Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
VPH, el virus del papiloma humano genital, es una infección viral que afecta a
casi el 6,200,000 nuevos individuos cada año. Hay más de 100 tipos diferentes
de VPH, entre ellos unos 30 tipos que se transmiten a través de la transmisión
sexual. Aproximadamente 20 millones de Estado Unidenses están infectados
con VPH . Entre el 50-75% de los hombres y mujeres sexualmente activos tienen
una infección por VPH en algún momento de su vida.1
¿Cuáles son los síntomas?
En muchos de los casos, no hay ningún síntoma obvio. Cuando hay síntomas,
estos pueden tardar de un mes a un año en manifestarse después de que hayas
tenido contacto con el virus.
Una pequeña cantidad de las más de 40 diferentes cepas del VPH pueden
provocar verrugas genitales. (Algunas cepas causan las verrugas comunes que
salen en las manos y los pies, pero el VPH genital normalmente solo afecta el
área genital.)
Las verrugas genitales son muy contagiosas. Los investigadores calculan que
cerca del 65 por ciento de las personas que tienen relaciones sexuales con
alguien que tiene verrugas, también las desarrollará.
Las verrugas aparecen adentro o alrededor de la vagina y la vulva, alrededor del
ano y en el recto, en el cuello del útero, y a veces en la piel alrededor de la ingle.
(También puedes desarrollar verrugas en la boca o garganta al hacerle sexo oral
a una persona infectada, aunque esto es raro.)
Las verrugas son blandas y del color de la piel, o más claras. Pueden ser
pequeñas o grandes, aplanadas o elevadas. Puede haber solo una o muchas, y
a veces se agrupan dándole a la piel una apariencia de coliflor. Normalmente no
duelen, aunque ocasionalmente causan picazón, ardor o sangran.
En cerca del 20 por ciento de las mujeres, las verrugas desaparecen solas al
cabo de tres meses. Para la mayoría de las demás mujeres, el tratamiento
adecuado ayuda a eliminarlas, aunque pueden volver a aparecer.
En algunos casos, el VPH genital provoca cambios o alteraciones en las células
del cuello del útero que se pueden detectar a través de la prueba de
Papanicolaou. La mayoría de las veces las alteraciones son leves y se resuelven
sin tratamiento.
Pero si tienes una de las cepas de VPH consideradas de alto riesgo, el virus
puede causar cambios más peligrosos en las células. Estos cambios podrían
resultar en cáncer, normalmente muchos años después, si no recibes el
tratamiento adecuado.
Estas cepas de alto riesgo son la causa de casi todos los cánceres del cuello del
útero. (Es importante resaltar que no son las mismas cepas que causan las
verrugas genitales). Este es uno de los motivos por el que es tan importante que
las mujeres se hagan la prueba de Papanicolaou con regularidad y, si tienen un
resultado anormal, reciban las pruebas adicionales y los tratamientos
necesarios.
La buena noticia es que en la gran mayoría de los casos, el sistema inmunitario
mantiene al virus bajo control o lo destruye, incluso en el caso de las cepas de
alto riesgo. La mayoría de las mujeres se libran del virus uno o dos años después
de haberlo contraído.
Solo un pequeño porcentaje de las mujeres con VPH desarrollan alteraciones
celulares que requieren tratamiento, y con las pruebas y el tratamiento adecuado,
son muy pocos los casos en los que el VPH resulta en cáncer del cuello del útero
u otros tipos de cáncer genital.2
Tratamiento
No existe tratamiento para el virus, pero si tienes el VPH de alto riesgo, este
puede causar cambios anormales en las células que pueden provocar cáncer. Si
el resultado de tu citología vaginal es anormal, puede que necesites más
exámenes y/o tratamientos incluyendo:
Colposcopia: un procedimiento para observar más de cerca el cuello del
útero para ver si hay células precancerosas.
Crioterapia: tratamiento para congelar y extirpar las células
precancerosas del cuello uterino.
LEEP o procedimiento de extirpación electroquirúrgico de lazo:
tratamiento para extirpar células precancerosas del cuello uterino por
medio de una corriente eléctrica.3
Prevención
¿Cómo puedo evitar contraer el VPH?
Puedes disminuir la posibilidad de contraer el VPH teniendo relaciones sexuales
solo con tu pareja, siempre y cuando tu pareja solo tenga relaciones sexuales
contigo y no tenga ninguna verruga aparente. (Claro que es posible que tu pareja
tenga el VPH y no lo sepa, y podría transmitírtelo sin tener ningún síntoma).
Después de que nazca tu bebé, podrías vacunarte contra algunos tipos de VPH.
Las dos vacunas disponibles hoy, Gardasil y Cervarix, protegen a las mujeres
contra dos de las cepas de alto riesgo que son responsables de cerca del 70 por
ciento de los casos de cáncer del cuello del útero. Gardasil también protege
contra dos tipos adicionales de VPH y ayuda a prevenir cerca del 90 por ciento
de las verrugas genitales, así como los cánceres del ano, la vulva y la vagina.
Bibliografía