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MUJERES QUE VIVEN EL PRESENTE Y SUEÑAN EL FUTURO: UNA MIRADA

A LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN YARUMAL

MÓNICA ALEXANDRA SOTO ACEVEDO

VIVIANA MARÍA HOYOS LOAIZA

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL

YARUMAL

2012
MUJERES QUE VIVEN EL PRESENTE Y SUEÑAN EL FUTURO: UNA MIRADA
A LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN YARUMAL

MÓNICA ALEXANDRA SOTO ACEVEDO

VIVIANA MARÍA HOYOS LOAIZA

TESIS PARA OPTAR AL TITULO DE

TRABAJADORAS SOCIALES

ASESORA

NORA EUGENIA MUÑOZ FRANCO

TRABAJADORA SOCIAL

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL

YARUMAL

2012
TABLA DE CONTENIDO

Pág

RESUMEN viii

INTRODUCCIÓN 9

1. UNA MIRADA RETROSPECTIVA 16

1.1. EL PROBLEMA 18

1.2. REFERENTE TEÓRICO 26

1.3. REFERENTE CONCEPTUAL 27

1.4. DISEÑO METODOLÓGICO 32

1.5 CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LAS PARTICIPANTES 37

1.6. CRITERIOS ÉTICOS 38

2. GENERALIDADES Y CONTEXTO… PARTICIPACIÓN QUE CRUZA 43


FRONTERAS

2.1. LATINOAMÉRICA SE RE-DESCUBRE 44

2.2. COLOMBIA…TAMBIEN ES MUJER 46

2.3. GÉNERO Y PARTICIPACIÓN… MÁS ALLÁ DEL REGIONALISMO 49

iii
2.4. PARTICIPACIÓN CON SELLO PROPIO 51

2.5. MUJERES QUE CONSTRUYEN 55

3. EL SER Y EL HACER DE LAS MUJERES: ROLES Y PRÁCTICAS 63


COTIDIANAS

3.1. SOBRE ROLES Y PRÁCTICAS SOCIALES 66

3.1.1. Las madresposas y los “otros” 69

3.1.2. Un amor de madre: rol de abuelas 75

3.1.3. Las mujeres no sólo reproducen… también producen 77

3.1.4. Las mujeres yarumaleñas: de madres a lideresas 82

3.1.5. Otras prácticas que te hacen mujer 86

4. DE UNA CIUDADANÍA ABSTRACTA A UNA CIUDADANÍA REAL 92

4.1. ESTADO, MUJER Y CIUDADANÍA 96

4.1.1. Rompiendo barreras 99

4.1.2. Educación… un derecho liberador 102

4.1.3. Igualdad laboral en lo doméstico y en lo fabril 105

4.2. OTROS ESPACIOS QUE COBRAN VIDA 107

5. IDENTIDAD DE GÉNERO: MÁS ALLÁ DE LO FEMENINO Y LO 115

iv
MASCULINO

5.1. LA BUSQUEDA DE AUTONOMÍA: UNA LUCHA CONSTANTE 117

5.2. RECONOCIMIENTO: “SOY MUJER” 120

6. TERMINA LA TAREA, PERO CONTINÚA EL CAMINO 125

BIBLIOGRAFÍA 132

ANEXOS 143

v
LISTA DE FIGURAS

Pág

Figura 1. Mapa conceptual de la investigación 14

Figura 2. Mapa conceptual de las memorias metodológicas 15

Figura 3. Mapa conceptual sobre capítulo 2 “Generalidades y 41


contexto… participación que cruza barreras”

Figura 3.1 Mapa conceptual sobre: “Mujeres que construyen” 42

Figura 4. Mapa conceptual sobre el capítulo 3 “El ser y el hacer de las 62


mujeres: roles y prácticas cotidianas”

Figura 5. Mapa conceptual sobre el capítulo 4 “De una ciudadanía 91


abstracta; a una ciudadanía real”

Figura 6. Mapa conceptual sobre el capítulo 5 “ Identidad de género: 114


más allá de lo femenino y lo masculino

vi
LISTA DE ANEXOS

Pág

Anexo 1. Cuadro de sistema categorial 144

Anexo 2. Ficha Bibliográfica 145

Anexo 3. Guía de observación participante 146

Anexo 4. Guía de entrevista a profundidad 148

Anexo 5. Guía de técnica interactiva “colcha de retazos” 150

Anexo 6. Consentimiento informado 152

Anexo 7. Formato de aceptación para participar en la investigación 154

vii
RESUMEN

La investigación que realizamos desde el Trabajo Social, tiene como objetivo


aportar al análisis y comprensión de los procesos de participación que construyen
un grupo de mujeres lideresas del municipio de Yarumal, desde una perspectiva
de género. De este modo, se pretende dar a conocer las motivaciones, formas y
limitantes que éstas tiene en sus procesos de participación, tanto en la esfera
pública como en la esfera privada. Además, se muestra con este estudio las
diferentes prácticas sociales de las mujeres en torno a la participación y la forma
cómo son permeadas por ella e nivel social, familiar e individual. El estudio se hizo
desde el enfoque cualitativo, el cual permitió hacer participes activas a las mujeres
y, desde el método etnográfico, se logró conocer de manera precisa el mundo
vivido por las mismas. En este sentido, la investigación pretende contribuir a la
comprensión de una realidad palpable en un contexto micro y, a partir de la cual,
se hacen aportes significativos a ellas, como actoras claves y también a la
profesión de Trabajo Social, en el temas especifico de la participación como
elemento fundamental para el desarrollo de análisis contextuales en nuestra área
de conocimiento.

PALABRAS CLAVES: Participación, Mujeres lideresas, Perspectiva de género.

viii
INTRODUCCIÓN

La participación ha sido un tema vedado durante décadas para las mujeres, por
asuntos de género, prevalencia del dominio masculino o por simple tradición, lo
cual ha menoscabado derechos adquiridos por ellas con muchos esfuerzos, como
se verá en algunos apartes de éste trabajo de investigación. Partiendo de los
logros que para el género femenino han tenido muchas mujeres en
manifestaciones y luchas sociales hoy puede verse cómo en el caso de Colombia
a partir de de 1957 se le dio condición de “ciudadanas” y sólo hasta la
Constitución de 1991 con la que se les dio derechos “igualitarios”, estas han
conformado organizaciones y movimientos con los que lideran procesos, más allá
de sus fronteras familiares, a través de los cuales buscan lograr y consolidar
autonomía y reconocimiento.

La investigación que aquí presentamos surgió del interés por conocer y


comprender, las maneras y formas cómo las mujeres participan, lideran y
desarrollan prácticas sociales, políticas, culturales entre otras. Tal inquietud
sumada a los intereses académicos que nacieron durante el proceso formativo
como Trabajadoras Sociales y, en especial en el proyecto de aula sobre
“Problemas Sociales Contemporáneos”, en el que se abordaron temas en relación
con la ciudadanía y la participación, fueron razones relevantes para dar inicio a la
investigación.

Además de lo anterior, desde el Trabajo Social, el interés es contribuir a develar


los significados que están presentes en las prácticas diarias de este grupo de
mujeres lideresas y a comprender su visión de mundo, su sentir, su pensar, su
subjetividad, su ser y hacer en el entorno en el que día a día se mueven. Es por
eso que se privilegió la experiencia de éstas, lo micro, lo sociocultural, su vida

9
cotidiana como escenario de reproducción de prácticas económicas, sociales
donde se concretan las interacciones y las relaciones intersubjetivas que
posibilitan la emergencia de conocimiento socialmente construido.

En ese contexto, ésta investigación tuvo como finalidad central contribuir desde
una profesión como Trabajo Social a la comprensión de cómo un grupo de
mujeres lideresas del municipio de Yarumal construyen sus procesos de
participación; a partir de ésta última (la participación) se han configurado
problemas sociales contemporáneos como los son: la negociación de una
ciudadanía plena de las mujeres, el acceso real a sus derechos como el derecho a
participar; que están a la espera de ser estudiados, pero sobre todo comprendidos
no sólo a la luz de teorías y enfoques, sino a partir de las subjetividades y
percepciones de las mujeres y en general de todos los ciudadanos quienes al final
son los que le dan vida a la misma participación y realidad social.

El estudio se centró en el discurso y las interacciones de las mujeres con su


contexto, considerando lo histórico como elemento fundamental para leer la
realidad y tener una visión más amplia de la que se ha tenido de la categoría
género, en la construcción del papel de la mujer en diferentes ámbitos de la vida y
del legado social y cultural, que las ha llevado a desempeñar diferentes roles en
todos los espacios de la vida.

Es a partir de los planteamientos anteriores, que cobra importancia la


metodología cualitativa empleada para este estudio, por ser flexible, abierta y
permitir mediante el contacto directo con las actoras develar formas de participar,
espacios de participación y maneras de ser y hacer que éstas configuran por
medio de las acciones directas con su contexto y con los sujetos con quienes
interactúan. Desde sus realidades cotidianas, identificar sus rutinas, sus
particularidades, su singularidad, por tratarse además de un estudio social micro.
En esta medida, es posible comprender los procesos subjetivos que llevan a las
mujeres desde su condición femenina como construcción sociocultural, para optar

10
por nuevas formas y prácticas de participación, dotando de sentido y significado lo
que hacen.

Para presentar el resultado de la investigación dividimos las temáticas en seis (6)


capítulos que permitieran mostrar de manera detallada y organizada la información
en relación a los hallazgos y resultados sobre los procesos de participación de las
mujeres lideresas de Yarumal.

En ese sentido, en el Primer Capítulo “Una mirada retrospectiva” se presenta


de la investigación el problema y en general los elementos teóricos, conceptuales
y metodológicos que conforman el cuerpo de ésta investigación, contiene además
los criterios de selección de quiénes serían las personas interlocutoras, y los
criterios éticos transversales tomados para abordar cada situación, testimonio o
experiencia, partiendo del proceso que han liderado desde su participación.

La participación de las mujeres y el desarrollo de los derechos adquiridos por ellas


ha sido un tema estudiado por diferentes autores, desde amplias miradas y
campos, como el político, social, laboral, familiar y organizacional, por lo que es
desde ahí donde parte el Segundo Capítulo “Generalidades y contexto…
participación que cruza fronteras” que expone los antecedentes de las luchas
sociales en el concierto internacional –Latinoamérica-; nacional, con los
movimientos reivindicatorios de derechos femeninos; en lo regional; y lo local
ampliando el radio de acción desde lo que ha sido Yarumal, con una arraigada
tradición familiar, con un atraso en el desarrollo de políticas que garanticen los
derechos de las mujeres, mostrándolas como activas sujetas dueñas de una
ciudadanía, que nos las hace inferiores al género masculino que ha marcado
siempre la línea de dirección de la historia.

Las mujeres como madres, esposas y abuelas, asumen roles y prácticas sociales,
propias de su edad y momento dentro del ciclo vital de la vida, desarrollan en su
diario vivir tareas que impactan en diversas esferas, en su relación con otros
sujetos, y dan cuenta del “ser” y el “hacer” de ellas como mujeres en torno a la

11
participación. Ese es el objeto de desarrollo del Tercer Capítulo “El ser y el hacer
de las mujeres: roles y prácticas cotidianas” en el cual se aborda como categoría
de análisis las prácticas sociales que realizan cada una de las mujeres que
participaron en la investigación, las que a su vez dan cuenta de esos modelos que
se han construido social y culturalmente para ellas.

Un concepto que apenas se vislumbra en los estudios de género y mujer,


partiendo de lo nuevo que es el reconocimiento constitucional y asignación de
derechos a las mujeres, es el de “ciudadanía”; dicho concepto se desarrolla desde
dos perspectivas: la teórica, según actores como Marshall y Melano, la otra a partir
de las opiniones y experiencia de las mujeres que hicieron parte de esta
investigación. Ese concepto es el que se desarrolla en el Cuarto Capítulo “De
una ciudadanía abstracta a una ciudadanía real”.

Al momento de abordar el concepto de género es primordial –por no decir


incondicional e inseparable-, comprender lo que significa la “identidad de género”
– que le da nombre al Capítulo Quinto “Identidad de género: más allá de lo
femenino y lo masculino”-, desde el reconocimiento de las mujeres a sí mismas,
desde el desarrollo de sus prácticas sociales y, siguiendo el hilo conductor de la
investigación: la participación. Desde ese aspecto, las mujeres se asumen como lo
que son, se reconocen, lo cual define la identidad de género, desde la exploración
de sí mismas y de cómo es la interacción con otros y otras, para descubrir que,
además de mujeres, también son lideresas y madres. La extensión de lo que
puede ser la mujer, saliéndose del paradigma de madre y esposa, es lo que hace
que la identidad de género tenga sentido dentro de la participación.

Luego de exponer y plantear las categorías que permiten leer y comprender mejor
la participación, de cómo desarrollarla y de cómo pudo percibirse y estudiarse,
interactuando y dialogando con las mujeres que tienen voz en esta investigación,
podemos dar unas puntadas finales que, a manera de conclusiones en el Sexto
Capítulo “Termina la tarea, pero continúa el camino”, terminan de tejer la

12
estructura sobre lo que las mujeres lideresas de Yarumal han construido y vivido
en la elaboración de un entramado que posibilita la práctica de derechos, más allá
del simple concepto, desde la óptica del Trabajo Social.

13
Figura 1. Mapa conceptual de la investigación

¿CÓMO CONTRUYEN SUS PROCESO DE PARTICIPACIÓN UN GRUPO DE MUEJRES LIDERESAS DE YARUMAL?

Transversal

PARTICIPACIÓN

GÉNERO CIUDADANÍA IDENTIDAD DE GÉNERO

Roles Prácticas sociales Ejercicio de derechos y Espacios de construcción de ciudadanía Autonomía Reconocimiento
deberes

Toma de Ser mujeres, el


Madresposa Labores domésticas, Participación Esfera de lo público: universidad, casa
Abuela tiempo libre, Educación de la mujer, casa de la cultura, la iglesia, decisiones, deseos rol que
Lideresa cuidado personal, Trabajo el lugar de trabajo. y emociones desempeñan en
propias, valores la sociedad, el
Trabajadora espirituales, Esfera de lo privado: el hogar, la casa, su
Otros participación. cuerpo compartidos papel de los
otros

Todas estas características y particularidades de las mujeres día a día las desarrollan y vivifican en torno a:

Hijos, esposos, nietos “OTROS” Sociedad, grupos

En lo local para ellas


conlleva

Desconocimiento de Les es propio, por el servicio a


En diversas esferas, como
LIMITANTES derechos y deberes, lo FORMAS MOTIVACIONES otros, reclamación y
diversos grupos sociales,
normativo, la 14 diversos enfoques reivindicación de derechos,
desde
desconfianza de las satisfacción personal.
(asistencial, político,
mujeres entre ellas formativo)
Figura 2. Capitulo 1: Memorias metodológicas
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

REFERENTE TEÓRICO REFERENTE CONCEPTUAL


EL PROBLEMA

Se tuvo en cuenta Se abordó desde Parte de

Antecedentes Históricos Participación


Perspectiva de género Eje transversal a

Estudios preliminares sobre el tema


Género Ciudadanía Identidad de
Se leen a partir de género
Objetivos de la investigación
Roles Ejercicio de Reconocimiento
derechos y
deberes
Categorización, análisis y Matrices y mapas conceptuales Prácticas Identidad
triangulación sociales Espacios de
construcción
MEMORIAS de
Registro y sistematización Fichas de contenido
METODOLOGÍCAS ciudadanía

Recolección y descripción Observación participante, entrevista


de la información en profundidad, taller interactivo

Respeto
Diseño general del proyecto Revisión documental

Ser parte de algún proceso Anonimato


Momentos Técnicas
Confidencialidad
Ser y residir en Yarumal
Método: Estudio de caso
Etnográfico Consentimiento informado
Mujeres lideresas
Corte Enfoque Fenomenológico
cucualitativo Se consideró
Se tuvo en cuenta
Se utilizó y el
Es de
DISEÑO METOLÓGICO CRITERIOS DE SELECCIÓN CRITERIOS ÉTICOS
15

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
1. UNA MIRADA RETROSPECTIVA…

Entender la participación en la contemporaneidad, es asumir que ella se constituye


como una forma de vida, que hace parte de las cotidianidades y que, a su vez, es
un medio por el cual es posible ubicar a la mujer y al hombre como sujetos
sociales y políticos, en relación consigo mismos, con los demás y con su contexto.

Abordar la participación, no solamente desde la política convencional, sino


también desde la globalidad e integralidad, permitió comprender formas cómo las
mujeres participan y cómo se vinculan a partir de ello a la construcción de lo
público lo que, a su vez, contribuyó a reconfigurar la noción de lo que significa
participación desde el punto de vista sociocultural.

Se investigó a partir de la interacción con las mujeres, sus procesos y sus formas
de participar, es decir, ellas se convirtieron en protagonistas, dándoles voz para
contar su historia, lo que permitió visibilizarlas, porque no sólo son personas, si no
también ciudadanas que no sólo aman, sienten y sueñan, sino que razonan,
gestionan y participan.

Las mujeres protagonistas de esta investigación, personas que de una u otra


forma participan y tejen su vida en torno a una visión del mundo diferente; son
mujeres lideresas en varias esferas sociales; son mujeres que en la cotidianidad
están permeadas por un contexto y una familia, por todo lo que han querido y
sueñan ser.

En éste punto se situó la importancia que tuvo este estudio para el Trabajo Social,
dado que ésta profesión se ha interesado por conocer y comprender las
problemáticas sociales y por entender a los otros como seres históricos y
culturales en relación con sus contextos y, a partir de allí, aportar a la generación
de medios que posibiliten la emancipación del ser humano (las mujeres en nuestro
caso), la garantía y reivindicación de sus derechos.

También Trabajo Social se ha interesado por aportar desde lo teórico a la


configuración de ciudadanía y de sujetos políticos, mediante su participación en la
deconstrucción, construcción y reconstrucción de categorías y paradigmas que
16
desde las Ciencias Sociales, permitan una mayor aprehensión del mundo en que
los seres humanos interactúan diariamente y donde realizan sus prácticas
sociales.

La premisa de que la sociedad es compleja y cambiante, y que el ser humano es


un cúmulo de experiencias y vivencias que lo permean, es lo que constituye el
papel del Trabajo Social en tano este debe comprender las realidades sociales y
potenciar la capacidad de empoderamiento de los sujetos para mejorar su calidad
de vida.

Este estudio fue importante desde lo político en tanto le apuntó a la comprensión


de las acciones de las mujeres como sujetos políticos quienes al participar
trascienden los parámetros impuestos, esto es a la dedicación exclusiva tareas
domésticas que de una u otra manera limitan su accionar en la esfera de lo
público.

Este ejercicio investigativo se hizo significativo políticamente porque permitió


desentrañar las luchas que las mujeres dan en los diferentes ámbitos de sus
vidas; el comunitario, familiar, académico y laboral, todos ellos dentro de contextos
sociales y culturales que las permean y las condicionan.

Cultural y socialmente la investigación sumó importancia porque, en el contexto


local, han sido pocas las investigaciones sobre las mujeres, su participación y
acciones transformadoras. Es por ello, que a partir de este estudio se pudo hacer
un reconocimiento de quiénes se han caracterizado por su participación y lucha, y
resaltar el valor de la participación de la mujer como práctica social y cultural.

En cuanto al contexto local la investigación se mostró pertinente, en tanto, que


permitió hacer énfasis en una realidad social, local y micro con el fin de
comprenderla, develando los escenarios, espacios y esferas en las que cobran
vida las prácticas de cotidianas socio-culturales y políticas de las mujeres.

El trabajo investigativo con las mujeres lideresas fue posible, gracias a que se dio
en un contexto micro que garantizó un proceso seguro, tanto para las participantes

17
como para las investigadoras, lo que a su vez permitió elegir mujeres lideresas
que cumplieran con los criterios de selección para que fueran interlocutoras y así
realizar los encuentros. También se consideró viable porque permitió la
articulación al plan de desarrollo del municipio de Yarumal, en el que la
participación entra a ser un tema de importancia para el gobierno local y que como
tal su propuesta es estimularla1.

Para terminar, se puede decir que la importancia, en términos generales de esta


investigación, se sustenta en la posibilidad de generar conocimiento sobre una
realidad social local, como forma de aportarle al trabajo social como campo
disciplinar.

1.1. EL PROBLEMA

Histórica y culturalmente el papel de la mujer se ha visto reducido al ámbito de lo


privado (lo doméstico), con lo cual se le ha asignado a ella como principal función
la crianza de los hijos y el cuidado del hogar. Beauvouir2 lo expreso así: “(…) la
mujer es un producto cultural que se ha construido socialmente (…) La mujer se
ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo: como madre, esposa,
hija, hermana…”. En ese sentido, esas prácticas culturales han puesto al género
femenino en un lugar relegado de la sociedad, lo que le ha impedido acceder
plenamente a espacios de toma de decisiones y construcción de lo público.

Desde tiempos remotos la participación de la mujer se ha restringido al ámbito


privado. La mujer en el mundo griego, por ejemplo, era partícipe de la sociedad en
cuanto a la crianza de los hijos y en el cuidado del esposo, y no era considerada
como ciudadana; también hacía parte de los grupos minoritarios y excluidos de la

1
ATEHORTUA QUICENO. Carlos Guillermo. Programa de Gobierno para el Municipio de Yarumal,
POSICIONAMIENTO REGIONAL ESTRATEGICO. 2008-2011. Yarumal. Estrategia de participación ciudadana
pág. 5.
2
BEAUVOIR, Simone de. Filosofía cotidiana. No se nace mujer. Valoración cultural de la mujer en occidente.
En línea:[http://filosofiacotidiana.wordpress.com/no-se-nace-mujer-simone-de-beauvoir-valoracion-
cultural-de-la-mujer-en-occidente]Consultada en noviembre de 2010.

18
Grecia junto con los esclavos; por lo tanto, su participación en lo público se
reducía al matrimonio, la vida (parir) y la muerte (asistir a ritos fúnebres)3.

En la Edad Media las mujeres eran educadas para el matrimonio y también para el
servicio a Dios. En esta época de la humanidad la mujer participaba en lo público
a partir de la educación, la producción y el asistencialismo (en la iglesia); sin
embargo, dicha participación estaba mediada por la sumisión y la obediencia a los
hombres y a Dios, por lo que esta seguía siendo subordinada4.

Algunos filósofos modernos como Kant han concebido a la mujer desde una
mirada netamente cosificadora y machista; en su apartado sobre “lo bello y lo
sublime” hace una gran diferenciación entre el hombre y la mujer, donde deja ver
que la mujer está a la sombra del hombre pues, “la inteligencia es sublime; el
ingenio bello; la audacia es grande y sublime; la astucia es pequeña pero bella”5.
La mujer es vista como símbolo de belleza y fragilidad; por lo tanto, desde este
pensamiento no se le concibe como sujeto capaz de participar, de tomar
decisiones y de incidir en lo público.

Sin embargo, en la contemporaneidad, a medida que la sociedad ha ido


avanzando algunas mujeres han roto los paradigmas impuestos por la cultura, y la
religión, cruzando la barrera invisible que existe entre las esferas de lo público y lo
privado y convirtiéndose en nuevas sujetas criticas y transformadoras de las
realidades a las que pertenecen, lo que les ha permitido iniciar procesos para
reivindicar sus derechos, organizarse, movilizarse en torno al reconocimiento, al
respeto y a la búsqueda de la igualdad y la equidad.

De lo anterior se da cuenta, a partir de las luchas y la participación en los


movimientos feministas, conformados por mujeres desde el siglo XIX para buscar
la igualdad y la equidad entre géneros, el reconocimiento de sí mismas y de sus
3
FALCÓN, Karina. Las mujeres en la Grecia antigua. Disponible en: [
http://www.temakel.com/histmujeresgreciaclasica.htm]Consultada en diciembre de 2010.
4
REGILÓN, Molina, Ana. La sociedad en la edad media. Sociedad Medieval. Artesguias.com. Disponible en:
[http://www.artesguias.com/mujeredadmedia.html] Consultada en diciembre de 2010.
5
KANT, Immanuel. Sobre las propiedades de los sublime y de lo bello en el hombre en general. Disponible
en: [http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofía/sublime/2.html] Consultada en diciembre de
2010.

19
derechos tanto civiles como sociales, políticos y culturales; un resultado de ello es
la obtención de los derechos civiles y políticos entre los que está el sufragio, por
medio del cual se posibilitó el reconocimiento de la mujer como sujeto político 6 en
tanto ésta se relaciona en tanto esta se relaciona según su roles sociales, con su
contexto, con los otros y las otras y consigo misma.

Algunas organizaciones como la ONU y sus estados miembros7han trabajado para


promover la participación política de la mujer, logrando poner en la agenda pública
el tema con el fin de que éstas se involucren en el espacio público y asuman
derechos políticos. Sin embargo, centrarse en la participación de la mujer sólo
desde este ámbito implica negar la existencia de su participación en espacios no
tradicionales, no institucionales, como el de la vida privada y social, donde es ella
quien construye procesos desde lo cotidiano, haciendo de lo personal un asunto
político.8

Para sustentar lo anterior, se tiene como ejemplo la Conferencia de Beijing 9 en la


cual se renovó el compromiso de la comunidad internacional en materia de
igualdad entre géneros, el desarrollo y la paz para todas las mujeres; al respecto
identificaron unos obstáculos que no permiten el desarrollo de la mujer, estos se
resumen en unas esferas que tienen que ver con pobreza, salud, educación,
violencia, economía, participación y derechos de la mujer.

En ese mismo sentido, en la Conferencia realizada en Copenhague10, se interpretó


la igualdad no sólo en el sentido de igualdad jurídica, sino también en el de
igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para la participación de

6
Según Alan Tourine la mujer sujeto es aquella que relaciona sus roles sociales con su contexto, con los
demás y consigo misma.
7
Naciones Unidas. Centro de información. México, Cuba y República Dominicana. Conferencias de las
Naciones Unidas sobre la Mujer. En línea: [http://www.cinu.org.mx/temas/mujer/confmujer.htm]
Consultada en diciembre de 2010.
8
MONTOYA RUIZ, Ana Milena. Mujeres y ciudadanía plena, miradas a la historia jurídica colombiana. Revista
opinión jurídica. Vol 8, n° 16(julio/diciembre 2009) En
línea:[http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?pid=S1692-25302009000200008&script=sci_arttext]
Consultada en febrero 2011.
9
Federación mujeres progresistas. Conferencias Mundiales de la mujer. En
línea:[http//www.fmujeresprogresistas.org/]Consultada en febrero de 2011.
10
Ibíd.

20
las mujeres en el desarrollo, como beneficiarias y como agentes activos. Las
dimensiones que se abordaron fueron la igualdad, la salud y las oportunidades de
empleo.

Ahora bien, en el contexto latinoamericano se denotan tendencias asociadas a la


promoción de la participación política de las mujeres en su acepción tradicional
(voto, elección popular, acceso a cargos públicos), como si ésta fuese en última
instancia la que permitiera que la mujer se construya como sujeto político y la que
determinara su ciudadanía.

Por ejemplo, el estudio realizado por Mossolo11 basado en la recopilación y


análisis de información sobre la participación política de las mujeres en América
Latina, se refiere exclusivamente a la política tradicional, esto es, a los sistemas
electorales, los mecanismos de cuotas, gobiernos locales, entre otros; es decir a
elementos que sólo hablan de una dimensión de la participación como lo es la
participación política en la democracia representativa. Entre tanto, de otro lado
Donoso y Valdés12, en otro estudio, basado en la recopilación, revisión y análisis
de información sobre la participación política de la mujer en América Latina,
proporcionan una mirada panorámica respecto al acceso en instancias del poder
político, centrándose principalmente en parlamentos, en cargos ministeriales y en
el poder local; pero además dan cuenta del papel que han tenido los movimientos
de mujeres en el aumento de la presencia femenina en cargos de toma de
decisiones en los últimos años.

Ambas investigaciones hacen una relación del poder político y la participación de


la mujer, pero en ninguna de ellas se analizan aspectos que permitan leer la
participación de la mujer, alejada de la participación política tradicional (voto,

11
MASSOLO. Alejandra. Participación política de las mujeres en el ámbito local en América Latina. Instituto
Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer
(INSTRAW). Junio 2007. En
línea:[http//www.congreso.gob.pe/l_organos/mujeres_parlamentarias2009/imágenes/Documentos-
paridad-representacion/AL_participacion_politica_mujer.pdf] Consultada en diciembre de 2010.
12
DONOSO O. Alina y VALDÉS E. Teresa. Participación política de las mujeres en América Latina, informe
regional. Asociación latinoamericana de organizaciones de promoción al desarrollo. En
línea:[http//www.alop.or.cr/acerca/ALOP_Informe_Regional_Mujere_pdf] Consultada en diciembre de
2010.

21
referendo, militante de un partido) y representativa. Sin embargo, Donoso y
Valdés13 analizan las luchas que se han dado desde el feminismo, con el fin de
debatir sobre la participación política tradicional y, de este modo, hacer explicito el
camino recorrido por las mujeres para acceder a espacios públicos y de toma de
decisiones en América Latina.

Los anteriores estudios dan cuenta de una visión limitada sobre la participación;
porque la participación política es más que elegir y ser elegida, y más que acceder
a cargos de elección popular o ser militantes de partidos políticos; la participación
política de las mujeres comprende la configuración de una ciudadanía plena y
significa construir a partir del reconocimiento como sujeta capaz de aportar, con
propuestas, procesos organizativos y objetivos importantes, dejando de la lado las
visiones tradicionales que ubicaban a la mujer en los espacios domésticos y, por
otro lado, no esperar que sea el Estado quien abra los espacios, sino que la mujer
dé la iniciativa creando procesos abiertos y transformadores para la construcción
de una sociedad más incluyente14.

Además, concebir la participación política de la mujer, solo desde la


representatividad, es tener una visión limitada, tanto de la participación, como de
la mujer, ya que la participación política tradicional no visibiliza espacios que éstas
han construido para configurarse como sujetas políticas en torno a sí mismas, a su
contexto y a los demás.

En ese orden de ideas, Colombia ante la preocupación mundial por la participación


política de la mujer, también se ha propuesta promoverla. La lucha feminista en
Colombia se registra desde principios del siglo XX como una lucha por los
derechos de igualdad entre hombres y mujeres por ejemplo en el tema de
empleo, sólo a través de esas búsquedas y luchas se han logrado grandes

13
Ibíd.
14
PEÑA C, Yudith. Participación de la mujer en lo “público” posibilidad de subvertir el orden patriarcal.
Isachishacta. Edición de Marzo del 2000. En línea:[http//isachishacta.atarraya.org/participación_mujer.html]
Consultado en diciembre de 2010.

22
avances. Prueba de ello es lo que se consagra en la Constitución de 1991 15en
donde se da un importante paso al reconocimiento de la igualdad de derechos
entre hombres y mujeres, entre los cuales está participar políticamente y acceder
a cargos de elección popular, lo cual estaba en deuda, pues solo en el Plebiscito
de 1957 se había reconocido el derecho a elegir. Esto, como un aporte al
reconocimiento, fue ampliado con la Ley 581 de 2000 la cual reglamenta: “la
adecuada y efectiva participación de la mujer es los niveles decisorios de las
diferentes ramas y órganos del poder público”. Si bien esto constituye un gran
avance para las mujeres, en la realidad no se ha logrado a cabalidad, porque no
todas ejercen sus derechos ni a todas se les han garantizado. Aun hoy siguen
siendo notorias las prácticas discriminatorias hacia éstas, en las que son poco
reconocidas y más en los asuntos públicos, donde se evidencia la ausencia de las
mujeres en los cargos de alto rango16.

En contextos regionales, como el Departamento de Antioquia, también se tiene


estudios que hablan del papel que desempeñan las mujeres desde la participación
social y comunitaria y cómo a partir de allí, ellas construyen procesos de bienestar
para sus comunidades en la continua búsqueda de la calidad de vida.

Uno de ellos, por ejemplo, el realizado por Deossa y Ochoa17 se centra en la


participación comunitaria: habla del proceso de construcción y transformación del
barrio Pinares de Oriente, el cual fue posible gracias al papel protagónico de las
mujeres quienes a través de un trabajo colectivo y organizado, lograron mejorar
sus propias condiciones de vida y de su entorno, siendo partícipes de la
construcción de un barrio y del componente social como son las familias, llegadas
a la ciudad por accidente, a causa del desplazamiento, lo cual abre un reto para
ellas organizarse y reconocerse como actoras sociales.

15
Constitución Política de Colombia. De los derechos sociales, económicos y culturales. En
línea:[http//www.banrep.gov.co/régimen/resoluciones/cp91.pdf] Consultado en febrero de 2011
16
BERNAL, Angélica. Colombia: balance crítico de la participación política de la mujeres en la elecciones para
el congreso 2006-2010. En línea:[http//www.bogota.gov.co/portel/librería/pdf/analisiselecciones.pdf]
Consultado en febrero de 2011.
17
GAMBA, Susana. ¿Qué es la perspectiva de género y los estudios de género? Mujeres en red, el periódico
feminista. En línea: [http//www.nodo50.org/mujeresred/spip.php?article1395] Consultado en diciembre de
2010.

23
El otro estudio, desarrollado por Monterrosa18, hace referencia a los procesos de
participación de las mujeres en organizaciones sociales y de cómo a través de
éstas han logrado incidir en el desarrollo del municipio de Caucasia, partiendo de
la conformación de grupos sociales con participación activa de las mujeres,
indagando por la motivaciones y formas que han tenido para participar y acceder
en espacios que han sido vedados para ellas, rompiendo barreras para lograr los
espacios a través de la agremiación y conformación de organizaciones, todas ellas
en la dirección de promover la inclusión de las mujeres desde la representatividad,
como sujetas políticas que intervienen en el desarrollo y construcción del tejido
social, más que en el familiar.

En nuestro entorno local, si bien no se han registrado estudios relacionados con


los procesos de participación de las mujeres yarumaleñas, si existen
experiencias19 de mujeres que se han asociado en torno a un solo proyecto de
formar hogares para niños, hijos de madres cabezas de familia o solteras, por lo
que se fundó la “Asociación de Niños Sanos y Felices”, lo que fue un germen del
proyecto comunitario y empresarial, en beneficio de las mujeres y sus familias, de
la “Tienda Asociativa Niños Sanos y Felices”. Más tarde se ampliaría el trabajo
comunitario con un radio de acción que beneficiaría a muchas más familias, con lo
que nace la “Cooperativa Multiactiva de Mujeres de Yarumal –Mujercoop-”. La
experiencia de las mujeres desde lo local logró trascender las fronteras de
Yarumal, por lo que en conjunto con otras mujeres de los municipios que integran
la subregión del norte de Antioquia, se fundó la “Asociación de Mujeres del Norte
de Antioquia-AMUNA-.

Paralelo a estos proyectos se dio inicio a un proyecto de vivienda liderado por


mujeres madres solteras y cabezas de familia, todas ellas bajo una condición de
marginalidad, penuria y crisis social, demandando su derecho a la vida y a una
vivienda digna, siendo así como se dio lugar a la construcción de sus viviendas,

18
MONTERROSA, Carlos Andrés et al. Las mujeres y su participación en las organizaciones sociales del área
urbana de Caucasia. Trabajo de grado Trabajador Social. Universidad de Antioquia seccional Bajo Cauca 2007
19
MONTOYA, Moreno Orlando. Mujeres de Yarumal. Talento para proyectar. Medellín Colombia. Febrero 17
de 2000. Pág 53.

24
con lo que nace el barrio Buenos Aires, buscando la protección de sus hijos, sus
ancianos padres y hermanos pequeños.

Otro proyecto importante en el que las mujeres hicieron presencia siendo


abanderadas fue “Luz Verde”, destacándose por ser un proyecto ambiental
orientado al reciclaje, surgido desde la necesidad de varias familias cuando sus
proveedores económicos quedaron desempleados al cerrar Minera Las Brisas
S.A. En ese sentido, las mujeres buscaron hacer un proyecto productivo el cual,
después de varias propuestas como tienda asociativa o la industrialización y
procesamiento de las frutas, se optó por el de “Luz Verde”.

En ese orden de ideas, a partir de esos procesos organizativos y de participación


se evidencia el espacio participativo que han labrado para ellas y el municipio, con
lo que sea abre un escenario de construcción de identidades y reconocimiento de
lideresas que, más que actoras políticas, sean sujetas participación en entorno
social y familiar. Sin embargo, es insuficiente lo logrado hasta ahora, y es
necesario seguir indagando por la forma cómo las mujeres participan y aportan a
la construcción de lo público en el municipio de Yarumal, desde sus propias
experiencias colectivas.

En ese contexto, está investigación partió del interés por construir unos cimientos
desde el Trabajo Social, que permitieran conocer y comprender lo que se
configura en el pensamiento de la mujer para participar y cruzar la línea que la
separa de lo público. Al mismo tiempo, fue un paso más para las mujeres del
municipio, en el reconocimiento de sus acciones y la comprensión de sus
vivencias, las que han sido mediadas por sus ideologías e ideales y que, además,
han podido ser parte de la composición de lo social desde la complejidad, donde la
religión y las creencias son fuertes raíces culturales y morales.

Es decir, se quiso conocer en las mujeres lideresas de Yarumal, identificando qué


características han marcado el camino de su participación desde, la toma de
decisiones respecto a su vida, lo que las lleva a movilizarse, a organizarse, a
laborar, a prepararse, a construir ciudadanía e identidad, y de cómo han podido

25
asumir todos estos roles, articulándolos a los ámbitos de su vida íntima, como la
familia y las relaciones interpersonales.

Con base en lo anterior, la presente investigación buscó dar respuesta a ¿Cómo


construye sus procesos de participación un grupo de mujeres lideresas del
municipio de Yarumal? De acuerdo con el anterior cuestionamiento que orientó
la investigación y, con el fin de dar respuesta al mismo se planteó como Objetivo
General aportar a la comprensión de los procesos de participación que construye
un grupo de mujeres lideresas del municipio de Yarumal. Así mismo, fue
importante considerar como Objetivos Específicos caracterizar a las mujeres
lideresas participantes en la investigación. Describir el contexto socio-económico,
cultural y político en el que las mujeres construyen sus procesos de participación y
desarrollan sus prácticas. Identificar las motivaciones que tienen para participar en
lo público el grupo de mujeres involucradas en la investigación y generar aportes
que contribuyeran a la consolidación del trabajo social como campo disciplinar.

El logro de los objetivos planteados llevó al reconocimiento de otras formas de


participación y también a identificar el significado desde las mujeres, de las
prácticas sociales que desarrollan día a día y que las convierte en sujetos
políticos, sociales y transformadores de sus formas de vida.

1.2. REFERENTE TEÓRICO

El referente teórico que guió esta investigación se fundamentó en la perspectiva


de género, la cual, problematiza la relación entre hombre y mujer en una
búsqueda para que se dé, de manera igualitaria y equitativa. Desde esta
perspectiva “lo femenino y lo masculino se conforman a partir de una relación
mutua, cultural e histórica”20 y, en esa medida no son un asunto netamente
biológico o natural, sino que son una construcción cultural y social21.

20
Ibíd.
21
LAMAS, Marta. La antropología feminista y la categoría género. Nueva antropología. Revista de Ciencias
Sociales, 1986-dialnet.unirioja.es Pág 178. En línea:
[http//www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt/cnt9.pdf] Consultada en enero de
2011.

26
La perspectiva de género como referente teórico permitió reconfigurar las
relaciones que históricamente se han dado entre hombres y mujeres, pensar en
nuevas identidades y también leer a los sujetos en sus desigualdades de género22.
Desde esta lógica fue importante entender las relaciones, ya que en éstas se
pudieron identificar asuntos como el poder, los roles y la participación, esta última
el eje transversal de la investigación.

Teniendo en cuenta que el género se ha configurado a partir de las


representaciones, creencias, roles y prácticas que la sociedad y la cultura
construyen en torno al hombre y a la mujer, se puede ver que a partir de estas
mismas se han manifestado las desigualdades e inequidades entre dichos
géneros, en las que la mujer ha sido objeto de subordinación y el hombre el
dominador23.

En tal sentido, ésta perspectiva teórica permitió reflexionar en torno a la forma


subjetiva cómo las mujeres construyen su nuevo sujeto y cómo a partir de allí le
dan apertura a cambios y compresión de las realidades. Por lo tanto, la
perspectiva de género como fundamento teórico aportó una visión amplia de la
participación y el mundo de las mujeres, porque no sólo se refiere a la relación
entre los sexos, sino que integra la institucionalización, los sistemas económicos,
símbolos e identidades24 en los que, de una u otra forma, puede tejerse un
proyecto emancipatorio de las mujeres, pues, es en estos en los que se han
configurado los discursos jerárquicos entre los géneros: en el que lo masculino es
lo hegemónico; y lo femenino lo subordinado.

1.3. REFERENTE CONCEPTUAL

22
CABRAL, Blanca Elisa y García, Carmen Teresa. El género: una categoría de análisis crítico para repensar las
relaciones sociales entre sexos. En línea:
[www.fongdcam.org/…/genero/…/El_genereo_como_categoria_de_analisis_critico.pdf-]Consultado en
diciembre de 2010.
23
AMORÓS, Celia. Tiempo de feminismo: sobre feminismo, proyecto ilustrado y postmodernidad. Pág 19. En
línea:[http//books.google.com.co/books?id=ahqVOP79u_AC&printsec=frontcover&dq=feminismo&source=
bl&ots=rLj1LETI_z&sig=mcC5AYF8wxYfdVXagVkHO-
kYv0&hl=l4gBTYyKMYK88gaW4YWiBw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=7&ved=0CDgQ6AEwBg#v
=onepage&q&f=false]Consultado en diciembre de 2010
24
Op cit.

27
Para este estudio investigativo se privilegió un referente conceptual flexible en
tanto daba lugar a categorías emergentes y que permitiera además la reflexión
sobre los procesos de participación de las mujeres lideresas, pero también que
permitiera la aprehensión de realidad. En ese sentido, se construyó un sistema
categorial (ver anexo 1) y se diseñaron las técnicas pertinentes para recoger la
información suficiente con base en las mismas. Las categorías que sirvieron de
guía para el análisis de la información fueron las siguientes:

La participación ha sido planteada tradicionalmente como el acto mediante el


cual los individuos se vinculan a una actividad específica. En sí, el concepto
participación se ha venido reconfigurando, por lo que es nombrada según la
actividad que se desarrolle, porque en cualquier circunstancia será un acto social;
además, debe contener “dos ingredientes indispensables para que […] adquiera
un sentido concreto, más allá de los valores subjetivos[…], y los rasgos singulares
de los seres humanos que deciden formar parte de una organización, constituyen
los motores de la participación: el ambiente y el individuo, que forman los anclajes
de la vida social”25.

Para ejemplificar lo dicho se puede nombrar el concepto de participación


ciudadana, que se “concibe como un medio para la construcción de una sociedad
democrática, pero al mismo tiempo, supone la existencia de estructuras y de
posibilidades reales de expresión y de acción democrática en la sociedad”26.
También se habla de participación comunitaria, participación política, participación
social, entre otras; las cuales en su conjunto siempre son un acto social.

Del mismo modo, para lograr comprender e interpretar la forma como un grupo de
mujeres participa en torno a todas las esferas que enmarcan su vida, se hizo
necesario anotar de forma precisa lo que se entiende por participación. La
participación fue eje transversal en el proceso, por lo que se abordó de manera

25
MERINO, Mauricio. La participación ciudadana en la democracia. En
línea:[http//www.mundodescargas.com/apuntes-
trabajos/política_administracion_publica/descargar_participacion-ciudadana-en-la-democracia.pdf]
Consultado en diciembre de 2010.
26
MONTOYA CUERVO, Gloria H et al. Diccionario especializado de Trabajo Social. Universidad de Antioquia.
Medellín.2002.Pág.101.

28
holística e integral sin dedicarse exclusivamente a la participación política u otra,
eso no significa que no se conceptualice, reconozca y problematice.

Por eso, al plantear un estudio que permitiera leer a la mujer en torno a la


participación, implicó concebirla, según Velásquez y González27, como un
“proceso social que resulta de una acción intencionada de individuos y grupos en
busca de mestas especificas, en función de intereses diversos y, en el contexto de
tramas concretas de relaciones sociales y de poder”. Es, en suma, “un proceso en
el que distintas fuerzas sociales en función de sus respectivos intereses (de clase,
de género y de generación) intervienen directamente o por medio de sus
representantes en la marcha de la vida colectiva con el fin de mantener, reformar o
transformar los sistemas vigentes de sistema social y político”28.

Género, es un noción compleja en tanto permite leer a los sujetos en dos


dimensiones que hacen parte vital de los seres humanos y que, de una u otra
manera, son inseparables, la primera es la biológica, que comprende y designa las
diferencias anatómicas y fisiológicas de hombres y mujeres. La segunda
dimensión se refiere a la cultura, que es la que permite entender a los seres
humanos como construcciones históricas y sociales. Es a partir del género que
cultural se ha designado los roles y comportamientos que deben asumir tanto
hombres como mujeres según la sociedad29.

De acuerdo con Lamas30 la existencia de distinciones socialmente aceptadas entre


hombres y mujeres son las que dan fuerza a la identidad de género y aclara
además que, si bien las diferencias sexuales permiten que se asigne papeles

27
VELÁSQUEZ, Fabio y GONZÁLEZ R, Esperanza.¿ Qué ha pasado con la participación ciudadana en
Colombia? Bogotá Colombia. Editorial Fundación Corona 2003. Pág 20. En línea:
[http//www.fundacióncorona.org.co/descargas/publicaciones/gestión/GLC_25_ParticipacionCiudadanaColo
mbia_LibroCompleto.pdf] Consultado en septiembre de 2011.
28
ROMERO CONTRERAS, María del Rosario. En ruta hacia la equidad de género. Por una educación no
sexista. Alcaldía de Medellín. Secretaría de las mujeres. Subsecretaría de planeación y transversalización. En
línea:[http//www.medellin.gov.co/irj/go/km/docs/wpccontent/Sites/Subportal%20Ciudadano/Equidad%20
de%20G%C3%A9nero/Secciones/Plantillas%20Gen%C3%A9ricas/Documentos/2011/PROPUESTAINCORPOR
ACINENFOQUEDEG%C3%89NEROENLOSPEI%20cronograma.pdf] Consultado en diciembre de 2010.
29
Op.cit
30
Ibíd.

29
sociales tanto a hombres como a mujeres, dicha asignación no se desprende
naturalmente de la biología, sino que es un hecho social.

Conociendo un poco la categoría género, para efectos de esta investigación, se


entendió ésta como interrelación de creencias, rasgos, sentimientos, valores y
comportamientos que permiten diferenciar a los hombres de las mujeres, a partir
de un proceso de construcción social.

Con base en lo anterior, el género se manifiesta por la sociedad mediante dos


mecanismos básicos: 1) asignación de roles diferentes a hombres y mujeres y
valoración desigual de los diferentes roles: y 2) de las relaciones de poder
implícitas en estos, lo cual no es determinado por el sexo biológico, sino por la
corporeidad, es decir la interpretación cultural del sexo. Por lo tanto, es un
concepto transformable, es histórico. S e desarrolla en diferentes macro y micro
esferas tales como el campo laboral, las escuelas, los medios de comunicación,
los hijos, la familia, el hogar, y las relaciones interpersonales31.

Identidad de Género, constituye un concepto fundamentalmente moderno


referido a condiciones de legitimidad. Se denomina complejo en tanto se ha
desarrollado desde diferentes disciplinas del conocimiento como son: la
psicología, la sociología, la política y generalmente en contextos reivindicativos; de
éste modo se puede leer específicamente desde dos perspectivas: por una parte
desde el individuo porque conlleva una construcción constante e inherente al ser
humano; y por otra, desde la colectividad, por que se da en una relación de
negociación sujeto-sociedad, transversalizados por unos rasgos culturales
específicos32.

En otro sentido, “la identidad sería un hecho subjetivo, por la que el individuo toma
conciencia de su yo, y se define en la relación que éste construye y emerge de la
31
LAMAS, Marta. La antropología Feminista y la categoría 2Género” Nueva Antropología. Revista de Ciencias
Sociales, 1986-dialnet.uniroja.es.Pág.189. En
línea:[http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt9.pdf] Consultado en enero de
2011.
32
TAYLOR, Charles. Identidad y reconocimiento. Universidad McGill. Montreal, Canadá, 1996. En línea:
[http//scholar.google.com.co/scholar?hl=es&q=identidad+y+reconocimiento&lr=&as_y/o=&as_vis=0]
Consultado en diciembre de 2010

30
vida social, hasta ser sancionada por el Estado en un conjunto de derechos y
obligaciones subyacentes”33. En esta definición, a diferencia de la anterior, emerge
la categoría de Estado.

Por lo tanto, en este proceso de investigación sobre participación de las lideresas


se entendió la identidad de género como la capacidad que tiene hombres y
mujeres para reconocerse a sí mismos y a los demás en un contexto determinado
por la historia y la cultura que, de una u otra forma los permea, sin dejar de lado
que la identidad debe constituir para éstos la manera por la cual consolidan su
autonomía.

Ciudadanía, este concepto es debatido sobre tres ejes claves que, según Jelin34
son: en primer lugar, el debate ideológico que define al individuo bajo los criterios
de sujeto individual y sujeto colectivo. En segundo lugar, el debate sobre la
relación de tal individuo con los derechos humanos, civiles, políticos, económico-
sociales, colectivos y globales y, en tercer lugar, las responsabilidades inherentes
por la condición de individuos ciudadanos. En este sentido, el primer eje plantea
respecto a la ciudadanía una visión liberal individualista, el segundo plantea una
visión netamente política y por último se denota una relación ciudadano-Estado.

Como aporte al concepto de ciudadanía Marshall35 sostiene: “es un status de


plena pertenencia de los individuos a una sociedad que se confiere a quienes son
miembros a pleno derecho de una determinada comunidad, en virtud de que
disfrutan de derechos en tres ámbitos: civil, político y social” Así se configura una
relación individuo Estado, la cual se ve manifiesta en lo que podría decirse
garantía de derechos (Estado) y cumplimiento de deberes (individuos).

33
ESCUDERO, Lucrecia. Identidad e identidades. Pasiones de la utopía. Inventio, 2007. En línea:[
http//scholar.google.com.co/scholar?hl=es&q=concepto+de+identida&as_y/o=&as_vis=0] Consultado en
diciembre de 2010
34
Mujeres y género en América Latina, Concepto de género. En línea[ http://lai.fu-
berlin.de/es/eleaming/projekte/frauen_konzepte/projektseiten/konzeptebereich/je_ciudadania/contexto.h
tml] Consultado en diciembre de 2010
35
MARSAHALL, T.H. Ciudadanía y Clase Social. PDF En
línea:[www.escuelapnud.org/cgibin/files/library_file.pl?tbl…Marshall…pdf]Consultado en febrero de 2011.

31
En este estudio la ciudadanía se entendió como un proceso dinámico en el cual,
tanto hombres como mujeres, se construyen como sujetos políticos que participan,
deciden y se movilizan en torno a la concordancia que existe entre derechos y
deberes para sí mismos y para la comunidad con la que interactúan y en la que se
mueven.

1.4. DISEÑO METODOLÓGICO

Esta investigación es de corte cualitativo, lo cual permitió comprender un


proceso social construido por mujeres en un contexto local. Esta modalidad de
investigación facilitó para las investigadoras la comprensión y el análisis de la
realidad social, además de reconocer que ésta es producto de un proceso
histórico construido por los sujetos. Por lo tanto, a partir de ella se hizo posible
reconocer lo singular y lo particular de cada proceso36.

La investigación cualitativa permite otros elementos en el conocimiento de la


realidad social que tienen que ver particularmente, con lo subjetivo: “(…) los
estudios cualitativos ponen especial énfasis en la valoración de lo subjetivo y lo
vivencial y en la interacción entre los sujetos de la investigación; privilegiando lo
local, lo cotidiano y lo cultural para comprender la lógica y el significado que tiene
los procesos sociales para los propios actores, que son quienes viven y producen
la realidad sociocultural”37.

En este estudio se optó por la investigación cualitativa porque es holística y


flexible. Holística porque permite a las investigadoras valorar los escenarios, los
contextos y a las mujeres lideresas como un todo, y no como generadoras de
información o como datos estadísticos; flexible, porque permitió que los momentos
se hicieran de manera simultánea. También facilitó a las investigadoras tener una
relación horizontal con las mujeres, en la que el conocimiento fue un producto
social atravesado por valores, percepciones, significados y sentimientos de las
mujeres mediante la interacción y participación consciente de las interlocutoras.

36
GALEANO MARÍN, María Eumelia. Diseño de proyectos en la investigación cualitativa. Fondo Editorial
Universidad EAFIT. Medellín 2003. Pág.18
37
Ibíd.

32
Partiendo de que las mujeres y los hombres son quienes construyen la realidad
social, se abordó la investigación desde un enfoque fenomenológico a partir del
cual se pudieron conocer las interacciones de las interlocutoras desde ellas
mismas con su contexto; además, el significado que éstas le dan a dichas
acciones. A partir de éste enfoque el punto del cual se partió para investigar fue la
vida de las mujeres así como su propio mundo con lo cual se configuró el
fenómeno que se investigó.

El enfoque fenomenológico se centra en cómo las experiencias, significados,


emociones y situaciones en estudio son percibidos, aprendidos, concebidos o
experimentados por dichas mujeres. Este enfoque fue esencial para la
investigación para obtener las descripciones de las experiencias sobre los
procesos de participación de las mujeres, tal y como las viven ellas y desde la
importancia que éstas le dan38.

Para la investigación se tomó como método de investigación el estudio de caso


etnográfico que se centró en un grupo de mujeres lideresas del municipio de
Yarumal. De este modo, fue posible conocer cómo éstas construyen sus procesos
de participación, y se develaron a partir de ellas los significados, acciones e
interacciones que sustentan la realidad social que se investigó.

Según Galeano39 el sentido del estudio de caso etnográfico es captar el punto de


vista, el significado, las motivaciones y expectativas que los actores otorgan a sus
propias acciones, proyectos personales o colectivos y al entorno sociocultural que
los rodea; en ese sentido, se denota la importancia que este método tuvo para la
investigación lo que permitió la comprensión de un fenómeno social a partir de las
vivencias expresadas por la voz de las protagonistas, donde ellas dotaron de
sentido y significado cada una de sus prácticas, relaciones y concepciones en
torno a sus procesos de participación.

38
TAYLOR, Jhon Stephen y BOGDAN Robert. Introducción a los métodos cualitativos de la investigación. En
línea
[http://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=EQanW4hLHQgC&oi=fnd&pg=PA11&dq=Taylor+y+bogdan&ot
s=9GatEMll1f&sig=M_JT9liChrXvCwNAajVtNXNLYg#v=onepage&q&f=false] Consultado en diciembre de
2010.
39
Ibíd. Op.cit.

33
El método etnográfico en sí, se considera un proceso riguroso y como tal cuenta
con unos momentos40 o fases en las que; a su vez, se aplican técnicas que van
acordes a éste. A continuación se describen los momentos y técnicas que se
tuvieron en cuenta en esta investigación.

En primer lugar, en el diseño general del proceso de investigación se hizo un


acercamiento a los referentes conceptuales y teóricos, también la selección de las
técnicas para emplear en la recolección de la información. En este primer
momento se hizo revisión documental lo que significó hacer una ficha bibliográfica
(ver anexo 2), con el fin de registrar la información necesaria para construir el
problema de investigación, conociendo los antecedentes investigativos y demás
fundamentos que permitieran estudiar profundidad el tema, desde el contexto
internacional, nacional, regional y local.

En segundo lugar, la recolección y descripción de la información, se considera


como uno de los momentos más importantes porque en él se dio inicio al trabajo
de campo en el cual se interactúo con la realidad social y de hecho con las
mujeres; en este momento se tuvo en cuenta la construcción de criterios que
orientaran el proceso.

Las técnicas utilizadas fueron la observación participante (ver anexo 3) cuyo


objetivo fue “detectar las situaciones en que se expresan y generan los universos
culturales y sociales en su compleja articulación y variedad”41 además se
consideró importante su utilización, pues, permitió establecer una relación ente las
investigadoras con la realidad social; se utilizó la observación de manera
intencionada porque se quería conocer acciones, comportamientos y vivencias en
el grupo de mujeres y así poder dar cuenta de cómo estas construyen sus
procesos de participación.

40
Ibíd.
41
GUBER, Rosana. La etnografía: método, campo y flexibilidad. Enciclopedia Latinoamericana de socio
cultura y comunicación. Grupo Editorial norma. Bogotá. 2001. Pág.55

34
Otra técnica que se empleó fue la entrevista en profundidad (ver anexo 4), que
según Bonilla42 se centra en el conocimiento o la opinión personal sólo en la
medida en que dicha opinión pueda ser representativa de un conocimiento cultural
más amplio. En esa medida permitió encuentros cara a cara entre las
investigadoras y las mujeres y se generaron diálogos que develaron las
experiencias y vivencias; además de las perspectivas que ellas tiene de su propia
vida.

La entrevista en profundidad, por no estar mediada por guías de preguntas o


estructuras preestablecidas, facilitó que las mujeres expresaran de manera
espontánea, con sus propias palabras, la perspectiva acerca del tema en estudio
posibilitó que se generara un volumen importante de información sin perder
detalles o testimonios importantes.

Del mismo modo, se utilizó una técnica interactiva la “colcha de retazos” (ver
anexo 5), con el fin de interactuar con las mujeres quienes son las que constituyen
el eje estructurante de la investigación. Se optó esta técnica porque facilitó la
flexibilidad, dinamismo y participación, lo que permitió hacer del proceso un
diálogo de saberes, entre las investigadoras y las mujeres.

En tercer lugar, el registro y sistematización de la información que se generó


durante todo el proceso fue a gran escala y como tal se requirió de un sistema
para su registro y clasificación que permitiera posteriormente, de manera ordenad
y coherente, el análisis e interpretación de la misma. Por lo tanto, se registró y
sistematizó la información mediante la utilización de fichas de contenido que se
construyeron previamente pensadas en dos vías específicamente: una, para
registrar todo el material bibliográfico de libros, tesis, documentos, revistas,
páginas y artículos electrónicos que sirvieron como referencia a esta investigación;
y otra, con el fin de registrar toda la información generada a partir de las
entrevistas con las mujeres que participaron en la investigación.

42
BONILLA, Castro Elssy y RODRIGUEZ, Sehk Penélope. Más allá del dilema de los Métodos. La investigación
en Ciencias Sociales. Bogotá. Grupo Editorial Norma. 2005. Pág. 163.

35
Estas fichas de contenido permitieron organizar la información, ver la cantidad que
se tenía, y con ellas mismas se pudo registrar la información según las categorías
planteadas para el análisis de la misma, por lo que el proceso se hizo menos
dispendioso.

Por último, se dio lugar al momento de categorización, análisis y triangulación


de la información. La categorización y análisis de la información se hizo de
manera manual, no se utilizó ningún programa o software de análisis, sino que
también se diseñaron matrices y mapas conceptuales que facilitaron tal proceso,
el cual se realizó de la siguiente forma: 1) La información registrada se comenzó a
analizar entrevista por entrevista y párrafo por párrafo, tratando de leer en cada
una de ellas las categorías y subcategorías planteadas en la investigación para
entender la realidad social de las mujeres; 2) Luego se comenzó a hacer un
análisis descriptivo de cada uno de los hallazgos según las categorías, con lo cual
fue posible develar asuntos que estaban ocultos pero que era necesario conocer
como las motivaciones, formas y limitantes de la participación de las mujeres; 3)
Luego procedimos a realizar comparaciones entre las categorías más aun a
relacionar la información a partir de cada una de las categorías, y de cada una de
las entrevistas hechas a las mujeres; y 4) Después de hacer y revisar si se
contaba con la información necesaria para dar cumplimiento a los objetivos
planteados en la investigación, se procedió a hacer una interpretación de cada uno
de los datos para poder dar cuenta de lo realizado con las mujeres y de la
información que se generó.

En ese contexto, aspectos importantes para resaltar en esta fase fueron la


triangulación, contrastación y comparación de la información, los cuales según
Galeano43 “son una estrategia que permite la evaluación de la consistencia de los
hallazgos contrastándolos mediante diversos procedimientos”. Para lograr
confiabilidad, validez y verificabilidad sobre la información que se generó se
confrontó con otras versiones, lecturas y saberes sobre dicha realidad. En ese

43
GALEANO MARÍN, María Eumelia. Diseño de proyectos en la investigación cualitativa. Fondo editorial
Universidad EAFIT. Junio de 2004. Pág 44.

36
sentido hicimos confrontaciones entre nuestra postura y la de la asesora
académica respecto al tema, comparamos los testimonios de las mujeres con la
teoría y así mismo las técnicas fueron aliadas a la hora de complementar y
profundizar en la información.

Es preciso mencionar que los momentos citados no se hicieron de manera


secuencial, dado que la investigación cualitativa permite precisamente la
simultaneidad de éstos, es decir, se pueden hacer a la par y a la vez permite
volver varias veces sobre el diseño.

1.5. CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LOS PARTICIPANTES

Las consideraciones que se tuvieron en cuenta para la selección de las


involucradas en el proceso de la investigación fueron: Se consideró necesario que
fueran lideresas del municipio de Yarumal que hubieran desarrollado procesos
sociales y/o comunitarios. En cuanto a su lugar de procedencias, las mujeres
debían residir en el municipio de Yarumal, lo que facilitaría los encuentros
oportunos y el manejo del tiempo. También se hizo preciso que las mujeres
tuvieran disponibilidad para participar en el proceso investigativo y como tal en los
diferentes encuentros.

Las mujeres que participaron en el proceso investigativo eran mujeres diferentes


en casi todos los aspectos de la vida; por ejemplo, se contó con la participación de
mujeres casadas, solteras, viudas, mujeres con hijos y sin hijos, adultas y jóvenes;
mujeres con experiencia en cargos públicos y en el sector privado, mujeres, que
han trabajado comerciantes y en sus hogares. Respecto a lo académico unas son
profesionales, otras se encontraban estudiando y algunas han desarrollado sus
procesos desde lo empírico.

Las mujeres hacen parte de diversos procesos sociales, por ejemplo en la política;
en grupos organizados de victimas de desplazamiento y del conflicto armado;
grupos de mujeres y juveniles; grupos religiosos entre otros, lo que permitió hacer
de esta investigación un estudio rico en información acerca de la forma cómo
viven la participación.

37
Para comprender estas lógicas que giran en torno a las mujeres, en nuestra
investigación hicimos participes a siete (7) mujeres lideresas, seleccionadas a
partir de los criterios ya estructurados, por lo que no fue posible encontrar un
mayor número. Contar con sólo 7 participantes no fue impedimento para llevar a
cabo el objetivo que planteamos para la realización del estudio.

1.6. CRITERIOS ÉTICOS DE LA INVESTIGACIÓN

Teniendo en cuenta que ésta es una investigación social y como tal permite la
interacción con los otros, en este caso las mujeres, se partió de la importancia de
responder a dicha investigación ética y responsablemente, ya que es un proceso
que no sólo constituye la producción de conocimiento, sino el establecimiento de
una relación ética con la realidad social que se investigó y con los sujetos sociales
con los que se interactuó.

Como lo cita Galeano44, “la ética se asume como práctica, como un modo de vida”,
de esta forma la ética permite construir principios que faciliten la comprensión del
ser humano en relación consigo mismo, con los otros y con sus contextos
específicos. La ética como modo de vida es más que un cúmulo de principios,
reglas y códigos; significa una construcción con el otro en donde el valor primordial
es el respeto por la naturaleza humana.

Los criterios éticos que giraron en torno a esta investigación, se convirtieron en


formas y maneras de vida basadas en el respeto mutuo y ayuda por lo que importó
el sentir y pensar de las mujeres, ya que son ellas quienes construyen la realidad.

Como profesionales de las Ciencia Sociales y, en especial de Trabajo Social, se


consideró importante partir en este trabajo investigativo de ejes éticos básicos en
la investigación como: en primer lugar, integridad del proceso, en ese sentido se
procuró rigurosidad y coherencia teórica, metodológica y práctica en todo el
estudio. En segundo lugar, responsabilidad hacia las interlocutoras, este eje
significó un compromiso ético de lealtad a lo que se pactó con las mujeres, por lo
que, el consentimiento informado (ver anexos 6 y 7), la confidencialidad, el
44
Ibíd.

38
anonimato y derechos de autor fueron componentes importantes en todo el
proceso para garantizar la horizontalidad y salvaguardar la integridad de quienes
participaron.

En tercer lugar, la pertenencia de las técnicas de recolección y registro de la


información y manejo del riesgo, contribuyeron a la comprensión e interpretación
de la misma a la vez que prever y minimizar los efectos del registro sobre los
testimonios de las informantes, y por último, reciprocidad un componente que dio
lugar a un proceso riguroso por lo que se pudo hacer devolución de los hallazgos
a las mujeres que es algo de lo que esperan éstas: conocer sobre su propia
realidad45.

Cuando se planteó el consentimiento informado, como componente ético del


proceso, se hizo referencia a los acuerdos a los que se llegó con las participantes,
respecto al manejo de la información y a las diversas técnicas a emplear.

El principio de confidencialidad y anonimato, tiene como fin proteger la identidad e


integridad de las mujeres interlocutoras en esta investigación, por lo tanto se optó
por usar seudónimos y así salvaguardar los derechos de las mujeres. Este
principio va en concordancia con el noveno principio que reglamenta el código de
ética de los Trabajadores Sociales46.

Así mismo, se pretendió superar la mirada de la ética como manual o pautas a


seguir para repensarlos en relación al quehacer profesional, según lo cual se
interactúa con los sujetos e importa la cotidianidad e historicidad de las mujeres
involucradas; de este modo, la ética permitió pensar las acciones, comprender su
intención y la nuestra en la investigación, permitió fijar límites y consensos,
además asumir responsabilidades y adoptar posturas serias, éticas y sobre todo
políticas, ya que esta investigación no solo permitió develar las acciones de las
mujeres sino también conjuga los intereses profesionales.

45
Ibíd. Pág 69
46
COLOMBIA, CONCEJO NACIONAL DE TRABAJO SOCIAL. Ley 53 de 1977. Decreto N° 2833 de 1981. Enero 25
de 2002, por el cual se adopta el Código de ética profesional de los Trabajadores Sociales en Colombia,
Bogotá D.C. Capítulo III, Principios, artículo seis (6). Pág 26.

39
En cuanto al papel profesional, se procuró establecer un proceso que estuviera
mediado por el respeto, la escucha y el sigilo con la información; además, que
comprendiera que esta investigación al ser netamente académica no ponía en
riesgo a las mujeres que participaron en ella, sino que por el contrario permitió
encarar una realidad social mediante elementos teóricos, metodológicos y
prácticos propios del quehacer profesional.

Para que la investigación cumpliera con lo estipulado en el código de ética, se tuvo


cuidado con el manejo de la información; y el manejo del tiempo de las mujeres
con las que se interactuó; además de realizar las devoluciones pertinentes para
que las interlocutoras de la investigación tuvieran conocimiento de los resultados
de ésta.

40
Figura 3. Capitulo 2: Generalidades y contexto…participación que cruza fronteras

INTERNACIONAL AMÉRICA LATINA NACIONAL: COLOMBIA

Potencialidades Limitaciones
Potencialidades Limitaciones
Potencialidades
Conferencias Pobreza Postetad Marital Situaciones jurídicas Reformas constitucionales
Internacionales Potencialidades
Discriminación Conflicto armado Constitución de 1991
Tema de agenda
publica Machismo y Movimientos obreros y de
Modelo Neoliberal
patriarcado campesinos

Perspectiva de Dictaduras
género GENERALIDADES Y
No garantia de
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA
Movimientos derechos PARTICIPACIÓN Y LAS
feministas MUJERES

Secretarías y
Cultura machista subsecretarias de la mujer

Religión Región conservadora


Poca participación
Discriminación política
Grupos de mujeres Grupos organizados de
Región conservadora mujeres y movimientos
Problemas sociales sociales
Mujeres lideresas
Región multicultural
Mínimo acceso a Política de equidad y
cargos de elección Proyectos de mujeres género
popular
Limitaciones Potencialidades
Limitaciones Potencialidades

LOCAL YARUMAL DEPARTAMENTAL ANTIOQUIA


41
Figura 3. 1 Capitulo 2: Mujeres que construyen…

CICLO VITAL INDIVIDUAL CICLO VITAL FAMILIAR ORGANIZACIONES

Atraviesa Su origen
Vive Ante Ahora
n
n s
Familia
Corporación ASOCOMUNAL
nuclear
“Luz Verde”
Por definir Familia nuclear Permanencia en el
Mujeres
laboral y hogar AMUNA cabeza de
académico Período intermedio Se Hijos adolescentes familia
Adultez media caracterizan MUJERCOOP
por Centro de
Edad media Llegada de los nietos
rehabilitación
Adultez AMY

Movimiento
madres por la
vida
MUJERES LIDERESAS DE
YARUMAL Club huelas de
vida

Características

Su edad Su estado civil Su ocupación Su escolaridad

Oscila entre los Soltera, Comerciantes, amas Bachiller,


30 y los 60 años casada, viuda, de casa, lideresas tecnóloga
separada sociales profesionales
comunitarias.

42
2. GENERALIDADES Y CONTEXTO…PARTICIPACIÓN QUE CRUZA
FRONTERAS

El tema de la participación de las mujeres en diferentes aspectos de la vida ha


sido un tema de debate y de análisis, pero sobre todo el resultado de luchas por la
reivindicación de derechos. En ese sentido, la constante reclamación de las
mujeres por la visibilidad y la participación en la esfera pública, tuvo su origen en
mujeres como Olympe de Gouges, autora de la “Declaración de los derechos de la
mujer y la ciudadanía”, en uno de sus artículos se plantea que: “ La mujer nace
libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales no
pueden estar basadas más que en la utilidad común”47.

A las luchas sociales de finales del siglo XIX se suman las iniciadas en los años 50
por el reconocimiento de la igualdad entre hombres y mujeres, enmarcadas en el
denominado “Feminismo de la igualdad” , así como posterior reivindicación de
derechos específicos y la identidad del ser mujer conocida como el “Feminismo de
la diferencia” , promovido en los años 80 y 90, lo que constituye algunos
antecedentes al cuestionamiento de los modelos de participación política y el
ejercicio de la ciudadanía tradicional establecida en los Estados liberales, en los
que el desarrollo de las libertades individuales son inherentes al desarrollo de la
ciudadanía.

Los grupos feministas se han organizado buscando la igualdad y equidad, entre


hombres y mujeres, pero además la incorporación en la vida pública, la acción
política en los espacios tradicionales como las instituciones públicas, y prácticas
no tradicionales como las diversas manifestaciones de acción colectiva, éstas
últimas primordiales para expresar y satisfacer sus propias necesidades
económicas, sociales, culturales, así como para exigir la integración en las
dinámicas del desarrollo de los países.

47
Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadanía. En línea:
[http://www.feministasconstitucional.org/node/59.] Consultado en noviembre de 2011

43
Al clamor femenino por la participación se han sumado diversos grupos y
movimientos sociales, no sólo movimientos feministas, sino también aquellos que
han sido llamado “minorías” como: movimientos juveniles, afrodescendientes,
raciales y comunidad L.G.B.T.I ( lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e
intersexuales), quienes también al organizarse han buscado demandar de los
Estados reconocimiento y espacios para una participación activa en todos los
asuntos que, como ciudadanos y ciudadanas, les corresponde.

Algunos de estos movimientos, a través de sus luchas, han querido resignificar la


ciudadanía, y en especial la de las mujeres, al incluir la plena participación en
todos los momentos de la vida, en los espacios públicos y cotidianos; de esta
manera se constituye en un nuevo objetivo de la democracia que, en palabras de
Lagarde48, tiene como fin “impulsar los cambios necesarios para arribar la igualdad
entre los géneros y la formación de modos de vida equitativos entre hombres y
mujeres”.

2.1. LATINOAMÉRICA SE RE-DESCUBRE

En el ámbito Latinoamericano la participación de la mujer se ha convertido en un


punto importante dentro de la agenda pública de los gobiernos, de lo que dan
cuenta las conferencias internacionales y la OEA49 en las que se trataron temas
referidos a la mujer como la discriminación, la participación de la mujer en el
desarrollo, el fortalecimiento de la paz mundial, medidas constitucionales y
jurídicas para la equidad de género, participación social e igualdad en la
participación política y en la adopción de decisiones.

Si bien se ha avanzado en agendar el tema de participación de las mujeres y los


diversos movimientos sociales, existen algunos asuntos coyunturales que impiden
a plenitud que dichas propuestas se lleven a cabo como lo es el aspecto

48
LAGARDE, Marcela. Democracia Génerica: Por una educación humana de género para la igualdad, la
integridad y la libertad. En línea:[ www.consorcio.org.mx/documentos/democracia_generica.pdf]
Consultado en noviembre de 2011.
49
Naciones Unidas. Centro de información. México, Cuba y República Dominicana. Conferencias de las
Naciones Unidas sobre la mujer. En línea:[http://www.cinu.og.mx/temas/mujer/confmujer.htm] Consultada
en diciembre de 2010.

44
económico, que tiene que ver con el mismo modelo neoliberal que ha
incrementado los índices de pobreza50 en el mundo en donde las mujeres son las
principales víctimas, por lo que su participación en lo público hace que se vea
afectada. Además de otros aspectos como el político, cultural y social, lo cual está
interrelacionado con la participación en la política, al interior de los países y en
general en el mundo entero, donde es un asunto que aun sigue siendo de
hombres51 y esto también está relacionado con lo que culturalmente se ha
pensado para hombres y mujeres en el tema de la política.

Respecto a lo anterior Lagarde52 expresa que: “se asignan los hombres, como
espacios propios y masculinos, los espacios públicos” y, añade que “se coloca a
los hombres, o se hacen exclusivos para ellos y sus intereses de género, los
espacios políticos correlativamente vedados a la mujeres” Con lo anterior se pone
en evidencia una vez más que la toma de decisiones y la participación en la esfera
pública se deja en manos de los hombres, lo que da cuenta de que las relaciones
de poder se ven reflejadas en prácticas de subordinación que impiden la
participación plena de las mujeres.

En el contexto latinoamericano el tema de participación de las mujeres ha estado


limitado partiendo desde acceso pleno y real a sus derechos. Por ejemplo, los
aspectos culturales53 y sociales se refieren a esas construcciones históricas que
tienen que ver con las prácticas, las vivencias, los valores y la moral de la
sociedad que crean prototipos de vida, tanto para hombres como para mujeres, y
que dan cuenta de una brecha grande entre estos para la participación, porque
según lo socialmente establecido son los hombres que toman decisiones y hacen

50
GONZALEZ, Román. Pobreza: condición creciente para mujeres latinoamericanas. Cimacnoticias,
periodismo con perspectiva de género (martes 24 de febrero de 2004) En
línea:[http://www.cimacnoticias.com.mx/noticias/04feb/s04022402.html] Consultado en octubre de 2011.
51
ARÁMBULA Reyes, Alma. Participación Política de la mujer en América Latina. México, marzo de 2008.
Servicios de investigación y análisis. En línea: [http://www.diputados.gob.mx/cedia/sia/spe/SPE-ISS-07-
08.pdf] Consultado en octubre de 2011.
52
Op. Cit.
53
REVERON, Zaira. Participación y representación de la mujer en instancias de gobierno y cuerpo
deliberantes en Venezuela. En línea: [http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0303-
97572002000100001&lng=es&nrm=iso>.ISSN0303-9757.] Consultado en octubre de 2011.

45
vida en lo público, y las mujeres se dedican a lo domestico, entendiendo este
concepto como la esfera del hogar y la familia.

2.2. COLOMBIA…TAMBIÉN ES MUJER

Desde el siglo XIV hasta gran parte del siglo el XX, la situación social y política de
las mujeres en Colombia ha estado marcada por múltiples factores estrechamente
vinculados a su condición sexual y génerica, traspasando su discriminación a
todas las clases sociales. En ese sentido, las mujeres han pasado a ser una
sombra en el pasado normativo y político del país por haber estado marginadas de
la esfera pública, relegadas a lo doméstico; además de habérseles desconocido
su ciudadanía.

La normatividad y legislación colombiana se ha caracterizado por su origen


patriarcal y la incorporación de elementos propios de la tradición judeocristiana,
así como las instituciones romanas y canónicas, que fueron recogidas por el
código napoleónico. Aunque, muchas de sus disposiciones actualmente no se
encuentren vigentes por sus contenidos opuestos a las disposiciones
constitucionales, éstas aún proyectan gran parte de la normativa y se encuentran
implícitas en las costumbres y prácticas sociales de la población, es decir, siguen
permeando las prácticas de los hombres y de las mujeres y, en cierto modo,
perpetuando la discriminación e impidiendo la plena participación de las mujeres.

En ese orden de ideas, en Colombia han existido algunas figuras jurídicas que han
obstaculizado el empoderamiento de las mujeres, de las cuales podemos nombrar:
potestad marital y entrega de sus bienes al cónyuge, en su condición de esposa y
madre y, en esa medida, sujeta a la potestad absoluta del varón, quien podía
disponer de la persona y los bienes de la mujer su arbitrio –Ley 28 de 193254. La
sumisión de la mujer hacia el hombre, quien estaba facultado por el Estado para
controlar y castigar el comportamiento moral de ella, fue desapareciendo de forma
gradual con las reformas constitucionales venideras, en las que fueron ganando

54
VELÁSQUEZ T, Magdala. Sí, tenemos derechos, pero… La condición jurídica y real de la mujer en Colombia.
En línea:[www.nuao.org/upload/artículos/1295 1.pdf.] Consultado en noviembre de 2011.

46
terreno los derechos para las mujeres entre los que se destaca la reforma de la
Constitución Política de 1886 y la de 1936, con la cual se reconoció
institucionalmente derechos a las mujeres, tales como el acceso a la educación
profesional y la no pérdida de la nacionalidad por contraer matrimonio con un
extranjero.

Posteriormente, se hicieron otros reconocimientos a las mujeres como el


otorgamiento del Voto por reforma Constitucional Plebiscitaria en 1957, en donde
se expone que “las mujeres tendrán los mismos derechos políticos que los
varones”, con lo que la mujer se vincula al proceso político del país, del cual hacía
parte de una forma indirecta con las marchas y espacios académicos de discusión,
pasando de lo abstracto al pleno desarrollo de un derecho universalmente
consagrado para todo ciudadano, pero prohibido para la mujer. El voto femenino
fue significativo en la elecciones presidenciales de 1974 y el cuatrienio siguiente
cuando fue electo Alfonso López Michelsen se revocaron algunas normas
jurídicas discriminatorias de la mujer: se estableció la igualdad jurídica de los
sexos y la igualdad de mujeres y hombres en la vida familiar, y se eliminó el
concepto de hijos ilegítimos55 y naturales.

Más tarde, se introdujeron reformas como garantía constitucional de las mujeres,


de lo cual se desprende: 1) el acceso de las mujeres a la educación superior, ley
73 de 1966, con lo que se establecieron las primeras garantías laborales para las
mujeres y menores de 18 años; 2) el Decreto 763 de 1980 ordenó crear el Concejo
Nacional para la integración de la Mujer; y 3) a través de la ley 95 de 1980, el
Estado colombiano ratificó la “Convención sobre toda Forma de Discriminación
Contra la Mujer (CEDAW)”.

En consecuencia, podemos entender, que todas estas luchas libradas por la


mujeres e intentos por modificar la normatividad civil en Colombia, se convirtieron
en cimientos de los cuales se despliega: 1) el intento de inclusión de las mujeres

55
REYES CÁRDENAS, Ana Catalina. Mujeres y trabajo en Antioquia durante el siglo XX. Formas de asociación
y participación sindical. En línea:
[http://ens.org.co:8081/dspace/bitstream/123456789/118/1/Ensayos%20Laborales%2013%20-
%20Mujeres%20y%20trabajo%20en%20Antioquia.pdf]Consultado en noviembre de 2011.

47
en la sociedad civil con participación en espacios tradicionales; y 2) las vivencias
de prácticas en contra de lo hegemónico que termina convirtiéndose para ellas en
nuevos escenarios y espacios de participación, no tradicionales e impuesto desde
el modelo socialmente aceptado.

Con la Constitución Política de 1991, se vislumbró una promesa de democracia y


es así como, bajo este marco normativo los diversos grupos poblacionales
socialmente excluidos, se crean una ilusión respecto a la participación y a la
inclusión. Además, motivó en esto grupos y, en especial en los de las mujeres,
buscar la materialización de diversas formas y prácticas en pro del reconocimiento
de otros derechos.

Colombia, desde la tercera década del siglo XX ha sido receptiva a las normas
que a nivel internacional se han hecho en torno al reconocimiento de un trato
igualitario para la mujer. Sin embargo, aún falta mucho para que lo normativo se
haga efectivo y para que dichas leyes influyan en las estructuras de la sociedad. Si
bien, existe una amplia normatividad para dar garantías a las mujeres respecto a
sus derechos, se puede ver la mínima concepción que tiene la ley sobre hombres
y mujeres en los ámbitos de poder institucional, contrastando con la precariedad,
lo cual se revierte en la insignificante participación femenina en los órganos de
dirección del Estado y otros espacios de participación.

El panorama de la participación de las mujeres en Colombia no sólo se ha visto


empañado por la falta de garantía de sus derechos y de sus libertades, sino
también por un asunto coyuntural que tiene que ver con el conflicto armado 56, el
cual ha agudizado de forma significativa la situación de las mujeres en materia de
acceso pleno a sus derechos, ya que situaciones como el desplazamiento forzoso
o el asesinato de los esposos e hijos, ha hecho que aumente la pobreza y que las
familias se desajusten quedando las mujeres como cabezas de hogar, a lo
anterior, se suma el temor que sienten ellas a participar, hablar y confrontar.

56
DAZA, Astrid. El derecho a la participación de las mujeres un camino hacia el empoderamiento. En línea: [
http://www.limpalcolombia.org/pdf/b01.pdf] Consultado en octubre de 2011.

48
La anterior, es una situación que puede verse en todo el territorio nacional. El
departamento de Antioquia con sus particularidades políticas, sociales,
económicas y culturales no ha sido ajeno a las problemáticas que afectan la
participación de las mujeres y por lo tanto sus gobiernos han tenido que crear
políticas y programas encaminados a garantizar los derechos de éstas. En el
siguiente apartado hablaremos de la participación de las mujeres en Antioquia.

2.3. GÉNERO…MÁS QUE REGIONALISMO

Las políticas internacionales y nacionales sobre protección y garantía de las


mujeres, en especial las de participar de manera igual que los hombres, trasciende
lo geográfico y se instala en espacios regionales y locales, con el interés de
abordar las particularidades de las mujeres en su territorio más inmediato. Es así,
como podemos ver en Antioquia avances significativos en proceso encaminados a
la búsqueda de las garantías plenas para el acceso de las mujeres a su
participación.

En ese contexto de reconocimiento grupal, en nuestro departamento existen


grupos de mujeres organizadas que se han acogido a iniciativas internacionales y
nacionales y que han constituido un papel fundamental en la creación de agendas
ciudadanas, en la búsqueda de ser reconocidas e incorporadas activamente en
todos los procesos de desarrollo. Por ejemplo, el movimiento por la paz y la
resolución política de conflictos de la Ruta Pacifica- Mujeres de Negro y de las
Madres de la Candelaria han sido protagonistas.

Antioquia, ante la necesidad de que diversos grupos poblacionales sean incluidos


para el desarrollo y también para combatir los problemas de exclusión,
desigualdad e inequidad que existen, se ha propuesto crear estrategias que
ayuden a combatir dicha situación desfavorable y, por tanto, en cabeza de
Eugenio Prieto Gobernador (E) en 2003 se creó la Política Pública de Equidad y
Género, a partir de la cual se han gestado un sinnúmero de procesos en pro de la
participación de las mujeres en diferentes instancias , y también se crearon
dependencias como el cargo de Subsecretaría de la Mujer y la Consejería

49
Departamental para la Mujer, incorporando activamente a las mujeres, en especial
las pobres, a la corriente del desarrollo, estimulando su protagonismo y su
autogestión y el ejercicio de su ciudadanía plena57.

Estos planes y programas no han sido suficientes para que se dé una participación
efectiva de las mujeres en espacios públicos y de decisión, por ejemplo la
participación en espacios de representación, lo cual es desfavorable y desigual
con respecto al hombre. Así lo muestran las estadísticas. Por ejemplo, la
representación femenina según la Política de Equidad y Género para la Mujer58,
en el Senado y en la Cámara, es del 12% y 13% respectivamente; en la Asamblea
Departamental asciende al 17.2% en los Concejos Municipales es del 13.9% y en
cargos de elección popular las alcaldesas sólo ascienden al 4.8%. En síntesis, la
representación de las mujeres en los cargos y corporaciones de elección popular
es reducida, si se tiene en cuenta que el potencial electoral femenino asciende al
52%.

En el caso de la participación de las mujeres en organizaciones de base, ésta se


ha enfocado en la búsqueda de la calidad de vida de las mujeres a través de
proyectos productivos, dentro de los cuales se resaltan los agropecuarios,
ambientales, de confección y otras actividades como acciones de beneficencia y
atención de infancia. Esto demuestra que la participación de la mujer tiene una
mirada reduccionista, que la sitúa en el sector de servicios y que la aleja de esos
espacios de toma de decisiones.

Lo anterior se agudiza aún más si se observa que dichas organizaciones de base


pocas veces cuentan con el apoyo Estatal para el desarrollo de sus actividades. O,
en caso de darse el acompañamiento, se hace desde la asistencia con cosas
mínimas como por ejemplo semillas, espacios locativos y, a su vez, las mismas
mujeres sienten temor de que sus procesos sean politizados por quienes
administran los asuntos públicos.

57
COLOMBIA.ANTIOQUIA.SECRETARÍA DE EQUIDAD Y GÉNERO PARA LA MUJER. Política de equidad de
género para las mujeres, Departamento de Antioquia. Gobernación de Antioquia. Medellín mayo de 2003.
58
Ibíd. Pág 45

50
La participación plena y real de las mujeres en el caso de Antioquia también está
transversalizada por factores que tienes que ver con aspectos culturales, ya que
es un departamento rico en diversidad cultural, es pluriétnico y buena parte de su
riqueza social está en sus diferentes etnias; pero dicha diversidad no ha sido
valorada socialmente, por el contrario, se han convertido en desventajas sociales y
fuentes de discriminación sobre todo hacia las mujeres.

Hay aspectos también como la geografía que han hecho que se incremente la
brecha entre las mujeres y los hombres por ser Antioquia una zona en su mayor
parte rural; esto hace que las mujeres del campo tengan manos acceso y garantía
que quienes están en el área urbana, vistos éstos aspectos desde los bajos
niveles de educación, el difícil acceso a los servicios, los altos niveles de
fecundidad y el arraigo de la cultura patriarcal las alejan de acceder a sus
derechos plenos.

Por otra parte, existen diferentes aspectos (sociales, culturales, políticos y


económicos) los cuales hacen que la participación de las mujeres sea
desfavorable en relación con los hombres; si bien son realidades manifiestas y
naturalizadas en el mundo entero tiene matices diferentes cuando son leídas
desde contextos particulares y locales, ya que estos tiene formas diversas de
organización, de vida pública y privada, de significar los procesos, prácticas
sociales y cotidianas.

2.4. PARTICIPACIÓN…CON SELLO PROPIO

Si en el país y la región las luchas por el reconocimiento de los derechos de las


mujeres fue una constante de discusión durante varias décadas, Yarumal no fue la
excepción, partiendo de la base de ser una provincia de arraigada tradición
religiosa judeocristiana, en la que el papel de las mujeres implicaba por mandato
bíblico la sumisión al marido y la crianza de los hijos. Cada vez que alguna
corriente feminista se manifestaba inconforme por la situación de las mujeres o
luchaba por la más mínima reivindicación de sus derechos inmediatamente era

51
opacada por la iglesia en confabulación con los partidos políticos tradicionales en
el especial el conservador que ha sido el de mayor influencia histórica.

Las “Pastorales” de primera mitad del siglo XX del obispo de la Diócesis de Santa
Rosa de Osos, Monseñor Miguel Ángel Builes, dogmas de obligatorio
cumplimiento, son claro ejemplo de lo anterior: La soberbia, la insumisión, la
desobediencia, la burla a las disposiciones de los que tenemos el cuidado de
vuestras almas, y estamos cumpliendo nuestro deber, ha llevado a la casi totalidad
de vuestras mujeres a subir más y más cada día su vestido inmoral desde las
mujeres ancianas que no habían presenciado este escándalo de vestidos
femeninos casi a medio muslo, hasta las de edad madura, las jovencitas, las
adolescentes, y, ¡oh qué dolor! hasta las niñas que no han llegado al uso de razón,
a las cuales, lo mismo que a las que fluctúan entre los 4 y los 12 años, las visten
sus propias madres con 3 ó 4 centímetros de largo a partir de la cintura o con
vestidos esponjados a manera de paraguas que dejan a la vista el cuerpecito de
estas desgraciadas niñas y jovencitas que creen sin pudor, obedeciendo a la
moda y a la masonería antes que a Dios59.

En ese sentido, el discurso dictado por las instituciones eclesiásticas, cuanto a la


forma de vestir de las mujeres, manteniendo su feminidad y teniendo que usar
largas vestimentas que cubrieran todo su cuerpo, hasta la pantorrilla, como
sinónimo de pureza y virginidad, no dista mucho de los testimonios que se
recopilaron en la investigación: “En mi casa a mi papá le gustaba que nos
pusiéramos vestidos. Nosotros éramos muy pobres y nos tocaba heredar la ropa
de las hermanas mayores, por lo que los bluyines nos los poníamos cuando mi
papá no estaba. Estábamos atentas a que él no fuera llegar y nos encontrara
vestidas así, porque nos castigaba. Por la ventana mirábamos cuando llegaba del
trabajo y corríamos a quitárnoslos y ponernos otra vez el vestido”60.

59
BUILES, Mons. Miguel Ángel. El pudor de la mujer. Pastoral de la mujer. Pastoral de Cuaresma, 12 de abril
de 1954. Pág 59.
60
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de
Trabajo.

52
Cabe anotar que las normas dictadas por el famoso levita llegaban a niñas y
jóvenes y a la población en general por distintas vías: la misa dominical, la familia
patriarcal y los colegios de orientación también religiosa, privados y costosos,
donde poquísimas mujeres tenían el privilegio de asistir.

Y es en medio de este oscurantismo cuando aparecen en Yarumal en la década


del siglo XX grupos de mujeres reclamando el derecho de sus hijas a educarse,
superarse y pensar más allá de lo estrictamente estipulado como modelo social
para la mujer: el hogar, los hijos y el esposo. El doctor Pedro Pablo Betancur,
abogado penalista y pedagogo abejorraleño, además juez promiscuo municipal,
llegó como alivio para las mujeres, sumisas ellas, doblegadas ante sus esposos y
dominadas. De aquí surge la idea de fundar, con hombres prestantes de la
sociedad y librepensadores, el Colegio de María, una institución privada, primera,
en su clase, para la formación de mujeres. Contra la voluntad de sus esposos se
fundó el colegio que sería centro experimental en práctica de conceptos y
corrientes pedagógicas.

En tal sentido, desde la experiencia del Colegio de María, fueron formadas


maestras de corte feminista, que luego serían parte de luchas sociales
reivindicatorias de derechos para las mujeres que se dieron posteriormente en
Colombia, por lo que las lideresas, que por tanto tiempo estuvieron rezagadas a la
sumisión ante la sociedad, a pesar de que muchas de ellas contrajeron
matrimonio, lo que les habría impuesto otra carga social, fueron protagonistas en
la participación como sujetas políticas en espacios diferentes a los tradicionales de
representatividad política; por lo que fueron gestoras de proyectos sociales como
colegios, guarderías para niños entre otros.

Yarumal, desde la dimensión económica, se ha caracterizado por ser un municipio


ganadero y agrícola. En ese sentido se habla de actividades para los hombres en
donde las mujeres se vinculan con asuntos domésticos y, en el caso de insertarse
a escenarios laborales, lo hacen desde trabajos como la costura, la culinaria, la
fami-empresa, y a menor escala trabajos referidos al comercio, educación o
cargos públicos, lo que da cuenta de aún la mujer sigue siendo discriminada con

53
respecto al hombre, en lo que tiene que ver con los ingresos económicos. Esta
realidad se agudiza aún más porque las mujeres deben cumplir con un doble
papel, que de una u otra forma las limita en su participación, pues tiene que
cumplir con su rol en lo doméstico pero además en su rol como trabajadoras.

La sociedad es dinámica y cambiante, y en ese sentido Yarumal no ha estado


asilado a los cambios estructurales de la sociedad, convirtiéndose en el pueblo
centro de una subregión –integrada por diecisiete municipios, aunque son más los
del Norte cercano-, a donde llegan personas de diferentes regiones trayendo
nuevas formas de vida y nuevas costumbres, dichos cambios han detonado
problemáticas sociales como la drogadicción, la mendicidad, la creación de grupos
insurgentes, entre otras, que además, han llevado a que la población del municipio
sea flotante y se inicien procesos multiculturales.

Frente algunos cambios y problemáticas sociales, las mujeres han sido las
principales víctimas y sus vidas se han visto afectadas, convirtiéndolas en cabezas
de familia y principales proveedoras económicas de sus hogares, teniendo que
padecer las secuelas del conflicto, y enfrentadas a la violencia doméstica, lo que
ha hecho que la familia como tal se reestructure, pero también que las mismas
mujeres cambien en su ser y hacer, haciendo las veces de madres y padres- por
su viudez y madresolterismo-.

Testimonios como el de Marta corroboran lo anterior: “Me casé, luego me separé,


y como una mujer separada fui la responsable de criar a mis tres hijos” 61. Aracelly
expresa una opinión diferente: “Yo sé que si hubiera sido yo quien muriera, y
quedara él al cuidado de los hijos, habría sido un desastre, porque lo conocí muy
bien, el hogar se hubiera derrumbado. En cambio yo seguí adelante, no dejé
naufragar ese barco que es mi familia”62. Como se evidencia, las suposiciones en
muchos casos hacen parte del modo como enfrentan situaciones adversas, como
la muerte del cónyuge.

61
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.
62
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de marzo de 2011 en la las
instalaciones del Club huellas de vida.

54
2.5. MUJERES QUE CONSTRUYEN…

Yarumal cuenta con aproximadamente 46.415 habitantes, donde el 49% son


hombres y 51% son mujeres, de las cuales el 64% pertenecen a la zona urbana y
el 36% al área rural, lo que significa que el municipio cuenta en su mayoría con
una población femenina que representa el 51% del total de habitantes.

Si bien en el municipio la mayoría de la población son mujeres, son los hombres


quienes han tenido mayor influencia y protagonismo en los asuntos públicos,
sociales y administrativos; no obstante algunas mujeres se han destacado por
participar activamente en diversos procesos sociales, políticos, educativos y de
labor social.

Algunas voces femeninas hablan de su participación y experiencia en diferentes


esferas y demuestran cómo la participación constituye un elemento fundamental
en sus vidas que la aleja de ese mundo pasivo en que han vivido. Manifiestan
incluso que el bien común prima sobre cualquier lucro económico. Es reiterativo
escuchar “no me veo sin hacer nada”, “no me gusta la monotonía”. Gudiela es más
explícita y expresa: “Yo no me visualizo sin hacer nada, como ahí esperando que
pase el tiempo para levantarme, hacer todo lo de la casa y cumplir con un rol de
ama de casa. Esperar que anochezca y ver la novela. Volverme acostar. Volverme
a levantar. Yo no me visualizo en esa lógica, aunque vengo de una familia muy
tradicionalista y muy conservadora”. Y agrega Dora63, para quien el trabajo
comunitario sin recibir ningún tipo de remuneración la llena de satisfacción: “Yo
estoy en la ASOCOMUNAL y me gusta hacer gestión para que las cosas mejoren.
Por ejemplo, estoy encargada de la Casa Campesina, como Presidenta de la
ASOCOMUNAL, claro que no tengo ningún tipo de remuneración, pero uno no
busca lucrase, sino el bien común”.

La edad de las participantes oscila entre los 30 y los 60 años, y son mujeres que
desde su ciclo vital individual están viviendo diversos momentos: por ejemplo, una

63
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Dora” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

55
de las más jóvenes, se encuentra definiendo su vida profesional y laboral; otras,
están en la etapa de la adultez media, con objetivos cumplidos como su
educación, la conformación de una familia y una actividad laboral definida. Las
demás, en s ciclo vital de la adultez, atraviesan una etapa fundamental en su vida,
en reflexión sobre lo que han logrado hasta el momento y con una autonomía y
una visión de qué es lo que continúa en su ciclo de vida, partiendo desde la
experiencia para afrontar con mayor madurez las decisiones. Estas mujeres han
vivido cada ciclo de su vida con lo que implica adaptarse a cada momento, que no
sólo se enmarcan desde lo individual, sino que también interrelaciona lo familiar y
lo social como lo expresa Quintero64 “el ciclo vital del individuo es el desarrollo
intrínseco, ineludible, de cada persona, en correspondencia con la forma familiar o
de convivencia que elija”; al respecto Marta65 relata lo siguiente: “vivo cada
instante, vivo lo que me está pasando en cada momento; cuando estaba en la
escuela, viví como niña de escuela; en el colegio, lo tomé como niña de colegio.
Cuando me casé asumí mi rol de esposa. Como abuela, creo que también
desempeño tal papel. Vivo cada momento como lo que es”. Por lo visto, su
existencia la viven según el contexto y las particularidades que se condensan en
él, al tiempo que van estableciendo relaciones con sus pares, la familia, la escuela
y la sociedad.

Ahora abordemos lo concerniente a sus familias. Las mujeres provienen de


familias nucleares, que según Quintero66 “son las conformadas por dos
generaciones, padres e hijos; unidos por lazos de consanguinidad conviven bajo el
mismo techo y por consiguiente desarrollan sentimientos más profundos de afecto,
intimidad e identificación”. Las participantes en esta investigación pertenecen a
familias de conformación tradicional donde las prácticas y costumbres se han
venido enseñando de generación en generación; estas prácticas no son hechos
que se hallan en el pasado, son recreadas y vividas en el presente de las mujeres
de Yarumal, en su forma de vida, porque la historia no queda en el atrás, ésta se

64
QUINTERO, Velásquez. Ángela María. Trabajo Social y proceso familiares. 1997. Pág 117
65
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.
66
Ibíd. Pág 19

56
vivifica y cobra sentido en lo presente, y se convierte en el potencial para lo que
será el futuro.

La familia de origen es entonces el primer agente socializador de todos los


individuos que deja huella en las formas de vida, en el pensamiento, en el
lenguaje, en la forma de relacionarse con los otros, lo cual se configura en gran
medida por lo que fueron sus padres. Por ejemplo Marta67 expresa: “(…) a mime
formaron en un hogar donde mi papá era lo que yo reflejo, hoy en día soy lo que
mi papá fue”. Con este testimonio se pone de manifiesto cómo la crianza y la
formación recibida en el hogar, ha influido en lo que ahora son estas mujeres
además deja ver cual grande es el peso de la figura paterna en dicha formación.

Los legados que las mujeres han heredado de sus familias constituyen en el
presente un eje rector para consolidar sus nuevas familias; este permea tanto lo
conyugal como lo filial. El primero, porque en ocasiones se tiende a vivir con la
pareja acontecimientos similares a los que sus padres vivieron en el pasado; y el
segundo, porque las pautas de crianza con las que fueron educadas son llevadas
a la formación de sus propios hijos.

Ahora bien, después de haber abordado el ciclo vital individual de las mujeres, es
preciso que profundicemos en lo que ha sido el ciclo vital de sus familias con el fin
de dar cuenta sobre las etapas que viven las mujeres en su entorno familiar. Para
mayor comprensión de lo que desarrollamos a continuación, definimos el concepto
de ciclo familiar. Éste hace referencia según Quintero a: “la interrelación
generacional entre los miembros consanguíneos y los de afinidad” 68 en el ciclo
vital familiar confluyen los demás ciclos el individual y el de pareja, están
interrelacionados.

Ahora nos referiremos a algunas etapas o ciclos de cada grupo familiar. Una de
las mujeres que aun está en la familia de origen, sostiene tener buenas relaciones

67
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.
68
QUINTERO, Velásquez. Ángela María. Trabajo Social y proceso familiares. 1997. Pág 19

57
con cada uno de los miembros y disfruta compartir con ellos: “a mí me gusta estar
con mis padres y mi hermana, verdaderamente lo disfruto mucho”69. En la
actualidad, ella tiene otras prioridades como son el estudio y el trabajo; sin
embargo, el estar aun en el seno de su hogar no ha sido para ella un obstáculo
para desarrollar su ciclo vital individual.

En ese orden de ideas, otra mujer vive una etapa, que se traduce en el período
intermedio, en el que los hijos son adolescentes. Esta etapa es reseñada como
una de las más críticas pues constituye para el subsistema conyugal un momento
en el que se debe propiciar el reencuentro como tal, libre de funciones de crianza
y atención permanente y directa con los hijos y en general para todo el núcleo
familiar. Ese momento constituye un replanteamiento sobre el asumir los cambios
que se están dando.

En ese sentido, esta etapa para esta mujer ha sido influyente en sus procesos de
participación, pues los hijos demandan tiempo pero también la labor social que
realiza. Sin embargo, ella ha podido articular y alternar esas dos labores y al
respecto dice lo siguiente: “(…) Yo me levanto a las cinco de la mañana y me
preparo para despachar a mi hijo para el colegio, luego me organizo yo y salgo a
mis quehaceres. Voy y trabajo medio tiempo en mi almacén, luego hago visitas a
las familias de los muchachos del centro de rehabilitación, también hago otras
vueltas y en la noche vuelvo a ver a mis hijos, les pregunto cómo les fue en el
colegio y también ayudo con sus tareas (…)”70. Lo anterior, da cuenta de cómo
ésta mujer configura sus procesos de participación, convalida de esa manera una
nueva forma de participar en la que es posible articular lo doméstico con lo
público, sin que lo uno le reste importancia a lo otro. Es de esta forma y de
muchas otras que las mujeres lideresas de Yarumal reafirman su interés por
participar, pero sobre todo su real y consciente participación en lógicas y
escenarios poco explorados y valorados.

69
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.
70
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en lugar de residencia.

58
En este orden de cosas se vislumbra como ésta participación contribuye a apoyar
la familia para que sus miembros se conviertan en ciudadanos y ciudadanas útiles
para el país. Así, con la rutina de trabajo diaria, la mujer, codo a codo con los
hombres, pone su granito de arena para que el municipio, la región y la nación
crezcan. Con esto se da un valor diferente a los roles de las mujeres, se
trasciende lo tradicional a un plano más significativo.

Las otras, viudas y casadas, con hijos y nietos, están pasando por la etapa en que
la familia envejece o está en edad media, que según Quintero71 “(…) en esta etapa
el sistema se abre a otros miembros, nueras, yernos, nietos, sobrino, cuñados (…)
los hijos se van y llegan los nietos (…)”. Esta etapa que se menciona presenta
para el grupo una nueva trama de relaciones que conlleva además dificultades
que se puede convertir en obstáculo para el desarrollo de los miembros, pero a la
vez en una gran fortaleza. Por ejemplo para Marta 72 son muy importantes todos
los miembros de su núcleo familiar: “(…) ellos para mí son muy importantes desde
los hijos, los nietos, amigas y amigos que hacen parte de mi diario vivir (…)”.
Adicional a esto también es una etapa que constituye una especie de “liberación”,
porque el que sus hijos estén grandes significa asumir nuevos retos y
compromisos con ellas mismas. Por ejemplo la participación pasa a ser una
práctica de vital importancia. En esa medida logran hacer cosas diferentes a las
del hogar en escenarios diferentes a la casa, aunque en ocasiones se ocupen de
los nietos.

Las diversas etapas de la vida que están viviendo cada una de estas mujeres
significan cambios estructurales en sus núcleos familiares, con el ingreso de
nuevos miembros a la familia como yernos o nueras y nietos, lo que también les
permite ubicarse en un plano en el que ellas se convierten en mujeres más
autónomas para hacer y decidir sobre lo que siempre quisieron ser. Esto está
directamente relacionado con lo que convoca en esta investigación la
participación.

71
Ibíd. Pág 124
72
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

59
El que sean mujeres en edad adulta también habla un poco sobre su estabilidad
en algunos aspectos como el laboral y el económico, porque son mujeres que en
su mayoría cuentan con una estabilidad y una solidez económica, con ingresos
propios, debido a que no sólo se han desempeñado como amas de casa, sino que
han laborado en lo público y en sus propios negocios. Gudiela73 habla de su
experiencia: “(…) yo trabajé en la ejecución de proyectos ambientales, formé mi
propias empresa, viví momentos…digámoslo de polo a polo, de extremos (…)”. En
otros testimonios se cuenta un poco sobre sus cotidianidades laborales: “(…)
cuando estoy trabajando me levanto a las siete y media, me voy a la oficina y hago
mis tareas diarias (…)”74.

Esta estabilidad económica ha sido un factor que le ha permitido participar


activamente de los procesos públicos, ya que no requieren apoyo económico para
viajar, capacitarse y liderar procesos relacionados con su accionar público. Otro
elemento aparte del económico, que les permite participar, es que tienen el tiempo
y la disposición para llevar a cabo sus actividades, sin que el dinero les limite la
participación o el accionar.

Además de lo anterior, existe otro elemento que resaltar en el grupo de mujeres


lideresas: su nivel académico: ellas son profesionales y también en proceso
formativo, lo que les ha permitido además estar en otros espacios, cualificar sus
acciones colectivas e individuales. También la formación les ha permitido tener
una postura y una visión diferente sobre la realidad social en las que están
inmersas.

Estas siete (7) mujeres mediante sus procesos han logrado mantener un equilibrio
entre la vida pública y privada, son mujeres que han luchado contra un sistema y
unos estereotipos que la sociedad les ha impuesto, para poder hacer realidad sus
sueños, y con su ejemplo han logrado que otras mujeres se vinculen también a
escenarios diversos de participación.

73
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de
trabajo.
74
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

60
En esta medida, los contextos locales demandan para el desarrollo de actividades
lideradas por las mujeres, la imposición de grandes retos frente a sí mismas y a
una sociedad que ha llevado a que la brecha entre hombres y mujeres se abra
cada día. La lucha para lograr cambiar dicha situación implica la reflexión crítica y
acciones constantes como las que ellas han venido desarrollando durante el ciclo
de sus vidas, encaminadas a la transformación de esas inequidades y
desigualdades, y hacia la reivindicación de sus derechos como ciudadanas.

Lo identificado a partir de las diferencias y semejanzas de las mujeres que


participaron en esta investigación lleva a pensar en el papel de ellas en un
municipio que por tradición ha sido conservador y con una tendencia cultural
patriarcal. Por ello hay que profundizar en la vida de cada una de ellas, los roles
que representan y las prácticas sociales que desarrollan día a día. Por lo tanto, en
el siguiente capítulo se hablará detalladamente de esos roles y prácticas que
encarnan las mujeres lideresas de Yarumal.

61
Figura 4. Capitulo 3: El ser y el hacer de las mujeres: Roles y
prácticas

Desarrollan
ROLES SOCIALES PRÁTICAS SOCIALES
Según

Como Como
Cuidado y crianza,
Madres y esposas Labores domésticas
preparación de alimentos

Abuelas Se relacionan Prácticas afectivas Cuidado

Trabajadoras Enseñanza, Atención al público,


Comercio elaboración de artesanías
Arte
Lideresas
A partir
Reuniones, Proponen, debaten,
capacitaciones, organizan, planean.
Otros- mujer
GÉNERO Y PARTICIPACIÓN gestión,
manifestaciones
Espirituales, cuidado Orar, asistir a la iglesia, aseo
pacificas.
personal, tiempo libre personal, ver televisión, leer,
escuchar música
En torno a

Comprenden
“OTROS”

Son

Familia de origen Esposos e hijos Sociedad y Estado Pares, grupos y movimientos sociales
62
3. EL SER Y EL HACER DE LAS MUJERES: ROLES Y PRÁCTICAS
COTIDIANAS

Hablar de género y participación en Yarumal supone entender los procesos que


las mujeres han tejido en su diario vivir, en procura de hacer real el acceso a unos
derechos que tienen como tal, y que le ampara la ley colombiana. Esto a su vez,
supone comprender una historia vivida en la que ellas han tenido que luchar por
esos procesos. Y, ¿luchar por qué? Porque por la forma cómo se han establecido
y organizado las relaciones de género se han generado condiciones inequitativas
que ayudan a que haya más desigualdades, lo que conlleva a que se agudice más
la discriminación y se sigan perpetuando algunos privilegios para los hombres,
como por ejemplo la participación. El tema de la participación del género femenino
desdibujado por la perpetuación del poder masculino, puede leerse en este aparte
de una de las entrevistadas: “(…) el mismo pueblo es el que elige, es el que lo
escoge a uno para poder transmitir o ejercer ese talento que uno tiene como líder,
como mujer, y tiene que poderlo ejercer (…) si nos van a dar la oportunidad
tenemos que aceptarla (…)porque si bien algún día llegaremos a ser Concejales o
Alcaldesas o Presidentas(…) pero usted sabe que uno empieza a dar pasos, a
subir escalones(…) a veces lo usan a uno como conejilla de indias(…) para ellos ir
subiendo escalones, pero el interés es personal, o sea que lo utilizan a uno como
ese instrumento, pero para lucrase ellos(…)”75.

En contexto con lo anterior, se precisa comprender el concepto de género 76. Éste


hace referencia a dos nociones fundamentales en la construcción del mundo
social: la primera, tiene que ver con la biologisista, que designa las diferencias
anatómicas y fisiológicas entre hombres y mujeres; la segunda, con el entramado
cultural y social, en el cual se destinan los roles y los papeles que deben ser
asumidos por ambos géneros (masculino y femenino). Las dos nociones pueden
ser modificas por la forma cómo los seres humanos se entienden a sí mismos y

75
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en su lugar de
residencia.
76
COLOMBIA.ANTIOQUIA.SECRETARÍA DE EQUIDAD Y GÉNERO PARA LA MUJER. Política de equidad de
género para las mujeres, Departamento de Antioquia. Gobernación de Antioquia. Medellín mayo de 2003.

63
cómo se identifican. Además de los hechos sociales en los cuales han vivido y los
cuales lo han permeado de manera particular. En ese sentido, las mujeres de
Yarumal han logrado transgredir esos parámetros porque han configurado una
nueva forma de percibir y vivir el mundo cotidiano, como resultado de sus
particulares formas de participar y vincularse a la vida pública.

Desde la definición de participación, es posible leer las mujeres de Yarumal en


procesos y prácticas diversas a las que desarrollan dentro de sus hogares, porque
ellas se organizan en torno a objetivos claros como la reivindicación de derechos y
con intereses diversos ya sean personales, familiares, comunitarios, en la medida
que enfrentan un contexto en el que prevalece el machismo y sortean prácticas y
relaciones de poder marcadas por la dominación y subordinación.

Desde la definición de Velásquez y González se puede ver que la participación


cobra gran importancia en la vida de los ciudadanos porque se enmarca en un
contexto relacional ya sea, entre los mismos sujetos, o de esos sujetos con el
Estado y las instituciones. En el caso concreto de Yarumal las mujeres establecen
y sostienen relaciones con diversas instituciones, como la Administración
Municipal, la Universidad, la Casa de la Juventud. E igualmente con distintos
sujetos que son su familia, amigos, compañeros de estudio y del trabajo, y
quienes hacen parte de sus procesos organizativos: como las mujeres y hombres
víctimas del conflicto, mujeres cabeza de familia y demás. Para sustentar lo
anterior Aracelly77 expresa: “(…) me parece importante participar, porque por
ejemplo: yo estoy en un club gerontológico y eso es una manera de que las
personas mayores de edad tengamos incidencia en temas relacionados con la
administración municipal (…)”. La participación se convierte además en un medio
por el cual estas mujeres inciden y hacen valer sus derechos ente el Estado.

La participación y el género son un binomio inseparable, y en esa medida


cualquier proceso de participación: sea político, social, cultural, debe estar
transversalizado por una perspectiva de género de modo que los sujetos

77
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de marzo de 2011 en las instalaciones
del Club huellas de vida.

64
construyan su mundo equitativamente e igualitariamente. Así juntos, trascender
esas diferencias, pero sobre todo desigualdades que se han dado histórica y
culturalmente, entre hombres y mujeres, en todos los ámbitos de la vida y aún más
en lo referente a la participación78.

Así pues, esas condiciones de desigualdad han llevado a hombres y mujeres a


explorar y trascender nuevos espacios, luchando para que haya equidad de
género. Se han logrado algunos cambios en la sociedad tanto en prácticas
sociales como en el pensamiento de las personas, pero esto no ha sido suficiente,
porque persisten temores a la crítica, a la estigmatización social y al señalamiento
por hacer cosas diferentes a las que están establecidas: en el caso de los
hombres, hacer parte de procesos políticos y públicos; y de las mujeres, en la
crianza de los hijos y mantenimiento del hogar.

Ahora bien, las diferencias entre hombres y mujeres han existido y permaneció a
través de los años y existencia del ser humano en todos los contextos. En Yarumal
es igual, las mujeres y hombres viven constantes desigualdades y diferencias,
debido a la cultura que ha marcado para ellos ese designio de tener que vivir unos
roles que se han estandarizado. Al respecto, Marta79 expresa lo siguiente: “(…)
cuando decimos necesitamos una secretaria o tesorera [para que haga parte de
las Organizaciones de Mujeres o Casa de la Mujer o Grupos Organizados], dicen:
“ah no, yo no, yo no tengo tiempo, mi esposo no me deja” entonces por eso es que
yo digo que la participación es muy limitada (…)”. Este testimonio es una muestra
clara de los impedimentos que tienen las mujeres en Yarumal para participar, lo
que está ligado estrechamente a su rol de madre y de esposa. El factor tiempo se
debe también a cada una de las actividades que desarrollan en torno a sus roles
sociales.

Lo anterior, visto desde lo estudiado, es una de las realidades –entre otras- de las
mujeres de Yarumal que se pudieron leer a luz del Trabajo Social, intentando

78
AKERKAR, Supriya. Resumen del informe participación y género. Instituto de Estudios del Desarrollo. En
línea: [www.generoencooperacion.org/index.php?option=com…view…] Consultado en septiembre de 2011.
79
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en Universidad de
Antioquia sede Norte.

65
explicar lo que significa para las mujeres participar en un contexto conservador e
influenciado por el patriarcado. Pudimos identificar los limitantes que tienen éstas
para participar y también las acciones y motivaciones que han llevado a dichas
mujeres a construir sus propios conceptos y formas de participación.

No obstante, en los contextos locales se sigue relegando la mujer a lo doméstico,


lo cual lleva implícito y oculto asuntos como la explotación, la opresión y
discriminación de género. Además, se cree que la mujer sólo participa en la
medida que labore para satisfacer las necesidades básicas de la familia y mejore
las condiciones de vida de las mismas. Esto no hace sino corroborar la
discriminación y es claro ejemplo de cómo se coarta el espacio que por décadas
ha estado restringido a las mujeres.

3.1. SOBRE ROLES Y PRÁCTICAS SOCIALES

La sociedad y la cultura han dado normas y prescripciones sobre lo que debe ser
el comportamiento femenino o masculino. En ese sentido, se han preestablecido
unos roles que les son dados, tanto a hombres como a mujeres, para que al
asumirlos expresen la vida cotidiana según esas asignaciones.

En esa perspectiva asumir un rol –explica Goffman- citado por Herrera y Soriano:
“significa desaparecer completamente en el sí mismo virtual elaborado por la
situación, exponerse a la percepción de otros mediante la propia imagen y
confirmar expresivamente la propia aceptación de ella. A sumir un rol significa ser
subsumido por éste”80. Según tal concepto, se pueden entender los diversos roles
que asumen los seres humanos para ponerse en escena en el mundo social. Cada
individuo en la sociedad puede protagonizar varios roles, los cuales a su vez
configuran su identidad.

La categoría rol, desde Goffman81, “siempre será algo más que aquello que se
reduce a simples hechos casuales o incidentes, y algo diferente de lo que se

80
HERRERA, Gómez. Manuel y SORIANO, Mira. Rosa María. La teoría de la acción social en Erving. En línea:[
http://www.raco.cat/index.php/papers/article/viewFile/25784/25618]Consultado en noviembre de 2011.
81
ibíd.

66
puede reducir a la pertinencia a una institución en cuanto tal y de la ubicación en
su jerarquía y en sus tareas formales”. Podría decirse, entonces, que son
construcciones que necesariamente se recrean cuando un sujeto se pone en
escena frente a los otros en un contexto específico.

Dentro de este marco se da lugar al reconocimiento y comprensión de la cantidad


de roles que pueden desempeñar, tanto hombres como mujeres, en su vida
pública y privada. Por ejemplo, una mujer puede a su vez ser madre, hija, esposa,
hermana y amiga, pero también puede ser estudiante, trabajadora, lideresa, entre
otros. En relación con Goffman estos roles no les vienen dados naturalmente, sino
que son una construcción histórica, social y cultural que se incorpora en los seres
humanos a partir de los procesos formativos y de socialización en esa dirección
Beauvoir82 plantea que: “no se nace mujer, se llega a serlo”.

En ese orden de ideas, en éste estudio cada una de las interlocutoras se


caracterizó por tener diversos roles que le permiten ser y moverse en la obra de
teatro más grande que es la vida misma. En ese sentido dichos roles les han
permitido construir día a día procesos participativos.

Es por lo anterior, que cada uno de los roles que los seres humanos asumen en la
sociedad están acompañados de una serie de prácticas sociales que son las que
recrean a cada uno de los mismos; de éste modo, estas prácticas permiten la
construcción del mundo social, y tienen su razón de ser en las interacciones con
los otros. Los seres humanos hacen y recrean el mundo en el que viven a través
de sus actos, que no siempre son conscientes, pues, generalmente son
incorporados de tal modo que se hacen de manera mecánica.

Para ejemplificar esto último se cita a una de las interlocutoras quien afirma: “(…)
hago lo que casi todas las amas de casa hacen (…)”83, es como si las acciones y

82
BEAUVOIR, Simone. El Segundo Sexo. Los hechos y los mitos. En línea:
[http://filosofiacotidiana.files.wordpress.com/2010/09/elsegundosexo.pdf] Consultado el 18 de octubre de
2011.
83
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el día 24 de marzo de 2011 en su lugar de
trabajo.

67
prácticas no sólo se trataran de un acto mecanicista, sino también de un patrón
que se copia de unos a otros. Solo por el hecho de ser mujer, hago lo que otras
mujeres hacen; o por ser hombre, hago lo que otros hombres hacen. Bajo ese
pensamiento estándar se llega a hacer cosas alejadas de lo que se quiere y
piensa hacer, por el único hecho de ser aceptados, de no ser criticados y
discriminados o simplemente, por cumplir con los cánones socialmente
establecidos para cada género.

En ese sentido, es preciso entender cómo para adentrarnos en las prácticas


cotidianas que derivan de los roles de las lideresas de Yarumal es necesario
entender más ampliamente el concepto de prácticas sociales. Para esto citamos a
Bourdieu84, quien se basa en dos conceptos que son recíprocos e indisociables:
hábitus y campo, y que permite definirlas como aquellas acciones que los actores
interiorizan y exteriorizan en un campo que no sólo se reduce a un sistema de
lugares vacíos, sino que cobran vida en tanto los actores protagonizan sus
acciones en ellos.

En contexto con lo anterior, el hábitus y el campo, son entonces ese mecanismo a


través del cual es posible construir el mundo social, proceso que se da por un
doble movimiento, que es interiorización de la exterioridad y de exteriorización de
la interioridad85. Así: el hábitus sería el resultado de todo lo que las mujeres, y en
general los seres humanos, incorporan para sí, por ejemplo, las creencias, los
ritos, las tradiciones, las costumbres que generalmente vienen de afuera: es decir
de las estructuras sociales (familia, escuela, iglesia y Estado); y el campo, es
cuando se ponen de manifiesto todas esas subjetividades producto de lo que se
ha incorporado durante un proceso histórico social, y que se hacen evidentes
mediante la acción e interacción con los otros.

84
GIMÉNEZ, Gilberto. La Sociología de Pierre Bourdieu. Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. En
línea[http://www.paginasprodigy.com/peimber/BOURDIEU.pdf] consultado 5 de enero de 2011 a las 8:30
pm
85
GIMÉNEZ, Gilberto. La Sociología de Pierre Bourdieu. Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. En
línea[http://www.paginasprodigy.com/peimber/BOURDIEU.pdf] consultado 5 de enero de 2011 a las 8:30
pm

68
La anterior definición nos permitió comprender más sobre los papeles o roles que
viven las lideresas, que interiorizan desde su contexto y desde las relaciones con
los otros, y que materializan en prácticas y hechos concretos, que son producto de
una historia y una cultura.

En el diálogo con las mujeres lideresas encontramos que sus prácticas se


enmarcan en lo familiar, social y personal. Ellas llevan a escena, como en una
obra de teatro, cada uno de los papeles que interiorizan y se apropian en la
sociedad. A continuación se ilustrarán los roles y las practicas mas significativas
en la vida de quienes participaron en este estudio.

3.1.1. Las madresposas (*) y “los otros”

La diferencia más notable entre hombres y mujeres es biológica, y está referida a


esa capacidad que tienen las mujeres de concebir y parir. Según lo plantea
Lamas86, ésta diferencia es la expresión máxima en la cual ubican casi todas -por
no decir todas-, las interpretaciones sobre el origen de la opresión de la mujer. Si
bien, ésta condición es de las mujeres, el tener hijos supone una dualidad en la
que hombre y mujer confluyen para tal fin: procrear. Sin embargo, la misma
sociedad ha establecido que el cuidado y crianza de los hijos sea designada, en
mayor medida, a las mujeres. Respecto a eso Gudiela87afirma: “(…) la de las
luchas y mayor responsabilidad dentro del hogar por naturaleza es la mujer, así el
esposo o compañero esté ahí”.

Esta situación se convierte para la sociedad como un hecho natural del cual las
mujeres no pueden librarse, porque serían tachadas como “antinaturales” y que,
por el contrario, para los hombres no representa motivo de estigma social o
discriminación. En ese sentido escribe Lagarde88: “(…) Si la mujer no hace sus
quehaceres y no se comporta como debe, merece una reprimenda, un castigo

86
LAMAS, Marta. La antropología feminista y la categoría género. En línea:
[www.juridicas.unam.mx/publica/librev/nuant/cont/30/…/cnt9.pdf]Consultado en octubre de 2011.
87
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el día 24 de marzo de 2011 en su lugar de
trabajo.
88
LAGARDE Y DE LOS RIOS, Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y
locas.

69
(…)”, y luego añade: (…) la sociedad, y las instituciones del Estado más
conservadoras como la iglesia y la familia, pero también individuos particulares, no
toleran que las mujeres no cumplan sus tareas, cambien los comportamientos o
las costumbres”.

El ser madre no sólo se configura a partir de a lo natural y sexual, como la


capacidad de concebir, sino que parte de una representación simbólica e histórica,
aunque también como una institución y, en ese sentido, Lagarde 89 manifiesta que:
“(…) la madre es una institución histórica, clave en la reproducción de la sociedad,
de la cultura y de la hegemonía, y en la realización del ser social de las mujeres”.
Es decir, ellas también se constituyen a partir del conjunto de normas que dictan:
cómo debe ser o no una mamá, y esto según Beauvoir90es un hecho que
determina la condición actual de la mujer porque se continúa con una obstinada
supervivencia de las tradiciones más antiguas en una nueva civilización. En
relación con ello Dora91 en su testimonio da cuenta sobre esas normas que
decreta la sociedad para las madres y también sobre la concepción que ella tiene
de ser madre: “(…) Es ser una persona íntegra, una persona que proyecta valores,
una persona que es parte importante, primero que todo del hogar materno,
posteriormente de una sociedad, sociedad y en tercer lugar, de conformar un
hogar, por eso considero que somos importantes dentro del hogar y de la
sociedad (…)”.

Sin embargo, a pesar de lo que social y culturalmente se ha establecido en cuanto


al rol de madre, las lideresas de Yarumal tienen su propio criterio de lo que
significa ser madre para ellas. Por ejemplo, para Andrea92 ser madre es un
privilegio, un don divino: “(…) ser mamá para mí, es algo súper especial porque no
todo el mundo tiene el privilegio de serlo, nosotras por ser mujer podemos
engendrar hijos, podemos procrear, y es muy bonito que dios puede dar vida a

89
Ibíd. Pág. 376
90
BEAUVOIR, Simone. el segundo sexo .Los hechos y los mitos. En línea:
[http://filosofiacotidiana.files.wordpress.com/2010/09/elsegundosexo.pdf] Consultado el 20 de octubre de
2011 a las 3:45 p.m.
91
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Dora” el 30 de marzo en la Casa Campesina de Yarumal.
92
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 15 de abril de 2011 en su lugar de residencia.

70
través de nosotros, entonces para uno es un gran privilegio que dios lo haya
elegido (…)”. Vemos como su concepción de madre está estrechamente
influenciada por la tradición religiosa, en especial la judeo-cristiana. Estas
creencias permean la visión de mundo que tienen estas mujeres, al igual que su
quehacer cotidiano.

Ahora bien, independientemente de la concepción que tienen sobre el rol de


madre (modelo a seguir, don, privilegio), ésta no les ha significado obstáculo en la
configuración de sus relaciones familiares o conyugales, sino que por el contrario,
estas mujeres procuran poner de manifiesto su condición a través de diversas
prácticas relacionales con sus hijos y esposos, relaciones basadas en el respeto y
buena convivencia. Por lo tanto, el quehacer de las mujeres en su papel de
madres ha permitido tener buenas relaciones con sus hijos, lo que se convierte en
un elemento de satisfacción que compensa también su ardua labor. En relación a
esto Andrea93 expresa: “(…) los domingos es el día en donde más estamos juntos,
llega mi esposo y compartimos en familia cosas como ir al iglesia o estar fuera de
casa un rato (…)”.

En ese orden de ideas, los conceptos de maternidad y conyugalidad configuran


modos de vida femeninos, independientemente de la concepción que las mujeres
tengan sobre los mismos, y esto, es porque son producto de estereotipos
construidos de forma imperante. De la misma manera esos modos de vida son
construidos a partir de procesos societales -con los “otros”-, es decir, hijos o
esposos. En sentido, Lagarde94 expresa: “ser madre y ser esposa consiste para
las mujeres en vivir de acuerdo con las normas que expresan su ser –para y de-
otros”. O, de otro modo, se entiende, que el ser -para y de otros-, trae para ellas
una serie de actividades y compromisos en clave de la reproducción de la
sociedad y de la cultura. De modo que éstas mujeres, en su mayoría sin marido, y
muchas de ellas desempeñando trabajos mal remunerados, tratan de sacar
adelante a sus hijos a los cuales les proporcionan, por lo menos, la satisfacción de

93
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en su lugar de residencia.
94
LAGARDE y de los Ríos, Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, preas y
locas. 2003 Pág.363

71
sus necesidades básicas y un grado de escolaridad acorde con la situación.
Queda demostrado que al igual que en épocas pretéritas las mujeres desde lo
doméstico continúan criando y educando a sus hijos lo mejor que puedan para que
ellos sean ciudadanos y ciudadanas. Con acciones como éstas muchas veces no
valoradas en su verdadera dimensión ellas resignifican el concepto de
participación y el de ciudadanía.

Con base en lo anterior, una de las prácticas más sobresalientes es el cuidado y


crianza de los hijos, nombrada de manera general, pues lleva implícitas otras
actividades más especificas, como es la preparación de alimentos, enseñanza y,
así mismo, el control y manejo del tiempo. Dora95 anota un poco sobre su tarea
como madre: “(...) una de las hijas trabaja en una vereda, entonces inicialmente, lo
primero que yo tengo en cuenta es el horario, que ella no vaya a llegar tarde a
cumplir con su jornada, organizarle su desayuno, lo que a ella le gusta.
Posteriormente mirar si ya están en descanso en la escuela porque la escuela
queda cerca de la casa, entonces para llevarle su juguito, su ensaladita de frutas,
cositas como muy comunes y propias de las mamás (…)”. La preparación de los
alimentos se convierte en una labor importante dentro de su rol de madres, pues
en ese ritual no se solo se conjugan hechos materiales sino otros elementos
simbólicos como el amor y la ternura. Esta práctica ha existido siempre y ha sido
una labor encomendada a la mujer. Al respecto Lagarde96 anota: “social y
culturalmente, la mujer es quien hace la comida y quien da de comer,
independiente de la edad o la aptitud del beneficiario para hacerlo por sí mismo”.

Ahora bien, ligada a esta práctica social está la enseñanza que va desde la
formación en valores y códigos de comportamiento, hasta enseñanza académica,
por lo que a partir de ello la sociedad ha dejado en manos de las mujeres el ser
trasmisoras, defensoras y custodias del orden imperante en la sociedad. En tal
sentido, podemos afirmar, que las mujeres son las primeras pedagogas de
quienes comienzan a vivir en la sociedad.

95
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Dora” el 30 de marzo de 2011 en la Casa Campesina.
96
LAGARDE de los Ríos. Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, preas y locas.
2003 Pág.381

72
Las prácticas mencionadas en los párrafos anteriores dan cuenta de esas
relaciones más estrechas entre madre e hijos, esposa y esposo, pero sumado a
éstas se encuentra una actividad que las mujeres mencionan de manera reiterada,
y tiene que ver con el aseo y orden de su vivienda, que refleja una relación con los
hijos y el esposo, pero también hacia ellas mismas, por el significado que tiene
para ellas el lugar que habitan con sus familias. El cuidado de su hogar es
importante, por una razón simple que parte de ir más allá de lo material, y
entender desde lo simbólico y lo subjetivo. Parafraseando a Lagarde, podemos
afirmar que: “la casa es lugar donde se vive, sitio de partida y arribo, lugar privado
para el recogimiento personal y las satisfacciones vitales, es el lugar de trabajo, de
la realización plena, del amor, de la enfermedad, del cuidado de los demás, de la
soledad, de su reclusión y de la muerte”97. De ahí que para las mujeres sea tan
vital el cuidado, organización y aseo de lugar de habitación, porque ellas se
preocupan por adecuar su hogar, sin importar si es grande o pequeña, cálida o
fría, y propenden para que esté cuidada y ordenada.

En ese orden de ideas, lo plantado por Lagarde se corrobora desde lo que dicen
las lideresas sobre el cuidado de sus casas. Por ejemplo Gudiela98 dice: “(…) en
las horas de la mañana, preparó el desayuno, trato de dejar la casa lo más
organizada posible (…)” es así como las mujeres le dan importancias a ese
espacio y sus prácticas logran conjugarse alrededor de ello. Así mismo Aracelly99,
añade: “(…) un día normal me levanto a las siete, hago el desayuno, el almuerzo
lo de lo hecho, me arreglo, arreglo la casa y me baño y me arreglo para salir (…)”.

Algunas mujeres piensan que estas prácticas sociales, si bien hacen parte de su
rol porque la sociedad así lo dice, también las han incorporado de tal forma que ya
es una rutina y obligación: “(…) yo no soy capaz de ocuparme, dedicarme a hacer

97
LAGARDE de los Ríos. Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, preas y locas.
2003 Pág.330
98
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 28 de marzo de 2011 en su lugar de trabajo.
99
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de marzo de 2011 en las instalaciones del
Club Huellas de Vida.

73
los oficios cotidianos del hogar o hacer mis vueltas o hacer algo, sin tener en
cuenta la higiene personal; también es importante la organización de la casa,
porque nosotras tenemos que ser unas mujeres juiciosas y organizadas con el fin
de que la casa sea agradable y bonita, así no cuente con cosas muy bonitas,
costosas, lujosas y especiales. Además, hay que tener en cuenta la presentación
personal, porque tenemos que irradiar cosas bonitas a las otras personas (…)”100.
Esta lideresa logra recoger un poco lo que para ellas simboliza su casa: un
espacio que la representa ante los demás, y en sentido dicha práctica de aseo y
orden, es justificada.

A parte de la concepción que las mujeres tengan sobre sus prácticas no es un


secreto que la sociedad determinó que las tareas domésticas son patrimonio
exclusivo de las mujeres, y que ha variado, sobre todo en los países
industrializados donde las mujeres han accedido al mercado laboral.

En concordancia con lo anterior, ese patrimonio legado a las mujeres ha limitado


la participación de ellas mismas en otras esferas, pues, el asumir o llevar a cabo
tal responsabilidad las aleja de su realización plena, como ciudadanas y sujetas
derechos. Si bien para estas mujeres el ser madres la hace sentir realizadas,
también reconocen que el estar al cuidado de los hijos las limita para desempeñar
otro tipo de actividades (laborales, de estudio, de capacitación, recreación).

Si bien estas tareas históricamente han sido desarrolladas por las mujeres no
quiere decir que sean exclusivamente de ellas. Bien lo afirma Lamas 101: “(…) la
maternidad sin duda juega un papel importante en la asignación de tareas, pero no
por parir hijos las mujeres nacen sabiendo planchar y cocer…”. Es decir, confirma
una vez más que estas prácticas son aprendidas culturalmente, y no asignadas
genéticamente, por lo tanto, son hechos que se pueden deconstruir y reconstruir
mediante el aprendizaje de nuevas prácticas que apunten a la igualdad entre los
géneros.

100
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Dora” el 30 de marzo de 2011 en la Casa Campesina.
101
LAMAS, Marta, La antropología feminista y la categoría género. En
línea[www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/.../cnt9.pdf] Consultado el 23 octubre de
2011.

74
En ese contexto, llega el momento de repartir las tareas por partes iguales, para
que los hombres aprendan secretos del hogar, pues los roles han cambiado. Esto
se constituye en un reto para Trabajo Social, pues sugiere iniciar procesos de
educación y revolución social, para que tanto hombres como mujeres asuman
compromisos de manera igualitaria en el ámbito del hogar. Lo que quiere decir
que, tanto la crianza y cuidado de los hijos, como el ornamento y aseo de la casa,
deben ser responsabilidad de ambos y, sólo hasta que esto pueda darse
plenamente, se estará rompiendo con esquemas sociales que han generado
discriminación tanto a hombres como mujeres, y se estará entrando en una nueva
era de igualdad y equidad social.

En tal caso, aunque si bien puede decirse que los roles se han ido transformando
lentamente, también puede decirse que otros se siguen perpetuando y continúan
siendo un asunto cultural. Por ejemplo, la mujer que es madre tarde o temprano
asumirá el rol de abuela, constituyendo así el ciclo vital natural de la familia. En el
siguiente apartado desarrollaremos o trataremos el rol de abuela.

3.1.2. Un amor de madre: rol de abuelas

La llegada de los nietos a la familia supone cambios en la organización de la


familia, lo que a su vez significa para las mujeres lideresas la oportunidad de
nuevas vivencias, no sólo familiares, sino también individuales. La mayoría de las
abuelas han dejado atrás actividades laborales (las pensionadas) y académicas.
En municipios como Yarumal son de reciente aparición los grupos llamados “de la
tercera edad” con fines lúdicos y de salud. En este orden de cosas se nota que el
momento por el que están pasando es más individual en que dedican tiempo a
acciones personales que comparten con sus pares.

Partiendo de aquel aspecto, esta es una nueva etapa que no implica grandes
cambios como los que se introdujeron en la vida de estas mujeres con el
nacimiento de los hijos, debido a que la relación con los nietos supone un vínculo
o relación más lejana entre estos. Los nietos no son una decisión personal de

75
estas mujeres, como lo fueron sus hijos, con quienes los vínculos son más
directos, y cuyo nacimiento significó un cambio radical en la trayectoria de sus
vidas.

En ese sentido, la llegada de los nietos puede significar crisis que surge a raíz de
factores biológicos y sociales, más que de la estructura familiar. Estas crisis son
llamadas “de desarrollo normal” son propias del ciclo vital familiar y no han
significado cambios abruptos para estas mujeres y sus familias, por el contrario
han constituido momentos de disfrute y alegría. Por ejemplo Yuri102dice en su
entrevista: “(…) disfruto mis nietos, tengo dos nietos, me los disfruto mucho, mis
hijos, mi familia (…)”.

Así mismo, la llegada de los nietos supone para las familias una reestructuración y
cambios en las prácticas cotidianas. En primer lugar, la familia se amplía con la
llegada de los nietos, los yernos o nueras; y, en segundo lugar, implica
reconfigurar las prácticas y relaciones familiares. Al respecto, Marta103 menciona:
“(…) en el almuerzo siempre trato de estar con los hijos y los nietos, porque mis
nietos siempre almuerzan en mi casa (…)”. En éste testimonio se aclara cómo las
prácticas cotidianas en las que las lideresas están inmersas, varían y se
reconfiguran, por lo que ahora hay más motivos y también más personas para
compartir, y esto para ellas es de gran significado.

Aunque, si bien para algunas lideresas el ser abuelas ha sido importante, para
otras no lo es, a ello se le suma que tiene prejuicios respecto a dicha condición.
Dichos prejuicios tienen que ver con la forma en que han sido educadas la cual
está amarrada a patrones culturales que generan y perpetúan hachos de
discriminación hacia las mujeres. Existe un refrán popular que dice: “los hijos de
mis hijas mis nietos serán, los hijos de mis hijos en duda estarán”. Lo anterior, lo

102
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Yuri” el 22 de marzo de 2011 en las instalaciones de la
Casa de la Mujer.
103
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

76
ratifica La Aracelly104 quien dice que: “(…) si viviera con mis hijos grandes de
pronto me tocaría cuidar nietos, porque casi siempre a las abuelas nos toca cuidar
los nietos, pero cuando son hijos de las hijas; pero cuando son hijos de los hijos,
las madres son las que los cuidan (…)”.

En el testimonio anterior se evidencia un acto de discriminación que surge a partir


del discurso; también es una muestra de que las mismas mujeres discriminan a
otras, y no contemplan las diferencias dentro de sus relaciones sociales cercanas
o lejanas con otras mujeres. Esto se debe en gran medida a nuevos y viejos
patrones culturales que las han puesto a competir. Ene se sentido, profesiones
como Trabajo social cobran importancias para comprender fenómenos y prácticas
en la que hay hechos discriminatorios y desde su hacer especifico aportar para
que las mismas sean deconstruidas.

Recapitulando, en general el rol de abuelas a estas mujeres les conferido un lugar


importante frente a sus familias, y a su vez se ha convertido en otro modo de vida
que no ajeno de su rol de madre, logran articular a otros roles que también
representan en su diario vivir. A continuación se presenta el rol de trabajadoras, el
cual hace parte del diario vivir de estas mujeres.

3.1.3 Las mujeres no sólo reproducen… también producen

En el desarrollo de este estudio han sido reiterativas categorías como la de


género, y estos renglones en los que se hablará del trabajo de las mujeres
lideresas de Yarumal se hace preciso retomarlo en el sentido de que éste, según
Lagarde105: “es uno de los espacios vitales diferenciados por género a partir de
diferencias sexuales”. Es así, como a partir de este hecho hombres y mujeres se
definen frente al trabajo. La división del trabajo, sea cual sea su connotación
génerica o sexual, ha llevado a que se establezcan unas relaciones de poder
ubicando a hombres y mujeres en lugares diferentes y en condiciones
generalmente excluyentes y opuestas. Para referirnos al trabajo de las mujeres se
104
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de marzo de 2011 en las instalaciones del
Club Huellas de Vida.
105
LAGARDE Y DE LOS RÍOS, Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madreesposas, monjas, putas, presas y
locas. Pág.112

77
podría decir que ellas han trabajado desde siempre, aunque existen problemas
para definir su trabajo, ya que se juzga a partir de la división histórica del trabajo
como natural, como sexual y, en ese sentido, sólo es reconocido como trabajo
aquellas labores que desempeñan dentro del hogar como “reproductoras”
(engendran, educan).

En ese orden de ideas, los trabajos para las mujeres en la esfera de lo público se
han configurado en torno a esa misma concepción que se tiene de su trabajo, en
torno a lo doméstico. Por eso los trabajos de las mujeres en su mayoría son de
educadoras, enfermeras, artesanas, lo que haría parecer que la mujer y el trabajo
fueran dos asuntos antagónicos.

Con las implicaciones que ha tenido la cultura patriarcal, en el tema de trabajo de


las mujeres, solo hasta hace pocos años éstas se vincularon al mercado laboral.
Hoy en día las mujeres trabajan en un porcentaje muy alto aunque con salarios
inferiores al de los hombres. Su trabajo, en lo económico, como en muchos
campos, no ha tenido reconocimiento ni mucho menos salario. Muchas actividades
de las que ellas desarrollan han sido consideradas como domesticas, por lo tanto,
obligación de las mujeres.

El trabajo fuera de la casa para estas mujeres ha implicado asumir el rol de


trabajadoras a la par del de ser madres y esposas; sin embargo ha significado
para ellas poder estar inmersas en un mundo diferente en el cual su trabajo es
valorado y tenido en cuenta, más que en el hogar.

Sin embargo, realizar sus sueños de vincularse al mercado laboral ha significado


asumir una doble responsabilidad, pues, si bien trabajan fuera de su casa
continúan igual con su rol de esposa y de madre y, como tal, cumpliendo con sus
obligaciones. Para las mujeres el trabajar en dos esferas diferentes ha les traído -a
algunas-, una sobrecarga.

78
Respecto al doble trabajo de las mujeres (público y privado), plantea Lagarde 106:
“(…) Ambos conjuntos de trabajo forman una unidad entre el mundo de la
reproducción y el de la producción, entre lo público y lo privado. La vida de las
mujeres que viven sólo un régimen se organiza y defina por esa impronta: unas
son madresposas, otras son trabajadoras. En el caso de aquellas que reúnen la
doble determinación no sólo tiene que cumplir una doble jornada, un sobre-trabajo,
sino que deben vivir una doble vida y una doble opresión: son madresposas
obreras, madresposas campesinas, madreesposas empleadas”. En ese contexto,
para referirnos a la participación de la mujeres en otros aspectos, como el
comunitario o el político, esto les significa un obstáculo en términos de tiempo, de
degaste, por lo que urge una reconfiguración del concepto, pero más desde los
estereotipos que definen al hombre en unas actividades, y a la mujeres en otras,
para que se empiece a avanzar y los hombres se incorporen a las actividades
domésticas, facilitando la participación de la mujeres en la misma manera que
ellos lo hacen.

Para ilustrar un poco lo mencionado hasta ahora, en el panorama laboral de


Yarumal, las mujeres han desempeñado diferentes papeles107: administrativos,
comerciantes, labores de docencia, han desempeñado labores públicas, liderado
movimientos de mujeres, de víctimas, de tercera edad, entre otros. Todo esto,
ligado al asunto de reivindicación de derechos y construcción de procesos de
ciudadanía. Ellas argumentan que gran parte de sus vidas la han dedicado a
seguir con los procesos y defenderlos, además de realizar gestiones en espacios
no sólo locales, sino también departamentales y nacionales. Ejemplo de lo anterior
son Redepaz, Consejo Territorial de Planeación y el Sistema Nacional de
Planeación a las que pertenecen algunas mujeres.

106
LAGARDE DE LOS RIOS. Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y
locas. Pág129
107
MONTOYA, Orlando Moreno. Mujeres de Yarumal, un talento para proyectar. Febrero 17 del 2000.
Medellín, Colombia.

79
Al respecto, Gudiela108dice que: “(…) de hecho pienso que las mujeres estamos
manejando la economía de los hogares casi que en un setenta por ciento si no es
más, plenamente(…)”, y también manifiesta cómo es un hecho que las mujeres
trabajan desde sus hogares para ayudar a la economía del hogar: “(…) aquí en el
almacén agropecuario uno ve como las mujeres tienen sus proyectos de gallinas,
de pollos, vienen y le ofrecen a uno aquí una gran cantidad de productos de la
finca que de pronto no son tan visibles como la leche, como el señor que trabaja
en un carro y no se cuánta plata gana, pero esos aportes económicos de la mujer
son los que le dan la estabilidad a la familia(...)”. Al respecto, podría decirse que si
bien se ha avanzado en el tema laboral de la mujer, algunos trabajos siguen
estando ligados netamente a los oficios domésticos, por lo que es necesario
trascender la mirada que se tiene de las mujeres frente a lo laboral, y que el trato
se dé de manera igualitaria en relación al de los hombres. Se debe avanzar para
que el derecho laboral de las mujeres sea inherente a su desarrollo como
ciudadanas y sujetas políticas, o como un accesorio o adorno de sus vidas.

A partir del testimonio anterior Gudiela109 cree que la participación de las mujeres
en Yarumal es buena, y más si se refiere en el ámbito laboral: “(...) Aunque las
mujeres no estamos en espacios sociales muy directos, la participación de las
mujeres en el municipio en general es del cien por ciento (100%) y del setenta por
ciento (70%) en lo laboral. Las mujeres estamos llevando cargas económicas muy
grandes (…)”. Con lo expresado, se evidencia que las mujeres en Yarumal están
vinculadas al mercado laboral o alguna actividad económica; además muestra que
en muchos casos son las mujeres quienes están llevando la responsabilidad de
sus hogares por ser madres cabezas de familia.

Ahora, analicemos una situación a todas luces contradictoria. Si bien, por una
parte, las mujeres han ganado terreno en cuanto a sus derechos laborales, por la
otra se le echa la culpa de la desintegración familiar y pérdida de valores en los
niños, niñas y jóvenes porque supuestamente al salir a trabajar abandona el

108
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de trabajo.
109
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de trabajo.

80
cuidado y crianza de ellos. Al respecto Andrea110 dice lo siguiente “(...) vemos
unas familias como sufren las mujeres como trabajan, vemos que la familia se
desintegra porque el esposo sale y se va, deja la esposa lo que hace que esta se
ponga a trabajar y dejar hijos solos. Esta situación se agrava cuando los hijos son
influenciados por los compañeros a salir de la casa sin la más mínima supervisión
de una persona responsable (…)”. De esto se podría decir que, la sociedad
machista y patriarcal continua culpabilizando a la mujer de la mayoría de los
problemas familiares, sabiéndose que en la problemática de las familias
yarumaleñas así como en las de todo el país inciden muchos más agentes como
el entorno social, la escuela, el Estado, entre muchos otros.

Hechos como los anteriores conllevan a que las mujeres entren en conflicto con la
sociedad y con ellas mismas, por el sentimiento de culpa que estas situaciones
generan, llegando a considerar incluso que trabajar es malo las pone en
desventaja con respecto a las que no lo hacen. El que se responsabilice a la mujer
de la descomposición familiar se convierte entonces en una limitante para que
ellas participen en los procesos.

Estas situaciones discriminatorias no sólo coartan sus libertades, sino que


entierran sus sueños de ser ciudadanas. Mientras las mujeres no tengan
garantizados sus derechos no podrán hacer parte activa del desarrollo local,
regional y nacional; serán inferiores a la tarea de aunar esfuerzos para satisfacer
sus necesidades básicas, proteger sus familias y enfrentar a una sociedad que las
invisibiliza, señala y discrimina.

Es desde lo micro, como se logran configurar los grandes cambios y en esa


medida las mujeres lideresas de Yarumal están aportando para que se den
transformaciones en la estructuras sociales como la familia y el Estado, pero sobre
todo un cambio en ellas mismas. El siguiente ítem desarrolla el papel de estas
mujeres lideresas: cómo viven ese rol y cómo interactúan con sus grupos sociales
y demás actores.

110
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en su lugar de trabajo.

81
3.1.4. Las mujeres yarumaleñas: de madres a lideresas

El tema de ser lideresa configura una amplia discusión, porque se pregunta: ¿es
una condición humana con la que se nace o se hace? En ese sentido Andrea 111
responde: “(…) Yo creo que se nace con las dos. Una vez con eso te vas
ejercitando y vas buscando, vas trabajando en un área o en la otra y ves que ese
es tu talento de trabajar como líder, de poder ayudar a los demás y ahí es cuando
uno va adquiriendo esa gracia, ese poder, ese don que Dios le dio, entonces uno
comienza a ejercitarlo (…)”.

Al respecto, Gudiela112cuenta: “(…) yo desde niña noté que yo tenía cosas muy
buenas, porque era líder en mis juegos de niña. Yo era la que llevaba la batuta, yo
era la que proponía, todo el mundo me buscaba era a mí (…)”. De la afirmación
de Gudiela se infiere que en algunas personas la cualidad del liderazgo se
vislumbra desde la más temprana infancia y que se cualifica y fortalece con el
tiempo.

En ese orden de ideas, las mujeres interlocutoras en esta investigación son


mujeres lideresas que han desarrollado diversos procesos sociales, comunitarios,
políticos, culturales y ambientales, y que se han caracterizado por tener un espíritu
de emprendedoras, empoderadas y abanderadas de esos mismos procesos .Es
así, como han podido ser presidentas de asociaciones y desempeñar otros cargos
al liderar diversos grupos sociales. Por ejemplo, Gudiela113cuenta en su entrevista:
“(…) soy la presidenta de la Junta Directiva y quien inició ese proyecto (…)”. En la
misma dirección Yuri114cuenta: “(…) entonces como usted fue la que lideró, usted
es la presidenta de la Asociación (…)”. Estos testimonios muestran como ellas
han ido ganando reconocimiento por los procesos que desarrollan; con mujeres:
en proyectos productivos, en capacitaciones sobre sus derechos y sobre la

111
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en su lugar trabajo
112
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de trabajo
113
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de trabajo
114
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Yuri” el 22 de marzo de 2011 en las instalaciones de la
Casa de la Mujer.

82
Constitución de 1991; con jóvenes: en la promoción de la cultura, realización de
talleres sobre poesía y teatro. Estos son algunos ejemplos que ilustran mejor la
labor de las mujeres. La realización de actividades como las mencionadas genera
confianza y credibilidad para asumir responsabilidad y liderazgo al interior de los
grupos (mujeres, jóvenes, adulto mayor), y organizaciones (víctimas del conflicto
armado, madres cabeza de familia).

Algunos de esos procesos que lideran las mujeres comprenden temas


reivindicativos, por ejemplo del grupo víctimas del conflicto en los que, quienes
lideran el proceso, también son mujeres víctimas. Mujeres como Aracelly 115 afirma:
“(…) estoy liderando un grupo de víctimas del conflicto, de desplazados (…)”.
Desde esta afirmación es común ver cómo estos procesos al igual que muchos
otros son temas sobre todo de injerencia femenina. Es escaso ver hombres
liderándolos. Esto se explica en la medida que la mayor parte de los muertos y
desaparecidos en el conflicto son hombres (esposos, padres, hijos). Quedan
entonces como víctimas las viudas y los niños menores y de éstos son las mujeres
las que concurren a las reuniones que convocan distintas organizaciones públicas
y privadas para elaboración de duelos y reparaciones.

Lo anterior, da cuenta de cómo las lideresas van desarrollando en el transcurso de


sus acciones, afinidad frente temas y poblaciones específicas. Por ejemplo, como
se menciona en párrafo anterior, las mujeres víctimas que lideran grupos de
víctimas y las lideresas jóvenes desempeñan su labor con grupos juveniles. Esto
se convierte en fortalezas para hacer un buen trabajo, porque al tener empatía con
el tema y/o grupo poblacional, facilita cualquier proceso social.

Sin embargo, pueden existir excepciones –como lo manifiesta Sor116-, que trabajó
con un grupo juvenil que llegó a hacerla sentirse incómoda con la tarea que
desarrollaba: “(…) yo trabajé como siete años con grupos juveniles, era asesora
de jóvenes de las parroquias y a mí me gustaba mucho liderar esos procesos.

115
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de marzo de 2011 en las instalaciones del
Club Huellas de Vida.
116
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de Antioquia
sede Norte.

83
Pero llegó el momento en que yo me sentí fuera de lugar porque yo ya me iba
para encuentros y encontraba personas mucho más jóvenes que yo, entonces yo
me sentía como que ese no era mi lugar (…)”. En comparación con testimonios
anteriores donde las lideresas se sienten totalmente a gusto con lo que hacen,
aquí vemos una experiencia en la que el efecto producido puede ser el contrario.
Se entiende lo anterior por lo del choque generacional (diferencia de edades entre
ella y su grupo), cosa que no siempre se cumple porque a diario vemos grupos
incluso de niños liderados por personas mayores como ocurre en la escuela,
clubes deportivos entre otros gremios e instituciones. Se entiende la inconformidad
que siente Sor porque sucede que cuando no se esta a gusto con lo que se hace
se puede truncar el trabajo de una lideresa.

En relación al rol de lideresas, es necesario abordar los conceptos de liderazgo y


participación, elementos intrínsecos en los procesos que ellas construyen
diariamente. Para ellas éste último tiene gran significado, pues ha permitido que
sus vidas cambien y dé giros que ellas jamás habían pensado. Hablan, incluso, de
que el “ser mujeres hace que la participación sea diferente”. Esto les significa un
cúmulo de ideas que les cambia la forma de ver el mundo. Así lo manifiesta Sor117:
“(…) a medida que uno hace parte de los procesos va cambiando la forma de
pensar y de ver las cosas, las asume de diferente forma (…)”.

En relación con lo anterior, las mujeres evidencian que en sus procesos y


acciones se encuentran con limitantes, pero a su vez con retos. En primer lugar,
los limitantes hacen referencia a esos hechos o situaciones que fragmentan y
debilitan la acción participativa: el matrimonio, el esposo y los hijos son asuntos
que limitan porque implica renunciar a espacios y momentos en familia. En
segundo lugar, adicional a lo anterior, lo económico también es un limitante,
porque deben trabajar o porque no tiene cómo cubrir los gastos mínimos. Por
ejemplo Sor118 afirma: “(…) promoviendo la cultura en Yarumal yo encuentro

117
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de Antioquia
sede Norte.
118
Entrevistarealizada a mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de Antioquia
sede Norte.

84
muchas dificultades, trabajo con las uñas y no me importan que vaya a ganar
plata, me interesa hacer cosas (…)”. Estos factores económicos limitan sus
actividades y accionar como lideresas, pues no bastan las buenas intenciones,
bajo condiciones de precariedad.

Existen limitantes de tipo personal relacionados con los miedos de las mujeres a
participar. El mayor miedo es a la política. Al respecto Andrea119 afirma:“(…) hay
muchas mujeres que quieren servir, pero ¿por qué no lo hacen?, porque no son
escuchadas, por la dificultad que tenemos a veces de expresarnos, por la falta de
atención (…)”. Por otra parte, muchas mujeres sienten apatía por la política.
Yuri120 manifiesta: “(…) cuando una mujer participa en la política representativa, se
dañan todos sus procesos que venía desarrollando con sus grupos (…)”. Esto lo
expresan con respecto a la política tradicional o politiquería que se ha tildado
como “corrupta”, “dañina” “no inclusiva”. En este orden de ideas, se precisa
reconfigurar el concepto de política pues toda práctica organizativa esta mediada
por la política y lo político, por llevar intrínsecamente relaciones de poder.

Con relación a los retos vemos que estos se convierten para las mujeres en
directrices para dar continuidad a sus procesos de participación. Por ejemplo un
reto es romper con los paradigmas que existen sobre la participación y sobre las
nuevas formas de vida de las mujeres, también lograr que se haga una
participación consciente y reflexiva mas allá de lo establecido, entre otros. El que
éstas emprendan acciones a mediana y gran escala comprende una pequeña
revolución que da cuenta de los pasos que han dado para cambiar los patrones
culturas en los que se ven cuasi monopolios masculinos en todas las esferas y
contextos. Para soportar lo anterior Lagarde121 afirma: “(…) Se asignan a los
hombres, como espacios propios y masculinos, los espacios públicos de los que,
señores o peones, son dueños por género (…)”.

119
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en su lugar de residencia.
120
Entrevistarealizada a mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de Antioquia
sede Norte.
121
LAGARDE Y DE LOS RIOS. Marcela. Democracia Genérica: Por una educación humana de género para la
igualdad, la integridad y la libertad.

85
A partir de lo anterior, el papel fundamental del Trabajo Social en este proceso ha
sido el poder comprender y develar los procesos sociales que constituyen la vida
de cada una de las mujeres lideresas, haciendo reconocimiento de las relaciones
que establecen con su familia, la sociedad y consigo mismas en un proceso que
no les ha sido fácil por muchas razones que tienen que ver con la cultura, las
estructuras sociales como la familia, el Estado y la sociedad.

La mujeres viven y recrean cada día el mundo social que habitan mediante eso
han contribuido a que se den cambios, que si bien, no se ven de inmediato hacen
camino para generaciones futuras; por esto Trabajo Social en ámbitos locales
como Yarumal ha dado el gran paso de investigar generando conocimiento para
visibilizar y nombrar, la revolución social desde contextos micros y con grupos
poblaciones específicos como los llamados “minoría” en este caso las mujeres.

En relación con los roles desarrollados en estos renglones hay prácticas sociales
que son transversales a la vida de las mujeres, a sus procesos familiares y
sociales, y que requieren una especial atención porque dan cuenta de un mundo
más íntimo y subjetivo de estas mujeres. El siguiente desarrollo devela esas
prácticas como las relacionadas con lo espiritual, el cuidado persona y el uso del
tiempo libre, las cuales están relacionadas en gran medida con lo que para ellas
significa el ser mujer.

3.1.5. Otras prácticas que te hacen mujer…

La condición de la mujer es una creación histórica, cuyo contenido es el conjunto


de circunstancias, cualidades y características esenciales que define a la mujer
como ser social y cultural genérico122. En consonancia, se reafirma lo que expresó
Simone de Beauvoir en su obra “El Segundo Sexo”, hace más de cuatro décadas:
“No se nace mujer: una llega a serlo. Ser mujer es más que lo que históricamente
nos ha definido como lo que somos el sexo, lo biológico, ser mujer parte de un

122
LAGARDE DE LOS RIOS. Marcela. Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y
locas. Pág 77

86
proceso histórico pero que no está definido, ni establecido o mucho menos que
sea inmutable, es un proceso que se construye, deconstruye y reconstruye día
tras día”.

En ese sentido, el papel de las mujeres en la sociedad, no está dado sólo por las
asignaciones genéricas de unos roles que comprende prácticas específicas, sino
que existen algunas prácticas que hacen que las mujeres se identifiquen como tal,
pero que sobre todo son prácticas que se configuran desde la propia subjetiva en
espacios o contextos colectivos.

Ahora bien, esas prácticas hacen vivir experiencias nuevas a las mujeres por lo
que no son impuestas, son espontaneas, son de libre escogencia y configuran
nuevos espacios de participación de las mujeres. Así, éstas parten del interior y
del propio interés, por gusto, aunque se materializan en la relación con otros.
Estas prácticas se han querido desarrollar a partir de tres grandes categorías
como: lo espiritual, el cuidado personal y el uso del tiempo libre, entorno a lo que
para ellas significa ser mujer.

Con respecto a los espiritual, las lideresas consideran en su diario vivir la


importancia de estar en contacto con un Ser superior. En ese sentido, ellas
hablan de sus encuentros con Dios, por lo que es de vital importancia el compartir
con ese ser al que llaman “amigo” cada día, al levantarse, e incluso antes de
iniciar cada una de sus labores. Muchas o casi todas estas prácticas, obedecen a
la formación recibida a partir de la religión. Yarumal es un pueblo religioso y como
tal las mujeres siguen estando permeadas por las costumbres, ritos y tradiciones
religiosas que configuran más que lo espiritual formas de vida y de
comportamiento, pero también formas de participación. En el municipio como en la
mayor parte del país son mujeres, en su mayoría las que realizan la catequesis de
los niños en las distintas iglesias, la pastoral juvenil y la de los enfermos, los
cánticos en los diversos cultos, festivales y otras actividades para recolectar
fondos sin contar con que en los territorios de misión son monjas las que hacen
las tareas más duras de evangelización de los indígenas y demás minorías
étnicas.

87
Ahora, ¿qué relación tiene la participación con lo espiritual? Si la tiene; es desde
la religión que se promueven prácticas de asistencialismo que se enmarcan en la
labor social y de beneficencia en las que las mujeres han desempeñado un papel
protagónico, por ejemplo, el cuidado de enfermos y atención a los pobres. En este
apartado nos detendremos a comprender más que en las prácticas colectivas que
surgen de la religiosidad en las que surgen del interior de cada una de las
mujeres. Las mujeres en su imaginario y desde la concepción cultural y social que
tienen del mundo, además del orgullo y satisfacción que tienen de ser mujeres,
atribuyen a Dios el serlo. Por ejemplo Aracelly123 dice: “(…) para mi ser mujer es
como un don que Dios me dio (…)”.

Las prácticas, en el marco de lo espiritual, parten en gran medida de actos


simbólicos, que por medio de rituales se han convertido para las mujeres en
rutina. Estos actos generalmente los hacen al iniciar el día: “(…) antes que todo le
doy gracias a dios por el día que me da, porque al menos puedo abrir los ojos y
mirar la luz del día (…)”124. Las prácticas anteriores contribuyen en fin de cuentas
a mantener una buena salud mental “(…)Normalmente un día de mi cotidianidad
es la parte de salud, tanto sicológica como mental, porque en todas las entidades
que nosotros realizamos labores es importante tener en cuenta el bienestar, en
primera instancia personal para poder así, proyectarnos a las comunidades que
nos requieran(…)”125.

Lo espiritual es un aspecto de las mujeres que no podría separase de otra


categoría, como es el cuidado personal, porque lo seres humanos están
conformados por la dualidad cuerpo y espíritu. Lo espiritual lo mencionamos en los
párrafos anteriores; en lo que respecta al cuerpo las mujeres realizan prácticas de
orden y aseo diariamente. Dora lo expresa: “(…) considero que el aseo personal

123
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de 2011 en las instalaciones del Club
Huellas de Vida.
124
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de 2011 en las instalaciones del Club
Huellas de Vida.
125
Entrevistarealizada a mujer cuyo seudónimo es “Dora” el 30 de marzo de 2011 en la Casa Campesina de
Yarumal.

88
es una parte importante de nuestras vidas por eso yo no soy capaz de ocuparme o
dedicarme a hacer los oficios cotidianos del hogar y hacer mis vueltas sin tener en
cuenta la higiene personal (…)”126. Para las mujeres, por tanto, el acicalarse es
importante como práctica personal para satisfacción propia, y a la vez para los
demás.

Aparte de lo anterior, otras prácticas hacen parte de la vida de las mujeres de las
cuales se configuran el uso del tiempo libre. Esto se relaciona con las cosas que
ellas disfrutan hacer día a día; son los momentos que comparten con sus familias,
pares o simplemente solas. Algunas manifiestan que una de las cosas que
disfrutan es el poder compartir con sus familias, nietos e hijos, pero pocas veces
hablan del disfrute de estar consigo mismas. Son mujeres que se formaron en el
seno de un hogar tradicional y como tal han llevado ese mismo patrón de vida a
las suyas propias.

Esos “otros”, llámense amigos, familias o grupos que representan y lideran


constituyen en sí personas importantes en sus procesos porque es con ellos con
quienes construyen su día a día. Al respeto Sor127 afirma: “(…) me gusta
compartir con amigos, conocer gente nueva y viajar, me gusta mucho viajar y
compartir con la gente. Poder aprender de la gente, uno todos los días aprende
cosas nuevas… ¿Qué más me gusta hacer? Me gusta estar con mi familia (…)”.
Frente esto, en particular, Martha128 manifiesta: “(…) me gusta mucho estar con la
gente, me gusta ir a reuniones, participar y debatir en los espacios (…)”.

El tiempo que las mujeres dedican al esparcimiento es fundamental para ellas,


porque por su labor de lideresas generalmente no cuentan con mucho tiempo para
ellas. Por lo tanto, los momentos que pueden se dedican a bailar, jugar, leer, ver
televisión, pintar, cantar, asistir a reuniones o hacer parte de diversos grupos.

126
Ibíd.
127
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de Antioquia
sede Norte.
128
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

89
Estas actividades son desarrolladas por las mujeres indistintamente sin importar
su rango de edad. Al respecto Sor129expresa: “(…) me gusta mucho leer, me gusta
mucho ver televisión, escuchar música, me gusta bailar (…). También Aracelly130
dice: “(…) me gusta mucho la música, me gusta cantar, me gusta tratar de
aprender a tocar guitarra, me gusta el baile, me gusta el teatro, danza, pues me
gusta bailar y me gusta hacer la danza típica (…)”. Estas y otras actividades como
las artesanías, la costura y decoración del hogar han sido consideradas por la
sociedad como propias de las mujeres. No obstante, estas lideresas han
resignificado todas estas prácticas, convirtiéndolas en nuevas formas de
participación y de construcción de ciudadanía. En la Casa de la mujer por ejemplo,
mediante el ejercicio de la costura, ellas interlocutan con otras debaten asuntos
que les son propios o ajenos. Estas prácticas, por sencillas que parezcan
adquieren la dimensión de actos políticos en la medida que ellas interaccionan
constantemente con los demás dotando de sentido todas sus acciones.

Todas y cada una de éstas prácticas realzan y recrean las vivencias de la mujeres
en todos los ámbitos de su vida, dotan de sentido su existencia, porque no son
sólo actividades que hacen por hacer, sino que son actos que les gustan, los
disfrutan, los gozan, los intencionan y direccionan hacia lo que quieren lograr.

129
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de Antioquia
sede Norte.
130
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

90
Figura 5. Capitulo 4: De una ciudadanía abstracta a una ciudadanía real

Participación

EJERCICIO DE DERECHOS Y Educación


DEBERES En torno a Son: Institucionales Su garantía permite
con solidar
Trabajo

Se entiende a partir de CIUDADANÍA

La iglesia

Casa de la
Sociedad y Estado
cultura En relación a:
Casa de la
Esfera pública
juventud
Universidad
ESPACIOS DE CONSTRUCCIÓN
DE CIUDADANÍA Desde Como

Esfera privada La casa En relación a: Familia


91
4. DE UNA CIUDADANÍA ABSTRACTA A UNA CIUDADANÍA REAL…

Centrar la atención en un grupo de mujeres lideresas del municipio de Yarumal,


lleva a dar una lectura de su participación desde la forma como configuran sus
procesos ciudadanos y acceden a espacios de reivindicación de derechos
sociales, políticos, económicos y culturales, para retomar desde allí, la manera
como asumen reflexiones críticas que les permiten intervenir en espacios públicos
en los cuales las mujeres se encuentran gestando causas de desarrollo local como
acompañamiento a grupos de víctimas, casas de mujeres y participación política
convencional.

Para hablar de ciudadanía, es preciso indicar que ésta se materializa participando


y la participación se produce en "lo público". Según lo que se ha establecido
cultural e históricamente, se puede entender lo público como todo espacio social,
no privado que tiene que ser compartido por todos los ciudadanos(as), y que se
encuentra regulado tanto por los derechos como por los deberes; en él confluye el
pueblo, el colectivo, y a él se le inscriben atributos como las decisiones y el bien
común que se gesta a partir de la interrelación de los sujetos sociales con el
Estado.

Según Melano131 la ciudadanía es un concepto antiguo que está vinculado


indiscutiblemente a un espacio territorial, en el caso de los griegos, la polis es el
espacio en el cual era posible desarrollar las actividades propias de los
ciudadanos, así mismo, a esta noción se le entrelaza “lo público”, ya que se le ha
conferido una dimensión enriquecedora de la ciudadanía, lo que significa que esta
tiene un criterio de legitimidad política. Bajo este ideario la combinación nación y
sociedad suponen a los sujetos capaces de contraer libremente obligaciones, pero
también, con una investidura de derechos y de esta forma su pertenencia a una
comunidad según Marshall132.

131
MELANO, María Cristina. Un trabajo Social para los nuevos tiempos. La Construcción de ciudadanía.
Grupo Editorial Lumen Hvmanitas. Buenos Aires- México. 2001. Pág 176
132
MARSHALL, T.H. Ciudadanía y Clase Social. PDF En línea[www.escuelapnud.org/cgi-
bin/files/library_file.pl?tbl...marshall...pdf]Consultado en febrero de 2011.

92
Lo anterior, se explica mediante la relación en la cual el Estado es el encargado de
mantener un equilibrio que garantice a sus ciudadanos los derechos, pero
además, la materialización de los mismos con la relación que los ciudadanos
asumen haciendo parte de las decisiones públicas y la corresponsabilidad que
conlleva acceder a los ya mencionados derechos.

De forma más explícita, estas condiciones que trae consigo la ciudadanía se dan
legítimamente en "lo público", al ser referido a lo estatal como dice Melano 133,
pues configura una nueva dimensión que se convierte en elemento constitutivo del
ejercicio del poder y de las prácticas de toma decisiones que se reflejan en los
procesos ciudadanos, los que a su vez se enmarcan en aspectos como de
corresponsabilidad y responsabilidad con el Estado y con la sociedad misma a la
que pertenecen los ya mencionados sujetos.

Al hablar de poder y toma de decisiones se incorpora a la ciudadanía un elemento


transversal –que ya ha sido mencionado- y es "lo político". Este término,
comprende una serie de significados que convergen. En primer lugar, entendemos
lo político como la capacidad de ejercer el poder y/o participar en su ejercicio. En
segundo lugar, consiste en la gestión de todos los procesos y relaciones sociales
además de los asuntos económicos y culturales; lo anterior convierte a la
ciudadanía en un asunto ligado al poder político, que gana importancia al
encontrarse en un punto de convergencia con la construcción pública de los
procesos sociales, económicos y demás. Así pues, se crea una simetría que no
permite separación alguna de los aspectos que sustentan la vida social; se
encuentran ligadas entonces las ciudadanías con las formas de decidir en los
espacios públicos.

De este modo, si la ciudadanía se encuentra desligada de algunos sujetos


sociales, éstos no tienen trascendencia en la toma de decisiones, que se configura

133
MELANO, María Cristina. Un trabajo Social para los nuevos tiempos. La Construcción de ciudadanía.
Grupo Editorial Lumen Hvmanitas. Buenos Aires- México. 2001. Pág 176

93
no sólo con la participación de unos cuantos, sino bajo los criterios y las
necesidades que consideran los sujetos que se encuentran haciendo parte de los
procesos públicos de decisiones.

En el contexto del trabajo investigativo, la ciudadanía se encuentra profundamente


ligada a la participación y ésta al género masculino, quien ha dirigido los
procesos de la comunidad y además, ha direccionado desde espacios políticos el
desarrollo municipal, lo que no logra ubicar a las mujeres en las acciones públicas
debido a la presencia de fuerzas políticas como el conservatismo, que es un factor
estructural en la realidad local y que además, ha sido un eje transversal en la
educación de las mujeres y por lo tanto en sus acciones y pensamientos.

En este sentido, las mujeres han ejercido papeles secundarios; sin embargo, en
esta realidad también se han gestado procesos y se han concebido los derechos
de los seres humanos como un asunto que no le compete sólo a los hombres y
por lo tanto, algunos grupos de mujeres se insertaron en el mundo social desde
perspectivas más ciudadanas. Cabe recordar, recordar, que la ciudadanía les ha
implicado participación activa, crítica y reflexiva en la medida que las vincula a
distintas esferas sociales y públicas vedadas por años para ellas.

Al respecto, Melano134 aclara que la ciudadanía ha sido conquistada, producto de


las luchas de los actores, organizaciones que problematizaban las situaciones y
de esta manera lograron paulatinamente ubicarse en el sistema de poder; esto da
cuenta de la participación de las masas para reivindicar sus derechos, en dichas
minorías encontramos a las mujeres quienes, por años se han dedicado a
defender sus derechos no solo ante Estado sino ante la sociedad.

También se ha cuestionado la posición de las mujeres respecto a la ciudadanía,


ya que si ésta tiene una relación directa y transversal con los derechos y deberes
y si las mujeres no cuentan con la garantía total y plena para ejercerlos, es ilógico

134
MELANO, María Cristina. Un trabajo Social para los nuevos tiempos. La Construcción de ciudadanía.
Grupo Editorial Lumen Hvmanitas. Buenos Aires- México. 2001. Pág 184

94
pensarlas en torno a posiciones enmarcadas en actos participativos y
democráticos.

Ahora bien, es un hecho innegable que las mujeres, en el siglo XXI, continúan
siendo discriminadas y padeciendo desigualdad respecto a los hombres, estas son
realidades que requieren lecturas críticas y reflexivas desde la profesión de
Trabajo Social para aportar y mostrar cómo la ciudadanía se configura, para las
mujeres, según un momento histórico determinado y según los cambios que la
misma sociedad vive; también, porque desde la profesión se plantean formas de
reivindicación de derechos y de deconstrucción y construcción de conceptos
fundamentales para el análisis, la comprensión y la intervención de las realidades
en las cuales se encuentran inmersos los sujetos sociales.

Por lo tanto, el análisis a los procesos participativos de las mujeres desde la


disciplina, permite sobrepasar paradigmas y contraponer una mirada crítica a las
posiciones tradicionales, convencionales y conservadoras del municipio en torno a
las mujeres, pero además en torno a los procesos de participación que éstas han
gestado.

Las lideresas en Yarumal construyen ciudadanía a partir de los procesos que


hacen día a día y con los cuales ganan reconocimiento, bien saben que es una
ciudadanía que no se les adjudica sino que ellas construyen, luchan y defienden
de maneras alternas a las que están establecidas, por eso sus procesos sociales
se insertan en varios ámbitos y se dan tanto en esferas privadas como en esferas
públicas.

La manera en que estas mujeres construyen ciudadanía se da de formas


convencionales y no convencionales; siempre están en la búsqueda y la
luchando por ejercer sus derechos y cumplir sus deberes. Ejemplo de esto es su
participación por la conquista de su reivindicación de derechos mediante debates
y marchas, accediendo al voto, participando en asambleas, referendos y demás;
con ello han logrado configurar nuevos espacios de construcción de esa
ciudadanía que se remite también a sus hogares, la universidad, sus lugares de

95
trabajo, la biblioteca, en los cuales se da el ejercicio de los derechos y se asumen
corresponsabilidades.

Esas actitudes de corresponsabilidad no convencional, no reconocida, se dan en


las cotidianidades de las mujeres, a través del cuidado de sus hijos y esposos, de
su representación en el mundo público con expresiones mediante artesanías y
culinaria. Lo anterior puede corroborarse a partir del testimonio de Yuri 135 quien
expresa que: “(…) las mujeres que vienen a la casa de la mujer tienen una manera
particular de participar; por ejemplo cuando sus hijos deben salir a desfiles para
representar a su escuela o colegio, ellas son las que se ocupan de hacer
disfraces, pancartas o demás accesorios y así ellas también están aportando al
desarrollo del municipio y se sienten bien con lo que hacen (…)”. En ese sentido
las formas de construir procesos ciudadanos conscientes o inconscientes de estas
mujeres hacen parte de un legado y del camino que ha recorrido hasta ahora.

En ese orden de ideas, la ciudadanía y la participación se convierten en un


binomio inseparable que además aporta a la construcción social de género. En
dicho binomio convergen diferentes factores como: los espacios en los cuales
realizan sus acciones sean públicos o privados; el ejercicio de sus derechos y
deberes; además de las relaciones que establecen socialmente sin las cuales es
imposible llevar a plenitud una verdadera construcción de lo público con equidad e
igualdad de género.

4.1. ESTADO MUJER Y CIUDADANÍA

El debate que se genera en torno a la ciudadanía es uno de los principales


afluentes al tema de los derechos humanos. Además, el concepto ciudadanía
soporta la visibilidad y la legitimidad que le da la sociedad a los mismos por el
hecho de ser actores sociales. Como lo Patricia Ramírez136 cuando dice que: “el
debate sobre ciudadanía abarca un amplio espectro de los derechos sociales,

135
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Yuri” el 19 de abril de 2011 en la Casa de la mujer.
136
RAMÍREZ, Patricia. La ciudad, espacio de construcción de ciudadanía. Revista enfoques, segundo
semestre, número 007. Universidad Central de Chile. Santiago de Chile. Pág 85-107. En línea
[http://redalyc.uaemex.mx/pdf/960/96000704.pdf] Consultado el 27 de noviembre 2011.

96
humanos, políticos y culturales que se extienden hacia la relación naturaleza –
sociedad, considerando tanto nuevas demandas reivindicativas como deberes y
obligaciones sociales”.

Lo anterior deja en evidencia la relación ininterrumpida del ejercicio de los


derechos y los deberes con las garantías de la ciudadanía plena y la participación,
que además, concentra los asuntos humanos, políticos y sociales como parte de la
naturaleza del ser y por lo tanto, de todos los sujetos indistintamente del género o
condiciones sociales.

Bajo esta perspectiva, se puede pensar a las mujeres como ciudadanas ya que no
sólo se encuentran en lógicas de representación política, sino que también
generan procesos culturales en los que han fundado espacios para garantizar el
ejercicio de por lo menos algunos derechos como el voto, ejercicio de cargos
públicos y el acceso a la vida laboral.

Con base en lo anterior, podría decirse que las mujeres han conquistado algunos
derechos fundamentales y sus propios espacios; han participado en movimientos
por sus reivindicaciones y han logrado que como grupo poblacional específico sus
necesidades sean incluidas en las agendas gubernamentales tanto a nivel
nacional como local.

Por otro lado, aunque el reconocimiento y los procesos se gesten, no se puede


hablar de participación plena de las mujeres sobre todo en los asuntos de Estado
y su relación con éste hasta que no se entienda que una real participación con
lleva a una corresponsabilidad, que la sociedad reconfigure el concepto de
ciudadanía, que haya equidad entre hombres y mujeres no se podrá hablar
ciudadanía plena. Si bien algunas mujeres han dado pasos fuera de la llamada
“minoría de edad” que planteó Kant137, esto no es suficiente para asegurar que el
contexto que permea a las lideresas y sus procesos les garantice plena equidad.

137
La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de
otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad, cuando la causa de ella no yace en un defecto del

97
Otro análisis se plantea desde el concepto de derechos y deberes que propone
Alicia Ely138 , “está relacionado no solo con la capacidad para guiar la propia vida
sino también con participar de forma significativa en la propia comunidad y en la
sociedad.” Y aclara: “sin educación la gente puede hablar y votar, pero el papel del
ciudadano requiere una capacidad de evaluar información y opciones, y la
educación es indispensable para eso.” De tal modo, que el ejercicio de derechos y
deberes está compuesto no sólo de acciones individuales, sino de una
construcción colectiva, participativa e incluyente. Esto permite visibilizar a todos
los grupos poblacionales que se han encontrado relegados por diferentes motivos
al tiempo que asegura un desarrollo para las comunidades en términos de
formación y genera identidad en colectivo que legitima las acciones del Estado por
ser parte de él.

Los anteriores aspectos, no sólo son el cimiento para la ciudadanía, también


permiten que socialmente se geste la equidad y por lo tanto, se generen procesos
pensados para todos y todas, procesos incluyentes y participativos de los cuales
son responsables los sujetos sociales, actores reflexivos y empoderados.

Ahora bien, si se tiene en cuenta que los seres humanos se construyen como
ciudadanos mediante el uso de espacios públicos, las relaciones que establecen
con los demás y el ejercicio de deberes y derechos, se colige que la ciudadanía de
las mujeres Yarumaleñas se encuentra en proceso. Sin embargo, hay factores
estructurales que no le permiten una participación libre y activa frente a la toma de
decisiones.

entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción
de otro.
KANT, I en: BETANCOURT, D William. El Sentido De La “Ilustración” Para Kant. Universidad del Valle. En línea
[http://praxis.univalle.edu.co/numeros/n18/william_betancourt.pdf ] Consultado el 23 noviembre de 2011.
138
ELY, Alicia. Derechos económicos, sociales y culturales en América Latina. Del invento a la herramienta.
Centro internacional de investigaciones para el desarrollo. 2006. En línea
[http://web.idrc.ca/openebooks/323-2/] Consultado el 27 de noviembre de 2011.

98
4.1.1 Rompiendo barreras…

En los procesos participativos de las mujeres, se han visto dificultades en cuanto a


la apreciación de las esferas y los mundos sociales, ya que sus roles dentro del
hogar y sus obligaciones impuestas socialmente les han impedido acceder a
ciertos espacios donde se generan debates acerca de la vida pública y se toman
decisiones coyunturales para la sociedad. Por esta razón, se puede decir que las
mujeres en su historia no ejercen sus derechos de forma plena y por lo tanto, su
ciudadanía se ha visto reducida a las prácticas tradicionales, como la caridad y
beneficencia en lo social y el sufragio pasivo en lo público.

En las mujeres que hicieron parte de la investigación, lo anterior también ha sido


un factor sobresaliente, se puede ver claramente en uno de los testimonios de
Gudiela139 que afirma: “entonces, aunque las mujeres y los hombres quieran tomar
decisiones hay una cantidad de situaciones que anteceden a este propósito, que
no le permiten desarrollar esa idea o ese proyecto, o tomar esa decisión”.

En otro relato de Andrea140 se manifiesta: “(…) mi esposo manifiesta que me


apoya en todo, pero cuando voy a salir para realizar mis labores sociales… me
dice que no lo deje solo, que llegó cansado del trabajo… O sea que lo dice de
labios para afuera. Así uno se va frustrando y ellos se convierten en un obstáculo
para uno salir adelante (…)”.

Lo que nos diría que la participación activa de las mujeres y en particular del grupo
que se encuentra en la investigación es de manera general, un asunto que se ve
opacado por labores domésticas, por asistencia a su familia, y que les genera
como lo expresa Andrea, frustración e insatisfacción, tal vez, por el hecho de no
poder concretar asuntos públicos por sus labores en el hogar.

139
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el día 24 de marzo de 2011 en su lugar de
trabajo.
140
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el día 5 de abril de 2011 en su lugar de
residencia.

99
De tal modo, que puede afirmarse que si la participación activa no se da de la
manera que las mujeres pretenden y éstas se encuentran obstaculizadas, es
necesario reiterar que las luchas no han sido suficientes y los espacios ganados
no les han permitido deconstruir elementos que les haga tener las mismas
garantías que los hombres en la construcción del espacio público. Además, que la
ciudadanía, que como característica fundamental tiene una estrecha relación con
la corresponsabilidad y los derechos, la reflexión, la criticidad, la acción y la
igualdad, no es plena, no está garantizada y se encuentra fragmentada. Por
ejemplo: las mujeres pueden participar, votar y acceder a cargos públicos e
incluso políticos, pero no deciden, critican, ni gestionan.

Si hablamos de una ciudadanía plena, de unos derechos accesibles y de igualdad


en el trabajo, equidad en la realidad, criticidad y reflexividad, hablamos entonces
de poder, de autonomía y de liderazgos constantes y firmes, de participación
pública y política y de legitimidad del Estado; si no podemos hablar de ello, no
existe posibilidad alguna de que las mujeres sean ciudadanas, de que en el
contexto yarumaleño se gesten procesos de ciudadanía plena y consciente, no
sólo por las mujeres, la conciencia tiene que venir de todos lados, de hombres,
mujeres, iglesia, partidos políticos y educación.

Como lo plantea Gabriela Rotondi141: “la resistencia desde la perspectiva de


“ciudadanas” plantea un marco de conflicto fechado, anclado en la historia que le
toca vivir a un colectivo social y político; por caso, a cada generación de mujeres.
En ese sentido, el movimiento de mujeres y sus múltiples expresiones, tanto como
el feminismo, constituyen por un lado una expresión de la resistencia ciudadana,
pero, además, forman parte de una resistencia no siempre organizada en torno a
conflictos sociales y políticos, que pone en cuestión el conflicto y se contrapone a
él”.

141
AQUIN, Nora. (compiladora). Ensayos sobre ciudadanía. Reflexiones desde Trabajo Social. Rotondi,
Gabriela. Ciudadanía fragilizada: género y ciudadanía. Espacio Editorial Buenos Aires. Pág. 178

100
Las expresiones propias de las mujeres y sus actos como ciudadanas en busca de
la reivindicación de sus derechos se limitan a la esfera privada y con frecuencia
sus acciones siguen ancladas a modelos culturales y sociales, aunque se hayan
generado espacios y garantías para algunos derechos, no se han dado de manera
suficiente porque su vida privada sigue siendo un limitante clave a la hora de
participar en otros espacios.

En el caso de las lideresas de Yarumal, algunas han logrado salir de la esfera


privada, sus testimonios dan cuenta de que a pesar de ello, siguen estando
relegadas a papeles históricos y culturalmente vinculados a su biología o
condición de madres. De esta forma, se puede anclar el ejercicio de sus derechos
y deberes a asuntos públicos que las vinculan también, con posiciones políticas
pero que, a la vez, no son plenamente ejercidos ni garantizados por las ya
mencionadas situaciones culturales y sociales.

En los testimonios, las mujeres también recalcan la importancia de su participación


en ámbitos públicos, del conocimiento que adquieren mediante la posición crítica y
activa en procesos sociales porque: “(…) si nosotros no participamos nunca nos
vamos a dar cuenta de lo que pasa en nuestro entorno; si no participamos en una
reunión, no vamos a una junta de acción comunal, no vamos a una reunión de
padres de familia no tenemos derecho a criticas después (…)”142.

La referencia anterior denota la importancia de la participación para ellas, la


posibilidad de a través de esos procesos cambiar las dinámicas con las cuales no
se sienten a gusto, lo que puede expresarse conceptualmente como acciones
políticas con incidencia en espacios públicos y de toma de decisiones, a
oportunidad de soportar acciones que lleven a las mujeres a la equidad, a
entender y acceder a la sociedad de la misma forma que lo hacen sus pares, sin
limitantes ni distinciones por su condición biológica. Esa igualdad que como reitera
Marshall, es básica de pertenencia a una comunidad a la que hizo referencia, que

142
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el día 27 de marzo de 2011 en las
instalaciones del Club Huellas de Vida.

101
se enriquece con nuevas sustancias y se reservan en el formidable cuerpo de los
derechos, que finalmente, son la puerta y el pilar de la ciudadanía de las mujeres.

Esas acciones políticas, las que tienen incidencia en el espacio público requieren
necesariamente de un asunto que las haga consistentes, ese asunto tiene que ser
la formación, la educación. No pueden mantenerse poderes locales sin la
capacidad para gobernar, para direccionar y hacerlo de forma precisa, la
educación es por tanto, la puerta al saber y a la toma de decisiones, al
empoderamiento y al reconocimiento vivo de las acciones construidas, es también,
una corresponsabilidad con el estado.

4.1.2. Educación… un derecho liberador

En el ejercicio de los deberes y derechos, es fundamental la capacitación,


educación y concienciación de los procesos sociales, no sólo a las mujeres, sino
también a las instituciones y a los hombres que en este sentido han sido
opresores. Ya que no puede darse una igualdad verdadera sin el cambio en el
pensamiento de los sujetos que hacen parte de la realidad social. Sin que le
legitime la concepción de género como un aspecto equitativo y que lo anterior
lleva necesariamente a una repartición justa del trabajo y las obligaciones en
todas las esferas y ámbitos de la vida.

Tuvilla realiza un análisis a la educación como herramienta básica para la paz, la


democracia y la ciudadanía y en ese sentido retoma autores como Tourine y
Bárcena quienes al respecto manifiestan lo siguiente: “para su consolidación la
democracia necesita de la formación de los ciudadanos, con el fin de posibilitar el
ejercicio de los derechos y deberes de los que son portadores. Y necesita la
educación porque la ciudadanía es una actividad, una práctica que se construye a
través de un aprendizaje social que entraña un vínculo político a una sociedad
determinada a través de la adquisición de un status que nos confiere una identidad
y un modo ético determinado de comportamiento en relación con un conjunto de

102
valores previamente concertados” y continúa diciendo: “De aquí la preocupación
de los sistemas democráticos por la educación” 143.

Este planteamiento de Tuvilla, confirma la posición que sostenemos al plantear


que la intervención en aspectos sociales debe ir acompañada de conocimiento,
que les permita a los sujetos empoderarse de procesos y que además, contribuya
a la generación de lo que hemos llamado en esta investigación
corresponsabilidad.

De tal modo, que los procesos de intervención que se den en torno a la


participación de la mujer tienen que estar transversalizados por componentes
educativos que generen integralidad en las intervenciones, como lo plantean las
mismas mujeres, Yuri menciona: “(…) Saber que existía una nueva Constitución
Política del año 91 que reemplazo a otra que duro 100 años y tampoco la
conocimos, fue maravilloso; saber que teníamos los mismos derechos que los
hombres, que no éramos inferiores, que podíamos contratar y crear empresa nos
abrió los ojos”

El ejercicio de derechos y deberes de estas mujeres parte desde el


reconocimiento que ellas hacen de la Constitución Nacional de 1991, la cual
concibe que todos nacemos iguales ante la ley, este es el paso que dan de una u
otra manera para saber que son sujetos de derechos y como tal deben vivirlos,
volverlos realidad.

La posibilidad de conocer, de entender y de incidir en la realidad depende de la


forma como las mujeres asimilen sus derechos y actúen en torno a ellos, esas
posibilidades aumentan en la medida en que se analice y reflexione en torno a
ella. En una de las entrevistas realizadas, una de las mujeres expresó que de los
problemas fundamentales que obstaculizaban su participación es la “falta de

143
TUVILLA RAYO, José. Cultura, paz, derechos humanos y educación para la ciudadanía democrática. En
línea:
[http://www.juntadeandalucia.es/educacion/www/portal/com/bin/europa/Contenidos/Aportaciones/paz_
Derechos_humanos_ciudadania_democratica/1133443380055_cultura_de_pazx_derechos_humanos_y_ciu
dadania_democrxtica.pdf] consultado en noviembre 23 de 2011.

103
sensibilización en todo el pueblo, en todos los yarumaleños, sensibilidad
empezando por todas las autoridades. Yarumal es un pueblo en el que hace falta
empleo, y lo mismo estudio, fuentes de estudio, claro que las hay, sí, pero es
como esa aproximación para que los muchachos estudien más”144.

Las mujeres han manifestado que la materialización de esos derechos parte, por
ejemplo, de procesos educativos, asociativos, laborales, culturales, políticos y
sociales en distintos espacios (públicos y privados) y en diversos momentos de
sus vidas, por lo que se plantea la participación desde el conjunto que implica la
idea de ciudadanía como la que alude a los individuos que participan como
actores de la vida política y social, la función de la democracia es propiciar
derechos fundamentales para todos y garantías a esos derechos y no es un hecho
evidente, devenido de la historia, sino que podríamos decir incierto, frágil y que
plantea un escenario de lucha constante.

Para las mujeres de la investigación, lo procesos educativos también tienen que


ver con la formación que han tenido en el seno de sus hogares, pues han sido
permeadas por parte del primer agente socializador que llamamos familia, pero
además, es preciso hablar del acceso que han tenido las mujeres a la educación
desde el ámbito institucional; ésta es una muestra de cómo han accedido al
derecho a la educación gracias a la lucha por ello, pues anteriormente las mujeres
no podíamos estudiar; falta entonces, que dicha educación sea gratuita, de calidad
y de pertinencia para todos y todas, sin diferencia alguna, y para ello se sigue la
lucha, ahora no solo de mujeres sino de grupos de jóvenes, afro descendientes,
indígenas, L.G.T.B.I.(lesbianas, gays, transexuales e intersexuales) y demás
movimientos sociales.

La ciudadanía y los derechos humanos tienen que incluir a todos los sujetos y lo
único que garantiza que puedan construir nuevos espacios y recrear nuevas
formas de pensar alejadas de la cultura machista es la educación crítica que

144
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de
Antioquia.

104
oriente a la reflexión de la cotidianidad y de los procesos sociales que se gestan
en los ámbitos locales en las cuales las mujeres tienen una incidencia
preponderante.

4.1.3. Igualdad laboral en lo doméstico y lo fabril

En términos laborales, la lucha de los grupos feministas ha sido constante y


radical, se han conseguido mediante los movimientos acceso a derechos como
pensionarse, hacer parte de entidades, inscribirse en actividades públicas o
privadas, sin embargo, algunos elementos que siguen teniendo peso fuerte en la
participación de las mujeres han obstruido el accionar y la toma de decisiones de
las mismas.

Un ejemplo contundente tiene que ver con la falta de voluntad política del Estado
para apoyar económicamente procesos sociales liderados por las mujeres, Sor145,
manifiesta: “(…) me parece que en general falta apoyo a los procesos culturales y
sociales del municipio, rara vez hacen algún aporte a la Corporación Hojas Sueltas
para imprimir un boletín o para el Festival de poesía. También faltan espacios
laborales remunerados, todas somos de muy bajos recursos económicos (…)”.

Se nota una gran limitante para la participación de las mujeres en las actividades
mencionadas ya que no cuentan con los recursos y la disponibilidad para
desarrollar sus acciones a plenitud. Además, no pueden acceder a derechos
cuando las necesidades básicas no pueden ser suplidas.

En el mundo laboral, algunas de estas mujeres desempeñan actividades, gozan


del derecho al que muchas personas en este país no pueden acceder, sin
embargo, para otras el trabajo remunerado se ha visto limitado por características
como la edad y falta de experiencia. Aracelly146 lo expresa así: “usted sabe que las

145
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.
146
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de abril de 2011 en las instalaciones
del Club Huellas de Vida.

105
personas mayores de treinta y cinco supuestamente ya no somos productivas,
entonces en ese sentido yo me siento discriminada”. Esto implica que la
ciudadanía siga siendo vista como un deber ser y no como un asunto prioritario,
deja ver que las mujeres en ocasiones son discriminadas en el mercado laboral y
que además, no accedan a otros derechos como la salud y la educación por falta
de dinero. Luego al serles negada la condición de trabajadoras también se les
está coartando su ciudadanía y su participación.

Delgado147, en uno de sus análisis sostiene que: “La lucha de la mujer por
alcanzar una igualdad de oportunidades es todavía dura y está vigente; las
infracciones no solamente se cometen en el sector privado sino también en el
público y se mantienen no sólo respecto de la posibilidad de ser contratadas, sino
en la de ascender, en la de ocupar puestos de jerarquía, en los puestos que
involucren toma de decisiones y niveles remuneratorios altos.” Lo anterior, se ve
claramente en Yarumal donde hemos constatado la violación del derecho de “a
igual trabajo igual salario”. Las mujeres gana menos que los hombres haciendo
menos labor.

Hay que mencionar también, que el hecho de que las mujeres desempeñen roles
laborales no implica que se encuentren emancipadas y que hayan logrado realizar
sus acciones partiendo de decisiones autónomas. Por el contrario y teniendo en
cuenta también, que con sus acciones han logrado grandes avances, en la
mayoría de ocasiones estas mujeres tienen sobrecarga, no solo desempeñan el
papel de trabajadoras en almacenes y demás, sino que tienen la obligación de
llegar a sus hogares a realizar las labores domésticas.

Partiendo de otro aspecto, de la actividad que hacen las mujeres, cada espacio
que habitan y recrean hace que éstas configuren ciudadanía; es necesario
avanzar en la búsqueda y lucha por la garantía de los derechos de las mujeres;

147
DELGADO PLAZA, María Paula. La discriminación laboral de la mujer: fundamentos y perspectivas. En
línea
[http://www.revistajuridicaonline.com/images/stories/revistas/2005/19/19_La_Discriminacion_Laboral.pdf]
Consultado en noviembre 23 de 2011.

106
desde el trabajo el fortalecimiento debe ser total, comprendiendo el mundo de las
mujeres, sus formas de participar, de ejercer sus derechos pero también de cómo
cumplen con sus deberes.

Una mujer decía: “venimos o estamos en un país o estamos en un entorno donde


la gente cree que todo se lo tienen que dar y que la responsabilidad es del
gobierno, de la administración, bien sea municipal, departamental o nacional148”,
dicho pensamiento debe transcender y que sea no solo un derecho sino un deber
el participar, pues de eso se trata la materialización de los derechos, cada uno
lleva implícito un deber.

Finalmente, el Estado debe ser garante de sus derechos, los ciudadanos y


ciudadanas también tienen deberes que cumplir, la ciudadanía articula la relación
Estado-sociedad en la cual también se encuentran soportadas las acciones
autónomas de las mujeres lideresas.

4.2. OTROS ESPACIOS QUE COBRAN VIDA

Los espacios de construcción de ciudadanía, se han visto mediados por los


asuntos concretos que plantea la ciudadanía tradicional, esos son los que se
materializan con los mecanismos de participación, sin embargo, la lectura de la
ciudadanía de grupos que socialmente se han encontrado excluidos, debe
pensarse en otros ámbitos diferentes a los planteados, ya que sus formas de vivir
y captar la vida pública y política se instauran de forma diferente, además, el
acceso a sus derechos desdibuja la tradicionalidad para incorporarse en nuevas
maneras de reivindicar y de pertenecer a los espacios públicos.

Los espacios de construcción de ciudadanía, también se leen a partir de la


indagación geográfica que se presenta de modo obligado, a través de tres esferas
que operan como tres instancias separadas del espacio social 149: la esfera

148
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Marta”.
149
ROMERO, Juan. Geografía humana. Procesos, riesgos e incertidumbres en un mundo globalizado. Ariel
geografía. 2 edición actualizada. España, septiembre de 2004. En línea:
[http://books.google.com.co/books?id=uXCPkHMSoC&pg=PA17&lpg=PA17&dq=%E2%80%9Cdisponemos+t
odav%C3%ADa+de+un+amplio+elenco+de+derechos+b%C3%A1sicos+de+ciudadan%C3%ADa+(educaci%C3

107
material, la esfera social, y la esfera individual. Explicar el espacio social supone
entender las relaciones que se establecen entre esas tres instancias, los modos
en que los agentes individuales, actores directos de las experiencias espaciales
operan en el mundo material, tangible, y la forma en que la instancia social
interviene y actúa sobre los agentes individuales y es afectada por ellos, así como
el modo en que la propia instancia social regula el desarrollo de la esfera material.

Las mujeres desde hace mucho tiempo, han estado reclamando más espacios y
participación política, esto se ha convertido en un asunto inaplazable en el que
tanto la sociedad como el Estado deben trabajar para que la participación de las
mujeres ya sea social, comunitaria o política sea llevada a plenitud y con ella, la
ciudadanía sea convertida en una garantía, en un asunto de todos los sujetos, y la
sociedad en una responsabilidad, igualmente, de todos.

De esas reclamaciones se han podido materializar múltiples formas de ejercicio en


pro del reconocimiento de nuevos derechos de ámbito constitucional como la libre
expresión, el libre desarrollo de la personalidad (autonomía sexual, libre decisión
frente a la maternidad o la elección de pareja) y el derecho a la igualdad en lo que
concierne al trato, a espacios laborales y a su protección especial150.

De los aspectos anteriores, en Yarumal se puede ver claramente el espacio en el


que las mujeres se expresan, la forma como han salido de la represión para
mostrar sus identidades colectivas, en caso de jóvenes, gustos sexuales y
apreciaciones políticas, religiosas y culturales, pero aún, aunque muchas se hayan

%B3n,+sanidad,+pensiones,+cobertura+contra+el+desempleo),+por+el+simple+hecho+de+haber+nacido+en
+un+determinado+pa%C3%ADs,+pero+estamos+a+merced+de+un+conjunto+de+riesgos+cada+vez+mayore
s&source=bl&ots=7SuQXBEO
w&sig=m6_7IuXPPbMJ2hPBmL_KyFIK8q8&hl=es&ei=7Ca8TqSLM8brggfmn9HJBw&sa=X&oi=book_result&ct
=result&resnum=2&ved=0CBwQ6AEwAQ#v=onepage&q=%E2%80%9Cdisponemos%20todav%C3%ADa%20d
e%20un%20amplio%20elenco%20de%20derechos%20b%C3%A1sicos%20de%20ciudadan%C3%ADa%20(edu
caci%C3%B3n%2C%20sanidad%2C%20pensiones%2C%20cobertura%20contra%20el%20desempleo)%2C%20
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2C%20pero%20estamos%20a%20merced%20de%20un%20conjunto%20de%20riesgos%20cada%20vez%20
mayores&f=false] Consultado el 30 de octubre 2011.
150
RUIZ MONTOYA, Ana Milena. Mujeres y ciudadanía plena, miradas a la historia
jurídica Colombiana. Revista opinión jurídica. vol.8 no.16 Medellín July/Dec. 2009. En
línea:[http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?pid=S1692-5302009000200008&script=sci_arttext]
Consultado noviembre 24 de 2011.

108
atrevido a hacerlo, a mostrar sus construcciones personales y la resignificación de
sí y del entorno, para la sociedad yarumaleña sigue siendo motivo de críticas
algunas formas de representarse, orientaciones sexuales y movimientos
promovidos por mujeres; porque aún predomina la cultura machista en la cual la
mujer tiene unas funciones determinadas.

Los espacios desde donde se construyen los procesos de ciudadanía, hacen


referencia a la forma como las mujeres participan, por lo tanto, han de entenderse
de formas convencionales, pero también de formas no convencionales 151; para las
mujeres partícipes en el estudio, el escenario cotidiano es un espacio de
construcción de ciudadanía, de reivindicación de derechos participando de forma
activa en espacios como por ejemplo los grupos informales vinculados a la crianza
de los hijos, a la supervivencia, la expresión artística y simbólica, ya que su
legado histórico las ha llevado a pensarse la ciudadanía desde aspectos diferentes
y a hacer parte de ella desde dimensiones contradictorias para los lineamientos
sociales, pero a su vez esenciales para la formación y ejecución de procesos
claves en el marco de la escena pública.

Es por lo anterior, que se remiten como espacios de construcción de ciudadanía


los que estas mujeres asumen para decidir, elegir, proponer y cambiar, no sólo en
el marco de los paradigmas de la sociedad, sino en asuntos del poder y el
patriarcado.

Estos espacios son también, los que ellas han consolidado como propios y a los
que han logrado acceder a través de luchas por la reivindicación de sus derechos
y los de otros grupos poblacionales como la tercera edad y las mujeres. Por lo
tanto, no sólo constituyen un espacio en el cual debaten o gestan procesos,
constituyen el lugar que refleja el empoderamiento y el cumplimiento de muchos

151
RUIZ MONTOYA, Ana Milena. Mujeres y ciudadanía plena, miradas a la historia
jurídica Colombiana. Revista opinión jurídica. vol.8 no.16 Medellín July/Dec. 2009. En
línea:[http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?pid=S1692-5302009000200008&script=sci_arttext]
Consultado noviembre 24 de 2011.

109
de los objetivos que se han trazado como mujeres, madres, hijas, esposas y
líderes.

Un ejemplo de ello, se puede evidenciar en una entrevista en la cual, una mujer


lideresa se refirió a su espacio de participación: “(…) hay veces me pongo a
pensar que estar acá en la casa de la mujer es como el clímax, como llegar al
cielo. Cuando me a voy a mi casa me pongo a analizar y digo ¡ay¡ no que rico,
cuando será mañana para volver al cielo, es una dicha estar acá. Además y he
contado con el favor de Dios y con todos los alcaldes que en estos quince años
han estado en la administración y que han permitido que estemos en esta casa
(…)”152.

Se puede decir entonces que el lugar donde se realizan sus labores es acorde al
tema y tipo de población con la que trabajan. Así, quienes han hecho procesos
con mujeres, piensan en la Casa de la Mujer como su espacio para construir y
participar. Quienes han hecho procesos de reivindicación de derechos con
víctimas del conflicto, han reconocido espacios como la Personería Municipal.
Quienes han realizado procesos con jóvenes, refieren a la Casa de la Cultura o a
la Casa de la Juventud. Quienes han realizado procesos con jóvenes, refieren a la
Casa de la Cultura o a la Casa de la juventud.

Otro espacio que ha adquirido gran relevancia para la construcción de ciudadanía


es la Universidad, para decidir, debatir y aprender desde los ámbitos académicos,
como lo menciona Sor153: “(…) me vengo para la universidad porque para mí es mi
hobby, me volví una amante a la universidad, éste es como mi espacio”. Además,
la oportunidad para hacer uso del espacio como punto de encuentro neutro, para
el análisis de situaciones y estudios de casos particulares, a cada una de las áreas
en las que están incorporadas las labores de las mujeres lideresas, la posibilidad
de acceder a espacios que siempre les han sido negados a las mujeres, y a partir
de la academia realizar acciones reflexivas y críticas.

152
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Yuri” el 22 de marzo de 2011 en las Instalaciones de
la Casa de la Mujer.
153
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

110
Además, cobra importancia la Casa de la Cultura, el Club Huellas de Vida (centro
de reunión de la tercera edad) y la Casa de la Juventud, la iglesia entre otros. Esto
obedece a que muchas mujeres que participaron en la investigación se sienten
identificadas con estos espacios. Tal es el caso de Aracelly 154 quien manifiesta:
“(…) yo estoy en el Club Huellas de Vida”; y Sor155 también manifiesta que: “he
trabajado en la iglesia en diversas actividades aunque ya estoy como alejadita
pues porque ya no tengo tiempo”. Se articulan también esos espacios a
construcciones sociales, porque más que territorialidad, hablan de momentos
claves para la consolidación de la participación y la ciudadanía plena, en el marco
de los derechos y la equidad de género.

Estos momentos son los que se brindan cuando se realizan procesos de


educación desde el hogar, la academia, la cultura y el ocio. Porque como espacio,
como construcción social, demarca unos intereses comunes con el grupo
poblacional que se encuentra haciendo uso, y es por esto que no funciona solo en
cuestión geográfica, sino también habla de la relación de lo ideológico con lo
inmaterial.

En ese contexto, a pesar de haber espacios en los que se construye ciudadanía,


no en todos los casos se presentan amplias posibilidades. Espacios como el
hogar, por ejemplo, también crean limitantes para las mujeres, porque impiden el
desarrollo pleno de su participación y la condicionan con situaciones que
desfavorecen la acción en el campo social, ya que así aunque muchas mujeres
construyan ciudadanía a partir de los procesos familiares, éstos no han sido
reconocidos ni avalados por la sociedad, e incluso por estas mismas mujeres que
en muchas ocasiones no entienden la trascendencia de sus acciones políticas,
sociales y familiares.

154
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 27 de marzo de 2011 en las instalaciones
del Club Huellas de Vida.
155
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

111
De aquello se vislumbra, que uno de los factores que llevan a lo anterior es la
concepción de la mujer que ha difundido la iglesia durante toda su historia, la cual
la somete y la deja relegada a labores de alabanza a Dios y crianza de los hijos,
impidiéndole la participación en el mundo de lo público, y sesgando su hacer a
decisiones netamente de los hombres, que en este caso son, según su doctrina y
dogma de fe, los elegidos para tomar decisiones e incidir.

De igual manera se presenta en espacios públicos, donde debería existir mayor


apropiación y uso de espacios como la Casa de la Juventud, que no limiten la
participación y la consolidación de nuevas acciones sociales, políticas y culturales.

Las mujeres lideresas han logrado hacer que estos espacios abran sus puertas a
propuestas nuevas e innovadoras que son causantes de procesos vitales para la
participación, el posicionamiento del rol dentro de espacios públicos, sin obviar los
privados, de los que ya habíamos dicho, no han desligado su que hacer.

Las mujeres han expresado que su participación en espacios públicos ha


aumentado, pero que es una participación que no tiene contenido político, lo cual
es vacía, que se enmarca en la asistencia pacífica, por lo que no puede definirse
como ejercicio de derechos y deberes, ya que encarnan el análisis de forma crítica
de los momentos sociales y las personifican en las esferas en las cuales se hace
necesaria la toma de decisiones. Marta156 por ejemplo, se refiere a la participación
de las mujeres en Yarumal de la siguiente manera: “me limito a ser elector a través
del voto, pero no considero eso una participación ciudadana, se limitan a asistir a
una reunión de Junta de Acción Comunal, porque me irán a decir qué nos irán a
dar, pero no porque vayan a participar”. En tal sentido lo que la construcción de
nuevos espacios propone, desde tu tejido en la capacidad de comprender,
proponer, decidir e incidir en esos procesos, y de liderar desde diferentes roles la
vida pública, tiene como fin el buscar el bien común. Pero además, de superar las
barreras, que ha sesgado a la mujer desde la sociedad y la cultura.

156
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Marta” el 28 de marzo de 2011 en la Universidad de
Antioquia sede Norte.

112
En resumen, entender esos nuevos espacios, es la puerta para comprender las
acciones que las mujeres han desplegado en torno a su ciudadanía y a la
aprehensión de sus derechos y corresponsabilidades en el mundo social y familiar,
y también para sustentar bajo criterios nuevos el cambio que dan los movimientos
y su participación, a la realidad en la cual interactúan y se comunican de manera
dialógica la mujer y el contexto social.

113
Figura 6. Capitulo 5: Identidad de género: entre lo femenino y lo masculino

5. IDENTIDAD DE GÉNERO

Se asigna Designa

AL NACER LO MASCULINO Y
Parte de
FEMENINO

Por
Lo Lo colectivo
Diferencian
individual
Apariencia externa
de genitales Roles, prácticas
Lo que permite
sociales,
comportamientos
Y es
Que las mujeres se
Inacabada se reconozcan a sí mismas y Determinan
construye durante frente a los demás
toda la vida Espacios y lugares

Escuela
Se construye en el Integra
proceso de socialización Valoración de sí mismas
Familia por lo que logran en la
sociedad
Autorespeto
Reconocimiento mutuo
En la familia: bienestar En la sociedad se
Autoconfianza en sus necesidades reconocen con otros
individuales como libres e iguales
Ha sido entendida desde Autoestima
lo personal: individualista

114
LA AUTONOMÍA Se complementan EL RECONOCIMIENTO
5. IDENTIDAD DE GÉNERO: MÁS ALLÁ DE LO FEMENINO Y LO MASCULINO

Según Lamas157 la identidad de género es un asunto que es asignado a los


sujetos al nacer, se da por la apariencia externa de sus genitales y se establece
más o menos cuando el infante adquiere su lenguaje, es así como los infantes
estructuran su experiencia vital, ya que el género al que pertenecen hace que éste
se identifique con sentimientos, actitudes, comportamientos y juegos de “niños” o
“niñas”, cuando pasa esto se asumen como pertenecientes al grupo de masculino
o femenino y una vez asumida es casi imposible cambiarla. Sin embargo, este es
un concepto que se reconstruye a lo largo de la vida, que siempre está en
constante resignificación porque los aspectos culturales, políticos y la realidad a la
cual se enfrentan los sujetos hacen que reconfiguren su identidad que finalmente,
es inacabada.

El concepto identidad de género es un término contemporáneo que lleva intrínseco


lo individual pero también lo colectivo pues esa identidad permite reconocernos a
nosotros mismos y frente a los demás, también hace que ellos nos reconozcan. La
identidad de género es entonces, un asunto que permite que los seres humanos
nos reconozcamos a nosotros mismos y en relación a otros y este proceso tiene
inicio desde el proceso de socialización primaria que todos y todas tenemos en el
seno de nuestras familias.

La identidad permite saber quiénes somos y es un proceso que si bien se inicia en


la infancia, no termina nunca, pues es en el mismo vivir que nos damos cuenta de
ello; en cada vivencia ratificamos por qué somos de una manera y no de otras,
pero también permite comprender la existencia de los otros en tanto son
semejantes y es con quien interactuamos diariamente. Según Berger Luckman158
“los otros no sólo sirven para mantener la realidad subjetiva; pero lo cierto es que
ocupan una posición central en la economía del manteamiento de la realidad y

157
LAMAS, Marta. La perspectiva de género. Revista digital La Tarea. Pág 4. En línea
[http://scholar.google.es/scholar?start=60&q=identidad+de+genero&hl=es&as_sdt=0] Consultado El 16 de
septiembre de 2011.
158
BERGER, Peter y LUKMAN, Thomas. La construcción Social de la Realidad. Buenos Aires. 1968. En línea:[
http://ddd.uab.cat/pub/papers/02102862n1/02102862n1p181.pdf ] Consultado el 28 de enero de 2012.

115
revisten particular importancia para la confirmación continua de ese elemento
crucial de la realidad que llamamos identidad”. Es por esto que los sujetos
necesitan de otros para ratificar quienes creen ser realmente, necesitan ratificar su
identidad y para ello no basta lo vivido cotidianamente sino que es necesario que
esos otros se lo ratifiquen explícitamente.

Se plantea la identidad de género desde dos connotaciones diferentes; una el de


ser masculino y otra la femenina, permite identificar características, roles,
prácticas sociales de cada una de ellas; acá nos centraremos en la identidad de
las mujeres.

La identidad de las mujeres según Lagarde159 es el conjunto de características


sociales, corporales y subjetivas que las caracterizan de manera real y simbólica
con la vida vivida; dicha identidad se estructura con nuevas definiciones sociales
que se concretan en ellas mismas y en el mundo, asociadas a las concepciones
patriarcales, y a otras minoritarias que les plantean exigencias contrapuestas para
estar en el mundo.

Todos los elementos del ser para sí y para los otros según las características
propias de lo femenino, permitieron reconocer en las mujeres lideresas de esta
investigación, cómo ellas en el transcurso de sus vidas han podido hilar un
proceso de reconocimiento, no sólo como mujeres sino como líderes y son
precisamente sus diferentes papeles en la sociedad lo que ha llevado a darse tal
reconocimiento; esto a su vez ha hecho que la sociedad y sus familias las
reconozcan.

Las mujeres han dado inicio a cambios de índole personal pero también
estructural e institucional, han cambiado paradigmas logrando romper con una
visión de mundo que se ha denominado “natural” pero que ellas han podido
revertirlo con hechos, acciones no formalmente establecidas; frente a esos

159
LAGARDE, Marcela. Identidad femenina. Pág 7 En línea:
[http://scholar.google.es/scholar?start=120&q=identidad+de+genero&hl=es&as_sdt=0] Consultado 16 de
septiembre de 2011.

116
cambios Gudiela160 comparte una experiencia “(…)cuando yo empecé a estudiar,
que terminé mi bachillerato después de casada, que ya tenía mis tres hijos; en mi
casa hubo una revolución, todo el mundo en contra de que eso fuera así, yo pa’
dónde voy, y de hecho me sirvió para que se hicieran otras cosas en mi familia a
nivel de mis hermanas, de mis sobrinas, que marcaran como la diferencia y con la
pauta para otros querer marcar(…)” es a partir de todos estos hechos de cambios
y transformación que las mujeres lideresas han podido configurar su autonomía y
reconocimiento no sólo como mujeres sino como actores sociales y sujetos
políticos.

5.1. LA BUSQUEDA DE AUTONOMÍA: UNA LUCHA CONSTANTE

La autonomía es un concepto que ha sido entiendo desde una concepción


individualista, porque supone la capacidad para decidir según los intereses y en
ese sentido, también de actuar bajo los mismos criterios; por eso, se ha referido a
un asunto netamente personal y más. Ahora bien, que la libertad y la autonomía
deben permitir desarrollar la personalidad.

Honneth161enfrentó esta concepción política liberal con una teoría que configura la
autonomía en clave del reconocimiento mutuo, esto quiere decir que los sujetos
deben tener capacidad de sustentar sus actitudes, así mismo que dependen
indudablemente de actitudes sustentadas por otros hacia nosotros.

En la autonomía se consideran elementos fundamentales que dan cuenta de ese


reconocimiento mutuo como son: la autoconfianza que tiene que ver con todos los
deseos y emociones propias, el auto respeto referido al respeto universal por la
autonomía y dignidad de las personas y por último la autoestima que habla de las
relaciones de solidaridad y valores compartidos comunitariamente que hacen

160
Entrevista realizada a mujer lideresa cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de
trabajo.
161
FASCIOLI, Ana.[Fasco@adinet.com.uy]Autonomía y reconocimiento en Axel Honneth: un rescate de El
Sistema de la Eticidad de Hegel en la filosofía contemporánea. Dep. Filosofía de la práctica. Revista ACTIO n°
10 diciembre 2008.Pág 23 En línea: [http://www.fhuce.edu.uy/ActioSite09/Textos/10/Fascioli10.pdf]
Consultado 9 de enero de 2011.

117
valer nuestras capacidades y metas. En otras palabras Honneth162, manifiesta que
autoconfianza, autorespeto y auto-estima son las llaves que abren y despliegan
nuestra autonomía. Estos tres elementos al estar ubicados en esferas de
reconocimiento ratifican que ser reconocidos es necesario para ser autónomos.

La autonomía al igual que otros elementos constitutivos de los seres humanos se


construye mediante los procesos de socialización tanto en la familia como en la
escuela; desde esta lógica podemos entender el proceso de cómo las mujeres
lideresas han configurado su autonomía y reconocimiento a lo largo de sus vidas.

En general, estas mujeres manifiestan la autonomía como esa capacidad que


tienen para ser libres de tomar cualquier decisión sin tener que depender de nadie,
al respeto Yuri163 expresó: “(…) fue mi realización plena porque puede hacer lo
que yo quería (…)” y en otra entrevista dice: “(…) es que ya no hay nadie para
tomar decisiones, yo soy muy autónoma en lo mío (…)”; es decir, consideran la
autonomía en su acepción tradicional y liberal.

También, sus decisiones se ven mediadas por su familia, las mujeres argumentan
que los asuntos que competen al sistema familiar se resuelven llegando a
consensos con sus miembros, Dora164 menciona que: “(…) las decisiones en
forma compartida, si hay alguna situación tenemos que hablar nos reunimos mis
hijos, mi esposo y yo a ver qué vamos a hacer o que acciones correctivas
podemos aplicar o que es lo que más nos favorece para solucionar el
problema(…)” y agrega: “(…) porque en un hogar las decisiones no las toma ni el
hombre, ni la mujer, ni los hijos, si no que siempre va a tener que ser concertada
para que los problemas se solucionen bien (…)”. Lo que tiene trascendencia en el
análisis ya que la autonomía no puede leerse alejada de los demás, como fue

162
FASCIOLI, Ana.[Fasco@adinet.com.uy]Autonomía y reconocimiento en Axel Honneth: un rescate de El
Sistema de la Eticidad de Hegel en la filosofía contemporánea. Dep. Filosofía de la práctica. Revista ACTIO n°
10 diciembre 2008.Pág 24 En línea[http://www.fhuce.edu.uy/ActioSite09/Textos/10/Fascioli10.pdf]
Consultado 9 de enero de 2011.
163
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Yuri” el 27 de marzo de 2011 en las instalaciones de la
Casa de la Mujer.
164
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Dora” el 30 de marzo de 2011 en las instalaciones
de la Casa Campesina.

118
presentado anteriormente, y el núcleo familiar es el espacio bajo el que se
desarrollan las autonomías individuales vinculadas a una colectividad que
presentan también, autonomía propia.

Referente al tema de la toma de decisiones las mujeres tienen diversas posturas,


algunas incluso incoherentes por ejemplo Gudiela dice “(…) cuando yo me case,
comencé a tener cierta autonomía(…)”, parece incoherente porque por el contrario
para ellas el matrimonio ha significado un obstáculo; esto se explica desde un
fenómeno histórico que parte del estilo de educación que recibían, pues no eran
autónomas y al interior de las familias cualquier asunto por simple que pareciera;
eran los padres quienes decidían; Gudiela165 es clara al contar su experiencia
“(…)yo nunca tome decisiones por mí, siempre las decisiones las tomaron por mí,
desde que ropa me iba a poner, hasta que zapatos iba a usar(…)” Esta es una
muestra de la forma como eran educadas las mujeres y de que esa educación
coartaba sus decisiones, incluso en aspectos como la forma de vestir.

Si bien el ser autónomos es parte de un mutuo reconocimiento es precisamente


ahí en “mutuo” donde se genera, por decirlo así, un equilibrio, no se trata de que
haya un dominador y un dominado o uno que tome las decisiones y otro que las
acoja, la autonomía debe partir del respeto y la concertación entre hombres y
mujeres.

Yuri166 dice además “(… ) Algunas decisiones las tomamos en familia, no todas,
me da rabia tener que consultar con ellos cosas, entonces generalmente las
decisiones las tomo yo y mis hijos y mi esposo me consultan y mucha gente
también me consulta para tomar decisiones pues como en relación a sus vidas
(…)” este asunto debe ser repensado, pues no solo se trata de tomar decisiones,
sino de configurar por medio de ellas el respeto de sí mismo y de lo demás que es
lo que precisamente nos hace reconocernos como iguales.

165
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de trabajo.
166
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es ”Yuri” el 22 de marzo de 2011 en las instalaciones de la
Casa de la Mujer.

119
La autonomía y el reconocimiento no se pueden leer desde el liberarse de alguna
opresión de índole femenina o masculina donde indiscutiblemente se dan
relaciones de poder y de subordinación. Éstas deben ser una construcción
continua que se aprende y desaprende en las vivencias cotidianas pues tanto la
autonomía como el reconocimiento están mediados por acciones conscientes que
hacen que los sujetos se piensen en relación a los otros y a su contexto.

Además, porque el reconocimiento es parte fundamental de la identidad que se


construye de forma individual pero en la cual se articulan las coyunturas políticas,
sociales y culturales con lo que se crea una relación del individuo con el colectivo
de dependencia, de reafirmación. Porque cuando un individuo se reconoce, en él y
en sus acciones se encuentran tejidos los aspectos sociales que le permearon su
vida y su forma de leerse a sí mismo. También, porque la autonomía parte de la
firme convicción que tiene el sujeto de hacer lo que cree, siente y desea y esas
situaciones deben llevarlo a un estado de identidad consciente.

5.2. RECONOCIMIENTO: SOY MUJER

Si bien la identidad es una característica que le es asignada a los seres humanos


desde que nacen, ésta igual se asume con las vivencias de cada uno de estos y
de algún modo podía decirse que se negocia con el entorno; esto como tal supone
el surgimiento de un nuevo discurso y es el de reconocimiento, el cual es una
condición de la identidad porque el ser humano para serlo tiene la necesidad de
ser reconocido; es decir, el reconocimiento consiste en que un sujeto deviene tal
siempre que se sabe reconocido por otro y por tanto reconciliado con éste; esto a
su vez permite que reconozcan su irremplazable identidad y con ello se
contrapone al otro167.

En ese sentido se puede plantear una afirmación de Andrea168 en la cual expresa “


(…)para mí es muy importante. Es cierto que siempre han dicho que una sola

167
FASCIOLI, Ana. Autonomía y reconocimiento en Axel Honneth: Un rescate del sistema de la eticidad de
Hegel en la filosofía contemporánea.
168
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en su lugar de
Trabajo.

120
golondrina no hace verano, pero yo creo que sí, porque cuando vos empezás a
trabajar muchas personas se motivan también y muchas personas ven ese deseo
de trabajar, entonces vienen a trabajar, ahí uno ve el gozo y la animación de otras
personas que aunque uno esté ahí sólo trabajando uno ve que se contagian las
ganas de hacerlo(…)” Con lo anterior, se ve el reconocimiento de los demás y de
ella misma frente a los procesos que realiza, su autonomía para decidir, la
importancia de sus acciones; componentes que articulan el reconocimiento como
lo son la identidad y la autonomía.

Hegel169 entiende el reconocimiento como un proceso intersubjetivo de


constitución progresiva de la identidad en el marco de sucesivas y cada vez más
complejas formas de socialización: la familia, el derecho, la comunidad ética; estos
tres estadios son retomados por Axel Honneth, el cual plantea que están
presentes en las esferas sociales de los individuos y constituyen formas de
integración social en las cuales el sujeto es reconocido de manera diferente en su
autonomía e identidad personal.

Desde Honneth170, estos tres estadios se entienden así: en el primer estadio están
presentes las relaciones primarias, acá se procura el bienestar del otro en sus
necesidades individuales, en el segundo estadio, las personas de una comunidad
se reconocen como libres e iguales, y el último, tiene que ver con la valoración
social del individuo por lo que éste es en sí mismo y logra en la sociedad.

El reconocimiento por lo tanto, implica la valoración de la identidad y autonomía de


sí mismo y del otro; es un asunto que se debe considerar de manera holística e
integradora ya que debe comprender en su conjunto los tres estadios; es decir el
reconocimiento en las mujeres abarca su esencia en tanto mujer, sus

169
GIUSTI, Miguel. Autonomía y reconocimiento. Una perdurable y fructífera controversia entre
Kant y Hegel. Revista Electrónica estudios Hegeliamos .Brasil. Junio de 2005.En línea:
[http://www.hegelbrasil.org/rev02f.htm ] Consultado 8 de enero de 2011.
170
FASCIOLI, Ana.[Fasco@adinet.com.uy]Autonomía y reconocimiento en Axel Honneth: un rescate de El
Sistema de la Eticidad de Hegel en la filosofía contemporánea. Dep. Filosofía de la práctica. Revista ACTIO n°
10 diciembre 2008. En línea[http://www.fhuce.edu.uy/ActioSite09/Textos/10/Fascioli10.pdf] Consultado 9
de enero de 2011.

121
necesidades, también, el que sean seres únicos y por último lo que reflejan y
construyen con el todo; lo que implica que como mujer reconozca su subjetividad,
su cuerpo y la forma como lo interpreta con sus acciones, asimismo ocurre con
sus necesidades, en las cuales se da el reconocimiento de variadas formas
(implícitas y explícitas) y que se insertan en esta lógica en el momento en el cual
se empiezan procesos de reivindicación o de análisis estructural de las situaciones
y/o problemáticas, se puede referir de la construcción por el todo, la relación en
torno a la identidad colectiva, lo aceptado moral, social e individualmente y lo que
se confronta día a día con los pares, los sujetos sociales que se identifican con la
misma realidad.

Las mujeres lideresas del municipio de Yarumal, han logrado configurar su


reconocimiento en tanto actúan, viven activamente sus roles en la sociedad; se
reconocen como mujeres y desde esa identidad de género que les fue asignada y
que también han podido ir reconfigurando con el tiempo.

Hablar de que ellas se reconocen implica centrarse en la mirada social e individual


que se ha construido, no sólo desde sus papeles o roles sociales, sino también
desde sus vivencias, cotidianidades, formas de actuar frente a situaciones
particulares y de encontrarse con ellas mismas, el lenguaje, las creencias, la forma
de expresar mediante su cuerpo sus gustos y placeres; de igual forma implica
considerar la manera como la sociedad las lee, las siente y las identifica con sus
acciones y procesos.

El ser mujeres lideresas les ha dado el reconocimiento de muchas personas, pero


lo más importante es lo que ese reconocimiento significa para ellas, en ese sentido
Andrea171 dice “(…) creo que ven en mí una gran líder, una gran líder que puede
hacer muchas cosas(…)” a esto Gudiela172 agrega “(…)yo me considero una buen
líder(…)”estos testimonios hablan del gran reconocimiento que tienen ellas y les
tienen por lo que hacen en cada uno de esos campos en los que se caracterizan
por el trabajo comunitario, social, político etc.

171
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Andrea” el 5 de abril de 2011 en su lugar de residencia.
172
Entrevista realizada a mujer cuyo seudónimo es “Gudiela” el 24 de marzo de 2011 en su lugar de trabajo.

122
Hablar de que la identidad de las mujeres se ha reconfigurado, parte de reconocer
cómo cada una de ellas ha podido cambiar paradigmas social y culturalmente
establecidos asumiendo roles que fueron creados como cosa única de hombres;
estas mujeres han podido trascender esas visiones de mundo y al hacerlo han
podido, no sólo consolidar cómo quieren ser sino cómo quieren que las vean. Para
Trabajo Social, comprender estos cambios y desenlaces parte de entender a las
mujeres como sujetos históricos, sociales y políticos mediante luchas por sus
derechos, derechos que hacen que ellas puedan saberse reconocidas por
cualidades que comparten con los demás miembros de la comunidad y la
sociedad.

Estas mujeres han luchado por su reconocimiento ante un mundo que discrimina,
a esto Honneth173 advierte “(…) las experiencias de injusticia son básicamente,
experiencias de una falta de reconocimiento y el logro de este siempre un proceso
conflictivo(…)” sirve entonces, para comprender el sentido de las luchas, y agrega
“(…) si bien no todos los cambios sociales, buena parte de ellos son impulsados
por las luchas moralmente motivadas de grupos sociales, que pretenden
colectivamente lograr un mayor reconocimiento recíproco institucional y
cultural(…)” Reconocimiento que en el caso de las mujeres, puede llevarlas a
configurar nuevos espacios de equidad en los cuales puedan desarrollar prácticas
legítimas de participación y construcción ciudadana, además, que puedan ser
leídas desde instituciones y culturas como pares, reconocidas como actoras,
decisoras y autónomas de su desarrollo y su bienestar.

En cuanto a lo anterior Lagarde174 menciona: “(…) las mujeres comparten con


otros sujetos su condición de opresión y, con grandes dificultades para ser
reconocidas como pares y legítimas, han confluido con los pueblos indígenas, los
homosexuales, y los grupos juveniles, entre otros, en la crítica política a las
opresiones de género, de clase, etnia, racista y etaria; han puesto en crisis el

173
FASCIOLI, Ana.[Fasco@adinet.com.uy]Autonomía y reconocimiento en Axel Honneth: un rescate de El
Sistema de la Eticidad de Hegel en la filosofía contemporánea .Dep. Filosofía de la práctica. Revista ACTIO n°
10 diciembre 2008. En línea[http://www.fhuce.edu.uy/ActioSite09/Textos/10/Fascioli10.pdf] Consultado 9
de enero de 2011.
174
LAGARDE, Marcela. Identidad de género y Derechos humanos. La construcción de las humanas.

123
principio ideológico legitimador del orden enajenado que consiste en considerar
naturalmente desiguales a quienes sólo son diferentes(…)”. Es por esta condición,
por esta razón fundamental que se presenta el conflicto por el cual las mujeres
buscan su reconocimiento y su participación en la construcción de los procesos
públicos, son estos asuntos los que reivindican su identidad, y queda en evidencia,
que no sólo son las mujeres, son todos los grupos que sienten marginación y
discriminación los que se unen para la materialización de un reconocimiento que
se esboce en la igualdad.

Al respecto Sor175 anota: “(…) considero que soy líder porque, me duelen las
cosas que pasan a mi alrededor, lo que le pasa a mis vecinos en el barrio y
entonces intento hacer un cambio de eso (…)”. Lo que ratifica la apreciación de
Lagarde y le da sentido al análisis expuesto sobre el cambio, porque es éste
quien motiva el conflicto.

Estos procesos constituyen una posibilidad para Trabajo social de conocer y


generar conocimiento de modo que con ello se les permita a los sujetos
discriminados, entre ellos las mujeres, reconocerse más allá de sus papeles, su
género, del asunto personal y se instaure en lo colectivo; ya que mientras la
sociedad no comprenda la fuerza que posee su construcción cultural no podrá
visualizar otros espacios ni esferas para sus sujetos y no constituirá garantías para
la consolidación de ciudadanías plenas y búsquedas del bienestar focalizadas en
necesidades.

175
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Sor” el 1 de abril de 2011 en la Universidad de
Antioquia.

124
6. TERMINA LA TAREA, PERO CONTINÚA EL CAMINO…

Esta investigación permitió tener un contacto cara a cara con algunas de las
mujeres lideresas del municipio de Yarumal, lo que hizo posible entrar a
comprender sus vivencias en torno a la participación, que termina siendo el
producto de las relaciones familiares, laborales y personales. Mediante el proceso
investigativo y de teorización de sus experiencias de participación, fuimos
entrando en cada expresión, sentimiento, experiencia vivida que surgía de su
discurso, y así fue como conocimos el mundo social y la forma cómo construyen
esos procesos de participación dichas mujeres.

Cada uno de los diferentes discursos daba cuenta de una historia que ha estado
permeada por patrones sociales y culturales y que, a su vez, han permeado sus
estilos de vida. Se develó un trasegar enmarcado en unas costumbres y
tradiciones, producto de la misma formación familiar y del contexto al cual
pertenecen, con sus palabras que recreaban nuestra mente como quien se
imagina un cuento, película o novela, nos dimos cuenta de las particularidades
que rodean a estas mujeres en su forma de ser y hacer en la sociedad.

El proceso investigativo también permitió evidenciar cómo en la actualidad aún


sigue prevaleciendo la cultura machista en nuestra sociedad en la que, si bien se
han dado cambios, aún se dan prácticas de discriminación hacia las mujeres.
También, que la opresión y la subordinación sigue siendo una condición de
muchas mujeres en el mundo entero. El malestar de muchas mujeres frente a esto
se encuentra en la queja o la denuncia que, de manera individual o casi silenciosa,
o a veces, también, multitudinaria, se visibiliza en la voz de éstas que expresan a
través de manifestaciones simbólicas en los movimientos feministas y grupos
sociales, en donde configuran acciones de empoderamiento para acceder sus
derechos en todo el mundo.

En tal sentido, estas quejas deben ser leídas como autonomía, poder y decisión ya
que, como lo hemos mencionado, la construcción de nuevos poderes y la
reivindicación de la ciudadanía se encuentra presente en la vida cotidiana, en las

125
acciones que éstas diariamente realizan bajo cada uno de los roles en los cuales
se encuentran insertas, porque el movimiento supone retos específicos en los
cuales las mujeres son protagonistas de un papel específico. Desde una lógica
que han logrado instaurar para su reconocimiento, este papel les confiere la
obligación y el derecho, no sólo de participar, sino de hacerlo de forma crítica y
consciente, con el fin de ubicar sus necesidades y construcciones sociales en los
ámbitos que requieran para generar desarrollo y empoderamiento.

Las actoras de la investigación han vivido los códigos y normas establecidos por la
sociedad, esos que han sido incorporados por los seres humanos y con los cuales
se han hecho diferencias abismales entre lo masculino y lo femenino, lo que ha
repercutido en que las mujeres encarnen papeles de sumisas, piadosas, pulcras,
cuidadoras, negándoles otras posibilidades sociales, lo que las incorpora en un
papel secundario bajo estándares de subordinación. Estos patrones desdibujan
sus subjetividades y borran toda posibilidad de que sean seres autónomos.

La pregunta problematizadora nos llevó a conocer cómo construyen sus procesos


de participación un grupo de mujeres lideresas. Sus respuestas permitieron
dilucidar procesos para la transformación cultural y social, encaminados a la
ruptura de paradigmas y esquemas tradicionales de la cultura machista y elitista,
que no les ha permitido actuar en esferas sociales con plena autonomía. Es el
caso del acceso a lo público, la garantía de los derechos sociales, civiles y
políticos.

En ese contexto, también pudimos concluir que las mujeres han demostrado
capacidad para ejercer y hacer, frente a cualquier cargo que haya sido privilegio
para los hombres, lo que deja evidencia de que el mundo es un espacio habitado
por hombres y mujeres con diferencias genéricas, que no necesariamente deben
constituir desigualdad, por el contrario deben permitir construir objetivos en común
para la transformación del mundo a partir de la equidad y de la garantía de
derechos.

126
De este modo, el estudio cobra sentido en la manera que admite conocer las
particularidades, no solo de unas mujeres, sino de un contexto micro, lo que
permite a su vez, comprender los fenómenos sociales que desde la participación
se dan a gran escala, con todo el análisis de la información se han podido
establecer reflexiones para el debate y la discusión sobre el tema de participación
de las mujeres. También ayuda a configurar los procesos de participación como un
campo de conocimiento que, al ser estudiado, permite develar cambios en las
formas de participación, en sus limitantes, sus diferencias, que se reconfiguran y
cambian constantemente debido a los contextos, a las prácticas y a los mismos
sujetos. Estos nuevos planteamientos y análisis contribuyen a encontrar formas de
leer la realidad desde otras perspectivas, y permite tener conocimiento que
focalice aspectos útiles para la intervención en la comunidad en como las mujeres
construyen ciudadanía a través de sus prácticas entre las que están sus labores
domésticas.

Todos los elementos rastreados en este estudio demandan de Trabajo Social -o


de cualquier profesión de las ciencias sociales-, un compromiso serio para que se
haga seguimiento y cuestionamiento a las políticas públicas existentes, y que
favorezcan la participación de la mujer, con el fin de que todas las normas y leyes
estén encaminadas a dar respuesta a las necesidades reales y sentidas de las
mujeres pero que, sobre todo, ellas sea tenidas en cuenta como actores claves y
proactivos en los procesos.

Toda idea de ser autónomas, críticas y proactivas tiene que ver con la posibilidad
de acceder y decidir sobre el bien común, con liderar los procesos sociales,
familiares, políticos y culturales sin ataduras; con propiciar cambios estructurales
que motiven a generar ciudadanía, empoderamiento y equidad y, en estos
asuntos, la intervención del Estado, de la sociedad civil y de las mujeres debe
darse mediante educación y concienciación, mediante empoderamiento, identidad
y reconocimiento de la responsabilidad social con la que cada sujeto debe
construir la realidad social a la que pertenece.

127
Es un hecho que la sociedad está en continuo cambio y evolución, y así mismo la
participación, que es un proceso que no es estático, sino que se reconfigura con
cada acción o práctica social que las mujeres abanderan. Por lo tanto, las
construcciones que han liderado las mujeres han llevado a plantear nuevas formas
de participación, en ese sentido la investigación también permitió reconocer los
significados, las motivaciones y los limitantes que se gestan en los procesos de
participación de las mujeres; los factores que estructuran sus procesos y los
entramados sociales a los cuales esos procesos se han vinculado.

Las limitantes que se identificaron en el estudio son todos aquellos factores que
condicionan, de una u otra forma, la participación plena de las mujeres. Dichos
factores están referidos, por ejemplo, al desconocimiento sobre sus derechos y
deberes, lo que imposibilita su reconocimiento, la construcción de la ciudadanía
plena, y la configuración de las mujeres como sujetos políticos.

Otro factor -como lo llaman las mujeres-, es la desconfianza que existe por parte
del mismo género. En palabras coloquiales, las mujeres no confían en las mismas
mujeres. De esto da testimonio Aracelly176 que manifiesta que: “(…) yo me
postulé en las elecciones pasadas para el Concejo Municipal y conmigo otras
mujeres, pero no ganó ninguna, porque las mujeres no votamos por otras mujeres,
somos envidiosas de que otra salga a delante, siempre nos quejamos de los
hombres, pero votamos por ellos (…)”. Lo anterior da cuenta del poco apoyo con
que cuenta una mujer cuando toma liderazgo –en este caso-, para ocupar cargos
políticos o de representatividad colegiada.

Estos limitantes, y seguramente otros que existen, no pueden convertirse en un


discurso desalentador para aquellos que creemos plenamente en que las
sociedades justas y equitativas se construyen de manera proactiva, donde el
mejor medio es la participación, y tiene que convertirse en un reto para que se
configuren procesos de fortalecimiento, enseñanza y divulgación de la
participación como un derecho inalienable de cualquier ciudadano, sea mujer u

176
Entrevista realizada a una mujer cuyo seudónimo es “Aracelly” el 16 de marzo de 2011.

128
hombre. Con el fin de que no sean sesgadas las acciones y que sea un hecho la
garantía de los derechos y la corresponsabilidad de las mujeres frente al Estado.

Cualquier hecho o acción social que los seres humanos realizan están
transversalizados por una motivación o intención. No participamos por participar.
Las mujeres dotan de sentido su participación, porque tienen unas motivaciones
para hacerlo y son motivaciones que no responden a intereses particulares, sino
colectivos. Estas motivaciones parten principalmente de una condición que, según
ellas es inherente, por lo que la participación la llevan en la sangre y se ha
fortalecido desde que eran niñas; es decir, con lo que a muchas les fue inculcado
en las familias o, simplemente con ese sentir de hacer, de querer incidir en todos
los asuntos con los que no se sienten cómodas.

Lo que ellas llaman participar, motivadas por una condición, es inherente a su ser,
y se traduce en un factor que significa satisfacción personal, que va ligado al
reconocimiento de su ser como mujeres y lideresas, pero sobre todo, como sujetos
políticos que desarrollan, promueven, organizan y ejecutan acciones colectivas en
búsqueda de mejor calidad de vida y dignificación de los seres humanos, tanto
hombres como mujeres. También, porque reivindican, deciden y critican lo que
concierne a su bienestar y la colectividad de la que hacen parte mediante acciones
estructuradas conscientemente.

En ese sentido, otra motivación es el servicio a los otros, porque la participación


para las mujeres lideresas constituye un medio por el cual se vinculan a los
procesos comunitarios y sociales, donde interactúan con los demás, pero siempre
construyendo objetivos en común. En esa medida, las motiva también a reclamar y
reivindicar sus derechos, factor que es válido en tanto se dé la participación en
esferas y ámbitos diferentes.

El que las mujeres hayan estado alejadas durante décadas de la participación en


lo público y en otras esferas, reduciendo su quehacer a lo doméstico y a la crianza
de los hijos e hijas, ha hecho que diseñen, construyan y vivan otras formas de
participación. Por ejemplo, son mujeres que participan no solo en la esfera de lo

129
doméstico con sus tareas cotidianas, sino que ahora han incursionado en lo
público, y dotan de significado ese espacio del hogar, donde también participan de
maneras no convencionales. Ellas no abren esa brecha entre lo público y lo
privado, sino que por el contrario, han logrado generar entre estas dos esferas una
concordancia, un hilo que permite participar en la construcción del espacio público
desde acciones privadas.

Después de conocer cómo las mujeres construyen sus procesos de participación


y saber que son nuevas formas que parten de la interacción con los otros y con el
medio, es preciso fomentar, promocionar y propiciar espacios de reconocimiento
de otras alternativas en los procesos de participación, mediado por el desarrollo de
acciones conducentes al reconocimiento de las mujeres como sujetos políticos
claves en desarrollo local pero sobre todo de la sociedad.

La participación es un proceso político que le apunta a la generación de prácticas


sociales para la transformación de los seres humanos. Para ello es fundamental
que dicha participación social sea organizada y que vincule a todos los grupos
poblacionales que conforman el colectivo. En los procesos participativos se debe
buscar, además, la vinculación de distintos sectores y sujetos proactivos para
alcanzar el desarrollo.

Es así, como las propuestas de acción que se construyan para promover y


fortalecer la participación de las mujeres, deben permitir generar dispositivos que
respondan a los desafíos que plantea hoy nuestra realidad social, por lo que
deben constituirse en la posibilidad de visibilizarlas a ellas –como actoras claves-,
y a sus procesos, como el producto de una constante lucha social para su propio
desarrollo y el de la sociedad.

Ahora bien, el discurso no puede plantear el debate sin definir que en este
momento de la historia la sociedad se encuentra en conflictos constantes por
factores que han determinado cambios estructurales en la sociedad. Estos
cambios tienen que ver con asuntos como la deslegitimación del Estado, la crisis y
la violencia, particularmente en la localidad, por la apertura de nuevos medios de

130
comunicación y confrontación, y de nuevos métodos de relacionarse socialmente.
En estos cambios también se destacan las formas cómo los grupos –llamados
minorías-, se han institucionalizado y reivindicado, lo que indica otras posiciones
políticas, otras apreciaciones y otros reconocimientos que rompen los paradigmas
tradicionales.

Lo que indica luchas de poder y de territorio, que se manifiestan en el cuerpo de


los sujetos, en sus acciones cotidianas y en sus identidades, son maneras de
afrontar la ciudadanía con acciones silenciosas que le cambian el rumbo a la
construcción cultural, porque políticamente la vida cotidiana se constituye de
decisiones, compromisos y retos colectivos, así éstos se enmarquen en asuntos
que no parezcan tener trasfondo como la educación de los hijos.

Por lo tanto, el problematizar el concepto de género, política y ciudadanía, a la luz


del Trabajo Social, es analizar un entramado complejo de relaciones dialécticas,
paralelas y fundamentales en la realidad social de los sujetos, porque estos
aspectos constituyen el pilar sobre el cual gira la dinámica cotidiana y ésta, a su
vez, es el rostro de los procesos sociales, de las reivindicaciones y estos son
finalmente la unidad de análisis de la profesión.

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142
ANEXOS
143
ANEXO 1. CUADRO CATEGORIAL

Eje Central Categoría Sub-Categorías Técnicas Instrumento


Central

Participación Género  Roles Revisión documental (ver anexo 2)


 Prácticas sociales
Observación Participante (ver anexo 3)

Entrevistas a profundidad (ver anexo 4 y


5)

Ciudadanía  El ejercicio de derechos y Revisión documental (ver anexo 2)


deberes
(ver anexo 3)
 Espacios de Construcción de Observación participante

Ciudadanía (ver anexo 4y


Entrevistas a Profundidad
5)

Identidad  Autonomía Revisión documental (ver anexo 2)


 Reconocimiento
Observación Participante (ver anexo 3)

Entrevistas a profundidad (ver anexo 4y


5)

144
ANEXO 2

FORMATO DE FICHA BIBLIOGRAFIA

FICHA NR0 : FECHA:

HORA :

CONSULTANTES:

TEMATICA DEL LIBRO: PALABRAS CLAVES


O CATEGORIAS:

NOTAS:

145
ANEXO 3

FORMATO PARA LA GUÍA DE LA OBSERVACIÓN PARTICIPANTE

OBJETIVO: OBSERVACIÓN Nº:

FECHA:

HORA:

LUGAR:

NOMBRE DE LOS OBSERVADORES:

OBSERVABLES(preguntas que conducen la PALABRAS CLAVES:


observación)

146
Actor: ¿quién?

Acto: ¿hace qué?

Personas significativas: ¿Con quién?

Relaciones: ¿En qué tipo de relación (visual,


táctil, verbal, etc.)?

Contexto: ¿En qué situación?

Medio Físico: ¿Dónde?

Objetos: ¿Qué artefactos y tecnologías se


usan?

Tiempo: ¿cuánto tiempo dura y cuál es la


secuencia de la acción?

Objetivo: ¿qué están tratando de lograr?

Sentimientos: ¿Qué emociones y sentimiento


se están expresando?

ANOTACIONES GENERALES:

Tomado del de más allá del Dilema de los métodos pág. 232

147
ANEXO 4

FORMATO PARA LA GUIA DE LA ENTREVISTA

OBJETIVO: ENTREVITA Nº:

FECHA:

HORA:

LUGAR:

NOMBRE DEL ENTREVISTADOR:

DATOS DEL ENTREVISTADO:

NOMBRE Y APELLIDOS:

EDAD:

ESTADO CIVIL:

ESCOLARIDAD:

PROFESIÓN:

EJES ORIENTADORES: ANOTACIONES:

PALABRAS CLAVES:

OBSERVACIONES:

148
EJES ORIENTADORES O GUIA DE PREGUNTAS PARA LA ENTREVISTA

Los ejes que se mencionan a continuación se convierten en la guía para entablar


el diálogo con los interlocutores de la investigación. Se pretende que la entrevista
sea flexible en tanto permita dar lugar a nuevas preguntas que puedan surgir en el
dialogo y que a su vez sean pertinentes para generar información relacionada con
el tema; por lo tanto esta estructura no las constituye un asunto de imposición
para el proceso.

Asuntos a desarrollar

1-Experiencias de vida de las mujeres que den cuenta sobre su mundo y sus
cotidianidades.

2- Asuntos de la participación que den cuenta de lo que significa esto para ellas.

3- Su movilidad en el binomio público –privado.

4- Relaciones más sobresalientes.

5- Intereses, motivaciones, limitaciones, actitudes en torno a la participación

6- Concepción sobre participación.

7-Concepción de ciudadanía.

149
ANEXO 5

TECNICA INTERACTIVA “COLCHA DE RETAZOS”

“TEJIENDO EXPERIENCIAS PARTICIPATIVAS”

OBJETIVO: Develar sentimientos, motivaciones, intereses, experiencias y


vivencias en torno la participación de un grupo de mujeres lideresas del municipio
de Yarumal.

DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD: consiste en que cada uno de los integrantes


en un papel exprese sus apreciaciones en torno al tema, luego cada uno lo
adhiere a un papel grande formando la colcha de retazos con el fin de que el
contenido sea visto por todos. Para la socialización es importante que cada
participante comparta con el resto del grupo lo que quiso expresar en su retazo.

MOMENTOS DE LA ACTIVIDAD:

1-ELABORACION DE LA ACTIVIDAD: realizar la colcha de retazos de manera


individual y colectiva.

2- INTERPRETACIÓN: es la reflexión del debate en torno a preguntas claves


como: que expresa la colcha, encuentros y desencuentros, aspectos relevantes,
relaciones que se pueden establecer entre ellos.

3- TOMA DE CONCIENCIA: momento para concluir y de manera colectiva recoger


y construir en torno al tema abordado, en este momento es de vital importancia el
moderador, ya que se hacen también las devoluciones pertinentes al grupo.

PARTICIPANTES: grupo de mujeres lideresas del municipio de Yarumal y


estudiantes investigadores de Trabajo Social.

MATERIALES: papel cortado en cuadros, papel grande o telón para armar la


colcha de retazos, lapiceros, colores y cinta.

150
DURACIÓN: hora y media LUGAR: Universidad de Antioquia sede
Norte Yarumal

151
ANEXO 6

CONSENTIMIENTO INFORMADO

INVESTIGACIÓN: Procesos de participación de mujeres lideresas del municipio


de Yarumal

Señor(a)
Yarumal

Respetuoso Saludo

La presente investigación es realizada por estudiantes de Trabajo Social de la


Universidad de Antioquia sede Norte Yarumal. A través de ella se pretende:
conocer las motivaciones y actitudes que tiene usted frente a la participación, los
roles que desempeña en la sociedad, las prácticas sociales que desarrolla. Todo
lo anterior encaminado a comprender la manera de construcción de sus procesos
de participación y cómo ustedes logran articular estos asuntos en las diferentes
esferas de su vida.

Si usted acepta participar en esta investigación se le solicita disponer de tiempo


(aproximadamente 1 hora por 5 sesiones) para realizar las actividades orientadas
al dialogo que permitirá conocer aspectos que le aporten a la investigación.

Se le quiere aclarar que la participación en este estudio es voluntaria, de modo


que usted puede retirarse en el momento que lo estime conveniente y si dentro del
proceso encuentra preguntas que no desea responder está en todo su derecho de
no hacerlo; además se le indica que la información que usted nos suministre es
estrictamente confidencial, por lo tanto su nombre se guardará con absoluta
reserva y así mismo los datos no se utilizarán para otro fin que no sea la
investigación.

152
De antemano se le agradece su participación en espera de poder contar con su
valiosa colaboración.

Atentamente,

Mónica Alexandra Soto Viviana María Hoyos

Cel: 311 715 47 24 Cel: 314 835 01 59

153
ANEXO 7

FORMATO DE ACEPTACIÓN PARA PARTICIPAR EN LA INVESTIGACIÓN

Acepto participar voluntariamente en esta investigación SI_____ NO_____

Conozco el objetivo de la investigación SI_____ NO_____

Sé que la información que yo facilite en esta investigación es confidencial y no


será usada para ningún otro propósito fuera de los de este estudio

SI____ NO____

Sé que puedo retirarme de la dicha investigación cuando lo desee, sin que esto
ocasione perjuicio alguno para mi SI_____NO____

Teniendo en cuenta lo anterior y luego de leer el consentimiento informado, si


desea hacer parte activa de esta investigación registre los siguientes datos:

Nombre y apellidos______________________________________________

Teléfono fijo _______________ Teléfono móvil________________________

Dirección residencia______________________________________________

Correo electrónico________________________________________________

Firma___________________________________________________________

154

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