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UNIVERSIDAD CENTRAL

DEL ECUADOR
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

CATEDRA DE CIRUGÍA ORAL II

CIRUGÍA PERIAPICAL

DOCENTE: DRA. MAYRA PALTAS


NOMBRES:
Chaparro María José
Duque Mauricio
Núñez Genesis
Silva Christian
Tapia Israel
Yánez Jessica
SEMESTRE: SEPTIMO
PARALELO: “2”
2019 - 2020
ÍNDICE
I. Objetivos

II. Objetivo general

III. Objetivos especificos

IV. Introduccion

V. Marco teorico

1. Concepto
2. Indicaciones

2.1 Cirugía correctora por errores de técnica


2.1.1 presencia de instrumentos rotos dentro del conducto
2.1.2 perforación de la raíz
2.1.3 falsa vía
2.1.4 cuando la endodoncia ha fracasado
2.1.5 obturación radicular incorrecta que no puede eliminarse
2.1.6 diente con una gran reconstrucción, con una espiga o un muñón colado
2.1.7 sobreinstrumentación
2.1.8 sobreobturación
2.1.9 patología periapical persistente

2.2 Cirugía por anomalías anatómicas (escoda)


2.2.1 dens in dente
2.2.2 gran curvatura del ápice
2.2.3 anomalías radiculares
2.2.4 peligro de fractura dentaria
2.2.5 extrusión del ápice
2.2.6 conductos accesorios no accesibles por vía Ortógrada
2.3 Cirugía por patología dentaria
2.3.1 conducto radicular obliterado por depósitos secundarios de dentina calcificados
2.3.2 ápice muy abierto
2.3.3 fractura horizontal del tercio apical
2.3.4 patología periapical persistente
2.3.5 reabsorción del ápice en forma de cráter
3. Contraindicaciones
4. Diagnostico
5. Técnica quirúrgica
5.1 Preparación del campo quirúrgico y anestesia
5.2 Diseño y realización del colgajo y del despegamiento
5.3 Ostectomía, legrado y biopsia periapical
5.4 Apicectomía
5.5 Preparación de la cavidad retrógrada
5.6 Hemostasia
5.7 Obturación retrógrada

5.8 limpieza, irrigación y remodelado Óseo


5.8 Sutura, postoperatorio y plan de revisiones
6. Complicaciones
6.1 complicaciones Intraoperatorias
6.2 complicaciones postoperatorias
7. Resultado y pronóstico
7.1 Resultados
7.2 Pronóstico

VI.CONCLUSIONES

VII. RECOMENDACIONES

VIII. BIBLIOGRAFIA
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Aprender los conceptos vigentes que justifican la cirugía periapical y radicular.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Aplicar correctamente las indicaciones de cirugía periapical y radicular.

• Conocer las técnicas más actuales para ejecutar la cirugía periapical y radicular.

• Analizar con espíritu crítico la investigación en cirugía periapical y radicular.


INTRODUCCIÓN

La cirugía periapical y radicular engloba un grupo de tecnicas que tienen como objetivo final
curar un diente enfermo a ese nivel, evitando la exodoncia y, por tanto, la perdida del organo
dentario. Aunque estas tecnicas difieren en algunos aspectos, tienen en comun que relacionan
el campo de la cirugia bucal y la endodoncia. Quiza por ello, hayan sido, y sean, tecnicas mal
interpretadas y controvertidas. De hecho, y aunque parezca paradojico por tratarse de
maniobras quirurgicas, están concebidas como procedimientos conservadores, ya que
pretenden evitar la mutilante exodoncia

Tambien se utilizan los terminos cirugía endodóncica o endodoncia quirúrgica, dando mas
relevancia al perfil del profesional o a la disciplina odontologica que a la propia tecnica. En
nuestra opinion, es innegable el marcado caracter quirurgico de la tecnica, pero no es menos
importante que el objetivo se encuentra en el sistema de conductos, por lo que ambos tienen
sentido y, al mismo tiempo, relegan a segundo plano a una de las dos disciplinas.

Historicamente, estas tecnicas son antiguas (siglo iv a. C.), realizándose de diferentes formas
dependiendo de los conocimientos existentes en cada epoca. El desarrollo cientifico ha
mejorado las aplicaciones clinicas y el pronostico, sobre todo a lo largo del siglo xx y
principios del xxi, donde se han conseguido avances notables. Aun asi, factores como la
aplicacion de conceptos inadecuados, sobre todo los relativos a las indicaciones de la tecnica,
la realizacion de maniobras erroneas u obsoletas y la disparidad de resultados mostrados en
diferentes estudios, fomentan la controversia vigente. Es la intención de los autores de este
capitulo remarcar los conceptos mas actuales en este campo con espiritu critico.

MARCO TEÓRICO
1. CONCEPTO

Según Escoda (1)

Cirugía periapical es la técnica que pretende curar dientes que presentan un proceso
patológico periapical y que no se han curado con un tratamiento de conductos previo
(endodoncia). El objetivo final de la misma es conservar el diente en la cavidad bucal. Para
ello, se intervienen los tejidos del diente afectado (cemento, dentina y pulpa) y los tejidos
periapicales (hueso y periodonto).

Según Donado (2)

La mayoría de estas lesiones se deben a la llegada de bacterias, o toxinas derivadas de estas,


al espacio periapical desde el interior de los conductos radiculares. Por tanto, para lograr el
éxito del tratamiento, actualmente se considera como objetivo prioritario limpiar y sellar, de
forma estanca e indefinida, el sistema de conductos radiculares respecto del periápice. (2)

2. INDICACIONES

Según Escoda (1)

Clásicamente existían las siguientes indicaciones para cada una de las técnicas que componen
la cirugía periapical:

INDICACIONES DEL LEGRADO O CURETAJE APICAL.

 Cuando en el relleno de un conducto radicular se ha sobrepasado el ápice, irritando


los tejidos periapicales.
 Cuando se ha forzado un instrumento más allá del ápice, dentro de los tejidos
periapicales.
 En aquellos casos en los que, habiéndose realizado una terapéutica conservadora, la
lesión periapical no se reduce o incluso aumenta, o porque persiste la sintomatología
periapical.
 Cuando no es posible eliminar el dolor periapical por procedimientos conservadores.
INDICACIONES DE LA RESECCIÓN APICAL O APICECTOMÍA.

Según Escoda (1)


 Cuando un instrumento roto se atasca en el tercio apical y da manifestaciones
patológicas.
 Cuando un instrumento ha perforado la raíz y la terapéutica conservadora ha fallado.
 Cuando existe una fractura del tercio apical de la raíz y existen manifestaciones
patológicas.
 Cuando existe una curvatura del tercio apical del conducto radicular que no permite
la instrumentación y el relleno.

INDICACIONES DE LA OBTURACIÓN RETRÓGRADA.

Según Escoda (1)


 Cuando existe una obliteración del conducto radicular debido a los depósitos de
dentina secundaria, que impiden la instrumentación.
 Cuando en los dos tercios oclusales o incisales del con ducto se ha atascado un
instrumento roto y éste no es permeable.
 Cuando no podemos retirar una obturación radicular defectuosa y existe patología
periapical.
 Diente con corona de porcelana en el que repetir el tratamiento endodóncico puede
producir una fractura de la prótesis.
 Cuando hay un ápice muy abierto que sería muy difícil de obturar por vía ortógrada
o cuando no ha dado resultado un tratamiento de apicoformación.
 Cuando existe una perforación de la raíz y el conducto no tiene posibilidades de
tratarse por vía coronal.

2.1CIRUGÍA CORRECTORA POR ERRORES DE TÉCNICA

2.1.1 PRESENCIA DE INSTRUMENTOS ROTOS DENTRO DEL


CONDUCTO
Según Escoda (1)

Cuando se rompe dentro del conducto un instrumento utilizado en terapéutica endodóncica


puede ser retirado en algunas ocasiones por vía ortógrada, pero en caso contrario
imposibilitará la preparación biomecánica, la esterilización y la obturación del conducto
radicular. Entonces la exposición quirúrgica permite al odontólogo tratar con eficacia el
diente y realizar una obturación radicular por vía retrógrada. Otra posibilidad es dejar el
instrumento fracturado, terminar la endodoncia lo mejor posible y adoptar una postura
expectante, y si aparecen complicaciones realizar la cirugía.

2.1.2 PERFORACIÓN DE LA RAÍZ

Según Donado (2)

Esta puede complicar la preparación biomecánica del conducto radicular y aunque el


tratamiento puede resolverse en algunos casos a través de la cámara pulpar, en otros podemos
requerir la cirugía.

Las perforaciones ubicadas en el tercio apical de la raíz se tratan con apicectomía y


obturación retrógrada. En otros casos se expone el lugar de la perforación mediante cirugía
y se obtura. (2)

El pronóstico para un diente con una raíz perforada es deficiente, especialmente si la


perforación es de larga duración o está localizada en la superficie palatina de la raíz. (2)

Estas perforaciones se producen a menudo al tratar conductos angulados, en los que el


instrumento rígido se fuerza a través de la pared externa de la curvatura radicular. También
se producen al preparar el espacio para una espiga o poste, si el odontólogo se desvía del eje
longitudinal de la raíz. (2)

Estas perforaciones tratadas quirúrgicamente tendrán un mejor o peor pronóstico en función


del tamaño, la localización y la accesibilidad del defecto. (2)
2.1.3 FALSA VÍA

Según Escoda (1)

Una desviación en la dirección del conducto debido a un error en la instrumentación puede


acarrear una dificultad importante para obturar adecuadamente el conducto radicular hasta el
lugar correcto.

Con la apicectomía y obturación retrógrada puede solventarse el problema sin comprometer


nunca la integridad de la proporción corona-raíz. Esta eventualidad suele acontecer cuando
se trabaja con conductos curvos que impiden el acceso al ápice y en los que incluso la
instrumentación cuidadosa puede causar una falsa vía. (1)

2.1.4 CUANDO LA ENDODONCIA HA FRACASADO

Según Donado (2)

En este caso comprobaremos que la lesión periapical no se ha reparado o incluso ha


aumentado de tamaño. También puede apreciarse porque el paciente se queja de dolor o
sensibilidad periapical persistente.

Un tratamiento de conductos correcto con una reconstrucción coronaria adecuada suele tener
un 90% de éxitos.

2.1.5 OBTURACIÓN RADICULAR INCORRECTA QUE NO PUEDE


ELIMINARSE

Según Donado (2)

El conducto no puede ser reinstrumentado ni reobturado y por lo tanto se requiere una


obturación a retro. Cuando hay una punta de plata o de gutapercha que no puede retirarse, la
única alternativa es la cirugía.

2.1.6 DIENTE CON UNA GRAN RECONSTRUCCIÓN, CON UNA ESPIGA O


UN MUÑÓN COLADO
Según Donado (2)

Si se desarrolla patología periapical con posterioridad, estas eventualidades imposibilitan un


nuevo tratamiento de conductos por el peligro de fracturar el diente (figura 26.4). Asimismo,
la presencia de una prótesis o corona de porcelana podría implicar que su perforación o
manejo produjera su rotura, es decir su pérdida; por todo ello la retro obturación estará
indicada.

2.1.7 SOBRE INSTRUMENTACIÓN

Según Escoda (1)

Si la longitud del conducto radicular se ha calculado mal, es posible que se fuercen


inadvertidamente los instrumentos más allá del ápice, produciendo una grave alteración en
la forma del foramen apical. Es difícil restablecer un tope apical y evitar que los materiales
de obturación penetren en los tejidos periapicales, aunque existen métodos endodóncicos no
quirúrgicos para evitar la cirugía. Si persiste el dolor o los problemas de la sobre
instrumentación, la intervención será necesaria.

2.1.8 SOBREOBTURACIÓN

Según Escoda (1)

Cuando el conducto radicular está excesivamente sobreobturado, este material de obturación


sobrante que invade el periápice actúa como irritante, produciendo dolor persistente,
inflamación e impidiendo la reparación o produciendo una radio transparencia apical. En
estos casos habrá que considerar seriamente la posibilidad de cirugía.

Grossman sugirió que uno de los criterios para elegir selladores y material de obturación
endodoncicos es que sean solubles y fácilmente eliminables en caso de fracaso del
tratamiento. Por ello si se produce un fracaso terapéutico se podrá eliminar este material de
obturación, a menos que sea impenetrable o insoluble y repetir la endodoncia; pero el material
que invade la región periapical sólo podrá ser eliminado quirúrgicamente. (1)
Según Escoda (1)

Hay dos tipos de extensión excesiva de los materiales de obturación:

 SOBREEXTENSIÓN Y SUBRELLENO

La gutapercha se extiende a través del foramen apical pero no lo sella. Esta sobre extensión
suele causar una reacción de cuerpo extraño, por lo que se indica el retratamiento
endodóncico con o sin cirugía periapical dependiendo de la evolución del caso. Si no
repetimos la endodoncia convencional, la cirugía es imprescindible, incluyendo la obturación
retrógrada. (1)

 SOBRE EXTENSIÓN CON RELLENO CORRECTO

En condiciones ideales el exceso de material de obturación (cemento de conductos) es


fagocitado, pero si se trata de puntas de plata o si hay sobrerrelleno excesivo con gutapercha
se puede producir una reacción de cuerpo extraño que puede hacer necesaria la cirugía. (1)

2.1.9 PATOLOGÍA PERIAPICAL PERSISTENTE

Según Escoda (1)

En ocasiones es imposible limpiar de forma adecuada y obturar la porción apical de la raíz


por vía ortógrada con lo cual la lesión periapical no remite; entonces indicamos la cirugía
endodóncica. A menudo esta eventualidad se presenta por la dificultad en controlar el dolor
periapical al intentar la obturación ortógrada del conducto, o porque los conductos radiculares
drenan líquidos serosos purulentos o cero sanguinolentos, lo que impide completar la terapia
endodóncica.

Si se producen exacerbaciones recurrentes con episodios repetidos de dolor e inflamación se


procederá al relleno del conducto radicular y efectuaremos después la cirugía. Dependiendo
del diente afecto, no deben hacerse más de dos intentos sin éxito para cerrar un diente que se
dejó abierto con el fin de permitir el drenaje. (1)

2.2 CIRUGÍA POR ANOMALÍAS ANATÓMICAS

Dens in dente
En muchas ocasiones ante un dens in dente no puede sellarse su ápice mediante obturación
ortógrada. Entonces la única opción es la obturación retrógrada. 1

Gran curvatura del ápice

Dientes con una o varias curvaturas en el tercio apical o con dilaceraciones, pueden hacer
inaccesible el ápice radicular a pesar de utilizar los nuevos instrumentos endodóncicos más
finos y flexibles. La obturación del conducto radicular hasta el punto de la curvatura puede
ser suficiente. Si no es así realizamos retroobturación siendo lo más económicos posibles en
la resección apical. No es, pues, preciso llegar hasta el punto de la obturación ortógrada, ya
que la obturación retrógrada del final de la raíz nos permitirá conservar una longitud radicular
adicional. En caso necesario puede efectuarse el tratamiento del conducto radicular por vía
retrógrada finalizando con la preparación de una caja de obturación retrógrada que será
rellenada convenientemente. 1

Anomalías Radiculares

Ciertas anomalías radiculares pueden hacen fracasar la endodoncia. La presencia de una


invaginación o de un surco radicular de desarrollo vertical son dos ejemplos. Este surco o
fisura proporciona un camino para la progresión de la enfermedad periodontal, por lo que a
veces ni la cirugía periapical consigue evitar la extracción del diente afectado.1

Peligro de Fractura Dentaria

En ocasiones, la apertura de un acceso coronario para realizar una terapia endodóncica podría
comprometer la corona dentaria y producir a su fractura, con el consiguiente peligro de perder
el diente.1

Extrusión del Ápice

En ocasiones la palpación de la región periapical puede producir dolor, existiendo una terapia
endodóncica adecuada, y su etiología está en la extrusión del ápice por fuera de la cortical
externa. El ápice extruido es el irritante en sí mismo y con eliminarlo hasta el plano de la
cortical ósea será suficiente.1

Conductos Accesorios No Accesibles Por Vía Ortógrada


La cirugía periapical conseguirá con la apicectomía resecar la zona donde en mayor
proporción existen estos conductos accesorios y la obturación retrógrada logrará el sellado
apical.1

2.3 CIRUGÍA POR PATOLOGÍA DENTARIA

Conducto radicular obliterado por depósitos secundarios de dentina calcificados

En estos casos se hace imposible la instrumentación y la posterior obturación del conducto,


con lo cual el dolor y la patología periapical persistirán hasta la realización del tratamiento
quirúrgico. 1

El envejecimiento fisiológico con calcificación progresiva del espacio radicular puede


impedir la localización y el tratamiento de los conductos. Un traumatismo puede conducir a
la calcificación rápida y distrófica que producirá la obliteración del espacio canalicular.
Siempre existe un vestigio de conducto, pero a veces es tan pequeño que no puede detectarse
o su diámetro no permite la introducción de limas o cualquier otro material de endodoncia.1

Pueden producirse también cálculos tanto en la cámara pulpar como en el conducto radicular,
que están adheridos a la pared de dentina llegando en ocasiones a bloquear el conducto,
impidiendo el paso de instrumentos endodóncicos.1

Ápice muy abierto

Si se produce la necrosis pulpar antes de que termine la formación del diente, el ápice estará
inmaduro con un foramen apical abierto y evertido (en trabuco). Podrán entonces realizarse
técnicas de apicoformación, pero en algunos casos sólo la cirugía podrá lograr el sellado
apical y con ello la conservación del diente necrótico, de otro modo insalvable.1

Fractura horizontal del tercio apical

El conducto radicular debe obturarse hasta el punto de la fractura horizontal y se eliminará


el fragmento apical quirúrgicamente; no obstante, está contraindicada la apicectomía ante la
presencia de una fractura en otra parte de la raíz. En ocasiones se trata endodóncicamente la
porción dentaria coronal y se controla radiológicamente el fragmento apical, indicándose la
cirugía al aparecer las complicaciones.1
Patología periapical persistente

La mayoría de autores marcan en alrededor del 90% el porcentaje de éxitos terapéuticos en


el tratamiento endodóncico, es decir, que se produce sellado apical y cicatrización de la
patología periapical.

Los criterios para valorar el fracaso del tratamiento endodóncico son para Arens:

- Agrandamiento del área patológica, 1 ó 2 años después del tra tamiento.


- Rarefacción apical que no existía inicialmente.
- Molestias persistentes después del tratamiento.1

Los fracasos endodóncicos suelen deberse a un sellado insuficiente del conducto. Las pastas
pueden crear la ilusión de que el conducto radicular ha sido suficientemente obliterado,
cuando en realidad sigue abierto, por lo que los líquidos hísticos pueden filtrarse en todas
direcciones. El empleo de puntas de material sólido no asegura por sí mismo el sellado,
puesto que las puntas son redondas y el conducto puede tener una forma variable. 1

Ante una situación así, puede intentarse un nuevo tratamiento endodóncico y si la patología
no desaparece, está indicada la cirugía. 1

Reabsorción del ápice en forma de cráter

La reabsorción apical con destrucción del cemento "necrótico" precisa en ocasiones la


eliminación quirúrgica. Sin embargo también es posible la curación periapical y frenar el
proceso de reabsorción con terapia no quirúrgica del conducto radicular. 1

Las indicaciones que hemos nombrado de la cirugía periapical casi siempre relativas se van
modificando con el tiempo, entre otros motivos, por el desarrollo de un conjunto de técnicas
y nuevos materiales que permiten resolver por vía ortógrada situaciones que hasta hace poco
eran indicaciones indiscutibles de exodoncia o de cirugía.1

Una de las indicaciones más clásicas de la cirugía periapical es la presencia de un quiste


radicular. Ante la constatación de una imagen radiotransparente, el diagnóstico diferencial
entre granuloma apical y quiste radicular, es muy arriesgado, aunque las características
radiológicas del quiste, tales como: límites bien definidos y con una línea radiopaca que rodea
la lesión y tamaño mayor de 5-7 mm., pueden ser orientativas. 1
3. CONTRAINDICACIONES

Según Escoda (1)


La cirugía periapical puede estar contraindicada o limitada por una serie de factores que
implican un riesgo añadido o la necesidad de tomar medidas suplementarias previas o
posteriores.

Contraindicaciones locales

 En pacientes con boca séptica.


 Abscesos o procesos en fase aguda. se suele preferir enfriar el proceso con tratamiento
farmacológico o incluso con desbridamiento, y en una segunda etapa hacer la cirugía
periapical. Realizar la cirugía en una zona inflamada siempre comportará como
dificultades suplementarias menor efecto de los anestésicos locales y mayor
sangrado.
 Estomatitis ulcerosa.
 Enfermedad periodontal grave, con destrucción ósea hasta el tercio apical de la raíz.
Deben valorarse la existencia de bolsas periodontales, dehiscencias o falta de encía
adherida en el plan de tratamiento.
 Lesión periapical extendida a los dos tercios de la raíz o a la bifurcación. En estos
casos existe una importante pérdida de hueso que dificulta la regeneración
postoperatoria.
 Como contraindicación absoluta la pérdida total de la cortical vestibular
 Reabsorción ósea importante por lesiones periodontal y apical combinadas. La
cirugía periapical disminuye el soporte óseo del diente y no debe hacerse si, a causa
de otro proceso
 Rizolisis o destrucción de más de un tercio de la raíz, Hay un peor pronóstico.
 Dificultad en el acceso a la zona periapical. Por una apertura bucal limitada, un fondo
de vestíbulo poco profundo, la presencia de exóstosis, un proceso alveolar corto y
unas raíces muy largas.
 Proximidad peligrosa de estructuras anatómicas, como el seno maxilar, el conducto
dentario inferior, el agujero mentoniano.
 Cuando no sea posible la posterior restauración del diente intervenido.
 Consideraciones estéticas. La posibilidad de producir cica trices o tatuajes mucosos
en la zona anterior del maxilar superior deben valorarse convenientemente.

Contraindicaciones por enfermedades sistémicas.


Hay que considerar cuidadosamente el estado general del paciente previamente a la cirugía,
con el fin de no correr riesgos innecesarios

4. DIAGNOSTICO
Según Escoda(1), El diagnóstico se basa en los siguientes estudios:
4.1 EXAMEN CLÍNICO
Deberemos realizar un detallado examen clínico de toda la región bucal y en especial de:
Tejidos blandos
- Exploración del estado de la mucosa bucal, buscando la posible presencia de fístulas.
Cuando existe una fístula, puede realizarse una radiografía con un cono de gutapercha
insertado en el tracto; con ello podremos determinar la etiología y el origen de la
fístula,
- Exploración periodontal. Si existe enfermedad periodontal, hay que medir las bolsas
en la zona afectada y el ancho de la encía adherida. Es de todos conocida la importante
relación que existe entre las lesiones periodontales y endodóncicas.

Diente. Estudio de los dientes comprobando:


- Cambios de coloración.
- Presencia de restauraciones (coronas, puentes, etc.) y obturaciones.
- Líneas de fractura o fisura (transiluminación).
- Facetas de desgaste (interferencias o traumatismos oclusales).
- Movilidad dentaria.
- Pruebas de vitalidad pulpar (eléctricas, térmicas, etc.), del diente implicado y de los
vecinos.
- Apiñamiento dentario

4.2 EXAMEN RADIOLÓGICO


Efectuamos una ortopantomografía, que permite una visión general, y placas intrabucales
(radiografías periapicales y oclusales), que nos darán el detalle de las estructuras a estudio.
En este examen radiológico preoperatorio debemos valorar:

Lesión periapical
Tipo y extensión del proceso patológico, relaciones de éste con los dientes vecinos y con las
distintas estructuras anatómicas a las que puede afectar (seno maxilar, fosas nasales y con los
conductos y orificios óseos). así estudiaremos el contorno y límites de la lesión, el estado de
la lámina dura y del espacio periodontal, el tamaño de la lesión, la existencia de rizolisis, las
características radiográficas, etc.
Así pues ante la presencia de una lesión radiotransparente, debemos ante todo establecer
un diagnóstico diferencial para saber si la lesión está o no relacionada con los dientes; esto
se lleva a cabo con pruebas pulpares y observando los signos y síntomas clínicos. En
presencia de una radiotransparencia y con las respuestas a las pruebas pulpares dentro de los
límites normales, es posible que ésta no sea de origen pulpar. Si la lesión no tiene vinculación
con los dientes debe indicarse la cirugía, puesto que es imprescindible hacer la exéresis de la
lesión y así efectuar el diagnóstico histológico. Si la lesión es de causa radicular, podremos
escoger entre el tratamiento endodóncico convencional o la cirugía periapical, y además se
conseguirá el cierre apical mediante la apicectomía y la obturación retrógrada
Las radiografías periapicales serian las mejores para tener una imagen muy precisa del
proceso osteolítico y de la estructura ósea; la radiografía oclusal de la zona anterosuperior es
muy útil para valorar la extensión de la lesión periapical hacia palatino. La ortopantomografía
nos da una visión global de gran interés.

Raíz
Es muy importante conocer el estado radicular, para detectar proceso s destructivos (rizolisis)
o para conocer con precisión el grado de desarrollo apical o la existencia de alteraciones de
la permeabilidaddel conducto, instrumentos rotos dentro de él, presencia
de conductos o raíces adicionales, reabsorciones externas de la raíz, etc.

Periodonto
La destrucción ósea por enfermedad periodontal, puede contraindicar este tipo de cirugía, al
igual que una gran reabsorción del hueso por la lesión periapical.
Cuando existe patología periodontal, debe determinarse si la causa es de origen endodóncico,
periodóncico o una combinación de ambos. El diagnóstico determina tanto el tratamiento
como el pronóstico

4.3 EXAMENES DE LABORATORIO


Solemos recomendar un análisis de sangre básico compuesto por:
- Recuento y fórmula.
- V.S.G.
- Glucosa y urea.
- Pruebas de hemostasia: Tiempo de Quick, P.T.T., plaquetas y fibrinógeno.

4.4 OTROS EXAMENES ESPECIALES


Según Escoda(1)
Estarán en función de los datos clínicos del paciente; así podremos efectuar:
- Estudio cardiológico (E.C.G.)
- Pruebas respiratorias, etc.
Así pues todo paciente que requiera cirugía endodoncica debe ser sometido a una evaluación
de su estado general.
5. Técnica Quirúrgica

Como ejemplo de su importancia y meticulosidad, Ries Centeno, se refiere a ella como la


intervención de “los mil detalles”. A continuación, se describe la técnica actualizada en ocho
fases:

5.1 Preparación del campo quirúrgico y anestesia

En esta etapa las maniobras previas no difieren mucho de otras técnicas de cirugía bucal
ambulatoria. Se aconseja limpiar y desinfectar la zona con soluciones antisépticas, como las
tinturas de yodo, así como invitar al paciente a que se enjuague con soluciones desinfectantes
específicas, como las de clorhexidina2.

Colocar retractores de labios aumenta la visibilidad y deja una mano libre al cirujano o al
auxiliar2.

Si el abordaje quirúrgico se va a realizar por vestibular, como en la mayoría de los casos, es


útil confeccionar un rodete en forma de herradura con una gasa, que el paciente mantiene
mordido durante la intervención. Esta maniobra, además de aislar el campo quirúrgico,
permite mejor separación del colgajo, al mantener los músculos sin tensión, y mayor
visibilidad, al impedir el paso de sangre y liquidos de irrigacion al interior de la boca
facilitando su recogida con el aspirador y una sensacion de mayor comodidad para el
paciente2.

En cuanto a la técnica de anestesia, son empleadas, en maxilar la técnica infiltrativa supra


perióstica por vestíbulo y subperióstica por palatino, aunque también puede usarse algún tipo
de troncular como la del nervio infraorbitario y en mandíbula técnica troncular del dentario
inferior ya sea en la espina de Spix para los molares o en el agujero mentoniano para los
premolares. Si actuamos sobre los incisivos o caninos inferiores, hacemos infiltración
vestibular1,2.

La solución anestésica, aparte de un anestésico local tipo lidocaína, mepivacaina o articaina,


debe contener vasoconstrictor tipo adrenalina, para favorecer el control de la hemorragia
intraoperatoria2.

5.2 Diseño, realización y despegamiento del colgajo

 Colgajo de Neumann completo

Es el más indicado para dientes anteriores y proporciona un campo amplio, su principal


inconveniente es la posible retraccion gingival cicatricial cuando existen coronas protésicas2.

 Colgajo de Neumann modificado

Puede evitar dicha retracción postoperatoria, pero en el caso de lesiones oseas extensas
coronoapicales no diagnosticadas previamente, la cicatrización puede ser inadecuada, ya que
la incisión asentaría sobre la lesion y no sobre hueso sano. Además, este colgajo suele dejar
cicatrices mucosas que, en pacientes con sonrisa gingival, pueden resultar antiestéticas2.
Es el indicado para sectores posteriores, pero, en algún caso, su limitada amplitud puede ser
inconveniente2.
 Colgajo semilunar o de Partsch,

Es un colgajo típico de cirugía periapical, esta menos indicado que los anteriores, ya que
ofrece un campo operatorio reducido y fomenta el sangrado, debido a la gran vascularización
de la zona donde se realiza la incisión2.

 Colgajos palatinos y/o linguales

Solo deben realizarse cuando sea imprescindible abordar el campo operatorio por palatino o
lingual2.

El despegamiento mucoperiostico o de espesor total es el de elección para cirugía periapical.


Es importante mantener la integridad del periostio para que el campo quirúrgico se mantenga
lo más exangüe posible, el proceso de cicatrización sea más predecible y la sintomatología
postoperatoria más moderada2.

Con un periostótomo de Freer se levanta el colgajo mucoperióstico, mientras el ayudante


sostiene el labio con un separador de Farabeuf, de Langebeck o de Minnesota. Además,
durante la retracción del colgajo, es importante ser cuidadoso con los separadores, sin ejercer
demasiada tensión o presión para evitar desgarros, hematomas o lesiones en zonas de
emergencia de paquetes vasculonerviosos, como el del mentoniano 1,2.

5.3 Ostectomía, legrado y biopsia periapical

Si la cortical ósea esta fenestrada, es la zona ideal para comenzar la ostectomía hasta
identificar la lesión y/o el ápice2.
Si la cortical esta integra, podemos iniciarla en una zona aproximada mediante mediciones
previas sobre la radiografía preoperatoria, o donde la cortical sea más tenue porque la lesión
este inmediatamente subyacente o, en último caso, realizar una nueva radiografía con testigo
radiopaco para elegir la zona más adecuada2.

La ostectomia debe realizarse con instrumental rotatorio y fresa redonda de tungsteno,


siempre bajo abundante irrigación estéril. En todos los casos, la ventana ósea será la mínima
posible para que el sangrado local sea también mínimo, pero debe ofrecer suficiente acceso
y maniobrabilidad en el ápice y su entorno2.

Con las estructuras periapicales identificadas, se procede al legrado de la lesion para


eliminarla, mediante cucharillas quirúrgicas o curetas, o a su recogida como biopsia para
análisis anatomopatológico2.

Actualmente, se considera que la lesión es una consecuencia y no la causa del problema,


siempre y cuando se trate de una lesion odontogenica de base infectoinflamatoria. Por eso,

lo relevante en el tratamiento es realizar un buen sellado más que un buen legrado2.

Aun asi, el legrado debe ser cuidadoso porque se sabe que la superficie externa radicular
puede estar colonizada por bacterias en forma de biofilm (tipo de asociacion bacteriana,
dificil de eliminar, pero sensible a la remocion mecánica) 2

Todo tejido patológico extraído del organismo, si es de tamaño suficiente, debe ser tratado
como biopsia. El análisis anatomopatológico confirmara el diagnostico clínico inicial o no,
ya que existen publicaciones con lesiones que simularon ser periapicales y, tras el análisis,
se diagnosticaron como tumores. Por tanto, esto reafirma la idea de que todo tejido patológico
extraído del organismo debe ser catalogado histopatológicamente2.
 5.4 Apicectomía

Consiste en el corte del ápice radicular. Los estudios anatomicos muestran que los ultimos 3
mm de la raíz contienen más del 90% de las estructuras complejas del sistema de conductos
como curvas, deltas apicales, bifurcaciones o istmos, por lo que con la apicectomía se
eliminan esas estructuras, permitiendo colocar el material de obturación en una zona más
conveniente para asegurar y favorecer el sellado2.

Los objetivos de la apicectomía son:

- Eliminar conductos radiculares accesorios a nivel apical1.

- Tener acceso a la parte lingual o palatina de la raíz y así poder hacer un correcto
legrado del tejido patológico1.

- Eliminar una porción de la raíz no obturada por vía ortógrada hasta el nivel donde
el material de obturación del conducto radicular está íntegro1.

- Evaluar el conducto radicular y la calidad de su sellado, y eliminar si es necesario


el material sobrante (sobreobturación) 1.

- Preparación de la raíz para la obturación retrógrada1.

- Eliminar los ápices fenestrados en la cortical externa1.

- Obtener un buen sellado1

La longitud del corte debe ser de 3 mm, como mínimo, por lo expuesto anteriormente. A
partir de aqui, se puede cortar lo que el cirujano estime necesario en función del caso, pero
teniendo en cuenta que debe eliminar la menor cantidad posible de raíz, y nunca más allá de
una relación coronorradicular desfavorable, es decir, que la longitud de la corona sea mayor
que la de la raiz, para que el remanente radicular pueda seguir soportando las cargas
oclusales1,2.

El corte se realiza con instrumental rotatorio y fresas, de fisura, bajo abundante irrigacion
estéril, y debe ser perpendicular al eje radicular, es decir, sin bisel. Actualmente no se
recomienda el corte clásico biselado a 45° que, aunque ofrece una mejor visibilidad, tiene los
inconvenientes de dejar una superficie de menor resistencia en el extremo del bisel y
distorsionar la anatomía original del conducto, aumentando las posibilidades de filtración1,2.

El láser de CO2 actúa sobre los tejidos dentarios apicales produciendo su fusión y
vitrificación, lo cual comporta su sellado apical, además del efecto esterilizante
sobreañadido; todo ello hace pensar que en un futuro próximo esta técnica tendrá un lugar
destacado en la cirugía periapical. Actualmente también se emplea el láser de Erbium:YAG
para efectuar la ostectomía y la apicectomía con resultados muy esperanzadores1.

Apicectomía y obturación retrógrada. (A) Correcta.


(B) Incorrecta. Excesivo bisel que permite la filtración. (1)
Conductos dentinarios. (2) Conducto radicular

Obturación retrógrada. (A) Resección apical. (B)


Preparación de la caja de obturación. (C) relleno
de la caja obturación.
5.5 Preparacion de la cavidad retrógrada

Clasicamente ha existido controversia sobre la necesidad de hacer cavidad tras la


apicectomia, ya que algunos autores defienden el bruñido de la gutapercha como obturacion
adecuada. Actualmente, se admite el brunido en frio pero no en caliente, por la contraccion
retardada de la gutapercha, pero se considera aun mas recomendable realizar cavidad y
obturacion retrograda.(2)

La preparacion de una cavidad persigue un objetivo doble: limpiar el conducto a ese nivel y
retener el material de obturacion. La profundidad debe ser de 3 mm y las paredes dentinarias
deben ser de entre 1 o 2 mm de grosor para que soporten las maniobras de obturación y los
cambios dimensionales del material de obturacion sin que se produzcan microfisuras en
ellas.(2)

Se puede realizar la cavidad con instrumental rotatorio o con instrumental oscilante, sonico
o ultrasonico. La opcion rotatoria era la unica hasta la aparicion de los oscilantes, que se han
convertido en el instrumental de eleccion actual, sobre todo en el caso de los ultrasonidos,
que es el instrumental que ha presentado los mejores resultados en estudios sobre pacientes.(2)

Sus ventajas son, entre otras muchas, que el reducido tamano de la parte activa (punta lisa de
acero inoxidable) permite acceder con facilidad a zonas quirurgicas complicadas sin
aumentar la ostectomia y evitando realizar bisel, y que mantiene la anatomia original de la
raiz y del propio conducto. (2)

5.6 Hemostasia

No siempre es necesario realizar maniobras para mejorar la hemostasia local, ya que hay
casos donde el campo es adecuado para continuar con la intervencion pero, si no es asi, esta
fase es crucial para que la visibilidad de la zona operatoria sea lo mejor posible. La
hemostasia se puede mejorar por medios quimicos, mecanicos o mixtos. (2)

 Medios quimicos, se han empleado numerosos materiales hemostaticos,


reabsorbibles y no reabsorbibles.Estos productos presentan un comportamiento
intraquirurgico poco predecible, funcionando muy bien unas veces y no tan bien
otras.(2)
 Medidas mecanicas, como la presion sobre el punto sangrante con gasas o
instrumentos romos pueden hacer que el sangrado disminuya. (2)
 Medidas mixtas de presion sobre el lecho sangrante con algun hemostatico local
suelen ser las que mejor efecto producen. Sin embargo, pensamos que un campo
suficientemente exangue se fomenta desde el primer momento, con el diseño y
manipulacion cuidadosa de incisiones y colgajos, con tecnicas y soluciones
anestesicas adecuadas y con ostectomias pequenas, como se ha expuesto en los
parrafos correspondientes. (2)

5.7 Obturacion retrógrada

La clave del exito en cirugia periapical esta, fundamentalmente, en el sellado. Para ello, es
imprescindible que los materiales que obturan la cavidad reunan una serie de caracteristicas
o propiedades ideales. (2)

A lo largo del tiempo se han empleado muchos materiales de retroobturacion, buscando el


material ideal, con diferentes resultados, pero hasta el momento, ninguno ha logrado reunir
todas las propiedades propuestas. Realmente, las dos propiedades imprescindibles para que
un material sea apto para obturación retrograda son la capacidad de sellado y la
biocompatibilidad y, sin estas, las demas propiedades son insuficientes para que el material
sea considerado como tal. (2)

Actualmente, la amalgama de plata, el Super-EBAR y el MTA (Mineral Trioxide Aggregate)


son los mas adecuados porque estan respaldados por investigaciones solventes, numerosas y
con buenos resultados sobre pacientes. (2)

La amalgama de plata: se ha empleado como material retrogrado desde hace decadas,


mostrando capacidad de sellado adecuada, biocompatibilidad moderada y un manejo clinico
excelente. (2)

De hecho, en la mayoria de trabajos comparativos de materiales retrogrados, la amalgama es


el material de referencia con el que se compara al resto. Aun asi, sus inconvenientes son que
la estabilidad dimensional se puede comprometer a largo plazo por corrosion, empeorando
la capacidad de sellado, y que hay posibilidad de tatuajes, por dispersión de particulas del
material. Ademas, su expansión retardada puede fisurar la dentina en cavidades de paredes
finas. Existen varios tipos de amalgamas de plata, en funcion del zinc y del cobre de su
composicion, siendo la de alto contenido en cobre y libre de zinc, la de mejores resultados.
Se ha comprobado que no es recomendable aplicar barniz previo a la obturacion, ya que la
perdida ulterior del mismo aumenta la filtracion. (2)

El Super-EBAR es un IRMR (Intermediate Restorative Material) mejorado, porque


sustituye parte del eugenol presente en el IRMR por alumina, lo que le confiere mas
capacidad de sellado y menos citotoxicidad. (2)

El Super-EBAR presenta tambien mas insolubilidad y estabilidad en medio humedo que el


IRMR. Ademas, su manejo clinico es aceptable, aunque la posibilidad de condensarlo contra
las paredes es menor que en el caso de la amalgama, pero esta mas indicado en cavidades
grandes con paredes finas que la amalgama, para evitar la posibilidad de fisuras por
expansión retardada. (2)

El MTA, o agregado trioxido mineral: La principal ventaja del MTA es que necesita
humedad para fraguar y adquirir sus propiedades, ademas de no influirle negativamente una
cantidad limitada de sangre, por lo que el ambiente de cirugia periapical es idoneo. (2)

Como el MTA deriva de los cementos Portland, inicialmente su unica presentacion era de
polvo grisaceo, que se mezcla con agua destilada y forma un gel coloidal poco favorable en
situaciones esteticas. (2)

Asi, en 2002 se desarrollo una variante blanca, mas estetica, por lo que actualmente coexisten
dos tipos de MTA: el gris (MTAg) y el blanco (MTAb). La composicion quimica del MTAg
es muy parecida al cemento Portland tipo 1, salvo por el oxido de bismuto, que se anade
como radioopacificador. El MTAb, aunque similar al MTAg, presenta diferencias en la
composicion, siendo la mas importante que contiene menos oxido de hierro, componente
cromoforo que permite que el MTAb sea mas estetico. (2)

La capacidad de sellado de ambos MTA se ha mostrado, en la mayoria de estudios, mejor


que cualquier otro material. Ademas, su biocompatibilidad ha sido tan excelente, que algunos
autores consideran que el material es bioactivo, es decir, que favorece la regeneración de
tejidos. Incluso se postula que la gran capacidad de sellado del material esta relacionada con
su bioactividad, y que las moleculas bioactivas ocuparian los espacios libres en la interfase
material-dentina, obturandolos. Las diferencias entre MTAg y MTAb en sellado y
biocompatibilidad son pequenas pero, en general, el MTAg se ha mostrado superior. (2)

El principal inconveniente del MTA es su manejo clinico. La consistencia y textura del


material es compleja, dificil de colocar y atacar en la cavidad. Ademas, su tiempo de
fraguado, de 3-4 h para el fraguado inicial y de 21-28 dias para el final, sobrepasa en mucho
el tiempo de la propia intervencion, lo que empeora aun mas su manejo. Por tanto, es
imprescindible un entrenamiento preclinico. En el espatulado, aunque parezca que el material
esta bien mezclado con el agua en pocos segundos, los estudios subrayan que es necesario
un espatulado de 2-3 min, como minimo, para conseguir que todas las moleculas interactuen
y el material pueda desarrollar sus propiedades. Durante la colocacion, hay que recordar que,
aunque el material ha demostrado que admite cierta cantidad de sangre, si el sangrado
intraoperatorio es elevado, se licua la mezcla y dificulta su manejo, por lo que es primordial
que la hemostasia sea adecuada. El MTAb es ligeramente mas manejable que el MTAg e
incluso hay autores que opinan que el MTAb surgio no solo como variante ≪estetica≫ sino
para mejorar la manipulacion del MTAg. (2)

Mas alla del tipo de material retrogrado, muchos autores opinan que lo fundamental para el
exito de la obturacion es la colocación correcta del material en la cavidad y no el propio
material, por lo que la amalgama sigue siendo mas que adecuada, aunque inferior a lo que
puede ofrecer el MTA. Instrumentos como atacadores, bolas, espatulas o jeringas tipo
≪portaamalgamas≫ o pinzas que porten bolas de algodon o gasa, entre otros, son apropiados
para colocar y/o condensar el material de forma correcta en la cavidad. Incluso, algunas casas
comerciales han disenado sus propios instrumentos enfocados al manejo de su material. (2)

5.8 Limpieza, irrigación y remodelado óseo

Previamente a la sutura, se recomienda revisar el lecho quirurgico para limpiar y eliminar


restos, permitiendo que la cavidad se rellene espontáneamente de sangre, ya que el coagulo
interviene en la regeneración de los tejidos periapicales. Si los bordes oseos fueran muy
agudos deben ser remodelados. Es recomendable realizar una radiografia periapical para
comprobar la calidad de la obturacion, antes de suturar. (2)
Las tecnicas de regeneracion osea en cirugia periapical, en general, no se recomiendan. La
regeneracion de tejidos se producira fisiológicamente si se consigue el sellado del sistema de
conductos. Es cierto que algunos defectos oseos grandes pueden no lograr la restitutio ad
integrum al interferir tejido fibroso, por lo que algunos autores opinan que las membranas
pueden ser interesantes para favorecer la formacion de tejido oseo. No recomienda su empleo
pero tampoco se contraindica. En cambio, se cree contraindicado el relleno con injertos,
autologos o heterologos. Primero, porque es innecesario, por lo explicado anteriormente,
aunque algunos estudios aseguren que la regeneracion es mas rapida; segundo, porque al
asentar sobre tejido oseo recien tratado de un proceso infeccioso, si algunos microorganismos
colonizan el injerto, este fracasara y generara complicaciones postoperatorias; y tercero,
porque los materiales y tecnicas de regeneracion osea son costosos y desequilibraría la
balanza coste-beneficio de la cirugia periapical. (2)

5.9 Sutura, postoperatorio y plan de revisiones

Respecto a la sutura, consideramos que el hilo mas adecuado es el de monofilamento, no


reabsorbible y de tres o cuatro ceros. Se deben seguir las normas generales de sutura, asi
como las recomendaciones y medicaciones postoperatorias, para minimizar el dolor, la
inflamacion y otras complicaciones postoperatorias. (2)

Como en toda cirugia, el desarrollo de la tecnica no esta exento de complicaciones pero, si la


ejecucion es cuidadosa, la probabilidad de que estas sean graves es muy pequena. Muchas
complicaciones, como la hemorragia y la lesion de estructuras vecinas, son comunes a todo
acto quirurgico, pero otras son especificas de cirugia periapical, como una seccion apical
incorrecta o excesiva o una obturacion retrograda inadecuada o insuficiente. (2)

El plan de revisiones debe incluir controles clinico-radiograficos para catalogar cada caso
como exito o fracaso. Para que el cuadro evolucione favorablemente, es imprescindible que
en la zona no persistan o reaparezcan signos o sintomas como dolor (espontaneo o provocado
a la palpacion o percusion), tumefaccion, fistula y movilidad dentaria, entre otros, asi como
que la lesion radiográfica desaparezca o, como minimo, vaya disminuyendo en cada nuevo
control. Por ultimo, es recomendable realizar seguimientos a largo plazo para poder mantener
lo conseguido en la fase inicial. (2)
6. Complicaciones
6.1 complicaciones Intraoperatorias: Según Scoda, G. 1
Hemorragia, que será debida a una hemostasia insuficiente o a una sutura incorrecta.
Sección o lesión nerviosa, en especial del nervio dentario inferior. Pueden lesionarse
los nervios que inervan los dientes contiguos con lo que se producirá la necrosis del
diente afectado.
Lesión del colgajo mucoso.
Apertura de cavidades naturales como seno maxilar, fosas na sales, etc.
Lesiones en los dientes vecinos, como erosión radicular, frac turas, etc.
Lesiones en el diente intervenido, como luxación, movilidad, fractura, etc.
Perforación de la cortical interna.
6.2 complicaciones postoperatorias: Scoda, G. 1
Infección, con aparición de un cuadro de infección odontogénica con celulitis,
fístulas, sinusitis maxilar, etc.
Dehiscencia de la herida, que suele deberse a la realización de una sutura incorrecta.
- Secuestros óseos.
Necrosis pulpar de los dientes vecinos.
Movilidad dentaria progresiva.
Recidiva de la patología periapical. Esta suele ser debida a una intervención
quirúrgica incompleta con resección apical insuficiente, por exéresis incompleta del
tejido patológico periapical, porque la obturación del conducto radicular es incorrecta
o porque han quedado conductos radiculares accesorios no obturados.
7. Resultado y pronóstico.

7.1. Resultados favorables y desfavorables entre ellos:

Las causas de fracaso de la cirugía periapical pueden agruparse:

Sellado incompleto de los conductos radiculares. Es la más frecuente y puede


deberse a: Scoda, G. 1

Raíz no identificada. Esto sucede a menudo con los premolares superiores.


Apicectomía o resección apical incompleta que deja alguna parte del sistema de
conductos radiculares en comunicación directa con los tejidos periapicales.
Obturación incompleta de todo el conducto radicular.
Sellado apical imperfecto. Este hecho puede acontecer por: Conducto radicular no
identificado. Caja de obturación no adecuada a la forma del conducto radicular. Caja
de obturación retrógrada incompleta. Amalgama insuficientemente condensada

Lesiones radiculares no identificadas: Scoda, G. 1

Perforación radicular no evidenciada: La pérdida de hueso secundario a estas


lesiones hace posible el diagnóstico radiográfico precoz. Si la zona afectada está por
vestibular o palatino, la pérdida de hueso puede permanecer sin identificar durante
largo tiempo. 1
Fracturas radiculares: Verticales. A menudo no se visualizan en las radiografías,
pero se debe pensar en ellas cuando una cirugía periapical correctamente realizada
fracasa sin razón aparente. Estas fracturas horizontales suelen producirse por:
aplicación de una fuerza excesiva al colocar un poste, uso indebido del espaciador
durante el relleno radicular o porque el diente está debilitado por tener una
restauración que afecta toda la corona. 1
Bolsa periodontal profundas: La resección de una parte más o menos importante de
la raíz puede, en presencia de una bolsa periodontal, conllevar la pérdida del diente
por falta de soporte óseo. Otras veces, el riesgo de fracaso viene por la reducida
distancia existente entre la unión epitelial y el ápice dentario. 1

7.2. Pronóstico

Los factores que influyen en el pronóstico son: Scoda, G. 1

La técnica quirúrgica utilizada.


La realización simultánea de legrado apical, apicectomía y obturación retrógrada mejora
el pronóstico.
El tamaño de la lesión periapical. El pronóstico es muy bue no si es menor de 5 mm, en
cambio es relativamente bajo si es mayor de 15 mm.
La calidad de la obturación radicular ortógrada; cuanto más perfecta sea ésta, mejor
pronóstico. La obturación retrógrada no puede compensar los efectos negativos de
tener una endodoncia defectuosa.
La destrucción ósea. La pérdida del hueso marginal que cubre la raíz influye
negativamente. Si existe destrucción de la cortical palatina o lingual, el pronóstico se
ensombrece considerablemente. En estos casos solemos colocar material de re
generación ósea y membranas reabsorbibles por ambos la dos (vestibular y palatino o
lingual).
La reabsorción de la raíz influye poco en el pronóstico.
Edad. Los pacientes menores de 35 años curan mejor.
Diente afectado. Los dientes con mejor pronóstico son: 1.1, 1.2, 2.1 y 2.2 y los de peor
pronóstico son: 4.1, 4.2, 3.1 y 3.2.
La presencia de coronas, puentes o traumatismo oclusal empeora el pronóstico.
La presencia de fístulas. En este caso no se hace abordaje directo y al finalizar la
intervención se hace la exéresis y sutura de la fístula; actuando así influye poco en el
pronóstico.

CONCLUSIONES

RECOMENDACIONES:

Se recomienda tener una óptima visibilidad del campo operatorio ya que es uno de
los principales problemas en cirugía periapical, ya que la visión suele ser
comprometida y produce dificultades importantes al efectuar los gestos quirúrgicos y
facilita que éstos sean erróneos; todo ello empeora el pronóstico.
En ocasiones se produce el fracaso de la cirugía periapical. Es por ello que se
recomienda comprender el grado de lesión de los tejidos de soporte, tejidos
periodontales, alveolares y gingivales ya que podrán ser dañados durante una cirugía
periapical poco exitosa, que comprometan gravemente el resultado de la técnica
Se recomienda saber las indicaciones y contraindicaciones para poder realizar una
cirugía periapical, y así evitar posibles complicaciones tanto para el paciente como
para el odontólogo tratante.
BIBLIOGRAFIA

1. Escoda,G tratado de cirugía oral, tomo I, Madrid: Oregon. 2011. libro digital.
Disponible en: www.booksmedicos.org
2. Donado, M. Cirugia Bucal, Patologia y Tecnica. Edicion 4ta. Ed. Elsevier. Libro
Digital. 2012 Disponible en: www.booksmedicos.org
3. Hupp JR. Ellis E, Tucker M, cirugía oral y maxilofacial contemporánea.6ta Ed.
Barcelona, Elsevier,2014.

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