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Juana María fue vinculada por la empresa el Coco Feliz, la cual se dedica a la producción
y distribución de bebidas derivadas del agua de coco. Ella fue vinculada para realizar
una auditoria de los procesos de selección que hacía la empresa. El vínculo se
perfeccionó a través de un contrato de prestación de servicios que se firmó el 3 de
septiembre de 2016. Con el pasar de los meses, Juana María comenzó a ejecutar otras
funciones diferentes a las propias de la auditoría de los procesos de selección, tales
como diseño de los perfiles de cargos, estudio de clima organizacional y diseño de
programas de bienestar. Adicionalmente, la empresa le indicó que debía asistir a una
serie de reuniones del área de recursos humanos, que se realizan una vez por semana
durante una mañana completa, en algunas ocasiones lo lunes, en otras los miércoles,
dependiendo de la disponibilidad del director de recursos humanos. En mayo de 2017,
Juana María recibió un llamado de atención verbal del parte del director de RRHH por
no haberse presentado a una de dichas reuniones. En agosto de ese mismo año, Juana
María, por instrucción de la empresa, realizó personalmente 10 entrevistas a
candidatos para un cargo que se debía proveer en la organización. Ya para ese momento
Juana María debía asistir a reuniones semanales, informar periódicamente sobre el
estudio de clima organizacional, diseñar un programa de bienestar para los empleados,
estudiar hojas de vida de posibles candidatos para diferentes cargos de la empresa,
auditar los procesos de selección de personal, organizar la fiesta de la empresa en
colaboración con el área de bienestar, realizar un programa de capacitación para el
personal de recursos humanos en procesos de selección a través del instrumento 16PF.
No obstante, Juana María no cumplía un horario determinado, a excepción de las
reuniones de recursos humanos previstas desde mayo.
En octubre de 2017, la empresa fue vendida al grupo empresarial Agüita de Coco, que
se dedica a la distribución de alimentos y bebidas derivadas del coco. A partir del día
siguiente al cual Agüita de Coco asumió como propietaria de el Coco Feliz, envío una
comunicación a Juana María en la que le indicaba que los contratos de prestación de
servicios que la empresa el Coco Feliz había firmado con proveedores de servicios como
ella, se encontraban rescindidos a partir de la fecha, por lo que podía dirigirse a los
antiguos propietarios de Coco Feliz para efectos de la liquidación correspondiente a los
honorarios de su contrato.
Juana María le ha consultado a usted de esta situación y quiere saber si tiene algún
derecho que reclamar ante Agüita de Coco, ante el Coco Feliz, o ante las dos
simultáneamente, y en qué se basaría dicho derecho.
Solucion
Juana Maria en primer lugar y con respecto de la empresa Coco Feliz, puede reclamar
que se le reconozca la existencia de la figura de un contrato de trabajo de realidad, el
artículo 23 del código sustantivo del trabajo, en su numeral 2 hace referencia al
contrato realidad cuando expresa:
«Una vez reunidos los tres elementos de que trata este artículo se entiende que existe
contrato de trabajo y no deja de serlo por razón del nombre que se le dé ni de otras
condiciones o modalidades que se le agreguen.»
Juan Maria esta amparada bajo el principio del derecho Laboral de “La realidad se
impone a las formas contractuales”. Que se puede aterrizar al caso, argumentando
que la declaración del contrato de trabajo realidad se basa en que la realidad se impone
a las formas contractuales asumidas o acordadas por las partes, es decir no importa que
la relacion contractual se haya perfeccionado bajo un contrato de prestacion de
servicios, si en la practica existia un contrato de trabajo.