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FORÊTS SECONDAIRES / LE POINT SUR…
rios, deban considerar el aprovecha- El manejo para por la empresa Smurfit Cartón de
miento sostenido de los bosques productos maderables Colombia para pulpa de papel por
secundarios, a la vez que se mantiene casi 30 años. No obstante, este eco-
la biodiversidad. Los experimentos que incluían sistema no se ajusta totalmente a la
Debido al estado relativamente el manejo de fases forestales avanza- definición generalizada para bosques
estacionario del crecimiento de la das, evaluaron la regeneración natu- secundarios, toda vez que las superfi-
población y a los desarrollos económi- ral y el enriquecimiento de rastrojos. cies aprovechadas por la empresa
cos recientes se prevé una aceleración Las proyecciones de un manejo sos- nunca fueron abandonadas, ni se
de la demanda de los productos fores- tenible de la producción de madera convirtieron en potreros ocupados
tales y tierras en cultivo de América de cierta calidad, han sido cataloga- por campesinos colonizadores. A
Tropical (FAO, 1999). El caso de das como promisorias (Finegan, pesar de ello, los estudios sobre
Colombia es muy particular teniendo 1992; Wadsworth, 1987). Sin regeneración natural y abundancia de
en cuenta la situación de orden embargo, Finegan (1997) comenta especies pioneras en las primeras
público en las zonas rurales. Brown y que las limitaciones del manejo del fases de sucesión están ampliamente
Lugo (1990) han estimado que las bosque secundario para productos documentados (Ladrach, Mazuera,
áreas cubiertas con bosques secunda- maderables en el caso de Costa Rica, 1985; Ladrach, Wright, 1995).
rios y rastrojos siguen aumentando. se centraron en la baja calidad de la Faber-Langendoen (1992) desarrolló
Las estimaciones de la FAO madera proveniente de especies de la un modelo matemático para estimar
(1999) situaban la superficie de bos- primera fase de sucesión; y que sólo el crecimiento en biomasa de suce-
ques secundarios tropicales entre 78 en la fase avanzada de la misma (24 siones entre 2 y 30 años y concluyó
y 170 millones de hectáreas para años o más) predominaban especies que la biomasa original del bosque
América Latina. En esta estimación se comerciales valiosas como Cordia primario podría recuperarse en un
han incluido las fases sucesionales alliodora, Guazuma ulmifolia, Laetia tiempo de 30 años; pero el manejo
de barbechos cortos y largos. procera, Vochysia ferruginea, sostenido del bosque después de la
Pentaclethra macroloba, Rollinia tala total utilizando especies madu-
microsepala, Stryphnodendron excel- ras o clímax podría demorar hasta 90
sum. Investigaciones realizadas años.
durante diez años en un bosque En la cuenca del Alto Río Negro
secundario de aproximadamente cin- de la Amazonía Colombo-Venezolana,
cuenta años en Belterra, Brasil (de Saldarriaga y Uhl (1991) estudiaron
Oliveira, 1997), comprobaron la la recuperación de la vegetación
dominancia (84% del área basal) de leñosa en 24 sitios después del pro-
Jacaranda copaia, Vochysia maxima y ceso de tumba y quema del bosque.
Schefflera (Didymopanax) moroto- Encontraron que pequeñas áreas dis-
toni así como unas tasas de ingresos turbadas para la agricultura de
mayores a las de mortalidad en los quema y rastrojo recuperaron su
experimentos conducidos. La abun- composición florística original, pero
dancia y el rápido crecimiento de las el tiempo necesario varió de acuerdo
especies mencionadas constituyen el con la intensidad y la frecuencia de
principal potencial biológico de los los disturbios. En forma global con-
bosques secundarios neotropicales. cluyeron que el bosque es un
En Colombia, el autor sólo mosaico multietáneo y de diversas
conoce el caso del manejo del bos- características estructurales con una
que secundario en la región del Bajo alta variedad entre sitios, la cual
Calima, conducido en amplias super- dependería de los suelos, el microrre-
ficies de bosque post aprovechado lieve, la composición de especies y la
dinámica de los disturbios. En con-
cordancia con lo encontrado por
Faber-Langendoen (1992), los auto-
res estimaron un tiempo aproximado
entre 140 y 200 años para que una
chagra abandonada alcance valores
Agricultura de tumba-roza y quema. de biomasa comparables a los del
Uso típico del suelo en las selvas
bosque maduro.
húmedas tropicales. Valle medio del río
Magdalena, Colombia.
Agriculture itinérante sur brûlis.
Utilisation typique des sols dans les
forêts tropicales humides. Vallée du río
Magdalena, Colombie.
Foto G. De Las Salas.
BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2002, N° 272 (2)
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Consideraciones Bibliografía
finales
Las dimensiones del tema y las En un estudio sobre el potencial de BROWN S., LUGO A. E., 1990. Tropical
conclusiones a las que se ha llegado, manejo de los bosques secundarios secondary forests. Journal of Tropical
permiten impulsar las acciones enca- neotropicales (Finegan, 1992 ), este Ecology, 6: 1-32.
minadas a afrontar los retos de la autor afirma que las especies efíme-
BUDOWSKI G., 1965. Distribución de
deforestación incontrolada y a frenar ras durables (long-lived pioneers)
especies en el bosque húmedo tropi-
los procesos de potrerización y las Vochysia spp., Inga spp. y Goethalsia
cal de América a la luz de los proce-
secuelas de pobreza y deterioro de meiantha aparecen en parches sobre
sos de sucesión. In: La conservación
los ecosistemas forestales. No obs- sitios no degradados y con fuentes
como instrumento para el desarrollo.
tante, en la acuciosa búsqueda de adecuadas de semilla; son altamente
San José, Costa Rica, EUNED-MAG-
oportunidades para aprovechar los productivas aun en suelos Ultisoles
USAID, 1985, 213-219.
servicios ambientales de los bos- con un turno aprovechable entre 15 y
ques, resulta dramático resaltar que 20 años. CORLETT R. T., 1994. What is second-
son, principalmente, los países aje- ▪ La tecnología disponible. Los ary forests? Journal of Tropical
nos al trópico los que más se benefi- avances tecnológicos permiten la Ecology, 10: 445-447.
cian de estas oportunidades. transformación de nuevos productos
DANIEL P. W., HELMS U. E., BAKER
Una percepción optimista del de los bosques, abrir nuevos merca-
F. S., 1982. Principios de silvicultura.
manejo sostenible de los bosques dos, generar más empleo e incluso
Mc Graw-Hill, 492 p.
debe basarse sobre los siguientes prevenir o mitigar daños ambienta-
elementos: les. DE CAMINO R., 1998. El manejo de los
▪ La resiliencia y no la fragilidad. ▪ Los acuerdos y compromisos bosques naturales en América Latina;
Lugo (1995 ) hace una razonable globales. Es necesario disponer de Análisis de problemas y perspectivas
argumentación de este concepto apli- suficiente tacto y habilidad para apro- desde la realidad. I Congreso
cado al futuro de los bosques húme- vechar las ventajas que brinda la glo- Latinoamericano de la IUFRO.
dos tropicales. Por su parte Finegan balización, como la implementación Valdivia, Chile, IUFRO, Noviembre 20-
(comunicación personal), comenta de proyectos locales, regionales o 26, 1998. Actas 22 p. (CD-ROM).
que los bosques de Pentaclethra internacionales que contemplen toda
DEL AMO R. S., RAMOS P. J., 1993. Use
macroloba son unos de los más diná- la cadena productiva incluyendo el
and management of secondary vege-
micos entre los tropicales y ostentan valor agregado de los productos
tation in a humid-tropical area.
gran resiliencia y productividad. (maderables y no maderables) en
Agroforestry Systems, 21 (1): 27-42.
beneficio de las comunidades asenta-
das alrededor de los proyectos. DE OLIVEIRA L. C., 1997. Dinamica de
▪ La investigación. Ésta debe crescimento e regeneraçao natural de
tener pertinencia, calidad y continui- uma floresta secundaria no Estado do
Erosión tipo “pied de vache” dad además de jugar un papel clave Pará: 69-87p. In: Ecology and mana-
causada por el pisoteo del ganado en las políticas de manejo de bos- gement of tropical secondary forests:
en terrenos deforestados. Zona ques de los gobiernos. El conoci- science, people and policy. Procee-
Atlántica, Costa Rica.
miento empírico de campesinos e dings of a conference held at CATIE,
Érosion du type « pied de vache »
indígenas debe incorporarse a los Costa Rica, November 10-12, 1997. M.
provoquée par le piétinement du
bétail en terrains déboisés. Zone proyectos de investigación. Guariguata y B. Finegan (ed.). CATIE-
atlantique, Costa Rica. IUFRO-CIFOR-WWF-GTZ, 224 p.
Foto G. De Las Salas. El escenario y la percepción
optimistas representan un reto y una DUBOIS J. C., 1990. Secondary forest
esperanza para el futuro de los bos- as a land-use resource in frontier
ques naturales. zones of Amazonia. In: Anderson A. B.
(ed.): Alternatives to deforestation;
steps toward sustainable use of the
Amazon rain forest. Columbia
University Press, 183-194 p.
BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2002, N° 272 (2)
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FOCUS / BOSQUES SECUNDARIOS
Synopsis
FABE R-LANGENDOEN D., 1992. MC DADE L. A., BAWA K. S., HESPEN-
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PERSPECTIVES POUR LEUR
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del mundo. Roma, Italia, FAO, 154 p. LADRACH W., MAZUE RA H., 1985.
Proveniencia y características de la Ne pas reconnaître les avan-
FINEGAN B., 1.992. The management tages des forêts secondaires tropi-
regeneración natural de un bosque
potential of neotropical secondary cales est révélateur de certains préju-
húmedo tropical después de la tala
lowland rainforest. Forest Ecology gés, notamment : ce type de forêt ne
rasa. IX Informe anual de investiga-
and Management, 47: 295-321. produit pas de bois commercial ; les
ción forestal en la concesión del Bajo
FINEGAN B., 1997. Bases ecológicas Calima. Cartón de Colombia, Cali, arbres y sont très petits ou n’ont pas
para el manejo de bosques secunda- Colombia, Valle, 12 p. de valeur sur les marchés actuels ;
rios de las zonas húmedas del Trópico leur composition floristique fait obs-
LADRACH W., WRIGHT J. A., 1995. tacle au développement de processus
Americano ; recuperación de la biodi-
Natural regeneration in a secondary industriels modernes ; les arbres
versidad y producción sostenible de
colombian rain forest; its implication épargnés lors de l’abattage des forêts
madera. In: Memorias del Taller
for natural forest management in the primaires ont gravement souffert et
Internacional sobre el estado actual y
tropics. Journal of Sustainable leur croissance en est ralentie ; la
potencial de manejo y desarrollo del
Forestry, 3 (1): 15-38. régénération naturelle des espèces
bosque secundario tropical en
América Latina. Pucallpa, Perú, E. LAMPRECHT H., 1990. Silvicultura en ligneuses traditionnelles y est sou-
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Structure and history of the vegeta- LUGO A. E., 1995. Tropical forests: prech, 1980).
tion of Barro Colorado Island. In: The their future and our future. In: Ces considérations, pour aussi vraies
ecology of a tropical forest: seasonal Tropical forests: management and qu’elles puissent être, laissent entiè-
rythms and long-term changes. E.G. ecology. Ecological studies. V 112. rement de côté l’énorme potentiel
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del conocimiento y posibilidades improving the economics of Swidden tance de la gestion durable des forêts
futuras de investigación en la clasifi- agriculture. Ambio, 26 (2): 118-123. tropicales secondaires en prenant en
cación de sitios en bosques tropica- compte ce potentiel, son extension
POORE D. et al., 1998. No habrá bos- considérable, la possibilité d’impli-
les: el caso de Costa Rica. In:
ques sin manejo. Actualidad Forestal quer les communautés dans cette
Memorias del taller internacional
Tropical, 6 (4): 10-12. gestion et les avantages qu’appor-
sobre el estado actual y potencial de
manejo y desarrollo del bosque SALDARRIAGA J., UH L C., 1991. tent la technologie, les divers accords
secundario tropical en América Recovery of forest vegetation follow- et une conception judicieuse de la
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IBAMA-BMBF-DLR, 35 p. est of tropical America, prospects and incluses dans ces estimations. Les
technologies. San Juan, Puerto Rico, projections d’aménagement durable
F. Wadsworth, C. Figueroa (ed.), de la production de bois d’une cer-
Institute of Tropical Forestry, 189-196. taine qualité ont été qualifiées de
prometteuses (Finegan, 1992 ; Wads-
BOIS ET FORÊTS DES TROPIQUES, 2002, N° 272 (2)
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worth, 1987). Pourtant, Finegan médicinales telles que le papayer Les perspectives
(1997) signale que, dans le cas du (Carica papaya), le palmier pêche Une vision optimiste de l’aménage-
Costa Rica, l’aménagement durable (Bactris gasipaes), l’inga (Inga spp.), ment durable des forêts doit intégrer
de la forêt secondaire productive de l’avocatier (Persea americana), les éléments suivants :
bois d’œuvre a montré ses limites du l’umari (Poraqueiba sp.), le rocouyer ▪ La notion de souplesse, non pas de
fait d’un bois de qualité médiocre (Bixa orellana), le caimite (Chry- fragilité.
provenant d’essences appartenant à sophyllum caimito), le noyer du Brésil ▪ La technologie disponible. Les pro-
la première phase de succession. (Bertholletia excelsa) et le pommier grès technologiques permettent la
C’est seulement dans la dernière par- cajou (Anacardium occidentale). Les transformation de nouveaux produits
tie de cette phase (24 ans ou plus) fruits du palmier babacu (Orbignia forestiers, autorisent l’ouverture de
que prédominaient des essences phalerata), dont la culture s’étend sur nouveaux marchés, créent des
commerciales de valeur telles que 200 000 km2, sont utilisés par l’indus- emplois et empêchent ou diminuent
Cordia alliodora, Guazuma ulmifolia, trie pour la production d’huile végé- les dommages écologiques.
Laetia procera, Vochysia ferruginea, tale, de savon et de margarine ▪ Les accords et les engagements
Pentacletra macroloba, Rollinia (Dubois, 1990). Comme d’autres, ces financiers. Suffisamment de tact et
microsepala et Stryphnodendron exemples incitent à diriger l’aména- d’habileté diplomatique sont néces-
excelsum. Dans une forêt secondaire gement des forêts rémanentes saires pour profiter des avantages
d’environ cinquante ans, à Belterra, d’Amérique tropicale vers le dévelop- apportés par une globalisation qui
au Brésil, de Oliveira (1997) a pement d’un système indicateur de permet la réalisation de projets
constaté la prédominance de leur potentiel productif fondé sur des locaux, régionaux et internationaux.
Jacaranda copaia, Vochysia maxima techniques agroforestières et de sylvi- Celle-ci englobe toute la chaîne pro-
et Didymopanax morototoni. L’abon- culture communautaire. Ces options ductive et permet aux communautés
dance et la croissance rapide de ces sont justifiées tant que la majeure de jouir de la valeur ajoutée des pro-
essences sont les principales qualités partie des forêts exploitées se situe duits.
potentielles biologiques des forêts près de parcelles possédées par des ▪ La recherche, qui doit être perti-
secondaires tropicales. D’autre part, paysans ou de zones habitées. nente, de qualité et pensée sur le
des études de succession forestière D’autres cas de réussite dans l’amé- long terme. Les connaissances empi-
réalisées en Amazonie (Saldarriaga, nagement forestier au Brésil et en riques des paysans et des indigènes
Uhl, 1991) ont conclu que la forêt est Amérique centrale sont le fruit d’une sont intégrées aux projets de
une mosaïque aux diverses caracté- association entre un gouvernement et recherche.
ristiques structurelles qui dépend des des entreprises privées ou entre des Enfin, il importe que les responsables
sols, du micro-relief, de la composi- entreprises et des communautés indi- politiques et les gestionnaires de res-
tion des essences et de la dynamique gènes. La philosophie d’un tel aména- sources établissent et respectent les
des perturbations. gement se fonde sur les considéra- conditions qui permettent un véri-
tions suivantes : cela suppose table aménagement forestier durable.
Autres productions l’exploitation de la forêt pour l’extrac- Parmi ces conditions figurent : un
Traditionnellement, l’exploitation des tion des grumes et d’autres produits cadre juridique applicable et appli-
forêts tropicales s’est appuyée sur le ou services ; les biens et services sont qué ; la stabilité politique des pays
bois d’œuvre d’arbres à croissance prodigués dans les limites de produc- concernés ; la transparence et l’ou-
rapide. Cette façon de faire a souvent tivité du système et de sa capacité, verture dans l’attribution des res-
bien réussi, du moins sur des sites condition qui garantit l’exploitation sources et la prise de décision ; un
non dégradés et avec un approvision- permanente des écosystèmes ; l’ex- personnel forestier dûment formé ;
nement en semences adéquat, en ploitation doit être rentable selon les l’absence de corruption ; la sécurité
Amérique centrale (Finegan, 1992) et critères du gestionnaire de l’aména- et l’accès aux ressources ; la suffi-
à la Caraïbe (Wadsworth, 1987). Il gement ; tous les acteurs impliqués sance et l’accessibilité à l’information
existe pourtant d’autres formes d’ex- dans le processus participent à son sur les subventions et leur gestion.
ploitation qui tirent intégralement élaboration, son évaluation et à la
parti du sol des forêts secondaires et répartition des coûts et bénéfices des
des litières. politiques et actions concrètes mises
Par exemple, quelques tribus indi- en œuvre ; le système est partie inté-
gènes du Brésil, de Colombie et du grante du développement durable et,
Pérou, pour ne citer que les plus en conséquence, il est intimement lié
connues, introduisent dans leurs au développement national et à tous
litières des arbres fruitiers, des pal- les secteurs associés.
miers, des ligneux et des plantes