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El malestar en la estética
2 Entre los numerosos trabajos publicados en este sentido por los historiadores
sociales y culturales del arte, se destacan particularmente las obras de Timo- thy J.
Oark, Le Bourgeois absolu: les artistes et la politique en France de 1848 II
1851, Art Édition, 1992; y Une Image du peuple: Gustave Courbet et la
Rroolution de 1848, Art Édition, 1991.
3 Hal Foster (ed.), The Anti-Aesthetic. Essays on Postmodern Culture, Nueva
York, The New Press, 1998.
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6 "¿Pero de qué mágica poción emana ahora el vapor de esta reluciente apari-
ción de espíritus? Miro y no veo más que un pobre tejido de relaciones de
cifras, expuesto de forma palpable sobre madera perforada, sobre un equipo de
cuerdas de tripa y de cables de latón." Wackenroder, Fantas(as sobre el arte,
trad. francesa de Jean Boyer, Aubier, 1945, p. 33 (traducción modificada). En
otro lugar he comentado el sentido de dicha "aparición": cfr. "La métamor-
phose des Muses", en Sonic Process. Une nouvelle g~ographie des sons,
Centro Georges-Pompidou, 2002.
18 I JACQUES RANCIERE
7 En este texto, así pues, "estética" designará dos cosas: un régimen general de
visibilidad y de inteligibilidad del arte, y un modo de discurso interpre-tativo
que pertenece en sí a las formas de dicho régimen. En lo que sigue, el contexto
y su propia comprensión habrán de bastar para indicarle al lector el sentido de
la -palabra adecuado para cada ocurrencia de la misma.
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8 August Wilhelm Schlegel, Vorlesungen über SchOne Literatur und Kunst, en Kri-
tische Ausgabe der Vorlesungen, Paderbom, F. Sch6ningh, 1989, t. 1, p. 182-183.
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19 Aquí se hace referencia al libro de Michel de Certeau, Les Arts de ¡aire. UGE,
1980. [Trad. esp.: La invención de lo cotidiano 1. Artes de hacer, México,
Univer-sidad Iberoamericana, 2007.]
EL MALESTAR EN LA ESTÉTICA I 73
ella, entre las artes, es decir entre las destrezas, ciertas artes
que realizan cosas específicas: imitaciones, es decir, agen-
ciamientos de acciones representadas. Éstos se encuentran
exentos tanto de la verificación ordinaria de los productos de
las artes en relación con su utilidad como de la legisla-ción
de la verdad sobre los discursos y las imágenes. El arte no
existe como noción autónoma. Pero existe, dentro del campo
general de las tejnai, un criterio de discriminación, la
imitación, que funciona de tres maneras. Es, en primer lugar,
un principio de clasificación que distingue, entre las artes,
una clase específica provista de criterios propios. Pero es
también un principio de normatividad interna que se
especifica en reglas y criterios de reconocimiento y de
apreciación que permiten juzgar si una imitación es arte, si
obedece a los criterios de las buenas imitaciones en gene-ral,
y de un arte o de un género específico de imitación en
particular. Por último, se trata de un principio de distin-ción y
de comparación que permite separar y comparar las diversas
formas de imitación. Así se define un régimen representativo,
donde el arte no existe como nombre de un dominio propio
pero donde existen criterios de identifica-ción de lo que
hacen las artes y de la manera, buena o mala, en que lo
hacen.
Existe, por último, una tercera forma, un régimen estético
donde el arte no se reconoce ya por una diferencia específica
en el seno de las maneras de hacer ni por cri-terios de
inclusión y de evaluación que permiten juzgar concepciones
y ejecuciones, sino por un modo de ser sen-sible propio de
sus productos. Éstos se caracterizan por su pertenencia al
modo de ser de un sensible diferente de sí
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37 A. Badiou, Circonstances 11, Léo Scheer (col. "Lignes"), 2004, p. 103. (Una
primera versión, de espíritu más polémico, había sido publicada con el título
de "Esquisse pour un premier manifeste de l'affirmationisme", en Ciro
Giordano Bruni (ed.), Utopia 3. La question de l'aTt au troisiéme millénaire,
GERMS, 2002.)
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" Una primera versión, en inglés, de esta capítulo fue presentado en el coloquio
Knnt's Critique oIJudgement and Politieal Thinking, que tuvo lugar en marzo de
2002 en la Northwestem University, en Evanston.
38 Lyotard, L 1nhumain, Galilée, 1988, p. 147. [Trad. esp.: Lo inhu-
Jean-Fran~ois
mano: charlas sobre el tiempo, Buenos Aires, Manantial, 1999.)
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46 F. van Schiller, Lettres sur l'education esthétique de l'homme, p. 209. [Trad. esp.:
Kallias. Cartas sobre la educaci6n estética del hombre, Madrid, Anthrapas, 1990.]
EL MALESTAR EN LA EsrtTlcA I 123
* Este texto fue presentado en marzo de 2004, en el centro cultural Caixa Forum
de Barcelona, en el marco del ciclo de conferencias "Geografías del
pensamiento contemporáneo" .
134 I JACQUES RANCltRE
48 Cfr. Alfred Hitchcock, El hombre equivocado (The wrong man), 1957; Fritz Lang,
Furia, 1936, y 56/0 se vive una vez, 1937.
49 Cfr. A. Hitchcock" Cuhltame tu vida, 1945; y F. Lang, Secreto tras la puerta, 1948.
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51 Giorgio Agamben, Ce qui reste d'Auschwitz, Rivages, 1999, p. 30. [Trad. esp.:
Lo que queda de Auschwitz. El archivo y el testigo, Valencia, Pre-Textos, 2000.]
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52 Véase Gérard Wajcman. L'Objet du si~cle, Verdier, 1998. [Trad. esp.: El Objeto
del siglo, Buenos Aires, Amorrortu, 2001.1
152 I JACQUES RANCllRE
Introducción 9
Políticas de la estética 27
La estética como política 27
Problemas y transfonnaciones del arte crítico 59
MOMENTOS POLITICOS
Jacques Ranciara
JUGLARES Y TROVAOORES:
OERIVAS ESTtTICAS Marta Zátonyi
CIUDAD PÁNICO
Paul Virilio
ECOLOGICA
André Gorz