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Tradiciones y costumbres:

Los Andes Diversos se centra en oficios como el tejido, la talla, la alfarería y otras
creaciones artesanales, además de rendir tributo a las festividades del solsticio de invierno y
de la Navidad que se celebran en la región andina de Venezuela, con sus diferencias y
semejanzas, para así dar muestra de la multiculturalidad de la zona a través de una
selección de obras, objetos y fotografías pertenecientes a las colecciones del Centro de la
Diversidad Cultural.

Los estados andinos Táchira, Mérida y Trujillo, enmarcados en una geografía montañosa,
reflejan su riqueza cultural a través de una variada gama de oficios, fiestas y tradiciones
que, aunque se originan en raíces comunes, en sus manifestaciones evidencian diferencias
que se interrelacionan en armonía, para conformar la diversidad cultural andina.

En sus poblados quedan vestigios de asentamientos indígenas de las antiguas culturas;


algunas de sus costumbres se han mezclado con los rituales cristianos, para conformar el
sincretismo presente en las representaciones populares que identifican la región, como San
Benito o los Vasallos de la Candelaria.
MERIDA
costumbres y tradiciones del estado merida
Las costumbres y tradiciones celebradas en el estado Mérida de Venezuelaposeen una
notable relación religiosa católica y tienen mayor auge durante la temporada
decembrina. Las celebraciones en el estado poseen elementos propios dentro de las
tradiciones venezolanas y en cada pueblo o ciudad existen además al menos una
tradición única o peculiar en relación con las demás localidades de la entidad.

Navidades Merideñas
Entre las costumbres típicas Andinas, que parecen dispuestas a conservarse, están
relacionadas íntimamente con las fiestas de la Natividad de Cristo y suelen presentar fases
de amplias proporciones sociales, las "Paraduras" y el "Robo del Niño" de origen colonial.
El "nacimiento", más conocido como "pesebre" se arma unos días antes de la Navidad; es
una actividad, esencialmente hogareña, la cual permite y exige la colaboración colectiva.

El Pesebre
Forma parte de las Navidades, éste es realizado por los merideños en diversas dimensiones,
grandes, pequeñas, lujosos y sencillos. En los pueblos Andinos se le dan numerosas formas
a los pesebres. Muchos obedecen a una mano artística que ha puesto sus notas, que ha
creado una obra cuando realiza las contorneadas figuras. Los pesebres son definidos por
ciertas características que los hacen más o menos uniformes.

Festival del Violín


Al hablar de Mérida no podemos dejar de mencionar el festival del Violín de los Andes. En
1988, un grupo de personas sensibles y emprendedoras se propusieron una tarea
invalorable, hacer posible el encuentro de los músicos más notables en el arte de hacer
sonar el violín. Este es celebrado en Diciembre, pretende entre otras muchas cosas,
fortalecer la música de la región, como parte activa de la expresión musical dentro de
Venezuela y fuera de ella. Es así como rostros, vidas, miradas, manos, risas, sonidos,
armonía y ritmo se juntan en una sola pasión por la Música.
Fiesta de la Virgen de la Candelaria
Es una manifestación religiosa que se realiza el 2 de febrero, comenzando con una misa a
tempranas horas de la mañana, a la cual asisten los habitantes del pueblo, ya que existe la
particularidad de encender las velas durante la misa. Después de la misa se realiza la
procesión con la virgen alrededor de la plaza del pueblito, esta es acompañada por fuegos
artificiales, música, violín, cuatro, maracas, y guitarra.
La Fiesta del Niño de la Cuchilla
La imagen del Niño de la Cuchilla esta representada por el recién nacido recostado en la
losa de un sepulcro con el mundo en su mano, y la cabeza reclinada sobre el brazo derecho
en actitud durmiente con una calavera por almohada. Su tamaño es de 15 centímetros
aproximadamente.

Leyenda del Sacerdote sin Cabeza: Cuentan que en la catedral de La Azulita se ve un


sacerdote dentro de un confesionario, sin cabeza y confesando. Éste cuento se escucha
desde hace veinte años, cuando fue visto por primera vez por una señora llamada Sara. Se
ha trasmitido de generación en generación con algunas variaciones. Muchos aseguran ver a
este padre sin cabeza durante el día.
Rezo a los Gusanos y Culebras: Para detener o espantar los ataques de plagas que azotan
los cultivos, los agricultores suelen realizar el rezo de los gusanos y culebras. Este acto
místico requiere de una preparación especial y agua bendita. La oración dice Por San Pedro,
por San Pablo y mi Dios tan poderoso, líbranos de los gusanos y de todo animal ponzoñoso.
Por estas cinco palabras que digo, por San Pedro, por San Pablo, Jesús, María y José. Con
frecuencia los agricultores, unos con fe y otros por escepticismo, suelen llevar a cabo esta
práctica esotérica para proteger sus cultivos.
Padre Gil, Leyenda: El padre Gil fue sacerdote de La Azulita y le gustaba mucho la
excursión. Así que un día se metió en las cuevas del Quebradón, donde estuvo varios días.
Cuentan los viejos y ancianos del sector que cuando salió estaba loco; vivía cantando todo
lo que había visto dentro de la cueva, un potrero grande lleno de pasto con vacas flacas,
otro potreo pero sin pasto y con vacas gordas y varias personas adineradas del pueblo
escribiendo en unos escritorios, a los que él llamaba y no le prestaban atención. A los pocos
días volvió a entrar a la cueva y se negaba a salir porque decía que allí dentro era más
bonito. Pasaron los días y nadie supo de él. Algunos dicen que se murió y otros que se
perdió en las cuevas.
Jinete de El Quebradón, Leyenda: Cuenta la gente del pueblo que un día un muchacho
iba a visitar a su novia que vivía un poco alejada del pueblo; en un lugar llamado El
Quebradón. Mientras caminaba junto a un amigo vio venir un caballo negro montado por
un jinete que estaba vestido de blanco; para evitar se atropellados se hicieron a un lado del
camino, pero a pesar de eso el jinete lo empujo y cayó cerro abajo. El amigo que lo
acompañaba lo ayudó a salir del barranco y cuando salieron le prguntó que si conocía al
hombre del caballo, ninguno de los dos conocían al sujeto y nadie lo había visto ningún
caballo negro que cabalgara por ese lugar. Al llegar a casa de su novia muy asustado, le
contó lo sucedido y desde entonces muchas personas dicen que es un espanto. Burro nojote,
Leyenda: Esta leyenda es muy importante pues era el reflejo típico del quehacer diario de
los campesinos. Es una leyenda jocosa escrita en enero del 2005 por el artista Ramón
Lacruz conocido como Melena, con motivo de debelarse las esculturas de la mina creadas
por el mismo.
Esta leyenda está escrita en una pared detrás de las esculturas de la mina de agua y dice así:
"Subía en mi burro nojote, derechito por la mina, claro que iba contento, le había echao un
fiao a Etelvina , y más contento de ahí pa´ que, llevaba, pescao, arbeja, sardina en mi burro
nojote, como siempre todos los días. Subía en mi burro nojote mirando tanta alegría, el
joven con una mansa olla, ella mojada hasta la risa, seguro que andaba escapada porque ni
chanclas traía.
Pa’ que si no hace falta cuando el agua no es fría, pues está calientica con el encanto del
día. Subía en mi burro nojote, como siempre por la tardecita pa´ ver a las muchachas
bonitas echándose agua en la mina, mientras los que nos visitan quieren esta agua tragar,
pues es sabroso manantial tratándose de La Azulita, no sospecha la visita que aquí se nos va
a quedar. Yo no voy a esperar más porque mi burro se me echa y después pa´ levantalo
tengo que echale chimó en la jeta, porque en esta mina me enamoré yo de mi vieja y
pregúntame si me va bien, hace años vine fue a una fiesta, me sumbé un traguito de agua en
presencia e´ doña chepa y todavía estoy bailando en medio de mi muchachera"
La Mina Misteriosa, Cuento: Este cuento conocido por los habitantes encierra una
historia de amor de dos jóvenes que se conocieron en la mina de agua. Todos los días una
viejita iba con su nieta, llamada Lucecita a sacar agua de la mina para llevar a casa y
cuando se acercaban al lugar escuchaban un silbido que venia desde lo más profundo del
pozo. Un día salieron de nuevo a traer más agua y Lucecita al acercarse pidió a la fuente
que le concediera el siguiente milagro "Fuentecita por favor, preséntame un joven para
casarme", ella se sentía muy sola porque la única persona que la acompañaba era su abuela
y era un poco estricta, no la dejaba salir ni hablar con sus amigos. En ese momento escuchó
el silbido de la mina y de nuevo pidió el deseo "minita tú que eres misteriosa, has que ese
silbido lo oiga un joven y que al beber de su fuente se case conmigo!". Pasaron varios
meses y la abuelita se enfermó y no pudo acompañar a Lucecita a la mina, así que la mandó
sola a buscar agua y cuando estaba dedicada a su tarea escuchó de nuevo el silbido y volvió
a pedir el deseo. Ahí mismo sintió una mano sobre su hombro y al voltear vio un joven
apuesto como el que ella soñaba, quien le pidió agua para beber y ella le dio en una totuma.
Al llegar a casa su abuelita estaba muerta y cuando regresó a los pocos días a la mina se
reencontró con el joven, quien le confesó que no había podido dejar de pensar en ella. Ella
le contestó que si bebía de esa agua se casarían. Y así fue, se casaron y vivieron muy
felices.
Cuevas del Pirata, Leyenda: Esta historia en contada por los pobladores a los visitantes,
como una forma de dar vida a la historia de este lugar. Se dice que en estas cuevas tenían su
adoratorio los aborígenes pertenecientes a las etnias de los iricuyes, tiracoques, olleros,
galgas y capaces que ofrendaban a un ser sobrenatural llamado el Chés, candiles y grasa de
cacao. En estas cuevas se albergaron las tropas de Ambrioso Alfinger, para no compartir el
botín con el resto. Perdidos en aquellas selvas erraron por mucho tiempo con un pesado
tesoro a cuestas que enterraron al pie de un árbol junto al arroyo. Este pesado cofre
contenía setenta mil pesos en monedas de oro y piedras preciosas. De los 24 soldados
solamente uno sobrevivió sin nunca precisar el lugar del tesoro que aún permanece oculto.
Brujas y Zánganos, Leyenda: Tradicionalmente se dice que las brujas son mujeres
dedicadas a la práctica de las artes de magia negra para su beneficio particular y para
desgracia de los demás. Según se cuenta salen todas las noches a volar desnudas bajo la
forma de grandes pájaros negros y durante sus vuelos nocturnos se desplazan perturbando
el sueño de las personas y fastidiando a los caminantes. A veces las han sentido haciendo
ruidos siniestros sobre los techos de las casas. Según la tradición oral, las brujas se
esconden en árboles llamados maitines, desde donde importunan a los viajeros con sus
macabras carcajadas. Tiempo atrás, las madres llevaban a sus recién nacidos a que les
echarán agua, para que las brujas no se pudieran llevar a los niños. Las leyendas hablan de
que cuando un ave grande y negra ronda por los tejados, se le debe lanzar sal, mostaza o
agua bendita. Si es una bruja al hacer alguna de estas cosas, caerá desnuda ya en su forma
humana. En cambio, si se siente que el ave negra ha aterrizado en el techo y se sospecha
que es una bruja hay que gritarle “venga mañana por azúcar y café”. La persona que al día
siguiente llegue a la casa para pedir alguno de esos productos es la bruja. También hay
hombres que se dedican a estas artes oscuras y en la zona no se les llama brujos sino
zánganos.
Leyenda de la Princesa Mistajá: Cuenta la leyenda que mucho antes que los
colonizadores llegaran a estas tierras andinas, existía una reina indígena cuya belleza y
alegría contagiaba a todos los pueblos de la región. Los muchachos más robustos y
valerosos la cargaban en una plataforma de oro decorada con muchas flores y este séquito
era acompañado por muchos músicos dedicados a componer melodías con flautas y
maracas al compás del sonido de los márgenes de los ríos. Su belleza era tal que la dorada
espiga del maíz y los lirios silvestres se inclinaban ante ella y las avecillas entonaban
volando melodías gozosas para agasajar los oídos de esta reina a la que llamaban la hija del
sol. Pero un día esta reina cayó enferma y se dice que la danza y la música le producían
lágrimas.
La alegría de la reina era la alegría de la región, cuando ella no sonreía toda la comarca
enmudecía de tristeza. Muchos piaches recorrieron enormes distancias para realizar un
ritual de sanación y junto a muchos indígenas realizaron una danza en la que agitaban sus
maracas y se azotaban. Los dolorosos gemidos y los sonidos lastimeros de aquella música
fúnebre no lograron mejora en el cuerpo de la reina que adelgazaba bajo la delicada manta
de algodón mientras sus mejillas perdían el color de la rosa con el que engalanaba su rostro,
palideciendo cada vez más hasta alcanzar el color de la nieve.
Una valerosa mujer llamada Mistajá, muy querida por la reina, recibió un día el encargo de
ésta para subir hasta la cima del páramo a contactarse con el Ches, así le llamaban los
indígenas al ser supremo creador de todo lo existente. En el punto más alto del páramo,
existía una plaza circular de piedras. Antes que amaneciera, Mistajá debería ubicarse en el
centro de esa circunferencia, abrir un hoyo en el suelo y enterrar ahí la figura del ave de oro
que daba su prestigio a la reina, rociar con un puñado de cabellos de ésta el sitio, gritar de
forma aguda tres veces seguidas y lo más fuerte posible. Luego de hacer todo esto el Ches
debería dar una señal en el aire, la tierra o el cielo para encontrar la cura al mal de la reina.
Mistajá partió en la madrugada para que en su ascensión pudiese llegar antes del amanecer
a la cima. Cuando había llegado muy cerca de su objetivo y tras una penosa escalada, se
encontró con varios espíritus de ancianos indígenas y guerreros cuyos cuerpos se
transparentaban contra las rocas. Ella se tiró al piso con veneración y terror pero
permaneció en el sitio esperando poder continuar su avance. Los espectros se retiraron en
dos largas filas descubriendo un paso entre las rocas. Mistajá ingresó por esa abertura y se
encontró de pronto ante una circunferencia marcada en el piso con piedras de diversos
tamaños. Se dirigió al centro del círculo y con el dardo más fuerte que encontró en su
aljaba, abrió un hueco en el suelo, depositó la imagen de oro tapándola con la tierra y bañó
el pequeño montículo con el puñado de cabellos de su reina. Se irguió de cara al oriente y
profirió tres gritos agudos con gran intensidad cuando el sol empezó a emerger en la
distancia adornando de rojo todo el paisaje. Mistajá estaba tan cansada que cayó dormida.
Al despertar vio que el interior de la circunferencia que antes había estado yermo y
desprovisto de vegetación ahora se cubría totalmente por una hierba olorosa. En un rincón
una cierva jugueteaba sobre este repentino verdor mientras comía del pasto.
Mistajá arrancó cuanto pudo de aquellas hierbas y bajó a toda carrera montaña abajo hasta
llegar ante la reina. Preparó una infusión con esta planta y la reina comenzó a recuperarse
rápidamente. Pronto la alegría volvió a la región, su reina vivió muchos años y Mistajá fue
convertida en princesa. Aseguran que cuando alguien desentierre la figura de oro en el
centro del círculo sagrado, la hierba desaparecerá para siempre. Esta hierba es conocida
como el díctamo real que se da en las alturas de los páramos merideños. Se dice que sólo la
encuentran los venados en la soledad de las alturas a la hora en q ue el sol asciende los
escarpados riscos, encendiéndolos de rojo.
Leyenda del Puente del Diablo: Existen varias versiones para referirse a esta leyenda. Una
de ellas indica que un hombre retó al diablo a construir un puente en un lugar imposible
para llevar a efecto tal proeza y unir los dos linderos de una zona escarpada sobre el cruce
de un violento río. Pactó con el diablo para que éste construyera ese puente antes del
amanecer, si lo lograba el diablo podría llevarse su alma. El hombre llevó dos gallos finos y
cuando el diablo estaba a punto de terminar el puente, el hombre jaló las colas de los gallos
y estos cantaron. Al oírlos el diablo pensó que había perdido la apuesta y se marchó. Otra
versión indica que el hombre mandó a bendecir la última piedra que debía ser colocada y
cuando el diablo estaba por culminar su obra no pudo ni siquiera tocar aquella piedra que le
hacía falta para terminar el puente y se retiró vencido. La misma leyenda es relatada otras
circunstancias: dice que fue el diablo quien retó a un hábil pero muy presumido constructor
a que no podría construir el puente antes del amanecer. El orgullo y la vanidad hicieron caer
en la trampa al constructor. Antes de anochecer el hombre llevó consigo un gallo hasta un
lugar estrecho donde erigiría el puente y comenzó a trabajar. Hacia el amanecer, cuando
apenas le faltaba colocar solo una piedra del puente, cantó el gallo y nunca más nadie
volvió a ver a aquél hombre. En todos los casos la leyenda refiere a un puente inconcluso
que existe en el sitio de La Cabrera, vía Capaz. En el referido lugar se encuentra un cruce
sobre una garganta que se despeña hacia un río caudaloso y hay quien dice que el puente
pudo ser un relleno de piedra o una formación rocosa que queda del lado de la carretera
apreciable sólo desde el río y que recuerda la forma de un puente caído o incompleto. Sobre
dicha formación pero del lado de la carretera, hay una cruz sobre una roca y una capilla
dedicada a San Benito. Hay quienes aseguran que la cruz sobre la roca puede ser una contra
para espantar al diablo de ese sitio. Una de las versiones más difundidas es que el puente es
en realidad una piedra enorme, rectangular y casi horizontal que sobresale en lo alto de una
estructura rocosa vertical.
Entierro de Morocotas: Las historias sobre entierros de morocotas y tesoros, tienen su
origen en la costumbre generalizada de las personas que vivieron durante la Época Colonial
y el Período Republicano, de enterrar o tapiar en las paredes de sus casas, todos aquellos
objetos de valor y muy especialmente sus riquezas. En torno a ello se fueron creando
relatos de espantos y apariciones de animales que custodiaban el lugar donde se hallaba el
escondite. Se dice que muchas personas para evitar el saqueo de sus entierros, lanzaban
conjuros en el lugar para impedirle extraer los tesoros a quien osara acercarse. Si por
ventura algún saqueador quería llevarse la riqueza, debía enfrentar a los seres mágicos que
estarían cuidando el sitio. Los entierros pueden manifestarse, mediante braseros
incandescentes o luces que bailan de un lugar a otro. Cuentan los abuelos que los jueves y
viernes santos a mediodía o a la medianoche, estos tesoros están a flor de tierra listos para
que algún afortunado los encuentre. De querer encontrar un entierro de estos, se debe ir al
lugar con una moneda de plata debajo de la lengua y agua bendita. Si logra vencer el
espanto custodio sacará el entierro, pero no debe romper la mucura o abrir la bolsa de cuero
de inmediato ya que el óxido de los metales podría envenenarlo.
Leyenda de la Maldición sobre el Pueblo de Ejido: Se cuenta que el 14 de julio de 1946
fue robada en horas de la madrugada la imagen de la Virgen del Carmen de Montalbán. Los
ladrones se habían llevado además el cáliz de oro, la imagen del Niño Jesús de Atocha, la
de San Isidro Labrador, un misal mexicano, una caja con 500 hostias, 10 l de vino de
consagrar, dos morocotas, 500 bolívares en efectivo, una sombrilla y la sotana del padre
Julio Quintero, cura parroquial de Montalbán. Los creyentes estaban consternados ante tal
robo y elevaron oraciones a San Buenaventura para que éste intercediera en la pronta
recuperación de los bienes extraídos del templo, además de formar comisiones para la
búsqueda de los objetos robados. En la pesquisa se contaron variadas y contradictorias
versiones de los vecinos al templo. Unos decían que una gran sombra se había extendido
por las paredes entrando por los ventanales, otros indicaban que habían visto a varios
hombres montados a caballo huyendo del lugar velozmente en aquella madrugada. Las
piezas sustraídas del templo no volvieron a aparecer y al cabo de varios años, el padre Julio
Quintero pronunció un largo y sentido sermón en el que excomulgó a los ladrones. Desde
ese día los rumores de los asistentes a misa eran que a Ejido y a los poblados aledaños les
había caído una maldición que no tardaría en hacerse realidad por medio de alguna
desgracia. Mucha gente atribuye la inundación provocada años después por el
desbordamiento de las quebradas Montalbán y Portuguesa así como el de la laguna del
Coco situada en las montañas cercanas al páramo de los conejos, como una manifestación
del castigo para lavar las culpas del pueblo ante el robo acaecido décadas antes.
Historias de los Árboles de Maitín: Estos árboles de Maitín son ejemplares de copa muy
frondosa, ubicados generalmente a orillas de los caminos y sobre cuyas ramas, según
cuentan, se posan las brujas para molestar a los caminantes, proferir conjuros, reírse a
carcajada suelta y llevarse a los niños no bautizados para preparar pócimas mágicas.
Debido a tales creencias la gente evita pasar debajo o cerca de ellos sobre todo en horas de
la noche. También se dice que los brujos del sector se valen de estos árboles para
emprender a volar. La tradición oral cuenta que se suben a la copa de los árboles a la media
noche y gritan: “Sin Dios ni Santa María, de villa en villa hasta llegar a Sevilla”, luego le
besan el culo al diablo e inmediatamente salen volando convertidos en grandes pájaros.
Estas y otras historias se han contado por generaciones respecto a este tipo de árboles.
Leyenda de la Llorona del Río Milla: Se trata de una mujer hermosa, que después de un
mal de amores, lanzó a su hijo al río Milla. Ella fue condenada, por Ches –deidad suprema
indígena– a vagar eternamente. Siempre caminaba por el río Milla, llevaba su cabello
destejido y vestía de luto. Se dice que fue vista por última vez hasta mediados del siglo XX.
Sin embargo el contenido de esta leyenda aún se continúa divulgando entre los pobladores
del sector.
Espanto del Caballero: Muchos son los que han visto a este caballero y mucho más dicen
haber escuchado al caballo pasar en algunos sectores de la ciudad. La gente sigue contando
esta historia como un hecho íntimo que los conecta porque en todas partes alguien dice
haber vivido la experiencia. Dicen que suele oírse un caballo a galope, le suenan las riendas
y el bozal al pasar por las casas y en el camino brotaban chispas de candela. Siempre para
antes de la media noche, quedando luego todo en silencio.
Leyenda de la Mujer de Blanco: La mujer de blanco es un espanto que intercepta a los
parranderos que circulan por la calle que conduce al sector El Porvenir, llenando de terror a
los transeúntes. Dicen que hasta el más guapo se espanta y se afirma que quienes la han
visto nunca vuelven a transitar por la zona después de las doce de las noche. La describen
como una mujer alta con vestido blanco, cabellos largos y negros que ocultan su rostro, y
las personas aseguran que sus pies nunca tocan el suelo. Nadie sabe por qué el espanto
aparece en este lugar pero algunas personas dicen que en ese lugar asesinaron a una mujer y
otros señalan que podría tratarse de un entierro o botija y que la aparición forma parte del
conjuro. Esta leyenda es valorada en la comunidad por formar parte de las historias
constituyentes de su cotidianidad e identidad cultural, en donde en cada calle y casa antigua
de San Jacinto del Morro posee su leyenda.
Creencias en Brujas: La creencia en brujas tiene mucha vigencia y aún en nuestro siglo, se
conservan muchos relatos, en campos y poblaciones donde la tradición tiene fuerza y son
compartidos por niños, adultos y ancianos. Se cree que las brujas viven en la comunidad y
se dedican a realizar el mal. También se dice que pueden transformase y volar, sobre todo,
por las noches. En algunos casos, se le aparecen a personas causándoles pánico. En otros,
crean matorrales para atrapar a personas que transiten por el campo; también son capaces
de producir lagunas mentales para que la persona se confunda y se extravíe en su camino.
Asimismo, las brujas pueden adoptar formas de animales.
Leyenda del Caballo Blanco: Se trata de una historia que cuenta la comunidad sobre un
caballo con cadenas que se escucha entre las doce de la medianoche y las cuatro de la
madrugada. De sus negras patas cuelgan unas cadenas enormes. Sus fieros ojos también son
negros y cambian de color y, se dice, que la cola y la crin son azabaches. Cuando realiza
sus recorridos parece llevar a alguien en el lomo, relatan que es el diablo, y en su nocturno
galopar aterra a la gente con el ruido de sus cadenas. Para protegerse de este espanto, los
vecinos prenden velas, rezan. Incluso, dicen, que si alguien lo ve puede morir del susto.
Creencias sobre las Divinidades de los Aires: El mal de los aires es considerado una
enfermedad típica de la concepción andina directamente relacionada con las creencias de
los campesinos. Estas y otras creencias están muy arraigadas en el alma popular y
constituyen un valioso tesoro de la tradición de cada región. Se cree que ciertas entidades
que habitan el aire son hostiles hacia el hombre. Se manifiestan bajo la forma de vientos,
tempestades, relámpagos que pueden penetrar en el cuerpo humano, causándole de forma
directa una enfermedad llamada mal aire o mal viento. El síntoma básico es el dolor en
alguna parte del cuerpo; a veces se manifiesta como parálisis, pasmo o estrabismo. Para
sacar el mal aire, hay que buscar un médico de agua o mojan. Sólo él conoce el lenguaje de
los aires como el del agua y puede obligarlos a dejar el cuerpo de su paciente.
Creencias en torno al Arco y la Arca: Se trata de una creencia que tiene muchos años en
la zona y que forma parte del mundo mágico-religioso del campesino de la región. El Arco
y el Arca son dos espíritus malignos que habitan en las lagunas, pantanos, charcos o
cualquier sitio donde haya agua. La comunidad manifiesta que se aparecen en forma
humana, de cualquier edad y cautivan a las personas por su aparente belleza. Cuando pasan
el río, estos espíritus se acercan a la víctima, la cual puede sufrir un vaciado de sangre,
pérdida de embarazo e, incluso, la muerte en caso de que sea niño. Se dice también, que los
hombres que se han topado con estos espíritus comienzan a sufrir distintas enfermedades y
erupciones en la piel similares a la sarna. Muchos pobladores también creen en la práctica
de ciertos rituales que contrarrestan este tipo de maleficios. Es común que se ahuyenten en
una puesta de San Benito o cualquier fiesta donde haya tambores, cohetes o mucho ruido,
pues se cree que al Arco no le gusta el ruido. Luego se canta el rosario, en el sitio donde se
dice haber visto a este espíritu.
Leyendas de las cinco Águilas Blancas: Se trata de una leyenda de origen indígena
recogida por el escritor merideño Tulio Febres Cordero. Caribay fue la primera mujer en la
tierra según la tradición de los mirripuyes, tribu de los andes venezolanos. Hija del ardiente
Zuhé (el sol) y la pálida Chía (la luna), Caribay era considerada como el genio de los
bosques aromáticos. Imitaba el canto de los pájaros y jugaba con las flores y los árboles.
Una vez Caribay vio volar por el cielo cinco águilas blancas y se enamoró de sus hermosas
plumas. Fue entonces tras ellas, atravesando valles y montañas, siguiendo siempre las
sombras que las aves dibujaban en el suelo. Llegó al fin a la cima de un risco desde el cual
vio como las águilas se perdían en las alturas.
Caribay se entristeció e invocó a Chía y al poco tiempo pudo ver otra vez a las cinco
hermosas águilas. Mientras las águilas descendían a las sierras Caribay cantaba dulcemente.
Cada una de estas aves se posó sobre un risco y se quedaron allí inmóviles con las garras
clavadas en la viva roca. Caribay quería adornarse con esas plumas tan raras y espléndidas
y corrió hacia ellas para arrancárselas, pero un frío glacial entumeció sus manos, las águilas
estaban congeladas: convertidas en cinco masas enormes de hielo.
Entonces Caribay huyó aterrorizada. Poco después la luna se oscureció y las cinco águilas
despertaron furiosas, sacudieron sus alas y la montaña toda se engalanó con su plumaje
blanco. Ese es el origen de las sierras nevadas de Mérida. Las cinco águilas blancas
simbolizan los cinco elevados riscos siempre cubiertos de nieve. Las grandes y
tempestuosas nevadas son el furioso despertar de las águilas, y el silbido del viento es el
canto triste y dulce de Caribay.
Leyenda de la Quebrada del Encanto: La quebrada nace en el río Milla y desemboca en
el río Albarregas de Mérida. Posee muchas rocas que se van estrechando, hasta formas
azoteas naturales, que provocan que se precipite el arrollo y el agua se torne negra. A
muchas personas esa imagen les parece tenebrosa y les da miedo por lo que han surgido
diversas historias de tinte fantástico al respecto. Una de esas leyendas narra que un hombre
se fue a cazar al río, antes de irse, le advirtieron que si mataba a un ave, cuando ésta cayera
se convertiría en un demonio y mataría a su asesino. Se fue y al llegar al río disparó a una
golondrina. No pasó nada y él junto a las otras personas, se fueron tranquilamente de la
quebrada del Encanto. Sin embargo perdura un halo de misterio alrededor de este bien
natural.
Echar el Agua: Se trata de una tradición que se inició para proteger a los niños de las
brujas y de otros males. Se presume que el origen de esta tradición doméstica se debía a la
lejanía de los párrocos y de las iglesias de algunos poblados muy distantes. Por ello los
familiares aplicaban por sí mismos la puesta de agua. Buscaban a los padrinos, luego agua
bendita y se la echaban al niño en la cabeza diciendo: Yo te bautizo o echo el agua, en el
nombre del padre, del hijo y del espíritu santo; te la echo porque no hay otro modo de
hacerte cristiano. Seguidamente, se rezaba un padre nuestro y el recién nacido quedaba
bautizado hasta que el sacerdote le diera los sacramentos. Aunque en menor medida, esta es
una actividad que se realiza y continúa transmitiéndose dentro de la familia, de una
generación a otra, sobre todo en los poblados más distantes.
Leyenda del Judío Errante: La leyenda del judío errante cuenta la historia de un hombre,
que se negó a darle hospedaje a Dios. En consecuencia por comportamiento poco
humanitario, fue maldecido y destinado a vagar sin rumbo fijo. Este personaje deambula
por caminos solitarios, con las ropas viejas y luce como un pordiosero. Se dice que si
alguna persona lo ve recibirá la misma maldición. Originalmente esta leyenda nació en
Constantinopla, a mediados del siglo IV después de Cristo, y llegó a Venezuela, a través de
los españoles. Desde entonces la historia ha sido contada en la región andina, en los días
fríos o cuando ocurren cosas malas, a manera de reflexión para la comunidad, llegando a
formar parte del repertorio de leyendas que se asumen como tradicionales.
Leyenda del Cacique Murachí y la India Tibisay: Murachí fue el más ágil y valeroso
guerrero de su tribu, convirtiéndose en el primer caudillo de las Sierras Nevadas. Tibisay,
su amada, era la más esbelta y hermosa indígena de la región, para la que fue destinado las
más valiosas prendas y obsequios. Un día Tibisay fue al encuentro de Murachí, temerosa
frente a la inminente batalla que las tribus indígenas confrontarían contra los invasores
españoles, hijos de Zuhé. Y Murachí ante la proximidad de la batalla, pidió a su amada que
reanimara el valor de los guerreros con la melodía de sus cantos y el recuerdo de hazañas
pasadas. Al finalizar la danza Murachí acompañó a Tibisay al bosque donde le suplicó que
se escondiera para que ningún extranjero fijara sus miradas en ella y la hiciera esclava.
Luego de la derrota de los indígenas y la muerte de Murachí, Tibisay vivió sola con su
dolor y sus recuerdos, convirtiéndose para los indígenas en un símbolo de su antigua
libertad. La leyenda también refiere que cuando Murachí murió, la princesa Tibisay se
internó en el bosque dando origen con su profuso llanto a la conocida cascada que lleva su
nombre. Ningún español logró verla alguna vez y sin embargo nadie cuestionó su
existencia. Esta leyenda es valorada en la comunidad porque evidencia la permanencia de la
cultura indígena en los sectores campesinos del estado en la vida cotidiana.
Leyenda del Gigante de Milla: Se cuenta que en la montaña del Milla y su río, se
esconden cazadores que solían transitar esos caminos para capturar gallinas con huevos de
oro. En esos caminos muchos habitantes aseguran haber visto un hombre barbudo y
gigante. Él cuidaba las calderas de los Chorros y su casa quedaba en el Monte Zerpa, una
gruta encantada. Cierto día, un investigador francés de nombre Burgoin, cayó
accidentalmente en las calderas. Cuando vio al gigante le disparó con su escopeta de dos
cañones. El gigante, que fumaba mucho, le pidió a Burgoin que le diera un tabaco, pero éste
le disparó de nuevo. El francés salió corriendo y el gigante barbudo, se hundió en la gruta y
más nunca se escuchó de él. Desde entonces, el contenido de esa leyenda fue
transmitiéndose de generación en generación.
Leyenda del Espanto del Obispo Torrijos: A medianoche se escucha el reloj de la
catedral. Cuenta la leyenda que ese sonido es el espíritu del obispo Torrijos, que en vida
prefirió hacer experimentos químicos en vez de dedicarse a la iglesia. Este personaje
falleció y fue enterrado, y se dice que al llegar la madrugada levanta su lápida y sale a tocar
las campanas. Muchas son las señoras que las escuchan y unas pocas salen de sus casas
creyendo que es hora de misa. Parte de la historia refiere que hubo varias beatas, como las
señoras Dolores y Eduvigis, que salieron a misa al escuchar el tañido, y al llegar vieron que
eran las dos y media de la madrugada, escucharon el cantar de los gallos, y al entrar a la
capilla, observaron que estaban encendidos los candelabros. Ambas se preguntaron si
estaban vivas o muertas, luego se desmayaron al ver desvanecerse la figura del obispo
Torrijos y así estuvieron hasta las seis de la mañana cuando las encontraron y despertaron.
Respecto a esta historia hay señoras que dicen Por eso prefiero tomarme mi café antes de
salir, aunque estoy segura de que a mí no me espanta el obispo Torrijos.
Leyenda del Ánima Sola: Es común escuchar entre los pobladores la historia del ánima
sola. Se dice que hace mucho tiempo hubo una estirpe que llenó el universo con su fama,
nobleza y riqueza; con el paso del tiempo fueron muriendo, quedando uno de ellos para
propagarla. Éste se convirtió en un hombre muy rico y temido por la gente. Le pidió a Dios
un heredero pero sólo le concedía hijas, a raíz de este hecho fue cruel con la comarca y
sembró terror en el pueblo, hasta que un día Dios le envió un hijo varón y se volvió
caritativo. Su hijo era hermoso, sabio y con dotes especiales. Tenía planes de casarse con
una bella princesa pero alguien le creó la duda de que esto no ocurriría, lo que ocasionó que
cayera en manos de la locura. Su padre al verlo en este estado lo envió a condena y,
posteriormente, murió con gran tristeza. La madre lo visitó en la mazmorra y no soportó el
dolor de ver al hijo demente y falleció. Sus hijas enloquecieron y la prometida se metió a
religiosa en una orden estricta. El causante de haberle creado la duda al joven fue un
maestro, quien arrepentido de lo sucedido fue ante el Papa y éste le ordenó vagar por el
mundo y velar por los muertos con un esqueleto en la espalda, en veranos e inviernos, con
una rama de olivo y el agua del perdón. El culto a los muertos y el rezo por sus almas se ha
mantenido en el municipio Rangel durante muchas generaciones, ya que se mantiene
vigente la creencia de ánimas vagando por el mundo, esperando salir del purgatorio para
subir hacia los cielos.
Leyenda de Misintá y la Laguna que Vuela: Se cuenta que cuando los colonizadores
llegaron a las montañas andinas, las hijas de Chía, vírgenes de Motatán que sobrevivieron a
los bravos Timotes en la defensa de sus tierras, se sentaron a llorar la tristeza de su pueblo.
Las lágrimas corrieron y formaron una laguna de agua salada, mientras que la nieve cayó y
petrificó a las dolidas vírgenes. Los indígenas mucuchíes junto al cacique Misintá lucharon
contra los ocupantes, al tanto que las vírgenes revivieron por un instante generando un gran
grito que elevó la laguna a los aires hacia donde se hallaba el dominio de Misintá. Un
tiempo después los indígenas Mucujún y Chama lucharon contra los colonos, lo que llevó a
que la laguna se elevara nuevamente y se ubicara en El Carrizal de Mucuchíes.
Leyenda del Tesoro Legendario del Pico El Águila: Se cuenta que en la época en que las
monedas eran de oro, hubo una banda de forajidos que asaltaban diversos poblados de la
región andina. La banda estaba conformada por 80 ladrones que tenían su guarida en la
zona conocida como Pico El Águila; ocultaban su dinero en un deslizamiento de lajas
situado al oeste de este lugar. Un buen día fueron sorprendidos y abatidos en el lugar, sin
embargo, uno de los malhechores sobrevivió y esperó 35 años en Barinas para regresar a
buscar el botín de morocotas con sus hijos, con la mala suerte de que antes de llegar al
lugar indicado murió. Nadie sabe exactamente donde quedaron esas morocotas.
Leyenda de la Piedra Encantada: A orillas de la carretera de este sector, hay una piedra
de aproximadamente 3 m de largo por 2 ½ m de ancho. La piedra es de forma chata en la
parte superior y de color grisáceo con 2 hoyos profundos en el centro. Alrededor de la
piedra existe una vegetación pobre y baja. Es conocida, por los pobladores, como la piedra
en donde sale el toro conjurado, muchas personas han visto diferentes fantasmas. Según
cuenta José Orama Angulo que le contó su tío de 105 años cuando el tenía 12 años, que vio
a dos animales vigilando la piedra, un toro de cachos amarillos y un perro con chispas en
los ojos. Todo aparentemente se trata de un conjuro para proteger la roca y quien logre
matar al toro rompe la maldición, así se hará dueño de un gran tesoro enterrado en el siglo
XIX.
Espanto del Páramo de Estanquez, Leyenda: Según las palabras de Jerónimo Guillen,
una vez acompañado por la neblina y el soplar del viento, se dirigía una noche al páramo de
Estanquez, con sus bestias arriando cargas de verduras y otros alimentos. De repente, una
bella mujer de cabello largo se le apareció y sus animales relinchaban más y más, mientras
la mujer se acercaba. El hombre embelezado, trató de detener el andar de las bestias y al
cruzarse con la mujer, las bestias corrieron botando toda la carga. Al poner de nuevo su
vista en la mujer, el señor Jerónimo se enfrentó con que la misma se había convertido en un
animal horroroso con los cabellos levantados. Sin más, emprendió la huida perseguido por
el feroz animal. Al llegar a su casa, Jerónimo, estaba completamente conmocionado y sin
poder hablar. Luego de calmarse pudo narrar todo lo sucedido. Cuentan los habitantes de
esta localidad que el Páramo es un lugar sagrado por la naturaleza y la vegetación que
posee, por ello se cree que el espanto que apareció no es más que el espíritu del páramo que
junto a otros deambulan por el mundo.
Sanjón de la Calavera, Leyenda: Los habitantes de Caña brava, cuentan que en Semana
Santa suele aparecer por los caminos, una calavera rodando o se escucha el quejido en un
lugar donde se cometió un crimen hace 30 años y que hoy llaman el Sanjón de la Calavera.
La historia dice que 2 hermanos se disputaron el amor de una mujer. Uno de los jóvenes
vivía junto con una bella dama, pero a ella también le gustaba el otro hermano. Un día, el
novio de la mujer la encontró en amoríos con su hermano. El joven ardiendo en ira cita al
hermano en el sanjón y sin pensarlo le dio un certero machetazo, decapita a su hermano. La
cabeza fue hallada en la cocina de una casa, después que la trajera su curiosa perra ladrona
de comida. El cuerpo del decapitado nunca fue hallado y la cabeza fue enterrada en el
Sanjón, por eso toma ese nombre. Los nombres de los protagonistas de este hecho, se
mantienen en reserva debido a que el hombre que decapitó a su hermano aun vive.
Leyenda del Hombre que se Convertía en Zángano: Los habitantes de La Joya cuentan
que existía un hombre que tenía el poder de convertirse en zángano con el propósito de
molestar a las mujeres deseadas por él. La mujer que era visitada por este aterrador zángano
amanecía al día siguiente golpeada y con moretones en brazos, piernas y el resto del
cuerpo. Irónicamente, a pesar de su cruel rutina, le dejaba flores a la mujer en la puerta de
su casa. Para prevenir la entrada del zángano a las casas, se acostumbra colocar detrás de
las puertas y ventanas, un ramo bendito amarrado con el escapulario de algún santo.
Leyenda del Sanjón de las Cinco Pailas o Sanjón del Diablo: Se cree que en este lugar
van las personas muy codiciosas que desean tener mucho dinero y conjuran al demonio o
espíritus del más allá para obtenerlo. Hay testimonios que dan cuenta de personas que luego
de haber ido al Sanjón, de la noche a la mañana tienen ganado y cultivos en sus fincas. Las
personas que van a visitar el lugar dicen que ya en la segunda paila se comienza a sentir
escalofríos en todo el cuerpo, miedo y terror por el eco de los pasos.
Leyenda del Puente de la Urbina: Se cuenta en todo el municipio, que hubo una mujer
conocida como Doña Urbina que necesitaba construir un puente sobre el Río Chama, para
ello solicitó los buenos oficios del Capitán Marqués para que llevara adelante la obra, quien
acepto complacido la encomienda. El Capitán solicitó los permisos correspondientes para la
construcción del puente y le dieron un plazo para terminarlo, sino tendría que pagar una
multa bastante alta. Sin embargo, el tiempo pasó y la obra no se concluía. En su angustia el
Capitán invocó al diablo e hizo un pacto con él: “constrúyeme en un día el puente y yo te
entregaré mi alma”. El diablo aceptó y levantó el puente en una noche. Marqués,
pícaramente, había colocado una tabla rociada con agua bendita a un lado del puente. Al día
siguiente, el diablo llamó a Marqués y le dijo: “te vienes conmigo al infierno, porque el
puente está construido”. El capitán recorrió el puente y sacó aquella tabla escondida y le
respondió al diablo: “usted no ha concluido el puente, le falta esta parte, no ha cumplido
con el trato y por lo tanto yo quedo liberado del compromiso”. El diablo se volvió candela y
huyó. El Capitán Felipe Márquez completó la obra justo a tiempo para librarse de las
multas, pero le dejó una pequeña parte incompleta para anular el pacto que había contraído
con el diablo. El capitán fue homenajeado y Doña Urbina fue complacida.
Espanto en la Travesía: En la carretera de Los Curos, en un sitio conocido como El
Tampacal o La Travesía, existe una leyenda que los habitantes llaman el “Espanto de la
Travesía”. Se cuenta que hace muchos años murió un señor en ese sector y, cuando llegó la
hora de sacarlo para el entierro, los habitantes se reunieron y formaron una procesión
fúnebre. Los hombres cargaban el féretro en sus hombros pero lastimosamente, la carretera
era inclinada, irregular y su camino muy accidentado. La distancia hasta el cementerio de
Lagunillas era mucha, así que cansados, decidieron bajar el féretro y ponerlo a orillas de la
carretera. Aprovecharon la frescura regalada por el trapiche para refrescarse y continuaron
su recorrido. Finalmente, le dan cristiana sepultura en el cementerio municipal. Sin
embargo, los habitantes de la zona aseguran escuchar ruidos extraños e inexplicables
quejidos en el lugar. La razón, según las personas de más edad fue el haber detenido el paso
y descargar el féretro en la carretera porque eso hizo que el alma del difunto penara.
La Señora que pedía Limosnas, Leyenda: Se cuenta en todo el municipio que en el
poblado de la Laguna existió una señora que esperaba a las personas en las afueras del
mercado para pedirle limosnas. Según testimonios de las personas mayores del pueblo esta
señora era humilde e imposibilitada físicamente. Un domingo como era costumbre, la
señora estaba en la calle esperando la salida de las personas. Un hombre llamado David al
verla pidiendo le dijo: “¡mujer, póngase a trabajar y no le esté pidiendo a nadie!”. Ella le
respondió: “sólo le pido a Dios que me de licencia de encontrarnos usted y yo en este
mismo camino, cuando yo me muero”.Trascurrieron un par de años y la anciana murió pero
David no se enteró del acontecimiento y un domingo visitando el pueblo se le hizo de
noche llegando a la aldea de la Laguna, en el camino, se le aparece aquella señora que
pedía limosnas los domingos. El asustado hombre fue seguido por la aparición de la señora
hasta el camino de la joya. A los pocos días del incidente David murió al parecer de causas
naturales.
El Caballero, Leyenda: Esta casa esta desolada porque -según cuenta la gente- existe en
ella un misterio o espanto. En la noche llega un jinete en su caballo, le da varias vueltas a la
casa y se detiene en la puerta principal haciendo sonar muy fuerte las riendas. Después de
eso, el jinete se baja del caballo y camina por los pasillos y alrededores de la casa; al
caminar, sus pasos chasquean, suenan como si tuviera las botas llenas de agua. Finalmente,
se monta en su caballo y le da una última vuelta a la casa mientras que su caballo relincha
para luego perderse en la oscuridad. Antiguamente, la finca sirvió de posada para arrieros
que iban de paso por el lugar, ese puede ser el origen del espanto en la casa. Allí existe un
entierro de uno de esos caballos que nunca volvió.
Mito de la Laguna, La Pantanosa: Se cree que cuando hay tempestad, truenos o
relámpagos, se puede observar cómo sale de allí un hilo de fuego que se pierde en el
espacio. Esta laguna posee un hechizo, si se le mira mientras llega la tormenta, las personas
pierden el equilibrio y caen al agua. De aquí nadie ha salido herido pero cuando alguien le
lanza piedras, la Laguna se molesta y empieza a relampaguear, a tronar y a llover fuerte,
además, el tiempo se oscurece sin importar que hora del día sea. Los encantos de la Laguna,
también sirven para atraer a muchos habitantes curiosos y se ha convertido en uno de los
atractivos más importantes del pueblo.
Doña Simona, Leyenda: También conocida como Johana, se presenta algunas veces como
una anciana, otras como una enorme serpiente negra que vive en el fondo de la Laguna. Se
cuenta en la comunidad que allí, habita en una hermosa ciudad o castillo, al que desde
tiempos inmemorables descienden las almas de los pobladores de Lagunillas al morir. Su
compañero recibe el nombre de Don Simón, él no vive en la laguna, sino que forma otras
lagunas arriba de los cerros donde están las piedras grandes en La Trampa; la piedra del
platanal de don Antonio; la piedad del Fraile que es Don Vicente y la piedra de San Bailón
de Don San Bailón. Doña Simona acostumbra llevarse a los niños perdidos en su orilla;
ellos aparecen convertidos en adultos cuando pasa el tiempo.
Curanderos que salen de la Laguna de Urao, Leyenda: Es conocida por todos los
pobladores del municipio, la leyenda de doña Simona y don Simón como dueños de la
laguna, quienes aparecen en formas de inmensas culebras negras. La comunidad comenta
que para introducirse a la ciudad que hay debajo del agua de la Laguna de Urao, hay que
traerle miche en una mucura y un gancho de chimó acompañado de una vela de cebo y una
moneda antigua. Sin embargo, muchos que lo han hecho nunca vuelven a este mundo y
quienes regresan lo hacen en un gran curandero o médico brujo. Cinco nubes viajeras,
Leyenda: Esta leyenda explica el origen de las cinco lagunas del páramo andino: Laguna
Blanca, Laguna Negra, Los Lirios, Las Palmas de Mariño y Los Anteojos. El texto de la
leyenda es original de Mazael María Belandria el Chelo. La historia es la siguiente: Cinco
nubes viajeras vagaban un día, enormes, inmensas; proyectaban sombras errantes. ¿De
dónde venían? Quisquibay, el alma de la sierra tovareña, primera hembra entre los indios
bailadores, habitantes de las riberas del río Mocoties, tenía el poder de imitar el silbido de
las aves. Un día vio volar, bajo la cumbre infinita de los cielos, a las gigantescas nubes
viajeras, cuya blancura producía fosforescencia. Tuvo envidia de ellas y quiso tenerlas para
revestir su cuerpo con tan extravagante ropaje. Corrió como loca tras las sombras; atravesó
cumbres y valles. Al fin, ya cansada, se detuvo a descansar sobre las cimas del páramo de
Mariño. Las nubes viajeras se perdieron de vista. Entonces Quisquibay se desgarró en
llanto y rasgó su vestimenta. El día llegaba a su fin; casi congelada miró hacia el cielo y
divisó al ostro de la noche, mientras se producía una aterradora tormenta que la dejó
enmudecida. En tonces, en medio de la bóveda celeste, se produjo un resplandor en el que
se desplazaban las cinco nubes viajeras, las cuales descendieron y anegaron completamente
las concavidades del páramo de Mariño, y con ellas revestida y triunfal quedó Quisquibay
petrificada.
Leyenda de Saturnino, Fundador de El Amparo: La gente de Tovar cuenta que en el
siglo XIX aproximadamente llegó, de la región conocida como El Llano, una legión de
ciento cincuenta hombres, al mando de Saturnino García; permanecieron ocultos en el
páramo de Mariño y pelearon muchas batallas. Era un batallón de patriotas que luchaban en
la guerra de independencia y su jefe tenía fama de hombre melindroso, fuerte y guerrero. Se
decía que Saturnino tenía ciertos poderes muy extraños, y podía sacar agua de las piedras
cuando no había más que tomar. Sin embargo, a pesar de su carácter indomable, cuando
miró la belleza de los lagos y frutos del bosque, quedó tan encantado que decidió comprar
El Amparo a los indios por sistema de trueque. Se casó allí mismo, enviudó al poco tiempo
y terminó por quedar mudo y trastornado a consecuencia del frío y el alcohol. Al tiempo se
volvió a enamorar con locura, pero no fue correspondido. Quiso apoderarse por la fuerza de
la mujer amada y, en medio del forcejeo, fue descubierto por la madre de ésta, quien, con la
piedra de moler sal, le dio un duro golpe en la cabeza con el cual le quitó la vida. Así murió
Saturnino, fundador de El Amparo.
Leyenda del Yeti de Palo Cruz: La población de Santa Bárbara cuenta la leyenda de la
existencia de un animal gigantesco que salía por el este de Tovar. Dicen que hace más de
seiscientos años vivían en la aldea alrededor de cinco familias denominadas Los pastores.
Una de ellas requería de una joven para el servicio de la casa, de modo que la buscaron en
una aldea llamada San Francisco, próxima a Tovar. Un día le encomendaron a la doméstica
que fuera a traer un tercio de leña; ella se dirigió al pie del Pico de Horma. A pesar del
tiempo que había transcurrido, la joven no regresaba, y decidieron salir a buscarla en el
interior de la montaña oscura y lúgubre. Se introdujeron en las profundidades de una cueva
y allí hallaron la vestimenta de la doméstica, pero no su cuerpo. De pronto un ruido los
atrajo y, cuando alumbraron mejor, se dieron cuanta de que no estaban solos, sino
acompañados del llamado Yeti de Palo Cruz, por lo que salieron corriendo aterrados del
lugar y nunca más volvieron a pasar por allí. Esta es una de las múltiples leyendas que se
cuentan tradicionalmente en la comunidad en relación a la existencia de animales
mitológicos de la megafauna andina existentes en parajes boscosos de la colina de la aldea
Santa Bárbara.
Leyenda del Cerro Pico de Horma: Esta leyenda es una de tantas que se tejen en torno a
la laguna del Cerro de Pico de Horma. Cuenta la tradición de Tovar, que en lo más alto de
la serranía, en la entrada de la laguna, se encuentra una palmera de moriche sobre la cual se
posa un loro que parece ser el guardián del lugar. Cada vez que los pobladores subían allí,
todo se tornaba oscuro y se desataba una tormenta con truenos, rayos y centellas. Cuando
los visitantes salían corriendo, cesaba completamente la tempestad. Por esta razón, la
comunidad no deja de recordar esta historia y evita acercarse a esta laguna,
fundamentalmente en la tarde o de noche.
Leyenda del Cristo de La Galera: Se cuenta que este Cristo fue visto por una niña cuya
identidad se mantiene en secreto, mientras estaba en el patio del colegio La Presentación.
Ella notó que la imagen descendía entre las nubes con la representación del Sagrado
Corazón de Jesús, derramando sangre por las manos y el pecho. Desde aquel momento se le
rinde tributo en toda la localidad y se construyó una gran imagen con la que se hacen
procesiones en su honor.
TRUJILLO
costumbres
LA MARINERA:

Cada año, desde 1960 se celebra el Concurso Nacional de Marinera, organizado por el Club
Libertad de Trujillo a iniciativa de Guillermo Ganoza Vargas. Dicho concurso se realiza la
última semana de enero.
La marinera es una danza que desciende de la zamacueca y de la mozamala. Era conocida
también como chilena, hasta que el escritor huamachuquino Abelardo Gamarra (1850 –
1924) “El Tunante”, le dio el nombre de “marinera” como homenaje a la Marina peruana
por su participación heroica durante la guerra con Chile.

La Marinera norteña se baila en pareja con vestimenta normalmente blanca.

El hombre lleva sombrero de paja y pañuelo. La mujer descalza, luce vestido bordado.

CABALLITOS DE TOTORA:
El elemento representativo de esta antigua tradición es el uso del caballito de totora,
herencia fundamental de las culturas Mochica y Chimú que se ha mantenido a lo largo del
tiempo y constituye un símbolo representativo de su identidad, con un inmenso valor
histórico.
En Huanchaco existe espacio para la práctica de deportes acuáticos entre ellos el Surf.

LA VIRGEN DEL SOCORRO:

Corría el año 1 674 y la ciudad de Trujillo se mostraba temerosa y amenazada por la peste
bubónica y una feroz plaga de insectos. Conociendo el panorama desolador, un hombre
propuso dejar la crítica situación en manos de Dios.
De esta manera, Antonio de Saavedra y Leiba, respetado deán de la catedral de Trujillo,
promovió entonces la peregrinación de una venerada imagen religiosa conocida en el
balneario de Huanchaco como la Virgen del Socorro.
Luego de trasladar con fe y emoción a la efigie de la madre de Cristo por las calles de la
ciudad primaveral, se produjo el milagro y los vestigios de la peste desaparecieron,
motivando encendidas muestras de agradecimiento en las familias trujillanas.
Años después y en respuesta al fervor popular, quedó establecida la bajada quinquenal de la
Virgen del Socorro, con itinerario y actos ceremoniales cuidadosamente programados que
han ido enriqueciéndose con el tiempo.

EL CORSO PRIMAVERAL:

Festival Internacional de la Primavera, o Festival de la Primavera es un festival y


evento cultural peruano que se realiza en la ciudad de Trujillo, entre los días finales de
septiembre y los primeros días de octubre de cada año.
Este festival alusivo a la primavera es considerado como uno de los más representativos de
la ciudad de Trujillo y que hace honor al apodo que lleva consigo de Ciudad de la eterna
Primavera. El festival es asimismo uno de los más importantes del país y que concita la
asistencia de miles de turistas de diversas partes del planeta. El principal atractivo de este
festival es un tradicional corso o desfile de primavera, en el que participan reinas de belleza
principalmente de los clubes de leones de diferentes partes del continente; y el desfile
alegórico en el que desfilan en carros alegóricos que compiten en la decoración de los
mismos por el galardón al mejor carro alegórico. Es organizado por el Club de Leones de
Trujillo.
Tratamiento de hernias en los niños: El procedimiento que se utiliza es propio de la
cultura nóstica y la utilización de dicho arbusto se ha transmitido de generación en
generación ya que algunas personas, solamente extraen la figura del pié, sin la realización
de ningún ritual. Para aliviar las hernias con el árbol llamado Indio desnudo, se le coloca el
pie derecho de la persona que está enferma y se marca con un lápiz. Luego se le pide al
árbol que sane y cierre la hernia del niño, pidiendo a la madre naturaleza, su asistencia y
ayuda. Después se extrae la figura del pie dibujado y se le recomienda a los padres que la
cuelguen arriba de un fogón de leña para que se seque lo más rápido posible. Se afirma que
en la medida en que se seque la concha a su vez la hernia va desapareciendo. Son muchos
los niños que sin necesidad de una intervención quirúrgica, se han aliviado de las hernias a
través de esta práctica. Los habitantes de la localidad tienen mucha fe a este procedimiento.
Oración para aliviar el dolor de muelas: Este remedio es muy sencillo. Primero se le pide
a la persona que mientras mastica unas cuantas hojas de hierbabuena, rece El Padre nuestro
en 7 frases como se muestra a continuación: Padre nuestro que estas en los cielos
Santificado sea tu nombre Venga a nosotros tu reino Hágase tu voluntad, aquí en la tierra
como en el cielo El pan nuestro de cada día, dándolos hoy Perdona nuestras deudas, así
como nosotros perdonamos a nuestros deudores No nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén. Se dice que da muy buenos resultados y se debe rezar con mucha
fe.
Leyenda del puente del diablo: Este puente natural es utilizado por los lugareños y tiene
un agujero que nunca se cerró, lo que dio origen a la leyenda del puente del diablo. Cuenta
la comunidad que hace muchos años un hombre de Estiguates, pactó con el diablo por
dinero y éste a cambio de concederle su deseo, le exigió construir un puente de piedra, de
no concluirlo antes del primer canto del gallo a media noche, se lo llevaría en cuerpo y
alma. El ambicioso hombre empezó su tarea afanado, pues de no terminar a tiempo perdería
el dinero proporcionado por el diablo, su cuerpo y alma. Sólo le faltaba colocar una gran
piedra para cerrar un hueco casi en la mitad del puente. Se percató de la fosa y fue al
gallinero donde trajo un gallo y lo colocó delante de un espejo iluminado por una vela; al
verse el gallo canto minutos antes de la media noche. Al oírle, el diablo salió disparado, no
regresando nunca y quedando el hueco en el puente.
Encanto del Maporal: En las montañas de El Maporal, dos cazadores, siendo ya muy de
noche, cuentan que al verse perdidos al fin encontraron un camino que los conducía a un
caserón en la montaña, en donde fueron recibidos con mucha decencia por un hombre alto
que jamás habían visto. Quien en tono grave se dirigió a ellos y les hizo invitación para que
entraran a la casa. A uno de los cazadores le preguntó qué hacia cazando por estos predios;
al igual que les expresó con tono de autoridad que los animales que habían cazado eran
propiedad de sus dominios y les indicó que debían cazar hacia el otro lado, refiriéndose más
o menos para los lados que daban hacia peña blanca. En ese sitio, se podía apreciar todo un
llano con muchos animales y pasto dividido en parcelas. En voz baja y en tono de
reverencia les dijo ahí viene el jefe, en ese momento pasó un hombre más extraño todavía
con cinturón de cuero grueso y pistola de concha de nácar y de sombrero de pelo de guama
amarillo, quien pasó por un lado ignorándolos completamente. Uno de los cazadores le dijo
al otro la pezuña compadre ¡yo aquí no me quedo ni de vaina, apresúrese porque nos
vamos. El encanto, como leyéndoles la mente, les dijo se pueden ir, pero más adelante
pueden hallar más sorpresas. Y en efecto se encontraron con dos lagunas que nunca habían
visto, baquianos como eran del páramo, no tenían noticia de su existencia. Siguieron
caminando con la noche sin luna y con mucha dificultad encontraron el camino de regreso a
casa.
La Piedra del Diablo: La piedra está ubicada en un sitio llamado El Guayabal. Es una
piedra de grandes dimensiones, la mayor parte se encuentra enterrada y en sus partes
visibles se suele apreciar los cascos de lo que los pobladores llaman la mula del diablo. La
leyenda afirma que se trata de la huella impresa en piedra de los cascos del diablo. El
pedrusco lo iban a dinamitar en una ocasión, pero sus vecinos se opusieron por los daños
que podían causar a sus alrededores. Se puede ver al lado de la vía que conduce de La Vega
de Chachique a Cabimbú.
Usos medicinales del llantén: Esta planta crece en toda la población por el clima y la
humedad de la tierra. Es una hierba que mide aproximadamente 20 a 40 centímetros de
altura. En su tallo, en el tope, sostiene unas florecillas de color amarillo verdoso, todas en
forma de espigas y también da frutos que tienen forma de cápsula. Sus hojas son grandes,
anchas y alargadas, lampiñas y de bordes enteros. Se pueden utilizar para remedios caseros
como cicatrizantes, astringentes, expectorantes y depurativos. Las hojas y semillas se
cocinan por 5 minutos y se deja reposar. Al colar se aplica en la parte afectada como
lavados y gárgaras; también se usa para las hemorroides.
Leyenda de la Capilla de la Virgen del Valle: La Virgen del Valle fue encontrada el 3 de
noviembre de 1989 y se colocó arriba de un lavandero que había quedado de una casa que
fue arrasada por la corriente años anteriores, donde hubo una tragedia en la que murieron 8
personas. La piedra que tiene la imagen de la Virgen fue encontrada por Milton Segovia.
Una mañana éste se dirigía al pueblo cuando de repente observó un reflejo de luz
proveniente de una piedra ubicada en el agua de la quebradita. Miltón llamó a varios
lugareños y entre 4 personas ataron la piedra con un mecate y la trasladaron hasta el sitio
donde permanece actualmente. Posteriormente en septiembre de 1991, Dalia Morales,
residente en Caracas, mandó a construir la capilla en agradecimiento a un favor concedido.
Luego el sacerdoteMario Chinchilla y Ramón Aponte, visitaron la capilla e hicieron venir a
monseñor Vicente Hernández, quien manifestó que se trataba de la Virgen del Valle.
Actualmente la veneran con misas, rezos, velorios y todos los 3 de noviembre celebran su
aparición.
Leyenda de María Luisa: Un día María Luisa, que tenía tres años subió con su mamá a la
montaña a buscar un tercio de leña y ordeñar las vacas. Mientras su mamá ordeñaba a la
vaca, la niña se quedo sola cuidando la leche para ir a buscar leña. Al regresar no encontró
ni a la niña ni la leche por ningún lado. La madre comenzó a buscarla, pero no la encontró
hasta que por fin decide bajar al pueblo para que los vecinos le ayudaran a encontrarla y así
pasaron semanas y semanas. Los vecinos decidieron ir a la laguna que quedaba bastante
lejos de donde la había dejado su mamá, pero cuando llegaron se dieron cuenta que
alrededor estaba la totuma de la leche y los cabellos de la niña María Luisa. La comunidad
de Jajó nombra mucho esta leyenda, es por ello que le colocaron el nombre de la laguna de
María Luisa.
Leyenda de la peña de Oro: Se comenta en numerosas leyendas, que este cerro es el
guardián de un tesoro que un jefe civil había incautado alrededor de 1920. Dicen que había
un arreo de mulas cargadas con lingotes de oro. Se presume que las mulas se despeñaron, y
otros que el arriero hurtó el cargamento. El 24 de junio día de San Juan, cuentan que
aparecía en la cima una bandera inmensa dorada del fino oro macizo, y algunos curiosos
emprendían divertidas excursiones en busca del codiciado tesoro.
Historia del entierro en trapiche de los González Pacheco: En el sitio del entierro se
encuentra una casita abandonada de tapiales, su antiguo uso era el de un molino de harina
de trigo que datan del año 1894. Se dicen que cinco personas decidieron excavar el sitio
donde supuestamente, se encuentra el entierro que ya tenía un buen hoyo. Cuando de
repente en la parte de arriba, exactamente en la calle salió, un grupo de personas que
habitan la casa del general González Pacheco, gritándoles que salieran de ahí, porque un
cuadro que se encuentra en la sala de la casa retrato del general, había comenzado a
estremecerse y que en la casa había mucho ruido. Estas personas salieron despavoridas y
luego se enteraron por un espiritista que debía morir una de los que desenterraran el tesoro.
Actualmente sirve de depósito para siembras y pastoreo de animales.
Entierros de Tuñame: En el sitio llamado, Peña de la galería, en Tuñame, los abuelos en las
noches oscuras se observaban luces, bultos y siluetas de personas que llevaban un burro con
maletas. Esto se creía que era un aviso de entierros, es decir, las personas que morían
dejaban su dinero o morocotas enterradas y esto aparecía para avisar donde estaba
enterrado el dinero. Un señor el 31 de diciembre vio una luz en el camino y junto con dos
amigos, la siguieron, pero se llevaron picos y palas porque se corría el rumor que había
plata enterrada. La luz llegó hasta un árbol y estos hombres comenzaron a abrir un hueco,
pero de repente sintieron escalofrío y observaron una nube blanca espesa que se movía
hacia ellos. Las personas de Tuñame, aseguran que en varias casas y haciendas, han
encontrado plata enterrada, después de haber seguido estos espectros y cavando encuentran
ollas o baúles llenos de plata.
Leyenda de la Serpiente de Coral: Se trata de un milagro que se realizó en la montaña de
La Morita, alrededor de 1800. Un día un señor que vivía en La Morita, sufrió de lepra y las
personas que habitan el pueblo lo aislaron. Debido a eso decidió meterse en la montaña
para vivir. Su esposa le llevaba todos los días la comida y una tasa de leche a la montaña,
pero no se dejaba ver. Cada vez que ella subía, observaba que de la cueva salía una culebra
y probaba la leche. Un buen día ella sube a la montaña y el esposo le pide que le busque
ropa; al verlo se da cuenta que está totalmente sano. Sin embargo, él le pide que no le diga
nada a nadie. De la emoción ella baja al pueblo y le cuenta al sacerdote. En seguida el padre
hace una romería y suben a la montaña a buscarlo. Lo que significó que la culebra coral
había curado la lepra del señor. Esta leyenda se ha contado por generaciones en la
población de Jajó.
Leyenda de La luz de la Plata: La luz de la plata es un fenómeno que suele salir en
Semana Santa, especialmente jueves y viernes santo, gran parte los buscadores de fortunas
salen a vigilar una luz que aparece en la finca El Mamón. Algunos interesados tienen un
medio de plata o un Cristo de oro debajo de la lengua y pregunta a la luz quiere salir de
pena, me puede decir donde está la luz. Luego ese mismo destello los conduce a un zanjón
donde al parecer desaparecen los buscadores; otros han hecho varios huecos y han sido
atacadas por avispas y ruido que no los dejan llegar a obtener dicho botín. Esta creencia es
muy valorada pues quienes han podido encontrar dicho tesoro se han beneficiado y han
sacado de pena a quien lo había enterrado.
Patios de Brujas: Es un sitio ubicado en los altos de El Chuchuco, en el camino que lleva
al páramo de Cabimbú, en donde las mulas conducidas por los arrieros eran sacudidas por
el viento que circula en el lugar. Según los lugareños este sitio se reunían las brujas ya
consagradas de la región para dar la bienvenida a las novicias, imponiéndoles como
condición que tenían que besar al gran maestro, quien tenía un rostro horrible para poder
optar al grado de Brujas. Entre los habitantes del pueblo se hablaba de la existencia de
algunas mujeres brujas. Para detenerlas en sus vuelos nocturnos en los techos de las
viviendas colocaban una porción de mostaza, una tijera abierta en forma de cruz y unos
interiores de las personas que hacián el rito. Al sentir que la bruja se posaba sobre el tejado
de la vivienda, le gritaban vuelva mañana por sal y al otro día la persona que menos estaba
bajo sospecha se presentaba a pedir una medida de sal en calidad de préstamo.
Leyenda del viejo de barba azul: José Evangelista contaba que había una cueva debajo de
una piedra; cuando pasaba por allí, se colocó en el sitio a descansar en la piedra y se quedó
dormido. Al despertarse se encontraba dentro de un palacio con objetos de oro, como
tinajas y objetos de oro. Mientras contemplaba todo lo que veía, se le apareció un hombre
vestido de azul con gorra azul y barba azul y le dijo bienvenido a su palacio. Fue tanto su
asombro que quedó mudo por un rato y sentía miedo por su forma del viejo. Pero el señor
de la barba, le tocó y le dijo vuelve a tu mundo y le entregó una monedita de oro diciéndole
que no la gastara para comprar porque la moneda desaparecería. Cuando despertó apareció
dentro de la cueva se dirigió montaña abajo y en la bodega que encontró quiso comprar
algo allí y se le desapareció la moneda. Estas anécdotas se han convertido para sus
pobladores en una creencia porque les sucedió a varias personas del pueblo.
Leyenda de Espanto: Antes de que llegara la planta eléctrica a La Quebrada, la penumbre
nocturna era alumbrada con lámparas de carburo, fabricadas por Pedro Montilla, la
encendían a golpe de siete de la noche. Estas lámparas colocadas estratégicamente en cada
esquina, no duraban casi nada. A las 9 de la noche el pintoresco pueblo se encontraba en
tinieblas. La oscuridad hacía posible el surgimiento de numerosos espantos que desandaban
calle arriba y calle abajo, ante el estupor y miedo de los apacibles quebradeños. Los
espantos en todo caso no eran tales. Se daba el caso de que fuera sino uno que otro vivo que
solía visitar a algún amor clandestino a altas horas y en muchos casos damas del buen vivir
que corrían a los brazos de su adorado tormento, ya sea a La Travesía, la calle del Sobaco,
La Capilla y La Pueblita.
Entierros de Botijas: En el sector existen numerosas leyendas acerca de los entierros, que
se debían fundamentalmente al dinero almacenado en morocotas, que se enterraban por sus
dueños para asegurar que estaban en un sitio seguro. Se abría un hoyo regular y se
depositaba su tinaja o se hacía lo mismo bajo una inmensa piedra debajo del fogón de la
casa, en una gruesa pared de tapial. Cualquier sitio era bueno para guardar el dinero esto se
debía a que no existían bancos donde depositar las cosas de valor. Cuando fallecía, quien ha
enterrado su dinero, las cosas se complicaban más, su alma quedaba en pena y comenzaba a
vagar sobre todo como un cocuyo inmenso, luz azulita y parecía que comenzaba a caminar
hacia donde estaba la botija

TACHIRA

Festejos, Costumbres y Tradiciones del estado de Táchira

1- Visita a los Siete Templos

Esta es una tradición Española, que se celebra cada año en Táchira, durante el día conocido
como Jueves Santo. La visita a los Siete Templos simboliza el encarcelamiento de Jesús.

Durante la Visita a los Siete Templos en Táchira, el Santísimo Sacramento es venerado y


trasladado entre los siete templos de la región.

Hay una ceremonia de lavado de pies y de eucaristía, así como una misa tradicional. La
Visita a los Siete Templos es una hermosa tradición de Táchira para las personas católicas.

2 – Danza Tres Andina

Este es un tipo de danza, en la cual bailan grupos de tres personas. Los hombres
acostumbran vestir con pantalones caqui y camisa blanca, mientras que las mujeres visten
con faldas no muy largas, ruanas, un sombrero y otros accesorios tradicionales.

Los ritmos del galerón tachirense y la coreografía de esta danza, hacen que esta sea una de
las tradiciones del estado de Táchira más populares.

3 – Bola de Candela

Esta es una tradición un poco nueva y algo peligrosa, pero es sin duda algo que hace de
Táchira un lugar original.

Algunos consideran la Bola de Candela un deporte, ya que se toman trapos y se mojan con
queroseno, para convertirlos en pequeñas bolas de fuego que las personas patean como
pelota de fútbol.
Aunque esta tradición ya no se practica tanto como antes, aún se sigue practicando durante
los juegos navideños y es algo que muchas personas disfrutan en Táchira.

4- La Feria Internacional de San Sebastián

La ciudad de San Cristóbal celebra todos los años durante el 19 y 27 de enero, la ya muy
famosa Feria Internacional de San Sebastián.

Durante esta feria, hay corridas de toros, deportes, bailes con orquestas, comidas y mucho
más. El 20 de Enero se celebra una misa en honor a San Sebastián, quien es el patrono de
la ciudad de San Cristóbal.

5 – Quema del Año Viejo

Como puede imaginarse, esta tradición se lleva a cabo cada 31 de diciembre a las doce de la
noche y es la manera de dar la bienvenida al año nuevo y dejar atrás el año que se acaba.

Durante estas ceremonias, hay fuegos artificiales y las personas crean un muñeco con
vestimentas representando a personajes de su historia actual y pasada, el cuál es quemado a
las doce de la noche del último día del año.

Se forma una gran fogata con el muñeco y las personas reciben el año nuevo en silencio por
unos momentos para después festejar y celebrar.

MITOS Y LEYENDAS

La Lombarda, relato popular: Se trata de una historia que alude a una familia muy
humilde que vivía en Mesa de Aura, Páramo del Zumbador. La familia la integraban los
esposos Gómez Mora y sus seis hijos. Entre ellos una joven que se destacaba por su belleza,
encanto y sus facetas artísticas. Quienes la oían cantar quedaban impresionados de su voz
angelical. Su nombre era Lombarda y por cariño la llamaban Lombardita. Sus padres la
cuidaban mucho y al ver que alguien la veía le llamaban la atención. El padre y el hijo
menor acostumbraban a cargar en la cintura un cuchillo para cuidar a Lombardita. A pesar
de todas las precauciones que tomó la familia, la joven se enamoró y escapaba por las
noches a verse con su amante. Cuando su madre la descubrió el joven huyó y Lombardita
recibió una paliza de su padre que la esperaba furioso. Lombarda resultó estar embarazada
de aquel joven y por lo tanto obligada a confesar el nombre de su amante y a casarse con él
cuando éste volviera. Al nacer el niño, resultó la alegría de la familia y lo llamaban
Lombardito.
Leyendas asociadas a espantos: Dentro de la comunidad de Macanillo hay muchas
creencias asociadas a seres del más allá cuyo objetivo es espantar a los habitantes sobre
todo en horas de las noches. Varias de estas creencias están tan arraigadas en la mayoría de
los habitantes, que muchos consideran peligroso andar de noche por temor a ser asustados
por estos espantos o espíritus. Entre estas creencias encontramos a la leyenda de La
Llorona, la cual se trata de un espanto de género femenino que vaga por las calles del
pueblo llorando por la muerte de su hijo. Entre otras leyendas también podemos nombrar a
El diablo, El chiflaperros (espíritu de hombre que se le pasa silbando por las calles), El
pescador y La gritona, quien es un espanto que canta en las noches oscuras.
Creencia en torno al canto de los gallos: Los gallos cantan, generalmente a las 12 de la
noche, pero cuando cantan a deshoras, es decir, a las 11 pm o a la 1 o 2 am, es señal de que
habrá un temblor, pleitos, heridos, guerra o muerte. Cuando cantan a las 4 de la tarde se
considera una señal más grave. Es importante decir, que el desastre que predice el canto del
gallo no ocurre necesariamente al día siguiente, puede ser a los tres días o incluso una
semana después... y si una gallina canta como un gallo, hay que matarla, para que no siga
llamando lo malo.
Leyenda de Anunciación de Ordúz: Dentro del cementerio de San Cristóbal se encuentra
la capilla del ánima de Anunciación de Ordúz. La historia cuenta que esta mujer era casada
y vivía por la calle 8 de barrio Obrero, en la Quinta Villasmil. Una noche cuando regresaba
de trabajar como servicio doméstico, su esposo, en estado de ebriedad se encontraba detrás
de una pared con un cuchillo, la tomó del cabello y la golpeó hasta dejarla casi inconciente.
Ella gritaba y pedía auxilio, pero ningún vecino se atrevió a salir. El esposo, lleno de celos,
sacó el cuchillo y comenzó a apuñalarla, ella logró escapar y corrió hacia un monte en
donde finalmente murió. Se cree que el ánima de esta persona ha realizado muchos
milagros a personas creyentes en ella.
Creencias sobre los caniculares: Se conoce como caniculares cuando llueve al mismo
tiempo y hace un fuerte sol y en la noche un frío tremendo. Se cree que los caniculares
enferman las plantas y los animales, porque los parásitos se alborotan en el pasto tierno.
Cuando esto pasa, se limpia la maleza para dejar sanitos los potreros.
Leyenda del tesoro perdido: Cuenta Luisa Sánchez que en el solar de su casa había oro
enterrado. El mismo estaba protegido por un hombre vestido de blanco, al cual todos
conocían como El espanto. Este personaje salía después de las 12 de la noche. Esta leyenda
data aproximadamente del año 1910.
Leyenda de Manaure El Cacique: Muchos pobladores de la región han oído hablar del
Cacique Manaure. Todos los pueblos alrededor del Parque Nacional El Tamá tienen
leyendas sobre su existencia en las montañas. Se cuenta que el cacique Manaure vivió en
otras épocas, aunque se dice que está todavía en esas minas que brillan, hacia los lados de
Santa Ana. La mujer de Manaure estaba en Colombia, en un cerro que se llama el Cerro de
la Vieja. La iconografía de Manaure lo ilustra como un hombre que infunde temor y
respeto; en otros relatos aparece como un hombre encantador, del que se dice: "antes iba la
gente a mirarlo y sí lo podían ver y hablar con él; a otros les formaba unas tronasones y
lluvias; algunos lo encontraban convertido en un pato en una laguna y decían que ese era el
hombre". La comunidad del sector Chorro de El Indio afirma que allí mora el cacique
Manaure, que él los cuida y que además es un sitio encantado donde se pierde la gente, se
ven indígenas, entre otros fenómenos. Cuando Eustoquio Gómez comenzó a construir la
carretera de El Corozo se le atravesó Manaure y no lo dejó hacer la carretera, diciéndole:
No me haga carretera por ahí, porque por ahí no se la dejo hacer; y tuvo que hacerla por
otro lado, porque el cacique tenía minas ahí y había una cruz de oro que sale desde Machirí
hasta Santa Ana, va por debajo de San Cristóbal y es de Manaure. De acuerdo al relato del
señor Domingo Moreno "cuando estaban abriendo la carretera se crecía el chorro y no los
dejaba pasar porque de una vez bajaba otro derrumbe y tapaba la vía. Entonces vinieron
unos que sabían que había que pedirle permiso al cacique, quien les dijo: Sí les voy a dar
permiso pa' que pasen, pero primero tengo que sacar unos coroticos que tengo ahí. Cuenta
un señor que como a los tres días bajó una abundada bastante fuerte y bajaron pailas, barras
de oro, canoas, corotos y todas las cosas que tenía Manaure. Después les dijo: Ahora sí,
ahora pueden seguir la carretera, y ahí fue que lo pudieron hacer.
Leyenda de la potranca del diablo: Hacia la década de 1930 el pasaje acueducto era un
lugar sumamente tranquilo y pocas personas en hora de la noche transitaban por él.
Respecto a ese lugar se cuentan historias de personas que en la noche lo transitaban; como
es el caso del sonido de cascos de caballo proveniente desde el liceo Simón Bolívar hacia la
parte alta de la ciudad para luego perderse en la montaña. Se dice que era un jinete envuelto
en una capa oscura que montaba una potranca alazana cuyos cascos no tocaban el piso pero
que sin embargo parecía que sus herraduras echaban chispas en el concreto y se iluminaban
las calles oscuras. A esta aparición los lugareños la llaman la potranca del diablo.
Leyenda de la gritona: En diferentes localidades del municipio Rafael Urdaneta, sobre
todo en la aldea Las Lajas, desde hace muchos años se ha oído la leyenda de la gritona que
aparece en las cercanías de la quebrada La Cocoroca. Cuenta la historia que una mujer que
vivía en el sector, al quedar embarazada y dar a luz, ahogaba a sus hijos en las aguas de la
quebrada. Cuando hizo esto con el cuarto hijo la pena no la dejó vivir y murió ahogada.
Desde entonces varias personas por las noches escuchan gritos desgarradores de una mujer
que causan miedo y escalofrío. También dicen que cuando la mujer está furiosa provoca
crecidas en la quebrada desbocándola de su cauce. Sus principales víctimas han sido los
arrieros quienes tenían que atravesar estos caminos a altas horas de la madrugada para
llevar sus cargas a los mercados de Delicias, Rubio y San Cristóbal. Los hombres que han
tenido la desafortunada experiencia de verla la describen como una mujer alta de larga
cabellera negra, su rostro es una calavera que emite fuego por los ojos, sus ropas son negras
y desgarradas, a sus pies una jauría de perros negros de ojos rojos la muerden. El propósito
de este espanto es matar a las personas que alcanza; quienes se han logrado salvar es
gracias a escapularios que ahuyentan a la gritona. Los pobladores saben que si la mujer
grita no se le debe contestar, pues de inmediato aparece a buscar a quien lo hace. En el
poblado Las Lajas existe otra versión de esta leyenda que refiere la experiencia de un
hombre que se levantaba muy temprano a realizar de madrugada queso para vender en el
mercado municipal. Una madrugada, por tiempo de cuaresma, cuando iba por el camino
real en el sector llamado Pabellón, escuchó unos gritos aterradores, que lo llenaron de
espanto. Allí estaba una mujer, con vestidos rasgados, pelo negro y muy largo, y ojos que
arrojaban fuego. El hombre huyó despavorido, ante la terrible aparición. Se dice desde
entonces que la gritona se aparece por tiempos de cuaresma y Semana santa a viajeros
intrépidos que van en búsqueda de dinero, o a vender algo en el mercado, y pasan por esos
senderos de Pabellón.
Leyenda del espanto del diablo: Se trata de una leyenda muy difundida en el poblado que
reza de la siguiente manera: Se acercaba la hora de la media noche, y Ramón iba por el
camino real, acompañado de su esposa y su hija primogénita Rosa. Era uno de esos días
muy fríos y nublados en donde apenas se puede ver a medio metro de distancia debido al
manto blanco y espeso que forma la niebla. La pequeña Rosa estaba muy cansada, ya que
llevaban muchas horas de camino debido a que venían de Herrán, Colombia, donde
asistieron a la misa del primer viernes de mes. La esposa de Ramón sintió una actitud
extraña de la niña; al cargarla temblaba de manera muy extraña. De repente sintió cómo los
perros de las casas vecinas al camino comenzaron a aullar como locos y los gallos cantaban
como si sintieran un peligro cercano. !Apure mija!, fueron la palabras de Ramón mientras
se persignaba. Al cruzar el camino hacia su casa, tomó a su mujer bruscamente de la mano
apartándose del camino y se escondiódetrás de una mata de fique. A los pocos segundos
escucharon un ruido como si de la montaña hubiese bajado en una avalancha de piedras, y
al momento vieron bajar una gran sombra negra con grandes cachos que se desplazaban a
gran velocidad. Luego de ese gran susto quedaron desconcertados, pero no detuvieron el
paso hasta llegar a su hogar. La mujer preguntó a su esposo por lo sucedido y él contestó:
Dios y la Virgen nos protegieron; eso que vimos es el capataz –el diablo– que baja
buscando almas para llevarlas para el otro lado. de la piedra Se cuenta que un 28 de junio,
un grupo de trabajadores de Las Lajas, entre ellos Richard Capacho, Natividad Masaroba,
Gonzalo Bautista, Dionisio Bautista, Belén Lizcano, Jesús Bautista, José Lizcano, estaban
picando piedra para una obra en la comunidad. Hacia las dos de la tarde, cuando estaban
picando una laja grande se percataron de que la roca no se abrió, y luego se sorprendieron
al ver en ella la imagen de la Virgen. Aunque muchos la veían con claridad otros decían que
no la distinguían. Llamaron a más personas de la comunidad para que observaran lo que
habían encontrado. Al ser consultado el párroco de la comunidad afirmó que la imagen de
la piedra se parecía a la Virgen del Carmen. Más tarde fue llevada a la capilla y poco a poco
fue tomando un color brillante. Actualmente se guarda allí con mucha devoción y es
considerada la protectora de la de la aldea.
Leyenda de la luz: Cuentan que un fin de semana, unos arrieros se reunieron a tomarse un
guarapito, y a contar las anécdotas que encontraban en el camino. Uno de ellos cuyo
nombre era Luis le preguntó a otro llamado Ramón cómo era el cuento de la luz, pues Luis
pensaba que esa historia era invención de la gente para asustar a quienes les gusta trabajar y
salir a cualquier hora con sus mulas cargadas. El interpelado, quitándose el sombrero y
rascándose la cabeza, le respondió: Pues usted no cree compadre, pero la luz es un espanto
que hay que respetar, yo que usted no le hacía burla y mucho la estaría invocando, mejor
bébase un guarapo y cojamos temprano para el rancho. Luis pensó que era broma y cuando
se dirigía hacia su casa, observó que su caballo se trancó y por más que le diera con el rejo
no caminaba y allí quieto levantaba sus orejas como si escuchara algo. El hombre con
asombro y muerto del susto vio pasar cerca de ellos una gran luz, resplandeciente que se
desaparecía entre un ramal. Salió corriendo a toda velocidad hasta su casa. Al abrirle la
puerta, su mujer se asustó mucho y le dijo Hombre: ¿qué le pasa?,si parece un papel de lo
blanco que está. Pero Luis sólo respondía La luz, la luz, la luz. Después de un rato el
hombre contó lo sucedido y la mujer lo regañó diciéndole: Eso es para que aprenda a
respetar, agradezca que es un buen cristiano y Dios escucha mis oraciones o si no la luz se
lo hubiera cargado.
Leyenda de los duendes de Villa Páez: Los nonos o abuelos siempre cuentan a los niños
que en Villa Páez suelen salir duendes. Estos son unos personajes de baja estatura y muy
pícaros. Hay quienes afirman que eran ángeles, pero por ser desobedientes los echaron del
cielo. Dicen que no hay que tenerles miedo porque no son seres malos, sino que sólo se
entretienen haciendo picardías como esconder las cosas. Aunque también afirman que
esconden a los niños sin bautizar y se los pasan por el cuerpo para recordar cuando estaban
con Dios. Este tipo de historias son contadas más para entretener que para intimidar a los
más pequeños.
Leyenda del cojito: Se dice que una vez dos niños estaban jugando y entreteniéndose con
lo que encontraban. Uno de ellos, Julián, vio un árbol muy alto y retó a su primo Pedro y su
hermano Pablo a que se encaramaran. En eso se les hizo tarde y cuando se dieron cuenta ya
la noche estaba cayendo. Asustados por la oscuridad aceleraron paso. De pronto, en una
parte de la montaña, vieron que subía un ser muy extraño, su cabeza parecía una vejiga de
res gigante y de color morado, al hombro cargaba una pata, pegaba brincos y hacia sonidos
extraños. Los niños salieron corriendo y su mamá salió a esperarlos al escuchar desde lejos
como lloraban y gritaban !mamita, mamita!. Ella los abrazó y les dio un posillo de
aguamiel y cuajada para que se abrigaran y les pasará el susto. Ellos describieron con
mucho detalle la aparición y la madre los abrazó diciéndoles: !Mijiticos! eso es para que no
se entretengan en el camino y hagan caso. Eso que ustedes vieron ese era el cojito que
busca niños en las noches, se roba los pañales de los chiquitos y agarra a los grandes y
nadie los vuelve a ver, gracias a Dios que cargan sus escapularios benditos, pero deben
aprender y venirse para la casa, apenas los suelten de clase.
Leyenda de las luces del páramo del Tamá: Según habitantes de Betania y Villa Páez hay
dos luces que se ven a los lejos, en el páramo del Tamá, y llaman la atención porque se
cruzan en el aire. Cuentan los pobladores que las han visto desde hace más de ochenta años
y cuando pasan cerca de ellas, éstas sacan chispas y toman forma de dos piernas. Cuenta
José Avilio Sierra que esas luces son las extremidades de un arriero que fue mutilado para
robarle su carga de cacería. Quienes dicen haberlas visto cuentan que no se les quitaban de
encima, provocándoles un gran susto.
Ruda, planta medicinal: Planta aromática que crece hasta 150 cm, de tallos fuertes y
ramificados y hojas verdes y amarillentas. La ruda es una planta que se cultiva desde hace
muchos años en el municipio. Se considera que posee diferentes propiedades aprovechadas
por los curanderos de la zona, quienes la emplean en los remedios y recetas que ofrecen a
sus enfermos. Combinada con leche ayuda a sanar el mal de estómago. Asimismo, la ruda
se utiliza en baños para limpieza de malas energías del cuerpo y para darle sabor al calentao
hecho a base de miche.
Creencias en torno a la sábila: La planta de sábila es muy apreciada por sus valores
medicinales, por ejemplo para curar heridas. Además se tiene por costumbre colocar una
penca de esta planta en el sitio donde se reciben las visitas. Se cree que una planta de sábila
amarrada con cinta de color rojo y verde atrae el amor entre los miembros de la familia y la
buena suerte. Asimismo se cree que la sábila colgada detrás de la puerta aleja espíritus que
rondan las montañas y las malas energías como la envidia, la pereza. También se cree que
ahuyenta las brujas y los espantos. Se dice que si la planta crece frondosa y fresca durante
años es señal de buena suerte; cuando se marchita, es porque ha absorbido las malas
energías.
Leyenda del hachonero: Es un relato que ha permanecido a través del tiempo como una
leyenda de la comunidad, causando pavor para el que por la tarde o noche transita estas
tierras. Refiere la leyenda que una mujer estaba sola en la finca Miralindo, porque su
esposo se había ido para Herrán desde muy temprano en la mañana. Ya era muy tarde
cuando oyó llegar el caballo al que reconoció por su relincho. La mujer salió pensando que
el patrón había llegado, pero el caballo venía sin jinete, y se preocupó porque su esposo no
estaba sobre la bestia. Entró a la casa y llamó a su pequeño hermano Pedro para que lo
ayudara a quitarle las riendas y la silla al animal. La luna llena y clara permitía divisar todo
el lugar. Cuando estaban cerrando el portillo, resplandeció una luz fuerte como una llama
de candela, cerca de una piedra que la llamó la testigo. Asustada, la mujer le dijo a su
hermano que corrieran. En ese momento les salió el hachonero, de quien ya habían tenido
noticia por comentarios de la gente. Corrieron y corrieron asustados. La mujer se refugió en
una casa de barro que estaban construyendo y aún no había sido completada, la cual tenía
aún muchos huecos y esperó allí a su hermano mientras recordaba las palabras de su madre
que decía que el miedo no entrara donde había techo. Comenzó a rezar asustada, invocando
a todos los santos para que la protegieran, pensando en su esposo y su hermano. Cuando se
acercó el hachonero su corazón se aceleró y le temblaron las piernas; pensó que iba a entrar
pero no pasó. La figura fantasmal era un hueso pelado, alrededor salía candela que daba
vueltas y ráfagas, era enorme y flotaba por el aire porque la casa estaba bastante alta del
camino y sobrepasaba el lugar. El espanto pasó de largo y la mujer salió corriendo a buscar
a su hermano a ver que le había pasado. Cuando más tarde apareció su esposo, arañado por
las plantas de moro, él le contó que alguien lo había bajado del caballo apartándolo del
camino.
Leyenda del espanto de Mata de Guadua: Cuenta la leyenda que era la hora de la
madrugada cuando un arriero llamado Clemente debía atravesar el camino real que
conducía a la población de Ragonvalia (Colombia), tomando la vía que baja a Puente
Alianza y permite el cruce del río Táchira, los tiempos eran difíciles y el trabajo de arriero
producía apenas el sustento del hogar. Iluminó el camino con la pequeña luz que producía
su tabaco y empezó su descenso; cuando llegó al sector El Limoncito sintió un escalofrío
que le erizó toda la piel, pero trató de ignorar el miedo y arreó su bestia para acelerar el
paso. Después de pasar no aguantó las ganas de voltear al sentir una presencia que lo
observaba. El tabaco se le cayó del susto al observar una extraña figura que
inexplicablemente aumentaba de tamaño y parecía estar cada vez más cerca. Esta vez sin
pensarlo dos veces golpeó a su mula con el rejo, bajando el camino con la velocidad del
rayo, mientras se metía a la boca un crucifijoque siempre colgaba de su pecho. Después de
esa experiencia no volvió a cruzar esos caminos de noche, además de repetirse la
inexplicable experiencia con varios arrieros de la zona que desconocían la aparición de un
espanto en Mata de Guadua.
Origen milagroso de la imagen del Santo Cristo de La Grita: En 1610, a causa del
terremoto que destruyó la ciudad, los frailes franciscanos se trasladaron a un campo
llamado Tadea. Entre ellos se encontraba un escultor que se distinguía por su piedad y no
por sus dotes artísticas, de nombre fray Francisco. Aterrorizado por el sismo, ofreció al
cielo realizar una imagen del crucificado para rendirle culto especial y consagrarle la nueva
ciudad. Trazó en un gran tronco de cedro la imagen y pronto se exhibió una figura humana,
la cual no tenía las características del Cristo moribundo. Pasaron los días y fray Francisco
no lograba interpretar la expresión sublime. Una tarde comenzó a orar y un éxtasis
profundo lo embargó y cuando volvió en sí, ya tarde en la noche, escuchó que en la pieza
de su trabajo golpeaban los formones y el raedor pasaba por las fibras de la madera. Se
acercó y algo como una figura humana envuelta en una ráfaga de luz, salió a través de la
puerta, encandilándolo. Le contó a sus hermanos y a los albores del día, fueron todos al
lugar donde se encontraba la imagen y la hallaron terminada. Fray Francisco lloró de placer
en aquella paz divina, pues en la imagen estaban los rasgos que él había concebido y que en
vano le fue posible expresar. Esta es la historia de la sagrada imagen del Santo Cristo de La
Grita, valorada por la comunidad como su santo patrono.
Mujeres misteriosas de la plaza Jáuregui: Las personas mayores cuentan que a los
trasnochadores enamorados se les aparece una bella mujer, vestida de blanco, que, al ser
abordada, comienza a crecer en altura y los persigue. También se ve una mujer joven,
bonita, vestida de negro, sentada en los escalones de la puerta de la Iglesia Nuestra Señora
de los Ángeles, que aparece en las madrugadas frías. Mientras no sea molestada esta
aparición permanece inmóvil pero si le hablan dicen que se transforma en una horrible vieja
dientona y malhumorada que ataca a los hombres. El señor Dionisio Contreras, ya difunto,
contaba que siendo muy joven posaba donde los Duque y a media noche llegó un joven
medio muerto del susto, cayó desmayado en el zaguán y al abrirle la puerta observó la
imagen blanca y alta que se le acercaba, tiró la puerta y se puso a rezar para ahuyentarla.
Esta leyenda se remonta a principios del siglo XX y actualmente es contada por las
personas mayores para que los jóvenes tengan cuidado.
Leyenda de Carmelo Niño y el diablo: Carmelo Niño era un personaje al que se le
recuerda como peón de hacienda, cantante, bailarín y apostador. Residente de la comunidad
de Veracruz, se le reconoce la composición de muchas coplas y corridos. Según la tradición
oral, un día le salió una gran culebra en el barranco del puente La Ratona y el susto fue tan
fuerte que cayó privado y lo dieron por muerto. A la media hora del velorio se paró de la
urna ya que se encontraba en el estado conocido como catalepsia histérica. Se fue en mula a
pagar el milagro a la Virgen de la Chiquinquirá y compuso un corrido. Se dice que cantó
con el diablo en San Joaquín en 1887, en una feria del café. Finalmente murió en un pleito
entre sanjoaquineros y santaneros por el agua. La leyenda de Carmelo se originó 50 años
antes a la 1º edición de Florentino y el diablo de Alberto ArveloTorrealba.
Leyenda de la hija de Manaure: Se dice que era hija de un indio que llegó al poblado
después de acabarse la Guerra Federal procedente del estado Falcón, huyendo para que no
le arrebataran un tesoro que traía, botín que enterró en el cerro La Mina. Algunos
pobladores afirman que ven al indio en la esquina del mercado, mientras que otros aseguran
que con el empleo de conocimientos sobrenaturales encantó a su hija en el mismo cerrocon
todo el tesoro, para que ella lo cuidara. Se dice que podía controlar elementos de la
naturaleza como el rayo y la tempestad, podía ayudar para obtener una buena pesca y
buenas cosechas y tornar de color oscuro la montaña cuando estaba molesto, aparte de
poder desaparecer o convertirse en cualquier animal. Cuando la gente quiere invocarlo y
pedirle ayuda le ofrecen chimó, tabaco y miche, por ser algunos de sus productos
preferidos.

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