Sunteți pe pagina 1din 11

CONTRATOS MERCANTILES

TALLER SOBRE LA INOPONIBILIDAD


25.8

1)¿En términos generales, en qué consisten las pretensiones instauradas por la señora
Josefina de Lima de Gómez, en el proceso ordinario del que habla la sentencia?

1. Solicitó la parte actora declarar nulos, de nulidad absoluta, los


contratos de compraventa contenidos en las escrituras 240 de 14 de
agosto de 1972, de la Notaría Única de Soledad, 3619 de 3 de
noviembre de 1972, 3886 de 27 de noviembre de 1972, 2264 de 22
de septiembre de 1974, de la Notaría Cuarta de Barranquilla, y 1001
de 23 de mayo de 1980, de la Notaría Segunda de la misma ciudad;
declarar que pertenecía a la sucesión de Emirto de Lima y Sintiago
el dominio pleno y absoluto de los inmuebles ubicados en la calle 40
números 35-47, calle 60 números 45-44, calle 34 números 33-75 y
calle 55 números 46-26, que en la escritura 240 erradamente se
identificó con el número 26-46, transferidos mediante tales
instrumentos públicos; condenar a los demandados a restituirle a la
mencionada sucesión los señalados predios, así: el de la calle 60
número 45-44 a Jairo Ernesto Monroy Sundhein, Piedad de Jesús
Monroy de Esquivel, Leda Luz Sundhein de Jiménez y Josefa María
Cabrera de Sundhein; el de la calle 40 número 35-47 a Valmiro
Oliveros Ripoll; el de la calle 34 número 33-75 a José Matera Ortiz;
y el de la calle 55 número 46-26 a Petrona Vergara Navarro y José
Matera Ortiz; condenar a los demandados, con relación a los
inmuebles de que cada uno era poseedor, a pagarle a la referida
sucesión los frutos que hubiera podido percibir; declarar que los
demandados Petrona Vergara Navarro, Antonio Losada Aduen,
José Matera Ortiz y Miguel de Lima Zárate eran responsables de los
perjuicios sufridos por la parte actora "como consecuencia de las
declaraciones de nulidad de las ventas celebradas por ellos";
ordenar la cancelación del embargo que pesaba sobre el inmueble
de la calle 40 número 35-47 de Barranquilla, decretado por el
Juzgado Primero Civil del Circuito de esa ciudad en el proceso del
Banco Cafetero contra Antonio Losada Aduen y Liliana Cabrera de
Losada, así como la inscripción de la sentencia.

2)¿Cuál es el principal motivo aducido por la demandante para alegar la nulidad absoluta
de los contratos de compraventa contenidos en la escritura pública 240?

a) Emirto de Lima y Sintiago, quien falleció el 14 de agosto de 1972,


mediante escritura 4547 de 4 de noviembre de 1971 de la Notaría
Cuarta de Barranquilla otorgó poder general a Petrona Vergara
Navarro sin facultarla "para vender en forma general o especial
alguno de los bienes inmuebles de su propiedad", pese a lo cual
ésta, actuando en representación de aquél, a través del instrumento
público 240, corrido en la Notaría Única de Soledad en la misma
fecha de la muerte del nombrado causante, enajenó a favor de
Antonio Losada Aduen los inmuebles de la calle 40 número 35-47,
por $35.000, y calle 60 número 45-44, por $65.000, así como a José
Matera Ortiz los de la calle 34 número 33-75, por $28.000, y calle
55 número 46-26, por $26.000, ubicados en Barranquilla, de
propiedad del nombrado mandante. La transferencia del último de
los predios no se registró porque en la escritura se identificó
erradamente.

i) Los “actuales poseedores inscritos", quienes están en


imposibilidad de ganar por prescripción el dominio de los inmuebles,
“derivan sus títulos de uno viciado de nulidad absoluta”, como el
contenido en la escritura 240, "siendo esta la causa por la cual” se
pretende la “reivindicación para la sucesión de Emirto de Lima y
Sintiago".
todo con respaldo en una única causa, concretamente en que Petrona
Vergara Navarro no tenía poder para enajenar bienes del citado causante.

Traduce lo anterior que, a términos de la aludida demanda, los contratos


contenidos en la escritura 240 de 14 de agosto de 1972, de la Notaría Única
de Soledad, eran nulos por cuanto Petrona Vergara Navarro carecía de
poder para efectuarlas en nombre y representación de Emirto de Lima y
Sintiago y, adicionalmente, que las transferencias ulteriores de los mismos
bienes realizadas por quienes en ese acto los habían adquirido y, en algunos
casos, por quienes se los compraron a éstos, adolecían del mismo vicio,
como consecuencia de la invalidez del la referida venta primigenia.

3)Diga, de manera concisa, cuál fue el fundamento jurídico para que la Corte Suprema de
Justicia, en un primer momento, entendiera que los actos ejecutados por el
mandatario por fuera de los límites del mandato dan lugar a un vicio de nulidad, y
explique qué razones llevaron al Supremo Tribunal a corregir ésta postura.

"‘...Hasta hoy se había tenido como doctrina jurídica en Colombia la


solución de que la extralimitación de poderes del mandatario vicia los actos
respectivos de nulidad relativa, saneables por ratificación expresa o tácita
del mandante, o por la prescripción de 4 años, del artículo 1750 del Código
Civil, que es el plazo para demandar la rescisión de los contratos heridos de
nulidad relativa.

"‘... Pero esa doctrina debe ser rectificada porque se


basa en una interpretación dislocada del artículo 2186 del mismo código,
cuando habla de que los actos excesivos del mandatario se pueden cubrir
por la ratificación.

"‘...En efecto. Es principio legislativo deducido a


contrario sensu del artículo 1505 del Código Civil, que lo que una persona
ejecuta en nombre de otra no teniendo poder de ella ni de la ley para
representarla, carece de efectos contra el representado. Este principio, aún
de simple razón natural, es apenas una de las primeras aplicaciones lógicas
de aquel otro consagrado por el artículo 1502, ibídem, básico de toda la
teoría de las obligaciones, según el cual uno de los cuatro elementos
esenciales para que una persona se obligue a otra por un acto de
declaración de voluntad, consiste en el consentimiento del obligado.

"Tras desarrollar tal aserto, afirma la Corte que,


‘... El agente oficioso sólo obliga al interesado ante terceros cuando
la gestión redunda en provecho de este, o ha sido ratificada. En los
demás casos, trátase de actos inoponibles al dueño; es decir, de actos
que en relación con él son ineficaces o inexistentes. En manera
alguna nulos, como quiera que la nulidad, aún la radical, exige
siquiera un principio de existencia del acto jurídico. Mal puede ser
nulo lo que no ha nacido, lo que carece de vida, así sea aparente ante
la ley. El acto jurídico que se ha creado sin mi consentimiento ni mi
intervención, relativo a mis bienes, es para mi como si no existiera;
no es un acto nulo de nulidad absoluta, sino un acto que nadie me
puede oponer para que yo lo cumpla. Siendo para mi ese negocio
concerniente a mi patrimonio res inter alios acta, no tengo necesidad
de romper el vínculo jurídico que contra mi pretenda deducírseme,
porque no habiendo vínculo por ausencia total de mi consentimiento,
nada hay que romper.

"En sentencia posterior se reafirmó la Corte en el punto y expresó que


'...sólo resta agregar, en relación con el presente cargo, ya que la sentencia
declara la nulidad de la venta del predio, que, de conformidad con la
doctrina general, consagrada por la Corte, la acción de nulidad no es el
medio necesario para recuperar los bienes transferidos en virtud de contrato
celebrado por los órganos o representantes de la persona jurídica, extrali-
mitando sus poderes, porque se trata de algo más simple: de un fenómeno
de inoponibilidad, ya que el ente moral es absolutamente extraño al acto o
contrato...'

4)Diga, de acuerdo con la parte motiva de la sentencia, cuál es el efecto que se deriva de la
inoponibilidad de un acto y como se denomina el principio que da origen a dichos
efectos.
"No es que la inoponibilidad sea asimilable a la inexistencia, puesto que la
última no es una sanción que se impone al negocio, o sea, que éste, en sí
mismo existe o no existe, tanto frente a las partes, como frente a terceros,
mientras que en aquella el negocio existe, sólo que no produce efectos
respecto de otros. Lo que se desea poner de relieve es cómo ante el
representado, el acto que excede los poderes que ha otorgado, no lo afecta.
Por el contrario, la aptitud vinculante del contrato sólo recae sobre el
representante, quien por ende se legitima para alegar cualquier vicio de los
que la ley sanciona con nulidad relativa, comoquiera que es él quien lo
viene a sufrir"
5)Aclare por qué se afirma en la parte motiva de la sentencia que, en el derecho civil
colombiano, sí existe consagración legal de la inoponibilidad y escriba 2 ejemplos.

6. En este mismo propósito no está de más agregar que si bien es


verdad la inoponibilidad no se encuentra debidamente
sistematizada en el derecho positivo patrio, como sí lo está, por
ejemplo, la nulidad de los negocios jurídicos, respecto de la cual el
Código Civil en particular dedica toda una estructura normativa a
regularla en su doble faceta, no lo es menos que ninguna duda
existe acerca de su consagración legal, pues, así sea de manera
diseminada, existen en el concierto jurídico colombiano diversas
disposiciones a través de las cuales emerge su regulación legal,
como lo son, verbi gratia, los artículos 640, 1505, 1871, 2105 del
Código Civil y 833 del Código de Comercio, entre otros, en los
cuales se prevén algunos de los eventos en que el acto o contrato
deviene inoponible haciendo que el mismo se torne ineficaz frente a
quien en un momento dado ostentare la condición de tercero.
Alrededor de esta específica y puntual temática ha de reiterarse que
sin desconocer que “el legislador, normalmente, como ocurre en
nuestro Código, no establece una teoría general de la
inoponibilidad”, cual efectivamente “lo hace con la nulidad”, lo cierto
es que dicha institución sí “está establecida en numerosos
preceptos, y su existencia está reconocida por todos los autores y la
jurisprudencia”.

6) Explique de manera breve por qué razón la Corte no considera que exista nulidad
absoluta en los contratos demandados por la accionante.

Síguese, pues, que son taxativos los motivos determinantes de la nulidad


absoluta y que, por tanto, fuera de los expresamente previstos en la ley,
ninguna anomalía contractual tiene la virtud de provocar tal sanción del
negocio jurídico sino un efecto diferente, como podría ser la nulidad
relativa o su inoponibilidad.
5. En tal orden de ideas, resulta palmario que la falta de poder bastante para
celebrar en nombre de otro una compraventa no es una eventualidad de las
contempladas en el transcrito artículo 1741 del Código Civil como
generador de nulidad absoluta, más cuando esa disposición puntualiza que
la omisión de requisitos formales prescritos por la ley para el valor del acto
o contrato necesariamente debe atañer "a la naturaleza de ellos, y no a la
calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan", tópico sobre
el que la Corte ya tuvo oportunidad se expresar que no "se trata entonces de
la ausencia de cualquier formalidad, sino de aquella que la propia ley
consideró como un complemento necesario de la voluntad, al estimar que
ésta por si sola no era idónea o suficiente para producir el correspondiente
efecto jurídico. De manera que esa formalidad tiene que ser exigida por la
propia ley, que además debe asignarle el carácter ad sustantiam actus, pues
sólo así se estaría frente a un requisito cuya desatención generaría la
nulidad absoluta del acto o contrato, dado el régimen de reserva y
taxatividad que en materia de nulidades consagra el Código Civil. La
omisión de otros requisitos y formalidades que no estén prescritos por la
ley 'para el valor' del acto o contrato, genera consecuencias distintas, pero
no la nulidad absoluta que se examina en este evento"(sentencia 062 de 24
de mayo de 2000, exp.#5267).
Específicamente sobre el particular se hace necesario transcribir a espacio
lo expresado por esta Corporación en fallo de 30 de noviembre de 1994,
ocasión en la que reiteró que la "falta de poder en quien se dice ser
mandatario de un tercero, no genera la nulidad del acto o contrato en el que
intervenga aduciendo tal calidad, ni cualquier otro vicio cuyo estudio el
juez deba, de oficio, abordar ab-initio, sino que da lugar a un fenómeno bien
distinto como lo es el de la inoponibilidad del negocio frente al supuesto
mandante, inoponibilidad que, entonces, debió ser alegada acá por la
afectada.
También se ha querido observar como fundamento de la
inoponibilidad el principio de la relatividad de los efectos de los
contratos consagrado por las leyes civiles, desarrollando con este
criterio las tesis de Jaipot. Se dice: "De una manera general la
inoponibilidad es la ineficacia a la mirada de los terceros, en tanto
que la nulidad es la ineficacia a la mirada de las partes" 1.

6)Aclare, la razón por la cual en el salvamento de voto se afirma que “El concepto de
inoponibilidad en el derecho civil colombiano no pasa de ser el resultado de una
elaboración doctrinal y jurisprudencial”.

En la doctrina contemporánea se advierte la inoponibilidad como otra


especie más de ineficacia del negocio jurídico.

El Código Civil Colombiano, al igual que el Código de Napoleón, no


establece una regulación especial para la inoponibilidad. Apenas
menciona algunos casos aislados y asistemáticos, donde algunos
quieren observar la consagración de la categoría.

El concepto de inoponibilidad en el derecho civil colombiano no pasa


de ser el resultado de una elaboración doctrinal y jurisprudencial; en
cambio en el derecho mercantil es toda una sanción al negocio
jurídico mercantil consagrada y estructurada en la misma ley
mercantil.
Para algunos doctrinantes, la inoponibilidad no es más que una
especie de nulidad caracterizada precisamente por los sujetos que
puedan invocarla que son solamente los terceros. El acto es ineficaz
frente a los terceros pero eficaz entre las partes. La nulidad deja el
acto sin efectos entre las partes y consecuentemente frente a todo el
1
Lloveras. Ob. cit. Pág. 21.
mundo, mientras la inoponibilidad deja subsistiendo los efectos del
acto entre las partes.

También se ha querido observar como fundamento de la


inoponibilidad el principio de la relatividad de los efectos de los
contratos consagrado por las leyes civiles, desarrollando con este
criterio las tesis de Jaipot. Se dice: "De una manera general la
inoponibilidad es la ineficacia a la mirada de los terceros, en tanto
que la nulidad es la ineficacia a la mirada de las partes" 2.

7)Señale, a la luz de la inoponibilidad, cuáles son las dos clases de terceros frente a un
contrato y cuál es la protección establecida para ellos.

Es bien manifiesta la distinción con relación a los terceros. Hay


terceros en sentido amplio, que son todas aquellas personas que no
tienen ningún vínculo con los contratantes y por consiguiente son
extraños al acto jurídico que celebran. Para estos terceros se
establece el principio de la relatividad de los efectos de los contratos.
Pero sucede que hay otros terceros en un sentido más estricto que no
son parte de la relación jurídica que celebran los contratantes pero
que sí intervienen en otra, la cual puede verse afectada
sustancialmente por la primera. Un ejemplo sería quien compra un
bien que es objeto de una prenda anterior o de una reserva de
dominio. Para estos terceros interesados se establece la protección
legislativa pretendida con la inoponibilidad.

La protección del tercero la hace real el legislador de dos maneras:

La primera establece un requisito adicional para que el acto pueda


producir los efectos frente a los terceros, que generalmente es la
publicidad que se logra mediante su registro; y la segunda es

2
Lloveras. Ob. cit. Pág. 21.
permitirle actuar al tercero, como si el negocio no se hubiese
celebrado, cuando no se ha cumplido con ese requisito de publicidad.
Por esto afirma la doctrina 3: "desde el punto de vista del tercero, el
acto será inoponible cuando éste pueda actuar jurídicamente como si
el acto no se hubiese realizado".
Podemos decir como conclusión que el acto inoponible es aquel
ineficaz frente a los terceros, por no haber cumplido con los requisitos
de publicidad que establece la ley.

8)Defina con sus palabras en qué consiste la inoponibilidad del Código de Comercio,
mencione tres ejemplos y diga por qué se trata de una inoponibilidad formal

El Código de Comercio consagra esta categoría en la siguiente forma:


art. 901. "Será inoponible a terceros el negocio jurídico celebrado sin
cumplir con los requisitos de publicidad que la ley exija".

Se advierten en el Código de Comercio muchos eventos de


inoponibilidad; a manera de ejemplo señalamos algunos:

El art, 953, sobre reserva de dominio; el art. 1320, refiriéndose al


contrato de agencia mercantil; el art. 1335, refiriéndose a factores de
comercio; el art. 300, sobre la prenda del interés social; el art. 190
sobre decisiones que tome la asamblea o junta de socios.

La inoponibilidad que se presenta en materia mercantil tiene lugar


solamente cuando el acto no ha cumplido con los requisitos de publi-
cidad.

10) Defina con sus palabras en qué consiste la inoponibilidad material y por qué en el
salvamento de voto se afirma que la misma no tiene cabida en el derecho civil colombiano.

Lo acabado de exponer es tan evidente que la doctrina 4 no ha dudado


en nominar, casi de manera uniforme, los motivos más recurrentes que
engendran el fenómeno jurídico que se viene comentado, al extremo de
3
Lloveras. Ob. cit. Pág. 21.
4
Ospina Fernández, Guillermo, Teoría General del Contrato y del Negocio Jurídico, 5ª Edición, Editorial Temis S. A., Bogotá,
1998, pags.399 a 403.
considerar que precisamente por su diversa naturaleza “no puede decirse
que los distintos casos de inoponibilidad diseminados por el Código puedan
agruparse en una sola categoría”, como que siendo muchos “admiten
diversas clasificaciones”, al punto que el comentado fenómeno “en ciertos
casos ... resulta como consecuencia de haberse omitido ciertas
formalidades, ciertos requisitos de forma, y en otros resulta por la omisión
en el contrato de requisitos de fondo”
. Sin embargo, se viene abriendo camino una tesis que crea otro tipo
de inoponibilidad, que algunos la han denominado "inoponibilidad
material o de fondo". Para esta creación, se fundamentan en algunos
textos del Código Civil, tales como el art. 2186, 766 y 1871, donde
observan que la sanción no puede ser otra que la inoponibilidad.
Estos argumentos se exportan a actos y negocios mercantiles y allí
han querido ver la llamada inoponibilidad material, por ejemplo,
cuando un representante legal celebra actos por fuera de sus
atribuciones legales o estatutarias.
en razón de que no puede existir ninguna sanción negativa del
negocio jurídico, sin un texto claro que la consagre previa y
expresamente, precisamente por la aplicación del principio nulla
poena sine lege; además las hipótesis que darían lugar a ella están
previstas como tales para sanciones que sí están expresamente
consagradas.

S-ar putea să vă placă și