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UNIVERSIDAD POLITECNICA SALESIANA

CARRERA DE INGENIERIA CIVIL


DEONTOLOGIA

NOMBRE: Cristhian Villacres


FECHA :25/10/2019
GRUPO:1

Marco Teórico: Deontología Profesional, concepto, clases, características.

Deontología
La palabra ‘deontología’ deriva de dos etimologías de origen griego, ‘deón’ (deber) y ‘logos’
(ciencia o conocimiento). Su esencia consiste en ser una disciplina que estudia los deberes de
comportamiento de las personas y, si se refiere a un campo concreto o aplicado, los deberes de
aquellas personas que actúan en él. Nos volvemos a encontrar, por tanto, con una doble
dimensión como sucede en el caso de la ética, una personal o los deberes de actuar conforme al
bien y otra aplicada o los deberes que se tienen en relación con los demás por el hecho de ser
profesionales aunando las exigencias del cuerpo al cual pertenecen.
Con deontología nos referimos a los “deberes”, palabra que en la cultura de hoy no tiene muy
buena prensa. La deontología señala la conciencia de los límites, reglas y normas.
La deontología señala el camino obligado a seguir en la actividad profesional, en la conciencia de
que si se sigue la senda del deber marcado se está dentro del obrar correcto. Si la persona actuase
siempre en busca del bien, no haría falta hablar de deontología y bastaría sólo con la ética, pero
no es así debido a las propias limitaciones de la naturaleza humana y a su egoísmo innato; el
hombre busca su bien e interés y actúa conforme a sus propias circunstancias.
El código deontológico es la expresión escrita del conjunto de deberes profesionales que un
colectivo de trabajadores de una determinada profesión ha ido descubriendo a través del
ejercicio de dicha profesión y señala los límites medianamente seguros para obrar bien en ese
ejercicio. Es, pues, un conjunto de buenas prácticas destinado a alcanzar el conjunto de bienes
que la profesión pretende en los usuarios. Las conciencias subjetivas de los profesionales
encuentran en el código algo semejante a los mojones que señalan propiedades en campo
abierto; delimitan con suficiente claridad, pero no con exactitud milimétrica.
La deontología es un tratado de ética aplicada que investiga la rectitud moral la conducta humana
en el campo de la profesión u oficio de la persona.
El hombre se desenvuelve normalmente en su circunstancia de trabajo; su actuar lleva siempre
impreso el carácter específicamente humano, de aquí que deba estar regido por normas en orden
al bien.
La deontología es una ciencia normativa que establece leyes para que el hombre sepa elegir el
bien y actuar con rectitud dentro de su ocupación. Es la ciencia de lo que debe hacer el hombre
para vivir como debe vivir en el desempeño de su profesión u oficio, para realizar en su vida lo
que se presenta como justificación de su existencia, ejerciendo su trabajo con rectitud.
Clases de deontología
Existen diversas clases de deontología:
Deontología médica: en ella se establecen los derechos y deberes que impone el ejercicio de la
medicina.
Deontología jurídica: Esta especifica los deberes de los abogados, jueces y notarios.
Deontología laboral: En ella se investigan los deberes y derechos de los trabajadores.
Deontología de los ingenieros y arquitectos: Aquí se estudian los deberes que implica la actividad
de la construcción.
Deontología del periodismo: En ella se señalan los deberes de la información.
Deontología política: En ella se establecen los deberes de los gobernantes.
La deontología laboral es una rama de la ética aplicada que estudia el comportamiento moral de
los hombres con relación al trabajo.
Esta disciplina tiene las siguientes características:
Es filosófica: porque investiga las ultimas causas de la rectitud moral de la actividad laboral, y lo
hace por medio de la luz natural de la razón.
Es normativa: porque da leyes y reglas para actuar.
Es científica: porque investiga racionalmente las causas de la rectitud de tal comportamiento. Y
además es un estudio sistematizado.
Es práctica porque se propone dirigir la vida. Su objeto material es el trabajo y todo lo relacionado
con el , su objeto formal es el aspecto de rectitud moral en su realización, investigación sus causas
ultimas por la razón.
Se trata de un tipo particular de “ética aplicada”. Esto es, no constituye una ética global accesible
a todo el mundo, sino un tipo de ética centrada en la actividad concreta que una persona realiza.
Así, tanto el fin de la actividad, como el proceso para lograrlo aparecen vinculados a la reflexión
moral. Esto es, medios y fines no escapan a la valoración moral en el ámbito profesional; o lo que
es lo mismo, la ética no se limita al espacio privado, sino que también se entiende vinculada a las
pretensiones de profesionalización. La deontología marcaría el paso de una ética privada,
individual a una ética pública, compartida y aplicada a un ámbito profesional determinado.
Otra cuestión importante radica en determinar qué elementos debe contemplar una deontología
profesional. Nos parece acertada la ya clásica propuesta de Jover según la cual, en lo que atañe
a la profesión docente, es posible distinguir cinco grandes ámbitos: ámbito de la profesión,
ámbito de la institución, ámbito de la relación con los compañeros, ámbito de la relación con los
alumnos, y ámbito de la sociedad.
La ética profesional reflexiona sobre lo que los profesionales hacen, deben hacer o es bueno que
hagan para ser éticos en el ejercicio de esa misma profesión, esté o no escrito en un código. Cabe,
pues, ver en la ética profesional una aplicación directa de lo que hemos llamado ética pero en un
campo profesional determinado. Así, será una reflexión general y teórica. Por deontología
entenderemos que son normas y deberes que por lo general están ya escritos en un código que
ha sido aprobado por el Colegio o la Asociación profesional correspondiente. La deontología “es
el conjunto de reglas, normas, principios, presuposiciones y actitudes que regulan el ejercicio de
una determinada profesión”.

La deontología profesional es el conjunto de principios y normas éticas de comportamiento que


regulan y guían una actividad profesional. Es una rama de la ética cuyo propósito es establecer
los deberes y obligaciones morales y éticas que tienen que asumir quienes ejercen una
determinada profesión. Se explicita en los llamados códigos deontológicos, habituales en ramas
como la medicina o el periodismo, pero se extienden a cualquier otra disciplina en que se trate
organizaciones humanas.
Un profesional no sólo se mide por sus conocimientos, sino también por su conciencia y
conducta. Con base en ello la deontología profesional ofrece unas normas de actuación
caracterizadas por la responsabilidad de sus actuaciones. Éstas son muy útiles para el mundo
profesional, sobre todo para profesiones con una elevada responsabilidad social (abogados,
docentes, psicólogos, médicos, ...) porque persigue un equilibrio entre la moral y la
profesionalidad técnico-científica.
Las normas deontológicas, para que sean comprensibles, deben referirse a un grupo social y estar
insertas en un contexto determinado en el que además es donde son obligatorias.
La deontología, objeto de estudio de una rama de la ética, se encuentra a medio camino entre el
Derecho y la moral. Las tres constituyen el orden normativo que regula el ejercicio de las
profesiones. Se diferencia del Derecho en que el origen de la deontología profesional no es
estatal, sino que emana del propio colectivo profesional, y desde una labor de autorregulación.
Y de la moral en que la deontología tiene un carácter colectivo, no se basa en los principios
individuales.
De igual manera es importante destacar que no es lo mismo deontología que ética. La primera
adopta una función de modelo de actuación en el área de una colectividad y la segunda hace
referencia a la conciencia personal. La deontología son unos mínimos aprobados por los
profesionales de un determinado colectivo profesional que, como ya hemos visto, quedan
recogidos en unos códigos. En cambio, la ética, al no estar orientada al deber sino al bien, no
puede ser exigible para un colectivo ni está recogida en ningún documento. La ética se centra en
determinar y perfilar el bien de una determinada profesión y la deontología en definir cuáles son
las obligaciones concretas de cada actividad.

Son los colectivos profesionales los que se suelen encargar de redactar sus normas éticas y
plasmarlas en un código deontológico para establecer los deberes mínimamente exigibles, con
carácter vinculante entre sus miembros, en el desempeño de una actividad.
Los códigos deontológicos cumplen tres funciones:
1. Establecer unos criterios científico-funcionales para el desarrollo de una profesión intentando
potenciar la operatividad y eficacia. Función que han asumido actualmente otro tipo de
instituciones.
2. Explicitar la dimensión estrictamente moral de una profesión, aquellos comportamientos
exigibles a unos profesionales, aunque no estén delimitados jurídicamente, y recogerlos en
códigos de deontología profesional.
3. Imponer sanciones disciplinarias a los colegiados que incumplan los deberes y obligaciones de
los códigos deontológicos, siendo siempre menos graves que las relacionadas con el Derecho
(surgidas de instituciones jurídicas). En los casos de las profesiones que no requieren colegiación
profesional, el incumplimiento de las normas deontológicas lleva aparejada una sanción similar
a la que concierne a la vulneración de las normas morales como mala imagen pública, reproche,
expulsión del grupo (sanción más grave que puede imponer), etc.
En toda profesión deben existir unos controles sociales más o menos rigurosos que permitan
exigir responsabilidades en relación con los actos. En el sector empresarial los valores éticos y las
prácticas de transparencia contribuyen a mejorar la competitividad económica y a lograr un
sostenimiento del entorno socioeconómico. Al igual que en otros ámbitos, en éste la deontología
fija las reglas que hay que respetar en los procedimientos y en los comportamientos
profesionales en relación con los clientes y con los socios.
La deontología profesional suele estudiar normas con un fuerte arraigo en el pasado, pero no hay
que olvidarse de la necesidad de seguir adaptándose a la sociedad actual. Ante situaciones
nuevas que puedan surgir en la actividad profesional hay que crear o transformar nuevos deberes
y obligaciones para regular lo que para ese caso concreto se venía aplicando.

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