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objetivo de los cuidados que se deben tener con una cerda de un hato
reproductor es producir la mayor cantidad de lechones destetados posibles por
unidad de tiempo, para que estos sean engordados lo más rápido posible
generando el mayor retorno de capital. Para lograr esto se necesitan dos factores:
la mayor cantidad de lechones posibles por hembra ciclo productivo y la mayor
cantidad de hembras aptas para la producción.
De ahí que una de las principales metas establecidas en una granja porcina, es la
cantidad de lechones destetados por hembra por año y muchos de los esfuerzos
llevados a cabo en la granja solo obedecen a cubrir esa meta (Figura 1).
Para lograr cumplir esta meta se necesita la mayor cantidad de hembras pariendo
y destetando, y para lograr lo anterior se requiere la mayor cantidad de hembras
apareadas por año.
Aquí vale la pena una anotación, los cambios genéticos de los últimos 20 años
han traído como resultado una cerda altamente productiva pero altamente
sensible, que está expuesta a una serie de factores en la producción actual que
ejercen una presión especial sobre ellas. Un cuestionamiento inquietante es el de
los efectos adversos de una mayor producción en un individuo, por ejemplo Rauw
et al., señalan que los animales en una población genéticamente seleccionada
para alta e ciencia productiva están en mayor riesgo de sufrir problemas
inmunológicos, fisiológicos y de comportamiento. Las reproductoras sujetas a
mejoras en % de tejido magro tienen genéticamente retraso en la pubertad, estros
más cortos y menor intensidad de celo y concluyen que la visión de los
productores sobre las hembras debe cambiar para tener cuidados especiales con
ellas.
Existen factores en la producción actual que ejercen una presión especial sobre
las hembras como: la aclimatación de primerizas, manejo reproductivo en hembras
de todos los partos, manejo en la lactancia, ujo de las hembras y la calidad del
personal. La confirmación de lo anterior se con rma cuando se revisan las tasas de
desecho en las granjas, que en 1980 eran de 33%, en los 90 de 40% y en la
actualidad sobrepasan el 50%.
Se podría argumentar que esto es necesario y que debe ser así para cumplir la
meta, y aquellos porcentajes de desecho de 30 o 33 % son cosa del pasado
siendo necesario en la actualidad reemplazar el 50 % de las reproductoras al año
(¡al fin que tenemos PRRS!). Reportes obtenidos de PIGChamp establecen
promedios de desecho de 47%, reemplazo de 53% y promedio de partos al
desecho de 3.1.
Los principales problemas de este desecho excesivo de cerdas son:
•Que una cerda que permanece en el hato por pocos partos, comúnmente produce
menos cerdos de por vida que una cerda que tiene una vida reproductiva larga.
Es claro que la principal causa de desecho son los problemas reproductivos, pero
si se suma “algo” de productividad, la muerte de cerdas (¿descuidos?) y esos
“otros” (falta de esfuerzo) podemos juntar fácilmente un 15 a 20 % de desechos
extras. Las causas de desecho se revisan en la figura 2 donde resaltan las causas
reproductivas, pero debe llamar la atención que casi en un 10% de las hembras
desechadas se desconoce porque las desecharon.
Otra consideración interesante se presenta en la tabla 2, donde se analiza los
resultados de una inspección de rastro en hembras que fueron desechadas por
causa reproductiva y donde resulta obvio que esos desechos no tenían un motivo
anatómico o fisiológico en un porcentaje alto de los casos estudiados.
La verdad es que muchas hembras son desechadas por comodidad, apatía o falta
de una supervisión directa.
Las diferencias de producción entre una granja con inventario estable e inestables
se presenta en la tabla 2.
EDVP depende del porcentaje y la edad de desecho y por lo tanto mide en forma
indirecta los cuidados que la empresa tiene con las hembras, desde su selección,
su alimentación y su manejo reproductivo (Sasaki y Koketsu).
- Alimentación.
- Manejo.
- Detección de celo
-Retorno a celo.
- Inspección física.
- Alimentación.
- Micotoxinas.
- Medicina preventiva.
- Higiene de la cerda.
- Las condiciones de estrés.
- Se debe alimentar a las madres en los momentos más frescos del día.
- Uso de medicamentos.
- La duración de la lactancia.
- Peso
- La toma de calostro.
En n, cada uno de nosotros podrá pensar en una in nidad de aspectos que deberá
ser necesario considerar, pero lo importante no es pensarlo sino supervisarlos.
Las condiciones de producción hoy en día se han modi cado y llevan a la
necesidad de tener cuidados especiales con hembras altamente productivas, pero
altamente sensibles, por lo que es fundamental trabajar, trabajar y trabajar. SP