Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
En primer lugar, para ahondar en el marco que se mueven los estudios culturales
referente a la cultura es necesario responder la interrogante que expone el autor Richar,
N. (2010) ¿Qué se gana con la defensa de la “transdisciplinariedad” que practican los
Estudios Culturales? en respuesta, se puede decir que la transdisdiciplinariedad abarca
varias disciplinas en forma trasversal y que esta por sobre todas estas. Vale decir que su
ámbito de acción es superior al de cada una de las disciplinas, y emerge de la
confrontación de las disciplinas y los nuevos datos que las articulan entre sí, ofrece una
visión de la investigación más ligada a la realidad socio-cultural de las personas.
Es por ello que los estudios culturales tratan de ir más allá de ser una rama de
conocimientos en cuanto a un objeto de estudio, en este caso la cultura, sino más bien
traspasando el hecho de la diversidad de temas con más complejidad. De esta manera,
los estudios culturales ayudan a realizarse como estrategia en muchas disciplinas que se
desarrollan en las sociedades donde los individuos se mueven y en las cuales se
enfrentan como problemas inherentes a ellos. Así, la siguiente cita confirma dicha
explicación.
Para Almeida y Ulate (2007) “en América Latina, en los últimos 25 años, se ha
presenciado un renovado auge de la movilización popular. En los gobiernos
militares, y de los conflictos violentos de la década del 80, dio paso a nuevas luchas
y a un clima relativamente más democrático. Desde el norte de México al sur de
Argentina, los movimientos sociales en los años 90 y, especialmente en los 2000,
han alcanzado nuevos picos de participación popular”. (p.13).
Dirá Almeida & Ulate, (2007) por las multitudinarias marchas en las calles de
Costa Rica contra el acuerdo del Tratado de Libre Comercio de América Central en
2007, las Marchas Blancas en El Salvador contra la privatización de los servicios de
salud y las Marchas Negras en Panamá contra la reforma del sistema de pensiones, junto
a las masivas movilizaciones indígenas en Bolivia, Ecuador y Perú. Asimismo, países
del Cono Sur como Argentina, Paraguay y Uruguay experimentaron una amplia
movilización contra las políticas de liberalización económica a principios del 2000.
Según Laraña, (1994) los nuevos movimientos sociales más novedosos y menos
tradicionales han surgido en la escena política en toda América Latina. Estos incluyen
grupos feministas, organizaciones civiles de raigambre ecológica, colectividades de
gays y lesbianas, y grupos de defensa del consumidor. El componente clave que define a
estos movimientos sociales es que no pueden reducirse únicamente a divisiones de clase
social. Representan otros conflictos sociales sobre estilos de vida, identidad y de
solidaridad con otras causas.
1.2 Feminismo
Expone Castro, (s.f.) “la seriedad” ejercida por nuestras sociedades ante los
movimientos feministas es muy cuestionable, pero sí que podemos afirmar que el
movimiento feminista es uno de los movimientos más originales de este siglo. Es así,
que en el caso de América Latina, esta originalidad todavía ofrece una gran capacidad
de sorpresa, si bien no podemos hablar de movimientos feministas en su totalidad, y si
de movimientos femeninos o de mujeres, tanto en cuanto estos movimientos no
siempre significan reivindicaciones estrictamente de género, sino de un cambio social
para una mejora en la calidad de vida y en el reconocimiento de los derechos a la
ciudadanía en las clases populares.
Según Castro (s.f.) los movimientos de mujeres en América Latina han desafiado la
barrera tradicional que separa lo público de lo privado para hacer una política de la vida
cotidiana. Es por eso que en este trabajo colocamos el movimiento de mujeres en
América Latina como puente entre el sujeto histórico individual, y la comunidad en la
que se inserta. Por otro lado, una cuestión primaria a tratar cuando hablamos de las
mujeres en América Latina, para prevenirnos del etnocentrismo de que tanto pecamos
los y las “occidentales”, es la relacionada con el binomio Género y Desarrollo.
Según Castro, (s.f.) a rasgos generales, podríamos decir que los movimientos
feministas nacen en el seno de la clase burguesa, tanto en Europa como en América
Latina, y precisamente la riqueza de su originalidad pueda residir en romper la visión
clásica del marxismo, según la cual parece ser que “los dominados” lo son únicamente
por razones de clase.p.32 Por lo tanto, el movimiento feminista intenta reproducir un
estado de poder que estará a favor de las clases sociales más imponentes, o sea, con un
estatus de economía relevante puesto que los intereses indispensablemente serán
económicos.
1.3 Indigenismo
En este sentido, el siglo XIX se considera que cada individuo, grupo social,
comunidad o país tiene su propia identidad, y es necesario plantearse desde el estado
una política que integre, oriente y defienda la cultura de su determinado territorio,
dando paso a las políticas culturales.
Néstor García Canclini (2005) define el concepto de política cultural: al conjunto
de intervenciones realizadas por el estado, las instituciones civiles y los grupos
comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las
necesidades culturales de la población y obtener consenso para un tipo de orden o de
transformación social; el cual contempla la toma de decisiones desde el Estado sobre el
patrimonio, el estímulo a la creatividad artística y la difusión del arte y la cultura.
El consumo Cultural en México: una propuesta Teórica, (1993) Néstor García Canclini
(Coord.). Conaculta, México. Retomado de:
http://www.academia.edu/7897579/El_consumo_cultural_en_Mexico_Nestor_G
arcia_Canclini_
Escosteguy, A, Carolina. (Junio, 2002). "Una mirada sobre los estudios culturales
latinoamericanos”. 8 (15).Colima, pp.35-55.