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Departamento de Historia

Universidad de Santiago de Chile


Revista de Historia Social
y de las Mentalidades
Volumen 19, Nº 1, 2015: 189-197
Issn: 0717-5248

Aldo Marchesi, Federico Lorenz, Peter Winn y Steve J. Stern.


“No hay mañana sin ayer. Batallas por la memoria histórica en el Cono Sur”.
Santiago, Ed. LOM, 2014, 374 págs.

El pasado reciente de Argentina, los principales aportes de los estudios


Uruguay y Chile está penetrado por sobre las memorias de diversos autores
las violaciones a los derechos humanos como Maurice Halbwachs, Elizabeth
ocurridas durante las dictaduras que Jelin, Pierre Nora, Dominick LaCapra,
azotaron a los países de América del Sur, entre otros. Igualmente, el libro cuenta
durante la década de los 70 y 80 como con tres capítulos extensos y uno a mo-
una lógica de exterminio del “enemigo do de conclusión.
interno”. Este hecho, que se inserta en En el capítulo I, denominado “Las
una estrategia internacional de Terro- memorias de la violencia política y la
rismo de Estado amparado por Estados dictadura militar en la Argentina: Un
Unidos para la instauración del sistema recorrido en el año del Bicentenario”,
neoliberal, dejó un trauma histórico y escrito por Federico Lorenz y Peter
un revelador número de víctimas que Winn, se aborda lo complejo que ha sig-
fueron parte de la represión expresada nificado la generación de un espacio pú-
en torturas y asesinatos, con las cuales blico de la memoria sobre la violencia,
las democracias adquirieron una deuda pero que bajo el bastión de los gobier-
pendiente, principalmente simbólica. nos Kirchner-Fernández (2003- ), se ha
En ese sentido, el libro editado por Peter instalado como una política de Estado,
Winn, cuenta con la coautoría de his- que ha contribuido a la verdad, justicia
toriadores como Federico Lorenz, Aldo y memoria. Sin embargo, ha sido un re-
Marchesi y Steve Stern, los que se han corrido histórico que no ha estado exen-
interesado por el estudio de la memoria to de intenciones de olvido por parte de
histórica. A través de sus investigacio- los gobiernos precedentes. La memoria
nes, nos otorgan un panorama sobre que se impuso en los argentinos durante
las batallas por las memorias; se inicia la dictadura militar fue una que justifi-
con un prefacio en el que se entregan caba la acción insurrecta de las Fuerzas
Reseñas

Armadas para salvar la patria ante la en un proceso previo al golpe militar,


crisis socioeconómica desatada duran- en el que la violencia desarrollada por
te el gobierno de María Estela Martínez grupos revolucionarios como Monto-
de Perón, “Isabelita”. neros, fue equiparada al Terrorismo de
La dictadura argentina se desarro- Estado, condenándose la violencia de
lló en un clima de control social, en el ambos actores. Esto se conoció como
que los medios de comunicación eran “teoría de los dos demonios”, que fue
manipulados o se acogían al discurso sumamente útil para la transición de-
hegemónico. Mientras que las posturas mocrática al no establecer a ningún sec-
disidentes eran silenciadas y condena- tor culpable en particular, generalizán-
das, era una memoria como salvación dose el “mal”. En los gobiernos de Raúl
ante el “desastre nacional”. En ese esce- Alfonsín (1983-1989), se desarrollaron
nario, hubo voces como las Madres de las condenas en el Juicio a las Juntas
Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza (1985), Leyes de Punto Final (1986) y
de Mayo, que se alzaron por las vícti- de Obediencia Debida (1987), y du-
mas de las violaciones a los derechos rante la presidencia de Carlos Menem
humanos, por sus familiares “desa- (1989-1999), se efectuaron indultos pre-
parecidos”, que si bien no encontra- sidenciales, medidas que según Lorenz
ron cabida en el país, sus denuncias sí y Winn, pretendían cerrar la “caja de
fueron escuchadas en el exterior. Con pandora”, pero los emprendedores por
la derrota en la guerra de las Malvinas las memorias no lo permitieron, gene-
y el subsecuente desprestigio militar, rando diversas iniciativas que impidie-
la realidad cambió radicalmente; fue ron el silencio institucional. Sea movi-
un punto de ruptura, que permitió la lizándose con el surgimiento de nuevos
emergencia en el país de otros discur- grupos en pro de los derechos humanos
sos que los medios de comunicación como H.I.J.O.S, o bien generando do-
visibilizaron. Durante 1980, las vícti- cumentales, películas, entrevistas en
mas y familiares por medio de sus tes- medios de comunicación, difundieron
timonios del horror, jugaron un papel su accionar. Hacia el 2003, de la mano
trascendente en el conocimiento sobre de los gobiernos populistas, Néstor Kir-
el matiz oculto de la dictadura: “las di- chner y Cristina Fernández, se hace un
mensiones de los crímenes expuestos, uso político de las memorias de las víc-
el carácter masivo que adquirieron, timas, situación no exenta de críticas,
generaron un sentimiento de repudio las que apuntaban a considerarla como
e indignación que caló hondo” (p.25). una postura autoritaria centrándose
La imagen cuidadosamente creada por solo en las víctimas, y empleando ese
la dictadura se desdibujó, reforzándo- discurso para validarse en la sociedad.
se la realidad de la represión, pero a su Cuestionable o no, fue una conveniente
vez de la movilización social y política oportunidad para los familiares y orga-

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nizaciones que se valieron de esa “in- “marcadas por la negación o el silen-


tención” del Estado para plantear sus cio de los crímenes cometidos” (p.121),
demandas. y una posterior serie de acciones del
Es innegable que durante los go- primer gobierno de Tabaré Vásquez
biernos del matrimonio Kirchner-Fer- orientadas a generar una cultura por el
nández, se avanzó significativamente respeto a los derechos humanos y la me-
en una cultura del «nunca más», en más moria histórica, pero, efectivamente se
verdad, justicia y memoria, con el desa- diferencia por la “inesperada” posición
rrollo de acciones enfocadas a juicios, que adoptó la sociedad ante la Ley de
memorialización sea en monumentos o Impunidad.
espacios de memorias, configuración Los autores, Winn y Marchesi,
de archivos sobre la dictadura, peda- consideran que nadie esperaba que un
gogía y educación, informes sobre la gobierno modelo como el uruguayo,
dictadura, e investigaciones sobre la denominada la “Suiza de América del
memoria histórica. Sin embargo, esta Sur”, fuese a vivir una dictadura que
cultura de “aparente respeto hacia los tuvo la mayor cantidad de presos po-
derechos humanos” no fue suficiente líticos en el mundo. Se configuró una
para que en el año 2006, durante el go- inestabilidad institucional, producto
bierno de Néstor Kirchner, en “demo- de una crisis social, económica y po-
cracia”, se viviera una situación como lítica, que trajo consigo el Terrorismo
la desaparición del albañil Jorge Julio de Estado, a lo cual se sumó la acción
López luego de declarar como testigo violenta de los Tupamaros. Las Fuerzas
durante el juicio que condenó a cadena Armadas de Uruguay, al igual que en
perpetua a Miguel Etchecolatz, ex Di- Argentina, se atribuyeron el nombre de
rector de Investigaciones de la Provin- “salvadoras de la nación”, por lo que se
cia de Buenos Aires durante la dictadu- censuró la prensa, se “limpiaron” las
ra, y que tuvo a su cargo la gestión de universidades y se reprimió a civiles.
Centros de Detención, Tortura y Exter- La situación cambió cuando el proyec-
minio, además de ser sindicado como to político de las fuerzas armadas, se
uno de los responsables de la “Noche sometió a ratificación popular, en el
de los Lápices”. cual el 58% de los uruguayos votaron
El capítulo II, llamado “Uruguay: en contra, terminando así un proceso
Los tiempos de la memoria”, por Aldo de dictadura militar, surgiendo un pe-
Marchesi y Peter Winn, aborda el reco- ríodo de recuperación de la democra-
rrido, no exento de disrupciones, para cia y la organización de familiares para
generar un espacio de memoria sobre la que sus demandas de verdad y justicia
violencia de los hechos pasados. El ca- fuesen escuchadas. Durante el primer
so uruguayo no se diferenció del argen- gobierno de Julio María Sanguinetti
tino, al contar con políticas de Estado (1985-1990) se promulgó la Ley de Pa-

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cificación Nacional como una medida dad, justicia, memoria y reparaciones.


para liberar presos políticos, y también En su gobierno, se realizó un plebiscito
se instauró la “teoría de los dos demo- para derogar la Ley de Impunidad, que
nios”, además de proponerse la cuestio- desafortunadamente no superó el 50%
nada Ley de Caducidad de la Pretensión por lo que la ley se mantuvo.
Punitiva, o peyorativamente llamada Para Aldo Marchesi y Peter Winn,
“Ley de Impunidad”, que a juicio de los Uruguay, en el siglo XXI, “ha avanza-
autores “cerró el libro de la memoria en do en diferentes aspectos de la memoria
la mayoría de los crímenes contra los histórica -comisiones de verdad, archi-
derechos humanos del pasado recien- vos, pedagogía y construcción de un
te…como una pérdida fundamental campo de estudio-, pero muy poco en
en la batalla por la verdad, la justicia los juicios y en los procesos de memo-
y la memoria” (p.140). La situación, se rializacion” (p.204). En ese sentido, al
tornó aún más grave cuando debido a igual que Argentina, se presentan cier-
las presiones de las organizaciones de tas falencias en el ámbito judicial. Aún
derechos humanos y las que represen- hay reticencias por hacer justicia por las
taban a los familiares de las víctimas, se violaciones a los derechos humanos.
realizó un referéndum sobre la famosa En cuanto, al capítulo III, “El tor-
ley, cuyo resultado aprobó su manten- tuoso camino chileno a la memoriali-
ción. Ello debilitó a los movimientos zacion” de Peter Winn y Steve Stern,
y organizaciones sociales en pro de la se estudia la vía chilena en la cruzada
memoria histórica. Por su parte, la pre- por la memoria histórica. Un proceso
sidencia de Luis Alberto Lacalle (1990- que no fue fácil, que al igual que Ar-
1995) puede considerarse un tiempo gentina y Uruguay, se enfrentó durante
de olvido. Sin embargo, en el segundo la dictadura a unas fuerzas armadas y
mandato de Sanguinetti (1995-2000), a la mirada de la derecha chilena, que
los temas de memoria histórica sobre se impusieron con una “memoria como
el pasado de violaciones a los derechos salvación” ante el enemigo subversi-
humanos se reinstalaron en el espacio vo de izquierda, que terminaría con el
público, las manifestaciones de los que ideario impuesto internacionalmente,
fueron penetrados por el daño se hicie- de una nación neoliberal. En el exte-
ron comunes en Uruguay. Por su parte, rior, en el exilio, se impuso la memoria
con el gobierno de Jorge Batlle (2000- como ruptura irresuelta. Los medios de
2005), se da un hito histórico, pues fue comunicación chilenos se manipularon
el primer presidente en recibir a fa- y/o alienaron a la dictadura, se silenció
miliares de los desaparecidos. Con la e intentó persuadir al olvido de las vio-
vuelta al gobierno de la izquierda, el re- laciones sistemáticas de los derechos
presentante del Frente Amplio, Tabaré humanos, y se instauró una cultura del
Vásquez (2005-2010), se avanzó en ver- miedo. La tortura, la represión, las des-

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apariciones fueron comunes, pero invi- significó un punto de tensión en torno


sibles ante muchos ojos, que no se los al pasado, dramáticamente expresado
dejaba o no querían ver. De fondo, las en que jamás se reunió con los familia-
luchas por las memorias, se abrían paso res de los detenidos desaparecidos, “sus
a través de diversas acciones de organi- prioridades eran mantener el «milagro»
zaciones nacionales e internacionales. de alto crecimiento económico de Chile
En 1989, se celebró el triunfo del con baja inflación y construir su futuro
“No”, que con una campaña “colorida”, en el mundo global a través de la mo-
había apostado por el retorno de la vi- dernización del país” (p.222). Durante
da, ante un período gris de exterminio. gran parte de este período, Pinochet
A pesar de que las amarras de la “Era seguía en el poder; aunque algunos de
Pinochet” serían complejas de desatar, sus seguidores como Manuel Contreras
una autoamnistía, la Constitución de y Pedro Espinoza, cayeran en las “in-
1980 aprobada de forma fraudulenta du- cómodas rejas de Punta Peuco”. Por su
rante la dictadura militar, que reinaría parte, las acciones de los emprendedo-
en el presente, son solo algunas huellas res por las memorias surtieron efecto, y
de su legado histórico. La llegada de un en 1997 se inauguró el Parque por la Paz
democratacristiano, Patricio Aylwin, Villa Grimaldi, ex Cuartel Terranova,
al poder (1990-1994), con un discurso además de otras acciones de difusión
reconciliatorio, sembró la ilusión en los por las memorias.
familiares de los detenidos desapareci- Un hecho importante aconteció
dos, sobrevivientes y organizaciones de el 16 de octubre de 1998. Ese día fue
los DD.HH, lo que no significó que el arrestado Augusto Pinochet por la po-
dictador caería, ya que aún seguía como licía británica debido a una orden de de-
comandante permanente del ejército tención interpuesta por el juez español
chileno y con él muchos de sus adeptos. Baltazar Garzón, por la “desaparición”
Fue una transición en base a consensos de ciudadanos de esa nacionalidad du-
entre la Derecha y la Concertación, es- rante la dictadura. Lentamente, la figu-
tablecida con miedo, en la que si bien ra del general se estaba resquebrajando:
se intentó a través del Informe Rettig “la memoria histórica se había conver-
(1991) otorgar verdad, está fue “en la tido de nuevo en una poderosa fuerza
medida de lo posible”, sesgada, como política y cultural que abría caminos a
señalan Winn y Stern: “el informe iden- nuevas iniciativas de verdad y justicia
tificaba a las víctimas por su nombre, y debilitaba las lealtades pinochetistas”
pero no a los victimarios” (p.217). Un (p.230). Lo que jueces chilenos no qui-
informe que fue la gran obra durante sieron hacer, lo hizo un juez español.
el gobierno de Aylwin en materia de En el año 2000, la llegada al poder
memoria histórica. La presidencia de de un socialista fue una buena expre-
Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), sión de que la memoria como salvación,

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desde hace tiempo que había dejado de Exterminio,como Nido 20, actual Ca-
ser hegemónica, Ricardo Lagos Esco- sa Museo Alberto Bachelet; se apoyó
bar (2000-2006) reforzó el Programa la creación de diversos memoriales, vi-
de Derechos Humanos del Ministerio viéndose un periodo de auge de estos.
del Interior, proporcionó recursos a Hizo de la memoria histórica una prio-
las investigaciones por la justicia ante ridad durante su gobierno, sin embar-
las violaciones de derechos humanos, go en materia de justicia los gobiernos
conformó la Comisión Nacional sobre seguirían estando en deuda. Se termi-
Prisión Política dando como resulta- na el 2010 y vuelve la derecha al poder,
do el Informe Valech, que demostró con Sebastián Piñera, que si bien en un
que la tortura había sido una formula primer momento escudándose por el
generalizada de represión durante la terremoto de 2010, recorta el financia-
dictadura; sin embargo Lagos selló los miento a lugares de memoria, ante las
archivos de la Comisión por 50 años, presiones de la sociedad y los políticos,
como lo señalan los autores fue una po- desiste. Durante su gobierno, se crea el
lítica modesta “principalmente reacti- Instituto de Derechos Humanos, y un
va o una continuación mejorada de la aspecto no mencionado por los autores
política establecida. Nuevas iniciativas y significativamente importante es el
en el área de la memoria histórica y los cierre del Penal Cordillera, un exclu-
derechos humanos brillaron por su au- sivo centro de detención consignado a
sencia” (p.234), frente a la presión del ex militares condenados por crímenes
boom por las memorias del siglo XXI. de lesa humanidad, en el que se vivía
En el primer año de gobierno de la ex en cómodas y desiguales condiciones
presa política Michelle Bachelet (2006- en comparación a otros reos. Una me-
2010), moría el dictador, Augusto Pino- dida simbólica, que ningún gobierno
chet, y con ello se cerraba un período de izquierda había hecho, pero que era
en que los familiares, sobrevivientes demandada por la sociedad, por lo cual
y la sociedad debían observar la ima- su gestión en materia de memoria histó-
gen pública de la impunidad. Durante rica, pasó a la historia. De modo que si
su mandato, se avanzó bastante en me- la evidencia “para saber si esta cultura
morializacion, una de las más grandes política se ha consolidado se da con el
iniciativas fue la creación del Museo de advenimiento de un gobierno de dere-
la Memoria y los Derechos Humanos, cha, el gobierno de Piñera parece seña-
que no ha estado libre de críticas, situa- lar que la batalla por el «nunca más»
ción asociada a no entregar una con- el terrorismo de Estado se ha ganado”
textualización sobre el período previo. (p.315).
Asimismo, se financió la construcción Las dictaduras de Argentina, Uru-
de sitios de memorias, como es el caso guay y Chile quebraron la tradición
de ex Centros de Detención, Tortura y democrática, el trauma de estos hechos

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históricos repercutiría y no permitiría glo XXI, se avanzó en estas tres dimen-


avanzar ignorando las sistemáticas vio- siones, Argentina y Uruguay abrazaron
laciones a los derechos humanos, por el bastión de la pedagogía de la memo-
eso los gobiernos debieron responsabi- ria, enseñando sobre el pasado recien-
lizarse, un pasado en el que se eliminó a te, capacitando a docentes. Por su parte,
gran parte de la población para imponer Chile hizo de la pedagogía pública de
un sistema económico, un pasado que los lugares de memorias, su política. En
dañaría irremediablemente el tejido so- los tres casos, se crearon comisiones de
cial. En este libro se hace énfasis, por verdad oficial, en Argentina eso dio lu-
medio de una exhaustiva investigación gar al informe “Nunca Más”; en Chile
histórica, en las batallas por las memo- destacan los informes “Rettig y Va-
rias, que se caracterizaron por no ser lech”, en los que se establecieron verda-
fáciles, sino que se enfrentaron a una des y se contextualizaron los hechos. El
memoria como salvación, en la que se caso uruguayo, es distinto, el informe
justificaba el terrorismo de Estado, se de la SERPAJ “Uruguay Nunca Más”
avalaba el genocidio, pero los empren- ofreció relatos y explicaciones, pero
dedores por las memorias, los diversos no contó con un respaldo oficial. Ade-
actores de la sociedad civil, sobrevi- más, se establecieron dos comisiones,
vientes, familiares de los desapareci- la Comisión para la Paz Jorge Batlle y
dos, ONG, activistas de derechos hu- la Comisión de Historiadores de Tabaré
manos, a través de sus diversas accio- Vásquez, constituyéndose variadas in-
nes se insertaron en el espacio público, terpretaciones sobre un mismo hecho,
generando iniciativas que convocaron a lo cual es confuso pues no se establece
la sociedades, por lo cual el silencio fue una verdad oficial. Por otro lado, judi-
desafiado y el ignorar estos hechos se cialmente, la tarea fue más compleja en
constituyó como un imposible. los tres países, pues enfrentaron a am-
Para Stern, Marchesi, Lorenz y nistías y una débil intencionalidad polí-
Winn, los diferentes actores sociales tica por la justicia; en síntesis ha sido un
se enfrentaron contra los gobiernos en ámbito parcialmente logrado.
el período posterior a la democracia, Los autores destacan que, en la
en un ambiente en el que se temía por configuración de archivos, memoriales
la acción insurrecta de los militares, y en la investigación sobre este campo
puesto que muchos de los genocidas no de estudio, se vivió una eclosión, gene-
eran juzgados y tenían un papel trans- rando valiosos avances. En los últimos
cendental en la política. Sin embargo, años, se han abierto campos para el
la memoria de las víctimas no podía ser estudio sobre lo que ha ocurrido en la
desechada, por lo que demandaron jus- gestión de memoriales, monumentos,
ticia, verdad y memoria, exigencias que lugares de memoria, estos a juicio de
en ocasiones fueron ignoradas. En el si- Stern «nudos convocantes», los cuales

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tienen la trascendental y compleja labor Es importante mencionar ese ambi-


de mantenerse vivos para la sociedad. valente papel histórico desarrollado por
Un aspecto, destacado por Peter los medios de comunicación, los cuales
Winn, es que nos advierte sobre el re- están sujetos a las tensiones políticas y
conocimiento conveniente por parte que se vieron presionados ante las ba-
del Estado, a las violaciones de los de- tallas por las memorias. En el caso de
rechos humanos en el contexto de las las violaciones a los derechos humanos
dictaduras, que se centra en el dolor, sobre el Terrorismo de Estado, debie-
el sufrimiento y olvida las violaciones ron participar de la divulgación de estos
a los derechos económicos y sociales hechos, ante los apremios nacionales e
por las cuales abogaron las víctimas en internacionales. A pesar de que su papel
un contexto político previo a su exter- durante las dictaduras que azotaron a
minio. Este trauma histórico se puede Uruguay, Argentina y Chile no siempre
prestar a manipulaciones por parte de fue así.
las elites políticas, pues como bien co- Los países se pueden atiborrar de
nocemos el pasado siempre está sujeto memoriales, monumentos, generar in-
a disposición del sector hegemónico. A vestigaciones interdisciplinarias sobre
su vez, Winn, considera que “los memo- el pasado reciente, avanzar en procesos
riales pueden petrificar la memoria y judiciales, compensaciones económi-
convertirse en una reparación simbóli- cas a las víctimas, pero el pasado aso-
ca que pierde gradualmente su relevan- ciado a la destrucción de un sector en
cia a medida que las generaciones que específico, fue ejecutado a todo el tejido
sufrieron las pérdidas que el memorial social, “Ninguno de nosotros está sano;
conmemora dejan la escena” (p.348). nosotros, por lo menos nos sentidos da-
El desafío es a mantener vivos los me- ñados, nos sentimos afectados, nos sen-
moriales por medios de la acción de los timos penetrados por la violencia”1, en
emprendedores por las memorias, para esa línea, cobra sentido lo mencionado
lo que se requiere del empoderamiento
de la sociedad civil por los derechos hu-
manos, los cuales no son exclusivos de 1 Domínguez, A, (198). p.49. La tortura
las víctimas de las dictaduras, sino que como crimen contra la humanidad.
En Seminario Internacional, Tortura:
son universales. El autor es consciente Aspectos médicos, psicológicos y
de que “esta cultura política de dere- sociales. Prevención y tratamiento.15 al
chos humanos no siempre se extiende 18 de noviembre de 1989, por Equipo
hasta los grupos sociales marginales, denuncia, investigación y tratamiento del
torturado y de su núcleo familiar. (DITT)
desde pueblos indígenas en el norte o de comité de defensa de los derechos
el sur” (p.119), inclusive en cualquier de pueblo (CODEPU). Symposium N°1
ciudadano. “Conceptos, orígenes, objetos y técnicas
de la tortura. Agentes ejecutores”. (44-
52), Chile- Santiago.

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por Nietzsche, que “El hombre también Es preocupante que en la actualidad


se asombra de sí mismo por no poder se sigan violando los derechos huma-
aprender el olvido y permanecer atado nos, el caso en Argentina con la desa-
al pasado, por más lejos y veloz que co- parición en democracia de Jorge Julio
rra, la condena siempre lo acompaña”2. López en 2006, en Chile con la desapa-
Es un pasado complejo de dimensionar rición de José Huenante de 16 años en
para las generaciones que no lo sintie- 2005, en Uruguay, con sus cárceles que
ron, por lo que he aquí otro imperativo, poseen un récord de población carcela-
traspasar la experiencia militante en un ria, en el que las condiciones de hacina-
proceso que pueda abrir a la reflexión. miento no son las indicadas. Esto nos
El libro “No hay mañana sin ayer”, indica que si bien “En los tres países del
hace un útil recorrido sobre lo que ha Cono Sur la idea del «Nunca más» pu-
significado la compleja batalla por las do haberse vuelto hegemónica en el año
memorias, deteniéndose en las inicia- 2012, pero la realidad era a menudo di-
tivas relevantes que nos hablan de lo ferente, en particular para los sectores
difícil que es resignificar y construir marginales de la sociedad” (p.355). Se
en base a un pasado que genera tensio- particularizó una materia tan relevante
nes en una sociedad dividida, con dife- como lo es el respeto hacia los derechos
rentes formas de concebir la realidad. humanos.
Un aspecto es evidente, NO se puede Mencionar que la obra entrega al
construir el mañana sin el ayer, no se lector los datos relevantes que permiten
puede resignificar el pasado si no consi- conocer la realidad sobre lo que se ha
deramos un pasado reciente que retum- construido, cómo ha sido efectuada esa
ba con sus violaciones a los derechos labor y a qué fricciones se han debido
humanos. Si no afrontamos ese pasado enfrentar. No obstante, sería pertinente
los hechos se vuelven a repetir, pero se profundizar de forma crítica en la in-
deben materializar en acciones, actitu- tencionalidad de los usos de la memoria
des y discursos, no excluyentes de otros que se han generado de parte de los em-
sectores marginalizados, como pueblos prendedores por las memorias.
indígenas, grupos con ideológicas dis-
tintas, entre otros. No solo compete a FRANCISCA E. BEROÍZA
las víctimas de las dictaduras militares, VALENZUELA.
porque todos somos parte de la socie- UNIVERSIDAD DE SANTIAGO
dad. DE CHILE.

2 Nietzsche, F. (2008). p.13. Segunda


consideración intempestiva: sobre la
utilidad y los inconvenientes de la historia
para la vida. Buenos Aires: Zorzal.

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