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SISTEMAS DE RIEGO POR CANALES: TAMAÑO DEL

SISTEMA Y ESTRUCTURA DE LA AUTORIDAD 1

Robert C. Hunt

RESUMEN

Se ha supuesto que todos los sistemas de riego deben tener una


autoridad constituida y que todos los sistemas de riego grandes deben
tener una autoridad centralizada. Se revisa la escasa bibliografía que
pone a prueba estas afirmaciones, y se presentan los resultados de un
estudio comparativo sistemático. Se definen los conceptos “sistema de
riego ”, “tamaño del sistema de riego ”, y “estructura de la autoridad
del sistema de riego”. Se construyen las variables que miden estos
conceptos, y se muestran las medidas de un muestreo propositivo. Se
encontró un puñado de pequeños sistemas de riego sin estructuras de
autoridad. Una revisión de los datos muestra que, en sistemas que
tienen entre 700 y 458,000 hectáreas, no existe una relación entre
tamaño y estructura de la autoridad. Además, un sistema de riego de
458,000 hectáreas es manejado por los agricultores. Conclusiones: 1)
existen sistemas de riego sin autoridad constituida y 2) sistemas
grandes no requieren de una autoridad central.

INTRODUCCIÓN

Se supone que los sistemas de riego por canales requieren de una


estructura de autoridad si la construcción y funcionamiento van a ser

1
Edición original: 1988 “Size and the structure of authority in canal irrigation
systems” Anthropological Research (antes Southwestern Journal of Anthropology)
vol. 44, num., pp. 335 -355. Traducción de J. Palerm Viqueira.
48 Aventuras con el agua

exitosos, y que todos los sistemas de riego grandes requieren de


autoridad centralizada. Estas dos creencias no demostradas son
superficialmente plausibles y han sido ampliamente usadas por los
estudiosos para interpretar datos arqueológicos, históricos y
etnográficos. Cuando estas proposiciones se discuten (lo que es raro),
la autoridad se considera necesaria para lograr la acción coordinada y
controlar la competencia:

[E]l control del riego, y quizá también la instalación, hace esencial un


poder central fuerte. (Linton, 1939 : 286, sobre los Betsileo de
Madagascar)

[E]l riego ... impuso la necesidad de una sociedad muy integrada, ya


que sólo por un control estricto se puede mantener un sistema
elaborado de canales y se puede repartir el agua. (Bushnell, 1957: 56,
sobre el formativo tardío en Perú, énfasis añadido)

Los más importantes de estos sistemas de riego debieron haber sido


construidos y administrados por un cuerpo de oficiales del riego
dirigidos por un gobierno centralizado pre- incaico. (Forbes, 1955: 8,
sobre Perú, énfasis añadido)

Con la publicación del libro de Wittfogel Despotismo Oriental en


1957, los estudiosos empezaron a concentrarse en la relación positiva
entre la autoridad central y el tamaño del sistema de riego (a pesar del
hecho de que Wittfogel claramente está tratando todos los tipos de
obras hidráulicas y no únicamente los sistemas de riego; véase
Mitchell, 1973).

La actividad hidráulica a gran escala ... efectivamente requiere de


muchas de las exigencias técnicas y sociales que Wittfogel indica.
Tanto la mo vilización de grandes cantidades de trabajo para la
construcción y el mantenimiento de tales obras, como el reparto de
agua sobre bases equitativas entre comunidades en competencia, son
factores que por igual requieren la presencia de una autoridad
superior. (Wheatney, 1971: 298, sobre China, énfasis añadido).
Sistemas de riego 49

Aún no hay evidencia de un sistema maya de control del agua tan


amplio como para requerir de una administración estatal. (Bronson,
1978: 279, sobre los mayas de las tierras bajas, énfasis añadido)

Estas creencias generales están en la forma de dos proposiciones


nomotéticas: 1) todos los sistema de riego por canales tienen una
autoridad constituida para su administración y 2) todos los grandes
sistemas de riego por canales tienen un autoridad administrativa
centralizada. Estas proposiciones contienen tres conceptos que se
refieren a entidades empíricas: el sistema de riego en si, el tamaño de
ese sistema de riego, y la estructura de autoridad que administra ese
sistema. En este ensayo pongo estas propuestas a prueba examinando
y, espero, reduciendo la incertidumbre asociada con ellas. En tanto
una proposición particular se utiliza para interpretar datos o sirve
como fundamento para otras proposiciones, entonces la incertidumbre
que contiene es tan importa nte como su contenido.

Una estrategia central para reducir la incertidumbre que contiene una


proposición general es hacer sus conceptos lo menos ambiguos
posible. Tal y como han sido utilizados en la bibliografía, los tres
conceptos mencionados son menos claros de lo que podrían ser.
Ningún autor define precisamente qué se entiende por “un sistema de
riego ” o por “tamaño grande”, y pocos han tan siquiera especificado a
qué tamaño se están refiriendo. No son más precisos los conceptos de
autoridad central, fuerte poder central, gobierno centralizado, o
administración estatal. La medidas de estos conceptos también han
sido confusas o poco confiables al aplicarse a los datos particulares.
Estas dos fuentes de incertidumbre inhiben nuestro juicio de la validez
interna de las proposiciones (ver Campbell y Stanley, 1963). Además,
la forma más general de las proposiciones ha sido cuestionada por un
estudio de caso, desde entonces suplementado por casos adicionales,
en el cual Netting (1974-b) propone que un sistema de riego puede
existir y persistir sin ninguna autoridad organizada.

ESTUDIOS PREVIOS

La estrategia central para intentar confirmar una generalización sobre


50 Aventuras con el agua

un relación estadística es el análisis comparativo sistemático. Hasta


ahora la relación entre tamaño y centralización de la autoridad en
sistemas de riego ha sido examinada en cuatro estudios comparativos:
Millón (1962), Mencher (1966), Kappel (1974), y Earle (1978). Cada
uno de estos estudios contiene grandes cantidades de incertidumbre.

La muestra de Millon incluye siete casos, cuatro de ellos en aquel


momento publicados (los Sonjo, un pequeño cacicazgo [chiefdom] de
Tangañica; el sistema de los 12-Go en Japón; Pul Eliya en Ceilán; y el
material temprano de Geertz sobre Bali). Los tres casos adicionales se
derivaron de fuentes en aquel momento no publicadas (el relato de
Fernea sobre los El Shabana en el sur de Irak; el relato de un sistema
“tribal” en el Hadramaut; y el propio material de Millon sobre varios
pueblos en el valle de San Juan Teotihuacán en México). Millon
midió el tamaño y la estructura de autoridad de estos siete sistemas
“relativamente pequeños” y concluyó que “no hay una relación clara
entre el grado de centralización de la autoridad y el tamaño del
sistema de riego o la cantidad de ge nte que depende del sistema.
Además, la práctica de la agricultura de riego, no ha, aparentemente,
llevado a un crecimiento substancial de la autoridad central” (Millon,
1962: 56). Aunque se restringe a “sistemas relativamente pequeños”,
estos resultados cuestionaron la creencia general sobre la relación
entre tamaño y autoridad. Las conclusiones de Millon han sido
aceptadas por Wolf (1966: 26, n. 8), Price (1971), Lees (1973), y
Mitchell (1973).

Mencher (1966) comparó dos áreas del sur de la India, centrándose en


la nucleación de pueblos, la centralización de los reinos, y la ecología
de obras hidráulicas y el transporte por tierra en Kerala y Madras.
Encontró que los pueblos muy nucleados, las carreteras más
desarrolladas, y los reinos más integrados estaban asociados con las
áreas de menor precipitación pluvial y obras de riego más grandes, de
esta manera apoyando la creencia general.

Kappel (1974) seleccionó diez y siete sociedades del Outline of World


Cultures y midió tres variables: 1) tamaño y densidad de población, 2)
tamaño de las obras de riego, y 3) grado de centralización de la
Sistemas de riego 51

autoridad para la toma de decisiones. Concluyó que según aumenta el


tamaño y densidad de población, también aumenta la centralización
política y el tamaño de los sistemas de riego.

Earle (1978) comparó sus datos de Hawai con otros cuatro pequeños
sistemas de riego que abastecen a un solo pueblo (Pul Eliya, Ifugao,
Moala, y los Sonjo). Concluyó que los roles gerenciales parecen estar
más relacionados con la matriz social que con las demandas del riego.
(Earle, 1978: 135).

Los resultados de estos estudios son equívocos en el caso de Millon y


Kappel y débiles en el caso de Mencher y Earle. La muestra de Earle
no exhibe ninguna variación en la estructura de la autoridad y muy
poca en el tamaño. Como consecuencia, poco se puede aprender de la
relación entre los dos conceptos. Mencher, en efecto, hace un estudio
de variación concomitante en una región de la India. Como Clignet
(1970) y Przeworski y Teune (1970) han mostrado, este diseño de
investigación no permite la identificación de todas, o aun las
principales fuentes de variación en la variable dependiente.

Los estudios comparativos de Millon y Kappel tienen una validez


interna débil. Millon define su variable de tamaño como acres regados
y como población. Cuando de hecho usa acres regados, sin embargo,
en algunas casos está midiendo otros fenómenos: el tamaño de un
pequeño reino en Bali y el área bajo el control político de una tribu en
Irak. Esta práctica introduce una incertidumbre masiva en la relación
resultante entre las dos variables. Los resultados de Millon han sido
cuestionados por Bennett (1974), que llamó la atención a lo pequeño
de la muestra y el rango limitado de tamaños de los sistemas de riego
analizados, y por R. Hunt y E. Hunt (1976) que levantaron dudas
sobre sus medidas.

Kappel (1974 : 162) llama a la variable tamaño “extensión del riego ” y


lo define como millas de canal, acres regados, o el tamaño relativo del
sistema según reportado por los etnógrafos. Sin embar go, sus
resultados se expresan en unidades de casas, pueblos, distritos y de
gobierno, haciendo entonces difícil la comparación con los datos
52 Aventuras con el agua

originales. Además, su variable de autoridad se refiere a toda la


sociedad, y no al sistema de riego per se. Finalmente, si aceptamos su
medida de tamaño la conclusión de Kappel en el texto no concuerda
con los datos presentados en el Cuadro 13.2, “Relaciones de tamaño
de riego y tamaño de población” (Kappel, 1974: 164).

En conclusión, han sido identificados problemas serios con los


conceptos y sus medidas tan y como han sido usados en los estudios
comparativos, y por lo tanto la validez interna de estos estudios está
comprometida. Además, como las muestras usadas no tienen una
relación conocida a cualquier universo, la validez externa de estos
estudios es también extremadamente baja. Como consecuencia se ha
obtenido poco o ningún “conocimiento ” sobre la relación entre
tamaño del sistema de riego y estructura de la autoridad.

ESTE ESTUDIO

Este ensayo presenta algunos de los resultados de una investigación


comparativa sistemática sobre la estructura de autoridad de sistemas
de riego por canales 1 . Para evaluar la posibilidad de que las
proposiciones nomotéticas son correctas, se definieron estrechamente
los conceptos de sistema de riego, estructura de autoridad
administrativa, y tamaño; se construyeron medidas de estructura de
autoridad y tamaño; y estas variables se midieron en una pequeña
muestra propositiva.

Universo y muestra

El universo para este estudio se restringe a sistemas de riego por


canales en Estados. Desde la publicación de Despotismo Oriental, de
Wittfogel, las discusiones sobre sistemas de riego con autoridad
centralizada han, cuando menos, tenido implícito que el Estado está
involucrado. Es de importancia crítica que cada caso en la muestra
tenga el potencial de estar políticamente centralizado, un criterio que
las bandas y probablemente los cacicazgos [chiefdoms] no llenan. Los
Estados tienen un centro político (por definición), capas de
administración territorial, y organizaciones periféricas (pueblos,
Sistemas de riego 53

grupos de parentesco, grupos étnicos, corporaciones), cualquiera de


las cuales puede en principio ofrecer la estructura de autoridad para un
sistema de riego por canales. En los Estados, entonces, una elecció n,
al menos potencial, debe ser realizada sobre cuál nivel de autoridad va
a manejar un sistema de canales.

Para facilitar el acceso a los datos, el universo para este estudio debe
además restringirse a Estados naciones modernos. Aunque el mundo
actualmente contiene más de 100 mil sistemas de riego por canales2
pocos han sido descritos. La mayoría de los estudios accesibles han
aparecido desde 1970 y tratan de condiciones contemporáneas. Datos
de investigaciones históricas sobre sistemas de riego serían una
adición valiosa a este estudio, pero como tal investigación es muy
costosa y tardada, pocos lo han hecho (el estudio de Glick sobre
Valencia [1970] es el mejor ejemplo; y los otros poquísimos estudios
incluyen a Kelly [1982], Stone [1984], y Ludden [1985]).

La unidad de muestra --El sistema de riego

Un problema persistente en estudios nomotéticos es encontrar una


unidad estable de análisis. En un ensayo reciente Kelly indica que “el
sistema de riego” parece funcionar como un concepto analítico clave,
pero que usualmente se deja sin definir. Cita una de las pocas
definiciones existentes en la bibliografía: “Un sistema de riego es un
arreglo por el cual el agua se lleva de una fuente a un área que
necesita agua para facilitar la producción de los cultivos deseados”
(Kelly, 1983: 881, citando a van der Mere, 1968: 720). La descripción
de van der Mere dice cosas que son ciertas sobre los sistemas de riego,
pero no permite fijar lo discreto [discreteness] del sistema y por lo
tanto no tiene utilidad para decidir donde están las fronteras entre tales
sistemas.

La ambigüedad y multitud de definiciones en la unidad de análisis


contribuye tal cantidad de incertidumbre a los estudios sobre sistemas
de riego que sus resultados están seriamente debilitados. Un ejemplo
de ello hace esto claro. En el estudio comparativo de Millon (1962)
incluye a los El Shabana, un grupo tribal del sur de Irak estudiado por
54 Aventuras con el agua

Fernea (subsecuentemente publicado en 1970). Millon mide el tamaño


del sistema de riego por la cantidad de hectáreas que ocupa la tribu.
Sin embargo, los ingenieros de riego irakies, nombrados y pagados
por la nación, tenían una autoridad administrativa del conjunto del
sistema, y varias unidades de la tribu recibían agua de los canales
nacionales que administraban. El territorio cubierto por el sistema de
riego y su burocracia era entonces mucho mayor que el territorio
ocupado por la tribu. Esta situación es intolerable en estudios
nomotéticos, ya que ninguna comparación entre sistemas es posible si
dos o más unidades de análisis son utilizadas. En estudios nomotéticos
cada variable debe ser medida en sistemas idénticamente definidos.
Debemos entonces tener una forma de identificar un sistema de riego
particular.

Como cualquier estudio comparativo a gran escala tiene


obligadamente que depender de la bibliografía existente, en las
fuentes secundarias la unidad de muestra utilizada debe ser
identificable. Idealmente, la unidad debe ser definida de tal manera
que sea también aplicable a fuentes arqueológicas e históricas. La
siguiente definición es un intento de especificar cómo encontrar las
fronteras de sistemas de riego particulares: un sistema de riego por
canales se compone de 1) una obra de toma o compuerta [a facility
(gate, offtake)] que toma agua de un canal natural y la desvía de su
curso natural cuesta abajo y, 2) las obras de control subsecuentes
(canales, compuertas, campos) que guían el agua que fluye sobre la
superficie a las plantas cultivadas hasta que esta agua es absorbida por
la tierra o fluye sobre la superficie fuera del alcance de las obras de
control3 .

La variable de autoridad administrativa

Todas las teorías sobre la centralización del control, o carencia de él,


conciernen la organización del poder. En el largo plazo quisiéramos
tener algunas respuestas a preguntas fundamentales sobre el poder en
el contexto del riego: ¿Quiénes tiene poder sobre el agua?, y ¿cómo y
por qué tienen ese poder? Los que tienen poder sobre el agua ¿tienen
poder sobre otras cosas? Los que tienen otras fuentes de poder ¿tienen
Sistemas de riego 55

poder sobre las decisiones sobre el agua? Y, finalmente, ¿hay una


direccionalidad entre poder sobre el agua y poder sobre otras cosas?
El poder ha sido notoriamente difícil de definir, observar y medir,
especialmente a partir de bibliografía secundaria. Los pocos relatos
extensos sobre el conflicto en la bibliografía sobre riego parecen
claramente reflejar diferencias de poder llevados a decisiones sobre
riego (Gallin, 1966; van der Mere, 1971; E. Hunt, 1972). Aunque
estos casos tienen una fuerte validez interna, no hay justificación para
generalizar a partir de ellos a toda una comunidad, a un sistema en su
conjunto, o a un lapso de tiempo substancial (i.e. su validez externa es
baja).

Como es problemático medir el poder; y hacerlo, a partir de las


fuentes existentes, es poco menos que imposible, el énfasis en este
ensayo será en la estructura de autoridad para la administración de los
sistemas de riego. Un contexto casi universal de poder, especialmente
en Estados, es que la autoridad puede ser definida como el derecho
legítimo de ejercer poder. La autoridad es raramente irrelevante al
poder y por momentos probablemente lo mapea bastante bien. La
autoridad se puede medir de forma relativamente fácil (comparada con
el poder) tanto en el campo como en la bibliografía secundaria.

La expresión “autoridad centralizada” aparece repetidamente en


discusiones sobre sistemas de riego por canales, y sin embargo
raramente se define o usa consistentemente. En un artículo reciente
Kelly (1983) ha iniciado la tarea de segmentar esta área confusa en
dimensiones separadas. Nota dos conceptos mayores que han sido
involucrados en discusiones previas sobre la centralización de la
autoridad: 1) La configuración interna de la autoridad entre roles de
un sistema y 2) la relación exter na de estos roles del riego a roles en
otros sistemas sociales, especialmente el sistema político del Estado.
Kelly (1983: 883) sugiere los términos “centralización/
descentralización” para designar la dimensión de la organización
interna, para indicar “el grado en el cual los roles de riego están
jerárquicamente configurados y la autoridad de la tarea de riego esté
concentrada”. Sugiere “articulación/ autonomía ” para indicar el grado
en el cual la organización de riego está vinculada, o es independiente
56 Aventuras con el agua

del Estado. La separación que hace Kelly del concepto de autoridad


centralizada en estas dos dimensiones es potencialmente muy útil.
Pero como el termino “centralizado” puede referirse a cualquiera de
estas dos dimensiones, sugiero “concentrado/ disperso” para los
extremos de la dimensión de la coherencia interna de la autoridad. Un
sistema sin autoridad constituida tendrá un máximo de dispersión de
la autoridad, en contraposición a concentrada, y podrá ser denominada
“acéfala ”. Un sistema con un sistema de autoridad constituida puede
denominarse “unificado”. La proposición nomotética que estamos
investigando afirma, en efecto, que todos los sistemas de riego por
canales son unificados.

La definición de autoridad centralizada más prominente en la


bibliografía se refiere a la clase de vínculo entre los roles de autoridad
en un sistema de riego y las entidades externas, usualmente el Estado 4 .
Esta articulación está en el meollo de la teoría de Wittfogel y es el
concepto de centralización que Millon maneja en su estudio
comparativo. Debemos notar, sin embargo, que todos los sistemas de
riego por canales en Estados modernos están articulados de alguna
manera con el Estado. Aun las comunidades de regantes más
independientes suelen tener alguna tipo de permiso legal para
organizarse y son frecuentemente personas jurídicas (R. Hunt, 1987) 5 .
Esta dimensión (la dimensión de Kelly “articulado/ autónomo ”) es el
centro [focus] de este ensayo. Una manera de plantear la pregunta es si
la autoridad sobre las decisiones y actividades al interior del sistema
de riego están localizadas al interior o al exterior del sistema de riego.

Una estructura administrativa debe contener trabajo que debe


realizarse e individuos que realicen el trabajo. En la administración de
un sistema de rie go por canales, varias tareas y roles están
involucrados. Varias tareas de trabajo universalmente encontradas han
sido identificadas en sistemas de riego por canales, incluyendo la
construcción del sistema físico, la captura de agua del medio, el
reparto del agua una vez capturada, mantenimiento del sistema físico,
solución de conflictos, y contabilidad. También se encuentra a veces
drenaje y tareas rituales. Si una estructura de autoridad es responsable
por estas tareas, entonces los roles administrativos deben existir para
Sistemas de riego 57

llevarlos a efecto. Sistemas con autoridad constituida están


encabezados por un oficial ejecutivo en jefe 6 [chief executive officer
(CEO)], definido como el oficial responsable por el reparto de agua en
la obra donde el sistema toma el agua del medio natural. Varios
ayudantes subordinados pueden también ser responsables del reparto.
Todas o algunas de las otras tareas del sistema de riego pueden ser
realizadas por este personal. El oficial ejecutivo en jefe usualmente
debe reportarse con una persona o personas que ocupan un rol o
conjunto de roles (Ministerio de Riego, Junta de Directores, etc) 7 .
Todos los sistemas de riego contienen el rol de agricultor. Para
algunas tareas (por ejemplo mantenimiento y construcción), se
requieren grandes cantidades de trabajadores. Estos trabajadores
pueden ser empleados de tiempo completo del sistema, o pueden ser
agricultores cuya responsabilidad es realizar este trabajo, o pueden ser
trabajadores empleados temporalmente para realizar la tarea requerida
en ese momento.

Un rasgo de sistemas de autoridad es la cédula [charter] para tal


autoridad. Todos los sistemas administrativos formalmente
constituidos para el riego por canales tienen algún tipo de cédula para
la autoridad de manejar el sistema. La variable cédula de autoridad
tiene tres valores con contenido empírico en sistemas de riego por
canales: el gobierno nacional, la comunidad de regantes, y privada 8 .
Estos términos se refieren a la fuente de legitimidad para el ejercicio
de la autoridad del oficial ejecutivo en jefe sobre la distribución de
agua en la compuerta.

Con una cédula del gobierno nacional, el centro de la comunidad


política (un ministerio o un oficial conectado directamente al jefe de
estado) tiene la responsabilidad directa para operar el sistema de riego,
designa al oficial ejecutivo en jefe, y formula las reglas para operar el
sistema. En tiempos modernos los individuos que ocupan una posición
de oficial ejecutivo en jefe en sistemas con una cédula del gobierno
nacional, generalmente tienen una educación formal en ingeniería
civil o agrícola, les pagan un salario en dinero y, frecuentemente,
aparecen en el presupuesto del gobierno central. Tienen un estilo de
vida, aspiraciones y frecuentemente residencia urbana. Los estándares
58 Aventuras con el agua

y sanciones para su desempeño están fijados por el ministerio a cargo


de supervisar la irrigación (R. Hunt sin fecha-b).

Los sistemas con una cédula de una comunidad de regantes suelen


llamarse nativos, tradicionales o basados en la comunidad (Beardsley,
1963; Coward, 1976, 1979; Maass y Anderson, 1978). En estos casos
un grupo corporado de derecho-habientes del agua (la comunidad de
regantes) elige o designa al oficial ejecutivo en jefe, quien tiene la
responsabilidad directa de operación de la compuerta. Este individuo
frecuentemente no tiene una educación formal en ingeniería y es
generalmente un miembro del grupo corporado y un usuario directo
del agua. Puede no recibir ninguna recompensa directa. Lo menos
monetarizado que esté el sistema, lo más posible que la recompensa
será en la forma de descarga del trabajo de mantenimiento, agua o
tierra adicional, o productos en especie. Sólo hasta muy recientemente
su recompensa ha sido en la forma de dinero. Tales individuos
generalmente son residentes de aldeas o pueblos rurales, tienen un
estilo de vida rural, y pocas aspiraciones significativas urbanas. Los
estándares y sanciones para ejecutar los deberes del cargo están
determinados y llevados a cabo por el grupo corporado. Por lo menos
dos de los casos reportados involucran lo que puede llamarse un
consorcio de comunidades de regantes: Valencia en España y la
Asociación del Agua del Río King en Fresno, California. En ambos
casos un cierto número de comunidades de regantes están localizados
sobre un río y combinan sus esfuerzos para tratar varios asuntos
comunes. Aunque tales consorcios no son estrictamente sistemas de
riego como lo definimos más arriba, su cédula de autoridad proviene
de los agricultores, y en este sentido son como comunidades de
regantes (R. Hunt sin fecha-b).

Los sistemas de riego con cédulas privadas son administrados por


individuos que en efecto se dan a sí mismos la cédula. Esto
comúnmente ocurre cuando un empresario financia la construcción del
sistema. La mayoría de los casos que conozco involucran empresas
agrícolas relativamente muy capitalizadas en América Latina
(especialmente ingenios azucareros) (véase Barkin y King, 1970;
Ronfeldt, 1973). Tales empresarios individuales tienen características
Sistemas de riego 59

muy variadas; pueden ser comerciantes, caciques (jefes políticos)


generados localmente, o capitalistas extranjeros. En casi todos los
casos el sistema de riego más bien se ve como perteneciente al
empresario, y no a la nación o a un grupo de agricultores (R. Hunt sin
fecha-b).

Entre estos tipos de cédulas, se exhibe bastante variación en la


cantidad de tareas por las que es responsable el ejecutivo en jefe, y
que tan abajo del sistema se extiende su responsabilidad. Las
comunidades de regantes son las más densamente organizadas desde
este punto de vista: el puesto que es responsable de la distribución de
agua es también responsable por el mantenimiento, contabilidad, y
para las primeras etapas (y en algunas casos casi todas) de solución de
conflictos (véase R. Hunt, 1978, sin fecha -b). Estas responsabilidades
se extienden hasta el nivel del agricultor. Los sistemas con una cédula
del gobierno nacional son mucho más variables. Algunos toman la
responsabilidad por todo hasta la compuerta de la parcela (el esquema
de Gezira en el Sudán es el mejor ejemplo de esto [Dishoni, 1966;
Farbrother, 1973]). Otros sólo toman responsabilidad por la
distribución y mantenimiento en el nivel de los canales principales,
dejando las demás tareas y la distribución y mantenimiento de niveles
menores a otras organizaciones o a ninguna organización (véase R.
Hunt sin fecha-a para una discusión in extenso).

La pregunta de si un sistema de riego tiene una autoridad constituida,


puede ser contestada usando los conceptos discutidos más arriba. Un
sistema sin un sistema de autoridad carece de un oficial ejecutivo en
jefe. Los sistemas pueden ser unificados (un sistema de autoridad con
un ejecutivo en jefe está presente) o acéfalos (ningún sistema de
autoridad y ningún oficial ejecutivo en jefe).

La cédula de autoridad es la variable que se utiliza en este ensayo


para medir la estructura de autoridad administrativa. La cédula es la
fuente de autoridad para el oficial ejecutivo en jefe, quien es
responsable de llevar a cabo las decisiones de distribución en la obra
de toma [head-facility]. La escala de esta variable es nominal. Sus
valores tal y como se han aislado son: 1) gobierno nacional, 2)
60 Aventuras con el agua

comunidad de regantes, y 3) privado. Los sistemas de riego con una


cédula de autoridad nacional (o provincial) están políticamente
centralizados (es decir, controlados por el Estado). Los sistemas con
una cédula de una comunidad de regantes o con una cédula privada
claramente no están controlados por el Estado; sin embargo pueden
estar articulados con instituciones de fuera.

La variable de tamaño

Tres distintas medidas del tamaño de un sistema de riego han sido


utilizados en la bibliografía. La población contenida en las fronteras
de un sistema ha sido utilizado por Millón (1962) y Earle (1970). El
largo del canal principal o el largo total de los canales ha sido
propuesto por Kappel (1974). Finalmente, la extensión total (área) del
sistema también ha sido utilizado por Millón (1962) y Earle (1978).
Además, distinciones tales como complejidad tecnológica han sido
atractivas para algunos, mientras que la complejidad organizativa ha
sido atractiva para otros (véase Netting, 1974-a; Spooner, 1974;
Uphoff, 1986). Sin embargo la bibliografía no nos dice nada sobre
dónde y cómo va uno a medir estos rasgos.

El uso por una población de un sistema de riego por canales, como


una medida de tamaño, es un concepto atractivo por varias razones,
pero las dificultades en conceptualizar y medir son grandes y no han
sido superadas. Un problema primario es decidir a quién se va a
contar. Si uno se concentra en los agricultores, entonces hay que
decidir si se quiere decir los terratenientes, los productores directos
(que no suelen ser los mismos), y/o los trabajadores agrícolas (que
pueden ser parcial o totalmente distintos de las categorías anteriores).
Un complicación adicional es que dentro de sus fronteras algunos
sistemas de riego por canales contienen pueblos grandes (y quizá
ciudades), en los que pocos de los residentes están conectados
directamente con el agua de los canales de riego (por ejemplo
Valencia; Fresno, California). Los extensiones de unidades censales
casi nunca están trazados en términos de los rasgos hidrológicos y por
lo tanto no distinguen entre regantes y no regantes. El tamaño de la
población dentro de las fronteras de un sistema de riego puede
Sistemas de riego 61

entonces estar correlacionado con muchos otros factores, tales como


tecnología, el precio de la tierra, y fuentes de empleo, más que con el
tamaño del sistema de riego. Todas estas dificultades podrían ser
resueltas, teniendo el tiempo y los recursos. Por el momento, sin
embargo, la población de un sistema de riego no es ni un concepto
claro ni uno que pueda ser medido a partir de la bibliografía
secundaria.

El largo del canal principal y el largo total de los canales del sistema
serían medidas muy instructivas, de tenerlas. Cuando menos, una
relación entre la extensión del sistema y el largo de los canales nos
diría algo sobre la carga probable de mantenimiento 9 . Para mi no está
claro que el largo de un sistema de canales va a correlacionarse con
una variación en la estructura administrativa, aunque podría ser. Pero
los largos de los sistemas de canales sólo muy raramente están
reportados en la bibliografía secundaria, y por lo tanto el concepto, no
importa cuan interesante, no puede ser convertido en una variable útil.

La extensión total ha sido el sentido usual del tamaño de un sistema de


riego por canales. Aunque nadie lo ha definido, la mayoría de los
autores aparentemente se refieren al área de los campos regados por el
sistema, mediados en acres o hectáreas. Una ventaja de este concepto
es que muchos autores (o los documentos del gobierno) publican
algún dato de la extensión del sistema. La extensión es entonces tanto
un medida útil como posible aunque no es única útil imaginable. Las
dificultades no obstante existen con los datos publicados de la
extensión de un sistema dado. Los responsables del sistema pueden
estar motivados a inflar su extensión, particularmente si es un sistema
manejado por el gobierno federal. Generalmente un sistema está
diseñado para alcanzar un cierto tamaño, y aunque nunca lo alcance,
el tamaño designado continua siendo la cifra oficial para ese sistema.
En algunos sistemas la cantidad de tierra regada en un año dado es una
función de la cantidad de agua almacenada. Esto es cierto del sistema
de las 53 hectáreas de Pul Eliya (Leach, 1961) y de un sistema de
100,000 hectáreas en el noroeste de México (Hunt, 1982 notas de
trabajo de campo). ¿Cuál es entonces la extensión del sistema --el
número mayor de hectáreas que han sido alguna vez regadas en ese
62 Aventuras con el agua

sistema, el número promedio de hectáreas, el número designado de


hectáreas, o el número de hectáreas bajo riego en esta estación?
Seleccionar el número promedio como representando el número
administrativamente relevante es tentador, y pondría el menor énfasis
en el tamaño designado, ya que éste está ocasionalmente demasiado
inflado. Para trabajar con la bibliografía secundaria, sin embargo, la
pregunta carece de sentido, ya que prácticamente nadie da la fuente
del número usado, y mucho menos cómo se define ese número.

Para medir el tamaño de un sistema de riego, aún más útil que los
anteriores datos, sería la relación entre el número de compuertas de
canal y la extensión del sistema en su conjunto. Esto sería
significativo, ya que identificaría la cantidad de puntos de decisión en
el sistema (cada compuerta debe ser operada; y cuantas más
operaciones de compuerta, más decisiones tomadas) y muy bien
podría servir como un índice de la densidad administrativa. Sin
embargo estos datos raramente se tienen.

La definición del tamaño de un sistema de riego debe estar vinculada


con la definición del sistema mismo. Si estamos intentando
correlacionar dos o más variables, estas variables deben ser medidas
con la misma unidad básica de muestreo, en este caso un sistema de
riego. El sistema se definió en términos de una obra de toma [head-
facility] y las estructuras de control que conducen el agua fuera de su
sistema natural de drenaje. La autoridad administrativa se midió por el
tipo de cédula de autoridad re sponsable de esa obra [facility]. El
tamaño del sistema, a su vez, es la extensión (medida en hectáreas) de
los campos que son regados a partir de esa obra de toma [head-
facility]. Tiene una escala de relación. Es muy difícil saber cómo
relacionar la extensión con el uso casual de términos como “grande”,
“extenso”, y “enorme ” que tan frecuentemente se encuentran en la
bibliografía. Un trabajo importante para el futuro será el calibrar estos
juicios intuitivos sobre el tamaño con la medida consciente de la
extensión.

RESULTADOS
Sistemas de riego 63

Sistemas sin autoridad constituida

La vasta mayoría de los sistemas de riego por canales reportados en la


bibliografía tienen una estructura de autoridad constituida. México
tiene algo así como quince mil sistemas de riego, cada uno de los
cuales tiene una autoridad constituida (véase Hunt sin fecha-a). De los
sistemas de riego reportados para los Estados Unidos, todos tienen
autoridad constituida, y lo mismo ocurre (hasta ahora) para el Japón,
India e Indonesia. El número total de sistemas sin autoridad
constituida reportado no es más de catorce. Así que hasta ahora la
evidencia indica que la vasta mayoría de los sistemas tiene un
organización formal de autoridad. Qué tan atrás en el tiempo se puede
extender esta situación, no se sabe. Netting (1974-b, comunicación
personal, 1983) ha discutido que un pequeño sistema en los Alpes
Suizos no tiene ahora, y no ha tenido por cuando menos 800 años,
cualquier forma de autoridad constituida para manejarlo. Earle (1978)
ha presentado datos del Hawai contemporáneo que pueden ser
interpretados en el mismo sentido, y de los Reyes (1980-a, 1980-b) ha
presentado breves relatos de diez pequeños sistemas de riego en las
Filipinas que carecen de autoridad constituida. Estos sistemas son
todos pequeños en tamaño (menos de 20 hectáreas) y en el número de
agricultores (menos de 30 agricultores).

La relación entre tamaño y tipo de estructura de autoridad

El Cuadro núm. 1 muestra la distribución de la variable de tipo de


cédula en relación con la variable de ta maño. Son de remarcar el
sistema más pequeño con una cédula del gobierno nacional, con 700
hectáreas (en Indonesia), y el consorcio de comunidades de regantes
más grande, con 458,000 hectáreas (en los Estados Unidos). Entre
estos dos extremos se encuentra tanto una cantidad de cédulas de
comunidades de regantes, como una cantidad de cédulas del gobierno
nacional.

La interpretación de la cédula de autoridad debe ser sencillo. Un


sistema con una cédula del gobierno nacional es claramente
centralizado (controlado por el Estado), mientras que una cédula de
64 Aventuras con el agua

una comunidad de regantes quiere decir que el sistema no está


centralizado por el Estado. La interpretación de tamaño, sin embargo,
es más difícil. Ningún comentarista de la bibliografía hasta ahora ha
dicho qué tamaño de sistema sería “grande” o “pequeño ”. Calibrar
esta variable con afirmaciones anteriores es, por lo tanto, imposible.
Parece seguro que cualquier sistema arriba de 458,000 hectáreas sería
considerado grande por cualquiera. Mi sospecha es que la mayoría de
los comentaristas también verían un sistema de 10,000 hectáreas como
grande.

La conclusión principal que podemos extraer del Cuadro núm. 1 es


que con un rango amplio de tamaños (700 a 458,000 hectáreas), el
tamaño por si mismo no nos dice qué tipo de cédula es necesaria para
operar un sistema de riego por canales. Tanto cédulas de comunidad
de regantes (control local) como cédulas de gobierno nacional (control
externo) pueden y efectivamente operan estos sistemas. En otras
palabras, la centralización política (es decir, el control por el Estado)
del riego por canales no es necesario entre 700 y 458,000 hectáreas. El
tamaño en sí mismo no determina qué forma de control tiene el
sistema (en este rango de tamaños).

La validez interna de estos resultados es relativamente alta. Las


definiciones de un sistema y de las dos variables medidas son bastante
claras y fácilmente medibles a partir de la bibliografía secundaria. Si
estas medidas son confiables y válidas, el rango de tamaños de
sistemas de riego por canales que tienen cédulas de comunidades de
regantes o del gobierno nacional sólo puede aumentar 10 .

Hay limitaciones en la validez externa de los hallazgos dada la


definición del universo usado para el estudio y el diseño del estudio
(véase Campbell y Stanley, 1963, R. Hunt, 1979). La estrategia de
muestreo fue tal que la relación de esta distribución de la muestra con
el universo total de los sistemas de riego se desconoce. La muestra
utilizada fue propositiva, y los propósitos eran 1) tener datos que
fuesen analizables a partir de la bibliografía secundaria y, 2)
maximizar el rango de los valores para cada variable. No es en ningún
sentido una muestra aleatoria de nada y por lo tanto no puede ser
Sistemas de riego 65

tomada como representativa de la distribución de estas variables en


cualquier universo. Ya que la muestra se limitó a Estados nacionales
modernos, no se conoce en qué medida los resultados de este estudio
puedan ser llevados a otros tipos de Estados, a Estados de otros
períodos de tiempo y a sociedades sin Estado.

DISCUSIÓN

Es ampliamente afirmado que todos los sistemas de riego por canales


deben estar unificados, y como hemos visto, esto no es estrictamente
cierto. Pero la probabilidad de que cualquier sistema de riego, por
arriba de, digamos, 100 hectáreas, sea unificado es muy alta. Si el
tamaño de un sistema de riego por canales descrito arqueológica o
etnográficamente es mayor que 100 hectáreas, parece bastante seguro
que tiene o tuvo un sistema unificado de estructura de autoridad. Para
cualquier tamaño por debajo de las 50 hectáreas, esto parece
problemático.

La existencia de sistemas acéfalos cuestiona la teoría de la


organización para el riego, que refiere que los problemas inherentes en
compartir el agua y llevar a cabo el trabajo exigen una autoridad
constituida. La pregunta que se debe contestar con respecto a estos
sistemas acéfalos pequeños, entonces, es cómo enfrentan las tareas
que deben ser llevadas a cabo. Debe efectuarse el reparto, el
mantenimiento, la contabilidad y la solución de conflicto. Los
problemas más difíciles que enfrentan son probablemente el compartir
agua en tiempos de escasez y tratar con aquellos que se benefician del
agua de riego sin participar en las tareas [free riders]. Si en efecto
estos problemas no existen, entonces la pregunta que debe contestarse
es porqué están ausentes, cuando mucha experiencia nos lleva a
esperar su presencia universal. El trabajo de campo en estos sistemas
debería ser una alta prioridad para los antropólogos sociales del riego
por canales.

Wittfogel ar gumentó que tanto la construcción como la operación de


grandes sistemas hidráulicos demandaban lo que en este ensayo se ha
llamado una administración políticamente centralizada (es decir,
66 Aventuras con el agua

controlada por el Estado). El Cuadro núm. 1 indica claramente que


sistemas de riego por canales muy grandes pueden ser efectivamente
operados por los agricultores. Si grandes sistemas de riego no
necesitan o requieren la centralización política, entonces su existencia
es el resultado del libre albedrío, y no de una necesid ad general.
¿Cómo podemos, entonces, proceder a tratar de explicar de una
manera general, la distribución de sistemas de riego controlados por el
Estado y por comunidades de regantes?

Una de las primeras tareas es establecer qué se quiere decir por


“grande ”. Hasta este momento la discusión ha sido casi sin números.
Una de las consecuencias del estudio aquí reportado es el darnos
cuenta que definir y establecer el tamaño de un sistema es crítico para
la discusión de la relación entre tamaño y organización. Intuitivamente
me parece que cualquier cosa mayor que 3,000 - 4,000 hectáreas debe
ser llamada grande desde el punto de vista de la operación. En este
tamaño y por arriba, es virtualmente seguro que más de una
comunidad esté participando en el uso del sistema. Un pueblo puede
fácilmente ser la unidad de operación de un sistema de riego, al ya
existir relaciones complejas de relaciones y de sistemas de
administración. Cuando un sistema se compone de dos o más pueblos,
entonces una organización diferente (y probablemente de propósito
especial) tiene que existir, y con ella vienen problemas de disciplina
en relación con las reglas a seguir y los ingresos (R. Hunt, 1978,
1987).

Una línea potencialmente promisoria de indagación es explorar si la


clase de Estado tiene un efecto en el tamaño de los sistemas de riego y
su tipo de administración. Es tentador decir que los Estados Unidos y
Japón por ejemplo, difieren de México y la India. Pero los conceptos
que utilizamos para captar estas diferencias son vitalmente
importantes y no enteramente claros. Mientras el colonialismo por
poderes industriales bien pueda tener que ver con esta situación,
claramente no explica el caso de China. La India ha construido varios
sistemas de riego controlados por el Estado desde su independencia y
México fue políticamente independiente desde 1821, muchos antes de
que sus sistemas de riego modernos fueran concebidos (véase
Sistemas de riego 67

Kroeber, 1983). El concepto de “clase de Estado ” ha estado con


nosotros por largo tiempo y escribimos de Estados agrarios, Imperios,
Estados industriales, Estados mercantiles, etc. Pero todavía no veo
evidencia que la dimensión o las dimensiones que captan estas
diferencias hallan sido claramente formuladas, mucho menos
operacionalizadas. Cualquier intento futuro de explicar alguna de la
variación en los sistemas de riego con la variable “tipo de Estado
nación” debe ser precedida por el trabajo de crear esa variable.

Algunos factores pueden favorecer la presencia de sistemas


políticamente centralizados (controlados por el Estado). El grado en
que un Estado permite organizaciones locales fuertes legítimas puede
ser un factor. La comunidad de regantes de cualquier tamaño
involucra a más de un puñado de pueblos, impone disciplina sobre sus
miembros y tienen el poder de recabar fondos. Algunos Estados
pueden ver a tales entidades como competidoras por el poder y así
desalentarlas tomando el control del riego en el nivel de Estado. Otros
factores pueden incluir el control del Estado sobre la producción
agrícola y el conocimiento de la dinámica de la política rural (véase R.
Hunt, 1988)

Otros factores pueden permitir o inhibir a las comunidades de


regantes. Algunos Estados pueden tener tal variedad de fuentes de
ingresos y poder que el control sobre los sistemas de riego por canales
no es necesario para el mantenimiento del poder del Estado. O el
desarrollo agrícola puede haber reducido la incertidumbre en el abasto
de comida, a tal grado, que el Estado tiene menor necesidad de
manejar la producción agrícola. La presencia de tales factores reduce
la importancia del control del Estado sobre los sistemas de riego por
canales.

La tecnología de las comunicaciones afecta la velocidad con la que


mensajes y personas pueden moverse en el sistema de riego. Las
operaciones del sistema pueden entonces ser profundamente afectadas
por cambios en esta tecnología. Contrariamente, pueden no ser
afectadas, por lo menos desde el punto de vista de la organización
social del control. El sistema de los 12-Go ha estado en operación,
68 Aventuras con el agua

como comunidad de regantes, desde por lo menos 1600 después de


Cristo (Beardsley, Hall y Ward, 1959), y los sistemas de Valencia han
tenido la misma organización desde 1200 después de Cristo (Glick,
1970, Butzer et al, 1985). En ambos lugares la tecnología ha
cambiado mucho en este período, como también el ámbito político;
sin embargo la comunidad de regantes ha permanecido como la
institución de riego dominante en ambos sistemas. No está aún claro
para mí si los cambios tecnológicos en las comunicaciones va a
efectuar necesaria mente una diferencia substancial en el tipo de cédula
necesaria para operar estos sistemas de riego por canales de varios de
miles de hectáreas.

Algunos de los sistemas en el Cuadro núm. 1 tienen facilidades de


almacén de agua y otros no. El efecto del almacén en la organización
administrativa en esta muestra no es claro, pero el almacén es un
fenómeno muy antiguo (obras de almacén existieron en Ceilán
medieval y aún más temprano en el sur de la India [Murphy, 1957;
Leach, 1959; Ludden, 1985]). El almacén reduciría la variación en la
cantidad de agua disponible y extendería el uso del agua en términos
estacionales. Pero el almacén también favorece la expansión del área
regada, lo que a su vez extendería la presión de escasez, por lo tanto
aumentando la carga administrativa. En estos momentos no es claro si
el almacén tiene un efecto visible sobre la estructura de autoridad de
un sistema de riego por canales.

El concepto de centralización política usado en este ensayo es, claro


está, limitado. Requiere un Estado, quizá un Estado “moderno ”. Y no
es fácil considerar el aumento [accretion] de independencia de
magnates locales en los orillas de Estados en decadencia. Aun en
Estados modernos situaciones ambiguas aparecen, donde los
administradores de una empresa del Estado tienen lealtades locales
muy fuertes. Pero aun con todos estos problemas, me parece que el
concepto de centralización política operacionalizada aquí está cerca
del concepto de Wittfogel, cerca de las ideas presentadas por muchos
autores, y hasta el momento parece funcionar bien al medir casos
particulares.
Sistemas de riego 69

Los resultados del estudio aquí reportado son fuertemente contra-


intuitivos. Ningún sistema de riego por canales debiera poder existir
sin una autoridad constituida. Sin embargo lo hacen. Y ningún sistema
grande de riego por canales debiera poder funcionar administrado
únicamente por agricultores. Sin embargo lo hacen y muy
exitosamente. Debemos ser cautelosos con la asignación de
confidencia de nuestras intuiciones en estos asuntos.

CONCLUSIONES

Este ensayo ha refinado el concepto de sistema de riego, construido


variables para medir la estructura de autoridad administrativa y el
tamaño de sistemas de riego, y medido estas variables en una pequeña
muestra propositiva. Una meta mayor de este ejercicio era reducir la
incertidumbre de las propuestas nomotéticas concernientes a la
relación entre tamaño y estructura de autoridad en el riego por canales.

Ha sido discutido aquí que 1) sistemas de riego por canales muy


pequeños pueden ser operados sin autoridad constituida; 2) que
sistemas de riego de tamaño considerable (459,000 hectáreas) pueden
ser y son operadas por comunidades de regantes locales; y 3) que
sistemas de riego por canales de tamaño pequeño (700 hectáreas)
pueden ser y son administradas por gobiernos nacionales. La validez
interna de estos resultados es bastante alta. La incertidumbre de estos
resultados, cuando se compara con estudios previos, se reduce
substancialmente. Su validez externa es más problemática. Estos
resultados claramente cue stionan las propuestas estándar sobre la
relación entre riego por canales y la estructura de autoridad.

NOTAS
1
Varias asociaciones han dado apoyo para varias partes de este estudio. El American
Council of Learned Societies me dio un fellowship en 1975-1976; y dos sabáticos de
Brandeis han sido particularmente útiles. Agradezco a Arjun Appadurai, Sandra
Barnes, y especialmente a Robert Netting su ayuda editorial y substantiva. Irene
Winter ha sido, como de costumbre, de gran asistencia.
70 Aventuras con el agua

2
Esta cantidad de sistemas es un tanteo informado [an educated guess]. Se sabe
actualmente que México tiene unos quince mil sistemas de riego discretos, regando
unas 5.0 x 106 hectáreas (DGDUR, 1982). Muchas naciones tienen un gran n úmero
de sistemas de riego, incluyendo Japón, Filipinas, Indonesia, India, China, Rusia,
España, Francia, Italia, los Estados Unidos, Colombia y Perú. Algunas de estas
naciones tienen sistemas grandes, pero todas tienen un gran número de pequeños
sistemas. Si cada una de estas naciones tiene alrededor de 2,000 sistemas, lo que
parece conservador, entonces una cantidad de unos cien mil sistemas para el mundo
en su totalidad parece razonable. La cantidad de hectáreas regadas en el mundo
contemporáneo se conoce con considerablemente menos incertidumbre que la
cantidad de sistemas de riego (Highsmith, 1965).
3
Hay algunos problemas con esta definición. Algunos sistemas tienen más de una
compuerta de toma, como el sistema de los 12-Go en Japón (Beardsley, Hall y
Ward, 1959). Se desconoce cómo esta situación afecta la definición. Otro problema
potencial es que los sistemas de riego, tal y como se definen aquí, deben estar
claramente aislados unos de otros. Sin embargo, en muchas partes del mundo,
grandes áreas de tierras regadas son abastecidas por muchos sistemas de riego. La
costa irrigada de Valencia, por ejemplo, tiene 120 kilómetros continuos de riego,
con muchos sistemas pequeños cubriendo el territorio. Una pregunta de interés es si
lo que pasa en las fronteras de estos sistemas modifica la definición de sistema
presentada aquí.
4
Uno de los sentidos de autoridad centralizada es si existe o no una estructura
administrativa. Esto se conceptualiza mejor como la presencia o ausencia de
autoridad constituida. Como se indicó más arriba, otro de los sentidos es que la
estructura administrativa interna es densa, o altamente organizada, etc (la dimensión
de Kelly de centralización). Esta segunda dimensión no ha sido sistemáticamente
estudiada.
5
En el artículo publicado con Eva Hunt en 1976, discutí que San Juan y Pul Eliya
tenían sistemas centralizados de riego, ya que las élites locales estaban en control del
riego y estaban conectadas estrechamente con el Estado. Actualmente creo que esto
es un error.
6
El nombre para este rol principal no es muy bueno, pero no se ha encontrado uno
mejor. El nombre que escogí nos da el sentido: 1) que el cargo tiene que ver con la
ejecución de tareas, 2) que es el cargo ejecutivo más alto, y 3) que es un cargo.
7
La normatividad [policy] siempre está relacionada con sistemas de riego
unificados. El cuerpo que se ocupa de hacer las normas es frecuentemente también
la fuente de autoridad del ejecutivo en jefe. Este cuerpo puede o no delegar algunas
Sistemas de riego 71

o todas las decisiones a hacerse a algún subgrupo más pequeño. Muchos de los
sistemas “nativos” [“indigenous”] más pequeños hacen decisiones basadas en la
“tradición”, que es usualmente una decisión de normatividad efectuada en el pasado
y a la que se le ha dado un status casi incambiable. Poco se ha publicado sobre los
cuerpos que hacen las normas o cómo se hacen las normas. (Una excepción es
Valencia, donde se ha dado gran atención a la Corte de Agua [véase Fairen Guillen,
1975]). La mayor parte de la bibliografía trata con cómo se lleva a cabo la
normatividad, no cómo se hace la normatividad
8
Otro posible valor para esta variable es la cédula provincial. En la India, por
ejemplo, la autoridad administrativa sobre muchos sistemas de riego por canales está
investida en el gobierno (llamado Estado) provincial, no en el gobierno nacional.
Estos no son el Estado, pero tienen muchas funciones de tipo estatal. Si la pregunta
es si los agricultores o una autoridad política externa tienen la cédula del sistema,
entonces claramente las provincias (Estados) de la India lo hacen y no los usuarios
del sistema. Puede discutirse si los delegados gubernamentales delegan la autoridad
a las provincias vía la constitución. Exactamente cómo esta situación deba medirse,
aún no lo tengo claro.
9
Sería mejor, está claro, medir la carga de mantenimiento directamente, y un
problema mayor con los estudios de riego por canales es que la cantidad de trabajo
de mantenimiento requerido y llevado a cabo raramente se indican.
10
Esperaría que el tamaño mínimo para sistemas con una cédula del gobierno
nacional decreciese. No esperaría encontrar sistemas substancialmente más grandes
con cédula de comunidad de regantes.
72 Aventuras con el agua

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Sistemas de riego 77

Cuadro Num. 1 Tamaño y cédula


nombre y ubicación tamaño tipo de cédula fecha fuente del tamaño y cédula
del sistema (hectáreas) observación

San Juan, notas trabajo de notas trabajo de


México 600 comunidad regantes 1963-1964 campo del autor campo del autor
E. Hunt y R. Hunt
1974; E. Hunt y R.
Hunt 1976
Tayuban, Duewel, 1983: 19 ibid 19 n 47
Java 700 gobierno nacional 1983
Zanjera Danum, Coward, 1979: 29 ibid: 31, 32
Filipinas 1,500 comunidad regantes 1970’s
Vicente Guerrero notas trabajo de notas trabajo de
(Durango) campo del autor, campo del autor,
(Unidad de Riego) Banco Mundial Banco Mundial
México 1,575 comunidad regantes 1982
12-Go Beardsley, Hall ibid: 135, 277-279
Japón 5,500 comunidad regantes 1950-1954 y Ward 1959: 133
Moncada (Valencia) Maass y Anderson ibid 22-23
España 7,000 comunidad regantes 1968 1978: 20
Morelia # 2 DGDUR 1982, notas de trabajo de
(Distrito de Riego num 20) num 020: 28 campo del autor,
México 8,000 gobierno nacional 1982 Banco Mundial
New Cache La Poudre Maass y Anderson ibid: 289, 313
Estados Unidos 15,400 comunidad regantes 1969 1978: 298, cuadro 7.6
río Angat Takahashi 1970: 49 ibid: 49, 51, 120
Filipinas 26,890 gobierno nacional 1963-1964
río Mayo DGDUR 1982 notas trabajo de
(Sinaloa) num 038: 5 campo del autor,
(Distrito de Riego num 38) Banco Mundial
México 95,973 gobierno nacional 1982
Fresno Maass y Anderson ibid: 175, 179-182
Estados Unidos 97,000 comunidad regantes 1969 1978: 175
Chia-nan Pasternak 1972: 39 ibid: 27 n. 8, 41
Taiwan 150,000 comunidad regantes 1968-1969
Hindiyah, Canal de la presa Fernea 1970: 163 ibid: 122-123
Irak 209,000 gobierno nacional 1956-1958
río King Maass y Anderson ibid: 255-256
(California) 1978: 147 notas de trabajo
Estados Unidos 458,000 comunidad regantes 1969 de campo
del autor 1987
Esquema del Gezira Dishoni, 1966: 90 ibid: 90
Sudán 730,300 gobierno nacional 1963-196

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