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From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena

September, 2007

SUBDESARROLLADOS POR SER


INDIFERENTES AL CAMBIO:
EXPLICACIÓN HISTÓRICA A NUESTRA
POBREZA
Guillermo Arosemena

Available at: https://works.bepress.com/guillermo_arosemena/87/


1
SUBDESARROLLADOS POR SER INDIFERENTES AL CAMBIO: EXPLICACIÓN
HISTÓRICA A NUESTRA POBREZA

Guillermo Arosemena Arosemena

La política de exclusión colonial de los reyes españoles prohibiendo al Nuevo Mundo


tener contacto con personas, corrientes de pensamiento y comercio de otros reinos,
dejó indeleble huella en la mayoría de los estamentos de la sociedad ecuatoriana, la
cual 170 años después de pertenecer a una república, todavía no puede superar su
renuencia a cambiar y aceptar corrientes modernizadoras. La exclusión dejó de ser
física para convertirse en mental al mantenerse la sociedad ecuatoriana semi-aislada,
desde la Gran Colombia, de todas las revoluciones del pensamiento económico,
tecnológico, político y social. Esta misma sociedad, particularmente dirigentes políticos
y grupos de interés, actualmente observan con indiferencia la revolución de la
información y comunicaciones que ha creado riqueza, sin precedente en la historia de
la humanidad, en aquellos países que la acogieron sin oposición alguna.

Cuando en 1820 Guayaquil se independizó de España, seguida después por el resto


del país, la ciencia de la economía sufría gran transformación porque se estaba
terminando de enunciar los principios para tener crecimiento sostenido. El feudalismo y
mercantilismo no habían permitido a las economías crecer más de 0.5% anual, lo que
significaba que tenía que transcurrir 300 años para duplicar la renta de las personas.
Adoptando el modelo capitalista, se les presentaba a Guayaquil y luego Ecuador, la
oportunidad histórica de salir de la pobreza y convertirse en nación próspera, como lo
estaba haciendo Estados Unidos desde 1789. Por primera vez en la historia de la
humanidad la economía de mercado permitía a los países crecer a más de 1% anual.

El capitalismo no nació sorpresivamente, fue creado gradualmente desde el siglo XVI,


cuando ingleses con mentes de gran talento y visión habían comenzado a construir los
cimientos teóricos para lograr elevados niveles de vida y progreso para los pueblos.
Estos padres de las teorías del crecimiento económico fueron comerciantes ingleses
quienes en base a las observaciones del mundo económico que los rodeaba,
escribieron sobre el comercio exterior, medio circulante, tributación, cambios
internacionales, industrialización, manejo fiscal, rol del estado, etc. En Inglaterra el
desarrollo del estado tuvo lugar cogido de la mano con el desarrollo del mercado, es
decir
nacieron y crecieron en armonía los sectores público y privado. Para el siglo XIX,
Inglaterra tenía inmenso poder político y económico sin burocracia pública.

Los ingleses fueron los primeros en hacer la transición del feudalismo al capitalismo y
así como en industrializarse. También fueron pioneros en reconocer que el estado de
la economía era importante pues daba forma a la política y destino del país. Vieron a
las colonias como mercados y no como proveedoras de materias primas. Sus
comerciantes no permitieron que la política interfiriera con los negocios por
considerarlo
2
ineficiente e irracional. La exclusión de la política en el mercado era reconocido como
característica importante. Ser apolítico señalaba madurez del mercado.
En 1549, John Hales afirmó que Inglaterra debía procesar las materias primas para
exportar el producto terminado y que la posesión individual, es decir ser propietario, era
muy importante para el ser humano, como también hacer ganancias; Edward
Misseldem estuvo en favor de la abolición de los monopolios y junto con Thomas Munn,
plantearon la urgente necesidad de que Inglaterra promoviera la marina mercante como
fuente adicional para recibir ingresos, garantizar la venta de los productos ingleses en
ultramar e incrementar la riqueza; en 1623, Gerald de Malynes, propuso que el exceso
de las exportaciones sobre las importaciones, favorecía al reino inglés porque lo hacía
rico;en 1665, William Petty fue la primera persona en estimar el ingreso de un país y
con su método se comenzó el control presupuestario; en 1693 Charles Davenant y
James Wilson sostuvieron que los recursos de Inglaterra debían ser superiores a los de
los estados rivales; Josiah Tucker propuso que el estado debía ser parte inherente y
necesaria del grandioso sistema económico y que los bienes ingleses debían ser
producidos y transportados en forma más barata; en 1765, William Mildmay, afirmó
que el poder político no se podía obtener sin la riqueza, ni ésta sin el comercio. (1)

En 1776, Adam Smith publicó su magna obra Riqueza de las Naciones , donde
propuso el capitalismo, el más poderoso motor del crecimiento, creado por el ser
humano, proclamando que la prosperidad en las naciones no se conseguía
acumulando oro ni plata, sino con la productividad de la agricultura e industria, a través
de la libertad económica. También expuso que la competencia era sana porque
obligaba a los empresarios a buscar la eficiencia. Para Smith, el mercado creaba el
interés propio en el ser humano, haciendo que la ganancia sea el principal motivador
de la economía. Fueron las fuerzas del mercado las que erosionaron las estructuras
del feudalismo y mantuvieron la política fuera, sin perturbar la creación de riqueza,
desafiando al viejo orden.

Smith fue muy claro en advertir que sin los derechos de propiedad bien establecidos,
no hay nada en qué transar y sin intercambio no hay mercado y sin éste, no hay
crecimiento económico. Para él, los derechos a la propiedad establecen las reglas de la
producción y facilitan las actividades del mercado. Otras herramientas del desarrollo
inglés fueron
la creación de las instituciones de crédito y mercado de capitales. Este último era el
hogar del hombre económico, santuario de la racionalidad económica y eficiencia.(2)

La naturaleza dinámica del capitalismo crea nuevas opciones de inversiones e


industrias, también genera desarrollo y crecimiento. Esta es la explicación a que la
Revolución Industrial tuviera lugar en Inglaterra, donde la precisión, rigor y lógica,
características del capitalismo, crearon nuevos patrones de análisis y pensamiento, los
que reforzaron el avance tecnológico. En este transformador modelo económico, la
fuerza que impulsa la inversión es la iniciativa emprendedora basada en la habilidad
para captar avances tecnológicos y otras oportunidades, haciéndolas económicamente
aplicables y exitosas. Lo que cuenta no es tanto el avance tecnológico, como las
3
aplicaciones en la economía a través de la innovación. Esta toma diversas formas,
incluyendo nuevos métodos de organización, producción, comecialización, etc.

Estados Unidos habiendo sido fiel seguidor de las teorías de los economistas ingleses
y de otros países como Frederic Bastiat de Francia y Frederic List de Alemania, tenía
bien claro que los instrumentos del desarrollo no eran la espada ni la cruz, sino las
actitudes ante el trabajo, la innovación tecnológica, el progreso en la agricultura,
comercio e industria, etc., los instrumentos para ganarse la vida. Los resultados
positivos obtenidos eran evidentes. En 1750, Estados Unidos tenía el mismo ingreso
por habitante que América Latina y para 1800, su renta se duplicaba.(3)

La primera evidencia histórica de resistir al cambio en Ecuador, tiene lugar en la


segunda mitad del siglo XVIII, cuando los dueños de los talleres artesanales de textil,
llamados obrajes en diversas ciudades de la sierra, se resistieron a comprar la
revolucionaria maquinaria inglesa que permitía aumentar la productividad y mejorar la
calidad. La causa no fue falta de recursos porque estos empresauros tenían fortunas
que fluctuaban entre 200.000 y 400.000 pesos, montos equivalentes entre 10% y 20%
de los ingresos de la Audiencia de Quito. A dólares actuales equivale a mínimo 500
millones de dólares. Simplemente les faltó visión y no haber hecho las
transformaciones, que ese sector productivo demandaba, significó la muerte de los
obrajes y el inicio de la depresión económica secular, porque duró más de siglo y
medio, de la sierra ecuatoriana,.(4)

Para 1820, año de la independencia de la Provincia de Guayaquil, la Revolución


Industrial con más de medio siglo de vigencia, demostraba que la tecnología se
convertía en la principal herramienta del desarrollo. La tecnología era la fuerza que
empujaba el desarrollo económico. El mundo era testigo de cómo cada ola innovadora
iniciaba ciclos de crecimiento. El ferrocarril permitió mover carga en grandes
cantidades y los barcos a vapor, disminuir las distancias. Los líderes de la joven
república ecuatoriana contaban
con la teoría económica y aplicaciones del capitalismo, para comenzar a construir una
nación poderosa.

Nuestros líderes estaban en contacto con los grandes pensadores europeos,


particularmente ingleses, como lo demuestra el epistolario de Jeremy Bentham entre
1822 y 1824. Para este extraordinario pensador inglés, reformador, estudioso de la ley,
experto en legislación y economista, era responsabilidad del gobierno producir una
armonía artificial de intereses a través de la legislación. Era función de la legislatura
establecer un sistema de premios y castigos que induzcan al individuo a buscar
acciones que lo lleve a la más grande felicidad. (5)

En la citada obra hay cartas cruzadas con José de San Martín, Simón Bolívar, Francis
Hall ( inglés que vivió en Quito) y otros destacados ciudadanos sudamericanos. Les
escribe sobre legislación y economía. Su magna obra Propuesta de Código, ya
traducida al español, había sido leída por San Martín y Bolívar. En una carta Bolívar le
4
escribe que espera que Bentham lo adopte como su discípulo. En carta a Hall, le
comenta que Sudamérica debe ser un territorio de consumidores, donde llegará el día
en que su comercio sea infinitamente más importante que el de Estados Unidos. A la
misma persona le explica sobre una máquina que puede fabricar 1.500 clavos por
minuto. A Bolívar le comenta sobre la importancia de mantener el crédito, a propósito
del desprestigio que tenía Colombia en el mercado financiero de Londres.

Con todos los antecedentes expuestos, Ecuador debió haberse enriquecido con las
experiencias de otras naciones y beneficiado de los escritos de las mentes más
brillantes en política y economía, como las mencionadas en párrafos anteriores,
además de las grandes obras de Benjamín Franklin, Thomas Jefferson y Alexander
Hamilton, todos ellos Padres de la Patria de Estados Unidos. Nuestros líderes
debieron saber cómo manejar la agricultura, el comercio, la industria, las finanzas
públicas, particularmente la moneda y el presupuesto; ejercer control de la inflación,
evitando el alza de los precios;dar prioridad a la exportación de bienes con valor
agregado, promover la diversificación de la economía, fomentar la libertad económica,
crear legislación apoyando el desarrollo del- sector privado, etc.

En Guayaquil se creó la Junta Superior de Gobierno en octubre de 1820, presidida


por José Joaquín Olmedo y teniendo entre vocales a Francisco Roca, uno de los más
prestigiosos comerciantes; él y Olmedo habían viajado extensamente y si no visitaron
Estados Unidos e Inglaterra, debieron haber mantenido correspondencia con grandes
pensadores políticos y económicos de la época. El hecho que la carta política se
refirió al comercio libre entre la Provincia de Guayaquil y todos los pueblos, confirma
estar informados.

Por razones que he tratado de comprender, nuestros padres de la patria se limitaron a


adoptar la mayoría de la legislación colonial cargada de tributos y viciada de
penalidades al sector productivo. El código de comercio continuó estableciendo
elevados aranceles al comercio exterior y el irrespeto a los derechos de la propiedad
se generalizó. Se mantuvieron impuestos como la contribución indígena, oneroso
tributo a los desposeídos;
diezmo y alcabalas, terribles cargas a las actividades productivas, etc.(6)

En 1830, la primera constitución redactada por Olmedo supuestamente inspirada en la


de Estados Unidos, curiosamente engendró una administración frágil en el poder
Ejecutivo, cuando apenas se crearon dos ministerios, el del Interior y Defensa. Con una
estructura orgánica recargada era muy poco lo que José Félix Valdivieso, primer
Ministro del Interior podía hacer. Por su insistencia, un año después se estableció el
Ministerio de Hacienda, habiendo sido nombrado para ocupar el cargo, Juan García del
Río. (7)

La aritmética política creada por los ingleses William Petty y Gregory King tenía 200
años de vida, por lo que asombra el desorden de la contabilidad pública y estadísticas
durante la primera administración de Flores. La administración pública era total caos. El
5
propio ministro de hacienda admitía que los funcionarios de renta no presentaban
cuentas, se despreocupaban de exigir fianzas en los casos que la ley ordenaba, no
existía uniformidad, ni tampoco suficiente precisión en el modo de presentar las
partidas contables. El estado ecuatoriano desconocía el monto del endeudamiento
público interno y externo. En palabras del ministro de hacienda, en su secretaría “ ...no
había estados de los productos agrícolas, de movimientos de comercio...no existían cuadros de terrenos
baldíos y demás propiedades nacionales...se ignoraba la clase y número de contribuyentes...” (8)Uno
de los logros de Vicente Rocafuerte fue establecer una contabilidad pública moderna, la
cual lamentablemente tuvo corta duración.

El caos de las finanzas públicas se inició con la primera administración en la nueva


república del Ecuador. Flores, Valdivieso y García del Río, seguramente conocieron de
los tratados de los economistas ingleses, sin embargo, no pusieron énfasis en el buen
uso del dinero público y en lo inconveniente que es tener déficits, porque estimulan los
procesos inflacionarios. Inglaterra había sufrido en carne propia el alto costo del
endeudamiento improductivo y manipuleo de la moneda durante el reinado de Enrique
VIII.

Al analizar las partidas en que se gastaron los recursos públicos en el primer año de
nuestra república, el 73% fue canalizado para el mantenimiento de las fuerzas armadas
y apenas 5% para educación y 2% para obras públicas. Esta falta de visión explica la
tragedia vivida en Ecuador en palabras del Ministro de Hacienda:

" Con la elección del general Flores se habían satisfecho simplemente las exigencias políticas; pero no
las necesidades existentes en la situación de la Hacienda Pública que era indispensable mejorar, pues
de otro modo no podía subsistir el nuevo Gobierno sin exponerse a graves peligros. El general Flores, no
era el hombre más a propósito para hacer frente a esa situación con buen éxito...el país atravesaba una
crisis desastrosa. La agricultura y el comercio habían llegado a una completa ruina; las propiedades
territoriales casi no tenían valor; se vendían por la tercera o cuarta parte de sus valores legítimos. La
producción apenas bastaba para cubrir sus gastos, por lo que los propietarios se veían muchas veces
obligados a abandonar el trabajo de sus fincas, que de ese modo, cubiertas de malezas, se deterioraban
diariamente; y el interés del dinero llegó por consecuencia de la situación a elevarse a un dos por ciento
mensuales...”

" Las rentas fiscales tuvieron que disminuir en la misma proporción que la riqueza pública,siendo
insuficientes para cubrir aún los gastos ordinarios, resultando un déficit notable en ellas que aumentaba
día por día sucesivamente y,que unido a los impuestos extraordinarios,a los empréstitos gravosos y a las
exacciones en especie de toda clase hechas a los propietarios, agricultores y ganaderos en el curso de
las diferentes guerras y revoluciones, formaban una enorme deuda,sin que hubieran encontrado arbitrios
para amortizarla, y sin que hubiera sido posible,en tales circunstancias conocer siquiera su monto total".
(9)

En el informe de 1832, nuevamente se evidencia el total desinterés por modernizar las


finanzas públicas, a semejanza de lo indicado por los economistas ingleses y por cierto
los españoles. El proceso inflacionario más devastador de fines de la Edad Media fue
ocasionado por Felipe II y economistas españoles como Francisco de Vitoria, Martín de
Azpilcueta Navarrus, Diego de Covarrubias y Luis Molina .se adelantaron a los ingleses,
6
escribiendo varios tratados sobre cómo manejar correctamente la moneda. El
mencionado informe del Ministro de Hacienda de Ecuador es desalentador:

" El interés de una sórdida ganancia ha inundado este Departamento de monedas falsas,llegando la
audacia de los operarios al inconcebible extremo de fundir las legítimas y convertirlas todas en su
criminal maniobra;de cuya manera la atrocidad misma de este crimen orrendo ha puesto,y aun al
Gobierno en la dura y dolorosa precisión de servir de ellas para cubrir sus necesidades.Contener el
curso de un mal que ofende a todos los principios,y que es incalculable en sus consecuencias,era un
forzoso deber,y con este objeto pública y privadamente se han tomado todas las medidas que se
creyeron oportunas;pero nada ha sido suficiente...". ( 10)

El haber tenido súbditos ingleses peleando por nuestra independencia, hizo que
algunos
de ellos se quedaran a vivir en Ecuador y casaron con ecuatorianas. Ellos debieron
haber
predicado la importancia de tener mentalidad abierta a sus amigos ecuatorianos . Ellos
venían del Estado más avanzado y poderoso del mundo y habiendo aprendido a
querer nuestra joven república, debieron haber impulsado ideas renovadoras y actuado
de puente con instituciones y empresas inglesas. Hay testimonio escrito confirmando el
interés de Juan Illingworth por modernizar Ecuador. En un extenso comunicado al
Gobierno Provisional nacido de la Revolución de 1845 expuso:

“ En todos los puntos civilizados ( esta palabra se usaba para identificar a los países progresistas) del
globo, se emplea en el día el auxilio de la maquinaria para facilitar las operaciones de la industria y de las
artes; y, de consiguiente, en ninguna parte se podrá despreciar su cooperación, sin exponer a la
sociedad, si no a una marcha retrógrada, por lo menos a quedar retrasada relativamente a las demás; a
degenerar en una especie de aislamiento con respecto al mundo industrial; negándose a las ventajas del
progreso, fomentado por las artes e industrias...” ( 11)

Ciertos ecuatorianos habían importado maquinaria inglesa para modernizar las


actividades productivas como navegación, aserrío de maderas, molinos de azúcar de
los empresarios Camba y Gallegos y las desmotadoras de algodón en la hacienda “
Chonana “ de la esposa de Illingwortyh y administrada por él. En Quito se encontraba
una fábrica de géneros de algodón y otra de tejidos de lana en la provincia de
Imbabura;
en Manabí, máquinas para elaborar harina de Manuel Cordova, entre otros.

Esos empresarios perdían mucho dinero cuando se dañaban piezas de las máquinas,
pues tenían que ordenarse al exterior y la construcción más el envío tomaban mucho
tiempo, no siempre llegando de acuerdo a las especificaciones.

Illingworth recomendaba crear la infraestructura para poder dar soporte a las máquinas
que se comenzaban a importar y tenían problemas de reparación:

"Todos estos inconvenientes, de suyo graves ,y muchos otros, quedarían remediados mediante la
instalación de un taller, mecánico y de fundición. Además este taller-factoría, daría gran impulso y
estimularía las infinitas empresas industriales que reclaman la bella y rica provincia marítima de
Guayaquil, y aún para las demás del Ecuador; pues las grandes dificultades que se presentan al
7
hombre emprendedor e industrioso para adquirir maquinarias o instrumentos que suplan o ahorren el
trabajo manual y nos permitan competir con la industria de los demás pueblos; así como las que se
presentan para el manejo de las instalaciones, desalientan al espíritu de empresas y nos dejan atrás en
la marcha de los progresos industriales...". (12)

Vicente Rocafuerte, quien habían vivido algunos años en Inglaterra, compartía las
ideas de Illingworth por lo que recomendó la explotación de las minas de carbón en la
provincia del Azuay para poder tener la energía para desarrollar la industria del acero,
comenzada con la fundidora de propiedad del estadoundidense P. Khun en el estero de
Saraguro, actual avenida Olmedo. También propuso traer alemanes que con sus
métodos y técnicas modernas estarían en condiciones de mejorar la productividad
agrícola y diversificar los bienes exportables. Se debe tener presente que cuando nos
independizamos de España, la agricultura se encontraba en un estado precario por el
uso de implementos y métodos rudimentarios. Rocafuerte había creado el Instituto
Agrario para funcionar como escuela de agricultura y con el fin de “levantar el arte de
labrar la tierra”. Por medio del desarrollo agrícola, Rocafuerte pensaba llegar a “ un
punto de honor y grandeza donde quizá ninguna otra, entre las naciones más ilustradas
y poderosas de América y Europa, ha subido hasta ahora “. ( 13)

Desde 1560, la economía ecuatoriana se había caracterizado por depender de muy


pocos bienes, el oro hasta 1610 y posteriormente los obrajes hasta fines del siglo XIX.
Cuando terminaba la colonia, al adoptar el cacao como la principal fuente generadora
de mano de obra y riqueza, Ecuador retrocedía en su búsqueda de progreso porque se
reemplazaba un bien con valor agregado, como los productos de los obrajes (
ponchos, pantalones, alpargatas, etc) por uno agrícola y adicionalmente no se
planeaban otras explotaciones para disminuir el grado de vulnerabilidad. Rocafuerte
tenía muy clara la importancia de la diversificación para eliminar la vulnerabilidad en
la dependencia de pocas actividades productivas. Para 1830 se hacía necesario
aprender las lecciones del pasado. La economía de Quito vivía un estado recesivo que
se aproximaba a medio siglo por haber dependido exclusivamente de la industria textil,
la cual terminó quebrando por no haberse modernizado con la maquinaria nacida de la
Revolución Industrial.

En lo económico, el sector productivo privado lamentablemente no cambió de


estrategia, entró a un programa masivo de siembra de cacao, en lugar de iniciar la
diversificación agrícola e incursionar en otras actividades como la industrial. En pocos
años, más del 50% de la generación de divisas dependía de un sólo bien, el cacao.
Esta dependencia fue aumentado hasta llegar a 80%. La economía de la nueva
república se estaba
construyendo sobre cimientos muy vulnerables.

He tratado de encontrar explicación al comportamiento del empresario ecuatoriano del


siglo XIX de desaprovechar los enormes beneficios que la Revolución Industrial ofrecía
a quienes creían en ella. Pienso que los empresarios de las primeras décadas de la
república fueron capaces, diligentes, decididos y visionarios, pero lamentablemente
como bien señala el historiador David Bushnell: “...tuvieron que operar en un entorno altamente
8
politizado, en el cual sus decisiones, aunque fuesen económicamente racionales, tenían que estar
necesariamente influenciadas por consideraciones ajenas a la lógica del mercado “.( 14)

Para que la modernización agrícola se hiciera realidad y no quedara en buenas


intenciones, se necesitaban leyes que ofrecieran garantías a la tenencia de la tierra,
construir caminos para sacar los frutos a las ciudades, reglamentar las relaciones de
trabajo y encontrar solución a la falta de jornaleros en la Costa ecuatoriana.
Lamentablemente las leyes creadas no favorecían un entorno de negocios amigable a
las actividades productivas. Algunos jefes de estado confiscaron propiedades agrícolas
y otros con fusil en mano, obligaron a gerentes de banco a entregar dinero. El derecho
a la propiedad no se respetó, condición indispensable para el desarrollo económico. La
infraestructura no se construyó porque como se señaló en párrafo anterior, el
porcentaje del presupuesto invertido en obras públicas fue insignificante, se prefirió
destinar la mayoría de los recursos públicos al sostenimiento de los ejércitos.

Rocafuerte tenía muy claro la importancia del uso del motor a vapor. Trató de Impulsar
la
navegación a vapor estando fuera y dentro del Ecuador. Fue promotor de la empresa
dueña del Guayas, primer barco a vapor, pero esta nave construida en 1841, no fue
usada para actividades mercantiles, se vendió al gobierno para usarse como barco de
guerra. La gran visión de Rocafuerte de cambiar el tipo de transporte marítimo no se
materializó entre ecuatorianos. El cambio provino de la empresa inglesa Pacific Steam
Navigation Co. El factor limitante no fue el capital porque el costo de cada barco a
vapor era 50.000 pesos y para la década de los cuarenta, algunos comerciantes tenían
fortunas que se aproximaban a 300.000 pesos. ( 15)

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el mundo vivió la segunda fase de la
Revolución Industrial, habiendo sido liderada por los Estados Unidos. Entre los inventos
más importantes se encuentran la comunicación vía cable, motor a combustión,
desarrollo de la industria química, electricidad , telefonía, cinematografía, etc. En este
período que duró hasta 1914, cuando se inició la Primera Guerra Mundial, la
humanidad presenció el
crecimiento económico más grande en la historia hasta esa fecha. El ingreso por
habitante
se duplicó en los países que acogieron los cambios. El período 1850 - 1914 fue de
autentica globalización por el crecimiento exponencial del comercio internacional y flujo
de capitales.

En ese período de bonaza, Ecuador fue beneficiario residual de las transformaciones


por resistirse al cambio. La agricultura se mantuvo atrasada en la mayoría de las
provincias, así como la industria y los servicios. El comercio fue la única actividad que
mostró aumentos significativos. Los golpes de estado y revoluciones no cesaron,
además de que se continuó cambiando los ministros frecuentemente. Este obstáculo al
progreso fue señalado por Benigno Malo en 1863, al afirmar: “...ya es tiempo de que
dejemos la política para ocuparnos de las reformas que urgentemente demandan los demás ramos de la
administración pública y convirtamos toda la energía de las inteligencias hacia las cuestiones del orden
9
económico”. ( 16) Al hablar de reformas, Malo se estaba refiriendo a la necesidad de
modernizar el estado y las actividades productivas.

La concentración de la economía en muy pocos productos, no favoreció el crecimiento,


que continuó con vaivenes donde cortos períodos de auges fueron acompañados por
largos períodos recesivos. La rata de quiebras empresariales no disminuyó, las fuerzas
armadas continuaron siendo las principales consumidoras de las rentas públicas, la
inversión en obras públicas y educación siguió siendo insuficiente. En este panorama
de inmovilismo, se hicieron esfuerzos aislados de progreso. La creación de la Bolsa
Mercantil en Guayaquil buscó crear el mercado de capitales y el descubrimiento de la
tagua por alemanes en Manabí, fue un golpe favorable del destinó que permitió en algo
diversificar las exportaciones.

El la segunda mitad del siglo XIX el pensamiento económico también evolucionó y


nuevos economistas fueron haciendo contribuciones a las teorías del crecimiento
económico. Uno de ellos fue el alemán Frederic List, considerado el Adam Smith en los
países del sudeste asiático. List sostenía que el bienestar de la sociedad no se
conseguía
a través de la capacidad de compra, sino por la capacidad de producción y que la
riqueza de la sociedad en el largo plazo se obtenía si controlaba actividades más
complejas. El desarrollo del poder productivo era la recompensa más importante. John
Stuart Mill y
Alfred Marshall se refirieron a la importancia de moneda sana, comercio internacional,
equilibrio, producción, tecnología, competencia y todas las demás actividades y políticas
necesarias para incrementar la riqueza de los pueblos. ( 17)

Toda esos conocimientos y avances tecnológicos a disposición de Ecuador no fueron


aprovechados a plenitud. La esclerosis política-económica de Ecuador en la segunda
mitad del siglo XIX se puede resumir con palabras de José Gómez Carbo, prestigioso
periodista guayaquileño, que escribía en 1890, con el seudónimo de JECE:
“... la agricultura no pasa todavía del estado embrionario bajo el aspecto técnico y bajo el industrial, y los
productos que dá apenas bastan para el consumo interior y en muchas partes son insuficientes...las
industrias agrícola y fabril están también en decadencia y amenazadas de desaparecer...nos falta espíritu
de empresa...la administración pública es una especie de sifón que absorbe mucho jugo de la nación no
sólo en forma de impuesto, no sólo para fomentar la ociosidad con el gran tren de empleados y por la
falta de disciplina militar...por la inmoralidad que cunde en todo orden de empleados y funcionarios, por
la corrupción que traen los negocios fiscales...el crédito es escaso, el interés alto, el cambio es
elevado...tenemos impuestos antitécnicos...improvisamos reformas...”

“...la administración de la Hacienda pública es desordenada, perjudicial e impura...los fondos públicos


pueden desaparecer fácilmente...al contrabando sólo le falta ser reconocido por la ley...el presupuesto
está mal distribuido, los servicios improductivos son los mejor atendidos...no tenemos industrias
nuevas...la acumulación de capital es difícil, lenta y llena de tropiezos la producción de riquezas...la falta
de vías de comunicación es una de las causas del estancamiento...la administración de justicia por ser
morosa, dispendiosa y sujeta a procedimientos en que la triquiñuelería y la inmoralidad pueden
campar...” ( 18)
10
Ecuador siguió con la política de aislamiento. Tomó algunas décadas en llegar el cable
a Ecuador. Su invención fue en 1837 y recién se instaló en Guayaquil en 1882, es
decir medio siglo más tarde. El tendido de la red en el resto de las ciudades tomó más
tiempo. El ferrocarril que funcionaba en Inglaterra desde 1830, se comenzó a construir
en 1862 y terminó el siglo XIX, sin tener Ecuador una forma eficiente de unir las
provincias de la sierra y costa. La telefonía inventada en 1876 tomó más de una década
para aprovecharse en Ecuador de forma embrionaria y tienen que pasar más de 20
años, para comenzar a usarse en número importante. La lentitud en introducir la
tecnología a
nuestro país no se debió a falta de capital porque la segunda fase de la Revolución
Industrial coincide con el auge de las exportaciones de cacao. Entre 1879 y 1914, el
saldo favorable de la balanza comercial sobrepasó los 72 millones de dólares, valor
equivalente al 50% de los ingresos del estado en el mismo plazo. Para poner ese
superavit en valor actual, el saldo favorable de la balanza comercial equivalió a 2.500
millones de dólares por año, monto que fácilmente pudo haberse usado para
modernizar al país. ( 19)

Para 1918, Víctor Emilio Estrada, en su primera obra, “ El problema Vital en Ecuador, la
hacienda púbica” reprochó a todos los gobiernos por haber tenido como secretarios de
Hacienda a personas sin preparación técnica y no haberse preocupado de enviar a
jóvenes ecuatorianos a estudiar la ciencia de la economía a Europa. También denunció
el anacronismo de las leyes que según él, se manifestaba en “...la denodada legislación

a la que inspiran todavía las prácticas y usos históricos...ese anacronismo es el que se


manifiesta en disposiciones casi coloniales “. ( 20)

El Ministro de Hacienda en 1924 confirma la posición de Estrada, cuando afirma que


los vicios causantes de la desorganización financiera se inician “...de mucho tiempo
atrás y, a través de los años, en vez de corregirse, han venido trasmitiéndose como
fastidiosa herencia y produciendo siempre trastornos, en veces graves para la buena
marcha del
país “. ( 21)

Hay abrumadoras evidencias confirmando la desactualización de las leyes. En 1923, el


presidente José Luis Tamayo modificó por primera vez la ley de hipotecas que estaba
en vigencia desde 1869 y cuatro años más tarde, Luis Ayora, también modernizó
diversas leyes promulgadas entre 50 y 70 años atrás. ( 22) Estos hechos históricos son
claras evidencias de que históricamente nuestra sociedad hasta el primer cuarto del
siglo XX, no fue con los tiempos, sino atrás de ellos. Con todas las terribles
experiencias vividas hasta esa fecha, hubiera sido sensato reaccionar favorablemente e
insertarse en las corrientes modernizadoras. Lamentablemente no sucedió así y el
período entre la Primera y Segunda Guerra Mundial, acompañado de la Gran Depresión
Mundial, ocasionaron un terrible estancamiento de la economía ecuatoriana y
desaceleración del relativo progreso alcanzado con el auge cacaotero.
11
Nuevamente Ecuador no aprendió las lecciones de su propio fracaso de ser
monoproductor y las positivas que Japón comenzaba a dar al mundo; se concentró en
crear un modelo económico basado casi exclusivamente en el banano y se aseguró de
mantener el caos político e inestabilidad de gobierno. En la década de los treinta
tuvimos más de 14 jefes de estado y en la de los cuarenta una cantidad ligeramente
inferior. En 1947, en menos de 4 meses, tuvimos 4 jefes de estado; José María
Velasco Ibarra, Carlos Mancheno Cajas, Mariano Suárez Veintemilla y Carlos Julio
Arosemena Tola.

Entre 1950 y 1990, nuevas teorías económicas dieron nuevas direcciones al


crecimiento de los países. Joseph Schumpeter y la mayoría de los premios Nóbel en
Economía, como Jean Tinbergen, Frederick Hayek, George Stigler, James Buchanan,
Rober Solow, Ronald Coase, Robert Lucas, Franco Modigliani, James Meade,
Douglass North, Wassily Leontief y Rober Mundell, este último asesor de algunos
gobiernos, entre ellos el de China, hicieron importantes contribuciones al crecimiento
económico. La mayoría de las naciones del este y sudeste asiático fueron fieles
seguidoras de la sabiduría de estas mentes geniales y aplicaron sus teorías.
Comenzando con ingresos por habitantes entre 50 y 500 dólares anuales, para fines del
siglo pasado, habían salido de la pobreza y se ubicaban entre países de
industrialización resiente, con ingresos superiores a 10.000 dólares, en algunos países.
Sus gobiernos se dieron cuenta de que el crecimiento económico se encontraba en la
diversificación de la producción y exportación de bienes con alto valor agregado;
también apreciaron la importancia de la libertad económica, incluyendo eliminación de
trabas, marco jurídico estable, gran apoyo a la educación y avance tecnológico.
América Latina no escogió seguir este camino y la segunda mitad del siglo XX, para la
mayoría de las naciones, fue la acumulación de las llamadas décadas perdidas.
Ecuador sobresalió entre los países que menos interés tuvieron en cambiar,
prefiriendo el mismo status mantenido desde el siglo XIX.

En el campo de las ciencias y educación, nos hemos mantenido muy rezagados


históricamente. La facultad de economía se estableció en las universidades
ecuatorianas
a mediados de los años treinta del siglo XX, cien años más tarde que en Europa. Lo
mismo sucedió con las ingenierías industrial, mecánica y eléctrica que recién nacieron
en los sesenta, representando un atraso mayor a medio siglo. Finalmente la
administración de empresas, que a inicio del siglo XX comienza en Estados Unidos y
demás naciones progresistas, se convirtió en extraordinaria herramienta de crecimiento
económico sostenido, en Ecuador se empezó a enseñar en los sesenta.

Thomas Mun, uno de los grandes empresarios y economistas de la historia, en el primer


capítulo de su obra, Los tesoros de Inglaterra a través del comercio exterior, publicada
en 1664, se refiere a las cualidades que debe tener el mercader perfecto. Es posible
que este libro sea el primer tratado sobre gerencia. Entre las 13 características que
debe tener, están: saber escribir bien, manejar correctamente los números, conocer de
contabilidad, ser experto en idiomas y manejo de documentación relacionada con el
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comercio exterior, saber de monedas de otros países y conocimientos arancelarios,
conocer los mercados, los precios, quiénes son los compradores, competidores y
dónde están cada uno de ellos, etc. ( 22)

El siglo XXI será de nuevas carreras técnicas, donde se impondrán la biotecnología,


biología molecular, nanotecnología, genética, robótica, etc. Si no queremos que se
repita lo que sucedió con las profesiones de economía, ingenierías y administración de
empresas, nuestras autoridades deben desde ahora comenzar a planificar los cambios
que se necesitarán en el sistema educativo ecuatoriano. No hacerlo es volver a cometer
los
mismos errores del pasado causantes de la pobreza del pueblo ecuatoriano.

El resultado de mantenernos mentalmente aislados e indiferentes a los cambios, en


algunos casos en forma virulenta, ha significado un terrible retroceso en la sociedad
ecuatoriana, que estamos pagando al iniciar la nueva centuria. El ingreso por habitante
del 2001 fue inferior al de 1980, es decir que durante más de 20 años no creció la
riqueza colectiva. Desde 1965, la divergencia económica se fue ampliando entre la
renta de los países que tenían crecimiento sostenido y aquellos cuyas economías se
estancaron o tuvieron crecimiento errático. Nuestros gobernantes deben darnos una
explicación respecto a por qué naciones que tenían una renta inferior a la nuestra, año
a año se han alejado y actualmente las diferencias llegan hasta 25.000 dólares más
por habitante, si tomamos a Singapur como referencia.

Ha comenzado un nuevo milenio y Ecuador tiene la oportunidad de salir de la pobreza


en menos de dos generaciones, otros países lo han hecho. Teniendo la tecnología a
nuestro favor y sabiéndola aprovechar, es posible dejar de pertenecer al Tercer Mundo
en menos de una generación. Todo es cuestión de querer cambiar y tener voluntad para
hacerlo. Si continuamos siendo indiferentes a las transformaciones mundiales, será muy
negro el futuro de las próximas generaciones de ecuatorianos; al finalizar este siglo,
continuaremos formando parte del Tercer Mundo.

Notas

( 1) Spiegel
(2) Carruthers
(3) Maza Zavala
(4) Arosemena, La historia empresarial del Ecuador
(5) Fuller
(6) Arosemena, La revitalización
(7) Van Aken
(8) Informe Ministro de haciena
(9) Idem
(10)Idem
(11)Destruge
(12)Idem
(13)Arosemena, La revitalización
13
(14)Busnell
(15)Arosemena, Comercio exterior del Ecuador. Volumen II
(16)Malo
(17)Fallows
(18)Arosemena, Hacia un nuevo Ecuador
(19) Arosemena, La Gran Bretaña en el desarrollo económico del Ecuador.1820-1930.
(20) Ministro de hacienda
(21)Estrada
(22)Mun

Bibliografía

Libros

Arosemena Arosemena, Guillermo.La revitalización de la economía


ecuatoriana.Guayaquil.1993.
__________________________________.Banco de Descuento.Origen,fundación y
años de gloria:1910-1952.Guayaquil.1987.
__________________________________Comercio exterior del Ecuador.Volumen II.
Guayaquil.1992.
__________________________________La historia empresarial del Ecuador.El sector
industrial.Guayaquil.1996.
__________________________________Hacia un nuevo Ecuador.Por qué es
necesario y cómo lograrlo.Guayaquil.1998.
__________________________________La Gran Bretaña en el desarrollo económico
del Ecuador.1820-1930. Editorial Ecuador.Quito.1991.
Busnell David y Neill Macaulay. El nacimiento de los países latinoamericanos. Editorial
Nerea. Madrid. 1989.
Carruthers, Bruce. City of capital. Politics and markets in the english financial
revolution. Princeton University Press.New Jersey.1996.
Destruge, Camilo. Biografía del Gral. Juan Illingworth. Archivo Histórico del Guayas.
Guayaquil.1986.
Estrada, Víctor Emilio. El problema Vital en Ecuador, la hacienda púbica”
Guayaquil.1919.
Fallows, James.Looking at the sun.Pantheon Books.New York.1994
Malo, Benigno.Estudios económicos y financieros. Biblioteca ecuatoriana #12.
Universidad de Guayaquil.1979.
Mun, Thomas. England,s Treasure by Forraign Trade.Augustus Kelley,
Publishers.Fairfield N.J. 1986.
Spiegel, Henry William.The growth of economic thought.Duke University Press.1983.
Fuller, Catherine.The correspondence of Jeremy Bentham.Volume II.January 1822 to
June 1824.Claredon Press. New York.2000.

Informes

Ministro de Hacienda.Quito.Varios años.


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