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Por Amor A Una Mujer 213

NO ME OLVIDES

CAPITULO 1

La nariz negra olfateaba el aire cada tanto aspirando los aromas a su alrededor
con interés, mientras los ojos cafés enfocaban a las personas que caminaban
presurosas en la gran avenida que vigilaba, cada tanto la cabeza se ladeaba con
interés al detenerse alguien a mirarle. Finalmente con algo de aburrimiento los
ojos enfocaron hacia arriba dando con otro par de color oscuro que le miraban
divertidos -¿Estás aburrida Tormenta?- escucho la suave voz que provoco que
se levantara moviendo el rabo con insistencia -Velo así, al menos hoy no hace
tanto frío- sintió la suave caricia sobre la cabeza que le relajo profundamente.

La Avenida Central era un paseo turístico sembrado de tiendas y restaurantes,


con personas que la recorrían con prisa hacia sus trabajos o bien turistas
despreocupados que se paseaban con pausa, pero se podría decir que el principal
atractivo ese año era la nueva adquisición de la unidad K9 de la ciudad, todos los
que pasaban frente a una de las tiendas más populares inevitablemente se
detenían para posar sus ojos sobre la chamarra negra que coronaba aquel
hermoso uniforme policial, lo mismo que la boina de lado que pertenecían a una
escultural chica que era acompañada por una hermosa perra pastor alemán.

Todo el que trabajara en las inmediaciones sabía que la encontrarían firme en su


lugar de 6 a 3, siempre puntual, con una seriedad poco usual y una sonrisa sincera
para todo aquel que se la pidiera. Para muchos de los que ya convivían con ella
era una especie de reto o prueba de valor el solo acercarse a conversar con ella,
el pedirle una dirección o una cita pues generalmente la respuesta a la última
pregunta era una negativa.

De ella en aquella gran avenida poco se sabía aparte del claro hecho de que era
policía, todos los que le invitaban un café al parecer olvidaban preguntar el
nombre aunque en su placa se podía leer con claridad Savedra y su perra todo el
mundo sabía que se llamaba Tormenta.

Lo que nadie sabía es que desde que empezó su trabajo habían un par de ojos
claros que le observaban con insistencia desde la distancia, admirando todo de
ella y esperando con ansias los minutos al día en que podía contemplarle en
silencio. A diferencia de ella no lucía ningún uniforme, ni se sentía tan alta y
atlética, cada que le tocaba pasar por allí para acortar camino hacia la parada
del autobús se miraba en algún espejo con inseguridad casi con temor llegando
invariablemente a la misma conclusión era una chica demasiado “normal”
prendada de otra chica extraordinaria lo que la convertía en una verdadera
idiota.

Dio un suspiro pesado acomodándose su mochila y pasando como siempre frente


a la oficial Savedra fingiendo indiferencia, su camino se detuvo varias calles
después mientras subía al autobús que le llevaba a la universidad pegando su
frente al cristal desanimada, solo a ella se le ocurría acabar enamorada de
alguien a quien ni siquiera le había hablado una vez en su vida y que encima era
otra mujer.

Sin embargo se le hizo inevitable la primera vez que paso por aquella avenida no
mirarla, quizás había sido un evento desafortunado del destino chocar con
aquella persona que provoco que sus apuntes se desperdigaran por el suelo que
su mano se estirara chocando con aquella nariz húmeda y fría que le provoco un
susto mortal, justo antes de escuchar por única vez la voz más suave y dulce del
mundo.

Desde entonces nada fue igual, porque pasaba diario por aquel lugar solo para
mirarla a ella sin atreverse a saludarla, pues lo más probable es que no la
recordaran, desde ese día empezó su tormento ella que vivía para libros y
estudios se dio cuenta que su gusto contrario a los deseos de sus padres no eran
los chicos, pequeño gran problema viniendo de una familia tradicionalista. Pero
su verdadera pesadilla radicaba en que la amaba y ella ni sabía que existía.

A veces se preguntaba porque todo el mundo decía que el amor te hace valiente
si a ella solo la había hecho más cobarde, la había llevado a esconderse más entre
sus libros y a mirar en la distancia a quien amaba sin atreverse siquiera a
hablarle, cosa que le había ayudado a mejorar sus notas ya que se la pasaba
estudiando con el afán de olvidarla.

-¡HERENDIRA!- escucho su nombre bajando la cabeza con pesimismo y aquello


era la gota que derramaba el vaso, sus padres sus padres en un lapsus estupidus
sin duda le habían puesto aquel ridículo nombre que no hacía sino aumentar su
tortura.
-¿Podrías llamarme Ira?- le dijo a su amiga mirándola avergonzada del todo antes
de dirigirse al ascensor de cristal de la universidad, oh si porque encima de todo
estudiaba en la universidad más cara de la ciudad esa a la que todos llamaban
centro comercial.

-A mí me gusta Herendira- afirmo la chica subiendo a su lado - y te vengo a


reclamar que ayer faltaste a la fiesta en casa de Arturo.

Era verdad razono momentáneamente estaba en la flor de la vida, en la edad de


crear invaluables e insuperables recuerdos con la juventud a flor de pecho,
experimentar emociones, sentir la libertad de la mayoría de edad, pero no porque
ella se había pasado estudiando para al final de la noche al caer rendida en su
cama, envuelta por el silencio de su habitación unos ojos negros y una dulce voz
viniera a su memoria diciendo “Déjeme ayudarte” se golpeo la cara con la libreta
ante la sorpresa de su amiga que le miro sorprendida.

-Lo olvide- dejo escapar lánguidamente mirando a su compañera de ascensor -


sabes que tenemos exámenes la próxima semana y pues….

-Debes aprender a divertirte y no pasar tanto con la nariz entre los libros-
escucho el tono reprobatorio -no te hará mejor médico estar en ello.

-Pero me salva de reprobar- agrego sacando de su carpeta un tomo de anatomía


-y sabes bien que mi padre me exige cierto nivel en mis notas, de lo contrario me
cortaría el dinero.

-Tu padre te exige muchas cosas- bajo el tomo enfocando los ojos cafés que le
miraban fijamente -entre ellas estudiar algo que no te agrada.

-Eso es tema aparte Andrea- afirmo secamente -tema aparte- repitió mientras
las puertas del ascensor se abrían dándole paso a la primera de sus clases.

Su calvario universitario empezó a transcurrir pesadamente entre explicaciones


de variadas enfermedad hasta descripciones de distintas partes del cuerpo
humano, ella odiaba medicina simplemente era la carrera que le habían escogido
no la que ella deseaba. Se sabía inteligente y aplicada pero siempre había
pensando que las ciencias le restaban tanta magia a la vida.

Prefería que su cabeza se paseara en un mundo de sueños y posibilidades


infinitas limitadas solo por el deseo mismo de crecer, quizás porque ella misma
no se atrevía a saborear la libertad que significaba el imponer la propia voluntad
sobre los deseos de los demás. Pasada su tercera clase sus ojos se cerraron en
el autobús de regreso a la avenida central; ella ya no estaría allí pero eso no le
impedía cerrar los ojos y soñar con que tenía el valor de borrar el abismo que las
separaba y formular un simple hola.

Del otro lado de la ciudad Vanessa Savedra le daba su plato de croquetas a su


amiga del alma que lo devoraba con entusiasmo, mientras ella se dirigía al
refrigerador para abrir la puerta y extraer los ingredientes para prepararse un
rico emparedado, repasando sus funciones del día siguiente mentalmente. Dio un
suspiro pesado al ver la luz del televisor iluminando su desierta sala.

Parecía que la soledad era su compañera de eternos viajes, provenía de una larga
elite de policías y también de una larga lista de funerales por deceso honroso
dentro de los mismos, desde niña siempre tuvo claro que deseaba pertenecer a
la unidad canina, así que puso todo su esfuerzo para llenar de orgullo a sus
padres, sus hermanos pertenecían a la unidad de asalto y su padre había sido un
respetado teniente hasta que la muerte llamo a su puerta en medio de un tiroteo.

Luego de la muerte de su madre había quedado sola en aquella inmensa mansión,


aunque contaba con la compañía leal de su canina amiga, se paseo dando un rodeo
por la sala viendo la foto de su última pareja adornando una mesita en medio de
la estancia, tomo el retrato dejándolo boca abajo lo último que necesitaba en ese
momento era recordar lo desastrosa que fue esa relación.

No comprendía claramente porque nunca duraba lo suficiente con nadie, aunque


si sabía el reclamo constante: un trabajo peligroso, poca atención y mala
administración de su tiempo, aunque quizás simplemente a ella ninguna le
interesaba lo suficiente.

Se acomodó con paciencia en el sofá para cambiar con desinterés los canales, la
verdad le alegraba que su madre no estuviera con ella porque de otra manera se
imaginaba el interminable sermón que le daría por continuar soltera y sin
relaciones estables a la vista.

Sintió un suave movimiento a su lado en el sofá para ver a Tormenta haciéndose


un ovillo a sus pies y disponerse a dormir, quizás ella debería hacer lo mismo
después de todo sus días eran más pesados, creyó que al asignarle un lugar como
la avenida central todo sería más tranquilo pero no fue así, las invitaciones a salir
le llovían diariamente, tenía que soportar el pavoneo constante de todo el que
pasaba frente a ella, parecía que nunca habían visto una mujer en uniforme.

Encima nunca pasaba nada interesante por lo que pasaba como una estatua de pie
frente a aquella enorme tienda y sentía que Tormenta nada más estaba
engordando, cerro sus ojos con suavidad ordenando las caras de todos los que
pasaban delante de ella diariamente, su excelente memoria fotográfica le
permitía identificarlos a todos, incluso al anciano que la miraba deseoso “viejo
verde, pervertido”… estudiantes, trabajadores, gerentes, algunos de sus
compañeros.

Quizás debería pedir de nuevo transferencia se empezaba a aburrir en aquel


sitio, donde nada interesante ocurría… si no mal recordaba su última gran
aventura fue ayudar a recoger un grupo de apuntes que habían salido volando.
Después de todo había pedido el cambio para intentar rescatar su última
relación, cosa que no funciono porque al parecer a pesar del nuevo turno y horario
ella continuaba siendo una desobligada.

-¿Crees que haya algo malo en mí?- cuestiono a Tormenta que levanto la cabeza
en forma perezosa mirándola -Si bueno tú eres la única que me ama realmente -
admitió con una suave sonrisa -¿Qué más le podría pedir a la vida?... quizás pedir
amor… es pedir demasiado.

Dar el primer paso en todo aquello que uno se propone es siempre dar el paso
más difícil, una vez que se ha dado lo complicado es no echar para atrás y eso lo
vivía en carne propia Herendira desde que su mente una mañana decidió que no
quería soñar más y transformar en realidad aquel amor que le estremecía la piel.

Dar el primer paso era la peor pesadilla porque siempre acababa tomándose ella
dos cafés en el autobús, comiéndose dos helados o dejando un ramo de rosas en
algún bote de basura porque dar el primer paso te requiere tener el valor de una
montaña, golpeo su cabeza en el cristal igual era una tontería comprarle un café
cuando su turno ni siquiera terminaba, un helado era muy infantil y las rosas
demasiado corriente.

Pensaba ella que esa mujer desconocida en aquel uniforme policial le había
desestructurado el mundo por completo, a ella a quien la vida le pasaba en blanco
y negro sin ningún requerimiento fuera de lo usual, ahora estaba haciendo
malabares y trazando mil planes que le dieran el valor de dar ese dichoso primer
paso.

Un primer paso que consistía en esencia en un simple Hola, era tan sencillo como
hacer el movimiento con la boca y generar el sonido ¿cierto? No porque para
decir hola debes romper una distancia y acercarte a una persona, es en ese punto
donde residía la dificultad de todo el condenado asunto.

-Herendira si sigues sentada allí tu glúteos máximus se aplanara- levanto los ojos
con fastidio enfocando a Andrea mientras la música del bar inundaba sus
sentidos de golpe aturdiéndola.

-Vaya eso es nuevo- la miro con completa seriedad por lo que su amiga ladeo la
cabeza confundida -que sepas el nombre científico de tu trasero- las risas se
escucharon en la mesa que ambas compartían con varias compañeras mientras
Andrea esbozaba un gesto de fastidio dándole un suave empujón.

-Mi trasero se llama- la chica ladeo la cabeza pensando profundamente aquello –


Nerón- afirmo la chica con una enorme sonrisa.

-¿Nerón?- cuestiono en tono poco convincente.

-Sí, Nerón, porque todo el que lo ve arde en llamas- las risas resonaron de nueva
cuenta en la mesa mientras Herendira solo negaba con la cabeza, Andrea siempre
le hacía reír.

Aquella noche la habían convencido de ir a aquel bar a pasar un rato sano en


compañía de sus amigas, aunque ella razonaba que tomar cerveza hasta reventar
tenía poco de sano, enfoco el rostro alegre de Andrea mientras la chica paseaba
sus ojos por el bar sin duda en busca de su próxima presa.. Pobre del incauto que
cayera en sus encantos pues de seguro acabaría pagando la cuenta de todo la
mesa.

Las fiestas nunca habían sido lo suyo, quizás porque toda su vida la educaron para
ser una señorita refinada, que estaba libre de los excesos y la perdición de
aquellos lugares en palabras de su abuela; pero a su criterio uno se perdía solo si
así lo deseaba o le faltaba fuerza de voluntad para imponerse. En pocos minutos
la mesa quedo semivacía casi todas sus compañeras estaban en la pista moviendo
sus cuerpos al ritmo de la música con sus compañeros de turno, algo que había
aprendido en su carrera es que los ratos de esparcimiento eran limitados ya que
estudiar medicina les exigía mucho así que esos breves momentos eran
invaluables.

-Dame el nombre- se giro mirando a Andrea confundida mientras la chica


continuaba hablando si enfocarla siquiera -Dame el nombre del idiota que te trae
de cabeza- la miro parpadeando sin acabarse de creer lo que escuchaba ¿Acaso
era tan evidente?

-No sé de lo qué hablas- utilizo su mejor tono serio al responder la pregunta que
le formulaban con indiferencia.

-Sí lo sabes- vio como Andrea se giraba enfocándola con profundidad -pero si no
quieres hablar de eso lo entiendo- le afirmaron con absoluta calma -sin embargo,
si no se da cuenta de lo esplendida que eres, no vale la pena- la vio levantarse
saludando a un muchacho alto con encanto.

Andrea se había convertido en su mejor amiga el día que ingreso a la universidad,


estaba tan nerviosa en aquella ridícula presentación ante el grupo, al sentir las
miradas de todos sobre ella, al explicar de dónde provenía y por los cuchicheos,
hasta que la voz de Andrea rompió todo con un claro “Oigan, yo vengo a estudiar,
no a ver chicas bonitas hablar de sí mismas” la risa se extendió por el salón
mientras ellas se miraban mutuamente.

Su mejor amiga era magnética, todo de ella llamaba a encariñarse rápidamente,


era comprensiva, dulce y divertida, un apoyo constante en su vida la única persona
con la que se sincero contándole incluso su mayor sueño que seguramente nunca
cumpliría y sin embargo era incapaz de contarle el sentimiento que se había
despertado en su interior, no tenía claro porque no deseaba hacerlo quizás por
miedo a que su amiga dejara de serlo al enterarse que le gustaba otra mujer y
no un chico como suponía.

Pero la realidad es que Andrea tenía una sonrisa que iluminaba por completo su
vida y con ella a su lado se sentía capaz de continuar adelante sin decepcionar a
su familia, porque cuando estuviera desanimada tendría su abrazo cariñoso y la
palabra precisa…. Sacudió la cabeza suavemente, desde hacía unos meses no
hacía más que pensar y pensar sin cesar mil cosas diferentes.

-Carita bonita- sintió como tiraban de ella con fuerza -deja de pensar, hoy vamos
a bailar hasta que no podamos más- vio la sonrisa iluminar todo mientras sentía
que tiraban de ella hacia la pista de baile y le podría asegurar a cualquiera que
mientras miraba a aquellos ojos cafés los negros que le habían atormentado
desaparecían del todo siendo derrocados del reinado que ejercían en su corazón.

Despertó a la mañana siguiente con la cabeza dándole patadas una y otra vez,
mientras se revolvía en su cama viéndose atrapada por dos pares de piernas,
desvió sus ojos aturdida para dar con el rostro de Carolina una de sus
compañeras de clase descansado en la almohada antes de girar en la otra
dirección y dar de lleno con el de Andrea invadiendo su pecho de manera
posesiva, dio un suspiro pesado… definitivamente eso de beber de mas fue mal
consejo se intento erguir para dar con dos cuerpos mas tirados en la alfombra,
contabilizo dando gracias al universo que no faltaba una sola de sus amigas…
porque ella había perdido buena parte de su razón en determinado punto de la
noche.

-¡¡TENGO HAMBRE!!- La puerta de la recamara se abrió de pronto dando paso a


una chica de cabellos rubios y gran energía que hizo a todas las presentes
revolverse en sus lugares sujetándose la cabeza con fuerza -¡¡MANADA DE
BORRACHAS!!

-Ya no grites por todo lo sagrado- dejo escapar Andrea refugiándose con más
insistencia en el pecho de Herendira mientras la almohada de turno se sonrojaba
profundamente.

-Bueno, pero de verdad tengo hambre- la joven hizo un enorme puchero mientras
sus amigas intentaban sonreír -además me la deben, fui la única que no se
embriago anoche, porque era la chofer designada.

-Está bien Estef - Herendira se removió algo incomoda dándole un suave empujón
a una reticente Andrea que no deseaba abandonar su lugar -yo te preparo el
desayuno.

-Dirás almuerzo- dijo la chica, provocando que todas se sentaran de golpe –si,
bueno, se asustarían si les digo que falta casi nada para nuestra clase de la tarde.

Herendira se levanto como resorte mandando a volar a Andrea sobre Érica una
de sus amigas que estaba tirada en el suelo al lado de la cama lo que provoco los
gritos de ambas mientras ella se saltaba a Sabrina y Patricia para llegar y sacudir
a Stefani con fuerza -¡DIME QUÉ NO ACABAS DE DECIR ESO!

-¿No?- dejo escapar la joven mirando en busca de ayuda al resto del grupo
-¡NO PODEMOS LLEGAR TARDE!- exclamó corriendo hacia la sala para pasar al
cuarto de baño con el afán de meterse en él, mientras sus amigas en la habitación
se sujetaban la cabeza con fuerza.

-Stefani yo te mato- Andrea miro a la rubia seria -tenias que abrir tu bocota…
nos íbamos a saltar la clase - afirmo con cansancio.

-Pues una avisa y así evito hablar de más- se giro al ver a Herendira pasar
corriendo con una toalla - pero me temo que tu y Nerón deberán ir hoy a la
universidad- rio quedamente antes de sentir un fuerte golpe que la hizo hacer
un enorme puchero.

-¡DEJEN DE PERDER EL TIEMPO, MANADA DE VAGAS!- le grito Herendira a


sus amigas que asintieron asustadas para empezar a levantar sus cosas.

Herendira miraba a sus amigas con fastidio, cuando había dicho que iría en
autobús todas decidieron que sería una gran aventura y ahora miraba a Sabrina
con su guitarra en mano y a Patricia con su boina pasando asiento por asiento
pidiendo colaboración “¿Cómo acabe con amigas así?” se volteo a su derecha para
ver la cara sonriente de Andrea “ya lo recordé” pensó dando un suspiro pesado
mientras el autobús se detenía y sus dos amigas contaban el botín.

Miro a Carolina conversar alegremente con Stefani mientras Patricia y Sabrina


les mostraban cuando habían recogido, vio a Andrea apiñarse con ellas antes de
echar todas a reír… se detuvo en seco al ver a lo lejos la silueta firme en el
mismo sitio, apretó con suavidad la carpeta en sus manos mientras veía a sus
amigas avanzar hacia aquel lugar desconociendo todo lo que sentía ella en su
interior.

Tomo aire dando gracias que al menos iba a poderla verla aquel día, aunque sería
otro día perdido sin poder hablarle y es que…

-¡PERRITO!- palideció de golpe al ver a Stefani ponerse de rodillas frente al


perro policía -Owww se que son máquinas de matar, pero siguen siendo tan lindos-
afirmó mirando a su oficial favorita, ella llevaba meses intentando hablarle y esa
estúpida Stefani llegaba como si nada.

-Tanto como máquinas de matar, no, aunque son muy inteligentes- vio la sonrisa
dulce, acompañando la voz suave y deseo morirse en aquel mismo instante.
-Debe ser buena compañía… se nota que te quiere mucho- Stefani le sonreía a la
chica que asentía suavemente - Gracias por dejarme acariciarla.

-Es un placer- le respondieron con una media sonrisa -además a ella le encanta
¿Cierto Tormenta?- la perra ladro con fuerza mientras Stefani regresaba con
sus amigas y continuaban caminando.

-¡HERENDIRA APURATE!- sintió como si el mundo se le rompiera en fragmentos


al escuchar a Andrea decir su nombre, por lo que subió su libreta llena de apuntes
cubriéndose el rostro para pasar frente a ella avergonzada del todo.

Intento concentrarse en las rayas frente a su rostro, en los trazos que formaban
las letras y en olor de su libreta, en cualquier cosa que no fuera ella que
seguramente la estaba mirando por culpa de Andrea, respiro sintiendo el corazón
explotarle en el pecho antes de chocar con alguien que mando sus apuntes a volar
en todas direcciones, se quedo estática al ver su libreta caer en el suelo a pasos
de ella mientras miraba a Andrea regresarse con prisa, se agacho avergonzada
intentando apurarse antes de ver el cabello de Andrea a su lado juntando unas
cuantas hojas.

-¿Estás bien?- se giro al escuchar la voz dulce que le hablaba para ver a la perra
pastor alemán con su libreta en los dientes y a su dueña con algunas hojas en la
mano, asintió suavemente -Es la segunda vez que te pasa esto- la sonrisa se hizo
presente dejándola sin respiración.

-Entonces, deberías hacer mejor tu trabajo y reprender a la gente que es


grosera, y no sé fija por donde va- sintió la mano de Andrea tomando la suya
antes de retirar las hojas de la mano de la joven policía y la libreta de las fauces
de la perra - en lugar de estar allí solo viéndote bonita.

Noto la cara sorprendida de la oficial mientras su amiga tiraba de ella con fuerza
alejándola del lugar, dejando a la joven estática en el mismo sitio mirándolas
intento respirar sin ser capaz de hacerlo, miro la cara confundida del resto de
sus amigas mientras sentía la calidez de la mano de Andrea sobre la suya -
Estúpida policía- le escucho decir -en lugar de ver que intentaba el tipo ese, solo
recoge los papeles, claro, si es un adorno en la Avenida.

-No digas eso- dejo escapar suavemente sin ser escuchada mientras la
arrastraban hacia el otro autobús.
Escuchaba las conversaciones alegres a su alrededor, mientras veía las manos de
Andrea acomodando sus apuntes con cuidado, su amiga siempre cuidaba de ella
era verdad pero en aquella ocasión… en esta ocasión, estiro su mano deteniendo
las manos de Andrea antes de abrazarla con fuerza refugiándose en su pecho y
rompiendo a llorar dejándola sorprendida.

Lejos en la Avenida Central Tormenta tenía las orejas gachas al ver a su dueña
aguantando estoicamente la lluvia que había empezado a caer torrencialmente
hacia unos minutos, las gotas se deslizaban por la boina con suavidad rebotando
cada tanto en su hocico mientras las personas corrían a prisa buscando refugio.

-Yo solo quería ser amable- murmuro finalmente -no soy solo una cara bonita-
agregó quedamente mientras las gotas de lluvia se mezclaban con sus lágrimas,
algo que odio toda su vida era aquello, que todos dijeran que ella era bonita, que
lo que había conseguido lo había logrado por su cara… que no fuera más que eso,
recordaba la alegría de su jefe cuando pidió el traslado a la Avenida Central y
aquella frase “esto mejorara nuestra imagen”, apretó la mandíbula bajando el
rostro con suavidad mirando los ojitos cafés de Tormenta enfocándola -Soy una
buena policía… siempre lo he sido- dejo escapar quedamente -fue un choque
accidental- afirmó murmurando ya una explicación que nadie escuchaba mientras
la lluvia aumentaba y ella permanecía en aquel mismo lugar con ese apunte sobre
la distribución del sistema nervioso en su chaqueta.

NO ME OLVIDES

CAPÍTULO 2

APUNTES Y CAFÉ.

¿Qué sería la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo?

Vincent Van Gogh.

El cielo oscurecido era la señal clara que la estación de lluvias había hecho su
entrada oficial, su sombrilla iba abierta mientras acomodaba su mochila en la
parte delantera de su cuerpo para evitar que sus libros se mojaran, las gotitas
aumentaron en intensidad convirtiéndose en una cortina de agua. Sentía como de
a pocos sus jeans se empapaban mientras sus pies generaban hondas en los
charcos de los adoquines de la Avenida Central, agradecía la soledad de su viaje
ya que después de llorar como loca, Andrea había estado reticente a dejarla ir
a la única clase que llevaba en soledad el sábado en la mañana.

Era como si la vida de pronto le pesara demasiado, quizás lloro porque llevaba
mucho tiempo guardando tanto dolor dentro suyo, tantas presiones de su familia
y acumulando sueños rotos, había evitado pasar por la Avenida Central esa
mañana y sin embargo ahora la tomaba no se le antojaba mojarse de más y
enfermar… miraba alrededor sin mirar realmente, su mente estaba dedicada a
rememorar cada sueño de infancia que le era negado bajo la frase “no es tu
destino”, s los ojos le ardían mientras abrazaba aquella mochila llena de una
esperanza que no era suya.

Desvió sus ojos al lugar donde ella generalmente estaba de pie para parpadear
un par de veces intentando ubicarse al ver a la perra pastor alemán sola en su
sitio, sacudió la cabeza como intentando despertar de sus recuerdos para estar
segura de lo que veía, antes de moverla con preocupación rápidamente viendo
pasar las gotas de lluvia, el adoquín, las fachadas de los edificios, las figuras
fugaces de otras personas antes de detenerse en la figura uniformada en medio
del paseo turístico de la Avenida Central de pie erguida mirando el cielo
fijamente.

La miro unos instante sintiendo una lágrima derramarse por su mejilla al ver la
profunda tristeza en aquellos ojos negros que miraban fijamente al cielo como
pidiéndole una paz que no sentían, el rostro empapado y la boina que
generalmente lucía tirada a su lado en el suelo mientras sus cabellos negros se
pegaban cada tanto sobre el rostro producto de la humedad.

Su mano busco por inercia aquel pañuelo blanco que siempre llevaba entre sus
ropas, una costumbre que su abuela había creado en ella, lo que paso a
continuación ni ella misma se lo podía explicar… su cuerpo se había movido solo y
cuando tuvo conciencia de él ya la cubría a ella con su sombrilla estirando su mano
ya que la joven era más alta, mientras su mano libre pasaba el pañuelo de seda
blanca con delicadeza sobre el rostro, provocando que aquellos ojos negros
adoloridos le enfocaran sin cambiar de expresión. Sintió como se separaban del
contacto de la tela con suavidad mientras el cabello empapado se movía
suavemente y las manos rebuscaban algo en la chaqueta, percibió como le
ubicaban en la mano que tenía el pañuelo con cuidado una hoja doblada.
Miro aquella hoja en la mano antes de arrugar el entrecejo con una duda
silenciosa mientras los ojos negros le negaban su visión al cerrarse
momentáneamente antes de alejarse de ella dándole la espalda, la vio situarse al
lado de la perra que le acompañaba siempre y enfocar la Avenida Central sin
enfocarla realmente, apretó la hoja con suavidad entre sus manos sin
comprender aquello, podía acercarse y preguntar pero sentía que no era el
momento por lo que simplemente continuo su camino sin mirar atrás.

La lluvia hacía eco en sus oídos mientras algunas personas corrían esquivándola
para refugiarse de aquella lluvia insistente que se negaba a cesar su ataque, subió
en su autobús para mirarse las manos aún sorprendida de su propio atrevimiento,
respiro profundo antes de revisar al hoja rayada que le habían dado mirando con
sorpresa que era uno de sus apuntes perdidos, sonrió con algo de tristeza antes
de acariciar la hoja y pegarla con fuerza contra su pecho -Muchas gracias-
murmuró quedamente antes de llorar de nuevo silenciosamente pegando su
cabeza al frío y húmedo cristal, mientras entre sus lágrimas una suave sonrisa
se asomaba.

Andrea palideció al ver a Herendira empapada de pies a cabeza en su casa con


una sonrisa divertida -Olvide mi sombrilla en al autobús y mira- levanto la mochila
mostrándosela -creo que eche a perder mis libros- escucho la risa divertida de
la joven que la dejo pasmada del todo -si tan solo fuera la solución para
abandonar medicina- escucho la risa mientras veía las lágrimas escapar de nuevo
de los ojos preocupada -perdona Drea, es que estoy algo cansada es todo- la
abrazo con fuerza empapando su ropa en el proceso mientras intentaba
transmitirle paz con aquel sencillo contacto.

La hizo ingresar en su departamento para llevarla hacia la ducha y hacerle señas


indicándole que se duchara mientras ella iba a rebuscar en una de sus gavetas
por ropa extra para su amiga, desvió sus ojos hacia la foto en su buro en que
aparecían dos de sus mejores amigas y se preguntaba porque simplemente ellas
no podían intentar ser felices.

Algo que Andrea había aprendido a valorar desde niña eran las risas, su vida
había sido dura desde niña su madre la crio ella sola cuando su padre la abandono,
así que las risas eran escasas en casa cuando tuvo edad para empezar a trabajar
y contribuir en su hogar aprendió a sonreír cuando veía a su madre hacerlo,
lamentablemente murió cuando ella tenía dieciséis años dejándola al cuidado de
su tía que era una mujer distante a la que ella le interesaba poco, así que apenas
termino la preparatoria aplico para medicina, consiguió una beca y un trabajo de
medio tiempo para llevar su carrera adelante.

Nunca negaba una sonrisa, un abrazo cariño o un silencio acertado porque amaba
ver las sonrisas adornando las caras de las personas importantes en su vida,
pensaba que si todos sonrieran más el mundo sería un lugar mejor y por eso a ella
le encantaba proteger las sonrisas de quienes amaba.

Miro con tristeza los rostros en el retrato antes de dejar la ropa doblada sobre
la cama esperando a que Herendira saliera del baño, tendría que tener una larga
discusión con su amiga de cómo llevar su vida, aunque quizás eso no era lo
adecuado hacer lo que todos decirle como vivir su vida… la realidad es que debía
aprender que su vida era suya, pero en el caso de Herendira parecía ser algo
complicado de hacerle entender.

Encima sentía que su amiga creía que ella era demasiado distraída como para
notar aquella mirada pérdida que le empezó a acompañar desde hacía algunos
meses, los suspiros suaves o esas sonrisas que aparecían cada que algún recuerdo
tocaba su ensueño… Herendira estaba enamorada ella lo sabía porque tenía todos
los síntomas, lamentablemente también tenía claro que no era correspondido y
ella lo sabía porque también guardaba en secreto un amor que se le metía por
entre los poros de la piel para atormentar su corazón… porque los amores
imposibles son los que más dolor causan “somos un par de complicadas Herendira”
pensó fugazmente antes de abandonar la recamara al ver aparecer a su amiga en
el umbral dándole espacio para que se cambiara.

Se dirigió a la cocina para revisar que la comida que estaba preparando se


estuviera cocinando bien cuando al puerta resonó de nuevo haciéndola asomarse
al pestiño y ver sorprendida el rostro de Stefani del otro lado, la abrió sonriente
antes de sentir un cascada rubia irrumpir en su campo de visión y la respiración
entrecortada del llanto golpear contra su pecho; regreso el abrazo con suavidad
y cariño al parecer ese día lluvioso no se antojaba agradable.

Vanessa Savedra observaba la lluvia aumentar con intensidad invadiendo por


momentos su refugio bajo aquel delgado techo en la Avenida Central, días como
aquel eran extraños el lugar estaba desierto dejando solo a la vista una cortina
blanca de lluvia, que cada tanto la sombra de alguien que no había logrado evitarla
rompía. Sintió una toalla caer sobre su cabeza empapada por lo que se giro a ver
a la Gerente de la tienda frente a la que estaba de pie sonriéndole con calidez -
No querrás enfermarte ¿o sí? Oficial Savedra- la miro unos instantes antes de
negar suavemente -Entonces procura no pararte en media avenida bajo la lluvia-
asintió suavemente dando un suspiro pesado -¿Podrías preocupar a Tormenta?

-Disculpa Tormenta- dejo escapar suavemente mirando a la perra que movía el


rabo, antes de sentir un fuerte empujón -Disculpa Virginia.

-Vanessa- escucho su nombre quedamente por lo que bajo la cabeza -estaba muy
feliz cuando me contaste de tu traslado a esta avenida, porque pensé que tendría
a mi mejor amiga todo el día conmigo… pero si vas a estar con aire depresivo y
aburrida empiezo a arrepentirme.

-¿Cómo está Adolfo?- cuestionó medio sonriendo enfocando al frente.

-Tenías que mencionar al idiota ese- contuvo la risa al escuchar el tono enfadado
de su amiga - no sé ni porque me casé con él.

-Es tan guapo, alto y atlético- dejo escapar en tono soñador antes de recibir
otro empujón -no te pases, aún estoy de turno, le estas faltando el respeto a la
autoridad.

-¿Cuál autoridad?- tiraron de la chaqueta negra con suavidad -yo solo veo a mi
mejor amiga desde que tengo uso de razón, haciendo algo que no la veía hacer
hace años deseando desaparecer entre la lluvia.

-No es nada- le afirmó quedamente mirando las gotitas bailar.

-Bien te esperamos a cenar- Virginia se dio vuelta ingresando al local para


asomarse de nuevo -me debes lo de la toalla- le saco la lengua divertida antes de
cerrar la puerta tras suyo.

Vanessa negó con la cabeza antes de mirar a Tormenta sonriendo para acariciarla
suavemente enfocando el agua corriendo en la Avenida Central, sus días
favoritos eran los días de lluvia y al contrario de la mayoría que gustaba de
haraganear a ella le encantaba salir a pasear, de niña era como si la lluvia se
llevara cada tristeza que se abrigaba en su interior ante las pérdidas que había
sufrido, su abuela solía decir que la media de vida en su familia eran los 30 años,
fue la edad a la que perdió a su padre, la edad a la que murió su madre y la edad
a la que su hermano mayor también falleció, sus otros dos hermanos estaban a
nada de alcanzarla y a ella no le faltaba mucho; así que su abuela ya insistía en
bisnietos, esa vieja si era más dura que una mula.

Empezó a reírse con fuerza al recordar a su abuela y los incontables regaños de


los que ella y sus hermanos eran victimas bajo su cuidado, pero al final la pobre
mujer siempre decía lo mismo… “yo nací para criar amantes de la ley y el orden,
la madre y abuela orgullosa de un legado policial”, recordaba su cara en cada
funeral al que había asistido, sus lágrimas impecables al ver a tres de sus nietos
cargar al cuarto en hombros llevándolo a su descanso eterno…. Bajo el rostro con
tristeza evitando empezar a llorar.

Andrea miraba a Herendira y Stefani cada una en su mundo, cada una cargando
una pena diferente a la anterior antes de mirarlas con profundidad y seriedad -
Vienen las dos con la lluvia a ennegrecer mi mañana- noto como ambas bajaban la
mirada con confusión -A ti Stefani, no te diré más lo que tus ojos perfectamente
pueden ver- afirmó con tranquilidad -en cuanto a ti Herendira... inténtalo, lucha
por lo que quieres- noto como le dirigían una mirada de sorpresa -piénsalo lo peor
que puede pasar es que te digan que no, además ¿No eres tú la que dice que tú
vida no es tuya? Entonces, no pierdes nada con intentarlo… no pasara nada si
fracasas porque tu destino ya está marcado… deberías preocuparte si te dicen
que si, Herendira el amor es bonito- le dijo casi con desesperación - si a veces
es una carga pesada de llevar, pero solo cuando no te atreves a ir por él, por que
las alegrías que te regala seas correspondido o no son incontables.

Vio como Herendira se miraba las manos unos instantes antes de sonreír
poniéndose de pie y echando a correr hacia la puerta tomando su chamarra
empapada para sacar la billetera, sonreírle y salir dando un fuerte portazo
mientras ella se giraba mirando a Stefani que simplemente se abrazó a ella con
fuerza -Es que de verdad, yo lo amo- afirmó su amiga quedamente mientras ella
asentía regresándole el abrazo suavemente.

-Lo sé… Lo sé- murmuró arrullándola despacio entre sus brazos.

Herendira corría sintiendo las gotas gruesas de lluvia impactarse en su rostro,


impregnándose en su piel y empapando su ropa, sin embargo aquello no la detuvo
a la hora de tomar el autobús usual que la llevaba a la Avenida Central, prometió
al chofer no sentarse y el hombre le permitió abordar sin problema, sentía el
corazón bombeándole a mil y las mejillas ardiendo… era como Andrea decía ¿Qué
tenía que perder?, se bajo a prisa para correr por la larga avenida desierta en
dirección al lugar donde ella siempre estaba de pie, al lugar donde esa mañana se
había acercado a ella, bajo esa misma lluvia que había aumentado volviéndose
torrencial, sentía su ropa escurrir agua y sin embargo sus pasos se detuvieron a
solo metros de la figura uniformada.

No podía llegar con las manos vacías ¿cierto?, se giro ingresando a una cafetería
ante la mirada asombrada de todos los presentes y de los empleados encargando
dos cafés negros para llevar mientras ignoraba el hecho de que estaba formando
un charco sobre el sitio en que estaba de pie, que afuera parecía que el cielo se
venía en pedazos y que solo un loco volvería a salir a aquella tempestad; tomo los
cafés pago, y como si la lluvia no estuviera allí salió cerciorándose que los
protectores sobre el vaso estuvieran bien puestos no deseaba que su regalo se
echara a perder.

Vanessa Savedra levanto la mirada ante el movimiento inquieto de Tormenta para


ver aquella figura atravesando la cortina de lluvia a paso calmo y tranquilo,
instintivamente puso su cuerpo en tensión ante una posible emergencia, hasta
que vislumbro el rostro escurriendo agua, el cabello rojo empapado oscurecido y
pegado al rostro. Noto como aquella joven se detenía sonriéndole ,mirándola con
profundidad y alegría, despertando en su rostro de regreso su mejor sonrisa
mientras tomaba aquel café que le tendían con suavidad, la miro confundida unos
instantes notando como la sonrisa de la pelirroja se ampliaba aun más - Gracias
por recoger mis apuntes- le escucho murmurar sin refugiarse de la lluvia, le
hubiera gustado decir “de nada” pero era como si las palabras en su garganta se
hubieran quedado muertas -Los días de lluvia son hermosos ¿no crees?... es como
si se llevaran con ellos todo lo malo- la vio girarse y continuar su camino por la
avenida dejándola con aquel café caliente en la manos y el corazón acelerado

NO ME OLVIDES

CAPÍTULO 3

CAFÉ Y MIRADAS.

El Amor no tiene más deseo que el de alcanzar su plenitud

Khalil Gibral. El Profeta.


La estación de policía estaba a reventar, las lluvias habían traído consigo
diferentes accidentes viales, riñas entre familias, amigos, vecinos y un estrés
generalizado en la ciudad. Todo el lugar parecía un caos, todo menos la sección
de la policía turística que parecía envuelta por un completa calma.

Vanessa termino su informe diario para levantarse y entregarlo sin miramientos,


acabando con aquello su día y dirigiéndose sin miramientos a los vestidores bajo
las miradas atentas de algunos compañeros, se desnudo con tranquilidad
mientras abría el agua caliente para darse un baño rápido, sintió el calor llevarse
consigo el frío del día pero no así la duda que la había embargado casi una semana
atrás al recibir aquel café, más aun la extraña preocupación que había nacido en
ella al desaparecer la culpable de que aquel líquido negro calentara sus manos en
medio de aquella copiosa lluvia.

Ella recordaba el rostro, dos veces había recogido los apuntes de aquella chica,
tres veces se habían dirigido la palabra una a la otro o ¿Debería decir que ella
hablo dos y la niña una?, se llevo las manos al cabello empezando a enjuagárselo…
en realidad habían sido tres veces las que ella hablo… bueno no ella hablo dos y
la tercera simplemente le dio un apunte, giro bajo el agua con molestia ¿Desde
cuándo divagaba tanto por una desconocida?, que aparte de desconocida sin duda
era una niña de apenas dieciocho años.

Salió de la ducha mandando su cabeza a asuntos más importantes, como ir a casa


de su cuñada a ver a los hijos de su hermano mayor o a casa de los gemelos a ver
a la abuela, quizás ir con Virginia el domingo próximo, llevar a Tormenta de
paseo…¿Quizás Virginia sabría quién era esa niña?... después de todo su tienda
se llenaba de chicas de esa edad o más pequeñas… pero como se le ocurriera
preguntarle, dio un suspiro pesado… preguntarle a Virginia no era una buena idea.
De todas formas ¿a ella que le importaba quien fuera?, posiblemente solo era
una chica loca que gustaba de caminar bajo la lluvia y regalar cafés, nada
trascendental se dijo a si misma antes de dirigirse a las perreras por su fiel
compañera.

Andrea miraba a Herendira suspirar delante de un cadáver en la morgue de la


escuela sin poder creerse aquello -Herendira cariño- le dijo con suavidad -por
más que le declares tu amor a este amable y pálido caballero, no te
corresponderá- vio como se giraban a mirarla con molestia por lo que sonrió
divertida -¿Así qué le hablaste?
-¿Crees qué Stefani haya vuelto en sí?- cuestionó Herendira a modo de
respuesta por lo que Andrea volteo los ojos en blanco.

-Esperemos que sí- rió quedamente -rompió el récord del desmayo más rápido
según el profesor, digo ni los cadáveres vio bien antes de irse al suelo- negó con
la cabeza examinando un moretón en el cuello del cadáver que revisaban
superficialmente en ese momento.

-Debes sentirte orgullosa que solo quedamos tú y yo de pie a pesar de los vanos
intentos del profesor de hacernos ir al suelo- respondió Herendira poniendo
atención a los movimientos de Andrea.

-La verdad sí… eso y que lo de Sabrina estuvo esplendido- dijo divertida viendo
al profesor pasar con una nueva bata blanca -la venganza perfecta vomitar al
tipo antes de desmayarse…

-Sí, por lo demás no creo que tuviera otras intenciones más que hacernos perder
el tiempo, creí que mínimo nos obligaría a abrir a alguno de estos cadáveres-
afirmó con desinterés.

-Claro, lo dice la que aun no recupera bien su sentido del olfato luego de haber
estado enferma casi una semana- la miro unos instantes antes de girar por la
mesa para revisar los costados del cadáver con interés.

-No es mi culpa tener la ventaja- respondió Herendira -¿Cómo cree qué murió
doctora?

-Múltiples hemorragias internas- dejo escapar Andrea con seriedad -te diría que
tuvo una riña callejera y fue accidental, sin embargo las marcas en el cuello
indican estrangulamiento, aunque no he revisado las vertebras y la espalda para
ver si hay fractura.

-Excelente Señorita- ambas voltearon a ver a una joven mujer que les sonreía
divertida -tiene usted un gran talento, eso fue un análisis forense impecable y
más que acertado sin ahondar mucho en las condiciones internas de la víctima -
la mujer les sonrió a ambas encantadoramente -¿Ha considerado ser forense?

-Aún estoy en una etapa muy temprana de mi carrera para escoger rama-
respondió Andrea antes de que el profesor les interrumpiera instándolas a salir,
Herendira se volteo a ver a la mujer de cabellos oscuros que miraba con interés
a su amiga… se podría decir según ella con demasiado interés.
Herendira se puso al lado de su amiga que parecía entretenida leyendo una
revista mientras se aseguraban de pasar por la enfermería de la facultad para
ver a una pálida Stefani aun tomando aire a grandes bocanadas, los ojos azules
las enfocaron y salió a relucir el enorme puchero que les era dirigido antes de
que la chica se pusiera de pie e invadiera el espacio personal de Andrea por
completo -No seré buena doctora- decía casi llorando sobre la joven que nada
más dio un suspiro al ver interrumpida su lectura.

-¿Vas a ser forense?- Herendira rió divertida al escuchar el tono calmo de


Andrea mientras intentaba despegar a Stefani de su cuerpo -Porque si quieres
ser forense no po…

-No soportaría no poder salvar a alguien- la risa de Herendira se esfumo del todo
mientras notaba como su amiga cambiaba su expresión -no podría con ello….

-Entonces no puedes ser doctora- se sorprendió ante la tranquilidad con la que


Andrea expresaba aquello -pero sabes creo que serás una excelente arquitecta.

-Si me cambio de carrera las voy a perder, ya no nos veremos como antes- se
sorprendió al ver a Andrea desprender a Stefani de su cuerpo para tomar el
rostro entre sus manos con infinito cariño.

-Te puedo decir en mi caso con total seguridad, que el cariño y la amistad que
siento por ti, permanecerán invariables a lo largo del tiempo, estudiemos lo
mismo o no siempre tendrás lugar en mi corazón- no pudo evitar sonreír de nuevo
ante el abrazo sincero que Stefani recibió de Andrea uno impregnado de un
cariño tan profundo que le sorprendió, en ese momento viendo a sus amigas
entrelazadas en aquel abrazo sincero y cariñoso razono fugazmente que aquel
que fuera amado por un ser como Andrea sin lugar a duda sería uno de los
hombres más afortunados sobre el planeta.

Saco su celular de la bolsa para mirar la hora dando un suspiro cansado, la


Avenida Central tendría a esa hora un nuevo policía de turno ella siempre se iba
temprano y tenía casi una semana de no verla, cuando al fin había tenido valor
pesco ese espantoso resfriado. Se giro a ver a sus amigas sonriéndose
mutuamente _ Hoy cenamos en mi departamento- anuncio con alegría tirando de
un brazo de cada una -bueno cenamos cuando el estomago de Stefani regrese a
la normalidad- afirmó riendo para encaminarse a la salida de la facultad.
Tormenta paseaba alegremente por la amplia Avenida Central moviendo el rabo
a pesar del frío que envolvía el ambiente producto de las últimas lluvias, cada
tanto se detenía en algún escaparate al hacerlo su ama, aquellos paseos eran
extraños al finalizar un día laboral normal ya que Vanessa generalmente se
encontraba muy agotada pero al parecer este día tenía algo diferente. Sintió el
tirón en su correa por lo que continúo su camino moviendo el rabo con alegría
hasta que escucho una risa que la hizo levantar sus orejas al identificarla
buscando su objetivo con insistencia -¡¡TOMENTITA!!- escucho el gritito infantil
girándose para lamer el rostro con emoción y alegría.

-Hola Vane, ¿qué haces por acá?- cuestionó el hombre que acompañaba a la niña
que sucumbía bajo una lluvia de lengüetazos.

-Viene a pasear Adolfo- miro sonriendo a la niñita para volver a enfocar al


hombre -a veces hasta yo necesito despejarme.

-Nosotros estábamos por iniciar nuestro paseo luego de recoger a Virginia -el
hombre le sonrió a más no poder -¿Nos acompañas?

-¡¡SÍ TÍA!!- grito la niña tendiéndole los brazos viendo casi inmediatamente
concedida al ser tomada en aquellos brazos cariñosos.

-Pues estaría bien- Adolfo miraba a su hija en brazos de la mejor amiga de su


esposa contándole mil aventuras infantiles que eran escuchadas con alegría, él
agradecía su presencia ya que tanto su esposa como el eran hijos únicos y su
pequeña hija carecía de primos con los cuales jugar, mismos que fueron
sustituidos por los sobrinos de Vanessa.

Se detuvieron frente a la tienda de Virginia para que él y su hija ingresaran


dejando a su amiga fuera conversando con el compañero que ahora ocupaba su
lugar con tranquilidad. Herendira observaba divertía a Stefani sobre la espalda
de Andrea como si fuera una niña pequeña hablando de tener una gran aventura
las tres ese día escuchando a Andrea decir algo como que su espalda se rompería.

Sus ojos azules se pasearon por la Avenida deteniéndose con sorpresa en la


figura carente de todo uniforme policial que conversaba alegremente con alguien
que si lo llevaba, sintió su corazón dar patadas alegres antes de darle un fuerte
empujón a Andrea haciéndola des-balancearse e irse casi al suelo, paso al
costado de la joven oficial sin ser notada para meterse en la cafetería dela
semana anterior y pedir de nueva cuenta dos cafés negros ante la mirada curiosa
de la señorita que le atendía para salir a paso calmo dirigiendo una intensa mirada
a su objetivo, una que gritaba mírame.

Vanessa Savedra conversaba con su compañero cuando sintió una incomodidad en


el pecho que la hizo rascarse el brazo como cuando se sentía nerviosa, para luego
pasar a hacer lo mismo al cuello, igual que cuando se sentía observada, finalmente
se giro ya incomoda al saberse observada para encontrarse con una intensa
mirada verde perteneciente a una joven que ella conocía bien, se aparto del todo
de su compañero para ver a la joven detenerse frente a ella tendiéndole aquel
café negro sin dejarla de mirarla de aquella manera, para luego morderse el labio
inferior, sonriéndole pícaramente, provocándole con aquello un violento sonrojo
mientras sentía aquel dedo pasearse por su barbilla al tiempo que se alejaban de
ella. Se giro con una enorme sonrisa en los labios a punto de ir por su objetivo
cuando sintió que tomaban la parte baja de su pierna con fuerza y unos brazos
se entrelazaban en su pecho -Vamos a divertirnos todos paseando- bajo los ojos
para ver los de la niñita mirándole con interés mientras su objetivo se perdía de
vista “no es mi día”.

NO ME OLVIDES

CAPÍTULO 4

MIRADAS y HELADOS.

Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Pero de lo


primero no estoy tan seguro

Albert Einstein.

Los cabellos negros se movían delicadamente mientras las manos cortaban el aire
con algo de elegancia, develando su pobre explicación ante unos ojos celestes
enmarcados por unos cabellos rubios intensos que parecían mostrarse incrédulos
ante el relato que le daban -De verdad amor, yo quería llegar a la cena ayer pero
las circunstancias me lo impidieron.

-No lo sé Hernán, últimamente ya no sé cuando creerte- afirmó Stefani


quedamente sin mirarlo - dices tantas mentiras…

-Amor quedamos en que ibas a confiar en mí y que yo nunca te engañaría más-


afirmó con una encantadora sonrisa ubicando las manos sobre los hombros -
porque yo te amo solo a ti.
-Porque tú me amas solo a mí- repitió por inercia antes de que la besaran con
suavidad y demanda.

Herendira miraba junto a Andrea a su amiga asomada desde el segundo piso de


la universidad, cada parte de la discusión había pasado frente a sus ojos, se giro
a mirar a Andrea que tenía la cabeza pegada al barandal dando un suspiro
derrotado -Le volvió a creer -sentencio.

-Como siempre- la vio enderezarse y acomodarse la bata -ya estoy harta de esto-
le afirmaron alejándose en dirección al laboratorio de química Herendira dio una
última mirada hacia su amiga que se besaba ya apasionadamente con Hernán
antes de negar con la cabeza suavemente y seguir a Andrea.

Al entrar al laboratorio vio la mochila de Andrea azotar con enfado mientras


tomaba lugar y sacaba su libro colocándose su bata, aquello se le hacía normal
Stefani llevaba ya tiempo con Hernán que era a luces un infiel patológico, pero
el problema no es que fuera un infiel patológico es que Stefani le creía sus
mentiras de haber cambiado cada que se las decía y acababa llorando sobre el
pecho de Andrea, consiguiendo solo aquel comportamiento iracundo de su amiga.

La cara de la rubia ingreso momentos después con aquella enorme sonrisa que
Herendira sabía solo lograría enfadar más aun a Andrea, se sentó al lado de su
amiga nada más para ver como esta levantaba la mochila y se iba a sentar al lado
de Herendira mirándola con molestia a lo que la rubia simplemente bajo la
cabeza, mientras Herendira daba un suspiro derrotado. Aquello se estaba
volviendo demasiado frecuente para su gusto y con la marcha de Stefani a
Arquitectura le preocupaba que una pelea de aquellas acabara con la amistad de
ambas para siempre.

En ese momento necesitaba un consejo el problema real radicaba que las únicas
dos personas con las cuales podía comentar aquello eran el origen del mismo -
¿Entonces te gusta la cara bonita?- casi se cae de su banco al escuchar la voz
de Andrea diciéndole aquello -fuiste demasiado obvia el otro día- la miro pálida
del todo.

-No le digas cara bonita- fue lo único que logro articular terminando de acomodar
sus cosas -¿y… y si me gusta dejaras de ser mi amiga?- cuestiono con seriedad.

-Que te fijes en una cara bonita…. No hará que deje de ser tu amiga- afirmó
Andrea -pero si me molesta que te fijaras en esa cara bonita- agregó seria.
-Ella no sabe que me gusta- afirmó Herendira mirando a Andrea seria -y deja de
decirle cara bonita- repitió con enfado -ella es más que eso…

-De verdad te gusta- le dijeron con sorpresa.

-La amo- afirmó ella sería del todo.

-Pero ni la conoces- escucho la banca de Andrea al echarse para atrás y ponerse


de pie esta -y por tu actitud estoy segura que en tu vida no has hecho más que
dirigirle un par de palabras…

-Solo sé que la amo- Herendira dejo de mirar a su amiga del todo deseando evitar
una confrontación.

-Deberías dejar de soñar con imposibles y buscarte un amor real, que puedas
tocar y abrazar- escucho la mochila azotar con fuerza antes de ver la espalda
de su amiga abandonar el salón dándole un soberano empujón al profesor que la
miro con sorpresa.

Andrea descendió por las escaleras obviando el ascensor para salir justo cuando
se desencadenaba un enorme aguacero y dar un grito frustrado sintiendo el agua
fría golpear su cuerpo, y echando a correr hacia la acera contraria alejándose
de la universidad en medio de aquella copiosa lluvia. Sentía aquella interminable
agonía que se extendía en su interior amenazando con ahogarla “el amor a
primera vista es una estupidez” se decía mientras caminaba empujando a varias
personas “solo acabas lastimada… los amores a primera vista se convierten en
amores imposibles que acaban destruyéndote” tomo la mochila azotándola con
fuerza contra un pared mientras varias personas la miraban sorprendidas, la
lanzo contra el piso dejándola caer finalmente antes de dar otro grito dolorido
empezando a llorar con fuerza, sentía la lluvia empapar su cuerpo como si la
acompañara en su dolor mientras recogía su mochila y empezaba a caminar sin un
rumbo definido.

Stefani había salido apenas vio la actitud de su amiga sin importarle los gritos
del profesor al lado de una preocupada Herendira mientras ambos pares de ojos
se movían de izquierda a derecha -¿QUÉ LE DIJISTE?- Herendira volteo
sorprendida al ver la cara de rabia y frustración de Stefani.
-¿YO? FUE TU CULPA, ELLA NUNCA SE ENFADA CONMIGO… LO HIZO POR
TUS ESTUPIDECES- Herendira no sabía ni en qué momento había soltado
aquello.

-ESTUPIDECES… ¿TU ME DICES ESO A MI?- sintió como tiraban de su


chaqueta -TU VIDA ENTERA ES UNA ESTUPIDEZ- levanto la mano por inercia
descargándole un fuerte golpe en la mandíbula a Stefani que la miro sorprendida
unos instantes antes de regresárselo.

-¡PERO QUE DIABLOS LES PASA!- la voz de Sabrina detuvo el intercambio de


golpes mientras Patricia sostenía a su tiempo a Stefani.

-¡ERES UNA ESTUPIDA!- le gritaba Herendira -ME ALEGRO QUE TE LARGES


A OTRA FACULTAD- se sacudió con fuerza soltándose de Sabrina antes de salir
corriendo en dirección a la parada de autobuses.

Tormenta miraba extrañada a su dueña que a pesar de la lluvia cada tanto se


paraba de puntillas intentando ver más allá por si alguna persona venia en su
dirección, la joven oficial dio un suspiro algo cansado haciendo algo poco propio
de ella recostándose en aquella pared fría de la tienda, aquella joven que le había
dado café dos veces la tenía de cabeza pensando mil tonterías y ansiando verla
de nuevo ¿Cómo había acabado ella así? Simplemente no lo sabía, tenía horas
razonando como se podría llamar, que edad tendría realmente, si hacia aquello
por amistad o porque le interesaba, si era correcto que estuviera pensando esas
cosas con una niña que debía ser entre diez y ocho años menor que ella, ¿Peor
aun que hacia parándose de puntitas como un adolescente esperando verla?, bajo
la cabeza derrotada enfocando los enormes ojos cafés de su mascota - Líbrame
de mi estupidez- le dijo al animal que nada mas movió el rabo como respuesta.

-Deberías dejar de hablarle a la perra- escucho la voz de Virginia que le hizo dar
un suspiro cansado enfocándola -Anda ¿Hoy no te pondrás en medio de la lluvia?

-Ya déjame- le dijo seria enfocando de derecha a izquierda el lugar -los días de
lluvia esto es muy solo y puede ser peligroso- afirmo seria.

-Para nada esta solo- Virginia rio suavemente al ver el intento de Vanessa de
recuperar su posición como oficial de policía -todo mundo está dentro de los
negocios es lo que sucede a nadie en esta ciudad parece gustarle caminar bajo la
lluvia- Vanessa tuvo un recuerdo fugaz de una persona a la que si le agradaba por
lo que no pudo evitar sonreír suavemente, escucho la puerta cerrarse y supo que
estaba sola de nuevo en aquel lugar montando guardia.

La soledad era una constante tan grande en su vida, una de la que disfrutaba y
sin embargo ahora se encontraba pensando en compartir sus momentos de
silencio con aquella joven que cada tanto le daba cafés… en realidad eran solo
dos se dijo antes de enfocar la sombra de unas zapatilla deportivas delante suyo
que la sorprendieron, levanto el rostro para dar con aquellos ojos claros en los
que pensaba en ese instante y aquella taza de café humeante en la mano.

Vio como la joven se refugiaba a su lado en aquel techo observando la lluvia sin
intercambiar palabra con ella por lo que hizo lo mismo, cada tanto sorbía su café
disfrutando del espectáculo que la soledad de la lluviosa avenida le regalaba, para
fugazmente desviar los ojos haciendo un análisis de aquel cabello pelirrojo
intenso y los ojos claros que se perdían con nostalgia en aquel sitio, fue cuando
enfoco el moretón en el mentón que le llamo la atención -No es nada- le escucho
decir - es solo que perdí los estribos- dejo escapar su acompañante abriendo su
sombrilla para dirigirse a la lluvia -hasta mañana oficial Savedra- dejo escapar
quedamente Herendira alejándose de Vanessa.

-Hasta mañana- murmuró quedamente mirándola partir.

Los ojos cafés de Andrea enfocaban cada tanto algún charco sucio que reflejaba
su rostro cansado y empapado, pero no por ello detenía su andar a pesar de que
lluvia disminuía su fuerza amenazando con extinguirse de un momento a otro,
estaba más que sucia ya que un camión al pasar a su lado acabo empapándola de
pies a cabeza.

Llevaba aquella mochila pegada a la espalda que goteaba cada tanto por la
cantidad de agua que acumulaba, seguramente sus libros se echarían a perder se
detuvo mirándose en un vitrina, el rostro cansado y la ropa sucia, movió la cabeza
negativamente estaba perdiendo el rumbo y el equilibrio natural en ella uno que
por años le consto construir todo por un amor mal encaminado y no
correspondido, se llevo la mano al pecho dolorida…. Un amor que debía olvidar
antes de que se convirtiera en su ruina…

Acabo abordando el autobús de las ocho de la noche para llegar a su


departamento, dejándose caer tal cual estaba en el sillón dispuesta a recibir el
cálido abrazo del sueño, sin reparar en sus ropas sucias, el frio que envolvía su
cuerpo, las llamadas perdidas en su contestadora, ni las llamadas perdidas en su
celular, necesitaba olvidarse de todos al menos por esa noche y quizás por el día
siguiente.

Clarisse Savedra era una mujer de casi ochenta años en palabras de sus nietos
dura como una mula, pero en ese momento se sentía abatida faltaban siquiera
unos meses para el cumpleaños número treinta de los gemelos y eso en la vida de
un Savedra significaba el final, miro a los dos jóvenes hombres de cabellos
negros que con tanto cariño le cuidaban y a las respectivas esposas de ambos y
es que ni casados los pudo separar y acabaron todos viviendo en aquella enorme
casa, con espacio suficiente para dos familia de casi cinco miembros cada una y
una vieja como ella dura como una mula.

Escuchaba las conversación de planeación del cumpleaños de ambos cuando la


puerta se abrió revelando a su nieta menor con su compañera de trabajo unos
instantes antes de ser ambas atacadas por el ejercito de niños que habitaban
aquella casa, a Vanessa le faltaban cuatro años para su cumpleaños número
treinta, y su preocupación en ese momento es que era una solitaria nata, tenía
claro sus preferencias sexuales desde hacía mucho pero ella había tenido tantas
perdidas en su vida que se le hacia lo más estúpido perder a su nieta adorada por
una tontería como aquella, así que el asunto que le preocupaba era entender
porque las parejas no le duraban al encanto de nieta que tenía.

Observo a la chica alzar a sus sobrinos y sobrinas divertida al tiempo que los
ladridos de la perra resonaban por toda la casa, había conseguido que Vanessa
estuviera en la sección policía a su criterio menos peligrosa, cuando se traslado
a la policía turística se alivio profundamente ya que aquello era aun menos
peligroso, a pesar de que lo hizo por no perder a su última novia y que esta al
final acabo marchándose. Sintió el cálido beso antes de peinar los cabellos
negros con delicadeza, su nieta era una mujer hermosa y escultural lo lógico sería
que le llovieran las mujeres, pero no era así.

-¿Cuándo me darás bisnietos?- cuestionó con seriedad notando como le


levantaban una ceja.

-Vamos a discutir eso de nuevo- escucho el tono de burla -te los daré cuando
consiga una chica que me quiera a pesar de cómo soy y que Tormenta no intente
comerse- aseveró dándole un golpecito en la nariz antes de alejarse.
-Pero si mi nieta es encantadora- afirmó la anciana encaminándose despacio hacia
la mesa.

-Tanto como un cactus abuela- afirmó uno de los gemelos divertidos mirando a
su hermana -así de encantadora y abrazable….

-Tendría que ser muy valiente- agregó el otro ayudándola a sentarse -pero no te
preocupes seguramente ya habrá alguna loca…

-Dejen a su hermana en paz- la anciana tiro de la oreja del que tenia al alcance
de la mano antes de ver a las esposas de ambos empezar a servir deteniéndose
en el acto y dirigiéndose cada una a una mejilla de Vanessa dejando caer un
sonoro beso.

-Sabes que eres la Savedra más encantadora- afirmó una divertida.

-De haberte conocido antes lo más probable es que ninguna estaría casada con
este par de tontos- afirmó la otra.

-¡OIGAN!- gritaron los gemelos al unísono provocando un mar de risas en el lugar.

Clarisse miraba los rostros alegres en aquella enorme mesa, las risas
extendiéndose por todo el lugar… el proteger aquella felicidad era lo que
provocaba que ella fuera más dura que una mula y sin embargo ¿Cómo cuidarlos
de la muerte?, parecía que su familia en pleno estaba maldita destinados a morir
a los treinta años o quizás a nunca alcanzarlos. Tal vez era ella misma con su
preocupación la que le daba tanta fuerza a esa tontería, pero de verdad los
quería a todos felices y tranquilos y aun le faltaba una….

Stefani miraba su celular no había tenido respuesta a sus mensajes, ni las


llamadas a Andrea desde el día anterior, se giro a ver a su novio pidiendo sus
desayunos en el comedor antes de cerrar el celular y dar un suspiro derrotado
del todo, podía llamar a Herendira… lo haría si su ojo aun no siguiera morado, se
giro al ver a Hernán hacerle señas por lo que se dirigió a la mesa dispuesta a
desayunar con él.

Herendira corría por la Avenida Central iba tarde a clases y llevaba la mochila
azotándole la espalda cada tanto, pero eso no evitaría que le diera su café a la
oficial Savedra ese día, había decidido que cada que pasara por allí le daría uno,
ingreso a la tienda dando saltos inquietos mientras miraba la hora, antes de salir
corriendo a todo lo que le daban las piernas, detuvo su carrera al verla separarse
de la pared para mirarla con aquella mirada intensa que la hizo sonrojar en el
acto mientras su corazón se aceleraba… era extraño parecía que aquellos ojos
negros y profundos deseaban decirle algo.

Finalmente llego a su lado tendiéndole el café que fue tomado con suavidad y sin
intercambiar palabra antes de que le tendieran un helado, lo tomo delicadamente
enfocando el rostro divertida para enviar un mirada interrogante que fue
respondida por el suave levantar de una ceja, la vio sorber el café y ella por
inercia le dio una lamida a su helado -Hasta la tarde- le dijo quedamente.

-Hasta la tarde- escucho que le respondían por lo que sonrió alegremente


mientras se alejaba echando a correr con cuidado de que su helado no acabara
en el piso… sin saber que detrás suyo había dejado una sonrisa igual de esplendida
que le alumbraría a más de uno que pasara por allí el día

NO ME OLVIDES

CAPÍTULO 5

HELADOS Y TE

Amar hasta que duela, si te duele es buena señal.

Madre Teresa de Calcuta.

Virginia observaba desde su ventana aquella interesante interacción que venía


repitiéndose desde hace tres días, un café venía un helado iba, aquello la tenía
extremadamente intrigada nunca en su vida vio a Vanessa reparando en alguien
de aquella extraña manera.

Cada tarde o mañana aquello sucedía su amiga se paraba en media avenida


esperando a esa niña pelirroja con aquel helado en la mano para luego mirarse
mutuamente cada una disfrutando de lo que le era regalado antes de simplemente
despedirse. Tres días llevaba viendo aquello y consideraba que era suficiente por
lo que descendió de su oficina situándose al lado de su amiga que disfrutaba aquel
café como si fuera un manjar de los dioses.

-¿Está rico tu café?- noto como simplemente le asentía viendo la avenida con una
enorme sonrisa -Supongo que sabe así de rico porque te lo dio tu amiguita- vio
como casi escupían el café por lo que sonrió divertida -No sabía que te gustaran
las niñitas- agregó sintiendo la mirada asesina sobre ella.
-Es una persona agradable y amable que me regala café y nada más- vio con
diversión como los ojos negros se centraban en la avenida de nuevo.

-Comprendo- afirmó con un tono simpático y picarón mientras se dirigía a la


puerta -pues tú también eres una persona agradable y amable para regalarle
heladito- canturreo cerrando la puerta tras de sí, sin darle tiempo de siquiera
reprocharle.

Mientras subía al elegante ascensor que llevaba a su despacho en gerencia,


razonaba que tendría aquella niñita que tenía a Vanessa con aquel extraño
comportamiento, su mejor amiga siempre había sido muy seria y centrada, en
general las mujeres con las que se había relacionado eran de su edad casi todas
y algunas mayores, bueno tampoco había tenido tantas novias… pero de allí a
fijarse en un niñita era algo completamente diferente. Aunque siempre existía
la probabilidad como decía ella que simplemente estuviera siendo amable, pero
ella siendo quien era prefería tomar aquella posibilidad como la última.

Haciendo abuso de poder, se empezó a reír ante aquel pensamiento… “abuso de


poder” si eso siempre lo había hecho, mando a colocar una cámara de seguridad
enfocando según le dio las órdenes a su supervisor directamente a la sexy oficial
de la entrada cosa que puso feliz a todo el personal de seguridad, que se llevo al
decepción minutos después cuando dijo que ella se encargaría de su manejo y de
los vídeos, solo eso faltaba que la panda de pervertidos tuvieran a su mejor amiga
en video, porque ese jodido privilegio era solo suyo y para lucro de su bolsillo…

Andrea comía ignorando por un lado las miradas insistentes de Stefani y por el
otro las miradas fijas y demandantes de Herendira, de paso ignoraba las miradas
asesinas que se mandaban mutuamente, recién regresaba a clases ese día para
encontrarse aquello -Déjenme comer en paz- dejo escapar -son un par de
estúpidas y no hablare con ninguna hasta que hagan las paces- afirmó seria
llevando el trozo de fruta a la boca.

-¿Dónde estabas?- cuestionó Herendira de golpe -¿Tienes idea de lo preocupada


que estaba?

-No respondiste el celular, ni las llamadas a tu casa- agregó Stefani mientras


notaba a Andrea empinarse el refresco como si nada.

-No he escuchado que se disculpen- afirmó ignorándolas -así que no dará


explicaciones, piensen lo que les venga en gana.
Se encamino lejos de sus amigas antes de chocar de lleno con una mujer que
reconoció en el acto como la misma que había visto en la morgue que le sonrió con
amabilidad -¿Ya decidiste si quieres ser forense?- le negó suavemente unos
instantes -¿Podríamos cenar esta noche y ver si cambias de opinión?- se giro
despacio a enfocar la mesa en que sus amigas parecían estar discutiendo de
nueva cuenta para mirarlas con profundidad sintiendo aquel dolor aferrarse con
fuerza a su alma antes de mirar a aquella mujer que calculaba ella debía tener
casi cuarenta años sonriéndole.

-Me encantaría- murmuró quedamente mientras le daba su número celular a


aquella mujer de la que ni siquiera sabía el nombre.

-Karina- la miro unos instantes mientras veía los labios carnosos moviéndose con
suavidad y la voz escapando con sensualidad para sonreír girándose de nuevo
para dar con aquellos ojos claros que le enfocaban.

-Andrea- sonrió tomando el número celular -será un placer salir contigo esta
noche y que me expongas las razones para ser forense.

-Tengo muchas- afirmó Karina sonriéndole -y cada una más válida que la anterior.

Herendira vio la espalda de Andrea perderse mientras notaba los ojos claros de
Stefani contraerse con dolor para levantarse de aquella mesa enfadada
caminando en dirección contraria dejando su bandeja de comida casi intacta.
Dejo caer su cabeza con pesadez sobre la madera antes de en-rumbarse hacia
la salida del lugar, no quería mas clases por ese día… quizás no sería tan mala
idea ir de paseo a la avenida central.

Media hora después estaba casi frente a la única persona que con solo ver le
llenaba de paz, estaba por ir hacia ella cuando su celular resonó con fuerza en
su bolsillo, lo saco arrugando la cara al ver el número en el identificador -Hola
papá- miraba fijamente a Vanessa que le miraba a su vez con una suave sonrisa
que le hacía sonrojar al verse descubierta, notaba como la oficial se mecía
suavemente de izquierda a derecha sin dejar de mirarla… casi juraría que la
invitaba a acercarse -Herendira me estas escuchando- parpadeo al sentir el tono
molesto del otro lado de la línea.

-Si papá, lo siento- afirmo quedamente mientras escuchaba el discurso que le


estaban soltando sobre el respeto a sus mayores - ¿Cena?- cuestionó al escuchar
aquello.
-Sí pusieras atención cuando te hablo- afirmaron de mala manera -organizamos
una cena con varios empresarios y por supuesto sus atractivos hijos- afirmó el
hombre provocando que ella cambiara de expresión.

-No quiero ir a ninguna cena papá- dejo escapar quedamente -estoy demasiado
ocupada con la carrera para perder tiempo con eso.

-Jovencita esto es tan importante como tu carrera- giro dándole la espalda sin
siquiera notar a la oficial de policía que le observaba con algo de preocupación -
es sobre tu futuro, un posible matrimonio en demasía beneficioso para nuestra
familia.

-No quiero ir- dejo escapar suavemente.

-¿Qué dijiste?- cuestionó en un tono severo que no daba espacio a replicas y que
hacia estremecer quedamente a Herendira.

-Estaré….allí- colgó sin dejar a su padre decirle nada más, para girarse enfocando
a Vanessa de nueva cuenta, al final las palabras de Andrea eran ciertas…
“preocúpate si te dice que sí”, pero la realidad es que ella nunca le diría que sí,
que era amable y simplemente correspondía sus gestos, apretó el celular con ira
¿Por qué tenía su padre que arruinar su momentánea felicidad?, bajo su rostro
pesarosa girándose en dirección contraria para evitar romper a llorar, deseando
haber nacido en otra familia, que su carga fuera menor o simplemente
desaparecer del mundo en ese mismo instante.

Dio dos pasos antes de que un ladrido y cuatro patas le impidieran su andar,
mientras una mano tomaba con fuerza la suya haciéndola girar para dar de lleno
con aquellos ojos negros que le miraban con infinita preocupación -¿Quién te ha
hecho llorar?- le cuestionaron con suavidad por lo que simplemente le miro antes
de pegarse a su pecho llorando con fuerza

Virginia dio un golpe a su escritorio ¿De qué le servía aquella jodida cámara si
Vanessa se movía de su rango de visión?, giro a mirar el reloj que colgaba en la
pared notando que posiblemente se había marchado, ya que su turno en la avenida
había concluido, pero era extraño ella siempre se despedía antes de hacer
aquello, además el movimiento que había hecho era demasiado brusco, achico los
ojos antes de abandonar la silla y descender por el ascensor dando golpecitos
con sus zapatos de tacón antes de dirigirse a la salida con total elegancia. Ya
estaba, ella no era de paciencia y menos de las que investigaban así que volvería
a hacer la pregunta se asomo para quedarse estática y sorprendida al ver a su
amiga de toda la vida abrazada a esa joven con fuerza… porque sentía en
definitiva que le acababan de dar la respuesta que ella quería.

Hernán miraba divertido a la joven que tenía frente suyo recibiendo cada una de
sus atenciones mientras su celular sonaba con el número de su novia reflejado
en él, no era que no amara a Stefani de hecho al adoraba pero la realidad es que
él era mucho hombre para una sola mujer.

Además su hermosa novia perdonaría siempre sus errores, porque era una joven
de corazón dulce, amable y gentil. Recordaba claramente que era lo que más le
había llamado la atención de ella, la dulzura infinita en sus ojos claros… lo había
enamorado desde el primer momento, cada palabra que surgía de la boca de
Stefani hacia que su corazón diera saltos acelerados le fue inevitable no
conquistarla, no desearla solo para él, que fuera suyo ese corazón dulce y
comprensivo… que fuera solo de él para siempre…. Si habría muchas chicas más
pero la dueña de su alma tenía un solo nombre y bien sabía que nunca la dejaría
ir.

La última llamada la llevo directo al contestador… Stefani miro a su alrededor


en la universidad, estaba sola, no tenía a quien molestar ni con quien hablar,
Andrea no le hablaba y Herendira había faltado a clase, quizás ella debería hacer
lo mismo después de todo ya había pedido el traslado a arquitectura seguir en
clases no tenía sentido alguno, tomo sus cosas ante la mirada atenta del profesor
antes de pasar al lado de Andrea que ni siquiera la miro para dejar la clase con
aquella incertidumbre y dolor creciendo dentro suyo… parecía que al final lo único
que le empezaba a quedar era Hernán.

Vanessa sentía como se aferraban con fuerza a su chaqueta llorando, dejo que
la joven lo hiciera un rato antes de reparar en la hora, se separo un poco de ella
pasando una de sus manos por las mejillas intentando limpiar las lágrimas -
¿Conoces una comisaria?- vio como le negaban aun entre lágrimas por lo que
sonrió con dulzura antes de quitarse su boina y ponérsela a aquella chica de la
que ni siquiera sabía el nombre, para además, pasarle la correa de Tormenta-
Bueno mientras te calmas y me cuentas quien te ha hecho llorar conocerás una_
afirmo pasando una mano sobre el hombro de la joven para empezar a caminar
con ella al lado -Y ni creas que te libraras aun me debes un café- vio como aquellos
ojos claros chocaban con los suyos antes de ver una pequeña sonrisa asomarse
en los labios.

Andrea miraba la entrada de aquel lujoso restaurante sorprendida en el momento


que había aceptado aquella cena lo menos que esperaba era acabar en un lugar
así. Miro alrededor en busca de su acompañante antes de divisar la sonrisa
amable de Karina que le miro divertida de arriba abajo- Bastante informal- le
escucho decir.

-Lo lamento acabo de salir de clases y pues no pensé que fuera un lugar así- se
giro mirando de nuevo el restaurante.

-Es lo menos que mereces- miro la sonrisa formarse mientras se revolvía


incomoda mirando aquel elegante lugar “lo menos que merezco”, sintió como la
invitaban a ingresar mirando a aquella mujer que le llevaba casi veinte años
enfocándola de manera profunda…. “puede ser”….

Herendira reacciono tarde mirando sorprendida el ajetreo típico de la comisaria,


mientras enfocaba a la perra pastor alemán que le movía la cola con emoción o
bien gruñía a cualquier extraño que intentaba acercársele, levanto el rostro al
ver la taza humeante delante de ella -No es café, es un té y creo que te
tranquilizara- miro los ojos negros que le enfocaban -¿Me contaras que paso?-
ladeo la cabeza antes de bajar el rostro avergonzaba ¿En qué momento había
perdido tanto el control de sí misma como para acabar en aquel lugar?, levanto
la cara para ver aquellos ojos profundos que parecían desear revelar sus
problemas ¿Qué importaba si le contaba lo que pasaba?... al final probablemente
no cambiaría nada.

Así que empezó a relatar todo el asunto de la llamada sin contenerse en nada,
sin deseos de ocultar su malestar y dolor ante la actitud de su padre hacia ella,
mirando el humo blanco y recibiendo el calor en sus manos de aquella taza de té,
tan contrastante con el del helado que ella le solía dar_ Y tengo que ir a ver a
ese montón de tontos_ finalizo quedamente.

-No puedes- levanto el rostro al escuchar aquello mirando a la joven oficial


Savedra confundida.

-¿Por qué no puedo ir?- cuestionó extrañada.


-Es normal que te sientas así_ la miro aun mas confundida_ estas detenida
¿recuerdas?, presenciaste un robo y es natural que estés algo consternada_ noto
como las manos se movían con suavidad, mientras aquella sonrisa encantadora
continuaba plasmada en esa cara que adoraba -y creo que me tardare mucho
logrando que recuerdes adecuadamente la cara del atacante- rió tontamente
unos instantes sintiendo ganas de llorar de nuevo.

-¿No tendrás problemas?- le cuestionó quedamente.

-No… no los tendré si me dices tu nombre y a dónde debo llamar- sintió como
empujaban con suavidad aquella boina que aun llevaba en su cabeza -y luego…

-¿Y luego?- cuestionó quedamente mirándola…

-Podemos ir por un café, un té… o simplemente quizás un helado…

NO ME OLVIDES

CAPÍTULO 6

DESEOS Y SONRISAS.

La menor parte de lo que ignoramos, es mayor a todo cuanto sabemos.

Platón

Los ojos cafés de Andrea se paseaban con incertidumbre sobre la carta mientras
su acompañante la miraba sonriente -¿Pasa algo?

-Es demasiado caro- dijo quedamente mirando a la mujer que sonreía aun más.

-¿Caro?- sintió la mirada intensa que le dirigían -¿Hablas de dinero?- vio la


cabeza ladearse con elegancia mientras el rostro se apoyaba en una mano -es lo
de menos, es una de las ventajas de la profesión ¿sabes?- sonrió casi como
respuesta al escuchar aquello -olvídate de los números, no vamos a hablar de
matemáticas… así que pide lo que quieras, porque te aseguro que te lo mereces-
sintió como acariciaban su mano con suavidad por lo que volvió a sonreír.

-Entonces pediré lo más caro- riendo divertida al ver cómo le miraban -Me lo
merezco ¿cierto?- vio como le asentían antes de regresar sus ojos a la carta, al
menos esa noche sería diferente, sin pensamientos que le aturdieran o
sentimientos que le atormentaran.
Herendira miraba fijamente a una sonriente Vanessa que ya no llevaba su usual
chaqueta negra y solo mostraba aquella hermosa camisa blanca de la policía
turística, su mano acariciaba las orejas de Tormenta cada tanto mientras sentía
que esperaban pacientemente su respuesta -Es que mi nombre es ridículo- afirmo
bajando la cara.

-Es que si no me lo dices no puedo llamar a tu casa y ser creíble- le afirmaron


mientras ella miraba el reloj y la hora con preocupación.

-Es que no quiero que te rías de mi- se llevo las manos a la boca al escuchar aquel
tono consentido tan poco usual en ella escapar como si nada.

-Prometo no reírme- sintió como ella se agachaba a mirarla tomándole las manos
-Yo me llamo Vanessa Guadalupe Savedra- contuvo una risita no era que el
nombre le diera gracia era la forma y la cara de sufrimiento que le habían hecho
al decirlo -Anda no te rías de mí.

-No lo hago- mirándola antes de tomar aire -Es Herendira Villafiel, si ya sé, mi
madre estaba drogada cuando me lo puso - agregó avergonzada.

-Consumir drogas es un delito- escucho la risa suave que la hizo arrugar el


entrecejo.

-Vanessa- dejo escapar en tono severo sorprendiéndose a sí misma, por la


naturalidad con que aquello le había brotado de los labios.

-No hice nada- sintió como acariciaban sus manos con suavidad - anda dame el
número de teléfono- se lo dio sin más, sin siquiera pensarlo mucho, para ver cómo
le sacaban la lengua alejándose hacia un escritorio y empezar a marcar.

Analizaba cada gesto de aquel rostro, los movimientos que generaba al hablar la
seriedad con que lo hacía y que le provocaba patadas aceleradas en el corazón,
era amor no importaba que le dijeran que era una tontería amar a alguien a quien
no conocía, ella así lo sentía y solo aquella mujer podía generarle esa emoción tan
hermosa y fuerte.

Vio como ella colgaba el teléfono y le sonreía en el momento que su celular


empezó a vibrar con fuerza en su bolsillo, lo saco del mismo observando el
identificador con el nombre de su padre antes de enfocarla con horror, vio como
le hacían una seña así que contesto -¿Estás bien?
-SÍ- respondió algo insegura mirando a Vanessa sin saber qué hacer.

-¿Cómo es eso que participaste en un robo?- vio como se acercaban a ella


mirándola fijamente.

-Yo no participe en un robo lo presencie y debo atestiguar- dijo mirándola


fijamente a la chica de ojos negros que asintió con suavidad.

-Sí eso me dijo la oficial que llamo- escucho la voz enfadada - ¿Necesitas un
abogado?

-No, solo debo describir que fue lo que paso y como lo vi es todo- algo insegura.

-Sí, momento más inoportuno no pudiste escoger, eres una desgracia para mí
como es usual en ti- bajo el rostro algo pesarosa antes de ver cómo le hacían
seña de que cortara.

-Papá debo colgar- algo insegura -me llevan a interrogatorio y…

-No importa, me arreglare con mis invitados la que pierde eres tú más que nadie-
le cortaron sin más dejándola parpadeando sorprendida.

-Me colgó- dejo escapar quedamente.

-¿Es malo?- le cuestionaron con suavidad.

-De hecho es un alivio- respondió sonriendo a aquella joven mujer que le parecía
más un sueño distante que una realidad palpable, junto sus manos sobre los
pantalones algo avergonzada antes de mirarla de nuevo- ¿Te gustaría…salir
conmigo?- musito quedamente.

-Siempre que a ti no te molesta esperarme una hora o poco mas, mientras


termino aquí- la miro con profundidad para sentir por primera vez que su mirada
era regresada con la misma fuerza.

-No me importaría esperar toda la vida- admitió quedamente notando aquel


intenso sonrojo paseándose por el rostro de Vanessa….

Las luces del exterior se cortaban o cambiaban ante el paso de algún automóvil
o bajo la sombra de algún transeúnte mientras unos ojos cafés las enfocaban con
algo de desinterés al tiempo que escuchaban la explicación que le regalaban.
-¿Entender a un muerto necesita más talento que a un vivo?- cuestiono desviando
los ojos del exterior para centrarlo en aquella hermosa mujer que provocaba que
cada tanto algunas de las personas presentes del restaurante giraran a verla,
¿Quién no lo haría?, se preguntaba Andrea, derrochaba elegancia, finura y
hermosura…. Además de esa aura de encanto magnético.

-En ocasiones simplemente necesitas mas sagacidad- le afirmaron - el vivo en


general llega con un diagnostico al hospital, el muerto llega a tu manos ya sea
varios días después o cuando requieres que precises con seguridad si su deceso
es como dicen - vio la mano apartar el cabello del rostro con elegancia - así que
necesitas todo tu talento y sagacidad para no errar -vio el tenedor moverse vacío
como si ella meditara algo con profundidad - ahora que los muertos no son muy
vivaces que digamos - no puedo evitar reír ante aquello - vez tienes sentido del
humor de forense querida.

-¿Y esas son todas las ventajas?- divertida.

-No, el aspecto intelectual sin duda es atractivo- Andrea sintió la mirada


arrogante que provoco que ella a su vez levantara el mentón con autosuficiencia
regresándola - pero más aún el hecho de que nadie te moleste y ponga denuncias
de negligencia - aquel comentario la confundió tanto que cambio su postura
completamente - al fin y al cabo ya están muertos ¿no?- parpadeo un par de
veces antes de empezar a reír descontroladamente -vez… te digo humor de
forense- le afirmaron de nuevo -anda respira que aun no termino - escucho una
suave risa brotar de la boca de Karina que genero que intentara controlar la suya
-ahora lo que lo hace tan interesante es que siempre podrás tener todas las
respuestas, no posees límites y… en tu “consulta” reina una enigmático silencio-
sintió como acariciaban su mano con suavidad de nuevo y jugueteaban con sus
dedos con una extraña concentración- se reciben todas las visitas que se
desea….y casi nadie pasa a molestarte en horas de trabajo- los ojos la enfocaron
con intensidad provocándole una extraña incomodidad, antes de que dejaran su
mano para regresar a la comida - además como sabes el sueldo no está nada mal,
porque los buenos forenses somos pocos y menos aun los que conocemos por
entero la naturaleza humana….

-La complejidad de la naturaleza humana- dejo escapar provocando que la


miraran con curiosidad -es como ser bueno- noto el gesto interrogante plasmado
del todo en aquel rostro seductor- está sobrevalorado_ dejo escapar con
neutralidad para continuar disfrutando de su carísima comida.

-No es buen amante el que mucho habla- escucho el tono suave y divertido que
le dirigían por lo que levanto la ceja entretenida- sino el que devela sus secretos
en la intimidad y para eso se necesita una investigación empírica - escucho la risa
suave y divertida - ese dicho es aplicable a todo, incluso al caso que nos ocupa.

-También se dice que la curiosidad mato al gato- vio como ladeaban la cabeza
enfocándola casi juraría ella con excitación ante aquel duelo de intelectos - y
que el que mucho abarca poco suele apretar- agregó sonriendo y lanzando una
mirada desafiante- esos dichos también se aplican al caso que nos ocupa…

-La curiosidad no puede matar al gato si está muerta o en los libros- vio como
chasqueaba los dedos provocando que el mesero llegara al instante y le señalaba
algo en la carta sin dejar de mirarla- querida… es la vida la que mata pues sin ella
no hay muerte- en esta ocasión sabía que era ella la que sonreía extasiada, aquella
mujer era de las pocas que le habían representado en la vida una charla
desafiante - así que ¿Por qué no experimentar la vida en sus múltiples sentidos?-
la vio hacer una pausa respirando profundo como intentando tranquilizarse, cosa
que ella hizo al mismo tiempo sin dejar de mirarla -No por abarcarlos todos
perderás intensidad- la sonrisa elegante regreso en un instante -más bien creo
que se gana experiencia de apreciar todas y cada una de las cosas hermosas que
hay en ella.

-Pero aquel que experimenta insaciablemente no sabe cuando detenerse- le


divertida -en el momento que toca la investigación de su vida… quizás pienso yo…
ni siquiera la reconozca- llevándose el refresco a los labios al tiempo que veía al
mesero dejar una botella de vino tinto en el centro de la mesa colocando unas
copas.

-Te equivocas- escucho que le replicaban mientras las copas se teñían de rojo
del todo -como ejemplo utilizare esta exquisita bebida - vio uno de los dedos
pasearse por el borde de la copa - a lo largo de la vida he probado infinidad de
vinos, pero este siempre será mi favorito- vio como colocaban la copa con cuidado
delante de ella - y espero que sea de tu agrado- enfoco la sonrisa delante de ella
sintiendo su corazón acelerarse extasiado de nuevo - Lo mismo sucede con todo
lo demás; puede gustarte la comida en conjunto pero siempre tendrás un plato
favorito- sintió de nuevo como jugueteaban con sus dedos con fingido desinterés
-La vida es un cúmulo de pasiones, pero si algo realmente capta nuestra atención
no significa que descuidemos el resto de las cosas, podemos disfrutar de todo
sin dejar que aquello que no es importante pierda su lugar.

-Pero lo que sucede- respondió acomodándose en su silla e inclinándose


levemente hacia adelante -en lo que dices es que a pesar de que sea importante
y tu favorito no dejaras de probar -vio como se inclinaban también hacia ella - y
eso en ocasiones es inadecuado - se paso la lengua por los labios divertida en un
gesto tan sensual que era casi inimaginable que hubiera escapado de ella con
total inocencia -porque te repito una dama siempre sabe cuando detenerse-
alejándose y llevándose la copa de vino a los labios con una elegancia inusitada.

-Si toda tu vida digamos haz probado el plato A porque lo consideras tu favorito,
pero un día te ofrecen el plato B ¿Lo descartarías sin probarlo con la firme
convicción de que A sigue siendo el mejor?- sintió como entrelazaban sus dedos
con fuerza mientras tomaban un sorbo de la copa con sensualidad y lentitud,
como deseando despertar su interés -¿Cómo se sabe si algo es realmente
importante y único sino lo comparamos?- tiraron de ella con suavidad llamándola
a inclinarse cosa que hizo al instante - ¿Cómo sabemos lo que es importante en
nuestra vida sin pensar en lo que no lo es?- sus ojos chocaron con los que tenia
frente a ella con intensidad mientras veía en esta ocasión la lengua de ella
paseándose suavemente por los labios en una invitación silenciosa -el todo sin
nada no existe…. Por eso considero oportuno decirte jovencita, que la vida es un
camino de intentos para demostrar hipótesis que luego se convierten teoría… o
no.

-Ciertamente- se separo como si nada tomando su copa de vino para mirar


alrededor con desinterés antes de regresarla a su acompañante_ pero debes
considerar que si A llena tu vida del todo considero yo que es natural no
encontrarle interés alguno a probar a B- sonrió divertida dando un nuevo sorbo
a su copa de vino - no porque no desee probarlo, simplemente porque sé que A
me da lo que siempre he buscado- sonrió levantando la copa como brindando
provocando un gesto idéntico aunque algo confundido -ese es el secreto de
cuando detenerse, pero este ejemplo claro esta solo se aplica a las cosas
realmente importantes- bebiendo junto con su acompañante de la copa de vino.
-Entonces debo imaginar, supongo, que si te encontraras a gusto conmigo-
Andrea observo como los ojos de su acompañante se paseaban por el restaurante
hasta detenerse en una joven de una mesa contigua -¿No te interesaría conocer
a esa chica de ahí al lado?- vio la sonrisa soberbia asomarse por lo que continuo
con la mirada fija y desafiante - Tu error de racionamiento radica en las
pretensiones que le supones a la acción antes de cometerla- vio como le movían
la mano como si la reprendieran con suavidad - Hablar con alguien nuevo para
saber cómo no es no significa manifestar un inusitado interés en esa persona-
vio la copa de vino delante de ella semi-vacía volver a ser casi rebalsada por el
vino, mientras que a la de Karina le sucedía algo similar antes de ser llevada de
nueva cuenta a los labios- para nada, simplemente puede generar un análisis
profundo de esa persona para evaluar su carácter y facultades, para con ello
catalogarlo ya sea como amigo o pareja potencial- vio la copa bailar en la mano
en una danza circular que provocaba remolinos en el vino por lo se irguió
intuyendo el ataque que recibiría- Basándonos en este planteamiento tu no
querrías conocerla, porque consideras que mi conversación es interesante, pero
entonces nunca sabrás si la suya es más o menos interesante que la mía.

Andrea sonrió a más no poder mirando a la chica de la mesa contigua con descaro
mientras volvía a tomar de su copa de vino con tranquilidad para dar un suspiro
cansado y girarse con una mirada desinteresada hacia su acompañante que la
miro sorprendida.

-No de hecho no iría a conocerla por una cuestión de respeto al ser tú la que me
invitaste a cenar- la mirada desinteresada cambio a una de burla y diversión -no
porque me despiertes un interés inusitado- dejo escapar con un tono de burla -
ahora que continuando con tu profundo razonamiento, no has pensado que el
hecho de que aceptara esta invitación a cenar, ¿No aseguraba para nada que
acabaría en tu cama?- sonrió bebiendo el resto de su copa divertida -¿O será
acaso doctora que me subestimo?- agrego recogiendo el morral del suelo
divertida para acomodarlo a su lado -Aunque he de admitir Karina que este
derroche de ….¿Como decirlo adecuadamente?- vio la cara sorprendida delante
de ella por lo que sonrió aun más -Vamos seguro esa cabecita tuya superior…
tiene las palabras adecuadas.

-¿De eso a lo que al parecer no estás acostumbra?, pero no me gusta hablar por
los demás querida- sonrió mientras le daba un nuevo sorbo a su copa de vino -
tendrás que elegir tus palabras tu sola… aun así me gustaría recordarte que te
invite para hablarte del fascinante mundo forense- extendiendo el brazo con
todo y copa con elegancia ¿He de entender que tenía otras intenciones?- esta
vez dos risas resonaron con suavidad en la mesa acompañándose mutuamente- Si
te hubiera subestimado no estarías sentada frente a mí- vio como se inclinaban
hacia ella con sensualidad de nueva cuenta por lo que volteo los ojos en blanco-
pero supuse que al menos B podría sustituir a A por unas horas y que la persona
C en cuestión pensara en otras cosas…

-Lamento informarte que A es insustituible aunque no quiera nada a C- admitió


con algo de tristeza- que B es ciertamente tentadora- agrego con picardía- pero
A lamentablemente es más compleja de lo que B estableció- dijo llevándose la
mano al pecho en un gesto que evidenciaba el profundo dolor que aquel
sentimiento le generaba- y como esto no es un examen y me fastidia la selección
múltiple- cambio de expresión intentando ocultar sus emociones bajo una
sonrisa- C dejara que B pague la cuenta y se marchara… a menos que B no le
importe mojarse un rato ya que C desea pasear un poco bajo la lluvia…

-Me encantaría proseguir esta velada paseando contigo, aunque sea bajo la lluvia-
chasqueando los dedos y pidiendo la cuenta para pagarla en el acto - Aunque creo
que el paseo no será muy largo a menos que así lo desees- Karina miro a aquella
joven delante suyo, admitiéndose que realmente se había llevado una gran
sorpresa con ella… lo que sin duda la convertía en un plato más que exquisito y
deseable.

Tormenta miraba a su dueña pasearse de izquierda a derecha cuando sintió un


tirón en su correa y giro sus ojos a la joven que vigilaba, la cual se ponía de
rodillas a su lado_ Sonríe Tormenta- el click del celular sonó al tiempo que
Tormenta lamia la cara dejando una pose algo divertida en la fotografía que
inmortalizaba aquel momento -No…espera- las risas de Herendira resonaban con
fuerza mientras que Tormenta encima de ella la lamía sin cesar moviendo la cola
-no…. Baba de perro…. No eres mi tipo Tormenta… lamento decepcionarte_ la
chica explotaba en mil risas intentando apartar al animal.

A pasos de allí los ojos negros de Vanessa Savedra observaban la escena con una
inmensa felicidad plasmada en ella, con sorpresa ante aquella fuerte sensación
en su interior e ignorando las miradas curiosas que le eran dirigidas mientras
encaminaba sus pasos hacia aquella chica que detuvo su juego mirándola
sorprendida, ¿Quizás decepcionada?, se dijo momentáneamente pasando a
ignorar a la joven y retirando el uniforme de Tormenta.

Herendira estaba sorprendida por la apariencia de Vanessa, la ausencia de


uniforme no le restaba imponencia y sin embargo se veía completamente
diferente, aquel conjunto casual y el cansancio que dejo ver el rostro la desubico
profundamente, pero lejos de decepcionarla…. Aquello la emocionaba más…

-¿Quieres que te lleve a casa?- escucho que le preguntaban por lo que negó
sonriendo a más no poder.

-No, te dije que saldríamos y tu aceptaste la invitación- sonrió al ver el gesto de


confusión- podríamos pasear a Tormenta si quieres… dice que la Avenida Central
es muy bonita- dejo escapar con diversión.

-Es mentira ¿sabes?- rió quedamente mientras la instaban a dirigirse a la salida


- está lleno de gente loca, aunque dicen que hay una oficial que es un bombón- rió
de nuevo ante aquella afirmación, nunca imagino que ella que se veía tan seria
tendría ese sentido del humor tan abierto- dicen que media ciudad pasa por allí
solo para verla ¿Crees que sea cierto?

-No lo sé, no es un lugar que frecuente - con seriedad - aunque dudo mucho que
sea más bonita que quien me acompaña- agregó mordiéndose el labio inferior
divertida.

-Eso es cierto Heren- la vio con sorpresa por el mote que le había puesto - no
hay nadie más linda que yo- escucho el tono engreído al tiempo que volteaba los
ojos en blanco.

-Tú y tu ego de milagro caben en la ciudad- afirmo riendo divertida- porque


oficial Savedra, ¿De dónde saco que media ciudad pasaba por allí para verla a
usted?

-¿Por qué otra cosa pasaría?- observó el gesto de profunda seriedad y confusión
que le hizo reír de nuevo.

-No sé, por qué deben pasar por allí para ir a sus trabajos, por las paradas de
autobuses principales están al otro lado- con seriedad mirándola.

-No… tu explicación carece de lógica- le repitieron - pasan solo por verme a mí-
repitió con seriedad- digo ha de ser genial ser un simple mortal y poder
observarme_ Herendira contuvo la risa lo mejor que pudo ante aquel comentario
hasta que sintió la correa de Tormenta tirar ladrando viendo a su compañera –
¡Ah! Claro, y a Tormenta que es la perra pastor alemán más perfecta que existe-
ella casi juraría que la perra había sacado el pecho y cambiado el ritmo de su
caminata por uno más suave y grácil.

-Oh dios mío- dejo escapar de manera algo escandalosa deteniéndose en la acera
-quién te ve tan seria en tu trabajo piensa, es una chica seria, humilde, centrada
y luego habla una contigo y….

-¡DESCUBRES QUE SOY MIL VECES MÁS PERFECTA!-exclamó Vanessa con


alegría al tiempo que Tormenta no paraba de ladrar y Herendira volteaba los
ojos en blanco y se llevaba la mano a la cara.

-No, descubre que eres una perfecta payasa y que no te debería dar cafeína
porque eres demasiado inquieta- divertida tirando de la de la correa de
Tormenta para empezar a caminar, la verdad era extraño que le hablara con
aquella familiaridad pero algo en Vanessa le despertaba hacerlo con tanta
naturalidad.

-Lo que pasa es que intentas negar lo innegable- Vanessa situándose a su lado
para continuar caminando mientras sentía una gotita de lluvia estamparse en su
ropa.

-¿Negar lo innegable?- Herendira la miro levantando un ceja con interés antes


de ver como Vanessa miraba de izquierda a derecha antes de acercarse a su oído
generándole un escalofrío.

-Que no solo media ciudad pasa por la avenida -la miro extrañada de nuevo - en
realidad la ciudad completa pasa a vernos_ escucho aquello y volteo de nuevo los
ojos en blanco escuchando los ladridos de Tormenta - Bien sabes que es verdad.

-Sí bueno- dijo en tono rendido porque la realidad es que ella si pasaba por allí
solo para verla…

NO ME OLVIDES

CAPÍTULO 7

VERDADES Y MENTIRAS.

Todos ven lo que aparentas, pocos advierten lo que eres.


Maquiavelo.

La luz del sol se colaba perezosa por aquel enorme ventanal delineando el cuerpo
desnudo que descansaba entre sábanas de seda blancas, la persona que cubrían
con tanta delicadeza se revolvió con incomodidad deseando alejarse de su tan
repentina invasión.

La puerta de la recamara sonó varias veces antes de dar paso a una mujer de
edad con uniforme de servicio, que daba suaves suspiros cansados mientras
apretaba un botón abriendo aquella persianas eléctricas y dejando al sol imponer
sus reinado, mientras escuchaba una queja molesta.

-¿La Señorita Del Valle no irá a clases hoy?- tirando de las sabanas y
descubriendo a la rubia que se encogió con molestia.

-¿Teresa por qué tienes que ser tan mala mujer?- cuestionó dando un quejido
enfadado y sentándose dándole la cara a aquella mujer que le había cuidado toda
una vida, la cual al ver el cabello rubio desordenado y el gesto infantil dejo
escapar una queda risa.

-Porque su hermano me ordeno, mandarle a la escuela como siempre Señorita Del


Valle- afirmo notando como la rubia se dejaba ir hacia atrás -dice que usted será
una gran Arquitecta y que debería aprovechar estas últimas semanas con sus
amigas en medicina.

-Ya no tengo amigas- Stefani abrazo su almohada de plumas con fuerza


Herendira se peleo conmigo ¿recuerdas? Y Andrea…. Andrea…

-La Señorita Almeira la estima mucho y dudo que no quiera ser más su amiga-
afirmó la mujer tirando de la sabana para empezar a doblarla con tranquilidad -
en cuanto a la Señorita Villafiel nada que una disculpa oportuna no pueda
resolver- agregó tirando de las pijamas de Stefani para hacerla salir de la cama.

-Eso crees tú… Andrea ni me mira desde que perdone a Hernán- sin darse cuenta
que la mujer hacia un gesto de desagrado al escuchar aquel nombre - sé que es
difícil entenderlo… pero yo… yo…

-Debería hablar con la Señorita Almeira- afirmó empujando a la chica hacia la


mesita de la habitación donde el desayuno ya estaba servido - los problemas se
resuelven conversando, si usted evita la conversación poco podrá resolver…
-Es que ella nunca se ha enfadado tanto conmigo - haciendo un enorme puchero
mientras jugaba con la comida de su plato- además… además…

-Los panqueques de Evaristo no son tan ricos como los de ella- afirmó divertida
la mujer intentando acomodar un poco los cabellos rubios desordenados al ver la
cabeza dejarse ir contra la madera con estruendo- la Señorita debería dejar de
golpearse la cabeza en la madera para cambiarse, arreglar esta desavenencia y
volver a tener los panqueques de la Señorita Almeira de desayuno ¿no cree?

-Lo haría- la miro con ojos llorosos abrazándose a su cintura con fuerza -pero
siento que me arrancara la cabeza si me acerco demasiado.

-Creo que la Señorita exagera -la mujer la separo de su falda para mirarla con
seriedad - Stefani del Valle se va usted a cambiar e ira por su Andrea Almeira-
le dio un suave golpe en la cabeza abandonando la habitación con completa
tranquilidad.

Stefani miro su celular con desgano Hernán no la había llamado ese día, cosa que
rara vez le importaba ya que en general era como Teresa le decía estaba
desayunando con Andrea y Herendira en casa de alguna de las dos, miro su
enorme habitación con desgano antes de tomar su celular y marcar.

-Perdón- dejo escapar suavemente al escuchar el suave “Hola” al otro lado de la


línea - no debía golpearte.

-No pasa nada- escucho el tono alegre y relajado -hoy el día es hermoso, el sol
brilla…. Y ella…ella… es….

-¿Eh?- cuestionó quedamente escuchando un sonoro suspiro al otro lado de la


línea antes de que Herendira colgara “¿se habrá drogado?”, ladeo la cabeza
confundida viendo el otro número en su celular antes de cerrarlo e intentar
desayunar.

Karina sonreía divertida viendo el enorme plato de panqueques que tenía delante
de ella, mientras notaba como le servían el jugo y Andrea desaparecía de nuevo
en la cocina… tenía que admitir que aquella chica era una real caja de sorpresas
-¿Vas a desayunar conmigo?- suavemente.

-Ya voy- la vio aparecer con miel de maple y mantequilla en la mano para tomar
asiento a su lado con total tranquilidad -¿Pasa algo?
-No nada… es que este no es precisamente mi plato preferido de desayuno-
sonriendo mientras acariciaba el rostro con suavidad- pero puede que después
de probar… se convierta en mi favorito…

-Claro y la semana que viene probaras otro que también será tu favorito- sonrió
suavemente al ver como ella empezaba a comer con total tranquilidad, esa niña
le intrigaba a niveles inimaginables…. Tenía esa forma de ser tan ajena a la edad
que poseía que solo le indicaba a ella que probablemente era una persona muy
sola, lo típico que le pasaba a las chicas que se salían del marco de su edad,
aprovecho para pasear la vista adecuadamente por el departamento
descubriendo aquel pequeño piano en una esquina y la guitarra a su lado.

-¿Tocas?- cuestionó quedamente, provocando que la miraran con indiferencia.

-Tengo una banda- se asombro ante aquello, era lo último de una persona que ella
consideraba solitaria - es mi trabajo de medio tiempo, una buena distribución de
tocada y puedo pagar los gastos el departamento me lo dejo mi madre antes de
morir - vio como la chica continuaba comiendo con total tranquilidad.

-¿Qué edad tenías cuando murió?- .

-¿No habíamos quedado que la curiosidad mato al gato?- vio que le miraban con
diversión, de hecho aquella mirada no parecía nada molesta por aquella pregunta
-tenia quince años cuando falleció.

-Eras muy chica- partiendo su panqueque con elegancia- supongo que siempre has
estado acostumbrada a cuidar de ti misma- miro con tranquilidad a aquella chica
delante de ella -lo que me llama la atención precisamente sobre que estas
enamorada de A que ni siquiera te presta atención.

-Amo a A por todo lo hermoso que tiene dentro- vio la mirada fija y decidida -
por su corazón cálido y puro lleno de tanto perdón y comprensión, amo a A porque
veo en ella todo lo maravilloso que hay y que todos temen esconder mientras a
ella no le importa mostrarlo. La amo porque me es inevitable no hacerlo, aunque
su amor sea de alguien más.

-Y si sabes que su amor es de alguien más… ¿No deberías aceptar probar otras
cosas?- afirmo divertida al ver aquella profunda mirada de tristeza plasmada en
aquellos ojos cafés_ Porque no estarías cometiendo ninguna falta, si probaras a
B,D,E o F cuando A ni siquiera ha dejado que le ames…-acaricio las manos con
suavidad- piénsalo no alterarías nada más que el propio resultado de tu
felicidad…

-¿El propio resultado de mi felicidad? -vio la duda pasearse por el rostro por lo
que sonrió de manera seductora.

-Sí…. Esa que tan vehementemente la vida te ha negado- afirmo acercándose a


ella despacio - esa que tanto necesitas – agregó- la felicidad que te llama a
descubrir y disfrutar de los muchos placeres de la vida - acaricio el rostro con
suavidad - esa felicidad Andrea que te pide despertar los sentidos y olvidarte
de todas aquellas que ignoran tu bondad y tus consejos.

-Ellas no me escuchan nunca- le escucho musitar quedamente.

-Exacto - afirmó acercándose a los labios- ¿No crees que te mereces más que
eso?- agregó- ser más feliz de lo que- medito sus palabras- tu madre fue
sacrificándose por los demás.

-¿Mi madre?- Karina sonrió al ver las pupilas temblar levemente- ¿Qué sabes tú
de mi madre?

-Solo verte me dice - acaricio el cabello con suavidad - que era una buena mujer…
tan preocupada por la felicidad ajena que se olvido de la suya- agrego tirando de
la silla y girándola - una buena mujer… cuya bondad fue su condena… y acabo
muriendo sola… y dejándote a ti…

-Sola- dejo escapar la chica con suavidad mientras Karina esbozaba su sonrisa
triunfante.

-Piénsalo… la vida te ofrece tanto y tú te lo niegas - afirmó levantándose para


dirigirse a la puerta - quizás probar algo más no te vendría mal.

Stefani se detuvo en seco en el ascensor al chocar con una elegante mujer que
le miro de arriba abajo con diversión mientras ella se disculpaba y apartaba con
tranquilidad para encaminarse hacia el departamento de su amiga, ya tenía
preparada su disculpa de hecho la había meditado bastante así que toco la puerta
con suavidad.

Los cabellos cafés de Andrea no tardaron en aparecer en su rango de visión


acompañada de una mirada que ella nunca antes había vislumbrado en aquellos
ojos -Andy- la llamo quedamente notando como la miraban con infinita tristeza-
sé que soy un monstruo- noto el parpadeo sorprendido- que soy una mala amiga,
que no cuida de ti y te comprende… que no merezco tu cariño, pero soy un ser
humano- tomo las manos con cariño- uno egoísta que no sabría vivir sin tu infinito
cariño y comprensión… así que perdóname…

-Stefani- noto la voz escapar quedamente de los labios -yo… yo…

_ Andy… de verdad…. Yo no sé qué hacer sin ti, se que a veces te desespero- se


acerco más a ella - y que deseas arrancarme la cabeza….cosa que te suplico no
hagas… ya Herendira me golpeo fuerte el otro día- vio la sonrisa asomarse por
lo que ella sonrió a su vez- perdóname…

-Stefani- escucho su nombre escapar de los labios suavemente por lo que se


inclino en el acto envolviendo a su amiga en un cálido abrazo intentando
transmitirle en aquel sentido acto sus sentimientos.

-Te quiero mucho Andy y sabes que Herendira también- dijo quedamente- pero
hay algo que te quiero preguntar- dijo quedamente- ¿Por qué estas enfadada
conmigo?- no tuvo tiempo ni de meter las manos antes de que un empujón y una
sonora cachetada le cayera en la cara.

-¡IDIOTA!- la puerta se cerró en su cara dejándola sorprendida y confundida,


mientras se llevaba la mano a la cara y sacaba su celular “bien hecho Stefani
tenias que preguntar” marco el número de Herendira con enfado.

-Hola desde el paraíso- escucho que le respondían.

-¡LO QUE SEA QUE TE FUMASTE, DEJA DE HACERLO!- grito enfadada


intentando calmarse - ¿Por qué está enfadada conmigo?- cuestionó suavemente
intentando contener su ira.

-En un día como este ¿Qué simple mortal estaría enfadado?- se separo el
teléfono de la oreja intentando confirmar que había marcado el número
adecuado.

-Buen momento escogiste tú para entrarle a la droga - dijo seria - Herendira


concéntrate… ¿Por qué Andrea me odia?

-Sé que no te odia - le afirmó Herendira - Andrea tiene un corazón tan precioso
que dudo mucho que sea capaz de eso, se que está enfadada conmigo porque
seguramente está cansada de ver como mi padre me manipula y porque dice que
soy una tonta por algo que le conté…. En cuanto a ti… Steff tendrás que
averiguarlo sola- escucho como le colgaban por lo que maldijo por lo bajo antes
de respirar profundo y volver a plantar cara frente a aquella puerta… fuera lo
que fuera no perdería a una de sus dos mejores amigas.

-¿Qué quieres?- vio los ojos cafés dedicarle una mirada enfadada, por lo que
ladeo la cabeza tomando entereza.

-Dame otra cachetada-dijo con firmeza- dame todas las que quieres, porque sé
que soy una idiota que no sabe porque estas enfadada y que si estas enfadada es
porque me merezco todas las cachetadas del mundo- tomo aire apretando los
puños - ¡ASI QUE DAME LOS GOLPES DE UNA VEZ, SI CON ESO TE
SIENTES MEJOR!- sintió el firme impacto en su otra mejilla que le hizo
tambalearse levemente, estaba por girar el rostro cuando sintió el otro en el
lado opuesto de su cara.

-Yo ya no soy tu amiga- escucho el tono de enfado contenido- ni de la estúpida


de Herendira… estoy tan harta de ustedes, de sus estupideces, de este
sentimiento idiota que nació en mi interior y me envenena…¡DEJENME EN PAZ
TU Y ESA IMBECIL QUE NO SABEN NADA DE LA VIDA!- recibió el fuerte
empujón que la hizo irse para atrás sorprendida -¡VIVAN SUS VIDAS EN SUS
CASTILLOS DE CRISTAL Y SU LLUVIA DE DINERO Y DEJENME A MI VIVIR
LA MIA!- vio como Andrea se giraba azotando la puerta de nueva cuenta
dejándola sorprendida sosteniéndose las mejillas dolorida.

Herendira sonreía de manera tonta disfrutando aquel te de manzana con canela


delante de los ojos negros que le miraban mientras saboreaban uno idéntico,
ambas con un leve vaivén dirigiéndose miradas que evocaban más que mil palabras.

Si alguien le preguntara a la joven Villafiel ¿Cuál había sido la mejor noche su


vida?, respondería sin dudar que la anterior a ese día, esa en que paseaba al lado
de aquella mujer a la que miraba sonriéndole con la mirada en ese instante, a esa
a la que sus ojos gritaban “te amo, te amo” mientras las palabras se ahogaban en
sus garganta con la calidez de aquel té.

A esa misma persona con la que había paseado hasta tarde la noche anterior,
contando mil tonterías sin importancia para muchos, mil anécdotas tontas y sin
embargo revestidas para ella de una incomprensible verdad, a esa hermoso ser
humano que la había hecho reír hasta llorar antes de que el sol saliera mientras
paseaban en mutua compañía en esa misma avenida.

Herendira Villafiel podía afirmar aun más ese día que amaba con desesperación
a Vanessa Savedra, cada gesto altanero que escapaba de su rostro, el sentido
del humor que había descubierto en ella y todo aquello que destruía al ideal de
mujer que había tenido en su mente, dándole espacio a construir al ser humano
real que vigilaba celosamente aquel lugar.

Las dos pequeñas cámaras estaban enfocando un único objetivo mientras Virginia
dejaba escapar un suspiro preocupado… aquello no podía ser bueno sin duda,
tendría que tener un larga conversación con Vanessa sobre su distracción
principal a lo largo de su jornada laboral.

NO ME OLVIDES

CAPITULO 8

ESPERANZAS

El más terrible de los sentimientos, es el sentimiento de tener la esperanza


perdida.

Federico García Lorca

Hernán caminaba dando saltos hacia la facultad de medicina, esperaba


encontrarse a su novia por allí ya que necesitaba un favor de ella, saludo a un par
de chicas con encanto antes de ver a unos no muy agradables conocidos a pasos
de distancia e incomodarse en el acto. Desde chico había tenido ciertos
problemas con determinados vicios que cada tanto le traían aquellos líos… pero
con Stefani de su lado, ya no le preocupaban tanto.

Karina examinaba el cadáver delante de ella con indiferencia mirando la hora


cada tanto, el día había pasado sorprendentemente rápido y su jornada laboral
estaba por extinguirse, miro con desinterés aquel cuerpo empezando a escribir
los últimos pormenores en su informe, la vida humana consideraba ella era algo
tan efímero…. Cubrió el cuerpo con la sábana blanca girándose con calma.

Sus pensamientos en ese momento estaban orientados hacia aquella exquisita


jovencita que tenía su interés en pleno, tan joven y se negaba a vivir, le parecía
algo tan fuera de lo normal que alguien de la edad de aquella joven se negara a
disfrutar los placeres de la vida. Aquella chica parecía tener la fuerza interna
de un enorme volcán contenida en su interior, una mente sagaz, un intelecto
exquisito y una sensualidad natural. Y sin embargo se limitaba por algo llamado
amor, amistad y bondad, rio quedamente mirando los cadáveres a su alrededor,
la mayoría de esas personas habían tenido eso y ¿Les había servido de algo?, al
final acabaron muertos, quizás solos y sin saber realmente lo que era vivir…

Ella no permitiría que Andrea continuara sufriendo por un amor no


correspondido, velando por amigas que no le valoraban, desperdiciando sus
capacidades y pasiones, le enseñaría a celebrar la vida, a disfrutar cada placer
que le regalara, claro cada uno lo disfrutaría con ella rio quedamente porque
obviamente primero le enseñaría a disfrutar adecuadamente a su cuerpo.

Stefani termino su oración mirando fijamente el crucifijo delante de ella


mientras su mano derecha escondía de nuevo entre sus ropas aquel hermoso
rosario de oro herencia de su madre, sentía una intranquilidad creciente dentro
de ella y esa iglesia le llenaba de paz. Su formación en el sentido espiritual había
sido muy rica gracias a su abuela, padre y madre, era a fin de cuentas lo que le
había llevado a ella y su hermano a tener fortaleza cuando su familia entera
desapareció en un atentado durante un viaje de negocios de su padre.

Recordaba tener nueve años y estar en aquella iglesia rezando cuando su


hermano de dieciséis se había arrodillado a su lado con lágrimas en los ojos, no
tuvo que preguntar nada en el alma sentía la intensidad de la pérdida; ¿Por qué?
Un apellido prestigioso, una enorme fortuna, y un mal movimiento de negocios
por parte de su padre, un apoyo a quien no debía ser apoyado… demasiada bondad,
eso había dicho el oficial de policía cuando ella estaba sentada en la mansión al
lado de su hermano, ser muy bueno y bondadoso le había costado la vida a su
padres fue cuando su hermano se levanto con decisión a su lado “Entonces
nosotros seremos igual de buenos con la ayuda de Dios” , lo miro como si fuera
su héroe aquel día y aun seguía siéndolo porque en todo discurso, regaño o
conversación que su hermano le dirigía el amor reinaba en cada palabra.

Se encamino hacia la salida cada uno de sus pasos reflejaba seguridad, todo su
dolor e intranquilidad había desaparecido luego de una mañana de oración que le
permitió calmar sus inquietudes, se detuvo en la salida mirando de izquierda a
derecha, aunque nunca los veía podía sentir los ojos fijos de sus guardianes
clavados en ella, bajo las escaleras a paso firme y sin temor alguno. Tenía sus
próximos movimientos estructurados en su mente, cada uno de aquel día desde
esa mañana que aquellas dos bofetadas habían sido descargadas en su cara.

De los tres golpes que le dio Andrea aquella mañana esas dos últimas habían sido
las más dolorosas, porque pudo sentir en ellas todo el dolor que su mejor amiga
llevaba dentro había sido descuidada, no había velado por ella como debía aun
cuando Andrea le había cuidado siempre, sonrió con algo de tristeza estuvo
siendo egoísta mucho tiempo y eso no era adecuado, se había dejando distraer
por sus preocupaciones, desatendiendo las de las personas que amaba… había
pedido perdón y ahora debía resolver aquello, “uno no podía ser feliz causándole
daño a los demás, por la simple razón que sería la muestra clara que tal felicidad
no existía siendo nada más un espejo para ocultar la propia pena” repitió la ultima
enseñanza de su madre mientras veía fugazmente el cielo gris del todo.

Si no aceptaban sus disculpas era por la razón evidente de que no sabía porque
las pedía, ya se había despejado adecuadamente teniendo una vaga idea de ello,
pero necesitaba conversar con Herendira con tranquilidad de aquello para
organizar debidamente la disculpa que daría, con una razón firme para la misma,
con todo su cariño y claro que si no se la aceptaban insistiría sin dar un paso
atrás porque un del Valle nunca se retiraba, y ella no se permitiría perder a un
ser querido, por una tontería porque bien sabía ella lo horrible de una pérdida
real.

Virginia detuvo sus pasos al lado de su amiga de toda la vida que estaba
respondiendo un llamado en su radio, por la voz que resonaba podía identificar a
uno de los hermanos de Vanessa haciendo alguna broma antes de cortar del todo
la comunicación. Observo los ojos negros centrarse del todo en ella y sonrió con
malicia notando la expresión de la cara cambiar- ¿Cómo has estado tu día?

-Maravilloso- vio la enorme sonrisa formarse antes de que el rostro enfocara de


nuevo la avenida.

-Debe serlo cuando te estrenas de pedófila ¿o no?- dejo escapar en tono


divertido sintiendo la mirada asesina sobre ella.

-Deja de decir taradeses- miró sonriendo la seriedad que se acababa de formar


en el rostro de su mejor amiga

-Entonces es mayor de edad- escuchando el suave carraspeo- ya veo, eso no te


quita lo asaltacunas.
-No tengo nada con ella, simplemente conversamos es todo_ vio el rostro fijo al
frente sin enfocarla en ningún momento.

-No quiero ser mala contigo, simplemente quiero que seas consiente- dejo
escapar con seriedad -ella es una paleta de helado…- dijo suavemente -es
pequeña, liviana y recién sacadita al mercado, de esas inocentadas que compran
todos porque es riquísimo comérselas- dejo escapar con tranquilidad.

-¿Y qué tiene que ver el helado conmigo?- noto como la boina ocultaba los ojos
oscuros.

-Tú vendrías a ser un helado de - ladeo la cabeza con seriedad - de…

-De colección, esos de sabor único e inigualable que no puedes probar una sola
vez porque creando adicción- Virginia escucho el tono engreído y bufo pidiendo
paciencia al universo.

-Ibas a decir un helado de medio galón- seria -para ver si tu cabecita que al
parecer esa niña está dejando hueca hace la comparación.

-Tu comparación es inútil- Vanessa seria - y la prueba clara de que no me interesa


la niña, porque si ella es una paleta y yo un helado de medio galón seria
canibalismo.

-¡Ah! no es que tu eres uno de chocolate y ella uno de vainilla y serían la


combinación perfecta- dejo escapar en tono de burla -y querida no me digas que
no te quieres mezclar porque desde el sitio de donde yo lo veo, si lo deseas.

-Ella es una niña y yo una guardiana de la ley y el orden- Vanessa se situó al lado
de Virginia con seriedad -nunca y métetelo en la cabeza, he pensado siquiera en
tener algo con ella.

-Sí, se te ha pasado- Virginia se giro encarándola -te conozco casi desde que
tomamos biberón y quieres comerte a la paletita- levanto las manos con algo de
desesperación -te encanta esa niña, te gusta se te nota por como la miras.

-Lo único que miro es a mi mejor amiga hablando incoherencias durante mi


horario laboral- Virginia la miro con sorpresa - ¿Desconfías de mi buen juicio?

-Para nada, es a tu buen juicio a lo que temo- agregó enfadada - temo que tu
buen juicio te haga detenerte de hacer la combinación perfecta de la vainilla y
el chocolate- respiro profundo -temo no ver más la mirada que te genera esa
chica por una tontería como que ella es una paleta y tu un helado de medio galón…
temo no verte feliz…

-Yo temo que no te entiendo- Virginia levanto la mano dando un fuerte golpe al
hombro -ya entendí Virginia, pero yo soy feliz y ella no me interesa de esa
manera- repitió suavemente.

-Bien- Virginia sonrió con travesura - digo porque seguramente, no soportarías


su ritmo de vida, las chicas de hoy son muy diferentes, y ella deber hueca,
superficial y de esas chicas que viven de la…

-¡ELLA NO ES ASÍ!- la sonrisa de Virginia se ensancho aun más al ver la molestia


en los ojos negros que le enfocaban.

-Perdón por insultar a tu futura esposa- canturreo ingresando en la tienda antes


de estallar en carcajadas, dejando a una Vanessa con la mano en la cara fuera,
para ella aquello no era más que un juego divertido, si su amiga no quería aceptar
que aquella chica le gustaba solo le daba más armas a ella para divertirse a
morir…

Herendira miraba fijamente a su padre delante de ella, aquel hombre parecía


empeñado en fastidiar su alegría sin duda alguna. Elegantemente vestido, con esa
sonrisa altanera e invadiendo el sofá de su departamento cuán grande era,
mientras le miraba fijamente. No era que ella no amara a su padre es que se
habían dejado de entender muchos años atrás cuando él empezó a denominar
todo en su vida con dinero y elegir cada movimiento de acuerdo a lo benéfico
para el bolsillo familiar de ello o no.

Aquel hombre que en un tiempo había sido el más cariñoso del mundo con ella
cambio notablemente luego de que su madre decidiera dejarlos a ella, a sus
hermanos y a él solos, para escaparse con su profesor de arte. Luego de eso su
padre había cambiado completamente convirtiéndose en un lobo financiero con
el único fin de en sus propias palabras “asegurar el futuro de cada uno de sus
hijos”, su hermana y hermano mayor no tuvieron problemas con ello, cada uno
estaba a punto de graduarse de dos carreras diferentes y con novios que
ciertamente eran de familias respetables que harían crecer las empresas
familiares.

Pero ella…. Ella solo era una niña en ese entonces, ella no sabía nada que no fueran
osos, juguetes y cocina porque a su madre le encantaba enseñarle a cocinar, para
que de pronto por la decisión de la “loca esa” como le llamaba cariñosamente, le
quitaran todos sus juguetes, peluches y recetas de cocina, sustituyéndolas por
clases de idiomas, de modales y economía, artes bueno esa por claras razones la
obvio su padre.

Paso de que su vida y decisiones fueran suyas a seguir las de otro como un
borrego a su pastor, sin protestar y rezando diariamente para no acabar en el
asador, sin embargo su padre al parecer estaba dispuesto a sacrificarla con tal
de darle estabilidad y tranquilidad, claro de paso obteniendo el algo. El discurso
que le daba mientras se acomodaba tanto la corbata tenía que ver con el hijo de
un amigo suyo, de su interés en ella, de sus gustos parecidos y del buen partido
que constituía.

Mientras le miraba organizar su futuro se preguntaba ¿Cuándo ese hombre se


había vuelto un desconocido? Si realmente su padre sabía algo de ella, negó con
la cabeza dejando de mirarlo para continuar su larga lista de requerimientos que
culminaba con una salida el sábado, lo miro con incomodidad sin negarse a nada
de lo que le decía, le veía poco caso. Saldría con el chico fingiendo interés y luego
se olvidaría del asunto, para que él siguiera feliz.

-Entonces vendrá por ti el viernes a las 8 p.m.- le el hombre por lo que le miro
fijamente unos instantes.

-Papá- le llamo divertida -a esa hora estoy en la universidad- rió quedamente al


ver la cara de confusión.

-¿En serio?- le vio llevarse la mano al mentón con incomodidad.

-Tú mismo escogiste mi horario- le miro con seriedad - afirmabas que de esa
forma no me iría de parranda.

-¿Puedes faltar a esa clase?- con autoridad.

-Es química papá y el cuatrimestre esta por culminar- Herendira se giro hacia la
ventana -no quiero dejar una mala impresión.

-Bueno entonces estableceré otro día para la fecha y te mandare un mensaje al


celular- la chica asintió suavemente antes de escuchar a su padre levantarse de
su sillón -tengo cosas que atender, pasa una buena tarde- escucho la puerta
abrirse antes que el hombre soltara una exclamación -¿Pero Señorita de Valle
que le sucedió a su rostro?- se giro para ver a Stefani en el pasillo mirando a su
padre, le divertía el respeto con que este le hablaba pero lo suponía natural en
su padre, después de todo la familia del Valle era de las más acaudaladas del
mundo.

-No debe usted preocuparse Señor Villafiel- aquello también le sorprendía, su


amiga que parecía distraída, ida y a veces hasta fuera de lugar, en situaciones
así realizaba un derroche de elegancia incomparable -he tenido una desavenencia
que espero resolver a la brevedad posible.

-Comprendo- el hombre giro a mirarla sonriente, en ese momento Herendira


pensó que a su padre no le importaría que amara a una mujer, siempre y cuando
esa mujer fuera Stefani del Valle, sonrió divertida -me retiro pásenla bien
jovencitas.

-Que el resto del día le sea benéfico Señor Villafiel- notó a Stefani despedirse
con elegancia antes de enfocarla unos instantes notando en ese breve espacio el
rojo intenso en las mejillas - Andrea me golpeo- le dijo quedamente -está muy
enfadada contigo y conmigo.

Herendira se giro de nuevo hacia la ventana para ver la ciudad con preocupación,
la verdad sentía que Andrea había tenido una paciencia apocalíptica con ambas,
recordaba claramente las conversaciones que habían tenido con ella sobre que
no debía permitir a su padre manejar su vida. Dio un suspiro pesado
encaminándose a la cocina para regresar con compresas de hielo para las mejillas
de Stefani.

-Hernán- la miro con sorpresa al escuchar la voz seria permanecer y no se


sustituida por la relajada y payasa que usaba usualmente - por eso está enfadada,
porque a pesar de que me ha sido infiel sigo regresando con él, a pesar de que
me lastima vuelvo con él, y ella siempre acababa abrazándome para hacer sentir
mejor- suspirando mientras ella asentía levemente.

Stefani dejo el sillón enfocando ella la ventana en esta ocasión, Herendira tenía
clara que su amiga por ser una Del Valle era más de lo que aparentaba, aunque no
tenía un sondeo de que tanto y en momento así le confundía y sorprendía
realmente.

-Conmigo es que le dije que amaba a alguien, me enamore a primera vista-


sonrojándose violentamente al sentir los ojos claros situados sobre ella- Andrea
se lo tomo muy mal, es otra chica- termino por admitir.
-¿Por qué amas a otra mujer?- notó aquel gesto profundo y concentrado, se diría
hasta decepcionado.

-No- se corrigió en el acto -creo que se enfado porque me enamore…

-Y se supone que la distraída soy yo- Herendira la miro con sorpresa aquellos
tonos profundos y maduros en la voz de Stefani de verdad la descolocaban -
Quizás este enamorada de ti…

-Eso no lo pensé- miro a Stefani caminar con total elegancia por su


departamento, como si al hacerlo pensara profundamente - Deja de hacer eso-
le dijo suavemente.

-¿El qué?- extrañada.

-Te comportas como una dama de sociedad, seria y madura y puede ser bastante
confuso- llevándose las manos a la cabeza- Espero que no esté enamorada de mí,
porque entonces de verdad voy a perder su amistad.

-Andrea es muy madura- vio como la rubia respiraba profundo pero aquella
madurez no se iba con nada -así que esperemos lo pueda manejar ¿Sabes donde
tiene tocada?

-Mañana con su banda- respondió Herendira -tengo la dirección del bar ¿Quieres
ir?- vio como asentían suavemente -capaz que me deja la cara peor que a ti…

-No te preocupes, si veo que te quiere golpear me trago yo sus golpes-


quedamente - mi último problema con Hernán creo que fue lo que la hizo estallar
contra ti- agregó -además Herendira no es tan malo que alguien como Andrea te
ame, aunque es una pena que tu ames a alguien más.

-Sí- la joven recordando cada gesto cariñoso de su amiga - es una pena…. Porque
con ella sería tan fácil…

Andrea se giro a ver a Karina que jugueteaba divertida con un mechón de su


cabello mientras ella tocaba el piano en su departamento, la noche había caído
ya hacia un rato y ella practicaba algunas canciones de la tocada del día siguiente,
hizo una pausa respirando profundo unos instantes - La música de un piano es tan
hermosa que bien debería ser escuchada por todos los oídos- ladeo la cabeza a
su derecha para enfocar aquella mirada oscura y profunda que le regalaban -
sería ideal que las manos de la pianista pudieran ser experimentadas por igual…
al ser consientes de los sentimientos que expresan - desvió el rostro dirigiéndolo
de nuevo al piano para juguetear con sus teclas creando una suave melodía antes
de sentir el peso de la cabeza de Karina en su hombro, cerró los ojos dejándose
llevar por las delicadas notas creando de a pocos y de la nada una melodía algo
melancólica y a la vez alegre - Sin duda - le escucho decir por lo que abrió los
ojos de nuevo - acabaríamos diciendo quien pudiera ser tecla para recibir tales
emociones - sonrió fugazmente mientras continuaba tocando.

-Y sin embargo yo solo quiero que una persona escuche el llanto de mi piano- dejo
escapar quedamente -pero a ella mi piano no le puede alcanzar.

La suave música empezó a envolver el lugar por completo mientras la fuerza


impresa en las teclas aumentaba y disminuía de acuerdo al mandato del corazón
de quien lo tocaba, para Karina fue inevitable no dejarse envolver por lo profundo
de aquella melodía y lo sincero del sentimiento que expresaba, estaba sonriendo
recostada en aquel hombro, por ese momento mágico en el limbo del tiempo que
le regalaban, escuchaba las notas ir y venir como una caricia que le llamaba a
perderse a sí misma en aquel sentimiento…. ¿Cómo era posible ignorar aquello?,
abrió los ojos enfocando el rostro de su acompañante que derramaba suaves
lágrimas, las manos continuaban moviéndose entre sentimientos alegres y
tristes… tal cual como un amor no correspondido, amenazando con morir para
resurgir con fuerza y melancolía en medio de aquella suave melodía.

-Niña boba- dejo escapar con suavidad antes de regresar a su posición sobre
aquel hombro - nadie merece tu hermoso corazón, el merece ser libre-
quedamente mientras el piano seguía declarando su tristeza sin cesar, su fugaz
alegría y su imperecedera esperanza…

Karina suspiro quedamente al escuchar la lluvia en el exterior hacer acto de


presencia, parecía que aquel elemento estaba dispuesto a hacer compañía a aquel
piano en esa noche, acaricio los cabellos castaños apartándolos con suavidad,
para ver el cuello níveo besándolo con devoción y sin ser rechazada en ese
instante -Que oportuna- enfoco el rostro creyendo que le hablaban - la lluvia…
conmigo siempre es tan oportuna - sonrió quedamente al escuchar a la melodía
finalmente empezar a morir.

-Deberías obligarla a escuchar tu piano - le quedamente.


-El amor no es algo que se imponga - le declararon empezando a disminuir el
volumen de la melodía haciéndola agonizar.

-Pero si debe ser declarado aunque sea buscando olvidarlo - volvió a besar el
cuello con suavidad.

-Si lo declaro creo que…. Que… - noto como el tecleo del piano cambiaba de golpe
creando una melodía más agresiva, se aparto del hombro sorprendida ante la
agresividad que despedía la canción, las manos se movían sobre el piano con ira
de un lugar a otro, dejando salir la rabia y la frustración de golpe, vio los labios
suavemente moverse “yo era muy feliz pero te encontré” escucho la caída casi
maniaca de las notas antes de que regresaran a la melodía de nuevo, escapando
con rabia una y otra vez… sin duda aquella chica era una artista nata.

-Serás libre- le musito quedamente -libre para vivir como desees… para
disfrutar hasta el último de los placeres que la vida te regala agrade besos.

NO ME OLVIDES

CAPÍTULO 9

TRISTEZAS Y ALEGRIAS

Muchas son las cosas, una es la realidad.

Facundo Cabral.

Stefani tenía sus ojos fijos en Hernán mientras escuchaba aquel interminable
discurso que le soltaba el chico, le miraba con atención era alto, tenia los cabellos
negros oscurecidos, pero lo que más le había atraído de él la primera vez que le
vio eran sus profundos ojos cafés, ese par de ojos que parecía sacados de algún
ensueño.

Sin embargo algo en Hernán le empezaba a molestar cada vez más, sentía ella
que no se merecía aquellos ojos tan hermosos, porque todo en él reflejaba la
ausencia de la bondad que esos ojos demostraban. Bajo la cabeza algo harta del
discurso, de las miles de excusas que escuchaba, del dolor fingido y todo lo
demás, bien sabia como acabaría aquello - ¿Cuánto necesitas?- cuestiono a lo que
le sonrieron con encanto mientras ella cerraba los ojos intentando concentrarse
en otra cosa mientras escuchaba lo voluminoso de aquella cifra -si te doy el
dinero me dejaras en paz por hoy- noto la mirada extrañada de los ojos cafés -
tengo asuntos más importantes que atender- le tendió el cheque firmado
mientras la miraban con sorpresa -y te pido de favor que la próxima vez me
intentes hablar con la verdad- se giro en seco intentando controlarse mientras
se dirigía a su motocicleta.

Herendira miraba su celular sorprendida al ver en el identificador “La chica más


linda del universo” respiro hondo de golpe era el número de Vanessa, rio
tontamente mirando a su alrededor como deseando corroborar aquello con
alguien que estuviera cerca en su salón de clases, se giro a ver el asiento de
Andrea vacío antes de responder finalmente.

-Hola- dijo de manera nerviosa.

-Ya sé que te pones nerviosa al oír la voz de una diosa_ rio divertida volteando
los ojos en blanco -pero el caso es que Tormenta me pregunto - escucho la voz
suave que la hizo sonrojar mientras se sentaba en su lugar - ¿Por qué no te han
traído tu café hoy, o en su defecto tu té?

-Porque oficial Savedra - respondió con un tono juguetón -hoy me vino a dejar
una compañera en moto.

-¡Ah! pero Señorita Villafiel, ¿No sabe acaso que esas cosas son peligrosas?- le
respondieron - además imagínese sustituirme a mí por un aparato sin gracia como
ese - escucho el tono ofendido - ni siquiera hay punto de comparación.

-Bueno la oferta para que me trajeran fue tentadora- admito Herendira


jugueteando con su cabello mientras se mordía el labio inferior.

-Ya lo comprendo- dijo quedamente su interlocutora.

-¿Comprender qué?- ladeo la cabeza confundida.

-Ya has andando en moto sin casco- escucho el tono profundo y hasta perdido -
y te caíste, te abriste la cabeza y por ello crees que una moto es mas tentadora
que yo…

-Dios te ayude egocéntrica- dijo con algo de enfado sonriendo - Anda ¿Porque
me bendice con su tentadora y encantadora llamada mi sexy oficial Savedra?_
rio divertida.

-Yo no te iba a llamar- se quedo seria unos instantes -pero dije… la llamare para
que se dé cuenta que Dios existe y se acuerda de ella- Herendira se golpeo la
cara sin saber si reír o llorar - además deseaba saber si tendré mi ca 14fé
hoy- sonrió por inercia al escuchar el tono suave de nuevo.

-Claro que sí- con suavidad -sabes que esta simple mortal adora verte- rió al
escuchar un carraspeo al otro lado algo incomodo- y me encantara ver a
Tormenta… ¿Te veo a las cinco?- cuestionó quedamente.

-Esperare ansiosa- le respondieron -¿Quieres té o helado?

-Si viene de ti- se sonrojo tomando valor para lo que diría a continuación -
aceptaría cualquier cosa.

-Herendira- escucho su nombre escapar con tanta suavidad de aquella voz que
juraría que su corazón se detuvo en aquel mismo instante - estaré esperando por
ti…- se llevo la mano al pecho al escuchar aquello - Hasta luego.

-Hasta luego Vanessa- respondió quedamente…

Virginia movió su cámara suavemente al ver la cara de estúpida feliz de su amiga,


no entendía como seguía negando lo evidente, negó con la cabeza tendría ella que
hacérselo ver sin duda ¿Pero cómo?, observo con la cámara un grupito de chicas
pasar conversando con alegría, antes de que una sonrisa traviesa se formara en
su rostro y el intercomunicador de su oficina se activara tendría que hacer
“abuso de poder”.

Ted miraba extrañado a su líder de banda, había cambiado todo el repertorio de


aquella noche, no era que a él le molestara la nueva combinación de canciones es
que simplemente se le hacían algo ajena a su líder de banda, reviso la lista de
nuevo esas canciones eran tristes, doloridas, despechadas e iracundas,
irreverentes en parte y embargadas en variedad infinita de ritmos y estilos, un
desafío constante a las habilidades del grupo.

Sus ojos enfocaron a Andrea frente al micrófono ensayando aquella canción como
si alma se le desgarrara, pero sentía él que esa actuación no era ni la mitad de lo
que vería esa noche… sonrió al escucharla dar indicaciones mientras le señalaba
por perder el ritmo de la canción -Muñeca esta noche no seré el único
desconcentrado… echas llamas cariño.

-Ya cállate y haz lo que debes- sonrió divertido escuchando aquel ritmo de vals
tan suave y enajenante, la única canción calmada de aquel extraño repertorio…la
vio empezar a tocar el piano con suavidad mientras los ojos parecían perdidos en
alguna parte marcando el ritmo, a como la canción avanzaba…

“Y como enfrentar la realidad si hoy te pierdo aquí”

El piano rompió a llorar mientras todos de golpe dejaban de tocar


concentrándose en la voz de Andrea del todo y la compañía que aquel instrumento
le daba.

“Yo aquí soñando con un final feliz,

Creer que esto en verdad es real,

Soñar que el sueño en los dos esta….

Yo aquí… yo aquí y tu allá”.

-Elimínala- Ted escucho la voz quebrada - elimínala del repertorio es una


estúpida canción - escucho la tapa del piano resonar con violencia al cerrarse - y
esa ya no soy yo… no soy una estúpida más que cree en el amor…

La música resonaba por el recinto mientras el día avanzaba con pausa y dolorosa
pena por momentos, las personas en la ciudad iban y venían de aquí para allá
envueltas en su cotidianidad casi como autómatas en determinados momentos.
Rara vez la calma era perturbada, sin embargo pequeños sucesos alteraban la
cotidianidad del día, como ese café que puntual llegaba a las manos de una joven
oficial que dejaba su puesto para empezar a caminar al lado de su acompañante
que degustaba un té, esquivando ambas la lluvia ocultándose bajo las cornisas
mientras conversaban por la desierta avenida.

Hasta que en determinado punto las ganas de jugar bajo aquel elemento eran
más atrayentes que protegerse de él, Herendira comenzó aquella batalla campal
al ver que Vanessa ya no traía su usual uniforme al parecer había salido temprano
del trabajo y simplemente había pasado a esperarla en la avenida, dio el primer
empujón firme que dejo a la joven en descampado mientras ella se reía divertida,
noto los ojos negros consternados mientras la ropa se empezaba a empapar y ella
reía divertida.

Solo tardo unos segundo al ver el cambio de intención en ellos y empezar a correr
bajo los tejados, intentando no acabar igual pero su esfuerzo fue bastante pobre
mientras sentía aquella firmes manos en la cintura que la hicieron dejar su
refugio girándola bajo la lluvia con la risa resonando en su oído -¡YA NO ME DES
VUELTAS!- grito divertida entre risas.

-iTE LO MERECES!- sintió dos fuertes giros mas antes de que la dejaran
finalmente poner los pies sobre el suelo empapado, se giro divertida riendo
viendo su acompañante tan divertida como ella, enfoco el cielo gris unos instantes
antes de que la intensidad de la lluvia aumentara.

-Parece una tormenta- acercándose a Vanessa sonriente viendo como estaba tan
empapada que goteaba -válgame el señor - dejo escapar divertida.

-¿Qué pasa?- tomo las manos con suavidad tirando de ellas, descubriendo una
textura que la noche anterior no noto en ellas, no eran del todo suaves, ni
tampoco muy lastimadas eran unas manos que denotaban el tipo de trabajo que
tenia aquella chica, giro la palma notando una cicatriz en ella, cosa que la
sorprendió brevemente -¿Herendira?- escucho su nombre pero sonrió
quedamente antes de llevarse aquella palma a los labios besándola con absoluta
devoción.

-Simplemente pensaba- admitió sujetando la mano para continuar su caricia


sobre ella - que te ves igual de hermosa bajo la lluvia - vio el fuerte sonrojo
sobre las mejillas mientras los ojos negros se desviaban con incomodidad, por lo
que simplemente tiro de la mano con fuerza entrelazándola mientras instaba a
su acompañante a caminar - Acabaremos resfriadas.

-Si eso pasa- escucho que le respondían -yo cuidare de ti…

-Entonces yo rezare por enfermar- sintió el apretón firme de nuevo por lo que
continuo caminando sin pausa alguna antes de detenerse -¿Te gustaría ir a una
tocada esta noche?

-Me encantaría- sintió como tiraban de su mano haciéndola detenerse -pero


lamentablemente mañana tengo una reunión en la estación temprano y además
debo ir a un evento que ocurrirá por lo que no estaré por aquí - Herendira la miro
consternada unos instantes - pensé que quizás podríamos pasear hoy, ya que
mañana no te veré…

-¿Me llamas mañana? - jugueteando con la mano que sostenía - Cuando termine
tu evento, para saber que estas bien… se que a veces esas aglomeraciones pueden
ser peligrosas…
-No me pasara nada, Tormenta cuidara de mí - vio como le sonreían con suavidad
-pero te llamare al concluir que creo que será casi a las tres de la mañana- noto
como le observaban - ¿Entonces paseas conmigo esta noche aunque deba irme
temprano?

-Sí- intento esbozar una media sonrisa mientras acariciaba aquella mano - pero
por favor cuídate mucho mañana - se acerco la mano a los labios depositando un
cariñoso beso en ella de nuevo - ¿Sino con quién tomare mis tés?

-Prometo cuidarme- vio como Vanessa ladeaba la cabeza divertida -estamos


empapadas- la escucho reír quedamente - ¿Seguimos paseando?- Herendira
asintió con firmeza.

-Podemos caminar bajo la lluvia mientras estemos empapadas y yo te pueda mirar


no tendré frio- sonrió bobamente.

-Herendira- vio la mano libre depositarse suavemente en su mejilla_ Gracias a ti


yo tampoco tengo frio ya…- la miro extrañada ante la profundidad de aquella
mirada.

El Bar del Ocaso estaba lleno a reventar lo usual cuando los Ángeles Negros
tocaban, pero el dueño nunca había tenido una noche como aquella, al parecer el
rumor que esta noche la actuación estaba que ardía se había esparcido como la
pólvora e incluso tenía una larga cola esperando, ¿Cómo no? Pensó mirando la cola,
cuando la vocalista parece un volcán que acaba de hacer erupción.

Las personas en el interior se movían de acuerdo al ritmo de las canciones que el


grupo marcaba, completamente extasiados por el ritmo y la profundidad de
aquella voz que les movía de un estilo de música a otro sin mucho trabajo, era
como si las emociones que despedía los envolvieran plenamente.

Herendira ingreso al club, después de despedirse de Vanessa se había ido a casa


a cambiar y a llamar a Stefani que aun no aparecía por lo que decidió ingresar,
para su suerte el dueño la conocía porque cada que su amiga iba la acompañaba
así que ingreso sin problemas. Vio con sorpresa como prácticamente todos
bailaban en ese momento al ritmo de un rock que envolvía todo con estruendo
acompañado de la voz de Andrea que ni siquiera le era visible, así que empezó a
moverse con el fin de poder enfocarla mientras la guitarra se deshacía en un
solo impecable.
Escucho la voz de su amiga imponerse con una oscuridad única, mientras lograba
enfocarla mirándola sorprendida, con unos pantalones entallados de cuero y unas
botas oscuras y bajas, una chaqueta igual de negra y un top que cubría apenas lo
esencial de la parte superior de su cuerpo, Herendira tomo aire con dificultad,
viendo el nuevo corte de cabello de Andrea… aquella chica parecía haberse
vestido para matar y por la forma en que gritaban su nombre lo había logrado.

Levanto la mano pidiendo un trago porque definitivamente lo iba a necesitar, miro


a su alrededor todos se deshacían en gritos por la vocalista de aquel grupo
mientras ella sentía las hormonas alborotadas del todo y se empinaba su bebida.
Había algo en Andrea que la ponía así, aunque no entendía muy el que… miro
alrededor rezándole a Dios porque Stefani apareciera se giro enfocando a una
mujer que sonreía de manera cínica paseando su mirada por el cuerpo de su amiga,
la recordaba bien… era la forense del otro día.

-Chicos, chicas- la voz de Andrea provoco que la dejara de mirar para enfocar a
su amiga- esta noche, es para celebrar… para dejar muchas cosas atrás,
olvidarnos de ilusiones infantiles y degustar a manos llenas los placeres de la
vida- Herendira se sintió infartar por aquel caminar sensual que observaba en el
escenario y el tono de voz condenadamente sexy, se sorprendió al verse
enfocada del todo por aquellos ojos cafés intensos_ y yo me quiero despedir de
ti Herendira…. de mi Niña Buena- dejaron escapar en un sensual gemido que le
hizo estremecer del todo.

El piano empezó a sonar cambiando de tono mientras sobre el escenario Andrea


parecía adaptarse al nuevo ritmo dándole la espalda al público e iniciando un
sensual movimiento de caderas mientras abría las piernas con suavidad.
Herendira por alguna razón sintió todos sus sentidos activarse y a sus piernas
rogar que saliera de allí al ver el candente movimiento que al parecer había
dejado a todo el lugar en silencio.

La noche tiene un traje de esquimal

Y tú buscando acción en la TV

Si decides verte bien pórtate mal

Y de portarte mal, avísame.


Trago grueso al sentir aquella mirada devastadora sobre ella mientras la música
empezaba a envolver todo de a pocos, acompañada de aquel movimiento sus ojos
no podían despegarse de aquel cuerpo, se sentía un insecto estúpido que
presenciaba su muerte acercándose a una luz que le incendiaria del todo, notaba
su corazón acelerado y la respiración entrecortada.

En la radio no hay canciones pa' soñar

Y la luna usa bufanda de algodón

La ciudad esta vestida pa' matar

Y yo con tanto espacio en mi colchón.

La vio morderse el labio con sensualidad mientras ella se sentía al punto del
infarto, intento desviar la mirada o siquiera hacer a sus piernas reaccionar, pero
era como si nada en ella respondiera, deseo… ojos cafés desconocidos en aquel
momento cargados de deseo.

Entre la quiniela del "voy o no voy"

La moral como un fantasma entra en la escena

Mañana es el velorio del día de hoy

Y ya no volverá mi niña buena.

La vio girarse de golpe bailando con sensualidad antes de subirse en aquel


elegante piano y recostarse dejando una exuberante vista de todo su ser y un
derroche que hizo que los gritos resonaran con fuerza, mientras se giraba sobre
el piano mirando al techo y cantando apasionada.

El que dijo que la noche es pa' dormir

Jamás toco algún timbre y a correr

No sabrás de los regresos sin partir

Ni sabrás lo que te acabas de perder.

Parpadeo al verla erguirse sobre el piano girando con sus piernas sobre la
delicada superficie para deslizarse como por arte de magia hacia el escenario y
encaminarse con aquella cadencia enloquecedora hacia el borde del mismo.

Buenas noches, niña buena


Te mereces un diploma moralina

Por andar inmaculándote en la pena

Por perderte tantos besos en la esquina.

Herendira cambio de expresión en automático la letra le acababa de desagradar


en demasía, junto con el cambio de la expresión del rostro de Andrea y aquel
tinte de burla en todo cuanto cantaba y sin embargo ella no podía dejar de verla,
dejar de ver aquellas largas piernas descendiendo del escenario nada más para
subir con elegancia a una mesa provocando una lluvia de gritos a su alrededor.

Buenas noches, niña buena

Te dejo este mensaje resentido

Por quedarte en casa cuando la verbena

Por no darle de comer a los sentidos.

-¡DEMOSLE UN APLAUSO A MI NIÑA BUENA!- le escucho gritar con fuerza


mientras la veía saltar con elegancia de mesa en mesa al ritmo del solo que la
música del piano imponía, hasta que finalmente la observo bajar tumbando una
silla y encaminarse dando elegantes y sensuales pasos hacia ella, para girarle la
silla con violencia sentándose sobre ella y enredando sus manos alrededor del
cuello… llevándose el poco aire que le quedaba en los pulmones.

Si decides no venir lo entenderé

Apagaré las velas y el fogón

Devolveré la estrella que alquilé

Y algo inventaré pal' corazón

Sintió un fugaz beso en la mejilla mientras sentía los brazos de Andrea colarse
por su blusa con descaro, antes de que la joven se separara bailando delante de
ella con sensualidad, y sonriéndole mientras simplemente le acariciaban el rostro
¿con lástima?

Condenada a ser mascota en sociedad

Cumplirás con la rutina y el esquema

Perderás ante el notario voluntad


Y tendrás tu esclavitud por ser tan buena.

Abrió los ojos dolorida al escuchar aquello al tiempo que sentía el fuerte empujón
que le daban a su silla llevándosela al suelo de golpe, levanto el rostro viendo las
botas negras alejarse e intentando incorporarse -¡VAMOS TODOS,
CANTEMOSLE SU CANCIÓN A HERENDIRA!

Buenas noches, niña buena

Te mereces un diploma moralina

Por andar inmaculándote en la pena

Por perderte tantos besos en la esquina.

Escucho el coro de voces acompañando a su amiga, mientras sentía su corazón


encogerse humillado y abatido, también le llegaba el eco de algunas risas a su
alrededor así que se levanto como pudo, arrestándose un buen trecho, tratando
de encontrar la salida con desesperación al tiempo que el piano hacía eco en sus
oídos junto con aquel coro mientras la canción empezaba a morir de a pocos…

-Buenas noches…. Niña buena- dejo escapar Andrea con sensualidad -te mereces
un diploma- agregó quedamente terminando su baile sobre el escenario bajo una
oleada de vítores y gritos…

“¡Qué exquisita!” pensó Karina fugazmente mientras veía el suave vaivén de


aquellas caderas “Bienvenida a la vida querida” levanto su copa con suavidad en
dirección a una Andrea que continuaba bailando “Destrúyelas a todas”….

NO ME OLVIDES

Capítulo 10

CORAZONES ROTOS.

No permitas que tu lengua se adelante a tus pensamientos.

Chilón.

Las luces de la ciudad se reflejaban en el casco mientras la motocicleta


aumentaba en velocidad zigzagueando en las calles con elegancia. Aumento la
velocidad pasando entre dos enormes camiones creando espacios entre el tráfico
nocturno que parecían inexistentes su objetivo era el mismo una y otra vez,
evitar la luz roja del próximo semáforo.

Freno de golpe finalmente al ver la luz del tono que le hacía perder valiosos
segundos- Cobalt hora - una voz robótica respondió la petición.

-Las 00:30 Rocky- arrugo el entrecejo dentro del casco.

-¿Por qué me sigues diciendo así?- le espeto al dispositivo mientras la luz


cambiaba a verde y ella aceleraba.

-El Caballero así me lo ordeno, porque la fuerza interna de mi ama es enorme-


respondió la voz sintética haciéndole acelerar mas.

-Cobalt, llama a Herendira- subiéndose fugazmente a una acera para bajar con
elegancia y aumentar más su velocidad, estaba preocupada había quedado en
verla más de dos horas atrás pero lamentablemente ese día había sido de locos
para ella.

Luego de despedirse de Hernán su hermano le había llamado para una junta de


emergencia de la compañía, debido a que él no podía asistir. Días como ese, la
dejaban a ella agotada, tratar con una manada de buitres y lobos que creían que
por su juventud ella no sabía nada de negocios, cuando juraría sin temor a dudas
que sabía más que todos ellos juntos.

Un viejo amigo de su padre los había terminado de criar y ese hombre solo sabía
de negocios, no recibían un abrazo o un gesto cariñoso de su parte, pero si la
seguridad que en su vida nadie les estafaría, ella había empezado a ir a reuniones
de aquel tipo a los doce años demostrando su valía sin temor alguno, desde que
ella y su hermano habían asumido las industrias Del Valle habían crecido
exponencialmente, hasta finalmente dividirlas en tres grupos el que manejaban
al conjunto, las que eran solo de ellas y las de su hermano.

Su ojo financiero preciso les había llevado a incursionar en muchos campos y el


tecnológico no era la excepción, para muestras el prototipo que poseía, Cobalt
podía parecer a simple vista un simple dispositivo Bluetooth cuando en realidad
era una avanzada inteligencia artificial, una que en ocasiones podía ser un real
dolor de cabeza, quizás por eso nunca los comercializaron pero su hermano y su
familia poseían todos uno, ya que les permitía comunicarse sin importar donde
estuvieran.
Sin embargo tener una fortuna como la suya exigía mucho de ella, procuraba
tener todo adecuadamente organizado para no descuidar a nada ni nadie, pero
días como ese tan inesperados la ponían de nervios - Rocky la Señorita Villafiel
no responde - le comunico Cobalt por lo que hizo un gesto de desagrado, tenia
llamándola desde hacía ya un buen rato sin respuesta.

Hizo la moto girar obteniendo un regaño de Cobalt, el cual ignoro de lleno,


mientras continuaba avanzando por la Avenida - Colbalt un estacionamiento
abierto- el dispositivo no tardo en darle la ubicación exacta de uno en el cual
aparco sin problemas para encaminarse al bar, no sin antes intentar llamar a
Herendira consecutivamente -¡Por un demonio!- dejo escapar por lo bajo al no
obtener respuesta.

-Rocky no debería maldecir- el dispositivo.

-Cállate Cobalt, no me obligues a apagarte- murmuro por lo bajo observando con


sorpresa aquella enorme fila en el bar, se dirigió a la entrada saludando al
hombre que la miro entres sorprendido y asustado -¡Hola Vlad!, esto está a
reventar ¿Has visto a Herendira?

-Se fue hace mucho ya- escucho el tono pesumbroso -si entras lo haces bajo tu
propio riesgo- le dolorido por lo que ingreso mirándolo extrañado, sus ojos claros
se abrieron con sorpresa al ver a la gente saltando sin cesar al ritmo de la música
parecían completamente hipnotizados, se agacho al ver pasar una lata de cerveza
escuchando la voz inconfundible de Andrea cantando esa canción que tenía a
aquel bar eufórico, los saltos del publico juraría ella hacían estremecer toda la
estructura del lugar, recibió un par de empujones que regreso con igual fuerza
mientras avanzaba sin pensárselo siquiera.

Se asomo con dificultad entre dos cuerpos dejando de moverse de golpe al ver
a su amiga sobre aquel escenario, parpadeo bajando la cara y frotándose los ojos
con fuerza como si le fuera imposible creer aquello, sintió un fuerte empujón que
regreso con molestia mirando las caras de las personas en frente; ojos deseosos,
libidinosos, se la estaban comiendo con los ojos, “como no si está que arde”
razono fugazmente mientras le daban un empujón que regreso enfadada no
dispuesta a no perder su lugar, no sin antes sacudir a la joven que se lo había
dado -Deja de mirarla así- le afirmo empujándola con fuerza y haciendo que los
otros a su alrededor se la engulleran -maldito grupo de pervertidos.
-¡CARIÑO, ERES MARAVILLOSA!- escucho aquel grito que la hizo girar en
pleno, para dar con aquella mujer sobre una mesa que aplaudía como loca -
¡CELEBRA TU VIDA PRECIOSA!- ladeo la cabeza, a esa tipa la había chocado
cuando fue a ver a Andrea, estaba segura porque nunca olvidaba un rostro- SÍ
¡VAMOS CONTAGIALOS DE TU NUEVA LIBERTAD!- la miro levantando la ceja
¿Qué tanta estupidez gritaba? ¿Cómo que cariño y preciosa?, sintió un nuevo
empujón regresándolo con violencia. Fue cuando vio pasar las botas negras de
Andrea que saltaron hacia la mesa donde estaba la mujer para darle un beso
devorador, ardiente y descontrolado que genero una oleada de gritos a su
alrededor.

Empujo a varias personas para quedar casi al frente de aquella mesa donde una
de las piernas de Andrea era sujeta por la mano de aquella mujer, llevándola casi
a la cadera no tenia bien claro porque sentía las entrañas arder y juraba que
empezaba a ver todo en rojo, tiro de la pierna libre de Andrea desequilibrándola
- ¿QUÉ CREES QUÉ HACES?- le grito intentando imponerse sobre los gritos,
notando la confusión momentánea de aquellos ojos cafés antes de que aquella
mujer se acercara al oído de su amiga musitándole algo y la expresión cambiara
a una que no podía identificar.

La música de la última canción murió de golpe dejando el bar en silencio mientras


Andrea se separaba de Karina para situarse al lado de una Stefani que le miraba
con seriedad, miro alrededor sonriendo suavemente antes de tomar las manos
de su rubia amiga con suavidad -¿Confías en mi?.

-Siempre lo he hecho- escucho que le admitían con suavidad.

-Esa es de las cosas que más amo de ti- vio la expresión confusa en los ojos
azules - tu fe ciega en las personas, ese corazón tan dulce - sujeto la mano
entrelazándola con firmeza para detenerse unos segundos a mirarla de aquella
manera casi hipnotizada, sin reparar en el par de ojos claros que le enfocaban
con preocupación - se ven bien así… yo diría que embonan perfectamente- musito
de una manera dolorosa provocando que el apretón sobre su mano aumentara en
intensidad - ven… anda preciosa- se encamino con calma al escenario sintiendo
que la seguían ciegamente por lo que esbozo una triste sonrisa antes de hacer
girar a Stefani sentándola a un lado de su piano -Hay algo que te quiero decir….
Herendira estaba corriendo a todo lo que le daban las piernas, no reparo en la
hora cuando logro salir del bar, pero si recordaba las risas a su espalda y la
canción de Andrea, su mirada…. Aquella mirada de lástima y crueldad, ¿Cuándo
se había convertido su mejor amiga en esa persona cruel y despreciable?, intento
decirle a sus piernas que se detuvieran pero estas simplemente no respondían, a
cada paso en su acelerada carrera levantaba el agua estancada de la lluvia de
aquella tarde, esa tarde y principio de noche que le parecía maravillosa el mejor
día de su vida… pero este no podía serlo, contuvo el llanto o al menos lo intento
mientras su cabeza se llenaba con cada exigencia que su padre había puesto en
su vida mientras aquella canción aun resonaba en sus oídos “Condenada a ser
mascota en sociedad cumplirás con la rutina y el esquema perderás ante el
notario voluntad y tendrás tu esclavitud por ser tan buena”. Dio un grito dolorido
deteniéndose finalmente en la desierta Avenida Central y mirando alrededor
consternada antes de llegar al lugar donde Vanessa solía hacer su guardia para
recostarse a aquella pared llorando con fuerza, no quería que su vida fuera como
Andrea tan vehementemente lo anuncio pero ¿Acaso no era así ya?

Los papeles se acumulaban en una ordenada fila en su escritorio, adoraba su


trabajo sin duda ganaba bien, hacia poco, tenía una tienda completa a su orden y
horarios flexibles, con un posible ascenso en puerta. Pero Virginia Chaverri debía
admitir que odiaba cuando le hacían estudio fiscal, esas estúpidas auditorias que
le privaban de los abrazos de su hija y de una noche apasionada con su esposo,
ubico otra factura a la enorme pila que revisaba porque en esas cosas odiaba
confiarse; observo un leve parpadeo en un pantalla y dio un suspiro cansado había
olvidado apagar las cámaras.

Enfoco dos veces sin poder creer aquello antes de mover el aparato con suavidad
enfocando bien la silueta en aquel lugar, le parecía un fantasma una sombra irreal
pero su mente le decía con firmeza que sabía la identidad de aquella chica, miro
la hora pasaban ya de la una de la mañana, pero tenía la seguridad que si no hacia
aquella llamada no se lo perdonarían nunca.

El teléfono resonó causando un ladrido enfadado de Tormenta ante la agudeza


del tono, mientras su dueña se revolvía enfadada en la cama antes de escuchar
el timbre insistir de nuevo, la mano se movió con suavidad en busca del celular
cuyo número una única persona tenía -Espero que sea importante- dejo escapar
en tono suave y adormilado.

-Créeme que lo es, no creo que me perdones si te oculto que tu paletita está
llorando abrazada a tu pared- Virginia enfoco el monitor fijamente notando las
convulsiones producto del llanto aumentar.

-Voy para allá- soltó un suspiro de alivio - no bajes a verla, quizás necesita
espacio…

-No te preocupes me quedare vigilándola.

Vanessa subió a Tormenta en su automóvil conduciendo hacia la Avenida Central


que estaba a más de una hora de su casa, no comprendía bien que podría haber
sucedido, recordaba que había pasado un lindo final de tarde y noche con aquella
chica, le había prometido hasta el cansancio llamarla al día siguiente cuando
terminara el evento, arrugo el entrecejo iba a matar al maldito que le hizo llorar…
el que hizo llorar a su amiga, porque Herendira era su amiga y esa jodida
preocupación y enojo creciente en su pecho se debía a que le tenía un profundo
cariño y respeto a esa chica que siempre le hacía sonreír -Voy a matar al maldito-
repitió con ira provocando un gruñido de molestia de Tormenta que parecía
acompañarla en su sentir.

Stefani sentía las manos de Andrea pasearse por su cara con infinita suavidad y
los besos cada tanto en sus mejillas, importándole poco estar sobre un escenario
ante la vista atenta de muchas personas, se abrazó a ella con cariño intentando
comprender ese dolor que la empezaba a embargar, sentía como le regresaban
el abrazo con infinita angustia por lo que lo apretó aún mas deseando fundirse
con su amiga, dejando toda su alma en aquel acto; para sentir como finalmente
se separaban de ella girándose al piano -Dicen que en la vida- escucho las notas
brotar con suavidad -el amor es un regalo- noto la mirada intensa que le dirigían
mientras las notas continuaban escapando de aquel instrumento creándole un
doloroso sentimiento en el pecho -pero eso es mentira- la vio con sorpresa al ver
cambiar la expresión de tristeza a ira -es un cuento de hadas que nos inventan
para no dejarnos disfrutar de la vida, el amor no es alegría, es una farsa
inventada por algún poeta fracasado que no sabe realmente de la agonía de un
amor no correspondido por eso es mejor nunca conocerlo- la voz se arrastro con
ira mientras ella se separaba al no reconocer aquella mirada en aquellos ojos
cafés siempre dulces -por eso hoy quiero cantarte y confesarte que te amo
desesperadamente- retrocedió asombrada al escuchar aquello tragando grueso
-amo tu dulce corazón, tus manos llenas de buenas intenciones y esa inocencia
tan hermosa que en este mundo no sirve para nada- se puso de pie al escuchar
las notas del piano cambiar de una manera agresiva mirando confundida y
profundamente sonrojada a su amiga -amo como ríes, como lloras… como me
haces desesperar en ocasiones hasta rabiar… te amo… te amo… y hoy… hoy te
voy a acabar- la miro consternada intentando tomar aire a grandes bocanadas
sin entender aquello…

Cada vez que respiro,

Cada vez que me miro

Sé que tan sólo soy

El reflejo de un ayer.

Escucho con suavidad al piano casi llorando, revelándole aquello que ella no había
visto hasta entonces mientras miraba los ojos de la que era su mejor amiga
mirándole fijamente aun cuando ella estaba a pasos ya de ella, escuchaba su voz
tan profunda y dolorida que sentía su propia alma partirse en pedazos.

Estoy harta de sentir

Que el ayer era mejor,

Que estoy viviendo sin vivir,

Que me muero de dolor.

Respiro profundo girándose para ver a las personas que la enfocaban fijamente
intentando controlarse y calmarse mientras escuchaba al piano continuar su
melodía acompañando la voz de Andrea, juraría a quien le preguntara que podía
sentir su corazón romperse en mil pedazos.

Es tan difícil mirar al frente,

Mirarte a los ojos sin mentir,

Hablar contigo sin decirte

Que aún no te he olvidado,


Que aún sigues aquí.

Karina empezó a aplaudir maravillada, siendo acompañada por toda persona en


aquel bar, ¿Con qué ese era el amor imposible de Andrea?, tampoco que tuviera
mal gusto pensó fugazmente analizando a la joven que tenía lágrimas en los ojos
y parecía perder el aire por momentos; para ella que era una espectadora
imparcial con una infinita experiencia de vida era claro que su querida Andrea la
estaba destrozando pausadamente al ritmo de su piano que pronto torno la
melodía más profunda y agresiva.

Harta de estar aquí

Para alguien que ya no está.

Harta de verte sonreír,

Harta de que todo siga igual.

Y es que nada ha cambiado,

Tú sigues tu rumbo caminando

Y a mí me dejas atrás.

-No- murmuro quedamente Stefani enfocando a Andrea dolorida - yo nunca… no


lo sabía- vio como desviaban el rostro y los otros instrumentos se unían a la
canción creando un clima sobrecogedor, noto las lágrimas escapando del rostro
de una de sus personas más queridas e intento acercarse antes de que la guitarra
eléctrica de Ted se interpusiera en su camino empujándola casi al filo del
escenario.

Qué bonito era pensar

Que estarías para siempre,

No te ibas de mi mente

Y te clavaste en el corazón.

El dueño del bar miro su local lleno a todo lo que daba, mejor dicho rebasando su
capacidad observaba los empujones que aumentaban en violencia con
preocupación antes de enfocar el escenario viendo a las dos causantes de aquel
alboroto, Andrea parecía estar dejando su alma en el aire mientras una
desesperada Stefani intentaba esquivar al guitarrista que no la dejaba
acercarse para nada -Quítate o te partiré la cara- dejo escapar Stefani con
desesperación intentando llegar a Andrea.

Sigue caminando, amiga mía.

Camina y nunca mires atrás,

Porque el día que me busques

No me vas a encontrar.

Stefani detuvo todo movimiento o intento de acercamiento al escuchar aquella


última estrofa mientras se llevaba la mano al pecho dolorida inclinándose
levemente, ¿De dónde le venía aquel maldito dolor?, intento incorporarse pero la
guitarra eléctrica resonó en sus oídos con violencia mientras la voz de Andrea
se alzaba con más fuerza.

Harta de estar aquí

Para alguien que ya no está.

Harta de verte sonreír,

Harta de que todo siga igual.

Y es que nada ha cambiado,

Tú sigues tu rumbo caminando

Y a mí me dejas atrás.

Sintió como tiraban de su ropa y levanto el rostro para dar con los ojos
enfadados y frustrados de Andrea que la sacudían con violencia sin ella poder
detenerla y la empujaba cada tanto al ritmo triste y enfadado de aquella música,
intento decirle que se detuviera que no se sentía bien, que comprendía su enojo…
que no la culpara, que no lo sabía… pero de que servían sus justificantes ante
toda la ira que le dirigían y que le hería profundamente.

Olvida lo que vivimos,

Aunque yo no lo haré,

Olvida que nos conocimos,


Aunque yo te recordaré.

Karina esquivo a duras penas una silla que le paso rozando, eso se estaba saliendo
de control miro el escenario para notar como Andrea continuaba su despedida
antes de detenerse en el rostro de la chica a la que le dedicaba su odio para ver
la palidez y la forma en que se sujetaba el pecho entre las sacudidas de Andrea…
su ojo clínico le dijo que algo andaba mal, así que salto unas cuantas mesas con el
fin de detener aquello antes de que hubiera algo más que lamentar que un simple
corazón roto.

Olvida lo que vivimos,

Aunque yo no lo haré,

Olvida que nos conocimos,

Aunque yo te recordaré.

Estiro la mano finalmente logrando apresar con dificultad el hombro desnudo de


Andrea con lágrimas en los ojos escuchaba el estruendo de la música alrededor,
estudiando la raíz de aquel profundo odio que sentía le dirigían antes de sentir
una firme cachetada en la cara que la hizo tambalear hacia la orilla del escenario
de nuevo… “Déjame defenderme al menos” razono su mente desesperada mirando
a su amiga delante suyo.

Y es que hoy he cambiado,

De llorar me estoy cansando,

Te he dejado atrás.

-Yo no podría dejarte atrás- logro articular con dificultad a sabiendas que no
era escuchada, el ruido de los gritos, y la música iba en aumento y ella sentía que
poco podía hacer…. Nunca en su vida se sintió tan abatida y perdida, sentía
ciertamente que no poseía arma alguna con la cual defenderse.

Sigue tu camino,

Yo haré lo mismo,

Caminaré distinto

Por no volver a tropezar.


Andrea dejo su ira salir dándole el más fuerte empujón que en vida juraba no le
había dado a nadie, lo que no esperaba es que StefanI no pudiera mantener el
equilibrio como lo venía haciendo, que lo perdiera del todo cayendo de espaldas
del escenario por las mas que estiro la mano intentando sujetarla ante el horror
que le reflejaban los ojos azules que ella tanto amaba, para solo terminar tirando
de aquel rosario de oro y que la cadena del mismo quedara rota entre sus manos,
mientras la cabellera rubia se perdía entre las peleas que se desarrollaban abajo
-Vámonos de aquí- sintió el tirón firme y enfoco a Karina que estaba pálida -
¡VÁMONOS AHORA!- regreso la vista al lugar donde la cabellera rubia se había
perdido antes de apretar lo que quedaba de aquel rosario que le quemaba las
manos con fuerza sintiendo como la arrastraban fuera.

NO ME OLVIDES

Capítulo 11

EL RECUENTO DE LOS DAÑOS

Lo que no me mata, me fortalece.

Nietzsche

Herendira miraba el rostro lastimado de Stefani a su lado, presentaba


moretones en diferentes lugares algunos más severos que otros y tenía el labio
partido. Fuera de eso lo que más le preocupaba era que su amiga no paraba de
llorar sujetándose el pecho como si le hubiera robado el alma en un instante.

Miro la celda atestada de jóvenes como ellas con algo de preocupación pegándose
más a su amiga intentando protegerla mientras enviaba miradas asesinas por
doquier, aquella noche había sido sin duda una de las más largas de su vida y
aseveraba que lo único que lamentaba era la llamada que había tenido que realizar
hacia ya casi una hora - Ya no llores- le dijo quedamente a Stefani -te ves muy
mal, apenas y puedes respirar bien que llores no te ayuda- vio como Stefani
asentía sujetándose el pecho de nueva cuenta -Necesitamos un médico- le dijo a
un policía que pasaba por allí.

-Lo único que ustedes necesitan es que se les baje el alcohol- afirmo el hombre
para su molestia mientras ella miraba fijamente a Stefani -Cobalt informe del
ritmo cardiaco- le susurro al dispositivo.
-Rocky tiene alteración completa de sus signos vitales y una fuerte baja de
presión- escucho la voz cibernética dar el informe detallado -Cobalt aconseja
que sea atendida por un médico cuanto antes…

-¿Sus signos coinciden con un problema cardíaco?- respirando con preocupación


para pegar aun más su oído.

-No puedo dar un informe preciso de ello, pero si cuenta con una buena cantidad
de los mismos- ladeo la cabeza con preocupación -¿Cobalt debe informar al
Caballero?

-No- Herendira escucho la voz entrecortada de Stefani y como jalaba aire con
dificultad -no preocupes a mi hermano, yo debo tener fuerza y fe para
levantarme- vio los ojos azules brillar levemente mientras se separaban de ella.

La miro con preocupación recordando los eventos de las últimas horas y que
desencadenaron con ella en aquel lugar. Recordaba que luego de estar llorando
pegada a la pared donde su adorada Vanessa hacia guardia diario su mente le
recordó que iba a reunirse con Stefani.

Y tuvo miedo como nunca en su vida, por lo que se había levantando desandando
los pasos que había seguido para llegar a aquel lugar, había intentado ingresar al
bar tres veces antes de lograrlo para ver nada más a Stefani caer de aquel
escenario y a una desesperada Andrea intentar evitarlo antes de que una mujer
que cuyo rostro ella conocía bien la sacara de allí.

Lo que siguió podía ser descrito por quien fuera como una lluvia de golpes que
iban y venían por doquier, se había movido con desesperación para encontrar a
su amiga en manos de un tipo que le doblaba en tamaño y que le estaba dando una
paliza. De hecho la joven tenía sangre en el labio y estaba de lado, fue cuando
ella perdió el control tomando una botella y cayéndole al tipo en la espalda con
ira.

Mientras observaba como soltaba a Stefani en el suelo y esta tomaba aire a


grandes bocanadas, sintió como intentaban sacudirla de encima por lo que dejo
caer el golpe seco de la botella haciéndola trisas sobre la cabeza del hombre que
se doblo como un muñeco de trapo, cosa que aprovecho para ir hacia Stefani y
levantarla del suelo obteniendo una queja de dolor de la joven.
Sintió el hombro descolocado de Stefani con horror antes de sentir como
tiraban de ella y ver la cara ensangrentada del mastodonte frente a ella, para
ver venia aquel puño hacia su rostro que la mando a volar cayendo al suelo con un
golpe seco, se intento levantar para ver aquel animal encima de ella, pero vio la
pierna de su amiga impactar en el estomago del hombre antes de que girara y le
diera otro golpe en la barbilla que lo dejo tumbado en el suelo -¡CORRE!- le dijo
tirando de ella hacia donde suponía que estaba la salida.

Recordaba las piernas de Stefania golpear a todo aquel que interrumpiera su


camino mientras ella hacía lo mismo, cosa que no evito que se llevaran unos buenos
golpes en el proceso estaba por alcanzar la salida escuchando la respiración
agitada detrás suyo cuando sintió un tirón lanzando un golpe por inercia que
conecto la nariz de un hombre de uniforme policial que las arresto a ambas en el
acto.

Escucho un suave toque en los barrotes por lo que salió de sus recuerdos
enfocando unos ojos negros que le miraban con severidad y reproche… sin duda
la peor noche de su vida, al llegar a la comisaria se dio cuenta que no tenía a quien
llamar, Stefani tampoco quería que llamara a nadie, así que negó sus llamadas
hasta que reparo en el pésimo estado de su amiga por lo que se pego a su oído
usando a Cobalt y dando el número de la última persona que deseaba llamar y sin
embargo era su única opción.

Se levanto encaminándose a los barrotes con un enorme puchero adornando su


cara para bajar el rostro acariciando levemente las manos que se sujetaban a
ellos con firmeza -No fue mi culpa- dejo escapar quedamente.

-No- escucho el tono bajo y comprensivo -es mía por traerte a la comisaria
¿Quién diría que les tomarías tanto gusto?- escucho la risa suave.

-¡VANESSA!- reprendió con molestia viendo la sonrisa delante de ella y como


entrelazaban su mano con suavidad.

-No te preguntare si estás bien- le afirmaron con seriedad -digo pareces bien
acompañada de tu amigo el sin dientes, de ese loco de allá que dice que Dios tiene
voz cibernética y claro nunca puede faltar la libidinosa que no te deja de mirar
¿Válgame una horas aquí y ya tienes novia?
-¡VANESSA!- repitió con molestia girándose a ver si Stefani estaba bien pero la
joven continuaba arrinconada sin emitir palabra -Sácanos de aquí- suplico
quedamente.

-¿Ya te quieres ir?- volteo los ojos en blanco en claro signo de derrota -Pero si
te creía muy cómoda- le afirmaron -además mira que golpear un oficial de policía.

-Fue una accidente- se defendió apretando los barrotes frustrada -por favor,
sácanos… enserio, no fue mi culpa…

-No fue tu culpa tener un ojo morado, el labio partido y que tu amiga este igual
o peor que tu- mirando a la joven rubia que recordaba de la Avenida -No espera
seguro Dios si es como el loco dijo un robot raro con voz alterada que te partió
la cara.

-¡VANESSA!- repitió de nuevo -ya entendí ¿de acuerdo?... sácanos por favor…

-¿También a tu novia?- dijo señalando con la cabeza a la chica que no le quitaba


los ojos de encima a Herendira.

-¡VANESSA, NO TENGO NOVIA!- respiro profundo intentando tranquilizarse_


Stefani necesita un médico, no estamos ebrias, no hemos bebido una gota… pero
hoy… hoy.

-¿Qué paso?- le cuestionaron sujetando su mano contra los barrotes -Dímelo


Herendira.

-Ahora no puedo…- quedamente -de verdad no me siento- sintió la mano


acariciando su rostro con suma delicadeza - perdona.

-Tranquila ya las saco- le afirmaron quedamente antes de sentir como besaban


su mano y se alejaban de la zona de celdas.

Milo Barques se estiraba en la oficina del jefe de la policía que estaba ausente
sintiéndose a sus anchas al estar a cargo esa madrugada, sonrió viendo la enorme
oficina esperaba sentarse en un lugar así algún día, no como algo pasajero sino
como el jefe establecido levanto el rostro viendo la puerta abrirse -No te
acomodes tanto Barques- escucho la voz femenina profunda que le hizo crispar
los nervios.

-Savedra- arrastrando la voz con molestia de todos los policías en aquella


estación esa era la única que le podía quitar su puesto, la miro con incomodidad,
un Savedra nunca estuvo en policía turística era muy poco para su sagrada
tradición y sin embargo -¿En qué te puedo servir?

-Voy a sacar a dos chicas de la celda 3B nada más te vine a informar- le afirmo
la joven mujer antes de girarse dispuesta a salir, pero él no permitiría que nadie
le restara autoridad.

-Yo decido eso- le intento aseverar con voz firme antes de ver como simplemente
giraba la cabeza de lado aún de espaldas a él, generándole un feo escalofrío
mientras quedaba de frente dedicándole aquella mirada que juraba quien la viera
haría morir de nuevo a un muerto.

-¿Qué dijiste?- vio la sonrisa perversa y oscura formarse en los delicados labios
-espero haber escuchado mal… porque sabes que tienes cola que te pisen
Barques… y ganas de hacerlo a mi no me faltan…

-¿Me estás amenazando Savedra?- con voz insegura.

-Un Savedra nunca hace amenazas, sólo afirmaciones- le respondieron


provocándole un ligero escalofrío que le hizo tragar grueso.

-Pue… pue…

-Tranquilo me las llevare- noto como le daban la espalda de nuevo soltando el aire
aliviado -y Barques… nunca vuelvas a contradecirme o la próxima vez no seré
amable contigo- escucho la puerta cerrarse sintiendo su corazón reventar contra
el pecho… los Savedra podían ser tan odiosos… y peligrosos.

Karina avanzo con la indicación de la luz verde, observando con el rabillo del ojo
a Andrea girando aquel rosario con una enorme sonrisa en los labios, antes de
lanzarlo y apresarlo entre sus dedos -¿Te gusta tu elección?

-La vida está llena de elecciones- sonrió ante la sagaz respuesta - pero se siente
tan extasiante dejar salir todo aquello que sentía que me ahogaba y me tenía
harta.

-¿Entonces quieres vivir diferente?- dio la vuelta la derecha con precaución


incorporándose en una avenida algo desierta por la hora de la mañana.

-No creo que sea vivir diferente, simplemente ya no quiero ser una oveja del
rebaño_ levanto una ceja al parar en una luz roja_ creo que simplemente quiero
vivir… a mi manera nada más.
-¿Entonces la mía no te ha gustado?_ hizo un enorme puchero que provoco una
enorme carcajada de su acompañante antes de sonreír también avanzando con la
luz verde.

-¡Oh cariño! no seas tan sensible- escucho el tono de burla - la probare por un
tiempo y si no me gusta pasare a algo más- la vio apretar aquel rosario contra su
mejilla con cariño- después de todo la vida es un infinito aprendizaje.

-La capacidad de no dejar de sorprenderte con ella es uno de sus invaluables


placeres- esbozo una enorme sonrisa al ver a aquella joven visiblemente más
relajada, se detuvo en la próxima luz roja antes de ver invadido su espacio
personal por el cuerpo de Andrea.

-¿Has tenido faltas a la moral en la vía pública?- rió divertida ante la seriedad
de aquella frase al tiempo que enfocaba los ojos cafés divertidos.

-No y no las quiero tener_ rio con fuerza escuchando una risa idéntica mientras
Andrea regresaba a su asiento.

-Aburrida- la miro levantando una ceja con indignación.

-Cuando lleguemos a tu departamento te mostrare que tan aburrida soy- acelero


provocando un grito divertido.

Stefani sintió como Herendira tiraba de ella con suavidad por lo que esbozo un
gesto de dolor al sentir a la joven obligarle a apoyarse, dio un suspiro dolorido
antes de levantar la cara enfocando unos ojos negros brevemente antes de
sentir sus pies abandonar el suelo y aquella cabellera oscura mezclarse con la
suya -Calma ya vamos al hospital- oculto su rostro en aquel cuello cerrando los
ojos con cansancio.

Estaba sumergida en una maldita pesadilla con aquella canción resonando en sus
oídos y aumentando el dolor en su pecho, pero más que la canción le dolía la
cantidad de rabia que le había dirigido Andrea ¿Tanto te hice sufrir?, sintió
como la depositaban en un asiento dando un quejido de dolor al resentir el
hombro para abrir los ojos viendo como Herendira se subía en el asiento del
copiloto y la otra mujer en el del conductor, giro el rostro para dar con un hocico
largo que le dio un suave lametazo -Te me haces familiar- murmuró quedamente
antes de recostar la cabeza y volver a cerrar los ojos.
Sintió un peso sobre sus piernas y un suave quejido por lo que levanto la mano
depositándola con suavidad sobre la cabeza peluda -Estoy bien- dejo escapar
suavemente -es solo que es difícil de entender para mí y me siento algo
confundida- sintió otro suave lametazo en el rostro por lo que lo abrazo con
suavidad intentando calmarse.

-Estará bien Tormenta, es buena terapeuta- Herendira enfoco a Vanessa unos


instantes antes de sentir como tomaban su mano con fuerza para besarla -Las
llevare al hospital, allí llegara alguien a recogerlas y las llevara a mi casa- la miro
confusa_ tengo que ir al evento de la alcaldía en el Parque De la Libertad_ se
llevo las manos a la cara recordando aquello recién.

-No has dormido nada por mi culpa- dejo ir la cabeza hacia adelante - de verdad
lo siento Vanessa, no hace falta que nadie nos lleve a tu casa…

-Harás lo que digo- la miro con sorpresa -me lo debes, irán por ustedes, en casa
hay comida, y tiene varias habitaciones, quédate en la mía- se sonrojo
profundamente al escuchar aquello -la reconocerás porque la cama de Tormenta
está en una esquina - vio el rostro serio delante de ella.

-¿Estás enfadada?- bajamente.

-Bastante- le respondieron sin dudar siquiera - pero me alivia que estés bien y
no te haya pasado nada malo… dijiste que irías a casa.

-Lo siento- murmuró desviando la cara para mirar por la ventana, le había dicho
aquello por no dar una mala impresión, no esperaba realmente que la noche se
descontrolara de aquella manera.

-Me gustaría más una explicación que un lo siento- vio como apretaban el volante
con fuerza - eres mi amiga y me preocupo por ti…

-Sí soy tu amiga- repitió quedamente regresando su vista a la ventana -lo sé… lo
siento…

NO ME OLVIDES

Capítulo 12

RECUERDOS Y REALIDADES
Esperar duele, olvidar duele. Pero el peor de los sentimientos es no saber
qué decisión tomar.

Paulo Coelho.

El Parque de la Libertad estaba a reventar con globos multicolor que iban y


venían, mientras los vendedores se acomodaban en sus sitios y el audio acababa
de ubicarse eran alrededor de las cinco de la mañana, pero a pesar de ello el
despliegue policial en un parque de aquel tamaño era bastante considerable, la
policía montada estaba en fila esperando ordenes de su ubicación, la mayoría de
la policía turística se paseaba ya por el lugar mientras la sección de K9 esperaba
indicaciones de los recorridos y puntos de reunión.

Vanessa bajo el rostro conteniendo un bostezo mientras se acomodaba las gafas


oscuras, sin duda alguna la noche anterior había sido larga, respiro profundo era
mejor que dejara de pensar en aquello y se tranquilizara o no estaría en
condiciones para manejar a la cantidad de personas que vería durante ese día.

Aun recordaba la cara asustada de Virginia cuando ella apareció en la tienda y


no había rastro de Herendira, así como aquella llamada cuando ella estaba por
estrangular a Virginia de la desesperación, ladeo la cabeza ¿Por qué se
preocupaba tanto por esa niña? Escucho su nombre esbozando un gesto de
desagrado ya se imaginaba que pasaría algo así, la mandaban de modelito de nuevo
sin duda, a vigilar la entrada principal y que todo el que pasara por allí reparara
en ella, ¿Cómo lo sabía?, porque la habían mandado con el engreído de Svenson
alto, musculoso, sonrisa perfecta y un coqueto registrado, ni la mitad de hermoso
que ella pero era lo más cercano sin duda.

Bajo los ojos para enfocar Tormenta gruñéndole por lo bajo al pastor belga que
era la pareja del hombre, por lo que la acaricio llamándola a la calma se ubico en
la columna de mármol derecha que adornaba la entrada del parque irguiéndose
orgullosa y revisando fugazmente con la mirada el perímetro y a quienes pasaran
por allí antes de escuchar los primeros suspiros “Lógico soy una diosa viviente”
esbozo una encantadora sonrisa que provoco otra lluvia de suspiros que la hizo
relajarse notablemente.

Virginia que iba a morir de cansancio primero porque Vanessa casi la estrangula,
segundo porque había pasado buena parte de la madrugada y la mañana con la
paletita de la chica, aunque debía admitir que la niña pelirroja era encantadora,
se preocupo bastante cuando su amiga le pidió ir al hospital pero, no dudo un
segundo en asistir.

La niña pelirroja que distraía tanto a Vanessa se llamaba Herendira y al parecer


era una joven centrada por la leve conversación que había mantenido con ella
mientras esperaban que atendieran a la amiga de la chica, cosa que hacía más
sorprendente el hecho de que tuviera un ojo morado y varios golpes en la cara,
la chica al parecer necesitada de hablar le había relatado brevemente el alboroto
en el bar aunque sentía ella que había obviado partes importantes de la
información ya que se notaba bastante angustiada. Sin embargo le había
preocupado la infinita tristeza en aquellos ojos claros al expresar una frase que
la hizo a ella esbozar un gesto de incomodidad “ Vanessa es mi amiga por eso se
preocupa tanto por mi” juro cuando escucho aquello que iba a tomar del cuello
ella a Savedra por decirle tal cosa a la niña, pero era típico de esa cabeza hueca
decir tales estupideces cuando alguien le gustaba, es que parecía nunca haber
dejado el jardín de niños en ocasiones, eso y el ego que se cargaba la hacían
inmanejable.

Dejo caer sus llaves en el living de la sala para ver la cabeza de su esposo
asomarse mirándola con preocupación, le hizo un enorme puchero que género que
la cargaran escaleras arriba derecho a la cama cosa que agradeció
profundamente porque de verdad sentía que no podía ni con su alma, sintió el
beso cariñoso antes de que le sacaran los zapatos de tacón y la arroparan,
recordando porque amaba tanto a ese hombre mientras cerraba los ojos para
finalmente tener su merecido descanso.

La casa de Vanessa resulto ser para Herendira una sorpresa, siempre se la


imagino viviendo en un departamento, un lugar adecuado para alguien como ella
imaginaba que era Vanessa, pero venia descubriendo que la joven oficial no era
nada de lo que ella imaginaba para prueba que en lugar de un departamento de
soltera tenia aquella casa familiar. Subió de nueva cuenta las escaleras para
revisar a Stefani que dormía profundamente en una de las habitaciones, le habían
recetado calmantes y tenía el brazo inmovilizado a la altura del hombro, al
parecer había sufrido un ataque severo de ansiedad y su hombro se había
dislocado.

Cerró la puerta con suavidad para encaminarse a la recamara de Vanessa, se


sentó en la cama viendo aquella pequeña biblioteca en una esquina, el enorme
ventanal y habitación de colores sobrios y sencillos, la cama de Tormenta en una
esquina con varios de sus juguetes y aquel olor que le era tan familiar ¿Quién era
en realidad Vanessa Savedra?, era la pregunta que rondaba constantemente su
mente mientras se recostaba en aquella suave cama, ¿Qué tipo de persona era
realmente?, estaba claro que no era nada de lo que ella imaginaba, nada de lo que
sentía que proyectaba mientras vigilaba aquella avenida.

Sus escazas conversaciones con ella le revelaban una persona bromista, engreída
en extremo y en ocasiones sumamente callada, pero suponía ella que había más,
ni siquiera podía hacerse una idea real de ella, de todas maneras no tenia caso
¿o sí?, era como la misma Vanessa decía solo eran amigas, y cuando eres amiga
de alguien no siempre muestras como eres del todo… o cuando esta uno con
alguien que ama o que le gusta actúa diferente…. ¿no era cierto también? Se dejo
caer en el colchón abrazando con fuerza aquella almohada pero a pesar de todo
razono fugazmente mientras se dejaba vencer por el sueño” yo quiero
conocerte”…

La luz de la mañana ingresaba por la ventana del departamento alumbrando


directamente la mesa de la pequeña sala creando brillos suaves y llamativos en
el abandonado rosario de oro que lastimado descansaba sobre su superficie,
delante suyo unos ojos cafés le observaban en silencio y con interés sin
atreverse se podría decir a tocarlo siquiera. El rostro se apoyaba en una de las
manos soltando suspiros cada tanto, y es que Andrea conocía bien el significado
de ese rosario.

Su mente no tardo en inundarse de recuerdos de un pasado no tan distante,


recuerdos de ella en uniforme escolar sentada sola en aquel restaurante
celebrando su graduación, su aceptación a la universidad y su cumpleaños que
meses atrás no había podido celebrar. De aquel restaurante lleno de otros
uniformes como los suyos y a la vez diferentes todos celebrando con sus familias
el éxito escolar, pero ella…. Ella estaba sola.

Había pedido el plato más caro que podía, el mejor refresco y su postre favorito,
había acomodado las flores de la mesa como le agradaba y esperaba escuchando
las risas a su alrededor dándose ánimos a sí misma y felicitándose por sus logros,
recordaba la gracia que le había hecho la cara del mesero al explicarle que era
ella sola, como había fila fuera y ella tenía una mesa para cuatro sola.
Esa tarde en aquella mesa había sacado su diploma mirando su nombre escrito en
él, su solicitud universitaria con la aceptación y su nombre también en ella,
aquella felicitación tan efusiva y la beca que le otorgaban, así como el
reconocimiento especial de su escuela por graduarse con los más altos honores,
los había extendido sobre la mesa porque a fin de cuentas era todo lo que tenía,
el testimonio de todo su esfuerzo, ese que la hacía sonreír inflando el pecho
orgullosa en aquel momento.

Suponía que pocos de los allí presentes podrían entender su infinita alegría, en
cuenta aquel gerente que se le había acercado a decirle si tenía dinero para pagar
su comida, se recordaba a si misma sacando su billetera y mostrando su dinero
mientras el hombre en esta ocasión le decía que era una tarde ajetreada y que
ella no podía ocupar una mesa para cuatro sola que si lo deseaba se pasara a la
barra, pero ¿Acaso no merecía una mesa?, puedo pagar… eso había dicho pero el
hombre le negaba con la cabeza, finalmente ella había asentido empezando a
recoger sus cosas cuando escucho aquella voz -¡Hola! lamento llegar tarde- había
levantado el rostro enfocando unos hermosos ojos azules envueltos en un
uniforme que no era de su escuela -es que como esto queda tan lejos de mi
escuela- ella asintió por inercia más que otra cosa mientras observaba a la otra
joven con completa elegancia empezar a ordenar dejando al gerente con la boca
abierta, antes que el hombre se retirara confuso.

-Perdona- vio la risita escapar con tanta suavidad_ es que se suponía que comería
aquí con mi hermano pero al parecer se atrasara mucho más de lo pensado, estaba
por irme cuando vi a ese hombre intentando echarte- parpadeo confundida - y
pensé si estás sola y yo también… bueno además es un día genial ¿no? …Estamos
graduándonos podríamos comer juntas - simplemente había atinado a asentir con
suavidad - estas son tus notas… ¡VALGAME ESTAN GENIALES!

-No espera me da vergüenza- intento protestar mientras veía sus papeles acabar
en las manos de aquella rubia.

-No seas tonta… ojala yo me hubiera graduado con esas notas- la escucho reír
divertida y no pudo más que hacer lo mismo - Te aseguro que mi hermano estaría
encantado- vio el rosario escaparse de entre el lazo del uniforme escolar y su
resplandor le llamo la atención - es bonito verdad… fue el último regalo de mi
madre antes de morir…
-Lo siento- había respondido quedamente - mi madre también murió…

-Entonces las dos deben ser muy amigas- la miro sorprendida viendo aquella
enorme sonrisa - donde quiera que estén seguramente son grandes amigas….

-¿Por qué piensas eso?- había hecho aquella pregunta recordaba ella porque lo
que escucho la había dejado profundamente confundida.

-Es simple- vio la cabeza ladearse provocando que aquel rosario se balanceara
levemente -porque las dos estábamos solas hoy y nos hemos encontrado para
hacernos compañía y celebrar… me gusta creer que son amigas y no querían
vernos solas- la sonrisa en aquel rostro había crecido contagiándola -Soy Stefani
por cierto.

-Y yo Andrea… - murmuró mirando aquel rosario roto sobre la mesa, fue tan fácil
ser amiga de ella, las vacaciones más divertidas de su vida, las recordaba con
claridad cada locura compartida, cada discusión larga con Stefani, cada empujón
que le había dado en la alberca… río quedamente al recordar la cara de molestia
cada que lo hacía y las risas cuando las dos se iban juntas al agua, ser su amiga
fue tan fácil pero amarla fue aun más sencillo…. Y sin embargo estaba segura que
olvidarla… olvidarla sería imposible.

Estiro la mano para tomar aquel rosario con suavidad antes de besarlo con
delicadeza “adiós… espero que me odies” afirmo levantándose antes de guardarlo
en un pequeño baúl junto con la única foto que tenía de su madre… la vida estaba
llena de elecciones y ella había tomado la suya.

“Y yo Andrea” Stefani se incorporo en la cama respirando agitada mientras


miraba alrededor consternada, sentía las lagrimas paseándose por su mejillas
mientras su mano se iba por inercia hacia su pecho, sintiendo la ausencia de su
adorado rosario en el. Había soñado con el día en que conoció a Andrea, con aquel
rostro ruborizado e incluso algo triste de la primera vez en que se vieron, uno
tan diferente a aquel lleno de odio y dolor que había visto la noche anterior “ella
me ama”, se inclino resintiendo su hombro “o al menos me amaba” se movió hacia
el borde de la cama mirando las medicinas en una mesa a un lado de la misma.

Ataque de ansiedad eso había escuchado, aún podía sentir su corazón golpear
fuera de ritmo y sin embargo ella no llamaría a aquello ataque de ansiedad, no
sabía cómo se rompía un corazón o siquiera como se debía sentir y sin embargo
podía jurar que el suyo se había hecho añicos la noche anterior, incluso lo había
escuchado romperse en pedazos y por ello se había quedado sin aire, sin fuerzas
y sin fe.

Perdió a una de sus personas más queridas ¿Pero siquiera podía llamarle perdida
a aquello?, le habían dicho que la amaban, antes de jurarle odio eterno…. Ni
siquiera podía sentirse confundida ¿O sí?, porque no tendría sentido si la noche
anterior habían jurado odiarla. Y sin embargo…. Se llevo la mano al pecho
dolorida, ¿Qué era la estupidez? Era no darse cuenta cuando alguien que siempre
está contigo te ama, se dijo quedamente llevándose la mano que un instante antes
presionaba el pecho a la cara, rememorando cada escena y momento que había
pasado con su amiga.

Deseo golpearse contra alguna pared al revivir las incontables ocasiones que
había terminado llorando en sus brazos por Hernán, recordando cada abrazo
cariñoso que le obsequiaban, cada frase comprensiva y aquella mirada llena de
infinita ternura, todo gesto en Andrea libre de reproches o egoísmo, sus
consejos tan sinceros…. Ella la amaba y sin embargo la consolaba siempre que
lloraba por alguien más, a pesar de que le decía que no podía vivir sin Hernán, se
levanto encaminándose a la pared para dejar caer un sonoro puñetazo sobre ella
“Andy es que no puedes entender como lo amo”…. “Lo entiendo mejor de lo que
crees” claro que la odiaba ella se odiaría de estar en el lugar de Andrea…

Recogió sus medicamentos tomando aire a grandes bocanadas antes de apagar a


Cobalt, ya que no deseaba escuchar mas sus regaños, se calzo para abandonar la
habitación sin ganas de despertar a Herendira, el sol de la tarde estaba
invadiendo ya el lugar, ¿Qué tanto había perdido la noche anterior?, simplemente
deseaba evadir aquella pregunta pues de responderla temía que el vacío fuera
tan grande que le destruiría para siempre.

Los discursos iban y venían a lo largo del día entre las risas de los niños y los
variados eventos que se tenían programados, pero sin duda la parte pesada seria
esa noche, Vanessa caminaba entre los puestos de comida escuchando la alharaca
de Svenson en su descanso y el tipo había decidido llenarse de comida chatarra,
era claro que con el cuidado tan precario que le daba a su alimentación no
tardaría nada en rodar. Ella en cambio tenía un serio problema no le gustaba
comer nada que no hubiera cocinado ella misma en casa y debido a los eventos de
la noche anterior no pudo prepararse su almuerzo por lo que en ese momento
moría de hambre.
Ya había recorrido una buena parte de los puestos sin que se le antojara nada -
Y podríamos salir mañana en la noche- se detuvo en seco centrándose en la
conversación que mantenían con ella antes de girarse y ver al tipo sonriéndole
con encanto. No es que Svenson no fuera un hombre atractivo, el hecho de que
le llevara algunos años tampoco importaba, el que fuera un egocéntrico,
insoportable que solo buscaba llevarse mujeres a la cama como si de trofeos se
tratara eso si que importaba - Digo seriamos la pareja más espectacular en el
baile de caridad de la policía este otoño.

-No crees que vas muy rápido- dijo con voz algo irónica para empezar a caminar
de nuevo.

-Vamos Savedra lo natural es que estuviéramos juntos- le afirmaron haciéndola


voltear los ojos en blanco - aparte de ser el hombre y la mujer más gloriosos de
la estación, creo que nos llevaríamos bien en general, pareces una chica algo seria
y distante pero seguramente eres alguien…

-Svenson hombre- se detuvo en seco girándose a mirarlo - yo soy la mujer más


hermosa de la estación sin duda, lo tuyo es discutible - asevero notando la cara
de sorpresa que le dirigían- en cuanto a si nos llevaríamos bien o no, creo que vas
algo descaminado por tus palabras no tienes ni idea de cómo soy realmente así
que porque no te ahorras la vergüenza y me ahorras el esfuerzo de rechazarte.

-No te creas tan única Savedra- vio la expresión cambiar a una de molestia.

-Sevenson, soy tan única como todo ser humano que te topas en la vida- noto el
gesto confundido -todos somos únicos… y sé que hay alguien que a diferencia
tuya apreciara todas mis particularidades- se giro como si nada acomodándose
su boina para continuar caminando al lado de Tormenta alejándose de aquel tipo.

-Ya te arrepentirás- le escucho decir con firmeza.

-Lo dudo mucho- respondió con completa tranquilidad observando al sol de la


tarde empezar a pasearse por el cielo.

Para cuando la noche cayó Herendira se despertó algo aturdida al parecer estaba
más cansada de lo imaginado, miro alrededor enfocando el reloj para notar que
pasaban ya de las ocho de la noche, Vanessa le había dicho que llegaría entre la
una y tres de la mañana, así que le quedaban horas de tortura en soledad. Sus
pies descalzos provocaron un escalofrió en todo su cuerpo al tocar el suelo, pero
no deseaba calzarse así que camino despacio para descubrir que Stefani se había
marchado.

Soltó un suspiro cansado al ver que se había llevado todo pero, suponía que como
ella simplemente necesitaba su espacio. Camino despacio por la sala para acabar
en la cocina, no era su casa pero se había saltado el desayuno y la comida, aparte
que tenía claras indicaciones de Vanessa de comer lo que quisiera. Otra sorpresa
razono al abrir el refrigerador descubriendo una infinidad de verduras y carne
de buena calidad. Se encamino con algo de entusiasmo a las alacenas, para ampliar
de golpe su sonrisa. Al parecer su joven oficial era amante de la comida sana por
lo que tenía una cocina de lo más completa.

Miro la hora de nuevo, ella moría de hambre y Vanessa se tardaría en llegar así
que se prepararía algo ligero y la cena como tal la haría para que estuviera en
punto a la una y continuara caliente aun cuando llegara luego.

Tormenta ingreso trotando a la casa, mientras corría a toda marcha directo a la


cocina su dueña dejo caer su chamarra negra policial con tan mal tino que acabo
en el piso, pero aquello poco le importo a la agotada chica, la noche había
demostrado que el despliegue policial había sido completamente necesario, varias
riñas, ebrios y más de un alboroto habían requerido su intervención y extensión
adecuada antes de que se salieran de control “los seres humanos aglomerados
son como animales” se dijo Vanessa mirándose en el espejo para notar su boina
rota y sucia, antes de bajar sus ojos revisando su generalmente pulcro pantalón
roto a la altura de la rodilla “animales”.

Escucho un ladrido proveniente de su cocina acompañado de una suave voz antes


de que su cabeza le propinara una cachetada mental por olvidarse de lleno que
tenía invitados en casa y una conversación por mantener, “si tan solo no muriera
del hambre” lanzo la boina al piso para encaminarse a la cocina empujando la
puerta con suavidad para ingresar a ella y dar de lleno con aquellos ojos verdes
y claros que le miraron primero con una mezcla de alegría e inquietud - Buenos
días- dejo escapar quedamente - lamento llegar a esta hora las cosas se
descontrolaron un poco.

-Comprendo- le respondieron antes de que ella enfocara a Tormenta cerca de su


plato devorando sus croquetas como loca “al menos alguien come” razono
fugazmente antes de mirar con sorpresa la mesa perfectamente servida.
-Te hice de comer- vio como Herendira levantaba una servilleta blanca dejando
al descubierto un plato perfectamente servido, ordenado y estético que le
provoco parpadear un par de veces antes de sentarse en automático, aspirando
el agradable olor que de él brotaba por lo que miro a Herendira sorprendida -
bueno, viendo tu refrigerador y lacena, además de tomar en cuenta la hora quería
hacerte de comer algo balanceado y ligero, espero que sea de tu agrado -Vanessa
Savedra había tenido varias mujeres en su vida, pero ninguna le había esperado
hasta esas horas de la madrugada con un plato de comida caliente, ya que en
general la esperaban llenas de reproches por su llegada tardía, había intentado
dos veces formar un hogar en ambas ocasiones encontraba una nota en la sala
avisando que “esperaban que su trabajo le diera todo lo que ellas le daban” en
ambas le había importado un carajo.

Levanto sus ojos negros al ver como Herendira se frotaba las manos antes de
tomar su lugar en una silla continua para sentarse a comer con ella -¿No cenaste
antes?- cuestiono quedamente intentando no expresar su emoción al encontrar
su cena, mientras se lavaba las manos rápidamente.

-Uno nunca debe cenar solo si puede contar con compañía- le afirmaron - además
pensé que estarías cansada y con hambre- vio a la chica ubicarse la servilleta con
elegancia en las piernas antes de pasarle una salsa para que si lo deseaba bañara
su comida en ella -espero que te guste.

Sonrió simplemente eso pudo hacer, sonreír como idiota porque no solo tenía
comida caliente, sino alguien que la había esperado para cenar, en general cenaba
sola antes de la policía turística sus horarios eran bastante demandantes, y
cuando se paso de departamento empezó a tener mucho tiempo libre en las
noches para preparar su cena y ver televisión. Su soledad nunca le incomodo pero
en ese momento se sentía mil veces mejor sin duda que cenar sola…. Se llevo el
primer bocado antes de abrir ojos sorprendida saboreando aquello mientras en
automático dejaba salir un sensual gemido de satisfacción mirando la comida -
Esto esta riquísimo- sin poder creerse la gama de sabores que se habían
encerrado en su boca en un segundo.

-Me alegra que te guste- Herendira rio quedamente a pesar de que estaba
completamente sonrojada ya que aquel gemido había hecho que su corazón
saltara como caballo salvaje -¿Cómo te fue?
Vanessa la enfoco sorprendida a medio camino de continuar comiendo, antes de
levantarse con una rapidez sobrehumana que genero un ruido seco de la silla al
irse al suelo, para tomar el rostro de Herendira entre sus manos sorprendiéndola
del todo, al sentir la calidez de aquellos labios sobre su frente depositándole un
beso suave y dulce en ella - Sorprendentemente el día mejoro recién
considerablemente - le murmuraron quedamente por lo que se sonrojo aun mas
antes de sonreír tomando una de aquellas manos que adoraba besándolas con
suavidad.

Mientras los besos caían sobre sus manos Vanessa tenía que admitirse algo muy
importante a ella misma, que esa niña que besaba sus palmas con devoción llenaba
su corazón de una paz que ninguna mujer de las que habían pasado por su vida le
había obsequiado…. Quizás amiga no era el término adecuado….

NO ME OLVIDES

Capítulo 13

BUENAS… BUENAS NOCHES

En el rocío de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su mañana y toma


su frescura.

Gail Gibran

Se supone que el ser humano es un animal social y comunicativo, que en su


naturaleza estaba el dejar fluir las palabras con facilidad para expresar cada
una de sus emociones y sin embargo Herendira podría jurar que su ADN estaba
defectuoso, porque cuando a media cena le pidieron explicar los acontecimientos
de la noche anterior sus cerebro se había quedado en blanco y su capacidad de
expresión aseguraba regreso a la de un Neanderthal, se corrigió mentalmente
un Neanderthal se expresaría mejor.

-¿Y bien?- observo los ojos negros que le miraban interrogantes sin darle espacio
alguno a mentiras - y ni se te ocurra inventar una excusa boba - bajo la cabeza
en señal de derrota al escuchar aquello.

-Vanessa fue una larga noche - notando como ya habían acabado de comer y
Tormenta descansaba en una esquina de la cocina - y mañana tienes que trabajar
y…- vio como le negaban con la cabeza así que tomo aire para empezar a relatar
lo que había ocurrido la noche anterior canción incluida y demás, cuando finalizo
suspiro pesadamente dejando caer su cabeza en la mesa.

-Esa canción es muy buena- la escucho decir por lo que levanto la cara enfocando
-Buenas noches, niña buena- la carcajada resonó en la cocina con fuerza cosa que
hizo a su corazón encogerse levemente -aunque no creo que eso te describa bien,
acabaste arrestada cosa que dice que quizás disfrutas demasiado - las risas
resonaron de nuevo por el espacio.

-¡VANESSA!- dejo escapar con molestia -¡A VECES ERES UNA IMBECIL!- se
levanto recogiendo su plato con enfado para dirigirse al lavado, a ella esa canción
la destrozo porque cada frase en ella era una verdad en….

-No te enojes- dejo de pensar de golpe al sentir los brazos rodeando su cintura
con suavidad -sólo intentaba relajarte y que no le dieras tanta importancia, yo
creo que tu amiga está sumamente molesta contigo o quizás simplemente fue una
forma brusca y algo cruel de hacer que abras los ojos para que finalmente
cambies de forma de vida -su corazón se detuvo de golpe al escuchar aquello,
repasando los eventos de los últimos meses y sus quejas constantes hacia Andrea
por ello.

-Quizás- murmuró quedamente sintiendo como la abrazaban con fuerza, su


cuerpo reacciono dolorido debido a la pelea de la noche anterior pero, no se quejo
para nada dejando que la abrazaran con fuerza - lamento haberte preocupado.

-No lo lamentes - sintió como el abrazo aumentaba - simplemente me alivia que


estés bien, porque eres muy importante para mí - sintió su cara arder de golpe
al escuchar aquello para percibir o como se separaban de ella - mañana es mi día
libre, bueno hoy me lo dieron libre…¿Te gustaría pasarlo conmigo?- asintió como
fuerza aun sonrojada enfocando los ojos alegres delante de ella - bien, Tormenta
a la cama - vio la perra pasar corriendo para abandonar la cocina mientras le
tendían la mano - ¿Vamos a la cama?- al escuchar aquello escucho una voz dentro
de ella que gritaba con fuerza ¿”Juntas o separadas?”

Teresa abrió la puerta de la habitación con cuidado con el fin de verificar el


estado de aquella chica rubia que era como su hija, había aparecido casi a las
seis de la tarde en aquellas condiciones que la preocuparon sobre manera pero
más allá del daño físico en ella, algo que no podía comprender era la tristeza
profunda en sus ojos claros esa que le generaba una incomodidad extraña ya que
solo una vez antes de aquella había visto esa misma mirada. Se acerco acariciando
la frente para notar la marcas de lágrimas, suspiro cansada había desobedecido
a la chica y llamado a su hermano que suspendió su viaje de negocios para
regresar a la ciudad.

Cobijo con cuidado a la joven reparando en el rostro y el hombro antes de negar


llevándose las manos al pecho invocando una silente oración por el bienestar de
aquella criatura que adoraba, era uno de sus dos grandes amores aun recordaba
cuando su patrón los presento aquella mañana lluviosa, a ella y a su hermano
aquella cabellera rubia apareciendo detrás de las piernas del joven con temor
fue imposible para ella no amarla en ese mismo momento.

No fue difícil descubrir que lo natural en aquella niña era un corazón sincero y
una buena disposición en todo aquello que hacía, ¿Demasiada inocencia? Podía ser
y al parecer por su estado acababa de pasar factura solo esperaba que no tuviera
nada que ver con Hernán y sus constantes llamadas a lo largo de ese día. Aquel
joven parecía realmente desesperado por encontrar a la Señorita había llamado
hasta el cansancio.

Mientras enrumbaba sus pasos al exterior intentaba descubrir ¿Qué era lo que
atraía a Stefani de ese joven? Estaba segura que esa misma pregunta se hacía
toda su familia, no era que Hernán fuera un mal joven, la anciana se detuvo
cerrando la puerta claro que era un mal chico, simplemente ella razonaba que
Stefani debería dejarle de tener tanta fe a las personas y dejar ese discurso
sobre que todos tienen algo bueno dentro, porque estaba segura que el gusano
ese no tenía nada bueno dentro y como fuera el responsable de las condiciones
de la chica una paliza era sin duda una acción que se quedaría corta.

Karina se termino de vestir enfocando con deleite la espalda desnuda de Andrea


sobre la cama, sonrió de manera algo guasona al ver a la chica girarse
murmurando un nombre que no alcanzo a escuchar con claridad, dejo su nota
sobre el buro antes de acariciar los cabellos castaños con suavidad la jovencita
se veía mucho más relajada y tranquila -¿Ya te vas?- sonrió al escuchar la
pregunta enredando un mechón castaño entre sus dedos.

-Lamentablemente entro a trabajar temprano- beso uno de los hombros con


suavidad -me encantaría estar en la cama con tan excepcional amante- divertida
paseando su mano con delicadeza sobre la columna escuchando un suspiro de
satisfacción - me hubiera encantado robarme tu virginidad…

-Se te adelantaron- escucho la risa suave que le hizo sonreír aun más - Y tú no
estás nada mal para tener la edad que tienes- dio un suave pellizco en la espalda
escuchando una queja antes de revolver el cabello para encaminarse a la puerta
de la recamara, se giro de nuevo notando como la chica abrazaba una almohada
con fuerza.

-¿Te sientes bien?- con suavidad cerrando la puerta de la recamara para


regresar sobre sus pasos y arrodillarse del lado en que la chica descansaba de
costado enfocando directamente aquella mirada café intensa.

-Sí, me siento bien- sonrió llevando una mano a la frente con seriedad antes de
tomar el pulso, asegurándose que todo estuviera bien, tenía claro que la joven
vivía completamente sola y no tenía nadie quien viera por ella, lo último que
deseaba era una fea sorpresa- ¿Y bien doctora que tengo?- parpadeo rompiendo
su concentración para ver la carita sonriente delante de ella.

-Pues- se incorporo sacándose su saco ante la mirada sorprendida de Andrea -tu


salud es perfecta, pero creo que hay otra cosa que está dolida aun- empujo a la
chica al costado contrario viendo la sorpresa en la mirada -de todas formas ya
tengo un dineral…. Y no creo que me echen por faltar un día… la verdad creo que
me reportare enferma.

-¿Y cuál es tu enfermedad?- sintió como se pegaban a ella con suavidad por lo
que sonrió enredando el cabello castaño con suavidad.

-No te lo diré- con burla notando la cara de enfado - así mantengo tu curiosidad
despierta colega - las manos de Andrea le terminaron de sacar la ropa con
presteza antes de volver a pegarse a su cuerpo desnudo dando un suspiro de
satisfacción por lo que ella sonrió de nueva cuenta - hoy te enseñare una lección
importante… la cama es también para dormir.

-Yo ya dormí mucho en ella- río con fuerza, sin duda el tiempo que disfrutara con
esa chica seria todo menos aburrido.

La cama, Vanessa, la cama, los labios de Vanessa, la cama… Tormenta pasando a


su lado inquieta para regresar de nuevo a su tortura Vanessa, la cama -Vaya
desorden- reacciono sonrojándose de golpe al escuchar la voz -¿Pues qué hiciste
ven mi cama?- la miro confundida -Parece que tuviste una guerra con las sabanas,
¿Pasional quizás?

-Vanessa- dejo escapar quedamente sonrojándose con violencia - es que soy algo
inquieta al dormir – aun desde el umbral de la puerta.

-Pues si me pateas no respondo- escucho que le afirmaban mientras empezaban


a acomodar las sábanas, quizás había escuchado mal porque entonces eso haría
surgir un nuevo cuestionamiento en ella: Vanessa, la cama y ella… ella con Vanessa
entre las sabanas, ella no logrando dormir… ella… ella… -Herendira- dio un bote
al escuchar su nombre notando la mirada fija e interrogante - ¿Cuál lado de la
cama quieres?

“SOBRE ELLA, PIDE SOBRE ELLA” parpadeo tragando grueso -


De…De…derecho- carraspeando con suavidad, sin duda su cerebro estaba algo
desordenado porque le seguía reprendiendo por no tomar el lugar sobre Vanessa,
¿Pero eso no era un lugar en la cama o sí?, también razonaba que empezaba a
hacer calor, se giro mirando el desierto corredor a oscuras, la casa sola, ella con
Vanessa, la cama… sobre Vanessa… ella sobre Vanessa…sacudió la cabeza con
fuerza intentando alejar aquel pensamiento.

-Herendira- se giro de nuevo mirando los ojos negros y aquella ceja alzada con
interés -te pregunte si no te importa si me ducho antes… digo sé que estoy algo
transpirada y no quiero incomodarte.

Negó con fuerza “por mi dúchate antes, durante, después… Siempre que me
dejes acompañarte en los tres tiempos” - No para nada -intento mostrar
serenidad- puedes ducharte o no ducharte por mí no hay lío, problema,
inconveniente…

-De todas formas lo hare- la vio girar “¿hará que hará?, hay Dios debe existir
sin duda mira nada más Herendira, porque cierras lo ojos, deja de ver el piso…
¿Ese fue el ruido de un pantalón al caer? - ya regreso, acomódate en la cama -
“si quítate la ropa y acomódate con ella”.

-Basta- Tormenta levanto las orejas al escuchar la voz de Herendira para


observar a la chica metiéndose en la cama del lado derecho murmurando cosas
antes de volver a recostar su cabeza en su camita - Herendira no te piensas
duchar- noto como la chica se caía de la cama al escuchar la voz de su dueña por
lo que corrió a lamer el rostro con suavidad.
-S…sí- respondió Herendira con dificultad “¡Oh! claro que sí, pero siempre que
me duche contigo” - deja de hacer eso Herendira - se auto reprendió mirando
con sorpresa como había ropa limpia a un lado de un buró.

Al recoger su ropa escucho los pasos resonar surgiendo del baño que tenía
integrado la habitación para llevarse las manos a la cara cubriéndola del todo,
porque Dios existía sin duda y la finalidad de su existencia era torturar su
debilidad humana, respiro profundo intentando controlar su corazón, su cerebro
desordenado y sus jodidas hormonas… ¿Pero porque Vanessa había hecho
aquello?, es que creyó que saldría del baño con una pijama larga y recatada algo
así esperaba de ella, estando con una desconocida pero no… había salido con sus
pantaloncillo rojos con una línea dorada y aquella playera blanca que decía
“Policía” en grande sobre los… sobre los… ¡YA NO VEAS HERENDIRA!.

-¡HERENDIRA!- dio un bote al escuchar su nombre con fuerza -Mi cara esta acá-
se cubrió la cara con la ropa antes de encaminarse al baño sin ver a Vanessa - Te
esperare en la cama - la cabeza de Herendira dio contra la puerta del baño ya
que el último comentario al parecer interrumpió la orden que le había dado a su
mano de tomar el pomo de la puerta y girarlo, por lo ingreso al baño intentando
tranquilizarse.

La joven oficial Savedra rio con fuerza antes de mirar divertida a Tormenta -
¡Oh! Vamos, no estoy siendo mala - le a la perra que le ladro - quizás solo un poco,
pero me la debe por hacerme preocupar, igual aunque no hubiera hecho nada se
habría estampado en la puerta - contuvo la risa de nuevo antes de meterse con
cansancio en la cama.

Se estiro derrochando sensualidad sin notarlo siquiera, percibiendo la sensación


relajante que el baño le había dejado, giro enfocando el lugar derecho vacío por
el momento “quizás debía mandarla a otra habitación” razono fugazmente “que
va si esto es divertidísimo”, se giro de nuevo algo impaciente mirando el techo,
la verdad se sentía bastante feliz de tener compañía momentánea aunque quizás
necesitaba estar sola también para razonar que palabra describiría a Herendira
en su vida… “amiga” arrugo la nariz con molestia ante aquella ahora desagradable
palabra, pero era consciente que tampoco podía decir que era algo más.

Escucho la puerta del baño sin darle mucha importancia, necesitaba aclarar bien
que era lo que sentía y encontrar la palabra adecuado para ello, porque había
muchos factores que considerar para ella, el de más peso era la edad “¿Pero qué
diablos estoy pensando? Se incorporo molesta con sí misma para abrir los ojos
desproporcionadamente viendo a una sonrojada Herendira que a luces tenia frio
secándose el cabello pelirrojo que caía desordenado sobre sus hombros, era su
error ella misma había escogido esa ropa, pantaloncillos como los suyos y aquella
camisa que decía “Sexy” sonrió de medio lado… quizás esa era la palabra que
buscaba.

-Herendira vienes a la cama- soltó con sensualidad notando como la chica se


giraba como buscando si le hablaba a alguien más por lo que rio divertida - anda
te dará más frío si te quedas allí - vio como le asentían con fuerza metiéndose
en la cama a su lado, y cubriéndose con las sábanas estiro la mano acariciando la
piel en los hombros -¿Te bañaste con agua fría?

-Es que no se… eh… usar tu ducha… eso sí- vio la sonrisa insegura de la chica y
un gesto en los ojos que le indicaba que seguramente se estaba reprendiendo a
sí misma mentalmente, intento contener la risa de nuevo, porque tendría ella que
ser una niña también para creer aquella mentira tan mala “tanto te gusto
Herendira” se incorporo ladeando la cabeza mirando a la joven que parpadeo al
parecer confundida enfocándola.

-¿Pasa algo?- escucho la pregunta antes de inclinarse para depositar un profundo


beso en la mejilla escuchando un suspiro.

-Al parecer si- se dejo caer en el colchón sin dejar de mirar a su invitada - parece
que si - repitió quedamente.

-¿Y es malo?- escucho que le cuestionaban mientras aquellas pupilas verdes


temblaban brevemente.

-Para el resto de los mortales si- tomo la mano fría suavemente - pero para ti
puede que sea maravilloso - la llevo a los labios besándola con suavidad
escuchando un suave suspiro por lo que sonrió antes de llevarla a su mejilla -
estas muy fría.

-Ojala- la enfoco notando como la joven se sonrojaba con fuerza - digo yo… eh….
Me alegra que sea bueno para mí, eso- sonrió aun más al ver la sonrisa nerviosa
en la cara.
-Herendira- vio el sonrojo pasearse de nuevo por el rostro cubriéndolo -Buenas
noches - apretó aquella mano con fuerza entre las suyas intentándola calentar
antes de escuchar un suave suspiro.

-Buenas noches Vanessa….

NO ME OLVIDES

Capítulo 14

FAMILIAS

La familia es un defecto del que no nos reponemos fácilmente.

Hermann Hesse (escritor).

La mañana despunto finalmente provocando que Teresa se llevara el primer


enfado de aquel día al ver a Hernán aparecer en la mansión del Valle con un
intenso nerviosismo mirándola con desesperación- ¿Qué desea el joven?

-Mi novia- alterado mirando de izquierda a derecha- necesito hablar con mi


novia- Teresa paseo sus ojos por el chico notando el estado de sus ropas algo
sucias y arrugadas, además del olor que despedía al alcohol y tabaco.

-La Señorita del Valle esta indispuesta- notando con el rabillo del ojo algunos
hombres del equipo de seguridad aparecían en las esquinas de la casa mirándoles
fijamente- podría el joven regresar más tarde.

Vio la cara sofocada de Hernán al decirle ella aquello, el temblor en las manos al
pasárselas por los cabellos negros mordiéndose los labios inquieto de nuevo, como
si temiera que algo saltara de las sombras y se lo tragara- Yo lamentablemente
insisto- noto el temblor en la voz.

-Y yo lamentablemente le repito joven que no será posible_ afirmo ahora más


segura que antes que no le permitiría ver por nada del mundo a Stefani.

-¡QUÉ LA LLAME LE DIGO!- Teresa retrocedió al escuchar el grito mientras


notaba a Hernán pasarse las manos por la cara alterado -pe…perdón- lo vio
respirar profundo -perdón es que de verdad necesito verla, no insistiría sino
fuera urgente.

-¿Y QUÉ ES TAN URGENTE?- Teresa se giro enfocando a Stefani en lo alto de


la escalera -PARA QUE VENGAS A MI CASA A GRITAR- Teresa sintió el
empujón de Hernán mientras el chico subía como un rayo las escaleras para
terminar al lado de Stefani.

-¿Qué te paso?- la mujer vio las caricias del chico sobre el rostro para luego
enfocar el rostro de su joven señorita - ¿Quién se atrevió?- noto como todo el
nerviosismo se acababa de borrar para dejar paso a un enfado desmedido que
dejaba ver que él no era el causante de las lesiones.

-Fue una lamentable incidente- Hernán noto como Stefani le dirigía una mirada
a Teresa que asintió retirándose del lugar - comprenderás que no me encuentro
por ello en las mejores condiciones- la miro sorprendido por aquella forma de
hablar tan seria y extraña a su razonar en ella.

-Si amor- se acercó intentando abrazarla pero la joven se retiro al parecer


incomoda por el contacto -Stefi cariño ¿Qué pasa?- apartando un mechón rubio
con suavidad.

-¿Dónde estuviste anoche?- no se esperaba aquella pregunta teniendo en cuenta


el estado de su novia por lo que la miro con recelo.

-No debería yo hacerte esa pregunta- respondió con completa calma - Salí con
unos amigos, si eso quieres saber, pero supongo que tú no me dirás como acabaste
así.

-Estuve con unas amigas- respondió Stefani sonriendo de una manera que él no
lograba descifrar - ya veo lo acabo de entender….

-¿Qué comprendiste?- en medio de su repentina confusión Hernán formulo


aquella pregunta, pero Stefani en medio del caos y el huracán que Andrea había
despertado en su interior, tuvo una noche larga y torturante en que repaso cada
pasaje de su vida con aquella joven y con el hombre que tenía delante de ella en
ese momento.

Cada beso de Hernán, cada promesa rota, cada palabra y juramento que se
dispersaba con el sol de la mañana, cada vez que la había hecho llorar con el
corazón encogido de dolor, sus lágrimas… las lágrimas que había provocado que
Andrea derramara por ella en soledad, porque Andrea la amaba y la noche de su
despedida, de su juramento de eterno odio le dio la lección más importante… el
amor nunca busca lastimar, es leal y fiel….
-¿Qué comprendí?- se giro tocándose el hombro con suavidad -¿Por dónde podría
empezar?- se volteo a enfocarlo antes de sonreír -hablemos del amor, el amor
es hermoso o eso se supone que sea, es una luz que te llena por completo, cobija
tu corazón y te hace sonreír siempre con la seguridad de que tu ser amado
siempre cuidara de ti, o cuidaras de él a pesar de que quizás no te ame… hay
muchos tipos de amor - miro la confusión de Hernán - dicen que el más bonito es
el amor en silencio… también es el más difícil.

-Yo te amo Stefi y siempre te protegeré- se giro abriendo sus ojos con sorpresa
para mirar a aquel joven sin creerse bien lo que acababa de escuchar.

-¿Amor?... ¿Sabes qué es el amor?- vio como de nuevo le miraban con confusión-
creo que no, porque el caso es Hernán que tú no me amas- admitió secamente.

-No es verdad- le escucho decir con firmeza.

-Bien entonces te diré que tu forma de amar es la más enfermiza que existe- le
con ira- porque nada en tus acciones demuestra que me ames y yo estaba tan
ciega- se llevo la mano que tenia libre a la cara intentando calmarse- porque a
¿Qué viniste hoy?- vio como el chico se pasaba las manos por el cabello con
inquietud- porque necesitas dinero_ afirmo riendo- ¿Y por qué lo necesitas?-
cuestiono sin dar tiempo de responder- porque estas ahogado en deudas, te
gusta el juego, el alcohol y las mujeres… y tu excusa patética en tu cerebro de
gusano es que a pesar de ello yo… debo comprenderte siempre porque me amas…

-Stefani yo sé que he cometido errores pero…

-Pero- lo miro seria- pero te amo Stefani, como tú a mi… y debes perdonarme
voy a cambiar- negó con la cabeza sonriendo- no te creo, no vas a cambiar, tú
eres así… te gusta ser así, y es mi culpa también por apostarle a un perdedor,
por creer que la bondad que se que hay en ti se impondría a todo esto- movió la
mano señalándolo- pero no es así porque tú mismo no quieres y Hernán yo no te
amo- afirmo con seriedad- ¿Cómo podría seguirte amando?.

-No me hagas esto cariño- vio como se intento acercar a ella con desesperación
por lo que retrocedió dos pasos notando como el chico se movía inquieto.

-¿Hacerte qué?- - ¿Enfrentar tus problemas, tu realidad y debilidades?- negó


con la cabeza - es lo que te toca, la vida pasa factura tarde o temprano, a mí ya
me la paso… y me hizo ver tantas cosas, tantos errores- el rostro se contrajo
dolorido - tanto- lo miro seria - yo tengo tanto para dar, tanto en mi que es
bueno, noble y gentil- estaba repitiendo textualmente las palabras que Andrea
siempre le decía cuando acababa llorando en sus brazos_ soy un maravilloso ser
humano y no seguiré desperdiciando todo eso en ti… buscare a alguien que si lo
aprecie y me ame… me ame de verdad… porque es lo que merezco…

-Eres mi mujer- Hernán con seriedad -en mis brazos descubriste tu cuerpo, tu
necesidad de mi y tu…

-En tus brazos sí mi cuerpo despertó, pero no fuiste tú con eso el que me volvió
mujer – con molestia - no fuiste tú él que me dio la conciencia de que cada uno
de mis actos tiene un real consecuencia, que debo dejar de ser tan distraída y
reparar en quienes amo de verdad, sin descuidarlos… no fuiste tú Hernán…
porque aun sigues un niño y esto se termino…

-NO SE TERMINA HASTA QUE YO DIGA- escucho el grito y lo miro


parpadeando para volver a negar con la cabeza.

-Eres tan patético e inmaduro- _ me alegra verte como eres realmente….y ahora
¡LARGO DE MI CASA!...

-¡YA ESCUCHASTE!- Stefani giro a ver al pie de las escaleras para enfocar a un
hombre rubio de barba de candado, que abrazaba a una hermosa mujer morena
de la cintura, ambos enfocando fijamente a Hernán -¡MI HERMANA TE QUIERE
FUERA!

-La puerta está por allá - escucho la voz suave de la esposa de su hermano -
¿Sera que sabes encontrarla o nuestros amigos te la muestran? - la vio chasquear
los dedos antes de que los de seguridad aparecieran al pie de la escalera. Vio a
su ahora ex novio mirarla con ira antes de empezar a bajar la escalera a prisa,
sin decir una sola palabra y apretando los puños para finalmente desaparecer
escoltado por los hombres de seguridad - Bien ahora que la basura salió, ¿No me
darás un abrazo cuñadita?- Stefani sonrió bajando las escaleras directo a los
brazos de su cuñada para sentir los besos cariñosos en la frente.

-Lamentamos el retraso hermanita - escucho que le decían- pero ya estamos en


casa y todo estará bien…

La mañana llevaba un violento saldo resultado de un movido fin de semana, y la


cantidad de alcohol desproporcionado, Karina con guantes y cubre bocas revisaba
el cadáver destrozado de un chico, la vida para ella era algo fugaz y a veces
violento, pero debía de admitir que le disgustaba ver cuerpos como aquellos…
había mil formas de disfrutar la vida, dejarse llevar por el alcohol y las drogas
no era una de esas, básicamente ¿Cómo disfrutas estando sin conciencia de ti
mismo? Negó con la cabeza mirando el cadáver y las lamentables condiciones,
simplemente acabas muerto antes de tiempo.

Miro el reloj con pereza al final si había asistido al trabajo, asegurándose de


dejar a Andrea dormida y agotada sobre la cama, complementando la escena con
un desayuno caliente sobre la mesa… tenía claro que la chica se había quedado
sin sus dos mejores amigas, por tanto estaría sola por el momento, tampoco
deseaba que se desanimara por ello bien tenía claro que a esa edad los cambios
podían ser complicados.

Así que tenía un claro itinerario para la joven, que inicio aquella mañana ya que al
lado de aquel desayuno le había dejado un libro sobre anatomía avanzada que
seguramente la tendría ocupada , era un tomo bastante interesante a su criterio
y tenía claro que aunque Andrea se expresaba a través de la música su vocación
era la medicina.

Necesitaba distraerla los primeros días y claro que la joven se adaptara para
que empezara a vivir como se debía, percibir cada placer que le daba la vida y
claro se iniciaba con lo básico un buen libro y llevar un ritmo calmo para disfrutar
incluso de la brisa del viento sobre su piel, se giro silbando suavemente… la
verdad se sentía bastante feliz con todo aquello, tenía un proyecto divertido
entre manos y compañía que no tendría que conquistar durante un tiempo.

Víctor Villafiel marcaba el número telefónico de su hija por decimoquinta vez


aquella mañana mientras enfocaba al hermano mayor de la joven con enfado
mientras el chico simplemente levantaba los hombros son desinterés, regresando
a su estudio de informes de entrada de la empresa familiar.

-Deja de presionarla- levanto la mirada enfocando a su hija mayor que acababa


de ingresar con una torre de papeles que deposito en su escritorio- tarde o
temprano va a reaccionar de mala manera.

-Ahora resulta Georgina que me dirás como educar a tu hermana - la miro


enfadado por encima de los papeles que la joven le acababa de dejar.
-Ella tiene razón papá- se puso de pie como un resorte mirando al mayor de sus
hijos con seriedad - se que parece que te obedece en todo, pero un día de estos
va a estallar y te recuerdo que se parece mucho a mamá, no solo en lo físico - vio
al joven dar un rodeo en su escritorio con elegancia para acomodar una carpeta
antes de regresar a su ubicación- y si llegas a sacar esa parte de ella…

-Ustedes dos intentan confabular en mi contra - enfadado -tengo a su hermana


bien controlada y ella tiene claro que lo que yo decida es lo mejor para su futuro
- observo como ambos se miraban mutuamente - además ¿De dónde sacan esa
tontería que tiene el carácter de su madre?, es más dócil que un cordero, su
madre en cambio… sino me llevaba la contraria no era feliz.

-Si le prestaras la atención adecuada lo hubieras notado - le dedico una mirada


asesina e indignada a su hija mayor - pero no te diré nada más papá porque no
hay peor sordo que el que no quiere escuchar - vio como la joven tiraba de una
pila de carpetas evitando de lleno que le viera el rostro

-Y papá - enfoco a Miguel con seriedad - mamá no te llevaba la contraria, ella


siempre tenía la razón - vio al joven imitar el movimiento de su hermana
escudándose detrás de un montón de carpetas - y deja de presionarla - les
escucho decir al unisonó.

Carraspeo con molestia francamente solo aquello le faltaba que sus hijos le
vinieran a decir que estaba haciendo mal con su otra hija, se acomodo su saco y
levanto el teléfono antes de colgarlo de nuevo, quizás su hija había estudiado
hasta tarde y por eso no aparecía… podía darle libre ese día y acordar la cita con
el hijo de su amigo para otro día, era algo que tarde o temprano se daría después
de todo… era solo por ello, no porque presionara a Herendira como decían sus
otros dos hijos porque la verdad estaba de su lado y el tenía siempre la razón,
no su esposa.

Clarisse Savedra colgó el teléfono viendo la hora, al parecer el trabajo de la


noche anterior de su nieta había sido más pesado de lo que ella imagino, su joven
nieta le había prometido verla ese día temprano para salir con ella a pasear. Dio
un suspiro cansado antes de ver a sus nietos aparecer en pijamas bostezando,
los gemelos tampoco estaban en casa y no llegarían hasta dentro de dos días,
recibió besos cariñosos de las esposas de estos que se dirigieron a la cocina
pasando por su lado.
Había tomado la decisión de vivir con esos cuatro luego de que su nieto mayor
falleció, pero eso significaba dejar la casa que había compartido con sus hijos,
esposo y nietos; los gemelos vivían juntos porque habían nacido juntos y decían
ellos que al ser Savedra y estar malditos morirían a los treinta así que mejor
morir juntos, se casaron el mismo día y estaban en el mismo escuadrón, negó con
la cabeza esos dos mastodontes tontos.

Tomo la decisión de dejarle la casa a su nieta cuando esta con franqueza a sus
solo diecinueve le había soltado que solo le gustaban las chicas, porque solo esa
niña egocéntrica podía decir algo así en media reunión familiar “Se que los
hombres del mundo sufrirán mucho al saber que solo me interesan las chicas,
pero estoy segura que ellas estarán encantadas” dio un suspiro… hasta para salir
del armario había tenido un estilo impecable, aunque a los gemelos les costó
procesarlo antes de poner a “resguardo” a sus novias…cosa que no funciono en
varias ocasiones desencadenando discusiones que terminaban siempre igual “Que
culpa tengo yo de ser una diosa viviente”, negó con la cabeza dudaba mucho que
existiera mujer sobre la tierra capaz de controlar ese enorme ego o mejor dicho
soportarlo siquiera…

Enfoco el retrato de su hijo y su esposa que estaban con sus uniformes policiales
abrazando con cariño a sus cuatro hijos, antes de mirar alrededor, asegurándose
de no ser escuchada o vista - Aquí entre nosotros - dijo quedamente a aquellos
rostros - su hija es una monumento viviente - rió quedamente -estoy segura que
encontrara alguien que aprecie todas sus particularidades - rió con fuerza
ubicando el retrato en su lugar para ir a desayunar con su familia, esperando que
nieta estuviera bien.

NO ME OLVIDES

Capítulo 15

SIMPLEMENTE VALOR

En el dolor hay tanta sabiduría como en el placer; ambas son las dos grandes
fuerzas conservadoras de la especie".

Nietzsche

La tarde iluminaba del todo aquel espacio que constituía el enorme comedor de
la familia del Valle, Teresa había servido el té a sus jóvenes señores que se
miraba alternativamente en un incomodo silencio -¿Cuándo te diste cuenta que
era infiel te hiciste análisis?- Stefani levanto el rostro enfocando la cara seria
de su hermano al otro extremo de la mesa -Al menos te protegías cuando estabas
con él.

-La primera vez que me entere me hice estudios- la chica bajando el rostro
avergonzada -de hecho estábamos en abstinencia porque así se lo pedí- aseguro
sintiendo aquellos ojos fijos en ella - me prometió no volverlo a hacer, pero
Andrea me lo aconsejo dijo que lo último que deseaba era que me enfermara por
culpa suya - sintió su corazón encogerse de dolor al mencionar aquel nombre.

-Ella siempre ha sido muy centrada y responsable - levanto la cara enfocando la


sonrisa amable de su cuñada delante de ella- y se nota a leguas lo mucho que te
quiere - rió amargamente al escuchar aquello cosa que provoco que su hermano y
su esposa se miraran con extrañeza -¿Estás bien cariño?

-No Elena- sintió las lágrimas derramarse de nuevo por sus mejillas -tengo el
hombro dislocado, me duele el rostro… tuve un ataque de ansiedad y… y… -cerró
los ojos con fuerza intentando tranquilizar sus ideas - Andrea me ama…

Arturo se levanto de golpe generando un ruido seco en su silla ante la mirada


sorprendida de su esposa, enfocando con seriedad a su hermana que se cubría la
cara en medio de su llanto -¿Y tú la amas?- le cuestiono con una firmeza que
sorprendió a Elena antes de ver el zapato de Arturo impulsarse sobre la silla
para acabar de pie sobre la mesa del comedor.

-Acaso importa- Stefani se descubrió el rostro cubierto de lágrimas enfocando


a su imponente hermano que a contra luz parecía un príncipe salido de algún
cuento de hadas - ella me odio, ella me dejo así… porque… porque…

-No quiero excusas- miro a su hermano tragando grueso al escuchar los dos
fuertes zapatazos que dio sobre la mesa- quiero que respondas mi pregunta - lo
vio caminar avanzando hacia el centro de la mesa mirándola fijamente.

-Yo… yo…- escucho el ruido de otra silla antes de ver a Elena al lado de su
hermano mirándola fijamente.

-Los de Valle no usamos excusas- la escucho decir con firmeza - la pregunta es


simple la amas o no… confusión es la excusa del cobarde - vio el porte femenino
imponente y comprendió porque aquella mujer era la esposa de su hermano- Y en
esta familia no hay cobardes.

Los ojos claros de Stefani se giraron buscando a Teresa en busca de socorro,


para sentir el alma quebrársele en mil pedazos al ver que le daban las espalda
dejando sola y a la deriva -¿Cómo quieren que les responda eso en este
momento?- los miro notando las miradas serias y desafiantes -No puedo
responder eso yo…. Yo…

-Ya deja de balbucear- soltó Arturo provocando que lo mirara asustado -quiero
que me digas que sientes… ¿O acaso esperas que te solucione la vida diciéndote
no te preocupes hermanita es cosa de la edad?- vio los ojos furiosos enfocarla -
Pues lamento desilusionarte yo no estoy aquí para facilitarte la existencia, sino
para que aprendas a vivir la vida como se debe…

-Tienes una vida por delante y si no eres capaz de identificar un sentimiento tan
completo como el amor, quiere decir que te falta mucho para llegar a ser una
mujer competente- agregó Elena - Así que responde la pregunta de tu hermano
y deja de evadirte.

-¿Es qué acaso no ven que no puedo?- quedamente - que realmente no sé lo que…

-Ya entendí hermanita- miro a su hermano de nuevo - comprendo, no amas a


Andrea - vio la sonrisa altanera- normal es una muerta de hambre - apretó el
puño con ira al escuchar aquellas - sin madre o herencia, nada que ofrecer y
encima con esos gustos enfermos por las mujeres- Stefani de nuevo tenía esa
extraña sensación que tuvo en el bar… como si todo de pronto se le pusiera en
rojo - no está a tu altura o de nuestra familia, segurito la mitad de la ciudad la
ha disfrutado.

Teresa se llevo las manos al rostro asustada al escuchar el sonoro crack del
hombro de su joven Señorita antes de que el puño provocara otro ruido seco en
el rostro de su joven Señor, ante la mirada pasmada de su esposa, justo en el
momento en que este volteaba el rostro con rapidez tomando la ropa de su
hermana con fuerza y viendo como esta hacia lo mismo con la suya -Vuelve a decir
algo así y me olvidare que eres mi hermano y te enterrare vivo.

-¿Entonces la amas o no?- le repitió apretando la ropa igual de fuerte que se la


apretaban a él.
-No es de tu incumbencia- vio la mirada iracunda sobre él_ pero si tanto quieres
saber…. Si la amo- le afirmaron por lo que sonrió divertido.

-¿Y qué harás?- cuestiono Elena mirando el hombro preocupada a pesar de que
Stefani seguía sujetando con fuerza a su esposo.

-No lo sé, me odia - quedamente antes de sentir una fuerte sacudida de parte
de su hermano y afirmar sus piernas sacudiéndolo ella a su vez.

-Un del Valle nunca dice no lo sé- escucho que le decían- ella te odia, excelente
porque quiere decir que te sigue amando con la intensidad con que te detesta -
lo miro sorprendida disminuyendo la presión sobre su agarre y razonando aquello
- La amas, ¿Qué haces cuándo amas a alguien?

-Vas por lo que amas- le a su hermano separándose de él sobre la mesa- y quitas


cualquier obstáculo del medio porque sabes que tu sentir es correspondido -
Arturo noto como su hermana se giraba sobre la mesa para saltar al piso con
elegancia.

-¿Qué harás? le dijo con fuerza al verla encaminarse a la salida del comedor.

-¡DECLARAR LA GUERRA!- le gritaron con fuerza.

Teresa salió caminando detrás de la joven con una única cosa en mente “estos
niños complicados”.

La tarde se colaba por el ventanal de la habitación provocando que su


acompañante de cabellos rojos encendidos se girara incomoda intentando
esquivarlo para esconder su rostro con suavidad abrazándose más a la seguridad
más próxima para ocultarse de tan incómoda luz - Maldito sol - murmuró
quedamente.

-Es una lata verdad - le dijeron quedamente por lo que asintió escondiéndose aun
más - ¿Estas cómoda?

-Lo estaría más si ese maldito dejara de entrar por la ventana- admitió
quedamente intentando conciliar de nuevo el sueño, era extraño aquello suponía
que seguía soñando porque su almohada nunca antes le había hablado.

-Bueno, no lo culpes solo cumple su trabajo- escucho replicar a su almohada por


lo que hizo un mohín de enfado incorporándose con ojos entrecerrados y
cansados.
-Si yo digo que es un maldito es porque así es - dando un bostezo - y tú se supone
que no hablas porque… porque eres… eres - parpadeo frotándose los ojos con
fuerza, porque estaba soñando ¿Verdad?... por favor que alguien le dijera que
estaba soñando.

-Soy una diosa viviente- escucho afirmar a Vanessa mientras ella sentía su rostro
arder - aunque no me importa fungir del almohada.

-Yo… estaba… yo- la miro sintiendo el corazón golpeando con fuerza contra su
pecho.

-Malhumorada cuando no quieres despertar, tomare nota de ello para evitarlo-


vio la sonrisa dibujarse en el rostro- me gustaría levantarme pero tus piernas
me tienen inmovilizada- enfoco la parte baja de su cuerpo para ver como sus
piernas estaban entrelazadas con las de Vanessa, eso quería decir que a lo que
se había aferrado cuando se durmió… entonces estuvo toda la noche en esa
posición -tampoco es que me moleste- agregaron mientras ella se separaba
echándose para atrás sin medir la dimensión real de la cama por lo que se fue al
suelo de golpeándose la cabeza y maldiciendo suavemente.

Tenía las piernas hacia arriba apoyadas en la cama y se sujetaba la nuca dolorida,
antes de sentir como la ayudaban a girarse con suavidad –Duele- dejo escapar
quedamente, antes de sentir como la obligaban a separar las manos y le revisaban
la cabeza delicadamente.

-Lastima yo esperaba una hemorragia craneal- escucho la risa resonar por la


habitación por lo que se sonrojo aun más mientras la cabeza le punzaba- pero
aparte de este bultito que se empieza a formar como testigo de que de seguro
se te murieron la mitad de las neuronas no hay más- la risa aumento en
intensidad.

-¡VANESSA!- le dio un suave empujón antes de contener un gritito y volver a


meterse en la cama indignada frotándose la cabeza.

-Bien amnesia no tienes- sintió el colchón rebotar al ver a su acompañante saltar


sobre él como si nada antes de acercarse a ella -no seas amargada- la miro con
enfado - te ves muy linda en la mañana- sintió su rostro arder de nuevo con
violencia -sobre todo cayéndote de la cama- tomo la almohada que tenia mas
alcance antes de dejar caer un fuerte golpe sobre aquel rostro, escuchando la
risa divertida y sonriendo por inercia ante aquello.
-Iré hacer el desayuno- se levanto alzando el mentón y llevándose la poca
dignidad que le quedaba con ella.

-Ponte hielo o eso parecerá un cuerno- escucho de nuevo la risa en la recamara.

-¡VANESSA!- Bajo las escalera refunfuñando de verdad por más sexy y


encantadora que fuera, esa mujer a veces era tan desesperante, saco unos
huevos del refrigerador, antes de tomar una naranjas para el jugo y servirle sus
croquetas a Tormenta, miro el reloj sorprendida al ver que pasaban de las dos
de la tarde, minutos después la pastor alemán paso como bólido derecho a su
plato mientras Vanessa se asomaba en la cocina mirándola desde el umbral.

Se giro a mirar como tomaba los huevos que había dejado sobre la mesa y se los
ponía sobre las piernas mientras doblaba un mantel -¿Desde cuándo tienes
huevos?- noto como la miraban confundida -No sabía que eran tuyos… y yo que
los iba a usar para cocinar.

-Pero ¿qué…? ¡OYEME YO NO TENGO DE ESO!- vio como se quitaba los huevos
de las piernas poniéndolos sobre la mesa mientras ella se reía divertida -Qué
graciosa me saliste.

-¡Oh! ahora la señorita no soporta una broma- Herendira tomo los huevos
mirándola divertida -me llevo tus amigos, espero no restarte encanto con ello-
noto el gesto entre enfadado y divertido por lo que rio con diversión.

-Yo nunca pierdo encanto y no me hace falta de eso pare ser encantadora- vio la
barbilla levantarse en un gesto sutil mientras ella revolvía los huevos -y nadie se
ha quejado por ello- rió quedamente al parecer su adoración estaba sumamente
ofendida por tal comentario.

-No creo que a tus novios les gustaría que tuvieras de eso- soltó aquello porque
francamente no quería meter las de andar y si se llevaba la desilusión de una
buena vez ¿no era lo mejor?, quizás solo estaba viendo cosas donde no las
habían…

-Creí que había quedado claro que mis gustos no iban por ahí- escucho la voz
seria - así que haciendo corrección a tu comentario a mis novias no les gustaría
que tuviera eso- sonrió mientras revolvía los huevos con fuerza, aunque lo de
novias- si tuviera porque no tengo sabrían que no me hace falta eso- escucho la
aclaración sonriendo a aun más- y francamente todo esto es estúpido- rió
quedamente al escuchar el tono enfadado al parecer Vanessa había decidido
enfadarse sola - número uno, mi desempeño sexual es excepcional como todo en
mi - Herendira se mordió los labios intentando no reír ante aquello -número dos,
es obvio que alguien tan sublime como yo busca otras cosas sublimes llámese
mujeres -volteo los ojos en blanco sonriendo Vanessa “ego” Savedra - y número
tres, tú no deberías hacerme esas preguntas -se volteo viendo el gesto de enfado
profundo y la vena del cuello saltada.

-Yo pregunto porque quiero- se acercó ubicándole un plato para servirle los
huevos - tú respondes porque quieres, estoy segura que eres una diosa en la cama
- vio la barbilla alzarse y la cabeza moverse levemente en signo de alegría -
aunque nunca hice referencia a ello- noto el gesto cambiar a serio antes de
girarse por el jugo – dos, aunque parecía que te gustan las chicas nunca está de
más preguntar_ dijo poniendo el vaso de regreso en la mesa - y tres….- la miro
con profundidad unos instantes - eres completamente sublime…- vio la enorme
sonrisa formarse mientras tiraban de ella con fuerza para acabar sentada sobre
las piernas de Vanessa del todo.

-¿Y tú?- la miro confundida desde su nueva posición tratando de poner a trabajar
sus en ese momento colapsadas neuronas, hasta que abrió la boca en un signo de
ya entiendo.

-Pues…- ladeo la cabeza suavemente ¿Cuál era su preferencia sexual? Se llevo la


mano al mentón en un signo de profunda concentración que hizo sonreír a su
acompañante -Pues la realidad es que me gusta… yo…

-Te gusto yo- Herendira parpadeo mirando fijamente a Vanessa con sorpresa
antes de sonrojarse con violencia - tu también me gustas - abrió los ojos
desproporcionadamente al escuchar aquello - pero me preocupa que soy algo
mayor que tú - asintió al escuchar aquello, no era que no lo hubiera pensado aún
- y tu padre también - se encogió aún más - pero si es solo gustar - miro a Vanessa
unos instantes- ¿Te gustaría conocernos mejor?- la miro sonriente no le
importaba que Vanessa pensara que era solo gustar, porque sabía bien que lo que
su corazón sentía era amor, además si le gustaba a Vanessa eso le daba una
esperanza - pasee buena parte de esta mañana antes de dormirme de nuevo
pensando en la palabra indicada y era gustar… aunque sexy también iba bien - la
miro con confusión unos instantes - no me hagas caso.
-No, mejor no- se levanto de sus piernas no sin antes darle un beso en la mejilla
- estoy descubriendo que puedes ser bastante irracional - se sirvió su desayuno
mirándola divertida al notar el dejo de enfado.

-No te pases conmigo paletita- la miro confundida escuchando la risa antes de


negar con la cabeza -iremos a casa de mi abuela, tenía que verla esta mañana
pero te dormiste.

-Te recuerdo que tú también te dormiste- seria notando la cara de gusto de


Vanessa al empezar a comerse el desayuno que había preparado.

-Dios mío- la oyó exclamar -puedes explicarme porque no estudiaste cocina -


escucho aquel sensual gemido de gusto que hizo su cuello erizarse por completo
-todo lo que cocinas sabe a gloria.

-No conozco a gloria, pero seguro tiene un sabor agradable - rió quedamente al
ver el gesto divertido delante de ella - mi padre quería que estudiara algo más
productivo, aunque francamente me apasiona cocinar y medicina me revuelve alto
estomago - trago grueso unos instantes.

-Hagamos un trato_ sintió como tomaban su mano con suavidad entrelazando sus
dedos delicadamente - mientras estés conmigo no pensaras en tu padre… solo
seremos tu y yo.

-¡ERES TAN LINDA!- no pudo evitar decir aquello con completa emoción antes
de llevarse las manos a la boca mirando el rostro sorprendido delante de ella.

-Es verdad- respondió Vanessa aun roja - tienes toda la razón soy muy linda -
Herendira asintió con fuerza para sorpresa de Vanessa que esperaba algún
comentario punzante sobre su ego.

-Completamente encantadora - dejo escapar la joven con emoción haciendo que


la sonrisa de Vanessa aumentara aun más -será divertido ir con tu abuela.

-Mucho- - lástima que te dormiste en la mañana…

-¡VANESSA!

.NO ME OLVIDES

Capítulo 16

CAMBIOS RELATIVOS
Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.

Mario Benedetti.

Elena miraba seriamente al doctor que acababa de reacomodar el hombro de su


cuñada en su lugar, para notar como negaba molesto con la cabeza antes de
recibir una palmadita de Stefani que se levanto para sorpresa del hombre como
si aquella lesión no le molestara en lo más mínimo ubicándose aquellas gafas
oscuras, para proceder a acomodarse debidamente la elegante blusa que llevaba
puesta.

-Señorita del Valle creo que tiene errado el concepto de descanso- el hombre
viendo a la chica mirándose los moretones en su rostro con algo de molestia.

-No para nada- le afirmaron sonriendo con encanto- simplemente su concepto y


el mío son diferentes- las cejas se movieron con diversión mientras las gafas
eran reacomodadas- ¿Cuándo me quitara esta cosa?- dijo tocándose el hombro
incomoda.

-Al menos veintidós días- se levanto dándole un golpecito para que se dejara el
hombro tranquilo- solo se desmonto pero igual quiero cuidarlo de cualquier lesión
por sobreesfuerzo- la miro con completa seriedad- en cuanto a su ataque de
ansiedad…

-No pasara de nuevo- vio a la chica girarse mirando el espejo- creo que paso
porque todo me rebaso… pero prometo ser cuidadosa para que ninguna situación
me vuelva a rebasar - observo aquella elegante chaqueta ser colocada con
cuidado - así que Doc tranquilo - sintió de nuevo las palmadas en el hombro algo
molesto.

-Señorita del Valle- uso su tono más severo en contra de aquella joven -debe
reposar, no someterse a situaciones estresante y ante todo evitar lugares
tumultuosos y peleas.

-Prometo hacerle caso- vio la mano libre levantarse en el aire con la palma
extendida como si le hicieran una juramento - descansar lo necesario, manejar
adecuadamente el estrés y no golpear a nadie a menos que sea estrictamente
necesario- volteo los ojos en blanco para pedir ayuda a la otra mujer en la
habitación que simplemente reía quedamente.
-Déjelo doctor es lo más que conseguirá- vio a Elena Del Valle acercarse a su
cuñada acomodando con cariño aquella chaqueta - y tu pórtate bien - le afirmo
con severidad- ¿Dónde vas?- quedamente.

-A rezar para que Dios colme mi corazón de paz y llene mi mente de sabiduría -
Elena sintió como tomaban su mano con suavidad - para que llene mi alma de valor
y no permita nunca más que pierda el rumbo o erre en mis decisiones…

-¿No le pides demasiado?- separándose un poco sin soltar aquella mano.

-Le pido lo necesario- le afirmaron - esta para escucharnos a todos y para Él no


hay imposibles- sonrió mientras miraba a la chica abandonar aquella habitación
enfocando al doctor que no paraba de negar con cansancio.

Andrea miraba con enfado a Karina que estaba vaciando su botella entera de ron
en el lavamanos, suspiro con suavidad aun sintiendo el sabor del alcohol en su
boca _ ¿Por qué estás dejando mi casa sin alcohol? _ cuestiono expresando de
aquella forma su molestia.

-Prometiste que aprenderías a vivir como yo - la mujer se giro esbozando una


sonrisa más que encantadora - bien la gente como yo, no se deja envolver por
este tipo de vicios.

-¿No se trata de disfrutar la vida al máximo?- acercándose enfadada.

-Esto no te lo permite - vio la botella de ron irse a la basura para que la de tequila
fuera abierta y recibiera el mismo trato - te aturde los sentidos y asesina tus
neuronas… ¿Cómo disfrutar algo realmente si tienes esto dentro?- Karina
continuo vaciando el contenido de la botella sin dejar de mirarla - no alcohol y
drogas - asevero - en cuanto al sexo simplemente diré que no debes estar en la
lista de cualquiera y eso te hará disfrutarlo más.

-No comprendo ni la mitad de lo que intentas enseñarme- la joven impaciente -


es como si todo lo que hago está mal.

-No, simplemente tienes los conceptos errados y yo me encargare que des con
los adecuados, la vida debe disfrutarse al máximo y para hacerlo empieza a
disfrutar las cosas sencillas - vio a Karina encaminarse hacia la mesa de cristal
y lanzarle aquel tomo de anatomía que le había dejado aquella mañana - como por
ejemplo un buen libro y luego de un buen libro, un paseo por el parque.
-¿Otra noche de sexo? - escucho la risa divertida de la mujer a pasos de ella -
Digo ya estoy en tu lista…

-El sexo no siempre es buena medicina - la miro confundida- pero no me negaría


a ti querida… eres de mis platos más exquisitos - vio la sonrisa guasona en los
labios de Karina antes de acercarse a ella - pero primero el libro - esbozo un
gesto de fastidio antes de obedecer y retirarse a leer.

Karina empezaba a creer que aquello de enseñar su forma de vida era más
complicado de lo que pensaba, quizás porque nunca antes lo intento pero aun así
estaba convencida que aquella jovencita era la persona indicada para ello era
inteligente y magnética, a la hora de subirse a un escenario la explosión era tal
que la gente enloquecía… quizás lo único que Andrea necesitaba era aprender a
derrochar eso fuera del escenario y el mundo entero caería a sus pies.

-¡ESTO ESTA ASQUEROSO!- escucho el grito y rió divertida -¡MUERO POR


VERLO EN UNA AUTOPSIA!- asintió con la cabeza definitivamente aquella chica
había nacido para ser médico.

Herendira miraba a Vanessa algo nerviosa, miro al asiento trasero para ver a
Tormenta inquieta asomándose por la ventana, se giro enfocando la cara
sonriente de Vanessa que golpeaba el volante cada tanto al ritmo de la canción
que escuchaban, la vio tomar ruta hacia uno de los residenciales familiares en las
afueras de la ciudad, finalmente el automóvil se detuvo en una casa aun mas
grande que la de Vanessa por lo que abrió la boca algo sorprendida -Ventajas de
tener bajas honorables frecuentes en la familia- escucho la risa, pero a ella el
comentario no le hizo la mínima gracia.

-Creo que no debí venir- admitió algo insegura mientras veía a Tormenta
descender del auto y a Vanessa cerrar la puerta antes de mirarla extrañada-
digo ya viste mi cara….

-¿Te refieres al hecho que parece que tuviste una pelea?- parpadeo un par de
veces mirándola -¿O al hecho de que en verdad la tuviste?- cerró el puño
descargando un fuerte golpe sobre el hombro antes de sentir como tiraban de
ella entrelazando su mano con fuerza -no importa vienes con la nieta más
hermosa de Clarisse no te dirá nada.

Herendira trastabillo un poco al sentir como tiraban de ella hacia la puerta


notando como Vanessa abría la puerta sin tocar siquiera -¡YA LLEGO LA MÁS
HERMOSA MUJER DEL MUNDO!- La escucho gritar con fuerza mientras
Tormenta se le unía ladrando.

-¡GRANADA!- enfoco un osito de peluche blanco a pasos de ella antes de ver a


Vanessa saltar a varios pasos del oso junto con Tormenta que se pego al piso
arrastrándose -¡QUÉ MUERAN LOS ENEMIGOS DEL REY DE LOS OSITOS!-
escucho de nueva cuenta gritar a la voz infantil.

-¡HERENDIRA ES UNA GRANADA!- vio a Vanessa que le decía aquello antes de


enfocar al oso con horror.

-¡MALDICIÓN!- dio un salto volando por encima de uno de los sillones provocando
varias risitas infantiles alrededor…

-Dijo una palabrota, la abuela la regañara- escucho los comentarios acompañados


de un nuevo grupo de risitas en algún punto perdido de la sala.

-¿Vanessa?- llamo quedamente con preocupación al escuchar el silencio reinar de


pronto en el sitio, antes de sentir un tirón en su camisa y dar de lleno con unos
ojitos negros que le miraba con atención.

-Bienvenida al ejército del rey de peluche- miro a la niña que le hablaba con
seriedad absoluta – cabo, el enemigo esta agazapado como cobarde en la esquina
noroeste de la sala y tiene como rehén a la reina unicornio, la mujer que le
acompañaba es una traidora a nuestra dinastía.

-¡NO SEAS DRAMATICA!- El grito de Vanessa le hizo contener la risa divertida


antes de enfocar los ojitos negros serios.

-Espero que comprendas cabo, que debemos rescatar a nuestra reina ¿Alguna
pregunta?- Herendira ladeo la cabeza razonando un poco todo aquello.

-Tengo una ¿Cómo acaba un unicornio casándose con un oso?- vio los ojitos negros
que le miraban con confusión.

-¡ESO DIGO YO, ES BIOLOGICAMENTE IMPOSIBLE, ADEMAS DE VAN A


TENER OSOS CUERNUDOS!- escucho varias risitas más en la sala mientras la
que parecía su comandante intentaba contener la suya.

-¡SI EL PROBLEMA ES SABER DÓNDE IRA EL CUERNO!- grito Herendira


provocando una oleada de risitas en la sala.
-Cabo, está en sus manos acabar con las blasf...ablas… ablastemias de esa mujer,
Herendira asintió llevándose la mano a la frente en un saludo militar al entender
que la palabra buscada era blasfemia, vio a la niña arrastrarse lejos de ella por
lo que se giro analizando la zona de guerra, necesitaba localizar a su objetivo y
para eso solo debía localizar a Tormenta.

Asomo la cabeza despacio cuidando de que no le lanzaran ninguna extraña


granada, sus ojos claros repasaron el lugar con atención, tenía pocos escondites
y si salía detrás del sillón era un blanco fácil miro a un niñito que estaba hablando
con su comandante y tiro de él por los hombros con suavidad ganándose una
mirada confusa - Uno debe sacrificarse por su rey- le murmuró al pequeño que
la miro con horror antes de volar sobre el sofá para caer sobre los cojines y
quedar expuesto.

Vio la cabellera negra que adoraba aparecer en una esquina de la sala mientras
Vanessa parecía entretenida lanzándole una bola de espuma al pequeño que se
retorcía en el sillón cubriéndose de la lluvia de juguetes que le caía, se giro
tomando a su comandante que la miro con horror -Bien mayor- le dijo a su vez
lanzándola al frente mientras la niña daba gritos horrorizados, rodo con
elegancia contabilizando al menos seis niños antes de correr para saltar sobre el
sofá detrás del que se escondía Vanessa y caerle encima riendo - Tendré que
castigar tu ablastemias- escucho la risa de la joven uniéndose a la suya con
fuerza.

-¡FUE TRAMPA ERA UNA TRAIDORA!- escucho gritar a su comandante como


protesta antes de que Vanessa se incorporara sin dejar de sujetarla de la
cintura.

-Sí, pero es mi traidora- Vanessa depositándole un beso en el cuello a Herendira


que la hizo sonrojar de golpe.

-Pero merece su castigo- insistió una de las niñas mirando a Herendira antes de
reír al ver el rojo de su rostro - pero creo que la tía ya se lo dio sino no estaría
así de roja - las risitas resonaron con más fuerza mientras Herendira bajaba la
vista avergonzada del todo y sintiendo la cara arder.

Clarisse estaba asomada a la sala mirando con detenimiento la zona de guerra,


pero quizás lo que más le sorprendía no era la edad de la chica que acompañaba
a su nieta, sino su comportamiento. Vanessa tendía a salir con mujeres de su
edad o algo más grandes, sofisticadas, extremadamente refinadas, esculturales
y por tanto insoportables nunca había visto a una sola hacer lo que aquella chica
con sus bisnietos.

El eco de las risas resonaba en su cabeza antes de ver el cariñoso beso que su
nieta le dio a la joven en el cuello haciéndola cambiar a mil rojos diferentes, se
acerco a paso calmo observando aquella escena con más detenimiento, notaba las
manos de Vanessa sujetando firmemente las caderas de aquella joven mientras
sacaba cuentas adecuadas de la edad de la chica levantando la ceja algo
sorprendida -Tía de todas formas- escucho a uno de los niños -ella merece un
castigo más real- el pequeño con decisión.

-Qué más castigo que soportar el ego de su tía- los niños estallaron en risas ante
la respuesta de Herendira, mientras Vanessa esbozaba un encantador puchero.

-Pero si yo soy encantadora- dejo escapar en tono dolorido.

-Sí, eres las más encantadora del mundo- Clarisse volteo los ojos en blanco
aquello no podía ser bueno, su nieta se había conseguido al parecer una novia que
estaba a punto edificarle un altar y le alimentaba ya su sobrealimentado ego.

-Interesante desorden el que hay acá- los niños en pleno dieron un gritito
esparciéndose como las hojas ante un fuerte viento y desapareciendo del lugar
mientras su abuela enfocaba a las únicas dos adultas allí.

Vanessa se separo con suma delicadeza de Herendira para incorporarse y


envolver a su abuela en un cálido abrazo que la anciana agradeció quedamente
antes de enfocar a Herendira - ¿Y esta hermosa señorita?- cuestiono mirando a
su nieta divertida.

-Es mi amiga Herendira- dijo Vanessa mirando el sonrojo de Herendira, mientras


Clarisse la miraba con atención esperando la típica reacción de una joven de su
edad, pero su sorpresa fue enorme al no recibir lo esperado.

-Es un gusto conocer finalmente a la Señora Clarisse de la que Vanessa me ha


hablado de la manera más exquisita - la miro con sorpresa si no fuera porque
estaba segura que era una niñita de no más de dieciocho años diría que era una
mujer de más edad, es que ni decir de más edad en aquel simple saludo había
hecho a su cuerpo mostrar una fineza, educación y recato que ninguna de las
otras mujeres de su nieta probablemente desarrollaría en vida.
-Tu gusto es impecable como siempre querida- dijo mirando a su nieta que tenía
una enorme sonrisa - y es un gusto conocerte Herendira - miro con atención los
golpes del rostro - ven, vamos a la cocina, creo que esos moretones se irán con
unos buenos bistecs congelados en la cara.

La joven Villafiel contuvo la respiración al ingresar a aquella cocina, no por cómo


se veía en realidad le sorprendía la calidez que desprendía por doquier toda
aquella casa, vio como dos mujeres se colgaban de Vanessa regalándole besos
cariñosos sin parar antes de ver a dos hombres de cabellos oscuros altos y
musculosos ingresar al lugar - Yo no veo a la mujer más hermosa del planeta acá-
uno de aquellos hombres mientras codeaba a su hermano que jugaba con un balón
de fútbol.

-Tienes razón hermano yo solo veo a mi muy corriente hermanita menor- el otro.

-Es por eso que no deberían pertenecer a la unidad de asalto- ambos se miraron
confundidos - es un hecho que siempre han necesitado anteojos - todos en la
cocina estallaron en carcajadas menos los involucrados - y lo acaban de
demostrar al ser incapaces de ver a la mujer más bella del universo - Clarisse le
sonrió con dulzura a la joven pelirroja a la cual estaba a punto de someter a un
tratamiento a base de bistecs para desaparecer aquellos moretones, ese era el
remedio de un Savedra para tal situación y vaya que había atendido incontables
moretones en su casa - no ven que está siendo atendida por la abuela, ella es la
mujer más hermosa del universo, y yo tengo la suerte de que me acompañe -
Herendira sintió su rostro arder de golpe como si estuviera a punto de
quemársele no solo porque la mujer a la que ella amaba desesperadamente le
acababa de alagar sino porque todos la miraron sorprendidos.

-¡BIENVENIDA A LA FAMILIA CUÑADITA!- dijeron los dos hombres al unisonó


provocando que se sonrojara con intensidad mientras las mujeres allí reían y
Clarisse finalmente le ponía aquel bistec sobre el rostro.

-Vanessa es mi amiga- aclaro quedamente sintiendo su cara arder con violencia-


aun… bueno…es…yo…ella.

-No les expliques nada a los idiotas- escucho que le decía Vanessa con
tranquilidad- igual sus dos neuronas no entenderán.

-¡OYE!- exclamaron desde algún punto que Herendira ya no lograba ver al estar
sosteniendo dos bistecs sobre su cara, estaba por decir algo cuando el bistec de
su ojo bajo dejando a la vista la sonrisa de Vanessa por lo que ella le correspondió
sonriendo bobamente.

-Hola hermosa- escucho que le decían por lo que su sonrisa se amplió aun mas
tomando la mano que tenia la carne y llevándola a los labios para besarla con
devoción- pareces una cena muy apetecible- se volvió a sonrojar con violencia,
mordiéndose el labio suavemente.

-Hola mi diosa viviente- fue lo único que atino a decir antes de sentir una caricia
sobre el rostro - no verte unos minutos fue un tortura - sintió que el alma se le
paraba, era la primera vez que su corazón tomaba el control de su boca, noto a
Vanessa desviar la mirada entre incomoda y sonrojada.

-Owww que cursis- dijo un gemelo antes de sentir el golpe firme de su esposa en
el hombro.

-¿Por qué tu no me dices cosas así?

La respuesta Herendira nunca la llego a escuchar, estaba demasiado entretenida


con la visión del rostro de Vanessa, de esa mujer que se le revelaba diferente en
ese momento, tan distinta a la oficial de la avenida, a la mujer con la que había
salido un par de veces, era la primera vez que comprendía aquello de que los
seres humanos eran realmente complejos, esta Vanessa era un océano de
alegrías, de bromas dulces y abrazos cariñosos para su familia, de juegos
interminables con sus sobrinos… esta Vanessa como las demás provocaba que en
algún punto su corazón deseara llorar de alegría al darse cuenta que amaba a una
mujer maravillosa en miles de aspectos que quizás nunca terminaría de
descubrir…. Y que al menos a esa radiante criatura ella no le era indiferente.

NO ME OLVIDES

Capítulo 17

SENSACIONES.

"Solamente la existencia de Caín nos hace amar a Abel”.

Séneca

El bar estaba medio vacío dando una imagen algo triste mientras los ojos de
Andrea se paseaban viendo a las pocas personas en aquel lugar, se giro algo
incomoda primero porque nunca en su vida había estado en una bar de ambiente,
segundo porque nunca había ido a ninguna bar un lunes simplemente se le hacía
un día inadecuado para ello.

Se giro enfocando a Karina que estaba acomodada en la mesa a su lado paseando


sus ojos con desinterés por el lugar, la verdad todo aquello se le hacía
deprimente en ese instante el sitio parecía tan muerto - la vida tiene muchas
caras - ladeo la cabeza al escuchar aquellas palabras analizándolas - un fin de
semana vez un lugar como este lleno de vida y fuerza, un lunes de calma y tristeza
incluso - le afirmo su acompañante - debes aprender a apreciar los momentos de
calma y melancolía, aprender de todo lo que te rodea como en este momento,
comprender que la vida es cambiante.

-¿Para eso me trajiste?- pregunto con algo de extrañeza.

-Sí y no- vio la sonrisa en el rostro de Karina por lo que presto aun más atención
a sus palabras - quiero que vayas a la barra a conversar con cualquiera de aquellas
mujeres, uses todo tu encanto para saber que les ocurre, nada de sexo, no
insinuaciones… simplemente conversar con ellas - la miro extrañada unos
instantes antes de asentir.

Cada paso que daba hacia aquella barra la ponía más nerviosa, la música suave
resonaba en el lugar dándole un ambiente aún más melancólico, analizo
brevemente sus opciones en la barra hasta dar con la que ella consideraba la
indicada ubicándose a su lado con desatención, pidió una gaseosa ganándose una
mirada curiosa de la joven mujer por aquello.

-Buenas noches- sonrió con encanto.

-No me interesa- ladeo la cabeza con confusión al escuchar aquello - vete por allí
a buscar a alguien más, que a mí no me interesa, ¿Sabes por qué? - negó con la
cabeza confundida - porque estoy harta del amor, todas son iguales solo vienen
por una noche de sexo y yo estoy harta dejo de ser divertido hace mucho - vio
la copa ser empinada con completa tranquilidad - el amor es una mentira, una
farsa… así que mejor búscate otra mujer, yo estoy harta del amor y el sexo.

Se levanto confundida alejándose de aquella mujer, más porque su instinto de


auto conservación le encendió las alarmas que otra cosa, sentía que aquella mujer
le iba a arrancar la cabeza solo por saludarla, aunque mientras rodeaba la barra
analizaba con profundidad sus palabras, se sentó con tranquilidad en otra parte
observando al bar tender localizándola para ubicar su refresco al frente.
-A mi novia le encanta ese refresco - se giro a la derecha enfocando a una joven
que miraba el refresco como si fuera el santo grial, por lo que abrazo la latita
por inercia - es una mujer encantadora, comprensible y le encanta tomar ese
sabor de refresco - la vio dar un suspiro cansado - pero es tan desesperante,
llevo tres años con ella y me vuelve loca- afirmo golpeando la barra molesta -
siempre tiene que tener la jodida razón en todo y si no se hace como a ella le
gusta estalla, porque es comprensiva con todas menos conmigo- vio la chica
apretar los puños con enfado- ojala la pudiera dejar, pero creo que estoy
demasiado acostumbrada a ella ¿sabes?, es costumbre el maldito amor se fue
hace mucho…. El amor esa jodida fantasía que te crean dura un mes como mucho
y luego te ves atrapada en un infierno interminable con esa mujer…. Un consejo
para ti, cuando sientas que es amor ignóralo- asintió por inercia- porque es
esclavitud de por vida… con un nombre elegante - sonrió a modo de
agradecimiento levantándose en el acto.

Ya temía sentarse al lado de quien fuera en aquella barra porque todas esas
mujeres parecían terriblemente amargadas, se ubico en una esquina algo alejada
esperando no llevarse otra conversación desagradable, finalmente pudo probar
su refresco valorando la breve tranquilidad que le obsequiaba el momento -
Buenas Noches- la voz suave la hizo voltear a enfocar a una chica que le sonreía
con encanto tomando asiento a su lado -es un día inusual para venir al bar.

-Algo- respondió con tranquilidad respirando profundo.

-No es que los lunes sean malos días, es que la mayoría que viene es porque
necesita olvidarse de algo o de alguien- enfoco a la chica con interés al escuchar
aquello - a mí me gusta venir simplemente porque es un día tranquilo.

-Tienes un concepto bastante particular de tranquilidad- dejo escapar bebiendo


de su gaseosa de nuevo mientras escuchaba la suave risa a su lado.

-Bueno es tranquilo mientras no hables con las locas decepcionadas de la vida de


la barra- se giro a mirarla con seriedad.

-Tienen razón en mucho de lo que dicen- rebatió al instante- el amor en general


es una estupidez que se invento en la era del inicio del romanticismo medieval,
antes de eso los matrimonios eran arreglados y ¿Alguien está dispuesto a decir
que esas parejas no se enamoraban?, claro que no… porque el amor no existe -
concluyo Andrea con vehemencia_ simplemente es otro nombre que se le da a la
costumbre.

-Tienes en tus manos un argumento bastante convincente y sin embargo a la vez


débil, si el amor es otro nombre de la costumbre, simplemente no se buscaría a
la pareja a lo largo de la vida - Andrea ladeo la cabeza al no comprender aquello
- amor y costumbre parecen lo mismo sin embargo no lo son , básicamente porque
la costumbre pasa a formar parte del amor - levanto una ceja en clara señal de
descuerdo con lo que aquella joven de ojos de color azul profundo le decía - no
quiero que mal entiendas la costumbre es dañina para el amor si pasa a envolverlo
del todo, pero lamentablemente es parte activa de la vida, en cuanto a lo del
romanticismo es verdad lo que dices, pero - vio el dedo levantarse con suavidad
mientras la chica al parecer hacia una pausa algo dramática - el concepto de amor
es más viejo que eso - vio los ojos enfocarla con intensidad mientras sentía su
cara arder de golpe - porque el amor es parte del ser humano mismo…algo integro
en su naturaleza, el romanticismo simplemente creo conceptos y preceptos de
perfección hacia la persona amada o el tipo de amor que se desea que vinieron a
ser irreales e inalcanzables.

-Esta es una conversación un poco rara para un bar un lunes en la noche ¿no
crees?- sonrió con encanto se sentía extrañamente bien con aquella chica.

-Y tú eres una coqueta- le dijeron provocándole una risa divertida - aunque algo
triste - Andrea miro a la joven con sorpresa por eso último - como te decía ese
concepto es el que hace que todas estén algo amargadas - Andrea tiro de su silla
acercándose más a aquella chica que no la rechazo para nada.

-¿Y qué sabes tú de estas mujeres?- quedamente casi con complicidad.

-Veras aquí hay algunas que te dirán que el amor no existe, porque todas quieren
una noche de sexo- con tranquilidad - el sexo es una forma que se busca para
mitigar la soledad, a veces estamos tan desesperados que no somos capaces de
identificar a esas chicas que simplemente buscan una noche de sexo -la vio ladear
la cabeza - tampoco tiene nada de malo una noche de sexo, siempre y cuando
estés dispuesto a pagar el precio por ella, que es en ocasiones sentirte le doble
de vacío… si has pasado por tantas chicas que quieren solo una noche de sexo
quizás debas replantearte lo que proyectas.
Andrea escucho aquello asintiendo a mirar a la mujer en la barra que tomaba con
desatención, pero a la vez provocando con la mirada a las chicas que pasaban por
allí, por eso se le había acercado parecía una persona interesada en una aventura
momentánea, miro a su acompañante que sonreía al parecer con alegría al ver que
comprendían sus palabras.

-Ahora- continuo la joven - encontraras también a la que odia a su pareja pero


no la deja por costumbre, se dice que los cobardes siempre tienen una excusa,
además que siempre es más fácil ver los defectos ajenos, la vida de pareja no es
un juego y el amor de verdad consiste en amar virtudes y defectos por igual, no
intentar cambiar a quien amas y ser valiente para darte cuenta que cuando no le
haces bien a esa persona debes dejarla continuar su camino, las que se vienen a
quejar a los bares de sus parejas… yo creo personalmente que se quejan de su
propia incapacidad de amar como se debe.

-¿Amar cómo se debe?- cuestionó divertida al ver la actitud seria en las palabras
que contrastaba tanto con aquella sonrisa que lucía, se sentía tan lindo verla que
simplemente dejo caer su cabeza en la barra con encanto enfocándola… ¿A quién
le recordaba?

-Amar como se debe es enojarte con quien amas, acostumbrarte si bien es cierto
a sus virtudes y defectos, pero también reconocer tus propias virtudes y
defectos, ser capaz de desarrollar un equilibrio porque después de todo son dos
personas diferentes y sus diferencias son lo que enriquecen sus vidas….el amor
no es costumbre, pero la costumbre a veces se convierte en amor - la miro
confundida unos instantes - amas cuando cada día te llevan el desayuno a la cama,
amas la sonrisa que ves siempre, amas el gesto de enfado… lo amas y estas
acostumbrada a ellos… es costumbre de quien amas en ocasiones hacer ciertos
gestos pero no por ello los amas menos - la enfoco con sorpresa ante aquello.

-¿Y si te digo qué el amor no existe? - sin dejar de sonreírle y mirarla con esa
extraña tranquilidad con que la sola presencia de aquella chica la había
embargado.

-Entonces te diré que no comprendes la vida - parpadeo al escuchar aquello -


porque la vida misma está hecha de amor… y aunque no reconozcas el sentimiento
es el que en ocasiones te hace sonreír al sentir la brisa del viento en tu cara…
porque tu corazón está hecho de amor y el amor te envuelve… es la base de tu
alegría porque el amor tiene mil caras y formas…

-¿Y si lo dañe? - tan quedamente que apenas era audible - si lo llene de odio…
para olvidarlo, si quiero olvidarme de él… si… si…

-Si te sigues mintiendo solo te lastimaras más - se enderezo al escuchar aquello


- cuando dañas a alguien solo debes pedir perdón con sinceridad, si te aman tanto
como tu amas… te perdonaran…

-Hice algo terrible - murmuró de nueva cuenta - y ya no quiero ser la misma


persona, no quiero seguir sufriendo, quiero vivir diferente y…

-No tiene nada de malo querer vivir diferente - escucho que le decían con
suavidad - siempre y cuando te sientas bien contigo misma… pero recuerda que
el sufrimiento es el que te permite identificar la alegría.

-¿Cómo?- cerrando los ojos al sentir una suave caricia sobre su cabello que la
lleno de tranquilidad de nuevo.

-La existencia de Caín es lo que te permite amar a Abel- sonrió suavemente al


escuchar aquello -recuerda siempre que el ser humano es el único animal capaz
de regresar sobre sus pasos y corregir sus errores, solo pide perdón en el
momento adecuado - abrió los ojos al sentir la mano retirarse y a la joven
enfocando a algún lugar perdido del bar - tengo que marcharme pero si aun
necesitas hablar ven a verme aquí… estaré esperándote…

-Gracias- murmuró quedamente

-Y Andrea… no pierdas la fe, por favor - la vio levantarse silbando una canción
que se le hacía extrañamente familiar, se giro enfocando a Karina que al parecer
había conseguido una presa y negó con la cabeza para respirar profundo
disfrutando de la paz que sentía para sonreír suavemente degustando su
refresco… “pero yo nunca le dije mi nombre” murmuro quedamente parpadeando
sorprendida.

Herendira dio un suspiro cansado mirando al joven de cabellos negros que le


acompañaba en aquella cena, el hijo del empresario amigo de su padre…
demasiado engreído para su gusto, demasiado altanero para su bien y muy pero
muy…. Hablador a su criterio - sus ojos claros se pasearon por aquel restaurante
con algo de pereza antes de regresar a su acompañante y su tratado sobre el
comercio internacional, volteo los ojos en blanco pidiendo paciencia al universo
mientras jugueteaba con la ensalada que había pedido.

-¿Y qué piensas del intercambio comercial?- el chico.

-Que es una completa falta de juicio que un tercio de las naciones tengan la
cantidad necesario de granos y alimentos para el resto del mundo que muere de
hambre…- vio como la miraban parpadeando un par de veces antes de que el chico
estallara en risas provocándole respirar pesadamente antes de escuchar con
desatención la alharaca de su acompañante.

Era lunes podría haber ido a ver a Vanessa a su casa, pasar a saludar en lugar de
estar con un tipo así de insoportable que tampoco tenía de que presumir a su
criterio, por más alto, guapo y bien vestido que estuviera, la realidad es que no
le llegaba ni a los talones a su oficial Savedra.

Desvió los ojos a la ventana descorazonada, era una noche linda lo que era un
milagro porque últimamente no paraba de llover, las calles pululaban de personas
incluso había un viento algo frío que le hubiera permitido abrazarse a Vanessa
con la excusa perfecta y ella desperdiciaba todas aquellas perfectas condiciones
en una cena con un idiota porque no sabía decirle que no a su padre.

Echo la cabeza para atrás momentáneamente mirando el techo, Vanessa nunca la


llevaría a un restaurante pomposo como aquel, para nada lo más probable es que
la hubiera sacado a dar la vuelta por la ciudad y hubieran acabado cenando en
cualquier sitio mientras conversaban sin cesar, era increíble que alguien educada
en medio de lujos como ella disfrutara aquellas sencillas acciones o quizás las
disfrutaba porque era ella la que se las obsequiaba.

-Explícame de nuevo ¿Porque me someto a esta humillación digital? - Virginia


viendo la leyenda en la pantalla de su computadora que decía “Tu Pierdes” para
escuchar la respuesta a su pregunta.

-Porque estoy algo aburrida y aun no tengo sueño - le respondió la voz desanimada
de Vanessa que hacía eco en sus audífonos.

-Pues podríamos buscar un juego de búsquedas en que tu personaje no acabe


asesinando al mío irremediablemente - dejo escapar viendo a su gladiadora
resucitar y la arena de combate ser transformada en otra.
-Algún día me ganaras - rió con tristeza nunca le lograría ganar a Savedra - anda
Virginia ¿Hace cuánto no jugamos?

-Meses, siempre pasabas ocupada- sonriendo relajándose y ubicando un poderoso


escudo a su personaje- lo que me lleva a preguntar ¿A qué se debe tu grado tan
elevado de violencia para conmigo?- rió suavemente.

-Herendira tiene un cita- levanto la ceja viendo como el conteo de la pelea en la


arena iniciaba - al parecer su padre tiende a establecerle citas con posibles
prospectos a maridos -vio la cabeza de su gladiadora volar de una, en esta ocasión
no había podido ni defenderse.

-¿No le pediste exclusividad?- dejando de jugar al escuchar un pesado suspiro


en sus auriculares - Vane seamos honestas esa chica te encanta, ¿Por qué no le
pediste exclusividad?

-Ella me gusta y yo le gusto - escucho la afirmación algo suave y juraría ella


avergonzada - pero es una chiquilla y no tenemos nada formal de hecho aun nos
estamos conociendo… simplemente sentí que no tenía derecho a pedirle
exclusividad.

-¿Ya la besaste?- pregunto escuchando la suave negación antes de dejar ir su


cabeza hacia adelante golpeándola contra el escritorio de su computadora - Pues
primero le vas a pedir exclusividad y segundo le vas a dar el beso más apasionado
que te salga para que ni siquiera tenga oportunidad de darte una negativa.

-Virginia eso es una completa tontería - se volvió a golpear la cabeza al escuchar


aquello - digo ya es bastante malo que me guste una chica de dieciocho años y
que además Clarisse y mi familia la adoren - abrió los ojos con sorpresa al
escuchar lo que parecía un suspiro dolorido - es una niña Virginia, soy
simplemente la novedad…. Ya se le pasara como a todas - vio la pantalla cambiar
mientras cuestionaban por otro duelo…

-Bien has tenido malas experiencias lo comprendo - ladeo la cabeza unos


instantes - pero esta vez puede ser diferente… digo le gustas, te gusta… se van
a conocer, puede que el gustar se transforme en algo más… yo insisto en lo que
te dije pídele exclusividad y que de paso aprenda a decirle a su padre que no.

-Es presionarla de más es solo una niña - apretó el control con fuerza algo
molesta al escuchar aquello - mira al menos me dijo que saldría con ese chico…
-A mi me vale un santo perejil si te dijo que saldría con ese tipo o no… yo a ti no
te veo saliendo con otras mujeres - con severidad.

-Si lo hago- se quedo estática con el control en las manos- ¿No vez el montón de
gladiadoras sexys en tu pantalla?- volteo los ojos en blanco al escuchar la risa.

-¡IDIOTA!- grito con enfado - Todo te lo tomas a la ligera…- acepto la pelea


acomodando a su gladiadora - pero sabes que es cierto lo que te digo, consíguete
otra chica linda sal con ella y veras a la paletita exigiendo exclusividad.

-Mira tú ese consejo es más divertido - se congelo al escuchar el tono travieso


-puede que lo use…

-¡CARAJO DEJA DE CORTALE LA CABEZA A MI GLADIADORA!- grito


enfadada -¡MALDITO JUEGO EN LINEA ESTUPIDO!- respiro profundo -eres
demasiado malvada… en el juego y con la pobre niña si piensas generarle un ataque
de celos.

-La idea no fue mía, fue tuya- escucho que le decían por lo que mando un mensaje
al juego esperando la reacción de su amiga -¡CÓMO QUÉ GALLINA!- rió
quedamente al escuchar el grito molesto -¡TENGO MÁS VALOR EN UN DEDO
QUE TU EN TODO TU CONDENADO CUERPO!- rió de nuevo divertida.

-Entonces dile que quieres exclusividad- afirmo divertida aceptando el nuevo


duelo sin previo aviso y atravesándole el corazón a la gladiadora de Vanessa -
Digo no es como si le pidieras matrimonio, simplemente le pides ser igual de
valiente que tu.

-¡ERES UNA CONDENADA TRAMPOSA!- rió al escuchar aquello_ simplemente


no lo quiero arruinar, porque Virginia de verdad me gusta y mucho…

-Lo sé, pero hazme caso… estoy segura que cuando se lo digas reventara de
alegría- hizo una pausa meditando las consecuencias de lo que diría a continuación
- porque después de todo amiga eres un monumento de mujer.

-Es verdad- vio a su gladiadora suspenderse en el aire en un combo fatal y


aseguraría que su pantalla se pringo de sangre, incluso sintió a su corazón
encogerse - y es la última vez que me ganas Virginia…

-Me alivia estar jugando y no en un café contigo salvaje- afirmo pálida del todo…
El sacerdote observo fijamente a la chica que llevaba todo el día sentada en
aquella banca, incluso había estado en el ensayo del coro, pero no se movía
siquiera parecía inmersa en su propio mundo, dudo varias veces en acercarse o
no a ella temiendo ser inoportuno del todo.

En los años que llevaba al frente de aquella iglesia observo en diversas ocasiones
a fieles ir y venir, pero ninguno estar sentado estático tantas horas con los ojos
cerrados reflejando tanta paz, porque esa era la razón de que no se acercara
aquella chica no parecía atormentada por algo, simplemente reflejaba una gran
tranquilidad cosa que lo desubicaba…

Se acerco despacio a la joven evitando interrumpirla y fue cuando escucho el


suave murmullo “ No temeré la noche tormentosa porque tu amor y misericordia
guían mi vida”- la observo con sorpresa estaba rezando- “no temeré al camino
lleno de espinas o la pendiente que parece infinita porque tu amor me acompaña”-
contuvo la respiración al escuchar la profundidad y matiz cálido de aquella voz-
“Aun cuando mi fortaleza falle, mi fe me mantendrá en pie, oh amado señor llena
de paz mi corazón, no dejes que la ira reine en mi alma y guie mis pasos… dame
sabiduría para aceptar lo que no puedo cambiar, pero la fuerza suficiente para
intentar cambiarlo”- miro alrededor notando la iglesia desierta del todo-
“perdona mis errores, el daño que en mi ignorancia hice a aquello que más amo en
mi vida, permíteme reparar mi error y hacerme digna de su amor, perdóname por
no ver lo que con tanto esmero ubicaste en mi camino por cegar mis ojos al más
grandioso de los sentimientos”- los ojos azules se abrieron con intensidad- “no
tengo miedo de lo que debo hacer, pero necesito paciencia y fortaleza ante lo
que me enfrentare”

Vio la chica llevarse la mano al pecho buscando algo que al parecer no estaba allí
antes de dar un suspiro dolorido poniéndose de pie enfocándolo unos instantes
antes de girarse encaminándose a la salida -¿Vas a la guerra?- cuestiono viendo
a la chica que detuvo sus pasos.

-Una que yo misma me cree, al cegar mi corazón - la vio levantar la vista


enfocando el altar mayor - pero si la gano la recompensa será maravillosa.

-Entonces ve con Dios- con suavidad -y no claudiques en tu empeño.

-No lo haré padre… porque perdería mi vida si lo hago…. Y ella no merece que me
rinda…
El aire nocturno sacudió su cabello con fuerza, generándole un malestar en el
hombro acompañado de un suave escalofrío, bajo las gradas con suavidad…. Sin
duda debía ser fuerte, pero tenía claro que haría de ahora en adelante…

NO ME OLVIDES

Capítulo 18

Ofensivas

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas...

Johnny Welch

Andrea miraba por su ventana la lluvia torrencial que caía aquella mañana, no se
antojaba para nada asistir a clases en un día como aquel observo pasar a una
chica dando saltos mientras se acomodaba sus zapatos de tacón por lo que sonrió
con encanto antes de ver pasar a otra en una actitud similar, sin duda el martes
había sido un buen día. Llevo su taza de café humeante a los labios mientras
recordaba las palabras de la joven que había conocido el lunes en aquel bar.

Sintió dos besos cálidos uno en cada mejilla antes de que ambas chicas
desaparecieran dejándola sola en su departamento, bajo la taza despacio antes
de abrir aquella gaveta extrayendo el cofre para tomar la foto de su progenitora
que sonreía con cariño en ella “¿Crees qué alcance mamá con pedir perdón con
sinceridad?” desvió los ojos de la imagen para enfocar aquel rosario de oro roto
“pero pedir perdón es regresar a sufrir” negó con la cabeza regresando el
retrato para tomar aquel rosario con suavidad en sus manos, apretándolo con
fuerza en el momento justo que tocaban a su puerta.

Sus ojos cafés enfocaron el reloj de pared, Karina había prometido ir por ella
para llevarla a la universidad se iba a enfadar de verla solo con una camisa encima
y sin intención alguna de asistir sobre todo porque aquello parecía el diluvio
universal, se encamino a la puerta olvidándose que llevaba aquel rosario antes de
abrir –Llegas- guardo silencio retrocediendo al ver los ojos azules delante de
ella mientras Stefani invadía del todo su espacio personal haciéndola casi irse
de espalda antes de retirarle aquel rosario de las manos - ¿Qué haces…?- no
pudo ni siquiera terminar la frase antes de sentir aquel beso apasionado, sentía
como si Stefani le quisiera robar el alma y la vida con aquello, ni en sus mas locos
sueños imagino que un beso de esa rubia fuera de aquella manera, profundo,
apasionado, entregado casi juraría que tenia vida propia y que envolvía por
completo su alma, se separo mirándola sorprendida reparando en que la joven
tenía el brazo inmovilizado, algunos moretones en el rostro y estaba empapada
de pies a cabeza.

-Es mi declaración de guerra- le afirmaron pegando su frente a la de ella, podía


sentir la respiración agitada de Stefani sobre su rostro -y esta guerra amor no
lo voy a perder- la vio girarse juraría ella en cámara lenta hacia la puerta con
aquel rosario aun en las manos mientras ella simplemente se llevaba los dedos a
la boca aun sintiendo el cosquilleo del amor cuando se convertía en deseo en su
cuerpo.

Las puertas del ascensor se abrieron con suavidad revelando ante Karina un
vendaval rubio que le puso una mano en el pecho empujándola contra el frío metal
mientras los ojos azules le miraba con fijeza, le sacaba aun unos cuantos
centímetros a aquella jovencita que reconocía como el imposible de Andrea, sin
embargo la intensidad de la mirada azul la tenía sorprendida, le hablaba de
desafío y esperanza, sentía la mano presionando su pecho con fuerza pero no
desvió para nada sus ojos simplemente ladeo su cabeza con suavidad antes de
mirar confundida como una sonrisa se formaba en los labios de la chica, sintió la
presión en su pecho disminuir al tiempo que la joven abandonaba el ascensor,
reparo con sorpresa que estaban de nuevo en el lobby del edificio de
departamentos.. Asomo la cabeza para observarla desaparecer sin reparos bajo
esa lluvia infernal “Quizás B esta subestimando a A”, recién caía en cuenta sobre
la verdad que encerraba esa frase que la misma Andrea le había soltado en su
primera cena con ella.

Tormenta retraía sus patitas pegándose más a su refugio bajo aquel techo
mientras el viento y la lluvia hacían de las suyas en la Avenida Central, vio a su
dueña acomodarse la chaqueta negra para protegerse del frio y la humedad, cada
tanto alguna persona con paraguas o impermeable pasaba frente a ellas corriendo
o maldiciendo por lo bajo aquel día que comenzaba.

Vanessa se pego más a la pared cuando una ráfaga de viento amenazo con
provocar que el agua invadiera del todo su refugio, maldijo por lo bajo ya era
miércoles, no veía a Herendira desde el domingo, no paraba de llover y por un
demonio no veía a Herendira desde el domingo. Dio un suspiro algo frustrado
logrando que Tormenta moviera sus orejas enfocándola, la última vez que hablo
con la chica el lunes era porque tenía aquella cita que no le interesaba, desde
entonces no tenía noticias de ella, era obvio que no la cambiaría a ella por ese
soquete pero también era claro que de lo poco que sabía de Herendira lo mas
importante era que no sabía negarse a su padre.

Noto el viento cambiar de dirección suavemente provocando que las gotitas


chocaran estrepitosamente unos instantes, quizás estaba pensando demasiado o
solo tal vez a Herendira la novedad se le había pasado del todo, dio un golpe
enfadada ¿Desde cuándo ella pensaba en una mujer?... no la mujeres debían
pensar en ella, alzo la barbilla sonriendo con sensualidad, segurito si se le ocurría
mojarse tantito bajo la lluvia causaba más de un infarto, si a Herendira se le
pasaba la novedad al carajo ya encantaría a …

Esbozo una sonrisa idiota al ver la taza de café humeante delante de ella y los
cabellos pelirrojos oscurecidos a causa de que estaban completamente
empapados – Perdón- sonrió más al escuchar el tono suave y avergonzado - me
dejo el autobús, olvide mi sombrilla y yo… - noto como jalaban aire antes de que
el rostro se tiñera completamente de rojo - extrañe a morir a mi diosa viviente.

-Normal les pasa a todos los mortales- con arrogancia tomando la taza entre sus
manos - pero creí que habías cancelado el culto cuando no recibí mensajes ni
llamadas - desvió los ojos como desinteresadamente hacia Tormenta que juraría
la miraba con reproche… si esa perra supiera al menos escribir estaba segura
que sacaría una letrero-te que diría “Farsante”.

-No mi vida- miro a la joven pelirroja con sorpresa al escuchar aquello y como la
chica tomaba sus manos empapándolas_ me quede sin saldo, no ha parado de
llover, y lo siento mucho- escucho que le decían de nueva cuenta- te extrañe
mucho, prometo que nunca volveré a quedarme sin saldo, te llamare todos los días
y enviare mensajes de textos siempre- levanto la ceja suavemente recordando
las palabras de Virginia.

-Y no saldrás con soquetes mientras te guste yo…- dejo escapar quedamente.

-Y no saldré con ¿Perdón?- noto la confusión en los ojos claros.

-Vaya al parecer se te metió agua en los oídos o tienes problemas auditivos


serios- con más seriedad de la que le hubiera gustado expresar- pero te lo
repetiré lentamente… si te gusto yo, no tienes que salir con nadie más - seria.
-Vanessa te explique que ni siquiera quería hacerlo- noto como Herendira
retrocedía quedando debajo del aguacero de nuevo- mi padre…

-Bien puedes salir con quien quieras- noto el gesto de alivio- yo saldré con otras
mujeres - si alguien se lo preguntara juraría que vio el cuello de Herendira
contracturarse del todo- hay una chica que me invito hace unos días y no creo…

-¡BIEN NO SALDRE CON NADIE!- vio a la pelirroja lanzarle una mirada asesina
acompañada de un gritito antes de empezar a caminar bajo la lluvia -¡VENGO
POR TI A LAS SEIS!- rió quedamente al ver a la chica echar a correr antes de
llevarse la taza a la boca degustándola sin duda aquel era el mejor café que había
probado en un tiempo.

Arturo miraba a su hermana perseguida por su esposa que intentaba


desesperadamente de secar el cabello rubio empapado mientras la joven con la
mano libre intentaba apartar la toalla -Déjame hacer la llamada y me seco- rio
quedamente al ver a su hermanita que había llegado hacia unos quince minutos
luego de salir temprano - si una docena- dijo al teléfono - amarillas todas… no
simplemente una docena- la chica -¿En la tarjeta?- vio a la chica ladear la cabeza
antes de soltar una risa divertida- “ A los labios mas deliciosos del mundo, de su
amor eterno”- se carcajeo con fuerza viendo como la chica colgaba y su esposa
la atacaba con la toalla.

-Parece que empezaste la ofensiva- divertido mirando los ojos azules


juguetones- ¿Qué sigue?

-Ya estuvo el beso- le afirmaron- siguen las rosas- movió el celular suavemente-
y ahora… -la vio marcar un número por lo que parpadeo divertido al ver la sonrisa
en la cara de la chica aumentar - Hola Herendira- abrió la boca sorprendido-
dime ¿Andrea fue a clases?- noto como la chica movía la cabeza levemente- si
claro con qué cara se iba a sentar a tu lado- - hazme un favor ¿quieres?- Arturo
miro a su hermana extrañado- pásale el celular- vio a Stefani mover el cuello
incomoda- si sé que estas molesta con ella…. Si se que fue cruel, aja te recuerdo
que la que tiene un brazo inmovilizado soy yo…

Andrea intentaba concentrar su lectura cuando vio unas gotitas estrellarse en


su escritorio y enfoco de lleno los ojos de Herendira mientras la mano le
extendía el celular, ladeo la cabeza extrañada unos instantes - Quieren hablar
contigo- le afirmo la pelirroja mirando hacia la pared con incomodidad.
-Gracias Niña Buena- dejo escapar en tono desagradable notando como
Herendira le dedicaba una mirada asesina.

-¡Oh! el burro hablando de orejas, para niñas buenas te tenemos a ti - se tenso


al escuchar la voz de Stefani en el teléfono - deja de ser un ogro, todas sabemos
que no te gustan los días de lluvia pero por favor no actúes así…. Como decirlo…
me revuelves el estomago- se separo el móvil mirando como desconociendo a la
persona que le hablaba antes de acercárselo al oído de nuevo - que bien ya te lo
regresaste a la oreja- miro de izquierda a derecha como buscando una cámara-
no amor no hay cámaras… simplemente te conozco a la perfección.

-Ahora resulta que el despiste con patas me conoce a la perfección - dejo


escapar ladeando la cabeza y enfocando a Herendira - ¿Y a qué se debe que
mandaras a la niña buena a darme su celular? - vio a Herendira levantar los
hombros como diciéndole a mi no me preguntes que no lo sé - Ahora que me
acuerdo eso que hiciste en la mañana… tu…

-Estuvo riquísimo ¿Verdad?- palideció al escuchar el tono sensual en la frase -


quiero muchos más de esos, pero no te llamaba para eso picarona… con que llevas
toda la mañana pensando en ello - carraspeo incomoda - te llamo para decirte que
le pidas disculpas a Heren - soltó una carcajada irónica_ antes de que me
respondas con un “no lo hare solo porque lo dices” déjame recordarte que me lo
debes por el rosario de mi madre, así que se linda y pídele disculpas…

-¡ERES UNA MALDITA BRUJA!- grito provocando que el salón en pleno la mirara
con sorpresa.

-Yo también te amo Andy - fue lo último que escucho antes de que le colgaran,
miro a su amiga pelirroja que tomaba su teléfono con delicadeza como si tuviera
miedo a perderlo antes de girarse alejándose de ella.

Observo a Herendira tecleando al parecer un nuevo sms, llevaba toda la clase en


eso cosa poco común en alguien tan seria como ella, no le había dirigido la palabra
para nada ni siquiera una mirada de desprecio “es mi mayor tesoro, el último
recuerdo de mi madre” desvió la cara incomoda al recordar aquella frase “decía
mi madre que cuando regalas un rosario encierras todos tus sentimientos en él,
cuando se llega a romper te deben regalar uno nuevo… la misma persona que te
regalo el primero, por eso yo cuido tanto el mío… ella ya no está”. Se llevo las
manos a la cara contrariada sintiendo los ojos arder esa maldita de Stefani…
Se levanto de su lugar causando algo de estruendo el receso estaba por terminar
detuvo sus pasos delante del escritorio de Herendira provocando que la miraran
con extrañeza - Lo siento - murmuró quedamente - siento haberte dicho la
verdad así de feo - agrego.

-No hacía falta que fueras tan bruta - abrió los ojos con sorpresa al escuchar
aquello - sé que me lo habías dicho un millón de veces, pero llegar a ese nivel de
grosería tan poco común en ti - vio a la chica levantarse y descargarle un fuerte
golpe en el brazo - estaba muy molesta, pero alguien me hizo entender que era
otra forma que tenías de intentar hacerme reaccionar… así que acepto tus
disculpas… porque sé que son sinceras... ¿Comes conmigo?- asintió suavemente
regresando a su asiento contrariada… ¿Aquello no podía ser tan fácil o sí?,
¿Quién perdonaría algo como lo que ella hizo con tanta facilidad?; “cuando dañas
a alguien solo debes pedir perdón con sinceridad, si te aman tanto como tu amas…
te perdonaran…” recordó aquellas palabras que le dijo la joven en el bar antes
de mirar a Herendira reír quedamente mientras leía algo en su móvil.

Virginia observaba por la cámara a su amiga firme en su posición a pesar que la


lluvia tenia la avenida casi desierta, un escandaloso trueno retumbo por el lugar
inquietando levemente a Tormenta, el clima del día estaba realmente espantoso,
desvió sus ojos levemente a unos papeles antes de que un nuevo resplandor en la
cámara le llamara la atención… lo siguiente que vio fue la figura de Vanessa soltar
la correa de Tormenta y desaparecer del todo de su campo de visión.

Karina paro su automóvil mirando a Andrea correr de la entrada de su facultad


a donde ella la esperaba para abordar regalándole un apasionado beso - El jodido
mundo se volvió loco - le dijo quedamente, rio ante aquella declaración.

-Bueno el clima te lo aviso - dijo divertida arrancando el auto - ¿Tienes tarea? -


sintiendo la mano presionando su pierna y los labios fríos en el cuello_ escucho
una afirmación ahogada_ No dejes que la rubia te altere…. - dejo escapar -
recuerda que solo tú decides lo que sientes o no…

-A mi ya…A no me parece un plato exquisito - le afirmaron - es mas de esos


platillos que te causan malestar estomacal, así que veré como me deshago de ella
del todo…

-Simplemente repetiré unas palabras sabias tuyas de hace unos meses… “quizás
B este subestimando a A”, recuerda que tu controlas tu vida, cálmate y mesura
tus acciones… no te dejes llevar por el revuelo de emociones en tu interior, y
ante todo recuerda que no tienes que estar atada a nadie para ser feliz.

-Si mi sexy sensei -volteo los ojos en blanco, Andrea no estaba concentrada ese
día en definitiva… empezando porque se comportaba como lo que era una mocosa
de dieciocho años… con el corazón terriblemente lastimado.

Vanessa se miraba el brazo colgando bajo la chaqueta pensando en una


explicación que no causara una reacción desmedida de parte de Herendira, miro
a Tormenta con las orejas gachas a su lado - Anda cambia esa cara - le dijo al
animal - no lo viste venir - le segura que su amiga de cuatro patas la comprendía
a la perfección - ahora lo importante es que Herendira nos continua esperando
a pesar de que llevamos dos horas de retraso.

Enfoco el cielo oscurecido carente de estrellas que aun dejaba escapar unas
suaves gotas cada tanto tomo aire con fuerza antes de empezar su caminata de
nuevo, mientras lo hacía analizaba que tendría unos quince días libres, que
Clarisse se volvería loca cuando le dijera lo acontecido, y ella bromearía sobre
que era invencible mientras no cumpliera treinta, rio suavemente ante ello porque
la única que le preocupaba en realidad era Herendira…. Vio la figura dando saltos
pegada a una pared como calentándose, normal la noche estaba húmeda y fría
pero ella con tanto analgésico dentro lo sentía poco.

-Hola- dijo acercándose a la chica que la miro sonriente antes de abrazarla con
fuerza, contuvo la queja dolorida ante la presión que ejercían sobre su brazo
lastimado que al parecer la pelirroja no había notado - lamento el retraso, me
gustaron mucho todos tus mensajes - le sonrió con encanto unos instantes - Hola
- le repitió mirándola con profundidad.

-Vanessa - escucho su nombre brotar de aquellos labios como invocado de un


sueño, olvidándose de todo a su alrededor -Te extrañe- sonrió al escuchar
aquello sintiendo un alivio en el pecho -¿Qué le paso a tu brazo?- y así es como
la tiran a una de la nube, razono fugazmente esbozando su mejor sonrisa
despreocupada.

-Eran dos asaltantes - empezó con dramatismo - los perseguí debajo de la lluvia
torrencial - Tormenta ladro como alentándola - aquí mi fiel amiga apreso a uno
por la pierna que gritaba como loco temiendo ser devorado, cuando de la nada
salto el otro sobre mí, nos enfrascamos en una pelea y caía sobre mi brazo - dijo
quedamente - no note que estaba lastimado hasta minutos después cuando
teníamos la situación del todo bajo control.

Espero pacientemente antes de ver el rostro ponerse pálido, eso no podía ser
bueno, luego vio como Herendira movía los ojos de izquierda a derecha
procesando lo escuchado eso tampoco era bueno, la cabeza pelirroja se ladeo
antes de enfocarla con intensidad “no llores” razono fugazmente al ver el enorme
puchero asomarse en la boca - Por favor, ten más cuidado la próxima vez - abrió
los ojos sorprendida ante aquello, no hubo gritos, no hubo reclamos sobre ser
una descuidada, ni siquiera comentarios sobre su estúpido trabajo - no sabría
qué hacer si a mi diosa le pasa algo.

-Lo siento- murmuró sin saber porque - seré más cuidadosa…- acaricio el cabello
con la mano sana delicadamente enredando unos cuantos mechones, mientras
sentía las gotas caer con más fuerza desde lo alto - no quiero preocuparte -
agrego pegando su frente a la de la joven para dar un suspiro cansado - Tendré
vacaciones pagadas los próximos quince días… déjame compensártelo siendo solo
tuya ese tiempo - hizo una pausa - bueno luego de que a la abuela se le pase la
histeria.

-Entonces tendré que levantarme más temprano para hacerte desayuno, comida,
cena - rió quedamente al escuchar aquello antes de abrir los ojos mirando a la
chica - tengo que cuidar a mi diosa o sino ¿A quién le rendiré culto? - se carcajeo
suavemente por la afirmación.

Sintió las caricias suaves de las manos de Herendira sobre su rostro por lo que
cerró los ojos complacida por inercia antes de sentir los cálidos besos en las
manos, observo la mirada de infinita tristeza -Estoy bien- dejo escapar
quedamente - fue un terrible descuido de mi parte anda no te preocupes más -
acaricio el rostro con suavidad - me siento algo cansada así que no creo poder
pasear hoy… lo lamento.

-No pasa nada mi vida- sonrió al escuchar aquello y ver el rostro sonrojado
delante de ella, miro los labios rojos que eran mordidos con suavidad unos
instantes antes de llevar su manos a ellos dibujándolos con delicadeza, detuvo
su análisis en la mirada profunda y llena de cariño que le profesaban… se inclino
levemente antes de cerrar sus ojos del todo ahogando cualquier otra palabra de
Herendira haciendo presión sobre la boca , le obsequio un beso delicado, suave y
apacible, uno que tenía como único fin comunicar paz, tranquilidad y el profundo
y sincero sentimiento que sentía que nacía por esa chica en su interior, fuerte,
sincero y transparente- te quiero- le escucho decir al separarse finalmente de
ella notando los ojos aun cerrados.

-Creo que yo también- divertida - sobre todo si me cocinas.

-¡VANESSA!

NO ME OLVIDES

Capítulo 19

Guerra

Cuando se trata de amar el corazón pierde la paciencia.

Materia Prima.

Cualquiera pensaría que trabajar de forense era desagradable y asfixiante, pero


para Karina era el trabajo ideal porque a su criterio la única constante que tenía
la vida era la muerte, y en aquel lugar ante sus ojos habían pasado prácticamente
todas las que una persona podía tener.

Para ella ver a los ojos a la muerte era comprender mejor a la vida, aprender que
cada instante era valioso como para perderlo en clases de falsa moral, tristeza,
fracasos o pasado… si pierdes en un intento te levantas y sigues adelante, por
eso tenía ese puesto, aquella era la misma razón por la que disfrutaba su vida al
máximo, no perdía tiempo mirando atrás o planeando para mañana simplemente
valoraba el ahora, con todo lo que le regalaba.

Algunos decían que deseaba demasiado que no sé medía en ocasiones en lo que


buscaba, para ella el método era indiferente para llegar al resultado, su única
norma de vida era invariablemente hablar con la verdad de frente. Porque si algo
definitivamente estaba perdido en ese mundo era la capacidad de decir la
verdad, tiro de la manta blanca que ocultaba aquel cadáver de un hombre de edad
avanzada leyó el apellido antes de mirarlo con profundidad siempre les decía la
misma frase antes de empezar su estudio “espero que a la hora final estuvieras
satisfecho con tu vida” porque de no estarlo a su criterio entonces había vivido
en el infierno.
A sus cuarenta años podía afirmar que no se arrepentía de nada en su vida, que
toda experiencia vivida le había regalado una invaluable lección, cada persona con
que compartió un momento en el tiempo le regalo algo de sí misma que
simplemente la enriqueció, cada paso de su camino estaba marcado con firmeza
nunca regreso sobre sus pasos siempre avanzo, siempre disfruto de cada una de
sus decisiones… y eso sin duda era vivir.

Escucho al puerta abrirse dejando pasar a una mujer de treinta y cinco años de
cabellos negros que le miro unos instantes esbozando una sonrisa divertida -Los
análisis toxicológicos de tu amigo dicen que lo envenenaron - noto como le movían
el informe- tendrás que dejárselo a los forenses periciales.

-Siempre eres tan aguafiestas- dejo escapar con suavidad y algo de molestia
antes de ver a un pequeño niño asomarse por lo que lo señalo al ver la boquita
abierta mientras ella tapaba el cadáver.

-Raúl - escucho la severidad en la voz de su compañera de trabajo - te dije que


te quedaras en el salón.

-Pero mamá quería ver a Karina- dejo escapar el niño mostrando en su pequeño
porte el hombre que llegaría a ser, cosa que hizo sonreír a la persona a la que iba
dirigida su atención.

-¿Qué hace la garrapata aquí Evelyn? - sacándose los guantes con elegancia
mientras se acercaba al pequeño que la miraba sonriente.

-No tuvo clases hoy, lo que me genera un infinito problema de choque de horarios
- vio la mano de Evelyn enredar los mechones rebeldes de su pequeño hijo con
suavidad - estará conmigo en el laboratorio y se suponía que me esperaría allí.

-Pero mami quería ver muerto - el pequeño con emoción.

-Para eso solo debes mirar a las personas a tu alrededor pequeño - Karina
acaricio los cabellos del niño con suavidad - y hazle caso a tu madre es la mujer
más sabia que conozco y mira que conozco muchas…

-Karina- sintió el suave tirón en su cabello mientras los ojos negros de Evelyn le
dirigían una mirada severa.

-Pero si no hice nada - guiñándole un ojo al niño.

-¿Qué es eso?_ dijo señalando la bolsa con comida.


-Ay, mamá, es comida ¿qué no ves? - le dio un golpe a su hijo en la base del cráneo
antes de enfocar a su compañera que levanto los hombros restándole
importancia.

-Sal a comer con nosotros yo siento que…- escucho una envoltura para ver a su
hijo comiéndose un chocolate salido de dios sabe donde antes de enfocar a
Karina comiendo uno a su vez - Ustedes dos son imposibles - tomo a ambos de la
oreja con fuerza - se vienen conmigo fuera de aquí, a saber qué tanta bacteria
hay en el aire y ustedes par de inconscientes comiendo como si nada.

-Mamá duele - se quejo el pequeño Raúl al verse arrastrado de la oreja con


fuerza.

-Si Evelyn no seas bestia - le llego la queja de Karina pero ignoro a ambos -
además mi lugar de trabajo está perfectamente desinfectado y limpio, siempre
que puedo como…- aumento el tirón en la oreja al escuchar la protesta.

-Ustedes dos me van a entender de una buena vez - deteniéndose en seco y


tirando de ambas orejas con más fuerza - no se come en laboratorios, se respeta
el horario laboral y la comida es un rato de esparcimiento y sana entretención
que no pienso pasar entre muertos - arrastro de nuevo a sus dos víctimas hacia
el comedor.

Karina Domínguez nunca daba un paso atrás, ni se arrepentía de una sola decisión
en su vida, aunque si existía una que deseaba cambiar y era renunciar el mismo
día que le presentaron a Evelyn Martínez.

El olor a rosas la despertó, giro con suavidad sobre su cama para ver aquel ramo
de rosas amarillas en un florero cerca de ella las pocas que había puesto allí se
estaban abriendo llenando la habitación de aquel agradable olor, se irguió
levemente antes de estirarse con pereza dirigiéndose a la ventana observando
aun el cielo oscurecido, al parecer serían víctimas de un temporal.

Aspiro de nuevo el olor de las rosas había deseado despedazarlas y lanzarlas a


la basura, pero eran tan hermosas, frágiles y delicadas que simplemente no tuvo
corazón para ello. Enfoco con desinterés aquella condenada tarjeta, también
había intentando tirarla y tuvo el mismo resultado, no porque fuera delicada,
claro que no sino porque deseaba tatuársela a Stefani en la cara.
¿De verdad esa idiota se creía que ella se tragaría todo esa estupidez de que
correspondía sus sentimientos?, claro que no le creía ni media palabra y aunque
así fuera ella había tomado la decisión de no volver a alojar aquel maldito
sentimiento en su pecho, se lo arranco de raíz el día que la canto aquella canción
y a su criterio no iba a dar marcha atrás, llevaba toda la mañana durmiendo por
culpa de Del Valle porque se sentía agotada, porque a causa de esas condenadas
rosas no durmió bien la noche anterior…. La verdad era que su idiota corazón
intentaba dar saltos alegres pero ella lo tenía bien controlado.

Salió de la recamara solo para percibir mas de aquel olor potente de las rosas,
rebusco en el refrigerador las sobras de la noche anterior, no tenía ganas para
nada de prepararse la comida ese día tenía un sentimiento de abatimiento
bastante marcado en su cuerpo. Abrió el refrigerador extrayendo aquel
recipiente para mirar su contenido sin mucho interés antes de vaciarlo en un
plato y llevarlo al microondas en el momento que su puerta sonó. Maldijo por lo
bajo solo le faltaba que Herendira llegara a casa a comer o Karina deseara algo
más que su habitual emparedado - De verdad hoy no tengo…- se quedo callada de
golpe al ver la sonrisa encantadora de Stefani delante suyo y como la chica
ingresaba a su departamento como si nada, empujándola con suavidad antes de
tenderle su rosario de oro perfectamente reparado.

Era un sentimiento extraño ese de no poder ni siquiera moverse cuando alguien


estaba muy cerca de uno, el sentir sus manos rozando la piel y encendiéndola a
pesar de intentar desesperadamente controlar tu cuerpo para que no reaccione
ante ello, es aun más extraño sentir su aliento cálido golpear tu rostro mientras
deseas simplemente un beso… tan extraño y sofocante… -Stefani- llamo
quedamente al ver como al joven retrocedía acariciando el rosario que finalmente
colgaba en su pecho.

-Quería verte esta mañana- noto como los ojos azules miraban alrededor con
intensidad - asegurarme que habías recibido tus rosas - agrego la chica sin dejar
de acariciar el rosario que pendía firmemente sujeto de su cuello - darte este
rosario que está lleno de todos mis sentimientos hacia ti, como una vez estuvo
lleno de los de mi madre hacia mí - la sintió separarse dejándole en los labios el
anhelo de un beso como el que había recibido de ella el día anterior - y recordarte
que te amo, te extraño, me agrada oír tu voz y me fascinan tus labios - y ahí
estaba de nuevo aquel beso devorador, anhelante, asfixiante, robándole la vida,
la libertad… provocando que deseara tener solo a Stefani en su vida, generándole
aquel profundo dolor en todo su ser.

El aire lleno sus pulmones de golpe mientras su corazón latía con fuerza en su
interior, recordándole que permanecía en su pecho, abrió los ojos percibiendo la
calidez de aquellas manos en su rostro y sintiendo ganas de llorar - Vete - dejo
escapar tragando grueso con molestia - vete ¿No te das cuenta acaso que te
odio? - antes de volver a sentir un beso delicado y cariñoso que provoco que una
lágrima traicionera resbalara por su mejilla.

-Te amo- la escucho decir suavemente antes de girarse y desaparecer cerrando


su puerta mientras ella se llevaba las manos a los labios sintiendo de nuevo aquel
intenso cosquilleo, finalmente su mano descendió al rosario acariciando el
crucifijo al final de él “te amo” era la segunda vez que se lo decía…. ¿Por qué le
hacía eso ahora? ¿Por qué la atormentaba cuando ella no quería amarla más?

Dio un grito fuerte y dolorido que provoco que el corazón de Stefani se encogiera
en el pasillo con fuerza, pero no iba a retroceder porque eso sería perder a
Andrea, sentía como se quería alejar de ella y no lo podía permitir, necesitaba
darle oxígeno a ese amor que la castaña tan vehemente deseaba asesinar, cosa
que solo lograría con paciencia, besos que la dejaban a ella ardiendo y amor…
tanto amor como le fuera posible expresar a pesar de cada desplante que le
fueran a estampar en la cara.

Hernán enfocaba la calle algo curioso notando a Stefani salir del edificio de
departamentos de Andrea con un gesto dolorido, sabía que era mal momento para
acercarse estaba seguro que en algún punto fuera de su rango de visión estaban
los guardaespaldas de su ex novia. Necesitaba un segundo a solas con ella, era
todo lo que requería suponía que la joven se habría calmado ya y estaría dispuesta
a escucharlo.

El era ideal para ella, su amor único y verdadero, pero era necesario que Stefani
lo recordara simplemente era darle su espacio para que lo comprendiera, nada
del otro mundo… consideraba él ya había corrido el tiempo suficiente para ello,
ahora solo debía escoger el momento adecuado para su reconciliación. Sonrió con
tranquilidad ya sabría manejar la situación a su antojo como siempre, después de
todo ella era tan frágil, dulce e inocente que era casi un crimen permitirle estar
en brazos de alguien más a ella o a su dinero.
Vanessa y Tormenta miraban extrañadas a una Herendira que a su vez las miraba
pálida por completo con el celular pegado a su oreja, había tocado a la puerta
unos instantes antes con la comida en la mano y sonriendo feliz tanto que Vanessa
estuvo tentada de comérsela a besos antes de que el aparatejo ese sonora.
Porque al hacerlo acabo sosteniendo aquel paquete y viendo la cara de infinito
sufrimiento de Herendira delante suyo mientras mencionaba “Hola papá”.

Papá, empezaba a odiar aquella palabra en boca de Herendira infinitamente -


Salir el domingo - la miro algo incomoda antes de girarse dejando la puerta
abierta - ¿Con Erick? - dejo caer el paquete en la mesa de la sala con más enfado
del que le hubiera gustado demostrar, escuchando a Herendira cerrar la puerta
- Si bueno me alegro que le cayera bien - la escucho decir con suavidad - pero no
saldré con él - se giro mirándola sorprendida - porque no me gusta papá - agrego
la joven mirándola fijamente mientras le tendía una mano, notaba la respiración
alterada de la chica por lo que dio dos largos pasos para tomar la mano con fuerza
- deja de gritarme yo no lo hago - escucho el tono maduro con completa sorpresa
- no saldré con él, ni con nadie más…. No me gustan, no me agradan y ya tengo
alguien que me gusta…. No me importa papá haz lo que quieras…. ¿Es mi vida o
no? - la vio colgar el móvil antes de mirarla - fue más fácil de lo que pensé.

-Herendira - la llamo quedamente - Si esto te causa… - la frase no la acabo antes


pues los labios de Herendira se impactaron contra los suyos necesitados
provocando que cayera sentada en el sofá con la chica encima devorándole la
boca con ansias y desesperación, como rogándole que le permitiera profundizar
aquel beso y ¿Quién era ella para negarle un deseo a su diosa de cabellos de
fuego?

Víctor Villafiel enfoco su teléfono con sorpresa, su hija le acababa de


desobedecer solo porque si enfoco a su hijo mayor que le miro con desinterés -
Tu hermana me acaba de desobedecer - dijo con enfado notando que le miraban
con una media sonrisa.

-Ya se había tardado - enfoco a su hija Georgina con enfado - es su vida papá -
la escucho decir - usted debería entender que ya es mayor de edad y decide con
quien sale o no_ vio a la joven pasar dejando unos papeles en su escritorio_ déjala
amar a quien desee…

-No dejare que acabe con cualquier papanatas - cada vez más molesto.
-Para papanatas los idiotas con los que la obligas a salir - dio un fuerte golpe
enfocando a su hija que le regresaba la mirada con ira - estaba esperando que
ella hiciera esto para decirte que la dejes en paz.

-Georgina - la miro reconociendo aquel porte idéntico al de su esposa a pesar de


las diferencias físicas, aquella intensa mirada era de su mujer y bien sabia él que
no podía traer nada bueno - yo se lo…

-Tú no sabes nada de mi hermana - rebatió la joven - ¿Sabías que ni siquiera le


gusta la medicina? - la enfoco con sorpresa - que estudia eso para cumplirte el
capricho y no decepcionarte… deja ya de arruinarle la vida papá.

-Te estás extralimitando - arrastro la voz.

-Y me importa un nabo hacerlo - escucho los papeles impactar el escritorio con


violencia - déjala en paz papá, no me obligues a demostrarte de lo que soy capaz
por defender a mi hermana…

-Ya basta Georgina - sonrió al escuchar la voz de su hijo mayor - papá ya entendió
- lo miro con sorpresa - además Herendira le acaba de demostrar que no dejara
que maneja más su vida.

-Sera mejor que ustedes dos recuerden su lugar - molesto.

-Somos los accionistas mayoritarios papá - escucho la voz de su hija mayor


sorprendido - y tú sigues sentado allí porque Herendira lo permite… - los miro a
ambos con sorpresa antes de soltar un gruñido y tomar de nuevo su lugar en el
escritorio con enfado.

Herendira se separaba lo necesario para tomar aire antes de regresar sobre los
finos labios de Vanessa sin darle tregua para nada a sus bocas, deseando ahogar
su temor en la miel de aquellos labios que la enloquecían y que ahora sabía suyos
porque le gustaba a su adorada oficial Savedra, porque la quería al menos cuando
le cocinaba río dentro de un beso al recordar aquella frase, antes de morder el
labio inferior con suavidad escuchando un gemido de gusto - Que lindo - dejo
escapar con sensualidad notando la mirada algo sorprendida delante de ella para
cerrar sus ojos regresando a aquella guerra de besos que no estaba dispuesta a
perder.

-Espera- le escucho murmurar antes de gruñir con enfado sintiendo como la


separaban levemente - mi brazo duele - abrió los ojos con sorpresa al ver el
brazo inmovilizado de Vanessa bajo su peso, se intento levantar pero la mano
sana se lo impidió para sentir como la guiaban a una posición más cómoda antes
de que Vanessa regresara a su labor, pero llamándola a la calma con cada beso
que le regalaba - tranquila no voy a desaparecer - le escucho decir quedamente
- todo está bien rojita - rió al escuchar aquel apodo seguido de otro dulce y
cálido beso mientras sentía su cuerpo relajarse notablemente - Eso es - sonrió
al escuchar aquello aspirando aire antes de fundir sus labios en un nuevo beso.

Vanessa dejo escapar aire con suavidad al sentir como Herendira cambiaba el
ritmo de sus besos siguiendo los suyos, por un instante sintió que todo el cuerpo
se le salía de control nunca le había pasado aquello, ni siquiera en su primera vez
pero esa chiquilla que la besaba con infinita dulzura en ese instante se lo había
generado de una manera abrazadora, acaricio la cabellera fuego con delicadeza
antes de sentir a la joven recostarse en su pecho delicadamente mientras ella
cerraba sus ojos buscando calma para regresar su respiración a la normalidad -
Te quiero - le escucho decir de nuevo - de verdad te quiero…

-Todo está bien cariño- repitió suavemente - sabes que también te quiero - la
abrazo suavemente - de verdad te quiero Herendira - casi en un suspiro pidiendo
calma y auto-control - tranquila aquí estoy.

NO ME OLVIDES

Capítulo 20

Aprendiendo de ti

Luego de tomada la resolución, voy directamente a mi objetivo derribando


cuanto me cierra el paso.

Richelieu

La lluvia resonaba con fuerza en todas las ventanas de la casa mientras


Herendira revisaba que el pollo al horno que preparaba no se fuera a resecar, se
asomo a la sala para ver a Vanessa durmiendo en el sofá al tiempo que una sonrisa
se formo en su rostro antes de llevarse las manos al corazón se sentía cálido y
cómodo.

Aspiro el aroma de su ropa con alegría, toda la que llevaba puesta era de ella. Le
quedaba algo grande ya que la joven era más alta pero aquello poco importaba,
se sonrojo al recordar las risas de Vanessa al ver que arrastraba el buzo que le
había prestado, llevaba tres días en aquel lugar por petición de su adoración
quien argumento con toda lógica que para cuidarla adecuadamente debía
permanecer con ella. Se encamino a la cocina de nuevo para mirar la lluvia caer
implacablemente por la ventana pero lejos de desanimarla, le hacía sentir
extrañamente reconfortada, gotitas que repiqueteaban por doquier y se
deslizaban grácilmente por las hojas de los árboles, poso su mano en uno de los
cristales dejándola impresa antes de sonreír cálidamente.

Stefani bajo las escaleras de su casa rítmicamente antes de lanzar su botella de


agua al aire y atraparla con elegancia con la misma mano ante la mirada
sorprendida de Teresa que notaba la alegría desbordante de su joven señorita,
mientras esta se acomodaba al Cobalt en la oreja - Si Rocky - escucho la voz
cibernética levantando una ceja.

-¿Dime dónde será la tocada de Andy hoy? - sintió el beso cálido en su mejilla
que le sorprendió notablemente.

-La Señorita Almeira tiene función en el Bar Congregación - ladeo la cabeza al


ver la sonrisa pícara de Stefani asomarse.

-¿Qué averiguaste de Karina Domínguez?- agrego la chica alejando de Teresa en


dirección al comedor escuchando con atención los datos que Cobalt le estaba
obsequiando tan puntualmente, observando el reloj al parecer tenía tiempo para
una visita social.

Elena del Valle vio a su cuñada sentarse en un extremo del comedor con completa
tranquilidad, reparo en como la joven simplemente abría el periódico con
naturalidad deteniéndose como siempre en la sección de negocios, volteo a ver a
su esposo que hacía exactamente lo mismo definitivamente no le vendría mal
tener alguien más en esa mesa.

Los hermanos del Valle recordaba ella la habían sorprendido mucho cuando les
vio en aquella reunión en Italia por primera vez parecían inseparables tan
necesitados uno del otro, se había enamorado a primera vista de Arturo se
casaron para horror de todos a una semana de conocerse, y pronto le fue claro
a ella que había tomado la decisión adecuada, porque esos dos tenían unos
corazones enormes que debían ser cuidados con esmero.

En ocasiones le sorprendía la infinita inocencia que revelaba su esposo esa misma


que en ocasiones le hacía desesperar, a veces creía que eran tan frágiles que
podían romperse debido a la sinceridad de sus sentimientos y sin embargo
descubría en cada ocasión una fuerza interna abrumadora, cuando los miraba
como aquella tarde a ambos con un periódico en frente en silencio, fingiendo que
leían mientras planeaban su siguiente día pensaba que quizás todos los héroes de
sus libros eran como ellos, inocentes, dulces, honestos y sencillos… las victimas
perfectas pensarían muchos… hasta que intentas embaucarlos y descubres mil
cosas más en ellos que te sorprenden.

Sonrió quedamente llevándose las manos al vientre ese par iba a enloquecer
cuando supiera que estaba embarazada, se había guardado aquella noticia al ver
el revuelo que su cuñadita tenía armado y estaba decidida a no abrir la boca
hasta ver el lugar vacío a su lado ocupado… y quizás entonces tendría con quien
hablar durante la hora del té…

Karina miraba con desinterés al grupo de niñitas vestidas de rosa intentando dar
saltos perfectos en su ballet ¿Cómo había acabado allí en un día lluvioso como
ese?, miro al grupo de mujeres a su alrededor y giro los ojos en blanco antes de
enfocar a Raúl haciendo cara de asco - Tienes toda la razón - le murmuró al niño
que parecía a punto de escurrirse de su banquita.

Desvió sus ojos del niño hacia la pequeña responsable de su tortura Alison… el
demonio de tutu rosa pálido, vio los cabellitos negros girar provocando a los risos
desacomodarse con suavidad, en ese momento parecía un angelito pero no, esa
niña era la reencarnación de Satanás sin duda. Tenían una guerra declarada y
silenciosa desde el mismo momento que había conocido al monstruito… y ahora
debía llevarla a su casa luego del ballet iba a matar a Evelyn, o mejor se suicidaba
por deberle un favor a esa condenada mujer.

Vio al pequeño demonio dar otro saltito antes de acercarse a ella de puntitas y
bailando mientras Raúl finalmente golpeaba su cabeza contra el asiento -
¿Vendlas a mi lecital? - le cuestionaron con seriedad sin dejar de mover los
bracitos con elegancia.

- ¿Aprenderás algún día a articular como se debe? - escucho una suave risa de
Raúl antes de chocar la mano con el niño.

-Son un pal de bestias - volteo los ojos en blanco era algo anormal que una niña
de cinco años hablara con tal propiedad - pelo plomete que vendlas… o le dile a
mamá de tu….accidente.
-Bien si vendré pequeño engendro - levanto la mano jurando ante la mirada atenta
de Raúl -vendré a ver cómo te caes y haces el ridículo - el niño volvió a estallar
en risas mientras Alison se alejaba grácilmente de ellos - ¿Por qué me castigas
mi dios?

-Tu no vives con ella - replicó el niño con pesar.

Alison tenía sus recién cumplidos cinco años, una extraña obsesión con el ballet
y una rebuscada forma de hablar que según Raúl era culpa de su madre y sus
libros, cosa con la que Karina concordaba por completo, encima el pequeño
engendro la torturaba hasta lo indecible todo porque había cometido un
pequeñísimo error hacia un año atrás y la había visto besándose más allá de lo
recomendable para una niña de cuatro años. Pero una niña normal de cuatro años
hace las preguntas del caso, pronto fue evidente que Alison no era una niña
normal de cuatro años… porque el chantaje era parte de su vida desde ese día –
Asco - exclamaron ella y Raúl al unisonó antes de dejar caer la cabeza con
pesadez.

Tenía ya dos días tocando aquella puerta, tres llamando a un celular al que nadie
contestaba y un creciente enojo en el pecho, porque su hija menor nunca en su
vida le desobedeció y ahora de la nada resultaba que tenía carácter, temple e
ideales. Ese maldito cuento no se lo tragaba para nada de seguro había un tercero
en medio de ese cambio de actitud de Herendira, uno que seguramente estaba
manipulándola a favor de la obtención de su fortuna. Dio una patada a la puerta
del departamento en ese momento le molestaba haberle dado la libertad de ir
por la vida sin guardaespaldas y que viviera fuera de casa. Tendría que darle la
cara tarde o temprano, confesarle toda la verdad y regresar a ser la hija
obediente y razonable que él había formado.

Vanessa miro el celular con desinterés levantando una ceja antes de borrar de
nuevo el registro de llamadas, tenía tres días haciendo aquello lo decomiso desde
que Herendira le colgó a su padre, finalmente lo apago estaba rompiendo su
promesa de no hacerlo, pero también había roto la de no ponerlo en silencio -
¿Quieres celular Tormenta?- vio a la perra ponerse de pie moviendo el rabo - Ve
por el chica - lo lanzo con fuerza para ver a su mascota y compañera cazarlo en
el aire antes de tirarse en el suelo mordiéndolo - eso mi niña hazlo pedazos - se
incorporo asomándose en la cocina para ver a Herendira sacando algo de horno
mientras el olor invadía sus sentidos haciéndola sonreír, espero con paciencia a
que la joven se deshiciera de su carga antes de prendarse de su cintura con
cariño - Me quieres engordar - afirmo con suavidad escuchando una risa alegre.

-No, solo quiero que estés sana - sintió como se desprendían de su agarre
girándose para depositarle un dulce beso en los labios - ¿Cómo te sientes? -
percibió la caricia en su brazo lastimado, una llena de cariño.

-Mejor- acaricio el rostro con cuidado - lamento estar durmiendo tanto, las
medicinas tienen ese desagradable efecto - sintió otro cariñoso beso en los
labios.

-Me he divertido mucho con Tormenta - su mano fue entrelazada mientras


Herendira empezaba a juguetear con ella - además necesitas descansar… y ha
sido muy lindo meterme en la cama y en el sofá contigo a vagabundear.

-La verdad lastimarme fue lo mejor que me pudo pasar- enfocando la ventana -
no para de llover, Tormenta y yo estaríamos empapadas - sonrió de medio lado
antes de mover sus manos enredando unos rizo con suavidad - además mi rojita
me ha dado tres días muy lindos, he comido como reina y es agradable conversar
contigo - se inclino levemente besándola con dulzura.

El timbre sonó dos veces provocando que Vanessa se separara de Herendira


extrañada - ¿Invitaste a alguien? - le cuestiono la joven con curiosidad mientras
ella negaba con la cabeza dirigiéndose a la entrada de su casa seguida por
Tormenta, nada más estar a dos pasos de la entrada su compañera se erizo en
pleno mostrando sus dientes con agresividad por lo que regreso sobre sus pasos
dándole indicaciones a Herendira de permanecer en la cocina.

Se asomo con cautela por la ventana para comprender la reacción de su mascota


Milo Barquez estaba tocando, abrió con desgano para enfocar al hombre que la
miro de arriba abajo con diversión - Savedra pero que mala cara tienes - le
afirmaron intentando ingresar a su casa mientras ella ponía su mano sana en el
marco de la puerta.

-¿A qué debo tu desagradable visita Barquez?- mirando al hombre algo empapado
de arriba abajo y con cierto toque de indiferencia en la voz - Sabes es mejor
que hables rápido, tengo mejores cosas que hacer.

-Es mejor que recuerdes que soy tu superior Savedra - amenazo el hombre con
voz firme.
-Y tú que estas fuera de servicio - irguiéndose en la puerta - que yo estoy de
licencia por mi lesión y que estas dentro de mi propiedad y cualquier daño que te
suceda puedo alegar defensa personal_ vio al tipo retroceder levemente por lo
que sonrió con algo de burla.

-Verás Savedra- le escucho decir con desagrado - me envió el jefe a entregarte


esto personalmente - tendiéndole un sobre con desagrado evidente - al parecer
está la información que solicitaste - le extendió otro pergamino - y este es
porque - noto como el tipo miraba hacia otra parte - al parecer eres la oficial del
mes - agregó juraría Vanessa asqueado antes de que para su sorpresa le
extendiera una placa - y esta es porque además ganaste el concurso de
popularidad que organizo la comisaria.

-Lógico- le dijo con desinterés acomodándose las cosas - algo más Barquez - con
toda la calma que le nacía.

-Ya bastante tengo Savedra con verte la cara - vio como el hombre arrugaba la
nariz, ladeo la cabeza razonando que nunca había reparado en que Barquez tenía
cara de cerdito - ¿Qué quieres que te bese el trasero?

-Eso sería demasiado privilegio - con naturalidad - y como veo que ya cumpliste
tu labor - Tormenta asomo el hocico mostrando sus dientes del todo - es mejor
que te largues de mi propiedad.

-Tampoco que quiera permanecer en el hogar de los malditos - escucho que le


decían con ira - puedes ser todo lo buena oficial que quieras, el caso es Savedra
que no te tendré que soportar más allá de los treinta años - vio la sonrisa
divertida - por cierto salúdame a los gemelos - el hombre dándose la vuelta para
marcharse.

-Y tu al amante de su mujer - se carcajeo con fuerza al ver la cara de cerdito


de Barquez ponerse roja del todo mientras cerraba su impecable puerta, notando
la mirada preocupada de Herendira por lo que simplemente tiro los
reconocimiento al sillón tenía una gaveta llena de ellos, pero lo que tenía enfrente
recién lo estaba estrenando, era cálido, agradable y reconfortante… estaba en
su casa desde hace tres días y debía admitir que aunque adoraba su soledad abrir
los ojos en la mañana para encontrarse con una marea roja como el fuego
descansado en su pecho le era infinitamente agradable, como era agradable
extender su mano, tirar de ella y unir sus labios en un cálido beso que hacia
palpitar su corazón con fuerza…. Quizás esa era la única recompensa que en ese
momento le pedía a la vida.

Evelyn miraba a la joven rubia delante de ella que le sonreía con una calidez que
le generaba una extraña tranquilidad en el interior, estaba sorprendida del todo
ni en sus más locos sueños pensó siquiera conocer alguien de la familia del Valle,
a ella le encantaba leer revistas de economía y chismes, la cara de la rubia
delante de ella había figurado varias veces en más de una.

Tenía temor de preguntar cualquier cosa que se llevara su tranquilidad, así que
simplemente continuaba explicándole los procesos de obtención de pruebas de
forma detallada, le sorprendían mucho las preguntas bien dirigidas y especificas
de la chica a cada proceso ya que parecía tener un amplio conocimiento del tema
- ¿Sera doctora? - finalmente.

-No, arquitecta - la miro entre sorprendida y confundida - la verdad quería


hablar con la Señorita Domínguez, pero al parecer lamentablemente no se
encuentra - noto como la sonrisa permanecía en el rostro - y siempre me ha
gustado satisfacer mi curiosidad.

-Comprendo - la observo interesada unos instantes - ¿Y de qué deben conversar?

-De su forma de vivir - noto como la joven jugaba con un tubo de ensayo por lo
que aprovecho para hacer una inspección minuciosa de la chica, se veía muy
diferente a las revistas que había leído pero las fotos rara vez pensaba ella
reflejaban la esencia real de una persona y la de Stefani del Valle sin duda era
fascinante.

-No tiene mucha ciencia - dejo escapar sorprendiéndose por aquello - Karina es
bastante simple - agregó regresando su vista al microscopio.

-¿En serio?- separo su vista para enfocar aquellos ojos azules intensos que le
provocaron un extraño calor en las mejillas, no estaba acostumbrada a ser el
centro de atención de aquella manera, la miraban como si fuera la única criatura
en el universo.

-Si es que pues…. Ella dice que simplemente disfruta la vida al máximo, al parecer
no es de las que se detiene a meditar mucho el resultado de sus acciones - sonrió
por inercia al ver la calidez en los ojos delante de ella - porque asevera que
mientras hable con la verdad siempre, nadie tiene derecho a quejarse.
-Es cierto - vio a la joven levantarse frotándose con delicadeza el hombro antes
de dirigir sus ojos al reloj - ¿Le gustaría comer algo ligero conmigo?, estoy
segura que su hora la comida ya paso, además me gustaría conocer un poco más
de usted.

-Encantada - Evelyn se levanto sin pensarlo al fin alguien la invitaba a comer


fuera del laboratorio, poco le importaba que fuera una chiquilla de dieciocho
años, multimillonaria y mujer… carajo al demonio con eso, estaba segura que la
mitad del mundo la envidiaría.

Raúl movía la cabeza al ritmo de la de su hermana cantando por decimo quinta


vez la canción de la estrellita y Karina juraba que si la jodida estrella no salía
ella misma la buscaría y le dispararía para que desapareciera del manto estelar,
se estaciono en una esquina mirando las caritas que le enfocaron sorprendidas -
Les llevare a escuchar música de verdad y un cantante que no sea un jodido
dinosaurio - acelerando para conducir en dirección a un área residencial, noto
como Raúl se sacaba el cinturón cuando ella estaciono, asomándose por la ventana
al escuchar el ritmo de la música que provenía de un garaje, la lluvia finalmente
le había dado tregua a la ciudad reviso la dirección para asomarse a la puerta de
la cochera mirando sorprendida a Andrea tocando un violín y a Ted cantando,
tiro de Alison sentándola en una caja mientras Raúl se sentaba en el suelo juraría
ella idiotizado del todo, se mantuvo de pie escuchando como la guitarra eléctrica
le daba paso al violín de Andrea, no recordaba cómo iba la canción… ladeo la
cabeza intentando recordarla…

La cabellera negra de Alison le llamo la atención al ver la cabecita marcando el


ritmo del rock con diversión mientras los ojitos enfocaban con insistencia a la
única chica en aquella banda que le miraba de regreso con una sonrisa divertida,
por lo que la niña empezó a aplaudir encantada, la voz de Ted empezó a resonar
rasposa y oscura fue cuando recordó la letra… “¡OH NO! ESA CANCION, NO”.

No me hables de Dios o el mal

Porque cuando hago el amor

No distingo religión

Polla dura no cree en Dios.


Escucho el gritito divertido de Raúl antes de que Alison se girara mirándola con
una sonrisa a su juicio satánica que confirmaba sus sospechas que era la
reencarnación del mal - ¿Polla dula? - la pequeña - ¿Eso es mala palabla veldad?
- Karina palideció mirando a Andrea casi rogándole que parara la canción pero la
muy maldita simplemente se dio la vuelta ignorándola.

Soy de oficio delincuente

A veces como en frío

Y, las menos, en caliente

Alquilo mi conciencia

Para aliviar las almas

De culpas que no dejan dormir

Raúl se había puesto de pie y estaba llevando el ritmo del rock completamente
divertido mientras Alison se giraba de nuevo enfocando a la banda mientras la
canción seguía sin cesar y Karina empezaba a creer en Dios porque si Alison era
Satán debía haber algún Dios que se apiadara de ella.

Asalto en el camino

A la suerte y al destino

Y alguna moza despistada

Soy pacifista sin bandera

Pues luchar por la paz

Es como follar por la virginidad

-¿Follar?- escucho el tono malicioso- Esa palabra es muy mala, es como coger -
Karina palideció mirando a la niña, cuando la pequeña la había atrapado un año
atrás la escucho diciendo coger y ella en su nerviosismo le dijo que era lo mismo
que follar - Karina está en problemas… o ¿Sera que Alison se ha vuelto más
podelosa? - palideció al escuchar aquello, sin duda era un pequeño engendro de
Satán.

Observo el cuerpo de Andrea acercarse a ella con cadencia antes de que la joven
intentara besarla y ella se apartara - ¡QUIERES QUE ME MATEN! - le grito
provocando que la banda en pleno la mirara extrañada - ¡A TI TE ECHARE AGUA
BENDITA UN DIA Y SE QUE TE QUEMARAS EN VIDA! - le grito a Alison que
la miro como si no entendiera aquello - ¡REENCARNACIÓN DE SATAN!

-Karina no le hables así a la niña - abrió la boca a más no poder al escuchar como
la reprendían y Andrea le daba la espalda para saludar a la niña mostrándole su
violín.

-¿Eres hija de Karina?- la mujer mayor se contracturo toda mirando los ojitos
diabólicos que le enfocaban con diversión.

-Esta niña me cae muy bien- escucho decir a Andrea mientras el pequeño
engendro se colgaba al cuello de la joven - se ve que es adorable… ¿No te da
vergüenza?- Karina miro a Andrea confundida antes de que la joven agregara -
Sabia que te gustaban jóvenes pero esto ya es enfermizo…

-¡ANDREA ALMEIRA! - le grito con molestia antes de escuchar la risa


descontrolada de Alison.

-Eres una amargada - escucho decir a la joven.

-Es por la vejez - agrego el engendro del mal por lo que se giro tomando aire para
salir de la cochera, ya no parecía tan buena idea haber llevado a los niños allí.

Herendira enfocaba divertida a Vanessa que parecía estar en un berrinche poco


propio de ella con Tormenta por compañía - Cariño necesito ir a casa - repito la
joven con tranquilidad.

-¿Para qué? - escucho un ladrido juraría ella en el mismo tono de indignación de


la voz de Vanessa - ¿Acaso ya te aburriste de estar con nosotras? - miro a la
joven mujer con sorpresa antes de escuchar el aullido ahogado de Tormenta y
como el animal se metía el rabo entre las piernas dolorida.

-Yo no dije eso - asevero mirándolas alternativamente - necesito ropa interior -


dijo completamente sonrojada- además de mis libros si después de clases vendré
aquí, les recuerdo que llevo tres días sin ir a la escuela.

-No se para que vas - otro ladrido fuerte de Tormenta - total ni te gusta
medicina… y yo estoy segura que cocinas mejor que lo que curas… es más estos
tres días de precarios cuidados me permiten afirmarlo.

-VANESSA- la miro con indignación.


-Si quieres ropa interior sexy- se sonrojo al escuchar aquello- te llevo a la tienda
y te la escojo, así me evito la pena de ver de nuevo tus bóxer de los ositos
cariñositos colgando en el cuarto de lavado.

-¡VANESSA!- grito haciendo un enorme puchero.

-Vamos es que podías comprarte unos menos aniñados- la vio levantar los dedos
- en estos tres días he visto colgar a los cariñositos, a Bob Esponja y espero
haberme alucinado los del Timón y Pumba - Herendira se puso roja del todo al
escuchar aquello - o sea cualquier mal pensamiento que tuviera contigo me lo
asesino el dientón de Bob Esponja.

-¡VANESSA!- repitió con indignación levantando el mentón, porque a ella le


gustaban muchos sus bóxer y esa idiota los ponía de excusa para no haberla
tocado -Me voy a casa por mi ropa interior y sabes que - se giro en dirección a
la puerta- Me traeré los que tengo de Sailor Moon y de mi Pequeño Pony… ¡ah! y
los de Pikachu.

-No olvides a Alvin y las Ardillas - escucho que le decían por lo que se sonrojo a
más no poder -luego haces comparación con mi sobrina ya que comparten gustos.

-¡IDIOTA!- afirmo dando un portazo, con la única intención de largarse cuando


sintió que tiraban con fuerza de su mano tendiéndole una sombrilla.

-No te vayas a enfermar - miro los ojos negros sorprendida - y no tardes por
favor…

-No - dejo escapar con suavidad antes de sentir el beso cariñoso en los labios -
te quiero - dejo escapar quedamente.

-Yo también… siempre que no uses a Patricio…

-Tonta…

UN ME OLVIDES

Capítulo 21

Confrontaciones

Los obstáculos no son más que un condimento del triunfo.

Mark Twain
Sangre es un líquido vital que corre por las venas, la que recorre tu cuerpo y
provoca que tu corazón se acelera al ingresar a él en grandes cantidades, sangre
caliente, palpitante…. Un líquido esencial que se supone debe mantenerse
encerrado en la protección de tu cuerpo ¿Entonces por qué empapaba su mano
de aquella manera?, levanto la vista enfocando unos ojos del mismo tono que le
miraban con ira, mientras ella sentía las caricias suaves sobre su rostro - Andy
te amo - desvió los ojos dando de lleno con unos azul intenso que le miraban con
preocupación - Amor por favor deja de mirarlo.

-Es que quiero sacarle los ojos - replico por la bajo.

-No seas tan apasionada que tampoco es recomendable - esbozo una media
sonrisa al escuchar la voz de Karina a su lado - y es verdad lo que dice la niña
deja de mirarlo, ya tendrá su merecido.

-Vez, la pieza de museo coincide conmigo - rió quedamente al escuchar aquello


sin dejar de mirar a Stefani - así que deja de mirarlo.

-¿Y qué hago te miro solo a ti? - divertida notando el intenso sonrojo de pasearse
por el rostro - Tampoco me molestaría tanto…

-Te amo - escucho que le repetían por lo que cerró los ojos suavemente - y claro
mírame a mí, no vas a ver a la pieza de museo.

-Los mejores edificios de la historia son antiguos no nuevos- escucho la voz de


Karina de nuevo mientras disfrutaba de las caricias de las manos de Stefani- ya
saben las cosas nuevas se acaban pronto.

-Y las viejas se vuelven polvo - rió de nuevo al escuchar la respuesta sagaz - Andy
amor deja que te atienda el médico - soltó un suave suspiro, esas dos estaban
intentando convencerla de lo mismo, pero todo aquello la estaba desviando de la
pregunta que rondaba su mente ¿Cómo había acabado con sangre en las manos?...

Horas Antes…

El Bar Congregación estaba a reventar, la tocada estaba programada para las


nueve de esa noche pero el dueño en su ambición la había retrasado hasta las
diez por lo que medio mundo a las 8:30 pm estaba entretenido en una sección
divertida de karaoke que creaba chiflidos, risas y aplausos. La banda
simplemente se mantenía sentada en su mesa perdiendo su tiempo, Andrea daba
cada tanto un bostezo, Karina le había prometido llegar a las once a más tardar
así que tenía tiempo de sobra si deseaba realizar alguna travesura.

Desvió sus ojos a Ted que conversaba alegremente con Alec, para girar sus ojos
a Marcus que al parecer había conseguido junto con Damián su cita de esa noche
¿Por qué me junte con estos babosos? Se cuestiono levemente mirando alrededor
con desinterés hasta que sus ojos repararon en algo que no esperaba ver allí.

Hacia la parte norte del bar estaba nada más y nada menos que Hernán al parecer
haciendo despliegue de galantería con varias chicas, apretó el puño con enfado
ese idiota le estaba siendo infiel -Ese imbecilito no entiende- escucho la voz de
Ted - si supiera que se andan besuqueando contigo se muere- y ella era una
babosa aun mas grande al contarle al grupo de babosos de su profundo amor por
Stefani, sintió los brazos cariñosos de Ted sobre sus hombros - ya sabemos que
decidiste despedirte de ella y todo eso…

-Y que no te para de acosar - agregó Alec - pero jefa… si ella anda detrás de sus
huesitos debería decirle que si y ese déjenoslo a nosotros - miro al grupo de
chicos que ahora el enfocaba en pleno sonriente, por eso era amiga de esos
babosos… porque todos eran como ella, todos habían pasado hambre en algún
punto de su vida y nadie les había tenido compasión, pero no por ello dejaron de
luchar… la banda su banda era una forma de ganar dinero, respondió a aquel
anuncio del periódico para encontrarse con el grupo de locos que más apreciaría
en su vida, no tenía un centavo encima y su tía plasmo su punto con particular
énfasis al decirle que ni se mudaría con ella, ni le pagaría lo que le faltaba de
estudios, aquella banda era su último recurso, eso y seguir lavando parabrisas
cosa que hacía cuando no iba a la escuela, los chicos en pleno eran mayores que
ella y usaban la banda para costearse la universidad.

Recordaba que casi no le dan el puesto de vocalista por su edad, que rompió a
llorar como si tuviera cinco años y que al día siguiente tenía al mar de babosos
en su departamento dejándole una enorme despensa, río quedamente mirándolos
- No le voy a decir que si- les afirmo escuchando los suspiros desesperados de
todos - ya no me interesa ella, olvídenlo no dejare que me lastime de nuevo, saben
que enamorarme de ella fue una tontería, primero porque es heterosexual,
segundo… su mundo y el mío son completamente diferentes…. Ella vive en castillos
de cristal, yo en casas de cartón
-Uy, que feo jefa - enfoco el rostro Marcus- te desprecias sola - el hombre -
además el punto uno ya no es válido porque ella no es heterosexual, sino no
buscaría besuquearse contigo - vio la sonrisota formarse - digamos que es
bisexual - vio la mano echarse para atrás como quien no quiere la cosa - y el
numero dos vamos jefa es Stefani… está muy por encima de eso.

-Yo tengo un punto tres - miro a Damián unos instantes - Karina es una mujer
bellísima - ladeo la cabeza entre sorprendida y confundida - cada chica que te
has llevado después de una tocada es bellísima… pero…. La realidad es que el
puesto que hay abierto en tu corazón solo lo llena ella… piénsalo - el chico
levantándose con tranquilidad - es duro mirar atrás y pensar que uno dejo ir algo
así de valioso por miedo - sintió varias palmaditas en la espalda mientras la
dejaban sola en la mesa.

Levanto los ojos enfocando a Hernán de nuevo mientras escuchaba los


instrumentos de la banda montar personalmente el karaoke al parecer los chicos
se habían aburrido, noto como el joven le regresaba la mirada por lo que la desvío,
extendiendo su mano hacia su refresco para empinárselo con tranquilidad - Hola
Andrea - levanto los ojos mirando al chico -¿Has visto a Stef?

-Tú eres su novio no yo- con enfado moviendo la silla y levantándose dispuesta a
unirse al karaoke - y ya déjame en paz.

-Estas muy linda - escucho que le decían por lo que apretó los puños con molestia
subiendo al escenario con ayuda de Ted para mirar alrededor unos instantes y
empezar a tocar el piano acompañando al inspirado que asesinaba una canción.

Sin embargo le fue imposible no mirar la cara de boba feliz de la chica a la que
aquella desafinada melodía le era dedicada, parecía estar completamente
embelesada como quien la cantaba que parecía incapaz de escuchar uno que otro
abucheo, le hizo señas a los chicos para que le hicieran el coro a aquel improvisado
Romeo que lo agradeció infinitamente.

Stefani ingreso escuchando aquella voz desafinada para enfocar al objeto de sus
afectos tocando el piano, estaba por dirigirse al escenario cuando sintió una
mano que se poso con firmeza sobre su hombro enfocando unos ojos cafés que
le recordaban profundamente a aquellos que amaba con desesperación ¿Cómo
pude ser tan tonta? Se cuestiono fugazmente observando la sonrisa altanera de
Hernán -Mi vida… tenemos que hablar - escucho que le aseveraban.
-Creí que había quedado claro que no tenemos nada de qué hablar - libero su
mano sana del chico con afán de acercarse al escenario de nuevo.

-Amor - se detuvo al escuchar aquello - esperaba que ya te hubieras


tranquilizado un poco…

-No comprendes que ya no soy la misma persona - girándose para enfocarlo -


crecí Hernán, admití mis errores de juicio, me olvide de ti y ahora quiero luchar
por lo que realmente amo, apártate de mi camino…no me obligues a aplastarte
como el insecto que eres…

Se alejo del chico que continuaba mirándola a caso calmo y con una enorme
sonrisa en los labios - Rocky no debe darse por vencida - escucho al voz
cibernética de Cobalt - no hay nada que Rocky no pueda lograr… que le den sus
mejores golpes y Rocky de todas formas ganara - rió quedamente al escuchar
aquello antes de detenerse mirando fijamente a Andrea que le miro con algo de
confusión, para cambiar la expresión a una de profundo odio, la vio levantarse
por lo que retrocedió un poco mientras la joven escogía la canción mirándola
fijamente, por lo que tomo lugar en una mesa con tranquilidad.

Dominarme es lo que quieres tu eso es locura

Intentes lo que intentes tu no me perturbas

Pero si quieres seguir algo te voy a decir….

Escucho el tono bajo de la voz de Andrea antes de que la chica saltara sobre su
mesa levantándola del cuello de la camisa y obligándola a estar de pie en la mesa
a su lado, Ted miro a los chicos negando con la cabeza ante aquello.

Ya déjame en paz

No vas a triunfar

No debes pensar que me vas a domar

Ya déjame ir ¿Qué más vas a hacer?

Yo creo que ya te debes convencer

¡Y DEJAME EN PAZ!
Stefani sintió el fuerte empujón que la hizo caer de la mesa, pero cayó de pie
con elegancia viendo a Andrea darle la espalda, sonrío suavemente antes de
subirse de nuevo a la mesa ante la mirada sorprendida no solo de Andrea, sino
de Hernán y Karina que acababa de entrar mirando toda la escenita con
preocupación.

Es un juego lo que hay aquí

Yo estoy jugando…

Noto los ojos cafés mirarla sorprendida al ver que ella continuaba la canción,
mientras daba un firme salto ubicándose a su lado y sujetándola a su vez del
cuello de su chamarra para mirarla con intensidad.

Tú piensas que vas a ganar

Estoy ganando…

Pero si quieres seguir algo te voy a decir…

Sintió como Andrea se revolvía interrumpiendo su canción y tomándola a su vez


del cuello de la camisa para mirarla con ira contenida, con ella regresándole igual
fuerza en la mirada.

Ya déjame en paz

No vas a triunfar

No debes pensar que me vas a domar

Ya déjame ir ¿Qué más vas a hacer?

La empujo sin dejarla continuar con la siguiente estrofa interrumpiéndola a su


vez mientras la desprendía de su ropa provocando que su adorada Andy cayera
sentada mirándola con sorpresa de nuevo.

Soy tren que ya se te descarrilo....

-¡YA DEJAME EN PAZ!- grito Andrea con fuerza viendo a la rubia de pie a pasos
de ella con imponencia.

-No- escucho que le decían mientras la chica se giraba en el escenario bajando


de él con una elegancia que empezaba a ser característica.
-Jefa- vio la mano que Ted le tendía sujetándola- de verdad es tren que ya se le
descarrilo- le el chico por lo que le dio un fuerte empujón con molestia.

-Eres un idiota- se bajo del escenario completamente enfadada encaminándose


de nuevo a su mesa.

-Que linda escenita-miro a Karina con sorpresa - valió la pena llegar temprano -
desvió los ojos con fastidio al enfocar la sonrisa divertida de la mujer - pues
esta es tu siguiente lección… en ocasiones es mejor no ser presa de las pasiones,
puedes despertar en los demás cosas que no eres capaz de controlar.

-Metete tus lecciones por el…

-¡Ah ah…! malas palabras no - sintió el suave golpe en la cabeza que la enfado aún
más mientras pedía otro refresco intentando ignorar a Karina - es interesante
parece decidida a estar contigo.

-Pues su decisión no le sirve de nada, yo no me pienso atar a nadie - con


tranquilidad - no dejare que nadie me vuelva…

-Entonces quítate ese rosario - afirmo Karina mirando el resplandor dorado en


el cuello de Andrea por más que la chica lo había intentado ocultar entre su ropa
- porque es la muestra de que ni tú la quieres olvidar, ni ella dejarte ir… así quizás
evitaríamos estos espectáculos…

-Sigue hablando y no dormirás en mi cama - vio la cara sorprendida


momentáneamente de Karina antes de que la sonrisa regresara a ella.

-De verdad te hizo enojar - noto como la mujer se acomodaba el cabello con
elegancia- llévatela a la cama quizás así te puedes olvidar de ella…. Digo ya le
demostraste tu odio, demuéstrale tu pasión- la miro con interés unos instantes
antes de sonreír…

-Puede ser…

Hernán camino con paso firme hacia la barra donde Stefani estaba al parecer
tomando una bebida, había dejado un tiempo prudencial a su criterio entre el
encontronazo que tuvo con Andrea y la conversación que pretendía comenzar,
escuchaba la voz de Andrea de fondo finalmente la banda había empezado a
tocar aquella noche.
Los cuerpos de las personas en el bar se movían al ritmo de la canción mientras
las emociones se empezaban a remover a ritmo apasionado, Karina gritaba
entusiasmada al escuchar la voz de Andrea imponiendo su sentir con emoción y
contagiando a todos en el proceso, miro alrededor notando que eran contadas las
mesas que tenían a alguien ya que todos estaban de pie o coreando o bailando.

-Vaya parece que tienes problemas con Andy - Stefani se giro enfocando a
Hernán - ella siempre ha tenido un carácter algo pesado.

-Andy es perfecta en cada uno de sus defectos - le respondió con molestia - y lo


que pasa entre nosotras te debe importar poco - agregó con seriedad.

-Simplemente digo que eso de hace unos minutos fue muy intenso - escucho el
tono suave y tierno - y quería saber si estabas bien… porque te amo.

-¿Amar?- le miro unos instantes antes de reír con fuerza - si que mal por ti,
porque yo amo a otra persona - noto los ojos cafés abrirse con sorpresa mientras
el ceño se fruncía con molestia - ¿Pensé que se había notado hace unos instantes?
- soltó con ironía, vio los ojos de Hernán moverse de izquierda a derecha antes
de que el joven enfocara el escenario - Bingo - agrego girándose de nuevo hacia
la barra.

Hernán enfoco con odio el cuerpo de Andrea que se movía por el escenario, sentía
las entrañas arderle y era ahora que todo empezaba a tener sentido, la constante
pegazon de Stefani con la chica, que mas de una vez cancelara una cita porque
tenía que estudiar con la castaña, que se pasara el almuerzo hablándole de
Andrea y lo genial que era en medicina, el hecho de que nunca faltara a una tocada
de la chica…. - ¿Y me reclamabas infidelidades? - noto como la joven rubia se
giraba a verlo confundida.

-No todos somos como tu Hernán - escucho el tono desinteresado mientras los
ojos azules regresaban al escenario.

-Yo pidiéndote disculpas y tú estabas revolcándote con ella- estiro la mano


tirando del brazo inmovilizado notando una queja dolorosa de parte de la chica -
Eres una maldita ¿Cómo te atreviste a engañarme?

-No te engañe con nadie_ sintió la mirada azul cargada de ira - nunca… porque
yo no soy como tú - le afirmaron de nuevo- amo a Andrea pero contrario a lo que
tu mente enferma piensa nunca me acosté con ella - aumento la presión tirando
del brazo escuchando una queja de la joven.

-No te creo nada - le dijo con enfado- ¿Ella te dijo que me dejaras verdad?

-¿Qué? - sintió un fuerte tirón como si intentaran desprenderse de él - Hernán


suéltame no me hagas partirte la cara, me lastimas.

-No te suelto eres una perra tu y esa maldita me estuvieron engañando, claro
estas enfadada con ella porque me dejaste y te dejo por otra ¿No?, es lo menos
que te mereces… eso y que te parta el brazo..

-No me obligues a demostrarte que no soy una delicada princesa- Hernán observo
como Stefani sacudió su brazo lastimado haciendo alarde de valor, logrando con
ello soltarse de él mientras lo miraba con una altanería que le hacía hervir la
sangre - más te vale que empieces a entender que tú y yo no somos, ni seremos
- cerro el puño con fuerza, era hora de que ella comprendiera quien mandaba en
esa relación, sintió el calor del rostro de Stefani sobre su puño mientras notaba
la cabeza rubia irse por completo de lado impactando la barra y las personas a
su alrededor apartarse sorprendidas.

-¡MIRA LO QUE ME HICISTE HACER! - grito con enfado notando como la joven
se sujetaba la cabeza contra la barra- ¡ES TU CULPA!

Stefani escucho las palabras de Hernán huecas hasta ese momento antes de
sentir el tirón en su hombro de nuevo enfocando con dificultad al chico, apretó
el puño por inercia le iba a demostrar que ella no era para nada del tipo que se
dejaba golpear, estaba por regresar el golpe cuando vio la bota negra de
motociclista hacerlo por ella y a su ex novio caer de espaldas sujetándose el
mentón, sintió las manos de Andrea sobre sus rostro antes de ver los ojos cafés
llenarse de una rabia aun mayor que con la que le miraban.

Si alguien le preguntara a Andrea Almeira lo que era la ira, seguramente le diría


que la acababa de descubrir en aquel instante, seguramente la definiría como un
gusano que le comía la razón y exigía compensación, un extraño ente que le
provoco una alegría infinita al estampar su bota en aquella cara…. Un ser que le
decía que con eso no alcanzaba. Observo a Hernán levantarse del suelo dando un
giro de nuevo en el aire para conectarlo con violencia en el pecho provocando que
cayera sobre una mesa, camino con decisión hacia él dispuesta a golpear justo
cuando el muy desgraciado tomo una botella reventándosela en el costado de la
cabeza y confundiéndola momentáneamente.

El golpe en el abdomen no tardo en llegarle haciéndola doblarse, pero mientras


sentía aquello una sola escena se repetía en su cabeza la de ese maldito golpeando
a Stefani, se enderezo notando los ojos cafés sorprendidos delante de ella, al
tiempo que juntaba sus manos e impactaba un firme golpe en la base de la
mandíbula haciendo al chico irse de espaldas de nueva cuenta -¡NUNCA LA
VUELVAS A TOCAR!- grito avanzando con ira levantando la pierna para golpear
con fuerza el abdomen sintiendo su sangre correr por el rostro suponía producto
del botellazo, lo vio doblarse en el suelo… estaba por darle otra patada cuando
sintió unas manos alrededor de su cintura sujetándola con fuerza.

-Amor déjalo- escucho la voz decidida de Stefani - no vale la pena… Andy - se


giro intentando tranquilizarse para observar el labio partido cosa que la hizo
esbozar un gesto de enfado girándose de nuevo para recibir el impacto de una
silla en el cuerpo mientras escuchaba el grito de Stefani…

Se intento enderezar adolorida en el mismo instante que vio pasar la base de una
guitarra roja que reconoció como la de Ted se giro mirando como Hernán volaba
hacia atrás y el resto de la banda se lanzaba sobre aquel infeliz con ira, vio la
cabellera rubia de nuevo invadiendo su campo de visión mientras sus labios se
movían y ella no atinaba a comprender, estaba demasiado aturdida en ese
instante.

Miro alrededor notando el barullo creciente mientras el ruido regresaba de golpe


llenándola de los gritos de las personas alrededor, sintió un firme tirón dando de
lleno con los ojos de Karina mientras la levantaban, notando como la mujer tiraba
de Stefani a su vez sacándolas a ambas de aquel lugar.

Tiempo Actual

No tenía muy claro aun como había llegado al hospital, ni porque Hernán estaba
en una camilla en emergencias delante de ella aunque el pobre diablo no tenía el
mejor aspecto del mundo, un análisis visual de las heridas del tipo le dejaba ver
que por su respiración mínimo tenía dos costillas rotas, el tabique desviado, un
brazo quebrado por la posición irregular del mismo y una pierna en las mismas
condiciones, además de que ninguna chica se fijaría en él durante un buen tiempo.
-Deja de mirarlo - escucho de nuevo la voz de Stefani por lo que enfoco
brevemente el labio ya inflamado de manera considerable y abierto en un costado
acaricio el rostro, en ese momento sentía que la pobre chica no se iba a recuperar
nunca, por su causa se había llevado una paliza días atrás y ahora ese imbécil. Se
puso de pie con dificultad ante la mirada sorprendida de Karina encaminándose
algo tambaleante hacia Hernán para cuando ambas mujeres reaccionaron ya ella
se estaba encargando de quebrarle otro brazo al infeliz que no paraba de gritar.

Tormenta observaba los cabellos negros de su dueña enfocando la puerta y luego


el reloj al tiempo que daba un suspiro cada tanto, dejo caer su cabeza sobre las
piernas intentando dar consuelo a algo que no comprendía a ciencia cierta –
Herendira - escucho llamar a su ama con suavidad - No me hagas salir a buscarte.

La puerta se abrió de golpe ante la mirada sorprendida de Vanessa dejando a una


Herendira bastante pálida delante de ella, la chica la miro como si fuera un
extraño fantasma - Lamento la tardanza - dejo escapar la chica en un hilo de voz
- tuve un inconveniente no previsto_ vio como la chica dejaba un maletín algo
grande para su gusto tirado en el piso, viendo el tamaño de aquello tenía ropa
para más días de los previstos.

-¿Herendira?- observo como la joven simplemente se movía en cámara lenta para


dejarse caer en el sillón.

-Perdón - la miro extrañada ante aquello- tendré que quedarme unos días más de
los que te dije - ladeo la cabeza mirando a la joven pasarse las manos inquietas
por los cabellos rojos algo mojados - necesito un nuevo departamento y un
trabajo… creo… creo… que ya…. No estudiare medicina.

-¿Herendira?- la miro con completa preocupación.

-Me desheredo - parpadeo un par de veces sin comprender bien aquello- creo
que puedo trabajar en una tienda de…. De… se manejar moto, pero necesitare
licencia, y un departamento barato… si… medicina no puedo seguir estudiando
pero tampoco es tan grave - la miro sin comprender mucho de lo que la joven
hablaba - no me gustaba nada medicina y pues solo que lo siento por ti porque me
tendrás que soportar a mí y a mis bóxers un poco más de tiempo…. Porque él me
desheredo.

-No me importa que te quedes el tiempo que necesites- se acerco al sofá con
algo de inseguridad - pero cariño- acaricio los cabellos pelirrojos con delicadeza
- necesito una mejor y más completa explicación, creo que tengo una idea global
pero me gustaría algo más puntual.

-Perdona yo aun estoy algo confundida - vio los ojos verdes parpadear un par de
veces - rara vez pierdo la entereza y el control del carácter que mis hermanos
dicen herede de mi madre, pero hoy… hoy lo perdí - noto como las manos se
paseaban por el rostro - fue a mi departamento como te explique, sin embargo
mi padre me esperaba allí - Vanessa se tenso por completo al escuchar aquello -
al parecer tenía días haciendo plantón - la escucho reír quedamente - parece que
es más testarudo que un manifestante pidiendo baja de impuestos - rió con la
joven ante aquella broma fugaz - y mil veces más malhumorado.

-Comprendo ¿Y qué fue lo que paso?- tomo la mano con suavidad enfocando
aquellos ojos verdes que le miraban con intensidad.

_Mi madre se marcho cuando era yo muy pequeña - la miro con sorpresa al
parecer no habían captado adecuadamente su pregunta - ella me enseño a
cocinar, por ella me apasione de la cocina desde muy niña, todo era muy divertido
con ella en casa cuando se fue, papá cambio se volvió ambicioso dejamos de ser
sus hijos para ser sus juguetes…. Mis hermanos mayores tenían parejas de
sociedad ya están casados ¿sabes? Muy felices… pero yo era la más chica… soy
la más chica, así que papá decidió que debía estudiar algo útil como medicina, ya
que lo más seguro nunca tocaría nada de administración de la empresa…

-¿Cuál empresa?- la interrumpió de golpe.

-De empresas Villafiel… bueno muchos las conocen como Grupo Empresarial Fénix
- Vanessa se sujeto con fuerza del brazo del sillón al escuchar aquello casi
hiperventilándose, Villafiel ella se lo había dicho, pero no hizo una relación en
esa dirección, Herendira viajaba en autobús, no tenía guardaespaldas y para nada
daba la impresión de ser multimillonaria… así que pensó que era otro Villafiel y
ahora resultaba que estaba enredándose con la hija de uno de los hombres más
influyentes de la ciudad, uno que era superado a pesar de su inmensa fortuna por
la familia… del… “hay mi Dios” razono su cerebro recordando el rostro de
Stefani, sintió las suavidad de la lengua de Tormenta sobre su mano que le miraba
con preocupación antes de enfocar a Herendira de nueva cuenta - pero solo
recibiré divisas o recibiría divisas - corrigió la joven con completo manejo de la
terminología - pero… hoy cuando fui a casa y lo vi allí…. Sabes hay una voz en mi
cabeza…

-¿Voz en tu cabeza?- carraspeo al escuchar la forma insegura en que sonó su


voz.

-Sí, cuando papá empezó a actuar como un imbécil la empecé a escuchar - vio la
joven pasarse las manos por la cara de nuevo al ponerse de pie - fue cuando tiro
las cosas que mamá me compro cuando me enseño a cocinar y me dijo que
entendiera que ese no era mi futuro… fue cuando se llevo con eso todo lo que
quise - vio una lágrima pasearse por el rostro - esa voz me decía golpéalo, no
tiene derecho… esta errado… eres una Villafiel no bajas la cabeza ante nadie -
observo como Herendira se miraba las manos - esa ocasión le respondí soy muy
chica, pero la voz nunca se fue_ vio varias lágrimas más escapándose
rebeldemente para pasearse por el rostro - y yo seguía inventando excusas cada
que no me defendía de él, es muy poderoso, es mi padre, solo busca lo mejor para
mi… pero hoy…

-¿Qué paso hoy?- Vanessa se mantuvo sentada mirando como Herendira


simplemente enfocaba su rostro en unos de los cristales de la sala como si
estuviera viendo en él a una persona diferente a la que había sido toda su vida.

-Dijo que no me querías - parpadeo un par de veces al escuchar aquello - que


nunca me querrías, que entendiera que si salía con alguien diferente a quien él
me recomendaba lo más probable era que esa persona solo quisiera mi dinero - la
vio apretar los puños con fuerza - que era un ambicioso y trepador que deseaba
quedarse con todo lo que heredaría - vio el destello de ira intenso en los ojos
verdes - que debía olvidarme de los estúpidos sentimientos y pensar en mi
futuro… que al final cuando obtuvieras mi dinero me abandonarías….

-Tu padre no es de mi agrado - dejo escapar con suavidad sin dejar de mirar a
Herendira que se giro a enfocarla fugazmente.

-Le pregunte si había algo malo en mi y él dijo que yo no era tan bonita con
Georgie y que no tenía el temple de Miguel, que necesitaba a alguien que me
protegiera y supiera también administrar mi parte de la herencia y fue cuando
la escuche - vio las manos de Herendira pasearse por el rostro limpiándose las
lágrimas - la voz… diciéndome que a mi padre no le importaba yo, solo le
importaba su maldito dinero… ni siquiera iba a intentar conocerte, ni llevarse
bien contigo, porque lo que yo sienta le es indiferente… solo piensa en dinero,
esa voz me decía díselo a la cara que ya no harás nada y sin embargo yo me seguía
negando… pero él… el…

Vanessa se puso de pie tirando de la chica para abrazarla con fuerza escuchando
el llanto ahogado sobre su pecho, mientras sentía la sangre en sus venas arder
con fuerza - ya déjalo… olvídalo… yo… - se sorprendió al sentir un fuerte empujón
y como la apartaban…

-Él dijo que te debía dejar y olvidarme de ti - parpadeo sorprendida al escuchar


aquello - que me casaría con quien eligiera pues ya había demostrado mi
incapacidad… ¿Incapacidad? No sé cómo se atrevió a llamarme incapaz, cuando
en mi maldito vida he logrado hasta lo último que me ha impuesto, así que la voz
hablo más fuerte y ya no la pude contener - noto como se llevaba las manos a la
cabeza con fuerza - le dije que claro que era normal que él me tachara de incapaz
cuando el retrasado emocional es él - Vanessa la miro con sorpresa al escuchar
aquello - que si tanto quería su dinero que se lo daba, que esperaba que durmiera
con el todas las noches y si quería alguno de mis supuestos pretendientes que se
casara con él y se lo cogiera bien rico - vio como la chica se tapaba la boca como
acabando de caer en lo que le dijo a su progenitor - que no estudiaría medicina,
que estaba harta de él… que se fuera a carajilandia y que sino sabia donde
quedaba fuera directo a casa y viera el mapa porque estaba al lado de
mierdilandia… y que ya no viviría allí… - escucho la risa más fuerte sonriendo a
su vez_ me dijo que si no me callaba me desheredaría… que entendiera que lo que
hacía era por mi bien y le dije claro… juzgas que la persona que quiero es un
trepador como tú… recién entiendo que seguramente te casaste con mamá por
su dinero…y ahí me grito estas desheredada y yo dije bien, entre a mi
departamento tome mis cosas y antes de marcharme me voltee y le dije papá…
vete al carajo..

Vanessa empezó a reír con fuerza al escuchar lo último mirando a Herendira, que
se empezó a reír con ella divertida del todo - ya me imagino su cara - dejo
escapar entre sonoras carcajadas, mientras notaba la cabeza pelirroja asentirle
sintiendo como se acercaban a ella abrazándola - mi rojita es un huracán y me
encanta… recuérdame no hacerte enfadar… - miro los ojos verdes que sonreían
aun con algunas lágrimas paseándose por ellos, pego su frente para continuar
riendo quedamente…
-Te juro mi vida… debí tomarle una foto y subirla a mi pagina social, creo que se
hizo de piedra - se carcajeo con más fuerza al escuchar aquello - nunca lo vi tan
enojado y luego pum se quedo petrificado.

-Eres mi adoración Herendira - admitió Vanessa quedamente - puedes quedarte


todo lo que quieras… digamos que solo estamos adelantando un poco algo que a la
larga hubiera sido un paso natural - se giro mirando la bolsa en el sofá - ¿Traes
tus bóxer allí? - sintió el golpecito cariñoso en su hombro - ¿Y cuáles traes
puestos? - moviendo las cejas.

-Vanessa - sintió como Herendira escondía su rostro sonrojada en su pecho, por


lo que sintió su corazón tranquilizarse, lo que tendría que pasar pasaría y ya
lidiaría con ello - traigo los de la sirenita…

-¡Oh esa si me gusta! bájate los pantalones - sintió el golpe de nuevo en su brazo
sano mientras la joven se separaba avergonzada.

-Eres una boba - escucho el tono consentido tirando de la joven con suavidad -
No me digas esas cosas…

-No dije nada malo - la miro con seriedad - es algo que a la larga pasara - noto
como Herendira se sonrojaba hasta las orejas - digo el ver tus bóxer de la
sirenita… ¿Pensaste otra cosa?

-¡Ah sí…! digo no… no - vio los ojos verdes pasearse con nerviosismo de aquí para
allá - iré a preparar la cena... si la cena… aja… y yo… eh… ya… este… te quiero…
ven Tormenta… comida tu…

-Herendira ten cuidado con…- escucho el fuerte golpe contra el marco de la


cocina y la queja de la chica, mientras ella reía quedamente parecía ser que las
cosas se pondrían divertidas del todo.

NO ME OLVIDES

Capítulo 22

Pasado…

No hay deseos cuerdos, con esperanzas locas…

Lope de la Vega
Los ojos azules de Stefani enfocaban con insistencia a Karina mientras una
doctora a pasos de ella se encargaba de atender las heridas de Andrea - Si me
sigues mirando creeré que me deseas - dejo escapar quedamente regresándole
la intensa mirada a la joven

-Nunca dije que no fueras deseable - Karina enfoco a la chica con sorpresa - solo
que no eres mi tipo… - vio los ojos azules desviarse al escuchar una suave queja
de Andrea y ver unos policías ingresar a la sala de emergencia, noto el ceño
arrugado y como la chica se levantaba de manera elegante para interceptarlos.

Observo como ambos oficiales se paraban en seco mientras ella sacaba una
identificación y se movía con completa elegancia y educación, notaba los rostros
serios enfocándola pero cada tanto las miradas se movían nerviosas de uno a
otro, aquella joven parecía estar dando un discurso completamente al parecer
verosímil sin embargo, Karina tenía claro que Andrea se había pasado golpeando
al chico en el hospital, así que probablemente acabaría en la comisaria se
sorprendió aun mas viendo a dos tipos trajeados acercarse a los policías y
Stefani que señalo a Hernán.

Los ojos negros de Karina se desviaron al chico que estaba en ese momento con
sus padres los cuales al parecer escuchaban su relato que era regalado con
dificultad - escucho otra queja a su lado para notar con Andrea le sostenía las
manos a las enfermera dando de lleno con el feo corte que tenía en la cabeza,
fue entonces que ella sintió la sangre arder - Stef - llamo la joven por lo que se
dio vuelta una vez más para ver a la rubia caminar con total dominio de su persona
hacia Hernán apartando a los padres del joven conversando con ellos.

De nuevo estaban aquellos movimientos elegantes, esa gesticulación que hacía


parecer que aquella chiquilla era al menos 20 años mayor Karina estaba
sorprendida por el derroche que hacia Stefani en aquel momento, vio como el
hombre de cabello canoso llevaba su mano al ojo de la joven antes de girarse a
enfocar a su hijo con decepción, le sorprendió el cariñoso abrazo que la rubia le
obsequio a ambos antes de girarse encaminándose hacia Andrea para pasar de
largo de ella, acariciando los cabellos castaños.

-Las placas están bien al parecer del golpe y el susto no paso - asevero el doctor
acercándose a ella_ sin embargo deberá venir mañana para una revisión extra de
los golpes en la cabeza, nunca están de más y el sillazo bueno… habrá un feo
moretón unos cuantos días…

-Que mal no podre andar medio desnuda por allí - rió al escuchar el comentario
irónico de Andrea negando con la cabeza.

-Bueno al menos no pareces un oso panda - rió con más fuerza al escuchar a la
rubia rebatir - es mas espera debo buscar quien me dé un fuerte golpe en la
parte que no tengo morada del rostro… me podría exhibir como rareza y ganar
más dinero aun - noto como Andrea empujaba a la joven con suavidad antes de
ver como la rubia atrapaba su mano besándola con devoción.

-No hagas eso - escucho protestar a Andrea sin embargo la chica no aparto la
mano para nada- debo irme a casa…. ¿Me llevas Karina? - parpadeo un par de
veces al verse nombrada antes de asentir - vete a casa Stef es tarde ya.

-Que mala te vas con la reliquia- escucho que respondían pero prefirió ignorar el
comentario - pero está bien mañana despertaras oliendo a rosas frescas-
observo como la rubia se inclinaba sin pudor alguno plantándole a Andrea un beso
que hasta a ella se le antojo dejándola al parecer en un estado de embobamiento
profundo mientras se perdía por el pasillo.

-Anda que si te alborotan las hormonas - dejo escapar divertida para ver la cara
molestia - la verdad con un beso así hasta a mí se me alborotarían.

-Creí que tu ya no tenías de eso - la miro con seriedad antes de extender un dedo
picándole el costado escuchando una queja bastante dolorida.

-La juventud no siempre es sinónimo de fuerza - volvió a picar el costado


sintiendo el manotazo que le daban con afán de apartarla - de pasión o de juicio
- afirmo picando el costado de nuevo divertida - por tanto la adultez y vejez no
siempre representa la ausencia de cosas…

-Pero- escucho otra queja dolorida - cumplir años es algo obligatorio, madurar
es algo que debes aprender - vio a Andrea levantarse - así que madura y deja de
picarme - rió con fuerza ayudando a la joven a caminar.

Stefani abandono el hospital con tranquilidad sintiendo la lluvia empapar su


rostro con suavidad, sonrió mirando el cielo acababa de hacer la invasión del día
D sin duda alguna, debería agradecerle a Hernán aquel fuerte golpe que al
parecer había sido el equivalente del bombardeo a Pearl Harbor para Andrea
porque sin duda su ofensiva fue sumamente violenta y no se hizo esperar. Rio con
fuerza antes de quejarse adolorida, se froto el hombro suavemente
lamentablemente aun no podía ir a casa debía primero pasar a la comisaria y sacar
a Ted y compañía del bote no sabía porque sentía que serían un apoyo invaluable
durante su ofensiva.

Herendira miraba seria a Vanessa cada tanto antes de girarse a la pantalla algo
incomoda, escuchaba la lluvia caer con más fuerza en el exterior sentía los
nervios de punta, se ladeo con suavidad escuchando una suave maldición de parte
de su… ¿Qué eran ella y Vanessa?, novias…, sentía ella que esa no era la palabra,
tampoco eran amantes porque era obvio que para serlo debían hacer algo que
ellas no habían hecho aún… la verdad por un lado esperaba hacerlo por otro le
daba pavor no dar la talla en algo que nunca en su fregada vida había hecho…
¿Quizás debió aceptar la invitación de Érica?, aquella joven de cabellos oscuros
había sido su primer “amor” cuando apenas tenía quince años, gracias al cielo
había sido lo suficientemente juiciosa para determinar que era algo mas
hormonal que otra cosa y no irse a la cama con ella…pero ella no estaba pensando
en Érica sino en Vanessa, la misma persona que estaba sentada a su lado que al
contrario de Érica le generaba algo más que un simple deseo físico y
descontrolado.

-No divagues- se sobresalto al escuchar aquello- te desconcentras - regreso su


vista a la pantalla para ver su soldado tendido en el suelo.

-Diablos- dejo escapar bajando la cabeza, esa Vanessa que sabía cuando
divagaba- tres de cinco - escuchando la risa a su lado para empezar a jugar -
vamos cariño ya te gane una ¿o no?

-Una cielo - rió al escuchar el tono irónico de la expresión - es un milagro que se


da cada mil años - la miro con diversión notando como los ojos le enfocaban
fugazmente antes de regresar a la pantalla, hizo a su soldado agacharse de
pronto justo cuando el de Vanessa se preparaba para lanzar una granada ella se
lanzo encima de su oficial Savedra, que se quejo de su brazo y su consola que
yacía en el suelo antes de guardar silencio del todo al sentir el beso cariñoso y
apasionado que le regalaban, porque el juego sin duda acababa de perder
cualquier rasgo interesante.
La semana transcurrió con una pausa extraña entre las rosas que inundaban el
apartamento de Andrea, el trabajo extra que tenía Karina, la búsqueda de
trabajo infructuosa de Herendira y claro la insistencia de Vanessa en que ella no
necesitaba trabajar que se tomara una pausa y se relajara.

Para cuando Vanessa se reincorporo finalmente a sus obligaciones Herendira


continuaba desempleada y virgen lo cual a su criterio era signo de algo malo,
miraba el anuncio del periódico de nuevo dándole un golpecito algo desamparado…
podría encontrar un trabajo temporal aquel verano pero de temporal no pasaría.
Busco su nuevo móvil, acariciándolo con delicadeza Vanessa se lo había regalado
cuando esa malvada de Tormenta se comió el otro - Stefi- dejo escapar en tono
dolorido - sigo desempleada.

-Y a mí me siguen cortando en seco y no me vez hacer esa vocecita de niña


consentida – rió quedamente al escuchar aquello - ven a casa - sonrío suavemente
al escuchar aquello.

-Pero necesito a mis amigas a ambas - agrego consentida- aunque Andy siga rara…

-Pues con Andrea lo arreglas tú, la última cachetada me resintió la mandíbula y


no quiero otro moretón, así que le daré un respiro esta semana…

-Te veré en un rato y a veré si logro arrastrar a tu amor imposible - rió al


escuchar la lluvia de protestas del otro lado del teléfono mientras colgaba, la
situación de Stefani sin duda era complicada ella misma dudaba contar con la
entereza de su amiga para enfrentar tanto desprecio conjunto, marco el número
del departamento de su amiga para escuchar una voz femenina que no reconoció,
negando con la cabeza antes de escuchar a Andrea - No he conseguido empleo -
dejo escapar en tono consentido de nueva cuenta.

-Y a mí me sigue doliendo el costado, me escasea el dinero porque no he tenido


tocadas, me quieren quitar la beca porque baje mis notas y las chicas con las que
me acuesto no me comprenden… pero ¿Me ves quejándome? - rió suavemente -
¿Quieres tomar un café?... o mejor ¿Quieres tener sexo?

-Idiota- dijo con enfado - mejor el café, pero en casa de Stef- se separo el
celular del oreja al escuchar las protestas enfadadas -me la debes- afirmo con
seriedad escuchando el silencio que la culpabilidad creaba en Andrea, a veces
pensaba que la podría chantajear hasta la eternidad con eso.
-Bien- casi canto victoria - te veo en un rato allí…. Y nos ponemos al día, pero que
sepas que a la primera idiotez de esa maldita mujer me largo de allí.

-Sí, sí- corto la llamada mientras se dirigía al refrigerador escribiendo una nota
para Vanessa por si llegaba temprano del trabajo, para tomar su juego de llaves
y marcharse.

Víctor Villafiel estaba pálido del todo mirando a la persona delante de él, la cual
se paseaba con completa propiedad por su despacho, hizo un análisis del cuerpo
reparando en las largas piernas descubiertas y las zapatillas de tacón, la ropa
completamente elegante y ese aire de suficiencia que él no reconocía, pero lo
que le continuaba llamando la atención eran aquellos cabellos encendidos apenas
más claros que los rojos oscuros de su hija.

-¿Qué quieres aquí mujer? - dejo escapar en tono serio y demandante.

-Ver a mis hijos - le respondieron girándose a mirarlo con aquellos ojos intensos
verdes - a esos que te encargaste de separar de mí haciéndolos creer que los
abandone…

-Lo hiciste - afirmo con seriedad - te marchaste con ese hombre y te olvidaste
de ellos…

-No tú me alejaste de ellos, me amenazaste con destruirlo- reconoció la mirada


iracunda en aquel instante era la misma de su hija menor - yo muy tonta había
firmado aquellos papeles cediéndote mi fortuna creyendo que estaría contigo
siempre, pero tus defectos de carácter y ambición fueron demasiado para mí…

-No quiero justificantes de tu infidelidad - dejo escapar con ironía- pero si te


diré que no verás a los chicos – agregó - así que vete por donde viniste…

-¿Enserio?- la miro extrañado- sé que no tienes poder aquí, gracias al cielo fue
suficientemente consiente para dejar aquella clausula sobre que los niños se
encargarían de mi herencia, todas las empresas y ganancias de la misma apenas
cumplieran la mayoría de edad y adivina- la miro algo pálido de nuevo- Herendira
ya tiene más de dieciocho años… pero supongo que en tu ambición por no perder
tu poder la hiciste estudiar alguna carrera que no tiene relación con esto o estar
de novia con algún inútil…
-De Herendira no te diré nada- sonrió con maldad - excepto quizás que odia a
mamita profundamente - notando los ojos verdes cambiar de expresión - así que
con ella mejor ni lo intentes.

-Bien Víctor, veo que esta visita ha sido infructuosa - escucho el tono de
desprecio que le dirigían - pero te diré que ya hable con Georgi y Miguel - la miro
sorprendido - tuvimos una larga plática ellos y yo, digamos que han comprendido
varias cosas y estamos ajustando otras - agregó - ya no tengo miedo Víctor
quiero a mis niños y ante todo quiero a mi Herendira conmigo…

-¡ALEJATE DE ELLA!- se levanto del escritorio iracundo.

-¿Por qué?.. Porque tu padre que agoniza la nombro heredera universal de toda
su fortuna, saltándote - sintió la mirada seria sobre él - mis hijos mayores me
dijeron que no saben donde esta, pero te aseguro que la encontrare…

Víctor vio a su ex esposa abandonar el despacho mientras se dejaba caer


pesadamente en su silla, había desheredado a Herendira lo cual técnicamente
era imposible porque el desheredado era él, ahora comprendía el largo discurso
de su anciano y acabado progenitor sobre la familia y la moral de seguro a esa
maldita de Sasha se le había ido la lengua finalmente contándole todo al anciano,
se mordió el labio con enfado levantando el teléfono necesitaba recobrar el
control sobre Herendira cuanto antes y si tenía que destruir a quien estaba con
ella para lograrlo… lo haría.

Virginia tendió un café de manera divertida a Vanessa que no la miraba para nada
- ¿Qué se siente ser mujer de familia? - dijo divertida.

-Ya te habías tardado - rió al escuchar la respuesta mirándola fijamente - la


verdad - vio los ojos negros brillar levemente - se siente maravilloso - sonrío al
escuchar aquello para girarse mirando a la avenida - nunca fue así… pero con ella
todo es…

-Mágico - complemento aumentando la sonrisa - es imperfecto y hermoso


¿cierto?

-Completamente imperfecto - vio como la taza de café era llevada a los labios
calentándola y generando aquella cómoda pausa - tan imperfecto que no puedo
dejar de sonreír, desde que me levanto en la mañana hasta que me duermo en la
noche… a pesar… a pesar…
-De que tiene defectos ¿verdad? - Virginia sintió la mirada curiosa sobre ella -
estoy casada ¿recuerdas? … hay días en que es una locura, pero aún así… sigo
sonriendo… - parpadeo maravillada - porque sé que no sería así de feliz con nadie
más…

-Yo no sé si sería así de feliz con alguien más, solo sé que estar con ella… se
siente terriblemente bien…

-A veces eres demasiado simple - dándole un empujoncito para ingresar a la


tienda con tranquilidad… - demasiado simple.

Herendira miraba a Stefani poniéndose hielo en la mejilla, ladeo la cabeza


observando a Andrea metida en la piscina de la mansión Del Valle, aquello se le
hacía de lo más gracioso para su rubia amiga parecía un juego divertido para
Andrea algo desesperante de lo que deseaba escapar. Había llegado cerca de una
hora atrás acompañada por la castaña todo iba bien, conversaron como antes de
sus preocupaciones, Andrea se llevo un buen regaño de su parte por su baja de
notas que ignoro por completo mientras Stefani simplemente guardaba silencio
y las observaba a ambas.

¿Cómo habían terminado en la piscina? A Herendira le dolía admitir aquello pero


sus dos mejores amigas siempre usaban la misma treta a pesar de sus
precauciones, pero en esta ocasión Andrea ni siquiera disimulo cuando la alzo en
brazos y la dejo caer en el agua por lo que dejo escapar aquello que había
degenerado en una lluvia de cachetadas para Stefani - te mueres por ver a Stef
en traje de baño.

Le era un poco loco que Andrea hubiera girado a Stefani en lugar de gritarle a
ella dándole una sonora cachetada mientras se iba al vestidor a cambiarse de
ropa cosa que hizo ella también y Stefani frotándose el primer golpe, el segundo
le cayó cuando al salir Andrea del vestidor dijo algo parecido a “Dios no me dejes
morir que acabo de conocer la gloria”, la tercera bueno… la tercera… básicamente
fue el comentario “Si me vas a estar cacheteando déjame meterte mano y así lo
haces justificadamente” la cuarta vino al parecer previniendo otro comentario
de esos y acabo con Andrea metida en la piscina.

Teresa no tardo en aparecer con hielo reprendiendo a Stefani y diciéndole que


se cuidara el rostro para ver si el morado se iba algún día, para acabar mirando
de mala manera a Andrea que le saco la lengua para su horror, Herendira ya no
sabía si reír o llorar en aquella guerra que tenían sus amigas… vio el hielo de
Stefani caer en el agua a su lado antes de que la joven se lanzara en un clavado
hundiéndose para emerger al lado de una Andrea que intento escapar
desesperadamente mientras ella aguantaba las ganas de reír _ ¿Te gustaron las
rosas?.

-No - vio el empujón que le daban a Stefani.

-Los caramelos, el oso, la aspiradora para usar cuando Karina la pieza de museo
se vuelve polvo - noto otro fuerte empujón hacia Stefani que presiono su cuerpo
con más intensidad contra Andrea_ te amo…

-¡YA DEJA DE DECIR ESTUPIDECES! - vio la mano levantarse y ser


interceptada en el acto.

-Lo siento cariño ya no quiero más golpes - noto las cejas de Stefani moverse -
te amo y si lo ves como una tontería ni al caso - vio a Andrea intentar echar la
cabeza hacia atrás desesperadamente sin éxito alguno al parecer evitando
aquello que la hizo sonrojar a ella, un beso apasionado que estrechaba el cuerpo
de Andrea sobre la pared de la piscina, escucho una quinta cachetada resonar
pero fue contrarrestada con un nuevo beso, finalmente se sorprendió al ver las
manos de Andrea ceder enredándose en el cabello de Stefani correspondiendo
el beso con desesperación.

-Amor apache - dio un salto en al agua mirando a Teresa que dejaba otra bolsa
de hielo en el sitio - asegúrate que se la ponga por favor - asintió suavemente
antes de girarse de nuevo al extremo de la piscina sonriendo al ver los besos de
Andrea sobre las mejillas de Stefani, pausados y cariñosos como deseando
compensar tanta cachetada.

Se estiro levemente fuera de la piscina abriendo su móvil para ver aquella foto
que se había tomado con Vanessa, viendo la nariz negra de Tormenta colándose
por lo que sonrío fugazmente regresando su mente a la pregunta que le mantenía
ocupada ¿Qué eran ella y Vanessa?.

Andrea estaba completamente extasiada besando las mejillas de Stefani antes


de sentir como la joven la atraía de nuevo hacia su boca ¿Para qué negarse a la
necesidad de su cuerpo?, ella parecía dispuesta a satisfacerla, deslizo sus manos
hacia la cintura del traje de baño disminuyendo la distancia de los cuerpos para
profundizar aquel beso, se sentía enloquecer al contacto del agua fría contra su
cuerpo juraría ella cada vez más caliente, cuando ella la besaba era como si todos
sus sentidos se sensibilizaran al máximo regalándole con el mínimo roce las más
grandiosas sensaciones de éxtasis, enredo sus piernas alrededor de las de
Stefani dejando en claro sus intenciones escucho un suave gemido que hizo a su
traicionero corazón dar un salto de alegría -Que rico- alcanzo a oír cuando se
separaron levemente de ella, estaba por regresar anhelante a los labios - pero
aún no - la miro confundida mientras sentía aquella caricia suave y cariñosa en su
rostro - Aun no amor, lo que yo quiero de ti es algo más que lujuria - sintió como
el frío invadía por completo su cuerpo al sentirla separarse de ella por lo que
extendió la mano tirando de nuevo para abrazarla con fuerza maldiciendo su
propia debilidad - Te amo Andy… - escuchaba a su corazón dar gritos
desesperados implorándole que le dijera lo que sentía, pero su razón, orgullo y
resolución gritaban más fuerte que él…

-Y yo te odio- respondió cambiando su mirada a iracunda y separándose de ella -


con todas las fuerzas de mi corazón.

-Bien- la miro sorprendida - ya sabes lo que dicen del odio al amor…- la sexta
cachetada resonó con tanta fuerza que Herendira salió de sus pensamiento
enfocando la piscina para ver a Stefani esta vez quejándose por el golpe recibido
la vio separarse la mano de la cara para ver sangre en ella- no dolió tanto - suspiro
aliviada al ver a Stefani simplemente salir del agua para limpiarse la sangre y
ubicar la compresa de hielo - ¿Cuéntame que tanto te preocupa pelirroja y porque
quieres trabajo?

-¿Trabajo? - noto a Andrea enfocarla con sorpresa, esas dos a veces le


sorprendían tenían una capacidad única para fingir indiferencia.

-Papá me desheredo - noto la sorpresa en los ojos claros y el ruido del agua clara
indicación que Andrea la había abandonado, la joven no tardo en aparecer
goteando delante de ella con su traje de baño - digamos que le dije que mi vida
era mía - dejo escapar algo sonrojada.

-Demonios - miro a la castaña confundida - ya nunca te podre cantar niña buena…


- estaba por darle un empujón a Andrea cuando Stefani le propino un buen golpe
en la base de la cabeza -Maldita mujer- vio a la castaña enfocar a la rubia que la
ignoro de lleno.
-¿Dónde estás viviendo?- se sonrojo aún más al escuchar aquello - ¿Necesitas
dinero?

- ella por lo que se sorprendió - puede conseguir una beca en la universidad para
estudiar medicina y una socioeconómica, si le creen que su padre el retrograda
la desheredo…

-Le pregunte a Herendira… no a ti Andrea - escucho el tono enfadado de Stefani


- porque tú no sabes nada, pasas muy ocupada faltando a clases…

-Chicas- interrumpió evitando una batalla campal entre esas dos “amor apache”
repitió la frase de Teresa mentalmente - no necesito dinero, dejare medicina
saben que nunca me gusto y pues yo… bueno yo… vivo con Vanessa…

Vio la sonrisa pícara en ambos rostros por lo que bajo la cara aun mas
avergonzada - Supongo que lo de la desheredada te importa un pepino si vives
con Vanessa “mamacita” Savedra_ dejo escapar Andrea con descaro provocando
que Herendira se pusiera aún más roja - Ahora cuenta - la miro extrañada -
¿Cómo fue tu primera vez?.

-Aún no… bueno - se cubrió el rostro completamente avergonzada -¡SON UNAS


IMBECILES!- grito enfadada escuchando las risas a su alrededor.

-Bueno un poco- escucho decir a Stefani - es que te correspondiera a mí en lo


particular me alegro mucho…

-A mi no- dijo Andrea- por tu culpa la tuve que borrar de mi lista - no tuvo tiempo
ni de reaccionar cuando el firme empujón de Stefani mando a Andrea de lleno a
la piscina…

-Como te decía- continuo Stefani- me alegro mucho, pero que vivas con ella es
algo pronto aunque dadas las circunstancias...- noto como Herendira asentía con
vergüenza mientras escuchaba la tos de Andrea proveniente de la piscina.

-¿Cómo fue tu primera vez?- a Stefani algo avergonzada provocando que la chica
cambiara a mil colores de rojo diferente en un segundo.

-Fue extraña y maravillosa - tanto ella como su amiga rubia se giraron a enfocar
a Andrea - nunca imagine que fuera así, entregarte a alguien y… y… - Herendira
miro con sorpresa como Andrea tragaba grueso - sentirte completa - observo
como Stefani se lanzaba al agua acercándose a la joven castaña que se aparto
por inercia de ella.

-Era una estúpida - escucho decir a Stefani mientras sujetaba el rostro de


Andrea con suavidad - una verdadera estúpida… - vio a la rubia negar con la
cabeza - lamento haberte lastimado tanto amor - vio el beso cariñoso que le
obsequiaban a Andrea - la verdad - escucho que le decían terminado el beso
girándose hacia ella - le dije eso a Andy para no quedar como tonta - Herendira
parpadeo sorprendida - fue raro, algo incomodo y bueno… si era mi primera vez,
Hernán fue muy amable, pero…. Faltaba algo…

-¿Y cómo fue la tuya?- a Andrea que miraba extrañada a Stefani antes de
separarse incomoda carraspeando para dirigirse al borde de la piscina y sentarse
allí observándolas alternativamente a ambas.

-Mi madre tenía una semana de muerta - Stefani se sorprendió al escuchar


aquello, Andrea no solía hablar de su madre y mucho menos ella le había
formulado una pregunta como la que Herendira le acababa de hacer - me sentía
bastante sola, mi tía me había dicho que si bien mi custodia era suya no se haría
cargo de la hija de su hermana la descarriada - noto el rostro contracturarse
con ira - me sentía sola y bastante confundida, tenía esta amiga Valeria… - la vio
desviar los ojos con tristeza - me dijo que simplemente debía distraer mi mente
en otras cosas y el dolor se iría… - observo como Andrea recogía sus rodillas
abrazándolas suavemente - así que simplemente hice lo que me dijo, empecé a
hacer más ejercicio… creí que se refería a eso, desde entonces soy adicta al
ejercicio - una media sonrisa se formo en la cara mientras Herendira tomaba
asiento junto a su amiga - al parecer Vale simplemente espero el tiempo
suficiente para que mi cuerpo se pusiera lo suficientemente esbelto para su
gusto…

-No tienes que contarlo si no quieres - dejo escapar Stefani acercándose al


borde de la piscina para enfocar aquellos ojos cafés profundos y tristes que
amaba con desesperación… - pero si lo vas a hacer luego quiero el nombre
completo - escucho la suave risa de Herendira seguida por la de Andrea que negó
suavemente con la cabeza.

-Mi primera vez no fue nada extraordinario quizás lo más sobresaliente era que
estaba tan concentrada en las sensaciones de mi cuerpo que me olvide de que
mamá ya no estaba más… -su suave risa resonó con suavidad - cuando ya no había
nada que me distrajera…. Dolió el doble, pero eso no me lo advirtió Vale… -
Stefani sintió la mirada café clavada en ella con intensidad como si la cabeza de
Andrea acabara de razonar algo, vio los ojos desviarse suavemente - pero por un
momento de verdad olvide que mamá ya nunca volvería… así que lo continúe
haciendo con ella… hasta que ya no tuvo sentido… - Herendira la vio ponerse de
pie encaminándose por su toalla hacia un extremo de la piscina - solo te diré una
cosa Heren si ella es la ideal, ni siquiera lo pienses… solo hazlo.

Noto las piernas largas de Andrea perderse hacia el cambiador que estaba a un
costado de la mansión Del Valle, parpadeo sorprendida por lo que acababa de
escuchar antes de que una sonora cachetada resonara de nuevo por lo que vio a
Stefani inclinarse dolorida - ¿Te golpeaste sola?.

-Soy una estúpida - le escucho decir quedamente - una grandísima imbécil, debía
cuidarla, protegerla y amarla, pero ¿Qué hice? ¿Qué sigo haciendo?... solo
lastimarla con mi presencia.

-Ojala pudiera decirte algo… pero a fin de cuentas no tengo idea…

Elena del Valle detuvo sus pasos al ver a Andrea apoyada en una esquina alejada
del probador pasándose las manos con insistencia sobre los ojos al parecer
limpiándose unas lágrimas rebeldes que se negaban a dejar de salir, encamino sus
pasos con tranquilidad hasta quedar de frente de la chica que la miro con
sorpresa, realizando lo que bien sabía que la joven necesitaba simplemente
extendió la mano pegando sus cuerpos para escuchar el llanto ahogado sobre
ella_ Lo sé cariño, lo sé - dejo escapar quedamente.

-Ya no debería doler - escucho la queja enfadada - ¿Por qué duele así? - era un
reclamo que bien sabía no iba en su dirección - uno que no tenía claro cómo
responder - ya lo supere… yo siempre... lo… supero todo - sintió como se
separaban de ella frotándose los ojos con fuerza de nuevo - disculpa Elena…

-Andy… no - noto como la joven se separaba de ella respirando profundo un par


de veces, el tiempo justo para que su mirada cambiara a una decidida y violenta.

-Lo superare también… sino morí cuando mamá me dejo sola… no moriré ahora…

Vanesa miro sorprendida su casa vacía viendo a Tormenta al parecer buscando a


Herendira por toda la casa, dejo la bolsa con el pan que había pasado comprando
en la mesa de la cocina noto a su compañera regresar a la cocina con el rabo
entre las piernas antes de echarse junto a su plato al parecer deprimida - Anda
no es para tanto - le dijo divertida dando un rodeo para tirar sus cosas en una
silla del comedor y mirar la nota con su nombre con interés - parece que seremos
tu y yo - le afirmo a la perra tomando la pelota y haciéndola rebotar sin obtener
reacción del animal - no nos vamos a morir solo porque no está en casa - le afirmo
a su mascota que juraría ella le miro con reproche - yo nunca he sido doblegada
por una mujer, por más que la quiera nunca me apego de más y lo sabes bien
Tormenta al final se van… porque bien o mal, nunca soy lo que esperan…

-Eres mucho más que eso - se giro sorprendida mirando a Herendira que sonreía
divertida - y esas mujeres eran unas idiota y yo soy una idiota mayor… me ganaste
al parecer por unos minutos - noto el enorme puchero formarse en el rostro

-Perdona no saldré temprano de nuevo - dejo escapar divertida antes de sentir


como la abrazaban con fuerza inusitada - ¿Qué pasa?

-Nada simplemente agradezco el poder quererte… tenerte y que no me rompas


la cara con cachetadas - la miro extrañada unos instantes antes de ver cómo le
sacaban la lengua - ¿Tienes hambre?

-Mucha, el día estuvo horrible en la Avenida - se dejo caer en una silla - la gente
está loca porque vienen las vacaciones de verano y… - Herendira escuchaba
asintiendo las palabras de Vanessa girándose cada tanto mientras preparaba la
cena a mirarla, estaba con la cabeza recostada sobre la mesa río quedamente al
verla hacer un gesto desesperado tocándose sus pulcros pantalones que al
parecer sufrieron un percance relacionado con un helado de un niño, vio la
gesticulación algo desesperada y como los cabellos negros se desordenaban por
los movimientos - Te quiero - dejo escapar quedamente al parecer sin ser
escuchada - te quiero con toda mi alma - repitió suavemente, la vio hacer un
gesto como si intentara ahorcar a alguien lo que genero que riera con fuerza -
de verdad te quiero - dijo entre risas mientras la continuaba escuchando - Le
tengo envidia.

-¿Eh?- observo el rostro confundido.

-A tu ropa que toca tu cuerpo sin reparos - vio el parpadeo sorprendido - a la


gente de la avenida que te ve siempre ahora que ya yo no puedo, tengo envidia -
tomo aire con fuerza - del viento que juega con tus cabellos, de Tormenta que
pasa todo el día contigo…. De la mesa maldita esa - dijo señalando el comedor -
que tiene tus benditas manos posadas sobre ella… - se llevo las manos a la cara
esa voz en su cabeza que ahora dejaba hablar sin reparos empezaba de verdad
a asustarla y sin embargo cuando lo hacia se sentía más ella misma - tengo envidia
de esas mujeres que estuvieron antes, de Virginia que te conoce desde niña, la
envidio porque conoce todo eso de ti que me ocultas…. Porque crees que me iré…

-Yo no hago eso- escucho decir a Vanessa.

-Si lo haces- dijo con algo de desesperación - no voy a creer que te levantas una
hora antes que yo en la mañana y siempre te encuentras duchada – - lo haces
para que no te vea - vio como la joven se encogía en la silla - siempre que te
molesta algo que hago no lo dices, Vanessa eres una engreída, pesada, con un
sentido del humor de los más loco, eres desordenada y desestructurada cuando
quieres, cariño te gusta dejar tu gorra, chaqueta y pantalones tirados en
cualquier parte antes de recogerlos y no lo haces ¿Por qué?... supongo que por la
misma razón por la que te levantas a las dos de la mañana a ducharte con agua
fría…Vanessa Guadalupe Savedra… yo también quiero… así que deja de ducharte
con agua fría a las dos de la mañana.

Herendira había tomado la firme decisión de dejar hablar a esa voz que resonaba
en la cabeza, porque sentía que esa era la voz de la mujer que habitaba en ella…
y francamente estaba cansada de ser una niña.

NO ME OLVIDES

Capítulo 23

UN PASO ADELANTE…

Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de


no haber hecho nada.

Giovanni Boccacio.

Su departamento olía a rosas de colores, hermosas, perfectas, a sus amantes les


fascinaba la atmósfera que creaban decían que era ella una romántica lo que
ignoraban era que aquellas rosas en realidad era una pesada carga porque cada
que las veía su corazón daba saltos descoordinados.
Observo su hogar no entendía porque se sentía más vacío que nunca, tomo su
chamarra para salir de allí encaminándose a aquel bar que le había enseñado
Karina, ingreso sentándose en la barra estaba por pedir alcohol pero recordó que
su nueva vida no se llevaba bien con él, era una ironía que debiera aprender a
disfrutar incluso de su propio dolor.

-Hola coqueta - se giro viendo aquellos ojos azules profundos - ¿Un lunes por
acá? No es buena señal - sonrió suavemente al escuchar aquello.

-Digamos que tengo mucho que pensar - sonrió observando cómo tomaban asiento
a su lado enfocándola con interés- Nunca había disfrutado tanto mi vida y sin
embargo siento que me falta algo…

-¿Supongo que pediste disculpas y fueron aceptadas? - asintió suavemente - ¿y


ella te ama también? - volvió a asentir - ¿pero sigues con eso de no querer
sufrir?- un nuevo asentimiento - la intentaste alejar, pero no se deja, aunque no
entiendes porque esta semana ni siquiera te ha llamado…

-¿Lees mentes?- cuestiono mirándola con intensidad - Porque de verdad asustas


- rió quedamente mirando alrededor con abatimiento antes de negar suavemente
con la cabeza - tome mi decisión nunca doy un paso cuando lo hago, todo cuanto
tengo en mi vida se lo debo a mi capacidad de seguir adelante siempre y nunca
jamás arrepentirme de una decisión pero…

-Ella es diferente porque no respeta tu decisión - asintió suavemente - el amor


es un sentimiento que evoluciona y se convierte en una habilidad - la miro
confundida unos instantes - amar es el primer paso el desarrollo de la habilidad
que viene después es la parte realmente complicada de todo el asunto, el amor
el sentimiento es hermoso y lo embarga todo es el que te da la fuerza ante la
adversidad, el amor la habilidad es lo que desarrollas que te permite determinar
esos puntos críticos a los cuales darles cara, la habilidad es la que te dice como
seguir adelante por esa persona que amas, la habilidad es la que te enseña que a
veces lo más sano es retroceder y retractarse de una decisión mal tomada….

-No fue una decisión mal tomada_ la miro con algo de molestia - fue la correcta
porque ella no… no…. Se suponía que ella no….

-No te amaba- desvió los ojos hacia la barra al escuchar aquello - hiciste un
supuesto, actuaste en base a eso y simplemente le abriste los ojos a lo que ella
quizás sabía pero no lograba descubrir… yo creo que si te ama no tiene nada de
malo.

-Lo tiene porque yo no la…

-No te atrevas a decirme una sola mentira y menos una tan grande - cerro la
boca sorprendida ante el tono severo que habían empleado con ella - nunca
niegues un sentimiento es un pecado imperdonable, si no lo deseas entonces
simplemente recházalo y bórralo de tu interior deja de amarla y díselo de frente
cuando ya no lo sientas… dile que no la amas cuando no la ames… dile que la odias
cuando realmente la odies… ¿Acaso no sabes el daño que las palabras mal
intencionadas pueden generar en un corazón sincero? ¿Acaso piensas que al
infligir dolor el tuyo será menor?

-Yo…yo…- la miro con consternación al escuchar aquello- nunca… simplemente…

-No tienes claridad y la falta de claridad te hace hacer estupideces, vive tu vida
como quieras, disfrútala al máximo tienes el derecho y la libertad de hacerlo,
con la verdad por delante y recordando que tus libertades terminan en el
momento en que destruyes las de los demás. Ella te ama y es feliz haciéndolo,
déjala amarte… no significa que tu le correspondas…coqueta no vayas a decir
nada de lo que te arrepientas luego - Andrea miro boquiabierta como la joven se
alejaba de ella dejándole un remolino de pensamientos que amenazaban con
desbordarse.

Herendira tenía la cara pegada a la mesa del comedor mientras miraba por la
ventana con pereza, cada tanto escuchaba la respiración pesada de Tormenta a
su lado, la lluvia parecía estar haciendo su debut de despedida revolvió su cabello
con suavidad… ya llevaba dos horas sola en casa porque Vanessa había anunciado
que saldría con Virginia en lo que parecía una vieja costumbre de ambas de salir
solas - Tupida Virginia - murmuro quedamente; para fundirse literalmente con la
mesa.

La verdad la joven Villafiel tenía ciertos problemas con su mujer perfecta,


básicamente que dejo las duchas frías a las dos de la mañana por carreras a las
cinco por el enorme paseo frente a la casa, porque cada que la veía entrar en la
mañana sonrojada y agitada, con el cuerpo sudado y aquellos pantaloncillo tenía
ganas de lanzársele encima y devorarla por completo, claro todo eso antes de
razonar que ella había salido a correr así, que sus ojos no eran los únicos en
contemplar una parte de aquella perfección que la hacía delirar en sueños y arder
de deseos cada mañana entonces toda su lujuria y deseo se convertía en celos e
ira, esa que carcome el alma hace que te gires en la cama, te cubras con la sabana
e ignores cuando pregunta si hiciste su desayuno, que ignores ese te quiero tan
suave y delicado, los pasos en el umbral de la puerta de la recamara el “hasta
luego” que queda en el aire esperando una respuesta igual que nunca llegara.

Porque la realidad es que Herendira tenía claro que esas mañanas no era más que
una chiquilla de dieciocho años con todas la inseguridades que había dejado
crecer dentro de ella con cada comentario cruel de su padre, con todas aquellas
que se creó… la misma chiquilla que a pesar de dormir prendada al cuerpo de
Vanessa temía despertar en la mañana viviendo un sueño, esa mocosa idiota que
pensaba que quizás solo quizás ella llegara agitada y sudada en las mañanas pero
no precisamente de correr…

Y era una tortura estar fundida con aquella mesa, privada de su olor, de su calor,
de sus palabras que venían reduciéndose notablemente a un simple te quiero de
ella y aquel profundo silencio de su parte, la única culpable era su insondable
estupidez, esa que no le permitía verse como un objeto deseable, como una
mujer, como…. Como una mujer hermosa, sintió aquella lágrima traicionera
resbalarse por su mejilla antes de golpear la mesa con fuerza deseando que ella
entrara por la puerta y la mirara preocupada, pero ella no estaba… esta vez no
vendría.

Sasha Montenegro miraba a la joven de cabellos rubios que la miraba como si


viera algo delante de ella que nunca imagino, levanto el mentón intentando no
sentirse intimidad ante una niña de la edad de su hija y su intensa mirada azul
profunda - Disculpe la hora ¿Señorita del Valle?.

-Es correcto - vio a la chica estirar la mano invitándola a sentarse en un cómodo


sofá_ ¿Gusta té?

-De frutar rojas, por favor - miro a la chica parecía la elegancia personificada,
se cuestiono fugazmente si Herendira era así en el instante fugaz en que no
sintió aquella intensa mirada sobre ella - ¿Sucede algo?

-Disculpara mi descortesía pero me recuerda profundamente a una amiga -


escucho la pausa que hizo la joven como meditando lo dicho a continuación - De
hecho creo que es como una vista al futuro de ella, un brillante futuro si no le
incomoda que halague sus envidiables dotes físicos - se sonrojo profundamente
ante ello escuchando una risa algo contenida - discúlpeme de nueva cuenta pero
el gesto ha sido idéntico.

-Si a la amiga a la que se refiere es Herendira, entonces me ha dado una gran


alegría - la sonrisa se esfumo de golpe y supo que aquello no era buena señal,
pero había sido una cobarde tiempo atrás y no pensaba volver a serlo nunca más
- es mi hija…. Mi viva imagen según decían cuando aun la tenía conmigo.

-Entonces me temo señora - vio a la chica ponerse de pie con imponencia - que
debo pedirle que abandone mi hogar, puesto que la madre de mi amiga está
muerta para ella… murió en sus propias palabras el día en que la abandono….

-Disculpara mi temeridad al intentar explicar algo que supongo que considerara


inexplicable - se levanto intentando imponer en aquel espacio su presencia y la
experiencia vivida - me case cuando era una niña que aun creía en el amor eterno
y sincero, ceguera de amor me dijo mi madre el día que me enrumbaba hacia el
altar, que esperaba que nunca sufriera por mi ceguera de amor - levanto el
mentón con orgullo sintiéndose algo contrariada de explicar aquello a una niña de
la edad de su hija, pero lo suponía un buen ensayo y el primer paso para llegar a
Herendira - pero mi error fue claro con el paso del tiempo porque sus juramentos
se esparcieron como la arena en el viento, de una forma poética te diría que me
regalaron una rosa por cada cama que no compartió conmigo - noto como la joven
del Valle tomaba de nuevo asiento por lo que hizo lo mismo - luego de eso vino lo
interesante, luego de Miguel y Georgina antes de Herendira… vinieron los golpes
- vio los ojos cambiar de expresión a una agresiva e iracunda, le maravillada
aquella mirada tan expresiva - pero yo lo perdonaba, ceguera de amor…. Le creía
todo cuando decía “perdona no volverá a pasar” - carraspeo un poco incomoda por
lo que diría a continuación, pero la verdad por delante ante todo.

-No es necesario que me…-vio a una mujer dejar el té y retirarse por lo que tomo
una pausa aliviada.

-Lo es- sonrió con suavidad tomando la taza y sintiéndola temblar en su mano-
con el paso del tiempo era difícil decir ya que me caí en el baño, los niños nunca
se enteraron porque maquillaba muy bien todo… entonces conocí a Eduardo,
pecho fuerte y espaldas anchas, tan hermoso y pasional con cabellos tan rojos
como los míos- vio a la joven delante suyo revolverse en el sofá como rogándole
con la mirada que no confirmaba lo que ella pensaba- el padre de Herendira era
un hombre muy dulce- la escucho toser con fuerza por lo que rio algo aliviada al
verla comportarse como una chiquilla- pero nunca comprendió porque me quedaba
con Víctor finalmente furioso juro marcharse para siempre…

-¿Pero?- enfoco los ojos azules unos instantes antes de sonreír suavemente.

-Regreso años después como profesor de arte y fue evidente para él, lo que yo
tan perfectamente había ocultado, estaba tan feliz con Herendira tan
compenetrado con ella y se llevaba de maravilla con mis otros dos hijos, la tomaba
en sus brazos para sentarla en sus piernas mientras le decía que cocinar era
como pintar… todo corazón….

-Dios del cielo bendito- vio a la joven tomar aire con fuerza- ¿Comprende usted
la pesada carga que me acaba de encomendar?

-Lamentablemente sí- admitió quedamente - y yo soy la única que la puedo liberar


de ella y para eso necesito hablar con mi hija- vio la sonrisa asomarse.

-Bastante maquiavélico de su parte - negó con la cabeza con fuerza el escuchar


aquello algo asustada antes de escuchar la risa de Stefani - por esa cara sé que
no miente es igual a la de Herendira cuando dijo algo como no debía - vio a la
joven hacer un breve pausa - comprendo su situación, pero comprenderá que
debo primero meditar esto con Herendira para determinar si es indicado o no
que le de la información que me requiere.

-Comprendo pero ¿Me puede decir si está bien? - la miro con pesar - sus
hermanos al parecer no tienen mucho contacto con ella y no saben dónde está o
con quien, vine porque pensé que la encontraría aquí.

-Ella está bien - escucho otra suave risa - se queda en casa de su novia - agrego
suavemente no sabiendo si esa era la palabra adecuada pero a falta de una mejor,
antes de enfocar la cara boquiabierta de la mujer delante suyo… - ¿Es eso un
problema?

-Yo… no - vio como la mujer reía quedamente -¿Es bonita?

-Es un monumento - dejo escapar Stefani - créame un verdadero monumento de


mujer…
-Eres un monumento de mujer - Virginia mirando a Vanessa - la pobre niña debe
tener un colapso hormonal cuando te ve entrar sudada en la mañana.

-Colapso nada - vio a Vanessa cruzar la pierna con esa sensualidad natural en ella
- se da vuelta y se tapa con la estúpida sabana - escucho el tono entre
desesperado y molesto - en general se caería de la cama, intentaría levantarse
o se estrellaría en alguna parte… taparse créeme no es buena señal.

-Bueno quizás, no sé es su forma de controlar sus hormonas - dejo escapar


Virginia quedamente mientras veía la mano de Vanessa pasearse por su rostro.

-No quiero que se controle - la miro con sorpresa al escuchar aquello - no quiero
que lo haga, necesito que se me tire encima y…y…y

-Te coma completa – viendo los ojos negros llenos de pesar - es obvio que a la
niña algo le pasa, digo tu ropa deportiva y sudada, joder, te juro que haces a
cualquiera replantearse su orientación sexual, digo no te vas a pasear en ropa
interior, es que…

-Me alegra que seas solidaria - escucho un suspiro pesado - quizás ya se le paso
la novedad.

-¿Eh?- se levanto tomando el rostro entre sus manos con fuerza - Vas a ir a casa
y vas a agarrar a esa jovencita hasta hacerla delirar de placer ¿entendiste? - en
tono demandante - Herendira solo tiene ojos para ti, se le nota en la cara de
idiota que pone… yo creo que necesita una sobredosis de Savedra termina de
intoxicarla hasta los huesos y veras… pero antes pregúntale que le pasa….

-¿Y si responde algo que no quiero escuchar?

-Le haces el amor igual para que sepa lo que se pierde_ vio la media sonrisa de
Vanessa asomarse y se la regreso como un espejo - y Vane cómetela ¿entiendes?,
déjala devastada como la primera guerra mundial devasto Europa….

-Tiene dieciocho años Virginia - volteo los ojos en blanco al escuchar aquello -
sería inadecuado y…pues… es virgen_ escucho que le decían por lo que miro con
la boca entreabierta.

-¿Qué la revisaste allí abajo para saberlo? - antes de recibir un fuerte golpe en
la frente.
-No idiota conteste su móvil por accidente el otro día - vio como Vanessa miraba
alrededor - su amiga…eh… creyendo que era ella saludo diciendo “ya perdiste la
virginidad” - casi escupe el liquido de su café al escuchar aquello y ver el intenso
rubor en el rostro de Vanessa.

-Vaya con las niñas- dejo escapar riendo quedamente antes de ver el gesto de
molestia delante de ella por lo que intento contenerse lo mejor posible- Bueno
mejor que tú que alguien más o ¿No?

-No es eso- la vio desviar los ojos - no quiero ser el chisme de moda de un grupito
de niñitas o el trofeo de la niñita con la que vivo - Virginia se llevo la mano a la
cara al escuchar aquello - era normal que Vanessa saliera con eso, porque
básicamente siendo lo bonita que era ya la habían exhibido como trofeo antes,
si bien su enorme ego le ayudaba era de las cosas que más detestaba.

-Dudo que te vaya a exhibir como trofeo - la miro con seriedad - le dijo a sus
amigas que era virgen y si la chica que la llamo pregunto eso, es porque
obviamente la pobre niña muere de ganas que te lleves tu lo que le queda de
inocencia - rió suavemente viendo el rostro sonrojado de nueva cuenta - ahora
señorita ego del tamaño del universo ¿Es usted consiente del mujeron que tiene?

-¡OHHH SII!- escucho decir a Vanessa quizás con demasiada emoción por lo que
levanto la ceja impresionada - ¿Por qué crees que me doy baños de madrugada y
salgo a correr?- rió bajamente al ver la carita de desesperación - Herendira es
uff…. Tiene un cuerpazo increíble, es pelirroja así que es un imán para las
miradas, es dulce, atenta, amable, generosa y paciente… tiene un carácter
explosivo como incendio cuando quiere y… y….y…

-Seguro cuando camina por la avenida todas la voltean a ver - agregó mirando a
Vanessa fijamente - la diferencia entre ella y tú, es simplemente amiga que tú
eres consciente de lo hermosa que eres… a ella… pues… quizás en casa nunca la
hicieron sentir así, tal vez solo tal vez es una niña muy insegura y asustada…

-¿Insegura?- sintió la mirada profunda de los ojos oscuros que le creó un


escalofrió y un aumento momentáneo de temperatura.

-¡NO ME VEAS ASI!- le grito enfadada provocando que Vanessa desviara la


mirada - me jode tengo desde que cumplimos quince diciéndote que si me miras
así me alborotas la lujuria - escucho la risa algo divertida de Vanessa.
-¿Perdón?- escucho el tono irónico por lo que volteo los ojos en blanco.

-Perdón un carajo lo haces al propio - le acuso con el dedo como si fuera una niña
pequeña - Lo haces siempre que sabes que tengo razón para desconcentrarme…
tu remedo de amiga.

-Sí, pero una muy sexy - escucho que le decían tono cadencioso por lo que
carraspeo con fuerza.

-¡YA!- le dijo quedamente incomoda - seré breve la niña es insegura, por lo que
sabemos de su padre y lo que ella dijo no la trataba muy bien, tienes que
enseñarle a ser una jodida egocéntrica como tú, y que mejor forma digo yo que
ayudarla a descubrirse mostrándole que es el objeto de tus deseos más puros y
oscuros.

-Puede ser - escucho que le respondían con cierto escepticismo.

-A ver lo hare simple - tomo el rostro de Vanessa con ambas manos con fuerza
mirándola a los ojos - ves a Herendira salir en pantaloncillos a correr en la
mañana una hora, regresa transpirada empapada en sudor - vio las pupilas negras
dilatarse por lo que sonrió victoriosa - pero imagina que en lugar de la Savedra
que eres, eres una chica de dieciocho que no se ve a sí misma como una mujer y
por tanto no se considera atractiva ¿Qué pensarías?

-Yo- los ojos negros bailaron momentáneamente de izquierda a derecha como


meditando profundamente aquello, Virginia seguía sujetando el rostro a
sabiendas del ego sano que tenía Vanessa le impediría razonar la situación con
rapidez - Sería una tontería - noto como la enfocaban con intensidad - pensaría
que sale a correr con alguien que si le atrae.

-Ahí tienes - soltó la cara con suavidad antes de apartar unos mechones negros
- lo que para ti es una tontería para ella es una realidad y que no le metas mano
no hace más que aumentar sus temores.

-Tengo que irme- le escucho decir suavemente.

-¡Oh, dios mío! sabia que llegaría el día que me cambiaras por otra mujer - dejo
escapar con fingida pena antes de sonreírle suavemente a su amiga.

-No cariño, tú tienes un lugar irremplazable en mi corazón - rió quedamente al


escuchar el tono profundo y cariñoso en que le habían dicho aquello.
-Y tú en el mío, anda yo invito… pero arregla las cosas y quiero detalles…

-Pervertida…

Stefani caminaba por las calles de la ciudad con sus guardaespaldas a una
distancia que los hacía casi invisibles a su vista, necesitaba aire después de la
visita de la madre de Herendira, espacio para meditar lo que haría con ese asunto
y ante todo algo que la distrajera de sus ganas de ir a ver a Andrea, la primera
parte de su plan era colmarla de atenciones, la segunda alejarse de ella, para
luego volver a colmarla de atenciones y finalmente intentar que aceptara lo que
sentía, pero el jodido ejercicio de paciencia se le empezaba a hacer demasiado
largo.

-Hola- dio un salto al escuchar una voz suave que le llamaba para girarse dando
con unos ojos cafés profundos que le miraban con intensidad - ¿No son horas no
crees? - sonrió algo incomoda mirando a izquierda y derecha algo confundida.

-¿Te conozco?- suavemente mirando a la jovencita que ladeaba la cabeza


mirándola mientras movía la cascada negra que representaba su cabeza con
suavidad - y si no son horas para mi menos para ti…

-Puede- vio la sonrisa aumentar provocándole carraspear y mirar hacia otra parta
incomoda del todo con aquella mirada - yo solo digo que no es bueno estar solita
en lunes… y menos frente a un bar como este- señalo el letrero generando que
Stefani abriera los ojos sorprendida - a menos que vayas a entrar…

-¿Entrar? - dijo con confusión.

-Recuerda que el primer paso siempre es esencial - miro a la chica a pasos de ella
algo incomoda - un primer paso en la dirección correcta - trago grueso nerviosa
al ver la intensidad de la mirada que la hizo dar un paso hacia el escalón antes de
escuchar una risita traviesa - Stef… los planes siempre pueden variar - la vio
despedirse con la mano y marcharse dando saltitos… Yo no le dije mi nombre o
¿sí?

Subió las escalera algo aturdida ingresando al lugar viéndolo medio vacío, lógico
un bar un lunes suponía se vería así, noto al algunas chicas y chicos en las mesas
conversando sin decidirse a dar una leve inspección o no, la música era suave y
algo melancólica dio dos pasos antes de negarse girándose para salir
estrellándose con alguien en el acto.
-Discul…- se quedo sin voz al dar de lleno con los ojos cafés intensos de Andrea
que le miraban con confusión_ ¿Qué?_ parpadeo mas aturdida aún.

-¿Estás bien?- noto como se le acercaban con preocupación -¿Rocky?- miro a


Andrea sorprendida, no solía llamarla así… pero a veces lo hacía y la verdad le
agradaba bastante.

-Creo que necesito sentarme - sintió como la apretaban con fuerza dirigiéndola
a una mesa para ayudarle a sentarse - es que paso algo raro y… Yo…

-Calma - sintió las caricias suaves y preocupadas sobre su cabello - te traeré


algo de tomar, no te muevas - la vio levantarse en dirección a la barra y regresar
con dos copas de refresco - Anda creo que sufriste una baja de presión y una
gaseosa te vendrá bien, Anda Rocky tómatela toda - la vio sonreírle suavemente
- Cobalt informe fisiológico - escuchaba la voz cibernética sintiendo la cercanía
del cuerpo de Andrea, y cayendo finalmente en que estaba con ella… con una muy
preocupada Andrea ¿Quizás debería desmayarme?...

-¿Cómo te sientes? - Señor que estas en los cielos, perdóname porque voy a ser
una jodida mentirosa.

-Muy mal- dijo con fingida agitación llevándose la mano al pecho - siento que
apenas y puedo respirar ¿Quizás me vaya a dar otro ataque de esos de ansiedad?
- movió los ojos nerviosa antes de tomar un fuerte bocanada de aire llevándose
la mano a la oreja para apagar a Cobalt disimuladamente.

-Cobalt - llamo Andrea sin obtener respuesta - Cobalt - repitió.

-¡Oh, no! Andy se acabo su batería - mentira… soy una jodida mentirosa pero qué
demonios - No me siento bien.

-Tranquila ven - sintió como Andrea la recostaba suavemente en ella - los ataques
de ansiedad son porque precisamente estas muy ansiosa o algo te altero, solo
debes relajarte ¿sí?

-No me quiero morir amor - dijo suavemente como si de verdad le estuviera


dando muchísimo trabajo respirar - Andy.

-¡Shhh! calma - escucho el tono sereno conteniendo las ganas de sonreír ante las
suaves caricias que recibía en la espalda - no te vas a morir Rocky, solo tienes
que concentrarte en algo más - le afirmaron besando su frente para esparcir un
agradable calor por todo su cuerpo - ¿Qué haces aquí?

-Dando la vuelta - admitió regresando su respiración a la normalidad - vi el lugar


y como no me sentí bien pensé en entrar y tomar asiento en alguna parte.

-¿Y tus guardaespaldas?- escucho el cuestionamiento, Andy siempre era tan


aguda…

-Salí sin ellos, sabes que a veces lo hago - sintió la mano ciñendo con fuerza su
cintura, apretándola cada tanto… sin duda esas caricias no eran tan inocentes
ya…

-Es una fea costumbre ¿Qué tal si no te hubiera visto? - se separo mirando los
ojos cafés enfocarla con preocupación “oww mi amor me encanta tu cara de
preocupación, perdóname por ser una jodida mentirosa”.

-Ya me resigne a que puede que nunca estés - admitió tomando una gran bocanada
de aire dolorida separándose de Andrea viendo la expresión de los ojos cambiar
a una de pesar_ así que me cuido yo sola - se llevo las manos al pecho como si
este le doliera, notando como Andrea se acercaba de nuevo a ella con
preocupación - Te amo… - dejo escapar quedamente sin poder evitarlo más - creo
que mejor me voy…

-Rocky no espera - sintió como tiraban de ella con delicadeza -no te vayas - la
miro extrañada unos instantes - Stef… yo también te amo - parpadeo
sorprendida sin poder creerse del todo lo que acababa de escuchar - yo… de
verdad te amo - se sentó como si fuera una niña obediente mordiéndose el labio
algo nerviosa “debí mentir antes” se reprendió mentalmente - ¿Todavía te
sientes mal?

-No - respondió casi sin voz notando como ella bajaba el rostro buscando las
palabras adecuadas.

-Te amo- sonrió suavemente al escuchar aquello - pero no dejare que nadie me
lastime - la miro confundida unos instantes - no dejare que me vuelvan a lastimar,
que tú me lastimes de nuevo… por eso decidí olvidarte y quiero que me olvides…

“Maldición, bien decía mi madre que mentir era malo, ahora si siento esa fea
presión en el pecho”, respiro hondo mirándola e intentando calmarse observando
la intensa mirada café situada en ella con infinita tristeza.
-Yo nunca quise lastimarte- dejo escapar quedamente - no lo sabía, sé que no es
una excusa…. Pero no lo sabía… y no quiero olvidarte… no podría…. Sé que
entiendes lo que te digo…

-Yo… Stef hay que ser realistas - escucho el cambio en el tono de voz - tu eres
clase alta y yo clase baja - la miro extrañada - tú andas en moto y autos lujosos
y yo… bueno el autobús en un buen día, eres una de las princesas de la ciudad
¿entiendes? y yo…

-La de mis sueños- la vio sonrojarse suavemente sonriendo para tomar la mano
con suavidad - No me olvides…. Yo no podría… anda no me importa bájame cuatro
peldaños en el escalón social…

-Rocky- escucho el suspiro algo derrotado - yo… no.

-No te voy a lastimar - repitió quedamente - seré paciente y te lo demostrare,


no te pediré que dejes de ver otras chicas, ni que dejes de hacer lo que haces…
simplemente te demostrare que no te voy a lastimar, no te voy a olvidar…
entonces no me olvides a mí y dame la oportunidad…

-Te amo- escucho decir quedamente a Andrea como si de verdad aquello le


generara un profundo dolor por lo que simplemente tomo el rostro entre sus
manos con suavidad mirando los ojos.

-Anda amarme, no es tan malo - hizo un enorme puchero notando la suave sonrisa
aparecer - déjeme demostrarte que no es malo… sobre todo porque yo también
te amo - escucho la suave risa antes de besarla con suavidad brevemente para
de separarse ladeando la cabeza y cerrando los ojos con fuerza

-¿Pasa algo?- escucho que le cuestionaban.

-Espero la cachetada- admitió suavemente escuchando una risa divertida para


sentir un beso en la mejilla, y las caricias en su rostro, percibiendo el “tonta”
sobre los labios acompañado de un beso cálido y entregado, uno embargado de
un sentimiento que con alivio sabía correspondido.

Herendira dio un salto ante el sonido tan brusco que género la puerta de la cocina
mientras levantaba la mirada sorprendida poniéndose de pie y apartándose de la
misma antes de chocar con un gabinete a sus espaldas al enfocar la mirada
oscurecida de Vanessa y su cuerpo empapado por completo al parecer por la lluvia
que aun caí en el exterior, su cerebro le decía que preguntara que pasaba pero
simplemente le era imposible.

La vio avanzar rodeando la mesa por lo que se movió dando un rodeo en la


dirección contraria, generando con ello una sonrisa tan sensual y traviesa que
hizo sus piernas flaquear con intensidad - ¿Estas huyendo? - escucho el tono
suave y sensual que le genero un calor intenso en su interior - No vas a escapar…
solo haces que me excite más - se sonrojo de pies a cabeza al escuchar aquello
sintiendo el corazón dar un salto… parpadeo suavemente, seguramente escucho
mal Vanessa no le diría algo así y menos de aquella manera.

-Va…Vane - trago grueso viéndola a ella dar la vuelta a la mesa por lo que se movió
a su vez dejando aquel mueble entre ellas -¿Estás bien?- respiro con cierta
agitación, no comprendía bien de donde le nacía pero si sabía que la culpable era
aquella mirada que le prodigaban.

-No- la miro algo sorprendida sonreírle de nuevo con sensualidad- lo estaré


cuando te atrape y te tenga desnuda en mi cama gimiendo mi nombre- retrocedió
de golpe sujetándose del mueble de la cocina con dificultad- cuando me asegure
que solo pienses en mi y todo ese cuerpecito tuyo… sea solo mío.

-Hay Dios- dijo con suavidad.

-Ningún Dios aquí solo estoy yo…

-Solo tú- había dicho aquello por inercia haciendo la sonrisa aumentar con
intensidad, se estaba hiperventilando lo podía sentir vio a Vanessa avanzar y
estaba por repetir el movimiento cuando su adoración al parecer decidió que la
mesa ya no sería un impedimento, la vio saltar sobre la madera con agilidad pero
ella no fue tan rápida cuando se dio cuenta estaba atrapada entre el mueble de
la cocina y el cuerpo de ella.

-Tendrás que disculpar mi rudeza pero ya no lo soporto más - le escucho decir


sobre sus labios - no me diriges la palabra en las mañanas y ya correr no me
alcanza, no puedo trabajar bien me la paso pensando en ti - Herendira sentía la
cara arder de golpe - en tu cuerpo, en mil escenas diferentes, en tu cuerpo sobre
la mesa y el mío sobre él, tu sobre la cama y yo en ti… Herendira - escucho el
suave gemido que dejaban escapar sobre su oído - Dime que también me deseas…
Era su momento de la verdad, tenía a sus dudas de un lado cuestionándole ¿Por
qué ella había salido y regresado de aquella manera?, repitiéndole que si la veía
desnuda se decepcionaría que su cuerpo no era lo suficientemente bonito… que…
que…. Observo los ojos negros oscurecidos mientras sentía la respiración agitada
sobre su boca… -Herendira- escucho su nombre escapar casi como si fuera una
excitante súplica y a esa otra voz dentro de ella hablar y repetir una sola frase

-Te deseo- dejo escapar antes de devorar los carnosos labios delante de ella con
intensidad…

NO ME OLVIDES

Capítulo 24

EMOCIONES DESBORDADAS.

Hay dos formas de vivir la vida, Una pensar que nada es un milagro. La otra
pensar que todo es un milagro

Albert Einstein

La mañana despunto con suavidad sobre la ciudad generando una bruma suave
provocada por la última lluvia de la temporada y la decisión del sol de imponer su
mandato. Sasha se removió entre sus sábanas antes de escuchar un quejido
molesto soltando una suave risa para deslizar su cabello sobre el varonil pecho y
tirar con suavidad de la corta barba de su esposo - Eres una mala mujer - le
escucho decir con tono perezoso por lo que sonrió suavemente.

-Eduardo- dejo escapar con sensualidad provocando que los ojos se abrieran en
el acto desencadenando un océano miel ante su mirada.

-Mamacita- vio las cejas moverse de arriba abajo por lo que estallo en sonoras
carcajadas que no tardaron en ser acompañadas por las de su pareja.

-Tú si sabes asesinar mi lado seductor- dejo escapar quedamente mientras se


recostaba en el pecho.

-Bueno era una bromita matutina- sintió la barba por lo que se aparto
suavemente- has estado muy tensa, anda veras que podemos hablar con nuestra
hija… ya hablaste con tus hijos, solo nos falta la pequeña y estoy segura que
entenderá perfectamente.
-Si es tan testaruda como yo lo dudo mucho - se incorporo paseando sus ojos por
la recamara percibiendo aquella mirada posada en ella - la abandone, la ha pasado
mal… tiene todo el derecho del mundo a odiarme.

-Odiarnos- noto como Eduardo se incorporaba ubicando una mano sobre su


hombro con suma delicadeza - yo soy su padre y la deje con ese tipejo, no procure
su seguridad ni resguarde sus sentimientos… es mi hija y no la cuide… así que de
odiar que nos odie entonces a los dos.

-Le gustan las mujeres- soltó aquello de golpe generando que su esposo
palideciera brevemente antes de que empezara a formar una enorme sonrisa -
es verdad y tiene un mujeron de novia eso dice su amiga.

-Claro que si - miro a Eduardo sorprendida - es nieta de su abuelo y mi hija, he


de decir en su favor que en mi familia siempre hemos tenido un gusto impecable
con las mujeres - lo noto hacer una pausa como meditando algo - hablando de
mujeronas ¿Ya viste la oficial de la Avenida Central? - lo miro sorprendida - es
una hermosura, no tanto como tú querida - le afirmaron ocasionándole una
sonrisa_ pero si pasas por la departamental más grande es imposible no mirarla…
tiene una presencia abrumadora.

-Parece que te divertiste ayer - dijo quedamente a sabiendas que el último


comentario simplemente intentaba dispersarla de su preocupación - Solo espero
que Herendira entienda porque siento que de todas formas no tengo justificante
alguno para mis acciones.

-No fue tu culpa - escucho la voz de su esposo - en todo caso fue mía por no
poder protegerte ni a ti ni a los niños, de las absurdas amenazas de ese gusano
de hombre… le debí romper la cara sin importarme nada más en lugar de dejarle
el camino libre - sintió el fuerte abrazo que le prodigaban - Así que si nos odia…
compartiré tu dolor como siempre - cerró los ojos reconfortada del todo, porque
tenía a su esposo y a dos de sus hijos… pero bien sabía ella que su victoria seria
completa cuando tuviera a Herendira en sus brazos.

Víctor Villafiel se revolvía inquieto en su silla viendo a sus hijos mover cajas de
un lugar a otro empacando sus pertenencias, les miro alternativamente
esperando alguna respuesta o explicación por parte de alguno de ellos, sin
embargo el silencio seguía reinando en el sitio - ¿Sera que puedo saber que
hacen? - noto todo movimiento cesar de golpe mientras ambos se giraban a
mirarlo.

-Obviamente Señor Villafiel - levanto la ceja derecha al escuchar el tono que su


hija había empleado al referirse a él - nos mudamos de oficina.

-¿Y con permiso de quien?- afirmo poniéndose de pie enfadado.

-Del nuestro_ escucho la voz firme de Miguel - ya sabemos lo que le hizo a


nuestra madre, cuanta vileza de su parte_ observo la vena de la frente de su
hijo saltarse en clara muestra de molestia.

-¿Vileza?- dejo escapar una risa irónica - tuvieron todo cuanto desearon de esta
vida, ¿Ahora vendrán a quejarse por una cuantas palmaditas que le di a su madre
en el rostro? - noto como Miguel avanzaba hacia el siendo detenido en el acto
por su hermana.

-Déjalo Miguel… - miro a su hija fijamente - al final no tendrá nada -la miro con
sorpresa - solo su rencor y algo de su frío dinero y eso si nuestra hermanita es
atenta con él.

-¿Dónde está Herendira?- les cuestiono con seriedad antes de escuchar las
carcajadas de ambos mientras abandonaban la que era la oficina familiar -¡LES
ESTOY HABLANDO!- dio un grito frustrado mirando las notas sobre su
escritorio podía perder a esos dos pero a Herendira… no se podía dar ese lujo.

Estiro su mano abriendo la última gaveta de su escritorio, esa que cerraba con
dos llaves diferentes para extraer aquella libreta negra que no había vuelvo a
usar desde que se deshizo de Sasha, era un método algo sucio el que usaba pero
ciertamente efectivo, levanto su teléfono marcando el número que le señalaban
para saludar suavemente - Hola viejo amigo….

Andrea enfoco la espalda desnuda de Karina en su cama ladeando la cabeza antes


de revolverse el cabello con pereza encaminándose al baño, mientras abría el
grifo permitiendo a aquel líquido frio empapar su cuerpo en su mente se
arremolinaban imágenes de la noche anterior que nada tenían que ver con la
mujer que descansaba en su recamara.

Porque las imágenes de su mente llevaban un cabello rubio y unos ojos azules
intensos que le miraban con infinito cariño mientras la trivialidad formaba parte
de su conversación, junto con aquellas caricias que durante tanto tiempo soñó
recibir, toques suaves y gentiles, besos en las manos, las mejillas, el cuello,
aquellos ojos azules mostrándole que era el centro del universo, que era ella el
universo mismo. Sonrió suavemente apretando ambas manos sobre su pecho al
recordar los suaves te amo que le prodigaban con infinita devoción, uno seguido
de otro, cada halago sobre su cabello, manos o cuerpo para regresar al te amo….
Tan profundo, sincero…

Recordaba los miles de besos que le había obsequiado hasta que el taxista
desesperado le cuestiono a Stefani si se subía o no para llevarla a casa, la
promesa de llamarla al día siguiente y enviar rosas, ahogo un grito emocionado
sonrojándose sola de golpe.

-Cuánta emoción - se giro para ver el cuerpo desnudo de Karina invadir la ducha
apretándose contra ella_ Eso me parece saludable…

-¿Qué es vivir?- cuestiono de golpe llevándose una mirada intensa y extrañada


de a mujer.

-Es la reacción biológica que hace que tu cuerpo en general mantenga una
funcionamiento adecuado para la sobrevivencia - sintió las manos alrededor de
las caderas antes de darle un suave empujón no muy satisfecha por la respuesta
-¿Por qué preguntas eso?

-Porque simplemente es algo que quiero saber… dijiste que me enseñarías todo
cuanto sabías_ acaricio el cabello que se empezaba a empapar suavemente
mordiéndose el labio divertida.

-Uno debe crearse su propio concepto de vida - hizo un enorme puchero que
genero una risa suave y gentil - bien… para mí vivir es cuando tu corazón late -
sintió como la atraían con fuerza hacia el seno izquierdo escuchando el suave
tamborilear del corazón de Karina - y que lata es un verdadero milagro - ahogo
una exclamación de asombro al escuchar la palabra milagro en boca de Karina -
respirar, caminar, correr, pensar, ver, oír, sentir… es un milagro, tu cuerpo es
capaz de hacerlo todo a la vez e incluso cosas que no eres capaz de explicar, vivir
para mi es ser consciente de ello, agradecerlo no olvidarlo, vivir es apreciar
desde la primera puesta de sol hasta el último amanecer que veas, la cercanía de
un cuerpo, la risa que acompaña la tuya o las preguntas curiosas de tu amante de
turno_ sonrió besando la barbilla con devoción.
-Me gusto mucho tu respuesta - admitió quedamente - me encanta en realidad -
cerró los ojos escuchando aquel corazón latir con fuerza.

-¿Tu rubia te hace feliz? - se separo mirando los ojos con intensidad unos
momentos - Estas sonriendo mucho de nuevo, supongo que estas arreglando las
cosas…

-Me pidió una oportunidad y se la di - paso la mano sobre los hombros como si
con ello pudiera apartar el agua para bajarlas por la espalda - pero no significa
que me quede con ella…

-Es tu plato A - escucho que le decían - pero te diré al ser humano en general no
le gusta compartir - la miro extrañada - es por culpa del amor romántico, esa
estúpida idea que tienen que debes sacrificarte por amor, ser una extensión de
tu pareja y dejar morir una parte de ti con ella - la vio mover la cabeza - por eso
yo tengo un plato favorito pero nunca dejo de probar… porque puede que A sea
mi favorito pero C puede ocupar su lugar luego…

-¿Entonces no crees que puedas encontrar un plato definitivo? - se separo


mirándola con curiosidad unos instantes.

-Me estas pidiendo que encuentre un ser humano que me diga que no me cortara
mis libertades - por lo que abrió los ojos con sorpresa - que me diga que puedo
estar con otras mujeres y no pasa nada… porque sabe que la amo - aquellas
palabras eran las que Stefani le había dicho la noche anterior - ese plato no
existe… y si lo encuentro un día, dejare todos los demás porque sabré entonces
que es el indicado…

-¿Y no te da miedo que te lastimen? - le cuestiono quedamente sintiendo como


tomaban su rosario entre los dedos jugueteando con él.

-Sí sé que es la indicada… no niña… sería tonto tener miedo - le afirmo - pero si
lo tengo disfrutare el miedo con intensidad porque me muestra que mi sentir es
real y que por primera vez en mi vida tengo deseos de quedarme en una sola
cama, con un solo cuerpo… disfrutaría mi miedo porque me indicaría que encontré
un verdadero hogar…

-Nunca pensé escucharte decir tal cosa - ladeo la cabeza maravillada


brevemente - pareces otra persona realmente.
-Un ser humano simple, es un ser humano aburrido - le divertida - y yo siempre
he sido muy compleja no en vano te atraje desde el comienzo.

-No, yo te atraje - tirando del cabello con suavidad - eres una engreída… mira
que tú me intentaste seducir, no al revés_ agrego viendo como le sacaban la
lengua antes de besarla con intensidad - oye…

-Disfrutare intensamente de ti - le escucho musitar quedamente - de todo lo que


ofreces antes de que regreses con tu plato adorado- se separo mirándola seria.

-No volveré con ella… yo- observo cómo le negaban por lo que bajo la cabeza algo
apenada_ no quiero estar atada…

-Si es amor… como dices tú… ella nunca te hará sentir atada… porque el amor es
libertad…. ¿Entiendes? - sintió la mirada intensa que la hizo estremecer de golpe
- libertad… nunca cadenas… por eso no creo que encuentre alguien a quien amar….
Porque mi amor necesita ser libre y dejarme serlo… volar conmigo más allá de las
nubes que tanto me gusta mirar y perderse en una sonrisa sin notarlo siquiera…
mi amor debe recordar como yo que cada que escucha mi corazón latir es un
milagro ya no solo porque late sino porque lo hace para ella…- sintió una lágrima
escapar de sus ojos y deslizarse por su mejilla sin poder controlarlo siquiera
ante la intensidad de aquello que le expresaban - mi amor… debe saber llorar de
alegría…. Y admirar en las estrellas la infinidad que habita en su interior.

No tuvo más cuestionamientos ante tan intensa declaración más que unir sus
labios a los de ella en un beso entregado e intenso, mientras sentía su cuerpo
desnudo presionarse con el de ella, con su razón negándose a ceder ante los ojos
que su corazón deseaba ver al abrir los suyos… esos ojos… devotos, entregados….
Ojos… ojos… intensos….azul intenso.

Herendira se cubrió el rostro con la sabana avergonzada observando el cuerpo


desnudo de Vanessa a su lado, extendió la mano con suavidad pasándola por la
piel suave y tersa de la espalda para escuchar un suspiro de satisfacción que la
hizo enrojecer aun más si era posible. Si no la tuviera desnuda a su lado y ella
misma no estuviera en iguales condiciones le diría a cualquiera que lo había
soñado.

Se levanto despacio mirando el reloj brevemente, la mañana ya estaba algo


entrada pero eso no tenía importancia, se ruborizo de nuevo al ver su ropa
esparcida por la habitación mezclada con la de Vanessa en el suelo de la misma,
estiro su brazo tomando aquella enorme camisa blanca que en ocasiones Vanessa
usaba para dormir y ubicársela notando que cubría lo necesario, percibió el olor
de la ropa encantada antes de abrir la puerta de manera silenciosa
encaminándose a la cocina.

Abrió apenas las persianas por aquello de los vecinos curiosos, mientras
empezaba a preparar todo para los panqueques, el ruido de un plato detrás suyo
la hizo voltear para ver a Tormenta sentada enfocándola - Lo siento - dejo
escapar quedamente antes de servirles sus croquetas en la esquina y dejarla
comer, juraría que el animal la miraba acusadoramente.

Miro el desorden sobre la mesa sonrojándose de nuevo, aun no podía creer que
aquello había pasado, se llevo una mano a los labios aun podía percibir esa
sensación de intenso calor sobre ellos… se giro empezando a preparar la masa de
los panqueques mientras sus ojos viajaban brevemente a la noche anterior.

Vanessa la tenía apretada contra los gabinetes de la cocina mientras le devoraba


los labios con intensidad, ella por su parte luchaba por imponerse en aquel beso
que parecía más una lucha de fuerza y voluntades que las tenia enredadas, sentía
la calidez de los labios mientras su lengua se sentía invadida por otra idéntica a
la cual empujaba cada tanto escuchando ahogados gemidos de molestia…

Finalmente sintió las manos sobre su cintura que la sentaban sobre un gabinete
al parecer dispuestas a acariciar con más comodidad sus piernas provocándole
suaves suspiros y una leve desconcentración en la guerra que emprendían sus
bocas, una que crecía a medida que aquellas manos se aventuraban debajo de su
playera creándole placenteras sensaciones que la hicieron dar por perdida su
batalla, provocando que Vanessa abandonara su boca e invadiera su cuello
logrando que echara para atrás su cabeza golpeándosela con una gabinete, cosa
que ciertamente le importo poco. Pero su futura amante pronto demostró que a
ella sí, cuando se dio cuenta su cabellera roja recibía delicados y dulces besos
que le provocaron una suave sonrisa, ahogo un grito cuando la tomaron del trasero
entrelazándose con fuerza a las caderas de Vanessa por miedo a caer y
terminando de esa manera recostada en la mesa de la cocina.

-Vaya fantasía uno a punto de cumplirse - contuvo la risa antes de sentir otro
apasionado beso que amenazaba con desconectar del todo sus neuronas - pero
no para tu primera vez - sintió como la movían de nuevo acabando entrelazada al
cuerpo de su adoración - me encanta que te dejes hacer…

-Debería estar loca para resistirme a mi diosa - rió cuando sintió un suave beso
en el cuello y el sonido de la primer peldaño de los escalones la hizo abrazarse
con más fuerza a Vanessa - son muchos - quedamente.

-Por suerte no pesas nada y yo soy muy fuerte - le afirmaron con calma y para
su sorpresa así fue, más allá de la pasión que sentía que inundaba su cuerpo, su
alma se sentía completamente tranquila y segura en aquellos brazos - a ver -
sintió como uno de los brazos cambiaba de posición y la puerta de la recamara se
abría finalmente - Tormenta fuera no estás invitada - rió quedamente
estrechándose más - deja de reírte - le dijeron quedamente - Herendira - río
con más fuerza al escuchar el tono consentido con que le hablaban antes de que
la dejaran caer en la cama con fuerza.

-Es tu culpa- dijo mirando como la expresión de los ojos de Vanessa había
cambiado a una juguetona y no tan agresiva_ y de Tormenta me hacen muy feliz-
extendió la mano invitando a Vanessa a recostarse con ella pero le negaron con
la cabeza, por lo que se enderezo en la cama poniéndose de rodillas para
arrastrarse hasta el borde y erguirse levemente entrelazando sus manos
alrededor del cuello de la joven mujer delante suyo.

-¿No tienes nada de miedo?- le cuestionaron suavemente_ ¿Estás segura de lo


que vamos a hacer?, ¿Tal vez quieres un lugar especial?

-No tengo miedo porque estoy contigo - besando las mejillas con suavidad - y
Vanessa es especial porque precisamente es contigo… no me imagino nada mas
especial que eso en todo el mundo - la vio moverse con delicadeza le parecía
insoportable que ella se estuviera controlando de aquella manera cuando
escaleras abajo parecía estar ardiendo en llamas, la vio ubicar unas velas con
atención en cámara lenta antes de que de su boca escapara un gemido
involuntario que hizo detener todo movimiento y provoco que ella se tapara la
boca avergonzada.

-Que rico- escucho que le decían con una media sonrisa mientras ella deseaba
que se la tragara la tierra ¿Qué diablos había sido eso?, movió los ojos nerviosa
- ya casi voy no seas impaciente - abrió los ojos al escuchar aquello
¿Impaciente?.. ¿Ella? Díselo… negó con la cabeza… “díselo” le repitieron en su
interior por lo que volvió a negar “anda díselo”.

-Como impaciente condenada mujer - se volvió a tapar la boca justo cuando


Vanessa se dirigía a apagar las luces de la recamara mirándola con extrañeza -
llevo viviendo contigo un buen tiempo, comparto tu ca…ca…ca… - “deja de
tartamudear… yo no tartamudeo, porque no soy una niña asustada” - cama contigo
y es una tortura digo ya te viste - afirmo de pronto tragando grueso - sales
medio desnuda del baño, te paseas en pantaloncillos o llegas de correr y vamos
que… que…

Los pensamientos o argumentos racionales se esfumaron de golpe cuando vio la


blusa de Vanessa volar siguiendo su trayectoria en cámara lenta antes de enfocar
el torso delante de ella solo con el sujetador blanco y delicado - ¿Dijiste algo? -
negó con suavidad varias veces - Eso pensé - la vio acercarse en cámara lenta
por lo que irguió de nuevo en la cama - Herendira no seas desesperada - le
repitieron por lo que soltó un suspiro entre frustrado y deseoso.

-Vanessa - la llamo suplicante antes de ver como pasaban a pasos de ella y sentir
aquel olor agradable invadiendo el cuarto al parecer las velas no solo alumbraban
- deja de hacer eso… es especial porque estás tú…ven - suplico inclinándose
levemente hacia adelante y notando aun en la penumbras una dilatación en las
pupilas ante aquel movimiento - ¿Te gusta lo que ves? - cuestiono quedamente.

-Mucho- le respondieron uniéndose de rodillas a ella en la cama- pero me gustara


más lo que hay debajo de esta ropa_ le afirmaron a punto de besarla separándose
ella divertida al notar la cara de desconcierto

-Creo que tengo que ir al baño.

-¿Eh?- rió con fuerza al ver el gesto entre desesperado y confundido.

-¿Quien es la desesperada ahora? - antes de sentir el beso firme y apasionado


que le creó un leve colapso neuronal mientras acababa recostada en aquel colchón
que bien conocía, sus manos estaban entrelazadas con las de su amante que
presionaba con fuerza su cuerpo junto al suyo sobre el colchón.

Calor era lo que sentía extendiéndose por todo su cuerpo, uno tan inmenso que
generaba que cada prenda que continuaba en su cuerpo le estorbara de manera
espantosa, necesidad era la única palabra que se formaba en su cabeza,
necesidad de sentir más de aquella piel que deleitaba a sus manos, necesidad de
arrasar con cualquier obstáculo que se interpusiera entre ella y lo que deseaba
- Respondí tu pregunta_ escucho la voz en un matiz más oscuro y agitado por lo
que acaricio el rostro con cariño, intentando calmar su respiración mientras su
mano descendía por el cuello cremoso y tentador.

-Sí- logro articular finalmente - Savedra - la llamo con suavidad y sensualidad,


con una voz que no conocía suya pero al parecer despertaba las más bajas
pasiones en la persona que la tenía entre sus brazos que tomo la pronunciación
de su apellido como un mandato para empezar un camino de besos por el cuello
antes de sujetar la playera de Herendira y apartarla de su camino, generando en
su dueña la reacción primaria de cubrirse - ¿Si yo te enseño tu me muestras? -
la miro unos instantes antes de ver el sujetador volar bajando las manos en el
acto para darles una mejor ocupación.

A Vanessa al parecer el movimiento la tomo por sorpresa, lo poco de racional que


había en ella acababa de volar junto con su sujetador bajo el contacto
despiadado de la boca de Herendira que le genero el primer gemido de la noche
- Herendira espe… - gimió de nuevo con fuerza sin poder contenerse siquiera
para sentir como le sacaban los pantalones o poder oponer resistencia, era como
si aquella joven apacible y tranquila se hubiera convertido en un incendio que no
podía siquiera controlar.

-Savedra- observo maravillada los ojos verdes oscurecido ¿Esa era la mujer que
era Herendira?- definitivamente quiero todo contigo - la vio inclinarse de nuevo
hacia ella deteniéndola en el acto e intentando recuperar el control en el sencillo
acto de tirar ella de los pantaloncillo lanzándolos lejos junto con la ropa interior
que le quedaba encima a Herendira -¿No enseñabas tu primero?

-Cambie las reglas- afirmo tirando de ella para pegarla a su cuerpo soltando un
gemido de éxtasis al sentir la piel desnuda en contacto con la suya y escuchando
uno similar brotando de ella, devoro la boca con premura una igual a la que le
regresaban para separarse y descender hasta las piernas para empezar a surcar
un camino de besos por ellas con completa calma, notando cada tanto como el
cuerpo de su amante se arqueaba suplicándole algo que aun no le pensaba dar -
no seas desesperada - murmuró divertida.
-Savedra- escucho como la llamaban en algo que ponía definir entre la agonía y
el éxtasis, una voz excitada pero demandante - se separo del muslo interno de
la pierna derecha que besaba con suavidad desde hacía un rato para mirar a la
cara de Herendira con completa inocencia - ¿Y si dejamos de jugar? - asintió
aceptando el desafío por completo.

Se incorporo en la cama enfocando los ojos verdes con profundidad antes de


marcar un beso diferente, uno que Herendira sintió que rayaba en lo perezoso,
tan lento y calmo pero a la vez tan profundo y excitante que hizo a su cuerpo
empezar a desear más, para cuando Vanessa se separo los besos empezaron a
llover en el cuello delimitando un camino deseoso por la barbilla y las mejillas
antes de regresar a la boca, cada tanto Herendira ahogaba algún gemido pues
mientras la sometían a una sesión de besos podía sentir el resto del cuerpo de
Vanessa haciendo una placentera presión sobre el suyo.

Pronto sus manos inquietas empezaron a delimitar aquella silueta que tanto había
deseado, la culminación de un sueño que hacia un tiempo atrás se le hacía más
que imposible, percibía la fragancia que despedía el cuerpo, la calidez y la suave
transpiración que empezaba a embargarlo, sus manos descendieron deseosas
antes que su dueña soltara un gemido de éxtasis dentro de un beso al ver que la
cintura de Vanessa era de la medida exacta de sus manos, el tamaño ideal la
sujeto de aquella parte para incitarla a pegarse más a su integridad.

La sintió separarse y arquearse levemente cosa que aprovecho para incorporarse


del todo dejándola entrelazada a su cuerpo mientras la miraba
momentáneamente antes de decidir devorar sus pechos, no tenía idea de lo que
hacía pero poco le importaba siempre y cuando la escuchara gemir como lo hacía
su nombre… al final su madre tuvo la perfecta idea al ponerle ese nombre porque
en la boca de Vanessa sonaba perfecto -Herendira dame más- se separo
mirándola con intensidad ¿Fue una súplica?, sonrió besando la base del cuello con
suavidad haciendo una pausa sin saber exactamente como le daría más -
Herendira…

-No sé qué hacer - admitió quedamente notando como la miraban con agitación
unos instantes antes que una sonrisa triunfante de superioridad se formara en
el rostro de Vanessa.
-Entonces déjame enseñarte - sintió como la recostaban de nuevo para sentir a
Vanessa sobre ella de nuevo - presta atención - le escucho decir con agitación -
el cuerpo tiene puntos sensibles - sintió una mano pasearse por su pierna para
elevarla enganchándola del todo a las firmes caderas de su amante mientras que
ella se sujetaba a las sabanas algo le decía que era mejor quedarse quieta y dejar
que hicieran lo que quisieran - tus muslos por ejemplo - arqueo la espalda del
todo a pesar de que la tenían firmemente sujeta al sentir los dedos jugar
levemente con su pierna elevada y la parte interna del muslo de esta - son muy
sensibles… pero los debes dejar para el final - la miro intensamente - lo demás
mi amor es practica - la miro extrañada al escuchar el mi amor momentáneamente
pero quizás era solo una expresión.

Sintió los besos en el cuello de nuevo, suaves mordiscos que amenazaban con
hacerla enloquecer mientras las piernas de Vanessa presionaban cada tanto
contra su intimidad amenazando con volverla loca, fue cuando sucedió sus
caderas se movieron solas buscando más contacto, con más necesidad mientras
sentía como sus pechos eran atacados sin piedad, sentía que era un tortura en
extremo larga para ella aunque se sentía desfallecer de gusto y placer, parecía
que todo su cuerpo de golpe se había transformado en un cúmulo de sensaciones
que se concentraban en aquel momento en la parte baja de su vientre donde una
de las piernas de Vanessa hacia presión sin piedad –Más- musito quedamente
observando la mirada dulce y apasionada que le dirigían para sentir algo más que
la pierna de Vanessa presionando en aquel sitio y provocando que se aferrara a
ella con fuerza.

¿Cómo alguien podía conocer también sus necesidades?, sin duda la palabra “más”
acababa de convertirse en su favorita, tan solo pronunciarla y las manos de
Vanessa sustituían a su pierna ejerciendo un contacto más preciso y placentero,
mientras ella cerraba los ojos momentáneamente solo para abrirlos y dar de lleno
en la noche sin estrellas que constituían los ojos de su amante completamente
concentrados en ella y en su necesidad mientras su cuerpo actuaba por si mismo
moviéndose a un ritmo y compas, buscando un mayor contacto y si lo decía de
nuevo ¿Que pasaría? -Vanessa más- murmuró de nuevo sintiendo una presión
mayor en el límite entre su interior y su exterior por lo que la miro
momentáneamente antes de asentir y mover de nuevo las caderas buscando un
mayor contacto con la mano de su amante y con todo lo que estuviera dispuesta
a darle.
Sensaciones que invadían su cuerpo mezclándose con sentimientos que siempre
amenazaron con desbordarla, pero en aquel momento todo se sentía tan
perfecto, tan único se movió con más necesidad provocando que ella hiciera lo
mismo, sus ojos fijos en ella cuidándola en todo momento, guiándola por aquel
sendero de placer infinito que ella misma había creado y estaba por culminar con
aquel calor que se extendía por todo su ser, con cada musculo de su cuerpo
tensándose con fuerza, con ella entrelazándose del todo a su amante deseando
fundirse en ese momento mientras juraba que su cuerpo se había vuelto
electricidad pura y el universo en pleno había desaparecido dejándola
desamparada pero a la vez extrañamente segura.

Una descarga tan infinita acompañada de su voz ahogada y deseosa mientras su


cuerpo se relajaba de lleno dejándola rendida y agitada para cuando fue capaz
de enfocar de nuevo, dio de lleno con los mismos ojos negros que le habían
cuidado, el universo entero en ellos… eso eran el universo que necesitaba, unos
hermosos ojos negros que le mostraban cuan hermosa era en realidad… sintió la
mano pasearse por su mejilla con suavidad - ¿Te lastime?- le cuestionaron con
una suavidad y dulzura que la había maravillado.

-No- entrecortadamente - es que por primera vez en mi vida… me sentí


realmente amada - se paso las manos por la cara dejándose de aferrar a los
hombros para limpiarse la cara varias veces intentando detener las lágrimas que
continuaban brotando – perdona - sintió como ella la hacía girar para acabar
recostada en su pecho sintiendo como la abrazaban con fuerza.

-Llora- le dijeron con firmeza - llora todo lo que necesites para que nunca más
lo hagas y hazte a la idea de que de ahora en adelante te vas a sentir amada
todos los días… así que no puedes ir llorando por allí- asintió con suavidad
apretándose con fuerza dejando al llanto fluir sin contención alguna - llora amor…
y olvídate de todo eso, de ahora en adelante es borrón y cuenta nueva… porque
eres mi mujer…

¿Sentirme amada siempre? Herendira se detuvo antes de voltear el panqueque,


no se atrevía a hacerse a la idea siquiera pero Vanessa la hizo sentirse amada
tantas veces la noche anterior de una manera que no imagino, sintió las lágrimas
resbalar por su mejilla por lo que levanto la mano limpiándosela en el acto había
prometido no llorar más pero le era casi imposible no hacerlo - ¿Qué dijimos
anoche luego de que te hice al amor por decima quinta vez? - dio un salto asustada
antes de sentir como la sujetaban por la cintura con fuerza - calma solo soy yo…

-Amor me asustaste - dejo escapar con naturalidad sintiendo el beso cálido en


el cuello- Te iba a llevar el desayuno a la cama.

-Eso pensé cuando no te encontré en ella - sonrió al sentir otro beso suave cerca
de la mejilla - pero la cama es muy solitaria y fría sin ti - rió quedamente al sentir
las manos empezarse a colar debajo de su playera.

-¿Amor no tenias que trabajar?- cuestiono algo alarmada cayendo recién en


cuenta de ello, se separo mirándola preocupada.

-Sí y no- la enfoco extrañada al ver la sonrisa suave formarse mientras


apartaban unos mechones pelirrojos de su rostro- me reporte enferma a la
estación anoche antes de venir, tanto Tormenta como yo comimos alimentos en
mal estado- vio los ojos pasearse traviesos antes de escuchar un quejido de
Tormenta como si el animal estuviera enfermo realmente, se le hacía que no era
la primera que ese par faltaba a su trabajo con aquella excusa- Así que me
tendrás que cuidar mucho, mucho, mucho…

-Si mi amor te cuidare mucho- afirmo besándola con devoción antes de girar el
sartén provocando que el panqueque volara y cayera al centro de nuevo para
continuar atendiendo los labios de Vanessa.

-Ya no llores- le escucho decir por lo que asintió suavemente abrazándola-


mañana me reportare enferma de nuevo por exceso de actividades placentera-
se ruborizo de golpe al recordar de nuevo todo lo hecho la noche anterior -¡oh
vaya! Qué pervertida te acabas de acordar de todo y ¿Quieres más? - sintió
como subían levemente su camisa.

-Creo que siempre querré más - admitió quedamente avergonzada.

-¡TOCA EN LA MESA!

-¡VANESSA ESPERA!

NO ME OLVIDES

Capítulo 25

Pasos pequeños.
La verdad necesita de dos hombres para ser descubierta: uno para decirla
y otro para entenderla.

Gibrán Gibran Jalil

Se acomodo su gorrito con suavidad antes de hacer una inspección rápida en el


reflejo del metal del ascensor del edificio antes que el sonido similar a una
campanada le indicara que estaba en el lugar que debía, miro el pasillo desierto
antes de verificar la hora dejando que una enorme sonrisa iluminara su rostro.

Reviso el ramo de rosas amarillas que eran abrazadas por un osito blanco, acaricio
con delicadeza los pétalos al tiempo que tocaba el timbre esperando con
paciencia, para parpadear algo sorprendida al ver a una joven de cabello negro
abrir la puerta enfocándola - Disculpa busco a Andrea - dejo escapar
quedamente.

-¡Oh sí!- noto como la chica se giraba - oye Andy te buscan, ya me marcho cariño
- ladeo la cabeza incomoda antes de ver aparecer a Andrea apenas con una camisa
encima- Gracias por tu placentera compañía.

-De nada- observo el beso que le daban a la joven que le sonrió antes de retirarse
dejándola sola con Andrea- ¿Pasas?... estaré lista en unos minutos, ¿A menos que
pienses que ya no es buena idea lo de la cita?- observo unos instantes los ojos
cafés que le observaban con curiosidad.

-No- ingreso sonriendo al departamento para tender el oso con las rosas a su
acompañante que la miraba con un dejo de extrañeza.

-Lindo- le escucho decir mientras se inclinaban hacia ella cerrando los ojos por
lo que imito el gesto, desviando su rostro en el último momento para besar con
devoción el rosario de oro que Andrea llevaba en su pecho.

-Te amo- dejo escapar quedamente antes de depositar un beso en la mejilla que
hizo sonreír a su adoración- ¿Dónde quieres ir?- tomo la mano apretándola con
delicadeza.

-En realidad estoy bastante cansada- Stefani sonrió aun más tomando la mano
para acabar con Andrea en el sofá del departamento abrazándola con cariño-
Dios esto es perfecto- le escucho musitar.
-Y lo mejor es que si queremos comer uso a Cobalt para pedir comida y no nos
movemos- rió con suavidad al sentir a Andrea girar acomodándose contra su
pecho.

-Hola extraña- levanto una ceja al escuchar aquello y como la miraban con
profundidad- ¿A dónde me ibas a llevar?

-A un lugar muy especial, pero ¿Sabes una cosa? - dejo escapar con suavidad
generando una mirada atenta - los lugares a los que voy son especiales porque te
tengo conmigo- noto el sonrojo pasearse con intensidad sobre las mejillas - Te
amo.

-Y yo a ti- le afirmaron mientras le regalaban un beso sutil en los labios - cambie


de opinión, vamos a donde planeabas Rocky -Stefani sonrió al sentir el beso
delicado en el mentón mientras sentía el calor del cuerpo de Andrea alejarse de
ella.

Miro alrededor notando las rosas que enviaba en su lugar antes de enderezarse
liberando el aire de los pulmones de paso borrando la imagen de la otra mujer
que beso a su Andrea, en ese momento ir de celosa y posesiva no era conveniente,
tener paciencia e imponerse por sobre todas las amantes de Andrea era lo
importante y a fin de cuentas lo realmente complicado, sobre todo si pensaba en
Karina Domínguez.

Esa mujer parecía profundamente compenetrada con Andrea, quizás era la única
que realmente le generaba arder en celos o desear dar la batalla de su vida, se
sabía más joven y quizás menos sofisticada, pero no estaba dispuesta a
retroceder un paso delante de ella. Se paso la mano por el cuello por eso mismo
no había cesado de invitar a Evelyn a comer, necesitaba conocer mejor a Karina,
no sabía si en realidad había averiguado mucho pero siempre le era imposible no
esbozar una sonrisa al pensar en Evelyn, era una mujer encantadora, centrada y
cada que comía con ella el tiempo se volaba como si nada.

-¿Y esa sonrisa?- enfoco sorprendida a una vestida Andrea que le miraba con
¿consternación?- ¿Qué piensas?

-Nada importante- se levanto extendiendo la mano para notar como la miraban


¿analíticamente?
-¿Estás pensando en Hernán?- y esa mirada que ahora le prodigaban era de
¿celos?

-¿Eh?- miro alrededor confundida notando como se cruzaban de brazos delante


de ella y aquel gesto que conocía bien se formaba en al rostro junto con aquel tic
nervioso en el ojo derecho de Andy que nada bueno prometía - ¿De dónde vino
eso?

-Tu estúpida sonrisa - le con enfado - cada qué piensas en ese imbécil la pones -
la miro sorprendida unos instantes como si intentara procesar lo que le acababan
de decir_ Y claro ahora no me respondes nada porque simplemente es verdad…

-Oeee- levanto las manos suavemente - no es así… no estaba pensando en - noto


el gesto de enfado acrecentarse_ en ese tipejo - agrego levantando el mentón -
pensaba en una persona agradable que conocí es todo...

-¿Y te gusto verdad?- soltó una carcajada algo irónica_ ¿Y ahora te ríes de mí?

-No- se acerco a ella despacio intentando no partirse de risa por el ataque de


celos monumental que estaba presenciando- es alguien que conocí, es agradable
pero te amo solo a ti… soy monógama- agrego con convicción- y no me interesa
ninguna mujer que no seas tú…

-La monogamia es una mentira social y lo dices solo porque si - miro sorprendida
el enorme puchero en la cara de Andrea conteniendo una risa.

-Algunas personas no necesitan tirarse a todo lo que se mueve, si solo con estar
en compañía de su persona especial el mundo se detiene - respondió con
tranquilidad levantando su mentón con orgullo.

-Pues veras el sexo es la mejor forma de pasar el tiempo - le respondieron con


sequedad - sea con tu persona especial o no, da igual.

-No y te lo voy a demostrar - le afirmo tomándola de la mano para sacarla del


departamento, subió con la joven a su moto escuchando las suaves quejas e
ignorándolas de lleno, mientras conducía a toda velocidad al lugar que deseaba.

Aparco su vehículo en una estacionamiento a unas calles del lugar al que se dirigía
para tomar de nueva cuenta la mano empezando a caminar con una confundida
Andrea- Cuando nos conocimos era verano - le musito quedamente- como ahora…
- observo la cabeza asentir suavemente - ¿No te preguntaste porque comería
con mi hermano en ese restaurante? - noto la mirada de “te estás saliendo por
la tangente”

-Nunca me lo pregunte - le admitieron enfocando con sorpresa el lugar donde se


habían conocido.

-Ser un Del Valle no es fácil - sintió la mirada profunda sobre ella - lejos de un
cuento de hadas en ocasiones es una verdadera pesadilla, sobre todo cuando tu
hermano que es tu única familia está de viaje de negocios en el tiempo que te
gradúas - percibió la calidez de una mano sobre la suya - mi hermano insistía en
que llegaría y yo quería un lugar especial -miro alrededor riendo suavemente - ¿Y
qué más especial que este?

-¿Qué tiene de especial? - escucho el cuestionamiento divertida.

-Es el lugar en que mis padres se conocieron- afirmo quedamente enfocando las
sorpresa en los ojos cafés - era el lugar más especial que conocía, sentía que si
estaba aquí los sentiría más cerca de mí - hizo una pausa entrelazando los dedos
con suavidad - fue cuando te vi - beso la mano delicadamente - desde el momento
en que te enfoque mi corazón dio un salto tan grande y yo estúpida no lo
comprendí, Andy la primera vez que te vi aquí solo deseaba hablarte y nada más…

-¿Por eso te acercaste?- noto la cara confundida delante de ella.

-Claro, te estuve observando desde que llegaste y ese estúpido gerente ¿Cómo
se atrevió? - Andrea noto como Stefani temblaba levemente de ira con sorpresa
- ¿Cómo se atrevió a intentar romper tu alegría?, pero se lo agradecí porque me
dio al excusa perfecta para acercarme, y con estar cerca de ti me sentí
infinitamente feliz, el tiempo se detuvo… y empezó a marcar un ritmo diferente
aunque no lo entendí bien…. Pero no necesite tener sexo para que eso pasara…

-Igual no lo comprendiste - le afirmo con enfado.

-Igual estoy aquí reconociendo mi error, arruine tu alegría con mi estupidez - la


miro sorprendida por la infinita tristeza de los ojos azules delante de ella - no
note que me amabas, ni siquiera me entere que yo te amaba también, hasta que
te perdí…y ahora solo quiero estar contigo, cerca de ti… y no necesito nada más,
porque con esto - sintió como le tomaban la mano con firmeza - el mundo se
detiene…
Karina reía observando la cara molesta de Evelyn a pasos suyos, la mujer la
enfocaba a ella y a sus dos hijos como si fueran los peores criminales del mundo
libre, cosa que Karina tenía claro no era así… total ¿Qué era una pequeña broma?.

-Ustedes tres me volverán loca - vio el rostro enfadado a pasos de ella - ¿Como
se les ocurrió meter a Malcom en la morgue?

-Dicen que las grandes ideas surgen de la nada, solo se nos ocurrió - contesto
con completa tranquilidad escuchando las risitas contenidas a su alrededor, y la
mirada asesina encima de ella.

-Se puede saber ¿Qué les hizo el pobre hombre?- escucho el tono desesperado
de Evelyn.

-Ex chiste- respondió Alison provocando que ella sonriera de manera orgullosa
por la respuesta franca del engendro de Satán - es razón suficiente…

Observo como Evelyn giraba con elegancia sobre sus zapatillas de tacón,
perdiéndose unos instantes en el vuelo del vestido negro y los hombros
descubiertos, incluso percibió el suave olor del perfume - ¿Y por eso arruinaron
mi cita?

-No maa ¿Cómo crees?- respondió Raúl mientras Karina levantaba la ceja
divertida - lo arruinamos porque es un pendejo que no te merece.

-Esa es una palabra muy fuerte - intervino evitando una reprimenda de parte de
la madre del niño.

-¿Pero la emplee bien cierto?- le cuestiono la carita con interés unos instantes.

-Perfectamente- afirmo esbozando una enorme sonrisa.

-¡KARINA!- escucho el grito en tono reprobatorio para observar cómo Raúl y


Alison volteaban los ojos en blanco - Se supone que eres el adulto responsable
aquí.

-Y lo soy- con orgullo - simplemente comprobábamos que el tipo no es el ideal


para ti porque no comprende tu trabajo.

-Y sino complente tu tlabalo mamá… no complendera ningún otlo aspecto de tu


vida - Alison sujetando la mano de Karina con fuerza.

-Además no le gusta el beisbol - Raúl.


-Y eso es un sacrilegio - agregó ella notando como Evelyn miraba dolorida a su
cita desmayada sobre el sillón de la sala de espera - súmale que te hace venir
vestida al trabajo así - dijo señalándole el vestido - todos los viejos verdes de
aquí no paran de mirarte.

-Si má no deberías vestir así - escucho el tono celoso de Raúl - y menos por un
pendejo que teme ver una simple disección.

-Con ver el higalo fuela se desmayo - agregó Alison - ¿Pala qué quielo un papá
achi? No glacias, con lo interesante que es vel mueltos.

-Eso digo yo - agrego de nuevo - digo entro, se puso pálido - observo a Raúl
llevarse las manos al estomago antes de fingir un desmayo - y al suelo, valiente
superman te conseguiste - las risitas resonaron de nuevo en el recinto antes de
que sintiera como tiraban de su oreja y escuchaba un gritito ahogado de Alison.

-¡ME LIBRE!- grito Raúl de manera triunfal al verse libre del agarre de su madre.

-Solo porque me falta una mano - le aseguraron con molestia - pero ya te tocara
- Karina casi se puso de rodillas al sentir el tirón aumentar el fuerza_ me
arruinaste mi cita y una comida fuera de serie… solo porque no querías cuidar a
mis hijos.

-¡NO CONFUNDAS!- se defendió intentando mantener la dignidad -LO HICE


PORQUE ES UN PENDEJO… LO VES A CIEN METROS Y DICES…

-¡AHI VIENE UN PENDEJO!- complemento Raúl.

-¡ES UN PENDEJO FOSFOLECENTE HASTA LA OSCULIDAD VES QUE ES


PENDEJO!- dijo Alison antes de ahogar un gritito al sentir el tirón de su oreja
aumentar aun mas.

-Ustedes tres me volverán loca un día de estos - Karina observo como Evelyn
liberaba el aire de sus pulmones pero no así su oreja - tú deja de enseñarles
malas palabras - contuvo un grito al sentir la sacudida - y ustedes dos dejen de
aprenderlas - amenazo a sus hijos - y ese hombre es amable, cariñoso.

-Y esta panzón_ dejo escapar de golpe sin saber ni porque_ está muy viejo para
ti y no se le debe parar decentemente como para dejarte satisfecha…
-¡KARINA DOMINGUEZ HAY NIÑOS!- se llevo la mano a la oreja al sentir libre
de aquel criminal agarre mientras notaba a Raúl correr junto con Alison_
¿ESTÁS LOCA CÓMO DICES ESO?

-¡ES LA VERDAD!- grito en su defensa -¡NO SE LE DEBE NI PARAR YA!

-Y a ti que te importa si se le para o ¿no? -observo los risos del cabello de Evelyn
moverse con violencia antes de caer sobre su rostro con suavidad, mientras el
tono iracundo pero bajo hacia acto de presencia -¿Por qué insistes en arruinar
mis citas?

- ¿Por qué insistes en salir con tipos con disfunción eréctil? - cuestiono viendo
como Evelyn se quedaba boquiabierta - puedes conseguir algo mejor, un
supermacho si quieres pero no esos vejetes… me jode que salgas con
vejetes…cuando puedes tener algo mejor y lo sabes…

-Tengo dos hijos - la miro con sorpresa al escucharla decir aquello - dudo mucho
que alguien quiera esa carga y cuando consigo a alguien que parece quererla…

-¡SOLO QUIEREN LLEVARTE A LA CAMA!- grito enfadada_ Y NO LOS


DEJARE…. ¡PORQUE MERECES ALGO MEJOR, NO A UN VEJETE QUE
QUIERE DEMOSTRAR QUE AUN PUEDE COGER!- respiro con agitación
observando la cara consternada de Evelyn delante suyo.

-Karina - escucho su nombre brotar con suavidad - tu que...

-No sé lo que quieres- le respondió en el acto - pero no dejare que te subestimes


y salgas con tipos que no son prospectos de esposos y padres decentes - agrego
con seriedad acomodándose la ropa y peinándose el cabello con delicadeza.

-Deja de meterte en mi vida - escucho el tono enfadado y dolorido.

-Yo no me metí lindura - dejo escapar con ironía - tu me metiste el primer día
que dejaste a tus niños a mi cuidado y ahora no dejare que me saques porque sí,
no luego de aguantar varias ferias científicas, tardes de circo y estúpidas clases
de ballet…

-¡TE OI!- escucho el gritito de Alison antes de enfocar a Evelyn de nuevo.

-Ese tipo no se levantara en un rato - dijo señalando la cita de Evelyn - nosotros


nos vamos al cine, piensa en tu inadecuado comportamiento durante el tiempo en
que tarda esa cosa en reaccionar - extendió los brazos para ver como Alison
saltaba a ellos para sorpresa de su madre y Raúl se sujetaba a su falda_ no nos
esperes a dormir organizamos una pijamada….

Evelyn se quedo de pie en medio del lugar mirando a sus hijos marcharse como si
nada, antes de enfocar con sorpresa a su cita que lucía un blanco sobresaliente
y luego la puerta de salida por donde desaparecieron sus hijos… - ¿Qué fue eso?...

El humo del café brotaba de su taza mientras cada tanto enfocaba los ojos
azules y profundos perdidos al parecer en un mar de pensamientos al que no
lograba acceder, ladeo la cabeza mirando los mechones rubios algo desordenados
cayendo sobre un rostro profundamente concentrado.

Miro alrededor en aquel restaurante, en ese momento parecía tan desierto, un


lugar completamente diferente al del día en que conoció a Stefani con todo a
reventar y una cola fuera, miro de nuevo a la joven delante de ella, recordaba a
la perfección su uniforme caqui y el rosario que ahora llevaba en su pecho, estaba
sentada como en ese momento delante de ella, disfrutando de su éxito, de su
alegría al conseguir lo que siempre desearon, su comida desapareció en un
instante dándole paso a la profunda amistad que se convertiría en amor….

-Te veías hermosa - parpadeo sorprendida al escuchar la voz de Stefani -tu


uniforme negro y el lazo azul claro tan contrastante - observo el rostro apoyarse
en una mano - no podía dejar de mirarte - agregaron - de hablarte, de desear
hacerte sonreír… no lo entendía y ahora que lo entiendo se siente maravillo
recordar ese primer día…

-Nuestro primer día juntas - dejo escapar por inercia sonriendo - como comimos
¿Recuerdas?, cuando acabamos no nos podíamos ni mover - rió quedamente -
luego fuimos al parque cuando al fin pudimos movernos, para acabar buscando un
baño como locas cuando llegamos porque ya no podíamos aguantar más - escucho
las carcajadas acompañando las suyas, por lo que se cambio de silla quedando al
lado de Stefani.

-Fuiste tan mala, cuando lo encontramos me diste un empujón para entrar antes
- rió observando el puchero- creí que iba a reventar, encima saliste cantando del
baño…

-Si me distraje bastante dentro - percibió el suave empujón sobre sus hombros
- pero te veías tan linda desesperada dando saltitos que no pude resistirme -
admitió quedamente…
-No podía dejar de mirarte - noto el sonrojo en el rostro de Stefani - ese día no
podía dejar de hacerlo, de ver tu rostro cuando cerraste los ojos en la banca del
parque para sentir el viento… no pude dejar de mirarte…. Te veías tan hermosa
e imponente pero a la vez irreal y distante que temía que si te dejaba de mirar
desaparecieras… y no fueras mi amiga.

-Supongo que esa fue la causa de que me acompañaras a casa - observo el leve
asentimiento - te amo - dejo escapar con suavidad.

-Yo también te amo - sonrió cerrando los ojos al escuchar la respuesta firme y
queda - te amo Andrea desde el primer momento en que te vi en esta mesa
acomodando tus cosas… tan feliz, tan niña y mujer… cambiando mi mundo sin
siquiera notarlo para regalarme el mejor verano de mi vida, hasta este….

-También fue el mejor verano de mi vida - admitió quedamente mirándola antes


de reparar con sorpresa en el reloj - es tardísimo - dejo escapar sorprendida.

-Es porque el mundo se detuvo - la miro con sorpresa mientras pedía la cuenta,
revisando el reloj para estar segura de la hora - amor te lo dije si estas con tu
persona especial, no hace falta nada más porque el mundo de verdad se detiene
- percibió el tirón mientras se encaminaba mirando las estrellas en lo alto hacia
el estacionamiento, se detuvo frente a la motocicleta antes de sentir como
intentaban ponerle el casco y deteniendo del todo el movimiento - ¿Pasa algo? -
no respondió simplemente tiro del cuello con suavidad uniendo sus labios con los
de Stefani con furia, para sentir como aplacaban su beso con delicadeza
convirtiéndolo en uno suave y exquisito, ¿Cómo lo lograba?... ¿Cómo lograba
tranquilizar su corazón de aquella manera?... y ¿Por qué el mundo se detenía?

NO ME OLVIDES

Capítulo 26

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La duda es el principio de la sabiduría…

Aristóteles.

La noche se le había hecho eterna su casa en completo silencio le daba una


sensación extraña en el cuerpo, al levantarse todo estaba en perfecto lugar y
tranquilo sin grititos, pasitos o discusiones, sin una pequeña brincando sobre su
cama, sin su hijo mayor uniéndose y ella gritando que la iban a matar.

Esa mañana en casa no había nada de eso solo aquel terrible silencio y soledad,
bajo las escaleras para desembocar en la cocina preparándose un desayuno
liviano, mirando alrededor el vacío y la soledad, su familia había sido en un tiempo
la típica familia. Conoció a su ex esposo en la universidad fue amor a primera
vista, se casaron meses después haciendo malabares para continuar los dos
estudiando mientras nacía Raúl y le seguía Alison, pero justo cuando todo parecía
resuelto, cuando finalmente habían alcanzado la estabilidad económica todo se
echo a perder.

Recordaba los alegatos de parte de él, cuyo principal argumento era el hecho de
que ganara más y se hubiera graduado antes, lo cual con Alison recién nacida en
brazos a esas alturas de su vida y tantos años después de su graduación le
parecía una verdadera tontería pronto el motivo real de las discusiones fue
evidente cuando otra mujer en estado de embarazo se planto frente a su casa y
su hasta entonces esposo se marcho con ella.

Quizás eso había arrasado irremediablemente con buena parte de su autoestima


pues claro el se aseguro de recalcar sus defectos como mujer antes de largarse.
Bajo el vaso de jugo sobre la mesa dando un suspiro pesado le tomo mucho tiempo
decidir tener citas, atreverse siquiera a elegir salir con alguien… pero no era
buena escogiendo o eso le dijeron con claridad, rio quedamente al recordar la
cara de evidente molestia de Karina simplemente aquello era sorprendente ver
a la siempre controlada Doctora Domínguez fuera de control, quizás su ex esposo
tenía razón y ella era desesperante… quizás por eso sus hijos ni ofrecieron
resistencia cuando Karina se los llevo.

Alison gritaba desnuda escapando de las manos de una empapada Karina por todo
el lujoso departamento de la mujer, mientras Raúl le hacía porras para que no se
dejara atrapar provocando que su perseguidora se parara para darle un
almohadazo y tumbarlo del sofá antes de reiniciar su persecución, las risitas
inundaban el lugar acompañadas cada tanto de alguna carcajada madura - Ven
acá engendro de Satán - dejo escapar Karina con fingido enfado - estas
arruinando mi alfombra - noto como la niña la esquivo subiendo en uno de sus
sillones y empapándolo en el acto.
-No me atlapalas con vida - dejo escapar la pequeña con dramatismo- nunca
tomale ese baño.

-Lo vas a tomar- dando un giro que la niña no esperaba para finalmente atraparla
llevándose varios grititos mientras se la cargaba al hombro de regreso a la
bañera - porque apestas - escuchando risitas de Raúl - luego te toca a ti y a tu
edad dudo mucho que te veas bien siendo perseguido - noto como el niño negaba
y simplemente tomaba asiento para continuar viendo sus caricaturas, mientras
ella sumergía a Alison en la bañera.

-Kalina ilas a mi recital - escucho cuestionar a la pequeña.

-Aunque muera de aburrimiento te prometí que iría - afirmo provocando que le


lanzaran algo de agua al rostro - deja de hacer eso e intenta bañarte bien
¿Quieres el protector de shampoo?

-No, yo soy grande ya - le la pequeña con seriedad por lo que levanto la ceja
divertida, aplicando el shampoo para ver instantes después como Alison se
tensaba y jalaba aire con fuerza - ¿Te entro en los ojos?- le negaron con fuerza
varias veces - ¿Estás segura?- asintieron de nueva cuenta mientras ella
continuaba su labor hasta que escucho un gimoteo por lo que dejo de lavar para
tomar el rostro y ver los ojitos rojos e inundados en lágrimas- eres más orgullosa
que tu madre y yo juntas - limpio los ojos con cuidado para ver a la niña luego
frotarse los ojos con alivio - Niña tonta…

-Lo hago polque Alison debe ser glande y fuelte para proteler a mamá - la miro
con sorpresa - Raúl me lo dijo pol eso me esfuelzo en todo.

-Ustedes dos por lo único que deben preocuparse es por ser niños - acaricio los
risos negros con suavidad - de su madre me encargo yo - agregó con firmeza -
no dejare que acabe con ningún pendejo inútil…

-Mamá atlae pendejos como la luz a las polillas - dejo escapar la niña con tristeza.

-Para eso estoy yo - respondió tomando el mentón con suavidad - para aplastarlos
antes de que logren alcanzarla siquiera - vio la sonrisita formarse en el rostro
infantil iluminándolo del todo - tu hazme caso y dedícate a volverme loca a mí, a
tu madre y hermano.
-Te quielo - sintió su ropa terminar de empaparse al abrazarse la niña con fuerza
a ella por lo que regreso el gesto con cariño - Puedes llevalme a mi clase de ballet
la otla semana.

-¡DEJA DE CASTIGARME!- grito con dramatismo provocando una risita


divertida de Alison.

A varios kilómetros de la casa de Karina, una pelirroja tenía un comienzo de


mañana bastante diferente el techo de la cocina se difuminaba por momentos de
su vista como si de pronto empezara a desaparecer del todo mientras su espalda
se arqueaba sobre la solida madera y sus manos buscaban un punto de apoyo ante
la ola de placer que envolvía del todo su cuerpo –Savedra- murmuró
entrecortadamente antes de llevar sus manos a la cabeza negra entre sus
piernas buscando más contacto mientras sentía la ola de placer envolver su
cuerpo y relajarlo - Qué desayuno más rico - le dijeron con sensualidad apenas y
vio el cuerpo uniformado salir de la cocina suponía en dirección al baño antes de
que su joven oficial regresara debidamente vestida, era como si no la hubiera
enloquecido de placer hacia unos instantes - Me voy al trabajo cariño, regresare
más temprano ya sabes que es sábado - percibió un contacto cariñoso sobre sus
labios - intenta esperarme desnuda…

-Vanessa- murmuró en tono semi-enfadado intentando recuperar el aire - te


quiero - dejo escapar suavemente intentando incorporarse en la mesa.

-Y yo a ti amor - la vio ubicarse la boina mientras le silbaba a Tormenta - no


sabes cuánto…

Virginia enfoco su reloj para ver a Vanessa puntual ubicándose en su puesto había
sido respetuosa y prudente… es decir se había guardado sus preguntas para el
fin de semana, sirvió dos cafés y descendió silbando con suma tranquilidad para
ubicarse finalmente al lado de su amiga y tenderle la taza con una sonrisa que
fue ignorada de lleno - No te atrevas - le dijeron en tono amenazante.

-¿Te la comiste? - llevándose una mirada furiosa - yo solo decía, por tu cara de
idiota feliz - divertida- además no serías tú sino te la hubieras comido ya.

-Virginia- sonrió más al escuchar el tono amenazante de nuevo.

-Así que es una diosa del sexo - noto los ojos abrirse con sorpresa enfocándola
- supongo que ya le enseñaste todas tus perversiones - vio la taza de café
temblar en las manos y el cuerpo cambiar de intención - epa, estás de servicio -
retrocediendo dos pasos - ¿Qué tiene de malo que te diga que esta buenísima?

-Es mi mujer de la que estás hablando - la miro sorprendida ante la frase que
acababan de pronunciar - y no estás halagando su belleza sino su desempeño
sexual el cual es solo mi asunto.

-Ahora somos delicadas - dejo escapar con aire dolorido - tanto como para
negarle detalles a tu mejor amiga - dejo escapar un suspiro derrotado - y ya que
orinaste tu territorio - escucho el gruñido enfadado de Tormenta - bien ya que
ambas orinaron su territorio dígase Herendira - repitió notando el cuerpo bajo
el uniforme tensarse mientras se llevaban la taza de café a los labios, por lo que
esbozo una sonrisa traviesa - ¿Para cuándo la boda? - observo como el café era
escupido en pleno - Nunca falla - ingresando a la departamental muerta de la
risa.

-Maldita mujer - Vanessa se limpio el café de los labios con elegancia mirando a
Tormenta - la esperaremos a la salida sin uniforme y fuera de servicio - la perra
ladro con emoción mientras ella miraba la cámara esperando el tiempo prudente
para señalarla pasándose el pulgar por el cuello.

-Que gente fea - dejo escapar Virginia divertida en su oficina empezando su día
de trabajo con tranquilidad, mientras pedía una lista de los regalos para recién
casados…. Quizás enviarle uno a su amiga terminaría por rematar su broma.

Arturo gritaba desesperado intentando zafarse de aquella brutalidad de llave


escuchando las risas de fondo de su esposa -¡DEJA DE REIRTE Y SALVAME!-
gritaba intentando zafar su brazo -¡DUELE!

-No te salvo nada, apriétalo más Rocky- dejo escapar Elena aplaudiendo al ver a
su esposo como gusano siendo apaleado por su cuñada - eso te pasa por engreído.

-¡SUELTAME STEFANI MARIA DEL VALLE!- grito Arturo empezando a dejar


de sentir su cuerpo -¡ME RINDO ME RINDO!

-No te suelto Arturo Jerónimo del Valle- la risa de su esposa resonó con más
fuerza en sus oídos su madre debió estar drogada para ponerle Jerónimo… pero
suponía que algo tenía que ver con su santo favorito - te lo mereces por burlarte
de mí.
-No dije nada malo… ¡AY, MI DIOS, NO SIENTO MIS COSTILLAS TERESA,
SALVAME!- grito con fuerza buscando desesperado ayuda.

-Señorita del Valle es mejor que suelte al Señor se empieza a ver algo pálido_
escucho decir a la mujer con suavidad- además creo que dejo en claro su punto,
su condición física no solo es mejor que la del Señor sino que dudo mucho que
vuelva a cuestionarle su accionar en referencia a su futura esposa.

-¡Sí, ESO SUELTAME!- Grito desesperado sintiendo como finalmente lo soltaban


y su hermana rodaba con elegancia lejos de él previniendo un contraataque, se
arrastro por la lona del gimnasio de la mansión unos instantes intentando volver
a sentir su cuerpo.

-Vamos hermanito otro asalto - se puso de pie mirándola con seriedad antes de
girar y correr a todo lo que le daban las piernas fuera del sitio, escuchando las
risas de Elena a su espalda eso le pasaba por olvidarse que Rocky era una salvaje
y tocarle un punto sensible como era Andrea.

-Tu esposo se largo - dijo Stefani divertida captando la atención de Elena -


¿Entrenas conmigo?

-No estoy loca - le respondieron levantando las manos - además creo que tienes
algo de enfado contenido.

-Un poco, no es fácil ver a la mujer que amas besando a otras mujeres - dijo la
joven empezando a entrenar sola - creo que les llaman celos, me los trago, me
envenenan y luego simplemente no los puedo controlar - Elena vio una patada
volar en dirección a un costal haciéndolo balancear con fuerza.

-Los celos son en parte un problema de inseguridad y…_ se llevo una mirada
asesina - bueno si en este caso no aplica creo, digo ya sabes que no eres la única….

-Sé que no soy la única, sé que no soy la que duerme hoy en su cama… joder ¡NI
SIQUIERA SE QUIEN DUERME EN SU CAMA HOY! - el costal se llevo varios
fuertes golpes provocando que Elena mirara algo preocupada a Teresa - ¡PERO
ME LO TENGO QUE TRAGAR! - Los golpes continuaban haciendo eco - Lo tengo
que hacer hasta que entienda que solo yo puedo calmar su necesidad - el costal
se detuvo de golpe - pero no me puedo ir a la cama con ella aún… así que estoy…

-¿Jodida?- Teresa generando que la miraran con sorpresa - yo también se usar


palabras impropias pero propicias.
-Si Teresa estoy jodida- dejo escapar Stefani suavemente.

-Entonces deje de estar jodida - la mujer - pase a estar menos jodida - noto las
miradas curiosas sobre ella - es simple criaturita - dijo dándole dos palmadas al
cabello rubio generando una risita de Elena - si ella no es fiel usted tampoco
tiene que serlo - vio la mirada de reproche - no digo que sea infiel en el estricto
sentido de la palabra, sino que dé la impresión de que así es…

-Teresa no te entiendo - la mujer se giro a mirar a Elena suspirando…

-No te desesperes Teresa a los corazones puros les da trabajo entender ciertas
cosas - Elena dándole ánimos a la mujer.

-Digo que no son nada, se aman pero no formalizan, eso le da a usted las mismas
ventajas que a ella - explicó despacio mientras le seguían mirando sin entender
- vamos a hacer que sea ella la que pida exclusividad - vio el parpadeo de sorpresa
- La Señorita es una mujer atractiva…

-Seguramente algunas chicas y chicos estarían encantados de salir contigo -


Elena - solo que cuando lo hagas asegúrate que Andrea te vea.

-Eso está mal- la joven con seriedad causando la risa de ambas mujeres - son
unas criaturas malvadas… Andy se enfadaría mucho…

-Entonces es que salió perfecto - dijo Teresa riendo suavemente - hazlo que te
decimos niña y la tendrás encima de ti hasta para ir al baño...

-Y otra cosa- agrego Elena - no más atenciones para la Señorita Almeira, nada
de rosas, peluches y tarjetas… déjala sola en medio del desierto de tus besos…

-Me odiara - dejo escapar suavemente.

-Se enfadara - dijo Elena divertida mirando a Teresa.

-Se pondré celosa y luego posesiva - agrego la mujer - para finalmente fulminar
con la mirada a cualquier incauto que ose mirarla y rematara con la frase… “se
mía” - estallando en risas.

-Porque es divertido jugar como Andy hasta que la persona que amas hace lo
mismo… dudo mucho que Almeira tenga tu autocontrol en ese sentido -¡YA SE!-
grito Elena de pronto generando que la miraran con extrañeza.

-Victoria viene de visita - Stefani palideció levemente enfocando a su cuñada.


-Con la Señorita Victoria bastara para que la Señorita Almeira tenga un ataque
incontenible - Teresa riendo quedamente.

-Esperen no es que Victoria no me agrade pero es que ella es…

-Una supermodelo - dijo Elena divertida recordando a su prima - elegante, grácil


y terriblemente encantadora - noto el fuerte sonrojo en la cara de Stefani
mientras esta asentía suavemente - claro, es mi prima y te adora… lástima que
sea tan heterosexual, aunque contigo creo..

-¡YA DEJAME!- grito la joven avergonzada generando risas divertidas - Ella


siempre es tan cariñosa, le gusta abrazar, besar, consentir y… y…

-Volverá loca a Andrea - enfoco la sonrisa maquiavélica de Elena - velo así… ¿Qué
tan malo puede ser que te traten con cariño?

¿Qué tan malo puede ser un que te traten con un poco de cariño?, fue lo único
que Sasha Montenegro pensó al entregarse a brazos de su nuevo esposo, sentirse
querida fue en ese momento altamente reconfortante, le permitió ver la vida de
otra forma y ahora enfrentarse a su ex marido intentando recuperar a sus hijos,
detuvo sus pasos al escuchar el silbido infantil de Eduardo para seguir su mirada
y abrir los ojos con sorpresa.

-Te dije - le escucho decir - es perfecta - asintió suavemente tragando grueso,


a metros de ella envuelta en un uniforme policial estaba sin lugar a dudas la
modelo de sus sueños, aquella joven era imponencia pura bastaba con ver las
miradas idiotizadas a su alrededor.

-Lo es - dejo escapar quedamente haciendo un análisis visual del cuerpo


rápidamente calculando sus medidas - pero es policía… dudo que quiera el
trabajo, se ve muy cómoda cuidando la avenida…

-Puedes donar una parte de las ganancias de la nueva línea deportiva de tu


empresa de diseño a la policía y seguro te la prestan para lo que quieras - le dio
un suave golpe al captar el doble sentido - era broma mujer…yo no haría un trió.

-¿Y quién dijo qué te incluiría?- rió divertida al ver el puchero infantil.

-Eres una mujer cruel e insensible ante mis bromas - le afirmaron mientras
continuaba viendo a la chica, sin duda luciría gloriosa en su nueva línea deportiva
- ¿Hice bien la tarea?
-Perfectamente - respondió sonriendo - se verá hermosa…solo debo mandar a mi
abogado a negociar al departamento de policía, así que se útil pasa por allí y
fíjate en el apellido de la placa - empujo a Eduardo con suavidad - yo quiero
observarla un poco más…

-No quiero ni imaginar los diseños que esa cabeza tuya acaba de empezar a
producir - le escucho afirmar mientras se alejaban de él, era verdad tenía una
imaginación sobre productiva en ocasiones pero mientras miraba a aquella joven
oficial se preguntaba si su hija tendría esa imponencia.

Herendira miraba con aburrimiento por la ventana de la casa antes de decidir


pasar el resto del día de manera productiva, que en su caso se resumía en cocinar
así que asalto la cocina de Vanessa, pensaba en que cocinar cuando el rostro de
Vanessa vino a su mente, se la imagino de pie en la avenida mientras todos
pasaban mirándola “mírenla lo que quieran porque es solo mía” rio divertida para
girarse antes de que tocaran la puerta de su casa.

Encamino sus pasos a la estancia para asomarse a ver quién era parpadeando
sorprendida al identificar la figura, abrió la puerta dando con el rostro serio de
Clarisse a pasos de ella, la anciana levanto la ceja por lo que se ruborizo al verse
en pantaloncillos y con aquella camiseta de tirantes - Matare a mi nieta - le
escucho musitar quedamente.

-Yo… estoy preparando la comida - atinó a decir antes de ver una camioneta y al
ejercito de niños bajar colgándose de ella y dándole cariñosos abrazos, al tiempo
que veía a las esposas de los gemelos aparecer en la puerta con una tercera
mujer, todas dirigiéndole una divertida y pícara sonrisa.

-La tía debe irse a cambiar… fuera… fuera - Clarisse espanto a los niños mientras
la miraba con intensidad provocando que se sintiera muy pero muy pequeña -
¿Cuándo me lo iban a decir?

-¿Hay abuela no pretenderás que te digan cuantas veces al día cogen verdad? -
Herendira contuvo la risa viendo a Rachel la esposa de uno de los gemelos
guiñarle el ojo mientras recibía el regaño de Clarisse y ella escapaba escaleras
arriba para ponerse algo más decente.

Para cuando bajo de nuevo vio su casa invadida en pleno, juguetes de niños tirados
por toda la sala y los cojines fuera de lugar, se asomo algo temerosa a la cocina
denotando la cantidad de alimentos en ella, pero la ausencia de personas por lo
que ingreso mirando por la ventana a todas al parecer peleando por encender el
asador, reviso las bolsas de víveres notando que casi todo allí servía para una
rica y variada parrilla.

Escucho varias risitas infantiles antes de tomar valor y salir pasando entre el
grupo sin decir nada, construir una torre de carbón, tomar un pedazo de tela
empapándolo en aceite de cocina, encenderlo y ensartarlo en un agujero en medio
de la torre antes de cubrirlo con otro carbón, escuchando el crujido suave
indicación clara que su método funciono llevándose una ola de aplausos que la hizo
reír.

Marino toda la carne en la cocina sin notar las miradas sorprendidas sobre ella
mientras se desplazaba por la cocina con absoluta maestría convirtiendo los
alimentos sueltos en un verdadero festín, las verduras debidamente
condimentadas acabaron con la mayoría de las cosas en el refrigerador mientras
había tomado la decisión de hacer hamburguesas para comenzar.

Escucho la puerta de la casa abrirse horas después acompañada del ladrido de


Tormenta y voces masculinas mientras ella empezaba a servir la segunda tanda
de hamburguesas, pasando platos a los alegres niños que se ubicaban en la mesa
que habían armado en el patio. Vio el uniforme de la policía turística al parecer
Vanessa no tuvo tiempo de cambiarse, los gemelos pasaron de largo a su saludar
a sus hijos.

-Lo siento lo olvide - la escucho decir mientras rodeaban su cintura con suavidad
obligándola a voltear para obsequiarle un cálido beso - es el tercer domingo del
mes… y toca reunión en mi casa - le explicaron con una suave sonrisa.

-Pero es sábado- dejo escapar Herendira notando como le asentía.

-Para un Savedra el domingo empieza después de las dos de la tarde el sábado -


le con tranquilidad - es nuestra reunión familiar de los fines de semana, y se
quedaran todos aquí hoy - ahora comprendía porque la casa era tan grande.

-Pero si solo hemos ido el domingo tarde - viendo la cara de culpabilidad que era
la clara declaración de solo te llevo un rato – Vanessa - dejo escapar quedamente
- otra cosa ¿Le dijiste a Clarisse que vivía contigo? - le negaron de nueva cuenta
- Amor…
-No le vi necesidad - le afirmaron - no tocaba reunión en casa y la ultima se
cancelo por lo de mi brazo - vio como se movían con incomodidad delante de ella
- pensé que Clarisse avisaría antes de dejarse caer por acá, dime que al menos
toco la puerta y no te encontró desnuda.

-¡VANESSA!- le dijo con enfado unos instantes antes de mirarla dolorida - ¿Le
pensabas decir?

-Mira es que bueno… no sabía cómo se lo tomaría, digo una cosa es decirle que
estamos saliendo, otra que vivamos juntas y tu bueno… la diferencia de edades
pues existe y…

-¿Te avergüenzas?- dolida y sorprendida.

-Yo no dije eso - le afirmaron de golpe mientras tomaban sus manos - no me da


vergüenza para nada, la verdad le tengo algo de miedo a los jalones de orejas de
Clarisse y creo que esta no sería la excepción sobre todo si salgo con casi una
niña.

-¡NO SOY UNA NIÑA!- grito de golpe provocando que todo se quedara en
silencio y las hamburguesas a medio comer - ¡ESTA MAÑANA EN LA MESA NO
CREIAS QUE FUERA UNA NIÑA!- Vanessa cambio de color del todo al escuchar
las risitas a su alrededor y el rostro molesto de Clarisse a unos pasos.

-Amor cálmate- vio la mano intentar sujetarla pero la aparto con un golpe -
Herendira no creo que seas una niña, pero lamentablemente el resto del mundo
si - le afirmaron con seriedad mientras el rostro se cubría de un evidente enfado
- y comportándote como lo haces en este momento no haces más que
corroborarlo_ observo con sorpresa como Vanessa se giraba encaminándose a la
casa -VIVE CONMIGO DESDE QUE ME LASTIME EL BRAZO- le oyó gritar con
fuerza, incluso vio los ojos de un vecino curioso asomarse por la cerca - SI,
SEÑORA VARGAS, ¡DUERMO CON UNA MUJER!.

-¡VANESSA!- Grito su familia en pleno mientras la joven se quitaba la boina


azotándola contra el pasto con molestia antes de ingresar a la casa

Herendira se quedo de pie sintiendo las miradas sobre ella antes de girarse de
nuevo hacia el asador intentando regresar a sus ocupaciones pero de pronto se
sentía completamente fuera de lugar, observo sus manos temblar levemente
antes de percibir unas manos tirando de su pantalón - Tía - bajo sus ojos verdes
enfocando a una niñita de cabellos negros - no llores…- la miro con sorpresa no
sabía que estaba llorando - la tía Vanessa a veces tiene un feo carácter - dejo
escapar la niña - eso dice la abuelita.

La música resonaba con fuerza en la cochera mientras la banda en pleno


intentaba perfeccionar la nueva canción agregada a su repertorio, un error de la
batería hizo que todos se detuvieran a mirar al culpable, Alec se encogió delante
de la batería - Es tan ñoña - dejo escapar el chico con molestia provocando un
suspiro de todos.

-Sí, lo es- respondió Ted - pero es el trabajo que tenemos y necesitamos el


dinero - agrego el hombre mientras veía ingresar a su esposa con refresco -
además que tiene de malo pasar unos días en la playa tocando.

-Que esto es reñoño - dijo Andrea generándole una sonrisa a la esposa de Ted
que le tendía un vaso de refresco - es el rey de la ñoñez - agrego causando más
risas ante su cara de desesperación.

-Al menos no es peor que la fiesta infantil de la semana pasada - todos se llevaron
las manos a la cabeza al escuchar a Marcus diciendo aquello deseando olvidarse
de ese vergonzoso hecho - y miren que nos tomo tiempo quitar el marcador de la
batería de Alec.

-No me lo recuerdes - el joven - que bajo hemos caído solo por ser los causantes
de dos peleas consecutivas y dejar a un tipo medio muerto en el hospital - todos
se golpearon el pecho con orgullo provocando que Andrea volteara los ojos en
blanco.

-A mí la playa me parece linda - dijo la esposa de Ted provocando que todos la


miraran como un bicho raro - es linda y podrán surfear, así que dejen de
quejarse…de verdad - Escucho la batería de Alec empezar a marcar el ritmo
mientras Marcus se pasaba a lo que parecía un mezclador y el resto de los
instrumentos eran dejados de lado por lo que los miro a todos sorprendida al
parecer organizándose para una coreografía - ¿Qué diablos hacen?

Se llevo las manos a la boca intentando contener la risa al escuchar el ritmo y la


letra de la canción, viendo a Andrea hacer aquel movimiento tan…. Tan… ni
siquiera sabía cómo describirlo, apretaba la mandíbula con toda su fuerza
procurando contener la carcajada.
Ahí simplemente no lo pudo soportar más ver a su esposo haciendo el baile detrás
de Andrea y aquel coro fue más de lo que su capacidad de entereza pudo
soportar, se partió de la risa generando que la música se detuviera y todos
soltaran quejidos molestos.

-¡ESTAMOS TAN JODIDOS!- dejo escapar Marcus golpeando su cabeza contra


el mezclador -¡NOS HEMOS DEJANDO VIOLENTAR!

-¿Por qué no tocan otra cosa?- provocando que Andrea le tendiera una lista que
miro con sorpresa “Canciones del repertorio” - cuanto ñoñez junta - dijo de golpe.

-Nos las pidieron así - Ted miro a su esposa dolorido - y es que necesitamos el
dinero… no hemos tenido tocadas y bueno Andy sus notas bajaron…

-Ya veo, ¡ohhh! viene “Calendario de Amor”- todos le dirigieron una mirada
molesta - si ya se pero es linda… anden entre mejor se lo tomen mejor les ira y
antes acabaran.

-Es casi todas las vacaciones mujer, ¿Explícame como acaba antes eso? - Ted
tomando su guitarra… no me veo cantando esto todo el verano - molesto - ¡ahh!
y no olvides las estúpidas coreografías.

-Además que el hospedaje es un asco, nos mandaron a una mini cabañita - Andrea
- acabaremos encimados - agrego la joven - y Marcus ronca- dijo con enfado
mientras el resto asentí - parece un oso en hibernación no hay forma de dormir.

-Los voy a ignorar…. A Ted le apestan los pies_ dijo de golpe.

-NO ES VERDAD

-SI LO ES

-QUE NO

-QUE SI

-¡NIÑOS!- grito la esposa de Ted con molestia mirándolos dirigirse miradas


asesinas - vamos a buscar una solución y es muy simple... ¿Quién tiene una
enamorada multimillonaria?- dijo con tranquilidad.

-Opa Marcus no sabía - dejo escapar Andrea seria - te la ligaste en la última


tocada.
-Dios mío, a veces eres tan despistada - Alec se escurrió sobre su batería,
mientras enfocaba la cara confundida de Andrea -Hablan de ti, retrasada
mental…

-¡Oh! no- retrocedió mirándolos con seriedad - no le diré a Rocky que me preste
su casa de playa, le estaría debiendo un favor y eso si que no… deberle algo seria
como mi condena… ni loca… puede cobrárselo de cualquier forma… como
pidiéndome que sea monógama…

-Que más quisieras- dijo Ted divertido - vas a pedírselo porque te recuerdo que
acabamos en un fría celda por tu culpa, sin tocadas por tu culpa y aceptando
tocadas ridículas por dinero por tu culpa - todos clavaron miradas severas sobre
ella - así que mínimo Almeira nos darás un hospedaje de reyes aunque te la debas
coger mañana, tarde y noche…

-Son unos malditos - dijo enfadada mirándolos antes de asentir con fuerza - pero
no me la pienso coger… aun…- escucho las risas a su alrededor mientras sacaba
su móvil marcando el número.

Cobalt informo a Stefani de la llamada mientras la joven revisaba el horario de


llegadas de Victoria -Hola amor- dejo escapar quedamente - no te escucho cielo,
si hablas mas fuerte sería mejor…

Andrea se revolvió incomoda alejándose del cuarteto de babosos que la


enfocaban divertido_ Hola mi vida_ dejo escapar con suavidad antes de escuchar
varios oww detrás suyo -¡CALLENSE ESTUPIDOS!- grito molesta – no, mi amor
no… no te grito a ti… -Stefani rio al otro lado de la línea lo que empeoraba por
completo la situación - nos podríamos ver… estoy en casa de Ted, ¿Vienes por
mi?.. Si aquí te espero…

Media hora después el rugido de una moto le anuncio la llegada de quien esperaba
se marcho sin siquiera voltear para ubicarse el casco prendándose con fuerza de
la cintura de su acompañante que dio un arrancón veloz para detenerse calles
después - ¿A dónde te llevo?

-A mi casa o la tuya - respondió quedamente.

-Y si mejor vamos de paseo - dejo escapar Stefani algo insegura por las caricias
que le regalaban en la cintura.
-¿Y si mejor vamos a mi casa y comemos algo? - la joven del Valle trago grueso
ante el aumento de la presión en su cintura - Te extrañe - escucho la voz
amortiguada por el casco que termino por desbocar su corazón - quiero que me
abraces un rato en el sillón me gustan mucho tus brazos- asintió por inercia
mientras empezaba a avanzar de nuevo escuchaba la voz de Elena en su cabeza
“Deja de consentirla” pero ¿Quién era ella para negarle a su amor lo que
necesitaba?

Así que acabo en aquel sillón con ella en brazos devorándole la boca
apasionadamente mientras intentaba mantener vanamente el control de la
situación, de las manos que amenazaban con arrancarle la camisa en cualquier
momento y de la pasión que amenazaba con desquiciarla - Espera - logro
murmurar con dificultad llevándose un gruñido de disgusto – espera - repitió
apartándola para ponerse de pie acomodándose la ropa con nerviosismo.

-¿Por qué insistes en esperar? - noto la desesperación en los ojos cafés - te amo
y me amas.

-Entonces sabrás esperarme - contraataco provocando que Andrea diera un


suspiro frustrado antes de asentir - perdona simplemente yo…

-No perdóname a mi - sintió como se acercaban a ella tomándole el rostro con


suavidad y cariño, esos dos que conocía bien que habitaban en el corazón de
Andrea, unos muy diferentes que no calzaban con su nueva actitud - si no estás
lista, no estás lista - vio la sonrisa ampliarse delante de ella - tenemos tocada en
la playa - parpadeo mirándola con sorpresa - ven conmigo - aquello la sorprendió
aun mas al notar como apretaban sus manos con fuerza - bueno si no te importan
los ronquidos de los chicos, la paga es buena, el hospedaje pésimo… pero no quiero
separarme tanto tiempo de ti…

-Andy…

-Ellos querían que te pidiera la casa de playa pero que se vayan al demonio - la
escucho reír - te quedas conmigo abrazada a mí en mi cama y conversamos hasta
tarde_ sonrió acariciando el rostro con suavidad.

-Nos quedaremos en una de las casas de playa de la familia, las más grande para
no oír a los chicos- invitaremos a Herendira y a quien quiera venir, es enorme así
que dará trabajo llenarla y será como un viaje familiar - sintió como se acercaban
a ella besándole las mejillas.
_Gracias amor… me daré un ducha frío - vio el gesto de sufrimiento de Andrea
y río quedamente - ya regreso - la observo alejarse era tan linda cuando quería,
y la quería solo para ella, vacaciones en la casa de playa, con Andrea y Victoria
quizás Elena tenía razón y eso sería sumamente divertido, se dejo caer en el sofá
dando un suspiro enamorado antes de tocarse los labios le encantaba que ella
fuera tan pasional.

NO ME OLVIDES

Capítulo 27

El Principio del camino…

Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de los que
debes sentir.

Gibran Jail.

La noche había caído en el patio aun se escuchaban las risas de los niños, la plática
de los adultos, la música resonando con suavidad y ella con hambre, se alejo de
la ventana pasándose los dedos por las sienes no se iba a disculpar porque era
culpa de ella no suya. Dejo caer su cuerpo en la cama mientras su estomago
sonaba suavemente generándole una maldición mental.

-Vanessa- escucho la voz de Amara.

-Largo cuñadita- dejo escapar con enfado.

-Anda que mal genio- la burla en la voz la hizo revolverse incomoda en la cama -
Se qué prefieres matarte de hambre antes de disculparte - le escucho decir - y
lo comprendo estuve casada con tu hermano y vaya que no saben ni cuando
disculparse, ni cuando quedarse callados.

-Vete- repitió con enfado.

-No- ahogo un grito enfadado- ella sabe que tienes razón- se incorporo al
escuchar aquello - pero ella también la tiene- se dejo caer de nuevo en la cama -
debiste decirle a Clarisse y es verdad cuando la tienes en tu cama no te parece
una niña.

Se impulso de la cama como resorte para abrir la puerta dando de lleno con
Herendira que mantenía la cabeza gacha con un plato de comida en las manos,
levanto la vista para ver a su cuñada con las manos sobre los hombros de la chica
mirándola fijamente - Es una tontería y lo sabes - escucho decir a Amara -
háblalo con ella pero regrésala pronto, no creo que les agrade tanto mi forma de
manejar la parrilla como la de ella - vio a su cuñada desaparecer dejándola a solas
con Herendira.

Movió su mano por inercia para retirar el plato de comida de las manos,
sujetándolo solo con una y tomando con la otra la mano libre de Herendira, ¿Por
qué tenía todo que ser tan complicado? Ella no era buena dando disculpas, para
nada… no es que fuera un defecto, es que un ser perfecto como ella no cometía
errores, sus anteriores y fugaces compañeras se lo espetaban constantemente,
que no sabía disculparse, que tenía un genio horrible, que si el mundo se acababa
sería su culpa, tuvo ganas de reír al pensar aquello mientras dejaba el plato en
el buro y tomaba aire para hacer lo indecible - Lo siento - abrió los ojos
sorprendida al escuchar aquello - lo siento mucho, siento ser una tonta que no te
comprende y…- observaba los labios moverse al parecer la disculpa continuaba
sin embargo Herendira no fue la que se largo sin más.

-Lo siento - vaya quizás lo más sorprendente es que ni le costó decirlo - tengo un
carácter horrible - agrego quedamente - es mi único defecto - murmuró
suavemente - estuvo mal de mi parte no decirle a Clarisse, pero es que - se
sonrojo suavemente - te quería solo para mí un tiempo - finalmente admitió lo
que no debía admitir - si le decía a Clarisse iba a pedirnos ir a las reuniones en
forma y yo pues…

-Vanessa - sintió como tomaban su mano con suavidad - lo entiendo, también se


que no te importa mi edad, pero me molesto que me recordaras que podía que a
los demás sí_ la vio bajar la cabeza- cuando tuve valor para admitir a mis amigas
que eras… bueno que…. - noto como Herendira la enfocaba con las pupilas
temblando levemente - ¿Crees en el amor a primera vista? - le cuestionaron por
lo que miro a la joven sorprendida.

-Amor es una palabra muy grande - replico mirando a la chica - amor a primera
vista… es un sentimiento que ciertamente no he experimentado.

-Yo no creía en él - observo las manos sobre el pantalón moviéndose de forma


inquieta - hasta un viernes en que iba tarde a clases muy tarde, tanto que debía
tomar una ruta que no me agradaba por la cantidad de personas que la utilizaban,
llevaba mucha prisa y no me fijaba bien por donde iba, tenia examen - noto como
la enfocaban fugazmente - y llevaba mis apuntes en la mano - Vanessa tuvo un
recuerdo fugaz de golpe que provoco que su aliento escapara del todo de sus
pulmones - alguien choco conmigo y mis apuntes salieron volando, intentaba
juntarlos cuando di con un hocico húmedo… pero lo que vino después fue… - noto
como Herendira hacia una pausa - fue milagroso escuche la voz más dulce y
hermosa, seguida por el más perfecto de los rostros…

-¿Te me estás declarando?- preguntó con seriedad y algo de nerviosismo.

-¿Hace falta hacerlo?- seguramente su gesto de confusión fue único, porque la


risa de Herendira duro varios segundos - Algo así - dejo escapar la joven - desde
ese día creo en el amor a primera vista, a pesar de que todos me dijeron que era
una tontería, a pesar de que yo misma pensara que esa persona nunca me miraría
- Vanessa vio la sonrisa ampliarse en el rostro- así que no importa si tienes mal
carácter, si gritas mucho, si no sabes disculparte… para mí esas cosas no son
importantes… no te hacen distinta al ser humano maravilloso que eres y que amo
- la miro parpadeando sorprendida antes de sentir un cálido beso en los labios -
Gracias por cuidar de mí… ahora comete eso, no quiero que tengas hambre por
una tontería como la mía… - intento abrir la boca para decir algo- tampoco tienes
que decir algo o disculparte sino sientes lo mismo - la miro con sorpresa - porque
imagínate antes ni me atrevía a imaginar que me hablaras y ahora resulta que
despierto a tu lado - sintió otro suave beso - iré a rescatar a Amara.

Shock era una palabra que se quedaba corta a lo que se le estaba generando en
el cuerpo, el alma y todo lo demás, es que de verdad eso era estar en estado de
Shock no podía mover un jodido musculo, estaba hiperventilándose y… y… ¿Por
qué no podía ir a partirle la cara?. La mañana había llegado con una inusual calma,
ella estaba feliz dormida sobre el pecho de Stefani hasta que esa basura de
Cobalt empezó a sonar, su rubia se levanto casi tirándola antes de cubrirla de
besos a modo de disculpa alegando que había olvidado un compromiso… ¿Eso era
un compromiso?, le dijo su cerebro de golpe.

Cumplir un compromiso debía ser algo desagradable pero aquello… su pupila se


contrajo al ver la lluvia de besos sobre el rostro de Stefani… pero era su culpa
¿no?, ella fue la que insistió en acompañarla al aeropuerto aun cuando se tuviera
que regresar en autobús porque Rocky debía atender a la prima de Elena… y
ahora estaba intentando descubrir una forma en que esa jodida tipa no viajara a
solas con Rocky, que le quitara de una maldita vez las manos de encima… A su
mujer… porque era su mujerc… y esa…esa…

-Victoria ella es Andrea- escucho la presentación enfocando a aquella tipeja, por


un demonio parecía supermodelo- es mi amiga- se giro de golpe a mirar a Stefani
al escuchar aquella presentación “amiga”.

-Mucho gusto- escucho el suave acento, ahora resultaba que la pendeja no solo
tenía un cuerpazo sino voz de comercial…

-Igualmente- dejo escapar con incomodidad antes de mirar a Stefani.

-Te doy para el taxi- le dijo la joven rubia notablemente preocupada a lo que ella
se negó rotundamente - pero Andy…

-No pasa nada Rocky - se inclino dándole un beso en la mejilla acompañado de una
abrazo bastante posesivo antes de lanzarle una mirada asesina bien disimulada a
la tal Victoria - te llamo esta tarde… para ver lo del viaje…

-Sí- noto como Stefani se separaba de ella mientras esperaba el te amo que
nunca le llego, antes de que la tal Victoria se regresara.

-Ya veo que eres amiga de Rocky - asintió suavemente - Va bene- dejo escapar
con alegría mientras le daba varios billetes y le señalaba las maletas - sé que no
te molestara - le afirmo la joven - ciao…. - se contracturo toda de golpe
intentando controlarse mientras esa tipa se llevaba de la cintura a Stefani y ella
quedaba con un montón de maletas que llevar por no quedar mal delante de su
mujer, que se iba con una mujer que no era ella…

Elena del Valle enfocaba entre sorprendida y maravillada como Andrea ingresaba
por la puerta de la mansión acarreando las maletas suponía ella que eran de su
prima con enfado, casi agarrándolas a patadas mientras maldecía suavemente -
Buenos días - dijo suavemente generando que la miraran de mala manera.

- ¿Qué tienen de buenos?- le cuestionaron generando que se tragara la risa que


amenazaba con brotar de su boca- ¿Rocky?

-No ha regresado desde anoche- respondió - se quedo contigo.

-Sí, pero fue por tu prima- Andrea dándole una patada nada disimulada a una
maleta - hace más de una hora, ya debería estar aquí…
-¡Ohh! es que cuando sale con Victoria se olvida de todo - dijo con fingida
inocencia - en Italia se perdían días - levanto la vista hacia el techo - aunque
cuando se vieron en Francia fue peor - escucho algo parecido a una maldición
antes de que varios golpes le indicaran que otra maleta probablemente había
fallecido.

-Dile a Rocky que me llame cuando se digne a aparecer - observo como la joven
se iba completamente enfadada llevándose a un pobre tipo del equipo de
seguridad por delante, antes de girarse a enfocar la cabeza rubia que apenas y
se asomaba por un costado acompañada de la oscura de su prima.

-Se enfado mucho - escucho decir a Stefani - mejor la busco, no quiero que este
enfadada conmigo esto es una tontería.

-No- le amenazo con un dedo - tú no te mueves este plan es perfecto

-Impeccabile - escucho decir a Victoria - son celos… no enfado - agregó la chica


mirando a Stefani - así que está bien.

-Claro estará bien mientras no acabes como las maletas- Elena enfoco a Stefani
bajar las escaleras en dirección al equipaje.

-Ma que cosa- escucho decir a Victoria segundos después- asesino mi maleta
favorita.

-Agradece que no eres tú - replico Stefani - no quiero lastimarla, Andy es muy


sensible y todo esto no hace más… que...

-Hacerla valorar tu amor y abandonar esas locas ideas de diversión desenfrenada


- Teresa apareciendo con un recogedor y varias bolsas mientras Victoria abría
una maleta notando todos sus perfumes rotos.

Me vengare por esto - se escucho decir a Victoria - le hare sentir tanto celos
que le reventara el corazón, era mi colección de perfumes - al chica tomando a
Stefani de la mano - vamos a pasear… -Stefani intentaba no tropezar cuando de
pronto Victoria se detuvo en seco tomándoles una foto a ambas mientras ella la
besaba en la mejilla haciéndola ruborizar - ¿Tienes facebook? - la miro algo
asustada antes de asentirle - Molto… Molto…. Bueno…

Herendira se incorporo molesta para mirar el identificador de su celular


mientras escuchaba un quejido ahogado de Vanessa que se cubría la cabeza con
la almohada, enfoco fugazmente su reloj pasaba de la una de la tarde pero era
normal, se habían dormido de madrugada con todo el alboroto de la casa,
agradecía que los niños aun continuaran dormidos como la mayoría de los adultos
– Si, diga - dejo escapar con voz somnolienta.

-¡ABRE TU PUTO FACE!- el grito de Andrea la hizo despegarse el teléfono del


oído algo contrariada - ¡HERENDIRA SE QUE SAVEDRA TE DIO UNA NOCHE
DE PLACER TORRIDO, PERO MUEVE EL CULO Y ABRE EL PUTO FACE!

Se incorporo como resorte abriendo su laptop escuchando varias quejas más de


Vanessa en el proceso - lo siento amor será rápido - dijo quedamente mientras
introducía su contraseña.

-¿Ya lo hiciste? - le cuestionaron con seriedad.

-Carajo, Andy esta arrancado la sesión, ten paciencia - dijo algo nerviosa y
enfadada.

-Por un demonio estas podrida en dinero y no te pudiste comprar un trasto más


rápido - dio un suspiro molesto dándole un golpe al teclado.

-¿Qué carajo pasa? - escucho la voz enfadada de Vanessa.

-Perdón amor te juro que no tardo - repitió al ingresar finalmente su contraseña


- Ya Andy ¿Ahora qué?

-Ve al perfil de Rocky y de ahí al de la tal Victoria, es la única amiga que tiene
en el face que no sea familia aparte de nosotras dos - Herendira levanto una ceja
extrañada al escuchar aquello.

-Rocky no tiene más que familia en su Face - replico suavemente - y a nosotras


porque para ella yo soy familia y bueno tú eres tú - dejo escapar divertida.

-Haz lo que te digo carajo - volteo los ojos en blanco maldiciendo suavemente
antes de hacer lo que Andrea decía para observar con sorpresa como era
correcto lo que su amiga apuntaba, dio click en el perfil de la tal Victoria para
abrir la boca a más no poder -Mamacita.

-¡MUCHAS GRACIAS HERENDIRA!- escucho que le gritaban por lo que


carraspeo incomoda -¿TENIAS QUÉ RECORDARMELO VERDAD?
-Bueno es que… digo la viste- carraspeo de nuevo incomoda_ No entiendo el
alboroto - dijo mirando el perfil de la joven con interés.

-Herendira le diré a tu Savedra que andas viendo su perfil- afirmo seria Andrea.

-No lo hago - intento defenderse lo mejor posible,

-Si lo haces, porque te quedaste callada- emitió un pujido enfadado al verse


descubierta - y ya que andas con infidelidades visuales abre el álbum que dice
“El mejor paseo de mi vida” - Herendira escucho el tono indignado por lo que
busco el álbum con incomodidad, no sin antes girarse para asegurarse que
Vanessa continuaba en la cama.

-Si Herendira tu mujer sigue en la cama - escucho decir a Andrea.

-Ya cállate Almeira - dijo con enfado abriendo el álbum para abrir la boca de
nuevo a más no poder ahora entendía todo el asunto encabezando el dichoso
álbum estaba una foto de Stefani en traje de baño, seguida por una de su amiga
y Victoria en la cual la joven la besaba en la mejilla, otra donde la abrazaba por
la espalda, compartiendo helado, una serie consecutiva de fotos que generarían
un ataque de celos espeluznante incluso a la persona más segura del mundo.

-¿Ya viste?- respondió afirmativamente - bien ahora vuelve al perfil - hizo lo que
le decían - ve a paseos en Francia - de nuevo obedeció viendo una esplendorosa
foto de Victoria que le hizo soltar un suave ufff - vela bien Herendira… ¡PORQUE
LA VOY A MATAR!

-Andy- dijo algo nerviosa volviendo a girarse hacia la cama - mira tienes que
calmarte… quizás no es lo que parece - le aseguro - no puedes comportarte
irracionalmente por unas fotitos…

-¡FOTITOS UN CARAJO!_ se separo el móvil de la oreja de nuevo -¡ESAS NO


SON FOTOS, ES EVIDENCIA INCRIMINADORA! LA VOY A MATAR Y LUEGO
MATARE A ROCKY!

-No puedes- dijo secamente - no tienes exclusividad - escucho el tenso silencio


al otro lado de la línea - duermes con otras pero amas a Stef, ella puede hacer
lo mismo y tú no puedes matar a nadie y menos a Victoria sería un crimen contra
la humanidad_ se mordió el labio mirando la foto de la chica de nuevo.
-¡HERENDIRA CONTRALA TUS PUTAS HORMONAS!- el grito le hizo dar un
bote en el asiento- Se supone que eres mi amiga, deberías decir te ayudo a
matarla_ escucho el tono dolorido.

-Primero no son mis hormonas - dijo en tono tranquilo - se apreciar la belleza…


vivo con una diosa viviente entiéndeme es inevitable que cuando vea un
monumento no lo halague- agrego seria - y soy tu amiga y te adoro, no quiero que
mates a nadie… y aún más importante estoy segura que Andy no haría tus mismas
indecencias - escucho el quejido enfadado- así que controla tus celos y deja esa
mujer en paz….

-Sabes tienes razón- escucho que le decían - el miércoles me llevo a Stefani a la


playa y la alejo de esa maldita mujer - sonrió de medio lado al escuchar aquello -
¿Vienes?

-Lo hablare con Vanessa- escucho a Andrea despedirse aun molesta pero más
controlada, por lo que se quedo viendo la foto de Victoria en la pantalla para
soltar un silbido con razón la pobre Andrea estaba como estaba…

-¿Qué ricura verdad?

-Si…

-Como para comérsela.

-Sin duda…

-Es imposible dejar de verla.

-Sí, es imposible.

-Te hace olvidar que tienes mujer - estaba por responder cuando algo dentro
suyo dio gritos horrorizados por lo que se giro dando de lleno con el rostro serio
de Vanessa - no me considero una persona celosa - le escucho decir - algo
posesiva quizás - vio la mano cerrar la tapa de la laptop con fuerza - pero ¿Sabes
cuál es mi principal defecto? - vio como tomaba la lap en sus manos y se
encaminaba a la ventana.

-¿Tu mal genio?- sin dejar de ver el aparato.

-No… en realidad para unos es defecto y para otros es virtud, pero si la mezclas
con mi mal genio el resultado no es agradable.
-¿Amor?- cuestionó poniéndose de pie lentamente sin dejar de ver su laptop.

-Me gusta dormir, si tengo una mujer hermosa en mi cama mejor aún - enfoco
los ojos negros sonriendo bobamente antes de ver el brillo de enfado en ellos
por lo que regreso sus ojos a su preciado aparato - me gusta ser ama y señora
de mi casa - le escucho agregar - la única diosa en mi castillo.

-Eres la única diosa aquí amor - intento usar el tono más conciliador que le salía
- te lo juro mi vida yo solo te rindo culto a ti con mi cuerpo y mi alma, así que
baja la portátil.

-Mi principal defecto es mi impulsividad - escucho el tono lleno de enfado y


sensualidad - y cuando la mezclas con mi mal genio y esa pizca de posesividad….
Es un desastre - vio como abría la ventana de golpe y su laptop volaba por ella
como si nada - soy tu diosa o ¿no? - la miro boquiabierta - las diosas exigimos
sacrificios… tomare ese como el de esta semana - la vio alejarse de la ventana
para volver a la cama mientras ella se asomaba viendo los pedazos y con la barbilla
temblando a punto de echarse a llorar.

-Mi lap… mataste mi portátil - dijo quedamente sin saber si intentar recoger las
partes serviría de algo.

-Amor tú la llevaste a su desastroso fin- se volteo sonrojándose por la mirada


que Vanessa le dirigía - eres mía… no me gusta que mi mujer mire a otras y menos
en mi recamara - sintió la sangre corriendo a toda velocidad por sus venas - así
que a ver si eso te hace pensártelo mejor….

-Las diosas exigen sacrificios - observo cómo le asentían- sus creyentes


recompensas por ellos - cerrando la ventana y sacándose la ropa sin dejar de
enfocar la mirada entre devoradora y divertida que le dirigían - yo quiero mi
recompensa.

Las diosas también exigen sacrificios para apaciguar su cólera - Herendira


detuvo sus pasos a medio camino levantando una de sus cejas con diversión así
que no necesariamente mereces una recompensa.

Entonces simplemente te rendiré culto - empezando a caminar de nuevo - así


luego me ayudas a recoger los pedazos de mi laptop malvada mujer - se puso de
rodillas sobre el borde de la cama observando cómo Vanessa retrocedía
mirándola divertida hasta topar con el respaldar, continuo su camino hasta estar
lo suficientemente cerca de los labios enfocando los ojos negros brillar con
diversión - sé que mi diosa no puede estar enfadada conmigo mucho tiempo…
porque sabe que la amo mucho - vio la tonalidad negra cambiar levemente antes
de regalarle un beso devorador y urgente.

-No vayas a gemir muy fuerte la casa está llena - la escucho murmurar
suavemente por lo que sonrió a más no poder intentando sacarle la ropa -
Herendira no te desesperes – rió quedamente al escuchar aquello - amor…

-Te amo- repitió quedamente logrando deshacerse de buena parte de la ropa de


Vanessa y logrando arrancar un sonido de exquisita satisfacción justo cuando
tocaron a la puerta -¡POR UN DEMONIO!- grito con enfado.

-Lamento interrumpir- la voz de Clarisse genero que Herendira se pegara


asustada al pecho de Vanessa - pero hay una computadora hecha pedazos en la
parte trasera y los niños dicen que la tía Herendira prometió hacerles
panqueques con forma de oso - la voz se apago esperando paciente una respuesta.

-Iré a recoger los pedazos de mi ofrenda - escucho decir a Vanessa - y ella ira
a hacer lo panqueques - rió al escuchar el tono lo suficientemente fuerte para
ser escuchado sin gritar.

-De acuerdo - la respuesta de Clarisse fue tranquila - pero apresúrense abajo


los niños están impacientes.

-Sí Señora - respondieron las dos mirándose divertidas brevemente - owww -


dejo escapar Herendira - más tarde volveremos a este tema - acariciando los
pechos desnudos de Vanessa, generando con ello el sonido más exquisito para sus
oídos.

-Claro que si- observo la enorme sonrisa que le dedicaban antes de levantarse y
ubicarse uno de los buzos de Vanessa.

-Te amo- antes de abrir la puerta de la recamara e intentar bajar la escalera


siendo interceptada a medio camino por lo que llamaba cariñosamente “el
ejercito de pitufos” - Un desayuno a esta hora no tiene caso - dijo llevándose
una oleada de protestas - podría mejor hacer la comida - escucho varias quejas
acompañadas de la palabra incumplida por lo que rio quedamente sacando el
sartén y el molde llevándose una lluvia de aplausos.
-Tía… ¿Sabes girarlo en el aire? - cuestiono un pequeño cuando ella había
terminado la pasta por lo que simplemente la vertió guardando silencio sobre el
sartén esperando que tomara consistencia para utilizar el molde de metal
dándole forma de oso - ¿Tía?

-¿Una vuelta? - hizo girar el oso en el aire ante los gritos de los pequeños para
que callera en perfecta posición - ¿Dos? - giro la mano diferente haciendo al oso
girar dos veces poniendo a los niños eufóricos - ¿Tres? - Todos se llevaron las
manos a la cabeza sorprendidos de ver al osito maniobrar de aquella manera
antes de caer en lugar del sartén en el primer plato que se ubico delante del más
pequeño de los niños.

-¡MI TIA ES LA MEJOR!- grito entusiasmado del todo.

-Pero es mía- Vanessa divertida desde la puerta antes que Herendira viera los
restos de su laptop terminar de resquebrajarse cuando los dejaron caer de
nuevo dirigiéndose a ella - Yo también quiero mi osita - le movieron las cejas con
suavidad por lo que le fue imposible no sonreír.

-¿Cuántas vueltas quieres?- cuestionó provocando que todos los niños enfocaran
a Vanessa.

-Cinco… - Clarisse escucho el eco de los gritos en el jardín mientras recogía unas
flores sorprendida por el escándalo que se estaban montando por unos simples
panqueques.

-¡TU PUEDES TIA!

-¡VAMOS HERENDIRA, DEMUESTRALE CUÑADITA!- esa era la voz de Aarón,


se asomo a la ventana de la cocina para ver a Herendira lanzar aquel panqueque
con forma de oso demasiado alto a su criterio, escucho el conteo,
uno...dos…tres…cuatro… cinco y luego el griterío de nueva cuenta “condenada
chica”.

Sasha enfocaba entretenida a su marido haciendo malabares en la cocina muy a


su manera, montando el desastre matutino como ella le llamaba, el hombre era
un genio en la cocina pero un desordenado de primera además enfoco fugazmente
la sonrisa mientras preparaba el almuerzo - Estoy seguro que la conseguí - le
escucho decir por lo que desvió los ojos fugazmente hacia la ventana - ya sabes
como es este mundo no hay nada que el dinero no pueda conseguir y cuando medio
le mencione al Jefe de la Sección la cantidad promedio que podrían ganar si me
prestaban a la chica….

-No se negó- murmuró quedamente - la gente por dinero hace cualquier cosa,
incluso vender a sus subordinados - enfoco a su esposo - por suerte no soy una
traficante de personas aunque en momento así me siento una tirana que obliga a
la pobre chica.

-Seguro estará encantada - observo el plato caliente y humeante delante de ella


- es una chica hermosa, con al parecer un carrera prometedora en la policía viene
de un legado completo dedicado a la justicia y el honor, quizás el cambio de aire
le venga bien, ¿Quizás lo hace por responsabilidad?.

-Uno no se impone así en un trabajo que no ama - respondió con tranquilidad - es


magnética porque cada poro de su cuerpo está dedicado al cuidado de cada
persona que pasa delante de ella, es altanera porque se sabe capaz…. Es hermosa
porque no teme dar su vida por proteger a un inocente y me parece tan loco
querer encerrar todo eso en una fotografía, en un diseño… tanto que si lo logro
será esplendoroso.

-Y solo tú podrás lograrlo - escucho la afirmación esbozando una media sonrisa


- ¿Qué te ha dicho Stefani Del Valle? - le miro con seriedad.

-Básicamente me llamo para informarme que se irían de vacaciones al regreso de


las mismas buscara la manera de concertarme una cita con Herendira.

-¿Segura que esa niña tiene dieciocho? - rió al escuchar el cuestionamiento


mientras asentía - pues que miedo da.

-En realidad me tranquiliza que tenga amigas así de buenas - afirmo con
tranquilidad - quiere decir que ella también es una buena persona, que sabe
escoger a sus amistades y que probablemente la campaña de Víctor para hacerla
sentir una inútil no funciono.

-Odio a tu ex esposo - rió de nueva cuenta notando a su esposo comer con


tranquilidad - y no lo digo por ser tu nuevo esposo, si me entero que le puso una
mano encima a mi hija...

-Calma cariño… para justicias el tiempo ya lo sabes…


Evelyn estaba estática frente a la puerta del departamento de Karina, la mujer
le había abierto hacia escasos cinco minutos pero ella continuaba en completo
shock, por un lado no era un lugar al que hubiera ido antes, aunque sus hijos si lo
frecuentaban pero podría decir a ciencia cierta que ese lugar era muchas cosas
menos lo que ella esperaba.

Karina Domínguez incluso le parecía una persona extraña y diferente, quizás por
eso continuaba clavada en la puerta sin entrar, observándola como si fuera un
ente de otro mundo probablemente por un lado era el aire común que la mujer le
había despedido al abrirle la puerta a pesar de la hora en pijamas, o la
tranquilidad con la que tomo a Alison en brazos, o simplemente el hecho de que
al abrir la puerta vio los juguetes de sus hijos por doquier y a Raúl pasar con una
plato de frutas en las manos aunque en casa nunca comía sus frutas, pero quizás
el shock le venía de que aquel departamento parecía el hogar de una familia y su
compañera de trabajo una madre en toda regla… quizás una mejor y más completa
que ella.

-¿Vienes?- enfoco los ojos curiosos de Karina que se había detenido a medio
pasillo asomándose de nuevo a la puerta- ¿Pasa algo?- negó con la cabeza
percibiendo varios pares de ojos sobre ella - entonces entra no me gusta que los
vecinos pasen curioseando - cerró la puerta observando el conjunto del elegante
departamento antes de recibir un tazón de frutas - Alison come más despacio y
no molestes a tu hermano- enfoco a su hija menor que reía de manera traviesa.

-No hice nada - la pequeña.

-Te vi… tengo ojos en la espalda recuerdas- y de nuevo la oleada de risas de


parte de sus hijos y ella allí ahora en media estancia sin saber ni qué hacer ni
cómo reaccionar- Evelyn mujer te vas a quedar viéndonos como alienígenas o te
sientas con nosotros a ver televisión- se movió por inercia tomando lugar en el
sillón, cada tanto escuchaba las conversaciones de Alison, los chistes de Raúl y
las respuestas sagaces de Karina, observo a sus frutas ser bañadas en miel y
granola… mientras Alison no cesaba de hablar de su ballet, aquella escena le
generaba algo familiar y a la vez profundamente perturbador…. Se incorporo en
el sofá mirando a Karina… quizás lo perturbador era que el lugar donde estaba
Karina con las piernas recogidas estirando una cada tanto para empujar
levemente a Raúl… lo solía ocupar un hombre… y claro estaba Karina no era un
hombre… porque su esposo nunca se comportaría de aquella manera con los niños,
ella se comportaba así porque era mujer, sus hijos se notaba que la adoraban…
pero… pero…..era mujer y a ella nunca le atrajeron las mujeres ¿cierto?

Víctor miraba el lecho donde descansaba el cuerpo de su debilitado padre, ese


anciano fue una roca en su tiempo, el vivir tantos años era una clara muestra de
ello y una sensación palpable de que su única finalidad en la vida era torturarlo,
cuando desposo a Sasha pensó que sería el seguro heredero de la fortuna de
aquel hombre, se caso con una mujer rica, de buen apellido por complacerlo, le
dio tres nietos fuertes… pero no… ese maldito anciano insistía en perturbarlo
saltándose todo la línea de herencia directo a su hija menor ¿Por qué? Era un
gigantesco misterio.

Observo al doctor que negó con la cabeza, el anciano se negaba a largarse de una
maldita vez y en sus momentos de fugaz conciencia insistía en ver a su nieta,
cosa que le ponía a él los nervios de punta, su buen amigo aún no tenía noticias de
su hija pero confiaba en su eficacia, encontraría a la pequeña y a su amante se
encargaría del tipo sin problemas esperaba que fuera sensato y se apartara de
su camino antes que acabara en una precaria situación.

De Sasha se encargaría luego siempre podía encontrar algo con que amenazarla,
bien sabía que Herendira estaba bien educada en el rublo sobre odiar a la madre
que la abandono, se encargo de recalcar ese reglón en su vida una y otra vez, en
poner el dedo en la llaga aseverando que su madre estaba harta de ella, de que
fuera una niña mimada, que por ello no la soporto más, que Herendira misma era
en buena parte responsable de su fracaso matrimonial y que por ello debía ser
obediente y reivindicarse.

Funciono durante años…. Funciono bien hasta que ese cretino la había enamorado,
estaba seguro que por el dinero de su hija, pero ese dinero era suyo, lo había
trabajado por años, para que ahora un desconocido viniera de la nada a robarse
el crédito… no lo permitiría claro que no… antes lo borraría del mapa porque el
siempre hacia el primer movimiento.

NO ME OLVIDES

Capítulo 28

ENTRE EL CORAZÓN…

Es la mirada del otro la que nos define


Umberto Eco

La agitación en la casa era más que evidente mientras los niños corrían de aquí
para allá cargando cosas por todo el sitio, dio un giro riendo divertida antes de
ver a Aaron pasar con Rachel en brazos mientras esta última gritaba como loca
al verse cargada como un costal. Observo a Susan y Adrian mirándose
mutuamente al parecer en su guerra de miradas por ver cual maleta se llevarían
al final conociendo a su hermano se querría llevar una ridícula.

Ingreso a la cocina enfocando a su pelirroja en pantaloncillos playeros inclinada


al parecer terminando de revisar las bolsas con comida ¿Quién la interrumpiría?
Nadie todos se habían vuelto adictos a la comida de Herendira, observo a
Tormenta correr con un disco en el hocico antes de detenerse en seco
observando a Amara con una montaña de papeles sobre la barra de la cocina; la
esposa de su hermano mayor que en paz descansaba era de profesión abogada,
su reputación solía presidirla.

Se había casado con Alonso cuando solo tenía dieciséis años para sorpresa de
todos, Amara era huérfana y al parecer conoció a su hermano en la estación del
tren cuando iba a su trabajo, la diferencia de edad fue el primer obstáculo a
vencer entre ellos porque la suya con Herendira parecía diminuta al lado del
abusivo de Alonso, recordaba la alegría de su hermano pero eso no quito que la
vida les fuera complicada tenían sus “niños” que eran en esencia los del orfanato
donde se crío Amara, a veces tenían uno que otro pequeño invitado en casa.

Una exitosa carrera y una viudez temprana le hacían una mujer más que deseable
a los ojos de muchos pero ella bueno…. Ella solo vivía para el trabajo desde la
muerte de Alonso el resultado era aquel, Herendira les había conseguido una
semana completa en la casa de playa de Stefani que al parecer estaba encantada
con la idea del tener el lugar a reventar, iban Andrea y la banda, la familia de la
joven y todo Savedra era bienvenido, de más estaba decir que los niños no cabían
de la felicidad, Clarisse estaba encantada porque todos su nietos exigieron sus
vacaciones y Amara… bueno Amara seguía trabajando.

-¿Qué haces?- cuestionó asomándose sobre la torre de papeles para enfocar el


rostro concentrado y la ropa veraniega que desentonaba con las gafas.

-Asesoró a un colega con un caso, al parecer una empresa demando a su cliente


por incumplimiento de contrato lo que es una gigantesca mentira de acuerdo a
las normas del documento, lo que me es difícil de comprender es como pudo
complicar tanto el caso con un mal proceder, estoy leyendo el caso para enviarle
las indicaciones y…

-Vacaciones- Vanessa vio el bonche de hojas volar y conectar la base de la cabeza


de Amara con fuerza - no trabajo - observo a Clarisse - diversión no quiero ver
nada de esto en nuestras vacaciones familiares escuchaste jovencita.

Noto como Amara recogía las hojas cargándose una memoria USB esa mujer no
aprendía, sintió como le pasaban una bolsa notando la cabellera pelirroja invadir
su campo de visión regalándole un dulce beso que la hizo sonreír antes de enfocar
de nuevo a su cuñada_ Suertuda_ le escucho decir por lo que sonrió más, Amara
hasta cierto punto era como una hermana.

-Mucho ¿Y tú no piensas tener una cita con un lindo chico o chica un día de estos?
- cuestionó notando como le levantan una ceja con algo de indignación.

-El único hombre en mi vida fue Alonso - la vio cargar unos cuantos papeles
mientras le movían la cabeza de manera negativa.

-Entonces será una mujer - noto como la miraban con seriedad - vamos cuñadita
siempre has dicho que el envase es lo de menos, las cualidades son esenciales, y
todos sabemos en esta casa que eres bisexual porque Alonso anuncio a los cuatro
vientos que eras una liberal que gustaba para su alegría de los tríos - observo el
rostro adquirir un rojo profundo.

-Solo lo hice una vez y porque me lo pidió una semana completa - le afirmaron
bajando el rostro - además Vanessa seamos honestas las cualidades que busco
solo las tenía tu hermano sabes que soy bastante difícil para que cualquier
hombre o mujer desee tolerarme_ escucho el suspiro algo pesado.

-Alonso era un hombre maravilloso - dejo escapar quedamente - se que lo amabas


muchísimo, que aun lo amas pero también estoy segura que lo último que querría
es que te quedaras sola porque eres una mujer maravillosa que merece todo el
amor del mundo.

-No quiero todo el amor del mundo - desvió sus ojos hacia el ventanal al escuchar
aquello - quería el amor de tu hermano.
-Pero él no está y no volverá - dijo con dureza- tienes años sola ¿Cuándo fue la
última vez que tuviste sexo? - observo los ojos desviarse suavemente - ¿La ultima
vez siquiera que intentaste conocer a alguien?

-Vanessa eso no viene al caso, yo no podría como te digo salir con alguien más,
conocer a alguien más, tu hermano era el único para mí… y… es…

-No le das la oportunidad a nadie más - la miro con algo de frustración - vives
trabajando, y Amara eres joven y hermosa, tienes mi edad mereces encontrar a
alguien de nuevo que te quiera, cuide de ti, te respete…

-No hay una Herendira para todas - se sorprendió al escuchar aquello - como
tampoco hay otro Alonso - le afirmaron antes de darle un beso en la mejilla para
dejarla sola con la visión de los ojos verdes de Herendira.

-¿Por qué es tan necia?- le dijo a la joven que le paso una bolsa_ tiene años sola,
se absorbe en el trabajo y vive triste, ni para decir que necesita tiempo para
asumir la ausencia de mi hermano.

-Tal vez solo tiene miedo - sintió la caricia en el rostro - ya le presentaremos a


alguien - vio el guiño en el ojo que le hizo sonreír- por ahora evita que trabaje
simplemente y disfrute de las vacaciones.

-Más fácil decirlo que hacerlo - le dijo quedamente antes de acercarse a besarla
con cariño.

La Casa de Playa de la familia Del Valle estaba ubicada en la parte alta de un


risco parecía más una extensión de la montaña misma, con más de 40 habitaciones
decir casa a consideración de muchos era un insulto, algunos aseguraban que se
podía pasar un verano de ensueño sin salir de allí contaba con albercas, zona
verde enorme que era prácticamente todo el bosque a los alrededores, campos
deportivos y su playa privada. Un verdadero paraíso para estar en pareja si no
fuera porque la italiana idiota no soltaba a Stefani.

Había llegado con los chicos una hora atrás razonando que unas vacaciones con
Stefani serían algo agradable, que con el nivel de convencimiento adecuado
disfrutaría de algo más que los besos de Rocky pero nada más llegar se dio de
lleno con la cara de la italiana idiota, su estúpido acento suave y sensual,
acompañado por el mar de babas de sus amigos que ignoro volteando los ojos en
blanco y escogiendo una habitación tranquila, cosa que en aquella casa no era muy
difícil.

Escuchaba el sonido algo lejano del mar ingresando por su recamara junto con la
brisa marina mientras sacaba su guitarra dejándola sobre la cama y revisando su
horario de tocadas para la semana, quizás debería pasársela intentando surfear
para olvidarse de Rocky con la tal Victoria.

Los pasos resonaban en la lejanía anunciándole que probablemente el resto de


los invitados estaban presentes en el sitio por lo que tomo la guitarra sentándose
en la cama para arrancarle una melodía suave y delicada que empezó a envolver
su habitación llenándola de calma con el mar como fondo, pronto cerro sus ojos
dejando a su mente viajar a lejanas vacaciones de su niñez en que los brazos
cariñosos de su madre le regalaban amaneceres y tardes llenas de magia.

La sonrisa escapo de sus labios sin sentirlo siquiera al rememorar aquellos ojos
que muchos decían eran idénticos a los suyos mirarla con profundo amor,
comprensión y respeto en los ojos de su madre siempre se sentía amada y
hermosa, arranco un grupo de notas alegres antes de abrir los ojos enfocando
con sorpresa unos azules que generaron que cesara del todo sus movimientos -
Hola amor - ladeo la cabeza ubicando la guitarra de lado para observar cómo se
acercaban a la cama invadiéndola por completo y llenando sus piernas de una
delicada lluvia de rizos dorados que parecían anhelar sus caricias -¿Ya te
acomodaste?.

-La que parece buscar comodidad eres tú - enredando sus dedos en un delicado
rizo - ¿Dormirás conmigo?- cuestiono suavemente.

-Me encantaría- sonrió con alivio ante aquella respuesta uno más grande que el
que le agradaría admitir -¿Vamos a nadar?

-Mejor nos quedamos así- dejo escapar quedamente - no creo que la playa sea
mejor que esto, además aquí solo estamos las dos y allí fuera hay un mar de gente
- noto como Stefani se incorporaba suavemente dirigiéndose derecho a sus
labios - Te amo - murmuró quedamente antes de sentir los labios cálidos y dulces
uniéndose a los suyos.

Era imposible no verla, eso pensaba Victoria desde su posición en uno de los
balcones de la casa de playa, no entendía porque todo en aquella mujer provocaba
que posara sus ojos en ella, era magnética todo en ella era magnético, tenía algo
que la invitaba a mirarla y sin embargo desear mantenerse escondida, observo a
la joven de cabellos rojos pasar a su lado comentando algo mientras le arrancaba
una sonrisa y joder que linda se veía sonriendo.

La sensación en su ser era extraña no era que nunca antes le hubiera atraído una
mujer pero su representante insistía en que debía guardar las apariencias sino
deseaba perder sus contratos, además su familia era conservadora no se
digerirían bien aquello… pero en ese momento viéndola a ella parecía importar
poco. Se movió en el balcón al verla cargar una bolsa alentando a varios niños a
apresurarse, eso le genero a ella una sonrisa seguramente sería una buena madre,
se mordió el labio inferior por inercia a ella le encantaría intentar dejarla
embarazada, retrocedió dos pasos evitando ser vista antes de sentir el calor en
sus mejillas se estaba comportando como una tonta. Negó con la cabeza
ingresando a su habitación era mejor que olvidara esa sensación como hacia
siempre… además tenía a una joven castaña a la cual hacer desesperar.

Vanessa miraba la enorme casa de playa “soy pobre” fue la única frase que se
formo en su mente antes de casi ser derribada por la horda de niños y que su
adorada Herendira pasara a su lado mirándola con extrañeza “ella era millonaria”
le dijo otra parte de su cabeza dio un suspiro deteniéndose antes de escuchar
un suave “te amo mi diosa” que la hizo sonreír por inercia “yo soy su mayor tesoro”
razono recuperando su sonrisa para ingresar a aquel sitio siguiendo a Herendira.

Los niños se esparcieron como abanico mientras Elena saludaba a la familia


Saavedra, eso de tener la casa llena le fascinaba vio a los niños cuyas edades
oscilaban entre los 3 y los 7 años, eso le agrado su bebé tendría con quien jugar
siempre que lograra entablar una amistad saludable cosa que en ese momento no
pareció para nada complicada, aquellos dos hombretones y sus esposas le cayeron
de maravilla los escuchaba conversar animadamente con Arturo mientras ella
explicaba la distribución de la casa y las habitaciones a Rachel y Susan aquello
se sentía como las reuniones familiares en su Italia natal, escucho los grititos de
los niños mientras los adultos algo preocupados les llamaban la atención, antes
de girarse y guiar a Herendira a la cocina - No hacía falta que trajeran víveres
- le dijo a la joven.

-No queríamos importunar más - escucho la voz de matiz cálido y profundo


enfocando a aquella hermosa mujer de cabellos negros y ojos igual de oscuros -
ya es bastante con que nos reciban aquí - observo como Herendira dejaba la
bolsa que cargaba para abrazarse a ella - han hecho con su amabilidad muy feliz
a mi familia - esa era la chica de la que le había hablado Stefani creyó que su
cuñada exageraba pero teniéndola frente a ella comprendía perfectamente que
no era así, de hecho calzaba perfectamente con la belleza salvaje que proyectaba
Herendira en determinados momentos por lo que sonrió divertida.

-Herendira es familia - respondió con tranquilidad - por tanto tu también así que
no me agradezcas nada y disfruta de la casa familiar - observo el leve
asentimiento que le arranco una sonrisa - chica lista - dijo a Herendira que
escondió la cara algo avergonzada en el pecho de Vanessa - a ver si organizamos
una excursión al bosque en un rato a los niños les encantara.

-Seria mara…- Vanessa dejo la frase en el aire al ver pasar a Amara con una
carpeta saludando de forma educada a Elena y cuestionándole algo sobre el piso
más desierto de la mansión - Clarisse te matara si se entera que intentas
trabajar en vacaciones - le afirmo a la joven que la miro fugazmente.

-Clarisse no se enterara porque buscare un piso desierto y Elena amablemente


me indicara cual - le respondieron girándose a la mujer que medio sonrió.

-Vacaciones- le dijo a Amara que la miro boquiabierta - pero casi todos están en
el segundo - noto a la joven sonreír apretando la carpeta y dándose la vuelta para
mirarla con seriedad.

-No diré nada - seria sujetando con más fuerza a Herendira de la cintura -
¿Tienen cancha de tenis? - observo como Amara abandonaba la carpeta al
escuchar aquello.

-Tenemos dos de hecho - vio por el rabillo del ojo la cara de su cuñada iluminarse
- Herendira juega muy bien - miro a la chica que asintió algo avergonzada por lo
que anuncio sobre la cancha y en segundos estaban todos formados para jugar.

Clarisse tomo asiento en donde Arturo Del Valle le indico con amabilidad antes
de ver a un joven que suponía del servicio de la casa dejándole un jugo natural
antes de ubicarse a su lado por lo que le miro extrañado - estoy para servirle
madame - escucho decir al chico por lo que parpadeo sorprendida antes de
enfocar la sonrisa encantadora del joven Del Valle que al parecer iba a enfrentar
a Aarón quien miraba la raqueta como si fuera un ente espacial mientras Rachel
simplemente suspiraba al parecer ya resignada a la posible paliza que le darían a
su marido.
Miro los rostros alrededor, como las raquetas se movían al parecer calentando
levemente preparándose para el encuentro, escucho la voz de Herendira que
conversaba con Susan sobre el movimiento indicado del brazo para darle fuerza
mientras Vanessa bostezaba en una esquina con pereza, se giro observando a
Amara recostada bajo una sombra al parecer realizando un análisis visual del
campo.

Al poco rato de iniciado el primer partido vio un grupo de hombres aparecer uno
de ellos cargando una guitarra para señalar a una mujer y decir algo sobre
“pateare tu trasero” para que le respondieran “sigue soñando”, finalmente
apareció la menor de los Del Valle acompañada de una joven castaña y seguida de
una hermosa joven que no observo cuando ingreso, la chica en cuestión estaba
vestida para jugar, si bien no había silbidos ella tampoco dejaba de mirarla para
luego mirar a su nieta… primera vez que veía a alguien en vivo con un nivel de
impacto parecido al de Vanessa, el resultado las miradas de desafío mutuo que
se estaban dirigiendo mientras notaba a Herendira no sabía porque alejarse de
Vanessa como si se hiciera la loca para hablar con el joven de la guitarra.

Clarisse sentía que si esas dos jugaban sería como el choque de dos galaxias, de
hecho notaba las miradas del grupo completo alternarse entre su nieta y la joven
hasta que vio a Stefani Del Valle acercarse al oído de la joven generándole una
sonrisa, provocando de paso que la joven castaña se alejara de ambas moviendo
su raqueta violentamente para acabar situada al lado de su nieta.

Si bien no escuchaba lo que esas dos hablaban por los asentamientos y las
miradas mutuas no era nada inocente lo que fraguaban, observo a su nieto
acercarse a su esposa para abrazarla al recibir una paliza de velocidad luz de
parte de Arturo del Valle, que dejo espacio en la cancha para que su hermana la
tomara enfrentándose a la joven Villafiel que de pronto no se pegaba para nada
a su nieta, que estaba concentrada desafiando con la mirada a la joven que le
regresaba idéntica mirada.

Ella ni reparo en la contienda que se llevaba en la cancha le preocupaba demasiado


esa actitud competitiva de Vanessa que rara vez afloraba pero que parecía a
punto de hacer total acto de presencia. Enfoco a la otra joven sonriendo con la
misma actitud de superioridad - Villafiel fuera de la cancha -escucho decir a
Vanessa provocando que la pelota lanzada por Stefani conectara de lleno en el
brazo de Herendira - ni se te ocurra quejarte sabes bien que te viene saliendo
barato - observo a la chica castaña sonreír de medio lado - fuera de la cancha -
le repitió su nieta a la chica que ni protesto “demasiado sumisa algo ha de haber
hecho” razono Clarisse antes de ver a la joven de cabellos casi tan oscuros como
los de su nieta ubicarse en el extremo contrario de la cancha dándole un beso en
la mejilla a la joven rubia que la hizo sonrojar provocando que la castaña ahora a
pasos de ella emitiera un gruñido de molestia, uno que se podía interpretar como
un “mátala”.

La sonrisa de medio lado y la mirada asesina en Vanessa no eran buen indicativo,


estaba por levantarse de su silla y detener las tercera guerra mundial cuando
observo a Amara poner una mano sobre el hombro de Vanessa inclinándose
levemente a su oído y murmurando algo que genero una sonrisa algo excitada y
divertida mientras la raqueta era cedida, noto a su nieta ubicarse al lado de la
joven castaña mientras Herendira parecía entretenida en la razón científica que
daba formación las nubes “Hizo algo muy malo” razono fugazmente antes de
enfocar a Amara juguetear con la raqueta - ¿Dos de tres? - la escucho decir.

-Ma que cosa tienes miedo de llegar a cinque - vio a Amara darle la vuelta a la
raqueta en el aire.

-Simplemente no creo que aguantes tanto - de golpe lanzando la bola al aire y


conectándola para dar inicio al partido de tenis más violento y explosivo que
había presenciado en su familia tanto que nadie se atrevía ni a respirar, los
pelotazos iban y venían a velocidad estratosférica “estas debieron ser
profesionales” tomo su jugo temiendo despegar los ojos de la cancha.

Escuchaba algunos suspiros frustrados media hora y el primer punto no caía, la


pelota simplemente iba y venía “par de testarudas” razono a anciana viendo a las
dos jóvenes “demasiado competitivas, me equivoque al preocuparme por Vanessa
debía amarrar a Amara”, esas dos estaban empapadas, respiraban con agitación
e incluso juraría que las piernas les temblaban levemente pero ninguna daría su
brazo a torcer por lo que observaba - Haz algo - le dijo a uno de los gemelos que
miro a su hermano chocando las manos para dirigirse a la cancha, escucho los
abucheos del público “conocedor” al ver a Amara ser cargada como un fardo por
uno de los gemelos mientras el otro levantaba las manos llamando al silencio a
pesar los gritos de su cuñada - Empate publico conocedor - declaro llevándose
una ola de abucheos - como compensación Herendira nos cocinara.
-¿Por qué yo?- cuestionó la joven.

-Intento de cambio de culto - escucho decir a Vanessa provocando que la


pelirroja palideciera - ¿Deseas hacer un sacrificio más significativo? - era oficial
no entendía nada de aquella conversación pero la pelirroja paso como un
corderito a su lado “realmente malo” se repitió mentalmente mientras veía a
Amara ser dejada por Aarón a su lado.

-No- dejo escapar al ver a la joven con intenciones de levantarse - quieta donde
estas jovencita es un empate sin duda.

-Ma que cosa - enfoco los ojos celeste claros de la joven que jugaba con Amara
instante antes - io no acepto una empata esta por ganarle questa mujer.

-Ya quisieras- vio a Amara ponerse pie - yo te iba a partir a la mitad - observo
la clara intención de responder por lo que decidió intervenir.

-Empate - repitió mirándolas a ambas – pareggio - repitió notando los ojos


celeste parpadear sorprendidos razonando que quizás no era la palabra -
cravatta.

-¿Hablas italiano? - escucho cuestionar a Amara por lo que la miro de mala gana.

-No, no perqui no - escucho decir a la joven italiana - io iba a ganar - repitió la


joven por lo que ella repitió la palabra pareggio - Va bene - noto a la joven
encaminarse al interior de la mansión al parecer sumamente molesta.

-¿Cómo sabes italiano? - escucho que le cuestionaban de nueva cuenta.

-Soy vieja y por tanto una caja de sorpresas - dándole un fuerte golpe en la base
de la cabeza - deja de ser competitiva - la reprendió con severidad - todo es una
competencia para ti, te ibas a romper una pierna sino las detenía, no sé qué
hiciste para convencer a Vanessa pero no más competencias con esa chica…
¿Quedo claro?

-Sí señora -_ Clarisse no entendía bien porque algo en el tono de Amara no la


convencía del todo.

Para cuando Victoria ingreso en la mansión lejos de la vista de todos se recostó


en una pared sintiendo las piernas temblar junto con la mano levemente, aquello
fue una exigencia física sin precedentes en su vida, cada golpe que le regresaban
iba cargado con su misma potencia. Miro alrededor dando un suspiro aliviada, al
no ser vista. Debía ir con Stefani pero sentía que no podía dar un paso más por
lo que simplemente se dejo caer al suelo allí mismo respirando agitada “Maledeta”
pensó fugazmente - Madonna mia - enfoco a su prima que le miraba divertida.

-Silenzio - escucho la risa suave antes de percibir el abrazo sumamente cariñoso,


alternado de besos en su frente porque para ella Elena era una hermana cariñosa
con la verdad siempre en la boca, esa que le soltaba en italiano con suavidad, esa
que decía que a veces, solo a veces hay que saber perder, le agradecía
profundamente aquellas vacaciones que le permitirían tener paz y tranquilidad
de nueva cuenta.

Andrea sentía la mirada asesina de Herendira sobre su espalda la cual ignoraba


completamente mientras conversaba con Ted sobre las canciones que incluirían
en el repertorio de esa noche, al menos podían escoger de la lista las de cada
tocada. Vio pasar a Stefani guiñándole un ojo por lo que sonrió estúpidamente
unos instantes.

El comedor estaba a reventar, y aun así quedaba lugar lo cual evidenciaba las
dimensiones del sitio en realidad, las risas se escuchaba por doquier mientras
los niños tomaban asientos esperando con paciencia la comida prometida.
Herendira enfoco a Clarisse que le miraba de manera extraña y hasta acusadora,
por lo que intento concentrarse en las porciones comida que ubicaba en los platos,
se giro a la derecha dando con los ojos negros de Vanessa ¿Por qué Dios la
castigaba?, nunca en su vida volvería a usar el face lo juraba, encima esa maldita
Andrea no le dijo que Victoria estaría allí.

Observo a la joven ingresar a la cocina acompañada de Elena instantes después


para colgarse del todo a Stefani provocándole un respingo a Andrea, merecido
lo tenía la maldita estaba segura que algo le había dicho a su Vanessa porque
sentía que la asesinaba con la mirada y como si eso no fuera suficiente la de
Clarisse también estaba pesada, paso los platos a un mozo que no tardo en
empezar a distribuirlos provocando que el escándalo de antes de la comida
empezara a disminuir notablemente. Se quedo preparando varias cosas para la
cena no se le antojaba mucho acercarse a su adoración si la miraba de aquella
manera.

Amara ingreso instantes después a la cocina tomando asiento en un extremo algo


alejado de la mesa sacando al parecer un libro “aquello no podía ser bueno” razono
fugazmente al percibir la mirada de Clarisse desviarse antes de que sus ojos
dieran con los celestes de Victoria que le miraban con intensidad intento desviar
la vista sin éxito alguno sintiendo que la sometían a un minucioso análisis por lo
que respiro profundo acercándose a la joven - ¿Pasa algo?

-Eres molto bella - se ruborizo de golpe al escuchar aquello siendo acompañado


de una simpática sonrisa que la hizo estremecer - molto bella - el tono suave
genero que se sentara casi en automático ignorando del todo su entorno- ella es
molto afortunata - rió suavemente al escuchar el fallo en la pronunciación - va
bene mi español no es perfecto.

-Es hermoso con tu acento - quedamente disfrutando de la sonrisa suave y


despejada de Victoria, había algo en ella que le agrado profundamente - ¿Por qué
viniste a ver a tu prima?

-Porque finalmente empecé a vivir- le respondió Victoria provocando que la


mirara extrañada - una bela… bela vita - agrego la joven_ io al fin puedo hacer
totti lo que io amo.

-Eso es muy bueno, ella me ayuda a mí a hacerlo - dijo mirando a Vanessa- aunque
anda algo posesiva últimamente - dejo escapar divertida.

-Io lo estaría con una mujer tan bela como tú - le sonrió a la chica que comía
abriendo los ojos - mantequilla molto - asintió extrañada ante la afirmación -
exquisito, la vita es exquisita - noto los ojos celestes con un dejo de nostalgia
antes de estirar la mano sirviendo mas comida.

-Entonces come - le a la chica que sonrió a más no poder…

Andrea miro a Vanessa, esta le regreso la mirada con indiferencia “Soy


demasiado hermosa para ser traicionada” le dio a entender con la mirada lo que
le genero un bufido de fastidio a la castaña al ver a su posible aliada comiendo
como si nada, encima la italiana idiota comía como si no hubiera mañana, la idiota
de Herendira parecía divertida con ella y… y… -Entonces cantaras…

-¡CANTARE UN CARAJO! - grito volviéndose hacia Ted que se inclino en su silla.

-Yo solo decía- el hombre esbozando un enorme puchero mientras se giraba hacia
su esposa.
Esa sensación era un asco, se dijo a si misma mirando a las personas a su
alrededor y a la comida en su plato con odio, estaba atrapada en la mansión Del
Valle con un ataque incontenible de celos, sin Karina cerca, sin mujeres solteras
y deseables cerca… Rocky oh no Rocky ya no contaba no se iba a acostar con ella
aunque la rubia se lo rogara, porque era culpa de esa maldita mujer que estuviera
así… de ella y la estúpida de Karina disfruta tus emociones un carajo, apretó el
tenedor contra el plato antes de ver a la Italiana riendo quedamente
encantadora, angelical, perfecta y ella la quería muer… Enfoco al final de la mesa
para sonreír….

Amara ni siquiera había tocado su comida entretenida como estaba en sus


papales, no noto a la chica castaña que se le acerco hasta que le dirigieron el
saludo acompañado de “ella dice que eres una perdedora” abrió los ojos
enfocando a aquella italiana del infierno “perdedora” sus narices ese partido era
suyo, era culpa de Clarisse que se interrumpiera en lo mejor. “Se ríe de ti con
Herendira” agregaron lo que provoco que ladeara la cabeza con enfado contenido,
dando un fuerte golpe con sus papeles en la mesa generando que las miradas la
enfocaran todas menos la que le interesaba que parecía más que perdida en la
ocupación de comer.

-Tu idiota- dejo escapar con firmeza provocando que Clarisse la mirara pálida,
pero el objeto de su ira parecía inmune a ella - Italiana- afirmo generando que
tanto Elena como Victoria la miraran - Tú no Elena, la idiota - noto como Victoria
levantaba una ceja - Competencia de surf.

-Io no se sura…sur…aur…eso - dejo escapar la chica- io no sé, pero si supiera…


te vencería - aquello era la gota que derramo el vaso.

-Te enseñare y luego barreré la playa contigo - se puso de pie dejando la comida
y dirigiéndole una mirada elocuente a la chica que dio un suspiro como si dejar
su plato fuera un castigo - ¿Tienes miedo?.

-Io nunca en la mia vita he tenido miedo a nada - la vio pasara a su lado con el
mentón en alto por lo que sonrió divertida.

Andrea las vio desaparecer sintiéndose extrañamente feliz de golpe, para comer
con alegría era increíble lo una observación detallada del espíritu competitivo de
alguien podía traerle a su vida, miro a Vanessa que le negaba con la cabeza con
diversión mientras ella levantaba los hombros como si no le importara que la
italianita no sobreviviera a las clases de surf, enfoco fugazmente a Stefani antes
de mirar hacia otra parte con altanería, esa malvada e infiel rubia no merecía
sus atenciones.

Aquello no se veía bien, era lo único que razonaba Elena viendo desaparecer a su
prima, antes de enfocar a su cuñada que la miraba consternada empezaba a sentir
que esas vacaciones estaban convirtiéndose en una guerra, se removió incomoda
antes de sentir la mano de su esposo enlazando la suya para besarla con suavidad
llenándola de tranquilidad la misma que duro lo que tardo en ver a Victoria
intentando cargar de manera adecuada una tabla de surf se llevo las manos a la
cara preocupada antes de ver a los gemelos Savedra ponerse pie para al parecer
seguir a Victoria y Amara - no dejare que le pase nada - escucho decir a Clarisse
por lo que respiro aliviada.

Los ojos de la anciana se pasearon por la mesa llena de personas tan únicas y
diferentes que prometían unas vacaciones divertidas e inolvidables, pero bien
sabia ella que un mal movimiento desataría la guerra, y no sabía porque sentía
que la chica castaña era una estratega de temer, Amara demasiado manipulable,
Victoria muy competitiva, el resto de sus nietos demasiado Savedra y Herendira
demasiado amistosa “Dios me ayude”.

NO ME OLVIDES

Capítulo 29

Y los Labios…

Espera lo inesperado…

Anónimo

Adrian y Aarón se miraban mutuamente escondidos en una pequeña loma de arena


con binoculares en mano, sus ojos alternaban miradas confundidas y extrañadas
porque habían dos formas de dar clases de surf, dos únicamente, cada una con
una intención… pero el problema es que la que daba la clase no era otra que su
cuñada, la que había sido esposa de su hermano así que en ellos nacía la imperiosa
necesidad de confirmar bien la información visual que recibían.

Cerca de la orilla Amara simplemente daba por finalizada su lección observando


una y otra vez a Victoria irse al agua, quizás lo que le llamaba más la atención de
todo el asunto es que pasados solo quince minutos de meterse al agua la chica
parecía completamente agotada ¿No era que las modelos hacían ejercicio?,
observo los brazos temblar levemente por el esfuerzo de la brazada, las piernas
equilibrándose poco y mostrando idéntica debilidad, aunado por supuesto a la
respiración completamente agitada y fuera de ritmo de la chica.

Aparte de todo aquello quizás lo más sobresaliente es que si eres modelo, el usar
un traje infartante y poseer una envidiable condición física pensarían muchos
era lo natural pero no… Victoria había aparecido con aquel traje de buceo negro
que cubría todo su cuerpo y contrastaba con el suyo de dos piezas, lo que la
llevaba a ella a preguntarse ¿Qué pasaba con aquella joven mujer?, bueno en ese
momento que una ola se la acababa de tragar, se irguió sobre la tabla algo
preocupada antes de ver a la chica emerger sujetándose como loca de la suya -
¿Estás bien?- cuestionó extrañada

-Si io es el cambio de alt…alt… io no se la palabra- le dijeron por lo que miro a la


joven tomar una enorme bocanada de aire “cambio de altitud” cosa poco
razonable a su criterio y una mala excusa también, se acerco a ella antes de
sentarse en su tabla mirándola seria.

-Vamos a la orilla - le dijo quedamente- un descanso no vendría mal - dirigiéndose


hacia allí para ver a la joven arrastrar la tabla a duras penas antes de dejarse
caer como fardo en la arena, parecía muy diferente a su competidora del partido
de tenis.

-¿Tienes sed?- vio la mano elevarse mientras la joven se erguía al parecer


molesta por la forma en que llevo la mano a su pecho apretándola- Victoria.

-Estoy bien- le escucho decir con aquel suave acento italiano- io…. No tengo sed,
solo es…- observo los ojos celestes e intensos con detenimiento notando por
primera vez en ellos un tinte de lejana tristeza que le llamo poderosamente la
atención, noto a la chica irse hacia atrás encerrando el cielo de su mirada para
intentar recuperar un ritmo normal de respiración.

Se levanto encaminándose a una palmera cercana para recoger un coco tirado en


el suelo, encamino sus pasos a una piedra cercana para darle un golpe seco
abriendo un boquete en él, regreso tomando asiento al lado de Victoria para
tenderle la improvisada bebida - Eso sube la pressione sanguigna - ladeo la
cabeza creyendo comprender la frase.
-Si tomas varias si - acerco de nuevo el coco - con una no pasa nada y me temo
que necesitas refrescarte - vio la mano temblorosa tomar lo que ofrecía con
preocupación - despacio.

-Es el clima- le escucho decir por lo que asintió suavemente- se me pasara… y te


ganare- la miro con la ceja levantada, esa chica estaba agotada e insistía en que
le podía ganar- io te ganare…

La habitación clara y espaciosa le generaba una creciente tranquilidad, giro en la


cama antes de ver las esculturales piernas pasar por lo que estiro la mano fuera
del borde para acariciarlas escuchando una suave risa ante aquello, ladeo la
cabeza generando que sus mechones bailaran desordenados unos instantes
adoraba las piernas de su amante -ven- llamo quedamente.

- Alguien señorita debe ordenar - aquella voz profunda y sexy la enloquecía en


instantes fugaces - además porque no vas por ahí con la italianita que tanto te
agrado - sonrió suavemente al escuchar aquello.

-Posesiva- su voz dejo escapar algo de reproche en aquella afirmación- pero aun
así te amo- agregó provocando que las piernas que miraba con embelesamiento
se detuvieran de golpe - adoro ser tu amante….

-No eres mi amante - sonrió de medio lado al escuchar aquello antes que las
piernas empezaran a moverse de nuevo, eran amantes nada más, porque si bien
le tenían un profundo cariño no le amaban, vivían bajo el mismo techo,
conversaban, compartían el lecho y sus cuerpos pero no había nada más allí, ese
punto de inflexión razonaba ella era el que creaba una relación - eres mi mujer -
levanto la cara sorprendida al escuchar aquello minutos después - ¿Lo entiendes?

-Somos amantes- repitió con firmeza - amo ser tu amante, amarte aunque no me
ames y no necesito nada más - agregó con tranquilidad - te amo, no soy tu novia,
solo la persona con la que vives y tu amante.

-No digas eso - cerró los ojos al sentir el suave movimiento del colchón ante el
nuevo peso que lo invadía - eres mi mujer - escucho de nuevo - no eres alguien
con quien vivo nada más, con quien me acuesto porque se me antoja ¿entiendes?,
eres mucho más que eso, decirte amante es decir tan poco en este momento - se
incorporo notando la leve desesperación en los ojos color noche - no soy buena
explicando cosas o comprendiendo emociones… pero no eres solo mi amante, no
quiero volverte a escuchar afirmando tal cosa - se movió para descansar su
cabeza en las piernas absorbiendo aquel maravilloso aroma_ Herendira… tú… y
yo…. ¿Te gustaría…?.

-No hagas preguntas tontas amor- dijo sonriendo con suavidad- nosotras no
necesitamos títulos… es como dices me gusta ser tu mujer- percibió las caricias
delicadas sobre su cabello- me encanta ser tu mujer Vanessa Savedra y mi lugar
es a tu lado, no importa lo que el mundo diga.

-Herendira - apretó su rostro contra las piernas con suavidad- eres una tonta…
te quiero…- se levanto ladeando la cabeza con diversión antes de empujar a su
Vanessa del todo sobre la cama acurrucándose en su pecho- ¿Sabías que esta
habitación tiene jacuzzi?

-Vanessa…- dejo escapar en un tono entre divertido y pícaro.

La voz de Andrea resonaba en el salón donde la banda había iniciado su ensayo,


esparciéndose del todo a un ritmo perfecto, distribuyendo aquella extraña
melancolía por el sitio al tiempo que la última nota era contenida de manera
magistral antes de morir definitivamente en aquellos labios.

-¿Victoria?- levanto sus ojos enfocando a Ted con seriedad- Parece que le
agrada mucho tu amor - el joven ni tuvo tiempo de esquivar el firme golpe que
impacto su cabeza con violencia, callándose en el acto mientras le indicaban una
nueva canción; minutos después observo la cabellera rubia invadir su área de
ensayos, aquella mirada potente clavada en Andrea “fuera de lugar” se dijo por
lo que dio terminado el ensayo casi huyendo con el resto de la banda.

-¿Necesitas algo?- Stefani escucho la pregunta fría e indiferente, ya sabía ella


que ese jueguito de celos tendría aquel resultado en su adoración, pero al
empezar a jugarlo se le antojo tan divertido, era hermoso ver aquel gesto que le
era desconocido en aquella cara.

-A ti- respondió notando el respingo molesto mientras Andrea al parecer se


negaba a dejar de abrazar su guitarra - viene a ver a mi amor y ver si le gustaría
ir conmigo no se ¿Al jacuzzi de mi recamara? ¿A la piscina techada? o
recostarnos un ratito.

-Ensayo- escucho la respuesta seca de la joven por lo que se levanto divertida


encaminándose hacia ella - mejor vas con la italiana - contuvo la risa al ver el
gesto que empezaba a hacérsele familiar - es más divertida.
-Victoria sigue surfeando - con tranquilidad notando como le daban la espalda
para empezar a arrancarle unas notas a la guitarra “no la mimes” las palabras de
Elena retumbaban en su mente por lo que dio un rodeo tranquilo por el sitio en
que ensayaban mirando los instrumentos - Parece que tienen dificultades con las
piezas - era más una aseveración que una pregunta.

-No me agrada la música pero así la pidió el dueño “ñoñadas” -si claro que si,
Elena quería agregarle peso extra a un plan que había confabulado sin
consultarle, al bar que había comprado, a la llegada planificada de su prima que
al parecer era una necesidad mutua de Victoria y suya, a esas vacaciones no
improvisadas… porque la esposa de su hermano se mostraba como una mujer
maquiavélica que era de temer, la pobre Andrea no sabía que simplemente era
una pieza en el tablero de esa malvada mujer y ella…. Ella tampoco se lo diría -
así que no son problemas, es el ritmo ese…

-Creí que eras más versátil - dejo escapar con suavidad tomando las baquetas y
percibiendo los ojos clavados en su espalda con ira - pero supongo que estos
ritmos diferentes te generan una complicación digo te da trabajo en ocasiones
sobrellevar los cambios.

-Yo sobrellevo los cambios bien - escucho la voz arrastrarse lentamente.

-Si claro, pero a veces te gana el miedo - escucho la guitarra desafinar - digo en
las canciones y por eso no quieres tocarlas como debes, o esforzarte más, parece
que prefieres evitar ritmos suaves, por miedo ya sabes… parece que quisieras
fracasar - agregó.

-Me gusta probar de todo - le respondieron - para que tocar algo que luego me
va a decepcionar por más que crea que no será así, es la constante en ciertas
“canciones” - detuvo sus movimientos mirándola.

-Hay canciones que parecen un error y luego se corrigen, no deberías juzgarlas


siempre solo por eso, sobre todo cuando demuestran que llevan mucha emoción -
se acercó despacio.

-Pero les gusta mezclarse con otras guitarras y no solo la mía - levanto la ceja al
escuchar aquello.
-Claro pero tu guitarra si se puede mezclar con otras canciones - ladeo la cabeza
echándola hacia adelante y provocando que la de Andrea retrocediera - no
deberías exigir tanto cuando no quieres ceder nada.

-Se supone que a mi canción no le importa eso, o ¿Acaso cambio de pensar? - vio
la cabeza de Andrea chocar con suavidad con la suya.

-No- sonrió suavemente - puedes hacerlo, pero entonces está canción buscara
otras guitarras también… es lo justo - se separo girándose escuchando la
respiración pesada detrás suyo antes de cerrar la puerta llevándose la mano al
pecho, escuchando un escándalo de instrumentos en el interior ese juego de
verdad sentía se tornaba peligroso.

Vacaciones eso eran, para disfrutar, ir a bares, conocer chicas nuevas,


distraerse un poco de los problemas y las cargas de la vida… estar sola en la
ciudad con un banquete servido pero no ¿En qué momento acabó en la piscina de
aquel parque acuático con Alison en brazos? ¿Qué le había pasado a su perfecta
vida de soltera?, miro a la niña con sus flotadores mientras ella la depositaba
con cuidado en el agua diciéndole adiós con la mano ¿Cómo había acabado así?,
miro a la pequeña que intentaba nadar ah sí un berrinche del engendro de Satán,
chantaje grado uno y un berrinche de Raúl.

Se salió de la piscina cuando noto a la pequeña relajada para enfocar a Evelyn


tomando el sol, tenía que admitir que para ser una mujer con dos hijos su cuerpo
era muy bonito, no era una belleza escultural pero sin duda tenía su encanto,
sobre todo cuando tomaba el sol con aquella magna despreocupación, tomo
asiento a su lado enfocándola divertida para notar como parpadeaban mirándola
levemente - Chiquitita - recibió un fuerte re vistazo que la hizo estallar en
carcajadas divertidas.

-Idiota Domínguez - tomo la revista acomodándose para tomar el sol con


tranquilidad, observando a Evelyn tomar su turno vigilando a los niños - No sé
por qué dices esas cosas que no son verdad- dejo de leer levantando los ojos
para enfocarla con incredulidad.

-Porque es verdad- la miro con enfado antes de regresar su vista a la revista -


eres una mujer con mala autoestima sin duda - paso la hoja con calma - te ves
espectacular con ese traje de baño, al menos para mí…
-Karina - escucho el tono de incredulidad e incomodidad que poco le agradaba
por lo que bufo con fuerza - yo…

-No me estoy insinuando - agrego mirando la revista con desinterés - solo hago
una apreciación objetiva de la situación, ya que se no eres lesbiana Rodríguez.

-Claro y si lo fuera no intentarías conquistarme - soltó la revista para mirarla


boquiabierta - porque no soy tu tipo de mujer escultural, ni menor que tu, ni
sofisticada y tengo dos hijos - abrió a boca más si era posible - y ya no digas
nada solo te hundes más - la vio levantarse moviendo la boca intentando articular
algo lo que fuera…

La miro alzando a Raúl, maldita sea incluso busco ayuda alrededor porque no
entendió nada de aquello, “hundirse más” pero si ella no dijo nada, solo la verdad
se veía bonita con aquel bañador, además bueno no le intento meter mano porque
era divorciada sí, con dos hijos si… pero no por eso sino porque era heterosexual
¿no? . Evelyn era una mujer heterosexual, madre soltera prácticamente…. Es
decir las dos cosas que ella no tocaba nunca, porque eran líos nada más, por eso
no la toco, no se le insinuó… y ahora la tarada aseguraba que no lo hacía porque
no era su tipo para ella no había mujer fea todas tenían su encanto.

Encamino sus pasos hacia Evelyn al verla dejar a su hijo de nueva cuenta en el
agua - No mandes señales confusas - noto la mirada sorprendida - eres
heterosexual por eso no me he insinuado - agregó con seriedad - de no saber que
tienes dos niños y eres divorciada hace mucho que estarías en mi cama – agregó
con severidad - así que te agradecería no apresurar conclusiones sobre si eres
mi tipo o no - levanto la mano al verla intentar abrir la boca - y no es por los niños
es por lo heterosexual y el hecho de que siendo madre no estás para
experimentar.

-¿Experimentar?- observo con sorpresa los ojos delante de ella - ¿Quién dijo
qué quería experimentar?- retrocedió por inercia como nunca antes lo hizo en su
vida ante la mirada devoradora que le dirigían - te aseguro Karina que el día que
quiera experimentar serás la primera en enterarte y la única que no lograra
escapar - trago grueso del todo al sentir su espacio personal invadido - Así que
digamos que ya te veras enterada si quiero experimentar - dos le conto su
cabeza, segunda vez en ese día que Evelyn la dejaba balbuceando sin saber ni
qué demonios decir mientras miraba alrededor en busca de ayuda o intervención
divina, eso no debía pasar ella era sagaz, perspicaz y siempre tenía la última
palabra, así como el perfecto manejo de la situación nunca se quedaba de pie en
un lugar sin saber qué diablos hacer, miro a Evelyn deslizarse en la alberca por
lo que desvió la vista incomoda “maldita mujer”.

Clarisse se sorprendió del todo al ver aparecer a los gemelos mirándose


mutuamente antes de levantar ambos las manos al unisonó y decir también a la
vez que harían un análisis de la información recopilada, ladeo la cabeza extrañada
del todo antes de ver a Elena del Valle salir por la puerta principal al parecer a
paso decidido.

El camino desde lo alto de la mansión a la playa privada en la base de la misma


era de alrededor de 30 minutos a pie, el descenso Elena lo camino con
tranquilidad antes de sondear la playa de arenas blancas con interés intentando
dar con su prima, finalmente observo las siluetas de las tablas por lo que se
encamino a aquel sitio, al acercarse se sorprendió por la posición de las mismas
pero mayor fue su sorpresa ya que estaban colocadas simplemente para dar
sombra. El ritmo de su caminata disminuyo al acercarse para finalmente
detenerse a pasos dando de lleno con los ojos negros de Amara que le enfocaron
con despreocupación antes de desviarse de nuevo hacia el mar.

No era la actitud de Savedra lo que le sorprendía, sino el hecho que descansando


entre sus brazos profundamente dormida se encontraba su prima, miro a
Victoria perfectamente acomodada en al parecer aquellos cómodos brazos - es
tarde, las vine a buscar para que coman - dijo quedamente - la despierto - le
negaron con suavidad - entonces llamo para que vengan por nosotras - le negaron
de nuevo - observo sorprendida a Amara maniobrar con elegancia para ponerse
de pie con una Victoria que ni se inmuto en brazos - Es casi media hora - le
asevero - cuesta arriba - vio la sonrisa suave mientras se adelantaban a ella
empezando a caminar.

-Cuando tenía 17 - escucho la voz suave y apenas audible_ mi esposo Alonso dijo
que me regalaría lo que quisiera para mi cumpleaños - noto la sonrisa asomarse
en los labios - y yo quería una moto - se detuvo al verla conteniendo la risa - Una
moto es algo muy peligroso Amara, me decía pero como insistía tanto me puso un
desafío - continuo la caminata ubicándose de nuevo a su lado - escogería la moto
que quisiera, por supuesto escogí una deportiva, pisteras les llaman algunos,
bueno ya sabes esas que corren a mil ¿Sabes de qué se trataba la prueba?- negó
con suavidad- debía ser capaz de cargar la moto cuesta arriba por más de 20
minutos- la miro sorprendida del todo.

-¿Pudiste?- cuestionó notando a Victoria acomodarse contra el pecho de Amara.

-Quería mucho la moto- escucho aquello divertida- y si la logre cargar cuesta


arriba el tiempo que me pidieron, el problema radico en que cada que la usaba me
obligaban a hacer lo mismo, desde entonces son pocas las cosas que me pesan…
así que digamos cargar a tu prima para mí es como llevar un paquete liviano- rió
quedamente ante aquella afirmación inspeccionando con más detalle a Amara
para reparar en aquella mirada triste.

-Amabas mucho a tu esposo ¿verdad?- cuestionó suavemente notando como le


asentían con suavidad- lamento tu perdida.

-Fueron los 4 años más maravillosos de mi vida - le escucho decir con suavidad -
Alonso me dio un matrimonio feliz y lo que siempre desee una familia que aun
está conmigo - el tono lleno de melancolía le arranco un triste suspiro.

-¿Cómo lo conociste? - cuestionó observando con fascinación como acomodaban


a su prima para que tuviera un mejor descanso en aquellos brazos.

-Iba a la estación del tren cerca del orfelinato - la miro con sorpresa - si bueno
mi madre pensó que era una buena idea abandonarme en un parque cuando se dio
cuenta que ya no podía cuidarme más, así que pase toda mi vida en el orfelinato
hasta esa mañana al menos, iba con mi uniforme repasando para mi examen de
matemáticas cuando choque con alguien, estaba por gritar cuando vi el uniforme
policial_ levanto la ceja con sorpresa no pensaba que Alonso fuera tan mayor -
así que me abstuve, el sonrió yo le sonreí y no sé porque sentí que todo cambiaria.

-Y así fue - le asintieron - ¿Cómo acabo durmiendo sobre ti? - cuestiono al


escuchar un suspiro de Victoria - en general es muy delicada.

-Insistió en intentar aprender a surfear hoy para patearme el trasero antes de


que anocheciera, creo que fue demasiado, conversábamos sobre su incapacidad
para desarrollar tal habilidad y luego no sé bien como termino dormida sobre mi
- contuvo la risa, suponía que la discusión que habían sostenido iba más allá de
eso, pero poco importaba si su prima parecía tan descansada, que era
prácticamente un pecado…

Casa de Playa de la Familia Del Valle… Ubicación Desconocida 18:30 horas


La investigación encargada por el Jefe C dio inicio el día de hoy a las 1300 hrs,
en la zona baja de la mansión sobre la rompiente principal de la playa, el Sujeto
de Investigación se encontraba desarrollando una actividad deportiva y lúdica
poco particular en él, en compañía del Sujeto Italiano V.

Se recopilo la información visual correspondiente mediante el uso de una cámara


digital de alto alcance y resolución adecuada, cada movimiento fue registrado de
manera escrupulosa así como directa con el fin de no dejar nada al aire; el análisis
de datos de la información recopilada en esta primera observación será llevada
a cabo por los Agentes: A, Doble A y V

-¿Y para jugar a los espías me sacaron de la cama con mi mujer?- cuestionó la
voz femenina molesta.

-La Agente V debería tranquilizarse y recordar que fue el Jefe C quien nos
encargo esta misión - la voz masculina enfocando a la chica - así que deja de
quejarte y pon atención_ agrego sacando la memoria de la cámara digital para
introducirla en la computadora.

-Claro, Agentes A y Doble A…. ya recordé el porqué de sus nombres claves - dijo
quedamente mientras tamborileaba los dedos con impaciencia.

-¿En serio?

-Claro son animal y más animal- dejo escapar.

-Vanessa- le dijeron con molestia por lo que enfoco la computadora antes de


levantar un ceja y abrir la boca suavemente - te dijimos - le aseveraron al
unisonó.

-Está en el entendido de los miembros presentes en esta habitación que solo hay
dos formas de dar una clase de surf- dejo escapar el Agente A con seriedad -
sin embargo nos reunimos para analizar la información debido a que la que
impartió esta clase en particular es la Subcomandante A.

-Ya notaron que hay demasiadas A en esta familia - los Agentes A y Doble A
miraron a la Agente V con severidad - era una observación objetiva que
delicados.

-Como decíamos antes de tan absurda interrupción - dejo escapar el agente A -


¿Qué opina de las fotos Agente V?
-¿Tengo que hablar cómo ustedes? - miradas asesinas cayeron sobre la Agente
V que volteo los ojos en blanco_ Haciendo un análisis delicado de los datos
visuales que se reciben, es mi deber informar que ciertamente la técnica
empleada para impartir la lección corresponde a la maniobra 32 S estipulada por
nuestro ausente Comandante en el Libro Sagrado De Conquista S que solo
ustedes trió de perdedores usaban y me obligaron a memorizar.

-Que graciosa- dejo escapar el Agente A con enfado- ¿Entonces Agente cree
que el uso de la maniobra fue premeditado?

-Lamentablemente hay una serie de factores que pueden invadir la maniobra, un


análisis visual no es suficiente para declarar que la maniobra fue empleada con
previa planeación - tomo un respiro mirando a los gemelos antes de continuar -
estamos hablando de la Subcomandante en todo caso el Comandante puede que
la haya hecho creer que era la única forma de dar una lección y no conozca
variación de la maniobra por lo que pudo emplearla con total inocencia, lo que se
lleva al suelo cualquier teoría.

-Me temo que debemos recordarle que la Subcomandante estaba casada con el
Comandante, dudo mucho que sepa ya lo que es inocencia - tres firmes golpes se
escucharon en el lugar -¡DOLIO!- se quejo el Agente A.

-¿Considera que se deba continuar con la observación del Sujeto?- cuestionó el


Agente Doble A con seriedad.

-Lo recomiendo de hecho en su totalidad - mirando de nueva cuenta las


fotografías - sobre todo teniendo en cuenta el hecho que El Sujeto de
Investigación detesta de manera enfática al Sujeto Italiano V y ha expresado
tal desprecio de manera verbal y visual - vio las cabezas de los gemelos moverse
antes de mirarla.

-Debemos hacer un reporte al Jefe C, nos prestarías al Sujeto H para tales


acciones - los gemelos no supieron básicamente que paso antes de verse
golpeando la mesa de madera con sus cabezas con fuerza.

-El Sujeto H es mío y solo mío usen a los Sujetos R y S para eso par de
pervertidos - otro solido golpe les hizo ver estrellas - y asegúrense que el Sujeto
de Investigación no los atrape espiando o no la contaran.
Luego de la negativa del Agente V para facilitar al Sujeto H para la demostración
visual del Jefe C hemos decidido relatar los dos tipos de formas de dar una clase
de surf con el fin de evitar cualquier represalia de terceros (dígase nuestras
esposas).

La forma particular y común de dar una clase de Surf consiste en una explicación
verbal de los pasos del procedimiento sobre el adecuado manejo de la tabla y el
desempeño de la brazada. La técnica 32 S está basada en una aproximación
corporal gradual del sujeto en la cual mediante el desarrollo de la lección verbal
se tocaran diferentes partes corporales del pupilo de manera paulatina y
delicada hasta terminar la demostración tanto pupilo como maestro sobre la
tabla en un abrazo comprometedor y mas que innecesario para el aprendizaje; la
particularidad de la maniobra 32 S es que el pupilo difícilmente aprende a
surfear de manera eficiente.

CIERRE DEL PRIMER INFORM


NO ME OLVIDES

Capítulo 30

HAY UN CAMINO…

El futuro es un lugar cómodo para depositar nuestros sueños.

Anatole France.

Tercer día de vacaciones, lo lógico era que estuviera exultante de alegría pero
mientras tomaba el sol en la piscina ciertamente lo último que sentía era alegría,
era todo lo contrario estaba iracunda, malhumorada, cínica como nunca en su vida
y por momentos deprimida tanto como cuando creía que su amor era imposible y
es que ver a esa italiana disfrutando del calor de las piernas de Stefani mientras
dormía sobre ellas bajo una sombra le revolvía el estomago.

Pero era su culpa le gustara o no, ella misma hecho el primer día a Stefani de la
recamara enviándola directo a los brazos cariñosos de Victoria, y allí se había
quedado los últimos días resoplo con cansancio encima la italianita había
acompañado a la rubia a las dos tocadas de la banda y se paseaba por toda la
mansión siendo amorosa y cariñosa con una muy cómoda Stefani.

Sin embargo analizando todo su principal preocupación es que le era imposible


llevarse a la cama a otra mujer por más que lo intento y por oportunidades que
tuvo, es que ni siquiera era capaz de besarlas, y era en ese momento que las
palabras de Karina le embargaban esas que le aseveraban que la disfrutarían al
máximo antes que regresara con su plato favorito. Se negaba rotundamente a
regresar con ella, a olvidarse de sus libertades y atarse con alguien que se notaba
a kilómetros que disfrutaba acariciar unos cabellos que no eran los suyos.

-¿Y esa cara?- se giro a mirar a Amara que la enfocaba seriamente, observo a la
mujer tenía ropa deportiva, al parecer estaba preparada para alguna actividad
física especifica enfoco a Victoria sonriendo.

-Pensaba en la italiana- mirando hacia donde Victoria dormía- tiene dos días que
no te molesta ¿raro no?- dijo enfocando los ojos extrañados que le miraban -
Luego de las lecciones de surf y la guerra de pintura que no salió muy bien- dio
un suspiro junto con Amara al recordar la regañina que les monto Clarisse, fue
cuestión de provocar un altercado entre Victoria y Amara para que aquello
desencadenara una guerra de pintura épica, que acabo con todas castigadas y
bueno… al menos Stefani no andaba abrazando a la italiana ese día - se quedo
quieta - observo los ojos enfocarla con atención - digo terminaste muy mal -
observo el respingo- seguro piensa esta vencida.

-¡TU IDIOTA!- enfoco sonriente a Victoria que se incorporo como resorte -¡TU
Y YO CARRERA DE BICIS!

-Io no se andar en bici- miro a la Italianita con la boca abierta antes de enfocar
a Amara que suponía presentaba una apariencia similar a la suya - pero si io
supiera te ganaría.

-Pues te enseño y a ver si es verdad- noto el rostro molesto y lleno de decisión


de Amara por lo que sonrió de medio lado satisfecha notando a la italiana
levantarse siguiendo a la mujer y dejando a su Stefani en paz.

Enfoco a la rubia que parpadeaba al parecer sorprendida antes de dar un pesado


suspiro, levantándose para acercarse a ella dejando caer su cabeza en sus
piernas, suponía que en ese momento le miraban con extrañeza pero poco le
importo simplemente encerró su cara en aquellas cálidas piernas- Eres una tonta
- le escucho decir- la tonta más linda del mundo- sonrió al escuchar aquello
girándose para enfocar los ojos que tanto adoraba azul profundo a veces, en
ocasiones los sentía celestes, pero en ese momento eran maravillosos.

-Te amo- dejo escapar sin poder controlarlo siquiera recibiendo como premio una
hermosa sonrisa acompañada de pausadas caricias, veía cada tanto la mano
alejarse enredando alguno de sus mechones castaños ¿Por qué no podía dejar de
mirarla?, se suponía que eso no era así que ella era libre “el amor de verdad da
libertad” parpadeo brevemente tenía un recuerdo fugaz de aquella frase
rondándole en algún lugar de su mente pero no alcanzaba a recordar quien se la
había dicho.

-Yo también te amo- salió de sus pensamientos al escuchar la suave frase- ¿Puedo
dormir contigo entonces?- la miro unos segundos antes de sonreír y asentir
levemente- ¿Me acompañas a pasar mis cosas de nuevo?- se incorporo tendiendo
la mano delicadamente- Te amo- le repitieron por lo que sonrió aun más-
celosita….

-No soy celosa- dejo escapar haciendo un enorme puchero antes de sentir una
lluvia de besos en las mejillas- espera- dejo escapar quedamente- Rocky.
-Celosita- le repitieron por lo que sonrió suavemente.

-Puede que un poco…

Los gemelos dieron un suspiro tomando sus binoculares antes de pasar por uno
de los sofás arrancando a su hermana literalmente de los brazos de su amante,
que no paraba de protestar al ver interrumpida su placentera sesión de besos,
Aarón se regreso extendiendo la mano al frente de Herendira que lo miro
extrañada mientras Adrian se cargaba a Vanessa al hombro- Asuntos oficiales
de nivel X- los ojos verdes le miraron con confusión- la regresamos más tarde_
si alguien le hubiera cuestionado a Herendira Villafiel porque había dejado ir a
su mujer, posiblemente hubiera dado por respuesta un “no lo sé pero lo que dijo
Aarón sonó muy importante y confuso”

Un rato después, los ojos de los hermanos Savedra se cruzaban con interrogante
mientras enfocaban al frente a su cuñada dando la clase, incluso en un punto
dejaron de ver algo consternados con el asunto, antes de asomarse de nuevo más
curiosos que otra cosa.

A varios metros de ellos, Victoria intentaba sin éxito mantener el equilibrio en


su bicicleta una y otra vez se iba al suelo, sin entender bien el porqué si había
seguido las instrucciones_ ¿Per qui no puedo?

-Eres una italianita delicada- dejo escapar Amara mirándola fijamente - no


tienes sentido del equilibro - para explicar de nuevo toda la técnica sin saber
qué pasos de ella, los hermanos Savedra se miraban alarmados, mientras la veían
dar la lección de nuevo - ¿Por qué tan agitada?- murmuro quedamente.

-Es molto esercizio - sonrió separándose un poco de la joven.

-Llevamos 20 minutos como mucho - noto como respiraban con más agitación de
la que le agradaría, por lo que ayudo a descender a la joven de la bicicleta
dirigiéndose a la mochila que traía consigo para tenderle una botella de agua -
Victoria - la llamo quedamente - ¿Tienes alguna enfermedad o algo?_ noto la
mirada asustada que le dirigían - es que no es normal que te pongas así.

-Io no tengo nada- la vio tomar agua con manos algo temblorosas por lo que se
acerco acariciando el cabello con delicadeza - solo estoy cansada es totti - eso
era lo que le preocupaba veinte minutos y estaba fundida…. Empezaba a creer
que esa joven por los síntomas probablemente tenía problemas alimenticios
quizás bulimia…. Era una buena posibilidad - mi siedero un momento - la miro sin
comprender antes de notar cómo se sentaba pesadamente.

-Victoria- la llamo con preocupación.

-Vittoria- le escucho corregir por lo que sonrió sentándose a su lado para


atraerla hacia su cuerpo con suma delicadeza.

-Descansa un rato - murmuró quedamente mirando entretenida la copa de los


árboles a su alrededor, era increíble que la casa de los Del Valle tuviera de todo,
el bosque envolvía el sendero para las bicicletas se dedico a observar las copas
de los árboles moverse sobre ella creando formas irregulares al proyectar el sol;
“adoro los bosques casi tanto como a ti” dio un suspiro al recordar a su esposo
quizás se la pasaba triste mucho tiempo como decía su familia, pero le era tan
imposible e irreal el solo imaginar tener con alguien más la felicidad que Alonso
le había brindado.

-É magia- escucho el suave murmullo enfocando el cabello negro de Victtoria


invadiendo su hombro por completo- molto belo, io amo los bosques…. Te llenan
de paz- el acento italiano profundo le llamo la atención- de niña amaba estar en
el bosque por horas, per qui nada más importaba que el sonido del viento.

Tomo los hombros con delicadeza pegando más a la joven a su cuerpo para ladear
la cabeza apoyando algo del peso de esta sobre la de la chica, quizás permanecer
en silencio un rato no sería mala idea porque podía ser que solo en aquella única
ocasión Vittoria tuviera razón y el sonido del bosque calmara su alma y aquel
dolor que parecía eterno.

La ciudad se veía algo desértica debido a las vacaciones de verano, el tráfico


había disminuido considerablemente provocando que el desplazarse a horas pico
fuera más sencillo, las pocas personas que quedaban en el sitio se paseaban con
calma por las calles disfrutando de la paz inusual del sitio. Victor Villafiel
mantenía los ojos fijos en el exterior que le parecía monótono y aburrido
mientras escuchaba a su secretaria dejar un taza de humeante café en su
escritorio anunciando la llegada de su colaborador; dio un suspiro algo fastidiado
no esperaba tener noticias de él hasta después de las vacaciones puesto que le
aseguraba que su hija se había marchado de viaje.

Escucho los pasos a su espalda dejando escapar el aire de los pulmones con algo
de intranquilidad, a pesar de la relación de negocios mutua que llevaban no podía
evitar ponerse nervioso, sentía que su colaborador era un arma de doble filo
prueba de ello que estuviera a pasos de él en un momento inesperado, el crujir
de la silla le informo que su “amigo” había tomado asiento- Sasha se ha puesto
más hermosa con el paso del tiempo - se giro observando las fotos de su ex
esposa extendidas en el escritorio - como el buen vino mejoro con los años - le
sonrió con cinismo tomando asiento antes de ver un nuevo sobre observando
completamente sorprendido una foto de una hermosa joven en uniforme policial
- otra mujer hermosa Víctor, parecen ser tu constante.

-¿Esta quién es?- cuestionó enfocando el traje de gala de la policía con interés
unos instantes para enfocar de nuevo a su invitado.

-Vanessa Guadalupe Savedra- le escucho decir- para muchos la futura Jefa de


la Policía a pesar de su corta edad, aunque con sus antecedentes familiares
muchos dicen que tiene la edad perfecta para asumir el cargo, su actual puesto
lo desempeña en la KCapítulo9 de la policía turística, tiene 3 hermanos 2 con vida
y uno difunto, su casa se encuentra en la Zona Residencial Sueños Esmeralda, es
heredera de una respetable tradición de amantes de la ley y el orden, una familia
literalmente de sangre azul, sus padres y abuelo son bajas honorables dentro de
la policía y su bisabuelo antes de ellos.

-¿Por qué me dices todo esto?- lo miro con seriedad ya que no comprendía a que
se debía exactamente el desborde de información que le brindaban.

-Por dos sencillas razones viejo e insufrible amigo - arrugo la nariz al escuchar
aquello - una es que las malas lenguas dicen que será la nueva cara de la Campaña
de Ropa Deportiva De La Compañía Esveral - ladeo la cabeza sin comprender -
cuya dueña y principal diseñadora es Sasha Montenegro tu ex esposa - enfoco
de nuevo la foto de la joven sobre su escritorio con molestia - sé lo que piensas
yo pensé lo mismo por eso te traje su información personal, si te deshaces de
ella o simplemente te encargas que la policía no se la preste a tu esposa, Sasha
tendrá bastante inactividad un punto a tu favor si deseas que salga de la ciudad
- vio como se levantaban dando un rodeo en su desierta oficina - parece que has
tenido problemitas con tus hijos y padre espero que esto alivie tu carga.

-Dime serpiente rastrera ¿Qué más quieres? - sostuvo la mirada con la misma
intensidad que su amigo le dirigía antes de que ambos estallaran en sonoras
carcajadas - En esta delicada sociedad que llevamos estoy consciente que nada
es gratis.

-Ya te diré lo que esta información te costara- le aseveraron encaminándose a


la puerta.

-¿Y cuál es la segunda razón?- cuestionó con seriedad.

-Que el amado destino es muy caprichoso - le dijeron con una enigmática sonrisa
- ¿Ves la joven de la foto?, la modelo de Sasha - levanto la ceja era obvio que ya
había visto la fotografía - su hogar es el lugar donde tu hija se esconde_ se puso
de pie con sorpresa - aun no sé quién es el amante de tu hija pero al menos
tenemos localizada al parecer a una de sus colaboradoras una exquisita… así que
viejo amigo es mejor que prepares tu bolsillo me deberás pagar mejor aún…
dependiendo del número de personas de las que te quieras deshacer.

Ted rasgaba la guitarra enfocando a su esposa que lo miraba divertida al


escucharlo entonar una viaja canción en uno de los salones de la familia del Valle,
la casa parecía más en calma de lo normal debido a que la mayoría de los invitados
habían optado por un paseo al pequeño pueblo cercano que en ese momento se
encontraba abarrotado de turistas, se giro al ver la cabellera rubia de Stefani
asomarle levemente para sonreír ingresando sin interrumpir a Ted y tomando la
guitarra de Andrea - Estas siendo algo cruel - escucho decir a su esposo
interrumpiendo la canción- y el trato no hablaba de eso.

-No lo soy Ted_ escucho la respuesta firme - simplemente juego a lo que Andrea
¿Acaso no es ella en ocasiones más cruel? - noto a su esposo guardar un breve y
pesado silencio - no creo en el ojo por ojo y lo sabes, ella simplemente se pone
celosa sin razón porque solo la amo a ella.

-Victoria es muy hermosa y sumamente cariñosa contigo - la respuesta de Ted


genero que Stefani le mirara con seriedad - es muy insegura cuando se trata de
ti, quizás porque eras su imposible, ahora posible que teme que se vuelva a volver
imposible- aquello sin duda le había sonado a todos demasiado confuso - sabes lo
que digo.

-La amare toda mi vida - ambos parpadearon con sorpresa al escuchar aquello -
solo debe darse cuenta de ello, además… bueno yo debo hacerme a la idea de que
quizás nunca deje de acostarse con otras mujeres, pero por ahora quiero
intentar que se acueste solo conmigo - asevero la chica sonrojándose - aunque
creo que evitar que me lleve a la cama y darle celos no está funcionando.

-Funciona créeme - Stefani miro a Ted sorprendida - ve hoy a la tocada, lleva a


tu italiana y observe con atención… - Stefani asintió retirándose con la guitarra
mientras Ted sonreía de manera enigmática a su esposa.

Clarisse miro ingresar a sus nietos que le tendieron los binoculares y un libro
azul - léelo - le dijeron los tres al unisonó antes de perderse cada uno en una
dirección contraria, estaba por subir las escaleras cuando los radios que tanto
Vanessa como los gemelos dejaron abandonados en el recibidor resonaron al
unisonó llenándola de consternación, las tres figuras pasaron a su lado a
velocidad impresionante tomando cada uno un radio, observo las cabezas de las
esposas de los gemelos asomarse mirándolos consternadas, al parecer Herendira
aun no manejaba bien el sistema de radio, los gemelos movieron la cabeza en
señal de que no era nada pero su nieta por otra parte presentaba un aspecto que
iba del rojo al más rojo - Son mis vacaciones - le escucho puntualizar- lo
comprendo pero nunca pido vacaciones y me gustaría que estas se me respetaran,
si sé que es un evento importante, lo comprendo Señor… sin embargo presentare
mi queja formal y una solicitud de prórroga vacacional, estaré allí a la brevedad
Señor.

La joven Savedra dio un suspiro pesado mirando fijamente el radio antes de


enfocar a su abuela con tristeza - chicos siguen sin mí - los gemelos asintieron
suavemente - Herendira me va a dejar - le escucho murmurar Clarisse mientras
la chica subía la escalera, era natural que su nieta pensara así todas sus novias
se esfumaban por causa de su trabajo, la ultima había sido particularmente cruel
al hacerlo, recordaba la cara indiferente de Vanessa al encontrar a otra mujer
desnuda en su cama que le miraba con consternación, antes de tenderle una nota
y salir dejando aseguraba ella un rastro de baba a los pies de su imponente nieta
acompañada del murmullo “solo un loco dejaría un mujeron así” , la había visto
arrojar la nota con indiferencia, retirar las sabanas para tirarlas a la basura
como si nada, invitándola a comer según era el plan.

A Vanessa parecía no importarle cuando sus novias se esfumaban porque en sus


palabras ella siempre sería un agente de la ley y el orden, si su trabajo destruía
sus relaciones entonces esas mujeres no valían la pena y sin embargo viéndola
subir desanimada aquella escalera empezaba a sentir que en este caso particular
no era así, la razón era simple Herendira Villafiel era una mujer completamente
diferente a todas las anteriores.

La puerta de la recamara se abrió dejando ver apenas los ojos curiosos de


Vanessa - Termino de jugar al detective Agente Savedra - rió divertida antes
de ver el resto del cuerpo asomarse - espero que sea lo que fuera que anduvieras
haciendo valiera la pena, porque te perdiste el paseo por el pueblo mira lo que te
compre - le enseño la camiseta con el logo de superchica que hizo sonreír a su
mujer - Amor ¿pasa algo? - los ojos negros se desviaron tímidamente.

-Me llamaron de trabajo - se llevo la mano a la cara antes de soltar un suspiro


pesado - lo siento me tengo que ir dos días al menos_ se giro dándole la espalda
mientras la escuchaba explicar la situación de manera pausada y dolorida, la voz
se escuchaba realmente turbada abrazo la camiseta que le había comprado con
suavidad contra su pecho - lo siento tanto mi vida, intentare regresar cuanto
antes… Herendira de verdad yo…

-¿Qué?- dejo escapar con seriedad antes de girarse enfocándola - ¿No lo


volverás a hacer?, ¿No volverá a pasar? - dejo la camiseta sobre la cama -
sabemos que volverá a pasar – - que te llamaran porque te necesitan, porque
surgió una emergencia fuera de turno, porque eres buena en tu trabajo y
hermosa además, la imagen de la estación y la sección, así que no me digas que
no volverá a pasar.

Noto como Vanessa asentía simplemente antes de darse la vuelta tomando la


maleta para empacar las prendas con tranquilidad y en silencio, observo cada
gesto delicado del cuerpo, cada giro en la habitación, reparando en cada suspiro
pesado hasta que ella termino su labor - lamento mucho esto de verdad yo…

-La primera vez que te vi - dijo mientras se sentaba en la cama -choque contigo
en la Avenida Central que cuidabas, estaba muy sorprendida por tus ojos tan
hermosos y profundos, luego te observaba más… cada parte de ti me gritaba que
amabas tu trabajo, amabas cuidar a todos los que frente a ti pasaban y eso hizo
que te amara más - agregó con suavidad - lo que quiero decir es que no me enfada
que te tengas que ir, me enfada que intentes decirme que no siempre será así-
noto la cara de sorpresa delante de ella - ¿Creíste que te dejaría porque amas
tu trabajo? - la miro sorprendida riendo con fuerza - no seas tonta…. Amo que
ames tu trabajo, simplemente no me gusta que digas cosas que no cumplirás,
porque no eres así… hicimos un trato no me ocultarías cosas y yo tampoco lo haría
- la beso con suma delicadeza retirando la maleta de sus manos - en casa está tu
uniforme, hay comida en el refrigerador, promete que te cuidaras y regresaras
a la brevedad o de verdad me enfadare.

El cálido abrazo no se hizo esperar acompañado de la lluvia de besos cariñosos y


los pasos cortos que la llevaban hacia la cama despacio - dije que iría cuanto
antes, pero aun hay algo que debo hacer - se mordió el labio divertida.

-Comerme toda…

-Herendira - le respondieron en tono pícaro y profundo.

Georgina llevaba la bandeja de alimentos a la mesa donde la risa de su esposo y


su hija resonaban acompañadas por la de su hermano, la esposa de este y su
madre, la depósito llevándose una lluvia de aplausos al ver los bocadillos servidos.
Enfoco a su madre con alegría escuchaba su voz, y enfocaba su sonrisa la extraño
tanto en aquellos años, que saberla dueña de una excusa, de aquella justificante
que alivio profundamente su corazón por años de ausencia la lleno de una alegría
infinita, sentir sus brazos y su amor hacia años que constituía un sueño y ahora
era una preciada realidad.

Escuchaba la conversación alegre de su hermano, del nuevo esposo de su madre


notando el lugar vacío en la mesa que debía ser ocupado por su hermanita ¿Dónde
se había metido?, era increíble que de la nada hubiera sacado aquello heredado
de su madre, un carácter fuerte como un incendio, una determinación de hierro
y una capacidad envidiable para borrarse de la faz de la tierra, que le generaba
una enorme preocupación porque tenía claro que su padre era voraz e implacable
así que solo rogaba con dar con su hermana antes que él.

La casa de playa estaba llena de nuevo, las risas resonaban por doquier mientras
Elena se asomaba a uno de los balcones ubicando la posición del sol y notando la
ausencia de su adorada prima, empezaba a sentir aquello como algo recurrente,
pero bien sabia ella que la vida estaba constituida por miles de caminos que se
entrelazaban entre ellos, cada uno con un destino más incierto que el anterior al
que solo la fuerza del caminante determinaría si era el infierno lo que le esperaba
o el cielo, la vida con sus miles de dificultades y alegría los obligaba a caminar,
se llevo las manos al vientre con suavidad enfocando a Andrea abrazando a
Stefani dentro de su campo de visión con infinito cariño. A ella en particular le
agradaba pensar que todo camino recorrido por los que amaba llevaba a la
felicidad… enfoco el bosque ¿Dónde estás Vittoria?

Stefani dio un giro divertido alrededor de Andrea que se giro a su vez al perderla
de su campo de visión extendiendo la mano para tomarla de la mano con suavidad
intentando atraerla de nuevo hacia su cuerpo recibiendo una leve resistencia que
le hizo sonreír, tiro con más fuerza logrando su cometido solo para recibir un
suave golpe en la mandíbula observando a la rubia separarse de ella para empezar
a caminar hacia atrás sin dejarla de mirar con un movimiento sumamente
seductor que amenazaba con generarle un infarto, trago grueso al ver la playera
volar despacio dejando a la vista la parte superior del bañador.

Las palabras no eran necesarias porque aquello era una clara invitación camino
despacio siguiendo aquellos pasos observando el cuerpo girarse, analizando con
tranquilidad el pantaloncillo corto que suponía no tardaría en desaparecer para
dejarle ver el resto de aquel conjunto, se acerco despacio aun cuando ella se
detuvo al borde de la piscina, para simplemente besar el hombro desnudo
recibiendo por respuesta una sonrisa antes que el caminar continuara y el
pantaloncillo volara provocando que su pupila se contrajera levemente.

Espero a que se giraran de nuevo hacia ella quedándose estática en su lugar


observando por breves instantes la mirada confundida antes de que Rocky
sonriera de nuevo acercándose a ella, para sacarle la playera personalmente -
¿Una pieza? - levanto los hombros como restándole importancia al asunto
mientras sentía las manos dirigirse a la parte baja de su cuerpo - Muy lindo - le
escucho agregar -tienes un gusto impecable.

-Eso dicen- tomo la mano esta vez guiándola ella hacia la piscina sin dudar para
bajar con delicadeza aquellas gradas marmoladas “gente rica” pensó fugazmente
antes de sentir la calidez del agua soltó la mano nadando sin mirar atrás hacia el
extremo de la piscina antes de ver la cabellera rubia empapada acercarse
invadiendo del todo su campo de visión, los ojos azules intensos que invadían su
espacio personal con la promesa muda de un beso apasionado.

La espera podía ser tan prolongada, la recompensa tan exquisita, pero la


anticipación era torturante, y sin embargo juraría a quien le cuestionara que en
esos instantes era infinitamente feliz, noto la cabeza desviarse levemente
evitando el beso para dirigirse a su oído, provocando que su cuello en pleno se
erizara por el choque de su aliento en él, generando que contuviera un gemido de
infinita satisfacción “siento el calor de toda tu piel en mi cuerpo otra vez,
estrella fugaz que enciende mi ser, misteriosa mujer” su voz era quebrada y algo
desafinada, no era como la canción con la que la desafío, que iba impregnada por
enojo y determinación esta voz era algo asustada, algo tersa y profundamente
cargada de amor y dolor, “con tu amor sensual cuanto me das, haz que mi sueño
sea una verdad, dame tu alma hoy haz el ritual llévame al mundo donde pueda
soñar” escucho el resto de la canción sorprendida, ¿Acaso nunca dejaría de
sorprenderla Stefani?, aquella chica parecía tener ocultas mil facetas que por
momentos sentía nunca acabaría de descubrir, que le aterraban y a la vez le
fascinaban profundamente, percibió un suave beso en el cuello y la respiración
profunda antes de entonar aquella que era su parte preferida de la canción
“corazón sin Dios dame un lugar, en ese mundo tibio casi real, deberé buscar una
señal en aquel camino por el que vas” la estrecho con fuerza de la cintura antes
de tomar el cuello con violencia sin dejarla continuar, notando el matiz de
sorpresa en los ojos.

-No me busques mas aquí estoy - dejo escapar suavemente - “tu presencia marco
en mi vida el amor lo sé” - canto suavemente observando el matiz de sorpresa
cambiar a uno que embargaba aquella mirada de lágrimas - “es difícil pensar en
vivir ya sin ti” - hizo una leve pausa acercándose a los labios - “corazón sin Dios
dame un lugar en ese mundo tibio casi real” - unió sus bocas con infinita pasión
empujando a Stefani contra el borde la piscina haciendo presión con ella sobre
la fría pared, para sentir una respuesta igual de apasionada mientras las piernas
rodeaban con fuerza sus caderas buscando fusionarse a ella, en una invitación
sensual y más que clara del deseo que las embargaba, entonces ¿Por qué sentía
que no era el momento de hacerla suya?.

Victoria enredo sus manos sobre el cuello aspirando la fragancia de aquel cuerpo
con suavidad, antes de acurrucarse un poco más, le agradaba tanto la calidez de
Amara aunque le fuera difícil admitirlo estar entre aquellos brazos le
tranquilizaba extrañamente; de niña no le agradaba que la cargaran a todas
partes, la trataran como si fuera de cristal y ver aquella infinita preocupación
en los ojos de sus padres pero le agradaba el tono de preocupación en los ojos
de Amara, el ser cargada por ella, que la tratara como si fuera cristal, aun cuando
debiera fingir que estaba dormida para disfrutarlo.
Escuchaba los pasos y la respiración pausada a pesar de que la llevaban en brazos,
el sonido lejano del bosque, el crack delicado de los hojas secas y el corazón de
Amara latiendo fuerte, seguro, rítmico en su pecho, arrullándola en su suave
tamborilear como si de la mejor melodía se tratara, quizás el ritmo perfecto que
siempre deseo escuchar.

Sintió el cuerpo detenerse como si quien la cargara estuviera ubicándose, la


respiración profunda y un murmullo apenas perceptible de algo incomprensible al
no ser en su lengua natal, ni lo suficientemente audible para ella, pero por alguna
razón juraría que la calidez que le acababan de transmitir era mayor, que los
brazos que le cargaban era mil veces más cariñosos y que el ritmo de aquel
corazón había cambiado levemente provocándole ganas de estrecharse a aquel
cuerpo y llorar por percibir una infinita seguridad, pero ella estaba dormida…. Y
dormida debía quedarse.

El alcalde miraba con seriedad a su socio mientras observaba el despliegue


policial que estaba dando inicio ese día resultado del improvisado evento que
acababa de organizar en pago a un viejo favor, lo mejor era que todo aquello
saliera perfecto lo último que necesitaba era crearse una mala imagen, no
entendía la desesperación de Villafiel porque la policía turística se hiciera cargo
del evento en pleno; sin embargo aquello lo ponía aun más nervioso.

Las maquinas de los juegos, los automóviles de los invitados especiales, el


escenario, estaba supervisando todo personalmente porque debía ser perfecto,
observo al Jefe de la Policía Turística dándole indicaciones a sus elementos
sobre el cuidado de la ciudad por lo que se acerco a él con seguridad - ¿Y
Savedra? - le cuestiono por lo que le miraron con seriedad.

-Ella está en camino, Señor Alcalde comprendo a la perfección porque la quiere


vigilando el escenario, pero le advierto que no le gusta ser una “barbie”.

-Pues es mejor que se comporte como una- con severidad - debemos proyectar
una buena imagen y de paso demostrar la capacidad de nuestros elementos, así
que dile que se vea tan hermosa como pueda - se dio la vuelta sin llegar a notar
el gesto de desagrado del hombre que dejaba a sus espaldas, así como el del
resto de los oficiales.

Se alejo ingresando en su lujosa limosina para enfocar a Villafiel que le sonreía


con diversión al ver su turbación, aquello le genero un gesto de desagrado
deberle favores a aquella rata avariciosa era su castigo y el precio de su poder_
¿Complacido?

-Cuando vea a Savedra lo estaré - le afirmaron con una sonrisa maliciosa.

-Cuidado Víctor esa chica tiene un legado bastante pesado e influyente dentro
de las fuerzas de la ley y el orden, un mal movimiento y ni yo podre salvarte - le
con seriedad- no vayas a querer morder más de lo que puedes.

-Tranquilo solo quiero verle la cara por ahora - le afirmaron con diversión - luego
ya veré, por mi puede tener a media policía de su lado bien sabes que si se mete
en mi camino tendrá una como dicen… ah sí baja honorable.

Casa de Playa de la Familia Del Valle… Ubicación Desconocida 19:20 hrs.

La investigación referente al sujeto A genero un nivel de turbación tan elevado


en nuestras varoniles mentes que hemos decidido dejar el asunto en paz del todo,
a pesar de la cara confusa del Jefe C hemos decidido dejar el análisis de datos
al Jefe C ante la ausencia parcial del agente V que es nuestro factor equilibrante
en todo este asunto. Por lo tanto simplemente nos limitaremos a esquematizar
aquí algunas cosas el Libro Sagrado de la Conquista S, está estipulado en tres
pasos fundamentales que describen distintas técnicas durante el nivel de la
conquista y se clasifican de la siguiente manera.

Maniobras C: Constituyen la primera base de la conquista y están desarrolladas


con el único fin de acercarse al objetivo romántico de manera pausada y
controlada, estableciendo de manera paulatina un lazo afectivo, mediante un
derroche de encanto total. Consta de aproximadamente 52 técnicas.

Maniobras AE: Dirigidas a la generación del enamoramiento total y la admiración


desmedida hacia nuestras perfectas presencias (somos Savedra la perfección
viene en nuestra sangre), creando un camino ideal para los besos apasionados, las
citas a escondidas y por supuesto toda demostración de necesidad desmedida
hacia nuestras personas. Consta de alrededor de 42 técnicas.

Maniobras S: Consta con más de 100 técnicas cuyo fin es de carácter sexual en
absoluto, cada movimiento de esta sección de nuestro sagrado manual, es una
técnica de seducción que busca nada más este único objetivo, ejerciendo sobre
el sujeto un despliegue de técnicas que buscan despertar el libido con cada roce,
convirtiendo hasta el acto más cotidiano en sensualidad pura, hasta que el sujeto
en si pierde el control de las acciones de su cuerpo; esta parte del manual tiene
como única condición que se debe pasar por las otras 2 fases para ser efectiva.

Los agentes se miraron dando un pesado suspiro, porque era obvio que la
Subcomandante A se había saltado las dos partes anteriores, la pregunta que les
seguía perturbando era si lo hacía adrede o en la completa inconsciencia.

La técnica 23 S es como aprender a andar en bicicleta, esta técnica se basa en


una completa deformación de la lección en sí, con la presencia innecesaria del
instructor sobre el vehículo en cuestión, manteniendo la seriedad en la
explicación y asegurándose que su cuerpo en pleno este pegado a la espalda de
quien recibe la lección, las caricias en los brazos serán pausados mientras se
explica la forma adecuada de sujetar el manubrio susurrando las instrucciones
sobre el cuello, antes de acariciar las piernas para especificar la fuerza del
pedaleo inicial, finalmente al separarse el instructor debe apretar con fuerza la
cintura o bien caderas de su alumno para finalizar susurrando sobre su oído que
el equilibrio es esencial, asegurándose de dejar al alejarse agitación y
devastación.

El único resultado adverso de esta técnica es que el pupilo no recibe una


adecuada instrucción por lo tanto presenta un manejo precario del equilibrio, ya
sea por la agitación despertada en él o bien por el hecho de que la cuestión del
equilibrio nunca es abarcada debidamente.

CIERRE DEL SEGUNDO INFORME.

NO ME OLVIDES

Capítulo 31

DE PALABRAS…

Los acontecimientos no te lastiman, pero tu percepción de ellos si puede


hacerlo.

Epíteto.

Las guitarras resonaban en un duelo desquiciante mientras el administrador del


bar miraba a su alrededor entre asustado y sorprendido, esa condenada banda
se había salido del repertorio por completo pero su bar nunca estuvo tan lleno,
observaba los cuerpos moverse al ritmo que la cantante de la banda indicaba
como completamente hechizados por aquel ir y venir de acordes a la espera sin
duda de la voz de la chica que los tenia bailando apasionados, incluso a él le era
inevitable no mover su cabeza a compas admirando la maestría en el manejo de
los instrumentos.

Finalmente el griterío ensordeció sus oídos al elevarse la voz de Andrea oscura


y seductora sobre la música, talento puro fue lo único que pudo pensar mientras
observaba la cola sin duda las mejores vacaciones de verano de su loca vida.

Stefani daba saltos emocionados cerca de escenario notando los ojos cafés
enfocarla cada tanto con cariño mientras el cuerpo que adoraba se movía con
sensualidad dentro de aquellos pantalones que provocaban en su boca un
mordisco hacia su labio inferior que derrochaba sensualidad hacia un único
objetivo, de hecho estaba segura que ella sentía como la devoraba con la vista.

En la mesa entre el escándalo una divertida Victoria negaba con la cabeza al


parecer Stef la había dejado olvidada obligándola a rechazar la lluvia de
invitaciones insistentes, noto a los gemelos Savedra mover la cabeza como locos
al lado de sus esposas junto con su prima que saltaba divertida al lado de Arturo,
enfoco a su derecha a Herendira moviendo la parte superior de su cuerpo como
si bailara sentada parecía animada a pesar de la ausencia de Vanessa, parpadeo
sorprendida al ver una cerveza fría acabar delante de ella para enfocar una
agitada Amara que dejo varias más sobre la mesa.

La mitad desaparecieron de la mesa en segundos en las manos de quienes le


acompañaban mientras veía a los gemelos llevarse a Herendira a saltar como loca
al ritmo de las guitarras que al parecer se enfrascaban en otro colosal duelo,
dejándola a ella sola en aquella mesa con aquellos ojos grises como el cielo
anunciando una tormenta, desvió su mirada brevemente a la cerveza - ¿Quieres
otra cosa? - escucho la pregunta casi en un grito por lo que negó con fuerza.

-No te preocupes… solo que no bebo licor, ni gaseosas, solo cosas naturales -
grito a su vez notando la cara sorprendida que le dirigían.

_Italiana delicada_ escucho el grito mientras Amara se perdía entre los cuerpos
que bailaban por lo que bajo el rostro algo apenada, dando un suspiro en ese
momento si se sentía completamente fuera de lugar, al menos no la invitaban mas
a bailar pero estaba sola en una mesa porque la que se suponía la acompañaba
estaba completamente embobada con su amor envuelta en cuero ¿Quién no?, rio
bajamente enfocando la cerveza para negar de nuevo, tenia sed pero nada de lo
que había en aquel sitio lo podía consumir; vio una mano hacer desaparecer la
cerveza ubicando una botella de agua y al menos tres más con esta - ¿Esto si
puedes? - enfoco los ojos de Amara antes de asentir - Entonces ya puedes bailar
o ¿no?

-¿Eh?- observo la mano que le tendían con sorpresa mientras miraba alrededor
aun consternada.

-¡TORY DAME LA MANO!- extendió la mano sin dudar ante el tono que habían
empleado en ella, nadie nunca la había llamado Tory pero no sabía porque aquel
diminutivo de su nombre le agrado profundamente, sintió un empujón antes de
ver la mano de Amara al parecer empujar a uno de los gemelos divertida - ¿Sabes
bailar? - escucho el cuestionamiento en su oído negando con la cabeza - Ves estos
tontos no tienen idea - rió bajamente ante aquello - tu hazme caso sólo a mi - rió
aun más, claro que le haría caso solo a ella.

Aarón bailaba animado con Rachel cuando se giro quedándose boquiabierto para
estirar la mano y tomar del cuello a Adrian que protesto levemente antes de
enfocar el objeto de la atención de su hermano, Rachel miro a Susan negando
antes de que ambas quedaran boquiabiertas y dijeran al unisonó - Técnica 4S
¿Qué demonios?.

Herendira dejo de saltar sin comprender aquello parpadeando algo sorprendida


sintiendo un empujón, sonrió estúpidamente “que rico” pensó fugazmente
mientras veía lo que juraba era la exposición más satisfactoria de ver a alguien
bailar rock a ritmo perfecto y completamente sexual “Dios Savedra… si
estuvieras conmigo” sonrió traviesa al pensar en su novia sacando el celular para
empezar a grabar, las caderas de Victoria se movían con suavidad acompasando
su movimiento con los acordes del escenario mientras Amara las sujetaba
suavemente asegurándose de que el cuerpo no se separara del suyo para nada,
cada tanto hacían al compas un movimiento de descenso mientras la cabeza de
Amara simplemente descansaba sobre el hombro de la joven “Si eso no es un
crimen debería serlo” rio suavemente al recibir el mensaje de texto de su mujer
“tú eres una criminal por verlo”, rio de nuevo respondiendo “no tendría que ver
estas violaciones a la ley si estuvieras, porque estaría ocupada violándote”…. “Me
encantaría eso, mándame una foto tuya la prefiero a ver a esas dos”… “¿Y qué
vas a hacer con la foto?”…. “Preferiría llamarte para responder eso”, sintió como
la cara en pleno le ardía mientras miraba alrededor, como si temiera que alguien
hubiera leído el mensaje.

-¿Y tu por qué tan roja?- dio un salto mirando la cara confundida de Stefani que
no tardo en desviar su atención a Amara y Victoria - Rico - le escucho decir
quedamente.

-Voy a casa- dejo escapar notando como la miraban extrañada- no me siento


bien… creo que la cerveza y eso….yo ehhh bueno dile al resto - vio la cabeza
asentir mientras le decían que tuviera cuidado al tomar el taxi, salió disparada
del bar para marcarle a su novia mientras esperaba en la parada- Hola amor.

-¿Qué llevas puesto?

-Vanessa- dejo escapar completamente avergonzada - aun no llego a casa.

-Llámame de allá- se sonrojo aun más - mejor llámame cuando estés metida en la
tina…. La verdad tenía una noche bastante fría hasta ahora…

-Te amo…

La música finalizo dejando al Dj hacer su trabajo mientras la banda descansaba


y Stefani acababa abrazada a Andrea en una esquina lejos de la vista de los
curiosos limpiando con cuidado el sudor de la frente de la joven cada tanto las
caricias de la tela se alternaban con unos besos delicados - Estas para comerte
con esa ropa y así sudada - Andrea sintió por primera vez en algún tiempo su
cara arder como un incendio ¿Cuándo se había vuelto Stefani así de atrevida? -
me encanta el sabor de tu sudor - sintió los besos en el cuello alternados con
mordiscos provocándole un incendio en el vientre, soltó un gemido de gusto - Me
encantan tus gemidos - el calor de su vientre voló a sus mejillas de nuevo sin
poder controlarlo antes de lanzar otro gemido - Dime que la tocada ya va a
terminar - percibió el aliento caliente chocando contra sus mejillas - porque te
deseo…. Quiero todo de ti - se separo mirándola sorprendida unos instantes
estaba soñando eso era, miro alrededor como esperando despertar hasta que
escucho una risa divertida - no es un sueño… y no te leo la mente, tu carita es
muy expresiva cuando quiere…

-¿Pero por qué? - cuestiono con suavidad.

-Porque me canse de tener miedo - la miro sorprendida- miedo de que te aburras,


de que no sea suficiente para ti, de que nunca dejes a otras mujeres o de que
una de esas otras mujeres te de algo que yo no pueda - se inclino levemente al
ver la cabeza bajar ocultando sus ojos - tengo miedo que un día me olvides… que
te olvides de mi…

-Eres mi plato favorito - dejo escapar quedamente tomando el mentón y


provocando que los ojos azules e intensos chocaran con los suyos - mi plato
favorito, mi A… y…- bajo la cabeza tragando grueso - quiero que seas el único
porque lo que me das - tomo la mano llevándola al pecho con suavidad - nadie más
me lo da - agregó- mi madre decía que una dama sabe cuando detenerse… Lo
había olvidado… Olvide muchas cosas de mi madre.

-No me olvides- le escucho decir por lo que sonrió tirando de ella para envolverla
en un cariñoso abrazos - de verdad…. No me olvides - escucho el llanto sofocado
sintiendo su corazón encogérsele en el pecho.

-No llores mi amor, no mi vida - la acuno con suavidad deseando transmitirle toda
la seguridad que podía - ninguna mujer aun las mas apasionada es capaz de
hacerme sentir lo que tú con una frase o una mirada, el sexo contigo no hace
falta - acaricio las mejillas limpiando las lágrimas - cuando… cuando sonríes mi
corazón late tan rápido, cuando tomas mi mano creo que moriré de felicidad
y…y…. y… por un demonio no necesito otras mujeres, solo te necesito a ti_ afirmo
abrazándola con fuerza - solo a ti, así que por favor por más que te haga enojar
en el futuro no me olvides…

-Te amo- escucho la voz quebrada dejar escapar aquella frase sintiendo a su
corazón saltar de alegría y permitiéndoselo del todo, lo dejo festejar sintiendo
el calor invadirla por completo.

-Yo también te amo - sonrió besando las mejillas en repetidas ocasiones sin prisa,
sin pausa, pero deseando expresar todo lo que en ese momento sentía, intentando
llevar la tranquilidad al corazón de quien amaba – sólo a ti…

Amara acabo de bailar arrastrando a Victoria con ella y sin mirar las caras
consternados de los gemelos y sus esposas en la mesa mientras ayudaba a la
joven a sentarse, la vio algo agitada por lo que se preocupo mientras abría con
tranquilidad una botella de agua pasándosela - ¿Estás bien?- le cuestiono
acercándose a su oído y notando el vello de la nuca erizarse por lo que sonrió
divertida después de todo la técnica 4 S nunca fallaba, escucho la respuesta en
italiano con aquel acento tan bonito que tenia Victoria… ¿Cómo se escucharían
sus gemidos?, a veces se lo preguntaba, a que sabría su piel… era como Vanessa
decía no le vendría mal un buen revolcón y Victoria era bastante deseable,
además seria el triunfo máximo sobre ella.

-Amara- escucho su nombre con aquella cadencia mordiéndose los labios para
evitar dejar escapar de ellos un ronroneo de gusto, que seguramente a sus
cuñados les parecería demasiado sexual - Tante Grazie - le estaba dando las
gracias demasiado pronto era mejor que se las diera en la mañana cuando
estuviera desnuda delirando de placer en su cama, cruzo las piernas por inercia
sonriendo con encanto.

-De nada italianita delicada- dijo divertida notando la mirada consternada, claro
que era consternada había pasado de Tory a su usual indiferencia pero su amado
esposo le enseño cada técnica de seducción a la perfección como si de un juego
se tratara, pero ella tenía su propio estilo y eso de dejar a “Tory” consternada
era exquisito, ver sus ojitos cielo intentando ocultar eso era aun mas delicioso
volteo el rostro a la pista lo último que necesitaba era que la vieran morderse el
labio deseosa.

-Amara- su cerebro grito triunfante dos veces la había llamado, se giro a mirarla
con algo de indiferencia -¿Danza?- se levanto lanzándole una mirada indiferente
a sus cuñados para tirar de la joven lejos de la vista de todos, pegándose a su
cuerpo al máximo notando la respiración agitarse casi al instante “solo un poco
más” - hace molto calor.

-Molto Tory- murmuró sobre su oído ocasionando una risa algo ahogada, no sabía
cuánto llevaban bailando en el momento que la banda volvía a subir al escenario
pero estaba segura que hace mucho había dejado de seguir el ritmo y
simplemente se movía con Victoria pegada a su cuerpo y Dios todo era tan
tranquilo y relajado.

-Amara- escucho su nombre escapar cálidamente de los labios por lo que sonrió
por inercia sujetando mas la cintura e intentando pegarla aún más a su cuerpo -
io necesito riposare - detuvo sus movimientos de golpe intentando comprender
aquella palabra - descanso… - se separo enfocando la agitación de la chica con
sorpresa…. Veinte minutos le dijo su cabeza con extrañeza

La llevo a una de las mesas exteriores dejando que el aire fresco de la noche la
envolviera, enfocando la cabeza negra echarse para atrás con suavidad
“Deliciosa” sonrió suavemente pasando una mano por la frente para sentir el
sudor frío con algo de preocupación ¿Por qué Victoria se agotaba en periodos de
20 a 30 minutos?, respiro profundo lo que iba a hacer podía arruinarle la noche
que planifico- ¿Estas enferma? - noto la mirada cielo enfocarla con sorpresa -
Creo que use mal el tono, se que estas enferma- repitió con seguridad.

-No ia no- la miro sorprendida ante aquella respuesta- ia no… antes si… ahora no
- estiro su mano con suavidad apartando un mechón negro de la frente algo
empapada- solo estoy en recu…recu…

-¿Recuperación?- cuestionó recibiendo un asentimiento de cabeza_ por eso


llevas la dieta tan estricta y aun así la rompes a veces_ noto la sonrisa traviesa
asomarse mientras le asentían suavemente - ¿Qué tenias?_ paseo las yemas de
sus dedos con suavidad por el rostro provocando que los ojos se cerraran y un
suspiro más tranquilo resonara en sus oídos.

-E molto complicato- los ojos cielo se abrieron dando un suspiro más pesado - el
mio coure no servía - la miro extrañada notando como la joven intentaba
encontrar las palabras – corazón - observo cómo se llevaba la mano al pecho por
lo que parpadeo sorprendida - io iba a morir… pero un miracolo sucedió hace casi
ia un año… el mio coure es nuevo - se echo hacia atrás en la silla intentando
procesar la escueta explicación - estoy enferma desde niña - asintió suavemente
Tory había sufrido problemas cardiacos severos y necesitaba un trasplante, lo
padecía desde niña y el corazón le llego apenas a tiempo… la enfoco unos
instantes, por eso probablemente no sabía hacer prácticamente ningún ejercicio
físico, era modelo si - papá decía que io era molto bela entonces me hizo modelo
nunca más de veinte minutos… io odio que me miren… ser un oggeto - razono la
palabra seguramente era cosa u objeto asintió suavemente - de ragazza la sua
mirata era de lastima… luego me volví bela y las miradas… - noto el gesto de
desagrado_ eran una mezcla…

Negó con la cabeza bien sabia ella que no debía preguntar, dejo escapar un
suspiro cansado enfocando a la chica divertida “noche arruinada, aunque ella
seguía siendo exquisita” - Idiotas todos - dijo sonriendo uno no se involucra si
se quiere dar solo un revolcón Amara, se reprendió a sí misma - porque no solo
eres molto bela aquí - dijo moviendo las manos señalando su cuerpo - sino aquí
también - señalando su corazón - y muy desesperante también - escucho la risa
divertida.
-Amara- escucho su nombre por lo que cerró los ojos disfrutando del sonido
terso y suave - tú también eres molto desesperante - abrió un ojo soltando un
gruñido de molestia- no sabes perder - se incorporo mirando a la joven- e vero…

-¿Yo?- soltó la risa irónica - lo dice la que tiene un condición física precaria, no
sabe hacer la mitad de lo que le enseño e insiste en aseverar que me ganara -
dejo escapar con seriedad - ahora que lo pienso ¿No te hace daño?

-Debo desarrollar condición pausadamente y cuando la tenga en pleno si te


ganare - vio el dedo señalarla - además tu eres una mala maestra io no tengo
equilibrio - se sonrojo mirando hacia otra parte… las clases no tenían ese fin
razono fugazmente.

-Es porque eres una italianita delicada Tory - dijo seria - y ya sé porque - agregó
_ así que no más de veinte minutos cuando hagamos una actividad física nueva -
noto el gesto de desagrado en el rostro.

-No… por eso no dije nada… no quiero que me trates diferente io soy io… estoy
bien oi… soy sana - la vio llevarse la mano al pecho - y puedo hacer mil cosas, pero
io necesito que me dejan de tratar como si me fuera a romper y tu… tu…. lo
haces, tú te ríes, te burlas… tu me presionas, tú me tratas como si fuera normal,
io ahora soy normal….

-Siempre lo fuiste - se puso de pie ubicando las manos en los hombros con
suavidad - una hermosa y normal chica - dejo escapar quedamente mordiéndose
el labio - muy, muy hermosa….pero debemos cuidar tu corazón nuevo - ubico una
mano con cuidado sobre el pecho izquierdo - para que siga latiendo fuerte y
acostumbrarlo a ti - agregó - iremos despacio Tory… primero veinte minutos,
luego treinta y así…. Al final quizás digo casi milagrosamente puede que me
ganes…

-Amara- sintió como se abrazaban a ella con delicadeza por lo que correspondió
el gesto envolviéndola en sus brazos antes de impulsarse y cargarla divertida al
sentir como se pegaban a su cuello, generando que su piel en pleno se erizara- io
no estaré tanto tiempo - detuvo sus pasos al escuchar aquello- solo tengo dos
meses.

-Es tiempo de sobra Tory- empezando a caminar de nuevo, sintiendo la


respiración de quien cargaba pausarse lentamente.
-Me gusta que me digas Tory…. Me gusta el apodo que me diste- la sintió
acomodarse en sus brazos mientras abandonaba el local en dirección al automóvil
que sabía era de Victoria - pero io no sécómo decirte…

-Arian- dejo escapar con suavidad - es mi nombre real y nadie lo sabe…. Me


puedes decir Arian… solo tú Tory… no se lo digas a nadie - acomodo a Victoria en
el asiento del copiloto con cuidado para abrocharle el cinturón y dar un rodeo
dispuesta a conducir el auto.

-¿Por qué nadie lo sabe?- escucho la pregunta esbozando una sonrisa entre triste
y cansada antes de girarse apoyándose en el volante.

-Soy huérfana- noto el dejo de sorpresa en los ojos- mi madre me abandono, mi


nombre era Arian…. Recuerdo vagamente que lo que me repetía hasta el
cansancio era no le digas a nadie cómo te llamas, así que no se lo dije a nadie
nunca…. Nunca… les dije que no tenia nombre y me dieron el de Amara…. Al final
me quede en el orfelinato toda mi vida, Savedra es el apellido que me dieron
cuando me case, para mí fue el equivalente a que me adoptaran ¿entiendes?,
digamos que Arian te da un camino directo a mi corazón… porque me mostraste
el tuyo.

Observo la sonrisa algo cansada antes de disponerse a arrancar el auto, pero una
mano detuvo todo su movimiento al envolver la suya guiándola hacia unos labios
cálidos que le obsequiaban una cariñosa caricia que le genero un profundo sonrojo
al ver la infinidad del cielo en una clara mañana reflejada en los ojos de Victoria
– Arian- sonrió tontamente al escuchar su nombre - vamos a casa - asintió
acariciando el mentón con delicadeza antes de disponerse a conducir.

Noche bendita noche, ardiente, caliente, fresca, veraniega, desoladora,


abrasadora, envolvente… había tantas formas de describir una noche de verano
tantas maneras de pasarlas para ella en particular una, desde joven tuvo la
creencia que el calor se contrarrestaba con más calor, el que daba el verano en
particular pensaba ella debía combatirse con el calor de un cuerpo ardiente y
sudoroso que le regalara gemidos de éxtasis mientras definitivamente la
temperatura de la alcoba se incrementaba a niveles inimaginables, esa era la
forma en que se debía pasar el verano… al diablo los abanicos y las piscinas,
piletas y demás, al demonio el aire acondicionado… al carajo con todo eso, hacía
calor por una única razón y era para utilizar la frase adecuada en el momento
preciso que desembocara en una vorágine sexual.

Las noches de verano además presentaban esa particularidad que no regalaba


ninguna otra en el año, esa necesidad de muchos de olvidar sus vidas, sus
problemas y realidades dejándose envolver por su hechizo, quizás el
recordatorio de que la vida es corta, se acaba rápido y es necesario disfrutarla…
el verano era por mucho su época favorita del año, la que mas disfrutaba porque
a ella también le gustaba olvidarse de su trabajo, sus preocupaciones y bajar la
guardia un poco.

Disfrutar de su casa y de una mujer un tiempo más prolongado de lo habitual,


encerrarla en su recamara comiéndosela viva a todas las horas que el día y la
noche se lo permitieran, ese verano no podía ser la excepción eso pensó al menos,
giro su cabeza a la derecha enfocando a Evelyn en pijamas con el control remoto
en la mano y Alison dormida sobre sus pecho, dejando que sus cabellos se
mezclaran con los de su madre, reparo en sus propias piernas donde en esa época
lo natural era que descansara un escultural dama para dar de lleno con los ojos
cerrados de Raúl mientras ella acariciaba sus mechones ¿Cómo sucedió aquello?.
Si la invasión de bichos en la casa de Evelyn, su histeria y el estúpido fumigador
diciendo que no podían estar en su casa.

-Podemos ir a un hotel - escucho aquello enfocando el rostro sereno que al


parecer había detenido su viaje por el televisor en un documental sobre los
leones - se bien que tienes tu rutina de vida y nosotros la invadimos por completo,
una cosa es salgamos juntos un día otra que estemos aquí metidos dos semanas
por culpa de ese imbécil que volvió mi casa inhabitable.

-Te dije que no me importa - repitió enfocándola con seriedad - y no quiero


regresar a esta innecesaria discusión, en esta calurosa noche de verano - agregó
notando el sudor escurriendo por el cuello de Evelyn y desviando sus ojos al
televisor.

-Iré a recostar a Alison - le escucho decir mientras la observaba levantarse


envuelta en aquellos pantaloncillos que generaron que su mirada se paseara de
arriba abajo por sus piernas ¿Dónde estaba la pijama recatada que uso el primer
día?, el puto verano al parecer se la había tragado, se levanto cargando a Raúl
para ubicarlo al lado de su hermana en la cama matrimonial, aprovechando que su
madre los acomodaba a ambos para hacer una inspección de su bien formado
trasero antes de regresar a la sala con ella.

-Deja de mirarme el trasero - le escucho decir por lo que sonrió de medio lado
pegándose más a ella en el sofá - ¿Qué?

-No es mi culpa que este como para comérselo - sintió el golpe del cojín divertida
en la cara antes de tomarlo y regresarlo para tirar de las piernas desnudas
acariciándolas llevándose con ello una mirada de sorpresa - debería tener una
mujer desnuda en mi cama – admitió - pero mi cama está invadida y solo te tengo
a ti - observo la mirada de reproche - que no estás desnuda, pero al menos
déjame darle gusto a mis manos con tus lindas piernas, escucho la risa antes que
un pie empujara su cara haciéndola reír - oye tú… Evelyn - sintió la presión en la
mejilla intentando apartarla tomando la planta y haciendo cosquillas para que el
otro pie contraatacara sus costillas- espera…

-Además no me puedo desnudar - agregaron entre risas - los niños ocupan la cama
y no pienso hacerlo en el sofá - mordió la pantorrilla arrancando un grito de su
acompañante antes de cambiar la posición generando que las piernas enredaran
sus caderas mientras dejaba caer su peso de lleno sobre ella generando que las
risas cesaran - hace calor…

-Mucho- dejo escapar mirándola con intensidad - el verano tiende a ser muy
caliente - acaricio las piernas notando como se mordían el labio delante de ella
por lo que sonrió encantada - y la tela del sofá no ayuda… y tu eres heterosexual
- dejo escapar un suspiro dejando caer la cabeza sobre el pecho con suavidad.

-Si es verdad - rió quedamente antes de sentir las caricias sobre su cabello -
con todas menos contigo - se incorporo mirándola con sorpresa - digamos que me
remueves el libido, mucho - percibió las caricias sobre su espalda sonriendo para
dejar caer su caderas con suavidad recibiendo por respuesta un gemido ahogado
- pero si hacemos algo, violaremos las reglas…. Las tuyas y las mías - rió
bajamente empezando a besar el cuello - y los niños…

-Es malo tener hijos en momentos así - admitió mordiendo el mentón con
delicadeza - pero podemos ser silenciosas y te puedo regalar el mejor sexo de
tu vida este verano…

-Me tendrías que dar sexo todo el verano - escucho que le decían_ luego puedes
irte con quien quieras, o dormir con otras… solo déjame agotada al terminar -
escucho otro gemido ahogado por lo que volvió a deslizarse por el cuerpo
suavemente.

-Te mostrare lo que es bueno - murmuro suavemente - así dejas de buscar


vejetes inútiles, y buscas hombres que te satisfagan o al menos intenten hacerlo
como yo - deslizo sus dedos hacia el borde los pantaloncillos sin desear perder
más su tiempo “mami” dejo escapar un suspiro algo frustrado “tengo sed”.

-Ya voy mi amor - le escucho decir antes de recibir un beso en la frente - niños…
te lo dije - le afirmaron - ¿Me esperas?

-Todo el tiempo que quieras - sintiendo como la empujaban levemente - verano


caliente - dejo escapar recibiendo una risa por respuesta antes de dejarse caer
sobre el sofá. Porque ella era Karina Domínguez y adoraba el verano, no se
involucraba con mujeres heterosexuales, ni madres solteras o divorciadas…. Pero
aquella mujer no era cualquier mujer era Evelyn Rodríguez, la misma que se
colaba por su piel desde que la conoció y se deslizaba en sus pensamientos de
vez en cuando, la misma Evelyn que la desesperaba a rabiar en el laboratorio, que
juzgaba a todos menos a ella, que le alentaba a hacer tonterías pero la reprendía
cuando sobrepasaban lo permisible según ella.

Se giro enfocando el techo recordando vagamente las palabras de una tía suya,
esa que todos decían que estaba loca pero ella escuchaba con la fascinación con
la que solo un niño puede escuchar, palabras que hablaban de un amor perdido y
la causa de su tortura acompañada de aquella palabras “busca en todos los
brazos y cuando encuentres unos brazos que no quieras soltar, sabrás que
estas en casa… porque al final a ti también te esperaban, a final todos
queremos descansar un poco de esta vida… al final pequeña… al final solo
esos brazos importaran aunque tengas mil mas…. Siempre los recordaras….
Porque todos venimos del mismo lugar, sin importar el tiempo, el espacio y los
sueños… todos buscamos estar en un único sitio, y ese sitio solo lo encuentras
cuando esté está lleno… de amor… amor Karina…… por la vida, los sueños y la
persona ideal”.

Rio suavemente su tía la que estaba loca, juraría ella tenía más sabiduría que mil
personas juntas en la punta de sus dedos, en sus ojos cálidos y tristes, paso su
mano por detrás de su cabeza moviendo una pierna con suavidad para sonreír
levemente mientras enfocaba el televisor en donde el documental había muerto
dejando el espacio musical sonando, miro su departamento levemente ¿Puede
cambiar un hogar?, sus oídos captaron una protesta al final del pasillo, claro que
sí… porque el hogar lo formaban las persona que en el estaban, lo transformaban
y lo hacían crecer o lo podían destruir, y ella disfrutaba de todo de cada giro de
la vida, de cada sorpresa inesperada en ella, de cada cuerpo que se le ofrecía
gentil, rio con más fuerza y ahora estaba aterrada… pero… del miedo también se
disfruta, ladeo la cabeza enfocando las piernas desnudas que invadían su visión
porque el miedo es signo del cambio y el cambio siempre es un reto enriquecedor
y fascinante….

Estiro las manos aferrando las piernas para que el peso regresara con ella al sofá
mientras la risa resonaba en sus oídos, aparto los mechones delicadamente para
sonreír porque de verdad estaba aterrada – Karina - cerró los ojos al escuchar
su nombre - los niños pueden despertar_ le dijeron por lo que rio levemente.

-Cosas… cosas- dijo abrazándola con suavidad - cosas por las que me tendré que
empezar a preocupar- - por lo menos durante este verano…

-Durante este verano yo solo me preocupare por ti- escucho que le decían porque
de verdad esa mujer era Evelyn Rodríguez…..y ciertamente era
abrumadoramente inexplicable.

El Jefe de la Policía era un hombre paciente pero que su colega lo hubiera llamado
diciéndole que el alcalde había organizado una demostración de emergencia de la
policía turística a las 2 de la mañana con todo la prensa era algo que no podía ni
quería manejar, encontró al culpable del circo rodeado de financieros diciendo
estupideces tales como “comprobar la eficiencia de sus elementos” enfoco a los
oficiales enfundados en su ropa de practica algunos mas agotados que otros y
era obvio que eso era perjudicial para el operativo del día siguiente.

El campo de prácticas había sido modificado y en ese momento todos los ojos
estaban centrados en los dos elementos de la sección K9 al pie de la línea de
salida, cosa que esperaba evitar a toda costa sobre todo observando la sudadera
que decía Savedra tirada en el piso y a la chica en top con una cara que mezclaba
la ira, la humillación y el frío que probablemente sentía - Savedra ven acá y ponte
la sudadera - le grito a la joven que se giro asintiendo al parecer aliviada
encaminándose hacia su sudadera mientras el enfocaba al alcalde con molestia y
el hombre desviaba la vista hacia sus amigos que se comían a la joven con la
mirada que por inercia se cubrió con la sudadera los pechos antes de darles la
espalda ubicándosela y llevándose con ello varios chiflidos molestos de
inversionistas y espectadores- vete a casa Vanessa - dejo escapar con suavidad.

-Si Jefe- le respondió la joven mientras el enfocaba al alcalde.

-Ella no se puede ir - le afirmo el hombre - estos gentiles señores desean invertir


en nuestra ciudad y quiero demostrarles que nuestros “cuerpos”- la libido con la
que dijo aquella palabra genero que se le revolviera el estomago mientras
intentaba cubrir con su cuerpo a la joven - policiales están debidamente
preparados para ello y según se Savedra es un oficial sobresaliente…

-Como todo Savedra- dejo escapar con frialdad - y no veo a los gemelos aquí-
agregó notando el mohín de desagrado del alcalde - en todo caso supongo que ya
han visto suficiente- reparando de nuevo en el estado de evidente cansancio de
todos sus efectivos.

-Eso debo decidirlo yo- le respondieron con prepotencia- en todo caso era
necesario que ella se sacara la sudadera para poder sortear los obstáculos, si es
lo que te molesta Marcus.

No veo que los otros chicos o chicas se las sacaran- vio al hombre levantar el
labio superior con molestia- solo la vi a ella con frio, empapada y con barro sobre
la piel- agrego serio- no me busques te lo advierto- agrego girándose para
envolver a Vanessa en sus brazos- y tienes razón es mi favorita, así que no lo
olvides- agrego antes que el resto de los elementos de la policía formaran un
muro ante él- y más te vale darnos un aumento no querrás un huelga- agrego
encaminándose fuera del campo con seguridad.

-¿Lo dejaras?- el Alcalde escucho al voz de Víctor detrás suyo.

-No quiero morder más de lo que puedo manejar y creo que ya lo hice - le
respondió - ya la viste, como querías… así que déjame en paz - Víctor sonrió
viendo al hombre alejarse como si nada, claro que la vio…

Frío ¿No se suponía que el verano era caliente?, se cuestiono a sí misma mientras
enfocaba la taza de té casi hirviendo delante suyo - Gracias Tío - dejo escapar
con suavidad mientras el Jefe de la Policía, el hermano de su madre la enfocaba
con aprensión.
-Ese hijo de puta- le escucho decir con enfado- cuando me entere vine a
buscarte, debiste llamarme osita- rió por la bajo al escuchar aquel mote- estuve
por castrar al maldito ese y todos su amigotes- escucho el golpe en la mesa y
como su taza se movía amenazando con derramar el liquido. ¿Te sientes mal?- le
negó suavemente observando los ojos tan oscuros como los suyos ardiendo de
ira.

-No pasa nada- le dijo percibiendo la calidez del té en sus frías manos- solo no
le digas a Clarisse ella si lo castraría- rió suavemente antes de sentir las caricias
cariñosas en su cabello- no paso nada tío, aparte del frío … ya sabes chica fuerte-
agregó.

-Pues mi chica fuerte tendrá unas prolongadas vacaciones pagadas después de


eso - lo miro sorprendida – Villafiel - escupió el té de golpe enfocando la ceja
alzada de su tío - una Villafiel - enfoco el ventanal - ¿Ese hombre sabe algo?

-Lo dudo- dejo escapar cambiando su gesto a uno de frialdad - y si lo supiera no


le tengo miedo para nada - escucho la risa resonar con fuerza enfocando la cara
de su tío fastidiada.

-Tienes el carácter de tu padre - la miro divertido - y su innegable capacidad


para meterse en problemas, de los que debía salvar su trasero – agregó - confió
en tu buen juicio, y ¿Cuándo es boda? - volvió a escupir el té- Virginia me llamo-
empezó a toser con fuerza - dijo algo que querías casarte en la primavera
próxima… eso es maravilloso- empezó a negar con la cabeza - yo pensaba “esta
nunca sentara cabeza…” incluso le dije a tu tía “morirá soltera”, ¿Vanessa hija?,
¿Por qué estás tan pálida? ¿Cariño? Por Dios Santo ¡RESPIRA!

Herendira daba vueltas en la cama acalorada, mirando su celular ella había


prometido llamar y la esperaría despierta el tiempo necesario pasaban ya de las
tres de la mañana, su llamada fue cortada de improviso cuando ella estaba semi-
desnuda sobre la cama, ¿Cómo la hacía sentir así aun en la distancia?, ¿Cómo la
hacía hacer cosas inimaginables?, se ruborizo al recordar como sonaba su voz en
el teléfono “soy una pervertida”, apretó la almohada con fuerza suspirando “pero
quiero ser una pervertida solo con ella” razono mirando la pantalla de su celular
con algo de aprensión “practica nocturna” eso no iba al caso, ella no era un genio
pero bien sabia de la carencia de lógica en el asunto y eso la llevaba a formar una
única preocupación en su mente, porque no era tonta como decía su padre, porque
lo conocía bien y porque si sus sospechas eran ciertas el hombre conocería
finalmente de ella un lado poco agradable.

Se levanto de la cama paseándose despacio por la habitación sin dejar de enfocar


el aparato abandonado en su cama en ese momento tenía varias opciones y la que
menos deseaba emplear era llamar a Georgina, su hermana siempre la cuido pero
poco podía hacer contra su padre, involucrarla no era algo que le pareciera
factible pero si necesario.

Ella conocía a Víctor y el desconocimiento era un arma con un filo que no deseaba
sentir, debía cuidar a Vanessa de él y su luna de miel debía acabar para que fuera
la persona adulta y responsable que deseaba para eso debía en palabras de su
padre “aplastar a los insectos”, se giro enfocando el celular debía llamar a
Georgina y embarrarla hasta los codos no tenía opción, de frente y con franqueza
como le decía su abuelo, aunque consideraba que tampoco eran horas pero él
jodido valor no tenia horarios ¿verdad?.

El timbre del celular resonaba con insistencia mientras su esposo se revolvía en


la cama incomodo y ella sonreía divertida respondiendo con algo de preocupación
al ver la hora de la mañana - ¿Si diga?

-¿Georgi?- se incorporo como un resorte en su lecho al escuchar la voz de su


hermana - tengo algo que contarte….

Piedra, papel y tijera, el juego más estúpido de la faz de la tierra estrecho la


cintura de quien descansaba entre sus piernas apoyando su espalda en su torso
porque simplemente no quería dormir a pesar del cansancio que embargaba su
cuerpo mientras estaban acomodadas ambas en aquella cama, y aquella era la
decimo quinta vez que perdía escuchando el gritito de victoria de su
acompañante- Andy es tarde… ¿Quieres dormir?

-No- respondió con tranquilidad jugueteando con aquellos dedos que adoraba -
solo un poco más - agregó quedamente - solo un poco más…

-Me dijiste eso hace una hora querida- sonrió al escuchar el querida abrazándose
más a la rubia- pero se hará como dices.

-Esto tu y yo así- dejo escapar quedamente- es maravilloso y quiero disfrutarlo,


es diferente… pero genial- murmuró dejando caer la barbilla sobre el hombro-
el tiempo se detiene… me crea una gran conmoción, alegría no se cuanto más… es
raro, pequeño…

-Y enorme a la vez- escucho la risa ahogada- lo sé… y sin sexo- rió al escuchar
aquello divertida- y tu no le creías a tu amor.

-No- beso el cuello despacio- porque mi amor a veces dice mucha tontería- sintió
el suave codazo, por lo que la abrazo con más fuerza- No tendremos sexo
¿entiendes eso?- vio como le asentían suavemente- es irónico que sea yo la que
quiera tiempo ahora…

-Eres virgen y estas asustada- le dio un fuerte empujón escuchando una queja-
anda Andy, no te hare nada que no quieras - escucho el tono entre seductor y
oscuro lanzando un preciso almohadazo a Stefani que ya estaba alejada de ella-
te prometo ser delicada y dulce- lanzo otra almohada entre molesta y divertida
- y evitar que grites - escucho el grito de Stefani cuando ella se levanto con afán
de perseguirla -NO ME MATES ¡SOY TU NOVIA!

-No eres mi novia- dijo con seriedad provocando que todo movimiento de Stefani
se detuviera- eres mucho más que eso - se acerco despacio a la joven que estaba
estática mirándola - eres el amor de mi vida, mi mujer, la madre de mis hijos y….
una idiota - descargando un fuerte almohazado que mando las plumas que
contenía la almohada a volar antes de que le dieran un fuerte empujón que
provoco que estallara en risas al sentir el cuerpo de la rubia sobre ella
atormentándola con unas viles cosquillas.

-Te amo- le escucho decir suavemente aun en medio de las risas y la lluvia de
plumas, no era difícil para ella asegurar que si la felicidad existía sin duda se
sentía como aquello, las personas vivían sus vidas intentado plasmar la felicidad
en palabras, pero en ocasiones las palabras sobraban…. Porque la felicidad para
ella no se definía en palabras sino en incontables momentos como ese que
guardaría eternamente en su corazón.

CASA DE PLAYA DE LA FAMILIA DEL VALLE UBICACIÓN DESCONOCIDA


0300 HORAS.

Somos los Agentes A y Doble A, a pesar de que en el informe anterior


aseveramos que no realizaríamos mas labores de esta índole por el momento, no
es imposible no levantar este nuevo reporte.
¿El mundo se volvió loco? ¿Se acerca su fin? ¿No moriremos a los treinta?, ya no
sabemos las respuestas a tan simples preguntas, porque el mundo en su infinita
sabiduría abofetea nuestras caras, porque es obvio que la Subcomandante A a
pesar de fingir demencia ha realizado cada técnica con premeditación y alevosía,
la pregunta es ¿Por qué?, las respuestas son infinitas… las que nuestras esposas
amadas, veneradas y enaltecidas en este escrito aseveran es solo una…. “tiene
calentura”… pero la Subcomandante a lo largo de su vida ha demostrado un
control impresionante para dejarse llevar por una calentura como bien opinan
nuestras siempre razonables mujeres.

Nos llevan de nuevo al punto muerto en todo el asunto, y los cargos a levantarse
como utilización inadecuada de las Técnicas S, nadie levantara cargos apreciamos
nuestras existencias, pero este panorama desolador nos hace surgir otra
pregunta ¿Por qué el Sujeto Italiano V?, de toda mujer o hombre del universo
¿Por qué una que en apariencia es mas hueca que un coco?, no deseamos juzgar
al Sujeto Italiano V sin embargo es obvio que no es el tipo de chica o chico
inteligente de los que la Subcomandante A gusta o gusto en su tiempo, en
realidad esa joven es callada en extremo a menos que sea para competir y gritar
algo inexplicable en italiano.

Intentamos plasmar en este documento las dudas que nos surgen alrededor de
este inexplicable asunto porque nos basta por ver por la ventana para ver a
nuestra amada cuñada sonriendo de una manera que no sonríe desde la muerte
nuestro hermano ¿Tenemos miedo?, negarlo sería realmente cobarde, tememos
que cometa un error, o que por una “calentura” acabe con más dolor dentro de
ella...

Desearíamos cerrar este informe con humor pero nos es imposible, porque acaba
de adquirir un contexto preocupante que hace a nuestros corazones encogerse
ansiosos, preocupados por el de ella, es lo único que queda de nuestro hermano y
parece estar involucrándose con alguien no apto para ella, no queremos quitar
meritos… pero no son una pareja ideal, ni siquiera se acercan… y el corazón de
nuestra Subcomandante ciertamente esta negado a alguien más que a nuestro
hermano…

FIN DE NUESTRO PREOCUPANTE INFORME.


Clarisse bajo el documento asomándose por su ventana para ver a Amara dando
saltos en la orilla de la piscina con Victoria a pasos mirándola divertida a pesar
de la hora de la madrugada, no le hacía falta escuchar lo que decían porque sabía
que estaban compitiendo, enfoco el rostro de quien le preocupaba para verla
negar llevándose las manos a la cara mientras la joven italiana celebraba su
victoria, viendo a su acompañante sacándose las botas para ubicarse al borde la
piscina, haciendo una seña de despedida antes de lanzarse al agua fría….
Escuchaba las risas de Victoria haciendo eco mientras Amara emergía muerta
de frío del agua antes de acercarse a la orilla tendiéndole la mano a Victoria que
la tomo con una inocencia increíble acabando empapada y muerta de frío; pero el
enojo nunca llego solo más risas….

Y fue cuando Clarisse comprendió que en ese momento cualquier palabra estaba
sobrando.

NO ME OLVIDES

Capítulo 32

EN SILENCIO…

Entre el corazón y los labios hay un camino de palabras en silencio.

La calidez matutina envolvía todo mientras las risas infantiles empezaban a llenar
la casa de alegres pasos, Elena descendió en compañía de su esposo con el fin de
desayunar descendía con alegría las escaleras en parte porque sentía que las
nauseas que disimulaba y los mareos se estaban marchando lo que la obligaría a
tener que… su boca se abrió levemente al ver a Stefani abrazada al pie de la
escalera a Andrea, pero más allá de aquella acción le sorprendía la suavidad de
los gestos, la discreción de la conversación que entablaban porque era claro que
allí había algo diferente.

Observo a la banda en pleno pasar silbándole a la joven rompiendo el momento,


para empezar una pequeña escaramuza matinal típica de los amigos cuando
molestaban a algún otro extremadamente acaramelado, notando como acababan
discutiendo rumbo al comedor sin que la mano de su cuñada fuera soltada en
ningún momento.

Con suerte y no tendría que esperar tanto, estaba por bajar de nuevo en el
momento que Vittoria paso moviendo su raqueta de derecha a izquierda con
bastante emoción lo que le recordaba otro asunto importante, porque habían
formas de bailar y la de la otra noche no entraba dentro de las decentes dirigió
su mirada más pesada para ver la raqueta dejar de agitarse generando que el
inmenso cielo de los ojos de Victoria la enfocara – Buongiorno - negó con la
cabeza notando el gesto de desconocimiento - ¿che cosa?.

-Si sa- escucho un suspiro algo enfadado- Vittoria - dejo escapar


amenazantemente.

-No lo son- ladeo la cabeza viendo como le dedicaban una profunda observación
a la raqueta, desentendiéndose de ella- No lo son…- le repitieron con una
suavidad que la abrumo estaba por bajar las escaleras cuando Amara apareció
dándole un empujón a su prima también con una raqueta en la mano.

-Buenos días- observo la sonrisa relajada de Amara y al parecer una mejor


disposición de hablar que Vittoria la cual simplemente continuaba analizando su
raqueta - ¿Pasa algo?

-Anoche, su baile- se cruzo de brazos observando a Amara riendo a carcajadas


mientras se pasaba la mano por el cabello con despreocupación.

-Anda Elena era una bar, un baile y estaba atestado de gente… ¿Nunca has
bailado así antes?- desvió los ojos levemente- además solo nos divertíamos no le
veo nada malo… Victoria no se sintió incomoda porque en dado caso me lo hubiera
dicho.

-Lo sé- dejo escapar quedamente - es solo que si no se llevan bien pues…

-Espera- enfoco a Amara con sorpresa - somos competitivas eso no quiere decir
que no la soporte - escucho la risa suave - la italiana ya sabe que tenemos un
trato cordial y tu también - termino de descender la escalera para alzar el
mentón enfocando con intensidad a Amara, mientras juraría sentía la mirada
preocupada de su prima sobre ella pero esa condenada de Amara no desvió sus
ojos para nada como buena Savedra que era - Algo más - esa frase sin duda había
sonado algo molesta - Porque vamos a jugar tenis después de desayunar.

-Molto bene - escucho a Victoria carraspear quizás porque su usual y perfecto


español se acababa de ir al traste, posiblemente por la sensación de enfado que
la actitud de Amara le genero, esa misma que a pesar que había aclarado que
estaba bien seguía mirándola desafiante a los ojos.
-Amara- escucho el tono suave de la voz de su prima- ¿Andiamo?- fue entonces
solo entonces que los ojos color tormenta la dejaron de enfocar para reparar en
su prima y asentir dirigiéndose al comedor, y sin embargo ella ladeo la cabeza
siguiéndola con la mirada para dar de lleno con los ojos grises de Amara que al
parecer hacían lo mismo….

Clarisse observo a su nieta porque así la consideraba tomar asiento con


tranquilidad, entre las conversaciones amenas que solían invadir el comedor, noto
la raqueta a su lado y a la joven italiana preparada al parecer también para ello,
pero lo que le llamo la atención fue la mirada amenazante de Elena Del Valle y
como Amara se la regresaba con idéntica intensidad, observo el plato de comida
intacto, su nieta no paso ni diez minutos en el comedor antes de levantarse sin
tocar la comida y abandonar el mismo, dejando la raqueta tirada.

Se giro a mirar a la Victoria levantarse de golpe tomándose todo el jugo y


llevándose una tostada en la boca para estirar la mano con elegancia recogiendo
la raqueta de Amara, sus ojos la siguieron para luego enfocar a Elena y el gesto
de evidente fastidio en su cara ¿Pero qué paso?, se cuestiono internamente con
preocupación más hacia su nieta que cualquier otra cosa.

-Amara- Victtoria llamo con suavidad a su futura rival que la ignoro de lleno para
continuar subiendo las escaleras_ Amara- llamo de nuevo con preocupación -
Arian- la mención del nombre genero que Amara se detuviera del todo a medio
pasillo del piso donde estaba sola - Nuestro juego…- movió la raqueta intentando
esbozar una sonrisa inocente.

-Tengo trabajo- parpadeo sorprendida ante aquello- no tengo tiempo para


tonterías y menos para soportar miraditas altaneras de tu prima- suspiro con
algo de abatimiento esperaba que Arian al menos fuera inmune a las miradas de
Elene pero al parecer no era así.

-Arian- la llamo ubicándose a su lado - la mía prima es molto protectora, Elena


ha cuidado de mi desde que soy una… niña- dejo escapar con algo de inseguridad
sobre la palabra adecuada- es totti…- estiro su mano tomando la de la joven con
algo de inseguridad- Arian por favore…

-Tengo trabajo- tomo la mano con más firmeza al sentir que se intentaban soltar
de la suya, era una tontería lo sabía, Amara era un mujer viuda, que estuvo casada
con un hombre maravilloso, acaricio la palma con suavidad, en su vida algo que
siempre supo hacer era dejar ir las cosas, toda ilusión de practicar un deporte
o tener una vida normal la dejo ir… incluso ahora seguía dejando ir cosas,
entonces ¿Por qué le costaba tanto dejar ir aquella mano? Bajo el rostro
soltándola del todo.

-Va Bene- dejo escapar con suavidad dándole la raqueta para girarse con toda la
dignidad que le era posible aparentar, ¿Cómo era posible que la vida cambiara en
un instante?, en la madrugada estaba feliz muerta de frío nadando en la piscina
y ahora ni siquiera querían verla…. El firme apretón en la muñeca la hizo
detenerse en seco para enfocar a Arian que simplemente miraba hacia otra
parte.

-Te dije que tenía trabajo… no que te fueras…- la miro con sorpresa- tengo un
libro interesante y si quieres puedes leerlo mientras trabajo y…- escucho la
pausa- olvídalo…

-No- sintió como soltaban su muñeca por lo que tomo la mano con firmeza- io
tengo molto sueño- algo avergonzada- tu trabajas io duermo- noto como le
asentían con suavidad por lo que tiro de ella sonriendo hacia la habitación-
Arian…- la llamo quedamente- día en casa…

-Día en casa- le respondieron guiándola a la habitación con tranquilidad mientras


ella sonreía aliviada de al menos en ese instante de no soltar aquella cálida mano.

La habitación de Arian era por mucho algo que Vittoria no esperaba, por la forma
que proyectaba simplemente esperaba algo más ordenado no aquel caos de
papeles distribuidos por la cama, la ropa sin desempacar, la laptop abierta sobre
el escritorio y la taza de café frío a su lado ¿Dónde dormía? Enfoco la manta
tirada en el piso con algo de sorpresa antes de mirar a Arian recogiendo los
papeles de la cama ¿Por qué dormía en el piso?

Se giro para ver como recogía los papeles de la cama dándoles perfecto orden
en minutos- Ya casi te puedes recostar- le escucho decir con suavidad
ubicándolos en el escritorio de cedro de la recamara que al parecer había sido
reubicado justo al frente de la ventana- Disculpa el desorden he estado algo
atrasada con el trabajo.

-¿No te dieron vacaciones?- cuestionó al verla cargar la ultima pila de papeles


hacia el escritorio mientras escuchaba la risa divertida.
-Yo nunca tomo vacaciones - le escucho explicar - le dije a mi Jefe que debía
acompañar a mi familia pero que seguiría trabajando, el hombre asegura que no
le importa donde este mientras siga haciendo lo mío y esta semana no tenía que
ir al tribunal.

-¿Solo pediste una semana?- cuestionó observando cómo le asentían con


suavidad- Mandonna mia io estaré aquí otra semana más - se dejo caer en la cama
con suavidad disfrutando del colchón encantada.

-Entonces no te veré en un tiempo- soltó un suspiro resignado ante la


tranquilidad de la frase haciéndose un ovillo mientras abrazaba la almohada -
epa baja los zapatos de la cama - escucho el tono serio.

-Tu dormitas allá- le dijo señalando con pereza el suelo- io tengo sueño.

-Se dice “tu duermes”, Tory… quítate los zapatos- el tono serio hizo que se
aferrara más a su almohada antes de sentir como tiraban de su pierna por lo que
dio un grito divertido- anda eres una niña cuando quieres…

-No quiero- estiro la pierna escuchando un suave auch antes que el cuerpo callera
de lleno sobre el suyo provocando que los ojos tormenta le miraran fijamente,
casi juraría que un destello de travesura rompió el cielo gris que los encerraba,
acaricio la mejilla con suavidad- ¿Por qué duermes en el suelo?- el tono cambio
levemente mientras sentía el peso agradable sobre su cuerpo.

-De niña con mi madre, dormía en el suelo siempre, ceras, escaleras, edificios
viejos… en el suelo- sonrió al sentir como Arian simplemente se dejaba caer
levemente refugiando su rostro en el hueco entre su cuello y el hombro- el
psicólogo del orfelinato decía que dormía en el suelo porque no quería dejarla ir…

-¿Y cuándo te casaste?- cuestionó suavemente enredando un mechón casi tan


negro como los suyos entre sus dedos.

-Alonso usaba la cama… hacíamos el amor, y luego cuando se dormía… yo acababa


en el piso- rió quedamente al escuchar aquello- siempre se enfadaba, decía que
estaba casado para abrazar el cuerpo desnudo de su esposa toda la noche, no
para amanecer solo en una fría cama- ¿Y tú?

-Las mejores camas de los hospitales- dejo escapar divertida- algunas más duras
que otras, pero a como avanzo mi padecimiento se volvieron más suaves…. Y en
cuanto hacer el amor, no podía porque primero no tenia con quien y segundo no
me fuera a dar un infarto- rió quedamente- tuve el primero a los seis años, así
que no tuve una niñez o adolescencia normal- escucho un suave suspiro sobre su
hombro- ya sabes no bailes, no graduaciones, no deportes o paseos… no amor, no
matrimonio- dejo escapar con suavidad- no sexo.

-Eso era antes- sintió como se separaban levemente de ella- ahora tienes un
corazón nuevo, una vida por delante y podrás tener amor, matrimonio y sexo claro
no necesariamente en ese orden- rió suavemente ante la tranquilidad con que le
miraban- ya habrá un chico afortunado- arrugo la nariz al escuchar aquello- ¿Y
ese gestecito?

-Nada- percibió como le tironeaban el cabello suavemente antes de escuchar su


nombre en tono serio- io no quiero un chico- escucho el suave silbido- ia va
bene…mia familia no me permitiría amar a una ragazza como io, son molto
conservadores así que nunca tendré un amore, no el que io quiero….

-Es interesante- observo el rostro apoyado sobre la mano derecha con interés-
tu corazón antes no te dejaba vivir ¿cierto?- asintió quedamente- ahora estas
sana y fuerte entonces ¿Por qué no te permites vivir?- parpadeo confundida-
Victoria tu mejor que nadie eres capaz de comprender lo valiosa que es la vida,
entonces deberías luchar por lo que quieres- la miro algo sorprendía- Tory
disfrútala y que lo demás no importe- la vio levantarse con tranquilidad- zapatos
fuera… hablo enserio.

-Si- sonrió sacándose los zapatos para abrazar la almohada enfocando la espalda
a pasos de ella con una enorme sonrisa en los labios mientras sus ojos se sentían
pesados… “vivir su vida, sonaba muy agradable”.

-Descansa….

La música del carrusel volvía a resonar en su cabeza generando que soltara el


aire suavemente intentando tranquilizarse y no sacar su arma para disparar a la
maldita cabeza del unicornio en la cima del mismo de donde escapaba aquel ya
desagradable sonido, después de casi dos horas era más que claro que su
inmaculada paciencia se empezaba a evaporar producto de la falta de sueño y el
extremo cansancio que se alojaba en su cuerpo desde la noche y madrugada
anteriores, encima estar en casa en una cama sola no había ayudado a su humor,
que el celular de Herendira sonara ocupado tampoco.
Paseo sus ojos alrededor la feria vacacional estaba a reventar a lo lejos
escuchaba la música del área de conciertos resonando con fuerza, las voces de
los vendedores y los murmullos de cientos de conversaciones y claro aquella
maldita música del unicornio. Ella estaba en el peor lugar posible a un lado del
entarimado donde el Alcalde daría en breve su discurso de apertura, una
brevedad que ella sentía una eternidad por aquella maldita musiquita, soltó un
gruñido de molestia notando el movimiento inquieto de Tormenta, cosa natural
aquello era un hervidero de gente.

Se irguió observando pasar a varios niños saludando por lo que regreso el saludo
a su vez relajándose un poco antes de regresar a la pregunta de rigor ¿Por qué
Herendira no le respondió el teléfono?.... ¿Por qué todos la querían casada?, ladeo
al cabeza al parecer su tío estaba convencido que se iba casar, eso era culpa de
Virginia sin duda… la misma idiota que le dejo ese estúpido regalo de bodas,
gracias al cielo regreso antes que Herendira a casa… ¿Pensar en boda era ir muy
rápido o no?, la chica aun las definía como amantes, tampoco ella hizo algo para
que pensara diferente pero amor y matrimonio eran palabras muy grandes… se
acomodo la boina algo incomoda, sin duda ella venia brincándose pasos con
Herendira.

La cosa era ¿Por qué todos la querían casada con Herendira?, es decir novias
había tenido antes y nunca se puso nadie a insistir con el matrimonio, pero ahora
hasta los idiotas de los gemelos la habían molestado con ello- Estúpidos gemelos-
murmuro quedamente. El ruido del micrófono fuera de sintonía resonó en sus
oídos generando que volteara a ver a un hombre mayor que la enfocaba fijamente.

-Oficial- escucho que le decía por lo que bajo levemente su boina a modo de
saludo antes de regresar su atención al sitio que vigilaba- parece muy ocupada-
asintió suavemente- que silenciosa es usted- noto al hombre impedir su campo
visual del todo.

-Mi trabajo no es ser platicadora Señor- estiro la mano apartándolo con


delicadeza- disculpe pero me impide el campo de visión- escuchando la risa
divertida del hombre.

-Vamos Señorita los dos sabemos que usted es un adorno más- apretó el puño al
escuchar aquello- no una policía de verdad- se giro a enfocarlo recordaba
perfectamente el gesto libidinoso la noche anterior en aquel rostro- así que
relájese.

-Estoy segura Señor que se sorprendería de lo que es capaz de hacer este


adorno- bajando peligrosamente la voz para notar la mirada de sorpresa del
hombre- recuerde que las muñequitas mas lindas son las que suelen derrumbar
imperios enteros- escucho el suave refunfuñar del hombre y los pasos silentes
alejándose para detenerse a pasos de ella.

-Soy Víctor Villafiel- le aclararon sin lograr que su rostro se inmutara siquiera-
debería medir su lengua jovencita.

-Yo soy Vanessa Savedra- respondió con sequedad- y usted es quien debería
medir su lengua… después de todo soy una representante de la ley y el orden- le
afirmo lanzándole una mirada asesina que el hombre evadió dándose la vuelta en
el acto- y no le tengo miedo a nada- susurro por lo bajo antes de regresar su
mirada a sitio que vigilaba.

Las risas resonaban en sus oídos con fuerza, a la vez que un suave regaño cada
tanto observaba los delgados bracitos extendidos como si de un vuelo se tratara
y cada tanto los cabellos idénticos a los de Evelyn girar alrededor suyo con
diversión -Alison me estas mareando- rió suavemente al escuchar la voz de
Evelyn algo insegura.

-Déjala si vomita nadie la ayudara- noto como todo movimiento de la niña se


detenía y empezaba a caminar normalmente, era temprano aun pero la feria
vacacional estaba reventar y avanzar hacia el área de juegos era algo complicado,
observaba con detenimiento a los niños aunque cada tanto miraba a su
acompañante centrada en ellos, al parecer con preocupación de que alguno se
alejara de mas.

Paseo su mirada por el lugar cualquiera pensaría que no habría tanta gente en la
ciudad en esa época del año, pero por la actividad estaba claro que ese año era
algo diferente observo varios policías pasearse por la zona, eran bastantes
incluso diría ella que algo exagerados porque cada nada se topaba alguno y había
varios quietos vigilando, parecía que esperaran un atentado. Estiro la mano
tomando la de Evelyn antes de acercarla con fuerza a su cuerpo- Vamos a otro
sitio- le dijo quedamente.
-Le prometimos a los niños traerlos aquí- negó con la cabeza suavemente
enfocando a Alison y Raúl que miraban todo emocionados- demasiados policías-
observo como Evelyn giraba y analizaba como ella aquella situación, la vio estirar
la mano atrapando a sus hijos- Cualquiera diría que esperan un atentado- dejo
escapar con suavidad ignorando las protestas de los niños.

-Andas lenta- le dijo divertida.

-Me tienes algo distraída- desvió los ojos incomoda ante aquel comentario, era
verdad Evelyn no era la única distraída en parte porque se moría por tenerla
desnuda en su cama pero con dos niños de por medio cada que deseaba besarla
se veían interrumpidas por alguno o por alguna travesura y la verdad empezaba
a desesperarse- no hagas esa cara- enfoco el rostro divertido- mi casa estará
habitable pronto y me podrás demostrar de que tanto presumes.

-Lo mío querida no es presunción- le suavemente- es una deliciosa realidad- dejo


escapar casi en un gemido sobre su oído escuchando el suspiro de satisfacción
de Evelyn.

-Hace calor o ¿soy yo?- rió con fuerza al ver los ojos entre deseosos y divertidos
- Pero bueno lo del calor lo resolvemos luego, ahora me preocupa tanto policía-
miro alrededor con algo de tensión escuchando las protestas de Alison ante el
agarre de su madre.

-Ya niños- observo como ambos pares de ojos la enfocaban con interés- vamos a
ir al balneario mejor, muero de calor- observo los ojos iluminarse con alegría-
total que es un día más metidos en la piscina… y aquí hay demasiada gente- hizo
un gesto en extremo pensativo llamando aun más la atención de los niños- eso
quiere decir que el balneario debe estar vacío- escucho los gritos de alegría
mientras ambos niños tiraban de Evelyn instándola a regresar sobre sus pasos.

-Espero que no pase nada malo- le escucho decir- lo último que quiero es que
nuestras vacaciones se vean interrumpidas por un estúpido atentado- le afirmo.

-No quiero tener que hacerle autopsia contra tiempo a más de veinte cadáveres-
soltó un suspiro algo pesado - además el único cuerpo que quiero examinar
francamente es el tuyo.
-Querida… estoy en plena disposición de ello- sonrió mirando con descaro el
suave movimiento del trasero… sin duda examinar el cuerpo de Evelyn se
convertirá en el evento del año para ella.

Los cafés alrededor de la feria vacacional estaban a reventar, cosa inesperada


y bastante incómoda para lo joven de cabellos negros que se revolvía en su
asiento, había mucha gente aquello iba a ser un tema delicado, además si ella no
se equivocaba su madre y hermana poseían el mismo temperamento… “La cagaste
Georgina” se dijo mentalmente al ver entrar a su hermanita con una cara de
cansancio única y el casco de motocicleta en la mano antes de que le sonrieran
con sumo cariño.

La observo tomar asiento con aquella elegancia que le caracterizaba y la chica


ignoraba, noto como pedía un café cargado guardando silencio al parecer
tomando valor- Todo está bien- le dijo quedamente notando los ojos verdes
temblar levemente- Hermanita- agrego con una sonrisa que le regresaron como
espejo y le fue imposible no pensar que Herendira era la viva imagen de su madre.

-Perdona estoy algo nerviosa- escucho la risa suave_ fui poco precisa anoche- la
vio tomar aire con fuerza antes de empezar a relatarle una serie de sucesos que
escuchaba con atención y que se vieron interrumpidos solo por el café caliente,
pero un nombre estaba enclavado en toda esa historia Vanessa Savedra, notaba
los cambios de expresión en el rostro de su hermana, la determinación que no
conocía en su voz y el creciente enfado al referirse a su padre_ No quiero que
la lastime, porque la amo…

-Comprendo- trago grueso unos instantes- ¿Con que chicas eh?- rió algo nerviosa
- eso explica muchas cosas- noto el intenso sonrojo por lo que rio abiertamente
eliminando sus nervios iníciales- teniendo en cuenta el tiempo que no nos hemos
comunicado has hecho bastante, casi puedo decir que tienes un familia propia-
suspiro con pesadez mirando a la entrada- pero hay cosas que debo decirte yo
también…- detuvo sus palabras al ver los cabellos rojos de su madre ingresar por
la puerta enfocando el rostro preocupado de su hermana- no te enfades- dejo
escapar quedamente observando la mirada confundida- escúchala por favor….

-¿Eh?- sintió la caricia cariñosa de la mano Herendira sobre la suya-


¿Georgi…qué?
-Hola hija- noto los ojos verdes abrirse desproporcionadamente mientras su
hermana giraba enfocando a su madre antes de mirarla de nuevo- No te enfades
con ella… es mi culpa siempre lo ha sido…

-Claro que si- enfoco el rostro enfadado de Herendira- ¿Cómo te atreves a venir
a dar la cara ahora?- dio un suspiro notado la cara de seriedad de su madre y
llevándose las manos a las sienes por instinto- No sé qué pretendes Sasha-
escucho el tono despectivo encogiéndose en su silla- pero no resultara…

-No pretendo nada Herendira- observo las pupilas de su hermana temblar


levemente ante la mención de su nombre y quizás también porque su madre si
irguió del todo recordándole cuan imponente podía ser- mi intención no vas más
allá del solo hecho de hablar contigo, así que te pido que te tranquilices- observo
sorprendida como su hermana se sentaba mientras su madre hacia lo mismo -
Hola cariño- enfoco la dulce sonrisa de Sasha sin poder resistir el impulso de
permitirle acariciar sus cabellos como si fuera una niña pequeña, había pasado
tanto sin su madre que negarse al hecho de que era la persona más cariñosa en
su vida sería casi una blasfemia porque ella le perdonaría todo a Sasha
Montenegro.

-¿Es una broma?- abrió los ojos enfocando los verdes intensos de Herendira
fijos en ella con ira- Esta mujer nos abandono y tú te dejas tocar como si nada-
escuchaba el dolor en el tono de aquella voz, era normal, era su derecho
Herendira era pequeña cuando su madre se marcho, literalmente la abandono en
las manos de Víctor y él le había recalcado que era su culpa que su madre se
marchara…. Georgina suspiro lo de Herendira no era rabia era un profundo dolor-
Vine hasta aquí para decirte algo Georgi y tu montas este circo… con esta mujer
como la atracción principal.

-No le hables así a tu hermana- miro a su madre con sorpresa- si tienes rabia,
ira y dolor dentro tuyo… dirígelos a mí porque yo los genere pero a tu hermana
no te atrevas a reprocharle nada_ observo el duelo de miradas por infinitos
segundos_ vine a hablar contigo nada más a dejar en claro mi verdad y mis
razones… no las que tu padre te dijo, las mías.

-¿Y por qué te creería?- escucho la risa irónica de Herendira sorprendida- a ti


y no a mi padre, que siempre ha estado a mi lado, dime Sasha ¿Dónde estuviste
cuando me rompí el brazo?- observo a su madre bajar los ojos suavemente-
¿Cuándo me gradué y nadie fue a mi graduación?, ¿Cuándo era día de las madres
y no tenía a quien darle un regalo? ¿Cuándo papá me decía que no servía para
nada? ¿Cuándo mi vida se convirtió en una prisión? ¿Dónde estabas, cuando mi
padre me decía que era mi culpa que te marcharas?- escucho la silla de Herendira
al ponerse la joven de pie- ¿Cómo te atreves a pedirme que te escuche?... cuando
fuiste tú la que me dejo sola…- vio a su hermana girarse- tú te olvidaste de
nosotros, te olvidaste de mi… rompiste tu promesa… de siempre estar a mi lado.

-Tienes una voz muy bonita-miro sorprendida a su madre quizás tan sorprendida
como su hermana lo hacía- y se te arruga acá- vio como le señalaba la frente-
como a mí cuando te enfadas- vio a Sasha bajar la cabeza como tomando aire-
aunque la mirada es lo que más me sorprende es idéntica a la mía- enfoco
finalmente a Herendira notando las lágrimas bajando de forma silenciosa por sus
mejillas- quería llamar pero no debía, quería tanto - vio a su madre apretar los
puños con ira- tanto sacarte de allí…. Pero no podía… me conforme durante años
con saber que donde ibas de vacaciones- escucho la voz de Sasha quebrarse- con
saber que cuando te caíste de la bici y te rompiste el brazo tu abuelo te cuido,
con entender que el día de tu graduación el viejo testarudo te llevo a cenar…

-¿Cómo sabes eso?- se sorprendió al ver a Herendira sentarse casi en


automático- ¿Cómo…?- vio el gesto arrugarse levemente mientras su hermana
parecía analizar algo…- Tu… llamaste cuando cumplí quince- vio el parpadeo
mientras la joven se pasaba las manos por el rostro casi con violencia deseando
limpiar las lágrimas que continuaban escapando de sus ojos- eras tú… ¿verdad?

-Si… ese día llore mucho- escucho a su madre- porque mi pequeña contesto- la
vio hacer una pausa- tu abuelito siempre tuvo comunicación conmigo, así que sabía
que estarías en su casa el día de tu cumpleaños con Miguel y Georgi- escucho la
respiración pesada al parecer su madre hacia un esfuerzo sobrehumano por no
perder la compostura- podía llamarte, pero no hablarte, era el trato con tu
abuelito…. Así que llame y contestaste… recuerdo que decías ¿Hola? ¿Diga?
¿Mami eres tú…? pero no podía contestarte… no debía… porque si lo hacía te
perdería para siempre…

-No se te ocurrió que al no contestar me perdiste - escucho la voz entre


melancólica e iracunda - deseaba tanto que fueras tu… porque aun entonces te
amaba, a pesar de todo lo que papá me decía, de lo mucho que me recalcaba su
molestia por ser tu viva imagen, de que no paraba de señalarme como la causa de
sus desgracias, de negarme sus abrazos y cariño por verme como tu… yo te amaba
y aun creía en ti… creí firmemente que me llamarías ese día que… que… - Georgina
vio con pesar a su hermana bajar el rostro intentando como su progenitora
controlarse.

-Pero te llamo- dejo escapar sin poder controlarlo notando como los ojos verdes
le miraban con sorpresa - mami te llamo- de nuevo - te llamo como esperabas,
quizás no te hablo pero te llamo, como me llamo a mí el día de mi boda sin
hablarme… - sintió sus ojos arder - aunque yo deseara escucharla tanto como
tú… ella llamo… no puedo imaginar que se siente llamar a alguien que amas y no
poder hablar…. -percibió algo cálido resbalar por su mejilla - mami llamo- repitió
con voz quebrada quedamente…

-¿Y de que sirve una llamada frente a años de abandono?- escucho el


cuestionamiento sorprendida - tú te fuiste - parpadeo varias veces al escuchar
aquello -yo me tuve que quedar, siendo alguien que no deseaba ser, viviendo una
vida que no quería y ahora que al fin siento que mi vida es mía… me la intentan
quitar de nuevo, ¿Por qué quieres que hable con esta mujer que no conozco? -
negó suavemente- Georgi ella solo busca calmar su conciencia porque nos
abandono, no es que nos ame… es como papá dijo solo pensaba en ella cuando se
marcho, y en que nosotros, yo era una carga…

-Eso no es verdad- enfoco a su madre con sorpresa- tú no eras una carga, eras
una bendición- escucho a su madre hacer una nueva pausa- lo que paso entre tu
padre y yo no era algo que se pudiera controlar o algo de lo que tu inocencia
amada hija tuviera culpa alguna, tú no eras responsable más que como tus
hermanos de llenar mis días de alegría- la vio levantar la mano al predecir un
reproche de Herendira- me fui porque su padre me amenazo con lastimarlos, me
amenazo con hacer que me odiaran… me aseguro que nunca podría volver a verlos
y que más me valía desaparecer y nunca volver.

-Y no pensaste que al irte te odiaríamos- la voz de Herendira resonó con más


fuerza de la que Georgina consideraba adecuada- al final el resultado fue el
mismo, porque al menos yo te odio profundamente- cerró los ojos al escuchar
aquello_ y no te creeré nada de lo que digas de papá porque te repito el sí estuvo
conmigo ese hombre puede tener un millón de defectos pero nunca me abandono…
-Ese hombre fue el que me alejo de ti- se sorprendió por la ira que la voz de su
madre reflejaba por primera vez- ese hombre es el que se encargo de que me
odies, dándote una realidad que es un gran mentira… ese hombre al que llamas
padre es el monstruo de esta historia y si hija te abandone, me largue creyendo
que era lo mejor y lo arruine- escucho como la voz de Sasha se elevaba
levemente- pero te amo y te amare profundamente toda mi vida, sino no estaría
aquí intentando reparar mi error, y si me odias… bien… pero escúchame al menos
antes de seguirme odiando.

-¿Y qué tendría que escuchar de ti?- la frialdad de la voz de Herendira le


sorprendió sobremanera - un montón de excusas que no cambiaran el hecho que
te largaste, al final Sasha no estás aquí porque quieras arreglar algo, sino por un
acto de pleno egoísmo… pero yo no seré tu maldito juguete, no soy algo que tiras
a la basura y luego puedes recoger…

-Claro que no porque no eres un objeto, eres mi hija- observo la seriedad de su


madre - y como mi hija que eres te diré toda la santa verdad - vio la intensidad
en los ojos de su madre - tu padre me golpeaba hasta el cansancio, me humillaba
hasta que la dignidad que tenia fue destruida parte por parte…. Y yo no lo dejaba,
porque lo amaba o eso creía, así que mato mi vida de a pocos, ahogo mi ser con
cada golpe e insulto preciso y me empecé a aferrar a lo último que me quedaba
mis adorados hijos, hasta que el amor volvió a mi vida y me dio otro regalo…. No
espero que lo entiendas ahora hija, no diré nada más que te pueda lastimar y sin
embargo te puedo afirmar que me marche de tu vida contra mi voluntad, salí de
esa casa dejando lo único que me quedaba allí, mis amados hijos… y con ello el
poco amor propio que me quedaba.

-¡Si éramos tan importante! ¿por qué te fuiste?- Georgina enfoco sorprendida
las lágrimas en el rostro de su hermana mientras Herendira tercamente
intentaba mantener la compostura- ¿Por qué si éramos tu vida…. Tu...?- escucho
la voz quebrarse del todo mientras un gemido dolorido era ahogado…

-Me dijo que…. Te lastimaría, porque eras como yo- escucho finalmente el llanto
de su madre- y eras tan pequeñita, tuve tanto miedo, le tenía tanto miedo… algo
estúpido e irracional de mi parte, porque olvide que eran mis niños… y si yo no se
lo permitía no podría tocarlos, pero en eso entonces no lo creía- observo como
Sasha se llevaba las manos al rostro intentando controlarse- no quería que mis
niños fueran lastimados… y yo preferí que me odiaran antes que eso, antes de
que….

-Mami- se puso de pie acercándose a su madre para intentar tranquilizarla


mientras enfocaba a su hermana en un estado similar al parecer profundamente
angustiada- te amo mamá- dejo escapar quedamente- y comprendo lo que paso-
agrego- Miguel también…. Los dos te amamos - no incluyo a Herendira porque
bien sabía que su hermana menor había empezado a tomar sus propias decisiones.

-Yo...- escucho la voz quebrada- necesito pensar todo esto- escucho la silla de
Herendira al levantarse la joven- yo no puedo creerte…. Lo siento… pero prometo
pensar en lo que me dijiste- escucho el llanto de Sasha aumentar- no llores mami-
se sorprendió al escuchar aquello de boca de Herendira- yo no te odio- sintió
como su madre se separaba levemente de ella- Realmente no podría- escucho la
voz de su hermana quebrada en el llanto- los mejores recuerdos de mi infancia…
los únicos que realmente amo… Son en los que estás tú- la observo bajar la cabeza
para salir prácticamente corriendo del café en el que estaban, rogando al cielo
que la bondad de Herendira se impusiera ante todo lo que su padre con tanto
afán había cultivado en ella.

La gente se empezaba a aglomerar justo en el momento en que el alcalde iniciaba


su dichoso discurso, su rostro examinaba el lenguaje corporal de toda persona
presente en el sitio, justo en el momento que el reflejo de unos cabellos
pelirrojos rompió su concentración del todo, se levanto de puntitas intentando
enfocar entre la multitud pero debió alucinarlo porque su adoración estaba lejos
de allí, en un lugar seguro…

Escucho las palabras del alcalde con pereza, un desperdicio de día sin duda alguna
los discursos iban y venían, la banda toco sus canciones, las personas se
dispersaron terminada la actividad principal pero no por ello disminuyo el flujo,
la primera escaramuza de la tarde se presento sin mayor novedad, mientras el
día se escurría con rapidez por sus pupilas oscuras.

Rostros miles de rostros, los eventos así de agitados le generaban una inquietud
extraña al remover con intensidad sus recuerdos, esos donde su padre la cargaba
en hombros y ella le revolvía el cabello encantada, esos mismos recuerdos que
generaban que desde lo alto mirara la sonrisa de su madre mientras sus hermanos
caminaban delante dándose de empujones y riendo, en un día como aquel mucho
tiempo atrás.

Quizás por eso odiaba la música del carrusel y odiaba el maldito unicornio en lo
alto de él, quizás porque en el fondo le hacía recordar ese día, lo feliz que se
sentía y lo rápido que todo podía cambiar, movió la cabeza con suavidad
enfocando a un grupo de chicos que al parecer la miraban sin el menor recato,
escucho el gruñido de Tormenta por lo que la miro algo sorprendida por aquella
reacción, enfoco a los chicos de nuevo notando como conversaban con otro grupo
que al parecer se le había unido… más de diez pares de ojos enfocándola solo a
ella, el gruñido de su compañera aumento provocando que mostrara su hilera de
dientes mientras ella se llevaba la mano al hombro avisándole a los compañeros
en el perímetro.

-Chica lista- se giro al escuchar aquello apenas evadiendo el bate que casi le
conecta en la cabeza para soltar la correa de Tormenta que ataco a su agresor
en el acto, escucho los pasos a su espalda por lo que estiro la pierna hacia atrás
generando con ello un grito dolorido, volteo el brazo tomando su macana para dar
un golpe certero en la mandíbula de otro atacante al tiempo que veía pasar el
reflejo de la hilera de dientes de Tormenta atrapando a otro más -¡MALDITA
BRUJA!- giro de nuevo antes de sentir el primer golpe, con el eco de los gritos
a su alrededor, una patada conecto su estomago mientras intentaba mantenerse
en pie escucho un chillido dolorido de su compañera, eran demasiados… ella lo
sabía, pero no quería sacar el arma había demasiados civiles alrededor, se giro
haciendo un barrido con las piernas tumbando a dos más antes que tres fuertes
golpes en sus costados le hicieran quejarse con fuerza, vio un puño venir directo
a su rostro tomándolo en el aire antes de conectar una patada y dejar al tipo en
el suelo “¿Dónde demonios estaban los refuerzos?”.

Tormenta paso a su lado con el pelo manchado de sangre mientras se lanzaba


sobre otro atacante, se giro mirando alrededor mirando al menos nueve tendidos
en el suelo, con alguna parte del cuerpo con una fuerte mordida y otros sangrando
suponía por los golpes que ella aplico. Se giro envistiendo a otro de lleno dándole
un fuerte golpe en la base de la mandíbula antes de escuchar aquel ruido seco y
mas gritos a su alrededor mientras perdía el equilibrio del todo yéndose al suelo
de espaldas, justo en el momento en que sentía aquel intenso dolor en el abdomen,
enfoco el cielo encima suyo celeste intenso tan intenso…. Escucho dos
detonaciones mas, junto con un fuerte alarido de Tormenta y un mar de gritos
extendiéndose a su lado…. Gritos y rostros como ese día… tantos rostros, el
ardor en su pecho llevándose el aire con ello mientras acompañaba al de su
abdomen, se llevo las manos a su cintura intentando imponerse sobre el dolor
físico logrando girarse para ver a un hombre armado a pasos de ella apuntándole
a su compañero cuyo pastor belga atacaba a un joven que no paraba de gritar,
levanto el arma y disparo…. antes de enfocar el cuerpo de Tormenta tirado a un
lado completamente ensangrentado con la música del carrusel aun resonando en
sus oídos….

Soltó un fuerte suspiro mirando el automóvil de mala manera mientras sentía la


caricia de los labios en su cuello tranquilizándola infinitamente, acompañados de
aquel olor que bien conocía - ¿Enojada?

-Esa pregunta sobra mi vida - sintió los brazos rodeando su cintura por lo que
cerró los ojos suavemente - sabes que mi moto es sagrada y ella se la llevo.

-Pero- la voz se escuchaba apagada al estar los labios pegados a su cuerpo - está
enamorada, sabes cómo es eso… te vuelve irracional.

_ Te quería llevar de paseo - dejo escapar quedamente - es tu día libre esta


semana y además la tarde esta hermosa y yo.., - sus protestas se vieron
interrumpidas por un cálido beso mientras sentía como la apretaban con
delicadeza casi meciéndola - te amo - dejo escapar quedamente.

-Yo te amo más- sonrió al escuchar aquello buscando otro beso en el acto -
podemos ir en automóvil donde quieras- escucho aquello en una pausa de besos
antes de hacer un enorme puchero - yo manejo - sonrió complacida - chantajista.

-Un poco si - dio un rodeo para ubicarse en el asiento del copiloto con completa
tranquilidad enfocando los cabellos castaños con interés - quería ir al mirador
de la zona este- escucho la risa divertida.

-¿Para qué quieres un mirador? - le cuestionaron - tu casa completa lo es.

-Sí, pero las cosas están tensas por acá - dejo escapar enfocando los ojos cafés
profundos que le miraban al parecer curiosos - Elena esta en modo bruja
amargada_ dejo escapar notando el parpadeo de sorpresa- empezó esta mañana
y Arturo y yo preferimos escapar - admitió suavemente - no sé qué lo detono,
pero te juro que es peor que antes… - - le hice un comentario inocente sobre que
Vic era demasiado competitiva con Amara y me empezó a gritar de la nada…

-¿Enserio?- escucho el cuestionamiento mientras Andrea arrancaba el auto


saliendo del estacionamiento de la casa de playa - ¿Pero porque se puso así?- vio
la mano dirigirse al radio ubicando la estación de música instrumental que tanto
le gustaba a su novia.

-No sé… pero cuando dije “Amara” creí que perdería mi cabeza, grito el doble -
observo la ceja levantarse levemente - la sola mención del nombre la volvió loca.

-Supongo que es porque esas dos no paran de competir en todo- le afirmo- la


otra noche en el bar parecían competir por el baile más sensual- vio los ojos
cafés esbozar un gesto malicioso- excepto por una cosa, el baile iba dirigido de
una hacia otra, sino supiera que Amara es viuda….

-Es que Victoria es muy hermosa- vio el coche frenarse de pronto a medio camino
mientras la enfocaban con enfado- es un comentario- noto el bufido amenazante
que la hizo sonreír- eres una celosa.

-No lo soy, solo que no me agrada Victoria- escucho el tono agresivo al mencionar
el nombre- ojala y Amara la reviente cualquier día de estos en una de sus
competencias- sintió el arrancón del coche ahogando una risa- es toda encimosa
contigo… seguro y te ama y todo- Stefani ahogo la risa guardándose celosamente
el hecho de que Vic probablemente era la persona más heterosexual del mundo
a su criterio.

-Yo solo te amo a ti- dejo escapar quedamente sintiendo como Andrea tomaba
una de sus manos besándola brevemente.

-Demuéstramelo- escucho que le decían por lo que la miro sorprendida, notando


como los ojos iban del camino hacia ella.

-Más de lo que ya lo he hecho- dejo escapar con suavidad- Accederé a tu deseo…


¿Cómo quieres que te lo demuestre?.

-Cásate conmigo- la miro sorprendida del todo- no me mires así… yo… yo… estoy
hablando enserio, buscare un trabajo o dos para poder mantenerte y que sigas
estudiando, el departamento no es muy grande… total no es tan importante ser
doctora para mí y… bueno yo- la vio llevarse las manos a la chamarra antes de
sacar una caja que era algo grande para ser un anillo, la abrió sorprendida
enfocando un rosario de oro en ella- está lleno de todos los sentimientos que
tengo hacia ti y es con el que te pido que te cases conmigo.

-Pero Andy- la miro preocupada- amor yo..

-Si ya se- la vio golpear el volante con frustración- somos muy jóvenes, aun no
acabamos de estudiar y yo soy un desastre últimamente... pero no quiero
perderte… cásate conmigo, quiero hacerlo correctamente, sabes casarme, tener
mi luna de miel, una familia, es como mi madre me enseño, era como me gustaba
vivir, me agradaba pensar en eso porque lo pensaba todo contigo, y ahora se
disfrutar más de todo… quiero combinar lo que he aprendido y para eso te
necesito a mi lado… Rocky cásate conmigo…_ observo la gruesa lágrima resbalar
por la mejilla mientras la vista seguía fija en el camino.

-Si…si… cuando quieras.

-Ya mismo- parpadeo tragando grueso- conozco una capilla, revise ayer en
internet luego de que te quedaste dormida, nos casan de una… solo necesitamos
testigos, pero… pero… sino tenemos… ellos nos dan..Y yo… yo… sé que no es la
boda más romántica del mundo y…

-Te amo, lo demás no importa, detén el auto, por favor- espero a que Andrea se
estacionara un lado del camino mirándola con intensidad -me encantara ser
Almeira- dejo escapar con una media sonrisa.

-No- la miro con sorpresa de nuevo - no… me gusta más Del Valle… sonara bien
ya sabes cuando sea médico… Doctora Del Valle, además Almeira es el apellido
de mi padre… - asintió suavemente - te amo Rocky- percibió el beso cargado de
infinito cariño regresándolo con la misma intensidad.

-Y yo a ti Andy…- rió algo nervioso observando la enorme sonrisa formarse en la


cara de Andrea.

-Prometo ser la mejor esposa del mundo- le escucho decir- trabajare mucho para
que no te falte nada- con seguridad- lo prometo.

-Si te tengo a ti no me faltara nada- respondió con tranquilidad.

-Uno no vive de amor Rocky, pero por eso tu no debes preocuparte- sonrió
suavemente, sabía que no debía preocuparse, desde que la conoció tenía claro
que Andrea era una persona centrada, aplicada y trabajadora, aunque ninguna
tuviera una centavo encima se casaría con ella sin pensarlo, porque su Andy nunca
rompía una promesa.

-El mejor verano de mi vida- dejo escapar con suavidad…

Estaba corriendo como nunca en su vida, persiguiendo su objetivo que bajo la


escaleras como relámpago casi atropellando a los gemelos Savedra mientras ella
los apartaba con fuerza de su camino ignorando las miradas curiosas, vio el
cuerpo girar directo al sendero que conducía al bosque por lo que sonrió aun más,
en determinado punto se preocupo al ver las piernas delante suyo tropezar
levemente justo antes de aumentar velocidad y que el sonido de la risa resonara
en sus oídos.

Veía alguna hoja caer arrancada de los árboles por el viento, aumento la velocidad
a la vez que su acompañante estirando la mano a punto de atrapar la ropa pero
fallando miserablemente en su intento, escuchaba la risa y cada tanto veía el
rostro asomarse entre los árboles con la luz de sol reflejada en los cabellos
negros, no supo cuando empezó a reír pero si entendió que eso de cazar a una
chica linda le agradaba mucho, estiro la mano de nuevo fallando- Se te acaba el
tiempo- dijo divertida al ver la velocidad de Tory disminuir levemente.

-No e vero- le escucho recriminar agitada, por lo que continuo persiguiéndola


entre los árboles completamente absorta- madonna mía- la vio esconderse
detrás de un árbol haciendo una pausa suponía que siete minutos de carrera le
habían valido por veinte, por lo que dio un rodeo intentando acercarse sin hacer
mucho ruido, enfoco a la joven intentando recuperar aire por lo que rio por lo
bajo antes de estirar su mano sujetando la muñeca con fuerza para pegarla a su
cuerpo.

-No, es trampa- le escucho decir mientras la apretaba más- me quede sin aire-
rió con fuerza ante aquello- Arian no aprietes tanto- hizo lo contrario a la
petición escuchando un grito ahogado.

-Es tu castigo niña mala- se inclino levemente besando el cuello con cariño- mira
que empujar mi cabeza de esa manera tan brutal contra el escritorio cuando te
creía dormida como un angelito- escucho un suave suspiro.

-Te hable tres veces y no me hacías caso- puso atención a la protesta aflojando
el agarre y separándose- quería ir a jugar tenis pero ya estoy agotada- sonrió al
escuchar aquello.
-Pero a que fue más divertido- se separo del todo enfocando el rostro sonrojado
de Victoria antes de tomarla en brazos generando que se abrazaran con fuerza
a su cuello- Ya que me desconcentraste ¿Que quieres hacer?- dejo escapar
quedamente encaminándose de regreso a la casa de playa.

-Juguemos billar- escucho aquello sorprendida para asentir sin darle mucha
importancia al asunto, contra toda lógica se aseguro de entrar por donde nadie
la viera no deseaba mas miradas curiosas o en su defecto asesinas, subió las
escalera aun con Victoria en brazos directo a la sala de juegos para depositarla
con cuidado en el piso, mientras la joven corría en dirección a los tacos de billar
provocando que ella mirara con atención la falda de corta que utilizaba para jugar
tenis, antes de ver a la joven sopesando el peso de los tacos- io aposto..

-Se dice yo apuesto- le corrigió- y sabes que te ganare así que déjalo Tory -
escogió su taco mientras acomodaba las bolas_ mejor no apuestes nada porque
perderás todo- le afirmo notando la cara de enfado delante de ella.

-No es deporte- parpadeo al escuchar aquello- io a esto jogo molto bene- sonrió
al escuchar aquello acercándose a la joven hasta dejarla entre ella y la mesa- ia
se tienes molto miedo- dejo escapar una fuerte carcajada enfocando el rostro a
centímetros del suyo.

-De acuerdo diremos que ganamos después de jugar- tomando el taco para dar
el primer golpe, justo a la mitad del asunto cuando vio la bola blanca volar al
recibir un golpe en la base esquivando a la bola azul que se interponía en su camino
y dándole a la que debía ir a la buchada se dio cuenta que estaba oficialmente
jodida, porque nunca se le ocurrió pensar que si Victoria no hacia ejercicio físico,
gastaba su tiempo en otras cosas y entre esas otras cosas al parecer estaba el
billar- estúpido juego- dejo escapar quedamente enfocando los ojos cielo que le
miraban divertido- aun no termina- le con seriedad.

-En realidad si- levanto la ceja sorprendida al ver bola por bola entrar en el sitio
que le correspondía mientras tragaba grueso ante el despliegue de habilidad
delante de sus ojos y al notar que su cerebro se desconcentraba en el vano
intento de ver más allá de la corta falda de Victoria cada que se inclinada, se
reprendió a si misma cualquier idea sexual sobre la joven estaba cancelaba
oficialmente en el momento mismo que supo de su enfermedad, una cosa era
aprovecharse de una italiana idiota, otra cosa era aprovecharse de Victoria…
porque era mucho más que eso aunque en ese instante ella sintiera que era una
completa imbécil por la santa paliza que le estaba montando - último- la bola final
se perdió en la buchaca mientras ella daba un suspiro frustrado- io gano.

-Para una vez en tu vida que me ganas en algo- dejo escapar con altanería viendo
los ojos voltearse en blanco.

-Pero vinco- le afirmaron con seguridad por lo que movió la cabeza en signo de
no te entendí nada_ que io…. Ahhh gane eso_ bufo por lo bajo de nueva cuenta _
io quiero un…. Paseo y que te quedes qui una semana más.

-¿Qué?- la miro completamente sorprendida - te llevo de paseo pero no me pienso


quedar más tiempo acá - con seriedad - tu prima me odia y no quiero aguantarte
una semana extra.

-Ma que cosa, io gano io decido- se acerco a Tory lanzando el taco de billar al
suelo con molestia para empujar a la chica contra la mesa mirándola de manera
amenazante a lo que la joven respondió lanzando también su taco y mirándola_ io
no te tengo miedo, io gane.

NO ME OLVIDES

CAPITULO 32 parte. 2

Deberías tenerme miedo Tory- le arrastrando la voz para inclinarse levemente


sobre ella generando que la joven echara la cabeza levemente hacia atrás- no
sabes de lo que soy capaz… y es mejor que entiendas de una vez que apuesta en
pie o no, yo nunca obedezco a nadie que no sea yo misma…

-Va bene- noto como Tory acercaba su rostro al suyo con seriedad- no tienes
palabra - sintió la sangre hervir ante tal afirmación - eres una mujer sin palabra
alguna… - la miro con intensidad como era posible que esa chica le hiciera hervir
la sangre de aquella manera, y a la vez la excitara a niveles inimaginables de solo
ver la mirada encendida, intensa y desafiante que le dirigían - de ahora en
adelante recordare que tu Arian no tienes parábola - sintió el aliento sobre los
labios, si se seguía acercando así no se podría controlar - Arian… - escucho el
tono cambiar levemente por lo que enfoco los ojos respirando con agitación para
sentir el corazón en el pecho a punto de estallar.

-Me ganaste la partida - murmuró entrecortadamente sobre los labios de


Victoria - exijo una compensación por tal humillación - escucho una voz lejana en
su cabeza que le indicaba que se detuviera, pero su protesta fue ahogada por el
latido de su corazón que retumbaba en sus oídos, se dirigió en pleno a los labios,
devorándolos, apretándolos, haciéndolos uno con los suyos y perdiendo la noción
de la realidad.

Victoria sintió su cuerpo estriparse contra la mesa mientras las manos de Arian
se unían a sus labios sujetando sus caderas y dejándola sentada en pleno sobre
el borde de la misma, detenerla o apartarla cuando sintió el beso feroz y
devorador, era algo que ni siquiera cruzo por su mente al contrario se aferro a
ella con fuerza era consciente que no era algo que realmente pudiera controlar,
se dejo llevar de lleno por la pasión era como si en brazos de Arian el miedo
fuera algo que simplemente se desvanecía, podía sentir su corazón latiendo
fuerte, sano en su pecho uniéndose al ritmo del de Arian mientras la joven la
tomaba del trasero intentando pegarla aun mas a su cuerpo.

Percibió las manos cálidas delineando sus muslos para perderse bajo su falda
evitando la ropa del todo, mientras sentía los labios elásticos, eléctricos, tersos
y furiosos devorar su boca sin pausa alguna, podía seguir el camino de las manos
que se detuvieron al borde de su ropa interior por lo que dejo escapar un gemido
que se descargo de lleno en aquel beso encendido que le había hecho perder la
cordura, protesto levemente al perder el contacto de los labios mientras una
mano firme abarcaba su trasero levantándola levemente para empezar a
deshacerse de su ropa interior que acabo en el suelo sin saber ella como, sintió
como el cuerpo de Arian se volvía a ubicar entre sus piernas, lo que produjo que
su cuerpo finalmente reaccionara tirando de la blusa que la joven mujer llevaba
exponiendo parte del torso mientras sus bocas emprendían una nueva guerra y
sus piernas envolvían las caderas de su acompañante, era como si un huracán se
hubiera desatado dentro suyo y las nubes grises que lo envolvían eran los ojos
de Arian, que se abrían levemente revelándole el deseo que solo lograba incitarla
más, estaba rendida, entregada… lo supo desde que la vio ese día en la seguridad
de su balcón que esa mujer sería capaz de llevarse todo de ella, sin que siquiera
pudiera evitarlo.

Un fuerte gemido escapo de su garganta cuando las manos levantaron del todo
su falda, acariciando su vientre, sus caderas se movieron solas y fue cuando
escucho un murmullo ahogado “preciosa… no me puedo controlar”, percibió su
corazón latir más fuerte en su pecho “eres exquisita… yo… Victoria”, cerró los
ojos al ver los ojos tormenta cerrarse en plena disposición de besarla de nuevo
cuando escucho la puerta del salón y un grito ahogado que genero que Arian la
apretara contra su cuerpo semidesnudo cubriéndola del todo sin girarse –
Perdonen - escondió su rostro completamente avergonzada en el pecho
descubierto delante suyo, cayendo en cuenta finalmente de lo que estuvo a punto
de pasar.

-¡RACHEL APRENDE A TOCAR LA MALDITA PUERTA!- escucho la voz enfada,


y excitada a la vez -DEJA DE VERLA ¡MALDITA SEA!- sintió como la apretaban
aun más mientras Rachel parecía dar una disculpa fugaz y algo más mientras se
escuchaba la puerta cerrarse de nuevo - Perdona- se sorprendió al escuchar
aquello mientras se separaban levemente de ella - yo… hablare con Rachel,
perdóname no comprendo que me paso - percibió un beso en la frente mientras
la joven se separaba - soy una pésima amiga - no tuvo tiempo ni de detenerla, y
aunque lo hubiera intentado dudaba mucho que sus piernas la sostuvieran…

Clarisse vio pasar a Rachel pálida del todo mientras una Amara con el cabello
desordenado y las mejillas sonrojadas corría detrás de ella llamándola, ladeo la
cabeza con extrañeza ante aquella bizarra escena mientras continuaba
caminando hacia uno de los salones de la casa con la única intención de ver el
noticiero de la tarde como era su costumbre.

Tomo asiento analizando de nueva cuenta la cara de consternación de Rachel y


claro el aspecto de Amara pero también aquella preocupación reflejada en su
mirada, encendió el televisor enfocando sorprendida la imagen que se repetía
una y otra vez…

“El ataque a las fuerzas policiales, parece ser parte de un nuevo acto de iniciación
en las pandillas de la zona, al parecer según las declaraciones de los implicados
dicha iniciación consiste en atacar a un agente de la ley y el orden de acuerdo a
la gravedad de la heridas que se le provoquen así será el rango dentro de la
pandilla, quedando patente que si el oficial muere el rango dentro de la
organización criminal será elevado. El Jefe de la Policía Turística que estaba a
cargo de la vigilancia del evento se mostro consternado ante los sucesos que se
presentaron esta mañana.

El operativo policial estaba dirigido a proteger civiles, a nadie se le ocurrió que


las victimas fueran los mismos oficiales, el ataque organizado ha dejado el saldo
negro de dos oficiales caídos, tres heridos de gravedad y siete más que sufrieron
lesiones menores, El Jefe de la Policía Marcos Perdal ha hecho patente que la
investigación que se abrió el día de hoy dará con los cabecillas de estos grupos
con el fin de evitar que sucesos de este tipo vuelvan a darse.

Según han informado nuestras fuentes la sobrina del Jefe de la Policía resulto...”

-¡NO DIOS MIO, NO ME HAGAS ESTO!- Clarise abandono la sala con la


respiración agitada, y los ojos desorbitados intentando ubicar a algún miembro
de su familia -¡HIJOS MIOS!- grito con desesperación -¡NIÑOS!- su grito
resonó con fuerza, aquello no podía estar pasando su niña aun no tenia treinta
años… no era justo, ¿Por qué la vida insistía en arrancarle a todos?, tenia lágrimas
en los ojos mientras empezaba a gritar los nombres de sus nietos y sus
respectivas esposas con desesperación, observo la cabellera de negra de Amara
seguida de Rachel que se acercaron corriendo a ella con preocupación, escucho
las voces de los gemelos minutos después acompañadas de las de Susan todos
intentando tranquilizarla - Mi niña - dejo escapar entre lágrimas minutos después
- mi bebé…. Mataron a dos… a dos - observo los rostros horrorizados a su
alrededor.

-Aaron llama al tío - escucho decir a Adrian con firmeza - abuela cálmate tal vez
a ella no le paso nada, mira estaba toda la policía allí…

-Lo dijeron en las noticias_ escucho la voz de Amara maldecir y la figura


perderse escaleras arriba a toda prisa - que la sobrina del Jefe de la Policía.

-Aun no sabemos nada - Adrian intentando calmarla mientras enfocaba a Elena


ingresar mirándolos extrañada - abuela debes calmarte no te hace bien - observo
a su nieto esperanzada noto como se giraba conversando con Elena que se cubrió
la boca preocupada antes de desaparecer también de su rango visual mientras
ella imploraba al cielo porque su niña estuviera bien.

Marcos Perdal se paseaba de izquierda a derecha en el hospital ante la atenta


mirada de su esposa e hijo, ese maldito día fue un desastre completo enfocaba
las familias de los oficiales heridos apretando los puños con rabia deseaba dar
con los líderes de esas pandillas cuanto antes, observo a una de las doctoras salir
seguida de su adolorida sobrina por lo que respiro con alivio - Necesitara
descanso - le la mujer - y tendrá los moretones un buen tiempo, de no ser por el
chaleco estaría muerta, las balas se incrustaron del todo casi lo atraviesan… si
el del pecho hubiera sido un poco más arriba y el disparo golpeaba una zona
descubierta no lo hubiera contado, enfoco a Vanessa doblarse levemente
sujetándose el abdomen - asegúrese que tome su medicación eso disminuirá su
malestar - se acerco a la joven respirando pesadamente para acariciar el cabello
con cariño.

-Tío- escucho el tono ahogado - ¿Tormenta? - observo los ojos negros idénticos
a los de su hermana que en paz descansaba llenos de preocupación mientras el
simplemente se llevaba la mano al saco para extraer el collar de él y tendérselo
viendo como la mano temblorosa lo tomaba con infinito pesar.

-Lo siento mucho - la cabeza negra le asintió mientras los cabellos ocultaban el
rostro y los dedos acariciaban con cuidado la correa de cuero - Cariño yo… -
percibió la vibración en el bolsillo sacando el móvil en el acto para responder
escuchando la voz preocupada de su sobrino para finalmente alejarse un poco
intentando tranquilizarlo.

Le dio la espalda a su sobrina el tiempo necesario para explicarle al hermano de


la misma que era lo que había ocurrido y el estado de salud de su hermana, cuando
se volteo observo entre sorprendido y alarmado que la joven se había marchado.

Herendira se paseaba de derecha a izquierda en la sala de su casa finalmente su


celular voló estrellándose en la pared, ese día fue un maldito desastre primero
su madre y luego Vanessa no aparecía por ninguna parte, respiro profundo
intentando calmarse desde que vio la maldita noticia toda serenidad se esfumo
de su mente, ni siquiera Clarisse respondía el teléfono y Stefani y Andrea
tampoco, no tenía sentido ir a buscar a su Savedra por todas partes ya solo le
quedaba esperar, pero la maldita espera era eterna.

Escucho la puerta de la casa abrirse pero sin el ladrido característico de


Tormenta por lo que se giro enfocando sorprendida a su mujer, con el cabello
desordenado, un moretón en el rostro, sangre en su generalmente impecable
uniforme y el collar colgando en su mano, noto como los ojos negros le miraban
con confusión, antes de pasearse por la sala como asegurándose que estaban
donde debían- Amor - se acerco despacio a ella con algo de temor de alterarla -
¿Qué?..

-Me intentaron matar - le escucho decir con suavidad - pero Tormenta no los
dejo_ enfoco el collar vacío también algo manchado de sangre comprendiendo el
silente mensaje de aquello antes de enfocar las lágrimas que escapaban
silenciosamente de aquellos ojos que amaba paseándose lentamente por el
rostro, se acerco acariciando las mejillas con delicadeza para finalmente
dirigirse a la mano derecha desprendiendo con cuidado de ella el collar
ubicándolo en el descanso de la sala - me dispararon - enfoco la mirada turbada
por lo que con cuidado retiro la chaqueta y abrió el uniforme observando los
hematomas en el pecho y el abdomen, respiro profundo controlándose ponerse
histérica no ayudaría a tranquilizar a Vanessa.

-Todo está bien - tiro de ella con suavidad instándola a sentarme mientras la
dejaba sola unos instantes regresando con compresas que ubico con suavidad en
ambas zonas, observando el gesto profundamente dolorido a pesar de la ausencia
en aquellos ojos- ya estoy aquí mi vida - arrugo el entrecejo preocupada por la
heridas delante de ella, suponía que su mujer había ido al hospital pero al revisar
la ropa noto la ausencia de medicación por lo que se mordió el labio nerviosa, se
levanto extrayendo el chip de su celular para ubicarlo en el de Vanessa buscando
el número - Georgi necesito ayuda - murmuró suavemente.

El médico examino las heridas de la joven mujer delante de él, notando los ojos
algo idos antes de presionar suavemente el pecho obteniendo por respuesta que
le sujetaran las manos con violencia - ¿Quién demonios es usted?.

-Parece ser señorita que finalmente reacciona - Vanessa miro al hombre


sorprendida del todo antes de reparar que efectivamente continuaba en su casa
y su habitación - es natural sentir algo de desubicación luego de recibir disparos
y malas noticias, no se sienta mal por lo ocurrido.

-No se sienta usted mal cuando le quiebre el brazo_ noto como el hombre
palidecía - esta parte de mi cuerpo solo la puede tocar una persona…

-Y esa soy yo - levanto los ojos enfocando a su adorada pelirroja y suspirando


aliviada al ver al médico apartarse al parecer entre asustado y preocupado -
Hola… me alegra que estés de vuelta - sonrió con algo de tristeza - me tenías
asustada.

-Disculpa - enfoco al hombre en la puerta calculaba ella debía tener más de


treinta años como mucho, momentos antes que una mujer suponía ella más o
menos de la edad de los gemelos se colgara de él depositándole un beso cariñoso
en la mejilla.
-Querida la novia de tu hermana intento matarme - le escucho decir por lo que
miro a Herendira sorprendida - si vamos a ser familia política simplemente pido
poder continuar con vida para cuidar a mis hijos - le escucho agregar en tono
divertido.

-No seas pesado Rodrigo - escucho decir a la mujer con seriedad- discúlpalo a
veces es algo grosero - la miro unos instante antes de sentir la delicada caricia
sobre su tórax.

-Estará bien cuñadita - enfoco al hombre - la coloración y el dolor es normal,


aunque debes estar agradecida de la resistencia del chaleco esa coloración es
indicación de que te dispararon algo bastante pesado - noto la mirada seria - te
recete medicación, que ya mi esposa hizo el favor de comprar quiero que reposes
todo lo que puedas, no sé si te mandaron algo en el hospital pero Herendira dice
que no lo traías contigo - desvió los ojos enfocando a su mujer.

-No lo recuerdo - dejo escapar quedamente - solo quería llegar a casa es lo único
en lo que pensaba- parpadeo arrugando el entrecejo.

-Iremos a terminar de preparar la cena- enfoco a la hermana de Herendira -


conversen un rato y que se tome la medicación.

-Epa el médico soy yo - medio sonrió al escuchar la protesta de al parecer el


médico de la familia.

-Rodri - noto como la mujer tiraba de él fuera de la recamara por lo que enfoco
a Herendira respirando pesadamente.

Iba a disculparse porque necesitaba hacerlo pero un beso cariñoso se lo impidió


del todo, seguido de aquel abrazo que le transmitía una extraña calma, percibió
su cabello ser acariciado con delicadeza hasta que los dedos lo abandonaron
delineando su rostro - Tuve tanto miedo de perderte - la miro con sorpresa - vi
las noticias y no sabía nada de ti- aquello le cayó como agua fría, era verdad en
caso de que algo le pasara nadie le informaría a Herendira, porque ella no
formalizo nada ni siquiera la tenía en su lista de contactos de emergencia
¿Cuánto llevaba Herendira tratando de localizarla?, parpadeo sintiendo los ojos
arder de pronto - Tranquila amor estoy aquí - tomo la mano con suavidad
besándola lentamente.
-Morimos a los treinta - se separo sintiendo su voz quebrarse - todos nosotros
morimos a los treinta - intento formular una broma - así que antes de que cumpla
treinta si me disparan no tengas miedo soy inmortal - intento reír percibiendo
un nudo en su garganta - mi abuelo murió en un tiroteo un mes después de cumplir
treinta - percibió su corazón pateando con fuerza en el pecho con aquella
incomodidad al respirar -queríamos ir de paseo por el parque yo estaba tan feliz
mi papá prometió comprarme mi perro ese día, ellos se llevaban un mes de
diferencia en edades ambos tenían treinta- desvió sus ojos a la pared intentando
evitar enfocar a Herendira - papá me llevaba sobre los hombros y el cielo era
tan azul, los gemelos iban corriendo delante y Alonso los regañaba mientras
mamá lo regañaba a él, mamá era muy hermosa y cuando sonreía… - enfoco
brevemente a Herendira- se sentía…

-Como si el mundo se iluminara de pronto- le escucho decir mientras asentía


sintiendo algo caliente paseándose por su mejilla -¿Qué paso?- tomo aire
presionándose el pecho levemente - no hagas eso - sonrió de medio lado ante la
reprimenda_ hablo enserio Savedra…

-Murieron ese día- observo como Herendira palidecía - estábamos paseando


cuando el primer disparo se escucho, recuerdo que papá me bajo de sus hombros
y estiro las manos tirando de los gemelos hacia mamá y empujando a Alonso al
suelo -trago grueso - ellos siempre llevaban sus armas aunque no estuvieran en
servicio, decían que nunca estaba demás creo que por eso yo nunca salía sin
Tormenta… - desvió sus ojos al colchón- papá desenfundo disparando hacia el
hombre que parecía loco en medio del parque… escuchaba los gritos alrededor
pero estaba pegada al cuerpo de mama hasta que sentí como me empujaba y
quedaba con la cara pegada al suelo, vio sus zapatos, sus piernas girar… papá
grito… ella grito más fuerte aun… luego se derrumbo y todo fue silencio…. - tomo
aire con fuerza- lo entendí en su funeral todo Savedra muere a los treinta, a
Alonso le volaron la cabeza en servicio- apretó la mandíbula con fuerza- dicen
que el atacante salto por detrás y el intento proteger a su compañero, no nos
dejaron ni verlo y a Amara no la dejaban ni acercarse… voy a morir a los treinta
pero eso no evito que cuando acabe en el suelo… hoy creí que moriría.

-No vas a morir a los treinta- intento replicar pero las manos tomaron con
firmeza su rostro- no permitiré que mueras, porque tienes una vida para vivir a
mi lado- percibió la suave caricia en su rostro- tus padres murieron
protegiéndolos, tu hermano protegió a alguien y por ello se descuidaron- la
enfoco con seriedad- piensas que morirás a los treinta y cuando cumples esa
edad te preocupas por no morir y acabas pensando cada que vas a hacer tu
trabajo que morirás- trago grueso al escuchar aquello- y acabas muriendo…

-Herendira…

-No permitiré que mueras- percibió como tomaban sus manos con fuerza- porque
a los treinta señorita, usted será mi esposa- la miro con sorpresa- tendremos un
bebe y estaré esperando otro, quizás trabaje en algún restaurante y llegue a
casa temprano esperando que llegues tú… así que no puedes morir porque el bebé
y yo nos pondríamos muy tristes…- observo a Herendira hacer una pausa
mirándola con intensidad- borra eso de tu cabeza, borra esa tontería de morir…
hoy fue un mal día pero sigues aquí…. Mañana será mejor y seguirás aquí conmigo,
llenando mi vida del todo… te amo… te amo, no lo olvides… por un demonio Vanessa
eres el amor de mi vida, lo supe desde la primera vez que te vi en esa avenida…
y te juro que ninguna maldición o lo que sea te va a separar de mi- noto como
respiraban con pesadez- y si algún día nos separamos, estaré tranquila porque sé
que en algún lugar y en otro momento te encontrare…. Porque de verdad eres la
otra mitad de mi alma- noto las lágrimas deslizarse por el rostro de Herendira
antes de sentir como la joven limpiaba las suyas con suavidad- sintió como
rodeaban su cuello y acababa pegada al pecho de Herendira- ahora llora lo que
necesitas amor… todo lo que necesitas.

Respiro profundo intentando controlarse sin lograrlo siquiera para finalmente


aferrarse al cuerpo de su adorada pelirroja llorando con fuerza mientras la
mecían con suavidad, besando su frente con una pausa que solo generaba que
todo su dolor brotara cada vez con más fuerza… era un río que la paciencia y la
calidez de la mujer a la que ahora se aferraba como una niña había desbordado
finalmente… si alguien le preguntara en ese instante a Vanessa Savedra que era
la felicidad respondería que aun en los momentos más duros de su existencia la
felicidad era Herendira Villafiel.

Las noticias hacían eco del desastre de aquella tarde mientras Sasha cortaba la
llamada mirando a su esposo con seriedad- Georgi dice que está bien- noto como
Eduardo se desordenaba el cabello pelirrojo levemente- parece ser que su novia
es policía y estaba involucrada en el tiroteo- le informo tomando asiento a su
lado.
-Me asuste mucho- escucho la voz queda- creí que luego de discutir contigo había
tenido un accidente o algo - vio la respiración profunda e incómoda- sabía que
sería complicado pero lo que me contaste me dejo perturbado… No sé que tanto
le dijo ese hombre a la pequeña, pero si te odia tanto a ti… ¿Entonces a mi?

-No me odia, solo estaba enfadada y dolida- enredo el cabello entre sus dedos
con cariño- me lo dijo antes de irse- acaricio la barba con suavidad- cuando sepa
de ti se enfadara mucho y luego… su buen corazón se encargara del resto.

-¿Por qué lo crees?- sonrió enfocando los ojos hermosos y profundos.

-Porque tiene tu hermoso corazón - recostándose sobre el pecho con suavidad-


solo necesitas tiempo y espacio - suspiro razonando levemente sus palabras - así
que tu y yo se lo daremos, es su decisión ahora pero eso no evitara que
detengamos a Víctor y cualquier intento que tenga con ella.

-¿Sabe algo de la novia de la pequeña?- arrugo el entrecejo ante la pregunta de


Eduardo- sabes Sasha que si es la debilidad de la niña…

-Víctor no intentaría matar a nadie Eduardo - le tragando grueso - quiero pensar


que no pondría la felicidad de Herendira debajo del dinero - suspiro con pesadez-
pero de todas formas averiguare el nombre de esta chica con Georgi para
vigilarla igual.

-Es lo mejor, por cierto debido a lo de hoy casi te quedas sin modelo- parpadeo
sorprendida- disparos en el pecho y abdomen, sino no es por el chaleco- negó con
la cabeza ante aquello- está bien pero tendrá los moretones un tiempo por lo que
no es conveniente tomar fotos.

-Madre mía- encendió el televisor observando las noticias- todos dicen que es
una prueba de iniciación de pandillas- observo los rostros de los oficiales caídos
en televisión junto con el anuncio de los funerales de los mismos- mañana será
todo un espectáculo policial- vio al anunciador mostrando los rostros de los
detenidos.

-Entonces preparare la cámara- le dijo su esposo levantándose mientras ella


observaba la sonrisa alegre de un joven de no más de veinticuatro años asesinado
de cuatro disparos, casi de la edad de Georgi, algo mayor que Herendira y sin
duda el hijo de alguien que en ese momento vivía el infierno…
Clarisse miraba a los gemelos temblando de pies a cabeza, era ya de noche pero
la línea telefónica continuaba en silencio, observo a Amara tenderle una taza de
té mirando con absoluta seriedad- voy a la ciudad- le dijo con suavidad_ voy a
dar con ella, el tío dice que estaba bien pero ahora necesito que te calmes abuela-
acaricio el rostro con suavidad- y confíes en mí.

-Confió en ti- dejo escapar sujetando las mejillas con firmeza- no confió en el
silencio que me arranco a mi esposo- vio los ojos grises de Amara abrirse de
golpe- al silencio que me arranco a mi hijo y su esposa- sintió como la chica
intentaba apartarse de sus cálidas manos- al silencio que me arranco a tu esposo-
escucho el gemido ahogado al tiempo que una lágrima se derramaba por aquella
mejilla.

-Abuela suéltala- escucho la voz de Aarón mientras miraba con fijeza los ojos
de Amara y las lágrimas continuar brotando de estos.

-Ella me entiende a la perfección por eso está llorando, porque estuvo en silencio
conmigo hasta que la llamada llego_ noto el gesto dolorido de Amara, observando
la mandíbula temblar levemente mientras la joven contenía el llanto- y es por eso
que aun no lo ha dejado ir del todo.

-Abuela- esta vez fue la voz de Adrián la que le llamo la atención no obstante se
negó a soltar el rostro dolorido frente a ella.

-Nona- aquella voz no la conocía lo que la desconcentro del todo antes de ver las
manos sujetar las suyas provocando que soltara a Amara y que la joven se
volteara en automático refugiándose en los brazos que pertenecían a aquellos
ojos cielo- prego- parpadeo notando como Amara temblaba entre aquellos
brazos- io misma iré a buscar a la sua nieta pero por favore no altere a Amara-
enfoco a Victoria, la mirada firme y decidida, ella conocía de memoria aquellas
miradas.

-Perdonen no sé que me paso- admitió nerviosa- yo lo lamento cariño- noto como


su nieta no la miraba por lo que suspiro con pesadez estaba consciente que había
tocado un punto delicado- yo simplemente.

-Iré a buscarla- se sorprendió al ver a Amara separarse de Victoria- llamare


apenas llegue.
-Io voy- enfoco a Victoria sorprendida- vamos en el deportivo es más rápido-
observo a ambas abandonar la mansión en silencio y con el corazón en la mano,
percibió las miradas de reproche de su familia en pleno a lo que simplemente
bajo su cabeza apesumbrada.

Las risas se escuchaban a lo interno del vehículo mientras ella simplemente


extendía el papel con la escasa luz del coche maravillada enfocando su firma y la
de Andrea en él, rio quedamente abrazando el papel por quien sabe vez número
que, estaba casada con aquella joven que manejaba el auto y cantaba como loca
al parecer igual de alegre que ella -Léelo de nuevo- rió con fuerza al escuchar
aquello.

-Aquí dice Señoras Del Valle- dijo divertida- Andrea y Stefani Del Valle- agrego
escuchando a Andrea gritar con fuerza- Dice que eres Andrea del Valle- dijo
escuchando la risa aumentar- mi esposa _ agrego con suavidad.

-Y tú la mía- noto como la miraban brevemente con una sonrisa antes de estirar
su mano y acariciar el cuello delicadamente -y como eres mi esposa, deberé
buscar otro trabajo -parpadeo sorprendida - porque debo tener comida decente
en casa - vio el pecho inflarse con alegría - se que el apartamento es pequeño
pero podemos venderlo si quieres una casa y dar el enganche, hablare con Ted
para ver si tenemos más tocadas y…

-Amor- la llamo suavemente acariciando el cuello con delicadeza - cualquier lugar


está bien si estoy contigo.

-No- le sorprendió la firmeza de la respuesta- estas acostumbrada a tener más


espacio, y que dirán de mi sino le doy a mi esposa un hogar digno y todo lo que
necesita- sonrió de nuevo al escuchar aquello- ese departamento me lo dejo mami
pero no creo que se enfade si lo vendo- noto los ojos cafés oscurecerse
levemente.

-No lo venderás- dejo escapar- olvida Señora Del Valle- dijo con orgullo- que
estoy podrida en dinero.

-Ahora- noto la cabeza moverse con suavidad- cuando Arturo sepa que te casaste
con una muerta de hambre, y mujer encima puede que te desherede- parpadeo
arrugando el entrecejo “desheredar” , ¿De dónde sacaba la loca idea de que
Arturo tenía algún poder sobre su dinero?- pero ya pensé en todo antes de que
eso pase, no te preocupes voy a suspender medicina temporalmente para que
puedas terminar arquitectura- suspiro suavemente amaba a Andrea, esa
terriblemente centrada y responsable pero también esa Andreita con tanto
empuje por la vida, ya no se le veía apagada como en ocasiones, sino decidida y
parecía disfrutar hasta el último de sus respiros.

-Andy- la llamo suavemente- Arturo no me puede desheredar - noto la mirada


extrañada - porque no me puede quitar un dinero que es mío - generando la
mirada sorprendida del todo - amor, soy dueña de una buena parte de Industrias
Del Valle, incluso tengo secciones independientes - rió quedamente- no me mires
así…

-¿Es tuya?- escucho el cuestionamiento.

-Manejo mi parte desde que tengo doce- dijo divertida - así que ¿Cómo sería?,
viviremos en el departamento de tu madre porque solo somos las dos y si es
pequeño estaremos más juntitas - dijo sonriente - me gusta eso de que tu
compres la comida y tengas más trabajo, pero seguirás estudiando medicina me
encantara el sonido de Doctora Del Valle.

trabajo, pero seguirás estudiando medicina me encantara el sonido de Doctora


Del Valle.

-Entonces yo…

-Si amor como firmaste este papelito, te acabas de volver inmensamente rica -
dejo escapar riendo con fuerza al ver la palidez en el rostro de Andrea y como
está al parecer intentaba encontrar algo de racionalidad en su mente - puedes
ser lo que quieras, tu cuidaras de mí y yo de ti- observo el acta con cariño antes
de extraer el rosario de su blusa mirándolo con intensidad.

-Yo, sigo pensando que Arturo me matara - acaricio las mejillas con absoluta
gentileza - sobre todo al ver que los testigos son unos completos desconocidos.

-¿Cómo pagaste todo esto? - cuestiono quedamente.

-Me gaste los ahorros de las últimas tocadas y una parte de la beca - la miro
perpleja - bueno pensé que si ya no iba a estudiar pues - noto como tragaba
grueso - quería darte un rosario bonito y perfecto, hacerte una cena romántica
para declararme pero me di cuenta que si yo… bueno… no me alcanzaba el dinero
- noto las manos apretar el volante al parecer con rabia - no me alcanzaba para
todo así…
-No importa - se recostó en ella brevemente - me encanto la boda, el juez fue
divertido – - ya sabes todo el discurso anterior sobre nuestra juventud hasta
que le enseñaste el dinero se quedo callado y nos dio el papel- estallo en risas
divertidas- a lo sumo mi hermano querrá que renovemos votos y cambiemos
testigos.

-Sigo pensando que querrá matarme- suspiro al escuchar aquello- pero no me


importa, me enfrentare a quien debe, ya eres mi esposa y nada me separara de
ti - noto como Andrea bajaba velocidad al observar un automóvil pasar zumbando
a su lado- ¿Rocky?

-Acelera- le dijo enfocándola con intensidad - ese era el deportivo de Victoria


algo malo paso - noto como le asentían por inercia.

-¿Cómo sabes que era su deportivo? - le dio un golpecito en la cabeza a Andrea.

-Deja de ser celosa….

El televisor alumbraba la habitación con su luz blanquecina haciendo proyectar


sus rayos sobre la copa de vino tinto que era sujeta por una mano con un anillo
que resplandecía también levemente, la sucesión de imágenes aumentaba en
intensidad y crueldad mientras la sonrisa maliciosa se dibujaba en los labios. Al
final no tuvo que esforzarse en darle una lección a aquella joven insolente al
parecer el destino solo se ocupaba de ponerla en su lugar.

Víctor Villafiel solía asegurar que él no era un hombre impaciente, visceral o


impulsivo, la vida que había llevado le enseño a planear incluso hasta el último de
sus pasos con la finalidad de conservar siempre su poder, pero también le enseño
a valorar aquellos pequeños golpes que el destino generaba jugaran a su favor y
le hicieran ahorrar energía, el de ese día por ejemplo era invaluable esperaba
que la oficial Savedra estuviera más que lastimada y asustada; quizás con suerte
imposibilitada para realizar su trabajo lo que le daría a él un margen de ofrecer
una cantidad sustancial de dinero para que echara a su hija de su refugio.

Era cuestión de dar con el precio indicado, miro el televisor de nuevo ya con más
desinterés en el momento en que su celular resonó con suavidad, respondió de
mala gana antes de esbozar una enorme sonrisa sin duda el destino empezaba a
jugar a su favor, el médico recién le informaba que el estado de su padre se
había agravado y que darle una quince días o un mes de vida más era lo único que
podía ofrecerle, levanto su copa con suavidad antes de extender un brindis por
su vida, sus guerras y derrotas así como por la enorme victoria que estaba a
punto de obtener, incluso brindo por Sasha y los tres hijos maravillosos que le
dio todos utilizados a conveniencia.

Rodrigo dio un salto al escuchar la puerta de la entrada abrirse enfocando a dos


figuras en ella, entrecerró los ojos cuando las luz se encendió de golpe dando
con unos potentes ojos grises que le miraban con franca molestia y perplejidad,
removió suavemente a su esposa que se incorporo frotándose los ojos antes de
enfocar también a ambas mujeres- Señoritas Savedra supongo - noto como una
asentía y la otra negaba- bien soy Rodrigo Fuentes para los amigos Rodri y ella
es mi esposa Georgina Villafiel - noto el gesto de la joven de ojos grises
suavizarse mientras soltaba un suspiro y maldecía suavemente.

-¿Cómo está Vanessa?- le escucho cuestionar por lo que paso a explicar paso a
paso el estado de la joven oficial de policía, observando a la joven de ojos cielo
perderse en dirección a la cocina para regresar varios minutos después con una
taza de té caliente que le tendió a la otra mujer, miro a su esposa brevemente
concluida su explicación - Olvidamos a Herendira - escucho una risa algo apagada
- pero me alegro que estén bien ambas.

-Scusa - enfoco a la joven que estaba sentada elegantemente en uno de los sofás
razonando que si la novia de su cuñada estaba como de infarto, esta otra no se
quedaba atrás - mi nombre es Vittoria Selvaggi, ella es Amara Savedra - asintió
suavemente - estamos molto agradecidas por su atención.

-Herendira nos llamo preocupada - escucho explicar a su esposa despacio los


sucesos mientras su cabeza intentaba hacer memoria Salvaggi ¿Dónde? ¿De
dónde le sonaba?, repaso profundamente todo los lugares de donde podía
recordar el apellido, libros de medicina, platicas en la escuela, negaba solo sin
reparar en lo absurdo de su comportamiento antes de enfocar a la chica y abrir
la boca desproporcionadamente.

-¡SALVAGGI!- grito haciendo a su esposa dar un bote y a la tal Amara moverse


como resorte ubicándose delante de la joven Salvaggi - Madre mía - agrego
quedamente notando el intenso sonrojo en el rostro - eras la cara principal de
una de las compañías de ropa mas respetas de Europa hasta hace un año, tu
familia es, es…. Dios son el equivalente a la familia Del Valle, según se tienen
tratos financieros muy cercanos porque uno de sus herederos contrajo
matrimonio con una de las joven Salvaggi pero si tu nombre es Vittoria solo
quiere decir una única cosa, eres la heredera universal y cabeza del grupo
empresarial más imponente de Europa además de la receptora de un novedoso
procedimiento cardiovascular - noto como Victoria se encogía - es un milagro de
la ciencia que estés viva - afirmo quedamente.

-El mío coure es molto sano- la escucho decir.

-Es un milagro de la medicina moderna - dejo escapar emocionado - fue diseñado


especialmente para ti, prácticamente se creó de la nada, tus padres en su afán
por conservar tu vida dieron origen a un avance medico sin precedentes que
salvara cientos de vidas - le - y tu… ¿Te negaste a ir a la última conferencia de
ciencia y biogenética?

-Si - noto los ojos celestes desviarse- io cumplí, fui a tottis quería un descanso
la mi vita para mi, normal… io quería un vita normal.

-No puedes tener una vida normal- se levanto enfocando a la chica - porque bueno
nada en ti…

-Usted- enfoco a Amara sorprendido notando la mirada asesina- es usted… y si


puede Señorita Salvaggi y ella no es una conejillo de indias de nadie ni un objeto
de investigación ¿le quedo claro?

-No quise dar a entender eso- asevero con algo de preocupación- yo simplemente
puntualizaba el hecho de que ella es un caso único.

-Claro que lo es pero no como lo plantea- noto como la Amara tiraba de Victoria
instándola a subir las escaleras por lo que miro a Georgina que le levanto una ceja
molesta por lo que froto el cuello incomodo.

El corto trayecto de la sala a una de las recamaras se le hizo a Victoria más


extenso que las horas en silencio en su deportivo, luego de lo que paso en la mesa
de billar ella sentía que entre ambas se había abierto un enorme abismo. Aun
cuando intervino ante Clarisse por ella, no podía ni mirarla a la cara sin sentir
que su rostro ardía en mil colores, quizás lo más pesado de ir en el auto con ella
es que noto algo en lo no reparo antes a pesar de estar tanto tiempo juntas el
anillo matrimonial que brillaba en su dedo anular, no comprendía a ciencia cierta
el enorme malestar que le produjo ver la sortija brillar ¿Quizás el recordatorio
que Amara amaba a alguien más? ¿Cómo competir con un fantasma? Y quizás la
más importante de la preguntas ¿Ella quería competir?

Observo la silenciosa indicación que le daban de detenerse frente a una puerta


de madera, antes de ver la mano de Amara con aquel anillo abrirla dándole paso-
Puedes dormir aquí- le escucho decir- me conozco la casa de Vanessa de memoria
y esta habitación es de visitas como la mayoría- asintió suavemente- hay pijamas
en la gaveta son las mías- la enfoco sorprendida- tengo un juego acá para cuando
me quedo, puedes usarlas, voy a ver a Vanessa ya regreso- escucho la puerta de
la recamara cerrarse.

Toda su vida la habían tratado diferente y cuando pensaba que al fin tendría la
vida que siempre deseo se entero de que probablemente nunca sería así, ella
siempre sería diferente pero con Arian aunque fuera brevemente se sintió
normal, alguien que paseaba, jugaba, salía a bailar e incluso gustaba de alguien
como la gente normal. Se dirigió al espejo extrayendo el pijama de la parte
superior del cajón antes de retirarse la camisa dejando su torso desnudo y
reparando en la línea del sostén para detenerse en la ya apenas perceptible
cicatriz sobre su esternón, ya casi se deshacía de ella del todo pero se acababa
de dar cuenta que aunque fuera así su vida nunca sería normal “milagro médico”
aspiro con fuerza unos instantes.

-No es verdad- se giro sorprendida enfocando a Arian en la puerta, la cual cerro


con delicadeza- eso que dijo no es verdad- le repitió por lo que simplemente se
cubrió el pecho con la playera- no eres un milagro médico o un caso de exposición-
noto el gesto arrugarse con desagrado mientras le retiraban la playera que
cubría su cuerpo con suavidad- solo eres Victoria- la miro sorprendida- ya sabes
la italianita engreída- percibió la caricia suave en los hombros antes que los
dedos se dirigieran a la cicatriz y ella intentara retroceder- no pasa nada- la
miro algo asustada- tienes un lindo corazón, sano y fuerte, una forma de ser
única… es por eso que no puedes ser normal- vio la media sonrisa dibujarse- si
fueras normal serías aburrida- finalmente sintió la calidez de los dedos sobre la
línea- ¿Por qué te escondes?- percibió la caricia suave en el rostro- eres tan
hermosa.

-Arian- la llamo quedamente antes de percibir las manos alejarse de ella.


-Lamento mucho lo que paso antes- la miro sorprendida- debo ser responsable
de mis acciones, no dirá nada hable con ella- asintió suavemente- yo no sé qué
paso, pero sé que fue una completa falta de respeto hacia ti y…- cubrió la boca
con suavidad ubicando una de sus palmas sobre ella delicadamente mientras
negaba- Victoria.

-Tory- dejo escapar quedamente antes de mirar la cama- Io ¿Te quedas qui?-
vio como le asentían por lo que sonrió suavemente, notando a Arian retirarse
antes de volver a centrar su mirada en la cicatriz del pecho, ser anormal de la
manera en que Arian lo planteaba era sencillamente maravilloso.

En una semana podían pasar tantas cosas, como que Vanessa y los gemelos
obtuvieran unas vacaciones más prolongadas debido al atentado, que ella se
sorprendiera al verla marchar con su uniforme de gala detrás de los féretros de
sus compañeros caídos, notar que en la habitación de la casa de playa y la de casa
todo era más silencioso debido a la ausencia de Tormenta, notar los ojos negros
que amaba enfocar con tristeza la nueva medalla de honor que adornaba la repisa
de Clarisse, comprender las implicaciones reales de amar a un oficial de policía.

En una semana se acostumbro a ser ella la abrazada al dormir, a curar con


cuidado aquellos horribles moretones en el tórax y estomago de su mujer, a
acariciar los cabellos negros mientras le leía quedamente el libro que compro
para ella, aprendió a enseñarle a Vanessa a disfrutar unas vacaciones, e intentar
borrar aquella tristeza de sus ojos.

Cada cual aprende a su manera y afronta las cosas distinto en el caso de su


adoración las afrontaba con largos silencios y besos necesitados que ella
regalaba encantada, la comprensión de una persona es un aprendizaje de por
vida, con pequeñas lecciones que se deben valorar diario como aquella que dicta
que una simple taza de chocolate se puede llevar el malestar momentáneo de no
poder tener una sesión de sexo completo como se debe.

Sin embargo reunida en aquella habitación con las mujeres Savedra tenía una
certeza no era la única con una semana particular, Clarisse extendió una hermoso
vestido de corte medieval sobre la cama, junto con varios disfraces más escucho
varios suspiros a su alrededor antes de sentir los brazos de Vanessa en su
cintura- Yo iré de policía- dejo escapar generando que todos la miraran- medieval
muy sexy- agrego con una sonrisa.
-Y yo seré tu ladrona- percibió el beso en el cuello que la hizo reír.

-El tema no es medieval - escucho decir a Rachel- uno se puede vestir como
quiera.

-Yo iré de puta fina- escucho las risitas amortiguadas acompañadas del regaño
de Clarisse dirigido con seriedad a Amara- ¿Qué?... sería lo más económico para
mí, ya saben una faldita reveladora, además me vería bien.

-Jovencita sé lo que hiciste - rió - quedamente al ver como Amara palidecía y le


lanzaba una mirada asesina a Rachel- esa pobre niña y tu de abusona vas y le
golpeas la cabeza contra la mesa de billar solo porque pierdes, es normal que no
sepas ni cómo dirigirle la palabra.

-Fue un accidente- escucho el tono poco convincente.

-Bien tu castigo es que yo escoja el disfraz- escucho las risitas ahogadas ante
la afirmación.

-Vístela de pitufo- rió con fuerza junto con Vanessa al recibir la mirada asesina
de Amara - no de Pocahontas - escucho a Rachel.

-No mami- todas miraron a una de las niñas que miraba fijamente a Amara
mientras daba un rodeo alrededor de ella- a la tía en toda fiesta le gusta verse
ele… el…elegante- percibió el abrazo cariñoso y el beso en el cuello mientras
continuaba enfocando a su sobrina - vístela elegante pero no como quiere ella -
dijo la pequeña señalando a su tía que la miraba de mala manera - la tía tiene el
cabello largo muy bonito- la pequeña junto las manos al centro con inocencia- y
le gusta en una capa, córtenselo en dos capas - dijo provocando que todas
parpadearan - si le hacen una coleta y el corte superior le queda suelto, y - las
manitas se abrieron con emoción - la visten de príncipe de la Bella y la Bestia.

-¡NO SEÑOR!- Herendira rio con fuerza el escuchar el grito de Amara porque
sin duda esa sería su condena, la escucho maldecir por lo bajo mientras Clarisse
le preguntaba a la pequeña como iba vestido el Príncipe de la Bella y la Bestia.

La fiesta que daba razón a su reunión no era otra que la del cumpleaños de
Victoria y el final de sus vacaciones en aquel sitio, ella no entendía bien de donde
surgió toda aquella idea de la fiesta, pero si hubiera cuestionado a Victoria
seguramente le diría que fue culpa de Amara con eso de celebrar la vida. Fue la
última conversación que tuvieron antes de que al parecer Amara tomara la
decisión salida de quien sabe donde de evadirla.

También si Herendira hubiera sido más observadora notaria que los ojos de
Amara no parecían ni la mitad de vivaces de lo usual y que su mirada estaba como
perdida, se encerraba grandes periodos en su recamara y evitaba miradas,
comentarios o platicas tanto con Elena como con Victoria.

Y es que en general aquella casa de playa se había vuelto un sitio de miradas


esquivas, Stefani se paseaba por el jardín cada tanto sujetando de la cintura a
Andrea mientras platicaban con algo de abatimiento, no le habían dicho a nadie
de su matrimonio más por el revuelo que encontraron y luego simplemente no se
daba la oportunidad, en parte porque Andrea sentía que le iban a arrancar la
cabeza y Stefani tenía esa rara sensación de que si su esposa no lo quería decir
era por algo.

Encima estaba el asunto de Elena y Victoria, su cuñada literalmente había sacado


a Andy de su recamara para meter a Victoria, que se veía más incomoda que otra
cosa, hablaba de cero a nada y dormía sabía Dios porque en el piso... encima Andy
era un mar de celos y reclamos que cesaban al decirle diles que nos casamos,
pero no con ello se iba el enfado y ahora estaban discutiendo en el jardín por el
disfraz del dichoso baile. Cuando eran amigas estaba claro que ambas eran un
mar de testarudez aunque ella no negaría que Andy siempre fue más madura.

Al menos antes que le diera su rebeldía con la tal Karina, lo que la llevaba otro
punto a tratar porque ella soportaba toda mujer antes de ella menos a esa,
apretó los dientes con ira perdiéndose en mil formas de decirle a esa mujer que
Andy era suya y que si la veía a menos de cinco metros de su esposa porque era
su esposa le partiría la cara.

-¿Del Valle me estas escuchando?- parpadeo enfocando a su esposa que le miraba


con una ceja levantada.

-¿Dijiste Bob Esponja?- sonrió de manera encantadora recibiendo una mirada


asesina - lo siento me disperse pensando en nuestra luna de mil que aun no
tenemos_ y ahí estaba el siguiente punto a tratar su ausencia de vida sexual por
culpa de Elena y esa manía de andar sobreprotegida a Victoria, ¿Pero de quién la
protegía?
-Es culpa de tu cuñada- asintió era inútil negar lo evidente- ya tendremos nuestro
espacio, además así me da tiempo de ahorrar y darte algo digno de nuestra luna
de miel y no quiero que me digas que puedes costearlo tu porque es algo que
deseo regalarte.

-Ya lo sé- estiro sus manos extrayendo el rosario que brillo con intensidad antes
de ser besado por ella- te amo mucho- dejo escapar con suavidad- ahora en
cuanto a ese disfraz.

-Quiero ir a juego contigo- la vio separarse levemente- y niégame que vampiros


no es un tema genial- levanto una ceja suavemente, en definitiva el problema no
era el tema, era la ropa… dudaba mucho poder contenerse con su Andrea vestida
de esa manera, ya se hacia una idea del asunto- bueno vampiros no ¿Pero algo con
cuero?- desvió la mirada incomoda- seguro te ves genial con ropa pegadita- sintió
como la tomaban de la cintura con suavidad- aunque mejor no…. Muchos idiotas
viéndote no será agradable- rió ante el suave mordisco que recibió en el cuello.

-Niña mala- dejo escapar divertida para ver la mano extrayendo su rosario
mientras Andrea enredaba los crucifijos uno con otro.

-Te amo… y espero poder hacer feliz- recibió el delicado beso encantada.

-Andy- enfoco el rostro brevemente- puedes tener amantes si quieres- trago


grueso al decir aquello, pero era una realidad, la forma de vida de Andrea era
algo más que una sola mujer…- yo no quiero restarte libertades, ni que este
matrimonio…

-¿Por qué querría una amante?- la enfoco con interés al escuchar aquello- si
tengo en ti todo lo que deseo- la abrazo con cariño aquello simplemente le aliviaba
mas allá de lo impensable- no necesito nada que no seas tú

-Andy tú nueva forma de vida…

-Mi nueva forma de vida es contigo- observo como la apretaban con más fuerza-
así que digamos que empiezo a aprender de nuevo y a darle una nueva dirección
a todo… no quiero amantes y tu… tu…

-No quiero tampoco- asevero al ver la mandíbula tensarse.


-Saca a Victoria de tu recamara- sintió como le daban un beso apasionado antes
de separarse del todo de ella- debo ensayar, no hagas travesuras te veo más
tarde.

Enfoco el cuerpo alejarse de ella levantando sus ojos al cielo mientras pensaba
en un adecuado disfraz y fue entonces que reparo en la persona escondida en
una rama- ¿Victoria?- llamo quedamente provocando que la joven le mirara
indicándole silencio en el momento justo que Elena pasaba llamándola, una vez
que su cuñada paso de la largo miro a la chica de nuevo.

-Io quería una fiesta piccola, pequeña, molto familiar no a medio mundo en ella-
vio el gesto incomodo- la mia prima invito a molto caballero y quiere poner quelo
disfraz de princhipesa… y io…io… no quiero un princhipe- noto como Victoria se
acomodaba más pegada al tronco del árbol- io quiero… io…

-¿Amara?- dejo escapar a modo de broma pero vio los ojos abrirse
desproporcionadamente mientras un intenso rubor cubría las mejillas-¿En
serio?- se acerco a la base del árbol enfocando a Victoria- Dime por amor a Dios
que no es verdad…

El salón de la casa de playa se encontraba adornado de diferentes tipos de


flores, la decoración que emulaba a un elegante salón de fiestas del Medioevo
estaba completa mientras Elena supervisaba todo arreglo y la música con Arturo
a su lado enfocándola con seriedad.

-¿No crees que exageraste invitando a tanto soltero?- cuestiono con seriedad a
su esposa que simplemente negó- ¿Me dirás que te pasa?

-No me pasa nada, solo velo por el bienestar de mi prima- sintió la mirada pesada
sobre él por lo que la regreso con firmeza- la conozco desde que somos niñas y
siempre la he cuidado que por eso soy la mayor, sabes lo delicada que era su
salud, eres consciente del puesto de importancia en los Salvaggi… ella no puede
ir… ir.

-¿Qué?- dijo con seriedad.

-Haciéndole ojitos a Amara- la miro extrañado- Arturo créeme se cuando


Vittoria Salvaggi le hace ojitos a alguien- la miro sorprendido al escuchar el
acento italiano sobresalir con fuerza- questo no puede ser… la mia familia no
soportaría quella situacione- noto como tomaba aire despacio- la mia familia no
es como la tua son molto conservadores y ella heredo questo imperio va bene…
se le dio totti el año pasado… totti…

-¿Pero de qué hablas?- cuestionó extrañada.

-El anno pasado la mia familia le heredo totti a Vittoria, mis tíos creyeron que
morirá, todos en el grupo empresarial lo pensaron va bene entonces ellos le
dieron totti perqui cuando ella muriera el suo dinero- noto como su esposa bajaba
la cara- seria mío- la enfoco sorprendido- la mia mamma estaba molto feliche
per qui es una mujer molto ambiciosa, ella creyó que io me casaba contigo por
conveniencia, va bene- noto a su esposa bajar la cabeza- Victoria tuvo educación
de heredera, tiene estudios completos en administración y manejo empresarial
pero totti totti esperaban que muriera.. Pero ella es fuerte como roca Arturo…
mírala está sana totti el dinero es de ella.

-Entonces les echo a perder los planes a todos- noto como le asentían-si tu
heredabas me tenías a mí para hacer fusiones y acrecentar el negocio, pero ella…

-Vittoria nunca ha presentado interés en nadie, o eso creí hasta que quela mujer
vino qui- rió quedamente al ver el enfado en el rostro de Elena- la mía prima no
es juguete de nadie…. E quela mujer la tiene tonta… los tíos se volverían locos
y…

-Pero si ella es feliz…

-La felicidad no es importante qui - miro a su esposa sorprendido- Vittoria lo


sabe, ella debe casarse con un hombre… - la miro sorprendido - io no creo questo
Arturo, ¿Sabes de dónde viene el apellido Salvaggi?- negó con la cabeza-hace
alusión a Salvaje, es la forma en que definían a los huérfanos, mi
tataratatarabuelo era alguien sin pasado y futuro y aun así levanto un imperio de
la nada e questo imperio descansa sobre los hombros de Vittoria, la mia familia
es molto conservadora mis tíos ellos…

-Deben respetar la felicidad de su hija y tu también - le con cariño - puedes


presentarle al mundo entero que al final es ella la que decide ¿o no?- vio asentir
a su mujer - ¿Y si en lugar de asesinar a Amara con la mirada la conoces mejor?-
noto a Elena arrugar el entrecejo - es abogada una exitosa según he oído-
quedamente - es viuda como sabes y bueno…
-Va bene- sonrió suavemente antes de abrazar a su esposa- si lastima a mi prime
io la mato - percibió como se separaban de él mientras su esposa daba las últimas
indicaciones sobre la tarima en el centro del enorme salón.

Para cuando la noche cayo lujosos automóviles desfilaban a lo largo de la entrada


de la cada de playa, de él la más grande variedad de seres descendían generando
las carcajadas en algunos de los presentes al ver un disfraz divertido o
irracional, en el momento en que los invitados ingresaban a aquel enorme salón
se veían transportados a un mundo de ensueño, la orquesta tocaba suaves vals
que parecía hechizar a los invitados de a poco.

Herendira miro alrededor moviendo las esposas que adornaban su uniforme


policial más que provocador, escondiendo debidamente su rostro bajo el antifaz
hasta que sintió unas manos en la cintura mientras la pegaban del todo a un
cuerpo con un olor que bien conocía, porque habían miles de tipos de ladrones
pero los de cuello blanco eran tan elegantes y provocadores y Vanessa estaba
para comerse con aquella ropa, pantalones de vestir entallado, tacones, maletín,
saco y el hecho que delataba su delito era el antifaz con los colores negro y
blanco y claro la parte de su maletín que decía “Te dejare sin dinero”- Oficial
arrésteme.

-Compórtate- dijo divertida enfocando a los invitados, noto como Andrea


sujetaba esperaba ella a Stefani de la cintura, vaya par el pirata y su damisela
en desgracia… que par de niñas malas razono fugazmente viendo los pantalones
de cuero entallados de Andrea y aquella camisa de pirata provocativa, aunque el
escote de Stefani estaba algo más que provocador, los gemelos iban de payasos
y sus esposas prefirieron ignorar la tontería vistiéndose de damas francesas, lo
que no sabía ella era donde estaba el “Príncipe Adán” porque de pronto Amara
parecía tragada por la tierra, normal se veía bellísima porque Clarisse se esmero
tanto que era un Príncipe en toda regla, ni ella la reconocería en aquella multitud.

Los murmullos cesaron de pronto mientras Arturo y Elena descendían vestidos


como el rey y la reina que eran seguidos por Victoria, vestida solo por un sencillo
traje medieval, del corte en caída recta con aquella cinta en las caderas que se
perdía con delicadeza, para nada pomposo o exagerado y que sin embargo
remarcaba su belleza, la tiara en su cabeza llamaba la atención hacia su hermoso
rostro, tal era el sopor de los invitados al verla que Herendira dudaba que alguien
escuchara realmente el discurso de Arturo.
La parte que estaba segura todos escucharon fue - ¿Quién será el valiente que
baile con la Princesa?- enfoco a los caballeros invitados disfrazados de miles de
maneras y algunos empujones entre ellos como animándose mutuamente a hacer
aquello, enfoco entonces a Victoria descubriendo su incomodidad aun debajo de
aquel antifaz, mientras los cuchicheos se extendían por el salón, la orquesta al
parecer no parecía dispuesta a tocar; en ese momento noto como Stefani le
susurraba algo a Andrea y esta subía en dirección al piano dando indicaciones a
los músicos.

De inmediato reconoció la entrada de la pieza “Tiempo de Vals” ¿Por qué esa


pieza?, se separo enfocando a Vanessa que estaba de puntillas al parecer
buscando a alguien- Vamos Amara ella sigue allí de pie, no me hagas ir a mi - le
escucho murmurar, volvió a enfocar a Victoria notando a Arturo removerse
nervioso y a la joven con las manos apretadas al frente, en el momento en que
Andrea inicio la primera estrofa la vio porque por un demonio era imposible no
verla… era un príncipe en regla y el mar de suspiros que provocaba en las damas
hacían referencia a ello, la vio subir dos escalones y hacer una elegante
reverencia al tiempo que la primera parte de la canción escapaba de los labios de
Andrea llenando el salón con la orquesta de fondo, observo la mano temblorosa
de Victoria ser tomada con firmeza mientras sin romper la reverencia Amara la
llevaba al centro del salón haciéndola girar y provocando que su vestido se luciera
a más no poder.

El primer giro llego con elegancia provocando que la atención de todos los
invitados se situara en aquella pareja, Victoria trastabillo algo nerviosa antes de
sentir al Príncipe pegarse a ella – Tranquila- se separo sorprendida al escuchar
la voz de Amara enfocando los ojos grises- solo déjate llevar- asintió
quedamente antes de ver la sonrisa formándose en el rostro- cierra los ojos- lo
hizo sin dudarlo siquiera, aun cuando percibía que había perdido buena parte del
vals.

Fue entonces que escucho esa letra en un idioma que no era el suyo pero que la
hechizo al momento, haciéndola sonreír y abrir los ojos viéndose del todo en el
centro del salón, se separo girando sobre su eje percibiendo la mano de Arian
aun sujetando la suya con firmeza antes de volver a sus brazos y girar juntas
mientras los invitados aplaudían extasiados por la elegancia de los movimientos
que presenciaban y el mundo a su alrededor se volvía borroso e insignificante.
Su corazón latía como si estuviera por reventarse en su pecho, antes de sentir
las manos en la cintura elevándola en el aire ante el desencadenante del solo
musical, para regresar al piso con suavidad a espaldas de Amara sintiendo el
ritmo del vals, aquel suave un dos tres que parecía decirle que su vida era suya…
y ese cumpleaños era el primero del resto de su vida, percibió el giro violento
que la dejo de frente a aquel antifaz y prendada del todo a aquellos ojos grises
y profundos.

Bésame en tiempo de vals

Un dos tres un dos tres

Sin parar de bailar

Haz que este tiempo de vals

Un dos tres un dos tres

No termine jamás...

Las manos en la cintura le anunciaban que de nuevo le alzarían por lo que sujeto
los brazos con fuerza ante aquello intentando impedir el movimiento para ser
girada con suavidad de nuevo ya no solo sobre su eje sino con un suave avance en
el salón, cuando volvió a quedar de frente enredo sus brazos con suavidad en el
cuello- Haz que este tiempo de vals no termine jamás- dejo escapar con suavidad
sobre el oído percibiendo el aroma que adoraba antes de separarse para unir sus
labios con suavidad provocando que todo movimiento cesara, temiendo ser
rechazada solo tres micro-segundos antes que las manos de Arian tomaran su
cintura abrazándola con suavidad y envolviéndola en su calidez, porque era su
tiempo de vals….. Su hora de vivir…

Con tres pasos de baile una historia de amor

Es tiempo y es en fin

Mi tiempo para ti.

NO ME OLVIDES

Capítulo 33

Feliz, feliz cumpleaños…


Acércate a la vida como si fuese un banquete.

Epíteto.

Los pasos se esparcieron en la sala con el ruido seco de las llaves al contacto con
la madera, miro alrededor el silencio embargaba el pequeño espacio que llamaba
hogar. No había risas, ni desorden ni pequeños pasos de aquí para allá llevándose
su tranquilidad. Estaba libre de nuevo para vivir como quisiera.

El rodeo por la barra de la cocina le demostró lo impecable de su hogar y sin


embargo aquello no le agrado nada, las películas infantiles estaban abandonadas
sobre su televisor y ella por alguna razón tuvo deseo de ver por décimo quinta
vez Bambi - estoy jodida - dejo escapar en una media sonrisa.

-¿Y eso? se giro sorprendida al umbral de su recamara para dar de lleno con los
ojos de Evelyn que le miraban divertidos mientras en su mano giraba un llavero-
Te las vine a devolver- le afirmaron- y los niños se quedaron con una niñera-
sonrió de medio lado sacando el saco que usaba para trabajar y acercarse
despacio a ella en silencio- ¿Me dirás porque estas jodida?

-No, en realidad tengo cosas más interesantes que atender en este momento-
estiro la mano tirando de ella para reducir la distancia al mínimo, había dado
miles de besos en su vida, a infinidad de labios diferentes pero la sensación de
excitación que le genero la respiración de Evelyn sobre su boca era única tanto
que el control le juraría a cualquiera fue algo que perdió en ese mismo momento,
probar aquellos labios fue su perdición lo supo mientras ahogaba un gemido de
éxtasis sintiendo un calor diferente abrazando su piel.

Evelyn era una madre dedicada, una profesional aplicada pero en ese momento
se estaba revelando ante ella como una amante excepcional un plato digno de
degustar hasta el cansancio, sus besos eran profundos, suaves pero abrasivos
una mezcla inusual acompañada de una expresividad que no esperaba encontrar
en unos simples labios.

Las manos de Evelyn parecían estar revestidas de una paciencia sorprendente


dentro del evento pasional que estaban a punto de desencadenar, era extraño
sentirla desnudándola ella juraría que era un escultor ante el trabajo de su vida,
la tenía tan confundida que no sabía siquiera como reaccionar… la mayoría de las
mujeres solían tener el mismo patrón de descontrol con ella pero esta no, esta
parecía simplemente ir despacio delimitando el terreno a recorrer y dejando a
la pasión crecer con lentitud en su interior…. Exquisita y destructora.

Cuando su blusa finalmente cayó podía decirle a cualquiera que fueron los 5
minutos más gloriosos de su vida ¿Cómo demonios quitabas una simple prenda de
aquella manera? Percibió el calor de la boca en su cuello tan lento, el equivalente
a un degustador ante una comida exquisita, ni siquiera pudo evitar el sonoro
gemido que escapo de sus labios al percibir las manos en su espalda, delineando
sus músculos en un trayectoria inevitable hacia sus sostén- Evelyn- la llamo con
una única intención la de sosegar su cabeza, intentar poner orden a su cuerpo y
a su necesidad creciente, con un infructuoso resultado.

-Tranquila querida- escucho el murmuro algo ahogado- tengo tiempo sin hacer
esto y ciertamente nunca lo he hecho con una mujer- recibió el mordisco en el
cuello sintiendo el aire escapar del todo de sus pulmones- pero simplemente
pienso en hacer todo con calma, disfrutando el momento y experimentar en tu
cuerpo lo que siempre he querido con el mío.

Deseo responderle con un frase o un comentario irónico pero su maldito cerebro


no reaccionaba, ni tenía espacio para nada que no fueran aquellos labios sobre su
piel, en la orden a sus piernas de no flaquear y mantenerla en pie en el umbral de
la recamara donde la estaban desnudando, en las caricias que creaban nuevas
sendas sobre su piel, conduciéndola a un mundo que creía conocer
perfectamente, demostrándole de nueva cuenta que la vida estaba llena de
sorpresas y que en ella nunca se dejaba de aprender.

Sintió la calidez de los labios abandonando su piel al tiempo que el resto de su


ropa terminaba de desaparecer, la inspección visual de la que era presa y que no
hacía otra cosa que acrecentar el deseo, escucho los pasos mientras aquel cuerpo
delante suyo daba un rodeo llenándola de anticipación percibió las yemas de los
dedos viajar fugazmente por su espalda antes que tomaran su mano instándola a
dirigirse a la cama- Si…sigues…vestida- logro articular finalmente llevándose con
ello una sonrisa cariñosa.

-Soy algo insegura- tuvo ganas de reír porque en ese momento Evelyn parecía de
todo menos insegura- prometo quitármela en un momento, pero recuéstate
antes…- obedeció sintiéndose como una adolescente sin experiencia alguna, las
sábanas de su cama que generalmente le parecían cómodas y calientes, le
parecieron frías y distantes…considero quizás por distraerse cambiarlas justo
en el momento en que escucho el sonido de una prenda al caer enfocando de golpe
la blusa blanca de Evelyn en el suelo tuvo miedo de nuevo, con esa mujer que se
desnudaba enfocándola con intensidad el miedo parecía ser una constante…
deliciosa, provocadora y magnética, respiro con agitación mordiéndose el labio -
Ya voy…- fue una mirada que ella comprendió a la perfección…

-Te estoy esperando- éxtasis grito de éxtasis al ver a su cerebro regresar


acompañando a su necesidad la vio sonreír mientras se sacaba las prendas con
tranquilidad delineando el cuerpo en el proceso de retirar cada una de ella,
haciéndola soñar por que fueran sus manos las que realizaban aquella labor, pero
no se movería contendría su excitación hasta el punto mismo que el calor del
cuerpo de Evelyn envolviera el suyo por completo y de nueva cuenta se llevara la
poca razón que había recuperado.

El cuerpo desnudo a pasos de ella se movió lentamente de nueva cuenta


inspeccionándola mientras ella apretaba las sabanas con fuerza entre sus manos
controlando sus estúpidas ansias de saltarle encima y devorarla completa,
finalmente percibió el colchón hundirse ante el nuevo peso, sin embargo lo único
que llego a su cuerpo fueron las yemas de los dedos delineando despacio sus
piernas, generando que su espalda se arqueara y su piel se erizara -Evelyn por
todos los cielos- murmuró entrecortadamente.

-¡Oh cariño! tú aun no conoces el cielo…- sintió como de pronto tiraban de sus
piernas y su cuerpo chocaba con el de Evelyn al quedar sentada del todo sobre
ella recibiendo la cabellera negra entre sus pechos mientras no podía más que
enfocar el techo con sorpresa, su racionalidad se le escapaba de nuevo como el
agua entre las manos al sentir los besos en sus senos, lentos, calmos,
desquiciantes, los labios y la lengua modelando aquella zona sensible como ninguna
mujer antes lo hizo sujeto la cabellera con fuerza intentando controlarse,
tranquilizarse… lo que fuera por un demonio o no resistiría mucho y seria….
Seria… dejo escapar un fuerte gemido sintiendo el cuerpo temblar de lleno y
maldiciéndose a sí misma, a su poco autocontrol y su extrema debilidad ¿Cómo
demonios paso aquello?, ni siquiera podía controlar lo espasmos y el gusto que la
invadió por completo.

-Mala- fue lo único que logro articular como una niña pequeña que guarda un
enorme reproche al ver el fracaso en su resolución- Acabas de hacer que….yo….
Evelyn - dejo escapar avergonzada notando como el rostro se separaba de sus
pechos, con aquellos ojos enfocándola con travesura.

-¡Oh cariño! dijiste cielos, y te acabo de mostrar el primero, si sacas cuentas te


faltan seis - sintió ganas de reír antes de inclinarse a besar aquellos labios
apasionadamente dejando ir su peso del todo para acabar recostada al ahora
cómodo colchón, mientras su cuerpo se enredaba del todo con el de su nueva y
más grandiosa amante.

El Príncipe Adán estaba estático en medio del salón aun abrazando la cintura de

su Princesa mientras los murmullos se esparcían por todo el sitio y la cara de


Clarisse Savedra palidecía del todo, la orquesta continuaba dejando escapar las
últimas notas del vals mientras los personajes principales del mismo respiraban
agitadamente mirándose mutuamente.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- la voz de Arturo se alzo con fuerza provocando que


Victoria se volteara con sorpresa y su acompañante parpadeara bajo el antifaz
perdiéndose entre los invitados en el acto, solo para ser atrapada por los
hombros por un par de payasos que la arrastraron a uno de los balcones cercanos.

Sintió el suave empujón mientras la brisa veraniega golpeaba su rostro - ¿Qué


hiciste?- escucho la voz de Clarisse que la hizo palidecer levemente - Besaste a
la chica.

-Opa- levanto las manos mirando al par de payasos de los cuales estaban vestidos
los gemelos fugazmente- ella me beso- le asevero con suavidad.

-Yo no te vi indispuesta - se giro hacia ese par de idiotas intentando identificar


al responsable del comentario pero viendo a los dos mover las manos haciendo
payasadas mezclándose como dominós.

-Malditos cobardes ya descubriré cual es cual- dejo escapar con molestia antes
de mirar de nueva cuenta a Clarisse- no iba a rechazar su contacto delante de
todos en la noche de su cumpleaños - revistió su voz de seriedad - ella se dejo
llevar por el momento ¿Quién era yo para romper su alegría?

-¿Y quién eres tú para negarle la verdad de tu genero?- enfoco a Clarisse


parpadeando con sorpresa y agradeciendo el antifaz que escondía buena parte
de su mirada a aquellos ojos analíticos- Sabes la decepción que le generaras
cuando descubra que eres mujer y además una que a lo visto se ve que no tolera.
-No tiene porque descubrirlo- intentando revestir su voz de veracidad, porque
era obvio que Tory tenía más que clara la identidad del Príncipe quizás por eso
no temió prendarse de su cintura para corresponder su beso- yo simplemente
desapareceré en esta noche y no sabrá quién era… lo recordara como algo
precioso en sus años por venir, ¿Por qué Clarisse debo robarle tal alegría? ¿Acaso
mi mentira le daña realmente?

-Una mentira nunca trae un beneficio… sobre todo si comprometes un corazón


en el proceso- afirmó con seriedad.

-Ella me beso por impulso su corazón no está comprometido- desvío los ojos
mirando las estrellas.

-No hablo de su corazón- la enfoco de golpe sorprendida - te conozco. Hija mía


como si te hubiera traído al mundo… y no quiero que te lastimen, porque tu
delicado corazón no merece sufrir más…

-No digas tonterías abuela - rió con fuerza - yo solo amo a Alonso, de él es mi
vida y mi corazón, suya es mi fidelidad nunca, nunca podre amar a alguien más…
así que olvida eso que viste porque no se repetirá, fue un acto impulsivo el cual
no supe rechazar, ella no me interesa…. Ni yo le intereso, así que esta discusión
carece de fundamento.

-Yo nunca hable de amor - la escucho finalizar mientras regresaba al salón-


mantente alejada de la chica el resto de la noche es lo mejor para ti- le escucho
decir quedamente.

Los gemelos ingresaron al salón dando saltos hasta llegar a su hermana menor
que volteo los ojos en blanco intentando evitarlos - Payaso Uno tiene algo que
decirle a la Ladrona - afirmo uno de ellos - parece ser que el corazón del Príncipe
está dolido… el baile no le alegro… le atormento - Vanessa se giro viendo una
vuelta de carro de parte del otro payaso- Payaso Dos cree que la Jefa C hizo mal
en prohibirle al Príncipe ver a la Princesa - vio a los gemelos hacer una nueva
acrobacia que llamo la atención del resto de los invitados - ¿Sera que el Ladrón
guía a la Princesa hasta su Príncipe?.

-¿Por qué lo haría creí que la Princesa no era de nuestro agrado? - se giro
despacio viendo la nueva payasada que consistía en hacer un globito en forma de
perrito tendiéndoselo.
-No lo es, pero el Príncipe debe descubrir solo las consecuencias de una mentira,
pues el disfraz no lo puede llevar siempre y al final si es Príncipe o Princesa le
evitara su dolor.

-Y si a la Princesa no le importa - enfoco la cara rota de los payasos delante de


ella riendo con fuerza - Payasos son tan tontos que no miden bien todo el campo
de acción, pero por eso Ladrona soy yo ¿verdad?....

Elena miro a su prima empezar a bailar con un invitado que giraba despacio con
ella en el salón al ritmo de un vals diferente, cada tanto intentaba dar con el
Príncipe con el que compartió el primer baile sin éxito era como si simplemente
hubiera desaparecido del todo del salón.

En ese instante un baile de disfraces le parecía un pésima idea, ¿Quién fue el


desconocido que beso a Victoria? Y ¿Por qué se aferro a él como si el mundo se
acabara mañana? , la enfoco bailando con una falsa sonrisa mientras al parecer
fingía que la plática que tenían con ella era interesante, su prima haciendo un
teatro impecable mientras estaba segura su mente se encontraba concentrada
en aquel desconocido.

Descendió de la mano de Arturo para empezar a bailar también aquel vals girando
con elegancia sorprendida del todo al pasar al lado de su prima escuchando un
suspiro dolorido con sorpresa - Al final no te deberás preocupar por Amara -
enfoco a Arturo sorprendida - parece que erraste tu observación.

-Eso parece- respondió con calma- aunque me encantaría saber quién es el


famoso Príncipe, parece que se lo trago la tierra.

-Quizás solo le gusta hacerse el misterioso- sonrió a su esposo divertida- que lo


busque Vic tu mira a tu guapísimo esposo- se recostó en el pecho para cerrar los
ojos continuando con aquel vals.

La Ladrona se junto con su Policía y esta a su vez con La Pirata y su Dama


manteniendo amena conversación en un rincón del salón, ante la mirada atenta de
Clarisse no sabía porque ver a aquel grupito conversando le generaba una extraña
inquietud, cada tanto en la noche alguno de los gemelos daba una ronda al balcón
asegurándose que el Príncipe continuaba cautivo en él, aunque poner un payaso
de guardián ciertamente podía ser poco sensato.
Los ojos de la anciana se desviaron momentáneamente hacia Rachel que contaba
una anécdota divertida a Susan que hizo un extraño movimiento que llamo su
atención evitando que notara el momento justo que el grupo se disolvió, parpadeo
extrañada buscando a los miembros en el extenso salón sin éxito alguno, se giro
para cuestionar algo a Susan y Rachel pero entonces noto que se encontraba sola
del todo.

Miro alrededor intentando localizar a los payasos sin éxito alguno por lo que se
dirigió con pasos presuroso al balcón solo para encontrarlo desierto del todo, del
Príncipe no había rastro alguno al igual que del resto de los miembros de su
familia, se asomo al interior localizando a la Princesa para respirar aliviada ante
ello, pero su tranquilidad duro escasos segundos los mismos que se esfumaron en
el momento en que la batería y la guitarra sonaron suavemente provocando que
toda conversación se detuviera mientras La Pirata aparecía sobre el escenario,
y el nuevo ritmo invadía todo… vio los cuerpos estáticos una fracción de
segundos… los segundos que tardo la voz y la energía de esa condenada chiquilla
en invadir el lugar.

Segundos que pasaron volando cuando todo el salón esta aglomerado y saltando
alrededor del escenario, mientras el cuerpo de Andrea se movía con sensualidad
absoluta al ritmo de aquella condenada canción, incluso ella se le quedo mirando
escasos segundos… valiosos segundos.

En el instante en que Clarisse se concentro en La Pirata no noto como los Payasos


la traicionaban vilmente cargándose al hombro a una muy asustada Princesa
mientras le cubrían la boca, tampoco noto como de la esquina contraria la Ladrona
traía con ayuda de las Damas Francesas al pobre Príncipe que parecía medio
inconsciente, quizás porque en el balcón la Policía se había asustado y creyendo
que la macana que los payasos le dieron a modo de broma diciendo que todo buen
policía llevaba una era de plástico la utilizo para tranquilizar a un intranquilo
Príncipe, golpeándolo con tanta fuerza que se desplomo en el acto como fardo.

Si Clarisse no hubiera enfocado su atención como el resto de los presentes en la


Pirata, también hubiera visto a La Dama pasar a su lado con una llave plateada
apuñada empujando a algunos invitados y evitando del todo a su hermano
mientras se perdía sin ser notada hacia las escaleras del salón siguiendo al pobre
Príncipe para perderse por el Ala Izquierda, pero todo eso paso sin ser notado
porque cuando Clarisse Savedra miro alrededor solo vio cuerpos saltando, gritos
desordenados y alguno que otro beso apasionado.

-Casi la matas- Herendira enfoco a Amara que se sostenía la cabeza al parecer


sin poder regresar de su aturdimiento- ¿Cómo se te ocurrió?

-Es que me asuste cuando empezó a gritar y se suponía que era plástico no que
era de verdad- agregó escuchando un quejido de la joven al tiempo que la puerta
detrás suyo se abría dejando pasar a los Payasos con una Princesa que se revolvía
entre sus brazos con insistencia antes de dejar escapar un fuerte grito que
genero que el Príncipe reaccionara en el acto descargándole un fuerte golpe a
uno de los payasos en la cara que trastabillo ante la mirada sorprendida de todos
los presentes, mientras Herendira gritaba de nuevo dándole un sonoro macanazo
que la hizo irse al suelo de nuevo.

-¡AMORE MIO!- escucho el grito de Victoria mientras se acercaba a Amara que


estaba tirada en el suelo al parecer intentado recuperarse del golpe mientras
uno de los payasos gritaba algo parecido a ¡CORRAN POR SUS VIDAS!, quizás la
mirada asesina bajo el antifaz de la Princesa la convenció de que era lo correcto
porque ni lo pensó para salir con el resto dejando que Stefani cerrar con llave
aquella habitación que tenía una extraña y enorme puerta de piedra.

-¿Por qué la golpeaste de nuevo?- Herendira escucho el cuestionamiento de


Vanessa algo arrepentida.

-Golpeo al payaso- se defendió- me entro pánico, no sé porque sentí que si


Victoria gritaba de nuevo nos mataría a todos.

-La verdad se comporto como todo un Príncipe- dejo escapar el payaso con parte
de la cara inflamada- Y les aseguro no golpea como niña -agregó.

-¿Estará lastimada?- cuestionó preocupada mirando la enorme puerta de piedra


y la cara descompuesta de Stefani.

-No creo, pero no pienso abrirla - asintió a la rubia - mañana solo deslizare la
llave bajo la puerta, esta habitación esta aparte de todas las demás y en el último
piso porque era la de mis padres, yo solo espero que todo salga bien, Victoria me
lo dijo y yo lo respeto pero Amara…
-El Príncipe es poco sincero siempre - giro a ver a su mujer divertida_ dale
tiempo aun tiene el corazón dolorido pero creo que si Victoria es paciente….
Lograra grandes cosas.

-Nosotros con que no nos golpee tenemos - afirmaron los gemelos al unisonó
perdiéndose con el resto del grupo por el pasillo.

Victoria estuvo a punto de levantarse al escuchar la enorme puerta de piedra


cerrarse, pero la urgencia de sostener la cabeza de Arian sobre sus piernas le
gano al escuchar los quejidos ahogados y doloridos de la joven acariciaba los
cabellos cada tanto, no tenía la remota idea de lo que pasaba allí pero aquello no
sonaba a secuestro en regla sobre todo porque juraría que sus atacantes le
resultaban familiares- Malditas…. Idiotas…- la escucho murmurar intentando
incorporarse.

-Non spostare la mia vita - dejo escapar quedamente intentando que la chica no
se moviera mientras soltaba otro quejido dolorido.

-No te entendí nada- la escucho decir por lo que rio aliviada abrazándola con
suavidad- Espera Tory- se separo dejándola incorporarse mientras se sujetaba
la frente al parecer intentando ubicarse-¿Estás bien?- asintió con suavidad ante
el cuestionamiento.

-Io danzaba cuando dos pai…paia… dos hombres vestidos de colores- dejo
escapar notando como la miraba con extrañeza- ¡ahhh! la parola es….es…. ¡ahhh
pagliaccio…!

-¿Payaso?- le cuestionaron a los que asintió- ¿Dos?- volvió a asentir- pelucas una
roja y otra azul - asintió de nueva cuenta- muy altos- asintió- un traje blanco con
azul idéntico los dos - noto la ira empezar a formarse bajo el antifaz mientras
Arian se levantaba ante su nuevo asentimiento.

-SAVEDRA!!!_ la escucho gritarle con fuerza a la puerta antes de darle una


patada y quejarse por lo que se levanto intentando acercarse -¡ESTAN LOCOS,
LOS VOY A MATAR, APENAS SALGA DE AQUÍ!- retrocedió algo asustada -
¿CÓMO SE ATREVIERON A ASUSTARLA? ¡MONTÓN DE IDIOTAS!

-Arian va bene - se acerco despacio para verla girar enfocándola.

-No está bien Tory… Dios no está nada bien - la vio llevarse las manos al cabello
antes que se acercaran a ella revisándola al parece de arriba abajo- ¿No te
lastimaste verdad? - negó un par de veces - esos imbéciles de los gemelos_
parpadeo abriendo la boca al escuchar aquello- como te hubieran dejado caer -
la vio girarse hacia la puerta - LES QUIEBRO LAS PIERNAS, ¡PORQUE SOLO
YO PUEDO CARGARLA! - la vio darle otra patada a la enorme puerta de piedra.

-Va bene amore mío- tiro de la mano con delicadeza alejándola de la puerta - va
bene - acaricio el rostro notando como la respiración empezaba a normalizarse -
estoy bien y tu al parecer también… solo debemos ver …como salir - pensó
detenidamente cada palabra buscando no mezclarlas con el italiano - ia no
golpees la puerta bastante con tu pobre cabeza.

-No lo entiendes yo no puedo estar en una misma habitación sola contigo- noto
el gesto desesperado de los ojos bajo el antifaz - no puedo - observo como la
joven se dirigía trastabillando y sujetándose la cabeza en dirección al balcón, al
parecer estaba necesitada de tomar aire.

Tomo asiento en el borde de la cama mientras hacia una inspección visual de la


recamara, tenia grabados en todas sus paredes parecía hecha toda de mármol,
con figuras que relataban paseos en los bosques, con seres fantásticos
paseándose en ella, un enorme jacuzzi que tenía un acabado idéntico a toda la
habitación, la enorme cama que parecía estar entre el follaje de un árbol y el
balcón que daba una vista imponente del mar y las estrellas… ese mismo balcón
donde su Príncipe estaba inclinado sujetándose la cabeza, percibía la brisa
marina acariciando su rostro y moviendo los cabellos de Arian con suavidad.

-Madonna mia - tomo aire con fuerza levantándose para encaminarse al balcón
manteniendo una distancia prudente de su objetivo- ¿Per qui no puedes estar
conmigo en la misma habitación? - escucho el suspiro entre pesado y dolorido.

-No sabes lo que me cuesta tenerte cerca de mí - retrocedió un paso algo


insegura al escuchar aquello - respirar tu mismo aire y… y…

-Io no sabía que la mia presencia te incomodaba tanto - trago dolorida bajando
el rostro y enfocando la enorme puerta con pesar - intentare no molestarte…
io…io… creí…

-No- se giro de nuevo viendo como la joven se sujetaba la cabeza - estas


malinterpretando, en casa de Vanessa fue muy difícil dormir en la misma
recamara porque yo… yo…
-Me odias- dejo escapar con voz quebrada escuchando un grito ahogado y al
parecer frustrado.

-Te deseo- se sorprendió al escuchar aquello levantando el rostro - te deseo


como nunca he deseado a nadie en mi vida, ¿Lo entiendes? esa noche en casa de
Vanessa solo tenía una única cosa en mente… y era tomarte entre mis brazos… y
tú… tú mereces amor - la vio girarse de nuevo hacia el balcón inclinándose- amor…
no solo deseo…

Se encamino al balcón inclinándose levemente en él para quedar del todo al lado


de Arian enfocando el vasto océano que se extendía ante sus ojos - Yo quiero
que me desees… me gustan tus brazos - se abrazo suavemente - me encanta como
me besas… yo…. Solo quiero que me desees.

-Tory - sonrió estirando la mano y acariciando suavemente aquella que estaba


tendida al vacío - yo no te puedo ofrecer nada que no sea solo un deseo puro y
animal - escucho aquello recostándose en ella delicadamente_ no hagas eso_
sonrió por lo bajo al percibir el estremecimiento por lo que simplemente se
aparto para abrazar la espalda con fuerza_ Dios mío Vittoria no me tortures.

-Entonces tómame- afirmó sorprendida de su propio atrevimiento - tómame y no


pienses en nada más… yo estaré encantada de que tomes todo de mí yo… - no
pudo terminar la frase cuando sintió como Arian se giraba pegándola a ella contra
el balcón y devorándole la boca en el acto. Con esos besos que solo Arian sabia
darle un beso arrítmico, desesperado, pero chicloso, profundo y eléctrico… uno
que la obligaba a desear no despegarse jamás de aquellos labios y ese cuerpo que
la presionaba con necesidad.

Se sujeto con fuerza al cuello cuando percibió que la sentaban sobre el borde
marmoleado - No me puedo controlar - le escucho musitar contra su oído - Te
deseo… yo… te deseo… eres tan dulce, preciosa…. Yo… yo… -se separo para acallar
la boca apoderándose de los labios y esbozando una sonrisa entre aquel urgente
beso “amor, matrimonio y sexo no necesariamente en ese orden”, eso le había
dicho Arian y ella... Ella deseaba los tres con la joven, sintió como subían su
vestido buscando poder abrir sus piernas y pegar del todo la parte baja de sus
cuerpos se impulso para bajarse del balcón pegando el cuerpo de Arian contra la
pared con urgencia mientras sentía las manos inspeccionando con algo de
desesperación el vestido - Maldito vestido.
-Rásgalo- dejo escapar entrecortadamente contra los labios antes de escuchar
la tela empezar a romperse en su espalda - rómpelo todo y haz que en mi solo
quedes tú…. Amore… amore mío, mia vita - dirigió sus manos nerviosas hacia la
parte superior de las ropas intentando sacar las prendas lo más rápido posible…
razonar no era algo que deseara en ese instante.

-Tory- el frío de la brisa que golpeo de lleno su espalda al quedar la parte


superior hecha tirones y colgando sobre sus caderas la hizo estremecer de
excitación al mezclarse con la calidez de las manos que se encargaban de
desaparecer el resto de la ropa, antes que Arian pasara literalmente a
arrancarse la suya también quedando solo con el pantalón y las botas antes de
cargarla con fuerza - Cama… frío…- la joven italiana sonrió divertida porque aún
cuando sabía que la parte racional de Arian debía estar de paseo la joven
continuaba cuidando de ella en todo momento.

Agradeció el contacto del cálido colchón en su espalda mientras notaba a Arian


sacarse las botas con premura antes de dejar caer su cuerpo contra el suyo,
percibió la tela de los pantalones con desagrado mientras el calor de su cuerpo
se mezclaba del todo con el de ella en la parte superior… sensaciones tantas
sensaciones y su corazón latiendo a mil en su pecho como si estuviera en plena
maratón… la más satisfactoria de su vida, los besos cambiaron de intención en
su piel, su cuello se veían invadido por ellos, incluso por la sensación entre
dolorosa y placentera de los dientes sobre su delicada piel, arqueo la espalda al
sentir las manos perderse en la curva de su cintura obligándola a levantarse
brevemente para al parecer permitirle a la boca un acceso más directo a sus
senos – pantalones - logro articular con dificultad - estúpidos pantalones- agregó
tirando de ellos aun con las manos temblorosas.

-Sí, estúpidos pantalones - le respondieron entre-cortadamente, mientras los


besos empezaban un fatal descenso entre sus senos, no sabía en qué punto
empezó a sujetar las sabanas ni en qué momento las cambio por la sensación del
cabello negro entre sus dedos, su respiración se agito el doble al sentir los labios
en su vientre era como si su amante no quisiera tomar pausas, ni consideraciones
consumida como por ella la pasión - Perdóname pero iré directo a lo que quiero -
ahogo un grito al percibir los labios envolver la parte más sensible de su cuerpo
mientras su boca dejaba escapar los gemidos que ya no podía contener, era
demasiado violento y arrasador…. Se estaba consumiendo de a pocos y sin
embargo su cadera se levantaba buscando un mayor contacto con aquella boca…
parecía que Arian seguía al pie de la letra su petición llevándose todo de ella en
ese instante, moldeándola a sus manos y necesidad…

Sujeto la cabellera negra con más fuerza rogando por todo lo sagrado en su
lengua natal que no se detuviera, no recordaba cómo hablar nada que no fuera
italiano, si le entendían o no le importaba un carajo mientras sonreía arqueándose
envuelta por el deseo, y gimiendo con más fuerza, para sentir como Arian se
separaba de ella y se deslizaba por su cuerpo directo a su boca enfrascándose
en una batallas de lenguas que no deseaba perder.

La sentía agitarse contra su cuerpo, enredarse apasionada contra ella antes de


que sus manos se aferraran a aquella tela de los bordes con fuerza “malditos
pantalones” tiro con fuerza de las costuras de los extremos, sacando energía de
quien sabe dónde y rasgando la tela por completo produciendo con ello un grito
extasiado de parte de su amante que se inclino por inercia contra su cuello
intentando ahogarlo dejándole caer un mordisco más fuerte de la cuenta
produciéndole un grito mientras los pantalones finalmente desaparecían
llevándose con ello el resto de la ropa, la sensación de la desnudez completa la
hizo emitir un gemido de gusto que hizo coro con el de su Arian que
momentáneamente ronroneo volviendo los ojos en blanco brevemente extasiada,
la vio agitarse exigiéndole más que el simple contacto provocando que su cuerpo
se encendiera como una hoguera que no conocía limites… noto como se enredaban
de nuevo con sus piernas iniciando un suave vaivén que hizo evidente que no era
la única que estaba presa por una necesidad que clamaba por ser satisfecha,
estiro las manos clavando las uñas del todo en la espalda generando un gesto
dolorido que fue acompañado brevemente por un fuerte gemido - ¿Pero que me
has hecho? - vio una sonrisa más que pervertida mientras el movimiento
incrementaba en ritmo.

-Lo mismo que tu a mi - soltó un sonoro gemido antes de aferrar con más fuerza
aquella espalda, observándola arquearse del todo mientras un nuevo gemido
escapaba de los labios de Arian - No me dejes atrás...- suplico brevemente
generando que la enfocaran para modificar la posición levemente provocándole
un mayor contacto mientras el sudor provocaba que sus cabellos se pegaran a su
frente y su respiración aumentara en intensidad… la marea de sensaciones la
empezaba a ahogar guiándola a un acantilado donde no existía más que aquella
piel, el olor de ella mezclándose con el suyo, la satisfactoria sensación de un
sudor compartido mientras todo lo demás desaparecía en la nada dejándole solo
el sonido de los gemidos de su diosa personal, de su amante salvaje… de su nueva
y absoluta dueña.

Temblaba envuelta en aquellos brazos mientras el universo empezaba a tener


sentido de nuevo y su alma regresaba a su cuerpo, sintiendo el ritmo fuerte,
marcado, seguro en su pecho mezclándose con otro idéntico… creando una
melodía perfecta… sonrió al percibir la respiración agitada en su cuello - Más…
de nuevo- la escucho murmurar por lo que la enfoco tragando grueso unos
instantes antes de volver a unir sus labios con pasión…

-Todas las que quieras- afirmó riendo mientras abrazaba con fuerza el cuello al
sentir las manos empezar a despertar su piel de nuevo - amore mío….

Los ojos profundos de Herendira enfocaban a su mujer aplaudiéndole a uno de


los gemelos que al parecer decidió participar en el improvisado karaoke que se
había armado luego de que la banda de Andrea detuviera su aun más improvisada
actuación, aquella noche era una locura pero al lado de los Savedra cual no lo era,
negó levemente con la cabeza estaba aliviada que ella estuviera bien o al menos
lo pareciera… tenía claro que habían cosas de las que no la podía proteger, pero
deseaba intentar protegerla de todo.

Miro alrededor personas de dinero por doquier ese era el mundo en que se había
criado, uno lleno en parte de apariencias pero ella sabía desplazarse
perfectamente en aquel tablero sin embargo en ese instante no podía errar
ningún movimiento… conocía a su padre y lo peligroso que era, encima estaba el
tema del regreso de su madre, aún no le había dicho nada a su mujer pero suponía
que era algo a lo que tarde o temprano debía hacer referencia, vio la sonrisa que
le dirigían regresando por acto reflejo mientras la abrazaban con fuerza - Rojita
- rió al escuchar su apodo.

-Savedra- respondió divertida_ contrólate… pareces muy deseosa…

-Me siento lo suficientemente bien como para poder hacer muchas cosas-
percibió el beso en el cuello mordiéndose el labio divertida.

-Vamos a pasear al jardín- tiro de ella con fuerza dirigiéndose a la salida trasera
del lugar, para empezar a pasear alejándose de la mansión, la noche estaba
fresca y algo fría por lo que termino abrazada a su oficial mientras se detenía
elevando sus ojos al cielo - Hable con mi madre - dejo escapar finalmente -
regreso, al parecer quiere arreglar las cosas con nosotros -parpadeo esperando
un comentario que no llego por lo que continuo - me conto su versión de los
hechos, es mi madre… pero me abandono aunque parece tener razones muy
convincentes para ello…. Sin embargo yo continuo sin saber que hacer… mi padre
es un hombre horrible y ella…. Ella… los mejores recuerdos de mi vida son de ella
pero el más doloroso también es suyo…

-Yo no puedo decirte que hacer - escucho la suavidad de la voz mientras se


separaban de ella alejándose unos pasos - eres tú quien sufrió por su ausencia,
sin embargo si yo tuviera la oportunidad de recuperar a mi madre…. No la
desperdiciaría… aprendería a perdonar y escuchar - vio los cabellos negros
acunados brevemente por el viento- porque volver a sentir sus brazos sería un
inapreciable regalo.

Contuvo la respiración lo había olvidado por completo se acerco ubicando una


mano en el hombro para notar cómo se retiraban el antifaz enfocándola con
completa calma - soy una idiota - admitió finalmente - tienes toda la razón….
Debo resolver esto con mi madre, no quería despertarte recuerdos tristes.

-Estamos juntas tu y yo- le afirmaron- apoyarte es parte del trato - vio la sonrisa
asomarse con diversión mientras ella a su vez se retiraba su antifaz.

-¿Así que tenemos un trato? - cuestiono acercándose para rodear el cuello con
calma mientras le asentían - Creo entonces que el apoyarnos es la parte menos
satisfactoria del asunto - agrego con voz sensual sobre el oído.

-Para mí es tan placentero como todo lo demás- enfoco los ojos negros con
intensidad sonriendo con dulzura.

-Te amo- murmuro quedamente antes de fundir sus labios en un beso lento y
tranquilizador, agradeciendo aquel momento en medio de esa noche de verano.

La fiesta transcurría con normalidad aparente en medio de las pláticas de los


invitados y la música amena del sitio, Elena se paró de puntillas buscando de
nueva cuenta a la festejada sin éxito alguno la hora de partir el pastel se
acercaba y ni rastros de ella.

Su buen sentido del humor se acababa oficialmente de ir a la basura, si Victoria


no se presentaba sin duda más de un invitado pediría una explicación y suponía
debería emplear la usual de un estado de salud delicado de su prima, es que
aquello era una completa irresponsabilidad de parte de esa condenada, enfoco a
Arturo que negó mientras ella suspiraba apretando los puños con enfado.

Esa mujer estaba metida en un buen lío como diera con ella más tarde la mataría,
encima tenía a muchos de sus invitados preguntando por ella o solicitándole un
baile, a como la noche avanzaba era claro que no volvería aunque la pregunta que
la inquietaba era ¿Dónde estaba?

Pregunta similar se formulaba Clarisse al mirar a su familia en pleno menos a su


sospechosa de turno, a pesar de que sus ojos se distribuyeron por lo el lugar y
su cuerpo recorrió el salón entero el Príncipe Adán estaba ausente del todo, se
encamino a la terraza mirando las estrellas con preocupación mientras recordaba
el rostro de su adorado Alonso y su cara de inocencia al presentar a la niña que
era Amara en ese entonces.

No le fue difícil a ella descubrir que la vida de aquella niña era todo menos un
cuento de hadas según el relato con total sinceridad el día que Alonso anuncio su
matrimonio se había criado de lleno en un orfelinato, sin un pasado al cual
aferrarse parecía en aquel entonces decidida a construirse a base de esfuerzo
un futuro, ella no pudo más que admirar la entereza de carácter de la joven y su
inmenso corazón

Descubrir a Amara había sido todo un placer era una esposa cariñosa y
comprensiva, con un carácter fuerte y su propio criterio sobre el mundo, la
pareja ideal de su nieto y la mejor amiga que cualquiera pudiera desear a pesar
de que al parecer ella carecía de amigas, era un alma solitaria en miles de aspecto
que protegía a aquello que amaba con todas sus fuerzas.

Reconocía cuando se quedaba en su casa junto con Vanessa estudiando que tenían
una mente vivaz e inquieta, dispuesta a aprender y nunca dejar de crecer la
observaba con su inquieta nieta en silencio y aplicada de maneras que le
sorprendían en una adolescente de aquella edad, extremadamente madura era la
definición adecuada para ella, recordaba que el único escándalo que tuvo en su
casa fue porque Amara quería ser policía y Alonso se lo prohibió rotundamente,
ese día descubrió el fuerte carácter de esa chica decidido, pero a la vez flexible
al escuchar las razones reales de su nieto negocio claro hizo una negociación
magnifica para acabar estudiando leyes.
Recordaba las lágrimas contenidas cuando el teléfono finalmente sonó dando la
noticia que ella tanto temía, los puños simplemente apretados a los costados
mientras ella parecía tomar aire con fuerza, recordaba el llanto ahogado durante
la noche en el lugar donde nadie la veía y la entereza de su rostro al caminar
detrás del ataúd de su esposo directo al cementerio, había aprendido a leer su
lenguaje corporal perfectamente y esa noche se preocupo como nunca en su vida,
porque su cuerpo al abrazar a Victoria en medio del baile, en medio del beso….
Le dijo mucho más de lo que ella hubiera deseado saber, algo que temía pudiera
destrozar el delicado corazón de su nieta.

Finalmente el frío envolvió su cuerpo provocando que se abrazara a si misma


mientras escuchaba la música en la distancia la fiesta estaba consciente
empezaba a morir, enfoco la espalda desnuda de Arian… era como si el fuego se
hubiera apagado del todo trayéndola de regreso a la realidad a esa que le
recordaba que era un deseo puro y salvaje que ya estaba satisfecho, todo su
cuerpo estaba lleno de marcas que hacían patente aquel hecho… y que no
esperara un abrazo de la persona que le daba la espalda, se giro intentando darle
calor a su cuerpo… quizás porque el frío que lo acababa de invadir era espantoso
y no sabía de dónde provenía.

Escucho el colchón perder peso cerrando los ojos con fuerza al recordar que
Arian tendía a dormir en el suelo, escucho pasos alrededor de la recamara por lo
que decidió intentar ignorar todo ruido y dormir a pesar de que su corazón aun
latía como desbocado y le daba trabajo respirar, el ruido de una puerta y luego
el del agua haciendo eco por toda la habitación le llamo profundamente la
atención junto con el olor a rosas – Tory- se incorporo levemente en la cama para
observar el cuerpo desnudo de Amara junto al jacuzzi con la mano extendida, al
parecer no había terminado de saciarse con ella y deseaba algo diferente, pero
no le importaba porque sabía que entre aquellos brazos no sentiría frío… al menos
no durante los instantes en que la tomaran.

Se puso de pie sintiendo temblar las piernas de golpe por lo que se apoyo en el
colchón con fuerza para sentir instantes después como la cargaban con
delicadeza llevándose todo el frío mientras la sumergían en el agua caliente, la
observo abandonar el jacuzzi volviendo a percibir el frío invadirla junto con el
ruido de la puerta del balcón al ser cerrada del todo.
Se abrazo en el agua antes de ver las piernas de Arian ingresar a su lado y a la
joven ubicarse a su espalda para abrazarla con profundidad, se quedo esperando
caricias comprometedoras y excitantes que nunca llegaron al contrario y con
sorpresa recibió besos delicados en el cuello y manos que acunaban agua para
dejarla caer sobre su pecho con suavidad - ¿Te sientes mejor?- escucho la
pregunta asintiendo levemente - Pensé que tendrías frío - percibió las manos en
el agua rodeando su cintura y abrazándola -eres maravillosa - se sonrojo con
intensidad ante aquello -la amante más maravillosa del mundo - contuvo la risa al
percibir el beso cariñoso en la mejilla - perdón por no abrazarte antes es que me
temblaban los brazos, me dejaste agotada - se separo girándose para mirar el
rostro y recibir una suave caricia sobre él.

-Y tú a mi- admitió suavemente - fue maravilloso - noto la sonrisa dulce que le


dirigían- muchas gracias… de verdad, todos decían que la primera vez era
horrible - rió nerviosa _ pero esto fue…

-Vaya ¿Horrible?, tus fuentes debieron estar muy mal… además la tuviste
conmigo - percibió el agua empapar su cabello delicadamente- ven acá y te abrazo
un rato más… ¿Te sientes bien?... ¿Tienes hambre?

-Hambre es decir poco - admitió con más vergüenza de la que esperaba - pero no
sé si aquí habrá algo - miro alrededor algo preocupada antes de ver de nueva
cuenta a Arian erguirse observando por primera vez la espalda con detalle,
reconoció las marcas de sus uñas bajando por ella- Amore mío - la vio girarse y
enfocarla con sorpresa - tu espalda…

-No me duele créeme, es más me encantan mis trofeos de guerra…- le escucho


decir mientras al parecer daba un recorrido breve por el espacio dejando
charquitos de agua por donde pasaba hasta llegar a la cabecera de la cama -
gente rica- la escucho musitar por lo que intento salir del agua - tú te quedas ahí
- le indicaron por lo que volvió a sumergirse - no quiero que te de frío… vamos a
ver para que sirven estos botones - la vio apretar uno notando una pantalla
descender sorprendida - millonarios- observo como repetía el proceso notando
la luz cambiar, la música activarse, y finalmente una de las esquinas hacer un
ruido revelándole lo que parecía un refrigerador pequeño - bingo italianita - rió
suavemente apoyando su cabeza en el borde del jacuzzi para escuchar el suave
silbido - parece que quienes nos secuestraron pensaron en todo o alguno de ellos
tenía planeado hacer algo parecido a lo tuyo y lo mío.
Removió su cuerpo en el agua con curiosidad para verla voltearse con una botella
de champagne en la mano y una bandeja de frutas - Ma que cosa - dejo escapar
quedamente antes de ver como regresaban la botella al refrigerador extrayendo
una de agua- Arian… no - dejo escapar en tono consentido.

-Lo siento Tory tu y el alcohol no - le afirmaron por lo que hizo un enorme puchero
- no me pongas caritas que por más que me exciten no me convencerán - sumergió
medio rostro algo avergonzada en el agua- ahora que lo pienso te daré de comer
solo para que repongas energía…

-Vita mía- observo como la comida y bebida quedaban abandonadas al borde para
que Arian la enredara con suavidad contra su cuerpo besándola apasionadamente
- ia no tengo hambre - murmuró regresándole el beso con idéntica pasión porque
en definitiva con esa mujer cerca las necesidades de su cuerpo eran otras.

Los invitados empezaban a marcharse mientras el resto de la banda terminaba


con diversión en un escándalo en la piscina, Andrea sonreía desde un balcón
cercano observando a sus amigos despedir aquellas vacaciones con alegría antes
de sentir los brazos invadiendo su cintura del todo - Niña buena fuiste muy
amable.

-Solo la quería lejos de tu recamara y si Amara la mantiene entretenida toda la


noche, aunque no paren de pelear estaré feliz - admitió percibiendo el pequeño
regaño que le daban- La verdad no me creo lo que dices… si se odian.

-No se odian- escucho la voz tranquila de Stefani - solo lo parece, la verdad


cuando me lo dijo entendí las manías de Elena y su origen ella también se lo debe
estar oliendo la verdad, el comportamiento de Victoria con Amara es bastante
particular en realidad, pero para eso debe verse a fondo y con interés… aunque
no sé si podríamos decir lo mismo de Amara.

-Desde donde yo lo vi estaba encantada comiéndole la boca- afirmo divertida - y


te repito me importa un carajo mientras la italiana este lejos de ti.

-Mi esposa es una celosa- escucho la afirmación con incomodidad - hablando de


esposas ¿Cuándo hablaremos con mi hermano? - se revolvió incomoda ante
aquello, tenía un discurso más que preparado para Arturo, un decisión tomada y
ciertamente mucha fuerza de voluntad pero simplemente cuando pensaba en el
instante la oportunidad no estaba a su favor.
-Solo te pido algo de paciencia, ya que deseo encontrar el momento oportuno
para ello_ se giro mirando los ojos azules profundos- mañana es el último día de
todos aquí, así que supongo que de mañana no pasa.

-Querrás decir que hoy es nuestro último día aquí y que todos nos marchamos en
unas cuantas horas más, apenas y creo que son cuatro horas más antes de que el
sol se asome y todo esto pase a ser un verano para recordar…

-El mejor verano de mi vida- complemento sin pensarlo siquiera- así que mañana
lo cerrare con broche de oro diciéndole al mundo que eres mía- hizo una pausa
acariciando las manos- y luego tendremos nuestra luna de miel.

-¿Podríamos tenerla ya?- sintió su cara arder de golpe antes de girarse


enfocando la piscina- No creo que haya algo mas especial que tu desnuda frente
a mí.

-¡Stefani María Del Valle!- se giro escuchando la risita divertida_ eres una
maldita pervertida- le afirmó - yo aquí queriendo todo perfecto y tu seguro
llevas toda la noche pensando cómo sacarme el disfraz ¿no?

-Uy, lees mentes- abrió los ojos desproporcionadamente negándose a continuar


mirándola para enfocar el cielo de la madrugada era increíble la desfachatez de
esa mujer - y encima te indignas porque me imagine al menos veinte maneras de
sacarte esos pantalones de cuero que me encantan… yo estaría feliz ¿Sabes?.

-Tú… tu… eres una descarada- afirmó con enfado- y no me los vas a sacar, porque
cuando lo hagamos todo será perfecto - insistió en su punto deseando que su
esposa la comprendiera - todo lo maravilloso que te lo mereces y… y… y…

-Ya es perfecto - la miro sorprendida - el solo estar en este instante contigo


hace mi vida perfecta, ¿Lo comprendes?, yo cumpliré todos tus sueños, realizare
todas tus fantasías siempre que al final del día me des la mano y me beses con
cariño… ¿Hacer el amor?, será un regalo divino que decidirás cuando darme, si
quieres esperar yo esperare la eternidad si deseas…

-Rocky- llamo quedamente antes que sellaran sus labios con un beso cálido y
profundo que la dejo, completamente sorprendida.

-Yo tengo todo el dinero que puedas imaginar pero mi tesoro más grande eres tú
- percibió como tiraban de ella hacia el interior conduciéndola por los pasillos
hacia la recamara - estar contigo Andrea hace que me levante por la mañana
dándole gracias al creador por ser amable conmigo y permitir que me ames como
yo a ti, mi madre decía que uno debe agradecer siempre los grandes regalos pero
en estos momento es como si las oraciones de agradecimiento no me alcanzaran
- escucho la puerta abrirse como hipnotizada - hacer el amor… sería tan enorme
que creo que moriría de alegría, así que en el fondo agradezco que los pospongas…

-Te amo - murmuro suavemente esta vez guiando ella a su esposa a la cama -
espera solo un poco más, porque si mueres de alegría yo también moriré contigo…
- la abrazo con fuerza con esos abrazos que sabia solo eran para ella y para todo
lo que viniera de ella, con la seguridad de que en verdad había encontrado un
hogar.

Nunca imploro en su vida por nada a nadie, sin embargo esa noche había implorado
hasta el cansancio por ver satisfecha su necesidad una y otra vez, porque Evelyn
tuviera piedad en sus embates y le diera un respiro, que la razón regresara a su
cuerpo, poder manejarse y controlarse pero no fue así.

¿Siete cielos? Eso había dicho ella segura estaba que llevaba más de veinte en
aquellos brazos, le dolía el cuerpo, le faltaba el aire pero sus caderas se
continuaban levantando en busca de más contacto una y otra vez, traicionando a
su mente y sus suplicas dejando escapar todo de ella a base de gemidos y suaves
gritos, Evelyn parecía un tornado insaciable que no se hartaba de devorar sus
cuerpo una y otra vez, por más que implorara por descanso y se declarara agotada
y vencida.

Cuando fue consciente que todo había terminado fue en el momento justo que
Evelyn estaba acurrucada en su pecho profundamente dormida, ¿En qué momento
se había dormido?... si ella apenas y podía respirar, ¿Cómo se había acurrado?,
¿En qué momento el jodido tiempo se había pasado tan rápido?, se medio
incorporo viendo la claridad de la mañana colarse por su ventana y volvió a
repetirse lo mismo que años antes ella nunca daba un paso atrás pero sin duda…
debió darlo en el momento justo que conoció a Evelyn Rodríguez.

NO ME OLVIDES

Capítulo 34

Vivir…

Que se mueran los que no quieran vivir.


Ricardo Arjona.

El humo del su café creaba figuras extrañas ante sus ojos mientras lo
contemplaba con algo de tristeza, delante suyo tenía una montaña de trabajo de
las empresas Salvaggi que al parecer consideraban, que sus vacaciones se habían
prolongado de más, levanto los ojos enfocando los monitores empotrados en la
pared que la comunicaban con los gerentes de sus empresas a lo largo del mundo
así como con sus socios.

En compañía de todo aquello estaba la propuesta de una empresa para que fuera
la cara nueva de su campaña de perfumes y de una fundación de cáncer que pedía
que apoyara su causa, sus vacaciones en la casa de playa parecían del todo un
sueño distante y perdido en algún lugar aun cuando su mente se empeñaba en
rememorarlo, a pesar de que se aferraba como una idiota a la imagen de Arian
prendada a su cintura a la mañana siguiente, a esa estúpida voz que le decía que
esa joven mujer siempre dormía en el piso pero que aquel día amaneció con ella
antes de volverla a poseer con pasión.

Esa mañana cuando debía abandonar aquella habitación, cuando ella encontró la
llave y la ropa a la puerta, mientras tomaba un baño se repitió una y otra vez las
líneas de guión que elaboro su mente y negaba su corazón, no deseaba hacerla
sentir incomoda así que pensaba cuidadosamente la despedida que le daría
mientras notaba los rastros en su cuerpo de la pasión abrazadora que Arian
sentía y en su corazón del infinito calor que su presencia le producía.

Ella estaba acostumbrada a renunciar a cosas, a emociones y sensaciones a


cambiar lo que deseaba por algo más y conformarse con poco, pero no quería
cambiar el calor de Arian por otro, no quería tragarse sus palabras y hacer lo
que debía… olvidar, renunciar, continuar….y sin embargo al salir de la ducha y
verla vestida porque uso el jacuzzi para asearse sintió como si su corazón se
rompiera en mil pedazos y continuo con su guión diciéndole adiós a la persona que
por una noche la hizo sentir realmente viva.

Sentirse realmente viva una vez le sería suficiente para el resto de su existencia
eso se juro esa mañana cuando estuvo por abandonar aquella habitación en el
momento justo que sujetaban su mano tirando de ella con suavidad y le
depositaban aquel papel en las manos mirándola fijamente a los ojos -Es mi
número, si me necesitas márcame- ella no dudo en darle el suyo con la misma
frase antes que le regalaran un cálido beso para retirarse dejándola a ella con
aquel frío dentro suyo, porque ese número en el papel era una amabilidad por una
noche de pasión dudaba mucho que Arian deseara que la llamara…. Por eso tenía
trabajo acumulado porque se pasaba pensando si llamarla o no….

La estación de policía estaba algo agitada aquella mañana, los efectivos heridos
en el atentado se habían reintegrado en su mayoría al trabajo y el acta de alta
del psicólogo se disparaba con su sello y firma como un anuncio de libertad para
todo aquel que amaba su trabajo, pero para Vanessa Savedra era el recordatorio
de que debía seguir adelante y dejar de lado aquello valiosos recuerdos de sus
días con su amada Tormenta para tener un compañero nuevo, la sola idea en si le
revolvía el estomago, dudaba mucho encontrar otro perro que fuera capaz de
sustituir el lugar de Tormenta.

Miraba al hombre delante suyo hablándole de los nuevos perros entrenados que
se encontraban en la perrera y sus múltiples facultades cada que pasaba frente
a una jaula miraba a los animales con tristeza todos eran pastores alemanes o
belga pero ninguno la llamaba realmente, escucho una gritos en el campo de
entrenamiento para ver Barquez gritándole a lo que parecía un bóxer y el animal
desobedeciendo cada una de sus ordenes_ ¿Y ese?_ cuestiono.

-Ese lo quiere Barquez- le dijeron - al parecer quiere demostrar que puede tener
un compañero canino y ganar popularidad, yo estoy en contra de ello… sabes que
siempre he creído Savedra que un perro policía es para estar en el campo no
metido en una oficina solo porque el cerdito ambicioso de Barquez quiere verse
heroico aprovechándose de la buena imagen que adquirió nuestra unidad.

-¿Cómo se llama?- cuestionó con una sonrisa traviesa que genero que su
acompañante se sonrojara suavemente.

-No te metas en líos Savedra- le escucho decir mientras lo miraba fijamente


notando como se revolvía incomodo desviando la vista - Cañón.

-¿Cañón?- lo miro divertida - ¿Pero por qué ese nombre?.

-Porque es como una bala de cañón… no dejaba nada en pie durante el


entrenamiento, y es impredecible como un cañón, súmale a eso que no
encontramos nadie que lo quiera… todos quieren las razas típicas… bueno todos
menos Barquez, que creo que está por descubrir porque es Cañón- los ojos de
Vanessa observaron la escena notando al perro saltar sacudiendo a Barquez
antes de llevárselo al suelo y arrastrarlo al ver que el tipo se negaba a soltar su
correa.

-Es muy fuerte - dejo escapar quedamente al ver al cerdito de Barquez ser
arrastrado.

-Es una raza de trabajo nunca lo olvides… tienen buena masa muscular y te
aseguro que no quieres que te muerda_ escucho al risa divertida a su lado antes
de dar dos pasos al frente al ver al perro rodeando a Barquez como si le hiciera
mofa.

-¡CAÑON, VEN ACA!- le grito con fuerza al perro que detuvo sus movimientos
mirándola fijamente por lo que lo enfoco con firmeza - ¡VEN!- vio como el animal
echaba a correr en su dirección deteniéndose apenas a pasos de ella – Siéntate-
lo observo obedecer sin dudar mientras escuchaba algo parecido a una
exclamación de sorpresa a su lado mientras ella se arrodillaba mirando al animal.
- a mí también me cae mal Barquez - afirmó sonriendo antes de sentir el lametazo
en su rostro - buen chico la próxima arrástralo más…

-¡ALEJATE DE MI PERRO, SAVEDRA!- noto como el perro se giraba mostrando


su hilera de dientes a Barquez que se detuvo en seco mirando al animal como si
no se creyera aquello - No te lo vas a quedar yo lo vi antes que tú…

-Yo no te lo quito- miro hacia otra parte con desinterés - anda llévatelo- esbozo
una sonrisa de burla - si es que tu mano llega entera a la correa- agrego mirándolo
desafiante.

-¡Oh pobre Savedra…! esta de malas porque no fue capaz de salvar a su


compañera en el atentado - su pupila se contrajo con ira al escuchar aquello - al
final no eres buena en tu trabajo, Tormenta te tuvo que salvar el trasero - apretó
el puño con rabia - Pobrecita Vanessa segurito no llegas con vida a los treinta….
Pero sabes por quien tengo más lastima por la pobre de Tor - escucho el grito
adolorido de Barquez mientras ella arrugaba el entrecejo dejando escapar un
suave auch al ver a Cañón colgando de los testículos del hombre mientras sacudía
la cabeza con fuerza - ¡AYUDAME FERNANDEZ! - le escuchaba gritar al
encargado de perreras…

-Savedra dile que lo suelte - escucho decir al hombre por lo que miro al perro
unos instantes.
-Cañón suelta - le dijo con firmeza notando como el perro soltaba a Barquez que
se iba al suelo lloriqueando como loco mientras el perro se volvía a sentar frente
a ella moviendo el cachito de rabo que tenía con alegría, se arrodillo acercándose
al animal- buen chico- murmuró bajamente llevándose dos fuertes ladridos - me
lo llevo Fernández.

-Todo tuyo Savedra- dejo escapar el hombre - puedes llamar al médico por
favor- agrego mientras ella asentía mirando divertida a Barquez - Nos vemos
Milo mírale el lado bueno ya no los usabas - agregó estallando en carcajadas
mientras se marchaba con Cañón siguiéndola.

Atravesó la estación ante las miradas curiosas de todos, tenía una semana para
acoplarse con Cañón y el primer paso era llevarlo a casa ir a los entrenamientos
matutinos con Fernández y si todo marchaba bien la semana siguiente estarían
en su puesto usual, noto como el perro se subía sin dudar a la parte trasera de
su auto, suponía que Herendira tendría todo listo porque ella simplemente no
tenia coraje para recoger las cosas de Tormenta e ir a comprar las nuevas dio
un suspiro antes de sentir una respiración en su nuca seguida de un lametazo en
la misma – Gracias - dejo escapar negando con la cabeza para arrancar - debes
portarte bien con Herendira - le dijo al animal - no vayas a ponerte de bruto
como con Barquez porque ella es quien nos da de comer y te aseguro que lo que
hace es muy rico y se de buena fuente que a veces cuela cachitos de carne en
las croquetas de ciertos animalitos…

Acaricio con suavidad la camita de perritos verdes dando un suspiro antes de


meterla en una bolsa, entendía perfectamente porque Vanessa no quería hacer
aquello ella sentía que iba a romper a llorar de un momento a otro, no quería ni
imaginar lo que podía sentir su mujer cerro la bolsa depositándola en un rincón
de la bodega con sumo cuidado junto con los juguetes y el suéter de Tormenta
se sentó un momento recordando aquel hocico negro que fue el preámbulo para
conocer los ojo negros dulces de Vanessa, los ladridos en la mañana, las
invasiones en la cocina, la compañía y los saltos alegres a su alrededor cuando
estaba cocinando mientras disimuladamente ella le daba carne al animal, también
como se recostaba a veces en la alfombra de la sala con la perra enredando sus
dedos en el pelaje y disfrutando de su calidez cuando se sentía inquieta o quería
decir algo que no lograba expresar.
Los días en la casa de playa con los niños corriendo alrededor de ella y como
saltaba en la piscina generando las risas de todos o simplemente se quedaba
sentada al lado de Clarisse como si la vigilara ¿Los animales tenían sentimientos?,
no sabía si los animales los tenían pero Tormenta... bueno ella nunca fue
simplemente un animal, escuchaba paciente, consolaba puntual, animaba cuando
debía y se quedaba simplemente sentada en una solidaria compañía que era
misteriosa, si los animales tenían sentimiento o no a ella poco le importaba…
porque Tormenta había demostrado que si al defender a Vanessa más allá de lo
posible dejando todo su cariño demostrado con fiereza con su vida, porque
después de todo sería su recuerdo uno que despertara nostalgia en su interior y
un eterno agradecimiento por contar con la compañía de Vanessa.

Se limpio las lágrimas antes de acariciar la bolsa una vez más – Gracias- murmuró
retirándose del sitio para cerrar con llave y encaminarse a la casa viendo la bolsa
negra llena de cosas nuevas y tomándola para ubicarlas compro casi todo negro
o rojo porque no sabía si sería un perro o perra, en ese instante incluso dudaba
que Vanessa fuera capaz de escoger otro compañero ubico el plato en la cocina
en un lugar diferente y la cama simplemente en un rincón de la sala, los juguetes
sobre la cama y enfoco el espacio con algo de abatimiento… acostumbrarse a
tener otro animal no iba a ser nada fácil pero el trabajo de Vanessa así lo
requería.

Enfoco la foto en una repisa en que se veía con claridad a Vanessa abrazándola
y la nariz negra de Tormenta colándose en la parte baja, antes de ver unas
cuantas en que salían con la perra y finalmente aquella con Vanessa en uniforme
policía junto con Tormenta… definitivamente un nuevo perro sería algo
complicado de digerir.

Las fotos iban y venían mientras Sasha simplemente cambiaba de cámara y daba
indicaciones a su modelo de turno, ante la atenta mirada de su esposo a pesar de
desempeñar su trabajo, su mente no podía estar más dispersa Vanessa Savedra
seria la modelo estrella de su nueva campaña, Vanessa Savedra también era la
pareja de su hija, la misma que de no ser por el chaleco estaría tres metros bajo
tierra, la misma joven a la que vería en unas horas y que la tenia completamente
nerviosa porque no sabía cómo manejar aquella situación para nada, porque su
pequeña no le hablaba aun, porque ella intentaba darle espacio pero ocultarle
aquello seria mentir… y ella no quería mentir.
Dio un suspiro moviendo la mano y pidiendo un descanso mientras enfocaba a
Eduardo y este se acercaba a ella preocupado - La vida es demasiado complicada
- dejo escapar suavemente - nada le costaba darme un descanso - agrego
dejándose caer en una silla con pesadez y elegancia - ¿Qué hago Eduardo? -
cuestionó mirando al hombre que simplemente le negó con la cabeza - Debo
decirle de esto a esa joven o solo se empeorara, pero tampoco sé si Herendira
ya le dijo algo y no quiero causarle problemas en su relación.

-Solo se mi vida - la voz varonil invadió sus oídos - que si la cagas puede ir
derechita a brazos de Víctor - levanto la vista alzando una ceja y enfocándolo.

- ¿Si yo la cago?- cuestiono con una educación poco propia de ella - Tu eres el
menos indicado para decirme si la cago o no - agregó viendo la mirada molesta
delante suyo.

-Buen momento para sacarlo Sasha - le respondieron - no he intervenido porque


acordamos que no era conveniente porque a fin de cuentas tienes razón no podía
aparecerme diciendo “Hola soy papito” - le vio dar un suspiro pesado mientras le
daban la espalda.

-Pero podrías intentar ayudarme a pensar Eduardo y no decirme no la vayas a


cagar - arrastro la voz con molestia_ haces que me sienta sola en esto y parece
que simplemente te lavas las manos ante cualquier consecuencia.

-¿Yo me lavo las manos? - enfrento la mirada iracunda poniéndose de pie - lo dice
la que salió huyendo como cobarde dejando a mi hija con ese salvaje - abrió los
ojos a más no poder al escuchar aquello - la que no me dijo que era mía hasta
años después, la misma mujer Sasha que no hace más que cagarla…

-No tenias que recordármelo - afirmó dejando su cámara de lado - después de


todo - dejo escapar por lo bajo mirándolo con ira - tú fuiste el error que
desencadeno todos los demás- le dio un fuerte empujón notando la palidez del
rostro mientras abandonaba la sala de fotos.

Un paso y el sonido de una nota del piano, otro paso y el mismo sonido, dio un giro
escuchando varias notas más antes de mirar los ojos cafés traviesos que le
enfocaban- Andy - dejo escapar divertida.

-Rocky - le respondieron con el mismo tono.


-Amor deja de hacer eso cada que camino porque no me dejas concentrar - movió
la carpeta con suavidad escuchando las notas del piano para negar suavemente -
Andy.

-Es que no pensé que trabajaras tanto - le afirmaron - siempre creía que eras
una estudiante y nada más, jamás pensé que en tus mañanas hicieras todo esto -
vio como le señalaban la pila de papeles.

-Ser millonario contrario a la creencia popular no es un trabajito sencillo -


levanto la ceja divertida volviendo a sentarse a la mesa - y aunque hemos sido
amigas siempre nos veíamos en mis ratos libres o simplemente dejaba las cosas
de lado para estar contigo - admitió con naturalidad sin notar la enorme sonrisa
que su comentario acababa de formar - y esto querida es el resultado de
vagabundear en vacaciones - afirmó tomando una carpeta para empezarla a
revisar.

Escucho el piano empezar a dejar escapar una melodía suave y envolvente que la
hizo sonreír relajándola unos instantes antes de enfocar a su esposa tocando con
los ojo cerrados y una enorme sonrisa, puso atención brevemente a las notas que
parecían hablarle de alegría y paz, negó con la cabeza debía estarse imaginando
aquello, se concentro de nuevo en sus papeles sintiendo que el trabajo no se hacía
tan pesado al ritmo de aquella melodía justo en el instante en que la puerta sonó
- Dios que sea la pizza - afirmó levantándose para ir a abrir escuchando algo
sobre yo podía cocinar, rio quedamente para que la sonrisa se esfumara al ver a
una escultura castaña mirándola de arriba abajo mientras se retiraba las gafas-
¿Si?.

-Hola nenita- vio la sonrisa encantadora que le revolvió el estomago - Esta


Andreita - esbozo una falsa sonrisa asintiendo - le puedes decir que la busca
Sara… y que la extrañe mucho, mucho.

-Claro que se lo digo -cerró la puerta de nuevo para enfocar el piano donde una
melodía diferente escapaba con algo de pereza - te busca Sara - escucho como
la melodía trastabillaba fatídicamente antes de cesar y enfocarla - dice que te
extraño mucho, mucho - afirmó en tono poco agradable.

-No es lo que parece - le escucho decir - bueno si… o lo fue yo… ahhh

-No me expliques quieres - le dijo con enfado dirigiéndose a la mesa - estaban


Erica, Maggie, las Gemelas Aldovar, Estefanía, Juana, Adriana, Silvia… - escucho
su lapicero quebrarse mientras notaba la mirada asustada delante de ella - así
que por favor explícale a ella también… y si ves mi pizza llegar tráemela.

-Si mi cielo - vio como se encaminaban a la puerta intentando calmarse sabía que
no debía descontrolarse, pero simplemente el asunto la empezaba a superar
básicamente porque Andrea aun no hablaba con su hermano y encima… encima
tenía un desfile de zorras resbalosas en la puerta de su casa… porque Andy
parece que se entretuvo bastante mientras ella se acababa de aclarar, pero ¿De
quién era la culpa? Suya, suya por no darse cuenta antes de lo que sentía
pero…interrumpió su pensamiento cuando vio como tiraban de Andy y la puerta
se cerraba -¡YA ESTUVO!- grito con molestia poniéndose de pie para dirigirse a
la puerta.

Abrió parpadeando sorprendida al ver a su esposa intentar al parecer quitarse


aquella mujer de encima por lo que simplemente estiro la mano separándolas y
llevándose una mirada confusa mientras sacaba el rosario que llevaba colgado en
el cuello y lo mostraba llevándose una mirada aun mas confundida, eso le pasaba
por no comprar anillos como toda la gente - Escúchame bien zorrita de cuarta -
vio como iban a protestar pero simplemente avanzo poniendo la mano con pesadez
en el pecho para estrellar a la chica contra la pared - ni te ocurra abrir la boca
- afirmó con enfado - quiero que vayas y le digas a todas tus amiguitas que esa
mujer - afirmo señalando a Andrea - es mía… es mi esposa y que si alguna más se
le ocurre tocar a la puerta de mi casa… tener moretones en la cara, es lo último
que les preocupara, porque si salen caminando tendrán suerte.

-Yo…ahh...- la vio asentir mientras la soltaba y se giraba a mirar a Andrea.

-¡ADENTRO! - le grito con enfado notando como daba un salto e ingresaba al


departamento mientras las otra joven literalmente corría hasta el ascensor
chocando con el de la pizza - Quince minutos es gratis - dijo antes de cerrarle
la puerta en las narices al chico, deposito la caja en la mesa del comedor
abriéndola antes de mirar a Andrea - Hoy hablas con Arturo - le asintieron con
fuerza - me voy a mudar… no quiero ver que una de esas tipas venga en la noche
- le negaron con fuerza - y habla con Karina porque a esa si le rompo las piernas
- agregó dándole un mordisco a la pizza - sigue practicando - afirmó notando
como se sentaban en el piano dejando escapar una melodía juraría nerviosa…
-Pero Evelyn- Karina caminaba detrás de Evelyn por el laboratorio notando como
la mujer simplemente continuaba con el análisis de muestras - solo será esta
noche y… pues puedes contratar a la niñera…

-No puedo- le contestaron- Alison tiene practica y Raúl natación y salen a esa
hora, además debo revisar sus tareas y cosas- noto como la miraba con completa
tranquilidad- Anda te puedes conseguir una amante para esta noche Karina…-
arrugo la nariz con molestia claro que podía conseguir a cualquiera pero hoy se
le antojaba Evelyn y Andrea que sería a luces su segunda opción simplemente
parecía desaparecida de la faz del planeta.

-Yo solo decía - afirmó con indiferencia - total eres tú la que carece de buen
sexo no yo - sé giro como si nada escuchando un bufido molesto a sus espaldas
mientras esbozaba una sonrisa ganadora.

-Pero el sexo que yo te doy querida no te lo da cualquiera - palideció ante el tono


sugerente que acababan de emplear - y es mejor que no lo olvides… porque si me
haces recordártelo me asegurare que no te levantes de la cama en días.

-Tienes el ego muy crecido - dijo con enfado abriendo - y el otro día me dormí
porque tuve mucho trabajo no por otra cosa - agrego indignada para salir
refunfuñando del lugar, sin percatarse del sonrojo de Evelyn o de su risa suave
- estúpida mujer…. Que se cree la novena maravilla del mundo, ya verá esta noche
me consigo una amante nueva y me olvido de ella del todo, platos buenos hay por
doquier…

Ingreso a la morgue descubriendo el cadáver de un hombre mayor para leer su


expediente con completa tranquilidad dando un suspiro negando con la cabeza
sin duda los excesos eran malos en la vida, era ver a aquel tipo y el expediente
para saberlo a ciencia cierta, debía esperar el análisis toxicológico que le hacían
pero a como se veía el señor de más de cincuenta escogió una mala noche para
meterse drogas, se giro silbando para prepararse para la autopsia con completa
tranquilidad antes de ver la cabeza negra de Evelyn asomarse en la puerta –
Cariño - miro hacia todas partes verificando si le hablaban a ella y le sonrió al
cadáver con suficiencia “escuchaste me dijo cariño” pensó enfocando a Evelyn -
¿Comemos juntas? - “ ves amigo… esto es vivir, tener una mujer hermosa que es
una diosa del sexo y además te hace de comer” - ¿Me acompañas por Alison y
Raúl? - levanto aun más la barbilla “lo ves no puede vivir sin mi”.
-Claro- se giro escuchando la puerta cerrarse tras suyo para silbar enfocando el
cadáver unos momentos y borrando su sonrisa “Esperen… me dijo que a comer y
por los niños… yo iba a salir esta noche por una bella mujer, no por los niños,
porque si voy por los niños me quedo con ella a cenar y se me hace tarde y… y…”
enfoco al cadáver jurando que el sujeto sonreía diciéndole “estas jodida”.

Miro alrededor negando con la cabeza, eso no era verdad ella podía ir y acostarse
con alguien más si lo deseaba, ahora simplemente no se le antojaba y le había
dicho que si a Evelyn porque… porque podía acabar igual en su cama ¿o no?, la
casa de Evelyn era grande y podía hacerlo sin que los niños las escucharan, así
que el único jodido era el tipo ese que estaba más frio que el hielo, arranco su
cortador sonriendo - Veras tu quien va a quedar jodido.

Amara se paseaba de derecha a izquierda en su oficina enfocando su celular


como si del peor de sus enemigos se tratara, giro sobre sus elegantes zapatos
de tacón sin dejar de mirar el aparato - ¿No piensas sonar? - le dijo con enfado
- ve viendo que haces o te tiro a la basura - agrego con molestia.

-Licenciada Savedra- se giro enfocando a su secretaria que la miraba extrañada


- ¿Se encuentra bien?- asintió con tranquilidad acomodándose la falda con
delicadeza para ir a tomar asiento en su escritorio - Es que tiene usted rato
paseándose, le traje un café - vio como le ponían la taza con delicadeza delante
- debe ser un caso muy duro, usted no tiende a pasearse tanto por el despacho
- levanto la ceja con seriedad - pero estoy segura que puede con esto jefaza - le
dijo la mujer mayor con ánimo.

-Claro yo puedo con todo - afirmó con tranquilidad - Gracias Raquel eres muy
amable - agregó con seguridad esperando a que la mujer se retirara para cerrar
las persianas y dejar caer la cabeza con fuerza sobre su escritorio mirando el
celular Suena por amor a todo lo sagrado…

Se incorporo abriendo la gaveta para observar el número de teléfono apuntado


en él y luego el reloj que le anunciaba que su hora de comer se acercaba, pero el
problema que tenia realmente era que no tenía hambre, no se podía concentrar
y lo único que se repetía en su cabeza eran los gemidos de Victoria entre sus
brazos, su olor y el calor de su cuerpo, porque se moría de ganas de tenerla entre
los brazos de nuevo, no lo podía controlar, no podía pensar, trabajar o sostener
una conversación decente, menos armar un caso… -llámame o me despedirán -
afirmó viendo el papel con los números - tengo ganas de ti… llámame - repitió
quedamente golpeando su cabeza contra el escritorio de nuevo.

Eso le pasaba por entregarse a los deseos de su cuerpo, ahora simplemente no


los podía controlar, pero aún así no se atrevía a llamar a Victoria… se llevo las
manos a la cabeza cada que pensaba en ella lo único que se repetía en su mente
eran sus ojos en cielo volviéndose en blanco mientras gemía bañada en sudor -
Soy una enferma - se dijo quedamente - esto es una pesadilla - se retiro el saco
acalorada de pronto - llámame por un demonio o me volveré loca - admitió
apoyando una mano en el escritorio.

Enfoco el celular dando un rodeo por el despacho como si fuera un gato enjaulado
antes de arrodillarse mirándolo fijamente y cerrar los ojos deseando
tranquilizarse teniendo el nefasto de la visión en su mente del cuerpo de Victoria
irguiéndose y agitándose sobre ella pidiéndole más, dejo escapar un gemido
involuntario antes de abrir los ojos, esa mujer era bella, deseable, dulce, tierna…
y ella la necesitaba entre sus brazos en ese instante – llámame - repitió
estripando el móvil entre las manos - llámame…

Soltó el teléfono sorprendida al verlo vibrar entre sus manos con el número del
nombre de la persona a quien invocaba, esbozo una sonrisa deseosa respirando
profundo para tranquilizarse antes de responder - Si diga - dejo escapar con
sensualidad.

-Hola - cerró los ojos con gusto al escuchar el tono suave al otro lado del teléfono
-io estoy fuera de tu firma - abrió los ojo sorprendida al escuchar eso - sono
muto… deseaba verte.

-Entonces espérame abajo - colgó tomando el saco y su maletín, para abrir la


puerta del despacho, gritándole a su secretaria que le cancelara todas las citas
de la tarde porque no se sentía bien ante la mirada confundida de la mujer,
aparto al chico de la correspondencia para meterse al ascensor guiñándole un ojo
y taconeando con impaciencia ese maldito trasto era lento, hubiera sido más
rápido bajar por las escaleras, finalmente salió al exterior viendo el lujoso
deportivo estacionado y a la joven de cabellos negros con un ramo de rosas en la
mano mirándola fijamente - Gracias al cielo - murmuró quedamente acercándose
a ella despacio.
-Hola - escucho de nuevo mientras le tendían las rosas y las tomaba - tienes
mucho trabajo - sonrió ante el tono inseguro.

-Extrañamente me cancelaron todas las citas - afirmó sonriendo mientras olía


las rosas sin dejar de mirarla - Así que tengo el día libre.

-Meraviglioso - observo cómo le abrían la puerta del coche e ingreso sin dudarlo
siquiera olvidándose por completo del suyo antes de verla a ella subir a su lado
enfocándola - ¿Dónde quieres comer? - le cuestionaron.

-Tengo muchísima hambre - admitió mirándola de arriba abajo mientras se


mordía el labio - muero de hambre… que te parece si comemos en mi casa - se
irguió levemente paseando su nariz por el cuello y escuchando un suspiro de
satisfacción - si arrancas es mejor, aquí hay mucha gente…. Ya sabes el trabajo.

El auto arranco mientras ella le susurraba sobre el oído las indicaciones para
llegar a su casa notando como el pecho subía y bajaba cada vez mas agitado al
ritmo que su mano delineaba el muslo con suavidad en el momento justo que sus
labios mordían el cuello ¿Qué le generaba esa mujer que producía que no se
pudiera controlar?.

-Arian- escucho su nombre casi en un gemido - voy a chocar - rió sobre el cuello
al escuchar aquello mordiéndolo de nuevo mientras se separaba levemente para
notar las pupilas cielo contraídas de deseo.

-Ya casi llegamos Tory - afirmó enfocando la calle para escuchar el GPS en
italiano dando indicaciones sobre la próxima desviación seguramente - te
brincaste un alto niña mala - rió por lo bajo deslizando la mano por el muslo de
nuevo para ver las manos apretar con fuerza el volante y a la chica al parecer
decir algo en italiano bajamente - se separo mas al ver el barrio residencial
donde vivía dándole las indicaciones a la chica para que se detuviera frente a su
casa, se bajo como si nada con las rosas en las manos, para saludar a los vecinos,
mientras notaba a una Victoria completamente sonrojada bajar detrás suyo
pasándose la mano por la cara al parecer intentando tranquilizarse, abrió la
puerta dejándola pasar para percibir el silencio en que siempre estaba envuelta
aquella casa, antes que para su sorpresa la estriparan del todo contra la puerta
sin dejarla girar.

-Sei una donna cattiva- gimió con fuerza al percibir el fuerte mordisco sobre su
nuca - Io voglio il tuo corpo - no tenía ni idea de qué demonios le había dicho -
Arian - escucho el tono mientras percibía como las manos empezaban a batallar
con sus prendas.

-No Tory, no la rom… - no pudo terminar la frase cuando escucho la tela rasgarse
a su espalda, aquella era de sus blusas más caras, iba a reprenderla cuando
percibió como levantaban su falda y la boca se paseaba por su espalda - Por un
demonio…. - ahogo un gemido mientras la apresaban aun más contra la pared y su
sujetador salía volando también – Vittoria - empezaba a creer que no era la única
que iba a enloquecer de deseo, sintió como la giraban de golpe mirando los ojos
celestes unos instantes fugaces antes de que le devoraran la boca para
separarse de ella y subir aun más la falda - Dios me voy a morir… - admitió
quedamente sujetando las cabeza de Victoria que estaba entretenida en sus
pechos haciéndola bajar lentamente - pero moriré feliz… - admitió cerrando los
ojos deseosa.

NO ME OLVIDES

Capítulo 35

INESPERADO…

Dios podrá ser sofisticado pero no malicioso.

Albert Einstein.

Era un duelo en regla y ella se sentía algo nerviosa por el asunto en realidad,
cambio su peso de una pierna a otra al ver los ojos verdes de Herendira aun
clavados en los de Cañón, el primer comentario de su mujer fue “eso no es una
pastor” tenía razón luego vino “está muy feo”… bueno ella solo lo veía algo
cachetón, “y mira como mira” volteo a ver a Cañón y levanto la ceja eso era verdad
estaban los dos muy negativos a su criterio “No es Tormenta” y esa era la cruda
verdad, la realidad, lo que le dolía realmente a Herendira “Nunca lo será”.

La había visto encaminarse a la cocina y al perro seguirla terco como era


dispuesto al parecer a ganarse su respeto y ella se sentó mirando pasar el reloj
lentamente antes de escuchar un grito y un ladrido dando un suspiro al parecer
Cañón se acababa de dar a notar, “perro malo” otro ladrido “saco de pulgas con
patas” un suspiro de su parte y un ladrido aun mas fuerte “eres feo con ganas
hijo de gata” gruñido mas ladrido algo normal razono ella “Vanessa no me gusta”
dio un suspiro antes de enfocarlos a ambos iniciar aquel duelo de miradas que
aun continuaba.

Razono que podría decir pero negó varias veces, ella se sentía igual Cañón no era
Tormenta pero necesitaba un nuevo compañero y le pareció el ideal, fuerte y
decidido el perro justo que necesitaba, su carácter no era para nada parecido al
de Tormenta y Herendira tenía razón pero tendrían que adaptarse observo el
reloj de la sala notando que era hora de marcharse - Se quedan solos - deposito
un suave beso en los labios de Herendira antes de acariciar el rostro con cariño
- Dale una oportunidad - noto como le asentían suavemente - pórtate bien - le
dijo al perro en tono serio para dejar su hogar.

-Bien cachetón quedamos los dos - afirmó Herendira mirando al perro


enfocándola fijamente antes de dirigirse a la cocina seguida por el animal - deja
de seguirme - afirmó notando como el perro daba un rodeo por la cocina
olisqueando antes de verlo desaparecer, para observarlo regresar con su cama
en el hocico arrastrándola con dificultad ¿Qué rayos le pasaba a ese perro?,
finalmente vio al animal dejarla caer con dificultad en el suelo dando como
resultado que quedara al revés y el perro diera vueltas a su alrededor al parecer
algo consternado por el hecho “Yo no lo pienso ayudar”, cada tanto desviaba su
vista de lo que hacía para ver al perro intentar usar todo su ingenio para voltear
su camita casi hasta conseguirlo casi… Escucho un leve lloriqueo antes que el
animal dejara caer su cabezota al piso y apoyara sus cachetotes en sus patas
visiblemente deprimido.

-Eso te pasa por querer venir a invadirme - le dijo molesta notando los ojitos
adoloridos enfocarle - ¿Para qué quieres estar aquí? - le cuestiono- a Tormenta
le gustaba dormir en la sala no estar metida en la cocina conmigo - agrego
notando al animal recostarse en el piso apoyando solo su cabeza en su cama
volteada al parecer dispuesto a dormir - Cañón - le llamo provocando que las
orejas se movieran levemente - fuera - escucho un lloriqueo suave mientras el
animal la miraba dolorido - esto es increíble - afirmo acercándose - muévete - le
dijo con molestia antes de tomar la cama y darle vuelta para ubicarla en un
extremo de la cocina - te quedas ahí y me dejas hacer mis cosas - le advirtió
notando como el animal se echaba a dormir complacido en la cocina - estúpida
cosa con patas…
La media tarde envolvía toda su casa, la luz terca insistían en colarse por las
persianas que impedían la visión del interior enredo un mechón negro entre sus
dedos jugueteando con él antes de enredar del todo sus dedos en la cabellera
del mismo color, percibía el corazón a un ritmo pausado y la respiración lenta, al
parecer Tory había alcanzado su límite ese día, ¿Cómo no?, se habían comportado
como un par de salvajes recordaba que habían acabado en el piso para migrar al
sofá y continuar como si el maldito mundo se fuera acabar ¿Cómo detenerse? Si
la escuchaba gimiendo con fuerza, llamándola con desesperación, exigiéndole
más… adicta era a su piel, a sus labios, a su voz, al olor a jazmín de sus cabellos.
Percibió como se acomodaban en su pecho con insistencia cosa que la hizo sonreír
a más no poder mientras su corazón latía con fuerza en su pecho - Vita mía -
escucho el murmullo de los labios antes de percibir el beso suave en el mentón.

-Hola dormilona- dejo escapar quedamente notando el cielo de aquella mirada


enfocarla con intensidad- no Tory… creo que de verdad necesitas un descanso.

-Ia no deseas el mio corpo - vio la mirada entristecerse mientras ella negaba
dando un suspiro pesado para apartar los mechones negros desordenados del
rostro.

-Me asustaste cuando te quedaste sin aire al final - asevero viendo el intenso
sonrojo que cubrió el rostro - creo que un respiro no nos vendría tan mal - agregó
- además prometí que te daría de comer y….

-Ya lo hiciste- sintió la cara arder ante el tono sugerente que emplearon- y tengo
más hambre - ahí estaba el maldito y enloquecedor beso, esos labios chocando
con los suyos en una guerra que hablaba de pasión y deseo una que no podía
controlar, tenía a su mente diciéndole que ella necesitaba descanso y a su cuerpo
que la tomara….decisiones su vida estaba llena de – tómame- bueno, esa era una
que no tendría que tomar, rió con fuerza al sentir como se iba al suelo con su
amante – Dolió- le escucho decir entre besos.

-Eres una descontrolada - afirmó divertida - gracias al cielo por el tapete sino
me parto el trasero - escucho la risa de Victoria aumentar en intensidad
mientras ella la miraba sorprendida su casa siempre silenciosa ahora estaba llena
de risas… de la risa de ella… Y por alguna razón le agrado bastante.

-Amore- levanto las cejas al escuchar aquello antes de recibir el beso cariñoso
en la mejilla - gracias - parpadeo envolviendo su rostro de seriedad - io estoy
molto feliz de estar qui contigo, tu alegraste tanto la mia vita, io se que solo
deseas mi corpo - desvió los ojos al escuchar aquello- pero… me haces molto
feliche…

-Bobita- dejo escapar antes de besarla con suavidad - anda recuéstate - afirmó
separándose de ella - me tomo tu blusa porque asesinaste la mía… te hare algo
rico de comer princesa que no soy precisamente yo, así que resérvate el
comentario italianita.

Victoria observo a su amante abandonar la sala antes de levantarse y tomar el


saco de Arian ubicándoselo para medio cubrir su cuerpo desnudo, en lugar de
acomodarse en el sofá dio un paseo por la sala mirando sorprendida las fotos
sobre una repisa en la que se veía a un hombre de cabellos negros y barba de
candado con uniforme policial y la barbilla en alto, de varoniles facciones y ojos
traviesos, parpadeo maravillada al ver lo guapo que era Alonso Savedra, desvió
sus ojos para ver otra foto en la que salía con Arian en la cual la joven tenía un
ojo cerrado al parecer por el roce de la barba, vio la medalla resplandecer por
un rayo de sol estiro la mano tomando la caja de cristal en la que descansaba con
sorpresa para leer el grabado de plata en la base de la cajita “Por ofrendar su
vida en el cumplimiento del honor” trago grueso antes de regresarla a su sitio
enfocando la foto del día de la boda de Amara y Alonso…

Esas fotos delante de ella parecían hablarle por si solas de un profundo amor,
devoción y lealtad cada una de ellas parecía revelar el fuerte vinculo entre sus
protagonistas, en ese momento comprendió porque Arian nunca se quitaba su
anillo de bodas la razón era porque aun amaba profundamente al hombre de
aquellas fotografías y nadie más tenía cabida en ella, percibió su corazón
encogerse en su pecho por lo que se llevo la mano por inercia al sitio - Tory -
escucho su nombre por lo que se giro enfocado a su amante a pasos de ella -
¿Estás bien?.

-Si Amara- respondió notando como la miraban con extrañeza_ son lindas fotos,
era muy guapo - intento esbozar una media sonrisa.

-Lo era- la escucho decir antes de notar cómo se ubicaban a su lado tomando la
foto en que el hombre salía con uniforme mientras acariciaban el cristal de la
misma con infinito cariño- Mi Alonso era el hombre más maravilloso del mundo-
sintió sus ojos arder antes de girarse encaminándose al sofá para dejarse caer
en él - ¿Estás bien?.

-Creo que estoy como dices molto agotada- se llevo la mano a los ojos ¿Qué
diablos pensaba? No podía competir ni siquiera tenía una oportunidad el solo ver
aquella foto se lo hizo saber, el ver la mirada de ella al contemplarla….sintió sus
manos temblar antes de llevársela de nuevo al pecho ¿Qué demonios le pasaba a
su maldito corazón?, eso nunca lo había sentido antes… lo sentía latir con fuerza
en su pecho y el aire írsele junto con aquel frío esparciéndose y esa presión en
sus costillas, escucho el ruido de la fotografía regresar a la repisa y esbozo una
sonrisa triste ella había seguido contemplado la foto en silencio…. –Amara- la
llamo quedamente.

-¿Por qué me dices Amara?- parpadeo ante la pregunta sin saber que responder-
¿Quieres que te diga Victoria?- se llevo las manos a la cara sintiéndolas frías del
todo- Me puedes explicar por…. Estas muy pálida- sintió la calidez de las manos
en su frente- ¿Dónde te duele?

-No lo son- respondió sintiéndose más tranquila de pronto al ver los ojos grises
enfocarla con preocupación y las manos recorrer su rostro intentando calmarla-
solo estoy cansada- sintió los labios en la frente aliviada del todo- ia me siento
mejor.

-Eres una consentida- medio sonrió ante aquello antes de mirarla apartarse-
quédate allí te traeré la comida en un rato y veras como te sientes mejor- la vio
perderse hacia la cocina antes de erguirse en el sofá enfocando al foto de Alonso
con seriedad “La quiero para mí” le murmuro desde su posición “Pero siento que
no puedo competir, perdóname porque voy a competir siempre he sido de pelear
batalla perdidas” afirmo dejándose caer en el sofá y cerrando los ojos “Siempre
he sabido pelear batallas, grandes batallas”…

Ese lugar no le gustaba nada, las miraditas dirigidas a ella le gustaba aun menos
se presento y espero paciente aun bajo la mirada de más de una modelo estirada
a la que ignoro con su usual altanería, ¿Por qué quien era más linda que ella?
Sonrió encantadoramente logrando que una de las chicas cambiara a mil colores
“Eso es para que veas que…. Epa que tu ya tienes a alguien” desvío sus ojos
incomoda enfocando a la recepcionista que le alzaba la ceja con interés “Y esta
arpía ¿Qué tanto me ve?” Respiro profundo quizás debió traerse al perro con
ella segurito les gruñía a todas, se revolvía incomoda en la silla llevaba más de
media hora de espera, el asuntito empezaba a ser más que insultante por lo que
se irguió generando varias exclamaciones “Soy una diosa viviente” se dijo a si
misma mirando a la recepcionista que la enfocaba pálida - Sasha Montenegro-
empleo su tono más molesto- no tengo su tiempo- agregó- así que levante su
aparatito y dígale que o me atiende o me voy…

-Mire Señorita…

-Oficial- vio la mirada confundida delante de ella- Oficial Savedra- agregó


arrastrando la voz e inclinándose amenazante- si estoy armada y si estoy de mal
humor- noto a la mujer palidecer del todo antes de levantar el teléfono
apretando un número mientras ella continuaba enfocándola.

-Adelante Oficial-sonrió con encanto dándose la vuelta para encaminarse al


despacho que suponía era el de la dichosa Sasha Montenegro, abrió sin
molestarse en tocar siquiera viendo la figura de espaldas al parecer observando
el paisaje de la ciudad, pelirrojo le fue inevitable notarlo el cabello pelirrojo de
un tono algo diferente al de Herendira carraspeo intentando llamar la atención
de la mujer.

-Un momento- le escucho decir por lo que levanto la ceja un poco enfadada- creo
que es mejor que se siente_ tomo asiento con enfado enfocando a la mujer a
pasos de ella, tenía algo que la llamaba profundamente y no comprendía el porqué-
prometa no enfadarse.

-Luego de esperar media hora creo que ya lo estoy- respondió con brusquedad-
encima no estoy de acuerdo con esto pero los fondos irían al departamento así
que me aguanto _ tamborileo los dedos sobre el escritorio- pero me sentiría
mejor si al menos me diera la cara y me hiciera ver que esto no es una pérdida
completa de…- abrió y cerró la boca varias veces antes de sonrojarse con
violencia tragando grueso esa mujer… era…era… idéntica…a…a… o sea se parecía
un… Un…

-No te enfades- casi grita al ver el puchero que ella bien conocía aparecer en el
rostro- te juro que fue una terrible coincidencia.

-¿Herendira?- cuestionó con una esperanza por demás estúpida antes que le
negaran - ¿Su madre? -la mujer asintió -¡ESTA LOCA!- le grito mirando
alrededor -COINCIDENCIA MI MI….MI…. YO… USTED…. ELLA PORQUE A MI!
Sasha miro a la joven delante suyo hiperventilando mientras aquellas hermosas
facciones se ponían rojas y no puedo evitar sonreír hasta enojada se veía
hermosa_ Herendira tiene un gusto impecable.

-Oh no- la vio levantar la mano- yo no estuve aquí, usted no me vio- se apresuro
a atravesarse entre la joven y la puerta- Señora se quita o la quito- escucho la
amenaza.

-Golpearías a tu suegra- hizo un enorme puchero viendo a la chica retroceder,


después de todo nadie dijo que no podía usar su impecable parecido con su hija.

-¡VAYASE AL CARAJO Y DEJE DE HACER ESO!- vio a la chica rodear el


escritorio poniendo distancia -¡DEJEME SALIR DE AQUÍ QUE YO NO ME
QUIERO METER EN ESTE ASUNTO!

-Cariño tranquila - afirmó en tono suave notando como la joven miraba alrededor,
parecía un perrito asustado tan encantadora y dulce - te digo que esto es una
desafortunada coincidencia, de verdad no lo sabía te escogí de modelo mucho
antes de saberlo.

-No le creo - vio el puchero adornar el rostro a pasos de ella - ni una palabra
déjeme ir no le miento ¿entiende? Nunca nos mentimos….

-No te pido que le mientas - afirmó con severidad - yo mejor que nadie se que
las mentiras no dejan nada bueno, pero no podía cancelar esto porque mi
compañía lo necesita y…. quería conocerte - dejo escapar quedamente.

-Señora… de verdad yo…

-¿Cuáles son tus intenciones? - afirmó sino iba a poder hablar con la chica se
llevaría la respuesta que quería y al demonio lo demás, enfoco el rostro
confundido - Más te vale que no estés solo aprovechándote de ella.

-Claro que no- la vio erguirse- y a usted esto no le importa porque según sé ni se
hablan- vio los ojos negros llenarse de ira - pero si tanto le interesa yo… mis
intenciones son honestas…

-Vive contigo- la vio palidecer de golpe - y me dices que tus intenciones son
honestas, cuando se fue contigo así nada más - vio la chica saltar el escritorio
con una agilidad que la asusto antes de acabar estampada entre la pared y el
cuerpo de aquella imponente mujer.
-Es mi mujer- escucho el tono de voz oscuro y amenazante_ mi mujer - le
repitieron con ira - no dejare que nada ni nadie la lastime - la enfoco con
intensidad no dispuesta a desviar su mirada - yo le doy cuanto necesita, mi
lealtad, mi cariño y mi cuerpo cuando así lo requiere ¿le quedo claro?.

-Eres muy sexy - vio el sonrojo invadir el rostro antes que se separaran de ella
y la joven se tropezara acabando sentada en la alfombra - me quedo clarísimo yo
soy Sasha Montenegro y es un verdadero placer Vanessa Savedra_ extendió su
mano con tranquilidad - ya hablaste conmigo deberás decírselo.

-El disgusto es mío- la escucho decir poniéndose de pie y tomando la mano- usted
se lo explica porque yo no lo hare…

-Se lo explico- afirmo con seguridad- ahora vamos a que te midas la ropa, porque
debo empezar la sesión fo…¿Dónde vas?

-A casa- vio los ojos negros enfocarla- así que mueva ese elegante culo suyo- la
miro boquiabierta- porque no pienso posar para nada sin el permiso de mi mujer-
se encamino detrás de la joven haciéndole una seña a su secretaria para que
cancelara sus citas abordando el elevador.

-¿Siempre eres así de maleducada?- cuestionó con severidad.

-Solo con mujeres que intentan aprovecharse de increíble parecido de mi mujer


para manipularme- le respondieron- y si me gusta su trasero es idéntico al de
ella.

-¡VANESSA!

-Eso también lo hacen idéntico…

Corría como loca cuando la flecha paso zumbándole cerca de la mejilla, era un
mal día… un mal día se dijo mientras doblaba cerca de la piscina para saltar los
arbustos y correr más rápido -¡CORRE MI AMOR!

-¡ESO HAGO!- respondió rodando apenas esquivando otra flecha ya sabía ella
que no debía decir ni media palabra pero noooo nadie la escuchaba nadie, esquivo
a un hombre de seguridad apenas con una finta para dar un giro enfocando los
cabellos rubios y los ojos azules asustados -¡ESTOY BIEN!- le dijo -¡TE VEO A
LA SALIDA!
-¡NO VAS A SALIR VIVA DE AQUÍ ALMEIRA!- escucho el grito de Arturo a
sus espaldas mientras saltaba otro grupo de arbustos y escuchaba el sonido de
una flecha… haberle dicho fue una pésima idea, decirle cuando estaba en clase
de tiro fue una peor.

-ES DEL VALLE ZOQUETE- respondió divertida al ver la flecha clavarse en un


árbol cercano y tragando grueso.

-DEJA DE PROVOCARLO- grito Elena asustada desde algún punto perdido -Y


TU ARTURO, DEJA DE COMPORTARTE COMO UN ANIMAL- la escucho decir
molesta si tan solo supiera donde estaba Elena se escondía detrás de ella, segura
estaba que era el único lugar donde estaría a salvo - ARTURO DEJA LA ESPADA.

¿Espada?, no sabía si agradecer que los Del Valle tuvieran una colección de armas
medievales y no una de armas modernas porque segura estaba que estaría
muerta, escucho un fuerte silbido antes de gritar dolorida viendo su brazo
sangrar esa última flecha había pasado demasiado cerca.

-¡COBARDE ALMEIRA A TUS PADRES SALISTE SEGURO!- Stefani se detuvo


a medio camino al escuchar aquello, maldiciendo por lo bajo para regresar al
balcón notando como Andrea se giraba en seco ante la mirada sorprendida de
Arturo que dejo caer la espalda al suelo, no le fue muy claro porque su hermano
empezó a correr en dirección contraria quizás por el hecho de que Andrea había
pasado quitándole la pistola a uno de los de seguridad… si debía ser eso…

-NO METAS A MI MADRE EN ESTO, MALDITO MILLONARIO MARICA-


escucho gritar a su esposa mientras su hermano corría ahora saltando el los
arbustos como loco.

-¡ANDREA NO MATES A MI ESPOSO!- escucho gritar a su cuñada_ ¡ES UN


IDIOTA, NO PIERDAS TU TIEMPO, POR AMOR A DIOS!- vio a Elena
preocupada, pero era culpa de Arturo, fue que Andrea dijera que tenía una
noticia que dar y le adjuntara matrimonio para que empezara a actuar como loco
-¡ESTOY EMBARAZADA!- el grito genero que Andrea se detuviera en seco y
Arturo se estampara contra un árbol como el idiota que era.

-¿Estás embarazada?- cuestiono a Elena que estaba en el balcón contiguo y


asintió por lo que sonrió a más no poder antes de escuchar a Andrea gritar porque
la mitad del equipo de seguridad le acababa de caer encima.
-¡DEJEN A MI ESPOSA! - grito enfadada provocando que los hombres soltaran
a la joven como si tuviera veneno.

-Ya escucharon, ato de animales- vio la joven castaña levantarse sacudiéndose la


hierba – esposa - la vio mover la cabeza afirmativamente - los puedo despedir a
todos- sonrió divertida al ver a los hombres palidecer ante la chica que no dejaba
de mover la pistola apuntándoles.

-Amor deja de asustarlos y recoge a mi hermano del piso por favor_ le dijo
mirándola con seriedad.

-¡EL EMPEZO!- la escucho quejarse por lo que le dirigió una mirada aun más
severa que genero que la joven murmura algo mientras ayudaba a Arturo a
incorporarse -¡ESTE SE ORINO!- la miro sorprendida -¡A MI NO ME CULPES,
SEGURITO FUE PORQUE ELENA LE DIJO QUE ESTABA EMBARAZADA!

-¡ANDY!- la miro molesta notando como de nueva cuenta la chica murmuraba algo
y arrastraba como podía a su hermano al interior de la mansión, se giro a
observar a Elena unos instantes antes de que ambas estallaran en risas - Son
como niños - dejo escapar riendo aliviada.

-¡DEJEN DE REIRSE!- Stefani se encogió ante la mirada severa de la mujer que


la había criado -¡CASI SE MATAN!- miro a Elena medio sonriente - ¡Y BAJEN A
VERLOS ANTES DE QUE EMPIECEN DE NUEVO!- bajo las gradas notando como
Teresa se perdía ingresando a la mansión.

Bajo las gradas con Elena para escuchar el comentario de Andrea - ¿Te llamas
Arturo Jerónimo verdad?- observo a su hermano mirando a la joven con enfado
mientras Teresa lo mantenía controlado y este asentía - entonces pasaras a ser
San Jerónimo de las aguas perdidas - no puedo evitar estallar en carcajadas
antes el chiste ni ella, ni Teresa y mucho menos Elena.

-Maldita mocosa - vio el enfado de su hermano - una cosa era que aprobara que
ella te amara, otra muy diferente la estupidez que hicieron - vio el rostro
enrojecido de su hermano - ni siquiera tuvieron la decencia de avisarme.

-No necesitamos tu aprobación para casarnos - se sorprendió ante el rostro serio


de Andrea - simplemente te lo estamos informando pipiman… Así que asúmelo de
una vez es mi esposa y no puedes hacer nada porque que nada me separara de
ella.
-Arturo es suficiente - la voz de Elena genero que todos los presentes voltearan
a mirarla- ya defendiste el honor familiar cariño, haremos una ceremonia
simbólica con todas nuestras personas queridas y de paso celebramos lo del…

-No lo digas Elena - dejo escapar Stefani - vayamos a tener un derrame de nuevo
- las carcajadas estallaron en el lugar mientras Arturo se levantaba con la mayor
dignidad posible pasando al lado de su esposa para obsequiarle un beso cariñoso
en la mejilla retirándose escaleras arriba_ no gotees hermanito.

-¡NIÑAS!- el grito de Elena genero que reinara el silencio mientras todas se


miraban mutuamente - iré a poner una veladora - afirmó la mujer generando que
todos la miraran- ya saben para que no vuelve a haber una inundación de ese
calibre - la risas estallaron de nuevo mientras Elena miraba con alegría a su
familia… al parecer finalmente las cosas estaban mejorando.

Se había ido a la sala ¿Y qué había hecho Cañón? , pues lo mismo jalar su camita
y acomodarla al lado del sofá para echarse en ella, estaba practicando con el
videojuego porque había terminado todas las labores domesticas y la comida
estaba preparándose ya que Vanessa le aseguro que no llegaría tarde, enfoco al
perro que la miraba con interés ladeando la cabeza - ¿Qué?- le cuestiono antes
de escuchar el timbre sonar observo al animal sentarse esperando en su cama
mientras ella se asomaba mirando al cartero y abriendo la puerta.

-¿Herendira Villafiel?- asintió extrañada notando como el hombre le sonreía de


una manera perversa y dos más salían de un punto que ella no divisaba desde el
mirador de la puerta - Su padre ha estado preocupado por usted - sintió el
agarrón firme sobre su brazo - ha sido una joven muy mala pero su papá ya se
encargara de castigarla.

Trago grueso forcejando apenas mientras la puerta de la casa se cerraba con


fuerza dejando los ladridos de Cañón en su interior, se sacudió intentado
librarse del agarre que solo dio como resultado que le apretaran mas el brazo
por lo que le dio un fuerte golpe a uno de los hombres que simplemente tiro de
ella con firmeza generándole un grito al escuchar un sonoro crack en su
antebrazo- Tenemos libertad de acción, de verdad hiciste enojar a papito -
afirmó el hombre mientras ella contenía las lagrimas siendo arrastrada hacia el
vehículo.
Estaba por gritar cuando una mano cubrió su boca impidiéndoselo, vio el puño
amenazante delante de ella y la frase “no nos hagas dejarte inconsciente” por lo
que abrió los ojos con ira antes de mirar la casa de Vanessa, su casa de la cual la
alejaban estaba llorando al sentir como inclinaban su cabeza para meterla al
vehículo cuando el destello café paso a su lado volando generando el grito del
hombre que la apresaba, y que al instante la libero vio a Cañón colgando del
hombro del hombre mientras lo sacudía con fuerza antes de soltarlo y girarse
atrapando a otro, se arrastro como pudo intentando llegar a la casa en el
momento en que tiraron de una de sus piernas apresándola -¡MATA A ESE
MALDITO ANIMAL!- escucho gritar a uno de los dos hombres que forcejeaban
con el perro, mientras el tercero la atrapaba de nuevo intento soltarse sintiendo
el dolor nacer en su brazo e instalarse en el resto de su cuerpo, solo viendo a
Cañón soltar al hombre que mordía y dirigirse al tercero que la empujo al frente
en un intento de confundir al animal que simplemente giro con habilidad
mordiéndolo en la pierna.

Enfoco al frente viendo a uno de los tipos sacar una pistola apuntando al perro,
estaba por gritar cuando vio el reflejo de unos cabellos negros aparecer sobre
el capo del auto estampando al hombre que sostenía la pistola en el antes de
hacerlo girar en el aire, alguien tiro de ella no podía precisar quién pero tiraron
de ella hacia la casa mientras sus ojos estaban fijos en Vanessa que apuntaba las
dos armas a sus atacantes mientras Cañón se encargaba del tercero en el suelo.

-Parece caballeros que les salió mal la movida- escucharon los tipos decir a la
joven - Díganle a Víctor que si alguno de ustedes se vuelve a acercar a mi casa
los matare y alegare defensa propia, nadie dudara de mi palabra - la vieron
girarse mientras sacaba un pañuelo de su mano limpiando el arma que era de uno
de ellos con sumo cuidado - y para que no quede duda - el disparo resonó haciendo
al líder doblarse de dolor en el suelo - nunca vuelvas a tocarla - le afirmo
arrojando el arma como si nada para dirigirse a la casa con seguridad.

Herendira apretaba los dientes viendo los cabellos pelirrojos parecidos a los
suyos con sorpresa mientras enfocaba a Sasha que al parecer intentaba llamar
a Georgina ya que necesitaban un médico - Mami - llamo quedamente.

-Tranquila amor, mami está aquí- asintió conteniendo las lágrimas su padre había
hecho su movida, una completamente irracional ¿Por qué?, escucho el disparo
para abrir los ojos asustados…. Recién acababa de tener claridad del por qué.
NO ME OLVIDES

Capítulo 36

Entereza.

Prudente padre es el que conoce a su hijo.

William Shakespeare.

Sasha enfoco a Rodrigo terminar de ubicar la férula en el brazo de Herendira


en su clínica privada ya entrada la noche, noto el gesto cansado y dolorido de su
hija mientras ella acomodaba los cabellos con cariño, sentía que Víctor había
violado una delicada línea.

Escuchaba con atención las indicaciones de su yerno sobre la medicación de su


hija y como este las escribía tendiéndole la receta médica, antes de retirarse
del consultorio dejándolas solas veía los ojos verdes perdidos por momentos en
algún punto en esos instantes sentía que su hija se parecía profundamente a su
esposo y por el gesto de concentración segura estaba que planeaba algo.

-Papá va por Vanessa- le escucho decir antes de que los ojos la enfocaran con
fiereza - quiere lastimar a Vanessa - le afirmo por lo que miro consternada - si
es que no es el responsable de sus lesiones pasadas.

-Dudo mucho que sea el responsable de esas lesiones- afirmo suavemente


acariciando el rostro y sintiéndose aliviada al no ser rechazada -¿Por qué crees
que va tras tu Vanessa?

-Ella me defendió, le disparo a uno- vio las pupilas verdes temblar levemente -
mamá se dejo llevar por la ira y Víctor se aprovechara de ello… ella puede….

La miro empezando a reír con fuerza notando la mirada consternada de su hija,


antes de sentarse a su lado en la camilla para continuar riendo - Cariño tu novia
tiene mucho peligro - le afirmo - si Víctor cree que puede intimidarla, le diré que
lo grabe porque será todo un espectáculo que no me quiero perder.

-Mami- escucho el llamado enfocando a su hija.

-Esa mujer te adora hija- le afirmó- así que no te preocupes por ella, en cuanto
a tu padre, acaba de pasarse de la raya por mucho- cambio su expresión a una de
infinita molestia- Y te aseguro que no le agradaran las consecuencias.
-Mami- escucho el suave murmullo - me duele mucho- vio el puchero con alegría
porque era una clara muestra que su pequeña quería ser consentida por lo que la
abrazo con delicadeza besando la cabeza con cariño, al final debería agradecer
a Víctor su idiotez que a fin de cuentas fue la que le permitió acercarse a su hija
de nuevo.

Georgina observaba a la joven que era la novia de su hermana en la sala de espera


mientras el celular vibraba sobre el asiento - ¿No vas a contestar?- cuestionó
quedamente.

-Me van a decir que estoy despedida - se sorprendió al escuchar aquello - porque
es lo que tu padre quería tener un punto para manipularme y que echara a tu
hermana de casa, seguramente no sabe que somos amantes - vio la chica sonreír
divertida_ tampoco debe comprender que mi trabajo me importa poco, si pierdo
a Herendira nada tiene sentido también dirán que debo sacrificar a Cañón porque
ataco a un civil pero eso no lo permitiré solo hare que lo den de baja, será mi
mascota y buscare un buen trabajo para poder mantener a tu hermana
decentemente.

-Vanessa- trago grueso unos instantes al ver la mirada serena delante de ella.

-No me pude controlar… - le afirmaron- deseaba volarle la cabeza pero sabía que
si los dejaba irían con el cuento a tu padre y él intentaría utilizarlo… porque
quiero verlo pararse delante de mí, ver su expresión al ver su plan fracasar
miserablemente.

-¿Sospechabas que planeaba algo así?- cuestionó sorprendida llevándose otra


sonrisa altanera.

-Simplemente barajo todas las opciones y esa es una de ellas -vio el celular sonar
de nuevo mientras Vanessa lo ignoraba de lleno, empezaba a creer que esa mujer
era mucho más peligrosa de lo que aparentaba y su padre lo iba a descubrir de
mala manera.

Clarisse Savedra caminaba del lado de Rachel mientras la joven cargaba varios
paquetes de comida como era su costumbre, era un día de semana en que le era
usual visitar la casa de Amara y surtir su seguramente abandonado refrigerador,
estaba segura que de no ser por ella se la pasaría comiendo en la calle cualquier
porquería que encontrara esa mocosa se mantenía en forma porque tenía por
costumbre hacer ejercicio como enferma, creía ella que era su forma de escape
cuando se sentía sola o frustrada.

Luego de la muerte de su nieto le había ofrecido vivir con ella pero la joven se
negó diciendo que permanecería en la casa que Alonso con tanto amor compro
para ambos, fue ir a dos semanas de la muerte del hombre para darse cuenta
que Amara simplemente tomo la decisión de que comer no era algo importante
así que adopto esa costumbre de asegurarse que tuviera algo más que cereal en
la lacena.

Los ojos grises delante de Victoria se mostraban algo avergonzados mientras le


tendían un tazón de cereal que ella enfoco con algo de aprensión - No he ido de
compras, sé que es tu quinto plato hoy - le admitieron por lo que negó empezando
a comérselo con calma, estaba en proceso de llevarse su tercera cucharada a la
boca cuando percibió aquel roce sutil en su pierna segura estaba por la
concentración que Arian tenía en su cereal que su afán no era provocarla pero
era indiscutible que un solo roce de aquellas manos era suficiente para hacer
erizar su piel provocando que el corazón quisiera salirse de su pecho mientras
sus ojos enfocaban a la responsable con deseo…. Noto como la miraba y las
pupilas negras dentro de aquella tormenta se contraían en respuesta por lo que
deposito el plato en el suelo haciendo lo mismo con el de su amante antes de
inclinarse sobre ella provocando que se recostara del todo el sofá mientras
percibía como le retiraban aquel saco cargado del olor que adoraba

-Me encanta tu piel - la escucho decir mientras recibía un suave beso en el


hombro - eres tan suave que no me puedo resistir siquiera - sonrió ante aquello
percibiendo como los besos dejaban su hombro dirigiéndose a su cuello, estaba
ardiendo en deseos pero a la vez aquellos besos encerraban algo que la llenaba
de una gran calidez que no podía describir - luego te llevo a comer - rió
quedamente enredando sus dedos en el cabello para inclinarse a besarla sintiendo
de inmediato como la apretaban con fuerza como deseando fundirse con ella…

Lecciones la vida te da lecciones pero ella por alguna razón siempre había sido
tan distraída que muchos decían que era casi un crimen, así que cuando Clarisse
se regreso a la camioneta por un paquete ella no reparo mucho en nada que le
diera indicios que la casa estuviera ocupada, ni siquiera en el hecho de que no
tuvo necesidad de meter la llave porque el picaporte giro solo, abrió sus ojos
desproporcionadamente al ver el cuerpo de Victoria erguirse del todo sobre su
concuña “Diablos” - Chicas- musito generando que Victoria diera un grito y Amara
se enderezara cubriéndola con su propio cuerpo - Clarisse - segura estaba que al
menos Amara le quería arrancar la cabeza pero la sola mención del nombre de la
abuela genero que palideciera sin saber qué hacer, gracias al cielo Victoria
parecía que si porque medio se cubrió con un saco que a luces se veía no era de
ella y echo a correr escaleras arriba.

-Ni se te ocurra mirarla - le advirtieron mientras notaba a una Amara


completamente desnuda recoger toda la ropa de la sala para meterla en el
pequeño armario bajo la escalera- Distráela.

Se quedo boquiabierta antes de girarse, distraer a Clarisse era como distraer al


diablo parecía saber exactamente todo lo que pensaba uno en el momento
indicado, encima ella era pésima mintiendo cerró la puerta notando a la anciana
dirigirse hacia ella con una bolsa de refrescos por lo que se atravesó delante de
la puerta sonriendo - ¿Linda noche no?.

- ¿Qué pasa?- palideció en el acto ante aquello- Mas te vale que no intentes
mentirme jovencita.

-Yo solo digo que la noche esta bonita- dijo dolorida mirando a la anciana- yo solo
hago referencia a que la noche es hermosa y tú me acusas de mentir - tomo aire
con fuerza - no puede una admirar la noche en paz, sin que piensen que oculta
algo.

-Eres demasiado distraída para reparar en las estrellas_ le afirmaron generando


que carraspeara - así que me vas a explicar que pasa y porque no me dejas entrar.

-Pues no pasa nada - afirmó recostándose en la puerta de la casa y mirando hacia


otra parte - creo que estoy embarazada - “Rachel idiota de todas las cosas que
podías inventar tenias que salir con esa”.

-¿Enserio?- cuestiono la anciana delante de ella con emoción.

-No.

-¡RACHEL!- sintió la mano firme de Clarisse en su oreja haciéndola arrodillar esa


anciana era un demonio cuando quería - Me vas a decir que pasa ya mismo - “¡Oh
sí! Abuela, te diré que Amara se está revolcando con Victoria a pesar de que se
lo prohibiste rotundamente…. moriré siendo una tumba”.
-¿Qué pasa acá? - la voz de Amara le hizo dar las gracias al cielo al verla detrás
suyo con buzo, despeinada y bostezando de cansancio, trago grueso unos
instantes antes de que le miraran con diversión- ¿Y ahora qué hizo?.

-Comentar que la noche estaba bonita - se defendió la joven en el momento en


que Clarisse la soltó.

-¿Qué haces aquí? - escucho cuestionar a su abuela mientras ella se frotaba la


oreja dándole una mirada molesta a su concuña.

-Me enferme - afirmo la chica - llevo toda la tarde durmiendo -“Ya quisiera yo
dormir así” pensó fugazmente notando como Clarisse acariciaba el rostro de
Amara con cariño - me sentí muy mal tanto que deje el trabajo.

-Viste al médico - Amara asintió mientras ella la miraba con sorpresa era tan
buena mintiendo que daba miedo, escuchaba la explicación tranquila de la mujer
mientras ingresaban a la casa y ella ubicaba todo en la cocina.

Escaleras arriba Victoria estaba escondida en la primera habitación que


encontró para su desgracia pronto fue evidente que no era la más indicada, al
parecer había acabado en la habitación matrimonial que le mostraba de nueva
cuenta cual era la historia de Amara en aquella casa.

Paseo sus ojos por la recamara los delicados cuadros en ella y la fotografía de
Alonso a un lado de la cama sobre el buro, sentirse una intrusa en un lugar en el
que no debería era extraño sin embargo sentía que estaba en un sitio indebido,
era como si fuera la amante, la tercera y esa era la segunda vez en el día que
sentía aquello pero Amara era una mujer viuda, que no estaba atada a nadie por
ley ni deber y sin embargo en aquella recamara era sencillo saber que seguía
casada aun con un fantasma.

Escuchaba las voces amortiguadas desde la planta baja, y ella estaba escondida
como si hiciera algo realmente malo, escondida en el lugar menos indicado en un
sitio lleno de los recuerdos del que fuera, era y seria el gran amor de Amara lo
que generaba que regresara la pregunta usual a su mente ¿Por qué insistía en dar
batalla por alguien que en unas horas le demostró que no tenía cabida para ella
más que en su deseo?, era una locura hasta cierto punto sobre todo cuando las
evidencias le decían que era la perdedora clara de esta contienda.
La respuesta quizás estaba en el hecho de que ella era una luchadora, tenía la
batalla de su vida perdida y había resistido lo suficiente para ganarla, la pelea
que tenía enfrente era muy diferente sobre todo porque no era la única
involucrada, dependía mucho de Amara y que tan dispuesta podía estar a aceptar
sus atenciones más allá del sexo. Estar escondida en un segundo piso le decía que
la disposición de la joven no era la mejor.

Le agradaba el rostro de la Arian de las fotografías pero la que compartía su


cuerpo con ella, le gustaba tanto o más que esa porque sentía que le reflejaba
cosas que en esas fotografías no veía, se giro al escuchar pasos en el pasillo
antes que abrieran la puerta de la recamara y el océano gris que tanto adoraba
la enfocara con ternura - Ya tengo comida decente- rió por lo bajo al escuchar
aquello.

-Lo lamento- se pasó la mano por el cuello, la realidad era que necesitaba aire y
pensar detenidamente las cosas - pero tengo trabajo pendiente en la oficina y
ya es bastante tarde así que tendré que pasar a retirarme.

-Comprendo- noto como desviaban la mirada por la recamara - tenía tiempo que
no entraba aquí - aquella declaración la sorprendió sobre manera - pero debo
insistir que no te vayas sin comer al menos algo - noto como tomaban su mano
con suavidad - te ves linda solo con mi saco encima - reparo en su cuerpo desnudo
ruborizándose profundamente, antes de sentir la cercanía del cuerpo de Arian y
fue entonces que su mente le encendió la luz roja de alarma “lo está haciendo de
nuevo detenla” pero quizás la advertencia le llego tarde porque la besaban
apasionadamente - ¿Quieres aquí o en otro sitio? - la miro extrañada unos
instantes.

-Dónde quieras, pero me gustaba el sofá - agregó sintiéndose incomoda al ver de


reojo la fotografía del buro.

-Mejor en mi recamara - sintió como tiraban de su mano haciéndola caminar unos


cuantos pasos hacia otra habitación que si le resultaba familiar, papeles tirados
en la cama y un escritorio sonrió percibiendo la familiaridad antes de empujar a
Arian al piso y ubicarse sobre ella -Que salvaje…

-Salvaggi es mi apellido - afirmo divertida - Ma que cosa me describe


perfectamente…
Víctor miraba sonriente al Jefe de la Policía delante suyo con su colega de la
división turística, Marcos Perdal no parecía muy feliz por el tipo de mirada que
le dedicaba eran ya más de las 11 de la noche, pero la mocosa debía presentarse
si o si. Escucho la puerta detrás suyo abrirse y a Vanessa Savedra ingresar con
un enorme bóxer a su lado.

La joven ni siquiera lo miro simplemente ubico la placa y el arma delante del


escritorio de su tío - El Señor Villafiel quiere negociar - escucho la voz de
Marcos arrastrarse levemente.

-Que se meta su negociación por el culo - abrió los ojos sorprendido al ver la
joven girarse mirándolo con una sonrisa altanera - Vamos a ver Señor Villafiel -
vio a la chica dar un rodeo por la oficina - sus hombres fueron a mi casa e
intentaron sustraer de ella, por decirlo de una manera elegante para que me
entienda - iba a decir algo cuando le levantaron una mano indicándole que
esperara - la cosa es que ella es mayor de edad, es decir que cualquier intento
de desplazarla por la fuerza de un sitio a otro dada su condición su adulto
responsable tiene un único nombre ¿Cuál sería tío?.

-Secuestro - afirmó Marcos con total tranquilidad - ciertamente es un delito


muy serio.

-Eso si mi hija presenta cargos - respondió con total tranquilidad - cosa que
ella…- le tendió un papel que tomo con sorpresa.

-Ya hizo- le afirmaron con despreocupación- eso que usted tiene en las manos es
entre otras cosas una orden de restricción, vera Señor Villafiel no es el único
con gente importante a su alrededor y que además sabe de leyes, a mi me basto
una simple llamada a alguien muy querido y claro los contactos de su amadísima
ex esposa para acomodar todo este asunto - vio a la chica girarse acariciando al
perro antes de tenderle otro documento al Jefe de la Policía - Tío entiendo que
dejarme aquí puede dañar tu imagen pública por lo que presento mi solicitud de
baja honrosa por incapacidad - la miro sorprendido - veras uno de los
guardaespaldas de este hombre me genero una lesión en columna que provoca
que este imposibilitada de desempeñar mi trabajo por los próximos cinco meses
- palideció al enfocar la mirada fría que le dirigían junto con una copia del
dictamen médico - El esposo de su Georgina es tan agradable y tuvo la gentileza
de atenderme fuera de horario - leyó el documento apretando los puños - ahora
una cosa más… este otro papelito es una indemnización por daños y perjuicios de
parte de sus guardaespaldas cuando me agredieron a mí y… a espere un momento
tengo que hacer algo antes de decir esto - noto a la joven sacar una cámara y
ubicarla sobre el escritorio de manera que lo enfocara a él - es una belleza de
cámara - le escucho comentar al Jefe de la Policía - solo debo presionarle acá y
tiene un disparador de tiempo, pero bueno continuo con lo mío - noto la sonrisa
entre divertida y altanera- como le decía porque me agredieron a mí y a mi mujer-
trago grueso al escuchar el primer disparo de la cámara - ¡ah! sí por si no le queda
claro… mi mujer se llama Herendira Villafiel.

Escucho dos fuertes palmadas de la joven antes de que recogiera la cámara y le


silbara al perro provocando que todos se pusieran de pie - Ah claro Señor
Villafiel deberá sustituir las donaciones que iban para el cuerpo policial pues al
no ser yo parte más de esta unidad mis ingresos como modelo de la Compañía
Montenegro son solo míos - vio a la joven abandonar la oficina dejándose caer en
la silla, ni siquiera pudo abrir la boca para nada aquello era un complot en regla
pero por primera vez en su vida no sabía si de parte de Sasha o simplemente era
verdad lo que sus hijos mayores le decían que subestimaba a Herendira.

Vanessa enfoco al perro riendo mientras abandonaba el sitio mirando el edificio


al que nunca volvería a entrar con algo de tristeza, toda su vida trabajo con el
único fin de ser un agente de la ley y el orden pero ahora tenía un espacio
diferente para ser lo que quisiera ser, una jugosa indemnización mas la paga
sustancial que seguramente Amara le conseguiría. Vio a Cañón a su lado -Tu no
servías para policía - noto como las orejitas bajaban - creo que eres ideal para
ser el mejor amigo de ella y parte de mi familia - sonrió- ¿Me ves de modelo?-
un ladrido la hizo carcajearse con fuerza mientras subía a su automóvil - la
verdad siento pena por la Avenida Central sin un mujeron como yo pasara a ser
un sitio bastante triste.

El silencio reinaba en la casa mientras ella miraba la televisión en la sala con suma
tranquilidad, el tic tac le anunciaba que el tiempo seguía su marcha imperturbable
y que lo estaba desperdiciando en aquel sitio, miro la casa con algo de hastió ese
no era su tipo de vida, hogareña, tranquila frente al televisor, la noche estaba
hecha para salir para disfrutar, conquistar, bailar sentirse plena no para perder
el tiempo en…en…. Viendo esos lindos ojos y la sonrisa que le dedicaban.
-Hola- percibió la calidez del cuerpo al invadir su sofá_ lamento tardarme ya
sabes que Alison se pone difícil a veces a la hora de dormir.

-Alison nació siendo difícil - afirmó quedamente apartando un mechón del rostro
con delicadeza - ¿Qué pasa?- cuestiono notando la mirada confusa delante suyo
- haz andado rara todo el día, ya sabes esas manías tuyas que no pasan
desapercibidas para mí.

-No sabía que reparabas tanto en mi- desvió los ojos al escuchar la risita
divertida - pero es verdad algo pasa, desafortunadamente no es algo bueno.

-¿Y me vas a decir o debo buscar la forma de averiguarlo?- afirmo alzando la


ceja con completa seriedad.

-El padre los niños decidió que quería comportarse como tal- noto como la mujer
a su lado daba un pesado suspiro- quiere formar parte de sus vidas nuevamente,
y claro de la mía- escucho la risa amarga- me vino con la historia que había
cometido un error y que nosotros éramos su familia a fin de cuentas, ese hombre
renuncio a la custodia de sus hijos a cambio de que yo vaciara mi cuenta bancaria
y le diera todo- arrugo el entrecejo con seriedad- y ahora simplemente quiere
volver a formar parte de todo, supongo que su otra mujer lo dejo también.

-¿Lo quieres de nuevo contigo?- cuestionó notando la mirada confundida que le


dirigían- Lo estas pensando porque de no ser así, no estarías tan ausente te
bastaba con negárselo ya que no tiene derecho alguno sobre ti y los niños ya…
pero si no lo has hecho es porque lo consideras.

-Lo he considerado - apretó la mandíbula en un intento de ocultar sus emociones


- Es el padre de mis hijos después de todo… aunque haya desaparecido de la vida
de los niños… Raúl quizás necesita una figura paterna que vea por él y…. y….

-Vas a volver con él - se puso de pie de golpe, no entendía bien el porqué, pero el
discurso de Evelyn le estaba generando un profundo malestar que no sentía
desde niña… desde que decidió su forma de vivir - deberías pensarte mejor como
te he dicho ya… el tipo de padre que quieres para tu hijo porque ese hombre no
le enseñara otra cosa más que a ser un maldito irresponsable - recogió su bolso
encaminándose a la puerta.

-Karina- escucho como la llamaban quedamente - no te vayas - detuvo sus pasos


frente a la puerta - yo…
-No tenemos nada de que más hablar - afirmó girando el picaporte - son tus
hijos, tu familia… no la mía- de un último impulso abandono la casa cerrando la
puerta con fuerza detrás suyo, se llevo la mano a la cara apenas abandonarla
sintiendo la lágrima en su mejilla… tenia años que eso no pasaba…. Pero ahora…
trago grueso unos instantes… el dolor era un sentimiento difícil de disfrutar,
esbozo una triste sonrisa encaminándose hacia su automóvil… sin duda debería
buscar otro trabajo después de eso “Mi castigo por violar mis reglas”.

La mansión Del Valle era por mucho diferente a su departamento pero por el
momento no deseaba entablar una nueva discusión con Arturo sobre si ella era
una buena pareja o no para su Stefani o sobre si el departamento era lo
suficientemente seguro y espacioso. Por el momento estaba resignada al enorme
espacio en el que estaba, a que debía ver como se nivelaba en medicina y no perdía
la beca.

Así que estaba desarrollando una actividad que hacía mucho no aplicaba…
estudiar, su concentración estaba de lleno en conceptos que bien conocía pero
necesitaba repasar debidamente y en claro ver la forma de ocultarle a Stefani
que la llamada que recibió durante la cena no era precisamente de su asesor
estudiantil. Era mayor de edad si bien era cierto pero por desgracia hay algo de
lo que uno nunca se puede deshacer… la familia.

Su amada tía llamo durante la cena, porque al parecer al asesor estudiantil no se


le ocurrió nada mejor que llamar a la tutora en turno a pesar que desde que
cumplió la mayoría de edad ya no lo era… la mujer la llamo histérica porque aunque
nunca se encargo de ella si cuidaba el orgullo familiar y en sus palabras no
permitiría que lo arruinara como su hermana, sino hubiera estado sentada en
aquella mesa…. Golpeo con fuerza el balcón mirando el jardín oscurecido delante
de ella; tenía que realizar un viaje le gustara o no porque por desgracia los
trámites de la herencia de su madre aun no estaban completos.

Si bien nunca tuvo mucho para darle, le dejo su departamento que su tía debía
entregarle debidamente y ahora la mujer se negaba porque consideraba que
deshonraba el nombre de la familia como su madre, golpeo de nuevo el delicado
mármol maldiciendo por lo bajo estaba harta de aquel discurso no era culpa ni
suya ni de su madre que su padre las abandonara pero su familia insistía en poner
el dedo en el reglón.
Reviso sus finanzas y tenia lo justo aun para pagar un abogado medio decente
que la acompañara con los papales de su herencia y así resolver ese caos, aunque
imaginaba el argumento sufrido que le soltarían, encima ir a esa casa le era la
cosa más desagradable del mundo aparte del hecho de que estaba a casi dos días
en autobús de su actual domicilio, porque no podría pagar un avión… sumado a eso
estaba el tema de la excusa porque no deseaba exponer a Stefani a aquel
ambiente.

Tomo el teléfono móvil entre sus manos moviéndolo con suavidad, necesitaba
apoyo uno maduro, seguro y que disfrutara de la ira incluso… ciertamente era
algo que aun ella no manejaba bien negó con la cabeza Rocky la iba a matar luego
seguramente pero… en ese momento le parecía la persona más indicada.

A la mañana siguiente la excusa nunca llego y simplemente dejo una nota sobre
su cama diciendo que iba a resolver asuntos familiares y regresaría en una
semana, había acariciado los mechones rubios con infinito cariño antes de
depositar un beso imperceptible abandonando la mansión temprano y casi
chocando con una Victoria completamente ruborizada que le miro unos instante
-Tu no me viste - le dijo quedamente.

-Ni tú a mi- le respondieron mientras se miraban antes de medio sonreírse y


continuar cada una su camino pero mientras corría a la salida le era imposible no
pensar que Amara debía estarla pasando muy bien sobre todo teniendo en cuenta
el enorme moretón en el cuello de Victoria.

NO ME OLVIDES

Capítulo 37

Alegría y tristeza…

Solo viven aquellos que luchan…

Victor Hugo.

Los ojos verdes de Herendira delimitaban el rostro que descansaba a su lado


envuelto por aquellos cabellos negros que adoraba, ese mismo que la sujetaba
con posesividad de la cintura se irguió con algo de dificultad debido a su brazo
inmovilizado porque juraba haber escuchado un ronquido y era obvio que su Diosa
viviente no roncaba… elevo la vista para ver a Cañón durmiendo en una esquina
de una manera tan inapropiada que de ser humano seria un espectáculo bastante
censurable, río al ver los cachetes colgando al vacío para negar recostándose de
nueva cuenta.

-¿Te duele?- escucho la voz enfocando el rostro con los ojos aun cerrados.

-No- respondió con tranquilidad- esos analgésicos deberían estar prohibidos, son
como una droga fuerte.

-La única droga fuerte en esta casa para ti soy yo- rió por lo bajo al escuchar
aquello antes que los ojos negros la enfocaran con cariño- No quiero pensar que
pudo pasar sino llego en el momento en que lo hice.

-Por suerte no debemos pensar en eso- respondió con calma- ¿Me dirás que paso
ayer exactamente con Víctor?- vio la sonrisa altanera de Vanessa aparecer
mientras estiraba una mano al buro y le enseñaba la fotografía- Tengo que
enmarcarla- afirmó riendo con fuerza.

-Hice cuanto me dijiste y sus reacciones fueron las esperadas… -noto la mirada
sensual que le dirigían- No sabía que mi sexy mujer era una estratega tan
temible- sintió el beso en el cuello que la hizo suspirar.

-No me gusta que amenacen a mis seres amados- dejo escapar intentando
acomodar la férula para que no le estorbara en sus intenciones- Y mucho menos
a mi mujer- enfoco los ojos negros que le miraban algo perturbados.

-Viole el plan- se separo de ella al escuchar aquello - me van a dar de baja…

-No puedes hacer eso- se separo enfocando el rostro- es la pasión de tu vida…


es lo que siempre deseaste ser y yo_ sintió como la besaban con profundidad
antes de separarse dejándola sin aliento.

-Tú eres apasionada, aguerrida, deseable, hermosa, paciente y encantadora -


percibió sus mejillas arder de golpe - eres todo cuanto deseo en este momento….
Todo cuanto anhelo y necesito, mi vida antes de ti y mi vida después de ti son
diferentes… así que cambiar de trabajo seria el curso natural, el siguiente paso
- enfoco los ojos negros que le regalaban una intensa mirada - ¿Esto es lo que se
supone se debe sentir?- la miro extrañada unos instantes - te amo - abrió los
ojos desproporcionadamente al escuchar aquello_ te amo_ le repitieron con
dulzura.
-Vanessa- la llamo suavemente enredando los dedos de su mano sana en aquellos
delicados mechones negros - No quiero dudar de tus sentimientos, pero no hace
falta que digas algo que no sientes - noto como la mandíbula se tenso por lo que
acaricio el rostro llamando a la calma.

-Me he saltado pasos contigo siempre - la vio erguirse en la cama - pero nunca
en estos meses te he dicho te amo - trago grueso ante la seriedad de la mirada
- porque hablar de amor es hablar de algo muy serio…Yo una única vez hable de
amor - abrió los ojos con sorpresa al escuchar aquello - pero de eso hace mucho
tiempo ya y digamos que hasta se puede decir que era una persona diferente.

-¿Quién?- la pregunta quizás era irrelevante pero rara vez su amante hablaba
del pasado y mucho menos de otras mujer.

-Se llamaba Cris- noto la sonrisa envolver el rostro por completo - a veces cuando
la veía creí que podía volar - le afirmaron con total tranquilidad - Virginia decía
que estaba tan idiotizada que ni lo notaba siquiera, Cris era especial… muy
especial - noto los ojos embargarse de tristeza - murió cuando tenía quince años.
Cáncer - la miro sorprendida - ella… le encantaba ver las estrellas y las noches
frías de invierno, se enfermo muchísimo de golpe, de la nada y yo no lo
comprendía bien… ¿Porque la vida era tan cruel?, pero Cris ella tenía una
explicación para todo - observo como Vanessa giraba enfocando el techo - ella
decía que su tiempo era el justo y debido, que simplemente estaba para
enseñarme algo importante…. Amor… la muy idiota se le ocurre hablarme de amor
cuando estaba en terminales- escucho un bufido de la joven - y la ame más por
eso… me quede con ella hasta el final, no fue difícil sabes… Cris era de verdad
demasiado maravillosa para estar mucho tiempo aquí… “Dilo cuando lo sientas
nunca sino lo sientes”- la vio erguirse enfocándola- he tenido varias mujeres en
mi vida, intente construir mi vida con algunas pero a ninguna le dije que la amaba,
solo se lo dije a Cris porque la amaba y ahora…. Ahora te lo digo a ti porque
también te amo.

-Vanessa- la llamo suavemente.

-Para mi hablar de amor es hablar de algo tan grande y especial un milagro, casi
un evento extraordinario que pocas personas ven como tal- noto los ojos negros
enfocarla con profundidad- valoro el amor como si fuera el más caro metal,
porque he perdido muchos a lo largo de mi vida, perdí a mis padres, a mi hermano,
a Cris… los tipos de amor que la vida te regala los he perdido, y he aprendido por
tanto a valorar cuando lo tengo conmigo y a aceptar cuando se van- escucho el
tono suave y envolvente de la voz- nunca me veras hablar de amor a menos que
realmente lo sienta… Te amo.

Se llevo las manos a la cara el tono que emplearon al expresar aquellas simples
palabras fue tan profundo y conmovedor que podría jurar que el universo entero
se estremeció en el momento justo que sintió el beso cariñoso y profundo que le
regalaban- Yo soy solo tuya- alcanzo a decir ahogada en aquella suave respiración
sobre sus labios- Te amo desde el primer día en que te vi….

-Te amo- la profundidad de los ojos de Vanessa le llamo profundamente la


atención- eres tú quien me reconstruye, tu quien me edifica y me hace querer
mejorar… mi amor no fue como el tuyo, porque quizás a diferencia tuya deje de
observar esas señales como el hecho de que pensaba con hastío que en la avenida
nunca pasaba nada y lo más interesante que había vivido era el vuelo de unos
papeles, no comprendía porque aquella imagen regresaba siempre a mi mente- el
cuerpo que adoraba giro posicionándose con delicadeza sobre ella del todo- mi
corazón se negaba a que olvidara aquello que tan vehementemente el destino
ponía ante mis ojos y yo me negaba a ver- escucho el tinte de desesperación en
su voz- ¡y entonces llámalo Dios, Mahoma, Buda, inteligencia superior, creador
universal como quieras… decidió darte a ti, toda la claridad que me faltaba a mí!-
observo los ojos negros sintiéndose sobrecogida ante aquella pasión
conmovedora que le revelaba la voz, los ojos y el lenguaje corporal en pleno de
su amante.

-Me dio valor- murmuró suavemente apartando un mechón negro para sujetarlo
detrás de la oreja con delicadeza- valor para caminar con firmeza en tu
dirección, para dejar de tener miedo, que mi observación en la distancia se
convirtiera en más…- rió quedamente unos instantes - tienes razón me dio la
claridad para comprender que si te amaba…. debía tener el valor de hacer el
intento y dar el primer paso- regalo un beso fugaz a aquellos labios que adoraba-
y qué bonito…. ¡QUE HERMOSO!- grito escuchando la risa suave a centímetros
de su rostro- decir que soy solo tuya- dejo escapar en un quedo susurro sobre
el oído.

-Yo… soy solo tuya también- Vanessa sonrió al decir aquello notando los ojos
verdes mirándola como desde el primer día con adoración, si alguien le
preguntara podría afirmar que conocía perfectamente la textura de las manos
de Herendira, la sensación de los labios sobre las palmas de sus manos, el calor
que desprendía su cuerpo cuando se emocionaba, la pasión que despedía su piel
cuando ardía en deseo, las suaves inflexiones de su voz cuando algo le incomodaba
y no lo deseaba expresar, cuando algo le alegraba pero callaba por no
incomodar…. Los cambios en el verde de aquellas dos esmeraldas que se clavaban
en su alma, los destellos fugaces de decisión y duda que podían pasar en ellos
durante instantes fugaces.

Ella conocía el ruido exacto de sus pies descalzos cuando recorría alguna
habitación de la casa, podía ubicar donde se encontraba solo por el sonido de su
risa, definir el sonido de su silencio y detestar su ausencia… la amaba no debía
ser un genio para comprenderlo, mientras retiraba la pijama que cubría el cuerpo
que adoraba no podía dejar de pensar en la primera noche que Herendira paso
en su casa… sus manos recorrieron con suavidad la clavícula notando los ojos
verdes cerrarse y el suave suspiro escapar de los labios, antes que los suyos
depositaran un beso en aquel sitio…. Esa noche ella buscaba una palabra a la
mañana siguiente razono que la palabra era gustar… a veces era tan lenta, por
eso era que no la convencía…. La palabra que deseaba encontrar era amor.

-Te amo- sonrió al escucharla decir aquello, mientras sus manos se perdían entre
el valle de los senos y sus ojos enfocaban con un dejo de enfado el brazo
inmovilizado que Herendira mantenía a un costado de su cuerpo- No pienses en
eso- percibió la mano acunando su rostro, los ojos cargados de deseo, la voz
entrecortada por la respiración agitada- Amor…- y ella maravillosa como siempre
comprendiendo hasta el último de sus sentimientos- Cuando estamos tu y yo no
pensamos en él- rió suavemente al escuchar aquello, era la promesa que nació
después de la primera noche de Herendira en su casa- aquí y ahora solo somos
tu y yo…

-Te amo- noto las pupilas temblar levemente mientras ella reiniciaba su recorrido
por aquel cuerpo que veneraba, sus dedos recorrieron la piel haciéndole recordar
su calor, su olor, el sabor que adoraba porque para Vanessa Savedra hacer el
amor con Herendira Villafiel era un acto de fe, un milagro que le había recordar
que estaba viva y que tenia a alguien que la amaba y amaba, ¿Y eso acaso no era
en si un milagro?
Acariciaba la piel desnuda abrigándose como tantas veces en ella, llenándose de
la paz que cada gemido entregado le regalaba a su corazón, de la pasión que
aquellas manos acariciando su cuerpo despertaban en su interior, con Herendira
no tenia limites, no conocía imposibles, nunca se sentía cohibida de expresar su
deseo más oscuro porque siempre era complacida en cualquiera de sus locuras
incluso en aquella de hacerlo en pleno jardín de la Casa De Playa.

-¿Qué piensa mi pervertida favorita?- se mordió el labio conteniendo un gemido


para enfocar la sonrisa en el rostro frente a ella.

-En lo sexy que te ves cuando gimes-respondió notando como a pesar de todo las
veces que había dicho aquella frase las mejillas de Herendira se teñían de rojo-
y en que ese brazo puede ser un impedimento.

-No querida eso nunca-el tono oscuro le hizo sonreír al notar como Herendira
maniobraba con dificultad dejándola a ella bajo su peso e irguiéndose sobre su
cuerpo- yo mando- rió con fuerza al ver el gesto de infantil travesura envolviendo
el rostro mientras una mano se encargaba de recorrer su torso ya desnudo- me
gusta quitarte la ropa yo… además es solo un brazo quebrado no es que no me
vaya a mover nunca más en mi vida- acaricio el rostro con tranquilidad- podría
bañarte en miel y lamerte toda- levanto la ceja divertida - pero no quiero ir a la
cocina…- noto el gesto de extrema concentración- ¿Y si te vendo los ojos?- le
negó suavemente notando el enorme puchero delante de ella - Pero Vanessa… -
el tono consentido la hizo voltear los ojos en blanco.

-Sigues drogada- escucho el bufido de molestia divertida - le diré a Ro que te


cambie ese analgésico - se quejo ante el golpe de la férula del brazo - ¿Y si
hacemos algo clásico? - vio el leve parpadeo delante de ella.

-¿Clásico?-le cuestionaron con calidez - Tú solo hiciste algo clásico si así se le


puede llamar la noche de nuestra primera vez - la miro divertida - después de
eso descubrí que eras una pervertida.

-Y yo que tú eras una pervertida mayor - vio las pupilas verde abrirse con enfado
- te estabas metiendo mano cuando hablamos por teléfono en vacaciones - vio el
sonrojo aumentar - nunca has tenido problemas para seguirme el juego en nada
- irguió su cuerpo con suavidad - en nada - repitió suavemente - ni siquiera cuando
te puse las esposas - escucho el gritito y como la joven se cubría el rostro
avergonzada.
-Ese día fue una locura - le escucho decir quedamente_ te amo tanto, amo todo
lo que me haces- percibió los dedos pasearse de nuevo por su pecho - ¿Clásico?
- asintió incorporándose del todo para besarla con cariño.

Dudaba mucho que cualquier forma de hacer el amor con Herendira fuera clásica
u ordinaria paseo las manos por la delicada espalda delineándola antes de besarla
de nuevo, le parecía fascinante como al enredarse en aquel cuerpo perdía la
noción de sí misma como si de una refinada adicción se tratara, Herendira era
dócil y tendía a moldearse con facilidad a sus caricias.

Recorrió la piel con calma y precisión sintiendo como el ritmo de su corazón


aumentaba en intensidad era tan sencillo pasar de acariciar a ser acariciada,
adoraba la sensación húmeda y cálida de aquellos labios marcando su piel con
calma embargándola de un calor que parecía ser incapaz de controlar, ella sabía
el momento exacto en que la mujer pasional que dormía en Herendira se desataba
esa misma que la recorría con furia en ese instante olvidándose de sus
lastimaduras, la que lamía su piel haciéndola jadear con fuerza mientras
intentaba enredar sus piernas sobre la cadera en un vano intento de controlar lo
inevitable.

De refrenar el firme avance de aquella mano sobre su pierna, de abstraerse de


la sensación de los labios en sus pechos, esa misma que generaba que su cuerpo
empezara a bañarse en sudor y su mente se pusiera en blanco que entrara en una
extraña dimensión donde solo existían aquellos ojos verdes y esas manos que la
recorrían con ansiedad, se arqueo sin poder contenerse dejándose envolver del
todo por el calor que bien conocía, por su piel pegada a la de Herendira a la
necesidad de fundirse con ella mientras el desquiciante vaivén la llamaba a
unírsele en un baile sensual y desesperado, en un coro de gemidos que hablaban
de éxtasis mientras se entregaba por completo… si porque en esos momentos
entregaba su cuerpo por completo mientras gemía con más fuerza dejándose
llevar a lo inevitable a esa sensación que solo ella y nadie más le era capaz de
generar…. Una de absoluta felicidad.

La carretera estaba desierta a esas horas en las montañas a pesar de que la


media mañana estaba avanzada, su cabeza estaba pegada al cristal mientras se
abrazaba a ella misma escuchando aquella vieja canción en la radio miro el rostro
a su lado, ese que aparentaba una falsa tranquilidad.
Karina era de todo menos una persona callada y ella lo sabia ¿Qué le preocupaba?
Ese era el misterio real… algo le preocupaba pero no lo decía, eso que provocaba
que apretara el volante con fuerza, eso que creaba aquel gesto apretado en su
rostro generalmente relajado y aquel brillo de infinita tristeza en sus ojos -
¿Qué paso?- cuestiono con suavidad sin retirar la mirada del cristal.

-Eso te iba a preguntar - suspiro con pesadez ante la respuesta - Estas muy
triste… ¿Por qué?.

-Vaya era demasiado bueno pensar que no preguntarías-suspiro empañando el


cristal levemente - iré al lugar donde se crio mi madre, con mi “amada tía”-
escucho la risa algo apagada - odio a esa mujer… ya sé que odio es una palabra
muy fuerte pero es verdad, esa mujer nació para recalcar cada error de mi
madre recordármelo e intentar quitarme lo poco que me dejo - la enfoco con
seriedad - verla me va a revolver el estomago porque ya me imagino su discurso.

-¿Me trajiste por que tenías miedo?- desvió el rostro incomoda ante la pregunta
asintiendo levemente a modo de respuesta- ¿Le dijiste a tu rubia? - negó antes
de encogerse más en el asiento - Andy…

-No quiero exponerla a ese ambiente - apretó los puños con ira - no quiero que
escuche los comentarios ni vea como me miran - sintió los ojos arder - no deseo
que escuche lo que dirán de mi o de mi madre…. Ni que se dé cuenta que…

-Que eres una cobarde que no sabe poner un alto - miro a Karina sorprendida -
le tienes miedo a tu tía… estoy segura que le prometiste a tu madre nunca pelear
con ella y por eso te comportas así - asintió con enfado de nueva cuenta - pues
seguro tu madre no sabía que se comportaría como una maldita - le escucho
afirmar - así que ponle un alto a esa maldita mujer y deja de acobardarte.

-No sabes nada - le afirmó con seriedad - no sabes nada- repitió quedamente
apretándose más contra el asiento y recordando un tiempo que deseaba olvidar.

-Lo sabría si me lo dijeras- enfoco a la mujer viendo otro rostro y ojos


diferentes- bien ya pensaste en ella, era lo que debías haber hecho hoy en la
mañana- apretó la mandíbula con ira- mira tú rubia tiene una forma de ser
particular y yo de estar en su lugar no estaría feliz que mi novia…
-Esposa- corrigió notando como orillaban el auto y la miraban con sorpresa-
¿Joder, me vas a soltar tu también un sermón?- se giro enfocándola nos casamos
en vacaciones y estoy muy feliz…. Nadie me separara de ella y…

-Debiste decirle- se sorprendió ante aquello- un matrimonio se basa en la


confianza y el respeto mutuo- noto a Karina bajarse del auto a tomar aire dando
un rodeo alrededor mientras ella bajaba la ventanilla asomándose y viéndola
recostada en su puerta- debiste decirle que te acompañara porque ella te
apoyaría incondicionalmente, no dudar de su amor por ti… confiar más en ella-
observo la gruesa lágrima bajar por la mejilla- aunque no te diga que te ama…
porque si se queda contigo a pesar de que arruinas su día, no puede salir en la
noche y tus hijos la desesperan es porque te ama.. Pero no sabe…. No… se como
decírselo.

Se bajo del auto abrazándola en el acto mientras escuchaba el llanto ahogado,


de todas las cosas que pensó ver en su vida esa sin duda era la menos esperada,
escuchaba el llanto dolorido sorprendida de que el amor tuviera su tiempo para
todos, no debía ser un genio para descifrar de quien le hablaban con mencionar
hijos tenía un único nombre en la mente_ Todo estará bien…

-No- la escucho decir aun pegada a ella- va a volver con su ex esposo y se olvidara
de mi - sintió la tensión en aquel cuerpo que conocía de memoria- es la única
mujer que no quiero que me olvide, la única que me hacía sentir libre cuando
estaba con ella, que me hacia desear no tener otro plato fuerte… vuelve mi
cabeza loca con verla sonreír, cometí un error garrafal viole con ella todas mis
reglas y estoy pagando las consecuencias.

-Dile que la amas- se separo mirándola- díselo… no seas cobarde - afirmó notando
la medio sonrisa adornar el rostro- igual aunque ella luego te diga que no tu al
menos te sentirás aliviada al serle sincera sobre tus sentimientos- rio
suavemente - mejor busco el celular y llamo a Rocky- vio como le asentían-¿Por
qué no llamas a Evelyn?.

-Porque temo que al marcar el teléfono me responda un hombre…

Se paseo por el laboratorio estaba hiperventilando mientras enfocaba el


exterior sintiendo una lágrima rodar por su mejilla, aun intentaba procesar la
información que le acababan de dar sin poder creérsela era una idiota, en
cuestión de veinticuatro horas su indecisión estaba volviendo su vida un caos de
nuevo.

Indecisión entre lo socialmente adecuado y lo que sentía, entre lo que creyó toda
su vida las imágenes que desarrollo en su entorno y el nuevo mundo que
descubría… golpeo con fuerza la mesa provocando que varios tubos de ensayo
vibraran lo arruino en segundos, ahora todo le parecía ridículo. Absurdo pensar
siquiera en volver con su ex esposo ¿Por qué? Simplemente su maldita
inseguridad le hizo creer en ir a lo seguro en vez de continuar con la persona que
le hacía sonreír, con la que adoraba a sus hijos y siempre la abrazaba cuando
estaba cansada en el sillón de la sala… tuvo miedo de Karina…

El miedo era el peor enemigo del ser humano, era una lección vieja de su abuelo
que ahora comprendía… porque Karina renuncio aquella mañana, no respondía el
celular y ella sentía que su corazón empezaba a caerse a pedazos, el miedo fraguo
como su peor enemigo…. Cuando recibió la llamada de su ex esposo deseo
mandarlo al demonio allí mismo y no lo hizo porque sus argumentos le parecían de
lo más lógicos, se confundió un instante al recordar el pasado que tuvieron como
familia, lo mucho que se esforzó en aquel matrimonio…. Pero luego de eso también
recordó que en esos meses alguien ocupaba un lugar en su sillón de una manera
diferente.

Y tuvo miedo de perderla, de que ella no la amara que se fuera como se había ido
él, de verse comprometida… fue cuando razono eso de volver con su ex “mejor
malo conocido que bueno por conocer”, eso pensó brevemente no pensaba decir
nada pero cuando Karina pregunto simplemente las palabras fluyeron sin mucho
orden y sin siquiera medir las consecuencias. La llamo creyendo que se detendría,
la llamo con temor porque vio el dolor en sus ojos uno profundo que ella causo,
porque Karina era parte de su familia y ella estúpidamente no lo había notado.

Escucho su puerta abrirse por lo que giro esperanzada observando sorprendida


a una chica rubia que bien conocía- ¿Dónde está esa mujer?- escucho el tono
molesto sorprendida - Evelyn dime dónde está Karina…

-Ella renuncio- dejo escapar dolorida viendo el rostro embargarse de ira -


¿Por…?.
-Se llevo a mi esposa- parpadeo sorprendida ante aquello- ella estoy segura que
se fue con mi esposa a no sé donde- vio como la joven sacudía un papel delante
suyo - ¿Dónde?.

-No lo sé- dejo escapar- yo…¿Tú esposa?.

-Andrea Almeira Del Valle, mi esposa - trago grueso, porque bien conocía ese
nombre claro que lo conocía porque Karina no tuvo reparos en contarle de la chica
y de todas sus amantes, trago grueso, ella siempre fue honesta - se que se fue
con Karina porque me lo dejo escrito - tomo la nota que le tendían leyéndola con
interés - dice que necesita atender algunos asuntos familiares y que Karina le
ayudaría… no me explica cuales, se supone que soy su esposa….

-¿Desde cuándo? - quizás no era una pregunta muy lógica y sin embargo a ella le
parecía importante, bien sabía que Karina no se involucraba con mujeres casadas,
pero esa chica la había visitado meses atrás quizás por esa razón…

-Desde el verano- la miro sorprendida - si bueno no cumplimos el mes de casadas


aun, aunque ya falta poco - vio a la joven bajar la cabeza - pero ella parece que
no confía del todo en mí puesto que se fue con alguien más a resolver quien sabe
que.

-Si confía en ti sin duda - regreso la nota - te informo con quien se iba y a que…
la cosa es que quizás hay algo más allí que no te ha dicho tal vez no porque no
confié en ti sino porque teme tu reacción - suspiro con pesadez_ a veces
pensamos que hacemos lo correcto pero solo metemos mas la pata… el ser humano
en ocasiones no sabe reaccionar a ciertos hechos en su vida.

-La amo- escucho el tono suave y perdido- esperare con calma a que regrese,
pero de verdad hubiera preferido yo ser quien la acompañara a resolver sus
asuntos familiares, estar ahí para ella, apoyarla y protegerla.

-Eso al final pudo ser lo ideal pero la vida no siempre es ideal- se retiro la bata
con tranquilidad- te invito a desayunar total no quiero seguir trabajando aquí y
de paso te pongo al día… tenemos mucho de no comer juntas.

-Te ves mal- escucho la afirmación medio sonriendo- metiste las de andar ¿eh?

-A veces eres demasiado intuitiva pero aunque no lo creas me alivia saber


exactamente donde esta Karina… solo debo esperar a que tu esposa regrese e
intentar arreglar el desastre que arme.
Cama bendita sagrada cama, la extrañaba, la añoraba…. ¿Por qué la vida era tan
cruel? ¿Por qué te dejaba disfrutar de algo para privarte de otra cosa? Ella se
desprendió del cuerpo que adoraba esa mañana casi de madrugada, le fue difícil
separarse sin despertarla, cubrirla con cuidado, preparar un desayuno no muy
decente pero que era su mejor esfuerzo y dejarlo al lado de la cama, se regreso
tres veces a pesar de que le temblaban las piernas y todo le daba vueltas antes
de decidir marcharse, todo para llegar a la mansión antes de que el santo sol
saliera para que nadie notara que no volvió a casa esa noche, se cambio a duras
penas, cerró los ojos sintiendo un frio atroz al no tener su cuerpo a su lado, pero
necesitaba descansar y tenía claro que con Arian cada que se despertaba solo
deseaba hacer una cosa.

Odio su enfermedad cardíaca y los estrictos horarios de medicación que había


seguido buena parte de su vida, esos que generaba que se despertara en tiempos
marcados, se maldijo por lo bajo porque era su culpa no poder controlar su deseo,
confundir el cuerpo de Arian con su medicina más preciada y la consecuencia era
esa porque el sexo era la actividad física más completa, ella siempre creyó que
era una maldita leyenda urbana pero no ciertamente no lo era, lo supo cuando a
pesar de lo frío del colchón se quedo dormida profundamente solo tocarlo, se
sentía agotada peor que cuando le hicieron su primera evaluación física después
de su trasplante de corazón, fueron los cinco punto cinco minutos más gloriosos
de su vida… solo cinco punto cinco minutos…

En el minuto cinco punto seis Elena entro por la puerta, diciéndole vaga,
dormilona, que se echaría a perder porque las mañanas empezaban temprano para
las personas que debían encargarse de una empresa multimillonaria, que no
olvidara que debía hacer ejercicio ¡EJERCICIO! Intento correr, Dios que estaba
en los cielos lo sabia pero fueron cinco minutos para que se hiperventilara,
temblara como gelatina y callera sentada implorando compasión al universo ante
la mirada extrañada de su prima que no dejaba de repetirle que no engañaba a
nadie… que no habían pasado cinco minutos, que levantara el culo e hiciera su
rutina de veinte minutos… ¡VEINTE DOLOROSOS MINUTOS! Casi entro
arrastrándose en la mansión casi porque Stefani salió como vendaval produciendo
que se fuera de espaldas sin poder moverse.

Arturo que bueno era Arturo, la cargo ante la mirada molesta de Elena que decía
que era puro teatro, si tan solo hubiera podido mover sus manos la estrangulaba
allí mismo agradeció con la mirada a quien tan gentilmente la dejaba en su cama
antes de sentir el golpe de un almohadazo… iba a matarla, apenas pudiera
moverse iba a matar a Elena Del Valle… Pero no pudo porque se sintió como de
cinco años o eso debía sentir un niño normal de preescolar al ver a su prima darle
el almuerzo, acariciarle la cabeza y dejarla en su oficina temporal en el último
piso de Industrias Del Valle diciendo “Échale ganas”.

Si claro que si uso toda su energía para fundirse con la mesa de trabajo sintiendo
los ojos cerrarse cada nada, pero Dios era malo o le cobraba la interminable
noche de placer que había tenido porque el maldito teléfono no dejaba de sonar,
su secretaria no dejaba de entrar llevándole nuevos expedientes diciéndole que
debía revisarlos- ¿Tenemos fusión?- pregunto arrastrando la voz.

-La junta directiva lo está meditando fue idea de su prometido- la mujer


respondió en italiano, levanto una ceja enfocándola se veía borrosa delante de
ella, seguro había escuchado mal - El joven Fabrizzio es hermoso.

-Madonna mía- dejo escapar llevándose las manos a la cara, se había olvidado de
Fabrizzio pero en ese instante tenía tanto sueño, escuchaba a su secretaria
halagando las cualidades físicas del joven una y otra vez- no es mi prometido-
dejo escapar produciendo que la enfocaran_ ¿Perché nessuno capisce.?

-Perché iere é stato annunciato dai media- el sueño se acaba de ir oficialmente


mientras ella se erguía del todo ¿Cómo que lo anunciaron en los medios? Se giro
hacia las pantallas encendiéndola y desplegando su tablero digital que flotaba en
el aire sintonizando los canales que deseaba para ver efectivamente su foto y la
de Fabrizzio se llevo la mano al pecho izquierdo escuchando la voz lejana de su
secretaria que le decía algo… le iba a dar un infarto eso iba a pasar se iba a
infartar del coraje, apretó el tablero notando la cara consternada de Arturo,
luego de Elena, la de su padre y madre y claro la de Fabrizzio…. Los enfoco
poniéndose cada vez más roja.

-Mia figlia e calmo o ti dará un attacco di coure- escucho la voz de su padre por
lo que lo enfoco con ira.

-Sé ció accade será colpa tua- afirmo respirando con profundidad, debía
calmarse era verdad envió la información escuchando la risa de los allí presentes
menos la de Arturo que al parecer la miraba preocupado.
-E vero- miro a su padre que carraspeo antes de empezar a decir en español al
parecer por cortesía hacia a Arturo- Fabrizzio nos pido tu mano ayer- vio la
enorme sonrisa en el rostro del hombre- no es maravilloso.

-Espero hacerte molto feliche- enfoco al joven asesinándolo con la mirada.

-Ma que cosa- los miro asombrada- ¿Están tottis locos?... Faby eres molto
amable y cariñoso cherto pero io no quiero casarme contigo… no te amo.

-Aprenderás a amarlo- se giro a la pantalla a su izquierda enfocando a su madre-


se conocen desde niños y sabes que es un buen hombre, io creo que son una pareja
ideal- abrió sus ojos cielo desproporcionadamente al escuchar tal sarta de
tonterías juntas- además la empresa.

-No quiero-noto los ojos de todos enfocarla- io no lo amo es la mia vita… ¡MIA!-
grito cortando del todo las comunicaciones, se giro con cansancio para dejar caer
su cabeza sobre el escritorio agotada de nuevo, escucho su celular sonar por lo
que estiro la mano buscándolo con desamparo- ¡NO ES NO!

-Entonces no desayuno, no tenias que gritar- escucho la voz perezosa de Arian


al otro lado de la línea.

-Amore mío- dejo escapar quedamente- scusaio …

-¿Vienes a desayunar?- rió suavemente- total no fui a trabajar ya…. Y creo que
tu mañana no empezó del todo bien, eso te pasa por salirte de mi cama sin avisar-
suspiro cansada- ¿Voy por ti o vienes a casa?

-Voy a casa- se puso de pie apagando los monitores y llevándose consigo al menos
cinco carpetas que deseaba revisar, miro a su secretaria con cara de no me
importa mientras tomaba el ascensor que para su desgracia se detuvo dos pisos
abajo dejando a su prima pasar, apretó el botón ante la sorpresa de esta
descendiendo del ascensor para dedicarle una mirada asesina y utilizar las
escaleras importándole poco los malditos tacones.

-No sabía…- le escucho decir.

Descanso necesitaba un descanso se lo decía mientras manejaba al residencial


bostezando, intentando olvidar su desastrosa mañana y relajarse antes de llegar
con quien deseaba porque si ella la había llamado era una buena señal quizás solo
quizás la extrañaba… bostezo estacionando su automóvil para descender llevando
las carpetas y una bolsa con pan que paso comprando. Suspiro tocando la puerta
para ver la sonrisa amable que al parecer se esfumo del todo con solo verla –
Tory- la llamaron quedamente.

-Io estoy bien- ingreso observando el desayuno humeando en la mesa para


dirigirse con pesadez a una de las sillas enfocando fugazmente la repisa de
fotografías, Dios sabía que necesitaba un descanso, cinco malditos minutos dejo
caer la cabeza en la mesa con suavidad sin notar los ojos tormenta que la miraban
fijamente mientras intentaba descansar la vista solo eso…. descansar los ojos un
rato…

Se paseaba de aquí para allá con la ira acumulada en su pecho y la frustración


envolviéndolo todo su padre acababa de morir, sin ver a la nieta que tanto
adoraba pero claro no sabía que el principal responsable era él, ese maldito viejo
se tardo más tiempo del recomendado, tardarían un par de días al menos una
semana o más en dar la lectura del testamento lo que lo dejaba a él con un tiempo
escaso para actuar.

Llamo a su viejo amigo, no le gustaba hacer trabajos sucios pero necesitaba en


esencia quitar del medio a su principal estorbo que a su parecer tenía un nombre
y rostro, la debilidad de su hija después de todo se convertiría en su gran
fortaleza lo único que necesitaba era mover los hilos adecuadamente. Hacer a su
adorada hijita menor firmar aquel papel en que el sería el dueño de las empresas
a cambio de ver a su querida oficial a salvo.

No le gustaba jugar sucio pero las circunstancias lo orillaban a eso, su “amigo”


estaba organizando todo no le era necesaria una observación minuciosa ni mucho
menos la joven misma le había dado la clave de su éxito… Sasha, en algún punto
debía dar una vuelta por la agencia de su ex mujer, luego de eso no regresaría a
casa y el negociaría la rendición de su hija menor.

Era un plan por demás arriesgado pero poco tenía que perder ya, todo por culpa
de su padre que se encapricho con el menos responsable de sus hijos dio un rodeo
enfocando al forense haciendo el levantamiento de hechos debido a que su padre
decidió morir en su casa debía pasar por todo aquel proceso sumado al de la
autopsia, lo que le daba además de su semana esperaba dos días más al menos.

Tendría todo lo que deseo siempre y volvería a recuperar el control sobre


Herendira seguramente era igual que Sasha con tal de proteger a su adorado
amor… se sacrificaría por la causa, al final la casaría con algún acaudalado
heredero o heredera no le importaba cual siempre que tuviera el dinero
suficiente, era una lástima que la chica Savedra fuera una muerta de hambre
porque sin duda era una criatura exquisita, después de todo el siempre supo
apreciar la belleza.

Enfoco la puerta de madera delante de él estaba por hacer la actuación de su


vida, dar el discurso que definirías sus años por venir y la paciencia que en todo
ese tiempo había tenido.

Se quedo estática frente al televisor de la cocina, finalmente había salido de la


recamara a media tarde dejando a su Diosa viviente envuelta entre las sabanas
en un apacible sueño su abuelo había muerto y su padre daba un discurso
conmovedor por televisión sobre él. Respiro profundo escuchando su celular
sonar enfoco el número de su madre a sabiendas de lo que significaba contestar
- Si mamá lo estoy viendo - escucho las indicaciones con atención del otro lado
de la línea mientras percibía un beso cariñoso en su cuello- comprendo estaré allí
a las dos a más tardar, claro que ira conmigo no me pienso separar de ella -
enfoco la cara confundida mientras colgaba el teléfono - el abuelo murió.

-Lo lamento mucho- noto como la envolvían con fuerza en un cálido abrazo-
¿Necesitas algo?.

-Que no te me separes- noto la confusión en la mirada - te amo y voy a cuidar de


ti, es mi turno…. Escúchame atentamente por favor, Víctor es un hombre de
cuidado pero lo que no entiende es que yo soy excelente en el ajedrez y siempre
estoy un paso delante, por ejemplo sé que soy la heredera universal de mi abuelo
- vio el ceño arrugarse levemente - que el testamento se leerá como mucho en
una semana siempre que la autopsia no se retrase, y también que los negocios no
son lo mío- rió avergonzada - menos unos como esos.

-Yo creo que podrías perfectamente- miro el rostro serio delante de ella- y tu
padre debería entender que yo también soy una mujer de cuidado, no le tengo
miedo pero ante todo no permitiré que me separe de ti y querida no finjas ante
mí que no sabes nada de negocios- el mentón de su mujer se alzo levemente
mientras esta esbozaba una sonrisa altanera y ella simplemente negaba con la
cabeza mordiéndose los labios- Tecknovan.
-Nos escuchaste- vio como le asentían- es un proyecto que tengo con Stef en
relación a una nueva marca de telefonía y tecnología de punta ¿No quieres saber
quién me enseño?.

-Tu abuelo- levanto una ceja ladeando la cabeza- si el hombre tenía dos dedos
de frente segura estoy que te educo para ser una digna heredera- rió
quedamente era verdad su abuelo había hecho aquello- sabía que tu padre te
subestimaba por eso creo el grupo empresarial Fénix por eso le puso ese nombre.

-Alguien hizo su tarea- afirmó enredando su brazo sano en el cuello_ mi mujer


es una chica muy lista.

-Soy perfecta ya lo sabes- rió quedamente ante aquello- se bien que al parecer
tu abuelo te adoraba, y supongo que esa cabeza potente tuya es la que no te ha
dejado conseguir empleo hasta hoy, misma cabeza que te llevo a hacerle una
propuesta de negocios a Stefani Del Valle, propuesta que seguramente tus
hermanos estarán encantados en apoyar dando el impulso necesario para hacerte
presente en Grupo Fénix que estoy segura no existe como tal y solo es una
pantalla creada por tu abuelo para distraer a tu padre o evadir impuestos- rió
con fuerza ante aquella declaración mirando a su mujer divertida.

-No existe- se dejo caer en una silla de la cocina- Grupo Empresarial Fénix está
constituido por mi madre- noto la sorpresa en los ojos negros- si como lo oyes al
parecer ella y al abuelo tenían una meta en común y era protegernos de la
ambición desmedida de mi padre… la famosa junta directiva como tal es mi madre
y dos de sus primas que simplemente hacen el teatro sin poder u opinión alguna,
tampoco es que supiera algo de esto… mi madre me lo explico recién porque
afirmo que entre nosotras no podían haber mentiras.

-Ya veo… vaya eres la todopoderosa Herendira Villafiel- arrugo la nariz al ver la
sonrisa divertida- pobre Víctor se va a morir infartado- negó suavemente- ¿Por
qué no quieres que me separe de ti?.

-Porque ira por ti- dejo escapar acariciando su férula- es como juega… se cree
listo y hábil pero cuando las cosas se descontrolan tiende a ser demasiado
agresivo e intentara lastimarte para preocuparme o chantajearme quedándose
con todo porque eres mi debilidad.

-Una debilidad nada débil- levanto las cejas mientras inspeccionaba las largas
piernas escuchando el ruido de los pies descalzos en la cocina mientras su amante
abría la puerta del refrigerador- por mi puede mandar su ejército que no podrán
conmigo.

-Engreída- rió por lo bajo siguiendo el recorrido visual hacia la enorme playera
que tapaba apenas lo esencial y con la que Vanessa gustaba pasearse cuando
estaban solas en casa_ debes tener en cuenta que o bien puede ir por ti o por
alguien de tu familia- noto la expresión cambiar de golpe- calma amor tengo todo
cubierto.

-En momentos así me doy cuenta de partes tuyas que no sabía que existían-
suspiro con algo de preocupación- y las amo todas… porque pasar mi vida contigo
será un gran aventura.

-¿Me estás pidiendo matrimonio?- cuestionó enfocando como la playera dejaba


al descubierto la curva tentadora del hombro derecho, con solo levantarse y
estirar la mano podría tocarlo…. Y de paso hacer un recorrido superficial por la
piel de aquellas deliciosas piernas.

-¿Es necesario?- rió con fuerza levantándose de su asiento para finalmente


pasar la yema de sus dedos por la piel del hombro antes de dejar a sus labios
sustituirlos - ¿Eso quieres?- escucho el tono algo agitado mientras dirigía sus
atenciones al cuello.

-Entre tú y yo, hay muchas cosas que no son necesarias- afirmo abrazándola con
tranquilidad - las palabras por ejemplo… es como dices… siempre hemos sido un
matrimonio.

-Yo nunca dije eso- se separo mirando curiosa los ojos negros - Pero es verdad -
dio un suave empujón a su pareja que le miro con cariño - aunque el papelito ayuda
por ejemplo a que tipos como tu padre no se metan en nuestras vidas o que tu
madre no me interrogue sobre mis honestas intenciones.

-¿Nos casamos entonces?- cuestionó con tranquilidad.

-¿Es necesario responderte?- negó con la cabeza - entonces mejor llamo a la


vaga de Amara y la pongo a trabajar… ¿Grande o pequeña?.

-Si es contigo me da igual - vio como le lanzaban el móvil por lo que la enfoco
interrogante.
-Llama tu a Virginia, yo simplemente no podre tolerarlo- estallo en estruendosas
carcajadas - más le vale darnos un regalo de bodas decente o me las pagara, dile
que su bromita no vale- yo llamare a tu madre - la miro extrañada - quiero que
mueva su lindo culo hacia acá y me diga qué demonios es eso de traje de invierno
- vio el papel que le extendían - ¿Qué?... tiene lindo culo.

-¡VANESSA!

Abrió sus ojos con pesadez… El techo blanco ese techo no lo recordaba se giro
enfocando una figura en un escritorio para pardear incorporándose al ver el tinte
rojizo en la habitación_ ¿Arian?

-Dormilona- respondió al llamado enfocando a Victoria preocupada, la joven


llevaba todo el día durmiendo como si no hubiera mañana, debía admitir que le
preocupo que se quedara dormida sobre la mesa… así como la cara de cansancio
con la que apareció en su casa, encamino sus pasos hacia la cama acariciando los
cabellos negros con suavidad - ¿Tienes hambre?.

-Tengo sueño- noto como la cabeza se ubicaba en su regazo y la chica cerraba


los ojos de nuevo, ¿Qué le generaba esa chica que era tan aterrador para ella?,
no lo sabía más allá de la necesidad física había algo profundo y verdadero y le
aterraba admitirlo… no quería volver a experimentar lo que era perder a alguien
de nuevo, no deseaba recibir otra llamada informando una tragedia o
simplemente estar esperando a alguien que no llegaría.

Estaba siéndole infiel a su esposo, porque podía sentir a Victoria hasta en el


último poro de su piel… era como si Alonso dejara de existir en el mismo momento
en que la veía sonreír. Estaba aterrada porque su corazón latía con fuerza cada
que escuchaba aquel acento italiano escapar de sus labios, le era imposible no
desear levantarse en la mañana si la iba a encontrar en su cama… esa misma
mañana le fue imposible no sentirse desolada al percibir su ausencia… le era infiel
a su esposo, al recuerdo de su esposo que habitaba en su corazón, al hombre que
había amado desesperadamente.

Y sin embargo al verla dormir tranquilamente sobre sus piernas le era imposible
terminar con todo aquello, por más que sentía su corazón romperse en mil
pedazos, por más que pensara que era una traidora… no quería terminarlo, no
deseaba dejar de sentir aquel calor que la embargaba por completo, abandonar
la alegría que una simple conversación le generaba…. Además estaba el detalle
de ¿Cómo terminar algo que nunca comenzó?, era solo sexo se lo intentaba
repetir hasta el cansancio solo sexo y en toda ocasión su mente y corazón le
decían lo mismo al unísono ¿A quién trataba de engañar?... nunca fue solo sexo,
ella lo sabía y segura estaba que Tory al menos sentía lo mismo.

Escucho el suspiro pesado que escapo de los delicados labios deseando poderle
ofrecer más que un corazón lleno de temor e inseguridad, más que noches y
tardes de sexo apasionado… deseaba darle tanto, deseaba darle su amor pero
era aterrador el solo pensarlo mucho más lo sería expresarlo.

-Amore mio- rió con tristeza enfocando la mirada cielo fija en ella- ¿Estás bien?

-Sí… lo estoy- afirmó besándola con suavidad- solo tengo algo de trabajo
acumulado, al igual que tu- señalo las carpetas intentando cambiar de tema
desesperadamente, distraerse con algo eso intentaba con el sexo, distraer a su
mente de lo que sentía por Tory… concentrarse en las sensaciones de su cuerpo
y no en los saltos acelerados de su corazón, o en aquellos gritos en su cabeza que
hablaban de traición.

-Vita mía- sonrió de nueva cuenta al percibir como tiraban de ella tendiéndola en
la cama_ prego quédate conmigo_ acaricio la espalda con suavidad enfocándola
extrañada_ mis padres vendrán… io lo sé.

-¿Hiciste algo malo?- vio como negaban suavemente aferrándose con más fuerza
a ella -¿Te quieren llevar?- sintió la voz estrangulada en su garganta al decir
aquello - ¿Es eso?

-Si- apretó la mandíbula con fuerza - pero la mia vita es mia… io no quiero
marcharme aun…. io quiero quedarme contigo un poco más- sintió el corazón
saltar de alegría en su pecho mientras aquella opresión le acompañaba ¿Cómo
podía estar feliz y triste a la vez?

-Yo… - intentaba encontrar las palabras, porque aquello era una declaración
profunda, no tan abierta pero si una clara insinuación se denotaba por la forma
en que ella escondía su cabeza en la almohada que le había generado una gran
inquietud expresarlo- quédate en casa- vio la intensidad de los ojos cielo al
enfocarla y el intenso sonrojo- quédate en casa... tú y yo, puedo reportarme
enferma un poco más- agrego ignorando los temores que se acumulaban a paso
acelerado en su cabeza - te quedas y pasamos una semana más de vacaciones.
-Amore mío- vio como le negaban - tengo molto trabajo… y tu también - se giro
intentando tranquilizarse odiaba la idea de tener que separarse de Tory…
simplemente sabía que un día regresaría a Italia, se alejaría y ella no debería
terminar nada… pero en ese instante no deseaba pensar en ello y ahora… se la
querían llevar de su lado, quizás si ella se iba se irían sus torturas pero también
se llevaría esa extraña alegría que generaba en su interior la iba a perder de
todas formas- Arian - enfoco el rostro preocupado delante suyo-va bene io me
quedo qui…

-Traeré algo para que comas- se levanto turbada dejando la habitación detrás
suyo mientras cada paso que daba escaleras abajo le traía consigo un recuerdo
de su esposo, el mismo que la perseguía escaleras abajo en las mañanas o se
sentaba a desayunar sin camisa, el que la abrazaba interminablemente durante
la noche y la reprendía en las mañanas cuando no amanecía a su lado, el hombre
que amaba, el hombre que la amaba, el que murió… el que ya nunca volvería. Enfoco
la foto de aquel uniforme policial, el rostro serio y los ojos cálidos, habían pasado
muchos años y ella nunca estuvo con nadie más, no pensó en nadie más hasta que
Victoria apareció.

Se acerco tomando el retrato en sus manos ¿Qué le sucedió con Victoria? Lo


cuestiono tan quedamente que estaba segura que nadie la escucharía más que su
esposo que la miraba desde la fotografía “Es que no comprendo cómo logro
meterse dentro mío” acaricio la silueta del rostro con suavidad… “Me quedo con
ella en la cama, a diferencia de ti porque quiero aprovechar todo el tiempo
posible”, era verdad no deseaba desprenderse de ella lo supo la noche en que le
hizo el amor por primera vez, porque creyó que sería solo sexo pero la palabra
que se formaba en su cabeza al verla entregada a sus caricias era una solo amor….
su cuerpo hablaba de amor, porque ella se conocía percibió algo cálido resbalar
su mejilla para impactar el cristal dejando las gotitas cristalinas resbalando por
él, ella era una mujer que solo entregaba su cuerpo por una única cosa amor…
desde que enviudo tuvo interminables tentaciones pero con nadie se había ido a
la cama por lo mismo.

Con Victoria le era simplemente imposible, lo supo cuando empezaron a competir


desde la primera vez que la cargo, adoraba cargarla, sentir su calor… por eso se
perdía en el bosque al llevarla en brazos agradeciendo a Alonso en silencio su
necedad de obligarla a cargar su motocicleta porque eso generaba que Victoria
no le pesara en brazos. La amaba no tenía caso alguno negarlo y sin embargo se
tragaba ese amor por no traicionar la memoria de su esposo, su juramento de
serle fiel ¿Pero acaso no lo hacía ya?- La amo - dejo escapar mirándola la
fotografía - pero no te preocupes Alonso, ella se ira y yo no la detendré, pero
perdona, porque por ahora quiero est

NO ME OLVIDES

Capítulo 38

PLANES…

El amor es un acto de fe y quien tenga poca fe también tendrá poco amor…

Erich Fromm

Mientras estacionaba el automóvil enfocaba la casa, la vieja casa familiar esa


que guardaba sus recuerdos de infancia, las sonrisas de su madre… descendió
del auto con Karina al lado que la miraba con preocupación, a pasos la música
resonaba con fuerza - Es el cumpleaños de la abuela - explico con tranquilidad -
pero eso no tiene importancia para mi, deje de venir cuando mamá murió… total
para la abuela mamá dejo de existir el día que papá se fue, siempre la culpo ya
sabes de no poder retener a su marido.

Se encamino al paseo de ladrillos viéndose a sí misma de niña sujetando de un


lado la entonces firme mano de su padre y de la otra la delicada de su madre en
un tiempo en que su madre era bien recibida, luego se vio a si misma sujeta solo
de la mano de su madre que la miraba sonriendo con infinito cariño- ¿Por qué
venimos?- era su infantil pregunta por la insistencia de su madre en asistir a
aquella fiesta en que ella era capaz de percibir las miradas de desprecio que les
dirigían.

-Porque a pesar de que la abuelita dice que nos odia, yo la sigo amando- la vio
detenerse para arrodillarse y quedar a su altura- ¿Por qué me voy a privar de
expresarle mi cariño?

-Porque ella no te quiere- había respondido en aquel tiempo con severidad


infantil, sintiendo la mano de su madre enredarse en su cabello- ni me quiere a
mí.
-Yo creo que por eso esta tan enojada conmigo- recordaba haber tomado la mano
de su madre delicadamente- porque me ama mucho y piensa que lo que me paso
fue por no escuchar- recordaba haber sido tomada en brazos con cariño- ¿Me
amas Andrea?

-Mucho, mucho mamá, te amo tanto o más que a un helado_ rio al recordar su
respuesta, sintiendo la tristeza embargarla al recordar también la risa de su
madre.

-¿No es normal que ame así también a mi mamá?- en aquella ocasión asintió
porque para ella cada palabra de su madre estaba revestida de una gran verdad,
con el paso del tiempo le era más difícil comprender porque su madre continuaba
asistiendo a aquella fiesta donde su abuela ignoraba su presente lanzándolo a un
rincón de la mesa, donde nadie les hablaba, esa fiesta en la que al final su madre
era la única que no recibía el abrazo cariñoso que los demás.

La lección que le intentaba enseñar ella la seguía sin comprender, enfoco la


puerta a pasos de ella para abrirla con confianza escuchando las risas invadiendo
el interior y algunos niños corriendo que la miraban sin conocerla, se encamino a
sabiendas que Karina la seguía hacia la parte de atrás de la casa recordaba a su
madre a cada paso que daba, como de niña la hacía girar en aquella misma sala
antes de detenerse frente a piano negro y explicarle como tocar la canción
favorita de la abuela.

Esa casa encerraba buena parte de la vida de su madre, sus errores y victorias
era cosa de ver las fotos que ella no entendía porque seguían en las repisas, las
de su madre pequeña sostenida en brazos del abuelo que la alzaba como
vitoreando, los diplomas que adornaban las paredes… con el nombre que tanto
amaba en ellos… no comprendía porque seguían allí junto con aquel piano negro,
si la abuela proclamaba a los cuatro vientos su odio hacia ellas.

La música ceso un ambiente dramático de película de terror sin duda, enfoco a


su tía que avanzaba enfurecida hacia ella como si hubiera cometido el pecado
más grande del mundo y sabía que así era no se movió un centímetro a pesar de
que la palma se abrió impactándose en su mejilla generando un ruido seco junto
con varias exclamaciones - ¿Cómo te atreviste a venir?.
-Un gusto verte también- afirmó riendo quedamente para negar con la cabeza-
vine porque intentas quitarme lo que me pertenece y como no estás dispuesta a
cedérmelo por la buena… lo quiero por la mala.

-Nada de lo mío es tuyo - sintió como tiraban de su blusa - todo lo que tengo es
mío por derecho, tu madre…. Tú madre lo tomo sin permiso de nadie y me lo
debes por tener que tolerar las llamadas de los tutores y tener que ir a la ciudad
a firmar tantas veces tus cartillas.

-Casi muero de hambre - reclamo por lo bajo - aun era una niña cuando mamá
murió y a ti no te importo ¿Firmar cartillas? No me hagas reír, pase hambre,
tuve sueño y temía no poder pagar las cuentas de la casa ¿Y a ti te importo?_
cuestiono con ira - nunca te pedía nada y ahora me quieres quitar lo único que mi
madre me dejo con tanto amor.

-Es mi recompensa - la escucho decir.

-¿Por qué? - cuestionó elevando levemente la voz - ¿Por tu infinito desprecio?-


dio dos pasos al frente viendo a su tía retroceder por lo que se detuvo asombrada
de nueva cuenta recordando a su madre, una vez como esa en una escena como
aquella… su tía frente a su madre, su madre protegiéndola con su cuerpo… su tía
retrocediendo.

“No me iré, porque esta es mi casa también, es mi madre también y la amo, mi


hija tiene tanto derecho como yo a estar aquí no te atrevas a decirle a Andrea
que tiene que irse o privarle jugar cuando lo desee…. Si mi madre no me quiere
aquí me lo dirá, mas nunca lo ha hecho… no seas un bruja con mi hija… porque de
verdad te partiré la cara hermana”.

-Es mejor que te vayas - le escucho decir.

-No seas una bruja conmigo tía - noto como retrocedían de nueva cuenta - quiero
mi departamento, el departamento que mi madre con tanto amor me dejo… no te
permitiré que me lo quites - afirmó con seriedad.

-Es mío ya- la miro con sorpresa - tu madre me debía dinero y esa es la paga de
esa deuda, desalójalo apenas regreses porque no te quiero allí.

-Es mentira - le afirmó - eso que dices es mentira - se acerco con ira notando
como la mujer retrocedía de nuevo.
-No lo es tengo un pagare firmado - vio a su tía reír con fuerza - mi hermana era
un desgracia, me pidió el préstamo cuando tu amadísimo padre se largo… y ahora
lo hare efectivo, me quedare con ese hueco tuyo… lo venderé para comprarle uno
más grande a Julio porque empieza la universidad.

¿Cómo se atrevía esa mujer a intentar despojarla del recuerdo de su madre?,


dio dos pasos fuera de sí antes de percibir las manos sobre sus hombros con
firmeza notando a Karina dando un paso delante suyo con seguridad - Lamento
informarle entonces señora - la escucho puntualizar - que nuestro abogado hará
acto de presencia en unas horas para tratar este asunto - noto a su tía mirarla
extrañada por lo que sostuvo la mirada, no comprendía a que jugaba Karina… aun
no contrataban al abogado - así que le aconsejo llamar al suyo cuanto antes… nos
sentaremos allá mientras tanto para no incomodarles la fiesta.

El apretón en su hombro la guio a una mesa desierta en una esquina que reconoció
con sorpresa, ella siempre tomaba ese lugar con su madre escuchaba a Karina
diciéndole que aun debía aprender a controlarse mejor, algo sobre invalidar el
dichoso pagare y que esa mujer no tenía ni la mínima idea de la que le caería en
unas horas.

Suponía que Karina consiguió el abogado en la ciudad, le agradecía su atención


mientras los recuerdos continuaban arremolinándose en su cabeza estar allí era
una verdadera tortura… todos esos rostros ahora mas adultos y maduros, a todos
los recordaba, los comentarios, como se aferraba a su madre procurando no
alejarse de ella, no comprendía porque la vida insistía en dar tantos giros,
obligándola a acabar en aquel sitio.

La vida le sonreía estaba casada con una mujer maravillosa, había amor y la
sensación de vacío se esfumo por completo, escucho la música resonar esta vez
en un volumen más bajo mientras las horas pasaban lentamente. Miro el rosal al
lado de su mesa su madre le contaba que ella lo había plantado porque a la abuela
le encantaban las rosas, de hecho todo aquel jardín en la parte trasera era obra
de su madre… hubiera sido una gran ingeniera de jardines si se lo hubieran
permitido, recordaba que ese lugar era por mucho como su madre… si estaba en
una estación diferente, los colores cambiaban sobrecogiendo a todos allí.

Las palabras de su madre al hablar de su abuela siempre estaban revestidas de


un infinito amor, ¿Cómo no? Todo aquel jardín era una expresión de ello y
entonces le volvía la duda ¿Qué se rompió entre ellas?, observo la menuda figura
de su abuela salir al jardín recibiendo el abrazo cariñoso de todos sus nietos,
recordando cuando su madre se acercaba y ella simplemente le daba la espalda…
rememorando la última vez que estuvo allí, a la imagen de su madre abrazando la
espalda de su abuela con fuerza diciéndole que la amaba.

Ese día se sorprendió, en todos esos años de ir y ser rechazada su madre nunca
hizo aquello pero ese año… se aferro con tanta fuerza que juraría que la coraza
de aquella anciana estuvo por romperse luego de eso su madre se marcho para
nunca más volver, se giro enfocando a Karina negándole con la cabeza - voy
dentro necesito aire - le afirmo mientras le asentían percibió los ojos arder… ya
habían pasado más de cuatro horas desde que llegaron y ni rastros del dichoso
abogado pero lo que si sentía era la tristeza ahogándola ante la ausencia de su
progenitora.

-Mamá- llamo quedamente en el silencio de la sala esa que ya no estaba invadida


por una música estridente, se vio a si misma cuestionándole porque seguían
asistiendo a pesar de todo lo que les decían.

“Porque creo en la canción de tu abuela…. Que Dios tiene un plan para mí,
entonces… seguiré viniendo a darle mi amor a tu abuela, para mostrarle que la
necesito en mi vida aun cuando ella no me desee en la suya…. Que siempre será
mi madre, a agradecerle en silencio… todo su amor y paciencia…”

Recordaba verla sentarse frente a aquel piano a abrirlo como ella lo hacía, tecleo
la primera tecla sorprendiéndose al ver el instrumento perfectamente afinado
jugo un rato con él… recordando como su madre le hablaba mientras enseñaba
esa canción del tiempo en que perdió todo lo que construyo y como se levanto con
paciencia y fe, tecleo las primeras notas sin notarlo siquiera sus dedos
presionaron creando de a pocos la introducción de aquella melodía.

La música su amada música la transporto de a pocos a un mundo donde ella aun


era una niña y su madre estaba sentada a su lado, cuestionándole sobre esa
canción y a su madre diciéndole con paciencia que todo en la vida tenía un
motivo…. Y que al final ese motivo se mostraba claro ante nuestros ojos, dejo
caer ambas manos sobre el teclado respirando con profundidad.
Las notas empezaron a escapar de nuevo mientras la luz de la tarde se perdía
detrás de alguna nube y ella continuaba mirando a su madre a su lado… sin saber
cuándo siquiera empezó a cantar.

Mi vida controle creí saberlo todo

Así seguí a mi corazón más el me trajo aquí.

Luche y me revele te impuse mis anhelos,

Tu amor mi orgullo quebranto, tu luz me hará vivir.

Las risas de su madre eran tan hermosas sus abrazos tan llenos de paz, recordó
su niñez las manos dulces que siempre la guiaron y el infinito amor que la envolvió,
las manos de su madre sobre las suyas enseñándole a tocar el piano…
recordándole que el amor es en ocasiones el mejor maestro, se recordó
perdiendo a su madre mientras su voz aumentaba en intensidad.

Tu Dios tienes un plan lo entenderé,

Ya nada voy a cuestionar

Pues tu Dios tienes un plan.

Lágrimas empezando a envolver su rostro, esas mismas que derramo frente a la


tumba de su madre el día de su sepelio… el día que la perdió para siempre,
lágrimas al ver a su alrededor y encontrarse sola, aterrada ante un futuro que
no sabía manejar… a sus pies caminando sin rumbo, sin un lugar al cual volver.

Si mi alma haz de probar no entiendo los motivos

Tal vez si aprendo la lección, vendrá la madurez,

La meta hay que alcanzar con fe será sencillo

Si quiero hacer lo que es mejor te tengo que creer

Recordó el restaurante al que camino ese día que se graduó… sus cosas
ubicándose sobre la mesa, las conversaciones y la ausencia de su madre, su
alegría y la soledad inmensa rodeando su alma al no poder compartirla, tomo aire
parpadeando enfocando las teclas volviendo a ver las manos de su madre sobre
las suyas guiándola en el piano .

Tu Dios tienes un plan lo entenderé,


Ya nada voy a cuestionar

Pues tu Dios tienes un plan

Stefani sentándose, Rocky sonriendo cambiando su presente llenando su futuro…


las risas, los momentos compartidos y la soledad desapareciendo del todo, el
amor levantando los escombros de su alma, reedificando su ser por completo…
sus errores siendo perdonados, sus debilidades volverse fortalezas al
reconocerlas cerró los ojos para abrirlos enfocando a su lado para ver el rostro
sonriente de su madre…. Su lección… la lección que empezaba a comprender… la
canción que tocaba, la que adoraba su abuela, la que su madre estaba más que
encantada de cantar… la que ella estaba cantando con lágrimas en los ojos y la
claridad del entendimiento.

Tal era su concentración que no noto como su abuela se detenía en el umbral de


la puerta que daba al patio o como Stefani se asomaba a la puerta de entrada
mirándola con sorpresa seguida por Evelyn mientras las nubes del cielo se
apartaban bañando el lugar de luz y haciendo el piano brillar mientras su voz se
elevaba con fuerza.

En una nube el cielo imaginar

Y como un ave quise yo surcarlo.

Mas fuiste tú quien me enseño a volar,

Si a tu voz atiendo de ti aprendo.

Stefani sintió los ojos arder y las lágrimas escapar cuando escucho lo
apasionante de aquella voz, era como si Andrea transmitiera un profundo dolor
con cada nota del piano y una inmensa alegría con la letra, un sentimiento
agridulce que le hacía recordar sus pérdidas pero también mirar con fuerza hacia
el mañana con la esperanza de algo mejor, escucho el llanto ahogado de la anciana
al otro extremo de la estancia, como esta se sujetaba al marco de la puerta
llorando con intensidad y murmurando algo que ella no lograba comprender,
enfoco sorprendida a Andrea elevar el tono de su canción de nuevo

Pues tu Dios tienes un plan lo entenderé,

Ya nada voy a cuestionar

Sé que al final responderás


Tu Dios tienes un plan

Sonrió a la imagen de su madre que le asentía en el piano a su lado “no tengas


miedo hija mía, al final siempre tenemos la respuesta que deseamos si miramos
con atención, no odies, no reclames solo llena tu mundo de amor”

-Jessica- se giro sorprendida mirando a su abuela casi correr hacia ella


abrazándola con fuerza – Jessica - la escucho repetir con voz cortada por el
llanto, mientras repetía el nombre de su madre incesantemente - lo siento, lo
siento…. Hija mía perdóname por favor… - trago grueso intentando controlar el
llanto que pujaba por escapar de su garganta - Te amo hija, fui necia, testaruda
y orgullosa… Jessica…. Perdóname por favor cariño… Oh Dios - la vio enfocarla
con intensidad -Oh… Dios… tu madre ya no puede escucharme_ le escucho decir
mientras la anciana abrazaba el piano con fuerza - es mi castigo que tu madre no
me pueda escuchar ya… no darle ese abrazo que tanto me pidió y yo me negué a
obsequiar, cambiaria toda mi vida si tan solo pudiera girarme ese día y aferrarme
a ella como ella se aferro a mí….

-Abuela- la llamo quedamente- Dios tiene un plan - repitió con firmeza para
abrazarla - mamá te amaba, siempre te amo y sabía que tu también la amabas, yo
vine a reclamar algo sin saber que hoy mi misión no era esa sino tú… mi madre te
amaba, nunca tuvo nada para ti que no fuera amor… así que no te tortures…
porque aunque no se lo decías ella también sabía que la amabas.

Evelyn estaba apenas pasos delante de ella - Dios siempre tiene un plan - se giro
al escuchar aquello enfocando a la chica que meses atrás vio a la entrada de aquel
bar donde encontró a Andrea, los ojos cafés intensos tan parecidos a los de Andy
- A veces nos toma más tiempo comprenderlo otras solo necesitamos un empujón
- vio una lágrima cristalina resbalar por la mejilla - en ocasiones… un paso en la
dirección correcta, el primer paso es importante.

-¿Ángel?- dejo escapar llevándose -Eres un… un…. Yo… tu…

-Soy el rostro de Dios si - observo el suave resplandor - su madre estaba algo


preocupada - le dijeron levemente - por eso nos envió… tu madre también se
preocupo, pero todo estará bien ahora - la vio girarse notando como otra figura
se ponía a su lado, una con unos intensos ojos de su mismo color - no nos hagan
volver… no las preocupen más… vaya chicas especiales para que nos enviaran….
-¿Pasa algo?- dio un salto al percibir la mano de Evelyn sobre su hombro, negó
suavemente antes de girar escuchando el fuerte llanto de la anciana que aun se
aferraba con fuerza a su esposa, dio un suspiro llego allí porque Karina la llamo,
trajo a Evelyn consigo porque era necesario y ahora entendía con aquella canción
que Andrea había cantado que quizás las cosas ocurrieron justo como debían.

Se giro con cansancio sobre la alfombra de la habitación suspirando de manera


apacible antes de sentir el peso en su espalda, la calidez de la piel desnuda y la
humedad de los labios sobre la base de su nuca - Dime que vienes a matarme
prego -escucho la risa fuerte y cristalina antes que el peso de su espalda
desapareciera y la persona que estuvo sobre ella apareciera a su costado.

-¿Cansada? - negó delicadamente para acercarse acurrucándose a aquel cuerpo


¿Cuánto llevaban así tres días?, si ese era el tiempo justo y no le importaba, nada
le interesaba ni las llamadas perdidas de su teléfono, ni los papeles que jamás
reviso de la oficina… ni siquiera el hecho de estar agotada de placer y éxtasis.
Enfoco los ojos grises que le miraban juguetones, se estaba aferrando a lo
imposible con tanta fuerza que era aterrador quizás por eso no se marchaba de
casa de Arian… porque enfrentar el mundo real sería demasiado.

-Tienes como mil llamadas perdidas - rió notando como ella movía el teléfono
móvil a centímetros de su cara - empiezo a temer que me acusen de secuestro -
soltó una carcajada girándose para enfocar el techo con pereza - de verdad digo
yo no le importo a nadie en realidad - la enfoco con profundidad escuchando el
tono decaído - bueno a Clarisse sí pero sabe que desaparezco por trabajo… en
cambio mira tú teléfono no para de sonar- lo tomo empezando a revisar los
números mientras sentía como se acurrucaban causándole un placentero
cosquilleo… todas las llamadas eran de la Mansión Del Valle y al menos 10 eran
de Italia… aquello era una mala señal sin duda.

-Debo ir a casa - informo con voz quebrada - tienes razón no quiero meterte en
un problema y me temo que no tarda en armarse uno - lanzo el teléfono con
pereza - me tardare medio día - afirmó escuchando la risa divertida- ya sabes
hacer acto de presencia para que no crean que me secuestraron, aunque creo que
si lo hiciste…

-Algo así… aunque colaboraste - giro ubicándose sobre ella divertida- oh si eres
una colaboradora exquisita - se inclino besando el cuello con cariño, mientras sus
manos empezaban a trazar delicados círculos sobre el cuerpo que se entregaba
con tranquilidad a ella.

-Yo soy molto colabo…co...col…ahhh amore - la miro pidiendo ayuda para escuchar
la risa resonar con fuerza y quejarse levemente en italiano ante aquello por lo
que simplemente recibió un abrazo cariñoso, esos días había recibido muchos…
recordaba que incluso corrieron por toda la casa cada una solo con una camisa
encima porque le había pintado la cara a Arian mientras dormía, la persiguieron
escaleras abajo para acabar tendidas en el sofá, estaba segura que no existía
sitio de aquella casa que quedara “virgen”, habían tenido sexo en todas partes y
de todas las manera posibles… bueno ella hizo el amor- Vita mía.

-Lo sé- escucho el suspiro algo pesado - ¿Solo te irás medio día verdad? - asintió
con tranquilidad- eso me dará tiempo de sacar algo de trabajo, siento que me
despiden cualquiera día de estos pero valió la pena- sintió como se separaban de
ella por lo que giro en el piso viendo los pies pasearse por la recamara.

Suspiro con embelesamiento la amaba tanto que era doloroso, le encantaría


poder presumirle a su amor al mundo entero, pero claro no podía porque su amor
no la amaba… si ella supiera que era su universo completo, que la consideraba la
mujer más bella del mundo… que era en ella donde nacía, donde moría… el lugar
donde existía. Ese sitio perfecto donde recuperaba sus años perdidos, la fe que
le arrebataron, donde descansaban sus ansias por la vida, sus ganas de crecer…
la magia del mundo entero la descubrió en un beso de aquellos labios, las
maravillas del universo en aquella piel…. Si supiera que de solo pensar en ella se
convertía en la persona más cursi de la tierra - ¿Nos bañamos juntas? - sonrió
levantándose en el acto para abrazarla por la espalda escuchando la risa -
Bañarse Tory… bañarse - le escucho repetir suavemente.

-Va bene seré buena - percibió las caricias en el cabello mientras reía ingresando
en el baño para abrir la ducha gritando al recibir el agua fría sobre su cuerpo
desnudo- bagno no sexo - afirmó escuchando la risa a pasos suyos.

-Yo no me meto allí ábrele a la caliente - vio el gesto entre serio y divertido,
extendiendo la mano para tirar de su amante con fuerza que dio un grito
pegándose a ella bajo el agua mientras ambas reían viéndose a los ojos y
temblando, noto los ojos grises cambiar de expresión a una que no identificaba
antes que la abrazaran con fuerza como si el mundo se fuera a acabar, regreso
el abrazo con intensidad, acariciando la espalda por instinto intentando llamar a
una calma que parecían necesitar, antes que se separaran de ella besándola
apasionadamente…. Y no lo entendía, el universo entero sabía que no
comprendía….

Estaba ignorándola… si eso hacían, la ignoraban campalmente mientras ella


caminaba detrás como un perrito pero siempre supo tener paciencia - Necesitas
un vestido - dejo escapar con seriedad provocando que se detuvieran y chocara
contra aquella cálida espalda.

-Me casare como todos en casa con mi uniforme- la miro boquiabierta para dar
un rodeo plantarse en frente y señalarla con seriedad- ¿Qué?

-Te dieron de baja - afirmó notando la boca entreabierta y esbozando un gesto


triunfal - vas a necesitar si o si un vestido.

-Siento sacarte de fantasilandia -noto la barbilla alzarse por lo que la miro con
temor - pero mi baja está en trámite, eso quiere decir que si me puedo casar con
uniforme, siempre y cuando me case antes de que hagan oficial mi baja - abrió la
boca indignada en el mismo momento que le sacaban la lengua y la apartaban para
seguir avanzando.

-Eres una mala amiga que destruye todas mi ilusiones- afirmo con lágrimas en los
ojos y mirando a Vanessa dolorida.

-No funcionara - suspiro pesadamente- y no pienso usar un vestido porque en


casa nos casamos con uniforme.

-Eres imposible - se adelanto unos pasos para detenerse frente a un ventanal de


lencería sonriendo de manera pervertida para enfocar a su amiga que se detuvo
mirando al ventanal y luego a ella - no pensaba en decirte nada a ti querida- vio
la ceja levantarse mientras ella sonreía aun más - me imagina lo sexy que se vería
tu pelirroja en ese jueguito de lencería roja - dio un grito echando a correr a
pesar de que medio mundo la observaba, porque la iban a matar si…. Pero valió la
pena por ver ese jodido sonrojo…. Valió la pena.

Llevaban todo el día de compras por decirle de alguna manera, en realidad


Vanessa tenia la lista de la mitad de las cosas que se necesitaban, vieron varios
presupuestos para los gastos aunque bien sabia ella que con su amiga era una
persona sencilla lo que les estaba quebrando la cabeza eran las dichosas alianzas
matrimoniales y la negativa del vestido…. Bueno ya se lo esperaba, por eso quería
ir con Heren pero ese remedo de mejor amiga la trato de pervertida delante de
la madre de la chica, la denigro a mula de carga y básicamente la amenazo con
que Cañón le arrancaría una parte del trasero si se acercaba a su mujer…

Percibió el tirón de su blusa rezándole a dioses que no sabía que existían antes
de sentir el fuerte golpe en la cabeza y empezar a lloriquear como si tuviera
cinco años mirando a Vanessa seria- Me dolió - se quejo antes de percibir como
tiraban de su brazo hacia una joyería - eres una bestia salvaje sin corazón.

-Y tu una jodida pervertida… me es difícil imaginar que seas madre- le afirmaron


por lo que la miro indignada.

-Mis ratos de esparcimiento no tienen nada que ver con mis capacidades de
crianza y mi estabilidad matrimonial… no espera con mi estabilidad matri…-
recibió otro fuerte golpe- ¡BESTIA!

-Eso es por dar demasiada información, ahora se útil en algo y ayúdame a ver los
anillos - enfoco el vitral sonriendo de medio lado al ver la concentración de la
persona a su lado, parecía genuinamente preocupada por encontrar los anillos
ideales.

-Vane- la llamo pegándose a ella un poco- ¿Y si las diseñas tu?- noto como la
miraban levantando una ceja- en la escuela eras muy buena dibujando y tomando
fotos- vio los ojos negros desviarse mientras salían de la joyería- eres mi mejor
amiga, se que te encantaba ser policía pero también sé que lo hiciste por honrar
la memoria de tus padres… ¿Recuerdas lo que decían los maestros? Que serias
una gran diseñadora gráfica, fotógrafa o arquitecta…

-Decían que ser policía era desperdiciar mi talento pero ellos no entendían - noto
como tragaba grueso mientras continuaban caminando… claro que no entendían,
ella en cambio si lo comprendía, recordaba a Vanessa contándole las razones
exactas que se resumían en una… no es fácil ver morir a tus padres delante de
tus ojos por defender a unos desconocidos… y desde entonces solo desear ser
igual de valiente, todo Savedra muere a los treinta eso le dijo entonces, yo deseo
morir como ellos cuidando a los demás.

Entonces lo comprendió Vanessa jamás creaba un plan a futuro… a largo plazo,


creyó que lo haría al conocer a Cris porque nunca vio a dos personas que se
compenetraran también, las recordaba a las dos en la banca del parque cerca de
la escuela a Vanessa sobre el regazo de Cris y a Cris enredando sus dedos en el
sedoso cabello negro hablando de eternidades, de futuro y sueños… solo en esa
ocasión escucho a Vanessa hablar sobre el futuro que se resumía a una única cosa
ir de viaje con Cris, la escuchaba en el hospital aferrándose a la mano de ella
mientras le decía que tenía todo listo para un viaje genial cuando saliera del
hospital, la recordaba mostrándole los boletos mientras Cris medio le sonreía
con cariño, las lágrimas siendo contenidas en los ojos negros de su mejor amiga
mientras le narraba sobre los paisajes que ella sabía nunca verían juntas… se
recordaba a sí misma en la azotea del hospital a pasos de Vanessa mientras
rompía los boletos de aquel viaje el día que Cris murió…. Siguiendo el libreto de
su vida con tranquilidad y ella observando en silencio.

Todo cambio cuando Herendira apareció vio ese brillo en los ojo de Vanessa que
creía perdido, la escucho hablar de planes primero de un fin de semana, luego de
la semana siguiente…. Finalmente le decía “Herendira piensa que deberíamos ir a
la playa en vacaciones, pasar las vacaciones allí… yo le dije bien playa en
vacaciones pero el otro año decido yo”, fue entonces que lo supo, Vanessa había
encontrado a la persona que la cambio sin notarlo siquiera; la persona que
generaba que pensara en el mañana… más allá de los treinta.

-Bueno la cosa es que ya no eres policía - respondió con tranquilidad - yo creo


que serias una gran fotógrafa y que el regalo de bodas ideal es que le diseñaras
a Heren los anillos matrimoniales - la tomo de la mano para meterse en una tienda
de fotografías comprando dos cámaras ante la mirada sorprendida a pasos de
ella, así como un cuaderno de dibujos - me los pagaras cuando seas famosa.

-¿Estás loca?- negó con la cabeza ignorándola para sacar una cámara y ubicarla
en el cuello con cariño - ¿Virginia?- sonrió mirándola antes de tirar del aparato
pegando sus rostros a más no poder para tomar una fotografía.

- Amo a mi mejor amiga - dejo escapar con el rostro pegado del todo al de
Vanessa - creo firmemente en ella, pero ante todo deseo que sea feliz - se separo
mirándola a los ojos - muy feliz, así que inténtalo - se colgó de ella con fuerza
escuchando un murmuro quebrado de algo parecido “Estúpida Virginia yo también
te amo”.

Intento escapar, lo intento con tanta energía pero no entendía como le leían la
mente con tanta facilidad así que estaba sentada en la tienda viendo el quinto
vestido y escuchando un suspiro de Georgi a su lado mientras ella se tapaba el
rostro agotada… debió insistir en acompañar a su Diosa Viviente para librarse de
esa tortura.

-Maaaaa- dejo escapar en tono consentido- no quiero casarme con vestido-


escucho las exclamaciones a su alrededor mientras varias mujeres de la tienda
la miraban con indignación, y una vendedora abrazaba un vestido consternada-
¿Qué?.

-No digas blasfemias - miro a Georgina con la boca abierta- todas quieren un
hermoso vestido de novia y tú no eres la excepción - enfoco a su madre haciendo
un enorme puchero para notar cómo estaban a punto de ceder a sus deseos-
Mamá no dejes que te manipule - enfoco a su hermana de manera asesina_ esta
quiere un vestido lo que pasa es que es vaga a la hora de medírselos.

-Metiche- le dijo enfadada a su hermana - quiero casarme con un vestido que


tenga algo de color no de blanco pálido - escucho varias exclamaciones a su
alrededor volteando los ojos en blanco - las mujeres de la antigüedad se casaban
de blanco porque…

-Oh Dios- vio a Georgina sentarse pidiéndole a una vendedora que le trajera un
café - siéntate mamá aquí viene la clase de historia universal para defender su
pobre alegato que desarmare en dos instantes.

-Mamá Georgina me está molestando- afirmó dando saltitos para señalar a su


hermana mientras veía a Sasha llevarse una mano a la cara y negar con la cabeza
- el blanco es porque te casabas virgen… y te aseguro que a duras penas hay dos
mujeres vírgenes aquí - escucho una taza de café romperse en algún punto
perdido.

-¿Y esa es tu pobre defensa? - miro a su hermana deseando arrancarle la cabeza


- Ya todos sabemos que no eres virgen - abrió la boca enfocando a su madre que
apoyo su mano en una pared al parecer tomando aire - casarse de blanco es una
tradición ya da igual si eres virgen o no…

-Claro… tú estabas embarazada cuando te casaste - afirmó sonriendo antes de


dar un grito al sentir como una almohada se estrellaba en su cara seguida por la
mano de su hermana tirándole de la oreja - era broma…. Me duele… ¡¡MAMI!!
-¡NIÑAS!- Sasha respiro profundo unos instantes antes de enfocar a sus dos
hijas - Georgina deja en paz a tu hermana y tu Herendira compórtate - miro los
rostros consternados delante de ella - son mujeres adultas dejen de pelear como
dos crías… creí que tenían superada esa etapa de sus vidas.

-¡ELLA EMPEZO!- escucho decir a las dos al unisonó mientras se volvía a llevar
la mano a la cara casi llorando.

-¡SILENCIO!- grito generando que dos enormes pucheros se esbozaran delante


suyo… rio quedamente esa capacidad de manipulación sin duda era herencia suya
- Ya lamento gritarles mis amores… les comprare helado luego - noto las sonrisas
iluminar el rostro sin poder creérselo, sus hijas era unas crías o se comportaban
como unas con ella… Georgina era extremo madura, la había visto con su hija y
esposo, Herendira también no debía ser uno muy observador para notarlo
¿Entonces qué pasaba allí? Solo faltaba que Miguel llegara pidiéndole un carrito
- a ver hijitas… seguimos con los vestidos.

-No quiero vestido - y ahí estaba el tema de nuevo_ no uno de estos son
demasiado pomposos - parpadeo un instante notando como Georgina hacia lo
mismo mirando a su hermana - me gustan si…. Pero ella se casara con su uniforme
de policial… no quiero desentonar.

-El blanco va con todo - escucho decir con despreocupación a Georgina - y su


traje de gala de la policía es azul… así que por eso no te preocupes.. ¿La
verdadera razón?_ noto a Georgina abrir la boca a más no poder_ ¡TE
EMBARAZO!_ se llevo la mano a la cara por al enorme animalada que acababa de
decir su hija mientras escuchaba varias tazas mas de café romperse en sitios
perdidos de la tienda, quizás ir a la mejor tienda de vestidos de novia de la ciudad
no fue buena idea -¡ESA MUJER HACE MILAGROS!

-¡GEORGINA VILLAFIEL! - enfoco a su hija mayor que no paraba de reír


mientras la menor la miraba de manera asesina y la mitad de los clientes de la
tienda abandonaban el lugar - es la última vez que te digo que dejes en paz a tu
hermana.

-Yo quiero algo pequeño - vio el rostro serio de Herendira - quiero una fiesta
pequeña con mis amigos… y …y…y…y…ella…ell...ell…

-Deja de tartamudear hermanita - la mano de Georgina despeino el cabello


pelirrojo con cariño - Mamá no te dirá que está mal o te mandara a callar -
parpadeo mirando sorprendida a su hija mayor que con aquella simple frase le
explicaba buena parte de la vida de su hija - si quieres algo pequeño será
pequeño… ¿Qué más quieres?.

- A ella- la escucho agregar por lo que sonrió - solo eso…

-Entonces yo decido que el vestido es blanco - noto el empujón que Georgi le


daba a Herendira por cinco segundos creyó que tendría a sus hijas maduras de
vuelta por cinco escasos segundos…. Enfoco a la vendedora pidiéndole un café
bien cargado empezaba a creer que sería un muy largo día.

Sentía las miradas sobre ella todas acusadoras mientras abrazaba con fuerza a
su abuela que finalmente se había tranquilizado luego de llorar hasta el cansancio
envuelta en sus brazos, su tía intento separarlas pero ella se lo impidió con una
mirada firme y severa.

Vio a la anciana levantarse para acariciar su rostro con cariño mientras la


ayudaba a sentarse en uno de los sillones de la sala - Madre es mejor que subas-
enfoco a su tía con fiereza -tengo que hablar con esta cría.

-La cría tiene un nombre- se giro escuchando al voz de su esposa y reparando en


ella por primera vez - es Andrea… Andrea Del Valle.

- ¿Cómo?- cuestiono sorprendida.

-La momia me dijo dónde estabas - vio el guiño del ojo mientras su mujer
avanzaba directa a su tía - Stefani Del Valle - le escucho presentarse mientras
su tía reía con fuerza enfocándola.

-¿Ves mamá, una degenerada como Jessica? - vio como la señalaban por lo que la
miro con ira - Se caso con una mujer, al menos su madre se caso con un mafioso
- Andrea apretó la mandíbula con molestia -Es mejor que se vayan.

-Ella no se irá - enfoco a su abuela con sorpresa - no perderé a mi hija de nuevo


- percibió como tomaban su mano con fuerza - además parece una buena chica.

-Siempre lo mismo era tu favorita - enfoco a su tía con sorpresa - Jessica era
tu favorita…estaba sobre mí siempre, la preferías.

-No es verdad, las amo a las dos… ¿No comprendo de donde te vienen esos celos
hacia ella? - se separo de su abuela ubicándose al lado de Stefani que entrelazo
su mano sujetándola con fuerza - tú te apartaste de mí siempre, tu hermana
compartía actividades conmigo… tú en cambio nunca quisiste, intentar acercarme
a ti.

-Preferías a esa cualquiera.

-¡ NO TE ATREVAS A HABLAR ASI DE MI MADRE!- se soltó de la mano de


Stefani avanzando hacia su tía y encarándola.

-Eres igual a ella, los mismos ojos desafiantes y altaneros - le escupieron casi
encima - como ella tienes un destino marcado en la desgracia… tú…

-Estoy orgullosa - levanto el mentón irguiéndose cuan alta era mientras notaba
a Karina mirar desde la puerta sonriéndole gritándole con la mirada enfréntala -
de parecerme a ella, de tener sus ojos y su carácter, su fuerza y voluntad - dio
un paso delante viendo a su tía retroceder - su bondad y sus defectos…. Porque
mi madre me formo y de ella aprendí lo bueno y malo - hizo una pausa viendo a su
tía retroceder_ me alegro de carecer de tu orgullo enfermizo, de tu rencor y
defectos- la señalo notando los ojos que la miraban sin mirarla - ¿Cuánto más
rencor vas a guardar?

-Cállate Jessica - la escucho gritar con ira - no sabes nada de la vida.

-Se lo importante – afirmó - sé que no me quiero parecer a ti- arrastro la voz -


odia todo lo que quieras, desprecia cuanto tu corazón necesita yo no llenare el
mío de tu veneno - respiro con fuerza - tengo algo más importante dentro mío,
que ni todo tu rencor y desprecio se pueden llevar.

-Eres una imbécil… igual que esa mujer… esta justo donde debe tres metros bajo
tierra… tu madre era una…

-Cállate Raquel - se giro enfocando a su abuela sorprendida- no te atrevas


siquiera a insultar a tu hermana una sola vez- vio a la anciana avanzar poniéndose
delante de ella - no lo permitiré de nuevo.

-¿No lo permitirás madre?- noto como su tía se giraba enfocando a su abuela -


yo no soy más que el reflejo de tu impecable persona, tu propia creación…. Odiaba
a Jessica, su linda forma de ser, esa bondad asquerosa que dejaba escapar por
cada poro, su forma de verte con completa adoración - escucho la risa - y adore
cada error que cometió, yo misma le presente a Almeira en la universidad, yo me
encargue que su estupidez de ver siempre lo bueno en los demás fuera su ruina…-
apretó el puño con ira - Mamá a pesar de que tu hija te amaba creíste lo que te
dije ¿verdad? - movió los ojos enfocando a su tía sorprendida, escuchando la
risa- “La odio… odio a esa vieja que mantiene controlada mi vida y no me deja
hacer de ella lo que quiera, es verdad… siempre finjo cariño cuanto la detesto
hasta le hice ese estúpido jardín para que me dejara en paz, por eso me casare
con Almeira hermana para alejarme de esa asquerosa mujer”… ¿De verdad
creíste que esa estúpida diría algo así? , cuando no paraba de preguntar si
estabas enfadada, que quizás hacia mal al escapar para casarse…. Mi pobre
hermanita… - vio a la anciana llevarse la mano al pecho- preocupada por mami….
Yo me encargue de decirle que mami la odiaba, que huyera y se fuera lejos para
nunca volver… debiste ver sus ojos cafés llenos de temor…. Yo..

Karina soltó un suave auch al ver a la mujer irse de espaldas y caer sosteniéndose
el rostro en el piso a su lado mientras la pierna de Andrea se mantenía en alto -
Creo que hablaste de más - le dijo divertida - antes de ver a uno que suponía era
su hijo intentar conectar a Andrea antes de atravesar el cristal del jardín,
quedando tendido - Linda patada Stefani - afirmó ingresando a la casa para ver
la posición de defensa de la rubia a la que paso despeinando los cabellos - Creo
que deberíamos calmarnos todos - afirmó intentando relajar el ambiente - Estas
reuniones familiares pueden tender a… - suspiro al ver a Andrea levantar a su
tía de la camisa con rabia - para darle otro golpe mandándola a la piscina del
jardín - Almeira…

-Es Del Valle - escucho corregir a Stefani.

-Entonces controla a tu esposa - le dijo notando como la chica tiraba de Andrea


para alejarla de la piscina e ingresarla a la casa, mientras ella revisaba los signos
vitales de la anciana que parecía bastante impactada de todo lo que sucedió a su
alrededor, antes de reparar en la presencia de Evelyn que la hizo palidecer
mientras le daba un vaso de agua a la mujer… -Jessica - escucho llamara a la
anciana notando como Andrea regresaba al lado de la mujer dejando que le
acariciara el rostro como intentando tranquilizarse.

-Tía tienes que calmarte - escucho decir a otro hombre al lado de la mujer - ella
no es la prima Jessica es… su hija - noto a la mujer parpadear confundida al
parecer era mucho para ella en lo que contaba del día.

Raquel emergió de la piscina sujetándose a la orilla y mirando a su hijo intentar


ponerse de pie, dando de lleno con unos intensos ojos azules - Soy Stefani del
Valle… sino sabe quien soy le recomiendo averiguarlo - trago grueso al ver la
mirada intensa que le dirigían -no se atreva a perturbar a mi esposa, su
tranquilidad o quitarle siquiera el departamento de su madre…- sintió como la
tomaban del cuello de la blusa- soy pacifista pero hay ciertas cosas que me hacen
perder el control, si valora la tranquilidad económica de su familia y a sus hijos…
le recomiendo no meterse nunca más con mi esposa o la memoria de su madre, le
aseguro que me sobran medios para dejarla en algo más que la calle - percibió
como empujaban su cabeza hundiéndola del todo en la piscina emergió segundos
antes para ver a su hijo caer a su lado en el agua - Del Valle no lo vaya a olvidar…

Asomo su cabeza, algo nerviosa, en la puerta de la mansión aunque ya sabía ella


que las cámaras de seguridad seguramente la habían detectado, se preguntaba
que tanto diría Elena cuando la viera entrar con la misma ropa de días atrás
aunque no le molestaba en lo mínimo ya que toda estaba impregnada del olor de
Arian.

Dio dos pasos veloces escaleras arriba justo en el momento en que escucho la
voz - Hanno problema - palideció al escuchar la voz de su padre para voltearse
enfocando unos ojos color cielo idénticos a los suyos - ¿Dónde estabas metida
jovencita?

-¿Ma qué cosa? - se giro en la escalera encarándolo - Io soy una adulta y puedo
hacer de la mía vita lo que io quiera.

-Ahora resulta - escucho la risa de su padre -tu eres una ragazza la mía ragazza
no sabes nada de la vita, io soy el tuo padre… y decido lo que es mejor para ti.

-Pero es la mia vita- alego notando la cara de su madre aparecer.

-Vittoria es totti… le tuo padre tiene razón- desvió los ojos con enfado- nosotros
sabemos lo que es mejor para ti… y Fabrizzio es lo mejor para ti, así que prego
haznos caso el vino desde Italia por ti.

-No- retrocedió en la escalera- io no lo amo, io… es la mi vita.

-Yo te di la vita - miro a su madre dolorida - y tu padre te la salvo… entiende que


solo queremos lo mejor para ti_ apretó con suavidad las manos.

- ¿Entonces me salvaste la mia vita para quitármela? - vio los rostros


sorprendidos delante suyo - Mejor me hubieras dejado morir, io no quiero questo
coure si me dirás que es tuo y no mio… el mío coure decide a quien amar.
-¡YA BASTA ES TOTTI, NOS VAMOS A ITALIA! - bajo las escaleras para
sorpresa de su madre encarando con ira a su padre a pasos suyos.

-IO SOY VITTORIA SALVAGGI, DUEÑA DE INDUSTRIAS SALVAGGI Y YO


DECIDO CUANDO ME VOY! - escucho su grito hacer eco en el espacio mientras
el rostro de su padre se ponía pálido del todo.

-Calmémonos todos - escucho la voz varonil suave y profunda para enfocar a


Fabrizzio recostado en el marco de una puerta - Vic eres molto bela para que
hagas esa cara tan fea, vamos soy yo Fabi tu amigo de infancia - vio los ojos
negros que le miraban con dulzura dando un suspiro cansado- Cámbiate y vamos
a comer para hablar de esto.

-Io no tengo nada que hablar -noto como el joven subía de manera divertida dos
escalones hasta dejar sus rostros muy juntos para regalarle una gran sonrisa que
la hizo ruborizar en el acto.

-Anda solo una comida - el beso en la mejilla la dejo algo sorprendida- prego -
soltó un suspiro derrotado parecía ser que la conocían a la perfección porque
asintió girándose para encaminarse escaleras arriba.

La primera vez que vio a Fabrizzio tenía nueve años, recordaba estar en cama
agotada cuando la cabecita negra se asomo en su recamara dejando ver el rostro
de un niño que le sonreía corriendo a sentarse en su cama “Soy Fabi, seré tú
mejor amigo y un día nos casaremos” a ella aquella declaración le había parecido
algo muy raro sin embargo estaba muy feliz de tener a Fabi como su amigo
recordaba que se quedaba las tardes con ella en su habitación conversando o
leyéndole un libro, con el paso del tiempo la costumbre se quedo en ellos pero el
amor nunca llego, tenían largos paseos e intimas conversaciones… pasaban las
vacaciones juntos, recordaba las risas compartidas, los abrazos cariñosos quizás
por eso no le podía negar nada.

-Vic- parpadeo mirándolo con sorpresa -¿Tan malo es casarse conmigo? - arrugo
la nariz antes de escuchar la varonil risa invadiendo todo y varias chicas
suspirando a su alrededor era natural Fabi era como el David de Miguel Ángel
músculos, sonrisa, cabello perfecto, voz profunda apoyo una mano en el rostro
mirándolo divertida - ¿Qué?.

-Sigues igual de feo - la nariz que se arrugo en esta ocasión era la que estaba
frente suyo, grito con fuerza al verlo levantarse abrazándola con intensidad para
morderla en el hombro haciendo que lo golpeara en la cabeza - Ma que cosa eres
un perro.

-Tienes que limpiar tu español - noto como encargaban dos copas de vino - Estas
sana ¿Por qué tomaríamos agua? - río suavemente asintiendo - ¿Estas
enamorada?.

-Si- respondió con completa tranquilidad- ¿Y tú?- le vio asentir.

-Desde que tengo nueve años- desvió la mirada con incomodidad observando las
mesas del restaurante vacías a su alrededor_ lo sabes nunca te mentí, yo siempre
he creído que nacimos para estar juntos tu y yo… desde niños, tengo mucho para
ofrecerte tanto amor para darte…

-Pero io no te amo… siempre te lo he dicho no de esa manera- paso las manos por
la tela del mantel- ¿Por qué pediste mi mano si sabias que diría que no?

-Porque soy la persona que te hará feliz, la que te dará todo lo que necesitas_
vio la mano envolviendo la suya con cariño_ amor, matrimonio, sexo_ lo enfoco
parpadeando sorprendida al cruzar un recuerdo su mente_ en ese orden… porque
te amo y te respetaría siempre, yo no sé cómo sea esa persona que amas… pero
no la veo aquí contigo_ aparto la mano enfocándolo con molestia.

-No te atrevas a decir media palabra más- no necesitaba que él le dijera la


verdad, ella no quería amor, matrimonio y sexo, quería lo poco que tenía… le era
suficiente con eso, con tener a alguien de vez en cuando que la persiguiera
escaleras abajo, los abrazos cariñosos, las conversaciones en la cama y el
agradable calor que invadía su cuerpo con solo un beso- eres mi mejor amigo pero
tienes un límite claro explícale a mis padre que io no me caso contigo.

-Va bene cuando te rompan el corazón yo estaré esperando- trago grueso unos
instantes, claro que le romperían el corazón lo tenía claro… pero deseaba pelear
la batalla igual quizás solo quizás… acabara compartiendo su corazón y no
recogiendo los pedazos- y te hare un trasplante de sentimientos- le lanzo la
servilleta con molestia para encaminarse al tocador.

Fabrizzio sonrió estirando la mano para tomar el teléfono móvil, por suerte una
Vic enfadada era una Vic distraída iba a dar con el galante caballero que
intentaba llevarse lo que era suyo y lo pondría en su lugar, escucho el teléfono
sonar no tendría que dar con la clave de solo leer el nombre “Vita mía” le era
suficiente, respondió con diversión - Antes de que digas algo… ella es mía -
afirmó escuchando una respiración pesada - es mi prometida, se irá a Italia
conmigo y se olvidara de ti, me ama desde que tiene nueve años y eso no lo
cambiaras por aparecer repentinamente…¿Qué no tienes nada que decir? - la
llamada se corto por lo que sonrió divertido, mientras notaba a Vic regresar
enfocándolo fijamente- ¿Qué?.

-¿Quién llamo?- la miro extraño antes de verla apartarse el cabello de la oreja


revelándole el manos libres - Dame mi teléfono- lo tendió mientras notaba los
ojos celestes enfocarlo con ira - ¿Qué le dijiste?

-La verdad - afirmó con decisión - ni siquiera me contesto… valiente Romeo tienes
- vio la mano levantarse a centímetros de su rostro con sorpresa.

-Eres mi mejor amigo, tienes suerte de que no te reviente la cara solo por ello -
le afirmaron con seriedad - y más te vale que… que…. Dile a mis padres que no
me casare contigo_ la vio salir casi corriendo del restaurante con suma sorpresa
sin comprender nada de aquello.

Virginia no entendía bien que hacían allí pero vio la cara preocupada de su mejor
amiga antes de ver a la cuñada de esta salir por la puerta en jeans y con chamarra
cerrando de un portazo - Vamos a celebrar - le escucho decir mientras notaba a
Vanessa ladear la cabeza con preocupación - será una gran noche…. - enfoco la
chica dar dos pasos delante, que ella recordara Amara no era así, era centrada,
callada y para nada fiestera.

-¿Qué paso?- escucho cuestionar a Vanessa mientras arrancaba el auto, sin


obtener respuesta algunas calles después Herendira literalmente salto dentro
empujándola_ Arranca… arranca - ¿Qué pasa amor?

-Me escape - noto como la chica se encogía por lo que río divertida - es una
pesadilla… eso del vestido… te odio, odio que puedas usar uniforme - la risa de
todas acabo por invadir el espacio - ¿Dónde vamos?

-A su despedida de soltera - escucho decir a Amara por lo que levanto una ceja
- necesito alcohol, mucho alcohol….
NO ME OLVIDES

Capítulo 39

EMOCIONES…

Silbare la canción del recuerdo en el día y en la noche te hare manzanilla


para verte dormida en mi piel…

Sentirme Vivo.

Ansiedad…llevaba desde que salió del restaurante sentada allí, varios vecinos la
habían saludado otros simplemente la observaban extrañados y ya por la hora de
la noche, el viento frío corría y las miradas pasaron de ser curiosas a lastimeras.

Tenía horas sentada frente a la puerta porque ella tarde o temprano debía
aparecer, toco la puerta hasta el cansancio, la llamo al celular hasta quedarse sin
batería y rezaba porque apareciera, estuvo incluso por tomar su automóvil para
ir a golpear a Fabrizzio pero no deseaba moverse y que ella no la encontrara.

Levanto la mirada asombrada al ver una camioneta maldiciéndose por lo bajo al


reconocerla como la de la familia Savedra Arian la iba a matar el doble ahora,
vio la puerta abrirse dando de lleno con la cara de Rachel que le sonrió de manera
tranquilizadora - ¿Qué haces fuera?.

-Io la espero - dejo escapar viendo como movían el juego de llaves delante de
ella - necesito hablarle.

-Me alegro de haberme adelantado es día de reunión - vio la cara confundida -


deberíamos estar todos desde las tres pero Amara no respondía el teléfono,
Vanessa está desaparecida y Susan me dijo que mejor viniera a ver qué demonios
sucedía - la vio abrir la puerta con tranquilidad y encender la luz - por un demonio
- se asomo dentro parpadeando completamente sorprendida, aquella sala parecía
una zona de desastre, los sillones estaban tirados y la estantería con las
fotografías de Alonso en el piso con las mismas esparcidas por doquier subió
corriendo las escaleras gritando el nombre de la mujer que amaba sin éxito
alguno, empujo la puerta de la recamara matrimonial para encontrar el mismo
desastre ¿Qué demonios había pasado allí?.
Bajo las gradas para ver a Rachel levantando las cosas_ llame a Susy no tarda en
venir- vio la mirada desviarse levemente -¿Discutieron? - le negó- No creo que
haya sido un ladrón, porque bueno no se llevaron nada y todo está cerrado… en
resumen creo que el objeto de la ira de Amara fue Alonso la miro sorprendida -
digo literalmente destruyo todo lo que se lo recordaba…

-Io no se qué paso - trago grueso mirando la medalla tirada en el piso entre los
cristales de su caja se arrodillo rescatándola del desastre para acariciarla
levemente - Io…

-No te preocupes la vamos a encontrar, ayúdame a limpiar - asintió suavemente


depositando la medalla en la repisa con cuidado para intentar limpiar todo
aquello…

Desastre la palabra desastre estaba oficialmente fuera del diccionario, porque


se estaba quedando corta por mucho, los ojos negros se desviaron enfocando los
de su amiga que le miraba preocupada antes de regresarla a la pista de baile
donde su cuñada bailaba de manera candente con todo desconocido que se ponía
a tres pasos de ella y todo desconocido en aquel bar estaba más que encantado,
tenía bien vigilados a los tipejos esos no se fueran a ir de manos, cosa difícil
teniendo en cuenta los movimientos de Amara.

Vio las caderas bajar con sensualidad mientras aquella botella permanecía en la
mano derecha para ser empinada cada tanto, noto los cuerpos varoniles
literalmente aplastar al femenino estaba por dar un salto cuando noto los
cabellos pelirrojos dirigirse a la pista apartando a los hombres con elegancia
para llevarse toda la atención de Amara que no dudo en pegarse a su mujer del
todo- Es mi cuñada… casi hermana… mi cuñada - repitió intentando tranquilizarse
al ver a Herendira seguirle el baile a la perfección - mi mujer… mi… mi mujer…

-Cálmate - enfoco a Virginia - tu mujer esta previniendo que te pelees con medio
bar por defender a la descontrolada de tu hermana_ asintió suavemente -
tengamos calma a como bebe no tarda en caer inconsciente….

Amara enfoco los cabellos rojos antes de colgarse del cuello con suavidad
percibiendo el olor característico de Herendira - Todo está bien- le llamo la
atención la suavidad de aquella voz - no me iré…. Estoy aquí contigo…

Cerró los ojos para empinarse la botella separándose de Herendira sin dejar de
bailar, los mantuvo cerrados recordando la cara sonriente de Alonso cuando
salían a bailar… su querido esposo, se recordaba a si misma sobre él en
interminables noches de pasión en que se entregaba sin reparos entre gemidos
y jadeos, el pecho musculoso y varonil moviéndose sobre ella mientras los ojos
negros la enfocaban con deseo y sus manos abarcándolo del todo… su apasionado
amante, el que le enseño a descubrir cada necesidad de su cuerpo, el que la poseía
a su antojo al que juro amar siempre en una tarde lluviosa… el que la abandono
para nunca más volver.

Se empino de nuevo la botella ¿Cuántas llevaba ya? No lo recordaba percibió las


manos de Herendira alrededor de su cintura por lo que la enfoco dándole a
entender que aun no estaba tan borracha ¿O sí?, empezó a saltar levemente
antes de volver a cerrar los ojos… deseaba evitarlo pero no podía cada que los
cerraba lo veía a él, a sus manos recorriendo su cuerpo, su barba haciéndole
cosquillas entre los muslos, lo notaba irguiéndose tan sensual y abrazador…¿Por
qué recordaba a Alonso en la cama?, siempre que lo recordaba pensaba en el
esposo cariñoso que era, no en el amante excepcional que constituía… para ella
en esas noches era como un ángel furioso y demandante que la arrastraba a
límites inexplorados…. Era peligro puro, le encantaba mover rítmicamente sus
caderas con las de él sin dejar de mirarlo mientras lo hacía, verlo convertirse en
nada aferrado a su cuerpo.

Dio un giro para descender levemente antes de girarse abriendo los ojos y dando
de lleno con unos color cielo intenso se detuvo en seco parpadeando antes de
escuchar la voz de Herendira y negar con la cabeza llevándose la botella a los
labios de nuevo. Victoria era diferente, intento no cerrar los ojos de nuevo
empezaba a sentirse mareada y sabia que si los cerraba quizás algo malo
ocurriera pero le fue inevitable no hacerlo, casi soltó un gemido de gusto al ver
en su mente el cuerpo desnudo de Victoria irguiéndose sobre el suyo, tan
delicada y sentimental… una diosa envuelta en sudor que le regalaba sus gemidos
rítmicos y abrazadores, ella no era un ángel furioso y demandante, era uno cuyas
alas la envolvían apasionadamente exigiéndole más… podía deshacerse entre sus
brazos en un segundo antes de que volviera a surgir con fuerza colmándola de
placer.

Se detuvo en seco negando con la cabeza varias veces ignorando la mirada


preocupada a pasos suyos ¿Cómo podía siquiera pensar en Alonso para luego
pensar en ella?, se termino de lleno la botella antes de empujarla sobre el pecho
a pasos suyos exigiendo otra… quizás si tomaba suficiente dejaría de pensar, se
llevo la mano a la cara para ver el cuerpo masculino y los ojos oscuros antes que
estos cambiaran por unos cielo y un torso femenino, grito con ira intentando
controlarse, para apartar con rudeza la mano que intento posarse en su hombro.

Estaba tambaleante al parecer si había bebido mucho, ¿Entonces porque los


malditos recuerdos no se ahogaban de una jodida vez? Estiro la mano tomando
una botella nueva que le era tendida para enfocar sorprendida a su cuñada que
le negaba con la cabeza por lo que simplemente le dio un firme empujón
empezando a beber, le dio la espalda ignorándola… Alonso lo odiaba tanto por
haberse marchado, por no pensar en ella y cuidarse más… por arriesgarse, porque
se arriesgo de más ni él ni su pareja esperaron refuerzos, creyeron manejar la
situación sin problemas y acabo muerto… dejándola como todos en su vida… todos
la abandonaban al final.

Victoria no era mejor que su madre o Alonso, haría lo que todos al final,
empezaba a creer que era peor que ellos “Antes de que digas algo… ella es mía
es mi prometida, se irá a Italia conmigo y se olvidara de ti, me ama desde que
tiene nueve años y eso no lo cambiaras por aparecer repentinamente…” lanzo la
botella al piso generando que se rompiera en mil pedazos, esa maldita italiana
solo estuvo jugando con ella experimentando u aprendiendo para colmar de
placer a ese maldito… - Eres mía- murmuró con ira llevándose las manos a la cara
para verla convulsionándose de gusto contra su cuerpo - Mía… no suya - repitió
por lo bajo - ¡MIA!- las manos en los hombros la hicieron girar mientras notaba
como la paciencia de Vanessa se había ido de paseo y la arrastraba a la barra del
bar, vio la bebida que suponía era algo para bajarle el alcohol delante suyo que
ignoro campalmente tomando lo que fuera que tomara Virginia para beberlo.

No tenía sentido nada ya, ni la música del bar, ni la bebida, ni todas las botellas
que tomara la harían olvidar las palabras de ese tipo en el teléfono o la realidad
dándole de lleno en la cara era una pesadilla… sabía que Victoria se iría tarde o
temprano, pero nunca imagino que estuviera jugando con ella… cuando se le
entregaba era tan apasionada y delicada, abrazadora y sentimental que era
difícil imaginar que mintiera cuando parecía dar la vida en cada uno de sus
encuentros… pero lo hacía mentía tenía a alguien en Italia que la esperaba para
hacer su vida a su lado, a un maldito imbécil que no la haría sentir ni la mitad del
placer que ella le prodigaba de eso estaba segura… así que al demonio su madre,
Alonso y la italiana… al demonio el mundo entero, estiro la mano tomando una
botella de ron ante la mirada sorprendida del cantinero para empezar a
tomársela de un sentón… la inconsciencia era tan tentadora…

Tranquilidad una tan embriagadora que parecía casi irreal miraba los cuadros en
las paredes la mayoría pintados por su madre, esa habitación la llenaba de paz
una que no experimento durante todo el día. Giro a enfocar a Stefani que
acababa de preparar la cama para dormir tarareando una canción con
tranquilidad, noto los movimiento se detenían y la sonrisa embargaba todo el
rostro- ¿Qué pasa extraña?

-Perdóname- vio el cuerpo acercarse al suyo y como con suma tranquilidad


empezaban a desabotonar su blusa- yo no quería que vinieras, no deseaba que
escucharas todo esto o vieras como, como…

-Te amo- enfoco los ojos azul profundos delante- y no me importa lo que los
demás digan o piensen de ti porque yo conozco a la maravillosa persona que eres,
mi esposa es fuerte, dulce y amable… como su madre…

-Rocky- cerró los ojos al recibir el beso dulce y profundo_ yo también te amo,
de verdad lo lamento- percibió las manos colarse en su blusa hacia sus hombros
para retirarla del todo mientras parpadeaba algo sorprendida y avergonzada _
¿Stef?.

-No mentiré- le afirmaron- si me enfado no encontrarte en casa en la mañana y


menos me gusto que vinieras con ella- cerró los ojos para recibir los labios suaves
y delicados en su cuello- porque eres mi esposa y te amo… no puedo evitar ser
algo celosa en ocasiones, ella te conoce de una forma que yo no…

-Tú me conoces de miles de formas que nadie más- acaricio el cabello con
delicadeza percibiendo como los besos migraban a sus hombros- mis heridas, mis
alegrías… conoces todo de mí…

-No conozco tu pasión- la voz fue tan baja y oscura que parecía más un embrujo
- esa que te niegas a darme… que escondes con tanta vehemencia de mi ¿Por
qué?... la verdad.

-Temo que esa persona no te guste- un nuevo beso en los labios mientras que las
manos acariciaban su abdomen la envolvió por completo- yo… el sexo para mí
siempre fue un sustituto de algo, una acción que intentaba me ayudara a llenar
un vacío enorme que sentía en mí… tú mereces más que eso porque…- percibió los
labios posarse sobre los suyos lenta y sensualmente, mientras ella se unía al
movimiento sintiendo los pulmones colapsar mientras su alma abandonaba su
interior al perder el contacto.

-Tontita- la miro con sorpresa- tú y yo no tendremos sexo haremos el amor es


algo muy diferente- medio sonrió al escuchar la respuesta queda- trabajaremos
en eso del vacío… lo venimos haciendo- acaricio la mejilla con suma delicadeza-
un día simplemente se ira y ni lo notaras, a partir de hoy te despertaras siempre
a mi lado en algunos años te despertara algún niño o niña saltando sobre ti-
escucho el cierre del pantalón bajar- tendremos navidades largas, fiestas
infantiles, miles de cenas románticas y mucho amor en nuestras vidas- la
sensación de la ropa abandonar su cuerpo le paso casi desapercibida al verse
perdida en la inmensidad de aquellos ojos.

Tranquilidad…. Tan profunda y embriagadora, eso era Stefani tranquilidad pura,


amor profundo, la felicidad tenía su nombre, el futuro su rostro, el vació no
existía ya…. Desde que le dijo si… el vacío desapareció, ahogo un gemido al
percibir como la recostaban en la cama viendo el techo de colores claro -Era la
habitación de mi madre- dejo escapar provocando que todo movimiento se
detuviera.

-¿Quieres qué pare?- negó suavemente para retirar las ropas que cubrían el
cuerpo de Stefani, no deseaba detenerse… tampoco era el lugar idealizado que
deseo pero por alguna razón se sentía tan tranquila, la cama era tan suave.

Besos pausados, cálidos y envolventes había tenido incontables noches de pasión


pero suponía que hacer el amor en sí era algo completamente diferente,
empezando quizás por esa sensación que la hacía sentir plena mientras recorría
el cuerpo de Stefani con paciencia, al tiempo que la sentía a ella recorrer su
cuerpo, notaba los labios entreabiertos como conteniendo al aire por breves
instantes mientras se dejaba llevar por sus caricias… el cuerpo de ella le parecía
tan perfecto, notaba la cabellera rubia esparcida sobre la almohada como si
fuera una lluvia de sol que le era tentadora e irresistible, simplemente no podía
dejar de mirarla.

Las manos apresaron su rostro pegándola contra el cuerpo que se arqueaba hacia
ella necesitado, y la abrazo como nunca abrazo a nadie en su vida deseando no
soltarla nunca… esperando que esa fuera su cárcel y su libertad, percibió el suave
temblor por lo que enfoco los ojos notando el deje de anticipación en ellos y
sonriendo… entregarse… entregarse realmente a alguien era algo más que una
cuestión física, era dejar el alma en cada abrazo o beso, dejar la vida en aquellas
caricias que enloquecían y la enloquecían, describir la sensación física no tenía
sentido porque le era indescriptible ni siquiera podía razonar que sentía al estar
en brazos de Stefani porque todo estaba sobrando todo aquello que no fueran
aquellos ojos, el sonido de la respiración por completo descontrolada y su nombre
brotando de sus labios… siendo fiel al alma de Stefani que la llamaba como si
fuera ella su religión y todo cuanto necesitaba para ser dichosa.

¿Los sueños existían? ¿Podían hacerse realidad?. Su respuesta invariable sería


si… porque esa noche estaba cumpliendo el suyo, compartiendo su vida con la
mujer que más amaba compartiendo todo lo suyo sin reservarse nada y aceptando
todo lo que le daban, podía recorrer con sus labios aquella piel un millón de veces
que en cada una de ellas gritaría que su vida era un milagro solo por disfrutar de
aquel instante fugaz, de la sensación de compartir su cuerpo, su sudor, su aliento,
su vida y su fe con la persona que amaba que la amaba… por sentir al universo
entero fragmentarse para concentrarse en aquel azul profundo y desgarrador,
mientras su cuerpo se convulsionaba en oleadas de un placer tan infinito que
juraría que el paraíso podía existir en la tierra siempre y cuando tuviera a su
lado a la mujer que tanto amaba.

Inquietud eso sentía mientras se paseaba por aquel traspatio desierto con una
única figura enfrente que la miraba fijamente- ¿A qué viniste?- cuestiono con
rudeza porque ella no era de jugar juegos estúpidos era de enfrentar hechos.

-Vine porque renunciaste- dio grito ahogado dando un rodeo antes de detenerse
encarándola.

-Claro que renuncie… no tenía sentido quedarme allí y además ¿Qué te importa
lo que haga o deje de hacer?- afirmo con ira.

-Me importa y mucho- se detuvo en seco a pasos de ella- porque te fuiste sin
más y… y… y… siento que es por mi culpa- vio las manos apretándose en los
costados mientras los ojos la miraban suplicantes.

-No te des tanta importancia - afirmó con ira - voy y vengo en mi vida a placer,
¿Crees que huyo de ti?.
-Eso haces- soltó una risa divertida intenta ocultar su turbación al verse
descubierta - huyes de mi sin dejarme siquiera hablar…todo…todo…

-¿Hablar qué? Por un demonio Evelyn - tomo aire intentando calmarse - no


tenemos nada de qué hablar… porque no hay nada entre nosotras aparte de buen
sexo y tu lo dejaste claro.

-Yo nunca dije eso- la observo temblar de pies a cabeza- en mi vida dije que lo
nuestro era solo sexo, así que no pongas palabras en mi boca… q...

-¿QUÉ LO VAS A NEGAR?- se llevo las manos al rostro con frustración -VAS A
VOLVER CON ESE PENDEJO- ahí estaba no lo podía controlar que se fuera el
mundo al demonio porque no se lo iba a guardar más -EL MISMO QUE TE
ABANDONO CON LOS NIÑOS SIN MIRAR ATRÁS - le dio un fuerte golpe a
un árbol - ESE IMBECIL QUE TE HIZO SENTIR INFERIOR… VAS A VOLVER
CON ESE TIPO - estiro las manos hacia ella- EN LUGAR DE QUEDARTE
CONMIGO.

-Cariño escúchame - retrocedió al verla acercarse - sé que lo que dije fue


horrible pero, pero… yo…yo…

-¿DE VERDAD CREES QUÉ ESE IDIOTA TE DARA LA MITAD DEL AMOR QUE
TE OFREZCO?- intentaba controlarse, lo estaba intentando con tantas ganas
pero su cerebro parecía desconectado mientras su corazón controlaba del todo
su condenada capacidad de hablar - VAS A IRTE DETRÁS DE EL…. DE ÉL Y SU
LÓGICA INNEGABLE… VETE CON EL ENTONCES…. ¡Y NO VENGAS A
LLORARME CUANDO SE LARGUE DE NUEVO!... porque…por qu….

-Karina amor por favor- aparto la mano que intento posarse en la suya con
violencia no quería que la tocara - escúchame solo quiero que me escuches…

-Quieres que te escuche decir que lo amas- trago grueso unos instantes- que
será lo mejor para Raúl y Alison… que es lo mejor para ti- se separo dándole la
espalda- quieres que te escuche decir que es adecuado, lo socialmente
aceptable… lo que siempre quisiste para ti… no lo quiero escuchar- sintió algo
húmedo bajando por su mejilla y se maldijo por su debilidad.

-¿Por qué demonios tienes que ser tan testaruda?- rió amargamente al escuchar
aquello - Lo que más me llamo la atención de mi primer día de trabajo es que
fueras tan jodidamente testaruda- la vio ubicarse delante suyo por lo que desvió
el rostro- y orgullosa además… me costaba entender como hacías para que el
mundo no te afectara, ibas a tu ritmo, a tu tiempo me aterrabas porque parecías
disfrutar tu vida al máximo y pensé que si me acercaba a ti yo disfrutaría la mía
por eso quise ser tu amiga- intento apartar el rostro cuando sintió la mano
limpiando la lágrima de su mejilla pero se lo impidieron con firmeza- a veces eres
como una niña, te saltas los horarios, no comes como se debe, prefieres los
dulces… y no escuchas, me haces doler la cabeza pero también me haces sonreír
como nadie- la enfoco con extrañeza unos instantes- eres tan apasionada que me
haces no tener miedo, me haces sentir viva…. Haces que no le quite valor a mi
vida y por alguna extraña razón- vio el gesto arrugarse levemente- me haces
sentir que todos mis errores tuvieron un propósito y una enseñanza- escucho la
pausa antes que los ojos la enfocaran con intensidad.

-¿Ya acabaste tu discurso? Porque de verdad me quiero ir- escucho la risa a


pasos suyos por lo que volteo los ojos en blanco.

-¿Si te dijera que estoy embarazada que me dirías?- levanto la ceja al escuchar
aquello.

-Qué eres una estúpida… y que será un niño afortunado por tenerte como madre
- respondió con tranquilidad - y que si es así lleves un control médico
estricto…estas algo grandecita.

-Pero soy más joven que tú cinco años - vio los dedos extenderse… aquella
conversación estaba empezando a hartarla - la cosa es que amor no me gritarías,
ni te enfadarías, no me dirías que soy una inconsciente…. Simplemente me dirías
disfrútalo, porque la vida es para disfrutarla - noto la sonrisa invadir el rostro-
No volvería con Tomás nunca… ese pensamiento fugaz fue una lapsus idiota… solo
lo pensé, ¿Nunca lo has hecho autoanalizarte? - asintió levemente - No podría
volver con Tomás… porque no lo amo, ¿Cómo podría seguirlo amando?... si te tengo
a ti…

Ladeo la cabeza antes de ver las manos tomando con firmeza las suyas mientras
los ojos la enfocaban con decisión como intentando hablarle en el silencio, miro
alrededor unos instantes como si intentara hacer ver a si misma que no se estaba
equivocando lo expresado antes de sentir como tomaban su rostro con suavidad
obsequiándole un beso profundo y tranquilizador, escucho el sonido de los labios
electrizantes al separarse -Te amo… sé que no necesitas mi amor, porque eres
un alma libre que viene y va a placer pero quería que lo supieras… te amo, y mi
amor no te quiere retener u apresar… solo quiere que lo aceptes y…

-Yo también te amo - la miro con seriedad - si vuelves a mencionar si quiera el


nombre de ese hombre o insinúas que me quitaras a mis niños yo… yo…

-Eso no volverá a pasar lo prometo - medio sonrió unos instantes - y sabes que
siempre cumplo mis promesas - sintió las manos enredarse alrededor de su cuello
- me alegra que me ames pero bien sabes que no te intentare apresar o retener
eres libre de irte cuando así lo desees de…. Estar…

-No digas tonterías me tienes jodida - dejo escapar con enfado - hasta los
cadáveres de mi morgue se ríen de mi - vio la sonrisa tímida delante suyo -
jodida… me deje joder por ti y tu… tu….- negó con la cabeza.

-Te amo- recibió otro dulce beso acompañado de una risa divertida - ¿Con qué
jodida? -levanto una ceja con seriedad- ¿Entonces no quieres otras mujeres
porque yo soy la mejor?.

-No tientes a tu suerte- tiro de ella con firmeza para besarla con pasión porque
la adoraba, porque era verdad… era su mejor plato.

La música estridente resonaba en el bar cuando dio el primer paso dentro de él


en compañía de Rachel y Susan, sus ojos cielo se pasearon por el sitio con
preocupación. Recordaba claramente la llamada que recibió Rachel y como la
mujer se volteo mirándola para decirle “Ten valor, no le tengas miedo y aguanta
todo lo que te diga porque viendo como dejo esto…. te dirá de todo”.

Le habían dado la opción de no ir al sitio pero se sentía responsable de todo


aquello tenía unos deseos enormes de matar a Fabrizzio, pero eso podía esperar
el mundo entero podía esperar porque lo único que le interesaba era ella… se
llevo las mano a la boca al verla tambaleante en la pista de baile a duras penas
sosteniéndose a Herendira, vio los ojos negros de Vanessa acercarse a ella junto
con otra mujer que la miraba completamente extrañada.

-Victoria… por favor intenta hacerla entrar en razón- escucho el tono


preocupado- no sé qué le pasa, simplemente no me escucha y si sigue bebie….-
dejo de escuchar lo que le decían porque sus ojos estaban fijos en la figura de
la pista; esa era su Arian terriblemente dolorida y lastimada, ella lo sabía ya, lo
podía sentir por la forma en que se aferraba a su cuerpo pero verlo fuera era
diferente e impactante.

Todo su dolor se reflejaba en los ojos en la forma en que cada tanto se inclinaba
sobre Herendira buscando sostén, la manera en que apretaba aquella botella en
sus manos, aparto suavemente a Vanessa de su camino mientras se acercaba a lo
que sabía sería uno de los momentos más duros de su vida, tendría que tener más
valor que el día que entro al quirófano por su corazón…. Porque en esta ocasión
si sentía que tenía algo que perder.

Se detuvo a medio camino para girarse viendo los rostros detrás suyos
preocupados y expectantes, giro al frente de nuevo… ella se veía tan desolada y
confundida, ¿Cómo no? Arian seguía siendo por mucho una niña abandonada
necesitada de cariño, era gracioso cualquiera le diría que no conocía nada de ella,
sin embargo podría asegurar que la conocía perfectamente porque en cierta
manera se parecían… aunque la vida de Arian había sido muy solitaria, quizás la
vida no le fue benevolente tomo aire con fuerza empezando a caminar de nuevo.

Los ojos verdes la enfocaron con alivio por lo que sonrió con una tranquilidad que
estaba lejos de sentir para cambiar posiciones con Herendira, su amor estaba
tan borracha que ni siquiera lo noto acaricio el cabello con cariño percibiendo el
olor a alcohol que provenía del cuerpo antes de que la enfocaran y el gesto se
arrugara atormentado mientras la risa dolorida escapaba de aquellos labios-
Maldición esto no sirve- le escucho decir enfocando la botella- Se supone que
me olvide de todo…

-Vita mía- vio los ojos tormenta abrirse confundidos mientras se separaban de
ella y la cabeza se movía por el bar deteniéndose en el grupo cerca de la barra
antes de girarse hacia ella, noto el cuerpo tambalearse por lo que estiro la mano
sujetando la mano para recibir por respuesta un fuerte empujón.

-No tengo ganas de un revolcón ahorita- respiro profundo al escuchar la voz


arrastrarse con dificultad- ¿Porque estás aquí y no con tu prometido? - sintió
como tomaban su ropa sacudiéndola con suavidad, noto el movimiento de Vanessa
por el rabillo del ojo pero levanto la mano por lo bajo indicándole que se
detuviera- Si italianita desgraciada se te callo el teatro- percibió el olor del licor
golpeando su rostro- Eres una maldita me estabas engañando- vio las lágrimas en
los ojos por lo que levanto la mano con suavidad para posarla en el rostro notando
los ojos cerrarse brevemente- eres una maldita… una maldita, casi haces que me
olvide de mi esposo… todos son unos malditos, mi madre… tú… él…

-Calma- aguanto el empujón lo mejor que pudo mientras tiraba de ella para
mantenerla cerca- ya estoy aquí calma…- meditaba profundamente cada palabra
necesitaba que su español fuera perfecto- el no es mi prometido- dejo escapar
notando la mirada perdida y llena de tristeza- no lo es- repitió quedamente.

-Mentira- la vio tambalearse más intentando separarse de ella- es mentira, él lo


dijo que eras suya… que… te alejaría de mí- escucho la voz quebrarse levemente-
te irás como todos… todos se van, todos me abandonan… me desechan o se van
por un bien mayor- vio la gruesa lágrima pasearse por la mejilla mientras ella
intentaba levantar la botella por lo que detuvo el movimiento con firmeza
ganándose con ello una mirada más que asesina- Déjame beber… y lárgate a
revolcarte con él de una maldita vez- apretó la mano usando todas sus fuerzas-
Vittoria no tengo ganas de coger, ¿No lo ves? Solo quiero beber.

-Arian- la llamo con firmeza- vas a dejar de beber ahora y nos vamos a casa- lo
sintió como se revolvían en sus brazos con ira mientras intentaba controlarla lo
mejor posible, podía sentir la ira pero ante todo el dolor y el miedo, cambio las
manos de posición abrazándola con fuerza mientras percibía los golpes sobre sus
hombros- no soy suya- dejo escapar escuchando un grito dolorido- no lo soy y
nunca lo seré… yo soy solo tuya… tuya- repitió tomando el rostro entre las manos-
solo tuya… no me iré_ afirmo quedamente- por más fuerte que golpees, por más
que me des la espalda y digas que solo te revuelcas conmigo en la cama… no me
iré- repito sintiendo los ojos arder- no me iré… te cantare feliche cumpleaños,
cada paso que des yo estaré allí cuidándolo, llenare de tus labios de besos y en
las noches dormiré acurrucada en tu pecho… no me iré.

-Mentira- vio el rostro cargado de ira mientras las lágrimas lo envolvían- es


mentira… yo sé que es mentira- un nuevo empujón llego haciéndola perder
levemente el equilibrio- no soy la mujer que quieres, solo soy un cuerpo que
deseas…soy tu juego momentáneo y te largaras con él a Italia- dejo escapar el
aire lentamente se estaba empezando a molestar cada que mencionaba a
Fabrizzio porque en definitiva lo iba a asesinar - yo tengo dignidad- la vio
tambalearse de nuevo- y no dejare que te lleves la poca que me queda…. Así que
olvídalo yo amo a Alonso no a ti..A ti te odio…. Me oyes te odio.
- Arian- trago grueso al escuchar aquello, no debía caer en el juego- se que tienes
miedo- vio los ojos grises abrirse desproporcionadamente por lo que sonrió
acariciando el rostro intentando llenarlo de calma- lo sé yo también tengo miedo-
afirmó tirando de ella notando como la seguían mansamente- se que amas a
Alonso y a nadie más… lo sé- repitió pasando entre Vanessa y el resto que la
miraban aliviadas - no te preocupes no haré nada para que lo olvides, lo prometo.

-Te irás a Italia- cerró los ojos al escuchar aquello.

-Si tarde o temprano me iré- enfoco la camioneta a pasos de ella con alivio- pero
eso sucederá cuando tú me pidas que me vaya- se giro tapándole la boca en el
acto- y no me iré con nadie- agregó- dudo mucho que pueda existir alguien
después de ti- tomo las manos con firmeza entre las suyas- puede que mañana
no recuerdes nada de esta conversación por eso te lo diré, me odie por estar
enferma tanto tiempo, me odie por no llegar antes que Alonso a tu vida, no es
que lo odie a él no podría porque sé que lo amas mucho… es solo que me odio a mi
misma- sintió las lágrimas pasearse por sus mejillas- porque sé que no importa
cuánto lo intente no me darás un lugar ahí dentro- levanto la mano apoyándola
sobre la parte izquierda del pecho- ¿Y sabes? Me encantaría tener un lugar ahí
dentro aunque fuera uno pequeñito y oscuro- enfoco la camioneta empezando a
caminar ante de notar que su mano estaba extendida del todo y Arian estaba
parada en el mismo lugar- ¿Arian?.

-Yo lo odio- enfoco el rostro dolorido y el llanto que parecía empezar a


entrecortar la voz- lo odio…. Porque se fue… no pensó en mí cuando se metió allí
y me abandono- escucho el llanto fuerte y abierto por lo que se acerco a ella
intentando abrazarla pero siendo rechazada en el acto- lo odio porque… le
prometí, yo prometí recordarlo siempre y amarlo por la eternidad… pero…. Pero…
no quiero que te vayas… no quiero te vayas con ese tipo… y es culpa de Alonso
que te vayas a ir con otro… porque es su culpa que no pueda ofrecerte todo lo
que él si puede… yo…yo… - noto las manos temblar mientras cubrían el rostro
intentando ahogar el llanto- solo…eres mía….¿lo entiendes? él no tenía derecho
a decirme que eras suya porque tu…

-Vita mía- la rodeo con los brazos intensamente meciéndola con cariño- claro que
soy solo tuya amore mío- beso la cabeza en repetidas ocasiones escuchando el
llanto ahogado- y las dos sabemos que no odias a Alonso…. - dejo escapar
quedamente- era el hombre más bueno del mundo- enfoco a Rachel sonriendo a
pasos suyos mientras le hacia un gesto indicándole que estaban todas ya en el
vehículo- ¿Vamos a casa?- cuestiono separándose un poco- nos damos un baño,
tomamos café y nos vamos a la cama…

-No te vayas- escucho que le repetían por lo que asintió tirando de ella hacia la
camioneta para subirse en la parte trasera notando a todas amontonadas lejos
de ellas antes que le pasaran una bolsa plástica bastante grande-Tory…. No me
siento bien…-abrió los ojos celestes asustada para enfocarla.

-No vayas a vomitar vita mía- afirmó abriendo la bolsa aprisa- veras que en un
rato te sientes mejor… solo estas algo borracha…- afirmo con intranquilidad vio
los ojos grises enfocarla aun doloridos para luego mirar la bolsa con aprensión-
Va bene puedes vomitarme encima si quieres…. No me iré…- afirmo.

-Hazla vomitar en la bolsa o apestara el automóvil- escucho la queja de la voz de


la mujer que no conocía- bastante tengo con saber que esta se pasa de cera de
la nada y se consigue a alguien como tú…

-¿Cómo io?- cuestiono escuchando un quejido de su amante.

-¡ERES UN JODIDO MONUMENTO, TU SOLA PRESENCIA MEJORA EL


MUNDO!_ le afirmaron por lo que se sonrojo con violencia.

-¡ES MIA, NO LA MIRES!- enfoco a Arian pegándose a su pecho divertida -


¡ESTUPIDA VIRGINIA!.

-Dios borracha y posesiva que buena combinación Amara- escucho un quejido


sobre su pecho- es increíble que te veas tan seriecita y llegues a estos extremos-
Victoria suspiro con pesadez acunando la cabeza con cariño- ¿Por qué te pusiste
así?- escucho la pregunta notando como se escondían más en ella.

-Déjala en paz- dejo escapar con seriedad- ella no tiene perqui explicar nada.

-Oh esto es tan injusto- escucho la queja de Virginia- o sea… no solo es bonita,
sino que la defiende aun cuando hizo una estupidez, es un milagro que no tenga
un coma etílico a la cantidad de cosas que ingirió…

-Detén la camioneta- la voz ahogada de Amara genero que Vanessa se a orillará


en el acto nada más para verla casi saltar del auto empezando a vomitar mientras
Victoria simplemente se ponía a su lado sujetándole la cabeza, horcada tras
horcada.
-Clarisse nos matara- enfoco a Rachel con preocupación- la casa de Amara esta
inhabitable literalmente destruyo toda la sala- abrió la boca escuchando el
sonido de otra horcada fuera- y no sé cómo explicarle esto llame a Adrian y
Aarón para que la detengan pero es una tradición y tocaba en su casa, por suerte
y luego de lo de Herendira dijo que prefería mandar a alguien para ver que todo
estaba en orden… pero cuñada…

-Maldición no creo que Clarisse digiera bien verla en ese estado- miro a su mujer
con preocupación- y tampoco creo que sea muy coherente en este instante…
mejor dejamos a Victoria en su casa y nos llevamos a Amara a la mía, llamamos a
Clarisse y avisamos que como nos casamos deseamos hacer esta reunión en
nuestra casa y que Amara tiene todo el día allí.

-No- enfoco a su cuñada sorprendida- no me la quitaran la miro con sorpresa al


ver el gesto dolorido no vas a separarme de ella suspiro con cansancio continuaba
completamente borracha sin duda no se irá con ese estúpido que le quiere meter
mano a lo que es mío…

-¿Amara qué te pasa? -cuestionó con seriedad le era tan extraño verla en aquella
actitud sobre todo teniendo en cuenta el estado lamentable en que se
encontraba y sin embargo se sujetaba a Victoria de manera posesiva.

-Está enamorada- le afirmó Herendira generando que la mirara con sorpresa-


pero no sabe manejarlo porque seguro siente que traiciona a tu hermano- se giro
hacia su cuñada, la que era casi como su hermana que miraba a su mujer con ira
contenida- pero bueno no lo admitirá…. Y tendrá que resignarse que Victoria se
acueste con alguien más…

-Ella es mía no se acostara con nadie más- la vio trastabillar mientras Rachel y
Susan la detenían porque parecía dispuesta a asesinar a Herendira aunque
tuviera que pasar encima a medio mundo en la camioneta- no insinúes siquiera que
ella… ella.

-Yo soy tuya- escucho la suave voz de Victoria que tiraba de las ropas de Amara
generando que regresara a la posición en la cual se prendía de su cuerpo como si
fuera el fin del mundo y fue cuando decidió que harían.

Media hora después descendían en la casa de Amara nada más abrir la puerta
comprendió a lo que las chicas se referían, los cristales estaban acumulados en
una esquina y las fotografías sobre un sillón al parecer algo habían ordenado pero
aquello continuaba teniendo la apariencia de una zona de desastre, observo a
Victoria subir las escaleras con una Amara apenas consciente suponía en
dirección al baño - De verdad la ama- afirmó.

-Pero no sabe qué hacer con ese amor - escucho la voz de Susan- esto es una
muestra de lo atormentaba que está en realidad, destruyo literalmente todos
las fotos el casa… y deberías ver la alcoba matrimonial…. Tenemos que decirle a
la abuela, me da miedo que se haga daño.

-No quiero generarle una preocupación - afirmó suavemente- pero me temo que
será necesario aunque no sé cómo se tome el hecho que el detonante de todo
esto es el mismo que nos prohibió durante el baile- soltó un suspiro pesado- la
abuela a veces me sorprende las quería separadas por una razón… quizás vio algo
que nosotras no desde un principio.

-Es su consentida- se giro mirando a Rachel- ¿Lo entienden? Es su bebé


consentida… nos va a matar porque permitimos que esto pasara, además…. ¿Ya la
vieron?, está fuera de sí, como si de pronto el mundo entero o todos estos años
le hubieran caído encima ¿Por qué?, por esa italiana… porque… porque…

-Porque no quiere dejar ir a Alonso- todas se giraron enfocando a Herendira- no


está así por Victoria, sino por el hecho de no saber cómo dejar ir a Alonso ¿Acaso
alguno de su familia le dijo que debía dejarlo ir? - observo a su mujer tomar una
fotografía de su hermano- esto parece un altar a su memoria- le afirmaron
sacudiendo al fotografía- ¿Por qué se lo permitieron?- enfoco a sus cuñadas con
culpabilidad- Porque ustedes tampoco lo querían dejar ir… eso es lo que paso, por
eso estaban tan preocupados cuando Victoria apareció, la misma razón por la que
Clarisse la quiere separada de Victoria… son egoístas… tiene derecho a rehacer
su vida.

-Amor- vio como le tendía el teléfono con firmeza enfocándola con seriedad-
¿Qué..?.

-Llama a Clarisse… y termina con esto de una vez, ¿No ven que la única lastimada
es Amara?- escucho el tinte de desesperación en la voz- Cree que los perderá a
todos si ama a alguien más, tiene miedo esta aterrada_ noto como sacudía el
teléfono delante de ella- ¿Acaso no lo ven?... solo deben verla un instante para
saberlo…. Llama a Clarisse.
Comprobó la temperatura del agua en la tina antes de ayudar a Amara a sumergir
su cuerpo en el agua con cuidado, se desnudo para meterse también en el agua
con algo de dificultad por el tamaño de la tina, acariciaba la piel desnuda
repasándola varias veces asegurándose de limpiar adecuadamente y esperando
llevarse buena parte del olor a alcohol que la impregnaba - Estarás limpia en un
momento- murmuro suavemente notando los ojos grises fijos en algún punto
perdido.

-Yo- escucho la tono alcoholizado de la voz- tengo miedo- parpadeo algo


sorprendida ante aquello- mi vida parece ir entre el miedo y el dolor siempre…
yo… yo… es como si no tuviera derecho a ser feliz- el espasmo en el cuerpo que
abrazaba la sorprendió- yo… pierdo a todos lo que amo mi madre me abandono…
y pienso ¿Había algo malo en mi?.... ella dijo… nos moriremos de hambre Arian…
así que quédate aquí y nunca digas tu nombre… yo…. Yo quería morirme de hambre
a su lado, era mi madre…..no no me importaba dormir en el piso o tener frío,
porque….porque…. tenía a mi madre- sintió como se separaba de ella ahogando un
gemido dolorido- pero a ella no le importo lo que yo sintiera… solo me dejo ahí…
estoy muy bebida- parpadeo sorprendida al escuchar aquello tirando de ella para
abrazarla de nuevo.

-Aquí estoy- murmuró quedamente- no me iré- repitió con suavidad- mañana será
otro día y todo estará mejor- acaricio el cabello con cariño- te lo juro… te puedo
asegurar que estará mejor.

-No es verdad, nunca mejora - la escucho tomar aire respirando con fuerza-
espere durante años en el orfelinato que alguien me quisiera, pero nunca llego
nadie no importaba cuanto me esforzara siempre se llevaban a alguien más y no
a mí… porque… porque yo me alejaba de ellos, seguía esperando que ella viniera
por mí, prometió ir por mí - enfoco la mano estirarse hacia el borde de la tina
apretándolo con fuerza - Alonso apareció y era… era tan mágico, perfecto desde
que lo vi yo lo amé desde que lo vi….

-Cálmate amore - la aprisiono con más fuerza contra ella - ya no pienses más en
ello prego.

-Yo… me prometió que seriamos felices y yo se lo creí- escucho el llanto


finalmente empezar a ahogar la voz - me dijo que podía descansar en él que no
iba a sufrir más, y fui feliz me olvide de todo finalmente tenía una familia
amorosa que me quería y me cuidaba… era feliz tan feliz… pero entonces… lo
espere ¿Sabes? Prometió llegar temprano y lo espere…. A una semana de su
cumpleaños número treinta lo espere…. Pero entonces llamaron - noto como se
separaban de ella inclinándose - no es justo…. No fue justo “lamentamos
informarle que su esposo falleció en el cumplimiento de su deber”…. De qué me
sirvió el honor y el deber, me quitaron a mi esposo, prometió volver como lo hizo
mi madre… pero nunca regreso lo espere… espere con paciencia verlo entrar por
la puerta, aun cuando lo enterramos yo… aun pensaba que quizás….él…

-La vida a veces no es justa - acaricio la espalda volviendo a acercarse a ella - no


me voy a mover de aquí… te lo juro, puedes llorar todo lo que quieras, puedes
gritar si quieres… yo no me iré, me quedare compartiendo tu dolor…. Y te ayudare
a superarlo, aunque pienses que me iré…. No lo hare - la rodeo con sus brazos lo
mejor que pudo_ así que amor…. déjalo salir.

-No te creo - apretó con más fuerza el abrazo - te irás también… tú, no tengo
que darte, soy un maldito desastre…. Mi madre no me quería, y pienso que es
normal digo mírame…. Nunca he tenido nada que ofrecerla a nadie - sintió el
cuerpo temblar entre sus brazos - yo quiero que te quedes pero…. Todos se irán,
ellos se irán y yo quise tanto una familia siempre, no se fueron cuando perdí a
Alonso creí que se irían pero no fue así, no tenemos ningún lazo de sangre y
pienso si mi madre se fue y era mi sangre… ellos….

-Calma- repitió intentando tranquilizarla- cálmate yo no dejare que se vayan-


beso los hombros con cariño- te lo prometo, sabes todo ese dinero puede servir
para comprar unas cuantas sogas- escucho una risa ahogada- eso es…. Ya pasa…
confía un poco en mi quieres…. Te juro que mañana ira todo mejor…. Pero creo
que deberías dejarlo salir…

-Yo… yo… tu español está muy limpio - sonrió al escuchar aquello - me gusta como
hablas, como me besas y me abrazas… yo… solo no quiero que te vayas, de verdad
necesito que… yo…. Yo…- vio la cabeza ladearse mientras todo el cuerpo temblaba
y ella tomaba aire mucho aire… solo debía respirar y aguantar…. Tenía que ser
fuerte por ella..

El grito proveniente de la parte alta genero que toda actividad de limpieza se


detuviera en el momento justo que Clarisse Savedra ingresaba al lugar abriendo
sus ojos desproporcionadamente al escucharlo, para girar hacia las escaleras
subiendo lo más rápido que sus viejos huesos se lo permitían abrió la puerta del
baño para ver a su adorada niña aferrada al cuerpo de aquella chica italiana como
hsi no hubiera mañana- Hija mía- la llamo quedamente.

-Mamá- vio los ojos grises enfocarla doloridos mientras le tendían las manos por
lo que se inclino en la bañera observando fugazmente un par de piernas que
abandonaban la tina - mamá perdóname- le escucho decir por lo que la abrazo con
más fuerza - mamá…. Yo… yo… lo siento tanto- el sonido de la puerta al cerrarse
fue la indicación de que las habían dejado solas.

-¿Por qué me pides perdón mi cielo?- acaricio el rostro viendo las lágrimas
bañarlo antes de percibir el aliento alcohólico del todo y como la enfocaban para
mirar atrás de ella.

-Tory- vio los ojos asustados por lo que tomo el rostro suavemente entre sus
manos para generar que la enfocaran- ¿Dónde está?.

-Tranquila simplemente salió para que pudiéramos hablar- aparto unos mechones
negros empapados- ¿Por qué me pides perdón?.

-Estoy borracha- vio los ojos desviarse - muy borracha y desnuda- noto como
esquivaban su mirada- no me siento bien yo…. Yo…

-¿Qué pasa Amara?- el gesto dolorido genero que su corazón se rompiera en


pedazos- ¿Hija mía?.

-No soy tu hija- parpadeo al escuchar eso- solo soy la esposa de tu nieto- se
sorprendió ante la ira de la mirada- de tu nieto que me abandono… al que le soy
leal aún cuando ya no está conmigo- vio la lágrima resbalar por la mejilla- no
quiero perderla- arrugo el entrecejo al no comprender aquello- perdóname creo
que la amo- se giro enfocando la puerta empezando a comprender todo aquello-
lo siento prometo que la olvidare- escucho el llanto ahogado antes de negar con
la cabeza sin comprender porque si quiera su nieta adorada intentaría olvidar a
Victoria- no lo voy a traicionar… yo no pensare en ella… por favor, por favor no
te enfades- sintió como se aferraban de su ropa- yo…yo… no se qué hacer, no
quiero que se vaya pero sé que prometí amarlo siempre solo a él, yo… yo..- cerró
los ojos dolorida sabía lo que tenía que hacer, se mordió los labios escuchando el
llanto ahogado era difícil…. Muy difícil pero recién comprendía que eso era lo
mejor.
Ella nunca dejo ir a su esposo aun hoy lo seguía amando solo a él, recordaba la
vez que sintió algo por otra persona el dolor inmenso que se clavo en su pecho al
creer que lo traicionaba, el dolor que aún sentía porque nadie tuvo el valor de
decir lo que ella debía, cuán aliviada se hubiera sentido si alguien se lo hubiera
dicho- Déjalo ir cariño- vio la marea gris enfocarla- él sabía que lo amabas
profundamente pero ya no está aquí…. Es hora de dejarlo ir, fuimos injustos
contigo, debí decírtelo antes. Amar a alguien más no tiene nada de malo.

-No yo… yo no tengo que ofrecerle- escucho aquello antes de tomar una toalla
empezando a secar el cabello e instando a la joven a salir de la bañera- no soy
nadie, y no quiero perderlos a ustedes yo… yo…. Yo… amo a Alonso.

-Alonso se fue- afirmo notando la cara sorprendida delante suya- no volverá y


tú debes seguir adelante- despeino los cabellos mirándola- perdóname por no
decírtelo antes, perdóname por no obligarte a seguir adelante y Dios perdóname
por decirte esto cuando estas completamente ebria y tendré que repetirlo
mañana, aunque- vio el semblante sonriendo divertida- tengo una idea mejor….

La obligo a sentarse en el retrete mientras abría la puerta del baño dando de


lleno con la joven italiana aun en toalla recostada en la pared contraria- vístela
y llévala a dormir, descansen las dos- noto como le asentían mientras se dirigía
escaleras abajo observando los rostros expectantes delante de ella- Llama a los
gemelos que se traigan a los niños y la comida, seguiremos con los planes tal cual,
además tengo algunas indicaciones que darles a todos así que terminen de limpiar
mientras yo le preparo un café a su hermana- las cabezas se movieron
afirmativamente mientras ella enfocaba a Herendira con seriedad- ven acá
pelirroja vas a hacerme un favor….

Sasha enfoco a su esposo ingresar a la casa mirándola con algo de incomodidad,


tenían desde su discusión de no tener una conversación decente quizás porque
ambos habían hablado de más, lo escucho dar un suspiro pesado ubicándose
delante de ella medio sonriendo- Lo lamento.

-Yo también- negó con suavidad- a veces parecemos un par de niños tontos
¿verdad?.

-Por eso nos amamos tanto- rió al escuchar aquello_ se admitir mis errores y
esta discusión se nos fue de las manos a los dos, yo se que compartimos la culpa
de todo esto, siempre hemos enfrentado todo juntos y no quiero que eso cambie.
-Lo sé mi amor- acaricio el mentón pasando la mano con suavidad por la barba
que le genero leves cosquillas- Eduardo… debemos decirle que eres su padre.

-Comprendo- le afirmaron - aun así me aterra un poco su reacción- lo miro por


eso lo amaba tanto, era sincero, honesto, sentimental… a veces discutían
fuertemente pero siempre tenían un disculpa para dar y un perdón que nunca
escondían.

-No pasara nada y si pasa estoy contigo- apretó la mano con suavidad - como
siempre y lo resolveremos…

-Juntos- sonrió ante el matiz masculino y profundo de la voz- siempre juntos….:

NO ME OLVIDES

CAPITULO 39 PARTE 2

La mañana despunto provocando que el sol invadiera del todo su habitación


mientras se giraba intentando evitarlo, finalmente abrió los ojos sintiendo la
cabeza a punto de reventar para soltar con ello un quejido dolorido. Enfoco el
techo respirando pesadamente para maldecir su falta de juicio.

Se incorporo sintiendo un sabor pastoso en la boca, sin embargo sentía el cuerpo


relajado tosió levemente para escuchar un suave quejido a su lado abrió sus ojos
desproporcionadamente al dar con el cuerpo desnudo de Tory ¿Cómo había
llegado ella a su cama?, se paso la mano por la frente azorada antes que un
fragmento de su memoria surcara su conciencia “No espera… nos van a escuchar…
Arian, no hagas eso… oh Dios… no te detengas” era obvio que eso al menos no lo
olvido estiro la mano pasándola con delicadeza sobre la espalda desnuda para
delinearla con cariño…. ¿Qué había pasado la noche anterior?.

Tiro de las sabanas delicadamente para cubrirla mientras respiraba con


profundidad ordenando sus ideas, destruyo las fotos de Alonso, se fue a beber
con Vanessa y tres botellas después todo empezaba a ser borroso “aunque sea
pequeñito y oscuro” parpadeo un instante enfocando el cuerpo a su lado “me
encantaría tener un lugar ahí dentro” las manos le temblaban mientras los
recuerdos de manera desordenada venían a su cabeza uno después de otro tan
deprisa que no podía ni reparar en ellos ni ordenarlos.
Tres golpes en la puerta rompieron su concentración mientras el cuerpo de Tory
se revolvía entre las sábanas- ¿Bajan a desayunar?- la voz de Vanessa genero
que se le revolviera el estomago mientras notaba la espalda desnuda de Victoria
incorporarse.

-Si en un rato- la escucho responder con naturalidad antes de dejarse caer en


el colchón mientras los pasos se alejaban por el pasillo- Madonna mía me dejaste
agotada- vio los ojos celestes enfocarla con profundidad- ¿Recuerdas algo de
ayer? - “no importa cuánto lo intente no me darás un lugar ahí”, negó con la
cabeza pasándose la mano por el cabello frustrada.

-No mucho- afirmó más avergonzada que otra cosa- solo sé que bebí mucho… y
pues- la enfoco con seriedad- No deberías estar aquí- se levanto algo incomoda-
tu prometido te…- detuvo sus palabras al ver el enorme mordisco extendiéndose
en el hombro sorprendida.

-Dijiste que era tu forma de demostrarle al mundo que era tuya y nada más- se
llevo las manos a la cabeza horrorizada antes de acercarse a ella a examinar la
marca no volvía a tomar una puta botella de licor en su vida, beso el hombro en
reiteradas ocasiones antes de acariciar la marca mirando a Victoria de manera
dolorida- Amore no pasa nada- sintió como enredaban las manos en su cabello
con cariño- no me molesto para nada… perqui fuiste tú.

-No está bien- sujeto el rostro entre sus manos- no eres un objeto ¿entiendes?,
eres una mujer maravillosa a la que yo…. Yo…

-No me iré- la enfoco con sorpresa- no me iré- sintió el suave beso que le
obsequiaban antes de percibir las caricias en la mejilla- ¿Va bene?- asintió
levemente- me gusta además_ acaricio el hombro de nueva cuenta antes de besar
el cuello recostándola de nuevo en la cama para escuchar un queja queda- Totti
tu familia esta qui- se detuvo unos instantes razonando aquello_ reunión familiar.

-Por un demonio- dejo escapar quedamente - lo olvide por completo- descanso su


cabeza en los senos sintiendo el dolor en ella acrecentarse- ¿Sales por la
ventana?- escucho la risa divertida antes de sentir como se separaban de ella,
la vio erguirse desnuda para ubicarse un buzo que se le hizo extrañamente
familiar acompañado por una enorme camisa que decía “Unidad de Asalto”.
-Ponte algo encima y baja ia tengo hambre- la observo abrir la puerta en cámara
lenta completamente sorprendida antes que el ruido del exterior invadiera la
habitación, junto con los gritos de los niños.

-Buenos Días Tía Tory- escucho a uno de los pequeños mientras el grupito se
detenía delante de su amante- ¿Bajas con nosotros?.

-Si… tengo molto, molto apetito- escucho las risitas- ¿Cómo amanecieron?

-Bien el campamento de anoche fue genial- escucho una vocecita infantil


emocionada- ¡Tu eres genialosa!- enfoco con sorpresa como la manita tomaba la
mano de su amante tirando de ella- ¿Tía Tory que te paso en el hombro?.

-Algo muy lindo- la respuesta la sorprendió mientras la puerta se cerraba y las


voces se perdían escaleras abajo, se llevo las manos de nuevo a la cara para ver
la enorme playera que era de Alonso y que a veces utilizaba para dormir rebusco
en su gaveta hasta dar con ropa interior y se la ubico repasando mentalmente
los movimientos de Victoria mientras hacía lo mismo instantes antes… no lo
recordaba bien pero aquellas frases sueltas se repetían en su cabeza “pequeñito
y oscuro”.

Encamino sus pasos por el pasillo para detenerse un instante escuchando las risas
por doquier, los pasos de los niños antes de mirar a su costado viendo fugazmente
la sonrisa de su esposo, su voz diciéndole que ellos necesitarían niños tarde o
temprano y ella replicando que mejor tarde mientras ambos reían divertidos….
Acaricio la tela de la camisa que llevaba encima unos instantes “Déjalo ir”
parpadeo al sentir los ojos arder levemente esa era la voz de Clarisse estaba
segura.

Sin embargo dejar ir a Alonso era dejar ir una parte de sí misma, se abrazo con
fuerza percibiendo la suavidad de la tela envolviendo su cuerpo “Yo solo quiero
que seas feliz Amara” trago grueso unos instantes regresando sobre sus pasos
para ingresar al baño mirándose al espejo…. Era una niña cuando conoció a Alonso.

Recordaba lo apurada que iba ese día su concentración al estudiar, vivía en una
mala zona, iba a una mala escuela donde la mitad de los estudiantes acababan en
pandillas pero ella deseaba algo más por lo mismo cuidaba su uniforme y
presentación, se procuraba todo lo que necesitaba para la escuela y se esforzaba
al máximo. Chocar con Alonso fue el equivalente a que su mundo se
desestructurara… simplemente se quedaron mirando unos instantes antes que
ella viera que el tren la iba a dejar e intentara correr hacia él antes que le
tomaran la muñeca - Te veo a las cinco aquí- le sorprendió la propuesta pero sin
saber porque asintió antes de subirse al tren sintiendo su corazón reventar,
recordaba que paso en la nube todo el día en la escuela, acabo castigada porque
choco con un profesor y literalmente le paso por encima sin notarlo siquiera pero
eso le ayudo a no esperar de mas en aquel sitio.

Estuvo recostada en la pared de la estación con su uniforme y la maleta


fuertemente apretada entre sus manos completamente nerviosa mientras
esperaba antes de escuchar la voz para enfocar la barba de candado y los ojos
negros cálidos suspirando sin saber por qué y recibiendo un suspiro igual de
intenso- Eres hermosa- aquello la hizo sonrojar, recordaba incluso su cara
ardiendo como un incendio- hermosa…. Yo… sé que soy algo mayor… pero Dios
eres hermosa…

-Eres muy guapo - río mirando el espejo a su entonces corta edad era lo más
interesante que se le ocurrió decir - el hombre más guapo que he visto-
recordaba verlo sonreír con intensidad mientras ella le sonreía de regreso
notando como le quitaban el maletín para tomar su mano empezando a caminar,
la sensación de sus dedos al entrelazarse mientras caminaba esa que espero a
diario durante el mes entero antes de que él se propusiera… entre ellos todo fue
tan natural como el cambio de estaciones.

Enfoco su rostro en el espejo ya no era esa niña, no era aquella que había llorado
prendada a su pecho con temor al pensar que los podían separar, esa que ocultaba
sus temores en largos silencios, la misma que contuvo las lágrimas cuando lo
perdió…. Ahora era una mujer y el ya no estaba con ella, nunca volvería “Déjalo
ir” parpadeo viendo rodar una lágrima en su mejilla antes de negar suavemente.

Apoyo su mano en el espejo para respirar profundamente al tiempo que el eco de


risas le llegaba de la planta baja - Tía Tory me haces cosquillas - ahogo una
exclamación de sorpresa al escuchar aquello, la vida no se había detenido porque
Alonso se fuera… al contrario continuaba a su propio ritmo - Ma que piccolo
bambino- las risas le llegaron con más fuerza, abrazo la camisa suavemente antes
de mirar de nuevo a la mujer del espejo…. - Sigo aquí- le dijo quedamente a su
reflejo… “Me encantaría tener un lugar ahí dentro”, golpeo el espejo con fuerza
antes de salir del cuarto de baño bajando las escaleras.
Se asomo apenas a la sala para ver a uno de sus sobrinos saltar de un sillón a otro
divertido esquivando las almohadas que Victoria le arrojaba enfoco a los gemelos
riendo divertidos mientras Vanessa le daba ánimos al pequeño para no dejarse
tumbar- ¿Vas a estar ahí escondida todo el día?- dio un salto al escuchar la voz
de Claisse detrás suyo- Dios dime al menos que llevas ropa interior debajo- se
sonrojo bajando la cabeza- tú y tu mujer son iguales… deberían cubrirse más-
vio a la anciana pasar con una bolsa amarilla mientras ella la enfocaba como si
fuera un ser de espacio exterior.

¿Mujer?... le dijo ¿Su mujer? Noto como la anciana pasaba deteniendo el juego
e instando a todos a tomar el desayuno mientras Victoria se giraba enfocándola
para encaminarse hacia ella “Déjalo ir…. Hija aquí y ahora tienes algo igual de
hermoso” estiro su mano tomando la cintura para pegar a la joven levemente a
ella mientras la enfocaba ¿Qué pensó la primera vez que vio a Victoria?... Oh si
Italiana idiota, sonrió notando los ojos confusos delante suyo luego simplemente
tuvo que admitirse que era una mujer completamente encantadora enredo un
mechón negro entre sus dedos jugueteando con él un fugaz instante, afianzo el
agarre de la cintura para regalarle un beso lento y profundo.

-Amore- el beso suave en la mejilla la hizo dar un suspiro satisfecho antes de


que abriera los ojos enfocando el estante vacío, cosa que de inmediato le hizo
recordar la causa de su descontrol el día anterior se separo mirando seria a
Tory.

-No deberías estar aquí- le afirmo notando como los ojos se volteaban en blanco
al tiempo que Lucía la hija de Aaron pasaba con pasto en el cabello y bostezando
para tirar del brazo de Victoria generando que la joven se inclinara al parecer
para recibir un beso de buenos días antes que repitieran el procedimiento con
ella y la pequeña se alejara aun en estado zombie- Como te decía - dejo escapar
viendo a la niña caer en un sillón dormida- Deberías estar en casa con tu
prometido.

-Madonna mía ¿Volveremos a ese tema?- vio el gesto exasperado- no es mi


prometido es un idiota, maledeto_ la voz le reflejaba la ira contenida.

-Pues tu idiota maledeto contesto tu celular- dio un paso al frente enfocándola-


porque estabas con él ayer… por eso tenias tanta prisa en irte- el gesto indignado
que no conocía envolvió la cara por completo- no necesito que me mientas no soy
una niña, lo comprendo… pero si querías experimentar conmigo… yo no soy tu
juguete y lo último que…

-Claro que no eres mi juguete- escucho como la interrumpían- eres mucho más
que eso, y ese maledeto, fliglio de putanna no es mi prometido- vio los cabellos
agitarse con violencia unos breves instantes_ ma que cosa io necesito que me
creas..

-¿Es que como te creo algo cómo eso?- enfoco fugazmente el movimiento de su
sobrina en el sofá- Si el tipo ese contestó tu teléfono y me dejo más que claras
las cosas…

-Per qui el mintió- el tono desesperado la conmovió profundamente- es mentira…


io… io…

-¡ABUELA!- el grito de su sobrina hizo a las dos dar un salto- ¡EL PRINCIPE
ADAN ESTA MOLESTANDO A LA TIA TORY!- se quedo boquiabierta al ver a
Clarisse aparecer de la cocina enfocándola con molestia para tomarla de la oreja
con fuerza- Le dijo que amaba a una bestia… que no es ella.

-Mocosa del demo….- ahogo un grito dolorido al sentir su oreja retorcerse.

-Te vas a comportar- escucho decir a la mujer- ayer preocupaste a todos, fuiste
irresponsable y ella te cuido… así que deja de pensar tonterías…. ¿entiendes?-
asintió más por inercia que otra cosa viendo el buzo de Tory… ya se acordaba
donde lo vio ese buzo era de Vanessa y esa camisa de Aaron.

Sintió como la arrastraban a la cocina que estaba a reventar mientras Susan


distribuía el desayuno, enfoco con sorpresa como le pasaba un vaso de jugo a
Victoria junto con un enorme tazón de frutas mientras el resto disfrutaba de
tocino, huevos y panqueques- Esto no es la mitad de bueno que lo que hace
Herendira- escucho exclamar a Vanessa antes que un panqueque se estrellara en
su cara.

-Te lo comes porque tu mujer no está- rió levemente al ver la cara enfadada de
Susan mientras la dejaban libre finalmente- se froto la oreja notando la mirada
amenazante que la instaba a permanecer en silencio, sus ojos viajaron notando a
su amante recostada en una alacena con el jugo a un lado y la fruta en la mano
mientras a su izquierda un periódico abierto era ojeado con sumo interés.
-Ma que cosa les dije que el precio del trigo bajaría- la enfoco con sorpresa
viéndola morder un pedazo de piña con desinterés- soy un genio financiero-
parecía estar hablando consigo misma ajena al escándalo que había a su alrededor
como si estuviera perfectamente adaptada a él.

Observo a Aarón pegársele a la joven del todo husmeando al parecer el periódico


antes de soltar un suspiro derrotado pasándole un billete a la italiana que le
sonrió con diversión -Te odio - le escucho decir a la chica que simplemente movió
las cejas divertida antes de tomar el billete dándoselo a Lucía que iba feliz de
la vida con él murmurándole algo sobre helados a sus primos y hermanos.

Era un extraño y bizarro cuadro en que todo encajaba se llevo el tenedor a los
labios mientras sus ojos se paseaban por el cuerpo viendo los pies descalzos se
veía hermosa ¿Qué tenía Victoria que le permitía verse hermosa con cualquier
cosa que llevara encima?, ladeo la cabeza al ver a Adrian recostarse en el hombro
de su amante demasiado cerca para su gusto, en realidad todos estaban muy
cerca ¿O era ella? Bueno es que al menos Adrian se acerco mucho y pues ¿Rachel
o sea porque le daba de probar en la boca?... se acerco a la joven tirando de su
cintura para pegarla a su cuerpo viendo la sonrisa dulce que le dedicaban antes
de lanzarle una asesina a aquellos dos imbéciles.

Clarisse sonrió enfocando la confusión de su nieta y a la vez su alto nivel de


posesividad, todos sus nietos estaban siguiendo al pie de la letra sus
instrucciones incluso esa de derrochar encanto sobre Victoria. Ella podía dar un
discurso a Amara sobre dejar ir pero no haría falta despertando el nivel
necesario de celos y posesividad. Era un plan magistral sin duda y a ella le
encantaba planear.

La noche anterior cuando subió el café encontró a su nietecita en plena acción


con la pobre chica italiana que intentaba escapar de ella, se aseguro de controlar
a Amara manitas Savedra mientras dejaba a Victoria en toalla en el corredor,
tiro del brazo de la joven para ignorar la mirada suplicante estaba emocionada
por lo que acababa de fraguar tanto que no repara que efectivamente solo llevaba
una toalla encima.

Al llegar a la cocina noto como toda actividad se detenía al tiempo que los
gemelos se giraban poniéndose de rodillas y tapándose los ojos gritando “No
vimos nada” mientras Herendira soltaba una sonrisa tonta justo antes que
Vanessa le diera un fuerte golpe en la cabeza y la hiciera girar para enfocar
entonces ella a Victoria moviéndole las cejas con tan mala suerte que recibió un
tirón de orejas para acabar de espaldas-¿Pero qué les pasa?- cuestiono ella
extrañada.

-Esta medio desnuda abuela- se giro viendo a la pobre chica completamente


sonrojada antes de dar una exclamación interesada para irse a la sala tomando
un buzo de Vanessa y la camisa de Adrian para tendérselo vio a la joven
literalmente esconderse bajo la escalera para salir vestida aun sonrojada.

Reunió a su familia en la cocina era hora de exponer su plan pero primero debía
hacer que Victoria tomara conciencia de eso- Antes que nada creo que debemos
presentarnos como se debe- afirmó con tranquilidad- debido a que en vacaciones
casi no pasamos tiempo contigo- así que permíteme las presentación- fue
diciendo el nombre de sus nietos uno por uno para luego presentar a sus
respectivas parejas.

Vio a la chica intentar presentarse pero la detuvo levantando una mano- Quiero
que te mentalices bien jovencita que eres a partir de ahora una Savedra- observo
la mirada sorprendida- es más que obvio para todos lo que pasa acá.

-Ella no me ama- el tono suave y dolorido la hizo esbozar una sonrisa algo
divertida- io… solo esta aferrada a mí- las risas resonaron en la cocina mientras
ella dirigía una mirada seria a todo miembro de su familia mandándolos a callar.

-Cariño solo tú no te das cuenta que en realidad te ama- la voz de Susan le llamo
profundamente la atención- ¿Por qué se emborracho hoy?- vio como Victoria se
encogía_ La verdad.

-Io tengo un amigo- el silbido de los gemelos género varios risitas- y va bene mis
padres querían que me casara con él- vio a la joven empezar a tirarse la camisa
nerviosa- io la verdad no quería… ahh quiero casarme con él, digo io no quiero
casarme con él- noto como se rascaba el brazo nerviosa- io fui a comer con él
para aclararle eso pero me levante al baño y pues contesto mi teléfono…

-Madre mía- escucho las risitas de nuevo contenidas para ver a Vanessa
abrazando a Herendira con cariño- ¿Entonces hizo todo ese escándalo por que
estaba celosa?

-Io… io… no..


-Es claro que si- corto de nuevo a la joven notando su confusión-y deberías
empezar a verlo claramente y valerte de ello para que la cabeza dura lo admita-
agregó- pero eso no es importante porque te ayudaremos todos aquí- la tomo de
la blusa acercándola de pleno a su familia- mi plan es que oficialmente
pertenezcas a esta familia… y créeme cuando te digo que ella te ama… ahora
simplemente compórtate como si estuvieras con nosotros desde siempre y lo más
natural posible que haremos lo mismo…

-No se io si sea bueno per qui ella- les hizo unas señas a sus nietos y nietas que
tomaron las manos con suavidad

-Todos te ayudaremos hija porque lo que más deseo es que mi nieta sea feliz.

Había visto a la chica salir al patio con sus ahora sobrinos empezando a armar
las tiendas entre risas divertidas- Van a ser todo lo encantadores y encimosos
que puedan- afirmó viendo a su familia en pleno_ saquen todo el encanto Savedra
a flor de piel… porque Amara visto las cosa no lo resistirá.

-¿Propones Clarisse que la provoquemos? - cuestionó Rachel con inocencia


mientras ella asentía divertida para enfocar a Herendira.

-Rojita- le dijo quedamente- harás cuanto te pedí- vio a la chica asentir-


perfecto entonces mañana sales temprano pues y regresas con tu familia para la
hora de la comida…. Creo que le vendrá bien hablar con tu madre.

-Yo la verdad muero por ver su cara mañana- afirmó la joven- ciertamente abuela
a veces das miedo.

-En cuanto a ti Victoria- vio a la joven italiana mirarla con interés desde la puerta
que daba al patio aun con algunas cosas para armar la tienda en las manos- vas
mañana por ese chico y te paseas con gusto y elegancia delante de la cabezota.

-Io no hare eso- le afirmaron- no la lastimare- la sorprendió la fiereza de la


mirada sin duda esa joven era ideal para su nieta- io lo traeré qui a que le dé una
disculpa.

-¿Por qué?- le cuestiono con interés.

-Per qui io la amo- escucho el suave ohh de sus nietos lanzándoles miradas
asesinas a todos de nueva cuenta- io la amo si… se que ella no…
-Ella te ama- rió divertía incluso al ver a sus pequeños nietos diciendo aquello
con vehemencia.

-Ya escuchaste cariño así que intenta aparentar normalidad mañana- vio a la
joven pelinegra asentir antes de que una Amara a luces aun no muy sobria se
asomaba a la cocina tambaleante.

-Tory- escucho el suave llamado de la joven sorprendida al ver al objeto de su


llamado abrazándola con intensidad_ Te tardas.

-Scusa- observo como ambas se giraban encaminándose de nueva cuenta


escaleras arriba con tranquilidad, no se arrepintió al enviar a los niños fuera con
Susan y Adrian porque fue más que claro que Amara quería hacer de todo menos
dormir, no sabía exactamente que paso esa noche pero era sencillo escuchar los
gemidos ahogados por más que al parecer Victoria intentaba controlarse.

Eso la llevaba inevitablemente a aquella mañana con cada uno de sus nietos y sus
respectivas parejas derrochando sensualidad, dos simples movimiento y ya
Amara se veía bastante tensa lanzado miradas asesinas a todo Savedra en aquel
sitio… pero eso no intimido a ninguno allí de hecho notaba a Vanessa susurrándole
cosas al oído mientras literalmente veía el plato de Amara partirse a la mitad al
recibir más presión de la cuenta.

-Io debo irme- sonrió al ver el libreto que dicto la noche anterior respetado-
debo ir a la mía casa perqui tengo algo que resolver regresare para la comida- la
vio divertida girarse en lugar de Amara a Vanessa depositándole un suave beso
en la mejilla que su nieta recibió encantada, para salir del sitio derrochando
elegancia a pesar de la ropa poco elegante.

Segundos fueron segundos para que Amara casi saliera corriendo de la cocina
siguiéndola… le encantaba que sus planes caminaran perfectamente.

-¿Dónde vas?- cuestiono con ansiedad enfocando la mirada cielo algo confundida-
¿Vas… con él?

-Si- trago grueso ante la respuesta- debo ir a casa y él está ahí- bajo la cabeza
apretando los puños antes de sentir los dedos provocando que levantara el
mentón mientras con la otra mano Victoria se descubría el hombro mostrando el
moretón en él- soy tuya- el beso profundo la hizo suspirar de gusto- me llevo
esta ropa la devolveré para la comida- tiro de la cintura pegándola de nuevo a su
cuerpo.

-No te vayas- murmuró quedamente- yo… no quiero….

-Amore… prometo volver - apretó su agarre con una posesividad que nunca
imagino tener apretando la mandíbula con enfado- amore.

-No quiero que vayas con él- se sentía tonta… tan tonta, parecía una niña pequeña
haciendo un horrible berrinche en aquel momento porque le intentaban quitar su
caramelo favorito- tu … tú- un recuerdo fugaz cruzo su mente- eres mía… mía…

-Lo soy- percibió como se separaban apenas de ella- pero io necesito ir a la mía
casa… no querrás que me pasee todo el día así- enfoco la camisa grande y el buzo,
se veía tan apetecible que le daban ganas de hacerla suya al instante por lo que
se acerco sin ganas siquiera de ocultar sus intenciones- Arian debo ir a casa.

-¿Por qué insistes tanto?- se separo enfadada dándole la espalda-vete ya…. Se


nota que ese tipejo es muy importante para ti.

- Arian- el llamado solo hizo que pasara dándole un empujón para encaminarse
escaleras arriba molesta…. Tan molesta.

Los ojos verdes iban de su madre al hombre que estaba a su lado mirándola con
interés, no sabía porque empezaba a sentir que esa mañana no sería una buena
mañana, nada más llegar a casa de Sasha lo percibió. La tensión a su alrededor a
su madre enfocándola fijamente mientras ella ingresaba al salón diciéndole que
debían irse para llegar a la comida, cuestionándole por sus hermanos.

Adoraba las manos de Sasha como acariciaban sus cabellos y su rostro pero ese
día la incomodaban mientras miraba al hombre, ese que tenía el cabello de su
mismo tono rojo que le miraba al parecer dolorido, preocupado, expectante… no
llevaba mucho compartiendo con su madre pero el escaso que llevaba le indicaba
que el hecho que se paseara de izquierda a derecha era por mucho una mala señal.

-¿Mamá? -cuestionó quedamente provocando que todo movimiento en ella se


detuviera- No vayas a soltarme algo raro ahora- afirmó con voz ahogada -
necesito tu ayuda en algo.

-¿Eh?- vio la cara confundida.


-No me pongas emocionalmente inestable- vio a su madre asentir haciendo un
enorme puchero- ¿Por favor? Sé que dirás algo que me va a perturbar Mamá y
ahorita necesito que lo pospongas porque de verdad necesito tu ayuda.

-Hazle caso a la niña Sasha- la voz del hombre que estaba con su madre le llamo
la atención- puede esperar y ella pues parece necesitarte.

-Eduardo- vio a su madre acercarse a aquel extraño regalándole un profundo


beso por lo que desvió la vista algo incomoda- será como digas…

-Dios ya me perturbaste- escucho la risa divertida de Sasha mientras ella se


ponía de pie enfocando a aquel hombre- El nuevo esposo de mi madre…supongo.

-Ni tan nuevo- le replicaron por lo que sonrió divertida- pero es un verdadero
gusto Herendira.

-¿ Qué necesitas de mi?- sonrió de medio lado mirando a su madre antes de


moverle las cejas con diversión…. Iba a ser tan mala…

Ingreso a la mansión sintiendo los ojos sobre ella ¿Cómo no? Iba descalza con un
buzo azul y una camisa enorme, sentía las miradas comiéndosela desde las
cámaras de seguridad incluso se detuvo en la estancia notando la cara
sorprendida de Elena mientras ella se giraba esperando al objeto de su ira.

Sus padres no tardaron en bajar la escalera mirándola anonadados pero no era a


ellos a quienes esperaba oh no… ladeo la cabeza al ver a su padre acercarse por
lo que dio un rodeo alejándose del hombre que la miraba estupefacto del todo –
Hija- escucho el llamado apenas girando el rostro para lanzar una mirada
amenazante - ¿Se puede saber que haces?.

-Vivir- respondió en tono bajo y controlado.

-¿Vivir es parecer pordiosera?- se giro del todo enfocando a su progenitor -


Andar descalza y tener esa facha en que parece que acabas de…

-Hacer el amor - dejo escapar sonriendo divertida - eso mismo hice, eso he
estado haciendo las últimas noches y días entregando mi cuerpo sin cesar a la
persona que amo.

-Madonna mía - escucho la voz ahogada de su madre a pasos suyos sin girar a
mirarla - ¿Qué le pasa a tu hija?.
-En momentos así es tu hija - volteo los ojos en blanco esperando pacientemente
al culpable de que estuviera allí esa mañana, de que su adorada Arian subiera las
escaleras sin mirarla siquiera al responsable de sus desgracias hasta el momento
- yo no la eduque para que sea un regalada.

-¿Ma qué?- enfoco a su padre con molestia - me educaste para casarme con
Fabrizzio ¿no?, con el hombre al que me regalaste.

-Regalo- se giro enfocando la sonrisa encantadora del hasta entonces su mejor


amigo - si tu eres mi regalo… ¿Dónde estuviste entonces regalito mío?

-Io te mato- le dijo de golpe- totti este lio es por la tua culpa.

-Tu español sigue sucio - lo vio acercarse a ella con una sonrisa de oreja a oreja-
te explicare lo que ellos no quieren- trago grueso al verlo detenerse simplemente
recostándose en una pared- todos te querían muerta o al menos la familia en
pleno esperaba que murieras joven, ya sabes eso de que una heredera más
competente y sin una salud tan delicada se encargara de todo- lo vio sonreír- tu
señor padre… fue a ver a mi familia estaba temeroso de que su frágil hija muriera
y el resto de las arpías de los Salvaggi lo dejaran en la calle _ enfoco la cara
pálida de su progenitor- literalmente te ofreció a mi familia y siendo yo el menor
a mi padre le pareció un buen convenio, al menos se suponía que no vivieras tanto.

-¿Qué?- cuestionó.

-Oh si lo del corazón y eso nadie creyó que funcionaria- palideció del todo
llevándose la mano al pecho- tú médico bueno ese hombre estaba desacreditado
en la comunidad científica y pues tu condición era delicada, un corazón
genéticamente creado para ti y pues… nadie esperaba que sobrevivieras a la
anestesia… tanto así que todos firmaron el papel dejándote todo con el único fin
de que luego pasara a Elena pero claro yo tendría mi parte como tu novio- negó
con la cabeza- firmaste un papel ¿Recuerdas? Era tu testamento pero creíste
que era un permiso médico…me dejabas una jugosa parte que luego le daría a tu
padre.

-Ya cállate Fabrizzio- escucho la voz ahogada de su padre- es suficiente..

-No… quiero dejarle claro un punto- agrego el joven- tu vida no es tuya, porque
ya deberías estar muerta… esto tómalo como un tiempo extra en el cual tu
existencia nos servirá ¿Lo entiendes?- vio los ojos destellar mientras sentía el
pecho doler aun más- Estas viva de casualidad y sería muy egoísta de tu parte
arruinar lo que tan cuidadosamente planificamos.

Desvió los ojos por la sala para ver a su padre pasarse la mano por el cuello
incomodo mientras su madre simplemente soltaba un suspiro pesado… suponía
que una hija enferma eran algo que nunca quisieron pero con lo que debieron
cargar, recordaba las discusiones entre ellos en las noches, las que se suponía no
escuchaba con el ruido que hacia su respirador cuando lo necesitaba esas mismas
que cesaron cuando Fabrizzio llego.

-Maledetos- se sorprendió viendo a su prima apretar las manos con fuerza-


maledetos… totti io los odio- la vio temblar de pies a cabeza- ¿Cómo pudieron?...
lo planearon para que muriera… maledetos- enfoco los ojos llenos de lágrimas y
entonces lo recordó la cara de Elena, la sonrisa infantil de su prima siempre a su
lado… a pesar de todo, los médicos, las internaciones, los estúpidos desfiles de
moda, Elena siempre estaba sentada leyendo en alguna esquina, observándola,
diciéndole que se casaría y debía salir del hospital para entonces… a Elena
llorando al lado de su cama al ver que su condición solo había empeorado…
suplicándole que no se rindiera, besando su mano… orando por un milagro….

-Largo- murmuró suavemente generando que su prima guardara silencio-


lárguense de la casa de mi prima - afirmó con ira- ensucian su hogar con su
presencia… largo…

-Vittoria- enfoco a Fabrizzio con ira_ deja de ser una niña sabes bien que si nos
vamos te vienes con nosotros.

-No- vio a Elena moverse para ubicarse delante de ella_ no se ira de qui se
quedara conmigo en la mia casa.

-Elena no nos hagas decirle a tus padres de tu irracional actitud- escucho con
sorpresa a su madre- ellos están de acuerdo con esto… y en el hecho de que un
matrimonio con Fabrizzio sería lo más indicado.

-Ella ya no es su hija- se sorprendió al escuchar aquello- su hija murió como


querían en aquel quirófano hace ya más de un año, ella no es su hija… es mi prima
y…. y… es libre.

-Elena no me obligues a pasar sobre ti- escucho el tono amenazante de Fabrizzio


por lo que tiro de la mano de Elena situándola detrás suyo y enfocando al joven.
-Tócame y te pudrirás en prisión- afirmó sonriendo- tócala y te mato de una
vez…. Agrégale otra razón a mi lista.

-Hija- el tono demandante de su padre le hizo enfocarlo.

-Io no soy tu hija… - lo sentía bombear con fuerza en su pecho, arrítmico,


acelerado… ¿Eso era estar vivo? ¿Eso era la ira? Por ella perfecto- ya me
escucharon fuera no me obliguen a echarlos- se giro con elegancia escuchando
como la llamaban.

-Tarde o temprano deberás ir a Italia- escucho la sentencia deteniendo sus


pasos en compañía de Elena para girarse.

-No volveré- dejo escapar- me gusta qui, el sol es tibio en la mañanas, y las
estrellas se ven hermosas en las noches… en la playa puedes ver la arena como
oro_ cerró los ojos recordando como Arian la había empezado a amar en aquel
balcón_ el viento te acaricia mientras el amor te llena de calor….

-Lo haces por ese hombre- escucho decir a Fabrizzio- ese que seguro solo quiere
tu dinero..

-No- rió quedamente - quiere mi cuerpo - vio a su madre llevarse las manos a la
boca - ella quiere mi cuerpo, no mi dinero… quiere mi cuerpo, desea mis manos,
anhela mi presencia y necesita mis besos para curar su soledad… me quedare qui
con ella…. E intentare crear mi hogar… olvidándome de ustedes… después de todo
es como dijo Elena morí ese día en el hospital…

Enfoco a Fabrizzio dar dos pasos en su dirección antes que Arturo apareciera
enfocándolo de manera amenazadora para ponerse entre él y ellas casi juraría
que su cuñado esperaba que diera un paso en falso, incluso parecía deseoso de
estampar un golpe en aquella cara_ Tú me dices cuñadita_ le escucho decir.

- Sácalo a patadas - afirmó encaminándose escaleras arriba- no espera lo


necesito para algo antes… así que déjalo semiconsciente.

-Como digas….

Las miradas iban de ella a su madre de su madre a ella y seguía sin entender bien
porque, si Herendira Villafiel estuviera en los ojos de algún miembro de la familia
Savedra sabría la causa el parecido era por demás alucinante, Vanessa
simplemente respiraba pesadamente mientras notaba a su familia en pleno en
análisis visual - Dejen de ver de mi novia y a mi suegra - dejo escapar secamente
llevándose algunos abucheos mientras cada uno regresaba a la suyo y ella se
acercaba a saludar.

El tema de conversación fue básicamente el plan de Clarisse y el hecho de que


habían llamado a Amara tres veces y esa condenada no bajaba a comer era una
situación bastante tonta a criterio de la mitad de la familia, la otra parte o sea
los gemelos simplemente apostaban cuanto tardaría en bajar.

Vanessa dio un suspiro escuchando a Clarisse explicarle su idea a Sasha que


insistía en decirle que provocar celos a alguien inestable era peligroso, Dios sabía
que coincidía con su suegra esa mujer era toda sabiduría, sensatez, no era
como…. Giro a ver a Herendira sacando un billete a los gemelos para negar con la
cabeza y dar un suspiro, en el momento en que vio a Amara bajar la escalera con
dignidad y a su novia embolsarse una jugosa suma.

La joven paso de largo de todos, ni reparo en Sasha de hecho parecía bastante


perdida en sus pensamientos mientras tomaba asiento moviendo su tenedor
sobre la comida - ¿Dónde están las fotos de mi esposo?

-Las guardamos- una respuesta bastante simple que genero una mirada por
demás amenazante- de todas formas no tienes más portarretratos y que las
tengas fuera no tiene sentido alguno.

-Iré por portarretratos así que díganme donde las guardaron- la vio llevarse la
comida a los labios- me siento algo sola he de admitir cada que volteo y no enfoco
su sonrisa.

-Creo que con las dos que te dejamos afuera y la medalla es más que suficiente-
enfoco a Clarisse para luego ver a Sasha sonriendo de oreja a oreja.

-Me gustan las fotos de…

-Eres una mujer muy hermosa- dio un respingo al escuchar el tono meloso de su
suegra- realmente hermosa, por lo que se además inteligente aunque enviudaste
joven… es una tristeza porque se ve que era un hombre guapo… pero el ya se fue.

-Disculpe pero le aconsejo no meterse en esto- escucho decir a Amara notando


como dirigía una mirada fugaz a Herendira y luego a Sasha.
-Bueno soy experta ¿sabes? En eso de las personas que no saben cuando dejar
ir a alguien- vio a Sasha dar un suspiro pesado- a veces tendemos a aferrarnos
a cosas seguras dejando escapar las nuevas, pero tú eres consciente de ello
porque según se estas dejando ir a Vittoria Salvaggi y yo estoy más que
interesada en ella.

-¿Disculpe?- vio la cara confundida de Amara- Con el respeto que merece es algo
mayor para ella…

-Querida el buen vino mejora con los años- intentaba no hiperventilarse al oír la
respuesta- pero lamentablemente no es para mí que la quiero sino para una de
mis hijas _ decidió tomar nota mental de la expresión fácil porque aquello era
una mentirota de las buenas- ya la vio en una revista digo esa joven es una de las
diez mujeres más adineradas del mundo, uno de los diez milagros médicos de
este siglo y…

-Una de las diez mujeres más hermosas del planeta_ le lanzo una mirada
amenazadora a Herendira- lo leí en un revista_ afirmo la chica con desinterés.

-El caso es que a ti no te interesa- vio a Amara parpadear confundida- estas muy
ocupada siendo la esposa de un fantasma al que no deseas olvidar.

-No soy la esposa de un fantasma, soy la esposa de un hombre maravilloso al que


prometí no olvidar.

-Las personas que amamos nunca las olvidamos porque las guardamos en nuestro
corazón- escucho decir a Sasha- el hombre maravilloso que amaste ya no existe,
se fue y no volverá… que sigas adelante con tú vida no quiere decir que lo
olvidaras.

-Si sigo adelante con mi vida lo dejare atrás- le sorprendió que Amara
respondiera con tanta facilidad lo que la llevaba a pensar que quizás si estaba
afectada por todos los acontecimientos - y ya no pensare en él a diario, y lo
prometí… amarlo toda mi vida, compartir con él en salud y enfermedad yo…

-Hasta que la muerte los separe… ese es el voto matrimonial hasta que la muerte
los separe y lamentablemente a ustedes ya los separo- vio a Sasha levantarse
mirando a Amara- así que debes escoger si sigues viviendo o simplemente sigues
muerta en vida, lo cual para alguien tan hermosa como tú es unas tristeza y es
aun mayor el dolor si tienes a alguien que te quiere y te ama como Vittoria
Salvaggi.

-¿Ella me ama?- el silencio sepulcral envolvió la cocina simplemente que Amara


preguntara tal cosa se le hacía inaudito a todos.

- Te vomitaste- escucho la voz de Virginia casi se le olvidaba que seguía en la


casa- y luego la besaste yo me hubiera vomitado, vaya toda tu apestabas a alcohol
anoche, estabas imposible, pegada a ella como si no hubiera mañana… créeme hay
que estar enamorada para tolerarte en ese estado.

-¿De verdad dudas que te ame?- la voz de Sasha genero que enfocara a Amara
parecía completamente confundida- ¿Por qué no te amaría?- los ojos grises se
movieron con incomodidad- ¿Tendría que amar a alguien más?.

-No…. Si…yo…. No tiene caso que me ame porque yo no la amo- varios suspiros
pesados se escaparon de diversas partes de la cocina- yo…

-¿Estás negando el amor que sientes? - Vanessa estaba más que sorprendida por
la tranquila conversación que mantenía Sasha con Amara, era extraño ver aquella
apacible interacción- Porque si lo sientes y lo niegas está mal jovencita- enfoco
a su alrededor notado que la mayoría de su familia había abandonado el espacio
enfoco la mano de Herendira tendida en su dirección mientras la seguía.

-No te preocupes mamá lo resolverá- la escucho decir mientras se sentaba en


una de las bancas del patio con el resto de sus familiares en silencio.

-Yo…

-Sabes yo sé de pérdidas- Amara enfoco a la mujer pelirroja que la miraba con


dulzura- tuve varias en mi vida unas más dolorosas que otras, lo importante es
saber seguir adelante y tú no quieres hacerlo… cuando te estancas no solo te
lastimas, también lastimas a los demás.

-No lo olvidare- afirmó con seguridad- nunca, él me dio todo lo que yo necesitaba
me apoyo cuando nadie, me amo cuando nadie me amaba y me dio un hogar…

-Se fue- trago grueso al escuchar aquello- no te estoy diciendo que lo olvides,
simplemente te digo que sigas adelante… ahora tienes un nuevo amor, que te
puede crear nuevos sueños pero para tenerlo debes dejarlo ir a él.
-No lo entiendes- se froto las manos con nerviosismo- yo… yo…. Mi madre me
abandono- vio los ojos verdes abrirse levemente- Alonso me amo pero también
se fue… aunque ellos me dejaron yo no quiero olvidarlos.

-Uno no debe olvidar a las personas_ percibió la caricia cálida en su cabeza_


pero debes superar los malos momentos que te generaron y dejarlos atrás, es lo
correcto pero no siempre es fácil, ¿Cuándo murió te dolió mucho?_ asintió
suavemente- es porque estas viva, ¿Pensar en ella con alguien más duele
también?- bajo la cabeza antes de asentir- ¿La amas?

-Si- dejo escapar con suavidad- pero yo le prometí… ¿Sabe? La primera vez que
nos despedimos, el día que nos conocimos me dijo “No me olvides”… y yo prometí
no hacerlo pero ahora….ella es tan dulce y preciosa, es cálida y comprensiva y
yo….

-Comprendo- enfoco a la mujer delante de ella hacer una pausa- ¿Por qué me
cuentas esto?- la miro sorprendida- yo creo que porque necesitas dejarlo ir… a
él y a tu madre, contármelo a mí es más sencillo soy una desconocida, todas esas
personas fuera te aman profundamente, están preocupados por eso estoy aquí…
así que Amara… ¿Por qué te abandono tu madre?

-Teníamos hambre- trago grueso al recordarlo- a veces pasábamos una semana


sin comer no era tan malo pero en esa época teníamos más de quince días ya…
mamá se veía desesperada así que me llevo a aquel lugar y me sentó- hizo una
pausa recordando las palabras- recuerdo como acariciaba mi rostro con
insistencia mientras me decía que había echado a perder tantas cosas en su vida…
y que lo único bueno que consiguió fui yo, me aseguraba que por una vez en su
vida no sería egoísta… recuerdo que beso mi frente diciéndome que estaba
orgullosa de mí, que era una buena niña, que me amaba y nunca lo olvidara e
intentaría volver algún día, pero ante todo que recordara que estaba hecha para
grandes cosas - sintió la lágrima pasearse por su mejilla- no le digas tu nombre
a nadie porque es mi regalo para ti, regálaselo a quien ames de verdad…. - bajo
la cabeza- nunca se lo dije a Alonso no sé porque nunca se lo dije…. Pero a
Victoria… Victoria lo sabe… porque la amo pero tengo tanto miedo….

-¿De qué tienes miedo?- la sonrisa cálida delante de ella la hizo intentar
contener el llanto de nuevo mientras bajaba la cabeza - no creo que Victoria se
vaya a ninguna parte y en cuanto a Alonso… bueno el no quería irse pero
lamentablemente tomo una decisión como todos en esta vida, su decisión lo
separo de ti…. No tienes la culpa por ello, nada que hubieras hecho ese día lo
cambiaria- levanto la mirada enfocándola con intensidad- culparte no sirve de
nada… estoy segura que él deseaba que fueras feliz.

-Si eso era algo que siempre repetía- dejo escapar con suavidad- yo solo quiero
que seas feliz aunque también decía que a veces parecía estarme escondiendo
pero es que tenía miedo, era una niña y estaba tan asustada de hacer algo mal….

-Él lo sabia… sabía que lo amabas - asintió aguantando el llanto- se que se lo


decías de miles de maneras, pero también sé que eres una mujer inteligente y
tienes claro que es hora de seguir adelante…

-La amo- afirmó suavemente - la amo mucho… pero ella tiene un prometido…

-Ella puede tener muchas cosas pero es seguro que te ama solo a ti, quiero que
lo pienses y de paso te despidas de tu esposo mientras yo salgo a conversar con
tu familia allí fuera que está preocupada por ti, la familia que tu madre te
obsequio cuando te dejo porque estaba orgullosa de ti, porque te amaba- bajo el
rostro percibiendo las lágrimas que no podía controlar brotar de sus ojos
mientras el silencio de la cocina la envolvía…

-¿Tía?- levanto los ojos enfocando a su sobrina menor mirándola antes que la
pequeña se aferrara a ella con fuerza- Abuelita dice que llorar es bueno… y que
un abrazo siempre ayuda_ sintió como tiraban de ella hasta quedar de rodillas a
la altura de la pequeña- Tía… te toca llorar- los bracitos rodearon su cuello con
fuerza- así que llora….- se aferro al pequeño cuerpo que se estrechaba con cariño
contra el suyo- llora Tía porque todos te amamos… y nunca… nunca… nunca…
nunca… pero nunca…nunca…jamás de los jamases nos iremos.

Se aferro con intensidad asintiendo mientras apretaba a la niña contra ella sin
percatarse que los ojitos negros enfocaban la ventana donde su madre le asentía
y le hacía señas para que estrechara aun más aquel abrazo.

Risible vaya que lo era pero ella llego justo a tiempo a media paliza y no quería
dejar de participar aunque el pobre tipo que era un desconocido estaba en el piso
casi arrastrándose delante de la mirada de las otras dos personas que no conocía,
choco con fuerza la mano con Arturo mientras el hombre levantaba a su rival de
turno sacudiéndolo varias veces- Te quedo claro niño lindo- escucho decir a su
cuñado con enfado- no es un objeto…
-Si eso- afirmó con algo de confusión antes de girarse para ver a Stefani
sonriéndole para enfocar a Victoria bajar las escaleras al parecer terminando
de arreglarse tomando a lo que quedaba del hombre de la chaqueta arrastrándolo
con ella, enfoco a las dos personas adultas que miraban a la joven con seriedad-
¿Y ellos?.

-E vero- la escucho decir- io los amo son mis padre por eso les cumpliré el suo
deseo hagan de cuenta que estoy muerta- vio a la joven salir arrastrando a aquel
chico para seguirla en silencio y verla empujarlo al automóvil con algo de violencia.

Nunca un silencio se le hizo más largo o más incomodo, eso teniendo en cuenta
que estaban de pie frente a una casa que decía en la puerta Savedra y Elena
miraba boquiabierta a una aun más roja Victoria- Madonna mía- escucho decir a
la mujer mientras Victoria se sonrojaba hasta las orejas de nuevo- Io… io… ¿es
uno de los gemelos?

-No- escucho decir a Victoria quedamente por lo que contuvo la risa divertida
junto con Stefani- es el Príncipe… Adán.

Noto como Victoria abría la puerta tirando del tal Fabrizzio de la camisa el lugar
estaba algo silencio hasta que escucho las conversaciones quedas de la cocina
ingreso asomándose apenas para enfocar a Amara con una niña en brazos que
besaba sus mejillas y limpiaba con cariño al parecer su rostro- Disculpen.

-Hola- dejo escapar la niña mientras su tía al parecer la regresaba al suelo y el


resto de la familia ingresaba por la puerta, saludo con la mano volteándose hacia
atrás para ver ingresar a Elena aun pálida con Arturo.

-¿Príncipe Adán?- la escucho cuestionar más al aire que a ella misma al parecer
lo que genero varias risitas cómplices.

-Si- las risas se acrecentaron al responder Amara con total tranquilidad


generando que Elena palideciera del todo mientras se sostenía a la mesa de la
cocina- ¿Elena?.

-Io necesito un minuto prego- la escucho aseverar respirando profundo-


madonna mía.

Lo que siguió fue de lo más gracioso Fabrizzio cayó a sus pies por lo que
retrocedió disponiéndose a disfrutar del espectáculo, el hombre miro a todo
macho en aquella sala de manera asesina lo que se resumía a los gemelos que lo
miraban extrañados- Que cosas te buscaste un clon.

-Ia cállate y dilo- escucho la afirmación molesta de Victoria.

-¿Qué adoro cómo gimes?- escucho la silla de Amara correrse mientras la joven
enfocaba al hombre delante suyo de manera asesina- ¿Ya se amorcito quieres
que diga cómo me encanta que muevas tus caderas al compas de las mías?- la
cachetada resonó por el espacio mientras notaba la cara enfurecida de Victoria.

-Dile la verdad- la escucho decir con ira- dile la verdad… ahora.

-La verdad puede ser un asunto tan relativo- lo vio levantarse- No sé cuál de
estos dos es tu Romeo pero seguro no les gimes como a mí- lo escucho reírse
mientras notaba las caras cada vez más enfadadas de los gemelos- Vamos es una
bromita ¿Qué quieres que le diga a tu Romeo?.

-La verdad- escucho repetir a Victoria_ tú y yo no somos amantes.

-Bueno ¿Quieres qué mienta?- noto a la chica ponerse del todo roja- va, va… diré
la verdad… deberías estar muerta- se asombro ante tal afirmación- no espera no
era eso… todos te querían muerta- enfoco el rostro indiferente de Victoria-
¿Era eso?.

-Ma que cosa no se te ocurrió nada mejor… esa no es la verdad que quiero que
digas- observo como la joven se pasaba el cabello detrás de la oreja con
tranquilidad.

-Dime cuál es tu Romeo y le diré la verdad- le escucho afirmar por lo que ella
esbozo una sonrisa algo divertida.

-Su amor no es un Romeo- enfoco con sorpresa a Herendira- ella tiene a un


príncipe, porque es una princesa no merece nada más y nada menos que un
príncipe, creo que es por eso que no te quiere a ti…. No eres más que un triste
paje- las risas resonaron con fuerza en la cocina y por primera vez vio la perfecta
expresión de Fabrizzio tambalearse antes sus ojos.

-¿Y tú eres?- le escucho cuestionar.

-La Princesa Villafiel- las risitas se extendieron de nuevo al responder Vanessa-


y los pajes deberían hablarle de usted…
-Una casa de chistosos- noto al joven enfocar a los gemelos de nueva cuenta-
¿Cuál de ustedes, el Principito?.

-No nos mires- dejo escapar Aaron con tranquilidad.

-No somos más que unos pobres payasos- agrego Adrián- algo más que pajes eso
sí y la Princesa nos tiene en alta estima.

-Molto- ambos rostros se iluminaron ante la respuesta de Victoria mientras


Fabrizzio mostraba una confusión total.

-¿Entonces quién es el dichoso Príncipe?- le escucho cuestionar ya con ira.

-Soy yo- noto como los ojos del joven se abrían desproporcionadamente
enfocando la cara seria de Amara- yo soy el Príncipe Adán.

-Dile la verdad- miro a Victoria antes de escuchar la carcajada divertida de


Fabrizzio inundando la cocina mientras todos permanecían en silencio absoluto.

-Madonna mía… debiste decir que no tenías novio y no inventarte esto - las risas
del chico se acrecentaron- haberte ahorrado el teatro y yo preocupado….
¿Montaste esto para ponerme celoso?.... está bien, de acuerdo no somos amantes
eso es obvio porque ella tampoco lo es…

-Si lo soy- la cara seria de Amara genero que levantara un ceja mientras la risa
de Fabrizzio cesaba del todo- yo soy su amante- agrego la mujer con tranquilidad
para tirar de Victoria suavemente descubriendo el hombro derecho para revelar
con ello una marca algo más que grande y agresiva en él- ¿Lo ves? Este es mi
título de propiedad.

Los ojos de Fabrizzio destellaron levemente antes de mirar de nueva cuenta a


todos en el sitio casi que esperando que alguno le negara las palabras que acababa
de escuchar encontrando el silencio por única respuesta- Tu eres heterosexual-
fue lo único que alcanzo a articular el pobre hombre a su parecer.

-Io nunca dije eso- las risas se extendieron de nuevo en la cocina- todos lo
supusieron y determinaron perqui creían que la mia vita no era mia… pero io
escojo con quien quiero estar y io escogía al mío príncipe o princhipesa en questo
caso.

-¿Son amantes?- noto como Fabrizzio enfocaba los ojos grises de Amara al
cuestionar la mujer aquello- ¿Lo son?.
-No- se sorprendió al escuchar al hombre responder aquello- ella es virgen io….
Nuestro matrimonio ella iba a llegar virgen al…

-Yo le quite la virginidad- levanto una ceja ante tan segura declaración- Es mía…

-Amor, matrimonio y sexo- rió al escuchar el tono relajado de Victoria- la vida


te da todo eso pero no necesariamente en ese orden y esta es la última vez que
tú y yo nos vemos… amigos míos lo pueden sacar de casa prego.

Fabrizzio prácticamente no opuso resistencia alguna mientras lo sacaban del


lugar la verdad el pobre parecía demasiado en shock como para poder decir algo,
se giro a enfocar la escena en la cocina que de pronto de nuevo estaba en silencio
quizás por el hecho de que Victoria acababa de reparar en los ojos levemente
enrojecidos de Amara.

Noto a todos retirándose al parecer al patio de nuevo por lo que siguió al grupo
incluido a una aun pálida Elena cerrando la puerta tras de sí para enfocar los
rostros_ Parece que vivimos en el patio hoy- escucho decir a uno de los gemelos.

-Yo solo quiero que lo resuelvan para poder comer- afirmó Adrián- porque
francamente tengo hambre.

-Lo resolverán- Clarisse miro con interés a todos los miembros de su familia- es
cuestión de tiempo, las heridas tardan en curar pero creo que Victoria es muy
paciente, lo superaran juntas.

-Madonna mía- todos se giraron mirando con extrañeza a Elena - el príncipe Adán
es una mujer- las risas resonaron con fuerza en el patio antes de que la de Elena
se uniera al coro - Ma que cosa eso explica perqui no le gustaba nadie… y questa
cara de la agente cuando los tíos anunciaron el matrimonio.

Enfoco con diversión la enorme familia a su alrededor unos instantes, divertidos,


desestructurados y alegres, parecían envueltos en una extraña alegría que
anunciaba mejores tiempos giro su rostro a las dos personas en el interior de la
cocina a aquella escena no tan alegre y armónica deseando como todos a su
alrededor que se revolviera.

El silencio nunca había sido incomodo para ella, el silencio de su casa, de su vida…
de su trabajo, pero con la llegada de Victoria todo aquello había cambiado a ritmo
estrepitoso, la rutina a puerta cerrada que solía llevar se había esfumado en
cuestión de minutos, segundos en la nada. El silencio desapareció tal como
apareció sin bomba y fiesta sus risas lo habían llenado, a fin de cuentas también
lleno su corazón generándole un dolor diferente al que siempre sintió.

Estaba de pie en silencio separada por la barra enfocándola, midiéndola,


analizándola, temiéndole en silencio sin saber que decir, tenía esa extraña
sensación en el pecho esa que le decía que el resto de su vida se vería marcada
por esa conversación todo lo bueno y malo por venir se decidiría en aquel
momento sin más, sin vuelta atrás.

-Arian- enfoco el rostro al escuchar su nombre- espero que esto haya quedado
claro- deseo sonreír lo deseo mucho, porque Victoria había arrastrado a aquel
tipo solo para dejarle claro que no eran amantes - io soy solo tuya….

Ladeo la cabeza unos instantes, al recordar las frases que se repetían en su


cabeza una y otra vez- Pequeño y oscuro- la vio palidecer- tu mereces algo más
que un lugar pequeño y oscuro- le afirmo con suavidad notando como bajaba el
rostro privándole de la visión de los ojos que en tan poco tiempo llego a adorar
con intensidad ¿Cómo explicarle eso? ¿Cómo aclararle que le había robado el
corazón que quería darle algo más que un lugar pequeño y oscuro?

-Io no quiero que lo olvides- trago grueso al escuchar aquello-io lo comprendo


que él te llena el corazón por completo, es tu amore tu gran amore… io lo respeto-
sintió el impulso de moverse hacia ella pero se mantuvo en su lugar escuchando-
se que nunca me amaras…io lo sé… pero si tu pudieras- escucho la voz temblar-
regalarme un lugar piccolo allí dentro io…. io… mira- la enfoco con sorpresa subir
un maletín a la barra- compre nuevos- su risa le sonó más a un quejido de llanto
al ver los portarretratos esparcirse en la superficie - y compre esto - enfoco la
caja de cristal con sorpresa- volveremos a dejar totti como antes io…

-Basta- dejo escapar notando como todo movimiento en Victoria se detenía- es


suficiente- afirmó respirando profundo - es suficiente _ levanto la vista para
mirar con profundidad la tristeza que embargaba los ojos cielo por completo-
esto es…. Tory… yo…

- Ia comprendo- la noto apretar los puños a los costados- io comprendo… me iré-


la enfoco con sorpresa- io no te…

-No, no- recogió los portarretratos antes de girarse buscando lo que deseaba en
la cocina hasta dar con la cámara de Vanessa para acercarse a una confundida
Victoria pegando su rostro al de ella con suavidad- vamos a llenar los
portarretratos- le afirmo quedamente- de tus fotos y las mías… no lo olvidare…
pero lo dejare irse- disparo el flash tomando la primera fotografía antes de
enfocar el rostro a su lado- no seguiré agonizando y negando lo que siento, es
tan ilógico intentarlo…- aparto un mechón negro enredándolo entre sus dedos-
te amare y me amaras… más allá del tiempo…. De…

-Del olvido- la miro con sorpresa- te amare más allá del dolor y la alegría- sonrió
suavemente- te amare con paciencia y comprensión.

-En las buenas y las malas- acaricio la mejilla con dulzura- aprenderé de ti y
comprenderé tus defectos, te amare….

-Me amaras- rió divertida al ver su frase completarse con tanta facilidad
mientras apretaban su mano con fuerza- más allá del olvido, con la pasión de tus
años, las tormentas de tu alma y la paz de tu corazón.

-Tu español está muy limpio- la sonrisa envolvió por completo el rostro delante
suyo- ¿Compartirás tu vida conmigo?.

-¿Ma qué cosa dices?- parpadeo con extrañeza- Mi vida es tuya Arian.

Beso, ella no necesitaba un gran beso, ni el más romántico del mundo, ni la


iluminación adecuada o el paisaje ideal, beso no necesitaba un beso ideal de esos
que eran suaves al principio o fieros al final, no necesitaba un contacto que la
hiciera olvidar su vida, sus pesares y le hiciera recordar sus alegrías. No
necesitaba sentir en un beso la emoción de los poetas porque aquello simplemente
le era irrelevante en aquel momento, porque todo lo que necesitaba ella de un
beso era la seguridad de un sentimiento correspondido por la calidez de unos
labios… no, no de unos labios de los labios de la persona que amaba, que la amaba….
En un instante, en ese momento en que sabía que existía… de la sencillez y la
maravilla de que sus labios y corazones coincidieran en idéntico sentimiento.

NO ME OLVIDES

Capítulo 40 final parte 1

EL PRINCIPIO…
En todo historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y
a la esencia de la vida porque en las historias de amor se encierran en sí
todos los secretos del mundo.

Pablo Coelho.

El tiempo suele tener formas inusuales de transcurrir, la vida misma suele dar
giros inesperados en direcciones inusitadas, la vida tiene formas particulares de
revelarte grande verdades.

Para Víctor Villafiel, la verdad le llego de una forma inesperada y dura, su socio
le dio la espalda como la mitad de sus particulares amigos cuando la lectura del
testamento de su padre se llevo a cabo, el plan que tenía de chantajear a su hija
nunca lo logro consolidar. Su amigo de fechorías dio como única explicación que
le habían ofrecido una suma mayor por no hacer absolutamente nada.

El juego del dinero le había jugado en contra, cosa que él consideraba improbable
pero estaba la prueba clara perdió todo su poder de la noche a la mañana de la
nada, en la nada más absoluta es como percibió su seguridad aquel lunes que
caminaba al despacho principal de Grupo Empresarial Fénix. Nunca en el
transcurso de sus años sintió tanto miedo como en aquel momento, sus pasos
revestidos de seguridad eran inseguros… río histéricamente el alcalde había
perdido sus elecciones.

Ridículo era ridículo que hubiera perdido las elecciones, si estaban


arregladísimas ¿Por qué las perdió entonces? Era como una marejada de
desgracias, primero lo de su padre, luego su socio y ahora su amigo más
influyente perdía su puesto, claro para rematar sus desgracias estaba aquella
condenada invitación con el nombre de su hija y el de su al parecer futura esposa.
Era un escándalo un escándalo social, estaba jodido su hija dueña absoluta del
Grupo Empresarial acababa de iniciar tratos comerciales directos con Industrias
del Valle e Industrias Salvaggi la alianza comercial más sólida de la década así la
titulaba la prensa.

Respiro profundo para tocar a la puerta que se abrió dejándolo ingresar, no sabía
porque toda aquella escena se le empezaba a parecer a la de una tétrica película
de terror sobre todo cuando la puerta se cerró sola al entrar el, miro alrededor
notando varias figuras que reconoció al instante justo en la ventana con los ojos
perdidos en el celeste inmenso estaba la dueña absoluta de las industrias
Salvaggi, al extremo contrario Stefani del Valle ojeaba un libro con indiferencia,
su hija estaba sentada de frente y detrás suyo estaba su ex esposa, se giro al
escuchar un carraspeo dando de lleno con Eduardo, percibió el sudor frío
envolver su frente del todo.

-Buenas Señor Villafiel- la voz de Stefani del Valle le genero un leve temblor,
era extraño aquella chica en general no le era amenazante para nada pero en ese
momento era el equivalente a uno de los cómplices de un asesino en una película
de horror.

-Buenas- respondió con voz profunda mirando a su alrededor- Es un gusto verte


jovencita pero me gustaría saber exactamente para que me llamaron.

-De tal explicación me encargare yo Víctor- miro a su hija menor con sorpresa al
escuchar la seguridad en la voz y la sonrisa que envolvía el rostro por completo-
Espero que hayas tenido una buena mañana- trago grueso estaba seguro que
empezaba a oír esa música que antecedía a un asesinato - porque me temo que el
día se te va a complicar- percibió aquella fría gota de sudor deslizándose por su
cuello, mientras desviaba los ojos nervioso solo para dar con unos cielo intensos
que le miraban con desinterés.

-Señor Villafiel supongo que está usted enterado del tratado comercial que
nuestras empresas están por iniciar- se sorprendió por la suavidad de la voz de
la joven Salvaggi mientras asentía- va bene también comprenderá que hicimos
para llevar a cabo esta unión un estudio profundo de las finanzas de cada una de
nuestras empresas- movió los ojos nervioso eso no lo sabía.

-En caso que lo desconozca- se giro enfocando a Stefani Del Valle- simplemente
sería una reafirmación de la poca atención que pone usted en sus memos- la
sonrisa fría en aquella chica…nunca creyó que un rostro como el de aquella rubia
podría esbozar tal sonrisa, seguro estaba que ninguna sonrisa en su vida se le
pudo hacer tan fría y a la vez sublime- lo que es en todo caso algo que le pone en
una terrible desventaja pues estoy segura que desconoce los resultados que
tales estudios arrojaron sobre el Grupo Empresarial Fénix.

-Resultados Víctor que no te dejan en una buena posición- la voz de Herendira


genero que la mirara con intranquilidad pues sabía que el cuchillo estaba en la
mano de su hija y que suya sería la puñalada o el disparo que acabara del todo
con su ya precaria tranquilidad_ básicamente tenemos una pérdida económica
inexplicable, una fuga en las finanzas de algunos millones que simplemente no
sabemos dónde fueron a parar.

-Fuga que sale directo de las finanzas que tu manejabas- desvió sus ojos con ira
enfocando a Sasha que acababa de abrir la boca- ¿Dónde fue ese dinero?
Tenemos varias teorías- paseo sus ojos rápidamente a su alrededor notando que
Stefani ojeaba su libro, la joven Salvaggi enfocaba de nuevo el cielo y los ojos .
millones los usaste para pagarle a tu amigo con el fin de chantajearme hace
algunos años.

-Una ineficiencia más que clara para ocultar fugas financieras de tanto tiempo
atrás- escucho la voz de Stefani pero se negó a enfocarla manteniendo la mirada
fija en su ex mujer - lo que demuestra de su parte una falta de juicio o un
sentimiento de invulnerabilidad demasiado elevado Señor Villafiel que
lamentablemente le está dejando en una precaria situación.

-Ma que cosa también creemos que uso ese dinero, uno cuantos millones para
ubicar al suo amigo como alcalde de questa ciudad- sintió temblar las piernas de
pronto al escuchar el acento italiano bajo, delicado y amenazante- en todo caso
ese crimen es algo más pesado que la mayoría.

-Víctor- escucho la voz de su hija- tenemos muchas teorías de cómo te gastaste


esos millones que tomaste pero sabes aprendí algo importante de ti- desvió sus
ojos de Sasha a Herendira- aprendía a usar el dinero a mi conveniencia- abrió
los ojos desmesuradamente al enfocar la sonrisa altanera, el sudor empezaba a
empaparlo mientras sentía el piso abrirse bajo sus pies- porque la gente de la
que te rodeaste resulto toda con un precio.

-Es cosa de llegarles al precio para que no hagan nada, ya sabes tú buen “amigo”
te abandono con que yo duplicara la suma y claro de paso le librara de cierto
cargos legales que le conllevarían una cadena bastante larga en prisión _ apretó
el puño sintiendo su cuerpo temblar.

-Unas elecciones de alcalde no son difíciles de manipular- enfoco la alfombra-


¿Si usted lo hizo Señor Villafiel, no cree que yo también?- Stefani Del Valle
hablaba tan cerca y lejos a la vez- con más razón aun para que venciera la persona
indicada y no quien a usted le convenía.
-Los amigos verdaderos, el cariño de verdad- escucho del suave acento italiano-
no tienen precio, es molto belo y el dinero nunca lo compra…..es una pena que
usted no conociera esa verdad Señor Villafiel.

-¿Necesitas tomar asiento Víctor?- negó no iba a mostrar debilidad delante de


aquellas mujeres, recién empezaba a entender la verdad que la vida le arrojaba
a la cara, ese ya no era su mundo era el mundo de esas tres jóvenes que le
hablaban con seguridad, de manera amable y a la vez le cercaban, el se
mantendría en pie esperando la puñalada- Como desees, viendo el hecho de que
tenemos una fuga monetaria inexplicable y lamentablemente rastreable a tu
cuenta tenemos dos opciones o te meto a prisión o simplemente Te despido…
ninguna me satisface.

-¿Entonces qué piensas hacer hija querida?- cuestiono sonriendo con frialdad-
¿Matar a tu propio padre? .

-Podría arreglarse- trago grueso de golpe enfocando el rostro serio de Sasha-


pero mi hija no es para nada como tú…

-Claro que lo es mírala- le dijo con ira- está allí sentada destruyéndome, tranquila
sintiéndose superior es sangre de mi sangre… idéntica a mí… ambiciosa,
despiadada… ella…

-No soy tu hija- palideció al escuchar aquello de pronto sujetándose de la silla a


su lado con dificultad- ¿Enserio no notaste que no me parecía en nada a ti?

-Eso no quiere decir nada- afirmó con seriedad- te pareces a Sasha en todo,
eres su viva imagen.

-En todo menos el cabello- la miro con sorpresa- mí cabello es de un tono


diferente al de mi madre- trago grueso abriendo los ojos desmesuradamente
antes de girarse hacia Eduardo mirándolo con sorpresa y reparando en los
mechones rojos desordenados antes de enfocar a su hija- Bingo….sabes la verdad
me hizo libre- vio la sonrisa burlista_ me libre de ser tu hija… - varias risas
resonaron por el lugar_ oh si “no papito”, la fortuna de tu papito la heredo una
hija que no es tu hija….

Puñalada certera, precisa, mortal…. Inesperada, eso fue se sentía como el mal
protagonista de una película de terror, escucho la música, observo los cómplices,
la sintió venir pero nunca imagino por donde entraría el cuchillo, no fue cárcel,
ni la ruina…. Fue algo completamente inesperado el puñal entro por donde no
debía, estaba sentado en shock no sabía cómo acabo sentado pero lo estaba…. El
telón de la obra magistral de su teatro que se acababa de convertir en una mala
comedia, movió sus ojos enfocando a Herendira y luego a Eduardo… apretando la
mandíbula con ira, se sentía un verdadero idiota porque su hija se parecía a su
esposa si pero tenía el cabello de ese maldito, la misma forma de levantar las
cejas y esa condenada sonrisa burlista, altanera…. Tan seria y formal como ese
maldito engendro que se había acostado con su mujer… porque Sasha aun era su
mujer entonces.

-Te ame tanto- enfoco sorprendido a su ex mujer- eras el centro de mi mundo,


el príncipe de mis sueños…. Me aferre tanto a lo que fuiste, me negaba tanto a
dejar ir al recuerdo del hombre maravilloso, que me regalaba las noches más
bellas, te ame tanto te escribí tantos poemas en mi mente mientras en las noches
te observaba dormir, hasta que te convertiste en esto con el paso del tiempo, un
día Víctor me di cuenta que el hombre que amaba no existía ese hombre no me
hubiera gritado, levantado la mano o destruido mi autoestima… te olvide, te deje
ir y me entregue a un Rey de cabellos rojos intensos, apasionado y sincero…. a un
hombre real que me dio una hija maravillosa, me mostro el valor y ama a todos
mis hijos aun cuando dos de ellos no sean de él.

-Ser un hombre es algo más que ser poderoso- enfoco a Eduardo ensimismado-
un hombre de verdad admite sus errores, enfrenta sus derrotas, medita sus
victorias y cuida a quienes ama, un hombre de verdad Víctor nunca golpea a su
mujer - vio la mandíbula apretarse con ira, ahí estaba de nuevo su instinto de
supervivencia activándose al máximo por lo que se levanto de la silla
retrocediendo- nunca insulta a sus hijos, los tortura o los trata como simple
mercancía- dio dos pasos atrás mirando como todos simplemente se giraban
dándole la espalda, incluso su hija se puso de pie viendo el ventanal- un hombre
de verdad aprende que las palizas tarde o temprano le llegaran- tomo una silla
levantándola para moverla delante de él - un hombre de verdad no busca excusas.

Intento conectarlo con la silla viendo como la interceptaba y quedaba desarmado


delante de su rival, percibió como tiraban del saco viendo venir el puño cerrado
y con él los recuerdos de su padre, al hombre diciéndole que en la vida uno
necesitaba más que dinero, que en ocasiones debía ser derecho aprender a
defenderse por sus propias fuerzas, ser más generoso y comprensivo, el impacto
del puño hizo que su rostro se fuera del todo para atrás mientras sentía como
tiraban de él evitando que se fuera al suelo- Esto es por golpear a mi mujer-
podría jurar que escuchaba el puño cortando el aire mientras se dirigía de nuevo
hacia él.

Sus ojos enfocaron fugazmente a Sasha de espaldas, su cabello pelirrojo


brillando producto del sol… la primera vez que la vio pensó que era una mujer
hermosísima más allá de su dinero sería un necio sino admitía que la había amado
desesperadamente, el segundo golpe lo hizo irse de lado pero de nuevo tiraban
de él cambiando la dirección del puño, sin embargo ya eso no era importante
estaba concentrado en ella.

Sasha el primer baile con Sasha ambos riendo divertidos, ella mirándolo con
admiración y anhelo fue el príncipe de su adorada princesa, las tardes que llegaba
del trabajo estresado durante su primer año de matrimonio, él como ella
enredaba sus dedos con suavidad en su cabello intentando relajarlo, a ella
paseándose solo con su saco puesto riendo en medio del salón de su mansión
poniéndose desnuda sobre su regazo llamándolo a la calma…. Sasha su mundo tan
lleno de ella ¿Cuándo lo olvido? ¿En qué momento se olvido de ello? ¿En qué
instante empezó a darle importancia a otras cosas? El tercer golpe genero que
perdiera el aire pero bien sabía que no lo dejarían caer.

¿Qué le paso? Siempre fue ambicioso era verdad pero ¿Cuándo olvido lo que le
prometió? Sintió una lágrima escapar de sus ojos no sabía si por el golpe o por el
hecho de que recién comprendía lo que había perdido, el día que Sasha lo dejo
de ver con admiración, como a pocos ya no se paseaba solo con su saco desnuda
riendo frente a él, a Sasha mirándolo con temor…. Sasha rehuyendo su contacto,
suplicándole que no gritara más… y él golpeándola ¿Cómo pudo golpearla cuando
ella solo deseaba verlo feliz? ¿Por qué le dejo de decir que la amaba?.

Un fuerte sacudón hizo enfocar a Eduardo el rostro iracundo del hombre frente
a él que señalaba la espalda de la que creía su hija antes de un golpe en el costado
generara que se fuera de lado, Georgina dando saltos a su alrededor con un
dibujo, el ignorándola pasando de largo como si no existiera, Miguel mostrándole
su trofeo de futbol al lado de su madre y él diciéndole que habían cosas más
importantes que un torneo, a Herendira estirándole los brazos pidiendo un
abrazo que nunca le daría…
“El dinero no compra la felicidad hijo, solo te ayuda a mantener las cosas
realmente importantes tu familia, el amor de tu esposa, el respeto de tus hijos”
se fue al suelo con un golpe seco sujetándose el estomago dolorido viendo pasar
las imágenes de una vida que el mismo se encargo de destruir, una que no volvería
tomo aire con dificultad sintiendo la sangre en su cara estaba temblando como
un niño pequeño pero su padre ya no estaba allí para ayudarlo, las manos de Sasha
no se iban a enredar en su cabello, ni sus hijos correrían a auxiliarlo… él tomo la
decisión escogió entre su familia y el dinero pero el dinero…. El dinero le quedo
mal, el dinero no daba abrazos, besos o calor, no prometía eterna fidelidad –
Eduardo- escucho la voz suave de Sasha - ya basta por favor.

La vio acercarse mirándolo unos instantes, desvió los ojos del todo ni siquiera
podía mantenerle la mirada simplemente era demasiado doloroso - ¿Víctor?-
escucho el llamado por lo que la miro fugazmente unos instantes- ¿Comprendes
que no puedes seguir aquí?- asintió suavemente intentando rescatar el poco
orgullo que le quedaba.

-Eres mi padre- se intento sentar con algo de dificultad al escuchar a su hija- o


al menos intentaste serlo, cuidaste vagamente de mí y por eso te debo
agradecimiento- esbozo una mueca dolorida recién notaba que la voz de su hija
tenía un tono parecido al de su madre- te dejare una cuenta bancaria con el
dinero suficiente para que vivas una vida cómoda… básicamente te regreso la
amabilidad que tuviste conmigo de darme todo cuanto el dinero me podía dar.

Se incorporo a duras penas para limpiarse la sangre que podía del rostro antes
de enfocar a Eduardo abrazando a Sasha para notar como ella se apretaba contra
su pecho de la misma forma que hacía mucho se apretaba contra el suyo, negó
varias veces con la cabeza- Yo no tuve la razón- dejo escapar quedamente
enfocando fijamente a la que fuera su esposa- siempre me tuviste fe- le dijo
generando que se separara de Eduardo- ¿Esperaste mucho verdad?- noto la
mirada confundida- yo… yo… lo… siempre confiaste en mí- se dio vuelta con
tranquilidad intentando acomodarse el saco y la corbata lo mejor que podía, era
lo que le quedaba… una buena imagen, una vida como decía su hija cómoda pero….
Sola, una vida en soledad….dio un paso tambaleante escuchando el eco de las risas
de Sasha en su cabeza recordando lo fácil que le era tomarla de la cintura
haciéndola girar en el aire- tu corazón tan grande- murmuró para sí abandonando
la oficina se detuvo girándose a enfocarla- ame tanto tu forma de ser.
-Víctor- sonrió con tristeza al escuchar el nombre escapar de aquellos labios que
en un tiempo fueron solo suyos- Tú- negó suavemente retirándose con
tranquilidad e ignorando las miradas curiosas que le dirigían, se saco su vieja
billetera del saco al tiempo que abordaba su automóvil abriendo despacio una
hoja vieja doblada a la mitad, era su rostro uno más joven con una enorme
sonrisa… una de las fotos de su luna de miel… Sasha estaba prendada a su cuello
con cariño y sus cabellos rojos se mezclaban con los suyos noto algo empapar el
papel, redondo y cristalino se inclino pegando al fotografía a su rostro mientras
empezaba a llorar como un crio una y otra vez- Sasha….

Herendira miro a su madre aun de pie enfocando la puerta cerrada que daba al
pasillo la misma por donde había salido el que por tanto tiempo llamo padre,
parecía estar en un especie de trance y nadie en aquel lugar se atrevía a
romperlo- ¿Mamá?- cuestiono quedamente.

-Estoy bien- la vio girarse medio sonriendo- estoy bien… hiciste lo que debías
hija.

-Te prometo que procurare que tenga una buena vida- le afirmó- y de paso me
asegurare que no intenta lastimar a nadie nunca más, después de todo es el padre
de mis hermanos y fue el mío durante mucho tiempo.

-Tampoco creo que haga falta que lo vigiles mucho- enfoco a Stefani que le
sonreía con alegría- estaría loco si se metiera con nosotras.

-E vero pasando a otra cosa- vio como Victoria se sentaba en el escritorio


enfocándola- la tua boda es en dos días…

-Es cierto debemos ir por el vestido- dejo caer su cabeza golpeándola contra el
escritorio mientras escuchaba la risa divertida de su padre- y tu saco- escucho
la queja antes que un golpe resonara en la madera del escritorio a su lado- vaya
en momentos así se da uno cuenta que de verdad comparten la misma sangre-
giro su rostro notando el de su padre cerca en una posición incómoda antes de
sonreírle con alegría ¿Qué estaría haciendo Vanessa?

-¡FIESTA!- Andrea saltaba en la barra del bar con una botella de cerveza en la
mano, la música resonaba con fuerza mientras tenían aquel sitio por completo
para ellas, básicamente porque era un nuevo negocio aun sin estrenar de la familia
Del Valle paseo sus ojos por el sitio viendo a Virginia con una botella de algún
tipo de licor en la mano mientras gritaba también al ritmo de la música.
-No deberíamos- murmuró quedamente.

-¿Por qué tienes que ser tan aburrida?- aquella frase la hizo voltear sus ojos en
blanco era una bastante recurrente cuando estaba con Virginia y Vanessa.

-Veras Virginia no es ser aburrida es ser consciente y conocerte de años- afirmó


quitándole la cámara-tu no tomas fotos por tomar fotos, oh no las relacionas con
algo llamado chantaje.

-Me ofendes- vio el rostro de falso dolor volteando los ojos en blanco de nuevo
sin duda esa ya iba camino a una borrachera- yo solo quería que todas tuvieran
lo que nunca tuvieron…

-¿Y eso es?- enfoco a Vanessa que estaba completamente pálida y tragando
grueso, de estar ella en su situación probablemente estaría igual o peor.

-Una despedida de soltera a lo grande - la escucho reír escandalosamente _ y no


es grande sin al menos 4 strippers - rió quedamente -¡ERES UNA
ACAPARADORA VANESSA DEJA ALGUNA LIBRE!-

-DIOS SI EXISTES LIBRAME DEL PECADO- contuvo la risa al ver a Vanessa


forcejeando por liberar sus manos mientras cerraba los ojos intentando no ver
a las chicas que se restregaban sensualmente sobre ella -¡ME VOY A CASAR
DEJENME!-

-Es tu despedida toca, toca- escucho decir a Virginia- no te preocupes es la


despedida de todas- sintió el empujón- la primera vez que te casaste no tuviste
¿cierto?, esa se caso- vio como señalaban a Andrea y tampoco tuvo- la vio hacer
una pausa- me sobro un stripper que tonta- se llevo las manos a la cara riendo de
manera suave- ¿Quieres tequila?.

-No, le prometí a Tory no volver a beber- afirmó suavemente notando los ojos
abiertos a más no poder delante de ella.

-Encima de aburrida sometida- la miro con enfado - solo digo la verdad, además
esa italianita parece encantada contigo y es que no lo entiendo- la vio beber con
elegancia- ¿Cómo lo hacen?, digo tu llegas y te cruzas la cera y que consigues
déjame repasar una de las diez mujeres más ricas del planeta, uno de los diez
milagros médicos del siglo…
-No olvides que es una de las diez mujeres más hermosas del planeta- agrego
sonriendo a más no poder- y es toda mía.

-A eso me refiero vez a la de la barra- le señalaron a Andrea- esa chiquilla tenía


una mala vida, perdió a su madre, la paso fatal, se enamoro de alguien que se
suponía no la amaba para acabar felizmente casada con esa persona, que además
es más casi tan millonaria como la tuya- la vio girar- ves a mi mejor amiga allí
negándose a tocar lo que tan gentilmente le ofrezco- rió al ver la cara de
desesperación de Vanessa- no creía vivir más allá de los treinta, dejaba ir su vida
con personas a las que no amaba realmente, hasta cierto punto tenía miedo y de
pronto acaba con una diosa de cabellos de fuego que le hace arder en deseos y
esperanzas, genera que hable de familia y sonría siempre- ladeo la cabeza al ver
la lágrima deslizándose por la mejilla de Virginia- luego estás tú- se sorprendió
al oír la voz quebrada- tú que te negabas a vivir… a soñar, a tener fé y esperanza,
que vivías prendada de un recuerdo… olvidándote de las historias de amor pero
la oíste ¿cierto?- la miro extrañada- la suavidad de las alas de Victoria cuando
se agitaron a tu lado envolviéndote….

-No sabía que eras tan poética- afirmó estirando el brazo para abrazarla- pero
es verdad cuanto dices… ¿Por qué lloras entonces?

-No creas que es que soy sentimental- la escucho afirmar- solo no tengo
suficientes fotos- estallo en carcajadas para abrazarla con calidez- y estoy
indignada porque no quieres mis strippers…

-Lo siento- respondió - ya sabes el problema de estar enamorada de una del top
ten es que estas mujeres no me parecen tan hermosas… - rió al escuchar a
Vanessa decir que pensaba igual mientras las stripper se pegaban a ella y veía a
una sonrojada Rachel salir detrás de la barra con Susan soltando una sonrisa
picarona las dos terriblemente bebidas.

-Creí que era agua mineral- la escucho arrastrando la voz mientras se


tambaleaba- pero nooooo era tequilaaaaaaa- la escucho reír- me metiste mano-
vio la cara de culpabilidad de Susan.

-Solo un poquito- rió nerviosa al escuchar aquello- total siempre tuvimos los
mismo gustos, pero mi esposo es más guapo que el tuyo.

-Si son iguales- dejo escapar Virginia riendo divertida.


-No mi esposo es más guapo- replico Susan negó aquella discusión sin sentido iba
a ser larga sin duda- tiene su barba más linda.

Dio dos pasos alejándose para observar aquel bar entretenida mientras enfocaba
a Andrea seguir bailando y a Vanessa al parecer resignada a que las stripper
estuvieran sobre ella, negó con la cabeza empezando a moverse con la música
para disfrutar de ella, ya no habían malos recuerdos ni debates internos
extrañamente todo estaba en silencio y eso le agradaba bastante. Escucho un
grito antes de ver a su cuñada pegarse a ella intentando esquivar a las bailarinas
para acabar las dos encerradas por las chicas en bikini -ME VOY A CASAR- la
escucho gritar de nuevo.

-Y YO ESTOY COMPROMETIDA- se le unió al grito al ver a una bailarina


restregársele del todo.

“DIOS MIO LIBRANOS DEL PECADO” gritaron al unisonó generando un mar de


risas en aquel lugar.

La noche llego con calma a la ciudad generando como era usual un ambiente
seductor, arrítmico y e hipnotizante… eso era aquella urbe de noche, su
departamento estaba situado donde estaba porque le quedaba todo sitio
ardiente cerca para ir a divertirse, tenía una vista extraordinaria por la que
muchos matarían.

Ese departamento tenía miles de cosas que sin duda varios seres humanos que
se paseaban por las aceras en el exterior desearían, sin embargo ahora carecía
de todo encanto para ella, quizás porque básicamente la vida se constituía de
cambios constantes, y uno de ellos había llegado a su vida quitándole todo interés
al pasado -¿Es la última caja?- se giro al escuchar la voz suave proveniente de la
puerta para asentir divertida - ¿Lo rentaras?

-Sí- se encamino a la salida cargando algunas cosas mas mientras notaba como
tomaban aquella caja- siempre es bueno tener un sitio así y de paso es una
entrada constante, ya sabes algo aparte de nuestros privilegiados salarios.

-Renunciar fue genial nos hicieron un aumento sustancial con tal de que no nos
fuéramos-rió suavemente al escuchar aquello antes de ver la cabecita de Alison
asomándose junto con Raúl a la puerta_ y eso teniendo en cuenta que estos dos
son una fábrica de gastos…
-Mamá mala-escucho decir divertida Alison que se le acerco sonriendo por lo que
desvío la mirada intentando ignorar el asunto – Karina - escucho la vocecita
cantarina para tomar sus llaves viendo a Evelyn salir seguida por Raúl segura que
el engendro del mal la seguía - ¿Cómo te tengo que decir?.

Detuvo sus pasos en seco ante tal pregunta girándose para enfocar a la niña que
la miraba como era usual con esa extraña seriedad que poseía levanto la ceja
levemente- ¿Qué?.

-¿Te tengo que decil papá o mamá?- trago grueso dejando caer la caja para
sentarse en una silla, ese pequeño engendro de Satán- ¿Te dio miedo?- miro la
sonrisa maliciosa delante suyo- Ser mamá no es fácil…

-Tú ya tienes una madre- dejo escapar quedamente- y se bien que intentas
pequeña… no lo conseguirás yo no soy uno de los tontos….

-Pendejos- vio la sonrisa segura- tu me enseñaste esa palabra- noto la boquita


abrirse levemente- pero eso mamá ya lo sabe… no eres uno de esos pendejos,
cobardes no- vio el dedito señalarla con seguridad- tú si eres un papá… un papá
mujer… lo que es raro…

-¿Raro por qué?- cuestiono divertida de repente, mientras notaba a la niña


pasearse tal y como hacia Evelyn cuando meditaba profundamente algún
argumento- te pareces a tu madre-vio la sonrisita infantil adornar el rostro
mientras se ubicaban en sus piernas.

- Los papás usan sombreros- vio las manitas hacer un trazo imaginario sobre la
cabeza- corbata, tienen barba, son altos y algunos muy fuertes- asintió
levemente- los papás son hombres siempre, de todas formas y tamaños- noto el
gesto arrugarse levemente- pero…. Se supone que un papá protege a su hijo-
percibió las manitas enredarse en su cabello- no dejan que uno este triste, te
dan abrazos fuertes, fuertes y a veces te persiguen porque no te quieres bañar,
dice una amiga mía que su mamá le dijo que en ocasiones hacen cosas que no les
gustan por sus niños… como ir al ballet- escucho la vocecita apagarse levemente…

-A mí me gusta verte en el ballet- observo los ojitos iluminarse en un destello de


alegría- me encanta ver tu pequeño tutú invadiendo el escenario- se inclino
levemente para besar la cabecita- me haces sentir orgullosa siempre…
-Un papá te hace sentir bien- sonrió al percibir el cuerpo recostándose en ella-
sabes que un papá te ama por el calor que su cuerpo te da en un abrazo eso dice
Andrés y él es muy inteligente- rio al escuchar la severidad en la voz_ y lo más
importante para un papá no hay nada más importante que la mamá.

-Es la regla principal es verdad- coincidió mientras movía la cabeza asintiendo


para mirar a la pequeña.

-Pero las mamás también pueden ser papás- escucho el suave suspiro- mami fue
los dos mucho tiempo- enfoco las manitas apretándose- pero ya no está sola, te
tiene a ti y….

NO ME OLVIDES

CAPITULO FINAL parte 2

-Nunca estuvo sola porque los tenía a ustedes- se puso de pie alzándola - y ahora
ustedes tres me tienen a mí- hizo una pausa- no sé si sería un buen papá eso de
ser mujer se interpone- escucho la risita divertida- pero me esforzarse y
prometo cumplir con la regla de oro amarlos mucho a ustedes y venerar por
siempre a su madre.

Detuvo sus pasos en la puerta de su departamento para mirar el interior por


última vez depositando a Alison en el piso para sonreír con melancolía- Amor date
prisa- escucho la voz proveniente del ascensor.

-Vamos mami- miro a la niña a su lado y como sujetaba su mano con firmeza antes
de asentir- ¿Podemos comprar helados?.

-Claro… ha sido una largo viaje para mí- se detuvo mirando el interior del sitio,
al final estaba empezando a comprender las palabras de Andrea la primera vez
que comió con ella, las mismas que hacían referencia al hecho que teniendo a la
persona ideal no se necesitaba nada más.

Ella había tenido miles de experiencias de vida, muchas aventuras, conoció


variadas mujeres tenía hasta ahora una vida bien vivida, nunca busco el amor
porque le parecía una fantasía encontrar a alguien que realmente le diera todo
el espacio del mundo, que no la hiciera sentir asfixiada pensaba que eso no
existía… las personas solían ser egoístas y posesivas, la mayoría demasiado
asustada para ofrecer todo de ella por miedo a una equivocación, acostumbradas
al teatro diario.
Evelyn sin embargo era diferente o quizás ella había cambiado sin darse cuenta
podría ser entonces que nunca lo supiera, pero sentía que su amor era libre sin
ataduras todo cuanto daba lo hacía porque lo deseaba no porque ella lo pidiera,
incluso aquella mudanza fue su idea y ella no se opuso para nada a veces pensaba
que Evelyn era como la suave corriente en un río parece débil pero si se lo
proponía podía arrasar todo a su paso.

Ella era el ejemplo claro su vida se quedaba atrás pero nunca se arrepentía de
ninguno de sus pasos, nunca daba uno hacia atrás… siempre miraba al frente y
disfrutaba de lo bueno, de lo malo segura estaba que sin duda tener una familia
sería una gran aventura -Quiero un nuevo bebé- choco contra la esquina del
ascensor pálida del todo.

-Buena mamá- vio a la pequeña Alison chocar las manos con Evelyn mientras
ambas sonreían divertidas - yo le iba a decir de un hermanito pero te me
adelantaste.

-Son malas- rió quedamente al escuchar la voz de Raúl, sabía que cuando esas
dos la desquiciaran siempre tendría a Raúl…

Tenía una vida por delante, una buena vida, llena de nuevas emociones y un gran
amor, un mundo inesperado que sentía la haría inmensamente feliz.

Abrió la puerta de casa lentamente justo en el momento en que los pasos de


Cañón indicaron que ya no estaba sola en aquel salón se inclino a acariciar al perro
con cariño, la casa estaba en silencio uno que se le hacía completamente extraño,
Herendira había llenado cada espacio de su vida sin dejar resquicio alguno,
recordaba que antes que llegara la casa la esperaba como en ese momento.

Recorría aquella estancia para irse a meter a la cocina y prepararse algo


preguntándose si su fiel Tormenta era la única que la amaría, enfoco al bóxer
delante de ella tirando de los cachetotes divertida las cosas cambiaron mucho,
algunos cambios fueron dolorosos pero por suerte todo fue a mejor.

Era como aquel silencio que tenía ahora, no era como antes que era su rutina, lo
sabía momentáneo y fugaz… su rojita estaba quedándose en casa de su madre
mientras se casaban, reglas de Sasha, locuras de Georgina como fuera la dejaba
a ella sola bueno con Cañón en casa.
Encendió la luz de la cocina dando un suspiro para extraer la leche empinándosela
sin delicadeza alguna- Vanessa te he dicho que no tomes del cartón- dio un salto
asustada enfocando la puerta para ver los cabellos rojos y los ojos verdes.

-¿Rojita qué haces aquí?- cuestiono sorprendida notando como se acercaban a


ella y le olían el cuello antes de examinarle la ropa y el rostro.

-Voy a matar a Virginia- abrió los ojos sorprendida- dijo que se habían ido de
fiesta… una inocente pero te hizo una despedida de soltera y por el perfume
barato había mujeres semidesnudas ¿verdad?.

-Te juro que no tuve nada que ver- admitió quedamente- sabes que solo a ti te
deseo, además no toque lo juro por más que se me pegaron, puedes preguntarle
a Amara y … a Amara porque era la única sobria.

-Tú con strippers y yo escapándome porque te extrañaba a morir- vio los ojos
verdes doloridos delante suyo- no soporto estar más lejos de ti pero cuando al
fin te alcanzo hueles a otras mujeres- percibió como la empujaban haciéndola
sentarse en una silla- Si querías que te bailaran semidesnuda solo debías
decírmelo- abrió los ojos desmesuradamente al escuchar aquello- ¿Tampoco
tocaras aquí?- trago grueso al verla alejarse unos pasos de ella para empezar a
abrirse la blusa con sensualidad al ritmo de una música imaginaria- Vanessa si te
mueves un centímetro parare- asintió por inercia.

Enfoco las piernas bajar levemente junto con aquella sonrisa en el rostro de su
pelirroja, era extraño se suponía que debía estar excitadísima al ver la manos en
las caderas y el sexy movimiento del que era testigo. Sin embargo al mirar sentía
algo más fuerte e intenso que un sencillo deseo sexual sonreía al verla girar sobre
su eje deshaciéndose de cada uno de los botones de su elegante blusa, observaba
sus manos suaves las que sabía cálidas y solo suyas, los cabellos pelirrojos
moviéndose y los ojos intensos fijos en ella haciéndola arder con una sola mirada.

Podría asegurar que de recorrer el mundo entero ninguna mujer le parecía más
hermosa que aquella que sabía suya por completo, nunca le hubiera creído a nadie
que aquella chica que un día dejo volar sus apuntes cambiaria su vida para
siempre, que esos intensos ojos verdes que le enfocaron con sorpresa tiempo
atrás le alegrarían el alma.

Recordaba los cafés en las tardes lluviosas mientras veía la blusa volar a algún
sitio perdido conteniendo la respiración, esas conversaciones que no lo eran
aquellos leves intercambios verbales, la presencia que fue llenándola por
completo sin darse cuenta siquiera. Esa mujer era mágica vio las manos bajar los
pantalones lentamente mordiéndose el labio inferior deseosa mientras las manos
de Herendira hacían al jeans volar revelándole aquel sensual conjunto del color
de los cabellos.

-Lindo- dejo escapar roncamente- mucho- la noto acercarse a ella despacio con
solo la ropa interior puesta porque Herendira podía parecer una niña pero
distaba mucho de serlo, era una mujer apasionada, una amante dedicada y ante
todo la sabía una esposa maravillosa… amaba todo de ella, cada curva de sus
caderas que ahora estaban casi sobre ella moviéndose lentamente al alcance de
sus manos, ese olor que despedía e invadía por completo sus sentidos haciéndola
ahogar gemidos de placer de solo saberla cerca, la vio girarse quedando frente
a ella antes de llevarse las manos hacia atrás por lo que se inclino hacia adelante
levemente para ver la sonrisa ampliarse.

Estuvo a punto de gritar cuando vio el sostén quedar en la mano izquierda dando
vueltas incluso siguió su recorrido hasta el suelo levantando las manos
emocionada conteniéndose de levantarse de aquella silla al ver las manos que
adoraba bajar de nueva cuenta hacia la única prenda que quedaba en aquel
cuerpo, los dedos pulgares resbalaron por aquella delicada prenda estirando el
elástico de la misma manera en que ella intentaba estirarse lo posible en aquella
silla sin levantarse deseando alcanzarla - si te mueves paro- ahogo un gemido de
gusto la amaba, amaba cada parte de esa mujer, ese comportamiento
impredecible, ese atrevimiento natural… la sensualidad que era capaz de
despedir por cada poro de su piel, la observo girarse moviendo suavemente las
caderas al tiempo que lo que quedaba de ropa interior empezaba a bajar por las
mismas siguiendo un camino que ya estaba ella deseosa de recorrer con sus
propias manos.

-Vanessa- escucho la voz ronca apretando las orillas de la silla para no moverse
mientras la observaba abrir las piernas envolviéndola, observo los senos al
alcance de su boca intentando contenerse lo mejor posible - ¿Lo hice bien?-
estallaría en carcajadas sino estuviera demasiado ocupada notando como aquel
cuerpo desnudo se movía pegado a ella de arriba abajo delicadamente llamándola
a perder el control.
-¿Ya puedo tocar?- cuestiono con dificultad tragando grueso- Herendira me vas
a desquiciar, déjame tocar…. Necesito tocar.

-Dime si lo hice mejor que esas mujeres- percibió las manos enredarse en su
cabello negro mientras ella dejaba caer de lleno su peso en su regazo y se
apretaba del todo contra ella- Dímelo y podrás tocar…

-Esas mujeres- cerró los ojos intentando concentrarse- no las amo, no me


excitarían ni en un millón de años como tú lo haces con una sola mirada…. Yo…
yo… te amo, a ti mi maravillosa Diosa De Cabellos De Fuego.

-Tócame- se levanto de golpe tomándola del trasero para recostarla del todo
sobre la mesa de la cocina, sin intentar siquiera desvestirse mientras empezaba
a recorrer el cuerpo de la manera más pausada que la ansiedad y el deseo se lo
permitían, la sentía retorcerse debajo de ella al parecer igual de deseosa tirando
de sus prendas y logrando convencerla de retirarlas mientras se continuaban
besando, tomo las manos estirándolas sobre la cabeza restringiendo el
movimiento para escuchar las quejas mientras las piernas enredaban sus caderas
envolviéndola del todo.

-No debiste provocarme- murmuró suavemente sobre el cuello escuchando una


risa entre excitada y divertida_ todo en la vida tiene un precio querida…. Te
torturare a morir.

-Hazlo mátame de gusto mi Diosa Viviente- la miro unos instantes sorprendida


de la pasión que estaba desatada en aquellos ojos intensos- te reto a que me
tomes y me hagas gritar tan fuerte que los vecinos me escuchen- la vio morderse
el labio excitada mientras ella tiraba del todo del cuerpo que sabia bajo su
control para pegarlo al suyo- sé lo que quieres- percibió las caderas alzarse para
pegarse a la parte baja de su cuerpo - pero si usas tus dos manos para sujetar
las mías no podrás- las caderas bajo suya se levantaron de nuevo provocando que
se inclinara levemente sobre el cuello, porque aquello era más que una clara
invitación- Mi Diosa tendrá que tomar una decisión….

¿Decisión? Un carajo estiro una de sus manos apresando el cuerpo del todo bajo
el suyo para tirar de su chamarra y extraer algo metálico de uno de los bolsillos
antes de escuchar a Herendira ahogar una exclamación de sorpresa al ver sus
manos esposadas- Querida… todo problema tiene su debida solución- libero las
manos notando la mirada sorprendida mientras volvía a estirarlas ya esposadas
para dejarlas enganchadas en el borde de la mesa- Que divertido…

-Es trampa- la escucho replicar viendo las piernas intentar moverse pero sin
permitirlo al tenerla apresada bajo su cuerpo- no es justo, no se vale… Espera…
¿Qué vas a hacer?.

-Amor esta vez calculaste mal- bajo lentamente por el cuerpo notando la espalda
arquearse levemente mientras escuchaba el ruido del metal y la madera al
intentar Herendira liberarse al parecer desesperada de poder acariciarla, o para
detenerla en todo caso le importaba poco lo que intentara hacer mientras
recorría el cuerpo con su boca, lamio el vientre divertida antes de enderezarse
enfocando los ojos verdes unos instantes- Buen provecho….

La amaba, la adoraba… su forma delicada de hablar, cada palabra que escapaba


de su boca, su piel que ardía en llamas, sus ojos verdes deseosos, amaba cada uno
de sus gemidos, el sabor de su sudor y la forma desesperada que tenía cuando
estaba por llegar al clímax de repetir una y otra vez lo mucho que la amaba… la
vida… la vida era algo maravilloso y pleno al lado de aquella mujer.

Ingreso a su casa viendo las cajas apiladas por doquier y los muebles cubiertos
dio un rodeo saltando algunas mientras tiraba sus llaves en cualquier sitio
encendiendo las luces observando las paredes ahora vacías.

Miro alrededor recordando la primera vez que estuvo en aquel lugar, las manos
grandes y fuertes de Alonso cubriendo sus ojos mientras su barbilla hacia
presión en su hombro derecho y la barba le producía un cosquilleo agradable,
cerró los ojos escuchando su voz claramente “Este es mi regalo para ti preciosa,
no hagas trampas…. No puedes ver nuestro maravilloso hogar hasta que yo lo
diga” abrió sus ojos sonriendo levemente se veía a sí misma con solo dieciséis
años dando saltos en el salón que estaba como ahora casi vacío, aplaudiendo antes
de correr colgándose de su maravilloso amor con alegría y emoción.

Las tardes en que llovía y simplemente se envolvían ambos en una enorme manta
abrazándose en el balcón de la ventana para ver las gotitas deslizarse por el
cristal compartiendo su calor, su compañía y el silencio; ese que se rompía con
risas al perseguirse por todo aquel lugar lo veía claramente a él corriendo sin
camisa porque ella la llevaba puesta, mientras intentaba alcanzarla, se veía a sí
misma saltando el sofá para dar un giro escapando escaleras arriba.
Sus pies descalzos sobre la mesa del recibidor moviéndose levemente uno al lado
del otro, a ella empujándoselos con suavidad antes de levantarlos y acariciarlos
sintiendo como él hacía lo mismo correspondiendo sus caricias, a aquella pesada
pierna aplastando la suya mientras se quejaba, la barba rasposa en su rostro
generándole cálidas cosquillas; las manos varoniles acomodándole el lazo del
uniforme del colegio de una manera algo torpe antes de inclinarse a besarla con
calidez, la voz dulce diciéndole que debía esforzarse por mantener sus buenas
notas para que pudiera ir a la universidad que deseaba… amor… un amor tan
bonito, uno que la comprendía, la llenaba y la impulsaba a crecer.

Con Alonso aprendió a amar, a discutir, a hacer el amor, a simplemente dejar


pasar el tiempo, disfrutar del silencio, valorar las risas, disfrutar del llanto,
dormir en un sillón, a faltar a clases o el trabajo porque había cosas más
importante como demostrarle a tu ser más querido cuanto lo amabas, con Alonso
aprendió a decir adiós.

De pie entre las cajas en aquella estancia podía ver sus recuerdos juntos pasar
con nitidez frente a sus ojos, cada lección que su adorado esposo le dio incluso
podía percibir las caricias de sus manos fuertes sobre el cabello. Se encamino
escaleras arriba abriendo la puerta de su recamara matrimonial para dejarse
caer en la cama mirando el techo, enfocándolo a su lado viéndolo caer sentado
en la cama y haciéndola rebotar en la misma- Gracias- murmuró quedamente- por
todo lo que me enseñaste Alonso, por enseñarme a amar, a soñar, a luchar y
creer… Gracias… por enseñarme a confiar en mí misma- “Yo solo quiero que seas
feliz”.

-Lo sé- rió quedamente aquel recuerdo parecía más una respuesta pero ya ella
no tenía dudas, seguiría un rumbo fijo de ahora en adelante, se iba de aquella
casa no porque estaba llena de recuerdos porque los recuerdos viajan en el
corazón sin importar donde este uno, se iba porque deseaba construir nuevos
recuerdos igual de hermosos y alegres.

Deseaba empezar un nuevo hogar de cero con Victoria, estrenar habitaciones de


sabanas blancas, que ella escogiera la decoración o discutir porque no sabían que
sala escoger, quería reír persiguiéndola por algún jardín que aún no conocía,
nadar con ella en alguna alberca o dormirse profundamente en un sofá
disfrutando del sol muriendo en el horizonte, agradecer por su compañía,
impregnarse del todo de su olor… verla entrar presurosa a alguna hora del día
porque olvido algún papel… disfrutar del sonido de su tacones en las mañanas.

-Alonso- llamo quedamente-me marchare…. No te olvidare pero… ya no pensare


tanto en ti ¿comprendes?.... “Yo solo quiero que seas feliz” percibió una lágrima
resbalar por su mejilla mientras tiraba de la almohada que había sido de él
pegando su rostro del todo a ella_ Te amo y siempre estarás en mi corazón…
buenas noches cariño… hasta siempre.

“Descansa Amara y estate quieta que mañana tienes escuela”……

La mañana despunto con total tranquilidad mientras simplemente se estiraba


desperezándose del todo entre sus sábanas de seda para girarse abrazando la
almohada emitiendo un gruñido bajo de molestia mientras sus ojos se abrían
encontrando su costado vacío, se incorporo levemente paseando sus ojos azul
profundo a su alrededor para encontrar a su esposa frente al ventanal de su
recamara con la cabeza levemente elevada al parecer enfocando el día que nacía.

Con la luz desdibujando sus formas parecía un ángel que simplemente


contemplaba la efemérides humana, recordaba que la primera vez que vio a
Andrea en aquel restaurante la luz hacia lo mismo con sus formas produciendo
que sus cabellos castaños brillaran levemente, recordaba los ojos cafés perdidos
contemplando aquellos papeles que con tanto cariño acomodo en la mesa.

Desde entonces nunca la dejo de mirar, en ella descubrió una persona alegre pero
seria, de grandes verdades encerradas, de pasiones desatadas, de emociones
intensas era el tipo de persona que simplemente no puedes dejar de mirar porque
sabes que algo como un amanecer la maravilla profundamente. Y aun así no se dio
cuenta que la amaba ¿Cuántas vueltas debe dar la vida para ser honestos con
nosotros mismos? Ella pensaba que quizás demasiadas.

Al verla de pie en la ventana le era inevitable rememorar el infinito dolor de los


ojos castaños cuando le cantaba aquella canción que era una despedida en medio
de aquel bar, esa con que amenazaba con olvidarla y dejarla atrás, la letra que le
avisaba que estaba harta de esperar un amor, un sueño que le parecía imposible,
despertándola a ella de paso, obligándola a no estar más engañada, fue un duro
golpe descubrir que la amistad que adoraba era en realidad un amor profundo y
apasionante que escondía incluso de ella misma.
Aceptar tal amor en cambio fue sencillo, le agradecía infinitamente al destino y
al Dios en el que con tanta fe creía no dejarla perder ni siquiera un año desde
que se conocieron antes de revelarle aquel sentimiento, sabía de personas que
se pasaban la vida al lado del ser que más aman en el universo sin enterarse de
ello hasta que lo pierden para siempre, pero ella solo perdió menos de un año,
ahora la tenía en su recamara, en su cama, llenando su corazón.

Se levanto de la cama lentamente para abrazarla con cariño por la espalda


dejando que sus cabellos rubios bañaran los hombros como si fueran una cascada.
Los ojos castaños la enfocaron por lo que sonrió levemente al ver recuperada su
atención –Hola- escucho el delicado saludo sonriendo como entrelazaban sus
manos con las suyas- anoche fue una locura.

-Eso te pasa por beber- respondió divertida- no te veía tomada desde la última
vez que salimos en la universidad con las chicas- hizo una leve pausa- ¿Cómo
estarán las chicas?, tenemos mucho de no verlas.

-El tiempo pasa y a veces nos aleja unos de otros- escucho la voz suave- pero
cuando el cariño y la lealtad son verdadero el mismo tiempo provoca que nos
volvamos a encontrar_ la pausa llego mientras se giraban para besarle el cuello
con cariño _ pero hacer una llamada a veces ayuda- rió divertida, suponía que
debería hacer una llamada era verdad- Anoche habla con mi abuela.

-¿Cómo se encuentra?- enredo un mechón castaño entre sus dedos


delicadamente antes de pasar a acunar una de las mejillas con cariño.

-Está bien, pero iré a verla a fin de mes_ escucho el suave suspiro- creo que lo
mejor que puedo hacer es visitarla al menos una vez al mes es lo que mi madre
hubiera querido.

-Te amo Andy- murmuró suavemente antes de unir sus labios en un beso profundo
y cálido, consciente de que probablemente aquello desencadenaría en algo más
comprometedor porque a su Andrea le encantaba hacer el amor en las mañanas-
¿Ya escogiste la fecha para la dichosa ceremonia?- escucho el quejido al tiempo
que le desprendían la parte superior de sus ropas- Amor ya sabes que Arturo
nos lo pidió amablemente y sería bueno celebrar con nuestros amigos.

-Lo sé… en verano del otro año- la miro con sorpresa- renovaremos votos en
nuestro aniversario, quiero otro verano inolvidable- vio los ojos castaños brillar
levemente- aunque creo que a tu lado todos los días lo son.
Saboreo el beso cálido y profundo el preludio de lo que vendría a continuación,
de las manos que recorrerían su cuerpo consumiéndola de placer, los gemidos
ahogados y extasiados, el sudor compartido, los incontables te amo y la promesa
maravillosa de una vida juntas. Le encantaba la sensación de la desnudez absoluta
de su cuerpo y su alma entre aquellos brazos, el instante fugaz en que la vida le
hacia la declaración intima de que no estaba allí más que para ser feliz.

Siempre le habían dado problemas las mañanas no eran su hora favorita del día
para nada, pero desde que se caso se podría decir que era la persona más
madrugadora del universo, tenia tanto que aprender de la vida en términos
generales seguía siendo una niña aún, una que comprendía perfectamente la
preocupación de su hermano al verla casada, era muy joven e inexperta en miles
de sentidos sin embargo también recordaba las palabras de sus padres cuando
los veía de niña fijamente un matrimonio se basa en amor y respeto le decía su
padre mientras su madre simplemente le aseveraba que ella era aun muy pequeña
para entender.

Ellas tenían amor y el respeto era algo que a pesar de las dificultades, el dolor,
el miedo que su amor les genero nunca habían perdido, era aquello que ahora que
estaban juntas mas cuidaban sin proponérselo siquiera procuraban consultarse
mutuamente cada decisión tomada, nunca apresurarse o ignorarse aunque
también se respetaban el espacio mutuo. Giro su cuerpo dejando a Andrea bajo
su peso mientras escuchaba una risa divertida de su parte.

Era una amante dulce y apasionada, no le gustaba pensar donde era que aprendió
a tocar su cuerpo con tanta habilidad pero si le agradaba pensar que esas caricias
estaban revestidas de un profundo sentimiento que simplemente se expresaban
físicamente, mientras se perdía del todo en la sensación de sus cuerpos al
amanecer seguía agradeciendo en silencio el poder tenerla a su lado.

Clarisse miraba a Sasha algo sorprendida por la hora irregular de la mañana y la


mujer en su casa mirando alrededor como si buscara algo que obviamente no
estaba allí, dio un suspiro suponiendo que Herendira se había escapado de casa
por decirlo de alguna manera- ¿Estás haciendo tiempo?- cuestiono generando un
suave asentamiento- normal no creo que quieras encontrar a tu hija menor
desnuda o semidesnuda en alguna parte- otro asentimiento la hizo reír con
fuerza- ¿Café?.
-Si es tan amable- noto como la seguían a la cocina con tranquilidad- yo quiero
creer que esta con su nieta, la verdad no puedo dejar de sentirme inquieta por
como desapareció, comprenderá que los eventos del último mes y mas allá me
tienen algo nerviosa.

-Lo comprendo- ubico el café humeante delante de la mujer- también noto que
es de usted que ella saco esa forma de hablar tan formal y aun más importante
siento que tratarnos de usted es completamente innecesario ya que a partir de
mañana estaremos emparentadas, así que quieres pan con el café.

-Seria agradable- respondió la sonrisa antes de escuchar el escándalo usual de


las mañanas como aquella y ver a sus nietos en uniforme pasar dándole un beso
en la mejilla cada una para salir de la casa despidiéndose de Sasha, los niños
medio dormidos ubicándose en el diferentes partes de la cocina y la barra para
saludar con educación, finalmente a sus nueras retirando cada una a un hijo suyo
de la barra para dejar caer sus cabezas allí, solo levantando la mano a modo de
saludo.

En la luz de la mañana viendo a aquella mujer de cabellos rojos buscando la


licuadora diciendo que conocía una perfecta cura para la cruda lo comprendió
podía dejar este mundo con tranquilidad a sabiendas finalmente que su familia
estaba completada y cada uno de sus seres amados sería infinitamente feliz, le
diría a quien le preguntara que vivió una vida larga y feliz a pesar de sus pérdidas
del dolor que el adiós generaba en su interior, pero ella no podía reprocharle
jamás porque simplemente no podía olvidar las alegrías que obtuvo a cada paso
del camino, la primera vez que vio a su esposo, cuando sostuvo a su hijo en brazos,
compartir aquellos escasos años los tres juntos, ver a su hijo convertirse en
policía, en esposo, en padre, sonreír cuando se pensaba en los recuerdos felices
era algo inevitable y al escuchar las quejas en su cocina al encenderse la licuadora
estaba segura que el tiempo que le restara de vida encontraría miles de
recuerdos felices que crear.

El ritmo ajetreado del día pronto se dejo ver tener una boda encima no era algo
fácil, empezando porque ni Vanessa ni Herendira aparecían por ninguna parte,
había optado por ir a casa de Amara a ver si esas dos estaban allí metidas pero
lo único que encontró fue a su hija terminando de apilar cajas, acabo medio
ayudándole hasta que la puerta se abrió cerca del medio día dando paso a una
Victoria en jeans, playera blanca y tenis que se disculpaba por el retraso, antes
de colgarse con cariño de Amara- ¿Dónde alquilaron?- cuestiono enfocando la
casa con algo de tristeza.

-En realidad compre una bela casa- enfoco los ojos cielo que brillaban con
emoción- io Amara me dejo escoger nostra nueva casa- levanto la ceja ante tal
afirmación observando las caricias cariñosas que estaban bañando el rostro de
su hija.

-Sí pero a este paso no nos mudaremos porque la señorita llega tarde a
ayudarme- las risas invadieron el espacio- además sabes que te extraño mucho.

-Amore scusa- la escena delante de sus ojos no podía hacerla más feliz su hija
se veía plena de nuevo, con aquella sonrisa que a ella tanto le gustaba iluminando
el rostro_ tenia molto trabajo io intente llegar antes pero…

-No pasa nada mientras me ayudes con las cajas ¿Contrataste al camión de
mudanza?- vio a Victoria negar mientras Amara se separaba de ella del todo
mirándola con reproche- Tory quedaste en que tu lo harías.

-Scusa lo olvide- escucho la risa algo apagada y avergonzada por lo que negó con
la cabeza, le parecía increíble lo rápido que iban esas dos, era como si
simplemente hubieran esperado todo ese tiempo para encontrarse en el lugar y
tiempo indicados.

-¿Cuándo me darás nietos?- observo la joven italiana palidecer del todo mientras
su hija tragaba grueso- porque vista la situación no parecen tener intención
alguna de contraer matrimonio como Dios manda.

-Io estoy feliz con lo que Amara me da- enfoco la mirada celeste algo
sorprendida- io no necesito nada que ella no me quiera dar, su amor es más que
suficiente-noto la mirada dulce e intensa de su hija esa que parecía mostrar su
alma en un instante fugaz.

-Nos casaremos en dos meses- noto como Victoria la miraba sorprendida- en


cuanto al bebé ya sabes lo que pienso Mamá… llegara tarde o temprano pero
comprenderás que en una pareja de recién casadas preferimos el tarde- rió con
fuerza al escuchar aquella aclaración antes de guardar silencio al ver la cara de
franca sorpresa de Victoria- Tory amor…. ¿Pasa algo?.

-No es solo que io… soy molto feliche- se retiro en silencio a la parte alta de la
casa dándoles algo de privacidad mientras recordaba a su manera el esfuerzo de
su nieto por obtener aquel hogar para él y su esposa, Alonso hizo la perfecta
elección y ella estaba más que feliz que Amara encontrara de nuevo quien la
llenara del todo… después de todo la vida era para una única cosa ser feliz.

Ser feliz era algo tan sencillo ella quería ser feliz, el día de su boda lo deseaba
pero no paraban de regañarla ¿Era su culpa que el dichoso vestido tuviera la
espalda descubierta? No lo era, simplemente aquello se podía catalogar como un
desafortunado incidente.

Sin embargo allí estaba sumergida en el mar de regaños “Mira nada más tu
espalda, ¿Cómo te hiciste eso?”, su respuesta inicial fue un desinteresado ¿Cómo
me hice qué? Para pasar luego al no lo sé, pero lo sabía se lo hizo cuando Vanessa
le estaba tomando sobre la mesa de la cocina por quinta vez al intentar zafarse
aquel condenado rozón en la espalda no era más que producto de su propia pasión
y necesidad, recordaba lo preocupada que estaba su Diosa Viviente nada más
verlo.

Ella en términos generales era algo simple así que ante tal despliegue de
preocupación dio la respuesta lógica el maquillaje todo lo cura. Era verdad aquello
ni se notaba pero la lluvia de regaños no por ello cesaba, se miro al espejo
sorprendida ciertamente nunca pensó en casarse tan joven mucho menos que
acabaría casada con la mujer que amaba desesperadamente; porque por regla los
amores imposibles no se vuelven posibles. Al menos aquella era la regla principal
de su antigua vida.

Analizo sus facciones en el espejo unos instantes de la persona que era poco
quedaba ya, la insegura, la que pensaba demasiado todo, la que se asustaba, la
que obedecía ciegamente, esa persona simplemente se había ido sin notarlo en el
mismo momento que tuvo el valor para dar un simple primer paso, en cuanto se
decidió que quería algo más que miradas furtivas y el confort de la distancia, esa
persona desapareció cuando aquel día bajo la lluvia camino segura hacia ella… a
pesar de la fuerte tormenta y del miedo que la inundaba por completo.

Se situó en el espacio notando la alfombra de flores que la llevaría a su destino,


levanto la vista dando de lleno con aquellos ojos negros que la miraban con
intensidad, el cuerpo envuelto en aquel uniforme policial… le pareció lógico
casarse en aquel jardín con ella vestida de uniforme porque la conoció vestida de
uniforme, la primera vez que camino hacia ella también llevaba el uniforme dio el
primer paso sintiendo el brazo de su padre tomando con firmeza el suyo, y con
ese primer paso retrocedió todo aquel tiempo incluso podía sentir la lluvia
golpeando su cara, la misma inquietud envolviéndola esa que antecede a un evento
sobrenatural, la que te revela sin saberlo el instante decisivo de tu vida, sentía
los charcos bajos sus pies mientras mantenía la mirada fija en aquellos ojos que
la miraban como en aquel instante con curiosidad, ansiedad, sorpresa. El viento
suave que rozo su rostro la regreso al presente arrancándole una sonrisa porque
aquellos ojos tenían algo más que había conseguido con cada paso seguro que
continuo dando en la dirección de aquella mujer que conoció un día por casualidad
al volar sus apuntes… los ojos negros que la miraban estaban cargados de amor,
esos ojos no la miraban acercarse ya no, simplemente esperaban que continuara
caminando a su lado.

Debía agradecer a la vida el valor para caminar hacia ella como en ese instante,
de librarse de todos sus temores, de afrontar las situaciones a su manera…
agradecía el poder haber despertado a la mujer que dormía en su interior, esa
misma que deseaba compartir su vida con aquel ser humano maravilloso que era
Vanessa Savedra… porque eso era ella un ser humano, maravilloso en cada uno de
sus defectos, los mismos que aprendió a amar y comprender, la mujer que
idealizaba quedo atrás hacia mucho tiempo ya, sin embargo podía asegurar que
amaba mil veces más a la persona real que ahora tenía a su lado, la misma que le
regalaba intensas sesiones pasionales, besos cálidos y profundos, risas, enojos,
lágrimas, la que tomaba su mano en ese instante gritándole en una mirada el amor
profundo que sentía por ella… esa persona que le decía que la vida juntas sería
maravillosa por el solo hecho de que se encontraron entre miles de personas por
un evento furtivo y decidieron en algún momento nunca separarse…. Los milagros
existían ser amada y amar para Herendira Villafiel era el más grande de todos,
el milagro del que haría testimonio ese día y el resto de su vida…

Años Después…

La lluvia arreciaba en la ciudad provocando que todos corrieran en busca de un


refugio, era el tercer día de temporal, la humedad llenaba el ambiente y alguno
que otro barquito de papel naufragaba en las alcantarillas.

Los incautos que ignoraron el tiempo ahora buscaban refugio en cualquier sitio
disponible pero la Avenida Central ofrecía un pobre refugio, sin embargo aun en
la soledad de la tormenta era hermosa o al menos eso pensaba la persona que
observaba desde un ventanal algo empañado algunas sombras pasar presurosas
sin reparar quizás en el espectáculo de las gotitas en aquel sitio.

Se giro al escuchar las fuertes risas en el sitio vio las mesas juntas en el interior
mientras sus huesos ya más viejos protestaban por el intenso frío y la humedad,
las risas de los niños se distribuían por el lugar mientras la llamaban a tomar
asiento cosa que hizo al lado de la cómoda chimenea del restaurante en el que
estaban. Aquel sitio era el gran éxito de Herendira o su pasatiempo favorito a
saberlo, lo que si sabía era que se convirtió en el sitio usual de reunión de su
familia, era un lugar popular quizás porque el que entraba a comer allí se sentía
como en casa o en el hogar que siempre deseo.

Observo una cabecita pelirroja ubicar una bandeja con dificultad en la mesa
apenas alcanzándola por lo que no pudo evitar sonreír con alegría antes de ver a
su nieta alzar a la pequeña que río feliz colgándose a su cuello con cariño. La
puerta de la cocina se abrió dando paso a Herendira con un enorme pavo en una
bandeja que genero gritos y aplausos por parte de su familia. Observo a Vanessa
acercarse a reprenderla junto con su hija que imito el comportamiento antes de
jalar una silla para que Herendira se sentara, normal estaba en su octavo mes de
embarazo y parecía que reventaría cualquier día de esos.

La campanilla de la puerta la hizo girar para enfocar a Stefani Del Valle ingresar
al sitio con un niño rubio en brazos mientras su esposa la seguía cargando a una
bebé que se pegaba desesperada al cuerpo de su madre en busca de calor - El
clima esta horrible- la escucho decir- lamentamos la tardanza entre que me
retrasaron en la clínica y este aguacero poco pudimos hacer.

-Nos alegra que llegaran bien- afirmó acercándose a besar las mejillas de ambas,
recibiendo el beso cariñoso del pequeño y una mirada curiosa de la bebé- mejor
comen así se calientan.

-Ya les sirvo sopa- escucho decir a Herendira antes que una lluvia de nuevos
regaños le llegaran acompañada del alegato lógico de que dejara a los meseros
hacer su trabajo o en su defecto que Susan o Rachel sirvieran.

Miro el reloj con algo de preocupación aquella fiesta tenía un invitado de honor
que aun no aparecía, cosa que a su ya avanzada edad la llenaba de incertidumbre-
Abuela- enfoco los ojos negros de su nieta- vienen de lejos, y el clima no es el
más favorable no han de tardar.
-El clima es lo que me preocupa hija- afirmo notando como la lluvia aumentaba en
intensidad- venían en avión y…- la puerta sonó de nuevo dejando pasar a Victoria
que los miro medio sonriente con una niña en brazos de ojos celestes profundos
que literalmente se lanzo de sus brazos caminando con dificultad para
extenderle sus brazos a Clarisse que la alzo con cariño cubriendo la cabeza negra
de besos.

-Madonna mía si io supiera que questo clima iba a estar así, venimos una semana
antes- le sonrió con alivio a la mujer que le beso la frente con cariño haciéndola
retirarse la gabardina empapada, en el momento justo que Amara se situaba en
la puerta con una figura no tan pequeña que se aferraba de su pierna como si
fuera el fin del mundo.

Y allí estaba el invitado de honor de aquella fiesta, ese pequeño niño que Amara
y Victoria habían adoptado en Italia hacia apenas un mes el que nadie conocía
aun hasta ese día ¿Por qué lo adoptaron? La respuesta fue tan simple de boca de
su hija “Veras abuela al preguntarle su nombre, el dijo que no tenía ninguno que
su madre siempre le llamo niño y que en el orfelinato le decían así…. Entonces
Victoria le pregunto si le gustaba Alonso y el dijo que si… entonces supe que era
mi hijo”.

El pequeño Alonso se aferraba con intensidad a la pierna de su madre al parecer


sorprendido por la cantidad de personas que abandonaron su conversación en
pleno para reparar en él, observo a su hija retirarse su gabardina y retirar la del
pequeño que le miraba asustado- Tranquillo non sucede nulla.

-Mamma- le escucho llamar mientras se aferraba de nuevo a la pierna con fuerza.

-Amore mío- escucho la voz de Victoria mientras se acercaba al niño


acomodándole el cabello- Questa é la tua famiglia non abbiate paura.

-Mamma- le escucho repetir de nuevo mientras los ojitos nerviosos los enfocaban
a todos lentamente- non voglio.

-In spagnolo fliglio mío- observo a Victoria separarse del niño que se mordió el
labio intranquilo mirando alrededor.

-Io soy Alonso- dejo escapar quedamente- io no tengo miedo_ afirmo levantando
el mentón con suavidad- pero la mía mamma se queda qui conmigo- las risas se
distribuyeron por el lugar ante tal afirmación mientras el pequeño se escondía
de nuevo.

-Bienvenido a la familia- dejo escapar ella aun con la hermana del niño en brazos-
yo soy tu nonna…- noto los ojitos oscuros brillar con algo que juraría era emoción-
y se muchas historias- los gritos de sus bisnietos envolvieron el lugar mientras
se acercaban todos a su alrededor tomando asiento en el sitio más cercano.

Los adultos se dedicaron a saludarse mutuamente mientras Victoria le tocaba el


abdomen a Herendira que decía algo sobre que la próxima vez la que se
embarazaría era Vanessa, escucho la risa de su nieta mientras continuaba
tomando las fotografías; miro a los pequeños delante de ella todos los tipos de
colores de cabellos y ojos, negros, cafés, rubios, celestes, verdes, azules…
algunos llevaban su sangre otros no, pero ella sabía que lo que hacía a las familias
no era la sangre era el amor, observo al pequeño que seguía aferrado a la pierna
de Amara y la observaba fijamente.

-Nonna- le escucho llamar suavemente por lo que asintió estirando su mano para
ver al pequeño inseguro desprenderse finalmente de su madre que se dirigió a la
mesa dándole su espacio, vio a sus nietos mayores hacer espacio al nuevo invitado
que les miraba nervioso.

-¿Qué historia nos contaras?- escucho el suave cuestionamiento del alguna parte
perdida por lo que sonrió.

-Les contare una historia de amor- afirmo notando las caritas interesadas-
muchos creen que todas las historias de amor deben tener un príncipe, una
princesa y un dragón, pero no siempre es así a veces solo tienen personas tristes
y doloridas en ellas- vio las caritas confundidas- en ocasiones las mejores
historias empiezan en sencillos eventos, no en grandes batallas o escenarios
majestuosos, las mejores historias pasan en lugares comunes- hizo una pausa
notando que tenía la atención de su exigente público en ella, bueno al menos a
aquel que no se entretenía con su cabello como era el caso de pequeña Giovanna
o tenia mejores cosas que hacer como pedir biberón en el caso de Jessica que
miraba a su madre con adoración- como en esa avenida que ven fuera- afirmo
generando que las cabecitas se voltearan en pleno- a veces las mejores historias
empiezan con cosas insignificantes, en un restaurante como este donde una chica
solitaria intenta celebrar su graduación aun en su soledad sin saber que cuando
alguien intente interrumpir su alegría conocerá a su príncipe particular, o quizás
las historias de amor empiecen en un lugar como un laboratorio cuando te
presentan una nueva compañera de trabajo sin saber que delante de tienes a la
dueña de tu vida, a veces las historias de amor empiezan con una competencia,
con el deseo pasional de imponerse y vencer, con una mirada fugaz en medio de
aquel encuentro, con un día de playa…. A veces las historias de amor empiezan
con un simple hola en medio de la nada… en una estación de tren cuando chocas
con alguien sin saber que ese alguien cambiara tu vida…

- ¿Y commo inicia questa historia nonna?- enfoco a Alonso que la miraba curioso
al igual que el resto de los niños desvió sus ojos fugazmente al ventanal viendo
la lluvia deslizarse por el delicadamente.

-De la manera más simple mis amores- afirmo quedamente_ esta historia
empieza con unos apuntes volando….

En la vida no se va a ninguna parte simplemente se camina...

Isabel Allende

FIN

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