proyecta estos sentimientos en el contexto social que se torna
ubica a la población asistida en un contexto de alta vulnerabilidad amenazante y condiciona una salida patológica temprana) Mane-
que impide el abordaje clínico a partir de técnicas psicológicas clá- jo de los Vínculos de Dependencia-Independencia (el hijo es
sicas, basadas en la interpretación de aspectos inconcientes. Por considerado “grande” para cumplir con expectativas narcisistas de
ello, se diseña un dispositivo de diagnóstico y tratamiento grupal: los padres, por ejemplo trabajar y/o cuidar hermanos menores. Los
Grupo de Terapia Focalizada (GTF) que funciona como un grupo ce- padres exigen una fidelidad incondicional que lo desestima como
rrado que incluye diversas patologías pero no organizaciones deli- persona independiente) Identidad Parental de Fachada (son fami-
rantes. Con el objetivo de lograr mayor adherencia al tratamiento lias con un sistema defensivo rígido que atenta contra la autoesti-
terapéutico y conocer las características psicopatológicas de los ma de los hijos y puede producir actos autodestructivos). Vínculos
adultos que tienen a su cargo a los adolescentes se decidió trabajar Simbióticos (los padres evitan la diferenciación de los hijos para
en forma simultánea y paralela con los adolescentes y sus padres. mantener su equilibrio narcisista). Estos determinantes familiares
Los Grupos de Terapia Focalizada para Padres (GTFP) se conforman que condicionan la salida exogámica de los hijos sostienen patolo-
de acuerdo con el diagnóstico de los adolescentes y se realiza una gías narcisistas cuyo origen se remonta a fallas en la diada madre-
evaluación psicodiagnóstica de los adultos. Mediante el diagnóstico hijo y el entorno que sostiene a la díada primaria. Las fallas en la
estructural de los adultos se han detectado trastornos severos de la primera relación madre-hijo condicionan la aparición de una de-
personalidad, conductas antisociales, depresiones profundas, adic- presión temprana que el niño no puede elaborar y se resignifica en
ciones, y organizaciones psicóticas. En el siguiente apartado nos la adolescencia con la emergencia de conductas autodestructivas.
referimos a las características más relevantes que se encontraron La importancia del vínculo con el otro en los primeros momentos
en la tarea clínica-asistencial con las madres y/o familiares de esta de la constitución psíquica es reconocida para diversas corrientes
población con alta vulnerabilidad psicosocial que completaron el teóricas. Desde la teoría psicoanalítica, Freud (1895[1950]) refie-
dispositivo GTFP. re que la supervivencia biológica y las condiciones emocionales
estables para la estructuración psíquica del ser humano requiere
III Características Relevantes de la Población Asistida de una acción específica que el adulto realiza con el infante. Las
Las entrevistas clínicas, el dispositivo GTFP y los diversos cuestio- fallas en este primer vínculo generaran fallas en la constitución
narios pre-post test administrados permiten inferir que con respecto de los procesos psíquicos más complejos. Green (1972) sostiene
a la organización familiar, estas familias, habitualmente, son mono que la acción específica adecuada permite la organización de un
parentales y se configuran en torno a la figura materna. Los padres Yo estable y coherente. Por el contrario, una acción específica que
suelen estar ausentes de su función. La mayoría de estas parejas no contemple las necesidades del niño no favorece la discrimina-
parentales se conforman sin un proyecto explícito de paternidad. Se ción interno-externo y reduce al Yo a una posición defensiva. Balint
trata de una unión surgida en la adolescencia media que propicia (1969) llama “falta básica” al desajuste de la relación empática
una salida fallida de sus respectivas familias de origen a través del madre-hijo y también lo vincula con un déficit en la estructuración
embarazo adolescente. Esta unión se interrumpe antes del naci- del Yo. Investigaciones más recientes realizadas desde otras co-
miento del hijo/a o durante el primer año de vida del niño/a. Ante la rrientes teóricas han convalidado la relevancia del vínculo primario.
ruptura de la pareja, la madre adolescente regresa con su hijo/a al Fonagy, Steele (1991) plantean que la representación mental que la
hogar de su propia madre o convive con la madre de su ex-pareja. madre tiene sobre su propia madre es determinante en la calidad
Este mismo patrón vincular se observa en la generación anterior del vínculo materno-filial. Los estudios que enfocan la dimensión
(abuelos) y en la posterior (hijos). Otro desenlace corriente derivado transgeneracional, Fustier y Aubertel (1997) sostienen que todo
173
individuo adviene a una historia que lo precede y que desde allí de la fantasía y predominio de pensamiento concreto. Los psicoa-
construye su identidad subjetiva. En la misma dirección, Lebovici nalistas Marty y M’Uzan (1963), describieron un estilo de funcio-
(1993) afirma que a través del vínculo los padres inscriben al niño namiento mental carente de fantasía y sin descripción de afectos
en un mandato familiar implícito que incluye sus propios conflictos (Pensamiento Operatorio) propio de pacientes psicosomáticos.
infantiles y los de la generación anterior (abuelos). Otros autores, Investigaciones posteriores encuentran procesos alexitímicos en
Gunderson (1980) y Stone (1993) correlacionan la carencia o ines- alcoholismo, psicopatías, estrés postraumático y trastornos de la
tabilidad de las figuras parentales con la estructuración borderline conducta alimentaria que cuestionan la etiología entre alexitimia
de la personalidad, propuesta por Kernberg (1973). La organización y enfermedad psicosomática. Desde un punto de vista psicodiná-
borderline se caracteriza porque el funcionamiento psíquico está mico se considera que los estados alexitímicos comienzan en los
regido por un predominio de mecanismos de defensa primitivos: primeros años de vida, como consecuencia de un déficit parental
escisión, disociación, desmentida y desestima. Este modo de orga- en la capacidad de verbalización y mentalización de las emociones.
nización psíquica es el que se observa en la población vulnerable Krystal (1979), asocia la alexitimia con factores etiológicos de natu-
asistida en el Programa de Psicología Clínica para Adolescentes. Se raleza psicosocial, tales como la exposición a situaciones traumáti-
trata de un trastorno de la personalidad específico proveniente de cas tanto en la infancia como en la adultez. Para este autor, la ale-
un contexto psicosocial empobrecido, con un bajo nivel de instruc- xitimia es una interrupción en el desarrollo de afectos que implica
ción y un creciente desvalimiento simbólico y social. Por este moti- incapacidad para sentir satisfacción y placer. El proceso alexitímico
vo, la problemática concreta que presentan los adolescentes y sus determinado por factores psicosociales, puede ser transitorio y va-
familias no puede ser abordada solo por tratamientos psicológicos riable en intensidad. Se conoce como alexitimia secundaria. La ale-
ortodoxos basados en la técnica de interpretación del Inconcien- xitimia también se asocia a contextos socio-económicos desfavo-
te sino que se necesita de un abordaje psicodinámico que incluye rables y con bajos niveles de instrucción (Cerezo 1988). El concepto
la dimensión familiar y transgeneracional. Otro dato relevante en de alexitimia se investigó en diversas poblaciones pero aún no se
esta población es la presencia de patologías orgánicas severas que cuenta con un instrumento que ofrezca fiabilidad y validez para su
fueron referidas por los propios pacientes durante las entrevistas medición. La Escala de Toronto es la que brinda mayor solidez para
clínicas. El hallazgo clínico de vínculos intergeneracionales caracte- la investigación clínica (Montalvo; Yárnoz 1994).
rizados por la desafectivización y el desconocimiento del otro, junto
con el relevamiento de un alto índice de enfermedades somáticas Descripción de la Técnica Escala de Alexitimia (UBA) TAS (mo-
nos llevó a indagar acerca de los niveles de Alexitimia presentes en dificado)
esta población. A continuación hacemos referencia a los mencio- Se utilizó la Escala de Alexitimia de Toronto, (Taylor y cols. 1985)
nados procesos somáticos y presentamos los resultados obtenidos adaptada por M. Casullo (1990). Es una técnica autoadministrable
mediante la aplicación de la Escala de Alexitimia de Toronto (TAS) que consta de 26 ítems, 11 positivos y 15 negativos, se responde
de acuerdo a una escala tipo Likert que consta de tres opciones:
IV Procesos Somáticos “Generalmente, sí”; “A veces”; “Nunca, no”. Se evalúa: 1) capaci-
Entre las numerosas situaciones traumáticas a las que se encuen- dad para distinguir sentimientos de sensaciones corporales.2) ca-
tra expuesta la población consultante se destaca la presencia de pacidad para comunicar sentimientos.3) ensoñaciones diurnas.4)
procesos somáticos severos y crónicos referidos en el proceso psi- pensamiento orientado al exterior. La evaluación incluye ítems di-
codiagnóstico por los adultos. Es importante señalar que el grupo rectos e inversos. Se obtiene un puntaje diferenciado para varones
de madres y/o familiares asistidos es una población joven cuyo y mujeres. Se considera alexitimia el puntaje mayor a 65
promedio de edad es de 35 años. Entre las afecciones somáticas Muestra: 27 madres y/o familiares de adolescentes con alta vul-
referidas se encuentran enfermedades cardíacas, arritmias, síndro- nerabilidad psicosocial que completaron el dispositivo GTFP en el
mes hipertensivos, accidentes cerebro-vasculares, lupus, celiaquía, conurbano bonaerense.
síndromes metabólicos y endocrinológicos, lumbalgias, artrosis, Resultados: 63% obtuvo puntajes no significativos de alexitimia,
afecciones respiratorias y procesos quirúrgicos de urgencia rela- el 26% mostró probable alexitimia. Sólo el 11% presentó puntaje
cionados con malestares gastrointestinales. Asimismo, es significa- indicador de alexitimia. Se hallaron discordancias en algunas res-
tiva la presencia de síntomas asociados a Sida-HIV. Estos procesos puestas que evalúan el mismo factor. Así, el 88% de la muestra
somáticos se correlacionan con los altos índices de somatización afirmó que reconoce por qué llora aunque al mismo tiempo admitió
obtenidos en el Cuestionario Symptom Checklist- SCL-90R. El 75% tener dificultades para expresar con palabras sus sentimientos. Un
del grupo de madres y/o familiares evaluados presentan una pun- 50% mostró discordancia entre su afirmación de que soñar “nun-
tuación compatible con indicadores de riesgo en la dimensión So- ca” es perder el tiempo con el ítem donde aseveran que “nunca”
matización de dicho Cuestionario. El 25% restante también refiere se ponen a soñar” El 23% refirió tener sensaciones que no pueden
malestares relacionados con disfunciones corporales y dolor físico explicar con palabras.
pero su puntuación no presenta niveles de riesgo.
VI CONCLUSIONES
V Concepto de Alexitimia En este trabajo se cotejaron algunos indicadores clínicos y la pre-
El concepto de Alexitimia, Sifneos (1973) se define como: dificul- sencia de un alto índice de enfermedades somáticas observadas
tad para identificar y expresar sentimientos, con empobrecimiento en las historias vitales de 27 madres y/o familiares responsables de
174
adolescentes con alta vulnerabilidad psicosocial con los resultados BIBLIOGRAFÍA
obtenidos en la Escala de Alexitimia de Toronto. Las historias vita- Balint, M. (1969) “La Falta Básica” Editorial Paidós
les fueron relevadas e interpretadas desde el marco conceptual de Casullo, Páez (2000) “Cultura y alexitimia” Paidós
la teoría psicoanalítica. Entre los datos más significativos referidos Cerezo, P. (1988) “Aspectos teóricos, clínicos y evaluación de la alexitimia”
(Psiquis)
por la población asistida se encuentra la exposición a situaciones
Fonagy, P. (1999) Persistencias Transgeneracionales del Apego: una nueva
traumáticas desde la primera infancia y el desvalimiento simbóli-
teoría. Revista de Psicoanálisis. Aperturas Psicoanalíticas, nº 3
co. Por lo tanto, la organización del yo presenta fallas relacionadas
Freud, S. (1895[1950]) “Proyecto de Psicología para neurólogos” AE I
con su estabilidad y su cohesión interna. Otra característica clínica Green, A. (1973) “Narcisismo de vida, narcisismo de muerte” Amorrortu
de esta población es la construcción de vínculos intersubjetivos editores (1986)
signados por la desafectivización y el desconocimiento del otro. Kerneberg, O. (1973) “Trastornos Graves de la Personalidad” Editorial El
La presencia de los mencionados indicadores clínicos junto con Manual Moderno. México
el hallazgo de un 75% de procesos somáticos severos y crónicos Krystall (1988) “Alexithymia and Psychoterapy” Am J Psychoterapy 33: 17-31
llevó a indagar los niveles de alexitimia en esta población. Los Lebovici, S. (1993). “On intergenerational Transmission: From Filiation to
resultados obtenidos en la Escala de Alexitimia permiten colegir affiliation” Infant-Mental-Health Journal; Win. Vol. 14 (4); pp. 260-272.
que solo el 11%de la población obtiene puntajes significativos de Lusiardo, M., Rodrigo, M. (1992) “Alexitimia como Constructor de la Per-
alexitimia. La discrepancia entre la presencia de indicadores clíni- sonalidad: Concepto, Clínica, Etiología y Enfoque Terapéutico” Salud
Militar Vol.30 n°1 Año 2011 pp 48-52 Dirección Nacional de Sanidad
cos y somatizaciones compatibles con procesos alexitímicos y los
de las FF.AA (Uruguay)
resultados arrojados por la técnica específicamente diseñada para
Marty, P., M. Uzan (1962) “El pensamiento operatorio”, Revista de psicoa-
su evaluación, nos lleva a concluir, por un lado, que en la población
nálisis, vol. XL n°4 1983.
evaluada la presencia de alexitimia no está relacionada con un Montalvo; Yárnoz (1994) “Alexitimia, Concepto, Evaluación y Tratamiento”
rasgo de personalidad sino que se trata de un estado transitorio Psicothema, vol. 6 n° 3 pp 357-366
y de intensidad variable ligado a causas de origen psicosociales Quiroga, S. (1998) “Adolescencia: del goce orgánico al hallazgo de objeto”.
(alexitimia secundaria). Por otro lado, es importante señalar que Eudeba
las discordancias mencionadas más arriba podrían asociarse a Quiroga, S., Paradiso, L., Cryan, G., Moreno, C. & Auguste, L. (2003): “La
diversos factores: 1) fallas en la comprensión debido al bajo nivel vincularidad en grupos paralelos de terapia focalizada para adolescen-
de instrucción 2) a la intención de cumplir sin reflexionar acerca tes tempranos con conductas antisociales y sus padres”. Memorias de
de lo solicitado dado que la situación de evaluación está impuesta las X Jornadas de Investigación: “Salud,educación, justicia y trabajo.
por terceros y llegan derivados sin un motivo de consulta propio Aportes de la investigaciónen Psicología”. Universidad de Buenos Ai-
res, Facultad de Psicología
3) el contexto de alta vulnerabilidad psicosocial en el que habitan
Quiroga, S.; González; Pérez Caputo (2003) “Prevención de la deserción a
condiciona la información brindada por temor a quedar expuestos
la consulta psicológica. Inclusión de nuevas técnicas para favorecer
ante organismos gubernamentales y/o policiales. En este sentido,
la eficacia terapéutica.” Memorias de la X Jornadas de Investigación.
la población evaluada muestra discrepancia con otras investiga- Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología. Tomo I pp. 66-68
ciones en las que se concluye que existe una mayor presencia Quiroga, S.; Cryan, G. (2005b) “Estudio Sociodemográfico y Epidemiológico
de alexitimia en contextos socio-económicos desfavorables y con de una Población de Adolescentes en Riesgo Psicosocial”. Memorias
bajo nivel educativo. La investigación presentada se inscribiría en- de las XII Jornadas de Investigación.
tre las observaciones científicas que afirman que la alexitimia no Quiroga, S.; Cryan, G. (2006) “Estudio de la Construcción Mental de los
ha podido ser cuantificado de forma objetiva porque se carece de Vínculos Intergeneracionales en el Abordaje Psicoterapéutico Grupal
un instrumento de medición adecuadamente confiable y válida. de Adolescente con Conductas Antisociales” Cuadernos de Psiquiatría
del niño y el Adolescente
Sánchez, O.; Ledesma, R. (2009) “Análisis Psicométrico del Inventario de
Síntomas Revisado (SCL-90) en Población Clínica” Revista Argentina
de Clínica Psicológica XVIII. http://www.redalyc.org ISSN 0327-6716.
Sifneos, P. (1973) “The prevalence of “Alexithymic” characteristics in psycho-
somatic symptom formation” Psychoterapy and Psychosomatics, n° 22
175
DIAGNÓSTICO MATERNO COMO INDICADOR DE
RIESGO DE PSICOPATOLOGÍA ADOLESCENTE EN
CONTEXTO DE VULNERABILIDAD PSICOSOCIAL.
RORSCHACH Y VIÑETAS CLÍNICAS
Quiroga, Susana Estela; Duarte, Cecilia Yanina
Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN INTRODUCCIÓN
En el marco del Proyecto UBACyT 2014-2017 “Análisis de Proceso En este trabajo se analizan protocolos Rorschach administrados
y Resultados de Terapia Grupal Focalizada para Familias con Alta a madres que acompañan a sus hijos a tratamiento, en el marco
Vulnerabilidad Psicosocial”, se administra el Test de Rorschach en del Proyecto UBACyT “Análisis de Proceso y Resultados de Terapia
madres derivadas a tratamiento por problemas de conducta de sus Grupal Focalizada para Familias con Alta Vulnerabilidad Psicosocial”
hijos a fin de establecer sus características psicológicas. En este implementado en el Programa de Psicología para Adolescentes UBA
trabajo se analiza el diagnóstico alcanzado con la evaluación de dirigido por la Prof. Dra. Susana Quiroga. Numerosas investigacio-
este Test y viñetas del discurso de 5 madres, de acuerdo a catego- nes empíricas internacionales analizan la relación entre la presen-
rías establecidas por Otto Kernberg para BPD. El objetivo propuesto cia de sintomatología materna y la patología de sus hijos (Fritsch,
es conocer si la patología materna es factor de riesgo de Psico- Montt, Solfs, Pilowsky, Rojas, 2007; Calam R., Jones S., Sanders M.
patología adolescente, a fin de considerarlo en la planificación de Dempsey R., Sadhnani V., 2012; Dunsmore J., Booke J., Ollendick T,
tratamientos eficaces y eficientes orientados a adolescentes y sus 2013). Kernberg (2005) considera que en la estructura de persona-
familias. Se confirma la importancia de considerar este diagnóstico lidad de los padres es posible reconocer indicadores de riesgo de
a pesar de la multiplicidad de factores que determinan la Patología Psicopatología Adolescente: abuso sexual, físico, verbal y emocio-
Adolescente. nal, negligencia y/o amenaza de abandono de figuras parentales.
Esto es corroborado en estudios nacionales (Quiroga, Cryan, 2005b;
Palabras clave 2009, 2012d) y también internacionales (Krug, Dahlberg, Mercy,
Madres, Factor de riesgo, Patología adolescente Zwi, Lozano, 2003; Spilsbury, Kahana, Drotar, Creeden, Flannery,
Friedman, 2008; Pederson, Fite, 2014). Por otra parte, importantes
ABSTRACT estudios empíricos confirman el condicionamiento del BPD materno
MATERNAL DIAGNOSIS AS A RISK INDICATOR OF ADOLESCENT en la aparición de sintomatología adolescente (Reinelt E., Stopsack
PSYCHOPATOLOGY IN A CONTEXT OF PSYCHOSOCIAL VULNERABI- M., Aldinger M., Ulrich I., Grabe H. J., Barnow S., 2014; Petfield
LITY, RORSCHACH AND CLINICAL VIGNETTES L., Startup H., Droscher H., Cartwright-Hatton S., 2015; Schuppert
In the framework of the UBACyT Project 2014-2017”Process Analy- H., Albers C., Minderaa R., Emmelkamp P., Nauta M.; 2015). Ahora
sis and Results of Group Therapy Focused for Families with High bien, al considerar el diagnóstico materno no se desestima la im-
Psychosocial Vulnerability”, the Rorschach Test is administered in portancia de las “series complementarias” freudianas para abordar
mothers who were referred to treatment for behavioral problems la complejidad de Trastorno adolescente, simplemente no es propó-
of their children in order to establish their Psychological charac- sito de este trabajo analizar estas variables.
teristics. In this work we analyze the diagnosis reached with the
evaluation of this Test and the speech vignettes of 5 mothers, ac- PATOLOGÍA ADOLESCENTE, DIAGNOSTICO MATERNO Y
cording to categories established by Otto Kernberg for BPD. The RORSCHACH.
aim of this study is to know if maternal pathology is a risk factor Braconnier A. y Marcelli D. (2005) establecen que el Trastorno de
for adolescent psychopathology, in order to consider it in the plan- Conducta Adolescente presenta continuidad en la personalidad
ning of effective and efficient treatments destinated to adolescents adulta antisocial. Este trastorno reconocido en el DSM IV y puede
and their families. It is confirmed the importance of considering this diagnosticarse antes de los 15 años a partir de la presencia de
diagnosis despite the multiplicity of factors that determinates Ado- por lo menos 3 indicadores: faltas injustificadas al colegio, expul-
lescent Pathology. sión por mala conducta, delincuencia, fugas nocturnas, mentiras
frecuentes, promiscuidad sexual, embriaguez o abuso reiterado de
Key words drogas, robos, actos de vandalismo, nivel escolar inferior a lo es-
Mother, Risk Factor, Adolescent Pathology perado de acuerdo al coeficiente intelectual estimado, violación de
reglas de buena conducta en la escuela, incitación a peleas. Cabe
considerar que al carácter impulsivo de estas conductas subyace
176
el desarrollo deficitario del yo característico del BPD (Kernberg O.; Caso 2. Mirta (35 años) y Julián (16)
1979). Masterson J., Risley D., Giovacchini P. (1989) estudian el Julián es derivado debido a las ausencias al colegio, mal rendi-
impacto del rol materno en el desarrollo de patología BPD ado- miento escolar y las dificultades de su madre para controlarlo. En el
lescente y coinciden en corroborar la frecuente aparición de igual tratamiento nos informan que consume sustancias tóxicas alentado
diagnóstico en madres de estos pacientes. A propósito del análisis por las “malas juntas”. La madre comenta respecto a su tarea en
que a continuación realizaremos con madres de pacientes en tra- la crianza. “Traté de ser una madre diferente con Juli, no quería ser
tamiento, cabe considerar que Knigth R., Rappaport D., (1960) y como mi mamá. Ella era bipolar, tenía un trastorno de personalidad
Kernberg O. (1979) valoran especialmente las técnicas proyectivas grave. Quedó embarazada a los 15 años y le buscaron un hombre
para el diagnóstico BPD, ya que en entrevistas clínicas puede no de 35 años para que se case. Cuando se iba a casar a él lo mató
verse alterada la organización formal del pensamiento. Especial un camión. Mi abuelo que era policía la hizo abortar. Después vivió
relevancia otorgan al Test de Rorschach debido a su carácter ines- en distintos lugares y a los 19 años queda embarazada de mi. Fui
tructurado y el esfuerzo yoico que produce responderlo, además un nacimiento no querido porque tendría que haber sido el bebé
de la posibilidad que ofrece a la emergencia del proceso prima- abortado. Después se empezó a prostituir en mi casa. Para dejar de
rio, trastornos en el pensamiento, en el área afectiva y vincular. El prostituirse tuvo una plantación de marihuana en mi casa. Juli no
funcionamiento yoico es considerado de fundamental importancia paso por eso, el padre se drogaba pero ya no vive con nosotros. Yo
para el diagnóstico BPD (Kernberg, 1979) y a fin de establecer un trabajo todo el día para que no falte nada, para pagar el alquiler, los
recurso diagnóstico objetivo se utilizará en este trabajo, para cono- remises… Yo le digo ´Tenes toda la libertad del mundo podes ir a
cer esta función, la Escala de Funciones Yoicas de Realidad (EFYR, donde quieras, creo que no tenés nada que decirme´. ”
Passalacqua; 2010).
El BDP es considerado por Kernberg (1979) una estructura es- Caso 3. Fernanda (45 años) y Beatriz (17 años)
table con rasgos diferenciales a la neurosis y psicosis. Es po- Beatriz es derivada debido a las frecuentes discusiones y peleas
sible diagnosticarlo a partir de la aparición de 3 elementos: (1) con sus compañeras, y el bajo rendimiento escolar. La mamá
Predominio de defensas primitivas como la escisión del self agrega que en su casa es frecuente que presente momentos de
y del objeto, identificación proyectiva, renegación de la realidad angustia, crisis de llanto y enojo donde rompe objetos y su mi-
externa e interna, idealización y devaluación. En estos cuadros rada se vuelve “brutal por lo violenta”. Agrega: “Bea a los 8 años
patológicos, como consecuencia de la falla en la integración de tuvo purpurina emocional, ella no podía transmitir lo que le pasaba.
los afectos y representaciones de sí mismos, y al predominio de la Tuvo varias crisis de pánico que la llevaron estar internada en un
agresividad como defensa del self y objetos ideales, se construye Neuropsiquiátrico, pensaron que era esquizofrenia. Cuando tenía
un sistema defensivo rígido, centrado en la escisión y los men- algún problema con los chicos de la escuela se quedaba en casa
cionados mecanismos de defensa. (2) Difusión de identidad, la angustiada. Ella tenía mucho miedo a mi enojo. Yo a mis dos hijos
falla en la integración del concepto de sí mismo impacta en el mayores les pegaba y ellos hacen ahora lo mismo con sus parejas
establecimiento de vínculos íntimos con personas significativas y se agarran de los pelos o a cachetazos. Mi mamá me pegaba con
dificulta la capacidad de comprensión empática. (3) El paciente un cinto y mi papá también. El papá de los chicos también me
no presenta alteraciones en el criterio de realidad, a diferen- lastimaba por eso lo eché. En mi familia mi papá golpeaba a mi
cia de lo que ocurre en las psicosis. mamá. Beatriz no paso por esas cosas a ella nunca le pegamos,
discutimos cuando llega tarde o porque pelea con sus amigos pero
VIÑETAS CLINICAS no hay golpes.”
Caso 1. Mariana (33 años) y Ariel (13 años)
Llegan a tratamiento debido a que Ariel inicia a peleas cargando a Caso 4. Gladys (42 años) y Cristal (14 años)
sus compañeros. La situación se agravó cuando el padre de una De la escuela es derivada Cristal debido a problemas de conducta,
alumna agredida ingresó al colegio e intentó golpearlo. Dice Maria- en clases no obedece a los docentes, se ve involucrada en peleas
na: “Desde primer grado Ariel no copiaba la tarea, molestaba a los que terminan a golpes con sus compañeras. Los docentes conside-
compañeritos, escribía la mesa… pero esas eran cosas de chicos. ran que con frecuencia “miente”. Gladys agrega que vía Facebook
Es porque era hijo único, a lo mejor le faltó disciplina. Yo le hacía se vincula con hombres mayores de edad. Dice: “A Cristal no la
las tareas, la maestra me decía que no lo haga pero las hacía igual. puedo controlar, me la paso diciéndole ´Mamita, no te metas en
Después siguió así, se distraía y no copiaba por eso fue a Psico- problemas, no te pelees’ y no sirve de nada. Los vecinos me cuen-
pedagogo. Creo que se distraía porque quería terminar para ir al tan que la ven en la calle un día con uno y al otro con otro. Hace
recreo. Ahora empuja a los compañeros, tira papelitos y los chicos poco me dijo que iba a un cumpleaños aca en el barrio y después
le empiezan a pegar, pero es normal eso es común en un colegio. la madre de la chica me llamó para que la busque porque estaba
Si a él le pegan, responde en seguida. Lo miran mal y no le gusta. borracha en la casa. Encima uds. vieron como se viste, parece de
Creo que siente que la maestra tiene rechazo hacia él, lo trata mal. Constitución. La otra vez nos encontramos con el amigo ese con el
Me parece que los maestros tienen que tratar mejor a los chicos, que se me escapó, con el que estuvo ella sin conocerlo. Como us-
ellos son sensibles. A esa nena (alumna agredida) le dijo algo de tedes me dijeron que no la deje salir entonces yo fui con ella y mis
sus dientes, según el padre, pero él dijo que no lo hizo.” hijos a la plaza para no dejarla sola y ellos estuvieron ahí un rato…
porque sino digo “Ay!! Pareciera que tuviera todo en contra de ella”.
177
Caso 5. Laura (32 años) y Enrique (11 años) (Caso 5) Enrique llega a tratamiento entre otros motivos porque no
La derivación se realiza porque el niño está distraído en clase, no cumple con los quehaceres escolares, su madre cuenta que pesar
realiza las tareas ni en clase ni en su casa y da inicio a peleas con de esto “pusieron” una tele en su cuarto, sin evaluar que esta deci-
compañeros que terminan a golpes. Laura agrega que le robó di- sión le brinda más oportunidades para estimular las distracciones.
nero para repartirlo en la escuela, “Pusimos una tele en su cuarto NEGACION: Mariana (Caso 1) a pesar de recibir la derivación por
y le dijimos que si se porta bien la dejábamos sino se la sacamos. la institución escolar a donde concurre su hijo, quien estuvo en
Yo trabajo en el negocio y subo a ver si hizo las cosas y veo que no grave riesgo de ser golpeado por un adulto, niega los problemas de
las hace, no hace la cama, pregunto si está prendida la tele y dice conducta de Ariel. Naturaliza sus transgresiones en la escuela, el
que no pero esta prendida. Me miente. Con la computadora pasaba mal comportamiento y la irresponsabilidad, diciendo que esas son
lo mismo hasta que la sacamos. En la escuela está un poco mejor a “cosas de chicos” y agrega que es “normal y común en el colegio”
lo que era antes que se la pasaba insultando y se enojaba, aunque tener conflictos con los pares y resolverlos a golpes.
todavía se olvide de llevar las tareas y los útiles. Con mi marido la PROYECCIÓN: Mariana (Caso 1), al ser informada por los docentes
cosa esta más tranquila, aunque el otro día que salí con los chicos sobre las reacciones de su hijo (golpes y maltrato a compañeros)
estuvo atendiendo el negocio borracho otra vez. Cuando llegue y lo considera que “la maestra tiene rechazo hacia él, lo trata mal” es-
vi tuve que calmarme porque me empieza agredir con la palabra. tos adultos “tienen que tratar mejor a los chicos, porque ellos son
Pero lo que más me molesta es lo que dice que Enrique, me dice: sensibles”.
“Mira parece puto” cada vez que baila. Y yo no sé… porque mi hijo IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA (Caso 4) Gladys a pesar de afirmar
hace esos movimientos, yo tengo duda de que le pasa.” que “no puede controlar” a Cristal y reconocer las situaciones de
grave riesgo en las que se involucra su hija vinculándose con dis-
ANALISIS DE RESULTADOS: RORSCHACH Y DISCURSO MATERNO tintos muchachos y hombres mayores, considera que debe darle
Las viñetas presentadas, corresponden a la derivación escolar de libertades y acompañarla porque si no lo hace la adolescente senti-
pacientes adolescentes que presentan conductas de alto riesgo, y ría que “esta todo contra de ella”: La madre se identifica con la hija
se encuentran inmersos en contextos de violencia, delincuencia y en lugar de tomar decisiones que protejan a Cristal. (Caso 5) Laura
vulnerabilidad psicosocial. Sus madres fueron evaluadas a través relata que su pareja “agrede con la palabra” y refiere un comen-
del Test de Rorschach en el marco del tratamiento psicológico tario realizado a Enrique, su hijo en relación a su forma de bailar:
de los adolescentes. Cabe señalar que a pesar de las caracte- “Mira parece puto”. Este comentario produce un “efecto de duda”
rísticas singulares de cada uno de los protocolos maternos, fue porque ella “no sabe que le pasa” a su hijo. La confusión representa
posible unificar un criterio diagnóstico a través de la aplicación la manera en que la madre hace uso de las palabras del hombre
de la Escala de Funciones Yoicas de la Realidad (EFYR) que evalúa para depositar un afecto negativo en el adolescente.
la Prueba, Adaptación y Juicio de Realidad. La utilización de esta DEVALUACION: Gladys, mamá de Cristal (Caso 4) dice que sus ve-
escala permitió comprobar un funcionamiento yoico deficitario cinos le comentan que la joven de 14 años está “un día con uno y
en las 5 madres evaluadas, viéndose especialmente afectada la otro con otro” muchacho, dice que a su hija “no la puede controlar”.
PRUEBA DE REALIDAD, que indica deficiente inhibición del proce- Y que encima “parece de Constitución”, denigrándola y proyectan-
so primario y la inadecuada diferenciación yo-no yo. Se concluye do aspectos hostiles por su forma de vestir llamativa e inapropiada
de la evaluación global del Test de Rorschach que las madres para su edad.
presentan cuadros BPD.
A continuación se presentan las viñetas seleccionadas para ilustrar DIFUSION DE IDENTIDAD
aspectos de las categorías diagnósticas establecidas por Otto Ker- Es denominador común en las historias maternas que los vínculos
nberg para BPD. más íntimos se vean deteriorados. Sin embargo Fernanda (Caso
3) refiere el deterioro vincular que afecta a toda su familia: su hija
PREDOMINIO DE DEFENSAS PRIMITIVAS ahora en tratamiento, temía por su “enojo”. Ella era una madre
IDEALIZACION: (Caso 2) Mirta relata su triste historia familiar, los golpeadora que maltrataba a sus hijos mayores, éstos mantienen
padecimientos de su madre y los descuidos que sufrió en la niñez. relaciones violentas con sus esposas. Además recuerda Fernanda
Dice que intentó ser “una madre diferente” con su hijo consumidor que el padre golpeaba a su madre y a ella, del mismo modo que lo
de sustancias tóxicas y con deficiente rendimiento escolar. En plan hizo su primer esposo.
de “ser diferente” a su madre, Mirta desempeña su rol de manera
intachable (ideal) y le da a su hijo “toda la libertad del mundo”, sin AUSENCIA DE ALTERACIONES EN EL PRINCIPIO DE REALIDAD
imponer responsabilidades ni límites. Las mamas evaluadas desarrollan una vida orientada a resultados
DISOCIACION: (Caso 4) Cristal manifiesta conductas de alto riesgo, concretos. Algunas llevan a cabo una actividad laboral, general-
debido a la violencia que protagoniza junto a sus pares y porque se mente empleo informal, que les permite colaborar con la economía
vincula con hombres adultos a través de Facebook. Su madre con del hogar. También ejecutan tareas de cuidado familiar y rutinas
intención de cuidarla le dice que “no se meta en problemas”, sin cotidianas: respetan horarios y rutinas, acompañan a controles mé-
embargo no cumple las consignas del terapeuta. Su hija “sale” con dicos y organizan alguna actividad recreativa. Su conducta en ge-
distintos jóvenes y ella la acompaña en uno de estos encuentros neral no presenta alteraciones, ni es un obstáculo para vincularse
sin considerar que esto contradice la recomendación terapéutica. con otros de manera consensuada.
178
CONCLUSIONES Masterson, J.F., Rinsley, D. B. (1975). The borderline syndrome: the role
La heterogeneidad de formas clínicas que incluyen los cuadros BPD, of the mother in the genesis and psychic structure of the borderline
requirió establecer a la EFYR como criterio para unificar los 5 casos personality. The International Journal of Psychoanalysis. London. The
presentados de madres evaluadas a través del Test de Rorschach. Institute of Psychoanalysis.
Masterson, J.F., Rinsley, D. B., Giovacchini, P., Lobel, L., Lulow, W., Lu Cos-
Luego de la administración de dicho Test y del análisis de resulta-
tello, J., Stone, M. (1975) Adolescentes borderline . Nueva Visión. Bue-
dos de la escala mencionada fue posible confirmar el diagnostico
nos Aires. Argentina.
BPD. De este modo, coinciden estos resultados con investigaciones
Mercy, J., Butchart, A., Farrington, D. , Cerdá, M. (2002) Primer Informe
nacionales e internacionales que establecen la presencia de indi- sobre la violencia y la salud. pp. 25-55. Organización Mundial de la
cadores de riesgo en la estructura de personalidad de padres de Salud- OMS
adolescentes con Psicopatología. También se reconoce la necesi- Passalacqua, A., Simonotto, T., Alvarado, M., Nuñez, A., Gherardi, C., Castro,
dad de continuar el relevamiento de casos para elaborar resultados F., García, A. Boustone, A., Mussoni, A., Piccone, A. (2010). Efecto de
concluyentes, aunque es posible anticipar el valor de considerar las migraciones sobre el potencial suicida y las funciones yoicas de
el diagnóstico materno a fin de planificar acciones preventivas y la realidad. Revista de Psicología Nro. 12. Pág. 170-191. Instituto de
terapéuticas, eficaces y eficientes, en contextos de vulnerabilidad Investigaciones de la Facultad de Psicología. Universidad de Buenos
psicosocial. Estimamos que un estudio profundo de “factores de Aires. Argentina.
riesgo” debe incluir las “series complementarias freudianas” y la Pederson, C.A., Fite, P.J. (2014). The Impact of Parenting on the Associa-
tions Between Child Aggression Subtypes and Oppositional Deiant Di-
dinámica familiar. Por último confirmamos la eficacia de la aplica-
sorder Symptoms. Child Psychiatry Human Development. 2014 Feb 6.
ción del Test de Rorschach en ámbitos pluriculturales, alentando su
doi: 10.1007/s10578-014-0441-y
utilización dada su riqueza diagnóstica, confiabilidad y precisión.
Petfield, L., Startup, H., Droscher, H., Cartwright-Hatton, S. (2015). Paren-
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y técnica Nº 588.
179
SIGNIFICANTE Y PADRE EN UN NIÑO DE 9 AÑOS
Salas, Adrian
Universidad de Buenos Aires. Argentina
180
La función del AT, no es colocarse solamente como cuidador del sí. Que elija de jugar a lo que quiera. Entonces le sugiero si quiere
niño o adolescente, sino en pesquisar información que pueda servir jugar al Yenga y accede amablemente. El niño siempre cuenta que
para brindar al resto de los profesionales del sector. le va muy bien en la escuela, que tiene buenas notas y lo que mas
Muchos de estos datos, pueden ser volcados a modo de informe le gusta son sus clases de plástica. Cuando se le pregunta si tiene
que luego se adjuntará a la historia clínica del paciente, siempre pensado que va a ser cuando sea grande, responde que va a ser
que el psicólogo ó psiquiatra lo requieran. director de cine y que va a filmar películas de superhéroes y para
La información que en la sala de juegos se obtiene es muy variada. adultos, mientras se ríe.
Desde la elaboración de juegos con el niño ó la integración de jue- Como siempre insiste que tiene gran habilidad para dibujar se lo
gos grupales con otros niños ó el desarrollo de dibujos ó lo que el invita a dibujar y dice que sí. Se le pregunta si quiere copiar algun
niño quiera contar de él, ó de su entorno familiar. motivo que haya en los libros ilustrados de la sala o prefiere imagi-
En algunos casos también pueden verse características sintomá- nar alguna escena. Dice, sin duda, que prefiere imaginar.
ticas, que quizás, dentro de la entrevista clínica, no se manifieste. Entonces comienza, comenzamos, a dibujar. Obviamente cada uno
(ejemplo: alucinaciones en una niña). en su hoja, ya que AT y paciente dibujan. Algo de la particularidad
El dispositivo es un preámbulo cargado de datos y de información del dispositivo se pone en juego. El AT no sólo invita a poner en jue-
que el AT puede brindar y que luego se ampliará en la terapia del go el dispositivo sino que pone el cuerpo para que esto se produz-
paciente. ca, palabra y cuerpo para que algo se produzca. Es una invitación a
que algo se produzca.
El punto 2 del trabajo, esta basado en una viñeta clínica planteada a Gastón rápidamente dibuja un robot con espada y escudo. Le pre-
través de una intervención dentro de la sala de juegos. gunto si lleva algún nombre y me dice que se llama RPAA, toda una
sigla y que significa: robot perfecto asesino de asesinos.
Gastón consulta al hospital por un intento de suicidio y un supuesto
diagnóstico de esquizofrenia. Quiso matarse, según palabras de su Entonces se le pregunta: ¿Si mata a los asesinos como lo consi-
madre, por sentir culpa del maltrato que ejercía sobre su hermana deraría?
menor. El niño tiene nueve años y su hermana seis. El niño lo define como un intermedio porque a pesar de matar a
Su entorno familiar está constituido por su madre, que siempre lo los malos, en el fondo mata y asesina. Hay un registro bien claro
acompaña en cada consulta, su hermana menor y su abuela. de vida y muerte. Se pueden ver bien claro una instauración de
regulaciones sociales.
Actualmente no vive con su padre. La madre decidió separarse por
situaciones de violencia y el niño tiene un recuerdo ambivalente El AT le pregunta: ¿A quien mato el robot, ya que en el dibujo está
de su figura paterna. Por un lado lo recuerda con mucho temor, al sólo? Entonces el niño dibuja una cabeza en una estaca clavada
punto del miedo y de una gran admiración por ser una persona que y un cuerpo ardiendo por el fuego. Cuenta que el robot le cortó la
sabe dibujar muy bien, según las palabras de Gastón. cabeza y la clavó en una estaca y el cuerpo fue prendido fuego,
Cuando se le pregunta por el padre responde que no lo ve porque pero el brazo del cuerpo no fue tomado por el fuego. Algo quedó
esta lejos, pero que lo recuerda con especial afecto. por fuera.
El padre, según las palabras de la madre tiene un pasado ligado al A lo que agrega que es un robot que llora y le dibuja una lágrima
consumo de sustancias y de violencia. La madre queda embaraza- cayendo del ojo. Es un robot, pero que siente dolor por lo que hace.
da de Gastón a muy temprana edad y luego del nacimiento de su
hermana menor, decide separarse, producto del ambiente hostil y Se puede observar como algo del cuerpo quedo por fuera del al-
viajan a Buenos aires junto a su abuela materna. cance del fuego. Freud menciona en su texto, Tótem y tabú, dos
Las primeras veces que el niño viene a la sala se integra rápida- postulados acerca del padre: El padre vivo y el padre muerto. En
mente a la dinámica del dispositivo. Espera, comparte, dialoga con términos lacanianos, el padre real y el padre simbólico. Luego del
otros niños, invita. Hay un claro registro del otro. banquete totémico o sea luego de la matanza y devoración del pa-
En el ámbito de la sala se dirige rápidamente a los juegos de mesa dre. A los hermanos los invade un sentimiento de culpa, miedo por
y autos de carrera. la represalia y posterior angustia por ello. A modo de poder sacarse
Un día cuando ve al AT cuando éste llega a la institución, se acerca de encima la responsabilidad por la muerte. Lloran producto de
a saludarlo, le dice que hoy le tocaba venir al hospital y que la se- ello, la muerte en su nombre. Continuando hacen una celebración
mana pasada no pudo venir. conmemorando a éste padre. Freud nos dice que algo del padre
Gastón es un niño inteligente de lenguaje fluído, le gustan mucho muerto no es digerido, no puede ser devorado.
las películas e historietas de superhéroes. La consulta en el hos- Se interpreta por medio del dibujo una escena edípica en dónde el
pital era por un intento de suicidio en el cual Gastón producto del cuerpo de ese padre simbólico no es del todo alcanzado por el fue-
maltrato que éste realizaba sobre su hermana sentía pena por sus go. No es un detalle menor que aquello no alcanzado sea un brazo
acciones y decide ante la mirada de su madre, decir que se quiere en el caso de un padre con antecedentes de violencia.
matar, porque no tolera lo que hace. Puede verse como por medio del dibujo algo de la tramitación de
Una mañana viene a la sala de juegos. Se lo ve alegre, de buen ese padre estaba significándose en el niño. Es cierto también que
ánimo, entusiasmado. Le propongo si quiere jugar y me dice que algo del sentimiento de culpa por la violencia sobre la hermana
181
podía estar dándose en las lágrimas de ése robot, pero se orienta BIBLIOGRAFÍA
el análisis en un sentido que aparece una cabeza y un cuerpo. Lo Freud, S., Obras completas. Tomo XIII: Tótem y tabú, Amorrortu editores,
despedazado de ese cuerpo. Buenos Aires, 1978.
Freud dice en su texto que luego de la muerte del padre y la consti- Lacan, J., El seminario. Libro 3: “Las psicosis”, Paidós, Buenos Aires, 1984.
Lacan, J., El seminario. Libro 5: “Las psicosis”, Paidós, Buenos Aires, 1984.
tución del tótem vía una acción mítica. Los miembros, o los herma-
nos del tótem, en ocasiones especiales matan a éste animal para
rendir tributo. Comen su carne y beben su sangre haciendo caso
omiso a la época primitiva de ése padre de la horda. En muchos de
los casos los miembros del linaje, bailan, gritan y visten sus pieles
imitando al animal totémico.
Desde una mirada lacaniana hay una identificación a los significan-
tes que vienen del otro. En éste caso del padre. Hay significantes
a los cuales el sujeto queda fijo, como puede ser la violencia. La
diferencia que se sucede en Gastón, es algo de lo singular. Algo de
lo intolerable ante esta identificación. Puede verse como el sujeto
queda presa de los significantes que vienen de ese otro y no puede
reaccionar de otro modo más que con angustia y con un deseo de
decir de querer matarse.
El robot era el justiciero que venía a aplacar el mal en esta serie
familiar, pero era un robot que sentía y lloraba por sus actos. Mien-
tras había algo de ese padre real, en el cuerpo que ardía que no
podía ser tramitado, que no logra ser alcanzado por el fuego. Freud
va a volver a mencionar que siempre hay algo del padre real que no
puede ser digerido. Un hueso duro difícil de roer.
En términos lacanianos se podría argumentar que algo de lo real
resiste a la simbolización. Insiste en no simbolizarse. Es aquello que
insiste pero que no puede ser simbolizado. En el caso de la neurosis
eso no tramitado, retorna en modo de angustia o en formaciones de
síntomas, en muchos casos. En el dibujo retorna en modo de llanto,
de sentimientos que vencen a la armadura dura, a esa piel rígida,
sistemática y objetiva del robot. En definitiva es un robot que vence
al programa con el cual fue creado y le otorga carácter de sujeto.
Algo en la contingencia deviene sujeto.
Es un robot que en definitiva nos habla en clave fálica y con inscrip-
ción del nombre del padre.
182
LA TRANSFERENCIA NEGATIVA:
EL CASO DEL HOMBRE DE LAS RATAS
Scandalo, Rosana; Giles, Isabel
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Mar del Plata. Argentina
183
can lo positivo de la transferencia se limita a mirar con buenos ojos, Desde este punto de vista, la desconfianza que surge en la transfe-
en cuanto a la transferencia negativa esta se reduce a no sacar rencia negativa, si bien parece arruinar los fundamentos misma de
el ojo de encima, estar atento, vigilar, poner a prueba, sospechar. la experiencia tiene en común con la confianza, la anticipación. En
Justamente es a partir de la sospecha que podremos captar algo de este sentido se deja leer en la clínica y nos puede dar indicios para
la transferencia negativa. pensar su evolución en el transcurso de la cura.
La sospecha, es una creencia sustentada en la desconfianza. “En Pero también en el seminario XX introduce una diferencia entre
este sentido la paranoia presenta el estado más desarrollado de la amor y odio. En el amor la imagen cubre la naturaleza del objeto en
transferencia negativa, porque no solamente el Otro comienza por tanto el odio en su búsqueda del ser deja de lado las apariencias.
ser sospechoso sino que el sujeto concluye con la certeza de que el El amor engaña como postula en el seminario XI; engaña sobre
Otro tiene malas intenciones con él”[ii] la naturaleza del objeto. En la experiencia analítica el analista se
Pero si nos acotamos a la neurosis; donde la creencia no es toda, presenta como ser, como colmado de su falta de ser, como objeto
o no es certeza; la sospecha es también un saber; “un saber no agalmático y precisamente “… un odio, un odio consistente, es
demostrable, porque no se dispone de pruebas y es tanto más in- algo que se dirige al ser, al ser mismo de alguien…el a es sem-
sistente por ese motivo”[iii] blante de ser.. y al final del Capítulo “El saber y la verdad” Lacan se
La sospecha, en tanto creencia sustentada en la desconfianza, se termina preguntando ¿Tener el a, es el ser?”[vi]
contrapone al vínculo de confianza que se establece con el analista
a sus capacidades supuestas, sus credenciales, etc. Y es lo que Del Historial
lleva a afirmar a Lacan en “La agresividad en psicoanálisis” que la Con respecto al Historial del Hombre de las ratas observamos que
transferencia negativa es nudo inaugural del drama analítico. “Que- cuando llega a la consulta ya hay un inicio de transferencia a partir de
remos evitar una emboscada, que oculta ya esa llamada, marcada la lectura de “Psicopatología de la vida cotidiana” donde el paciente
por el patetismo eterno de la fe, que el enfermo nos dirige. Implica encuentra en “unos raros enlaces de palabras”[vii] un saber que le
un secreto. Echate encima-nos dicen-este mal que pesa sobre mis va a suponer a Freud no sobre cualquier cosa sino sobre el deseo
hombros; pero tal como te veo, ahíto, asentado y confortable, no inconciente, que gobierna sus propios “trabajos de pensamiento”
puedes ser digno de llevarlo”[iv] En la primera sesión dónde Freud le propone la asociación libre habla
Apenas se establece la relación analítica, relación de supuesta de lo que denomina su primera gran conmoción en la vida: cuando
confianza, sin embargo inmediatamente el analista se vuelve sos- era adolescente un estudiante mayor que él le ofrece su amistad lo
pechoso. Un analista comentaba del comienzo de su experiencia que eleva su sentimiento de sí al punto que podía creerse un genio
como analizante que tenía la fantasía de hacer la prueba de contar para luego descubrir que sólo había trabado amistad con él para con-
sus dolencias a varios analistas para comprobar como cada uno iba seguir el acceso a la casa porque en realidad estaba interesado en su
a interpretar cosas diferentes. Esta dimensión del engaño, el temor hermana y a él terminó rebajándolo como a un idiota.
de que el analista se deje engañar, la desconfianza acerca de su Luego prosigue, como repentinamente, hablando del comienzo de
infalibilidad, están presentes desde el comienzo aunque esté más su vida sexual en la infancia con las gobernantas y relata que “De
o menos expresado. repente escuché, de la conversación de las muchachas, que la se-
Si captamos la transferencia negativa a partir de la sospecha trans- ñorita Lina decía: “Con el pequeño es claro que uno lo podría hacer,
formada casi en certeza, podemos tomar la sospecha como una pero Paul” (yo) “es demasiado torpe, seguro que no acertaría”[viii].
respuesta a la interpretación como tal; es decir como una respuesta No entendí con claridad a qué se referían pero sí entendí el menos-
al mensaje de desvalorización que viene del Otro. precio y empecé a llorar.
Interpretar es decir al sujeto “Tú no sabes lo que dices”, en ese Teniendo en cuenta lo que establece Lacan cuando dice que es
sentido toda interpretación puede comunicar un mensaje de des- del receptor del mensaje, en forma invertida, de donde el mensaje
valorización, de desuposición de saber. proviene; Miller postula el estado de sospecha, así como toda una
¿Si al que se le supone saber se lo ama al que se le desupone el sa- serie de manifestaciones hostiles que se definen como transferen-
ber se lo odia? En el seminario XX hay referencias donde al amor y cia negativa, como una respuesta al mensaje de desvalorización
al odio como pareja se mantienen vigentes. Lacan reemplaza el tér- que proviene del Otro.
mino ambivalencia al que califica de bastardo por el de “odioena- Tomando como referencia la transferencia en su doble vertiente del
moramiento” y menciona también la crítica que de su escrito “La significante y del objeto; vemos avanzar al paciente en la produc-
instancia de la letra” hacen unos autores “En cierto modo, puedo ción de ciertos significantes, de cierto saber pero con la resistencia
decir que a lo que leer respecta nunca fui mejor leído: con tanto del obsesivo tras la muralla de la duda en cuanto a otorgar con-
amor. Desde luego, como se demuestra por el desenlace del libro, fianza al analista. Múltiples son los ejemplos: en el apartado d el
es un amor del cual lo menos que puede decirse es que no deja de paciente sostiene y argumenta que la idea obsesiva e insoportable
evocar su gemelo habitual en la teoría analítica”[v]¿Es entonces de la muerte de su padre no es un deseo; Freud intenta conducirlo a
la desuposición de saber la condición de una buena lectura? Es aceptar que no sólo está el enunciado de ese significante “mi padre
sabido que en la historia del pensamiento las polémicas referidas debe morir”[ix] sino que él está implicado en la enunciación de ese
a la desuposición de saber pueden hacer progresar el saber. ¿La significante, es decir, le interpreta “Tú lo has dicho”
transferencia negativa en el análisis preludia la puesta en juego de En ocasión de poder situar el comienzo de severos auto reproches
la inexistencia del Otro? por la muerte del padre en el comentario que hace un tío en el
184
velorio de su esposa: “Otro maridos se lo permiten todo Y yo he de Freud a una muchacha que se había cruzado en la escalera y
vivido sólo para esa mujer!”[x] dónde él supone que el tío hace que le había atraído. Imagina entonces, que Freud era tan paciente
referencia a su padre y ponía en entredicho su fidelidad marital. El con él sólo porque lo deseaba como yerno, a raíz de lo cual se re-
reproche aparece ante el deseo de matar al padre por sus faltas, presentó la nobleza y riqueza de Freud al nivel que tenía por ideal.
como resistencia a enfrentar la inconsistencia del padre. Dice Bruto Pero contra esto se opuso su no extinguido amor por la dama. Por el
sobre César en Shakespeare: “Porque César me amó, lloro por él; duro camino de la transferencia pudo ubicar la analogía entre esta
porque fue afortunado regocíjome, porque fue valiente, lo venero; fantasía y la realidad objetiva pasada. Un sueño de este periodo
más porque fue ambicioso lo maté”[xi] Dice Freud “Muestra luego, ilustra este momento: “El ve ante sí a mi hija, pero tiene dos em-
en la sesión siguiente, gran interés por mis exposiciones, pero se plastos de excremento en lugar de ojos….la traducción es: se casa
permite alegar cierta duda: ¿Cómo en verdad puede producir efecto con mi hija no por sus lindos ojos sino por su dinero”[xviii]
curativo la comunicación de que tiene razón el reproche, la con- Vemos acá la plana instalación de la neurosis de transferencia dón-
ciencia de culpa?”[xii] de el analizante le supone siempre al analista algún deseo que va
Es por la vía del significante que Freud llega a pesquisar el ocasio- a transformar en una demanda dirigida a sí mismo; en este caso
namiento de la enfermedad: “nuestro paciente mencionó al pasar “quiere que me case con su hija”. La neurosis de transferencia se
un episodio en el que yo debí discernir el ocasionamiento de la instala cuando se engendra la dependencia del sujeto con respecto
enfermedad, o al menos la ocasión reciente del estallido, 6 años al deseo del analista. Pero en el obsesivo, la dependencia, como
atrás”. Freud resalta que el paciente no tenía “vislumbre ninguna señala Lacan en el seminario 5, dispara la fantasía de no poder
de que acababa de presentar algo sustantivo: no podía acordarse sustraerse del Otro, que lo goza.
de haber concedido valor a dicho episodio, pero por otra parte nun- Freud realiza una construcción a partir de escenas que trae el pa-
ca lo había olvidado”[xiii] ciente (su onanismo tardío, la figura del padre como interdictor del
La prehistoria familiar ubica la posición de la madre criada en el goce) donde le dice que él ha cometido algún desaguisado sexual
seno de una familia rica industrial y la del padre, beneficiándose entramado con el onanismo y recibió del padre una sensible re-
con esta unión: producto de la misma trabajó en esa empresa ob- primenda. Como saldo de esta construcción el paciente refiere un
teniendo un acomodado pasar. Los padres tenían una muy buena relato de su madre acerca de un suceso de su primera infancia:
relación conyugal y bromeaban acerca de una mujer pobre y linda siendo el muy pequeño hizo algo que enojó (mordió a alguien) al
a la que el padre cortejó antes del matrimonio. Lacan hace hinca- padre recibiendo una paliza de su parte. Mientras esto ocurría, pre-
pié en que “…el padre fue suboficial al comienzo de su carrera y sa de una ira terrible insultaba al padre, pero como no conocía aun
que siguió siendo muy suboficial, con la nota de autoridad, pero palabras injuriantes, recurrió a nombres de objetos; “Eh tú, lámpa-
algo irrisoria, que esto entraña. Cierta devaluación lo acompaña de ra, pañuelo, plato” El padre sorprendido dejó de pegarle y expreso
modo permanente en la estima de sus contemporáneos”[xiv] la frase: “Este chico será un gran hombre o un gran criminal”[xix]
Recordemos que el paciente refería haber tenido una relación ex- Lacan recuerda la idea freudiana del trauma sexual infantil en el
celente con su padre, quien era un hombre afectuoso y compañero. obsesivo, en relación a un plus de satisfacción, ”El sujeto ha tenido
Coincidían en todo menos en un punto: su interés por la muchacha un papel activo y ha obtenido placer”(H de las R). “No hay duda de
amada, justamente por la posición social y económica de la misma. que el obsesivo tiende a destruir su objeto”. Así lee Lacan la agre-
Cuando habla del tema, el padre le dirige las siguientes palabras: sividad del obsesivo. El castigo puso fin al onanismo pero también
“No era prudente…solo conseguiría ponerse en ridículo”[xv]. Esta dejo como secuela un perdurable rencor hacia el padre, fijándolo
negativa del padre adquiere máxima eficacia en el conflicto afectivo. como perturbador del goce sexual.
Tras la muerte del padre la madre le comunica al hijo el plan fa- La emergencia de la hostilidad reprimida hacia el padre solo puede
miliar: un casamiento conveniente con una joven de familia rica, acontecer por el doloroso camino de la transferencia, momento de
unión que beneficiaria su futuro profesional. Esta idea “encendió el presentificación de la transferencia negativa. El odio a Freud, sus-
conflicto: si debía permanecer fiel a su amada pobre o seguir las tituto paterno, puesto en acto en la transferencia, permite recons-
huellas del padre y tomar por esposa a la bella, rica y distinguida truir la escena de la paliza, y así establecer el nexo con lo infantil.
muchacha que le habían destinado”[xvi]. Resolvió el conflicto entre Freud indica que los obsesivos tienen “esa aptitud para torcer la
su amor y la voluntad del padre, enfermando, o mejor dicho, se lógica, argumentando una y otra vez” contra la fuerza probatoria,
sustrajo de la tarea de solucionarlo cayendo en la enfermedad. en este caso, del relato construido y no recordado. Límite de la vía
Nuevamente esta intervención de Freud fue rechazada por el pa- significante que reclama otro modo de intervención. Estas inves-
ciente, pero paulatinamente va surgiendo en la cura lo que Freud tiduras libidinales toman por objeto al analista: sueños, fantasías
denominó “un difícil y oscuro período de tratamiento”[xvii] justa- diurnas y ocurrencias en las que insultaba a Freud y a su familia “de
mente lo que empieza a emerger es la dimensión del objeto con la manera más grosera y cochina” y al mismo tiempo la reacción
su opacidad. Lo que se representaba por vía del significante pasa frente a sus propios dichos: Como es posible profesor, que usted
a presentarse en la escena analítica: insultos, agresividad; puesta se deje insultar por un tipo puerco, por un perdido como yo?[xx]
en acto (agieren) de lo olvidado por la vía de la acción más que del “Mientras profería esas injurias, se levantaba del diván. Se sustraía
recuerdo. Esto que rechaza por vía del significante se ve obligado a de la proximidad del analista por la angustia a recibir un golpe de
reconocerlo “por el doloroso camino de la transferencia” su parte. Matriz estructural de su relación al Otro, reeditada en el
Resalta una fantasía de transferencia: había designado como hija vínculo con el analista.
185
Para concluir NOTAS
Una primera cuestión a concluir es que la transferencia negativa [i] Miller, Jacques-Alain “La transferencia negativa”, Ed. Tres Haches, Bs.
se deja leer desde el inicio igual que la transferencia positiva, es As., 2000. Pág. 78
más, es conveniente tratar de escuchar esos indicios para pensar [ii] Ídem, Pág. 19
[iii] Ídem, Pág. 16
su evolución en el transcurso de la cura.
[iv] Lacan, Jacques “La agresividad en Psicoanálisis” en “Escritos 1”. Ed.
La transferencia negativa pone en evidencia la objeción del sujeto
Siglo veintiuno, Bs As 1988. Pág. 99
frente a la falla del Otro, en forma de reproches, recriminaciones o
[v] Lacan, Jaques: “El Seminario: Libro 20: Aún” Ed. Paidós, Bs As. 1998.
reivindicaciones dirigidas a un sujeto del que se sospecha que no Pág 80
sabe (desuposición de saber) o que goza de saber; es como una [vi] Idem. Págs. 120/121
anticipación defensiva frente a la barra del Otro. El odio del H. de la [vii] Freud, S.: Obras Completas X, Amorrortu editores. Bs As. 1998 Pág.
ratas frente a las fallas de su tan suboficial padre que luego pone 127
en acto en la transferencia con Freud. [viii] Idem Pág. 129
La transferencia negativa está relacionada con el odio y con el ini- [ix] Idem Pág. 142
cio de la cura a diferencia de la reacción terapéutica negativa que [x] Idem Pág. 139
está relacionada con el masoquismo y su perpetuación al final del [xi] Idem Pág. 143
análisis. El amor y el odio, la afectividad manifestada en la escena [xii] Idem Pág. 140
[xiii] Idem, Pág 154
analítica nos afectan y complican, pero sin embargo, promueven el
[xiv] Lacan, J. “intervenciones y textos 1” “El mito individual del neurótico”
progreso del análisis.
Ed. Manantial. Bs As, 1993 P. 43
Como plantea Freud, el fenómeno resistencial es inhibidor del
[xv] Freud, S. Obras Completas X Amorrortu editores. Pág. 158
proseguir de la cura … sin embargo no debe ser ahuyentado o [xvi] Idem Pág 156
desviado: “es una situación por la que atraviesa la cura, que debe [xvii] Idem Pág 157
ser reorientada a sus orígenes inconscientes” El manejo de esta [xviii] Idem Pág. 157
situación es altamente complejo, esa dificultad “se lleva a cuestas [xix] Idem Pág. 161
“ y tendrá como meta “descubrir la elección infantil de objeto y las [xx] Idem, Pág. 164
fantasías que trae urdidas”
Como intentamos marcar en nuestro recorrido, la posición que cada BIBLIOGRAFÍA
analista ocupa en una cura permite el desarrollo del pulsionar pató- Freud, S. “Obras Completas Tomo X” “A propósito de un caso de neurosis
geno del paciente, metáfora de la palestra que representa nuestro obsesiva” Amorrortu editores, Bs. As. 1998.
lugar de objeto en la transferencia. Para que se modifique el estado Freud, S. “Obras Completas” Tomo XII “Trabajos sobre técnica psicoanalíti-
ca” Amorrotu editores, Bs. As. 1993
patológico, es necesario hacer entrar lo pulsional en la cura y esa
Lacan, J. “La agresividad en Psicoanálisis” en “Escritos 1”. Ed. Siglo vein-
puerta de entrada es la transferencia, ahí donde el analista es to-
tiuno, Bs As 1988.
mado como objeto.
Lacan, J. “El Seminario: Libro 20: Aún” Ed. Paidós, Bs As. 1998.
¿Cómo interviene el analista en este momento de máxima inten- Lacan J. “El seminario: Libro XI: Los cuatro conceptos fundamentales del
sidad libidinal, de conmoción subjetiva, en donde el odio y la des- psicoanálisis”. Ed. Paidós, Bs As. 1999.
confianza ganan la escena? ¿Cómo operar con la desconfianza de Miller, J.-A. “La transferencia negativa”, Ed. Tres Haches, Bs. As., 2000.
la infalibilidad del Otro, SSS? La maniobra de Freud traza una ope-
ratoria: ser soporte del odio apasionado, sostener, prestarse como
objeto a fin de posibilitar el trabajo de reelaboración y así intervenir
en la vertiente más real de la transferencia, la que se anuda a la
satisfacción pulsional.
186
AMOR DE TRANSFERENCIA: LA FRUSTRACIÓN DE
AMOR PUESTA EN ACTO EN LA ESCENA ANALÍTICA
Scandalo, Rosana; Giles, Isabel
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Mar del Plata. Argentina
187
pecto al marido, influye sobre él para alejarlo de la hija en la que cual la niña regresa al complejo de masculinidad…”
veía una rival. Prefería a los hermanos y a los hombres en general, ¿Qué ocurre en el caso de la JH? El nacimiento del hermano es la
observa Freud, así como el trato desamorado para con su única prueba de que aquello que se había prometido no se cumplió: la
hija mujer. En cuanto al padre, lo describe como excesivamente promesa del hijo que debía ser recibido del padre no se cumple,
dócil hacia su mujer, se deja apartar de su hija. Su actitud es de un en tanto el hijo es el que el padre le da a la madre y no a ella. Una
enérgico rechazo a la conducta desapropiada de su hija. madre con quien desde siempre reinaba el desencuentro. Esta vi-
La muchacha no demanda nada ni es una enferma. Se somete al vencia traumática determina entonces el desencadenamiento de la
ensayo terapéutico por sus padres, “no quería causarles una pena homosexualidad. La dama viene a ocupar el lugar de lo que a ella le
así”. Dice Freud al respecto: “No podía yo vislumbrar la actitud in- falta. Por eso Lacan va a plantear que hay una obturación de la fal-
conciente que se ocultaba tras ella. Lo que después salió a luz en ta, una renegación (“desestimación de su feminidad”, dice Freud)
este punto influyó sobre la conformación de la cura y su prematura y a sostener la constelación perversa en la conducta mostrativa
interrupción”. Expresa su amor por esa mujer sin que esto le oca- de la joven. Lo que demuestra que “el motor de esta perversión
sione más problemas que los familiares. De hecho, señala Freud, es un amor estable y reforzado por el padre”. Identificada al padre
expresaba con total sinceridad que no podía considerar más amor ama a la dama por lo que no tiene produciéndose así una altera-
que el dirigido a esa dama hacia quien su posición era viril. Recuer- ción por frustración de amor: “Cuando un objeto que simboliza el
da el tipo masculino de elección de objeto que ya había descripto: el amor es reclamado legítimamente por el sujeto y no es donado,
amor cortes, sobrestimación del objeto, humildad y falta de preten- este reaparece en el yo como reivindicación narcisista”. Estragos
siones, renuncia a toda satisfacción narcisista, fantasía de rescatar narcisistas provocados por la positivización del objeto que debió
a la amada. pasar al inconciente.
Freud considera seriamente ese intento de suicidio, pasaje al acto ¿Cómo se juega esta novela familiar en el tratamiento? ¿Qué con-
acontecido seis meses antes. La coyuntura del mismo fue la si- secuencias transferenciales conlleva esta frustración amorosa?
guiente: la muchacha se mostraba en compañía de la cocotte a Desde el Historial de Dora (Freud, 1905) Freud advierte el nexo en-
la vista de todos, recorriendo los circuitos de su padre. Es así que tre transferencia y repetición presentando la idea crucial del de-
un día pasó lo inevitable, el encuentro con éste. Este encuentro sarrollo de la cura: el analista es llamado a ocupar la posición de
con la mirada furiosa del padre, y las palabras de su amiga: “No recibir las investiduras transferenciales del paciente. Se coloca en
debemos vernos más”, aduciendo no querer problemas, complican el analista algo que no es del analista: un saber no sabido sobre
fuertemente la situación de la joven, quien se arroja a las vías del lo propio. En el Epílogo explica que esas transferencias son reedi-
tren, salvándose de milagro. El famoso “dejarse caer”, que permite ciones, recreaciones de las investiduras libidinales y fantasías que
situar las coordenadas del pasaje al acto: identificación al objeto a en el análisis se manifiestan y se dirigen a la persona del analista,
como resto. Pierde su lugar en la escena, cae al mundo. como sustituto de un vínculo anterior con otra persona. Asimismo
La actuación como modalidad de respuesta ubica, por un lado Freud se encuentra con el obstáculo transferencial: la vertiente de
la dificultad transferencial, al tiempo que orienta el sentido de la la repetición en tanto actuación. Al no poder advertir Freud su lugar
mostración dirigida al padre. ¿Qué representa el acting out previo en la transferencia, Dora actúa (agieren) un fragmento de sus fan-
al pasaje al acto? ¿Qué implican esos recorridos provocativos por tasías en lugar de recordarlo, abandonando la cura.
los caminos del padre en compañía de la dama? Desafía al padre Este fenómeno clínico le permite a Freud escribir entre otras obras
mostrándole que se puede amar a alguien por lo que no se tiene, los Escritos Técnicos, ubicando el anudamiento entre transferencia,
mostrándole un tipo de amor desinteresado, ese amor que el padre repetición y neurosis de transferencia. Freud articula la repetición
le ha negado, el don del amor. a la puesta en acto de lo olvidado en la relación transferencial. La
En efecto, Freud reconstruye la historia libidinal de la paciente, aun- compulsión de repetición es la manera de recordar: la sustitución
que como dice, el tratamiento haya llegado a los “preparativos del del recordar por el actuar descubierta por Freud diez años antes y
viaje”, sin poder avanzar a la segunda fase. Volveremos sobre este articulada en este texto, adquiere el estatuto de experiencia inelu-
problema. dible en el devenir de la cura.
Retomando entonces el recurso mostrativo de la joven, éste tiene El amor o el odio que irrumpe en la transferencia complica la po-
una causa: la decepción de la promesa edípica, “la frustración de sición del analista y sin embargo, promueve la cura. Como plantea
amor”. A la edad de 16 años nace un hermano, acontecimiento que Freud, fenómeno resistencial, inhibidor del proseguir de la cura que
deja consecuencias libidinales cruciales. Recordemos el papel del sin embargo no debe ser ahuyentado o desviado: “…situación por
padre en la salida edípica femenina: la niña entra en el Edipo, nos la que atraviesa la cura, que debe ser reorientada a sus orígenes
dice Freud, cuando puede tomar al padre como objeto de amor, inconcientes”. El manejo de esta situación es altamente complejo,
“Resigna el deseo de pene y lo sustituye por el deseo de hijo”. Y en esa dificultad “se lleva a cuestas “ y tendrá como meta “descubrir
este proceso, la función del padre como soporte de esta apuesta es la elección infantil de objeto y las fantasías que trae urdidas”.
decisiva: el amor al padre y el amor del padre. Sabemos el valor del La Transferencia es amor que se dirige al saber y también es la
vinculo de amor en la mujer, por esta vía se liga al falo que no tiene; puesta en acto de la realidad sexual del inconciente. Dos direccio-
y también de las graves consecuencias cuando se pone en juego nes que para Lacan ordenan el recorrido del amor a la transferencia
la pérdida de amor. “Si esta ligazón-padre tiene que resignarse por y a la posición deseo del analista. “La transferencia es un fenó-
malograda, puede atrincherarse en una identificación-padre con la meno que incluye juntos al sujeto y al psicoanalista”, siendo este
188
fenómeno esencial, ligado al deseo como fenómeno nodal del ser pregunta Lacan en el Seminario de la Transferencia qué evita que
humano. Es de destacar que Lacan habla de fenómeno en relación el analista vaya al grano con sus pacientes, tomarlo en sus brazos
a la transferencia, que no es privativo al análisis. La transferencia o tirarlo por la ventana; no una supuesta neutralidad, no que esos
no es repetición en el sentido dado, por ejemplo, a una formación deseos no lo habiten, sino estar poseído por un deseo más fuerte,
del inconciente, sino fenómeno de reproducción o de actualización el deseo del analista.
de un modelo anterior de relación del sujeto con el Otro. El amor Con respecto a los sueños Freud distingue los dos deseos presen-
de transferencia no es el retorno de un antiguo amor al padre ya tes en estos sueños hipócritas: el deseo conciente y el deseo in-
reprimido. Como el amor infantil, el amor transferencial es la puesta conciente de agradar. En el Seminario 4 Lacan plantea la distinción
en acto de una demanda narcisista. entre lo que el sujeto introduce en un sueño, que corresponde a
Lo expuesto hasta aquí, nos ubica en el centro de la escena el pro- nivel inconciente y el factor de la relación dual debido a que cuando
blema del amor y la transferencia cuenta este sueño en análisis se dirige a alguien. En este senti-
Cómo habíamos señalado con anterioridad. Freud divide el proceso do digo yo que un sueño producido durante un análisis comporta
del análisis en dos y lo compara con un viaje, los preparativos y el siempre cierta dirección hacia el analista y esta dirección no es
viaje en sí mismo. En los preparativos que permitieron reconstruir obligatoriamente la dirección al inconciente.”. Y continúa plantean-
la historia libidinal de la paciente, la actitud de la misma era cola- do que el contenido inconciente se pone en juego en estos sueños
borativa, con una marcada participación intelectual y una notable “Esta es, a la entrada del Edipo, o mientras no se resuelva el Edipo,
tranquilidad de ánimo. Mostrando la posición de amo que infiere la promesa en la que se basa la entrada de la niña en el complejo
allouch de la biografía de la JH. Ella ama como un amo. Es decir, de Edipo. Este es el origen de la posición y en el sueño se articula
que en este análisis se elaboraba un saber, pero sin dejar marca ya una situación que satisface la promesa”. En efecto, son sueños de
que es en el viaje propiamente dicho que el paciente se apropia del unión, de conjugo, matrimonio fecundo. Freud no toma el texto del
material y mediante el trabajo experimenta el cambio interior que sueño al pie de la letra, ve el intento de engaño, de ilusionarlo y
se pretende alcanzar. Dice Freud: “Una vez que la enfrenté con una desilusionarlo. Se niega a correr el riesgo de ser abandonado por
pieza de la teoría, de particular importancia y que la tocaba muy la joven y la deja caer. Rompe la transferencia al interpretarla. Los
de cerca, manifestó con inimitable acento: “Ah! Esto es muy, pero sueños cesan y el análisis también.
muy interesante”, como una dama de mundo que es llevada por un Otra de las conclusiones que podemos extraer es que la dirección
museo y mira a través de sus monóculos unos objetos que le son de la cura que pone en primer plano la interpretación de las fanta-
por completo indiferentes”. sías corre el riesgo de dejar al analista en un atrapamiento imagi-
Freud advierte que lo que la retiene en esa fría reserva es la ven- nario y desatender a lo pulsional que está en juego provocando una
ganza contra el padre, es decir que tras el interés que declara al irrupción de esto último que conduzca por ejemplo a una interrup-
principio de no dañar a sus padres se ocultaba la actitud de des- ción del tratamiento.
pecho y de venganza. En ese punto se le aclara a Freud el lugar Vamos a insistir con lo que ya señalábamos en el Historial del Hom-
transferencial que estaba llamado a ocupar: ”Transfirió a mi esa bre de los lobos: Lo que dice Freud en el párrafo final de “Recordar,
radical desautorización del varón que la dominaba desde su desen- repetir y reelaborar” “En la práctica, esta reelaboración de las re-
gaño por el padre” y toma la decisión de interrumpir el tratamiento sistencias puede convertirse en una ardua tarea para el analizado y
y derivarla a una analista mujer. en una prueba de paciencia para el médico. No obstante, es la pieza
Aún así señala una ocasión donde se revela en extremo debilita- del trabajo que produce el mayor efecto alterador sobre el paciente
da, el originario, apasionado enamoramiento por el padre y dónde y que distingue el tratamiento analítico de todo influjo sugestivo. En
llega a vislumbrar los esbozos de una transferencia positiva. Es la teoría se la puede equipar a la abreacción de los montos de afecto
ocasión dónde la paciente trae sus sueños engañosos: ellos antici- estrangulados por la represión, abreacción sin la cual el tratamien-
paban la cura de su inversión, expresaban su júbilo y confesaban la to hipnótico permanece infructuoso”. La reelaboración produce el
añoranza del amor por el hombre y el deseo de tener hijos. Y lanza máximo efecto alterador, ¿de qué?: de la dimensión pulsional. Para
la siguiente interpretación: esos sueños eran mendaces y tenían el que se modifique el estado patológico, es necesario hacer entrar lo
propósito de engañarlo como lo hacía con su padre. pulsional en la cura y esa puerta de entrada es la transferencia, ahí
El amor transferencial se puso en escena: Freud denuncia un en- donde el analista es tomado como objeto. Probablemente si Freud
gaño, pero lo desarma. Su posición transferencial lo implicaba en hubiera aceptado ese lugar, aunque desafiante, hubiera abierto la
el lugar del padre. Sin embargo, rechaza ese lugar.¿ Por qué no posibilidad de que esa joven lo tome a él como objeto, soporte de
aceptó esta jugada que la transferencia le proponía? Evidentemen- esa transferencia.
te porque irrumpe un fantasma, en este caso del analista, que no es También la reelaboración de la neurosis de transferencia nos con-
objeto de este trabajo analizar (Allouch en “La sombra de tu perro” voca a la paciencia en términos de Freud, cuando del agieren del
formula algunas hipótesis sobre el momento que estaba atravesan- paciente se trata, paciencia que quizá sea una forma de nombrar
do Freud) pero sí extraer sus consecuencias: en primer lugar que la el acto del analista.
irrupción en la escena del análisis de este amor transferencial con
la promesa de desafío, despecho y abandono que acarreaba produ-
ce la interrupción del tratamiento. La fantasía contra transferencial
que lo captura le hubiera servido a condición de no actuarla. Se
189
BIBLIOGRAFÍA Lacan, J.: El Seminario, Libro 4 “La relación de objeto” Ed. Paidós Buenos
Allouch, J.: La sombra de tu perro, discurso psicoanalítico, discurso lesbia- Aires, 1996.
no, El cuenco de Plata, ediciones literales, Buenos Aires, 2004. Lacan, J.: El Seminario, Libro 8 “ La Transferencia”, Ed. Paidós Buenos
Freud, S.: “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina, Aires, 2013.
Tomo XVIII, Amorrortu editores, Buenos Aires 1995. Lacan, J.: El Seminario, Libro 11. “Los cuatro conceptos fundamentales del
Freud, S.: “Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica psicoanálisis” Ed. Paidós, Buenos Aires, 1999.
entre los sexos” Tomo XIX Amorrortu Editores, Buenos Aires 1995. Rieder, I. y Voigt, D.: Sidonie Csillag, la joven homosexual de Freud, El cuen-
Freud, S.: “Recordar, repetir, reelaborar” Tomo XII, Amorrortu Editores. Bue- co de Plata, ediciones literales, Buenos Aires, 2004.
nos Aires, 1993.
190
¿NUEVOS ADICTOS?
DIMENSIONES DE LA PREGUNTA
Silva, Benjamín
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
191
adicción, a partir de la cual se crea un personaje, el adicto (1). In- no es posible denominar a un fenómeno bajo esta categoría. En
tentaré una breve presentación de estos ejes que nos permita re- relación a nuestra pregunta inicial, aceptar la existencia de nuevas
correr la pregunta. adicciones, entendidas como raíz del síntoma, implica plantear que
actualmente algo de esta estructura iterativa cambió. Esto se tradu-
La adicción ce, por ejemplo, en que lo que antes no cesaba de escribirse, ahora
La adicción como relación compulsiva entre un sujeto y un objeto cesa. Pero, por definición, lo real/raíz del síntoma es invariante, en
de su cultura, existió siempre. Hay registros históricos de adicción la vida de un sujeto y a través de la Historia. Parece más plausible
en la Antigüedad, al café, el alcohol y el tabaco, pero solamente en sostener que lo que cambian no son las adicciones o el carácter
relación con estas sustancias (Escohotado, 1998). Sin embargo, re- salvaje e iterativo de la pulsión, sino los medios a través de los
sulta interesante notar que las consecuencias de estas adicciones cuales ésta se satisface prescindiendo del Otro, sin mediación del
no presentaban la toxicidad que tienen las actuales. Un ejemplo de trabajo de lo inconsciente.
esta diferencia, que abordaremos más adelante, lo muestran los
reportes de casos de adicción a lo que hoy son sustancias ilegales, El objeto
que a fines del siglo XIX y comienzos del XX no lo eran, donde no La asociación semántica entre los términos “adicción” y “droga” es
aparecen asociadas ni la intoxicación por sobredosis ni la delin- relativamente reciente. En la Antigüedad, el adicctus no definía a un
cuencia (ibid, 1998). Cabe diferenciar el orden de las consecuen- sujeto dependiente de un objeto, sino de otro sujeto en posición de
cias de la adicción, en el que sí se registran variantes culturales, del amo; era el esclavo que caía en ese lugar a consecuencia de lo que
orden de la adicción propiamente dicha, es decir, de su estructura, adeudaba. Por su parte, pharmakon, etimología de droga, designa-
desde la perspectiva del psicoanálisis. ba meramente un tipo de objeto que podía ser a la vez remedio y
En la carta 79 a Fliess, Freud (1897) establece: “Se me ha abierto la veneno. La droga como causa de la adicción es una asociación mo-
intelección de que la masturbación es el único gran hábito que cabe derna, del siglo XIX, derivada de la absorción de este campo -clási-
designar “adicción primordial”, y las otras adicciones sólo cobran camente en manos de la religión y el curanderismo - en el discurso
vida como sustitutos y relevos de aquella (el alcoholismo, morfi- científico (Escohotado, 1998). En ese momento histórico, droga y
nismo, tabaquismo, etc.)” (p. 314). Conceptualizó la adicción como adicción quedan soldadas en una relación estable, cuasi holofrá-
un sustituto de la masturbación, denominada adicción primordial. sica, particularmente visible en las nociones de toxico-manía y
Si la masturbación es la forma primera de satisfacción sexual, y drogo-dependencia/droga-adicción. El nexo entre ambas reside en
ésta tiene una estructura adictiva, habría que pensar entonces que la naturaleza química del objeto, y el catálogo de las sustancias es
algo de la relación compulsiva al objeto es inherente a la actividad sumamente limitado. Por su parte, las adicciones sin droga, como
pulsional. En este sentido, la pulsión funciona como una voluntad la ludopatía, son en aquel entonces, un fenómeno marginal y más
estructuralmente adictiva. bien asociado a una disposición moral: el vicio.
Freud descubre la misma dinámica pulsional -repetición de la Como ya se dijo, es evidente que hay nuevos objetos de satisfac-
compulsión onanista- en la base de las drogodependencias y la ción, mas, de ello no se desprende necesariamente que hay nuevos
manía por el juego, con lo cual el acento de lo adictivo está puesto adictos. Tradicionalmente, era el objeto droga lo que definía el ser
en el tipo de satisfacción que la adicción procura, y no en el tipo de quien lo consumía. Se hablaba -y se habla, aunque cada vez
de objeto al que se fija. Cabe preguntarse si esta dimensión opera menos- de cocainómanos, heroinómanos, alcohólicos. Hasta la dé-
del mismo modo en la época de Freud y en la nuestra. En otras cada de 1980 hubo una variedad limitada de objetos, y la noción de
palabras, ¿las adicciones siguen siendo definidas por la solidez droga denominaba casi exclusivamente a las sustancias ilegales,
de su fijación? pero a mediados de la década se produce un estallido de la noción
Más de 100 años después de la formulación freudiana, J.-A. Miller de droga (Erhenberg, 1991), tras la inclusión del tabaco, el alcohol
(2012) explica que “la adicción es la raíz del síntoma, que está y los medicamentos en la epidemiología de la droga.
hecho de la reiteración inextinguible del mismo Uno. Es el mismo, Esta ampliación se traduce en un estrechamiento generalizado
es decir precisamente no se adiciona. No tendremos jamás el “he de las diferencias entre sustancias psicoactivas, convirtiendo
bebido tres vasos por lo tanto es suficiente”, se bebe siempre el a la droga en una nebulosa conceptual que incluye objetos de
mismo vaso una vez más”. Aquí Miller, Lacan mediante, retoma la efectos diametralmente opuestos. Al ponerse en equivalencia los
definición freudiana de la adicción como satisfacción autoerótica medicamentos, el café, la ayahuasca o la heroína, por nombrar
y la coloca en el fundamento mismo del síntoma. La adicción es, algunas, se disuelve la noción de droga, pues su extensión es casi
desde esta perspectiva, el hueso, el núcleo duro de goce, que no ilimitada. Se convierte en algo tan general, que designa sólo una
cesa de escribirse de manera salvaje, es decir, sin el Otro. Por ello, malignidad química.
nunca es nueva, su estructura es siempre la misma, se trate del Actualmente, se dice – con apoyo en la experiencia clínica – que
mismo vaso, la misma línea de coca o la misma apuesta. todo puede ser objeto de adicción, sea o no una sustancia. La nove-
Si tiene algún sentido seguir operando en la clínica con la noción dad en esta dimensión es permanente, ya que no sólo se sintetizan
de adicción, es precisamente porque siguen apareciendo casos nuevas sustancias con nuevos efectos casi a diario, sino que tam-
en que la relación del sujeto con un objeto está vectorizada por la bién adquieren estatuto de drogas, objetos y actividades aparente-
iteración incesante de lo mismo, sin dialectización alguna con el mente inocuas, como el trabajo y las pantallas. En este sentido, hoy
campo del Otro: es este el rasgo esencial de la adicción, sin el cual el objeto de adicción es metonimizado en un movimiento ilimitado.
192
Vale la pena preguntarse si estos nuevos objetos de adicción here- tes del Otro para orientar su satisfacción.
dan -por decirlo así- las propiedades que antaño portaba la droga, ¿Podemos constatar variaciones actuales del personaje del adicto?
y que actualmente conservan las sustancias ilegales. A mi entender, es posible decir que hay aspectos de esa figura
social que empiezan a desdibujarse lentamente. Como en todas
El adicto las transiciones epocales, conviven vestigios del viejo orden y del
Desde la orientación lacaniana se asumió hace años la premisa de nuevo; la caída del régimen paterno y el avance del discurso capi-
que “el toxicómano -o el adicto- no existe”, esto quiere decir que no talista - procesos correlativos -, coexisten con formas tradicionales
hay una estructura o entidad nosológica autónoma para las enfer- de distribución del poder, con el antiguo orden en los lazos y con
medades del consumo, sino que estas se insertan dentro de los ti- prácticas económico-políticas pre modernas, sobre todo en nuestra
pos clínicos clásicos, al modo de psicóticos, perversos y neuróticos Latinoamérica.
adictos. No hay el universal “adicto” en las categorías lacanianas, Desde que se instala la figura del policonsumidor, el adicto deja de
como Lacan dijo que no hay LA mujer. Una asunción tal implica definirse por su droga de elección -heroinómano y cocainómano,
entonces que cada adicto es siempre un nuevo adicto, o que no hay por ejemplo. Pero la verdadera explosión de la noción social de
nada más distinto a un adicto, que otro adicto (Naparstek, 2008). adicto viene empujada por la aparición epidémica de adicciones
Si se quiere refinar el argumento: no hay adictos, sólo hay usos sin droga: al trabajo, al sexo, a internet, etc. Si la droga era el punto
del tóxico. Nos referimos a lo que se ha denominado como la fun- de referencia de la práctica adictiva y le aseguraba al sujeto una
ción del tóxico, en alusión a la particular relación que establece consistencia en el ser, la deslocalización de la causa, más allá de la
un sujeto con un objeto de la cultura. Esta indica “en cada caso sustancia, deja al personaje del adicto sin referente estable. Adicto
un valor a determinar por la específica conexión entre las varia- pasa a ser meramente el nombre de un exceso; cualquier objeto
bles intervinientes y la constante de las condiciones de goce para puede causar una adicción, luego, adicto es aquel que se excede
ese sujeto, en precisas coordenadas espacio-temporales” (Sinatra, en relación al uso de un objeto. Sucede con “adicto” lo que sucedió
1992, p. 31-2). La función del tóxico, como noción operativa en la con la noción de droga: tan general que no designa más que un
experiencia clínica, desustancializa la categoría socio-psiquiátrica empuje acéfalo.
de adicto, esto es, obliga a dejar de adscribir una sustancia a un ser Me atrevo a pensar que la deslocalización del referente estable-
(el adicto), para precisar el lugar que ocupa en la economía libidinal droga induce una variante del personaje adicto en la cultura, no tan
de un sujeto singular. “Adicto” designa, para el psicoanálisis, una flagelado ni tan oscuro como el gran toxicómano. Consecuencia: el
identificación o un modo de nombrarse, que petrifica el ser del su- par adicción-segregación está cada vez más disjunto. Las granjas
jeto en una estasis, y por lo mismo debe someterse al movimiento ya no se limitan a poblar la periferia urbana, pues se instalan en
dialéctico del análisis. medio de la ciudad. El adicto ha pasado de ser anti héroe a héroe
Tanto los que se hacen llamar adictos como el Otro social, disienten con pleno derecho (cfr. la serie Breaking Bad y todo el merchandi-
con esta posición ética del psicoanálisis. Desde el Otro se hace sing asociado a esta). Es un personaje cada vez menos raro, cada
existir al adicto como una subjetividad socialmente instituida, cuya vez más adaptado, cada vez menos criminalizado, cada vez más
denominación está tipificada, es objeto de predicación y de cuida- legal. Cada vez menos una figura fantasmal. Lejos de encarnar un
dos sociales, y a su vez brinda una identidad a los sujetos capaz fantasma de la marginalidad, aparece sentado en oficinas traba-
de soportar el enunciado ontológico “yo soy adicto”. El adicto cobra jando, vive en familia – incluso algunos consumen con sus hijos - y
existencia social por mor del personaje del adicto. Es una figura de hace de un objeto o actividad cotidiana e inocua, el epicentro de su
menor variabilidad, pero sometida al devenir histórico. Su existen- elección pulsional. El adicto de hoy no necesita transgredir, circula
cia data de hace no más de 160 años, cuando el consumidor com- a plena luz del día y en todos los círculos posibles. Es cuestión de
pulsivo de sustancias deja de ser un agente moral y se transforma comparar cómo el cine figura a sus personajes adictos, buen refle-
en alguien que padece una enfermedad incurable y que demanda jo de su existencia socialmente instituida. Personajes como los de
un exorcismo público (Escohotado, 1998). Una vez instalada la figu- Trainspotting van dejando lugar a los de Shame.
ra del adicto en el escenario social, su imagen ha ido mutando de la En definitiva, si hay algo nuevo en la proliferación epidémica de
mano de los grandes cambios que viera el siglo XX. adicciones sin droga, es el hecho de que las identificaciones con
Ehrenberg (1991) plantea que, hasta el fin de la segunda guerra el personaje del adicto han dejado de cargar con el rasgo deca-
mundial, el consumo de drogas era un fenómeno relativamente dente y desocializado atribuible al toxicómano. Esto sin duda tiene
controlado y limitado a poblaciones específicas (médicos, artistas, consecuencias en los modos de presentación actuales del síntoma,
etc.). Luego se masifica y se convierte en objeto de atención sos- aunque su raíz siga siendo la misma ahora y hace 100 años.
tenida, tornándose paulatinamente en un “flagelo social”. Su insta-
lación definitiva como “flagelo” corre aparejada del decaimiento de
los movimientos sociales y de izquierda en los 70’, y de la profusión
del consumo de heroína en las clases populares, sobre todo en la
década del 80’. Es el momento de consolidación de la imagen del
gran toxicómano, desocializado y decadente, la figura estereotípica
del adicto que todos conocemos, ese que desde nuestra disciplina
ha recibido el adjetivo de “cínico”, por no precisar de los semblan-
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REFERENCIAS Miller, J.-A. & Laurent, E. (2005). El Otro que no existe y sus comités de
(1) Parafraseo la expresión de Hugo Freda en la 15ª clase del Seminario “El ética. Buenos Aires: Paidós.
Otro que no existe…”, p. 307. En Miller, J.-A. & Laurent, E. (2005). El Otro Miller, J.-A. (2012). Leer un síntoma, en Revista Lacaniana de Psicoanálisis,
que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires: Paidós. n° 12. Buenos Aires: Publicaciones EOL.
Naparstek, F. (2008). Introducción a la clínica con toxicomanías y alcoholis-
BIBLIOGRAFÍA mo I, Buenos Aires: Grama ediciones.
Ehrenberg, A. (1991). Individuos bajo influencia. Drogas, alcoholes, medi- Sinatra, E. (1992). Variantes del argumento ontológico en la modernidad. En
camentos psicotrópicos. Buenos Aires: Nueva Visión. E. Sinatra, D. Sillitti, & M. Tarrab (Comps.), Sujeto, goce y modernidad.
Escohotado, A. (1998). Historia general de las drogas. Madrid: Espasa Calpe. Buenos Aires: Atuel.
Freud, S. (1897). Carta 79, en Fragmentos de la correspondencia con
Fliess, Vol. I. Buenos Aires: Amorrortu ediciones.
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LEER EN PSICOANÁLISIS,
UNA CUESTIÓN DE RESPONSABILIDAD
Smith, Maria Celeste
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
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transformado esta frase en slogan, “la última brújula lacaniana” partir de allí es que J. A. Miller justifica la cuestión postulando des-
que orientará en la última práctica. Slogan vociferado! de dónde hablaba Lacan y desde dónde lo hace él de este particular
Señalemos una primera operación de lectura: un recorte! Cuando modo, “vociferando”, como si la mera vociferación atentara contra
el párrafo deviene “slogan” es cercenado de cierto pliegue o matiz la coagulación de un sentido!!!
que sí encontramos en J. Lacan, quien nunca escribió “… todo el
mundo es loco, es decir, delira” sino “… todo el mundo (si es lícita ¿Suena para todos la misma vieja música en la ruta romana?
semejante expresión), todo el mundo es loco...” (Lacan, 1978, 11) A. Miller reconoce como un hecho de transferencia el ubicar aque-
(el subrayado es nuestro). llo que causa un trabajo de pensamiento, la nota principal a partir
Ahora bien, ¿qué es un slogan? Es una palabra o frase corta fácil de de la cual se hace música del siguiente modo: “Y en este todo el
recordar, un lema original e impactante utilizado en distintas pro- mundo es loco, es decir, delira yo escucho la nota fundamental”
pagandas como frase identificativa y para formar confianza. Deriva (Miller, 2011, 13) (el subrayado es nuestro). Pero a continuación
del inglés slogan, cuyo origen etimológico es del gaélico, sluagh- agrega “Entonces decía (…) que hay una orientación”!!!!!. Extraño
ghairm (pronunciado ‘slo-gorm’), donde sluagh significa “ejército” desliz mediante el cual aquello que lo causa, se transforma en una
y ghairm corresponde a “llanto” o “grito”: el “grito de guerra” que, orientación, la que hay, la última, porque hay otras, viejas… Es
podríamos decir con Freud, identifica a una masa. que él lee en Lacan esa vieja nota que había que escuchar en otro
Estas definiciones están en consonancia con lo que Barthes llama momento, al modo de un Hay o no Hay el Nombre del Padre: “Con
“estereotipo”, un lenguaje de repetición que promueve una chatura esta nota desplegaba Lacan todo un aparato simbólico… Entonces
masiva y que es paradigmático de las “instituciones oficiales de la ruta romana muestra claramente una dirección. Y cuando está
lenguaje”, a las que concibe como máquinas repetidoras: “repi- el nombre del padre, esta dirección es unívoca” (Miller, 2011, 13).
ten siempre la misma estructura, el mismo sentido, a menudo las Despleguemos algunos de los problemas y cuestionamientos que
mismas palabras” (Barthes, 2011, 57). De ahí que Barthes piense esta música causada por el ser o no ser neurótico otorgado por el
al estereotipo como un hecho político, como “la figura mayor de la Nombre del Padre nos presentan:
ideología” del cual refiere: “El estereotipo es la palabra repetida ·· Transformar la estructura del lenguaje y la palabra (de la cual el
fuera de toda magia, de todo entusiasmo, como si fuese natural, sujeto es un efecto disruptivo) que Lacan encontraba, por ejem-
como si por milagro esa palabra que se repite fuese adecuada en plo en las psicosis, en permanentes estructuras clínicas! Sintag-
cada momento por razones diferentes, como si imitar pudiese no ma ausente en la obra de Lacan, que a nuestro gusto señala
ser sentido como una imitación: palabra sin vergüenza que preten- un sintomático retorno del ser: o se es psicótico, o neurótico…
de la consistencia pero ignora su propia insistencia…rasgo pal- aunque tal vez perverso.
pable que hace transitar el ornamento inventado hacia la forma ·· Inevitablemente vuelve a las psicosis deficitarias… puesto que
canónica, constrictiva, del significado” (Barthes, 2011, 58). no tienen lo que deberían tener, el Nombre del Padre. Sin embar-
He aquí una repetición insistente que uniría identificando a los go, todos los textos de Lacan al respecto ubican distintos efectos
miembros de un clan. Nos preguntamos si esta insistencia, por más de la forclusión, es decir el modo en que este significante opera,
puntual que el slogan la presente, no acarrea “aires de cosmovi- forcluído del registro Simbólico, con su consecuente efecto suje-
sión”, tal como lo planteara Freud. Recordemos lo que Freud decía to concernido, señalado por aquello que retorna desde lo Real, y
de las cosmovisiones en “Inhibición, síntoma y angustia”: “Yo no no simplemente ausente.
soy en modo alguno partidario de fabricar cosmovisiones. Dejé- ·· Cuando J. A. Miller destaca el despliegue de “todo un aparato
moslas para los filósofos, quienes, según propia confesión, hallan simbólico” pareciera opacar aquello que a nivel tanto imaginario
irrealizable el viaje de la vida sin un Baedeker (se trata de unas como real afecta al sujeto… En esta lectura “sujeto” pareciera
guías turísticas alemanas de la época de Freud) así, que dé ra- solo hacer pareja con “simbólico” y “deseo”, sometidos a la lógi-
zón de todo…todas esas “guías de vida” envejecen con rapidez ca de la interpretación… de ahí que el parletre venga a rescatar
y es justamente nuestro pequeño trabajo, limitado en su miopía, aquello que hace la vida vivible, el goce…
el que hace necesarias sus reediciones; y además, aun los más ·· Y el problema que consideramos central: pensar al significante
modernos de esos Baedeker son intentos de sustituir el viejo ca- del Nombre del Padre como algo unívoco al que puede aplicár-
tecismo, tan cómodo y tan perfecto. Bien sabemos cuán poca luz sele la alternancia de un HAY o no HAY ¿No iguala semejante afir-
ha podido arrojar hasta ahora la ciencia sobre los enigmas de este mación significante y sentido? Una de las tesis fundamentales de
mundo; pero todo el barullo de los filósofos no modificará un ápice Lacan “el significante en cuanto tal no significa nada” desbarata
ese estado de cosas; sólo la paciente prosecución del trabajo que por sí misma tal univocidad. Si el significante, cualquiera sea, en
todo lo subordina a una sola exigencia, la certeza, puede producir cuanto tal no significa nada, entonces ¿podríamos concebir un
poco a poco un cambio. Cuando el caminante canta en la oscuridad, significante que vaya en un sentido y en uno solo, que suponga
desmiente su estado de angustia, más no por ello ve más claro”. una dirección unívoca? Es curioso que Miller deje caer algo que
(Freud, 192, 91). Claramente Freud asesta en la incidencia directa había dicho en 1998 leyendo el Seminario 5: “En definitiva el
sobre nuestra práctica… parece que no se trata de vociferar en la Nombre del Padre es… lo que en el código puede decir que sí al
oscuridad repetitiva del slogan, sino de arrojar alguna luz a partir neologismo. En cambio el código de la máquina solo puede decir:
de un pequeño y miope trabajo, que va a contramano de cualquier Esto se encuentra, esto no” (Miller, 2011, 38) (paradójicamente
cosmovisión… Señalemos la cuestión de la vociferación porque a el subrayado le pertenece a Miller!). Para luego agregar“ (…) no
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habría el más mínimo chiste sin el Nombre del Padre… En cierto sí mismo, será función del discurso analítico ubicar el punto de
sentido, también el Nombre del Padre es un Witz... Quien opera quiebre, la falla que hace lugar al efecto sujeto, que Lacan piensa
esta acogida de la desviación… es el Nombre del Padre” (Mi- a partir del conjunto vacío, horadando cualquier universalidad “es-
ller, 2011, 47). ¿Por qué aquello que J. A. Miller presentara como tructuralmente clínica”! Cuando Lacan sutilmente se pregunta si es
propio del código de una computadora, y que nada tiene que ver lícita la afirmación “todo el mundo” no pone a jugar otro modo de
con nuestro Gran Otro, el que ese significante esté o no esté, agujerear el universal?. Y en todo caso, qué le agrega el “todo el
se trasladó al Nombre del Padre, cuando justamente lo presenta mundo es loco” a por ejemplo “todo el mundo, en cuanto al amor,
como un Witz, que no sólo tiene consecuencias a nivel simbólico, al deseo y al goce, requiere del fantasma”?
fundamentalmente, la de introducir el equívoco, sino también a Destacamos un modo de leer que, en la palabra que se presenta
nivel del goce que produce, que el mismo Miller destaca en re- como unívoca, el estereotipo al decir de Barthes, lee ambigüeda-
lación al encuentro, habilitando lo nuevo con el efecto sorpresa des, rupturas, diferencias, posibles divisiones. Lectura desviada y
concomitante, y la risa? lectura del desvío. Lectura estéreo-atípica, aquella que divide, que
lee en estéreo, lo cual implica romper la solidez estereotípica de la
Volviendo a esta figura con la que J. A. Miller retoma “la carretera palabra, encontrar en lo que se dice más de una voz. Y esto tiene
principal” del Seminario 3, la de la ruta romana: ¿no deberíamos una incidencia directa en nuestra práctica: si el análisis tiene efec-
pensar que en ella encontramos distintos atolladeros, encrucija- tos es porque habrá recobrado la función equívoca del significante
das y desvíos? Modos del equívoco significante, ambigüedad más de la ley, el Nombre del Padre, y porque le habrá restituido a la
que univocidad… No encontramos ningún texto ni de Freud ni palabra el poder equívoco al que tiene derecho.
de Lacan que presente a la carretera principal como un sendero
unívoco! Esto último es más bien para J. Lacan el sendero de En este punto, habría que diferenciar entonces tanto a la univocidad
los elefantes, o la horda primordial, para Freud, en la que efec- como a la uniformidad del vínculo “eslogánico”, de la equivocidad
tivamente la cosa es absolutamente unívoca. Freud dixit: “Desde inherente a la función paterna.
luego, la horda primordial darwiniana no deja espacio alguno para Curiosamente, la ocurrencia “eslogánico” resuena a “endogámico”.
los comienzos del totemismo. Hay ahí un padre violento, celoso, Homofonía que nos hace volver a Freud, quien sostiene que el fun-
que se reserva todas las hembras para sí y expulsa a los hijos cionamiento libidinoso de la masa nos remite al de la horda primor-
varones cuando crecen; y nada más. Ese estado primordial de la dial: “El carácter ominoso y compulsivo de la formación de masa,
sociedad no ha sido observado en ninguna parte” (Freud, 1913, que sale a la luz en sus fenómenos sugestivos, puede reconducirse
143) (el resaltado es nuestro). entonces con todo derecho hasta la horda primordial. El conduc-
Paradójicamente, aquello que sí es unívoco es el slogan, o al menos tor de la masa sigue siendo el temido padre primordial; la masa
apunta a una uniformidad: que todos los consumidores repitan el quiere siempre ser gobernada por un poder irrestricto, tiene
mismo “grito de guerra” religiosamente, todos identificados entre sí un ansia extrema de autoridad…sed de sometimiento. El padre
en masa “nuestra última práctica”, en función de un lema original primordial es el ideal de la masa, que gobierna al yo en remplazo
e impactante enunciado desde el lugar del líder que nos promete del ideal del yo”. (Freud, 1921, 121). Efectos de masa inevitables,
confianza. ¿Acaso no vemos allí el funcionamiento de la psicología más no ininterpretables.
de las masas tal como Freud la pensara?
Destacamos entonces como algo problemático el pensar algún tipo Para concluir
de univocidad inherente al discurso analítico, tanto en lo que hace Lacan se pregunta “¿Cómo hacer para enseñar lo que no se ense-
a la clínica como a su transmisión… La univocidad del Nombre del ña? En esto precisamente Freud se abrió camino”? (Lacan, 2011,
Padre acarrea entre otras, la problemática del diagnóstico donde 7). En la apertura al seminario plantea lo siguiente: “El maestro
es más importante ubicar lo que J. A. Miller llamara estructuras no enseña ex cathedra una ciencia ya constituida, da la respuesta
clínicas y no la posición del sujeto, sujeto dividido efecto del sig- cuando los alumnos están a punto de encontrarla. Esta enseñanza
nificante, con consecuencias a nivel de los tres registros y su par- es un rechazo de todo sistema. Descubre un pensamiento en mo-
ticular modo de anudarse. Nos resulta tan problemático que esta vimiento: que, sin embargo, se presta al sistema, ya que necesaria-
univocidad recaiga tanto sobre el Nombre del Padre como sobre mente presenta una faz dogmática. El pensamiento de Freud está
slogans que intentan operar en la transmisión… abierto a revisión. Reducirlo a palabras gastadas es un error.
Lacan, en su texto en defensa de la transmisión del psicoanálisis en Cada noción posee en él vida propia” (Lacan, 1953, p. 11) (los su-
la universidad, propone que el discurso analítico excluye la domina- brayados son nuestros).
ción, que no enseña nada y que no tiene nada de universal. En esa
línea, el discurso analítico entra en “antipatía”, parafraseando al Si la primer brújula que orienta en la ruta romana, está afectada por
¡Lacan por Vicennes!, con el discurso “eslogánico” del amo. ¿Cómo una “atribución de univocidad” al Nombre del Padre, reduciendo el
leemos esta “antipatía”? No se tratará de proponer una enseñan- efecto sujeto a un sentido puramente simbólico donde opera el de-
za mejor, distinta o superadora… Lo dogmático o, como propone seo, pero que no toca al goce ¿los atolladeros que produce podrán
Lacan a la altura del Seminario de “La lógica del fantasma”, el cie- ser subsanados por la última brújula, donde la univocidad opera en
rre del universo del discurso es un inevitable efecto. Sin embargo, el slogan propuesto para su transmisión? Univocidad como hecho
a partir de la propiedad del significante de no significar nada en político…
197
Lejos estamos de aquel mismo texto donde Lacan, para defender, Haimovich, E. y otros. “Entre el Mito y la lógica”, artículo “El origen inexpur-
no sin condiciones, la transmisión del discurso analítico en la uni- gable”. Letra Viva Editorial, Bs. As., 2001.
versidad, lo propone como aquel que excluye la dominación! Lacan, J., “¡Lacan por Vincennes!” 1978. En Revista Lacaniana de Psicoa-
nálisis. Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Año 8,
BIBLIOGRAFÍA número 11, 2011.
Barthes, R., “EL placer del texto”. Siglo XXI Editores, 2011 Miller, J. A., “Todo el mundo es loco I y II”. 2011. En Revista Lacaniana de
Freud, S., “Inhibición, síntoma y angustia”. 1926. Amorrortu Editores, 1992. Psicoanálisis. Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana.
Freud, S., “Tótem y tabú”. 1913. Amorrortu Editores, 1986. Año 8, número 11, 2011.
Freud, S., “Psicología de las masas y análisis del yo”. 1921. Amorrortu Miller, J. A., “Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan”. 1998. Editorial
Editores, 1984. Paidós, Bs. As, 2011.
198
¿A QUÉ LLAMAMOS JUGAR?
UNA APROXIMACIÓN FENOMENOLÓGICA
Sourigues, Santiago
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
199
siderados como retorno desfigurado por condensación y desplaza- una oscuridad sólo iluminable por conceptos es gratuito y no es
miento de las pulsiones reprimidas) y su homología con el juego en absoluto evidente. Al contrario de ello, todo preguntar cuenta
(Freud, 1907) lo que nos permitiría de allí inferir la importancia del de antemano de una dirección por lo preguntado. La experiencia
juego para la técnica analítica. del insight al abordar a un conocimiento evidente sobre un objeto
En cuanto a desarrollos específicos de la clínica de niños, podría- de estudio, siendo un rasgo esencial suyo la evidencia inmediata
mos enumerar los de Hug-Hellmuth, Anna Freud, Klein y Winnicott. de haber dado con lo esencial de un fenómeno dado, muestra que
Entre ellos, quisiéramos destacar el fundamental antecedente que hay de antemano, previo a todo conceptualizar, una comprensión
representa el trabajo de Winnicott (1971) para esta investigación. implícita sobre lo que es un fenómeno, la cual opera como término
Es él quien llama la atención sobre cómo la importancia del juego de comparación para las explicitaciones sobre el mismo. Es decir,
para el psicoanálisis había quedado hasta el momento en estrecha para que un enunciado conceptual se muestre como evidente y
dependencia de su relación con la pulsión (a lo que nosotros agre- acertado o bien sea desechado, para hacerlo, precisa compararse
gamos su carácter homólogo de la fantasía). con una previa comprensión implícita de lo que algo es. Sólo así
Con esto, como aclaramos, al igual que Winnicott, no buscamos rea- podemos llegar a experimentar que un enunciado da en lo esencial
lizar una “denuncia”, ni criticar el modo en que los conceptos elabo- de un fenómeno o es en cambio incorrecto.
rados en la clínica de adultos han sido el soporte de la concepción de Ahora bien: ¿Qué consecuencias se siguen de esto en lo que con-
la clínica de niños, sino que en cambio pretendemos abrir el campo cierne al jugar? Lo afirmado implica que contamos ya en nuestra
para una interrogación que así se nos muestra como pendiente: ¿A experiencia con una comprensión implícita de lo que es jugar, sin
qué llamamos jugar?[i], pregunta no alcanzada por la teorización de la cual, por un lado, no podríamos cotejar la validez de las afirma-
la clínica de adultos. Hemos así abierto un campo de investigación:¿A ciones realizadas al respecto, pero más aun, una comprensión im-
qué llamamos jugar?¿Cuáles son las condiciones de la actividad hu- plícita presente cada vez que sin una definición explícita del jugar,
mana para que así la denominemos como jugar? ¿Qué característi- hacemos un juicio sobre el jugar. Cada vez que decimos: “¿Con qué
cas tiene dicha actividad, al interior de la actividad misma, que hacen estás jugando?”, “No juegues con eso”, “- ‘¿Qué hacés?’ - ‘Estoy
que la clínica psicoanalítica pueda valerse de ella? jugando’”, por mencionar algunos ejemplos, estamos apoyándonos
en una previa comprensión implícita sobre lo que es el jugar y sus
Fundamentación de la aproximación metodológica condiciones, la cual es condición de posibilidad de aquellas pre-
Hemos dicho que nuestra pregunta gira en derredor de las coor- guntas y admoniciones.
denadas intrínsecas del jugar, pretendiendo definirlo a partir de sí La pregunta “¿Qué es jugar?” admite entonces el siguiente giro: ¿A
mismo y sin referencia a conceptos externos. Sólo así podremos, qué llamamos jugar?”. La respuesta no se basará entonces en el
luego de una elaboración del jugar a partir del jugar mismo y sin empleo de ciertos conceptos ajenos a la experiencia de jugar que
referencia a “categorías de análisis” que limiten de antemano la nos sirvan para realizar una definición, sino en cambio, en explicitar
forma de definir el jugar, delimitarlo en su especificidad sin dejar el jugar como fenómeno, esto es, explicitar aquella comprensión
por fuera de la respuesta los elementos que forman parte del jugar implícita desde la cual hacemos uso de la noción de jugar en nues-
y que dichos conceptos de antemano, necesariamente, por ser ellos tra experiencia. Sólo así podemos definir el jugar a partir del jugar
y no otros, dejan en la oscuridad. ¿En qué consiste en este marco mismo, en su especificidad y características intrínsecas, esto es, el
la aproximación fenomenológica? jugar como fenómeno. Que ello después, en un momento segundo,
Es propio de los conceptos, como su nombre lo indica, el permitir pueda generar conceptos, no lo descartamos, pero no es el objetivo
concebir. Ahora bien, por la misma razón que permiten concebir primero de nuestra tarea.
cierto aspecto del objeto que interrogan, los conceptos necesaria-
mente permiten concebir ciertos aspectos del objeto a la vez que ¿A qué llamamos jugar? - El jugar como fenómeno
no permiten concebir ciertos otros. Así, el empleo de conceptos en Atentos a explicitar la comprensión implícita del jugar para dar en
la definición de un objeto sólo puede llevar, por la estructura del el jugar como fenómeno, nos llaman ahora la atención las diversas
concepto mismo, a una remisión indefinida de empleos de con- apariciones de la noción, y en situaciones por entero diversas, a
ceptos en la búsqueda de delimitación del objeto. El empleo de tal punto que no puede sino llamarnos la atención que tanto los
un concepto deja por fuera lo que este no permite concebir. Lo “juegos con muñecos”, como los “juegos de mesa”, los “juegos de
que un concepto no permite concebir ha entonces de ser conce- reglas” y los “videojuegos” sean todos juegos y sean partícipes de
bido por lo que otro concepto permite concebir, y así sucesiva y una misma noción común.
asintóticamente. La perspectiva fenomenológica procura adoptar Hay otros juegos más extraños, tanto que nos sorprende que así se
una vía distinta. Ella parte no del concebir de antemano que es- los denomine, como son el juego de la copa, los drinking-games, la
tamos en una oscuridad en la cual nada sabemos del objeto que ruleta rusa e incluso el fatídico y más recientemente popular juego
procuramos abordar, oscuridad que sólo por conceptos ajenos al de la ballena azul. Destacamos aquí el hecho de que nos sorprenda
objeto de estudio podemos iluminar. Por el contrario, ella pretende que se llame juegos a estos últimos: no resulta tan evidente para
“ir a las cosas mismas”, volver a la experiencia misma que de la nosotros el que se los llame así, por ello la sorpresa. Esta falta de
cosas tenemos. Esta afirmación, por ingenua u obvia que suene, evidencia para muchos, que puede incluso llevar en ocasiones al
traza un distingo central. Implica, por cierto, que el hecho de pen- juicio de: “¡Eso no es un juego!”, no debe ser ignorada, del mismo
sar, al momento de abordar un objeto, que estamos sumidos en modo que tampoco debe ser ignorada la evidencia con que para
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otros estos juegos son juegos. ¿Por qué? Porque ambas dan cuenta Hay, dijimos, giros y situaciones en que el jugar aparece desligado
de distintas experiencias sobre el objeto en cuestión. Por ello no del juego, en estado puro, como simple modo de tender del sujeto
nos apresuramos en hacer una distinción basada en conceptos, hacia los objetos, como materia prima de la que luego se despren-
sino que nos abocamos a la explicitación del sentido del jugar y den los juegos cuando dicho tender se estabiliza en cierta forma
del juego, es decir, el sentido constitutivo de una experiencia para determinada (con determinados jugadores, determinadas reglas o
que la misma sea denominada jugar o juego, respectivamente. Una posibilidades de jugar, determinados juguetes, determinados obje-
precipitada definición conceptual, por el contrario, desatendiendo tivos, etc.). Respecto de estas ocurrencias del jugar en estado puro,
la experiencia y los matices de la misma, rápidamente habría lle- previas a los juegos, podemos, por ejemplo, mencionar las siguien-
vado a una normativización del jugar, cayendo en el problema de tes: “¿A qué estas jugando?”, “No juegues con eso”, “-’¿Qué estás
definir los juegos no a partir de la experiencia sino de lo que el haciendo?’. - ‘Estoy jugando’.”, “Con eso no se juega”, “Poner (algo)
conceptualizador considera que debe ser el jugar, dejando así por en juego”, “Jugársela”, “¿Vos estás jugando conmigo?” o bien: “¡No
fuera claramente estos juegos. Desde la fenomenología buscamos juegues conmigo!”, “Jugar con los sentimientos del otro”.
atenernos rigurosamente a los hechos dados en la experiencia, El interés de estas expresiones reside en que nos permiten aislar el
esto es, ir “a las cosas mismas”. No nos atribuimos la potestad de jugar del juego, para así poder estudiarlo. ¿Qué tienen todas estas
definir qué forma parte de la experiencia del jugar y qué no, por el expresiones en común? ¿Qué comparten todas que las hace partí-
contrario, el hecho de que se los llame juegos ya los hace partícipes cipes del jugar? O mejor dicho, ¿qué característica esencial tiene el
de la experiencia del jugar, ellos ya tienen dicho sentido y no nos jugar que las haga a todas partícipes de tal noción?
corresponde a nosotros negarlo, sino en cambio explicitar aquella Cuando le preguntamos a alguien a qué está jugando y suponemos
estructura en virtud de la cual es que ellos también son partícipes que lo está haciendo, ¿qué es lo que advertimos que nos lleva a
de la experiencia de sentido del jugar. Pero al mismo tiempo, no realizar esa suposición? Cuando separamos aquellas cosas con las
ignoramos la particularidad que distingue a estos juegos de otros: que se puede jugar de aquellas con las que no, estamos suponien-
mientras que el juego con muñecos[ii] nadie duda en llamarlo así, do que el jugar afecta en algo la materia del jugar. Es decir, “no
ello no ocurre con estos juegos, y esto igualmente forma parte de la todo es un juguete”. No todo objeto es pasible de devenir juguete
experiencia. De estos juegos se tiene simultáneamente la experien- ni tampoco con todo asunto se puede jugar. No se puede “poner
cia de que con evidencia son y no son juegos. Nuestra explicitación en juego” todo. El juicio sobre la posibilidad y la imposibilidad de
del jugar como fenómeno no podrá pues excluir estos juegos, del hacer de una cosa un juguete muestra que el entrar en la relación
mismo modo que no podrá hacer oídos sordos de la particularidad de juego, el “ponerse en juego” de las cosas, no las deja indem-
de estas experiencias. Volveremos sobre ello. nes. Algo ocurre con las cosas luego de devenir juguetes y/o de
Aquí se torna importante hacer una distinción: la del jugar y la del que las hagamos entrar en una relación lúdica. Es decir, las cosas
juego, que hasta ahora empleamos indistintamente. No se trata de empiezan a ser algo más de lo que ya son cuando tendemos hacia
que ambos se excluyan. Lo diremos sintéticamente: no hay juego ellas por medio del jugar, es decir que cuando jugamos con ellas y
sin jugar, pero sí hay jugar sin juego. No hay juego sin jugador, hacemos de ellas juguetes, cambia el sentido que estas tienen para
por lo tanto, el juego no es sino una manera determinada de jugar. nosotros. El jugar tiene un sentido específico para nosotros, que se
Los juegos son formas estandarizadas y relativamente estables del derrama hacia los objetos que entran en dicha relación (juguetes,
jugar. Cuando una forma de jugar se estabiliza de cierto modo, la asuntos, personas,etc.).
llamamos juego, pudiendo, por su estabilización misma, trascender Ahora bien, ¿por qué hay cosas con las que socialmente establece-
al jugador y pudiendo entonces incluso llegar en muchos casos a mos la convención de que no se puede jugar? ¿Qué efecto produce
ser pensada cotidianamente como independiente del jugador, cosi- en las cosas su transformación en juguetes en el jugar? Si encon-
ficándose el juego. El juego es la cosificación de un modo de jugar. tramos convenciones sobre las cosas con las que no se juega/no se
Con ello no damos ninguna connotación negativa a la cosificación, puede jugar, en el mismo sentido que se comparte la convención,
sino que sólo nos limitamos a diferenciar el estatuto del juego de se comparte el sentido del jugar que hace que con estos objetos y
aquél propio del jugar como más primario y respecto del cual el asuntos no se permita jugar. No es difícil advertir que la caracterís-
juego es secundario. Es decir, los juegos son sólo una parte del tica que tienen las cosas con las que no se juega es su seriedad.
jugar, pero no todo el jugar se deja cernir por juegos. Así, si bien De hecho, en no pocas ocasiones suele verse acompañado el “con
hemos hasta aquí mencionado algunos juegos, podemos ahora eso no se juega” de un “eso es cosa seria”. Por consiguiente, si el
buscar modos en que aparece la noción del jugar sin que haya reverso del jugar es la seriedad, el jugar llevaría a la pérdida de
un juego, en estado puro, no como cosa/juego, sino como simple seriedad de aquello con lo que se juega. No se juega con aquello
actividad y modo de implicación del sujeto con los objetos[iii]. Los demasiado serio. De hecho, cuando alguien no se toma las cosas
niños juegan con las cosas más impensadas, esto es, hacen de las “en serio” como uno espera, no extraña escuchar: “¿Estás jugando
cosas juguetes. No extraña ver que un niño en ocasiones no juegue conmigo?”, o bien las fórmulas del lunfardo rioplatense: “¡¿Vos me
tanto con los regalos que recibe para su cumpleaños como con estás jodiendo?!”, “¡No jodas!”. “Eso no se dice ni en joda...”.
cualquier clase de objetos al azar que lo rodean, a nuestros ojos a ¿Qué implican la seriedad y su pérdida para alguien? ¿Qué le ocu-
veces insólitos para jugar. El jugar es pues un modo de tender ha- rre a alguien con algo cuando ese algo pierde su seriedad? ¿Qué
cia los objetos. Tenemos ahora que distinguirlo en su especificidad características tiene el hacer perder seriedad propio del jugar?
respecto de otros modos. ¿Guarda el perder seriedad del jugar relación con el efecto sosega-
201
dor del jugar? Hemos llegado a un punto en donde se torna difícil seriedad la característica esencial del jugar, esto es, la sugerencia
avanzar sin poder esclarecer la diferencia entre la seriedad y su de otros sentidos posibles, el despunte de posibilidad de sentidos
pérdida. Así como hay un sentido del jugar (esto es, una experiencia alternativos a los sentidos dados imperantes pretendidamente
de sentido con características determinadas, a la que llamamos únicos y plenos), la apertura de un horizonte de posibilidades de
jugar), hay también un sentido de la seriedad, es decir, una forma sentido precisamente allí donde el horizonte de sentidos posibles
determinada de dirigirnos a objetos, la cual llamamos “seriedad”. se hallaba contraído sobre un sentido determinado, la desabsoluti-
Seriedad no es una característica de las cosas, sino un modo en zación del sentido vigente, su desplenificación, vaciamiento e inde-
que se nos presenta el sentido de las cosas. Las cosas son serias terminación por medio de otros sentidos posibles. Esta estructura,
cuando no podrían ser de otro modo. La seriedad es el modo en finalmente, la hemos puesto a prueba al estudiar la más amplia
que el sentido posible de las cosas se ve colonizado por uno de los diversidad de juegos/modos de jugar, encontrando cómo es que
sentidos posibles y el abanico posible de sentidos se contrae en hasta los juegos más extraños puedan serlo en virtud de estar es-
uno sólo, que no deja paso a otros. La seriedad es la experiencia tructurados de dicho modo.
de sentido donde advertimos la renuncia del sentido a dar paso a Concluido este primer trabajo de definición del jugar a partir de la
otros, renuncia del sentido a entrar en una dialéctica, y por lo tanto, explicitación del jugar como fenómeno, resta la pregunta por cómo
pretensión de un sentido de tomar para sí el monopolio del sentido, es que el jugar pueda resultar terapéutico y cómo es que la clínica
borrando el horizonte de sentidos posibles, pretendiéndose último, psicoanalítica pueda valerse de la estructura del jugar con dichos
imponiéndose como pleno. fines. Para la realización de tal tarea, que será objeto de futuras
Volviendo sobre el jugar, entonces, podemos apreciar que éste investigaciones, será necesario analizar entonces la estructura de
avanza en la dirección de sentido contraria, sugiriendo, insinuando sentido de lo traumático, para desde ahí poder comprender cómo
(nunca impone, eso lo transformaría en una seriedad que reem- la estructura del jugar puede ejercer un efecto sobre la misma y
plaza a otra, cual un dictador que remueve a otro) otros sentidos producir efectos terapéuticos en la vivencia de lo traumático.
posibles allí donde la seriedad imponía una dictadura del sentido,
la primacía de un sentido único. Dijimos antes que la estructura del NOTAS
[i] Nos parece aquí fútil adoptar el camino de criticar el asentamiento de
jugar tenía que presentarse en aquellos juegos que dijimos eran
la clínica de niños sobre el modelo de la clínica de adultos básicamente
más extraños. Pues bien, la estructura del jugar como pérdida de
por el siguiente motivo: hacer dicha crítica establecería una discontinuidad
seriedad la encontramos presente en aquellos juegos. En ellos pa- entre la clínica de adultos y la de niños y generaría la necesidad de com-
reciera que la muerte, el dolor y la salud, el cuidado de sí y de los plementar dicha crítica con una elaboración de la especificidad de cada
otros, “cuestiones de vida o muerte”[iv], cosas serias con “las que clínica. Ello llevaría a un gran riesgo: el de pensar ambas clínicas sin so-
no se juega” entran en un marco en donde pierden dicha seriedad, lución de continuidad, lo cual en absoluto vemos en la experiencia (tanto
por terrible que le resulte a quien no juega dichos juegos el que el adulto como el niño no son absolutamente discontinuos, más allá de las
dichas cosas pierdan la seriedad, pues no admite que dichas cosas diferencias cualitativas que pudiéremos encontrar, por el simple hecho de
puedan inscribirse en otro marco de sentido. Ahora nos percatamos inscribirse ambos en el género humano) y lo cual es ya desmentido por la
que en ellos lo extraño que para unos hace que no resulte cosa evi- posibilidad misma de pensar con gran eficacia teórico-clínica la clínica de
dente que sean juegos es que, por estar en ellos la destructividad niños a partir de la clínica de adultos. Por lo tanto, no nos parece imposi-
(sea dirigida hacia sí o hacia otros) y su proximidad con el dolor y ble ni irrelevante la tarea de pensar las especificidades de cada clínica.
Por el contrario, si bien dicha tarea es dentro de ciertos límites necesaria,
la muerte en primer plano, se vuelvan serios y por lo tanto no sean
los riesgos mencionados a los que nos enfrenta la ubican por fuera del
juegos. Ello sin que paralelamente dejen de poder ser considerados
alcance de un trabajo como este. Por lo tanto, nos limitaremos en cambio
juegos bajo otra perspectiva, pues en ellos la muerte aparece no a registrar el problema de pensar una absoluta continuidad tanto como
obstante en un contexto donde pierde la seriedad o al menos la una absoluta discontinuidad entre ambas para entonces abrir un campo de
misma se ve amenazada. especificidad donde no se superponen y así deslindar una pregunta por el
valor intrínseco del jugar.
Conclusiones [ii] Incluso al jugar con muñecos, si en el seno del jugar mismo se empieza
A lo largo de este trabajo hemos intentado definir el problema de la a destruir a los juguetes e irrumpe la angustia, el jugar desaparece, da
delimitación del jugar no a partir de un precipitado intento por con- paso a la seriedad y entonces se interrumpe. Algo similar destaca Winni-
ceptualizarlo desde alguna teoría en particular, lo cual habría lle- cott (1971) ocurre cuando en el juego se vuelve transparente para el niño
vado hacia la normativización del jugar y a decir rápidamente qué la presencia de las pulsiones y entonces se detiene. Las pulsiones deben
es y qué no es jugar, sino a partir de la descripción del jugar como pues permanecer relativamente ocultas como condición de la continuidad
del juego. En ambas situaciones de suspensión del juego advertimos que
experiencia de sentido y de la necesidad de su explicitación como
hay un sentido que se vuelve demasiado imperativo, que se impone con
fenómeno. Hemos así distinguido el jugar como fundante del juego,
fuerza, deteniendo la dialéctica de los sentidos posibles del jugar, con-
siendo éste último de carácter secundario respecto del primero. Al trayendo el horizonte de sentidos posibles, que pone fin así al jugar. Con
aislárselo del juego, se destacó entonces el jugar como experiencia ello advertimos que el jugar no depende de una mera cuestión temáti-
de sentido, es decir, como un modo específico de dirigirnos a los ca ni descansa sobre los materiales del jugar, sino que es en cambio un
objetos, como un modo particular del presentársenos de los obje- modo específico de experiencia de dirigirnos a los objetos. Lo que define
tos. A continuación, hemos intentado explicitar la especificidad de la jugabilidad del juguete, lo que hace que un juguete siga siéndolo, no es
ese modo particular de experiencia, encontrando en la pérdida de una característica en particular, la materia del juguete es el sentido que
202
lo constituye, y ese sentido es el que no se vuelva demasiado serio como BIBLIOGRAFÍA
condición del jugar. Freud, S. (1920). Más allá del principio del placer. En Obras Completas.
[iii] Al hablar de objetos del jugar, cabe destacar, no definimos los objetos Tomo XVIII. Buenos Aires: Amorrortu.
en un sentido materialista, sino en cambio, simplemente como aquello con Freud, S. (1907). “El creador literario y el fantaseo”. En Obras Completas.
que se juega. Lo mismo ocurre cuando hablamos de “las cosas” como Tomo IX. Buenos Aires: Amorrortu.
cosas con las que se juega. Ellas pueden ser totalmente inmateriales: nú- Freud, S. (1905a). El chiste y su relación con lo inconsciente. En Obras
meros, palabras, etc. Completas. Tomo VIII. Buenos Aires: Amorrortu.
[iv] Téngase en cuenta hasta qué punto vida y muerte están grávidas de Freud, S. (1905b). “Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etio-
seriedad que cuando se dice que algo es “cuestión de vida o muerte” es logía de las neurosis”. En Obras Completas. Tomo VII. Buenos Aires:
una expresión análoga a la de que con esa cuestión “no se juega”/”no se Amorrortu.
dice ni en broma”. Estos juegos tan extraños se caracterizan entonces por Winnicott, D.W. (1971) Realidad y juego. Buenos Aires: Gedisa.
su carácter bifronte entre seriedad y jugar, de allí que sean juegos y de allí
no obstante su extrañeza.
203
SOBRE LAS RELACIONES ENTRE JUEGO Y AMOR
EN LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA
Sourigues, Santiago
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN interrumpió, frente a lo cual Victorio reaccionó con una gran ira,
En el siguiente escrito tendremos por objetivo la presentación y agarrando un bloque de cemento que había cerca para arrojárselo
análisis de una viñeta del caso clínico de un niño de 8 años, viéndo- por la cabeza. Los docentes y sus compañeros reaccionaron muy
se la consulta realizada por sus padres motivada por sus frecuentes preocupados ante los hechos, al igual que después lo hicieron la
episodios de ira y agresión. Los dos interrogantes centrales que escuela y sus padres, quienes, preocupados por el hecho, ya que
nos moverán a ello y encauzarán nuestra exposición serán las dos además no era el primer episodio de características similares (si
siguientes: 1- ¿Cómo se produce la así denominada en el decir co- bien era el primero que alcanzaba dimensiones semejantes), deci-
tidiano “puesta de límites” en el niño?; 2- ¿Cuáles son las condicio- dieron realizar la consulta.
nes de la tolerancia de la pérdida y la frustración en el desarrollo del En la primera entrevista con los padres, quienes están divorcia-
niño? Para alcanzar dicho objetivo, procederemos en primer lugar dos, la madre comenzó diciendo que a Victorio “le cuesta mucho
a realizar una exposición del material clínico desplegado durante perder”. Ella señala que también “le cuesta recibir límites”. Conti-
los primeros cuatro meses del tratamiento psicoanalítico llevado a nuaron ambos relatando el hecho ocurrido. Si bien el relato en un
cabo. Luego de ello, procederemos a analizar dicho material cen- comienzo es similar, la lectura sobre la gravedad del hecho comien-
trando tal tarea en los interrogantes mencionados. za gradualmente a diferir: mientras que para Martina el episodio
era grave y no podía acontecer sin consecuencias, para el padre,
Palabras clave Mariano, podríamos decir que “era grave, pero…”. Es decir, él co-
Juego, Amor, Otro, Pérdida, Frustración menzó a relativizar el hecho, hablando sobre lo provocador que era
Manuel y su mala relación con Victorio (frente a lo cual la madre
ABSTRACT planteó que Manuel era provocador con varios de los compañeros
ON THE RELATIONS BETWEEN PLAYING AND LOVE IN THE PSYCHOA- del curso y no por eso reaccionaban como reaccionó Victorio). Por
NALYTIC CLINIC otro lado, la escuela y los entrenadores de fútbol del club donde se
In the following article, it will be our objective to present and analy- entrenaba Victorio recomendaron suspenderlo de las actividades de
se a case of an eight year old child, whose parents’ consultation fútbol por el plazo de un mes. Martina estaba de acuerdo con ello,
was triggered by his frequent rage and agressive outbreaks. The pero para su padre eso era cruel porque implicaba “sacarle lo único
two main issues which will lead us throughout our journey will be que tenía” y en algún punto no dejaba de tratarse la situación de
the following: 1- ¿How is the so called “setting of the limits” pro- una “pelea de chicos”. Finalmente culminaron la entrevista acusán-
duced in the child?; 2- ¿Which are the conditions for the tolerance dose mutuamente (la madre lo acusaba a él por “ser cómplice” del
of loss in the child development? In order to do so, we will proceed niño, mientras que él a ella de “cruel”).
in first place to give an exposition of the clinical material deployed En la primera entrevista con Victorio, él llegó al consultorio expec-
throughout the first four months of the psychoanalytic treatment. tante y con ganas. Se lo veía curioso y cuando le pregunté que me
After that we will move on to analyse such material centering such contara un poco sobre él, comenzó a hablarme como si yo fuera un
task in the mentioned issues. periodista deportivo entrevistando a un gran deportista. Me habló
de su pasión por el deporte en extenso y me dijo que era hincha de
Key words River. Muy histriónicamente y con ademanes, como “para la cáma-
Playing, Love, Other, Loss, Frustration ra”, me contó lo traumático que resultó el que su equipo descendie-
ra a la Categoría B, lo cual dijo en estos términos: “cuando descendí
Presentación[i] del material clínico fue lo peor que me pasó en la vida”. Decía que “había faltado poner
Victorio tiene 8 ½ años y sus padres deciden realizar una consulta huevos”, a lo que respondí con un chiste: “¡Justo a las gallinas...!”.
que su madre, Martina, hace ya un tiempo quería realizar y a la cual Su respuesta al chiste fue de relevancia para el desarrollo posterior:
su padre, Mariano, antes se resistía a realizar pero que también fue su gesto facial se transformó, dejándome ver los dientes, mordió
apoyada por él luego de un episodio que la precipitara, junto con el con ellos su labio inferior, me dirigió una mirada de odio y me dijo,
pedido por parte de la escuela de la realización de un tratamiento como advirtiéndome: “¡No me parece gracioso!”. Le pedí disculpas
psicológico. El episodio en cuestión fue el siguiente: y le dije que no era mi intención ofenderlo, y que lo dije para que
Participando de una actividad de debate grupal con el docente de nos divirtiéramos. Siguió hablando sobre el deporte y quiso hacer
Deportes, uno de sus compañeros, Manuel, le hizo burla a Victo- para mí un dibujo de una gran jugada que hizo que terminó en gol
rio cuando pidió la palabra, y cuando fue el turno de Victorio, lo e hizo que su equipo ganara.
204
En la entrevista siguiente comenzó diciéndome cuán contento es- un perdedor!” y sin poder dar cuenta de por qué lo decía cuando
taba porque su equipo había ganado el partido el fin de semana. le preguntaba por qué decía eso y de dónde venía. El juego, no
Me habló luego de su entrenador, quien había formado parte de un obstante, se desplegó con las características antes mencionadas.
gran equipo, pero ahora estaba “viejo y choto”. También me dijo Luego de cuatro entrevistas en que jugamos al “Uno”, Victorio optó
que su papá era muy bueno en futbol de joven, si bien ahora estaba por otro juego: “Abrecabezas”. Este juego, que por cierto ya seguía
un poco gordo y fuera de estado físico. Le hice otro chiste: “¿Viejo una temporalidad distinta de la “Uno”, pues en lugar de una lucha
y choto?”. La reacción de Victorio fue la misma que con el chiste desenfrenada, consiste en una serie de consignas de variado tipo
sobre las gallinas y los huevos, con lo cual no volví a hacer más (preguntas y respuestas, escenificaciones al modo “dígalo con mí-
chistes durante las primeras entrevistas. mica”, silbar canciones, adivinanzas y pronunciar palabras al revés)
A continuación, y con el objetivo de incluir el dibujo en el espacio en donde de acuerdo al cumplimiento de las consignas se avanza
del tratamiento dentro de un marco lúdico, le propuse realizar el de a un casillero, ocurriendo a veces que con una sesión no fuera
juego del garabato. No obstante, si bien él había llegado contento suficiente para que el juego terminara, siendo reanudado la sema-
y con muchas ganas de jugar, se mostró renuente a dibujar y jugar na siguiente.
con los garabatos, de un modo tan férreo que por su gesto facial En cuanto a las consignas en particular, Victorio hizo un uso di-
y su tono de voz evidenciaba angustia, con lo cual no insistí. Sin ferencial de cada una de ellas. Las preguntas y las adivinanzas
embargo, respondió positivamente cuando le propuse dibujar cosas que él dirigía hacia mí lo entusiasmaban (en sí lo divertía leer las
en particular: sin problemas y recuperando las ganas dibujó una respuestas y repetirme las consignas, mientras yo no sabía las res-
persona, un árbol y una casa, esta última ya apuradamente y sin puestas e intentaba pensar respuestas posibles). Cuando yo daba
mucho empeño, diciendo querer jugar a otra cosa. En cuanto a la con la respuesta, él en parte se enojaba (no podía creer en ocasio-
persona, dibujó a Eduardo, un hombre de mediana edad, dibujo en nes que yo supiera las respuestas, y eso en parte lo irritaba) y en
el que me llamó la atención, al igual que ocurrió con el árbol y la parte lo ponía contento (por primera vez en el juego mis aciertos lo
casa, la gran velocidad y el tamaño con que fuera trazado. El trazo, alegraban, pues “no poder creer” simultáneamente puede expresar
por otro lado, era muy firme y remarcado. El nombre de la persona, no sólo indignación y enojo, sino también admiración). Cuando a
por otro lado, se debía a que entre sus compañeros solían hacer- él le tocaba escenificar para que yo adivinara, si yo no daba con
se burla llamándose con nombres finalizados con la terminación la respuesta, le resultaba en cambio frustrante, aunque ello se vio
“-ardo” (Eduardo, Ricardo, Dardo, etc.). Eduardo poseía una enorme morigerado cuando a él le tocara escenificar varias películas, las
boca de carnosos labios. cuales escenificó bien, pero a pesar de ello yo no pude adivinar.
En el árbol y en la casa, por otro lado, fueron recurrentes los aspec- La próxima sesión comenzó diciendo que teníamos que terminar el
tos formales del dibujo ya mencionados: gran tamaño, trazo remar- juego que habíamos dejado inconcluso la vez pasada, el que ter-
cado, velocidad en el dibujo. En particular en lo concerniente a las minamos empatando (era la primera vez que el juego lo permitía).
pautas de contenido, lo que más llamativo me resultó en el dibujo Lo jugamos de nuevo y ganó él una vez y una vez yo, aunque esta
del árbol fue la forma y cantidad de las ramas: el árbol presentaba vez, lo cual llamó la atención, no pareció importarle tanto ganar ni
una gran cantidad de ramas en forma de rayo o de flecha, cuyas tampoco haber sido derrotado (es decir, no se pavoneó en el primer
puntas no apuntaban hacia afuera, sino que daban la vuelta y apun- caso ni se enfureció en el segundo).
taban hacia el tronco del árbol mismo. Durante el dibujo de estas Pasó luego a jugar al Dominó durante tres sesiones, juego en el que
ramas puntiagudas, dispuestas en forma laberíntica y hermética, ocurrió algo que lo sorprendió: no ganó ninguno de nosotros dos,
Victorio me dijo en tres ocasiones: “No sé si vas a entender esto...”. sino que por cómo planteamos las reglas del juego, ocurrió que
La casa, finalmente, la dibujó ya con desgano y quejándose por fue el mismo juego el que nos derrotó a ambos. Esto lo tomó por
tener ganas de cambiar de juego. En ella se destacaba la presencia sorpresa y le causó gracia.
de rejas de gruesos barrotes en todas las ventanas, dibujadas con El próximo juego que eligió Victorio fue el de operar a Homero, juego
un trazo muy remarcado. en que primero competitiva y luego cooperativamente extraíamos
En las cuatro entrevistas subsiguiente, Victorio eligió un juego de con pinzas de juguete una gran cantidad de objetos tragados por
cartas, denominado “Uno”[ii]. Cada vez que él ganaba, se mostraba Homero. Victorio primero se frustró al perder, pero su frustración
muy aliviado (este juego, como desarrollaremos más adelante, pro- cedió ante el juego cooperativo y también ante ver que había piezas
bablemente a causa de su carácter competitivo, le resultaba muy que yo tampoco podía extraer del cuerpo de Homero.
tensionante) y se vitoreaba jactancioso. Cada vez que perdía, por Los juegos que siguieron a este fueron nuevamente el Dominó, y a
otro lado, se angustiaba y se enojaba, insultándome, exclamando: continuación, la batalla naval y el ajedrez, juego este último cuyas
“¡No puede ser!” y pidiendo una revancha. En estas circunstancias, reglas aprendió rápidamente y sobre el cual nos extenderemos du-
centrándose el quid de la cuestión en torno de quién ganaba y quién rante el análisis del material.
perdía, no era de extrañar que el elegido fuera un juego rápido de Hasta aquí se extiende el fragmento del primer período del análisis
fácil resolución (y que al arrojar rápidamente un ganador y un per- que hemos expuesto y a cuyo análisis nos circunscribiremos por
dedor se prestara por ello a ser funcional al modo que presentaba motivos de extensión.[iii]
Victorio a esta altura del tratamiento de paliar la angustia). Por otro
lado, cabe destacar, una de las sesiones en que jugamos este jue- Análisis del material
go, él llegó muy ofuscado al consultorio, llorando y repitiendo: “¡Soy En primer lugar, quisiéramos comenzar haciendo una introducción
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sobre los primeros prejuicios que tenía al recibir el caso, los cuales “ni en broma”, por ejemplo.
fui descartando. Ellos, en efecto, estaban relacionados con la direc- El dato aquí central me parece que está dado por el hecho de que
ción que darle al tratamiento, concibiendo como objetivo central del había ahora otro elemento que producía la ira de Victorio; ya no
mismo la necesidad de introducir límites y que este niño, cuya ira era sólo el perder, sino también el cuestionamiento de la figura del
era desatada ante el perder en competencias, pudiera comenzar a padre. En este contexto de ambivalencia en lo concerniente a la
perder. Como veremos, el despliegue del caso distó de una lectura figura del padre, en donde se funden la admiración y el encono, se
tan simplista. comprende el conflicto subyacente ilustrado durante el dibujo de
Efectivamente, en la segunda entrevista con el niño, él ya puso de ese hermético y también ambivalente laberinto de ramas: “no sé si
manifiesto su necesidad imperiosa de ganar, insultándome cuando vas a entender esto...”. El padre era depositario de unas tendencias
perdía. Ahora bien, el punto era: ¿Debía el análisis girar en torno del agresivas que no podían hallar de ningún modo cabida, ni siquiera
perder, o incluso, mejor dicho, del “enseñar a perder”? Considero siendo realizadas por un tercero. El niño se posicionaba como el
que esta pregunta fue crucial para el posterior desarrollo del aná- hereje que, por la angustia que le suscita que el Otro descubra su
lisis. Por otro lado, dicha pregunta debía ser complementada con falta de fe, para alegar ante el Otro en favor de la creencia que no
otra, que creo ya era un primer paso hacia la problematización de tiene, quema a otros herejes en la hoguera. Al mensaje le restaba
los tópicos presentados al comienzo: ¿Por qué este niño no podía entonces sólo la posibilidad de expresarse condensadamente y en
perder? El planteamiento de dicha pregunta resultaba fundamental, manera oculta en simultáneo con elementos amorosos que lo ocul-
cabe destacar, pues no hacerlo implicaba necesariamente caer en taran, cual mensaje subliminal, como lo fue el dibujo.
la asunción de que este niño, por alguna especie de oculta “mala Otro dato sobre el que en su momento mayor información no pude
voluntad”, “carácter indómito” o “caprichosidad” no perdía, porque obtener fue sobre la sentencia que Victorio vino repitiendo una
simplemente “no tenía buena disposición para hacerlo” o “porque vez angustiado y triste, de manera tal que podríamos considerar
le gustaba” y entonces había que “volverlo” un poco más “flexi- alucinatoria[v]: “¡Soy un perdedor!”. Aquí vale la pena detenernos
ble, tolerante y concesivo”. El encontrarme en el consultorio con para reflexionar sobre lo siguiente: perder en una competencia es
las angustias que irrumpían junto con su ira, despejaba la cuestión perder ante el otro. Por lo tanto, si él perdía: ¿quién ganaba? Ade-
rápidamente y abría entonces una nueva dimensión de la interro- más, quisiéramos poner de relieve la paradoja: este niño que se
gación clínica en este caso. Ya podíamos preguntarnos si la ira y la presentaba como un habilidoso ganador, sin embargo, se sentía un
agresión no eran en realidad dos respuestas defensivas contra la perdedor. Creo aquí encontrar uno de los ejes del conflicto con sus
angustia ante el perder, la cual las antecedía y se hallaba entonces compañeros de escuela: Victorio, ese niño que tanto ponía el foco
en el trasfondo de dichos síntomas. En efecto, si la angustia que en ganar o perder y quien de hecho nunca perdía, siempre sentía
acompañaba la ira ya no hacía atribuible la ira a cierta terquedad o estar perdiendo. En nuestros juegos, paralelamente, donde la ma-
mala voluntad del niño, si entonces ya no se trataba de que el niño yoría de las veces era él quien ganaba, la sensación de ganar era
mostrara un “excesivo afán” por ganar, sino en cambio una nece- efímera, pues al fin y al cabo él siempre perdería. Este punto fue de
sidad de ganar para no caer presa de la angustia, ¿qué era lo que importancia al momento de descubrir el trasfondo sintomático del
producía aquella angustia que soportaba los síntomas? Creo que la ganar, antes que degradarlo en la opinión de que el niño “siempre
respuesta bien podemos intentar abordarla a partir del análisis de se salía con la suya”. ¿Podía seguir siendo un objetivo del análisis
lo ocurrido con los dibujos. que el niño “aprendiera a perder” cuando en realidad él se hallaba
En lo que respecta al dibujo de la persona, lo que en primera ins- sumido en una constante experiencia de pérdida? La posibilitación
tancia me resultó llamativo fue el enorme parecido entre la persona del perder pasaba entonces a ser un objetivo a alcanzar mediata e
y su padre (advertible en detalles como la vestimenta, el corte de indirectamente. En este contexto, ganar ya no era simplemente una
pelo, etc.) pero con una nota digna de distinción: era con un insulto cuestión de imperatividad del niño, quien disfrutaba en sí de derro-
que nominaba dicha figura. El padre, enorme y admirado, como tar a sus rivales e inflarse así narcisísticamente, sino más bien lo
Victorio lo presentaba en las primeras entrevistas, parecía además único que podía por al menos un momento compensar la continua
ahora objeto de insulto y ambivalencia. Restaba como incógnita qué experiencia de pérdida padecida, un pequeño charco de agua en
lugar desempeñaba la gran boca de gruesos labios. medio del desierto.
Este dibujo, por otro lado, permitía resignificar lo ocurrido con los En cuanto a la primera pregunta, esto no pudo esclarecerse hasta
chistes, ya que no sólo se presentaba su padre como una figura mucho más adelante. Fue en un comentario al pasar cuando jugá-
amada e idealizada, sino también odiada e insultada. Sin embargo, bamos al ajedrez. Victorio me pidió que le enseñara a jugar y con
cuando hice los chistes, este padre no pudo ser cuestionado “ni en gran velocidad aprendió todos los movimientos de las piezas en
broma” podríamos decir, lo cual ilustra la seriedad que revestía el una sesión, donde jugamos sólo haciendo algunos movimientos. La
asunto. Encuentro aquí un dato clínico que me parece fundamental: vez siguiente, en que pudimos completar dos partidos, en el prime-
en efecto, si el jugar es lo que permite al niño superar lo traumático, ro gané yo, y, dato destacable, no lo molestó, sino que se compe-
lo traumático, inversamente, es aquello con lo que no se puede netró más aún en el juego e inesperadamente para mí, me ganó el
jugar[iv]. Esta relación de oposición entre juego y trauma, al mar- segundo partido, de una manera que no pude prever. Encontrarse
gen de las referencias psicoanalíticas que podamos encontrar, es con mi sorpresa ante el haber sido derrotado, pero también el ha-
ilustrada con facilidad por lo que ocurre a propósito de la muerte, la berme derrotado también él por sorpresa (no creía que fuera a ga-
que socialmente consideramos que no se le puede desear a nadie narme con el movimiento que resultó ser jaque-mate), fue para Vic-
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torio de un efecto sólo comparable al de que los dos perdiéramos Así, la pérdida era la pérdida de amor y ganar, aquello que para su
juntos frente al Dominó. El mismo gesto facial de relajamiento y padre era objeto de reconocimiento, aquello que servía como con-
distensión, y a la vez, de insight, es decir, de reordenamiento de los dición de su amor, aquello que el niño podía encontrar como cebo
elementos bajo un nuevo entendimiento, efecto opuesto al desarme para retener el volátil amor de su padre. La necesidad sintomática
de las asociaciones producido por la sentencia: “¡Soy un perdedor!” de ganar se podía entonces comprender a partir de la referencia al
Lo nuevo que irrumpía, según puedo interpretarlo, tiene un denomi- amor[vi]. Dejarse ganar, por otro lado, es estar dispuesto a perder
nador común: la relación entre las reglas y el ganar y el perder. Allí por seguir jugando, es afirmar un deseo de jugar con otro con inde-
donde sólo había un ganador y un perdedor, el Dominó venía a mos- pendencia de que se gane o se pierda. Así, dejarse ganar muestra
trar que con reglas no necesariamente hay un ganador. Frente a las la estrecha relación entre el amor y el estar dispuesto a perder a
reglas, todos pierden. En un mundo con reglas, no hay un ganador cambio del amor del Otro, exhibe que más allá del otro como rival,
absoluto. Con ello se comprende cómo el juego que siguió al Domi- se encuentra el Otro como objeto de amor y deseo, relación que se
nó fue el de operar a Homero, clavándole las pinzas y lástimándolo muestra como anterior a la primera. Esto, por último, era lo que re-
como condición para al mismo tiempo curarlo. De este modo, pudo presentaba una dificultad para el padre, a quien, si exhorté a perder,
Victorio finalmente jugar con lo que antes no podía: la agresividad era porque no podía perder “ni en broma”, pues el perder insinuaba
y destructividad dirigidas hacia su padre, quien ahora estaba su- un carácter traumático que soportaba su propia imposibilidad de
bordinado a una regla: para curarse, era necesario que pasara por perder por amor. La posibilidad de perder, por lo tanto, no dependía
una operación. También se comprende así que luego de vencerme, de aflojar cierta rigidez o de hacer más concesivo al niño, sino en
Victorio le enseñara a su padre a jugar al ajedrez. Nada más y nada cambio, de poder aislar la relación de deseos que subyace a la
menos, le enseñó un juego de reglas. Las primeras veces le ganó relación con el Otro. De ahí que la remisión de los síntomas se pro-
a su padre, y vino contento contándomelo, pero cosa importante, dujeran ante la presencia de un Otro dispuesto a perder por amor y
no jactancioso (lo cual habría sido simplemente un resultado de la que el retorno de los mismos fuera en correlación con la presencia
necesidad de ganar), sino sorprendido con lo ocurrido (es decir, di- de un Otro necesitado de ganar, imposibilitado de anteponer la re-
cha victoria tenía un índice de extrañeza que la diferenciaba de las lación de deseo a la relación de rivalidad.
típicas victorias por necesidad, que sólo producían su imposición
narcisista y no eran extrañas en absoluto). Conclusiones
No obstante, luego de que el padre dominara un poco mejor las Lejos de haber necesitado que “le pusieran límites”, es decir, de
reglas del juego, el niño nunca más volvió a derrotarlo. Este dato un analista que fuera más o menos estricto, un más o menos se-
llegó a mí cuando de una semana a la otra Victorio volvió a jugar al vero y disciplinador de este niño rebelde, Victorio, ese niño sólo su-
ajedrez conmigo y evidenció nuevamente una notable necesidad de perficialmente rebelde estaba más bien oprimido respecto de una
ganar, mostrándose ansioso cuando veía que le comía (podríamos obediencia anterior, más secreta y profunda, aquella concerniente
aquí pensar que este juego permitía figurar la fantasía de la boca las condiciones del amor de su padre. El niño en cambio, estaba
gigante devoradora) varias piezas y se desvanecían sus posibilida- demasiado limitado por las impredecibles y lábiles condiciones de
des de ganar, recurriendo a darse por vencido para comenzar un amor de su padre, quien tanto podía justificar actos de agresión,
nuevo partido, ante lo cual le pregunté si había estado jugando al como también podía mostrarse muy severo en su reacción ante
ajedrez durante la semana, y me dijo que sí, que había jugado con actos de menor gravedad.
familiares y amigos. De ninguno en particular habló con especial Por otro lado, podemos aquí pensar que el padre de la identifi-
énfasis, pero de su padre dijo que a él nunca le pudo ganar (ahora cación es el padre muerto. En su reflexión antropológica Tótem y
sí podíamos comprender el lugar de la boca gigante del padre): Tabú (1913), Freud expone cómo en el totemismo el padre objeto
a lo que le respondí: ¡Qué grandulón ese papá!”. Luego, en una de identificación es el padre muerto y comido. Un padre invencible,
entrevista con el padre en esa misma semana, justo al final de la que siempre gana, es imposible matar, es imposible de “comer” y
misma, le pregunté si el niño le había ganado alguna vez. Él se rió ello en el doble sentido del ajedrez y del lazo identificatorio. El padre
(dato fundamental, la risa delataba la propia necesidad de ganar del sin fisuras no puede ser comido, y en cambio, se transforma él en
padre y su imposibildad de perder), y me dijo vacilante y dubitativo: asesino y figura devoradora, y el parricida deviene en cambio un in-
“Sí... ¿por?” A lo que le respondí chistosamente: “Dejate ganar, que surrecto que pierde y es devorado. Del mismo modo, hermanos son
es un nene; no seas grandulón...”. quienes comen de un mismo padre. Victorio, el niño que no podía
Paralelamente, en dicha entrevista, el padre habló de cómo lo “sa- perpetrar el parricidio, no podía por lo tanto identificarse a los parri-
caba de las casillas” que Victorio “no le hiciera caso” y se “portara cidas, viéndose así la relación con el semejante perturbada, ya que
mal”. Salió el tema de cómo “se iba de boca” y le decía cosas como condición del reconocimiento del semejante, se volvía antes
que en realidad no eran verdad, pero que en el momento de ira, él imperiosa la tarea de comer al padre. La relación con el semejante,
las llegaba por un lapso a sentir e impulsivamente las decía, tales por lo tanto, se tornaba de una reciprocidad imposible, pues una
como que no lo iba a llevar de vacaciones o que se iba a ir a vivir condición previa de la relación de semejanza es el atravesamiento
a otra provincia y lo iba a dejar, a lo que el niño reaccionaba con por la relación de asimetría. Así, la relación con los compañeros se
un llanto desesperado. La impredictibilidad del padre, entonces, su transformaba en el terreno de una lucha ya no con el semejante,
variable estado de ánimo, exponía al niño a una vivencia de pérdida sino en cambio, con el padre imposible de derrotar. La posibilidad
inminente e imprevisible. de perder, finalmente, era ingenuo pensar que pudiera producirse
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así sin más, pues si lo que posibilitaba la pérdida era el perder a como condición de la hoja en blanco que implicaba el deseo del
cambio de la posibilidad de ganar el amor del Otro[vii], por el con- analista; de ahí que al encontrarse con un deseo que diferenciara el
trario, este niño se veía confrontado a la obligación de ganar como deseo respecto de las condiciones ideales de amor, el niño pudiera
condición del amor del Otro. salir de su identificación al ideal de ganador retenedor del deseo del
Considero, por ende, que aquello con lo que no se podía jugar per- Otro y pudiera así comenzar a perder. Así, la posibilidad de perder
mitió ilustrar en esta ocasión el material aquí presentado. En efecto, estuvo dada por un perder que no significara la pérdida del deseo
aquí no se podía jugar con la pregunta por el deseo del Otro, pues del Otro, o bien, por un deseo más allá de la identificación a un ideal
allí donde despuntaba dicha pregunta en un juego, el juego se veía absoluto imposibilitado de perder por amor, un perder que abriera
interrumpido por el carácter insoportable de la pregunta ante la un campo del deseo más allá de la afirmación del objeto, que a
inminente amenaza de pérdida del amor del Otro. cambio de la renuncia al objeto, ofreciera la promesa de simbolizar
Por último, quisiéramos detenernos en una reflexión sobre la re- la pérdida del objeto por medio de la esperanza de reencontrar sus-
lación entre represión y tolerancia a la frustración. Consideramos titutivamente aquello perdido en el campo del Otro, en las sendas
aquí posible conceptualizar lo ocurrido a propósito del juego de Vic- del deseo.
torio a partir de las distinciones trazadas por Winnicott entre el self
verdadero y el falso self. Mientras que el self verdadero es el que NOTAS
se presenta en el gesto espontáneo y es creativo, el falso self es [i] El siguiente trabajo se inscribe en el marco del Proyecto de Investi-
complaciente y sumiso a las condiciones que le impone el otro aun gación UBACyT (2014-2017) 20020130200155BA: “Articulación de las
a expensas de su creatividad espontánea y su sentimiento personal conceptualizaciones de J. Lacan sobre la libertad con los conceptos fun-
damentales que estructuran la dirección de la cura: interpretación, trans-
de sí[viii]. En efecto, podemos observar en los dibujos de Victorio
ferencia, posición del analista, asociación libre y acto analítico.” Director:
que mientras el mismo mantuviera consignas más directivas y es-
Dr. Pablo D. Muñoz. Acreditado y financiado para el período: 01-08-2014
tructuradas (como las de la persona, el árbol y la casa), él bien po-
al 31-07-2017.
día responder, pero que a medida que el mismo se indeterminaba [ii] En aras de la comprensión del lector, aclaramos que el “Uno” es una
y él no podía anticipar las exigencias que el otro le imponía como versión con leves modificaciones del juego clásico en Argentina con naipes
condición de su deseo y amor, es decir, cuando era interpelado des- españoles llamado “Jodete”.
de la espontaneidad y la creatividad, irrumpía la angustia, lo cual [iii] Desde luego nos habría gustado ahondar en detalles de varios de los
exponía la sobreadaptación sumisa con que respondía ante el Otro. juegos descriptos escuetamente. Al final de la presentación del trabajo
Ello nos permite a su vez superar el simplismo que implicaría su- proponemos realizar eventuales preguntas al respecto en la ronda de pre-
poner que no hay un proceso represivo en casos de niños con es- guntas de la mesa.
casa tolerancia a la frustración, pues ellos harían “lo que se les da [iv] Dos referencias que aquí consideramos cabe destacar son las que si-
la gana”. Contrariamente a dicha suposición de libertad anárquica guen. El chiste es, por ejemplo, para Freud, una formación en continuidad
de las pulsiones, el niño ilustraba una obediencia opresora a las con el juego de los niños (Freud, 1905) y permite para él autor el “domeña-
exigencias que el Ideal dictaba como condición de su amor. Por miento del trauma” (1920). Winnicott, por otra parte, destaca que cuando
en el juego la referencia a la pulsión, a la sexualidad y a la masturbación se
lo tanto, nos inclinamos más bien a pensar en tales casos que no
vuelve demasiado patente, el juego se interrumpe (1971).
acontece un proceso represivo en los términos clásicos que so-
[v] Digo aquí alucinatoria por la certeza con que ello se presentaba y por-
lemos entender por ello (configuración de diques de la moral, la
que ello no podía, ante la pregunta, llevar a ninguna asociación al respecto.
vergüenza y el asco, sepultamiento de la actividad de fantaseo y del El niño no podía dar cuenta de cómo se imponía este pensamiento (de
juego, conformación de síntomas como satisfacciones sustitutivas hecho, ese mismo día había ganado un partido en el colegio). Sólo luego de
figuradas por condensación y desplazamiento), pero ello no signi- un largo silencio pudo continuar, pero sin volver a tocar el tema.
fica, no obstante, que no haya en la experiencia del sujeto un Otro [vi] Respecto de la necesidad hipertrófica de ganar en competencias, con-
que sancione condiciones ideales de amor y conlleve así el hundi- sideramos valiosos dos aportes de Klein que permiten articularla a la an-
miento de la espontaneidad del sujeto y la sumisión del deseo al gustia y a los estadios tempranos del complejo de Edipo. Así, Klein sotitene:
amor del ideal. Así, lo propiamente limitante de la puesta de límites, “Analizando varios niños muy neuróticos entre 4 y 5 años (Mis análisis
lo propiciador de la tolerancia a la frustración, consistió en una di- de adultos han corroborado estos hallazgos) –niños que mostraron rasgos
ferenciación entre el deseo y el ideal que apuntalara el sentimiento paranoides y en quienes el complejo de Edipo invertido era predominante–
de continuidad de la experiencia del deseo con independencia de me convencí de que este curso de desarrollo estaba muy determinado por
un miedo excesivo al padre todavía activo en las capas mentales más pro-
la identificación al ideal, ahí donde antes la desidentificación del
fundas y que se había generado por impulsos primarios de agresión –con-
mismo llevaba directamente a la despersonalización, la angustia
tra él– extremadamente fuertes. Contra un padre peligroso y devorador de
y la agresión.
esta índole, ellos no podían empeñarse en la lucha que sería naturalmente
De este modo, la angustia ante la hoja en blanco la podíamos com- el resultado de una actitud edípica directa […]” (1932, p.173). También
prender a partir de la imposibilidad de poder anticipar una condi- señala (ibíd., p.197) que “el deseo del varón de sobrepasar a sus rivales
ción de amor, situación que confrontaba al niño frente al enigma del y de obtener seguridad contra el peligro de ser castrado por el padre” es
deseo del Otro, frente al cual no tenía forma de responder anticipa- una “conducta que corresponde al modo masculino de proceder con las
toriamente, como lo hacía por medio del ganar. Ello explicaba, por situaciones de ansiedad”.
último, el papel de estrella deportiva con el que se presentó el niño [vii] En su Seminario X, Lacan (1962-1963, p.194) afirma: “Sólo por amor
por primera vez, forma de identificarse a aquello que anticipaba condesciende el goce al deseo”. Freud, por otro lado, se muestra escéptico
208
respecto de la posibilidad de una pérdida absoluta y se muestra más afecto Freud, S. (1907). “El creador literario y el fantaseo”. En Obras Completas.
a pensar que lo que guía el desarrollo no es una pura pérdida, sino en cam- Tomo IX. Buenos Aires: Amorrortu.
bio la renuncia a cambio de ganancias en otros órdenes: Quien conozca Freud, S. (1905). El chiste y su relación con lo inconsciente. En Obras Com-
la vida anímica del hombre sabe que no hay cosa más difícil para él que pletas. Tomo VIII. Buenos Aires: Amorrortu.
la renuncia a un placer que conoció. En verdad, no podemos renunciar a Klein, M. (1932). El psicoanálisis de niños. Buenos Aires: Paidós, 2015.
nada; sólo permutamos una cosa por otra; lo que parece ser una renuncia Lacan, J. (1962-1963). El Seminario. Libro X. La angustia. Buenos Aires:
es en realidad una formación de sustituto o subrogado. (Freud, 1907) Paidós.
[viii] “El self verdadero es la posición teórica de la que provienen el gesto Sourigues, S. (2016). Espontaneidad y complacencia en el psicoanálisis de
espontáneo y la idea personal. El gesto espontáneo es el self verdadero D.W. Winnicott. Una superación del dualismo libertad-determinación.
puesto en acción. Sólo el self verdadero puede ser creativo.” (Winnicott, VIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en
1960, p.193). Para encontrar un desarrollo con mayor detenimiento de Psicología XXIII Jornadas de Investigación Décimo Encuentro de Inves-
las relaciones entre amor, deseo, self verdadero y falso self, véase Es- tigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Uni-
pontaneidad y complacencia en el psicoanálisis de D.W: Winnicott. Una versidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Dirección estable: http://www.
superación del dualismo libertad-determinación. (Sourigues, 2016). aacademica.org/000-044/857
Winnicott, D.W. (1971). Realidad y juego. Buenos Aires: Gedisa.
BIBLIOGRAFÍA Winnicott, D.W. (1960). “La distorsión del yo en términos de self verdade-
Freud, S. (1913). Tótem y Tabú. En Obras Completas. Tomo XIII. Buenos ro y falso”. En Los procesos de maduración y el ambiente facilitador
Aires: Amorrortu. (págs. 182-189). Buenos Aires: Paidós, 2015.
209
CRISIS, RESILIENCIA Y VÍNCULO TERAPÉUTICO.
ABORDAJE EN PSICOTERAPIAS
Stordeur, Marina
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
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toda la vida de la persona. Solo en algunos periodos como en las Crisis y creatividad
crisis no se puede responder, se ponen en suspenso los referentes En los procesos creativos, es necesario justamente un vacío identi-
identificatorios. ficatorio para que algo inédito emerja. Desde los procesos creado-
“El Yo no es nada más que el saber del Yo sobre el Yo (..), [y] el saber res, es el impulso artístico lo que lleva a ese punto de vacío, pero
del Yo sobre el Yo tiene como condición y como meta asegurar al Yo en las crisis es la situación límite, es la ruptura la que impone, como
un saber sobre el Yo futuro, y sobre el futuro del Yo” (Castoriadis- vimos antes, ese vacío de identidad. Ahora, desde el punto de vista
Aulagnier, 2007, p. 168).Podríamos pensar en la adolescencia, to- psicodinámico, en algunos pacientes, también reconocemos vacíos
das las dificultades que hay para tolerar esta brecha y ese intervalo, de su propia organización psíquica. Entonces, pensemos cómo será
y la capacidad de proyectar. En las crisis, justamente, se quiebra la convivencia entre vacíos en los entramados representacionales
esta continuidad, esta historicidad del sujeto, la posibilidad de man- junto con una nada creadora; este será un trabajo justamente a
tener una línea identificatoria en el tiempo se discontinúa. Nuestra implementar en el vínculo terapéutico.
identidad choca con una ausencia, una pérdida o una negativa. En Héctor Fiorini conceptualiza, precisamente, cómo pueden interrela-
las situaciones de crisis, entonces, por un lado, nos conectamos cionarse estas dos nadas, la creadora y los vacíos representacio-
con el carácter ilusorio que tiene el futuro. Por otro lado, el yo no nales, para mejorar el pronóstico de pacientes que consideramos
puede responder cabalmente a la pregunta de ‘quién es’, pregun- muy deficitarios: “A veces en estos casos, el psiquismo creador
ta que siempre debe tener a su alcance para poder responder. La consigue establecer un registro de movilidad, de empuje vital,
pérdida de cohesividad del self es vivida como ausencia de futuro. que llega a zonas detenidas donde otras dimensiones de vacío, de
En las crisis siempre algo se pierde y si se detiene el duelo por esa nada, han fraguado como abismo insondable e innombrable, como
pérdida no es posible realizar una elaboración. El yo da sentido al agujero negro, como hueco temático. El trabajo de simbolización,
pasado así como inviste un yo por –venir. Para recobrar su unidad que es propio de los procesos creadores, será el que enlace y que
e identidad el sujeto necesita darle un sentido a lo perdido, e incluir dinamice quizás esta nada estructural” (Fiorini 2006 ). Tendremos
al conflicto y su resolución en el devenir de su propia historia. Así se que evaluar en cada paciente, la posibilidad y dimensión en que se
re-establece la continuidad pasado presente futuro apropiándose pueda dar esta dinámica. El riesgo en estos momentos es caer en
de los cambios en los referentes identificatorios que lo soportaban lo imposible, que no se dé lugar a nuevas organizaciones.
antes de la crisis. En la producción artística, primero se daría un caos creador. En las
La vida es un devenir de continuos cambios, que solo se toleran crisis se percibe primero una nada aniquiladora. Cuando hablamos
porque aunque el futuro sea ilusorio, el discurso de los otros ofrece de caos creador, no equivale a hablar de la nada, se trata de una
una seguridad no ilusoria. Podemos pensar entonces las caracte- producción, de un virtual que contiene todas las formas posibles.
rísticas que toma el rol del terapeuta que acompaña al paciente en En el proceso creador en sí mismo, el artista en su culminación,
esta etapa. Por otro lado, mediante la transformación del azar en debe perder lo ya creado. En las crisis, en cambio, hay un duelo
organización en las crisis, el psiquismo puede engendrar nuevas anterior, previo a crear algo distinto, se debe hacer duelo por algo
formas y hasta desarrollar potencialidades. O sea, que ante pertur- que se perdió.
baciones aleatorias, como por ejemplo en las crisis accidentales,
se produce un espacio que, aunque doloroso de soportar, aunque Crisis, resiliencia y vínculo terapéutico
implique esa nada innominada, permite ese hueco en que circula Me interesa ahora introducir el concepto de resiliencia, a partir de
una corriente de aire, donde algo nuevo pueda nacer. diversas disciplinas, pero ir trabajándolo desde una definición más
Los paradigmas de Occidente, con el capital y la tecnología, pro- general, para ir luego a una definición que nos permita relacionar el
ponen la valorización de la expansión, de la competencia y de la cambio psicodinámico y lo intersubjetivo.
cantidad. Entre otras cosas, se alienta y se difunde la ilusión de que Resiliencia, entonces, es la capacidad humana para enfrentar, so-
los objetos nos darán segura e instantánea felicidad. Solo hay que breponerse y ser fortalecido o transformado por las experiencias
obtenerlos. Este vacío tan difícil de soportar es llenado así de todas de adversidad. Es decir que resiliencia no significa protegerse de
las formas posibles, pero en las crisis es donde ese vacío se hace una situación adversa, sino vivirla. (Ojeda y Melillo comp. 2001)
tangible, inexorable. La crisis es el momento donde se suspenden Este concepto se empieza a desarrollar entre otras teorizaciones, a
las recompensas, se suspende la ilusión de que se van a cumplir partir de una investigación. A lo largo de 32 años se hizo un estudio
los deseos, se palpa ineludiblemente la brecha entre el camino pro- de Epidemiología Social, en una isla cerca de Hawai que se llama
yectado y el camino posible. El riesgo es porque se siente que no se Kawai, con un grupo de quinientas personas que vivían en absoluta
soporta ese tiempo sin esperanza. Lo que ocurre es que a partir de pobreza, con situaciones de maltrato infantil, abuso, alcoholismo;
lo no representable o de lo no posible, se arma un blanco. Pero que, es decir, un grupo humano sometido a serias situaciones de riesgo
debemos advertir, que en paralelo a los procesos creadores, ese social. Emmy Werner y Ruth Smith, empezaron en 1955 con este
blanco, puede ser quizás aún más potencial que el momento más estudio, que duró 30 años, esta investigación permitió hacer el se-
pleno. Quizás este vacío esté más lleno que todos los llenos, aun- guimiento de personas, desde la etapa prenatal hasta su adultez.
que sean indescriptibles el dolor y la angustia que se experimenta Ellas observaron sobre todo, el resultado de la vida de doscientos
en ese momento. (Fiorini 2006) chicos que justamente estaban en situación de riesgo o situación
social grave. Unos diez años más tarde, vieron que ciento treinta de
esos chicos realmente habían seguido una evolución médica, psi-
211
cosocial y afectiva catastrófica, que confirmaba la importancia de habíamos nombrado alguno de ellos, por ejemplo la imagen del
los factores del medio. Pero también estudiaron que pasó con los cuerpo, las redes identificatorias, ect.) y los grupos del afuera (lo
otros setenta chicos que habían superado esos años, y tenían una institucional, lo grupal y lo cultural). O sea, esta interdependencia,
buena adaptación. El factor común que estas investigadoras encon- esta interrelación que mencionamos como apoyatura necesaria, se
traron es que esos setenta chicos habían tenido siempre a su lado discontinúa y la ruptura de la crisis, no permite que se produzca
a una persona que, fuera familiar o no, los había aceptado más allá ninguna unión. Justamente, en el vínculo terapéutico, es donde po-
de su aspecto físico, más allá de su temperamento y más allá de su drá quizá surgir un lugar intermedio. Este lugar intermedio tiene
inteligencia; y que siempre estaba para fomentar sus logros y re- que generar una unión en donde estaba el vacío, una unión dada
conocer sus acciones. Se confirma que lo mas relevante para estos por una instancia de comunicación, un espacio de articulación de lo
niños era mantener una relación cariñosa y estrecha con un adulto que se desarticuló, de lo que se separó, para propiciar un espacio
significativo (se refieren a este estudio Raquel y Ruben Zuckerfeld de simbolización. El vínculo terapéutico genera estas posibilidades
en “Procesos Terciarios” 2002). Esta investigación y muchas otras en tanto se halla establecido para las situaciones críticas con inter-
que se hicieron, sobre personas que vivieron situaciones de catás- venciones que promueven crear activamente el vínculo (Winnicott
trofes naturales o de guerra, empezaron a mostrar que la capacidad 1965, Fiorini 1993) .mostrando que se tolera ese vínculo con sus
de resiliencia en los sujetos va a depender de la interacción de la cargas y vicisitudes, y así brindar la posibilidad de crear el “espacio
persona con su entorno humano. Así entonces, sabiendo que la re- del nosotros” a través de la resonancia empática. Recrear estas
siliencia no es algo con lo que se nace, ni es algo que se mantiene condiciones propicia construir un vínculo positivo, incluyendo la
estable a lo largo de la vida, sino que uno puede ser más o me- confianza mutua, la aceptación y la confidencia. Estos aspectos co-
nos resiliente según el momento, empezamos a ver la importancia laboran con el establecimiento de la alianza terapéutica (Etchevers
del vínculo terapéutico. Y sobre todo, como conclusión, desde este y ot. 2017). De esta manera se generan los aspectos que colaboran
concepto el énfasis está puesto en promover el potencial de salud con la confianza en el vínculo y la expresión de los afectos.
y no en solo destacar lo repetitivo y lo destructivo (Fiorini 2006). En las crisis, a partir del impacto traumático, quedan magnitu-
Desde esta perspectiva se considera al individuo como agente de des pulsionales sin ligar, esto constituye lo irrepresentable (Be-
su propia transformación, tomando en cuenta, entonces al sujeto y renstein 1999). En el aparato psíquico, al estar invadido por este
su contexto. La resiliencia es un conjunto de procesos sociales e quantum energético, lo irrepresentable va a generar emociones
intrapsíquicos, que posibilitan tener una vida sana viviendo en un intolerables. Por eso el trabajo psíquico consistirá justamente en
medio insano. Uno de los enlaces que me parece más importante que se realice su inscripción inconsciente, a veces este proceso
para tener en cuenta, es que todos los que hicieron investigaciones está posibilitado otras no.
sobre lo que propicia la resiliencia llegaron a la conclusión de que Cuando existe un vínculo terapéutico, entonces, que en un primer
no fracasan los que más padecieron, sino los que por estar dema- momento sostiene los excesos de excitación, y en un segundo mo-
siado aislados contaron con menos apoyo. Entonces, la cuestión es, mento, otorga alguna significación a esto irrepresentado, desde ese
en la situación adversa, no aislarse y en quién o en qué apoyarse. momento lo irrepresentable podrá ser presentado ante el sujeto ad-
quiriendo calidad de lo nuevo. Si esto se inscribe, estamos en pre-
El psiquismo y sus apoyaturas. Vínculo terapéutico. sencia de una creación, creación como nueva significación, nueva
En este punto, me interesó entonces ver de René Kaës (1979) su subjetividad. “Este es el carácter de novedad de la tarea analítica,
teoría del apuntalamiento, que él la despliega en la constitución que al generar nuevas inscripciones produce nueva subjetividad.”
misma del aparato psíquico, pero que aparte nos sirve para pensar (Zuckerfeld , Zuckerfeld 2002 p 7) Estos conceptos los trabajaron
en las crisis. René Kaës piensa al psiquismo como construcción- Raquel y Rubén Zuckerfeld , en un escrito que hicieron sobre proce-
destrucción, justamente como movimiento de apoyaturas y retiro sos terciarios, en su hipótesis central: la terapia, el setting, no solo
de las mismas, de aperturas, cierres y creaciones, que se cons- tiene que trabajar sobre develar lo viejo, sino crear nuevas inscrip-
truyen a través de la apoyatura grupal. En su caracterización de la ciones, nueva subjetividad. La presencia del otro en el sentido de
constitución del psiquismo, habla de que hay siempre movimiento sostén, de sostén del impacto, permite que la descarga traumática
de apoyaturas, y que solo ante el retiro de una apoyatura se pasa pierda su potencial y adquiera cualidad. El cambio surge entonces,
a otro orden: las transcripciones y la complejización del aparato como decíamos antes, porque algo de lo irrepresentable adquiere
psíquico se dan porque un apoyo no está más y hay que dar paso a una representación que nunca tuvo.
la transcripción de otro orden. En este sentido reformulan el concepto de resiliencia, que implica-
Él considera a la imagen del cuerpo, a las redes identificatorias, a ría entonces, “una capacidad del psiquismo de capturar lo traumá-
las fantasías, formando parte de lo que denomina denomina “gru- tico- gracias a un soporte vincular- creando condiciones psíquicas
pos del adentro”: son las formaciones internas, interactúan y son nuevas” (Zuckerfeld , Zuckerfeld 2002 p 17). Esta posibilidad de
interdependientes de los “grupos del afuera”, que serían lo grupal, cambio y de lo nuevo es lo que llamó la atención a los investi-
lo institucional, lo cultural. gadores que fallaron en sus predicciones sobre el futuro de chi-
Vamos a ver ahora, qué dinámica se da en las crisis, cómo es la cos muy maltratados. Y es lo que también que llama la atención a
interrelación y qué pasa cuando la ruptura revela un vacío. Justa- clínicos sobre pronósticos reservados que a veces realizan sobre
mente, en las crisis se produce una ruptura y un vacío en la inte- los pacientes en los quese observa un importante deterioro en su
racción y la interdependencia entre los grupos del adentro- (que entramado psíquico, o pacientes que han vivido catástrofes muy
212
importantes. Es decir, que el sujeto cualifica y crea donde solo hubo BIBLIOGRAFÍA
magnitudes, mecanismos que deben diferenciarse de la resignifica- Berenstein, I. (1998 1999) “Lo representable, lo irrepresentable y lo pre-
ción del trauma. Esta potencialidad solo podría manifestarse en un sentable. Consideraciones acerca de la repetición y el acontecimiento
entramado intersubjetivo, de cuyas características va a depender psíquico”. Rev de psicoanálisis , número especial internacional
Bleichmar, S. (Compiladora) (1994) “Temporalidad. Determinación. Azar. Lo
la mayor vulnerabilidad, o la posibilidad de generar conductas res-
reversible y lo irreversible” Bs As. Paidos
ilientes. Así entonces, el vínculo terapéutico posibilita un encuentro
Caplan, G. (1980). Teoría de la crisis. Principios de psiquiatría preventiva.
único y original que trabaja desde la historia, pero que también crea
Buenos Aires: Paidós.
historia. Y por último, tengamos en cuenta que en esos momentos Castoriadis-Aulagnier, P. (1975). La violencia de la interpretación. Del picto-
donde reina el caos, la angustia y la desolación; lo posible, siempre grama al enunciado. Buenos Aires: (1991) Amorrortu
emerge en el límite de lo imposible. (Fiorini 2006) Etchevers, M.; Helmich, N.; Giusti, S.; Putrino, N. I. (2017). “Alianza tera-
péutica, sus estudios actuales, y desarrollos”. En Revista Universitaria
DISCUSIÓN de Psicoanálisis.
Consideramos de utilidad para clínicos e investigadores profun- Fiorini, H.: “El psiquismo creador.” Buenos Aires, Nueva visión, 2006.
dizar en las dinámicas propias de la situación de crisis. Desde Irigoyen, R., Minotto, H., Perez Lloveras, C. (1992) Crisis: Tópica de lo trau-
nuestra perspectiva teórico –clínica contamos con conceptos y mático. Bs As. Argentina Tekne S.R.L. Liberia Editorial.
herramientas técnicas que nos permiten trabajar promoviendo Käes, R.: Crisis, ruptura y superación. Buenos Aires, Ed.Cinco, 1979
Melillo, A., Suarez Ojeda, E. (comp.) (2001). Resiliencia. Descubriendo las
factores y dinámicas resilientes. Desplegando también las ca-
propias fuerzas Buenos Aires Paidos
racterísticas y aspectos que el vínculo terapéutico debe propiciar
Morin, E. (1998). La inteligencia ciega. Introducción al pensamiento com-
para incentivar en el paciente una salida posible. Winnicott desde
plejo. Buenos Aires: Gedisa
su teoría nos aporta como ciertos aspectos del vínculo permiten Werner y Smith Investigación de sobre población de Kawai www.wested.
alojar, sostener y aceptar los procesos psíquicos del paciente. org/online_ pubs/resiliency/resiliency.chap1
Kaes postula que la historia del sujeto es la de sus apuntalamien- Winnicott, D. W. (1965) Los procesos de maduración en el niño y el ambien-
tos (apoyos). De que manera entonces el abordaje terapéutico te facilitador. Buenos Aires, Paidos, 1993.
de las crisis en psicoterapias interviene en la posibilidad de res- Winnicott, D. W. (1965) “El valor de la consulta terapéutica”. Emanuel Miller,
tablecer la continuidad de la historicidad del sujeto que la crisis comp., Foundations of Child Psychiatry, Londres, Pergamon Press, 1965.
interrumpió y descontinuó. Es relevante continuar el estudio del Zukerfeld, R. y Zonis Zukerfeld, R. (2002). Procesos Terciarios. Premio Fe-
abordaje y sus especificas intervenciones. pal, 2002, Aperturas Psicoanalíticas, 14, 2003, www.aperturas.org
Zukerfeld, R. y Zonis Zukerfeld, R. (2006). Procesos Terciarios: de la vulne-
rabilidad a la resiliencia. Buenos Aires: Lugar Editorial.
213
UNA APROXIMACIÓN A LA DISTINCIÓN PSICOANALÍTICA
ENTRE LA VIOLENCIA, LA AGRESIVIDAD Y LAS
PATOLOGÍAS DEL ACTO
Suen, Pablo
Universidad Nacional de Córdoba. Argentina
RESUMEN from where such “acts” of violence occur. To this end, the so-called
Al abordar la temática de la violencia se presentan dificultades de “pathologies of the act” are addressed here, which, although with
orden ético y conceptual: ¿como establecer una definición de la an unfortunate designation, teach in their logic something more
violencia sin caer en posiciones etnocéntricas o en herrumbradas about the subject’s possible responses to the affection of anguish.
distinciones entre lo normal y lo patológico?; ¿es posible establecer
la determinación subjetiva del fenómeno sin caer en un terrorismo Key words
de la responsabilidad, o en su defecto, esta el sujeto condenado a Aggression, Aggression, Pathologies of the Act, Anguish, Inhibition
desparecer a consecuencia de las violencias ejercidas desde las Acting Out, Passage to the Act
nebulosas interpretaciones casualistas? Existe también el riesgo de
limitarse a contemplar los fenómenos desde un punto de vista des- Introducción
criptivo, definiendo así tipos y modalidades observables de violen- Al abordar la temática de la violencia se presentan dificultades de
cia pero encontrando serios obstáculos al momento de dar cuenta orden ético y conceptual: ¿como establecer una definición de la
de la función particular que esta cobra en cada individuo, como violencia sin caer en posiciones etnocéntricas o en herrumbradas
de su inserción o confrontación con las modalidades de violencia distinciones entre lo normal y lo patológico?; ¿es posible establecer
hegemónicamente establecidas en un determinado conjunto social. la determinación subjetiva del fenómeno sin caer en un terrorismo
Desde la perspectiva psicoanalítica tenemos la posibilidad de sor- de la responsabilidad, o en su defecto, esta el sujeto condenado a
tear estas dificultades abordando la lógica misma desde donde se desparecer a consecuencia de las violencias ejercidas desde las
producen tales “actos” de violencia. Para ello se abordan aquí las nebulosas interpretaciones casualistas? Existe también el riesgo de
denominadas “patologías del acto”, las que aunque con una desig- limitarse a contemplar los fenómenos desde un punto de vista des-
nación desafortunada, enseñan en su lógica algo mas acerca de las criptivo, definiendo así tipos y modalidades observables de violen-
posibles respuestas del sujeto al afecto de la angustia. cia pero encontrando serios obstáculos al momento de dar cuenta
de la función particular que esta cobra en cada individuo, como
Palabras clave de su inserción o confrontación con las modalidades de violencia
Violencia, Agresividad, Patologias del Acto, Angustia, Inhibicion, hegemónicamente establecidas en un determinado conjunto social.
Acting Out, Pasaje al Acto
Agresión y Agresividad, una distinción psicoanalítica
ABSTRACT En la obra de Sigmund Freud, los impulsos agresivos conjuntamen-
AN APPROACH TO PSYCHOANALYTIC DISTINCTION BETWEEN VIO- te con los sexuales componen los impulsos por reprimir, impulsos
LENCE, AGGRESSIVENESS AND THE PATHOLOGIES OF THE ACT que la moral cultural se afana en sojuzgar a los fines de la convi-
In addressing the issue of violence, there are difficulties of an ethi- vencia: …el poder de la comunidad se contrapone como ‘derecho’
cal and conceptual nature: how to establish a definition of violence al poder del individuo, que es condenado como ‘violencia bruta’.
without falling into ethnocentric positions or rusting distinctions Esta sustitución del poder del individuo por el de la comunidad es
between normal and pathological? Is it possible to establish the el paso cultural decisivo. Su esencia consiste en que los miembros
subjective determination of the phenomenon without falling into a de una comunidad se limitan en sus posibilidades de satisfacción,
terrorism of responsibility or, failing that, is the subject doomed to en tanto que el individuo no conocía tal limitación (Freud, 1930).
disappear as a result of the violence exercised from nebulous casual La agresión, para Freud, lejos esta de ser efecto univoco de la in-
interpretations? There is also the risk of being limited to contempla- justicia o el sistema: La agresión no ha sido creada por la institu-
ting the phenomena from a descriptive point of view, defining in this ción de la propiedad; reinó casi sin restricciones cuando esta era
way types and observable modalities of violence but finding serious todavía muy escasa, se la advierte ya en la crianza de los niños
obstacles in the moment of accounting for the particular function cuando la propiedad ni siquiera ha terminado de abandonar su for-
that it charges in each individual, as of its insertion or Confrontation ma anal primordial, constituye el trasfondo de todos los vínculos
with the forms of violence hegemonically established in a certain de amor y ternura entre los seres humano (Freud, 1930). Lejos de
social group. From the psychoanalytic perspective we have the pos- los prejuicios de su época, Freud llega a sostener: Que se oculte al
sibility to overcome these difficulties by approaching the logic itself joven el papel que la sexualidad producirá en su vida no es el único
214
reproche que puede dirigirse a la educación de hoy. Yerra, además, leemos las crónicas de las colonias vamos a ver que las tensio-
por no prepararlo para la agresión cuyo objeto está destinado a ser nes agresivas se daban entre los conquistadores que trataban de
(Freud, 1.930); Cuyo objeto está destinado a ser, ya sea porque la sacarse lugares, mientras que con respecto a los indios no había
agresión viene de sus semejantes, o se constituya como respuesta agresividad sino había directamente agresión, rechazo del goce
del yo frente a los imperativos del superyó. Es a partir de los ha- del Otro, domesticación (…)el encuentro equivalía al dominio o al
llazgos que se desprenden de la elaboración de la segunda tópica exterminio inmediato de uno por el otro, no había posibilidad de
que Freud conceptualiza los fenómenos agresivos, otorgando a la tensión agresiva. Mientras que el imperio incaico estaba dividido
clásica distinción entre auto-agresiones y hetero-agresiones un en una tensión agresiva entre dos hermanos (Garcia, 1.985). En la
marco explicativo. Según Freud, el camino a tomar en el trámite reacción agresiva (agresión) esta en juego el exterminio del seme-
de las agresiones depende del nivel de tensión existente entre el jante, en tanto que en la tensión agresiva (agresividad) se trata de
yo y el superyó: En el niño desamparado, educado sin amor, falta la una tensión sostenida entre el yo y el otro ubicados en el eje de la
tensión entre el yo y el superyó y toda su agresión puede dirigirse rivalidad imaginaria. En el prevalecer de las relaciones imaginarias
hacia afuera. Por lo tanto, si se prescinde de un factor constitu- del humano con sus semejantes, lo dominante es la tensión eroto-
cional que cabe admitir, es lícito afirmar que la conciencia moral agresiva cuyo incremento en la lucha por el objeto del deseo solo
severa es engendrada por la cooperación de dos influjos vitales: la encuentra salida por la vía de la agresión. Cito a Lacan: Antes que el
frustración pulsional que desencadena la agresión y la experiencia deseo aprenda a reconocerse—pronunciemos ahora la palabra—-
de amor, que vuelve esa agresión hacia adentro y la transfiere al -por el símbolo, solo es visto en el otro. En el origen, antes del
superyó (Freud, 1.930) lenguaje, el deseo solo existe en el plano único de la relación ima-
En la obra de Jaques Lacan hay una temprana mención de la ginaria del estadio especular, existe proyectado, alienado en el otro.
violencia entendida como agresión, cuya ejemplificación la da el La tensión que provoca no tiene salida. Es decir no tiene otra salida
pasaje al acto en la paranoia: La tendencia agresiva se revela —Hegel lo enseña— que la destrucción del otro (Lacan, J. 1.954-
fundamental en cierta serie de estados significativos de la per- 1.955). Por su parte, Germán García al abordar la figura literaria del
sonalidad que son las psicosis paranoides y paranoicas —don- doble en la obra de Dostoievski descubre una segunda salida, que
de—el acto agresivo resuelve la construcción delirante— es par- puede ser mejor entendida como reaseguro de la tensión agresiva
ticularmente la resolución del caso Aimèe— (…) Así se seria de por la vía del repliegue en la fantasía. Escribe García: En los textos
manera continua la reacción agresiva, desde la explosión brutal de Dostoievski el acto de violencia exige un estado de furor o bien
tanto como inmotivada del acto, a través de todas las formas de una frialdad que señalan, por igual, su valor excepcional. El acto
las beligerancia (Lacan, 1.948). Por entonces, la serie continua de violento produce siempre una realidad irreversible y tiene efectos
las manifestaciones que van de la explosión brutal a las formas irreparables. Si Dostoievski pudo ser un precursor del monologo es
de la beligerancia es recubierta en Lacan por la serie que va de porque la tensión agresiva se resuelve en cavilaciones y se satisfa-
la reacción agresiva a la tensión agresiva, es decir de la agresión ce en figuras que despliegan refinadas maquinaciones imposibles
a la agresividad. A diferencia de la agresión, la noción de agre- de ser realizadas (García, G. 1.980).
sividad en psicoanálisis se expresa en las manifestaciones de la
transferencia negativa. Lacan define la agresividad como: …ten- La enseñanza de Lacan se complejiza en los años sesenta al in-
sión correlativa de la estructura narcisista en el devenir del sujeto troducir la elaboración del objeto a: un objeto que no es como los
(Lacan, 1.948). Unos años después volverá a tomar la noción de demás, es decir, que no es modelado a partir de la propia imagen
agresividad para decir: “…no se trata aquí de la agresión que se (Jacques-Alain Miller, 2003). Si en sus primeros escritos la tensión
imagina en la raíz de la lucha vital. La noción de agresividad res- eroto-agresiva alcanzaba para explicar las reacciones agresivas y
ponde por el contrario al desgarramiento del sujeto contra si mis- las manifestaciones de agresividad propias de la transferencia ne-
mo, desgarramiento cuyo momento primordial conoció al ver a la gativa, bajo la preponderancia de lo simbólico en las producciones
imagen del otro, captada en la totalidad de su Gestalt, anticiparse de los años cincuenta (especialmente en el Seminario 5 dictado
al sentimiento de su discordancia motriz, a la que estructura re- entre los años 1.957 y 1.958), se marca el contorno entre lo desci-
troactivamente en imágenes de fragmentación (Lacan, 1.955). frable de los efectos inconcientes, y aquellas manifestaciones que
Si en Freud la agresión enviada hacia afuera es consecuencia de la emergen por fuera de las leyes de la metáfora y la metonimia. Es
falta de tensión metapsicológica entre el yo y el superyó, en Lacan en 1.962, año en que Lacan dicta su Seminario sobre la angustia,
la agresividad es efecto del sostenimiento de la tensión intersub- donde intenta formalizar las relaciones que inhibición, acting out y
jetiva entre el yo y el otro. En su comentario acerca de los Escritos el pasaje al acto mantienen con el afecto de la angustia, entendido
de Lacan, Germán García sostiene esta diferenciación: Para Lacan este como única traducción subjetiva del objeto a (Lacan, 1.962).
la agresividad es una tensión subjetiva, no es un acto de agresión En términos generales, el objeto a es definido por entonces del si-
(…) esa agresividad se disuelve siempre que el otro no este puesto guiente modo: “El a es lo que permanece irreductible en la ope-
en el lugar del dos, pues la agresividad supone que haya dos en ración total de advenimiento del sujeto al lugar del Otro, y ahí es
un mismo eje. Se trata de una tensión, una tensión surgida de una donde adquirirá su función (Lacan, J. 1.962-1963).
regla de exclusión que se crea en el estadio del espejo que dice: De las respuestas que el sujeto esgrime frente a la angustia — se-
o yo o tu (García, 1.985). Para explicar esta diferencia García toma ñal de lo real del objeto— puede construirse una primera serie que,
las crónicas de la colonización de América y asegura: si nosotros sin que sea preciso elevar al rango de catalogo exhaustivo, sitúa en
215
un orden lógico las relaciones entre estos fenómenos. etc. — que introduzca en el sujeto alguna modificación. Al decir de
Lo que usualmente se conoce como patología del acto, no respon- Lacan: “…hablamos de acto cuando una acción tiene el carácter
de en principio a las categorías clínicas del psicoanálisis, sino que de una manifestación significante en la que se inscribe lo que po-
proviene más bien del campo de la psiquiatría criminológica. En dría llamar el estado del deseo. Un acto es una acción en la medi-
este sentido es que Irene Greiser propone: Es necesario delimitar da en que en él se manifiesta el deseo mismo que habría estado
desde el psicoanálisis que definimos como ‘patologías del acto’, en destinado a inhibirlo (Lacan, J. 1.962-1.963). La inhibición tiene a
tanto no es una clasificación psicoanalítica, sino una descripción lo largo de la obra de Freud diferentes conceptualizaciones. Se pre-
fenoménica extraída de la psiquiatría, pero que hoy en día, junto senta tempranamente en sus elaboraciones acerca del desarrollo
con la inhibición, son formas que asume la subjetividad del presen- del aparto psíquico, funcionando como bisagra entre los procesos
te (Greiser, Irene 2.008). La “patología” del acto puede situarse en primarios y secundarios de pensamiento. Con posterioridad, pero
la creciente dificultad que encuentran los individuos para emerger siguiendo esta misma línea, la inhibición motriz tendrá su función
de sus acciones como sujetos responsables de las mismas.. En el en el pasaje del principio de placer al principio de realidad: La sus-
intento de encontrar una definición causal para las modalidades de pensión, que se había hecho necesaria de la descarga motriz—de
resolución subjetiva que conforman las patologías del acto, Greiser la acción—fue procurada por el proceso del pensar, que se cons-
argumenta: El declive del discurso del amo es congruente con sín- tituyo desde el representar. El pensar fue dotado de propiedades
tomas que no son producto de la represión, y el sujeto, no represen- que posibilitaron al aparato anímico soportar la tensión de estimulo
tado por el significante, lleva a que el síntoma, en el clásico sentido elevada durante el aplazamiento de la descarga (Freud, S. 1.911).
freudiano como formación del inconciente, haya cedido su espacio A partir de referencias como esta puede pensarse que en Freud se
a las patologías del acto (Greiser, Irene 2.008). sostiene en vigencia la oposición entre pensamiento y acción, ha-
Es menester ser precisos, las conductas y acciones observadas ciendo la salvedad de que esta última es entendida como descarga
desde el ojo del panóptico no constituyen un acto en el sentido la- motriz, diferenciándose del acto. G. García hecha luz sobre la falsa
caniano del término, sino que solo pueden devenir acto al adscribir dicotomía entre pensamiento y acto cuando dice: El acto no quiere
el propio sujeto a una sanción significante. Desde esta perspectiva decir agitarse, moverse. No es Piaget, no es el acto y el pensa-
el acto no es en si mismo una acción en el sentido del movimiento miento tampoco, ni la academia de ciencias de la U.R.S.S. —ellos
o de la motricidad, aunque si pueda ser una palabra: La palabra piensan en el acto y el pensamiento. Lacan se ríe de esto porque
como acto es esa palabra que después de proferida las cosas no parte de Heidegger, para quien acto y pensamiento no son separa-
quedan igual. (García, G.1.985). En psicoanálisis el acto de la pa- bles. Podemos hablar de un pensamiento en acto, o de un acto que
labra implica al sujeto que se divide por el desconocimiento de los sin saberlo supone un pensamiento inconciente, pero no podemos
significantes que determinan su discurso, pero a quien se presume oponer acto / pensamiento, que es lo que viene desde siempre: el
responsable de todos sus dichos, los que pese a no poseer un sen- pensar y el actuar (García, G. 1.987).
tido común, pueden llegar a producir sentido por efecto del acto de Con la posterior elaboración de la segunda tópica Freud define la
la enunciación. Lacan, discutiendo con la filosofía del lenguaje de inhibición como una limitación normal de las funciones del yo, limi-
Odgen y Richards, proclama: “Ningún concepto sin embargo da el tación vinculada al desarrollo de funciones motrices—locomoción,
sentido de la palabra, ni siquiera el concepto del concepto, pues alimentación, sexualidad, etc. —y resultado de las condiciones
ella no es el sentido del sentido. Pero da al sentido su soporte en constitutivas de aquel (Freud, 1.926). La inhibición como limitación
el símbolo que ella encarna por su acto. Es pues un acto y que, no patológica es colocada en serie con otros límites patológicos: el
como tal, supone un sujeto (Lacan, J. 1.955). Contrariamente a la síntoma y la angustia. Para Lacan se trata de una serie diagonal,
oposición clásica —proveniente de la filosofía— entre acto y pen- ya que estos fenómenos se desarrollan en diferentes registros: la
samiento, para el psicoanálisis el acto no se opone al significante, inhibición se refiere a la captura del sujeto bajo las escenas de su
sino que es por intermedio de la hiancia que el primero precipita la imaginario; el síntoma en tanto metafórico vinculado a lo simbóli-
incidencia del segundo y viceversa: es un pensamiento inconciente co; y el afecto de la angustia en lo real. Con la inhibición el sujeto
el que se supone detrás del acto. Una vez más vuelvo a German responde a la angustia señal, manteniéndose a resguardo de la
García para transmitir con mayor claridad: Entonces, ¿qué es un descomposición imaginaria vivenciada como la cercanía de un pe-
acto? Es aquello que cambia, que corta el pasado y el futuro. Si hay ligro vital inminente. J. Lacan sostiene la diferenciación freudiana
continuidad, no hay acto; podemos decir que el sujeto es siempre cuando afirma que la inhibición es un síntoma metido en un museo,
pasado; el acto es discontinuidad temporal en un sujeto (…) Quiere es decir, un síntoma que ha perdido su carácter extraterritorial res-
decir entonces que el acto seria la decisión que cambia la posición pecto del yo (Lacan 1.962).
subjetiva del sujeto, mientras que un moverse por identificación no
cambia nada (García, G. 1.987). El acting out
La serie lógica de las resoluciones subjetivas ante la angustia, se
La inhibición complementa en Lacan con los denominados acting out y pasaje al
De las llamadas patologías del acto, destaco primeramente la inhi- acto, ubicados en el polo opuesto de la inhibición del movimiento,
bición, entendida esta como la imposibilidad de actuar y de que a en tanto estos se constituyen como tales a partir de la salida que el
partir de allí se produzca un significante del acto—sea este el de sujeto encuentra por la vía de la acción.
aprendizaje, del encuentro sexual, de la enunciación de la palabra, El primero de los términos de raigambre psicoanalítica, introdu-
216
cido por Freud en uno de sus importantes artículos técnicos de nemos los dos términos, el de mostrar, o demostrar, y el del deseo,
1.9.14, donde presenta los limites del psicoanálisis por la senda para aislar un deseo cuya esencia es mostrarse como otro— y
de la rememoración bajo el ejercicio del método hipnótico: Cuando sin embargo, mostrándose como otro, designarse de este modo
aplicamos la nueva técnica resta muy poco, nada muchas veces (Lacan, J. 1.962-1.963). No se trata, a mi entender, de establecer
de aquel decurso de alentadora tersura. (…) Si nos atenemos al una correlación directa entre lo actuado y lo deseado, sino que, al
signo distintivo de esta técnica respecto del tipo anterior, podemos conceptualizar el acting como un mensaje engañoso y paradójico,
decir que el analizado no recuerda en general nada de lo olvidado se desestima la tentativa pseudo-empirista que valoriza la con-
y reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo sino ducta observada como manifestación verdadera de la realidad del
como acción (agieren); lo repite sin saber desde luego que lo hace sujeto. Si bien eso podría hacer verdad, lo es solo en la medida
(Freud, S. 1.914). en que logremos introducir los significantes del acting en el texto
La gran importancia de estas conceptualizaciones radica en que a sintomático de la neurosis.
través de ellas Freud desestima cualquier prejuicio que vincule al
psicoanálisis con una clínica del pasado, para proponer: no debe- El pasaje al acto
mos tratar su enfermedad como un episodio histórico, sino como Término proveniente del saber psiquiátrico en sus articulaciones
un poder actual (Freud, S. 1.914). De allí Lacan extrae una ense- con la criminología, es trabajado por Lacan en reiteradas oportuni-
ñanza, trasmitida a través de su seminario 1: La historia no es el dades a lo largo de su obra. Incluso, es a través de lo que el mismo
pasado, sino lo que del pasado se actualiza en el presente (Lacan, denomina como su acercamiento a la maquinaria del pasaje al acto
1.953-1.954). que desemboca en el psicoanálisis (Lacan, De nuestros anteceden-
Si en los primeros escritos psicoanalíticos de Lacan, el acto y la tes). Como señalan Silvia Tendlarz y Carlos García: Lacan extrajo el
asunción subjetiva del significante del mismo, dependían de la pasaje al acto del mundo de la psiquiatría, y lo integro e incorporo
temporalidad lógica propia del funcionamiento del significante en al campo del psicoanálisis, despsiquiatrizandolo y generalizándolo,
el inconciente (El Tiempo Lógico y el Aserto de Certidumbre Antici- pues entendía que ‘el pasaje al acto devela la estructura fundamen-
pada 1.944); a comienzos de los años 60, las resoluciones subjeti- tal del acto (Tendlarz y García, 2008).
vas por la vía de la acción responderán para Lacan a la relación del En sus primeros escritos el pasaje al acto cumple la función de re-
sujeto con las condiciones escénicas en las cuales se presenta el solver la construcción delirante en su incremento de las tensiones
afecto de la angustia. En el acting out el sujeto se mantiene en la intersubjetivas del sujeto psicótico. A lo largo del dictado del Semi-
escena del Otro pero a condición de enseñar, con sus acciones, la nario 10, Lacan piensa el pasaje al acto como ruptura de la relación
relación profunda al objeto a en que se imbrica su deseo, montando del sujeto con la escena del Otro: El momento del pasaje al acto es
así una escena dentro de la escena (Lacan 1.963). Unos años antes, el de mayor embarazo del sujeto en tanto que este aparece borrado
a la altura de su seminario 5, Lacan había demostrado el carácter al máximo por la barra, con el añadido comportamental de la emo-
de mensaje al Otro característico del acting: Si la hazaña es un ción como desorden del movimiento. Es entonces cuando, desde
ejercicio, una proeza, un juego de manos destinado a complacer al allí donde se encuentra—a saber, desde el lugar de la escena en la
Otro, a quien ya se lo he dicho le importa un bledo, el acting out es que como sujeto fundamentalmente historizado, puede únicamente
distinto. Es siempre un mensaje, y por eso nos interesa cuando se mantenerse en su estatuto de sujeto—se precipita y bascula fuera
produce en un análisis (Lacan, J. 1.957-1.958). En la época del Se- de la escena. Esta es la estructura misma del pasaje al acto (…)
minario 10, mantiene esta tesis: El acting out es esencialmente algo El sujeto se mueve en dirección de evadirse de la escena. Es lo
en la conducta del sujeto que se muestra. El acento demostrativo que nos permite reconocer el pasaje al acto en su valor propio y
de todo acting out, su orientación hacia el Otro debe ser destacado distinguir de él lo que es muy distinto, ya lo verán ustedes, a saber,
(Lacan, J. 1.962-1.963) La función de mensaje asignada al acting el acting out (Lacan, J. 1.962-1.963).
out lleva a Lacan a conferirle valor transferencial. Lo conceptualiza Según sostienen Tendlarz y García, el pasaje al acto se presenta,
entonces como esbozo de la transferencia o transferencia salvaje, a nivel fenoménico, con ciertos rasgos característicos: reviste el
habilitando la pregunta sobre las posibilidades de domesticación de modo particular de la urgencia y la perentoriedad; es discontinuo
la misma (Lacan 1.963). respecto de la conducta observable; se encuentra por fuera de la
El acting out como mensaje recubre su estructura significante con cadena de motivos psicológicos y del cálculo premeditado del su-
lo característico del gesto, entendido como lo que se da a ver (La- jeto. En tanto que, a nivel estructural, el pasaje al acto tiene su
can 1.964), aun cuando permanezca inconciente para el sujeto. coyuntura dramática y coordenadas significantes (Tendlarz-García
¿Qué es lo que enseña el sujeto en su acting? Enseña, a aquel ubi- 2008). Con esto ultimo quieren decir que, luego de producido el pa-
cado en el lugar del Otro, la relación que guarda con el objeto de saje al acto, es posible reconstruir los pormenores situacionales de
deseo, relación del todo engañosa dado que se muestra siempre su desencadenamiento, así como la determinación que una frase o
como lo que no es parte de su discurso: El acting out es esencial- palabra tienen en la precipitación del mismo.
mente la demostración, mostración sin duda, sin duda velada pero Al exponer las condiciones esenciales del pasaje al acto, Lacan ubi-
no velada en si. Solo esta velada para nosotros en tanto sujetos ca como de mayor relevancia la identificación absoluta del sujeto
del acting out, en la medida en que eso habla, en la medida en que con el a al que se reduce, identificación que dirige toda la gama de
eso podría hacer verdad (Lacan, J. 1.962-1.963). Lacan acentúa las denominadas conductas auto-agresivas. A diferencia del acting
esta doble vertiente del engaño cuando afirma: “Entonces, combi- out, donde el sujeto pasa por el objeto para dirigir su mensaje al
217
lugar del Otro, el pasaje al acto responde a un rechazo de la función BIBLIOGRAFÍA
del Otro del lenguaje. El sujeto se conduce por la vía de la acción en Freud, S. (1991{1911}) Formulaciones sobre los dos principios del acaecer
dirección a lo real del objeto, al cual se identifica de manera radical. psíquico. Obras Completas, tomo XII. Bs. As.: Amorrortu editores.
Freud, S. (1991{1914}) Recordar, repetir, reelaborar. Obras Completas,
tomo XII. Bs. As.: Amorrortu editores.
Conclusión
Freud, S. (1991{1930}) El Malestar en la Cultura. Obras Completas, tomo
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García, G. (1980) Psicoanálisis, política del síntoma. Zaragoza: Alcrudo Editor.
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que allí el deseo quede profundamente alienado al nivel escópico ediciones.
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simbólicas definitivas. Para Lacan, se trata justamente del cuerpo Lacan, J. (1995 {1953-1954}) El Seminario 1, Los escritos técnicos de
imaginario conmovido por el surgimiento del afecto certero de la Freud. Bs.As.: Editorial Paidós.
angustia frente a la incertidumbre que provoca el deseo del Otro: Lacan, J. (1999 {1957-1958}) El Seminario 5, Las formaciones del incon-
ciente. Bs. As.: Editorial Paidós.
Fenomenologicamente, parece obvio que la despersonalización
Lacan, J. (2006 {1962-1963}) El Seminario 10, La Angustia. Bs. As.: Edi-
empieza con el no reconocimiento de la imagen especular. Todos
torial Paidós.
saben hasta que punto este hecho es palpable en la clínica y con
Lacan, J. (1984 {1963-1964}) El Seminario 11, Los cuatro conceptos fun-
que frecuencia es al no reconocerse en el espejo, o cualquier cosa damentales del psicoanálisis. Bs. As.: Editorial Paidós.
análoga, cuando el sujeto empieza a ser presa de la vacilación des- Miller, J- A. (2003). La angustia lacaniana. Bs. As.: Editorial Paidós.
personalizante. Pero esta formula que da cuenta del hecho no deja Tendlarz, S., García, C.D. (2008) ¿A quien mata el asesino?. Bs. As.: Grama
de ser suficiente. Si lo que ven en el espejo es angustiante es por no ediciones.
ser algo que puedan proponerse al reconocimiento del Otro (Lacan,
J. 1.962-1.963).
La angustia como afecto producido a partir de la separación del
campo del Otro, es angustia señal de que sobre el deseo del Otro
no existe ninguna garantía mas allá de las significaciones que se
obtienen con la propia interpretación, cuya responsabilidad es del
sujeto. Para Lacan, la angustia es un afecto que traduce la implica-
ción del sujeto con el objeto extraído del campo del Otro, y las sa-
lidas subjetivas por la vía de la acción una respuesta a la angustia:
Es que se trata de evitar lo que en la angustia es certeza horrible
(…) mas de una vez he planteado, de formas aforísticas, que toda
actividad humana se desarrolla en la certeza (…) que la referencia
de la certeza es esencialmente la acción. Pues bien, si, seguro. Y
ello es precisamente lo que me permite introducir ahora que es
quizás de la angustia de donde la acción toma prestada su certeza.
Actuar es arrancarle a la angustia su certeza. Actuar es operar una
transferencia de angustia (Lacan, J. 1.962-1.963).
218
HISTERIA CLÁSICA E HISTERIA ACTUAL. NOMBRES
INDISTINTOS DE UNA PADECER QUE SUBSISTE
Suen, Pablo; Velez, Sofia Fernanda; Werner, María Soledad
Universidad Nacional de Córdoba. Argentina
219
puede ser la misma que la del complejo de Edipo, por ejemplo, Es la prevalencia de la Gestalt fálica la que, en la realización del
una niña con una actitud hostil hacia su madre, adquiere el mismo complejo edípico, fuerza a la mujer a tomar el rodeo de la identifi-
síntoma de sufrimiento que ella, por lo que este síntoma expresa cación al padre, y a seguir por ende durante un tiempo los mismos
su anhelo de sustituirla y el amor de objeto por el padre. Reali- caminos que el varón. El acceso de la mujer al complejo, su identi-
za esta sustitución de la madre bajo el influjo de la conciencia de ficación imaginaria, se hace pasando por el padre, exactamente al
culpa: “has querido ser tu madre, ahora lo eres al menos en el igual que el varón, debido a la prevalencia de la forma imaginaria
sufrimiento” (Freud, 1921). O bien el síntoma puede ser el mismo del falo, pero en tanto que a su vez ésta está tomada como el ele-
que la persona amada, “la identificación reemplaza a la elección de mento simbólico central del Edipo.
objeto, la elección de objeto ha regresado hasta la identificación”. Para tener acceso al reconocimiento de su femineidad, le es ne-
(Por ejemplo en el caso Dora, que tenía la misma tos de su padre). cesario realizar la asunción de su propio cuerpo, a falta de la cual
Sucede con frecuencia que la elección de objeto vuelve a la identifi- permanece abierta a la fragmentación funcional (aporte teórico del
cación, es decir, que el yo toma sobre si las propiedades del objeto. estadio del espejo), que constituye los síntomas de conversión.
En estas identificaciones, el yo copia por un lado a la persona no (Lacan, 1951)
amada o por el otro a la persona amada. En los dos la identificación
es parcial, ya que toma prestado un único rasgo de la persona ob- La histeria actual
jeto. (Freud, 1921) Se considera que los síntomas de la época presentan característi-
Un tercer caso de formación de síntoma por identificación, es cas con un semblante común, de acuerdo a los significantes que
aquel en el que la identificación prescinde por completo de la comandan en un tiempo y contexto determinado, lo cual es logrado
relación de objeto con la persona copiada, donde el mecanismo por el mecanismo de identificación. La histeria, la cual tiene una
opera por “vía de la infección psíquica”. La identificación actúa manifestación sintomática singular se ve atravesada no solo por
sobre la base de poder o querer ponerse en la misma situación la realidad social frente a la cual debe responder, sino también por
del otro. Tal “infección” se establece en situaciones en que uno de la identificación. Por esto, la identificación es un concepto funda-
los “yo” percibe en el otro una importante analogía en un punto, mental que atraviesa no solo al sujeto en su singularidad sino a
luego se crea una identificación que desplaza el síntoma que el las masas y a la sociedad, tomando a la histeria como estructura
primer “yo” produjo. El síntoma demuestra entonces, un punto de discursiva donde se hace manifiesta.
coincidencia entre los dos “yo” que se mantiene reprimido (Freud, Viviana Fruchtnicht (2009), reflexiona sobre la globalización como
1921). De aquí se extrae lo que se conoce como identificación al proceso mundial, planteando que no alcanzó a la Argentina en su
rasgo o identificación histérica. totalidad. Por lo tanto, se puede considerar que hay aún algunos
Freud diferenció la imitación histérica del concepto de identifica- microclimas pre-capitalistas en los que el psicoanalista pue-
ción ejemplificándolo con un caso. Una muchacha recibe una carta de acceder a la sintomatología conversiva clásica. Las consultas
de su amante secreto, lo que le produce una crisis histérica. Sus y demandas que llegan a los psicoanalistas, por un lado son las
compañeras del pensionado contraen también este mismo ataque demandas de análisis “clásica” y por otro lado, todas las posibles
ya que ellas querrían tener también una relación secreta. La iden- presentaciones correspondientes a las coordenadas de la época.
tificación no es una simple imitación sino apropiación debida a una (Fruchtnicht, 2009)
etiología idéntica: expresa un “como sí” debido a una comunidad Por otro lado, Rosa López (2007), al pensar en términos históricos o
que persiste en el inconsciente. (Lacan, 1957-1958) temporales, plantea que ya no es habitual encontrar histéricas clá-
Lacan cuando se plantea el mecanismo de constitución de los sín- sicas, con ataques en arco, síntomas de conversión espectaculares,
tomas histéricos, coloca en primer plano, no la conversión, sino otro crisis casi alucinatorias como las descritas por Freud y Charcot en
mecanismo freudiano, la identificación al síntoma del otro. la Salpetriere. En la actualidad la queja subjetiva tiene otros modos
Es importante acentuar que la identificación se produce de sujeto a de manifestarse y por ello se habla de síntomas contemporáneos.
sujeto en el deseo. Por esta vía se puede pensar a la histeria como La anorexia por ejemplo, que fue registrada hace más de un siglo,
una modalidad por la cual se transmite el deseo que implica un cobra ahora un protagonismo no sólo clínico sino también edípico;
movimiento del sujeto hacia otro al que dirige una llamada. En este las fibromialgias, recién nacidas en el campo de la Clasificación
sentido, la existencia de la histérica depende del Otro a quien se Internacional de Enfermedades en 1992; las toxicomanías, la hi-
dirige. (Lopez, 2007) peractividad, las depresiones generalizadas, la esterilidad no orgá-
La histérica trata de identificarse con el hombre deseante, pero nica, las enfermedades autoinmunes. Con el ejemplo que ofrece la
también con la mujer deseada, haciendo todo lo posible para que anorexia, tocamos un punto fundamental en la histeria: sus impas-
el deseo se mantenga. Este intento de la histérica por identificarse ses identificatorios y consecuentemente los problemas en el campo
al ideal femenino de la mujer es lo que da cuenta de que en rea- de la imagen y en la relación con su propio cuerpo.
lidad no consigue serlo. Cuando la histérica se pregunta ¿Qué es Otra autora que ha puesto en discusión la histeria en el siglo XXI,
una mujer? intenta simbolizar el órgano femenino en cuanto tal. es Carmen Gallano (2001), quien ha analizado las variables del
Su identificación al hombre portador del pene, le es un medio de discurso capitalista y la lógica de la realidad actual. Ella plan-
aproximarse a esa definición que se le escapa. El pene le sirve tea que el concepto de histeria ha adquirido un uso extendido,
literalmente de instrumento imaginario para aprehender lo que no que hoy es un término cada vez más utilizado por los medios
logra simbolizar (Lacan, 1953) de comunicación, en su permanente difusión de alarma social.
220
Se llaman histéricos a todos esos ademanes, agitaciones, quejas, BIBLIOGRAFÍA
estremecimientos y temores. Brousse, M-H. (2002) “Muerte y resurrección de la histérica”. Revista Vir-
Dicha autora considera que las histerias “actuales” nada tienen que tualia. Revista de la Orientación Lacaniana. Número 6, Año II.
ver con las histerias de la época freudiana, no son epidemias his- Freud, S. (1893-95). “Estudios sobre la histeria” en Obras Completas, Tomo
II. Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
téricas por identificación histérica. Ella menciona que el efecto del
Freud, S. (1894). “Las neuropsicosis de defensa” en Obras Completas.
discurso histérico es promover un nuevo lazo social distinto del dis-
Tomo III. Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
curso del Amo, un lazo libidinal, y generar un nuevo saber, empujar
Freud, S. (1896). “La etiología de la histeria” en Obras Completas, Tomo III.
al amo a un nuevo deseo. Pero esto no es lo que ocurre en todos los Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
fenómenos que ha llamado “histerias sociales” (histerias actuales) Freud, S. (1905 [1901]). “Fragmento de análisis de un caso de histeria” en
ya que a veces se dan en los grupos epidemias de histeria colectiva Obras Completas. Tomo VII. Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
por identificación, pero solo hace síntoma en el discurso histérico Freud, S. (1917). “Conferencia Nº 17: El sentido de los síntomas” en Obras
lo que pone en cuestión la ley del amo. Completas, Tomo XVI. Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
En relación a estos fenómenos, Jean-Claude Maleval (2005) ana- Freud, S. (1917). “Conferencia Nº 23: Los caminos de la formación de sínto-
liza el síndrome de rapto extraterrestre. Existe la creencia de que ma” en Obras Completas, Tomo XVI. Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
millones de norteamericanos tendrían la sensación de haber sido Freud, S. (1921). “Psicología de las masas y análisis del yo” en Obras Com-
víctimas de raptos extraterrestres o de experiencias relacionadas pletas. Tomo XVIII. Buenos Aires, Editorial Amorrortu.
Fruchtnicht, V. (2009) “La orientación en el síntoma”. Editorial Grama.
con ellos. La mayoría de los testimonios de los sujetos coinciden
Gallano, C. (2001) “Histerias del siglo XXI”. Psicoanálisis Madrid, la web del
siempre en el que los primeros encuentros son angustiantes y casi
colegio de psicoanálisis y del foro de Madrid. [En línea]. Disponible en:
siempre se centran en una escena de violación. Modalidad fantas-
http://www.colpsicoanalisis-madrid.com/791/histerias-del-siglo-xxi/
matica que recuerda a la histeria en cuanto a la escena de seduc- Lacan, J. (1955-56). Seminario III “Las Psicosis”. Editorial Paidós.
ción donde se sitúa el origen de sus perturbaciones (Maleval, 2005). Lacan, J. (1956-57). Seminario IV “La relación de objeto”. Edición Paidós.
La escena de seducción funciona como pantalla que enmascara el Lacan, J. (1957-58). Seminario V “Las formaciones del inconsciente”. Edi-
encuentro con lo real. Según Maleval en la histeria se antepone el torial Paidós.
cuerpo para intentar colmar la falta del Otro, en lugar de ofrecer su López, R. (2006) “La actualidad de la histeria”, publicado en el Blog de la
castración al deseo del Otro. (Maleval, 2005) Escuela Lacaniana de Psicoanalisis del Campo Freudiano: http://blog.
Por último, Rosa López (2006) plantea que la histeria presenta gran elp.org.es/all/cat15/actualidad_de_la_histeria_por_rosa_lopez/
plasticidad que se demuestra en la diversidad de sus manifesta- Maleval, J. (2005). “Una epidemia norteamericana”. En: J. Miller, “Los in-
ciones, y proviene de su tendencia a identificarse con los deseos y clasificables de la clínica psicoanalítica”, Editorial Paidós.
Soler, C. (2006) “Lo que Lacan dijo de las mujeres”. Buenos Aires, Editorial
los síntomas de los demás. Es por eso que presenta para la clínica
Paidós.
dudas diagnósticas ya que en ocasiones puede emparentarse con
Suen et al. (2014) “Una aproximación a la conceptualización de la histeria
la vivencia esquizofrénica del cuerpo fragmentado, o presentar las
en su relación con la posición sexuada, desde la perspectiva del psi-
ideas delirantes de la paranoia, el desdoblamiento de la persona- coanálisis”. Trabajo presentado al VI Congreso Internacional de Inves-
lidad u otras patologías. A su vez esta puede representar distintos tigación y Práctica Profesional en Psicología. XXI Jornadas de Investi-
personajes, precisamente por la forma en la que su yo se ha es- gación. X Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR.
tructurado. (López, 2006). Es la imagen lo que logra darle unidad Adicciones: Desafíos y Perspectivas para la Investigación Científica y la
al cuerpo y sirve de soporte al deseo. En la histeria se acentúa la Práctica Profesional. Realizado en noviembre de 2014.
imagen para defenderse de la vivencia de un cuerpo en el que no
puede reconocerse, predispuesto a fragmentarse o desmoronarse.
Entonces, el goce del cuerpo es reemplazado por aquel que ideal-
mente se mantiene sólo con la Imago, que se quiere perfecta para
la mirada del Otro (López, 2006).
Conclusión
Si en la actualidad se continúa hablando de histeria, ¿Qué lugar
ocupa en esta época? ¿Podemos hablar todavía de la histeria como
una categoría clínica?, ¿Qué es lo que reemplaza a los síntomas
histéricos conversivos de otros tiempos? Para poder acercarnos a
una respuesta, resulta importante que el psicoanálisis no deje de
escuchar a la histeria ya que el avance de la ciencia y de la tecnolo-
gía nos lleva a advertir el riesgo que corre de quedar desplazada en
la clínica actual. Frente a esto podemos considerar esencial poner
el acento en los mecanismos que hacen a la particularidad de la
histeria, como la identificación y su modo de relación con el deseo
del Otro, que nos servirán de coordenadas para ubicar la histeria
en la clínica actual.
221
EL ENIGMA ENTRE EROS Y TÁNATOS.
CONSIDERACIONES FREUDIANAS ACERCA DEL SUICIDIO
Trucco, Matias; Cima, Dante; Pettorossi, Natalia; Tagliapietra, Antonella
Universidad de Buenos Aires - Hospital Moyano - Hospital Rivadavia. Argentina
222
En “A propósito de un caso de neurosis obsesiva (el caso del )” ya conocidas pulsiones sexuales -englobadas del mismo lado que
(1909) Freud analiza los impulsos suicidas que presenta el pacien- las pulsiones narcisistas o de autoconservación-.“(...) La libido de
te. Aquí Freud reconduce todos los impulsos suicidas a situacio- nuestras pulsiones sexuales coincidiría con el Eros de los poetas y
nes en las que Paul le había deseado la muerte a otra persona. filósofos, el Eros que cohesiona todo lo viviente” (FREUD 1920, 49)
De acuerdo con sus desarrollos, estos impulsos son autocastigos En “El yo y el ello” (1923), Freud reafirma el dualismo pulsional
por desear intensamente la muerte de otro y en esa línea es que propuesto tres años antes. Ahora dirá que es el superyó el que, en
interviene: “Le dije que sus continuos pensamientos suicidas co- la melancolía, se abate con furia inmisericorde sobre el yo. Plantea:
rresponderían al reproche de ser él un asesino” (FREUD 1909, 206). “De acuerdo con nuestra concepción del sadismo, diríamos que el
Más adelante, en una nota al pie de “Totem y tabú...” (1913) Freud componente destructivo se ha depositado en el superyó y se ha
explicita ya decididamente la conclusión a la que arribó hasta el mo- vuelto hacia el yo. Lo que ahora gobierna en el superyó es un cul-
mento en relación a esta problemática. Dice: “los impulsos suicidas tivo puro de pulsión de muerte, que a menudo logra efectivamente
de nuestros neuróticos resultan ser, por regla general, unos autocas- empujar al yo a la muerte (…)” (FREUD 1923, 54).
tigos por deseos de muerte dirigidos a otros” (FREUD 1913, 155). En este texto aparecerá explícitamente una tesis económica en re-
En “Duelo y melancolía” (1917) hará mención al “enigma de la in- lación al masoquismo que si bien no es explícitamente articulada
clinación al suicidio” (FREUD 1917, 249). Aquí, retoma su planteo al problema del suicidio, puede aportar una nueva clave. Mientras
previo: “desde hace mucho sabíamos que ningún neurótico registra más un ser humano sujete su agresión, más aumentará la inclina-
propósitos de suicidio que no vuelvan sobre sí mismo a partir del ción de su ideal a agredir a su yo, es decir, la agresión que el yo no
impulso de matar a otro” (FREUD 1917, 249). Una vez más, Freud exteriorice volverá hacia él a través de su superyó. De acuerdo con
rechaza explícitamente la posibilidad de que un propósito suicida, estos desarrollos, podríamos preguntarnos si para el autor detrás
sea lo primario y, en cambio, lo plantea como una agresión a otro de cada intento suicida se encuentra un exceso de agresión que
vuelta hacia la propia persona. Lo que en este texto agrega una po- había sido sofocado anteriormente o si esta tesis es válida sólo en
sible formalización aplicando sus avances en relación a la metapsi- algunos casos.
cología. Teniendo en cuenta las relaciones de fuerza e investiduras, Asimismo, Freud plantea una importante distinción clínica: “por
dirá que en la melancolía hubo una elección narcisista de objeto oposición a lo que ocurre en la melancolía, el neurótico obsesivo
y luego éste se perdió. El retroceso de la investidura de tal objeto nunca llega a darse muerte; es como inmune al peligro de suicidio,
hace que el yo se trate a sí mismo como lo trataría a él y, entonces, está mucho mejor protegido contra él que el histérico. Lo compren-
le es permitido dirigir contra sí mismo la hostilidad que hubiese demos: es la conservación del objeto lo que garantiza la seguridad
recaído sobre el objeto. del yo” (FREUD 1923, 54). Es así como se produce “una efectiva
En “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina” sustitución de amor por odio” de la líbido que se dirige el objeto,
(1920) Freud realiza un análisis del intento de suicidio de la joven buscando ahora su destrucción. Paradójicamente, este conflicto de
homosexual que tendrá tres explicaciones. La primera: la paciente la neurosis obsesiva daría como saldo ésta agresión y un senti-
intenta matarse producto de la desesperación que le provocó haber miento de culpa que parte del superyó, como castigo.
perdido a su dama amada; la segunda: se trató de un cumplimiento En “El problema económico del masoquismo” (1924) Freud ya
de deseo de otra cosa -tener un hijo del padre, al que llega por un cuenta con sus dos variedades de pulsiones y la dinámica que les
análisis significante-. No es menor mencionar que en una nota al corresponde, es decir, la lucha entre pulsión de destrucción y libido
pie, Freud señala que en el fondo hay siempre una fantasía sexual o entre Eros y pulsión de muerte. En esta época, sostiene que la
latente y que se puede llegar a esta por el modo en que el sujeto tarea de la libido es volver inocua a la pulsión destructora, para
llevó a cabo el suicidio -o lo intentó-. La tercera: al modo en que lo cual parte de ésta es desviada hacia el exterior volcándose en
fue ya presentado, se trató también de un cumplimiento de castigo los objetos. Sin embargo, otro sector no obedece a este traslado y
-por haber les deseado la muerte a sus progenitores-. Finalmente, permanece en el interior del organismo como un residuo, al que
plantea: “En efecto, para el enigma del suicidio el análisis nos ha denomina auténtico masoquismo erógeno, “que por una parte ha
traído este esclarecimiento: no halla quizá la energía psíquica para devenido un componente de la libido, pero por la otra sigue tenien-
matarse quien, en primer lugar, no mata a la vez un objeto con el do como objeto al ser propio.” (FREUD 1924, 170).
que se ha identificado, ni quien, en segundo lugar, no vuelve hacia Habiéndose establecido que al hombre lo caracterizan tanto su em-
sí un deseo de muerte que iba dirigido a otra persona” (FREUD puje hacia la vida como su tendencia a la muerte, no será ya tan
1920, 155). Una importante cuestión es que introduce al concepto enigmático un fenómeno como el suicidio. De acuerdo con estas
de identificación que complejiza la explicación previa: no se trata teorizaciones, serán los avatares de la mezcla y desmezcla de am-
solo de un deseo de matar a otro, sino también de un deseo de bas pulsiones las que determinarán la cuestión. Ésta será la última
matar a la parte del yo propio que se ha identificado con ese otro. clave de interpretación freudiana para el suicidio según la cual el
En “Más allá del principio del placer” (1920) el autor parte de una mismo se produciría por una desmezcla pulsional a partir de la cual
serie de experiencias de la clínica para reformular su concepción un individuo quedaría expuesto a cantidades de pulsión de destruc-
acerca del aparato psíquico y el primado del principio del placer. ción no ligadas.
Allí propone un nuevo dualismo pulsional incorporando a las pul- En “Esquema del psicoanálisis” (1940), Freud lo explicita: “Entre
siones de muerte, como aquello que tiende hacia una vuelta a un los neuróticos hay personas en quienes, a juzgar por todas sus re-
estado previo, llegando hasta lo inanimado. A éstas se le oponen las acciones, la pulsión de autoconservación ha experimentado ni más
223
ni menos que un trastorno. Parecen no perseguir otra cosa que establece que al ser humano “no debemos atribuirle el instinto que
dañarse y destruirse a sí mismos. Quizá pertenezcan también a lleva a otros animales a abstenerse de matar y devorar seres de su
este grupo las personas que al fin perpetran realmente el suicidio. misma especie” (FREUD 1915, 293) por lo que se instauran la ley y
Suponemos que en ellas han sobrevenido vastas desmezclas de sus prohibiciones, para posibilitar la vida en comunidad. La “angus-
pulsión a consecuencia de las cuales se han liberado cantidades tia de muerte” vendría en un segundo tiempo y como consecuencia
hipertróficas de la pulsión de destrucción vuelta hacia adentro.” de una conciencia moral que se establece a partir del asesinato en
(FREUD 1940, 180) conjunto del padre primordial.
Ahora bien, respecto al “enigma del suicidio” al que Freud se refie- Entonces, Freud establece una atracción tan fuerte hacia el asesi-
re en “Duelo y melancolía”, podría uno preguntarse por qué el sui- nato que la sociedad misma se pone en marcha como un dispositi-
cidio resulta un enigma para el autor, qué hace que el suicidio sea vo que la prohíbe. ¿Por qué? No por un afán altruista, sino más bien
algo que lo sorprenda, por qué el enigma no es más bien el hecho todo lo contrario. Según lo que plantea en este texto, la experiencia
de que la gente decida continuar con su vida en vez de terminar con más cercana que el hombre tiene de la muerte se presenta cuando
ella. El mismo texto ofrece una explicación: “hemos individualizado ésta le sucede a uno de sus seres queridos. En ese caso, Freud
como el estado primordial del que parte la vida pulsional un amor ubica que convergen ambas actitudes hacia la muerte: por un lado
tan enorme del yo por sí mismo (…) que no entendemos que ese yo el gusto -algo se satisface, que más adelante será conceptualizado
pueda avenirse a su autodestrucción” (FREUD 1917, 249). como la pulsión misma- y por otro lado el penar que suscita el
Efectivamente, creemos que el suicidio es un problema para Freud duelo. “Entonces, debía hacer en su dolor la experiencia de que
en la medida en que sus desarrollos parten de un yo, de un narci- también él mismo puede fenecer, y todo su ser se sublevaba contra
sismo primario, de un amor propio, como pilares de su concepción la admisión de ello; es que cada uno de esos seres queridos era un
del sujeto. Además, este amor propio, este narcisismo primario, fragmento de su propio, de su amado yo” (FREUD 1915, 294). Es
será solidario de un sadismo primario que sitúa a lo ajeno como decir que el concepto mismo de narcisismo se pone en juego, como
naturalmente odiable. Tal vez por estas cuestiones el suicidio cons- una tercera variable -sumado al “gusto” por matar y el duelo-.
tituye un enigma para él y, en cambio, el asesinato es esperable. En En el otro se sitúa algo que es ajeno -y que hace que el sujeto algo
una teoría en la que lo primario es el narcisismo y por ende el sa- se satisfaga por su muerte- pero también, algo que es propio. Esto
dismo será dirigido naturalmente a los otros, el enigma en relación último despierta la misma actitud que hacia la muerte propia: su
al asesinato será, en todo caso, ¿cómo es posible que el mismo no desmentida -la cual tiene como consecuencia el empobrecimiento
ocurra? La obra freudiana se dedica ampliamente y de diversas de la vida y del yo, pópio de este mecanismo de defensa-.
formas a intentar responder a esta pregunta, que no es otra que En este sentido, Freud ubica que nuestros vínculos afectivos evitan
¿cómo es posible la cultura? que nos expongamos a peligros, para evitarle el penar del duelo a
El famoso giro que se produce en la obra freudiana en 1920 va a re- nuestros seres queridos. “Nos paraliza para ello este reparo: ¿Quién
percutir en la conceptualización acerca del problema que nos ocupa. ha de sustituirle a la madre su hijo, a la mujer su esposo, a los hijos
Si hasta el momento la teoría freudiana estaba bastante impregnada su padre, si es que acaece una desgracia?” (FREUD 1915, 292).
con el yo, el narcisismo, la supervivencia, la vida, etc., es importan- Pensamos que este aspecto es de una utilidad clínica más que sig-
tísimo el cambio que se da a partir de introducir el hecho de que tan nificativa. ¿Cuántas veces escuchamos a nuestros pacientes decir
importante como una pulsión de vida es una pulsión de muerte. De que lo que impide que acaben con sus vidas es evitarles un mal a
ahí en adelante, se le tornará mucho menos sorpresivo y enigmático sus allegados?
algo como el suicidio, porque el individuo no se esfuerza ya solamen- Resulta llamativa la concordancia entre este artículo y “¿Por qué la
te por seguir viviendo sino también por lo opuesto. guerra?” (1932), ya que también trata sobre la guerra y la muerte,
pero con más de 15 años de diferencia. Allí, tras haber establecido
La actitud freudiana hacia la muerte -propia y del otro- el dualismo pulsional entre pulsión de muerte y pulsión de vida,
La cuestión del suicidio en la obra de Freud está íntimamente re- relaciona a esta última con cierta función protectora que otorgarían
lacionada con la concepción que el autor tiene acerca de la muer- los lazos afectivos.
te. En este sentido, en “De guerra y muerte. Temas de actualidad” En sintonía con lo desarrollado, en este texto plantea que en todo
(1915), reflexiona sobre nuestra actitud hacia la muerte y estable- ser viviente se encuentran presentes tanto el instinto de muerte
ce una tesis que la escuela psicoanalítica tiene al respecto: “En el -que pretende reducirlo a materia inanimada-, como los instintos
fondo nadie cree en su propia muerte (...), en el inconsciente cada eróticos -que representan las tendencias hacia la vida-. Postula que
uno de nosotros está convencido de su inmortalidad” (FREUD 1915, el primero se torna instinto de destrucción cuando es dirigido hacia
290). Queda explicitado así el fondo sobre el cual el suicidio pasará afuera y que, por lo tanto, el ser viviente protege en cierta manera
a ser un problema: si a nivel inconsciente no es concebible la propia su propia vida destruyendo la vida ajena. Afirma que mediante esta
muerte ¿cómo es posible que alguien quiera terminar con su vida? interiorización del instinto de muerte ha tratado de explicar gran
Sin embargo, ésta actitud hacia la muerte no es la única, sino que número de fenómenos, sin embargo, no dice cuáles. ¿Podemos leer
va de la mano de su opuesta. Ya en este texto el autor plantea que en esas claves el suicidio?
mientras no se tiene registro sobre la propia muerte, también hay Por otro lado, en esta carta también se encuentran desarrollos res-
un gusto por matar al enemigo. Con el modelo de la horda primor- pecto de otros puntos importantes, relativos a la temática que nos
dial y realizando un análisis sobre los comienzos de la sociedad, convoca. “Si la aquiescencia a la guerra es un desborde de la pul-
224
sión de destrucción, lo natural será apelar a su contraría, el Eros. pulsional. Sin embargo, también es posible leer el carácter de
Todo cuanto establezca ligazones de sentimiento entre los elucubración que tiene este concepto teórico, y el inconformismo
hombres no podrá menos que ejercer un efecto contrario a la de Freud respecto del mismo. Destacamos que hasta los últimos
guerra” (FREUD 1932, 195, el subrayado es nuestro). Esto último, momentos Freud no deja de plantear sus dudas y los interrogan-
en total consonancia con lo planteado en “Más allá del principio del tes que quedan en esta dirección.
placer”, donde afirma que “la pulsión sexual es la encarnación de Pensamos que el presente rastreo bibliográfico nos confronta con
la voluntad de vivir” (FREUD 1920, 49). aquello que encontramos en la práctica misma: un vacío, un enig-
Entonces, al igual que en la primera carta que habla sobre la gue- ma. A pesar de esto, pudimos observar vías de explicación que nos
rra, ahora también señala al lazo en su función de protección, pero llevaron a algo inherente al ser humano -y nos referimos al “ser”
esta vez lo hace siguiendo la lógica del último dualismo pulsional en tanto esencia, siguiendo a Freud-. Sin embargo, la mayoría de
-¿o es el último dualismo el que sigue esta lógica?-. Aquí se halla las veces que el autor aborda la temática del suicidio, la ubica en
un posible acercamiento a la prevención del suicidio: todo aquello relación a otros. Leemos allí una vía que puede llevar a cierta ex-
que apunte a “unir”, nos dice, atenta contra la muerte. plicación del fenómeno pero, principalmente, a un aspecto central
para trabajar en pos de su prevención.
Conclusiones e interrogantes En este punto, es dable preguntarnos si el psicoanálisis y la preven-
Retomando la sugerencia de Freud respecto a la institución escolar, ción se excluyen. ¿Acaso hay otra forma de tratar al suicidio que
nos preguntamos si ella podría orientarnos en un tratamiento ana- no sea previniéndolo? Optamos por dejar de lado las cuestiones
lítico. Frente a un paciente con ideación suicida tal vez sea conve- meramente teóricas que obturan pensar la clínica y, en cambio,
niente no asumirse implacable como la vida e intentar bajo todos continuar con la apuesta de que el psicoanálisis tiene qué aportar-
los medios suprimir dicha ideación o inmediatamente corregirla, sino le a la salud pública. En este sentido, sostenemos la importancia
más bien tal vez convenga tener presente que un psicoanálisis no de continuar con las investigaciones en esta línea, interrogando a
es la vida, sino su escenificación. La “escenificación de la vida”, “un nuestros referentes a partir de aquello con lo que nos confronta
juego” dice, nos invita –como aconseja Freud con los escolares- a nuestra práctica y viceversa.
no impedirle a alguien manifestar su ideación suicida. En cambio,
puede ser útil conversar sobre ello y que esta escenificación que es BIBLIOGRAFÍA
el tratamiento pueda posibilitar, aquí sí, jugar con la vida o, mejor aún, Freud, S. (1896) “La etiología de la histeria”, en Obras Completas, Buenos
ponerla en juego. Poner en juego la vida, en toda su ambigüedad. Aires, Amorrortu editores, III, 2006.
Jugar de modo tal que sea posible, al menos en esta escenificación, Freud, S. (1901) “Psicopatología de la vida cotidiana”, en Obras Completas,
aquí sí y solamente aquí, perder la vida o poner en juego la própia Buenos Aires, Amorrortu editores, VI, 2006.
desaparición. Este es un rodeo necesario para poder en cada caso Freud, S. (1905 [1901]) “Fragmento de análisis de un caso de histeria”, en
comprender qué es lo que la ideación suicida significa, a qué res- Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, VII, 2006.
Freud, S. (1910) “Escritos breves”, en Obras Completas, Buenos Aires,
ponde, a qué remite, qué función cumple, intentar metaforizarla, etc.
Amorrortu editores, XI, 2006.
También creemos útil cuestionar el verbo, el objeto y, sobre todo, la
Freud, S. (1909) “A propósito de un caso de neurosis obsesiva”, en Obras
persona del posible enunciado sobre una tentativa suicida. La teo-
Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, X, 2006.
rización freudiana pone permanentemente la cuestión del suicidio Freud, S. (1913 [1912]) “Tótem y tabú. Algunas concordancias en la vida
en relación a los otros. Esta lectura invita a preguntarle a un pacien- anímica de los salvajes y de los neuróticos”, en Obras Completas, Bue-
te que trae dicha problemática al análisis “¿a quién quiere matar nos Aires, Amorrortu editores, XIII, 2006.
usted?” y ofrecer que dicho acto se produzca en otro plano. Por Freud, S. (1914) “Introducción del narcisismo”, en Obras Completas, Bue-
ejemplo, un camino podría ser que ciertas identificaciones caigan nos Aires, Amorrortu editores, XIV, 2006.
producto del análisis, cayendo así la necesidad de darles muerte en Freud, S. (1917 [1915]) “Duelo y melancolía”, en Obras Completas, Buenos
el plano material. Aires, Amorrortu editores, XIV, 2006.
A su vez, la interrogación que continuamente Freud hace, incluso Freud, S. (1915) “De guerra y muerte. Temas de actualidad”, en Obras
llegando hasta proponerlo como un cumplimiento de deseo, invita a Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, XIV, 2006.
interpretar el objeto mismo del deseo suicida: “¿qué está queriendo Freud, S. (1920) “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad
femenina, en Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, XVIII,
usted matándose?”. Ahora bien, podríamos agregar una tercera in-
2006.
dicación –no presente en Freud- que se interrogue por el sujeto de
Freud, S. (1920) “Más allá del principio de placer”, en Obras Completas,
esa enunciación: “¿quién quiere verlo muerto a usted?”.
Buenos Aires, Amorrortu editores, XVIII, 2006.
En este recorrido por su obra, pudimos encontrarnos con un Freud Freud, S. (1923) “El yo y el ello”, en Obras Completas, Buenos Aires, Amo-
que permanentemente se interroga, que no se conforma con lo rrortu editores, XIX , 2006.
que él mismo propone. “El enigma del suicidio” aparece como un Freud, S. (1924) “El problema económico del masoquismo”, en Obras
sintagma que revela que en ese punto se encuentra con un aguje- Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, XIX, 2006.
ro, con algo que no puede aprehender facilmente con su esquema Freud, S. (1933 [1932]) “¿Por qué la guerra? (Einstein y Freud)”, en Obras
de pensamiento. Es a partir de la introducción de la pulsión de Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, XXII, 2006.
muerte que este sintagma desaparece, pudiendo luego ser ex- Freud, S. (1940 [1938]) “Esquema del psicoanálisis”, en Obras Completas,
plicado como producto de lo que conceptualiza como desmezcla Buenos Aires, Amorrortu editores, XXIII, 2006.
225
REGULACIÓN AFECTIVA, ESTRATEGIA E
INTERVENCIONES EN PSICOTERAPIAS
Vernengo, María Pía; Stordeur, Marina
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
226
tanto respecto al vínculo paciente - terapeuta, como al abordaje (Fonagy et al. 2000).
psicoterapéutico y el tipo de intervenciones que la propician. El papel de la regulación afectiva también ha sido estudiado en
investigaciones sobre psicoterapia psicoanalítica. Se destacan los
Regulación afectiva en el primer año de vida y vínculo terapéutico trabajos del Instituto de Trastornos de la Personalidad (ITP) en el
El logro de una conexión emocional sólida es la base de un desarro- Weill Cornell Medical College, donde se ha desarrollado y testeado
llo saludable en los infantes y la falla en este logro puede producir la Psicoterapia Focalizada en la Transferencia (PFT) para pacien-
efectos negativos en su salud mental a corto y largo plazo (Stern tes con trastornos severos de personalidad, a partir de la teoría de
1985; Tronick 1989; Trevarthen 1980). La regulación afectiva es Otto Kernberg (Clarkin, J. Kernberg, O. Yeomans, F. 2006). Unos de
un tema esencial en el primer año de vida. Los bebés tienen una sus objetivos es el cambio en el paciente del procesamiento de los
capacidad regulatoria propia ya al nacer, pero lábil que requiere del afectos negativos y un incremento de la función reflexiva. Es decir,
andamiaje regulatorio provisto por los cuidadores y el ambiente. el trabajo durante el proceso terapéutico, sobre la afectividad y su
El adulto es parte del sistema regulador del bebé, el cual transita regulación resulta relevante desde la clínica y la investigación (Dia-
desde una regulación diádica a una autorregulación. Tronick, con mond, D., J. Clarkin, y ot. 2012).
su Modelo de Regulación Mutua, resalta el carácter interactivo del
desarrollo y el establecimiento de estados intersubjetivos ya tem- Regulación afectiva y el self
pranamente. La autoorganización de la mente está fuertemente La regulación afectiva se basa en la capacidad para mantenerse
determinada por la regulación de los estados emocionales. Se ha organizado en momentos de tensión. La autorregulación surge de
señalado que lo importante para el logro de una autorregulación es la confianza en el cuidador, que se transforma en confianza en el
la reparación de los desencuentros y la transformación de afectos propio self con el cuidador y finalmente, en confianza en el pro-
negativos y displacenteros, en positivos y placenteros por parte del pio self (Sroufe 1996). La teoría del apego de Bowlby nos permite
adulto (Tronick 1989, Schejtman y ot. 2008). realizar puentes entre lo vincular y la afectividad. El sistema de
apego es un regulador de la experiencia emocional, cuya meta es
En la primera infancia, los padres sensibles desarrollan la capaci- el sentimiento de seguridad. El niño aprende que la presencia del
dad de entonar y entrar en la experiencia afectiva del niño a través cuidador actúa como regulador de la activación neurovegetativa,
de la simbolización de sus propios estados (Beebe, y Lachmann, evita una desorganización, reestableciendo el equilibrio. Desde esta
1988; Gegerly 1995). perspectiva, la transferencia es la manifestación en las situaciones
El entonamiento afectivo implica por parte de los progenitores, interpersonales, de los modelos operativos internos del individuo
no sólo reflejar el estado emocional del infante, sino también de- (Marrone Diamond 2003).
volverlo en forma metabolizada, elaborada, como algo tolerable e La mentalización como un factor clave en la organización del self
integrable en la experiencia (Stern 1985). Este proceso se deno- y en la regulación afectiva ha sido trabajada ampliamente por
mina “espejamiento de la afectividad” (affect-mirroring), mecanis- Fonagy y colaboradores. La mentalización, o función reflexiva,
mo esencial para fomentar la capacidad de la regulación afectiva, adquirida a través de las relaciones interpersonales tempranas
que permite organizar la experiencia emocional (modelo social de del niño, se define como la capacidad de percibir y comprender la
biofeedback de Gergely y Watson, 1997). Si el ambiente falla en conducta propia y la de los demás en términos de estados men-
el acompañamiento en el proceso de autorregulación, en lugar de tales (Fonagy 1999).
autorregulación puede producirse retraimiento en el bebé (Schejt- La regulación afectiva puede poseer niveles, desde el nivel más
man 2008 y ot.). básico equivalente a la homeostasis. En otro nivel, permite elabo-
Estos aportes coinciden con los planteos previos de Winnicott rar afectos y comunicarlos en las relaciones con los otros; éste se
(1965) acerca del papel de la madre y el medioambiente facilitador relaciona con la emergencia del self. La afectividad mentalizada es
en la constitución del self y de Bion (1962), con la función de reverie considerada un tipo complejo de regulación del afecto, que incluye
de la madre. tres tipos de procesos inherentes a la mentalización de los afectos:
La capacidad de autoorganización y autorregulación, merecen - Identificación: nombrar la emoción que se experimenta.
ser consideradas en las psicoterapias psicodinámicas, en base a - Modulación de los afectos: ajuste del afecto a la situación.
explorar las características que deben propiciarse entonces en el - Expresión de los afectos, que puede ser interior o exterior.
abordaje terapéutico así como las intervenciones pertinentes que Fonagy plantea que fallas en la capacidad de mentalizar, y conse-
la promueven. cuentemente en la regulación de los afectos, se relacionan con la
Pensamos que todo proceso psicoterapéutico supone desarrollar presencia trastornos de personalidad (Fonagy 1999). Los déficits
procesos de autocontinencia, desde una continencia y sostén por en la mentalización y tendencia a las desregulación son caracte-
parte del terapeuta, a procesos de autorreflexión y contención. (Ver- rísticos de personas con patología borderline, quienes presentan
nengo, Stordeur 2016). límites borrosos entre lo externo y lo interno. La causa es tanto una
En general, a mayor severidad de la patología, es probable encon- deficiente capacidad de mentalización, como una serie de proble-
trar menor regulación en el manejo de la afectividad, por ejem- mas en asumir la intencionalidad de sus acciones o pensamientos.
plo por desborde afectivo. Desde la psicoterapia psicoanalítica, Esto nos permite pensar a la relación paciente – terapeuta en el
el propósito es cambiar la relación del paciente con sus propios proceso terapéutico, como un ámbito que implica el ejercicio de
afectos, favoreciendo el despliegue de la afectividad mentalizada un modelo de conectarse con el otro, diferente a los modelos de
227
relación que proponían los cuidadores en la temprana infancia, pro- restaura un fondo de si-mismo más estable (Killingmo 2005). Ya que
piciando el reconocimiento y regulación de los afectos. Las inter- lo importante para el logro de una autorregulación es la reparación de
venciones vinculares propuestas por Winnicott (1965) también se los desencuentros y la transformación de afectos negativos y displa-
pueden pensar en este sentido. centeros en positivos y placenteros. (Schejtman 2009).
En esta línea, las intervenciones vinculares (Winnicott 1965, Fiorini
La autorregulación de estados emocionales es importante en el 1993) incluyen una amplia gama de intervenciones que promueven
proceso terapéutico. De ahí, que se busque precisar intervencio- crear activamente el vínculo. Esta perspectiva incluye mostrar que
nes específicas en el proceso terapéutico que la potencien (Fiorini se tolera ese vínculo con sus cargas y vicisitudes, brindar la posi-
1993, Bleichmar, H.1997). bilidad de crear el “espacio del nosotros” a través de la resonancia
empática. En las intervenciones vinculares el acento está puesto
Intervenciones terapéuticas y regulación afectiva muchas veces en los aspectos preverbales, como el tono de voz,
Los procesos psicológicos que subyacen a la capacidad de men- más que en el contenido.
talizar: (Identificación de los afectos. Modulación de los afectos y También destacamos la intervención que apunta a la discrimina-
Expresión de los afectos), posibilitan esta capacidad psicológica ción (Fiorini 1993) que permite identificar los afectos, poner pa-
regulatoria que se relaciona con la representación del self. En este labras e introducir un orden, un modelo de proceso secundario de
proceso hay tanto un componente autorreflexivo como un compo- pensamiento; busca contrarrestar la confusión.
nente interpersonal, que es el que proporciona al individuo la ca- Estas intervenciones ayudan a generar condiciones en el proceso
pacidad de distinguir la realidad interna de la externa, las formas terapéutico que colaboren con la confianza en el vínculo y la expre-
de actuación simuladas, de las reales y los procesos mentales y sión de los afectos. Así favorecen en los pacientes los procesos que
emocionales internos de las comunicaciones interpersonales (Fo- promueven la regulación afectiva. Esta expresión puede ser interior o
nagy yTarget 1996). exterior. Justamente a partir de estas intervenciones el paciente pue-
A partir de los tres tipos de procesos ya mencionados, que con- de considerar el espacio de la psicoterapia como un ámbito seguro
tribuyen a la mentalización, y teniendo en cuenta que ésta es una en donde se experimentar la expresión de los afectos, al sentirse
función específica de la regulación afectiva, señalaremos algunas contenido (Fonagy 2000). Marrone (2005) refiere que se puede inter-
intervenciones que consideramos permitirían al paciente fomentar venir si se constituye un vínculo confiable y seguro con el paciente.
dichos procesos.
Killingmo (1989) sostiene que en las patologías por déficit en la Funciones del terapeuta como favorecedor de la regulación afectiva
constitución del self, éste déficit se relaciona con fallas en la capa- Desde la perspectiva considerada, el terapeuta no tiene un rol fijo,
cidad de feedback emocional del cuidador en la historia del sujeto. sino que sus intervenciones y funciones se articulan con las posibi-
Estos pacientes presentan dificultades en: lidades del paciente y según el momento del proceso. Cuando nos
1. Representar en forma significativa a través de símbolos y pala- encontramos con pacientes con dificultades en la regulación afectiva,
bras los estados emocionales. será relevante privilegiar estas funciones por parte del terapeuta:
2. Experimentar los afectos como propios. ·· Holding: en el sentido de Winnicott de alojar, sostener y aceptar
3. Relacionarse consigo mismo como agente. los procesos psíquicos del paciente.
·· Entonar: a través del “espejamiento de la afectividad”, devolver
El objetivo de las intervenciones es entonces, contrarrestar estos de forma metabolizada, tolerable e integrable en la experiencia,
estados para fortalecer el sentimiento del self. las vivencias afectivas del paciente. Toman prevalencia los as-
Basados en estos conceptos, se promueve la Intervención Afirmativa pectos preverbales de la comunicación.
(Killingmo 2005), con el fin de favorecer la capacidad de mentalizar. ·· Identificar y nombrar afectos y emociones: ya que el individuo se
La intervención Afirmativa permitiría recrear en el proceso terapéuti- maneja con modelos internos operativos carentes de reflexividad
co las condiciones postuladas por Stern cuando denomina la función que dominan su conducta ante el conflicto. Supone un trabajo
de los cuidadores en el “espejamiento de la afectividad” del infante. sobre el preconciente y el pensamiento.
Realizar intervenciones que posibiliten no sólo reflejar el estado emo- ·· Favorecer la modulación de los afectos: (ajuste del afecto a la
cional del paciente, sino también devolverlo de forma metabolizada, situación). Los pacientes con un estilo ansioso tienden a una sub-
elaborada, para que sea tolerable e integrable a su experiencia. rregulación afectiva, (el afecto se expresa en demasía), mientras
En los Trastornos de Personalidad los modelos operativos internos que aquéllos con un estilo desafectivizado o sobreadaptado, tien-
carentes de reflexividad son los que dominan la conducta, cuando den a la sobrerregulación del afecto (éstos se minimizan).
aparece un elemento de conflicto en la relación interpersonal , el ·· Aumentar la integración / disminuir la disociación
individuo se maneja, de manera estereotipada o rígida. ·· Favorecer el funcionamiento reflexivo (afectividad mentalizada).
En el abordaje psicoterapéutico podemos pensar como importante, la
presencia de un terapeuta que no deprive, que ayude a integrar los Así como el objeto del apego contribuye a la regulación psíquica
estados afectivos. De esa manera la Afirmación puede lograr retirar del sujeto, a disminuir su angustia, a organizar su mente, a contra-
la duda sobre la validez de la experiencia del sujeto, al convalidar de rrestar la angustia de fragmentación, a proveer un sentimiento de
un modo empático la calidad del sí mismo de la persona. Por otro vitalidad, de entusiasmo (H. (Bleichmar 1997), en la psicoterapia en
lado, como efecto terapéutico, alivia el aislamiento, reduce la duda, el caso de pacientes con fallas en la regulación afectiva, parte de
228
estas funciones serán ejercidas por el terapeuta. Fonagy, P. y Target, M. (1996): “Jugando con la realidad III. La persistencia
Recrear estas condiciones propicia construir un vínculo positivo, de la realidad psíquica dual en pacientes borderline”. Trad. J. Manuel
incluyendo la confianza mutua, la aceptación y la confidencia. Estos Pedreyra.
aspectos colaboran con el establecimiento de la alianza terapéutica Fonagy, P. (2000). “Apegos patológicos y acción terapéutica”. En Aperturas
(Etchevers y ot. 2017). Psicoanalíticas nº4 . http://www.aperturas.org.
Fonagy, P. (1999). “Persistencias-transgeneracionales del apego: una nue-
va teoría”. En Aperturas psicoanalíticas Nº 3.
DISCUSION
Freud, S. Obras completas, Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1996. Freud, S.
La regulación afectiva resulta útil para clínicos e investigadores por
Freud, S. (1923). “El yo y el ello”, vol. 19.
la amplitud de problemáticas que puede abarcar. En la actualidad Freud, S. (1926) “Inhibición, síntoma y angustia”. Vol. 20.
constituye un campo fecundo para la terapéutica y la investiga- Gegerly, G.; Watson, J.S. (1997) “The social biofeedback theory of parental
ción. Consideramos que si bien carece del linaje en el seno de affect-mirrorring: The development of emotional self-awarness and
los constructos teóricos psicoanalíticos, es un campo en el cual selfcontrol in infancy”. The International Journal of Psychoanalysis 77
deberían aumentarse los estudios en los diferentes tipos de tras- (Pt 6)(6):1181-212.
tornos (Trastornos de ansiedad, Depresiones, T. de personalidad, Gergely, G. (1995). “The role of parental mirroring of affects in early psychic
entre otros). Los trastornos de la personalidad pueden entenderse structuration”, IPA’s fifth Conference of Psychoanalytic Research: Ad-
desde la perspectiva de fallas en la regulación afectiva, y así sugerir vances in our understanding of affects: Clinical implications, London.
líneas posibles para la estrategia e intervenciones (Fonagy 2000, Killingmo, B. (2005) “Una defensa de la afirmación en relación con los es-
Bleichmar 2005). tados de afectos no mentalizados”. En Psicosomática: aportes teórico-
Consideramos importante en el abordaje psicoterapéutico, la de- clínicos en el siglo XXI, Maladevsky y ot. Lugar editorial, Bs. As.
Killingmo, B. (1989) “Conflicto y déficit – Implicancias para la técnica”. Li-
tección de la posibilidad o no de regulación de los afectos por parte
bro anual de psicoanálisis del International Journal of Psychoanalysis.
del paciente. A partir de considerar al vínculo y sus componentes
Londres, 70.
como reguladores afectivos en la psicoterapia psicoanalítica, nos
Marrone y Diamond “Sobre la transferencia aspectos de fondo” en La teo-
interesa seguir explorando las relaciones entre regulación afectiva, ría del apego. Un enfoque actual. (2001). Editorial Psimática, Madrid.
vínculo terapéutico y las intervenciones en el proceso terapéutico Sameroff y Emde (Eds.). (1989). Relationship disturbances in early child-
que la favorecen. hood: A developmental approach, New York: Basic Books.
Nos proponemos seguir rastreando estudios e investigaciones Schejtman, C. (2008). “Aportes de la investigación observacional empírica
acerca de este tema con el fin de profundizar acerca de su utilidad de las interacciones tempranas a la comprensión psicoanalítica de la
en las psicoterapias. estructuración psíquica”. En Primera Infancia: Psicoanálisis e investi-
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229
CONCEPCIONES DE PAREJA EN FAMILIAS COMPUESTAS
POR PAREJAS DEL MISMO SEXO
Vidal, Iara Vanina
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de La Plata. Argentina
230
biables y 3) móviles. “Somos de conversar bastante… somos una pareja de mucho diá-
El miedo y la ansiedad que surge en una pareja puede ser asimilado logo… nos gusta charlar… somos minas…(risas)”
cuando los roles son móviles, intercambiables y complementarios.
La asunción y adjudicación de roles dependerá de las relaciones de En función de pensar la pareja desde una perspectiva de género,
objeto que el yo ha establecido con las primeras figuras y que se Spivacow expone que en las sesiones con parejas heterosexuales,
vea proyectado en la actual pareja. De esta forma de establece un es curioso observar lo disruptivo que puede resultar, demandarle
vínculo y comunicación particular. a un partenaire, que tenga en cuenta el sexo diferente del otro y
El nivel de comunicación es una variable más o menos fija para piense en qué esa diferencia influye, sobre el tema del conflicto. En
cada grupo familiar. El autor propone objetivar en la sesión el tema la pareja heterosexual la diferencia de sexos y la sintonía supone un
de la comunicación y la manera de suministrar la información. En trabajo sobre dicha diferencia. Pensar sobre ello necesita un trabajo
ese momento (1962) influenciado por la teoría Kleniana, Berenstein psíquico importante.
habla de tres niveles de comunicación oral, anal y genital. La fija- La validación es la aceptación y legitimación de lo que se capta en
ción a un nivel libidinoso puede deberse a la ansiedad familiar en el el otro, COMO ES, sin pretender cambiarlo.
individuo hijo, en un momento de la evolución. El autor aclara, que lo único que puede hacer una terapia de pareja,
En las entrevistas se visualizan la complementariedad, desde quie- es quitar las interferencias que enrarecen la atracción existente.
nes se plantean uno como ordenado y otro desordenado (Virginia Canevaro (2010) plantea la vida de pareja, como de las más difíciles
y Sara), quien tiene temor a enfrentar nuevos desafíos y quien en- que existen. El autor sostiene que últimamente se está dando una
viste hacia lo nuevo ( Romina y Mercedes), quien es más maduro y valorización creciente de la intimidad y el recíproco cuidado de las
menos maduro (Marcos y Luis), quien plantea los proyectos y quien parejas.
impulsa y acompaña (Adolfo y Edgardo), quien pone límites y quien Plantea pensar la pareja desde el amor romántico y el amor co tera-
contiene ( Sonia y Ana), quien es sociable y necesita del contexto péutico. El amor romántico pensado desde la fusión indiscriminada,
social y quien necesita salir de lo privado pero le cuesta ( Laura y esta situación la plantea como el ideal de la sociedad actual, ya que
Vanesa) quien se puede encargar de lo operativo de la construcción antes las personas se preocupaban más por la supervivencia y la
de una casa y quien prefiere acompañar solamente ( Katia y Nuria). estabilidad, que por encontrar a alguien que satisfaga sus necesi-
Por otro lado, Spivacow (2011) sostiene que en todo vínculo de pare- dades íntimas y subjetivas.
ja existe un trabajo psíquico de ambos miembros para sostener las Por momentos se sugiere que el amor romántico es de índole de
dificultades y conflictos que aparecen por la relación intensa entre la biología para la reproducción de la especie. Argumento que se
ambos. Lo compara con la relación que establece Freud entre psique encuentra negado por el amor que se propician y sienten los ho-
y cuerpo, una relación de dependencia que exige mucho trabajo. mosexuales. De todas maneras, cualquiera sea su origen, el amor
Propone las nociones de sintonía y validación, para ayudarnos a romántico es efímero.
pensar el trabajo psíquico que se establece para el sostenimiento En determinado momento adviene en la pareja la des idealización,
de la pareja, donde es esencial la diferenciación objeto/otro. que si bien es dolorosa, al mismo tiempo es liberadora.
Cuando un analista aborda a una pareja es necesario pensar las La superación de dicho amor, es lo que nombro el autor: el amor co
representaciones del objeto/otro, las relaciones con esta y la trans- terapéutico, relacionado con la donación y el complemento del otro,
ferencia intrapareja. para compartir vulnerabilidades, en el crecimiento de la intimidad
La sintonía supone aceptar la subjetividad del otro, eso lleva un y el diálogo. Ello lleva a que el otro se convierta en quien te conoce
trabajo psíquico importante más allá de los grados de rechazo que más y que aceptando la diferencia pone en juego el diálogo, que es
pueden aparecer en los vínculos de pareja. Es un trabajo psíquico la antítesis de la simbiosis.
sobre la otredad. En relación al amor co terapéutico podemos ejemplificar con lo que
En la práctica cotidiana es ubicarse en el lugar del otro, e intentar cuenta Romina uno de las entrevistadas:
entender sus motivaciones y conductas. Dicho trabajo psíquico es
sobre las diferencias y la creatividad. “… para mí el amor potencia… entonces es necesario que el otro
Gran parte de las dificultades que han abordado las parejas es en te mire y te diga… a veces te aburrís de las cosas, a veces no es
la convivencia, Vanesa y Laura como Virginia y Sara iniciaron la sólo una cuestión de dinero o de… no es… a veces uno siente que
convivencia cuando una de ellas ya vivía hace un tiempo sola y la toca tope y… cómo seguís soñando, cómo seguís mirando para
otra venia de vivir con los padres. Es posible que dichas dificultades adelante diciendo “ay, algún día quiero…”, y en eso nosotras las
se deban en estos casos a la diferencia de edad, de por lo menos dos tenemos mucho eso, o sea, yo desde dejar todo y venir para
ocho años entre la pareja. De todas maneras las dificultades del acá sin nada, y que ella me diga “bueno, ¿qué querés hacer?”,
orden y la limpieza de la casa fueron habladas y resueltas a lo largo “hagamos lo que sea”, “¿qué te gustaría?”, y está buenísimo que
del tiempo estableciendo acuerdos como cuenta Virginia: “el que tu pareja te levante y te diga “podemos hacer lo que querramos”.
cocina no lava”.
Es posible que el hecho que fueran mujeres haga que hablen más Según Spivacow (2011) lo que no cambia es el enamoramiento, las
sobre los problemas que le acontecen, toda esta afirmación soste- parejas llamadas pasionales siguen consultando en los consultorios
nida desde los estereotipos de género, Romina lo dice: de parejas.
También van a seguir existiendo las parejas con proyecto, no so-
231
lamente porque reproducen una lógica social, sino porque están fiesta en las patologías de las parejas, por ello cuando trabaja con
respaldadas en la necesidad de volver a las relaciones libidinales parejas cita a las familias de origen de ambos. Existen coaliciones
primarias. ocultas y a veces prescriben explícitamente la alianza con cada
El autor menciona los cambios a nivel de la pareja amorosa y dice uno de los miembros que no está aun maduro y tiene necesidad de
que uno de los protagonistas de este cambio es la tecnología y su regresar a sus orígenes.
desarrollo abrumador. Ejemplo de ello son las técnicas actuales En la pareja de Laura y Vanesa el conflicto con la familia de origen
de reproducción asistida, que dan posibilidad a que las parejas es más importante, ya que Vanesa reconoce que la familia es muy
homosexuales tengan hijos, las mujeres solas y mujeres posme- cerrada y que las nueras y yernos siempre son extraños en su fami-
nospausicas. lia. Inclusive los sobrinos solo llaman tía a la biológica y no a la po-
Marcos y Luis, Laura y Mariela, Laura y Vanesa se conocieron por lítica. Sin embargo, la familia de Laura que vive más lejos y tienen
páginas web de encuentro y por menssager. O sea 3 de las 10 menos contacto, es totalmente diferente. La solución de Laura en el
parejas se conocieron por este medio, sus edades van de los 26 a momento que adopten a su hijo, es irse a vivir a su país de origen
los 42. En el momento que relatan la manera como se conocieron (Brasil) para poder sentirse acompañadas, incluidas y sin conflictos.
lo realizan naturalmente, estableciendo que es una manera más de Propuesta que es aceptada por Vanesa quien parece no encontrar
conocerse actualmente. otra solución al conflicto con la Familia de Origen.
Sin embargo, ello no se presenta de la misma manera en los dife- Algunas parejas como la de Virginia y Sara no encuentran diferencias
rentes sectores sociales. Para los sectores medios y altos se pre- con la familia de origen y dicen “ nos peleamos por lo mismo que mis
sentan los problemas de las sociedades más tecnificadas. En estos viejos”. Sin embargo, Sara contó en su familia que está en pareja con
momentos, el Otro prefiere dedicar sus reglas y sus normas a cues- Virginia, mientras que ella prefiere no decirlo, es decir con familias
tiones más importantes para la economía de mercado, entonces se distintas sienten igual que reproducen ciertos patrones.
ocupa menos de la pareja. Según el autor, los vínculos amorosos
actuales no tienen reglas claras y rígidas como anteriormente. Conclusión
Los jóvenes de hoy no visualizan como mérito ser un hombre de En relación a la idea de pareja, la mayoría de los entrevistados
familia sin ser un winner, tener dinero y un auto potente. mencionan las ventajas de estar en pareja, porque les permite to-
Las parejas de antes tenían la desventajas de la indestructibilidad, mar decisiones en conjunto, acompañarse en el proyecto de hijo
las parejas actuales, seguramente tienen otras desventajas. y complementarse en lo que a uno le falta. De todas maneras, no
Canevaro (2010) señala que el objetivo de la terapia de pareja, es dejan de mencionar las dificultades de estar en pareja, de convi-
derrotar aquel monstruo simbiótico que los unió pero separándolos vir y en otras debido a las intromisiones de las familias de origen.
en sus competencias matrimoniales. Dichas dificultades son resueltas a partir del dialogo, salvo Adolfo
Plantea que una de las fases más difíciles es separarse de la fa- que decidió separarse para no repetir su historia familiar donde se
milia de origen a partir de un proyecto de vida y de inserción a la llevaban mal pero seguían, viviendo juntos.
sociedad. Dicho proceso nunca termina y se recicla con nuestros Hemos observado el vínculo de pareja como co terapéutico, desde
descendientes. la situación de poder asumir la identidad sexual, reconciliarse con
En el armado de la pareja existe un proceso de asimilación del otro la familia de origen, poder concretar una elección profesional hasta
tratando de neutralizar las diferencias. Este proceso muchas ve- ver el mundo de una manera diferente.
ces inconsciente, en los comienzos y conocimientos de la familia La temática del encuentro de las parejas entrevistadas, la encon-
del otro pero continua siempre. Este trabajo infructífero de intentar tramos atravesadas por las nuevas tecnologías que han sido en
modificar al otro en las parejas constituye el “delirio de transmuta- varias oportunidades la manera en la que se han conocido.
ción”, misión imposible que puede durar toda la vida, pero es inútil
para la pareja. Esa misma energía puede ser puesta al servicio de BIBLIOGRAFÍA
un proyecto compartido en función de mejorar la calidad de vida. Berenstein, I. (1962). La pareja conyugal. Vínculos, roles y niveles de co-
En el encuentro de un hombre y una mujer en una pareja, se unen municación. Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Vol. 8,
dos sistemas familiares de pertenencia, los cuales interaccionan Nº2, 105-110.
Berenstein, I. y Puget, J. (1997) Lo vincular. Clínica y Técnica Psicoanalítica.
a través de este vínculo, lo influencian y lo modifican en un pacto
Editorial Paidós.. Buenos Aires.
confirmado por la sociedad.
Canevaro, A. (2010) Terapia Trigeneracional para las simbiosis de pareja
Este vínculo de alianza es diferente con el vínculo de filiación que Spivacow, M. (2011). Cap. 4 “La pareja más acá de lo inconsciente. La
une a la pareja con sus propios padres y con los hijos que junto a superficie del discurso en conjunto”, Cap. 11 “Parejas de mañana. El
ellos formaran una familia. Ambos vínculos son complementarios futuro desde un consultorio de parejas”, Cap. 12 “Una sesión comen-
pero diversos. tada desde diferentes perspectivas”. En: La pareja en conflicto. Buenos
El autor sostiene que las nuevas formas de procreación y de agre- Aires: Paidós.
gación familiar no tradicional, nunca excluirán este entrecruza-
miento dialéctico y complementario de los ejes de filiación y de
alianza.
Canevaro (2010) piensa que el Sistema Familiar de Origen produce
todo un juego de interacciones oculto que muchas veces se mani-
232
MUY PRONTO PARA VIVIR.
ANÁLISIS DE UN CASO DE PREMATUREZ EXTREMA
Villalba, María Elena
Fundación Tempo de Integrarse. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
RESUMEN Introducción:
En este trabajo se realizó un estudio sobre los niños prematuros Los niños prematuros extremos el primer vínculo con la vida, es
extremos y cómo en este primer vínculo con la vida, es mediatizado mediatizado por una máquina que le permite seguir viviendo, este
por una máquina que le permite seguir viviendo, este primer mo- primer momento es un encuentro con la muerte. Cómo puede cons-
mento es un encuentro tanático. Cómo puede constituirse sujeto, tituirse sujeto, cómo puede constituir una vida psíquica, a partir de
cómo puede constituir una vida psíquica, a partir de no haber ter- no haber terminado de constituirse físicamente.
minado de constituirse físicamente. A partir del análisis de un caso Este niño que nace con un marca, marca de la falta de los padres,
único se evaluara las secuelas que le han dejado a estos niños, el de esto que no pudieron, la trascendencia más allá de la muerte, se
pasaje por las UTIN, muchos con múltiples discapacidades a causa juega el narcisismo de los padres, su ideal, no es ese hijo soñado.
de ganarse la vida. Podemos concluir el lugar importante que ocu- Estos padres van a tener que duelar este hijo y libinizar a este hijo
pan las máquinas para estos bebes, comienzan a vivir a partir de un con falla, para que deje de ser un ajeno y puede ser inscripto como
aporte mecánico de oxígeno y medicación que suplanta a la aporta- parte del linaje familiar.
da por el cordón umbilical. El riesgo de muerte siempre presente, se A partir de un caso único se evaluara las secuelas que pueden dejar
asocia a la vulnerabilidad, a la indefensión. Pensar en estas huellas a estos niños, una discapacidad a causa de ganarse la vida. En
mnémicas donde se ha plasmado hasta el más mínimo detalle, de el caso clínico las secuelas es mental y motora. El primer vínculo
cada percepción presente en este primer momento constitucional con un respirador, en un lugar asediado por ruidos y luces que lo
del psiquismo, logrando a pesar de todo subjetivarse. sacuden y lo hacen estremecer, cuánto de todas estas técnicas in-
vasivas, cuánto de todo ese dolor queda registrado en un psiquismo
Palabras clave en cierne.
Cuerpo fallado, Discapacidad Mental, Prematuros, Dolor psíquico Qué hace que estos niños a pesar de su extremada indefensión
puedan sobrevivir a pesar de todo, qué le permite seguir vivien-
ABSTRACT do, esa pulsión de vida que sobrepasa a todo el sufrimiento, lugar
TOO EARLY TO BORN. SINGLE CASE ANALYSIS OF EXTREME PRE- donde entran muchos bebes recién nacidos y muchos salen y otros
MATUREZ quedan en el camino, cómo viven este recuerdo los que se quedan.
In this work, a study was carried out on extremely preterm infants Aislado en la incubadora, con el cuerpo tenso, el rostro crispado, sin
and how in this first link with life, they are mediated by a machine ser reconfortado por el regazo de la madre o por la voz arrulladora,
that allows them to continue living, this first moment is a thanatic qué disminuye su dolor, qué hace que regule sus ritmos y apacigüe
encounter. ¿ How can he be constituted as a subject? ¿How can su angustia, el bebé solo podrá investir a su madre si ella perma-
he constitute a psychic life, since not finished being constituted nece a su lado y una madre solo podrá investir a su hijo si siente
physically? From the analysis of a unique case we will evaluate investida por él (Cantis, J 2012).
the sequelae that have left these children, the passage through the
I.C.U. most of them with multiple disabilities due to have to earn Desarrollo
the live. We can conclude that the machines for these babies play Presentación de Caso Clínico:
an important role; they begin to live with a mechanical contribution Para pensar en algunos de estos temas voy a tomar la historia de
of oxygen and medication that supplants the one provided through Catalina que nació de 27 semanas y pesó 690 grs.
the umbilical cord. The risk of ever-present death is associated with A su madre le tuvieron que interrumpir el embarazo porque una
vulnerability and the defenselessness. To think on these memory semana antes del parto le detectaron presión alta (preclamsia) y
traces in which it has been shaped to the smallest detail, of each como su vida estaba en peligro los médicos decidieron realizarle
perception present in this first constitutional moment of the psyche, una cesárea, aunque no sabían si la niña iba a poder sobrevivir.
achieving in spite of everything to subjetivize. Apenas nace Catalina va a la incubadora y a Claudia, su madre, la
tratan de estabilizar por la gravedad de su estado, recién al otro
Key words día cuando Claudia está un poco mejor le dejan ir a ver a Catalina.
Failed body, Disability, Premature, Psychic pain Ese primer día, Claudia no la pudo ver, apenas llego salió corriendo,
le angustió mucho verla con todos los aparatos y las sondas, “me
impactó mucho”, refiere Claudia.
A partir del día siguiente, Claudia volvió y pudo conectarse con ese
233
cuerpito y de a poco se fue acercando y a medida que podía y le fuerte que ella, profesores, maestros o alguien que ocupe el lugar
dejaban, empezó a tocarla y le cantaba, “nadie me dijo nada que de cuidado.
tenía que hacer, pero fue lo que me salió”, manifiesta Claudia.
Sólo podía estar con ella 1 hora a la mañana y 1 hora por la tarde. Análisis del caso:
Otro de los momentos traumáticos para Claudia fue cuando le die- Catalina nace a la semana 27º, para algunos neurólogos e investi-
ron el alta a ella, tenía que dejarla sola a Catalina e irse a su casa, gadores del bebé antes de nacer, afirman que el comienzo de la se-
si a esto le sumamos que vivían al otro lado de la ciudad, fue muy mana 26 es muy importante para un feto ya que comienza a perfilar
angustioso este momento. comportamientos. Estos primeros comportamientos proporcionan
Ella se levantaba todas las mañanas y a las 9 hs. llamaban para un indicio de la aptitud del pequeño parar que su mundo sensorial
darle el parte médico y después salía para la clínica. A la mañana analicen información, se familiarice por medio de su breve memo-
entraba ella sola y a la tarde entraban los 2 (padre y madre), “me la ria y responda a exploraciones motrices de las manos y de la boca.
pasaba llorando”, refiere la madre. Es el comienzo de la separación de los ritmos de la madre para
Durante todo el tiempo Catalina fue evolucionando lentamente, su poder lograr desprenderse de ella después del 9° mes. Este ritmo
mayor problema era ganar peso, crecía muy poquito, cuando tenía no sincronizado produce un efecto estimulante que podría ser el
que aumentar 20 grs ella aumentaba 10 grs y muchas veces los origen de la vida psíquica (Pontelli 1987).
perdía. A los 21 días le sacaron el respirador. Qué podemos pensar de este psiquismo en cierne, en este primer
Su madre refiere que ella entraba y no tenía ningún contacto con el momento donde Catalina tuvo que empezar armar sus recursos
resto de los papas, solo se dedicaba a estar con su hija, “nunca me para la separación de los ritmos de su madre, ella directamente
entere quien estaba a lado” refiere Claudia,”no iba a hacer sociales, tuvo que confrontar con otra realidad, la separación real.
veía como los bebes que estaban 1 día, al siguiente ya no estaban”. Estos niños nacidos tan prematuramente, que no pueden reconocer
Con las únicas con quien tenía contacto era con las enfermeras. a su madre, que no pueden tranquilizarse en sus brazos, que no re-
Luego de 100 días de internación y después de haber ganado el conocen su olor, pueden establecer el sentimiento de continuidad.
suficiente peso, le dieron el alta a Catalina, era Diciembre, ya pe- El bebé no identifica una forma segura que lo estabilice. Cae en un
saba 2,050 kgrs. mundo extraño, sus percepciones no son familiares. Máquinas que
En casa las cosas no eran muy distintas. Catalina tenía que estar todo el tiempo suenan en forma estridente, cables que no le dejan
en un cuarto aislada, por eso las visitas eran restringidas y solo la moverse con libertad y poco contacto con una mano segura que los
podían verla por la ventana. A pesar de todos los cuidados en Abril presente a la vida.
se enferma de bronquiolitis y nuevamente hay que internarla, el En Claudia este impacto que le produce ver a su hija, con el respi-
principal problema que tenía Catalina era que no aumentaba de rador, con las sondas y en esta primer escena cuando se acerca y
peso, comía y vomitaba, tenia reflujo. rápidamente huye, de qué huye, de ver que ella no pudo seguir co-
Durante ese año el mayor problema de Catalina fue el reflujo y le hi- bijándola en su útero, cuánto de culpa y de desgarro, en esa madre
cieron todos los estudios y no le encontraron nada, una profesional primeriza, cuánto de mandato confirmado.
del equipo de estimulación temprana que la atendía le dijo que todo Cuando nace un bebe que no es el esperado, no es ese bebe ideal,
lo que tenía Catalina era compatible con el síndrome de Sandifer. el yo de la madre es arrasado, que causa un trauma, que produce
Comenzaron muy temprano con estimulación fonoaudiología para una ruptura que trae como consecuencia un no reconocimiento de
que aprendiera a deglutir, causa probable del reflujo. Solo después este bebe como propio, devenido en un extraño.
de mucho andar de médico en médico, la médica para el reflujo y Este hijo es una herida narcisista para los padres, algo de la cas-
todo este padecimiento de 4 años se termina. tración que se hace presente. No solamente el duelo por el hijo
Los médicos nunca le dijeron a los papas de Catalina que la prema- ideal no nacido, sino que este impacto se convierte en trauma, una
turez extrema y la isquemia lo había producido una discapacidad, herida que nunca cura, siempre presente. Para evitar que este bebe
pero su madre refiere que se dio cuenta como al año, porque no no sea mirado, es necesario que la madre pueda reparar, elaborar
tenía los logros de los demás niños a su edad, ella no aumentaba este duelo por el bebé ideal perdido, para catectizar a este otro
de peso, no se sentaba, no respondía a los llamados, no gateaba y bebe, el nacido.
recién comenzó a caminar a los 3 años. Esta aceptación cariñosa o el rechazo que se da en este primer vín-
Actualmente Catalina se pregunta en su terapia: “Mira esta pierna, culo de la madre con el bebé, funciona como el factor determinante
no sé por qué no crece, no va ser igual a la otra y me duele”, en ese para que éste sienta que está todo bien o que algo anda mal.
momento se angustia y solloza. Dice Winnicott (1993)”El self esencialmente se reconoce a sí mis-
A los 4 años y a partir de allí, Catalina comienza a comer mejor mo en los ojos de la expresión facial de la madre”… Una anomalía
y a crecer, a esa edad empezó asistir a un centro de estimula- que provoca sufrimiento va adquiriendo para el bebé la categoría
ción, donde continúo con la estimulación temprana. Comenzó a de algo existente que se interpone entre él y su madre. La seguri-
escolarizarse en un jardín maternal común, luego siguió en una dad o intranquilidad materna amortiguará o incrementará respec-
escuela especial. tivamente, el temor que provoca “eso que no se sabe que es pero
Una de las características de su personalidad según refiere su que hacer doler” (Tallis 2002)
madre es la intensa ansiedad que tiene ante todo y otro dato es Pero Claudia superado el impacto, puede volver y hacerse cargo de
su excesivo pegoteo con los demás, siempre personalidades más ese dolor y comenzar a vincularse con Catalina, desde una mirada
234
de amor y de contención, como todo bebé que recién nace, primero los cuales el otro experimentado conjetura que “algo le pasa”, que
tiene esa categoría de extraño pero paulatinamente ella puede co- “algo perturba al inerme”, y habiendo caracterizado la situación
menzar a adoptarlo y ser esa mano segura que le agarra y le arrulla. total (inerme, dependiente del otro ajeno que realiza por él y para él
La base de la constitución del self depende de la imagen anticipada la acción específica), se centra en aquello que le va sucediendo en
que se tiene de él, aún antes del nacimiento, de la capacidad emo- el proceso de ir siendo a un ser vivo (Ripesi L. 2003).
cional de la madre o figura materna y la suma de sus procesos de Esas memorias representadas en su mente y en su cuerpo, serán
identificación con las personas más cercanas (Tallis 2002). incorporadas a su individualidad como parte de su historia. El dolor
La existencia simbólica de este hijo antes de nacer se sostiene puede no ser recordado pero las experiencias a él asociadas lo son.
por el ideal de los padres, donde ellos se reflejan y proyectan sus Cuanto de este dolor que hoy se queja Catalina en su pierna tiene
propias fantasías, sus deseos, así se va constituyendo un cuerpo que ver con este primer dolor, como duelo no resuelto de esto que
simbólico del niño por nacer. Catalina es la primer hija de un matri- está, pero no se sabe.
monio muy jóvenes los dos, Claudia tiene 23 años cuando nace Ca- El trauma tiene dos formas de expresión esta penando por ese im-
talina y su padre también. Son dos jóvenes donde sus vidas recién pacto, no solo por el sufrimiento de lo intrusivo de la internación
comienzan, este lugar de hijo deseado, es un espacio que pudieron sino también por no poder accionar en este mundo, queda anclado
construir, ese lugar para un otro. No solo como familia primaria en una escena donde quiere pero no puede. Y otra forma de ex-
sino también como familia ampliada, es la primera nieta de ambos presión es frenar el trauma, desestimarlo, no dando la importancia
lados, materna y paterna. que tiene en la vida de ese niño, para evitar conectarse con ese
En la etapa del bebé internado, la familia vive una situación trau- sentimiento.
mática, el niño en riesgo, lejos del alta, no se sabe si va a sobrevivir, Si pensamos en Claudia y Lucas, los papás de Catalina y cómo se
tampoco se sabe de las secuelas. aferraron a la nursery (UTIN), como queriendo que su bebe pudiera
A qué me refiero cuando digo situación traumática, es lo que define salir de ese lugar, como así lo refiere Claudia y cómo el quedarse
Freud como trauma “aquello que se caracteriza por un aflujo de perplejo a la espera que le abrieran las puertas, quedándose como
excitaciones excesivas, en relación con la tolerancia del sujeto y paralizada en el tiempo.
su capacidad de elaborar dichas excitaciones”, esas cantidades de Estas familias tienen alteradas la economía pulsional, son familias
estimulo que proviene del mundo interno (endógenos) y del mundo continuamente impactadas por un monto de angustia muy elevada,
externo (exógenos), que le producen un efecto patógeno en la or- que no les da tiempo para procesar. Ante estas situaciones límites
ganización psíquica. las familias invisten o desinvisten, porque estos bebes están al bor-
En esta situación, nos dice Cantis (2001), “el bebe se encuentra de de la muerte. Claudia, en todas las entrevistas que tuvimos, no
inerme y su núcleo radica en una significativa desvitalización. La puede dejar de llorar cuando se acuerda de todo lo vivido, padece
desvitalización nos remite a los estados de vulnerabilidad física y de migraña y por varios días queda como eclipsada por el dolor
psíquica en los niños con riesgo de muerte. Qué pasa en estos ni- que le produce revivir todo lo que le pasó. Algo similar le sucede a
ños con los afectos, el sentir se queda vedado, la simbolización de Catalina, cuando trae a la sesión sus fotos de bebe donde se mira y
los afectos no tienen un canal para la expresión, no tienen una vía se trata de reconocer en ese bebe tan pequeñito, como tratando de
para dar cuenta”. certificar que pudo y a pesar de tanto dolor sobrevivió.
Este trauma en el bebe se manifiesta en lo orgánico, insuficiencia Dice Cantis: “Es importante determinar en estos niños, la tendencia a
somática y ello repercute después en lo psíquico. Este trauma pue- la lucha por la recuperación y el equilibrio vital y que muchas veces
de ser extracorporal o intracorporal. En el extracorporal el trauma es autónomo de la gravedad de la afección orgánica que tengan”.
viene de afuera y provoca un arrasamiento del sistema neurológico. En Catalina, ejemplo clínico que traigo para pensar en el desvali-
En el intracorporal la amenaza viene de adentro del cuerpo. Y la miento temprano, qué alteración interna produjo este trauma, cómo
coraza que le permite protegerse de los estímulos que vienen de puede procesar la pulsión. Este quantum que vuelve con mucha
ambos mundos se ve arrasada, esta coraza frágil en los bebes en intensidad cuando ella tiene que enfrentar estudios de rutina o
constitución psíquica genera un estado de inermidad, de desvita- pre- quirúrgicos, internación o enfermedades comunes. Cada una
lización anímica y falta de energía. Viven un mundo de monotonía, es vivida con tanta intensidad, intensidad de energía no ligada que
de vacío libidinal. todavía duele y vuelve.
“El bebé no obstante, no puede verbalizar su dolor, del cual no tiene Dolto nos dice que cada bebe posee desde un primer momento una
conciencia pero lo registra en forma de engramas de memorias” manera diferente de estar en el mundo y pueden, aunque padezcan
(Cantis J 2002) las mismas dificultades, dejarse morir o luchar desde el día de su
Inermidad, indefensión original, configuran un estado que coloca al nacimiento con una fuerza increíble por la vida.
inerme e indefenso en situación de dependencia absoluta, respecto Catalina es una sobreviviente de una entrada a la vida muy traumá-
del asistente ajeno, persona experimentada, otro del mundo del que tica, donde la pulsión de muerte sobrepasaba a la de vida y a pesar
provienen estímulos. de todo, ella pudo superar junto a sus papás esta intensidad psí-
Esta dependencia absolutamente necesaria de otro “ajeno” ( no yo) quica que tuvo que afrontar, aunque aun hoy el dolor este presente.
sin cuya presencia y auxilio caería inmediata e irremediablemente Al decir de Dolto “… el deseo de morir o de vivir siempre está vin-
en el desamparo y la muerte y en este mismo sentido destacando culado con la historia del sujeto, incluso algunas veces esta historia
el papel de la motricidad como vehículo de signos y señales por puede llegar a remontarse a varias generaciones anteriores”.
235
A modo de conclusiones BIBLIOGRAFÍA
Para concluir me queda por pensar qué lugar ocupa la UTIN para Cantis, J. (2001) Discapacidad: subjetividad, vitalidad interior y familia en
los bebes que comienzan a vivir a partir de un aporte mecánico Trabajo Psicoanalítico con Niños Bs. As. Argentina Editorial: R. Vergara.
de oxígeno, medicación que suplanta a la aportada por el cordón Cantis, J. (2012) Desamparos tempranos e intrusiones corporales al en-
cuentro con un niño: reflexiones psicoanalíticas. Actualidad Psicológica
umbilical, intercambio nutricio entre la mamá y el bebe. Es un lugar
“Desamparo”. Nº 410. Bs. As. Argentina
de espectador, lugar omnipotente de dador de vida.
Cyrulnik, B. (1994) Los alimentos afectivos, Argentina. Ed. Nueva Visión.
El deseo de hijo no es un deseo abstracto, se espera un bebe bello,
Fava Vizzielloi; C., Zorzi; M., Bottos (1993) “Los hijos de las máquinas”.
inteligente, sano y feliz, pero qué pasa cuando nace un bebe antes Editorial Nueva Visión.
de lo esperado, con un pronóstico mortífero, podemos pensar que Freud, S. (1915) Pulsión y sus destinos. Bs As Argentina. Editorial Amorror-
es en este deseo donde se engendra esa pulsión de vida y de sanar tu. Vol. XIV.
a la que fuertemente se aferran estos bebes para vivir. Freud, S. (1926) Inhibición, síntoma y angustia. Bs As Argentina. Editorial
El riesgo de muerte que nos lleva a pensar en la vulnerabilidad, en Amorrortu Vol. XX.
la indefensión, podemos pensar en estas huellas mnémicas que Helman, V. y Villanueva, M. (2000) Niños prematuros. La clínica de lo pre-
han quedado de esta situación, estos engramas, estas imágenes maturo - de la Medicina al Psicoanálisis. Buenos Aires Argentina. Edi-
mentales, como registro completo, hasta el más mínimo detalle, de torial: Lugar.
cada percepción presente en este primer momento constitucional Levin, E. (2003) Discapacidad y educación. Los niños del espejo. Buenos
Aires Argentina. Editorial: Nueva Visión.
del psiquismo.
Ripesi, L.B. (2003) Un estado de ser http://www.espaciopotencial.com.ar/
Sujetos que tienen que constituirse a pesar de este dolor físico, do-
elestudio/unestado.html
lor por las intrusiones corporales durante sus largas internaciones,
Tallis, T. y otros (2002) Trastornos en el desarrollo infantil, capítulo: La auto-
cómo logran a pesar de todo subjetivarse. percepción a través del dibujo de los niños con parálisis infantil. Bue-
Podemos hipotetizar que Catalina cuando vive una situación trau- nos Aires Argentina. Editorial Miño y Dávila
mática, internaciones, operaciones y nuevos estudios, reedita este Zimmerman, A. (1981): El psiquismo del niño enfermo orgánico. Buenos
primer vínculo con la vida, donde tuvo que pujar por vivir. Aires Argentina. Editorial Paidós.
La discapacidad puede dificultar una función, pero en sí misma no
impide la estructuración psíquica. No es el cuerpo biológico el que
impide la estructuración subjetiva, sino como puede ser simboliza-
do dicho cuerpo. Tampoco tenemos que dejar de lado el lugar que
el infans ocupe en el deseo de los padres.
Finalmente de cuántas Catalinas están pobladas las UTIN (Unidad
de Terapia Intensiva Neonatal), bebes que lograr sobreponerse y
seguir viviendo algunos con secuelas y muchos otros sin ellas, pero
con un trauma que los marca para el resto de sus vidas. Niños con
una necesidad de un excesivo apego hacia un otro que le permita
“ser”, inseguros y aniñados, añorando este vínculo materno que
les fue vedado.
236
EL PSICÓLOGO Y SU INTERVENCIÓN CLÍNICA
EN LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA: “PROYECTO
DE ACOMPAÑAMIENTO EMOCIONAL”
Wortley, Ana Carolina; Sabagh, Ana Rocio; Frizza, Camila
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba. Argentina
237
SOBRE EL ESPACIO DE ESCUCHA Y CONTENCIÓN A) Acercamiento a la institución
El proyecto de acompañamiento emocional, se enfoca en el aborda- El propósito es generar una instancia de acercamiento a la pobla-
je integral de las necesidades emocionales de los menores, recono- ción institucional por medio de la observación participante como
ciendo la singularidad de los mismos y dando lugar a la expresión técnica. Es necesario señalar la importancia de realizar estas dos
de la subjetividad. Fernández (2006) plantea que la subjetividad se actividades -que componen dicha técnica- de manera comple-
produce en un “entre”, con otros, siendo éste un nudo de múltiples mentaria y así evitar pensar la observación como neutra, externa
inscripciones, deseantes, históricas, sexuales, psíquicas, materia- y des-implicada. “La observación participante permite recordar en
les, que emergen en diferentes coyunturas. Desde esta perspectiva todo momento, que se participa para observar y que se observa
la subjetividad aparece como un proceso, un devenir en permanen- para participar; esto es, que involucramiento e investigación no son
te transformación, con posibilidades de invención y de ruptura de opuestos sino parte de un mismo proceso de conocimiento social”
lo instituido. (Holy, 1984, en Guber, R. 2011, 57). La misma, se caracteriza por
De esta manera, se pretende generar un espacio, donde se esta- acciones tales como tener una actitud abierta, libre de juicios, estar
blezca un vínculo diferente al de docente-alumno, en el cual preva- interesado en aprender más acerca de los otros, ser consciente
lezca, con el Acompañante Emocional, la aceptación incondicional, de la propensión a sentir un choque cultural y cometer errores (la
la actitud empática y la congruencia. Carls Rogers propone la hi- mayoría de los cuales pueden ser superados), ser un observador
pótesis que dichas actitudes del terapeuta constituyen las caracte- cuidadoso y un buen escucha y ser abierto a las cosas inesperadas
rísticas necesarias y suficientes para la efectividad terapéutica. El de lo que se está aprendiendo (Kabullich, 2005).
acompañante emocional asume su rol como una presencia cons- Desde el rol del acompañante emocional, se implementa la obser-
tante y predispuesta a la escucha activa. Tiene la función de crear vación participante con el fin de obtener información significativa
un ambiente facilitador basado en la confianza y de proporcionar del devenir de las dinámicas aúlicas; los recreos; los modos de
las condiciones necesarias, para que el alumno pueda expresarse relacionarse entre los alumnos, con los docentes y directivos; las
abiertamente. La orientación Humanista asume que el individuo es características edilicias de la institución y la distribución de espa-
capaz de auto realizarse si toma conciencia plena de sí mismo, de cios; etc. De esta manera, con la mera presencia del Acompañante
sus vivencias, de sus sentimientos y emociones así como de sus emocional, se incide en la conducta de los observados (que a su
experiencias íntimas (Villacreces Paredes, 2012). vez influyen en la propia) resultando inevitable que ellos le otorguen
La propuesta del espacio de escucha y contención implica correr un sentido a dicha intervención: “¿Quiénes son?”; “¿Por qué están
al alumno del lugar del problema o de la sintomatología institucio- acá?”; “¿Qué es el espacio de escucha?”.
nal, tal como lo define Passano (2008). Por lo tanto, presenta como En algunos casos, a medida que trascurren los días de observación,
premisa de funcionamiento, un encuadre de trabajo basado en la y al dar con una idea más clara de la función a desarrollar en la
confidencialidad y la voluntariedad del niño para acceder al espa- institución, los niños obran en consecuencia haciendo conocer sus
cio. Que sea un lugar al que se pueda acceder de manera voluntaria preocupaciones, miedos, problemas:
y por motivación propia, posibilita que los alumnos se apropien de “..Una niña con lentes, cabello morocho y contextura física grande
éste, lo vivencien de manera placentera y saludable y desarrollen la me pide ayuda para buscar una palabra en el diccionario. Le pro-
habilidad de pedir ayuda cuando lo necesitan. pongo que solicite a la seño. Lo intenta pero desiste, ya que, esta
En este sentido, se recupera la hipótesis básica del Enfoque Roge- estaba atendiendo a otros niños. Frente al intento fallido, vuelve a
riano según la cual, todo individuo posee una proclividad a actua- pedirme ayuda y me invita a hacer la actividad en su mesa. Le digo
lizar sus potencialidades si se brindan las condiciones necesarias. que yo estoy ahí para observar a todos y que iba a permanecer en
Se trata de un contexto relacional en el cual se haga evidente la mi lugar. Insiste con la idea, planteándome que su amiga “Aldana”
confianza en las capacidades del individuo y exista, como lo plantea quiere que me siente con ellas para que no estén tan solas….”
Vilanova (1993), una consideración positiva por el otro. (Observación: 19 de Mayo del 2016; 3er GRADO “A” Seño Gabriela;
Para la puesta en práctica de dicho enfoque, se requiere un mirada Clase de Lengua)
individual y singular, que permita reconocer las capacidades del Así mismo en esta primera instancia se llevan a cabo entrevistas
niño, y a partir de allí propiciar su desarrollo. Es por ello, que en abiertas y semi-estructuradas a docentes y directivos de la institu-
medio de la mirada unificadora que un docente debe tener, para ción en relación a las necesidades que prevalecen en la misma, las
pensar una estrategia que pueda adaptarse a un grupo numeroso problemáticas identificadas, las estrategias de intervención desa-
de alumnos, el espacio de escucha y contención hace posible esa rrolladas, las características de los cursos, etc. Al respecto, Bleger
mirada particular. Se presenta como un lugar dentro de la institu- (1964) sostiene que “el entrevistador tiene la amplia libertad para
ción, en el que cada niño que asiste, es protagonista, y en donde las preguntas o para sus intervenciones, permitiéndose toda flexi-
tienen permitido ser ellos mismos quienes determinen que actores bilidad necesaria en cada caso particular” como así también que
secundarios entrarán a escena, según cual sea el motivo que los “el campo de la entrevista se configure al máximo posible por las
movilizó a acercarse. variables que dependen de la personalidad del entrevistado”.
De esta manera, desde un primer momento, el acompañante emo-
METODOLOGÍA cional toma contacto con las diversas problemáticas que van emer-
La implementación del proyecto de acompañamiento emocional en giendo en el campo educativo. Estas “no pueden ser definidas a
la escuela se lleva a cabo en varias etapas, a saber: priori porque al carecer de entidad ontológica deben ser construi-
238
das en el marco de la misma intervención” (Bonvillani, A. 2014). (nosotros- ellos y entre ellos) de posibles alternativas a la situación
conflictiva planteada. Se registra el desarrollo de cada taller y las
B) Sensibilización de la comunidad educativa: conclusiones construidas de modo colectivo.
En esta etapa, los acompañantes emocionales intervienen en los Por otro lado, en función de las estrategias planificadas, se puede
recreos realizando juegos psicoeducativos con el fin de captar la realizar encuentros orientadores para padres. La entrevista con los
atención y el interés de los alumnos e invitarlos a visitar el espacio padres posee el objetivo de obtener datos, tanto evolutivos como
de escucha y contención. A su vez, se realiza una visita a cada gra- sintomáticos. A la vez que se relatan las vicisitudes del desarrollo,
do, informando sobre la apertura del espacio de acompañamiento, la se irá identificando en el relato parental datos sobre la identidad
función del mismo y quienes son los miembros del equipo de trabajo. que cada uno de ellos le otorga al niño, las atribuciones de sig-
nificado asignadas a la relación: momentos de la relación en los
C) Inicio del espacio de escucha cuales surgieron los problemas, la conducta del niño y los signi-
Desde la escuela, se designa un espacio físico donde se desarrolla ficados que ha construido sobre la relación, la capacidad de los
el acompañamiento emocional y al cual los alumnos conocen como padres para comprender la naturaleza de cada problema o desafío
el “espacio de escucha y contención”. Los objetivos específicos del del desarrollo y de sus recursos para contener, tolerar o modificar
acompañamiento son: (a) crear un ambiente de confianza, com- tales problemas, tanto en sí mismo como en el niño (capacidad
prensión y empatía para que el niño pueda expresar libremente reflexiva), desencuentros que se van configurando y los conflictos
sus ideas, intereses, preocupaciones, etc.; (b) detectar la presen- que se van generando.
cia de malestar y/o riesgo y acompañar los procesos emocionales
del niño; (c) promover el desarrollo de estrategias de intervención E) Evaluación
que permitan el abordaje de situaciones complejas; (d) promover Se realiza una evaluación de proceso durante el desarrollo del pro-
la conformación de una red de sostén social y de servicios, que yecto y de resultado una vez finalizado, mediante la aplicación de
permita la inclusión de los alumnos según los requerimientos. instrumentos de evaluación tanto a los docentes y directivos de la
Durante el desarrollo de la práctica, se confeccionan fichas de re- escuela como a los niños acompañados. Finalmente, se desarrolla
gistro individuales de cada encuentro con los niños, en el cual se una puesta en común entre el equipo de trabajo, a partir de los
consigna, nombre, edad, constitución familiar, grupo de conviven- datos recabados y de la propia experiencia.
cia, temática del encuentro, intervenciones realizadas observacio-
nes y sugerencias. CARACTERISTICAS DE LAS INTERVENCIONES REALIZADAS
En esta etapa, paralelamente a la asistencia a la escuela de los Las intervenciones que se llevan a cabo son pensadas teniendo en
acompañantes emocionales, se realizan encuentros de supervisión cuenta las características individuales del niño, como así también
quincenal de dos horas en el cual se comparten las consultas reci- el contexto y la situación particular que cada uno de ellos atraviesa.
bidas, y se diseñan intervenciones específicas y/o en red con otros En las primeras entrevistas es conveniente tener una aproxima-
actores (padres, docentes, equipo de salud) en función de lo que se ción acerca del contexto familiar y social del niño, de forma tal que
considere necesario, oportuno y eficaz. permita dimensionar la red social con la que cuenta. La confección
de un familiograma-genograma, es uno de los instrumentos que
D) Tallerización colabora para realizar las primeras evaluaciones de la situación. De
A partir de las observaciones, entrevistas y consultas recibidas en esta manera, según los datos recolectados, se piensan las posibles
el espacio de escucha, se planifica la apertura de espacios para estrategias que podrían resultar operativas, que luego en super-
que se produzca el encuentro con los otros. Estos espacios son visión delinearían una modalidad de intervención y seguimientos.
la puesta en marcha de talleres de carácter lúdico-recreativo que Entre las intervenciones más utilizadas en el espacio, se hallan las
promuevan el desarrollo de conductas prosociales, como estrategia siguientes:
de prevención acordes a las temáticas emergentes. La escucha clínica; el dibujo y el juego como mediadores del vín-
Siguiendo los desarrollos de Bonvillani (2016) se entiende El Taller culo; la estimulación de capacidad introspectiva (promoviendo el
como: contacto con las emociones y la posibilidad de nombrarlas); la ca-
Una instancia de reflexión y acción y un “dispositivo productivo” pacidad de contención; la organización del discurso; la desnatura-
porque es generador de varios sentidos. En el mismo se apren- lización de conductas perjudiciales sea tanto del niño hacia otros
de contenidos, practicas, procedimientos haciéndolo con otros; como de otros hacia el niño; estimulación del diálogo como medio
se producen objetos materiales (cartillas, afiches, murales etc.) y de resolución de conflictos; acompañamiento áulico; etc.
simbólicos (discursos, narrativas, representaciones, etc.). La autora
plantea que el taller facilita la producción y recreación de múltiples DISCUSIÓN
interacciones: entre individuos (entre participantes); entre el indivi- Shelmenson (2000) considera a la institución educativa como una
duo y el espacio; entre el individuo y los productos (la imagen que institución de ensayo y de construcción de un nuevo espacio de
se produce, el relato, etc.); entre el individuo, el cuerpo y el entorno intercambios, en donde el niño atraviesa una nueva oportunidad
auditivo y visual. para su transformación y reposicionamiento psíquico.
Mediante dicha modalidad de intervención, se apunta a incentivar Fazio (2013) resalta la importancia de la figura del maestro y demás
una participación activa de los niños y a la elaboración conjunta profesionales que habitan las escuelas, debido a la necesariedad
239
de que dichos adultos puedan darle lugar a lo que les sucede a los BIBLIOGRAFÍA
niños, pudiendo reconocer el malestar de los mismos. Es así que el Bleger, J. (1964) La Entrevista Psicológica. Su empleo en el diagnóstico
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http://latin.sysprop.net/latintraining/punto/biblio/TUTO/blegerlaentre-
trabajo en equipo y la supervisión permanente son pilares funda-
vistapsicologica.pdf
mentales para el logro de los objetivos planteados. Cabe destacar,
Bonvillani, A. (2014). El diagnóstico de la intervención psicosocial: propo-
que si bien el proyecto se plantea con un objetivo preventivo y de
siciones teoricas en tensión. Cuaderno del Campo Psicosocial N° 2:
promoción de la salud, se ha podido advertir que, en muchos casos, Intervención psicosocial. Córdoba: Editorial Brujas.
las intervenciones tienen un efecto terapéutico por el sólo hecho de Bonvillani, A. (2016). Travesías Grupales. Algunas coordenadas para traba-
posibilitar un espacio en el que se da lugar a la palabra y donde la jar/pensar con grupos. Córdoba: Editorial Brujas.
voz del niño ocupa una posición privilegiada. Esto significa que en Fazio, G. (2013). El lugar de la transferencia en el vínculo educativo. Revista
algunos casos abordados desde el espacio de escucha fue posible electrónica de psicología Iztacala, (16), 20-33. Recuperado de http://
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Kawulich, B. (2005). La observación participante como método de recolec-
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240
CAMBIO PSÍQUICO EN PACIENTES
CON ATAQUE DE PÁNICO
Zuccolo, Sabrina; Pérez, Marcelo Antonio; Quesada, Silvia
Universidad de Buenos Aires. Argentina
241
de la consulta no realizaba psicoterapia y estaba medicada con Análisis del Rorschach
clonazepam. También se encontraba sin trabajo y con el proyecto
de ir a vivir con su pareja. Desde los inicios de su tratamiento se ·· Caso A.:
observa en esta paciente un saber sobre que hay algo que necesi- En el caso de la primera paciente se observó a nivel de los cóm-
ta “cambiar”. A nivel pronóstico esto resulta ser muy importante, putos una modificación tanto en la EFYR (escala de funciones yoi-
y se verá a partir de los resultados del tratamiento tanto a nivel cas de realidad) como en la ESPA (escala de potencial suicida para
de los logros en su vida, en cambios en su posición subjetiva, adultos). Al inicio del tratamiento obtuvo un puntaje en la EFYR de
como en relación a la remisión de los síntomas de pánico. En 9,80. Posterior al tratamiento, dicho puntaje disminuyó a 8,40. El
el Psicodiagnóstico de Rorschach han podido evaluarse cambios análisis que se desprende de estas cifras es que a partir del tra-
sustantivos, que seguidamente se describirán. tamiento POP se disminuyeron las defensas, lo que ha posibilitado
elaborar material inconsciente y lograr los cambios profundos, rela-
La segunda paciente a evaluar a quien llamaremos S. es una joven cionados a la posición subjetiva. Dentro de los puntajes de la EFYR,
de 30 años, que acaba de recibirse de Arquitecta. Convive con su ha mejorado el puntaje de la adaptación. La ESPA, que al principio
novio desde hace dos años. Consulta por ataques de pánicos rei- era de 15, luego del tratamiento descendió a 9. Esto implica una
terados, los cuales empezó a sufrir luego de un robo. Esto sucedió disminución en el potencial autodestructivo.
hace 3 años. Desde allí, ha padecido estos ataques siempre que se Los contenidos Perturbadores y los Siniestros también descienden
encontraba en la calle. No hizo psicoterapia por esta sintomatolo- luego del tratamiento, lo que implica una disminución de los senti-
gía. Refiere que entre el trabajo y los estudios no tenía tiempo. Hace mientos disfóricos y de los temores y miedos. (Pert % disminuyó de
unos meses que no presenta síntoma de pánico, pero si le quedó un 6 a 5, y Sin% de 30 a 0). La noción de conflicto (IC) sube a partir de
temor a la soledad en la calle, sobre todo de noche. Manifiesta que tratamiento (de 10 a 13%), lo que sugiere una mayor conciencia de
“se estresa “si tiene que volver de noche a su casa sola. Esto último los conflictos subyacentes a la sintomatología padecida.
lo resolvió parcialmente volviendo en bicicleta, y siempre tratando Otro hallazgo interesante en relación a cambio psíquico es el au-
de viajar de día. Al momento de la consulta refiere que hace dos mento en el registro de las propias emociones, lo que implica un
años que está en pareja y que se siente acompañada por él ante poder manejar en forma más adecuada y saludable las emociones
estos temores. En esta paciente S. se han observado cambios a y poder pensar sobre ellas. (M/C: 1/1,25 se modificó a 1/5,5)
nivel de la remisión de síntomas y en la sensación de bienestar.
Mejoró la relación con su pareja. Desaparecieron los ataques de ·· Caso S.:
pánico. Se produce una sensible mejoría a nivel de las relaciones En este caso, la EFYR sube levemente en la segunda administra-
interpersonales. Se han verificado modificaciones en los resultados ción del Rorschach (de 9,60 a 9,70), lo que se analiza como un
del Rorschach. reforzamiento defensivo posterior al tratamiento POP. Del análisis
de las funciones yoicas por separado es interesante en este caso
El tercer paciente se llama D. Se trata de un joven de 29 años, que observar que el aumento en esta escala es a partir de un aumento
está cursando la licenciatura en matemática. Su consulta se debe a en la capacidad de adaptación, función yoica que muchas veces se
que últimamente ante exámenes de su carrera se sentía bloqueado. ve alterada en pacientes con ataque de pánico o con psicopatología
Se asustaba y tenía palpitaciones. No lo podía controlar. Refiere que de diversa índole. En esta paciente estaban muy descendidos los
nunca lo entendieron sus compañeros en el colegio, y que sufrió puntajes relacionados a la adaptación, y los mismos se elevaron
“bullying” por parte de ellos. Relata que su familia lo idolatra pero a partir del tratamiento POP (P% subió de 10 a 42%, entrando en
que tampoco lo entiende. La única persona que él siente que lo una puntuación que indica adaptación a la realidad; IR subió de 2 a
entiende es una novia con la cual acaba de cortar hace poco. Ella 4 –lo esperable es de 5 a 7).
es matemática como él. D. manifiesta que ante situaciones en las La ESPA ha disminuido posterior al tratamiento (de 7 a 5). Si bien
cuales se siente frustrado, incomprendido, ha reaccionado agresi- no era un puntaje de riesgo, la disminución de dicho puntaje indica
vamente. Por ejemplo, al pelearse con su novia, revoleó un celular y una variación positiva en relación al potencial autodestructivo.
fue directo a pegarle a un sillón de su casa. “Necesitaba explotar”. Los puntajes referidos a los contenidos perturbadores y los sinies-
Si la pierdo, ¿qué hago?” Siente que ella lo apuntala, lo estimula a tros disminuyeron a partir del tratamiento POP. (Pert% de 10 a 4%,
hacer las cosas. Manifiesta haber presentado, en distintas opor- y Sin% de 10 a 0). Esto último indica que disminuyeron sus temo-
tunidades taquicardia, sudoración y sensación de ahogo, algunas res, miedos y afectos perturbadores.
veces, miedo a perder el control o enloquecer. Hace un mes se fue La noción de conflicto aparece en forma posterior al tratamiento,
a vivir solo y se está organizando para estudiar y para poder realizar ya que al inicio no había registro de conflicto interno (IC de 0 a 8%).
sus proyectos. Al finalizar el tratamiento se lo encuentra estabiliza- Se observa un leve aumento del registro de las emociones a partir
do, rindió los exámenes que le permitieron obtener la licenciatura del tratamiento (M/C: 1/1,5 a 1/ 2).
y está viendo para donde perfilar su carrera, con una decisión ya
tomada. Sigue siendo amigo de su ex novia. Se han verificado cam- ·· Caso D.:
bios a partir del Rorschach. La EFYR en este caso ha descendido notablemente luego del tra-
tamiento POP (de 8,30 a 7,10). Se observa que el puntaje corres-
pondiente a la adaptación ha aumentado al finalizar el tratamiento
242
(1,40 a 1,50). BIBLIOGRAFÍA
La ESPA ha disminuido a partir del tratamiento POP (ESPA de 14 a Passalacqua, A. y otros. El psicodiagnóstico de Rorschach. Sistematización
10). Lo que indica que ha disminuido el potencial autodestructivo. y nuevos aportes. Editorial Klex. Buenos Aires. Argentina. Año 2000
Este paciente no ha presentado registro de conflicto ni al inicio del Passalacqua, A. y otros. El psicodiagnóstico de Rorschach. Interpretación.
Editorial Klex. Buenos Aires. Argentina. Año 1993
tratamiento ni al finalizar el mismo (IC: 0% en ambas administracio-
Passalacqua, A. y otros (2006) Evaluación del cambio psíquico en diferentes
nes). Lo mencionado implica la dificultad para elaborar conflictos e
franjas etarias, aplicación de la EFYR. Comunicación libre presentada
implicarse subjetivamente con lo que le pasa.
en el XXII Congreso Argentino de Psiquiatría: Violencia: Respuestas de
El registro de lo emocional disminuye levemente a partir del trata- la Psiquiatría y la Salud Mental, Mar del Plata, Abril de 2006.
miento (M/C: 4/5; 3/4). No puede mostrar lo que lo perturba, tanto al Quesada, S. Una explicación psicoanalítica del ataque de pánico. Letra
inicio como al final del tratamiento (Pert%: 0 en ambas administra- Viva. Buenos Aires Argentina. Año 2010
ciones). Esto último podría deberse a que las resistencias iniciales Roca, E. El trastorno de pánico y su tratamiento: terapia cognitiva focal en
no se han debilitado, y sigue muy defendido. El registro de sus mie- formato de grupos. www.cop/es/colegiados/Pv0520/.
dos y temores sigue siendo el mismo en ambas administraciones. Simonotto, T., Menestrina, N. (2005) Escala de Potencial Suicida para Adul-
tos (ESPA) en niños y adolescentes. Presentada en el Simposio del 30
Conclusiones: Congreso Interamericano de Psicología,Buenos Aires, Junio de 2005.
Teniendo en cuenta la particularidad de cada paciente, se ha arri-
bado a las siguientes conclusiones generales:
·· A partir del tratamiento POP se han modificado las defensas
(EFYR), disminuyendo en los casos en los que se ha podido
elaborar mayor cantidad de material inconsciente (Caso A.), y
aumentando en los pacientes que no han podido ceder en sus
defensas (Casos S y D).
·· De las funciones yoicas, en los tres casos ha mejorado la adap-
tación a la realidad.
·· En los tres pacientes a disminuido notablemente el potencial au-
todestructivo posteriormente al tratamiento POP.
·· En los dos casos donde los síntomas de pánico y fobia eran más
significativos (Casos A y S), disminuyó a partir del tratamiento el
registro de miedos y temores.
·· En los dos casos en los que hubo mayor acceso a material repri-
mido, ha aumentado el registro de conflicto interno (Casos A y S).
En el caso S, surge el registro de conflicto a partir del tratamiento.
·· En dos de los tres casos se ha encontrado mayor registro de las
emociones, luego del tratamiento (Casos A y S).
·· En los tres casos se ha verificado una mejoría en la sensación de
bienestar, y en la calidad de vida a partir del tratamiento.
243
POSTERS
PERFECCIONISMO Y PROCESOS RUMIATIVOS:
REFLECTION Y BROODING
Galarregui, Marina; Miracco, Mariana; Arana, Fernan; De Rosa, Lorena; Partarrieu, Andres; Lago, Adriana;
Tarruella, Cecilia; Sánchez, Emiliano; Kasangian, Laura Virginia; Sarno, María Del Milagro Laura; Keegan,
Eduardo
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
245
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ANÁLISIS DE LAS RELACIONES ENTRE RESILIENCIA
Y FACTORES DE PERSONALIDAD EN POBLACIÓN
ADOLESCENTE
Genise, Gabriel; Humeniuk, Ayelén; Genise, Nicolas; Gomez Darriba, Mariana; Jordan Muiños, Federico
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TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD
Y ALIANZA TERAPÉUTICA
Santoro, María Sol; Helmich, Natalia
UBACyT, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
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Se les administrará una entrevista semi-estructurada en la cual se working alliance-a study of patient and therapist reports of alliance
indagarán dos ejes: 1) la experiencia subjetiva de cada participante quality and ruptures. Psychotherapy Research, 10(4), 421-434.
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BORDERLINE PERSONALITY DISORDER AND THERAPEUTIC ALLIANCE ness to Patients (pp. 37–70).
The general objective of this project is to know the style of attach- Horvath, A. O., & Symonds, B. D. (1991). Relation between working alliance
ment and the forms of therapeutic alliance of socially vulnerable and outcome in psychotherapy: A meta-analysis.
population of the mental health area of ??Public Hospitals of the Horvath, A. O., Del Re, A. C., Flückiger, C., & Symonds, D. (2011). Alliance in
individual psychotherapy.
Autonomous City of Buenos Aires. To these ends, an exploratory,
descriptive, mixed study is proposed, with an intentional sample
to be constituted by 40 adults (18 to 65 years) consultants of the
mental health area of ??Public Hospitals of the Autonomous City of
Buenos Aires. They will be divided into two groups: one of socially
vulnerable people and one of general population. They will be admi-
nistered a semi-structured interview in which two axes will be in-
vestigated: 1) the subjective experience of each participant on their
living conditions; 2) the subjective experience of each participant on
their relationship with the Health System and data collection tools
adapted for the purposes of the study (SCID - II Sociodemographic
Questionnaire - Worker Inventory - Patient version and Adult Atta-
chment Scale Scale-AAS.) An analysis of the data collected will be
performed in order to organize the discussion and conclusions.
Key words
Borderline Personality Disorder, Attachment, Therapeutic Alliance
249
RESÚMENES
NOCIONES DE PSICOTERAPIA DESDE LA PERSPECTIVA
DEL NIÑO
Areas, Malenka; Olivera Ryberg, Julieta María; Roussos, Andres
Universidad de Belgrano. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
El trabajo que aquí se presenta, es de carácter empírico, con un en- Diamond, S., Lev-Wiesel, R. (2016) The title “therapy” and what do you
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1359104516656723
Para ello, se realizaron entrevistas semi-estructuradas a 12 niños
Fernández Álvarez, H. (2011). El campo de la psicoterapia. En H. Fernández
que se encontraban realizando un tratamiento psicoterapéutico, o lo
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habían realizado en los últimos doce meses. Se les preguntó sobre
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sobre la terapia”, “características de la terapia” y “el cambio per- Midgley, N., Target, M., Smith, J. (2006). The outcome of child psychoanaly-
cibido”. Las entrevistas fueron transcriptas y analizadas utilizando sis from the patient’s point of view: a qualitative analysis of a long-term
la metodología cualitativa consensual (CQR). Se presentan también follow-up study. Psychology and psychotherapy, 79 (2), 257-269
aquí los resultados preliminares y las implicancias para la clínica. Olivera, J., Braun, M., Gómez Penedo, J.M. y Roussos, A. (2013) A quali-
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ABSTRACT
método de Investigación Cualitativa Consensual (Consensual Qualita-
THERAPY ASSESSMENT FROM CHILD PERSPECTIVE tive Researach , CQR): una herramienta para la investigación cualita-
The current study has an empirical and qualitative approach. The tiva en psicología clínica. Anuario de Investigaciones. Volumen XVIII.
aim of the study was to assess children´s perspective of their Buenos Aires. UBA.McLeod, B. D. (2011). Relation of the alliance with
psychotherapy process in a sample of 12 children undergoing outcomes in youth psychotherapy: A meta-analysis. Clinical Psycholo-
treatment or who had finished it in the last year. They were asked gy Review, 31, 603- 616. http://dx.doi.Org/10.1016/j.cpr.2011.02.001
about: “therapeutic relationship”, “therapist´s interventions”, “the- Zack, S. E., Castonguay, L. G., & Boswell, J. F. (2007). Youth working allian-
rapy appreciation”, “therapy notions”, “therapy characteristics”, ce: A core clinical construct in need of empirical maturity. Harvard Re-
and “perceived change”. All interviews were transcribed and analy- view of Psychiatry, 15, 278–288.
zed using Consensual Qualitative Research (CQR). We also present
preliminary results and implications for practice.
Key words
Patients´ Perspective, Qualitative Research, Therapy assessment,
Child Psychotherapy
251
VICISITUDES EN LA CLÍNICA DE PÚBERES
CON RESTRICCIONES EN LA SIMBOLIZACIÓN:
APORTES DESDE CONCEPTUALIZACIONES ACTUALES
(UNA MIRADA DESDE NUEVAS TEORIZACIONES)
Benavidez, María De Los Milagros; Contrafatti, Liliana; Casaburi, Liliana María
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
252
TRASTORNO POR ACUMULACIÓN
Capuzzi, Florencia
Universidad Católica de La Plata. Argentina
RESUMEN retain objects; For example: the fear of disposing of objects by the
El presente trabajo es realizado por una estudiante de psicología, possibility of contamination. (Pertusa et al., 2010)
investiga el trastorno por acumulación; el cual es un fenómeno
poco estudiado en comparación con otras entidades. Consiste en Key words
un estudio de tipo descriptivo, que se llevara a cabo utilizando una Accumulators, Accumulation disorder, Hoarders, Obsessive com-
metodología no intervencionista. Los objetivos son: realizar una pulsive disorder, Diagnosis
recopilación de datos, para conocer las características fenome-
nológicas de este trastorno; investigar la relación de este síndro- BIBLIOGRAFÍA
me con la personalidad de los sujetos; y diferenciar el Trastorno Asociación Americana de Psiquiatría (2013). Manual diagnóstico y estadís-
por Acumulación de los demás tipos de conductas acumuladoras. tico de los trastornos mentales (5º ed.). Washington, DC: APA.
Requiere indagar los posibles motivos por los cuales estos enfer- Freud, S. (1908). Carácter y erotismo anal. En Recolección Papers (Vol. II).
Londres: Hogarth.
mos necesitan acumular excesivamente diferentes objetos, y se
Mataix-Cols, D., Frost, R. O., Pertusa, A., Clark. L. A., Saxena, S., Leckman,
encuentran imposibilitados a desprenderse de estos. Al existir di-
J.D., Wilhelm, S. (2010). Trastorno de acumulación: ¿un nuevo diag-
versos trastornos que incluyen la acumulación patológica, resulta nóstico para DSM.V? Depresión y ansiedad. pp. 556-572.
fundamental diferenciarlos, debido a que muchos autores conside- Oliva, E. M. (2012) Conductas de acumulación. Alcmeon. Revista Argentina
ran que este trastorno debe incluirse como una forma de Trastorno de Clínica Neuropsiquiátrica, vol. 17, Nº 4. pp. 293-301.
Obsesivo Compulsivo, y no la consideran como una entidad clínica Pertusa, A., Frost, R. O., Fullana, M. A., Samuels, J., Steketee, G., Tolin, D.,
independiente. Aunque indudablemente, existe un porcentaje de Mataix-Cols, D. (2010). Refinar los límites diagnósticos del acapara-
pacientes con trastorno obsesivo compulsivo con conductas de miento compulsivo: una revisión crítica. Revisión de Psicología Clínica.
acumulación, estos obedecen a compulsiones definidas que los pp. 371-386.
llevan a retener objetos; por ejemplo: el miedo de desechar objetos Santiago-Castro, I. (2016). “El Hoarding desde una mirada psicoanalítica.
por la posibilidad de contaminación. (Pertusa et al., 2010) Hoard: el tesoro escondido”. Revista Affectio Societatis, 13(24),. Me-
dellín, Colombia: Departamento de Psicoanálisis, Universidad de An-
tioquia. pp 100-114.
Palabras clave
Acumuladores, Trastorno por acumulacion, Acaparadores, Trastorno
obsesivo compulsivo, Diagnostico
ABSTRACT
ACCUMULATION DISORDER
The present work is carried out by a student of psychology, inves-
tigates the disorder by accumulation; Which is a phenomenon little
studied in comparison with other entities. It consists of a descrip-
tive study, which will be carried out using a non-interventionist
methodology. The objectives are: to perform a data collection, to
know the phenomenological characteristics of this disorder; In-
vestigate the relationship of this syndrome with the personality
of the subjects; And to differentiate Accumulation Disorder from
other types of accumulating behaviors. It requires investigating
the possible reasons why these patients need to accumulate
excessively different objects, and are unable to disengage from
them. Since there are several disorders that include pathological
accumulation, it is fundamental to differentiate them, since many
authors consider this disorder to be included as a form of Obses-
sive Compulsive Disorder, and do not consider it as an indepen-
dent clinical entity. Although undoubtedly, there is a percentage of
patients with obsessive compulsive disorder with accumulation
behaviors, these are due to definite compulsions that lead them to
253
EFECTO DE LA SINTOMATOLOGÍA DEPRESIVA, ESTRÉS
PARENTAL Y MENTALIZACIÓN EN LAS INTERACCIONES
PARENTALES EN MADRES DE NIÑOS Y NIÑAS
PREESCOLARES
Cortes, Pamela
Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad - Pontificia Universidad Católica de Chile
254
EFECTOS DE LA SINTOMATOLOGÍA DEPRESIVA, ESTRÉS
PARENTAL Y MENTALIZACIÓN MATERNAS EN LA TEORÍA
DE LA MENTE DE SUS HIJOS PREESCOLARES
Cowes, Ely
Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad. Chile
255
Happè, F., & Frith, U. (2014). Annual Research Review: Towards a deve- Liu, D., Wellman, H. M., Tardif, T., & Sabbagh, M. A. (2008). Theory of mind
lopmental neuroscience of atypical social cognition. Journal of Child development in Chinese children: A meta-analysis of false-belief un-
Psychology and Psychiatry, 3(6), 553–577. derstanding across cultures and languages. Developmental Psycholo-
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theory of mind. Cognitive Development, 18(3), 399. doi:10.1016/S088 tal y funcionamiento familiar. Revista argentina de clínica psicológica,
5-2014(03)00041-8 2016, Vol.25(3), pp.235-244
256
ACUMULACIÓN DE ESTRESORES Y FUNCIONAMIENTO
FAMILIAR EN CONTEXTOS DE POBREZA
Cracco, Cecilia
Universidad Católica del Uruguay. Uruguay
ABSTRACT
STRESSOR PILE UP AND FAMILY FUNCTIONING IN THE CONTEXT OF
POVERTY
The accumulation of stressors in families in poverty is related to
greater vulnerability. Are there aspects of family functioning asso-
ciated with the number of stressors and satisfaction reported by
families? The work takes as reference the family stress and adap-
tation model. An empirical study with 239 Montevidean families
of different socioeconomic status was carried out with the aims
to describe socio-demographic variables and family functioning,
know if there are differences in these variables between families
in poverty context and the rest of the families, analyze the rela-
tionships between family variables, and predict different levels of
family satisfaction. The results showed particularities of families
in poverty situation with respect to their configuration, number of
members, beginning of the reproductive cycle. Disengaged family
functioning and mobilizing family to acquire and accept help were
associated with the total amount of stressors. Cohesion and family
257
TDAH. DE PROBLEMAS DE CONDUCTA A PROBLEMAS
DE APRENDIZAJE
Crivaro, Camila
Universidad Católica de La Plata. Argentina
Palabras clave
TDHA, Diagnostico, Psicofarmacos
ABSTRACT
ADHD. FROM BEHAVIOR PROBLEMS TO LEARNING PROBLEMS
This work is carried out as a Thesis project to access the Bachelor’s
Degree in Psychopedagogy. Attention deficit hyperactivity disorder
or ADHD is a chronic disorder of neuropsychiatric development
frequently diagnosed in childhood characterized by inattention,
hyperactivity and impulsivity. It is of vital importance to know this
pathology in depth since one of the main challenges is to diagnose
it with adequate precision. Today, multiple diagnoses of ADHD are
observed even within the same classroom. It happens that before
an annoying child is derived to a professional who can make a mis-
take and administer unnecessary psychotropic drugs. Not only is it
essential that the diagnosis is made by a trained professional, but
also how it is done: a neuropsychological evaluation must be ca-
rried out, including tests, interviews, observation and biofeedback
tests to observe movement and associated behaviors. Based on
the work of Sara Pain (1997), Muller (1993) and Dr. Rosan (2010)
will investigate how a diagnosis involving psychiatric medication
influences the learning process of children aged 6 to 12 attending
Two public schools in the City of La Plata.
258
RUMIACIÓN: REGULACIÓN EMOCIONAL
DESADAPTATIVA. CONSIDERACIONES CLÍNICAS
De Rosa, Lorena
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
El objetivo de esta presentación es exponer tanto la modalidad Aldao, A., Sheppes, G., & Gross, J. J. (2015). Emotion Regulation Flexibility.
adaptativa de la regulación emocional como la desadaptativa, es- Cognitivetherapy And Research, 39(3), 263-278.
pecialmente el fenómeno rumiativo. Básicamente, la regulación Berking, M., & Whitley, B. (2014). Affect Regulation Training (Art). New York:
Springer.
emocional adaptativa se ha definido como el proceso mediante
Gross, J. J. (2002) Emotion Regulation: Affective, Cognitive And Social Con-
el cual las personas influyen en sus propias emociones, cuándo
sequences. Psychophysiology, 39, 281-291.
se activan, cómo las experimentan y como las expresan (Gross,
Gross, J. J. (2014). Emotion Regulation: Conceptual And Empirical Founda-
2002). Es un proceso que intenta aplicar flexiblemente las habilida- tions. In J. J. Gross (Ed.), Handbook Of Emotion Regulation (Pp. 3E20).
des emocionales considerando las demandas ambientales (Aldao, New York: Guilfordpress.
Sheppes & Gross, 2015; Gross, 2014). Contrariamente, la rumiación Lyubomirsky, S., & Tkach, C. (2004). The Consequences Of Dysphoric Ru-
es un mecanismo cognitivo de regulación emocional, que debido mination.in Papageorgiou, C. & Wells, A. (Eds.), Depressive Rumination.
a la improductividad en la resolución de problemas, el incremento chichester: Wiley.
de sintomatología depresiva o disfórica y la alteración social que Nolen-Hoeksema, S., Wisco, B., &Lyubomirsky, S. (2008). Rethinking Rumi-
este proceso conlleva, evidencia su característica desadaptati- nation, Perspectives On Psychological Science, 3, 400-424.
va. Se expone brevemente la relevancia de dichos conceptos en Treynor, W., Gonzalez, R., &Nolen-Hoeksema, S. (2003). Rumination Recon-
la bibliografía científica y los resultados que arrojan las distintas sidered: A Psychometric Analysis. Cognitive Therapy And Research, 27,
247–259.
investigaciones sobre dichos mecanismos, como así también sus
consecuencias en la clínica psicoterapéutica.
Palabras clave
Rumiación, Regulación emocional
ABSTRACT
RUMINATION: MALADAPTIVE EMOTIONAL REGULATION. CLINICAL
CONSIDERATIONS
The objective of this presentation is to expose both the adaptive
modality of emotional regulation and the maladaptive, especially
the rumination phenomenon. Basically, adaptive emotional regula-
tion has been defined as the process by which people influence
their own emotions, when they are activated, how they are expe-
rienced and how they are expressed (Gross, 2002). It is a process
that tries to flexibly apply the emotional abilities considering the
environmental demands (Aldao, Sheppes & Gross, 2015, Gross,
2014). In contrast, rumination is a cognitive mechanism of emotio-
nal regulation, which due to the unproductivity in solving problems,
the increase of depressive or dysphoric symptomatology and the
social alteration that this process entails, evidences its maladapti-
ve characteristic. The relevance of these concepts in the scientific
literature and the results of the different investigations about these
mechanisms, as well as their consequences in the psychotherapeu-
tic clinic, are briefly explained.
Key words
Rumination, Emotional regulation
259
TRATAMIENTO COGNITIVO CONDUCTUAL PARA
EL TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA:
EL MODELO INTEGRATIVO DE CLARK Y BECK
Donatti, Sofía; Rosales, Ma. Guadalupe; Garay, Cristian Javier
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) presenta como síntomas Ais, E., Chidersky, B., Garay, C. y Vetere, G. (2004), Modelos cognitivo-con-
principales ansiedad, preocupaciones excesivas sobre diversos suce- ductuales y neurobiológicos del trastorno de ansiedad generalizada,
sos que se vuelven incontrolables, y sintomatología física asociada. Al Clepios, 10(1), 4-7.
ser un trastorno que suele cronificarse y presentar alta comorbilidad Allgulander, C., Bandelow, B., Hollander, E., Montgomery, S. A., Nutt, D.
con otros trastornos mentales y enfermedades físicas, su abordaje J., Okasha, A. et al. (2003). WCA recommendations for the long-
term treatment of generalized anxiety disorder. CNS spectrums,
se vuelve complejo, y por lo tanto, es de suma importancia que se
8(S1), 53-61.
continúe investigando para obtener tratamientos con mayor efecti-
American Psychiatric Association (APA) (2000): Diagnostic and statistical
vidad que la alcanzada hasta el momento. En la actualidad existen
manual on mental disorder (4th ed., text revision). Washington DC:
diversos modelos de psicoterapia para abordar el TAG. Cada uno de
Author.
ellos, si bien hacen foco en aspectos específicos del trastorno desde American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Ma-
los cuales intervenir (cognitivo, emocional, conductual, experiencial), nual of Mental Disorders (DSM-5®). American Psychiatric Pub.
comparten que el mecanismo de mantenimiento del trastorno estaría Behar, E., Dobrow DiMarco, I., Hekler, E. B., Mohlman, J. y Staples, A. M.
dado por la evitación de experiencias internas interpretadas como (2009). Current theoretical models of generalized anxiety disorder
indeseables. En el presente trabajo se expondrá el Tratamiento cog- (GAD): Conceptual review and treatment implications. Journal of Anxie-
nitivo conductual de Clark y Beck (2010), conocido por ser un modelo ty Disorders, 23(8), 1011-1023.
integrativo, ya que integra los desarrollos de los otros modelos, com- Clark, D. A., & Beck, A. T. (2010). Cognitive therapy of anxiety disorders:
plementando sus técnicas de intervención en el TAG. Science and practice. Guilford Press.
Cuijpers, P., Sijbrandij, M., Koole, S., Huibers, M., Berking, M. y Andersson,
Palabras clave G. (2014). Psychological treatment of generalized anxiety disorder: A
Trastorno de ansiedad generalizada, Tratamiento cognitivo conductual meta-analysis. Clinical Psychology Review, 34, 130-140.
Flückiger, C., Forrer, L., Schnider, B., Bättig, I., Bodenmann, G. y Zinbarg, R.
ABSTRACT E. (2016). A Single-blinded, Randomized Clinical Trial of How to Imple-
COGNITIVE BEHAVIORAL THERAPY FOR GENERALIZED ANXIETY DI- ment an Evidence-based Treatment for Generalized Anxiety Disorder
[IMPLEMENT] — Effects of Three Different Strategies of Implemen-
SORDER: THE CLARK AND BECK’S INTEGRATIVE MODEL
tation. EBioMedicine, 3, 163-171. doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.
Generalized Anxiety Disorder (GAD) presents as main symptoms
ebiom.2015.11.049
anxiety, excessive concerns about various events that become un-
Garay, C., Fabrissin, J., Hornes, A., Etenberg, M., Martini, S., D´Alessandro,
controllable, and associated physical symptoms. As a condition that
F., Rosales, M.G., et al. (2011). Tratamiento combinado en el trastorno
is often chronic and has high comorbidity with other mental disor- de ansiedad generalizada: una revisión de estudios recientes. Actas del
ders and physical illnesses, its approach becomes complex, and V Congreso Marplatense de Psicología, Facultad de Psicología, Univer-
therefore, it is of the utmost importance that research is continued sidad Nacional de Mar del Plata, Argentina.
to obtain treatments with greater effectiveness than what has been Gomez, R. y Francis, L. M. (2003). Generalised Anxiety Disorder: relation-
achieved so far. Currently there are several models of psychothe- ships with Eysenck’s, Gray’s and Newman’s theories. Personality and
rapy to treat GAD. Each of them, while focusing on specific aspects Individual Differences, 34(1), 3-17.
of the disorder from which to intervene (cognitive, emotional, beha- Goodwin, H., Yiend, J. y Hirsch, C. R. (2017). Generalized Anxiety Disorder,
vioral, experiential), share that the disorder’s mechanism of main- worry and attention to threat: A systematic review. Clinical Psychology
tenance would be given by the avoidance of internal experiences Review, 54, 107-122.
interpreted as undesirable. In the present work we will present the Heimberg, R. G., Turk, C. L., Mennin, D. S. (Eds.). (2004). General Anxiety
cognitive behavioral treatment of Clark and Beck (2010), known as Didorder. Advances in research and practice. New York, United States
an integrative model, due to it integrates the developments of the of America: The Guilford Press.
other models, complementing their intervention techniques in GAD. Rosales, M. G. y Rebok, F. (2016). Trastorno de ansiedad generalizada. En
Garay, C. J., Terapia cognitivo-conductual y psicofarmacología. Una
guía para combinar tratamientos en salud mental. (pp. 151-181). Bue-
Key words
nos Aires: Librería Akadia Editorial.
Generalized Anxiety Disorder, Cognitve behavioral therapy
260
Ruscio, A. M., Hallion, L. S., Lim, C. C. W.,… Scott, K. M. (2017). Cross- Ruscio, A. M., Tat Chiu, W., Roy-Byrne, P., Stang, P. E., Stein, D. J., Wittchen,
sectional Comparison of the Epidemiology of DSM-5 Generalized H. y Kessler, R. C. (2007). Broadening the Definition of Generalized
Anxiety Disorder Across the Globe. JAMA Psychiatry, 74(5), 465-475. Anxiety Disorder: Effects on Prevalence and Associations with Other
doi:10.1001/jamapsychiatry.2017.0056 Disorders in the National Comorbidity Survey Replication. J Anxiety
Disord, 21(5), 662–676.
261
EVALUACIÓN DE LA MENTALIZACION EN NIÑOS
CON SÍNTOMAS DEPRESIVOS
Edelman, Erika
Universidad Católica del Uruguay. Uruguay
RESUMEN related to the reflexive capacity of the child. The difficulties the child
El objetivo del trabajo fue indagar la relación entre síntomas depre- presented when organizing and processing his emotions led to un-
sivos en la infancia y niveles de mentalización, desde una perspec- organized and ineffective responses, therefore, contributing to the
tiva psicoanalítica. Se hizo una revisión en la literatura de los con- development of the depressive symptoms.
ceptos de mentalización y depresión infantil. Se utilizó un diseño
no experimental de corte transversal con una metodología cuanti- Key words
cualitativa. La muestra estuvo compuesta por 12 niños, de cuarto Depressive symptoms, depression, Mentalization, Childhood
año de escuela. Los instrumentos aplicados fueron: Cuestionario
de Depresión Infantil (Lang y Tisher, 2014), Escala de evaluación BIBLIOGRAFÍA
de problemas emocionales y conductuales para padres y maes- Achenbach, T.M. (1991b). Manual for the Child Behavior Checklist 4/18
tros (Achenbach, 2001), Evaluación de la regulación afectiva (Miller, and 1991. Profile. Burlington, VT: University of Vermont, Department
2009) y Evaluación de mundo interno (Emde, Wolf & Oppenheim, of Psychiatry.
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2003). Los maestros evidenciaron 58% deproblemas emocionales y
derline Personality Disorder. A practical guide. Oxford University Press
conductuales en rango clínico, mientras los padres 25%. La evalua-
Bion, W. (1962) “Learning from experience.”, Heineman, London,1962, Ca-
ción de la mentalización mostró que 25% presenta mentalización pítulos I al IV y XII
pobre, 17,7% logra buena mentalización y 50% se ubica en el ran- Bowlby, J. (1989).Una base segura. Aplicaciones clínicas de la teoría del
go promedio, con tendencia a mentalización baja. Se pudo concluir apego Buenos Aires, Paidos,
que los síntomas depresivos están relacionados con las capacida- Del Barrio, V. (2000). La Depresión Infantil. Factores de riesgo y posibles
des reflexivas del niño. Las dificultades del niño para organizar sus soluciones. Aljibe: Málaga
afectos y procesarlos condujeron a respuestas más desorganizadas DSM-5. (2014) Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Menta-
e ineficaces, contribuyendo al desarrollo de síntomas depresivos. les. American Psychiatric Association
Fonagy, P., Steele, M., Steele, H. & Moran, G. (1991ª) The Capacity for un-
Palabras clave derstanding Mental States. Infant Mental Health Journal, 12, 201-218
Síntomas depresivos, Depresión, Mentalización, Infancia Fonagy, P. & Target, M. (2001). Jugando con la Realidad III: La persistencia
de la realidad psíquica dual en pacientes borderline. Revista Uruguaya
de Psicoanálisis, 94(1), 14- 47.
ABSTRACT
González, B. (1998). Psicopatología del Niño y del Adolescente. Madrid: Ed.
EVALUATION OF MENTALIZATION IN CHILDREN WITH DEPRESSIVE Pirámide.
SYMPTOMS Lang, M. y Tisher, M. (2014). Cuestionario de Depresión para niños. Manual,
The objective of the dissertation was to inquire about the relation- 8ª edición. Tea Ediciones. Madrid
ship between depressive symptoms during childhood and levels Laxague, A. (2016) Evaluación de la Capacidad de Mentalización. Formula-
of mentalization from a psychoanalytical viewpoint. A study of the ción Psicodinámica de caso. Ed. Magro. Montevideo
literature was implemented in relation to the concepts of mentali- Marty, P. (1991). Mentalization et Psychosomathique. Paris: Institut.
zation and childhood depression. A non experimental, cross-section Miller, D., Aguilar, M., Arrillaga, J., Gioscia, R., Merli, M.,Prego, C. (2009).
design with a quanti-qualitative methodology was applied. The FIRE, Evaluación de la regulación afectiva a través del juego con ani-
sample was composed of 12 children from fourth grade elementary males. Manuscrito inédito. Premio. Universidad Católica del Uruguay.
school. The instruments applied were: Childhood Depression Ques- Montevideo. Uruguay.
Miller, D. (2013). Las Huellas del Afecto. La regulación afectiva en el desa-
tionnaire (Lang and Tisher, 2014), Evaluation Scale for emotional
rrollo de la personalidad. Uruguay: Ed. Magro.
and behavioral difficulties for parents and teachers (Achenbach,
PDM. (2006). Psychodynamic Diagnostic Manual. Silver Spring: Alliance of
2001), Evaluation of Affective Regulation (Miller, 2009) and Inner Psychoanalytic Organizations
world Evaluation (Emde, Wolf & Oppenheim, 2003). The teachers
witnessed 58% of the children dealt with emotional and behavioral
difficulties in clinical range, whereas parents perceived 25%. The
evaluation of mentalization showed that 25% present poor mentali-
zation, 17.7% achieve satisfactory mentalization and 50% are at an
average range, although several children in this range approximate
a poor score. It was concluded that the depressive symptoms are
262
FALTA DE REINSERCIÓN LABORAL Y SINTOMATOLOGÍA
EN EL VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Edelstein, Claudio
Facultad de Ciencias Psicológicas, Universidad Kennedy. Argentina
263
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Naval 107 (suplem 758-E-9): 23. Paidós
264
PERSPECTIVA DE LOS PSICOTERAPEUTAS ACERCA
DEL VÍNCULO TERAPÉUTICO CON PACIENTES CON
TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD Y
DEPRESIÓN MAYOR
Etchevers, Martin; Putrino, Natalia Inés
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
Palabras clave
Trastorno Límite de la Personalidad, Relación Terapéutica, Trata-
miento Clínico
ABSTRACT
PERSPECTIVE OF PSYCHOTHERAPIST ABOUT THE THERAPEUTIC
ALLIANCE BETWEEN PATIENTS WITH BORDERLINE DISORD AND
MAJOR DEPRESSION
In psychotherapy, the therapeutic relationship is an important fac-
tor FOR THE DECREASE OF psychological symptoms. In the work
with patients with borderline personality disorder (BPD), the the-
rapeutic relationship presents for psychologists some difficulties,
such as high dropout rates, noncompliance and intense emotional
reactions, both positive and negative. Previously, psychotherapists’
perceptions about the relathionship with their BPD patients and
with major depression (DM) have been studied. Therapists reported
feelings of compassion and empathy; Whereas Therapists reported
reactions of irritation and anger in response to a vignette of des-
criptive borderline pathology. The aim of the study is to investigate
therapists’ responses towards their current Patients diagnosed with
BPD and major depression in the local context. The reaserch con-
265
VIGOREXIA: DESEO Y SACRIFICIO, UNA LECTURA
PSICOANALÍTICA
Fernandez, Paula Evangelina; Mater, Olga Mabel; Valzolgher, María Marcela; Saravia, Delicia Noemi
UBACyT, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN rexia: BIG-orexia. Sides that indicate individual and social psychic
Vigorexia, un concepto abordado desde la psiquiatría, por el Dr. manifestations.
Harrison Pope en 1993, nombrado en sus inicios como “anorexia
inversa”, actualmente llamado “complejo de Adonis” “Dismorfia Key words
muscular”, es descripto como un trastorno que se caracteriza por Vigorexia, Psychoanalysis,Time, Body, Bodybuilder
la distorsión de la imagen, la persona se ve chica e intenta buscar
el aumento de su masa muscular. El cuerpo “esfinge”, adorado, BIBLIOGRAFÍA
cuidado, perdurable y eterno, se presenta en la clínica actual con Bauman, Z. (2011) Mundo consumo. Ética del individuo en la aldea global.
manifestaciones diversas. El Otro del mercado y del discurso ca- Editorial Contextos
pitalista promueve objetos de consumo y vende emblemas iden- Bauman, Z. (2016) Extraños llamando a la puerta. Editorial Paidós Estado
y Sociedad.
tificatorios que inciden en la construcción de la masculinidad y
Cosenza, D. (2013) La comida y el inconsciente. Psicoanálisis y trastornos
feminidad, al tiempo que trasmiten modalidades acerca del amor,
alimentarios. Tres Haches.
del cuerpo, del deseo y del goce. A través del testimonio de una ex Freud, S. (2006) Introducción al Narcisismo. Editorial Amorrortu.
físico culturista y juez en esta disciplina, nos proponemos realizar Gerez Ambertin, M. (2008) Entre deudas y culpas: Sacrificios. Crítica de la
una lectura desde el marco teórico del psicoanálisis freudiano - razón sacrificial. Editorial Letra Viva
lacaniano, que nos permita obtener una visión sobre la época y el Lacan, J. A.: Escritos 2 (2004) Editorial Amorrortu.
recorrido del concepto de Vigorexia, ubicando su manifestación a Miller, J. A. (2006) El Otro que no existe y sus comités de ética. Editorial
través de diferentes expresiones culturales. Nuestra investigación Paidós.
nos permite distinguir dos vertientes posibles dentro de la Vigo- Morgan, J. F. (2000). From Charles Atlas to Adonis complex, Lancet, 356
rexia: La del deseo y el lazo la cual podríamos llamar Vigor-exia y (9239): 1372-3.
otra sacrificial: Big-orexia. Vertientes que indican manifestaciones Pope, H. G. (2002). Adonis Complex: How to Identify, Treat and Prevent Body
psíquicas individuales y sociales. Obsession in Men and Boys. Boston: Touchstone Books.
Recalcati, M. (2008) Clínica del vacío. Anorexias, dependencias, psicosis.
Recalcati, M. (2014) El complejo Telémaco. Padres e hijos tras el ocaso del
Palabras clave
progenitor. Editorial Anagrama. Colección Argumentos.
Vigorexia, Psicoanálisis, Época, Cuerpo, Goce, Fisicoculturista, Amor
ABSTRACT
VIGOREXIA: DESIRE AND SACRIFICE, A PSICHOANALYTIC READING
Vigorexia, a concept taken by psychiatry by Dr. Harrison Pope in
1993, named in its beginnings as “Reverse anorexia”, currently
called “Adonis complex” “Muscular dysmorphism”, is described
as a disorder characterized by distortion of the image, the per-
son looks small and tries to look for an increase in muscle mass.
The body “sphinx”, worshiped, cared for, enduring and eternal is
presented in the current clinic with various manifestations. The
market and the capitalist regime offers items to consume and
sells identifying badges which affect the construction of masculi-
nity and femininity, while transmitting modalities about love, body,
desire and enjoyment. Through the testimony of a former bod-
ybuilder and judge in this discipline, we propose a reading from
the theoretical framework of Freudian - Lacanian psychoanalysis,
that allows us to obtain a vision about the time and the course of
the concept of Vigorexia, locating its manifestation through diffe-
rent cultural expressions. Our research allows us to distinguish
two possible aspects within Vigorexia: The one of the desire and
the social bond that we could call Vigor-exia and a sacrificial Vigo-
266
FACTORES NEUROBIOLÓGICOS IMPLICADOS EN
EL DESARROLLO DEL TRASTORNO DE ANSIEDAD
GENERALIZADA
Freiria, Santiago Manuel; Koutsovitis, Florencia; Garay, Cristian Javier
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN sent paper will focus on exploring available evidence about the role
Existe creciente evidencia que sustenta que el Trastorno de An- of neurobiological factors in the development of GAD.
siedad Generalizada (TAG) y los trastornos de ansiedad en general
presentan factores neurobiológicos implicados en su instauración. Key words
Esta hipótesis se apoya en los estudios que sugieren agrupación Neurobiology, GAD, Generalized Anxiety Disorder, Development
familiar y un componente genético significativo en el desarrollo
de los circuitos cerebrales de la ansiedad. Durante los primeros BIBLIOGRAFÍA
años de vida hay un período de alta plasticidad neuronal y sen- Beesdo, K., Pine, D. S., Lieb, R., Wittchen, H. U. (2010). Incidence and Risk
sibilidad al entorno, donde las experiencias tempranas tienen un Patterns of Anxiety and Depressive Disorders and Categorization of Ge-
impacto extraordinario sobre los circuitos emocionales inmaduros, neralized Anxiety Disorder. Archives of General Psychiatry, 67, 47-57.
con consecuencias duraderas en el modo en el que el cerebro Cozolino, L. J. & Santos, E. N. (2014). Why We Need Therapy and Why It
construye la realidad. Esta habilidad del cerebro de cambiar en Works: A Neuroscientific Perspective. Smith College Studies in Social
Work, 84, 157-177.
respuesta a la experiencia asienta sobre una predisposición gené-
Fox, A. S., Oler, J. A., Shackman, Al. J., Shelton, S. E., Raveendran, M., Mc-
tica pre-establecida a responder con ansiedad en forma temprana
Kay, D. R., Converse, A. K., Alexander, A., Davidson, R. J., Blangero, J., 268
y adecuada a los peligros del medio en pos de la supervivencia. Hensch, T. K. (2004). Critical period regulation. Annual Review of Neuros-
Así, las experiencias tempranas que constituyen factores de ries- cience, 27, 549-579.
go ambiental modifican la expresión fenotípica de los genes de Hettema, J. M., Neale, M. C., Kendler, K. S. (2001). A Review and Meta-
riesgo para el desarrollo de los trastornos de ansiedad, alterando Analysis of the Genetic Epidemiology of Anxiety Disorders. American
la estructura cerebral o la señalización por medio de neurotrans- Journal of Psychiatry, 158, 1568–1578.
misores. El presente trabajo se centrará en explorar la evidencia Hirshfeld, D. R., Rosenbaum, J. F., Biederman, J., Bolduc, E. A., Faraone, S.
disponible acerca del papel de los factores neurobiológicos en el V., Snidman, N., Reznick, J. S.,
desarrollo del TAG. Kagan, J. (1992). Stable Behavioral Inhibition and Its Association with
Anxiety Disorder. Journal of the American Academy of Child & Adoles-
Palabras clave cent Psychiatry, 31, 103- 111.
Kagan J. (1997). Temperament and the Reactions to Unfamiliarity. Child
Neurobiolgía, TAG, Trastorno de Ansiedad Generalizada, Desarrollo
Development, 68, 139- 143.
Kagan, J; Reznick, J.; Snidman, N. (1988). Biological Bases of Childhood
ABSTRACT Shyness. American Association for the Advancement of Science, 240,
NEUROBIOLOGICAL FACTORS INVOLVED IN THE DEVELOPMENT OF 167 - 171.
GENERALIZED ANXIETY DISORDER Kagan J., Snidman N. (1999). Early childhood predictors of adult anxiety
There is growing evidence that generalized anxiety disorder (GAD) disorders. Biological Psychiatry, 46, 1536- 1541.
and anxiety disorders in general have neurobiological factors invol- Katsuragi, S., Kunugi, H., Sano, A., Tsutsumi, T., Isogawa, K., Nanko, S., y
ved in its onset. This hypothesis is supported by studies suggesting Akiyoshi, J. (1999). Association between Serotonin Transporter Gene
family clustering and a significant genetic component in the deve- Polymorphism and Anxiety-Related Traits. Society of Biological
lopment of brain circuits of anxiety. During the early years of life Psychiatry, 45, 368- 370.
there is a period of high neuronal plasticity and sensitivity to the Kendler, K. S., Gardner, C. O., Gatz, M., Pedersen, N. L. (2007). The sources
environment, where early experiences have an extraordinary im- of co-morbidity between major depression and generalized anxiety di-
sorder in a Swedish national twin simple. Psychological Medicine, 37,
pact on immature emotional circuits, with lasting consequences on
453-462.
how the brain constructs reality. This ability of the brain to change
Leonardo, E. D. y Hen, R. (2008). Anxiety as a Developmental Disorder. Neu-
in response to experience is based on a pre-established genetic ropsychopharmacology Reviews, 33, 134–140.
predisposition to respond with anxiety in an early and appropria- Lesch, K. P., Zeng, Y., Reif, A., Gutknecht, L. (2003). Anxiety-related traits
te way to dangers, in means for survival. Thus, early experiences in mice with modified genes of the serotonergic pathway. European
that constitute environmental risk factors modify the phenotypic Journal of Pharmacology, 480, 185– 204.
expression of risk genes for the development of anxiety disorders,
altering brain structure or signaling by neurotransmitters. The pre-
267
Martin, E. I., Ressler, K. J., Binder, E., Nemeroff, C. B. (2010). The Neuro- Stein D., Lerer B., Stahl S. (2012). Essential evidence-based psychophar-
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Affective Disorders, 57, 25- 35.
268
LA EVALUACIÓN COMO PRÁCTICA CLÍNICA
García, María Virginia
Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
Cuando un profesional de la salud mental tiene en tratamiento a un American Psychiatric Association (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y es-
sujeto, más allá de los cuadros nosológicos, de la edad del paciente tadístico de los trastornos mentales. Editorial Médica Panamericana.
y del abordaje que asuma, debe intervenir, seguir un plan de traba- Fernández Ballesteros (1992) Introducción a la evaluación psicológica. Vol
I y II. Madrid: Piramide.
jo, ponerlo en acción y realizar ajustes en función de los resultados.
Forns, M. (1993) Evaluacion psicológica infantil. Barcelona: Barcanova.
Una pregunta valiosa de formularse es ¿con qué información cuen-
Grañana, N. (2015) Manual de intervenciones para trastornos del desarrollo
ta el profesional para tomar estas decisiones? ¿cómo la obtiene?
en el espectro autista. Buenos Aires: Paidós.
¿con qué instrumentos la releva? La evaluación es aquel proceso Silva, F. (2003) Evaluación psicológica en niños y adolescentes. Madrid:
que nos permite recabar información para, estimar, apreciar y men- Editorial Síntesis.
surar esa información y, emitir un juicio de valor. En la experiencia
clínica se observa una gran diversidad de tipos de evaluación y
modos de devolución de las mismas. Esto marca la necesidad de
establecer algunos acuerdos sobre los criterios para la evaluación
dentro de los equipos de trabajo. En el presente trabajo se pre-
sentarán algunos ejemplos clínicos y algunos criterios teóricos que
intentarán aportar a la discusión de la evaluación en la práctica
clínica con el fin de ir construyendo algunos acuerdos. Para ello se
propone poner la experiencia clínica en diálogo con la teoría y con
la mirada reflexiva de quienes intervenimos en el campo de la salud
mental teniendo como base una visión interdisciplinaria.
Palabras clave
Evaluación, Criterios, Instrumentos, Decisiones
ABSTRACT
EVALUATION AS A CLINICAL PRACTICE
When a health professional carries out an individual’s psychological
treatment, beyond the diagnostic, the patient’s age or the professio-
nal theoretical setting, he must act, follow, implement and adjust an
action plan in the light of the results. There is a valuable question to
be made: Which is the information available to take this decisions?
How the professional obtain it? Which instruments he or she has to
obtain it? Evaluation is the process that makes it possible to obtain
information to estimate, consider and measure that information and
make a value judgment. We can find a big diversity of types of as-
sessments and different ways to give feedback about the results. It
is necessary to establish some agreements about the criteria to be
implemented in working teams. This work will present several cli-
nical examples and some theoretical criteria to contribute the eva-
luation discussion in clinical practice with the aim of building some
agreements in the field. We propose to make a dialogue between
clinic and theory, with a reflective look of those who work in mental
health with an interdisciplinary vision.
Key words
Evaluation, Criteria, instruments, Decisions
269
DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIO-EMOCIONALES
DE NIÑOS Y NIÑAS A LOS 12 Y A LOS 30 MESES
DE EDAD Y SU RELACIÓN CON LA CALIDAD DE LAS
INTERACCIONES PARENTALES
Gómez, Diana; Santelices, Maria Pia
Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad - Pontificia Universidad Católica de Chile
270
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE NIÑOS CON
PROBLEMAS DE APRENDIZAJE: OPORTUNIDADES
DE ABORDAJES INTERDISCIPLINARIOS
Grunberg, Débora; Wald, Analía; Hamuy, Erica Nadia; Milano, María Eugenia
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
271
TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL BASADA EN
PROCESOS PARA EL TAG: EL MODELO METACOGNITIVO,
EL MODELO BASADO EN LA ACEPTACIÓN DEL TRASTORNO
DE ANSIEDAD GENERALIZADA Y EL MODELO DE
DESREGULACIÓN DE LA EMOCIÓN
Koutsovitis, Florencia; Ortega, Ivana; Freiria, Santiago Manuel; Colombo, Maria Cecilia
Universidad de Buenos Aires. Argentina
RESUMEN sentation will state the main postulates of three current process-
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se caracteriza por una based models of GAD: the Metacognitive Model (Wells, 2009), the
preocupación excesiva e incontrolable sobre diversos temas que Acceptance-based Model of GAD (Orsillo & Roemer, 2005), and the
suele cronificarse y estar acompañada de sintomatología física. Emotion Dysregulation Model (Mennin & cols, 2004).
La alta comorbilidad con otros trastornos mentales, sumado a la
resistencia a los tratamientos validados empíricamente que en la Key words
actualidad el TAG sigue registrando, hacen del mismo un cuadro Models, CBT, Cognitive behavioral therapy, Prcocess-based, GAD
psicopatológico complejo. Numerosas conceptualizaciones acerca
del TAG intentan ampliar la comprensión de los mecanismos que BIBLIOGRAFÍA
desencadenan y mantienen la patología, así como también brindar Behar, E., Dobrow DiMarco, I., Hekler, E. B., Mohlman, J. y Staples, A. M.
un modelo de tratamiento acorde. Si bien los modelos más difun- (2009). Current theoretical models of generalized anxiety disorder
didos enfatizan distintos aspectos -cognitivos, emocionales, expe- (GAD): Conceptual review and treatment implications. Journal of Anxie-
rienciales, conductuales- en general comparten la hipótesis de que ty Disorders, 23(8), 1011-1023.
Cuijpers, P., Sijbrandij, M., Koole, S., Huibers, M., Berking, M. y Andersson,
los pacientes con TAG evitarían experiencias internas (pensamien-
G. (2014). Psychological treatment of generalized anxiety disorder: A
tos, emociones) que interpretan como indeseables. En el presente
meta-analysis. Clinical Psychology Review, 34, 130-140.
trabajo se expondrán los principales postulados de tres modelos
Fuchs, C. H., West, L. M., Graham, J. R., Sullivan Kalill, K., Morgan, L. P. K.,
teóricos actuales del TAG que podrían incluirse dentro de los lla-
Hayes-Skelton, S. A., Orsillo, S. M. y Roemer, L. (2016). Reactions to
mados modelos de Terapia Cognitivo Conductual de tercera gene- an Acceptance-Based Behavior Therapy for GAD: Giving Voice to the
ración: el Modelo Metacognitivo (Wells, 2009), el Modelo basado Experiences of Clients From Marginalized Backgrounds. Cognitive and
en la Aceptación del TAG (Orsillo y Roemer, 2005), y el Modelo de Behavioral Practice, 23(4), 473-484.
Desregulación de la Emoción (Mennin y cols.,2004). Flückiger, C., Forrer, L., Schnider, B., Bättig, I., Bodenmann, G. y Zinbarg, R.
E. (2016). A Single-blinded, Randomized Clinical Trial of How to Imple-
Palabras clave ment an Evidence-based Treatment for Generalized Anxiety Disorder
Modelos, Terapia cognitivo conductual, Tercera generacion, TAG [IMPLEMENT] — Effects of Three Different Strategies of Implemen-
tation. EBioMedicine, 3, 163-171. doi: http://dx.doi.org/10.1016/j.
ABSTRACT ebiom.2015.11.049
COGNITIVE BEHAVIORAL THERAPY PROCESS-BASED FOR GAD: THE Gomez, R. y Francis, L. M. (2003). Generalised Anxiety Disorder: relation-
METACOGNITIVE MODEL, THE ACCEPTANCE-BASED MODEL OF ships with Eysenck’s, Gray’s and Newman’s theories. Personality and
Individual Differences, 34(1), 3-17.
GAD, AND THE EMOTION DYSREGULATION MODEL
Goodwin, H., Yiend, J. y Hirsch, C. R. (2017). Generalized Anxiety Disorder,
Generalized Anxiety Disorder (GAD) is characterized by persistent,
worry and attention to threat: A systematic review. Clinical Psychology
excessive and uncontrollable worry about a number of different
Review, 54, 107-122.
things, often accompanied by physical symptoms. In addition to high
Heimberg, R. G., Turk, C. L., Mennin, D. S. (Eds.). (2004). General Anxiety
comorbidity with other mental disorders, resistance to empirically Didorder. Advances in research and practice. New York, United States
validated treatments makes GAD a complex problem. Several theo- of America: The Guilford Press.
retical conceptualizations keep trying to explain how mechanisms Normann, N., van Emmerik, A. A. P., Morina, N. (2014). The efficacy of me-
that trigger and maintain GAD work, in order to provide a suitable tacognitive therapy for anxiety and depression: a meta-analytic review.
treatment model. Although most widespread models accentuate di- Depression and anxiety, 31(5), 402-411. DOI: 10.1002/da.22273.
fferent aspects –cognitive, emotional, experiential, behavioral- they Orsillo, S. M. y Roemer, L. (Eds.). (2005). Acceptance and Mindfulness-
all share an emphasis on the hypothesis that patients with GAD Based Approaches to Anxiety. Conceptualization and Treatment. New
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272
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H. y Kessler, R. C. (2007). Broadening the Definition of Generalized
273
PERFECCIONISMO E INSERCIÓN LABORAL EN JÓVENES
PROFESIONALES DE LA PSICOLOGÍA EN ARGENTINA
Lauda, Maria Agustina; Arana, Fernan
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
274
Stoeber, J., & Damian, L. E. (2016). Perfectionism in employees: Work enga- proaches, evidence, challenges. Personality and Social Psychology
gement, workaholism, and burnout. In F. M. Sirois & D. S. Molnar (Eds.), Review, 10, 295-319.
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Stoeber, J., & Otto, K. (2006). Positive conceptions of perfectionism: Ap- tensiones y desafíos. Revista de la Cepal. Número 92, 61-82.
275
EL ARTISTA DE LOS DESECHOS:
¿CREACIÓN O INVENCIÓN?
Lozano, Diana
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de La Plata. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
El presente trabajo se propone interrogar, desde una perspectiva Freud, S. (1915): Duelo y melancolía. En Obras Completas, ed. Amorrortu,
psicoanalítica, la función de la obra artística en un artista plásti- tomo XVII. Buenos Aires, Argentina.
co contemporáneo. Obra artística construida a partir de desechos, Krämer, M. (2016): Fernando García Curten. Un reflejo en la penumbra. Ed.
Milena Caserola, Buenos Aires, Argentina, 1° edic.
donde lo familiar o reconocible (una silla de paja, una botella de
Mazzuca, R. (2006): Clínica psicoanalítica de la depresión y la melancolía.
lavandina, etc.) sufren una metamorfosis que los convierte en otra
En Virtualia, Revista digital de la Escuela de Orientación Lacaniana,
cosa signada por el rasgo del horror: cuerpos fragmentados, perso-
Año V, N°14.
nas gritando, figuras humanas intentando escapar de la maza que Miller, J. (2007): La invención psicótica. En Virtualia, Revista digital de la
los devora. Donde un cuerpo se arma del desecho y se sostiene Escuela de Orientación Lacaniana, N°16.
en la agonía -unificado o no-. ¿Consiste la mencionada produc-
ción en una creación o en una invención? ¿Podemos establecer
una relación entre la producción artística y la recurrente referencia
del artista en situar su vida como aquella en la que “ya no queda
nada”, tan sólo una vieja foto familiar en la que “era feliz”? Para
dicha finalidad se procederá a la reconstrucción de la biografía del
artista, deteniéndonos en las coyunturas dramáticas que marcaron
una impronta en su vida y sus efectos tanto en lo subjetivo como en
lo artístico. Desde allí se interrogará la función de la obra artística
en la estructura subjetiva así como también si, en su hacer artístico,
podemos distinguir una direccionalidad al otro.
Palabras clave
Creación, Invención, Arte, Desecho
ABSTRACT
THE ARTIST DE THE WASTE: ¿ CREATION OR INVENTION?
The present work proposes to interrogate, from a psychoanalytic
perspective, the function of the artistic work in a plastic contempo-
rary artist. Artistic work constructed from waste, where the family
or recognizable thing (a chair of straw, a bottle of lavandina, etc.)
they suffer a metamorphosis that turns them into another thing
sealed by the feature of the horror: fragmented bodies, persons
shouting, human figures trying to escape of the mace that devours
them. Where a body arms itself with the waste and is supported
in the agony - unified or not-. Does mentioned production consist
of a creation or of an invention? For the above mentioned purpose
one will proceed to the reconstruction of the biography of the artist,
stoppingin the dramatic conjunctures that marked a stamp in his
life and his effects both in the subjective thing and in the artistic
thing. From there there will be interrogated the function of the ar-
tistic work in the subjective structure as well as also if, in his to do
artistically, we can distinguish a direccionalidad to other one.
Key words
Creation, Invention, Art, Waste
276
ESCALA BREVE DE ALIANZA DE SUPERVISIÓN:
EXPLORACIÓN DE PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS
Maristany, Mariana; Fernández Alvarez, Javier; Silveyra, Catalina Maria
Fundación Aiglé. Argentina
Palabras clave
Escala Breve de Alianza de Supervisión, Forma Terapeuta, Propie-
dades Psicométricas, Supervisión
ABSTRACT
THE BRIEF SUPERVISORY ALLIANCE SCALE: EXPLORATION OF
PSYCHOMETRIC PROPERTIES
Therapists, supervise to improve their skills to intervene, for case
formulation and reflect on practice (Fernández-Álvarez, 2016). In the
last few years, best practice guidelines for clinical supervision have
been developed based on research. For this purpose, evaluation
tools have been developed to assess the course of this process and
to prevent potentially destructive processes in supervision. Despite
the proliferation of supervisory instruments, very few have shown
to be consistent for clinical and research use (Wheeler & Barkham,
2014). The purpose of the present study is to present the results of
psychometric properties of the Brief Scale of Alliance Supervision-
Trainee Form (BSAS-TF) (Rønnestad, & Lundquist, K., 2009). The
instrument has been back translated. The sample is composed of
therapists who participate in a group or individual supervision, from
different orientations and come from different clinical contexts. The
results of the psychometric properties of the instrument, the level
of internal consistency, the analysis of main components and the
277
AUTOLESIONES (CORTES EN LA PIEL) EN ADOLESCENTES
Y SU RELACIÓN CON LOS RASGOS DE PERSONALIDAD Y
SUCESOS VITALES
Morales, Natalia
Universidad Católica del Uruguay. Uruguay
RESUMEN among self injuries, the sensitive scale of personality and having
El objetivo general es indagar la relación existente entre rasgos de been beaten or severely punished.
personalidad, sucesos de vida y autolesiones mediante cortes en la
piel en la adolescencia. En este estudio, la autolesión es definida Key words
como: las heridas autoinfligidas que provocan daño en el cuerpo. Self-injury, Cutting, Personality styles, Adolescence, Life events
Se estudian los rasgos de personalidad de acuerdo a la clasifica-
ción de Millón para adolescentes. Se aborda los Sucesos Vitales BIBLIOGRAFÍA
de acuerdo a la conceptualización de Casullo. (Casullo, 1991). En Aboy, R., Badó, A., Cabot, P., Castro, O., Cervieri, L., Gómez Platero, G., y
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Palabras clave
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Uruguay.
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278
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280
INTERNALIZACIÓN DEL IDEAL DE DELGADEZ
Y AUTOESTIMA EN PACIENTES MUJERES CON
TRASTORNO ALIMENTARIO DE BUENOS AIRES
Murawski, Brenda María; Rutsztein, Guillermina
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - UBACyT, Facultad de Psicología, Universidad
de Buenos Aires. Argentina
Palabras clave
Trastornos alimentarios, Internalización del ideal de delgadez,
Autoestima
ABSTRACT
THIN-IDEAL INTERNALIZATION AND SELF-ESTEEM IN FEMALE PA-
TIENTS WITH EATING DISORDERS FROM BUENOS AIRES
The aim of this study was to evaluate the relationship between
thin-ideal internalization and self-esteem in women with eating
disorders. The sample included 30 female patients from Buenos
Aires aged between 19 and 35 years who were receiving treatment
at specialized centers. Participants voluntarily completed the fo-
llowing self-administered instruments: Sociodemographic and
Specific Symptoms of Eating Disorders Questionnaire, Sociocultu-
ral Attitudes Towards Appearance Questionnaire-3 (SATAQ-3) and
Rosenberg’s Self-Esteem Scale (RSES). The mean age was 25.9
years (SD = 5.07) and the mean Body Mass Index was 24.27 kg/m2
(SD = 6.54). Significantly correlation was found between SATAQ-3
and RSES Total Scores. This correlation was moderate and negative
(r = -.478; p < .05). This trend was also observed in two subsca-
281
ABORDAJE DEL AUTISMO Y LA IMPORTANCIA
DEL JUEGO
Nomdedeu, Julianne; Villarreal, Karen; Barrena, Jeremías
Universidad Católica de La Plata. Argentina
Palabras clave
Autismo, Estimulación, Juego
ABSTRACT
AUTISM APPROACH AND THE IMPORTANCE OF THE GAME
The present research work was carried out as Final Work of Psycho-
logy. The objective of this study is to address the problem of Autism
Spectrum Disorder (ASD), understanding it as “a syndrome cha-
racterized by compromise in socialization, with difficulties in com-
munication and language and restricted interests with stereotyped
behaviors” (Ruggieri, 2015). But in the context of great heteroge-
neity. The Methodology used was based on the realization of 10
interviews with professionals (psychologists, psychopedagogues
and therapeutic companions) and participant observation to those
suffering from this disorder, in the Portal Miró institution (La Plata)
specialized in psychopathological problems of childhood and ado-
lescence , Emphasizing stimulation using play as a fundamental
tool. The essence of this approach is that each person is an in-
dividual, whose subjectivity is the center of the whole process of
support. Thus, it is considered of paramount importance to provide
children with ASD the earliest possible tools to strengthen stren-
gths, promote prognosis and promote a better quality of life. The
results are being processed and the conclusions will be presented
in the current year.
282
UNA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA SOBRE
LA AUTOREVELACIÓN DEL TERAPEUTA
DESDE LA PERSPECTIVA DEL PACIENTE
Olivera Ryberg, Julieta María; Manubens, Rocío Tamara; Roussos, Andres
Universidad de la Marina Mercante. Argentina
RESUMEN seen more “human” by their patients, and the patient felt the event
Los psicoterapeutas revelan datos de su persona, tanto intencional- brought them closer.
mente como sin intención. Los diferentes marcos teóricos plantean
diferentes posturas frente a la autorevelación del terapeuta (ART), Key words
partiendo de los que consideran que todo conocimiento que tenga Self-disclosure, Interventions, Qualitative Research, Patient´s
el paciente sobre la vida del terapeuta puede interferir en la pro- Perspective
yección que éste realiza y en la transferencia, hasta los que la pro-
mueven con el fin de fortalecer el vínculo humano entre paciente BIBLIOGRAFÍA
y terapeuta. En la presente investigación empírica se realizaron 56 Audet, C. & Everall, R.D. (2010) Therapist self-disclosure and the therapeu-
entrevistas a personas que habían transitado por una psicoterapia, tic relationship: a phenomenological study from the client perspective.
en las que se indagó sus experiencias y opiniones frente a la ART. British Journal of Guidance & Counselling 38 (3) 327-342.
Jock, W.; Bolger, K.; Olivera, J.; Gómez Penedo, J.M.; Waizmann, V.; Rous-
Se realizó un análisis cualitativo de las respuestas, utilizando la me-
sos, A. y Safran, J. (2013) A cross cultural look at client’s perspective of
todología CQR, y se encontraron 24 categorías organizadas en 3
change. Psychotherapy 50 (4) 517-524.
dominios: actitud del terapeuta, Actitud del paciente frente a la ART, Knox, S.; Hess, S.H.; Petersen, D.A.& Hill, C. (1997). A Qualitative Analysis of
y valoración. Típicamente a los pacientes les agrada que los tera- Client Perceptions of the Effects of Helpful Therapist Self-Disclosure in
peutas expresen algo de su vida en terapia, si bien no quieren saber Long-Term Therapy. Journal of Counseling Psychology 44 (3), 274-283.
todo del terapeuta, ni perder mucho tiempo hablando de su vida, el Levitt, H.M.; Minami, T.; Greenspan, S.B.; Puckett, J.A., Henretty, J.R; Reich,
hecho de que cuenten alguna anécdota o situación relacionada con K & Berman, J.S. (2015) How therapist self-disclosure relates to allian-
la problemática del paciente los acercó a ellos y los hizo ver más ce and outcomes: A naturalistic study, Counselling Psychology Quar-
“humanos”. Se discuten sus implicancias para la clínica. terly, DOI:10.1080/09515070.2015.1090396
Olivera, J.; Braun, M.; Gómez Penedo, M. y Roussos, A. (2013) A Qualitati-
Palabras clave ve Investigation of Former Clients’ Perception of Change, Reasons for
Autorevelación, Intervenciones, Investigación Cualitativa, Perspec- consultation, Therapeutic Relationship, and Termination. Psychothera-
py 50(4) 505-516.
tiva del Paciente
Olivera, J.; Braun, M. y Roussos, A. (2015) Patients ´ perception about ter-
mination in Psychoanalytic Treatments. A qualitative Research Study.
ABSTRACT En: Lauzinger-Bohleber, M. y Kächele, H. (Eds.). An Open Door Review
PATIENTS´ PERCEPTION OF THERAPISTS´ SELF DISCLOSURE of outcome and Process Studies in Psychoanalysis. Third Edition. Lon-
Therapists make disclosures during therapy, either intentionally or don: International Psychoanalytical Association.240-241.
not. Different psychotherapy frameworks argue about this pheno- Olivera, J.; Challú, L.; Gómez Penedo, J.M. y Roussos, A. (2017) Client-The-
menon, from those who consider that every piece of information rapist Agreement in the Termination Process and its Association with the
that a patient has about the therapist´s life might interfere in the Therapeutic Relationship. Journal of Psychotherapy 54 (1) 88-101.
patient´s transference, all the way to those who promote this in- Olivera, J.; Juan, S. y Roussos, A. (2017) Las intervenciones terapéuticas
tervention stating that it could strengthen the real relationship desde la perspectiva del paciente: Una aproximación cualitativa. Anua-
between patient and therapist. In the present research study we rio de Investigaciones 23 (1) 43-51.
conducted 56 interviews to former psychotherapy patients. We Roussos, A., Braun, M. y Olivera, J. (2017) “For me it was a key moment of
therapy.” Corrective Experience from the Client’s Perspective. Journal
asked about their therapists´ self-disclosure (TSD) and their own
of Clinical Psychology 73(2) 153-167. DOI: 10.1002/jclp.22429
opinion on the subject. Transcripts were analyzed using Consen-
sual Qualitative Research. 24 categories emerged, within 3 Doma-
ins: Therapist attitude, Patient´s attitude towards TSD and patient´s
assessment about TSD. Among the results, tipically patients´ liked
therapists to mention some things of their life in therapy, although
they do not want to know everything, nor spend too much time of
the session in the therapist. Therapists who had told a life anec-
dote or life situation related to the patient´s problem usually were
283
MODELOS DE TRATAMIENTO ESTÁNDAR PARA
EL TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA
Ortega, Ivana; Donatti, Sofía; Colombo, Maria Cecilia
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
284
REVISIÓN DEL SÍNDROME BURN OUT
Y PERFECCIONISMO EN PSICÓLOGOS CLÍNICOS
Partarrieu, Andres
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
285
CON CINTA ADHESIVA: VICISITUDES E INTERFERENCIAS
EN EL VÍNCULO TEMPRANO MAMÁ-BEBÉ
Raschkovan, Ivana; Cacheiro, Gabriela
APRIN Psicología. Argentina
286
ANSIEDAD ANTE LA MUERTE Y DIFERENCIAS DE SEXO
EN UNA MUESTRA DE BUENOS AIRES
Resett, Santiago; González, Pablo Christian
Universidad Argentina de la Empresa. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
La ansiedad ante la muerte se define como una reacción emocional Limonero, J.T.; Tomás-Sábado, J.; Fernández-Castro, J.; Cladellas, R.; y
que se produce a partir de percibir una amenaza a la propia exis- Gómez-Benito, J. (2010). Competencia personal percibida y ansie-
tencia, la cual puede ser real o imaginaria (Limonero et al., 2010). dad ante la muerte en estudiantes de enfermería. Ansiedad y Estrés,
16(2-3), 177-188.
Sin embargo, ha sido poco estudiada en la Argentina. Así el presen-
Templer D. I. (1970). The construction and validation of a Death Anxie-
te trabajo buscaba describir los niveles de ansiedad ante la muerte
ty Scale. Journal of General Psychology, 82, 165-177, available via:
y establecer si existían diferencias de sexo a este respecto. En este
http:// dx.doi.org/10.1080/00221309.1970.9920634
estudio participaron 757 personas, de los cuales 30% fueron va-
rones, en un rango etáreo de 18 a 35 años de Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, Argentina. Los participan-
tes contestaron la Escala de Ansiedad ante la Muerte de Templer
(1970). Los puntajes de ansiedad ante la muerte para la escala total
era de 17,05, lo cual es un nivel similar al hallado en otros países
extranjeros. En lo relativo a las medias para las subescalas miedo
a la muerte y miedo a la agonía fin de la vida eran 15,98 y 18,66,
respectivamente. El sexo introducía diferencias significativas en la
escala total y ambas subescalas. En las conclusiones se brindan
hipótesis sobre el por qué de estas diferencias y se dan sugerencias
para futuros estudios.
Palabras clave
Ansiedad, Muerte, Sexo, Templer
ABSTRACT
DEATH ANXIETY AND GENDER DIFFERENCES IN A SAMPLE FROM
BUENOS AIRES
Death anxiety is defined as an emotional reaction that occurs from
perceiving a threat to one’s own existence, which may be real or
imaginary (Limonero et al., 2010), for which it is an important varia-
ble that is little studied in Argentina. Thus the present study sought
to describe the levels of anxiety before death and to establish if
there were differences of sex in this regard. In this study 757 people
participated, of which 30% were men, in an age range of 18 to
35 years of Autonomous City of Buenos Aires and Great Buenos
Aires, Argentina. Participants answered the Templer Death Anxiety
Scale (1970). Death anxiety scores for the full scale were 17.05,
which is similar to that found in other foreign countries. As for the
averages for subscales fear of death and fear of agony end of the
life were 15.98 and 18.66, respectively. Sex introduced significant
differences in the total scale and both subscales. In the conclusions
hypotheses are given as to the reason for these differences and
suggestions are given for future studies.
Key words
Anxiety, Death, Gender, Templer
287
CASTIGAME, LA ACTUALIZACIÓN DE UN PADRE
PARA PODER AMAR
Russo, Nadia; Edelstein, Claudio
Universidad John F. Kennedy. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
Lila llega al tratamiento con una dificultad para establecer relacio- Chemama, R. y Vandermersch, B. (2004) Diccionario del psicoanálisis, 2°
nes sociales, ya que la desconfianza de todo lo que la rodea, siendo edicion, Buenos Aires, ed. Amorrortu/editores. p.p. 491-493.
la misma superficial y un deseo de aislamiento. Presenta una in- Freud, S. (1914) Recuerdo, repetición y elaboración. En Freud, S. Obras
completas. T. V, Madrid, Bib. Nueva.
capacidad para traducir en palabras las emociones y sus instintos,
Freud, S. (1912) Sobre la dinámica de la trasferencia En Freud, S. Obras
por lo que reacciona con la rebelión, la hostilidad y la agresión,
completas. T. V, Madrid, Bib. Nueva.
pero luego genera culpa. Lila experimenta experiencias de tortura
Freud, S. (1924) El problema económico del masoquismo. En Freud, S.
en su infancia, sin poder integrar esta situación en el curso de sus Obras completas. T. V, Madrid, Bib. Nueva.
representaciones, ni abstraerlas del campo de la conciencia a tra- Freud, S. (1920) Mas alla del principio de placer En Freud, S. Obras comple-
vés del mecanismo de la represión, este evento, ha tenido el valor tas. T. V, Madrid, Bib. Nueva.
de un trauma, que Vuelve incesantemente al Modo de secuencias, Freud, S. (1919) Pegan a un niño En Freud, S. Obras completas. T. V, Madrid,
esta repetición de dolor traduce la imposibilidad de escapar de su Bib. Nueva.
pasado, que tiene su peso para la figura significativa, la misma per- Freud, S. (1913) Totem y Tabu En Freud, S. Obras completas. T. V, Madrid,
sona que debería haberla cuidado la está castigando, generando Bib. Nueva.
en ella una ambivalencia afectiva, el amor Y el odio, este odio es el
que genera la culpa, y su peso, es la causa que hoy necesita para
reconstruir la relación con ese padre de la que se distanció duran-
te años. Repitiendo en la actualidad, una modalidad de parejas de
abuso psicológico.
Palabras clave
Compulsion a la repeticion, Trauma, Angustia
ABSTRACT
PUNISH ME, THE UPDATE OF A FATHER TO BE ABLE TO LOVE
Lila arrives to treatment with a difficulty to establish social relations,
since distrust of all that surround her, being the same superficial
and a desire of isolation. It presents an inability to translate into
words the emotions and their instincts, reason why reacts with re-
bellion, hostility and aggression, but then generates guilt. Lila expe-
riences experiences of torture in her childhood, without being able
to integrate this situation in the course of her representations, nor to
abstract them from the field of consciousness through the mecha-
nism of repression, this event, has had the value of a trauma, which
returns incessantly to Mode of sequences, this repetition of pain
translates the impossibility of escaping from its past, which has its
weight for the significant figure, the same person who should have
cared for her is punishing her, generating in her an affective ambi-
valence, love and hate, This hatred is the one that generates guilt,
and its weight, is the cause that today needs to rebuild the relation-
ship with that father from which it distanced for years. Repeating at
present, a pairing modality of psychological abuse.
Key words
Compulsion to the repetition, Anguish, Trauma
288
ALCANCES Y OBSTÁCULOS DE LA PRÁCTICA
PROFESIONAL SUPERVISADA EN LA FORMACIÓN
DEL PSICÓLOGO
Saenz, Ignacio; Jové, Isabel; Ribaudo, Sergio; Lerma, Silvana Leonor; Passini, Federico Ignacio
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Rosario. Argentina
289
EFECTO DE LAS EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS EN LA
INFANCIA Y EL APEGO EN LA FUNCIÓN REFLEXIVA
PARENTAL
Santelices, Maria Pia
Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad - Pontificia Universidad Católica de Chile
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
Existen múltiples factores de riesgo que dificultan la transición a la Fonagy, P., Gergely, G., Jurist, E., and Target, M. (2002). Affect Regulation,
parentalidad, uno de ellos se refiere a las experiencias traumáticas Mentalization, and the Development of the Self. New York, NY: Other
en la infancia de los padres, la que puede afectar la relación padres Press.
Fonagy, P., Gergely, G., and Target, M. (2007). The parent-infant dyad and
/ hijos(as), tanto en el vínculo de apego como en la función reflexiva
the construction of the a. subjective self. J. Child Psychol. Psychiatry
parental. Este estudio pretende ampliar la línea de investigación
48, 288–328.
relacionada con los efectos que tiene el trauma en la niñez en el
Fonagy, P., Steele, M., Steele, H., Moran, G. S., and Higgit, A. C. (1991).
ejercicio de la parentalidad, incluyendo el estilo de apego paren- The capacity for understanding mental states: the reflective self in pa-
tal. Se presentarán los resultados de un estudio con una muestra rent and child and its significance in the security of attachment. Infant
no-clínica de 125 madres de niños y niñas de 3 años, las cuales Ment. Health J. 12,201–218.
fueron evaluadas utilizando el CTQ (experiencia infantil de trauma),
ECR (apego adulto), y el PRFQ (función reflexiva parental), con el
fin de analizar la relación entre estas variables. Se encontró que en
presencia de negligencia en la infancia, el apego inseguro tuvo un
efecto particularmente perjudicial sobre la función reflexiva mater-
na. Se discutirán las implicancias clínicas de estos hallazgos.
Palabras clave
Trauma en la infancia, Apego adulto, Función reflexiva parental,
Prementalización
ABSTRACT
THE EFFECT OF EARLY TRAUMATIC EXPERIENCES AND ADULT
ATTACHMENT ON PARENTAL REFLECTIVE FUNCTIONING
There are many risk factors that make the transition to parenthood
difficult, even in the best of circumstances. One such risk factor is
the experience of parental childhood trauma, which has the poten-
tial to affect the parent/child relationship, both in terms of attach-
ment style parental reflective functioning. This study aims to ex-
pand on the line of research concerned with the effects that trauma
has once that child transitions into adulthood and into parenthood
by looking at the role that the experience of trauma and adult atta-
chment has in relation to parental reflective functioning. This study
assessed mothers (N = 125) by using the CTQ (childhood experien-
ce of trauma), ECR (adult attachment), and the PRFQ (parental RF).
Our study found that in the presence of physical neglect, insecure
attachment had a particularly deleterious effect on maternal reflec-
tive functioning. This relationship was not as strong in the absence
of physical neglect.
Key words
Childhood trauma, Adult attachment, Parental reflective functioning,
Prementalization
290
EL CONTACTO CON LA IMAGEN ONÍRICA EN LA
PERSPECTIVA DE LA PSICOLOGÍA ANALÍTICA
Santos, Jessica Caroline; Massolini, Alexsandra
Universidade Federal do Paraná. Brasil
291
EL CONTACTO CON LA SOMBRA ATRAVÉS DE LA IMAGEN
ONÍRICA EN LA PERSPECTIVA DE LA PSICOLOGÍA
ANALÍTICA
Santos, Jessica Caroline; Massolini, Alexsandra
Universidade Federal do Paraná. Brasil
RESUMEN core of his being will feel open to the creative, feel the tension of
El soñar es una experiencia de todos los seres humanos, son pro- opposites in a positive way and thus regain his powers of decision
ductos espontáneos del inconsciente expresan la propia subjetivi- and action And the work with the dream images may be relevant
dad del soñador a través de imágenes. Así, este presente estudio in this process of integration of the psyche contributing to the
fue un levantamiento bibliográfico dentro de la teoría de Carl Gustav psychological development of the subject.
Jung y post Junguianos. Los sueños son un camino para integrar la
sombra en la psique a través de sus parábolas, sus tensiones entre Key words
los opuestos. Uno de los principales caminos es el enfrentamiento Dreams, Shadow, Analytical Psychology
consciente con la sombra. Aunque puede contener elementos po-
sitivos de la personalidad, consiste fundamentalmente de nuestras BIBLIOGRAFÍA
inferioridades, los aspectos primitivos, inadaptados e inconvenien- Abrams, J., & Zweig, C. (Eds.). (1991). Meeting the shadow: The hidden
tes de nuestra naturaleza que reprimimos debido a la considera- power of the dark side of human nature. Tarcher.
ción morales, estéticas y socioculturales (Toub in Zweig & Abrams,
1991). Cuando un sueño hace emerger nuestra sombra, el impulso
natural es negar y defendernos. La sombra necesita ser reconocida
y ganar su lugar, y examinar todo lo que ella tiene que ofrecer. La
persona que alcanza esa reconciliación con el corazón de su ser,
sentirá abierta al creativo, sentirá la tensión de los opuestos de una
manera positiva y, así, recuperará sus poderes de decisión y acción
Y el trabajo con las imágenes oníricas puede ser relevante en este
proceso de integración de la psique contribuyendo al desarrollo psi-
cológico del sujeto.
Palabras clave
Sueños, Sombra, Psicología Analítica
ABSTRACT
THE CONTACT WITH THE SHADOW THROUGH THE ONYRIC IMAGE IN
THE PERSPECTIVE OF ANALYTICAL PSYCHOLOGY
Dreaming is an experience of all human beings; spontaneous pro-
ducts of the unconscious express the dreamer’s own subjectivity
through images. Thus, this present study was a bibliographical
survey within the theory of Carl Gustav Jung and post Jungian.
Dreams are a way to integrate the shadow into the psyche through
its parables, its tensions between opposites. One of the main
ways is the conscious confrontation with the shadow. Although
it may contain positive elements of the personality, it consists
fundamentally of our inferiorities, the primitive, maladaptive, and
inconvenient aspects of our nature which we repressed due to
moral, aesthetic, and socio-cultural considerations (Toub in Zweig
& Abrams, 1991). When a dream makes our shadow emerge, the
natural impulse is to deny and defend ourselves. The shadow ne-
eds to be recognized and to gain its place, and examine all that
it has to offer. The person who attains this reconciliation with the
292
AUTISMO DOS MIRADAS POSIBLES.
NEUROCIENCIA Y PSICOANÁLISIS
Tassistro, Victoria Belén
Facultad de Humanidades, Universidad Católica de La Plata. Argentina
RESUMEN hypotheses of autism. With this purpose will start from the study of
El presente trabajo constituye la antesala al proceso de elaboración authors specialized in the subject as Miguel Angel Coto Garcia and
de la Tesis de Licenciatura en Psicopedagogía, condición de cierre Silvia Tendlarz, among others.
del proceso de formación de grado. Conocer la etiología del autismo
es un objetivo muy complejo y aún hoy en día “el mundo del au- Key words
tismo sigue apareciendo como lejano, extraño, y lleno de enigmas” Autism, Psychoanalysis, Neuroscience
(Rivière, 2005). La finalidad de este trabajo es comparar las causas
del autismo desde dos grandes paradigmas: la neurociencia y el BIBLIOGRAFÍA
psicoanálisis, intentando responder los siguientes interrogantes: Wing, L. (1998) El autismo en niños y adulos, Buenos Aires, Paidós.
¿Cuáles son las áreas neurológicas afectadas? ¿Qué otros facto- Rievere, A. (2005) Autismo orientaciones para la intervencion educativa.
res causales delimita la neurociencia? ¿Qué estatuto da al autis- Madrid, Trotta.
Untoiglich, G. (2016) Autismo y otras problematicas graves en la infancia.
mo el psicoanálisis? Estos enfoques, ¿pueden relacionarse entre
La clinica como oportunidad, Buenos Aires, Argentina, Noveduc.
sí? Se desarrollara una investigación de carácter cualitativo en la
cual se intentara ordenar y describir las posiciones mencionadas.
Asimismo, incluirá la búsqueda de material bibliográfico específico
recolectado de diversas fuentes, bibliotecas académicas, bases de
datos públicos y privadas. Este proyecto recorrerá una primera fase
exploratoria que luego permitirá, a partir de un estudio comparativo
y de la exégesis de textos, obtener conclusiones que proporcionen
hipótesis causales del autismo . Con esta finalidad se partirá del
estudio de autores especializados en el tema como Miguel Ángel
Coto García y Silvia Tendlarz, entre otros.
Palabras clave
Autismo, Psicoanálisis, Neurociencia
ABSTRACT
AUTISM TWO POSSIBLE LOOKS. NEUROSCIENCE AND PSYCHOA-
NALYSIS
The present work constitutes the prelude to the process of ela-
boration of the Thesis of Degree in Psychopedagogy, condition of
closing of the process of formation of degree. Knowing the etiology
of autism is a very complex goal and even today “the world of au-
tism continues to appear as distant, strange, and full of enigmas”
(Rivière, 2005). The purpose of this paper is to compare the causes
of autism from two major paradigms: neuroscience and psychoa-
nalysis, trying to answer the following questions: What are the
neurological areas affected? What other causal factors delimit neu-
roscience? What status does autism give to psychoanalysis? Can
these approaches relate to each other? A qualitative research will
be developed in which an attempt was made to order and describe
the positions mentioned. It will also include the search for specific
bibliographic material collected from various sources, academic
libraries, public and private databases. This project will explore a
first exploratory phase that will allow, from a comparative study
and the exegesis of texts, to obtain conclusions that provide causal
293
UNA MIRADA TRANSTEÓRICA PARA EXPLICAR
UN TRASTORNO DE SÍNTOMAS SOMÁTICOS - CNEP
Valdez Paolasini, Maria Gabriela; Tenreyro, Cristin
Universidad de Buenos Aires. Argentina
ABSTRACT
A TRANSTHEORETICAL APPROACH TO EXPLAIN A SOMATIC SYMP-
TOM DISORDER - PNES
Psychogenic non epileptic seizures are similar to epileptic sei-
zures, but without neurological abnormality and with a possible
psychological basis. The following models reflect the heterogenei-
ty of CNEP explanatory approaches in a comprehensive transtheo-
retical way: 1-CNEP as activation of dissociated material (Bow-
man, 2006) Dissociated material of traumatic events is brought
to consciousness in response to a reminder of trauma 2-CNEP as
pre-set behavioral tendencies whose characteristic is similar to
other defensive reactions. (Baslet, 2011) Its function is to protect
the body, regulate activation, facilitate the recovery from threat
or arousal. 3 - CNEP as a physical manifestation of emotional
distress (Berenbaum & Kerns, 2003). Inability to recognize emo-
tions: alexithymia, mechanisms of conversion and somatization
4 - CNEP as a learned behavior (Moore & Baker, 1997;) Serve &
Glosser, 1998) this behavior is maintained by operant conditioning
and some intrinsic benefit 5- CNEP as the automatic activation of
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POSICIONES PERVERSAS EN LA ERA DE LA LIQUIDEZ
Valle Lanosa, Yanina Florencia
Asociación Argentina de Salud Mental. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
A lo largo de la presente investigación de carácter teórico y cuyo Bauman, Z. (2015) Modernidad líquida. Fondo de cultura económica.
marco de estudio es el psicoanalítico. El eje del presente será tener Duschatzky, S., & Corea, C. (2002) Chicos en banda: los caminos de la
en cuenta la actualidad y desde allí marcar una línea de corte fun- subjetividad en el declive de las instituciones (Vol. 15). Paidós.
Freud, S., & Freud, A. (1972) Tótem y tabú (Vol. 41). Alianza Editorial.
damental para la teorización actual del psicoanálisis distinguiendo
Freud, S. (1927) Fetichismo. Tomo XXI. Obras Completas de Sigmund Freud.
la posición perversa de los rasgos perversos y teniendo en cuenta
Ed. Amorrortu, Bs. Aires.
las nuevas subjetividades que surgen en el siglo actual. ¿Quiénes
Godoy, C. (2012) “Auxiliares de dios”. En: Ancla no 4 -Psicoanálisis y Psico-
son los perversos hoy? ¿Cuál es la relación con la ley de las per- patología- Buenos Aires.
sonas en una actualidad en donde lo limites son cada vez más en- Lacan, J. (1963b) Seminario 10. Buenos Aires: Paidós.
debles? Si pensamos en un mundo caracterizado por la liquidez Lutereau, L. (2015) Por amor a Sade. Estética y clínica de la perversión.
de las instituciones ¿Cómo afecta esto la subjetividad? En esta vía Buenos Aires: Ediciones La Cebra.
observaremos que estos conceptos pueden y deben utilizarse para Roudinesco, E. (2010) Nuestro lado oscuro: Una historia de los perversos.
analizar el concepto de perversión en la época actual ya que hoy Anagrama.
en día vivimos un fenómeno no solo de “liquidez” de las relaciones
sino de la psicopatología y la perversión no está exenta de esto.
Entendiendo la totalidad del fenómeno en su manera más compleja
se intentará dar cuenta de la estrecha relación entre la caída de las
instituciones y las nuevas nociones de perversión que acontecen en
las subjetividades contemporáneas.
Palabras clave
Posición perversa, Subjetividad, Modernidad, Liquidez
ABSTRACT
PERVERSE POSITIONS IN THE AGE OF LIQUIDITY
During the present research of theoretical character and whose fra-
me of study is the psychoanalytic one, the goal of this study will
be making a line to distinguishing the current theorization of the
perverse position and the perverse features taking into account the
new subjectivities that arise in the present century. Who are the
perverse today? What is the relation with the law of the people in
a nowadays where the limits are increasingly weak? If we think of
a world characterized by the liquidity of institutions, How does this
affect subjectivity? In this way we will observe that these concepts
can and should be used to analyze the concept of perversion in the
present epoch since today we live a phenomenon not only of “liqui-
dity” of the relations but of the psychopathology and perversion is
not exempt of this. Understanding the totality of the phenomenon in
its most complex way will allow as to point the close relationship
between the fall of institutions and the new notions of perversion
that occur in contemporary subjectivities.
Key words
Perverse position, Subjectivity, Modernity, Liquidity
295
¿LA REPETICIÓN ES UNA NECESIDAD?
Valotta, Maria Fernanda
Universidad Nacional de Mar del Plata. Argentina
RESUMEN BIBLIOGRAFÍA
El concepto de repetición ha sido objeto de interés en la filosofía y Freud, S. (1914). Recordar, repetir, elaborar. Vol. XII. Buenos Aires. Amorrortu.
también en la teoría psicoanalítica. El retorno de lo mismo, pensado Freud, S. (1920). Más allá del Principio de Placer. Vol. XVIII. Buenos Aires.
como repeticiones que oprimen a los sujetos es el tema que orienta Amorrortu
Lacan, J. (1964/2006). El Seminario de Jacques Lacan. Libro 11. Los cuatro
el presente trabajo que pretende articular este concepto central de
conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.
la literatura psicoanalítica a la luz de un ejemplo de la clínica. La
Soler, C. (2004). La repetición en la experiencia analítica. Buenos Aires:
insistencia de la repetición tienen incidencia en las intervenciones
Manantial.
analíticas porque permiten romper la homogeneidad del discurso
del analizante. El estatuto de la repetición alcanza las expresiones
de automatismo-pulsión- transferencia-goce- trauma. La propues-
ta es establecer la relación entre repetición- trauma y goce con las
dificultades que este desarrollo teórico presenta en la teoría y en
la práctica analíticas. La repetición en la medida que se expresa
de una forma continua funciona como un indicio de lo real en el
corazón de los fenómenos del inconciente. Los interrogantes que
guiarán el presenta trabajo: ¿Qué es lo que se repite? Pensar si
se excluye la voluntad y algo del deseo en la repetición. El trabajo
pretende situar cuando novedoso irrumpe en la repetición.
Palabras clave
Repetición, Trauma, Goce, Novedad
ABSTRACT
REPETITION IS A NECESSITY
The concept of repetition has been an object of interest in philo-
sophy and also in psychoanalytic theory. The return of the same,
thought as repetitions that oppress the subjects is the theme that
guides the present work that aims to articulate this central con-
cept of psychoanalytic literature in the light of an example of the
clinic. The insistence of repetition has an impact on the analyti-
cal interventions because they allow to break the homogeneity of
the discourse of the analyzer. The statute of repetition reaches the
expressions of automatism-drive-transference-enjoyment-trauma.
The proposal is to establish the relation between repetition-trauma
and enjoyment with the difficulties that this theoretical develop-
ment presents in analytical theory and practice. Repetition insofar
as it is expressed in a continuous way functions as an indication
of the real at the heart of the phenomena of the unconscious. The
questions that will guide the present work: What is repeated? Think
if you exclude the will and some desire in repetition. The work tries
to situate when new breaks in the repetition.
Key words
Repetition, Trauma, Jouissance, Novelty
296
ASOCIACIÓN ENTRE DEPRESIÓN, ANSIEDAD Y
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO EN MUJERES
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Vetere, Giselle
Hospital Dr. Cosme Argerich. Argentina
297
Moe, A.M. Silenced Voices and Structured Survival. Battered Women´s Help Pontecorvo C, Mejía R, Aleman M, et al. Violencia doméstica contra la mu-
Seeking. Violence Against Women 2007; supl.13, 7:676-699 jer: una encuesta en consultorios de atención primaria. Medicina (B
Moos, R. Coping Responses Inventory Psychological Assessment Resources. Aires). 2004;64(6):492-6. Disponible en: http://www.scielo.org.ar/pdf/
Inc Florida. USA. 1993 medba/v64n6/v64n6a03.pdf
Nolen-Hoeksema, S., Wisco, B. y Lyubomirsky, S. Rethinking Rumination. Rodríguez Biglieri, R., Auné, S., y Vetere, G. Regulación emocional en pa-
Perspectives On Psychological Science 2008; Vol.3: 400-424 cientes con trastornos de ansiedad: un estudio comparativo con una
Oficina de Violencia Doméstica. Estadísticas. Disponible en http://www. muestra comunitaria. Anuario de Investigaciones, facultad de Psicolo-
ovd.gov.ar/ovd/verGesdoc.do?temaId=K186 Labrador, F. J. y Alonso, gía, UBA 2012; vol.19, 1:273-280
E. Trastorno de estrés postraumático en mujeres víctima de violencia
doméstica: un programa de intervención breve y específico. Cuadernos
de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace 2005; 76/77:47-65.
298
IX Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
Se terminó de editar en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires en el mes de octubre de 2017
299