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INTRODUCCION

El acceso a la tierra tiene una importancia vital porque se trata de un activo


esencial para la producción de alimentos y de un factor básico desde el punto de
vista de la vivienda y el desarrollo comunitario.

La forma en que se abordan las cuestiones relacionadas con los derechos de


acceso en los proyectos y programas de desarrollo influye de modo directo en los
medios de subsistencia y la seguridad de la población, no solamente en las zonas
rurales, sino también en el entorno urbano y peri-urbano.

El descuido al ocuparse de los intereses relacionados con la tenencia de la


tierra de todas las partes interesadas en el aprovechamiento de la tierra o la reforma
agraria puede causar problemas y desigualdades, que, inadvertidamente, pueden
afectar a los miembros más vulnerables y desfavorecidos de la sociedad. En
consecuencia, los profesionales que se ocupan de la administración de la tierra
deben tener en cuenta las cuestiones de género relacionadas con el acceso a ella.

En el presente trabajo se hablara acerca de las instituciones agrarias que


actualmente existen en nuestro país y la función de cada una de ellas.

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INSTITUCIONES AGRARIAS VIGENTES

5.1 EJIDO

El ejido es la porción de tierra de uso público que no se labra y que permite


establecer las eras o reunir los ganados. El ejido puede ser propiedad de un
municipio o de un Estado.

El establecimiento de un ejido varía de acuerdo al país o la región geográfica.


En México, por ejemplo, se conoce como ejido a las propiedades rurales de uso
colectivo que todavía existen. En ciertas regiones de España, el ejido es el conjunto
de las eras que se sitúan en un terreno comunal.

El ejido en la Constitución

En el sentido jurídico, este tipo de tierras no pueden ser explotadas por los
ciudadanos puesto que se trata de un bien comunal. De hecho, en caso de que lo
hicieran el estado podría expropiarles lo que allí cultivaran e incluso, en algunos
países, multar a quien osara apoderarse de estos terrenos.

5.1.1.- ORGANOS DEL EJIDO

El ejido en México tiene tres órganos: la asamblea, el comisariado ejidal y el consejo


de vigilancia.

La asamblea ejidal.- es el órgano supremo del ejido; en ella participan todos


los ejidatarios sin mediación alguna, es una suerte de democracia directa. Ésta se
reúne cada seis meses ordinariamente, pero puede ser convocada en cualquier
época a pedido del comisariado ejidal o del consejo de vigilancia; por iniciativa
propia o por pedido de al menos 20 ejidatarios o del 20% del total de los ejidatarios;
también un órgano fuera de la estructura ejidataria puede convocarla; tal sería el
caso cuando aquellas rehusaran convocar a la asamblea o no lo hicieren en un
plazo de cinco días; entonces, la Procuradoría Agraria podrá convocar a dicha
asamblea ejidal.

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El comisariado ejidal es un órgano ejecutivo, constituido por un presidente,
un secretario y un tesorero, cada uno con un suplente. Bajo su cargo está la
ejecución de las determinaciones de la asamblea, así como la representación del
ejido para los efectos legales estipulados por la Ley Agraria, así como la
administración de los bienes ejidales. Este tendrá las facultades que tiene un
apoderado general para actos de administración, pleitos y cobranzas. Nótese que
jamás de dominio, siendo este un cuerpo colegiado; no debe confundirse con ningún
tipo de comisario, sino que para sus funciones depende del consenso de sus tres
miembros.

El consejo de vigilancia se constituye por un presidente, un primer


secretario y un segundo secretario, cada uno con su respectivo suplente. Este
cuerpo auditor actuará escrutando las actuaciones del comisariado, asegurándose
de que se cumplan las leyes agrarias, así como las internas dadas por el ejido.
Durarán en su cargo hasta tres años, y no podrán reelegirse por un periodo idéntico
al que estuvieron bajo el carácter de propietario y, de no convocarse a elección,
pasados los tres años, automáticamente aquellos que eran suplentes se convierten
en propietarios; esto mismo vale para el comisariado ejidal.

5.1.2 TIERRAS EJIDALES

Son aquellas que han sido dotadas al núcleo de población ejidal o que han
sido incorporadas a este por cualquier medio lícito. Son los terrenos patrimonio de
un ejido, concedidos por alguna de las acciones agrarias dotatorias de tierras o que
hubieren adquirido por cualquier otro medio y hayan sido incorporadas al régimen
ejidal. Por su destino, se dividen en tierras para el asentamiento humano, de uso
común y parceladas; la propiedad sobre estas tierras cuenta con una protección
constitucional tanto para la superficie en la que se ubique el asentamiento humano,
como para la destinada a actividades productivas.

El Registro Agrario Nacional deberá registrar cualquier operación que


implique la cesión de derechos de sus integrantes sobre las tierras ejidales; los

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ejidos podrán ejercitar la acción de restitución cuando hayan sido privados de ellas;
la adopción del dominio pleno sobre las parcelas no implica cambio alguno en la
naturaleza jurídica de las demás tierras; la asamblea del ejido está facultada para
resolver el tipo de explotación respecto de las tierras no asignadas en lo individual.

5.1.3 AGUAS DEL EJIDO

Son aquellas cuyos afluentes se localizan dentro de las tierras de los núcleos
agrarios, su uso y aprovechamiento corresponde a los propios ejidos o comunidades
y a los ejidatarios o comuneros, según se trate de tierras comunes o parceladas.

La distribución, servidumbre de uso o de paso, mantenimiento,


contribuciones, tarifas, transmisiones de derechos y demás aspectos relativos al
uso de volúmenes de agua de los núcleos se regirán por lo dispuesto en la
normatividad aplicable.

Los núcleos de población ejidal o comunal beneficiados con aguas derivadas


de distritos de riego u otros sistemas de abastecimiento están obligados a cubrir las
tarifas aplicables. Los aguajes comprendidos dentro de las tierras ejidales o
comunales y que no han sido legalmente asignados en lo individual, serán de uso
común y su aprovechamiento será conforme lo disponga el reglamento interno o
estatuto comunal o, en su defecto, de acuerdo con la costumbre de cada poblado,
siempre y cuando no se contravenga la ley de la materia.

5.1.4 TIERRAS DE ASENTAMIENTO HUMANO

En este contexto del Derecho mexicano, una definición de Tierras de


Asentamiento Humano podría ser la siguiente: Área necesaria para el desarrollo de
la vida comunitaria del ejido. Está compuesta por los terrenos en que se asienta la
zona urbana y su fundo legal; es decir, el área para la habitación y los servicios. De
conformidad con lo que establece la la son inalienables, imprescriptibles e

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inembargables y conforman el área irreductible del ejido, excepto los solares que
son propiedad plena de sus titulares, una vez asignados formalmente.

La ley contempla la misma protección de las tierras de asentamiento humano


a la parcela escolar, la unidad agrícola industrial de la mujer y la unidad productiva
para el desarrollo integral de la juventud.

5.1.5 TIERRAS DE USO COMUN

Las tierras de uso común son aquellas que tienen como objetivo el sustento
económico de la vida en comunidad del ejido, este tipo de tierras son orientadas al
uso, trabajo o explotación colectiva por parte de los ejidatarios.

La propiedad de las tierras de uso común es inalienable, imprescriptible e


inembargable.

El reglamento interno regulara el uso, aprovechamiento, acceso y


conservación de las tierras de uso común del ejido, incluyendo los derechos y
obligaciones de ejidatarios y avecindado respecto de dichas tierras.

5.1.6 TIERRAS PARCELADAS

Las tierras parceladas son extensiones de tierra que pertenecen al ejido y


son adjudicadas de forma individual o colectiva a miembros del núcleo ejidal, los
que son titulares de los derechos de aprovechamiento, uso, usufructos y
disposición, con la única limitación de aquellas disposiciones señaladas por la ley.

Los derechos sobre éstas se encuentran amparados por medio de los


certificados parcelarios y, mientras se expiden éstos, por los certificados de
derechos agrarios expedidos bajo las anteriores legislaciones.

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A partir de la asignación de parcelas, los ejidatarios pueden enajenar sus
derechos parcelarios a otros ejidatarios o avecindados del mismo núcleo de
población agrario.

5.2.- LA PEQUEÑA PROPIEDAD

Es la denominación que se le da a la extensión de tierra pequeña en manos


de un solo titular a la cual la ley le otorga diferentes beneficios con la intención de
fomentar el desarrollo social.

La pequeña Propiedad Agrícola.

Es constituida por suelos utilizados para el cultivo de vegetales y se considera


pequeña propiedad agrícola la superficie de tierras agrícolas que no exceda 100
hectáreas con excepción de cuando se trate de los siguientes tipos de cultivo:

•150 hectáreas si se destina al cultivo del algodón.

•300 hectáreas si se destina al cultivo de plátano, caña de azúcar, café,


henequén, hule, palma, vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles
frutales.

Pequeña Propiedad Ganadera.

Se constituye por los suelos utilizados para la reproducción y cría de animales,


mediante el uso de su vegetación sea natural o inducida. Su extensión se sujetará
a los coeficientes de agostadero ponderados en la región de que se trate, suficiente
para mantener hasta 500 cabezas de ganado mayor o su equivalente en ganado
menor.

Pequeña Propiedad Forestal.

Se considera pequeña propiedad forestal la superficie de tierras forestales de


cualquier clase que no exceda de 800 hectáreas.

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5.3.- LA PROCURADURIA AGRARIA

La Procuraduría Agraria es una Institución de servicio social, a cuyo cargo


está la defensa de los derechos individuales y colectivos de ejidatarios, comuneros,
sucesores, ejidos, comunidades, pequeños propietarios, avecindados, jornaleros
agrícolas, posesionarios, colonos, nacionaleros y campesinos en general.

ANTECEDENTES

La procuración de justicia para los hombres y mujeres del campo no es una


invención o preocupación nueva; tiene sus antecedentes en la época colonial,
cuando el Protector Fiscal era responsable de pedir la nulidad de las composiciones
de tierras que los españoles hubieren adquirido de indios, en contra de las cédulas
reales y ordenanzas o con algún otro título vicioso.

En 1847, en el estado de San Luis Potosí se creó, por disposición de Ley del
Congreso del Estado, la Procuraduría de los Pobres, que asistía no sólo a los
campesinos, sino también a las personas desvalidas, denunciando las
irregularidades ante las autoridades competentes y solicitando la inmediata
reparación sobre algún exceso en cualquier orden.

En este siglo, por decreto del 17 de abril de 1922 se constituyó una


Procuraduría de Pueblos, dependiente de la Comisión Nacional Agraria “para
patrocinar a los pueblos que lo desearen, gratuitamente, en sus gestiones de
dotación o restitución de ejidos".

Posteriormente, en 1953, por decreto Presidencial se integró la Procuraduría


de Asuntos Agrarios, con el objetivo de asesorar gratuitamente a los campesinos a
petición de parte, a los solicitantes de tierras y aguas, y a los campesinos que
hubieren sido dotados de las mismas, en los problemas jurídicos, administrativos,
etc., que se suscitaran con motivo de sus gestiones o de la defensa de sus legítimos
intereses.

Luego se creó la Dirección General de Inspección, Procuración y Quejas y,


después, con la creación de la Secretaría de la Reforma Agraria y con el
Reglamento Interior publicado en el Diario Oficial de la Federación el 7 de abril de
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1989, se regularon en el artículo 17 las atribuciones de la Dirección General de
Procuración Social Agraria, que tenía entre otras funciones las siguientes:

 Atender las demandas planteadas por particulares ejidatarios y


comuneros, con motivo de presuntas violaciones a la legislación agraria
que lesionen los derechos de los promoventes.
 Intervenir por la vía conciliatoria en la solución de las controversias que
se susciten entre ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios.
 Practicar las investigaciones y diligencias necesarias para comprobar los
hechos relacionados con divisiones, fraccionamientos, transmisiones y
acaparamiento de predios.

Como resultado de las Reformas al Artículo 27 Constitucional y la


promulgación de la Ley Agraria, se creó la Procuraduría Agraria, como un
Organismo Descentralizado de la Administración Pública Federal, con personalidad
jurídica y patrimonio propios. Se encarga de asesorar a los campesinos en sus
relaciones jurídicas y orientarlos respecto de sus derechos y la forma de ejercerlos.

5.3.- EL TRIBUNAL AGRARIO

Los tribunales agrarios son los órganos federales dotados de plena


jurisdicción y autonomía para dictar sus fallos, a los que corresponde, en los
términos de la fracción XIX del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, la administración de justicia agraria en todo el territorio nacional.

La misión de los Tribunales Agrarios es impartir justicia agraria para


garantizar la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra ejidal, comunal y de la
pequeña propiedad y los derechos de los campesinos a través de la emisión de
sentencias.

En este sentido, el principio rector de los Tribunales Agrarios es impartir


justicia pronta y expedita, dictando con toda oportunidad los fallos en los juicios
agrarios, para garantizar la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra, coadyuvar
a la permanencia del estado de derecho, salvaguardar el respeto a la legalidad y
contribuir a la paz social en el campo.

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Para garantizar la impartición de justicia en todo el territorio nacional es
fundamental que la resolución de los juicios se realice en forma local, para lo cual
los Tribunales Agrarios deben contar con una estructura administrativa suficiente
para atender a la población manteniendo la calidad del servicio.

5.4.- EL REGISTRO AGRARIO NACIONAL

El Registro Agrario Nacional es una institución que está al servicio de los


campesinos, da carácter público a los actos que realizan en relación con sus
derechos sobre las tierras, así como a lo relativo a su organización interna y a las
figuras asociativas que constituyen para producir.

Es un órgano desconcentrado de la Secretaría de la Reforma Agraria (con


autonomía técnica y presupuestal, sin patrimonio propio), que fue creado para el
control de la tenencia de la tierra de carácter social y la seguridad documental.

Es a través de este organismo que ejidatarios y comuneros han recibido los


certificados que amparan los derechos sobre sus tierras, en caso de pérdida del
documento pueden acudir al RAN para solicitar una reposición del certificado o para
obtener una constancia de que son ejidatarios o comuneros.

En el RAN también se inscriben los acuerdos de asamblea en cuyas actas


constan las elecciones de los órganos de representación y vigilancia, así como los
de aprobación de reglamentos internos o estatutos comunales, sobre los cuales
también, a solicitud de los interesados, el RAN puede emitir constancias.

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CONCLUSION

La conciliación y representación legal en juicios son las acciones que


permiten cumplir con el objetivo estratégico de la procuración agraria de disminuir
la incertidumbre y fomentar la convivencia armónica de quienes habitan el campo
mexicano.

La paz social en la tenencia de la tierra ejidal y comunal no depende de un


solo elemento; sin embargo, las instituciones agrarias vigentes son una base
fundamental para evitar o resolver controversias de manera expedita.

Al realizar el presente trabajo pude aprender y entender que estas instituciones


agrarias, son las encargadas de aplicar el marco legal de la ley agraria, y que de la
buena administración que cada una de ellas tengan en sus respectivas funciones
depende el éxito de los distintos programas que cada una de ellas maneja.

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