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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad Central de Venezuela.


Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
Centro de Estudios de Postgrado.
Especialización en Gobierno y Política Pública.

Éxito del modelo Liberal y el


Capitalismo basado en el caso Chile.

Profesor: Autor:

Franklin Molina. Miguel Aguilar.

CI: 18.544.472.

Caracas, Marzo de 2016.


INDICE

Introducción………………………………………………………………3

Salida del atraso y


desarrollo…………………………………………………………………6

El capitalismo como base para el desarrollo…………………….10

El caso de chile “la experiencia de un milagro”…………………13

TEORIA APLICABLE…………………………………………………..19

Contenido de la Tesis Aplicable…………………………………….20

CONCLUSIONES……………………………………………………....22

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………....24

Pág.
INTRODUCCIÓN

La expansión del capitalismo en el espacio y su evolución en el


tiempo se despliegan modificando aquellos de sus propios rasgos que
parecían definitivos y permanentes en etapas previas. El capitalismo
resulta ser la diferencia de cambio de modelo desde el capitalismo de
estado de bienestar en la 2ª guerra mundial hasta el planteamiento del
nuevo modelo, es decir, de los patrones antiguos hasta el modelo
Neoliberal.

El capitalismo es el resultado de siglos de experimentación


científica y tecnológica, de conflictos nacionales y conflictos de clases,
de redes de comercio que se extienden, de necesidades que generan
otras, de fórmulas políticas y concepciones de la sociedad. Una unidad
que no puede eliminar el conflicto y un conflicto que reproduce la
unidad en formas cada vez distintas.

El desarrollo del capitalismo a escala mundial se da a través de


procesos que no "repiten" experiencias previas sino que pron1ueven
estructuras económicas, pero sobre todo "lógicas de funcionamiento",
que difícilmente serían reconocibles a partir del molde metropolitano
primario.

Mientras la mayoría de los países de América Latina parecen


estar atrapados en una senda de baja expansión e inestabilidad,
durante los últimos años, Chile frecuentemente ha sido citado como un
ejemplo económico y político para el resto de las naciones del mundo.
Después de su regreso a la democracia ha habido una aprobación
general, gran admiración, y el compromiso de los chilenos para
continuar el desarrollo económico del país con la misma receta que ha
producido esta historia de éxito.

El trabajo que a continuación se presenta pretende demostrar


cómo el capitalismo ha sido la base para impulsar el desarrollo de
algunas economías. En el primer subtema, se parte del punto en el
que los países atrasados buscan el camino hacia el desarrollo
económico y de que depende el hecho de que logren el éxito o no.

Más adelante se aborda el capitalismo como el medio para lograr


el éxito y desarrollo económico de los países, sin embargo se
presentan a su vez las dificultades a las cuales se encaran los países
en la búsqueda del éxito y la adopción del modelo capitalista así como
las características que debe tener el capitalismo para lograr avanzar y
obtener éxito.
Por último se presenta una de las experiencias más fortuitas del
cambio económico en el mundo; el modelo chileno es considerado hoy
en día como un milagro del capitalismo, ya que con la serie de
reformas que se implementaron en el país con el derrocamiento de
Salvador Allende y la llegada al poder de Augusto Pinochet, Chile
logró posicionarse como uno de los países más desarrollados a nivel
internacional siguiendo el modelo capitalista.
 Salida del atraso y desarrollo

Existen innumerables casos de países que se encuentran


sumidos en el fracaso económico y financiero, así como también
existen otros que gracias a las medidas que han adoptado han logrado
salir del él y que hoy en día son considerados casos de éxitos y/o
encabezan las listas de las mejores y más grandes economías del
mundo. Sin embargo, no cabe duda alguna de que cada país es
diferente y que no existen reglas ni recetas en este sentido ya que
mientras el éxito de algunos parece inexplicable o efecto del más
sencillo de los procesos existen otros que han tenido que pasar por
muchas dificultades para así poder salir del atraso en el que se
encontraban.

La salida del atraso siempre es un proceso complejo, síntesis de


circunstancias distintas que interactúan reforzándose recíprocamente.
En algunos países el dato inicial fue el cambio radical que tuvieron las
estructuras agrarias tradicionales, en algunos otros las políticas
macroeconómicas, es decir el comercio exterior fue el que jugó un
papel decisivo y en otros más, el proteccionismo fue el factor
desencadenante de reacciones creativas en el tejido productivo
nacional. A su vez, la capacidad de los gobiernos para coordinar la
acción de los agentes privados o la movilización de segmentos de
sociedad civil exigiendo mayores derechos políticos o mejores
condiciones de vida han jugado un papel decisivo en diferentes
experiencias nacionales.

Algunas otras experiencias apuntan a que en sus casos la


pérdida de posesiones coloniales y la forzada concentración de los
esfuerzos gubernamentales hacia el desarrollo de economías
nacionales sólidas, o el estímulo derivado de acelerados procesos de
urbanización o, incluso, las presiones demográficas ejercieron un
papel importante. En muchos casos varias de estas circunstancias se
presentaron simultáneamente.

Sin embargo, más allá de tratar de explicar cuál ha sido la clave


del éxito en cada país es importante señalar que a nivel general,
ningún país que pasó de formas arcaicas a formas maduras de
desarrollo capitalista el tránsito se dio sin que, previa o
simultáneamente, se dieran profundas transformaciones en las
estructuras productivas agrícolas. En todos los caso parecía que una
agricultura moderna y eficiente era una condición para la salida del
atraso económico y que ha sido necesario que el Estado haya
alcanzado niveles relativamente elevados de consolidación política
interna y eficiencia administrativa, por lo cual el salir del atraso no ha
sido posible en ningún país con Estados envueltos en recurrentes
episodios de corrupción y bajos niveles de organización burocrática.
Otra característica de la salida del atraso es que generalmente
no es un proceso lento de acumulación progresiva de circunstancias
favorables. Al contrario, podría decirse que el tránsito a la madurez
generalmente tiene un carácter compulsivo por medio del cual en
pocas décadas se concentra una masa de energía social adecuada
para impulsar las transformaciones necesarias.

En cuanto al desarrollo de refiere, podemos entenderlo de


diferentes formas. Por una parte como un proceso por medio del cual
la dirección de una sociedad es asumida por grupos sociales
interesados en modificar las estructuras y prácticas productivas
tradicionales. La ruptura de equilibrios consolidados y su progresiva
sustitución por equilibrios de distinta naturaleza constituyen rasgos sin
los cuales no se podría hablar de desarrollo. Por otra parte, el
desarrollo se nos presenta como un proceso por el cual, cualquiera
que sea el origen del impacto que modifica la situación previa, desde
algún momento tienden a multiplicarse efectos que promueven causas
promotoras de nuevos cambios.

Así mismo el desarrollo se presenta como un proceso envolvente


en el cual se promueve, al mismo tiempo, integración y conflictualidad
social de tal manera que tienden a reducirse los ámbitos y espacios de
la vida individual y colectiva que puedan considerarse a salvo de las
transformaciones globales. Cultura, tecnologías, formas de vida,
prácticas de consumo, relaciones internacionales, organización
política, etc., se convierten en dimensiones que producen y reciben
impactos de tal manera que los resultados finales resultan difícilmente
predecibles.

Por último podemos considerar al desarrollo como un proceso


económico que tiende a convertir el trabajo en un factor escaso.
Desde el punto de vista estrictamente económico es evidente que si
identificamos el desarrollo con la mejora de las condiciones de vida de
las personas, estas condiciones tenderán a mejorar en la medida en
que el trabajo se convierta en una energía escasa para cuyo uso la
sociedad necesita desprenderse de un adecuado volumen de bienes y
servicios con el fin de garantizar su funcionamiento normal. La
escasez de hombres respecto a las tareas y necesidades que una
sociedad se fija a sí misma es la condición para que cada uno de ellos
adquiera un elevado valor social.

En lo que se refiere al capitalismo "maduro", los salarios


elevados no son el resultado exclusivo de elevados niveles de
productividad, sino de procesos históricos sostenidos de acercamiento
al pleno empleo, o sea a la escasez de la energía-trabajo disponible.
Esta escasez empuja hacia la innovación tecnológica, la creación de
nuevos mercados, nuevos productos, nuevos esquemas organizativos,
etcétera. En síntesis se puede decir que si el desarrollo fuera una
mercancía sería una mercancía difícil de importar o exportar, difícil de
convertir en objeto de intercambios internacionales. Es fácil exportar
una tecnología, pero es algo completamente distinto exportar los
comportamientos individuales y colectivos y la armazón sociocultural
de la cual la tecnología es un simple producto terminal.

Y es que a decir verdad y como ya se ha mencionado no existe


una clave o un solo camino hacia el desarrollo que sea útil para todos
los países o las regiones, ya que no basta con copiar el sistema o
modelo de algún país que haya tenido éxito para que este funcione en
cualquier parte del globo. Principalmente hay muchas características
que estudiar y es que no todos los países cuentan con las mismas
virtudes (recursos naturales, sistemas de gobierno, idiosincrasia, entre
otros factores), es por eso que los países que han logrado salir del
atraso, si bien lo han hecho mediante la incursión al capitalismo la
realidad indica que lo han logrado cada uno utilizando diferentes
métodos. Como muestra es suficiente una mirada a la historia
económica internacional de los siglos XIX y XX.

 El capitalismo como base para el desarrollo

Con el capitalismo hablamos de un sistema, o sea una


combinación integrada de elementos sociales recíprocamente
dependientes. Ahora bien si al capitalismo nos referimos habrá que
considerar que por un lado debajo del término capitalismo existen a
nivel mundial diferentes estructuras cuyas lógicas de funcionamiento
siguen contagiadas por historias originales que no por pertenecer al
pasado dejan de generar combinaciones únicas entre la tradición y la
modernidad.

El otro aspecto es que la historia no se repite y que las


transformaciones experimentadas inicialmente por algunos países
crean condiciones mundiales distintas para el despliegue del mismo
potencial de parte de los países que quedaron atrás. Es decir, ahora
para quienes quisieran imitar el modelo de un país de éxito las cosas
han cambiado y el plano internacional lo ha hecho también, para ellos,
la imitación supondrá necesariamente originalidad. En este contexto,
la historia mundial del capitalismo es mucho más que la simple
reproducción mecánica de rasgos que corresponden a un modelo
inalterable. Es creación de condiciones obstáculos y posibilidades
permanentemente originales.

Hasta hoy la historia ha indicado que existe un camino capitalista


para salir del atraso y funcionar como un país en desarrollo. Sin
embargo, no resulta evidente, a juzgar por los hechos que se conocen
hasta hoy, que exista un camino capitalista capaz de conducir a los
países subdesarrollados hacia la integración de sus estructuras
productivas y sociales. Desde los años treinta y cuarenta de este siglo,
varios países subdesarrollados (sobre todo en América Latina)
mostraron niveles considerables de crecimiento económico que, sin
embargo, no produjeron todos los efectos positivos que podían
esperarse.

En síntesis el capitalismo ha mostrado su eficacia histórica para


promover el curso de los países del atraso al desarrollo. El socialismo
por su parte se ha revelado en algunos casos nacionales como un
elemento eficaz para romper una parte considerable de las inercias y
las deformaciones del subdesarrollo pero sin poder realmente
constituir estructuras sociales y económicas con altos grados de
interacción dinámica.

Para poder avanzar y lograr el éxito, el capitalismo necesita un


ambiente social con estructuras jerárquicas no del todo rígidas, pero si
un ambiente en el cual el poder político esté lo suficientemente
consolidado para garantizar la seguridad de los negocios. Un poder
estatal demasiado absorbente asfixia el desarrollo de múltiples
actividades independientes, pero un poder excesivamente blando
impide la consolidación del clima de seguridad sin el cual el mercado
sería imposible de funcionar.

No queda más que reconocer en el capitalismo el producto de un


largo y complejo proceso histórico en el cual convergen la extensión
de los comercios, los avances en la productividad agrícola así como la
modernización de las relaciones sociales rurales, los procesos de
formación de los modernos Estados nacionales, las guerras, el
desarrollo de las manufacturas, etc. Estos factores se refuerzan
recíprocamente, haciendo del capitalismo algo que sólo una gran
forzadura histórica podría hacer coincidir simplemente con la
economía.

El sistema capitalista emerge en primer lugar en los países


centrales de occidente y en el siglo XX trasciende prácticamente todas
las barreras nacionales; donde en un principio es posible identificar el
mero capitalismo industrial y en nuestros días el llamado capitalismo
financiero y globalizado. Los defensores del capitalismo promulgan
que en el período mencionado el mundo ha vivido un desarrollo
económico monumental sin precedentes, y ha sido capaz de superar
crisis como la gran depresión de los años 30, la estanflación de los 70
o incluso que la actual igualmente será superada.

 El caso de chile “la experiencia de un milagro”

La historia de América Latina ha estado marcada por el


imperialismo, y a pesar de que se han venido haciendo reformas en el
modelo económico de la región, éstas han sido siempre “apoyadas”
por aparatos estatales imperialistas -principalmente de los Estados
Unidos- desde inicios del siglo XX. Así las políticas económicas
locales que se han aplicado nunca han sido realmente autónomas, ni
siquiera aquellas pretendidamente nacionalistas, y más bien, han
estado permanentemente al servicio de la expansión capitalista
mundial y su reproducción.

Los denominados programas de ajuste neoliberales expresaban


una nueva situación mundial, nuevas necesidades del capital, que
desbaratarían el anterior modelo económico de industrialización por
sustitución de importaciones. Aquel que intentaba consolidar un
capitalismo nacional en cada uno de los países latinoamericanos y que
estuvo en auge durante las décadas de 1960 y 1970.

Sin embargo, la evolución económica de Chile en los últimos


años es reconocida como el éxito indiscutible de las reformas que
emprendió América Latina en su búsqueda de un crecimiento
económico elevado y sostenido con estabilidad de precios. Mientras
que ahora Chile es reconocido por un “milagro económico”, la mayoría
de los países de América Latina parecen estar atrapados en una
senda de baja expansión e inestabilidad. De hecho después de dos
décadas de reformas macroeconómicas orientadas a achicar de
manera drástica la intervención del Estado en la esfera productiva, a la
desregulación y a la apertura comercial-financiera, la región continúa
sin lograr una recuperación financiera.
Chile por su parte, fue el primero de los países latinoamericanos
que emprendió reformas estructurales orientadas hacia la creación de
una economía de mercado. Como todo pionero atravesó por
situaciones insólitas, poco estudiadas teóricamente y sobre las que no
había casi experiencia previa, sorteando innumerables dificultades a lo
largo de un período bastante largo, que abarca aproximadamente de
1974 a 1990.

Tras el golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet, las


medidas que se tomaron fueron conformando un camino bastante
claro hacia la creación de una economía capitalista, Pinochet se
propuso cancelar el modelo tradicional de desarrollo basado en la
activa intervención del Estado en la economía y la protección
comercial. La dictadura militar impulsó un mayor espacio al libre juego
del mercado y de la competencia privada en la formación de capital y
en la producción.

A partir de mediados de los años 70s, Chile se convirtió en el


consentido del FMI y de los bancos internacionales. Chile también se
convirtió en el país más visitado por periodistas representando la
prensa conservadora mundial, así como una prestigiada lista de
académicos encabezada por los miembros más distinguidos de la
escuela de economía de la Universidad de Chicago, incluyendo al
legendario Milton Friedman.
Chile se había convertido en el primer experimento y el ejemplo
más famoso de aplicación de las reglas de economía ortodoxa en un
país subdesarrollado. Se había convertido en el laboratorio en el cual
se probarían las teorías liberales en una nación del tercer mundo, algo
nunca intentado. Se había convertido también en el ejemplo del
estrepitoso fracaso del socialismo latinoamericano. El comercio
internacional fue liberalizado, los precios fueron dejados también a las
leyes de oferta y demanda, las empresas estatales fueron
privatizadas, el sector financiero desregulado, y las funciones del
estado fueron drásticamente reducidas.

En el transcurso de unos cuantos años, la sociedad chilena fue


sujeta a dos proyectos totalmente contradictorios. De 1970 a 1973, el
régimen de Allende implementó un programa “antiimperialista”
nacionalizando la mayoría de los sectores productivos de la nación,
expropiando propiedad privada, y remplazando el mercado con
sistemas draconianos de control de precios. Después, de 1974 a 1978,
el régimen de Pinochet desarrolló un radical programa de liberación
económica basado en el uso indiscriminado de los mecanismos de
mercado, el desmantelamiento y reducción del estado, la
desregulación del sector financiero, y un discurso en el que se dejaba
al mercado la habilidad para resolver prácticamente cualquier
problema que enfrentara la sociedad.
El interés en Chile en el exterior creció y atrajo gran solidaridad
por otro factor: El grupo de economistas seleccionados por el Gral.
Pinochet para la reconstrucción del país, quienes eran conocidos
como los “Chicago boys” puesto que todos ellos habían llevado a cabo
estudios de post grado en esa prestigiada Universidad americana. De
inmediato los noveles economistas se distinguieron no solo por la
audacia de su revolución económica, sino también por su
inquebrantable fe en la ciencia económica como la base de
legitimación de sus medidas draconianas, y la habilidad del mercado
para resolver la multitud de problemas heredados por el sueño
socialista. También, de inmediato manifestaron su total rechazo al
papel tan activo que el Estado había siempre representado en el
desarrollo del proceso. De esa forma el caso chileno se convirtió un
modelo, un fenómeno muy especial que no había nacido de alguna
experiencia histórica.

Ahora, es importante señalar que para el milagro chileno se


tuvieron una serie de tropiezos que inclusive provocaron una seria
resección en 1982, lo que se tradujo en el desembarco de una
segunda generación de Chicago Boys aun más determinada y
convencida de las bondades del mercado. Finalmente, en esta
segunda fase y después de casi 15 años de ardua lucha sin titubeos ni
vacilaciones, el verdadero milagro chileno afloraba a la superficie para
admiración del mundo. En esta segunda carga, los Chicago Boys
gozaron como nunca del apoyo incondicional de los militares para
establecer todas sus reformas y transformar el país.
Las reformas implementadas por los Chicago Boys hasta la fecha,
aunque duras, son consideradas admirables y las bases sobre las que
descansa en estos momentos el éxito de Chile. El proceso doloroso al
cual Chile fue expuesto después del fracaso del experimento de
Allende, es considerado como los cimientos sobre los que descansa la
libertad y progreso del país a más de 20 años de distancia.

Con todo este proceso Chile se adelantó casi dos décadas a los
procesos que toda América Latina inició a finales de los 80s luego
saboteados. Pero más impresionante, Chile se anticipó con sus
reformas, inclusive, a las tan famosas revoluciones de EU e Inglaterra
encabezadas por Reagan y la Thatcher. Hay intelectuales que se
atreven a afirmar que el exitoso experimento de Chile, fue lo que
provocó que el mundo entero abrazara los mercados en los años 80s y
90s, y la inspiración de Gorbachov para darle el tiro de gracia al
comunismo soviético.

El desempeño de Chile durante el período de reformas ha sido


totalmente extraño dentro del concierto latinoamericano. Mientras
algunos de esos países se sumían en largas crisis de las cuales aún
están tratando de salir Chile, atravesando también momentos difíciles,
ha logrado salir del estancamiento y crecer a un ritmo que le garantiza
un mejoramiento sustancial de sus condiciones de vida.
Sin embargo la historia de lo sucedido sirve para mostrar que el
cambio hacia una economía libre no está exento de tropiezos y
dificultades, que no es un camino real bien pavimentado y recto sino
una senda donde no faltan los peligros y las amenazas, y donde tomar
decisiones adecuadas en el momento oportuno permite evitar muchos
riesgos y cosechar anticipadamente favorables resultados. Permite
apreciar también que el éxito no se consigue en el corto plazo, pues se
necesitan algunos años para que la economía se recupere de
anteriores malos manejos y comience a dar los frutos anhelados. El
carácter peculiar de la experiencia chilena, que inició un proceso
prácticamente sin antecedentes en el mundo, explica también parte de
las dificultades y los errores cometidos.

 TEORIA APLICABLE:

La tesis más idónea y aplicable a este caso sería la del “Fin de la


Historia y el Ultimo Hombre” de Francis Fukuyama, ya que esta
propugna que el modelo económico capitalista y de democracia liberal
es el más exitoso de los modelos que se han intentando implementar
en la sociedad, una muestra de ello fue la caída por inviabilidad del
modelo comunista, rival ideológico y económico del capitalismo
occidental. En este sentido el caso de Chile representa con sus
debilidades y fortalezas, una evidencia más de la factibilidad del
modelo liberal como motor generador de progreso.
 Contenido de la Tesis Aplicable:

El pensamiento de Fukuyama tiene un marco histórico bastante


preciso: se trata de la coyuntura desarrollada a partir de 1989 en
Occidente que ha estado signada por el inicio del desmoronamiento de
los regímenes del “socialismo real” en Europa del Este. A la pregunta
de qué es lo que significa este momento para occidente y el mundo, el
autor responde que se trata ya no de una simple coexistencia entre
capitalismo y socialismo, sino de la derrota de este último y de la
victoria -para Fukuyama final del capitalismo y del liberalismo como
sistema político.

Se trata no solamente de que ya no existan alternativas viables


al capitalismo como sistema económico, y ello estaría demostrado por
el restablecimiento de relaciones de producción capitalista en Rusia,
China y Europa del Este y su inclusión en la economía de mercado,
sino que además se trata del triunfo de la idea occidental, que para
Fukuyama es principalmente la cultura occidental de consumo.

Por encima del triunfalismo y la confusión de conceptos explícita


en la afirmación de Fukuyama, lo que trata de sustentar es que,
después del advenimiento del estado democrático liberal en Europa
del siglo XIX, no habría surgido ni podido aparecer, con real éxito y
vigencia importante, ningún régimen político alternativo. !La cuestión
de clase habría sido resuelta por el capitalismo y el liberalismo! La
decadencia del socialismo sería demostración precisamente de esta
tendencia de1989, para Fukuyarna, al igual que lo fue 1806 después
de la batalla de Jena para Hegel, muestra el fin de la historia, en el
sentido del fin de los regímenes políticos.

He ahí el sentido del fin de la historia para Fukuyama: es el


término de la historia ideológica, la universalización de la democracia
liberal como forma final de gobierno humano. Se trata, siguiendo un
esquema que se autodenomina hegeliano, del triunfo de la idea, de la
razón universal concretizada en el Estado capitalista. No importa que
este régimen no esté vigente en todo el planeta, ni tampoco que se
manifieste con “imperfecciones”. Para Fukuyama la victoria del fin de
la historia es suficiente es en el plano de las ideas y no todavía en el
plano material.

“(...) en el fin de la historia no es necesario que todas las


sociedades se conviertan en exitosas sociedades liberales sino que
terminen sus pretensiones ideológicas de representar diferentes y más
altas formas de la sociedad humana”
CONCLUSIONES

A manera de conclusión se puede decir sin lugar a dudas que el


desarrollo económico de los países depende de diversos factores que
se conjugan para lograr el desarrollo de un país, sin embargo no son
siempre los mismos factores los que entran en el juego del camino al
éxito. Otros de esos factores importantes es que no todos los países
cuentan con las mismas características, lo cual hace casi imposible
que un país pueda copiarle al otro su modelo para salir del atraso,
incluso aunque así lo hiciera, no significa una garantía de éxito, ya que
como podemos ver existen muchos casos de éxito en base al
capitalismo pero al mismo tiempo esto no supone una seguridad de
que así sea.

Por su parte Chile, a nivel mundial, es considerado como un


modelo de balance, prudencia democrática y de un eficiente manejo
económico. El Gral. Pinochet y sus métodos de gobierno provocaron
un rechazo universal, sin embargo, desde el principio la
transformación económica implementada en Chile de inmediato
adquirió un enorme prestigio y aceptación ante las instituciones
financieras internacionales.

La racionalidad económica para tal cambio, independientemente


de la motivación política e ideológica, se basó en considerar que la
intervención del Estado en la economía distorsionaba la asignación de
recursos, acentuaba la deuda gubernamental y la inflación. Así desde
mediados de los setenta, Chile comenzó a emprender reformas
macroeconómicas importantes. Unilateralmente bajó las tarifas de
importación, eliminó otras restricciones comerciales y abrió sus
mercados financieros a la competencia externa, recortó el gasto y el
sector público, además de eliminar diversos controles
gubernamentales sobre la actividad económica.

Con la implantación del modelo de mercado libre de parte de los


economistas de Pinochet, y el regreso a la democracia servida por él
mismo, Chile se ha identificado como el ejemplo mundial de una
sociedad que ya no puede combinar desarrollo económico, que
beneficia a pocos, con un régimen autoritario que excluye a la
mayoría.

Hoy Chile se ha convertido en un país en el cual se ha edificado


un verdadero capitalismo democrático, un capitalismo incluyente, un
nuevo capitalismo para todos. Chile se ha convertido en un oasis de
prosperidad en un continente latinoamericano que se ha distinguido, y
sigue distinguiéndose, por los fracasos económicos.
BIBLIOGRAFÍA

Schatan, Jacobo, Luces y sombras en la experinciade Chile En:


“Desarrollo económico: estrategias exitosas”, Calva, JoséLuis
(Coordinador), Ed. Porrúa.

Moreno-Bird, Juan Carlos y Galindo Paliza, Luis Miguel, Política


macroeconómica de un “milagro”: el caso de Chile, En: “Desarrollo
económico: estrategias exitosas”, Calva, JoséLuis (Coordinador), Ed.
Porrúa.

Pipitone, Ugo., La salida del atraso. Un estudio histórico comparativo,


Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1995

Sabino, Carlos, "El Fracaso del Intervencionismo: Apertura y Libre


Mercado en América Latina”, Ed. Panapo, Caracas, 1999

Fukuyama, Francis; “El Fin de la Historia y el último hombre”. Editorial


Planeta, Buenos Aires, Argentina, 1992.
FUENTES ELECTRONICAS.

http://www.econlink.com.ar/articulos/capitalismo

Apreciaciones sobre el Capitalismo

Autor: Lic. Pablo Díaz Almada - Mayo 2009

http://www.freedomsphoenix.com/Editorial-Page.htm?Info=0029210

REFLEXIONES LIBERARIAS ¿EL SECRETO DE CHILE?

Autor: Ricardo Valenzuela.

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