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Área motora secundaria o premotora: planificación motora, planificación motora del habla
(área de Broca). Lesión: Apraxia y afasia.
Corteza Prefrontal
UNIDAD DIDÁCTICA
En cuanto a las conexiones que establece con el resto de estructuras, hay tres circuitos
principales:
1. Circuito prefrontal dorsolateral. Va hasta la zona dorso-lateral del núcleo caudado. Desde
aquí se conecta con el globo pálido dorso-medial y con la sustancia negra. Estos proyectan a
los Núcleos Talámicos dorso-medial y ventral-anterior, y de ahí vuelven a la corteza prefrontal.
3. Circuito cingulado anterior. Proyecta al cuerpo estriado ventral, este tiene conexiones con
el globo pálido, el área tegmental ventral, la habénula, el hipotálamo y la amígdala. Finalmente
vuelve a la corteza prefrontal. A esta zona se le atribuye las funciones de estructurar, organizar
y planificar la conducta. El paciente sufre los siguientes fallos si se lesiona esta área:
UNIDAD DIDÁCTICA
El síndrome prefrontal
La primera descripción bien documentada de un caso de este síndrome fue la realizada por
Harlow (1868) sobre el caso de Phineas Gage, a lo largo del tiempo se ha seguido estudiando
este caso y hoy en día es uno de los más conocidos en el campo de la psicología (citado en
León-Carrión & Barroso,1997).Phineas estaba trabajando en las vías de un tren cuando
tuvo un accidente mientras compactaba pólvora con una barra de hierro.Parece ser que una
chispa llegó a la pólvora y esta exploto lanzando la barra de hierro directamente a su cabeza.
Phineas sufrió una lesión en el lóbulo frontal izquierdo (concretamente en la región orbital
medial) pero siguió vivo, aunque le quedaron secuelas. Los cambios más significativos debidos
a la lesión que sufrió fueron aumento de los impulsos, incapacidad para controlarse y
dificultades para planear y organizarse.
Cambios de personalidad
Según Ardila (citado en León-Carrión & Barroso, 1997) existen dos formas o vertientes
para describir los cambios en la personalidad causados por este síndrome:
1. Cambios en la activación para la acción. Los pacientes suelen sentir apatía y desinterés, por
lo tanto, todo lo realizan con desgana y son poco proactivos.
Cambios en la Motricidad
Reflejos neonatales. Parece como si los pacientes involucionaran y volvieran a tener los
reflejos que tienen los bebés y se van perdiendo con el desarrollo. Los más usuales son: o
Reflejo de Babinski. Extensión tónico dorsal del dedo gordo del pie. o Reflejo de prensión.
Cerrar la palma de la mano cuando algo la toca. o Reflejo de succión. o Reflejo
palmomentoniano. Tocar la palma de la mano desencadena movimientos en el mentón.
UNIDAD DIDÁCTICA
Repetir las acciones del examinador.
Desorganización de la conducta.
Cambios en la Atención
Los principales cambios se dan en la respuesta de orientación, los pacientes tienen déficits
para orientarse ante los estímulos que deberían en casa momento y al seguir las instrucciones
del examinador.
Afasia motora transcortical. El lenguaje está muy limitado y se reduce a frases cortas.
Responden mejor ante estímulos visuales que verbales debido a que tienen un pobre control
de la conducta mediante el lenguaje.
Concretismo. Dan información concreta sin ponerla en contexto, lo cual puede dificultar el
entendimiento de su interlocutor.
UNIDAD DIDÁCTICA
Cambios en la Memoria
Los lóbulos frontales juegan un importante papel en la memoria, sobre todo en la memoria a
corto plazo. Los pacientes con lesiones en el lóbulo frontal presentan problemas en el
almacenamiento y la retención de la memoria.
Organización temporal de la memoria. Los pacientes presentan problemas para ordenar los
acontecimientos en el tiempo.
Las funciones ejecutivas son las más perjudicadas en los pacientes con lesiones frontales dado
que para su correcta realización es necesario una elaboración compleja y la integración y
coordinación de varios componentes.Las personas con un síndrome frontal son incapaces de
formarse una meta, planear, llevar a cabo las acciones de manera ordenada y analizar los
resultados obtenidos. Estos déficits les impiden llevar a cabo una vida normal ya que
interfieren con sus tareas laborales/escolares, familiares,sociales…Aunque los síntomas
descritos son los más comunes sus características no son universales y van a depender tanto
de variables del paciente (edad,ejecución premórbida…), como de la lesión (localización
concreta,magnitud…) y del curso del síndrome.
Síndromes típicos
La categoría de síndromes frontales es muy amplia y engloba otra serie de síndromes que se
diferencian según la zona lesionada.Cummings (1985), describe tres síndromes (citado en
León-Carrión &Barroso, 1997):
UNIDAD DIDÁCTICA
3. Síndrome medio frontal (o akinético del lóbulo frontal). Se caracteriza por escasez de gestos
espontáneos y movimientos, debilidad y pérdida de sensibilidad en las extremidades. Imbriano
(1983) añade dos síndromes más a la clasificación elaborada por Cummings (citado en León-
Carrión & Barroso, 1997):
1. Síndrome Polar. Producido por lesiones en la zona orbital. Se caracteriza por alteraciones de
la capacidad intelectual,desorientación temporo-espacial y falta de autocontrol.
Como ya bien dicho el area prefrontal constituye el 30 % de la corteza cerebral. Este área es
especialmente importante porque cumple funciones sin las cuales no seríamos eficaces en
nuestro día a día, como planificar y organizar las conductas futuras.
UNIDAD DIDÁCTICA
Desde un punto de vista evolutivo, la aparición de la estructura isocortical superficial en el
telencéfalo es una característica relativamente tardía. El esbozo de isocórtex se manifiesta en
una forma incompleta en los reptiles, que esencialmente sólo tienen alocórtex. Los mamíferos
más primitivos (por ejemplo, los insectívoros) ya poseen un isocórtex de seis capas, aunque
con escasa extensión en superficie, dominado a ambos lados por el mayor desarrollo relativo
del alocórtex, la corteza más simple con sólo tres o cuatro capas, que caracteriza al hipocampo
y a la corteza olfatoria (figura 7.1). Por otra parte, recorde- mos que se llama mesocórtex a las
zonas de corteza transicional que se intercalan entre el alocórtex y el isocórtex.
El desarrollo evolutivo del isocórtex es el principal factor que modifica la masa encefálica de
los primates y los homínidos, de forma desproporcionada a su peso corporal, confi- riéndoles
un mayor poder de representación y análisis del mundo, una mayor capacidad de memoria y
de predicción y planificación de su conducta (todo ello resumido en el concepto de
inteligencia). En la serie de los homínidos este desarrollo alcanza su máximo actual en el
cerebro humano, con la emergencia de nuevas y significativas propiedades funcionales, como
son por ejemplo la representación simbólica del mundo mediante el lenguaje y los números, el
UNIDAD DIDÁCTICA
desarrollo de convenciones sociales más complejas o las formas sublimadas de las emociones,
como la experiencia religiosa, el amor y el arte.
Estructura columnar
UNIDAD DIDÁCTICA
Figura 7.3: Cronología del desarrollo cerebral.
En realidad, la dimensión del diámetro de una columna depende del área cortical y quizá
también de la tarea funcional que realiza. Podría ser que la naturaleza y complejidad del
análisis a realizar permita reclutar dinámicamente subconjuntos de neuronas mayores o
menores, según los casos, cambiando así de un momento a otro la dimensión efectiva de la
unidad co- lumnar. Lo que unifica una unidad columnar sería, por tanto, que todas sus
neuronas están implicadas en el mismo detalle a analizar, es decir, que están atendiendo
colectivamente al mismo estímulo.
UNIDAD DIDÁCTICA
Figura 7.4: Representación esquemática de una unidad columnar. Fuente:
http://www.pnas.org/cgi/content/full/97/10/5019/F2
Tipos neuronales
Los tipos neuronales más característicos del isocórtex son las células piramidales o pirá- mides
y las células estrelladas. Ambos tipos se caracterizan por tener espinas dendríticas y por ser
células excitatorias (activan a las neuronas con las que contactan). Las pirámi- des son células
de proyección que vehiculan a otros centros nerviosos el resultado de la computación local en
la columna cortical. Para ello, sus axones ingresan en la sustancia blanca subyacente,
dirigiéndose por ella a diversos destinos más o menos lejanos. En cambio, las células
estrelladas espinosas son interneuronas excitatorias, cuyo axón se arboriza sinápticamente
dentro de la propia columna, cambiando o no de capa. Existen otros tipos neuronales no
espinosos que son globalmente menos abundantes (25% de la población de la columna). Entre
ellos se incluyen células estrelladas no espinosas y células en cesta, fusiformes, horizontales,
en candelabro, en cartucho, en doble bouquet,
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Figura 7.5: Células piramidales de la corteza o pirámides. Fuente:
http://www.webdeptos.uma.es/biocel/investig.htm
de Martinotti, etc. Todas las neuronas no espinosas son interneuronas inhibidoras (reprimen la
actividad de las neuronas con las que contactan) y su axón también se arboriza en gran medida
localmente, dentro de la columna cortical.
Las células piramidales o “pirámides” (figura 7.4) son neuronas con cuerpo en forma de
pirámide (base inferior y ápice supe- rior), con una larga dendrita apical extendida hacia la
superficie cortical y varias dendritas basales que divergen lateralmente en varias direcciones
de los ángulos de la base del cuerpo celular. La dendrita apical alcanza siempre la capa I, donde
se ar- boriza profusamente en un bouquet o ramillete terminal de ramas dendríticas; algunas
de estas ramas terminales se extienden bastante horizontalmente, ingresando en las columnas
corticales adyacentes.
Conectando la corteza
La superficie dendrítica disponible para recibir contactos, denominados sinapsis (véanse los
capítulos 2 y 3), está incremen- tada considerablemente por la presencia de abundantes
espinas, que son pequeños brotes lábiles (cambiantes en el tiempo, según la experiencia: a
mayor actividad cerebral, mayor número de espinas) que acuden al encuentro de los axones.
UNIDAD DIDÁCTICA
En general, el número de espinas por neurona piramidal crece desde un mínimo en áreas
centrales y parieto-occipitales hacia máximos en los polos temporal y frontal, reflejando
propiedades cambiantes de la integración de estímulos.
El axón de las pirámides se origina en la base del cuerpo y desciende verticalmente hacia la
sustancia blanca, no sin dar un cierto número de colaterales horizontales u oblicuas a las
células piramidales circundantes, formando redes. La activación de cada una de las células en
red favorece así la activación de sus vecinas. Globalmente el conjunto tiende a sincronizarse y,
por tanto, a descargar de forma simultánea cuando participan en el análisis de un fenómeno
común del mundo.
Las pirámides más grandes de la capa V son de proyección subcortical. Son por tanto la vía de
salida fundamental de la corteza para transmitir señales de control a los diversos sistemas
neuronales del encéfalo y la médula espinal que operan por debajo de la corteza. Las neuronas
piramidales de las capas II y III se proyectan a otras áreas de la corteza cerebral.
Las células estrelladas o granos son más pequeñas que las pirámides y abundan en las capas
granulares (II y IV). Junto con los otros tipos de interneuronas en las demás capas son las que
realizan el procesamiento básico de la información que llega a cada columna.
UNIDAD DIDÁCTICA
Las conexiones que llegan (aferencias) a la columna cortical pueden ser
agrupadas en tres categorías:
abril de 2006)
VIAJE AL UNIVERSO NEURONAL 165
El cerebro de la
gente inteligente
UNIDAD DIDÁCTICA
La corteza prefontral representa la corteza asociativa del lóbulo frontal. Representa el centro
supremo de control de la ac- tividad mental, desarrollando las funciones ejecutivas superiores
de la mente, esto es, organizando mediante sus múltiples conexiones con otras áreas corticales
y con centros subcorticales los contenidos momentáneos de la mente y los planes de acción a
largo, medio y corto plazo. Se activa particularmente ante situaciones novedosas.
Asimetría interhemisférica
UNIDAD DIDÁCTICA
El concepto general de asimetría interhemisférica se refiere a la evidencia de que existen
diferencias morfológicas y funcio- nales entre ambos hemisferios (véase el capítulo 1). Ciertas
especializaciones funcionales, como la destreza en el control motor, o el análisis, la
comprensión y la producción del lenguaje, suelen estar desarrolladas en el hemisferio
izquierdo (esto último, incluso en los zurdos). Esto implica que el hemisferio contrario debe
estar desarrollando otra especialización funcional, que com- plementa funcionalmente a la del
hemisferio vecino, a menudo tras el desarrollo de una circuitería local diferentemente
organizada, adaptada a otro tipo de procesamiento de la información. En este sentido, el uso
convencional de términos como el de “hemisferio dominante” induce a error, ya que en
realidad cada hemisferio domina en su especialidad.
UNIDAD DIDÁCTICA
futbolista profesional en- tiende y aprecia mejor una buena jugada que aquel que sólo conoce
superficialmente esta actividad; sin embargo, ambos se forman una opinión global).
Está claro, por tanto, que la doble especialización hemisférica es necesaria y comple- mentaria,
ya que permite abordar simultáneamente los aspectos analíticos y sintéticos de la cambiante
realidad a nuestro alrededor. Es de suponer que la especialización hemisférica ocurre
parejamente con la experiencia temprana. Se sabe que los niños pueden desarrollar
perfectamente el lenguaje en el lado derecho si alguna lesión o intervención quirúrgica
imposibilita al lado izquierdo para ello.
El masivo cuerpo calloso permite el diálogo entre ambos hemisferios, y así cada uno
contribuye según sus capacidades diferenciales a la función del otro. Es de interés el
UNIDAD DIDÁCTICA
dato de que el cuerpo calloso de la mujer presenta un 10% más de fibras que el del hombre
(descontando factores debidos al diferente peso corporal y cerebral), lo cual sugiere que la
interacción interhemisférica puede estar organizada diferencial- mente entre los sexos.
Se ha descrito que en el hombre el lóbulo frontal derecho es ligeramente más voluminoso que el
izquierdo (más ancho y más prominente frontalmente). La corteza prefrontal derecha es asimismo
ligeramente más gruesa que la izquierda. Durante la primera infancia, el daño al lóbulo frontal
derecho es singularmente incapacitante, mientras que no lo es tanto el daño en el lado izquierdo.
Esta correlación se invierte en la vida adulta. Se ha sugerido que esto tiene que ver con una mayor
especialización del lado derecho en operaciones cognitivas novedosas (más frecuentes en la
infancia) y del lado izquierdo en operaciones cognitivas rutinarias.
Durante la infancia, por tanto, las nuevas experiencias implican inicialmente sobre todo al lado
derecho (síntesis, en ausencia relativa de conocimientos concretos), pero la actividad relevante es
más tarde intensificada en el hemisferio izquierdo, acom- pañando el aprendizaje (análisis basado
en categorías aprendidas). Esta idea sugiere que, durante toda la vida, los planes de conducta
iniciales, sintéticos y muy influenciados por nuestras tendencias instintivas, son iniciados en el lado
derecho, pero luego son transformados por la experiencia y el aprendizaje, pasando a ser más
analíticos e implementados preferentemente en el lado izquierdo.
AMS: Área motora suplementaria. Programa las secuencias motoras y coordina los movimientos bilaterales.
VIAJE AL UNIVERSO NEURONAL 168
UNIDAD DIDÁCTICA