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Håkan Jansson/Alamy
P: ¿Qué tiene que ver el calentamiento global con las inclemencias del
tiempo?
R: La comunidad científica coincide en que el alza en la temperatura global está
ocasionando ondas de calor de mayor magnitud; sequías más frecuentes; y diluvios,
aguaceros y huracanes más fuertes. Por ejemplo, afirmaron los científicos que la
sequía que afectó al estado de California en el 2015, causando la peor crisis de
escasez de agua de la región en los pasados 1,200 años, se vio intensificada en un
15 a 20 por ciento a causa del calentamiento global. El consenso experto también
sostuvo que las probabilidades de que ocurra otra sequía similar en la región se
habían duplicado a lo largo del pasado siglo. Y, lo que es más, en el 2016 las
Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina anunciaron que ya se le
pueden atribuir directamente y con certeza ciertos fenómenos del tiempo, tales
como algunas ondas de calor, al calentamiento global.
Las temperaturas oceánicas también han ascendido, dando paso a que tormentas
tropicales cobren más fuerza. El calentamiento global puede, por ende, hacer que
una tormenta categoría 3 se vuelva lo suficientemente peligrosa para subir a
categoría 4. De hecho, los hallazgos científicos muestran que el número de
huracanes en el Atlántico Norte ha aumentado desde la temprana década de los
ochenta y, asimismo, el número de tormentas que alcanzan clasificación de
categoría 4 ó 5 ha aumentado. El huracán más costoso en la historia de Estados
Unidos, Katrina, embistió contra las costas de Nueva Orleans en el 2005; el segundo
huracán más costoso, Sandy, atracó la Costa Este en el 2012.
Los efectos del calentamiento global se han hecho sentir en todo el planeta. Las
ondas de calor desmedidas han ocasionado la muerte de decenas de miles
alrededor del mundo en años recientes. Y como presagio más alarmante, Antártica
lleva perdiendo unos 134 mil millones de toneladas métricas de hielo al año desde
el 2002. Algunos expertos afirman que el ritmo de pérdida de hielo podría continuar
desbocándose si continuamos al paso actual de combustión fósil, elevando el nivel
del mar por varios metros de aquí a 50 ó 150 años.