Sunteți pe pagina 1din 6

.

. El arte precolombino es la denominación que recibe el conjunto de obras artísticas e intelectuales, tales
como escultura, arquitectura, arte rupestre, cerámica, textil, metalista y pintura realizadas por los nativos
del continente americano durante el período previo a la invasión europea. Este es el elemento principal que
permite el conocimiento y reconocimiento de las civilizaciones precolombinas, la prueba de su nivel de
desarrollo y la capacidad de transformación de su medio ambiente.1

Índice

 1Arte precolombino
 2Marco geográfico
o 2.1Mesoamérica
 2.1.1Olmecas
 2.1.2Teotihuacán
 2.1.3Mayas
 2.1.4Mixtecas
 2.1.5Mexicas
o 2.2Sudamérica
o 2.3Artes precolombinas en el actual territorio de Argentina
 2.3.1Las civilizaciones del Noroeste Argentino
 3Véase también
 4Referencias
 5Bibliografía
 6Enlaces externos

Arte precolombino[editar]

América en los siglos XVI y XVII: en amarillo, la zona hispanoamericana, en gris, los territorios indígenas.

Artículo principal: América precolombina


Si bien, a grandes rasgos, el término "precolombino" se define como todo aquello que estaba
en América antes de la llegada de los españoles en 1492, en realidad, se refiere a un espacio de tiempo
durante el cual se desarrollaron distintas culturas que dejaron huella permanente en el arte y que son en la
actualidad objeto de estudio científico.
A la llegada de los españoles no todos los pueblos americanos se encontraban en el mismo estadio cultural y
los había que poseían todos los atributos de la civilización y otros que se encontraban en una etapa evolutiva
anterior. Por eso los antropólogos y arqueólogos han delimitado dos áreas. Así, la llamada América Nuclear,
es la ocupada por los pueblos civilizados y comprende, a groso modo, México, parte de América Central y la
cordillera de los Andes y sus aledaños desde Colombia hasta Chile.2
La denominación de "periodo clásico", comenzó con el desarrollo de la cultura Maya hacia el 292 y terminó
con su aparente decadencia hacia el 900, ha sido acuñada por quienes consideran que dicho periodo marca
el máximo vértice del esplendor del arte precolombino. Dicha idea está en la actualidad en debate por quienes
señalan que el arte precolombino anterior y posterior a dicho periodo no es inferior al realizado durante el
periodo clásico.
Las culturas precolombinas durante el periodo formativo se desarrollaron preferentemente aisladas unas de
otras, pero durante el periodo clásico comenzaron una dinámica de interacción e influencia recíproca, incluso
entre las dos principales áreas de civilizaciones: Mesoamérica y los Andes. Las coincidencias en la
representación de ciertos mitos, vocablos similares y alguna costumbres, hacen entender que especialmente
después del periodo clásico los contactos entre las diferentes civilizaciones no fueron esporádicos.

Marco geográfico[editar]
El marco geográfico está condicionado a la fundación de las colonias españolas en el continente, ya que el
término "precolombino" designa una señalización desde el punto de vista hispanoamericano. En
consecuencia, las demás culturas americanas de territorios no hispanos son denominadas de otra manera.
Entre estos territorios de las culturas precolombinas, existen quince en particular que se destacan por la
enorme cantidad de rastros y material ubicadas especialmente en dos áreas: Mesoamérica y Los Andes.
En Mesoamérica, que comprende el actual territorio de México y Centroamérica, las civilizaciones son
precedidas por los olmecas y la fundación de una de las primeras ciudades americanas: Teotihuacán. Las
otras culturas serían la maya, la mixteca, la tolteca y por último la azteca.
En los Andes, que comprenden los territorios de todos los países cruzados por
la cordillera desde Venezuela y Colombia en el norte hasta las áreas septentrionales de Chile y Argentina en
el sur, destacan los chibchas que serían el punto de encuentro entre Mesoamérica y los Andes, la San
Agustín, los colima, sinú, chavín, nazca e inca.

Mesoamérica[editar]
Los arqueólogos, antropólogos e historiadores llaman Mesoamérica a una vasta región cultural, histórica y
geográfica, de cerca de un millón de km2, limitada al noroeste de México por el río Sinaloa, en la costa del
golfo por las cuencas del Lerma y Soto de la Marina y al sur por el río Ulúa en Honduras y Puntarenas en
Costa Rica. México es su epicentro, fue donde tuvieron su asiento las culturas de las tres comarcas más
importantes desde un punto de vista histórico y artístico: el valle de México en el centro, el valle de Oaxaca al
sudeste del anterior y la costa del Golfo hacia levante.
A pesar de las diversas clasificaciones cronológicas, la historia de la región se suele separar, comúnmente, en
cinco grandes períodos.3

CRONOLOGÍA DE LAS CULTURAS INDÍGENAS

PERÍODO CRONOLOGÍA CULTURAS Y YACIMIENTOS

40000/20000 a.C. -
LÍTICO Bandas paleolíticas de cazadores-recolectores.
6000a.C
Valle de Tehuacán (Puebla). Primeras aldeas. La
ARCAICO 6000 a.C. -2500 a.C.
Perra.

FORMATIVO O Olmecas. Cuiculco. Inicios de Teotihuacán y Monte


PRECLÁSICO 2500 a.C. - 150 d. C
Albán.

Teotihuacán, Monte Albán (zapotecas), el Tajín


CLÁSICO 150 d.C. - siglo X
(totonacas)

POSCLÁSICO Siglo X - Siglo XVI Toltecas, mixtecas, huaxtecos, chichimecas, aztecas.

Artículo principal: Arte precolombino de Mesoamérica

Olmecas[editar]
Lo que sigue es un extracto de Arte olmeca[editar]

Cabeza colosal olmeca 1, ahora expuesta en el Parque-Museo La Venta

El arte olmeca se refiere a las manifestaciones artísticas que se conservan de la cultura olmeca que se
desarrolló durante el Preclásico Medio de Mesoamérica (floreció entre 1200 a. C. y 500 a. C.) y es
considerada la primera de las grandes civilizaciones de esa región. 4 Aunque los olmecas ocuparon en
especial la zona norte del istmo de Tehuantepec —los principales sitios arqueológicos están en San
Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, así como en Villahermosa y Tabasco— su influencia se extendió a muchas
regiones mesoamericanas y muchos aspectos culturales comunes de esas culturas se iniciaron con ellos,
como el culto a las montañas y a los lugares elevados (como la pirámide cónica de La Venta), el culto a
la Serpiente Emplumada y al dios jaguar, el juego de pelota o el simbolismo religioso del jade.
La cultura olmeca, que inventó la escritura —usando pictogramas e ideogramas—, y el calendario, fue
identificada en un principio como un estilo artístico y ese sigue siendo su sello distintivo. 5 Fue una referencia y
un legado para todas las culturas posteriores de América Central —toltecas, zapotecas y hasta los aztecas—
siendo ejemplo la escritura maya, que tiene sus raíces en el primer sistema glífico desarrollado por los
olmecas.
Su arte se manifiesta a través de un gran dominio técnico de la escultura y de la talla, para muchos no
superado por ninguna otra civilización precolombina.67 La mayor parte del arte olmeca es naturalista, pero
también se utiliza una rica iconografía que refleja un significado religioso, con criaturas antropomórficas
fantásticas, a menudo altamente estilizadas.8 Se puede distinguir un arte monumental o colosal —hecho
en arcilla, piedra (principalmente basalto y andesita) y madera—y un arte menor o mobiliario —a base
de jade-jadeita y otras piedras verdes (serpentina) y de obsidiana—, junto con algunas pinturas rupestres. Los
monumentos de piedra se pueden agrupar en cuatro clases: 9

 Cabezas colosales de piedra (hasta 3 m de altura y 10 t de peso10), ejemplo de escultura monumental


tallada en basalto procedente de lejanas canteras, que son las obras más representativas del arte
olmeca,11 de las que se han encontrado 17 ejemplares en diversos sitios del área nuclear olmeca. Se
caracterizan por su apariencia negroide, de ojos abotargados, labios carnosos y nariz ancha, con un
casco encajado, que se cree pueden representar a dioses, a guerreros o a jefes —cabezas de linaje de
familia o antepasados— e incluso a jugadores de pelota. (La apariencia negroide ha llevado a conjeturar
que eran evidencias de algunos contactos interoceánicos en tiempos antiguos).
 «Altares» rectangulares (probablemente, tronos)[cita requerida] como el famoso altar 4 de La Venta, con una
cavidad en su parte frontal que representa una puerta al inframundo, de donde sale un
personaje mitológico que sostiene una cuerda que rodea todo el altar a modo de cenefa.
 Esculturas en bulto redondo, independientes, como «Los gemelos» de El Azuzul, el monumento San
Martín Pajapan 1 o el Señor de Las Limas, una obra en serpentina de un joven en posición sedente que
sostiene en sus brazos a un niño-jaguar, motivo frecuente en el arte olmeca.
 Estelas, introducidas más tarde que las cabezas colosales, los altares o las esculturas independientes.
En sus inicios eran una simple representación de figuras —como el monumento 19 o la estela 1 de La
Venta—, pero más adelante llegaron a representar eventos históricos, en particular actos que legitimarian
a los gobernantes. Esa tendencia culminaría en monumentos post-olmecas como la estela 1 de La
Mojarra, que combina imágenes de gobernantes con glifos y fechas del calendario de cuenta larga.12
Otro tipo de artefactos mucho más pequeños son las tallas de piedra dura en jade de una cara en forma
de máscara. El jade era un material particularmente precioso y sería utilizado como una señal de rango por las
clases dominantes.13 Ya en 1500 a. C., los primeros escultores olmecas dominaban la forma humana, 14 como
atestiguan las esculturas de madera descubiertas en los zonas pantanosas de El Manati. 14 Los curadores y
estudiosos se refieren a las máscaras faciales de «estilo olmeca» —cabezas humanas lo bastante grandes en
comparación con el cuerpo del personaje, una combinación de ojos hundidos, fosas nasales chatas y boca
amplia en arco ligeramente asimétrica, con el labio superior grueso (el labio olmeca, que se ha relacionado
con la forma de la boca del jaguar)15 y un mentón pequeño, con a veces con una hendidura en la cabeza 16—
pero, hasta la fecha, no se ha recuperado ningún ejemplo en un contexto olmeca controlado
arqueológicamente. Han sido recuperadas en sitios de otras culturas, incluido una depositada
deliberadamente en el recinto ceremonial de Tenochtitlan (Ciudad de México). La máscara presumiblemente
tendría unos 2000 años cuando los aztecas la habrían enterrado, lo que sugiere que tales máscaras fueron
valoradas y coleccionadas como lo fueron las antigüedades romanas en Europa. 17 Como las artes olmecas
estaban fuertemente ligadas a su religión, que destacaba a los jaguares — creían que en el pasado lejano se
habría formado una raza de «hombres-jaguar» entre la unión de un jaguar y una mujer16— el «estilo olmeca»
también combina características faciales de humanos y jaguares. 165
Destacan también una serie de figurillas de arcilla y piedra, conocidas como miniaturas olmecas, que se
encuentran abundantemente en yacimientos arqueológicos a lo largo del periodo formativo, y entre ellas, los
llamados rostros de bebé, pequeñas esculturas de cerámica de color blanco, con cara de niño, cabeza
grande, ojos almedrados, labios gruesos, ataviadas con un casco, y el cuerpo en forma de pera. También
pueden citarse las hachas Kunz (también conocidas como «hachas votivas»), figuras que representarían a los
«hombres-jaguar» y que aparentemente fueron utilizadas para rituales. En la mayoría de los casos, la cabeza
es la mitad del volumen total de la figura. Todas las hachas Kunz tienen la nariz plana y una boca abierta. El
nombre «Kunz» proviene de George Frederick Kunz, un mineralogista estadounidense, que describió una
figura en 1890. Otros jades característicos son las llamadas «cucharas olmecas». Las muestras artísticas son
muy complejas y aun hay muchos objetos que se están investigando.
En la zona del istmo de Tehuantepec también se desarrolló la cerámica, que en Barra, Locona y Ocós alcanza
grandes alturas artísticas.
Las principales piezas olmecas han sido recuperadas de los yacimientos excavados y han sido trasladadas a
museos, siendo las mejores colecciones las del Museo de Antropología de Xalapa y del Parque Museo La
Venta, con destacados ejemplares también en el Museo Nacional de Antropología de la capital mexicana.

El Señor de Las Limas (Museo de Antropología de Xalapa)

Miniatura olmeca de serpentina (Museo de Arte del Condado de Los Ángeles)

Luchador olmeca (Museo Nacional de Antropología (México))

Máscara de jadeíta (Museo Nacional de Antropología (México))

Rostro de bebé (Museo del Jade, Costa Rica)


 Hacha Kunz de serpentina (British Museum, Londres)

Teotihuacán[editar]
Artículo principal: Arte de Teotihuacán

Pirámide del Sol, Teotihuacán.

La cultura de Teotihuacán practica un arte solemne de adoración a los dioses y la naturaleza, cuyo único fin
es representar lo sublime y lo terrible de la lucha entre diversos dioses. No aspira a la belleza sino a cumplir
una misión religiosa y una visión cósmica de la vida. Los teotihuacanos destacaron principalmente en su
trabajo de la piedra, tanto en la parte arquitectónica como en la escultura, utilizada para reforzar las creencias
míticas y religiosas de este pueblo.
La principal divinidad representada artísticamente en esta ciudad era Tláloc, dios de la lluvia que dominaba
todas las manifestaciones de la naturaleza.
Teotihuacán es una ciudad-templo, sin murallas. La avenida principal, llamada por los aztecas «Calle de los
muertos», conecta los múltiples templos, como el de Quetzalcóatl, dios-serpiente, con otros edificios, como
la pirámide del Sol y la de la Luna.
Trabajan abundantes máscaras, definidas por rostros anchos y tendencia a la bidimensionalidad y al uso
de jade y piedras en estas

S-ar putea să vă placă și