El router y el módem son aquellos dispositivos del hardware que, generalmente, se
emplean para que nuestros ordenadores puedan tener acceso a Internet. Sin embargo, no son lo mismo y, además, las diferencias entre ambos resultan significativas, aunque mucha gente tienda a confundirlos. El router se encarga de distribuir la conexión a Internet a distintos ordenadores vinculados a una misma red local. Por tanto, actúa de intermediario entre el conjunto de equipos e Internet, como un puente entre nuestros dispositivos y la red de redes. Por su parte, el módem es un acoplador que une un único ordenador con la red telefónica para su conexión a Internet. Para lograrlo, transforma las señales analógicas del teléfono en señales digitales, las cuales se transmiten a la computadora para así acceder a la navegación. A continuación, profundizamos en ambos conceptos. ¿Qué es un router? Como detallábamos anteriormente, el router es aquel dispositivo que conecta diferentes computadoras de una misma red de área local, permitiendo el intercambio de paquetes de datos entre los ordenadores que se encuentran en esa red. Este aparato opera en la capa tres del modelo de OSI, según la cual existe un equipo de origen y otro de destino, entrelazados ambos a través del propio router. Por consiguiente, este dispositivo admite que varios computadores se vinculen y compartan, por ejemplo, la misma conexión a Internet. La función principal del router es interconectar un conjunto de máquinas IP y establecer la ruta que será destinada a cada uno de los paquetes de datos dentro de esa red informática integrada por las distintas computadoras. De esta manera, tratará de definir cuál es, en cada momento, la ruta más apropiada para transferir dichos datos. Para ello, el dispositivo hará uso de un protocolo de enrutamiento, gracias al cual se conectará a otros enrutadores con los que compartirá información para determinar la ruta más rápida. Finalmente, se pueden distinguir varios tipos de router: SOHO (Small Office, Home Office). Son enrutadores residenciales o para empresas pequeñas (conocidos como routers de acceso). Permiten el acceso, a través de una red virtual privada y segura, a la banda ancha. Routers de distribución. Consiguen más tráfico mediante otros enrutadores, o bien gracias a la acumulación de datos. Routers de núcleo. Encargados de administrar distintos niveles de estos dispositivos. Routers inalámbricos. Hacen de puente entre las redes móviles y las fijas. Routers ADSL. Permiten conectar, al mismo tiempo, varias redes locales y varios equipos. ¿Qué es un módem? El módem es un modulador y demodulador de la señal, es decir, un dispositivo capaz de convertir las señales digitales en analógicas, pero también las analógicas en digitales. Explicado de una manera sencilla, este periférico de entrada/salida permite conectar distintos ordenadores entre sí a través de la línea telefónica, que emite señales analógicas, convertidas en digitales gracias a la demodulación del módem, para acceder a Internet. En concreto, el modulador emite la señal portadora. Por su parte, la señal moduladora, que contiene la información que se desea enviar, modifica a la portadora y se obtiene una nueva señal que incluye el contenido a transportar. Por tanto, una vez llega la señal al destino, el demodulador quita la parte de la portadora y únicamente se queda con la moduladora. De igual manera que en el router, se pueden distinguir, básicamente, dos tipos de módems, los internos y los externos: Internos: tarjetas que contienen los circuitos que conforman el módem, y que están insertadas en el ordenador. Sus principales ventajas son que no ocupan espacio sobre la mesa y que reciben la energía eléctrica del ordenador, aunque son más complejos de instalar. Externos: cajas pequeñas conectadas al ordenador por los puertos de serie. Pese a ocupar más espacio que los anteriores, el usuario puede conocer siempre el estado del dispositivo gracias a los leds que incorpora.