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CONSEJOS "ESOTERICOS”1
PARA UNOS GRADUANDOS EN
ADMINISTRACION

Admor. Alberto Merlano A2

Son ustedes profesionales que optaron por especializarse en Administración,


personas con mayor experiencia que un egresado de pregrado, pero aún con
muchos años de vida por delante y, afortunadamente, con muchas cosas por
aprender.

Educación es lo que nos queda cuando lo que nos enseñaron se nos ha


olvidado. Tiene que ver con el subconsciente, con el "software" del que no nos
percatamos. En este sentido, equivale parcialmente a cultura -patrones de
pensamiento y de acción que compartimos tácitamente con otros, que
determinan el grado de aceptabilidad social de nuestras acciones-;
paradigmas, empleando el término de moda. El hogar, la escuela, la
universidad, son los grandes centros de formación cultural de la sociedad.

La sociedad siempre nos está moldeando; para ello no hay límite de edad.
Este proceso de educarnos y educar a otros, tejido en una trama de
interrelaciones imposible de analizar, tiene que ver más con la forma en que se
nos enseña que con lo que se nos enseña; con lo implícito que con lo explícito.
Los formó más lo que vivieron durante este tiempo que duró su
Especialización y los supuestos tácitos en todo lo que les enseñaron, que lo
que debieron aprender para cumplir unas exigencias académicas y obtener el
título que hoy con orgullo reciben.

Una profesión es simultáneamente un medio de supervivencia y de auto-


realización. Quiero en esta especie de Lección de Despedida concentrarme
más en lo segundo: la auto-realización, que en lo primero: la
supervivencia.

Deshagamos un poco la trama, corramos ligeramente el velo y


arriesguémonos a ver lo que tras la apariencia existe; eso que determina en
gran medida nuestro éxito como Administradores y como seres humanos.
Deseo hacerlo compartiendo con ustedes algunas de las cosas que he
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ESOTERICO: Doctrina presuntamente poseída por algunos sabios de la antigüedad, cuyo
conocimiento sólo debían tenerlo unos pocos.
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Discurso de grado EAFIT 1993. Publicada por Actualidades Administrativas de
ECOPETROL. También hay versión para ADMINISTRADORES y para PROFESIONALES EN
PROYECTOS.
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aprendido en el camino de la vida. Aunque sé que toda experiencia es


fundamentalmente incomunicable porque su esencia no es transmisible a
través del lenguaje, espero, en términos de Richard Bach, ayudarlos con mis
palabras a recordar lo que en alguna parte de ustedes ya saben.

CONVERTIRSE EN LIDERES
Administrar es fundamentalmente lograr objetivos predeterminados mediante la
colaboración de otros. Esto equivale a actuar como líderes, definiendo
propósitos y obteniendo que quienes con nosotros los han de conseguir los
entiendan, acepten y se comprometan con ellos.

Cada vez percibo con más claridad la sabiduría de la frase del Tao Te Ching
que dice que el buen líder sigue a sus seguidores, pues sólo puede ser un
buen conductor de hombres quien es capaz de interpretar y expresar lo que en
el corazón de sus dirigidos existe. Liderazgo no es necesariamente
protagonismo, levantarse por encima de los demás; es, por el contrario, trabajo
silencioso, generador de acciones producto más del consenso que de la
fuerza. Es más servir que ser servido. Liderar implica, igualmente, desarrollar
la inteligencia social; esa que nos permite establecer contacto con
nosotros mismos y descifrar el código emocional de los demás. Difícilmente
emergen como líderes personas frías, insensibles a lo humano, más aptas
para manejar lo inerte: máquinas o procesos, que gente.

Los más exitosos de ustedes no necesariamente serán los que más conozcan
de Administración, sino los más hábiles para obtener la cooperación de
personas ubicadas en diversos niveles dentro y fuera de la organización,
necesarias para lograr los fines de la propia. Desarrollar las aptitudes
indispensables para adquirir la habilidad de liderar a otros es,
paradójicamente, obligatorio para quienes deseen mejorar su desempeño
como responsables de un área funcional de la Administración.

VIVIR EN MUNDOS PARALELOS


Como lo evidenció una investigación culminada en la década del 70 por
Sterling Livingston, orientada a determinar los factores claves para el
éxito de los egresados del programa MBA de Harvard, las habilidades
relacionadas con el descubrimiento y aprovechamiento de oportunidades
correlacionan más con el buen desempeño administrativo que las que
tienen que ver con la solución de problemas. Sin embargo, los típicos
programas de entrenamiento administrativo, no se preocupan suficiente-mente
por fomentar la creatividad, necesaria para desarrollar esta habilidad,
enfatizando, en cambio, las destrezas usadas para solucionar problemas.

Las personas capaces de descubrir y aprovechar oportunidades tienen el don


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de poder vivir en lo que Manfred Max-Neef, Economista chileno de orientación


humanista, ganador del premio Nobel Alterno de Economía en 1983; llama
"mundos paralelos". Su creatividad surge de la habilidad de poder
incursionar en paradigmas diferentes logrando ver desde distintos
ángulos, lo que los monoparadigmáticos sólo perciben en una única
dimensión. El salirse del campo de la propia especialización, mirándola desde
el punto de vista de los valores e instrumentos de otras disciplinas, estimula la
innovación en la especialidad con la que formalmente nos hallemos
comprometidos.

Comprender que no poseemos toda la verdad sino que sólo percibimos parte
de la misma, es indispensable para encontrarle sentido a esta búsqueda de
perspectivas desde campos distintos al propio. Un poco de lógica paradójica
basada en la unión de los contrarios, lógica iniciada en Grecia por Heráclito y
común en el mundo oriental, complementaria de la lógica Aristotélica
fundamentada en el principio de contradicción, nos puede servir para
tratar de encontrar nuevas e innovadoras facetas a nuestra profesión, producto
del éxito de conciliar versiones de la realidad aparentemente contradictorias.

Lo más probable es que la Especialización que han obtenido los lleve a dirigir
un área funcional de la Administración, mas si desean gerenciar toda la
empresa, deberán trascender el manejo de la función que se les encargue,
volviéndose cada vez más generalistas al incursionar en los aspectos
psicológicos, sociales y políticos de la Administración.

APRENDER A USAR LA INTUICION


Lo esencial es invisible a los sentidos. Lo que podemos medir es generalmente
poco trascendente. Lo central sólo podemos captarlo con la intuición, ese atajo
a los procesos racionales que nos proporciona conocimiento inmediato, esa
voz interior tan subestimada en el mundo materialista en el que nos ha tocado
vivir.

Todas las investigaciones concluyen que para captar realidades,


fundamentalmente de tipo social, el gerente de éxito usa más el pensamiento
intuitivo-racional, que el método científico propio del mundo empírico sensorial;
sin embargo, bajo el hechizo de metodologías que aun la reina de las ciencias
naturales: la física, ya está abandonando y, con la pretensión de parecer
científicos, insistimos en temas administrativos, al decir del ya citado
Manfred Max Neef refiriéndose a los economistas, en equivocarnos con alto
grado de precisión, en vez de buscar acertar en forma aproximada.

La intuición es la gran sintetizadora; el método por excelencia para lo que está


multideterminado, como sucede con las situaciones propias de la
administración. Lo cuantitativo sólo opera en el mundo de lo inerte. No nos
dejemos impresionar por el aparente rigor científico de las conclusiones
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financieras, muchas de ellas con decimales acompañantes. Toda esa


parafernalia matemática disfraza la enorme cantidad de valores en los que
están basadas las decisiones económicas. Ninguna cifra evitará el tener que
enfrentarse en la soledad del poder, a la obligatoria decisión moral que se
agazapa detrás de las opciones financieras. A pesar de los intentos de volverla
científica, la administración sigue siendo fundamentalmente, un arte
humanístico, como la llamó David Lilienthal.

La intuición es muda. Nos habla con la voz del silencio y debemos aprender a
aquietarnos para poder escucharla, sintonizándonos con nuestro mundo
interior. El conocimiento intuitivo es algo que no necesita de las palabras: las
trasciende y, sin embargo, no sabemos estar en silencio, dificultándosenos de
esta manera, percibir su voz.

Debemos evitar el error de violar el principio metodológico que nos recuerda


que los medios para adquirir conocimientos deben ser adecuados a lo que
queremos conocer. Es una equivocación emplear como criterio fundamental de
evaluación de lo cualitativo, los instrumentos cuantitativos propios de lo
material. Todavía no se han inventado y, probablemente jamás se inventarán,
computadoras que reemplacen a los gerentes en la toma de decisiones en
asuntos multideterminados, en donde los vectores que inciden en la resultante
son múltiples e interactuantes y los valores, basados en creencias, esenciales.
En estos mundos la rutina no existe porque cada situación es única e
irrepetible.

Lo multideterminado, como sucede en las empresas con las decisiones


administrativas de alto nivel, no podemos entenderlo empleando sólo
instrumentos analíticos. La síntesis propia de la intuición se impone como
única elección. Aquí se trasciende el modelo mecánico de aproximación a la
realidad, siendo imposible captar el funcionamiento del todo mediante la
comprensión de sus partes. Una empresa es más que la interacción de sus
áreas funcionales y sólo la podremos entender y transformar percibiéndola en
forma integral.

DESARROLLARSE ESPIRITUALMENTE
La vida espiritual es importante. Como hombres no podemos evitar
preguntarnos acerca de nuestra naturaleza, origen y destino. No se conoce
cultura humana que no lo haya hecho. Hay que encontrar una respuesta
satisfactoria a esos interrogantes trascendentes. El ateísmo ilustrado, que no
comparto, es una de ellas.

Pienso que la crisis actual más que de valores es de legitimidad de aquello en


lo que hemos creído y queremos seguir creyendo. Viviendo dentro de esta
cultura cientifista y mecanicista les queda difícil a muchas personas aceptar
como fundamento legítimo de sus creencias la revelación y la tradición avalada
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por una institución religiosa, no importa lo respetable que sea. Una ética
humanista fundamentada en las ciencias del hombre podría ser la respuesta.
Ello exige examinar la naturaleza humana y establecer como punto
incontestable de la moral que bueno es lo que promueve el desarrollo del
hombre, individual y socialmente considerado, y malo es lo que lo detiene o lo
degrada. Esta ética de mínimos, llamada por algunos "Moral Natural", podría
proporcionar el común denominador que una sociedad pluralista necesita en
lo religioso para actuar en forma coordinada en la búsqueda del bien común.

Es posible que a finales de este siglo, ante una presunta muerte de las
ideologías, desaparecido el comunismo por ineficiente e inhumano y al
necesitar los hombres nuevas utopías, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, represente el manifiesto moral
con mayor legitimidad dentro del marco de una Etica centrada en el Hombre.

Definidas nuestras creencias, sólo queda actuar en forma coherente con ellas.
Es posible que obsesionados por las transformaciones producidas desde
arriba mediante el poder de un líder carismático, hayamos subestimado la
fuerza individual y colectiva de la coherencia personal, consistente en dar
testimonio con nuestros actos cotidianos y en general, con nuestra vida, de
aquello en lo que creemos. Así se inició el cristianismo. De esta manera
Gandhi transformó las sociedades en las que vivió. Dentro de esta línea la
madre Teresa de Calcuta continúa su obra de amor. Tal vez no haya nada
socialmente más revolucionario que la conducta de las personas que optan
por ser consecuentes con ellas mismas.

BUSCAR EL BIENESTAR MEDIANTE LA AUTO-REALIZACION


Hay dos finalidades de la vida humana que están programadas por la
naturaleza; ellas son la auto-realización entendida como el proceso que
conduce a actualizar el propio potencial -sinónimo de desarrollo- y la felicidad
entendida como la optimización del bienestar. Ambas determinan nuestras
elecciones, seamos o no conscientes de ello. Una propuesta es que ya que no
podemos prescindir de estos imperativos propios de nuestra condición
humana, nos hagamos conscientes de su presencia y administremos nuestra
vida teniéndolos en cuenta. Lejos de ser contradictorios, auto-realización
y bienestar son complementarios.

Nacimos para llegar a ser lo que somos; la auto-realización y la


felicidad son imperativos vitales. Si la vida la concebimos en términos de
bienestar mediante el crecimiento, podremos considerar el éxito y el fracaso
como un par de impostores aceptando lo que son: nuestros maestros.

Lo material en sí mismo, es un medio, nunca un fin. No hay mayor pobreza que


la de aquellos que vacíos espiritualmente, sólo tienen dinero para llenar sus
vidas. Somos animales racionales multinecesitados y únicamente vivimos de
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pan cuando no lo tenemos. El amor, el generar el respeto de los demás por lo


que somos y no por lo que tenemos, el encontrar respuesta a las preguntas
fundamentales de la existencia humana, el expresar la creatividad mediante
tareas con sentido, etc., son necesidades tan reales como las de supervivencia
y la privación de su satisfacción puede enfermarnos mental y físicamente.

Debemos buscar nuestro desarrollo integral sin descuidar el funcionamiento en


otras áreas de la vida distintas al trabajo. Esto puede ser difícil en un mundo
que ha hecho de la competencia y el bienestar material la razón de ser de la
existencia. Es muy posible que si no nos hacemos conscientes de las metas
vitales programadas por nuestra naturaleza, la auto-realización y la felicidad,
terminemos olvidándolas.

Nadie se ha arrepentido en su lecho de muerte de no haber pasado más


tiempo en la oficina. Busquemos ser más en lugar de tener más. Pongámosle
corazón a los caminos que transitemos. Aquellas cosas que nos apasionan,
por las que sentimos atracción y para las que tenemos aptitudes, nos indican
la mejor vía para nuestro desarrollo. Andémosla que, parodiando la frase
bíblica, lo demás vendrá por añadidura.

Todo lo que hacemos es consecuencia de lo que somos. Estar en paz con


nosotros mismos, significa no tener que defendernos de nada por estar
abiertos a todo. De esta forma nada nos amenazará. Convirtamos cada uno de
nuestros problemas en un desafío. Nunca somos retados por la vida más allá
de nuestras fuerzas. Los problemas son alimento para nuestra alma; ellos nos
hacen crecer. Si algo nos molesta hay allí una oportunidad de desarrollo, una
lección que debemos aprender en el parvulario de la vida; no la
desaprovechemos. No abandonemos una experiencia, menos las
desagradables, hasta que hayamos sacado todo el jugo de ella, hasta que
nada tenga que enseñarnos. Si no lo hacemos así, tendremos que repetir la
lección hasta que finalmente la aprendamos. Nuestros mejores maestros son
los que nos generan contradicción con nosotros mismos; ellos nos obligan a
hacerle frente a nuestros fantasmas. Generalmente, no podemos impedir
que los demás se comporten con nosotros en una forma que nos desagrade,
pero sí podemos manejar nuestras reacciones ante sus actos.

Todos los objetivos que persigamos deben estar bajo nuestro control. El no
tener esto en cuenta es tal vez la causa más importante del estrés de los
ejecutivos del mundo occidental. Somos, generalmente, dueños de los
esfuerzos, no de los resultados. En las empresas la mayor parte de lo que se
nos pide nos trasciende. En este sentido podríamos aprender muchísimo de
los orientales, en particular de la obra capital de la filosofía hindú, el Bhagavad
Gita, que nos enseña a luchar como los que buscan resultados pero sin
olvidar, dentro de la más legítima filosofía de la auto-realización, que es el
aprendizaje derivado de la lucha y no los resultados, lo que realmente importa.
Un canto de guerra Suahili dice: "Sólo la lucha le da sentido a la vida. El triunfo
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o la derrota está en manos de los dioses. ¡Celebremos la lucha!". Gandhi


añadía: "Esfuerzo completo, victoria completa". Incorporemos estas visiones a
nuestra vida. Esto contradice nuestra filosofía occidental de logro, pero sólo en
apariencia. Conciliamos todo en la medida en que según lo sugerido, hacemos
del autodesarrollo el fin de nuestros esfuerzos. Evolucionar mediante el auto-
aprendizaje es nuestro máximo logro.

El grado no es una etapa terminal de su vida; acabada la ceremonia,


continuarán viajando. Disfruten del camino sin obsesionarse con los destinos.
Vivimos llegando y partiendo. La excesiva concentración en comienzos y
finales nos dificulta disfrutar de la vida.

Las empresas comerciales son instituciones de la sociedad, una entre muchas,


diseñadas primordialmente para satisfacer las necesidades de bienes y
servicios de la comunidad. Estamos viviendo una época de hiperinflación de la
importancia de las organizaciones y de todo lo que ellas representan. Evitemos
dejarnos deslumbrar. Nuestra grandeza no nos la da el hecho de pertenecer a
ellas ni al papel de ejecutivo que en su seno desempeñemos. Somos grandes
sólo y tan solo en la medida en que realicemos en esta vida lo que aquí
vinimos a hacer y que no parece ser cosa distinta, según testimonios muy
respetables, que a aprender y a darnos cuenta que el amor es la única
realidad en este mundo de apariencia e ilusiones.

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