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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

ESCUELA DE ARQUITECTURA “CARLOS RAÚL VILLANUEVA”

UNIDAD DOCENTE EXTRAMUROS

BARQUISIMETO EDO – LARA

CURSO: 2do

TEMAS DE ANÁLISIS: LOS ELEMENTOS DE LA ARQUITECTURA

ASIGNACIÓN: “DELEITE”

Ensayo No. “4“

Estudiante: Rebeca A. Rivas J

Facilitador: Arq. Máximo Izarra.

Barquisimeto 25 de Mayo del 2016


DELITE

Si bien es cierto que el elemento primordial para la arquitectura es el


espacio, Vitruvio menciona que “el arquitecto manipula espacios de muchos tipos”
entre ellos encontramos el físico quien se encuentra presente en cada uno de los
espacios que conforman la edificación, a su vez representa un arte que trabaja en
tres dimensiones, y, por lo tanto, con un espacio físico real: el del interior
arquitectónico y el que irradian los volúmenes externos; pero no es esto lo más
importante. Lo que verdaderamente importante es la creación de un ambiente, de
un espacio peculiar, por medio de un formal del repertorio estilístico. Se ha
considerado que el espacio, si bien es condición necesaria para la existencia de
la arquitectura, donde no agota su experiencia ni su sentido.

Louis Kahn, también citado por Van de Ven, escribe “La arquitectura es la
estudia la construcción del espacio. La continua renovación de la arquitectura
proviene de los conceptos de espacio”

En la misma forma el espacio arquitectónico no es solo un espacio


tridimensional, sino que desde un principio entra a jugar en su concepción una
cuarta dimensión concebida como tiempo-movimiento, es decir, recorrido; la
creación y, por consiguiente, su experimentación -verdadera meta de la
arquitectura- requieren un tiempo y un movimiento, así como un esfuerzo, como
dice B. Zevi: (“… aquí el hombre moviéndose en el edificio y estudiándolo desde
sucesivos puntos de vista crea, por así decirlo, la cuarta dimensión, comunica al
espacio su realidad integral”).

Cabe destacar, que la experimentación directa del espacio es insustituible,


estando íntimamente ligada a la función y a la ejecución funcional del edificio. Esto
hace que nos parezcan vacíos de contenido, aquellos edificios de los que no
hemos captado bien su sentido espiritual o funcional, y a los que simplemente
vemos con ojos de turistas. Esta experimentación espacial no solo requiere la
mera presencia física del contemplador y del edificio, sino también el estudio de
las concepciones y condiciones socioculturales del momento en que fue hecho.

La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de


los elementos constructivos aunque envuelven el espacio, sino dimana
propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio interior, en el cual los
hombres viven y se mueven.

Bruno Zevi afirma que “La esencia de la arquitectura no reside en la


limitación material impuesta a la libertad espacial, sino en el modo en que el
espacio queda organizado en forma significativa a través de este proceso de
limitación… las obstrucciones que determinan el perímetro de la visión posible,
más que el “vacío” en que se da esta visión”

Partiendo de una concepción ingenua o inmediata del espacio, hemos


podido diferenciar hasta seis categorías superpuestas y entrelazadas de la idea de
espacio: pragmático, perceptivo, existencial, físico, matemático y expresivos. Solo
podemos profundizar y comprender que queremos decir cuando hablamos de
espacio arquitectónico y de la arquitectura como el arte del espacio. Cabe
destacar, que aquel espacio limitado por las paredes, suelo y techo, reconociendo
el exterior e interior de la edificación la podemos denominar como el espacio
físico.

A su vez, un especio le damos una perceptibilidad en cuanto a la


interpretación que le damos con la interacción visual entre los elementos positivos
y negativos que representan los espacios internos como externos y los vacios que
lo conforman situados en la estructura. De la mano de este va, conectado el
espacio conceptual denominado como mapas mentales, parciales de las
realidades posibles que se activan de forma dinámica y con una identidad entres
ellos que simboliza la estructura, para los arquitectos un espacio que de un confort
va en conjunto con la idea de configurar el espacio de manera funcional sabiendo
que este no lo visualizamos, pero tiene un fin de ser usado.

Según Winston Churchill “damos forma a nuestros edificios y después


nuestras edificaciones nos dan forma a nosotros”

Louis Kahn, también citado por Van de Ven, escribe “La arquitectura es la
estudiada construcción del espacio. La continua renovación de la arquitectura
proviene de los conceptos de espacio”

Bajo la postura, el espacio es como el vacio que hay entre las cosas
susceptible de entenderse uniformemente igual de todas las direcciones, con esto
vivimos ocupando espacios, nos movemos en él y nos lo imaginamos como un
contenedor neutro, siempre igual y uniforme; definir un espacio de manera
concreto de donde él hace que se crea una experiencia. Por consiguiente un
elemento que entra en el ámbito de complejidad sin duda seria uno de los tres
temas Vitruviano es el deleite. El modelo de conducta que se sugiere y
determinamos se hace a través de concepto de espacio direccional partiéndose en
enfocarse un eje longitudinal por contraposición al espacio no direccional,
determinado por la ubicación y el recorrido que existe.

En todo el ámbito de una edificación lo que importa y se tiene que resaltar


es la manera en que el hombre compromete un disfrute y una percepción.
Automáticamente en su funcionalidad. Una existencia independiente no creaba el
deleite para la arquitectura, si no su enorme funcionalidad del uso y de su
manifestación. Si bien es cierto que el fin de la funcionalidad y la durabilidad era
un inmenso placer para la satisfacción y proporción.

Además de describir, que la percepción visual es aquella sensación interior


de conocimiento aparente, resultante de un estímulo o impresión luminosa
registrada por los ojos. Que en tal caso busca el sentido y significado a toda la
información sensorial que el hombre emite, así mismo, estamos rodeados de
imágenes y todo lo que nos rodea es captado por nuestros sentidos de una
manera que hacemos interpretación de la forma y su figura. Además, al referirnos
al sentido de visualización sabemos que gracias a este, percibimos una
repetición, una continuidad de una figura sencilla y cierre, y la relación con la
figura fondo.

La interpretación de los objetos y su forma lo hacemos a través de la


proximidad que existe, a todos ellos en el espacio que se crea una organización o
una serie de objetos a medida de patrón de cálculos en secuencia de las
desigualdades que son utilizados y denominados como una repetición. Existe el
termino que llamaremos relación figura/ fondo, esta se debe que mejor dicho
nuestra mente logra encontrar por encima de todo un orden especifico y su
regularidad. Sin nos encargamos de rellenar esos espacios vacios que falta para
la figura seria de manera más sencilla y grande. Un arquitecto juega con el leguaje
del uso de líneas y planos en el caso de manera horizontal donde se transmita
formas que estén vinculadas a la tranquilidad.

En lo que se refiere, Vitruvio saco el tema de generar figuras geométricas a


partir de números irracionales. Como también, Las cosas que hacen que un
edificio esté bien formado en su territorio, incluyendo la orientación del lugar y los
edificios que están en el mismo, las características y los motivos por los que se
encuentra allí, referido a la justa y armoniosa relación de una parte con otras o con
el todo, que es la proporción, en arquitectura esta viene enlazada con la
naturaleza del material, la reacción y la fabricación de objetos que en ellos, los
materiales que contenga rigidez, dureza y durabilidad.

Muy pocas veces la representación de un objeto tiene la misma mención,


para esto la escala se puede definir como aquel elemento que expresa la
proporción que existe entre el objeto en la realidad y el objeto en el dibujo. Si
queremos que las dimensiones del dibujo sean mayores que las del objeto o pieza
dibujada se tiene que utilizar una escala de ampliación y cuando son menores se
reduce, así funciona para la arquitectura, generando una visual clara del el
espacio determinado que se utilice, que tan alto es, o el criterio que el tamaño sea
acto.
Por consiguiente, hacer referencia a todo movimiento que se caracterice por
la recurrencia modulada de los elementos o de motivos a intervalos regulares e
irregulares lo caracterizamos por ser un ritmo, esto proporciona diverso modelos y
variedad a los edificios, como creando partes iguales en esta. Va de la mano con
la música ya que esta pose igual que la arquitectura la lectura de un ritmo a través
de las pautas. El ritmo está dado por el uso del espacio y el volumen, esta
cualidad ha evolucionado en dichas manifestaciones artísticas. Antes eran rígidas,
planas y daban la sensación de pesadez, en la actualidad tanto los materiales
como la técnica, permiten ver en las obras armonía y movimiento. Existe una
variedad de ritmos, estos son la repetición, alternatividad, simetría y radiación.

Sumando a lo expuesto, la arquitectura como elemento que percibimos de


manera hace que exista una textura visual que es la sensación de lo que vemos
y una textura táctil, eso que tocamos la sensación física que nos da la edificación.
Con esta se conlleva a que cuando vemos cierta combinación de pardos y grises
sabemos, en efecto, que hay frente a nosotros una ruda pared de piedra, sin
necesidad de ir a tocarla con nuestras manos para apreciar su aspereza,
constituyendo una parte esencial en el paisaje de la arquitectura. De aquí parte el
contraste que entre las figuras y configuraciones del color y altura, para esto la luz
sirve como manera de percibirla. Contribuyen a darnos la impresión de textura
tanto el gran número de pequeños espacios de diverso color como la multiplicidad
de sombras.

Louis kahn insistió “siempre en que no puede haber arquitectura verdadera


sin luz natural, iluminación de cada ambiente y este tiene una importancia efectiva
para la creación de la atmosfera”

Se sabe que en la luz que se manifiestan los colores básicos y puros (algo
difícilmente de lograr en los materiales físicos): el rojo, el azul y el amarillo; sus
mezclas tonales barren un espectro cromático que es donde se dan los colores
secundarios: el púrpura, el verde y el naranja. Entre la luz y el color, se encuentra
la relación entre el punto de atención y el fondo. El juego de la luz y el color
aplicados en la arquitectura dan la palabra al lenguaje y su significación; además,
señalan e indican, el valor de sus elementos, la forma y la función del objeto
arquitectónico.

Para culminar, Tras la belleza de un objeto, he aquí la historia de la fealdad.


En apariencia, belleza y fealdad son conceptos que se implican mutuamente, y por
lo general se considera que la fealdad es la antítesis de la belleza, para
arquitectura resulta ser esa cualidad algo incomoda y desequilibrada al referirnos
como una edificación monstruosa o fuera de los parámetros que se deben
emplear, y además la funcionalidad que representa un ornamento tiene un gran
valor en el proceso de vivencia las formas arquitectónicas de una manera positiva
que va de la mano de la expresión y de la utilización donde se acentúa una parte
del edificio. Además cumple la función acústica y articulando belleza a través de
uso decorativos o adornos, Nuestra neuropsicología está configurada de manera
de que esperamos que la información visual que nos rodea contenga muchas de
las características del ornamento tradicional. Podemos inferir que la arquitectura
adaptada a los seres humanos necesita de ornamentos para generar una
sensación de bienestar.
BIBLIOGRAFÍA

 Leland M. Roth prologo de Josep María Montaner. Entender la arquitectura.


Sus elementos, historia y significado. Editorial Gustavo Gil. 2014 (1ra
edición)
 La Enciclopedia del estudiante. Editorial Santillana. 2006
 C. Millan. Historia del Arte. Ediciones Eneva Caracas- Venezuela
 A mano alzada. Editorial Romor
 Francis Ching. Forma, Espacio y Orden. Ediciones G. Gili, SA de CV

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