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¿Qué es el materialismo?

El materialismo es una filosofía antigua. Se remonta a la época de los antiguos


griegos y la visión de Demócrito, quien era un filósofo griego, es que la única
cosa que existe son los átomos en el vacío,y que todo, incluyendo la mente humana,
es reducible a átomos en el vacío.

Y en el siglo XX las ideas materialistas fueron extendidas un poco.

Los conductistas a principios del siglo XX creían que la mente era como mucho
irrelevante y posiblemente ni siquiera existiese realmente y que la única cosa que
realmente importaba era el comportamiento del ser humano o el comportamiento de un
organismo.

Este punto de vista filosófico se volvió insostenible, así que el punto de vista de
que la mente era idéntica al cerebro se volvió ampliamente aceptada entre los
materialistas en las décadas de los 60 y 70. Se llamó "teoría de la identidad".

Y ese punto de vista se ha vuelto insostenible. Bastante obviamente la mente no es


lo mismo que el cerebro y otras teorías como el funcionalismo, que ve la relación
mente-cerebro algo parecido a la relación entre el software y el hardware de un
ordenador, se ha vuelto bastante popular, pero la mente no es computación,
de hecho la mente es lo opuesto a la computación, aunque el cerebro mismo podría
ser descrito como un ordenador, la mente no es una forma de computación, y una
teoría que es actualmente muy popular entre los materialistas es la llamada
"materialismo eliminativo".

Y el materialismo eliminativo es la visión de que no hay tal cosa como la mente. No


es que la mente sea explicable por la materia, es que la mente ni siquiera existe,
y lo único que existe es la materia y que nosotros somos engañados para que creamos
que tenemos mentes.

Esta es una manera bastante radical y extraña de mirar las cosas, pero actualmente
es bastante popular hoy en día entre los materialistas.

Ninguno de estos puntos de vista filosóficos materialistas tiene ningún soporte


particular en ciencia.

La evidencia científica sugiere fuertemente que estos puntos de vista están


equivocados.

Evidencia científica número 1 que refuta el materialismo

Hay una variedad de estudios clásicos en neurociencia que apoyan el punto de vista
de que algunos aspectos de la mente no son materiales y que refutan el
materialismo.

El primer conjunto de experimentos son experimentos que muestran localización


cerebral con ciertas clases de funciones neurológicas, pero no con otras.
Es conocido desde el siglo XIX que para las funciones motoras y sensoriales hay
localizaciones muy específicas en el cerebro que parecen arbitrar estas funciones:
Si yo muevo mi mano, que está controlada por una parte específica de mi hemisferio
cerebral opuesto, y el área está muy diferenciada.

La visión está controlada por una zona muy diferenciada en los lóbulos occipitales,
sin embargo, las funciones intelectuales más altas, el pensamiento abstracto,
como las matemáticas, como pensar en la ética, cosas relacionadas con la
personalidad... no están localizadas de esa manera.

No hay un centro de cálculo en mi cerebro, no hay un centro para hacer sumas en mi


cerebro.

El cerebro parece ser necesariamente, ordinariamente, para hacer cálculos y para


hacer sumas y pensar sobre conceptos como la justicia, la misericordia, etcétera,
pero no es localizable.

Casi del mismo modo el movimiento, los sentidos y sensaciones son localizables.
La creencia de que el pensamiento abstracto elevado iba a ser localizable fue
mantenida por los materialistas en el siglo XIX y desarrollaron la teoría de la
frenología.

De ahí la idea de que todas estas funciones intelectuales elevadas tienen una
localización en el cerebro que las controlaba y la frenología por supuesto ha sido
desacreditada, se ha demostrado equivocada.

Y estaba equivocada porque sólo ciertas cosas en el cerebro parecían ser mediadas
por el cerebro. Otros aspectos de la mente no tienen una localización en el cerebro
que parezca que las origine.

La implicación aquí es que éstas no son realmente materiales, que son un poder
inmaterial capaz de razonar y usar la lógica y francamente, esto es una idea
dualista muy antigua, fue una idea propuesta por Aristóteles y una idea que es
parte de la filosofía tomista.

Así que durante miles de años los dualistas han predicho eso, y la neurociencia
moderna lo confirma.

Evidencia científica número 2 que refuta el materialismo

En la década de 1960, Roger Sperry, quien es un prominente neurocientífico, hizo


una serie de estudios en pacientes que han tenido operaciones de separación del
cerebro, quienes eran pacientes que tenían epilepsia severa, en los cuales un foco
epiléptico podía comenzar en un hemisferio del cerebro y viajar a través del cuerpo
calloso, el cual es un manojo de fibras que conecta los dos hemisferios, y causar
un ataque generalizado.

Fue reconocido por los cirujanos a mitad del siglo XX que si tú cortabas un manojo
de fibras que conectaba los dos hemisferios del cerebro, se podía prevenir que los
ataques se volvieran generalizados y se podía mejorar mucho la calidad de vida del
paciente.

Así que muchos pacientes tuvieron esta operación, llamada callosotomía, una
operación que yo he realizado y que muchos neurocirujanos han realizado y
sorprendentemente, después de la operación, los ataques del paciente mejoran, por
supuesto, pero ellos no eran muy diferentes realmente,... Sus cerebros
esencialmente fueron cortados por la mitad, pero ellos todavía parecían ser una
única persona, ellos todavía parecían ser bastante normales.

Sperry fue un neurocientífico que estudió a estas personas en detalle, y encontró


que había algunas anormalidades sutiles como resultado de cortar el cerebro por la
mitad, pero las anormalidades eran muy sutiles, eran tan sutiles, que los
experimentos que él hizo le hicieron ganar el premio Nobel. Pero las diferencias no
eran obvias. No eran cambios obvios.

Y eso lo que implica es que la mente humana no está estrictamente generada por la
materia del cerebro. De otro modo, cortar el cerebro por la mitad habría tenido
profundos efectos en la mente humana: habría generado a dos personas.

Ciertamente esto crearía una diferencia bastante profunda en el estado de


conciencia de la persona, y no lo hace. Cortas el cerebro por la mitad y la persona
no puede decir la diferencia excepto que tiene menos ataques.

Hay algunas diferencias sutiles, pero las diferencias sólo pueden ser detectadas
con, literalmente, una investigación de premio Nobel que muestre las pequeñas
diferencias en la percepción.

Evidencia científica número 3 que refuta el materialismo

Están los experimentos de Wilder Penfield, quien fue pionero en neurocirugía de la


epilepsia, desde la década de 1930 a la de 1960.

El Dr. Penfield, quien trabajó en Montreal, en Canadá, fue el primer neurocirujano


que operó sistemáticamente el cerebro humano cuando la gente estaba despierta.
El cerebro no siente dolor. El cuero cabelludo puede sentir dolor, el cráneo puede,
pero él ponía anestesia local para que los pacientes no sintieran dolor. Y él
trabajaba en el cerebro mientras ellos estaban despiertos con la intención de
identificar el foco de sus ataques y para quitar los focos del cerebro, para que
los ataques parasen.

Y él operó a más de un millar de pacientes de esta manera y registró muy


cuidadosamente sus resultados. Él era un científico meticuloso, además de
neurocirujano.

Y él comenzó su carrera como materialista. Creía que toda la mente se originaba a


partir de la actividad del cerebro, pero al final de su carrera él era un
apasionado dualista y fue un duro crítico del materialismo.

Y él era dualista por varias razones:

Primero es que observó repetidamente que había aspectos de la mente del paciente
que no importara lo que él hiciera, él no podía afectar. Ya sabes, el podía
desencadenar recuerdos al estimular una parte del cerebro; podía hacer que un
músculo se moviera o que un paciente tuviera una sensación; pero él no podía
cambiar su conciencia; él no podía cambiar su intelecto; no podía cambiar su
conciencia de sí mismo... Había un núcleo fundamental, el alma de la persona,
que no importara lo que él hiciera al cerebro, permanecía igual. Así que él dijo
que había algo que no podía conseguir utilizando cosas materiales.

La otra observación que hizo, que creo que es absolutamente fascinante, es que él
formuló la pregunta:

¿por qué no hay ataques intelectuales?

Cuando la gente tiene epilepsia, la epilepsia puede seguir varios patrones:


comúnmente una persona tendrá una sacudida de un músculo, algunas veces tantos
músculos se sacuden que realmente se quedan inconscientes; algunas veces tienen un
cosquilleo en su piel; o a veces notan un olor gracioso; o a veces ellos pueden
incluso tener un pequeño tic de comportamiento.
Pero ellos nunca empiezan a hacer cálculos; nunca meditan sobre la justicia o la
misericordia; nunca piensan sobre Shakespeare.

Así que Penfield dice: "¿Dónde están sus ataques intelectuales?". Si la mente
procede completamente del cerebro, la mente es material de alguna manera, bien,
entonces tú deberías tener ataques que te hicieran hacer sumas que tú no pudieras
parar; tú deberías tener ataques que hicieran que tú pensaras sobre política y que
no pudieras parar.

Pero no es así. Esto dice que no hay ataques intelectuales. Esto lo que implica es
que el intelecto no es el cerebro, porque de otra manera, tú tendrías ataques
intelectuales.

Así que Penfield fue un pensador muy profundo en esta materia, fue el pionero en el
estudio del cerebro, y él mostró concluyentemente, en mi opinión, que había un
aspecto inmaterial de la mente, particularmente el intelecto, la habilidad para
razonar, para usar la lógica. Y él empezó como materialista pero finalizó su
carrera como un apasionado dualista.

Evidencia científica número 4 que refuta el materialismo

In 2006 un neurocientífico apellidado Owen publicó un estudio trascendental en el


Journal of Science, mirando el funcionamiento cerebral en personas que estaban en
un estado vegetativo persistente.

El estado vegetativo persistente es un problema en la que la persona tiene un daño


cerebral tan severo que no muestra ningún signo de conciencia. Es básicamente un
coma profundo persistente. Y puede durar durante años.

Y muchas veces la gente que ha sido diagnosticada con estado vegetativo


persistente, por ejemplo por un accidente de coche, o por una falta de oxígeno en
el cerebro, algo de ese tipo, muchas veces su familia y a veces sus cuidadores
dicen:

"Tengo la sensación de que la persona está ahí", que ellos entienden cosas.
Pero no hay evidencia clínica de ello. Tú los examinas, no hay ningún signo de
reacción y en el escáner sus cerebros se ven encogidos y obviamente severamente
dañados.

Así que Owen hizo un experimento fascinante: él usó la técnica llamada imagen por
resonancia magnética funcional, la cual es una máquina MRI que capta las imágenes
de los cambios en la circulación sanguínea del cerebro y que parece que se
relacionan con la función cerebral.

Por tanto, si tú estás moviendo tu brazo, la parte de tu cerebro implicada en mover


tu brazo se ilumina en el MRI funcional. Si tú estás pensando en cosas tus lóbulos
frontales se iluminarán, cosas como esas.

Así que lo que Owen hizo fue coger a una mujer, que había sido diagnosticada hacía
ya varios años de un estado vegetativo persistente por un accidente de coche, que
no mostraba ningún signo en absoluto de ningún tipo de conciencia, tenía un coma
profundo.

La puso en la máquina MRI y le hizo preguntas. A través de un micrófono y de unos


auriculares él dijo:

"Simula que estás jugando a tenis". O "imagina que estás caminando por la
habitación".
Él le pidió a ella que imaginara todas estas cosas y su cerebro se iluminó un poco
en algunos lugares.

Pero tú podrías decir que bien, que el cerebro se ilumine no quiere decir que ella
estuviera entendiendo algo. Eso sólo podría significar quizás que el sonido que
llega a sus oídos estaba causando un reflejo o algo parecido.

Así que lo que él hizo fue: el cogió a 15 personas normales y les hizo lo mismo.
Les puso en la máquina y les hizo las mismas preguntas.

Y entonces les pidió a los neurorradiólogos que miraran las imágenes del MRI
funcional de esa mujer y de las 15 personas normales y que vieran si podían decirle
alguna diferencia entre las dos. Y no pudieron.

Su patrón de reacción era idéntico al de la gente normal, lo que parecía implicar


que ella podía entender lo que le estaba preguntando.

Incluso aunque médicamente ella estaba diagnosticada como si no tuviera mente en


absoluto.

Y él hizo algo que fue muy inteligente, que me fascina absolutamente. Y él dijo:
"Quizás la iluminación de áreas en el cerebro de ella y la iluminación de las áreas
en los cerebros de las personas normales no son a causa de entender lo que se
decía, sino que era a causa de la recepción del sonido y eso no significa que ella
realmente lo entendía".

Así que lo que él hizo entonces fue coger las mismas palabras que él había
utilizado antes para preguntarle y se las preguntó otra vez, pero mezcló la
secuencia de las palabras, para que no tuvieran ningún sentido.

"Andando entiende pretende correr por"

Así que él quitó la semántica y dejó alguna sintaxis y su cerebro dejó de


reaccionar, como hizo en los controles normales.

Su cerebro solamente reaccionaba cuando lo que él le decía a ella tenía sentido. No


reaccionaba por simples sonidos.

Así que el trabajo de Owen fue un estudio trascendental e hizo que la gente
comenzara a preguntarse si estas personas que están en un estado vegetativo
persistente, ¿no estarán realmente conscientes?

Este estudio ha sido repetido por varios investigadores diferentes y probablemente,


la última vez que lo miré, había 40 ó 50 pacientes que habían sido estudiados por
otros investigadores y al menos la mitad de ellos mostraban lo mismo que él
encontró: que incluso cuando tu cerebro está tan masivamente destruido, que no hay
evidencia clínica de ninguna actividad mental en absoluto, el MRI funcional puede
encontrar que estos pacientes son capaces de pensar de maneras bastante, bastante
claras.

Y hay algunos pacientes que pueden hacer matemáticas, que es lo que algunos
investigadores han hecho, les han preguntado a una persona en estado vegetativo
persistente que haga matemáticas sencillas: "¿Cuánto es 8 más 6?"

Y entonces les ofrecen diferentes respuestas y cuando dicen la respuesta correcta


el cerebro se ilumina.

Así que, muy claramente, hay aspectos de la mente que no pueden ser destruidos por
un daño cerebral severo.

Eso es lo que el trabajo de Owen nos está mostrando. Nos está mostrando aspectos de
la mente que no están conectados estrechamente al cerebro, que son inmateriales.

Evidencia científica número 5 que refuta el materialismo

Algunos de los más fascinantes trabajos en neurociencia han sido los de Benjamin
Libet, quien fue un neurocientífico en California hacia la mitad del siglo XX.

Libet estaba fascinado por la correlación en el tiempo entre el pensamiento y la


actividad del cerebro e hizo una completa serie de experimentos en los cuales
colocaba electrodos en el cuero cabelludo de los pacientes o de personas, y les
pedía que tomaran decisiones o que pensaran sobre cosas y él intentaba anotar el
tiempo del momento en el que ellos tomaban una decisión, de cuando ellos pensaban
sobre algo y correlacionaba el momento en que ellos pensaban sobre algo con el
momento en que había un cambio en la actividad de las ondas cerebrales.

Y él hizo una serie de diferentes experimentos:

Un experimento se ha vuelto muy famoso e irónicamente ha sido utilizado por los


materialistas para apoyar el materialismo, aunque un conocimiento de lo que Libet
realmente encontró es bastante lo opuesto, refuta el materialismo.

El experimento que Libet hizo fue que él pedía a una persona que apretara un botón
cuando él decidiera hacerlo. Así que puso un botón enfrente de él y tenía un reloj
con cronómetro y la persona se sentaría ahí y en cuanto lo decidiera, pensaría en
apretar el botón y apretaría el botón.

Les pedía que cuando ellos tomaran la decisión que apretaran el botón, no cuando lo
pulsaran, sino cuando ellos decidieran pulsarlo, date cuenta de la fracción de
segundo que marcaba el reloj. Al mismo tiempo él estaba registrando las ondas
cerebrales y quería encontrar el momento en el que decidías, lo que ocurría en tu
cerebro, y lo que encontró fue, bastante consistentemente... fue que
aproximadamente quizás medio segundo antes de que decidieras hacer algo, había un
pico en tu cerebro, un pico en tus ondas cerebrales, que el llamó "potencial de
preparación" y esto era antes de que tú fueras consciente de la decisión de hacer
algo.

Hay casi como un motivo inconsciente y entonces tú decidirías medio segundo más
tarde y lo harías. Así que él encontró esto bastante consistentemente, que habría
el pico en la actividad cerebral, entonces la percatación consciente de la decisión
y entonces tú seguirías adelante y harías lo que habías decidido.

Los materialistas han usado esto para sugerir que nosotros somos engañados al creer
que tenemos libre albedrío, que lo que realmente ocurre realmente es que nuestro
cerebro material toma la decisión y entonces nosotros pensamos como si nosotros lo
hubiéramos decidido, pero no lo hicimos, fueron nuestros neurotransmisores y
sustancias químicas neurales.

¡Pero Libet no estaba de acuerdo con eso!

Libet señaló que el pedía a estos sujetos hacer algo más. Él dijo: "Cuando tú
decidas hacer algo entonces decide no hacerlo". Entonces tú decides: "Voy a pulsar
el botón... ¡Oh, no! No voy a pulsar el botón". Cuando ellos hacían eso, él halló
que había un potencial de preparación para decidir pulsar el botón, pero no había
un potencial de preparación para decidir no pulsarlo.

Y él dijo... Él no probó la existencia del libre albedrío, pero probó la existencia


del "libre no querer". Así es como lo llamó, "libre no querer".

Él dijo que lo que vemos que está pasando en el cerebro con sus experimentos es que
somos bombardeados con lo que son probablemente motivos preconscientes o
inconscientes y que somos libremente capaces de decidir si cumplir con ellos o no y
la decisión de cumplir con ellos no es material.

No hay ningún signo de actividad cerebral cuando tú decides no cumplir y él señaló


de manera bastante interesante que el "libre no querer" es un concepto paralelo a
las ideas religiosas tradicionales del pecado original, que en un sentido tenemos
motivos que están más allá de nuestro control. No podemos parar los motivos, pero
podemos pararnos a nosotros mismos para no hacerlo.

Y el libre albedrío o el "libre no querer" es científicamente demostrable y él lo


demostró. Y sus experimentos fueron brillantes. Y él era un dualista, él era
propiamente un dualista. Y rechazaba la idea de que sus experimentos probaran el
materialismo, él sentía justo lo opuesto, que probaban que el libre albedrío era
real.

Cómo el materialismo corrompe la ciencia

Lo que esta extraordinaria investigación sugiere es que el sesgo materialista que


ha estado presente en la neurociencia específicamente y en la ciencia en general,
nos lleva a malinterpretar los resultados de nuestra ciencia.

Uno podría decir casi en un sentido que tenemos un océano de datos, un océano de
respuestas, pero que nos hemos olvidado de cuáles son las preguntas.

Hemos olvidado las preguntas que se supone que debemos responder. Y cuando miras
estos estudios y la neurociencia cognitiva cuidadosamente éstas nos están dando una
respuesta muy clara a una cuestión fundamental en neurociencia y ésta es:

"¿Es la mente enteramente un producto del cerebro material?"

Y la respuesta que nos están dando es que no lo es. Y este punto de vista
particular de que la neurociencia había sido malinterpretada por la ideología
materialista ha sido abordado en profundidad por dos personas que trabajan en este
campo, que creo que han realizado un trabajo fascinante.

Hay un neurocientífico llamado Bennett, de Australia, y un filósofo llamado Hacker


de Oxford, que han publicado varios libros en las últimas dos décadas, el más
importante de los cuales fue Bases filosóficas de la neurociencia, en el cual ellos
critican el punto de vista materialista, en el cual ellos señalan que la manera
clásica tradicional en que los científicos materialistas hacen neurociencia
tergiversa seriamente lo que la ciencia nos está diciendo y que no podemos entender
nuestros experimentos si comenzamos con un sesgo materialista que no está
justificado por la evidencia.

Así que recomiendo encarecidamente la obra de Benett y Hacker, que proporciona una
maravillosa base filosófica para obtener una visión más profunda de la
neurociencia.

El objeto que la neurociencia estudia, la mente humana y el cerebro, se entiende


mejor mediante el dualismo, y creo que los neurocientíficos necesitan
familiarizarse más con el dualismo y necesitan entender las limitaciones del
materialismo, las cuales son profundas y están frenando el avance de su ciencia.

El propósito es la clave para entender la naturaleza


El mundo natural puede ser entendido mucho mejor si asumes que tiene propósitos, si
asumes que tiene diseño. Te ayuda a entender cómo funcionan las cosas y creo que la
mente humana, bien entendida, nos dará un entendimiento mucho más profundo de la
naturaleza y no sólo de la mente.

En el siglo XIX un filósofo alemán llamado Franz Brentano hizo una pregunta muy
importante y creo que la respondió muy bien.

Él hizo la pregunta: "¿Qué es lo que es único en la mente que la hace diferente de


la materia?".

Tendemos a pensar que la mente y la materia son cosas diferentes, ¿pero qué es lo
que hace que una cosa sea mental, como opuesta a lo físico?

Él dijo que realmente la había y dijo que era la "intencionalidad" y la


intencionalidad es un término antiguo. Era un término que se remonta a Aristóteles
y era usado por los filósofos escolásticos.

Y lo que la intencionalidad significa es que es la habilidad para que algo trate


sobre otra cosa.

Por ejemplo, si yo pienso ahora sobre Washington D.C., mi pensamiento es


intencional, en el sentido de que estoy pensando sobre algo que no soy yo mismo,
estoy pensando sobre una ciudad o estoy pensando sobre un portal o estoy pensando
sobre mi esposa.

Así que la habilidad para que un pensamiento trate sobre algo es único a la mente,
porque ningún objeto físico trata acerca de algo en la ausencia de una mente. Una
roca puesta en una playa no trata acerca de nada, un árbol no trata acerca de nada,
sólo un pensamiento puede tratar acerca de algo.

Así que Brentano dijo que si queremos entender la mente tenemos que entender la
intencionalidad. Tenemos que entender cómo puede un pensamiento tratar acerca de
algo, y por supuesto, no puedes explicar la intencionalidad usando preceptos
materialistas, porque la materia nunca trata acerca de algo intrínsecamente.

Y los materialistas lo han intentado, en el siglo XX aceptaron el desafío de


Brentano, ha habido muy diferentes esfuerzos, como por ejemplo los de Daniel
Dennett, un filósofo materialista, para explicar la intencionalidad como algún tipo
de cosa material, pero no puede ser explicada de esa manera.

Lo que es notable de la intencionalidad, y lo que los filósofos escolásticos


entendieron, es que la intencionalidad es en cierto sentido un reflejo de una mayor
intencionalidad en la naturaleza, y esta mayor intencionalidad se llama teleología.
Y la teleología es la tendencia para los procesos en la naturaleza para ir a alguna
parte, para convertirse en algo, por ejemplo el clásico ejemplo es una bellota
creciendo hasta ser un roble.

Teleológicamente parece ser para lo que está diseñada la bellota: para convertirse
en un roble. La bellota no se convierte en un océano o en un Corvette o en una
flor, se vuelve un roble.

Tiene una dirección muy específica y un objetivo, y es una especie de


intencionalidad en las cosas a la cual son todas dirigidas y los filósofos
escolásticos se dieron cuenta de que la intencionalidad en la mente humana es una
especie de reflejo de esta intencionalidad en toda la naturaleza y esencialmente es
un reflejo del propósito en la naturaleza, y que tú no puedes entender la mente
o tú no puedes entender la naturaleza a menos que tú entiendas el propósito.
Y de hecho los biólogos han intentado, porque ellos son alérgicos, si son biólogos
darwinistas, son alérgicos a la teleología, son alérgicos a la noción de propósito.

Han tratado de explicar la biología sin explicar, sin invocar el propósito y no


pueden hacerlo.

No se puede explicar un ser vivo sin explicar cuál es el propósito de las partes de
ese ser vivo.

No se puede explicar el corazón a menos que se explique que su propósito es bombear


sangre.

No puedes explicar el ojo a menos que entiendas que el propósito es ver.

¿De dónde vienen todos estos propósitos?

Bueno, esos propósitos son como una intencionalidad, son como una mente, y la
implicación es que detrás del universo hay una mente, una gran mente.

Una mente que es reflejada en la manera en la que el universo trabaja y como Santo
Tomás hubiera dicho eso es lo que todos los hombres llaman Dios.

Así que, lo que realmente me ayudó en mi comprensión personal y en mi fe, es que


veo que todo en la naturaleza que muestra propósito, que muestra orientación hacia
la meta, que muestra teleología e intencionalidad, es un reflejo de una mente mucho
más elevada, es un reflejo de Dios.

El materialismo no es ni siquiera una cosmovisión coherente

El materialismo desde mi punto de vista ni siquiera es realmente una perspectiva


filosófica, es sólo un error.

Es como decir que 2+2 son 5 en matemáticas. No son realmente matemáticas, es sólo
un error.

Y el materialismo ni siquiera es lo suficientemente coherente, en mi opinión, para


calificarlo como una perspectiva filosófica.

La mejor filosofía sobre esto se originó con los antiguos griegos, particularmente
con Aristóteles. Y lo que Aristóteles propuso, y lo que realmente se convirtió en
la metafísica dominante, para filósofos como Santo Tomás de Aquino, los filósofos
escolásticos,... es que las cosas que existen en el mundo son compuestos de forma y
materia y esa forma es el aspecto inteligible de las cosas y esa materia es lo que
hace que algo sea algo individual y no sólo algo teórico, pero la realidad, la
inteligibilidad de algo está en la forma, no en la materia.

La forma es lo que hace que las cosas sean reales y lo que yo creo que el
materialismo hace en la ciencia moderna es que niega que la forma de las cosas
sea el aspecto más importante de ellas, que necesitamos... por ejemplo en biología,
necesitamos centrarnos en los propósitos de las estructuras biológicas, no sólo en
los detalles de la estructura en sí, necesitamos saber por qué están haciendo lo
que están haciendo.

Y una vez que empiezas a buscar propósitos, empiezas a mirar los aspectos
inmateriales de la naturaleza en la forma y eso te deja fuera del materialismo.

La realidad es que si eres un materialista consecuente ni siquiera puedes hacer


buena ciencia.
Afrontémoslo, si piensas que lo único que existe es la materia extendida en el
espacio, ¿por qué prestarías ninguna atención a las leyes físicas?

¿Es la ley de Newton materia extendida en el espacio?

¿Son las ecuaciones de gravitación de Einstein materia extendida en el espacio?

¡No!

La mejor ciencia es la ciencia que busca principios conceptuales profundos que


subyacen al mundo natural y eso no es inherentemente una perspectiva materialista.

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