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TEMA 29:
REVISIÓN 8
CURSO:
2011/2012
TEMA 29
s
EL NÚCLEO INTERFÁSICO Y EL NÚCLEO EN
e
DIVISIÓN. EL CICLO CELULAR Y LA DIVISIÓN
CELULAR. MITOSIS Y MEIOSIS
ia.
1.- INTRODUCCIÓN.
ub
2.1.- Cromatina.
2.2.- Nucleolo.
2.3.- Envoltura nuclear.
2.4.- Nucleoplasma.
sz
3.- EL NÚCLEO EN DIVISIÓN. CROMOSOMAS.
6.- MEIOSIS.
tec
7.- RESUMEN.
APÉNDICE
1.- Heterocromatina.
2.- Estructura de los complejos de los poros nucleares.
w.
1
1.- INTRODUCCIÓN.
s
La inmensa mayoría del DNA celular eucariótico se halla recluida en el núcleo, el rasgo
más característico de los eucariotas. La separación de los compartimentos nuclear y
e
citoplasmático es una de las funciones principales del núcleo ya que permite separar la síntesis
de RNA, tanto en el tiempo como en el espacio, de la síntesis de proteínas. Puede producirse así
el procesamiento o maduración del RNA, típico de los eucariotas, que representa un paso
ia.
intermedio importante en la transferencia de la información genética. La maduración del RNA ha
permitido a las células eucarióticas desarrollar genes interrumpidos (con intrones), lo cual resulta
ventajoso para la evolución de nuevas proteínas.
ub
razones. En primer lugar, es esencial para disponer las grandes moléculas de DNA en forma
ordenada dentro del núcleo. En segundo lugar, la manera exacta de plegado de una región del
genoma determina la actividad de los genes de esa región. Tan sólo una pequeña parte del DNA
eucariótico codifica realmente las proteínas o los RNA “estructurales” (DNA codificante); la
función de las regiones no codificantes no se comprenden aún completamente pero es
indudable que algunas de ellas realizan funciones biológicas esenciales, incluida la
determinación de los patrones de plegado del DNA.
sz
2.- EL NÚCLEO INTERFÁSICO.
2.1.- Cromatina.
2
s
A grandes aumentos, el contenido nuclear aparece lleno de una enmarañada red de
fibras conocida como cromatina. Aunque no pueden verse individualizadas, la cromatina está
formada por las moléculas de DNA asociadas a una amplia variedad de proteínas entre las que
e
destacan las histonas, proteínas estructurales que actúan organizando el DNA dentro del núcleo
celular.
ia.
Comparadas con las otras proteínas no histonas, que también se unen al DNA, las
histonas constituyen una clase bien definida de proteínas estructurales y están presentes en
todas las células eucarióticas (con alguna excepción). Son relativamente pequeñas (unos 100
aminoácidos) y tienen una gran proporción de lisina y arginina, con carga positiva, lo que las
ayuda a unirse firmemente al DNA de forma independiente de la secuencia de bases. Se
presentan en cantidades enormes (unos 60 millones de copias por célula), con una masa total
ub
más o menos igual a la del DNA (véase Lodish, H. et al. Biología celular y molecular, 2002).
Se conocen cinco tipos de histonas, divididas en dos grupos. El primero son las
histonas nucleosómicas, denominadas H2A, H2B, H3 y H4. Estas cuatro histonas se cuentan
entre las más conservadas de todas las proteínas conocidas. El segundo grupo está constituido
por las histonas H1, de las que en cada célula existen diversas variedades, diferentes pero
estrechamente relacionadas. Las histonas son las responsables de empaquetar las largas
sz
moléculas de DNA (de varios cm de largo) dentro de un núcleo de sólo unos pocos micrómetros.
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En la célula viva, la cromatina debe mantenerse en un estado muy condensado por lo
s
que pocas veces adopta esta forma extendida. Si la cromatina se extrae con tratamientos
suaves, en la mayoría de los casos aparece como fibras de 30 nm de diámetro. En estas fibras,
los nucleosomas se empaquetan uno sobre otro adoptando una disposición regular. Se han
e
propuesto diferentes modelos para explicar cómo los nucleosomas se empaquetan en la fibra
cromatínica de 30 nm; el que está más en concordancia con los datos es el denominado modelo
en zig-zag (véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).
ia.
ub
La conversión de una cadena lineal de nucleosomas en
sz
fibra de 30nm es lograda por diversos mecanismos que
intervienen simultáneamente. En primer lugar, la histona H1 está
implicada en el proceso. Cada molécula de H1 tiene una región
central globular y dos brazos extendidos que corresponden a sus
regiones amino y carboxilo terminal. La porción globular se une a
no
un nucleosoma y los brazos se extienden cubriendo al DNA
espaciador, provocando un cambio de dirección del DNA que
sale del nucleosoma; aunque no se conoce con detalle cómo la
histona H1 agrupa a los nucleosomas en una fibra de 30 nm, ese
cambio de dirección parece ser crucial para el empaquetamiento.
tec
w.
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de fibra de 30 nm. En cualquier caso, la cromatina condensada en fibras de 30 nm es bastante
s
dinámica, con regiones que se despliegan en parte y luego se vuelven a plegar (véase Alberts,
B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).
e
ia.
ub
Cada una de las histonas nucleosómicas experimenta una serie de modificaciones
covalentes. Por ejemplo, ciertos residuos de lisina son acetilados y ciertas serinas son
fosforiladas. Estas modificaciones neutralizan la carga positiva de los restos y se elimina la
interacción con el DNA. En consecuencia, cuanto mayor es el grado de acetilación menor es la
probabilidad de que se formen fibras de 30 nm y estructuras de orden superior. Además, estas
sz
modificaciones revierten rápidamente por lo que una célula es capaz de cambiar rápidamente el
patrón de acetilación de sus nucleosomas. La acetilación de los histonas está intensificada en la
cromatina de los genes activos y se piensa que contribuye al control de la expresión génica: los
genes de las regiones condensadas y plegadas del DNA son inaccesibles a la RNA polimerasa y
a las otras proteínas requeridas en la transcripción.
no
Existen muchas proteínas no histonas que se unen al DNA. La mayoría de ellas se
hallan en cantidades muy reducidas: se trata de proteínas necesarias en la transcripción y la
replicación. Otras proteínas, en cambio, se hallan en cantidades mayores. Por ejemplo, los
complejos remodeladores de la cromatina hidrolizan ATP y modifican temporalmente la
estructura de los nucleosomas1. Las proteínas HMG (de high mobility group, grupo de alta
tec
1
Esta remodelación tiene consecuencias importantes. Por ejemplo, permite el acceso al DNA
nucleosómico de otras proteínas, en especial las implicadas en la transcripción, reparación y replicación
(véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).
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scaffold-associated regions) o regiones de fijación a la matriz. En general, estas regiones se
s
encuentran entre unidades de transcripción; por tanto, la mayor parte de los genes se localizan
dentro de las asas de cromatina unidas por sus regiones basales a un armazón cromosómico.
Los dominios en forma de bucle tienen un diámetro de unos 300 nm, y en realidad, se trata de la
e
forma extendida de los cromosomas durante la interfase.
ia.
ub
A medida que las células salen de la mitosis y se desenrollan los cromosomas, ciertas
secciones de los cromosomas permanecen condensadas formando la denominada
heterocromatina. Las porciones de cromatina descondensada como dominios en bucle forman
la eucromatina. sz
Véase Apéndice Heterocromatina.
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2.2.- Nucleolo.
s
Al microscopio óptico, el nucleolo es la estructura más patente del núcleo interfásico. Se
trata de una (a veces, dos) estructura esferoidal que carece de membrana que la delimite,
e
formada por RNA y proteínas. En realidad, el nucleolo es la manifestación visible de la síntesis
de rRNA y su asociación con proteínas para formar las subunidades ribosómicas. Contiene
grandes bloques de DNA, cuyos genes rRNA son transcritos por la RNA polimerasa I a una
ia.
velocidad enorme. Los genes rRNA son genes dispuestos en tándem, con muchas copias del
mismo gen (que codifica el pre-rRNA 45S), una continuación de otra. Estas regiones genómicas
se denominan organizadores nucleares. En el hombre existen 10 de estas regiones,
localizadas cerca del extremo de 10 cromosomas distintos (véase Lodish, H. et al. Biología
celular y molecular, 2002).
ub
Al microscopio electrónico pueden distinguirse en el nucleolo tres regiones parcialmente
separadas: un componente débilmente contrastado, que contiene DNA procedente de una
región organizadora nucleolar de un cromosoma; un componente fibrilar denso, compuesto por
numerosas y finas fibras de ribonucleoproteína de 5 nm, que corresponden a los transcritos de
RNA; finalmente, un componente granular que contiene partículas de 15 nm de diámetro que
representan las partículas precursoras ribosómicas más maduras.
sz
no
tec
w.
A partir de los genes rRNA se transcribe un pre-RNAr 45S que se empaqueta primero
formando un gran complejo con numerosas proteínas diferentes importadas del citoplasma; entre
ellas, la mayoría de las proteínas ribosómicas. A medida que se va produciendo la maduración
del rRNA, la gran partícula de ribonucleoproteína se divide formando los diferentes precursores
de las subunidades ribosómicas mayor y menor. El montaje de la subunidad mayor en el
nucleolo tarda más en completarse que el de la subunidad menor, por lo que el nucleolo contiene
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A medida que la célula se aproxima a la mitosis, el nucleolo empieza a disminuir de
s
tamaño y desaparece cuando se detiene toda la síntesis de rRNA. Al final de la mitosis se inicia
de nuevo la síntesis de rRNA y reaparecen diminutos nucleolos en las localizaciones
cromosómicas de los genes rRNA. En el hombre se forman 10 pequeños nucleolos que crecen
e
rápidamente y se fusionan formando un único nucleolo, que contiene 10 bucles separados de
DNA, cada uno de ellos de un cromosoma distinto. Parece que, en la mitosis, por los menos
parte del RNA y de la proteína componente del nucleolo queda distribuida sobre la superficie de
ia.
todos los cromosomas y es transportada a los núcleos de las dos células hijas, donde ayudan a
restablecer los nucleolos que aparecen en ellos.
El contenido nuclear está separado del citoplasma por las membranas que forman la
ub
envoltura nuclear, una doble membrana compuesta por dos bicapas lipídicas separadas por
espacio de 20-40 nm, conocido como espacio perinuclear.
8
Los polipéptidos de la lámina nuclear intervienen en la disolución y nueva formación de
s
la envoltura nuclear durante la mitosis. Al inicio de ésta, la mayoría de estas proteínas se
separan de la membrana nuclear y quedan difusamente distribuidas en el citoplasma. Esta
disgregación reversible está controlada por una fosforilación transitoria de las tres proteínas
e
de la lámina nuclear y causa la desaparición de la envoltura nuclear durante la mitosis (véase
Moreno, S. Así comienza la mitosis, 1992).
ia.
Para superar los problemas de transporte molecular que presenta la doble membrana, la
envoltura nuclear está atravesada por poros nucleares, cada uno de los cuales está rodeado
por una gran estructura discoidal conocida como complejo del poro nuclear, de unos 80 nm de
diámetro, compuesto por múltiples copias de 50-100 cadenas proteicas denominadas
nucleoporinas.
ub
Véase Apéndice Estructura de los complejos de los poros nucleares.
Iones, metabolitos y proteínas pequeñas pueden difundir a través del canal acuoso del
complejo nuclear. Sin embargo, las proteínas grandes y los complejos ribonucleoproteicos de
hasta 25 nm no pueden difundir ni hacia dentro ni hacia fuera del núcleo y deben ser llevados por
transporte activo a través del obturador central. Todos los RNA sintetizados en el núcleo deben
exportarse hacia el citosol (en forma de RNP) antes de que puedan intervenir en la síntesis
sz
proteica. Por el contrario, todas las proteínas halladas en el núcleo deben ser importadas desde
el citoplasma, donde son sintetizadas por los ribosomas. El complejo actúa como un canal con
compuerta a través del cual estas macromoléculas son transportadas de manera selectiva hacia
el interior del núcleo y desde éste al citoplasma.
no
Una cierta idea de la cantidad de material transportado a través de los poros nucleares
puede obtenerse considerando que una célula típica de mamífero contiene unos 3000 a 4000
complejos de poros.
2.4.- El nucleoplasma.
tec
Se denomina así al contenido interno del núcleo, en el que están contenidos la cromatina
y el nucleolo. Está formado por una disolución coloidal con una gran variedad de intermediarios
metabólicos, especialmente nucleótidos, y enzimas y proteínas reguladoras de la transcripción y
replicación. Aunque su contenido enzimático es muy distinto del contenido del citosol, existe
entre ellos comunicación directa a través de los poros nucleares, por lo que iones y moléculas
pequeñas se mueven entre ambos por difusión simple. Si se exceptúa la lámina nuclear, no
existe en el nucleoplasma algo parecido a un citoesqueleto.
w.
Cuando una célula va a dividirse, el núcleo interfásico sufre una serie de drásticas
transformaciones conocidas en conjunto como mitosis. Los acontecimientos mitóticos se
analizan más adelante; a continuación se estudian exclusivamente los cambios que se producen
en la cromatina interfásica, que conducen a la formación de las grandes estructuras, visibles al
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embargo, durante la mitosis y la meiosis la cromatina se condensa y los cromosomas se hacen
s
visibles al microscopio óptico. El máximo grado de empaquetamiento se produce en metafase;
por tanto, es durante esta fase de la mitosis cuando los cromosomas se observan mejor y se
habla de cromosomas metafásicos. Debido a que la célula ha replicado el DNA justo antes de
e
la mitosis, los cromosomas metafásicos aparecen como estructuras dobles, formados por las
dos moléculas de DNA idénticas resultantes de la replicación. En interfase, en cambio, cada
cromosoma está formado por una única molécula lineal de DNA.
ia.
La condensación de los cromosomas en la metafase tiene lugar mediante varios órdenes
de plegamiento y arrollamiento de la fibra cromatínica de 30 nm. Para ello, el armazón
cromosómico se arrolla formando una hélice (véase figura de la página 5) y, posteriormente, la
estructura helicoidal resultante se empaqueta aún más, dando la estructura muy condensada
característica de los cromosomas metafásicos, cuya geometría exacta todavía no se ha
ub
determinado.
En cada cromosoma metafásico, las dos moléculas de DNA están plegadas por
separado dando lugar a una estructura consistente en dos cromátidas hijas unidas por una
estructura denominada centrómero (o constricción primaria). El centrómero divide
transversalmente al cromosoma en dos partes de longitud variable llamadas brazos. El brazo
más corto se denomina brazo p y el más largo, brazo q. La posición del centrómero permite
sz
clasificar a los cromosomas en cuatro categorías: metacéntricos (centrómero medio, brazos
aproximadamente del mismo tamaño), submetacéntricos (centrómero más cerca de un extremo
que de otro), acrocéntricos (centrómero casi en el extremo) y telocéntricos (centrómero
terminal). A veces aparece una constricción secundaria en el extremo del brazo q, separando
una porción terminal o satélite.
no
Los extremos de las cromátidas se denominan telómeros. El DNA telomérico no
contiene genes y se agrega a los extremos de las moléculas de DNA por acción de una enzima
especial, la telomerasa. La función de esta enzima es impedir el acortamiento de los
cromosomas lineales durante la replicación del DNA.
tec
Ciertos colorantes tiñen de forma selectiva algunas regiones de los cromosomas con
mayor intensidad que otras. Esto produce patrones de bandas específicos para cada
cromosoma aislado, lo que hace posible identificar cada uno. Durante las primeras etapas de la
mitosis es posible distinguir un elevado número de bandas (unas 4000 bandas en los 46
cromosomas del cariotipo humano). Estas bandas se fusionan progresivamente a medida que
avanza la mitosis, dando lugar a un número reducido de bandas más gruesas.
Incluso las más finas deben contener 30 o más dominios en forma de bucle. Es posible que cada
banda esté formada por una agrupación de dominios vecinos empaquetados de manera similar y
que estas agrupaciones representen una importante unidad de organización a lo largo de la
interfase. El patrón exacto de las bandas en cada cromosoma ha permanecido, además,
inalterado durante prolongados períodos de tiempo en el curso de la evolución.2
ww
2
Por ejemplo, cada cromosoma humano tiene una réplica claramente reconocible en los cromosomas del
chimpancé, el gorila y el orangután. Los cromosomas de estas especies presentan un patrón de bandas
casi idéntico, a pesar de que en el hombre se ha producido una fusión cromosómica por lo que tiene 46
cromosomas en vez de los 48 de los simios.
10
La cantidad, el tamaño y la forma de los cromosomas en metafase constituyen el
s
cariotipo, que es distinto para cada especie. En la mayoría de los eucariotas, el cariotipo de las
células somáticas aparece formado por cromosomas iguales dos a dos; es decir, pueden
distinguirse pares de cromosomas. Estas dos copias se denominan cromosomas homólogos,
e
cada uno formado por dos cromátidas idénticas unidas por el centrómero (cromátidas
hermanas). Los miembros de cada par son idénticos desde un punto de vista morfológico pero
no desde un punto de vista genético. Ambos poseen el mismo patrón de bandas aunque los
ia.
genes que contienen pueden ser
variables. Cada par de ho-
mólogos se distingue de otros
pares por su tamaño, la posición
del centrómero y su patrón de
bandas, por lo que los pares de
ub
homólogos pueden numerarse
consecutivamente de acuerdo
con su longitud, empezando por
el cromosoma más largo.
En la figura se presenta
el cariotipo de un varón humano. sz
Téngase en cuenta que sólo
aparece uno de los dos
homólogos (excepto el par 23) y
que cada cromosoma está
representado por una sola
no
cromátida.
Una nueva célula surge cuando otra anterior se divide o cuando dos de ellas (gametos)
se fusionan. En cualquiera de los dos casos se inicia un programa de división celular que está
codificado en el DNA y que es ejecutado por proteínas. Este programa suele incluir un período
de crecimiento celular, durante el cual se elaboran proteínas y se replica el DNA (la interfase),
seguido por un proceso de división celular cuyo resultado es la aparición de dos células hijas. El
crecimiento y la división celular es una decisión muy bien regulada por los organismos
multicelulares que asegura que un individuo adulto reemplace las células desgastadas o
produzca más células (crecimiento) en respuesta a una nueva necesidad. En el cáncer, las
w.
células se multiplican aunque el cuerpo no lo necesita: la división celular se produce sin control
con efectos devastadores.
La mayoría de las células eucarióticas viven de acuerdo con un reloj interno y progresan
a través de una secuencia de fases llamadas, en conjunto, ciclo celular. El avance a lo largo
del ciclo es controlado por puestos de control estratégicos que comprueban el estado de la
ww
célula; cuando se cumplen ciertas condiciones, la célula progresa hacia el próximo puesto de
control (véase Apéndice Control del ciclo celular).
11
s
El ciclo celular está dividido
en cuatro fases principales. En las
células somáticas ciclantes (que se
e
dividen), los cromosomas se replican
durante la fase S; después de
atravesar la fase G2, las células
ia.
comienzan el complicado proceso de
la división celular o fase M. Después
de la división, las células ciclantes
entran en la fase G1, el período
anterior a la reiniciación de la
síntesis de DNA en la fase S.
ub
Las fases G1, S y G2
constituyen la interfase. La mayor
parte de las células eucarióticas
tardan entre 10-20 horas en
completar el ciclo y muchas lo hacen a velocidad mucho menor; incluso muchas células adultas,
como las neuronas o las fibras musculares estriadas, nunca se dividen. Las células humanas de
sz
división rápida progresan a través del ciclo celular completo en alrededor de 24 horas: la mitosis
tarda unos 30 minutos: G1, 9 horas; la fase S unas 10 horas y G2, 4 horas y media.
El control preciso del ciclo celular durante el desarrollo y el crecimiento es decisivo para
determinar el tamaño y la forma de cada tejido. La mayor parte de las células que se producen
no
en un organismo multicelular se retiran del ciclo en G1 para diferenciarse y entran en una fase
llamada G0, un estado de “pausa” o “latencia” que puede durar días o semanas. Algunas células
diferenciadas (por ejemplo, fibroblastos o linfocitos) pueden ser estimuladas para retornar al ciclo
y dividirse; el reingreso se produce en la fase S. No obstante, muchas células diferenciadas
nunca retornan al ciclo celular para dividirse otra vez: se las conoce como células posmitóticas,
como las neuronas o las células del cristalino
tec
La fase M del ciclo celular es compleja desde el punto de vista mecánico. Para que una
célula se pueda dividir con éxito se han de producir dos procesos distintos. En primer lugar, los
cromosomas que se han replicado durante la fase S se han de alinear, separar y desplazar hacia
w.
genéticamente idénticas entre sí y con la célula progenitora, aunque de un tamaño menor que
ésta. Posteriormente, durante la fase G1, las células hijas crecerán hasta el tamaño normal antes
de entrar en la fase S. Tradicionalmente, la división celular se ha estructurado en cinco
etapas. Las cuatro primeras (profase, metafase, anafase y telofase) constituyen la mitosis. La
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quinta es la citocinesis. A continuación se describe la mitosis de las células animales típicas,
s
aunque se presentan innumerables variaciones en todas las etapas de la división celular.
e
La mitosis es el mecanismo de los eucariotas para repartir de forma equitativa el genoma
nuclear en la división celular. Para realizar esta compleja tarea, las células animales y vegetales
ia.
construyen una maquinaria especializada, el aparato mitótico, que captura los cromosomas y
luego los tracciona y empuja hacia los polos opuestos de la célula en división. Durante la mitosis,
la mayoría de los procesos celulares interfásicos están detenidos (por ejemplo, la transcripción,
aunque no totalmente la traducción) y la célula se ocupa únicamente en repartir su genoma
duplicado.
ub
Antes de que empiece la mitosis han de producirse una serie de acontecimientos
preparatorios que ocurren durante la interfase. Así, la replicación del DNA se produce en
múltiples orígenes de replicación durante la fase S; una vez completada, las dos cromátidas
hermanas permanecen unidas por el centrómero. Cada cromátida hermana se une al aparato
mitótico a través de un cinetocoro, un complejo de proteínas reunidas a la altura del
centrómero. Las cromátidas no se separan porque están unidas a la altura de sus centrómeros y
de múltiples puntos a lo largo de los brazos cromosómicos por complejos multiproteicos de
sz
descubrimiento reciente, denominados cohesinas.
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Profase
s
La profase se inicia cuando los cromosomas condensados resultan visibles por vez
primera. Puesto que el grado de condensación cromosómica aumenta progresivamente durante
e
el final de G2, el comienzo de la fase M está definido de una forma arbitraria y la transición de la
fase G2 a la fase M no es un suceso estrictamente definido.
ia.
Mientras los cromosomas se condensan, el nucleolo empieza a desorganizarse y
desaparece progresivamente (es decir, se detiene la síntesis de subunidades ribosómicas). La
masa de microtúbulos citoplasmáticos que forman parte del citoesqueleto se disgrega al
comienzo de la profase formando una gran reserva de moléculas de tubulina, que se utilizan
para la construcción del aparato mitótico. A lo largo de la profase se produce el armado de éste,
en dos partes:
ub
- Un huso mitótico central, un haz simétrico bilateral de microtúbulos con la forma global
de una pelota de rugby. Inicialmente, el huso se ensambla fuera del núcleo, a medida
que los dos pares de centríolos (denominados centros mitóticos) se separan.
- Un par de ásteres, una ordenación radial de microtúbulos cuyo foco es cada uno de los
centros mitóticos. Los dos ásteres se hallan situados al principio uno junto al otro muy
sz
cerca de la envoltura nuclear y progresivamente se van separando y dirigiéndose hacia
polos opuestos de la célula.
no
tec
w.
ww
Se van formando así dos conjuntos iniciales de microtúbulos: los microtúbulos astrales
forman el áster e irradian del centrosoma; los microtúbulos polares (observados al microscopio
óptico como fibras polares) se sitúan entre los dos ásteres, se alargan y empujan a los dos
centros, separándolos a lo largo de la parte externa del núcleo. La profase tardía (a veces
14
denominada prometafase, véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004) viene
s
marcada por la desintegración de la envoltura nuclear, que se rompe originando fragmentos
de membrana indiferenciables de las vesículas del ER y que permanecen visibles durante el
resto de la mitosis en las proximidades del huso. La desintegración de la envoltura se debe a la
e
despolimerización de la lámina nuclear, por fosforilación de las laminas; el huso mitótico puede
ahora penetrar en el área nuclear.
ia.
En las dos caras de los
centrómeros de cada cromosoma se
reconocen ahora unas estructuras
especializadas denominadas cinetocoros.
Un cinetocoro se distingue como una pila
de tres placas discoidales, denominadas
ub
placa interna, corona fibrosa y placa
externa; en esta última se insertan los
extremos (+) de un conjunto especial de
microtúbulos, denominados microtúbulos
cinetocóricos o fibras cinetocóricas,
que irradian en direcciones opuestas
desde cada lado de cada cromosoma. sz
En realidad, lo que se produce es una captura de los cromosomas por los microtúbulos
cinetocóricos. Algunos de los microtúbulos del huso utilizan fluctuaciones rápidas de su longitud
hasta que conectan con un cinetocoro, capturando así los cromosomas a medida que comienza
la degradación de la envoltura nuclear. Todas las cromátidas hermanas terminan así capturadas
no
por microtúbulos originados en el polo del huso más cercano. Los cromosomas recién
condensados, fijados a los microtúbulos cinetocóricos, se mueven entonces hacia el ecuador del
huso; en su camino exhiben un comportamiento saltatorio, con agitados movimientos de
acercamiento o alejamiento al ecuador del huso. El ciclo celular se mantiene estático hasta que
todos los microtúbulos cinetocóricos se fijan a los cinetocoros. Sólo uno no fijado basta para
impedir el progreso de la mitosis.
tec
Metafase
En la metafase se completa el montaje del aparato mitótico. Los dos centrosomas están
situados en los dos polos de la célula. Cada centrosoma organiza los tres conjuntos
diferenciados de microtúbulos, cuyos extremos (-) se orientan todos hacia el centrosoma. Los
microtúbulos astrales irradian desde los centrosomas y los microtúbulos cinetocóricos están
adosados a los cinetocoros. Los microtúbulos polares no interactúan con los cromosomas pero
w.
15
Los cromosomas aparecen en esta fase en su estado de máxima condensación,
s
alineados a medio camino entre los dos polos del huso, con sus ejes longitudinales en ángulo
recto con el eje del huso, es decir, con los cinetocoros orientados hacia cada polo. Los
cromosomas forman así la llamada placa metafásica y se mantienen en tensión debido a las
e
fuerzas que traccionan los dos cinetocoros hacia los polos opuestos. Las fuerzas opuestas están
equilibradas cuando el cromosoma se encuentra en el ecuador del huso, por lo que cada
cromosoma permanece allí estacionario.
ia.
ub
Anafase sz
Las mismas fuerzas que forman el huso durante la profase y la metafase dirigen la
separación de los cromosomas hacia polos opuestos en la anafase. Cuando las células
entran en anafase, la función de la cohesina es inactivada, lo que permite a la fuerza de los
cinetocoros arrastrar las cromátidas hermanas hacia los polos opuestos del huso. La anafase
no
empieza bruscamente cuando se separan las cromátidas hermanas y cada una de ellas es
arrastrada lentamente (aproximadamente 1 m por minuto) hacia el polo del huso.
tec
w.
tubulina se disocia de este extremo, los cinetocoros van desplazándose hacia los polos,
arrastrando consigo a la cromátida (cromosoma) En la figura siguiente se presentan dos modelos
de este desplazamiento. Debido a la tracción, los cromosomas adoptan una forma característica
en V, con su vértice dirigido hacia el polo del huso (véase Alberts, B. et al. Biología molecular de
la célula, 2004).
16
e s
ia.
ub
En la anafase B, los microtúbulos polares se deslizan unos respecto a otros y se alargan
mientras que los microtúbulos astrales también ejercen una fuerza de tracción hacia la periferia
de la célula. En consecuencia, los dos polos del huso se separan aún más y arrastran consigo a
los cromosomas hacia lo que serán las dos células hijas. Típicamente, la anafase dura unos
sz
cuantos minutos.
no
tec
Telofase
w.
Cuando los cromosomas hijos separados llegan a los polos, las fibras cinetocóricas se
han despolimerizado completamente y desaparecen. Los microtúbulos polares se alargan aún
más y permanecen superpuestos en el ecuador del huso. La cromatina condensada se expande
de nuevo y las proteínas de la lámina nuclear empiezan a polimerizarse.
ww
17
s
Las vesículas derivadas de la desintegración de la
envoltura nuclear se asocian a la superficie de los
e
cromosomas en proceso de descondensación y los poros
nucleares se reconstituyen. Las vesículas se fusionan para
formar membranas dobles continuas alrededor de cada
ia.
cromosoma, formando mininúcleos individuales llamados
cariómeros. La fusión posterior de éstos en cada polo
genera los dos núcleos de las células hijas, cada uno con su
juego completo de cromosomas. Cuando los nucleolos
comienzan a reaparecer dentro de los núcleos hijos, la
mitosis ha llegado a su fin.
ub
sz
En general, los procesos mitóticos en las
plantas son similares a los de las células
animales. La principal diferencia es la ausencia
total de centríolos; sus husos mitóticos carecen
no
de ásteres (husos anastrales) y están menos
centrados en los polos que los husos astrales,
aunque son completamente funcionales. En
algunos eucariotas inferiores, la envoltura
nuclear no se degrada (por ejemplo, levaduras,
dinoflagelados, protozoos) y los haces de
tec
18
e s
ia.
ub
A medida que avanza la citocinesis disminuye el diámetro del anillo contráctil, por lo que
la célula se va dividiendo en dos partes por un surco de segmentación cada vez más profundo.
Éste va constriñendo al cuerpo medio, que permanece como puente entre las dos células hijas
y que está formado a partir de los restos densamente empaquetados de los dos conjuntos de
microtúbulos polares. La contracción del anillo se debe a la interacción de la miosina con los
filamentos de actina hasta que se completa la segmentación y el anillo se elimina.
sz
En la citocinesis vegetal, en lugar de un anillo contráctil se ensambla una estructura
con forma de cilindro abierto denominada fragmoplasto, formado por los microtúbulos
residuales del huso polar, organizados en series paralelas.
no
Pequeñas vesículas derivadas del
AG y llenas de precursoras de la pared
entran en contacto con los microtúbulos
del fragmoplasto y se transportan a lo
largo de ellos en dirección a la región
ecuatorial. Allí se fusionan originando una
tec
19
.En la citocinesis no existe ningún mecanismo especial que asegure el reparto de
s
orgánulos citoplasmáticos entre las dos células, a pesar de que los orgánulos no se pueden
duplicar sin una copia preexistente. Por ejemplo, se necesitan ribosomas para producir
ribosomas y moléculas de tubulina para organizar el citoesqueleto. De manera análoga,
e
mitocondrias y cloroplastos sólo pueden surgir por bipartición del orgánulo preexistente
correspondiente. El CG y el ER se reconstituyen a partir de las vesículas pequeñas que se
formaron en profase. En cualquier caso, la distribución de los orgánulos entre las células hijas es
ia.
al azar y las células hijas deben entrar en una fase de crecimiento hasta que se forman las
cantidades típicas de estos orgánulos de una célula adulta.
6.- MEIOSIS.
Como se ha mencionado
ub
anteriormente, las células somáticas
de la mayoría de los organismos
eucarióticos contienen dos copias de
cada cromosoma (cromosomas
homólogos), morfológicamente
semejantes aunque genéticamente
diversos. De estas células se dice que
sz
tienen una dotación diploide de
cromosomas, (2n, siendo n el número
de parejas de homólogos) o,
simplemente, que son células
diploides. En una división mitótica
no
normal, los dos homólogos se duplican
y las dos copias permanecen unidas
como cromátidas hermanas. En la
anafase, las cromátidas hermanas se
separan una de otra: cada célula hija
hereda una copia de cada homólogo y
tec
de cada pareja de homólogos, con lo que, de nuevo, el cigoto será diploide. Por consiguiente, en
cada célula diploide, un miembro de cada par de homólogos es aportado por el gameto
masculino y es de procedencia paterna, y el otro por el femenino, de procedencia materna. La
implicación necesaria de estos procesos es que los gametos deben formarse por un tipo especial
20
de división celular en el que la dotación cromosómica diploide quede dividida exactamente por la
s
mitad. Este mecanismo es la meiosis.
e
división II (meiosis II). En la primera división, los homólogos se reconocen mutuamente y
quedan físicamente apareados antes de alinearse en el huso. Antes de aparearse, los
homólogos sufren una duplicación, produciendo un par de cromátidas hermanas estrechamente
ia.
asociadas. En la meiosis, las cromátidas hermanas se comportan como una unidad, como si la
duplicación cromosómica no se hubiera producido. El par resultante del apareamiento,
denominado bivalente o tétrada (por contener cuatro cromátidas), se alinea entonces en el
huso. En la anafase, los dos homólogos se distribuyen hacia los polos opuestos, de forma que
cada homólogo está aún formado por dos cromátidas hermanas unidas.
ub
Por tanto, cuando una célula meiótica se divide, cada célula hija hereda dos copias de
uno de los dos homólogos. Las dos células descendientes de la meiosis I contienen por lo tanto
una cantidad diploide de DNA, pero se diferencian de las células diploides normales en que las
dos copias de DNA de cada cromosoma derivan de uno solo de los dos cromosomas homólogos
existentes en la célula original (el homólogo paterno o materno); además, estas dos copias se
heredan en forma de cromátidas hermanas estrechamente asociadas, formando un solo
cromosoma. Dicho de otra manera, aunque contienen una cantidad diploide de DNA, son en
sz
realidad haploides, porque sólo contienen la mitad del número de cromosomas. La meiosis I es,
por tanto, una división reduccional.
21
haploide de cromosomas (en el ser humano, 223 = 8,4 millones de gametos genéticamente
s
diferentes).
e
(crossing-over) que tiene lugar en la profase de la meiosis I y en el cual los cromosomas
homólogos apareados intercambian fragmentos mediante recombinación homóloga o general.
ia.
Véase Apéndice Recombinación homóloga o general.
.
La recombinación ocurre en la profase de meiosis I, en un momento en que no es
posible distinguir las cromátidas. En una etapa más tardía de la profase, las cromátidas resultan
claramente visibles. Entonces se ve que los dos homólogos que forman cada bivalente
permanecen unidos entre sí por unos puntos en los que ha ocurrido el entrecruzamiento entre
ub
cromátidas homólogas, materna y paterna. Estos puntos se denominan quiasmas y son la
consecuencia morfológica de un proceso anterior, no visible, de entrecruzamiento. Cada par de
homólogos suele estar unido como mínimo por un quiasma; sin embargo, muchas tétradas
contienen más de un quiasma, lo que refleja el hecho de que se pueden producir múltiples
entrecruzamientos entre las distintas cromátidas homólogas. Los entrecruzamientos múltiples
entre los cromosomas homólogos intercambian sus segmentos y redistribuyen los genes de los
distintos cromosomas, aumentando extraordinariamente la variabilidad genética de los
sz
gametos y, consecuentemente, de la descendencia.
no
tec
w.
Una vez terminada la larga profase I, la meiosis se completa con dos divisiones
nucleares sucesivas sin período intercalar de síntesis de DNA. En metafase I, los homólogos se
22
disponen formando la placa metafásica y los cinetocoros de las cromátidas hermanas mantienen
s
sus fibras cinetocóricas orientadas en la misma dirección.
e
desorganizan las fuerzas que mantienen a las cromátidas hermanas en estrecha aposición, lo
que, a su vez, disuelve los quiasmas que han estado uniendo a los cromosomas homólogos
paterno y materno.
ia.
ub
sz
no
Una vez separados, se produce la telofase I,
seguida de citocinesis y una breve interfase. Al final
de la división I se ha formado dos células
tec
23
7.- RESUMEN.
s
La compartimentación de las células eucariotas es especialmente visible en el núcleo,
en el que se halla recluido casi todo el DNA y que ocupa alrededor del 10% del volumen celular.
e
En los organismos eucariotas, el DNA está distribuido en un conjunto de diferentes
cromosomas que se encuentran en el núcleo. Cada cromosoma está formado por una sola
molécula de DNA, muy larga, asociada a proteínas que pliegan y empaquetan la fina hebra de
ia.
DNA, formando un complejo de DNA y proteínas denominado cromatina. En ella, el DNA se
encuentra unido a una masa igual de histonas, formando una unidad repetitiva de partículas
denominadas nucleosomas. El nucleosoma está formado por un núcleo octamérico de histonas
alrededor del cual está enrollada la doble hélice de DNA. A su vez, los nucleosomas se suelen
empaquetar juntos (con la ayuda de la histona H1) adoptando disposiciones regulares que
forman una fibra de 30 nm. Otros empaquetamientos superiores, no bien conocidos, se
ub
producen cuando el núcleo va a dividirse (mitosis).
El núcleo está delimitado por una envoltura nuclear, formada por dos membranas
concéntricas y perforada a intervalos por poros nucleares, a través de los cuales se produce el
transporte activo de moléculas entre el núcleo y el citoplasma. La envoltura nuclear permite que
muchas de las proteínas que interaccionan con el DNA se concentren donde la célula las
necesita y que las enzimas citosólicas y nucleares estén separadas, lo que es trascendental para
sz
el funcionamiento de las células eucariotas. En el nucleoplasma es especialmente aparente una
mancha conspicua, el nucleolo, que es la manifestación visible del ensamblaje de las
subunidades ribosómicas a partir de rRNA y proteínas importadas desde el citosol.
En general, las células somáticas de los organismos eucariotas son diploides, esto es,
no
contienen dos copias de cada cromosoma, una de procedencia materna y otra paterna
(cromosomas homólogos), que son especialmente visibles durante la mitosis. Ciertos
colorantes producen un llamativo y fiable patrón de bandas, característico en cada uno, lo que
permite su identificación y numeración. El aspecto que presentan los cromosomas durante la
mitosis se denomina cariotipo. En cambio, las células germinales (y las de muchos eucariotas
inferiores) son haploides: sólo contienen una copia de cada pareja de homólogos.
tec
han desarrollado una compleja red de proteínas reguladoras (un sistema de control), que
gobierna la progresión a través del ciclo celular.
La fase M del ciclo celular se acostumbra a dividir en cinco etapas. Las cuatro primeras
(profase, metafase, anafase y telofase) constituyen la mitosis, que consiste en la división del
núcleo progenitor en dos núcleos hijos idénticos. Durante la profase, los cromosomas replicados,
ww
24
es muy diferente en las células animales y en las células vegetales: en las primeras ocurre por
s
segmentación y en las segundas por formación de un fragmoplasto. Al final de la fase M se
obtienen dos células hijas iguales entre sí e iguales a la célula madre (excepto en el tamaño).
e
Las células germinales, que son haploides, tienen que formarse por un tipo especial de
división celular, la meiosis, en la cual el número de cromosomas se divide exactamente por la
mitad. La meiosis consta de dos divisiones sucesivas. La meiosis I es reduccional: el número
ia.
de cromosomas (aunque no la cantidad de DNA) se reduce a la mitad. Durante la larga profase I,
se producen el importante fenómeno del entrecruzamiento entre cromátidas homólogas, que
produce la recombinación génica. Esto, junto a la distribución al azar de los cromosomas
homólogos entrecruzados en metafase I, es responsable de gran parte de la inmensa
variabilidad genética de los organismos con reproducción sexual. La meiosis II es ecuacional:
una mitosis normal en la que se obtiene una dotación haploide de DNA. El resultado final de la
ub
meiosis son cuatro células haploides, todas ellas diferentes entre sí y de la célula madre.
APÉNDICE
1.- HETEROCROMATINA.
sz
La heterocromatina permanece condensada durante la interfase y aparece al
microscopio electrónico como regiones oscuras en el núcleo a menudo asociadas con la
envoltura nuclear. Al igual que la cromatina mitótica, la heterocromatina es inactiva en la
transcripción, lo que indica que, o no contiene genes o éstos están permanentemente
inactivados en una célula y en toda su progenie. La heterocromatina se caracteriza, además de
su inactividad, porque se replica muy tardíamente al final de la etapa S del ciclo celular (véase
no
Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).
Sin embargo, hoy día se sabe que la heterocromatina es dinámica y puede expandirse
en una región para luego retraerse; además, el estado de la cromatina (heterocromatina o
eucromatina) tiende a ser transmitido de una célula a su progenie. Por tanto, algunas regiones
de DNA están condensadas en heterocromatina sólo en algunas células de un individuo pero no
w.
25
2.- ESTRUCTURA DE LOS POROS NUCLEARES.
s
Cada complejo está formado por un anillo nuclear que sustenta ocho filamentos de
unos 100 nm de longitud, en forma de cesta, cuyos extremos distales están unidos por un anillo
e
terminal para formar una estructura llamada cesta o jaula nuclear. El anillo nuclear está
también adherido directamente a la lámina nuclear. El borde del complejo cruza el espacio
perinuclear, uniendo las dos bicapas lipídicas de la membrana interna y externa alrededor de los
ia.
márgenes de cada poro. En la superficie citoplasmática existe un anillo citoplasmático unido a
otros 8 filamentos citoplasmáticos. En el centro del complejo existe una estructura denominada
obturador central (véase Lodish, H. et al. Biología celular y molecular, 2002).
ub
sz
no
tec
las subunidades reguladoras, denominadas ciclinas, aumentan y disminuyen en fase con el ciclo
celular. Las subunidades catalíticas, denominadas quinasas dependientes de ciclina (Cdk)
células hijas. Así, en el adulto, unas células tienen un cromosoma X inactivo y en otras está inactivo su
homólogo.
26
pueden asociarse con diferentes ciclinas, formando complejos Cdk-ciclina, en los que la ciclina
s
asociada determina qué proteínas serán fosforiladas. Existen tres complejos Cdk-ciclina, que
controlan el paso a través del ciclo celular, llamados complejos de G1, de fase S y mitóticos.
e
Los complejos Cdk-ciclina de G1 preparan la célula para la fase S, con la expresión de
los genes que codifican las enzimas necesarias para la síntesis de DNA. La síntesis de estos
complejos se induce en los eucariotas superiores por factores de crecimiento denominados
ia.
mitógenos. Al final de G1, los complejos de G1 activan a los complejos de Cdk-ciclina de fase
S. El punto final de G1 se denomina punto de restricción, R, que es un punto sin retorno: una
vez sobrepasado, las células completarán el ciclo a velocidad normal, independientemente de los
mitógenos. Los complejos Cdk-ciclina de fase S activan los complejos de prerreplicación, que
se han reunido en los orígenes de replicación al principio de G 1. La activación de estos
complejos de prerreplicación inicia la replicación del DNA en la fase S.
ub
sz
no
tec
degradación de las ciclinas mitóticas, lo que permite que la célula entre en telofase y que el
citoplasma se divida para dar dos células hijas. En los comienzos de G 1 del siguiente ciclo
celular, los complejos de prerreplicación se arman en los orígenes de replicación en preparación
para la próxima fase S. Hacia el final de G1, los complejos Cdk-ciclina de G1 inactivan el APC, lo
que permite la acumulación ulterior de las ciclinas mitóticas durante las fases S y G 2 del ciclo en
curso.
ww
El paso a través de las tres transiciones decisivas del ciclo (de G 1 a S, de metafase a
anafase y de ésta a telofase y citocinesis) es irreversible porque estas transiciones son
desencadenadas por degradaciones proteolíticas, que son irreversibles; en consecuencia, las
células son forzadas a atravesar el ciclo celular en una sola dirección.
27
s
Para reducir al mínimo la
aparición de errores en los
acontecimientos del ciclo celular,
e
el progreso de la célula a través
de él es verificado en cuatro
puntos de control, que aseguran
ia.
que los cromosomas están
intactos y que cada etapa del ciclo
se completa antes de que se inicie
la siguiente. Así, la presencia de
DNA no replicado impide la
entrada en la mitosis, con lo que el
ub
ciclo se detiene en fase S. El daño
del DNA debido a irradiación o
modificación química impide que
las células en G1 entren en fase S
y que las células en G2 entren en mitosis; en ambos casos se activa la expresión de genes que
conducen a la apoptosis (muerte celular programada). Finalmente, los defectos en la formación
del huso mitótico o en la fijación de los cromosomas a él impiden la actuación del APC, por lo
sz
que la célula no entra en anafase (no se degrada el inhibidor de la anafase, véase más adelante)
hasta que todos los cromosomas estén unidos a los microtúbulos del huso.
28
En 1964, Holliday propuso un modelo general de recombinación. Según este modelo,
s
después de que se alinean las dos moléculas de DNA homólogas, se realiza una corte o muesca
en una cadena de cada una de las dos moléculas de DNA en recombinación. Una única muesca
en una cadena de una de las dos moléculas es suficiente para iniciar la recombinación.4
e
Una vez producidas las dos muescas, las dos cadenas rotas se invaden mutuamente en
un proceso llamado intercambio de cadenas y los extremos 3` cortados se reconectan con los
ia.
extremos 5` de la cadena homóloga; esto produce unas estructuras denominadas estructuras
de Holliday (recuadro de la figura).
A continuación, el punto de intercambio
puede migrar rápidamente hacia delante y
hacia atrás a lo largo de una molécula de DNA
progenitora, lo que produce la unión solapada
ub
en el punto de intercambio. Obsérvese que el
entrecruzamiento consta de dos cadenas
entrecruzadas y dos no entrecruzadas. Esta
estructura se puede isomerizar sufriendo dos
movimientos de rotación. La isomerización
altera las posiciones de las cadenas, de modo
sz que las dos cadenas no entrecruzadas se
convierten en entrecruzadas y viceversa.
4
Los agentes que producen roturas en las cadenas de DNA, como la radiación, pueden desencadenar un
proceso de recombinación génica (sistema SOS de reparación de DNA, véase tema 25). Estos agentes
inducen intercambios entre las dos cromátidas hermanas en la mitosis pero, puesto que son copias
idénticas, no reordenan genes diferentes y no pueden ser detectados a través de las técnicas genéticas.
29
porción de la otra hélice. Existen muchas variantes de este modelo de Holliday que pueden
s
darse en distintos organismos y que difieren en cómo se cortan las cadenas de DNA y en si hay
síntesis de DNA o no.
e
5.- PROFASE I
ia.
- Leptotene. La profase I empieza
cuando se observan por primera
vez los cromosomas como largas
y finas hebras con un eje central
proteico. Cada cromosoma está
ub
unido por sus dos extremos a la
envoltura nuclear por medio de
una estructura especializada
denominada placa de unión.
Aunque cada cromosoma está
formado por dos cromátidas
hermanas, éstas están en aposición extraordinariamente estrecha por lo que cada
sz
cromosoma parece ser simple.
30
- Paquitene. Se inicia cuando la
s
sinapsis se ha logrado a nivel de
todas las parejas de homólogos.
En esta etapa aparecen grandes
e
nódulos de recombinación, que
median los intercambios cromo-
sómicos. Los nódulos de recom-
ia.
binación son estructuras proteicas
de forma esférica, elipsoidal o de
varilla, de unos 90 nm de
diámetro, situados a intervalos en
el complejo sinaptonémico.
Probablemente se trate de una
ub
gran maquinaria de recombinación multienzimática que une a las regiones locales de DNA
de las cromátidas no hermanas (homólogas) paterna y materna. Cada intercambio
cromosómico da lugar a entrecruzamientos entre cromátidas no hermanas. Aunque
todavía no son visibles, cada entrecruzamiento origina un quiasma.
31
BIBLIOGRAFÍA
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ia.
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White, A. Et. Al. “Principios de Bioquímica”, 6ª ed. Editorial McGraw-Hill, 1983.
sz
no
tec
w.
ww
32
ESQUEMA TEMA 29
s
NÚCLEO INTERFÁSICO
e
HISTONAS
CONCEPTO FIBRA DE 11 nm NUCLEOSÓMICAS
ia.
CROMATINA ESTRUCTURA FIBRA DE 30 nm HISTONA H1
DOMINIOS EN
FIBRA DE 300 nm FORMA DE
BUCLE
ub
EUCROMATINA
TIPOS CONSTITUTIVA
HETEROCROMATINA
FACULTATIVA
CONCEPTO
NUCLEOLO
sz
ORGANIZADORES NUCLEOLARES
ESTRUCTURA COMPONENTES
DNAr
NÚCLEO EN DIVISIÓN
w.
33
s
FASES CICLO CELULAR CONTROL
e
DE
CONTROL
INTERFASE S
ia.
REPLICACIÓN
G2
PROCESOS
PREVIOS APARATO MITÓTICO
ub
TIPOS PROFASE CINETOCOROS
SEGMENTACIÓN
CITOCINESIS
VEGETAL FRAGMOPLASTO Y PLACA CELULAR
no
MEIOSIS
IMPORTANCIA
ENTRECRUZAMIENTO QUIASMAS
VARIABILIDAD
RECOMBINACIÓN HOMÓLOGA
SEPARACIÓN DE
HOMÓLOGOS ANAFASE I PAQUITENE
MEIOSIS II DIACINESIS
ww
34