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Este es un proceso de extracción de CBD con alcohol es bastante sencillo y en principio seguro si
se siguen las medidas de seguridad que sugerimos.
Con este método que hoy explicamos, cualquier usuario debería de ser capaz de producir su
propio aceite de CBD terapéutico de Cannabis realmente potente sin ningún equipamiento o
habilidades especiales. El alcohol etílico que gastaremos en esta extracción, no deja residuos
desagradables o perjudiciales en el extracto final, y está considerado como el mejor disolvente
para la producción de pequeñas partidas de aceite de cannabis. Recuerda que tienes que buscar
Alcohol Etílico apto para el consumo.
Ingredientes necesarios:
Utilizaremos de 15 gramos a 30 gramos de cogollos de variedad de Cannabis con CBD
Entre 3-4 litros de alcohol etílico u otro alcohol apto para consumo y de alta graduación
Puedes ver en nuestro Blog Dosificación en Recetas Cannabicas
Material necesario::
-*Un Bol (Silicona, cristal o cerámico) Grande para poder remover todo junto.
-Un filtro o paño fino para usarlo como tamiz.
-Recipiente para la recolección
-Dos Ollas (para cocinar al baño maría)
-Cuchara de madera, espátula de silicona y/o cuchilla de afeitar..
-Embudo
-Jeringuilla de plástico
Recomendamos para esta elaboración cocinar o preparar esta receta de Aceite de Cannabis con
CBD en un espacio ventilado y abierto. Vamos a trabajar con Alcohol que desprende vapores
altamente inflamables, así que toda precaución es poca. Prepara todo lo que necesitas con
calma y asegúrate de que tu espacio de trabajo está completamente limpio y listo para empezar.
Cubre el material vegetal (marihuana con CBD) con alcohol en el bol y revuelve durante 3-5
minutos con la cuchara de madera para extraer la resina. Repite esta operación durante varios
minutos para que se quede todo bien empapado y sea más fácil separar la resina.
Recuerda que el bol tiene que ser lo suficientemente grande para poder revolver el cannabis y el
disolvente.
Una vez que tengamos bien removidos el cannabis con el alcohol, procedemos a filtrar el líquido
con el colador o paño fino. Con este proceso lo que queremos es separar y recoger la materia
vegetal. Apretaremos bien el filtro para extraer toda la cantidad de líquido posible. El caldo
extraído lo verteremos sobre el recipiente de recolección.
Dejamos calentar sin que llegue a hervir. Deja que todo el alcohol se evapore sin subir el fuego.
Mantén la temperatura al mínimo o enciende y apaga el fuego para regularla, ya que la mezcla
tiene que seguir en el fuego lentamente durante 15-30 minutos. Sigue revolviendo y no dejes
que el líquido se caliente demasiado para que no pierda propiedades. A medida que el alcohol
se evapora, mezcla la solución y rasca el bol con la espátula de silicona o cuchilla.
Retiramos del fuego y ahora es momento de pasar con mucho cuidado el aceite concentrado a
un recipiente o a un frasco dosificador para su almacenamiento (tipo cuentagotas). Sería
posible recoger el aceite con jeringuillas de plástico y conservarlo en pequeños recipientes
herméticos y oscuros. Las dosis se podrán aplicar usando estas jeringas, palillos o cucharillas. La
extracción de aceite de CBD con alcohol etílico es un proceso seguro y su resultado es
perfectamente apto para la ingesta.
*Propiedades anticonvulsivas
*Es eficaz contra la espasticidad muscular
*Neuroprotector
*Ansiolítico y antipsicótico
*Analgésico y antiinflamatorio entre muchas otras
Este aceite es uno de los más utilizados por los pacientes medicinales, ya que es muy fácil de
preparar y permite controlar de forma más exacta la dosis que que va a tomar.
Además, se puede utilizar como un ingrediente más en nuestros platos, para darles un un toque
mágico.
Ingredientes:
- 1 taza de aceite de oliva, de preferencia que sea aceite virgen extra
- 1 taza de Cannabis. Puedes usar sólo las flores, o mezclarlo con hojas.
Utensilios:
- Grinder
- Filtros de café nuevos.
- 2 Ollas de distintos tamaños (para baño maría). También puedes utilizar una olla arrocera
eléctrica.
- Jarros de vidrio.
Paso a paso:
1º Muele el Cannabis. No lo dejes como polvillo para facilitar la separación del material vegetal.
Nota: Si vas a añadir hojas, recuerda que estas deben estar secas.
2º Pon el aceite y el cannabis en la olla y ponlo a fuego bajo a baño maría por 3-8 horas,
revolviendo de vez en cuando. Recuerda ir añadiendo agua a medida que se va evaporando.
Si vas a utilizar una arrocera eléctrica con control de temperatura ponlo a 120ºC entre 4-6 horas,
si no lo tienes ponlo a fuego bajo.
**Sea cual sea el método que elijas, evita que el aceite sobrepase los 120ºC.
3º Una vez pasado el tiempo, deja enfriar y cuélalo utilizando un filtro de café. También te
puede servir una gasa esterilizada. Guárdalo en un jarro de vidrio bien cerrado, y vòila! Ya
tienes tu aceite de oliva cannábico casero.
Uso:
El método de consumo más habitual es el sublingual. Para ello, debes ponerlo en un gotero,
poner unas gotas debajo de la lengua y esperar a que se absorban. El número de gotas de aceite
dependerá de la necesidad de cada persona.
Debes empezar con pequeñas dosis e ir incrementando en función del efecto que vas notando.
Una típica receta de la botica de la abuela, pero retocada con nuestra hierba preferida. Nos
saldrá un remedio súper aromático y eficaz contra los dolores.
Cómo hacer alcohol de marihuana con romero para friegas
El alcohol de romero (Rosmarinus officinalis) de por si sólo para uso tópico o externo (nunca en
las mucosas), es una forma espléndida y tradicional de beneficiarse de las propiedades de esta
maravillosa planta que cuenta con infinidad de propiedades. Es muy fácil su cultivo y aún se
puede encontrar en la montaña con facilidad. Sería importante escoger romero que no haya
sido tratado con productos químicos y que crezca lejos de zonas contaminadas para que sea lo
más saludable posible para nosotros.
Propiedades del Romero entre otras:
Tónico cardíaco, flebotónicos, hepático, colagogo, colerético, resfriados, reconstituyente,
aperitivo, reconstituyente, antioxidante, emenagogo, tiene un cierto efecto sedante en la
menopausia, hipertensor.
Contraindicaciones uso Romero:
Embarazo, diabetes, hipertensión, gastritis, úlceras gastroduodenales, hepatopatías, epilepsia,
Parkinson.
Alcohol de marihuana, romero y lavanda para friegas y masajes
En este tutorial os enseñaremos como hacer alcohol de marihuana, romero y lavanda de la
forma más amena posible para que podáis aprovechar las beneficiosas propiedades
terapéuticas de nuestra querida planta, el cannabis, así como las del romero y lavanda que
también es medicinal y ha sido usado como remedio natural de forma ancestral y si no, que le
pregunten a nuestros abuelos.
Indicado para:
Dolores articulares.
Dolores músculo esqueléticos
Dolores provocados por golpes o lesiones
Artritis reumatoide
Torceduras
Neuralgias
Migrañas
Molestias lumbares
Tiene propiedades antiinflamatorias
Ayuda en los procesos de cicatrización aunque se debe hacer con mucho cuidado y moderación
Y todo tipo de malestares o enfermedades de esta índole.
Añadir el litro de alcohol etílico de 96º poco a poco hasta cubrir por completola mezcla vegetal.
Cerraremos el bote con su tapa todo lo que se pueda para evitar que se nos evapore o se
derrame.
Agitaremos el bote enérgicamente con el preparado de alcohol y hierba hasta que quede todo
bien empapado. Después repetiremos esta operación 1 vez al día o como mínimo de 3 a 4 veces
por semana mientras macera.
Para Macerar bien el alcohol de romero y cannabis, necesita de un sitio bien oscuro y fresco y lo
mantendremos allí entre 3 o 4 semanas.
Pasado este tiempo, procederemos a la Filtración para separar el alcohol de los restos vegetales.
Para ello podemos usar un colador de tela, una malla fina o por ejemplo un filtro de café
Aplicación del Alcohol de Cannabis y Romero
Este alcohol se debe aplicar sobre las zonas doloridas o afectadas por la enfermedad en forma
de friegas o masajes de tipo tradicional.
Una de las maneras que tenemos de calmar el dolor usando cannabis es con cremas que
contengan aceite de CBD. Estos productos creados artesanalmente son geniales para aliviar las
patologías de la piel.
Son cada vez más las marcas de cosmética y parafarmacia que lanzan sus productos elaborados
con algún ingrediente del cannabis. Actualmente es fácil encontrar cremas que en su
composición incluyan aceite de semillas de cannabis o aceite de cannabidiol (CBD).
Si quieres crear tu propia crema con cannabis medicinal sigue leyendo y te explicaremos paso a
paso como realizarla. Tendrás la garantía de usar los mejores ingredientes naturales, lograrás un
producto de calidad, sobre todo porque el cannabis es de tu propio cultivo. Solo tienes que
elegir las semillas ricas en CBD para lograr el mejor aceite con el que hacer tu crema.
Usos de las cremas con cannabis medicinal
Las cremas o pomadas con cannabis medicinal están indicadas para solucionar muchos
problemas dermatológicos y musculares. Diversos estudios evidencian que los cannabinoides
como el CBD tienen efectos antiinflamatorios, analgésicos, antibacterianos y antifúngicos.
Los síntomas de enfermedades de la piel como la psoriasis son aliviados gracias a las
propiedades medicinales del cannabis. Además, podemos utilizarla para tratar quemaduras,
picaduras, cicatrices, dolores musculares y de articulaciones, mejora el acné y es muy
hidratante.
Ingredientes:
Para hacer nuestra propia pomada de cannabis vamos a necesitar una serie de ingredientes muy
fáciles de conseguir en cualquier herboristería:
40 gramos de frutos desmenuzados de nuestro propio cultivo. La cantidad de CBD depende de
la variedad que hayamos elegido, según el tipo de dolencia que queramos tratar.
1/2 litro de aceite de oliva virgen extra.
1 litro de agua mineral.
65 gramos de cera de abeja.
2 cacerolas, una más pequeña que la otra para meterla dentro y ponerla al baño maría.
1 colador de tela.
Varios botes de cristal para conservar la crema.
Algún aceite esencial si queremos añadirle algún aroma (eucalipto, lavanda, romero, etc.).
Modo de elaboración:
Una vez que ya tenemos preparados todos los ingredientes y utensilios que vamos a necesitar
ya podemos empezar a elaborar nuestra propia crema.
Debes tener en cuenta que los frutos que vamos a utilizar deben pasar por un proceso de
descarboxilación para que se activen sus cannabinoides. Esto se hace poniendo la materia
vegetal en el horno a 120 grados durante unos 20 minutos aproximadamente.
El primer paso es poner la cazuela de mayor tamaño con agua y dentro de esta ponemos la
cazuela más pequeña dentro con el cannabis desmenuzado, un litro de agua y medio litro de
aceite de oliva (o el que hayamos elegido). La tendremos cociendo a fuego lento durante
aproximadamente 4 horas, mientras estaremos removiendo suavemente la mezcla. El fuego
debe estar suave para que el agua no llegue a hervir.
Pasada esas 4 horas dejaremos la mezcla reposar unos 15 minutos a temperatura ambiente.
Después pasamos a colar la mezcla con el colador de tela, presionaremos para extraer todo el
líquido y que la materia vegetal se quede en el colador.
Una vez que tengamos colada la mezcla la introducimos en el congelador durante unas 8 horas
para que se solidifique. Este proceso permite que el agua se vaya al fondo del recipiente y el
aceite se quede arriba que es lo que vamos a recoger.
Ese aceite que hemos recogido lo volvemos a poner al baño maría a fuego lento, una vez que
vuelva a estado líquido le añadimos la cera de abeja desmenuzada y mezclamos, una vez
disuelto lo retiramos del fuego. A continuación, si lo deseamos, añadiremos unas cuantas gotas
del aceite esencial.
El líquido resultante lo introducimos en tarros de cristal, preferiblemente con tapadera de rosca
y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Este es el último paso ya que una vez que nuestra crema se haya enfriado ya estará lista para su
uso y la podremos aplicar tantas veces como necesitemos, sobre todo si sufrimos algún tipo de
dolor.
El uso de una pomada hecha con cannabis es el mismo que otra cualquiera. Debemos aplicarla
en la piel limpia y seca sobre la zona afectada y masajear hasta lograr su completa absorción. Por
supuesto, tenemos que evitar aplicarla en mucosas o en una piel con heridas abiertas.
Si tenemos algún tipo de dolor o patología en la dermis es mejor consultar primero con un
profesional de la medicina que nos indique si es adecuada para aliviar nuestros síntomas.
5.- Extracción de resina de la marihuana paso a paso
Este extracto de marihuana es especialmente útil para personas que sufren cáncer, epilepsia,
dolor crónico, artritis y dolores articulares, fibromialgia, náusea derivada de quimioterapia, falta
de apetito, espasmos musculares, insomnio, asma, enfermedad de Chrohn, esclerosis múltiple,
dolores neuropáticos, osteoporosis, trastorno por estrés postraumático, Parkinson y linfoma de
Hodgkin, entre otras.
La extracción de resina permite obtener una sustancia que, además de comestible y saludable,
es increíblemente concentrada. Los cannabinoides están tan concentrados en este aceite espeso
que basta solo una gota para sentir sus efectos terapéuticos.
Dosis medicinales de aceite concentrado de marihuana
Este aceite es sumamente concentrado y tiene que ser administrado con cuidado, en especial
en personas que no han desarrollado tolerancia al Cannabis anteriormente. Además, es una
sustancia comestible, pero no apta para fumar o vaporizar.
Para comenzar, lo aconsejable es ingerir una gota bien pequeña (de un tamaño equivalente a
medio grano de arroz). Luego se puede ir aumentando la dosis de ser necesario, pero poco a
poco. De lo contrario el efecto puede ser bastante desagradable.
Para que te des una idea, la dosis máxima suele ser de 3 gotas diarias, consumidas a lo largo del
día, y en caso de pacientes con enfermedades muy severas.
Ingredientes
30 gramos de cogollos de marihuana medicinal. En su defecto, puedes usar entre 60 y 90
gramos de materia que incluya flores, recortes de hojas y pequeños tallos.
4 litros de solvente. Averigua cuáles son los alcoholes más puros que puedes conseguir que sean
aptos para consumo humano, y que tengan el mayor volumen del alcohol. Si bien el alcohol se
evaporará en el proceso, es importante que no uses un producto que pueda dejar restos tóxicos
en la preparación. En las farmacias encontrarás algunas opciones; también puedes pedir alcohol
isopropílico o buscar una bebida blanca de alta graduación (Bacardi 151 tiene uno de los
mayores volúmenes alcohólicos).
un cuenco mediano de cerámica o cristal (no se aconseja usar recipientes plásticos ni metálicos).
una cuchara grande, mejor si es de madera.
algo que te sirva de colador para separar el extracto con alcohol de los restos de planta, como
filtros de café, coladores, medias, muselina, paño de quesos, etc.
un recipiente donde volcar a preparación, como una taza grande, por ejemplo.
elementos para baño maría, que bien pueden ser una sartén y un cuenco, por ejemplo. Lo
importante es que el recipiente donde coloques la preparación tenga cierre hermético, y que no
toque directamente la fuente de calor.
espátula de silicona.
jeringas de plástico.
Precauciones
La combinación de alcohol y calor puede ser explosiva, por lo que tendrás que tomar
precauciones para preparar este aceite sin tener inconvenientes. Te rogamos que sigas estas
precauciones al pie de la letra, ya que al tratar con sustancias inflamables todos los cuidados
pueden ser pocos, y el más mínimo descuido podría ocasionar un incendio.
Lo más importante es que:
evites usar fuego. Utiliza una cocina eléctrica para que no haya llamas que puedan
combustionar el alcohol de la preparación. Si no te queda más opción, multiplica el cuidado en
la elaboración, asegúrate de que el fuego esté lejos de cualquier producto inflamable.
tengas una buena ventilación. Por un lado porque los vapores del solvente no son lo más
saludable para respirar, y segundo porque al eliminar dichos vapores disminuye notablemente
el riesgo de accidentes e incendios. Pon el extractor de la cocina a tope, enciende el ventilador y
abre las ventanas.
no se te ocurra fumar ni tener nada con fuego cerca, coloca el solvente a una distancia
importante de la fuente de calor, y ten a mano una tapa con la que, en caso de fuego, puedas
cubrir herméticamente la preparación y extinguirlo.
por si las moscas, un extintor nunca está de más. Recuerda que estarás trabajando con
sustancias volátiles inestables que se pueden incendiar con el calor. Comprueba que no esté
vencido.
pongas toda tu atención al 150% en la elaboración, no te distraigas ni le quites los ojos de
encima, no te descuides ni estés entretenido con otras cuestiones.
Instrucciones:
A medida que vayas practicando te irá saliendo mejor y más rápido. Para la primera vez
necesitarás poner toda tu atención en la elaboración, no quitarle los ojos ni un momento, y
reservarte unas 2 horas para acabar el proceso.
Cuando tengas todo listo, incluyendo los cogollos ya picados, sigue estos pasos para preparar la
extracción de resina de la marihuana:
Coloca la marihuana medicinal en el cuenco. El cuenco tiene que ser suficientemente grande
para que entre también el líquido solvente.
Añade el alcohol o disolvente. Una vez que cubra toda la marihuana agrega un par de dedos
más.
Mezcla la marihuana con el alcohol durante unos 3 minutos con la cuchara para conseguir
disolver lo más posible la resina. Remuévela y aplástala un poco para asegurarte de que el
alcohol entre en contacto con todo el material para obtener el máximo de cannabinoides en la
preparación. Con este paso obtendrás alrededor del 75% de las sustancias medicinales.
Usa el filtro para pasar el líquido al otro recipiente y separar la parte sólida. Este líquido será de
color verdoso o amarronado.
Para aprovechar al máximo la marihuana, repite el proceso una vez más. Vuelve a utilizar la
parte sólida que has separado, con más alcohol, y vuelta a revolver y filtrar. Con este paso ya
habrás obtenido casi el 100% de los cannabinoides.
Ahora, pon la mezcla del solvente con los cannabinoides a baño maría. Este paso es importante
por 3 motivos: conseguirás que se evapore lentamente el alcohol, evitarás que se quemen los
cannabinoides y los descarboxilarás (es decir, “activarás” el THC). Si no te ha entrado toda la
preparación en el cazo que has puesto a baño maría, no hay problema. A medida
que se vaya evaporando el alcohol podrás ir agregando más preparación.
Mientras dure este proceso recuerda tener el espacio bien ventilado, intenta no
respirar demasiado los gases del solvente y, por supuesto, no fumes ni utilices nada que pueda
generar chispas. Estas precauciones son vitales para hacer el extracto de resina sin accidentes.
Cuando se haya evaporado todo el alcohol, sube la temperatura hasta que notes pequeñas
burbujitas en la superficie de la preparación, y llegado este punto, apaga el calor por completo.
El agua caliente de baño maría hará que se acaben de evaporar lo que pudiera quedar de
alcohol, y mejor aún si vas removiendo la preparación con la espátula de silicona, que acelerará
la evaporación.
Una vez que la preparación deje de burbujear, debería tener una consistencia espesa. Si te ha
quedado aún líquida, vuelve a darle calor para que se evapore todo el alcohol, pero a una
temperatura mínima para no arruinar los componentes medicinales.
Cuando se haya evaporado todo, deberías encontrar en el recipiente una mezcla bien densa,
que se espesará aún más a medida que se enfríe.
Este es el momento de actuar rápido, ya que antes de que se enfríe debes extraer el aceite con
las jeringuillas de plástico, que además son ideales para almacenarlo y dosificarlo.
Probablemente aún te quedarán algunos restos en el recipiente; usa la espátula para recoger
todo lo que puedas del fondo y de los bordes; recuerda que es una preparación muy
concentrada y cada pizca en una dosis medicinal. Lo puedes poner en otro recipiente pequeño y
con tapa, y luego con un palillo ir dosificándolo.
Si el aceite se solidifica demasiado y no puedes extraerlo de la jeringa, ponga un momento en
agua caliente para ablandarlo.
Recuerda almacenar la preparación en un espacio oscuro y fresco.
Este sistema produce entre dos y cuatro gramos de aceite de CBD extremadamente potente, de
calidad medicinal y adecuado para ser ingerido. Tras unas cuantas tandas de prueba, todo el
proceso para elaborar pequeñas cantidades de aceite comestible debería llevar alrededor de una
hora, incluyendo treinta minutos cocinándolo. El alcohol etílico es el disolvente que menos
impurezas o residuo dejará en el producto final.
Elementos necesarios:
•Una onza (28 gramos) de cogollo seco y triturado o dos o tres onzas de restos secos y triturados.
•Cuatro litros de disolvente (alcohol etílico puro, no el de farmacia, tampoco hay que usar nunca
alcohol metílico o alcohol isopropílico).
•Un bol de tamaño medio (de cristal o cerámica).
•Un colador (un colador de acero inoxidable cubierto con una tela fina, una bolsa de muselina o
incluso unas medias de nylon limpias).
•Un contenedor para recoger el líquido filtrado.
•Dos ollas para hacer baño María (que una quepa dentro de la otra).
•Utensilios de cocina (cuchara de madera grande, espátula de silicona, jeringuilla de plástico
para dosificar el aceite, embudo).
Proceso:
Organización: preparar el espacio, colocar a mano todo el equipo necesario, buscar un área de
trabajo nivelada y asegurarse de que esta limpia y preparada antes de empezar. Colocar el
cannabis triturado en el bol, asegurarse de que queda espacio para el disolvente. Si fuera
necesario, buscar un bol más grande antes de continuar. Cubrir completamente el material
vegetal con el alcohol, de modo que el alcohol lo sobrepase en al menos dos centímetros.
Colocar el colador en el contenedor para recoger el líquido filtrado. Verter el liquido verde
oscuro desde el bol de mezclado en el colador; dejar que el líquido filtre completamente y caiga
en el contenedor. Con delicadeza apretar el material vegetal para escurrir tanto disolvente como
sea posible.Usando la cuchara de madera, revolver el material cannábico con el disolvente
durante tres minutos. Esto facilita que las glándulas de resina se disuelvan en el disolvente.
Asegurarse de que el material vegetal esta completamente saturado y ha tenido tiempo de
liberar su contenido en resina.
Nota: En este punto mucha gente repite los pasos previos para extraer tanta resina como sea
posible. Este segundo lavado debería extraer la mayoría de la resina restante.
Poner el líquido filtrado al baño María. En la olla más grande introducir suficiente agua y en la
pequeña, que se coloca dentro de la grande, el disolvente con la resina disuelta. Si no cabe todo
de una vez se puede ir rellenando la olla pequeña conforme se va evaporando el alcohol, hasta
Colocar el baño maría a fuego fuerte hasta que el líquido comience a burbujear, síntoma de que
el alcohol se está evaporando. Cuando empiece a burbujear, se apaga el fuego, el calor residual
mezcla para de burbujear, puede ser necesario encender de nuevo el fuego una o dos veces más.
Nota: la mezcla debe seguir burbujeando durante todo el proceso de evaporación. Conforme el
nivel de alcohol baja, también lo hará la cantidad de burbujas. Se puede ayudar al proceso
mezclando, de vez en cuando, la solución con la espátula de silicona, pasándola también por las
paredes de la olla para recoger los restos de resina que queden pegados.
No hay que dejar que la mezcla se caliente demasiado ya que podría dañar los cannabinoides y
reducir la potencia y el sabor. Cuando la mezcla todavía esté líquida pero haya dejado de
burbujear, se enciende de nuevo el fuego al mínimo hasta que empiece de nuevo a hacer
alcohol restante.
El aceite está listo cuando tiene una consistencia espesa, como de alquitrán, y ya no hace
Despacio, absorber el aceite de CBD con las jeringuillas de plástico. Conforme vaya quedando
cada vez menos aceite en el contenedor el proceso se vuelve más difícil. Los últimos restos se
pueden guardar en pequeños recipientes herméticos. Además de usar las jeringuillas para
dosificar pequeñas cantidades, también se puede usar un palillo de dientes para repartirlas aún
más.
Nota: si se desea una aplicación tópica, sólo hay que combinar el aceite de CBD con aceite de
oliva o de coco mientras aún esta caliente. De este modo también se reduce la potencia, lo que
permite estirar las dosis a aquellos usuarios menos pudientes o menos experimentados.
Despacio, absorber el aceite de CBD con las jeringuillas de plástico. Conforme vaya quedando
cada vez menos aceite en el contenedor el proceso se vuelve más difícil. Los últimos restos se
pueden guardar en pequeños recipientes herméticos. Además de usar las jeringuillas para
dosificar pequeñas cantidades, también se puede usar un palillo de dientes para repartirlas aún
más.
Ingredientes y utensilios:
28 g de recortes curados (preferiblemente las hojas pequeñas de los cogollos)
•1x cazuela
•1x cuchillo afilado (para un resultado más rápido, utiliza una batidora)
•1x fogón (un infiernillo de camping podría ser la opción portátil)
•recipiente para almacenar (de vidrio, aunque también puede ser de plástico).
Esta receta está pensada para producir una mantequilla muy potente. Se hace con 28g gramos
de recortes y 14 gramos de cogollo. Es una mezcla de dos variedades distintas, una de
predominancia Indica y con fuertes influencias Afghani, y la Cheese. El material tiene que haber
sido curado en tarros de vidrio durante 14 días.
Si es la primera vez que haces mantequilla de cannabis, prueba primero con menos cantidad de
recortes y cogollo.
PASO 1 - ENCUENTRA UN SITIO PARA COCINAR, COMPRA LOS INGREDIENTES Y TROCEA EL MATERIAL
A la hora de elegir un sitio para cocinar, ten cuenta el penetrante olor que va a producir la
mantequilla. Dependiendo de la cantidad que quieras hacer, el olor podría no ser un gran
problema. Siempre va a estar presente, pero lo puedes reducir con una buena ventilación. Otra
opción es preparar un alimento aromático a la vez que la mantequilla, para disimular el olor.
Si no quieres manejar un cuchillo afilado, utiliza una batidora. Prepara una buena mezcla de
recortes y cogollos de la calidad que prefieras. Es mejor usar los cogollos más esponjosos de las
ramas inferiores. Para obtener diferentes potencias, aumenta o reduce la cantidad de cogollo.
Aunque para ser honestos, se pueden obtener muy buenos resultados solo con los recortes.
Antes de ponernos a cocinar, tenemos que descarboxilar nuestra marihuana. Esto convierte los
cannabinoides no biodisponibles, como el THCa y el CBDa, en sus formas biodisponibles: THC y
CBD. Esto significa que al ingerirse podrán ejercer sus maravillosos efectos rápidamente.
Precalienta el horno entre 100°C y 115°C. Mientras el horno se calienta, desmenuza tu hierba y
extiéndela sobre un recipiente resistente para el horno, hecho de vidrio o cerámica. Cuando el
horno esté listo, cuece la hierba durante 30-40 minutos. ¡Pon una alarma
para no olvidarte!
Pasado este tiempo, extrae la hierba del horno y déjala enfriar sobre la encimera.
Esta receta ha sido puesta a prueba con una cocción de 8 horas. Para obtener la máxima
potencia, deja que cueza hasta 24 horas. ¡Si tienes tiempo, hazlo!
Deja cocer la mezcla a fuego lento, a una temperatura muy baja. No tapes la cazuela, para que se
evapore el agua. También perderá algo de calor. Los 300ml de agua que teníamos al principio se
convierten en vapor, pero la mantequilla se queda en la mezcla. Esto es muy importante porque
vamos a necesitar la mantequilla al final. La mantequilla es nuestro material portador de
cannbinoides y THC, por lo que se debe proteger del calor y la evaporación.
Para comprobar que esté a la temperatura correcta, vigila de cerca la superficie de la mezcla. ¿Se
forman burbujas pequeñas? Eso indica que tiene la temperatura adecuada. Estas burbujas son
milimétricas y se diferencian de las grandes que se forman en la cocción a altas temperaturas.
Aquí tienes una foto de las pequeñas burbujas a las que nos referimos.
También debes comprobar que haya suficiente agua para sumergir todo el material. Esto es
importante para obtener la mayor cantidad de THC y cannabinoides posible. Lo normal es añadir
50-100ml de agua cada hora, por la evaporación.
Tras 8 horas de cocción a fuego lento, ya tienes hecha la mayor parte del trabajo. Ahora hay que
colar la mezcla para separar el material de la mantequilla. Deberá tener un color oscuro,
parecido al de la imagen.
Si quieres almacenar tu producto con estilo, hay todo tipo de recipientes de vidrio. Las tiendas
de muebles Big Swedish ofrecen una bonita selección de tarros de curado y pequeños
recipientes de vidrio.
Cuela la mezcla con una estameña, o cualquier otro tipo de material para separar los recortes de
la mantequilla. Vierte el líquido en el recipiente elegido y mételo en el frigorífico. Tras unas
cuantas horas, podrás coger la mantequilla de la superficie y dejar el líquido marrón debajo.
El producto final debe tener más o menos este aspecto. El color de la mezcla es pardusco en su
forma líquida. Tras separar el agua marrón de la mantequilla, ya podrás contemplar tu creación:
una apetitosa exquisitez de gran potencia. Diviértete con esta receta y ten cuidado. ¡No seas el
típico que come demasiado!