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NO ME OLVIDES
CAPITULO 1
La nariz negra olfateaba el aire cada tanto aspirando los aromas a su alrededor
con interés, mientras los ojos cafés enfocaban a las personas que caminaban
presurosas en la gran avenida que vigilaba, cada tanto la cabeza se ladeaba con
interés al detenerse alguien a mirarle. Finalmente con algo de aburrimiento los
ojos enfocaron hacia arriba dando con otro par de color oscuro que le miraban
divertidos -¿Estás aburrida Tormenta?- escucho la suave voz que provoco que
se levantara moviendo el rabo con insistencia -Velo así, al menos hoy no hace
tanto frío- sintió la suave caricia sobre la cabeza que le relajo profundamente.
De ella en aquella gran avenida poco se sabía aparte del claro hecho de que era
policía, todos los que le invitaban un café al parecer olvidaban preguntar el
nombre aunque en su placa se podía leer con claridad Savedra y su perra todo el
mundo sabía que se llamaba Tormenta.
Lo que nadie sabía es que desde que empezó su trabajo habían un par de ojos
claros que le observaban con insistencia desde la distancia, admirando todo de
ella y esperando con ansias los minutos al día en que podía contemplarle en
silencio. A diferencia de ella no lucía ningún uniforme, ni se sentía tan alta y
atlética, cada que le tocaba pasar por allí para acortar camino hacia la parada
del autobús se miraba en algún espejo con inseguridad casi con temor llegando
invariablemente a la misma conclusión era una chica demasiado “normal”
prendada de otra chica extraordinaria lo que la convertía en una verdadera
idiota.
Sin embargo se le hizo inevitable la primera vez que paso por aquella avenida no
mirarla, quizás había sido un evento desafortunado del destino chocar con
aquella persona que provoco que sus apuntes se desperdigaran por el suelo que
su mano se estirara chocando con aquella nariz húmeda y fría que le provoco un
susto mortal, justo antes de escuchar por única vez la voz más suave y dulce del
mundo.
Desde entonces nada fue igual, porque pasaba diario por aquel lugar solo para
mirarla a ella sin atreverse a saludarla, pues lo más probable es que no la
recordaran, desde ese día empezó su tormento ella que vivía para libros y
estudios se dio cuenta que su gusto contrario a los deseos de sus padres no eran
los chicos, pequeño gran problema viniendo de una familia tradicionalista. Pero
su verdadera pesadilla radicaba en que la amaba y ella ni sabía que existía.
A veces se preguntaba porque todo el mundo decía que el amor te hace valiente
si a ella solo la había hecho más cobarde, la había llevado a esconderse más entre
sus libros y a mirar en la distancia a quien amaba sin atreverse siquiera a
hablarle, cosa que le había ayudado a mejorar sus notas ya que se la pasaba
estudiando con el afán de olvidarla.
-Debes aprender a divertirte y no pasar tanto con la nariz entre los libros-
escucho el tono reprobatorio -no te hará mejor médico estar en ello.
-Tu padre te exige muchas cosas- bajo el tomo enfocando los ojos cafés que le
miraban fijamente -entre ellas estudiar algo que no te agrada.
-Eso es tema aparte Andrea- afirmo secamente -tema aparte- repitió mientras
las puertas del ascensor se abrían dándole paso a la primera de sus clases.
Parecía que la soledad era su compañera de eternos viajes, provenía de una larga
elite de policías y también de una larga lista de funerales por deceso honroso
dentro de los mismos, desde niña siempre tuvo claro que deseaba pertenecer a
la unidad canina, así que puso todo su esfuerzo para llenar de orgullo a sus
padres, sus hermanos pertenecían a la unidad de asalto y su padre había sido un
respetado teniente hasta que la muerte llamo a su puerta en medio de un tiroteo.
Se acomodó con paciencia en el sofá para cambiar con desinterés los canales, la
verdad le alegraba que su madre no estuviera con ella porque de otra manera se
imaginaba el interminable sermón que le daría por continuar soltera y sin
relaciones estables a la vista.
Encima nunca pasaba nada interesante por lo que pasaba como una estatua de pie
frente a aquella enorme tienda y sentía que Tormenta nada más estaba
engordando, cerro sus ojos con suavidad ordenando las caras de todos los que
pasaban delante de ella diariamente, su excelente memoria fotográfica le
permitía identificarlos a todos, incluso al anciano que la miraba deseoso “viejo
verde, pervertido”… estudiantes, trabajadores, gerentes, algunos de sus
compañeros.
-¿Crees que haya algo malo en mí?- cuestiono a Tormenta que levanto la cabeza
en forma perezosa mirándola -Si bueno tú eres la única que me ama realmente -
admitió con una suave sonrisa -¿Qué más le podría pedir a la vida?... quizás pedir
amor… es pedir demasiado.
Dar el primer paso en todo aquello que uno se propone es siempre dar el paso
más difícil, una vez que se ha dado lo complicado es no echar para atrás y eso lo
vivía en carne propia Herendira desde que su mente una mañana decidió que no
quería soñar más y transformar en realidad aquel amor que le estremecía la piel.
Dar el primer paso era la peor pesadilla porque siempre acababa tomándose ella
dos cafés en el autobús, comiéndose dos helados o dejando un ramo de rosas en
algún bote de basura porque dar el primer paso te requiere tener el valor de una
montaña, golpeo su cabeza en el cristal igual era una tontería comprarle un café
cuando su turno ni siquiera terminaba, un helado era muy infantil y las rosas
demasiado corriente.
Pensaba ella que esa mujer desconocida en aquel uniforme policial le había
desestructurado el mundo por completo, a ella a quien la vida le pasaba en blanco
y negro sin ningún requerimiento fuera de lo usual, ahora estaba haciendo
malabares y trazando mil planes que le dieran el valor de dar ese dichoso primer
paso.
Un primer paso que consistía en esencia en un simple Hola, era tan sencillo como
hacer el movimiento con la boca y generar el sonido ¿cierto? No porque para
decir hola debes romper una distancia y acercarte a una persona, es en ese punto
donde residía la dificultad de todo el condenado asunto.
-Herendira si sigues sentada allí tu glúteos máximus se aplanara- levanto los ojos
con fastidio enfocando a Andrea mientras la música del bar inundaba sus
sentidos de golpe aturdiéndola.
-Vaya eso es nuevo- la miro con completa seriedad por lo que su amiga ladeo la
cabeza confundida -que sepas el nombre científico de tu trasero- las risas se
escucharon en la mesa que ambas compartían con varias compañeras mientras
Andrea esbozaba un gesto de fastidio dándole un suave empujón.
-Sí, Nerón, porque todo el que lo ve arde en llamas- las risas resonaron de nueva
cuenta en la mesa mientras Herendira solo negaba con la cabeza, Andrea siempre
le hacía reír.
Las fiestas nunca habían sido lo suyo, quizás porque toda su vida la educaron para
ser una señorita refinada, que estaba libre de los excesos y la perdición de
aquellos lugares en palabras de su abuela; pero a su criterio uno se perdía solo si
así lo deseaba o le faltaba fuerza de voluntad para imponerse. En pocos minutos
la mesa quedo semivacía casi todas sus compañeras estaban en la pista moviendo
sus cuerpos al ritmo de la música con sus compañeros de turno, algo que había
aprendido en su carrera es que los ratos de esparcimiento eran limitados ya que
estudiar medicina les exigía mucho así que esos breves momentos eran
invaluables.
-No sé de lo qué hablas- utilizo su mejor tono serio al responder la pregunta que
le formulaban con indiferencia.
-Sí lo sabes- vio como Andrea se giraba enfocándola con profundidad -pero si no
quieres hablar de eso lo entiendo- le afirmaron con absoluta calma -sin embargo,
si no se da cuenta de lo esplendida que eres, no vale la pena- la vio levantarse
saludando a un muchacho alto con encanto.
Pero la realidad es que Andrea tenía una sonrisa que iluminaba por completo su
vida y con ella a su lado se sentía capaz de continuar adelante sin decepcionar a
su familia, porque cuando estuviera desanimada tendría su abrazo cariñoso y la
palabra precisa…. Sacudió la cabeza suavemente, desde hacía unos meses no
hacía más que pensar y pensar sin cesar mil cosas diferentes.
-Carita bonita- sintió como tiraban de ella con fuerza -deja de pensar, hoy vamos
a bailar hasta que no podamos más- vio la sonrisa iluminar todo mientras sentía
que tiraban de ella hacia la pista de baile y le podría asegurar a cualquiera que
mientras miraba a aquellos ojos cafés los negros que le habían atormentado
desaparecían del todo siendo derrocados del reinado que ejercían en su corazón.
Despertó a la mañana siguiente con la cabeza dándole patadas una y otra vez,
mientras se revolvía en su cama viéndose atrapada por dos pares de piernas,
desvió sus ojos aturdida para dar con el rostro de Carolina una de sus
compañeras de clase descansado en la almohada antes de girar en la otra
dirección y dar de lleno con el de Andrea invadiendo su pecho de manera
posesiva, dio un suspiro pesado… definitivamente eso de beber de mas fue mal
consejo se intento erguir para dar con dos cuerpos mas tirados en la alfombra,
contabilizo dando gracias al universo que no faltaba una sola de sus amigas…
porque ella había perdido buena parte de su razón en determinado punto de la
noche.
-Ya no grites por todo lo sagrado- dejo escapar Andrea refugiándose con más
insistencia en el pecho de Herendira mientras la almohada de turno se sonrojaba
profundamente.
-Bueno, pero de verdad tengo hambre- la joven hizo un enorme puchero mientras
sus amigas intentaban sonreír -además me la deben, fui la única que no se
embriago anoche, porque era la chofer designada.
-Está bien Estef - Herendira se removió algo incomoda dándole un suave empujón
a una reticente Andrea que no deseaba abandonar su lugar -yo te preparo el
desayuno.
-Dirás almuerzo- dijo la chica, provocando que todas se sentaran de golpe –si,
bueno, se asustarían si les digo que falta casi nada para nuestra clase de la tarde.
Herendira se levanto como resorte mandando a volar a Andrea sobre Érica una
de sus amigas que estaba tirada en el suelo al lado de la cama lo que provoco los
gritos de ambas mientras ella se saltaba a Sabrina y Patricia para llegar y sacudir
a Stefani con fuerza -¡DIME QUÉ NO ACABAS DE DECIR ESO!
-¿No?- dejo escapar la joven mirando en busca de ayuda al resto del grupo
-¡NO PODEMOS LLEGAR TARDE!- exclamó corriendo hacia la sala para pasar al
cuarto de baño con el afán de meterse en él, mientras sus amigas en la habitación
se sujetaban la cabeza con fuerza.
-Stefani yo te mato- Andrea miro a la rubia seria -tenias que abrir tu bocota…
nos íbamos a saltar la clase - afirmo con cansancio.
-Pues una avisa y así evito hablar de más- se giro al ver a Herendira pasar
corriendo con una toalla - pero me temo que tu y Nerón deberán ir hoy a la
universidad- rio quedamente antes de sentir un fuerte golpe que la hizo hacer
un enorme puchero.
Herendira miraba a sus amigas con fastidio, cuando había dicho que iría en
autobús todas decidieron que sería una gran aventura y ahora miraba a Sabrina
con su guitarra en mano y a Patricia con su boina pasando asiento por asiento
pidiendo colaboración “¿Cómo acabe con amigas así?” se volteo a su derecha para
ver la cara sonriente de Andrea “ya lo recordé” pensó dando un suspiro pesado
mientras el autobús se detenía y sus dos amigas contaban el botín.
Tomo aire dando gracias que al menos iba a poderla verla aquel día, aunque sería
otro día perdido sin poder hablarle y es que…
-Tanto como máquinas de matar, no, aunque son muy inteligentes- vio la sonrisa
dulce, acompañando la voz suave y deseo morirse en aquel mismo instante.
-Debe ser buena compañía… se nota que te quiere mucho- Stefani le sonreía a la
chica que asentía suavemente - Gracias por dejarme acariciarla.
-Es un placer- le respondieron con una media sonrisa -además a ella le encanta
¿Cierto Tormenta?- la perra ladro con fuerza mientras Stefani regresaba con
sus amigas y continuaban caminando.
Intento concentrarse en las rayas frente a su rostro, en los trazos que formaban
las letras y en olor de su libreta, en cualquier cosa que no fuera ella que
seguramente la estaba mirando por culpa de Andrea, respiro sintiendo el corazón
explotarle en el pecho antes de chocar con alguien que mando sus apuntes a volar
en todas direcciones, se quedo estática al ver su libreta caer en el suelo a pasos
de ella mientras miraba a Andrea regresarse con prisa, se agacho avergonzada
intentando apurarse antes de ver el cabello de Andrea a su lado juntando unas
cuantas hojas.
-¿Estás bien?- se giro al escuchar la voz dulce que le hablaba para ver a la perra
pastor alemán con su libreta en los dientes y a su dueña con algunas hojas en la
mano, asintió suavemente -Es la segunda vez que te pasa esto- la sonrisa se hizo
presente dejándola sin respiración.
Noto la cara sorprendida de la oficial mientras su amiga tiraba de ella con fuerza
alejándola del lugar, dejando a la joven estática en el mismo sitio mirándolas
intento respirar sin ser capaz de hacerlo, miro la cara confundida del resto de
sus amigas mientras sentía la calidez de la mano de Andrea sobre la suya -
Estúpida policía- le escucho decir -en lugar de ver que intentaba el tipo ese, solo
recoge los papeles, claro, si es un adorno en la Avenida.
-No digas eso- dejo escapar suavemente sin ser escuchada mientras la
arrastraban hacia el otro autobús.
Escuchaba las conversaciones alegres a su alrededor, mientras veía las manos de
Andrea acomodando sus apuntes con cuidado, su amiga siempre cuidaba de ella
era verdad pero en aquella ocasión… en esta ocasión, estiro su mano deteniendo
las manos de Andrea antes de abrazarla con fuerza refugiándose en su pecho y
rompiendo a llorar dejándola sorprendida.
Lejos en la Avenida Central Tormenta tenía las orejas gachas al ver a su dueña
aguantando estoicamente la lluvia que había empezado a caer torrencialmente
hacia unos minutos, las gotas se deslizaban por la boina con suavidad rebotando
cada tanto en su hocico mientras las personas corrían a prisa buscando refugio.
-Yo solo quería ser amable- murmuro finalmente -no soy solo una cara bonita-
agregó quedamente mientras las gotas de lluvia se mezclaban con sus lágrimas,
algo que odio toda su vida era aquello, que todos dijeran que ella era bonita, que
lo que había conseguido lo había logrado por su cara… que no fuera más que eso,
recordaba la alegría de su jefe cuando pidió el traslado a la Avenida Central y
aquella frase “esto mejorara nuestra imagen”, apretó la mandíbula bajando el
rostro con suavidad mirando los ojitos cafés de Tormenta enfocándola -Soy una
buena policía… siempre lo he sido- dejo escapar quedamente -fue un choque
accidental- afirmó murmurando ya una explicación que nadie escuchaba mientras
la lluvia aumentaba y ella permanecía en aquel mismo lugar con ese apunte sobre
la distribución del sistema nervioso en su chaqueta.
NO ME OLVIDES
CAPÍTULO 2
APUNTES Y CAFÉ.
El cielo oscurecido era la señal clara que la estación de lluvias había hecho su
entrada oficial, su sombrilla iba abierta mientras acomodaba su mochila en la
parte delantera de su cuerpo para evitar que sus libros se mojaran, las gotitas
aumentaron en intensidad convirtiéndose en una cortina de agua. Sentía como de
a pocos sus jeans se empapaban mientras sus pies generaban hondas en los
charcos de los adoquines de la Avenida Central, agradecía la soledad de su viaje
ya que después de llorar como loca, Andrea había estado reticente a dejarla ir
a la única clase que llevaba en soledad el sábado en la mañana.
Era como si la vida de pronto le pesara demasiado, quizás lloro porque llevaba
mucho tiempo guardando tanto dolor dentro suyo, tantas presiones de su familia
y acumulando sueños rotos, había evitado pasar por la Avenida Central esa
mañana y sin embargo ahora la tomaba no se le antojaba mojarse de más y
enfermar… miraba alrededor sin mirar realmente, su mente estaba dedicada a
rememorar cada sueño de infancia que le era negado bajo la frase “no es tu
destino”, s los ojos le ardían mientras abrazaba aquella mochila llena de una
esperanza que no era suya.
Desvió sus ojos al lugar donde ella generalmente estaba de pie para parpadear
un par de veces intentando ubicarse al ver a la perra pastor alemán sola en su
sitio, sacudió la cabeza como intentando despertar de sus recuerdos para estar
segura de lo que veía, antes de moverla con preocupación rápidamente viendo
pasar las gotas de lluvia, el adoquín, las fachadas de los edificios, las figuras
fugaces de otras personas antes de detenerse en la figura uniformada en medio
del paseo turístico de la Avenida Central de pie erguida mirando el cielo
fijamente.
La miro unos instante sintiendo una lágrima derramarse por su mejilla al ver la
profunda tristeza en aquellos ojos negros que miraban fijamente al cielo como
pidiéndole una paz que no sentían, el rostro empapado y la boina que
generalmente lucía tirada a su lado en el suelo mientras sus cabellos negros se
pegaban cada tanto sobre el rostro producto de la humedad.
Su mano busco por inercia aquel pañuelo blanco que siempre llevaba entre sus
ropas, una costumbre que su abuela había creado en ella, lo que paso a
continuación ni ella misma se lo podía explicar… su cuerpo se había movido solo y
cuando tuvo conciencia de él ya la cubría a ella con su sombrilla estirando su mano
ya que la joven era más alta, mientras su mano libre pasaba el pañuelo de seda
blanca con delicadeza sobre el rostro, provocando que aquellos ojos negros
adoloridos le enfocaran sin cambiar de expresión. Sintió como se separaban del
contacto de la tela con suavidad mientras el cabello empapado se movía
suavemente y las manos rebuscaban algo en la chaqueta, percibió como le
ubicaban en la mano que tenía el pañuelo con cuidado una hoja doblada.
Miro aquella hoja en la mano antes de arrugar el entrecejo con una duda
silenciosa mientras los ojos negros le negaban su visión al cerrarse
momentáneamente antes de alejarse de ella dándole la espalda, la vio situarse al
lado de la perra que le acompañaba siempre y enfocar la Avenida Central sin
enfocarla realmente, apretó la hoja con suavidad entre sus manos sin
comprender aquello, podía acercarse y preguntar pero sentía que no era el
momento por lo que simplemente continuo su camino sin mirar atrás.
La lluvia hacía eco en sus oídos mientras algunas personas corrían esquivándola
para refugiarse de aquella lluvia insistente que se negaba a cesar su ataque, subió
en su autobús para mirarse las manos aún sorprendida de su propio atrevimiento,
respiro profundo antes de revisar al hoja rayada que le habían dado mirando con
sorpresa que era uno de sus apuntes perdidos, sonrió con algo de tristeza antes
de acariciar la hoja y pegarla con fuerza contra su pecho -Muchas gracias-
murmuró quedamente antes de llorar de nuevo silenciosamente pegando su
cabeza al frío y húmedo cristal, mientras entre sus lágrimas una suave sonrisa
se asomaba.
Algo que Andrea había aprendido a valorar desde niña eran las risas, su vida
había sido dura desde niña su madre la crio ella sola cuando su padre la abandono,
así que las risas eran escasas en casa cuando tuvo edad para empezar a trabajar
y contribuir en su hogar aprendió a sonreír cuando veía a su madre hacerlo,
lamentablemente murió cuando ella tenía dieciséis años dejándola al cuidado de
su tía que era una mujer distante a la que ella le interesaba poco, así que apenas
termino la preparatoria aplico para medicina, consiguió una beca y un trabajo de
medio tiempo para llevar su carrera adelante.
Nunca negaba una sonrisa, un abrazo cariño o un silencio acertado porque amaba
ver las sonrisas adornando las caras de las personas importantes en su vida,
pensaba que si todos sonrieran más el mundo sería un lugar mejor y por eso a ella
le encantaba proteger las sonrisas de quienes amaba.
Miro con tristeza los rostros en el retrato antes de dejar la ropa doblada sobre
la cama esperando a que Herendira saliera del baño, tendría que tener una larga
discusión con su amiga de cómo llevar su vida, aunque quizás eso no era lo
adecuado hacer lo que todos decirle como vivir su vida… la realidad es que debía
aprender que su vida era suya, pero en el caso de Herendira parecía ser algo
complicado de hacerle entender.
Encima sentía que su amiga creía que ella era demasiado distraída como para
notar aquella mirada pérdida que le empezó a acompañar desde hacía algunos
meses, los suspiros suaves o esas sonrisas que aparecían cada que algún recuerdo
tocaba su ensueño… Herendira estaba enamorada ella lo sabía porque tenía todos
los síntomas, lamentablemente también tenía claro que no era correspondido y
ella lo sabía porque también guardaba en secreto un amor que se le metía por
entre los poros de la piel para atormentar su corazón… porque los amores
imposibles son los que más dolor causan “somos un par de complicadas Herendira”
pensó fugazmente antes de abandonar la recamara al ver aparecer a su amiga en
el umbral dándole espacio para que se cambiara.
-Vanessa- escucho su nombre quedamente por lo que bajo la cabeza -estaba muy
feliz cuando me contaste de tu traslado a esta avenida, porque pensé que tendría
a mi mejor amiga todo el día conmigo… pero si vas a estar con aire depresivo y
aburrida empiezo a arrepentirme.
-Tenías que mencionar al idiota ese- contuvo la risa al escuchar el tono enfadado
de su amiga - no sé ni porque me casé con él.
-Es tan guapo, alto y atlético- dejo escapar en tono soñador antes de recibir
otro empujón -no te pases, aún estoy de turno, le estas faltando el respeto a la
autoridad.
-¿Cuál autoridad?- tiraron de la chaqueta negra con suavidad -yo solo veo a mi
mejor amiga desde que tengo uso de razón, haciendo algo que no la veía hacer
hace años deseando desaparecer entre la lluvia.
Vanessa negó con la cabeza antes de mirar a Tormenta sonriendo para acariciarla
suavemente enfocando el agua corriendo en la Avenida Central, sus días
favoritos eran los días de lluvia y al contrario de la mayoría que gustaba de
haraganear a ella le encantaba salir a pasear, de niña era como si la lluvia se
llevara cada tristeza que se abrigaba en su interior ante las pérdidas que había
sufrido, su abuela solía decir que la media de vida en su familia eran los 30 años,
fue la edad a la que perdió a su padre, la edad a la que murió su madre y la edad
a la que su hermano mayor también falleció, sus otros dos hermanos estaban a
nada de alcanzarla y a ella no le faltaba mucho; así que su abuela ya insistía en
bisnietos, esa vieja si era más dura que una mula.
Andrea miraba a Herendira y Stefani cada una en su mundo, cada una cargando
una pena diferente a la anterior antes de mirarlas con profundidad y seriedad -
Vienen las dos con la lluvia a ennegrecer mi mañana- noto como ambas bajaban la
mirada con confusión -A ti Stefani, no te diré más lo que tus ojos perfectamente
pueden ver- afirmó con tranquilidad -en cuanto a ti Herendira... inténtalo, lucha
por lo que quieres- noto como le dirigían una mirada de sorpresa -piénsalo lo peor
que puede pasar es que te digan que no, además ¿No eres tú la que dice que tú
vida no es tuya? Entonces, no pierdes nada con intentarlo… no pasara nada si
fracasas porque tu destino ya está marcado… deberías preocuparte si te dicen
que si, Herendira el amor es bonito- le dijo casi con desesperación - si a veces
es una carga pesada de llevar, pero solo cuando no te atreves a ir por él, por que
las alegrías que te regala seas correspondido o no son incontables.
Vio como Herendira se miraba las manos unos instantes antes de sonreír
poniéndose de pie y echando a correr hacia la puerta tomando su chamarra
empapada para sacar la billetera, sonreírle y salir dando un fuerte portazo
mientras ella se giraba mirando a Stefani que simplemente se abrazó a ella con
fuerza -Es que de verdad, yo lo amo- afirmó su amiga quedamente mientras ella
asentía regresándole el abrazo suavemente.
No podía llegar con las manos vacías ¿cierto?, se giro ingresando a una cafetería
ante la mirada asombrada de todos los presentes y de los empleados encargando
dos cafés negros para llevar mientras ignoraba el hecho de que estaba formando
un charco sobre el sitio en que estaba de pie, que afuera parecía que el cielo se
venía en pedazos y que solo un loco volvería a salir a aquella tempestad; tomo los
cafés pago, y como si la lluvia no estuviera allí salió cerciorándose que los
protectores sobre el vaso estuvieran bien puestos no deseaba que su regalo se
echara a perder.
NO ME OLVIDES
CAPÍTULO 3
CAFÉ Y MIRADAS.
Ella recordaba el rostro, dos veces había recogido los apuntes de aquella chica,
tres veces se habían dirigido la palabra una a la otro o ¿Debería decir que ella
hablo dos y la niña una?, se llevo las manos al cabello empezando a enjuagárselo…
en realidad habían sido tres veces las que ella hablo… bueno no ella hablo dos y
la tercera simplemente le dio un apunte, giro bajo el agua con molestia ¿Desde
cuándo divagaba tanto por una desconocida?, que aparte de desconocida sin duda
era una niña de apenas dieciocho años.
-Esperemos que sí- rió quedamente -rompió el récord del desmayo más rápido
según el profesor, digo ni los cadáveres vio bien antes de irse al suelo- negó con
la cabeza examinando un moretón en el cuello del cadáver que revisaban
superficialmente en ese momento.
-Debes sentirte orgullosa que solo quedamos tú y yo de pie a pesar de los vanos
intentos del profesor de hacernos ir al suelo- respondió Herendira poniendo
atención a los movimientos de Andrea.
-La verdad sí… eso y que lo de Sabrina estuvo esplendido- dijo divertida viendo
al profesor pasar con una nueva bata blanca -la venganza perfecta vomitar al
tipo antes de desmayarse…
-Sí, por lo demás no creo que tuviera otras intenciones más que hacernos perder
el tiempo, creí que mínimo nos obligaría a abrir a alguno de estos cadáveres-
afirmó con desinterés.
-Claro, lo dice la que aun no recupera bien su sentido del olfato luego de haber
estado enferma casi una semana- la miro unos instantes antes de girar por la
mesa para revisar los costados del cadáver con interés.
-No es mi culpa tener la ventaja- respondió Herendira -¿Cómo cree qué murió
doctora?
-Múltiples hemorragias internas- dejo escapar Andrea con seriedad -te diría que
tuvo una riña callejera y fue accidental, sin embargo las marcas en el cuello
indican estrangulamiento, aunque no he revisado las vertebras y la espalda para
ver si hay fractura.
-Excelente Señorita- ambas voltearon a ver a una joven mujer que les sonreía
divertida -tiene usted un gran talento, eso fue un análisis forense impecable y
más que acertado sin ahondar mucho en las condiciones internas de la víctima -
la mujer les sonrió a ambas encantadoramente -¿Ha considerado ser forense?
-Aún estoy en una etapa muy temprana de mi carrera para escoger rama-
respondió Andrea antes de que el profesor les interrumpiera instándolas a salir,
Herendira se volteo a ver a la mujer de cabellos oscuros que miraba con interés
a su amiga… se podría decir según ella con demasiado interés.
Herendira se puso al lado de su amiga que parecía entretenida leyendo una
revista mientras se aseguraban de pasar por la enfermería de la facultad para
ver a una pálida Stefani aun tomando aire a grandes bocanadas, los ojos azules
las enfocaron y salió a relucir el enorme puchero que les era dirigido antes de
que la chica se pusiera de pie e invadiera el espacio personal de Andrea por
completo -No seré buena doctora- decía casi llorando sobre la joven que nada
más dio un suspiro al ver interrumpida su lectura.
-No soportaría no poder salvar a alguien- la risa de Herendira se esfumo del todo
mientras notaba como su amiga cambiaba su expresión -no podría con ello….
-Si me cambio de carrera las voy a perder, ya no nos veremos como antes- se
sorprendió al ver a Andrea desprender a Stefani de su cuerpo para tomar el
rostro entre sus manos con infinito cariño.
-Te puedo decir en mi caso con total seguridad, que el cariño y la amistad que
siento por ti, permanecerán invariables a lo largo del tiempo, estudiemos lo
mismo o no siempre tendrás lugar en mi corazón- no pudo evitar sonreír de nuevo
ante el abrazo sincero que Stefani recibió de Andrea uno impregnado de un
cariño tan profundo que le sorprendió, en ese momento viendo a sus amigas
entrelazadas en aquel abrazo sincero y cariñoso razono fugazmente que aquel
que fuera amado por un ser como Andrea sin lugar a duda sería uno de los
hombres más afortunados sobre el planeta.
-Hola Vane, ¿qué haces por acá?- cuestionó el hombre que acompañaba a la niña
que sucumbía bajo una lluvia de lengüetazos.
-Nosotros estábamos por iniciar nuestro paseo luego de recoger a Virginia -el
hombre le sonrió a más no poder -¿Nos acompañas?
-¡¡SÍ TÍA!!- grito la niña tendiéndole los brazos viendo casi inmediatamente
concedida al ser tomada en aquellos brazos cariñosos.
NO ME OLVIDES
CAPÍTULO 4
MIRADAS y HELADOS.
Albert Einstein.
Los cabellos negros se movían delicadamente mientras las manos cortaban el aire
con algo de elegancia, develando su pobre explicación ante unos ojos celestes
enmarcados por unos cabellos rubios intensos que parecían mostrarse incrédulos
ante el relato que le daban -De verdad amor, yo quería llegar a la cena ayer pero
las circunstancias me lo impidieron.
-Como siempre- la vio enderezarse y acomodarse la bata -ya estoy harta de esto-
le afirmaron alejándose en dirección al laboratorio de química Herendira dio una
última mirada hacia su amiga que se besaba ya apasionadamente con Hernán
antes de negar con la cabeza suavemente y seguir a Andrea.
La cara de la rubia ingreso momentos después con aquella enorme sonrisa que
Herendira sabía solo lograría enfadar más aun a Andrea, se sentó al lado de su
amiga nada más para ver como esta levantaba la mochila y se iba a sentar al lado
de Herendira mirándola con molestia a lo que la rubia simplemente bajo la
cabeza, mientras Herendira daba un suspiro derrotado. Aquello se estaba
volviendo demasiado frecuente para su gusto y con la marcha de Stefani a
Arquitectura le preocupaba que una pelea de aquellas acabara con la amistad de
ambas para siempre.
En ese momento necesitaba un consejo el problema real radicaba que las únicas
dos personas con las cuales podía comentar aquello eran el origen del mismo -
¿Entonces te gusta la cara bonita?- casi se cae de su banco al escuchar la voz
de Andrea diciéndole aquello -fuiste demasiado obvia el otro día- la miro pálida
del todo.
-No le digas cara bonita- fue lo único que logro articular terminando de acomodar
sus cosas -¿y… y si me gusta dejaras de ser mi amiga?- cuestiono con seriedad.
-Que te fijes en una cara bonita…. No hará que deje de ser tu amiga- afirmó
Andrea -pero si me molesta que te fijaras en esa cara bonita- agregó seria.
-Ella no sabe que me gusta- afirmó Herendira mirando a Andrea seria -y deja de
decirle cara bonita- repitió con enfado -ella es más que eso…
-Solo sé que la amo- Herendira dejo de mirar a su amiga del todo deseando evitar
una confrontación.
-Deberías dejar de soñar con imposibles y buscarte un amor real, que puedas
tocar y abrazar- escucho la mochila azotar con fuerza antes de ver la espalda
de su amiga abandonar el salón dándole un soberano empujón al profesor que la
miro con sorpresa.
Andrea descendió por las escaleras obviando el ascensor para salir justo cuando
se desencadenaba un enorme aguacero y dar un grito frustrado sintiendo el agua
fría golpear su cuerpo, y echando a correr hacia la acera contraria alejándose
de la universidad en medio de aquella copiosa lluvia. Sentía aquella interminable
agonía que se extendía en su interior amenazando con ahogarla “el amor a
primera vista es una estupidez” se decía mientras caminaba empujando a varias
personas “solo acabas lastimada… los amores a primera vista se convierten en
amores imposibles que acaban destruyéndote” tomo la mochila azotándola con
fuerza contra un pared mientras varias personas la miraban sorprendidas, la
lanzo contra el piso dejándola caer finalmente antes de dar otro grito dolorido
empezando a llorar con fuerza, sentía la lluvia empapar su cuerpo como si la
acompañara en su dolor mientras recogía su mochila y empezaba a caminar sin un
rumbo definido.
Stefani había salido apenas vio la actitud de su amiga sin importarle los gritos
del profesor al lado de una preocupada Herendira mientras ambos pares de ojos
se movían de izquierda a derecha -¿QUÉ LE DIJISTE?- Herendira volteo
sorprendida al ver la cara de rabia y frustración de Stefani.
-¿YO? FUE TU CULPA, ELLA NUNCA SE ENFADA CONMIGO… LO HIZO POR
TUS ESTUPIDECES- Herendira no sabía ni en qué momento había soltado
aquello.
-Deberías dejar de hablarle a la perra- escucho la voz de Virginia que le hizo dar
un suspiro cansado enfocándola -Anda ¿Hoy no te pondrás en medio de la lluvia?
-Ya déjame- le dijo seria enfocando de derecha a izquierda el lugar -los días de
lluvia esto es muy solo y puede ser peligroso- afirmo seria.
-Para nada esta solo- Virginia rio suavemente al ver el intento de Vanessa de
recuperar su posición como oficial de policía -todo mundo está dentro de los
negocios es lo que sucede a nadie en esta ciudad parece gustarle caminar bajo la
lluvia- Vanessa tuvo un recuerdo fugaz de una persona a la que si le agradaba por
lo que no pudo evitar sonreír suavemente, escucho la puerta cerrarse y supo que
estaba sola de nuevo en aquel lugar montando guardia.
La soledad era una constante tan grande en su vida, una de la que disfrutaba y
sin embargo ahora se encontraba pensando en compartir sus momentos de
silencio con aquella joven que cada tanto le daba cafés… en realidad eran solo
dos se dijo antes de enfocar la sombra de unas zapatilla deportivas delante suyo
que la sorprendieron, levanto el rostro para dar con aquellos ojos claros en los
que pensaba en ese instante y aquella taza de café humeante en la mano.
Vio como la joven se refugiaba a su lado en aquel techo observando la lluvia sin
intercambiar palabra con ella por lo que hizo lo mismo, cada tanto sorbía su café
disfrutando del espectáculo que la soledad de la lluviosa avenida le regalaba, para
fugazmente desviar los ojos haciendo un análisis de aquel cabello pelirrojo
intenso y los ojos claros que se perdían con nostalgia en aquel sitio, fue cuando
enfoco el moretón en el mentón que le llamo la atención -No es nada- le escucho
decir - es solo que perdí los estribos- dejo escapar su acompañante abriendo su
sombrilla para dirigirse a la lluvia -hasta mañana oficial Savedra- dejo escapar
quedamente Herendira alejándose de Vanessa.
Los ojos cafés de Andrea enfocaban cada tanto algún charco sucio que reflejaba
su rostro cansado y empapado, pero no por ello detenía su andar a pesar de que
lluvia disminuía su fuerza amenazando con extinguirse de un momento a otro,
estaba más que sucia ya que un camión al pasar a su lado acabo empapándola de
pies a cabeza.
Llevaba aquella mochila pegada a la espalda que goteaba cada tanto por la
cantidad de agua que acumulaba, seguramente sus libros se echarían a perder se
detuvo mirándose en un vitrina, el rostro cansado y la ropa sucia, movió la cabeza
negativamente estaba perdiendo el rumbo y el equilibrio natural en ella uno que
por años le consto construir todo por un amor mal encaminado y no
correspondido, se llevo la mano al pecho dolorida…. Un amor que debía olvidar
antes de que se convirtiera en su ruina…
Clarisse Savedra era una mujer de casi ochenta años en palabras de sus nietos
dura como una mula, pero en ese momento se sentía abatida faltaban siquiera
unos meses para el cumpleaños número treinta de los gemelos y eso en la vida de
un Savedra significaba el final, miro a los dos jóvenes hombres de cabellos
negros que con tanto cariño le cuidaban y a las respectivas esposas de ambos y
es que ni casados los pudo separar y acabaron todos viviendo en aquella enorme
casa, con espacio suficiente para dos familia de casi cinco miembros cada una y
una vieja como ella dura como una mula.
Observo a la chica alzar a sus sobrinos y sobrinas divertida al tiempo que los
ladridos de la perra resonaban por toda la casa, había conseguido que Vanessa
estuviera en la sección policía a su criterio menos peligrosa, cuando se traslado
a la policía turística se alivio profundamente ya que aquello era aun menos
peligroso, a pesar de que lo hizo por no perder a su última novia y que esta al
final acabo marchándose. Sintió el cálido beso antes de peinar los cabellos
negros con delicadeza, su nieta era una mujer hermosa y escultural lo lógico sería
que le llovieran las mujeres, pero no era así.
-Vamos a discutir eso de nuevo- escucho el tono de burla -te los daré cuando
consiga una chica que me quiera a pesar de cómo soy y que Tormenta no intente
comerse- aseveró dándole un golpecito en la nariz antes de alejarse.
-Pero si mi nieta es encantadora- afirmó la anciana encaminándose despacio hacia
la mesa.
-Tanto como un cactus abuela- afirmó uno de los gemelos divertidos mirando a
su hermana -así de encantadora y abrazable….
-Tendría que ser muy valiente- agregó el otro ayudándola a sentarse -pero no te
preocupes seguramente ya habrá alguna loca…
-Dejen a su hermana en paz- la anciana tiro de la oreja del que tenia al alcance
de la mano antes de ver a las esposas de ambos empezar a servir deteniéndose
en el acto y dirigiéndose cada una a una mejilla de Vanessa dejando caer un
sonoro beso.
-De haberte conocido antes lo más probable es que ninguna estaría casada con
este par de tontos- afirmó la otra.
Clarisse miraba los rostros alegres en aquella enorme mesa, las risas
extendiéndose por todo el lugar… el proteger aquella felicidad era lo que
provocaba que ella fuera más dura que una mula y sin embargo ¿Cómo cuidarlos
de la muerte?, parecía que su familia en pleno estaba maldita destinados a morir
a los treinta años o quizás a nunca alcanzarlos. Tal vez era ella misma con su
preocupación la que le daba tanta fuerza a esa tontería, pero de verdad los
quería a todos felices y tranquilos y aun le faltaba una….
Herendira corría por la Avenida Central iba tarde a clases y llevaba la mochila
azotándole la espalda cada tanto, pero eso no evitaría que le diera su café a la
oficial Savedra ese día, había decidido que cada que pasara por allí le daría uno,
ingreso a la tienda dando saltos inquietos mientras miraba la hora, antes de salir
corriendo a todo lo que le daban las piernas, detuvo su carrera al verla separarse
de la pared para mirarla con aquella mirada intensa que la hizo sonrojar en el
acto mientras su corazón se aceleraba… era extraño parecía que aquellos ojos
negros y profundos deseaban decirle algo.
Finalmente llego a su lado tendiéndole el café que fue tomado con suavidad y sin
intercambiar palabra antes de que le tendieran un helado, lo tomo delicadamente
enfocando el rostro divertida para enviar un mirada interrogante que fue
respondida por el suave levantar de una ceja, la vio sorber el café y ella por
inercia le dio una lamida a su helado -Hasta la tarde- le dijo quedamente.
NO ME OLVIDES
CAPÍTULO 5
HELADOS Y TE
-¿Está rico tu café?- noto como simplemente le asentía viendo la avenida con una
enorme sonrisa -Supongo que sabe así de rico porque te lo dio tu amiguita- vio
como casi escupían el café por lo que sonrió divertida -No sabía que te gustaran
las niñitas- agregó sintiendo la mirada asesina sobre ella.
-Es una persona agradable y amable que me regala café y nada más- vio con
diversión como los ojos negros se centraban en la avenida de nuevo.
Andrea comía ignorando por un lado las miradas insistentes de Stefani y por el
otro las miradas fijas y demandantes de Herendira, de paso ignoraba las miradas
asesinas que se mandaban mutuamente, recién regresaba a clases ese día para
encontrarse aquello -Déjenme comer en paz- dejo escapar -son un par de
estúpidas y no hablare con ninguna hasta que hagan las paces- afirmó seria
llevando el trozo de fruta a la boca.
-Karina- la miro unos instantes mientras veía los labios carnosos moviéndose con
suavidad y la voz escapando con sensualidad para sonreír girándose de nuevo
para dar con aquellos ojos claros que le enfocaban.
-Andrea- sonrió tomando el número celular -será un placer salir contigo esta
noche y que me expongas las razones para ser forense.
-Tengo muchas- afirmó Karina sonriéndole -y cada una más válida que la anterior.
Herendira vio la espalda de Andrea perderse mientras notaba los ojos claros de
Stefani contraerse con dolor para levantarse de aquella mesa enfadada
caminando en dirección contraria dejando su bandeja de comida casi intacta.
Dejo caer su cabeza con pesadez sobre la madera antes de en-rumbarse hacia
la salida del lugar, no quería mas clases por ese día… quizás no sería tan mala
idea ir de paseo a la avenida central.
Media hora después estaba casi frente a la única persona que con solo ver le
llenaba de paz, estaba por ir hacia ella cuando su celular resonó con fuerza en
su bolsillo, lo saco arrugando la cara al ver el número en el identificador -Hola
papá- miraba fijamente a Vanessa que le miraba a su vez con una suave sonrisa
que le hacía sonrojar al verse descubierta, notaba como la oficial se mecía
suavemente de izquierda a derecha sin dejar de mirarla… casi juraría que la
invitaba a acercarse -Herendira me estas escuchando- parpadeo al sentir el tono
molesto del otro lado de la línea.
-No quiero ir a ninguna cena papá- dejo escapar quedamente -estoy demasiado
ocupada con la carrera para perder tiempo con eso.
-Jovencita esto es tan importante como tu carrera- giro dándole la espalda sin
siquiera notar a la oficial de policía que le observaba con algo de preocupación -
es sobre tu futuro, un posible matrimonio en demasía beneficioso para nuestra
familia.
-¿Qué dijiste?- cuestionó en un tono severo que no daba espacio a replicas y que
hacia estremecer quedamente a Herendira.
-Estaré….allí- colgó sin dejar a su padre decirle nada más, para girarse enfocando
a Vanessa de nueva cuenta, al final las palabras de Andrea eran ciertas…
“preocúpate si te dice que sí”, pero la realidad es que ella nunca le diría que sí,
que era amable y simplemente correspondía sus gestos, apretó el celular con ira
¿Por qué tenía su padre que arruinar su momentánea felicidad?, bajo su rostro
pesarosa girándose en dirección contraria para evitar romper a llorar, deseando
haber nacido en otra familia, que su carga fuera menor o simplemente
desaparecer del mundo en ese mismo instante.
Dio dos pasos antes de que un ladrido y cuatro patas le impidieran su andar,
mientras una mano tomaba con fuerza la suya haciéndola girar para dar de lleno
con aquellos ojos negros que le miraban con infinita preocupación -¿Quién te ha
hecho llorar?- le cuestionaron con suavidad por lo que simplemente le miro antes
de pegarse a su pecho llorando con fuerza
Virginia dio un golpe a su escritorio ¿De qué le servía aquella jodida cámara si
Vanessa se movía de su rango de visión?, giro a mirar el reloj que colgaba en la
pared notando que posiblemente se había marchado, ya que su turno en la avenida
había concluido, pero era extraño ella siempre se despedía antes de hacer
aquello, además el movimiento que había hecho era demasiado brusco, achico los
ojos antes de abandonar la silla y descender por el ascensor dando golpecitos
con sus zapatos de tacón antes de dirigirse a la salida con total elegancia. Ya
estaba, ella no era de paciencia y menos de las que investigaban así que volvería
a hacer la pregunta se asomo para quedarse estática y sorprendida al ver a su
amiga de toda la vida abrazada a esa joven con fuerza… porque sentía en
definitiva que le acababan de dar la respuesta que ella quería.
Hernán miraba divertido a la joven que tenía frente suyo recibiendo cada una de
sus atenciones mientras su celular sonaba con el número de su novia reflejado
en él, no era que no amara a Stefani de hecho al adoraba pero la realidad es que
él era mucho hombre para una sola mujer.
Además su hermosa novia perdonaría siempre sus errores, porque era una joven
de corazón dulce, amable y gentil. Recordaba claramente que era lo que más le
había llamado la atención de ella, la dulzura infinita en sus ojos claros… lo había
enamorado desde el primer momento, cada palabra que surgía de la boca de
Stefani hacia que su corazón diera saltos acelerados le fue inevitable no
conquistarla, no desearla solo para él, que fuera suyo ese corazón dulce y
comprensivo… que fuera solo de él para siempre…. Si habría muchas chicas más
pero la dueña de su alma tenía un solo nombre y bien sabía que nunca la dejaría
ir.
Vanessa sentía como se aferraban con fuerza a su chaqueta llorando, dejo que
la joven lo hiciera un rato antes de reparar en la hora, se separo un poco de ella
pasando una de sus manos por las mejillas intentando limpiar las lágrimas -
¿Conoces una comisaria?- vio como le negaban aun entre lágrimas por lo que
sonrió con dulzura antes de quitarse su boina y ponérsela a aquella chica de la
que ni siquiera sabía el nombre, para además, pasarle la correa de Tormenta-
Bueno mientras te calmas y me cuentas quien te ha hecho llorar conocerás una_
afirmo pasando una mano sobre el hombro de la joven para empezar a caminar
con ella al lado -Y ni creas que te libraras aun me debes un café- vio como aquellos
ojos claros chocaban con los suyos antes de ver una pequeña sonrisa asomarse
en los labios.
-Lo lamento acabo de salir de clases y pues no pensé que fuera un lugar así- se
giro mirando de nuevo el restaurante.
Así que empezó a relatar todo el asunto de la llamada sin contenerse en nada,
sin deseos de ocultar su malestar y dolor ante la actitud de su padre hacia ella,
mirando el humo blanco y recibiendo el calor en sus manos de aquella taza de té,
tan contrastante con el del helado que ella le solía dar_ Y tengo que ir a ver a
ese montón de tontos_ finalizo quedamente.
-No… no los tendré si me dices tu nombre y a dónde debo llamar- sintió como
empujaban con suavidad aquella boina que aun llevaba en su cabeza -y luego…
NO ME OLVIDES
CAPÍTULO 6
DESEOS Y SONRISAS.
Platón
Los ojos cafés de Andrea se paseaban con incertidumbre sobre la carta mientras
su acompañante la miraba sonriente -¿Pasa algo?
-Es demasiado caro- dijo quedamente mirando a la mujer que sonreía aun más.
-Entonces pediré lo más caro- riendo divertida al ver cómo le miraban -Me lo
merezco ¿cierto?- vio como le asentían antes de regresar sus ojos a la carta, al
menos esa noche sería diferente, sin pensamientos que le aturdieran o
sentimientos que le atormentaran.
Herendira miraba fijamente a una sonriente Vanessa que ya no llevaba su usual
chaqueta negra y solo mostraba aquella hermosa camisa blanca de la policía
turística, su mano acariciaba las orejas de Tormenta cada tanto mientras sentía
que esperaban pacientemente su respuesta -Es que mi nombre es ridículo- afirmo
bajando la cara.
-Es que no quiero que te rías de mi- se llevo las manos a la boca al escuchar aquel
tono consentido tan poco usual en ella escapar como si nada.
-Prometo no reírme- sintió como ella se agachaba a mirarla tomándole las manos
-Yo me llamo Vanessa Guadalupe Savedra- contuvo una risita no era que el
nombre le diera gracia era la forma y la cara de sufrimiento que le habían hecho
al decirlo -Anda no te rías de mí.
-No lo hago- mirándola antes de tomar aire -Es Herendira Villafiel, si ya sé, mi
madre estaba drogada cuando me lo puso - agregó avergonzada.
-No hice nada- sintió como acariciaban sus manos con suavidad - anda dame el
número de teléfono- se lo dio sin más, sin siquiera pensarlo mucho, para ver cómo
le sacaban la lengua alejándose hacia un escritorio y empezar a marcar.
Analizaba cada gesto de aquel rostro, los movimientos que generaba al hablar la
seriedad con que lo hacía y que le provocaba patadas aceleradas en el corazón,
era amor no importaba que le dijeran que era una tontería amar a alguien a quien
no conocía, ella así lo sentía y solo aquella mujer podía generarle esa emoción tan
hermosa y fuerte.
-Sí eso me dijo la oficial que llamo- escucho la voz enfadada - ¿Necesitas un
abogado?
-No, solo debo describir que fue lo que paso y como lo vi es todo- algo insegura.
-Sí, momento más inoportuno no pudiste escoger, eres una desgracia para mí
como es usual en ti- bajo el rostro algo pesarosa antes de ver cómo le hacían
seña de que cortara.
-No importa, me arreglare con mis invitados la que pierde eres tú más que nadie-
le cortaron sin más dejándola parpadeando sorprendida.
-De hecho es un alivio- respondió sonriendo a aquella joven mujer que le parecía
más un sueño distante que una realidad palpable, junto sus manos sobre los
pantalones algo avergonzada antes de mirarla de nuevo- ¿Te gustaría…salir
conmigo?- musito quedamente.
Las luces del exterior se cortaban o cambiaban ante el paso de algún automóvil
o bajo la sombra de algún transeúnte mientras unos ojos cafés las enfocaban con
algo de desinterés al tiempo que escuchaban la explicación que le regalaban.
-¿Entender a un muerto necesita más talento que a un vivo?- cuestiono desviando
los ojos del exterior para centrarlo en aquella hermosa mujer que provocaba que
cada tanto algunas de las personas presentes del restaurante giraran a verla,
¿Quién no lo haría?, se preguntaba Andrea, derrochaba elegancia, finura y
hermosura…. Además de esa aura de encanto magnético.
-No es buen amante el que mucho habla- escucho el tono suave y divertido que
le dirigían por lo que levanto la ceja entretenida- sino el que devela sus secretos
en la intimidad y para eso se necesita una investigación empírica - escucho la risa
suave y divertida - ese dicho es aplicable a todo, incluso al caso que nos ocupa.
-También se dice que la curiosidad mato al gato- vio como ladeaban la cabeza
enfocándola casi juraría ella con excitación ante aquel duelo de intelectos - y
que el que mucho abarca poco suele apretar- agregó sonriendo y lanzando una
mirada desafiante- esos dichos también se aplican al caso que nos ocupa…
-La curiosidad no puede matar al gato si está muerta o en los libros- vio como
chasqueaba los dedos provocando que el mesero llegara al instante y le señalaba
algo en la carta sin dejar de mirarla- querida… es la vida la que mata pues sin ella
no hay muerte- en esta ocasión sabía que era ella la que sonreía extasiada, aquella
mujer era de las pocas que le habían representado en la vida una charla
desafiante - así que ¿Por qué no experimentar la vida en sus múltiples sentidos?-
la vio hacer una pausa respirando profundo como intentando tranquilizarse, cosa
que ella hizo al mismo tiempo sin dejar de mirarla -No por abarcarlos todos
perderás intensidad- la sonrisa elegante regreso en un instante -más bien creo
que se gana experiencia de apreciar todas y cada una de las cosas hermosas que
hay en ella.
-Te equivocas- escucho que le replicaban mientras las copas se teñían de rojo
del todo -como ejemplo utilizare esta exquisita bebida - vio uno de los dedos
pasearse por el borde de la copa - a lo largo de la vida he probado infinidad de
vinos, pero este siempre será mi favorito- vio como colocaban la copa con cuidado
delante de ella - y espero que sea de tu agrado- enfoco la sonrisa delante de ella
sintiendo su corazón acelerarse extasiado de nuevo - Lo mismo sucede con todo
lo demás; puede gustarte la comida en conjunto pero siempre tendrás un plato
favorito- sintió de nuevo como jugueteaban con sus dedos con fingido desinterés
-La vida es un cúmulo de pasiones, pero si algo realmente capta nuestra atención
no significa que descuidemos el resto de las cosas, podemos disfrutar de todo
sin dejar que aquello que no es importante pierda su lugar.
-Si toda tu vida digamos haz probado el plato A porque lo consideras tu favorito,
pero un día te ofrecen el plato B ¿Lo descartarías sin probarlo con la firme
convicción de que A sigue siendo el mejor?- sintió como entrelazaban sus dedos
con fuerza mientras tomaban un sorbo de la copa con sensualidad y lentitud,
como deseando despertar su interés -¿Cómo se sabe si algo es realmente
importante y único sino lo comparamos?- tiraron de ella con suavidad llamándola
a inclinarse cosa que hizo al instante - ¿Cómo sabemos lo que es importante en
nuestra vida sin pensar en lo que no lo es?- sus ojos chocaron con los que tenia
frente a ella con intensidad mientras veía en esta ocasión la lengua de ella
paseándose suavemente por los labios en una invitación silenciosa -el todo sin
nada no existe…. Por eso considero oportuno decirte jovencita, que la vida es un
camino de intentos para demostrar hipótesis que luego se convierten teoría… o
no.
Andrea sonrió a más no poder mirando a la chica de la mesa contigua con descaro
mientras volvía a tomar de su copa de vino con tranquilidad para dar un suspiro
cansado y girarse con una mirada desinteresada hacia su acompañante que la
miro sorprendida.
-No de hecho no iría a conocerla por una cuestión de respeto al ser tú la que me
invitaste a cenar- la mirada desinteresada cambio a una de burla y diversión -no
porque me despiertes un interés inusitado- dejo escapar con un tono de burla -
ahora que continuando con tu profundo razonamiento, no has pensado que el
hecho de que aceptara esta invitación a cenar, ¿No aseguraba para nada que
acabaría en tu cama?- sonrió bebiendo el resto de su copa divertida -¿O será
acaso doctora que me subestimo?- agrego recogiendo el morral del suelo
divertida para acomodarlo a su lado -Aunque he de admitir Karina que este
derroche de ….¿Como decirlo adecuadamente?- vio la cara sorprendida delante
de ella por lo que sonrió aun más -Vamos seguro esa cabecita tuya superior…
tiene las palabras adecuadas.
-¿De eso a lo que al parecer no estás acostumbra?, pero no me gusta hablar por
los demás querida- sonrió mientras le daba un nuevo sorbo a su copa de vino -
tendrás que elegir tus palabras tu sola… aun así me gustaría recordarte que te
invite para hablarte del fascinante mundo forense- extendiendo el brazo con
todo y copa con elegancia ¿He de entender que tenía otras intenciones?- esta
vez dos risas resonaron con suavidad en la mesa acompañándose mutuamente- Si
te hubiera subestimado no estarías sentada frente a mí- vio como se inclinaban
hacia ella con sensualidad de nueva cuenta por lo que volteo los ojos en blanco-
pero supuse que al menos B podría sustituir a A por unas horas y que la persona
C en cuestión pensara en otras cosas…
-Me encantaría proseguir esta velada paseando contigo, aunque sea bajo la lluvia-
chasqueando los dedos y pidiendo la cuenta para pagarla en el acto - Aunque creo
que el paseo no será muy largo a menos que así lo desees- Karina miro a aquella
joven delante suyo, admitiéndose que realmente se había llevado una gran
sorpresa con ella… lo que sin duda la convertía en un plato más que exquisito y
deseable.
A pasos de allí los ojos negros de Vanessa Savedra observaban la escena con una
inmensa felicidad plasmada en ella, con sorpresa ante aquella fuerte sensación
en su interior e ignorando las miradas curiosas que le eran dirigidas mientras
encaminaba sus pasos hacia aquella chica que detuvo su juego mirándola
sorprendida, ¿Quizás decepcionada?, se dijo momentáneamente pasando a
ignorar a la joven y retirando el uniforme de Tormenta.
-¿Quieres que te lleve a casa?- escucho que le preguntaban por lo que negó
sonriendo a más no poder.
-No lo sé, no es un lugar que frecuente - con seriedad - aunque dudo mucho que
sea más bonita que quien me acompaña- agregó mordiéndose el labio inferior
divertida.
-Eso es cierto Heren- la vio con sorpresa por el mote que le había puesto - no
hay nadie más linda que yo- escucho el tono engreído al tiempo que volteaba los
ojos en blanco.
-¿Por qué otra cosa pasaría?- observó el gesto de profunda seriedad y confusión
que le hizo reír de nuevo.
-No sé, por qué deben pasar por allí para ir a sus trabajos, por las paradas de
autobuses principales están al otro lado- con seriedad mirándola.
-No… tu explicación carece de lógica- le repitieron - pasan solo por verme a mí-
repitió con seriedad- digo ha de ser genial ser un simple mortal y poder
observarme_ Herendira contuvo la risa lo mejor que pudo ante aquel comentario
hasta que sintió la correa de Tormenta tirar ladrando viendo a su compañera –
¡Ah! Claro, y a Tormenta que es la perra pastor alemán más perfecta que existe-
ella casi juraría que la perra había sacado el pecho y cambiado el ritmo de su
caminata por uno más suave y grácil.
-Oh dios mío- dejo escapar de manera algo escandalosa deteniéndose en la acera
-quién te ve tan seria en tu trabajo piensa, es una chica seria, humilde, centrada
y luego habla una contigo y….
-No, descubre que eres una perfecta payasa y que no te debería dar cafeína
porque eres demasiado inquieta- divertida tirando de la de la correa de
Tormenta para empezar a caminar, la verdad era extraño que le hablara con
aquella familiaridad pero algo en Vanessa le despertaba hacerlo con tanta
naturalidad.
-Lo que pasa es que intentas negar lo innegable- Vanessa situándose a su lado
para continuar caminando mientras sentía una gotita de lluvia estamparse en su
ropa.
-Que no solo media ciudad pasa por la avenida -la miro extrañada de nuevo - en
realidad la ciudad completa pasa a vernos_ escucho aquello y volteo de nuevo los
ojos en blanco escuchando los ladridos de Tormenta - Bien sabes que es verdad.
-Sí bueno- dijo en tono rendido porque la realidad es que ella si pasaba por allí
solo para verla…
NO ME OLVIDES
CAPÍTULO 7
VERDADES Y MENTIRAS.
La luz del sol se colaba perezosa por aquel enorme ventanal delineando el cuerpo
desnudo que descansaba entre sábanas de seda blancas, la persona que cubrían
con tanta delicadeza se revolvió con incomodidad deseando alejarse de su tan
repentina invasión.
La puerta de la recamara sonó varias veces antes de dar paso a una mujer de
edad con uniforme de servicio, que daba suaves suspiros cansados mientras
apretaba un botón abriendo aquella persianas eléctricas y dejando al sol imponer
sus reinado, mientras escuchaba una queja molesta.
-¿La Señorita Del Valle no irá a clases hoy?- tirando de las sabanas y
descubriendo a la rubia que se encogió con molestia.
-¿Teresa por qué tienes que ser tan mala mujer?- cuestionó dando un quejido
enfadado y sentándose dándole la cara a aquella mujer que le había cuidado toda
una vida, la cual al ver el cabello rubio desordenado y el gesto infantil dejo
escapar una queda risa.
-La Señorita Almeira la estima mucho y dudo que no quiera ser más su amiga-
afirmó la mujer tirando de la sabana para empezar a doblarla con tranquilidad -
en cuanto a la Señorita Villafiel nada que una disculpa oportuna no pueda
resolver- agregó tirando de las pijamas de Stefani para hacerla salir de la cama.
-Eso crees tú… Andrea ni me mira desde que perdone a Hernán- sin darse cuenta
que la mujer hacia un gesto de desagrado al escuchar aquel nombre - sé que es
difícil entenderlo… pero yo… yo…
-Los panqueques de Evaristo no son tan ricos como los de ella- afirmó divertida
la mujer intentando acomodar un poco los cabellos rubios desordenados al ver la
cabeza dejarse ir contra la madera con estruendo- la Señorita debería dejar de
golpearse la cabeza en la madera para cambiarse, arreglar esta desavenencia y
volver a tener los panqueques de la Señorita Almeira de desayuno ¿no cree?
-Lo haría- la miro con ojos llorosos abrazándose a su cintura con fuerza -pero
siento que me arrancara la cabeza si me acerco demasiado.
-Creo que la Señorita exagera -la mujer la separo de su falda para mirarla con
seriedad - Stefani del Valle se va usted a cambiar e ira por su Andrea Almeira-
le dio un suave golpe en la cabeza abandonando la habitación con completa
tranquilidad.
Stefani miro su celular con desgano Hernán no la había llamado ese día, cosa que
rara vez le importaba ya que en general era como Teresa le decía estaba
desayunando con Andrea y Herendira en casa de alguna de las dos, miro su
enorme habitación con desgano antes de tomar su celular y marcar.
-No pasa nada- escucho el tono alegre y relajado -hoy el día es hermoso, el sol
brilla…. Y ella…ella… es….
Karina sonreía divertida viendo el enorme plato de panqueques que tenía delante
de ella, mientras notaba como le servían el jugo y Andrea desaparecía de nuevo
en la cocina… tenía que admitir que aquella chica era una real caja de sorpresas
-¿Vas a desayunar conmigo?- suavemente.
-Ya voy- la vio aparecer con miel de maple y mantequilla en la mano para tomar
asiento a su lado con total tranquilidad -¿Pasa algo?
-No nada… es que este no es precisamente mi plato preferido de desayuno-
sonriendo mientras acariciaba el rostro con suavidad- pero puede que después
de probar… se convierta en mi favorito…
-Claro y la semana que viene probaras otro que también será tu favorito- sonrió
suavemente al ver como ella empezaba a comer con total tranquilidad, esa niña
le intrigaba a niveles inimaginables…. Tenía esa forma de ser tan ajena a la edad
que poseía que solo le indicaba a ella que probablemente era una persona muy
sola, lo típico que le pasaba a las chicas que se salían del marco de su edad,
aprovecho para pasear la vista adecuadamente por el departamento
descubriendo aquel pequeño piano en una esquina y la guitarra a su lado.
-Tengo una banda- se asombro ante aquello, era lo último de una persona que ella
consideraba solitaria - es mi trabajo de medio tiempo, una buena distribución de
tocada y puedo pagar los gastos el departamento me lo dejo mi madre antes de
morir - vio como la chica continuaba comiendo con total tranquilidad.
-¿No habíamos quedado que la curiosidad mato al gato?- vio que le miraban con
diversión, de hecho aquella mirada no parecía nada molesta por aquella pregunta
-tenia quince años cuando falleció.
-Eras muy chica- partiendo su panqueque con elegancia- supongo que siempre has
estado acostumbrada a cuidar de ti misma- miro con tranquilidad a aquella chica
delante de ella -lo que me llama la atención precisamente sobre que estas
enamorada de A que ni siquiera te presta atención.
-Amo a A por todo lo hermoso que tiene dentro- vio la mirada fija y decidida -
por su corazón cálido y puro lleno de tanto perdón y comprensión, amo a A porque
veo en ella todo lo maravilloso que hay y que todos temen esconder mientras a
ella no le importa mostrarlo. La amo porque me es inevitable no hacerlo, aunque
su amor sea de alguien más.
-Y si sabes que su amor es de alguien más… ¿No deberías aceptar probar otras
cosas?- afirmo divertida al ver aquella profunda mirada de tristeza plasmada en
aquellos ojos cafés_ Porque no estarías cometiendo ninguna falta, si probaras a
B,D,E o F cuando A ni siquiera ha dejado que le ames…-acaricio las manos con
suavidad- piénsalo no alterarías nada más que el propio resultado de tu
felicidad…
-¿El propio resultado de mi felicidad? -vio la duda pasearse por el rostro por lo
que sonrió de manera seductora.
-Exacto - afirmó acercándose a los labios- ¿No crees que te mereces más que
eso?- agregó- ser más feliz de lo que- medito sus palabras- tu madre fue
sacrificándose por los demás.
-¿Mi madre?- Karina sonrió al ver las pupilas temblar levemente- ¿Qué sabes tú
de mi madre?
-Solo verte me dice - acaricio el cabello con suavidad - que era una buena mujer…
tan preocupada por la felicidad ajena que se olvido de la suya- agrego tirando de
la silla y girándola - una buena mujer… cuya bondad fue su condena… y acabo
muriendo sola… y dejándote a ti…
-Sola- dejo escapar la chica con suavidad mientras Karina esbozaba su sonrisa
triunfante.
Stefani se detuvo en seco en el ascensor al chocar con una elegante mujer que
le miro de arriba abajo con diversión mientras ella se disculpaba y apartaba con
tranquilidad para encaminarse hacia el departamento de su amiga, ya tenía
preparada su disculpa de hecho la había meditado bastante así que toco la puerta
con suavidad.
-Te quiero mucho Andy y sabes que Herendira también- dijo quedamente- pero
hay algo que te quiero preguntar- dijo quedamente- ¿Por qué estas enfadada
conmigo?- no tuvo tiempo ni de meter las manos antes de que un empujón y una
sonora cachetada le cayera en la cara.
-En un día como este ¿Qué simple mortal estaría enfadado?- se separo el
teléfono de la oreja intentando confirmar que había marcado el número
adecuado.
-Sé que no te odia - le afirmó Herendira - Andrea tiene un corazón tan precioso
que dudo mucho que sea capaz de eso, se que está enfadada conmigo porque
seguramente está cansada de ver como mi padre me manipula y porque dice que
soy una tonta por algo que le conté…. En cuanto a ti… Steff tendrás que
averiguarlo sola- escucho como le colgaban por lo que maldijo por lo bajo antes
de respirar profundo y volver a plantar cara frente a aquella puerta… fuera lo
que fuera no perdería a una de sus dos mejores amigas.
-¿Qué quieres?- vio los ojos cafés dedicarle una mirada enfadada, por lo que
ladeo la cabeza tomando entereza.
-Dame otra cachetada-dijo con firmeza- dame todas las que quieres, porque sé
que soy una idiota que no sabe porque estas enfadada y que si estas enfadada es
porque me merezco todas las cachetadas del mundo- tomo aire apretando los
puños - ¡ASI QUE DAME LOS GOLPES DE UNA VEZ, SI CON ESO TE
SIENTES MEJOR!- sintió el firme impacto en su otra mejilla que le hizo
tambalearse levemente, estaba por girar el rostro cuando sintió el otro en el
lado opuesto de su cara.
A esa misma persona con la que había paseado hasta tarde la noche anterior,
contando mil tonterías sin importancia para muchos, mil anécdotas tontas y sin
embargo revestidas para ella de una incomprensible verdad, a esa hermoso ser
humano que la había hecho reír hasta llorar antes de que el sol saliera mientras
paseaban en mutua compañía en esa misma avenida.
Herendira Villafiel podía afirmar aun más ese día que amaba con desesperación
a Vanessa Savedra, cada gesto altanero que escapaba de su rostro, el sentido
del humor que había descubierto en ella y todo aquello que destruía al ideal de
mujer que había tenido en su mente, dándole espacio a construir al ser humano
real que vigilaba celosamente aquel lugar.
Las dos pequeñas cámaras estaban enfocando un único objetivo mientras Virginia
dejaba escapar un suspiro preocupado… aquello no podía ser bueno sin duda,
tendría que tener un larga conversación con Vanessa sobre su distracción
principal a lo largo de su jornada laboral.
NO ME OLVIDES
CAPITULO 8
ESPERANZAS
Se encamino hacia la salida cada uno de sus pasos reflejaba seguridad, todo su
dolor e intranquilidad había desaparecido luego de una mañana de oración que le
permitió calmar sus inquietudes, se detuvo en la salida mirando de izquierda a
derecha, aunque nunca los veía podía sentir los ojos fijos de sus guardianes
clavados en ella, bajo las escaleras a paso firme y sin temor alguno. Tenía sus
próximos movimientos estructurados en su mente, cada uno de aquel día desde
esa mañana que aquellas dos bofetadas habían sido descargadas en su cara.
De los tres golpes que le dio Andrea aquella mañana esas dos últimas habían sido
las más dolorosas, porque pudo sentir en ellas todo el dolor que su mejor amiga
llevaba dentro había sido descuidada, no había velado por ella como debía aun
cuando Andrea le había cuidado siempre, sonrió con algo de tristeza estuvo
siendo egoísta mucho tiempo y eso no era adecuado, se había dejando distraer
por sus preocupaciones, desatendiendo las de las personas que amaba… había
pedido perdón y ahora debía resolver aquello, “uno no podía ser feliz causándole
daño a los demás, por la simple razón que sería la muestra clara que tal felicidad
no existía siendo nada más un espejo para ocultar la propia pena” repitió la ultima
enseñanza de su madre mientras veía fugazmente el cielo gris del todo.
Si no aceptaban sus disculpas era por la razón evidente de que no sabía porque
las pedía, ya se había despejado adecuadamente teniendo una vaga idea de ello,
pero necesitaba conversar con Herendira con tranquilidad de aquello para
organizar debidamente la disculpa que daría, con una razón firme para la misma,
con todo su cariño y claro que si no se la aceptaban insistiría sin dar un paso
atrás porque un del Valle nunca se retiraba, y ella no se permitiría perder a un
ser querido, por una tontería porque bien sabía ella lo horrible de una pérdida
real.
Virginia detuvo sus pasos al lado de su amiga de toda la vida que estaba
respondiendo un llamado en su radio, por la voz que resonaba podía identificar a
uno de los hermanos de Vanessa haciendo alguna broma antes de cortar del todo
la comunicación. Observo los ojos negros centrarse del todo en ella y sonrió con
malicia notando la expresión de la cara cambiar- ¿Cómo has estado tu día?
-No quiero ser mala contigo, simplemente quiero que seas consiente- dejo
escapar con seriedad -ella es una paleta de helado…- dijo suavemente -es
pequeña, liviana y recién sacadita al mercado, de esas inocentadas que compran
todos porque es riquísimo comérselas- dejo escapar con tranquilidad.
-¿Y qué tiene que ver el helado conmigo?- noto como la boina ocultaba los ojos
oscuros.
-De colección, esos de sabor único e inigualable que no puedes probar una sola
vez porque creando adicción- Virginia escucho el tono engreído y bufo pidiendo
paciencia al universo.
-Ibas a decir un helado de medio galón- seria -para ver si tu cabecita que al
parecer esa niña está dejando hueca hace la comparación.
-Ella es una niña y yo una guardiana de la ley y el orden- Vanessa se situó al lado
de Virginia con seriedad -nunca y métetelo en la cabeza, he pensado siquiera en
tener algo con ella.
-Sí, se te ha pasado- Virginia se giro encarándola -te conozco casi desde que
tomamos biberón y quieres comerte a la paletita- levanto las manos con algo de
desesperación -te encanta esa niña, te gusta se te nota por como la miras.
-Para nada, es a tu buen juicio a lo que temo- agregó enfadada - temo que tu
buen juicio te haga detenerte de hacer la combinación perfecta de la vainilla y
el chocolate- respiro profundo -temo no ver más la mirada que te genera esa
chica por una tontería como que ella es una paleta y tu un helado de medio galón…
temo no verte feliz…
-Yo temo que no te entiendo- Virginia levanto la mano dando un fuerte golpe al
hombro -ya entendí Virginia, pero yo soy feliz y ella no me interesa de esa
manera- repitió suavemente.
Aquel hombre que en un tiempo había sido el más cariñoso del mundo con ella
cambio notablemente luego de que su madre decidiera dejarlos a ella, a sus
hermanos y a él solos, para escaparse con su profesor de arte. Luego de eso su
padre había cambiado completamente convirtiéndose en un lobo financiero con
el único fin de en sus propias palabras “asegurar el futuro de cada uno de sus
hijos”, su hermana y hermano mayor no tuvieron problemas con ello, cada uno
estaba a punto de graduarse de dos carreras diferentes y con novios que
ciertamente eran de familias respetables que harían crecer las empresas
familiares.
Pero ella…. Ella solo era una niña en ese entonces, ella no sabía nada que no fueran
osos, juguetes y cocina porque a su madre le encantaba enseñarle a cocinar, para
que de pronto por la decisión de la “loca esa” como le llamaba cariñosamente, le
quitaran todos sus juguetes, peluches y recetas de cocina, sustituyéndolas por
clases de idiomas, de modales y economía, artes bueno esa por claras razones la
obvio su padre.
Paso de que su vida y decisiones fueran suyas a seguir las de otro como un
borrego a su pastor, sin protestar y rezando diariamente para no acabar en el
asador, sin embargo su padre al parecer estaba dispuesto a sacrificarla con tal
de darle estabilidad y tranquilidad, claro de paso obteniendo el algo. El discurso
que le daba mientras se acomodaba tanto la corbata tenía que ver con el hijo de
un amigo suyo, de su interés en ella, de sus gustos parecidos y del buen partido
que constituía.
-Entonces vendrá por ti el viernes a las 8 p.m.- le el hombre por lo que le miro
fijamente unos instantes.
-Tú mismo escogiste mi horario- le miro con seriedad - afirmabas que de esa
forma no me iría de parranda.
-Es química papá y el cuatrimestre esta por culminar- Herendira se giro hacia la
ventana -no quiero dejar una mala impresión.
-Que el resto del día le sea benéfico Señor Villafiel- notó a Stefani despedirse
con elegancia antes de enfocarla unos instantes notando en ese breve espacio el
rojo intenso en las mejillas - Andrea me golpeo- le dijo quedamente -está muy
enfadada contigo y conmigo.
Herendira se giro de nuevo hacia la ventana para ver la ciudad con preocupación,
la verdad sentía que Andrea había tenido una paciencia apocalíptica con ambas,
recordaba claramente las conversaciones que habían tenido con ella sobre que
no debía permitir a su padre manejar su vida. Dio un suspiro pesado
encaminándose a la cocina para regresar con compresas de hielo para las mejillas
de Stefani.
Stefani dejo el sillón enfocando ella la ventana en esta ocasión, Herendira tenía
clara que su amiga por ser una Del Valle era más de lo que aparentaba, aunque no
tenía un sondeo de que tanto y en momento así le confundía y sorprendía
realmente.
-Y se supone que la distraída soy yo- Herendira la miro con sorpresa aquellos
tonos profundos y maduros en la voz de Stefani de verdad la descolocaban -
Quizás este enamorada de ti…
-Te comportas como una dama de sociedad, seria y madura y puede ser bastante
confuso- llevándose las manos a la cabeza- Espero que no esté enamorada de mí,
porque entonces de verdad voy a perder su amistad.
-Andrea es muy madura- vio como la rubia respiraba profundo pero aquella
madurez no se iba con nada -así que esperemos lo pueda manejar ¿Sabes donde
tiene tocada?
-Mañana con su banda- respondió Herendira -tengo la dirección del bar ¿Quieres
ir?- vio como asentían suavemente -capaz que me deja la cara peor que a ti…
-Sí- la joven recordando cada gesto cariñoso de su amiga - es una pena…. Porque
con ella sería tan fácil…
-Y sin embargo yo solo quiero que una persona escuche el llanto de mi piano- dejo
escapar quedamente -pero a ella mi piano no le puede alcanzar.
-Niña boba- dejo escapar con suavidad antes de regresar a su posición sobre
aquel hombro - nadie merece tu hermoso corazón, el merece ser libre-
quedamente mientras el piano seguía declarando su tristeza sin cesar, su fugaz
alegría y su imperecedera esperanza…
-Pero si debe ser declarado aunque sea buscando olvidarlo - volvió a besar el
cuello con suavidad.
-Si lo declaro creo que…. Que… - noto como el tecleo del piano cambiaba de golpe
creando una melodía más agresiva, se aparto del hombro sorprendida ante la
agresividad que despedía la canción, las manos se movían sobre el piano con ira
de un lugar a otro, dejando salir la rabia y la frustración de golpe, vio los labios
suavemente moverse “yo era muy feliz pero te encontré” escucho la caída casi
maniaca de las notas antes de que regresaran a la melodía de nuevo, escapando
con rabia una y otra vez… sin duda aquella chica era una artista nata.
-Serás libre- le musito quedamente -libre para vivir como desees… para
disfrutar hasta el último de los placeres que la vida te regala agrade besos.
NO ME OLVIDES
CAPÍTULO 9
TRISTEZAS Y ALEGRIAS
Facundo Cabral.
Stefani tenía sus ojos fijos en Hernán mientras escuchaba aquel interminable
discurso que le soltaba el chico, le miraba con atención era alto, tenia los cabellos
negros oscurecidos, pero lo que más le había atraído de él la primera vez que le
vio eran sus profundos ojos cafés, ese par de ojos que parecía sacados de algún
ensueño.
Sin embargo algo en Hernán le empezaba a molestar cada vez más, sentía ella
que no se merecía aquellos ojos tan hermosos, porque todo en él reflejaba la
ausencia de la bondad que esos ojos demostraban. Bajo la cabeza algo harta del
discurso, de las miles de excusas que escuchaba, del dolor fingido y todo lo
demás, bien sabia como acabaría aquello - ¿Cuánto necesitas?- cuestiono a lo que
le sonrieron con encanto mientras ella cerraba los ojos intentando concentrarse
en otra cosa mientras escuchaba lo voluminoso de aquella cifra -si te doy el
dinero me dejaras en paz por hoy- noto la mirada extrañada de los ojos cafés -
tengo asuntos más importantes que atender- le tendió el cheque firmado
mientras la miraban con sorpresa -y te pido de favor que la próxima vez me
intentes hablar con la verdad- se giro en seco intentando controlarse mientras
se dirigía a su motocicleta.
-Ya sé que te pones nerviosa al oír la voz de una diosa_ rio divertida volteando
los ojos en blanco -pero el caso es que Tormenta me pregunto - escucho la voz
suave que la hizo sonrojar mientras se sentaba en su lugar - ¿Por qué no te han
traído tu café hoy, o en su defecto tu té?
-Porque oficial Savedra - respondió con un tono juguetón -hoy me vino a dejar
una compañera en moto.
-¡Ah! pero Señorita Villafiel, ¿No sabe acaso que esas cosas son peligrosas?- le
respondieron - además imagínese sustituirme a mí por un aparato sin gracia como
ese - escucho el tono ofendido - ni siquiera hay punto de comparación.
-Ya has andando en moto sin casco- escucho el tono profundo y hasta perdido -
y te caíste, te abriste la cabeza y por ello crees que una moto es mas tentadora
que yo…
-Dios te ayude egocéntrica- dijo con algo de enfado sonriendo - Anda ¿Porque
me bendice con su tentadora y encantadora llamada mi sexy oficial Savedra?_
rio divertida.
-Yo no te iba a llamar- se quedo seria unos instantes -pero dije… la llamare para
que se dé cuenta que Dios existe y se acuerda de ella- Herendira se golpeo la
cara sin saber si reír o llorar - además deseaba saber si tendré mi ca 14fé
hoy- sonrió por inercia al escuchar el tono suave de nuevo.
-Claro que sí- con suavidad -sabes que esta simple mortal adora verte- rió al
escuchar un carraspeo al otro lado algo incomodo- y me encantara ver a
Tormenta… ¿Te veo a las cinco?- cuestionó quedamente.
-Si viene de ti- se sonrojo tomando valor para lo que diría a continuación -
aceptaría cualquier cosa.
-Herendira- escucho su nombre escapar con tanta suavidad de aquella voz que
juraría que su corazón se detuvo en aquel mismo instante - estaré esperando por
ti…- se llevo la mano al pecho al escuchar aquello - Hasta luego.
Sus ojos enfocaron a Andrea frente al micrófono ensayando aquella canción como
si alma se le desgarrara, pero sentía él que esa actuación no era ni la mitad de lo
que vería esa noche… sonrió al escucharla dar indicaciones mientras le señalaba
por perder el ritmo de la canción -Muñeca esta noche no seré el único
desconcentrado… echas llamas cariño.
-Ya cállate y haz lo que debes- sonrió divertido escuchando aquel ritmo de vals
tan suave y enajenante, la única canción calmada de aquel extraño repertorio…la
vio empezar a tocar el piano con suavidad mientras los ojos parecían perdidos en
alguna parte marcando el ritmo, a como la canción avanzaba…
La música resonaba por el recinto mientras el día avanzaba con pausa y dolorosa
pena por momentos, las personas en la ciudad iban y venían de aquí para allá
envueltas en su cotidianidad casi como autómatas en determinados momentos.
Rara vez la calma era perturbada, sin embargo pequeños sucesos alteraban la
cotidianidad del día, como ese café que puntual llegaba a las manos de una joven
oficial que dejaba su puesto para empezar a caminar al lado de su acompañante
que degustaba un té, esquivando ambas la lluvia ocultándose bajo las cornisas
mientras conversaban por la desierta avenida.
Hasta que en determinado punto las ganas de jugar bajo aquel elemento eran
más atrayentes que protegerse de él, Herendira comenzó aquella batalla campal
al ver que Vanessa ya no traía su usual uniforme al parecer había salido temprano
del trabajo y simplemente había pasado a esperarla en la avenida, dio el primer
empujón firme que dejo a la joven en descampado mientras ella se reía divertida,
noto los ojos negros consternados mientras la ropa se empezaba a empapar y ella
reía divertida.
Solo tardo unos segundo al ver el cambio de intención en ellos y empezar a correr
bajo los tejados, intentando no acabar igual pero su esfuerzo fue bastante pobre
mientras sentía aquella firmes manos en la cintura que la hicieron dejar su
refugio girándola bajo la lluvia con la risa resonando en su oído -¡YA NO ME DES
VUELTAS!- grito divertida entre risas.
-iTE LO MERECES!- sintió dos fuertes giros mas antes de que la dejaran
finalmente poner los pies sobre el suelo empapado, se giro divertida riendo
viendo su acompañante tan divertida como ella, enfoco el cielo gris unos instantes
antes de que la intensidad de la lluvia aumentara.
-Parece una tormenta- acercándose a Vanessa sonriente viendo como estaba tan
empapada que goteaba -válgame el señor - dejo escapar divertida.
-¿Qué pasa?- tomo las manos con suavidad tirando de ellas, descubriendo una
textura que la noche anterior no noto en ellas, no eran del todo suaves, ni
tampoco muy lastimadas eran unas manos que denotaban el tipo de trabajo que
tenia aquella chica, giro la palma notando una cicatriz en ella, cosa que la
sorprendió brevemente -¿Herendira?- escucho su nombre pero sonrió
quedamente antes de llevarse aquella palma a los labios besándola con absoluta
devoción.
-Entonces yo rezare por enfermar- sintió el apretón firme de nuevo por lo que
continuo caminando sin pausa alguna antes de detenerse -¿Te gustaría ir a una
tocada esta noche?
-¿Me llamas mañana? - jugueteando con la mano que sostenía - Cuando termine
tu evento, para saber que estas bien… se que a veces esas aglomeraciones pueden
ser peligrosas…
-No me pasara nada, Tormenta cuidara de mí - vio como le sonreían con suavidad
-pero te llamare al concluir que creo que será casi a las tres de la mañana- noto
como le observaban - ¿Entonces paseas conmigo esta noche aunque deba irme
temprano?
-Sí- intento esbozar una media sonrisa mientras acariciaba aquella mano - pero
por favor cuídate mucho mañana - se acerco la mano a los labios depositando un
cariñoso beso en ella de nuevo - ¿Sino con quién tomare mis tés?
El Bar del Ocaso estaba lleno a reventar lo usual cuando los Ángeles Negros
tocaban, pero el dueño nunca había tenido una noche como aquella, al parecer el
rumor que esta noche la actuación estaba que ardía se había esparcido como la
pólvora e incluso tenía una larga cola esperando, ¿Cómo no? Pensó mirando la cola,
cuando la vocalista parece un volcán que acaba de hacer erupción.
-Chicos, chicas- la voz de Andrea provoco que la dejara de mirar para enfocar a
su amiga- esta noche, es para celebrar… para dejar muchas cosas atrás,
olvidarnos de ilusiones infantiles y degustar a manos llenas los placeres de la
vida- Herendira se sintió infartar por aquel caminar sensual que observaba en el
escenario y el tono de voz condenadamente sexy, se sorprendió al verse
enfocada del todo por aquellos ojos cafés intensos_ y yo me quiero despedir de
ti Herendira…. de mi Niña Buena- dejaron escapar en un sensual gemido que le
hizo estremecer del todo.
Y tú buscando acción en la TV
La vio morderse el labio con sensualidad mientras ella se sentía al punto del
infarto, intento desviar la mirada o siquiera hacer a sus piernas reaccionar, pero
era como si nada en ella respondiera, deseo… ojos cafés desconocidos en aquel
momento cargados de deseo.
Parpadeo al verla erguirse sobre el piano girando con sus piernas sobre la
delicada superficie para deslizarse como por arte de magia hacia el escenario y
encaminarse con aquella cadencia enloquecedora hacia el borde del mismo.
Sintió un fugaz beso en la mejilla mientras sentía los brazos de Andrea colarse
por su blusa con descaro, antes de que la joven se separara bailando delante de
ella con sensualidad, y sonriéndole mientras simplemente le acariciaban el rostro
¿con lástima?
Abrió los ojos dolorida al escuchar aquello al tiempo que sentía el fuerte empujón
que le daban a su silla llevándosela al suelo de golpe, levanto el rostro viendo las
botas negras alejarse e intentando incorporarse -¡VAMOS TODOS,
CANTEMOSLE SU CANCIÓN A HERENDIRA!
-Buenas noches…. Niña buena- dejo escapar Andrea con sensualidad -te mereces
un diploma- agregó quedamente terminando su baile sobre el escenario bajo una
oleada de vítores y gritos…
NO ME OLVIDES
Capítulo 10
CORAZONES ROTOS.
Chilón.
Freno de golpe finalmente al ver la luz del tono que le hacía perder valiosos
segundos- Cobalt hora - una voz robótica respondió la petición.
-Cobalt, llama a Herendira- subiéndose fugazmente a una acera para bajar con
elegancia y aumentar más su velocidad, estaba preocupada había quedado en
verla más de dos horas atrás pero lamentablemente ese día había sido de locos
para ella.
Un viejo amigo de su padre los había terminado de criar y ese hombre solo sabía
de negocios, no recibían un abrazo o un gesto cariñoso de su parte, pero si la
seguridad que en su vida nadie les estafaría, ella había empezado a ir a reuniones
de aquel tipo a los doce años demostrando su valía sin temor alguno, desde que
ella y su hermano habían asumido las industrias Del Valle habían crecido
exponencialmente, hasta finalmente dividirlas en tres grupos el que manejaban
al conjunto, las que eran solo de ellas y las de su hermano.
-Se fue hace mucho ya- escucho el tono pesumbroso -si entras lo haces bajo tu
propio riesgo- le dolorido por lo que ingreso mirándolo extrañado, sus ojos claros
se abrieron con sorpresa al ver a la gente saltando sin cesar al ritmo de la música
parecían completamente hipnotizados, se agacho al ver pasar una lata de cerveza
escuchando la voz inconfundible de Andrea cantando esa canción que tenía a
aquel bar eufórico, los saltos del publico juraría ella hacían estremecer toda la
estructura del lugar, recibió un par de empujones que regreso con igual fuerza
mientras avanzaba sin pensárselo siquiera.
Se asomo con dificultad entre dos cuerpos dejando de moverse de golpe al ver
a su amiga sobre aquel escenario, parpadeo bajando la cara y frotándose los ojos
con fuerza como si le fuera imposible creer aquello, sintió un fuerte empujón que
regreso con molestia mirando las caras de las personas en frente; ojos deseosos,
libidinosos, se la estaban comiendo con los ojos, “como no si está que arde”
razono fugazmente mientras le daban un empujón que regreso enfadada no
dispuesta a no perder su lugar, no sin antes sacudir a la joven que se lo había
dado -Deja de mirarla así- le afirmo empujándola con fuerza y haciendo que los
otros a su alrededor se la engulleran -maldito grupo de pervertidos.
-¡CARIÑO, ERES MARAVILLOSA!- escucho aquel grito que la hizo girar en
pleno, para dar con aquella mujer sobre una mesa que aplaudía como loca -
¡CELEBRA TU VIDA PRECIOSA!- ladeo la cabeza, a esa tipa la había chocado
cuando fue a ver a Andrea, estaba segura porque nunca olvidaba un rostro- SÍ
¡VAMOS CONTAGIALOS DE TU NUEVA LIBERTAD!- la miro levantando la ceja
¿Qué tanta estupidez gritaba? ¿Cómo que cariño y preciosa?, sintió un nuevo
empujón regresándolo con violencia. Fue cuando vio pasar las botas negras de
Andrea que saltaron hacia la mesa donde estaba la mujer para darle un beso
devorador, ardiente y descontrolado que genero una oleada de gritos a su
alrededor.
Empujo a varias personas para quedar casi al frente de aquella mesa donde una
de las piernas de Andrea era sujeta por la mano de aquella mujer, llevándola casi
a la cadera no tenia bien claro porque sentía las entrañas arder y juraba que
empezaba a ver todo en rojo, tiro de la pierna libre de Andrea desequilibrándola
- ¿QUÉ CREES QUÉ HACES?- le grito intentando imponerse sobre los gritos,
notando la confusión momentánea de aquellos ojos cafés antes de que aquella
mujer se acercara al oído de su amiga musitándole algo y la expresión cambiara
a una que no podía identificar.
-Esa es de las cosas que más amo de ti- vio la expresión confusa en los ojos
azules - tu fe ciega en las personas, ese corazón tan dulce - sujeto la mano
entrelazándola con firmeza para detenerse unos segundos a mirarla de aquella
manera casi hipnotizada, sin reparar en el par de ojos claros que le enfocaban
con preocupación - se ven bien así… yo diría que embonan perfectamente- musito
de una manera dolorosa provocando que el apretón sobre su mano aumentara en
intensidad - ven… anda preciosa- se encamino con calma al escenario sintiendo
que la seguían ciegamente por lo que esbozo una triste sonrisa antes de hacer
girar a Stefani sentándola a un lado de su piano -Hay algo que te quiero decir….
Herendira estaba corriendo a todo lo que le daban las piernas, no reparo en la
hora cuando logro salir del bar, pero si recordaba las risas a su espalda y la
canción de Andrea, su mirada…. Aquella mirada de lástima y crueldad, ¿Cuándo
se había convertido su mejor amiga en esa persona cruel y despreciable?, intento
decirle a sus piernas que se detuvieran pero estas simplemente no respondían, a
cada paso en su acelerada carrera levantaba el agua estancada de la lluvia de
aquella tarde, esa tarde y principio de noche que le parecía maravillosa el mejor
día de su vida… pero este no podía serlo, contuvo el llanto o al menos lo intento
mientras su cabeza se llenaba con cada exigencia que su padre había puesto en
su vida mientras aquella canción aun resonaba en sus oídos “Condenada a ser
mascota en sociedad cumplirás con la rutina y el esquema perderás ante el
notario voluntad y tendrás tu esclavitud por ser tan buena”. Dio un grito dolorido
deteniéndose finalmente en la desierta Avenida Central y mirando alrededor
consternada antes de llegar al lugar donde Vanessa solía hacer su guardia para
recostarse a aquella pared llorando con fuerza, no quería que su vida fuera como
Andrea tan vehementemente lo anuncio pero ¿Acaso no era así ya?
Enfoco dos veces sin poder creer aquello antes de mover el aparato con suavidad
enfocando bien la silueta en aquel lugar, le parecía un fantasma una sombra irreal
pero su mente le decía con firmeza que sabía la identidad de aquella chica, miro
la hora pasaban ya de la una de la mañana, pero tenía la seguridad que si no hacia
aquella llamada no se lo perdonarían nunca.
-Créeme que lo es, no creo que me perdones si te oculto que tu paletita está
llorando abrazada a tu pared- Virginia enfoco el monitor fijamente notando las
convulsiones producto del llanto aumentar.
-Voy para allá- soltó un suspiro de alivio - no bajes a verla, quizás necesita
espacio…
Stefani sentía las manos de Andrea pasearse por su cara con infinita suavidad y
los besos cada tanto en sus mejillas, importándole poco estar sobre un escenario
ante la vista atenta de muchas personas, se abrazó a ella con cariño intentando
comprender ese dolor que la empezaba a embargar, sentía como le regresaban
el abrazo con infinita angustia por lo que lo apretó aún mas deseando fundirse
con su amiga, dejando toda su alma en aquel acto; para sentir como finalmente
se separaban de ella girándose al piano -Dicen que en la vida- escucho las notas
brotar con suavidad -el amor es un regalo- noto la mirada intensa que le dirigían
mientras las notas continuaban escapando de aquel instrumento creándole un
doloroso sentimiento en el pecho -pero eso es mentira- la vio con sorpresa al ver
cambiar la expresión de tristeza a ira -es un cuento de hadas que nos inventan
para no dejarnos disfrutar de la vida, el amor no es alegría, es una farsa
inventada por algún poeta fracasado que no sabe realmente de la agonía de un
amor no correspondido por eso es mejor nunca conocerlo- la voz se arrastro con
ira mientras ella se separaba al no reconocer aquella mirada en aquellos ojos
cafés siempre dulces -por eso hoy quiero cantarte y confesarte que te amo
desesperadamente- retrocedió asombrada al escuchar aquello tragando grueso
-amo tu dulce corazón, tus manos llenas de buenas intenciones y esa inocencia
tan hermosa que en este mundo no sirve para nada- se puso de pie al escuchar
las notas del piano cambiar de una manera agresiva mirando confundida y
profundamente sonrojada a su amiga -amo como ríes, como lloras… como me
haces desesperar en ocasiones hasta rabiar… te amo… te amo… y hoy… hoy te
voy a acabar- la miro consternada intentando tomar aire a grandes bocanadas
sin entender aquello…
El reflejo de un ayer.
Escucho con suavidad al piano casi llorando, revelándole aquello que ella no había
visto hasta entonces mientras miraba los ojos de la que era su mejor amiga
mirándole fijamente aun cuando ella estaba a pasos ya de ella, escuchaba su voz
tan profunda y dolorida que sentía su propia alma partirse en pedazos.
Respiro profundo girándose para ver a las personas que la enfocaban fijamente
intentando controlarse y calmarse mientras escuchaba al piano continuar su
melodía acompañando la voz de Andrea, juraría a quien le preguntara que podía
sentir su corazón romperse en mil pedazos.
Y a mí me dejas atrás.
No te ibas de mi mente
Y te clavaste en el corazón.
El dueño del bar miro su local lleno a todo lo que daba, mejor dicho rebasando su
capacidad observaba los empujones que aumentaban en violencia con
preocupación antes de enfocar el escenario viendo a las dos causantes de aquel
alboroto, Andrea parecía estar dejando su alma en el aire mientras una
desesperada Stefani intentaba esquivar al guitarrista que no la dejaba
acercarse para nada -Quítate o te partiré la cara- dejo escapar Stefani con
desesperación intentando llegar a Andrea.
No me vas a encontrar.
Y a mí me dejas atrás.
Sintió como tiraban de su ropa y levanto el rostro para dar con los ojos
enfadados y frustrados de Andrea que la sacudían con violencia sin ella poder
detenerla y la empujaba cada tanto al ritmo triste y enfadado de aquella música,
intento decirle que se detuviera que no se sentía bien, que comprendía su enojo…
que no la culpara, que no lo sabía… pero de que servían sus justificantes ante
toda la ira que le dirigían y que le hería profundamente.
Aunque yo no lo haré,
Karina esquivo a duras penas una silla que le paso rozando, eso se estaba saliendo
de control miro el escenario para notar como Andrea continuaba su despedida
antes de detenerse en el rostro de la chica a la que le dedicaba su odio para ver
la palidez y la forma en que se sujetaba el pecho entre las sacudidas de Andrea…
su ojo clínico le dijo que algo andaba mal, así que salto unas cuantas mesas con el
fin de detener aquello antes de que hubiera algo más que lamentar que un simple
corazón roto.
Aunque yo no lo haré,
Aunque yo te recordaré.
Te he dejado atrás.
-Yo no podría dejarte atrás- logro articular con dificultad a sabiendas que no
era escuchada, el ruido de los gritos, y la música iba en aumento y ella sentía que
poco podía hacer…. Nunca en su vida se sintió tan abatida y perdida, sentía
ciertamente que no poseía arma alguna con la cual defenderse.
Sigue tu camino,
Yo haré lo mismo,
Caminaré distinto
NO ME OLVIDES
Capítulo 11
Nietzsche
Miro la celda atestada de jóvenes como ellas con algo de preocupación pegándose
más a su amiga intentando protegerla mientras enviaba miradas asesinas por
doquier, aquella noche había sido sin duda una de las más largas de su vida y
aseveraba que lo único que lamentaba era la llamada que había tenido que realizar
hacia ya casi una hora - Ya no llores- le dijo quedamente a Stefani -te ves muy
mal, apenas y puedes respirar bien que llores no te ayuda- vio como Stefani
asentía sujetándose el pecho de nueva cuenta -Necesitamos un médico- le dijo a
un policía que pasaba por allí.
-Lo único que ustedes necesitan es que se les baje el alcohol- afirmo el hombre
para su molestia mientras ella miraba fijamente a Stefani -Cobalt informe del
ritmo cardiaco- le susurro al dispositivo.
-Rocky tiene alteración completa de sus signos vitales y una fuerte baja de
presión- escucho la voz cibernética dar el informe detallado -Cobalt aconseja
que sea atendida por un médico cuanto antes…
-No puedo dar un informe preciso de ello, pero si cuenta con una buena cantidad
de los mismos- ladeo la cabeza con preocupación -¿Cobalt debe informar al
Caballero?
-No- Herendira escucho la voz entrecortada de Stefani y como jalaba aire con
dificultad -no preocupes a mi hermano, yo debo tener fuerza y fe para
levantarme- vio los ojos azules brillar levemente mientras se separaban de ella.
La miro con preocupación recordando los eventos de las últimas horas y que
desencadenaron con ella en aquel lugar. Recordaba que luego de estar llorando
pegada a la pared donde su adorada Vanessa hacia guardia diario su mente le
recordó que iba a reunirse con Stefani.
Y tuvo miedo como nunca en su vida, por lo que se había levantando desandando
los pasos que había seguido para llegar a aquel lugar, había intentado ingresar al
bar tres veces antes de lograrlo para ver nada más a Stefani caer de aquel
escenario y a una desesperada Andrea intentar evitarlo antes de que una mujer
que cuyo rostro ella conocía bien la sacara de allí.
Lo que siguió podía ser descrito por quien fuera como una lluvia de golpes que
iban y venían por doquier, se había movido con desesperación para encontrar a
su amiga en manos de un tipo que le doblaba en tamaño y que le estaba dando una
paliza. De hecho la joven tenía sangre en el labio y estaba de lado, fue cuando
ella perdió el control tomando una botella y cayéndole al tipo en la espalda con
ira.
Escucho un suave toque en los barrotes por lo que salió de sus recuerdos
enfocando unos ojos negros que le miraban con severidad y reproche… sin duda
la peor noche de su vida, al llegar a la comisaria se dio cuenta que no tenía a quien
llamar, Stefani tampoco quería que llamara a nadie, así que negó sus llamadas
hasta que reparo en el pésimo estado de su amiga por lo que se pego a su oído
usando a Cobalt y dando el número de la última persona que deseaba llamar y sin
embargo era su única opción.
-No- escucho el tono bajo y comprensivo -es mía por traerte a la comisaria
¿Quién diría que les tomarías tanto gusto?- escucho la risa suave.
-No te preguntare si estás bien- le afirmaron con seriedad -digo pareces bien
acompañada de tu amigo el sin dientes, de ese loco de allá que dice que Dios tiene
voz cibernética y claro nunca puede faltar la libidinosa que no te deja de mirar
¿Válgame una horas aquí y ya tienes novia?
-¡VANESSA!- repitió con molestia girándose a ver si Stefani estaba bien pero la
joven continuaba arrinconada sin emitir palabra -Sácanos de aquí- suplico
quedamente.
-¿Ya te quieres ir?- volteo los ojos en blanco en claro signo de derrota -Pero si
te creía muy cómoda- le afirmaron -además mira que golpear un oficial de policía.
-Fue una accidente- se defendió apretando los barrotes frustrada -por favor,
sácanos… enserio, no fue mi culpa…
-No fue tu culpa tener un ojo morado, el labio partido y que tu amiga este igual
o peor que tu- mirando a la joven rubia que recordaba de la Avenida -No espera
seguro Dios si es como el loco dijo un robot raro con voz alterada que te partió
la cara.
-¡VANESSA!- repitió de nuevo -ya entendí ¿de acuerdo?... sácanos por favor…
Milo Barques se estiraba en la oficina del jefe de la policía que estaba ausente
sintiéndose a sus anchas al estar a cargo esa madrugada, sonrió viendo la enorme
oficina esperaba sentarse en un lugar así algún día, no como algo pasajero sino
como el jefe establecido levanto el rostro viendo la puerta abrirse -No te
acomodes tanto Barques- escucho la voz femenina profunda que le hizo crispar
los nervios.
-Voy a sacar a dos chicas de la celda 3B nada más te vine a informar- le afirmo
la joven mujer antes de girarse dispuesta a salir, pero él no permitiría que nadie
le restara autoridad.
-Yo decido eso- le intento aseverar con voz firme antes de ver como simplemente
giraba la cabeza de lado aún de espaldas a él, generándole un feo escalofrío
mientras quedaba de frente dedicándole aquella mirada que juraba quien la viera
haría morir de nuevo a un muerto.
-¿Qué dijiste?- vio la sonrisa perversa y oscura formarse en los delicados labios
-espero haber escuchado mal… porque sabes que tienes cola que te pisen
Barques… y ganas de hacerlo a mi no me faltan…
-Pue… pue…
-Tranquilo me las llevare- noto como le daban la espalda de nuevo soltando el aire
aliviado -y Barques… nunca vuelvas a contradecirme o la próxima vez no seré
amable contigo- escucho la puerta cerrarse sintiendo su corazón reventar contra
el pecho… los Savedra podían ser tan odiosos… y peligrosos.
Karina avanzo con la indicación de la luz verde, observando con el rabillo del ojo
a Andrea girando aquel rosario con una enorme sonrisa en los labios, antes de
lanzarlo y apresarlo entre sus dedos -¿Te gusta tu elección?
-La vida está llena de elecciones- sonrió ante la sagaz respuesta - pero se siente
tan extasiante dejar salir todo aquello que sentía que me ahogaba y me tenía
harta.
-No creo que sea vivir diferente, simplemente ya no quiero ser una oveja del
rebaño_ levanto una ceja al parar en una luz roja_ creo que simplemente quiero
vivir… a mi manera nada más.
-¿Entonces la mía no te ha gustado?_ hizo un enorme puchero que provoco una
enorme carcajada de su acompañante antes de sonreír también avanzando con la
luz verde.
-¡Oh cariño! no seas tan sensible- escucho el tono de burla - la probare por un
tiempo y si no me gusta pasare a algo más- la vio apretar aquel rosario contra su
mejilla con cariño- después de todo la vida es un infinito aprendizaje.
-¿Has tenido faltas a la moral en la vía pública?- rió divertida ante la seriedad
de aquella frase al tiempo que enfocaba los ojos cafés divertidos.
-No y no las quiero tener_ rio con fuerza escuchando una risa idéntica mientras
Andrea regresaba a su asiento.
Stefani sintió como Herendira tiraba de ella con suavidad por lo que esbozo un
gesto de dolor al sentir a la joven obligarle a apoyarse, dio un suspiro dolorido
antes de levantar la cara enfocando unos ojos negros brevemente antes de
sentir sus pies abandonar el suelo y aquella cabellera oscura mezclarse con la
suya -Calma ya vamos al hospital- oculto su rostro en aquel cuello cerrando los
ojos con cansancio.
Estaba sumergida en una maldita pesadilla con aquella canción resonando en sus
oídos y aumentando el dolor en su pecho, pero más que la canción le dolía la
cantidad de rabia que le había dirigido Andrea ¿Tanto te hice sufrir?, sintió
como la depositaban en un asiento dando un quejido de dolor al resentir el
hombro para abrir los ojos viendo como Herendira se subía en el asiento del
copiloto y la otra mujer en el del conductor, giro el rostro para dar con un hocico
largo que le dio un suave lametazo -Te me haces familiar- murmuró quedamente
antes de recostar la cabeza y volver a cerrar los ojos.
Sintió un peso sobre sus piernas y un suave quejido por lo que levanto la mano
depositándola con suavidad sobre la cabeza peluda -Estoy bien- dejo escapar
suavemente -es solo que es difícil de entender para mí y me siento algo
confundida- sintió otro suave lametazo en el rostro por lo que lo abrazo con
suavidad intentando calmarse.
-No has dormido nada por mi culpa- dejo ir la cabeza hacia adelante - de verdad
lo siento Vanessa, no hace falta que nadie nos lleve a tu casa…
-Harás lo que digo- la miro con sorpresa -me lo debes, irán por ustedes, en casa
hay comida, y tiene varias habitaciones, quédate en la mía- se sonrojo
profundamente al escuchar aquello -la reconocerás porque la cama de Tormenta
está en una esquina - vio el rostro serio delante de ella.
-Bastante- le respondieron sin dudar siquiera - pero me alivia que estés bien y
no te haya pasado nada malo… dijiste que irías a casa.
-Lo siento- murmuró desviando la cara para mirar por la ventana, le había dicho
aquello por no dar una mala impresión, no esperaba realmente que la noche se
descontrolara de aquella manera.
-Me gustaría más una explicación que un lo siento- vio como apretaban el volante
con fuerza - eres mi amiga y me preocupo por ti…
-Sí soy tu amiga- repitió quedamente regresando su vista a la ventana -lo sé… lo
siento…
NO ME OLVIDES
Capítulo 12
RECUERDOS Y REALIDADES
Esperar duele, olvidar duele. Pero el peor de los sentimientos es no saber
qué decisión tomar.
Paulo Coelho.
Bajo los ojos para enfocar Tormenta gruñéndole por lo bajo al pastor belga que
era la pareja del hombre, por lo que la acaricio llamándola a la calma se ubico en
la columna de mármol derecha que adornaba la entrada del parque irguiéndose
orgullosa y revisando fugazmente con la mirada el perímetro y a quienes pasaran
por allí antes de escuchar los primeros suspiros “Lógico soy una diosa viviente”
esbozo una encantadora sonrisa que provoco otra lluvia de suspiros que la hizo
relajarse notablemente.
Virginia que iba a morir de cansancio primero porque Vanessa casi la estrangula,
segundo porque había pasado buena parte de la madrugada y la mañana con la
paletita de la chica, aunque debía admitir que la niña pelirroja era encantadora,
se preocupo bastante cuando su amiga le pidió ir al hospital pero, no dudo un
segundo en asistir.
Dejo caer sus llaves en el living de la sala para ver la cabeza de su esposo
asomarse mirándola con preocupación, le hizo un enorme puchero que género que
la cargaran escaleras arriba derecho a la cama cosa que agradeció
profundamente porque de verdad sentía que no podía ni con su alma, sintió el
beso cariñoso antes de que le sacaran los zapatos de tacón y la arroparan,
recordando porque amaba tanto a ese hombre mientras cerraba los ojos para
finalmente tener su merecido descanso.
Sus escazas conversaciones con ella le revelaban una persona bromista, engreída
en extremo y en ocasiones sumamente callada, pero suponía ella que había más,
ni siquiera podía hacerse una idea real de ella, de todas maneras no tenia caso
¿o sí?, era como la misma Vanessa decía solo eran amigas, y cuando eres amiga
de alguien no siempre muestras como eres del todo… o cuando esta uno con
alguien que ama o que le gusta actúa diferente…. ¿no era cierto también? Se dejo
caer en el colchón abrazando con fuerza aquella almohada pero a pesar de todo
razono fugazmente mientras se dejaba vencer por el sueño” yo quiero
conocerte”…
Había pedido el plato más caro que podía, el mejor refresco y su postre favorito,
había acomodado las flores de la mesa como le agradaba y esperaba escuchando
las risas a su alrededor dándose ánimos a sí misma y felicitándose por sus logros,
recordaba la gracia que le había hecho la cara del mesero al explicarle que era
ella sola, como había fila fuera y ella tenía una mesa para cuatro sola.
Esa tarde en aquella mesa había sacado su diploma mirando su nombre escrito en
él, su solicitud universitaria con la aceptación y su nombre también en ella,
aquella felicitación tan efusiva y la beca que le otorgaban, así como el
reconocimiento especial de su escuela por graduarse con los más altos honores,
los había extendido sobre la mesa porque a fin de cuentas era todo lo que tenía,
el testimonio de todo su esfuerzo, ese que la hacía sonreír inflando el pecho
orgullosa en aquel momento.
Suponía que pocos de los allí presentes podrían entender su infinita alegría, en
cuenta aquel gerente que se le había acercado a decirle si tenía dinero para pagar
su comida, se recordaba a si misma sacando su billetera y mostrando su dinero
mientras el hombre en esta ocasión le decía que era una tarde ajetreada y que
ella no podía ocupar una mesa para cuatro sola que si lo deseaba se pasara a la
barra, pero ¿Acaso no merecía una mesa?, puedo pagar… eso había dicho pero el
hombre le negaba con la cabeza, finalmente ella había asentido empezando a
recoger sus cosas cuando escucho aquella voz -¡Hola! lamento llegar tarde- había
levantado el rostro enfocando unos hermosos ojos azules envueltos en un
uniforme que no era de su escuela -es que como esto queda tan lejos de mi
escuela- ella asintió por inercia más que otra cosa mientras observaba a la otra
joven con completa elegancia empezar a ordenar dejando al gerente con la boca
abierta, antes que el hombre se retirara confuso.
-Perdona- vio la risita escapar con tanta suavidad_ es que se suponía que comería
aquí con mi hermano pero al parecer se atrasara mucho más de lo pensado, estaba
por irme cuando vi a ese hombre intentando echarte- parpadeo confundida - y
pensé si estás sola y yo también… bueno además es un día genial ¿no? …Estamos
graduándonos podríamos comer juntas - simplemente había atinado a asentir con
suavidad - estas son tus notas… ¡VALGAME ESTAN GENIALES!
-No espera me da vergüenza- intento protestar mientras veía sus papeles acabar
en las manos de aquella rubia.
-No seas tonta… ojala yo me hubiera graduado con esas notas- la escucho reír
divertida y no pudo más que hacer lo mismo - Te aseguro que mi hermano estaría
encantado- vio el rosario escaparse de entre el lazo del uniforme escolar y su
resplandor le llamo la atención - es bonito verdad… fue el último regalo de mi
madre antes de morir…
-Lo siento- había respondido quedamente - mi madre también murió…
-Entonces las dos deben ser muy amigas- la miro sorprendida viendo aquella
enorme sonrisa - donde quiera que estén seguramente son grandes amigas….
-¿Por qué piensas eso?- había hecho aquella pregunta recordaba ella porque lo
que escucho la había dejado profundamente confundida.
-Es simple- vio la cabeza ladearse provocando que aquel rosario se balanceara
levemente -porque las dos estábamos solas hoy y nos hemos encontrado para
hacernos compañía y celebrar… me gusta creer que son amigas y no querían
vernos solas- la sonrisa en aquel rostro había crecido contagiándola -Soy Stefani
por cierto.
-Y yo Andrea… - murmuró mirando aquel rosario roto sobre la mesa, fue tan fácil
ser amiga de ella, las vacaciones más divertidas de su vida, las recordaba con
claridad cada locura compartida, cada discusión larga con Stefani, cada empujón
que le había dado en la alberca… río quedamente al recordar la cara de molestia
cada que lo hacía y las risas cuando las dos se iban juntas al agua, ser su amiga
fue tan fácil pero amarla fue aun más sencillo…. Y sin embargo estaba segura que
olvidarla… olvidarla sería imposible.
Estiro la mano para tomar aquel rosario con suavidad antes de besarlo con
delicadeza “adiós… espero que me odies” afirmo levantándose antes de guardarlo
en un pequeño baúl junto con la única foto que tenía de su madre… la vida estaba
llena de elecciones y ella había tomado la suya.
Ataque de ansiedad eso había escuchado, aún podía sentir su corazón golpear
fuera de ritmo y sin embargo ella no llamaría a aquello ataque de ansiedad, no
sabía cómo se rompía un corazón o siquiera como se debía sentir y sin embargo
podía jurar que el suyo se había hecho añicos la noche anterior, incluso lo había
escuchado romperse en pedazos y por ello se había quedado sin aire, sin fuerzas
y sin fe.
Perdió a una de sus personas más queridas ¿Pero siquiera podía llamarle perdida
a aquello?, le habían dicho que la amaban, antes de jurarle odio eterno…. Ni
siquiera podía sentirse confundida ¿O sí?, porque no tendría sentido si la noche
anterior habían jurado odiarla. Y sin embargo…. Se llevo la mano al pecho
dolorida, ¿Qué era la estupidez? Era no darse cuenta cuando alguien que siempre
está contigo te ama, se dijo quedamente llevándose la mano que un instante antes
presionaba el pecho a la cara, rememorando cada escena y momento que había
pasado con su amiga.
Deseo golpearse contra alguna pared al revivir las incontables ocasiones que
había terminado llorando en sus brazos por Hernán, recordando cada abrazo
cariñoso que le obsequiaban, cada frase comprensiva y aquella mirada llena de
infinita ternura, todo gesto en Andrea libre de reproches o egoísmo, sus
consejos tan sinceros…. Ella la amaba y sin embargo la consolaba siempre que
lloraba por alguien más, a pesar de que le decía que no podía vivir sin Hernán, se
levanto encaminándose a la pared para dejar caer un sonoro puñetazo sobre ella
“Andy es que no puedes entender como lo amo”…. “Lo entiendo mejor de lo que
crees” claro que la odiaba ella se odiaría de estar en el lugar de Andrea…
Los discursos iban y venían a lo largo del día entre las risas de los niños y los
variados eventos que se tenían programados, pero sin duda la parte pesada seria
esa noche, Vanessa caminaba entre los puestos de comida escuchando la alharaca
de Svenson en su descanso y el tipo había decidido llenarse de comida chatarra,
era claro que con el cuidado tan precario que le daba a su alimentación no
tardaría nada en rodar. Ella en cambio tenía un serio problema no le gustaba
comer nada que no hubiera cocinado ella misma en casa y debido a los eventos de
la noche anterior no pudo prepararse su almuerzo por lo que en ese momento
moría de hambre.
Ya había recorrido una buena parte de los puestos sin que se le antojara nada -
Y podríamos salir mañana en la noche- se detuvo en seco centrándose en la
conversación que mantenían con ella antes de girarse y ver al tipo sonriéndole
con encanto. No es que Svenson no fuera un hombre atractivo, el hecho de que
le llevara algunos años tampoco importaba, el que fuera un egocéntrico,
insoportable que solo buscaba llevarse mujeres a la cama como si de trofeos se
tratara eso si que importaba - Digo seriamos la pareja más espectacular en el
baile de caridad de la policía este otoño.
-No crees que vas muy rápido- dijo con voz algo irónica para empezar a caminar
de nuevo.
-No te creas tan única Savedra- vio la expresión cambiar a una de molestia.
-Sevenson, soy tan única como todo ser humano que te topas en la vida- noto el
gesto confundido -todos somos únicos… y sé que hay alguien que a diferencia
tuya apreciara todas mis particularidades- se giro como si nada acomodándose
su boina para continuar caminando al lado de Tormenta alejándose de aquel tipo.
Para cuando la noche cayó Herendira se despertó algo aturdida al parecer estaba
más cansada de lo imaginado, miro alrededor enfocando el reloj para notar que
pasaban ya de las ocho de la noche, Vanessa le había dicho que llegaría entre la
una y tres de la mañana, así que le quedaban horas de tortura en soledad. Sus
pies descalzos provocaron un escalofrió en todo su cuerpo al tocar el suelo, pero
no deseaba calzarse así que camino despacio para descubrir que Stefani se había
marchado.
Soltó un suspiro cansado al ver que se había llevado todo pero, suponía que como
ella simplemente necesitaba su espacio. Camino despacio por la sala para acabar
en la cocina, no era su casa pero se había saltado el desayuno y la comida, aparte
que tenía claras indicaciones de Vanessa de comer lo que quisiera. Otra sorpresa
razono al abrir el refrigerador descubriendo una infinidad de verduras y carne
de buena calidad. Se encamino con algo de entusiasmo a las alacenas, para ampliar
de golpe su sonrisa. Al parecer su joven oficial era amante de la comida sana por
lo que tenía una cocina de lo más completa.
Miro la hora de nuevo, ella moría de hambre y Vanessa se tardaría en llegar así
que se prepararía algo ligero y la cena como tal la haría para que estuviera en
punto a la una y continuara caliente aun cuando llegara luego.
Levanto sus ojos negros al ver como Herendira se frotaba las manos antes de
tomar su lugar en una silla continua para sentarse a comer con ella -¿No cenaste
antes?- cuestiono quedamente intentando no expresar su emoción al encontrar
su cena, mientras se lavaba las manos rápidamente.
-Uno nunca debe cenar solo si puede contar con compañía- le afirmaron - además
pensé que estarías cansada y con hambre- vio a la chica ubicarse la servilleta con
elegancia en las piernas antes de pasarle una salsa para que si lo deseaba bañara
su comida en ella -espero que te guste.
Sonrió simplemente eso pudo hacer, sonreír como idiota porque no solo tenía
comida caliente, sino alguien que la había esperado para cenar, en general cenaba
sola antes de la policía turística sus horarios eran bastante demandantes, y
cuando se paso de departamento empezó a tener mucho tiempo libre en las
noches para preparar su cena y ver televisión. Su soledad nunca le incomodo pero
en ese momento se sentía mil veces mejor sin duda que cenar sola…. Se llevo el
primer bocado antes de abrir ojos sorprendida saboreando aquello mientras en
automático dejaba salir un sensual gemido de satisfacción mirando la comida -
Esto esta riquísimo- sin poder creerse la gama de sabores que se habían
encerrado en su boca en un segundo.
-Me alegra que te guste- Herendira rio quedamente a pesar de que estaba
completamente sonrojada ya que aquel gemido había hecho que su corazón
saltara como caballo salvaje -¿Cómo te fue?
Vanessa la enfoco sorprendida a medio camino de continuar comiendo, antes de
levantarse con una rapidez sobrehumana que genero un ruido seco de la silla al
irse al suelo, para tomar el rostro de Herendira entre sus manos sorprendiéndola
del todo, al sentir la calidez de aquellos labios sobre su frente depositándole un
beso suave y dulce en ella - Sorprendentemente el día mejoro recién
considerablemente - le murmuraron quedamente por lo que se sonrojo aun mas
antes de sonreír tomando una de aquellas manos que adoraba besándolas con
suavidad.
Mientras los besos caían sobre sus manos Vanessa tenía que admitirse algo muy
importante a ella misma, que esa niña que besaba sus palmas con devoción llenaba
su corazón de una paz que ninguna mujer de las que habían pasado por su vida le
había obsequiado…. Quizás amiga no era el término adecuado….
NO ME OLVIDES
Capítulo 13
Gail Gibran
-¿Y bien?- observo los ojos negros que le miraban interrogantes sin darle espacio
alguno a mentiras - y ni se te ocurra inventar una excusa boba - bajo la cabeza
en señal de derrota al escuchar aquello.
-Vanessa fue una larga noche - notando como ya habían acabado de comer y
Tormenta descansaba en una esquina de la cocina - y mañana tienes que trabajar
y…- vio como le negaban con la cabeza así que tomo aire para empezar a relatar
lo que había ocurrido la noche anterior canción incluida y demás, cuando finalizo
suspiro pesadamente dejando caer su cabeza en la mesa.
-Esa canción es muy buena- la escucho decir por lo que levanto la cara enfocando
-Buenas noches, niña buena- la carcajada resonó en la cocina con fuerza cosa que
hizo a su corazón encogerse levemente -aunque no creo que eso te describa bien,
acabaste arrestada cosa que dice que quizás disfrutas demasiado - las risas
resonaron de nuevo por el espacio.
-¡VANESSA!- dejo escapar con molestia -¡A VECES ERES UNA IMBECIL!- se
levanto recogiendo su plato con enfado para dirigirse al lavado, a ella esa canción
la destrozo porque cada frase en ella era una verdad en….
-No te enojes- dejo de pensar de golpe al sentir los brazos rodeando su cintura
con suavidad -sólo intentaba relajarte y que no le dieras tanta importancia, yo
creo que tu amiga está sumamente molesta contigo o quizás simplemente fue una
forma brusca y algo cruel de hacer que abras los ojos para que finalmente
cambies de forma de vida -su corazón se detuvo de golpe al escuchar aquello,
repasando los eventos de los últimos meses y sus quejas constantes hacia Andrea
por ello.
No fue difícil descubrir que lo natural en aquella niña era un corazón sincero y
una buena disposición en todo aquello que hacía, ¿Demasiada inocencia? Podía ser
y al parecer por su estado acababa de pasar factura solo esperaba que no tuviera
nada que ver con Hernán y sus constantes llamadas a lo largo de ese día. Aquel
joven parecía realmente desesperado por encontrar a la Señorita había llamado
hasta el cansancio.
Mientras enrumbaba sus pasos al exterior intentaba descubrir ¿Qué era lo que
atraía a Stefani de ese joven? Estaba segura que esa misma pregunta se hacía
toda su familia, no era que Hernán fuera un mal joven, la anciana se detuvo
cerrando la puerta claro que era un mal chico, simplemente ella razonaba que
Stefani debería dejarle de tener tanta fe a las personas y dejar ese discurso
sobre que todos tienen algo bueno dentro, porque estaba segura que el gusano
ese no tenía nada bueno dentro y como fuera el responsable de las condiciones
de la chica una paliza era sin duda una acción que se quedaría corta.
-Se te adelantaron- escucho la risa suave que le hizo sonreír aun más - Y tú no
estás nada mal para tener la edad que tienes- dio un suave pellizco en la espalda
escuchando una queja antes de revolver el cabello para encaminarse a la puerta
de la recamara, se giro de nuevo notando como la chica abrazaba una almohada
con fuerza.
-Sí, me siento bien- sonrió llevando una mano a la frente con seriedad antes de
tomar el pulso, asegurándose que todo estuviera bien, tenía claro que la joven
vivía completamente sola y no tenía nadie quien viera por ella, lo último que
deseaba era una fea sorpresa- ¿Y bien doctora que tengo?- parpadeo rompiendo
su concentración para ver la carita sonriente delante de ella.
-¿Y cuál es tu enfermedad?- sintió como se pegaban a ella con suavidad por lo
que sonrió enredando el cabello castaño con suavidad.
-No te lo diré- con burla notando la cara de enfado - así mantengo tu curiosidad
despierta colega - las manos de Andrea le terminaron de sacar la ropa con
presteza antes de volver a pegarse a su cuerpo desnudo dando un suspiro de
satisfacción por lo que ella sonrió de nueva cuenta - hoy te enseñare una lección
importante… la cama es también para dormir.
-Yo ya dormí mucho en ella- río con fuerza, sin duda el tiempo que disfrutara con
esa chica seria todo menos aburrido.
-Vanessa- dejo escapar quedamente sonrojándose con violencia - es que soy algo
inquieta al dormir – aun desde el umbral de la puerta.
-Herendira- se giro de nuevo mirando los ojos negros y aquella ceja alzada con
interés -te pregunte si no te importa si me ducho antes… digo sé que estoy algo
transpirada y no quiero incomodarte.
Negó con fuerza “por mi dúchate antes, durante, después… Siempre que me
dejes acompañarte en los tres tiempos” - No para nada -intento mostrar
serenidad- puedes ducharte o no ducharte por mí no hay lío, problema,
inconveniente…
-De todas formas lo hare- la vio girar “¿hará que hará?, hay Dios debe existir
sin duda mira nada más Herendira, porque cierras lo ojos, deja de ver el piso…
¿Ese fue el ruido de un pantalón al caer? - ya regreso, acomódate en la cama -
“si quítate la ropa y acomódate con ella”.
Al recoger su ropa escucho los pasos resonar surgiendo del baño que tenía
integrado la habitación para llevarse las manos a la cara cubriéndola del todo,
porque Dios existía sin duda y la finalidad de su existencia era torturar su
debilidad humana, respiro profundo intentando controlar su corazón, su cerebro
desordenado y sus jodidas hormonas… ¿Pero porque Vanessa había hecho
aquello?, es que creyó que saldría del baño con una pijama larga y recatada algo
así esperaba de ella, estando con una desconocida pero no… había salido con sus
pantaloncillo rojos con una línea dorada y aquella playera blanca que decía
“Policía” en grande sobre los… sobre los… ¡YA NO VEAS HERENDIRA!.
-¡HERENDIRA!- dio un bote al escuchar su nombre con fuerza -Mi cara esta acá-
se cubrió la cara con la ropa antes de encaminarse al baño sin ver a Vanessa - Te
esperare en la cama - la cabeza de Herendira dio contra la puerta del baño ya
que el último comentario al parecer interrumpió la orden que le había dado a su
mano de tomar el pomo de la puerta y girarlo, por lo ingreso al baño intentando
tranquilizarse.
La joven oficial Savedra rio con fuerza antes de mirar divertida a Tormenta -
¡Oh! Vamos, no estoy siendo mala - le a la perra que le ladro - quizás solo un poco,
pero me la debe por hacerme preocupar, igual aunque no hubiera hecho nada se
habría estampado en la puerta - contuvo la risa de nuevo antes de meterse con
cansancio en la cama.
Escucho la puerta del baño sin darle mucha importancia, necesitaba aclarar bien
que era lo que sentía y encontrar la palabra adecuado para ello, porque había
muchos factores que considerar para ella, el de más peso era la edad “¿Pero qué
diablos estoy pensando? Se incorporo molesta con sí misma para abrir los ojos
desproporcionadamente viendo a una sonrojada Herendira que a luces tenia frio
secándose el cabello pelirrojo que caía desordenado sobre sus hombros, era su
error ella misma había escogido esa ropa, pantaloncillos como los suyos y aquella
camisa que decía “Sexy” sonrió de medio lado… quizás esa era la palabra que
buscaba.
-Es que no se… eh… usar tu ducha… eso sí- vio la sonrisa insegura de la chica y
un gesto en los ojos que le indicaba que seguramente se estaba reprendiendo a
sí misma mentalmente, intento contener la risa de nuevo, porque tendría ella que
ser una niña también para creer aquella mentira tan mala “tanto te gusto
Herendira” se incorporo ladeando la cabeza mirando a la joven que parpadeo al
parecer confundida enfocándola.
-Al parecer si- se dejo caer en el colchón sin dejar de mirar a su invitada - parece
que si - repitió quedamente.
-Para el resto de los mortales si- tomo la mano fría suavemente - pero para ti
puede que sea maravilloso - la llevo a los labios besándola con suavidad
escuchando un suave suspiro por lo que sonrió antes de llevarla a su mejilla -
estas muy fría.
-Ojala- la enfoco notando como la joven se sonrojaba con fuerza - digo yo… eh….
Me alegra que sea bueno para mí, eso- sonrió aun más al ver la sonrisa nerviosa
en la cara.
-Herendira- vio el sonrojo pasearse de nuevo por el rostro cubriéndolo -Buenas
noches - apretó aquella mano con fuerza entre las suyas intentándola calentar
antes de escuchar un suave suspiro.
NO ME OLVIDES
Capítulo 14
FAMILIAS
-La Señorita del Valle esta indispuesta- notando con el rabillo del ojo algunos
hombres del equipo de seguridad aparecían en las esquinas de la casa mirándoles
fijamente- podría el joven regresar más tarde.
Vio la cara sofocada de Hernán al decirle ella aquello, el temblor en las manos al
pasárselas por los cabellos negros mordiéndose los labios inquieto de nuevo, como
si temiera que algo saltara de las sombras y se lo tragara- Yo lamentablemente
insisto- noto el temblor en la voz.
-¿Qué te paso?- la mujer vio las caricias del chico sobre el rostro para luego
enfocar el rostro de su joven señorita - ¿Quién se atrevió?- noto como todo el
nerviosismo se acababa de borrar para dejar paso a un enfado desmedido que
dejaba ver que él no era el causante de las lesiones.
-Fue una lamentable incidente- Hernán noto como Stefani le dirigía una mirada
a Teresa que asintió retirándose del lugar - comprenderás que no me encuentro
por ello en las mejores condiciones- la miro sorprendido por aquella forma de
hablar tan seria y extraña a su razonar en ella.
-No debería yo hacerte esa pregunta- respondió con completa calma - Salí con
unos amigos, si eso quieres saber, pero supongo que tú no me dirás como acabaste
así.
-Estuve con unas amigas- respondió Stefani sonriendo de una manera que él no
lograba descifrar - ya veo lo acabo de entender….
Cada beso de Hernán, cada promesa rota, cada palabra y juramento que se
dispersaba con el sol de la mañana, cada vez que la había hecho llorar con el
corazón encogido de dolor, sus lágrimas… las lágrimas que había provocado que
Andrea derramara por ella en soledad, porque Andrea la amaba y la noche de su
despedida, de su juramento de eterno odio le dio la lección más importante… el
amor nunca busca lastimar, es leal y fiel….
-¿Qué comprendí?- se giro tocándose el hombro con suavidad -¿Por dónde podría
empezar?- se volteo a enfocarlo antes de sonreír -hablemos del amor, el amor
es hermoso o eso se supone que sea, es una luz que te llena por completo, cobija
tu corazón y te hace sonreír siempre con la seguridad de que tu ser amado
siempre cuidara de ti, o cuidaras de él a pesar de que quizás no te ame… hay
muchos tipos de amor - miro la confusión de Hernán - dicen que el más bonito es
el amor en silencio… también es el más difícil.
-Yo te amo Stefi y siempre te protegeré- se giro abriendo sus ojos con sorpresa
para mirar a aquel joven sin creerse bien lo que acababa de escuchar.
-¿Amor?... ¿Sabes qué es el amor?- vio como de nuevo le miraban con confusión-
creo que no, porque el caso es Hernán que tú no me amas- admitió secamente.
-Bien entonces te diré que tu forma de amar es la más enfermiza que existe- le
con ira- porque nada en tus acciones demuestra que me ames y yo estaba tan
ciega- se llevo la mano que tenia libre a la cara intentando calmarse- porque a
¿Qué viniste hoy?- vio como el chico se pasaba las manos por el cabello con
inquietud- porque necesitas dinero_ afirmo riendo- ¿Y por qué lo necesitas?-
cuestiono sin dar tiempo de responder- porque estas ahogado en deudas, te
gusta el juego, el alcohol y las mujeres… y tu excusa patética en tu cerebro de
gusano es que a pesar de ello yo… debo comprenderte siempre porque me amas…
-Pero- lo miro seria- pero te amo Stefani, como tú a mi… y debes perdonarme
voy a cambiar- negó con la cabeza sonriendo- no te creo, no vas a cambiar, tú
eres así… te gusta ser así, y es mi culpa también por apostarle a un perdedor,
por creer que la bondad que se que hay en ti se impondría a todo esto- movió la
mano señalándolo- pero no es así porque tú mismo no quieres y Hernán yo no te
amo- afirmo con seriedad- ¿Cómo podría seguirte amando?.
-No me hagas esto cariño- vio como se intento acercar a ella con desesperación
por lo que retrocedió dos pasos notando como el chico se movía inquieto.
-Eres mi mujer- Hernán con seriedad -en mis brazos descubriste tu cuerpo, tu
necesidad de mi y tu…
-En tus brazos sí mi cuerpo despertó, pero no fuiste tú con eso el que me volvió
mujer – con molestia - no fuiste tú él que me dio la conciencia de que cada uno
de mis actos tiene un real consecuencia, que debo dejar de ser tan distraída y
reparar en quienes amo de verdad, sin descuidarlos… no fuiste tú Hernán…
porque aun sigues un niño y esto se termino…
-Eres tan patético e inmaduro- _ me alegra verte como eres realmente….y ahora
¡LARGO DE MI CASA!...
-¡YA ESCUCHASTE!- Stefani giro a ver al pie de las escaleras para enfocar a un
hombre rubio de barba de candado, que abrazaba a una hermosa mujer morena
de la cintura, ambos enfocando fijamente a Hernán -¡MI HERMANA TE QUIERE
FUERA!
-La puerta está por allá - escucho la voz suave de la esposa de su hermano -
¿Sera que sabes encontrarla o nuestros amigos te la muestran? - la vio chasquear
los dedos antes de que los de seguridad aparecieran al pie de la escalera. Vio a
su ahora ex novio mirarla con ira antes de empezar a bajar la escalera a prisa,
sin decir una sola palabra y apretando los puños para finalmente desaparecer
escoltado por los hombres de seguridad - Bien ahora que la basura salió, ¿No me
darás un abrazo cuñadita?- Stefani sonrió bajando las escaleras directo a los
brazos de su cuñada para sentir los besos cariñosos en la frente.
Así que tenía un claro itinerario para la joven, que inicio aquella mañana ya que al
lado de aquel desayuno le había dejado un libro sobre anatomía avanzada que
seguramente la tendría ocupada , era un tomo bastante interesante a su criterio
y tenía claro que aunque Andrea se expresaba a través de la música su vocación
era la medicina.
Necesitaba distraerla los primeros días y claro que la joven se adaptara para
que empezara a vivir como se debía, percibir cada placer que le daba la vida y
claro se iniciaba con lo básico un buen libro y llevar un ritmo calmo para disfrutar
incluso de la brisa del viento sobre su piel, se giro silbando suavemente… la
verdad se sentía bastante feliz con todo aquello, tenía un proyecto divertido
entre manos y compañía que no tendría que conquistar durante un tiempo.
Carraspeo con molestia francamente solo aquello le faltaba que sus hijos le
vinieran a decir que estaba haciendo mal con su otra hija, se acomodo su saco y
levanto el teléfono antes de colgarlo de nuevo, quizás su hija había estudiado
hasta tarde y por eso no aparecía… podía darle libre ese día y acordar la cita con
el hijo de su amigo para otro día, era algo que tarde o temprano se daría después
de todo… era solo por ello, no porque presionara a Herendira como decían sus
otros dos hijos porque la verdad estaba de su lado y el tenía siempre la razón,
no su esposa.
Tomo la decisión de dejarle la casa a su nieta cuando esta con franqueza a sus
solo diecinueve le había soltado que solo le gustaban las chicas, porque solo esa
niña egocéntrica podía decir algo así en media reunión familiar “Se que los
hombres del mundo sufrirán mucho al saber que solo me interesan las chicas,
pero estoy segura que ellas estarán encantadas” dio un suspiro… hasta para salir
del armario había tenido un estilo impecable, aunque a los gemelos les costó
procesarlo antes de poner a “resguardo” a sus novias…cosa que no funciono en
varias ocasiones desencadenando discusiones que terminaban siempre igual “Que
culpa tengo yo de ser una diosa viviente”, negó con la cabeza dudaba mucho que
existiera mujer sobre la tierra capaz de controlar ese enorme ego o mejor dicho
soportarlo siquiera…
Enfoco el retrato de su hijo y su esposa que estaban con sus uniformes policiales
abrazando con cariño a sus cuatro hijos, antes de mirar alrededor, asegurándose
de no ser escuchada o vista - Aquí entre nosotros - dijo quedamente a aquellos
rostros - su hija es una monumento viviente - rió quedamente -estoy segura que
encontrara alguien que aprecie todas sus particularidades - rió con fuerza
ubicando el retrato en su lugar para ir a desayunar con su familia, esperando que
nieta estuviera bien.
NO ME OLVIDES
Capítulo 15
SIMPLEMENTE VALOR
En el dolor hay tanta sabiduría como en el placer; ambas son las dos grandes
fuerzas conservadoras de la especie".
Nietzsche
La tarde iluminaba del todo aquel espacio que constituía el enorme comedor de
la familia del Valle, Teresa había servido el té a sus jóvenes señores que se
miraba alternativamente en un incomodo silencio -¿Cuándo te diste cuenta que
era infiel te hiciste análisis?- Stefani levanto el rostro enfocando la cara seria
de su hermano al otro extremo de la mesa -Al menos te protegías cuando estabas
con él.
-La primera vez que me entere me hice estudios- la chica bajando el rostro
avergonzada -de hecho estábamos en abstinencia porque así se lo pedí- aseguro
sintiendo aquellos ojos fijos en ella - me prometió no volverlo a hacer, pero
Andrea me lo aconsejo dijo que lo último que deseaba era que me enfermara por
culpa suya - sintió su corazón encogerse de dolor al mencionar aquel nombre.
-No Elena- sintió las lágrimas derramarse de nuevo por sus mejillas -tengo el
hombro dislocado, me duele el rostro… tuve un ataque de ansiedad y… y… -cerró
los ojos con fuerza intentando tranquilizar sus ideas - Andrea me ama…
-No quiero excusas- miro a su hermano tragando grueso al escuchar los dos
fuertes zapatazos que dio sobre la mesa- quiero que respondas mi pregunta - lo
vio caminar avanzando hacia el centro de la mesa mirándola fijamente.
-Yo… yo…- escucho el ruido de otra silla antes de ver a Elena al lado de su
hermano mirándola fijamente.
-Ya deja de balbucear- soltó Arturo provocando que lo mirara asustado -quiero
que me digas que sientes… ¿O acaso esperas que te solucione la vida diciéndote
no te preocupes hermanita es cosa de la edad?- vio los ojos furiosos enfocarla -
Pues lamento desilusionarte yo no estoy aquí para facilitarte la existencia, sino
para que aprendas a vivir la vida como se debe…
-Tienes una vida por delante y si no eres capaz de identificar un sentimiento tan
completo como el amor, quiere decir que te falta mucho para llegar a ser una
mujer competente- agregó Elena - Así que responde la pregunta de tu hermano
y deja de evadirte.
-¿Es qué acaso no ven que no puedo?- quedamente - que realmente no sé lo que…
Teresa se llevo las manos al rostro asustada al escuchar el sonoro crack del
hombro de su joven Señorita antes de que el puño provocara otro ruido seco en
el rostro de su joven Señor, ante la mirada pasmada de su esposa, justo en el
momento en que este volteaba el rostro con rapidez tomando la ropa de su
hermana con fuerza y viendo como esta hacia lo mismo con la suya -Vuelve a decir
algo así y me olvidare que eres mi hermano y te enterrare vivo.
-¿Y qué harás?- cuestiono Elena mirando el hombro preocupada a pesar de que
Stefani seguía sujetando con fuerza a su esposo.
-No lo sé, me odia - quedamente antes de sentir una fuerte sacudida de parte
de su hermano y afirmar sus piernas sacudiéndolo ella a su vez.
-Un del Valle nunca dice no lo sé- escucho que le decían- ella te odia, excelente
porque quiere decir que te sigue amando con la intensidad con que te detesta -
lo miro sorprendida disminuyendo la presión sobre su agarre y razonando aquello
- La amas, ¿Qué haces cuándo amas a alguien?
-¿Qué harás? le dijo con fuerza al verla encaminarse a la salida del comedor.
Teresa salió caminando detrás de la joven con una única cosa en mente “estos
niños complicados”.
-Es una lata verdad - le dijeron quedamente por lo que asintió escondiéndose aun
más - ¿Estas cómoda?
-Lo estaría más si ese maldito dejara de entrar por la ventana- admitió
quedamente intentando conciliar de nuevo el sueño, era extraño aquello suponía
que seguía soñando porque su almohada nunca antes le había hablado.
-Soy una diosa viviente- escucho afirmar a Vanessa mientras ella sentía su rostro
arder - aunque no me importa fungir del almohada.
-Yo… estaba… yo- la miro sintiendo el corazón golpeando con fuerza contra su
pecho.
Tenía las piernas hacia arriba apoyadas en la cama y se sujetaba la nuca dolorida,
antes de sentir como la ayudaban a girarse con suavidad –Duele- dejo escapar
quedamente, antes de sentir como la obligaban a separar las manos y le revisaban
la cabeza delicadamente.
Se giro a mirar como tomaba los huevos que había dejado sobre la mesa y se los
ponía sobre las piernas mientras doblaba un mantel -¿Desde cuándo tienes
huevos?- noto como la miraban confundida -No sabía que eran tuyos… y yo que
los iba a usar para cocinar.
-Pero ¿qué…? ¡OYEME YO NO TENGO DE ESO!- vio como se quitaba los huevos
de las piernas poniéndolos sobre la mesa mientras ella se reía divertida -Qué
graciosa me saliste.
-¡Oh! ahora la señorita no soporta una broma- Herendira tomo los huevos
mirándola divertida -me llevo tus amigos, espero no restarte encanto con ello-
noto el gesto entre enfadado y divertido por lo que rio con diversión.
-Yo nunca pierdo encanto y no me hace falta de eso pare ser encantadora- vio la
barbilla levantarse en un gesto sutil mientras ella revolvía los huevos -y nadie se
ha quejado por ello- rió quedamente al parecer su adoración estaba sumamente
ofendida por tal comentario.
-No creo que a tus novios les gustaría que tuvieras de eso- soltó aquello porque
francamente no quería meter las de andar y si se llevaba la desilusión de una
buena vez ¿no era lo mejor?, quizás solo estaba viendo cosas donde no las
habían…
-Creí que había quedado claro que mis gustos no iban por ahí- escucho la voz
seria - así que haciendo corrección a tu comentario a mis novias no les gustaría
que tuviera eso- sonrió mientras revolvía los huevos con fuerza, aunque lo de
novias- si tuviera porque no tengo sabrían que no me hace falta eso- escucho la
aclaración sonriendo a aun más- y francamente todo esto es estúpido- rió
quedamente al escuchar el tono enfadado al parecer Vanessa había decidido
enfadarse sola - número uno, mi desempeño sexual es excepcional como todo en
mi - Herendira se mordió los labios intentando no reír ante aquello -número dos,
es obvio que alguien tan sublime como yo busca otras cosas sublimes llámese
mujeres -volteo los ojos en blanco sonriendo Vanessa “ego” Savedra - y número
tres, tú no deberías hacerme esas preguntas -se volteo viendo el gesto de enfado
profundo y la vena del cuello saltada.
-Yo pregunto porque quiero- se acercó ubicándole un plato para servirle los
huevos - tú respondes porque quieres, estoy segura que eres una diosa en la cama
- vio la barbilla alzarse y la cabeza moverse levemente en signo de alegría -
aunque nunca hice referencia a ello- noto el gesto cambiar a serio antes de
girarse por el jugo – dos, aunque parecía que te gustan las chicas nunca está de
más preguntar_ dijo poniendo el vaso de regreso en la mesa - y tres….- la miro
con profundidad unos instantes - eres completamente sublime…- vio la enorme
sonrisa formarse mientras tiraban de ella con fuerza para acabar sentada sobre
las piernas de Vanessa del todo.
-¿Y tú?- la miro confundida desde su nueva posición tratando de poner a trabajar
sus en ese momento colapsadas neuronas, hasta que abrió la boca en un signo de
ya entiendo.
-Te gusto yo- Herendira parpadeo mirando fijamente a Vanessa con sorpresa
antes de sonrojarse con violencia - tu también me gustas - abrió los ojos
desproporcionadamente al escuchar aquello - pero me preocupa que soy algo
mayor que tú - asintió al escuchar aquello, no era que no lo hubiera pensado aún
- y tu padre también - se encogió aún más - pero si es solo gustar - miro a Vanessa
unos instantes- ¿Te gustaría conocernos mejor?- la miro sonriente no le
importaba que Vanessa pensara que era solo gustar, porque sabía bien que lo que
su corazón sentía era amor, además si le gustaba a Vanessa eso le daba una
esperanza - pasee buena parte de esta mañana antes de dormirme de nuevo
pensando en la palabra indicada y era gustar… aunque sexy también iba bien - la
miro con confusión unos instantes - no me hagas caso.
-No, mejor no- se levanto de sus piernas no sin antes darle un beso en la mejilla
- estoy descubriendo que puedes ser bastante irracional - se sirvió su desayuno
mirándola divertida al notar el dejo de enfado.
-No conozco a gloria, pero seguro tiene un sabor agradable - rió quedamente al
ver el gesto divertido delante de ella - mi padre quería que estudiara algo más
productivo, aunque francamente me apasiona cocinar y medicina me revuelve alto
estomago - trago grueso unos instantes.
-Hagamos un trato_ sintió como tomaban su mano con suavidad entrelazando sus
dedos delicadamente - mientras estés conmigo no pensaras en tu padre… solo
seremos tu y yo.
-¡ERES TAN LINDA!- no pudo evitar decir aquello con completa emoción antes
de llevarse las manos a la boca mirando el rostro sorprendido delante de ella.
-Es verdad- respondió Vanessa aun roja - tienes toda la razón soy muy linda -
Herendira asintió con fuerza para sorpresa de Vanessa que esperaba algún
comentario punzante sobre su ego.
-¡VANESSA!
.NO ME OLVIDES
Capítulo 16
CAMBIOS RELATIVOS
Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo.
Mario Benedetti.
-Señorita del Valle creo que tiene errado el concepto de descanso- el hombre
viendo a la chica mirándose los moretones en su rostro con algo de molestia.
-Al menos veintidós días- se levanto dándole un golpecito para que se dejara el
hombro tranquilo- solo se desmonto pero igual quiero cuidarlo de cualquier lesión
por sobreesfuerzo- la miro con completa seriedad- en cuanto a su ataque de
ansiedad…
-No pasara de nuevo- vio a la chica girarse mirando el espejo- creo que paso
porque todo me rebaso… pero prometo ser cuidadosa para que ninguna situación
me vuelva a rebasar - observo aquella elegante chaqueta ser colocada con
cuidado - así que Doc tranquilo - sintió de nuevo las palmadas en el hombro algo
molesto.
-Señorita del Valle- uso su tono más severo en contra de aquella joven -debe
reposar, no someterse a situaciones estresante y ante todo evitar lugares
tumultuosos y peleas.
-Prometo hacerle caso- vio la mano libre levantarse en el aire con la palma
extendida como si le hicieran una juramento - descansar lo necesario, manejar
adecuadamente el estrés y no golpear a nadie a menos que sea estrictamente
necesario- volteo los ojos en blanco para pedir ayuda a la otra mujer en la
habitación que simplemente reía quedamente.
-Déjelo doctor es lo más que conseguirá- vio a Elena Del Valle acercarse a su
cuñada acomodando con cariño aquella chaqueta - y tu pórtate bien - le afirmo
con severidad- ¿Dónde vas?- quedamente.
-A rezar para que Dios colme mi corazón de paz y llene mi mente de sabiduría -
Elena sintió como tomaban su mano con suavidad - para que llene mi alma de valor
y no permita nunca más que pierda el rumbo o erre en mis decisiones…
Andrea miraba con enfado a Karina que estaba vaciando su botella entera de ron
en el lavamanos, suspiro con suavidad aun sintiendo el sabor del alcohol en su
boca _ ¿Por qué estás dejando mi casa sin alcohol? _ cuestiono expresando de
aquella forma su molestia.
-Esto no te lo permite - vio la botella de ron irse a la basura para que la de tequila
fuera abierta y recibiera el mismo trato - te aturde los sentidos y asesina tus
neuronas… ¿Cómo disfrutar algo realmente si tienes esto dentro?- Karina
continuo vaciando el contenido de la botella sin dejar de mirarla - no alcohol y
drogas - asevero - en cuanto al sexo simplemente diré que no debes estar en la
lista de cualquiera y eso te hará disfrutarlo más.
-No, simplemente tienes los conceptos errados y yo me encargare que des con
los adecuados, la vida debe disfrutarse al máximo y para hacerlo empieza a
disfrutar las cosas sencillas - vio a Karina encaminarse hacia la mesa de cristal
y lanzarle aquel tomo de anatomía que le había dejado aquella mañana - como por
ejemplo un buen libro y luego de un buen libro, un paseo por el parque.
-¿Otra noche de sexo? - escucho la risa divertida de la mujer a pasos de ella -
Digo ya estoy en tu lista…
Karina empezaba a creer que aquello de enseñar su forma de vida era más
complicado de lo que pensaba, quizás porque nunca antes lo intento pero aun así
estaba convencida que aquella jovencita era la persona indicada para ello era
inteligente y magnética, a la hora de subirse a un escenario la explosión era tal
que la gente enloquecía… quizás lo único que Andrea necesitaba era aprender a
derrochar eso fuera del escenario y el mundo entero caería a sus pies.
Herendira miraba a Vanessa algo nerviosa, miro al asiento trasero para ver a
Tormenta inquieta asomándose por la ventana, se giro enfocando la cara
sonriente de Vanessa que golpeaba el volante cada tanto al ritmo de la canción
que escuchaban, la vio tomar ruta hacia uno de los residenciales familiares en las
afueras de la ciudad, finalmente el automóvil se detuvo en una casa aun mas
grande que la de Vanessa por lo que abrió la boca algo sorprendida -Ventajas de
tener bajas honorables frecuentes en la familia- escucho la risa, pero a ella el
comentario no le hizo la mínima gracia.
-Creo que no debí venir- admitió algo insegura mientras veía a Tormenta
descender del auto y a Vanessa cerrar la puerta antes de mirarla extrañada-
digo ya viste mi cara….
-¿Te refieres al hecho que parece que tuviste una pelea?- parpadeo un par de
veces mirándola -¿O al hecho de que en verdad la tuviste?- cerró el puño
descargando un fuerte golpe sobre el hombro antes de sentir como tiraban de
ella entrelazando su mano con fuerza -no importa vienes con la nieta más
hermosa de Clarisse no te dirá nada.
-¡MALDICIÓN!- dio un salto volando por encima de uno de los sillones provocando
varias risitas infantiles alrededor…
-Bienvenida al ejército del rey de peluche- miro a la niña que le hablaba con
seriedad absoluta – cabo, el enemigo esta agazapado como cobarde en la esquina
noroeste de la sala y tiene como rehén a la reina unicornio, la mujer que le
acompañaba es una traidora a nuestra dinastía.
-Espero que comprendas cabo, que debemos rescatar a nuestra reina ¿Alguna
pregunta?- Herendira ladeo la cabeza razonando un poco todo aquello.
-Tengo una ¿Cómo acaba un unicornio casándose con un oso?- vio los ojitos negros
que le miraban con confusión.
Vio la cabellera negra que adoraba aparecer en una esquina de la sala mientras
Vanessa parecía entretenida lanzándole una bola de espuma al pequeño que se
retorcía en el sillón cubriéndose de la lluvia de juguetes que le caía, se giro
tomando a su comandante que la miro con horror -Bien mayor- le dijo a su vez
lanzándola al frente mientras la niña daba gritos horrorizados, rodo con
elegancia contabilizando al menos seis niños antes de correr para saltar sobre el
sofá detrás del que se escondía Vanessa y caerle encima riendo - Tendré que
castigar tu ablastemias- escucho la risa de la joven uniéndose a la suya con
fuerza.
-Pero merece su castigo- insistió una de las niñas mirando a Herendira antes de
reír al ver el rojo de su rostro - pero creo que la tía ya se lo dio sino no estaría
así de roja - las risitas resonaron con más fuerza mientras Herendira bajaba la
vista avergonzada del todo y sintiendo la cara arder.
El eco de las risas resonaba en su cabeza antes de ver el cariñoso beso que su
nieta le dio a la joven en el cuello haciéndola cambiar a mil rojos diferentes, se
acerco a paso calmo observando aquella escena con más detenimiento, notaba las
manos de Vanessa sujetando firmemente las caderas de aquella joven mientras
sacaba cuentas adecuadas de la edad de la chica levantando la ceja algo
sorprendida -Tía de todas formas- escucho a uno de los niños -ella merece un
castigo más real- el pequeño con decisión.
-Qué más castigo que soportar el ego de su tía- los niños estallaron en risas ante
la respuesta de Herendira, mientras Vanessa esbozaba un encantador puchero.
-Sí, eres las más encantadora del mundo- Clarisse volteo los ojos en blanco
aquello no podía ser bueno, su nieta se había conseguido al parecer una novia que
estaba a punto edificarle un altar y le alimentaba ya su sobrealimentado ego.
-Interesante desorden el que hay acá- los niños en pleno dieron un gritito
esparciéndose como las hojas ante un fuerte viento y desapareciendo del lugar
mientras su abuela enfocaba a las únicas dos adultas allí.
-Tienes razón hermano yo solo veo a mi muy corriente hermanita menor- el otro.
-Es por eso que no deberían pertenecer a la unidad de asalto- ambos se miraron
confundidos - es un hecho que siempre han necesitado anteojos - todos en la
cocina estallaron en carcajadas menos los involucrados - y lo acaban de
demostrar al ser incapaces de ver a la mujer más bella del universo - Clarisse le
sonrió con dulzura a la joven pelirroja a la cual estaba a punto de someter a un
tratamiento a base de bistecs para desaparecer aquellos moretones, ese era el
remedio de un Savedra para tal situación y vaya que había atendido incontables
moretones en su casa - no ven que está siendo atendida por la abuela, ella es la
mujer más hermosa del universo, y yo tengo la suerte de que me acompañe -
Herendira sintió su rostro arder de golpe como si estuviera a punto de
quemársele no solo porque la mujer a la que ella amaba desesperadamente le
acababa de alagar sino porque todos la miraron sorprendidos.
-No les expliques nada a los idiotas- escucho que le decía Vanessa con
tranquilidad- igual sus dos neuronas no entenderán.
-¡OYE!- exclamaron desde algún punto que Herendira ya no lograba ver al estar
sosteniendo dos bistecs sobre su cara, estaba por decir algo cuando el bistec de
su ojo bajo dejando a la vista la sonrisa de Vanessa por lo que ella le correspondió
sonriendo bobamente.
-Hola hermosa- escucho que le decían por lo que su sonrisa se amplió aun mas
tomando la mano que tenia la carne y llevándola a los labios para besarla con
devoción- pareces una cena muy apetecible- se volvió a sonrojar con violencia,
mordiéndose el labio suavemente.
-Hola mi diosa viviente- fue lo único que atino a decir antes de sentir una caricia
sobre el rostro - no verte unos minutos fue un tortura - sintió que el alma se le
paraba, era la primera vez que su corazón tomaba el control de su boca, noto a
Vanessa desviar la mirada entre incomoda y sonrojada.
-Owww que cursis- dijo un gemelo antes de sentir el golpe firme de su esposa en
el hombro.
NO ME OLVIDES
Capítulo 17
SENSACIONES.
Séneca
El bar estaba medio vacío dando una imagen algo triste mientras los ojos de
Andrea se paseaban viendo a las pocas personas en aquel lugar, se giro algo
incomoda primero porque nunca en su vida había estado en una bar de ambiente,
segundo porque nunca había ido a ninguna bar un lunes simplemente se le hacía
un día inadecuado para ello.
-Sí y no- vio la sonrisa en el rostro de Karina por lo que presto aun más atención
a sus palabras - quiero que vayas a la barra a conversar con cualquiera de aquellas
mujeres, uses todo tu encanto para saber que les ocurre, nada de sexo, no
insinuaciones… simplemente conversar con ellas - la miro extrañada unos
instantes antes de asentir.
Cada paso que daba hacia aquella barra la ponía más nerviosa, la música suave
resonaba en el lugar dándole un ambiente aún más melancólico, analizo
brevemente sus opciones en la barra hasta dar con la que ella consideraba la
indicada ubicándose a su lado con desatención, pidió una gaseosa ganándose una
mirada curiosa de la joven mujer por aquello.
-No me interesa- ladeo la cabeza con confusión al escuchar aquello - vete por allí
a buscar a alguien más, que a mí no me interesa, ¿Sabes por qué? - negó con la
cabeza confundida - porque estoy harta del amor, todas son iguales solo vienen
por una noche de sexo y yo estoy harta dejo de ser divertido hace mucho - vio
la copa ser empinada con completa tranquilidad - el amor es una mentira, una
farsa… así que mejor búscate otra mujer, yo estoy harta del amor y el sexo.
Ya temía sentarse al lado de quien fuera en aquella barra porque todas esas
mujeres parecían terriblemente amargadas, se ubico en una esquina algo alejada
esperando no llevarse otra conversación desagradable, finalmente pudo probar
su refresco valorando la breve tranquilidad que le obsequiaba el momento -
Buenas Noches- la voz suave la hizo voltear a enfocar a una chica que le sonreía
con encanto tomando asiento a su lado -es un día inusual para venir al bar.
-No es que los lunes sean malos días, es que la mayoría que viene es porque
necesita olvidarse de algo o de alguien- enfoco a la chica con interés al escuchar
aquello - a mí me gusta venir simplemente porque es un día tranquilo.
-Esta es una conversación un poco rara para un bar un lunes en la noche ¿no
crees?- sonrió con encanto se sentía extrañamente bien con aquella chica.
-Y tú eres una coqueta- le dijeron provocándole una risa divertida - aunque algo
triste - Andrea miro a la joven con sorpresa por eso último - como te decía ese
concepto es el que hace que todas estén algo amargadas - Andrea tiro de su silla
acercándose más a aquella chica que no la rechazo para nada.
-Veras aquí hay algunas que te dirán que el amor no existe, porque todas quieren
una noche de sexo- con tranquilidad - el sexo es una forma que se busca para
mitigar la soledad, a veces estamos tan desesperados que no somos capaces de
identificar a esas chicas que simplemente buscan una noche de sexo -la vio ladear
la cabeza - tampoco tiene nada de malo una noche de sexo, siempre y cuando
estés dispuesto a pagar el precio por ella, que es en ocasiones sentirte le doble
de vacío… si has pasado por tantas chicas que quieren solo una noche de sexo
quizás debas replantearte lo que proyectas.
Andrea escucho aquello asintiendo a mirar a la mujer en la barra que tomaba con
desatención, pero a la vez provocando con la mirada a las chicas que pasaban por
allí, por eso se le había acercado parecía una persona interesada en una aventura
momentánea, miro a su acompañante que sonreía al parecer con alegría al ver que
comprendían sus palabras.
-¿Amar cómo se debe?- cuestionó divertida al ver la actitud seria en las palabras
que contrastaba tanto con aquella sonrisa que lucía, se sentía tan lindo verla que
simplemente dejo caer su cabeza en la barra con encanto enfocándola… ¿A quién
le recordaba?
-Amar como se debe es enojarte con quien amas, acostumbrarte si bien es cierto
a sus virtudes y defectos, pero también reconocer tus propias virtudes y
defectos, ser capaz de desarrollar un equilibrio porque después de todo son dos
personas diferentes y sus diferencias son lo que enriquecen sus vidas….el amor
no es costumbre, pero la costumbre a veces se convierte en amor - la miro
confundida unos instantes - amas cuando cada día te llevan el desayuno a la cama,
amas la sonrisa que ves siempre, amas el gesto de enfado… lo amas y estas
acostumbrada a ellos… es costumbre de quien amas en ocasiones hacer ciertos
gestos pero no por ello los amas menos - la enfoco con sorpresa ante aquello.
-¿Y si te digo qué el amor no existe? - sin dejar de sonreírle y mirarla con esa
extraña tranquilidad con que la sola presencia de aquella chica la había
embargado.
-¿Y si lo dañe? - tan quedamente que apenas era audible - si lo llene de odio…
para olvidarlo, si quiero olvidarme de él… si… si…
-No tiene nada de malo querer vivir diferente - escucho que le decían con
suavidad - siempre y cuando te sientas bien contigo misma… pero recuerda que
el sufrimiento es el que te permite identificar la alegría.
-¿Cómo?- cerrando los ojos al sentir una suave caricia sobre su cabello que la
lleno de tranquilidad de nuevo.
-Y Andrea… no pierdas la fe, por favor - la vio levantarse silbando una canción
que se le hacía extrañamente familiar, se giro enfocando a Karina que al parecer
había conseguido una presa y negó con la cabeza para respirar profundo
disfrutando de la paz que sentía para sonreír suavemente degustando su
refresco… “pero yo nunca le dije mi nombre” murmuro quedamente parpadeando
sorprendida.
-Que es una completa falta de juicio que un tercio de las naciones tengan la
cantidad necesario de granos y alimentos para el resto del mundo que muere de
hambre…- vio como la miraban parpadeando un par de veces antes de que el chico
estallara en risas provocándole respirar pesadamente antes de escuchar con
desatención la alharaca de su acompañante.
Era lunes podría haber ido a ver a Vanessa a su casa, pasar a saludar en lugar de
estar con un tipo así de insoportable que tampoco tenía de que presumir a su
criterio, por más alto, guapo y bien vestido que estuviera, la realidad es que no
le llegaba ni a los talones a su oficial Savedra.
Desvió los ojos a la ventana descorazonada, era una noche linda lo que era un
milagro porque últimamente no paraba de llover, las calles pululaban de personas
incluso había un viento algo frío que le hubiera permitido abrazarse a Vanessa
con la excusa perfecta y ella desperdiciaba todas aquellas perfectas condiciones
en una cena con un idiota porque no sabía decirle que no a su padre.
-Porque estoy algo aburrida y aun no tengo sueño - le respondió la voz desanimada
de Vanessa que hacía eco en sus audífonos.
-Es presionarla de más es solo una niña - apretó el control con fuerza algo
molesta al escuchar aquello - mira al menos me dijo que saldría con ese chico…
-A mi me vale un santo perejil si te dijo que saldría con ese tipo o no… yo a ti no
te veo saliendo con otras mujeres - con severidad.
-Si lo hago- se quedo estática con el control en las manos- ¿No vez el montón de
gladiadoras sexys en tu pantalla?- volteo los ojos en blanco al escuchar la risa.
-La idea no fue mía, fue tuya- escucho que le decían por lo que mando un mensaje
al juego esperando la reacción de su amiga -¡CÓMO QUÉ GALLINA!- rió
quedamente al escuchar el grito molesto -¡TENGO MÁS VALOR EN UN DEDO
QUE TU EN TODO TU CONDENADO CUERPO!- rió de nuevo divertida.
-Lo sé, pero hazme caso… estoy segura que cuando se lo digas reventara de
alegría- hizo una pausa meditando las consecuencias de lo que diría a continuación
- porque después de todo amiga eres un monumento de mujer.
-Me alivia estar jugando y no en un café contigo salvaje- afirmo pálida del todo…
El sacerdote observo fijamente a la chica que llevaba todo el día sentada en
aquella banca, incluso había estado en el ensayo del coro, pero no se movía
siquiera parecía inmersa en su propio mundo, dudo varias veces en acercarse o
no a ella temiendo ser inoportuno del todo.
En los años que llevaba al frente de aquella iglesia observo en diversas ocasiones
a fieles ir y venir, pero ninguno estar sentado estático tantas horas con los ojos
cerrados reflejando tanta paz, porque esa era la razón de que no se acercara
aquella chica no parecía atormentada por algo, simplemente reflejaba una gran
tranquilidad cosa que lo desubicaba…
Vio la chica llevarse la mano al pecho buscando algo que al parecer no estaba allí
antes de dar un suspiro dolorido poniéndose de pie enfocándolo unos instantes
antes de girarse encaminándose a la salida -¿Vas a la guerra?- cuestiono viendo
a la chica que detuvo sus pasos.
-No lo haré padre… porque perdería mi vida si lo hago…. Y ella no merece que me
rinda…
El aire nocturno sacudió su cabello con fuerza, generándole un malestar en el
hombro acompañado de un suave escalofrío, bajo las gradas con suavidad…. Sin
duda debía ser fuerte, pero tenía claro que haría de ahora en adelante…
NO ME OLVIDES
Capítulo 18
Ofensivas
Johnny Welch
Andrea miraba por su ventana la lluvia torrencial que caía aquella mañana, no se
antojaba para nada asistir a clases en un día como aquel observo pasar a una
chica dando saltos mientras se acomodaba sus zapatos de tacón por lo que sonrió
con encanto antes de ver pasar a otra en una actitud similar, sin duda el martes
había sido un buen día. Llevo su taza de café humeante a los labios mientras
recordaba las palabras de la joven que había conocido el lunes en aquel bar.
Sintió dos besos cálidos uno en cada mejilla antes de que ambas chicas
desaparecieran dejándola sola en su departamento, bajo la taza despacio antes
de abrir aquella gaveta extrayendo el cofre para tomar la foto de su progenitora
que sonreía con cariño en ella “¿Crees qué alcance mamá con pedir perdón con
sinceridad?” desvió los ojos de la imagen para enfocar aquel rosario de oro roto
“pero pedir perdón es regresar a sufrir” negó con la cabeza regresando el
retrato para tomar aquel rosario con suavidad en sus manos, apretándolo con
fuerza en el momento justo que tocaban a su puerta.
Sus ojos cafés enfocaron el reloj de pared, Karina había prometido ir por ella
para llevarla a la universidad se iba a enfadar de verla solo con una camisa encima
y sin intención alguna de asistir sobre todo porque aquello parecía el diluvio
universal, se encamino a la puerta olvidándose que llevaba aquel rosario antes de
abrir –Llegas- guardo silencio retrocediendo al ver los ojos azules delante de
ella mientras Stefani invadía del todo su espacio personal haciéndola casi irse
de espalda antes de retirarle aquel rosario de las manos - ¿Qué haces…?- no
pudo ni siquiera terminar la frase antes de sentir aquel beso apasionado, sentía
como si Stefani le quisiera robar el alma y la vida con aquello, ni en sus mas locos
sueños imagino que un beso de esa rubia fuera de aquella manera, profundo,
apasionado, entregado casi juraría que tenia vida propia y que envolvía por
completo su alma, se separo mirándola sorprendida reparando en que la joven
tenía el brazo inmovilizado, algunos moretones en el rostro y estaba empapada
de pies a cabeza.
Las puertas del ascensor se abrieron con suavidad revelando ante Karina un
vendaval rubio que le puso una mano en el pecho empujándola contra el frío metal
mientras los ojos azules le miraba con fijeza, le sacaba aun unos cuantos
centímetros a aquella jovencita que reconocía como el imposible de Andrea, sin
embargo la intensidad de la mirada azul la tenía sorprendida, le hablaba de
desafío y esperanza, sentía la mano presionando su pecho con fuerza pero no
desvió para nada sus ojos simplemente ladeo su cabeza con suavidad antes de
mirar confundida como una sonrisa se formaba en los labios de la chica, sintió la
presión en su pecho disminuir al tiempo que la joven abandonaba el ascensor,
reparo con sorpresa que estaban de nuevo en el lobby del edificio de
departamentos.. Asomo la cabeza para observarla desaparecer sin reparos bajo
esa lluvia infernal “Quizás B esta subestimando a A”, recién caía en cuenta sobre
la verdad que encerraba esa frase que la misma Andrea le había soltado en su
primera cena con ella.
Tormenta retraía sus patitas pegándose más a su refugio bajo aquel techo
mientras el viento y la lluvia hacían de las suyas en la Avenida Central, vio a su
dueña acomodarse la chaqueta negra para protegerse del frio y la humedad, cada
tanto alguna persona con paraguas o impermeable pasaba frente a ellas corriendo
o maldiciendo por lo bajo aquel día que comenzaba.
Vanessa se pego más a la pared cuando una ráfaga de viento amenazo con
provocar que el agua invadiera del todo su refugio, maldijo por lo bajo ya era
miércoles, no veía a Herendira desde el domingo, no paraba de llover y por un
demonio no veía a Herendira desde el domingo. Dio un suspiro algo frustrado
logrando que Tormenta moviera sus orejas enfocándola, la última vez que hablo
con la chica el lunes era porque tenía aquella cita que no le interesaba, desde
entonces no tenía noticias de ella, era obvio que no la cambiaría a ella por ese
soquete pero también era claro que de lo poco que sabía de Herendira lo mas
importante era que no sabía negarse a su padre.
Esbozo una sonrisa idiota al ver la taza de café humeante delante de ella y los
cabellos pelirrojos oscurecidos a causa de que estaban completamente
empapados – Perdón- sonrió más al escuchar el tono suave y avergonzado - me
dejo el autobús, olvide mi sombrilla y yo… - noto como jalaban aire antes de que
el rostro se tiñera completamente de rojo - extrañe a morir a mi diosa viviente.
-Normal les pasa a todos los mortales- con arrogancia tomando la taza entre sus
manos - pero creí que habías cancelado el culto cuando no recibí mensajes ni
llamadas - desvió los ojos como desinteresadamente hacia Tormenta que juraría
la miraba con reproche… si esa perra supiera al menos escribir estaba segura
que sacaría una letrero-te que diría “Farsante”.
-No mi vida- miro a la joven pelirroja con sorpresa al escuchar aquello y como la
chica tomaba sus manos empapándolas_ me quede sin saldo, no ha parado de
llover, y lo siento mucho- escucho que le decían de nueva cuenta- te extrañe
mucho, prometo que nunca volveré a quedarme sin saldo, te llamare todos los días
y enviare mensajes de textos siempre- levanto la ceja suavemente recordando
las palabras de Virginia.
-Bien puedes salir con quien quieras- noto el gesto de alivio- yo saldré con otras
mujeres - si alguien se lo preguntara juraría que vio el cuello de Herendira
contracturarse del todo- hay una chica que me invito hace unos días y no creo…
-¡BIEN NO SALDRE CON NADIE!- vio a la pelirroja lanzarle una mirada asesina
acompañada de un gritito antes de empezar a caminar bajo la lluvia -¡VENGO
POR TI A LAS SEIS!- rió quedamente al ver a la chica echar a correr antes de
llevarse la taza a la boca degustándola sin duda aquel era el mejor café que había
probado en un tiempo.
-Ya estuvo el beso- le afirmaron- siguen las rosas- movió el celular suavemente-
y ahora… -la vio marcar un número por lo que parpadeo divertido al ver la sonrisa
en la cara de la chica aumentar - Hola Herendira- abrió la boca sorprendido-
dime ¿Andrea fue a clases?- noto como la chica movía la cabeza levemente- si
claro con qué cara se iba a sentar a tu lado- - hazme un favor ¿quieres?- Arturo
miro a su hermana extrañado- pásale el celular- vio a Stefani mover el cuello
incomoda- si sé que estas molesta con ella…. Si se que fue cruel, aja te recuerdo
que la que tiene un brazo inmovilizado soy yo…
-¡ERES UNA MALDITA BRUJA!- grito provocando que el salón en pleno la mirara
con sorpresa.
-Yo también te amo Andy - fue lo último que escucho antes de que le colgaran,
miro a su amiga pelirroja que tomaba su teléfono con delicadeza como si tuviera
miedo a perderlo antes de girarse alejándose de ella.
-No hacía falta que fueras tan bruta - abrió los ojos con sorpresa al escuchar
aquello - sé que me lo habías dicho un millón de veces, pero llegar a ese nivel de
grosería tan poco común en ti - vio a la chica levantarse y descargarle un fuerte
golpe en el brazo - estaba muy molesta, pero alguien me hizo entender que era
otra forma que tenías de intentar hacerme reaccionar… así que acepto tus
disculpas… porque sé que son sinceras... ¿Comes conmigo?- asintió suavemente
regresando a su asiento contrariada… ¿Aquello no podía ser tan fácil o sí?,
¿Quién perdonaría algo como lo que ella hizo con tanta facilidad?; “cuando dañas
a alguien solo debes pedir perdón con sinceridad, si te aman tanto como tu amas…
te perdonaran…” recordó aquellas palabras que le dijo la joven en el bar antes
de mirar a Herendira reír quedamente mientras leía algo en su móvil.
-Simplemente repetiré unas palabras sabias tuyas de hace unos meses… “quizás
B este subestimando a A”, recuerda que tu controlas tu vida, cálmate y mesura
tus acciones… no te dejes llevar por el revuelo de emociones en tu interior, y
ante todo recuerda que no tienes que estar atada a nadie para ser feliz.
-Si mi sexy sensei -volteo los ojos en blanco, Andrea no estaba concentrada ese
día en definitiva… empezando porque se comportaba como lo que era una mocosa
de dieciocho años… con el corazón terriblemente lastimado.
Enfoco el cielo oscurecido carente de estrellas que aun dejaba escapar unas
suaves gotas cada tanto tomo aire con fuerza antes de empezar su caminata de
nuevo, mientras lo hacía analizaba que tendría unos quince días libres, que
Clarisse se volvería loca cuando le dijera lo acontecido, y ella bromearía sobre
que era invencible mientras no cumpliera treinta, rio suavemente ante ello porque
la única que le preocupaba en realidad era Herendira…. Vio la figura dando saltos
pegada a una pared como calentándose, normal la noche estaba húmeda y fría
pero ella con tanto analgésico dentro lo sentía poco.
-Hola- dijo acercándose a la chica que la miro sonriente antes de abrazarla con
fuerza, contuvo la queja dolorida ante la presión que ejercían sobre su brazo
lastimado que al parecer la pelirroja no había notado - lamento el retraso, me
gustaron mucho todos tus mensajes - le sonrió con encanto unos instantes - Hola
- le repitió mirándola con profundidad.
-Eran dos asaltantes - empezó con dramatismo - los perseguí debajo de la lluvia
torrencial - Tormenta ladro como alentándola - aquí mi fiel amiga apreso a uno
por la pierna que gritaba como loco temiendo ser devorado, cuando de la nada
salto el otro sobre mí, nos enfrascamos en una pelea y caía sobre mi brazo - dijo
quedamente - no note que estaba lastimado hasta minutos después cuando
teníamos la situación del todo bajo control.
Espero pacientemente antes de ver el rostro ponerse pálido, eso no podía ser
bueno, luego vio como Herendira movía los ojos de izquierda a derecha
procesando lo escuchado eso tampoco era bueno, la cabeza pelirroja se ladeo
antes de enfocarla con intensidad “no llores” razono fugazmente al ver el enorme
puchero asomarse en la boca - Por favor, ten más cuidado la próxima vez - abrió
los ojos sorprendida ante aquello, no hubo gritos, no hubo reclamos sobre ser
una descuidada, ni siquiera comentarios sobre su estúpido trabajo - no sabría
qué hacer si a mi diosa le pasa algo.
-Lo siento- murmuró sin saber porque - seré más cuidadosa…- acaricio el cabello
con la mano sana delicadamente enredando unos cuantos mechones, mientras
sentía las gotas caer con más fuerza desde lo alto - no quiero preocuparte -
agrego pegando su frente a la de la joven para dar un suspiro cansado - Tendré
vacaciones pagadas los próximos quince días… déjame compensártelo siendo solo
tuya ese tiempo - hizo una pausa - bueno luego de que a la abuela se le pase la
histeria.
-Entonces tendré que levantarme más temprano para hacerte desayuno, comida,
cena - rió quedamente al escuchar aquello antes de abrir los ojos mirando a la
chica - tengo que cuidar a mi diosa o sino ¿A quién le rendiré culto? - se carcajeo
suavemente por la afirmación.
Sintió las caricias suaves de las manos de Herendira sobre su rostro por lo que
cerró los ojos complacida por inercia antes de sentir los cálidos besos en las
manos, observo la mirada de infinita tristeza -Estoy bien- dejo escapar
quedamente - fue un terrible descuido de mi parte anda no te preocupes más -
acaricio el rostro con suavidad - me siento algo cansada así que no creo poder
pasear hoy… lo lamento.
-No pasa nada mi vida- sonrió al escuchar aquello y ver el rostro sonrojado
delante de ella, miro los labios rojos que eran mordidos con suavidad unos
instantes antes de llevar su manos a ellos dibujándolos con delicadeza, detuvo
su análisis en la mirada profunda y llena de cariño que le profesaban… se inclino
levemente antes de cerrar sus ojos del todo ahogando cualquier otra palabra de
Herendira haciendo presión sobre la boca , le obsequio un beso delicado, suave y
apacible, uno que tenía como único fin comunicar paz, tranquilidad y el profundo
y sincero sentimiento que sentía que nacía por esa chica en su interior, fuerte,
sincero y transparente- te quiero- le escucho decir al separarse finalmente de
ella notando los ojos aun cerrados.
-¡VANESSA!
NO ME OLVIDES
Capítulo 19
Guerra
Materia Prima.
Para ella ver a los ojos a la muerte era comprender mejor a la vida, aprender que
cada instante era valioso como para perderlo en clases de falsa moral, tristeza,
fracasos o pasado… si pierdes en un intento te levantas y sigues adelante, por
eso tenía ese puesto, aquella era la misma razón por la que disfrutaba su vida al
máximo, no perdía tiempo mirando atrás o planeando para mañana simplemente
valoraba el ahora, con todo lo que le regalaba.
Escucho al puerta abrirse dejando pasar a una mujer de treinta y cinco años de
cabellos negros que le miro unos instantes esbozando una sonrisa divertida -Los
análisis toxicológicos de tu amigo dicen que lo envenenaron - noto como le movían
el informe- tendrás que dejárselo a los forenses periciales.
-Siempre eres tan aguafiestas- dejo escapar con suavidad y algo de molestia
antes de ver a un pequeño niño asomarse por lo que lo señalo al ver la boquita
abierta mientras ella tapaba el cadáver.
-Pero mamá quería ver a Karina- dejo escapar el niño mostrando en su pequeño
porte el hombre que llegaría a ser, cosa que hizo sonreír a la persona a la que iba
dirigida su atención.
-¿Qué hace la garrapata aquí Evelyn? - sacándose los guantes con elegancia
mientras se acercaba al pequeño que la miraba sonriente.
-No tuvo clases hoy, lo que me genera un infinito problema de choque de horarios
- vio la mano de Evelyn enredar los mechones rebeldes de su pequeño hijo con
suavidad - estará conmigo en el laboratorio y se suponía que me esperaría allí.
-Para eso solo debes mirar a las personas a tu alrededor pequeño - Karina
acaricio los cabellos del niño con suavidad - y hazle caso a tu madre es la mujer
más sabia que conozco y mira que conozco muchas…
-Karina- sintió el suave tirón en su cabello mientras los ojos negros de Evelyn le
dirigían una mirada severa.
-Sal a comer con nosotros yo siento que…- escucho una envoltura para ver a su
hijo comiéndose un chocolate salido de dios sabe donde antes de enfocar a
Karina comiendo uno a su vez - Ustedes dos son imposibles - tomo a ambos de la
oreja con fuerza - se vienen conmigo fuera de aquí, a saber qué tanta bacteria
hay en el aire y ustedes par de inconscientes comiendo como si nada.
-Si Evelyn no seas bestia - le llego la queja de Karina pero ignoro a ambos -
además mi lugar de trabajo está perfectamente desinfectado y limpio, siempre
que puedo como…- aumento el tirón en la oreja al escuchar la protesta.
Karina Domínguez nunca daba un paso atrás, ni se arrepentía de una sola decisión
en su vida, aunque si existía una que deseaba cambiar y era renunciar el mismo
día que le presentaron a Evelyn Martínez.
El olor a rosas la despertó, giro con suavidad sobre su cama para ver aquel ramo
de rosas amarillas en un florero cerca de ella las pocas que había puesto allí se
estaban abriendo llenando la habitación de aquel agradable olor, se irguió
levemente antes de estirarse con pereza dirigiéndose a la ventana observando
aun el cielo oscurecido, al parecer serían víctimas de un temporal.
Salió de la recamara solo para percibir mas de aquel olor potente de las rosas,
rebusco en el refrigerador las sobras de la noche anterior, no tenía ganas para
nada de prepararse la comida ese día tenía un sentimiento de abatimiento
bastante marcado en su cuerpo. Abrió el refrigerador extrayendo aquel
recipiente para mirar su contenido sin mucho interés antes de vaciarlo en un
plato y llevarlo al microondas en el momento que su puerta sonó. Maldijo por lo
bajo solo le faltaba que Herendira llegara a casa a comer o Karina deseara algo
más que su habitual emparedado - De verdad hoy no tengo…- se quedo callada de
golpe al ver la sonrisa encantadora de Stefani delante suyo y como la chica
ingresaba a su departamento como si nada, empujándola con suavidad antes de
tenderle su rosario de oro perfectamente reparado.
-Quería verte esta mañana- noto como los ojos azules miraban alrededor con
intensidad - asegurarme que habías recibido tus rosas - agrego la chica sin dejar
de acariciar el rosario que pendía firmemente sujeto de su cuello - darte este
rosario que está lleno de todos mis sentimientos hacia ti, como una vez estuvo
lleno de los de mi madre hacia mí - la sintió separarse dejándole en los labios el
anhelo de un beso como el que había recibido de ella el día anterior - y recordarte
que te amo, te extraño, me agrada oír tu voz y me fascinan tus labios - y ahí
estaba de nuevo aquel beso devorador, anhelante, asfixiante, robándole la vida,
la libertad… provocando que deseara tener solo a Stefani en su vida, generándole
aquel profundo dolor en todo su ser.
El aire lleno sus pulmones de golpe mientras su corazón latía con fuerza en su
interior, recordándole que permanecía en su pecho, abrió los ojos percibiendo la
calidez de aquellas manos en su rostro y sintiendo ganas de llorar - Vete - dejo
escapar tragando grueso con molestia - vete ¿No te das cuenta acaso que te
odio? - antes de volver a sentir un beso delicado y cariñoso que provoco que una
lágrima traicionera resbalara por su mejilla.
Dio un grito fuerte y dolorido que provoco que el corazón de Stefani se encogiera
en el pasillo con fuerza, pero no iba a retroceder porque eso sería perder a
Andrea, sentía como se quería alejar de ella y no lo podía permitir, necesitaba
darle oxígeno a ese amor que la castaña tan vehemente deseaba asesinar, cosa
que solo lograría con paciencia, besos que la dejaban a ella ardiendo y amor…
tanto amor como le fuera posible expresar a pesar de cada desplante que le
fueran a estampar en la cara.
Hernán enfocaba la calle algo curioso notando a Stefani salir del edificio de
departamentos de Andrea con un gesto dolorido, sabía que era mal momento para
acercarse estaba seguro que en algún punto fuera de su rango de visión estaban
los guardaespaldas de su ex novia. Necesitaba un segundo a solas con ella, era
todo lo que requería suponía que la joven se habría calmado ya y estaría dispuesta
a escucharlo.
El era ideal para ella, su amor único y verdadero, pero era necesario que Stefani
lo recordara simplemente era darle su espacio para que lo comprendiera, nada
del otro mundo… consideraba él ya había corrido el tiempo suficiente para ello,
ahora solo debía escoger el momento adecuado para su reconciliación. Sonrió con
tranquilidad ya sabría manejar la situación a su antojo como siempre, después de
todo ella era tan frágil, dulce e inocente que era casi un crimen permitirle estar
en brazos de alguien más a ella o a su dinero.
Vanessa y Tormenta miraban extrañadas a una Herendira que a su vez las miraba
pálida por completo con el celular pegado a su oreja, había tocado a la puerta
unos instantes antes con la comida en la mano y sonriendo feliz tanto que Vanessa
estuvo tentada de comérsela a besos antes de que el aparatejo ese sonora.
Porque al hacerlo acabo sosteniendo aquel paquete y viendo la cara de infinito
sufrimiento de Herendira delante suyo mientras mencionaba “Hola papá”.
-Ya se había tardado - enfoco a su hija Georgina con enfado - es su vida papá -
la escucho decir - usted debería entender que ya es mayor de edad y decide con
quien sale o no_ vio a la joven pasar dejando unos papeles en su escritorio_ déjala
amar a quien desee…
-No dejare que acabe con cualquier papanatas - cada vez más molesto.
-Para papanatas los idiotas con los que la obligas a salir - dio un fuerte golpe
enfocando a su hija que le regresaba la mirada con ira - estaba esperando que
ella hiciera esto para decirte que la dejes en paz.
-Ya basta Georgina - sonrió al escuchar la voz de su hijo mayor - papá ya entendió
- lo miro con sorpresa - además Herendira le acaba de demostrar que no dejara
que maneja más su vida.
Herendira se separaba lo necesario para tomar aire antes de regresar sobre los
finos labios de Vanessa sin darle tregua para nada a sus bocas, deseando ahogar
su temor en la miel de aquellos labios que la enloquecían y que ahora sabía suyos
porque le gustaba a su adorada oficial Savedra, porque la quería al menos cuando
le cocinaba río dentro de un beso al recordar aquella frase, antes de morder el
labio inferior con suavidad escuchando un gemido de gusto - Que lindo - dejo
escapar con sensualidad notando la mirada algo sorprendida delante de ella para
cerrar sus ojos regresando a aquella guerra de besos que no estaba dispuesta a
perder.
Vanessa dejo escapar aire con suavidad al sentir como Herendira cambiaba el
ritmo de sus besos siguiendo los suyos, por un instante sintió que todo el cuerpo
se le salía de control nunca le había pasado aquello, ni siquiera en su primera vez
pero esa chiquilla que la besaba con infinita dulzura en ese instante se lo había
generado de una manera abrazadora, acaricio la cabellera fuego con delicadeza
antes de sentir a la joven recostarse en su pecho delicadamente mientras ella
cerraba sus ojos buscando calma para regresar su respiración a la normalidad -
Te quiero - le escucho decir de nuevo - de verdad te quiero…
-Todo está bien cariño- repitió suavemente - sabes que también te quiero - la
abrazo suavemente - de verdad te quiero Herendira - casi en un suspiro pidiendo
calma y auto-control - tranquila aquí estoy.
NO ME OLVIDES
Capítulo 20
Aprendiendo de ti
Richelieu
Aspiro el aroma de su ropa con alegría, toda la que llevaba puesta era de ella. Le
quedaba algo grande ya que la joven era más alta pero aquello poco importaba,
se sonrojo al recordar las risas de Vanessa al ver que arrastraba el buzo que le
había prestado, llevaba tres días en aquel lugar por petición de su adoración
quien argumento con toda lógica que para cuidarla adecuadamente debía
permanecer con ella. Se encamino a la cocina de nuevo para mirar la lluvia caer
implacablemente por la ventana pero lejos de desanimarla, le hacía sentir
extrañamente reconfortada, gotitas que repiqueteaban por doquier y se
deslizaban grácilmente por las hojas de los árboles, poso su mano en uno de los
cristales dejándola impresa antes de sonreír cálidamente.
-¿Dime dónde será la tocada de Andy hoy? - sintió el beso cálido en su mejilla
que le sorprendió notablemente.
Elena del Valle vio a su cuñada sentarse en un extremo del comedor con completa
tranquilidad, reparo en como la joven simplemente abría el periódico con
naturalidad deteniéndose como siempre en la sección de negocios, volteo a ver a
su esposo que hacía exactamente lo mismo definitivamente no le vendría mal
tener alguien más en esa mesa.
Los hermanos del Valle recordaba ella la habían sorprendido mucho cuando les
vio en aquella reunión en Italia por primera vez parecían inseparables tan
necesitados uno del otro, se había enamorado a primera vista de Arturo se
casaron para horror de todos a una semana de conocerse, y pronto le fue claro
a ella que había tomado la decisión adecuada, porque esos dos tenían unos
corazones enormes que debían ser cuidados con esmero.
Sonrió quedamente llevándose las manos al vientre ese par iba a enloquecer
cuando supiera que estaba embarazada, se había guardado aquella noticia al ver
el revuelo que su cuñadita tenía armado y estaba decidida a no abrir la boca
hasta ver el lugar vacío a su lado ocupado… y quizás entonces tendría con quien
hablar durante la hora del té…
Karina miraba con desinterés al grupo de niñitas vestidas de rosa intentando dar
saltos perfectos en su ballet ¿Cómo había acabado allí en un día lluvioso como
ese?, miro al grupo de mujeres a su alrededor y giro los ojos en blanco antes de
enfocar a Raúl haciendo cara de asco - Tienes toda la razón - le murmuró al niño
que parecía a punto de escurrirse de su banquita.
Desvió sus ojos del niño hacia la pequeña responsable de su tortura Alison… el
demonio de tutu rosa pálido, vio los cabellitos negros girar provocando a los risos
desacomodarse con suavidad, en ese momento parecía un angelito pero no, esa
niña era la reencarnación de Satanás sin duda. Tenían una guerra declarada y
silenciosa desde el mismo momento que había conocido al monstruito… y ahora
debía llevarla a su casa luego del ballet iba a matar a Evelyn, o mejor se suicidaba
por deberle un favor a esa condenada mujer.
Vio al pequeño demonio dar otro saltito antes de acercarse a ella de puntitas y
bailando mientras Raúl finalmente golpeaba su cabeza contra el asiento -
¿Vendlas a mi lecital? - le cuestionaron con seriedad sin dejar de mover los
bracitos con elegancia.
- ¿Aprenderás algún día a articular como se debe? - escucho una suave risa de
Raúl antes de chocar la mano con el niño.
-Son un pal de bestias - volteo los ojos en blanco era algo anormal que una niña
de cinco años hablara con tal propiedad - pelo plomete que vendlas… o le dile a
mamá de tu….accidente.
-Bien si vendré pequeño engendro - levanto la mano jurando ante la mirada atenta
de Raúl -vendré a ver cómo te caes y haces el ridículo - el niño volvió a estallar
en risas mientras Alison se alejaba grácilmente de ellos - ¿Por qué me castigas
mi dios?
Alison tenía sus recién cumplidos cinco años, una extraña obsesión con el ballet
y una rebuscada forma de hablar que según Raúl era culpa de su madre y sus
libros, cosa con la que Karina concordaba por completo, encima el pequeño
engendro la torturaba hasta lo indecible todo porque había cometido un
pequeñísimo error hacia un año atrás y la había visto besándose más allá de lo
recomendable para una niña de cuatro años. Pero una niña normal de cuatro años
hace las preguntas del caso, pronto fue evidente que Alison no era una niña
normal de cuatro años… porque el chantaje era parte de su vida desde ese día –
Asco - exclamaron ella y Raúl al unisonó antes de dejar caer la cabeza con
pesadez.
Tenía ya dos días tocando aquella puerta, tres llamando a un celular al que nadie
contestaba y un creciente enojo en el pecho, porque su hija menor nunca en su
vida le desobedeció y ahora de la nada resultaba que tenía carácter, temple e
ideales. Ese maldito cuento no se lo tragaba para nada de seguro había un tercero
en medio de ese cambio de actitud de Herendira, uno que seguramente estaba
manipulándola a favor de la obtención de su fortuna. Dio una patada a la puerta
del departamento en ese momento le molestaba haberle dado la libertad de ir
por la vida sin guardaespaldas y que viviera fuera de casa. Tendría que darle la
cara tarde o temprano, confesarle toda la verdad y regresar a ser la hija
obediente y razonable que él había formado.
Vanessa miro el celular con desinterés levantando una ceja antes de borrar de
nuevo el registro de llamadas, tenía tres días haciendo aquello lo decomiso desde
que Herendira le colgó a su padre, finalmente lo apago estaba rompiendo su
promesa de no hacerlo, pero también había roto la de no ponerlo en silencio -
¿Quieres celular Tormenta?- vio a la perra ponerse de pie moviendo el rabo - Ve
por el chica - lo lanzo con fuerza para ver a su mascota y compañera cazarlo en
el aire antes de tirarse en el suelo mordiéndolo - eso mi niña hazlo pedazos - se
incorporo asomándose en la cocina para ver a Herendira sacando algo de horno
mientras el olor invadía sus sentidos haciéndola sonreír, espero con paciencia a
que la joven se deshiciera de su carga antes de prendarse de su cintura con
cariño - Me quieres engordar - afirmo con suavidad escuchando una risa alegre.
-No, solo quiero que estés sana - sintió como se desprendían de su agarre
girándose para depositarle un dulce beso en los labios - ¿Cómo te sientes? -
percibió la caricia en su brazo lastimado, una llena de cariño.
-Mejor- acaricio el rostro con cuidado - lamento estar durmiendo tanto, las
medicinas tienen ese desagradable efecto - sintió otro cariñoso beso en los
labios.
-La verdad lastimarme fue lo mejor que me pudo pasar- enfocando la ventana -
no para de llover, Tormenta y yo estaríamos empapadas - sonrió de medio lado
antes de mover sus manos enredando unos rizo con suavidad - además mi rojita
me ha dado tres días muy lindos, he comido como reina y es agradable conversar
contigo - se inclino levemente besándola con dulzura.
-¿A qué debo tu desagradable visita Barquez?- mirando al hombre algo empapado
de arriba abajo y con cierto toque de indiferencia en la voz - Sabes es mejor
que hables rápido, tengo mejores cosas que hacer.
-Es mejor que recuerdes que soy tu superior Savedra - amenazo el hombre con
voz firme.
-Y tú que estas fuera de servicio - irguiéndose en la puerta - que yo estoy de
licencia por mi lesión y que estas dentro de mi propiedad y cualquier daño que te
suceda puedo alegar defensa personal_ vio al tipo retroceder levemente por lo
que sonrió con algo de burla.
-Lógico- le dijo con desinterés acomodándose las cosas - algo más Barquez - con
toda la calma que le nacía.
-Ya bastante tengo Savedra con verte la cara - vio como el hombre arrugaba la
nariz, ladeo la cabeza razonando que nunca había reparado en que Barquez tenía
cara de cerdito - ¿Qué quieres que te bese el trasero?
-Eso sería demasiado privilegio - con naturalidad - y como veo que ya cumpliste
tu labor - Tormenta asomo el hocico mostrando sus dientes del todo - es mejor
que te largues de mi propiedad.
Evelyn miraba a la joven rubia delante de ella que le sonreía con una calidez que
le generaba una extraña tranquilidad en el interior, estaba sorprendida del todo
ni en sus más locos sueños pensó siquiera conocer alguien de la familia del Valle,
a ella le encantaba leer revistas de economía y chismes, la cara de la rubia
delante de ella había figurado varias veces en más de una.
Tenía temor de preguntar cualquier cosa que se llevara su tranquilidad, así que
simplemente continuaba explicándole los procesos de obtención de pruebas de
forma detallada, le sorprendían mucho las preguntas bien dirigidas y especificas
de la chica a cada proceso ya que parecía tener un amplio conocimiento del tema
- ¿Sera doctora? - finalmente.
-De su forma de vivir - noto como la joven jugaba con un tubo de ensayo por lo
que aprovecho para hacer una inspección minuciosa de la chica, se veía muy
diferente a las revistas que había leído pero las fotos rara vez pensaba ella
reflejaban la esencia real de una persona y la de Stefani del Valle sin duda era
fascinante.
-No tiene mucha ciencia - dejo escapar sorprendiéndose por aquello - Karina es
bastante simple - agregó regresando su vista al microscopio.
-¿En serio?- separo su vista para enfocar aquellos ojos azules intensos que le
provocaron un extraño calor en las mejillas, no estaba acostumbrada a ser el
centro de atención de aquella manera, la miraban como si fuera la única criatura
en el universo.
-Si es que pues…. Ella dice que simplemente disfruta la vida al máximo, al parecer
no es de las que se detiene a meditar mucho el resultado de sus acciones - sonrió
por inercia al ver la calidez en los ojos delante de ella - porque asevera que
mientras hable con la verdad siempre, nadie tiene derecho a quejarse.
-Es cierto - vio a la joven levantarse frotándose con delicadeza el hombro antes
de dirigir sus ojos al reloj - ¿Le gustaría comer algo ligero conmigo?, estoy
segura que su hora la comida ya paso, además me gustaría conocer un poco más
de usted.
No distingo religión
Alquilo mi conciencia
Raúl se había puesto de pie y estaba llevando el ritmo del rock completamente
divertido mientras Alison se giraba de nuevo enfocando a la banda mientras la
canción seguía sin cesar y Karina empezaba a creer en Dios porque si Alison era
Satán debía haber algún Dios que se apiadara de ella.
Asalto en el camino
A la suerte y al destino
-¿Follar?- escucho el tono malicioso- Esa palabra es muy mala, es como coger -
Karina palideció mirando a la niña, cuando la pequeña la había atrapado un año
atrás la escucho diciendo coger y ella en su nerviosismo le dijo que era lo mismo
que follar - Karina está en problemas… o ¿Sera que Alison se ha vuelto más
podelosa? - palideció al escuchar aquello, sin duda era un pequeño engendro de
Satán.
Observo el cuerpo de Andrea acercarse a ella con cadencia antes de que la joven
intentara besarla y ella se apartara - ¡QUIERES QUE ME MATEN! - le grito
provocando que la banda en pleno la mirara extrañada - ¡A TI TE ECHARE AGUA
BENDITA UN DIA Y SE QUE TE QUEMARAS EN VIDA! - le grito a Alison que
la miro como si no entendiera aquello - ¡REENCARNACIÓN DE SATAN!
-Karina no le hables así a la niña - abrió la boca a más no poder al escuchar como
la reprendían y Andrea le daba la espalda para saludar a la niña mostrándole su
violín.
-¿Eres hija de Karina?- la mujer mayor se contracturo toda mirando los ojitos
diabólicos que le enfocaban con diversión.
-Esta niña me cae muy bien- escucho decir a Andrea mientras el pequeño
engendro se colgaba al cuello de la joven - se ve que es adorable… ¿No te da
vergüenza?- Karina miro a Andrea confundida antes de que la joven agregara -
Sabia que te gustaban jóvenes pero esto ya es enfermizo…
-Es por la vejez - agrego el engendro del mal por lo que se giro tomando aire para
salir de la cochera, ya no parecía tan buena idea haber llevado a los niños allí.
-No se para que vas - otro ladrido fuerte de Tormenta - total ni te gusta
medicina… y yo estoy segura que cocinas mejor que lo que curas… es más estos
tres días de precarios cuidados me permiten afirmarlo.
-Vamos es que podías comprarte unos menos aniñados- la vio levantar los dedos
- en estos tres días he visto colgar a los cariñositos, a Bob Esponja y espero
haberme alucinado los del Timón y Pumba - Herendira se puso roja del todo al
escuchar aquello - o sea cualquier mal pensamiento que tuviera contigo me lo
asesino el dientón de Bob Esponja.
-No olvides a Alvin y las Ardillas - escucho que le decían por lo que se sonrojo a
más no poder -luego haces comparación con mi sobrina ya que comparten gustos.
-No te vayas a enfermar - miro los ojos negros sorprendida - y no tardes por
favor…
-No - dejo escapar con suavidad antes de sentir el beso cariñoso en los labios -
te quiero - dejo escapar quedamente.
-Tonta…
UN ME OLVIDES
Capítulo 21
Confrontaciones
Mark Twain
Sangre es un líquido vital que corre por las venas, la que recorre tu cuerpo y
provoca que tu corazón se acelera al ingresar a él en grandes cantidades, sangre
caliente, palpitante…. Un líquido esencial que se supone debe mantenerse
encerrado en la protección de tu cuerpo ¿Entonces por qué empapaba su mano
de aquella manera?, levanto la vista enfocando unos ojos del mismo tono que le
miraban con ira, mientras ella sentía las caricias suaves sobre su rostro - Andy
te amo - desvió los ojos dando de lleno con unos azul intenso que le miraban con
preocupación - Amor por favor deja de mirarlo.
-No seas tan apasionada que tampoco es recomendable - esbozo una media
sonrisa al escuchar la voz de Karina a su lado - y es verdad lo que dice la niña
deja de mirarlo, ya tendrá su merecido.
-¿Y qué hago te miro solo a ti? - divertida notando el intenso sonrojo de pasearse
por el rostro - Tampoco me molestaría tanto…
-Te amo - escucho que le repetían por lo que cerró los ojos suavemente - y claro
mírame a mí, no vas a ver a la pieza de museo.
-Y las viejas se vuelven polvo - rió de nuevo al escuchar la respuesta sagaz - Andy
amor deja que te atienda el médico - soltó un suave suspiro, esas dos estaban
intentando convencerla de lo mismo, pero todo aquello la estaba desviando de la
pregunta que rondaba su mente ¿Cómo había acabado con sangre en las manos?...
Horas Antes…
Desvió sus ojos a Ted que conversaba alegremente con Alec, para girar sus ojos
a Marcus que al parecer había conseguido junto con Damián su cita de esa noche
¿Por qué me junte con estos babosos? Se cuestiono levemente mirando alrededor
con desinterés hasta que sus ojos repararon en algo que no esperaba ver allí.
Hacia la parte norte del bar estaba nada más y nada menos que Hernán al parecer
haciendo despliegue de galantería con varias chicas, apretó el puño con enfado
ese idiota le estaba siendo infiel -Ese imbecilito no entiende- escucho la voz de
Ted - si supiera que se andan besuqueando contigo se muere- y ella era una
babosa aun mas grande al contarle al grupo de babosos de su profundo amor por
Stefani, sintió los brazos cariñosos de Ted sobre sus hombros - ya sabemos que
decidiste despedirte de ella y todo eso…
-Y que no te para de acosar - agregó Alec - pero jefa… si ella anda detrás de sus
huesitos debería decirle que si y ese déjenoslo a nosotros - miro al grupo de
chicos que ahora el enfocaba en pleno sonriente, por eso era amiga de esos
babosos… porque todos eran como ella, todos habían pasado hambre en algún
punto de su vida y nadie les había tenido compasión, pero no por ello dejaron de
luchar… la banda su banda era una forma de ganar dinero, respondió a aquel
anuncio del periódico para encontrarse con el grupo de locos que más apreciaría
en su vida, no tenía un centavo encima y su tía plasmo su punto con particular
énfasis al decirle que ni se mudaría con ella, ni le pagaría lo que le faltaba de
estudios, aquella banda era su último recurso, eso y seguir lavando parabrisas
cosa que hacía cuando no iba a la escuela, los chicos en pleno eran mayores que
ella y usaban la banda para costearse la universidad.
Recordaba que casi no le dan el puesto de vocalista por su edad, que rompió a
llorar como si tuviera cinco años y que al día siguiente tenía al mar de babosos
en su departamento dejándole una enorme despensa, río quedamente mirándolos
- No le voy a decir que si- les afirmo escuchando los suspiros desesperados de
todos - ya no me interesa ella, olvídenlo no dejare que me lastime de nuevo, saben
que enamorarme de ella fue una tontería, primero porque es heterosexual,
segundo… su mundo y el mío son completamente diferentes…. Ella vive en castillos
de cristal, yo en casas de cartón
-Uy, que feo jefa - enfoco el rostro Marcus- te desprecias sola - el hombre -
además el punto uno ya no es válido porque ella no es heterosexual, sino no
buscaría besuquearse contigo - vio la sonrisota formarse - digamos que es
bisexual - vio la mano echarse para atrás como quien no quiere la cosa - y el
numero dos vamos jefa es Stefani… está muy por encima de eso.
-Yo tengo un punto tres - miro a Damián unos instantes - Karina es una mujer
bellísima - ladeo la cabeza entre sorprendida y confundida - cada chica que te
has llevado después de una tocada es bellísima… pero…. La realidad es que el
puesto que hay abierto en tu corazón solo lo llena ella… piénsalo - el chico
levantándose con tranquilidad - es duro mirar atrás y pensar que uno dejo ir algo
así de valioso por miedo - sintió varias palmaditas en la espalda mientras la
dejaban sola en la mesa.
-Tú eres su novio no yo- con enfado moviendo la silla y levantándose dispuesta a
unirse al karaoke - y ya déjame en paz.
-Estas muy linda - escucho que le decían por lo que apretó los puños con molestia
subiendo al escenario con ayuda de Ted para mirar alrededor unos instantes y
empezar a tocar el piano acompañando al inspirado que asesinaba una canción.
Sin embargo le fue imposible no mirar la cara de boba feliz de la chica a la que
aquella desafinada melodía le era dedicada, parecía estar completamente
embelesada como quien la cantaba que parecía incapaz de escuchar uno que otro
abucheo, le hizo señas a los chicos para que le hicieran el coro a aquel improvisado
Romeo que lo agradeció infinitamente.
Stefani ingreso escuchando aquella voz desafinada para enfocar al objeto de sus
afectos tocando el piano, estaba por dirigirse al escenario cuando sintió una
mano que se poso con firmeza sobre su hombro enfocando unos ojos cafés que
le recordaban profundamente a aquellos que amaba con desesperación ¿Cómo
pude ser tan tonta? Se cuestiono fugazmente observando la sonrisa altanera de
Hernán -Mi vida… tenemos que hablar - escucho que le aseveraban.
-Creí que había quedado claro que no tenemos nada de qué hablar - libero su
mano sana del chico con afán de acercarse al escenario de nuevo.
Se alejo del chico que continuaba mirándola a caso calmo y con una enorme
sonrisa en los labios - Rocky no debe darse por vencida - escucho al voz
cibernética de Cobalt - no hay nada que Rocky no pueda lograr… que le den sus
mejores golpes y Rocky de todas formas ganara - rió quedamente al escuchar
aquello antes de detenerse mirando fijamente a Andrea que le miro con algo de
confusión, para cambiar la expresión a una de profundo odio, la vio levantarse
por lo que retrocedió un poco mientras la joven escogía la canción mirándola
fijamente, por lo que tomo lugar en una mesa con tranquilidad.
Escucho el tono bajo de la voz de Andrea antes de que la chica saltara sobre su
mesa levantándola del cuello de la camisa y obligándola a estar de pie en la mesa
a su lado, Ted miro a los chicos negando con la cabeza ante aquello.
Ya déjame en paz
No vas a triunfar
¡Y DEJAME EN PAZ!
Stefani sintió el fuerte empujón que la hizo caer de la mesa, pero cayó de pie
con elegancia viendo a Andrea darle la espalda, sonrío suavemente antes de
subirse de nuevo a la mesa ante la mirada sorprendida no solo de Andrea, sino
de Hernán y Karina que acababa de entrar mirando toda la escenita con
preocupación.
Yo estoy jugando…
Noto los ojos cafés mirarla sorprendida al ver que ella continuaba la canción,
mientras daba un firme salto ubicándose a su lado y sujetándola a su vez del
cuello de su chamarra para mirarla con intensidad.
Estoy ganando…
Ya déjame en paz
No vas a triunfar
-¡YA DEJAME EN PAZ!- grito Andrea con fuerza viendo a la rubia de pie a pasos
de ella con imponencia.
-Que linda escenita-miro a Karina con sorpresa - valió la pena llegar temprano -
desvió los ojos con fastidio al enfocar la sonrisa divertida de la mujer - pues
esta es tu siguiente lección… en ocasiones es mejor no ser presa de las pasiones,
puedes despertar en los demás cosas que no eres capaz de controlar.
-¡Ah ah…! malas palabras no - sintió el suave golpe en la cabeza que la enfado aún
más mientras pedía otro refresco intentando ignorar a Karina - es interesante
parece decidida a estar contigo.
-De verdad te hizo enojar - noto como la mujer se acomodaba el cabello con
elegancia- llévatela a la cama quizás así te puedes olvidar de ella…. Digo ya le
demostraste tu odio, demuéstrale tu pasión- la miro con interés unos instantes
antes de sonreír…
-Puede ser…
Hernán camino con paso firme hacia la barra donde Stefani estaba al parecer
tomando una bebida, había dejado un tiempo prudencial a su criterio entre el
encontronazo que tuvo con Andrea y la conversación que pretendía comenzar,
escuchaba la voz de Andrea de fondo finalmente la banda había empezado a
tocar aquella noche.
Los cuerpos de las personas en el bar se movían al ritmo de la canción mientras
las emociones se empezaban a remover a ritmo apasionado, Karina gritaba
entusiasmada al escuchar la voz de Andrea imponiendo su sentir con emoción y
contagiando a todos en el proceso, miro alrededor notando que eran contadas las
mesas que tenían a alguien ya que todos estaban de pie o coreando o bailando.
-Vaya parece que tienes problemas con Andy - Stefani se giro enfocando a
Hernán - ella siempre ha tenido un carácter algo pesado.
-Simplemente digo que eso de hace unos minutos fue muy intenso - escucho el
tono suave y tierno - y quería saber si estabas bien… porque te amo.
-¿Amar?- le miro unos instantes antes de reír con fuerza - si que mal por ti,
porque yo amo a otra persona - noto los ojos cafés abrirse con sorpresa mientras
el ceño se fruncía con molestia - ¿Pensé que se había notado hace unos instantes?
- soltó con ironía, vio los ojos de Hernán moverse de izquierda a derecha antes
de que el joven enfocara el escenario - Bingo - agrego girándose de nuevo hacia
la barra.
Hernán enfoco con odio el cuerpo de Andrea que se movía por el escenario, sentía
las entrañas arderle y era ahora que todo empezaba a tener sentido, la constante
pegazon de Stefani con la chica, que mas de una vez cancelara una cita porque
tenía que estudiar con la castaña, que se pasara el almuerzo hablándole de
Andrea y lo genial que era en medicina, el hecho de que nunca faltara a una tocada
de la chica…. - ¿Y me reclamabas infidelidades? - noto como la joven rubia se
giraba a verlo confundida.
-No todos somos como tu Hernán - escucho el tono desinteresado mientras los
ojos azules regresaban al escenario.
-No te engañe con nadie_ sintió la mirada azul cargada de ira - nunca… porque
yo no soy como tú - le afirmaron de nuevo- amo a Andrea pero contrario a lo que
tu mente enferma piensa nunca me acosté con ella - aumento la presión tirando
del brazo escuchando una queja de la joven.
-No te creo nada - le dijo con enfado- ¿Ella te dijo que me dejaras verdad?
-No te suelto eres una perra tu y esa maldita me estuvieron engañando, claro
estas enfadada con ella porque me dejaste y te dejo por otra ¿No?, es lo menos
que te mereces… eso y que te parta el brazo..
-No me obligues a demostrarte que no soy una delicada princesa- Hernán observo
como Stefani sacudió su brazo lastimado haciendo alarde de valor, logrando con
ello soltarse de él mientras lo miraba con una altanería que le hacía hervir la
sangre - más te vale que empieces a entender que tú y yo no somos, ni seremos
- cerro el puño con fuerza, era hora de que ella comprendiera quien mandaba en
esa relación, sintió el calor del rostro de Stefani sobre su puño mientras notaba
la cabeza rubia irse por completo de lado impactando la barra y las personas a
su alrededor apartarse sorprendidas.
-¡MIRA LO QUE ME HICISTE HACER! - grito con enfado notando como la joven
se sujetaba la cabeza contra la barra- ¡ES TU CULPA!
Stefani escucho las palabras de Hernán huecas hasta ese momento antes de
sentir el tirón en su hombro de nuevo enfocando con dificultad al chico, apretó
el puño por inercia le iba a demostrar que ella no era para nada del tipo que se
dejaba golpear, estaba por regresar el golpe cuando vio la bota negra de
motociclista hacerlo por ella y a su ex novio caer de espaldas sujetándose el
mentón, sintió las manos de Andrea sobre sus rostro antes de ver los ojos cafés
llenarse de una rabia aun mayor que con la que le miraban.
Se intento enderezar adolorida en el mismo instante que vio pasar la base de una
guitarra roja que reconoció como la de Ted se giro mirando como Hernán volaba
hacia atrás y el resto de la banda se lanzaba sobre aquel infeliz con ira, vio la
cabellera rubia de nuevo invadiendo su campo de visión mientras sus labios se
movían y ella no atinaba a comprender, estaba demasiado aturdida en ese
instante.
Tiempo Actual
No tenía muy claro aun como había llegado al hospital, ni porque Hernán estaba
en una camilla en emergencias delante de ella aunque el pobre diablo no tenía el
mejor aspecto del mundo, un análisis visual de las heridas del tipo le dejaba ver
que por su respiración mínimo tenía dos costillas rotas, el tabique desviado, un
brazo quebrado por la posición irregular del mismo y una pierna en las mismas
condiciones, además de que ninguna chica se fijaría en él durante un buen tiempo.
-Deja de mirarlo - escucho de nuevo la voz de Stefani por lo que enfoco
brevemente el labio ya inflamado de manera considerable y abierto en un costado
acaricio el rostro, en ese momento sentía que la pobre chica no se iba a recuperar
nunca, por su causa se había llevado una paliza días atrás y ahora ese imbécil. Se
puso de pie con dificultad ante la mirada sorprendida de Karina encaminándose
algo tambaleante hacia Hernán para cuando ambas mujeres reaccionaron ya ella
se estaba encargando de quebrarle otro brazo al infeliz que no paraba de gritar.
-Perdón - la miro extrañada ante aquello- tendré que quedarme unos días más de
los que te dije - ladeo la cabeza mirando a la joven pasarse las manos inquietas
por los cabellos rojos algo mojados - necesito un nuevo departamento y un
trabajo… creo… creo… que ya…. No estudiare medicina.
-Me desheredo - parpadeo un par de veces sin comprender bien aquello- creo
que puedo trabajar en una tienda de…. De… se manejar moto, pero necesitare
licencia, y un departamento barato… si… medicina no puedo seguir estudiando
pero tampoco es tan grave - la miro sin comprender mucho de lo que la joven
hablaba - no me gustaba nada medicina y pues solo que lo siento por ti porque me
tendrás que soportar a mí y a mis bóxers un poco más de tiempo…. Porque él me
desheredo.
-No me importa que te quedes el tiempo que necesites- se acerco al sofá con
algo de inseguridad - pero cariño- acaricio los cabellos pelirrojos con delicadeza
- necesito una mejor y más completa explicación, creo que tengo una idea global
pero me gustaría algo más puntual.
-Perdona yo aun estoy algo confundida - vio los ojos verdes parpadear un par de
veces - rara vez pierdo la entereza y el control del carácter que mis hermanos
dicen herede de mi madre, pero hoy… hoy lo perdí - noto como las manos se
paseaban por el rostro - fue a mi departamento como te explique, sin embargo
mi padre me esperaba allí - Vanessa se tenso por completo al escuchar aquello -
al parecer tenía días haciendo plantón - la escucho reír quedamente - parece que
es más testarudo que un manifestante pidiendo baja de impuestos - rió con la
joven ante aquella broma fugaz - y mil veces más malhumorado.
-Comprendo ¿Y qué fue lo que paso?- tomo la mano con suavidad enfocando
aquellos ojos verdes que le miraban con intensidad.
_Mi madre se marcho cuando era yo muy pequeña - la miro con sorpresa al
parecer no habían captado adecuadamente su pregunta - ella me enseño a
cocinar, por ella me apasione de la cocina desde muy niña, todo era muy divertido
con ella en casa cuando se fue, papá cambio se volvió ambicioso dejamos de ser
sus hijos para ser sus juguetes…. Mis hermanos mayores tenían parejas de
sociedad ya están casados ¿sabes? Muy felices… pero yo era la más chica… soy
la más chica, así que papá decidió que debía estudiar algo útil como medicina, ya
que lo más seguro nunca tocaría nada de administración de la empresa…
-De empresas Villafiel… bueno muchos las conocen como Grupo Empresarial Fénix
- Vanessa se sujeto con fuerza del brazo del sillón al escuchar aquello casi
hiperventilándose, Villafiel ella se lo había dicho, pero no hizo una relación en
esa dirección, Herendira viajaba en autobús, no tenía guardaespaldas y para nada
daba la impresión de ser multimillonaria… así que pensó que era otro Villafiel y
ahora resultaba que estaba enredándose con la hija de uno de los hombres más
influyentes de la ciudad, uno que era superado a pesar de su inmensa fortuna por
la familia… del… “hay mi Dios” razono su cerebro recordando el rostro de
Stefani, sintió las suavidad de la lengua de Tormenta sobre su mano que le miraba
con preocupación antes de enfocar a Herendira de nueva cuenta - pero solo
recibiré divisas o recibiría divisas - corrigió la joven con completo manejo de la
terminología - pero… hoy cuando fui a casa y lo vi allí…. Sabes hay una voz en mi
cabeza…
-Sí, cuando papá empezó a actuar como un imbécil la empecé a escuchar - vio la
joven pasarse las manos por la cara de nuevo al ponerse de pie - fue cuando tiro
las cosas que mamá me compro cuando me enseño a cocinar y me dijo que
entendiera que ese no era mi futuro… fue cuando se llevo con eso todo lo que
quise - vio una lágrima pasearse por el rostro - esa voz me decía golpéalo, no
tiene derecho… esta errado… eres una Villafiel no bajas la cabeza ante nadie -
observo como Herendira se miraba las manos - esa ocasión le respondí soy muy
chica, pero la voz nunca se fue_ vio varias lágrimas más escapándose
rebeldemente para pasearse por el rostro - y yo seguía inventando excusas cada
que no me defendía de él, es muy poderoso, es mi padre, solo busca lo mejor para
mi… pero hoy…
-Tu padre no es de mi agrado - dejo escapar con suavidad sin dejar de mirar a
Herendira que se giro a enfocarla fugazmente.
-Le pregunte si había algo malo en mi y él dijo que yo no era tan bonita con
Georgie y que no tenía el temple de Miguel, que necesitaba a alguien que me
protegiera y supiera también administrar mi parte de la herencia y fue cuando
la escuche - vio las manos de Herendira pasearse por el rostro limpiándose las
lágrimas - la voz… diciéndome que a mi padre no le importaba yo, solo le
importaba su maldito dinero… ni siquiera iba a intentar conocerte, ni llevarse
bien contigo, porque lo que yo sienta le es indiferente… solo piensa en dinero,
esa voz me decía díselo a la cara que ya no harás nada y sin embargo yo me seguía
negando… pero él… el…
Vanessa se puso de pie tirando de la chica para abrazarla con fuerza escuchando
el llanto ahogado sobre su pecho, mientras sentía la sangre en sus venas arder
con fuerza - ya déjalo… olvídalo… yo… - se sorprendió al sentir un fuerte empujón
y como la apartaban…
Vanessa empezó a reír con fuerza al escuchar lo último mirando a Herendira, que
se empezó a reír con ella divertida del todo - ya me imagino su cara - dejo
escapar entre sonoras carcajadas, mientras notaba la cabeza pelirroja asentirle
sintiendo como se acercaban a ella abrazándola - mi rojita es un huracán y me
encanta… recuérdame no hacerte enfadar… - miro los ojos verdes que sonreían
aun con algunas lágrimas paseándose por ellos, pego su frente para continuar
riendo quedamente…
-Te juro mi vida… debí tomarle una foto y subirla a mi pagina social, creo que se
hizo de piedra - se carcajeo con más fuerza al escuchar aquello - nunca lo vi tan
enojado y luego pum se quedo petrificado.
-¡Oh esa si me gusta! bájate los pantalones - sintió el golpe de nuevo en su brazo
sano mientras la joven se separaba avergonzada.
-Eres una boba - escucho el tono consentido tirando de la joven con suavidad -
No me digas esas cosas…
-No dije nada malo - la miro con seriedad - es algo que a la larga pasara - noto
como Herendira se sonrojaba hasta las orejas - digo el ver tus bóxer de la
sirenita… ¿Pensaste otra cosa?
-¡Ah sí…! digo no… no - vio los ojos verdes pasearse con nerviosismo de aquí para
allá - iré a preparar la cena... si la cena… aja… y yo… eh… ya… este… te quiero…
ven Tormenta… comida tu…
NO ME OLVIDES
Capítulo 22
Pasado…
Lope de la Vega
Los ojos azules de Stefani enfocaban con insistencia a Karina mientras una
doctora a pasos de ella se encargaba de atender las heridas de Andrea - Si me
sigues mirando creeré que me deseas - dejo escapar quedamente regresándole
la intensa mirada a la joven
-Nunca dije que no fueras deseable - Karina enfoco a la chica con sorpresa - solo
que no eres mi tipo… - vio los ojos azules desviarse al escuchar una suave queja
de Andrea y ver unos policías ingresar a la sala de emergencia, noto el ceño
arrugado y como la chica se levantaba de manera elegante para interceptarlos.
Observo como ambos oficiales se paraban en seco mientras ella sacaba una
identificación y se movía con completa elegancia y educación, notaba los rostros
serios enfocándola pero cada tanto las miradas se movían nerviosas de uno a
otro, aquella joven parecía estar dando un discurso completamente al parecer
verosímil sin embargo, Karina tenía claro que Andrea se había pasado golpeando
al chico en el hospital, así que probablemente acabaría en la comisaria se
sorprendió aun mas viendo a dos tipos trajeados acercarse a los policías y
Stefani que señalo a Hernán.
Los ojos negros de Karina se desviaron al chico que estaba en ese momento con
sus padres los cuales al parecer escuchaban su relato que era regalado con
dificultad - escucho otra queja a su lado para notar con Andrea le sostenía las
manos a las enfermera dando de lleno con el feo corte que tenía en la cabeza,
fue entonces que ella sintió la sangre arder - Stef - llamo la joven por lo que se
dio vuelta una vez más para ver a la rubia caminar con total dominio de su persona
hacia Hernán apartando a los padres del joven conversando con ellos.
-Las placas están bien al parecer del golpe y el susto no paso - asevero el doctor
acercándose a ella_ sin embargo deberá venir mañana para una revisión extra de
los golpes en la cabeza, nunca están de más y el sillazo bueno… habrá un feo
moretón unos cuantos días…
-Que mal no podre andar medio desnuda por allí - rió al escuchar el comentario
irónico de Andrea negando con la cabeza.
-Bueno al menos no pareces un oso panda - rió con más fuerza al escuchar a la
rubia rebatir - es mas espera debo buscar quien me dé un fuerte golpe en la
parte que no tengo morada del rostro… me podría exhibir como rareza y ganar
más dinero aun - noto como Andrea empujaba a la joven con suavidad antes de
ver como la rubia atrapaba su mano besándola con devoción.
-No hagas eso - escucho protestar a Andrea sin embargo la chica no aparto la
mano para nada- debo irme a casa…. ¿Me llevas Karina? - parpadeo un par de
veces al verse nombrada antes de asentir - vete a casa Stef es tarde ya.
-Que mala te vas con la reliquia- escucho que respondían pero prefirió ignorar el
comentario - pero está bien mañana despertaras oliendo a rosas frescas-
observo como la rubia se inclinaba sin pudor alguno plantándole a Andrea un beso
que hasta a ella se le antojo dejándola al parecer en un estado de embobamiento
profundo mientras se perdía por el pasillo.
-Anda que si te alborotan las hormonas - dejo escapar divertida para ver la cara
molestia - la verdad con un beso así hasta a mí se me alborotarían.
-Creí que tu ya no tenías de eso - la miro con seriedad antes de extender un dedo
picándole el costado escuchando una queja bastante dolorida.
-Pero- escucho otra queja dolorida - cumplir años es algo obligatorio, madurar
es algo que debes aprender - vio a Andrea levantarse - así que madura y deja de
picarme - rió con fuerza ayudando a la joven a caminar.
Herendira miraba seria a Vanessa cada tanto antes de girarse a la pantalla algo
incomoda, escuchaba la lluvia caer con más fuerza en el exterior sentía los
nervios de punta, se ladeo con suavidad escuchando una suave maldición de parte
de su… ¿Qué eran ella y Vanessa?, novias…, sentía ella que esa no era la palabra,
tampoco eran amantes porque era obvio que para serlo debían hacer algo que
ellas no habían hecho aún… la verdad por un lado esperaba hacerlo por otro le
daba pavor no dar la talla en algo que nunca en su fregada vida había hecho…
¿Quizás debió aceptar la invitación de Érica?, aquella joven de cabellos oscuros
había sido su primer “amor” cuando apenas tenía quince años, gracias al cielo
había sido lo suficientemente juiciosa para determinar que era algo mas
hormonal que otra cosa y no irse a la cama con ella…pero ella no estaba pensando
en Érica sino en Vanessa, la misma persona que estaba sentada a su lado que al
contrario de Érica le generaba algo más que un simple deseo físico y
descontrolado.
-Diablos- dejo escapar bajando la cabeza, esa Vanessa que sabía cuando
divagaba- tres de cinco - escuchando la risa a su lado para empezar a jugar -
vamos cariño ya te gane una ¿o no?
-Pero necesito a mis amigas a ambas - agrego consentida- aunque Andy siga rara…
-Idiota- dijo con enfado - mejor el café, pero en casa de Stef- se separo el
celular del oreja al escuchar las protestas enfadadas -me la debes- afirmo con
seriedad escuchando el silencio que la culpabilidad creaba en Andrea, a veces
pensaba que la podría chantajear hasta la eternidad con eso.
-Bien- casi canto victoria - te veo en un rato allí…. Y nos ponemos al día, pero que
sepas que a la primera idiotez de esa maldita mujer me largo de allí.
-Sí, sí- corto la llamada mientras se dirigía al refrigerador escribiendo una nota
para Vanessa por si llegaba temprano del trabajo, para tomar su juego de llaves
y marcharse.
Víctor Villafiel estaba pálido del todo mirando a la persona delante de él, la cual
se paseaba con completa propiedad por su despacho, hizo un análisis del cuerpo
reparando en las largas piernas descubiertas y las zapatillas de tacón, la ropa
completamente elegante y ese aire de suficiencia que él no reconocía, pero lo
que le continuaba llamando la atención eran aquellos cabellos encendidos apenas
más claros que los rojos oscuros de su hija.
-Ver a mis hijos - le respondieron girándose a mirarlo con aquellos ojos intensos
verdes - a esos que te encargaste de separar de mí haciéndolos creer que los
abandone…
-Lo hiciste - afirmo con seriedad - te marchaste con ese hombre y te olvidaste
de ellos…
-¿Enserio?- la miro extrañado- sé que no tienes poder aquí, gracias al cielo fue
suficientemente consiente para dejar aquella clausula sobre que los niños se
encargarían de mi herencia, todas las empresas y ganancias de la misma apenas
cumplieran la mayoría de edad y adivina- la miro algo pálido de nuevo- Herendira
ya tiene más de dieciocho años… pero supongo que en tu ambición por no perder
tu poder la hiciste estudiar alguna carrera que no tiene relación con esto o estar
de novia con algún inútil…
-De Herendira no te diré nada- sonrió con maldad - excepto quizás que odia a
mamita profundamente - notando los ojos verdes cambiar de expresión - así que
con ella mejor ni lo intentes.
-Bien Víctor, veo que esta visita ha sido infructuosa - escucho el tono de
desprecio que le dirigían - pero te diré que ya hable con Georgi y Miguel - la miro
sorprendido - tuvimos una larga plática ellos y yo, digamos que han comprendido
varias cosas y estamos ajustando otras - agregó - ya no tengo miedo Víctor
quiero a mis niños y ante todo quiero a mi Herendira conmigo…
-¿Por qué?.. Porque tu padre que agoniza la nombro heredera universal de toda
su fortuna, saltándote - sintió la mirada seria sobre él - mis hijos mayores me
dijeron que no saben donde esta, pero te aseguro que la encontrare…
Virginia tendió un café de manera divertida a Vanessa que no la miraba para nada
- ¿Qué se siente ser mujer de familia? - dijo divertida.
-Completamente imperfecto - vio como la taza de café era llevada a los labios
calentándola y generando aquella cómoda pausa - tan imperfecto que no puedo
dejar de sonreír, desde que me levanto en la mañana hasta que me duermo en la
noche… a pesar… a pesar…
-De que tiene defectos ¿verdad? - Virginia sintió la mirada curiosa sobre ella -
estoy casada ¿recuerdas? … hay días en que es una locura, pero aún así… sigo
sonriendo… - parpadeo maravillada - porque sé que no sería así de feliz con nadie
más…
-Yo no sé si sería así de feliz con alguien más, solo sé que estar con ella… se
siente terriblemente bien…
Le era un poco loco que Andrea hubiera girado a Stefani en lugar de gritarle a
ella dándole una sonora cachetada mientras se iba al vestidor a cambiarse de
ropa cosa que hizo ella también y Stefani frotándose el primer golpe, el segundo
le cayó cuando al salir Andrea del vestidor dijo algo parecido a “Dios no me dejes
morir que acabo de conocer la gloria”, la tercera bueno… la tercera… básicamente
fue el comentario “Si me vas a estar cacheteando déjame meterte mano y así lo
haces justificadamente” la cuarta vino al parecer previniendo otro comentario
de esos y acabo con Andrea metida en la piscina.
-Los caramelos, el oso, la aspiradora para usar cuando Karina la pieza de museo
se vuelve polvo - noto otro fuerte empujón hacia Stefani que presiono su cuerpo
con más intensidad contra Andrea_ te amo…
-Lo siento cariño ya no quiero más golpes - noto las cejas de Stefani moverse -
te amo y si lo ves como una tontería ni al caso - vio a Andrea intentar echar la
cabeza hacia atrás desesperadamente sin éxito alguno al parecer evitando
aquello que la hizo sonrojar a ella, un beso apasionado que estrechaba el cuerpo
de Andrea sobre la pared de la piscina, escucho una quinta cachetada resonar
pero fue contrarrestada con un nuevo beso, finalmente se sorprendió al ver las
manos de Andrea ceder enredándose en el cabello de Stefani correspondiendo
el beso con desesperación.
-Amor apache - dio un salto en al agua mirando a Teresa que dejaba otra bolsa
de hielo en el sitio - asegúrate que se la ponga por favor - asintió suavemente
antes de girarse de nuevo al extremo de la piscina sonriendo al ver los besos de
Andrea sobre las mejillas de Stefani, pausados y cariñosos como deseando
compensar tanta cachetada.
Se estiro levemente fuera de la piscina abriendo su móvil para ver aquella foto
que se había tomado con Vanessa, viendo la nariz negra de Tormenta colándose
por lo que sonrío fugazmente regresando su mente a la pregunta que le mantenía
ocupada ¿Qué eran ella y Vanessa?.
-Bien- la miro sorprendida - ya sabes lo que dicen del odio al amor…- la sexta
cachetada resonó con tanta fuerza que Herendira salió de sus pensamiento
enfocando la piscina para ver a Stefani esta vez quejándose por el golpe recibido
la vio separarse la mano de la cara para ver sangre en ella- no dolió tanto - suspiro
aliviada al ver a Stefani simplemente salir del agua para limpiarse la sangre y
ubicar la compresa de hielo - ¿Cuéntame que tanto te preocupa pelirroja y porque
quieres trabajo?
-Papá me desheredo - noto la sorpresa en los ojos claros y el ruido del agua clara
indicación que Andrea la había abandonado, la joven no tardo en aparecer
goteando delante de ella con su traje de baño - digamos que le dije que mi vida
era mía - dejo escapar algo sonrojada.
- ella por lo que se sorprendió - puede conseguir una beca en la universidad para
estudiar medicina y una socioeconómica, si le creen que su padre el retrograda
la desheredo…
-Chicas- interrumpió evitando una batalla campal entre esas dos “amor apache”
repitió la frase de Teresa mentalmente - no necesito dinero, dejare medicina
saben que nunca me gusto y pues yo… bueno yo… vivo con Vanessa…
Vio la sonrisa pícara en ambos rostros por lo que bajo la cara aun mas
avergonzada - Supongo que lo de la desheredada te importa un pepino si vives
con Vanessa “mamacita” Savedra_ dejo escapar Andrea con descaro provocando
que Herendira se pusiera aún más roja - Ahora cuenta - la miro extrañada -
¿Cómo fue tu primera vez?.
-A mi no- dijo Andrea- por tu culpa la tuve que borrar de mi lista - no tuvo tiempo
ni de reaccionar cuando el firme empujón de Stefani mando a Andrea de lleno a
la piscina…
-Como te decía- continuo Stefani- me alegro mucho, pero que vivas con ella es
algo pronto aunque dadas las circunstancias...- noto como Herendira asentía con
vergüenza mientras escuchaba la tos de Andrea proveniente de la piscina.
-¿Cómo fue tu primera vez?- a Stefani algo avergonzada provocando que la chica
cambiara a mil colores de rojo diferente en un segundo.
-Fue extraña y maravillosa - tanto ella como su amiga rubia se giraron a enfocar
a Andrea - nunca imagine que fuera así, entregarte a alguien y… y… - Herendira
miro con sorpresa como Andrea tragaba grueso - sentirte completa - observo
como Stefani se lanzaba al agua acercándose a la joven castaña que se aparto
por inercia de ella.
-¿Y cómo fue la tuya?- a Andrea que miraba extrañada a Stefani antes de
separarse incomoda carraspeando para dirigirse al borde de la piscina y sentarse
allí observándolas alternativamente a ambas.
-Mi primera vez no fue nada extraordinario quizás lo más sobresaliente era que
estaba tan concentrada en las sensaciones de mi cuerpo que me olvide de que
mamá ya no estaba más… -su suave risa resonó con suavidad - cuando ya no había
nada que me distrajera…. Dolió el doble, pero eso no me lo advirtió Vale… -
Stefani sintió la mirada café clavada en ella con intensidad como si la cabeza de
Andrea acabara de razonar algo, vio los ojos desviarse suavemente - pero por un
momento de verdad olvide que mamá ya nunca volvería… así que lo continúe
haciendo con ella… hasta que ya no tuvo sentido… - Herendira la vio ponerse de
pie encaminándose por su toalla hacia un extremo de la piscina - solo te diré una
cosa Heren si ella es la ideal, ni siquiera lo pienses… solo hazlo.
Noto las piernas largas de Andrea perderse hacia el cambiador que estaba a un
costado de la mansión Del Valle, parpadeo sorprendida por lo que acababa de
escuchar antes de que una sonora cachetada resonara de nuevo por lo que vio a
Stefani inclinarse dolorida - ¿Te golpeaste sola?.
-Soy una estúpida - le escucho decir quedamente - una grandísima imbécil, debía
cuidarla, protegerla y amarla, pero ¿Qué hice? ¿Qué sigo haciendo?... solo
lastimarla con mi presencia.
Elena del Valle detuvo sus pasos al ver a Andrea apoyada en una esquina alejada
del probador pasándose las manos con insistencia sobre los ojos al parecer
limpiándose unas lágrimas rebeldes que se negaban a dejar de salir, encamino sus
pasos con tranquilidad hasta quedar de frente de la chica que la miro con
sorpresa, realizando lo que bien sabía que la joven necesitaba simplemente
extendió la mano pegando sus cuerpos para escuchar el llanto ahogado sobre
ella_ Lo sé cariño, lo sé - dejo escapar quedamente.
-Ya no debería doler - escucho la queja enfadada - ¿Por qué duele así? - era un
reclamo que bien sabía no iba en su dirección - uno que no tenía claro cómo
responder - ya lo supere… yo siempre... lo… supero todo - sintió como se
separaban de ella frotándose los ojos con fuerza de nuevo - disculpa Elena…
-Lo superare también… sino morí cuando mamá me dejo sola… no moriré ahora…
-Eres mucho más que eso - se giro sorprendida mirando a Herendira que sonreía
divertida - y esas mujeres eran unas idiota y yo soy una idiota mayor… me ganaste
al parecer por unos minutos - noto el enorme puchero formarse en el rostro
-Mucha, el día estuvo horrible en la Avenida - se dejo caer en una silla - la gente
está loca porque vienen las vacaciones de verano y… - Herendira escuchaba
asintiendo las palabras de Vanessa girándose cada tanto mientras preparaba la
cena a mirarla, estaba con la cabeza recostada sobre la mesa río quedamente al
verla hacer un gesto desesperado tocándose sus pulcros pantalones que al
parecer sufrieron un percance relacionado con un helado de un niño, vio la
gesticulación algo desesperada y como los cabellos negros se desordenaban por
los movimientos - Te quiero - dejo escapar quedamente al parecer sin ser
escuchada - te quiero con toda mi alma - repitió suavemente, la vio hacer un
gesto como si intentara ahorcar a alguien lo que genero que riera con fuerza -
de verdad te quiero - dijo entre risas mientras la continuaba escuchando - Le
tengo envidia.
-Si lo haces- dijo con algo de desesperación - no voy a creer que te levantas una
hora antes que yo en la mañana y siempre te encuentras duchada – - lo haces
para que no te vea - vio como la joven se encogía en la silla - siempre que te
molesta algo que hago no lo dices, Vanessa eres una engreída, pesada, con un
sentido del humor de los más loco, eres desordenada y desestructurada cuando
quieres, cariño te gusta dejar tu gorra, chaqueta y pantalones tirados en
cualquier parte antes de recogerlos y no lo haces ¿Por qué?... supongo que por la
misma razón por la que te levantas a las dos de la mañana a ducharte con agua
fría…Vanessa Guadalupe Savedra… yo también quiero… así que deja de ducharte
con agua fría a las dos de la mañana.
Herendira había tomado la firme decisión de dejar hablar a esa voz que resonaba
en la cabeza, porque sentía que esa era la voz de la mujer que habitaba en ella…
y francamente estaba cansada de ser una niña.
NO ME OLVIDES
Capítulo 23
UN PASO ADELANTE…
Giovanni Boccacio.
-Hola coqueta - se giro viendo aquellos ojos azules profundos - ¿Un lunes por
acá? No es buena señal - sonrió suavemente al escuchar aquello.
-Digamos que tengo mucho que pensar - sonrió observando cómo tomaban asiento
a su lado enfocándola con interés- Nunca había disfrutado tanto mi vida y sin
embargo siento que me falta algo…
-No fue una decisión mal tomada_ la miro con algo de molestia - fue la correcta
porque ella no… no…. Se suponía que ella no….
-No te amaba- desvió los ojos hacia la barra al escuchar aquello - hiciste un
supuesto, actuaste en base a eso y simplemente le abriste los ojos a lo que ella
quizás sabía pero no lograba descubrir… yo creo que si te ama no tiene nada de
malo.
-No te atrevas a decirme una sola mentira y menos una tan grande - cerro la
boca sorprendida ante el tono severo que habían empleado con ella - nunca
niegues un sentimiento es un pecado imperdonable, si no lo deseas entonces
simplemente recházalo y bórralo de tu interior deja de amarla y díselo de frente
cuando ya no lo sientas… dile que no la amas cuando no la ames… dile que la odias
cuando realmente la odies… ¿Acaso no sabes el daño que las palabras mal
intencionadas pueden generar en un corazón sincero? ¿Acaso piensas que al
infligir dolor el tuyo será menor?
-No tienes claridad y la falta de claridad te hace hacer estupideces, vive tu vida
como quieras, disfrútala al máximo tienes el derecho y la libertad de hacerlo,
con la verdad por delante y recordando que tus libertades terminan en el
momento en que destruyes las de los demás. Ella te ama y es feliz haciéndolo,
déjala amarte… no significa que tu le correspondas…coqueta no vayas a decir
nada de lo que te arrepientas luego - Andrea miro boquiabierta como la joven se
alejaba de ella dejándole un remolino de pensamientos que amenazaban con
desbordarse.
Herendira tenía la cara pegada a la mesa del comedor mientras miraba por la
ventana con pereza, cada tanto escuchaba la respiración pesada de Tormenta a
su lado, la lluvia parecía estar haciendo su debut de despedida revolvió su cabello
con suavidad… ya llevaba dos horas sola en casa porque Vanessa había anunciado
que saldría con Virginia en lo que parecía una vieja costumbre de ambas de salir
solas - Tupida Virginia - murmuro quedamente; para fundirse literalmente con la
mesa.
Porque la realidad es que Herendira tenía claro que esas mañanas no era más que
una chiquilla de dieciocho años con todas la inseguridades que había dejado
crecer dentro de ella con cada comentario cruel de su padre, con todas aquellas
que se creó… la misma chiquilla que a pesar de dormir prendada al cuerpo de
Vanessa temía despertar en la mañana viviendo un sueño, esa mocosa idiota que
pensaba que quizás solo quizás ella llegara agitada y sudada en las mañanas pero
no precisamente de correr…
Y era una tortura estar fundida con aquella mesa, privada de su olor, de su calor,
de sus palabras que venían reduciéndose notablemente a un simple te quiero de
ella y aquel profundo silencio de su parte, la única culpable era su insondable
estupidez, esa que no le permitía verse como un objeto deseable, como una
mujer, como…. Como una mujer hermosa, sintió aquella lágrima traicionera
resbalarse por su mejilla antes de golpear la mesa con fuerza deseando que ella
entrara por la puerta y la mirara preocupada, pero ella no estaba… esta vez no
vendría.
-De frutar rojas, por favor - miro a la chica parecía la elegancia personificada,
se cuestiono fugazmente si Herendira era así en el instante fugaz en que no
sintió aquella intensa mirada sobre ella - ¿Sucede algo?
-Entonces me temo señora - vio a la chica ponerse de pie con imponencia - que
debo pedirle que abandone mi hogar, puesto que la madre de mi amiga está
muerta para ella… murió en sus propias palabras el día en que la abandono….
-No es necesario que me…-vio a una mujer dejar el té y retirarse por lo que tomo
una pausa aliviada.
-Lo es- sonrió con suavidad tomando la taza y sintiéndola temblar en su mano-
con el paso del tiempo era difícil decir ya que me caí en el baño, los niños nunca
se enteraron porque maquillaba muy bien todo… entonces conocí a Eduardo,
pecho fuerte y espaldas anchas, tan hermoso y pasional con cabellos tan rojos
como los míos- vio a la joven delante suyo revolverse en el sofá como rogándole
con la mirada que no confirmaba lo que ella pensaba- el padre de Herendira era
un hombre muy dulce- la escucho toser con fuerza por lo que rio algo aliviada al
verla comportarse como una chiquilla- pero nunca comprendió porque me quedaba
con Víctor finalmente furioso juro marcharse para siempre…
-¿Pero?- enfoco los ojos azules unos instantes antes de sonreír suavemente.
-Regreso años después como profesor de arte y fue evidente para él, lo que yo
tan perfectamente había ocultado, estaba tan feliz con Herendira tan
compenetrado con ella y se llevaba de maravilla con mis otros dos hijos, la tomaba
en sus brazos para sentarla en sus piernas mientras le decía que cocinar era
como pintar… todo corazón….
-Dios del cielo bendito- vio a la joven tomar aire con fuerza- ¿Comprende usted
la pesada carga que me acaba de encomendar?
-Comprendo pero ¿Me puede decir si está bien? - la miro con pesar - sus
hermanos al parecer no tienen mucho contacto con ella y no saben dónde está o
con quien, vine porque pensé que la encontraría aquí.
-Ella está bien - escucho otra suave risa - se queda en casa de su novia - agrego
suavemente no sabiendo si esa era la palabra adecuada pero a falta de una mejor,
antes de enfocar la cara boquiabierta de la mujer delante suyo… - ¿Es eso un
problema?
-Colapso nada - vio a Vanessa cruzar la pierna con esa sensualidad natural en ella
- se da vuelta y se tapa con la estúpida sabana - escucho el tono entre
desesperado y molesto - en general se caería de la cama, intentaría levantarse
o se estrellaría en alguna parte… taparse créeme no es buena señal.
-No quiero que se controle - la miro con sorpresa al escuchar aquello - no quiero
que lo haga, necesito que se me tire encima y…y…y
-Te coma completa – viendo los ojos negros llenos de pesar - es obvio que a la
niña algo le pasa, digo tu ropa deportiva y sudada, joder, te juro que haces a
cualquiera replantearse su orientación sexual, digo no te vas a pasear en ropa
interior, es que…
-Me alegra que seas solidaria - escucho un suspiro pesado - quizás ya se le paso
la novedad.
-¿Eh?- se levanto tomando el rostro entre sus manos con fuerza - Vas a ir a casa
y vas a agarrar a esa jovencita hasta hacerla delirar de placer ¿entendiste? - en
tono demandante - Herendira solo tiene ojos para ti, se le nota en la cara de
idiota que pone… yo creo que necesita una sobredosis de Savedra termina de
intoxicarla hasta los huesos y veras… pero antes pregúntale que le pasa….
-Le haces el amor igual para que sepa lo que se pierde_ vio la media sonrisa de
Vanessa asomarse y se la regreso como un espejo - y Vane cómetela ¿entiendes?,
déjala devastada como la primera guerra mundial devasto Europa….
-Tiene dieciocho años Virginia - volteo los ojos en blanco al escuchar aquello -
sería inadecuado y…pues… es virgen_ escucho que le decían por lo que miro con
la boca entreabierta.
-¿Qué la revisaste allí abajo para saberlo? - antes de recibir un fuerte golpe en
la frente.
-No idiota conteste su móvil por accidente el otro día - vio como Vanessa miraba
alrededor - su amiga…eh… creyendo que era ella saludo diciendo “ya perdiste la
virginidad” - casi escupe el liquido de su café al escuchar aquello y ver el intenso
rubor en el rostro de Vanessa.
-Vaya con las niñas- dejo escapar riendo quedamente antes de ver el gesto de
molestia delante de ella por lo que intento contenerse lo mejor posible- Bueno
mejor que tú que alguien más o ¿No?
-No es eso- la vio desviar los ojos - no quiero ser el chisme de moda de un grupito
de niñitas o el trofeo de la niñita con la que vivo - Virginia se llevo la mano a la
cara al escuchar aquello - era normal que Vanessa saliera con eso, porque
básicamente siendo lo bonita que era ya la habían exhibido como trofeo antes,
si bien su enorme ego le ayudaba era de las cosas que más detestaba.
-Dudo que te vaya a exhibir como trofeo - la miro con seriedad - le dijo a sus
amigas que era virgen y si la chica que la llamo pregunto eso, es porque
obviamente la pobre niña muere de ganas que te lleves tu lo que le queda de
inocencia - rió suavemente viendo el rostro sonrojado de nueva cuenta - ahora
señorita ego del tamaño del universo ¿Es usted consiente del mujeron que tiene?
-¡OHHH SII!- escucho decir a Vanessa quizás con demasiada emoción por lo que
levanto la ceja impresionada - ¿Por qué crees que me doy baños de madrugada y
salgo a correr?- rió bajamente al ver la carita de desesperación - Herendira es
uff…. Tiene un cuerpazo increíble, es pelirroja así que es un imán para las
miradas, es dulce, atenta, amable, generosa y paciente… tiene un carácter
explosivo como incendio cuando quiere y… y….y…
-Seguro cuando camina por la avenida todas la voltean a ver - agregó mirando a
Vanessa fijamente - la diferencia entre ella y tú, es simplemente amiga que tú
eres consciente de lo hermosa que eres… a ella… pues… quizás en casa nunca la
hicieron sentir así, tal vez solo tal vez es una niña muy insegura y asustada…
-Perdón un carajo lo haces al propio - le acuso con el dedo como si fuera una niña
pequeña - Lo haces siempre que sabes que tengo razón para desconcentrarme…
tu remedo de amiga.
-Sí, pero una muy sexy - escucho que le decían tono cadencioso por lo que
carraspeo con fuerza.
-¡YA!- le dijo quedamente incomoda - seré breve la niña es insegura, por lo que
sabemos de su padre y lo que ella dijo no la trataba muy bien, tienes que
enseñarle a ser una jodida egocéntrica como tú, y que mejor forma digo yo que
ayudarla a descubrirse mostrándole que es el objeto de tus deseos más puros y
oscuros.
-A ver lo hare simple - tomo el rostro de Vanessa con ambas manos con fuerza
mirándola a los ojos - ves a Herendira salir en pantaloncillos a correr en la
mañana una hora, regresa transpirada empapada en sudor - vio las pupilas negras
dilatarse por lo que sonrió victoriosa - pero imagina que en lugar de la Savedra
que eres, eres una chica de dieciocho que no se ve a sí misma como una mujer y
por tanto no se considera atractiva ¿Qué pensarías?
-Ahí tienes - soltó la cara con suavidad antes de apartar unos mechones negros
- lo que para ti es una tontería para ella es una realidad y que no le metas mano
no hace más que aumentar sus temores.
-¡Oh, dios mío! sabia que llegaría el día que me cambiaras por otra mujer - dejo
escapar con fingida pena antes de sonreírle suavemente a su amiga.
-Pervertida…
Stefani caminaba por las calles de la ciudad con sus guardaespaldas a una
distancia que los hacía casi invisibles a su vista, necesitaba aire después de la
visita de la madre de Herendira, espacio para meditar lo que haría con ese asunto
y ante todo algo que la distrajera de sus ganas de ir a ver a Andrea, la primera
parte de su plan era colmarla de atenciones, la segunda alejarse de ella, para
luego volver a colmarla de atenciones y finalmente intentar que aceptara lo que
sentía, pero el jodido ejercicio de paciencia se le empezaba a hacer demasiado
largo.
-Hola- dio un salto al escuchar una voz suave que le llamaba para girarse dando
con unos ojos cafés profundos que le miraban con intensidad - ¿No son horas no
crees? - sonrió algo incomoda mirando a izquierda y derecha algo confundida.
-Puede- vio la sonrisa aumentar provocándole carraspear y mirar hacia otra parta
incomoda del todo con aquella mirada - yo solo digo que no es bueno estar solita
en lunes… y menos frente a un bar como este- señalo el letrero generando que
Stefani abriera los ojos sorprendida - a menos que vayas a entrar…
-Recuerda que el primer paso siempre es esencial - miro a la chica a pasos de ella
algo incomoda - un primer paso en la dirección correcta - trago grueso nerviosa
al ver la intensidad de la mirada que la hizo dar un paso hacia el escalón antes de
escuchar una risita traviesa - Stef… los planes siempre pueden variar - la vio
despedirse con la mano y marcharse dando saltitos… Yo no le dije mi nombre o
¿sí?
Subió las escalera algo aturdida ingresando al lugar viéndolo medio vacío, lógico
un bar un lunes suponía se vería así, noto al algunas chicas y chicos en las mesas
conversando sin decidirse a dar una leve inspección o no, la música era suave y
algo melancólica dio dos pasos antes de negarse girándose para salir
estrellándose con alguien en el acto.
-Discul…- se quedo sin voz al dar de lleno con los ojos cafés intensos de Andrea
que le miraban con confusión_ ¿Qué?_ parpadeo mas aturdida aún.
-Creo que necesito sentarme - sintió como la apretaban con fuerza dirigiéndola
a una mesa para ayudarle a sentarse - es que paso algo raro y… Yo…
-¿Cómo te sientes? - Señor que estas en los cielos, perdóname porque voy a ser
una jodida mentirosa.
-Muy mal- dijo con fingida agitación llevándose la mano al pecho - siento que
apenas y puedo respirar ¿Quizás me vaya a dar otro ataque de esos de ansiedad?
- movió los ojos nerviosa antes de tomar un fuerte bocanada de aire llevándose
la mano a la oreja para apagar a Cobalt disimuladamente.
-¡Oh, no! Andy se acabo su batería - mentira… soy una jodida mentirosa pero qué
demonios - No me siento bien.
-Tranquila ven - sintió como Andrea la recostaba suavemente en ella - los ataques
de ansiedad son porque precisamente estas muy ansiosa o algo te altero, solo
debes relajarte ¿sí?
-¡Shhh! calma - escucho el tono sereno conteniendo las ganas de sonreír ante las
suaves caricias que recibía en la espalda - no te vas a morir Rocky, solo tienes
que concentrarte en algo más - le afirmaron besando su frente para esparcir un
agradable calor por todo su cuerpo - ¿Qué haces aquí?
-Salí sin ellos, sabes que a veces lo hago - sintió la mano ciñendo con fuerza su
cintura, apretándola cada tanto… sin duda esas caricias no eran tan inocentes
ya…
-Es una fea costumbre ¿Qué tal si no te hubiera visto? - se separo mirando los
ojos cafés enfocarla con preocupación “oww mi amor me encanta tu cara de
preocupación, perdóname por ser una jodida mentirosa”.
-Ya me resigne a que puede que nunca estés - admitió tomando una gran bocanada
de aire dolorida separándose de Andrea viendo la expresión de los ojos cambiar
a una de pesar_ así que me cuido yo sola - se llevo las manos al pecho como si
este le doliera, notando como Andrea se acercaba de nuevo a ella con
preocupación - Te amo… - dejo escapar quedamente sin poder evitarlo más - creo
que mejor me voy…
-Rocky no espera - sintió como tiraban de ella con delicadeza -no te vayas - la
miro extrañada unos instantes - Stef… yo también te amo - parpadeo
sorprendida sin poder creerse del todo lo que acababa de escuchar - yo… de
verdad te amo - se sentó como si fuera una niña obediente mordiéndose el labio
algo nerviosa “debí mentir antes” se reprendió mentalmente - ¿Todavía te
sientes mal?
-No - respondió casi sin voz notando como ella bajaba el rostro buscando las
palabras adecuadas.
-Te amo- sonrió suavemente al escuchar aquello - pero no dejare que nadie me
lastime - la miro confundida unos instantes - no dejare que me vuelvan a lastimar,
que tú me lastimes de nuevo… por eso decidí olvidarte y quiero que me olvides…
“Maldición, bien decía mi madre que mentir era malo, ahora si siento esa fea
presión en el pecho”, respiro hondo mirándola e intentando calmarse observando
la intensa mirada café situada en ella con infinita tristeza.
-Yo nunca quise lastimarte- dejo escapar quedamente - no lo sabía, sé que no es
una excusa…. Pero no lo sabía… y no quiero olvidarte… no podría…. Sé que
entiendes lo que te digo…
-Yo… Stef hay que ser realistas - escucho el cambio en el tono de voz - tu eres
clase alta y yo clase baja - la miro extrañada - tú andas en moto y autos lujosos
y yo… bueno el autobús en un buen día, eres una de las princesas de la ciudad
¿entiendes? y yo…
-La de mis sueños- la vio sonrojarse suavemente sonriendo para tomar la mano
con suavidad - No me olvides…. Yo no podría… anda no me importa bájame cuatro
peldaños en el escalón social…
-Anda amarme, no es tan malo - hizo un enorme puchero notando la suave sonrisa
aparecer - déjeme demostrarte que no es malo… sobre todo porque yo también
te amo - escucho la suave risa antes de besarla con suavidad brevemente para
de separarse ladeando la cabeza y cerrando los ojos con fuerza
Herendira dio un salto ante el sonido tan brusco que género la puerta de la cocina
mientras levantaba la mirada sorprendida poniéndose de pie y apartándose de la
misma antes de chocar con un gabinete a sus espaldas al enfocar la mirada
oscurecida de Vanessa y su cuerpo empapado por completo al parecer por la lluvia
que aun caí en el exterior, su cerebro le decía que preguntara que pasaba pero
simplemente le era imposible.
-Va…Vane - trago grueso viéndola a ella dar la vuelta a la mesa por lo que se movió
a su vez dejando aquel mueble entre ellas -¿Estás bien?- respiro con cierta
agitación, no comprendía bien de donde le nacía pero si sabía que la culpable era
aquella mirada que le prodigaban.
-Solo tú- había dicho aquello por inercia haciendo la sonrisa aumentar con
intensidad, se estaba hiperventilando lo podía sentir vio a Vanessa avanzar y
estaba por repetir el movimiento cuando su adoración al parecer decidió que la
mesa ya no sería un impedimento, la vio saltar sobre la madera con agilidad pero
ella no fue tan rápida cuando se dio cuenta estaba atrapada entre el mueble de
la cocina y el cuerpo de ella.
-Te deseo- dejo escapar antes de devorar los carnosos labios delante de ella con
intensidad…
NO ME OLVIDES
Capítulo 24
EMOCIONES DESBORDADAS.
Hay dos formas de vivir la vida, Una pensar que nada es un milagro. La otra
pensar que todo es un milagro
Albert Einstein
La mañana despunto con suavidad sobre la ciudad generando una bruma suave
provocada por la última lluvia de la temporada y la decisión del sol de imponer su
mandato. Sasha se removió entre sus sábanas antes de escuchar un quejido
molesto soltando una suave risa para deslizar su cabello sobre el varonil pecho y
tirar con suavidad de la corta barba de su esposo - Eres una mala mujer - le
escucho decir con tono perezoso por lo que sonrió suavemente.
-Eduardo- dejo escapar con sensualidad provocando que los ojos se abrieran en
el acto desencadenando un océano miel ante su mirada.
-Mamacita- vio las cejas moverse de arriba abajo por lo que estallo en sonoras
carcajadas que no tardaron en ser acompañadas por las de su pareja.
-Bueno era una bromita matutina- sintió la barba por lo que se aparto
suavemente- has estado muy tensa, anda veras que podemos hablar con nuestra
hija… ya hablaste con tus hijos, solo nos falta la pequeña y estoy segura que
entenderá perfectamente.
-Si es tan testaruda como yo lo dudo mucho - se incorporo paseando sus ojos por
la recamara percibiendo aquella mirada posada en ella - la abandone, la ha pasado
mal… tiene todo el derecho del mundo a odiarme.
-Le gustan las mujeres- soltó aquello de golpe generando que su esposo
palideciera brevemente antes de que empezara a formar una enorme sonrisa -
es verdad y tiene un mujeron de novia eso dice su amiga.
-No fue tu culpa - escucho la voz de su esposo - en todo caso fue mía por no
poder protegerte ni a ti ni a los niños, de las absurdas amenazas de ese gusano
de hombre… le debí romper la cara sin importarme nada más en lugar de dejarle
el camino libre - sintió el fuerte abrazo que le prodigaban - Así que si nos odia…
compartiré tu dolor como siempre - cerró los ojos reconfortada del todo, porque
tenía a su esposo y a dos de sus hijos… pero bien sabía ella que su victoria seria
completa cuando tuviera a Herendira en sus brazos.
Víctor Villafiel se revolvía inquieto en su silla viendo a sus hijos mover cajas de
un lugar a otro empacando sus pertenencias, les miro alternativamente
esperando alguna respuesta o explicación por parte de alguno de ellos, sin
embargo el silencio seguía reinando en el sitio - ¿Sera que puedo saber que
hacen? - noto todo movimiento cesar de golpe mientras ambos se giraban a
mirarlo.
-¿Vileza?- dejo escapar una risa irónica - tuvieron todo cuanto desearon de esta
vida, ¿Ahora vendrán a quejarse por una cuantas palmaditas que le di a su madre
en el rostro? - noto como Miguel avanzaba hacia el siendo detenido en el acto
por su hermana.
-Déjalo Miguel… - miro a su hija fijamente - al final no tendrá nada -la miro con
sorpresa - solo su rencor y algo de su frío dinero y eso si nuestra hermanita es
atenta con él.
-¿Dónde está Herendira?- les cuestiono con seriedad antes de escuchar las
carcajadas de ambos mientras abandonaban la que era la oficina familiar -¡LES
ESTOY HABLANDO!- dio un grito frustrado mirando las notas sobre su
escritorio podía perder a esos dos pero a Herendira… no se podía dar ese lujo.
Estiro su mano abriendo la última gaveta de su escritorio, esa que cerraba con
dos llaves diferentes para extraer aquella libreta negra que no había vuelvo a
usar desde que se deshizo de Sasha, era un método algo sucio el que usaba pero
ciertamente efectivo, levanto su teléfono marcando el número que le señalaban
para saludar suavemente - Hola viejo amigo….
Porque las imágenes de su mente llevaban un cabello rubio y unos ojos azules
intensos que le miraban con infinito cariño mientras la trivialidad formaba parte
de su conversación, junto con aquellas caricias que durante tanto tiempo soñó
recibir, toques suaves y gentiles, besos en las manos, las mejillas, el cuello,
aquellos ojos azules mostrándole que era el centro del universo, que era ella el
universo mismo. Sonrió suavemente apretando ambas manos sobre su pecho al
recordar los suaves te amo que le prodigaban con infinita devoción, uno seguido
de otro, cada halago sobre su cabello, manos o cuerpo para regresar al te amo….
Tan profundo, sincero…
Recordaba los miles de besos que le había obsequiado hasta que el taxista
desesperado le cuestiono a Stefani si se subía o no para llevarla a casa, la
promesa de llamarla al día siguiente y enviar rosas, ahogo un grito emocionado
sonrojándose sola de golpe.
-Cuánta emoción - se giro para ver el cuerpo desnudo de Karina invadir la ducha
apretándose contra ella_ Eso me parece saludable…
-Es la reacción biológica que hace que tu cuerpo en general mantenga una
funcionamiento adecuado para la sobrevivencia - sintió las manos alrededor de
las caderas antes de darle un suave empujón no muy satisfecha por la respuesta
-¿Por qué preguntas eso?
-Porque simplemente es algo que quiero saber… dijiste que me enseñarías todo
cuanto sabías_ acaricio el cabello que se empezaba a empapar suavemente
mordiéndose el labio divertida.
-Uno debe crearse su propio concepto de vida - hizo un enorme puchero que
genero una risa suave y gentil - bien… para mí vivir es cuando tu corazón late -
sintió como la atraían con fuerza hacia el seno izquierdo escuchando el suave
tamborilear del corazón de Karina - y que lata es un verdadero milagro - ahogo
una exclamación de asombro al escuchar la palabra milagro en boca de Karina -
respirar, caminar, correr, pensar, ver, oír, sentir… es un milagro, tu cuerpo es
capaz de hacerlo todo a la vez e incluso cosas que no eres capaz de explicar, vivir
para mi es ser consciente de ello, agradecerlo no olvidarlo, vivir es apreciar
desde la primera puesta de sol hasta el último amanecer que veas, la cercanía de
un cuerpo, la risa que acompaña la tuya o las preguntas curiosas de tu amante de
turno_ sonrió besando la barbilla con devoción.
-Me gusto mucho tu respuesta - admitió quedamente - me encanta en realidad -
cerró los ojos escuchando aquel corazón latir con fuerza.
-¿Tu rubia te hace feliz? - se separo mirando los ojos con intensidad unos
momentos - Estas sonriendo mucho de nuevo, supongo que estas arreglando las
cosas…
-Me pidió una oportunidad y se la di - paso la mano sobre los hombros como si
con ello pudiera apartar el agua para bajarlas por la espalda - pero no significa
que me quede con ella…
-Es tu plato A - escucho que le decían - pero te diré al ser humano en general no
le gusta compartir - la miro extrañada - es por culpa del amor romántico, esa
estúpida idea que tienen que debes sacrificarte por amor, ser una extensión de
tu pareja y dejar morir una parte de ti con ella - la vio mover la cabeza - por eso
yo tengo un plato favorito pero nunca dejo de probar… porque puede que A sea
mi favorito pero C puede ocupar su lugar luego…
-Me estas pidiendo que encuentre un ser humano que me diga que no me cortara
mis libertades - por lo que abrió los ojos con sorpresa - que me diga que puedo
estar con otras mujeres y no pasa nada… porque sabe que la amo - aquellas
palabras eran las que Stefani le había dicho la noche anterior - ese plato no
existe… y si lo encuentro un día, dejare todos los demás porque sabré entonces
que es el indicado…
-Sí sé que es la indicada… no niña… sería tonto tener miedo - le afirmo - pero si
lo tengo disfrutare el miedo con intensidad porque me muestra que mi sentir es
real y que por primera vez en mi vida tengo deseos de quedarme en una sola
cama, con un solo cuerpo… disfrutaría mi miedo porque me indicaría que encontré
un verdadero hogar…
-No, yo te atraje - tirando del cabello con suavidad - eres una engreída… mira
que tú me intentaste seducir, no al revés_ agrego viendo como le sacaban la
lengua antes de besarla con intensidad - oye…
-No volveré con ella… yo- observo cómo le negaban por lo que bajo la cabeza algo
apenada_ no quiero estar atada…
-Si es amor… como dices tú… ella nunca te hará sentir atada… porque el amor es
libertad…. ¿Entiendes? - sintió la mirada intensa que la hizo estremecer de golpe
- libertad… nunca cadenas… por eso no creo que encuentre alguien a quien amar….
Porque mi amor necesita ser libre y dejarme serlo… volar conmigo más allá de las
nubes que tanto me gusta mirar y perderse en una sonrisa sin notarlo siquiera…
mi amor debe recordar como yo que cada que escucha mi corazón latir es un
milagro ya no solo porque late sino porque lo hace para ella…- sintió una lágrima
escapar de sus ojos y deslizarse por su mejilla sin poder controlarlo siquiera
ante la intensidad de aquello que le expresaban - mi amor… debe saber llorar de
alegría…. Y admirar en las estrellas la infinidad que habita en su interior.
No tuvo más cuestionamientos ante tan intensa declaración más que unir sus
labios a los de ella en un beso entregado e intenso, mientras sentía su cuerpo
desnudo presionarse con el de ella, con su razón negándose a ceder ante los ojos
que su corazón deseaba ver al abrir los suyos… esos ojos… devotos, entregados….
Ojos… ojos… intensos….azul intenso.
Abrió apenas las persianas por aquello de los vecinos curiosos, mientras
empezaba a preparar todo para los panqueques, el ruido de un plato detrás suyo
la hizo voltear para ver a Tormenta sentada enfocándola - Lo siento - dejo
escapar quedamente antes de servirles sus croquetas en la esquina y dejarla
comer, juraría que el animal la miraba acusadoramente.
Miro el desorden sobre la mesa sonrojándose de nuevo, aun no podía creer que
aquello había pasado, se llevo una mano a los labios aun podía percibir esa
sensación de intenso calor sobre ellos… se giro empezando a preparar la masa de
los panqueques mientras sus ojos viajaban brevemente a la noche anterior.
Finalmente sintió las manos sobre su cintura que la sentaban sobre un gabinete
al parecer dispuestas a acariciar con más comodidad sus piernas provocándole
suaves suspiros y una leve desconcentración en la guerra que emprendían sus
bocas, una que crecía a medida que aquellas manos se aventuraban debajo de su
playera creándole placenteras sensaciones que la hicieron dar por perdida su
batalla, provocando que Vanessa abandonara su boca e invadiera su cuello
logrando que echara para atrás su cabeza golpeándosela con una gabinete, cosa
que ciertamente le importo poco. Pero su futura amante pronto demostró que a
ella sí, cuando se dio cuenta su cabellera roja recibía delicados y dulces besos
que le provocaron una suave sonrisa, ahogo un grito cuando la tomaron del trasero
entrelazándose con fuerza a las caderas de Vanessa por miedo a caer y
terminando de esa manera recostada en la mesa de la cocina.
-Vaya fantasía uno a punto de cumplirse - contuvo la risa antes de sentir otro
apasionado beso que amenazaba con desconectar del todo sus neuronas - pero
no para tu primera vez - sintió como la movían de nuevo acabando entrelazada al
cuerpo de su adoración - me encanta que te dejes hacer…
-Debería estar loca para resistirme a mi diosa - rió cuando sintió un suave beso
en el cuello y el sonido de la primer peldaño de los escalones la hizo abrazarse
con más fuerza a Vanessa - son muchos - quedamente.
-Por suerte no pesas nada y yo soy muy fuerte - le afirmaron con calma y para
su sorpresa así fue, más allá de la pasión que sentía que inundaba su cuerpo, su
alma se sentía completamente tranquila y segura en aquellos brazos - a ver -
sintió como uno de los brazos cambiaba de posición y la puerta de la recamara se
abría finalmente - Tormenta fuera no estás invitada - rió quedamente
estrechándose más - deja de reírte - le dijeron quedamente - Herendira - río
con más fuerza al escuchar el tono consentido con que le hablaban antes de que
la dejaran caer en la cama con fuerza.
-Es tu culpa- dijo mirando como la expresión de los ojos de Vanessa había
cambiado a una juguetona y no tan agresiva_ y de Tormenta me hacen muy feliz-
extendió la mano invitando a Vanessa a recostarse con ella pero le negaron con
la cabeza, por lo que se enderezo en la cama poniéndose de rodillas para
arrastrarse hasta el borde y erguirse levemente entrelazando sus manos
alrededor del cuello de la joven mujer delante suyo.
-No tengo miedo porque estoy contigo - besando las mejillas con suavidad - y
Vanessa es especial porque precisamente es contigo… no me imagino nada mas
especial que eso en todo el mundo - la vio moverse con delicadeza le parecía
insoportable que ella se estuviera controlando de aquella manera cuando
escaleras abajo parecía estar ardiendo en llamas, la vio ubicar unas velas con
atención en cámara lenta antes de que de su boca escapara un gemido
involuntario que hizo detener todo movimiento y provoco que ella se tapara la
boca avergonzada.
-Que rico- escucho que le decían con una media sonrisa mientras ella deseaba
que se la tragara la tierra ¿Qué diablos había sido eso?, movió los ojos nerviosa
- ya casi voy no seas impaciente - abrió los ojos al escuchar aquello
¿Impaciente?.. ¿Ella? Díselo… negó con la cabeza… “díselo” le repitieron en su
interior por lo que volvió a negar “anda díselo”.
-Vanessa - la llamo suplicante antes de ver como pasaban a pasos de ella y sentir
aquel olor agradable invadiendo el cuarto al parecer las velas no solo alumbraban
- deja de hacer eso… es especial porque estás tú…ven - suplico inclinándose
levemente hacia adelante y notando aun en la penumbras una dilatación en las
pupilas ante aquel movimiento - ¿Te gusta lo que ves? - cuestiono quedamente.
Calor era lo que sentía extendiéndose por todo su cuerpo, uno tan inmenso que
generaba que cada prenda que continuaba en su cuerpo le estorbara de manera
espantosa, necesidad era la única palabra que se formaba en su cabeza,
necesidad de sentir más de aquella piel que deleitaba a sus manos, necesidad de
arrasar con cualquier obstáculo que se interpusiera entre ella y lo que deseaba
- Respondí tu pregunta_ escucho la voz en un matiz más oscuro y agitado por lo
que acaricio el rostro con cariño, intentando calmar su respiración mientras su
mano descendía por el cuello cremoso y tentador.
-Savedra- observo maravillada los ojos verdes oscurecido ¿Esa era la mujer que
era Herendira?- definitivamente quiero todo contigo - la vio inclinarse de nuevo
hacia ella deteniéndola en el acto e intentando recuperar el control en el sencillo
acto de tirar ella de los pantaloncillo lanzándolos lejos junto con la ropa interior
que le quedaba encima a Herendira -¿No enseñabas tu primero?
-Cambie las reglas- afirmo tirando de ella para pegarla a su cuerpo soltando un
gemido de éxtasis al sentir la piel desnuda en contacto con la suya y escuchando
uno similar brotando de ella, devoro la boca con premura una igual a la que le
regresaban para separarse y descender hasta las piernas para empezar a surcar
un camino de besos por ellas con completa calma, notando cada tanto como el
cuerpo de su amante se arqueaba suplicándole algo que aun no le pensaba dar -
no seas desesperada - murmuró divertida.
-Savedra- escucho como la llamaban en algo que ponía definir entre la agonía y
el éxtasis, una voz excitada pero demandante - se separo del muslo interno de
la pierna derecha que besaba con suavidad desde hacía un rato para mirar a la
cara de Herendira con completa inocencia - ¿Y si dejamos de jugar? - asintió
aceptando el desafío por completo.
Pronto sus manos inquietas empezaron a delimitar aquella silueta que tanto había
deseado, la culminación de un sueño que hacia un tiempo atrás se le hacía más
que imposible, percibía la fragancia que despedía el cuerpo, la calidez y la suave
transpiración que empezaba a embargarlo, sus manos descendieron deseosas
antes que su dueña soltara un gemido de éxtasis dentro de un beso al ver que la
cintura de Vanessa era de la medida exacta de sus manos, el tamaño ideal la
sujeto de aquella parte para incitarla a pegarse más a su integridad.
-No sé qué hacer - admitió quedamente notando como la miraban con agitación
unos instantes antes que una sonrisa triunfante de superioridad se formara en
el rostro de Vanessa.
-Entonces déjame enseñarte - sintió como la recostaban de nuevo para sentir a
Vanessa sobre ella de nuevo - presta atención - le escucho decir con agitación -
el cuerpo tiene puntos sensibles - sintió una mano pasearse por su pierna para
elevarla enganchándola del todo a las firmes caderas de su amante mientras que
ella se sujetaba a las sabanas algo le decía que era mejor quedarse quieta y dejar
que hicieran lo que quisieran - tus muslos por ejemplo - arqueo la espalda del
todo a pesar de que la tenían firmemente sujeta al sentir los dedos jugar
levemente con su pierna elevada y la parte interna del muslo de esta - son muy
sensibles… pero los debes dejar para el final - la miro intensamente - lo demás
mi amor es practica - la miro extrañada al escuchar el mi amor momentáneamente
pero quizás era solo una expresión.
Sintió los besos en el cuello de nuevo, suaves mordiscos que amenazaban con
hacerla enloquecer mientras las piernas de Vanessa presionaban cada tanto
contra su intimidad amenazando con volverla loca, fue cuando sucedió sus
caderas se movieron solas buscando más contacto, con más necesidad mientras
sentía como sus pechos eran atacados sin piedad, sentía que era un tortura en
extremo larga para ella aunque se sentía desfallecer de gusto y placer, parecía
que todo su cuerpo de golpe se había transformado en un cúmulo de sensaciones
que se concentraban en aquel momento en la parte baja de su vientre donde una
de las piernas de Vanessa hacia presión sin piedad –Más- musito quedamente
observando la mirada dulce y apasionada que le dirigían para sentir algo más que
la pierna de Vanessa presionando en aquel sitio y provocando que se aferrara a
ella con fuerza.
¿Cómo alguien podía conocer también sus necesidades?, sin duda la palabra “más”
acababa de convertirse en su favorita, tan solo pronunciarla y las manos de
Vanessa sustituían a su pierna ejerciendo un contacto más preciso y placentero,
mientras ella cerraba los ojos momentáneamente solo para abrirlos y dar de lleno
en la noche sin estrellas que constituían los ojos de su amante completamente
concentrados en ella y en su necesidad mientras su cuerpo actuaba por si mismo
moviéndose a un ritmo y compas, buscando un mayor contacto y si lo decía de
nuevo ¿Que pasaría? -Vanessa más- murmuró de nuevo sintiendo una presión
mayor en el límite entre su interior y su exterior por lo que la miro
momentáneamente antes de asentir y mover de nuevo las caderas buscando un
mayor contacto con la mano de su amante y con todo lo que estuviera dispuesta
a darle.
Sensaciones que invadían su cuerpo mezclándose con sentimientos que siempre
amenazaron con desbordarla, pero en aquel momento todo se sentía tan
perfecto, tan único se movió con más necesidad provocando que ella hiciera lo
mismo, sus ojos fijos en ella cuidándola en todo momento, guiándola por aquel
sendero de placer infinito que ella misma había creado y estaba por culminar con
aquel calor que se extendía por todo su ser, con cada musculo de su cuerpo
tensándose con fuerza, con ella entrelazándose del todo a su amante deseando
fundirse en ese momento mientras juraba que su cuerpo se había vuelto
electricidad pura y el universo en pleno había desaparecido dejándola
desamparada pero a la vez extrañamente segura.
-Llora- le dijeron con firmeza - llora todo lo que necesites para que nunca más
lo hagas y hazte a la idea de que de ahora en adelante te vas a sentir amada
todos los días… así que no puedes ir llorando por allí- asintió con suavidad
apretándose con fuerza dejando al llanto fluir sin contención alguna - llora amor…
y olvídate de todo eso, de ahora en adelante es borrón y cuenta nueva… porque
eres mi mujer…
-Eso pensé cuando no te encontré en ella - sonrió al sentir otro beso suave cerca
de la mejilla - pero la cama es muy solitaria y fría sin ti - rió quedamente al sentir
las manos empezarse a colar debajo de su playera.
-Si mi amor te cuidare mucho- afirmo besándola con devoción antes de girar el
sartén provocando que el panqueque volara y cayera al centro de nuevo para
continuar atendiendo los labios de Vanessa.
-¡TOCA EN LA MESA!
-¡VANESSA ESPERA!
NO ME OLVIDES
Capítulo 25
Pasos pequeños.
La verdad necesita de dos hombres para ser descubierta: uno para decirla
y otro para entenderla.
Reviso el ramo de rosas amarillas que eran abrazadas por un osito blanco, acaricio
con delicadeza los pétalos al tiempo que tocaba el timbre esperando con
paciencia, para parpadear algo sorprendida al ver a una joven de cabello negro
abrir la puerta enfocándola - Disculpa busco a Andrea - dejo escapar
quedamente.
-¡Oh sí!- noto como la chica se giraba - oye Andy te buscan, ya me marcho cariño
- ladeo la cabeza incomoda antes de ver aparecer a Andrea apenas con una camisa
encima- Gracias por tu placentera compañía.
-De nada- observo el beso que le daban a la joven que le sonrió antes de retirarse
dejándola sola con Andrea- ¿Pasas?... estaré lista en unos minutos, ¿A menos que
pienses que ya no es buena idea lo de la cita?- observo unos instantes los ojos
cafés que le observaban con curiosidad.
-No- ingreso sonriendo al departamento para tender el oso con las rosas a su
acompañante que la miraba con un dejo de extrañeza.
-Lindo- le escucho decir mientras se inclinaban hacia ella cerrando los ojos por
lo que imito el gesto, desviando su rostro en el último momento para besar con
devoción el rosario de oro que Andrea llevaba en su pecho.
-Te amo- dejo escapar quedamente antes de depositar un beso en la mejilla que
hizo sonreír a su adoración- ¿Dónde quieres ir?- tomo la mano apretándola con
delicadeza.
-En realidad estoy bastante cansada- Stefani sonrió aun más tomando la mano
para acabar con Andrea en el sofá del departamento abrazándola con cariño-
Dios esto es perfecto- le escucho musitar.
-Y lo mejor es que si queremos comer uso a Cobalt para pedir comida y no nos
movemos- rió con suavidad al sentir a Andrea girar acomodándose contra su
pecho.
-Hola extraña- levanto una ceja al escuchar aquello y como la miraban con
profundidad- ¿A dónde me ibas a llevar?
-A un lugar muy especial, pero ¿Sabes una cosa? - dejo escapar con suavidad
generando una mirada atenta - los lugares a los que voy son especiales porque te
tengo conmigo- noto el sonrojo pasearse con intensidad sobre las mejillas - Te
amo.
Miro alrededor notando las rosas que enviaba en su lugar antes de enderezarse
liberando el aire de los pulmones de paso borrando la imagen de la otra mujer
que beso a su Andrea, en ese momento ir de celosa y posesiva no era conveniente,
tener paciencia e imponerse por sobre todas las amantes de Andrea era lo
importante y a fin de cuentas lo realmente complicado, sobre todo si pensaba en
Karina Domínguez.
Esa mujer parecía profundamente compenetrada con Andrea, quizás era la única
que realmente le generaba arder en celos o desear dar la batalla de su vida, se
sabía más joven y quizás menos sofisticada, pero no estaba dispuesta a
retroceder un paso delante de ella. Se paso la mano por el cuello por eso mismo
no había cesado de invitar a Evelyn a comer, necesitaba conocer mejor a Karina,
no sabía si en realidad había averiguado mucho pero siempre le era imposible no
esbozar una sonrisa al pensar en Evelyn, era una mujer encantadora, centrada y
cada que comía con ella el tiempo se volaba como si nada.
-¿Y esa sonrisa?- enfoco sorprendida a una vestida Andrea que le miraba con
¿consternación?- ¿Qué piensas?
-Tu estúpida sonrisa - le con enfado - cada qué piensas en ese imbécil la pones -
la miro sorprendida unos instantes como si intentara procesar lo que le acababan
de decir_ Y claro ahora no me respondes nada porque simplemente es verdad…
-¿Y te gusto verdad?- soltó una carcajada algo irónica_ ¿Y ahora te ríes de mí?
-La monogamia es una mentira social y lo dices solo porque si - miro sorprendida
el enorme puchero en la cara de Andrea conteniendo una risa.
-Algunas personas no necesitan tirarse a todo lo que se mueve, si solo con estar
en compañía de su persona especial el mundo se detiene - respondió con
tranquilidad levantando su mentón con orgullo.
Aparco su vehículo en una estacionamiento a unas calles del lugar al que se dirigía
para tomar de nueva cuenta la mano empezando a caminar con una confundida
Andrea- Cuando nos conocimos era verano - le musito quedamente- como ahora…
- observo la cabeza asentir suavemente - ¿No te preguntaste porque comería
con mi hermano en ese restaurante? - noto la mirada de “te estás saliendo por
la tangente”
-Ser un Del Valle no es fácil - sintió la mirada profunda sobre ella - lejos de un
cuento de hadas en ocasiones es una verdadera pesadilla, sobre todo cuando tu
hermano que es tu única familia está de viaje de negocios en el tiempo que te
gradúas - percibió la calidez de una mano sobre la suya - mi hermano insistía en
que llegaría y yo quería un lugar especial -miro alrededor riendo suavemente - ¿Y
qué más especial que este?
-Es el lugar en que mis padres se conocieron- afirmo quedamente enfocando las
sorpresa en los ojos cafés - era el lugar más especial que conocía, sentía que si
estaba aquí los sentiría más cerca de mí - hizo una pausa entrelazando los dedos
con suavidad - fue cuando te vi - beso la mano delicadamente - desde el momento
en que te enfoque mi corazón dio un salto tan grande y yo estúpida no lo
comprendí, Andy la primera vez que te vi aquí solo deseaba hablarte y nada más…
-Claro, te estuve observando desde que llegaste y ese estúpido gerente ¿Cómo
se atrevió? - Andrea noto como Stefani temblaba levemente de ira con sorpresa
- ¿Cómo se atrevió a intentar romper tu alegría?, pero se lo agradecí porque me
dio al excusa perfecta para acercarme, y con estar cerca de ti me sentí
infinitamente feliz, el tiempo se detuvo… y empezó a marcar un ritmo diferente
aunque no lo entendí bien…. Pero no necesite tener sexo para que eso pasara…
-Ustedes tres me volverán loca - vio el rostro enfadado a pasos de ella - ¿Como
se les ocurrió meter a Malcom en la morgue?
-Dicen que las grandes ideas surgen de la nada, solo se nos ocurrió - contesto
con completa tranquilidad escuchando las risitas contenidas a su alrededor, y la
mirada asesina encima de ella.
-Se puede saber ¿Qué les hizo el pobre hombre?- escucho el tono desesperado
de Evelyn.
-Ex chiste- respondió Alison provocando que ella sonriera de manera orgullosa
por la respuesta franca del engendro de Satán - es razón suficiente…
Observo como Evelyn giraba con elegancia sobre sus zapatillas de tacón,
perdiéndose unos instantes en el vuelo del vestido negro y los hombros
descubiertos, incluso percibió el suave olor del perfume - ¿Y por eso arruinaron
mi cita?
-No maa ¿Cómo crees?- respondió Raúl mientras Karina levantaba la ceja
divertida - lo arruinamos porque es un pendejo que no te merece.
-Esa es una palabra muy fuerte - intervino evitando una reprimenda de parte de
la madre del niño.
-¿Pero la emplee bien cierto?- le cuestiono la carita con interés unos instantes.
-Si má no deberías vestir así - escucho el tono celoso de Raúl - y menos por un
pendejo que teme ver una simple disección.
-Con ver el higalo fuela se desmayo - agregó Alison - ¿Pala qué quielo un papá
achi? No glacias, con lo interesante que es vel mueltos.
-Eso digo yo - agrego de nuevo - digo entro, se puso pálido - observo a Raúl
llevarse las manos al estomago antes de fingir un desmayo - y al suelo, valiente
superman te conseguiste - las risitas resonaron de nuevo en el recinto antes de
que sintiera como tiraban de su oreja y escuchaba un gritito ahogado de Alison.
-¡ME LIBRE!- grito Raúl de manera triunfal al verse libre del agarre de su madre.
-Solo porque me falta una mano - le aseguraron con molestia - pero ya te tocara
- Karina casi se puso de rodillas al sentir el tirón aumentar el fuerza_ me
arruinaste mi cita y una comida fuera de serie… solo porque no querías cuidar a
mis hijos.
-Ustedes tres me volverán loca un día de estos - Karina observo como Evelyn
liberaba el aire de sus pulmones pero no así su oreja - tú deja de enseñarles
malas palabras - contuvo un grito al sentir la sacudida - y ustedes dos dejen de
aprenderlas - amenazo a sus hijos - y ese hombre es amable, cariñoso.
-Y esta panzón_ dejo escapar de golpe sin saber ni porque_ está muy viejo para
ti y no se le debe parar decentemente como para dejarte satisfecha…
-¡KARINA DOMINGUEZ HAY NIÑOS!- se llevo la mano a la oreja al sentir libre
de aquel criminal agarre mientras notaba a Raúl correr junto con Alison_
¿ESTÁS LOCA CÓMO DICES ESO?
-Y a ti que te importa si se le para o ¿no? -observo los risos del cabello de Evelyn
moverse con violencia antes de caer sobre su rostro con suavidad, mientras el
tono iracundo pero bajo hacia acto de presencia -¿Por qué insistes en arruinar
mis citas?
- ¿Por qué insistes en salir con tipos con disfunción eréctil? - cuestiono viendo
como Evelyn se quedaba boquiabierta - puedes conseguir algo mejor, un
supermacho si quieres pero no esos vejetes… me jode que salgas con
vejetes…cuando puedes tener algo mejor y lo sabes…
-Tengo dos hijos - la miro con sorpresa al escucharla decir aquello - dudo mucho
que alguien quiera esa carga y cuando consigo a alguien que parece quererla…
-Yo no me metí lindura - dejo escapar con ironía - tu me metiste el primer día
que dejaste a tus niños a mi cuidado y ahora no dejare que me saques porque sí,
no luego de aguantar varias ferias científicas, tardes de circo y estúpidas clases
de ballet…
Evelyn se quedo de pie en medio del lugar mirando a sus hijos marcharse como si
nada, antes de enfocar con sorpresa a su cita que lucía un blanco sobresaliente
y luego la puerta de salida por donde desaparecieron sus hijos… - ¿Qué fue eso?...
El humo del café brotaba de su taza mientras cada tanto enfocaba los ojos
azules y profundos perdidos al parecer en un mar de pensamientos al que no
lograba acceder, ladeo la cabeza mirando los mechones rubios algo desordenados
cayendo sobre un rostro profundamente concentrado.
-Nuestro primer día juntas - dejo escapar por inercia sonriendo - como comimos
¿Recuerdas?, cuando acabamos no nos podíamos ni mover - rió quedamente -
luego fuimos al parque cuando al fin pudimos movernos, para acabar buscando un
baño como locas cuando llegamos porque ya no podíamos aguantar más - escucho
las carcajadas acompañando las suyas, por lo que se cambio de silla quedando al
lado de Stefani.
-Fuiste tan mala, cuando lo encontramos me diste un empujón para entrar antes
- rió observando el puchero- creí que iba a reventar, encima saliste cantando del
baño…
-Si me distraje bastante dentro - percibió el suave empujón sobre sus hombros
- pero te veías tan linda desesperada dando saltitos que no pude resistirme -
admitió quedamente…
-No podía dejar de mirarte - noto el sonrojo en el rostro de Stefani - ese día no
podía dejar de hacerlo, de ver tu rostro cuando cerraste los ojos en la banca del
parque para sentir el viento… no pude dejar de mirarte…. Te veías tan hermosa
e imponente pero a la vez irreal y distante que temía que si te dejaba de mirar
desaparecieras… y no fueras mi amiga.
-Supongo que esa fue la causa de que me acompañaras a casa - observo el leve
asentimiento - te amo - dejo escapar con suavidad.
-Yo también te amo - sonrió cerrando los ojos al escuchar la respuesta firme y
queda - te amo Andrea desde el primer momento en que te vi en esta mesa
acomodando tus cosas… tan feliz, tan niña y mujer… cambiando mi mundo sin
siquiera notarlo para regalarme el mejor verano de mi vida, hasta este….
-Es porque el mundo se detuvo - la miro con sorpresa mientras pedía la cuenta,
revisando el reloj para estar segura de la hora - amor te lo dije si estas con tu
persona especial, no hace falta nada más porque el mundo de verdad se detiene
- percibió el tirón mientras se encaminaba mirando las estrellas en lo alto hacia
el estacionamiento, se detuvo frente a la motocicleta antes de sentir como
intentaban ponerle el casco y deteniendo del todo el movimiento - ¿Pasa algo? -
no respondió simplemente tiro del cuello con suavidad uniendo sus labios con los
de Stefani con furia, para sentir como aplacaban su beso con delicadeza
convirtiéndolo en uno suave y exquisito, ¿Cómo lo lograba?... ¿Cómo lograba
tranquilizar su corazón de aquella manera?... y ¿Por qué el mundo se detenía?
NO ME OLVIDES
Capítulo 26
COMPARTIR…
Aristóteles.
Esa mañana en casa no había nada de eso solo aquel terrible silencio y soledad,
bajo las escaleras para desembocar en la cocina preparándose un desayuno
liviano, mirando alrededor el vacío y la soledad, su familia había sido en un tiempo
la típica familia. Conoció a su ex esposo en la universidad fue amor a primera
vista, se casaron meses después haciendo malabares para continuar los dos
estudiando mientras nacía Raúl y le seguía Alison, pero justo cuando todo parecía
resuelto, cuando finalmente habían alcanzado la estabilidad económica todo se
echo a perder.
Recordaba los alegatos de parte de él, cuyo principal argumento era el hecho de
que ganara más y se hubiera graduado antes, lo cual con Alison recién nacida en
brazos a esas alturas de su vida y tantos años después de su graduación le
parecía una verdadera tontería pronto el motivo real de las discusiones fue
evidente cuando otra mujer en estado de embarazo se planto frente a su casa y
su hasta entonces esposo se marcho con ella.
Alison gritaba desnuda escapando de las manos de una empapada Karina por todo
el lujoso departamento de la mujer, mientras Raúl le hacía porras para que no se
dejara atrapar provocando que su perseguidora se parara para darle un
almohadazo y tumbarlo del sofá antes de reiniciar su persecución, las risitas
inundaban el lugar acompañadas cada tanto de alguna carcajada madura - Ven
acá engendro de Satán - dejo escapar Karina con fingido enfado - estas
arruinando mi alfombra - noto como la niña la esquivo subiendo en uno de sus
sillones y empapándolo en el acto.
-No me atlapalas con vida - dejo escapar la pequeña con dramatismo- nunca
tomale ese baño.
-Lo vas a tomar- dando un giro que la niña no esperaba para finalmente atraparla
llevándose varios grititos mientras se la cargaba al hombro de regreso a la
bañera - porque apestas - escuchando risitas de Raúl - luego te toca a ti y a tu
edad dudo mucho que te veas bien siendo perseguido - noto como el niño negaba
y simplemente tomaba asiento para continuar viendo sus caricaturas, mientras
ella sumergía a Alison en la bañera.
-No, yo soy grande ya - le la pequeña con seriedad por lo que levanto la ceja
divertida, aplicando el shampoo para ver instantes después como Alison se
tensaba y jalaba aire con fuerza - ¿Te entro en los ojos?- le negaron con fuerza
varias veces - ¿Estás segura?- asintieron de nueva cuenta mientras ella
continuaba su labor hasta que escucho un gimoteo por lo que dejo de lavar para
tomar el rostro y ver los ojitos rojos e inundados en lágrimas- eres más orgullosa
que tu madre y yo juntas - limpio los ojos con cuidado para ver a la niña luego
frotarse los ojos con alivio - Niña tonta…
-Lo hago polque Alison debe ser glande y fuelte para proteler a mamá - la miro
con sorpresa - Raúl me lo dijo pol eso me esfuelzo en todo.
-Ustedes dos por lo único que deben preocuparse es por ser niños - acaricio los
risos negros con suavidad - de su madre me encargo yo - agregó con firmeza -
no dejare que acabe con ningún pendejo inútil…
-Mamá atlae pendejos como la luz a las polillas - dejo escapar la niña con tristeza.
-Para eso estoy yo - respondió tomando el mentón con suavidad - para aplastarlos
antes de que logren alcanzarla siquiera - vio la sonrisita formarse en el rostro
infantil iluminándolo del todo - tu hazme caso y dedícate a volverme loca a mí, a
tu madre y hermano.
-Te quielo - sintió su ropa terminar de empaparse al abrazarse la niña con fuerza
a ella por lo que regreso el gesto con cariño - Puedes llevalme a mi clase de ballet
la otla semana.
Virginia enfoco su reloj para ver a Vanessa puntual ubicándose en su puesto había
sido respetuosa y prudente… es decir se había guardado sus preguntas para el
fin de semana, sirvió dos cafés y descendió silbando con suma tranquilidad para
ubicarse finalmente al lado de su amiga y tenderle la taza con una sonrisa que
fue ignorada de lleno - No te atrevas - le dijeron en tono amenazante.
-¿Te la comiste? - llevándose una mirada furiosa - yo solo decía, por tu cara de
idiota feliz - divertida- además no serías tú sino te la hubieras comido ya.
-Así que es una diosa del sexo - noto los ojos abrirse con sorpresa enfocándola
- supongo que ya le enseñaste todas tus perversiones - vio la taza de café
temblar en las manos y el cuerpo cambiar de intención - epa, estás de servicio -
retrocediendo dos pasos - ¿Qué tiene de malo que te diga que esta buenísima?
-Es mi mujer de la que estás hablando - la miro sorprendida ante la frase que
acababan de pronunciar - y no estás halagando su belleza sino su desempeño
sexual el cual es solo mi asunto.
-Ahora somos delicadas - dejo escapar con aire dolorido - tanto como para
negarle detalles a tu mejor amiga - dejo escapar un suspiro derrotado - y ya que
orinaste tu territorio - escucho el gruñido enfadado de Tormenta - bien ya que
ambas orinaron su territorio dígase Herendira - repitió notando el cuerpo bajo
el uniforme tensarse mientras se llevaban la taza de café a los labios, por lo que
esbozo una sonrisa traviesa - ¿Para cuándo la boda? - observo como el café era
escupido en pleno - Nunca falla - ingresando a la departamental muerta de la
risa.
-Maldita mujer - Vanessa se limpio el café de los labios con elegancia mirando a
Tormenta - la esperaremos a la salida sin uniforme y fuera de servicio - la perra
ladro con emoción mientras ella miraba la cámara esperando el tiempo prudente
para señalarla pasándose el pulgar por el cuello.
-Que gente fea - dejo escapar Virginia divertida en su oficina empezando su día
de trabajo con tranquilidad, mientras pedía una lista de los regalos para recién
casados…. Quizás enviarle uno a su amiga terminaría por rematar su broma.
-No te salvo nada, apriétalo más Rocky- dejo escapar Elena aplaudiendo al ver a
su esposo como gusano siendo apaleado por su cuñada - eso te pasa por engreído.
-No te suelto Arturo Jerónimo del Valle- la risa de su esposa resonó con más
fuerza en sus oídos su madre debió estar drogada para ponerle Jerónimo… pero
suponía que algo tenía que ver con su santo favorito - te lo mereces por burlarte
de mí.
-No dije nada malo… ¡AY, MI DIOS, NO SIENTO MIS COSTILLAS TERESA,
SALVAME!- grito con fuerza buscando desesperado ayuda.
-Señorita del Valle es mejor que suelte al Señor se empieza a ver algo pálido_
escucho decir a la mujer con suavidad- además creo que dejo en claro su punto,
su condición física no solo es mejor que la del Señor sino que dudo mucho que
vuelva a cuestionarle su accionar en referencia a su futura esposa.
-Vamos hermanito otro asalto - se puso de pie mirándola con seriedad antes de
girar y correr a todo lo que le daban las piernas fuera del sitio, escuchando las
risas de Elena a su espalda eso le pasaba por olvidarse que Rocky era una salvaje
y tocarle un punto sensible como era Andrea.
-No estoy loca - le respondieron levantando las manos - además creo que tienes
algo de enfado contenido.
-Un poco, no es fácil ver a la mujer que amas besando a otras mujeres - dijo la
joven empezando a entrenar sola - creo que les llaman celos, me los trago, me
envenenan y luego simplemente no los puedo controlar - Elena vio una patada
volar en dirección a un costal haciéndolo balancear con fuerza.
-Los celos son en parte un problema de inseguridad y…_ se llevo una mirada
asesina - bueno si en este caso no aplica creo, digo ya sabes que no eres la única….
-Sé que no soy la única, sé que no soy la que duerme hoy en su cama… joder ¡NI
SIQUIERA SE QUIEN DUERME EN SU CAMA HOY! - el costal se llevo varios
fuertes golpes provocando que Elena mirara algo preocupada a Teresa - ¡PERO
ME LO TENGO QUE TRAGAR! - Los golpes continuaban haciendo eco - Lo tengo
que hacer hasta que entienda que solo yo puedo calmar su necesidad - el costal
se detuvo de golpe - pero no me puedo ir a la cama con ella aún… así que estoy…
-Entonces deje de estar jodida - la mujer - pase a estar menos jodida - noto las
miradas curiosas sobre ella - es simple criaturita - dijo dándole dos palmadas al
cabello rubio generando una risita de Elena - si ella no es fiel usted tampoco
tiene que serlo - vio la mirada de reproche - no digo que sea infiel en el estricto
sentido de la palabra, sino que dé la impresión de que así es…
-No te desesperes Teresa a los corazones puros les da trabajo entender ciertas
cosas - Elena dándole ánimos a la mujer.
-Digo que no son nada, se aman pero no formalizan, eso le da a usted las mismas
ventajas que a ella - explicó despacio mientras le seguían mirando sin entender
- vamos a hacer que sea ella la que pida exclusividad - vio el parpadeo de sorpresa
- La Señorita es una mujer atractiva…
-Eso está mal- la joven con seriedad causando la risa de ambas mujeres - son
unas criaturas malvadas… Andy se enfadaría mucho…
-Entonces es que salió perfecto - dijo Teresa riendo suavemente - hazlo que te
decimos niña y la tendrás encima de ti hasta para ir al baño...
-Y otra cosa- agrego Elena - no más atenciones para la Señorita Almeira, nada
de rosas, peluches y tarjetas… déjala sola en medio del desierto de tus besos…
-Se pondré celosa y luego posesiva - agrego la mujer - para finalmente fulminar
con la mirada a cualquier incauto que ose mirarla y rematara con la frase… “se
mía” - estallando en risas.
-Porque es divertido jugar como Andy hasta que la persona que amas hace lo
mismo… dudo mucho que Almeira tenga tu autocontrol en ese sentido -¡YA SE!-
grito Elena de pronto generando que la miraran con extrañeza.
-Volverá loca a Andrea - enfoco la sonrisa maquiavélica de Elena - velo así… ¿Qué
tan malo puede ser que te traten con cariño?
¿Qué tan malo puede ser un que te traten con un poco de cariño?, fue lo único
que Sasha Montenegro pensó al entregarse a brazos de su nuevo esposo, sentirse
querida fue en ese momento altamente reconfortante, le permitió ver la vida de
otra forma y ahora enfrentarse a su ex marido intentando recuperar a sus hijos,
detuvo sus pasos al escuchar el silbido infantil de Eduardo para seguir su mirada
y abrir los ojos con sorpresa.
-¿Y quién dijo qué te incluiría?- rió divertida al ver el puchero infantil.
-Eres una mujer cruel e insensible ante mis bromas - le afirmaron mientras
continuaba viendo a la chica, sin duda luciría gloriosa en su nueva línea deportiva
- ¿Hice bien la tarea?
-Perfectamente - respondió sonriendo - se verá hermosa…solo debo mandar a mi
abogado a negociar al departamento de policía, así que se útil pasa por allí y
fíjate en el apellido de la placa - empujo a Eduardo con suavidad - yo quiero
observarla un poco más…
-No quiero ni imaginar los diseños que esa cabeza tuya acaba de empezar a
producir - le escucho afirmar mientras se alejaban de él, era verdad tenía una
imaginación sobre productiva en ocasiones pero mientras miraba a aquella joven
oficial se preguntaba si su hija tendría esa imponencia.
Encamino sus pasos a la estancia para asomarse a ver quién era parpadeando
sorprendida al identificar la figura, abrió la puerta dando con el rostro serio de
Clarisse a pasos de ella, la anciana levanto la ceja por lo que se ruborizo al verse
en pantaloncillos y con aquella camiseta de tirantes - Matare a mi nieta - le
escucho musitar quedamente.
-Yo… estoy preparando la comida - atinó a decir antes de ver una camioneta y al
ejercito de niños bajar colgándose de ella y dándole cariñosos abrazos, al tiempo
que veía a las esposas de los gemelos aparecer en la puerta con una tercera
mujer, todas dirigiéndole una divertida y pícara sonrisa.
-La tía debe irse a cambiar… fuera… fuera - Clarisse espanto a los niños mientras
la miraba con intensidad provocando que se sintiera muy pero muy pequeña -
¿Cuándo me lo iban a decir?
-¿Hay abuela no pretenderás que te digan cuantas veces al día cogen verdad? -
Herendira contuvo la risa viendo a Rachel la esposa de uno de los gemelos
guiñarle el ojo mientras recibía el regaño de Clarisse y ella escapaba escaleras
arriba para ponerse algo más decente.
Para cuando bajo de nuevo vio su casa invadida en pleno, juguetes de niños tirados
por toda la sala y los cojines fuera de lugar, se asomo algo temerosa a la cocina
denotando la cantidad de alimentos en ella, pero la ausencia de personas por lo
que ingreso mirando por la ventana a todas al parecer peleando por encender el
asador, reviso las bolsas de víveres notando que casi todo allí servía para una
rica y variada parrilla.
Escucho varias risitas infantiles antes de tomar valor y salir pasando entre el
grupo sin decir nada, construir una torre de carbón, tomar un pedazo de tela
empapándolo en aceite de cocina, encenderlo y ensartarlo en un agujero en medio
de la torre antes de cubrirlo con otro carbón, escuchando el crujido suave
indicación clara que su método funciono llevándose una ola de aplausos que la hizo
reír.
Marino toda la carne en la cocina sin notar las miradas sorprendidas sobre ella
mientras se desplazaba por la cocina con absoluta maestría convirtiendo los
alimentos sueltos en un verdadero festín, las verduras debidamente
condimentadas acabaron con la mayoría de las cosas en el refrigerador mientras
había tomado la decisión de hacer hamburguesas para comenzar.
-Lo siento lo olvide - la escucho decir mientras rodeaban su cintura con suavidad
obligándola a voltear para obsequiarle un cálido beso - es el tercer domingo del
mes… y toca reunión en mi casa - le explicaron con una suave sonrisa.
-Pero si solo hemos ido el domingo tarde - viendo la cara de culpabilidad que era
la clara declaración de solo te llevo un rato – Vanessa - dejo escapar quedamente
- otra cosa ¿Le dijiste a Clarisse que vivía contigo? - le negaron de nueva cuenta
- Amor…
-No le vi necesidad - le afirmaron - no tocaba reunión en casa y la ultima se
cancelo por lo de mi brazo - vio como se movían con incomodidad delante de ella
- pensé que Clarisse avisaría antes de dejarse caer por acá, dime que al menos
toco la puerta y no te encontró desnuda.
-¡VANESSA!- le dijo con enfado unos instantes antes de mirarla dolorida - ¿Le
pensabas decir?
-Mira es que bueno… no sabía cómo se lo tomaría, digo una cosa es decirle que
estamos saliendo, otra que vivamos juntas y tu bueno… la diferencia de edades
pues existe y…
-¡NO SOY UNA NIÑA!- grito de golpe provocando que todo se quedara en
silencio y las hamburguesas a medio comer - ¡ESTA MAÑANA EN LA MESA NO
CREIAS QUE FUERA UNA NIÑA!- Vanessa cambio de color del todo al escuchar
las risitas a su alrededor y el rostro molesto de Clarisse a unos pasos.
-Amor cálmate- vio la mano intentar sujetarla pero la aparto con un golpe -
Herendira no creo que seas una niña, pero lamentablemente el resto del mundo
si - le afirmaron con seriedad mientras el rostro se cubría de un evidente enfado
- y comportándote como lo haces en este momento no haces más que
corroborarlo_ observo con sorpresa como Vanessa se giraba encaminándose a la
casa -VIVE CONMIGO DESDE QUE ME LASTIME EL BRAZO- le oyó gritar con
fuerza, incluso vio los ojos de un vecino curioso asomarse por la cerca - SI,
SEÑORA VARGAS, ¡DUERMO CON UNA MUJER!.
Herendira se quedo de pie sintiendo las miradas sobre ella antes de girarse de
nuevo hacia el asador intentando regresar a sus ocupaciones pero de pronto se
sentía completamente fuera de lugar, observo sus manos temblar levemente
antes de percibir unas manos tirando de su pantalón - Tía - bajo sus ojos verdes
enfocando a una niñita de cabellos negros - no llores…- la miro con sorpresa no
sabía que estaba llorando - la tía Vanessa a veces tiene un feo carácter - dejo
escapar la niña - eso dice la abuelita.
-Que esto es reñoño - dijo Andrea generándole una sonrisa a la esposa de Ted
que le tendía un vaso de refresco - es el rey de la ñoñez - agrego causando más
risas ante su cara de desesperación.
-Al menos no es peor que la fiesta infantil de la semana pasada - todos se llevaron
las manos a la cabeza al escuchar a Marcus diciendo aquello deseando olvidarse
de ese vergonzoso hecho - y miren que nos tomo tiempo quitar el marcador de la
batería de Alec.
-No me lo recuerdes - el joven - que bajo hemos caído solo por ser los causantes
de dos peleas consecutivas y dejar a un tipo medio muerto en el hospital - todos
se golpearon el pecho con orgullo provocando que Andrea volteara los ojos en
blanco.
-¿Por qué no tocan otra cosa?- provocando que Andrea le tendiera una lista que
miro con sorpresa “Canciones del repertorio” - cuanto ñoñez junta - dijo de golpe.
-Nos las pidieron así - Ted miro a su esposa dolorido - y es que necesitamos el
dinero… no hemos tenido tocadas y bueno Andy sus notas bajaron…
-Ya veo, ¡ohhh! viene “Calendario de Amor”- todos le dirigieron una mirada
molesta - si ya se pero es linda… anden entre mejor se lo tomen mejor les ira y
antes acabaran.
-Es casi todas las vacaciones mujer, ¿Explícame como acaba antes eso? - Ted
tomando su guitarra… no me veo cantando esto todo el verano - molesto - ¡ahh!
y no olvides las estúpidas coreografías.
-Además que el hospedaje es un asco, nos mandaron a una mini cabañita - Andrea
- acabaremos encimados - agrego la joven - y Marcus ronca- dijo con enfado
mientras el resto asentí - parece un oso en hibernación no hay forma de dormir.
-NO ES VERDAD
-SI LO ES
-QUE NO
-QUE SI
-¡Oh! no- retrocedió mirándolos con seriedad - no le diré a Rocky que me preste
su casa de playa, le estaría debiendo un favor y eso si que no… deberle algo seria
como mi condena… ni loca… puede cobrárselo de cualquier forma… como
pidiéndome que sea monógama…
-Que más quisieras- dijo Ted divertido - vas a pedírselo porque te recuerdo que
acabamos en un fría celda por tu culpa, sin tocadas por tu culpa y aceptando
tocadas ridículas por dinero por tu culpa - todos clavaron miradas severas sobre
ella - así que mínimo Almeira nos darás un hospedaje de reyes aunque te la debas
coger mañana, tarde y noche…
-Son unos malditos - dijo enfadada mirándolos antes de asentir con fuerza - pero
no me la pienso coger… aun…- escucho las risas a su alrededor mientras sacaba
su móvil marcando el número.
Media hora después el rugido de una moto le anuncio la llegada de quien esperaba
se marcho sin siquiera voltear para ubicarse el casco prendándose con fuerza de
la cintura de su acompañante que dio un arrancón veloz para detenerse calles
después - ¿A dónde te llevo?
-Y si mejor vamos de paseo - dejo escapar Stefani algo insegura por las caricias
que le regalaban en la cintura.
-¿Y si mejor vamos a mi casa y comemos algo? - la joven del Valle trago grueso
ante el aumento de la presión en su cintura - Te extrañe - escucho la voz
amortiguada por el casco que termino por desbocar su corazón - quiero que me
abraces un rato en el sillón me gustan mucho tus brazos- asintió por inercia
mientras empezaba a avanzar de nuevo escuchaba la voz de Elena en su cabeza
“Deja de consentirla” pero ¿Quién era ella para negarle a su amor lo que
necesitaba?
Así que acabo en aquel sillón con ella en brazos devorándole la boca
apasionadamente mientras intentaba mantener vanamente el control de la
situación, de las manos que amenazaban con arrancarle la camisa en cualquier
momento y de la pasión que amenazaba con desquiciarla - Espera - logro
murmurar con dificultad llevándose un gruñido de disgusto – espera - repitió
apartándola para ponerse de pie acomodándose la ropa con nerviosismo.
-¿Por qué insistes en esperar? - noto la desesperación en los ojos cafés - te amo
y me amas.
-Andy…
-Ellos querían que te pidiera la casa de playa pero que se vayan al demonio - la
escucho reír - te quedas conmigo abrazada a mí en mi cama y conversamos hasta
tarde_ sonrió acariciando el rostro con suavidad.
-Nos quedaremos en una de las casas de playa de la familia, las más grande para
no oír a los chicos- invitaremos a Herendira y a quien quiera venir, es enorme así
que dará trabajo llenarla y será como un viaje familiar - sintió como se acercaban
a ella besándole las mejillas.
_Gracias amor… me daré un ducha frío - vio el gesto de sufrimiento de Andrea
y río quedamente - ya regreso - la observo alejarse era tan linda cuando quería,
y la quería solo para ella, vacaciones en la casa de playa, con Andrea y Victoria
quizás Elena tenía razón y eso sería sumamente divertido, se dejo caer en el sofá
dando un suspiro enamorado antes de tocarse los labios le encantaba que ella
fuera tan pasional.
NO ME OLVIDES
Capítulo 27
Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de los que
debes sentir.
Gibran Jail.
La noche había caído en el patio aun se escuchaban las risas de los niños, la plática
de los adultos, la música resonando con suavidad y ella con hambre, se alejo de
la ventana pasándose los dedos por las sienes no se iba a disculpar porque era
culpa de ella no suya. Dejo caer su cuerpo en la cama mientras su estomago
sonaba suavemente generándole una maldición mental.
-Anda que mal genio- la burla en la voz la hizo revolverse incomoda en la cama -
Se qué prefieres matarte de hambre antes de disculparte - le escucho decir - y
lo comprendo estuve casada con tu hermano y vaya que no saben ni cuando
disculparse, ni cuando quedarse callados.
-No- ahogo un grito enfadado- ella sabe que tienes razón- se incorporo al
escuchar aquello - pero ella también la tiene- se dejo caer de nuevo en la cama -
debiste decirle a Clarisse y es verdad cuando la tienes en tu cama no te parece
una niña.
Se impulso de la cama como resorte para abrir la puerta dando de lleno con
Herendira que mantenía la cabeza gacha con un plato de comida en las manos,
levanto la vista para ver a su cuñada con las manos sobre los hombros de la chica
mirándola fijamente - Es una tontería y lo sabes - escucho decir a Amara -
háblalo con ella pero regrésala pronto, no creo que les agrade tanto mi forma de
manejar la parrilla como la de ella - vio a su cuñada desaparecer dejándola a solas
con Herendira.
Movió su mano por inercia para retirar el plato de comida de las manos,
sujetándolo solo con una y tomando con la otra la mano libre de Herendira, ¿Por
qué tenía todo que ser tan complicado? Ella no era buena dando disculpas, para
nada… no es que fuera un defecto, es que un ser perfecto como ella no cometía
errores, sus anteriores y fugaces compañeras se lo espetaban constantemente,
que no sabía disculparse, que tenía un genio horrible, que si el mundo se acababa
sería su culpa, tuvo ganas de reír al pensar aquello mientras dejaba el plato en
el buro y tomaba aire para hacer lo indecible - Lo siento - abrió los ojos
sorprendida al escuchar aquello - lo siento mucho, siento ser una tonta que no te
comprende y…- observaba los labios moverse al parecer la disculpa continuaba
sin embargo Herendira no fue la que se largo sin más.
-Lo siento - vaya quizás lo más sorprendente es que ni le costó decirlo - tengo un
carácter horrible - agrego quedamente - es mi único defecto - murmuró
suavemente - estuvo mal de mi parte no decirle a Clarisse, pero es que - se
sonrojo suavemente - te quería solo para mí un tiempo - finalmente admitió lo
que no debía admitir - si le decía a Clarisse iba a pedirnos ir a las reuniones en
forma y yo pues…
-Amor es una palabra muy grande - replico mirando a la chica - amor a primera
vista… es un sentimiento que ciertamente no he experimentado.
Shock era una palabra que se quedaba corta a lo que se le estaba generando en
el cuerpo, el alma y todo lo demás, es que de verdad eso era estar en estado de
Shock no podía mover un jodido musculo, estaba hiperventilándose y… y… ¿Por
qué no podía ir a partirle la cara?. La mañana había llegado con una inusual calma,
ella estaba feliz dormida sobre el pecho de Stefani hasta que esa basura de
Cobalt empezó a sonar, su rubia se levanto casi tirándola antes de cubrirla de
besos a modo de disculpa alegando que había olvidado un compromiso… ¿Eso era
un compromiso?, le dijo su cerebro de golpe.
-Mucho gusto- escucho el suave acento, ahora resultaba que la pendeja no solo
tenía un cuerpazo sino voz de comercial…
-Te doy para el taxi- le dijo la joven rubia notablemente preocupada a lo que ella
se negó rotundamente - pero Andy…
-No pasa nada Rocky - se inclino dándole un beso en la mejilla acompañado de una
abrazo bastante posesivo antes de lanzarle una mirada asesina bien disimulada a
la tal Victoria - te llamo esta tarde… para ver lo del viaje…
-Sí- noto como Stefani se separaba de ella mientras esperaba el te amo que
nunca le llego, antes de que la tal Victoria se regresara.
-Ya veo que eres amiga de Rocky - asintió suavemente - Va bene- dejo escapar
con alegría mientras le daba varios billetes y le señalaba las maletas - sé que no
te molestara - le afirmo la joven - ciao…. - se contracturo toda de golpe
intentando controlarse mientras esa tipa se llevaba de la cintura a Stefani y ella
quedaba con un montón de maletas que llevar por no quedar mal delante de su
mujer, que se iba con una mujer que no era ella…
Elena del Valle enfocaba entre sorprendida y maravillada como Andrea ingresaba
por la puerta de la mansión acarreando las maletas suponía ella que eran de su
prima con enfado, casi agarrándolas a patadas mientras maldecía suavemente -
Buenos días - dijo suavemente generando que la miraran de mala manera.
-Sí, pero fue por tu prima- Andrea dándole una patada nada disimulada a una
maleta - hace más de una hora, ya debería estar aquí…
-¡Ohh! es que cuando sale con Victoria se olvida de todo - dijo con fingida
inocencia - en Italia se perdían días - levanto la vista hacia el techo - aunque
cuando se vieron en Francia fue peor - escucho algo parecido a una maldición
antes de que varios golpes le indicaran que otra maleta probablemente había
fallecido.
-Dile a Rocky que me llame cuando se digne a aparecer - observo como la joven
se iba completamente enfadada llevándose a un pobre tipo del equipo de
seguridad por delante, antes de girarse a enfocar la cabeza rubia que apenas y
se asomaba por un costado acompañada de la oscura de su prima.
-Se enfado mucho - escucho decir a Stefani - mejor la busco, no quiero que este
enfadada conmigo esto es una tontería.
-Claro estará bien mientras no acabes como las maletas- Elena enfoco a Stefani
bajar las escaleras en dirección al equipaje.
-Ma que cosa- escucho decir a Victoria segundos después- asesino mi maleta
favorita.
Me vengare por esto - se escucho decir a Victoria - le hare sentir tanto celos
que le reventara el corazón, era mi colección de perfumes - al chica tomando a
Stefani de la mano - vamos a pasear… -Stefani intentaba no tropezar cuando de
pronto Victoria se detuvo en seco tomándoles una foto a ambas mientras ella la
besaba en la mejilla haciéndola ruborizar - ¿Tienes facebook? - la miro algo
asustada antes de asentirle - Molto… Molto…. Bueno…
-Carajo, Andy esta arrancado la sesión, ten paciencia - dijo algo nerviosa y
enfadada.
-Ve al perfil de Rocky y de ahí al de la tal Victoria, es la única amiga que tiene
en el face que no sea familia aparte de nosotras dos - Herendira levanto una ceja
extrañada al escuchar aquello.
-Haz lo que te digo carajo - volteo los ojos en blanco maldiciendo suavemente
antes de hacer lo que Andrea decía para observar con sorpresa como era
correcto lo que su amiga apuntaba, dio click en el perfil de la tal Victoria para
abrir la boca a más no poder -Mamacita.
-Herendira le diré a tu Savedra que andas viendo su perfil- afirmo seria Andrea.
-Ya cállate Almeira - dijo con enfado abriendo el álbum para abrir la boca de
nuevo a más no poder ahora entendía todo el asunto encabezando el dichoso
álbum estaba una foto de Stefani en traje de baño, seguida por una de su amiga
y Victoria en la cual la joven la besaba en la mejilla, otra donde la abrazaba por
la espalda, compartiendo helado, una serie consecutiva de fotos que generarían
un ataque de celos espeluznante incluso a la persona más segura del mundo.
-¿Ya viste?- respondió afirmativamente - bien ahora vuelve al perfil - hizo lo que
le decían - ve a paseos en Francia - de nuevo obedeció viendo una esplendorosa
foto de Victoria que le hizo soltar un suave ufff - vela bien Herendira… ¡PORQUE
LA VOY A MATAR!
-Andy- dijo algo nerviosa volviendo a girarse hacia la cama - mira tienes que
calmarte… quizás no es lo que parece - le aseguro - no puedes comportarte
irracionalmente por unas fotitos…
-Lo hablare con Vanessa- escucho a Andrea despedirse aun molesta pero más
controlada, por lo que se quedo viendo la foto de Victoria en la pantalla para
soltar un silbido con razón la pobre Andrea estaba como estaba…
-Si…
-Sin duda…
-Sí, es imposible.
-Te hace olvidar que tienes mujer - estaba por responder cuando algo dentro
suyo dio gritos horrorizados por lo que se giro dando de lleno con el rostro serio
de Vanessa - no me considero una persona celosa - le escucho decir - algo
posesiva quizás - vio la mano cerrar la tapa de la laptop con fuerza - pero ¿Sabes
cuál es mi principal defecto? - vio como tomaba la lap en sus manos y se
encaminaba a la ventana.
-No… en realidad para unos es defecto y para otros es virtud, pero si la mezclas
con mi mal genio el resultado no es agradable.
-¿Amor?- cuestionó poniéndose de pie lentamente sin dejar de ver su laptop.
-Me gusta dormir, si tengo una mujer hermosa en mi cama mejor aún - enfoco
los ojos negros sonriendo bobamente antes de ver el brillo de enfado en ellos
por lo que regreso sus ojos a su preciado aparato - me gusta ser ama y señora
de mi casa - le escucho agregar - la única diosa en mi castillo.
-Eres la única diosa aquí amor - intento usar el tono más conciliador que le salía
- te lo juro mi vida yo solo te rindo culto a ti con mi cuerpo y mi alma, así que
baja la portátil.
-Mi lap… mataste mi portátil - dijo quedamente sin saber si intentar recoger las
partes serviría de algo.
-No vayas a gemir muy fuerte la casa está llena - la escucho murmurar
suavemente por lo que sonrió a más no poder intentando sacarle la ropa -
Herendira no te desesperes – rió quedamente al escuchar aquello - amor…
-Iré a recoger los pedazos de mi ofrenda - escucho decir a Vanessa - y ella ira
a hacer lo panqueques - rió al escuchar el tono lo suficientemente fuerte para
ser escuchado sin gritar.
-Claro que si- observo la enorme sonrisa que le dedicaban antes de levantarse y
ubicarse uno de los buzos de Vanessa.
-¿Una vuelta? - hizo girar el oso en el aire ante los gritos de los pequeños para
que callera en perfecta posición - ¿Dos? - giro la mano diferente haciendo al oso
girar dos veces poniendo a los niños eufóricos - ¿Tres? - Todos se llevaron las
manos a la cabeza sorprendidos de ver al osito maniobrar de aquella manera
antes de caer en lugar del sartén en el primer plato que se ubico delante del más
pequeño de los niños.
-Pero es mía- Vanessa divertida desde la puerta antes que Herendira viera los
restos de su laptop terminar de resquebrajarse cuando los dejaron caer de
nuevo dirigiéndose a ella - Yo también quiero mi osita - le movieron las cejas con
suavidad por lo que le fue imposible no sonreír.
-¿Cuántas vueltas quieres?- cuestionó provocando que todos los niños enfocaran
a Vanessa.
-Cinco… - Clarisse escucho el eco de los gritos en el jardín mientras recogía unas
flores sorprendida por el escándalo que se estaban montando por unos simples
panqueques.
-No se negó- murmuró quedamente - la gente por dinero hace cualquier cosa,
incluso vender a sus subordinados - enfoco a su esposo - por suerte no soy una
traficante de personas aunque en momento así me siento una tirana que obliga a
la pobre chica.
-En realidad me tranquiliza que tenga amigas así de buenas - afirmo con
tranquilidad - quiere decir que ella también es una buena persona, que sabe
escoger a sus amistades y que probablemente la campaña de Víctor para hacerla
sentir una inútil no funciono.
Karina Domínguez incluso le parecía una persona extraña y diferente, quizás por
eso continuaba clavada en la puerta sin entrar, observándola como si fuera un
ente de otro mundo probablemente por un lado era el aire común que la mujer le
había despedido al abrirle la puerta a pesar de la hora en pijamas, o la
tranquilidad con la que tomo a Alison en brazos, o simplemente el hecho de que
al abrir la puerta vio los juguetes de sus hijos por doquier y a Raúl pasar con una
plato de frutas en las manos aunque en casa nunca comía sus frutas, pero quizás
el shock le venía de que aquel departamento parecía el hogar de una familia y su
compañera de trabajo una madre en toda regla… quizás una mejor y más completa
que ella.
-¿Vienes?- enfoco los ojos curiosos de Karina que se había detenido a medio
pasillo asomándose de nuevo a la puerta- ¿Pasa algo?- negó con la cabeza
percibiendo varios pares de ojos sobre ella - entonces entra no me gusta que los
vecinos pasen curioseando - cerró la puerta observando el conjunto del elegante
departamento antes de recibir un tazón de frutas - Alison come más despacio y
no molestes a tu hermano- enfoco a su hija menor que reía de manera traviesa.
Observo al doctor que negó con la cabeza, el anciano se negaba a largarse de una
maldita vez y en sus momentos de fugaz conciencia insistía en ver a su nieta,
cosa que le ponía a él los nervios de punta, su buen amigo aún no tenía noticias de
su hija pero confiaba en su eficacia, encontraría a la pequeña y a su amante se
encargaría del tipo sin problemas esperaba que fuera sensato y se apartara de
su camino antes que acabara en una precaria situación.
De Sasha se encargaría luego siempre podía encontrar algo con que amenazarla,
bien sabía que Herendira estaba bien educada en el rublo sobre odiar a la madre
que la abandono, se encargo de recalcar ese reglón en su vida una y otra vez, en
poner el dedo en la llaga aseverando que su madre estaba harta de ella, de que
fuera una niña mimada, que por ello no la soporto más, que Herendira misma era
en buena parte responsable de su fracaso matrimonial y que por ello debía ser
obediente y reivindicarse.
Funciono durante años…. Funciono bien hasta que ese cretino la había enamorado,
estaba seguro que por el dinero de su hija, pero ese dinero era suyo, lo había
trabajado por años, para que ahora un desconocido viniera de la nada a robarse
el crédito… no lo permitiría claro que no… antes lo borraría del mapa porque el
siempre hacia el primer movimiento.
NO ME OLVIDES
Capítulo 28
ENTRE EL CORAZÓN…
La agitación en la casa era más que evidente mientras los niños corrían de aquí
para allá cargando cosas por todo el sitio, dio un giro riendo divertida antes de
ver a Aaron pasar con Rachel en brazos mientras esta última gritaba como loca
al verse cargada como un costal. Observo a Susan y Adrian mirándose
mutuamente al parecer en su guerra de miradas por ver cual maleta se llevarían
al final conociendo a su hermano se querría llevar una ridícula.
Se había casado con Alonso cuando solo tenía dieciséis años para sorpresa de
todos, Amara era huérfana y al parecer conoció a su hermano en la estación del
tren cuando iba a su trabajo, la diferencia de edad fue el primer obstáculo a
vencer entre ellos porque la suya con Herendira parecía diminuta al lado del
abusivo de Alonso, recordaba la alegría de su hermano pero eso no quito que la
vida les fuera complicada tenían sus “niños” que eran en esencia los del orfanato
donde se crío Amara, a veces tenían uno que otro pequeño invitado en casa.
Una exitosa carrera y una viudez temprana le hacían una mujer más que deseable
a los ojos de muchos pero ella bueno…. Ella solo vivía para el trabajo desde la
muerte de Alonso el resultado era aquel, Herendira les había conseguido una
semana completa en la casa de playa de Stefani que al parecer estaba encantada
con la idea del tener el lugar a reventar, iban Andrea y la banda, la familia de la
joven y todo Savedra era bienvenido, de más estaba decir que los niños no cabían
de la felicidad, Clarisse estaba encantada porque todos su nietos exigieron sus
vacaciones y Amara… bueno Amara seguía trabajando.
Noto como Amara recogía las hojas cargándose una memoria USB esa mujer no
aprendía, sintió como le pasaban una bolsa notando la cabellera pelirroja invadir
su campo de visión regalándole un dulce beso que la hizo sonreír antes de enfocar
de nuevo a su cuñada_ Suertuda_ le escucho decir por lo que sonrió más, Amara
hasta cierto punto era como una hermana.
-Mucho ¿Y tú no piensas tener una cita con un lindo chico o chica un día de estos?
- cuestionó notando como le levantan una ceja con algo de indignación.
-El único hombre en mi vida fue Alonso - la vio cargar unos cuantos papeles
mientras le movían la cabeza de manera negativa.
-Entonces será una mujer - noto como la miraban con seriedad - vamos cuñadita
siempre has dicho que el envase es lo de menos, las cualidades son esenciales, y
todos sabemos en esta casa que eres bisexual porque Alonso anuncio a los cuatro
vientos que eras una liberal que gustaba para su alegría de los tríos - observo el
rostro adquirir un rojo profundo.
-Solo lo hice una vez y porque me lo pidió una semana completa - le afirmaron
bajando el rostro - además Vanessa seamos honestas las cualidades que busco
solo las tenía tu hermano sabes que soy bastante difícil para que cualquier
hombre o mujer desee tolerarme_ escucho el suspiro algo pesado.
-No quiero todo el amor del mundo - desvió sus ojos hacia el ventanal al escuchar
aquello - quería el amor de tu hermano.
-Pero él no está y no volverá - dijo con dureza- tienes años sola ¿Cuándo fue la
última vez que tuviste sexo? - observo los ojos desviarse suavemente - ¿La ultima
vez siquiera que intentaste conocer a alguien?
-Vanessa eso no viene al caso, yo no podría como te digo salir con alguien más,
conocer a alguien más, tu hermano era el único para mí… y… es…
-No le das la oportunidad a nadie más - la miro con algo de frustración - vives
trabajando, y Amara eres joven y hermosa, tienes mi edad mereces encontrar a
alguien de nuevo que te quiera, cuide de ti, te respete…
-No hay una Herendira para todas - se sorprendió al escuchar aquello - como
tampoco hay otro Alonso - le afirmaron antes de darle un beso en la mejilla para
dejarla sola con la visión de los ojos verdes de Herendira.
-¿Por qué es tan necia?- le dijo a la joven que le paso una bolsa_ tiene años sola,
se absorbe en el trabajo y vive triste, ni para decir que necesita tiempo para
asumir la ausencia de mi hermano.
-Más fácil decirlo que hacerlo - le dijo quedamente antes de acercarse a besarla
con cariño.
Había llegado con los chicos una hora atrás razonando que unas vacaciones con
Stefani serían algo agradable, que con el nivel de convencimiento adecuado
disfrutaría de algo más que los besos de Rocky pero nada más llegar se dio de
lleno con la cara de la italiana idiota, su estúpido acento suave y sensual,
acompañado por el mar de babas de sus amigos que ignoro volteando los ojos en
blanco y escogiendo una habitación tranquila, cosa que en aquella casa no era muy
difícil.
Escuchaba el sonido algo lejano del mar ingresando por su recamara junto con la
brisa marina mientras sacaba su guitarra dejándola sobre la cama y revisando su
horario de tocadas para la semana, quizás debería pasársela intentando surfear
para olvidarse de Rocky con la tal Victoria.
La sonrisa escapo de sus labios sin sentirlo siquiera al rememorar aquellos ojos
que muchos decían eran idénticos a los suyos mirarla con profundo amor,
comprensión y respeto en los ojos de su madre siempre se sentía amada y
hermosa, arranco un grupo de notas alegres antes de abrir los ojos enfocando
con sorpresa unos azules que generaron que cesara del todo sus movimientos -
Hola amor - ladeo la cabeza ubicando la guitarra de lado para observar cómo se
acercaban a la cama invadiéndola por completo y llenando sus piernas de una
delicada lluvia de rizos dorados que parecían anhelar sus caricias -¿Ya te
acomodaste?.
-La que parece buscar comodidad eres tú - enredando sus dedos en un delicado
rizo - ¿Dormirás conmigo?- cuestiono suavemente.
-Me encantaría- sonrió con alivio ante aquella respuesta uno más grande que el
que le agradaría admitir -¿Vamos a nadar?
-Mejor nos quedamos así- dejo escapar quedamente - no creo que la playa sea
mejor que esto, además aquí solo estamos las dos y allí fuera hay un mar de gente
- noto como Stefani se incorporaba suavemente dirigiéndose derecho a sus
labios - Te amo - murmuró quedamente antes de sentir los labios cálidos y dulces
uniéndose a los suyos.
Era imposible no verla, eso pensaba Victoria desde su posición en uno de los
balcones de la casa de playa, no entendía porque todo en aquella mujer provocaba
que posara sus ojos en ella, era magnética todo en ella era magnético, tenía algo
que la invitaba a mirarla y sin embargo desear mantenerse escondida, observo a
la joven de cabellos rojos pasar a su lado comentando algo mientras le arrancaba
una sonrisa y joder que linda se veía sonriendo.
La sensación en su ser era extraña no era que nunca antes le hubiera atraído una
mujer pero su representante insistía en que debía guardar las apariencias sino
deseaba perder sus contratos, además su familia era conservadora no se
digerirían bien aquello… pero en ese momento viéndola a ella parecía importar
poco. Se movió en el balcón al verla cargar una bolsa alentando a varios niños a
apresurarse, eso le genero a ella una sonrisa seguramente sería una buena madre,
se mordió el labio inferior por inercia a ella le encantaría intentar dejarla
embarazada, retrocedió dos pasos evitando ser vista antes de sentir el calor en
sus mejillas se estaba comportando como una tonta. Negó con la cabeza
ingresando a su habitación era mejor que olvidara esa sensación como hacia
siempre… además tenía a una joven castaña a la cual hacer desesperar.
Vanessa miraba la enorme casa de playa “soy pobre” fue la única frase que se
formo en su mente antes de casi ser derribada por la horda de niños y que su
adorada Herendira pasara a su lado mirándola con extrañeza “ella era millonaria”
le dijo otra parte de su cabeza dio un suspiro deteniéndose antes de escuchar
un suave “te amo mi diosa” que la hizo sonreír por inercia “yo soy su mayor tesoro”
razono recuperando su sonrisa para ingresar a aquel sitio siguiendo a Herendira.
-Herendira es familia - respondió con tranquilidad - por tanto tu también así que
no me agradezcas nada y disfruta de la casa familiar - observo el leve
asentimiento que le arranco una sonrisa - chica lista - dijo a Herendira que
escondió la cara algo avergonzada en el pecho de Vanessa - a ver si organizamos
una excursión al bosque en un rato a los niños les encantara.
-Seria mara…- Vanessa dejo la frase en el aire al ver pasar a Amara con una
carpeta saludando de forma educada a Elena y cuestionándole algo sobre el piso
más desierto de la mansión - Clarisse te matara si se entera que intentas
trabajar en vacaciones - le afirmo a la joven que la miro fugazmente.
-Vacaciones- le dijo a Amara que la miro boquiabierta - pero casi todos están en
el segundo - noto a la joven sonreír apretando la carpeta y dándose la vuelta para
mirarla con seriedad.
-No diré nada - seria sujetando con más fuerza a Herendira de la cintura -
¿Tienen cancha de tenis? - observo como Amara abandonaba la carpeta al
escuchar aquello.
-Tenemos dos de hecho - vio por el rabillo del ojo la cara de su cuñada iluminarse
- Herendira juega muy bien - miro a la chica que asintió algo avergonzada por lo
que anuncio sobre la cancha y en segundos estaban todos formados para jugar.
Clarisse tomo asiento en donde Arturo Del Valle le indico con amabilidad antes
de ver a un joven que suponía del servicio de la casa dejándole un jugo natural
antes de ubicarse a su lado por lo que le miro extrañado - estoy para servirle
madame - escucho decir al chico por lo que parpadeo sorprendida antes de
enfocar la sonrisa encantadora del joven Del Valle que al parecer iba a enfrentar
a Aarón quien miraba la raqueta como si fuera un ente espacial mientras Rachel
simplemente suspiraba al parecer ya resignada a la posible paliza que le darían a
su marido.
Miro los rostros alrededor, como las raquetas se movían al parecer calentando
levemente preparándose para el encuentro, escucho la voz de Herendira que
conversaba con Susan sobre el movimiento indicado del brazo para darle fuerza
mientras Vanessa bostezaba en una esquina con pereza, se giro observando a
Amara recostada bajo una sombra al parecer realizando un análisis visual del
campo.
Al poco rato de iniciado el primer partido vio un grupo de hombres aparecer uno
de ellos cargando una guitarra para señalar a una mujer y decir algo sobre
“pateare tu trasero” para que le respondieran “sigue soñando”, finalmente
apareció la menor de los Del Valle acompañada de una joven castaña y seguida de
una hermosa joven que no observo cuando ingreso, la chica en cuestión estaba
vestida para jugar, si bien no había silbidos ella tampoco dejaba de mirarla para
luego mirar a su nieta… primera vez que veía a alguien en vivo con un nivel de
impacto parecido al de Vanessa, el resultado las miradas de desafío mutuo que
se estaban dirigiendo mientras notaba a Herendira no sabía porque alejarse de
Vanessa como si se hiciera la loca para hablar con el joven de la guitarra.
Clarisse sentía que si esas dos jugaban sería como el choque de dos galaxias, de
hecho notaba las miradas del grupo completo alternarse entre su nieta y la joven
hasta que vio a Stefani Del Valle acercarse al oído de la joven generándole una
sonrisa, provocando de paso que la joven castaña se alejara de ambas moviendo
su raqueta violentamente para acabar situada al lado de su nieta.
Si bien no escuchaba lo que esas dos hablaban por los asentamientos y las
miradas mutuas no era nada inocente lo que fraguaban, observo a su nieto
acercarse a su esposa para abrazarla al recibir una paliza de velocidad luz de
parte de Arturo del Valle, que dejo espacio en la cancha para que su hermana la
tomara enfrentándose a la joven Villafiel que de pronto no se pegaba para nada
a su nieta, que estaba concentrada desafiando con la mirada a la joven que le
regresaba idéntica mirada.
-Ma que cosa tienes miedo de llegar a cinque - vio a Amara darle la vuelta a la
raqueta en el aire.
-No- dejo escapar al ver a la joven con intenciones de levantarse - quieta donde
estas jovencita es un empate sin duda.
-Ma que cosa - enfoco los ojos celeste claros de la joven que jugaba con Amara
instante antes - io no acepto una empata esta por ganarle questa mujer.
-Ya quisieras- vio a Amara ponerse pie - yo te iba a partir a la mitad - observo
la clara intención de responder por lo que decidió intervenir.
-¿Hablas italiano? - escucho cuestionar a Amara por lo que la miro de mala gana.
-Soy vieja y por tanto una caja de sorpresas - dándole un fuerte golpe en la base
de la cabeza - deja de ser competitiva - la reprendió con severidad - todo es una
competencia para ti, te ibas a romper una pierna sino las detenía, no sé qué
hiciste para convencer a Vanessa pero no más competencias con esa chica…
¿Quedo claro?
El comedor estaba a reventar, y aun así quedaba lugar lo cual evidenciaba las
dimensiones del sitio en realidad, las risas se escuchaba por doquier mientras
los niños tomaban asientos esperando con paciencia la comida prometida.
Herendira enfoco a Clarisse que le miraba de manera extraña y hasta acusadora,
por lo que intento concentrarse en las porciones comida que ubicaba en los platos,
se giro a la derecha dando con los ojos negros de Vanessa ¿Por qué Dios la
castigaba?, nunca en su vida volvería a usar el face lo juraba, encima esa maldita
Andrea no le dijo que Victoria estaría allí.
-Eso es muy bueno, ella me ayuda a mí a hacerlo - dijo mirando a Vanessa- aunque
anda algo posesiva últimamente - dejo escapar divertida.
-Io lo estaría con una mujer tan bela como tú - le sonrió a la chica que comía
abriendo los ojos - mantequilla molto - asintió extrañada ante la afirmación -
exquisito, la vita es exquisita - noto los ojos celestes con un dejo de nostalgia
antes de estirar la mano sirviendo mas comida.
-Yo solo decía- el hombre esbozando un enorme puchero mientras se giraba hacia
su esposa.
Esa sensación era un asco, se dijo a si misma mirando a las personas a su
alrededor y a la comida en su plato con odio, estaba atrapada en la mansión Del
Valle con un ataque incontenible de celos, sin Karina cerca, sin mujeres solteras
y deseables cerca… Rocky oh no Rocky ya no contaba no se iba a acostar con ella
aunque la rubia se lo rogara, porque era culpa de esa maldita mujer que estuviera
así… de ella y la estúpida de Karina disfruta tus emociones un carajo, apretó el
tenedor contra el plato antes de ver a la Italiana riendo quedamente
encantadora, angelical, perfecta y ella la quería muer… Enfoco al final de la mesa
para sonreír….
-Tu idiota- dejo escapar con firmeza provocando que Clarisse la mirara pálida,
pero el objeto de su ira parecía inmune a ella - Italiana- afirmo generando que
tanto Elena como Victoria la miraran - Tú no Elena, la idiota - noto como Victoria
levantaba una ceja - Competencia de surf.
-Te enseñare y luego barreré la playa contigo - se puso de pie dejando la comida
y dirigiéndole una mirada elocuente a la chica que dio un suspiro como si dejar
su plato fuera un castigo - ¿Tienes miedo?.
-Io nunca en la mia vita he tenido miedo a nada - la vio pasara a su lado con el
mentón en alto por lo que sonrió divertida.
Andrea las vio desaparecer sintiéndose extrañamente feliz de golpe, para comer
con alegría era increíble lo una observación detallada del espíritu competitivo de
alguien podía traerle a su vida, miro a Vanessa que le negaba con la cabeza con
diversión mientras ella levantaba los hombros como si no le importara que la
italianita no sobreviviera a las clases de surf, enfoco fugazmente a Stefani antes
de mirar hacia otra parte con altanería, esa malvada e infiel rubia no merecía
sus atenciones.
Aquello no se veía bien, era lo único que razonaba Elena viendo desaparecer a su
prima, antes de enfocar a su cuñada que la miraba consternada empezaba a sentir
que esas vacaciones estaban convirtiéndose en una guerra, se removió incomoda
antes de sentir la mano de su esposo enlazando la suya para besarla con suavidad
llenándola de tranquilidad la misma que duro lo que tardo en ver a Victoria
intentando cargar de manera adecuada una tabla de surf se llevo las manos a la
cara preocupada antes de ver a los gemelos Savedra ponerse pie para al parecer
seguir a Victoria y Amara - no dejare que le pase nada - escucho decir a Clarisse
por lo que respiro aliviada.
Los ojos de la anciana se pasearon por la mesa llena de personas tan únicas y
diferentes que prometían unas vacaciones divertidas e inolvidables, pero bien
sabia ella que un mal movimiento desataría la guerra, y no sabía porque sentía
que la chica castaña era una estratega de temer, Amara demasiado manipulable,
Victoria muy competitiva, el resto de sus nietos demasiado Savedra y Herendira
demasiado amistosa “Dios me ayude”.
NO ME OLVIDES
Capítulo 29
Y los Labios…
Espera lo inesperado…
Anónimo
Aparte de todo aquello quizás lo más sobresaliente es que si eres modelo, el usar
un traje infartante y poseer una envidiable condición física pensarían muchos
era lo natural pero no… Victoria había aparecido con aquel traje de buceo negro
que cubría todo su cuerpo y contrastaba con el suyo de dos piezas, lo que la
llevaba a ella a preguntarse ¿Qué pasaba con aquella joven mujer?, bueno en ese
momento que una ola se la acababa de tragar, se irguió sobre la tabla algo
preocupada antes de ver a la chica emerger sujetándose como loca de la suya -
¿Estás bien?- cuestionó extrañada
-Estoy bien- le escucho decir con aquel suave acento italiano- io…. No tengo sed,
solo es…- observo los ojos celestes e intensos con detenimiento notando por
primera vez en ellos un tinte de lejana tristeza que le llamo poderosamente la
atención, noto a la chica irse hacia atrás encerrando el cielo de su mirada para
intentar recuperar un ritmo normal de respiración.
-Posesiva- su voz dejo escapar algo de reproche en aquella afirmación- pero aun
así te amo- agregó provocando que las piernas que miraba con embelesamiento
se detuvieran de golpe - adoro ser tu amante….
-No eres mi amante - sonrió de medio lado al escuchar aquello antes que las
piernas empezaran a moverse de nuevo, eran amantes nada más, porque si bien
le tenían un profundo cariño no le amaban, vivían bajo el mismo techo,
conversaban, compartían el lecho y sus cuerpos pero no había nada más allí, ese
punto de inflexión razonaba ella era el que creaba una relación - eres mi mujer -
levanto la cara sorprendida al escuchar aquello minutos después - ¿Lo entiendes?
-Somos amantes- repitió con firmeza - amo ser tu amante, amarte aunque no me
ames y no necesito nada más - agregó con tranquilidad - te amo, no soy tu novia,
solo la persona con la que vives y tu amante.
-No digas eso - cerró los ojos al sentir el suave movimiento del colchón ante el
nuevo peso que lo invadía - eres mi mujer - escucho de nuevo - no eres alguien
con quien vivo nada más, con quien me acuesto porque se me antoja ¿entiendes?,
eres mucho más que eso, decirte amante es decir tan poco en este momento - se
incorporo notando la leve desesperación en los ojos color noche - no soy buena
explicando cosas o comprendiendo emociones… pero no eres solo mi amante, no
quiero volverte a escuchar afirmando tal cosa - se movió para descansar su
cabeza en las piernas absorbiendo aquel maravilloso aroma_ Herendira… tú… y
yo…. ¿Te gustaría…?.
-No hagas preguntas tontas amor- dijo sonriendo con suavidad- nosotras no
necesitamos títulos… es como dices me gusta ser tu mujer- percibió las caricias
delicadas sobre su cabello- me encanta ser tu mujer Vanessa Savedra y mi lugar
es a tu lado, no importa lo que el mundo diga.
-Herendira - apretó su rostro contra las piernas con suavidad- eres una tonta…
te quiero…- se levanto ladeando la cabeza con diversión antes de empujar a su
Vanessa del todo sobre la cama acurrucándose en su pecho- ¿Sabías que esta
habitación tiene jacuzzi?
-¿Victoria?- levanto sus ojos enfocando a Ted con seriedad- Parece que le
agrada mucho tu amor - el joven ni tuvo tiempo de esquivar el firme golpe que
impacto su cabeza con violencia, callándose en el acto mientras le indicaban una
nueva canción; minutos después observo la cabellera rubia invadir su área de
ensayos, aquella mirada potente clavada en Andrea “fuera de lugar” se dijo por
lo que dio terminado el ensayo casi huyendo con el resto de la banda.
-No me agrada la música pero así la pidió el dueño “ñoñadas” -si claro que si,
Elena quería agregarle peso extra a un plan que había confabulado sin
consultarle, al bar que había comprado, a la llegada planificada de su prima que
al parecer era una necesidad mutua de Victoria y suya, a esas vacaciones no
improvisadas… porque la esposa de su hermano se mostraba como una mujer
maquiavélica que era de temer, la pobre Andrea no sabía que simplemente era
una pieza en el tablero de esa malvada mujer y ella…. Ella tampoco se lo diría -
así que no son problemas, es el ritmo ese…
-Creí que eras más versátil - dejo escapar con suavidad tomando las baquetas y
percibiendo los ojos clavados en su espalda con ira - pero supongo que estos
ritmos diferentes te generan una complicación digo te da trabajo en ocasiones
sobrellevar los cambios.
-Si claro, pero a veces te gana el miedo - escucho la guitarra desafinar - digo en
las canciones y por eso no quieres tocarlas como debes, o esforzarte más, parece
que prefieres evitar ritmos suaves, por miedo ya sabes… parece que quisieras
fracasar - agregó.
-Me gusta probar de todo - le respondieron - para que tocar algo que luego me
va a decepcionar por más que crea que no será así, es la constante en ciertas
“canciones” - detuvo sus movimientos mirándola.
-Pero les gusta mezclarse con otras guitarras y no solo la mía - levanto la ceja al
escuchar aquello.
-Claro pero tu guitarra si se puede mezclar con otras canciones - ladeo la cabeza
echándola hacia adelante y provocando que la de Andrea retrocediera - no
deberías exigir tanto cuando no quieres ceder nada.
-Se supone que a mi canción no le importa eso, o ¿Acaso cambio de pensar? - vio
la cabeza de Andrea chocar con suavidad con la suya.
-No- sonrió suavemente - puedes hacerlo, pero entonces está canción buscara
otras guitarras también… es lo justo - se separo girándose escuchando la
respiración pesada detrás suyo antes de cerrar la puerta llevándose la mano al
pecho, escuchando un escándalo de instrumentos en el interior ese juego de
verdad sentía se tornaba peligroso.
-No me estoy insinuando - agrego mirando la revista con desinterés - solo hago
una apreciación objetiva de la situación, ya que se no eres lesbiana Rodríguez.
La miro alzando a Raúl, maldita sea incluso busco ayuda alrededor porque no
entendió nada de aquello, “hundirse más” pero si ella no dijo nada, solo la verdad
se veía bonita con aquel bañador, además bueno no le intento meter mano porque
era divorciada sí, con dos hijos si… pero no por eso sino porque era heterosexual
¿no? . Evelyn era una mujer heterosexual, madre soltera prácticamente…. Es
decir las dos cosas que ella no tocaba nunca, porque eran líos nada más, por eso
no la toco, no se le insinuó… y ahora la tarada aseguraba que no lo hacía porque
no era su tipo para ella no había mujer fea todas tenían su encanto.
Encamino sus pasos hacia Evelyn al verla dejar a su hijo de nueva cuenta en el
agua - No mandes señales confusas - noto la mirada sorprendida - eres
heterosexual por eso no me he insinuado - agregó con seriedad - de no saber que
tienes dos niños y eres divorciada hace mucho que estarías en mi cama – agregó
con severidad - así que te agradecería no apresurar conclusiones sobre si eres
mi tipo o no - levanto la mano al verla intentar abrir la boca - y no es por los niños
es por lo heterosexual y el hecho de que siendo madre no estás para
experimentar.
-¿Experimentar?- observo con sorpresa los ojos delante de ella - ¿Quién dijo
qué quería experimentar?- retrocedió por inercia como nunca antes lo hizo en su
vida ante la mirada devoradora que le dirigían - te aseguro Karina que el día que
quiera experimentar serás la primera en enterarte y la única que no lograra
escapar - trago grueso del todo al sentir su espacio personal invadido - Así que
digamos que ya te veras enterada si quiero experimentar - dos le conto su
cabeza, segunda vez en ese día que Evelyn la dejaba balbuceando sin saber ni
qué demonios decir mientras miraba alrededor en busca de ayuda o intervención
divina, eso no debía pasar ella era sagaz, perspicaz y siempre tenía la última
palabra, así como el perfecto manejo de la situación nunca se quedaba de pie en
un lugar sin saber qué diablos hacer, miro a Evelyn deslizarse en la alberca por
lo que desvió la vista incomoda “maldita mujer”.
-Cuando tenía 17 - escucho la voz suave y apenas audible_ mi esposo Alonso dijo
que me regalaría lo que quisiera para mi cumpleaños - noto la sonrisa asomarse
en los labios - y yo quería una moto - se detuvo al verla conteniendo la risa - Una
moto es algo muy peligroso Amara, me decía pero como insistía tanto me puso un
desafío - continuo la caminata ubicándose de nuevo a su lado - escogería la moto
que quisiera, por supuesto escogí una deportiva, pisteras les llaman algunos,
bueno ya sabes esas que corren a mil ¿Sabes de qué se trataba la prueba?- negó
con suavidad- debía ser capaz de cargar la moto cuesta arriba por más de 20
minutos- la miro sorprendida del todo.
-Fueron los 4 años más maravillosos de mi vida - le escucho decir con suavidad -
Alonso me dio un matrimonio feliz y lo que siempre desee una familia que aun
está conmigo - el tono lleno de melancolía le arranco un triste suspiro.
-Iba a la estación del tren cerca del orfelinato - la miro con sorpresa - si bueno
mi madre pensó que era una buena idea abandonarme en un parque cuando se dio
cuenta que ya no podía cuidarme más, así que pase toda mi vida en el orfelinato
hasta esa mañana al menos, iba con mi uniforme repasando para mi examen de
matemáticas cuando choque con alguien, estaba por gritar cuando vi el uniforme
policial_ levanto la ceja con sorpresa no pensaba que Alonso fuera tan mayor -
así que me abstuve, el sonrió yo le sonreí y no sé porque sentí que todo cambiaria.
-¿Y para jugar a los espías me sacaron de la cama con mi mujer?- cuestionó la
voz femenina molesta.
-La Agente V debería tranquilizarse y recordar que fue el Jefe C quien nos
encargo esta misión - la voz masculina enfocando a la chica - así que deja de
quejarte y pon atención_ agrego sacando la memoria de la cámara digital para
introducirla en la computadora.
-Claro, Agentes A y Doble A…. ya recordé el porqué de sus nombres claves - dijo
quedamente mientras tamborileaba los dedos con impaciencia.
-¿En serio?
-Está en el entendido de los miembros presentes en esta habitación que solo hay
dos formas de dar una clase de surf- dejo escapar el Agente A con seriedad -
sin embargo nos reunimos para analizar la información debido a que la que
impartió esta clase en particular es la Subcomandante A.
-Ya notaron que hay demasiadas A en esta familia - los Agentes A y Doble A
miraron a la Agente V con severidad - era una observación objetiva que
delicados.
-Que graciosa- dejo escapar el Agente A con enfado- ¿Entonces Agente cree
que el uso de la maniobra fue premeditado?
-Me temo que debemos recordarle que la Subcomandante estaba casada con el
Comandante, dudo mucho que sepa ya lo que es inocencia - tres firmes golpes se
escucharon en el lugar -¡DOLIO!- se quejo el Agente A.
-El Sujeto H es mío y solo mío usen a los Sujetos R y S para eso par de
pervertidos - otro solido golpe les hizo ver estrellas - y asegúrense que el Sujeto
de Investigación no los atrape espiando o no la contaran.
Luego de la negativa del Agente V para facilitar al Sujeto H para la demostración
visual del Jefe C hemos decidido relatar los dos tipos de formas de dar una clase
de surf con el fin de evitar cualquier represalia de terceros (dígase nuestras
esposas).
La forma particular y común de dar una clase de Surf consiste en una explicación
verbal de los pasos del procedimiento sobre el adecuado manejo de la tabla y el
desempeño de la brazada. La técnica 32 S está basada en una aproximación
corporal gradual del sujeto en la cual mediante el desarrollo de la lección verbal
se tocaran diferentes partes corporales del pupilo de manera paulatina y
delicada hasta terminar la demostración tanto pupilo como maestro sobre la
tabla en un abrazo comprometedor y mas que innecesario para el aprendizaje; la
particularidad de la maniobra 32 S es que el pupilo difícilmente aprende a
surfear de manera eficiente.
Capítulo 30
HAY UN CAMINO…
Anatole France.
Tercer día de vacaciones, lo lógico era que estuviera exultante de alegría pero
mientras tomaba el sol en la piscina ciertamente lo último que sentía era alegría,
era todo lo contrario estaba iracunda, malhumorada, cínica como nunca en su vida
y por momentos deprimida tanto como cuando creía que su amor era imposible y
es que ver a esa italiana disfrutando del calor de las piernas de Stefani mientras
dormía sobre ellas bajo una sombra le revolvía el estomago.
Pero era su culpa le gustara o no, ella misma hecho el primer día a Stefani de la
recamara enviándola directo a los brazos cariñosos de Victoria, y allí se había
quedado los últimos días resoplo con cansancio encima la italianita había
acompañado a la rubia a las dos tocadas de la banda y se paseaba por toda la
mansión siendo amorosa y cariñosa con una muy cómoda Stefani.
-¿Y esa cara?- se giro a mirar a Amara que la enfocaba seriamente, observo a la
mujer tenía ropa deportiva, al parecer estaba preparada para alguna actividad
física especifica enfoco a Victoria sonriendo.
-Pensaba en la italiana- mirando hacia donde Victoria dormía- tiene dos días que
no te molesta ¿raro no?- dijo enfocando los ojos extrañados que le miraban -
Luego de las lecciones de surf y la guerra de pintura que no salió muy bien- dio
un suspiro junto con Amara al recordar la regañina que les monto Clarisse, fue
cuestión de provocar un altercado entre Victoria y Amara para que aquello
desencadenara una guerra de pintura épica, que acabo con todas castigadas y
bueno… al menos Stefani no andaba abrazando a la italiana ese día - se quedo
quieta - observo los ojos enfocarla con atención - digo terminaste muy mal -
observo el respingo- seguro piensa esta vencida.
-¡TU IDIOTA!- enfoco sonriente a Victoria que se incorporo como resorte -¡TU
Y YO CARRERA DE BICIS!
-Io no se andar en bici- miro a la Italianita con la boca abierta antes de enfocar
a Amara que suponía presentaba una apariencia similar a la suya - pero si io
supiera te ganaría.
-Te amo- dejo escapar sin poder controlarlo siquiera recibiendo como premio una
hermosa sonrisa acompañada de pausadas caricias, veía cada tanto la mano
alejarse enredando alguno de sus mechones castaños ¿Por qué no podía dejar de
mirarla?, se suponía que eso no era así que ella era libre “el amor de verdad da
libertad” parpadeo brevemente tenía un recuerdo fugaz de aquella frase
rondándole en algún lugar de su mente pero no alcanzaba a recordar quien se la
había dicho.
-Yo también te amo- salió de sus pensamientos al escuchar la suave frase- ¿Puedo
dormir contigo entonces?- la miro unos segundos antes de sonreír y asentir
levemente- ¿Me acompañas a pasar mis cosas de nuevo?- se incorporo tendiendo
la mano delicadamente- Te amo- le repitieron por lo que sonrió aun más-
celosita….
-No soy celosa- dejo escapar haciendo un enorme puchero antes de sentir una
lluvia de besos en las mejillas- espera- dejo escapar quedamente- Rocky.
-Celosita- le repitieron por lo que sonrió suavemente.
Los gemelos dieron un suspiro tomando sus binoculares antes de pasar por uno
de los sofás arrancando a su hermana literalmente de los brazos de su amante,
que no paraba de protestar al ver interrumpida su placentera sesión de besos,
Aarón se regreso extendiendo la mano al frente de Herendira que lo miro
extrañada mientras Adrian se cargaba a Vanessa al hombro- Asuntos oficiales
de nivel X- los ojos verdes le miraron con confusión- la regresamos más tarde_
si alguien le hubiera cuestionado a Herendira Villafiel porque había dejado ir a
su mujer, posiblemente hubiera dado por respuesta un “no lo sé pero lo que dijo
Aarón sonó muy importante y confuso”
Un rato después, los ojos de los hermanos Savedra se cruzaban con interrogante
mientras enfocaban al frente a su cuñada dando la clase, incluso en un punto
dejaron de ver algo consternados con el asunto, antes de asomarse de nuevo más
curiosos que otra cosa.
-Llevamos 20 minutos como mucho - noto como respiraban con más agitación de
la que le agradaría, por lo que ayudo a descender a la joven de la bicicleta
dirigiéndose a la mochila que traía consigo para tenderle una botella de agua -
Victoria - la llamo quedamente - ¿Tienes alguna enfermedad o algo?_ noto la
mirada asustada que le dirigían - es que no es normal que te pongas así.
-Io no tengo nada- la vio tomar agua con manos algo temblorosas por lo que se
acerco acariciando el cabello con delicadeza - solo estoy cansada es totti - eso
era lo que le preocupaba veinte minutos y estaba fundida…. Empezaba a creer
que esa joven por los síntomas probablemente tenía problemas alimenticios
quizás bulimia…. Era una buena posibilidad - mi siedero un momento - la miro sin
comprender antes de notar cómo se sentaba pesadamente.
Tomo los hombros con delicadeza pegando más a la joven a su cuerpo para ladear
la cabeza apoyando algo del peso de esta sobre la de la chica, quizás permanecer
en silencio un rato no sería mala idea porque podía ser que solo en aquella única
ocasión Vittoria tuviera razón y el sonido del bosque calmara su alma y aquel
dolor que parecía eterno.
Escucho los pasos a su espalda dejando escapar el aire de los pulmones con algo
de intranquilidad, a pesar de la relación de negocios mutua que llevaban no podía
evitar ponerse nervioso, sentía que su colaborador era un arma de doble filo
prueba de ello que estuviera a pasos de él en un momento inesperado, el crujir
de la silla le informo que su “amigo” había tomado asiento- Sasha se ha puesto
más hermosa con el paso del tiempo - se giro observando las fotos de su ex
esposa extendidas en el escritorio - como el buen vino mejoro con los años - le
sonrió con cinismo tomando asiento antes de ver un nuevo sobre observando
completamente sorprendido una foto de una hermosa joven en uniforme policial
- otra mujer hermosa Víctor, parecen ser tu constante.
-¿Esta quién es?- cuestionó enfocando el traje de gala de la policía con interés
unos instantes para enfocar de nuevo a su invitado.
-¿Por qué me dices todo esto?- lo miro con seriedad ya que no comprendía a que
se debía exactamente el desborde de información que le brindaban.
-Por dos sencillas razones viejo e insufrible amigo - arrugo la nariz al escuchar
aquello - una es que las malas lenguas dicen que será la nueva cara de la Campaña
de Ropa Deportiva De La Compañía Esveral - ladeo la cabeza sin comprender -
cuya dueña y principal diseñadora es Sasha Montenegro tu ex esposa - enfoco
de nuevo la foto de la joven sobre su escritorio con molestia - sé lo que piensas
yo pensé lo mismo por eso te traje su información personal, si te deshaces de
ella o simplemente te encargas que la policía no se la preste a tu esposa, Sasha
tendrá bastante inactividad un punto a tu favor si deseas que salga de la ciudad
- vio como se levantaban dando un rodeo en su desierta oficina - parece que has
tenido problemitas con tus hijos y padre espero que esto alivie tu carga.
-Dime serpiente rastrera ¿Qué más quieres? - sostuvo la mirada con la misma
intensidad que su amigo le dirigía antes de que ambos estallaran en sonoras
carcajadas - En esta delicada sociedad que llevamos estoy consciente que nada
es gratis.
-Que el amado destino es muy caprichoso - le dijeron con una enigmática sonrisa
- ¿Ves la joven de la foto?, la modelo de Sasha - levanto la ceja era obvio que ya
había visto la fotografía - su hogar es el lugar donde tu hija se esconde_ se puso
de pie con sorpresa - aun no sé quién es el amante de tu hija pero al menos
tenemos localizada al parecer a una de sus colaboradoras una exquisita… así que
viejo amigo es mejor que prepares tu bolsillo me deberás pagar mejor aún…
dependiendo del número de personas de las que te quieras deshacer.
-No lo soy Ted_ escucho la respuesta firme - simplemente juego a lo que Andrea
¿Acaso no es ella en ocasiones más cruel? - noto a su esposo guardar un breve y
pesado silencio - no creo en el ojo por ojo y lo sabes, ella simplemente se pone
celosa sin razón porque solo la amo a ella.
-La amare toda mi vida - ambos parpadearon con sorpresa al escuchar aquello -
solo debe darse cuenta de ello, además… bueno yo debo hacerme a la idea de que
quizás nunca deje de acostarse con otras mujeres, pero por ahora quiero
intentar que se acueste solo conmigo - asevero la chica sonrojándose - aunque
creo que evitar que me lleve a la cama y darle celos no está funcionando.
Clarisse miro ingresar a sus nietos que le tendieron los binoculares y un libro
azul - léelo - le dijeron los tres al unisonó antes de perderse cada uno en una
dirección contraria, estaba por subir las escaleras cuando los radios que tanto
Vanessa como los gemelos dejaron abandonados en el recibidor resonaron al
unisonó llenándola de consternación, las tres figuras pasaron a su lado a
velocidad impresionante tomando cada uno un radio, observo las cabezas de las
esposas de los gemelos asomarse mirándolos consternadas, al parecer Herendira
aun no manejaba bien el sistema de radio, los gemelos movieron la cabeza en
señal de que no era nada pero su nieta por otra parte presentaba un aspecto que
iba del rojo al más rojo - Son mis vacaciones - le escucho puntualizar- lo
comprendo pero nunca pido vacaciones y me gustaría que estas se me respetaran,
si sé que es un evento importante, lo comprendo Señor… sin embargo presentare
mi queja formal y una solicitud de prórroga vacacional, estaré allí a la brevedad
Señor.
-La primera vez que te vi - dijo mientras se sentaba en la cama -choque contigo
en la Avenida Central que cuidabas, estaba muy sorprendida por tus ojos tan
hermosos y profundos, luego te observaba más… cada parte de ti me gritaba que
amabas tu trabajo, amabas cuidar a todos los que frente a ti pasaban y eso hizo
que te amara más - agregó con suavidad - lo que quiero decir es que no me enfada
que te tengas que ir, me enfada que intentes decirme que no siempre será así-
noto la cara de sorpresa delante de ella - ¿Creíste que te dejaría porque amas
tu trabajo? - la miro sorprendida riendo con fuerza - no seas tonta…. Amo que
ames tu trabajo, simplemente no me gusta que digas cosas que no cumplirás,
porque no eres así… hicimos un trato no me ocultarías cosas y yo tampoco lo haría
- la beso con suma delicadeza retirando la maleta de sus manos - en casa está tu
uniforme, hay comida en el refrigerador, promete que te cuidaras y regresaras
a la brevedad o de verdad me enfadare.
-Comerme toda…
La casa de playa estaba llena de nuevo, las risas resonaban por doquier mientras
Elena se asomaba a uno de los balcones ubicando la posición del sol y notando la
ausencia de su adorada prima, empezaba a sentir aquello como algo recurrente,
pero bien sabia ella que la vida estaba constituida por miles de caminos que se
entrelazaban entre ellos, cada uno con un destino más incierto que el anterior al
que solo la fuerza del caminante determinaría si era el infierno lo que le esperaba
o el cielo, la vida con sus miles de dificultades y alegría los obligaba a caminar,
se llevo las manos al vientre con suavidad enfocando a Andrea abrazando a
Stefani dentro de su campo de visión con infinito cariño. A ella en particular le
agradaba pensar que todo camino recorrido por los que amaba llevaba a la
felicidad… enfoco el bosque ¿Dónde estás Vittoria?
Stefani dio un giro divertido alrededor de Andrea que se giro a su vez al perderla
de su campo de visión extendiendo la mano para tomarla de la mano con suavidad
intentando atraerla de nuevo hacia su cuerpo recibiendo una leve resistencia que
le hizo sonreír, tiro con más fuerza logrando su cometido solo para recibir un
suave golpe en la mandíbula observando a la rubia separarse de ella para empezar
a caminar hacia atrás sin dejarla de mirar con un movimiento sumamente
seductor que amenazaba con generarle un infarto, trago grueso al ver la playera
volar despacio dejando a la vista la parte superior del bañador.
Las palabras no eran necesarias porque aquello era una clara invitación camino
despacio siguiendo aquellos pasos observando el cuerpo girarse, analizando con
tranquilidad el pantaloncillo corto que suponía no tardaría en desaparecer para
dejarle ver el resto de aquel conjunto, se acerco despacio aun cuando ella se
detuvo al borde de la piscina, para simplemente besar el hombro desnudo
recibiendo por respuesta una sonrisa antes que el caminar continuara y el
pantaloncillo volara provocando que su pupila se contrajera levemente.
-Eso dicen- tomo la mano esta vez guiándola ella hacia la piscina sin dudar para
bajar con delicadeza aquellas gradas marmoladas “gente rica” pensó fugazmente
antes de sentir la calidez del agua soltó la mano nadando sin mirar atrás hacia el
extremo de la piscina antes de ver la cabellera rubia empapada acercarse
invadiendo del todo su campo de visión, los ojos azules intensos que invadían su
espacio personal con la promesa muda de un beso apasionado.
-No me busques mas aquí estoy - dejo escapar suavemente - “tu presencia marco
en mi vida el amor lo sé” - canto suavemente observando el matiz de sorpresa
cambiar a uno que embargaba aquella mirada de lágrimas - “es difícil pensar en
vivir ya sin ti” - hizo una leve pausa acercándose a los labios - “corazón sin Dios
dame un lugar en ese mundo tibio casi real” - unió sus bocas con infinita pasión
empujando a Stefani contra el borde la piscina haciendo presión con ella sobre
la fría pared, para sentir una respuesta igual de apasionada mientras las piernas
rodeaban con fuerza sus caderas buscando fusionarse a ella, en una invitación
sensual y más que clara del deseo que las embargaba, entonces ¿Por qué sentía
que no era el momento de hacerla suya?.
Victoria enredo sus manos sobre el cuello aspirando la fragancia de aquel cuerpo
con suavidad, antes de acurrucarse un poco más, le agradaba tanto la calidez de
Amara aunque le fuera difícil admitirlo estar entre aquellos brazos le
tranquilizaba extrañamente; de niña no le agradaba que la cargaran a todas
partes, la trataran como si fuera de cristal y ver aquella infinita preocupación
en los ojos de sus padres pero le agradaba el tono de preocupación en los ojos
de Amara, el ser cargada por ella, que la tratara como si fuera cristal, aun cuando
debiera fingir que estaba dormida para disfrutarlo.
Escuchaba los pasos y la respiración pausada a pesar de que la llevaban en brazos,
el sonido lejano del bosque, el crack delicado de los hojas secas y el corazón de
Amara latiendo fuerte, seguro, rítmico en su pecho, arrullándola en su suave
tamborilear como si de la mejor melodía se tratara, quizás el ritmo perfecto que
siempre deseo escuchar.
-Pues es mejor que se comporte como una- con severidad - debemos proyectar
una buena imagen y de paso demostrar la capacidad de nuestros elementos, así
que dile que se vea tan hermosa como pueda - se dio la vuelta sin llegar a notar
el gesto de desagrado del hombre que dejaba a sus espaldas, así como el del
resto de los oficiales.
-Cuidado Víctor esa chica tiene un legado bastante pesado e influyente dentro
de las fuerzas de la ley y el orden, un mal movimiento y ni yo podre salvarte - le
con seriedad- no vayas a querer morder más de lo que puedes.
-Tranquilo solo quiero verle la cara por ahora - le afirmaron con diversión - luego
ya veré, por mi puede tener a media policía de su lado bien sabes que si se mete
en mi camino tendrá una como dicen… ah sí baja honorable.
Maniobras S: Consta con más de 100 técnicas cuyo fin es de carácter sexual en
absoluto, cada movimiento de esta sección de nuestro sagrado manual, es una
técnica de seducción que busca nada más este único objetivo, ejerciendo sobre
el sujeto un despliegue de técnicas que buscan despertar el libido con cada roce,
convirtiendo hasta el acto más cotidiano en sensualidad pura, hasta que el sujeto
en si pierde el control de las acciones de su cuerpo; esta parte del manual tiene
como única condición que se debe pasar por las otras 2 fases para ser efectiva.
Los agentes se miraron dando un pesado suspiro, porque era obvio que la
Subcomandante A se había saltado las dos partes anteriores, la pregunta que les
seguía perturbando era si lo hacía adrede o en la completa inconsciencia.
NO ME OLVIDES
Capítulo 31
DE PALABRAS…
Epíteto.
Stefani daba saltos emocionados cerca de escenario notando los ojos cafés
enfocarla cada tanto con cariño mientras el cuerpo que adoraba se movía con
sensualidad dentro de aquellos pantalones que provocaban en su boca un
mordisco hacia su labio inferior que derrochaba sensualidad hacia un único
objetivo, de hecho estaba segura que ella sentía como la devoraba con la vista.
-No te preocupes… solo que no bebo licor, ni gaseosas, solo cosas naturales -
grito a su vez notando la cara sorprendida que le dirigían.
_Italiana delicada_ escucho el grito mientras Amara se perdía entre los cuerpos
que bailaban por lo que bajo el rostro algo apenada, dando un suspiro en ese
momento si se sentía completamente fuera de lugar, al menos no la invitaban mas
a bailar pero estaba sola en una mesa porque la que se suponía la acompañaba
estaba completamente embobada con su amor envuelta en cuero ¿Quién no?, rio
bajamente enfocando la cerveza para negar de nuevo, tenia sed pero nada de lo
que había en aquel sitio lo podía consumir; vio una mano hacer desaparecer la
cerveza ubicando una botella de agua y al menos tres más con esta - ¿Esto si
puedes? - enfoco los ojos de Amara antes de asentir - Entonces ya puedes bailar
o ¿no?
-¿Eh?- observo la mano que le tendían con sorpresa mientras miraba alrededor
aun consternada.
-¡TORY DAME LA MANO!- extendió la mano sin dudar ante el tono que habían
empleado en ella, nadie nunca la había llamado Tory pero no sabía porque aquel
diminutivo de su nombre le agrado profundamente, sintió un empujón antes de
ver la mano de Amara al parecer empujar a uno de los gemelos divertida - ¿Sabes
bailar? - escucho el cuestionamiento en su oído negando con la cabeza - Ves estos
tontos no tienen idea - rió bajamente ante aquello - tu hazme caso sólo a mi - rió
aun más, claro que le haría caso solo a ella.
Aarón bailaba animado con Rachel cuando se giro quedándose boquiabierto para
estirar la mano y tomar del cuello a Adrian que protesto levemente antes de
enfocar el objeto de la atención de su hermano, Rachel miro a Susan negando
antes de que ambas quedaran boquiabiertas y dijeran al unisonó - Técnica 4S
¿Qué demonios?.
-¿Y tu por qué tan roja?- dio un salto mirando la cara confundida de Stefani que
no tardo en desviar su atención a Amara y Victoria - Rico - le escucho decir
quedamente.
-Llámame de allá- se sonrojo aun más - mejor llámame cuando estés metida en la
tina…. La verdad tenía una noche bastante fría hasta ahora…
-Te amo…
-No me olvides- le escucho decir por lo que sonrió tirando de ella para envolverla
en un cariñoso abrazos - de verdad…. No me olvides - escucho el llanto sofocado
sintiendo su corazón encogérsele en el pecho.
-No llores mi amor, no mi vida - la acuno con suavidad deseando transmitirle toda
la seguridad que podía - ninguna mujer aun las mas apasionada es capaz de
hacerme sentir lo que tú con una frase o una mirada, el sexo contigo no hace
falta - acaricio las mejillas limpiando las lágrimas - cuando… cuando sonríes mi
corazón late tan rápido, cuando tomas mi mano creo que moriré de felicidad
y…y…. y… por un demonio no necesito otras mujeres, solo te necesito a ti_ afirmo
abrazándola con fuerza - solo a ti, así que por favor por más que te haga enojar
en el futuro no me olvides…
-Te amo- escucho la voz quebrada dejar escapar aquella frase sintiendo a su
corazón saltar de alegría y permitiéndoselo del todo, lo dejo festejar sintiendo
el calor invadirla por completo.
-Yo también te amo - sonrió besando las mejillas en repetidas ocasiones sin prisa,
sin pausa, pero deseando expresar todo lo que en ese momento sentía, intentando
llevar la tranquilidad al corazón de quien amaba – sólo a ti…
Amara acabo de bailar arrastrando a Victoria con ella y sin mirar las caras
consternados de los gemelos y sus esposas en la mesa mientras ayudaba a la
joven a sentarse, la vio algo agitada por lo que se preocupo mientras abría con
tranquilidad una botella de agua pasándosela - ¿Estás bien?- le cuestiono
acercándose a su oído y notando el vello de la nuca erizarse por lo que sonrió
divertida después de todo la técnica 4 S nunca fallaba, escucho la respuesta en
italiano con aquel acento tan bonito que tenia Victoria… ¿Cómo se escucharían
sus gemidos?, a veces se lo preguntaba, a que sabría su piel… era como Vanessa
decía no le vendría mal un buen revolcón y Victoria era bastante deseable,
además seria el triunfo máximo sobre ella.
-Amara- escucho su nombre con aquella cadencia mordiéndose los labios para
evitar dejar escapar de ellos un ronroneo de gusto, que seguramente a sus
cuñados les parecería demasiado sexual - Tante Grazie - le estaba dando las
gracias demasiado pronto era mejor que se las diera en la mañana cuando
estuviera desnuda delirando de placer en su cama, cruzo las piernas por inercia
sonriendo con encanto.
-De nada italianita delicada- dijo divertida notando la mirada consternada, claro
que era consternada había pasado de Tory a su usual indiferencia pero su amado
esposo le enseño cada técnica de seducción a la perfección como si de un juego
se tratara, pero ella tenía su propio estilo y eso de dejar a “Tory” consternada
era exquisito, ver sus ojitos cielo intentando ocultar eso era aun mas delicioso
volteo el rostro a la pista lo último que necesitaba era que la vieran morderse el
labio deseosa.
-Amara- su cerebro grito triunfante dos veces la había llamado, se giro a mirarla
con algo de indiferencia -¿Danza?- se levanto lanzándole una mirada indiferente
a sus cuñados para tirar de la joven lejos de la vista de todos, pegándose a su
cuerpo al máximo notando la respiración agitarse casi al instante “solo un poco
más” - hace molto calor.
-Molto Tory- murmuró sobre su oído ocasionando una risa algo ahogada, no sabía
cuánto llevaban bailando en el momento que la banda volvía a subir al escenario
pero estaba segura que hace mucho había dejado de seguir el ritmo y
simplemente se movía con Victoria pegada a su cuerpo y Dios todo era tan
tranquilo y relajado.
-Amara- escucho su nombre escapar cálidamente de los labios por lo que sonrió
por inercia sujetando mas la cintura e intentando pegarla aún más a su cuerpo -
io necesito riposare - detuvo sus movimientos de golpe intentando comprender
aquella palabra - descanso… - se separo enfocando la agitación de la chica con
sorpresa…. Veinte minutos le dijo su cabeza con extrañeza
La llevo a una de las mesas exteriores dejando que el aire fresco de la noche la
envolviera, enfocando la cabeza negra echarse para atrás con suavidad
“Deliciosa” sonrió suavemente pasando una mano por la frente para sentir el
sudor frío con algo de preocupación ¿Por qué Victoria se agotaba en periodos de
20 a 30 minutos?, respiro profundo lo que iba a hacer podía arruinarle la noche
que planifico- ¿Estas enferma? - noto la mirada cielo enfocarla con sorpresa -
Creo que use mal el tono, se que estas enferma- repitió con seguridad.
-No ia no- la miro sorprendida ante aquella respuesta- ia no… antes si… ahora no
- estiro su mano con suavidad apartando un mechón negro de la frente algo
empapada- solo estoy en recu…recu…
-E molto complicato- los ojos cielo se abrieron dando un suspiro más pesado - el
mio coure no servía - la miro extrañada notando como la joven intentaba
encontrar las palabras – corazón - observo cómo se llevaba la mano al pecho por
lo que parpadeo sorprendida - io iba a morir… pero un miracolo sucedió hace casi
ia un año… el mio coure es nuevo - se echo hacia atrás en la silla intentando
procesar la escueta explicación - estoy enferma desde niña - asintió suavemente
Tory había sufrido problemas cardiacos severos y necesitaba un trasplante, lo
padecía desde niña y el corazón le llego apenas a tiempo… la enfoco unos
instantes, por eso probablemente no sabía hacer prácticamente ningún ejercicio
físico, era modelo si - papá decía que io era molto bela entonces me hizo modelo
nunca más de veinte minutos… io odio que me miren… ser un oggeto - razono la
palabra seguramente era cosa u objeto asintió suavemente - de ragazza la sua
mirata era de lastima… luego me volví bela y las miradas… - noto el gesto de
desagrado_ eran una mezcla…
Negó con la cabeza bien sabia ella que no debía preguntar, dejo escapar un
suspiro cansado enfocando a la chica divertida “noche arruinada, aunque ella
seguía siendo exquisita” - Idiotas todos - dijo sonriendo uno no se involucra si
se quiere dar solo un revolcón Amara, se reprendió a sí misma - porque no solo
eres molto bela aquí - dijo moviendo las manos señalando su cuerpo - sino aquí
también - señalando su corazón - y muy desesperante también - escucho la risa
divertida.
-Amara- escucho su nombre por lo que cerró los ojos disfrutando del sonido
terso y suave - tú también eres molto desesperante - abrió un ojo soltando un
gruñido de molestia- no sabes perder - se incorporo mirando a la joven- e vero…
-¿Yo?- soltó la risa irónica - lo dice la que tiene un condición física precaria, no
sabe hacer la mitad de lo que le enseño e insiste en aseverar que me ganara -
dejo escapar con seriedad - ahora que lo pienso ¿No te hace daño?
-Es porque eres una italianita delicada Tory - dijo seria - y ya sé porque - agregó
_ así que no más de veinte minutos cuando hagamos una actividad física nueva -
noto el gesto de desagrado en el rostro.
-No… por eso no dije nada… no quiero que me trates diferente io soy io… estoy
bien oi… soy sana - la vio llevarse la mano al pecho - y puedo hacer mil cosas, pero
io necesito que me dejan de tratar como si me fuera a romper y tu… tu…. lo
haces, tú te ríes, te burlas… tu me presionas, tú me tratas como si fuera normal,
io ahora soy normal….
-Siempre lo fuiste - se puso de pie ubicando las manos en los hombros con
suavidad - una hermosa y normal chica - dejo escapar quedamente mordiéndose
el labio - muy, muy hermosa….pero debemos cuidar tu corazón nuevo - ubico una
mano con cuidado sobre el pecho izquierdo - para que siga latiendo fuerte y
acostumbrarlo a ti - agregó - iremos despacio Tory… primero veinte minutos,
luego treinta y así…. Al final quizás digo casi milagrosamente puede que me
ganes…
-Amara- sintió como se abrazaban a ella con delicadeza por lo que correspondió
el gesto envolviéndola en sus brazos antes de impulsarse y cargarla divertida al
sentir como se pegaban a su cuello, generando que su piel en pleno se erizara- io
no estaré tanto tiempo - detuvo sus pasos al escuchar aquello- solo tengo dos
meses.
-¿Por qué nadie lo sabe?- escucho la pregunta esbozando una sonrisa entre triste
y cansada antes de girarse apoyándose en el volante.
Observo la sonrisa algo cansada antes de disponerse a arrancar el auto, pero una
mano detuvo todo su movimiento al envolver la suya guiándola hacia unos labios
cálidos que le obsequiaban una cariñosa caricia que le genero un profundo sonrojo
al ver la infinidad del cielo en una clara mañana reflejada en los ojos de Victoria
– Arian- sonrió tontamente al escuchar su nombre - vamos a casa - asintió
acariciando el mentón con delicadeza antes de disponerse a conducir.
-Deja de mirarme el trasero - le escucho decir por lo que sonrió de medio lado
pegándose más a ella en el sofá - ¿Qué?
-No es mi culpa que este como para comérselo - sintió el golpe del cojín divertida
en la cara antes de tomarlo y regresarlo para tirar de las piernas desnudas
acariciándolas llevándose con ello una mirada de sorpresa - debería tener una
mujer desnuda en mi cama – admitió - pero mi cama está invadida y solo te tengo
a ti - observo la mirada de reproche - que no estás desnuda, pero al menos
déjame darle gusto a mis manos con tus lindas piernas, escucho la risa antes que
un pie empujara su cara haciéndola reír - oye tú… Evelyn - sintió la presión en la
mejilla intentando apartarla tomando la planta y haciendo cosquillas para que el
otro pie contraatacara sus costillas- espera…
-Además no me puedo desnudar - agregaron entre risas - los niños ocupan la cama
y no pienso hacerlo en el sofá - mordió la pantorrilla arrancando un grito de su
acompañante antes de cambiar la posición generando que las piernas enredaran
sus caderas mientras dejaba caer su peso de lleno sobre ella generando que las
risas cesaran - hace calor…
-Mucho- dejo escapar mirándola con intensidad - el verano tiende a ser muy
caliente - acaricio las piernas notando como se mordían el labio delante de ella
por lo que sonrió encantada - y la tela del sofá no ayuda… y tu eres heterosexual
- dejo escapar un suspiro dejando caer la cabeza sobre el pecho con suavidad.
-Si es verdad - rió quedamente antes de sentir las caricias sobre su cabello -
con todas menos contigo - se incorporo mirándola con sorpresa - digamos que me
remueves el libido, mucho - percibió las caricias sobre su espalda sonriendo para
dejar caer su caderas con suavidad recibiendo por respuesta un gemido ahogado
- pero si hacemos algo, violaremos las reglas…. Las tuyas y las mías - rió
bajamente empezando a besar el cuello - y los niños…
-Es malo tener hijos en momentos así - admitió mordiendo el mentón con
delicadeza - pero podemos ser silenciosas y te puedo regalar el mejor sexo de
tu vida este verano…
-Me tendrías que dar sexo todo el verano - escucho que le decían_ luego puedes
irte con quien quieras, o dormir con otras… solo déjame agotada al terminar -
escucho otro gemido ahogado por lo que volvió a deslizarse por el cuerpo
suavemente.
-Ya voy mi amor - le escucho decir antes de recibir un beso en la frente - niños…
te lo dije - le afirmaron - ¿Me esperas?
Se giro enfocando el techo recordando vagamente las palabras de una tía suya,
esa que todos decían que estaba loca pero ella escuchaba con la fascinación con
la que solo un niño puede escuchar, palabras que hablaban de un amor perdido y
la causa de su tortura acompañada de aquella palabras “busca en todos los
brazos y cuando encuentres unos brazos que no quieras soltar, sabrás que
estas en casa… porque al final a ti también te esperaban, a final todos
queremos descansar un poco de esta vida… al final pequeña… al final solo
esos brazos importaran aunque tengas mil mas…. Siempre los recordaras….
Porque todos venimos del mismo lugar, sin importar el tiempo, el espacio y los
sueños… todos buscamos estar en un único sitio, y ese sitio solo lo encuentras
cuando esté está lleno… de amor… amor Karina…… por la vida, los sueños y la
persona ideal”.
Rio suavemente su tía la que estaba loca, juraría ella tenía más sabiduría que mil
personas juntas en la punta de sus dedos, en sus ojos cálidos y tristes, paso su
mano por detrás de su cabeza moviendo una pierna con suavidad para sonreír
levemente mientras enfocaba el televisor en donde el documental había muerto
dejando el espacio musical sonando, miro su departamento levemente ¿Puede
cambiar un hogar?, sus oídos captaron una protesta al final del pasillo, claro que
sí… porque el hogar lo formaban las persona que en el estaban, lo transformaban
y lo hacían crecer o lo podían destruir, y ella disfrutaba de todo de cada giro de
la vida, de cada sorpresa inesperada en ella, de cada cuerpo que se le ofrecía
gentil, rio con más fuerza y ahora estaba aterrada… pero… del miedo también se
disfruta, ladeo la cabeza enfocando las piernas desnudas que invadían su visión
porque el miedo es signo del cambio y el cambio siempre es un reto enriquecedor
y fascinante….
Estiro las manos aferrando las piernas para que el peso regresara con ella al sofá
mientras la risa resonaba en sus oídos, aparto los mechones delicadamente para
sonreír porque de verdad estaba aterrada – Karina - cerró los ojos al escuchar
su nombre - los niños pueden despertar_ le dijeron por lo que rio levemente.
-Cosas… cosas- dijo abrazándola con suavidad - cosas por las que me tendré que
empezar a preocupar- - por lo menos durante este verano…
-Durante este verano yo solo me preocupare por ti- escucho que le decían porque
de verdad esa mujer era Evelyn Rodríguez…..y ciertamente era
abrumadoramente inexplicable.
El Jefe de la Policía era un hombre paciente pero que su colega lo hubiera llamado
diciéndole que el alcalde había organizado una demostración de emergencia de la
policía turística a las 2 de la mañana con todo la prensa era algo que no podía ni
quería manejar, encontró al culpable del circo rodeado de financieros diciendo
estupideces tales como “comprobar la eficiencia de sus elementos” enfoco a los
oficiales enfundados en su ropa de practica algunos mas agotados que otros y
era obvio que eso era perjudicial para el operativo del día siguiente.
El campo de prácticas había sido modificado y en ese momento todos los ojos
estaban centrados en los dos elementos de la sección K9 al pie de la línea de
salida, cosa que esperaba evitar a toda costa sobre todo observando la sudadera
que decía Savedra tirada en el piso y a la chica en top con una cara que mezclaba
la ira, la humillación y el frío que probablemente sentía - Savedra ven acá y ponte
la sudadera - le grito a la joven que se giro asintiendo al parecer aliviada
encaminándose hacia su sudadera mientras el enfocaba al alcalde con molestia y
el hombre desviaba la vista hacia sus amigos que se comían a la joven con la
mirada que por inercia se cubrió con la sudadera los pechos antes de darles la
espalda ubicándosela y llevándose con ello varios chiflidos molestos de
inversionistas y espectadores- vete a casa Vanessa - dejo escapar con suavidad.
-Como todo Savedra- dejo escapar con frialdad - y no veo a los gemelos aquí-
agregó notando el mohín de desagrado del alcalde - en todo caso supongo que ya
han visto suficiente- reparando de nuevo en el estado de evidente cansancio de
todos sus efectivos.
-Eso debo decidirlo yo- le respondieron con prepotencia- en todo caso era
necesario que ella se sacara la sudadera para poder sortear los obstáculos, si es
lo que te molesta Marcus.
No veo que los otros chicos o chicas se las sacaran- vio al hombre levantar el
labio superior con molestia- solo la vi a ella con frio, empapada y con barro sobre
la piel- agrego serio- no me busques te lo advierto- agrego girándose para
envolver a Vanessa en sus brazos- y tienes razón es mi favorita, así que no lo
olvides- agrego antes que el resto de los elementos de la policía formaran un
muro ante él- y más te vale darnos un aumento no querrás un huelga- agrego
encaminándose fuera del campo con seguridad.
-No quiero morder más de lo que puedo manejar y creo que ya lo hice - le
respondió - ya la viste, como querías… así que déjame en paz - Víctor sonrió
viendo al hombre alejarse como si nada, claro que la vio…
Frío ¿No se suponía que el verano era caliente?, se cuestiono a sí misma mientras
enfocaba la taza de té casi hirviendo delante suyo - Gracias Tío - dejo escapar
con suavidad mientras el Jefe de la Policía, el hermano de su madre la enfocaba
con aprensión.
-Ese hijo de puta- le escucho decir con enfado- cuando me entere vine a
buscarte, debiste llamarme osita- rió por la bajo al escuchar aquel mote- estuve
por castrar al maldito ese y todos su amigotes- escucho el golpe en la mesa y
como su taza se movía amenazando con derramar el liquido. ¿Te sientes mal?- le
negó suavemente observando los ojos tan oscuros como los suyos ardiendo de
ira.
-No pasa nada- le dijo percibiendo la calidez del té en sus frías manos- solo no
le digas a Clarisse ella si lo castraría- rió suavemente antes de sentir las caricias
cariñosas en su cabello- no paso nada tío, aparte del frío … ya sabes chica fuerte-
agregó.
Ella conocía a Víctor y el desconocimiento era un arma con un filo que no deseaba
sentir, debía cuidar a Vanessa de él y su luna de miel debía acabar para que fuera
la persona adulta y responsable que deseaba para eso debía en palabras de su
padre “aplastar a los insectos”, se giro enfocando el celular debía llamar a
Georgina y embarrarla hasta los codos no tenía opción, de frente y con franqueza
como le decía su abuelo, aunque consideraba que tampoco eran horas pero él
jodido valor no tenia horarios ¿verdad?.
-No- respondió con tranquilidad jugueteando con aquellos dedos que adoraba -
solo un poco más - agregó quedamente - solo un poco más…
-Me dijiste eso hace una hora querida- sonrió al escuchar el querida abrazándose
más a la rubia- pero se hará como dices.
-Y enorme a la vez- escucho la risa ahogada- lo sé… y sin sexo- rió al escuchar
aquello divertida- y tu no le creías a tu amor.
-No- beso el cuello despacio- porque mi amor a veces dice mucha tontería- sintió
el suave codazo, por lo que la abrazo con más fuerza- No tendremos sexo
¿entiendes eso?- vio como le asentían suavemente- es irónico que sea yo la que
quiera tiempo ahora…
-Eres virgen y estas asustada- le dio un fuerte empujón escuchando una queja-
anda Andy, no te hare nada que no quieras - escucho el tono entre seductor y
oscuro lanzando un preciso almohadazo a Stefani que ya estaba alejada de ella-
te prometo ser delicada y dulce- lanzo otra almohada entre molesta y divertida
- y evitar que grites - escucho el grito de Stefani cuando ella se levanto con afán
de perseguirla -NO ME MATES ¡SOY TU NOVIA!
-No eres mi novia- dijo con seriedad provocando que todo movimiento de Stefani
se detuviera- eres mucho más que eso - se acerco despacio a la joven que estaba
estática mirándola - eres el amor de mi vida, mi mujer, la madre de mis hijos y….
una idiota - descargando un fuerte almohazado que mando las plumas que
contenía la almohada a volar antes de que le dieran un fuerte empujón que
provoco que estallara en risas al sentir el cuerpo de la rubia sobre ella
atormentándola con unas viles cosquillas.
-Te amo- le escucho decir suavemente aun en medio de las risas y la lluvia de
plumas, no era difícil para ella asegurar que si la felicidad existía sin duda se
sentía como aquello, las personas vivían sus vidas intentado plasmar la felicidad
en palabras, pero en ocasiones las palabras sobraban…. Porque la felicidad para
ella no se definía en palabras sino en incontables momentos como ese que
guardaría eternamente en su corazón.
Nos llevan de nuevo al punto muerto en todo el asunto, y los cargos a levantarse
como utilización inadecuada de las Técnicas S, nadie levantara cargos apreciamos
nuestras existencias, pero este panorama desolador nos hace surgir otra
pregunta ¿Por qué el Sujeto Italiano V?, de toda mujer o hombre del universo
¿Por qué una que en apariencia es mas hueca que un coco?, no deseamos juzgar
al Sujeto Italiano V sin embargo es obvio que no es el tipo de chica o chico
inteligente de los que la Subcomandante A gusta o gusto en su tiempo, en
realidad esa joven es callada en extremo a menos que sea para competir y gritar
algo inexplicable en italiano.
Intentamos plasmar en este documento las dudas que nos surgen alrededor de
este inexplicable asunto porque nos basta por ver por la ventana para ver a
nuestra amada cuñada sonriendo de una manera que no sonríe desde la muerte
nuestro hermano ¿Tenemos miedo?, negarlo sería realmente cobarde, tememos
que cometa un error, o que por una “calentura” acabe con más dolor dentro de
ella...
Desearíamos cerrar este informe con humor pero nos es imposible, porque acaba
de adquirir un contexto preocupante que hace a nuestros corazones encogerse
ansiosos, preocupados por el de ella, es lo único que queda de nuestro hermano y
parece estar involucrándose con alguien no apto para ella, no queremos quitar
meritos… pero no son una pareja ideal, ni siquiera se acercan… y el corazón de
nuestra Subcomandante ciertamente esta negado a alguien más que a nuestro
hermano…
Y fue cuando Clarisse comprendió que en ese momento cualquier palabra estaba
sobrando.
NO ME OLVIDES
Capítulo 32
EN SILENCIO…
La calidez matutina envolvía todo mientras las risas infantiles empezaban a llenar
la casa de alegres pasos, Elena descendió en compañía de su esposo con el fin de
desayunar descendía con alegría las escaleras en parte porque sentía que las
nauseas que disimulaba y los mareos se estaban marchando lo que la obligaría a
tener que… su boca se abrió levemente al ver a Stefani abrazada al pie de la
escalera a Andrea, pero más allá de aquella acción le sorprendía la suavidad de
los gestos, la discreción de la conversación que entablaban porque era claro que
allí había algo diferente.
Con suerte y no tendría que esperar tanto, estaba por bajar de nuevo en el
momento que Vittoria paso moviendo su raqueta de derecha a izquierda con
bastante emoción lo que le recordaba otro asunto importante, porque habían
formas de bailar y la de la otra noche no entraba dentro de las decentes dirigió
su mirada más pesada para ver la raqueta dejar de agitarse generando que el
inmenso cielo de los ojos de Victoria la enfocara – Buongiorno - negó con la
cabeza notando el gesto de desconocimiento - ¿che cosa?.
-No lo son- ladeo la cabeza viendo como le dedicaban una profunda observación
a la raqueta, desentendiéndose de ella- No lo son…- le repitieron con una
suavidad que la abrumo estaba por bajar las escaleras cuando Amara apareció
dándole un empujón a su prima también con una raqueta en la mano.
-Anda Elena era una bar, un baile y estaba atestado de gente… ¿Nunca has
bailado así antes?- desvió los ojos levemente- además solo nos divertíamos no le
veo nada malo… Victoria no se sintió incomoda porque en dado caso me lo hubiera
dicho.
-Lo sé- dejo escapar quedamente - es solo que si no se llevan bien pues…
-Espera- enfoco a Amara con sorpresa - somos competitivas eso no quiere decir
que no la soporte - escucho la risa suave - la italiana ya sabe que tenemos un
trato cordial y tu también - termino de descender la escalera para alzar el
mentón enfocando con intensidad a Amara, mientras juraría sentía la mirada
preocupada de su prima sobre ella pero esa condenada de Amara no desvió sus
ojos para nada como buena Savedra que era - Algo más - esa frase sin duda había
sonado algo molesta - Porque vamos a jugar tenis después de desayunar.
-Amara- Victtoria llamo con suavidad a su futura rival que la ignoro de lleno para
continuar subiendo las escaleras_ Amara- llamo de nuevo con preocupación -
Arian- la mención del nombre genero que Amara se detuviera del todo a medio
pasillo del piso donde estaba sola - Nuestro juego…- movió la raqueta intentando
esbozar una sonrisa inocente.
-Tengo trabajo- tomo la mano con más firmeza al sentir que se intentaban soltar
de la suya, era una tontería lo sabía, Amara era un mujer viuda, que estuvo casada
con un hombre maravilloso, acaricio la palma con suavidad, en su vida algo que
siempre supo hacer era dejar ir las cosas, toda ilusión de practicar un deporte
o tener una vida normal la dejo ir… incluso ahora seguía dejando ir cosas,
entonces ¿Por qué le costaba tanto dejar ir aquella mano? Bajo el rostro
soltándola del todo.
-Va Bene- dejo escapar con suavidad dándole la raqueta para girarse con toda la
dignidad que le era posible aparentar, ¿Cómo era posible que la vida cambiara en
un instante?, en la madrugada estaba feliz muerta de frío nadando en la piscina
y ahora ni siquiera querían verla…. El firme apretón en la muñeca la hizo
detenerse en seco para enfocar a Arian que simplemente miraba hacia otra
parte.
-Te dije que tenía trabajo… no que te fueras…- la miro con sorpresa- tengo un
libro interesante y si quieres puedes leerlo mientras trabajo y…- escucho la
pausa- olvídalo…
-No- sintió como soltaban su muñeca por lo que tomo la mano con firmeza- io
tengo molto sueño- algo avergonzada- tu trabajas io duermo- noto como le
asentían con suavidad por lo que tiro de ella sonriendo hacia la habitación-
Arian…- la llamo quedamente- día en casa…
La habitación de Arian era por mucho algo que Vittoria no esperaba, por la forma
que proyectaba simplemente esperaba algo más ordenado no aquel caos de
papeles distribuidos por la cama, la ropa sin desempacar, la laptop abierta sobre
el escritorio y la taza de café frío a su lado ¿Dónde dormía? Enfoco la manta
tirada en el piso con algo de sorpresa antes de mirar a Arian recogiendo los
papeles de la cama ¿Por qué dormía en el piso?
Se giro para ver como recogía los papeles de la cama dándoles perfecto orden
en minutos- Ya casi te puedes recostar- le escucho decir con suavidad
ubicándolos en el escritorio de cedro de la recamara que al parecer había sido
reubicado justo al frente de la ventana- Disculpa el desorden he estado algo
atrasada con el trabajo.
-Tu dormitas allá- le dijo señalando con pereza el suelo- io tengo sueño.
-Se dice “tu duermes”, Tory… quítate los zapatos- el tono serio hizo que se
aferrara más a su almohada antes de sentir como tiraban de su pierna por lo que
dio un grito divertido- anda eres una niña cuando quieres…
-No quiero- estiro la pierna escuchando un suave auch antes que el cuerpo callera
de lleno sobre el suyo provocando que los ojos tormenta le miraran fijamente,
casi juraría que un destello de travesura rompió el cielo gris que los encerraba,
acaricio la mejilla con suavidad- ¿Por qué duermes en el suelo?- el tono cambio
levemente mientras sentía el peso agradable sobre su cuerpo.
-De niña con mi madre, dormía en el suelo siempre, ceras, escaleras, edificios
viejos… en el suelo- sonrió al sentir como Arian simplemente se dejaba caer
levemente refugiando su rostro en el hueco entre su cuello y el hombro- el
psicólogo del orfelinato decía que dormía en el suelo porque no quería dejarla ir…
-Las mejores camas de los hospitales- dejo escapar divertida- algunas más duras
que otras, pero a como avanzo mi padecimiento se volvieron más suaves…. Y en
cuanto hacer el amor, no podía porque primero no tenia con quien y segundo no
me fuera a dar un infarto- rió quedamente- tuve el primero a los seis años, así
que no tuve una niñez o adolescencia normal- escucho un suave suspiro sobre su
hombro- ya sabes no bailes, no graduaciones, no deportes o paseos… no amor, no
matrimonio- dejo escapar con suavidad- no sexo.
-Eso era antes- sintió como se separaban levemente de ella- ahora tienes un
corazón nuevo, una vida por delante y podrás tener amor, matrimonio y sexo claro
no necesariamente en ese orden- rió suavemente ante la tranquilidad con que le
miraban- ya habrá un chico afortunado- arrugo la nariz al escuchar aquello- ¿Y
ese gestecito?
-Es interesante- observo el rostro apoyado sobre la mano derecha con interés-
tu corazón antes no te dejaba vivir ¿cierto?- asintió quedamente- ahora estas
sana y fuerte entonces ¿Por qué no te permites vivir?- parpadeo confundida-
Victoria tu mejor que nadie eres capaz de comprender lo valiosa que es la vida,
entonces deberías luchar por lo que quieres- la miro algo sorprendía- Tory
disfrútala y que lo demás no importe- la vio levantarse con tranquilidad- zapatos
fuera… hablo enserio.
-Si- sonrió sacándose los zapatos para abrazar la almohada enfocando la espalda
a pasos de ella con una enorme sonrisa en los labios mientras sus ojos se sentían
pesados… “vivir su vida, sonaba muy agradable”.
-Descansa….
Se irguió observando pasar a varios niños saludando por lo que regreso el saludo
a su vez relajándose un poco antes de regresar a la pregunta de rigor ¿Por qué
Herendira no le respondió el teléfono?.... ¿Por qué todos la querían casada?, ladeo
al cabeza al parecer su tío estaba convencido que se iba casar, eso era culpa de
Virginia sin duda… la misma idiota que le dejo ese estúpido regalo de bodas,
gracias al cielo regreso antes que Herendira a casa… ¿Pensar en boda era ir muy
rápido o no?, la chica aun las definía como amantes, tampoco ella hizo algo para
que pensara diferente pero amor y matrimonio eran palabras muy grandes… se
acomodo la boina algo incomoda, sin duda ella venia brincándose pasos con
Herendira.
La cosa era ¿Por qué todos la querían casada con Herendira?, es decir novias
había tenido antes y nunca se puso nadie a insistir con el matrimonio, pero ahora
hasta los idiotas de los gemelos la habían molestado con ello- Estúpidos gemelos-
murmuro quedamente. El ruido del micrófono fuera de sintonía resonó en sus
oídos generando que volteara a ver a un hombre mayor que la enfocaba fijamente.
-Oficial- escucho que le decía por lo que bajo levemente su boina a modo de
saludo antes de regresar su atención al sitio que vigilaba- parece muy ocupada-
asintió suavemente- que silenciosa es usted- noto al hombre impedir su campo
visual del todo.
-Vamos Señorita los dos sabemos que usted es un adorno más- apretó el puño al
escuchar aquello- no una policía de verdad- se giro a enfocarlo recordaba
perfectamente el gesto libidinoso la noche anterior en aquel rostro- así que
relájese.
-Soy Víctor Villafiel- le aclararon sin lograr que su rostro se inmutara siquiera-
debería medir su lengua jovencita.
-Yo soy Vanessa Savedra- respondió con sequedad- y usted es quien debería
medir su lengua… después de todo soy una representante de la ley y el orden- le
afirmo lanzándole una mirada asesina que el hombre evadió dándose la vuelta en
el acto- y no le tengo miedo a nada- susurro por lo bajo antes de regresar su
mirada a sitio que vigilaba.
Las risas resonaban en sus oídos con fuerza, a la vez que un suave regaño cada
tanto observaba los delgados bracitos extendidos como si de un vuelo se tratara
y cada tanto los cabellos idénticos a los de Evelyn girar alrededor suyo con
diversión -Alison me estas mareando- rió suavemente al escuchar la voz de
Evelyn algo insegura.
Paseo su mirada por el lugar cualquiera pensaría que no habría tanta gente en la
ciudad en esa época del año, pero por la actividad estaba claro que ese año era
algo diferente observo varios policías pasearse por la zona, eran bastantes
incluso diría ella que algo exagerados porque cada nada se topaba alguno y había
varios quietos vigilando, parecía que esperaran un atentado. Estiro la mano
tomando la de Evelyn antes de acercarla con fuerza a su cuerpo- Vamos a otro
sitio- le dijo quedamente.
-Le prometimos a los niños traerlos aquí- negó con la cabeza suavemente
enfocando a Alison y Raúl que miraban todo emocionados- demasiados policías-
observo como Evelyn giraba y analizaba como ella aquella situación, la vio estirar
la mano atrapando a sus hijos- Cualquiera diría que esperan un atentado- dejo
escapar con suavidad ignorando las protestas de los niños.
-Me tienes algo distraída- desvió los ojos incomoda ante aquel comentario, era
verdad Evelyn no era la única distraída en parte porque se moría por tenerla
desnuda en su cama pero con dos niños de por medio cada que deseaba besarla
se veían interrumpidas por alguno o por alguna travesura y la verdad empezaba
a desesperarse- no hagas esa cara- enfoco el rostro divertido- mi casa estará
habitable pronto y me podrás demostrar de que tanto presumes.
-Hace calor o ¿soy yo?- rió con fuerza al ver los ojos entre deseosos y divertidos
- Pero bueno lo del calor lo resolvemos luego, ahora me preocupa tanto policía-
miro alrededor con algo de tensión escuchando las protestas de Alison ante el
agarre de su madre.
-Ya niños- observo como ambos pares de ojos la enfocaban con interés- vamos a
ir al balneario mejor, muero de calor- observo los ojos iluminarse con alegría-
total que es un día más metidos en la piscina… y aquí hay demasiada gente- hizo
un gesto en extremo pensativo llamando aun más la atención de los niños- eso
quiere decir que el balneario debe estar vacío- escucho los gritos de alegría
mientras ambos niños tiraban de Evelyn instándola a regresar sobre sus pasos.
-Espero que no pase nada malo- le escucho decir- lo último que quiero es que
nuestras vacaciones se vean interrumpidas por un estúpido atentado- le afirmo.
-No quiero tener que hacerle autopsia contra tiempo a más de veinte cadáveres-
soltó un suspiro algo pesado - además el único cuerpo que quiero examinar
francamente es el tuyo.
-Querida… estoy en plena disposición de ello- sonrió mirando con descaro el
suave movimiento del trasero… sin duda examinar el cuerpo de Evelyn se
convertirá en el evento del año para ella.
-Perdona estoy algo nerviosa- escucho la risa suave_ fui poco precisa anoche- la
vio tomar aire con fuerza antes de empezar a relatarle una serie de sucesos que
escuchaba con atención y que se vieron interrumpidos solo por el café caliente,
pero un nombre estaba enclavado en toda esa historia Vanessa Savedra, notaba
los cambios de expresión en el rostro de su hermana, la determinación que no
conocía en su voz y el creciente enfado al referirse a su padre_ No quiero que
la lastime, porque la amo…
-Comprendo- trago grueso unos instantes- ¿Con que chicas eh?- rió algo nerviosa
- eso explica muchas cosas- noto el intenso sonrojo por lo que rio abiertamente
eliminando sus nervios iníciales- teniendo en cuenta el tiempo que no nos hemos
comunicado has hecho bastante, casi puedo decir que tienes un familia propia-
suspiro con pesadez mirando a la entrada- pero hay cosas que debo decirte yo
también…- detuvo sus palabras al ver los cabellos rojos de su madre ingresar por
la puerta enfocando el rostro preocupado de su hermana- no te enfades- dejo
escapar quedamente observando la mirada confundida- escúchala por favor….
-Claro que si- enfoco el rostro enfadado de Herendira- ¿Cómo te atreves a venir
a dar la cara ahora?- dio un suspiro notado la cara de seriedad de su madre y
llevándose las manos a las sienes por instinto- No sé qué pretendes Sasha-
escucho el tono despectivo encogiéndose en su silla- pero no resultara…
-¿Es una broma?- abrió los ojos enfocando los verdes intensos de Herendira
fijos en ella con ira- Esta mujer nos abandono y tú te dejas tocar como si nada-
escuchaba el dolor en el tono de aquella voz, era normal, era su derecho
Herendira era pequeña cuando su madre se marcho, literalmente la abandono en
las manos de Víctor y él le había recalcado que era su culpa que su madre se
marchara…. Georgina suspiro lo de Herendira no era rabia era un profundo dolor-
Vine hasta aquí para decirte algo Georgi y tu montas este circo… con esta mujer
como la atracción principal.
-No le hables así a tu hermana- miro a su madre con sorpresa- si tienes rabia,
ira y dolor dentro tuyo… dirígelos a mí porque yo los genere pero a tu hermana
no te atrevas a reprocharle nada_ observo el duelo de miradas por infinitos
segundos_ vine a hablar contigo nada más a dejar en claro mi verdad y mis
razones… no las que tu padre te dijo, las mías.
-Tienes una voz muy bonita-miro sorprendida a su madre quizás tan sorprendida
como su hermana lo hacía- y se te arruga acá- vio como le señalaba la frente-
como a mí cuando te enfadas- vio a Sasha bajar la cabeza como tomando aire-
aunque la mirada es lo que más me sorprende es idéntica a la mía- enfoco
finalmente a Herendira notando las lágrimas bajando de forma silenciosa por sus
mejillas- quería llamar pero no debía, quería tanto - vio a su madre apretar los
puños con ira- tanto sacarte de allí…. Pero no podía… me conforme durante años
con saber que donde ibas de vacaciones- escucho la voz de Sasha quebrarse- con
saber que cuando te caíste de la bici y te rompiste el brazo tu abuelo te cuido,
con entender que el día de tu graduación el viejo testarudo te llevo a cenar…
-Si… ese día llore mucho- escucho a su madre- porque mi pequeña contesto- la
vio hacer una pausa- tu abuelito siempre tuvo comunicación conmigo, así que sabía
que estarías en su casa el día de tu cumpleaños con Miguel y Georgi- escucho la
respiración pesada al parecer su madre hacia un esfuerzo sobrehumano por no
perder la compostura- podía llamarte, pero no hablarte, era el trato con tu
abuelito…. Así que llame y contestaste… recuerdo que decías ¿Hola? ¿Diga?
¿Mami eres tú…? pero no podía contestarte… no debía… porque si lo hacía te
perdería para siempre…
-Pero te llamo- dejo escapar sin poder controlarlo notando como los ojos verdes
le miraban con sorpresa - mami te llamo- de nuevo - te llamo como esperabas,
quizás no te hablo pero te llamo, como me llamo a mí el día de mi boda sin
hablarme… - sintió sus ojos arder - aunque yo deseara escucharla tanto como
tú… ella llamo… no puedo imaginar que se siente llamar a alguien que amas y no
poder hablar…. -percibió algo cálido resbalar por su mejilla - mami llamo- repitió
con voz quebrada quedamente…
-Eso no es verdad- enfoco a su madre con sorpresa- tú no eras una carga, eras
una bendición- escucho a su madre hacer una nueva pausa- lo que paso entre tu
padre y yo no era algo que se pudiera controlar o algo de lo que tu inocencia
amada hija tuviera culpa alguna, tú no eras responsable más que como tus
hermanos de llenar mis días de alegría- la vio levantar la mano al predecir un
reproche de Herendira- me fui porque su padre me amenazo con lastimarlos, me
amenazo con hacer que me odiaran… me aseguro que nunca podría volver a verlos
y que más me valía desaparecer y nunca volver.
-¡Si éramos tan importante! ¿por qué te fuiste?- Georgina enfoco sorprendida
las lágrimas en el rostro de su hermana mientras Herendira tercamente
intentaba mantener la compostura- ¿Por qué si éramos tu vida…. Tu...?- escucho
la voz quebrarse del todo mientras un gemido dolorido era ahogado…
-Me dijo que…. Te lastimaría, porque eras como yo- escucho finalmente el llanto
de su madre- y eras tan pequeñita, tuve tanto miedo, le tenía tanto miedo… algo
estúpido e irracional de mi parte, porque olvide que eran mis niños… y si yo no se
lo permitía no podría tocarlos, pero en eso entonces no lo creía- observo como
Sasha se llevaba las manos al rostro intentando controlarse- no quería que mis
niños fueran lastimados… y yo preferí que me odiaran antes que eso, antes de
que….
-Yo...- escucho la voz quebrada- necesito pensar todo esto- escucho la silla de
Herendira al levantarse la joven- yo no puedo creerte…. Lo siento… pero prometo
pensar en lo que me dijiste- escucho el llanto de Sasha aumentar- no llores mami-
se sorprendió al escuchar aquello de boca de Herendira- yo no te odio- sintió
como su madre se separaba levemente de ella- Realmente no podría- escucho la
voz de su hermana quebrada en el llanto- los mejores recuerdos de mi infancia…
los únicos que realmente amo… Son en los que estás tú- la observo bajar la cabeza
para salir prácticamente corriendo del café en el que estaban, rogando al cielo
que la bondad de Herendira se impusiera ante todo lo que su padre con tanto
afán había cultivado en ella.
Escucho las palabras del alcalde con pereza, un desperdicio de día sin duda alguna
los discursos iban y venían, la banda toco sus canciones, las personas se
dispersaron terminada la actividad principal pero no por ello disminuyo el flujo,
la primera escaramuza de la tarde se presento sin mayor novedad, mientras el
día se escurría con rapidez por sus pupilas oscuras.
Rostros miles de rostros, los eventos así de agitados le generaban una inquietud
extraña al remover con intensidad sus recuerdos, esos donde su padre la cargaba
en hombros y ella le revolvía el cabello encantada, esos mismos recuerdos que
generaban que desde lo alto mirara la sonrisa de su madre mientras sus hermanos
caminaban delante dándose de empujones y riendo, en un día como aquel mucho
tiempo atrás.
Quizás por eso odiaba la música del carrusel y odiaba el maldito unicornio en lo
alto de él, quizás porque en el fondo le hacía recordar ese día, lo feliz que se
sentía y lo rápido que todo podía cambiar, movió la cabeza con suavidad
enfocando a un grupo de chicos que al parecer la miraban sin el menor recato,
escucho el gruñido de Tormenta por lo que la miro algo sorprendida por aquella
reacción, enfoco a los chicos de nuevo notando como conversaban con otro grupo
que al parecer se le había unido… más de diez pares de ojos enfocándola solo a
ella, el gruñido de su compañera aumento provocando que mostrara su hilera de
dientes mientras ella se llevaba la mano al hombro avisándole a los compañeros
en el perímetro.
-Chica lista- se giro al escuchar aquello apenas evadiendo el bate que casi le
conecta en la cabeza para soltar la correa de Tormenta que ataco a su agresor
en el acto, escucho los pasos a su espalda por lo que estiro la pierna hacia atrás
generando con ello un grito dolorido, volteo el brazo tomando su macana para dar
un golpe certero en la mandíbula de otro atacante al tiempo que veía pasar el
reflejo de la hilera de dientes de Tormenta atrapando a otro más -¡MALDITA
BRUJA!- giro de nuevo antes de sentir el primer golpe, con el eco de los gritos
a su alrededor, una patada conecto su estomago mientras intentaba mantenerse
en pie escucho un chillido dolorido de su compañera, eran demasiados… ella lo
sabía, pero no quería sacar el arma había demasiados civiles alrededor, se giro
haciendo un barrido con las piernas tumbando a dos más antes que tres fuertes
golpes en sus costados le hicieran quejarse con fuerza, vio un puño venir directo
a su rostro tomándolo en el aire antes de conectar una patada y dejar al tipo en
el suelo “¿Dónde demonios estaban los refuerzos?”.
-Esa pregunta sobra mi vida - sintió los brazos rodeando su cintura por lo que
cerró los ojos suavemente - sabes que mi moto es sagrada y ella se la llevo.
-Pero- la voz se escuchaba apagada al estar los labios pegados a su cuerpo - está
enamorada, sabes cómo es eso… te vuelve irracional.
-Yo te amo más- sonrió al escuchar aquello buscando otro beso en el acto -
podemos ir en automóvil donde quieras- escucho aquello en una pausa de besos
antes de hacer un enorme puchero - yo manejo - sonrió complacida - chantajista.
-Un poco si - dio un rodeo para ubicarse en el asiento del copiloto con completa
tranquilidad enfocando los cabellos castaños con interés - quería ir al mirador
de la zona este- escucho la risa divertida.
-Sí, pero las cosas están tensas por acá - dejo escapar enfocando los ojos cafés
profundos que le miraban al parecer curiosos - Elena esta en modo bruja
amargada_ dejo escapar notando el parpadeo de sorpresa- empezó esta mañana
y Arturo y yo preferimos escapar - admitió suavemente - no sé qué lo detono,
pero te juro que es peor que antes… - - le hice un comentario inocente sobre que
Vic era demasiado competitiva con Amara y me empezó a gritar de la nada…
-No sé… pero cuando dije “Amara” creí que perdería mi cabeza, grito el doble -
observo la ceja levantarse levemente - la sola mención del nombre la volvió loca.
-Es que Victoria es muy hermosa- vio el coche frenarse de pronto a medio camino
mientras la enfocaban con enfado- es un comentario- noto el bufido amenazante
que la hizo sonreír- eres una celosa.
-No lo soy, solo que no me agrada Victoria- escucho el tono agresivo al mencionar
el nombre- ojala y Amara la reviente cualquier día de estos en una de sus
competencias- sintió el arrancón del coche ahogando una risa- es toda encimosa
contigo… seguro y te ama y todo- Stefani ahogo la risa guardándose celosamente
el hecho de que Vic probablemente era la persona más heterosexual del mundo
a su criterio.
-Yo solo te amo a ti- dejo escapar quedamente sintiendo como Andrea tomaba
una de sus manos besándola brevemente.
-Cásate conmigo- la miro sorprendida del todo- no me mires así… yo… yo… estoy
hablando enserio, buscare un trabajo o dos para poder mantenerte y que sigas
estudiando, el departamento no es muy grande… total no es tan importante ser
doctora para mí y… bueno yo- la vio llevarse las manos a la chamarra antes de
sacar una caja que era algo grande para ser un anillo, la abrió sorprendida
enfocando un rosario de oro en ella- está lleno de todos los sentimientos que
tengo hacia ti y es con el que te pido que te cases conmigo.
-Si ya se- la vio golpear el volante con frustración- somos muy jóvenes, aun no
acabamos de estudiar y yo soy un desastre últimamente... pero no quiero
perderte… cásate conmigo, quiero hacerlo correctamente, sabes casarme, tener
mi luna de miel, una familia, es como mi madre me enseño, era como me gustaba
vivir, me agradaba pensar en eso porque lo pensaba todo contigo, y ahora se
disfrutar más de todo… quiero combinar lo que he aprendido y para eso te
necesito a mi lado… Rocky cásate conmigo…_ observo la gruesa lágrima resbalar
por la mejilla mientras la vista seguía fija en el camino.
-Ya mismo- parpadeo tragando grueso- conozco una capilla, revise ayer en
internet luego de que te quedaste dormida, nos casan de una… solo necesitamos
testigos, pero… pero… sino tenemos… ellos nos dan..Y yo… yo… sé que no es la
boda más romántica del mundo y…
-Te amo, lo demás no importa, detén el auto, por favor- espero a que Andrea se
estacionara un lado del camino mirándola con intensidad -me encantara ser
Almeira- dejo escapar con una media sonrisa.
-No- la miro con sorpresa de nuevo - no… me gusta más Del Valle… sonara bien
ya sabes cuando sea médico… Doctora Del Valle, además Almeira es el apellido
de mi padre… - asintió suavemente - te amo Rocky- percibió el beso cargado de
infinito cariño regresándolo con la misma intensidad.
-Prometo ser la mejor esposa del mundo- le escucho decir- trabajare mucho para
que no te falte nada- con seguridad- lo prometo.
-Uno no vive de amor Rocky, pero por eso tu no debes preocuparte- sonrió
suavemente, sabía que no debía preocuparse, desde que la conoció tenía claro
que Andrea era una persona centrada, aplicada y trabajadora, aunque ninguna
tuviera una centavo encima se casaría con ella sin pensarlo, porque su Andy nunca
rompía una promesa.
Veía alguna hoja caer arrancada de los árboles por el viento, aumento la velocidad
a la vez que su acompañante estirando la mano a punto de atrapar la ropa pero
fallando miserablemente en su intento, escuchaba la risa y cada tanto veía el
rostro asomarse entre los árboles con la luz de sol reflejada en los cabellos
negros, no supo cuando empezó a reír pero si entendió que eso de cazar a una
chica linda le agradaba mucho, estiro la mano de nuevo fallando- Se te acaba el
tiempo- dijo divertida al ver la velocidad de Tory disminuir levemente.
-No, es trampa- le escucho decir mientras la apretaba más- me quede sin aire-
rió con fuerza ante aquello- Arian no aprietes tanto- hizo lo contrario a la
petición escuchando un grito ahogado.
-Es tu castigo niña mala- se inclino levemente besando el cuello con cariño- mira
que empujar mi cabeza de esa manera tan brutal contra el escritorio cuando te
creía dormida como un angelito- escucho un suave suspiro.
-Te hable tres veces y no me hacías caso- puso atención a la protesta aflojando
el agarre y separándose- quería ir a jugar tenis pero ya estoy agotada- sonrió al
escuchar aquello.
-Pero a que fue más divertido- se separo del todo enfocando el rostro sonrojado
de Victoria antes de tomarla en brazos generando que se abrazaran con fuerza
a su cuello- Ya que me desconcentraste ¿Que quieres hacer?- dejo escapar
quedamente encaminándose de regreso a la casa de playa.
-Juguemos billar- escucho aquello sorprendida para asentir sin darle mucha
importancia al asunto, contra toda lógica se aseguro de entrar por donde nadie
la viera no deseaba mas miradas curiosas o en su defecto asesinas, subió las
escalera aun con Victoria en brazos directo a la sala de juegos para depositarla
con cuidado en el piso, mientras la joven corría en dirección a los tacos de billar
provocando que ella mirara con atención la falda de corta que utilizaba para jugar
tenis, antes de ver a la joven sopesando el peso de los tacos- io aposto..
-Se dice yo apuesto- le corrigió- y sabes que te ganare así que déjalo Tory -
escogió su taco mientras acomodaba las bolas_ mejor no apuestes nada porque
perderás todo- le afirmo notando la cara de enfado delante de ella.
-No es deporte- parpadeo al escuchar aquello- io a esto jogo molto bene- sonrió
al escuchar aquello acercándose a la joven hasta dejarla entre ella y la mesa- ia
se tienes molto miedo- dejo escapar una fuerte carcajada enfocando el rostro a
centímetros del suyo.
-De acuerdo diremos que ganamos después de jugar- tomando el taco para dar
el primer golpe, justo a la mitad del asunto cuando vio la bola blanca volar al
recibir un golpe en la base esquivando a la bola azul que se interponía en su camino
y dándole a la que debía ir a la buchada se dio cuenta que estaba oficialmente
jodida, porque nunca se le ocurrió pensar que si Victoria no hacia ejercicio físico,
gastaba su tiempo en otras cosas y entre esas otras cosas al parecer estaba el
billar- estúpido juego- dejo escapar quedamente enfocando los ojos cielo que le
miraban divertido- aun no termina- le con seriedad.
-En realidad si- levanto la ceja sorprendida al ver bola por bola entrar en el sitio
que le correspondía mientras tragaba grueso ante el despliegue de habilidad
delante de sus ojos y al notar que su cerebro se desconcentraba en el vano
intento de ver más allá de la corta falda de Victoria cada que se inclinada, se
reprendió a si misma cualquier idea sexual sobre la joven estaba cancelaba
oficialmente en el momento mismo que supo de su enfermedad, una cosa era
aprovecharse de una italiana idiota, otra cosa era aprovecharse de Victoria…
porque era mucho más que eso aunque en ese instante ella sintiera que era una
completa imbécil por la santa paliza que le estaba montando - último- la bola final
se perdió en la buchaca mientras ella daba un suspiro frustrado- io gano.
-Para una vez en tu vida que me ganas en algo- dejo escapar con altanería viendo
los ojos voltearse en blanco.
-Pero vinco- le afirmaron con seguridad por lo que movió la cabeza en signo de
no te entendí nada_ que io…. Ahhh gane eso_ bufo por lo bajo de nueva cuenta _
io quiero un…. Paseo y que te quedes qui una semana más.
-Ma que cosa, io gano io decido- se acerco a Tory lanzando el taco de billar al
suelo con molestia para empujar a la chica contra la mesa mirándola de manera
amenazante a lo que la joven respondió lanzando también su taco y mirándola_ io
no te tengo miedo, io gane.
NO ME OLVIDES
CAPITULO 32 parte. 2
-Va bene- noto como Tory acercaba su rostro al suyo con seriedad- no tienes
palabra - sintió la sangre hervir ante tal afirmación - eres una mujer sin palabra
alguna… - la miro con intensidad como era posible que esa chica le hiciera hervir
la sangre de aquella manera, y a la vez la excitara a niveles inimaginables de solo
ver la mirada encendida, intensa y desafiante que le dirigían - de ahora en
adelante recordare que tu Arian no tienes parábola - sintió el aliento sobre los
labios, si se seguía acercando así no se podría controlar - Arian… - escucho el
tono cambiar levemente por lo que enfoco los ojos respirando con agitación para
sentir el corazón en el pecho a punto de estallar.
Victoria sintió su cuerpo estriparse contra la mesa mientras las manos de Arian
se unían a sus labios sujetando sus caderas y dejándola sentada en pleno sobre
el borde de la misma, detenerla o apartarla cuando sintió el beso feroz y
devorador, era algo que ni siquiera cruzo por su mente al contrario se aferro a
ella con fuerza era consciente que no era algo que realmente pudiera controlar,
se dejo llevar de lleno por la pasión era como si en brazos de Arian el miedo
fuera algo que simplemente se desvanecía, podía sentir su corazón latiendo
fuerte, sano en su pecho uniéndose al ritmo del de Arian mientras la joven la
tomaba del trasero intentando pegarla aun mas a su cuerpo.
Percibió las manos cálidas delineando sus muslos para perderse bajo su falda
evitando la ropa del todo, mientras sentía los labios elásticos, eléctricos, tersos
y furiosos devorar su boca sin pausa alguna, podía seguir el camino de las manos
que se detuvieron al borde de su ropa interior por lo que dejo escapar un gemido
que se descargo de lleno en aquel beso encendido que le había hecho perder la
cordura, protesto levemente al perder el contacto de los labios mientras una
mano firme abarcaba su trasero levantándola levemente para empezar a
deshacerse de su ropa interior que acabo en el suelo sin saber ella como, sintió
como el cuerpo de Arian se volvía a ubicar entre sus piernas, lo que produjo que
su cuerpo finalmente reaccionara tirando de la blusa que la joven mujer llevaba
exponiendo parte del torso mientras sus bocas emprendían una nueva guerra y
sus piernas envolvían las caderas de su acompañante, era como si un huracán se
hubiera desatado dentro suyo y las nubes grises que lo envolvían eran los ojos
de Arian, que se abrían levemente revelándole el deseo que solo lograba incitarla
más, estaba rendida, entregada… lo supo desde que la vio ese día en la seguridad
de su balcón que esa mujer sería capaz de llevarse todo de ella, sin que siquiera
pudiera evitarlo.
Un fuerte gemido escapo de su garganta cuando las manos levantaron del todo
su falda, acariciando su vientre, sus caderas se movieron solas y fue cuando
escucho un murmullo ahogado “preciosa… no me puedo controlar”, percibió su
corazón latir más fuerte en su pecho “eres exquisita… yo… Victoria”, cerró los
ojos al ver los ojos tormenta cerrarse en plena disposición de besarla de nuevo
cuando escucho la puerta del salón y un grito ahogado que genero que Arian la
apretara contra su cuerpo semidesnudo cubriéndola del todo sin girarse –
Perdonen - escondió su rostro completamente avergonzada en el pecho
descubierto delante suyo, cayendo en cuenta finalmente de lo que estuvo a punto
de pasar.
Clarisse vio pasar a Rachel pálida del todo mientras una Amara con el cabello
desordenado y las mejillas sonrojadas corría detrás de ella llamándola, ladeo la
cabeza con extrañeza ante aquella bizarra escena mientras continuaba
caminando hacia uno de los salones de la casa con la única intención de ver el
noticiero de la tarde como era su costumbre.
“El ataque a las fuerzas policiales, parece ser parte de un nuevo acto de iniciación
en las pandillas de la zona, al parecer según las declaraciones de los implicados
dicha iniciación consiste en atacar a un agente de la ley y el orden de acuerdo a
la gravedad de la heridas que se le provoquen así será el rango dentro de la
pandilla, quedando patente que si el oficial muere el rango dentro de la
organización criminal será elevado. El Jefe de la Policía Turística que estaba a
cargo de la vigilancia del evento se mostro consternado ante los sucesos que se
presentaron esta mañana.
Según han informado nuestras fuentes la sobrina del Jefe de la Policía resulto...”
-Aaron llama al tío - escucho decir a Adrian con firmeza - abuela cálmate tal vez
a ella no le paso nada, mira estaba toda la policía allí…
-Tío- escucho el tono ahogado - ¿Tormenta? - observo los ojos negros idénticos
a los de su hermana que en paz descansaba llenos de preocupación mientras el
simplemente se llevaba la mano al saco para extraer el collar de él y tendérselo
viendo como la mano temblorosa lo tomaba con infinito pesar.
-Lo siento mucho - la cabeza negra le asintió mientras los cabellos ocultaban el
rostro y los dedos acariciaban con cuidado la correa de cuero - Cariño yo… -
percibió la vibración en el bolsillo sacando el móvil en el acto para responder
escuchando la voz preocupada de su sobrino para finalmente alejarse un poco
intentando tranquilizarlo.
-Me intentaron matar - le escucho decir con suavidad - pero Tormenta no los
dejo_ enfoco el collar vacío también algo manchado de sangre comprendiendo el
silente mensaje de aquello antes de enfocar las lágrimas que escapaban
silenciosamente de aquellos ojos que amaba paseándose lentamente por el
rostro, se acerco acariciando las mejillas con delicadeza para finalmente
dirigirse a la mano derecha desprendiendo con cuidado de ella el collar
ubicándolo en el descanso de la sala - me dispararon - enfoco la mirada turbada
por lo que con cuidado retiro la chaqueta y abrió el uniforme observando los
hematomas en el pecho y el abdomen, respiro profundo controlándose ponerse
histérica no ayudaría a tranquilizar a Vanessa.
-Todo está bien - tiro de ella con suavidad instándola a sentarme mientras la
dejaba sola unos instantes regresando con compresas que ubico con suavidad en
ambas zonas, observando el gesto profundamente dolorido a pesar de la ausencia
en aquellos ojos- ya estoy aquí mi vida - arrugo el entrecejo preocupada por la
heridas delante de ella, suponía que su mujer había ido al hospital pero al revisar
la ropa noto la ausencia de medicación por lo que se mordió el labio nerviosa, se
levanto extrayendo el chip de su celular para ubicarlo en el de Vanessa buscando
el número - Georgi necesito ayuda - murmuró suavemente.
El médico examino las heridas de la joven mujer delante de él, notando los ojos
algo idos antes de presionar suavemente el pecho obteniendo por respuesta que
le sujetaran las manos con violencia - ¿Quién demonios es usted?.
-No se sienta usted mal cuando le quiebre el brazo_ noto como el hombre
palidecía - esta parte de mi cuerpo solo la puede tocar una persona…
-No seas pesado Rodrigo - escucho decir a la mujer con seriedad- discúlpalo a
veces es algo grosero - la miro unos instante antes de sentir la delicada caricia
sobre su tórax.
-No lo recuerdo - dejo escapar quedamente - solo quería llegar a casa es lo único
en lo que pensaba- parpadeo arrugando el entrecejo.
-Rodri - noto como la mujer tiraba de él fuera de la recamara por lo que enfoco
a Herendira respirando pesadamente.
-No vas a morir a los treinta- intento replicar pero las manos tomaron con
firmeza su rostro- no permitiré que mueras, porque tienes una vida para vivir a
mi lado- percibió la suave caricia en su rostro- tus padres murieron
protegiéndolos, tu hermano protegió a alguien y por ello se descuidaron- la
enfoco con seriedad- piensas que morirás a los treinta y cuando cumples esa
edad te preocupas por no morir y acabas pensando cada que vas a hacer tu
trabajo que morirás- trago grueso al escuchar aquello- y acabas muriendo…
-Herendira…
-No permitiré que mueras- percibió como tomaban sus manos con fuerza- porque
a los treinta señorita, usted será mi esposa- la miro con sorpresa- tendremos un
bebe y estaré esperando otro, quizás trabaje en algún restaurante y llegue a
casa temprano esperando que llegues tú… así que no puedes morir porque el bebé
y yo nos pondríamos muy tristes…- observo a Herendira hacer una pausa
mirándola con intensidad- borra eso de tu cabeza, borra esa tontería de morir…
hoy fue un mal día pero sigues aquí…. Mañana será mejor y seguirás aquí conmigo,
llenando mi vida del todo… te amo… te amo, no lo olvides… por un demonio Vanessa
eres el amor de mi vida, lo supe desde la primera vez que te vi en esa avenida…
y te juro que ninguna maldición o lo que sea te va a separar de mi- noto como
respiraban con pesadez- y si algún día nos separamos, estaré tranquila porque sé
que en algún lugar y en otro momento te encontrare…. Porque de verdad eres la
otra mitad de mi alma- noto las lágrimas deslizarse por el rostro de Herendira
antes de sentir como la joven limpiaba las suyas con suavidad- sintió como
rodeaban su cuello y acababa pegada al pecho de Herendira- ahora llora lo que
necesitas amor… todo lo que necesitas.
Las noticias hacían eco del desastre de aquella tarde mientras Sasha cortaba la
llamada mirando a su esposo con seriedad- Georgi dice que está bien- noto como
Eduardo se desordenaba el cabello pelirrojo levemente- parece ser que su novia
es policía y estaba involucrada en el tiroteo- le informo tomando asiento a su
lado.
-Me asuste mucho- escucho la voz queda- creí que luego de discutir contigo había
tenido un accidente o algo - vio la respiración profunda e incómoda- sabía que
sería complicado pero lo que me contaste me dejo perturbado… No sé que tanto
le dijo ese hombre a la pequeña, pero si te odia tanto a ti… ¿Entonces a mi?
-No me odia, solo estaba enfadada y dolida- enredo el cabello entre sus dedos
con cariño- me lo dijo antes de irse- acaricio la barba con suavidad- cuando sepa
de ti se enfadara mucho y luego… su buen corazón se encargara del resto.
-Es lo mejor, por cierto debido a lo de hoy casi te quedas sin modelo- parpadeo
sorprendida- disparos en el pecho y abdomen, sino no es por el chaleco- negó con
la cabeza ante aquello- está bien pero tendrá los moretones un tiempo por lo que
no es conveniente tomar fotos.
-Madre mía- encendió el televisor observando las noticias- todos dicen que es
una prueba de iniciación de pandillas- observo los rostros de los oficiales caídos
en televisión junto con el anuncio de los funerales de los mismos- mañana será
todo un espectáculo policial- vio al anunciador mostrando los rostros de los
detenidos.
-Confió en ti- dejo escapar sujetando las mejillas con firmeza- no confió en el
silencio que me arranco a mi esposo- vio los ojos grises de Amara abrirse de
golpe- al silencio que me arranco a mi hijo y su esposa- sintió como la chica
intentaba apartarse de sus cálidas manos- al silencio que me arranco a tu esposo-
escucho el gemido ahogado al tiempo que una lágrima se derramaba por aquella
mejilla.
-Abuela suéltala- escucho la voz de Aarón mientras miraba con fijeza los ojos
de Amara y las lágrimas continuar brotando de estos.
-Ella me entiende a la perfección por eso está llorando, porque estuvo en silencio
conmigo hasta que la llamada llego_ noto el gesto dolorido de Amara, observando
la mandíbula temblar levemente mientras la joven contenía el llanto- y es por eso
que aun no lo ha dejado ir del todo.
-Abuela- esta vez fue la voz de Adrián la que le llamo la atención no obstante se
negó a soltar el rostro dolorido frente a ella.
-Nona- aquella voz no la conocía lo que la desconcentro del todo antes de ver las
manos sujetar las suyas provocando que soltara a Amara y que la joven se
volteara en automático refugiándose en los brazos que pertenecían a aquellos
ojos cielo- prego- parpadeo notando como Amara temblaba entre aquellos
brazos- io misma iré a buscar a la sua nieta pero por favore no altere a Amara-
enfoco a Victoria, la mirada firme y decidida, ella conocía de memoria aquellas
miradas.
-Aquí dice Señoras Del Valle- dijo divertida- Andrea y Stefani Del Valle- agrego
escuchando a Andrea gritar con fuerza- Dice que eres Andrea del Valle- dijo
escuchando la risa aumentar- mi esposa _ agrego con suavidad.
-Y tú la mía- noto como la miraban brevemente con una sonrisa antes de estirar
su mano y acariciar el cuello delicadamente -y como eres mi esposa, deberé
buscar otro trabajo -parpadeo sorprendida - porque debo tener comida decente
en casa - vio el pecho inflarse con alegría - se que el apartamento es pequeño
pero podemos venderlo si quieres una casa y dar el enganche, hablare con Ted
para ver si tenemos más tocadas y…
-No lo venderás- dejo escapar- olvida Señora Del Valle- dijo con orgullo- que
estoy podrida en dinero.
-Ahora- noto la cabeza moverse con suavidad- cuando Arturo sepa que te casaste
con una muerta de hambre, y mujer encima puede que te desherede- parpadeo
arrugando el entrecejo “desheredar” , ¿De dónde sacaba la loca idea de que
Arturo tenía algún poder sobre su dinero?- pero ya pensé en todo antes de que
eso pase, no te preocupes voy a suspender medicina temporalmente para que
puedas terminar arquitectura- suspiro suavemente amaba a Andrea, esa
terriblemente centrada y responsable pero también esa Andreita con tanto
empuje por la vida, ya no se le veía apagada como en ocasiones, sino decidida y
parecía disfrutar hasta el último de sus respiros.
-Manejo mi parte desde que tengo doce- dijo divertida - así que ¿Cómo sería?,
viviremos en el departamento de tu madre porque solo somos las dos y si es
pequeño estaremos más juntitas - dijo sonriente - me gusta eso de que tu
compres la comida y tengas más trabajo, pero seguirás estudiando medicina me
encantara el sonido de Doctora Del Valle.
-Entonces yo…
-Si amor como firmaste este papelito, te acabas de volver inmensamente rica -
dejo escapar riendo con fuerza al ver la palidez en el rostro de Andrea y como
está al parecer intentaba encontrar algo de racionalidad en su mente - puedes
ser lo que quieras, tu cuidaras de mí y yo de ti- observo el acta con cariño antes
de extraer el rosario de su blusa mirándolo con intensidad.
-Yo, sigo pensando que Arturo me matara - acaricio las mejillas con absoluta
gentileza - sobre todo al ver que los testigos son unos completos desconocidos.
-Me gaste los ahorros de las últimas tocadas y una parte de la beca - la miro
perpleja - bueno pensé que si ya no iba a estudiar pues - noto como tragaba
grueso - quería darte un rosario bonito y perfecto, hacerte una cena romántica
para declararme pero me di cuenta que si yo… bueno… no me alcanzaba el dinero
- noto las manos apretar el volante al parecer con rabia - no me alcanzaba para
todo así…
-No importa - se recostó en ella brevemente - me encanto la boda, el juez fue
divertido – - ya sabes todo el discurso anterior sobre nuestra juventud hasta
que le enseñaste el dinero se quedo callado y nos dio el papel- estallo en risas
divertidas- a lo sumo mi hermano querrá que renovemos votos y cambiemos
testigos.
Era cuestión de dar con el precio indicado, miro el televisor de nuevo ya con más
desinterés en el momento en que su celular resonó con suavidad, respondió de
mala gana antes de esbozar una enorme sonrisa sin duda el destino empezaba a
jugar a su favor, el médico recién le informaba que el estado de su padre se
había agravado y que darle una quince días o un mes de vida más era lo único que
podía ofrecerle, levanto su copa con suavidad antes de extender un brindis por
su vida, sus guerras y derrotas así como por la enorme victoria que estaba a
punto de obtener, incluso brindo por Sasha y los tres hijos maravillosos que le
dio todos utilizados a conveniencia.
-¿Cómo está Vanessa?- le escucho cuestionar por lo que paso a explicar paso a
paso el estado de la joven oficial de policía, observando a la joven de ojos cielo
perderse en dirección a la cocina para regresar varios minutos después con una
taza de té caliente que le tendió a la otra mujer, miro a su esposa brevemente
concluida su explicación - Olvidamos a Herendira - escucho una risa algo apagada
- pero me alegro que estén bien ambas.
-Scusa - enfoco a la joven que estaba sentada elegantemente en uno de los sofás
razonando que si la novia de su cuñada estaba como de infarto, esta otra no se
quedaba atrás - mi nombre es Vittoria Selvaggi, ella es Amara Savedra - asintió
suavemente - estamos molto agradecidas por su atención.
-Si - noto los ojos celestes desviarse- io cumplí, fui a tottis quería un descanso
la mi vita para mi, normal… io quería un vita normal.
-No puedes tener una vida normal- se levanto enfocando a la chica - porque bueno
nada en ti…
-No quise dar a entender eso- asevero con algo de preocupación- yo simplemente
puntualizaba el hecho de que ella es un caso único.
-Claro que lo es pero no como lo plantea- noto como la Amara tiraba de Victoria
instándola a subir las escaleras por lo que miro a Georgina que le levanto una ceja
molesta por lo que froto el cuello incomodo.
Toda su vida la habían tratado diferente y cuando pensaba que al fin tendría la
vida que siempre deseo se entero de que probablemente nunca sería así, ella
siempre sería diferente pero con Arian aunque fuera brevemente se sintió
normal, alguien que paseaba, jugaba, salía a bailar e incluso gustaba de alguien
como la gente normal. Se dirigió al espejo extrayendo el pijama de la parte
superior del cajón antes de retirarse la camisa dejando su torso desnudo y
reparando en la línea del sostén para detenerse en la ya apenas perceptible
cicatriz sobre su esternón, ya casi se deshacía de ella del todo pero se acababa
de dar cuenta que aunque fuera así su vida nunca sería normal “milagro médico”
aspiro con fuerza unos instantes.
-Tory- dejo escapar quedamente antes de mirar la cama- Io ¿Te quedas qui?-
vio como le asentían por lo que sonrió suavemente, notando a Arian retirarse
antes de volver a centrar su mirada en la cicatriz del pecho, ser anormal de la
manera en que Arian lo planteaba era sencillamente maravilloso.
En una semana podían pasar tantas cosas, como que Vanessa y los gemelos
obtuvieran unas vacaciones más prolongadas debido al atentado, que ella se
sorprendiera al verla marchar con su uniforme de gala detrás de los féretros de
sus compañeros caídos, notar que en la habitación de la casa de playa y la de casa
todo era más silencioso debido a la ausencia de Tormenta, notar los ojos negros
que amaba enfocar con tristeza la nueva medalla de honor que adornaba la repisa
de Clarisse, comprender las implicaciones reales de amar a un oficial de policía.
Sin embargo reunida en aquella habitación con las mujeres Savedra tenía una
certeza no era la única con una semana particular, Clarisse extendió una hermoso
vestido de corte medieval sobre la cama, junto con varios disfraces más escucho
varios suspiros a su alrededor antes de sentir los brazos de Vanessa en su
cintura- Yo iré de policía- dejo escapar generando que todos la miraran- medieval
muy sexy- agrego con una sonrisa.
-Y yo seré tu ladrona- percibió el beso en el cuello que la hizo reír.
-El tema no es medieval - escucho decir a Rachel- uno se puede vestir como
quiera.
-Yo iré de puta fina- escucho las risitas amortiguadas acompañadas del regaño
de Clarisse dirigido con seriedad a Amara- ¿Qué?... sería lo más económico para
mí, ya saben una faldita reveladora, además me vería bien.
-Bien tu castigo es que yo escoja el disfraz- escucho las risitas ahogadas ante
la afirmación.
-Vístela de pitufo- rió con fuerza junto con Vanessa al recibir la mirada asesina
de Amara - no de Pocahontas - escucho a Rachel.
-No mami- todas miraron a una de las niñas que miraba fijamente a Amara
mientras daba un rodeo alrededor de ella- a la tía en toda fiesta le gusta verse
ele… el…elegante- percibió el abrazo cariñoso y el beso en el cuello mientras
continuaba enfocando a su sobrina - vístela elegante pero no como quiere ella -
dijo la pequeña señalando a su tía que la miraba de mala manera - la tía tiene el
cabello largo muy bonito- la pequeña junto las manos al centro con inocencia- y
le gusta en una capa, córtenselo en dos capas - dijo provocando que todas
parpadearan - si le hacen una coleta y el corte superior le queda suelto, y - las
manitas se abrieron con emoción - la visten de príncipe de la Bella y la Bestia.
-¡NO SEÑOR!- Herendira rio con fuerza el escuchar el grito de Amara porque
sin duda esa sería su condena, la escucho maldecir por lo bajo mientras Clarisse
le preguntaba a la pequeña como iba vestido el Príncipe de la Bella y la Bestia.
La fiesta que daba razón a su reunión no era otra que la del cumpleaños de
Victoria y el final de sus vacaciones en aquel sitio, ella no entendía bien de donde
surgió toda aquella idea de la fiesta, pero si hubiera cuestionado a Victoria
seguramente le diría que fue culpa de Amara con eso de celebrar la vida. Fue la
última conversación que tuvieron antes de que al parecer Amara tomara la
decisión salida de quien sabe donde de evadirla.
También si Herendira hubiera sido más observadora notaria que los ojos de
Amara no parecían ni la mitad de vivaces de lo usual y que su mirada estaba como
perdida, se encerraba grandes periodos en su recamara y evitaba miradas,
comentarios o platicas tanto con Elena como con Victoria.
Al menos antes que le diera su rebeldía con la tal Karina, lo que la llevaba otro
punto a tratar porque ella soportaba toda mujer antes de ella menos a esa,
apretó los dientes con ira perdiéndose en mil formas de decirle a esa mujer que
Andy era suya y que si la veía a menos de cinco metros de su esposa porque era
su esposa le partiría la cara.
-Ya lo sé- estiro sus manos extrayendo el rosario que brillo con intensidad antes
de ser besado por ella- te amo mucho- dejo escapar con suavidad- ahora en
cuanto a ese disfraz.
-Niña mala- dejo escapar divertida para ver la mano extrayendo su rosario
mientras Andrea enredaba los crucifijos uno con otro.
-Te amo… y espero poder hacer feliz- recibió el delicado beso encantada.
-¿Por qué querría una amante?- la enfoco con interés al escuchar aquello- si
tengo en ti todo lo que deseo- la abrazo con cariño aquello simplemente le aliviaba
mas allá de lo impensable- no necesito nada que no seas tú
-Mi nueva forma de vida es contigo- observo como la apretaban con más fuerza-
así que digamos que empiezo a aprender de nuevo y a darle una nueva dirección
a todo… no quiero amantes y tu… tu…
Enfoco el cuerpo alejarse de ella levantando sus ojos al cielo mientras pensaba
en un adecuado disfraz y fue entonces que reparo en la persona escondida en
una rama- ¿Victoria?- llamo quedamente provocando que la joven le mirara
indicándole silencio en el momento justo que Elena pasaba llamándola, una vez
que su cuñada paso de la largo miro a la chica de nuevo.
-Io quería una fiesta piccola, pequeña, molto familiar no a medio mundo en ella-
vio el gesto incomodo- la mia prima invito a molto caballero y quiere poner quelo
disfraz de princhipesa… y io…io… no quiero un princhipe- noto como Victoria se
acomodaba más pegada al tronco del árbol- io quiero… io…
-¿Amara?- dejo escapar a modo de broma pero vio los ojos abrirse
desproporcionadamente mientras un intenso rubor cubría las mejillas-¿En
serio?- se acerco a la base del árbol enfocando a Victoria- Dime por amor a Dios
que no es verdad…
-¿No crees que exageraste invitando a tanto soltero?- cuestiono con seriedad a
su esposa que simplemente negó- ¿Me dirás que te pasa?
-No me pasa nada, solo velo por el bienestar de mi prima- sintió la mirada pesada
sobre él por lo que la regreso con firmeza- la conozco desde que somos niñas y
siempre la he cuidado que por eso soy la mayor, sabes lo delicada que era su
salud, eres consciente del puesto de importancia en los Salvaggi… ella no puede
ir… ir.
-El anno pasado la mia familia le heredo totti a Vittoria, mis tíos creyeron que
morirá, todos en el grupo empresarial lo pensaron va bene entonces ellos le
dieron totti perqui cuando ella muriera el suo dinero- noto como su esposa bajaba
la cara- seria mío- la enfoco sorprendido- la mia mamma estaba molto feliche
per qui es una mujer molto ambiciosa, ella creyó que io me casaba contigo por
conveniencia, va bene- noto a su esposa bajar la cabeza- Victoria tuvo educación
de heredera, tiene estudios completos en administración y manejo empresarial
pero totti totti esperaban que muriera.. Pero ella es fuerte como roca Arturo…
mírala está sana totti el dinero es de ella.
-Entonces les echo a perder los planes a todos- noto como le asentían-si tu
heredabas me tenías a mí para hacer fusiones y acrecentar el negocio, pero ella…
-Vittoria nunca ha presentado interés en nadie, o eso creí hasta que quela mujer
vino qui- rió quedamente al ver el enfado en el rostro de Elena- la mía prima no
es juguete de nadie…. E quela mujer la tiene tonta… los tíos se volverían locos
y…
El primer giro llego con elegancia provocando que la atención de todos los
invitados se situara en aquella pareja, Victoria trastabillo algo nerviosa antes de
sentir al Príncipe pegarse a ella – Tranquila- se separo sorprendida al escuchar
la voz de Amara enfocando los ojos grises- solo déjate llevar- asintió
quedamente antes de ver la sonrisa formándose en el rostro- cierra los ojos- lo
hizo sin dudarlo siquiera, aun cuando percibía que había perdido buena parte del
vals.
Fue entonces que escucho esa letra en un idioma que no era el suyo pero que la
hechizo al momento, haciéndola sonreír y abrir los ojos viéndose del todo en el
centro del salón, se separo girando sobre su eje percibiendo la mano de Arian
aun sujetando la suya con firmeza antes de volver a sus brazos y girar juntas
mientras los invitados aplaudían extasiados por la elegancia de los movimientos
que presenciaban y el mundo a su alrededor se volvía borroso e insignificante.
Su corazón latía como si estuviera por reventarse en su pecho, antes de sentir
las manos en la cintura elevándola en el aire ante el desencadenante del solo
musical, para regresar al piso con suavidad a espaldas de Amara sintiendo el
ritmo del vals, aquel suave un dos tres que parecía decirle que su vida era suya…
y ese cumpleaños era el primero del resto de su vida, percibió el giro violento
que la dejo de frente a aquel antifaz y prendada del todo a aquellos ojos grises
y profundos.
No termine jamás...
Las manos en la cintura le anunciaban que de nuevo le alzarían por lo que sujeto
los brazos con fuerza ante aquello intentando impedir el movimiento para ser
girada con suavidad de nuevo ya no solo sobre su eje sino con un suave avance en
el salón, cuando volvió a quedar de frente enredo sus brazos con suavidad en el
cuello- Haz que este tiempo de vals no termine jamás- dejo escapar con suavidad
sobre el oído percibiendo el aroma que adoraba antes de separarse para unir sus
labios con suavidad provocando que todo movimiento cesara, temiendo ser
rechazada solo tres micro-segundos antes que las manos de Arian tomaran su
cintura abrazándola con suavidad y envolviéndola en su calidez, porque era su
tiempo de vals….. Su hora de vivir…
Es tiempo y es en fin
NO ME OLVIDES
Capítulo 33
Epíteto.
Los pasos se esparcieron en la sala con el ruido seco de las llaves al contacto con
la madera, miro alrededor el silencio embargaba el pequeño espacio que llamaba
hogar. No había risas, ni desorden ni pequeños pasos de aquí para allá llevándose
su tranquilidad. Estaba libre de nuevo para vivir como quisiera.
-¿Y eso? se giro sorprendida al umbral de su recamara para dar de lleno con los
ojos de Evelyn que le miraban divertidos mientras en su mano giraba un llavero-
Te las vine a devolver- le afirmaron- y los niños se quedaron con una niñera-
sonrió de medio lado sacando el saco que usaba para trabajar y acercarse
despacio a ella en silencio- ¿Me dirás porque estas jodida?
-No, en realidad tengo cosas más interesantes que atender en este momento-
estiro la mano tirando de ella para reducir la distancia al mínimo, había dado
miles de besos en su vida, a infinidad de labios diferentes pero la sensación de
excitación que le genero la respiración de Evelyn sobre su boca era única tanto
que el control le juraría a cualquiera fue algo que perdió en ese mismo momento,
probar aquellos labios fue su perdición lo supo mientras ahogaba un gemido de
éxtasis sintiendo un calor diferente abrazando su piel.
Evelyn era una madre dedicada, una profesional aplicada pero en ese momento
se estaba revelando ante ella como una amante excepcional un plato digno de
degustar hasta el cansancio, sus besos eran profundos, suaves pero abrasivos
una mezcla inusual acompañada de una expresividad que no esperaba encontrar
en unos simples labios.
Cuando su blusa finalmente cayó podía decirle a cualquiera que fueron los 5
minutos más gloriosos de su vida ¿Cómo demonios quitabas una simple prenda de
aquella manera? Percibió el calor de la boca en su cuello tan lento, el equivalente
a un degustador ante una comida exquisita, ni siquiera pudo evitar el sonoro
gemido que escapo de sus labios al percibir las manos en su espalda, delineando
sus músculos en un trayectoria inevitable hacia sus sostén- Evelyn- la llamo con
una única intención la de sosegar su cabeza, intentar poner orden a su cuerpo y
a su necesidad creciente, con un infructuoso resultado.
-Tranquila querida- escucho el murmuro algo ahogado- tengo tiempo sin hacer
esto y ciertamente nunca lo he hecho con una mujer- recibió el mordisco en el
cuello sintiendo el aire escapar del todo de sus pulmones- pero simplemente
pienso en hacer todo con calma, disfrutando el momento y experimentar en tu
cuerpo lo que siempre he querido con el mío.
-Soy algo insegura- tuvo ganas de reír porque en ese momento Evelyn parecía de
todo menos insegura- prometo quitármela en un momento, pero recuéstate
antes…- obedeció sintiéndose como una adolescente sin experiencia alguna, las
sábanas de su cama que generalmente le parecían cómodas y calientes, le
parecieron frías y distantes…considero quizás por distraerse cambiarlas justo
en el momento en que escucho el sonido de una prenda al caer enfocando de golpe
la blusa blanca de Evelyn en el suelo tuvo miedo de nuevo, con esa mujer que se
desnudaba enfocándola con intensidad el miedo parecía ser una constante…
deliciosa, provocadora y magnética, respiro con agitación mordiéndose el labio -
Ya voy…- fue una mirada que ella comprendió a la perfección…
-¡Oh cariño! tú aun no conoces el cielo…- sintió como de pronto tiraban de sus
piernas y su cuerpo chocaba con el de Evelyn al quedar sentada del todo sobre
ella recibiendo la cabellera negra entre sus pechos mientras no podía más que
enfocar el techo con sorpresa, su racionalidad se le escapaba de nuevo como el
agua entre las manos al sentir los besos en sus senos, lentos, calmos,
desquiciantes, los labios y la lengua modelando aquella zona sensible como ninguna
mujer antes lo hizo sujeto la cabellera con fuerza intentando controlarse,
tranquilizarse… lo que fuera por un demonio o no resistiría mucho y seria….
Seria… dejo escapar un fuerte gemido sintiendo el cuerpo temblar de lleno y
maldiciéndose a sí misma, a su poco autocontrol y su extrema debilidad ¿Cómo
demonios paso aquello?, ni siquiera podía controlar lo espasmos y el gusto que la
invadió por completo.
-Mala- fue lo único que logro articular como una niña pequeña que guarda un
enorme reproche al ver el fracaso en su resolución- Acabas de hacer que….yo….
Evelyn - dejo escapar avergonzada notando como el rostro se separaba de sus
pechos, con aquellos ojos enfocándola con travesura.
El Príncipe Adán estaba estático en medio del salón aun abrazando la cintura de
-Opa- levanto las manos mirando al par de payasos de los cuales estaban vestidos
los gemelos fugazmente- ella me beso- le asevero con suavidad.
-Malditos cobardes ya descubriré cual es cual- dejo escapar con molestia antes
de mirar de nueva cuenta a Clarisse- no iba a rechazar su contacto delante de
todos en la noche de su cumpleaños - revistió su voz de seriedad - ella se dejo
llevar por el momento ¿Quién era yo para romper su alegría?
-Ella me beso por impulso su corazón no está comprometido- desvío los ojos
mirando las estrellas.
-No digas tonterías abuela - rió con fuerza - yo solo amo a Alonso, de él es mi
vida y mi corazón, suya es mi fidelidad nunca, nunca podre amar a alguien más…
así que olvida eso que viste porque no se repetirá, fue un acto impulsivo el cual
no supe rechazar, ella no me interesa…. Ni yo le intereso, así que esta discusión
carece de fundamento.
Los gemelos ingresaron al salón dando saltos hasta llegar a su hermana menor
que volteo los ojos en blanco intentando evitarlos - Payaso Uno tiene algo que
decirle a la Ladrona - afirmo uno de ellos - parece ser que el corazón del Príncipe
está dolido… el baile no le alegro… le atormento - Vanessa se giro viendo una
vuelta de carro de parte del otro payaso- Payaso Dos cree que la Jefa C hizo mal
en prohibirle al Príncipe ver a la Princesa - vio a los gemelos hacer una nueva
acrobacia que llamo la atención del resto de los invitados - ¿Sera que el Ladrón
guía a la Princesa hasta su Príncipe?.
-¿Por qué lo haría creí que la Princesa no era de nuestro agrado? - se giro
despacio viendo la nueva payasada que consistía en hacer un globito en forma de
perrito tendiéndoselo.
-No lo es, pero el Príncipe debe descubrir solo las consecuencias de una mentira,
pues el disfraz no lo puede llevar siempre y al final si es Príncipe o Princesa le
evitara su dolor.
Elena miro a su prima empezar a bailar con un invitado que giraba despacio con
ella en el salón al ritmo de un vals diferente, cada tanto intentaba dar con el
Príncipe con el que compartió el primer baile sin éxito era como si simplemente
hubiera desaparecido del todo del salón.
Descendió de la mano de Arturo para empezar a bailar también aquel vals girando
con elegancia sorprendida del todo al pasar al lado de su prima escuchando un
suspiro dolorido con sorpresa - Al final no te deberás preocupar por Amara -
enfoco a Arturo sorprendida - parece que erraste tu observación.
Miro alrededor intentando localizar a los payasos sin éxito alguno por lo que se
dirigió con pasos presuroso al balcón solo para encontrarlo desierto del todo, del
Príncipe no había rastro alguno al igual que del resto de los miembros de su
familia, se asomo al interior localizando a la Princesa para respirar aliviada ante
ello, pero su tranquilidad duro escasos segundos los mismos que se esfumaron en
el momento en que la batería y la guitarra sonaron suavemente provocando que
toda conversación se detuviera mientras La Pirata aparecía sobre el escenario,
y el nuevo ritmo invadía todo… vio los cuerpos estáticos una fracción de
segundos… los segundos que tardo la voz y la energía de esa condenada chiquilla
en invadir el lugar.
Segundos que pasaron volando cuando todo el salón esta aglomerado y saltando
alrededor del escenario, mientras el cuerpo de Andrea se movía con sensualidad
absoluta al ritmo de aquella condenada canción, incluso ella se le quedo mirando
escasos segundos… valiosos segundos.
-Es que me asuste cuando empezó a gritar y se suponía que era plástico no que
era de verdad- agregó escuchando un quejido de la joven al tiempo que la puerta
detrás suyo se abría dejando pasar a los Payasos con una Princesa que se revolvía
entre sus brazos con insistencia antes de dejar escapar un fuerte grito que
genero que el Príncipe reaccionara en el acto descargándole un fuerte golpe a
uno de los payasos en la cara que trastabillo ante la mirada sorprendida de todos
los presentes, mientras Herendira gritaba de nuevo dándole un sonoro macanazo
que la hizo irse al suelo de nuevo.
-La verdad se comporto como todo un Príncipe- dejo escapar el payaso con parte
de la cara inflamada- Y les aseguro no golpea como niña -agregó.
-No creo, pero no pienso abrirla - asintió a la rubia - mañana solo deslizare la
llave bajo la puerta, esta habitación esta aparte de todas las demás y en el último
piso porque era la de mis padres, yo solo espero que todo salga bien, Victoria me
lo dijo y yo lo respeto pero Amara…
-El Príncipe es poco sincero siempre - giro a ver a su mujer divertida_ dale
tiempo aun tiene el corazón dolorido pero creo que si Victoria es paciente….
Lograra grandes cosas.
-Nosotros con que no nos golpee tenemos - afirmaron los gemelos al unisonó
perdiéndose con el resto del grupo por el pasillo.
-Non spostare la mia vita - dejo escapar quedamente intentando que la chica no
se moviera mientras soltaba otro quejido dolorido.
-No te entendí nada- la escucho decir por lo que rio aliviada abrazándola con
suavidad- Espera Tory- se separo dejándola incorporarse mientras se sujetaba
la frente al parecer intentando ubicarse-¿Estás bien?- asintió con suavidad ante
el cuestionamiento.
-Io danzaba cuando dos pai…paia… dos hombres vestidos de colores- dejo
escapar notando como la miraba con extrañeza- ¡ahhh! la parola es….es…. ¡ahhh
pagliaccio…!
-¿Payaso?- le cuestionaron a los que asintió- ¿Dos?- volvió a asentir- pelucas una
roja y otra azul - asintió de nueva cuenta- muy altos- asintió- un traje blanco con
azul idéntico los dos - noto la ira empezar a formarse bajo el antifaz mientras
Arian se levantaba ante su nuevo asentimiento.
-No está bien Tory… Dios no está nada bien - la vio llevarse las manos al cabello
antes que se acercaran a ella revisándola al parece de arriba abajo- ¿No te
lastimaste verdad? - negó un par de veces - esos imbéciles de los gemelos_
parpadeo abriendo la boca al escuchar aquello- como te hubieran dejado caer -
la vio girarse hacia la puerta - LES QUIEBRO LAS PIERNAS, ¡PORQUE SOLO
YO PUEDO CARGARLA! - la vio darle otra patada a la enorme puerta de piedra.
-Va bene amore mío- tiro de la mano con delicadeza alejándola de la puerta - va
bene - acaricio el rostro notando como la respiración empezaba a normalizarse -
estoy bien y tu al parecer también… solo debemos ver …como salir - pensó
detenidamente cada palabra buscando no mezclarlas con el italiano - ia no
golpees la puerta bastante con tu pobre cabeza.
-No lo entiendes yo no puedo estar en una misma habitación sola contigo- noto
el gesto desesperado de los ojos bajo el antifaz - no puedo - observo como la
joven se dirigía trastabillando y sujetándose la cabeza en dirección al balcón, al
parecer estaba necesitada de tomar aire.
-Madonna mia - tomo aire con fuerza levantándose para encaminarse al balcón
manteniendo una distancia prudente de su objetivo- ¿Per qui no puedes estar
conmigo en la misma habitación? - escucho el suspiro entre pesado y dolorido.
-Io no sabía que la mia presencia te incomodaba tanto - trago dolorida bajando
el rostro y enfocando la enorme puerta con pesar - intentare no molestarte…
io…io… creí…
Se sujeto con fuerza al cuello cuando percibió que la sentaban sobre el borde
marmoleado - No me puedo controlar - le escucho musitar contra su oído - Te
deseo… yo… te deseo… eres tan dulce, preciosa…. Yo… yo… -se separo para acallar
la boca apoderándose de los labios y esbozando una sonrisa entre aquel urgente
beso “amor, matrimonio y sexo no necesariamente en ese orden”, eso le había
dicho Arian y ella... Ella deseaba los tres con la joven, sintió como subían su
vestido buscando poder abrir sus piernas y pegar del todo la parte baja de sus
cuerpos se impulso para bajarse del balcón pegando el cuerpo de Arian contra la
pared con urgencia mientras sentía las manos inspeccionando con algo de
desesperación el vestido - Maldito vestido.
-Rásgalo- dejo escapar entrecortadamente contra los labios antes de escuchar
la tela empezar a romperse en su espalda - rómpelo todo y haz que en mi solo
quedes tú…. Amore… amore mío, mia vita - dirigió sus manos nerviosas hacia la
parte superior de las ropas intentando sacar las prendas lo más rápido posible…
razonar no era algo que deseara en ese instante.
Sujeto la cabellera negra con más fuerza rogando por todo lo sagrado en su
lengua natal que no se detuviera, no recordaba cómo hablar nada que no fuera
italiano, si le entendían o no le importaba un carajo mientras sonreía arqueándose
envuelta por el deseo, y gimiendo con más fuerza, para sentir como Arian se
separaba de ella y se deslizaba por su cuerpo directo a su boca enfrascándose
en una batallas de lenguas que no deseaba perder.
-Lo mismo que tu a mi - soltó un sonoro gemido antes de aferrar con más fuerza
aquella espalda, observándola arquearse del todo mientras un nuevo gemido
escapaba de los labios de Arian - No me dejes atrás...- suplico brevemente
generando que la enfocaran para modificar la posición levemente provocándole
un mayor contacto mientras el sudor provocaba que sus cabellos se pegaran a su
frente y su respiración aumentara en intensidad… la marea de sensaciones la
empezaba a ahogar guiándola a un acantilado donde no existía más que aquella
piel, el olor de ella mezclándose con el suyo, la satisfactoria sensación de un
sudor compartido mientras todo lo demás desaparecía en la nada dejándole solo
el sonido de los gemidos de su diosa personal, de su amante salvaje… de su nueva
y absoluta dueña.
-Todas las que quieras- afirmó riendo mientras abrazaba con fuerza el cuello al
sentir las manos empezar a despertar su piel de nuevo - amore mío….
Miro alrededor personas de dinero por doquier ese era el mundo en que se había
criado, uno lleno en parte de apariencias pero ella sabía desplazarse
perfectamente en aquel tablero sin embargo en ese instante no podía errar
ningún movimiento… conocía a su padre y lo peligroso que era, encima estaba el
tema del regreso de su madre, aún no le había dicho nada a su mujer pero suponía
que era algo a lo que tarde o temprano debía hacer referencia, vio la sonrisa que
le dirigían regresando por acto reflejo mientras la abrazaban con fuerza - Rojita
- rió al escuchar su apodo.
-Me siento lo suficientemente bien como para poder hacer muchas cosas-
percibió el beso en el cuello mordiéndose el labio divertida.
-Vamos a pasear al jardín- tiro de ella con fuerza dirigiéndose a la salida trasera
del lugar, para empezar a pasear alejándose de la mansión, la noche estaba
fresca y algo fría por lo que termino abrazada a su oficial mientras se detenía
elevando sus ojos al cielo - Hable con mi madre - dejo escapar finalmente -
regreso, al parecer quiere arreglar las cosas con nosotros -parpadeo esperando
un comentario que no llego por lo que continuo - me conto su versión de los
hechos, es mi madre… pero me abandono aunque parece tener razones muy
convincentes para ello…. Sin embargo yo continuo sin saber que hacer… mi padre
es un hombre horrible y ella…. Ella… los mejores recuerdos de mi vida son de ella
pero el más doloroso también es suyo…
-Estamos juntas tu y yo- le afirmaron- apoyarte es parte del trato - vio la sonrisa
asomarse con diversión mientras ella a su vez se retiraba su antifaz.
-¿Así que tenemos un trato? - cuestiono acercándose para rodear el cuello con
calma mientras le asentían - Creo entonces que el apoyarnos es la parte menos
satisfactoria del asunto - agrego con voz sensual sobre el oído.
-Para mí es tan placentero como todo lo demás- enfoco los ojos negros con
intensidad sonriendo con dulzura.
-Te amo- murmuro quedamente antes de fundir sus labios en un beso lento y
tranquilizador, agradeciendo aquel momento en medio de esa noche de verano.
Esa mujer estaba metida en un buen lío como diera con ella más tarde la mataría,
encima tenía a muchos de sus invitados preguntando por ella o solicitándole un
baile, a como la noche avanzaba era claro que no volvería aunque la pregunta que
la inquietaba era ¿Dónde estaba?
No le fue difícil a ella descubrir que la vida de aquella niña era todo menos un
cuento de hadas según el relato con total sinceridad el día que Alonso anuncio su
matrimonio se había criado de lleno en un orfelinato, sin un pasado al cual
aferrarse parecía en aquel entonces decidida a construirse a base de esfuerzo
un futuro, ella no pudo más que admirar la entereza de carácter de la joven y su
inmenso corazón
Descubrir a Amara había sido todo un placer era una esposa cariñosa y
comprensiva, con un carácter fuerte y su propio criterio sobre el mundo, la
pareja ideal de su nieto y la mejor amiga que cualquiera pudiera desear a pesar
de que al parecer ella carecía de amigas, era un alma solitaria en miles de aspecto
que protegía a aquello que amaba con todas sus fuerzas.
Reconocía cuando se quedaba en su casa junto con Vanessa estudiando que tenían
una mente vivaz e inquieta, dispuesta a aprender y nunca dejar de crecer la
observaba con su inquieta nieta en silencio y aplicada de maneras que le
sorprendían en una adolescente de aquella edad, extremadamente madura era la
definición adecuada para ella, recordaba que el único escándalo que tuvo en su
casa fue porque Amara quería ser policía y Alonso se lo prohibió rotundamente,
ese día descubrió el fuerte carácter de esa chica decidido, pero a la vez flexible
al escuchar las razones reales de su nieto negocio claro hizo una negociación
magnifica para acabar estudiando leyes.
Recordaba las lágrimas contenidas cuando el teléfono finalmente sonó dando la
noticia que ella tanto temía, los puños simplemente apretados a los costados
mientras ella parecía tomar aire con fuerza, recordaba el llanto ahogado durante
la noche en el lugar donde nadie la veía y la entereza de su rostro al caminar
detrás del ataúd de su esposo directo al cementerio, había aprendido a leer su
lenguaje corporal perfectamente y esa noche se preocupo como nunca en su vida,
porque su cuerpo al abrazar a Victoria en medio del baile, en medio del beso….
Le dijo mucho más de lo que ella hubiera deseado saber, algo que temía pudiera
destrozar el delicado corazón de su nieta.
Escucho el colchón perder peso cerrando los ojos con fuerza al recordar que
Arian tendía a dormir en el suelo, escucho pasos alrededor de la recamara por lo
que decidió intentar ignorar todo ruido y dormir a pesar de que su corazón aun
latía como desbocado y le daba trabajo respirar, el ruido de una puerta y luego
el del agua haciendo eco por toda la habitación le llamo profundamente la
atención junto con el olor a rosas – Tory- se incorporo levemente en la cama para
observar el cuerpo desnudo de Amara junto al jacuzzi con la mano extendida, al
parecer no había terminado de saciarse con ella y deseaba algo diferente, pero
no le importaba porque sabía que entre aquellos brazos no sentiría frío… al menos
no durante los instantes en que la tomaran.
Se puso de pie sintiendo temblar las piernas de golpe por lo que se apoyo en el
colchón con fuerza para sentir instantes después como la cargaban con
delicadeza llevándose todo el frío mientras la sumergían en el agua caliente, la
observo abandonar el jacuzzi volviendo a percibir el frío invadirla junto con el
ruido de la puerta del balcón al ser cerrada del todo.
Se abrazo en el agua antes de ver las piernas de Arian ingresar a su lado y a la
joven ubicarse a su espalda para abrazarla con profundidad, se quedo esperando
caricias comprometedoras y excitantes que nunca llegaron al contrario y con
sorpresa recibió besos delicados en el cuello y manos que acunaban agua para
dejarla caer sobre su pecho con suavidad - ¿Te sientes mejor?- escucho la
pregunta asintiendo levemente - Pensé que tendrías frío - percibió las manos en
el agua rodeando su cintura y abrazándola -eres maravillosa - se sonrojo con
intensidad ante aquello -la amante más maravillosa del mundo - contuvo la risa al
percibir el beso cariñoso en la mejilla - perdón por no abrazarte antes es que me
temblaban los brazos, me dejaste agotada - se separo girándose para mirar el
rostro y recibir una suave caricia sobre él.
-Vaya ¿Horrible?, tus fuentes debieron estar muy mal… además la tuviste
conmigo - percibió el agua empapar su cabello delicadamente- ven acá y te abrazo
un rato más… ¿Te sientes bien?... ¿Tienes hambre?
-Hambre es decir poco - admitió con más vergüenza de la que esperaba - pero no
sé si aquí habrá algo - miro alrededor algo preocupada antes de ver de nueva
cuenta a Arian erguirse observando por primera vez la espalda con detalle,
reconoció las marcas de sus uñas bajando por ella- Amore mío - la vio girarse y
enfocarla con sorpresa - tu espalda…
-Lo siento Tory tu y el alcohol no - le afirmaron por lo que hizo un enorme puchero
- no me pongas caritas que por más que me exciten no me convencerán - sumergió
medio rostro algo avergonzada en el agua- ahora que lo pienso te daré de comer
solo para que repongas energía…
-Vita mía- observo como la comida y bebida quedaban abandonadas al borde para
que Arian la enredara con suavidad contra su cuerpo besándola apasionadamente
- ia no tengo hambre - murmuró regresándole el beso con idéntica pasión porque
en definitiva con esa mujer cerca las necesidades de su cuerpo eran otras.
-Querrás decir que hoy es nuestro último día aquí y que todos nos marchamos en
unas cuantas horas más, apenas y creo que son cuatro horas más antes de que el
sol se asome y todo esto pase a ser un verano para recordar…
-El mejor verano de mi vida- complemento sin pensarlo siquiera- así que mañana
lo cerrare con broche de oro diciéndole al mundo que eres mía- hizo una pausa
acariciando las manos- y luego tendremos nuestra luna de miel.
-¡Stefani María Del Valle!- se giro escuchando la risita divertida_ eres una
maldita pervertida- le afirmó - yo aquí queriendo todo perfecto y tu seguro
llevas toda la noche pensando cómo sacarme el disfraz ¿no?
-Tú… tu… eres una descarada- afirmó con enfado- y no me los vas a sacar, porque
cuando lo hagamos todo será perfecto - insistió en su punto deseando que su
esposa la comprendiera - todo lo maravilloso que te lo mereces y… y… y…
-Rocky- llamo quedamente antes que sellaran sus labios con un beso cálido y
profundo que la dejo, completamente sorprendida.
-Yo tengo todo el dinero que puedas imaginar pero mi tesoro más grande eres tú
- percibió como tiraban de ella hacia el interior conduciéndola por los pasillos
hacia la recamara - estar contigo Andrea hace que me levante por la mañana
dándole gracias al creador por ser amable conmigo y permitir que me ames como
yo a ti, mi madre decía que uno debe agradecer siempre los grandes regalos pero
en estos momento es como si las oraciones de agradecimiento no me alcanzaran
- escucho la puerta abrirse como hipnotizada - hacer el amor… sería tan enorme
que creo que moriría de alegría, así que en el fondo agradezco que los pospongas…
-Te amo - murmuro suavemente esta vez guiando ella a su esposa a la cama -
espera solo un poco más, porque si mueres de alegría yo también moriré contigo…
- la abrazo con fuerza con esos abrazos que sabia solo eran para ella y para todo
lo que viniera de ella, con la seguridad de que en verdad había encontrado un
hogar.
Nunca imploro en su vida por nada a nadie, sin embargo esa noche había implorado
hasta el cansancio por ver satisfecha su necesidad una y otra vez, porque Evelyn
tuviera piedad en sus embates y le diera un respiro, que la razón regresara a su
cuerpo, poder manejarse y controlarse pero no fue así.
¿Siete cielos? Eso había dicho ella segura estaba que llevaba más de veinte en
aquellos brazos, le dolía el cuerpo, le faltaba el aire pero sus caderas se
continuaban levantando en busca de más contacto una y otra vez, traicionando a
su mente y sus suplicas dejando escapar todo de ella a base de gemidos y suaves
gritos, Evelyn parecía un tornado insaciable que no se hartaba de devorar sus
cuerpo una y otra vez, por más que implorara por descanso y se declarara agotada
y vencida.
Cuando fue consciente que todo había terminado fue en el momento justo que
Evelyn estaba acurrucada en su pecho profundamente dormida, ¿En qué momento
se había dormido?... si ella apenas y podía respirar, ¿Cómo se había acurrado?,
¿En qué momento el jodido tiempo se había pasado tan rápido?, se medio
incorporo viendo la claridad de la mañana colarse por su ventana y volvió a
repetirse lo mismo que años antes ella nunca daba un paso atrás pero sin duda…
debió darlo en el momento justo que conoció a Evelyn Rodríguez.
NO ME OLVIDES
Capítulo 34
Vivir…
El humo del su café creaba figuras extrañas ante sus ojos mientras lo
contemplaba con algo de tristeza, delante suyo tenía una montaña de trabajo de
las empresas Salvaggi que al parecer consideraban, que sus vacaciones se habían
prolongado de más, levanto los ojos enfocando los monitores empotrados en la
pared que la comunicaban con los gerentes de sus empresas a lo largo del mundo
así como con sus socios.
En compañía de todo aquello estaba la propuesta de una empresa para que fuera
la cara nueva de su campaña de perfumes y de una fundación de cáncer que pedía
que apoyara su causa, sus vacaciones en la casa de playa parecían del todo un
sueño distante y perdido en algún lugar aun cuando su mente se empeñaba en
rememorarlo, a pesar de que se aferraba como una idiota a la imagen de Arian
prendada a su cintura a la mañana siguiente, a esa estúpida voz que le decía que
esa joven mujer siempre dormía en el piso pero que aquel día amaneció con ella
antes de volverla a poseer con pasión.
Esa mañana cuando debía abandonar aquella habitación, cuando ella encontró la
llave y la ropa a la puerta, mientras tomaba un baño se repitió una y otra vez las
líneas de guión que elaboro su mente y negaba su corazón, no deseaba hacerla
sentir incomoda así que pensaba cuidadosamente la despedida que le daría
mientras notaba los rastros en su cuerpo de la pasión abrazadora que Arian
sentía y en su corazón del infinito calor que su presencia le producía.
Sentirse realmente viva una vez le sería suficiente para el resto de su existencia
eso se juro esa mañana cuando estuvo por abandonar aquella habitación en el
momento justo que sujetaban su mano tirando de ella con suavidad y le
depositaban aquel papel en las manos mirándola fijamente a los ojos -Es mi
número, si me necesitas márcame- ella no dudo en darle el suyo con la misma
frase antes que le regalaran un cálido beso para retirarse dejándola a ella con
aquel frío dentro suyo, porque ese número en el papel era una amabilidad por una
noche de pasión dudaba mucho que Arian deseara que la llamara…. Por eso tenía
trabajo acumulado porque se pasaba pensando si llamarla o no….
La estación de policía estaba algo agitada aquella mañana, los efectivos heridos
en el atentado se habían reintegrado en su mayoría al trabajo y el acta de alta
del psicólogo se disparaba con su sello y firma como un anuncio de libertad para
todo aquel que amaba su trabajo, pero para Vanessa Savedra era el recordatorio
de que debía seguir adelante y dejar de lado aquello valiosos recuerdos de sus
días con su amada Tormenta para tener un compañero nuevo, la sola idea en si le
revolvía el estomago, dudaba mucho encontrar otro perro que fuera capaz de
sustituir el lugar de Tormenta.
Miraba al hombre delante suyo hablándole de los nuevos perros entrenados que
se encontraban en la perrera y sus múltiples facultades cada que pasaba frente
a una jaula miraba a los animales con tristeza todos eran pastores alemanes o
belga pero ninguno la llamaba realmente, escucho una gritos en el campo de
entrenamiento para ver Barquez gritándole a lo que parecía un bóxer y el animal
desobedeciendo cada una de sus ordenes_ ¿Y ese?_ cuestiono.
-Ese lo quiere Barquez- le dijeron - al parecer quiere demostrar que puede tener
un compañero canino y ganar popularidad, yo estoy en contra de ello… sabes que
siempre he creído Savedra que un perro policía es para estar en el campo no
metido en una oficina solo porque el cerdito ambicioso de Barquez quiere verse
heroico aprovechándose de la buena imagen que adquirió nuestra unidad.
-¿Cómo se llama?- cuestionó con una sonrisa traviesa que genero que su
acompañante se sonrojara suavemente.
-Es muy fuerte - dejo escapar quedamente al ver al cerdito de Barquez ser
arrastrado.
-Es una raza de trabajo nunca lo olvides… tienen buena masa muscular y te
aseguro que no quieres que te muerda_ escucho al risa divertida a su lado antes
de dar dos pasos al frente al ver al perro rodeando a Barquez como si le hiciera
mofa.
-¡CAÑON, VEN ACA!- le grito con fuerza al perro que detuvo sus movimientos
mirándola fijamente por lo que lo enfoco con firmeza - ¡VEN!- vio como el animal
echaba a correr en su dirección deteniéndose apenas a pasos de ella – Siéntate-
lo observo obedecer sin dudar mientras escuchaba algo parecido a una
exclamación de sorpresa a su lado mientras ella se arrodillaba mirando al animal.
- a mí también me cae mal Barquez - afirmó sonriendo antes de sentir el lametazo
en su rostro - buen chico la próxima arrástralo más…
-Yo no te lo quito- miro hacia otra parte con desinterés - anda llévatelo- esbozo
una sonrisa de burla - si es que tu mano llega entera a la correa- agrego mirándolo
desafiante.
-Savedra dile que lo suelte - escucho decir al hombre por lo que miro al perro
unos instantes.
-Cañón suelta - le dijo con firmeza notando como el perro soltaba a Barquez que
se iba al suelo lloriqueando como loco mientras el perro se volvía a sentar frente
a ella moviendo el cachito de rabo que tenía con alegría, se arrodillo acercándose
al animal- buen chico- murmuró bajamente llevándose dos fuertes ladridos - me
lo llevo Fernández.
-Todo tuyo Savedra- dejo escapar el hombre - puedes llamar al médico por
favor- agrego mientras ella asentía mirando divertida a Barquez - Nos vemos
Milo mírale el lado bueno ya no los usabas - agregó estallando en carcajadas
mientras se marchaba con Cañón siguiéndola.
Atravesó la estación ante las miradas curiosas de todos, tenía una semana para
acoplarse con Cañón y el primer paso era llevarlo a casa ir a los entrenamientos
matutinos con Fernández y si todo marchaba bien la semana siguiente estarían
en su puesto usual, noto como el perro se subía sin dudar a la parte trasera de
su auto, suponía que Herendira tendría todo listo porque ella simplemente no
tenia coraje para recoger las cosas de Tormenta e ir a comprar las nuevas dio
un suspiro antes de sentir una respiración en su nuca seguida de un lametazo en
la misma – Gracias - dejo escapar negando con la cabeza para arrancar - debes
portarte bien con Herendira - le dijo al animal - no vayas a ponerte de bruto
como con Barquez porque ella es quien nos da de comer y te aseguro que lo que
hace es muy rico y se de buena fuente que a veces cuela cachitos de carne en
las croquetas de ciertos animalitos…
Se limpio las lágrimas antes de acariciar la bolsa una vez más – Gracias- murmuró
retirándose del sitio para cerrar con llave y encaminarse a la casa viendo la bolsa
negra llena de cosas nuevas y tomándola para ubicarlas compro casi todo negro
o rojo porque no sabía si sería un perro o perra, en ese instante incluso dudaba
que Vanessa fuera capaz de escoger otro compañero ubico el plato en la cocina
en un lugar diferente y la cama simplemente en un rincón de la sala, los juguetes
sobre la cama y enfoco el espacio con algo de abatimiento… acostumbrarse a
tener otro animal no iba a ser nada fácil pero el trabajo de Vanessa así lo
requería.
Enfoco la foto en una repisa en que se veía con claridad a Vanessa abrazándola
y la nariz negra de Tormenta colándose en la parte baja, antes de ver unas
cuantas en que salían con la perra y finalmente aquella con Vanessa en uniforme
policía junto con Tormenta… definitivamente un nuevo perro sería algo
complicado de digerir.
Las fotos iban y venían mientras Sasha simplemente cambiaba de cámara y daba
indicaciones a su modelo de turno, ante la atenta mirada de su esposo a pesar de
desempeñar su trabajo, su mente no podía estar más dispersa Vanessa Savedra
seria la modelo estrella de su nueva campaña, Vanessa Savedra también era la
pareja de su hija, la misma que de no ser por el chaleco estaría tres metros bajo
tierra, la misma joven a la que vería en unas horas y que la tenia completamente
nerviosa porque no sabía cómo manejar aquella situación para nada, porque su
pequeña no le hablaba aun, porque ella intentaba darle espacio pero ocultarle
aquello seria mentir… y ella no quería mentir.
Dio un suspiro moviendo la mano y pidiendo un descanso mientras enfocaba a
Eduardo y este se acercaba a ella preocupado - La vida es demasiado complicada
- dejo escapar suavemente - nada le costaba darme un descanso - agrego
dejándose caer en una silla con pesadez y elegancia - ¿Qué hago Eduardo? -
cuestionó mirando al hombre que simplemente le negó con la cabeza - Debo
decirle de esto a esa joven o solo se empeorara, pero tampoco sé si Herendira
ya le dijo algo y no quiero causarle problemas en su relación.
-Solo se mi vida - la voz varonil invadió sus oídos - que si la cagas puede ir
derechita a brazos de Víctor - levanto la vista alzando una ceja y enfocándolo.
- ¿Si yo la cago?- cuestiono con una educación poco propia de ella - Tu eres el
menos indicado para decirme si la cago o no - agregó viendo la mirada molesta
delante suyo.
-¿Yo me lavo las manos? - enfrento la mirada iracunda poniéndose de pie - lo dice
la que salió huyendo como cobarde dejando a mi hija con ese salvaje - abrió los
ojos a más no poder al escuchar aquello - la que no me dijo que era mía hasta
años después, la misma mujer Sasha que no hace más que cagarla…
Un paso y el sonido de una nota del piano, otro paso y el mismo sonido, dio un giro
escuchando varias notas más antes de mirar los ojos cafés traviesos que le
enfocaban- Andy - dejo escapar divertida.
-Es que no pensé que trabajaras tanto - le afirmaron - siempre creía que eras
una estudiante y nada más, jamás pensé que en tus mañanas hicieras todo esto -
vio como le señalaban la pila de papeles.
Escucho el piano empezar a dejar escapar una melodía suave y envolvente que la
hizo sonreír relajándola unos instantes antes de enfocar a su esposa tocando con
los ojo cerrados y una enorme sonrisa, puso atención brevemente a las notas que
parecían hablarle de alegría y paz, negó con la cabeza debía estarse imaginando
aquello, se concentro de nuevo en sus papeles sintiendo que el trabajo no se hacía
tan pesado al ritmo de aquella melodía justo en el instante en que la puerta sonó
- Dios que sea la pizza - afirmó levantándose para ir a abrir escuchando algo
sobre yo podía cocinar, rio quedamente para que la sonrisa se esfumara al ver a
una escultura castaña mirándola de arriba abajo mientras se retiraba las gafas-
¿Si?.
-Claro que se lo digo -cerró la puerta de nuevo para enfocar el piano donde una
melodía diferente escapaba con algo de pereza - te busca Sara - escucho como
la melodía trastabillaba fatídicamente antes de cesar y enfocarla - dice que te
extraño mucho, mucho - afirmó en tono poco agradable.
-No es lo que parece - le escucho decir - bueno si… o lo fue yo… ahhh
-Si mi cielo - vio como se encaminaban a la puerta intentando calmarse sabía que
no debía descontrolarse, pero simplemente el asunto la empezaba a superar
básicamente porque Andrea aun no hablaba con su hermano y encima… encima
tenía un desfile de zorras resbalosas en la puerta de su casa… porque Andy
parece que se entretuvo bastante mientras ella se acababa de aclarar, pero ¿De
quién era la culpa? Suya, suya por no darse cuenta antes de lo que sentía
pero…interrumpió su pensamiento cuando vio como tiraban de Andy y la puerta
se cerraba -¡YA ESTUVO!- grito con molestia poniéndose de pie para dirigirse a
la puerta.
-No puedo- le contestaron- Alison tiene practica y Raúl natación y salen a esa
hora, además debo revisar sus tareas y cosas- noto como la miraba con completa
tranquilidad- Anda te puedes conseguir una amante para esta noche Karina…-
arrugo la nariz con molestia claro que podía conseguir a cualquiera pero hoy se
le antojaba Evelyn y Andrea que sería a luces su segunda opción simplemente
parecía desaparecida de la faz del planeta.
-Yo solo decía - afirmó con indiferencia - total eres tú la que carece de buen
sexo no yo - sé giro como si nada escuchando un bufido molesto a sus espaldas
mientras esbozaba una sonrisa ganadora.
-Tienes el ego muy crecido - dijo con enfado abriendo - y el otro día me dormí
porque tuve mucho trabajo no por otra cosa - agrego indignada para salir
refunfuñando del lugar, sin percatarse del sonrojo de Evelyn o de su risa suave
- estúpida mujer…. Que se cree la novena maravilla del mundo, ya verá esta noche
me consigo una amante nueva y me olvido de ella del todo, platos buenos hay por
doquier…
Miro alrededor negando con la cabeza, eso no era verdad ella podía ir y acostarse
con alguien más si lo deseaba, ahora simplemente no se le antojaba y le había
dicho que si a Evelyn porque… porque podía acabar igual en su cama ¿o no?, la
casa de Evelyn era grande y podía hacerlo sin que los niños las escucharan, así
que el único jodido era el tipo ese que estaba más frio que el hielo, arranco su
cortador sonriendo - Veras tu quien va a quedar jodido.
-Claro yo puedo con todo - afirmó con tranquilidad - Gracias Raquel eres muy
amable - agregó con seguridad esperando a que la mujer se retirara para cerrar
las persianas y dejar caer la cabeza con fuerza sobre su escritorio mirando el
celular Suena por amor a todo lo sagrado…
Enfoco el celular dando un rodeo por el despacho como si fuera un gato enjaulado
antes de arrodillarse mirándolo fijamente y cerrar los ojos deseando
tranquilizarse teniendo el nefasto de la visión en su mente del cuerpo de Victoria
irguiéndose y agitándose sobre ella pidiéndole más, dejo escapar un gemido
involuntario antes de abrir los ojos, esa mujer era bella, deseable, dulce, tierna…
y ella la necesitaba entre sus brazos en ese instante – llámame - repitió
estripando el móvil entre las manos - llámame…
Soltó el teléfono sorprendida al verlo vibrar entre sus manos con el número del
nombre de la persona a quien invocaba, esbozo una sonrisa deseosa respirando
profundo para tranquilizarse antes de responder - Si diga - dejo escapar con
sensualidad.
-Hola - cerró los ojos con gusto al escuchar el tono suave al otro lado del teléfono
-io estoy fuera de tu firma - abrió los ojo sorprendida al escuchar eso - sono
muto… deseaba verte.
-Meraviglioso - observo cómo le abrían la puerta del coche e ingreso sin dudarlo
siquiera olvidándose por completo del suyo antes de verla a ella subir a su lado
enfocándola - ¿Dónde quieres comer? - le cuestionaron.
El auto arranco mientras ella le susurraba sobre el oído las indicaciones para
llegar a su casa notando como el pecho subía y bajaba cada vez mas agitado al
ritmo que su mano delineaba el muslo con suavidad en el momento justo que sus
labios mordían el cuello ¿Qué le generaba esa mujer que producía que no se
pudiera controlar?.
-Arian- escucho su nombre casi en un gemido - voy a chocar - rió sobre el cuello
al escuchar aquello mordiéndolo de nuevo mientras se separaba levemente para
notar las pupilas cielo contraídas de deseo.
-Ya casi llegamos Tory - afirmó enfocando la calle para escuchar el GPS en
italiano dando indicaciones sobre la próxima desviación seguramente - te
brincaste un alto niña mala - rió por lo bajo deslizando la mano por el muslo de
nuevo para ver las manos apretar con fuerza el volante y a la chica al parecer
decir algo en italiano bajamente - se separo mas al ver el barrio residencial
donde vivía dándole las indicaciones a la chica para que se detuviera frente a su
casa, se bajo como si nada con las rosas en las manos, para saludar a los vecinos,
mientras notaba a una Victoria completamente sonrojada bajar detrás suyo
pasándose la mano por la cara al parecer intentando tranquilizarse, abrió la
puerta dejándola pasar para percibir el silencio en que siempre estaba envuelta
aquella casa, antes que para su sorpresa la estriparan del todo contra la puerta
sin dejarla girar.
-Sei una donna cattiva- gimió con fuerza al percibir el fuerte mordisco sobre su
nuca - Io voglio il tuo corpo - no tenía ni idea de qué demonios le había dicho -
Arian - escucho el tono mientras percibía como las manos empezaban a batallar
con sus prendas.
-No Tory, no la rom… - no pudo terminar la frase cuando escucho la tela rasgarse
a su espalda, aquella era de sus blusas más caras, iba a reprenderla cuando
percibió como levantaban su falda y la boca se paseaba por su espalda - Por un
demonio…. - ahogo un gemido mientras la apresaban aun más contra la pared y su
sujetador salía volando también – Vittoria - empezaba a creer que no era la única
que iba a enloquecer de deseo, sintió como la giraban de golpe mirando los ojos
celestes unos instantes fugaces antes de que le devoraran la boca para
separarse de ella y subir aun más la falda - Dios me voy a morir… - admitió
quedamente sujetando las cabeza de Victoria que estaba entretenida en sus
pechos haciéndola bajar lentamente - pero moriré feliz… - admitió cerrando los
ojos deseosa.
NO ME OLVIDES
Capítulo 35
INESPERADO…
Albert Einstein.
Era un duelo en regla y ella se sentía algo nerviosa por el asunto en realidad,
cambio su peso de una pierna a otra al ver los ojos verdes de Herendira aun
clavados en los de Cañón, el primer comentario de su mujer fue “eso no es una
pastor” tenía razón luego vino “está muy feo”… bueno ella solo lo veía algo
cachetón, “y mira como mira” volteo a ver a Cañón y levanto la ceja eso era verdad
estaban los dos muy negativos a su criterio “No es Tormenta” y esa era la cruda
verdad, la realidad, lo que le dolía realmente a Herendira “Nunca lo será”.
Razono que podría decir pero negó varias veces, ella se sentía igual Cañón no era
Tormenta pero necesitaba un nuevo compañero y le pareció el ideal, fuerte y
decidido el perro justo que necesitaba, su carácter no era para nada parecido al
de Tormenta y Herendira tenía razón pero tendrían que adaptarse observo el
reloj de la sala notando que era hora de marcharse - Se quedan solos - deposito
un suave beso en los labios de Herendira antes de acariciar el rostro con cariño
- Dale una oportunidad - noto como le asentían suavemente - pórtate bien - le
dijo al perro en tono serio para dejar su hogar.
-Eso te pasa por querer venir a invadirme - le dijo molesta notando los ojitos
adoloridos enfocarle - ¿Para qué quieres estar aquí? - le cuestiono- a Tormenta
le gustaba dormir en la sala no estar metida en la cocina conmigo - agrego
notando al animal recostarse en el piso apoyando solo su cabeza en su cama
volteada al parecer dispuesto a dormir - Cañón - le llamo provocando que las
orejas se movieran levemente - fuera - escucho un lloriqueo suave mientras el
animal la miraba dolorido - esto es increíble - afirmo acercándose - muévete - le
dijo con molestia antes de tomar la cama y darle vuelta para ubicarla en un
extremo de la cocina - te quedas ahí y me dejas hacer mis cosas - le advirtió
notando como el animal se echaba a dormir complacido en la cocina - estúpida
cosa con patas…
La media tarde envolvía toda su casa, la luz terca insistían en colarse por las
persianas que impedían la visión del interior enredo un mechón negro entre sus
dedos jugueteando con él antes de enredar del todo sus dedos en la cabellera
del mismo color, percibía el corazón a un ritmo pausado y la respiración lenta, al
parecer Tory había alcanzado su límite ese día, ¿Cómo no?, se habían comportado
como un par de salvajes recordaba que habían acabado en el piso para migrar al
sofá y continuar como si el maldito mundo se fuera acabar ¿Cómo detenerse? Si
la escuchaba gimiendo con fuerza, llamándola con desesperación, exigiéndole
más… adicta era a su piel, a sus labios, a su voz, al olor a jazmín de sus cabellos.
Percibió como se acomodaban en su pecho con insistencia cosa que la hizo sonreír
a más no poder mientras su corazón latía con fuerza en su pecho - Vita mía -
escucho el murmullo de los labios antes de percibir el beso suave en el mentón.
-Ia no deseas el mio corpo - vio la mirada entristecerse mientras ella negaba
dando un suspiro pesado para apartar los mechones negros desordenados del
rostro.
-Me asustaste cuando te quedaste sin aire al final - asevero viendo el intenso
sonrojo que cubrió el rostro - creo que un respiro no nos vendría tan mal - agregó
- además prometí que te daría de comer y….
-Ya lo hiciste- sintió la cara arder ante el tono sugerente que emplearon- y tengo
más hambre - ahí estaba el maldito y enloquecedor beso, esos labios chocando
con los suyos en una guerra que hablaba de pasión y deseo una que no podía
controlar, tenía a su mente diciéndole que ella necesitaba descanso y a su cuerpo
que la tomara….decisiones su vida estaba llena de – tómame- bueno, esa era una
que no tendría que tomar, rió con fuerza al sentir como se iba al suelo con su
amante – Dolió- le escucho decir entre besos.
-Eres una descontrolada - afirmó divertida - gracias al cielo por el tapete sino
me parto el trasero - escucho la risa de Victoria aumentar en intensidad
mientras ella la miraba sorprendida su casa siempre silenciosa ahora estaba llena
de risas… de la risa de ella… Y por alguna razón le agrado bastante.
-Amore- levanto las cejas al escuchar aquello antes de recibir el beso cariñoso
en la mejilla - gracias - parpadeo envolviendo su rostro de seriedad - io estoy
molto feliz de estar qui contigo, tu alegraste tanto la mia vita, io se que solo
deseas mi corpo - desvió los ojos al escuchar aquello- pero… me haces molto
feliche…
-Bobita- dejo escapar antes de besarla con suavidad - anda recuéstate - afirmó
separándose de ella - me tomo tu blusa porque asesinaste la mía… te hare algo
rico de comer princesa que no soy precisamente yo, así que resérvate el
comentario italianita.
Esas fotos delante de ella parecían hablarle por si solas de un profundo amor,
devoción y lealtad cada una de ellas parecía revelar el fuerte vinculo entre sus
protagonistas, en ese momento comprendió porque Arian nunca se quitaba su
anillo de bodas la razón era porque aun amaba profundamente al hombre de
aquellas fotografías y nadie más tenía cabida en ella, percibió su corazón
encogerse en su pecho por lo que se llevo la mano por inercia al sitio - Tory -
escucho su nombre por lo que se giro enfocado a su amante a pasos de ella -
¿Estás bien?.
-Si Amara- respondió notando como la miraban con extrañeza_ son lindas fotos,
era muy guapo - intento esbozar una media sonrisa.
-Lo era- la escucho decir antes de notar cómo se ubicaban a su lado tomando la
foto en que el hombre salía con uniforme mientras acariciaban el cristal de la
misma con infinito cariño- Mi Alonso era el hombre más maravilloso del mundo-
sintió sus ojos arder antes de girarse encaminándose al sofá para dejarse caer
en él - ¿Estás bien?.
-Creo que estoy como dices molto agotada- se llevo la mano a los ojos ¿Qué
diablos pensaba? No podía competir ni siquiera tenía una oportunidad el solo ver
aquella foto se lo hizo saber, el ver la mirada de ella al contemplarla….sintió sus
manos temblar antes de llevársela de nuevo al pecho ¿Qué demonios le pasaba a
su maldito corazón?, eso nunca lo había sentido antes… lo sentía latir con fuerza
en su pecho y el aire írsele junto con aquel frío esparciéndose y esa presión en
sus costillas, escucho el ruido de la fotografía regresar a la repisa y esbozo una
sonrisa triste ella había seguido contemplado la foto en silencio…. –Amara- la
llamo quedamente.
-¿Por qué me dices Amara?- parpadeo ante la pregunta sin saber que responder-
¿Quieres que te diga Victoria?- se llevo las manos a la cara sintiéndolas frías del
todo- Me puedes explicar por…. Estas muy pálida- sintió la calidez de las manos
en su frente- ¿Dónde te duele?
-No lo son- respondió sintiéndose más tranquila de pronto al ver los ojos grises
enfocarla con preocupación y las manos recorrer su rostro intentando calmarla-
solo estoy cansada- sintió los labios en la frente aliviada del todo- ia me siento
mejor.
-Eres una consentida- medio sonrió ante aquello antes de mirarla apartarse-
quédate allí te traeré la comida en un rato y veras como te sientes mejor- la vio
perderse hacia la cocina antes de erguirse en el sofá enfocando al foto de Alonso
con seriedad “La quiero para mí” le murmuro desde su posición “Pero siento que
no puedo competir, perdóname porque voy a competir siempre he sido de pelear
batalla perdidas” afirmo dejándose caer en el sofá y cerrando los ojos “Siempre
he sabido pelear batallas, grandes batallas”…
Ese lugar no le gustaba nada, las miraditas dirigidas a ella le gustaba aun menos
se presento y espero paciente aun bajo la mirada de más de una modelo estirada
a la que ignoro con su usual altanería, ¿Por qué quien era más linda que ella?
Sonrió encantadoramente logrando que una de las chicas cambiara a mil colores
“Eso es para que veas que…. Epa que tu ya tienes a alguien” desvío sus ojos
incomoda enfocando a la recepcionista que le alzaba la ceja con interés “Y esta
arpía ¿Qué tanto me ve?” Respiro profundo quizás debió traerse al perro con
ella segurito les gruñía a todas, se revolvía incomoda en la silla llevaba más de
media hora de espera, el asuntito empezaba a ser más que insultante por lo que
se irguió generando varias exclamaciones “Soy una diosa viviente” se dijo a si
misma mirando a la recepcionista que la enfocaba pálida - Sasha Montenegro-
empleo su tono más molesto- no tengo su tiempo- agregó- así que levante su
aparatito y dígale que o me atiende o me voy…
-Mire Señorita…
-Un momento- le escucho decir por lo que levanto la ceja un poco enfadada- creo
que es mejor que se siente_ tomo asiento con enfado enfocando a la mujer a
pasos de ella, tenía algo que la llamaba profundamente y no comprendía el porqué-
prometa no enfadarse.
-Luego de esperar media hora creo que ya lo estoy- respondió con brusquedad-
encima no estoy de acuerdo con esto pero los fondos irían al departamento así
que me aguanto _ tamborileo los dedos sobre el escritorio- pero me sentiría
mejor si al menos me diera la cara y me hiciera ver que esto no es una pérdida
completa de…- abrió y cerró la boca varias veces antes de sonrojarse con
violencia tragando grueso esa mujer… era…era… idéntica…a…a… o sea se parecía
un… Un…
-No te enfades- casi grita al ver el puchero que ella bien conocía aparecer en el
rostro- te juro que fue una terrible coincidencia.
-¿Herendira?- cuestionó con una esperanza por demás estúpida antes que le
negaran - ¿Su madre? -la mujer asintió -¡ESTA LOCA!- le grito mirando
alrededor -COINCIDENCIA MI MI….MI…. YO… USTED…. ELLA PORQUE A MI!
Sasha miro a la joven delante suyo hiperventilando mientras aquellas hermosas
facciones se ponían rojas y no puedo evitar sonreír hasta enojada se veía
hermosa_ Herendira tiene un gusto impecable.
-Oh no- la vio levantar la mano- yo no estuve aquí, usted no me vio- se apresuro
a atravesarse entre la joven y la puerta- Señora se quita o la quito- escucho la
amenaza.
-Cariño tranquila - afirmó en tono suave notando como la joven miraba alrededor,
parecía un perrito asustado tan encantadora y dulce - te digo que esto es una
desafortunada coincidencia, de verdad no lo sabía te escogí de modelo mucho
antes de saberlo.
-No le creo - vio el puchero adornar el rostro a pasos de ella - ni una palabra
déjeme ir no le miento ¿entiende? Nunca nos mentimos….
-No te pido que le mientas - afirmó con severidad - yo mejor que nadie se que
las mentiras no dejan nada bueno, pero no podía cancelar esto porque mi
compañía lo necesita y…. quería conocerte - dejo escapar quedamente.
-¿Cuáles son tus intenciones? - afirmó sino iba a poder hablar con la chica se
llevaría la respuesta que quería y al demonio lo demás, enfoco el rostro
confundido - Más te vale que no estés solo aprovechándote de ella.
-Claro que no- la vio erguirse- y a usted esto no le importa porque según sé ni se
hablan- vio los ojos negros llenarse de ira - pero si tanto le interesa yo… mis
intenciones son honestas…
-Vive contigo- la vio palidecer de golpe - y me dices que tus intenciones son
honestas, cuando se fue contigo así nada más - vio la chica saltar el escritorio
con una agilidad que la asusto antes de acabar estampada entre la pared y el
cuerpo de aquella imponente mujer.
-Es mi mujer- escucho el tono de voz oscuro y amenazante_ mi mujer - le
repitieron con ira - no dejare que nada ni nadie la lastime - la enfoco con
intensidad no dispuesta a desviar su mirada - yo le doy cuanto necesita, mi
lealtad, mi cariño y mi cuerpo cuando así lo requiere ¿le quedo claro?.
-Eres muy sexy - vio el sonrojo invadir el rostro antes que se separaran de ella
y la joven se tropezara acabando sentada en la alfombra - me quedo clarísimo yo
soy Sasha Montenegro y es un verdadero placer Vanessa Savedra_ extendió su
mano con tranquilidad - ya hablaste conmigo deberás decírselo.
-El disgusto es mío- la escucho decir poniéndose de pie y tomando la mano- usted
se lo explica porque yo no lo hare…
-Se lo explico- afirmo con seguridad- ahora vamos a que te midas la ropa, porque
debo empezar la sesión fo…¿Dónde vas?
-A casa- vio los ojos negros enfocarla- así que mueva ese elegante culo suyo- la
miro boquiabierta- porque no pienso posar para nada sin el permiso de mi mujer-
se encamino detrás de la joven haciéndole una seña a su secretaria para que
cancelara sus citas abordando el elevador.
-¡VANESSA!
Corría como loca cuando la flecha paso zumbándole cerca de la mejilla, era un
mal día… un mal día se dijo mientras doblaba cerca de la piscina para saltar los
arbustos y correr más rápido -¡CORRE MI AMOR!
-¡ESO HAGO!- respondió rodando apenas esquivando otra flecha ya sabía ella
que no debía decir ni media palabra pero noooo nadie la escuchaba nadie, esquivo
a un hombre de seguridad apenas con una finta para dar un giro enfocando los
cabellos rubios y los ojos azules asustados -¡ESTOY BIEN!- le dijo -¡TE VEO A
LA SALIDA!
-¡NO VAS A SALIR VIVA DE AQUÍ ALMEIRA!- escucho el grito de Arturo a
sus espaldas mientras saltaba otro grupo de arbustos y escuchaba el sonido de
una flecha… haberle dicho fue una pésima idea, decirle cuando estaba en clase
de tiro fue una peor.
¿Espada?, no sabía si agradecer que los Del Valle tuvieran una colección de armas
medievales y no una de armas modernas porque segura estaba que estaría
muerta, escucho un fuerte silbido antes de gritar dolorida viendo su brazo
sangrar esa última flecha había pasado demasiado cerca.
-Amor deja de asustarlos y recoge a mi hermano del piso por favor_ le dijo
mirándola con seriedad.
-¡EL EMPEZO!- la escucho quejarse por lo que le dirigió una mirada aun más
severa que genero que la joven murmura algo mientras ayudaba a Arturo a
incorporarse -¡ESTE SE ORINO!- la miro sorprendida -¡A MI NO ME CULPES,
SEGURITO FUE PORQUE ELENA LE DIJO QUE ESTABA EMBARAZADA!
-¡ANDY!- la miro molesta notando como de nueva cuenta la chica murmuraba algo
y arrastraba como podía a su hermano al interior de la mansión, se giro a
observar a Elena unos instantes antes de que ambas estallaran en risas - Son
como niños - dejo escapar riendo aliviada.
Bajo las gradas con Elena para escuchar el comentario de Andrea - ¿Te llamas
Arturo Jerónimo verdad?- observo a su hermano mirando a la joven con enfado
mientras Teresa lo mantenía controlado y este asentía - entonces pasaras a ser
San Jerónimo de las aguas perdidas - no puedo evitar estallar en carcajadas
antes el chiste ni ella, ni Teresa y mucho menos Elena.
-Maldita mocosa - vio el enfado de su hermano - una cosa era que aprobara que
ella te amara, otra muy diferente la estupidez que hicieron - vio el rostro
enrojecido de su hermano - ni siquiera tuvieron la decencia de avisarme.
-No lo digas Elena - dejo escapar Stefani - vayamos a tener un derrame de nuevo
- las carcajadas estallaron en el lugar mientras Arturo se levantaba con la mayor
dignidad posible pasando al lado de su esposa para obsequiarle un beso cariñoso
en la mejilla retirándose escaleras arriba_ no gotees hermanito.
Se había ido a la sala ¿Y qué había hecho Cañón? , pues lo mismo jalar su camita
y acomodarla al lado del sofá para echarse en ella, estaba practicando con el
videojuego porque había terminado todas las labores domesticas y la comida
estaba preparándose ya que Vanessa le aseguro que no llegaría tarde, enfoco al
perro que la miraba con interés ladeando la cabeza - ¿Qué?- le cuestiono antes
de escuchar el timbre sonar observo al animal sentarse esperando en su cama
mientras ella se asomaba mirando al cartero y abriendo la puerta.
Enfoco al frente viendo a uno de los tipos sacar una pistola apuntando al perro,
estaba por gritar cuando vio el reflejo de unos cabellos negros aparecer sobre
el capo del auto estampando al hombre que sostenía la pistola en el antes de
hacerlo girar en el aire, alguien tiro de ella no podía precisar quién pero tiraron
de ella hacia la casa mientras sus ojos estaban fijos en Vanessa que apuntaba las
dos armas a sus atacantes mientras Cañón se encargaba del tercero en el suelo.
-Parece caballeros que les salió mal la movida- escucharon los tipos decir a la
joven - Díganle a Víctor que si alguno de ustedes se vuelve a acercar a mi casa
los matare y alegare defensa propia, nadie dudara de mi palabra - la vieron
girarse mientras sacaba un pañuelo de su mano limpiando el arma que era de uno
de ellos con sumo cuidado - y para que no quede duda - el disparo resonó haciendo
al líder doblarse de dolor en el suelo - nunca vuelvas a tocarla - le afirmo
arrojando el arma como si nada para dirigirse a la casa con seguridad.
Herendira apretaba los dientes viendo los cabellos pelirrojos parecidos a los
suyos con sorpresa mientras enfocaba a Sasha que al parecer intentaba llamar
a Georgina ya que necesitaban un médico - Mami - llamo quedamente.
-Tranquila amor, mami está aquí- asintió conteniendo las lágrimas su padre había
hecho su movida, una completamente irracional ¿Por qué?, escucho el disparo
para abrir los ojos asustados…. Recién acababa de tener claridad del por qué.
NO ME OLVIDES
Capítulo 36
Entereza.
William Shakespeare.
-Papá va por Vanessa- le escucho decir antes de que los ojos la enfocaran con
fiereza - quiere lastimar a Vanessa - le afirmo por lo que miro consternada - si
es que no es el responsable de sus lesiones pasadas.
-Ella me defendió, le disparo a uno- vio las pupilas verdes temblar levemente -
mamá se dejo llevar por la ira y Víctor se aprovechara de ello… ella puede….
-Esa mujer te adora hija- le afirmó- así que no te preocupes por ella, en cuanto
a tu padre, acaba de pasarse de la raya por mucho- cambio su expresión a una de
infinita molestia- Y te aseguro que no le agradaran las consecuencias.
-Mami- escucho el suave murmullo - me duele mucho- vio el puchero con alegría
porque era una clara muestra que su pequeña quería ser consentida por lo que la
abrazo con delicadeza besando la cabeza con cariño, al final debería agradecer
a Víctor su idiotez que a fin de cuentas fue la que le permitió acercarse a su hija
de nuevo.
-Me van a decir que estoy despedida - se sorprendió al escuchar aquello - porque
es lo que tu padre quería tener un punto para manipularme y que echara a tu
hermana de casa, seguramente no sabe que somos amantes - vio la chica sonreír
divertida_ tampoco debe comprender que mi trabajo me importa poco, si pierdo
a Herendira nada tiene sentido también dirán que debo sacrificar a Cañón porque
ataco a un civil pero eso no lo permitiré solo hare que lo den de baja, será mi
mascota y buscare un buen trabajo para poder mantener a tu hermana
decentemente.
-Vanessa- trago grueso unos instantes al ver la mirada serena delante de ella.
-No me pude controlar… - le afirmaron- deseaba volarle la cabeza pero sabía que
si los dejaba irían con el cuento a tu padre y él intentaría utilizarlo… porque
quiero verlo pararse delante de mí, ver su expresión al ver su plan fracasar
miserablemente.
-Simplemente barajo todas las opciones y esa es una de ellas -vio el celular sonar
de nuevo mientras Vanessa lo ignoraba de lleno, empezaba a creer que esa mujer
era mucho más peligrosa de lo que aparentaba y su padre lo iba a descubrir de
mala manera.
Clarisse Savedra caminaba del lado de Rachel mientras la joven cargaba varios
paquetes de comida como era su costumbre, era un día de semana en que le era
usual visitar la casa de Amara y surtir su seguramente abandonado refrigerador,
estaba segura que de no ser por ella se la pasaría comiendo en la calle cualquier
porquería que encontrara esa mocosa se mantenía en forma porque tenía por
costumbre hacer ejercicio como enferma, creía ella que era su forma de escape
cuando se sentía sola o frustrada.
Luego de la muerte de su nieto le había ofrecido vivir con ella pero la joven se
negó diciendo que permanecería en la casa que Alonso con tanto amor compro
para ambos, fue ir a dos semanas de la muerte del hombre para darse cuenta
que Amara simplemente tomo la decisión de que comer no era algo importante
así que adopto esa costumbre de asegurarse que tuviera algo más que cereal en
la lacena.
Lecciones la vida te da lecciones pero ella por alguna razón siempre había sido
tan distraída que muchos decían que era casi un crimen, así que cuando Clarisse
se regreso a la camioneta por un paquete ella no reparo mucho en nada que le
diera indicios que la casa estuviera ocupada, ni siquiera en el hecho de que no
tuvo necesidad de meter la llave porque el picaporte giro solo, abrió sus ojos
desproporcionadamente al ver el cuerpo de Victoria erguirse del todo sobre su
concuña “Diablos” - Chicas- musito generando que Victoria diera un grito y Amara
se enderezara cubriéndola con su propio cuerpo - Clarisse - segura estaba que al
menos Amara le quería arrancar la cabeza pero la sola mención del nombre de la
abuela genero que palideciera sin saber qué hacer, gracias al cielo Victoria
parecía que si porque medio se cubrió con un saco que a luces se veía no era de
ella y echo a correr escaleras arriba.
- ¿Qué pasa?- palideció en el acto ante aquello- Mas te vale que no intentes
mentirme jovencita.
-Yo solo digo que la noche esta bonita- dijo dolorida mirando a la anciana- yo solo
hago referencia a que la noche es hermosa y tú me acusas de mentir - tomo aire
con fuerza - no puede una admirar la noche en paz, sin que piensen que oculta
algo.
-No.
-Me enferme - afirmo la chica - llevo toda la tarde durmiendo -“Ya quisiera yo
dormir así” pensó fugazmente notando como Clarisse acariciaba el rostro de
Amara con cariño - me sentí muy mal tanto que deje el trabajo.
-Viste al médico - Amara asintió mientras ella la miraba con sorpresa era tan
buena mintiendo que daba miedo, escuchaba la explicación tranquila de la mujer
mientras ingresaban a la casa y ella ubicaba todo en la cocina.
Paseo sus ojos por la recamara los delicados cuadros en ella y la fotografía de
Alonso a un lado de la cama sobre el buro, sentirse una intrusa en un lugar en el
que no debería era extraño sin embargo sentía que estaba en un sitio indebido,
era como si fuera la amante, la tercera y esa era la segunda vez en el día que
sentía aquello pero Amara era una mujer viuda, que no estaba atada a nadie por
ley ni deber y sin embargo en aquella recamara era sencillo saber que seguía
casada aun con un fantasma.
Escuchaba las voces amortiguadas desde la planta baja, y ella estaba escondida
como si hiciera algo realmente malo, escondida en el lugar menos indicado en un
sitio lleno de los recuerdos del que fuera, era y seria el gran amor de Amara lo
que generaba que regresara la pregunta usual a su mente ¿Por qué insistía en dar
batalla por alguien que en unas horas le demostró que no tenía cabida para ella
más que en su deseo?, era una locura hasta cierto punto sobre todo cuando las
evidencias le decían que era la perdedora clara de esta contienda.
La respuesta quizás estaba en el hecho de que ella era una luchadora, tenía la
batalla de su vida perdida y había resistido lo suficiente para ganarla, la pelea
que tenía enfrente era muy diferente sobre todo porque no era la única
involucrada, dependía mucho de Amara y que tan dispuesta podía estar a aceptar
sus atenciones más allá del sexo. Estar escondida en un segundo piso le decía que
la disposición de la joven no era la mejor.
-Lo lamento- se pasó la mano por el cuello, la realidad era que necesitaba aire y
pensar detenidamente las cosas - pero tengo trabajo pendiente en la oficina y
ya es bastante tarde así que tendré que pasar a retirarme.
-Comprendo- noto como desviaban la mirada por la recamara - tenía tiempo que
no entraba aquí - aquella declaración la sorprendió sobre manera - pero debo
insistir que no te vayas sin comer al menos algo - noto como tomaban su mano
con suavidad - te ves linda solo con mi saco encima - reparo en su cuerpo desnudo
ruborizándose profundamente, antes de sentir la cercanía del cuerpo de Arian y
fue entonces que su mente le encendió la luz roja de alarma “lo está haciendo de
nuevo detenla” pero quizás la advertencia le llego tarde porque la besaban
apasionadamente - ¿Quieres aquí o en otro sitio? - la miro extrañada unos
instantes.
-Que se meta su negociación por el culo - abrió los ojos sorprendido al ver la
joven girarse mirándolo con una sonrisa altanera - Vamos a ver Señor Villafiel -
vio a la chica dar un rodeo por la oficina - sus hombres fueron a mi casa e
intentaron sustraer de ella, por decirlo de una manera elegante para que me
entienda - iba a decir algo cuando le levantaron una mano indicándole que
esperara - la cosa es que ella es mayor de edad, es decir que cualquier intento
de desplazarla por la fuerza de un sitio a otro dada su condición su adulto
responsable tiene un único nombre ¿Cuál sería tío?.
-Eso si mi hija presenta cargos - respondió con total tranquilidad - cosa que
ella…- le tendió un papel que tomo con sorpresa.
-Ya hizo- le afirmaron con despreocupación- eso que usted tiene en las manos es
entre otras cosas una orden de restricción, vera Señor Villafiel no es el único
con gente importante a su alrededor y que además sabe de leyes, a mi me basto
una simple llamada a alguien muy querido y claro los contactos de su amadísima
ex esposa para acomodar todo este asunto - vio a la chica girarse acariciando al
perro antes de tenderle otro documento al Jefe de la Policía - Tío entiendo que
dejarme aquí puede dañar tu imagen pública por lo que presento mi solicitud de
baja honrosa por incapacidad - la miro sorprendido - veras uno de los
guardaespaldas de este hombre me genero una lesión en columna que provoca
que este imposibilitada de desempeñar mi trabajo por los próximos cinco meses
- palideció al enfocar la mirada fría que le dirigían junto con una copia del
dictamen médico - El esposo de su Georgina es tan agradable y tuvo la gentileza
de atenderme fuera de horario - leyó el documento apretando los puños - ahora
una cosa más… este otro papelito es una indemnización por daños y perjuicios de
parte de sus guardaespaldas cuando me agredieron a mí y… a espere un momento
tengo que hacer algo antes de decir esto - noto a la joven sacar una cámara y
ubicarla sobre el escritorio de manera que lo enfocara a él - es una belleza de
cámara - le escucho comentar al Jefe de la Policía - solo debo presionarle acá y
tiene un disparador de tiempo, pero bueno continuo con lo mío - noto la sonrisa
entre divertida y altanera- como le decía porque me agredieron a mí y a mi mujer-
trago grueso al escuchar el primer disparo de la cámara - ¡ah! sí por si no le queda
claro… mi mujer se llama Herendira Villafiel.
El silencio reinaba en la casa mientras ella miraba la televisión en la sala con suma
tranquilidad, el tic tac le anunciaba que el tiempo seguía su marcha imperturbable
y que lo estaba desperdiciando en aquel sitio, miro la casa con algo de hastió ese
no era su tipo de vida, hogareña, tranquila frente al televisor, la noche estaba
hecha para salir para disfrutar, conquistar, bailar sentirse plena no para perder
el tiempo en…en…. Viendo esos lindos ojos y la sonrisa que le dedicaban.
-Hola- percibió la calidez del cuerpo al invadir su sofá_ lamento tardarme ya
sabes que Alison se pone difícil a veces a la hora de dormir.
-Alison nació siendo difícil - afirmó quedamente apartando un mechón del rostro
con delicadeza - ¿Qué pasa?- cuestiono notando la mirada confusa delante suyo
- haz andado rara todo el día, ya sabes esas manías tuyas que no pasan
desapercibidas para mí.
-No sabía que reparabas tanto en mi- desvió los ojos al escuchar la risita
divertida - pero es verdad algo pasa, desafortunadamente no es algo bueno.
-El padre los niños decidió que quería comportarse como tal- noto como la mujer
a su lado daba un pesado suspiro- quiere formar parte de sus vidas nuevamente,
y claro de la mía- escucho la risa amarga- me vino con la historia que había
cometido un error y que nosotros éramos su familia a fin de cuentas, ese hombre
renuncio a la custodia de sus hijos a cambio de que yo vaciara mi cuenta bancaria
y le diera todo- arrugo el entrecejo con seriedad- y ahora simplemente quiere
volver a formar parte de todo, supongo que su otra mujer lo dejo también.
-Vas a volver con él - se puso de pie de golpe, no entendía bien el porqué, pero el
discurso de Evelyn le estaba generando un profundo malestar que no sentía
desde niña… desde que decidió su forma de vivir - deberías pensarte mejor como
te he dicho ya… el tipo de padre que quieres para tu hijo porque ese hombre no
le enseñara otra cosa más que a ser un maldito irresponsable - recogió su bolso
encaminándose a la puerta.
La mansión Del Valle era por mucho diferente a su departamento pero por el
momento no deseaba entablar una nueva discusión con Arturo sobre si ella era
una buena pareja o no para su Stefani o sobre si el departamento era lo
suficientemente seguro y espacioso. Por el momento estaba resignada al enorme
espacio en el que estaba, a que debía ver como se nivelaba en medicina y no perdía
la beca.
Así que estaba desarrollando una actividad que hacía mucho no aplicaba…
estudiar, su concentración estaba de lleno en conceptos que bien conocía pero
necesitaba repasar debidamente y en claro ver la forma de ocultarle a Stefani
que la llamada que recibió durante la cena no era precisamente de su asesor
estudiantil. Era mayor de edad si bien era cierto pero por desgracia hay algo de
lo que uno nunca se puede deshacer… la familia.
Si bien nunca tuvo mucho para darle, le dejo su departamento que su tía debía
entregarle debidamente y ahora la mujer se negaba porque consideraba que
deshonraba el nombre de la familia como su madre, golpeo de nuevo el delicado
mármol maldiciendo por lo bajo estaba harta de aquel discurso no era culpa ni
suya ni de su madre que su padre las abandonara pero su familia insistía en poner
el dedo en el reglón.
Reviso sus finanzas y tenia lo justo aun para pagar un abogado medio decente
que la acompañara con los papales de su herencia y así resolver ese caos, aunque
imaginaba el argumento sufrido que le soltarían, encima ir a esa casa le era la
cosa más desagradable del mundo aparte del hecho de que estaba a casi dos días
en autobús de su actual domicilio, porque no podría pagar un avión… sumado a eso
estaba el tema de la excusa porque no deseaba exponer a Stefani a aquel
ambiente.
Tomo el teléfono móvil entre sus manos moviéndolo con suavidad, necesitaba
apoyo uno maduro, seguro y que disfrutara de la ira incluso… ciertamente era
algo que aun ella no manejaba bien negó con la cabeza Rocky la iba a matar luego
seguramente pero… en ese momento le parecía la persona más indicada.
A la mañana siguiente la excusa nunca llego y simplemente dejo una nota sobre
su cama diciendo que iba a resolver asuntos familiares y regresaría en una
semana, había acariciado los mechones rubios con infinito cariño antes de
depositar un beso imperceptible abandonando la mansión temprano y casi
chocando con una Victoria completamente ruborizada que le miro unos instante
-Tu no me viste - le dijo quedamente.
NO ME OLVIDES
Capítulo 37
Alegría y tristeza…
Victor Hugo.
-¿Te duele?- escucho la voz enfocando el rostro con los ojos aun cerrados.
-No- respondió con tranquilidad- esos analgésicos deberían estar prohibidos, son
como una droga fuerte.
-La única droga fuerte en esta casa para ti soy yo- rió por lo bajo al escuchar
aquello antes que los ojos negros la enfocaran con cariño- No quiero pensar que
pudo pasar sino llego en el momento en que lo hice.
-Por suerte no debemos pensar en eso- respondió con calma- ¿Me dirás que paso
ayer exactamente con Víctor?- vio la sonrisa altanera de Vanessa aparecer
mientras estiraba una mano al buro y le enseñaba la fotografía- Tengo que
enmarcarla- afirmó riendo con fuerza.
-Hice cuanto me dijiste y sus reacciones fueron las esperadas… -noto la mirada
sensual que le dirigían- No sabía que mi sexy mujer era una estratega tan
temible- sintió el beso en el cuello que la hizo suspirar.
-No me gusta que amenacen a mis seres amados- dejo escapar intentando
acomodar la férula para que no le estorbara en sus intenciones- Y mucho menos
a mi mujer- enfoco los ojos negros que le miraban algo perturbados.
-Me he saltado pasos contigo siempre - la vio erguirse en la cama - pero nunca
en estos meses te he dicho te amo - trago grueso ante la seriedad de la mirada
- porque hablar de amor es hablar de algo muy serio…Yo una única vez hable de
amor - abrió los ojos con sorpresa al escuchar aquello - pero de eso hace mucho
tiempo ya y digamos que hasta se puede decir que era una persona diferente.
-¿Quién?- la pregunta quizás era irrelevante pero rara vez su amante hablaba
del pasado y mucho menos de otras mujer.
-Se llamaba Cris- noto la sonrisa envolver el rostro por completo - a veces cuando
la veía creí que podía volar - le afirmaron con total tranquilidad - Virginia decía
que estaba tan idiotizada que ni lo notaba siquiera, Cris era especial… muy
especial - noto los ojos embargarse de tristeza - murió cuando tenía quince años.
Cáncer - la miro sorprendida - ella… le encantaba ver las estrellas y las noches
frías de invierno, se enfermo muchísimo de golpe, de la nada y yo no lo
comprendía bien… ¿Porque la vida era tan cruel?, pero Cris ella tenía una
explicación para todo - observo como Vanessa giraba enfocando el techo - ella
decía que su tiempo era el justo y debido, que simplemente estaba para
enseñarme algo importante…. Amor… la muy idiota se le ocurre hablarme de amor
cuando estaba en terminales- escucho un bufido de la joven - y la ame más por
eso… me quede con ella hasta el final, no fue difícil sabes… Cris era de verdad
demasiado maravillosa para estar mucho tiempo aquí… “Dilo cuando lo sientas
nunca sino lo sientes”- la vio erguirse enfocándola- he tenido varias mujeres en
mi vida, intente construir mi vida con algunas pero a ninguna le dije que la amaba,
solo se lo dije a Cris porque la amaba y ahora…. Ahora te lo digo a ti porque
también te amo.
-Para mi hablar de amor es hablar de algo tan grande y especial un milagro, casi
un evento extraordinario que pocas personas ven como tal- noto los ojos negros
enfocarla con profundidad- valoro el amor como si fuera el más caro metal,
porque he perdido muchos a lo largo de mi vida, perdí a mis padres, a mi hermano,
a Cris… los tipos de amor que la vida te regala los he perdido, y he aprendido por
tanto a valorar cuando lo tengo conmigo y a aceptar cuando se van- escucho el
tono suave y envolvente de la voz- nunca me veras hablar de amor a menos que
realmente lo sienta… Te amo.
Se llevo las manos a la cara el tono que emplearon al expresar aquellas simples
palabras fue tan profundo y conmovedor que podría jurar que el universo entero
se estremeció en el momento justo que sintió el beso cariñoso y profundo que le
regalaban- Yo soy solo tuya- alcanzo a decir ahogada en aquella suave respiración
sobre sus labios- Te amo desde el primer día en que te vi….
-Me dio valor- murmuró suavemente apartando un mechón negro para sujetarlo
detrás de la oreja con delicadeza- valor para caminar con firmeza en tu
dirección, para dejar de tener miedo, que mi observación en la distancia se
convirtiera en más…- rió quedamente unos instantes - tienes razón me dio la
claridad para comprender que si te amaba…. debía tener el valor de hacer el
intento y dar el primer paso- regalo un beso fugaz a aquellos labios que adoraba-
y qué bonito…. ¡QUE HERMOSO!- grito escuchando la risa suave a centímetros
de su rostro- decir que soy solo tuya- dejo escapar en un quedo susurro sobre
el oído.
-Yo… soy solo tuya también- Vanessa sonrió al decir aquello notando los ojos
verdes mirándola como desde el primer día con adoración, si alguien le
preguntara podría afirmar que conocía perfectamente la textura de las manos
de Herendira, la sensación de los labios sobre las palmas de sus manos, el calor
que desprendía su cuerpo cuando se emocionaba, la pasión que despedía su piel
cuando ardía en deseo, las suaves inflexiones de su voz cuando algo le incomodaba
y no lo deseaba expresar, cuando algo le alegraba pero callaba por no
incomodar…. Los cambios en el verde de aquellas dos esmeraldas que se clavaban
en su alma, los destellos fugaces de decisión y duda que podían pasar en ellos
durante instantes fugaces.
Ella conocía el ruido exacto de sus pies descalzos cuando recorría alguna
habitación de la casa, podía ubicar donde se encontraba solo por el sonido de su
risa, definir el sonido de su silencio y detestar su ausencia… la amaba no debía
ser un genio para comprenderlo, mientras retiraba la pijama que cubría el cuerpo
que adoraba no podía dejar de pensar en la primera noche que Herendira paso
en su casa… sus manos recorrieron con suavidad la clavícula notando los ojos
verdes cerrarse y el suave suspiro escapar de los labios, antes que los suyos
depositaran un beso en aquel sitio…. Esa noche ella buscaba una palabra a la
mañana siguiente razono que la palabra era gustar… a veces era tan lenta, por
eso era que no la convencía…. La palabra que deseaba encontrar era amor.
-Te amo- sonrió al escucharla decir aquello, mientras sus manos se perdían entre
el valle de los senos y sus ojos enfocaban con un dejo de enfado el brazo
inmovilizado que Herendira mantenía a un costado de su cuerpo- No pienses en
eso- percibió la mano acunando su rostro, los ojos cargados de deseo, la voz
entrecortada por la respiración agitada- Amor…- y ella maravillosa como siempre
comprendiendo hasta el último de sus sentimientos- Cuando estamos tu y yo no
pensamos en él- rió suavemente al escuchar aquello, era la promesa que nació
después de la primera noche de Herendira en su casa- aquí y ahora solo somos
tu y yo…
-Te amo- noto las pupilas temblar levemente mientras ella reiniciaba su recorrido
por aquel cuerpo que veneraba, sus dedos recorrieron la piel haciéndole recordar
su calor, su olor, el sabor que adoraba porque para Vanessa Savedra hacer el
amor con Herendira Villafiel era un acto de fe, un milagro que le había recordar
que estaba viva y que tenia a alguien que la amaba y amaba, ¿Y eso acaso no era
en si un milagro?
Acariciaba la piel desnuda abrigándose como tantas veces en ella, llenándose de
la paz que cada gemido entregado le regalaba a su corazón, de la pasión que
aquellas manos acariciando su cuerpo despertaban en su interior, con Herendira
no tenia limites, no conocía imposibles, nunca se sentía cohibida de expresar su
deseo más oscuro porque siempre era complacida en cualquiera de sus locuras
incluso en aquella de hacerlo en pleno jardín de la Casa De Playa.
-En lo sexy que te ves cuando gimes-respondió notando como a pesar de todo las
veces que había dicho aquella frase las mejillas de Herendira se teñían de rojo-
y en que ese brazo puede ser un impedimento.
-No querida eso nunca-el tono oscuro le hizo sonreír al notar como Herendira
maniobraba con dificultad dejándola a ella bajo su peso e irguiéndose sobre su
cuerpo- yo mando- rió con fuerza al ver el gesto de infantil travesura envolviendo
el rostro mientras una mano se encargaba de recorrer su torso ya desnudo- me
gusta quitarte la ropa yo… además es solo un brazo quebrado no es que no me
vaya a mover nunca más en mi vida- acaricio el rostro con tranquilidad- podría
bañarte en miel y lamerte toda- levanto la ceja divertida - pero no quiero ir a la
cocina…- noto el gesto de extrema concentración- ¿Y si te vendo los ojos?- le
negó suavemente notando el enorme puchero delante de ella - Pero Vanessa… -
el tono consentido la hizo voltear los ojos en blanco.
-Y yo que tú eras una pervertida mayor - vio las pupilas verde abrirse con enfado
- te estabas metiendo mano cuando hablamos por teléfono en vacaciones - vio el
sonrojo aumentar - nunca has tenido problemas para seguirme el juego en nada
- irguió su cuerpo con suavidad - en nada - repitió suavemente - ni siquiera cuando
te puse las esposas - escucho el gritito y como la joven se cubría el rostro
avergonzada.
-Ese día fue una locura - le escucho decir quedamente_ te amo tanto, amo todo
lo que me haces- percibió los dedos pasearse de nuevo por su pecho - ¿Clásico?
- asintió incorporándose del todo para besarla con cariño.
Dudaba mucho que cualquier forma de hacer el amor con Herendira fuera clásica
u ordinaria paseo las manos por la delicada espalda delineándola antes de besarla
de nuevo, le parecía fascinante como al enredarse en aquel cuerpo perdía la
noción de sí misma como si de una refinada adicción se tratara, Herendira era
dócil y tendía a moldearse con facilidad a sus caricias.
-Eso te iba a preguntar - suspiro con pesadez ante la respuesta - Estas muy
triste… ¿Por qué?.
-¿Me trajiste por que tenías miedo?- desvió el rostro incomoda ante la pregunta
asintiendo levemente a modo de respuesta- ¿Le dijiste a tu rubia? - negó antes
de encogerse más en el asiento - Andy…
-No quiero exponerla a ese ambiente - apretó los puños con ira - no quiero que
escuche los comentarios ni vea como me miran - sintió los ojos arder - no deseo
que escuche lo que dirán de mi o de mi madre…. Ni que se dé cuenta que…
-Que eres una cobarde que no sabe poner un alto - miro a Karina sorprendida -
le tienes miedo a tu tía… estoy segura que le prometiste a tu madre nunca pelear
con ella y por eso te comportas así - asintió con enfado de nueva cuenta - pues
seguro tu madre no sabía que se comportaría como una maldita - le escucho
afirmar - así que ponle un alto a esa maldita mujer y deja de acobardarte.
-No sabes nada - le afirmó con seriedad - no sabes nada- repitió quedamente
apretándose más contra el asiento y recordando un tiempo que deseaba olvidar.
-No- la escucho decir aun pegada a ella- va a volver con su ex esposo y se olvidara
de mi - sintió la tensión en aquel cuerpo que conocía de memoria- es la única
mujer que no quiero que me olvide, la única que me hacía sentir libre cuando
estaba con ella, que me hacia desear no tener otro plato fuerte… vuelve mi
cabeza loca con verla sonreír, cometí un error garrafal viole con ella todas mis
reglas y estoy pagando las consecuencias.
-Dile que la amas- se separo mirándola- díselo… no seas cobarde - afirmó notando
la medio sonrisa adornar el rostro- igual aunque ella luego te diga que no tu al
menos te sentirás aliviada al serle sincera sobre tus sentimientos- rio
suavemente - mejor busco el celular y llamo a Rocky- vio como le asentían-¿Por
qué no llamas a Evelyn?.
Indecisión entre lo socialmente adecuado y lo que sentía, entre lo que creyó toda
su vida las imágenes que desarrollo en su entorno y el nuevo mundo que
descubría… golpeo con fuerza la mesa provocando que varios tubos de ensayo
vibraran lo arruino en segundos, ahora todo le parecía ridículo. Absurdo pensar
siquiera en volver con su ex esposo ¿Por qué? Simplemente su maldita
inseguridad le hizo creer en ir a lo seguro en vez de continuar con la persona que
le hacía sonreír, con la que adoraba a sus hijos y siempre la abrazaba cuando
estaba cansada en el sillón de la sala… tuvo miedo de Karina…
El miedo era el peor enemigo del ser humano, era una lección vieja de su abuelo
que ahora comprendía… porque Karina renuncio aquella mañana, no respondía el
celular y ella sentía que su corazón empezaba a caerse a pedazos, el miedo fraguo
como su peor enemigo…. Cuando recibió la llamada de su ex esposo deseo
mandarlo al demonio allí mismo y no lo hizo porque sus argumentos le parecían de
lo más lógicos, se confundió un instante al recordar el pasado que tuvieron como
familia, lo mucho que se esforzó en aquel matrimonio…. Pero luego de eso también
recordó que en esos meses alguien ocupaba un lugar en su sillón de una manera
diferente.
Y tuvo miedo de perderla, de que ella no la amara que se fuera como se había ido
él, de verse comprometida… fue cuando razono eso de volver con su ex “mejor
malo conocido que bueno por conocer”, eso pensó brevemente no pensaba decir
nada pero cuando Karina pregunto simplemente las palabras fluyeron sin mucho
orden y sin siquiera medir las consecuencias. La llamo creyendo que se detendría,
la llamo con temor porque vio el dolor en sus ojos uno profundo que ella causo,
porque Karina era parte de su familia y ella estúpidamente no lo había notado.
-Andrea Almeira Del Valle, mi esposa - trago grueso, porque bien conocía ese
nombre claro que lo conocía porque Karina no tuvo reparos en contarle de la chica
y de todas sus amantes, trago grueso, ella siempre fue honesta - se que se fue
con Karina porque me lo dejo escrito - tomo la nota que le tendían leyéndola con
interés - dice que necesita atender algunos asuntos familiares y que Karina le
ayudaría… no me explica cuales, se supone que soy su esposa….
-¿Desde cuándo? - quizás no era una pregunta muy lógica y sin embargo a ella le
parecía importante, bien sabía que Karina no se involucraba con mujeres casadas,
pero esa chica la había visitado meses atrás quizás por esa razón…
-Si confía en ti sin duda - regreso la nota - te informo con quien se iba y a que…
la cosa es que quizás hay algo más allí que no te ha dicho tal vez no porque no
confié en ti sino porque teme tu reacción - suspiro con pesadez_ a veces
pensamos que hacemos lo correcto pero solo metemos mas la pata… el ser humano
en ocasiones no sabe reaccionar a ciertos hechos en su vida.
-La amo- escucho el tono suave y perdido- esperare con calma a que regrese,
pero de verdad hubiera preferido yo ser quien la acompañara a resolver sus
asuntos familiares, estar ahí para ella, apoyarla y protegerla.
-Eso al final pudo ser lo ideal pero la vida no siempre es ideal- se retiro la bata
con tranquilidad- te invito a desayunar total no quiero seguir trabajando aquí y
de paso te pongo al día… tenemos mucho de no comer juntas.
-Te ves mal- escucho la afirmación medio sonriendo- metiste las de andar ¿eh?
En el minuto cinco punto seis Elena entro por la puerta, diciéndole vaga,
dormilona, que se echaría a perder porque las mañanas empezaban temprano para
las personas que debían encargarse de una empresa multimillonaria, que no
olvidara que debía hacer ejercicio ¡EJERCICIO! Intento correr, Dios que estaba
en los cielos lo sabia pero fueron cinco minutos para que se hiperventilara,
temblara como gelatina y callera sentada implorando compasión al universo ante
la mirada extrañada de su prima que no dejaba de repetirle que no engañaba a
nadie… que no habían pasado cinco minutos, que levantara el culo e hiciera su
rutina de veinte minutos… ¡VEINTE DOLOROSOS MINUTOS! Casi entro
arrastrándose en la mansión casi porque Stefani salió como vendaval produciendo
que se fuera de espaldas sin poder moverse.
Arturo que bueno era Arturo, la cargo ante la mirada molesta de Elena que decía
que era puro teatro, si tan solo hubiera podido mover sus manos la estrangulaba
allí mismo agradeció con la mirada a quien tan gentilmente la dejaba en su cama
antes de sentir el golpe de un almohadazo… iba a matarla, apenas pudiera
moverse iba a matar a Elena Del Valle… Pero no pudo porque se sintió como de
cinco años o eso debía sentir un niño normal de preescolar al ver a su prima darle
el almuerzo, acariciarle la cabeza y dejarla en su oficina temporal en el último
piso de Industrias Del Valle diciendo “Échale ganas”.
Si claro que si uso toda su energía para fundirse con la mesa de trabajo sintiendo
los ojos cerrarse cada nada, pero Dios era malo o le cobraba la interminable
noche de placer que había tenido porque el maldito teléfono no dejaba de sonar,
su secretaria no dejaba de entrar llevándole nuevos expedientes diciéndole que
debía revisarlos- ¿Tenemos fusión?- pregunto arrastrando la voz.
-Madonna mía- dejo escapar llevándose las manos a la cara, se había olvidado de
Fabrizzio pero en ese instante tenía tanto sueño, escuchaba a su secretaria
halagando las cualidades físicas del joven una y otra vez- no es mi prometido-
dejo escapar produciendo que la enfocaran_ ¿Perché nessuno capisce.?
-Mia figlia e calmo o ti dará un attacco di coure- escucho la voz de su padre por
lo que lo enfoco con ira.
-Sé ció accade será colpa tua- afirmo respirando con profundidad, debía
calmarse era verdad envió la información escuchando la risa de los allí presentes
menos la de Arturo que al parecer la miraba preocupado.
-E vero- miro a su padre que carraspeo antes de empezar a decir en español al
parecer por cortesía hacia a Arturo- Fabrizzio nos pido tu mano ayer- vio la
enorme sonrisa en el rostro del hombre- no es maravilloso.
-Ma que cosa- los miro asombrada- ¿Están tottis locos?... Faby eres molto
amable y cariñoso cherto pero io no quiero casarme contigo… no te amo.
-No quiero-noto los ojos de todos enfocarla- io no lo amo es la mia vita… ¡MIA!-
grito cortando del todo las comunicaciones, se giro con cansancio para dejar caer
su cabeza sobre el escritorio agotada de nuevo, escucho su celular sonar por lo
que estiro la mano buscándolo con desamparo- ¡NO ES NO!
-¿Vienes a desayunar?- rió suavemente- total no fui a trabajar ya…. Y creo que
tu mañana no empezó del todo bien, eso te pasa por salirte de mi cama sin avisar-
suspiro cansada- ¿Voy por ti o vienes a casa?
-Voy a casa- se puso de pie apagando los monitores y llevándose consigo al menos
cinco carpetas que deseaba revisar, miro a su secretaria con cara de no me
importa mientras tomaba el ascensor que para su desgracia se detuvo dos pisos
abajo dejando a su prima pasar, apretó el botón ante la sorpresa de esta
descendiendo del ascensor para dedicarle una mirada asesina y utilizar las
escaleras importándole poco los malditos tacones.
Era un plan por demás arriesgado pero poco tenía que perder ya, todo por culpa
de su padre que se encapricho con el menos responsable de sus hijos dio un rodeo
enfocando al forense haciendo el levantamiento de hechos debido a que su padre
decidió morir en su casa debía pasar por todo aquel proceso sumado al de la
autopsia, lo que le daba además de su semana esperaba dos días más al menos.
-Lo lamento mucho- noto como la envolvían con fuerza en un cálido abrazo-
¿Necesitas algo?.
-Yo creo que podrías perfectamente- miro el rostro serio delante de ella- y tu
padre debería entender que yo también soy una mujer de cuidado, no le tengo
miedo pero ante todo no permitiré que me separe de ti y querida no finjas ante
mí que no sabes nada de negocios- el mentón de su mujer se alzo levemente
mientras esta esbozaba una sonrisa altanera y ella simplemente negaba con la
cabeza mordiéndose los labios- Tecknovan.
-Nos escuchaste- vio como le asentían- es un proyecto que tengo con Stef en
relación a una nueva marca de telefonía y tecnología de punta ¿No quieres saber
quién me enseño?.
-Tu abuelo- levanto una ceja ladeando la cabeza- si el hombre tenía dos dedos
de frente segura estoy que te educo para ser una digna heredera- rió
quedamente era verdad su abuelo había hecho aquello- sabía que tu padre te
subestimaba por eso creo el grupo empresarial Fénix por eso le puso ese nombre.
-Soy perfecta ya lo sabes- rió quedamente ante aquello- se bien que al parecer
tu abuelo te adoraba, y supongo que esa cabeza potente tuya es la que no te ha
dejado conseguir empleo hasta hoy, misma cabeza que te llevo a hacerle una
propuesta de negocios a Stefani Del Valle, propuesta que seguramente tus
hermanos estarán encantados en apoyar dando el impulso necesario para hacerte
presente en Grupo Fénix que estoy segura no existe como tal y solo es una
pantalla creada por tu abuelo para distraer a tu padre o evadir impuestos- rió
con fuerza ante aquella declaración mirando a su mujer divertida.
-No existe- se dejo caer en una silla de la cocina- Grupo Empresarial Fénix está
constituido por mi madre- noto la sorpresa en los ojos negros- si como lo oyes al
parecer ella y al abuelo tenían una meta en común y era protegernos de la
ambición desmedida de mi padre… la famosa junta directiva como tal es mi madre
y dos de sus primas que simplemente hacen el teatro sin poder u opinión alguna,
tampoco es que supiera algo de esto… mi madre me lo explico recién porque
afirmo que entre nosotras no podían haber mentiras.
-Ya veo… vaya eres la todopoderosa Herendira Villafiel- arrugo la nariz al ver la
sonrisa divertida- pobre Víctor se va a morir infartado- negó suavemente- ¿Por
qué no quieres que me separe de ti?.
-Porque ira por ti- dejo escapar acariciando su férula- es como juega… se cree
listo y hábil pero cuando las cosas se descontrolan tiende a ser demasiado
agresivo e intentara lastimarte para preocuparme o chantajearme quedándose
con todo porque eres mi debilidad.
-Una debilidad nada débil- levanto las cejas mientras inspeccionaba las largas
piernas escuchando el ruido de los pies descalzos en la cocina mientras su amante
abría la puerta del refrigerador- por mi puede mandar su ejército que no podrán
conmigo.
-Engreída- rió por lo bajo siguiendo el recorrido visual hacia la enorme playera
que tapaba apenas lo esencial y con la que Vanessa gustaba pasearse cuando
estaban solas en casa_ debes tener en cuenta que o bien puede ir por ti o por
alguien de tu familia- noto la expresión cambiar de golpe- calma amor tengo todo
cubierto.
-En momentos así me doy cuenta de partes tuyas que no sabía que existían-
suspiro con algo de preocupación- y las amo todas… porque pasar mi vida contigo
será un gran aventura.
-Entre tú y yo, hay muchas cosas que no son necesarias- afirmo abrazándola con
tranquilidad - las palabras por ejemplo… es como dices… siempre hemos sido un
matrimonio.
-Yo nunca dije eso- se separo mirando curiosa los ojos negros - Pero es verdad -
dio un suave empujón a su pareja que le miro con cariño - aunque el papelito ayuda
por ejemplo a que tipos como tu padre no se metan en nuestras vidas o que tu
madre no me interrogue sobre mis honestas intenciones.
-Si es contigo me da igual - vio como le lanzaban el móvil por lo que la enfoco
interrogante.
-Llama tu a Virginia, yo simplemente no podre tolerarlo- estallo en estruendosas
carcajadas - más le vale darnos un regalo de bodas decente o me las pagara, dile
que su bromita no vale- yo llamare a tu madre - la miro extrañada - quiero que
mueva su lindo culo hacia acá y me diga qué demonios es eso de traje de invierno
- vio el papel que le extendían - ¿Qué?... tiene lindo culo.
-¡VANESSA!
Abrió sus ojos con pesadez… El techo blanco ese techo no lo recordaba se giro
enfocando una figura en un escritorio para pardear incorporándose al ver el tinte
rojizo en la habitación_ ¿Arian?
Y sin embargo al verla dormir tranquilamente sobre sus piernas le era imposible
terminar con todo aquello, por más que sentía su corazón romperse en mil
pedazos, por más que pensara que era una traidora… no quería terminarlo, no
deseaba dejar de sentir aquel calor que la embargaba por completo, abandonar
la alegría que una simple conversación le generaba…. Además estaba el detalle
de ¿Cómo terminar algo que nunca comenzó?, era solo sexo se lo intentaba
repetir hasta el cansancio solo sexo y en toda ocasión su mente y corazón le
decían lo mismo al unísono ¿A quién trataba de engañar?... nunca fue solo sexo,
ella lo sabía y segura estaba que Tory al menos sentía lo mismo.
Escucho el suspiro pesado que escapo de los delicados labios deseando poderle
ofrecer más que un corazón lleno de temor e inseguridad, más que noches y
tardes de sexo apasionado… deseaba darle tanto, deseaba darle su amor pero
era aterrador el solo pensarlo mucho más lo sería expresarlo.
-Amore mio- rió con tristeza enfocando la mirada cielo fija en ella- ¿Estás bien?
-Sí… lo estoy- afirmó besándola con suavidad- solo tengo algo de trabajo
acumulado, al igual que tu- señalo las carpetas intentando cambiar de tema
desesperadamente, distraerse con algo eso intentaba con el sexo, distraer a su
mente de lo que sentía por Tory… concentrarse en las sensaciones de su cuerpo
y no en los saltos acelerados de su corazón, o en aquellos gritos en su cabeza que
hablaban de traición.
-Vita mía- sonrió de nueva cuenta al percibir como tiraban de ella tendiéndola en
la cama_ prego quédate conmigo_ acaricio la espalda con suavidad enfocándola
extrañada_ mis padres vendrán… io lo sé.
-¿Hiciste algo malo?- vio como negaban suavemente aferrándose con más fuerza
a ella -¿Te quieren llevar?- sintió la voz estrangulada en su garganta al decir
aquello - ¿Es eso?
-Si- apretó la mandíbula con fuerza - pero la mia vita es mia… io no quiero
marcharme aun…. io quiero quedarme contigo un poco más- sintió el corazón
saltar de alegría en su pecho mientras aquella opresión le acompañaba ¿Cómo
podía estar feliz y triste a la vez?
-Yo… - intentaba encontrar las palabras, porque aquello era una declaración
profunda, no tan abierta pero si una clara insinuación se denotaba por la forma
en que ella escondía su cabeza en la almohada que le había generado una gran
inquietud expresarlo- quédate en casa- vio la intensidad de los ojos cielo al
enfocarla y el intenso sonrojo- quédate en casa... tú y yo, puedo reportarme
enferma un poco más- agrego ignorando los temores que se acumulaban a paso
acelerado en su cabeza - te quedas y pasamos una semana más de vacaciones.
-Amore mío- vio como le negaban - tengo molto trabajo… y tu también - se giro
intentando tranquilizarse odiaba la idea de tener que separarse de Tory…
simplemente sabía que un día regresaría a Italia, se alejaría y ella no debería
terminar nada… pero en ese instante no deseaba pensar en ello y ahora… se la
querían llevar de su lado, quizás si ella se iba se irían sus torturas pero también
se llevaría esa extraña alegría que generaba en su interior la iba a perder de
todas formas- Arian - enfoco el rostro preocupado delante suyo-va bene io me
quedo qui…
-Traeré algo para que comas- se levanto turbada dejando la habitación detrás
suyo mientras cada paso que daba escaleras abajo le traía consigo un recuerdo
de su esposo, el mismo que la perseguía escaleras abajo en las mañanas o se
sentaba a desayunar sin camisa, el que la abrazaba interminablemente durante
la noche y la reprendía en las mañanas cuando no amanecía a su lado, el hombre
que amaba, el hombre que la amaba, el que murió… el que ya nunca volvería. Enfoco
la foto de aquel uniforme policial, el rostro serio y los ojos cálidos, habían pasado
muchos años y ella nunca estuvo con nadie más, no pensó en nadie más hasta que
Victoria apareció.
NO ME OLVIDES
Capítulo 38
PLANES…
Erich Fromm
-Porque a pesar de que la abuelita dice que nos odia, yo la sigo amando- la vio
detenerse para arrodillarse y quedar a su altura- ¿Por qué me voy a privar de
expresarle mi cariño?
-Mucho, mucho mamá, te amo tanto o más que a un helado_ rio al recordar su
respuesta, sintiendo la tristeza embargarla al recordar también la risa de su
madre.
-¿No es normal que ame así también a mi mamá?- en aquella ocasión asintió
porque para ella cada palabra de su madre estaba revestida de una gran verdad,
con el paso del tiempo le era más difícil comprender porque su madre continuaba
asistiendo a aquella fiesta donde su abuela ignoraba su presente lanzándolo a un
rincón de la mesa, donde nadie les hablaba, esa fiesta en la que al final su madre
era la única que no recibía el abrazo cariñoso que los demás.
Esa casa encerraba buena parte de la vida de su madre, sus errores y victorias
era cosa de ver las fotos que ella no entendía porque seguían en las repisas, las
de su madre pequeña sostenida en brazos del abuelo que la alzaba como
vitoreando, los diplomas que adornaban las paredes… con el nombre que tanto
amaba en ellos… no comprendía porque seguían allí junto con aquel piano negro,
si la abuela proclamaba a los cuatro vientos su odio hacia ellas.
-Nada de lo mío es tuyo - sintió como tiraban de su blusa - todo lo que tengo es
mío por derecho, tu madre…. Tú madre lo tomo sin permiso de nadie y me lo
debes por tener que tolerar las llamadas de los tutores y tener que ir a la ciudad
a firmar tantas veces tus cartillas.
-Casi muero de hambre - reclamo por lo bajo - aun era una niña cuando mamá
murió y a ti no te importo ¿Firmar cartillas? No me hagas reír, pase hambre,
tuve sueño y temía no poder pagar las cuentas de la casa ¿Y a ti te importo?_
cuestiono con ira - nunca te pedía nada y ahora me quieres quitar lo único que mi
madre me dejo con tanto amor.
-No seas una bruja conmigo tía - noto como retrocedían de nueva cuenta - quiero
mi departamento, el departamento que mi madre con tanto amor me dejo… no te
permitiré que me lo quites - afirmó con seriedad.
-Es mío ya- la miro con sorpresa - tu madre me debía dinero y esa es la paga de
esa deuda, desalójalo apenas regreses porque no te quiero allí.
-Es mentira - le afirmó - eso que dices es mentira - se acerco con ira notando
como la mujer retrocedía de nuevo.
-No lo es tengo un pagare firmado - vio a su tía reír con fuerza - mi hermana era
un desgracia, me pidió el préstamo cuando tu amadísimo padre se largo… y ahora
lo hare efectivo, me quedare con ese hueco tuyo… lo venderé para comprarle uno
más grande a Julio porque empieza la universidad.
El apretón en su hombro la guio a una mesa desierta en una esquina que reconoció
con sorpresa, ella siempre tomaba ese lugar con su madre escuchaba a Karina
diciéndole que aun debía aprender a controlarse mejor, algo sobre invalidar el
dichoso pagare y que esa mujer no tenía ni la mínima idea de la que le caería en
unas horas.
La vida le sonreía estaba casada con una mujer maravillosa, había amor y la
sensación de vacío se esfumo por completo, escucho la música resonar esta vez
en un volumen más bajo mientras las horas pasaban lentamente. Miro el rosal al
lado de su mesa su madre le contaba que ella lo había plantado porque a la abuela
le encantaban las rosas, de hecho todo aquel jardín en la parte trasera era obra
de su madre… hubiera sido una gran ingeniera de jardines si se lo hubieran
permitido, recordaba que ese lugar era por mucho como su madre… si estaba en
una estación diferente, los colores cambiaban sobrecogiendo a todos allí.
Ese día se sorprendió, en todos esos años de ir y ser rechazada su madre nunca
hizo aquello pero ese año… se aferro con tanta fuerza que juraría que la coraza
de aquella anciana estuvo por romperse luego de eso su madre se marcho para
nunca más volver, se giro enfocando a Karina negándole con la cabeza - voy
dentro necesito aire - le afirmo mientras le asentían percibió los ojos arder… ya
habían pasado más de cuatro horas desde que llegaron y ni rastros del dichoso
abogado pero lo que si sentía era la tristeza ahogándola ante la ausencia de su
progenitora.
“Porque creo en la canción de tu abuela…. Que Dios tiene un plan para mí,
entonces… seguiré viniendo a darle mi amor a tu abuela, para mostrarle que la
necesito en mi vida aun cuando ella no me desee en la suya…. Que siempre será
mi madre, a agradecerle en silencio… todo su amor y paciencia…”
Recordaba verla sentarse frente a aquel piano a abrirlo como ella lo hacía, tecleo
la primera tecla sorprendiéndose al ver el instrumento perfectamente afinado
jugo un rato con él… recordando como su madre le hablaba mientras enseñaba
esa canción del tiempo en que perdió todo lo que construyo y como se levanto con
paciencia y fe, tecleo las primeras notas sin notarlo siquiera sus dedos
presionaron creando de a pocos la introducción de aquella melodía.
Las risas de su madre eran tan hermosas sus abrazos tan llenos de paz, recordó
su niñez las manos dulces que siempre la guiaron y el infinito amor que la envolvió,
las manos de su madre sobre las suyas enseñándole a tocar el piano…
recordándole que el amor es en ocasiones el mejor maestro, se recordó
perdiendo a su madre mientras su voz aumentaba en intensidad.
Recordó el restaurante al que camino ese día que se graduó… sus cosas
ubicándose sobre la mesa, las conversaciones y la ausencia de su madre, su
alegría y la soledad inmensa rodeando su alma al no poder compartirla, tomo aire
parpadeando enfocando las teclas volviendo a ver las manos de su madre sobre
las suyas guiándola en el piano .
Stefani sintió los ojos arder y las lágrimas escapar cuando escucho lo
apasionante de aquella voz, era como si Andrea transmitiera un profundo dolor
con cada nota del piano y una inmensa alegría con la letra, un sentimiento
agridulce que le hacía recordar sus pérdidas pero también mirar con fuerza hacia
el mañana con la esperanza de algo mejor, escucho el llanto ahogado de la anciana
al otro extremo de la estancia, como esta se sujetaba al marco de la puerta
llorando con intensidad y murmurando algo que ella no lograba comprender,
enfoco sorprendida a Andrea elevar el tono de su canción de nuevo
-Abuela- la llamo quedamente- Dios tiene un plan - repitió con firmeza para
abrazarla - mamá te amaba, siempre te amo y sabía que tu también la amabas, yo
vine a reclamar algo sin saber que hoy mi misión no era esa sino tú… mi madre te
amaba, nunca tuvo nada para ti que no fuera amor… así que no te tortures…
porque aunque no se lo decías ella también sabía que la amabas.
Evelyn estaba apenas pasos delante de ella - Dios siempre tiene un plan - se giro
al escuchar aquello enfocando a la chica que meses atrás vio a la entrada de aquel
bar donde encontró a Andrea, los ojos cafés intensos tan parecidos a los de Andy
- A veces nos toma más tiempo comprenderlo otras solo necesitamos un empujón
- vio una lágrima cristalina resbalar por la mejilla - en ocasiones… un paso en la
dirección correcta, el primer paso es importante.
-Tienes como mil llamadas perdidas - rió notando como ella movía el teléfono
móvil a centímetros de su cara - empiezo a temer que me acusen de secuestro -
soltó una carcajada girándose para enfocar el techo con pereza - de verdad digo
yo no le importo a nadie en realidad - la enfoco con profundidad escuchando el
tono decaído - bueno a Clarisse sí pero sabe que desaparezco por trabajo… en
cambio mira tú teléfono no para de sonar- lo tomo empezando a revisar los
números mientras sentía como se acurrucaban causándole un placentero
cosquilleo… todas las llamadas eran de la Mansión Del Valle y al menos 10 eran
de Italia… aquello era una mala señal sin duda.
-Debo ir a casa - informo con voz quebrada - tienes razón no quiero meterte en
un problema y me temo que no tarda en armarse uno - lanzo el teléfono con
pereza - me tardare medio día - afirmó escuchando la risa divertida- ya sabes
hacer acto de presencia para que no crean que me secuestraron, aunque creo que
si lo hiciste…
-Algo así… aunque colaboraste - giro ubicándose sobre ella divertida- oh si eres
una colaboradora exquisita - se inclino besando el cuello con cariño, mientras sus
manos empezaban a trazar delicados círculos sobre el cuerpo que se entregaba
con tranquilidad a ella.
-Yo soy molto colabo…co...col…ahhh amore - la miro pidiendo ayuda para escuchar
la risa resonar con fuerza y quejarse levemente en italiano ante aquello por lo
que simplemente recibió un abrazo cariñoso, esos días había recibido muchos…
recordaba que incluso corrieron por toda la casa cada una solo con una camisa
encima porque le había pintado la cara a Arian mientras dormía, la persiguieron
escaleras abajo para acabar tendidas en el sofá, estaba segura que no existía
sitio de aquella casa que quedara “virgen”, habían tenido sexo en todas partes y
de todas las manera posibles… bueno ella hizo el amor- Vita mía.
-Lo sé- escucho el suspiro algo pesado - ¿Solo te irás medio día verdad? - asintió
con tranquilidad- eso me dará tiempo de sacar algo de trabajo, siento que me
despiden cualquiera día de estos pero valió la pena- sintió como se separaban de
ella por lo que giro en el piso viendo los pies pasearse por la recamara.
-Va bene seré buena - percibió las caricias en el cabello mientras reía ingresando
en el baño para abrir la ducha gritando al recibir el agua fría sobre su cuerpo
desnudo- bagno no sexo - afirmó escuchando la risa a pasos suyos.
-Yo no me meto allí ábrele a la caliente - vio el gesto entre serio y divertido,
extendiendo la mano para tirar de su amante con fuerza que dio un grito
pegándose a ella bajo el agua mientras ambas reían viéndose a los ojos y
temblando, noto los ojos grises cambiar de expresión a una que no identificaba
antes que la abrazaran con fuerza como si el mundo se fuera a acabar, regreso
el abrazo con intensidad, acariciando la espalda por instinto intentando llamar a
una calma que parecían necesitar, antes que se separaran de ella besándola
apasionadamente…. Y no lo entendía, el universo entero sabía que no
comprendía….
-Me casare como todos en casa con mi uniforme- la miro boquiabierta para dar
un rodeo plantarse en frente y señalarla con seriedad- ¿Qué?
-Siento sacarte de fantasilandia -noto la barbilla alzarse por lo que la miro con
temor - pero mi baja está en trámite, eso quiere decir que si me puedo casar con
uniforme, siempre y cuando me case antes de que hagan oficial mi baja - abrió la
boca indignada en el mismo momento que le sacaban la lengua y la apartaban para
seguir avanzando.
-Eres una mala amiga que destruye todas mi ilusiones- afirmo con lágrimas en los
ojos y mirando a Vanessa dolorida.
Percibió el tirón de su blusa rezándole a dioses que no sabía que existían antes
de sentir el fuerte golpe en la cabeza y empezar a lloriquear como si tuviera
cinco años mirando a Vanessa seria- Me dolió - se quejo antes de percibir como
tiraban de su brazo hacia una joyería - eres una bestia salvaje sin corazón.
-Mis ratos de esparcimiento no tienen nada que ver con mis capacidades de
crianza y mi estabilidad matrimonial… no espera con mi estabilidad matri…-
recibió otro fuerte golpe- ¡BESTIA!
-Eso es por dar demasiada información, ahora se útil en algo y ayúdame a ver los
anillos - enfoco el vitral sonriendo de medio lado al ver la concentración de la
persona a su lado, parecía genuinamente preocupada por encontrar los anillos
ideales.
-Vane- la llamo pegándose a ella un poco- ¿Y si las diseñas tu?- noto como la
miraban levantando una ceja- en la escuela eras muy buena dibujando y tomando
fotos- vio los ojos negros desviarse mientras salían de la joyería- eres mi mejor
amiga, se que te encantaba ser policía pero también sé que lo hiciste por honrar
la memoria de tus padres… ¿Recuerdas lo que decían los maestros? Que serias
una gran diseñadora gráfica, fotógrafa o arquitecta…
-Decían que ser policía era desperdiciar mi talento pero ellos no entendían - noto
como tragaba grueso mientras continuaban caminando… claro que no entendían,
ella en cambio si lo comprendía, recordaba a Vanessa contándole las razones
exactas que se resumían en una… no es fácil ver morir a tus padres delante de
tus ojos por defender a unos desconocidos… y desde entonces solo desear ser
igual de valiente, todo Savedra muere a los treinta eso le dijo entonces, yo deseo
morir como ellos cuidando a los demás.
Todo cambio cuando Herendira apareció vio ese brillo en los ojo de Vanessa que
creía perdido, la escucho hablar de planes primero de un fin de semana, luego de
la semana siguiente…. Finalmente le decía “Herendira piensa que deberíamos ir a
la playa en vacaciones, pasar las vacaciones allí… yo le dije bien playa en
vacaciones pero el otro año decido yo”, fue entonces que lo supo, Vanessa había
encontrado a la persona que la cambio sin notarlo siquiera; la persona que
generaba que pensara en el mañana… más allá de los treinta.
-¿Estás loca?- negó con la cabeza ignorándola para sacar una cámara y ubicarla
en el cuello con cariño - ¿Virginia?- sonrió mirándola antes de tirar del aparato
pegando sus rostros a más no poder para tomar una fotografía.
- Amo a mi mejor amiga - dejo escapar con el rostro pegado del todo al de
Vanessa - creo firmemente en ella, pero ante todo deseo que sea feliz - se separo
mirándola a los ojos - muy feliz, así que inténtalo - se colgó de ella con fuerza
escuchando un murmuro quebrado de algo parecido “Estúpida Virginia yo también
te amo”.
Intento escapar, lo intento con tanta energía pero no entendía como le leían la
mente con tanta facilidad así que estaba sentada en la tienda viendo el quinto
vestido y escuchando un suspiro de Georgi a su lado mientras ella se tapaba el
rostro agotada… debió insistir en acompañar a su Diosa Viviente para librarse de
esa tortura.
-No digas blasfemias - miro a Georgina con la boca abierta- todas quieren un
hermoso vestido de novia y tú no eres la excepción - enfoco a su madre haciendo
un enorme puchero para notar cómo estaban a punto de ceder a sus deseos-
Mamá no dejes que te manipule - enfoco a su hermana de manera asesina_ esta
quiere un vestido lo que pasa es que es vaga a la hora de medírselos.
-Oh Dios- vio a Georgina sentarse pidiéndole a una vendedora que le trajera un
café - siéntate mamá aquí viene la clase de historia universal para defender su
pobre alegato que desarmare en dos instantes.
-¡ELLA EMPEZO!- escucho decir a las dos al unisonó mientras se volvía a llevar
la mano a la cara casi llorando.
-No quiero vestido - y ahí estaba el tema de nuevo_ no uno de estos son
demasiado pomposos - parpadeo un instante notando como Georgina hacia lo
mismo mirando a su hermana - me gustan si…. Pero ella se casara con su uniforme
de policial… no quiero desentonar.
-Yo quiero algo pequeño - vio el rostro serio de Herendira - quiero una fiesta
pequeña con mis amigos… y …y…y…y…ella…ell...ell…
Sentía las miradas sobre ella todas acusadoras mientras abrazaba con fuerza a
su abuela que finalmente se había tranquilizado luego de llorar hasta el cansancio
envuelta en sus brazos, su tía intento separarlas pero ella se lo impidió con una
mirada firme y severa.
-La momia me dijo dónde estabas - vio el guiño del ojo mientras su mujer
avanzaba directa a su tía - Stefani Del Valle - le escucho presentarse mientras
su tía reía con fuerza enfocándola.
-¿Ves mamá, una degenerada como Jessica? - vio como la señalaban por lo que la
miro con ira - Se caso con una mujer, al menos su madre se caso con un mafioso
- Andrea apretó la mandíbula con molestia -Es mejor que se vayan.
-Siempre lo mismo era tu favorita - enfoco a su tía con sorpresa - Jessica era
tu favorita…estaba sobre mí siempre, la preferías.
-No es verdad, las amo a las dos… ¿No comprendo de donde te vienen esos celos
hacia ella? - se separo de su abuela ubicándose al lado de Stefani que entrelazo
su mano sujetándola con fuerza - tú te apartaste de mí siempre, tu hermana
compartía actividades conmigo… tú en cambio nunca quisiste, intentar acercarme
a ti.
-Eres igual a ella, los mismos ojos desafiantes y altaneros - le escupieron casi
encima - como ella tienes un destino marcado en la desgracia… tú…
-Estoy orgullosa - levanto el mentón irguiéndose cuan alta era mientras notaba
a Karina mirar desde la puerta sonriéndole gritándole con la mirada enfréntala -
de parecerme a ella, de tener sus ojos y su carácter, su fuerza y voluntad - dio
un paso delante viendo a su tía retroceder - su bondad y sus defectos…. Porque
mi madre me formo y de ella aprendí lo bueno y malo - hizo una pausa viendo a su
tía retroceder_ me alegro de carecer de tu orgullo enfermizo, de tu rencor y
defectos- la señalo notando los ojos que la miraban sin mirarla - ¿Cuánto más
rencor vas a guardar?
-Eres una imbécil… igual que esa mujer… esta justo donde debe tres metros bajo
tierra… tu madre era una…
Karina soltó un suave auch al ver a la mujer irse de espaldas y caer sosteniéndose
el rostro en el piso a su lado mientras la pierna de Andrea se mantenía en alto -
Creo que hablaste de más - le dijo divertida - antes de ver a uno que suponía era
su hijo intentar conectar a Andrea antes de atravesar el cristal del jardín,
quedando tendido - Linda patada Stefani - afirmó ingresando a la casa para ver
la posición de defensa de la rubia a la que paso despeinando los cabellos - Creo
que deberíamos calmarnos todos - afirmó intentando relajar el ambiente - Estas
reuniones familiares pueden tender a… - suspiro al ver a Andrea levantar a su
tía de la camisa con rabia - para darle otro golpe mandándola a la piscina del
jardín - Almeira…
-Tía tienes que calmarte - escucho decir a otro hombre al lado de la mujer - ella
no es la prima Jessica es… su hija - noto a la mujer parpadear confundida al
parecer era mucho para ella en lo que contaba del día.
Dio dos pasos veloces escaleras arriba justo en el momento en que escucho la
voz - Hanno problema - palideció al escuchar la voz de su padre para voltearse
enfocando unos ojos color cielo idénticos a los suyos - ¿Dónde estabas metida
jovencita?
-¿Ma qué cosa? - se giro en la escalera encarándolo - Io soy una adulta y puedo
hacer de la mía vita lo que io quiera.
-Ahora resulta - escucho la risa de su padre -tu eres una ragazza la mía ragazza
no sabes nada de la vita, io soy el tuo padre… y decido lo que es mejor para ti.
-Vittoria es totti… le tuo padre tiene razón- desvió los ojos con enfado- nosotros
sabemos lo que es mejor para ti… y Fabrizzio es lo mejor para ti, así que prego
haznos caso el vino desde Italia por ti.
-Io no tengo nada que hablar -noto como el joven subía de manera divertida dos
escalones hasta dejar sus rostros muy juntos para regalarle una gran sonrisa que
la hizo ruborizar en el acto.
-Anda solo una comida - el beso en la mejilla la dejo algo sorprendida- prego -
soltó un suspiro derrotado parecía ser que la conocían a la perfección porque
asintió girándose para encaminarse escaleras arriba.
La primera vez que vio a Fabrizzio tenía nueve años, recordaba estar en cama
agotada cuando la cabecita negra se asomo en su recamara dejando ver el rostro
de un niño que le sonreía corriendo a sentarse en su cama “Soy Fabi, seré tú
mejor amigo y un día nos casaremos” a ella aquella declaración le había parecido
algo muy raro sin embargo estaba muy feliz de tener a Fabi como su amigo
recordaba que se quedaba las tardes con ella en su habitación conversando o
leyéndole un libro, con el paso del tiempo la costumbre se quedo en ellos pero el
amor nunca llego, tenían largos paseos e intimas conversaciones… pasaban las
vacaciones juntos, recordaba las risas compartidas, los abrazos cariñosos quizás
por eso no le podía negar nada.
-Vic- parpadeo mirándolo con sorpresa -¿Tan malo es casarse conmigo? - arrugo
la nariz antes de escuchar la varonil risa invadiendo todo y varias chicas
suspirando a su alrededor era natural Fabi era como el David de Miguel Ángel
músculos, sonrisa, cabello perfecto, voz profunda apoyo una mano en el rostro
mirándolo divertida - ¿Qué?.
-Sigues igual de feo - la nariz que se arrugo en esta ocasión era la que estaba
frente suyo, grito con fuerza al verlo levantarse abrazándola con intensidad para
morderla en el hombro haciendo que lo golpeara en la cabeza - Ma que cosa eres
un perro.
-Tienes que limpiar tu español - noto como encargaban dos copas de vino - Estas
sana ¿Por qué tomaríamos agua? - río suavemente asintiendo - ¿Estas
enamorada?.
-Desde que tengo nueve años- desvió la mirada con incomodidad observando las
mesas del restaurante vacías a su alrededor_ lo sabes nunca te mentí, yo siempre
he creído que nacimos para estar juntos tu y yo… desde niños, tengo mucho para
ofrecerte tanto amor para darte…
-Pero io no te amo… siempre te lo he dicho no de esa manera- paso las manos por
la tela del mantel- ¿Por qué pediste mi mano si sabias que diría que no?
-Porque soy la persona que te hará feliz, la que te dará todo lo que necesitas_
vio la mano envolviendo la suya con cariño_ amor, matrimonio, sexo_ lo enfoco
parpadeando sorprendida al cruzar un recuerdo su mente_ en ese orden… porque
te amo y te respetaría siempre, yo no sé cómo sea esa persona que amas… pero
no la veo aquí contigo_ aparto la mano enfocándolo con molestia.
-Va bene cuando te rompan el corazón yo estaré esperando- trago grueso unos
instantes, claro que le romperían el corazón lo tenía claro… pero deseaba pelear
la batalla igual quizás solo quizás… acabara compartiendo su corazón y no
recogiendo los pedazos- y te hare un trasplante de sentimientos- le lanzo la
servilleta con molestia para encaminarse al tocador.
Fabrizzio sonrió estirando la mano para tomar el teléfono móvil, por suerte una
Vic enfadada era una Vic distraída iba a dar con el galante caballero que
intentaba llevarse lo que era suyo y lo pondría en su lugar, escucho el teléfono
sonar no tendría que dar con la clave de solo leer el nombre “Vita mía” le era
suficiente, respondió con diversión - Antes de que digas algo… ella es mía -
afirmó escuchando una respiración pesada - es mi prometida, se irá a Italia
conmigo y se olvidara de ti, me ama desde que tiene nueve años y eso no lo
cambiaras por aparecer repentinamente…¿Qué no tienes nada que decir? - la
llamada se corto por lo que sonrió divertido, mientras notaba a Vic regresar
enfocándolo fijamente- ¿Qué?.
-La verdad - afirmó con decisión - ni siquiera me contesto… valiente Romeo tienes
- vio la mano levantarse a centímetros de su rostro con sorpresa.
-Eres mi mejor amigo, tienes suerte de que no te reviente la cara solo por ello -
le afirmaron con seriedad - y más te vale que… que…. Dile a mis padres que no
me casare contigo_ la vio salir casi corriendo del restaurante con suma sorpresa
sin comprender nada de aquello.
Virginia no entendía bien que hacían allí pero vio la cara preocupada de su mejor
amiga antes de ver a la cuñada de esta salir por la puerta en jeans y con chamarra
cerrando de un portazo - Vamos a celebrar - le escucho decir mientras notaba a
Vanessa ladear la cabeza con preocupación - será una gran noche…. - enfoco la
chica dar dos pasos delante, que ella recordara Amara no era así, era centrada,
callada y para nada fiestera.
-Me escape - noto como la chica se encogía por lo que río divertida - es una
pesadilla… eso del vestido… te odio, odio que puedas usar uniforme - la risa de
todas acabo por invadir el espacio - ¿Dónde vamos?
-A su despedida de soltera - escucho decir a Amara por lo que levanto una ceja
- necesito alcohol, mucho alcohol….
NO ME OLVIDES
Capítulo 39
EMOCIONES…
Sentirme Vivo.
Ansiedad…llevaba desde que salió del restaurante sentada allí, varios vecinos la
habían saludado otros simplemente la observaban extrañados y ya por la hora de
la noche, el viento frío corría y las miradas pasaron de ser curiosas a lastimeras.
Tenía horas sentada frente a la puerta porque ella tarde o temprano debía
aparecer, toco la puerta hasta el cansancio, la llamo al celular hasta quedarse sin
batería y rezaba porque apareciera, estuvo incluso por tomar su automóvil para
ir a golpear a Fabrizzio pero no deseaba moverse y que ella no la encontrara.
-Io la espero - dejo escapar viendo como movían el juego de llaves delante de
ella - necesito hablarle.
-Io no se qué paso - trago grueso mirando la medalla tirada en el piso entre los
cristales de su caja se arrodillo rescatándola del desastre para acariciarla
levemente - Io…
Vio las caderas bajar con sensualidad mientras aquella botella permanecía en la
mano derecha para ser empinada cada tanto, noto los cuerpos varoniles
literalmente aplastar al femenino estaba por dar un salto cuando noto los
cabellos pelirrojos dirigirse a la pista apartando a los hombres con elegancia
para llevarse toda la atención de Amara que no dudo en pegarse a su mujer del
todo- Es mi cuñada… casi hermana… mi cuñada - repitió intentando tranquilizarse
al ver a Herendira seguirle el baile a la perfección - mi mujer… mi… mi mujer…
-Cálmate - enfoco a Virginia - tu mujer esta previniendo que te pelees con medio
bar por defender a la descontrolada de tu hermana_ asintió suavemente -
tengamos calma a como bebe no tarda en caer inconsciente….
Amara enfoco los cabellos rojos antes de colgarse del cuello con suavidad
percibiendo el olor característico de Herendira - Todo está bien- le llamo la
atención la suavidad de aquella voz - no me iré…. Estoy aquí contigo…
Cerró los ojos para empinarse la botella separándose de Herendira sin dejar de
bailar, los mantuvo cerrados recordando la cara sonriente de Alonso cuando
salían a bailar… su querido esposo, se recordaba a si misma sobre él en
interminables noches de pasión en que se entregaba sin reparos entre gemidos
y jadeos, el pecho musculoso y varonil moviéndose sobre ella mientras los ojos
negros la enfocaban con deseo y sus manos abarcándolo del todo… su apasionado
amante, el que le enseño a descubrir cada necesidad de su cuerpo, el que la poseía
a su antojo al que juro amar siempre en una tarde lluviosa… el que la abandono
para nunca más volver.
Dio un giro para descender levemente antes de girarse abriendo los ojos y dando
de lleno con unos color cielo intenso se detuvo en seco parpadeando antes de
escuchar la voz de Herendira y negar con la cabeza llevándose la botella a los
labios de nuevo. Victoria era diferente, intento no cerrar los ojos de nuevo
empezaba a sentirse mareada y sabia que si los cerraba quizás algo malo
ocurriera pero le fue inevitable no hacerlo, casi soltó un gemido de gusto al ver
en su mente el cuerpo desnudo de Victoria irguiéndose sobre el suyo, tan
delicada y sentimental… una diosa envuelta en sudor que le regalaba sus gemidos
rítmicos y abrazadores, ella no era un ángel furioso y demandante, era uno cuyas
alas la envolvían apasionadamente exigiéndole más… podía deshacerse entre sus
brazos en un segundo antes de que volviera a surgir con fuerza colmándola de
placer.
Victoria no era mejor que su madre o Alonso, haría lo que todos al final,
empezaba a creer que era peor que ellos “Antes de que digas algo… ella es mía
es mi prometida, se irá a Italia conmigo y se olvidara de ti, me ama desde que
tiene nueve años y eso no lo cambiaras por aparecer repentinamente…” lanzo la
botella al piso generando que se rompiera en mil pedazos, esa maldita italiana
solo estuvo jugando con ella experimentando u aprendiendo para colmar de
placer a ese maldito… - Eres mía- murmuró con ira llevándose las manos a la cara
para verla convulsionándose de gusto contra su cuerpo - Mía… no suya - repitió
por lo bajo - ¡MIA!- las manos en los hombros la hicieron girar mientras notaba
como la paciencia de Vanessa se había ido de paseo y la arrastraba a la barra del
bar, vio la bebida que suponía era algo para bajarle el alcohol delante suyo que
ignoro campalmente tomando lo que fuera que tomara Virginia para beberlo.
No tenía sentido nada ya, ni la música del bar, ni la bebida, ni todas las botellas
que tomara la harían olvidar las palabras de ese tipo en el teléfono o la realidad
dándole de lleno en la cara era una pesadilla… sabía que Victoria se iría tarde o
temprano, pero nunca imagino que estuviera jugando con ella… cuando se le
entregaba era tan apasionada y delicada, abrazadora y sentimental que era
difícil imaginar que mintiera cuando parecía dar la vida en cada uno de sus
encuentros… pero lo hacía mentía tenía a alguien en Italia que la esperaba para
hacer su vida a su lado, a un maldito imbécil que no la haría sentir ni la mitad del
placer que ella le prodigaba de eso estaba segura… así que al demonio su madre,
Alonso y la italiana… al demonio el mundo entero, estiro la mano tomando una
botella de ron ante la mirada sorprendida del cantinero para empezar a
tomársela de un sentón… la inconsciencia era tan tentadora…
Tranquilidad una tan embriagadora que parecía casi irreal miraba los cuadros en
las paredes la mayoría pintados por su madre, esa habitación la llenaba de paz
una que no experimento durante todo el día. Giro a enfocar a Stefani que
acababa de preparar la cama para dormir tarareando una canción con
tranquilidad, noto los movimiento se detenían y la sonrisa embargaba todo el
rostro- ¿Qué pasa extraña?
-Te amo- enfoco los ojos azul profundos delante- y no me importa lo que los
demás digan o piensen de ti porque yo conozco a la maravillosa persona que eres,
mi esposa es fuerte, dulce y amable… como su madre…
-Rocky- cerró los ojos al recibir el beso dulce y profundo_ yo también te amo,
de verdad lo lamento- percibió las manos colarse en su blusa hacia sus hombros
para retirarla del todo mientras parpadeaba algo sorprendida y avergonzada _
¿Stef?.
-Tú me conoces de miles de formas que nadie más- acaricio el cabello con
delicadeza percibiendo como los besos migraban a sus hombros- mis heridas, mis
alegrías… conoces todo de mí…
-No conozco tu pasión- la voz fue tan baja y oscura que parecía más un embrujo
- esa que te niegas a darme… que escondes con tanta vehemencia de mi ¿Por
qué?... la verdad.
-Temo que esa persona no te guste- un nuevo beso en los labios mientras que las
manos acariciaban su abdomen la envolvió por completo- yo… el sexo para mí
siempre fue un sustituto de algo, una acción que intentaba me ayudara a llenar
un vacío enorme que sentía en mí… tú mereces más que eso porque…- percibió los
labios posarse sobre los suyos lenta y sensualmente, mientras ella se unía al
movimiento sintiendo los pulmones colapsar mientras su alma abandonaba su
interior al perder el contacto.
-¿Quieres qué pare?- negó suavemente para retirar las ropas que cubrían el
cuerpo de Stefani, no deseaba detenerse… tampoco era el lugar idealizado que
deseo pero por alguna razón se sentía tan tranquila, la cama era tan suave.
Las manos apresaron su rostro pegándola contra el cuerpo que se arqueaba hacia
ella necesitado, y la abrazo como nunca abrazo a nadie en su vida deseando no
soltarla nunca… esperando que esa fuera su cárcel y su libertad, percibió el suave
temblor por lo que enfoco los ojos notando el deje de anticipación en ellos y
sonriendo… entregarse… entregarse realmente a alguien era algo más que una
cuestión física, era dejar el alma en cada abrazo o beso, dejar la vida en aquellas
caricias que enloquecían y la enloquecían, describir la sensación física no tenía
sentido porque le era indescriptible ni siquiera podía razonar que sentía al estar
en brazos de Stefani porque todo estaba sobrando todo aquello que no fueran
aquellos ojos, el sonido de la respiración por completo descontrolada y su nombre
brotando de sus labios… siendo fiel al alma de Stefani que la llamaba como si
fuera ella su religión y todo cuanto necesitaba para ser dichosa.
Inquietud eso sentía mientras se paseaba por aquel traspatio desierto con una
única figura enfrente que la miraba fijamente- ¿A qué viniste?- cuestiono con
rudeza porque ella no era de jugar juegos estúpidos era de enfrentar hechos.
-Vine porque renunciaste- dio grito ahogado dando un rodeo antes de detenerse
encarándola.
-Claro que renuncie… no tenía sentido quedarme allí y además ¿Qué te importa
lo que haga o deje de hacer?- afirmo con ira.
-Me importa y mucho- se detuvo en seco a pasos de ella- porque te fuiste sin
más y… y… y… siento que es por mi culpa- vio las manos apretándose en los
costados mientras los ojos la miraban suplicantes.
-No te des tanta importancia - afirmó con ira - voy y vengo en mi vida a placer,
¿Crees que huyo de ti?.
-Eso haces- soltó una risa divertida intenta ocultar su turbación al verse
descubierta - huyes de mi sin dejarme siquiera hablar…todo…todo…
-Yo nunca dije eso- la observo temblar de pies a cabeza- en mi vida dije que lo
nuestro era solo sexo, así que no pongas palabras en mi boca… q...
-¿QUÉ LO VAS A NEGAR?- se llevo las manos al rostro con frustración -VAS A
VOLVER CON ESE PENDEJO- ahí estaba no lo podía controlar que se fuera el
mundo al demonio porque no se lo iba a guardar más -EL MISMO QUE TE
ABANDONO CON LOS NIÑOS SIN MIRAR ATRÁS - le dio un fuerte golpe a
un árbol - ESE IMBECIL QUE TE HIZO SENTIR INFERIOR… VAS A VOLVER
CON ESE TIPO - estiro las manos hacia ella- EN LUGAR DE QUEDARTE
CONMIGO.
-¿DE VERDAD CREES QUÉ ESE IDIOTA TE DARA LA MITAD DEL AMOR QUE
TE OFREZCO?- intentaba controlarse, lo estaba intentando con tantas ganas
pero su cerebro parecía desconectado mientras su corazón controlaba del todo
su condenada capacidad de hablar - VAS A IRTE DETRÁS DE EL…. DE ÉL Y SU
LÓGICA INNEGABLE… VETE CON EL ENTONCES…. ¡Y NO VENGAS A
LLORARME CUANDO SE LARGUE DE NUEVO!... porque…por qu….
-Karina amor por favor- aparto la mano que intento posarse en la suya con
violencia no quería que la tocara - escúchame solo quiero que me escuches…
-Quieres que te escuche decir que lo amas- trago grueso unos instantes- que
será lo mejor para Raúl y Alison… que es lo mejor para ti- se separo dándole la
espalda- quieres que te escuche decir que es adecuado, lo socialmente
aceptable… lo que siempre quisiste para ti… no lo quiero escuchar- sintió algo
húmedo bajando por su mejilla y se maldijo por su debilidad.
-¿Por qué demonios tienes que ser tan testaruda?- rió amargamente al escuchar
aquello - Lo que más me llamo la atención de mi primer día de trabajo es que
fueras tan jodidamente testaruda- la vio ubicarse delante suyo por lo que desvió
el rostro- y orgullosa además… me costaba entender como hacías para que el
mundo no te afectara, ibas a tu ritmo, a tu tiempo me aterrabas porque parecías
disfrutar tu vida al máximo y pensé que si me acercaba a ti yo disfrutaría la mía
por eso quise ser tu amiga- intento apartar el rostro cuando sintió la mano
limpiando la lágrima de su mejilla pero se lo impidieron con firmeza- a veces eres
como una niña, te saltas los horarios, no comes como se debe, prefieres los
dulces… y no escuchas, me haces doler la cabeza pero también me haces sonreír
como nadie- la enfoco con extrañeza unos instantes- eres tan apasionada que me
haces no tener miedo, me haces sentir viva…. Haces que no le quite valor a mi
vida y por alguna extraña razón- vio el gesto arrugarse levemente- me haces
sentir que todos mis errores tuvieron un propósito y una enseñanza- escucho la
pausa antes que los ojos la enfocaran con intensidad.
-¿Si te dijera que estoy embarazada que me dirías?- levanto la ceja al escuchar
aquello.
-Qué eres una estúpida… y que será un niño afortunado por tenerte como madre
- respondió con tranquilidad - y que si es así lleves un control médico
estricto…estas algo grandecita.
-Pero soy más joven que tú cinco años - vio los dedos extenderse… aquella
conversación estaba empezando a hartarla - la cosa es que amor no me gritarías,
ni te enfadarías, no me dirías que soy una inconsciente…. Simplemente me dirías
disfrútalo, porque la vida es para disfrutarla - noto la sonrisa invadir el rostro-
No volvería con Tomás nunca… ese pensamiento fugaz fue una lapsus idiota… solo
lo pensé, ¿Nunca lo has hecho autoanalizarte? - asintió levemente - No podría
volver con Tomás… porque no lo amo, ¿Cómo podría seguirlo amando?... si te tengo
a ti…
Ladeo la cabeza antes de ver las manos tomando con firmeza las suyas mientras
los ojos la enfocaban con decisión como intentando hablarle en el silencio, miro
alrededor unos instantes como si intentara hacer ver a si misma que no se estaba
equivocando lo expresado antes de sentir como tomaban su rostro con suavidad
obsequiándole un beso profundo y tranquilizador, escucho el sonido de los labios
electrizantes al separarse -Te amo… sé que no necesitas mi amor, porque eres
un alma libre que viene y va a placer pero quería que lo supieras… te amo, y mi
amor no te quiere retener u apresar… solo quiere que lo aceptes y…
-Eso no volverá a pasar lo prometo - medio sonrió unos instantes - y sabes que
siempre cumplo mis promesas - sintió las manos enredarse alrededor de su cuello
- me alegra que me ames pero bien sabes que no te intentare apresar o retener
eres libre de irte cuando así lo desees de…. Estar…
-No digas tonterías me tienes jodida - dejo escapar con enfado - hasta los
cadáveres de mi morgue se ríen de mi - vio la sonrisa tímida delante suyo -
jodida… me deje joder por ti y tu… tu….- negó con la cabeza.
-Te amo- recibió otro dulce beso acompañado de una risa divertida - ¿Con qué
jodida? -levanto una ceja con seriedad- ¿Entonces no quieres otras mujeres
porque yo soy la mejor?.
-No tientes a tu suerte- tiro de ella con firmeza para besarla con pasión porque
la adoraba, porque era verdad… era su mejor plato.
Todo su dolor se reflejaba en los ojos en la forma en que cada tanto se inclinaba
sobre Herendira buscando sostén, la manera en que apretaba aquella botella en
sus manos, aparto suavemente a Vanessa de su camino mientras se acercaba a lo
que sabía sería uno de los momentos más duros de su vida, tendría que tener más
valor que el día que entro al quirófano por su corazón…. Porque en esta ocasión
si sentía que tenía algo que perder.
Se detuvo a medio camino para girarse viendo los rostros detrás suyos
preocupados y expectantes, giro al frente de nuevo… ella se veía tan desolada y
confundida, ¿Cómo no? Arian seguía siendo por mucho una niña abandonada
necesitada de cariño, era gracioso cualquiera le diría que no conocía nada de ella,
sin embargo podría asegurar que la conocía perfectamente porque en cierta
manera se parecían… aunque la vida de Arian había sido muy solitaria, quizás la
vida no le fue benevolente tomo aire con fuerza empezando a caminar de nuevo.
Los ojos verdes la enfocaron con alivio por lo que sonrió con una tranquilidad que
estaba lejos de sentir para cambiar posiciones con Herendira, su amor estaba
tan borracha que ni siquiera lo noto acaricio el cabello con cariño percibiendo el
olor a alcohol que provenía del cuerpo antes de que la enfocaran y el gesto se
arrugara atormentado mientras la risa dolorida escapaba de aquellos labios-
Maldición esto no sirve- le escucho decir enfocando la botella- Se supone que
me olvide de todo…
-Vita mía- vio los ojos tormenta abrirse confundidos mientras se separaban de
ella y la cabeza se movía por el bar deteniéndose en el grupo cerca de la barra
antes de girarse hacia ella, noto el cuerpo tambalearse por lo que estiro la mano
sujetando la mano para recibir por respuesta un fuerte empujón.
-Calma- aguanto el empujón lo mejor que pudo mientras tiraba de ella para
mantenerla cerca- ya estoy aquí calma…- meditaba profundamente cada palabra
necesitaba que su español fuera perfecto- el no es mi prometido- dejo escapar
notando la mirada perdida y llena de tristeza- no lo es- repitió quedamente.
-Arian- la llamo con firmeza- vas a dejar de beber ahora y nos vamos a casa- lo
sintió como se revolvían en sus brazos con ira mientras intentaba controlarla lo
mejor posible, podía sentir la ira pero ante todo el dolor y el miedo, cambio las
manos de posición abrazándola con fuerza mientras percibía los golpes sobre sus
hombros- no soy suya- dejo escapar escuchando un grito dolorido- no lo soy y
nunca lo seré… yo soy solo tuya… tuya- repitió tomando el rostro entre las manos-
solo tuya… no me iré_ afirmo quedamente- por más fuerte que golpees, por más
que me des la espalda y digas que solo te revuelcas conmigo en la cama… no me
iré- repito sintiendo los ojos arder- no me iré… te cantare feliche cumpleaños,
cada paso que des yo estaré allí cuidándolo, llenare de tus labios de besos y en
las noches dormiré acurrucada en tu pecho… no me iré.
-Si tarde o temprano me iré- enfoco la camioneta a pasos de ella con alivio- pero
eso sucederá cuando tú me pidas que me vaya- se giro tapándole la boca en el
acto- y no me iré con nadie- agregó- dudo mucho que pueda existir alguien
después de ti- tomo las manos con firmeza entre las suyas- puede que mañana
no recuerdes nada de esta conversación por eso te lo diré, me odie por estar
enferma tanto tiempo, me odie por no llegar antes que Alonso a tu vida, no es
que lo odie a él no podría porque sé que lo amas mucho… es solo que me odio a mi
misma- sintió las lágrimas pasearse por sus mejillas- porque sé que no importa
cuánto lo intente no me darás un lugar ahí dentro- levanto la mano apoyándola
sobre la parte izquierda del pecho- ¿Y sabes? Me encantaría tener un lugar ahí
dentro aunque fuera uno pequeñito y oscuro- enfoco la camioneta empezando a
caminar ante de notar que su mano estaba extendida del todo y Arian estaba
parada en el mismo lugar- ¿Arian?.
-Vita mía- la rodeo con los brazos intensamente meciéndola con cariño- claro que
soy solo tuya amore mío- beso la cabeza en repetidas ocasiones escuchando el
llanto ahogado- y las dos sabemos que no odias a Alonso…. - dejo escapar
quedamente- era el hombre más bueno del mundo- enfoco a Rachel sonriendo a
pasos suyos mientras le hacia un gesto indicándole que estaban todas ya en el
vehículo- ¿Vamos a casa?- cuestiono separándose un poco- nos damos un baño,
tomamos café y nos vamos a la cama…
-No te vayas- escucho que le repetían por lo que asintió tirando de ella hacia la
camioneta para subirse en la parte trasera notando a todas amontonadas lejos
de ellas antes que le pasaran una bolsa plástica bastante grande-Tory…. No me
siento bien…-abrió los ojos celestes asustada para enfocarla.
-No vayas a vomitar vita mía- afirmó abriendo la bolsa aprisa- veras que en un
rato te sientes mejor… solo estas algo borracha…- afirmo con intranquilidad vio
los ojos grises enfocarla aun doloridos para luego mirar la bolsa con aprensión-
Va bene puedes vomitarme encima si quieres…. No me iré…- afirmo.
-Déjala en paz- dejo escapar con seriedad- ella no tiene perqui explicar nada.
-Oh esto es tan injusto- escucho la queja de Virginia- o sea… no solo es bonita,
sino que la defiende aun cuando hizo una estupidez, es un milagro que no tenga
un coma etílico a la cantidad de cosas que ingirió…
-Maldición no creo que Clarisse digiera bien verla en ese estado- miro a su mujer
con preocupación- y tampoco creo que sea muy coherente en este instante…
mejor dejamos a Victoria en su casa y nos llevamos a Amara a la mía, llamamos a
Clarisse y avisamos que como nos casamos deseamos hacer esta reunión en
nuestra casa y que Amara tiene todo el día allí.
-¿Amara qué te pasa? -cuestionó con seriedad le era tan extraño verla en aquella
actitud sobre todo teniendo en cuenta el estado lamentable en que se
encontraba y sin embargo se sujetaba a Victoria de manera posesiva.
-Ella es mía no se acostara con nadie más- la vio trastabillar mientras Rachel y
Susan la detenían porque parecía dispuesta a asesinar a Herendira aunque
tuviera que pasar encima a medio mundo en la camioneta- no insinúes siquiera que
ella… ella.
-Yo soy tuya- escucho la suave voz de Victoria que tiraba de las ropas de Amara
generando que regresara a la posición en la cual se prendía de su cuerpo como si
fuera el fin del mundo y fue cuando decidió que harían.
Media hora después descendían en la casa de Amara nada más abrir la puerta
comprendió a lo que las chicas se referían, los cristales estaban acumulados en
una esquina y las fotografías sobre un sillón al parecer algo habían ordenado pero
aquello continuaba teniendo la apariencia de una zona de desastre, observo a
Victoria subir las escaleras con una Amara apenas consciente suponía en
dirección al baño - De verdad la ama- afirmó.
-Pero no sabe qué hacer con ese amor - escucho la voz de Susan- esto es una
muestra de lo atormentaba que está en realidad, destruyo literalmente todos
las fotos el casa… y deberías ver la alcoba matrimonial…. Tenemos que decirle a
la abuela, me da miedo que se haga daño.
-No quiero generarle una preocupación - afirmó suavemente- pero me temo que
será necesario aunque no sé cómo se tome el hecho que el detonante de todo
esto es el mismo que nos prohibió durante el baile- soltó un suspiro pesado- la
abuela a veces me sorprende las quería separadas por una razón… quizás vio algo
que nosotras no desde un principio.
-Amor- vio como le tendía el teléfono con firmeza enfocándola con seriedad-
¿Qué..?.
-Llama a Clarisse… y termina con esto de una vez, ¿No ven que la única lastimada
es Amara?- escucho el tinte de desesperación en la voz- Cree que los perderá a
todos si ama a alguien más, tiene miedo esta aterrada_ noto como sacudía el
teléfono delante de ella- ¿Acaso no lo ven?... solo deben verla un instante para
saberlo…. Llama a Clarisse.
Comprobó la temperatura del agua en la tina antes de ayudar a Amara a sumergir
su cuerpo en el agua con cuidado, se desnudo para meterse también en el agua
con algo de dificultad por el tamaño de la tina, acariciaba la piel desnuda
repasándola varias veces asegurándose de limpiar adecuadamente y esperando
llevarse buena parte del olor a alcohol que la impregnaba - Estarás limpia en un
momento- murmuro suavemente notando los ojos grises fijos en algún punto
perdido.
-Aquí estoy- murmuró quedamente- no me iré- repitió con suavidad- mañana será
otro día y todo estará mejor- acaricio el cabello con cariño- te lo juro… te puedo
asegurar que estará mejor.
-No es verdad, nunca mejora - la escucho tomar aire respirando con fuerza-
espere durante años en el orfelinato que alguien me quisiera, pero nunca llego
nadie no importaba cuanto me esforzara siempre se llevaban a alguien más y no
a mí… porque… porque yo me alejaba de ellos, seguía esperando que ella viniera
por mí, prometió ir por mí - enfoco la mano estirarse hacia el borde de la tina
apretándolo con fuerza - Alonso apareció y era… era tan mágico, perfecto desde
que lo vi yo lo amé desde que lo vi….
-Cálmate amore - la aprisiono con más fuerza contra ella - ya no pienses más en
ello prego.
-No te creo - apretó con más fuerza el abrazo - te irás también… tú, no tengo
que darte, soy un maldito desastre…. Mi madre no me quería, y pienso que es
normal digo mírame…. Nunca he tenido nada que ofrecerla a nadie - sintió el
cuerpo temblar entre sus brazos - yo quiero que te quedes pero…. Todos se irán,
ellos se irán y yo quise tanto una familia siempre, no se fueron cuando perdí a
Alonso creí que se irían pero no fue así, no tenemos ningún lazo de sangre y
pienso si mi madre se fue y era mi sangre… ellos….
-Yo… yo… tu español está muy limpio - sonrió al escuchar aquello - me gusta como
hablas, como me besas y me abrazas… yo… solo no quiero que te vayas, de verdad
necesito que… yo…. Yo…- vio la cabeza ladearse mientras todo el cuerpo temblaba
y ella tomaba aire mucho aire… solo debía respirar y aguantar…. Tenía que ser
fuerte por ella..
-Mamá- vio los ojos grises enfocarla doloridos mientras le tendían las manos por
lo que se inclino en la bañera observando fugazmente un par de piernas que
abandonaban la tina - mamá perdóname- le escucho decir por lo que la abrazo con
más fuerza - mamá…. Yo… yo… lo siento tanto- el sonido de la puerta al cerrarse
fue la indicación de que las habían dejado solas.
-¿Por qué me pides perdón mi cielo?- acaricio el rostro viendo las lágrimas
bañarlo antes de percibir el aliento alcohólico del todo y como la enfocaban para
mirar atrás de ella.
-Tory- vio los ojos asustados por lo que tomo el rostro suavemente entre sus
manos para generar que la enfocaran- ¿Dónde está?.
-Tranquila simplemente salió para que pudiéramos hablar- aparto unos mechones
negros empapados- ¿Por qué me pides perdón?.
-Estoy borracha- vio los ojos desviarse - muy borracha y desnuda- noto como
esquivaban su mirada- no me siento bien yo…. Yo…
-No soy tu hija- parpadeo al escuchar eso- solo soy la esposa de tu nieto- se
sorprendió ante la ira de la mirada- de tu nieto que me abandono… al que le soy
leal aún cuando ya no está conmigo- vio la lágrima resbalar por la mejilla- no
quiero perderla- arrugo el entrecejo al no comprender aquello- perdóname creo
que la amo- se giro enfocando la puerta empezando a comprender todo aquello-
lo siento prometo que la olvidare- escucho el llanto ahogado antes de negar con
la cabeza sin comprender porque si quiera su nieta adorada intentaría olvidar a
Victoria- no lo voy a traicionar… yo no pensare en ella… por favor, por favor no
te enfades- sintió como se aferraban de su ropa- yo…yo… no se qué hacer, no
quiero que se vaya pero sé que prometí amarlo siempre solo a él, yo… yo..- cerró
los ojos dolorida sabía lo que tenía que hacer, se mordió los labios escuchando el
llanto ahogado era difícil…. Muy difícil pero recién comprendía que eso era lo
mejor.
Ella nunca dejo ir a su esposo aun hoy lo seguía amando solo a él, recordaba la
vez que sintió algo por otra persona el dolor inmenso que se clavo en su pecho al
creer que lo traicionaba, el dolor que aún sentía porque nadie tuvo el valor de
decir lo que ella debía, cuán aliviada se hubiera sentido si alguien se lo hubiera
dicho- Déjalo ir cariño- vio la marea gris enfocarla- él sabía que lo amabas
profundamente pero ya no está aquí…. Es hora de dejarlo ir, fuimos injustos
contigo, debí decírtelo antes. Amar a alguien más no tiene nada de malo.
-No yo… yo no tengo que ofrecerle- escucho aquello antes de tomar una toalla
empezando a secar el cabello e instando a la joven a salir de la bañera- no soy
nadie, y no quiero perderlos a ustedes yo… yo…. Yo… amo a Alonso.
-Yo también- negó con suavidad- a veces parecemos un par de niños tontos
¿verdad?.
-Por eso nos amamos tanto- rió al escuchar aquello_ se admitir mis errores y
esta discusión se nos fue de las manos a los dos, yo se que compartimos la culpa
de todo esto, siempre hemos enfrentado todo juntos y no quiero que eso cambie.
-Lo sé mi amor- acaricio el mentón pasando la mano con suavidad por la barba
que le genero leves cosquillas- Eduardo… debemos decirle que eres su padre.
-No pasara nada y si pasa estoy contigo- apretó la mano con suavidad - como
siempre y lo resolveremos…
NO ME OLVIDES
CAPITULO 39 PARTE 2
-No mucho- afirmó más avergonzada que otra cosa- solo sé que bebí mucho… y
pues- la enfoco con seriedad- No deberías estar aquí- se levanto algo incomoda-
tu prometido te…- detuvo sus palabras al ver el enorme mordisco extendiéndose
en el hombro sorprendida.
-Dijiste que era tu forma de demostrarle al mundo que era tuya y nada más- se
llevo las manos a la cabeza horrorizada antes de acercarse a ella a examinar la
marca no volvía a tomar una puta botella de licor en su vida, beso el hombro en
reiteradas ocasiones antes de acariciar la marca mirando a Victoria de manera
dolorida- Amore no pasa nada- sintió como enredaban las manos en su cabello
con cariño- no me molesto para nada… perqui fuiste tú.
-No está bien- sujeto el rostro entre sus manos- no eres un objeto ¿entiendes?,
eres una mujer maravillosa a la que yo…. Yo…
-No me iré- la enfoco con sorpresa- no me iré- sintió el suave beso que le
obsequiaban antes de percibir las caricias en la mejilla- ¿Va bene?- asintió
levemente- me gusta además_ acaricio el hombro de nueva cuenta antes de besar
el cuello recostándola de nuevo en la cama para escuchar un queja queda- Totti
tu familia esta qui- se detuvo unos instantes razonando aquello_ reunión familiar.
-Buenos Días Tía Tory- escucho a uno de los pequeños mientras el grupito se
detenía delante de su amante- ¿Bajas con nosotros?.
-Si… tengo molto, molto apetito- escucho las risitas- ¿Cómo amanecieron?
Encamino sus pasos por el pasillo para detenerse un instante escuchando las risas
por doquier, los pasos de los niños antes de mirar a su costado viendo fugazmente
la sonrisa de su esposo, su voz diciéndole que ellos necesitarían niños tarde o
temprano y ella replicando que mejor tarde mientras ambos reían divertidos….
Acaricio la tela de la camisa que llevaba encima unos instantes “Déjalo ir”
parpadeo al sentir los ojos arder levemente esa era la voz de Clarisse estaba
segura.
Sin embargo dejar ir a Alonso era dejar ir una parte de sí misma, se abrazo con
fuerza percibiendo la suavidad de la tela envolviendo su cuerpo “Yo solo quiero
que seas feliz Amara” trago grueso unos instantes regresando sobre sus pasos
para ingresar al baño mirándose al espejo…. Era una niña cuando conoció a Alonso.
Recordaba lo apurada que iba ese día su concentración al estudiar, vivía en una
mala zona, iba a una mala escuela donde la mitad de los estudiantes acababan en
pandillas pero ella deseaba algo más por lo mismo cuidaba su uniforme y
presentación, se procuraba todo lo que necesitaba para la escuela y se esforzaba
al máximo. Chocar con Alonso fue el equivalente a que su mundo se
desestructurara… simplemente se quedaron mirando unos instantes antes que
ella viera que el tren la iba a dejar e intentara correr hacia él antes que le
tomaran la muñeca - Te veo a las cinco aquí- le sorprendió la propuesta pero sin
saber porque asintió antes de subirse al tren sintiendo su corazón reventar,
recordaba que paso en la nube todo el día en la escuela, acabo castigada porque
choco con un profesor y literalmente le paso por encima sin notarlo siquiera pero
eso le ayudo a no esperar de mas en aquel sitio.
-Eres muy guapo - río mirando el espejo a su entonces corta edad era lo más
interesante que se le ocurrió decir - el hombre más guapo que he visto-
recordaba verlo sonreír con intensidad mientras ella le sonreía de regreso
notando como le quitaban el maletín para tomar su mano empezando a caminar,
la sensación de sus dedos al entrelazarse mientras caminaba esa que espero a
diario durante el mes entero antes de que él se propusiera… entre ellos todo fue
tan natural como el cambio de estaciones.
Enfoco su rostro en el espejo ya no era esa niña, no era aquella que había llorado
prendada a su pecho con temor al pensar que los podían separar, esa que ocultaba
sus temores en largos silencios, la misma que contuvo las lágrimas cuando lo
perdió…. Ahora era una mujer y el ya no estaba con ella, nunca volvería “Déjalo
ir” parpadeo viendo rodar una lágrima en su mejilla antes de negar suavemente.
¿Mujer?... le dijo ¿Su mujer? Noto como la anciana pasaba deteniendo el juego
e instando a todos a tomar el desayuno mientras Victoria se giraba enfocándola
para encaminarse hacia ella “Déjalo ir…. Hija aquí y ahora tienes algo igual de
hermoso” estiro su mano tomando la cintura para pegar a la joven levemente a
ella mientras la enfocaba ¿Qué pensó la primera vez que vio a Victoria?... Oh si
Italiana idiota, sonrió notando los ojos confusos delante suyo luego simplemente
tuvo que admitirse que era una mujer completamente encantadora enredo un
mechón negro entre sus dedos jugueteando con él un fugaz instante, afianzo el
agarre de la cintura para regalarle un beso lento y profundo.
-No deberías estar aquí- le afirmo notando como los ojos se volteaban en blanco
al tiempo que Lucía la hija de Aaron pasaba con pasto en el cabello y bostezando
para tirar del brazo de Victoria generando que la joven se inclinara al parecer
para recibir un beso de buenos días antes que repitieran el procedimiento con
ella y la pequeña se alejara aun en estado zombie- Como te decía - dejo escapar
viendo a la niña caer en un sillón dormida- Deberías estar en casa con tu
prometido.
-Claro que no eres mi juguete- escucho como la interrumpían- eres mucho más
que eso, y ese maledeto, fliglio de putanna no es mi prometido- vio los cabellos
agitarse con violencia unos breves instantes_ ma que cosa io necesito que me
creas..
-¿Es que como te creo algo cómo eso?- enfoco fugazmente el movimiento de su
sobrina en el sofá- Si el tipo ese contestó tu teléfono y me dejo más que claras
las cosas…
-¡ABUELA!- el grito de su sobrina hizo a las dos dar un salto- ¡EL PRINCIPE
ADAN ESTA MOLESTANDO A LA TIA TORY!- se quedo boquiabierta al ver a
Clarisse aparecer de la cocina enfocándola con molestia para tomarla de la oreja
con fuerza- Le dijo que amaba a una bestia… que no es ella.
-Te vas a comportar- escucho decir a la mujer- ayer preocupaste a todos, fuiste
irresponsable y ella te cuido… así que deja de pensar tonterías…. ¿entiendes?-
asintió más por inercia que otra cosa viendo el buzo de Tory… ya se acordaba
donde lo vio ese buzo era de Vanessa y esa camisa de Aaron.
-Te lo comes porque tu mujer no está- rió levemente al ver la cara enfadada de
Susan mientras la dejaban libre finalmente- se froto la oreja notando la mirada
amenazante que la instaba a permanecer en silencio, sus ojos viajaron notando a
su amante recostada en una alacena con el jugo a un lado y la fruta en la mano
mientras a su izquierda un periódico abierto era ojeado con sumo interés.
-Ma que cosa les dije que el precio del trigo bajaría- la enfoco con sorpresa
viéndola morder un pedazo de piña con desinterés- soy un genio financiero-
parecía estar hablando consigo misma ajena al escándalo que había a su alrededor
como si estuviera perfectamente adaptada a él.
Era un extraño y bizarro cuadro en que todo encajaba se llevo el tenedor a los
labios mientras sus ojos se paseaban por el cuerpo viendo los pies descalzos se
veía hermosa ¿Qué tenía Victoria que le permitía verse hermosa con cualquier
cosa que llevara encima?, ladeo la cabeza al ver a Adrian recostarse en el hombro
de su amante demasiado cerca para su gusto, en realidad todos estaban muy
cerca ¿O era ella? Bueno es que al menos Adrian se acerco mucho y pues ¿Rachel
o sea porque le daba de probar en la boca?... se acerco a la joven tirando de su
cintura para pegarla a su cuerpo viendo la sonrisa dulce que le dedicaban antes
de lanzarle una asesina a aquellos dos imbéciles.
Al llegar a la cocina noto como toda actividad se detenía al tiempo que los
gemelos se giraban poniéndose de rodillas y tapándose los ojos gritando “No
vimos nada” mientras Herendira soltaba una sonrisa tonta justo antes que
Vanessa le diera un fuerte golpe en la cabeza y la hiciera girar para enfocar
entonces ella a Victoria moviéndole las cejas con tan mala suerte que recibió un
tirón de orejas para acabar de espaldas-¿Pero qué les pasa?- cuestiono ella
extrañada.
Reunió a su familia en la cocina era hora de exponer su plan pero primero debía
hacer que Victoria tomara conciencia de eso- Antes que nada creo que debemos
presentarnos como se debe- afirmó con tranquilidad- debido a que en vacaciones
casi no pasamos tiempo contigo- así que permíteme las presentación- fue
diciendo el nombre de sus nietos uno por uno para luego presentar a sus
respectivas parejas.
Vio a la chica intentar presentarse pero la detuvo levantando una mano- Quiero
que te mentalices bien jovencita que eres a partir de ahora una Savedra- observo
la mirada sorprendida- es más que obvio para todos lo que pasa acá.
-Ella no me ama- el tono suave y dolorido la hizo esbozar una sonrisa algo
divertida- io… solo esta aferrada a mí- las risas resonaron en la cocina mientras
ella dirigía una mirada seria a todo miembro de su familia mandándolos a callar.
-Cariño solo tú no te das cuenta que en realidad te ama- la voz de Susan le llamo
profundamente la atención- ¿Por qué se emborracho hoy?- vio como Victoria se
encogía_ La verdad.
-Io tengo un amigo- el silbido de los gemelos género varios risitas- y va bene mis
padres querían que me casara con él- vio a la joven empezar a tirarse la camisa
nerviosa- io la verdad no quería… ahh quiero casarme con él, digo io no quiero
casarme con él- noto como se rascaba el brazo nerviosa- io fui a comer con él
para aclararle eso pero me levante al baño y pues contesto mi teléfono…
-Madre mía- escucho las risitas de nuevo contenidas para ver a Vanessa
abrazando a Herendira con cariño- ¿Entonces hizo todo ese escándalo por que
estaba celosa?
-No se io si sea bueno per qui ella- les hizo unas señas a sus nietos y nietas que
tomaron las manos con suavidad
-Todos te ayudaremos hija porque lo que más deseo es que mi nieta sea feliz.
Había visto a la chica salir al patio con sus ahora sobrinos empezando a armar
las tiendas entre risas divertidas- Van a ser todo lo encantadores y encimosos
que puedan- afirmó viendo a su familia en pleno_ saquen todo el encanto Savedra
a flor de piel… porque Amara visto las cosa no lo resistirá.
-Yo la verdad muero por ver su cara mañana- afirmó la joven- ciertamente abuela
a veces das miedo.
-En cuanto a ti Victoria- vio a la joven italiana mirarla con interés desde la puerta
que daba al patio aun con algunas cosas para armar la tienda en las manos- vas
mañana por ese chico y te paseas con gusto y elegancia delante de la cabezota.
-Per qui io la amo- escucho el suave ohh de sus nietos lanzándoles miradas
asesinas a todos de nueva cuenta- io la amo si… se que ella no…
-Ella te ama- rió divertía incluso al ver a sus pequeños nietos diciendo aquello
con vehemencia.
-Ya escuchaste cariño así que intenta aparentar normalidad mañana- vio a la
joven pelinegra asentir antes de que una Amara a luces aun no muy sobria se
asomaba a la cocina tambaleante.
Eso la llevaba inevitablemente a aquella mañana con cada uno de sus nietos y sus
respectivas parejas derrochando sensualidad, dos simples movimiento y ya
Amara se veía bastante tensa lanzado miradas asesinas a todo Savedra en aquel
sitio… pero eso no intimido a ninguno allí de hecho notaba a Vanessa susurrándole
cosas al oído mientras literalmente veía el plato de Amara partirse a la mitad al
recibir más presión de la cuenta.
-Io debo irme- sonrió al ver el libreto que dicto la noche anterior respetado-
debo ir a la mía casa perqui tengo algo que resolver regresare para la comida- la
vio divertida girarse en lugar de Amara a Vanessa depositándole un suave beso
en la mejilla que su nieta recibió encantada, para salir del sitio derrochando
elegancia a pesar de la ropa poco elegante.
Segundos fueron segundos para que Amara casi saliera corriendo de la cocina
siguiéndola… le encantaba que sus planes caminaran perfectamente.
-¿Dónde vas?- cuestiono con ansiedad enfocando la mirada cielo algo confundida-
¿Vas… con él?
-Si- trago grueso ante la respuesta- debo ir a casa y él está ahí- bajo la cabeza
apretando los puños antes de sentir los dedos provocando que levantara el
mentón mientras con la otra mano Victoria se descubría el hombro mostrando el
moretón en él- soy tuya- el beso profundo la hizo suspirar de gusto- me llevo
esta ropa la devolveré para la comida- tiro de la cintura pegándola de nuevo a su
cuerpo.
-Amore… prometo volver - apretó su agarre con una posesividad que nunca
imagino tener apretando la mandíbula con enfado- amore.
-No quiero que vayas con él- se sentía tonta… tan tonta, parecía una niña pequeña
haciendo un horrible berrinche en aquel momento porque le intentaban quitar su
caramelo favorito- tu … tú- un recuerdo fugaz cruzo su mente- eres mía… mía…
-Lo soy- percibió como se separaban apenas de ella- pero io necesito ir a la mía
casa… no querrás que me pasee todo el día así- enfoco la camisa grande y el buzo,
se veía tan apetecible que le daban ganas de hacerla suya al instante por lo que
se acerco sin ganas siquiera de ocultar sus intenciones- Arian debo ir a casa.
- Arian- el llamado solo hizo que pasara dándole un empujón para encaminarse
escaleras arriba molesta…. Tan molesta.
Los ojos verdes iban de su madre al hombre que estaba a su lado mirándola con
interés, no sabía porque empezaba a sentir que esa mañana no sería una buena
mañana, nada más llegar a casa de Sasha lo percibió. La tensión a su alrededor a
su madre enfocándola fijamente mientras ella ingresaba al salón diciéndole que
debían irse para llegar a la comida, cuestionándole por sus hermanos.
Adoraba las manos de Sasha como acariciaban sus cabellos y su rostro pero ese
día la incomodaban mientras miraba al hombre, ese que tenía el cabello de su
mismo tono rojo que le miraba al parecer dolorido, preocupado, expectante… no
llevaba mucho compartiendo con su madre pero el escaso que llevaba le indicaba
que el hecho que se paseara de izquierda a derecha era por mucho una mala señal.
-Hazle caso a la niña Sasha- la voz del hombre que estaba con su madre le llamo
la atención- puede esperar y ella pues parece necesitarte.
-Ni tan nuevo- le replicaron por lo que sonrió divertida- pero es un verdadero
gusto Herendira.
Ingreso a la mansión sintiendo los ojos sobre ella ¿Cómo no? Iba descalza con un
buzo azul y una camisa enorme, sentía las miradas comiéndosela desde las
cámaras de seguridad incluso se detuvo en la estancia notando la cara
sorprendida de Elena mientras ella se giraba esperando al objeto de su ira.
-Hacer el amor - dejo escapar sonriendo divertida - eso mismo hice, eso he
estado haciendo las últimas noches y días entregando mi cuerpo sin cesar a la
persona que amo.
-Madonna mía - escucho la voz ahogada de su madre a pasos suyos sin girar a
mirarla - ¿Qué le pasa a tu hija?.
-En momentos así es tu hija - volteo los ojos en blanco esperando pacientemente
al culpable de que estuviera allí esa mañana, de que su adorada Arian subiera las
escaleras sin mirarla siquiera al responsable de sus desgracias hasta el momento
- yo no la eduque para que sea un regalada.
-¿Ma qué?- enfoco a su padre con molestia - me educaste para casarme con
Fabrizzio ¿no?, con el hombre al que me regalaste.
-Io te mato- le dijo de golpe- totti este lio es por la tua culpa.
-Tu español sigue sucio - lo vio acercarse a ella con una sonrisa de oreja a oreja-
te explicare lo que ellos no quieren- trago grueso al verlo detenerse simplemente
recostándose en una pared- todos te querían muerta o al menos la familia en
pleno esperaba que murieras joven, ya sabes eso de que una heredera más
competente y sin una salud tan delicada se encargara de todo- lo vio sonreír- tu
señor padre… fue a ver a mi familia estaba temeroso de que su frágil hija muriera
y el resto de las arpías de los Salvaggi lo dejaran en la calle _ enfoco la cara
pálida de su progenitor- literalmente te ofreció a mi familia y siendo yo el menor
a mi padre le pareció un buen convenio, al menos se suponía que no vivieras tanto.
-¿Qué?- cuestionó.
-Oh si lo del corazón y eso nadie creyó que funcionaria- palideció del todo
llevándose la mano al pecho- tú médico bueno ese hombre estaba desacreditado
en la comunidad científica y pues tu condición era delicada, un corazón
genéticamente creado para ti y pues… nadie esperaba que sobrevivieras a la
anestesia… tanto así que todos firmaron el papel dejándote todo con el único fin
de que luego pasara a Elena pero claro yo tendría mi parte como tu novio- negó
con la cabeza- firmaste un papel ¿Recuerdas? Era tu testamento pero creíste
que era un permiso médico…me dejabas una jugosa parte que luego le daría a tu
padre.
-No… quiero dejarle claro un punto- agrego el joven- tu vida no es tuya, porque
ya deberías estar muerta… esto tómalo como un tiempo extra en el cual tu
existencia nos servirá ¿Lo entiendes?- vio los ojos destellar mientras sentía el
pecho doler aun más- Estas viva de casualidad y sería muy egoísta de tu parte
arruinar lo que tan cuidadosamente planificamos.
Desvió los ojos por la sala para ver a su padre pasarse la mano por el cuello
incomodo mientras su madre simplemente soltaba un suspiro pesado… suponía
que una hija enferma eran algo que nunca quisieron pero con lo que debieron
cargar, recordaba las discusiones entre ellos en las noches, las que se suponía no
escuchaba con el ruido que hacia su respirador cuando lo necesitaba esas mismas
que cesaron cuando Fabrizzio llego.
-Vittoria- enfoco a Fabrizzio con ira_ deja de ser una niña sabes bien que si nos
vamos te vienes con nosotros.
-No- vio a Elena moverse para ubicarse delante de ella_ no se ira de qui se
quedara conmigo en la mia casa.
-Elena no nos hagas decirle a tus padres de tu irracional actitud- escucho con
sorpresa a su madre- ellos están de acuerdo con esto… y en el hecho de que un
matrimonio con Fabrizzio sería lo más indicado.
-No volveré- dejo escapar- me gusta qui, el sol es tibio en la mañanas, y las
estrellas se ven hermosas en las noches… en la playa puedes ver la arena como
oro_ cerró los ojos recordando como Arian la había empezado a amar en aquel
balcón_ el viento te acaricia mientras el amor te llena de calor….
-Lo haces por ese hombre- escucho decir a Fabrizzio- ese que seguro solo quiere
tu dinero..
-No- rió quedamente - quiere mi cuerpo - vio a su madre llevarse las manos a la
boca - ella quiere mi cuerpo, no mi dinero… quiere mi cuerpo, desea mis manos,
anhela mi presencia y necesita mis besos para curar su soledad… me quedare qui
con ella…. E intentare crear mi hogar… olvidándome de ustedes… después de todo
es como dijo Elena morí ese día en el hospital…
Enfoco a Fabrizzio dar dos pasos en su dirección antes que Arturo apareciera
enfocándolo de manera amenazadora para ponerse entre él y ellas casi juraría
que su cuñado esperaba que diera un paso en falso, incluso parecía deseoso de
estampar un golpe en aquella cara_ Tú me dices cuñadita_ le escucho decir.
-Como digas….
Las miradas iban de ella a su madre de su madre a ella y seguía sin entender bien
porque, si Herendira Villafiel estuviera en los ojos de algún miembro de la familia
Savedra sabría la causa el parecido era por demás alucinante, Vanessa
simplemente respiraba pesadamente mientras notaba a su familia en pleno en
análisis visual - Dejen de ver de mi novia y a mi suegra - dejo escapar secamente
llevándose algunos abucheos mientras cada uno regresaba a la suyo y ella se
acercaba a saludar.
-Las guardamos- una respuesta bastante simple que genero una mirada por
demás amenazante- de todas formas no tienes más portarretratos y que las
tengas fuera no tiene sentido alguno.
-Iré por portarretratos así que díganme donde las guardaron- la vio llevarse la
comida a los labios- me siento algo sola he de admitir cada que volteo y no enfoco
su sonrisa.
-Creo que con las dos que te dejamos afuera y la medalla es más que suficiente-
enfoco a Clarisse para luego ver a Sasha sonriendo de oreja a oreja.
-Eres una mujer muy hermosa- dio un respingo al escuchar el tono meloso de su
suegra- realmente hermosa, por lo que se además inteligente aunque enviudaste
joven… es una tristeza porque se ve que era un hombre guapo… pero el ya se fue.
-¿Disculpe?- vio la cara confundida de Amara- Con el respeto que merece es algo
mayor para ella…
-Querida el buen vino mejora con los años- intentaba no hiperventilarse al oír la
respuesta- pero lamentablemente no es para mí que la quiero sino para una de
mis hijas _ decidió tomar nota mental de la expresión fácil porque aquello era
una mentirota de las buenas- ya la vio en una revista digo esa joven es una de las
diez mujeres más adineradas del mundo, uno de los diez milagros médicos de
este siglo y…
-Una de las diez mujeres más hermosas del planeta_ le lanzo una mirada
amenazadora a Herendira- lo leí en un revista_ afirmo la chica con desinterés.
-El caso es que a ti no te interesa- vio a Amara parpadear confundida- estas muy
ocupada siendo la esposa de un fantasma al que no deseas olvidar.
-Las personas que amamos nunca las olvidamos porque las guardamos en nuestro
corazón- escucho decir a Sasha- el hombre maravilloso que amaste ya no existe,
se fue y no volverá… que sigas adelante con tú vida no quiere decir que lo
olvidaras.
-Si sigo adelante con mi vida lo dejare atrás- le sorprendió que Amara
respondiera con tanta facilidad lo que la llevaba a pensar que quizás si estaba
afectada por todos los acontecimientos - y ya no pensare en él a diario, y lo
prometí… amarlo toda mi vida, compartir con él en salud y enfermedad yo…
-Hasta que la muerte los separe… ese es el voto matrimonial hasta que la muerte
los separe y lamentablemente a ustedes ya los separo- vio a Sasha levantarse
mirando a Amara- así que debes escoger si sigues viviendo o simplemente sigues
muerta en vida, lo cual para alguien tan hermosa como tú es unas tristeza y es
aun mayor el dolor si tienes a alguien que te quiere y te ama como Vittoria
Salvaggi.
-¿De verdad dudas que te ame?- la voz de Sasha genero que enfocara a Amara
parecía completamente confundida- ¿Por qué no te amaría?- los ojos grises se
movieron con incomodidad- ¿Tendría que amar a alguien más?.
-No…. Si…yo…. No tiene caso que me ame porque yo no la amo- varios suspiros
pesados se escaparon de diversas partes de la cocina- yo…
-¿Estás negando el amor que sientes? - Vanessa estaba más que sorprendida por
la tranquila conversación que mantenía Sasha con Amara, era extraño ver aquella
apacible interacción- Porque si lo sientes y lo niegas está mal jovencita- enfoco
a su alrededor notado que la mayoría de su familia había abandonado el espacio
enfoco la mano de Herendira tendida en su dirección mientras la seguía.
-Yo…
-No lo olvidare- afirmó con seguridad- nunca, él me dio todo lo que yo necesitaba
me apoyo cuando nadie, me amo cuando nadie me amaba y me dio un hogar…
-Se fue- trago grueso al escuchar aquello- no te estoy diciendo que lo olvides,
simplemente te digo que sigas adelante… ahora tienes un nuevo amor, que te
puede crear nuevos sueños pero para tenerlo debes dejarlo ir a él.
-No lo entiendes- se froto las manos con nerviosismo- yo… yo…. Mi madre me
abandono- vio los ojos verdes abrirse levemente- Alonso me amo pero también
se fue… aunque ellos me dejaron yo no quiero olvidarlos.
-Si- dejo escapar con suavidad- pero yo le prometí… ¿Sabe? La primera vez que
nos despedimos, el día que nos conocimos me dijo “No me olvides”… y yo prometí
no hacerlo pero ahora….ella es tan dulce y preciosa, es cálida y comprensiva y
yo….
-Comprendo- enfoco a la mujer delante de ella hacer una pausa- ¿Por qué me
cuentas esto?- la miro sorprendida- yo creo que porque necesitas dejarlo ir… a
él y a tu madre, contármelo a mí es más sencillo soy una desconocida, todas esas
personas fuera te aman profundamente, están preocupados por eso estoy aquí…
así que Amara… ¿Por qué te abandono tu madre?
-¿De qué tienes miedo?- la sonrisa cálida delante de ella la hizo intentar
contener el llanto de nuevo mientras bajaba la cabeza - no creo que Victoria se
vaya a ninguna parte y en cuanto a Alonso… bueno el no quería irse pero
lamentablemente tomo una decisión como todos en esta vida, su decisión lo
separo de ti…. No tienes la culpa por ello, nada que hubieras hecho ese día lo
cambiaria- levanto la mirada enfocándola con intensidad- culparte no sirve de
nada… estoy segura que él deseaba que fueras feliz.
-Si eso era algo que siempre repetía- dejo escapar con suavidad- yo solo quiero
que seas feliz aunque también decía que a veces parecía estarme escondiendo
pero es que tenía miedo, era una niña y estaba tan asustada de hacer algo mal….
-La amo- afirmó suavemente - la amo mucho… pero ella tiene un prometido…
-Ella puede tener muchas cosas pero es seguro que te ama solo a ti, quiero que
lo pienses y de paso te despidas de tu esposo mientras yo salgo a conversar con
tu familia allí fuera que está preocupada por ti, la familia que tu madre te
obsequio cuando te dejo porque estaba orgullosa de ti, porque te amaba- bajo el
rostro percibiendo las lágrimas que no podía controlar brotar de sus ojos
mientras el silencio de la cocina la envolvía…
-¿Tía?- levanto los ojos enfocando a su sobrina menor mirándola antes que la
pequeña se aferrara a ella con fuerza- Abuelita dice que llorar es bueno… y que
un abrazo siempre ayuda_ sintió como tiraban de ella hasta quedar de rodillas a
la altura de la pequeña- Tía… te toca llorar- los bracitos rodearon su cuello con
fuerza- así que llora….- se aferro al pequeño cuerpo que se estrechaba con cariño
contra el suyo- llora Tía porque todos te amamos… y nunca… nunca… nunca…
nunca… pero nunca…nunca…jamás de los jamases nos iremos.
Se aferro con intensidad asintiendo mientras apretaba a la niña contra ella sin
percatarse que los ojitos negros enfocaban la ventana donde su madre le asentía
y le hacía señas para que estrechara aun más aquel abrazo.
Risible vaya que lo era pero ella llego justo a tiempo a media paliza y no quería
dejar de participar aunque el pobre tipo que era un desconocido estaba en el piso
casi arrastrándose delante de la mirada de las otras dos personas que no conocía,
choco con fuerza la mano con Arturo mientras el hombre levantaba a su rival de
turno sacudiéndolo varias veces- Te quedo claro niño lindo- escucho decir a su
cuñado con enfado- no es un objeto…
-Si eso- afirmó con algo de confusión antes de girarse para ver a Stefani
sonriéndole para enfocar a Victoria bajar las escaleras al parecer terminando
de arreglarse tomando a lo que quedaba del hombre de la chaqueta arrastrándolo
con ella, enfoco a las dos personas adultas que miraban a la joven con seriedad-
¿Y ellos?.
-E vero- la escucho decir- io los amo son mis padre por eso les cumpliré el suo
deseo hagan de cuenta que estoy muerta- vio a la joven salir arrastrando a aquel
chico para seguirla en silencio y verla empujarlo al automóvil con algo de violencia.
Nunca un silencio se le hizo más largo o más incomodo, eso teniendo en cuenta
que estaban de pie frente a una casa que decía en la puerta Savedra y Elena
miraba boquiabierta a una aun más roja Victoria- Madonna mía- escucho decir a
la mujer mientras Victoria se sonrojaba hasta las orejas de nuevo- Io… io… ¿es
uno de los gemelos?
-No- escucho decir a Victoria quedamente por lo que contuvo la risa divertida
junto con Stefani- es el Príncipe… Adán.
Noto como Victoria abría la puerta tirando del tal Fabrizzio de la camisa el lugar
estaba algo silencio hasta que escucho las conversaciones quedas de la cocina
ingreso asomándose apenas para enfocar a Amara con una niña en brazos que
besaba sus mejillas y limpiaba con cariño al parecer su rostro- Disculpen.
-¿Príncipe Adán?- la escucho cuestionar más al aire que a ella misma al parecer
lo que genero varias risitas cómplices.
Lo que siguió fue de lo más gracioso Fabrizzio cayó a sus pies por lo que
retrocedió disponiéndose a disfrutar del espectáculo, el hombre miro a todo
macho en aquella sala de manera asesina lo que se resumía a los gemelos que lo
miraban extrañados- Que cosas te buscaste un clon.
-¿Qué adoro cómo gimes?- escucho la silla de Amara correrse mientras la joven
enfocaba al hombre delante suyo de manera asesina- ¿Ya se amorcito quieres
que diga cómo me encanta que muevas tus caderas al compas de las mías?- la
cachetada resonó por el espacio mientras notaba la cara enfurecida de Victoria.
-La verdad puede ser un asunto tan relativo- lo vio levantarse- No sé cuál de
estos dos es tu Romeo pero seguro no les gimes como a mí- lo escucho reírse
mientras notaba las caras cada vez más enfadadas de los gemelos- Vamos es una
bromita ¿Qué quieres que le diga a tu Romeo?.
-Bueno ¿Quieres qué mienta?- noto a la chica ponerse del todo roja- va, va… diré
la verdad… deberías estar muerta- se asombro ante tal afirmación- no espera no
era eso… todos te querían muerta- enfoco el rostro indiferente de Victoria-
¿Era eso?.
-Ma que cosa no se te ocurrió nada mejor… esa no es la verdad que quiero que
digas- observo como la joven se pasaba el cabello detrás de la oreja con
tranquilidad.
-Dime cuál es tu Romeo y le diré la verdad- le escucho afirmar por lo que ella
esbozo una sonrisa algo divertida.
-No somos más que unos pobres payasos- agrego Adrián- algo más que pajes eso
sí y la Princesa nos tiene en alta estima.
-Soy yo- noto como los ojos del joven se abrían desproporcionadamente
enfocando la cara seria de Amara- yo soy el Príncipe Adán.
-Madonna mía… debiste decir que no tenías novio y no inventarte esto - las risas
del chico se acrecentaron- haberte ahorrado el teatro y yo preocupado….
¿Montaste esto para ponerme celoso?.... está bien, de acuerdo no somos amantes
eso es obvio porque ella tampoco lo es…
-Si lo soy- la cara seria de Amara genero que levantara un ceja mientras la risa
de Fabrizzio cesaba del todo- yo soy su amante- agrego la mujer con tranquilidad
para tirar de Victoria suavemente descubriendo el hombro derecho para revelar
con ello una marca algo más que grande y agresiva en él- ¿Lo ves? Este es mi
título de propiedad.
-Io nunca dije eso- las risas se extendieron de nuevo en la cocina- todos lo
supusieron y determinaron perqui creían que la mia vita no era mia… pero io
escojo con quien quiero estar y io escogía al mío príncipe o princhipesa en questo
caso.
-¿Son amantes?- noto como Fabrizzio enfocaba los ojos grises de Amara al
cuestionar la mujer aquello- ¿Lo son?.
-No- se sorprendió al escuchar al hombre responder aquello- ella es virgen io….
Nuestro matrimonio ella iba a llegar virgen al…
-Yo le quite la virginidad- levanto una ceja ante tan segura declaración- Es mía…
Noto a todos retirándose al parecer al patio de nuevo por lo que siguió al grupo
incluido a una aun pálida Elena cerrando la puerta tras de sí para enfocar los
rostros_ Parece que vivimos en el patio hoy- escucho decir a uno de los gemelos.
-Yo solo quiero que lo resuelvan para poder comer- afirmó Adrián- porque
francamente tengo hambre.
-Lo resolverán- Clarisse miro con interés a todos los miembros de su familia- es
cuestión de tiempo, las heridas tardan en curar pero creo que Victoria es muy
paciente, lo superaran juntas.
-Madonna mía- todos se giraron mirando con extrañeza a Elena - el príncipe Adán
es una mujer- las risas resonaron con fuerza en el patio antes de que la de Elena
se uniera al coro - Ma que cosa eso explica perqui no le gustaba nadie… y questa
cara de la agente cuando los tíos anunciaron el matrimonio.
El silencio nunca había sido incomodo para ella, el silencio de su casa, de su vida…
de su trabajo, pero con la llegada de Victoria todo aquello había cambiado a ritmo
estrepitoso, la rutina a puerta cerrada que solía llevar se había esfumado en
cuestión de minutos, segundos en la nada. El silencio desapareció tal como
apareció sin bomba y fiesta sus risas lo habían llenado, a fin de cuentas también
lleno su corazón generándole un dolor diferente al que siempre sintió.
-Arian- enfoco el rostro al escuchar su nombre- espero que esto haya quedado
claro- deseo sonreír lo deseo mucho, porque Victoria había arrastrado a aquel
tipo solo para dejarle claro que no eran amantes - io soy solo tuya….
-No, no- recogió los portarretratos antes de girarse buscando lo que deseaba en
la cocina hasta dar con la cámara de Vanessa para acercarse a una confundida
Victoria pegando su rostro al de ella con suavidad- vamos a llenar los
portarretratos- le afirmo quedamente- de tus fotos y las mías… no lo olvidare…
pero lo dejare irse- disparo el flash tomando la primera fotografía antes de
enfocar el rostro a su lado- no seguiré agonizando y negando lo que siento, es
tan ilógico intentarlo…- aparto un mechón negro enredándolo entre sus dedos-
te amare y me amaras… más allá del tiempo…. De…
-Del olvido- la miro con sorpresa- te amare más allá del dolor y la alegría- sonrió
suavemente- te amare con paciencia y comprensión.
-En las buenas y las malas- acaricio la mejilla con dulzura- aprenderé de ti y
comprenderé tus defectos, te amare….
-Me amaras- rió divertida al ver su frase completarse con tanta facilidad
mientras apretaban su mano con fuerza- más allá del olvido, con la pasión de tus
años, las tormentas de tu alma y la paz de tu corazón.
-Tu español está muy limpio- la sonrisa envolvió por completo el rostro delante
suyo- ¿Compartirás tu vida conmigo?.
-¿Ma qué cosa dices?- parpadeo con extrañeza- Mi vida es tuya Arian.
NO ME OLVIDES
EL PRINCIPIO…
En todo historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y
a la esencia de la vida porque en las historias de amor se encierran en sí
todos los secretos del mundo.
Pablo Coelho.
El tiempo suele tener formas inusuales de transcurrir, la vida misma suele dar
giros inesperados en direcciones inusitadas, la vida tiene formas particulares de
revelarte grande verdades.
Para Víctor Villafiel, la verdad le llego de una forma inesperada y dura, su socio
le dio la espalda como la mitad de sus particulares amigos cuando la lectura del
testamento de su padre se llevo a cabo, el plan que tenía de chantajear a su hija
nunca lo logro consolidar. Su amigo de fechorías dio como única explicación que
le habían ofrecido una suma mayor por no hacer absolutamente nada.
El juego del dinero le había jugado en contra, cosa que él consideraba improbable
pero estaba la prueba clara perdió todo su poder de la noche a la mañana de la
nada, en la nada más absoluta es como percibió su seguridad aquel lunes que
caminaba al despacho principal de Grupo Empresarial Fénix. Nunca en el
transcurso de sus años sintió tanto miedo como en aquel momento, sus pasos
revestidos de seguridad eran inseguros… río histéricamente el alcalde había
perdido sus elecciones.
Respiro profundo para tocar a la puerta que se abrió dejándolo ingresar, no sabía
porque toda aquella escena se le empezaba a parecer a la de una tétrica película
de terror sobre todo cuando la puerta se cerró sola al entrar el, miro alrededor
notando varias figuras que reconoció al instante justo en la ventana con los ojos
perdidos en el celeste inmenso estaba la dueña absoluta de las industrias
Salvaggi, al extremo contrario Stefani del Valle ojeaba un libro con indiferencia,
su hija estaba sentada de frente y detrás suyo estaba su ex esposa, se giro al
escuchar un carraspeo dando de lleno con Eduardo, percibió el sudor frío
envolver su frente del todo.
-Buenas Señor Villafiel- la voz de Stefani del Valle le genero un leve temblor,
era extraño aquella chica en general no le era amenazante para nada pero en ese
momento era el equivalente a uno de los cómplices de un asesino en una película
de horror.
-De tal explicación me encargare yo Víctor- miro a su hija menor con sorpresa al
escuchar la seguridad en la voz y la sonrisa que envolvía el rostro por completo-
Espero que hayas tenido una buena mañana- trago grueso estaba seguro que
empezaba a oír esa música que antecedía a un asesinato - porque me temo que el
día se te va a complicar- percibió aquella fría gota de sudor deslizándose por su
cuello, mientras desviaba los ojos nervioso solo para dar con unos cielo intensos
que le miraban con desinterés.
-Señor Villafiel supongo que está usted enterado del tratado comercial que
nuestras empresas están por iniciar- se sorprendió por la suavidad de la voz de
la joven Salvaggi mientras asentía- va bene también comprenderá que hicimos
para llevar a cabo esta unión un estudio profundo de las finanzas de cada una de
nuestras empresas- movió los ojos nervioso eso no lo sabía.
-En caso que lo desconozca- se giro enfocando a Stefani Del Valle- simplemente
sería una reafirmación de la poca atención que pone usted en sus memos- la
sonrisa fría en aquella chica…nunca creyó que un rostro como el de aquella rubia
podría esbozar tal sonrisa, seguro estaba que ninguna sonrisa en su vida se le
pudo hacer tan fría y a la vez sublime- lo que es en todo caso algo que le pone en
una terrible desventaja pues estoy segura que desconoce los resultados que
tales estudios arrojaron sobre el Grupo Empresarial Fénix.
-Fuga que sale directo de las finanzas que tu manejabas- desvió sus ojos con ira
enfocando a Sasha que acababa de abrir la boca- ¿Dónde fue ese dinero?
Tenemos varias teorías- paseo sus ojos rápidamente a su alrededor notando que
Stefani ojeaba su libro, la joven Salvaggi enfocaba de nuevo el cielo y los ojos .
millones los usaste para pagarle a tu amigo con el fin de chantajearme hace
algunos años.
-Una ineficiencia más que clara para ocultar fugas financieras de tanto tiempo
atrás- escucho la voz de Stefani pero se negó a enfocarla manteniendo la mirada
fija en su ex mujer - lo que demuestra de su parte una falta de juicio o un
sentimiento de invulnerabilidad demasiado elevado Señor Villafiel que
lamentablemente le está dejando en una precaria situación.
-Ma que cosa también creemos que uso ese dinero, uno cuantos millones para
ubicar al suo amigo como alcalde de questa ciudad- sintió temblar las piernas de
pronto al escuchar el acento italiano bajo, delicado y amenazante- en todo caso
ese crimen es algo más pesado que la mayoría.
-Es cosa de llegarles al precio para que no hagan nada, ya sabes tú buen “amigo”
te abandono con que yo duplicara la suma y claro de paso le librara de cierto
cargos legales que le conllevarían una cadena bastante larga en prisión _ apretó
el puño sintiendo su cuerpo temblar.
-¿Entonces qué piensas hacer hija querida?- cuestiono sonriendo con frialdad-
¿Matar a tu propio padre? .
-Claro que lo es mírala- le dijo con ira- está allí sentada destruyéndome, tranquila
sintiéndose superior es sangre de mi sangre… idéntica a mí… ambiciosa,
despiadada… ella…
-Eso no quiere decir nada- afirmó con seriedad- te pareces a Sasha en todo,
eres su viva imagen.
Puñalada certera, precisa, mortal…. Inesperada, eso fue se sentía como el mal
protagonista de una película de terror, escucho la música, observo los cómplices,
la sintió venir pero nunca imagino por donde entraría el cuchillo, no fue cárcel,
ni la ruina…. Fue algo completamente inesperado el puñal entro por donde no
debía, estaba sentado en shock no sabía cómo acabo sentado pero lo estaba…. El
telón de la obra magistral de su teatro que se acababa de convertir en una mala
comedia, movió sus ojos enfocando a Herendira y luego a Eduardo… apretando la
mandíbula con ira, se sentía un verdadero idiota porque su hija se parecía a su
esposa si pero tenía el cabello de ese maldito, la misma forma de levantar las
cejas y esa condenada sonrisa burlista, altanera…. Tan seria y formal como ese
maldito engendro que se había acostado con su mujer… porque Sasha aun era su
mujer entonces.
-Ser un hombre es algo más que ser poderoso- enfoco a Eduardo ensimismado-
un hombre de verdad admite sus errores, enfrenta sus derrotas, medita sus
victorias y cuida a quienes ama, un hombre de verdad Víctor nunca golpea a su
mujer - vio la mandíbula apretarse con ira, ahí estaba de nuevo su instinto de
supervivencia activándose al máximo por lo que se levanto de la silla
retrocediendo- nunca insulta a sus hijos, los tortura o los trata como simple
mercancía- dio dos pasos atrás mirando como todos simplemente se giraban
dándole la espalda, incluso su hija se puso de pie viendo el ventanal- un hombre
de verdad aprende que las palizas tarde o temprano le llegaran- tomo una silla
levantándola para moverla delante de él - un hombre de verdad no busca excusas.
Sasha el primer baile con Sasha ambos riendo divertidos, ella mirándolo con
admiración y anhelo fue el príncipe de su adorada princesa, las tardes que llegaba
del trabajo estresado durante su primer año de matrimonio, él como ella
enredaba sus dedos con suavidad en su cabello intentando relajarlo, a ella
paseándose solo con su saco puesto riendo en medio del salón de su mansión
poniéndose desnuda sobre su regazo llamándolo a la calma…. Sasha su mundo tan
lleno de ella ¿Cuándo lo olvido? ¿En qué momento se olvido de ello? ¿En qué
instante empezó a darle importancia a otras cosas? El tercer golpe genero que
perdiera el aire pero bien sabía que no lo dejarían caer.
¿Qué le paso? Siempre fue ambicioso era verdad pero ¿Cuándo olvido lo que le
prometió? Sintió una lágrima escapar de sus ojos no sabía si por el golpe o por el
hecho de que recién comprendía lo que había perdido, el día que Sasha lo dejo
de ver con admiración, como a pocos ya no se paseaba solo con su saco desnuda
riendo frente a él, a Sasha mirándolo con temor…. Sasha rehuyendo su contacto,
suplicándole que no gritara más… y él golpeándola ¿Cómo pudo golpearla cuando
ella solo deseaba verlo feliz? ¿Por qué le dejo de decir que la amaba?.
Un fuerte sacudón hizo enfocar a Eduardo el rostro iracundo del hombre frente
a él que señalaba la espalda de la que creía su hija antes de un golpe en el costado
generara que se fuera de lado, Georgina dando saltos a su alrededor con un
dibujo, el ignorándola pasando de largo como si no existiera, Miguel mostrándole
su trofeo de futbol al lado de su madre y él diciéndole que habían cosas más
importantes que un torneo, a Herendira estirándole los brazos pidiendo un
abrazo que nunca le daría…
“El dinero no compra la felicidad hijo, solo te ayuda a mantener las cosas
realmente importantes tu familia, el amor de tu esposa, el respeto de tus hijos”
se fue al suelo con un golpe seco sujetándose el estomago dolorido viendo pasar
las imágenes de una vida que el mismo se encargo de destruir, una que no volvería
tomo aire con dificultad sintiendo la sangre en su cara estaba temblando como
un niño pequeño pero su padre ya no estaba allí para ayudarlo, las manos de Sasha
no se iban a enredar en su cabello, ni sus hijos correrían a auxiliarlo… él tomo la
decisión escogió entre su familia y el dinero pero el dinero…. El dinero le quedo
mal, el dinero no daba abrazos, besos o calor, no prometía eterna fidelidad –
Eduardo- escucho la voz suave de Sasha - ya basta por favor.
La vio acercarse mirándolo unos instantes, desvió los ojos del todo ni siquiera
podía mantenerle la mirada simplemente era demasiado doloroso - ¿Víctor?-
escucho el llamado por lo que la miro fugazmente unos instantes- ¿Comprendes
que no puedes seguir aquí?- asintió suavemente intentando rescatar el poco
orgullo que le quedaba.
Se incorporo a duras penas para limpiarse la sangre que podía del rostro antes
de enfocar a Eduardo abrazando a Sasha para notar como ella se apretaba contra
su pecho de la misma forma que hacía mucho se apretaba contra el suyo, negó
varias veces con la cabeza- Yo no tuve la razón- dejo escapar quedamente
enfocando fijamente a la que fuera su esposa- siempre me tuviste fe- le dijo
generando que se separara de Eduardo- ¿Esperaste mucho verdad?- noto la
mirada confundida- yo… yo… lo… siempre confiaste en mí- se dio vuelta con
tranquilidad intentando acomodarse el saco y la corbata lo mejor que podía, era
lo que le quedaba… una buena imagen, una vida como decía su hija cómoda pero….
Sola, una vida en soledad….dio un paso tambaleante escuchando el eco de las risas
de Sasha en su cabeza recordando lo fácil que le era tomarla de la cintura
haciéndola girar en el aire- tu corazón tan grande- murmuró para sí abandonando
la oficina se detuvo girándose a enfocarla- ame tanto tu forma de ser.
-Víctor- sonrió con tristeza al escuchar el nombre escapar de aquellos labios que
en un tiempo fueron solo suyos- Tú- negó suavemente retirándose con
tranquilidad e ignorando las miradas curiosas que le dirigían, se saco su vieja
billetera del saco al tiempo que abordaba su automóvil abriendo despacio una
hoja vieja doblada a la mitad, era su rostro uno más joven con una enorme
sonrisa… una de las fotos de su luna de miel… Sasha estaba prendada a su cuello
con cariño y sus cabellos rojos se mezclaban con los suyos noto algo empapar el
papel, redondo y cristalino se inclino pegando al fotografía a su rostro mientras
empezaba a llorar como un crio una y otra vez- Sasha….
Herendira miro a su madre aun de pie enfocando la puerta cerrada que daba al
pasillo la misma por donde había salido el que por tanto tiempo llamo padre,
parecía estar en un especie de trance y nadie en aquel lugar se atrevía a
romperlo- ¿Mamá?- cuestiono quedamente.
-Estoy bien- la vio girarse medio sonriendo- estoy bien… hiciste lo que debías
hija.
-Te prometo que procurare que tenga una buena vida- le afirmó- y de paso me
asegurare que no intenta lastimar a nadie nunca más, después de todo es el padre
de mis hermanos y fue el mío durante mucho tiempo.
-Tampoco creo que haga falta que lo vigiles mucho- enfoco a Stefani que le
sonreía con alegría- estaría loco si se metiera con nosotras.
-Es cierto debemos ir por el vestido- dejo caer su cabeza golpeándola contra el
escritorio mientras escuchaba la risa divertida de su padre- y tu saco- escucho
la queja antes que un golpe resonara en la madera del escritorio a su lado- vaya
en momentos así se da uno cuenta que de verdad comparten la misma sangre-
giro su rostro notando el de su padre cerca en una posición incómoda antes de
sonreírle con alegría ¿Qué estaría haciendo Vanessa?
-¡FIESTA!- Andrea saltaba en la barra del bar con una botella de cerveza en la
mano, la música resonaba con fuerza mientras tenían aquel sitio por completo
para ellas, básicamente porque era un nuevo negocio aun sin estrenar de la familia
Del Valle paseo sus ojos por el sitio viendo a Virginia con una botella de algún
tipo de licor en la mano mientras gritaba también al ritmo de la música.
-No deberíamos- murmuró quedamente.
-¿Por qué tienes que ser tan aburrida?- aquella frase la hizo voltear sus ojos en
blanco era una bastante recurrente cuando estaba con Virginia y Vanessa.
-Me ofendes- vio el rostro de falso dolor volteando los ojos en blanco de nuevo
sin duda esa ya iba camino a una borrachera- yo solo quería que todas tuvieran
lo que nunca tuvieron…
-¿Y eso es?- enfoco a Vanessa que estaba completamente pálida y tragando
grueso, de estar ella en su situación probablemente estaría igual o peor.
-No, le prometí a Tory no volver a beber- afirmó suavemente notando los ojos
abiertos a más no poder delante de ella.
-Encima de aburrida sometida- la miro con enfado - solo digo la verdad, además
esa italianita parece encantada contigo y es que no lo entiendo- la vio beber con
elegancia- ¿Cómo lo hacen?, digo tu llegas y te cruzas la cera y que consigues
déjame repasar una de las diez mujeres más ricas del planeta, uno de los diez
milagros médicos del siglo…
-No olvides que es una de las diez mujeres más hermosas del planeta- agrego
sonriendo a más no poder- y es toda mía.
-No sabía que eras tan poética- afirmó estirando el brazo para abrazarla- pero
es verdad cuanto dices… ¿Por qué lloras entonces?
-No creas que es que soy sentimental- la escucho afirmar- solo no tengo
suficientes fotos- estallo en carcajadas para abrazarla con calidez- y estoy
indignada porque no quieres mis strippers…
-Lo siento- respondió - ya sabes el problema de estar enamorada de una del top
ten es que estas mujeres no me parecen tan hermosas… - rió al escuchar a
Vanessa decir que pensaba igual mientras las stripper se pegaban a ella y veía a
una sonrojada Rachel salir detrás de la barra con Susan soltando una sonrisa
picarona las dos terriblemente bebidas.
-Solo un poquito- rió nerviosa al escuchar aquello- total siempre tuvimos los
mismo gustos, pero mi esposo es más guapo que el tuyo.
Dio dos pasos alejándose para observar aquel bar entretenida mientras enfocaba
a Andrea seguir bailando y a Vanessa al parecer resignada a que las stripper
estuvieran sobre ella, negó con la cabeza empezando a moverse con la música
para disfrutar de ella, ya no habían malos recuerdos ni debates internos
extrañamente todo estaba en silencio y eso le agradaba bastante. Escucho un
grito antes de ver a su cuñada pegarse a ella intentando esquivar a las bailarinas
para acabar las dos encerradas por las chicas en bikini -ME VOY A CASAR- la
escucho gritar de nuevo.
La noche llego con calma a la ciudad generando como era usual un ambiente
seductor, arrítmico y e hipnotizante… eso era aquella urbe de noche, su
departamento estaba situado donde estaba porque le quedaba todo sitio
ardiente cerca para ir a divertirse, tenía una vista extraordinaria por la que
muchos matarían.
Ese departamento tenía miles de cosas que sin duda varios seres humanos que
se paseaban por las aceras en el exterior desearían, sin embargo ahora carecía
de todo encanto para ella, quizás porque básicamente la vida se constituía de
cambios constantes, y uno de ellos había llegado a su vida quitándole todo interés
al pasado -¿Es la última caja?- se giro al escuchar la voz suave proveniente de la
puerta para asentir divertida - ¿Lo rentaras?
-Sí- se encamino a la salida cargando algunas cosas mas mientras notaba como
tomaban aquella caja- siempre es bueno tener un sitio así y de paso es una
entrada constante, ya sabes algo aparte de nuestros privilegiados salarios.
-Renunciar fue genial nos hicieron un aumento sustancial con tal de que no nos
fuéramos-rió suavemente al escuchar aquello antes de ver la cabecita de Alison
asomándose junto con Raúl a la puerta_ y eso teniendo en cuenta que estos dos
son una fábrica de gastos…
-Mamá mala-escucho decir divertida Alison que se le acerco sonriendo por lo que
desvío la mirada intentando ignorar el asunto – Karina - escucho la vocecita
cantarina para tomar sus llaves viendo a Evelyn salir seguida por Raúl segura que
el engendro del mal la seguía - ¿Cómo te tengo que decir?.
Detuvo sus pasos en seco ante tal pregunta girándose para enfocar a la niña que
la miraba como era usual con esa extraña seriedad que poseía levanto la ceja
levemente- ¿Qué?.
-¿Te tengo que decil papá o mamá?- trago grueso dejando caer la caja para
sentarse en una silla, ese pequeño engendro de Satán- ¿Te dio miedo?- miro la
sonrisa maliciosa delante suyo- Ser mamá no es fácil…
-Tú ya tienes una madre- dejo escapar quedamente- y se bien que intentas
pequeña… no lo conseguirás yo no soy uno de los tontos….
- Los papás usan sombreros- vio las manitas hacer un trazo imaginario sobre la
cabeza- corbata, tienen barba, son altos y algunos muy fuertes- asintió
levemente- los papás son hombres siempre, de todas formas y tamaños- noto el
gesto arrugarse levemente- pero…. Se supone que un papá protege a su hijo-
percibió las manitas enredarse en su cabello- no dejan que uno este triste, te
dan abrazos fuertes, fuertes y a veces te persiguen porque no te quieres bañar,
dice una amiga mía que su mamá le dijo que en ocasiones hacen cosas que no les
gustan por sus niños… como ir al ballet- escucho la vocecita apagarse levemente…
-Pero las mamás también pueden ser papás- escucho el suave suspiro- mami fue
los dos mucho tiempo- enfoco las manitas apretándose- pero ya no está sola, te
tiene a ti y….
NO ME OLVIDES
-Nunca estuvo sola porque los tenía a ustedes- se puso de pie alzándola - y ahora
ustedes tres me tienen a mí- hizo una pausa- no sé si sería un buen papá eso de
ser mujer se interpone- escucho la risita divertida- pero me esforzarse y
prometo cumplir con la regla de oro amarlos mucho a ustedes y venerar por
siempre a su madre.
-Vamos mami- miro a la niña a su lado y como sujetaba su mano con firmeza antes
de asentir- ¿Podemos comprar helados?.
-Claro… ha sido una largo viaje para mí- se detuvo mirando el interior del sitio,
al final estaba empezando a comprender las palabras de Andrea la primera vez
que comió con ella, las mismas que hacían referencia al hecho que teniendo a la
persona ideal no se necesitaba nada más.
Ella era el ejemplo claro su vida se quedaba atrás pero nunca se arrepentía de
ninguno de sus pasos, nunca daba uno hacia atrás… siempre miraba al frente y
disfrutaba de lo bueno, de lo malo segura estaba que sin duda tener una familia
sería una gran aventura -Quiero un nuevo bebé- choco contra la esquina del
ascensor pálida del todo.
-Buena mamá- vio a la pequeña Alison chocar las manos con Evelyn mientras
ambas sonreían divertidas - yo le iba a decir de un hermanito pero te me
adelantaste.
-Son malas- rió quedamente al escuchar la voz de Raúl, sabía que cuando esas
dos la desquiciaran siempre tendría a Raúl…
Tenía una vida por delante, una buena vida, llena de nuevas emociones y un gran
amor, un mundo inesperado que sentía la haría inmensamente feliz.
Era como aquel silencio que tenía ahora, no era como antes que era su rutina, lo
sabía momentáneo y fugaz… su rojita estaba quedándose en casa de su madre
mientras se casaban, reglas de Sasha, locuras de Georgina como fuera la dejaba
a ella sola bueno con Cañón en casa.
Encendió la luz de la cocina dando un suspiro para extraer la leche empinándosela
sin delicadeza alguna- Vanessa te he dicho que no tomes del cartón- dio un salto
asustada enfocando la puerta para ver los cabellos rojos y los ojos verdes.
-Voy a matar a Virginia- abrió los ojos sorprendida- dijo que se habían ido de
fiesta… una inocente pero te hizo una despedida de soltera y por el perfume
barato había mujeres semidesnudas ¿verdad?.
-Te juro que no tuve nada que ver- admitió quedamente- sabes que solo a ti te
deseo, además no toque lo juro por más que se me pegaron, puedes preguntarle
a Amara y … a Amara porque era la única sobria.
-Tú con strippers y yo escapándome porque te extrañaba a morir- vio los ojos
verdes doloridos delante suyo- no soporto estar más lejos de ti pero cuando al
fin te alcanzo hueles a otras mujeres- percibió como la empujaban haciéndola
sentarse en una silla- Si querías que te bailaran semidesnuda solo debías
decírmelo- abrió los ojos desmesuradamente al escuchar aquello- ¿Tampoco
tocaras aquí?- trago grueso al verla alejarse unos pasos de ella para empezar a
abrirse la blusa con sensualidad al ritmo de una música imaginaria- Vanessa si te
mueves un centímetro parare- asintió por inercia.
Enfoco las piernas bajar levemente junto con aquella sonrisa en el rostro de su
pelirroja, era extraño se suponía que debía estar excitadísima al ver la manos en
las caderas y el sexy movimiento del que era testigo. Sin embargo al mirar sentía
algo más fuerte e intenso que un sencillo deseo sexual sonreía al verla girar sobre
su eje deshaciéndose de cada uno de los botones de su elegante blusa, observaba
sus manos suaves las que sabía cálidas y solo suyas, los cabellos pelirrojos
moviéndose y los ojos intensos fijos en ella haciéndola arder con una sola mirada.
Podría asegurar que de recorrer el mundo entero ninguna mujer le parecía más
hermosa que aquella que sabía suya por completo, nunca le hubiera creído a nadie
que aquella chica que un día dejo volar sus apuntes cambiaria su vida para
siempre, que esos intensos ojos verdes que le enfocaron con sorpresa tiempo
atrás le alegrarían el alma.
Recordaba los cafés en las tardes lluviosas mientras veía la blusa volar a algún
sitio perdido conteniendo la respiración, esas conversaciones que no lo eran
aquellos leves intercambios verbales, la presencia que fue llenándola por
completo sin darse cuenta siquiera. Esa mujer era mágica vio las manos bajar los
pantalones lentamente mordiéndose el labio inferior deseosa mientras las manos
de Herendira hacían al jeans volar revelándole aquel sensual conjunto del color
de los cabellos.
-Lindo- dejo escapar roncamente- mucho- la noto acercarse a ella despacio con
solo la ropa interior puesta porque Herendira podía parecer una niña pero
distaba mucho de serlo, era una mujer apasionada, una amante dedicada y ante
todo la sabía una esposa maravillosa… amaba todo de ella, cada curva de sus
caderas que ahora estaban casi sobre ella moviéndose lentamente al alcance de
sus manos, ese olor que despedía e invadía por completo sus sentidos haciéndola
ahogar gemidos de placer de solo saberla cerca, la vio girarse quedando frente
a ella antes de llevarse las manos hacia atrás por lo que se inclino hacia adelante
levemente para ver la sonrisa ampliarse.
Estuvo a punto de gritar cuando vio el sostén quedar en la mano izquierda dando
vueltas incluso siguió su recorrido hasta el suelo levantando las manos
emocionada conteniéndose de levantarse de aquella silla al ver las manos que
adoraba bajar de nueva cuenta hacia la única prenda que quedaba en aquel
cuerpo, los dedos pulgares resbalaron por aquella delicada prenda estirando el
elástico de la misma manera en que ella intentaba estirarse lo posible en aquella
silla sin levantarse deseando alcanzarla - si te mueves paro- ahogo un gemido de
gusto la amaba, amaba cada parte de esa mujer, ese comportamiento
impredecible, ese atrevimiento natural… la sensualidad que era capaz de
despedir por cada poro de su piel, la observo girarse moviendo suavemente las
caderas al tiempo que lo que quedaba de ropa interior empezaba a bajar por las
mismas siguiendo un camino que ya estaba ella deseosa de recorrer con sus
propias manos.
-Vanessa- escucho la voz ronca apretando las orillas de la silla para no moverse
mientras la observaba abrir las piernas envolviéndola, observo los senos al
alcance de su boca intentando contenerse lo mejor posible - ¿Lo hice bien?-
estallaría en carcajadas sino estuviera demasiado ocupada notando como aquel
cuerpo desnudo se movía pegado a ella de arriba abajo delicadamente llamándola
a perder el control.
-¿Ya puedo tocar?- cuestiono con dificultad tragando grueso- Herendira me vas
a desquiciar, déjame tocar…. Necesito tocar.
-Dime si lo hice mejor que esas mujeres- percibió las manos enredarse en su
cabello negro mientras ella dejaba caer de lleno su peso en su regazo y se
apretaba del todo contra ella- Dímelo y podrás tocar…
-Tócame- se levanto de golpe tomándola del trasero para recostarla del todo
sobre la mesa de la cocina, sin intentar siquiera desvestirse mientras empezaba
a recorrer el cuerpo de la manera más pausada que la ansiedad y el deseo se lo
permitían, la sentía retorcerse debajo de ella al parecer igual de deseosa tirando
de sus prendas y logrando convencerla de retirarlas mientras se continuaban
besando, tomo las manos estirándolas sobre la cabeza restringiendo el
movimiento para escuchar las quejas mientras las piernas enredaban sus caderas
envolviéndola del todo.
¿Decisión? Un carajo estiro una de sus manos apresando el cuerpo del todo bajo
el suyo para tirar de su chamarra y extraer algo metálico de uno de los bolsillos
antes de escuchar a Herendira ahogar una exclamación de sorpresa al ver sus
manos esposadas- Querida… todo problema tiene su debida solución- libero las
manos notando la mirada sorprendida mientras volvía a estirarlas ya esposadas
para dejarlas enganchadas en el borde de la mesa- Que divertido…
-Es trampa- la escucho replicar viendo las piernas intentar moverse pero sin
permitirlo al tenerla apresada bajo su cuerpo- no es justo, no se vale… Espera…
¿Qué vas a hacer?.
-Amor esta vez calculaste mal- bajo lentamente por el cuerpo notando la espalda
arquearse levemente mientras escuchaba el ruido del metal y la madera al
intentar Herendira liberarse al parecer desesperada de poder acariciarla, o para
detenerla en todo caso le importaba poco lo que intentara hacer mientras
recorría el cuerpo con su boca, lamio el vientre divertida antes de enderezarse
enfocando los ojos verdes unos instantes- Buen provecho….
Ingreso a su casa viendo las cajas apiladas por doquier y los muebles cubiertos
dio un rodeo saltando algunas mientras tiraba sus llaves en cualquier sitio
encendiendo las luces observando las paredes ahora vacías.
Miro alrededor recordando la primera vez que estuvo en aquel lugar, las manos
grandes y fuertes de Alonso cubriendo sus ojos mientras su barbilla hacia
presión en su hombro derecho y la barba le producía un cosquilleo agradable,
cerró los ojos escuchando su voz claramente “Este es mi regalo para ti preciosa,
no hagas trampas…. No puedes ver nuestro maravilloso hogar hasta que yo lo
diga” abrió sus ojos sonriendo levemente se veía a sí misma con solo dieciséis
años dando saltos en el salón que estaba como ahora casi vacío, aplaudiendo antes
de correr colgándose de su maravilloso amor con alegría y emoción.
Las tardes en que llovía y simplemente se envolvían ambos en una enorme manta
abrazándose en el balcón de la ventana para ver las gotitas deslizarse por el
cristal compartiendo su calor, su compañía y el silencio; ese que se rompía con
risas al perseguirse por todo aquel lugar lo veía claramente a él corriendo sin
camisa porque ella la llevaba puesta, mientras intentaba alcanzarla, se veía a sí
misma saltando el sofá para dar un giro escapando escaleras arriba.
Sus pies descalzos sobre la mesa del recibidor moviéndose levemente uno al lado
del otro, a ella empujándoselos con suavidad antes de levantarlos y acariciarlos
sintiendo como él hacía lo mismo correspondiendo sus caricias, a aquella pesada
pierna aplastando la suya mientras se quejaba, la barba rasposa en su rostro
generándole cálidas cosquillas; las manos varoniles acomodándole el lazo del
uniforme del colegio de una manera algo torpe antes de inclinarse a besarla con
calidez, la voz dulce diciéndole que debía esforzarse por mantener sus buenas
notas para que pudiera ir a la universidad que deseaba… amor… un amor tan
bonito, uno que la comprendía, la llenaba y la impulsaba a crecer.
De pie entre las cajas en aquella estancia podía ver sus recuerdos juntos pasar
con nitidez frente a sus ojos, cada lección que su adorado esposo le dio incluso
podía percibir las caricias de sus manos fuertes sobre el cabello. Se encamino
escaleras arriba abriendo la puerta de su recamara matrimonial para dejarse
caer en la cama mirando el techo, enfocándolo a su lado viéndolo caer sentado
en la cama y haciéndola rebotar en la misma- Gracias- murmuró quedamente- por
todo lo que me enseñaste Alonso, por enseñarme a amar, a soñar, a luchar y
creer… Gracias… por enseñarme a confiar en mí misma- “Yo solo quiero que seas
feliz”.
-Lo sé- rió quedamente aquel recuerdo parecía más una respuesta pero ya ella
no tenía dudas, seguiría un rumbo fijo de ahora en adelante, se iba de aquella
casa no porque estaba llena de recuerdos porque los recuerdos viajan en el
corazón sin importar donde este uno, se iba porque deseaba construir nuevos
recuerdos igual de hermosos y alegres.
Desde entonces nunca la dejo de mirar, en ella descubrió una persona alegre pero
seria, de grandes verdades encerradas, de pasiones desatadas, de emociones
intensas era el tipo de persona que simplemente no puedes dejar de mirar porque
sabes que algo como un amanecer la maravilla profundamente. Y aun así no se dio
cuenta que la amaba ¿Cuántas vueltas debe dar la vida para ser honestos con
nosotros mismos? Ella pensaba que quizás demasiadas.
-Eso te pasa por beber- respondió divertida- no te veía tomada desde la última
vez que salimos en la universidad con las chicas- hizo una leve pausa- ¿Cómo
estarán las chicas?, tenemos mucho de no verlas.
-El tiempo pasa y a veces nos aleja unos de otros- escucho la voz suave- pero
cuando el cariño y la lealtad son verdadero el mismo tiempo provoca que nos
volvamos a encontrar_ la pausa llego mientras se giraban para besarle el cuello
con cariño _ pero hacer una llamada a veces ayuda- rió divertida, suponía que
debería hacer una llamada era verdad- Anoche habla con mi abuela.
-Está bien, pero iré a verla a fin de mes_ escucho el suave suspiro- creo que lo
mejor que puedo hacer es visitarla al menos una vez al mes es lo que mi madre
hubiera querido.
-Te amo Andy- murmuró suavemente antes de unir sus labios en un beso profundo
y cálido, consciente de que probablemente aquello desencadenaría en algo más
comprometedor porque a su Andrea le encantaba hacer el amor en las mañanas-
¿Ya escogiste la fecha para la dichosa ceremonia?- escucho el quejido al tiempo
que le desprendían la parte superior de sus ropas- Amor ya sabes que Arturo
nos lo pidió amablemente y sería bueno celebrar con nuestros amigos.
-Lo sé… en verano del otro año- la miro con sorpresa- renovaremos votos en
nuestro aniversario, quiero otro verano inolvidable- vio los ojos castaños brillar
levemente- aunque creo que a tu lado todos los días lo son.
Saboreo el beso cálido y profundo el preludio de lo que vendría a continuación,
de las manos que recorrerían su cuerpo consumiéndola de placer, los gemidos
ahogados y extasiados, el sudor compartido, los incontables te amo y la promesa
maravillosa de una vida juntas. Le encantaba la sensación de la desnudez absoluta
de su cuerpo y su alma entre aquellos brazos, el instante fugaz en que la vida le
hacia la declaración intima de que no estaba allí más que para ser feliz.
Siempre le habían dado problemas las mañanas no eran su hora favorita del día
para nada, pero desde que se caso se podría decir que era la persona más
madrugadora del universo, tenia tanto que aprender de la vida en términos
generales seguía siendo una niña aún, una que comprendía perfectamente la
preocupación de su hermano al verla casada, era muy joven e inexperta en miles
de sentidos sin embargo también recordaba las palabras de sus padres cuando
los veía de niña fijamente un matrimonio se basa en amor y respeto le decía su
padre mientras su madre simplemente le aseveraba que ella era aun muy pequeña
para entender.
Ellas tenían amor y el respeto era algo que a pesar de las dificultades, el dolor,
el miedo que su amor les genero nunca habían perdido, era aquello que ahora que
estaban juntas mas cuidaban sin proponérselo siquiera procuraban consultarse
mutuamente cada decisión tomada, nunca apresurarse o ignorarse aunque
también se respetaban el espacio mutuo. Giro su cuerpo dejando a Andrea bajo
su peso mientras escuchaba una risa divertida de su parte.
Era una amante dulce y apasionada, no le gustaba pensar donde era que aprendió
a tocar su cuerpo con tanta habilidad pero si le agradaba pensar que esas caricias
estaban revestidas de un profundo sentimiento que simplemente se expresaban
físicamente, mientras se perdía del todo en la sensación de sus cuerpos al
amanecer seguía agradeciendo en silencio el poder tenerla a su lado.
-Lo comprendo- ubico el café humeante delante de la mujer- también noto que
es de usted que ella saco esa forma de hablar tan formal y aun más importante
siento que tratarnos de usted es completamente innecesario ya que a partir de
mañana estaremos emparentadas, así que quieres pan con el café.
El ritmo ajetreado del día pronto se dejo ver tener una boda encima no era algo
fácil, empezando porque ni Vanessa ni Herendira aparecían por ninguna parte,
había optado por ir a casa de Amara a ver si esas dos estaban allí metidas pero
lo único que encontró fue a su hija terminando de apilar cajas, acabo medio
ayudándole hasta que la puerta se abrió cerca del medio día dando paso a una
Victoria en jeans, playera blanca y tenis que se disculpaba por el retraso, antes
de colgarse con cariño de Amara- ¿Dónde alquilaron?- cuestiono enfocando la
casa con algo de tristeza.
-En realidad compre una bela casa- enfoco los ojos cielo que brillaban con
emoción- io Amara me dejo escoger nostra nueva casa- levanto la ceja ante tal
afirmación observando las caricias cariñosas que estaban bañando el rostro de
su hija.
-Sí pero a este paso no nos mudaremos porque la señorita llega tarde a
ayudarme- las risas invadieron el espacio- además sabes que te extraño mucho.
-Amore scusa- la escena delante de sus ojos no podía hacerla más feliz su hija
se veía plena de nuevo, con aquella sonrisa que a ella tanto le gustaba iluminando
el rostro_ tenia molto trabajo io intente llegar antes pero…
-No pasa nada mientras me ayudes con las cajas ¿Contrataste al camión de
mudanza?- vio a Victoria negar mientras Amara se separaba de ella del todo
mirándola con reproche- Tory quedaste en que tu lo harías.
-Scusa lo olvide- escucho la risa algo apagada y avergonzada por lo que negó con
la cabeza, le parecía increíble lo rápido que iban esas dos, era como si
simplemente hubieran esperado todo ese tiempo para encontrarse en el lugar y
tiempo indicados.
-¿Cuándo me darás nietos?- observo la joven italiana palidecer del todo mientras
su hija tragaba grueso- porque vista la situación no parecen tener intención
alguna de contraer matrimonio como Dios manda.
-Io estoy feliz con lo que Amara me da- enfoco la mirada celeste algo
sorprendida- io no necesito nada que ella no me quiera dar, su amor es más que
suficiente-noto la mirada dulce e intensa de su hija esa que parecía mostrar su
alma en un instante fugaz.
-No es solo que io… soy molto feliche- se retiro en silencio a la parte alta de la
casa dándoles algo de privacidad mientras recordaba a su manera el esfuerzo de
su nieto por obtener aquel hogar para él y su esposa, Alonso hizo la perfecta
elección y ella estaba más que feliz que Amara encontrara de nuevo quien la
llenara del todo… después de todo la vida era para una única cosa ser feliz.
Ser feliz era algo tan sencillo ella quería ser feliz, el día de su boda lo deseaba
pero no paraban de regañarla ¿Era su culpa que el dichoso vestido tuviera la
espalda descubierta? No lo era, simplemente aquello se podía catalogar como un
desafortunado incidente.
Sin embargo allí estaba sumergida en el mar de regaños “Mira nada más tu
espalda, ¿Cómo te hiciste eso?”, su respuesta inicial fue un desinteresado ¿Cómo
me hice qué? Para pasar luego al no lo sé, pero lo sabía se lo hizo cuando Vanessa
le estaba tomando sobre la mesa de la cocina por quinta vez al intentar zafarse
aquel condenado rozón en la espalda no era más que producto de su propia pasión
y necesidad, recordaba lo preocupada que estaba su Diosa Viviente nada más
verlo.
Ella en términos generales era algo simple así que ante tal despliegue de
preocupación dio la respuesta lógica el maquillaje todo lo cura. Era verdad aquello
ni se notaba pero la lluvia de regaños no por ello cesaba, se miro al espejo
sorprendida ciertamente nunca pensó en casarse tan joven mucho menos que
acabaría casada con la mujer que amaba desesperadamente; porque por regla los
amores imposibles no se vuelven posibles. Al menos aquella era la regla principal
de su antigua vida.
Analizo sus facciones en el espejo unos instantes de la persona que era poco
quedaba ya, la insegura, la que pensaba demasiado todo, la que se asustaba, la
que obedecía ciegamente, esa persona simplemente se había ido sin notarlo en el
mismo momento que tuvo el valor para dar un simple primer paso, en cuanto se
decidió que quería algo más que miradas furtivas y el confort de la distancia, esa
persona desapareció cuando aquel día bajo la lluvia camino segura hacia ella… a
pesar de la fuerte tormenta y del miedo que la inundaba por completo.
Debía agradecer a la vida el valor para caminar hacia ella como en ese instante,
de librarse de todos sus temores, de afrontar las situaciones a su manera…
agradecía el poder haber despertado a la mujer que dormía en su interior, esa
misma que deseaba compartir su vida con aquel ser humano maravilloso que era
Vanessa Savedra… porque eso era ella un ser humano, maravilloso en cada uno de
sus defectos, los mismos que aprendió a amar y comprender, la mujer que
idealizaba quedo atrás hacia mucho tiempo ya, sin embargo podía asegurar que
amaba mil veces más a la persona real que ahora tenía a su lado, la misma que le
regalaba intensas sesiones pasionales, besos cálidos y profundos, risas, enojos,
lágrimas, la que tomaba su mano en ese instante gritándole en una mirada el amor
profundo que sentía por ella… esa persona que le decía que la vida juntas sería
maravillosa por el solo hecho de que se encontraron entre miles de personas por
un evento furtivo y decidieron en algún momento nunca separarse…. Los milagros
existían ser amada y amar para Herendira Villafiel era el más grande de todos,
el milagro del que haría testimonio ese día y el resto de su vida…
Años Después…
Los incautos que ignoraron el tiempo ahora buscaban refugio en cualquier sitio
disponible pero la Avenida Central ofrecía un pobre refugio, sin embargo aun en
la soledad de la tormenta era hermosa o al menos eso pensaba la persona que
observaba desde un ventanal algo empañado algunas sombras pasar presurosas
sin reparar quizás en el espectáculo de las gotitas en aquel sitio.
Se giro al escuchar las fuertes risas en el sitio vio las mesas juntas en el interior
mientras sus huesos ya más viejos protestaban por el intenso frío y la humedad,
las risas de los niños se distribuían por el lugar mientras la llamaban a tomar
asiento cosa que hizo al lado de la cómoda chimenea del restaurante en el que
estaban. Aquel sitio era el gran éxito de Herendira o su pasatiempo favorito a
saberlo, lo que si sabía era que se convirtió en el sitio usual de reunión de su
familia, era un lugar popular quizás porque el que entraba a comer allí se sentía
como en casa o en el hogar que siempre deseo.
Observo una cabecita pelirroja ubicar una bandeja con dificultad en la mesa
apenas alcanzándola por lo que no pudo evitar sonreír con alegría antes de ver a
su nieta alzar a la pequeña que río feliz colgándose a su cuello con cariño. La
puerta de la cocina se abrió dando paso a Herendira con un enorme pavo en una
bandeja que genero gritos y aplausos por parte de su familia. Observo a Vanessa
acercarse a reprenderla junto con su hija que imito el comportamiento antes de
jalar una silla para que Herendira se sentara, normal estaba en su octavo mes de
embarazo y parecía que reventaría cualquier día de esos.
La campanilla de la puerta la hizo girar para enfocar a Stefani Del Valle ingresar
al sitio con un niño rubio en brazos mientras su esposa la seguía cargando a una
bebé que se pegaba desesperada al cuerpo de su madre en busca de calor - El
clima esta horrible- la escucho decir- lamentamos la tardanza entre que me
retrasaron en la clínica y este aguacero poco pudimos hacer.
-Nos alegra que llegaran bien- afirmó acercándose a besar las mejillas de ambas,
recibiendo el beso cariñoso del pequeño y una mirada curiosa de la bebé- mejor
comen así se calientan.
-Ya les sirvo sopa- escucho decir a Herendira antes que una lluvia de nuevos
regaños le llegaran acompañada del alegato lógico de que dejara a los meseros
hacer su trabajo o en su defecto que Susan o Rachel sirvieran.
Miro el reloj con algo de preocupación aquella fiesta tenía un invitado de honor
que aun no aparecía, cosa que a su ya avanzada edad la llenaba de incertidumbre-
Abuela- enfoco los ojos negros de su nieta- vienen de lejos, y el clima no es el
más favorable no han de tardar.
-El clima es lo que me preocupa hija- afirmo notando como la lluvia aumentaba en
intensidad- venían en avión y…- la puerta sonó de nuevo dejando pasar a Victoria
que los miro medio sonriente con una niña en brazos de ojos celestes profundos
que literalmente se lanzo de sus brazos caminando con dificultad para
extenderle sus brazos a Clarisse que la alzo con cariño cubriendo la cabeza negra
de besos.
-Madonna mía si io supiera que questo clima iba a estar así, venimos una semana
antes- le sonrió con alivio a la mujer que le beso la frente con cariño haciéndola
retirarse la gabardina empapada, en el momento justo que Amara se situaba en
la puerta con una figura no tan pequeña que se aferraba de su pierna como si
fuera el fin del mundo.
Y allí estaba el invitado de honor de aquella fiesta, ese pequeño niño que Amara
y Victoria habían adoptado en Italia hacia apenas un mes el que nadie conocía
aun hasta ese día ¿Por qué lo adoptaron? La respuesta fue tan simple de boca de
su hija “Veras abuela al preguntarle su nombre, el dijo que no tenía ninguno que
su madre siempre le llamo niño y que en el orfelinato le decían así…. Entonces
Victoria le pregunto si le gustaba Alonso y el dijo que si… entonces supe que era
mi hijo”.
-Mamma- le escucho repetir de nuevo mientras los ojitos nerviosos los enfocaban
a todos lentamente- non voglio.
-In spagnolo fliglio mío- observo a Victoria separarse del niño que se mordió el
labio intranquilo mirando alrededor.
-Io soy Alonso- dejo escapar quedamente- io no tengo miedo_ afirmo levantando
el mentón con suavidad- pero la mía mamma se queda qui conmigo- las risas se
distribuyeron por el lugar ante tal afirmación mientras el pequeño se escondía
de nuevo.
-Bienvenido a la familia- dejo escapar ella aun con la hermana del niño en brazos-
yo soy tu nonna…- noto los ojitos oscuros brillar con algo que juraría era emoción-
y se muchas historias- los gritos de sus bisnietos envolvieron el lugar mientras
se acercaban todos a su alrededor tomando asiento en el sitio más cercano.
-Nonna- le escucho llamar suavemente por lo que asintió estirando su mano para
ver al pequeño inseguro desprenderse finalmente de su madre que se dirigió a la
mesa dándole su espacio, vio a sus nietos mayores hacer espacio al nuevo invitado
que les miraba nervioso.
-¿Qué historia nos contaras?- escucho el suave cuestionamiento del alguna parte
perdida por lo que sonrió.
-Les contare una historia de amor- afirmo notando las caritas interesadas-
muchos creen que todas las historias de amor deben tener un príncipe, una
princesa y un dragón, pero no siempre es así a veces solo tienen personas tristes
y doloridas en ellas- vio las caritas confundidas- en ocasiones las mejores
historias empiezan en sencillos eventos, no en grandes batallas o escenarios
majestuosos, las mejores historias pasan en lugares comunes- hizo una pausa
notando que tenía la atención de su exigente público en ella, bueno al menos a
aquel que no se entretenía con su cabello como era el caso de pequeña Giovanna
o tenia mejores cosas que hacer como pedir biberón en el caso de Jessica que
miraba a su madre con adoración- como en esa avenida que ven fuera- afirmo
generando que las cabecitas se voltearan en pleno- a veces las mejores historias
empiezan con cosas insignificantes, en un restaurante como este donde una chica
solitaria intenta celebrar su graduación aun en su soledad sin saber que cuando
alguien intente interrumpir su alegría conocerá a su príncipe particular, o quizás
las historias de amor empiecen en un lugar como un laboratorio cuando te
presentan una nueva compañera de trabajo sin saber que delante de tienes a la
dueña de tu vida, a veces las historias de amor empiezan con una competencia,
con el deseo pasional de imponerse y vencer, con una mirada fugaz en medio de
aquel encuentro, con un día de playa…. A veces las historias de amor empiezan
con un simple hola en medio de la nada… en una estación de tren cuando chocas
con alguien sin saber que ese alguien cambiara tu vida…
- ¿Y commo inicia questa historia nonna?- enfoco a Alonso que la miraba curioso
al igual que el resto de los niños desvió sus ojos fugazmente al ventanal viendo
la lluvia deslizarse por el delicadamente.
-De la manera más simple mis amores- afirmo quedamente_ esta historia
empieza con unos apuntes volando….
Isabel Allende
FIN