Sunteți pe pagina 1din 7

ACUEDUCTO ROMANO DE MELLARIA

Hace ya 24 años que el Profesor Pedro


Lacort escribió “Acueducto romano en
el término municipal de Fuente
Obejuna. Abastecimiento de agua
Mellaria”. Anales de Arqueología
Cordobesa, 2 1991, pp. 363-370.
La existencia de ese trabajo significa
que Mellaria tenía acueducto romano.
No todas las ciudades tienen este tipo
de infraestructuras debido al alto
coste que conllevan. Se trata de un
proyecto de ingeniería de altísima
pericia, aquel que quiere traer el agua
más salubre desde varios kilómetros a
una ciudad romana siguiendo una
cota constante y salvando todo tipo
de desniveles y obstáculos naturales.
Mellaria, lo tenía, por unos 12 km
aproximadamente.
Por un epígrafe melariense, sabemos
que el acueducto de Mellaria fue
pagado por los herederos de G.
Annius Annianus, un prohombre de
Mellaria: Aquam Aug(ustam)/ G.
Annius C.f. Quir./ Annianus II vir bis/
pont[if]. perpetualis/ mun[e}ris
municipio suo/ [ex} HS (sestertium) ...
num[m}orum te/stamento [perduci)
iussit. Se trata de una disposición
testamentaria, en virtud de la cual G.
Annius Annianus, duunviro (co-
alcalde) y pontífice local, deja a sus
herederos el encargo de costear un
acueducto para la ciudad,
denominado Aqua Augusta.
Probablemente es acueducto de
construyó a finales de s. I. d. C.
Ese acueducto, decía el Prof. Pedro
Lacort, se iniciaba en la Fuente de la
Quicla, donde estaba el manantial
que servía de caput aquae; después,
discurría paralelamente al Arroyo de
La Tejera, por terrenos de la finca Los
Condes, finca La Tejera y finca de D.
Agapito Pulgarín; seguía, a
continuación, el curso del Arroyo de la
Gargantilla, en dirección al Cerro del
Castaño, hasta llegar al río Guadiato,
junto a cuya margen derecha
avanzaba un cierto trecho y al que,
más adelante, cruzaba a la altura de
Los Molinos; por último, atravesaba
los llanos de La Pava y del Chozo
Regado, en dirección al Cerro
Masatrigo, a los pies del cual
terminaba.
Estos tramos en llano normalmente
han sido rotos por los arados, pero
permiten conocer el trayecto de este
cauce romano. Algunos de esos
fragmentos de acueducto de
conservan en el Museo de Fuente
Obejuna,
El martes, junto a la búsqueda del
Vado del Guadiato, Massimo y yo
seguimos las trazas de este
acueducto en las inmediaciones del
Cerro del Castaño. Se trata de un
paraje natural espectacular, y más
estos días.
Para quien quiera darse un paseo,
aquí dejamos algunas fotos de donde
está y cómo se puede seguir, con el
ruego de que se disfrute (y se cuide).
Antonio Monterroso Checa y Massimo
Gasparini.
6+
Me gustaMostrar más reacciones
ComentarCompartir
4343
22 veces compartido

s romanos eligieron para sus asentamientos


lugares habitados ya a su llegada o que
reunían algunas de las condiciones para ellos
fundamentales, como fáciles comunicaciones o
cierta riqueza agrícola, ganadera o minera. En
el caso de Mellaria, la única ciudad romana con
categoría de municipium que conocemos en el
Valle del Guadiato, resulta imposible por el
momento remontar su fundación a un momento
anterior a la conquista; el topónimo latino y la
ausencia entre sus materiales de items que
puedan ser atribuidos a una fase cultural
claramente protohistórica parecen aconsejar lo
contrario.
Nos enfrentamos a uno de los principales retos
que debe resolver la investigación arqueológica
en esta zona: si fue la actividad industrial
relacionada con la minería en esta zona la que
acabó aconsejando la creación de un núcleo
urbano que favoreciera la administración y
ofreciera a sus habitantes unas condiciones
dignas de vida y esparcimiento, o fue Mellaria
la que, existente ya como ciudad indígena y
potenciada inmediatamente por Roma,
contribuyó a organizar, dinamizándola, la
explotación de los numerosos puntos
metalíferos existentes en su entorno.
Sí parece cada vez más generalizada la
opinión de que Mellaria,
como municipium, debió ser fundación
flavia, acogiéndose por tanto al Edicto de
Vespasiano por el que se concedió el ius latii y,
con él, la ciudadanía romana a sus habitantes,
concesión que implica como condición previa la
adopción de una estructura urbana con
modelos romanos.
De ella se conservan hoy numerosas
ruinas pero, sobre todo, ha aportado una
cierta cantidad de testimonios epigráfico de
gran trascendencia que nos hablan de la
organización político-administrativa de la
ciudad, de sus más importantes prohombres
-entre los cuales el primer flamen Baeticae-, e
incluso del evergeta que financió a título
póstumo el acueducto de la ciudad, destinado a
enriquecer considerablemente el nivel de vida
de sus habitantes, poniéndola así a la altura de
los más desarrollados centros urbanos de la
provincia. Además, en los últimos años han
sido recuperados gran cantidad de restos
arquitectónicos que nos hablan de la
monumentalización que la ciudad conoce tras
su elevación al rango de municipium, e incluso
algunos fragmentos escultóricos, en mármol y
en piedra local, de estatuas públicas y privadas
–funerarias- que, por primera vez, comienzan a
dibujarnos para una ciudad cordobesa al norte
del Guadalquivir un panorama semejante al
que se detecta en los grandes y florecientes
núcleos urbanos de Campiña y Subbética.
Mellaria se convierte en época romana en un
importante nudo de comunicaciones en torno al
eje vertebrador de la calzada Córdoba-
Mérida. La ciudad se abastecía de agua a
través de un acueducto procedente de la
Fuente de la Quicla, de una longitud de unos 8
km. hasta desembocar en el embalse de San
Pedro, considerado como el lacus o depósito
terminal del mismo.El origen del nombre de la
ciudad parece provenir, según algunos autores,
de la dulzura y benignidad de estas aguas de
abastecimiento que las hacía compararse con
la miel, mientras que la mayoría de los
estudiosos opinan, en cambio, que la apicultura
fue una de las principales fuentes de riqueza de
la zona.
De acuerdo con los materiales de superficie,
podría argumentarse que Mellaria fue
abandonada o despoblada en torno al s.
III d.C.; sin embargo los estudios
numismáticos dibujan un arco cronológico que
va ininterrumpidamente desde la etapa
altoimperial hasta el siglo V.

S-ar putea să vă placă și