¿Necesitamos la educación virtual?

Joao Alexis Salazar Ortiz

Presentado a:

Diana Carolina Jerez Capacho

Universidad de Santander

Facultad de Ciencias de la Educación

Especialización en Aplicación de las TIC a la Enseñanza

Bucaramanga

2019
 ¿Necesitamos la educación virtual?

La educación virtual es necesaria en nuestra sociedad, no es solo un lujo o una forma de

evadir la presencialidad como muchos suponen, ha surgido a partir de la evolución de nuestra

sociedad y de las tecnologías que han nacido a partir de dicho proceso, por ello mismo ha sido

creada a partir de las necesidades que la educación presencial no ha podido remediar, y por lo

tanto, desde su nacimiento ha estado ligada a una redefinición constante mediada por la incesante

evolución del hombre, de los contextos educativos y de las herramientas tecnológicas implicadas

en esta transformación.

No obstante, esta nueva forma de la educación, que no es una simple virtualización de lo

presencial, exige del estudiante (Y del docente) una actitud más madura y más centrada en su

proceso de aprendizaje, pues esta ya no comulga con la educación tradicional, memorística y

unidireccional a la que está tan apegada nuestra sociedad. Así mismo la educación virtual ha

trastocado las reglas de convivencia, la n-etiqueta, las normas básicas que sí o sí debemos seguir

para que nuestra vida en el mundo digital no se convierta en una tormenta.

Como primer punto necesitamos entender cómo debe ser un estudiante para ser exitoso

dentro de le educación virtual, para esto me apoyaré en el texto Enseñar y Aprender en la

virtualidad de Albert Sangrà, el cuál abre su planteamiento desde la siguiente reflexión:

Las actuaciones educativas en las que tanto el educador como el educando sepan ser
flexibles en el proceso y adaptar las metodologías y las didácticas a las necesidades
educativas, al perfil de los componentes del proceso y al contexto de aprendizaje tienen
una posibilidad de éxito bastante garantizada, así como un alto nivel de calidad formativa
(2001, p.3).

Esta idea parte desde la concepción de que en distintos contextos no podemos plantear las

mismas formas de aprender y enseñar, se debe crear diferentes modelos que permitan adaptarse a

cada espacio, tiempo y público, pues cada uno bajo sus especificidades requiere de
características diferentes. Mejor dicho, tenemos qué conocer hacia qué tipo de estudiante va

orientado el programa, pues solo al solucionar de antemano las situaciones que puedan

presentárseles podremos llegar a buen puerto, “Necesitan de un sistema que se adapte a ellos, no

ellos al sistema” (Sangrà, 2001, p. 4), con esto nos dice cómo debe la educación en relación el

estudiante, pero ¿Cómo debe actuar este estudiante?

Ante la autonomía y flexibilidad que propone la educación virtual el estudiante debe

transformarse en un ser activo en su mismo proceso de aprendizaje, debe ser él quién tome la

batuta y comprenda qué, cómo y por qué necesita aprender, pues al docente haber tomado un

papel de guía u orientador ya no lo podrá tener como fuente única de conocimiento, así como

sucede en la educación tradicional. En este caso será la tecnología la que le permitirá acceder a la

información y al conocimiento, así como a otras personas, con quienes podrá interactuar, estas

relaciones le permitirán a su vez el intercambio de saberes que generará en él nuevo

conocimiento, del que se desencadenará el aprendizaje que no es sino la meta primordial de la

educación virtual. Y claro, es necesario aplicar las normas de n-etiqueta si queremos ser exitosos

en nuestro aprendizaje en la virtualidad, como veremos al final del texto.

Otro de los interrogantes a resolver es si es mejor la educación virtual o la educación

presencial, para esto debemos tener en cuenta las ventajas y desventajas que nos plantea cada una

de ellas, no obstante, es importante recalcar que estas mismas depende del contexto educativo,

desde el tema a tratar, el tipo de educandos y docentes, así como el contexto geográfico

específico, pues es bien sabido que en muchos lugares de nuestro planeta tanto los equipos como

la infraestructura tecnológica dificultan que se le pueda sacar todo el provecho a la educación

virtual.
 En el texto TIC: Su uso como Herramienta para el Fortalecimiento y el Desarrollo de la

Educación Virtual, Jimmy Rosario, su autor, nos muestra cómo ha evolucionado la educación

gracias al desarrollo de diferentes tecnologías: El papel, el lápiz y la escritura, las escuelas, la

imprenta y, finalmente, las TIC. Por medio de estos cambios nos evidencia cómo se hizo

necesaria e indispensable la educación virtual, cómo su aparición no es un mero capricho de los

docentes, sino una herramienta que nos ha permitido solucionar situaciones que se vislumbraban

imbatibles ante la educación presencial, y para esto nos lanza un pensamiento bastante

inspirador: “Cuanto más se inculque en los universitarios la posibilidad de utilizar las nuevas

tecnologías, más amplio será el mundo que obra para ellos y las oportunidades que tengan de

encontrar trabajo” (Rosario, 2006, p. 2).

Dos de las principales ventajas son las de flexibilidad de horario, y ahorro, tanto

económico como de tiempo en desplazamientos, que la educación virtual nos posibilita, estas

ventajas, aunque son las más evidentes, suelen ser menospreciadas, pero para un docente, como

nosotros, quienes cursamos la Especialización en Aplicación de las TIC en la Enseñanza, no es

algo para pasar por alto, es bien conocido que la remuneración de un docente está por debajo de

casi todas las otras carreras profesionales, que nuestro horario es complicado y que usualmente

laboramos lejos de nuestro hogar.

Otro punto fundamental es la actitud del estudiante, pues en la educación virtual debe

tomar un papel más activo, la autonomía que se le provee, así como la flexibilidad, le exigen que

sea más consciente de su proceso de aprendizaje, al no estar en contacto constante con el docente

se le pide que sea más proactivo, pues el papel principal en la educación ya no lo tiene el

maestro, sino los alumnos, aquellos en quienes se genera el aprendizaje, y si bien es claro, que el
maestro también debe estar abierto a aprender de sus estudiantes, de sus experiencias y de la

retroalimentación es el estudiante mediante su disposición y disciplina quien permite esto.

Además de esto, la educación virtual da cabida a que exista una mayor oferta en cuanto a

programas ofertados, pues podremos cursar posgrados o pregrados que las universidades

cercanas a nosotros no ofrecen, por ejemplo, una persona en Leticia, una ciudad con poca oferta

educativa, podría cursar fácilmente estudios en la UDES sin desplazarse, estudios a los que muy

probablemente no podría acceder de otra forma.

No obstante, no todo es bueno, hay problemas ante los que la educación virtual debe

enfrentarse, uno es la alfabetización digital, pues si bien este índice ha aumentado con los años,

aún existe una importante brecha digital intergeneracional, así que no todo mundo está

capacitado actualmente en las competencias más básicos respecto al uso de las TIC en un

contexto educativo. Además de la formación, también es indispensable que se cuente tanto con

los equipos como con la conectividad adecuada, y de no poseerlos, requeriría una inversión

similar o hasta superior en comparación con los costos de desplazamiento que se pudiera haber

ahorrado, y, bueno, Colombia no cuenta realmente con índices superlativos en referencia a estos

valores, como nos lo muestran Peña, Cuartas y Tarazona en su texto La Brecha Digital en

Colombia: Un análisis de las Políticas Gubernamentales para su disminución, pues además de

la obtención de dichos recursos es necesaria una apropiación social que inculque en la población

en general su uso:

Son notorios los esfuerzos y resultados positivos en los últimos años en la generación de políticas
dirigidas a que Colombia se fortalezca como una sociedad de la información, sin embargo, aún
hay un amplio camino por recorrer a fin de obtener el máximo provecho del uso e
implementación de las TIC en todos los sectores y en todo el Territorio Nacional, que signifiquen
un avance económico, social y cultural del país y permita las mismas oportunidades de
aprovechamiento a toda su población (2017, p.12).
 En el Capítulo 1: Educación Virtual del libro digital Entornos Virtuales de Aprendizaje

del CVUDES se realiza un recuento de lo que es la educación virtual y los diferentes recursos de

los que disponemos para lograr un adecuado actuar y sacarle el mayor provecho; dentro de esto

se nos explican los fundamentos de la N-etiqueta y se nos redirige hacia la página

www.netiquetate.com desarrollada por PantallasAmigas, en la cual podremos ver más a fondo de

qué tratan, pero, ¿Para qué sirven? Básico, para una sana convivencia en la red, para no molestar

a otros innecesariamente, para que por medio del respeto que le brindemos a otros ese mismo

respeto nos sea depositados.

En nuestra vida cotidiana hay normas que no están escritas y que no son de obligatorio

cumplimiento, pero todos las conocemos, aún quienes se niegan a cumplirlas: ceder el espacio a

los discapacitados o a quienes realmente mantenerse de pie por mucho tiempo les cause

perjuicios, socorrer y ser solidario con quien nos necesite, ser amable, humilde, respetuoso, etc.,

este tipo de normas también existe en la virtualidad: no cometer plagio y respetar los derechos de

autor, dar buen uso a las etiquetas, controlar responsablemente cada una de nuestras

publicaciones y muchas más, todas ellas de fácil cumplimiento, entonces ¿Para qué complicarnos

la vida si siguiendo estas simples reglas nos ahorraremos muchos problemas? Las normas de n-

etiqueta no son simples reglas de cortesía, podemos caer en delitos o en conductas punibles si las

ignoramos, no simplemente es necesario conocer y aplicarles, es grave no hacerlo.

 Conclusiones

- La educación virtual sí es necesaria, pues solo mediante ella se pueden suplir

diferentes problemáticas a las que la presencialidad no les da cabida, las restricciones

de desplazamiento y de horario, la baja oferta educativa en algunas regiones, y, en

algunos casos, la accesibilidad que a personas con discapacidades o fobia social la

virtualidad les ofrece.

- La educación virtual no es perfecta, sin embargo, las principales dificultades que ante

ella se ciernen han surgido más de la falta de buenas políticas (y políticos) públicas

encaminadas tanto hacia la apropiación y la capacitación y no estrictamente hacia la

dotación como lo ha venido haciendo. Pues de qué sirve una sala de computadores y

conexión a internet (En regular estado) si ni siquiera tenemos quién les dé un buen

uso.

- Aunque la virtualidad se ha amoldado al ciudadano del siglo XXI también exige de él

ciertas actitudes y comportamientos, pues es en él en quien opera el proceso de

aprendizaje, y sin su participación activa cualquier forma de aprendizaje se quedará

solo en buenas intenciones.

- Las normas de n-etiqueta son tan básicas en la red como conocer el uso del ratón y del

teclado, todos debemos conocerlas y aplicarlas correctamente desde nuestro primer

encuentro con la red, desde los colegios y las casas debe inculcárseles a los niños

como las normas de convivencia que implementamos en nuestra vida cotidiana.

 Referencias Bibliográficas

CUARTAS C., K. A. & PEÑA G., H. A. & TARAZONA B., G. M. (2017). “La Brecha Digital

en Colombia: Un análisis de las Políticas Gubernamentales para su disminución”.

Recuperado de

https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/REDES/article/view/12477/13075.

CVUDES. Capítulo 1: Educación Virtual. En: “Entornos Virtuales de Aprendizaje” (LEM).

Recuperado de https://aulavirtual-

eew.cvudes.edu.co/publico/lems/L.000.001.EATE/Documentos/cap1/Capitulo_Completo

.pdf

PANTALLASAMIGAS. (2012). Netiquétate. Recuperado de http://www.netiquetate.com/.

ROSARIO, J. (2006). "TIC: Su uso como Herramienta para el Fortalecimiento y el Desarrollo de

la Educación Virtual". Recuperado de

http://www.cibersociedad.net/archivo/articulo.php?art=221.

SANGRÀ, A. (2001). “Enseñar y aprender en la virtualidad”. Recuperado de https://aulavirtual-

eew.cvudes.edu.co/publico/lems/L.000.001.EATE/Documentos/Anexos/Cap1/2.pdf.