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CAPÍTULO V

EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

EL ÁMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS


HUMANOS: LOS TRATADOS

Uno de los aspectos que marca notoria distancia entre la


Constitución Peruana del año 1979 y la vigente Carta de I993, es sin
lugar a dudas, el referido a la temática de los Tratados.

En efecto, si hacemos una preliminar comparación entre el


contenido pertinente de ambos textos, es posible deducir varias otras
diferencias. Por ejemplo, las relativas a la jerarquía o rango que tienen
los citados instrumentos respecto de la Constitución y la Ley; las
concernientes al nivel —o también jerarquía- que ocupan las diversas
clases de Tratados entre sí (cfr. los Tratados de Derechos Humanos
con los Tratados de Integración, los tratados multilaterales con los
Tratados bilaterales, etc.) También las referidas a la naturaleza de los
instrumentos internacionales nacidos de voluntad del Congreso y el
Poder Ejecutivo (Tratados propiamente dichos) frente a los
exclusivamente generados por el lado del último de los órganos citados
(los llamados en doctrina, convenios internacionales).

De los extremos enunciados, el que tal vez pueda ser considerado


como de mayor trascendencia, sobre todo por los efectos prácticos que
puede acarrear, es indudablemente el referido a la jerarquía que tiene
con respecto a la Constitución y la Ley. Bien sabido es que se ha eliminado

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

el criterio según el cual los Tratados concernientes con los Derechos


Humanos tienen o deberían tener rango constitucional, al revés de lo
que sucedía, como también se sabe, con la pasada Carta de 1979.

Más de un crítico no ha vacilado en calificar como retroceso la


consabida eliminación del elemento "sistemático" en la determinación
o individualización de los Derechos Fundamentales. No sólo resulta
incoherente para una Constitución que pretende orientarse en provecho
del ser humano y que por lo tanto no puede colocar dentro de un plano
inferior a los instrumentos jurídicos estructurados a su servicio, sino
que nos advierte acerca de los peligros potenciales que se pueden
generar si es que la nueva Carta no cubre de modo más integral las
diversas facetas de realización del individuo, vale decir, si no reconoce
del modo más adecuado los diversos derechos o atributos fundamentales.

Para entender la verdadera magnitud del problema aquí planteado


y naturalmente encontrar la solución más adecuada, oportuno resulta
el ubicarnos con más detalle, dentro del marco o esquema establecido
por el nuevo ordenamiento.

La Constitución de 1993, no reconoce la jerarquía constitucional


de toda clase de tratados tal y como se desprende con meridiana claridad
tanto de la omisión que respecto del tema existe en el Capítulo II
(artículos 55° a 57°) como en especial del inciso 4 correspondiente al
artículo 200°, que como se sabe, considera dentro de las normas jurídicas
con rango de ley a los tratados, sin especificar ni excluir a ninguna
variable de aquellos.

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CAPÍTULO V EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

Artículo 55.- Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del
derecho nacional.

Artículo 56.- Los tratados deben ser aprobados por el Congreso antes de su
ratificacióna por el Presidente de la República, siempre que versen sobre las
siguientes materias:
I. Derechos Humanos.
Soberanía, dominio o integridad del Estado.
Defensa Nacional.
4. Obligaciones financieras del Estado.
También debe ser aprobados por el Congreso los tratados que crean, modifican o
suprimen tributos; los que exigen modificación o derogación de alguna ley y los
que requieren medidas legislativas para su ejecución.

Artículo 57.- El Presidente de la República puede celebrar o ratificar tratados o


adherir a éstos sin el requisito de la aprobación previa del Congreso en materias
no contempladas en el artículo precedente. En todos esos casos, debe dar cuenta
al Congreso.
Cuando el tratado afecte disposiciones constitucionales deben ser aprobado por
el mismo procedimiento que rige la reforma de la Constitución, antes de ser
ratificado por el Presidente de la República.
La denuncia de los tratados es potestad del Presidente de la República, con cargo
a dar cuenta al Congreso. En el caso de los tratados sujetos a aprobación del
Congreso, la denuncia requiere aprobación previa de éste.

Artículo 200, inciso 4.- La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las
normas que tienen rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia,
tratados, reglamentos del Congreso, normas regionales de carácter general y
ordenanzas municipales que contravengan la Constitución en la forma o en el fondo.

Siendo esta la situación, no es difícil aceptar que frente a la hipótesis


de colisión entre la Norma Fundamental y un Tratado, incluso de
Derechos Humanos, resulte prevaleciente la primera de las variables
normativas. En otras palabras, el derecho interno por encima del derecho
internacional, poco importando dentro de dicho contexto, que el rótulo
de este último o en definitiva, su contenido, sea todo lo humanista del
caso. La fórmula es pues inequívoca y no admite discusiones por lo
menos desde el esquema que plantea el derecho, en estricto positivo.

Graficadas las cosas desde un ángulo inverso, lo expresado quiere


significar que si de lo que se trata es de invocar el carácter normativo
de un Tratado o la aplicabilidad de un atributo reconocido en un
instrumento internacional de la materia, la clave de bóveda estará
patentizada en el hecho de que con ello no se vea afectada o constreñida

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

la Carta Política, pues tal circunstancia lo haría devenir en inaplicable y


hasta inconstitucional, conforme la lógica de los artículos 51° y 138°.

Artículo 51.- La Constitución prevalece sobre toda norma legal: la ley, sobre las
normas de inferior jerarquía, y así sucesivamente. La publicidad es esencial para la
vigencia de toda norma del Estado.

Artículo 138.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por
el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a
las leyes.
En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una
norma legal, los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal
sobre toda otra norma de rango inferior.

Cierto es que si se repara en la Cuarta Disposición Transitoria de


la Constitución, cabría cierta forma de atenuar la situación descrita.
Podría alegarse que en la medida en que aquella reconoce una suerte
de interpretación extensiva a propósito de los Tratados Internacionales
suscritos por el Perú, les estaría otorgando a estos últimos, una fórmula
suficientemente fuerte como para que su valor normativo no se vea
disminuido y sea, en todo caso, un contexto de necesaria consulta a la
hora de pronunciarse sobre temas vinculados a los Derechos Humanos.
Sin embargo, siendo efectivamente correcta esta apreciación, no deja
de ser menos cierto, que la referida cláusula por sí sola —y basta una
simple lectura para demostrarlo- deviene en insuficiente, al posibilitar
única y exclusivamente el reconocimiento de facultades interpretativas
en tanto los derechos y libertades nazcan explícitamente de la propia
Carta y no autónomamente de los Tratados.

La idea de que "Las normas relativas a los derechos y a las


libertades que la Constitución reconoce se interpretan de
conformidad con la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las
mismas materias ratificados por el Perú", se traduce por sí misma
o es clarificante de lo que se afirma.

El vocablo reconoce fuerza o condiciona la individualización de


los atributos y libertades a lo que la Carta específicamente enuncia, no

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CAPÍTULO V EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

a lo que se encuentra o puede encontrarse fuera de ella. En orden a la


verdad, hay pues que matizar cualquier conclusión anticipada.

De allí que es justo preguntarse:

¿Estaremos en consecuencia, decididamente limitados en lo que


respecta a la posibilidad de invocar la vigencia de los Derechos
Humanos, cuando la Constitución no franquea un razonamiento
más amplio que el de sus particulares términos positivos?

¿Será materialmente imposible que un derecho reconocido en un


tratado pero no en la Constitución sea invocado y aplicado por los
jueces peruanos a través de los mecanismos de la jurisdicción

Pues insistimos en que si la respuesta a estas interrogantes la


enmarcamos dentro de los parámetros estrictos del derecho positivo
interno o las relacionamos con la intención del constituyente de 1993,
aquellas serán del todo afirmativas.

Por el contrario, si apelamos a un razonar en función de lo que


aparece más allá del contenido expreso de las normas, asumiendo una
tendencia perfectamente válida en materia de interpretación
constitucional y que es la que se orienta al manejo de principios como
fórmula de articulación de soluciones, otra resulta la respuesta.

En la medida en que se ha suprimido la opción sistemática como


criterio de determinación de los derechos fundamentales a propósito
de los tratados de la materia, es una consecuencia lógica el que se
oriente todo raciocinio jurídico por el lado de aquellas alternativas de
individualización, que aún se mantienen existentes.

En tal sentido y como quiera que los métodos gramatical y


valorativo, no ofrecen mayor complicación a los efectos de utilizarse
como herramientas de interpretación, es hacia ellos que se dirige
cualquier solución preliminar al problema planteado. A ese nivel y si
bien es verdad que con las técnicas gramaticales o positivas no existe
ningún problema, pues en principio resulta obvio que encontrar
derechos dentro del texto fundamental no ofrece dificultades para quien
conozca su contenido o interprete cabalmente el sentido de sus
palabras. No sucede lo mismo con el segundo de los métodos, esto es,

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tRÉCHO LONSTITUCMIAL ÉM 1A DE LA M AGISTRATURA

con el de carácter valorativo o principialista, toda vez que respecto del


mismo, poco o casi nada existe producido en nuestro medio.

El recordado artículo 4° de la Carta de 1979, recogido en rigor, en


el artículo 3° de la nueva norma, aunque recortado en alguno de sus
aspectos, casi no ha merecido el interés por nuestra doctrina y ni qué
decir de la jurisprudencia, de modo que lo que por necesidad hoy se
ausculta, es en cierto modo un ensayo provisional, susceptible como es
natural de posterior análisis.

En medio de tal panorama, es sin embargo, el último de los


mencionados métodos el que en parte y adecuadamente utilizado, puede
servir como marco de solución.

En efecto, si en el citado dispositivo se reconoce la idea según la


cual La enumeración de los derechos establecidos en este capítulo no excluye
los demás que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o
que se fundan en la dignidad del hombre, o en los principios de soberanía
del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma republicana de
gobierno. Quiere ello decir, que en materia de Derechos Fundamentales,
la búsqueda no tiene por qué limitarse al texto de la Carta Política, sino
que los cuatro principios constitucionales enunciados aperturan un
marco interpretativo lo suficientemente elástico como para que de él
puedan desprenderse nuevos atributos o libertades.

Conviene por ahora retener que precisamente uno de los citados


principios es pues la Dignidad del Hombre de modo que bastará o será
suficiente que una particular especie de derecho tenga su fundamento
en aquella para que por consiguiente pase a formar parte del bloque
constitucional que la Norma Fundamental auspicia.

Constatada la conclusión que se asume por conducto de nuestro


derecho interno, conviene detenerse en el contexto jurídico internacional,
en otras palabras, en el auscultamiento de aquello que nos informa el
contenido de los principales tratados relativos a Derechos Humanos.

Tal proceder, claro esta, podría entenderse como innecesario, si


es que como se recuerda, han dejado de tener éstos la consabida
jerarquía constitucional. Sin embargo,.distinto es el criterio, si se toma
en cuenta que en momento alguno se ha puesto en entredicho el valor
normativo legal de los instrumentos internacionales, situación que
impone, cuando menos, el tomar conocimiento de aquellos.

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EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

Bajo tal perspectiva, si se procede a una elemental revisión del


contenido principal que fundamenta los diversos instrumentos
internacionales concernientes con los Derechos Humanos, fácilmente
se podrá extraer conclusiones significativas.

Por de pronto y a propósito de lo señalado, un primer ejemplo


nos lo puede ofrecer la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS
DERECHOS HUMANOS, cuyo Preámbulo establece que ... la libertad,
la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la
dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los
miembros de la familia humana... agregando además que ... los pueblos de
las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos
fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la
igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a
promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto
más amplio de la libertad.

Coincidiendo con tal temperamento, la DECLARACION


AMERICANA DE LOS DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE que es
otro de los instrumentos que pueden traerse a colación determina ...
Que los pueblos americanos han dignificado la persona humana y que sus
constituciones nacionales reconocen que las instituciones jurídicas y políticas,
rectoras de la vida en sociedad, tienen como fin primordial la protección de
los derechos esenciales del hombre y la creación de circunstancias que le
permitan progresar espiritual y materialmente... agregando además y por
conducto de su Preámbulo que ... Todos los hombres nacen libres e iguales
en dignidad y derechos y, dotados como están por naturaleza de razón y
conciencia, deben conducirse fraternalmente los unos con los otros...

Una tercera fuente la encontramos en el PACTO


INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLITICOS cuyos
considerandos introductorios determinan no sólo que ... conforme a los
principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la
justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos
iguales e inalienables... sino que estos derechos se desprenden de la dignidad
inherente a la persona humana...

Postulados bastante similares, son por otra parte, los que nos grafica
el no menos trascendente PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS
ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES, cuyo Preámbulo,
reiterativo del anterior instrumento señala que ... conforme a los principios

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TEMAS DE DÉkECH8 ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA,

enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la


paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente
a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e
inalienables... y que estos derechos se desprenden de la dignidad inherente
a la persona humana...

Por último es la CONVENCION AMERICANA SOBRE


DERECHOS HUMANOS o PACTO DE SAN JOSE DE COSTA RICA
otro de los instrumentos que merece traerse a recuento, toda vez que
recoge implícitamente muchas de las ideas anteriormente consignadas
cuando su Preámbulo reconoce que ... los derechos esenciales del hombre
no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen
como fundamento los atributos de la persona humana... y que ... estos
principios han sido consagrados en la Carta de la Organización de los Estados
Americanos en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos que han
sido reafirmados y desarrollados en otros instrumentos internacionales...

Si tuviéramos, por consiguiente, que sintetizar en un solo


razonamiento las ideas que de forma coherente y reiterada,
traslucen todos y cada uno de los instrumentos
internacionales que aquí hemos citado, no sería otro que el
de subrayar que la dignidad de la persona aparece siempre
o en toda circunstancia como e; principio cardinal que
fundamenta y articula el repertorio de derechos humanos
contenidos en los Tratados.

La consabida dignidad, en otros términos, es el núcleo esencial y


común de cada atributo y la fuente de la que éstos nacen o devienen
dentro de una lógica, que por cierto y si se recuerda, no nos resulta
extraña por lo menos en cuanto enunciado. Baste con recordar lo que
nos dice el artículo 3° de nuestra Norma Fundamental o el artículo 4°
de la Carta anterior, para ratificar lo afirmado. Las ideas son en todos
estos casos no sólo similares sino francamente idénticas y ello es por
de pronto una conclusión inequívoca.

Admitida la constatación antes graficada, cabe preguntarse: ¿Si


tanto la norma suprema como los Tratados Internacionales sobre

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CAPÍTULO V EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

Derechos Humanos proclaman como valor superior a la dignidad, al


extremo que incluso de ella devienen o se desprenden los diversos
atributos fundamentales de la persona, no es perfectamente posible
acaso, que frente a la violación de un derecho reconocido en un
instrumento internacional pero no en la Constitución, la idea de
dignidad de la cual irrecusablemente se desprende tal atributo, imponga
por vía indirecta, lo que la Constitución niega de manera directa, es
decir, no solo su reconocimiento y elevación a rango constitucional,
sino su eventual defensa o tutela mediante los mecanismos de la
jurisdicción constitucional?

Pues no cabe duda, que si nos atenemos al texto y a la orientación


valorativa de la normatividad auscultada, la respuesta no puede ser más
que significativa. Si es posible llegar a una solución, es materialmente
viable una satisfactoria respuesta. La dignidad es principio supremo tanto
para el derecho interno como para el derecho externo y
consecuentemente, quien quiera o se encuentre en la necesidad de
invocar el valor normativo constitucional de un atributo o libertad que
nuestra Carta no prevea de modo expreso, no tendrá sino que edificar-
su construcción, o lo que es lo mismo, su razonamiento conceptual,
sobre la proyección que tal principio establezca.

Será, en otros términos, dentro de los horizontes o alrededor de


los parámetros de semejante valor que se buscará hacer reposar toda
argumentación jurídica, por lo que mucho ayudará a tal cometido la
generalidad que le rodea o su propio carácter de concepto jurídico
indeterminado.

El criterio o método valorativo aparecerá dentro de tales


circunstancias como de suma utilidad, pues sólo quien lo utilice
adecuadamente en la concatenación de los derechos no constitucionales
pero si pertenecientes a un Tratado, con el Principio Dignidad de la
Persona, podrá encontrar la esperada respuesta de su reconocimiento
en jerarquía o rango fundamental y de tutela por conducto de los
mecanismos de orden procesal constitucional.

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIÓÑAL ACAC)'EMIA DE LA MAGISTRATURA

Uno de los aspectos de mayor importancia en el tema de los


deiechbs futitlanientales, es el relativo a la jerarquía o rango
que ocypan los tratados internacionales sobre esta materia,
en reláción con Constitución y la Ley. Un repaso por los
principales artículos de la misma, nos ha permitido interpretar
el problema de su ubicación. Además, el análisis se amplía
también hacia algunos aspectos que se precisan en diversos
instrumentos internacionales, los que relevan el principio de
la dignidad de la persona como el articulador del repertorio
de los Derechos Humanos contemplados en los mismos.
CAPÍTULO V EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

AUTOEVALUACIÓN

CAPÍTULO V

Responda las siguientes preguntas luego de haber concluido el


estudio del capítulo y la revisión de las lecturas anexas: "El juez y la
defensa de la democracia. Un enfoque a partir de los derechos humanos" "
y "Estudios básicos de derechos humanos". Luego, encontrará al final del
material la Clave de Respuestas, la misma que le indicará los criterios
generales con que debieron abordarse cada una de las preguntas.

I. ¿Cómo recoge nuestra actual Constitución el tema de


los Tratados internacioanles?

¿Cómo es apreciado el principio de Dignidad de la


persona en los Tratados?

¿Cuáles son los principios que rigen la determinación


del delito según Thompson?

4. De acuerdo con Ruiz de Santiago, ¿Cómo ha sido la


evolución de los derechos económicos, sociales y
culturales en América?

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TEMAS DE DERECHO CONSTITLiCr' ÉM1A DE LA MAGISTRATURA

CASO 6
Revise detenidamente el siguiente caso. Conteste las preguntas
que a continuación se presentan y luego confróntelas con la "Hoja de
Criterios para la solución de casos" que el tutor le alcanzará en el
transcurso del programa.

Exp. N° 66I -96-HC/TC


Accionante: María Calderón Rumialan
Lima

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En lima, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos
noventa y ocho, reunido el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno
Jurisdiccional, con asistencia de los señores Magistrados Acosta Sánchez,
Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García Marcelo,
pronuncia sentencia.

ASUNTO:
Recurso Extraordinario interpuesto contra la resolución de la Sala
de Derecho Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas
ciento dieciséis, su fecha veintinueve de agosto de mil novecientos
noventa y seis, que confirmando en un extremo y revocando en otro, la
resolución del dieciocho de julio de mil novecientos noventa y seis,
declara improcedente la Acción de Hábeas Corpus promovida por doña
María Margarita Calderón Rumialan a favor de don Luis Enrique Estrada
Chávez contra el Jefe de la Delegación de Santa Elizabeth en Canto
Grande, el Jefe de la División Nacional de Inveatigaelón Criminal y el
Jefe de la División Nacional contra el Terrorismo,

ANTECEDENTES:
Doña María Margarita Calderón Rumialan interpone Acción de
Hábeas Copus a favor de don Luis Enrique Estrada Chávez por
violación de su libertad individual y su derecho a la integridad física,
por parte del Jefe de Delegación de Santa Elizabeth ubicada en Canto
Grande, el Jefe de la División Nacional de Investigación Criminal
(DININCRI) y el Jefe de la División Nacional contra el Terrorismo
(D I NCOTE-DIVICOTE-IV).

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CAPÍTULO V EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

Especifica que con fecha siete de julio de mil novecientos noventa


y seis, personal de la Delegación de Santa Elizabeth detuvo al agraviado
en el interior de la Discoteca "Sky Dansing" del Distrito de Canto
Grande, sin contar con autorización judicial y sin que estuviera
cometiendo algún delito. El motivo radicaba en que el agraviado tenía
el apelativo de "lobo", el mismo que correspondía a un delincuente a
quien la policía buscaba por el asesinato de un Alférez de la Policía
Nacional acontecido en el año 1995, y cuya edad aproximada era de 35
años y no de 2I como tiene don Luis Enrique Estrada Chávez. La actora,
por otra parte, afirma que el agraviado viene siendo objeto de maltratos
físicos y mentales en el interior de la DIVICOTE IV, por lo que solicita
la sumaría investigación y se declare fundada la acción.

Practicadas las diligencias, la titular del Juzgado Penal de Turno


Permanente recibe con fecha once de julio de mil novecientos noventa
y seis la declaración del Sub Oficial de Segunda PNP de servicio en la
Dirección Nacional contra el Terrorismo Roberto Rabelo Salas, quien
muestra el Libro Registro de Detenidos a donde se verifica el ingreso
del agraviado a la una y quince de la tarde del día ocho de julio de mil
novecientos noventa y ocho. Asimismo, señala, que el citado agraviado,
tiene dos nombres: Luis Enrique Cabrera Chávez o Luis Enrique Estrada
Chávez. Igualmente se conversó con el Oficial Teniente PNP Edward
Muñoz López, quien refiere que el detenido está sujeto a una
investigación por delito de terrorismo al habérsele encontrado en su
poder un arma de fuego. Recibida también la declaración del agraviado,
éste refirió llamarse Luis Enrique Cabrera Chávez , que fue detenido el
siete de julio por personal de civil, que lo golpearon y que no conocía
los motivos de su detención, agregando además que es falso se le haya
encontrado algún arma de fuego y que en la Delegación de Santa
Elizabeth le hicieron firmar a la fuerza. Puntualiza asimismo que
anteriormente estuvo en la DININCRI, de donde lo trajeron. En la misma
diligencia, por otra parte, se pusieron a conocimiento del Juzgado
documentos que sindican al detenido como comprendido en una
investigación ventilada ante el Trigésimo Tercer Juzgado Penal por la
muerte del Teniente PNP Enrique Talledo Garay.

Posteriormente y con fechas doce y quince de julio de mil


novecientos noventa y seis, respectivamente, se reciben ante el Juzgado
las declaraciones del Capitán PNP Luis Hipólito Sandivar Rosas,
perteneciente a la DINCOTE y encargado de la investigación del
detenido, y del General Carlos Dominguez Solís, jefe de la DINCOTE.
El primero de los comparecientes señala que al detenido se le investiga

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TEMAS DE DIRECI4Weall+6". ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

por presuntas actividades sediciosas, al habérsele encontrado, un arma


de fuego, específicando en todo caso que desconocía que se le investigara
por otro hecho delictivo, toda vez que recién se acaba de enterar de
ello. Agrega además que en el interrogatorio, recién tomó conocimiento
que se le conoce por el apelativo de "lobo". El segundo de los
comparecientes, por su lado, especifica que el detenido ya no se
encuentra en su Unidad, al haber sido puesto a disposición de la
DININCRI, con fecha doce de los corrientes, debido a que si bien, no
se ha podido determinar su responsabilidad por delito de terrorismo,
si se ha comprobado su tenencia de arma de fuego, siendo necesario
que la citada dependencia policial determine su situación jurídica.

El mismo quince de julio, también comparece ante el Juzgado el Jefe


de la DININCRI, General de la Policía Nacional, Raúl Loarte Ramos, quien
señala que el día siete de julio de mil novecientos noventa y seis, la persona
de Luis Enrique Cabrera Chávez o Luis Enrique Estrada Chávez fue recluído
en la Dirección a su cargo procedente de la Delegación Policial de Santa
Elizabeth por ser presunto interviniente en el homicidio del Alferéz PNP
Luis Enrique Talledo Garay, que al encontrársele un arma de fuego, fue
puesto, con fecha ocho, de julio, a disposición de la DINCOTE,
habiéndosele formulado el Atestado N° I 69-IC-H-DDCD por delito contra
la seguridad pública , peligro común, tenencia ilegal de arma de fuego, el
doce de julio, fecha en la que a su vez se le remitió a la Fiscalía Provincial de
Turno. El mismo quince de julio, también comparece el Jefe de la Delegación
de Santa Elizabeth, don Tomás José Quispe Huaman, quien manifiesta que
el día siete de julio se presentó a (a Delegación doña María Margarita
Calderón Tumialan, señalando que conocía sobre lo ocurrido en agravio
del alferez PNP Juan Talledo Garay y que uno de los participantes era Luis
Cabrera Chávez, alias "el Lobo", por lo que recepcionada la versión del
alférez Juan Acahuaqui Espinoza y habiéndose coordinado con los Alféreces
PNP Juan Sandoval Díaz y Nelson Quiróz Medina, se constituyeron en la
Discoteca Sky Dancing procediéndose a su ubicación y captura en dicho
lugar . Además y como quiera que se encontró en su poder un arma de
fuego, se le puso a disposición de homicidios para que le hicieran las
investigaciones en el día.

El Jefe de Homicidios, Coronel PNP, Gilberto Linares Escalante


también comparece ante el Juzgado con fecha quince de julio,
manifestando que de las investigaciones realizadas por personal de su
división se descartó la posibilidad de que el detenido Luis Enrique Estrada
Chávez fuese el autor del Homicidio del Alférez PNP Juan Enrique
Talledo Garay por la evidente diferencia de edad del investigado.

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CAPÍTULO V EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: Los TRATADOS

Por último, tambien declara en dicha fecha el agraviado Luis Enrique


Cabrera Chávez, quien refiere haber sido puesto en libertad el sábado
trece de julio, por haber sido puesto a disposición del juzgado de turno
el mismo día. Puntualiza asimismo que es falso que se le haya encontrado
un arma y que si bien en el acta de incautación aparece su firma, fue
obligado por los policias de la Delegación de Santa Elizabeth. Señala
además que estuvo detenido una semana completa, que efectivamente
tiene el apelativo de "lobo", pero no ha cometido ni participado en
ningún delito. Finalmente señala que sí fue objeto de maltratos físicos,
específicamente en la Delegación de Santa Elizabeth, consecuencia de
lo cual se encuentra en mal estado de salud.

De fojas ochenta y ocho a ochenta y nueve y con fecha dieciocho


de julio de mil novecientos noventa y seis, el Trigésimo Tercer Juzgado
en lo Penal de Lima, expide resolución declarando Infundada la acción
interpuesta en el extremo en que se alega detención arbitraria por parte
del Jefe de la Delegación de Santa Elizabeth, de la División Nacional de
Investigación Criminal (DININCRI) y de la División Nacional contra el
Terrorismo (DINCOTE) y Fundada en el extremo en que se alega
transgresión a la integridad física por parte del personal policial de la
Delegación de Santa Elizabeth, fundamentalmente por considerar: Que,
si bien la detención efectuada por efectivos policiales de la Delegación
de Santa Elizabeth, ha sido por simples sospechas de que el intervenido
sea uno de los de los autores de la muerte a un alférez PNP, también es
cierto que al momento de la intervención los efectivos policiales no
contaban con mayor información sobre la identidad exacta del buscado
"lobo"; Que, debe dejarse establecido que la persona a favor de la que
se acciona responde al nombre de Luis Enrique Cabrera Chávez y no al
de Luis Enrique Estrada Chávez obedeciendo dicha irregularidad a la
información proporcionada por la accionante; Que si bien es verdad
que los efectivos policiales de la Delegación de Santa Elizabeth
dispusieron que el detenido fuera examinado por un médico legista ,
también es cierto que el resultado correspondiente no fue acompañado
con la documentación correspondiente al Juzgado, por lo que éste se
vio obligado a ordenar un nuevo exámen médico legal,de cuyo resultado
se desprende los maltratos que se le han inferido al agraviado en dicha
delegación, habiendose violentado el derecho tutelado en el artículo
12° inciso 3 y 4 de la Ley N° 23506.

De fojas ciento dieciséis a ciento diecisiete y con fecha veintinueve


de agosto de mil novecientos noventa y seis, la Sala de Derecho Público
de la Corte Superior de Justicia de Lima, confirma la resolución apelada

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TEMAS DE DERECHO CONSTITUCIONAL ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA

en el extremo en que se declara infundada la acción por detención


arbitraria y la revoca y declara improcedente en el extremo en que se
declara fundada la acción por violación a la integridad física,
fundamentalmente por considerar: Que, el afectado fue remitido de la
DININCRI a la DINCOTE el siete de julio de mil novecientos noventa y
seis, es decir, el mismo día de su intervención, a efectos de ser investigado
por presuntas actividades de terrorismo, por lo que para el efecto se
procedió conforme al Estado de Excepción que dispone el Decreto Ley
N° 25475; Que, el afectado nuevamente fue remitido el doce del mismo
mes y año a la DININCRI por no habérsele encontrado responsabilidad
en actividades de terrorismo, por lo que la investigación se realizó dentro
del plazo establecido por el artículo I 2° inciso c) del referido Decreto
Ley N° 25475; Que, en la misma fecha el afectado fue puesto a disposición
del órgano jurisdiccional por lo que no fue retenido en forma ilegal por
la autoridad policial; Que, el afectado se encuentra en libertad habiendo
cesado la violación aparente del derecho reclamado; Que, en lo que
respecta a las lesiones sufridas, las mismas se produjeron como
consecuencia de la intervención policial el siete de julio, por lo que al ser
puesto a disposión de la DINCOTE el mismo día, mal puede colegirse
que el personal interviniente lo sometió a medios violentos para obtener
declaración; Que, no obstante, al ser las lesiones ocasionadas al afectado
de regular trascendencia en modo alguno se justifican, sin embargo la
apreciación de la responsabilidad penal debe ventilarse en la vía
correspondiente y no en esta vía excepcional.

Contra esta resoiución el afectado interpone Recurso


Extraordinario, por lo que se dispuso el envío de los autos al Tribunal
Constitucional.

FUNDAMENTOS:
I ). Que, conforme se aprecia del escrito de Habeas Corpus
promovido por doña María Margarita Calderón Rumialan en favor de
don Luis Enrique Estrada Chávez, ( en realidad, Luis Enrique Cabrera
Chávez) contra los Jefes de la Delegación Policial de Santa Elizabeth,
de la División Nacional de Investigación Criminal y la División Nacional
contra el Terrorismo, éste tiene por objeto el término de la privación
a la libertad individual de quien aparece como afectado así como el
cese de los actos transgresores de su integridad física.

2). Que, por consiguiente y a efectos de determinar las


condiciones de procedibilidad de la presente acción o, en su caso,

100
CAPÍTULO V EL AMBITO PROCEDIMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: LOS TRATADOS

la legitimidad o no del reclamo producido, debe empezarse por-


señalar que aunque la persona a favor de quien se interpone el hábeas
corpus, fue efectivamente detenida a instancias de una simple
sospecha por parte de personal de la Delegación de Santa Elizabeth
del Distrito de Canto Grande con fecha siete de julio de mil
novecientos noventa y seis e, incluso y posteriormente, personal de
la División de Investigación de Delitos contra la Vida, el Cuerpo y la
Salud de la DININCRI (División Nacional de Investigación Criminal)
de manera deliberada y malintencionada, la pusieron a disposición
de la DINCOTE (División Nacional contra el Terrorismo) a
sabiendas de que no era Luis Enrique Cabrera Chávez, la persona a
quien originalmente perseguían, tras contar con los elementos de
esclarecimiento suficientes, (fojas treinta y cuatro a ciencuenta y
dos), el hecho es, que, el afectado, fue puesto en libertad con fecha
trece de julio de mil novecientos noventa y seis, al haber sido puesto
a disposición del Juzgado competente, lo que supone que en el
presente caso y respecto del extremo relativo a detención arbitraria,
el hábeas corpus deviene en improcedente al haberse producido la
sustracción de materia prevista en el inciso primero del artículo 6°
de la Ley N° 23506.

Que, sin embargo y en lo que respecta al extremo en que se


alega vulneración de la integridad física, no puede sostenerse como
lo ha interpretado la recurrida, que ello solo deba merituarse en la
vía penal, pues es manifiesto y objetivo que conforme se aprecia de
los Certificados e Informes Médicos obrantes a fojas ochenta y dos,
ochenta y cuatro y ciento doce de los autos y reproducidos a fojas
catorce, quince y dieciséis del Cuadernillo ante el Tribunal
Constitucional, ha quedado plenamente acreditado que si se
transgredió el derecho invocado como consecuencia de los actos del
personal policial que intervino y detuvo preliminartemente al afectado,
no obstante que los mismos, no se produjeron en la DINCOTE, como
erradamente lo consignó la actora en su escrito de habeas corpus,
sino en las instalaciones de la Delegación de Santa Elizabeth del
Distrito de Canto Grande, como lo refiere don Luis Enrique Cabrera
Chávez, por lo que, este Colegiado se encuentra en la obligación
ineludible de así declararlo, con miras a que las responsabilidades
correspondientes a que haya lugar sean determinadas en la vía penal
de conformidad con el artículo 1 1 ° de la Ley N° 23506.

Que, por consiguiente, habiéndose acreditado parcialmente la


transgresión a los derechos reclamados por la actora a propósito del

101
Li

TEMAS DE DERECHO LoNsTrnico ppiiin DE LA MAGISTRATURA

afectado, resultan de aplicación los artículos I °, 6° inciso 1, 7°, I I ° y


12° inciso 3 de la Ley N° 23506 en concordancia con los artículos I °, 2°
inciso 24-h de la Constitución Política del Estado.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en ejercicio de


las atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado

FALLA:
REVOCANDO la Resolución de la Sala de Derecho Público de la
Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas ciento dieciséis, su fecha
veintinueve de agosto de mil novecientos noventa y seis, que declaró
improcedente la acción en el extremo referido a la vulneración de la
integridad física e infundada en el extremo relativo a la detención
arbitraria. REFORMANDO la de vista, declara FUNDADA la Acción
de Habeas Corpus en el extremo referido a vulneración de la integridad
física e IMPROCEDENTE en el extremo relativo a violación de la libertad
individual. ORDENA por consiguiente, que se proceda con arreglo al
artículo I I ° de la Ley N° 23506. Dispone asimismo la notificación a las
partes, su publicación en el diario oficial El Peruano y la devolución de
los actuados.

SS.
ACOSTA SANCHEZ
DIAZ VALVERDE
NUGENT
GARCIA MARCELO

PREGUNTAS GUÍA
¿En el presente caso existía sustracción de materia absoluta o total?

¿A juicio del Tribunal, la vulneración de la integridad física, sólo


puede ser merituada en la vía penal?

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