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UNA MIRADA AL TERRITORIO DEL SAGRADO CORAZÓN A TRAVÉS DEL CINE

“GÓTICO”1

Samuel Igor Restrepo Perez2

Resumen: El gótico en el contexto cinematográfico expuesto desde la percepción satírica de


su construcción imaginaria de Colombia, existe una mirada interna sobre el cine de corte gótico
en Colombia, desde la ciudad de Medellín. Interpretado como un influyente en la representación
veraz de la integridad humana en el ambito politico y cultural, a través de elementos que transmiten
su potencia de forma velada y poética, por decisiones expresadas de forma sintag. Una mirada
personal, que afronta la realidad desde una perspectiva pragmática. Esta acuñado sobre bases
filosóficas para sustentar la perspectiva del uso del góticp, lograr entender que habita en la parte
siniestra de cada individuo es una premisa prinipal; todo esto para desarrollar una mirada
superficial de la condición humana desde el ámbito cinematográfico. Culminando con el sacrificio
como elemento representativo en las instancias que responden a la construcción del arte. Ante
todo, está presente el ejercicio de resistir en un medio (sistema de gobierno) que oprime al hombre
para lograr un objetivo que no pertenece a la mayoría.

Palabras Claves: Gótico tropical, notre medellín, cine, gobierno.

Siempre hay algo siniestro en nuestra ciudad desde un alcalde que figura demasiado, una
calle a media noche con olores particulares, hasta percibir los gritos de un crimen sin ser resuelto
a manos de un ser tan misterioso como espeluznante; esto siempre sucede en las 24 horas que
emplea la tierra para dar una vuelta sobre sí misma, días que nos sumergen en la cotidianidad,
momentos que percibimos y sentimos íntimos permitiendo que nuestras aventuras puedan estar
cargadas de múltiples polos, pero aún así, debemos reconocer que hacemos parte de un sancocho
pluricultural (Este se compone por elementos de su idiosincrasia) , que vivimos en una ciudad
enrevesada de amor y odio, que somos una concatenación de sucesos ilógicos que tomamos como
máximas para construir el espacio que habitamos, percibiendo nuestros lugares con tanto fervor
que sentimos único e inmenso cada momento vivido, pero esto no es más que una ilusión que se

1
producción textual realizada en la asignatura de Habilidades comunicativas, bajo la orientación del profesor Alexis
Arbey Ramírez López.
2
estudiante de profesional en Cine del Instituto Tecnológico Metropolitano. Correo institucional:
samuelrestrepo286419@correo.itm.edu.co
alberga en nuestra mente, la realidad que fundamenta nuestro diario vivir le pertenece a los
feudales que son dueños de empresas obreras que hacen del territorio a su agrado, esos hombres
dueños de inmensas entidades, son los jorobados de Notre Medellín. Nosotros inmersos en una
revolución de dragones de Vapor que hacen que la cuidad obtenga el clásico color lúgubre de
paredes desteñidas, entre tanto quedamos abducidos por pequeños furores, convirtiéndonos en
seres fantasiosos, como si en medio del hollín que nos impregnan las nubes de co2 hubiese
destellos de esperanza, destellos que no son más que las pequeñas pantallas de los celulares que
absorben el tiempo de los individuos, sin embargo, hacemos parte de una urbe tan alegórica con
sus fronteras invisibles como mágicas que al atravesarlas te convierten en fantasma o enemigo,
una ciudad donde el sofoco del trópico es la mejor parte de la mortandad de nuestro gótico.

Para lograr entender en la aventura que pronto emprenderemos, entraremos en conciencia de


dos conceptos claves para desarrollar una idea colectiva de lo que llamaremos gótico, donde lo
siniestro y el extrañamiento serán ejes fundamentales. “una estética fantástica que les permite
criticar las relaciones de dominación coloniales y postcoloniales del Cono Sur” (Berdet, 2016,
pág.1) ; el primer término interpretado como aquella parte oscura que habita en cada fotograma
(imágenes) de los filmes de corte gótico en Colombia, son símbolos yacen, llenos de secretos
inusitados que logran palpar un elemento de orden oscuro lleno de maldad (no visible), mientras
que lo siniestro de forma subjetiva puede habitar en cada instante, elemento que debemos llevar al
preciso recoveco de perspicacia en que sus directores manifiestan esta fusión cargada de parodia,
hacia los estamentos de la sociedad colombiana que están altamente sofocados por unas bases
sociales que solo desean darle poder a unos pocos para subyugar a los marginados, estos directores
del cine gótico en Colombia buscan mostrar más allá de las bases que se apoyan de la literatura,
empleando personajes mágicos que yuxtapondrán la situación de una nación inmersa en
circunstancias de corrupción, marginación social e inequidad, no es más que el resultado de
aquello que llamaremos colombianización.

El extrañamiento: figura que en el cine tropical con rasgos de parodia gótica se convierte en
una fantasía, una forma astuta que logra tener el impacto que posee por su trascendencia en el
inconsciente colectivo, que le permite identificarse de forma irreal en una situación absorta de
realidad, es en ese instante donde cada filme que de forma estética o narrativa podría parecer de
serie b (muy irreal por su poca fidelidad a la factura en cuanto a los efectos del maquillaje y otras
circunstancias técnicas) se convierte en un tratado a la crítica política de nuestro territorio, de
forma sagaz cada director de caliwood, es ahora un protestante de las circunstancias que circundan
la vida, que tenemos por decisiones de unos pocos y que padecen casi todos.

Para entender de forma ejemplificada los conceptos expuestos en el párrafo anterior, nos
serviremos de una gárgola en el centro de Medellín que ha decidido subir al último piso del edificio
Coltejer a comer una carnosa bandeja paisa mientras observa de forma jocosa las vicisitudes de un
vulgo concatenado por la miseria, la gárgola podrá ser cualquier elemento que no pertenezca a
nuestro contexto colombianizado y es en ese momento en el cual se evidencia el gótico y lo
siniestro, está implícito en el ego de la gárgola que disfruta de manera petulante el ajetreo de
ciudadanos corriendo a todo vapor para alcanzar sus sueños que solo podrán ser -en la mayor parte
de los casos- aspiraciones insulsas como un carro o la sonrisa de una mujer que no los aprecia,
siempre se vivirá con el afán de sobrevivir en una ciudad que ha sido inmersa en sistemas que ni
ella misma comprende, modelos que exigen que cada vez seamos menos humanos y se llegue al
punto de un buen servicio en todos los sentidos, una imagen captada de forma correcta,
técnicamente, un texto científico sin horrores de ningún tipo y una sonrisa constante que refleje el
bienestar de un ser sano mental y físicamente (puesto que la sonrisa debe tener el color blanco de
uno dientes limpios y la delicadeza de un ser intachable).

La potencia del cine en su parte gótica en el topos tropical no permite recorrer una historia sin
evidenciar con la crueldad de un documental, fragmentos que nos golpean por medio de su realidad
poco maquillada gracias a los personajes sin falsos diálogos, como lo ha dicho el director Mayolo
“el cine es importante porque es la identidad de un país”(2006, min. 1:33) y el nuestro tiene toda
la identidad, es un cine que ha sido reconocido en su mayoría por tener cualidades verosímiles en
su relación con lo real. Una percepción objetiva que no le compete a un producto bien ejecutado
sino a una muestra íntegra de las fauces del universo macondiano que llamamos Colombia. No
debemos engañarnos ni hacer denuestos de lo que somos y es ahí cuando todo cobra un sentido
por su propio peso, cuando el valor mismo proviene de la realidad de nuestra sociedad que posee
unos paradigmas autóctonos que corresponden a una mirada muy maniqueísta, construida en los
valores que hacen parte del mito que decidimos vivir, en una suciedad que tienen algo de sociedad
la cual posee unos fundamentos que circundan la construcción de su mundo narrativo.
Al ver las películas de “gótico tropical” en nuestro país, podremos entender que “Sólo la
Antropofagia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente.” (Andrade, 1928. Párr. 1.)
somos el pábulo del sistema, esa presa que ha quedado a merced de la gran minoría que posee la
potestad sobre nuestras acciones, ese selecto grupo está imposibilitado por las imágenes de un
gótico tropical que se apoya en elementos ficcionales para generar una crítica acerba, estamos ante
un cine estéticamente expuesto para el consumo de las clases obreras que posee una
intencionalidad clara. Sosa lo ha cantado “cuando tenga la tierra. sucederá en el mundo el corazón
de mi mundo. desde atrás de todo el olvido secaré con mis lágrimas, todo el horror de la lástima y
por fin te veré” (Sosa, 1983, min 2:39) es en ese instante cuando el cine podrá expresar el sentir
del hecho colombianizado que padecemos de forma rotunda en un país que involuciona, logrando
por si solo darle a conocer a todos que podrá estar inerte en el bullicio del trajine diario, y es por
esta razón el séptimo arte tiene la obligación de agredir como arte la comodidad del transeúnte, y
tocar su vida desde las imágenes que ya cortadas comprenden el mismo sentido de lo que se vive
en las circunstancias de nuestro país, cosas simples comprenden su trascendencia cuando se
almacenan en el sentido de ser parte de nuestra sociedad y representan su sentido único que puede
verse reflejado en los instantes más humanos que transcurren.

El cine es una herramienta en nuestro caso bella, porque nos hace posible a través de la
expansión de un hábitat narrativo conocido, un universo de color amarillo que representa la
memoria del oro robado por los españoles, el azul recuerdo de un mar sin ser bañado por petróleo
y ante todo rojo representado la sangre de los hombres que mueren a manos de la in-justicia, y es
solo de esta manera que logramos comprender la grandeza de nuestra idiosincrasia, reconociendo
que todo lo que habita en esta vida no es más que un gótico tan lleno de trópico que llamamos, con
eufemismo realidad. El séptimo arte nos permite expresar lo que internamente procesamos sobre
lo que sucede en todos los espacios habitables de una realidad que no todos quisieran vivir como
la sobreviven, y mucho menos como la sacrifican porque para poder dar sus órganos al deleite de
los demás hay que otorgarse, tal como se otorgan los cadáveres de las ratas a los vivos y carroñeros
gallinazos. Vivimos en una urbe que solo a través de sus imágenes en movimiento podrá expresar
aquel secreto profundo que incuba en el individuo y obnubila el alma del pueblo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Andrade, O. d. (1 de Mayo de 1928). Manifiesto Antropfago. Revista de Antropfagia(1), 1. Obtenido de
http://fama2.us.es/earq/pdf/manifiesto.pdf

Berdet, M. (Julio-Diciembre de 2016). Gótico tropical y surrealismo. La novela negra de Caliwood. Acta
Poética 37•2, 18. doi:http://www.scielo.org.mx/pdf/ap/v37n2/0185-3082-ap-37-02-00035.pdf

Mayolo, C. (2006). Culturama CIine. Señal Memoria. Obtenido de


https://www.youtube.com/watch?v=7O_LIGI3JrY&list=LL9VcbEoONNRfOqtKd5SAlzQ&index=3&
t=0s

Sosa, M. (1983). Cuando tenga la tierra [Grabado por M. Sosa]. Managua, Nicaragua. Obtenido de
https://www.youtube.com/watch?v=PRmUFSr8O94

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