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INTRODUCCION

El enfisema es un cuadro anatómicamente definido y que se caracteriza por destrucción


y ensanchamiento de los alveolos pulmonares. El enfisema se caracteriza por la
destrucción de los espacios en que se produce el intercambio de gases, es decir, los
bronquiolos respiratorios, los conductos alveolares y los alvéolos. Las paredes se
perforan, y más tarde se obliteran, al coalescer los muchos espacios aislados para
formar otros anormales de mayor volumen. Los macrófagos se acumulan en los
bronquiolos respiratorios en los fumadores jóvenes. El enfisema se clasifica en tipos
patológicos netos y, de ellos, los más importantes son el centroacinar y el panacinar. El
centroacinar, que es el que con mayor frecuencia surge en los casos de tabaquismo, se
caracteriza por un agrandamiento de los espacios aéreos que al principio surge en los
bronquiolos respiratorios
Las bullas de enfisema se definen como la distensión de espacios aéreos pulmonares
de más de 1 cm de diámetro. Asientan preferentemente en los vértices pulmonares y se
corresponden con un alargamiento de los espacios centrolobulillares(1). Por lo general
tienden a aumentar de volumen y complicarse. En ocasiones desaparecen tras un
proceso infeccioso del parénquima circundante(2). Las bullas que sufren un proceso
infeccioso deben diferenciarse en su diagnóstico de otras lesiones pulmonares que
pueden coincidir parcialmente en las técnicas radiológicas, como el absceso, la
tuberculosis y los procesos neoplásicos cavilados pulmonares. Se presentan tres casos
de pacientes con bullas complicadas y nivel hidroaéreo en las técnicas de imagen que
evolucionaron favorablemente con tratamiento médico conservador.
Enfisema pulmonar
El enfisema es una afección pulmonar que causa dificultad para respirar. Las personas
que padecen enfisema tienen dañados los sacos de aire de los pulmones (alvéolos).
Con el correr del tiempo, las paredes internas de los sacos de aire se debilitan y se
rompen, lo que crea espacios de aire más grandes en lugar de muchos espacios
pequeños. Esto reduce la superficie de los pulmones y, a su vez, la cantidad de oxígeno
que llega al torrente sanguíneo.
Cuando exhalas, los alvéolos dañados no funcionan normalmente y el aire viejo queda
atrapado sin dejar lugar para que entre aire fresco y rico en oxígeno.
La mayoría de las personas que padecen enfisema también tienen bronquitis crónica.
La bronquitis crónica es la inflamación de los tubos que transportan aire hacia los
pulmones (bronquios), lo que produce tos persistente.
El enfisema y la bronquitis crónica son dos afecciones que forman la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El tabaquismo es la causa principal de la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El tratamiento puede retrasar el avance de la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pero no puede revertir el daño.
Síntomas
El enfisema puede estar presente durante muchos años sin que notes signos o
síntomas. El principal síntoma de enfisema es la dificultad para respirar, que
habitualmente comienza en forma gradual.
Podrías empezar por evitar las actividades que te dificultan la respiración, para que el
síntoma no se transforme en un problema que interfiera en tus tareas diarias. Con el
tiempo, el enfisema produce dificultad para respirar incluso cuando estás descansando.
Cuándo consultar al médico
Consulta con tu médico si has sentido dificultad para respirar sin causa aparente durante
varios meses, especialmente si esto está empeorando o si interfiere en tus tareas
cotidianas. No la ignores convenciéndote de que es porque estás envejeciendo o no
estás en forma. Busca atención médica inmediata en los siguientes casos:
Si tienes tanta dificultad para respirar que no puedes subir escaleras
Si los labios y las uñas se te ponen azules o grises cuando te esfuerzas excesivamente
Si no te encuentras lúcido
Causas
La causa principal del enfisema es la exposición prolongada a irritantes transmitidos por
el aire, los que comprenden:
Humo de tabaco
Humo de marihuana
Contaminación atmosférica
Vapores químicos y polvo
El enfisema rara vez se produce a causa de un trastorno hereditario en una proteína
que protege las estructuras elásticas de los pulmones. A esta afección también se la
denomina «enfisema por deficiencia de alfa-1 antitripsina».
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de padecer un enfisema comprenden:
Tabaquismo. La manifestación del enfisema es más probable en los fumadores de
cigarrillos, aunque los fumadores de cigarros y pipa también son propensos. El riesgo
para todos los tipos de fumadores aumenta con los años y la cantidad de tabaco fumado.
Edad. Aunque el daño pulmonar que se produce en el enfisema se manifiesta
gradualmente, la mayoría de las personas con un enfisema relacionado con el tabaco
comienza a notar síntomas de enfermedad entre los 40 y los 60 años de edad.
Exposición al tabaquismo pasivo. El tabaquismo pasivo, también denominado
«tabaquismo ambiental», se refiere al humo que inhalas del cigarrillo, la pipa o el cigarro
de otra persona, sin darte cuenta. Permanecer en medio del humo ambiental aumenta
el riesgo de sufrir enfisema.
Exposición laboral a emisión de gases o polvo. Si inhalas gases emanados por ciertos
productos químicos o polvo de cereales, algodón, madera o productos mineros, tienes
más probabilidades de padecer enfisema. Este riesgo es aún mayor si fumas.
Exposición a contaminación ambiental interna y externa. Inhalar contaminantes
internos, como los gases de un combustible para calefacción, como así también
contaminantes externos, por ejemplo, de caños de escape vehiculares, aumenta el
riesgo de padecer enfisema.
Complicaciones
Las personas que presentan enfisema también son más propensas a padecer:
Colapso pulmonar (neumotórax). Un colapso pulmonar puede poner en riesgo la vida
de las personas que padecen enfisema grave, porque la función de los pulmones ya se
encuentra muy comprometida. Esto es poco frecuente pero grave cuando sucede.
Problemas de corazón. El enfisema puede aumentar la presión en las arterias que
conectan el corazón con los pulmones. Esto puede causar un trastorno denominado
«cardiopatía pulmonar», en el que una sección del corazón se expande y debilita.
Grandes orificios en los pulmones (bullas). Algunas personas con enfisema presentan
espacios vacíos en los pulmones denominados «bullas». Pueden tener una dimensión
igual a la mitad del pulmón. Además de reducir el espacio disponible para que el pulmón
se expanda, las bullas gigantes puede incrementar el riesgo de sufrir un neumotórax.
Prevención
Para prevenir el enfisema, no fumes y evita inhalar humo ambiental. Usa una máscara
para protegerte los pulmones si trabajas en entornos con emisión de gases químicos o
polvo.
Bullas enfisematosas
Las bullas tienen un diámetro superior a 1 cm, y deben distinguirse de las vesículas
pleurales (blebs)que son colecciones de aire de 1-2 cm de diámetro dentro de la pleura
visceral, y de los quistes, que son espacios aéreos anómalos revestidos de epitelio.
Ejemplos de estos últimos lo constituyen el quiste broncógeno y la cavidad residual que
persiste tras un absceso pulmonar. Pueden ser asintomáticas y detectarse de forma
casual en un examen Rx.

En la mayoría de los casos, las personas diagnosticadas con este problema respiratorio
tienen el hábito de fumar. Las infecciones virales o bacterianas de los pulmones como
bronquitis también puede conducir al enfisema bulloso.
En la bronquitis crónica, los conductos a través de los cuales el aire se mueve libremente
hacia y desde los pulmones no funcionan correctamente. Esto es porque en este estado,
las paredes de los tubos se hinchan, estrechando de este modo los pasos de aire en los
pulmones. Por lo tanto, la inhalación de aire a través de las vías respiratorias
parcialmente bloqueado también puede hacer que los sacos de aire inflamado.

La contaminación del aire es otro problema, que nos enfrentamos en nuestro día a día
de la vida, que puede dañar los pulmones y eventualmente causar este problema
respiratorio. Las bullas son áreas localizadas de enfisema que contienen alveolos
hiperinsuflados y tabiques desestructurados en su interior. Las bullas pueden ser únicas
o múltiples, presentarse en pulmones normales o formar parte de un enfisema
generalizado. Se distinguen tres tipos anatómicos.

Las bullas de tipo I


Son subpleurales y ocurren en ausencia de enfisema. Comunican con el pulmón por un
cuello estrecho, tienen paredes finas y se localizan preferentemente en los vértices
pulmonares. En su desarrollo interviene un mecanismo valvular que provoca el
atrapamiento progresivo de aire, pudiendo adquirir gran tamaño y comprimir las
estructuras vecinas.

Las bullas de tipo II


Tienen un cuello ancho y contienen tejido pulmonar con enfisema panacinar. Son más
frecuentes en la superficie anterior del lóbulo medio.

Las bullas de tipo III


Tienen una base muy ancha, contienen enfisema panacinar expandido y pueden
localizarse en cualquier zona del pulmón. La distinción entre los tres tipos de bullas tiene
importancia clínica, ya que las de tipo I aparecen en pulmones normales, en los que
pueden ocasionar alteraciones por desplazamiento de estructuras y compresión del
parénquima. Por el contrario, las bullas de los tipos II y III aparecen en presencia de
enfisema panacinar, por lo que puede ser difícil diferenciar las alteraciones
fisiopatológicas debidas a la bulla o las asociadas a esta enfermedad.
CONCLUSIONES

El enfisema se define anatómicamente como una distensión permanente y destructiva


de los espacios aéreos distales a los bronquiolos terminales, con fibrosis evidente y
perdida de la arquitectura normal. La triada de síntomas principales del enfisema son:
disnea, tos y expectoración, siendo la disnea el síntoma que más incomoda y angustia
al paciente. Aunque al enfisema se define en términos patológicos es importante
también el empleo de técnicas como las de radiografía y la tomografía axial
computarizada (TAC) de tórax, ya que estas ponen en evidencia las alteraciones
morfológicas atribuibles a esta enfermedad.
Bibliografía
What is COPD? (¿Qué es la EPOC?). Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la
Sangre (National Heart, Lung, and Blood Institute).
https://www.nhlbi.nih.gov/health/health-topics/topics/copd/#. Último acceso: 9 de enero
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natural). En: Murray and Nadel’s Textbook of Respiratory Medicine (Manual de
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2016. http://www.clinicalkey.com. Último acceso: 11 de enero de 2017.
Goldman L, et al., eds. Chronic obstructive pulmonary disease (Enfermedad pulmonar
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http://www.ecured.cu/Enfisema_bulloso#Definici.C3.B3n

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