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Romanticismo

Fuente: wikipedia

El caminante sobre el mar de nubes (1818), de Caspar David Friedrich.

Visión romanticista de la batalla de Trípoli durante la primera guerra berberisca. Se muestra el momento en que el
héroe de guerra estadounidense Stephen Decatur luchaba cuerpo a cuerpo contra el capitán pirata musulmán.

El Romanticismo es un movimiento cultural que se originó en Alemania y en Reino


Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra la Ilustración y
el Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos.1 Es considerado como el
primer movimiento de cultura que cubrió el mapa completo de Europa. En la mayoría de
las áreas estuvo en su apogeo en el período aproximado de 1800 a 1850.2
Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un
conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por
eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una
manera de sentir y concebir la naturaleza, así como a la vida y al ser humano mismo, es
que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla, e
incluso dentro de una misma nación, se manifiestan distintas tendencias, proyectándose
ello también en todas las artes.

Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose


desde Inglaterra y Alemania hasta llegar a otros países europeos. Su vertiente literaria se
fragmenta posteriormente en diversas corrientes, como el parnasianismo, el simbolismo,
el decadentismo o el prerrafaelismo, reunidas en la denominación general
de posromanticismo, del cual derivó el llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo
fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música.
Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el surrealismo, llevó al
extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.

Índice

• 1 Etimología

• 2 Características

• 3 Lugares de reunión

• 4 Expresiones artísticas

• 4.1 Literatura del romanticismo

• 4.2 Romanticismo musical

• 4.3 Pintura romántica

• 4.3.1 Prerromanticismo (1770-1820)

• 4.3.2 Apogeo de la expresión romántica en pintura: 1820-1850

• 4.3.3 Posromanticismo (1850-1870)


• 5 Véase también

• 6 Referencias

• 7 Bibliografía

• 8 Enlaces externos

Etimología[editar]
Si bien está clara la relación etimológica entre romántico y el término francés romantique /
"novelesco" derivado de roman / "novela", no toda la crítica se pone de acuerdo. En todo
caso parece que la primera aparición documentada del término se debe a James
Boswell a mediados del siglo XVIII, y aparece en forma adjetiva, esto es, romantic con el
significado de "pintoresco", "sentimental". En su libro de viaje de 1768 An account of
Corsica el término aparece cuatro veces: para calificar la vista de la ciudad de Corti desde
el monasterio de los Franciscanos, para describir un agreste valle en el que se asentó la
orden de la Iglesia griega de San Basilio, al nombrar el sonido de un instrumento de
cuerda parecido a la cítara y en la mención al retiro de Jean-Jacques
Rousseau en Ginebra.3 Este término hace referencia al criterio estético de lo sublime o
inefable, aquello que no se puede expresar con palabras. Así, en un principio, se
entendería que un sentimiento romántico es aquel que requiere de algo trascendente para
ser expresado. El texto de Boswell se tradujo a varias lenguas, llegando a alcanzar
especial fuerza en alemán, con la difusión de romantisch, con el significado de partidario
de las doctrinas anticlásicas de Schlegel en oposición a klassisch.

Según René Wellek, el término sirvió en principio para denominar una forma genérica de
pensar y sentir, sólo en 1819, con Friedrich Bouterwek se emplea Romantiker como
denominación de la escuela literaria. La difusión del término es irregular por países;
en 1815 en España podemos encontrar romancesco junto a romántico, estabilizándose el
segundo ya en 1918.4

Otro origen del término muy señalado es el que relaciona «romántico» con la expresión
«in lingua romana» que alude a las lenguas romances distinguiéndolas de la antigüedad
clásica representada por el latín. Se trataría por tanto de un giro hacia la lengua propia y
vernácula como representante de la propia cultura. Igualmente surge con este término
una oposición entre «romántico» y «clásico» en función de la lengua que prefirieran y, por
añadidura, asociada también al gusto creador de unos y otros.5

Características[editar]

Saturno devorando a un hijo, una de las Pinturas negras de Goya, realizada durante el Trienio Liberal (1820-1823), y
que, bajo una capa mitológica, alude a la famosa frase de Vergniaud poco antes de ser guillotinado: «La Revolución
devora a sus propios hijos».

El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y


el Clasicismo, y favorecía, ante todo:

• La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón


dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el
sentimiento.
• La primacía del genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo.
• Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista.
• El liberalismo frente al despotismo ilustrado.
• La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada hombre
debe mostrar lo que le hace único.
• La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.
• La nostalgia de paraísos perdidos (de la infancia o de una nación).6
• La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.
Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal,
un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter
nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en
el siglo XVIII; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de
rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier
normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades
aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando
polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y
populares como la asonante. Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por
contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y
luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las
historias fantásticas como la superstición.

Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial es el auge
que tomaron el estudio de la literatura popular
(romances o baladas anónimas, cuentos tradicionales, coplas, refranes) y de las
literaturas en lenguas regionales durante este periodo: la gaélica, la escocesa,
la provenzal, la bretona, la catalana, la gallega, la vasca... Este auge de lo nacional y
del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo XVII, de espíritu clásico y
universalista, difundida por toda Europa mediante Napoleón.

El Romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo


del Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas
combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y
exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia o Roma, su inspiración.

Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental.


«La belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las
pasiones y de los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del
sentimiento sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, se
produjo una mayor valoración de todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras
épocas históricas.

El estilo vital de los autores románticos despreciaba el materialismo burgués y


preconizaba el amor libre y el liberalismo en política, aunque hubo también un
Romanticismo reaccionario, representado por Chateaubriand, que preconizaba la vuelta a
los valores cristianos de la Edad Media. En Alemania, la deriva reaccionaria, que incluía
una invitación a regresar a la Edad Media, también se dejó sentir en la obra de algunos de
sus máximos inspiradores teóricos, como los hermanos August Wilhelm y Friedrich
Schlegel, aunque su paroxismo se encontraría en el opúsculo La cristiandad o
Europa (1799) de Novalis, tal como prontamente advirtió el poeta post-romántico Heinrich
Heine en La escuela romántica (1836). El idealismo extremo y exagerado que se buscaba
en todo el Romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad
miserable y materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su
propia vida mediante el suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes. Los
románticos amaban la naturaleza frente a la civilización como símbolo de todo lo
verdadero y genuino.

Lugares de reunión[editar]
Los lugares donde se reunían los románticos eran muy diversos. Fuera de las
redacciones de las revistas románticas, existían determinadas tertulia, como por
ejemplo El Parnasillo en Madrid, o, en París, El Arsenal, del cual, si hemos de creer
a Alphonse de Lamartine, «era la gloria Víctor Hugo y el encanto Charles Nodier» (Las
Noches, de Alfred de Musset, precedida del estudio de dicho poeta por A. Lamartine.
Madrid: Biblioteca Universal, 1898). En este cenáculo reuníanse entre otros Alfred de
Musset, Alfred de Vigny, Louis Boulanger, Louis Deschamps, Emile y Antoine Sainte-
Beuve, etc.

También los rusos tuvieron su cenáculo: la Sociedad del Arzamas.7


Expresiones artísticas[editar]

Literatura del romanticismo[editar]

Goethe en la campiña romana (1786), por Johann Heinrich Wilhelm Tischbein.

Artículo principal: Literatura del Romanticismo

En la prosa, incluso el género didáctico pareció renovarse con la aparición del cuadro


o artículo de costumbres. La prevalencia del individuo hace que empiecen a ponerse de
moda las autobiografías, como las Memorias de ultratumba de François René de
Chateaubriand. También surgió el género de la novela histórica y la novela gótica o de
terror, así como la leyenda, y se prestó atención a géneros medievales como la balada y
el romance. Empiezan a escribirse novelas de aventuras y folletines o novelas por
entregas.

El teatro fue el gran vehículo de comunicación de la expresión romántica, era el género


más popular y a través de él se canalizaron sus anhelos de libertad y de sentimiento
nacional.

La poesía trató de liberarse de las preceptivas neoclásicas, y prefirió cantar los aspectos
marginados de las convenciones sociales.

De forma diferente a la Ilustración dieciochesca, que había destacado en los géneros


didácticos, el Romanticismo sobresalió sobre todo en los géneros lírico y dramático; en
este se crearon géneros nuevos como el melólogo o el drama romántico que mezcla
prosa y verso y no respeta las unidades aristotélicas.

Romanticismo musical[editar]

Artículo principal: Música del Romanticismo


Ludwig van Beethoven (1820), por Joseph Karl Stieler

Comenzó en Alemania, partiendo de Beethoven (1770-1827) y siendo seguido por Carl


Maria von Weber (1786-1826), Franz Schubert (1797-1828), Felix Mendelssohn (1809-
1847) y Robert Schumann (1810-1856). Es un estilo musical imaginativo y novelesco.
Este movimiento afectó a todas las artes y se desarrolló sobre todo
en Francia, Austria y Alemania.

La estética del Romanticismo se basa en el sentimiento y la emoción. En el Romanticismo


se cree que la música "pinta" los sentimientos de una manera sobrehumana, que revela al
hombre un reino desconocido que nada tiene que ver con el mundo de los sentimientos
que le rodea.

El estilo romántico es el que desarrolla la música programática y el cromatismo de una


forma predominante. Se da a lo largo de todo el siglo xix, aunque al principio del
siglo xx se ingresa en el impresionismo.[cita requerida]

Pintura romántica[editar]

Artículo principal: Pintura romántica

El término romántico, fue adaptado a las artes plásticas a principios del siglo XIX.


Podríamos diferenciar tres etapas del Romanticismo en la pintura:

Prerromanticismo (1770-1820)[editar]

Artículo principal: Prerromanticismo
Este período, aunque arranca con el Rococó, se desarrolla en paralelo con
el Neoclasicismo; es por ello que, las primeras pinturas románticas muestran
características de estos dos movimientos, aunque los temas a tratar sean de carácter
romántico: la finalidad de estas pinturas es la representación de los sentimientos sobre la
razón exaltando lo misterioso, representando así fantasmas o cementerios. Los pintores
más conocidos de esta época son:

• Inglaterra: es uno de los países precursores del movimiento y, en cuanto a la pintura


romántica inglesa, cabe destacar a Thomas Girtin y su contribución en la acuarela.
• Alemania: es otro de los países precursores del romanticismo y uno de los principales
embajadores de la pintura romántica alemana es Caspar David Friedrich y su famosa
pintura El caminante sobre el mar de nubes.
• Francia: en cuanto a los pintores románticos franceses, podemos mencionar a Antoine-
Jean Gros, padre del romanticismo francés.
• España: por último, dentro de los pintores españoles de la época, podemos hablar
de Francisco de Goya, uno de los pintores más potentes y visionarios capaz de fabricar
lienzos en diferentes técnicas.

Apogeo de la expresión romántica en pintura: 1820-1850[editar]

La libertad guiando al pueblo, de Delacroix, 1830, Museo del Louvre. Obra en la que el pintor canta a la Revolución
de 1830.

Es el momento de mayor plenitud de la pintura romántica, la cual, junto con el inicio del
nuevo siglo, tuvo nuevos cambios donde comenzaron a imponerse temas relacionados
con la historia moderna y una nueva concepción del paisaje. En cuanto a los pintores de
la época encontramos a:
• Francia: este país se convierte en el precursor del movimiento, dejando de lado a
Inglaterra y Alemania, que, entre sus pintores, es necesario mencionar a Eugène
Delacroix y su majestuosa obra La Libertad guiando al pueblo.
• Inglaterra: los pintores ingleses de esta época, donde encontramos a J. M. W.
Turner o John Constable, se caracteriza por su paisajismo.
• Alemania: en Alemania se mezclaron el romanticismo y el realismo dando a conocer así a
pintores como Carl Spitzweg.
• España: como en las primeros años del romanticismo, el pintor español de esta segunda
etapa por excelencia es Goya.
• Otros países como Estados Unidos, Polonia y Rusia también tuvieron grandes artistas
en esta etapa romántica como Thomas Cole, Aleksander Orłowski y Alexander
Andreyevich Ivanov.

Posromanticismo (1850-1870)[editar]

El Romanticismo empezó a decaer y, poco a poco, el esteticismo fue introduciéndose no


solo en las artes plásticas, sino en todas las expresiones artísticas.[cita requerida] En esta
época, cabe destacar a pintores como el español Eugenio Lucas Velázquez o el
belga Antoine Wiertz.

Véase también[editar]
• Pintura romántica
• Posromanticismo
• Prerromanticismo
• Ballet romántico
• Romanticismo alemán
• Romanticismo español
• Romanticismo francés
• Romanticismo inglés

Referencias[editar]
1. ↑ Artes y educación: fundamentos de pedagogía mesoaxiológica. Netbiblo. 20 de febrero de
2010. ISBN 9788497454513. Consultado el 19 de diciembre de 2017.
2. ↑ Pavón, Emérita Moreno (2007). Introducción Al Teatro Español Durante El Románticismo Teoría Y Actividades Para El
Aula. Editorial Visión Libros. ISBN 9788498866421. Consultado el 19 de diciembre de 2017.

3. ↑ Boswell, James (1768). An Account of Corsica (Una cuenta de Córcega en español). Editado por E. and C. Dilly,
London, págs. 32, 88, 213 y 263.

4. ↑ Visedo Orden, Isabel. Introducción al romanticismo español. p. 165.


5. ↑ Borchmeyer, Dieter «Zur Typologie des Klassischen und Romantischen.» En: Walter Hinderer (Hg.): Goethe und das
Zeitalter der Romantik. Würzburg 2002 (Stiftung für Romantikforschung; 21), S. 19-29, hier S. 19 f.

6. ↑ PERPINYA, Núria. Ruins, Nostalgia and Ugliness. Five Romantic perceptions of Middle Ages and a spoon of Game of
Thrones and Avant-garde oddity. Berlin: Logos Verlag. 2014

7. ↑ Pardo Bazán, Emilia. La revolución y la novela en Rusia. Madrid. p. 245.

Bibliografía[editar]
• Abrams, M. H. (1975). El espejo y la lámpara. Barcelona: Barra. ISBN 978-84-211-0331-9.
• Berlín, Isaiah (2000). Hardy, Henry, ed. Las raíces del romanticismo. Madrid:
Taurus. ISBN 978-84-306-0369-5.
• De Paz, Alfredo (1986). La revolución romántica; poéticas, estéticas, ideologías.
Traducción de María García Lozano. Madrid: Editorial Tecnos. ISBN 978-84-309-3960-2.
• Heine, Heinrich (2010). La escuela romántica. Edición y estudio introductorio a cargo de
Juan Carlos Velasco. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-7687-6.
• VV.AA. (1994). Fragmentos para una teoría romántica del arte. Antología y edición de
Javier Arnaldo. Madrid: Editorial Tecnos. ISBN 978-84-309-1388-6.
• Ward, Thomas (2004). La teoría literaria: romanticismo, krausismo y modernismo ante la
globalización industrial. University, Miss.: Romance Monographs. ISBN 978-1-889441-14-6.
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