El aumento de la infertilidad en jóvenes está relacionado con el patógeno intracelular chlamydia trachomatis (CT) que causa infecciones urogenitales de transmisión sexual como uretritis no gonocócica, epididimitis y prostatitis en los hombres y cervicitis, salpingitis, enfermedad inflamatoria pélvica (PID) y el embarazo ectópico en las mujeres, y puede ejercer efectos negativos en la reproducción humana (infertilidad). Estas infecciones silenciosas por lo general permanecen sin diagnosticar y sin tratar en consecuencia, pero pueden progresar y afectar a la salud reproductiva según Ahmadi, Mirsalehian, y Bahador (2017). (Stojanov, M. Baud, D. Greub, G. Vulliemoz, N., 2018) Los patógenos que colonizan crónicamente el tracto urogenital masculino podrían tener un impacto negativo en la fertilidad al afectar los parámetros de la evaluación del semen (recuento o motilidad) o incluso al inducir apoptosis. En ese sentido, los microorganismos como Chlamydia trachomatis, ureaplasmas y micoplasmas representan candidatos interesantes para comprender un vínculo entre la infección y la infertilidad masculina. De acuerdo con los resultados de (Moazenchi et al., 2017; Mazzoli et al., 2010), se puede concluir que durante las primeras etapas de la infección de CT, la motilidad y la morfología de los espermatozoides son los parámetros primero que están deteriorados. En etapas posteriores y con la progresión de la infección, los leucocitos pueden ser detectados en el semen y la densidad semen también pueden disminuir. resultados que mostraron que la concentración, morfología, motilidad y leucocitos se asociaron con la infección por CT. La CT es la principal causante de ETS de etiología bacteriana en los países desarrollados. Enmarcando a la clamidia como una de las principales enfermedades de transmisión sexual cuya prevalencia no disminuye, a pesar de los intentos de prevención que se llevan a cabo (OMS 2019). El centro de control y prevención de enfermedades (CDC) demostró en 2009 que la clamidia continúa siendo la enfermedad infecciosa informada con más frecuencia en los Estados Unidos. Se informaron más de 1.2 millones de casos de clamidia (1,244,180) el mayor número de casos informados a la CDC de una enfermedad. La prevalencia de la CT es difícil de determinar debido a que la infección es asintomática hasta en un 85%-90%. En un estudio realizado por (Ahmadi et al., 2017) con 165 pacientes hombres incluidos en el grupo de estudio (hombres infértiles), siete (4,2%) se ensayaron positivos para C. trachomatis, mientras que en el grupo control (hombres fértiles sanos), una persona (0,6%) se encontró positiva para esta bacteria. La tasa de detección de esta bacteria en los hombres infértiles fue siete veces mayor que en los hombres fértiles sanos. En estudios como los de (Abusarah, Awwad, Charvalos, y Shehabi, 2013; Al-Marzoqi, Al-Taee, y Ahmed, 2014) se encontró que la frecuencia de la bacteria en muestras de semen de los hombres infértiles fue significativamente mayor que en los fértiles. Moazenchi et al (2017) mientras la CT siga estando sin control, la infección seguirá siendo una amenaza a la vida reproductiva. Como los casos asintomáticos son comunes en la población, la investigación regular se debe fomentar en cada pareja inexplicablemente infértil, particularmente análisis molecular de muestras de semen. La prevalencia de la infección por CT en los diferentes grupos de individuos en este estudio fue diferente. Cuando se detectó CT con pruebas de serología, sólo el 4,3% de los pacientes (47 personas) fueron infectadas; 3% (27 pacientes) de ellos eran sintomático y 8% (20 casos) asintomática. El 14,3% de los pacientes estaban infectados (CT-155 de cada 1.080 hombres) se mostró considerable prevalencia de la infección por CT en pacientes varones infértiles, lo que requiere la detección y el tratamiento de esta infección. razón por la cual surge la necesidad de fomentar en aquellas personas con problemas de fertilidad la realización de una serie de exámenes en donde se pueda determinar la presencia del patogeno; de modo que se detecte temprano en personas aun fértiles, para minimizar los posibles efectos sobre la fertilidad.
2. Justificación
Una estrategia clave es la realización de estudios periódicos a la comunidad para
determinar las incidencias de enfermedades de transmisión sexual que puedan ser secundarias a una infección por CT, implementar análisis de los parámetros seminales (Motilidad, Concentración, Vitalidad, Morfología) y determinar la presencia o no de Leucocitos (Cuando la concentración de leucocitos es superior a 1 millón por ml de muestra,) puede indicar la presencia de una infección. La más conocida y utilizada de tales herramientas, avalada por las guías europeas en el manejo de las infecciones por Chlamydia Trachomatis, se denomina Pruebas de amplificación de ácido nucleicos (NAATs). La cual funciona identificando el ácido nucleico específico de C. trachomatis (ADN o ARN) en muestras clínicas, es recomendado para el diagnóstico debido a su sensibilidad, especificidad y velocidad superiores. Solo si los NAAT de C. trachomatis no están disponibles o no son asequibles, se puede utilizar el aislamiento de C. trachomatis en cultivo celular o la identificación de C. trachomatis mediante ensayos de fluorescencia directa (DFA) para el diagnóstico de infección aguda por C. trachomatis. Estas pruebas ayudaran a parejas que presenten dificultades para tener hijos y así reducir los niveles crecientes de infertilidad y las diferentes patologías que pueden venir asociadas a esta enfermedad (uretritis no gonocócica, epididimitis y prostatitis en los hombres y cervicitis, salpingitis, enfermedad inflamatoria pélvica (PID) y el embarazo ectópico en las mujeres).