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Terrorismo

Ataque al WTC el 11 de septiembre de 2001.

El terrorismo es el uso sistemático del terror1 para coaccionar a sociedades o gobiernos,


utilizado por una amplia gama de organizaciones, grupos o individuos en la promoción de
sus objetivos, tanto por partidos políticos nacionalistas y no nacionalistas,
de derecha como de izquierda, así como también por corporaciones, grupos
religiosos, racistas, colonialistas, independentistas, revolucionarios, conservadores y gobie
rnos en el poder.2
El terrorismo, como táctica, es una forma de violencia que se distingue del terrorismo de
Estado por el hecho de que en este último caso sus autores pertenecen a entidades
gubernamentales. Se distingue también de los actos de guerra y de los crímenes de
guerra en que se produce en ausencia de guerra.3 La presencia de actores no estatales en
conflictos armados ha creado controversia con respecto a la aplicación de
las leyes de guerra.
La palabra «terrorismo» tiene fuertes connotaciones políticas y posee elevada carga
emocional y esto dificulta consensuar una definición precisa.
Es común el uso de la palabra por parte de gobiernos para acusar a sus
opositores.4 5 También es común que las organizaciones e individuos que lo practican
rechacen el término por injusto o impreciso.6 Tanto los unos como los otros suelen mezclar
el concepto con la legitimidad o ilegitimidad de los motivos propios o de su antagonista. A
nivel académico, se opta por atender exclusivamente a la naturaleza de los incidentes sin
especular sobre los motivos ni juzgar a los autores.
Algunos medios de comunicación como la británica BBC, que desean enfatizar su
imparcialidad, sugieren en sus guías de estilo evitar el término terrorista y terrorismo.7 8

Definiciones[editar]
Definir el concepto de terrorismo ha sido un asunto complejo para las ciencias sociales por
una razón: es muy difícil diferenciar los actos legítimos de los luchadores por la libertad y
el terrorismo.9 El Diccionario de la Real Academia Española, en el avance de su vigésima
tercera edición modifica la anterior incluyendo una tercera acepción, define el
término «terrorismo» como:
Terrorismo
1. m. Dominación por el terror.
2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.
3. m. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo
indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.10
El DLE también recoge dos acepciones para la palabra «terrorista»,11 a saber:
Terrorista
1. adj. Que practica actos de terrorismo. Apl. a pers., u. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo al terrorismo.

El Código Penal Argentino establecía una definición implícita de terrorismo en su artículo


213 ter (agregado en 2007 por ley 26.268 y derogado en 2011 por ley 26.734):
«...tomare parte de una asociación ilícita cuyo propósito sea, mediante la comisión de delitos,
aterrorizar a la población u obligar a un gobierno o una organización internacional, a realizar un acto
o abstenerse de hacerlo, siempre que ella reúne las siguientes características:
a) Tener un plan de acción destinado a la propagación del odio étnico, religioso o político;
b) Estar organizado en redes operativas internacionales;
c) Disponer de armas de guerra, explosivos, agentes químicos o bacteriológicos, o cualquier otro
medio idóneo para poner en peligro la vida o la integridad de un número indeterminado de
personas.»12

El Código Penal Español de 1995 en el artículo 573 tipifica el delito de terrorismo:


«1. Se considerarán delito de terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida o la
integridad física, la libertad, la integridad moral, la libertad e indemnidad sexuales, el patrimonio, los
recursos naturales o el medio ambiente, la salud pública, de riesgo catastrófico, incendio, contra la
Corona, de atentado y tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos, previstos en
el presente Código, y el apoderamiento de aeronaves, buques u otros medios de transporte
colectivo o de mercancías, cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades:
1.ª Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las
instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes
públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo.
2.ª Alterar gravemente la paz pública.
3.ª Desestabilizar gravemente el funcionamiento de una organización internacional.
4.ª Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella.
2. Se considerarán igualmente delitos de terrorismo los delitos informáticos tipificados en los
artículos 197 bis y 197 ter y 264 a 264 quater cuando los hechos se cometan con alguna de las
finalidades a las que se refiere el apartado anterior.
3. Asimismo, tendrán la consideración de delitos de terrorismo el resto de los delitos tipificados en
este Capítulo.»

Los EE. UU. desde 1983, con propósitos estadísticos y analíticos, han utilizado las
siguientes definiciones referentes al terrorismo que se recogen en el Título 22 del Código
de los Estados Unidos, sección 2656f(d)
«Terrorismo: Violencia premeditada y con motivos políticos perpetrada contra objetivos civiles por
grupos subnacionales o agentes clandestinos, generalmente con la intención de influenciar a un
público determinado.»

Asimismo, según Pedro Carrasco Jiménez, aplicando una perspectiva sistémica y, con la
intención de alcanzar una definición del terrorismo que sea general, global, precisa y
sencilla, propone definir el terrorismo como:13
«la acción violenta ejecutada por personas al servicio de una organización, con la intención de
infundir miedo a un sector de la sociedad, y utilizar este miedo para tratar de alcanzar un fin
político.»

Por su parte, Fernando Reinares ha definido el concepto específico de terrorismo


internacional, como el que:14
«en primer lugar, ... se practica con la deliberada intención de afectar la estructura y distribución del
poder en regiones enteras del planeta o incluso a escala misma de la sociedad mundial. En segundo
término, aquel cuyos actores individuales y colectivos hayan extendido sus actividades por un
significativo número de países o áreas geopolíticas, en consonancia con el alcance de los propósitos
declarados»
Definición del término realizada por elementos de las dictaduras
militares de Latinoamérica[editar]
Chile en su Constitución, mantiene un artículo donde establece sanciones particulares
contra el terrorismo dictada durante el gobierno de facto (dictadura militar) de Augusto
Pinochet. Señala el artículo 9º:
«Art. 9. El terrorismo, en cualquiera de sus formas, es por esencia contrario a los derechos
humanos. Una ley de quórum calificado determinará las conductas terroristas y su penalidad. Los
responsables de estos delitos quedarán inhabilitados por el plazo de quince años para ejercer
funciones o cargos públicos, sean o no de elección popular, o de rector o director de establecimiento
de educación, o para ejercer en ellos funciones de enseñanza; para explotar un medio de
comunicación social o ser director o administrador del mismo, o para desempeñar en él funciones
relacionadas con la emisión o difusión de opiniones o informaciones; ni podrán ser dirigentes de
organizaciones políticas o relacionadas con la educación o de carácter vecinal, profesional,
empresarial, sindical, estudiantil o gremial en general, durante dicho plazo. Lo anterior se entiende
sin perjuicio de otras inhabilidades o de las que por mayor tiempo establezca la ley. Los delitos a
que se refiere el inciso anterior serán considerados siempre comunes y no políticos para todos los
efectos legales y no procederá respecto de ellos el indulto particular, salvo para conmutar la pena de
muerte por la de presidio perpetuo.»

En la Argentina, el por entonces dictador General Jorge Rafael Videla definía en 1978 los
alcances del término terrorismo al declarar al Times de Londres lo siguiente:
Un terrorista no es solamente alguien con un arma de fuego o una bomba, sino también alguien que
difunde ideas contrarias a la civilización occidental y cristiana.15

Evolución del término de terrorismo[editar]

11 de septiembre de 2001: Un bombero de Nueva York observa lo que queda de la Torre Sur.

Para acceder a una mayor comprensión de la naturaleza del terrorismo, es conveniente un


análisis más detallado, de la evolución en el uso del término. La palabra «terror» proviene
del idioma latín «terror» o «terroris», sinónimo de «Deimos». En la Antigua Grecia, Ares,
Dios de la Guerra, tenía dos hijos: Phobos y Deimos (Miedo y Terror).16
Maquiavelo recomendaba en su clásico libro El Príncipe (1532) que «es más seguro ser
temido que amado».17 Estas recomendaciones políticas de Maquiavelo se relacionan con
el concepto moderno de «terrorismo de Estado», aplicado a las autoridades públicas
cuando buscan aterrorizar a la población. La frase «el árbol de la libertad debe ser regado
con la sangre de los patriotas y de los tiranos», atribuida a Thomas Jefferson, se toma
como una apología del tiranicidio y es uno de los tópicos de la Independencia de Estados
Unidos (1776).
El terrorismo, como acto realizado por los ciudadanos o los súbditos, encuentra sus
antecedentes en las doctrinas del tiranicidio y el derecho a la resistencia, de antiguos
orígenes (ej. sic semper tyrannis), pero que se consolidaron como tales en la Edad
Moderna, como respuesta de los particulares a los abusos de poder del Estado.
El derecho al tiranicidio, es decir, el que se le reconoce a cualquier persona para matar a
un gobernante tirano, proviene de la Antigua Grecia, aunque su desarrollo como teoría
comienza en la escolástica medieval europea con los aportes de Tomás de Aquino (1225-
1274) en un contexto determinado pero solo en esos casos que ocurrían en la edad media,
y en determinados casos en la Edad Moderna con las reflexiones de Juan de
Mariana (1536-1623) afirmando que el rey también debe cumplir ley moral y del estado y
no ser un tirano. El «'derecho al tiranicidio» es considerado también uno de los
precedentes intelectuales de las revoluciones burguesas, al justificar moralmente la
desobediencia contra un poder opresivo y promover incluso el asesinato del rey.
El derecho a la resistencia o derecho de rebelión, íntimamente relacionado con la
justificación del tiranicidio, encuentra también sus primeras formulaciones teóricas en la
escolástica europea, retomando las reflexiones de San Isidoro de Sevilla (560-636)
y Santo Tomás de Aquino.
La palabra «terrorismo» (así como «terrorista» y «aterrorizar») apareció por primera vez
en Francia durante la Revolución francesa entre (1789-1799), cuando el
gobierno jacobinoencabezado por Robespierre ejecutaba o encarcelaba a los opositores,
sin respetar las garantías del debido proceso. El término comenzó a ser utilizado por los
monárquicos, como propaganda negativa aplicada al gobierno revolucionario. Al igual que
los consejos de Maquiavelo en El Príncipe, el Reinado del Terror (1793-1794), es una
manifestación del terrorismo de Estado, antes que del terrorismo de los ciudadanos.
El terror, como arma política de los ciudadanos, apareció en Rusia en la segunda mitad del
siglo XIX, entre algunos grupos opositores al régimen zarista, tomando como inspiración
el terrorismo de Estado de la Revolución francesa. En 1862, Piotr Zaichnevski redactó el
manifiesto titulado Joven Rusia proclamando:
Hemos estudiado la historia de Occidente y sacado sus lecciones: seremos más consecuentes que
los lastimosos revolucionarios franceses de 1848; pero sabremos ir más lejos que los grandes
campeones del terror de 1792. No retrocederemos, incluso si para derribar el orden establecido nos
hace falta verter tres veces más sangre que los jacobinos franceses.18

Las primeras críticas teóricas elaboradas contra al terrorismo, y la distinción del concepto
con los de «derecho a la resistencia» y «tiranicidio», provienen del propio campo de los
revolucionarios rusos antizaristas, como Georgi Plejánov en su libro Anarquismo y
socialismo (1894),19 Lenin en el capítulo “¿Qué hay de común entre el economismo y el
terrorismo?” incluido en su famoso libro ¿Qué hacer? (1902),20 y sobre todo León Trotsky,
que publicó Terrorismo y comunismo en 1905.
En su sentido actual, el término fue acuñado extensivamente por la propaganda nazi para
hacer referencia a los movimientos de resistencia de los países ocupados por el
ejército alemán y consolidado por las dictaduras latinomericanas de las décadas de
los 70 y 80 y los Estados Unidos, en el marco de la Doctrina de la Seguridad
Nacional desarrollada desde la Escuela de las Américas. En ambos casos se hizo patente
que existen relaciones estrechas entre el terrorismo realizado por ciudadanos y
el terrorismo de Estado, siendo aquel, muchas veces, la justificación de éste.21
Un estudio de 2003 realizado por el ejército estadounidense22 afirma que existen más de
100 definiciones de terrorismo. Por todos estos factores, muchos especialistas consideran
la palabra terrorismo un término que en su uso ha devenido en un concepto meramente
propagandístico para descalificar al enemigo más que definir un situación de forma
objetiva.
Naciones Unidas[editar]
A pesar del reconocimiento y de su conveniencia, no ha sido nunca posible alcanzar un
consenso sobre la definición de terrorismo, básicamente por la imposibilidad de conseguir
una definición rigurosa que no incluya las acciones terroristas de los estados. El primer
intento de definición se produjo en 1937 en tiempos aún de la Sociedad de Naciones:
«Cualquier acto criminal dirigido contra un estado y encaminado a o calculado para crear un estado
de terror en las mentes de personas particulares, de un grupo de personas o del público en
general.»23

La resolución 51/210, «Medidas para eliminar el terrorismo internacional», adoptada en la


88ª Asamblea Plenaria de 17 de diciembre de 1996, proclama en el punto I.224 que la
Asamblea General de las Naciones Unidas:
«Reitera que los actos criminales encaminados o calculados para provocar un estado de terror en el
público general, un grupo de personas o personas particulares para propósitos políticos son
injustificables en cualquier circunstancia, cualesquiera que sean las consideraciones políticas,
filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de cualquier otra naturaleza que puedan ser
invocadas para justificarlos.»

En un informe a la ONU el especialista A.P Schmid23 propuso tomar como punto de partida
el concepto de crimen de guerra, considerando que, si su definición se extiende al tiempo
de paz, se alcanza una muy funcional definición de los actos de terrorismo como los
«equivalentes en tiempo de paz a los crímenes de guerra».
Dentro del conjunto de definiciones exploradas una de las más recientes ha sido la
formulada el 1 de diciembre de 2004 incluida en el informe final del Grupo de expertos de
Alto Nivel sobre las Amenazas, los Desafíos y los Cambios, nombrado por el Secretario
General de Naciones Unidas:
Cualquier acto, además de los ya especificados en los convenios y convenciones vigentes sobre
determinados aspectos del terrorismo, los convenios de Ginebra y la Resolución 1566 del Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas (2004), destinado a causar la muerte o lesiones corporales
graves a un civil o a un no combatiente cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o
contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a
realizar una acción o abstenerse de hacerla.25

Existe además lo que se ha descrito como un consenso académico, un acuerdo entre los
especialistas, que según la formulación de Schmid (1988) se puede expresar así:23
«El terrorismo es un método productor de ansiedad basado en la acción violenta repetida por parte
de un individuo o grupo (semi) clandestino o por agentes del estado, por motivos idiosincráticos,
criminales o políticos, en los que —a diferencia del asesinato— los blancos directos de la violencia
no son los blancos principales. Las víctimas humanas inmediatas de la violencia son generalmente
elegidas al azar (blancos de oportunidad) de una población blanco, y son usadas como generadoras
de un mensaje. Los procesos de comunicación basados en la amenaza —y en la violencia— entre el
terrorista (la organización terrorista), las víctimas puestas en peligro y los blancos principales son
usados para manipular a las audiencias blanco, convirtiéndolas en blanco de terror, blanco de
demandas o blanco de atención, según que se busque primariamente su intimidación, su coerción o
la propaganda.»

Instrumentos del terrorismo[editar]


Dentro de los instrumentos utilizados para implementar dicho mecanismo, o actos
terroristas, se incluyen diversas formas de violencia física contra las personas, como
el secuestro, la tortura o la ejecución extrajudicial; diversas formas de violencia moral,
como la amenaza de las anteriores o la presión social; diversas formas de violencia contra
los bienes privados y públicos, como la destrucción de los mismos con materiales
explosivos o incendiarios. Finalmente, uno de los instrumentos más utilizados por los
grupos terroristas es el atentado con explosivos contra blancos militares o civiles para
provocar muertes indiscriminadas o no[cita requerida].
Para James Piazza, el terrorismo es un resultado del orden democrático y de la debilidad
en el sistema político. Por su parte, el especialista adhiere a la idea que una democracia
con instituciones débiles demuestra mayor propención en relegar a ciertos grupos quienes
se transforman el "terroristas".26
En el caso del terrorismo de estado, pueden citarse como ejemplo los bombardeos aéreos
de ciudades. El Código Aéreo de La Haya de 1923 estableció que «está prohibido el
bombardeo aéreo con el objeto de aterrorizar a la población civil...».27 Sin embargo esta
regla y otras similares nunca fueron ratificadas por los países de mayor poder militar. En
ese marco algunos autores han citado como ataques terroristas el bombardeo de
Guernica en 1936,28 o el que realizara Estados Unidos con bombas atómicas
en Hiroshima y Nagasaki en 194529
La Resolución de la ONU 1566 «Recuerda que los actos criminales, inclusive contra
civiles, cometidos con la intención de causar la muerte o lesiones corporales graves o de
tomar rehenes con el propósito de provocar un estado de terror en la población en general,
en un grupo de personas o en determinada persona, intimidar a una población u obligar a
un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto, o a abstenerse de
realizarlo, que constituyen delitos definidos en los convenios, las con- venciones y los
protocolos internacionales relativos al terrorismo y comprendidos en su ámbito, no admiten
justificación en circunstancia alguna por consideraciones de índole política, filosófica,
ideológica, racial, étnica, religiosa u otra similar, e insta a todos los Estados a prevenirlos
y, si ocurren, a cerciorarse de que sean sancionados con penas compatibles con su grave
naturaleza».

Análisis del término terrorismo[editar]


Terrorismo es un término que ha sufrido un abuso de lenguaje por parte de los estados
que intencionadamente pretenden desacreditar a sus enemigos. Así los nazis llamaban
terroristas a los judíos que se rebelaron en Varsovia;30 en la Sudáfrica del apartheid se
decía que muchos negros hacían actividades terroristas; los franceses dijeron lo mismo de
los argelinos que se opusieron a la dominación de Francia (y que en algunos casos
utilizaron métodos terroristas). Durante el siglo XX se acusó indiscriminadamente de
terroristas a múltiples guerrillas sudamericanas; incluso asociaciones no violentas, como
las argentinas Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo, también fueron
consideradas -y aún lo son por algunos sectores- como organizaciones terroristas.4
Lo mismo sucedió en Sudáfrica, durante el régimen del apartheid, en donde el gobierno
racista utilizaba la acusación de "terrorismo" para encarcelar y ajusticiar opositores que
recurrían a la lucha armada contra la dictadura. Nelson Mandela, condenado como
terrorista por el gobierno sudafricano, rechazó en 2008 la aplicación del término
"terrorismo" a sus acciones, diciendo que "terrorismo es cualquier individuo, organización o
Estado que ataque individuos inocentes y nosotros nunca atacamos individuos
inocentes".31
En la situación de ocupación de Irak, iniciada por los Estados Unidos en 2003, es difícil
trazar la línea divisoria entre terrorismo y resistencia.
En la actualidad la denominada guerra contra el terrorismo o lucha contra el
terrorismo constituye un punto fundamental en la agenda de los gobiernos y principales
partidos políticos de los países occidentales, tanto es así que una parte importante de la
política gira en torno a dicha cuestión. Algunos puntos de vista sostienen que se le está
dando una excesiva centralidad a la cuestión del terrorismo, mayor que la incidencia que
este fenómeno tiene sobre la sociedad.[cita requerida]
Existe una fuerte controversia sobre si ciertas intervenciones de algunos ejércitos fuera de
sus fronteras podrían ser calificadas de terroristas, considerando que podrían infundir el
miedo en la población civil como medio para conseguir fines políticos. Como ejemplo se
suelen utilizar la actuaciones del ejército sirio en Líbano, el serbio en Bosnia, el israelí en
los Territorios palestinos, el ruso en Chechenia y el estadounidense en lugares
como Irak o Afganistán. Cuando estos actos son realizados por fuerzas apoyadas por los
gobiernos, dentro de sus propias fronteras, pueden constituir terrorismo de Estado, el cual
es ejecutado con una relación de fuerzas favorable. El terrorismo al que se hace
referencia, usualmente es mucho más difícil de determinar, ya que es el que se ejerce con
una relación de fuerzas desfavorable. Resulta difícil separar "terrorismo" de "resistencia".
Un criterio sería analizar los grupos u organizaciones bajo dos aspectos:
Métodos de los grupos terroristas[editar]
Desde el punto de vista metodológico, se puede considerar terrorista al grupo que perpetre
secuestros, atentados con bombas, asesinatos, amenazas y coacciones de manera
sistemática. Técnicamente, esos actos están destinados a producir terror en la población
enemiga y se definen sin duda como terroristas. En sentido neutro, el término es empleado
a menudo por la prensa para designar a los grupos que ejecutan esa metodología.

Armas terroristas[editar]
Aunque prácticamente cualquier cosa puede ser considerada un arma (desde una cerilla y
un palo de escoba hasta una bomba atómica), los terroristas han utilizado
habitualmente armas cortas[cita requerida] o semiautomáticas[cita requerida]. Algunos
grupos integristas como Hezbolá han llegado a tener misiles antiaéreos. También es muy
común el uso de bombas caseras de potencia variable, llegando a usar en algunos casos
el propio cuerpo de los terroristas como vector de aproximación de la bomba[cita requerida].
Cuando lo que se ha pretendido es un magnicidio a una distancia segura de su dispositivo
de seguridad se suelen utilizar rifles con mira telescópica[cita requerida].
En general, los grupos terroristas tienden a utilizar cualquier elemento que les permita
lograr sus objetivos con la mayor resonancia mediática posible[cita requerida], ya sean esos
elementos armas procedentes de los ejércitos regulares o adquiridas en el mercado
internacional de tráfico de armas o se trate de medios improvisados. Especial relevancia
tiene el atentado del World Trade Center del 11 de septiembre de 2001, en el que se
utilizaron aviones de pasajeros secuestrados.
Los tipos de bomba más comunes suelen ser[cita requerida]:

 Cócteles molotov
 Bombas con temporizador o activables a distancia
 Bombas lapa
 Bombas trampa
 Granadas de mano
Armas de destrucción masiva que han sido utilizadas por terroristas:

 Armas biológicas
 Armas químicas
 Armas nucleares
Hay varios precedentes de ataques con armas de destrucción masiva. Uno en el que se
utilizaron agentes químicos (gas sarín), fue el del grupo sectario Verdad Suprema, que
colocó en un par de ocasiones (en 1994 y en 1995) un pequeño dispositivo en
el metro de Tokio. Un atentado realizado con agentes biológicos (salmonella) fue el
ocurrido en el condado de Wasco, en el que los ultraderechistas intentaron utilizar el
atentado con fines políticos, aunque finalmente lograron el resultado contrario al ser
descubiertos.

Aspectos psicológicos del terrorismo[editar]


La complejidad del fenómeno terrorista impide su aprehensión desde una única
concepción psicológica. Por lo demás, la bibliografía especializada presenta un exceso de
teorías frente al número de estudios empíricos realizados, en parte debido a la dificultad de
acceder a la psique de los terroristas para analizarla.
Hay, no obstante, varios estudios de referencia sobre el tema; entre ellos, destacan los
siguientes:

 entre 1979 y 1981 se realizó una investigación encargada por el Ministerio del Interior
de Alemania que pretendía ahondar en la biografía de personas sospechosas de
terrorismo (la mayoría de extrema izquierda, y unos cuantos de extrema derecha).
Además de la consulta de expedientes, se realizaron múltiples entrevistas con
terroristas encarcelados. De la investigación se dedujo el perfil de un profesional del
terrorismo sobre la base de una concreta evolución psicológica: situación inicial de
opresión (social y/o familiar); vida en la clandestinidad donde se desarrollaba un contra
modelo de su vida anterior; desarrollo de una dicotomía amigo-enemigo que
desembocaba en una pérdida del sentido de la realidad.
 Martha Crenshaw (basándose en testimonios autobiográficos de ex miembros y
miembros del IRA, OLP, etc.), Marc Sageman (sobre la llamada "Yihad"), Khapta
Akhmedova y Ariel Merari (sobre el entorno social y familiar de los terroristas), Eyad
El-Sarraj (sobre el terrorismo suicida), Brian Barber (sobre jóvenes de la franja de
Gaza), Anne Speckhard (a través del testimonio de rehenes de terroristas); Jerrold
Post, Nichole Argo y Yoram Schweizer (a partir de testimonios recogidos en cárceles
israelíes y palestinas); y Nasra Hassam (a partir de entrevistas con miembros de
Hamas y Yihad)[cita requerida].
Michael Ignatieff considera que el terrorismo administra el terror psicológico para minar por
dentro las instituciones democráticas, recortando los derechos de los ciudadanos, dándole
más atribuciones a los poderes coactivos del Estado y suspendiendo las garantías
constituciones. Aun cuando es derrotado, el terrorismo tiene muchas chances de anular la
vida democrática. Para eso, es de capital importancia que el estado se auto-regule,
controlando el funcionamiento de sus propias instituciones con independencia del
ejecutivo.32Los grupos separatistas apelan a crear confusión dentro de la opinión pública,
lo cual los convierte en dependientes de los medios de comunicación. La selección de las
víctimas se lleva a cabo siguiendo dos criterios, su vulnerabilidad y su importancia para el
estado. Por el desconocimiento del terreno, viajeros, turistas, y extranjeros son potenciales
fuentes de ataques a lo largo de la historia. El terrorismo y el imperialismo parecen
fenómenos ligados en un sentido.33

Represión del terrorismo[editar]

Miembros de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) disparan salvas al aire en el Gudari


Eguna de Aritxulegi, Oiartzun, Guipúzcoa, el 25 de septiembre de 2006.

Las formas y herramientas para combatir a las personas y organizaciones a las que un
Estado califica de terroristas o potencialmente terroristas, han sido y son objeto de
discusión. En algunos casos se ha sostenido que la represión del terrorismo debe
realizarse siguiendo los procedimientos legales, respetando los derechos humanos de las
personas y preservando el sistema democrático, pero en otros casos el Estado ha
recurrido a procedimientos ilegales, fuerzas parapoliciales y paramilitares, autorización de
la tortura, suspensión de los derechos humanos e incluso instalación de dictaduras. Entre
los procedimientos para reprimir el terrorismo, también se ha sostenido la necesidad de
secuestrar y suprimir la identidad de los hijos de las personas a los que el Estado imputa
ser terroristas.34 En este último sentido, la jueza argentina Delia Pons expresó en 1978 a la
Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, la doctrina jurídica que sostenía en materia de hijos
de personas calificadas como terroristas por el Estado:
Estoy convencida que sus hijos eran terroristas, y terrorista es sinónimo de asesino. A los asesinos
yo no pienso devolverles los hijos porque no sería justo hacerlo. No tienen derecho a criarlos.
Tampoco me voy a pronunciar por la devolución de los niños a ustedes. Es ilógico perturbar a esas
criaturas que están en manos de familias decentes que sabrán educarlos como no supieron hacer
ustedes con sus hijos. Sólo sobre mi cadáver van a obtener la tenencia de esos niños.
Delia Pons, Jueza de Menores.34

Entre las experiencias internacionales más destacadas para reprimir acciones calificadas
como terroristas se encuentran las que realizaron los gobiernos
militares argentino y chileno en la década de 1970, el gobierno italiano frente a
las Brigadas Rojas, el gobierno español frente a la ETA entre los años 1983 y 1987
(caso GAL) y el gobierno de los Estados Unidos en la llamada Guerra contra el terrorismo.
Las prácticas, tácticas, y estrategias de gobiernos, ejércitos y otros grupos especializados
contra el terrorismo, se denomina contraterrorismo.

Ejemplos de terrorismo de Estado[editar]


Artículo principal: Terrorismo de Estado

Para la represión del terrorismo es habitual que el debate se centre en la necesidad de


optar entre el respeto a los derechos humanos y la seguridad nacional. Muchas veces las
medidas represivas incluyen la suspensión de los derechos constitucionales.
En la Argentina, durante el régimen militar que gobernó entre 1976-1983 el general Tomás
Armando Sánchez de Bustamante explicaba lo siguiente:
El terrorismo es un hecho de excepción y de gravedad tal que reclama derechos proporcionales.
Hay normas y pautas que no son de aplicación en este caso. Por ejemplo, el derecho al “hábeas
corpus”. En este tipo de lucha, el secreto que debe envolver las operaciones especiales, hace que
no deba divulgarse a quien se ha capturado y a quien se deba capturar. Debe existir una nube de
silencio que rodee todo... y esto no es compatible con la libertad de prensa”.35

En algunos casos extremos se ha llegado a sostener la necesidad de que el Estado


sustraiga los hijos de personas consideradas como terroristas, para quitarles su identidad.
En la Argentina la jueza Delia Pons, titular del Tribunal de Menores de Lomas de
Zamora explicaba las razones de esta medida a las Abuelas de Plaza de Mayo con estas
palabras:
Estoy convencida de que sus hijos eran terroristas, y terrorista es sinónimo de asesino. A los
asesinos yo no pienso devolverles los hijos porque no sería justo hacerlo. Sólo sobre mi cadáver van
a obtener la tenencia de esos niños.5

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