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SÍNTESIS ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

Trastorno del Desarrollo Intelectual. Superposiciones con el Trastorno del Espectro


Autista y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

INTEGRANTES

MARÍA ALEJANDRA CASTRO LÓPEZ


JULIANA HERNÁNDEZ GÓMEZ
LAURA CAMILA MENESES HERRERA
MILENA MEJÍA TOBÓN
JONATHAN MONSALVE CARDONA

PROFESOR

OMAR AMADOR

INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO DE ANTIOQUIA

22 / 04 / 2019

MEDELLÍN
TRASTORNO DEL DESARROLLO INTELECTUAL. SUPERPOSICIONES CON
EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA Y EL TRASTORNO POR DÉFICIT
DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

En esta primera parte de la síntesis sobre la investigación y artículo “Trastorno Del


Desarrollo Intelectual. Superposiciones Con El Trastorno Del Espectro Autista y El
Trastorno Por Déficit de Atención e Hiperactividad” se tratará de evidenciar lo interesante
o relevante al hablar de algunos temas acerca de problemas o discapacidades que permea la
cognición y la adaptabilidad en las investigaciones desde la corriente psicológica como la
cognitiva. La etiología de la genética cada día tiene más peso y una estrecha relación con
trastornos del neurodesarrollo como el trastorno del espectro autista (TEA), también el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), en la mayoría de los casos, los
niños deben ser tratados por profesionales en la corriente clínica y cognitiva lo más pronto
posible.

Desde la antigüedad con exponentes como Hipócrates: concepto de salud,


enfermedad, el enfoque diagnóstico, terapéutico y ético hasta la actualidad, los trastornos
que afectan las habilidades de aprendizaje, conducta y socialización han sido sujeto de
estudios, estos han variado sobre todo en la denominación como entidad y la percepción
desde el punto de vista humano y social.

La etiología del TDI en la mayoría de los casos es un enigma y los avances


genéticos son la piedra angular para dilucidar el origen de este trastorno del
neurodesarrollo, así como su relación con otros como el TEA y el TDAH. El trastorno del
desarrollo intelectual, el más antiguo con respecto a definición, estudio y abordaje, aún
presenta incógnitas sobre todo de origen etiológico. Su relación con otros trastornos del
neurodesarrollo como el TEA y el TDAH es evidente por poseer áreas comunes de
afectación, pudiendo ser diagnósticos coincidentes.

El trastorno del desarrollo intelectual (TDI) o discapacidad intelectual (DI) es una


afección del neurodesarrollo caracterizado por deficiencias en el funcionamiento intelectual
general y en las conductas adaptativas. Ocurre durante el período del desarrollo. El Manual
Diagnóstico DSM-5 establece la discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo
intelectual) dentro de los trastornos del neurodesarrollo, junto con el TEA y el TDAH, entre
otros. Se mantienen los criterios diagnósticos propuestos clásicamente como: limitación
significativa en habilidades mentales generales, limitaciones en una o más áreas de
conducta adaptativa en múltiples entornos y evidencia de que las limitaciones se hicieron
aparentes en la niñez o la adolescencia.

Cabe mencionar que, al igual que en las discapacidades motoras y los trastornos
psiquiátricos, la discapacidad intelectual a lo largo de la historia ha estado sujeta a
numerosas modificaciones en la nomenclatura, en vías de lograr el término menos ofensivo
y excluyente. Se ha ido cambiando hasta discapacidad del desarrollo, discapacidad
intelectual en el 2010 y posteriormente a su equivalente, el trastorno del desarrollo
intelectual. También ha habido cambios en la clasificación, derogándose la definición de
funcionamiento intelectual límite, discapacidad intelectual educable y entrenable.

Como conclusión , hay que resaltar que desde inicios de la medicina y la corriente
cognitiva de la psicología, se ha tratado de darle significado y solución a las alteraciones o
trastornos en los procesos cognitivos básicos e incluso superiores , algunos tratamientos o
planes de rehabilitación, se han logrado a través de diferentes investigaciones con el fin de
resolver aquellos paradigmas que permean a la cognición, dichas alteraciones, pueden tener
su origen durante el desarrollo tanto prenatal, perinatal o posnatal según la adaptabilidad
ante el medio en el que se expone el individuo. Desde la etiología de la genética, se afirma
en la investigación que trastornos como el TDAH y el TEA tienen gran estrecha relación
con problemas del neurodesarrollo, mientras que el TDI conocido como trastorno del
desarrollo intelectual (TDI) o discapacidad intelectual (DI) es una afección del
neurodesarrollo, aunque sigue siendo un enigma su etiología y se sabe poco sobre él , esta
alteración está muy relacionada con los anteriores trastornos (TDAH y TEA) esto se debe a
que es evidente por poseer áreas comunes de afectación, lo que lleva a diagnósticos muy
parecido, pero no iguales, se caracterizado por deficiencias en el funcionamiento intelectual
general y en las conductas adaptativas. Ocurre durante el período del desarrollo según los
criterios del manual de diagnóstico DSM -05. A través del tiempo, las investigaciones han
tratado de modificar el término de discapacidad para no ser ofensivos ni excluyentes, para
evitar estigmatizar aquellas personas que padecen de una deficiencia intelectual, algunos
nombres propuestos durante los procesos de investigación han sido; anteriormente
discapacidad del desarrollo, discapacidad intelectual en el 2010 y posteriormente a su
equivalente, el trastorno del desarrollo intelectual. También ha habido cambios en la
clasificación, derogándose la definición de funcionamiento intelectual límite, discapacidad
intelectual educable y entrenable.

LA INTELIGENCIA: AYER, HOY Y FUTURO

La inteligencia a lo largo de la historia ha sido definida de diversas formas; en el


presente artículo habla de la inteligencia como un constructo, por su variedad de
definiciones, es considerada como la capacidad de responder a interrogantes y desde las
neurociencias y las psicociencias es relacionado este concepto con la intelectualidad y
capacidades cognitivas, teniendo la cognición mucha relación con procesos de percepción,
información, razonamiento, aprendizaje, comunicación y lenguaje, atención, memoria,
resolución de problemas, adaptación al entorno, entre otros.

A lo largo del tiempo se han relacionado áreas anatómicas cerebrales especificas


con la inteligencia encontrándose principalmente en la corteza prefrontal con la memoria de
trabajo y las funciones ejecutivas, así como el hipocampo, la corteza órbito-frontal, la sub-
corteza límbica, el lóbulo parietal entre otras áreas encargadas de constituir funcionalmente
la inteligencia.

A lo largo de la historia ha habido diversos autores que han adjudicado la falta de


inteligencia con desequilibrios de diversos orígenes. Desde el siglo XX y en adelante se
comenzó a nombrar la falta de inteligencia y las habilidades propias de esta con
discapacidad y/o retardo mental; con el paso del tiempo ha variado la terminología utilizada
para referirse a esta discapacidad conociéndose hoy en día como DI (discapacidad
intelectual) o TDI (Trastorno del desarrollo intelectual). También se desarrollaron
conceptos ecológicos y contextuales estableciendo que los individuos con esta discapacidad
cuentan con una realidad de vida multidimensional.
GENERALIDADES, MECANISMOS ETIOLÓGICOS.

La DI o TDI afecta a menos del 3% de la población mundial, principalmente en


hombres y siendo la más común la deficiencia intelectual leve. Siendo las causas de estas
discapacidades por genética, de carácter heterogéneo o multifactorial, asociadas
generalmente al déficit leve o moderado en los casos de déficit grave o profundo se suele
relacionar con casos etiológicos no específicos, así mismo la evolución de estas se relaciona
con factores sociales, económicos y por su abordaje efectivo a tiempo. El DI suele
asociarse con otros problemas como la epilepsia, parálisis cerebral según el grado del
déficit.

La gravedad de un déficit suele relacionarse según el CI del individuo. La


Asociación Americana de Discapacidad Intelectual clasifica al individuo con discapacidad
según el apoyo que necesita para el desempeño y relación en la comunidad como son la
respuesta a las exigencias de la cotidianidad y el nivel de destrezas según su grupo de edad.

GENÉTICA

Se evidencia que entre un 25-50% de los casos de DI son graves, son de origen
genético, además un 10% de las personas que padecen un trastorno del desarrollo
intelectual presentan una alteración cromosómica muy visible mediante un cariotipo.

Además, los avances tecnológicos han sido demasiado importantes, ya que el


hallazgo de alteraciones cromosómicos; El síndrome de Digeorge está asociada con el
reordenamiento intersticial.

Además, las mutaciones en el cromosoma x están implicadas en el 25-30% de la


discapacidad intelectual, el mayor número de alteraciones encontradas esta localizadas en el
cromosoma x, lo cual explica la incidencia de la DI sea mayor en el sexo masculino.
EPIGENÉTICA

Los mecanismos de epigenéticos (ME) tienen gran relación con trastornos del
neurodesarrollo, la cual se expresa mediante los genes sin alterar el código genético.

Los ME incluyen a la impronta genómica donde la modificación se lleva a cabo en


los genomas maternos, y paternos presentes en el cigoto, lo cual está relacionado con los
nutrientes que la madre le transfiere al recién nacido.

FENOTIPO Y GENOTIPO

El fenotipo conductual y cognitivo, las conductas de determinados síndromes y


fenocopias. Condición en el cual el fenotipo de un sujeto, secundario a factores
ambientales, se asemeja al observado en una alteración genética.

En este apartado se mencionan los factores que pueden ocasionar un inadecuado


desarrollo del cerebro de los seres humanos, conllevando a una discapacidad intelectual.
Estos factores se pueden presentar en diferentes momentos del proceso evolutivo.

En la etapa prenatal se presentan complicaciones como anomalías cromosómicas,


errores metabólicos como fenilcetonuria, infecciones TORCH, zika, exposición a fármacos
y tóxicos, síndrome de alcoholismo fetal, entre otros.

En la etapa perinatal, alguno de los agentes que desencadenan una DI, son la
prematuridad extrema, cardiopatías congénitas, hipoxia, crecimiento fetal restringido,
trauma obstétrico, hemorragia del SNC.

Finalmente el periodo posnatal por su parte se ve amenazado por diversos factores


como las infecciones del sistema nervioso central, encefalopatía asociada al Sida,
accidentes vasculares, traumatismos craneoencefálicos, intoxicación por metales pesados,
hipotiroidismo, desnutrición y causas ambientales como la pobreza, abandono, abuso,
maltrato físico y psicológico, retraso en el diagnóstico y abordaje, entre otros.

Además de las causas mencionadas anteriormente, también se estudia los efectos


que pueden ocasionar la contaminación atmosférica durante la etapa fetal en la morfología
cerebral y la función cognitiva.
Se habla también del neurodesarrollo y su importancia en el adecuado
funcionamiento del sistema nervioso, pues es este quien va a permitir que un ser indefenso
se desarrolle y pueda sobrevivir por sus propios medios, dejando atrás la dependencia. Se
menciona además que es en el neurodesarrollo donde se originan ciertos trastornos como el
trastorno del desarrollo intelectual (TDI), discapacidad intelectual (DI), trastorno por déficit
de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno del espectro autista (TEA), consagrados
en el DSM V. Según algunos estudios estos trastornos comparten alteraciones genéticas, lo
que dificulta la diferenciación de los límites de cada uno y se ha demostrado que además
dichos trastornos poseen un grado de heredabilidad.

¿QUÉ TIENEN EN COMÚN ESTOS TRASTORNOS?

La etiología de estos trastornos es multifactorial, se derivan generalmente a partir de


la interacción entre factores genéticos, epigenéticos y ambientales así mismo de un estado
de vulnerabilidad frente al deterioro o daños prenatales, perinatales y postnatales, también
existen limitaciones sensoriales, conductuales, habilidades intelectuales y comportamiento
adaptativo con un sustrato neuroanatomico similar; sin embargo, todos los trastornos del
neuro desarrollo poseen la particularidad de que cuanto más precoz sea el diagnóstico y la
atención temprana, mucho mejor es el pronóstico evolutivo. Explicar el grado de afectación
de la cognición en cada uno de estos trastornos aún es un reto, considerando que no vasta la
aplicación de pruebas psicométricas para evaluar coeficiente intelectual sino profundizar
más en el funcionamiento adaptativo. El encubrimiento de los trastornos del neuro
desarrollo es esperable puesto que poseen puntos etiológicos y signos clínicos en común y
se asocian las funciones ejecutivas, compromiso de la memoria de trabajo, control
inhibitorio, rigidez cognitiva, dificultades en la planificación y la cognición social, en
relación al trastorno del desarrollo intelectual, trastorno por déficit de atención e
hiperactividad y trastorno del espectro autista, se logran determinar de acuerdo de acuerdo
al grado de prevalencia de los puntos etiológicos y signos clínicos

En conclusión, la definición de los trastornos del desarrollo intelectual es dinámica,


activa, cambiante, mutable y depende de los eventos socioculturales del momento. A hoy,
los grandes descubrimientos a partir de las métodos de diagnóstico genético y
neuropsicológico, las neuroimagenes, los tratamientos psicoterapéuticos y fisioterapéuticos,
y el cambio de pensamiento a nivel social, permiten obtener información de manera
considerable y de así dar una explicación, clara, concisa y especifica del trastorno,
apoyados en la protección del desarrollo cerebral temprano y la ampliación de los métodos
que potencien la plasticidad cerebral

REFERENCIA:

Mulas, F y Rojas,M. (2018). Trastorno del desarrollo intelectual. Superposiciones con el


trastorno del espectro autista y el trastorno por déficit de atención e
hiperactividad.MedicinaBuenosAires, 78 (Supl. II),63-68. Recuperado de:
https://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol78-18/s2/63-68-S.II-12-Mulas-
Neurologi%CC%81a-D.pdf

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