Sunteți pe pagina 1din 26

Universidad Central del Este

Asignatura:
---------------------------------------------
Tema:
Sistema Urinario
Sustentante:
---------------------------------------------
Docente:
---------------------------------------------

9 de Diciembre del 2019


Índice

Introducción ............................................................................................................................ 1

Sistemas Urinario ................................................................................................................... 2

Riñón ...................................................................................................................................... 5

Diagnóstico y pruebas de la nefrotoxicidad ........................................................................ 8

Glándulas Suprarrenales ....................................................................................................... 11

Uréteres ................................................................................................................................. 13

Vascularización de la porción pélvica de los uréteres. ..................................................... 14

Vejiga ................................................................................................................................... 15

Uretra Masculina .................................................................................................................. 20

Uretra Femenina ................................................................................................................... 21

Conclusión ............................................................................................................................ 23

Bibliografía ........................................................................................................................... 24
Introducción
El sistema renal este compuesto por los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y la
uretra. Los riñones, órganos principales del sistema, reciben 20 % del volumen total
de sangre del organismo y procesan 120 L diarios de sangre para la elaboración y
excreción de la orina, de la cual se eliminan de 1 200 a 1 500 mL al día,
aproximadamente. La función principal del sistema renal es mantener la homeostasis
del organismo, para lo cual los riñones desintoxican la sangre y eliminan los desechos;
así mismo, regulan el volumen corporal de agua, el equilibrio ácido básico y la
concentración electrolítica de los líquidos corporales; controlan el equilibrio del calcio
a través del metabolismo de la vitamina D, regulan la presión sanguínea y estimulan
la producción de eritrocitos.

Los riñones se localizan en posición retroperitoneal, a ambos lados de la columna


vertebral, a nivel de la última vértebra torácica y de las dos primeras lumbares; el
derecho se sitúa algo más bajo que el izquierdo, debido al desplazamiento de este por
el hígado. Los límites de la posición sufren variaciones individuales. Se encuentran
fijados, por la fascia renal de tejido conectivo, a las estructuras circundantes, que los
ayudan a mantener su posición.

Los uréteres conforman dos conjuntos fibromusculares, ubicados en posición


retroperitoneal, que transportan la orina desde la pelvis renal hasta la vejiga. En el
adulto se sitúan, aproximadamente, a 30 cm de longitud sobre los músculos psoas al
inicio; después pasan por dentro de las articulaciones sacro ilíacas, se curvan al
continuar su recorrido hasta dirigirse hacia adentro, penetrando en forma oblicua en
la vejiga, donde crean un pliegue mucoso que actúa como esfínter.

1
Sistemas Urinario
Los sistemas renal y urinario
están constituidos por un grupo
complejo de órganos que en
conjunto se encargan de filtrar
los productos residuales de la
sangre y de fabricar, almacenar
y eliminar la orina. Estos
órganos son esenciales para la
hemostasia, ya que mantienen el
equilibrio hídrico, el equilibrio
acido básico y la presión
arterial. Los órganos
fundamentales del sistema
nefrourinario son los dos riñones y la vejiga urinaria. Durante el proceso de filtración
de los productos residuales de la sangre, los riñones pueden exponerse a
concentraciones elevadas de sustancias tóxicas endógenas y exógenas.

El aparato urinario a su vez está formado por los riñones y las vías urinarias.

Los riñones tienen su origen a partir del mesodermo intermedio y la vejiga y uretra
son endodérmicas en su mayor parte. El mesodermo intermedio que se extiende a lo
largo de la pared dorsal del embrión origina el cordón nefrógeno, a partir del cual se
desarrolla la mayor parte del sistema excretor.

La evolución de este cordón se desarrolla por etapas sucesivas en sentido


cefalocaudal; la porción más cefálica forma el pronefros; la intermedia el mesonefros
y la caudal el metanefros o riñón definitivo.

2
A continuación, se explican estos:

 Pronefros. Aparece entre la tercera y cuarta semanas, representados por un


cúmulo de células y estructuras tubulares en la región del cuello, se cree que
en la especie humana no son funcionales y desaparecen pronto; sin embargo,
los conductos pronéfricos que corren en dirección caudal y se abren en la
cloaca progresan en su porción distal y forman parte de la estructura siguiente

 Mesonefros. Aparece situado caudalmente con respecto al pronefros, desde la


cuarta semana hasta el cuarto mes de vida intrauterina. Formado por estructuras
grandes y alargadas, bien desarrolladas y funcionales, aunque transitoriamente.
Contiene más túbulos que su predecesor y mayor complejidad. Los túbulos
mesonéfricos aparecen como masas celulares esféricas que se ahuecan y
forman vesículas alargadas, cuya porción lateral se une a unos conductos
longitudinales denominados conductos mesonéfricos (o conductos de Wolf,
que originalmente fue el conducto pronefro), los cuales desembocan en las
caras dorsales de la cloaca. Una vez unidos tiene lugar un crecimiento
longitudinal del túbulo mesonefro, semejando un asa en forma de S.
Simultáneamente, la parte interna dilatada del túbulo es invaginada por la
acción de capilares sanguíneos, originándose una copa de doble pared
denominada cápsula de Bowman, formando el glomérulo primitivo. Hacia el
final del tercer mes la mayor parte de los túbulos y glomérulos comienzan a
mostrar cambios degenerativos en su porción cefálica y al final de la etapa solo
quedan algunos túbulos caudales, que después van a formar parte de estructuras
genitales. El conducto mesonefro persiste.

 Metanefros o riñón definitivo. Tiene un origen doble: el divertículo


metanéfrico o yema ureteral y el blastema metanéfrico, ambos de origen
mesodérmico.

3
Comienzan alrededor de la quinta semana y empiezan a funcionar unas cuatro
semanas después. El divertículo metanéfrico o yema ureteral es una
evaginación del conducto mesonéfrico cerca de su entrada en la cloaca y el
blastema metanéfrico es el extremo caudal del cordón nefrógeno. Casi desde
su aparición la yema ureteral tiene una porción proximal adelgazada y una
distal dilatada, iniciando su desarrollo en sentido dorsolateral y cefálico, hasta
entrar en contacto con el blastema metanéfrico, donde se expande y ramifica
en una serie de generaciones sucesivas que dan lugar a la formación de la pelvis
renal y los cálices mayores y menores. El extremo de cada túbulo colector en
arco induce a grupos de células mesenquimatosas en el blastema metanéfrico
para formar vesículas metanéfricas pequeñas, que se elongan hasta formar
estructuras en forma de S, cuya porción inferior se diferencia en el corpúsculo
renal (glomérulo y cápsula de Bowman) y la porción restante forma el túbulo
proximal, el asa de Henle y el túbulo contorneado distal (nefrona). La
formación de nefronas continúa hasta las 36 semanas de gestación.

Este complejo proceso biológico en el que participan grupos de genes, células


diferenciadas, proteínas,
receptores y mediadores
químicos específicos,
entre otros, es susceptible
a cambios de origen
variado, que pueden dar
lugar a malformaciones
congénitas.

4
Riñón
El riñón humano es un órgano
complejo cuya función consiste en
filtrar los productos residuales de
la sangre y producir orina. Los dos
riñones desempeñan además otras
funciones vitales, como el
mantenimiento de la homeostasia y
la regulación de la presión arterial, la
presión osmótica y el equilibrio acido
básico. Los riñones reciben el 25 % del
gasto cardíaco total, lo que supone una exposición potencial a las toxinas endógenas
y exógenas. Los riñones se sitúan a ambos lados de la columna vertebral en la parte
inferior de la espalda. Cada uno de ellos pesa unos 150 g y tiene aproximadamente el
tamaño de una naranja.

El riñón consta de tres capas: la corteza (capa exterior), la médula y la pelvis renal.
La sangre fluye a la corteza y la médula a través de la arteria renal, que se ramifica en
arterias cada vez más pequeñas. Cada una de las arterias termina en una unidad de
filtración sanguínea denominada nefrona. Un riñón sano contiene aproximadamente
1.200.000 nefronas, estratégicamente situadas dentro de la corteza y la médula. Una
nefrona está formada por el glomérulo (un grupo de vasos sanguíneos muy finos),
rodeado por la cápsula de Bowman (una membrana de dos capas), que desemboca en
un túbulo contorneado.

5
El plasma, la fracción líquida de la sangre, es empujado
a través del glomérulo al interior de la cápsula de
Bowman y pasa después, en forma de plasma filtrado, al
túbulo contorneado. Alrededor del 99 % del agua y los
nutrientes esenciales filtrados son reabsorbidos por las
células tubulares y pasan a los capilares que rodean el
túbulo contorneado. La sangre sin filtrar que permanece
en el glomérulo, fluye también a los capilares y vuelve
al corazón a través de la vena renal. Las nefronas son
conductos largos y serpenteantes compuestos por varios
segmentos, cada uno de los cuales desempeña diversas funciones relacionadas con el
mantenimiento de los mecanismos homeostáticos del organismo. Cada uno de los
segmentos de la nefrona tiene un aporte sanguíneo diferenciado que regula el
gradiente iónico.

Determinadas sustancias químicas pueden influir directamente sobre segmentos


específicos de la nefrona de forma aguda o crónica, dependiendo del tipo y la dosis
de la exposición xenobiótica. Según el segmento de la microanatomía sobre el que
actúe, pueden afectarse diferentes aspectos de la función renal.

Los vasos sanguíneos renales sólo irrigan los elementos glomerulares y tubulares,
aportando los productos residuales que hay que filtrar y absorbiendo nutrientes,
proteínas y electrólitos, además de suministrar el oxígeno necesario para la viabilidad
del órgano. El 90 % del flujo sanguíneo se dirige a la corteza, y el aporte disminuye
gradualmente hacia la médula. Esa diferencia de flujo y la situación de las nefronas
son esenciales para el mecanismo de contracorriente, que concentra aún más la orina
y las posibles nefrotoxinas. El glomérulo se encuentra entre las arteriolas aferentes y
eferentes. Las arteriolas eferentes forman una red de capilares alrededor de cada
unidad nefronal, con la excepción de la yuxtaposición del túbulo distal junto a la
irrigación aferente del glomérulo.

6
Los túbulos aferentes y eferentes, inervados por los nervios simpáticos, responden a
la estimulación vegetativa y a mediadores hormonales como la vasopresina y la
hormona antidiurética (ADH).

Una zona conocida como mácula densa, que forma parte del aparato yuxtaglomerular,
produce renina, un mediador de la presión arterial, en respuesta a los cambios
osmóticos y de la presión arterial. Las enzimas hepáticas convierten la renina en
angiotensina II, un octapéptido que regula el flujo sanguíneo a los riñones, actuando
preferentemente sobre las arteriolas aferentes y las células mesangiales del glomérulo.
El glomérulo sólo permite durante la filtración el paso de proteínas de tamaño
determinado con una carga definida. La filtración del plasma está controlada por un
equilibrio de las presiones oncótica e hidrostática. Los glucosaminoglucanos, unos
azúcares especializados, proporcionan una carga aniónica negativa que inhibe, por
fuerzas electrostáticas, la filtración de las moléculas con carga negativa.

El estrato tricelular de la
membrana basal glomerular
presenta numerosos podocitos
que aumentan la superficie de
absorción y forman los poros
por los que pasa el filtrado. La
lesión de la membrana basal
especializada o del endotelio
capilar puede permitir el paso a
la orina de albúmina (un tipo de proteína) en grandes cantidades.

La presencia en la orina de un exceso de albúmina o de otras microproteínas es un


indicador de lesión glomerular o tubular. El intersticio renal es el espacio que existe
entre las nefronas, y es mayor en la zona medular central que en la corteza exterior.
En el intersticio hay células intersticiales muy próximas a los vasos medulares y a las
células tubulares.

7
Con el envejecimiento pueden proliferar
las células intersticiales de la corteza,
con la formación de fibrosis y cicatrices.
Las células intersticiales contienen
gotitas de lípidos y pueden participar en
el control de la presión arterial mediante
la liberación de factores de relajación o
constricción vasculares.

Las alteraciones crónicas del intersticio


pueden afectar al glomérulo y los
túbulos, y a la inversa. Por consiguiente,
en las nefropatías terminales cuesta a veces definir con exactitud los mecanismos
histopatológicos de la insuficiencia renal. Los túbulos colectores proximales absorben
un 80 % del sodio, el agua y el cloruro, y el 100 % de la urea. Cada túbulo proximal
consta de tres segmentos, de los que el último (P-3) es el más vulnerable a las
exposiciones a xenobióticos (sustancias tóxicas extrañas). Cuando las células
proximales resultan dañadas por metales pesados como el cromo, el riñón pierde
capacidad de concentración y la orina puede salir más diluida. La toxicidad para el
segmento P-3 causa la liberación a la orina de enzimas como la fosfatasa alcalina
intestinal, la N-acetil-beta-D-glucosaminidasa (NAG) o la proteína de Tamm-
Horsfall, que guarda relación con el aumento de la superficie efectiva de absorción
del borde en cepillo de las células de los túbulos proximales.

Diagnóstico y pruebas de la nefrotoxicidad


La creatinina es otra sustancia filtrada por el glomérulo pero que apenas se absorbe a
través de los túbulos proximales. Si el glomérulo sufre daños, es incapaz de eliminar
las toxinas producidas por el organismo, y se acumula la creatinina sérica.

8
Dado que la creatinina sérica es un producto derivado del metabolismo muscular y
depende de la masa muscular del individuo, es una medida poco sensible y específica
de la función renal, pero se usa a menudo debido a su comodidad.

Una prueba más sensible y específica consiste en cuantificar el filtrado midiendo el


aclaramiento de creatinina (Cr); para calcular el aclaramiento urinario de la creatinina
sérica se emplea la fórmula general CCr=UCr V/PCr, en donde UCrV es la cantidad
de Cr excretada por unidad de tiempo y PCr es la concentración plasmática de la Cr.
Sin embargo, el aclaramiento de la creatinina es más complejo, debido a las
dificultades para obtener las muestras para la prueba, y no resulta práctico en el medio
laboral. También son eficaces las pruebas de aclaramiento de isótopos basadas en el
etiquetado radiactivo de
compuestos, como el orto-
yodohipurato, que
también son eliminadas
por el riñón, pero no
resultan prácticas ni
rentables en el entorno
laboral.

Para determinar la función


diferencial de cada uno de
los riñones puede utilizarse la gammagrafía renal diferencial o el cateterismo selectivo
de ambos riñones mediante la introducción de una sonda por la vejiga y el uréter hasta
el riñón. Sin embargo, tampoco es fácil utilizar estos métodos a gran escala en el
entorno laboral. Dado que la función renal puede disminuir un 70-80 % antes de que
se aprecie una elevación de la creatinina sérica, y como las demás pruebas que existen
son poco prácticas o muy costosas, se necesitan marcadores biológicos no invasivos
para detectar las exposiciones renales intermitentes, agudas y a dosis reducidas.

9
En la unidad sobre los marcadores biológicos se comentan diversos indicadores para
detectar los daños renales producidos a dosis reducidas o los cambios derivados de la
carcinogénesis. Aunque las células de los túbulos proximales absorben un 80 % de
los líquidos, el mecanismo de contracorriente y los conductos colectores distales
ajustan las cantidades de líquidos absorbidos mediante la regulación de la ADH.

La ADH es liberada por la hipófisis cerebral y responde a las presiones osmóticos y


al volumen de líquidos hídricos. Algunos compuestos exógenos, como el litio, pueden
dañar los conductos colectores distales y producir una diabetes insípida renal
(eliminación de orina diluida). Este defecto puede deberse también a alteraciones
genéticas hereditarias. Los xenobióticos afectan normalmente a los dos riñones, pero
es difícil interpretar la situación cuando no se puede demostrar una exposición o
cuando existe nefropatía previa. Por consiguiente, las exposiciones accidentales a
dosis elevadas han servido de marcadores para identificar compuestos nefrotóxicos
en muchos casos.

La mayoría de las exposiciones profesionales se producen a dosis reducidas, y quedan


enmascaradas por la capacidad de filtración de reserva y de reparación compensadora
(hipertrofia) del riñón.

Sigue siendo un problema la detección de las exposiciones a dosis reducidas que no


son descubiertas por los métodos clínicos actuales.

Los órganos pélvicos del sistema urinario son:

 Porciones pélvicas de los uréteres, que transportan la orina desde los riñones.
 La vejiga urinaria, que almacena la orina temporalmente.
 La uretra, que conduce la orina desde la vejiga urinaria hasta el exterior.

10
Glándulas Suprarrenales
Las glándulas suprarrenales,
también conocidas como
glándulas adrenales, son pequeñas
glándulas triangulares ubicadas en
la parte superior de ambos
riñones. Una glándula suprarrenal
consta de dos partes: la región
externa se denomina corteza
suprarrenal y la región interna se
denomina médula suprarrenal.

Función de las glándulas suprarrenales

Las glándulas suprarrenales interactúan con el hipotálamo y la glándula pituitaria en


el cerebro. Por ejemplo, para que la glándula suprarrenal produzca hormonas
corticosteroides:

El hipotálamo produce la hormona liberadora de corticotropina (corticotropin-


releasing hormone, CRH) que estimula la glándula pituitaria para producir la hormona
adrenocorticotropa (adrenocorticotropin hormone, ACTH).

La ACTH estimula las glándulas suprarrenales para producir y liberar las hormonas
corticosteroides en la sangre.

Tanto el hipotálamo como la glándula pituitaria pueden detectar si la sangre posee la


cantidad adecuada de hormona suprarrenal (cortisol). Si hay exceso o insuficiencia de
cortisol, estas glándulas cambian la cantidad de CRH y ACTH que liberan.

Ambas partes de las glándulas suprarrenales -la corteza suprarrenal y la médula


suprarrenal- realizan funciones diferenciadas.

11
Partes de las glándulas suprarrenales

 Corteza suprarrenal: También llamada corteza adrenal, está ubicada


alrededor de la glándula suprarrenal, y tiene como principal función regular
algunos de los componentes metabólicos, produciendo o secretando
corticoides y glucorticoides; algunos de ellos son el cortisol y la aldosterona.
 En la corteza también se producen andrógenos, así como también puede
secretar hormonas esteroides de conformación lipídica o grasa. Por esta razón,
sus células presentan abundantes retículos endoplasmáticos y mitocondrias,
que se dividen en 3 capas, según la función que cumple cada una:
 Zona glomerular: Produce aldosterona y otros minerales o corticoides cuya
función es aumentar la excreción de potasio y reabsorción de sodio,
controlando así la presión osmótica celular, a través de la aldolterona.
 Zona fascicular: Produce glucocorticoides, especialmente cortisol. Estimula
la formación de aminoácidos, estimula el proceso de lipólisis o de ruptura de
las grasas que se metabolizan en el organismo, estimula la producción de
glucosa y glicerol, e inhibe la producción de insulina cuando es necesario.
 Zona reticular: Se encarga de la producción de andrógenos, incluida la
testosterona. Secreción de estrógenos y andrógenos, como fuente secundaria
de secreción en donde también se produce testosterona y androstendiona, que
aumentan el crecimiento de masa muscular y el crecimiento celular, ayudando
al desarrollo de caracteres sexuales secundarios durante el crecimiento.
 La médula suprarrenal: Aquí es donde se producen las hormonas más
comunes, como lo son la adrenalina y la noradrenalina, responsables de
reacciones durante el pánico y el miedo, y también en momentos de furia.
Además, son vitales para los estados de emergencia de los organismos, ya que
los preparan para enfrentar los peligros y les indica huir de potenciales riesgos
para la vida o para el equilibrio corporal.

12
Uréteres
Los uréteres son tubos
musculares, de 25-30 cm de largo,
que conectan los riñones con la
vejiga urinaria. Cuando los
uréteres cruzan la bifurcación de
las arterias ilíacas comunes o el
inicio de la arteria ilíaca externa,
pasan sobre la línea terminal,
abandonando el abdomen y entrando en la pelvis menor. Las porciones pélvicas de
los uréteres discurren sobre las paredes laterales de la pelvis, paralelos al borde
anterior de la incisura isquiática mayor, entre el peritoneo parietal pélvico y las
arterias ilíacas internas. Frente a la espina isquiática se incurvan anteromedialmente,
superiores al elevador del ano, para penetrar en la vejiga urinaria. Los extremos
terminales de los uréteres están rodeados por el plexo venoso vesical

Los uréteres discurren inferomedialmente a través de la pared muscular de la vejiga


urinaria en sentido oblicuo, y entran en la superficie externa de la vejiga separados
unos 5 cm, pero sus aberturas internas en la luz de la vejiga vacía sólo están separadas
por la mitad de esa distancia. Este recorrido oblicuo a través de la pared de la vejiga
urinaria forma una «válvula» unidireccional; la presión interna de la vejiga urinaria
llena provoca el colapso del recorrido intramural.

Además, las contracciones de la musculatura vesical actúan como un esfínter,


impidiendo el reflujo de orina hacia los uréteres cuando se contrae la vejiga,
aumentando la presión interna durante la micción. La orina desciende por los uréteres
mediante contracciones peristálticas; cada 12-20 s se transportan unas pocas gotas.

13
En el hombre, la única estructura que pasa
entre el uréter y el peritoneo es el conducto
deferente; esta cruza al uréter dentro del
pliegue ureteral del peritoneo. El uréter se
sitúa posterolateral al conducto deferente,
y entra por el ángulo posterosuperior de la
vejiga urinaria, justo superior a la vesícula
seminal. En la mujer, el uréter pasa medial
al origen de la arteria uterina y continúa
hasta el nivel de la espina isquiática, donde
la arteria uterina lo cruza superiormente. A continuación, el uréter pasa junto a la parte
lateral del fórnix de la vagina y entra por el ángulo posterosuperior de la vejiga
urinaria

Vascularización de la porción pélvica de los uréteres.


La irrigación arterial de la porción pélvica de los uréteres es variable, por ramas
ureterales de las arterias ilíacas común e interna y de la arteria ovárica. Las ramas
ureterales se anastomosan a lo largo del uréter, formando un aporte sanguíneo
continuo, que no implica necesariamente unas vías colaterales eficaces. En la mujer,
las arterias más constantes que irrigan esta porción de los uréteres son ramas de las
arterias uterinas.

En el hombre, el origen de ramas similares son las arterias vesicales inferiores. La


vascularización de los uréteres es muy importante para los cirujanos que intervienen
esta región. El drenaje venoso de las porciones pélvicas de los uréteres acompaña
generalmente a las arterias y desemboca en venas que reciben los mismos nombres.
Los vasos linfáticos se dirigen sobre todo a los nódulos linfáticos ilíacos comunes e
internos.

Los nervios de los uréteres derivan de plexos autónomos adyacentes (renal, aórtico,
hipogástricos superior e inferior).

14
Vejiga
La vejiga es un órgano muscular hueco, que sirve
como receptáculo de la orina, con capacidad de 400 a
500 mL. Cuando se encuentra vacía queda situada por
detrás de la sínfisis del pubis, por lo que es, en gran
parte, un órgano pélvico. Su estructura incluye el
fundus, el ápice, el cuerpo, los orificios uretrales y el
cuello o esfínter interno.

En el hombre, la vejiga está relacionada por detrás


con las vesículas seminales, los conductos deferentes, los uréteres y el recto. En la
mujer, el útero y la vagina se hallan interpuestos entre la vejiga y el recto. Desde la
cúpula vesical se extiende hasta el ombligo un cordón fibroso; el ligamento umbilical
medio, que presenta el uraco obliterado.

El esfínter interno o cuello vesical que posee la vejiga no es un verdadero esfínter


circular, sino un engrosamiento formado por la convergencia y el entrelazamiento de
las fibras del músculo vesical, para convertirse en la musculatura lisa de la uretra. Los
tres orificios juntos constituyen un área triangular, denominada trígono.

La vejiga urinaria, una víscera hueca con fuertes paredes musculares, se caracteriza
por su distensibilidad. La vejiga urinaria es un depósito temporal para la orina, y su
tamaño, forma, posición y relaciones varían en función de su contenido y del estado
de las vísceras vecinas. Se encuentra en la pelvis menor cuando está vacía, posterior
y ligeramente superior a ambos pubis.

15
Está separada de estos huesos por el potencial espacio retropúbico (de Retzius) y se
encuentra inferior al peritoneo, descansando sobre los huesos púbicos y la sínfisis del
pubis anteriormente y la próstata (varones) o la pared anterior de la vagina
posteriormente. La vejiga urinaria está relativamente libre en el tejido adiposo
subcutáneo extraperitoneal, excepto por su cuello, que está sujeto con firmeza por los
ligamentos laterales de la vejiga y el arco tendinoso de la fascia pélvica, en especial
su componente anterior, el ligamento puboprostático en el hombre, y el ligamento
pubovesical en la mujer. En esta, como la cara posterior de la vejiga descansa
directamente sobre la pared anterior de la vagina, la inserción lateral de la vagina al
arco tendinoso de la fascia pélvica, el paracolpio, es un factor indirecto, pero
importante, en el sostén de la vejiga urinaria

En los lactantes y niños pequeños,


la vejiga urinaria se encuentra en
el abdomen incluso cuando está
vacía. Normalmente, la vejiga
entra en la pelvis hacia los 6 años
de edad; sin embargo, no se sitúa
por completo dentro de la pelvis
menor hasta pasada la pubertad.
En los adultos, la vejiga urinaria
vacía se encuentra casi totalmente
en la pelvis menor, con su cara superior a nivel del borde superior de la sínfisis del
pubis. A medida que la vejiga urinaria se llena, asciende superiormente hacia el
interior del tejido graso extraperitoneal de la pared anterior del abdomen y entra en la
pelvis mayor. En algunas personas, una vejiga urinaria llena puede ascender hasta el
nivel del ombligo.

Al final de la micción, la vejiga de un adulto normal no contiene prácticamente nada


de orina.

16
Cuando la vejiga urinaria está vacía es algo tetraédrica, y externamente presenta
cuatro partes: vértice, cuerpo, fondo y cuello. Las cuatro superficies o caras (una
superior, dos inferolaterales y una posterior) se aprecian mejor al observar una vejiga
vacía y contraída extraída de un cadáver, cuando la vejiga tiene más bien un aspecto
de barca.

El vértice de la vejiga apunta hacia el borde superior de la sínfisis del pubis cuando la
vejiga está vacía. El fondo de la vejiga es opuesto al vértice y está formado por la
pared posterior, ligeramente convexa. El cuerpo de la vejiga es la parte más grande, y
se encuentra entre el vértice y el fondo. El cuello de la vejiga es donde convergen
inferiormente el fondo y las caras inferolaterales. El lecho vesical está formado por
las estructuras que se encuentran en contacto directo con la vejiga. A cada lado, el
pubis y la fascia que cubre los músculos obturadores interno y elevador del ano están
en contacto con las caras inferolaterales de la vejiga. Sólo la cara superior está cubierta
por peritoneo. Por lo tanto, en el hombre, el fondo está separado centralmente del
recto sólo por el tabique fascial rectovesical y lateralmente por las vesículas seminales
y las ampollas del conducto deferente. En la mujer, el fondo está estrechamente
relacionado con la pared anterior de la vagina. La vejiga urinaria está envuelta por una
fascia visceral de tejido conectivo laxo.

Las paredes de la vejiga urinaria están compuestas, fundamentalmente, por el músculo


detrusor. Hacia el cuello de la vejiga masculina, sus fibras musculares forman el
esfínter interno de la uretra, de contracción involuntaria. Al eyacular, el esfínter se
contrae para evitar la eyaculación retrógrada de semen al interior de la vejiga urinaria.

Algunas fibras discurren radialmente y ayudan a abrir el orificio uretral interno. En el


hombre, las fibras musculares del cuello de la vejiga se continúan con el tejido
fibromuscular de la próstata, mientras que en la mujer estas fibras se continúan con
las fibras musculares de la pared de la uretra. Los orificios ureterales y el orificio
uretral interno se encuentran en los ángulos del trígono vesical.

17
Los orificios ureterales están rodeados por asas de la musculatura del detrusor, que se
estrechan cuando se contrae la vejiga urinaria, para ayudar a evitar el reflujo de orina
hacia el interior del uréter. La úvula vesical es una ligera elevación del trígono;
normalmente es más prominente en los varones de edad avanzada, debido al
agrandamiento del lóbulo posterior de la próstata.

Vascularización de la vejiga urinaria. Las arterias principales que irrigan la vejiga


urinaria son ramas de las arterias ilíacas internas. Las arterias vesicales superiores
irrigan las porciones anterosuperiores de la vejiga. En el varón, el fondo y el cuello de
la vejiga están irrigados por las arterias vesicales inferiores. En la mujer, las arterias
vesicales inferiores son sustituidas por las arterias vaginales, que envían pequeñas
ramas a las porciones posteroinferiores de la vejiga.

Las arterias obturatriz y glútea inferior también proporcionan pequeñas ramas a la


vejiga urinaria. Los nombres de las venas que drenan la vejiga se corresponden con
los de las arterias, y son tributarias de las venas ilíacas internas. En el hombre, el plexo
venoso vesical se continúa
con el plexo venoso
prostático, y el plexo
combinado envuelve el fondo
de la vejiga y la próstata, las
vesículas seminales, los
conductos deferentes y los
extremos inferiores de los uréteres. También recibe sangre de la vena dorsal profunda
del pene, que drena en el plexo venoso prostático. El plexo venoso vesical es la red
venosa que se asocia más directamente con la propia vejiga. Drena, principalmente, a
través de las venas vesicales inferiores en las venas ilíacas internas; sin embargo,
puede drenar, a través de las venas sacras, en los plexos venosos vertebrales internos.

18
En la mujer, el plexo venoso vesical envuelve la porción pélvica de la uretra y el cuello
de la vejiga, recibe sangre de la vena dorsal del clítoris y se comunica con el plexo
venoso vaginal o uterovaginal. Inervación de la vejiga. Las fibras simpáticas para la
vejiga urinaria son conducidas desde los niveles torácicos inferiores y lumbares
superiores de la médula espinal hacia los plexos vesicales (pélvicos), principalmente
a través de los plexos y nervios hipogástricos, mientras que las fibras parasimpáticas
procedentes de los niveles sacros de la médula espinal son conducidas por los nervios
esplácnicos pélvicos y los plexos hipogástricos inferiores.

Las fibras parasimpáticas son motoras para el músculo detrusor de la pared vesical, e
inhibidoras para el esfínter interno de la uretra del varón. Por ello, cuando las fibras
aferentes viscerales se estimulan por estiramiento, la vejiga se contrae de forma
refleja, el esfínter interno se relaja (en el varón) y la orina fluye hacia el interior de la
uretra. El adulto suprime este reflejo hasta que tiene oportunidad de orinar. La
inervación simpática que estimula la eyaculación provoca, simultáneamente, la
contracción del esfínter interno de la uretra para evitar el reflujo de semen al interior
de la vejiga.

Una respuesta simpática no relacionada con la eyaculación (p. ej., la sensación de


pudor cuando se está de pie ante el urinario con gente esperando) puede hacer que el
esfínter interno se contraiga, interfiriendo con la capacidad para orinar hasta que tenga
lugar la inhibición parasimpática del esfínter. Las fibras sensitivas de la mayor parte
de la vejiga urinaria son viscerales; las aferencias reflejas y dolorosas (p. ej., por
distensión excesiva) de la porción inferior de la vejiga siguen el trayecto de las fibras
parasimpáticas.

La cara superior de la vejiga está cubierta por peritoneo y se encuentra, por tanto, por
encima de la línea de dolor; así, las fibras para el dolor de la porción superior de la
vejiga urinaria siguen el curso de las fibras simpáticas de forma retrógrada hasta los
ganglios sensitivos de los nervios espinales torácicos inferiores y lumbares superiores.

19
Uretra Masculina
La uretra masculina es un tubo
muscular (18-22 cm de largo) que
conduce la orina desde el orificio
uretral interno de la vejiga urinaria
hasta el orificio uretral externo en el
extremo del glande del pene. La uretra
también proporciona una salida para el
semen (espermatozoides y secreciones
glandulares). Con fines descriptivos, la uretra se divide en cuatro porciones.

La porción intermedia distal y la uretra esponjosa se describirán con más detalle junto
al periné. La porción intramural (preprostática) de la uretra tiene un diámetro y una
longitud variables, dependiendo de si la vejiga se está llenando (el cuello vesical está
contraído tónicamente, de modo que el orificio uretral interno es pequeño y se
encuentra alto) o vaciando (el cuello está relajado, por lo que el orificio es ancho y
bajo). La característica más destacada de la uretra prostática es la cresta uretral, una
cresta media entre surcos bilaterales, los senos prostáticos.

Los conductos prostáticos secretores desembocan en los senos prostáticos. El colículo


seminal es una eminencia redondeada en el centro de la cresta uretral con un orificio
en ojal que se abre en un pequeño fondo de saco, el utrículo prostático. El utrículo
prostático es el vestigio del conducto uterovaginal embrionario, cuyas paredes
circundantes constituyen, en la mujer, el primordio del útero y de la vagina.

Los conductos eyaculadores desembocan en la uretra prostática a través de diminutas


aberturas longitudinales situadas adyacentes y, ocasionalmente justo en el orificio del
utrículo de la próstata.

Así, en este punto se unen las vías urinarias y reproductoras.

20
Las porciones intramural y prostática de la uretra están irrigadas por las ramas
prostáticas de las arterias vesical inferior y rectal media.

Las venas de las dos porciones proximales de la uretra drenan en el plexo venoso
prostático. Inervación de la uretra masculina proximal.

Los nervios de la uretra masculina derivan del plexo nervioso prostático (fibras
simpáticas, parasimpáticas y aferentes viscerales. Este plexo es uno de los plexos
pélvicos (una extensión inferior del plexo vesical), que se origina como una extensión
específica de órgano del plexo hipogástrico inferior.

Uretra Femenina
En el cuerpo humano femenino, la
uretra tiene una longitud de
alrededor de 4 centímetros y tiene
su abertura en el exterior del
cuerpo, en la parte de arriba de la
vagina.

Se encuentra fuertemente adherida


a la pared de ésta, no atraviesa la
próstata debido a que las mujeres
no poseen este órgano, contrario al
caso de los hombres en el que sí
tienen próstata, por lo tanto, la
uretra cumple una función
reproductora. La corta (aproximadamente 4 cm de longitud y 6 mm de diámetro)
uretra femenina discurre anteroinferiormente, desde el orificio uretral interno de la
vejiga urinaria, posterior y luego inferior a la sínfisis del pubis, hasta el orificio uretral
externo.

21
La musculatura que rodea el orificio uretral interno de la vejiga femenina no está
organizada en un esfínter interno.

El orificio uretral externo se localiza en el vestíbulo, la hendidura entre los labios


pudendos menores de los genitales externos, directamente anterior al orificio vaginal.
La uretra se sitúa anterior a la vagina (formando una elevación en la pared anterior de
la vagina;) y su eje es paralelo al de esta. La uretra pasa con la vagina a través del
diafragma pélvico, el esfínter externo de la uretra y la membrana perineal. Hay
glándulas uretrales, sobre todo en su parte superior. Un grupo de glándulas situadas a
cada lado, las glándulas parauretrales, son homólogas de la próstata.

Estas glándulas tienen un conducto parauretral común, que se abre (uno a cada lado)
junto al orificio uretral externo. La mitad inferior de la uretra está en el periné, y se
comenta en esa unidad. Vascularización de la uretra femenina. La sangre llega a la
uretra por las arterias pudenda interna y vaginal.

Las venas acompañan a las


arterias y reciben los mismos
nombres. Inervación de la uretra
femenina. Los nervios de la uretra
se originan en el plexo nervioso
vesical y el nervio pudendo.

El patrón es similar al del varón,


dada la ausencia de un plexo
prostático y un esfínter interno de
la uretra. Las aferencias
viscerales desde la mayor parte de la uretra discurren en nervios esplácnicos pélvicos,
aunque la terminación recibe aferencias somáticas del nervio pudendo. Tanto las
fibras aferentes viscerales como las somáticas proceden de cuerpos celulares en los
ganglios sensitivos de los nervios espinales S2-S4.

22
Conclusión
El aparato urinario es muy importante porque si no desechamos lo que el cuerpo ya
no necesita puede propiciar enfermedades graves e infecciones; Este es un sistema
muy delicado ya que es la que se encarga de controlar las toxinas del cuerpo y una
complicación puede provocar que se diseminen por el cuerpo.

El riñón es el órgano del sistema urinario donde se produce la orina. La orina es


transportada a la vejiga a través de los uréteres. Es finalmente eliminada del
organismo por la uretra. La orina contiene desechos de la sangre (urea, creatina,
ciertos medicamentos, etc.). Es a nivel de la nefrona del riñón, donde los desechos
pasan de la sangre a la orina.

23
Bibliografía
https://www.aprendermedicina.com/videos-libres/item/01-sistema-urinario-
introduccion

https://www.pediatriaintegral.es/numeros-anteriores/publicacion-2013-
07/morfologia-y-funcion-renal/

www.anatomiahumana.ucv.cl › Morfologia2 › Renal › renal morfo 2009

https://www.infermeravirtual.com › files › media › file › Sistema urinario

https://medlineplus.gov › spanish › bladderdiseases

https://www.msdmanuals.com

https://www.ecured.cu › Uretra

24

S-ar putea să vă placă și