La docencia ha jugado un papel primordial en el desarrollo de las sociedades, a lo

largo de la historia se han utilizado diversos recursos y técnicas de enseñanza

funcionales en su contexto y que han ido evolucionando gracias a nuevas
necesidades e intereses de las personas. Desde la prehistoria fue primordial la
transmisión de conocimientos como caza, pesca y recolección a las generaciones
subsecuentes para dar origen a los primeros grupos organizados y asegurar su
supervivencia, desembocando a su vez en asociaciones más complejas con una
división clara del trabajo.

En la antigüedad una de las primeras civilizaciones interesada en la instrucción del

conocimiento fue la egipcia, brindando enseñanza en diversas disciplinas como las
matemáticas, astronomía o la escritura alrededor del 2600 a.C. y plasmándolos en
su arquitectura o en rollos de papiro. Se crearon a su vez los primeros espacios
dedicados específicamente a la educación con un orden sistematizado e
institucionalizado; surgiendo así las escuelas.

En la región mediterránea florecieron sociedades prosperas como los griegos que

mantuvieron una estrecha relación entre enseñanza intelectual y física,
posteriormente los romanos le darían un carácter público a la educación donde el
estado estaba obligado a garantizar espacios específicos para la labor educativa y
el pago de un salario para los profesores.

La escuela romana se cimentó en la cultura clásica griega y estaba constituida por

influencias de todo el mundo y todas épocas, caracterizada por instrucción severa
y el castigo físico, el acatar normas mediante golpes era bastante normal. El oficio
de maestro era motivo de desagrado para unos y muy digno para otros, viéndose
apoyado mayormente por emperadores que consideraban primordial el brindar
buenas costumbres y conocimientos a su pueblo.

Algunas de las primeras críticas a la educación aparecieron gracias a las clases

bajas y a filósofos como Séneca, quien señalaba que en la escuela “no se
aprenden las cosas necesarias a fuerza de aprender las útiles y que con los
estudios no se llega a ser bueno, sino solo docto” *(1_34), acusándola así de
impartir contenidos lejanos de la realidad, abusar del castigo físico y ser aburrida.

Hacia el siglo III d.C. la iglesia aprovechó la crisis económica del estado romano
para la conversión de los emperadores al cristianismo creando una transformación
de la educación grecolatina a la medieval, donde se prohibía el recurrir a los
filósofos, poetas, retóricos o historiadores paganos para aceptar como absolutos
las enseñanzas de escritos sagrados y la biblia.

Para el siglo IV la popularización del cristianismo en el imperio romano trajo

consigo la decadencia de la cultura clásica y su enseñanza, hasta que en el siglo
X la iglesia asumió totalmente la educación de la alta edad media con el propósito
de implantar los valores cristianos en todo el mundo mediante campañas de
alfabetización. La rígida memorización y repetición coral fueron herramientas clave
en la educación medieval, llevada a cabo principalmente en monasterios e
iglesias.

Hacia la baja edad media la educación fue transformándose con la escolástica,

utilizando la lógica para conciliar la teología cristiana con conceptos filosóficos
clásicos, el trabajo de los profesores libres atrajo una mayor cantidad de
estudiantes favoreciendo la creación de las primeras universidades europeas,
dedicadas a la enseñanza de disciplinas complejas y con independencia de la
iglesia.

El feudalismo permaneció hasta el siglo XV, donde entró en decadencia gracias a

la actividad comercial y el uso del dinero para la generación de riquezas
transformando los feudos en ciudades, principalmente en Italia floreció el comercio
y se dio pie al auge del conocimiento y las artes patrocinados por mecenas,
impulsando así el renacimiento de la cultura grecolatina y poniendo al hombre
como centro del pensamiento, dejando de lado a dios y la religión.

Con el descubrimiento de América la iglesia católica emprendió una expansión

quedando a cargo de la conversión de los nativos al cristianismo por medio de una
violenta imposición de costumbres y destruyendo la forma de vida que ya existía.
Previo a la llegada de los españoles la educación ya era importante para las
culturas precolombinas, que contaban con una organización compleja y
transmitían sus conocimientos a través del uso de la memoria y la práctica
imitativa.

En el México prehispánico era prioridad la enseñanza del trabajo, la religión, la

familia y la guerra. La escuela para la nobleza era el Calmécac al que asistían los
hijos de gobernantes, sacerdotes y guerreros, se les enseñaba ciencias, gobierno
y valores morales, ya que las necesidades por parte de estas sociedades incluían
el aspecto militar y religioso. Para el pueblo, estaba la llamada Tepochcalli, donde
se instruía a las personas a servir a su comunidad y a la nobleza, pero
principalmente se les enseñaba habilidades para la guerra.

Durante la conquista, el sistema de educación de la Nueva España fue

administrado por la iglesia, con la encomienda de convertir a los naturales al
catolicismo, “La educación indígena no consistía solamente en la enseñanza de la
doctrina cristiana, sino que también incluía el castellano, la lectura, la escritura, el
canto y a veces tocar algún instrumento musical y la aritmética.” (Estrada, s.f.).

En el periodo colonial, el sistema educativo se caracterizaba por ser rígido,

discriminativo y clasista, fundamentado en de la religión católica, en el cual no se
contemplaba lo educativo como un aspecto fundamental en el desarrollo social. La
corona española tenía como prioridad sus intereses económicos, mientras en
europa...

Durante el México independiente el sistema educativo no cambio

significativamente, las dificultades políticas y sociales de la entonces joven nación
mexicana fueron un factor determinante para su estancamiento, también influyeron
el nacimiento de diversas instituciones y sus intereses socio-políticos.