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SECRETARIO Escena III

Las Bribonas Hacia el lado del establo. Dichos, DOÑA DESIDERIA, DOÑA FLORITA, DOÑA
ANGUSTIAS, DOÑA MILAGROS y CORO DE SEÑORAS.
DON HIGINIO Todas con trajes oscuros o negros, mantillas, silla de tijera al
Acto único1 Cencerros, señor Secretario; cencerros. brazo, libro de misa y rosario. Salen muy precipitadas, rode-
ándole y asediándole para se las escuche. EL SECRETARIO y
Preludio SECRETARIO EL ALGUACIL se sientan junto a la mesa de la izquierda.
Eso digo yo, señor alcalde: cencerros tapados.
Música (N.º 1)
CUADRO PRIMERO Coro de Beatas
Escena II
Despacho de un alcalde de pueblo, pero de importancia. Casa blanca. Puerta en el foro, que se supone que comunica con la ante- DICHOS y EL ALGUACIL DOÑA FLORITA
sala; otra, primera derecha, con un letrero sobre ella que dice: «Salón de Sesiones». En la segunda, sobre el testero, un retrato del Señor don Higinio,
Rey, y al pie, sillón y mesa de despacho antiguos, con todo el servicio adecuado.A la izquierda, segundo término, otra mesa no tan ALGUACIL la cosa es muy grave.
buena, con sillón y servicio; sobre ella, un montón de expedientes. Detrás, mesa con armario lleno de legajos que se ven a través de (Entrando precipitadamente por el foro.)
los cristales; sobre este armario, la urna para las elecciones. En el foro derecha, la talla para quintos y en las paredes, mapas y edic-
tos de todas clases.Varias sillas de madera curvadas repartidas por la escena. Señor alcalde, señor alcalde. DOÑA ANGUSTIAS, DOÑA MILAGROS, OTRAS
Así le rogamos
DON HIGINIO que usted dé la clave.
Escena I ¿Qué hay, Cienhigos?
DON HIGINIO y SECRETARIO. El primero en la mesa de SECRETARIO UNAS
la derecha y el SECRETARIO en la de la izquierda despa- (Leyendo.) ALGUACIL Que usted nos ayude,
chando asuntos «El Niño Bonito, el sereno de la Calle Real, que Las beatas, que salen de misa y vienen en comisión a que usted nos atienda.
lleva cinco noches sin cantar las doce.» ver a usía.
SECRETARIO OTRAS
(Con un expediente en la mano.) DON HIGINIO DON HIGINIO Que usted nos complazca,
¿Qué multa le ponemos al tío Cascapiedras? ¿Y qué es, que se duerme? ¿Las beatas y en comisión?...Venga el bastón. que usted nos defienda.
(Dándole el bastón de autoridad que está sobre la mesa.)
DON HIGINIO SECRETARIO DOÑA DESIDERIA
¿Qué dice la denuncia? Dice el Cabo, que le abre el portillo la moza de ALGUACIL Que arrojes del pueblo
doña Florita. ¡Y viene de Intendenta la señora alcaldesa! tantísima tuna,
SECRETARIO que vienen tan sólo
(Leyendo.) DON HIGINIO DON HIGINIO por las peluconas,
«El burro del tío Cascapiedras, se ha comido los ¿Está seguro de que es la moza? ¡Y cómo no; si por presidir preside hasta la comida de tres viejos verdes
ómnibus que acaban de plantarse en la Plazoleta del de los gañanes! que tienen fortuna.
hospitalillo.» SECRETARIO
El Niño Bonito dice que como el marido está foras- ALGUACIL DOÑA FLORITA, DOÑA MILAGROS,
DON HIGINIO tero, le llamaron porque oían ruido... Para mí que se las traen contra esas prójimas que DOÑA ANGUSTIAS, CORO
A saber quién de los dos se los habrá comido, si el han venido contratadas al Casino de la Unión. ¡Bribonas!
burro o el amo. Póngale dos pesetas de multa a cada DON HIGINIO
uno. Los oiría doña Florita, porque la moza es sorda DON HIGINIO TODAS
(El SECRETARIO escribe y coge otro expediente.) como una tapia. ¿Contra la compañía de Variétes? ¡Bribonas!
1.-Las Bribonas. Zarzuela en un acto, dividido en cinco cuadros original de Antonio M[artínez]Viérgol. Música del maestro Rafael Calleja. Estrenada ALGUACIL DON HIGINIO
en el Teatro de Apolo, la noche del 10 de junio de 1908. Madrid, R.Velasco Imprenta, 1908, segunda edición; — Madrid, R.Velasco Imprenta 1909, Eso; contra las variétes, prójimas que ha traído el (Imponiéndose.)
tercera edición; ambas conservadas en el archivo de la Biblioteca de la Sociedad General de Autores y Editores con la signatura Lib 7-43. Las dos edi- Ciruqui. ¡Hable sólo una!
ciones contienen una larga dedicatoria del autor a Luis Morote, y precedido también de una «Cháchara» dedicada a Antonio M.Viérgol por Mariano (Se oye rumor interior.)
de Cavia, celebrando el éxito de la obra.Al final del libreto aparecen unos «Couplets para repetir», indicio de que la obra gustó tanto que se fue aña- Ya están aquí. DOÑA FLORITA
diendo letra en ediciones posteriores, seguido de una página con indicaciones precisas sobre la indumentaria de los actores y, por último, los juicios de Cuatro desdichadas
prensa recogidos de los siguientes periódicos: España Nueva, Diario Universal, El País, El Liberal, El Imparcial,ABC, Heraldo de Madrid, El Universo, hay en el Casino…
Las Novedades, El Mundo y La Correspondencia Militar, todas ellas alabando las cualidades de Las Bribonas.

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DOÑA ANGUSTIAS LAS CUATRO de color verde y dándoselo a DON HIGINIO.) DOÑA DESIDERIA
Que fuman cigarros,… Yo lo diré. ¿Qué es esto? (Interrumpiéndole.)
¡Me vas a explicar a mí ahora lo que son tientos!
DOÑA MILAGROS DON HIGINIO DON HIGINIO Sigue.
…se atracan de vino. Hablando a un tiempo, (Cogiéndolo y calándose los lentes.)
no nos podremos nunca entender. El programa... para la función de esta noche en el DON HIGINIO
UNAS Casino de la Unión. Dos: «Las Hermanas Trotonda: Matchicha del
Cantan indecencias, CORO Ruido».
bailan porquerías… (A las otras.) DOÑA DESIDERIA
Hable usted. ¡No tiene mala unión! DOÑA FLORITA
OTRAS Digo; ¡y menudo ruido que se traen esas niñas!
Eso usted lo sabe LAS CUATRO DOÑA FLORITA
hace un par de días. Hablaré yo. ¡Es un centro de corrupción. DON HIGINIO
Doña Florita, ¿no serán ésas las que hacen el ruido
DOÑA DESIDERIA CORO DOÑA MILAGROS que oye usted todas las noches?
Y a la gente moza Hable usted. ¡Una mansión del pecado! ¡Una sucursal del infierno!
sin trastienda alguna, DOÑA FLORITA
con sus ratimagos LAS CUATRO SEÑORA (Levantándose confusa.)
y sus cucamonas Yo lo diré. ¡La perdición del pueblo! ¡Don Higinio, si yo no oigo ruidos!
ponen en el trance (Movimiento del resto de las señoras, asintiendo.)
de cualquier tontuna. DON HIGINIO DON HIGINIO
(Enarbolando el bastón autoritariamente.) DOÑA DESIDERIA (Haciendo una seña de inteligencia al SECRETARIO.)
DOÑA FLORITA, DOÑA MILAGROS, Silencio todas. ¿Te parece decente? ¡Entonces miente el Niño bonito!
DOÑA ANGUSTIAS, CORO
¡Bribonas! ¡Bribonas! TODAS DON HIGINIO DOÑA FLORITA
(Persignándose aterrorizadas.) (Después de recorrer con la vista el prospecto.) ¡Ah, sí; una noche tuve que llamarle, porque creí
TODAS ¡Jesús, María y José! ¡Mujer, yo no veo nada de particular! que andaban ladrones!
¡Bribonas! (Sigue la orquesta sola.)
DOÑA DESIDERIA DON HIGINIO
DON HIGINIO Hablado Lee ahí. ¿No sería algún cortejo de la moza?
¡Hable sólo una! (Señalándole en el prospecto.)
DON HIGINIO DOÑA FLORITA
TODAS Bueno, que hable una sola. Hable usted, señora DON HIGINIO Ésa en cuanto se acuesta se queda como un leño.
Ya estamos hartas de coupletistas alcaldesa, que es la que tiene más confianza con Don (Leyendo.)
que no hacen desde el tablado, Higinio. Primera parte: Uno. DOÑA DESIDERIA
más que alentar el pecado (Rectificando.) Sigue leyendo.
y fomentar lo inmoral. DOÑA DESIDERIA Una. Mujer, esto es un uno. (DOÑA FLORITA vuelve a sentarse.)
Es necesario, señor alcalde, Pues yo hablaré.
que usted las dé pasaporte, DOÑA DESIDERIA DON HIGINIO
y que las mande a la Corte DON HIGINIO Sigue: ya verás como es una. «Trini la Jerezana: Tres: «Madmoasell Margarita y su negro».
y que nos dejen en paz. ¿Vas tú a hablar? Tientos».
(Comprendiendo que hay para rato y resignado, al resto de ¡Más claro, agua! DOÑA DESIDERIA
CORO las señoras.) ¡Ya ves qué escándalo! Llevar la desvergüenza hasta
Oiga usted. Bueno; siéntense ustedes. DOÑA FLORITA tener un amante negro, que llaman la atención más
(Todas abren su silla de tijera y se sientan en se círculo; Tentaciones, don Higinio, tentaciones. que los blancos!
LAS CUATRO DOÑA FLORITA a la derecha y DOÑA MILAGROS y
Hablaré yo. DOÑA ANGUSTIAS a la izquierda, delante del CORO, que- DON HIGINIO DOÑA ANGUSTIAS
dando en el centro de pie, DOÑA DESIDERIA a la derecha e ¡Pero, mujer, si los tientos son...! Los negros son hijos del diablo.
CORO DON HIGINIO a su izquierda. En este momento, termina del
Oiga usted. todo la música. Sacando del libro de oraciones un prospecto
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DOÑA MILAGROS DOÑA DESIDERIA DOÑA FLORITA DOÑA DESIDERIA
Son de la raza de Caín. ¡Herejote! Son unos talleres para hacer ropas a los Además, cantan unas canciones obscenas. Y si es preciso te promoveremos un conflicto de
niños pobres. orden público.
DOÑA FLORITA DON HIGINIO (Como antes.)
Tienen el color del humazo del Infierno. DON HIGINIO ¿Qué quería usted, doña Florita, que cantasen las
¡Pues, hija mía, debéis estar en huelga hace tiempo, horas como..., los serenos? DON HIGINIO
DON HIGINIO porque andan todos los muchachos en cueros! (¡Caracoles!) Bueno, basta; estudiaré el asunto y
(Después de guardarse el programa.) DOÑA ANGUSTIAS procuraré complacer a las honradas Madres de
Pero ¿de dónde sacan ustedes que es su amante? DOÑA FLORITA ¡Y bailan unos bailes indecentes! Estropajosa.
Yo se lo pido a usted en nombre de la Cofradía de la
DOÑA DESIDERIA Adoración Nocturna, de la que soy Hermana mayor. DOÑA DESIDERIA DOÑA ANGUSTIAS
Nos ha dicho la posadera que duermen en el mismo (Levantándose; movimiento que imitan todas, volviendo a ¡Así se está acabando el baile del tamboril en los Gracias en nombre de las mozas.
cuarto. colgarse los catrecillos del brazo.) pueblos!
DOÑA DESIDERIA
DON HIGINIO DON HIGINIO DON HIGINIO Conste que esperamos la contestación hasta las tres
¿Y no pueden ser matrimonio? Ya, ya sabía yo que usted era de las más significadas ¡Naturalmente! Como que se han convencido los de la tarde en casa de doña Angustias.
en la Adoración Nocturna. mozos y las mozas de que estaban perdiendo un (Hace mutis seguida de un GRUPO DE SEÑORAS.Al pasar
DOÑA DESIDERIA tiempo precioso. por delante del SECRETARIO y ALGUACIL, éstos, puestos en
Si fuesen matrimonio dormirían en cuartos distintos; DOÑA ANGUSTIAS pie, saludan con una inclinación de cabeza.)
como tú y como yo. Don Higinio, yo traigo la representación de las Hijas DOÑA ANGUSTIAS
de María. (Aterrorizada.) DON HIGINIO
DOÑA ANGUSTIAS Don Higinio, parece mentira que sea usted un alcal- Bueno.
Además, que un negro y una rubia no casan. DON HIGINIO de conservador!
¿De las mozas? DOÑA FLORITA
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA Gracias, don Higinio.
¡Qué han de ser matrimonio! Ninguna de esas bri- DOÑA ANGUSTIAS ¡Y nombrado de Real orden!
bonas ha visto la iglesia. Pero, ¿no sabe usted que soy Tesorera perpetua de la DON HIGINIO
Congregación? DOÑA FLORITA Doña Florita, ¿no podía usted oír esos ruidos de
DOÑA FLORITA Si fuese usted un alcalde liberal ya nos había conce- día?, porque el sereno tiene que vigilar la vereda.
El casarse es un trabajo más que tenemos las muje- DON HIGINIO dido lo que pedimos. (DOÑA FLORITA, escandalizada, hace mutis persignándose
res decentes. ¡Sí, sí! (¡Como que no se ha casado para no perder seguida de otro grupo de señoras.)
el cargo!) DON HIGINIO
DOÑA MILAGROS Naturalmente; como tienen más confianza con la DOÑA ANGUSTIAS
¡Así vuelven locos a los hombres! ¡Como que les DOÑA DESIDERIA libertad, hacen de ella lo que les da la gana. (Dándole la mano.)
ahorran todas las molestias! Conque ya sabes: esas bribonas tienen que levantar El Señor le conceda una buena muerte.
inmediatamente el campo; que se vuelvan a Madrid, DOÑA DESIDERIA (Al volverse para hacer mutis, DON HIGINIO, disimulada-
DOÑA DESIDERIA que allí hay gente para todo. De modo que esas bribonas son para ti más respeta- mente, la amenaza con el bastón.)
Es preciso que todas esas bribonas salgan inmediata- bles que las honradas damas de Estropajosa. Gracias.
mente del pueblo. DON HIGINIO (Vase seguida de otro grupo.)
Pero, hijas mías, ¿cómo las voy a echar si en dos días DON HIGINIO
DON HIGINIO que llevan actuando no han dado el menor escándalo? Desideria, no hagas frases cursis. DOÑA MILAGROS
¡Pero, mujer! San Antonio bendito se lo premie.
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA (El resto del CORO se despiden, haciendo todas mutis en la
DOÑA DESIDERIA ¿Te parece poco escándalo salir medio desnudas al Pues bien, ya que tú nos desatiendes, escribiremos al misma forma, seguidas por DON HIGINIO, que llega hasta
Yo no soy ahora tu mujer; yo soy la Presidenta de los público?... Así se lavotean, que dice la posadera que señor obispo para que se lo pida al gobernador y te la puerta despidiéndolas. Bis en la orquesta.)
Talleres de San José. van a acabar con el agua del pozo. ¡Qué poco nos lo ordene de oficio.
lavamos nosotras! (Aprobación en las SEÑORAS.)
DON HIGINIO Escena IV
¿Y qué talleres son ésos? DON HIGINIO DON HIGINIO, EL SECRETARIO
(¡Estas son capaces de hacer que me destituyan!) y EL ALGUACIL
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DON HIGINIO SECRETARIO DON HIGINIO ALGUACIL
(Desde la misma puerta.) ¿Pero usted cree que el negro?... Convocar a la Junta de festejos. ¿Y qué?
Adiós, adiós… lechuzas.
(Vuelve a su mesa y deja el bastón de mando.) DON HIGINIO SECRETARIO DON HIGINIO
¿Qué les parece a ustedes? Yo en cuestión de cupletistas francesas lo creo todo. (Después de una pequeña pausa.) Pues que a ninguno de esos le tiene cuenta que se
¡Pues no veo la idea! vaya la Compañía; que votarán porque se queden; y
SECRETARIO ALGUACIL yo digo a mi mujer, a la señoras y al Gobernador
Que doña Desideria es capaz de armarnos un motín. ¡La que es una mujer que vale un dineral es la ALGUACIL que la Junta de festejos me lo ha impuesto, y la
Jerezana! ¡Ni yo tampoco! Compañía sigue y yo me lavo las manos.
DON HIGINIO
¿Ven ustedes cómo me trata en el Municipio como DON HIGINIO DON HIGINIO SECRETARIO
alcalde? ¡Pues figúrense ustedes cómo me tratará en (Pasando al centro.) ¡Miopes!... ¿Quiénes la forman? ¡Admirable!
casa como marido! A esa sí la he hablado. ALGUACIL
Presidente, usted. ALGUACIL
ALGUACIL ¡De primera!
ALGUACIL ¿Y qué? DON HIGINIO
Por supuesto que todo eso lo ha tramado el señor Que es como si fuera yo. DON HIGINIO
cura. DON HIGINIO (El ALGUACIL asiente.) Pues hala; tú.
(Sonriente) (AL ALGUACIL.)
DON HIGINIO Lo que tú dices: ¡que vale un dineral! SECRETARIO Ve a avisar a los individuos de la Junta y que vengan
(Avanzando todos al proscenio.) Secretario nato, yo. inmediatamente.
Ca, hombre; esto lo ha tramado mi mujer, que desde ALGUACIL
que ha llegado la compañía está con la mosca a la ¡Como que dengún año ha traído el Ciruqui un cua- DON HIGINIO ALGUACIL
oreja, porque se ha empeñado en que me gusta la dro más completo! Que es también como si fuese yo. Va de seguida.
francesa del negro. (Ídem.) (Mutis foro derecha.)
(Los otros, sonríen maliciosamente.) SECRETARIO
No; y aquí, entre nosotros, tiene razón. ¿Y usted qué piensa hacer, señor alcalde? ALGUACIL DON HIGINIO
Vicepresidente, el Juez municipal. Y usted, señor Secretario, vaya a la posada...
SECRETARIO DON HIGINIO
¿La ha hablado usted? ¿Yo?... todo lo que sea posible para que mi mujer no DON HIGINIO SECRETARIO
se salga con la suya. Que es yerno de Ciruqui, dueño del Casino. ¿Por el cuadro de la Compañía?
DON HIGINIO
(Confidencialmente.) ALGUACIL ALGUACIL DON HIGINIO
Hombre, la verdad, no me he atrevido, porque Muy bien dicho. El médico. Eso es; para que examine su trabajo la Junta y dé el
como no sé francés... informe.
DON HIGINIO DON HIGINIO
SECRETARIO (De pronto y satisfecho.) Que no le va mal con estas compañías. SECRETARIO
¿Y qué importa? La dice uno por señas lo que quiere. Se me ha ocurrido una idea luminosa. ¿Traigo al negro?
ALGUACIL
DON HIGINIO ALGUACIL El boticario. DON HIGINIO
Ya lo he pensado, pero... vamos, me ha parecido la (Enérgico.) Sí; pero que venga por las afueras, para que no se
seña muy fuerte. Meter en la cárcel a doña Desideria por desacato a la DON HIGINIO alboroten los chiquillos. (EL SECRETARIO coge su som-
autoridad. Que tampoco le conviene que se vayan. brero y hace mutis foro derecha. DON HIGINIO vuelve a
SECRETARIO sentarse ante su mesa.)
Ésas no se asustan por nada. DON HIGINIO SECRETARIO
Para meter a esa en la cárcel hace falta reconcentrar El veterinario.
DON HIGINIO toda la Guardia civil de la provincia. Escena V
Es que el negro que trae me ha parecido aun más DON HIGINIO DON HIGINIO
fuerte que la seña. SECRETARIO A ese le llamaremos como veedor de carnes.
(Haciendo un movimiento de pegar.) Meter en la cárcel al negro.
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DON HIGINIO LIBORIO DON HIGINIO LIBORIO
¡Soy un tío! ¡Bonito me ponen los periódicos de (Confidencialmente.) (Socarronamente.) ¡Admirable, don Higinio!
Madrid si hago lo que me han pedido! ¡Ya me parece Quiero decir que usted es alcalde conservador por- ¿De modo que usted es el que toca dentro? (Ídem.)
estar leyendo los sueltos! «Una alcaldada. El monte- que le dieron un disgusto los liberales; y yo soy DON HIGINIO
rilla del pueblo de Estropajosa es digno subalterno sacristán porque me dieron un disgusto los toros; LIBORIO Pero ya verá usted cómo mi mujer y las amigas nos
del ministro», o este otro: «En Estropajosa disfrutan pero a usted le tira la libertad como a mí me tira la Sí, señor; porque por mi condición eclesiástica, no dan el gran escándalo.
un alcalde reaccionario que merece ser moro y de tauromaquia. me atrevo a tocar a la vista del público.
Frajana». ¿Y Gedeón?... ¡Las cosas que me diría LIBORIO
Gedeón! DON HIGINIO DON HIGINIO Para eso estoy yo aquí; para evitarlo. ¡No ve usted
(Se pone a hojear expedientes y va poniendo firmas.) (Levantándose satisfecho y alegre y avanzando con LIBO- Toma, toma; ahora comprendo yo por que en las que las conozco muy a fondo!
RIO al proscenio, observando antes si alguien les escucha.) misas mayores nos suelta usted cada machicha y cada
Usted me ha conocido. tango que canta el Credo. DON HIGINIO
Escena VI ¡Pero no conoce usted a mi mujer!
DON HIGINIO y LIBORIO LIBORIO
¡Y bien, y bien!
LIBORIO
(Desde el foro.) DON HIGINIO
¿Se puede? (Muy reconcentrado y dándose un apretón de manos.)
¡Viva Prim!
DON HIGINIO
(Sin levantar la vista.) LIBORIO
Adelante. ¡Viva el Chico de la blusa!
(Se separan para observar.)
LIBORIO
(Entrando.) DON HIGINIO
¡Ave María Purísima! Pero hombre, ¿cómo siendo torero le dio por hacer-
se sacristán?
DON HIGINIO
(Fijándose en el recién llegado.) LIBORIO
¿Es usted, señor Sacris? ¿También usted viene a Pues porque me encontré con la cara afeitada.
remachar el clavito que han dejado a medio rema- ¿Supongo que no habrá usted accedido a eso que le
char las beatas? han pedido las señoras?

LIBORIO DON HIGINIO


No, señor alcalde; yo vengo precisamente a descla- ¡Qué he de acceder hombre! Y menos siendo cosa de
varlo. mi mujer.
(Se acerca a la mesa.)
LIBORIO
DON HIGINIO ¡Bravo, señor alcalde! Hubiera sido una arbitrarie-
¿Usted? dad, ¡un atropello contra esas pobres muchachas! LIBORIO LIBORIO
Es para que se distraigan los mozos, porque si no, no ¡Palmo a palmo!
LIBORIO DON HIGINIO entran.
¿No ha oído usted decir que un clavo saca otro ¿Es usted su secretario? DON HIGINIO
clavo? Mire usted, don Higinio, aquí para inter nos: DON HIGINIO ¡Eh!
yo sé que usted es alcalde conservador como yo LIBORIO Bueno, pues a mí se me ha ocurrido citar a las niñas (Mirándole fijamente.)
sacristán. Don Higinio, todo hay que decirlo; es que como yo y a la Junta de Festejos menos al cura para que ésta
soy la única persona que sabe tocar el piano en el examine su trabajo, dé su informe favorable y las LIBORIO
DON HIGINIO pueblo, pues me gano cuatro pesetas acompañándo- funciones continúen y yo me lavo las manos. Quiero decir que sé cómo se las apacigua y se las
¡Naturalmente! las todas las noches. convence.

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DON HIGINIO DON HIGINIO DON HIGINIO DON HIGINIO
¿Va usted a saber cómo se apacigua y se convence a ¡Pero qué va usted a hacer! (Colocando dos sillas.) (¡Vaya una risa
Desideria, cuando yo no he podido saberlo en veinte Pasen ustedes más azarante!
años de matrimonio? LIBORIO y siéntense. ¿Será el marido?
Ponerle a su disposición. ¿Será el amante?
LIBORIO TRINI LA JEREZANA ¿Será un criado?
Mire usted; lo primero que hay que hacer es dar una DON HIGINIO ¿Qué tal se encuentra? ¿Será un matón?
función a beneficio de los pobres y entregarles el ¡Para qué! (Entra en escena DOMINGO.) ¡De todos modos
dinero. es un guasón!)
LIBORIO DON HIGINIO
DON HIGINIO Para que lo bauticen; ¡no sabe usted lo que se pirran Yo bien. TRINI LA JEREZANA
¡No está mal discurrido! por convertir herejes! (Apoyándose en el hombro derecho de DON HIGINIO con
TRINI LA JEREZANA coquetería.)
LIBORIO DON HIGINIO Me alegro. ¡Ay, señor alcalde!
¡Digo! ¡No sabe usted lo que las gusta que las den ¿Pero el negro es hereje?
dinero para sus obras de caridad! ¡Como que si no DON HIGINIO MADEMOISELLE MARGHERITE
hubiera pobres habría que inventarlos! LIBORIO (Viéndolo que entra y se queda en el foro.) (Ídem en el izquierdo.)
No es hereje, señor alcalde. (¡Esta ladrona ¡Ah, mesié le mer!
DON HIGINIO (Se oye rumor hacia el foro.) se trae al negro!)
¿Y usted cree que tomarán ese dinero? Ya se lo explicaré usted, que ahora viene gente y no TRINI LA JEREZANA
quiero que me vean. NEGRO DOMINGO No cierre el teatro.
LIBORIO (Riéndose.)
¿Por la procedencia? ¿Y para qué se ha inventado la DON HIGINIO ¡Ja, ja, ja, ja! MADEMOISELLE MARGHERITE
máxima de que la caridad lo purifica todo?...Ya ve Salga usted por ahí, por la puerta del salón de sesiones. Il é notre pen.
usted en las capitales: dinero de los toros, de los tea- DON HIGINIO
tros, hasta de las casas de juego; el fin justifica los LIBORIO (¡Este negro es un guasón; TRINI LA JEREZANA
medios. (Haciendo mutis primera derecha.) y ya empiezo a sospechar (Acariciándolo.)
Ya verá usted qué bien me las toreo. que hay aquí gato encerrado Que yo le prometo…
DON HIGINIO como dice el sacristán!)
De modo que usted cree que con la función benéfica DON HIGINIO MADEMOISELLE MARGHERITE
se resuelve el conflicto. Sacristán y torero: ¡Vaya una mezcla! NEGRO DOMINGO (Ídem.)
¡Ja, ja, ja, ja! De una par osí,
LIBORIO
Por resuelto; y para acabar de convencerlas tengo Escena VII DON HIGINIO TRINI LA JEREZANA
otro recurso maravilloso. DON HIGINIO,TRINI LA JEREZANA, MADEMOISELLE Las supongo ya enteradas (Bailando flamenco.)
MARGHERITE y el NEGRO DOMINGO de por qué las he llamado. No abusar de acá.
DON HIGINIO
¿Cuál? Música (N.º 2) TRINI LA JEREZANA MADEMOISELLE MARGHERITE
Cuarteto y Baile Inglés El que ha ido a recogernos (Paso de cancán.)
LIBORIO al venir nos ha enterado. No fer rian de isí.
El negro. TRINI LA JEREZANA
¡Muy buenos días! DON HIGINIO Trini la Jerezana
DON HIGINIO No se asusten ni se apenen (Bailando flamenco.)
¡Qué dice usted, hombre! MADEMOISELLE MARGHERITE porque nada pasará; De acá.
¡Bon yur mesié!2 es un caso de carácter
LIBORIO puramente extraoficial. MADEMOISELLE MARGHERITE
Lo del negro, las va a volver locas. (Ídem francés.)
NEGRO DOMINGO De isí.
2.- Nota del autor: «El francés va escrito con arreglo a la pronunciación».
¡Jua, jua, jua, jua!

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NEGRO DOMINGO LOS TRES ALGUACIL VETERINARIO
¡Oh, la, la! (Suspirando.) (Desde el foro, anunciando.) Acordado.
¡Ay! La Junta de festejos.
DON HIGINIO (Los SEÑORES que la componen entran, saludan y forman DON HIGINIO
(Qué ocasión más oportuna DOMINGO todos grupo a la izquierda con el SECRETARIO; DON (Muy ufano.)
si no fuese este el Concejo (Interponiendo.) HIGINIO, entre tanto, vuelve a coger el bastón.) Señor Secretario, comuníqueselo de oficio a las inte-
ni estuviera el negro aquí!) Y si ya ne parle rian. resadas... (¡y que se fastidie mi mujer!)
(Empieza un baile inglés a gusto del actor que interprete el DON HIGINIO
TRINI LA JEREZANA personaje; en la última parte TRINI LA JEREZANA empie- Bueno, supongo que estarán ustedes al tanto de por DOMINGO
Reparad. za a bailar flamenco y MADEMOISELLE MARGHERITE qué les he llamado. ¡Jua, jua, jua!
(Baila flamenco a la derecha de DON HIGINIO.) can-can, quedando al fin del número formando cuadro. (Todos afirman.)
DON HIGINIO, los contemple entusiasmado.) La Junta de señoras de Estropajosa, con mi señora a DON HIGINIO
MADEMOISELLE MARGHERITE la cabeza, me ha pedido en comisión, que expulse (A los de la compañía.)
Regardé. del pueblo la compañía del Casino, por ataques a la Pues ya lo saben ustedes: queda autorizado el espec-
(Subiendo la falda y enseñando poco de la pierna, con Escena VIII moral y escándalo publico. táculo.
coquetería.) Dichos y EL SECRETARIO
con CINCO COUPLETISTAS JUEZ MUNICIPAL TRINI LA JEREZANA
TRINI LA JEREZANA De ningún modo. ¡Viva el alcalde!
¡Cuánta honestidad! Hablado
MÉDICO TODAS
MADEMOISELLE MARGHERITE SECRETARIO ¡Eso es una arbitrariedad! ¡Viva!
Qu’el moralité. (Entrando por el foro.)
(Vuelve a apoyarte cada una en un hombro, con mucha Señor alcalde, aquí esta todo el elenco. BOTICARIO TRINI LA JEREZANA
coquetería.) (Entran las COUPLETISTAS elegantísimas con traje de ¡Un atropello! ¡Viva la Junta de festejos!
calle y con el resto de la compañía forman un grupo en el (Casi a un tiempo.)
DON HIGINIO foro derecha, alrededor de la mesa de DON HIGINIO.) VETERINARIO
(Saludando.) ¿Una tupinada? TODOS
Si esto es solo a media máquina, ¿qué será ir todo DON HIGINIO ¡Viva!
correr? ¿Y la Junta de festejos? DON HIGINIO (Cada COUPLETISTA da la mano a uno de la Junta; DON
Eso mismo he dicho yo, adelantándome a los deseos HIGINIO va a abrazarse a Mademoiselle MARGHERITE
TRINI LA JEREZANA SECRETARIO de la Junta. interponiéndose DOMINGO. Cuadro animadísimo y telón
¡Ay, señor alcalde! Por la escalera suben. de cuadro Intermedio musical.)
(Como antes.) DOMINGO
DON HIGINIO ¡Jua, Jua, jua! Música (N.º 2Bis)
MADEMOISELLE MARGHERITE (Aparte.) Intermedio (instrumental)
Ah, mesie le mer. ¡Ay, señor Secretario, me parece que voy a acabar DON HIGINIO
por hacer señas a la francesa! (Mirando al negro airadamente.) Mutación
TRINI LA JEREZANA ¿Se acuerda por unanimidad que no ha lugar a la
(Suspirando.) SECRETARIO petición?
¡Ay! Por ahí debía usted haber empezado. Escena X
JUEZ MUNICIPAL DOÑA DESIDERIA, DOÑA FLORITA, DOÑA ANGUS-
MADEMOISELLE MARGHERITE DON HIGINIO Sí. TIAS y DOÑA MILAGROS
(Suspirando.) Ca; voy a empezar por meter en la cárcel al negro. (Todas vestidas como en el primer cuadro, pero sin manti-
¡Ay! MÉDICO llas ni velos, repartidas entre el sofá y las sillas.)
Acordado.
DON HIGINIO Escena IX Hablado
(Suspirando.) Dichos, el ALGUACIL, el JUEZ MUNICIPAL, BOTICARIO
¡Ay! el MÉDICO, el BOTICARIO y el VETERINARIO Acordado. DOÑA DESIDERIA
(Casi a un tiempo.) ¿Qué les parece a ustedes la comunicación de mi

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señor marido? (Levantándose indignada.) DOÑA FLORITA DOÑA FLORITA DOÑA ANGUSTIAS
¡Calle usted por Dios! Si esas mujeres producen en ¡Y las mozas que se escaparon a Madrid para hacerse Y yo le diré a las demás muchachas, que prohiban a
DOÑA ANGUSTIAS los pueblos donde caen más daño que el pedrisco y coupletistas! sus novios ir al Casino.
Inaudita, doña Desideria, inaudita. que la sequía.
DOÑA MILAGROS DOÑA DESIDERIA
DOÑA FLORITA DOÑA ANGUSTIAS ¿Y las deudas que dejaron en todas partes, incluso en Y si es preciso, no faltará quien le ponga fuego.
Pero, ¿quiénes son los señores que componen la ¡Y que vienen todos los años! la buñolería?
Junta? DOÑA MILAGROS Y DOÑA ANGUSTIAS
DOÑA FLORITA DOÑA ANGUSTIAS Muy bien hecho.
DOÑA DESIDERIA ¡Como que ya va a ser cosa de hacer rogativas para ¿Y la de tarjetas postales indecentes?
¡Quiénes han de ser! El Juez municipal, el Médico, que no vengan! DOÑA DESIDERIA
el Secretario, el Veterinario y el Boticario; todos los DOÑA DESIDERIA Veremos quién puede más, si esas bribonas o la
de la cáscara amarga. DOÑA ANGUSTIAS ¡Como que se ha pasado un año el maestro, reco- Junta de Damas de Estropajosa.
Mire usted que las del año pasado no pudieron traer giéndoselas a los chicos!
DOÑA MILAGROS más calamidades.
(Uniéndose a DOÑA DESIDERIA en el proscenio.) DOÑA ANGUSTIAS Escena XI
¡Doña Desideria, que también forma parte de ella el DOÑA FLORITA ¡Cuántos males, doña Desideria; cuántos males! Dichas, LIBORIO y TRINI LA JEREZANA
señor cura! El tío Lucas se encalabrinó con aquella que la llama-
ban La Reina del Molinete y le costó toda la cose- DOÑA DESIDERIA (TRINI LA JEREZANA durante la escena y en los momen-
DOÑA DESIDERIA cha. ¡Gracias a que fue un año muy malo! ¡Y los que no se ven, doña Angustias! tos en que le toca hablar, se pone en jarras; LIBORIO, disi-
Dios me perdone, ¡pero este párroco me parece que muladamente, hace que se quite de la postura y siempre
tiene la manga muy ancha! DOÑA DESIDERIA DOÑA FLORITA que TRINI LA JEREZANA saluda, es una mezcla entre
¿Y la puñalada que le dieron al chico de la Hay que tomar una resolución. chulesco y señorito, en una palabra, queriendo echárselas
DOÑA ANGUSTIAS Marcelina, por aquella regordeta del pelo rizado y de fina, pero resultando el saludo cómico chulesco.)
(Levantándose y formando grupo con ellas.) los lazos, que parecía un borrego de rifa? DOÑA DESIDERIA
Yo se lo he notado en el confesionario; ¡pone las ¿Una? Por de pronto, mandar un propio al señor LIBORIO
mentiras a Padre nuestro! DOÑA MILAGROS obispo, con una exposición suscrita por todas, (Hablando desde dentro por la primera derecha.)
¡Pues no tenía la desvergüenza de ir a misa todos los pidiendo que interponga con el gobernador toda su ¡Ave María Purísima!
DOÑA FLORITA domingos! influencia y que excomulgue a esas bribonas y a
(Engrosando el grupo.) todos los que asisten al espectáculo. DOÑA FLORITA
¡Ay, hija, será a usted; a mi me las pone más caras! DOÑA DESIDERIA (Reparando.)
¡Como que el señor cura tuvo que prohibírselo, por- DOÑA FLORITA ¡Es el sacristán!
DOÑA ANGUSTIAS que relinchaban los mozos en cuanto la veían, sin Muy bien.
Porque serán más gordas. reparar que estaban en la iglesia! DOÑA ANGUSTIAS
DOÑA DESIDERIA Adelante.
DOÑA FLORITA DOÑA FLORITA Después, celebrar una manifestación pública de
Ni más ni menos que el difunto don Martín, que ¿Y aquella gorda, que tenia el descaro de salir a la mujeres en contra del alcalde. LIBORIO
tenía la costumbre de preguntar en cada pecado: calle con chaqueta corta, sombrero ancho y pantalón (Entra seguido de TRINI LA JEREZANA, que se queda en
«¿cuántas veces?» entallado? DOÑA MILAGROS el dintel de la puerta tímidamente.)
¿De su marido? ¡Santas y buenas tardes nos dé Dios!
DOÑA MILAGROS DOÑA ANGUSTIAS
¿Y qué hacemos ahora? ¡La Machaquito! DOÑA DESIDERIA (Las señoras al ver a TRINI LA JEREZANA se repliegan
¿Y qué? Como marido, ya le haré yo otras manifesta- precipitadamente hacia la izquierda formando un grupo
DOÑA DESIDERIA DOÑA MILAGROS ciones. cómico.)
Todo, menos consentir que esas bribonas sigan en el ¡Qué modo de llevarse los hombres detrás de ella!
pueblo dando mal ejemplo a las mozas, sorbiendo el DOÑA FLORITA DOÑA DESIDERIA
seso a los mozos y la fortuna a los viejos, ofendiendo DOÑA DESIDERIA Y yo al mío. (A las otras.)
a la moral con sus palabras y con sus actos y pervir- ¡Naturalmente! Como me los llevaría yo, si me ¡El sacristán con una bribona! ¡Se necesita frescura!
tiendo a todo el mundo. pusiese ese traje!

36 37
DOÑA ANGUSTIAS LIBORIO DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA
¿Qué hacemos, doña Desideria? Lo que ustedes oyen. Doña Florita, déjese de gollerías; siendo hereje, de Pero, ¿y la procedencia?
cualquier color es bueno para ganar el cielo.
DOÑA DESIDERIA DOÑA FLORITA DOÑA ANGUSTIAS
No se me ocurre nada. ¡Ah, qué felicidad! DOÑA ANGUSTIAS ¡La caridad lo purifica todo, doña. Desideria!
¿Y cuándo le sacamos de pila?
LIBORIO DOÑA MILAGROS DOÑA MILAGROS
(A TRINI LA JEREZANA.) ¡Qué alegría! LIBORIO ¡El Señor ha iluminado el alma de esos desgraciados!
(¡Hemos dado el golpe! ¡A grandes males, grandes Hay que prepararlo; le estoy enseñando la doctrina.
remedios!) (Avanzan hacia el centro.) DOÑA ANGUSTIAS ¡Es muy listo!... Al paso que va, dentro de un mes DOÑA DESIDERIA
Les extrañará a ustedes que venga… que vengamos. ¡Bautizar un hereje! podrá recibir el bautismo. (¡Dentro de un mes, ya ¡La verdad es que no se les puede pedir más!
no está aquí la compañía!.)
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA DOÑA FLORITA
(Muy turbadas y enojadas al mismo tiempo.) Yo seré la madrina. DOÑA DESIDERIA ¡Un hereje y cuatrocientas pesetas!
Sí. Lástima que como usted sabe andemos mal de fon-
DOÑA FLORITA dos; si no, ese día haríamos un gran donativo a los DOÑA DESIDERIA
DOÑA ANGUSTIAS No, señora; lo seré yo. pobres. (Avanzando, seguida de todas, ya convencidas.)
Sí. (Simultáneamente.) La Junta de Damas de Estropajosa, acepta el ofreci-
DOÑA ANGUSTIAS LIBORIO miento y le da a usted las gracias en nombre de los
DOÑA FLORITA Lo seremos todas. A eso venimos precisamente; mejor dicho, a eso pobres desheredados.
Sí. (Simultáneamente.) viene esta señorita (Presentando a TRINI LA JEREZA-
DOÑA DESIDERIA NA, que saluda en la forma indicada anteriormente.) a LIBORIO
DOÑA MILAGROS Ahora sí que hay que escribir al señor obispo.Y cele- ofrecerles en nombre de toda la compañía, una fun- (Haciendo pasar a TRINI al centro.)
Sí. (Simultáneamente.) brar con toda solemnidad el bautizo. ción benéfica para los pobres; cuatrocientas pesetas (¡Anda tú ahora!)
mal contadas.
LIBORIO LIBORIO TRINI LA JEREZANA
Bueno, pues a mí también me extraña. (A TRINI LA JEREZANA.) DOÑA ANGUSTIAS Miste, señora; un ñúo tenía en la garganta mesma-
(A TRINI LA JEREZANA.) (¡Ya sabía yo que esto era de un efecto seguro!) ¡Ochenta duros! mente, de pensar que iban ustedes a despresiar nues-
(¡Mucha zalema!) (Todas van cambiando, deponiendo la actitud con que los tra finesa.
(Adelantándose y con entonación solemne) DOÑA ANGUSTIAS recibieron.)
¡Ah, doña Desideria; qué felicidad para todos nos- ¡Nos vale una indulgencia plenaria! DOÑA FLORITA
otros! DOÑA DESIDERIA ¡Pobrecilla!
DOÑA FLORITA (A las demás.)
DOÑA DESIDERIA ¡Y una bendición apostólica! ¿Qué hacemos? DOÑA ANGUSTIAS
(A las demás.) ¡Y es muy guapa! ¿Es usted andaluza?
Vendrá a anunciarnos que se marcha la compañía. DOÑA DESIDERIA DOÑA FLORITA
Liborio ¿Y dónde está el hereje? Con esto no habíamos contado. TRINI LA JEREZANA
(Con más solemnidad.) De Jeré…
¡Quién había de pensar que Estropajosa, el humilde LIBORIO DOÑA ANGUSTIAS
pueblo de Estropajosa, iba a ser teatro de la conver- En la posada; es el negro de la compañía. Yo creo que los duros digo, los pobres, son los pri- DOÑA DESIDERIA
sión de un hereje y que, ustedes, las virtuosas damas meros. (A las otras remedándola.)
estropajosas, iban a tener la inmensa suerte de ganar DOÑA DESIDERIA De Jeré.
un alma para el cielo. ¡El negro! DOÑA MILAGROS
Tiene razón doña Angustias. DOÑA FLORITA
DOÑA DESIDERIA DOÑA FLORITA ¿Y hace mucho que baila?
Pero; ¿qué dice usted? ¡Qué lástima que no sea blanco! DOÑA ANGUSTIAS
No podemos rechazar este socorro que se les ofrece. TRINI LA JEREZANA
DOÑA ANGUSTIAS LIBORIO Ende chiquetiya.
Pero, ¿eso es verdad? (¡A que voy a tener que servírselo sin pintar!)

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DOÑA ANGUSTIAS DOÑA DESIDERIA una silla del foro derecha y se dispone para el baile.) DOÑA FLORITA
¿Su señora mamá también bailaba? Pues, ¿qué pide? ¡Además, que todo esto lo hacemos a beneficio de
LIBORIO los pobres!
TRINI LA JEREZANA TRINI LA JEREZANA Doña Angustias, ¿cómo esta el piano?
No, señora; en casa quien bailaba era mi padre. Pues, pues… DOÑA MILAGROS
(Mira a LIBORIO como preguntándole con la mirada si DOÑA ANGUSTIAS ¡Y que vamos a sacar de pila a un hereje!
DOÑA MILAGROS puede hablar.) Desde que usted lo afinó no se ha abierto. (Toman asiento en el sofá y butacas.)
¿Gastarán ustedes en vestirse un dineral?
LIBORIO LIBORIO TRINI LA JEREZANA
TRINI LA JEREZANA (Interponiéndose.) Ahora verán ustedes cómo son unos tientos inocen- (Aparte a LIBORIO.)
¡No lo saben ustedes bien! Quiere decir, que pide cada vez más gracia. tes. Maestro, ¿les pareserá muy fuerte?
(Quita los sillas o butaca que estorben para el baile y se
DOÑA DESIDERIA TRINI LA JEREZANA sienta al piano.) LIBORIO
¿Y les pagan a ustedes mucho? Más jonjana. A éstas ya todo les sabe a gloria.
DOÑA ANGUSTIAS (TRINI LA JEREZANA se dispone en el centro a cantar y
TRINI LA JEREZANA DOÑA FLORITA (A los demás.) bailar.)
Tres pesetas. ¿Qué será jonjana? Tendremos que confesar este pecadillo.
(A DOÑA ANGUSTIAS.) DOÑA DESIDERIA
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA (Acercándose a TRINI LA JEREZANA.)
¡Tres pesetas! DOÑA ANGUSTIAS Afortunadamente, este párroco tiene la manga muy Sin molinete, ¿eh?
(Mira a las demás intencionadamente.) Cualquier cosa fea. ancha.

LIBORIO DOÑA DESIDERIA


(¡Ésta va a acabar por meter la pata!) Bueno, pero el día de la función de beneficio me van
ustedes a hacer el favor de no bailar eso que le lla-
DOÑA DESIDERIA man el molinete.
¿De modo que usted es esa Jerezana que se anuncia
con letras gordas en las esquinas? LIBORIO
¡Si esta es una compañía muy fina! No vayan ustedes
TRINI LA JEREZANA a creerse que es como las que han venido otros años.
(Saludo.) Mira, (A TRINI LA JEREZANA.), vas a cantarte y bai-
Pa servir a ustés. larte aquí unos tientos, para que se convenzan las
señoras.
DOÑA FLORITA
¿La de los tientos? DOÑA DESIDERIA
No, que no se moleste.
TRINI LA JEREZANA
Tientos o lo que me pidan. DOÑA FLORITA
¡Ay, sí, que tengo mucha curiosidad!
DOÑA DESIDERIA
Diga usted: ¿y esos bailes no se pueden bailar así, DOÑA ANGUSTIAS
más…? ¡Y yo!
DOÑA FLORITA DOÑA MILAGROS
Menos… ¡No se habla de otros tientos en todo el pueblo!
TRINI LA JEREZANA DOÑA ANGUSTIAS
¡Ah, sí; ya comprendo! Como poderse, se pué, pero Que los baile.
el público va siendo cada día más desigente. (TRINI LA JEREZANA se quita el sombrero, que deja en

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TRINI LA JEREZANA Campana, DOÑA DESIDERIA ¿Estará bien o mal hecho lo que acabamos de hacer?
Descuide usté. la de la Vela, Nada, lo que yo le he dicho a usted, doña Florita:
(DOÑA DESIDERIA vuelve a sentarse.) campana, ¡los hombres son unos infelices! DOÑA DESIDERIA
que toca a muerto, ¡Ahora sale usted con ésas!
DOÑA FLORITA campana, LIBORIO
(Ídem.) para que juntos, Bueno; pues nos vamos, que yo todavía tengo que DOÑA FLORITA
Para señoras solas. campana, ensayarles las Flores de Mayo a las muchachas. Yo creo que está bien hecho.
(Vuelve a sentarse.) nos enterremos.
(Baila.) DOÑA DESIDERIA DOÑA MILAGROS
Música (N.º 3) ¿Y cuando es el beneficio? Y yo.
Tientos LAS CUATRO
(Poco a poco van levantándose y acercándose a TRINI LA LIBORIO DOÑA DESIDERIA
TRINI LA JEREZANA JEREZANA entusiasmadas, acompañándolo haciendo pal- Mañana; ustedes tendrán tribuna aparte y encár- La verdad es que tiene gracia eso de (Imitando el baile
(Baila durante el «ritornello».) mas con las manos.) guense que vayan todo el mundo. de TRINI LA JEREZANA exageradamente.)
Ya ves tú si yo a ti te querré, Campana, Campana
que vieron si me ablandaban la de la Vela, DOÑA FLORITA la de la Vela, etc.
con un relojito campana, Descuide usted.
de esos de pulsera que toca a muerto, etc. DOÑA ANGUSTIAS
y se lo tiré a la cara. (Siguen entusiasmadas hacia el final, que se dan cuenta de TRINI LA JEREZANA (Horrorizada.)
Repara, escucha y verás lo que están haciendo, persignándose horrorizadas.) Adiós, señoras. ¡Pero doña Desideria!
esta caribita (Jaleándola.)
tan chiquirriquitibita TRINI LA JEREZANA DOÑA DESIDERIA ¡Olé! ¡Olé!
que a ti te hasía ¡Olé! (Extremada de fina.) (Cuadro animado y telón de cuadro. La orquesta Toca el
prevaricá. Adiós, doña Jerezana. baile del Negro del Primer Cuadro, repitiendo lo necesario
LAS CUATRO para la.)
Campana, ¡Jesús! TRINI LA JEREZANA
la de la Vela, (Termina el número de música.) (Ofreciendo la casa.) Mutación
campana, Aquí, en la posá; y en Madrí, Beatas, cuatro.
que toca a gloria, Hablado (Muy recalcado.)
campana, Escena XII
porque te quiero, LIBORIO DOÑA FLORITA MADEMOISELLE MARGHERITE y DON HIGINIO
campana, (Levantándose del piano y acercándose al grupo mientras Ya sabe usted dónde nos deja; y dé usted las gracias a
porque me adoras. TRINI LA JEREZANAvuelve a ponerse el sombrero.) la compañía en nuestro nombre y en el de los (Al levantarse el telón aparecen MADEMOISELLE MARG-
(Baila.) ¿Qué les ha parecido a ustedes? ¿Verdad que no pobrecitos pobres. HERITE en enaguas cortas, cubre corsé y con botas impe-
tiene nada de pecaminoso? riales, desabrochadas en parte, lo más elegante posible,
LAS CUATRO TRINI LA JEREZANA saludando en la misma puerta del foro a DON HIGINIO,
Campana, DOÑA DESIDERIA Adiós. que penetra en escena algo cortado y tímido.)
la de la Vela, etc. Yo no lo he encontrado nada de particular. (Hace tres saludos en la forma antedicha procurando que
el tercero le pille en la misma puerta para desaparecer. Hablado
TRINI LA JEREZANA DOÑA FLORITA LIBORIO inicia el mutis tras ella.)
Como los railitos del tren Ni yo. MADEMOISELLE MARGHERITE
son tu cariño y el mío, DOÑA DESIDERIA Pase usted, señor Alcalde; pase usted.
porque el uno va DOÑA ANGUSTIAS Don Liborio, (se detiene LIBORIO en el dintel), que no (Habla en español.)
a la verita del otro Ni nosotras. descuide usted el negro. He recibido el regalito. ¡Precioso, precioso, precio-
to seguío, to seguío. (LIBORIO hace un signo afirmativo y desaparece tras de so! Se lo agradezco mucho. Pero, ¿por qué se ha
Repara, escucha y verás DOÑA DESIDERIA TRINI, primera derecha.) molestado usted?
esta caribita ¿Y es esto lo que les vuelve a los hombres locos? (Con mucha coquetería.)
y tan chiquirriquitibita, etc. Trini la Jerezana DOÑA ANGUSTIAS
(Incorporándose al grupo.) (Reuniéndose en el centro de la escena con sus amigas.)
Perdíos.
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DON HIGINIO DON HIGINIO MADEMOISELLE MARGHERITE NEGRO DOMINGO
(Embobado.) Yo se las abrocharé. ¿Son ésas las que querían echarnos? (Llega a él, levantándole y dándole un fuerte apretón de
No merece la pena. manos.) ¡Señor alcalde!... ¿qué tal?
(MADEMOISELLE MARGHERITE va a cerrar por dentro MADEMOISELLE MARGHERITE DON HIGINIO
la puerta del foro.) ¡No faltaba más sino que usted se molestase! Mi mujer, la primera. ¡Mire usted si viera que la DON HIGINIO
(Parece mentira que sea francesa; ¡lo entiendo todo, estoy abrochando las botas! (Ya en pie.)
todo, todo!) DON HIGINIO Se va pasando, se va pasando (El susto.)
No es molestia; a mi mujer se las abrocho también, MADEMOISELLE MARGHERITE
MADEMOISELLE MARGHERITE «porque ya no puede».3 En todos los pueblos nos ocurre lo mismo. NEGRO DOMINGO
(Volviendo.) (Deja el sombrero sobre el sofá.) ¿No sabe usted quién soy yo?
¡Vaya con don Higinio! Es usted muy amable. DON HIGINIO (DON HIGINIO niega con la cabeza.)
(Coquetería.) MADEMOISELLE MARGHERITE ¿Que las abrochan a ustedes las botas?
¡Vaya, pues muchas gracias! MADEMOISELLE MARGHERITE
DON HIGINIO (Cogiéndolo de sobre la mesa.) MADEMOISELLE MARGHERITE El negro, señor Alcalde.
¡Y usted muy hermosa! Tome usted el abrochador, para que acabe antes. No; que quieren echarnos, pero luego se arregla.
Mademoiselle Margherite (Pone una silla para poner el pie.) DON HIGINIO
¡Y usted muy simpático! DON HIGINIO ¡Su negro! (¡Éste me mata!)
DON HIGINIO Tendrán ustedes que dar muchos beneficios.
DON HIGINIO (Retira la silla y deja sobre ella el abrochador.) MADEMOISELLE MARGHERITE
Créame usted que, si no he cerrado el Casino, ha No, si no tengo prisa, al contrario. Sólo que no es negro.
sido por usted. (Se pone rodilla en tierra y Margarita apoya el pie dere- Escena XIII
cho.) Dichos y NEGRO DOMINGO, primera derecha. DON HIGINIO
MADEMOISELLE MARGHERITE Ya lo veo. Es para la reclám, ¿sabe usted? Yo salgo
¡Por mí! MADEMOISELLE MARGHERITE DOMINGO por las calles disfrazado de negro y me siguen los
(Después de una pequeñísima pausa.) (Aparece en pantalones y en mangas de camisa, con la cara chiquillos y se alborota el vecindario, y entran en
DON HIGINIO Levantaré más el pie, si usted quiere. blanca; al oír la voz, MADEMOISELLE MARGHERITE ganas de ir a vernos trabajar por la noche.
Sí, señora; usted ha tenido la culpa de que siga la retira el pie y DON HIGINIO cae rodando por el suelo, Mademoiselle Margherite
compañía, porque siempre que la veo a usted… DON HIGINIO quedando en una postura cómica.) Y como en ningún pueblo han visto un negro, pues
siempre que la veo a usted... No se vaya usted a caer. ¿Dónde has puesto las tenacillas de rizar la peluca? se creen que es de veras.
(Reparando en DON HIGINIO y saludándole muy cortés.)
MADEMOISELLE MARGHERITE MADEMOISELLE MARGHERITE ¡Caballero! DON HIGINIO
Pero, ¡si no ha ido usted ninguna noche! Si soy bailarina. ¿De modo que usted es el marido de la señora?
DON HIGINIO
DON HIGINIO DON HIGINIO (En el suelo.) NEGRO DOMINGO
De noche, no voy, porque no me deja mi mujer; (Después de sacar los lentes y ponérselos, empieza a abro- Servidor. Sí, señor; vaya, con permiso de usted, voy a ver si
pero de día la veo a usted; y me figura cómo debe charle las botas.) (¡Imperiales!... ¡De las que a mí me arreglo la peluca y el traje para la función de esta
estar de noche! gustan!) MADEMOISELLE MARGHERITE noche.
Pero, ¿no le conoces? (Inicia el mutis.)
MADEMOISELLE MARGHERITE MADEMOISELLE MARGHERITE
¡Qué don Higinio este! (¡Es el primer Alcalde tími- Espere usted; me estiraré un poco la media, porque NEGRO DOMINGO
do que he tropezado en mi vida artística!) si queda alguna arruga, molesta mucho. Tengo una idea. Escena XIV
(Figura que se arregla la media.) Dichos y DOÑA DESIDERIA
DON HIGINIO DON HIGINIO
Nada; que ahora que la entiendo todo, preferiría DON HIGINIO (¡Será una mala idea) DOÑA DESIDERIA
hablarla por señas. (Estas bailarinas no conceden importancia ninguna a (Desde detrás de la puerta del foro.)
las piernas. Disimularemos.) MADEMOISELLE MARGHERITE ¡Ave María Purísima!
MADEMOISELLE MARGHERITE (Sigue abrochando.) El señor Alcalde.
Usted me permitirá que me acabe de abrochar las Ya sabrá usted que las señoras van a presidir la fun- DON HIGINIO
botas. ción a beneficio de los pobres. DON HIGINIO ¡Ésta si que es negra!
La autoridad municipal que anda por el suelo.
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Mademoiselle Margherite MADEMOISELLE MARGHERITE MADEMOISELLE MARGHERITE DOÑA DESIDERIA
¿Qué pasa? Compran pan. Pero, ¿quién le ha dicho a usted que está aquí? Entonces, ¿cómo dice la posadera, que la señora vive
aquí sola con el negro?
DON HIGINIO DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA Mademoiselle Margherite
¡Mi mujer!! Sálvenme ustedes. Ya está comprando pan, como todos los franchutes. La misma posadera. La posadera está loca.
¡Hilas, son las que vas a tener que comprar, so golfa!
MADEMOISELLE MARGHERITE (Muy descaradota.) ¿Dónde está mi marido? MADEMOISELLE MARGHERITE DOÑA DESIDERIA
¿Es celosa? Pues miente. (Fijándose en la toalla del palanganero.)
MADEMOISELLE MARGHERITE Doña Desideria Pues esa toalla está como de haberse lavado el
DON HIGINIO (¡Como me vuelva a llamar golfa, la voy a contestar Si miente o no, ahora vamos a verlo. negro.
Como un tigre. en castellano neto!) (Hace ademán de dirigirse a la derecha.)
(DOÑA DESIDERIA sigue golpeando con más furia.) NEGRO DOMINGO
DOÑA DESIDERIA MADEMOISELLE MARGHERITE ¿Y qué tiene de particular? ¿O es que usted cree que
MADEMOISELLE MARGHERITE Mi marido acaba de entrar aquí. ¿Qué va usted a hacer? los negros no se lavan?
Alandé si vu pie. Mademoiselle Margherite (Interponiéndose.)
(Se pone precipitadamente la falda y chaqueta que está ¡Maguido! ¡Maguido! DOÑA DESIDERIA
sobre el sofá.) DOÑA DESIDERIA ¡Maldita la falta que les hace!
DOÑA DESIDERIA (Avanzando.)
DON HIGINIO (Remedándola.) Registrarlo todo. MADEMOISELLE MARGHERITE
Sálvenme ustedes. Sí, maguido. ¿Se ha convencido usted, señora, de que su marido
Negro Domingo MADEMOISELLE MARGHERITE no está aquí?
Venga usted conmigo. MADEMOISELLE MARGHERITE (Cortándola el paso.)
(Lo coge del brazo y lo conduce a la primera derecha, ¿Qué cosa es maguido? Será si yo la dejo. DOÑA DESIDERIA
haciendo los dos mutis.) (Aquí hay gato encerrado! ¡Me parece que a este
DOÑA DESIDERIA infeliz se la pega el negro.)
DON HIGINIO ¿Marido? Una calamidad más que tenemos las muje- Escena XV
(Al tiempo de hacer mutis.) res decentes. DOÑA DESIDERIA, MADEMOISELLE MARGHERITE y MADEMOISELLE MARGHERITE
Le advierto a usted que es capaz de registrarlo todo. NEGRO DOMINGO ¡Digo, a no ser que quiera usted que éste sea su
(Desaparecen.) MADEMOISELLE MARGHERITE marido!
No entendeg. NEGRO DOMINGO
DOÑA DESIDERIA (Apareciendo con la americana puesta.) DOÑA DESIDERIA
(Que sigue golpeando.) DOÑA DESIDERIA Pero, ¿qué voces son ésas? (Queda en el dintel.) Gracias; está muy bien empleado.
Abre, ladrón. Qué vas tú a entender de maridos, so pécora.
MADEMOISELLE MARGHERITE MADEMOISELLE MARGHERITE
MADEMOISELLE MARGHERITE MADEMOISELLE MARGHERITE ¡Esta señora que se ha vuelto loca! Que dice que O el negro, que está ahí dentro.
¡Vaya un genio! (Muy desgarrado.) está aquí su marido.
(Cuando está vestida, abre la puerta.) Señora, que tiene usted la lengua muy larga. DOÑA DESIDERIA
DOÑA DESIDERIA Para indígenas, tengo bastante con mi marido.
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA Me lo ha asegurado la posadera.
(Entra precipitadamente y mira a todas partes.) ¡Hola!; ya parece que nos vamos entendiendo. NEGRO DOMINGO
Buenas tardes. NEGRO DOMINGO Pero, ¿quién es usted?
MADEMOISELLE MARGHERITE Aquí no hay más marido que yo.
MADEMOISELLE MARGHERITE Ni yo conozco a su marido, ni está aquí, ni me DOÑA DESIDERIA
Bou yur, madám. importa. DOÑA DESIDERIA La señora alcaldesa.
Pero el marido de esta señora, ¿no es negro?
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA NEGRO DOMINGO
¿Conque, madám? Ya verás cómo nos entendemos. Eso es tan verdad, como que no hablaba usted cris- NEGRO DOMINGO (Muy serviciales, cambiando de actitud.)
tiano. El negro es un esclavo que trajimos de Cuba. ¡Ah, señora alcaldesa!... ¡Tanto bueno por aquí!...
Siéntese usted.

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(MARGHERITE coloca en el centro una silla en la que se NEGRO DOMINGO NEGRO DOMINGO DOÑA DESIDERIA
sienta DOÑA DESIDERIA y DOMINGO; otra a la dere- Sí, señora; ha sido una gracia. Por el balcón. ¡Parece listo! ¿Y tú sabes que te van a bautizar?
cha, en la que toma asiento MARGHERITE, quedando
DOMINGO de pie a la izquierda.) DOÑA DESIDERIA MADEMOISELLE MARGHERITE DON HIGINIO
Una señora tan virtuosa.., tan caritativa... ¿Dicen ustedes que esta ahí dentro? ¡Los negros saltan muchísimo! (Hablando en «guachindango».)
Sí, mi ama; a bautisar. (¡Lo que tú harías sería rom-
MADEMOISELLE MARGHERITE NEGRO DOMINGO DOÑA DESIDERIA perme el bautismo si me conocieses!)
¡Tan buena cristiana! ¿Quién? Vamos a verlo.
(Adelantando.) DOÑA DESIDERIA
NEGRO DOMINGO DOÑA DESIDERIA (De pronto.)
¡Querida de todos los vecinos! El negro. NEGRO DOMINGO Me lo llevo para enseñársele a las señoras de la
Verá usté cómo no está. Junta.
MADEMOISELLE MARGHERITE NEGRO DOMINGO (Se dirige a la derecha.)
¡Modelo de madres! ¡Ah, sí! Está muy ocupado escribiendo a su familia. Negro Domingo... Negro Domingo... DON HIGINIO
(Volviendo a DOÑA DESIDERIA.) (¡Arrea! Ahora quiere exhibirme por ahí, como si
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA ¿Ve usted cómo no esta? fuese un fenómeno!)
¡Eso no; no he tenido hijos! Pero, los negros tienen familia?
DOÑA DESIDERIA
MADEMOISELLE MARGHERITE NEGRO DOMINGO Escena XVI Vámonos, Domingo.
¡Ah, pero si los hubiera tenido, sería modelo! Sí, señora; son en todo iguales a los blancos. Dichos y DON HIGINIO con el traje exacto al de
DOMINGO en el Primer Cuadro y caracterizado de negro DON HIGINIO
DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA (Rápido y aparte.)
¡Quién sabe! Todavía es tiempo! (Levantándose.) DON HIGINIO (¡No me dejen ustedes!)
Vamos a verle. (DOMINGO vuelve a colocar las sillas en (Imitando a DOMINGO.)
MADEMOISELLE MARGHERITE el foro.)Y de paso veré ese cuarto. ¡Jua, jua, jua! MADEMOISELLE MARGHERITE
¡Ya lo creo! ¡Aún es usted joven! (A DOÑA DESIDERIA.)
MADEMOISELLE MARGHERITE NEGRO DOMINGO El caso es que Domingo, Precisamente nos hacía
NEGRO DOMINGO Pero… Pues sí que estaba. mucha falta.
¡Y está usted fresca!
DOÑA DESIDERIA MADEMOISELLE MARGHERITE DOÑA DESIDERIA
DOÑA DESIDERIA Enséñenmelo ustedes, para que conozca a su madri- (¡Cualquiera le conoce!) Se lo pide la Presidenta de la función benéfica.
Gracias, gracias. (¡Pero qué simpáticos son!) na.
NEGRO DOMINGO MADEMOISELLE MARGHERITE
NEGRO DOMINGO NEGRO DOMINGO Saluda a esta señora, que va a ser tu madrina de bau- (¡Nos ha tapado la boca!)
¿Conque usted es la Presidenta de la Junta de damas El caso es que ya no debe estar. tismo.
de Estropajosa? NEGRO DOMINGO
MADEMOISELLE MARGHERITE DON HIGINIO (A DON HIGINIO.)
DOÑA DESIDERIA Se debe haber ido. ¡Juá, juá, juá! (¡No tema usted, que no le conocen!)
Sí, señor.
NEGRO DOMINGO DOÑA DESIDERIA DOÑA DESIDERIA
MADEMOISELLE MARGHERITE A echar la carta. ¡Ay, qué gracioso! Vamos, Dominguillo.
¿La que va a sacar de pila a nuestro negro?
DOÑA DESIDERIA MADEMOISELLE MARGHERITE DON HIGINIO
DOÑA DESIDERIA Pero, ¿por dónde ha salido? ¡Graciosísimo! ¡Y muy habilidoso! (¡Y tan Dominguillo! Por supuesto que en la prime-
¡Ay, eso sí! No saben ustedes la alegría tan inmensa ra bocacalle, la doy esquinazo y no paro hasta el fin
que tengo; la satisfacción que tenemos todas. ¡Ha MADEMOISELLE MARGHERITE DON HIGINIO del mundo!)
sido una gracia inesperada del cielo! Por… (¡Estaba por darla un zambombazo aprovechándome
de que soy negro!) DOÑA DESIDERIA
Y ustedes disimulen si se me alborotaron los ner-

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vios; es que tengo un marido muy sinvergüenza. DON HIGINIO en la cortesa de un güiro Pues mira las mozas, ¿qué se habrán figurado que es
(Si no canto y si no bailo, declara su pasión. un negro?...
DON HIGINIO estos bestias son capaces Si la neguita la rompe, (A los HOMBRES.)
(¡Ahora me pone verde!) de hacer una atrocidad.) quie desile «no señó», Y vosotros, más valía que aprendierais a leer y escri-
y si la nega la guarda… bir, que luego tengo yo que llenar el padrón por
DOÑA DESIDERIA CORO Coro todos vosotros. ¡Y vaya un padrón de ignominia.
Pero en cuanto le eche la vista encima. Tiene que cantarse ¡Vaya calor! (Han desaparecido todos.)
y bailar aquí. Y tú.
DON HIGINIO DON HIGINIO (A DON HIGINIO.)
¡Que vas a tardar! DOÑA DESIDERIA Es que dise, «sí señó». Vente conmigo, que te está esperando la señora
¡Qué escándalo es este! (Bailan.) alcaldesa.
DOÑA DESIDERIA no empujar así. La mujeres a los quince
Vámonos, Domingo. son espuma de champán, DON HIGINIO
(Hace mutis por el foro.) DON HIGINIO a los veinte son solera ¡Ay, Cienhigos!
(¡Y qué hago yo ahora! y a los treinta son cognac; (Le abraza con efusión y le deja manchada la cara con el
DON HIGINIO ¡Qué complicación!) a los treinta y cinco, ajenjo tizne de la suya.)
(En el foro a MARGHERITE y DOMINGO.) (¡Éstos me espachurran! que nos hace desbarrar,
Si llego a saber que ocurre esto, cierro el Casino. ¡Qué borricos son!) y en pasando de cuarenta…. ALGUACIL
(Mutis y mientras ríen MARGHERITE y DOMINGO se (Mirándole a la cara y restregándose la suya con el dorso
hace la.) DOÑA DESIDERIA CORO de la mano, que queda tiznado.)
(A la izquierda.) ¡Vaya calor! ¡Rediez, este negro se destiñe!
Música (N.º 4) ¡Voy en busca de los guardias,
Intermedio (instrumental) no sea que estos salvajes DON HIGINIO DON HIGINIO
me le den un coscorrón!) Son vinagre nada más.4 ¿Pero no me conoces, hombre?
Mutación (Vase.) (Baila.)
ALGUACIL
Escena XVII CORO (Fijándose y quitándose la gorra.)
DOÑA DESIDERIA, DON HIGINIO, MOZOS y MOZAS Alza, negrito, Escena XVIII ¡Señor Alcalde!
DEL PUEBLO venga de ahí. Dichos y EL ALGUACIL por la izquierda
DON HIGINIO
Música (N.º 5) DON HIGINIO Hablado El alcalde de Estropajosa. a mí me pusieron verde
«Couplets» del Negrito (¡Qué hará ese diablo los liberales; me pone de oro y azul el pueblo; me
del alguacil!) UNO han puesto colorado muchas veces los concejales,
CORO ¡Viva el negro Domingo! ¡pero nunca supuse que me vería negro!
(Salen precipitadamente interponiéndose entre DOÑA CORO
DESIDERIA y DON HIGINIO.) Alza, negrito, ALGUACIL ALGUACIL
Señora alcaldesa, vamos allá. (Autoritariamente y echando a todos, que van haciendo ¿Y le han hecho a usté bailar?
haga usté el favor ¡Que baile, que baile, que baile! ambos lados paulatinamente.)
de dejar que el negro Basta de cantar y bailar; a ver si cada cual se va a su DON HIGINIO
cante una canción. DON HIGINIO ocupación. Eso es lo de menos; como alcalde también me han
(Disponiéndose a cantar y bailar.) dicho que baile muchas veces.
DOÑA DESIDERIA Pues voy a bailar. UNO
No seáis pesados (Bailando e imitando el güiro.) No te alteres, Cienhigos. ALGUACIL
y dejarle en paz. Chiquichiqui, chiquichí. ¿Pero quién le ha puesto a usía así?
Chichiqui, chiquichí. ALGUACIL
CORO Claro, hombre; luego dicen que somos de pueblo. DON HIGINIO
Tiene que cantarse; DON HIGINIO ¡Por cualquier cosa os quedáis con la boca abierta! ¡El amor!
tiene que bailar. En la Habana cuando un nego
a una nega hase el amó, 4.-Nota del autor: «Al final del ejemplar, couplets para la repetición».

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ALGUACIL PUEBLO, UNOS DE PALETOSY OTROS DE AMERICA- que sale el tren. en medio y una mula dando vueltas por el ala.
Vamos, que ha desbancao usté al negro. NA. Empieza la música, se abren las cortinas y salen del (Como antes.)
escenario figurado, al verdadero, MADEMOISELLE MARG- Yo soy la maquinista del amor,
DON HIGINIO HERIRTE, con ocho cajas de sombreros, cuatro en cada un tren que alegre va, etc. SECRETARIO
Acompáñame a la posada y te lo contaré todo; no brazo, seguida de UN SPORTMEN, UN CAPORAL, UN (Vuelve a evolucionar, quedando cambiados por grupos de a (Al ALGUACIL, que no hace más que echarse encima de él
me vuelvan a coger esos bárbaros, o me coja mi VIEJO, UN INGLÉS, UN TURCO, UN MODERNISTA, cuatro.) para ver mejor.)
mujer, que es peor. UN ALBAÑIL (FRANCÉS)Y UN SOLDADO (FRANCÉS).5 (Suena campana anunciando la salida del tren y MARG- Tú, Cienhigos, ¿me has tomao por un reclinatorio?
Ella entra delante, los otros la siguen formando semicírcu- HERITE se coloca en el lado izquierdo si la cabeza de los
lo, y durante el «ritornello», que ellos silban, reparte una ocho y grita imitando a los mozos de estación: ALGUACIL
Escena XIX caja a cada uno, quedando con el último acorde en medio y Mesie: au voatir s’il vu pie. Señor Secretario, si es que se me va la cabeza.
Dichos y LIBORIO por la izquierda. frente al pueblo. a su tiempo, y por la derecha del escenario y emprenden vertiginosa carrera por todo el escena-
figurado, sale UN MAQUERÓ (chulo parisiense) rio uno detrás de otro, pero con MARGHERITE a la Música (N.º 7)
LIBORIO cabeza, formando curvas y zis zas hasta que vienen a Baile de Rumba y Final
Negro Domingo. Música (N.º 6) quedar en diagonal frente a la derecha del escenario
figurado, en donde adelantan y atrasan figurando que Salen TRINI LA JEREZANA y NEGRO DOMINGO y bai-
DON HIGINIO «Couplet» patinan las ruedas, hasta que al golpe fuerte de lan. Este baile es una especie de garrotín cómico burlesco.
(Muy incomodado.) Mademoiselle Margherite orquesta aparece EL CHULO PARISIENSE y caen los Ella sale vestida de capricho y él con traje de chaqueta a
Negro cuerno. Yo soy modista en París, ocho el suelo con cajas y todo.) cuadros grandes, botines y un sombrero de copa muy larga y
yo soy reina del trotuar, flexible, en forma de manga.
LIBORIO todos los hombres, MADEMOISELLE MARGHERITE (Terminado el baile se retiran y caen las cortinas del escena-
¿Pero qué veo? en cuanto me ven, (Adelantando con el otro.) rio figurado.)
me siguen sin descansar; Tamponé.
DON HIGINIO y se les ve tras de mí Hoy hemos chocado
(Abrazándole como a EL AGUACIL y dejándole la cara tiz- como la cola de un tren, con el tren Exprés. Escena Final
nada.) hasta que todos, (Se cogen del brazo y adelantando un paso si cada compás, Todos los personajes.Todos los de los palcos salen a escena
¡Ay, amigo Sacris! a fuerza de andar, uno burlándose de los otros con la mano sobre la nariz, y por ambos lados.
pierden la cola y el tino otro mirándose con cariño, hacen mutis por la derecha,
LIBORIO de tanto vaivén. mientras los otros, doloridos y con caras cómicas por la Hablado
¿Pero qué lío es este? La alcaldesa me ha dicho que situación en que han quedado, hacen mutis por la izquierda,
viniese aquí por el negro, que se lo iban a matar Alon, mesie, silbando el ritornello del número.Termina el número y sale (Saliendo por entre cortinas, a DOÑA DESIDERIA.)
antes de bautizarle. que sale el tren. un criado de levita, quitando el letrero de la derecha de la
(Bailando a pasitos con mucha coquetería.) embocadura y poniendo en su lugar otro que dice: «Último LIBORIO
DON HIGINIO Yo soy la maquinista del amor, número. La Kumba. Hermanos Fu-Fu».) Enhorabuena, señora Presidenta; ha sido una función
Vamos a la posada y se lo contaré todo; (Cogiéndose un tren que alegre va, espléndida.
del brazo de cada uno.) Pero que no se entere nadie. pidiendo vía libre sin ver que
¡Pero por qué no cerraría yo el Casino! se puede a lo mejor descarrilar. Escena XXI DOÑA MILAGROS
(Vanse por la derecha; bis en la Orquesta y…) Dichos, menos MADEMOISELLE MARGHERITE y ¡Colosal!
(Ellos evolucionan, volviendo a quedar en semicírculo, pero ACOMPAÑAMIENTO. En su lugar TRINI LA JEREZANA y
Mutación cambiados por grupos de a cuatro.) NEGRO DOMINGO DOÑA DESIDERIA
Como este tren formo dos; Han venido hasta de los pueblos inmediatos.
éste es el tren de midí Hablado
Escena XX y otro de lujo al salir del taller DOÑA FLORITA
Al levantarse el telón, en medio del murmullo propio de los que lleva hasta vagón lit; DOÑA DESIDERIA Ha sido una función regia.
entreactos, aparecen sentadas en el palco de la izquierda, llevo banqueros y apach, (Mirando hacia el público de verdad.)
DOÑA DESIDERIA, DOÑA FLORITA, DOÑA ANGUS- sportmen, bulevardiérs Mire usted doña Florita, qué sombrero se trae la boti- DOÑA ANGUSTIAS
TIAS y DOÑA MILAGROS, en primera fila, y detrás varias y sé su lío dar a cada cual caria. (AL SECRETARIO.)
mujeres del pueblo; y en el de la derecha, el SECRETARIO, con elegancia y destreza y el chic que aquí ven. ¿Usted cree que se habrán recaudado cuatrocientas
el ALGUACIL, el MÉDICO, el JUEZ MUNICIPAL, el BOTI- DOÑA FLORITA pesetas?
CARIO, el VETERINARIO y VARIOS HOMBRES DEL Alon, mesie, ¡Calle usted, por Dios! No le falta más que la noria

52 53
SECRETARIO «Couplets» para repetir que ha impuesto sus pantalones...
¡Largas de talle! ¡Vaya calor!
Don Higinio1 Lo mismo que Gedeón.
DOÑA FLORITA Con la ley del Terrorismo
¡Falta les hacía a los pobres! Maura nos quiso asustar, Me han dicho que este verano
y como le ocurre en todo, van las aguas a beber,
DOÑA ANGUSTIAS se la tuvo que guardar. Weyler a la Porqueriza
Había que dar una función así todos los meses. Y aun hay tontos que aseguran y a Villaharta Peñalver.
que es un hombre de valor; Nozaleda se irá a Alhama,
SECRETARIO y de todo lo que dice... a Fortuna irá Pidal,
Doña Angustias, al cabo de un año se habrían cambiado ¡Vaya calor! a Paracuellos Bombita...
los papeles. No hace nada el buen señor. ¡Vaya calor!
Y La Cierva va al Molar.
DON HIGINIO Juan Herrero, el asesino
(Saliendo por entre cortinas con un talego repleto en la mano de la señora Meliá, Maura se ha quedado sólo
seguido de TRINI LA JEREZANA, MADEMOISELLE MARG- hace tiempo no parece solito con Azorín,
HERITE, NEGRO DOMINGO y VARIOS ARTISTAS DE LA ni se sabe dónde esté. pues hasta los solidarios
COMPAÑÍA.) El día menos pensado ya se le acaban de ir.
El llanto sobre el difunto. Ahí tienes cuatrocientas cuando no se acuerden ya, Y no cesa, según dicen,
cinco beatas. de seguro se presenta... don Antonio de exclamar,
¡Vaya calor! atusándose la barba.
DOÑA ANGUSTIAS Se presenta concejal. ¡Vaya calor!
(Cogiendo el dinero.) ¡Qué espantosa soledad!
Yo me encargaré de ellas. Ese grupo que se llama A La Cierva ya le ha entrado
(Forman grupos hacia el fondo.) de la Solidaridad, tal locura de cerrar
viene a ser una ensalada que lo mismo que un cerrojo
DON HIGINIO en la que no falta na. discurriendo el hombre está.
(Llevándose aparte al proscenio a DOÑA DESIDERIA.) Pues Cambó hace de lechuga Y la gente espera ansiosa
Dí ahora que son unas bribonas. y Salvatella de sal, hallar en Gobernación,
el aceite es Soladrigues... un letrerito que diga
DOÑA DESIDERIA ¡Vaya calor! ¡Vaya calor!
Tienes razón; en medio de todo son unas infelices. Y el vinagre Cadafalch. «Cerrado por defunción.»
(Cuadro animado. Música en la orquesta y telón.)
Como el mundo cada día Veo palcos y plateas
Fin de la Zarzuela va siendo mucho peor, que mirados desde aquí,
el Señor va a destruirlo parecen lampisterías
Revisión del texto de Oliva García Balboa para hacer otro mejor. de gran lujo de Madrid.
Y como una de las plagas Pues los sombreros de moda
de segura mortandad, que ahora lleva la mujer,
ha inventado el automóvil... en lugar de ser sombreros...
¡Vaya calor! ¡Vaya calor!
Máquina de espachurrar. Son pantallas de quinqué.
Esos vestidos a cuadros La enfermedad de La Cierva,
que ahora lleva la mujer, de la que ya bueno está,
ha debido ser La Cierva casi puede asegurarse
el que los logró imponer. que ha sido providencial.
Y el ministro está orgulloso Pues para que sepa el hombre
porque dice, con razón, lo terrible y desgraciao,

54 55
que es su afición a los cierres...
¡Vaya calor!
Tuvo un cólico cerrao.

Según dicen los papeles


ha llegado de París,
el gachó que prometía
hacer brillantes así.
A mal sitio viene el hombre;
pues no sabe fabricar,
más que diamantes en bruto...
¡Vaya calor!
Y esos hay aquí la mar.

Sé que Rodríguez San Pedro


y el atleta japonés
a tener van en el Circo
una lucha de interés.
Y yo apuesto por San Pedro
dos pesetas contra cien,
pues si le suelta un discurso...
Vaya calor!
¡Se desmaya el japonés!

Desde que a los madrileños


nos obligan a acostar
a la misma hora casi
que las aves de corral,
dos sucesos muy extraños
ha notado Gedeón:
que las noches son muy largas...
Vaya calor!
Y crece la población.

Esta tarde en Recoletos


me encontré a doña Asunción
con las dos niñas que tiene,
que dos esperpentos son;
y como una gran noticia
me contaba la mama
que las niñas se han tirado...
¡Vaya calor!
Ayer por el Tobogán.

56 57
La La Revoltosa
Acto único1

Revoltosa Preludio

CUADRO PRIMERO

Patio de una casa de vecindad. Escalera que conduce al piso primero, en el que hay un corredor que da al patio.A la derecha, puer-
ta del cuarto de GORGONIA y CÁNDIDO, en primer término, y en segundo la del cuarto de FELIPE. A la izquierda, la del de
TIBERIO y ENCARNA.Al fondo están las de SOLEDAD y ATENEDORO. En el corredor las de MARI-PEPA y el señor CANDE-
LAS. Está próxima a la escalera. En el fondo, puerta ancha que da a la calle.Todas estas puertas son practicables. Es de día.

Escena I GORGONIA
GORGONIA, SOLEDAD, ENCARNA, FELIPE, CÁNDIDO, (Dándole un pescozón al chico.)
TIBERIO, ATENEDORO, CHUPITOS, UN NIÑO, UNA ¡Toma, cerdo!
VECINA, UN VECINO y CORO GENERAL.
Al levantarse el telón, y en una mesa colocada en el centro FELIPE
de la escena, juegan al tute CÁNDIDO, FELIPE y TIBERIO. (A TIBERIO.)
ATENEDORO, que está sentado a la puerta de su cuarto en Tú robas.
mangas de camisa trata de templar una guitarra. ENCAR-
NA y SOLEDAD, en el corredor alto, cuelgan unos faroles a
la veneciana. GORGONIA, sentada a la puerta de su cuar- NIÑO
to, peina a su chico. Sale por el corredor la VECINA cuando (Llorando.)
lo marca el diálogo. El CORO va entrando poco a poco en ¡Mamá!
grupos sueltos, y debe estar reunido para el momento en que
ATENEDORO concluye de cantar la primera de sus coplas. CÁNDIDO
(A GORGONIA.)
Música (N.º 1) Deja el chico, mujer,
Escena y Seguidillas que esas cosas las coge cualquiera.
(A TIBERIO.)
TIBERIO ¿Verdá?
(A SOLEDAD y ENCARNA.)
¡Vamos, arza! TIBERIO
(Bruscamente.)
SOLEDAD No sé ná.
¿Tenéis mucha prisa?
1.- Ediciones consultadas: La Revoltosa. Sainete lírico en un acto dividido en tres cuadros y en verso, original de José López Silva y Carlos
Fernández Shaw. Música del maestro [Ruperto] Chapí. Estrenado en el Teatro Apolo la noche del 25 de noviembre de 1897. [Dedicada por los
autores] «A D. Enrique Arregui, sus verdaderos amigos. José López Silva, Carlos Fernández Shaw». En esta obra se han estrenado dos decoracio-
nes pintadas por los Sres. Busato y Amalio. Madrid, Hijos de E. Hidalgo, Arregui y Aruej, 1897; Madrid, Hijos de E. Hidalgo, Arregui y Aruej,
1898, 4ª edición; Madrid, Imprenta R.Velasco, 1900, 10ª edición; 1904, 12ª edición; Madrid, Sociedad de Autores Españoles, 1924, 16ª edi-
ción; Barcelona, Editorial Cisne, 1942, número especial lírico [que incluye Las bravías y La chavala de los mismos autores]. Se encuentran en el
archivo de la Biblioteca de la Sociedad General de Autores y Editores con las signaturas LIB 07-30 y CR-252/6006. Así mismo se ha consul-
tado la edición de Madrid, Unión Musical Española, 1967 y 1987, con la signatura Li-24362, y la versión de Madrid,Teatro de La Zarzuela-
Ministerio de Cultura, 1987. Las diferencias halladas entre las distintas ediciones de la obra se consignan en notas al pie.

26 27
FELIPE TIBERIO Música Música
¡Es verdá! ¡Las tripas! Seguidillas Seguidillas

CÁNDIDO VECINA ATENEDORO CORO


(Haciendo una baza.) (Bajando la escalera y mirando a un lado y a otro.) (Cantando.) ¡Ay, que la molestan
¡Veinte en oros! ¡Vaya un lujo! Al pie de tu ventana a su majestad!
vengo a cantarte; (A ATENEDORO.)
TIBERIO TIBERIO no arrugues el hocico, Endílgale unas coplas
¡Gachó, te repites (A ENCARNA y SOLEDAD.) que ayer fue martes. de las intencionás.
más que una morcilla! Pero, hombre, ¿qué hacéis? ¿Acabáis? […]2
Soledad ATENEDORO
FELIPE (Mirando al corredor y señalando a ATENEDORO con CÁNDIDO ¡Allá va!
¡Mia que eres pesao! picardía.) ¡Olé los hombres Hizo Dios el infierno
Pa cuando ése concluya la guasa del temple. sacando consecuencias! con mil demonios,
NIÑO pa algunas fanfarriosas
¡Ay, ay! CÁNDIDO ATENEDORO que yo conozco.
¡Pa rato tenéis! ¡Olé con olé! […]
GORGONIA
GORGONIA ¡Pa las seis! CORO CORO
¡Calla! Sigue, Atenedoro. (Y con él desde ahora la GORGONIA, la ENCARNA y
ENCARNA Chico, canta más. SOLEDAD.)
CÁNDIDO (A GORGONIA.) Vengan otras coplas. ¡Duro con ella!
(A CHUPITOS, que ha salido del cuarto de GORGONIA y Diga usted, ¿y esta diosa de arriba? ¡Y no te achiques!
CÁNDIDO.) JUGADORES ¡Duro, y a la cabeza!
¡Chupitos! GORGONIA ¿Sus queréis callar?
No la he visto asomar por aquí. MARI-PEPA
CHUPITOS CORO (Dentro.)
¿Qué? SOLEDAD No nos da la gana. Por eso se conoce que hay tantos congrios
¡Vaya un peine! (A ATENEDORO.) que quisieran morirse pa ser demonios.
CÁNDIDO ¡Canta más! (Entra CHUPITOS con el tabaco, que entrega a CÁNDIDO.)
(Dándole dinero.) CÁNDIDO
Toma y tráete un paquete ¡Me encarta! ATENEDORO GORGONIA
de a quince, picao. ¡Allá va! (A ATENEDORO.)
ENCARNA (Se oyen golpes en la puerta del cuarto de MARI-PEPA.Todos ¡Anda con ella
CHUPITOS ¡Qué púa! se vuelven y se oye la voz de ésta diciendo.) que paece que la escuecen
¡Escapao! las indirectas!
(Vase a la calle.) TIBERIO Hablado
¡La sota de espadas! FELIPE
VECINA MARI-PEPA (Dirigiéndose a las mujeres.)
(Entrando.) FELIPE Vecino, ¿le sería a usted igual tocarse las narices? Tien algunas mujeres
¡Hola! ¡Yo monto! ¡Porque tengo la cabeza algo deli-ca-da! lenguas tan pícaras,
que debieran picárselas
ENCARNA Y SOLEDAD CÁNDIDO GORGONIA pa albondiguillas.
¡Buenos! (Recogiendo la baza.) (Con sorna.)
¡Pa mí! ¡Bas-tan-te! CORO
CÁNDIDO (Risa general.) ¡Bravo, Felipe!
(Tirando con rabia una carta.) ATENEDORO ¡Olé por los que saben
¡Arrastro! (Incorporándose y con gran satisfacción.)
¡La cogí!
2.- Esta indicación señala repetición de versos cantados en la partitura y que no tienen su reflejo en la edición.

28 29
lo que se dicen! entra en su cuarto con la guitarra,y el SEÑOR CANDELAS. TIBERIO FELIPE
Éste aparece en la puerta de su cuarto con pantalón de uni- (A FELIPE y CÁNDIDO, sin mirar al SEÑOR CANDELAS.) (A CÁNDIDO.)
CÁNDIDO forme de inspector de policía urbana, en mangas de camisa ¡Vamos a jugar con murga! ¡Anda!
A ver si va a perderse y con la teresiana puesta. SOLEDAD
la Mari-Pepa, CÁNDIDO (A ATENEDORO.)
y yo soy el gacholí Hablado ¡No le hagas caso,Tiberio! ¡Oye, que me voy pa dentro!
que se la encuentra. Felipe. ¡Arrastro!
SEÑOR CANDELAS (Ha salido de escena todo el CORO.) CÁNDIDO
GORGONIA (Con voz campanuda.) (A SOLEDAD.)
¿Quieres callarte?… Pero, ¿qué escándalo es éste? ¿No se queda usté al sermón
Escena III un ratito?
CORO FELIPE SOLEDAD, ENCARNA, el SEÑOR CANDELAS, CÁNDIDO,
Que se vayan los hombres (A los que alborotaban.) TIBERIO y FELIPE SOLEDAD
o que se callen. Callaros, que hacéis mal tercio. ¡Buen provecho!
SEÑOR CANDELAS (Entra en su cuarto. ENCARNA ya ha entrado en el suyo.)
HOMBRES GORGONIA (Con voz campanuda. Los demás no le hacen caso.)
No es verdad que ninguna ¡Anda, lechón! ¡Naturalmente!
mujer se pierda. (Dándole otro pescozón y haciéndole entrar en el cuarto.) ¡¡Claro!! Si los hombres serios Escena IV
Quien se pierde es el tonto de la casa, que debían El SEÑOR CANDELAS, CÁNDIDO, FELIPE, TIBERIO y
que se la encuentra. NIÑO empezar por dar ejemplo, ATENEDORO
Pero hay mujeres ¡Madre! suelen convertir el patio
que pa darnos la lata (Entra y detrás de él la GORGONIA y CHUPITOS.) en un establecimiento SEÑOR CANDELAS
nunca se pierden. de bebidas… (Volviendo a la carga.)
FELIPE Si algunos hombres casaos,
MUJERES (Jugando.) CÁNDIDO (Por CÁNDIDO y TIBERIO.)
Si no hubiera mujeres ¡Copas! ¡Veinte en copas! y alguno que está pa serlo,
tan infundiosas, (Por ATENEDORO.)
luego no pagarían SEÑOR CANDELAS SEÑOR CANDELAS se olvidan de lo legítimo
unas por otras. (Bajando la escalera.) Si las personas de peso por ir detrás de lo ajeno,
¿Habrá tunantes?… ¡Puede que sos falte tiempo abandonan su trabajo dando pie pa que sus cónyuges
¡Que se vayan los hombres a la noche en la verbena pa embrutecerse en el juego, hagan lo propio con ellos…
o que se callen! pa graznar! y se llenan de adjetivos
(A los del CORO.) denigrantes por dos céntimos, TIBERIO
HOMBRES ¡Hala, pa dentro! ¿qué va a querer uno que haga (Encarándose con el SEÑOR CANDELAS.)
¡Esta es la verdad la gente de poco seso? Oiga usté.
y lo digo yo! UNO (ATENEDORO sale de su cuarto sin la guitarra y se acerca
[…] ¡Andar, que trae malas tripas! al grupo de jugadores.) ATENEDORO
(Lo mismo.)
MUJERES UNA TIBERIO ¡Señor Candelas!
¡Eso no es verdad! ¡Qué valor! (Aparte.)
¡Digo yo que no! (Risas generales. Se va el CORO.) ¡Claro! SEÑOR CANDELAS
[…] Pican, ¿eh?
(Gran algazara.) SEÑOR CANDELAS SOLEDAD
(Al pie de la escalera y fijándose en los que juegan.) (A ENCARNA. Han bajado después de colgar todos los faro- CÁNDIDO
¡Pues hombre, bueno! les.) ¡Cuidao con eso!
Escena II ¡Adiós, chica!
Dichos,3 menos Atenedoro que, durante el bullicio anterior, FELIPE
ENCARNA (Calmándolos.)
3.- En la edición del Cisne (1942) esta acotación ofrece una ligera variante: «Atenedoro durante el bullicio anterior, entra en su cuarto con la (A SOLEDAD.) ¡Vaya, jugar!
guitarra. El señor Candelas aparece…». ¡Adiós! SEÑOR CANDELAS
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Pues si algunos Mira cómo se hace el sueco. ¡Tú barajeas! (Tira una carta sobre la mesa.)
tienen ese vicio feo, ¡Cá!
y les importa un comino FELIPE CÁNDIDO
la paz del hogar doméstico, Hombre, ¿quiere usted ¿Quién dio el último? ATENEDORO
¿qué moralidad y qué orden, dejarnos de una vez?… Pero, primo,
y qué juicio, y qué criterio, FELIPE ¿por qué no sales primero
va a pedírsele a quien tiene SEÑOR CANDELAS ¡Tiberio! de la sota de oros?…
menos reflexión, y menos (Dirigiéndose hacia la escalera y por ésta hacia su cuarto, y (Sale el NIÑO del cuarto de CÁNDIDO, con una cartera de
sociedad, y menos…? hablando siempre con mucho énfasis.) colegio.) TIBERIO
Sí que sus dejo. (Destempladamente.)
TIBERIO (Pausa.) TIBERIO ¡Hombre,
(Volviéndose hacia él y dando un puñetazo en la mesa.) Pero coste, que en la casa ¡Ya se marcha el escolapio! que estás declarando el juego!
¡Vamos! va a andar too Dios más derecho
Pero usté, ¿con qué derecho que un palo, desde hoy… NIÑO FELIPE
se mete en las once varas (Los demás no le hacen caso. CÁNDIDO se pone a silbar burlo- (Acercándose a CÁNDIDO y dándole un beso.) ¡Vamos, cállate!
de la camisa? namente.) ¡Adiós, papá!
(A CÁNDIDO.) CÁNDIDO
FELIPE ¡Sí, silba! FELIPE (A ATENEDORO, que intenta verle las cartas como a los
(Sujetándole.) (Desde lo alto del corredor.) ¡Dame un beso! otros.)
¡Tiberio! ¡A mí, plin! (FELIPE le besa, y lo mismo hace TIBERIO. ATENEDORO ¿No ties
atiende al juego únicamente.) que hacer na por ahí adentro?…
CÁNDIDO CÁNDIDO
(Como TIBERIO.) ¡Y a mí, Frascuelo! CÁNDIDO TIBERIO
¿Usted quién es? ¡Anda que es tarde! ¡Y a ver ¡Sí, molesta un poco, encima
adónde te arrimas! de la tabarra del viejo,
SEÑOR CANDELAS Escena V que ha sido suave!…
(Gravemente y encarándose con CÁNDIDO.) FELIPE, CÁNDIDO,TIBERIO y ATENEDORO NIÑO
La persona Bueno. CÁNDIDO
encargada por el dueño TIBERIO (Vase a la calle.) ¡De encargo!
de la finca, con poderes ¡Vaya un mosca!
pa hacer sus funciones… CÁNDIDO FELIPE
CÁNDIDO Sí, porque éste se va solo Sí que ha sido. Por supuesto,
TIBERIO ¡Luego dicen y trae acompañamiento. que parte de lo que dice
¡Bueno! que son pelmas los caseros, viene a ser el Evangelio
Pues cobra usté los recibos pero hay administradores!… ATENEDORO de la misa.
¡y «pax Christi»! (Mirando con gran4 interés los naipes que acaban de darle a
ATENEDORO TIBERIO.) TIBERIO
SEÑOR CANDELAS ¿Hago el cuarto? ¡Sube, limón! ¡Puede!
Cuando puedo,
que hay quien anda de vergüenza FELIPE TIBERIO FELIPE
lo mismo que de dinero ¡No! (Con el mismo interés.) ¡Vaya!
en la vecindad. ¡Anda!
(Mirando fijamente a TIBERIO.) ATENEDORO CÁNDIDO
¡Lo siento! ATENEDORO ¿Cuálo?
ATENEDORO ¡Duro!
¡Y gracias! CÁNDIDO ¡Nos ha faltado el jamelgo! FELIPE
Yo he ganao. (A FELIPE, colocándose detrás y viéndole el juego.) Que sos trae revueltos
SEÑOR CANDELAS TIBERIO ¡Arrastra! a los tres una coqueta
(A ATENEDORO por TIBERIO.) (A FELIPE.) Felipe mucho más falsa que el beso

32 33
de Judas, y que es posible TIBERIO de bendiciones del cielo?… CÁNDIDO
que sos pese con el tiempo. (Desdeñosamente.) ¡Sencilla como una tórtola! ¡Ni epidermis!
¡Éste está loco! ¡Humilde como un cordero!
TIBERIO ¡Buena como el pan!… ¡Con ángel!… FELIPE
¡Tú qué sabes! ATENEDORO ¡Fiel! ¡Bonita! ¡Con criterio! ¡Estáis frescos!
(Ídem.) Tiberio
ATENEDORO ¡Dejarle! ¡Pues ahí ties!
¡Anda, juega, Escena VI
guasón! CÁNDIDO FELIPE CÁNDIDO,ATENEDORO,TIBERIO, MARI-PEPA y FELIPE,
¡Sí, que anda con el celebro (A ATENEDORO.) que se retira al comenzar el número
FELIPE desnivelao! Y tú, ¡mendrugo!
Y si por lo menos ¿no piensas casarte, dentro MARI-PEPA
la mujer fuese un asombro FELIPE de ocho días, con la moza (Desde el corredor y con zalamería. Saca dos o tres camisas
de hermosura, santo y bueno, (Dando un puñetazo en la mesa y levantándose.) más guapa del universo?… planchadas envueltas en un pañuelo.)
porque una mujer bonita ¡Pero idiotas! ¿Vas a encontrar, aunque busques ¡Buenos días, vecinitos!
lo disculpa too, ¡pero eso!… con un aparato eléctrico, (Al ver a MARI-PEPA, CÁNDIDO y TIBERIO, después de
CÁNDIDO la frescura de su boca, tirar las cartas sobre la mesa, se levantan haciendo grandes
TIBERIO (Con temor-) ni el torneao de su cuerpo, demostraciones de alegría, y con ATENEDORO salen a su
¡Tú no la has visto de cerca! ¡Habla más bajo! ni la expresión de sus ojos, encuentro. FELIPE la mira desdeñosamente.)
ni la finura de remos
CÁNDIDO FELIPE que tie tu novia, ni mata ATENEDORO
¡Ni la conoces el mérito! No quiero. como su mata de pelo?… ¡Ole ya!
¿Qué es lo que buscáis vosotros? ¡Nunca!
ATENEDORO (A CÁNDIDO.) TIBERIO
(A TIBERIO.) ¿Qué buscas tú, por ejemplo, ATENEDORO ¡Se acabó el juego!
Oye, tú, ¡menuda cara con una mujer como esa que tienes, ¡Pero hay pareceres!
tie la gachí! que es un modelo?… CÁNDIDO
FELIPE (A FELIPE.)
FELIPE CÁNDIDO ¡Lo que hay es falta de seso! ¡Quítate las telarañas!
¡Ya lo creo! ¿De qué? ¡Ni esa mujer es bonita,
ni se trae cosas de mérito, ATENEDORO
CÁNDIDO FELIPE ni vale pa descalzar ¡Viva lo hermoso!
(Después de mirar recelosamente a su cuarto.) ¡Dulce, frescachona, a las vuestras!
¡Y qué desnivel corporio!5 destilando por su cuerpo CÁNDIDO
salud a chorros, eburnia TIBERIO ¡Y lo esbelto!
TIBERIO de carnes, llena de fuego, ¡Calla, ciego!
(Ídem.) y con un pedazo de alma TIBERIO
¡Y qué caderas! que no le cabe en el pecho! CÁNDIDO ¡Y lo chulo!
¡Blasfemador!
ATENEDORO CÁNDIDO CÁNDIDO
(Ídem.) ¡Pa el gato! ATENEDORO ¡Y lo serrano!
Y luego… ¡Ande quiera (Dicen estas frases mientras está bajando MARI-PEPA.)
¡Cómo anima! ATENEDORO que ella no esté, no hay salero!
¡Ya será grande! MARI-PEPA
CÁNDIDO CÁNDIDO Pero, señores, ¿qué es eso?
(Ídem.) FELIPE ¡Ni fraternidad!
¡Y con qué gusto (A TIBERIO.) FELIPE
recibe los epitetos! Y tú, ¿qué quieres teniendo TIBERIO ¡Esta mujer me revuelve
por mujer ese manojo ¡Ni gusto! toda la hiel aquí dentro!

34 35
(Tira las cartas sobre la mesa violentamente y entra en su ATENEDORO ¡Formalidad! MARI-PEPA
cuarto, cerrando la puerta.) ¡Qué cinturita! La mujer (Picarescamente.)
debe tener too lo que me falta a mí… ¡No quiero ná! ¡Ná!
Música (N.º 2) CÁNDIDO
Cuarteto y Mutación ¡Vaya unas formas CÁNDIDO LOS TRES
que tiene usté! ¿Sí? (Sacudiendo la mano con malicia.)
MARI-PEPA ¡Ná!
(Coqueteando.) MARI-PEPA MARI-PEPA
¿Qué? ¡Jesús, Dios santo! ¡Sí! CÁNDIDO
¿Qué? ¡No es para tanto! [(Apasionado y con mimo.)] (A ATENEDORO, repitiendo el juego de antes.)
Palmito pa camelar, ¡Alivia!
ELLOS TIBERIO boquita pa convencer
(Cada uno a los otros.) ¡Zalamerilla!6 y ojitos pa trastornar… TIBERIO
¿Eh? ¡No mienta usté!7 (Mirándoles con mucha coquetería.) (A CÁNDIDO, ídem.)
[¿Eh?] ¡Así! ¡Largo!
[¿Eh?] MARI-PEPA ¡Así!
[(Como antes.)] CÁNDIDO
CÁNDIDO ¡Eh!… CÁNDIDO ¡Qué haiga equidad!
(A MARI-PEPA.) Con las manitas ¡Mire usté aquí! (Todo el mismo juego de la otra vez.)
¡Olé! pocas bromitas.
TIBERIO MARI-PEPA
TIBERIO Y CÁNDIDO TIBERIO ¡Aquí! ¡Vamos señores,
¡Y olé! (A CÁNDIDO.) no regañar!
¡Tú, que la metes! ATENEDORO La mujer
LOS TRES ¡A mí! debe tener…
¡Requeteolé! CÁNDIDO
(A MARI-PEPA.) CÁNDIDO LOS TRES
TIBERIO ¡Dispense usté! ¡La pobrecilla ¿Nos lo va usté a repetir?
(A MARI-PEPA.) (A ATENEDORO, que está junto a MARI-PEPA.) no tie naa de eso!
¡Vaya un trapío! MARI-PEPA
ATENEDORO TIBERIO ¡Sí!
MARI-PEPA ¡Ahueca!8 ¡Chapucerilla!
¡Pero, hijo mío! CÁNDIDO
TIBERIO CÁNDIDO ¿Sí?
ATENEDORO (A CÁNDIDO, el mismo juego.) ¡Dulce embeleso!
¡Vaya una boca! ¡Quita! MARI-PEPA
MARI-PEPA Pupila pa distinguir;
CÁNDIDO CÁNDIDO ¡Vaya, señores, no exagerar! y corazón pa querer,
¡Vaya un quinqué! (Retirándose) y buen gusto pa elegir…
¡No hay que empujar! CÁNDIDO
MARI-PEPA (TIBERIO llega después de haberse acercado cautelosamente ¿Quie usté que rode? TIBERIO
(Como antes.) a la puerta de su cuarto, y los otros dos hacen un juego aná- ¿A mí?
¿Eh? logo al ser apartados.) TIBERIO
TIBERIO ¿Quie usté que baile! ATENEDORO
¡Qué posturita! MARI-PEPA ¡A ti!
¡Vamos señores! ATENEDORO
(Acercándose mucho a ella.) CÁNDIDO
6 .- En las ediciones del libro, «zalamerota». ¿Quie usté que toque? ¡Mire usté aquí!
7.- En las ediciones del libro esa frase la dice Cándido.
8.- En las ediciones del libro lo dice Cándido.

36 37
TIBERIO CÁNDIDO ATENEDORO TIBERIO
¡Aquí! (Melosamente, al oído de MARI-PEPA.) (Ídem.) (A ENCARNA.)
ATENEDORO ¿Por quién está usté, preciosa? ¡Gloria! Pero tú, ¿qué es lo que quieres?
¡Aquí! TIBERIO
(Lo mismo que CÁNDIDO.) CÁNDIDO ENCARNA
CÁNDIDO ¿Por quién está usté, maestra? (Ídem.) ¿Yo? Que sientes la cabeza.
¡La pobrecilla ¡Princesa!
no tie naa de eso! CÁNDIDO (Llegan los tres hombres hasta la puerta, y después de decir ATENEDORO
¿Verdad que está usté por mangue? los últimos requiebros se vuelven con aire de triunfo y bai- (A SOLEDAD.)
ATENEDORO lando.) Mujer, si yo…
¡Chapucerilla! TIBERIO
¿Verdad que está usté por menda? SOLEDAD
CÁNDIDO (GORGONIA, SOLEDAD y ENCARNA, una tras otra, entre- Escena VII (A ATENEDORO.)
¡Dulce embeleso! abren las puertas de sus cuartos respectivos, atisbando lo que CÁNDIDO, TIBERIO, ATENEDORO, GORGONIA, SOLE- ¡Quita, sandio!
ocurre en escena.) DAD y ENCARNA
MARI-PEPA CÁNDIDO
¡Vaya, señores, ATENEDORO CÁNDIDO (A GORGONIA, muy acaramelado.)
no exagerar! (A MARI-PEPA.) (Bailando, sin ver a las mujeres.) Pero di tú qué deseas, «gloria in excelsis»… el dedo,
¿Soy yo, por un por si acaso? ¡Olé por los hombrecitos! ¡reina de Etruria!…
CÁNDIDO
[(Al oído.)] MARI-PEPA GORGONIA GORGONIA
¡Por ti no como! ¡Ay, Jesús, me da vergüenza! (En jarras.) (Levantando la mano.)
¡Olé por los sinvergüenzas! ¿Yo reina?
ATENEDORO CÁNDIDO (Los tres hombres dejan de bailar de improviso, disimulando
¡Por ti no duermo! ¡Pronto! y afectando mucha serenidad.) TIBERIO
(A ENCARNA.)
TIBERIO TIBERIO ENCARNA ¡Yo soy el amo en mi casa!
¡Por ti no…! ¡Vaya! (Cogiendo a TIBERIO del brazo y en forma de reconvención.)
¡Tiberio, paece mentira! CÁNDIDO
ATENEDORO ATENEDORO (Como contestando a algo que le dice GORGONIA.)
(Tapándole la boca.) ¡Vamos! SOLEDAD ¡No, mujer, si es que te ocecas!
¡Calla! (Furiosa.)
MARI-PEPA ¡Parece que se babea! ATENEDORO
CÁNDIDO ¡Hijos, (A SOLEDAD.)
¡Qué atrocidad! las cosas graves se piensan! GORGONIA ¡A mí, déjame de músicas!
¡Ay! (¡Qué par y medio de estúpidos!) (Más furiosa y zarandeando a CÁNDIDO.)
(Cogiéndolos de la mano uno tras otro, y diciéndoles cuando ¡Te voy a afinar el cutis! GORGONIA
LOS TRES están reunidos con aire de misterio.) (Fuera de sí.)
¡Ay! ¡Luego daré la respuesta! TIBERIO ¡Se me acabó la paciencia!
(Hace mutis rápidamente por la puerta de la calle.) (A CÁNDIDO.)
MARI-PEPA Y LOS TRES Pero, ¿oyes? TIBERIO
¡Ay! CÁNDIDO (A ENCARNA.)
(Intentando detenerla.) ATENEDORO ¡He dicho que sonsoniche!
[LOS TRES ¡Oiga usté, hurí del desierto! (A TIBERIO.)
¡Quia! ¡Quia!…] ¿No ves? ENCARNA
TIBERIO (A TIBERIO.)
(Siguiéndola.) CÁNDIDO ¡Oye!
Hablado ¡Vidita! (Ídem.)
¡Mia ésta!

38 39
SOLEDAD permiso de «Su Excelencia». como cabeza visible SEÑOR CANDELAS
(A ATENEDORO.) (TIBERIO adopta la actitud de hombre superior a quien del casero… (A los hombres.)
¡A mí no me toreas! todo aquello tiene sin cuidado. CÁNDIDO y ATENEDORO ¡Bueno! Pues ya que vosotros
aceptan la escena con relativa resignación.) CÁNDIDO sois unos niños de teta,
GORGONIA ¡Y la casera! sin juicio, que sus dejáis
(A CÁNDIDO.) GORGONIA llevar de una cualisquiera,
¡Ceporro! (Al SEÑOR CANDELAS.) GORGONIA yo, ¡Candelas Aspitarte!,
Bueno, ¿ve usté esos tres hombres? Como hombre honesto y erudito, pondré las cosas en regla,
SOLEDAD ¡Pues no son hombres! como urbano… pa que sepan ciertas prójimas
(A ATENEDORO.) que conmigo nadie juega.
¡Morral! SOLEDAD ATENEDORO Conque, lo dicho: que no haiga
¡Son berzas! ¡Y como pelma! voces ni desavenencias,
ENCARNA GORGONIA y ca mochuelo a su olivo.
(A TIBERIO.) TIBERIO No corta usted los escándalos
¡Perdido! ¡Oiga usté, señá Gorgonia! que da tos los días esa TIBERIO
señora… bufa… (A CÁNDIDO.)
ENCARNA ¿Le desprecio?
Escena VIII (Suplicante y deteniéndolo.) CÁNDIDO
Dichos y el SEÑOR CANDELAS. ¡Tiberio! ¡Gorgonia! CÁNDIDO
Como quieras.
SEÑOR CANDELAS CÁNDIDO GORGONIA
(Éste aparece9 saliendo de su cuarto, en el corredor alto, ves- ¡Tiberio, déjala! La cojo yo por mi cuenta GORGONIA
tido completamente de uniforme y con el bastón de inspector y la arrimo cuatro azotes (Cogiendo de un brazo a CÁNDIDO y con voz imperiosa.)
en la mano.) TIBERIO aquí. ¡Anda adentro!
¡Ya se armó la trapatiesta! ¡Está bien!
Pero, ¿qué escándalo es ése?10 ATENEDORO CÁNDIDO
(Empieza a bajar.) GORGONIA (¡No caerá esa breva!) ¡Que haces daño!
(Al SEÑOR CANDELAS.)
GORGONIA Y usted, ¿conoce TIBERIO SOLEDAD
¡Oiga usté, Señor Candelas! a una pájara de cuenta Tú, Candido, dale llave, (A ATENEDORO.)
que trae a esos tres babosas que se le acaba la cuerda. ¡Eche usté pa alante!
SEÑOR CANDELAS trastornaos de la cabeza?
(Bajando y con ínfulas de persona importante.) (Los hombres se miran entre sí maliciosamente y haciéndose SOLEDAD TIBERIO
Bueno, no precipitarse, guiños de inteligencia, sin que las mujeres adviertan el ¡Muy bien! (A ENCARNA.)
y compostura y prudencia. juego.) ¡Arrea!
ENCARNA (Entran en los respectivos cuartos. GORGONIA, llevando a
SOLEDAD SEÑOR CANDELAS Muy bien! empellones a CÁNDIDO y ENCARNA delante de TIBERIO.
Es que… Sí, señor. SOLEDAD hace entrar en su cuarto a ATENEDORO y entra
TIBERIO riéndose en su habitación.)
SEÑOR CANDELAS ATENEDORO (A ENCARNA.)
¡Digo que silencio! (¡Ya sé quién dices!) ¡Tú te callas!
(A GORGONIA.) Escena IX
Hable usted, que es la más seria. GORGONIA ATENEDORO El SEÑOR CANDELAS y a poco MARI-PEPA
Bueno, y ahora, ¿ve usté ésta? (A SOLEDAD.)
TIBERIO (Mostrándole extendida la mano derecha.) ¿Qué dices? SEÑOR CANDELAS
(A GORGONIA, con sorna.) Pues si usted, como persona ¡Recontra con la mocita!
Hable usted, que ya tie usted de edad, juiciosa y enérgica; SOLEDAD ¡Y que no tengo yo ganas
(Por GORGONIA.) de encontrármela y ponerla
9.-En la edición del Cisne (1942) dice «Candelas (Saliendo de su cuarto…)». ¡Que estoy con ésa! las orejas coloradas!
10.-En la edición R.Velasco (1900), «éste».

40 41
(Haciendo ademán de marcharse a la calle.) y eche usté por esa boca, le advierto a usté, y se lo advierto SEÑOR CANDELAS
¡Hombre, como con reclamo! que ya me tiene intrigada. muy seriamente que, o cambia Con razón.
¡Aquí viene ya la pájara! de raíz…
SEÑOR CANDELAS MARI-PEPA
MARI-PEPA Hace cosa de tres meses MARI-PEPA Pero hijo mío,
(Entrando.Viene ya sin el lío que sacó.) que tuvimos la desgracia ¡Señor Candelas! ¿qué hago yo para que me haigan
¡Muy buenos, Señor Candelas! de que a usté se le ocurriera tomao tirria todas esas
venir en forma de plaga, SEÑOR CANDELAS mujeres?
SEÑOR CANDELAS y no hay aquí desde entonces Sus costumbres…
(Muy secamente.) mujer que no viva en ascuas, SEÑOR CANDELAS
Escuche usté dos palabras. ni hombre que no haiga perdido MARI-PEPA ¡Armar cizaña!
la vergüenza. Pero, ¿cuálas?
MARI-PEPA MARI-PEPA
¡He saludao! MARI-PEPA SEÑOR CANDELAS ¿Es que tengo yo la culpa
¿Sí? ¡Qué lástima! O le pongo a usté los trastos de que, al hacer esta alhaja,
SEÑOR CANDELAS ¿Y usté también? en la calle. pusiera Dios en el molde
(Con desabrimiento.) lo mejor que le quedaba?
¡Ya lo he visto! SEÑOR CANDELAS MARI-PEPA (Mirándole muy fijamente.)
(Secamente.) (Dulzonamente.) ¿La tiene usted, por ejemplo,
MARI-PEPA ¡No, señora! ¡Mala entraña! de ser agraciado de cara…
¡Ay, Jesús, hijo! ¡Qué cara! (El SEÑOR CANDELAS no puede contener una sonrisa de
¿Se siente usté mal? MARI-PEPA SEÑOR CANDELAS satisfacción.)
(Como antes.) (Haciendo ademán de ir a apartar, como antes, la mano de Y de hablar con ese tono
SEÑOR CANDELAS Porque usté es muy tuno. MARI-PEPA y dando en el aire, pues MARI-PEPA no se ha dulzón, y con esa labia?
Me siento movido.) ¡En jamás de los jamases!
como me da la real gana. SEÑOR CANDELAS ¡Vamos, que se esté usté quieta,
Usté no es quien va a curarme, (Como antes.) caray! SEÑOR CANDELAS
de modo que menos gaitas. ¡Vaya! ¡En jamás!
¡Cuidadito con las manos, MARI-PEPA
MARI-PEPA niña, que no soy guitarra! ¿Otra vez?… MARI-PEPA
¡O sí! ¡Quién sabe! En el mundo (MARI-PEPA se sonríe.) Y de que se haigan
naide pue decir: «de este agua no beberé». Y como yo no consiento SEÑOR CANDELAS muerto por usté las hembras
que por una tarambana, ¡Pensaba!… como se habrán muerto…
SEÑOR CANDELAS que después de too no vale ¿No le da a usté pesadumbre?
¡Yo! lo que costó bautizarla… ¿No se le cae a usté el alma SEÑOR CANDELAS
viendo infernaos, por su culpa, ¡Varias!
MARI-PEPA MARI-PEPA toos los cuartos de esta casa?…
(Yendo a ponerle una mano en un hombro.) ¿Cómo? ¿No?… MARI-PEPA
¿De veras? (Fijándose nuevamente con mucha atención en MARI- ¿Va a ser usté responsable?
SEÑOR CANDELAS PEPA.) ¡No, señor!
SEÑOR CANDELAS (Suavizando un poco, pero muy poco, el tono y la expresión.) ¡Rediós! ¡Qué modo tiene de mirar (Reparando en que el SEÑOR CANDELAS no le quita los
(Con mucha gravedad, apartándola bruscamente la mano.) Por lo menos, tanto como dicen la condenada! ojos del cuello.)
¡Eh! Poquitas confianzas (Fijándose bien un momento en ella.) (Transición.) ¿No? … ¿Qué es eso?
conmigo, que no soy de ésos (¡Sí que es guapa!)
que usté piensa. (Transición para volver a tomar el tono anterior.) MARI-PEPA SEÑOR CANDELAS
Y como yo no consiento, ¡Pero, señor Candelas!… (Fijándose aún más.)
MARI-PEPA ¡repito!, que en esta casa ¡No me ponga usté esa fama, ¡Nada!
(Siempre en el mismo tono zalamero.) se den ciertos espectáculos que, el que le oiga, va a pensarse ¡Una motita de barro
Muchas gracias, que ofenden y que rebajan, de mí cualisquier burrada! que tiene usté en la garganta!

42 43
MARI-PEPA es un lunar? ¡Miala, SOLEDAD
(Con mucha picardía.) MARI-PEPA también seduce a los chicos (Furiosa.)
¡Es un lunar! ¡Sí! de la policía urbana! ¡Mia la…!
Encarna
SEÑOR CANDELAS SEÑOR CANDELAS MARI-PEPA (Fuera de sí.)
¡Ay, Señor Candelas! ¿Palabra? (Desafiándolas.) ¡Fea!
¿Es caridad u es envidia?
MARI-PEPA GORGONIA GORGONIA
(Se sonríe y continúa en el mismo tono en que dijo sus dis- ¡No mate usté más! ENCARNA (A ENCARNA, hecha un basilisco.)
culpas anteriores.) (El SEÑOR CANDELAS suelta rápidamente la mano de ¡Envidia! ¿Se lo llamo?
¿Que me muero por la cháchara, MARI-PEPA, quien, al oír a la señá GORGONIA, se sonríe (SOLEDAD y ENCARNA la contienen.)
y que siempre estoy alegre?… con aire despreciativo. Procura el SEÑOR CANDELAS reco- SOLEDAD
Eso es verdad, a Dios gracias; brar la serenidad perdida, y exclama al fin, dirigiéndose con ¿De qué, so pava?
¿pero hay alguno que diga mucha sequedad a MARI-PEPA, y como si ésta le replicara.) ¡Lo que a nosotras nos sobra Escena XI
que yo le he dao ni esperanzas son hombres! DICHAS y FELIPE
de tanto así?… SEÑOR CANDELAS
(Marcando una pizca en un dedo.) ¡Mecachis! MARI-PEPA FELIPE
¡A hacer lo que se la manda, ¿Hombres u ganas?… (Que ha aparecido en la puerta de su cuarto, a tiempo de oír
SEÑOR CANDELAS que yo no repito nunca las últimas frases.)
¡De eso, nadie! las cosas!… ¡Pues hombre! ¡Vaya!… GORGONIA ¡Eh, cuidao con las palabras!
(Cogiéndola de la mano y con acento de amable reconven- (MARI-PEPA sigue riéndose. El SEÑOR CANDELAS hace (Furiosa y yendo hacia MARI-PEPA, que no deja su sonrisi-
ción.) mutis por la puerta de la calle.) ta.) MARI-PEPA
Pero, y usted, ¿por qué gasta Ganas también de… (Desde la meseta de la escalera, mirando a las otras despre-
conversación con too Cristo?… ciativamente e imitando el grito popular.)
Escena X SOLEDAD ¡Tra-pe-ro!
MARI-PEPA MARI-PEPA, GORGONIA, SOLEDAD y ENCARNA (Deteniéndola.)
¡Velay!… ¡No la hables, FELIPE
GORGONIA Gorgonia, que te rebajas! (A GORGONIA, SOLEDAD y ENCARNA)
SEÑOR CANDELAS (Dominándose, a MARI-PEPA, que se dirige hacia la escale- ¡Que no se diga
(Intencionadamente y sin soltar a MARI-PEPA.) ra.) MARI-PEPA que tres mujeres sensatas,
Si usté se fijara, ¡No se marche usté, alma mía! (En tono zumbón.) y bonitas, y con cutis,
voy a suponer, (Llamando) ¡Alárguenme ustés la vida, como ustedes…
en cierta persona determinada, ¡Chicas! ¡Soledad! ¡Encarna! una, u dos, u tres semanas,
libre… como usted, de peso, (Salen éstas.) que yo no tengo la culpa GORGONIA
formal y que interpretara ¡Venir, que el Señor Candelas de que pase lo que pasa! Muchas gracias.
las bromas como se deben también está con la baba! ¿Que esos hombres son tres micos (Las tres, conmovidas por los piropos de FELIPE, sonríen con
interpretar… ¡ya vareaba! y ustés son tres desgraciadas? visible satisfacción.)
(Pausa breve. El SEÑOR CANDELAS mira melosamente a MARI-PEPA ¡Pues, hijas, lo siento mucho!
MARI-PEPA y ésta le corresponde con mucha picardía. (Desde el centro de la escalera.) ¿Qué quien ustés que yo le haga? FELIPE
Aparece GORGONIA entreabriendo la puerta de su cuarto, ¡Dele usté la denticina! Denles ustés pa la sangre, … se van a perder por una
y al ver el grupo que forman MARI-PEPA y el SEÑOR CAN- un vasito de cebada… cabeza destornillada!
DELAS, reprime un grito de sorpresa y de ira.) GORGONIA Y ustés… ¡tila pa los nervios!
¡Graciosa! (A SOLEDAD.) MARI-PEPA
MARI-PEPA Y tú, resínate y rabia! ¡Adiós, abogao de pobres!
¡Tunantón! SOLEDAD (A ENCARNA.)
¿Qué ocurre? … Y tú, vende la asadura FELIPE
SEÑOR CANDELAS (A Gorgonia.) (A GORGONIA, SOLEDAD y ENCARNA.)
(Volviendo a fijarse en el cuello de MARI-PEPA.) GORGONIA ¡Y usted, a ver si adelgaza! ¡Retírense ustés, y que haiga
Pero, ¿de veras (A SOLEDAD.) clases!

44 45
SOLEDAD MARI-PEPA Escena XII GORGONIA
¡Las hay! (A FELIPE.) GORGONIA, SOLEDAD y ENCARNA (Cogiéndole de un brazo.)
¿Has perdío11 el tímpano? ¿Tú quieres?…
(FELIPE se va hacia ella sin contestarla.) GORGONIA (Sigue hablándole en voz baja a un lado de la escena;SOLE-
MARI-PEPA (Muy decidida.) DAD y ENCARNA en el otro.)
(A FELIPE.) SOLEDAD ¡Vaya! ¿Queréis que se acaben ENCARNA
¡Oye!… ¡Mira! (Con sorna.) toos estos infundios?… Lo que es…esa,
(FELIPE mira un momento hacia el sitio en que está MARI- A medias. no se ríe.
PEPA, y enseguida, sin hacerla más caso, vuelve a dirigirse a SOLEDAD
las otras.) MARI-PEPA ¡Digo! SOLEDAD
(Muy contrariada y muy provocativa.) ¿Que es preciso
FELIPE ¡Jesús, qué gracia! GORGONIA armar la gorda?¡Pues vamos
Conque, hasta después, ¡serranas! ¿Es «ése» el que a ustés les sobra? ¿Queréis que esos tres… tarugos a armarla!
se lleven su merecido?
ENCARNA GORGONIA CHUPITOS
Adiós. (Recalcando mucho la contestación.) ENCARNA (A GORGONIA y con cara de pascuas.)
¡Éste es! ¡El que a usté le falta! Pero… ¡Sí!
FELIPE (MARI-PEPA, al oír las palabras de GORGONIA, vuelve la
(¡Lo que estás haciendo espalda rápidamente, entra en su cuarto y se encierra dando SOLEDAD GORGONIA
lo tiés que pagar con lágrimas un portazo.) ¡De firme! Pero, ¡chito!
de sangre!)
GORGONIA CHUPITOS
¿Tenéis ¡Bien, maestra!
confianza en mi raciocinio12
y en mi carácter? GORGONIA
Pues ya sabes;
SOLEDAD vuelve pronto…
¡Pa chasco!
¡Yo, la mar! CHUPITOS
¡Y al avío!
ENCARNA
¡Y yo lo mismo! GORGONIA
¡Ya hablaremos!
GORGONIA (Empujándole hacia la puerta de la calle.)
Pues dejarme, y ya veréis ¡Anda!
lo que es bueno.
(Se queda un momento pensativa y se fija al punto en CHU- CHUPITOS
PITOS, que sale del cuarto de CÁNDIDO y GORGONIA, ¡Vuelvo!
dirigiéndose hacia la puerta de la calle.) (Sale corriendo.)
¡Tú, Chupitos!
(Llamándole.)
Escena XIV
GORGONIA, SOLEDAD y ENCARNA
Escena XIII
DICHAS y CHUPITOS SOLEDAD
(Yendo con ENCARNA hacia GORGONIA. Las tres se reú-
CHUPITOS nen en el centro de la escena.)
(Deteniéndose y yendo hacia GORGONIA.) ¡Pero oye!
¿Qué?

46 47
GORGONIA distancia de la buñolería y como en actitud de acecho.) va tanto bueno? que ties la cabeza a pájaros,
¡Nada! ¡Lo dicho! No quiero que too lo tomas a guasa…
¡Dejarme! Ya lo sabréis que me encuentre FELIPE
cuando convenga. (Sale FELIPE por la puerta de la buñolería con las CHULAS ¿Yo? A casa. MARI-PEPA
1.ª y 2.ª. Parecen sostener animada y alegre conversación. Y que debe a ti importarte
ENCARNA MARI-PEPA no quita ojo del grupo.) MARI-PEPA mucho, ¿verdad?
Entendido. ¿Habrá… tunantas?… ¡Gracias a Dios, hijo mío!
¡Maldita sía la que sufre por un hombre! ¿Quies que echemos las campanas FELIPE
GORGONIA al vuelo… que ya te diznas (Con indiferencia.)
Y después… ¡Ay, como vuelvan FELIPE responderme? ¡A mí, nada!
a jugárnosla esos pillos!… (Que se ha dirigido con las CHULAS hacia la izquierda, sin (Pausa.Volviendo al tono anterior.)
¡Le deslomo! que ni él ni ellas hayan visto a MARI-PEPA.) FELIPE Pero si es que traes revuelto
Conque, chachas, (Dirigiéndose hacia la derecha para marcharse.) el cotarro; que haces cara
ENCARNA ya lo sabéis; a las doce ¡Vamos!… al primero que te dice:
¡Le estrangulo! u a las doce y media, en casa «¡Por ahí te pudras!».
de la Inés. MARI-PEPA
SOLEDAD ¡Anda MARI-PEPA
¡Le mecho! CHULA 1.ª con Dios, y que te mejores! (Burlonamente.)
Allí estaremos. ¡Ca-ram-ba!
GORGONIA FELIPE (Transición.)
¡Le descuartizo! FELIPE (Después de medio mutis.) ¿Sabes tú lo que te digo?
(Pausa.) Pues ¡adiós! Mira. Que ca quisque tiene su alma
Pues…. mutis. en su almario, y que la mía
CHULA 2.ª MARI-PEPA la tengo en su sitio…
SOLEDAD ¡A ver si faltas! (Con enojo.) (Con enojo.)
(Uniendo la acción indicada a la frase.) ¿Qué? Y ¡vaya!
¡Ésta es mi mano! FELIPE
¿Quién? ¿Yo? ¡Ya veréis qué noche FELIPE FELIPE
ENCARNA de verbena más sonada!… ¡Si no te enfadas! ¿Qué?
(Imitándola.) (Despídense muy cordialmente. Las CHULAS hacen mutis
¡Vaya! por la izquierda y FELIPE, después de haberlas despedido, MARI-PEPA MARI-PEPA
toma la dirección contraria. MARI-PEPA no ha apartado los ¿Vas a echarme algún discurso? Na. Que más te valiera
GORGONIA ojos de FELIPE, mirándole con ira.) tener un poco de lacha
¡Vengan esos cinco! FELIPE y no dir por ahí con ese…
(Se estrechan las manos, dando muestras de resolución y ale- Puede ser. tronco de yeguas normandas.
gría. Música.) Escena XVI
MARI-PEPA y FELIPE MARI-PEPA FELIPE
Música (N.º 2 Bis) ¿Qué quieres? Habla. Y que debe a ti importarte
Mutación MARI-PEPA mucho, ¿verdad?
(Saliendo al encuentro de FELIPE y procurando disimular.) FELIPE
¡Hola! Que dejes de ser veleta. MARI-PEPA
Escena XV (Con indiferencia.)
MARI-PEPA, FELIPE, CHULA 1.ª y CHULA 2.ª FELIPE MARI-PEPA ¡A mí, nada!
(Alegremente.) ¿Veleta yo? (Pausa.)
MARI-PEPA ¡Mari-Pepa! ¡Claro! ¡Como si lo viera!
(Sale por la izquierda, llega junto a la puerta, escucha un FELIPE Serás capaz de llevártelas
momento, mira hacia adentro y exclama rápidamente.) MARI-PEPA Tú, que cambias ¡a la verbena!…
¡Ahí sale el charrán! (Recalcando las palabras.) de dirección tos los días,
(Se retira con bastante rapidez hacia la derecha, quedando a ¿Adónde según como el viento danza;

48 49
FELIPE MARI-PEPA tan juncal, tan vivaracha. (Pausa.)
¡Y del brazo! ¡Vamos! Con unos claveles dobles ¡Ésa es mi mujer!
¡Y que no tien ellas ganas! entre las ondas rizadas
FELIPE del pelo; con un manojo MARI-PEPA
MARI-PEPA Pero no tan mala de rosas frescas y blancas (Muy nerviosa.)
(Dulcificando el tono.) como tú. ¡Con unos ojos! (Señalando al pecho.) ¿La tuya?
¡Si llevases, por lo menos, aquí… en salva sea la parte; Pues el hombre de mis ansias
pa presumir a tus anchas, MARI-PEPA con sus buenas arracadas ha de ser cabal juicioso…
alguna moza bonita, (Acercándose a FELIPE y mirándolo cara a cara con mucha de oro fino, con sus botas
y decente, y con estampa!… expresión.) menuditas, con su falda FELIPE
¿Así?… de céfiro, que clarea ¡Como yo!
FELIPE sobre la crujiente enagua; (Picarescamente.)
¡Vamos! Como tú… FELIPE con su pañuelo finísimo
(MARI-PEPA hace un gesto de rabia y se dirige hacia la ¡Con unas pestañas!… de crespón, con media vara MARI-PEPA
izquierda para salir airadamente.) ¿Ves tú cómo tú las tienes?… de flecos; muy cogidita (Exaltándose.)
¿Qué? ¡Pues entoavía más largas! de mi brazo, muy ufana, ¡Con más entraña!
(Deteniéndola.) ¡Si ella saliese conmigo como diciendo a los hombres: ¡Sin vicios que le trastornen!
—es un suponer— más ancha «¡Aquí va la flor y nata ¡Sin mujer que le distraiga!
MARI-PEPA que un brazo de mar, en noche de las mujeres hermosas, ¡Pa mí siempre, en alma y vida!
¡Déjame! de verbena y de jarana, de empuje y de circunstancias!» ¡Pa mí sola en cuerpo y alma!
como ésta de hoy!… ¡Virgencita Lo cual que yo separándome
FELIPE del cielo, la que se armaba! dos pasos pa contemplarla, FELIPE
(Sujetándola por un brazo.) (Juntando y separando los dedos, como se hace para indicar y dándome en la visera, ¡Pide algo!
¡Oye! la aglomeración de gente.) y poniéndome así, en jarras,
¡Se pondría así la calle le diría: «Gloria pura MARI-PEPA
MARI-PEPA pa vernos pasar! de Madrid y su antesala, Pues ¿qué te habías
(Forcejeando para desasirse.) que es el cielo! ¡Viva la hembra tú figurao?… ¡Vaya!
¡Que sueltes! MARI-PEPA que te dio la harina láctea!
(Burlonamente.) ¡¡Y ole, con ole, y con ole!! FELIPE
FELIPE ¡Qué lástima! ¡¡Y bendita sea tu alma!!» ¡Vaya!
(Soltándola y con mucha pasión.) ¡Cuéntaselo a quien le importe!
¡Aguarda! FELIPE MARI-PEPA
(MARI-PEPA, al notar el tono con que la acaba de hablar ¡Yo, más contento que el gallo, (Que ha estado escuchándole con mucha atención, exclama MARI-PEPA
FELIPE, se sonríe con satisfacción.) con mi chaqueta de pana, al fin burlonamente.) ¡Díselo a quien le haga falta!
Si yo me hubiese encontrao con mi pantalón de talle, ¿Y en dónde está ese fenómeno (¡Me parece que con achares
esa mujer que me falta, con mi pechera bordada, de mujer? este pillo no se ablanda!)
¿sabes tú cómo sería?… con mi pañuelito al cuello,
Ni muy alta… ni muy baja… con mis botitas de caña, FELIPE FELIPE
ni muy gruesa… ni muy… con mi gorrilla de seda (Sin inmutarse.) (¡Me se antoja que los celos
ladeá, con mis persianas, Tendrá su casa… no dan lumbre!)
MARI-PEPA y con un puro escogido, digo yo.
(Picarescamente.) echando así, a bocanadas MARI-PEPA
¡Vamos! el humo, como diciendo MARI-PEPA ¿Cómo?
¡Como yo! a todas: «¡Eh, ciudadanas! (Con sorna.)
¡Aquí va un hombre gitano ¡Y habrá que verla FELIPE
FELIPE de hechuras y con agallas!» con papeleta!… (Afectando gran indiferencia.)
¡Pero más guapa! Y ella…, verás tú…, bonita Nada.
Ni muy tonta… ni muy lista… como un sol, más bien plantada FELIPE (Disponiéndose a marcharse.)
que el verbo, tan primorosa, ¡Dorada! ¡Conque adiós, tú!

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MARI-PEPA mal hombre, sastre… ¡fanegas! ¿No acabo de convidarte y le tratas a lo bestia,
(Desdeñosamente.) de mi motu propio en esa y en público le denigras
¡De verano! CÁNDIDO buñolería, y no acabas y en privao le ties a dieta…
(Separándose. Yendo él hacia la derecha y ella hacia la ¡Mujer, que vas a cortarme de comerte seis docenas ¡u no le quies con deleite,
izquierda. A los pocos pasos vuelven al mismo tiempo la la digestión! de buñuelos, con dos vasos que es como él quie que le quieras…
cabeza los dos, para decir:) de los grandes, por mi cuenta? u te falta el corazón
GORGONIA ¿No te he comprao ayer unos u le ties de bronce u peña!
FELIPE ¡Y la lengua! pantalones de franela
¿Qué decías? pa el reúma, con un rótulo GORGONIA
CÁNDIDO bordao a la cadeneta (Que le ha estado oyendo,conteniéndose difícilmente y a punto
MARI-PEPA ¡Pue que luego te pesara! en la pretina, que dice: de estallar en dos o tres ocasiones.)
¿Me llamabas? «¡Cándido Ruiz, a su nena!» (¡No sé cómo no le muerdo!)
GORGONIA debajo de un corazón
FELIPE Pero di, melón de cuelga traspasao por una flecha? CÁNDIDO
(Afectando, como antes, mucha indiferencia.) (Zarandeándolo.) ¿No te cortaste el jueves (¡La he dejao como una seda!)
¿Yo? que estoy por descabalarte hará un mes con las tijeras ¿Que me gusta el seso débil? …
los ojos! la punta del dedo gordo Sí, señor, ¿y quién lo niega?…
MARI-PEPA de la manita derecha, ¡Pero, fijarme yo en otra,
(Lo mismo.) CÁNDIDO y yo te chupé la sangre siendo de mi pertenencia
¿Yo? ¡Estate quieta! pa evitar que te se fuera la figura más gitana
(Se vuelven las espaldas nuevamente y siguen andando la vida, sin exigirte de la Península Ibérica!…
diciendo.) GORGONIA que te lavases la yema? ¡Vamos, hombre!
¿Tú te crees que yo he nacido ¿No te dejo la cocina (Ofreciéndole el trozo de churro que aún tiene en una mano.)
FELIPE pa que un remendón cualquiera los sábados, que me ruegas Toma, muerde
¡Cómo no, morena! me tome los cuatro pelos que te la friegue, lo mismo con esa boquita fresca,
que me ha dao Dios? ¿Tú te piensas que una luna de Venecia, y ya verás con qué gusto
MARI-PEPA que una mujer con agallas pa que tú, preciosa, vayas me como lo que tú dejas.
¡Sí, sí! ¡Ya vuelvo la cara! y con sangre y con vergüenza y te contemples en ella
(Antes de hacer mutis, y al mismo tiempo, como antes, vuel- va a dejar que la coloquen ese cuerpo… de odalisca GORGONIA
ven los dos la cabeza para verse. Encuéntrase ella con que él adornos en…? y esa nariz… cuasi griega? (Dándole un manotazo.)
la está mirando, y viceversa, y se vuelven las espaldas por ¿No te lleno de agasajos? ¡Quítate, espantajo!
última vez, dirigiéndose mutuamente un gesto desdeñoso, y CÁNDIDO ¿No te colmo de finezas?
tanto como desdeñoso, picaresco.) Ten prudencia ¿No te doy todos los gustos CÁNDIDO
y no te oceques, Gorgonia, que tú quieres? ¿No me arreas ¡Ingrata!
¡caray! ¡Porque es que te ocecas! ca golpe que Dios tirita
Escena XVII con lo primero que encuentras, GORGONIA
GORGONIA y CÁNDIDO GORGONIA sin que veas en mis ojos ¡Anda, porque me sublevas,
¡Ah! ¿Conque me oceco? una lágrima siquiera? y si me se vierte el saco
Sale CÁNDIDO de la buñolería con una sarta de buñuelos Pues al hombre bueno y dulce de la bilis!…
en una mano y un churro, que se está comiendo, en la otra. CÁNDIDO pa ti como la jalea,
GORGONIA le sigue, amenazándole. (Haciendo la cruz con los dedos y besándola.) que goza cuando le miras, CÁNDIDO
¡Mira! que calla cuando le pegas, ¿Qué?
CÁNDIDO ¡Permita Dios que fallezgas que te ayuda en tus labores,
¡Gorgonia, por Dios, ten cárculo! antes de cinco minutos que accede a tus desigencias, GORGONIA
si te engaño!… Di, ¿qué pruebas ¡por más de que ties algunas ¡Te anegas!
de amor puede dar el hombre que ya, ya!… Si al que te osequia
GORGONIA más chocho por cualquier hembra y gasta por ti en buñuelos CÁNDIDO
Yo te ajustaré las cuentas, que no haigas tú recibido al pie de cuatro pesetas (¿Cuándo Dios llevársela?)
vejestorio, chulo, inútil; de mí, lirio de la selva? le dañas en su amor propio

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GORGONIA Se quedan sin ningún hombre ¡Olé, gracioso! CÁNDIDO
(¡No sabes lo que te espera!) después de quererlos toos. (A CHUPITOS, con mucha alegría.)
¡Anda pa casa! CÁNDIDO Pero, ¿qué dices?
(Amenazándole.) CORO (A GORGONIA.)
(Dentro.) ¡Y olé la Otero! CHUPITOS
CÁNDIDO ¡Ay! [¡Ay!] Eso, a las diez.
¡No amagues! Se quedan sin ningún hombre GORGONIA
después de quererlos toos. ¡Andar, inútiles! CÁNDIDO
GORGONIA (Se oyen las palmas que tocan los que han cantado.) (¡Ay, qué mujer!)
¡Que eches pa alante! CORO
Mutación ¡Ja, ja, ja! CHUPITOS
CÁNDIDO Vengan más vasos Pero que suba
(Pasa, y al pasar recibe en el cuello un fuerte manotazo de de limoná. con precaución.
GORGONIA.) Escena XVIII GORGONIA
¿Me pegas? GORGONIA, SOLEDAD, ENCARNA, CHUPITOS, el (Con misterio a CHUPITOS, llevándolo a primer término.) CÁNDIDO
¡Pues ya no te quiero! ¡Rabia! SEÑOR CANDELAS, CÁNDIDO,TIBERIO,ATENEDORO y Oye, Chupitos, (¡Ay, que tenemos
CORO GENERAL. ¿les has hablao? que hablar los dos!)
GORGONIA
¡Ni falta que hace, boceras!… Al hacerse la mutación acaban de bailar con los últimos CHUPITOS CHUPITOS
(Cogiéndole de un brazo para llevárselo.) compases repetidos de la guajira, y al son de las palmas que (Por TIBERIO y ATENODORO.) ¡Cuidao, por Dios!
Vamos. los demás tocan, GORGONIA y el SEÑOR CANDELAS. ¡Ya éste y el otro (Se separa de CÁNDIDO y se llega al SEÑOR CANDELAS,
SOLEDAD y ENCARNA, sentadas hacia el centro de la esce- se la han tragao! que está en el centro de la escena, y con quien repite la
CÁNDIDO na, en medio de un animado corro y junto a una mesa, sobre maniobra.)
(Queriendo desasirse y amenazándola cómicamente.) la cual habrá un barreño con limonada y algunos vasos. SEÑOR CANDELAS
¡Mira, mira! (Abriéndose paso alegremente entre las mujeres de un ATENEDORO
CORO grupo.) (Mirando el reloj.)
GORGONIA ¡Olé los niños ¡Echarse a un lao! (¡Las nueve y media!)
(Llevándoselo a empellones.) con esbeltez!
¡Toma! GORGONIA TIBERIO
SEÑOR CANDELAS Y GORGONIA (A CHUPITOS.) (Ensimismado.)
CÁNDIDO [(Hablado.)] ¿Y les has dicho?14 (¡Conque a las diez!)
(Defendiéndose de los golpes.) ¡Aquí hay más sangre
¡Ay, Jesús, qué mujer ésta! que en toos ustés! CHUPITOS GORGONIA
(Salen por la derecha.) Que Mari-Pepa, (A ENCARNA, por el SEÑOR CANDELAS.)
CORO en cuanto suenen Pero, ¿tú has visto?
Música (N.º 3) ¡Olé y olé! las diez, [lo] espera.
Intermedio y Conjunto (Sepárase de GORGONIA y se dirige a CÁNDIDO, con quien ENCARNA
GORGONIA habla en voz baja y con aire de misterio, procurando que los (A GORGONIA, ídem.)
Ataca la orquesta, y al terminar el preludio se oye detrás del (Al SEÑOR CANDELAS.) demás no lo adviertan,hasta que uno y otro dicen las frases que Pero, ¿tú ves?
telón de calle la voz de SOLEDAD, que canta acompañada ¡Viva tu cutis! después se marcan.)
del CORO. CÁNDIDO
SEÑOR CANDELAS ATENEDORO (¡La traspasé!)
SOLEDAD (A GORGONIA.) ¡Viva la juerga!
(Detrás del telón.)13 ¡Viva tu cuerpo! CORO
Eso les pasa a las hembras TIBERIO ¡Venga mollate,
como algunas que sé yo. SOLEDAD ¡Si soy un tío chico!
¡Ay! [¡Ay!] (Al SEÑOR CANDELAS.) con más quinqué!…

13.-En las ediciones del libro «(Dentro)». 14.-En las ediciones del libro, «¿Y a cada quisque?».

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CHUPITOS too mi cuerpo me se enciende
(Que sigue hablando con el SEÑOR CANDELAS, volviéndo- y me se pierde el sentío. [¡Ah!]
se un momento.) Y después que ha sucedido…
¡Ya voy!
LOS DEMÁS
SEÑOR CANDELAS ¿Qué?
(A CHUPITOS.)
Pero, ¿qué dices? SOLEDAD
¡Me da frío!
CHUPITOS Y GORGONIA Porque saben lo que quieren,
(Que no quita ojo del SEÑOR CANDELAS.) las cosas que puen hacer.
(¡Se la tragó!) ¡Ay! [¡Ay!]
Los ojazos de un moreno
SEÑOR CANDELAS clavaos en una mujer.
(Muy alegre.)
¡Mecachis! ¡Yo! LOS DEMÁS
¡Ay! [¡Ay!]
SOLEDAD Los ojazos de un moreno
(Saliendo del corro.) clavaos en una mujer.
¡Ay, qué sosera! (Baila SOLEDAD al compás de las palmas que los demás
Pero, ¿qué es esto? tocan.)

CORO SOLEDAD
¡Vengan más coplas! Cuando un hombre soso y feo,
y además tonto perdío,
SEÑOR CANDELAS camela con fatiguitas
¡Siga el jaleo! a una mujer de sentío,
casi siempre ha sucedío…
CORO
(A SOLEDAD.) LOS DEMÁS
Cántalas tú. ¿Qué?
SOLEDAD SOLEDAD
Pues allá va. (Suspirando.)
Pero mucho silencio, señores, ¡Ángel mío!
tenéis que guardar, Que ella le tira el anzuelo,
que las cosas que canta la niña que él lo muerde como un pez…
son muy delicás. ¡Ay! [¡Ay!]
Y así se ven en el mundo
CORO las desgracias que se ven.
Que las cosas que canta la niña
son muy delicás. LOS DEMÁS
[¡Ah! ¡Ah!] ¡Ay! [¡Ay!]
Y así se ven en el mundo
(Guajiras) las desgracias que se ven.
(Baila SOLEDAD como antes.)
SOLEDAD
Cuando clava mi moreno Hablado
sus ojazos en los míos,

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SEÑOR CANDELAS Escena XIX TIBERIO SOLEDAD
¡Bueno! ¡Basta ya de escándalo Dichos, menos el CORO Si vieras ¡Andar, muchachas, dejarlos!
dentro del local! que estoy con una fatiga
(Vuelve a su tono sentencioso y campanudo que empleó en el ATENEDORO de estomago, que… CÁNDIDO
Cuadro Primero.) (Que, como TIBERIO y CÁNDIDO, está solo, ensimismado en (A SOLEDAD y ENCARNA.)
sus pensamientos.) GORGONIA ¡Que sus divirtáis, monismas!
TIBERIO (¡Y que la mocita (A CÁNDIDO.) (A GORGONIA.)
¡Quién chilla! no vale na!) ¿No vienes? ¡Y ojo con las apreturas,
que vas muy provocativa!
CÁNDIDO SOLEDAD CÁNDIDO
¡Y ha alboratao más que quince! (A ENCARNA, por el SEÑOR CANDELAS.) ¿Quién? ¿Yo? Gordinflona mía, GORGONIA
¿Pero has visto? pero, ¿no sabes que tengo (A CÁNDIDO, con intención.)
SEÑOR CANDELAS que acabar esa levita Hasta después.
¿Yo?… ENCARNA para mañana?
¡Qué lagarto! (Las mujeres se miran unas a otras, cambiando signos de SEÑOR CANDELAS
SOLEDAD inteligencia y sonriéndose picarescamente, sin que los hom- Buenas noches.
SOLEDAD ¿Quién diría bres las vean.)
(Al SEÑOR CANDELAS.) que a su edad?…
¡So chulón! GORGONIA GORGONIA
GORGONIA ¡Ah, tunante! (¿Habrá primos?)
SEÑOR CANDELAS ¡Déjalo y oye!
(A SOLEDAD.) También ése tie su cita SOLEDAD ATENEDORO
(¡Vamos, quita!) en el cuerpo. (A ATENEDORO.) (¿Habrá primas?)
Un momento de alborozo ¡Tú vendrás! (Salen GORGONIA, SOLEDAD, ENCARNA y ATENEDO-
no es ninguna cosa ilícita, SOLEDAD Y ENCARNA RO hacia la calle, cerrando este último la puerta.)
pero un funcionario público ¿Sí? ATENEDORO
de cierta categoría, (Con mucha amabilidad.) SEÑOR CANDELAS
máxime más cuando es hombre GORGONIA Lo que tú digas. (Subiendo la escalera.)
de costumbres fidediznas, Lo de antes (¡Señor Candelas, a tu escondite!)
goza, pero se contiene lo ha de pagar. SOLEDAD
en cuanto recapacita. (Siguen hablando. El SEÑOR CANDELAS pasea de un lado a (Burlonamente.) TIBERIO
otro, y de cuando en cuando se sonríe, no pudiendo ocultar su ¡Jesús, cómo está la noche! ¡Adiós!
GORGONIA satisfacción.) (Vase a su cuarto.)
¡No está usté mal trucha! ATENEDORO
TIBERIO (¡Lo menos hasta la esquina!) CÁNDIDO
UNA MUJER DEL CORO (¡Tan castiza (A TIBERIO.)
¿Vamos? como es!) CÁNDIDO ¡A ver si te alivias!
(¡Pa verbenas está el niño,
UN HOMBRE CÁNDIDO tal como hoy!) SEÑOR CANDELAS
¡A la verbena, vecinas! (¡Y qué formas tiene!) (Antes de entrar en su habitación.)
ENCARNA (¡Ya debe estar en su cuarto!)
OTRA MUJER SEÑOR CANDELAS (A TIBERIO.)
¡Arsa pa allá! (Pero, ¡qué suerte la mía!) ¡Vente! CÁNDIDO
(Sale el CORO por la puerta de la calle con mucha grite- (Yendo a él.) (Entrando en su cuarto, después de mirar a la puerta de
ría.) ENCARNA MARI-PEPA.)
(A los hombres.) TIBERIO (¿Si habrá vuelto ya la pícara?)
SEÑOR CANDELAS ¡Vaya! ¿Sus venís?… (Apartándola.)
¡Menos gritos! (¡En seguida!)
¡Orden!

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Escena XX MARI-PEPA MARI-PEPA MARI-PEPA
FELIPE (Ídem.) ¿Qué? ¿Yo?
Lo mismo ¡No!
FELIPE voy a hacer. Para aburrirme, FELIPE
(Sale de su cuarto, después de una pausa.) mucho mejor estoy sola Dejarme, verte libre FELIPE
¡Gracias a Dios que se marchan ¿verdad? de mí. ¡Tú!
y me dejan que respire!
¡Na, que me puede! No vale FELIPE MARI-PEPA MARI-PEPA
que te defiendas, Felipe, Sí que es preferible. (Acercándose a él de nuevo y con acento de reproche.) ¡No!
que esa arrastrada te ha echao (Nueva pausa. Se miran, sin que ninguno se resuelva a Tú sí que parece
en el corazón raíces, hablar; entonces MARI-PEPA se dirige a la escalera.) que no quieres que te miren. FELIPE
y ca vez están más hondas ¡Oye! ¿Por qué de ese modo
y ca vez están más firmes. Música (N.º 4) te fijas en mí?
(Pausa.) MARI-PEPA Dúo de Felipe y Mari-Pepa
¡Ah, perra, que a toos les haces (Vivamente.) MARI-PEPA
cara, en mis propias narices, ¿Qué? FELIPE (Con [mucha] pasión.)
sin ver que todas las cosas ¿Por qué de mis ojos ¿Qué quieres decirme
del mundo tienen su límite! FELIPE los tuyos retiras? mirándome así?
Pero no, que o yo soy ciego, (Como arrepintiéndose de lo que iba a decir.) [¿Por qué?] (Se abrazan casi inconscientemente, mirándose con expresión
o es que quiere divertirse Ya no recuerdo intensa.)
con esos tres; porque a veces, qué era lo que iba a decirte. MARI-PEPA
como esta tarde, me dice (MARI-PEPA hace un gesto de desdén y se vuelve a dirigir ¿Por qué me desprecias? FELIPE
cosas tan claras, que… vamos… a la escalera.) ¿Por qué no me miras? ¡Así!
con poco más… ¿Y si finge? Sí. [¿Por qué?]
¡Pues que no juegue! (Vuelve MARI-PEPA a bajar al proscenio.) MARI-PEPA
¡No, no! FELIPE ¡Así!
¿Yo?
Escena XXI MARI-PEPA ¡No! FELIPE
FELIPE y MARI-PEPA (Que ha seguido las palabras de FELIPE con visible ansie- ¿Me quieres?
dad, dice, afectando indiferencia y riéndose.) MARI-PEPA
MARI-PEPA ¡Vamos, sería ¡Tú! MARI-PEPA
(Entra de la calle y cierra la puerta, como huyendo de la alguna trola! ¿Me quieres?
algazara.) FELIPE
¡Uf, qué bulla! FELIPE ¡No! LOS DOS
(Muy serio.) ¿Por qué de ese modo ¿Me quieres?
FELIPE ¿Te ríes? te fijas en mí?
(Volviéndose.) Mari-Pepa FELIPE
¿Quién? ¡Mari-Pepa! MARI-PEPA ¿Qué quieres decirme ¡Sí!
(Acercándose a él.) mirándome así?
MARI-PEPA Pero, hombre, ¿qué es lo que tienes? ¿Por qué sin motivo Mari-Pepa
¡Felipe! te pones tan triste? ¡Sí!
(Pausa.) FELIPE [¿Por qué?] ¡Ay, Felipe de mi alma!
¡Qué solo estás! No sé por qué me lo dices… ¡Si contigo solamente
(Pausa.MARI-PEPA lo mira, y al notar que nada más le con- FELIPE yo soñaba!
FELIPE testa, se dirige hacia la escalera.) ¿Por qué de mi lado
(Con displicencia.) ¿Lo ves? Si estás deseando… tan pronto de fuiste? FELIPE
Sí. [¿Por qué?] ¡Mari-Pepa de mi vida!

15.- En la edición de R.Velasco (1900), «záfiro». 16.- En las ediciones del libro se repite: «Felipe: ¡Te quiero! / Mari-Pepa: ¡Te quiero!».

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¡Si tan solo en ti pensaba ¿Quién lo había de ser? fijándose en su cara y con enojo.)
noche y día! MARI-PEPA ¡Chiquillo! Pero Mari-Pepa,
¡Mírame así! ¡Te quiero!16 No me hables así.] ¿qué es eso?… ¿Te ríes?

MARI-PEPA LOS DOS LOS DOS17 MARI-PEPA


¡Mírame así! ¿Me quieres [tú] a mí? Te quiero, te quiero, Si es que me se llena
¿No te voy a querer, prenda mía? ¿me quieres tú a mí? de alegría el alma.
LOS DOS De mí, ¿qué sería De mí, ¿qué sería sin ti?
¡Pa que vea tu alma leyendo en tus ojos, sin ti?… Sin ti, sin ti, FELIPE
y sepa serrana / serrano que piensas de mí! (Separándose de nuevo para contemplarse.) De mí ¿qué sería sin ti? Yo no sé qué he visto pasar por tus ojos.
(Separándose.) ¡Te burlas! ¡Me engañas!
FELIPE Hablado Mari-Pepa
FELIPE ¡Nena mía! ¡Celosillo!
La de los claveles dobles, FELIPE
la del manojo de rosas, MARI-PEPA (Con pasión.) FELIPE
la de la falda de céfiro15 ¡Felipillo! ¡Ay, mi Mari-Pepa: Cállate.
y el pañuelo de crespón; mi gloria, mi niña,
la que iría a la verbena FELIPE tan retesalada, tan retepreciosa MARI-PEPA
cogidita de mi brazo… ¡Mi morucha! que Dios te bendiga! ¿Te ofendo? ¿Te falto?
¡eres tú!… ¡porque te quiero, ¿Te he dao yo motivos?…
chula de mi corazón! MARI-PEPA MARI-PEPA
¡Mi querer! (Con mucha ternura.) FELIPE
Mari-Pepa (Uniéndose en otro abrazo.) ¡Felipe, Felipe! ¡Sí, por eso dudo!
El hombre de mis fatigas, FELIPE ¡Que te estoy oyendo ¡Porque los has dao!
pa mí siempre en cuerpo y alma, [¡Ay!] y me se figura que no es que te escucho, ¡Porque te has reído!
pa mí sola, ¡sin que nadie ¡Tú eres ésa! sino que lo sueño! ¡Porque te conozco!
me dispute su pasión! ¡Porque si me quieren engañar tus labios,
Con quien iría del brazo MARI-PEPA FELIPE te venden tus ojos!
tan feliz a la verbena… [¡Ay!] No me des achares ¡Claro! Como en público
eres tú… ¡porque te quiero, ¡Tú eres ése! con otros quereres. finjo despreciarte,
chulo de mi corazón! lo que tú deseas es que yo me entregue
(Abrazándose de nuevo.) LOS DOS MARI-PEPA pa luego dejarme.
[¡Ay!] Y tú, Felipillo, vive ¡pa mí sola
FELIPE ¡Pues si tú no lo fueras, mi vida! queriéndome siempre! MARI-PEPA
¡Ay, chiquilla! ¡Por Dios! ¿Quién lo había de ser?… ¿De modo que quise
[¡Por Dios!] FELIPE matar tus desdenes
FELIPE ¡Júramelo! a fuerza de celos, y todas mis artes
MARI-PEPA ¡Ay! contra mí se vuelven?
¡Zalamero! ¡Tú eres ése! MARI-PEPA ¡Mírame, Felipe!
¡Chiquillo! ¡Ay! ¡Tonto!
¡Pues si tú no lo fueras, mi vida! ¡qué cosas me dices! FELIPE
FELIPE ¿Quién lo había de ser? (Volviéndole un poco la espalda y dejando ver en su rostro la Si así es como miras
¡Chiquilla! ¡Chiquilla! satisfacción que siente.) a todos…

MARI-PEPA MARI-PEPA FELIPE MARI-PEPA


¡No me hables así! ¡Ay! Pero Mari-Pepa… ¡Escúchame!
Tú eres ésa! (Con dulzura y volviéndola hacia él primeramente, y después
FELIPE [¡Ay!]
¡Te quiero! ¡Pues si tú no lo fueras, mi vida! 17.- «Los Dos: ¿Me quieres? ¿Me quieres? / ¿Me quieres tú a mí? / ¡De mí que sería / sin ti!».

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FELIPE FELIPE SOLEDAD
Si así es como le hablas (Con sorna.) (Abriendo la puerta de su cuarto, después de mirar a un lado
a todos… ¡Que me olvides pronto! y otro.)
MARI-PEPA ¡Adelante, compañeras!
MARI-PEPA ¿Yo? ¿Qué yo te olvide?
(Con viva indignación, al ver que son inútiles sus súplicas.) ¡Tú vas a acordarte de la Mari-Pepa! GORGONIA
¡Mentira! ¡Chis!
(Transición.) FELIPE
Pero ¿es que tú puedes ¡Y tú de Felipe! SOLEDAD
dudar de mis ansias? (Entra cada uno en su respectivo cuarto.) ¡Chis!

FELIPE ENCARNA
Sí puedo… Escena XXII ¡Chis!
GORGONIA, SOLEDAD, ENCARNA y CHUPITOS
MARI-PEPA CHUPITOS
¿No quieres mirarme? Música (N.º 5) ¡Chis!
Escenas (Entran las tres mujeres y CHUPITOS sigilosamente en el
FELIPE cuarto de SOLEDAD y cierran la puerta.)
¡No puedo! (Aparece CHUPITOS sacando la cabeza cautelosamente
entre las dos hojas de la puerta de la calle.)
MARI-PEPA Escena XXIII
(Con grandísimo enojo.) CHUPITOS El SEÑOR CANDELAS,CÁNDIDO,TIBERIO y ATENEDO-
¡Pues basta! No hay nadie. ¡Adentro! RO.Van saliendo según se marca.
(Entra mirando hacia fuera.)
FELIPE SEÑOR CANDELAS
¡Sí, basta! GORGONIA (Por la puerta de su cuarto.)
(Entrando y dirigiéndose hacia fuera también.) Nadie.Van a dar las diez,
MARI-PEPA Venid. Silencio. y aunque tos deben estar
¡Que no merecías! (Entran cautelosamente SOLEDAD y ENCARNA.) de verbena, mejor es
(Se va hacia la puerta y empieza a subir.) que haiga mucha oscuridad.
SOLEDAD (Sigue por el corredor, apagando los faroles, mientras conti-
FELIPE ¡Chito! núa la orquesta sola, y después empieza a bajar la escalera.)
(Dulcificando el tono.) Está visto. Me prefiere.
¡Oye! GORGONIA ¡Con qué astucia me citó!
¡Chis! Al pensar en que me quiere,
MARI-PEPA ¡ay, qué brincos! ¡ay, qué brincos!
¿Qué? CHUPITOS ¡ay, qué brincos
¡Chis! me está dando el corazón!
FELIPE SOLEDAD (Se dirige hacia la lámpara o farol de abajo para apagarlo
(Arrepintiéndose.) ¡Chis! también.)
¡No, vete! TIBERIO
ENCARNA (Asomando la cabeza por la puerta de su cuarto.)
MARI-PEPA ¡Chis! ¡Estoy loco de alegría!
(Desde lo alto de la escalera y en un arranque de pasión y (Cierran la puerta de la calle.) ¡Ya por mí se decidió!
de ira.) Gorgonia
¡Maldito sia el día que puse mis ojos Como vengan por el queso CÁNDIDO
en ti pa quererte! bien nos vamos a reír. (Apareciendo como TIBERIO.)
Al pensar que va a ser mía,
¡ay, qué golpes tan menudos y tan ricos
18.- En las ediciones del libro los siguientes versos los dice Candelas. me está dando el corazón!
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TIBERIO ¡Si he venido yo por ti! ¡Ya! SEÑOR CANDELAS
(Saliendo.) (¡Ya se marcha!)
¡Ánimo, pues! CÁNDIDO TIBERIO Y ATENEDORO CÁNDIDO
¡Pues me van a dar la noche! (Ídem.) (¡Ya se va!)
CÁNDIDO ¡Ya!
(Ídem.) SEÑOR CANDELAS LOS DOS
¡Vamos allá! (A CÁNDIDO.) CÁNDIDO (Procurando cada uno que el otro se marche antes para que-
Pero, ¿qué busca usté así? (Comprendiendo su equivocación.) darse dueño del campo.)
SEÑOR CANDELAS Pensé que… (¡La erré!) ¡Vaya usted con Dios!
(Sintiendo ruido y volviéndose a tiempo en que iba a apa- CÁNDIDO ¡Vaya usted con Dios!
garse el farol.) Una aguja del catorce LOS CUATRO
¡Porra! ¿Quién es? que he perdido por aquí. (Cada uno para sí.) SEÑOR CANDELAS
(¡Na, que no se van!) (Repitiendo el juego.)
ATENEDORO SEÑOR CANDELAS,TIBERIO Y ATENEDORO (Volviéndose cada uno al que tenga más inmediato.) ¡Adiós!
(Que aparece rápidamente, abriendo y cerrando la puerta de (A CÁNDIDO.) ¿Qué decía usté?
la calle y se encuentra con los otros.) ¿Sí, sí? ¡Je, je! CÁNDIDO
¡Maldita sia! (Ídem.)
CÁNDIDO SEÑOR CANDELAS ¡Adiós!
LOS CUATRO ¡Sí! ¡Sí! (Yo me voy, a ver si así…)
(Contrariados del encuentro y cada uno para sí.) (Distraído con la conversación, deja consumir el fósforo.) LOS DOS
¡Je, je! ¡Pu-ña-les! ¡Que me tuesto! CÁNDIDO ¡Adiós!
¡Sí, sí! Señor Candelas,Tiberio y Atenedoro (Si se fueran, y después…) (El SEÑOR CANDELAS ha ido subiendo la escalera al irse
(CÁNDIDO, al verse sorprendido, ha encendido un fósforo y ¡Sí, sí! convenciendo de la inutilidad de su ardid y al tiempo que
se ha inclinado hacia el suelo como buscando algo con CÁNDIDO entra en su cuarto, penetra en su habita-
mucho empeño.) CÁNDIDO TIBERIO ción.)
SEÑOR CANDELAS (A TIBERIO.)Y TIBERIO (Sacudiendo la mano.) (A ATENODORO.)
(AL SEÑOR CANDELAS.) ¡Sí, sí! ¡Pues alivia! Vamos ya. LOS DOS
¿Qué hace usté aquí? (Yendo hacia la puerta de la calle.) (Haciendo mutis.)
LOS CUATRO (Y en seguida…) (¡Me jorobó!)
ATENEDORO (Cada uno para sí.)
(A CÁNDIDO.) (Pero estos pelmas, ATENODORO
¿Qué busca usté? ¿cuándo se acabarán de ir?) (Haciendo mutis detrás de TIBERIO.) Escena XXIV
Vas a ver. FELIPE
SEÑOR CANDELAS Y ATENEDORO TIBERIO (Deja cerrada la puerta.)
(¡Ya la metí!) (¡Yo voy a estallar!) FELIPE
SEÑOR CANDELAS Y CÁNDIDO (Saliendo de su cuarto.)
CÁNDIDO SEÑOR CANDELAS (¡Ya quedamos sólo dos!) ¡Esto no es vida! ¡Si he de quererla!
(¡Me espampané!) (¡Yo no sé qué hacer!) (Reflexiona un momento.) ¡Si al fin y al cabo me ha de querer!
Como estoy tan escamado18 ¡Voy a buscarla y a que acabemos
he venido a vigilar ATENEDORO SEÑOR CANDELAS ya de una vez!
porque oí ciertos ruidos (¡Las diez van a dar!) (Porque entonces…) Porque me muero con las fatigas,
que me dieron que pensar. con la amargura que siendo aquí.
CÁNDIDO CÁNDIDO (Llevándose la mano al corazón.)
TIBERIO (¡Pues ya han dado las diez!) (Dándose una palmada en la frente.) ¡Porque no puedo ya, Mari-Pepa,
Esta angustia del estómago (Creyendo que alguno se va.) (¡Ajajá!) vivir sin ti!
ya me tié fuera de sí. Pues abur… (Sube hacia el cuarto de MARI-PEPA lentamente.)
LOS DOS
ATENEDORO SEÑOR CANDELAS ¡Vaya, quede usté con Dios!
Anda y vente a la verbena. (Creyendo que CÁNDIDO se despide.)

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Escena XXV ¿Será que acaso intentan?… TOS, FELIPE, CÁNDIDO,TIBERIO,ATENEDORO, SEÑOR Mari-Pepa
FELIPE, CANDIDO, el SEÑOR CANDELAS, TIBERIO y ¡Pues atención, Felipe! CANDELAS y CORO GENERAL (Con mucha ansiedad.)
ATENODORO (El SEÑOR CANDELAS llega a la puerta del cuarto de Felipe, por Dios, ¿qué pasa?
MARI-PEPA y da en ella dos golpes suaves con los nudillos.) MARI-PEPA
TIBERIO ¿Qué es esto? ¡Ay, Jesús! FELIPE
(Aparece por la puerta de la calle, que abre y cierra rápida- ¿Qué será? (Mientras habla con gran agitación y cólera, los demás le
mente.) SEÑOR CANDELAS [¡Ay, Jesús! escuchan con vivo interés.)
Lo mejor será quedarnos (En voz baja.) ¿Qué será] Pasa… que se me ha subido
en completa oscuridad. ¡Mari-Pepa! que no quien la bilis a la garganta.
(Se dirige hacia el farol y lo apaga.) contestar? (Dirigiéndose a MARI-PEPA.)
FELIPE Que tú eres una cualquiera,
FELIPE (Siguiendo la dirección de la voz y arrojándose con ira sobre GORGONIA, SOLEDAD, ENCARNAY CHUPITOS que has venido a ser la
(Ya en el corredor, sorprendido.) el SEÑOR CANDELAS.) ¡Ah, bribón! causa de mi perdición.
¡Eh! ¿Qué es esto? ¿Quién apaga? ¡Toma, canalla! ¡Ya verás!
¡No se ve ni jota ya! (Forcejea, logra desasirse al llegar a la escalera y baja por [¡Ah, bribón! MARI-PEPA
ésta desolado y perseguido por FELIPE,CÁNDIDO,TIBERIO ¡Ya verás] (Con ansiedad.)
CÁNDIDO y ATENODORO, sorprendidos y asustados por las voces, pre- lo que ties ¡Felipe!
(Apareciendo.) cipítanse también escalera abajo.) que purgar! ¡Por Dios!
¡No hay nadie! ¡Voy, pues!
¡Silencio por fin! ATENEDORO CÁNDIDO, SEÑOR CANDELAS,TIBERIO FELIPE
¡Virgen de Atocha! y Atenedoro ¡Y vas a lograrla!
TIBERIO ¡Qué temblor19 ¡Que no queda ni un adarme
¡Ya se la diñé! FELIPE que me da! de vergüenza en esta casa!
(Persiguiendo al SEÑOR CANDELAS.) [¡Qué temblor (Mirando a CÁNDIDO,TIBERIO y ATENEDORO.)
ATENODORO ¡Ven aquí, golfo! que me da!] Que algunos que paecen hombres
(Que entra de la calle, escurriéndose entre las dos hojas de la son gallinas, y que… vaya,
puerta.) CÁNDIDO Y TIBERIO FELIPE que yo necesito un tío
¡Cómo se la di! (Huyendo.) (Buscando siempre al hombre a quien sorprendió.) con enjundia y con agallas
(Empiezan a dirigirse los tres al cuarto de MARI-PEPA, ¡Tira con bala! ¡Ven aquí, pa desocuparle el cuerpo
extendiendo las manos hacia adelante, andando de punti- so charrán! con la punta de la faca.
llas,deteniéndose a veces y siempre con mucha precaución.El ATENODORO [¡Ven aquí, ¿No hay ninguno?
SEÑOR CANDELAS ha salido de su cuarto y también se ¡Socorro…! so charrán]
dirige a tientas por el corredor hacia el cuarto de MARI- si la quies CÁNDIDO
PEPA. Los otros suben la escalera, guardando las distancias SEÑOR CANDELAS encontrar! (A TIBERIO, que habrá quedado junto a él.)
entre sí.) ¡Socorro! Tú, vecino,
(Sale gente por los lados del corredor; por abajo, como CORO me parece que te llaman.
FELIPE viniendo de la parte del patio que no se ve y por la puerta ¡Qué correr!
(Prestando atención a los ruidos que llegan hasta él, FELIPE de la calle. Algunas mujeres traen palmatorias con velas ¡Qué gritar! TIBERIO
se mueve a oscuras, pasa por delante de la puerta del cuarto encendidas, otras velones y alguna un quinqué. Gran bulli- [¡Qué correr! ¡Sujetarme!
de MARI-PEPA advertirlo, y queda en la parte izquierda del cio. El SEÑOR CANDELAS,TIBERIO, CÁNDIDO, ATENE- ¡Qué gritar!] ATENEDORO
corredor para que la otra esté libre y pueda avanzar el DORO y FELIPE revueltos entre los grupos de la gente. ¡Por aquí! (Queriendo escurrirse.)
SEÑOR CANDELAS.) MARI-PEPA, a las voces, sale también de su cuarto y baja ¡Por allá! Yo me ahueco.
¡Me parece que oigo pasos detrás de FELIPE. GORGONIA, ENCARNA, SOLEDAD y (Cuadro con las actitudes correspondientes que marque el
de puntillas por ahí! CHUPITOS salen con aire de triunfo del cuarto de SOLE- director de escena.) SOLEDAD
Y entreabrieron una puerta DAD.) (Deteniéndole.)
con sigilo por acá. Hablado ¡Ven aquí!
(Por la del cuarto del SEÑOR CANDELAS.)
¿Quién será? Escena XXVI SEÑOR CANDELAS FELIPE
¿Será que alguno de ésos?… MARI-PEPA, GORGONIA, SOLEDAD, ENCARNA, CHUPI- Pero ¿qué escándalo es este? (En actitud provocativa y sin dejar de mirar a los hombres.)

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¡Blancotes! ¡Di! que la mujer que es honrada,
GORGONIA lo que es si quiere guardarse,
(Interponiéndose.) MARI-PEPA en todas partes se guarda.
¡Calma! (Arrojándose en brazos de él.)
¡Felipe de mi alma! SOLEDAD
MARI-PEPA ¡Arsa a la verbena! ¡Viva
(Que no acaba de darse cuenta de lo que sucede, y dirigién- ENCARNA Felipe!
dose a FELIPE.) (A TIBERIO.)
Pero di, tú… ¿Has escarmentao,Tiberio? CORO
¡Vamos!
GORGONIA TIBERIO
(Seriamente.) (Rechazándola.) FELIPE
Mari-Pepa ¡Quita de ahí! ¡En marcha!
no tie la culpa de nada. Y aquí da fin el sainete.
SOLEDAD
FELIPE (A ATENEDORO.) MARI-PEPA
¿Que no? ¡Ahora, te casas Perdonad sus muchas faltas.
con la Cibeles!…
GORGONIA Atenedoro Música (N.º 6)
No; fuimos nosotras Pero oye… Final
las que pusimos la trampa,
con la idea de que ciertos GORGONIA Fin de la Zarzuela
babosos escarmentaran. (A CÁNDIDO.) Revisión del texto de Oliva García Balboa
(Cada una de las tres mira a su hombre.) ¡No van a ser bofetadas
las que te voy a soltar
FELIPE ahí dentro!
¿Quiénes?
CÁNDIDO
SEÑOR CANDELAS ¡Muchas gracias!
(Dirigiéndose a TIBERIO, CÁNDIDO y ATENODORO.)
¿No sus da vergüenza, SEÑOR CANDELAS
gorrinos? (¡Cómo ha quedado el principio
de autoridad en la casa!)
GORGONIA
Usted se calla, FELIPE
vejestorio. Mari-Pepa, dame el brazo.
(MARI-PEPA da el brazo a FELIPE.)
CÁNDIDO MARI-PEPA
(A TIBERIO.) ¡Celosillo!
Y de la niña,
¿qué? FELIPE
¡Mala entraña!
SEÑOR CANDELAS Y oye tú. Mañana mismo
¡Yo qué sé! ya estás cogiendo las planchas
y cambiando de vivienda
FELIPE que esta atmósfera es malsana.
(A MARI-PEPA, que le mira con visible ansiedad.)
¿No me engañan? MARI-PEPA
¡Que me lo digan tus ojos! No tengas cuidao, Felipe,

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