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29 Biología y geología

TEMA 29:

El núcleo interfásico y el núcleo


en división. El ciclo celular y la
división celular. Mitosis y meiosis.

REVISIÓN 8

CURSO:
2011/2012
TEMA 29

s
EL NÚCLEO INTERFÁSICO Y EL NÚCLEO EN

e
DIVISIÓN. EL CICLO CELULAR Y LA DIVISIÓN
CELULAR. MITOSIS Y MEIOSIS

ia.
1.- INTRODUCCIÓN.

2.- EL NÚCLEO INTERFÁSICO.

ub
2.1.- Cromatina.
2.2.- Nucleolo.
2.3.- Envoltura nuclear.
2.4.- Nucleoplasma.
sz
3.- EL NÚCLEO EN DIVISIÓN. CROMOSOMAS.

4.- EL CICLO CELULAR.

5.- LA DIVISIÓN CELULAR.


no
4.1.- Mitosis.
4.2.- Citocinesis.

6.- MEIOSIS.
tec

7.- RESUMEN.

APÉNDICE

1.- Heterocromatina.
2.- Estructura de los complejos de los poros nucleares.
w.

3.- Control del ciclo celular.


4.- Recombinación homóloga o general.
5.- Profase I.
ww

1
1.- INTRODUCCIÓN.

s
La inmensa mayoría del DNA celular eucariótico se halla recluida en el núcleo, el rasgo
más característico de los eucariotas. La separación de los compartimentos nuclear y

e
citoplasmático es una de las funciones principales del núcleo ya que permite separar la síntesis
de RNA, tanto en el tiempo como en el espacio, de la síntesis de proteínas. Puede producirse así
el procesamiento o maduración del RNA, típico de los eucariotas, que representa un paso

ia.
intermedio importante en la transferencia de la información genética. La maduración del RNA ha
permitido a las células eucarióticas desarrollar genes interrumpidos (con intrones), lo cual resulta
ventajoso para la evolución de nuevas proteínas.

Las moléculas de DNA son extraordinariamente largas y han de empaquetarse en un


espacio reducido. El plegado del DNA es importante para las células eucarióticas por dos

ub
razones. En primer lugar, es esencial para disponer las grandes moléculas de DNA en forma
ordenada dentro del núcleo. En segundo lugar, la manera exacta de plegado de una región del
genoma determina la actividad de los genes de esa región. Tan sólo una pequeña parte del DNA
eucariótico codifica realmente las proteínas o los RNA “estructurales” (DNA codificante); la
función de las regiones no codificantes no se comprenden aún completamente pero es
indudable que algunas de ellas realizan funciones biológicas esenciales, incluida la
determinación de los patrones de plegado del DNA.
sz
2.- EL NÚCLEO INTERFÁSICO.

Se denomina interfase al período que transcurre entre dos divisiones celulares y al


núcleo en esta fase, núcleo interfásico. El término “interfase” puede dar la idea equivocada de
no
que el núcleo se encuentra en reposo. Muy al contrario, en el núcleo interfásico se producen los
procesos de transcripción y maduración del RNA; incluso antes de la división, se realiza en él la
duplicación de todo el material genético (replicación).

Cuando se observa un núcleo interfásico al microscopio electrónico, pueden distinguirse


en él cuatro componentes: cromatina, nucleolo, envoltura nuclear y nucleoplasma.
tec
w.
ww

2.1.- Cromatina.

2
s
A grandes aumentos, el contenido nuclear aparece lleno de una enmarañada red de
fibras conocida como cromatina. Aunque no pueden verse individualizadas, la cromatina está
formada por las moléculas de DNA asociadas a una amplia variedad de proteínas entre las que

e
destacan las histonas, proteínas estructurales que actúan organizando el DNA dentro del núcleo
celular.

ia.
Comparadas con las otras proteínas no histonas, que también se unen al DNA, las
histonas constituyen una clase bien definida de proteínas estructurales y están presentes en
todas las células eucarióticas (con alguna excepción). Son relativamente pequeñas (unos 100
aminoácidos) y tienen una gran proporción de lisina y arginina, con carga positiva, lo que las
ayuda a unirse firmemente al DNA de forma independiente de la secuencia de bases. Se
presentan en cantidades enormes (unos 60 millones de copias por célula), con una masa total

ub
más o menos igual a la del DNA (véase Lodish, H. et al. Biología celular y molecular, 2002).

Se conocen cinco tipos de histonas, divididas en dos grupos. El primero son las
histonas nucleosómicas, denominadas H2A, H2B, H3 y H4. Estas cuatro histonas se cuentan
entre las más conservadas de todas las proteínas conocidas. El segundo grupo está constituido
por las histonas H1, de las que en cada célula existen diversas variedades, diferentes pero
estrechamente relacionadas. Las histonas son las responsables de empaquetar las largas
sz
moléculas de DNA (de varios cm de largo) dentro de un núcleo de sólo unos pocos micrómetros.

Existen diversos grados de empaquetamiento


de la cromatina. La forma más extendida de cromatina
es una fibra de unos 11 nm de diámetro que por su
no
aspecto recuerda un collar de perlas o una serie de
cuentas ensartadas. Cada “cuenta” o “perla” se
denomina nucleosoma y aparece en las micrografías
electrónicas como una partícula discoidal de unos 11
nm de diámetro (véase Alberts, B. et al. Biología
molecular de la célula, 2004)
tec

Con un tratamiento suave con DNAasas es


posible digerir el DNA situado entre las cuentas
nucleosómicas y liberar los nucleosomas aislados.
Cada nucleosoma está formado por un núcleo de
proteína y DNA enrollado a su alrededor como un hilo
a su carrete. El núcleo de proteína es un octámero de
histonas que contiene 2 copias de cada una de las
w.

histonas nucleosómicas. Los nucleosomas contienen


146 pares de bases de DNA, enrollados algo menos de
dos vueltas alrededor del núcleo proteico. Cada
nucleosoma está separado del siguiente por una región
de DNA espaciador, que posee aproximadamente
unas 60 pares de bases. Por tanto, la longitud
ww

completa de DNA entre un nucleosoma y el siguiente


es de unos 200 pares de bases.

3
En la célula viva, la cromatina debe mantenerse en un estado muy condensado por lo

s
que pocas veces adopta esta forma extendida. Si la cromatina se extrae con tratamientos
suaves, en la mayoría de los casos aparece como fibras de 30 nm de diámetro. En estas fibras,
los nucleosomas se empaquetan uno sobre otro adoptando una disposición regular. Se han

e
propuesto diferentes modelos para explicar cómo los nucleosomas se empaquetan en la fibra
cromatínica de 30 nm; el que está más en concordancia con los datos es el denominado modelo
en zig-zag (véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).

ia.
ub
La conversión de una cadena lineal de nucleosomas en
sz
fibra de 30nm es lograda por diversos mecanismos que
intervienen simultáneamente. En primer lugar, la histona H1 está
implicada en el proceso. Cada molécula de H1 tiene una región
central globular y dos brazos extendidos que corresponden a sus
regiones amino y carboxilo terminal. La porción globular se une a
no
un nucleosoma y los brazos se extienden cubriendo al DNA
espaciador, provocando un cambio de dirección del DNA que
sale del nucleosoma; aunque no se conoce con detalle cómo la
histona H1 agrupa a los nucleosomas en una fibra de 30 nm, ese
cambio de dirección parece ser crucial para el empaquetamiento.
tec
w.
ww

Otro mecanismo relacionado con la formación de la fibra de 30 nm supone la


participación de las colas de las histonas nucleosómicas, las cuales se proyectan hacia el
exterior del nucleosoma. Las colas colaboran en la asociación de los nucleosomas entre ellos y
permiten que, con la ayuda de la histona H1, una cadena de nucleosomas se condense en forma

4
de fibra de 30 nm. En cualquier caso, la cromatina condensada en fibras de 30 nm es bastante

s
dinámica, con regiones que se despliegan en parte y luego se vuelven a plegar (véase Alberts,
B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).

e
ia.
ub
Cada una de las histonas nucleosómicas experimenta una serie de modificaciones
covalentes. Por ejemplo, ciertos residuos de lisina son acetilados y ciertas serinas son
fosforiladas. Estas modificaciones neutralizan la carga positiva de los restos y se elimina la
interacción con el DNA. En consecuencia, cuanto mayor es el grado de acetilación menor es la
probabilidad de que se formen fibras de 30 nm y estructuras de orden superior. Además, estas
sz
modificaciones revierten rápidamente por lo que una célula es capaz de cambiar rápidamente el
patrón de acetilación de sus nucleosomas. La acetilación de los histonas está intensificada en la
cromatina de los genes activos y se piensa que contribuye al control de la expresión génica: los
genes de las regiones condensadas y plegadas del DNA son inaccesibles a la RNA polimerasa y
a las otras proteínas requeridas en la transcripción.
no
Existen muchas proteínas no histonas que se unen al DNA. La mayoría de ellas se
hallan en cantidades muy reducidas: se trata de proteínas necesarias en la transcripción y la
replicación. Otras proteínas, en cambio, se hallan en cantidades mayores. Por ejemplo, los
complejos remodeladores de la cromatina hidrolizan ATP y modifican temporalmente la
estructura de los nucleosomas1. Las proteínas HMG (de high mobility group, grupo de alta
tec

movilidad) parecen seleccionar específicamente a aquellos nucleosomas asociados con genes


activos (véase Lodish, H. et al. Biología celular y molecular, 2002).

Otras proteínas no histonas


intervienen también en la organización
de la estructura de cromatina. En
concreto, algunas de ellas forman un
armazón cromosómico flexible al que
w.

se unen largas asas de la fibra


cromatínica de 30 nm de cientos de
miles de pares de bases, deno-
minadas dominios estructurales en
forma de bucle. El DNA se une a este
armazón a través de secuencias
ww

específicas, denominadas regiones


asociadas con el armazón (SAR, de

1
Esta remodelación tiene consecuencias importantes. Por ejemplo, permite el acceso al DNA
nucleosómico de otras proteínas, en especial las implicadas en la transcripción, reparación y replicación
(véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).

5
scaffold-associated regions) o regiones de fijación a la matriz. En general, estas regiones se

s
encuentran entre unidades de transcripción; por tanto, la mayor parte de los genes se localizan
dentro de las asas de cromatina unidas por sus regiones basales a un armazón cromosómico.
Los dominios en forma de bucle tienen un diámetro de unos 300 nm, y en realidad, se trata de la

e
forma extendida de los cromosomas durante la interfase.

ia.
ub
A medida que las células salen de la mitosis y se desenrollan los cromosomas, ciertas
secciones de los cromosomas permanecen condensadas formando la denominada
heterocromatina. Las porciones de cromatina descondensada como dominios en bucle forman
la eucromatina. sz
Véase Apéndice Heterocromatina.

La siguiente figura ilustra esquemáticamente algunos de los muchos grados de


empaquetamiento que se han postulado para el cromosoma mitótico.
no
tec
w.
ww

6
2.2.- Nucleolo.

s
Al microscopio óptico, el nucleolo es la estructura más patente del núcleo interfásico. Se
trata de una (a veces, dos) estructura esferoidal que carece de membrana que la delimite,

e
formada por RNA y proteínas. En realidad, el nucleolo es la manifestación visible de la síntesis
de rRNA y su asociación con proteínas para formar las subunidades ribosómicas. Contiene
grandes bloques de DNA, cuyos genes rRNA son transcritos por la RNA polimerasa I a una

ia.
velocidad enorme. Los genes rRNA son genes dispuestos en tándem, con muchas copias del
mismo gen (que codifica el pre-rRNA 45S), una continuación de otra. Estas regiones genómicas
se denominan organizadores nucleares. En el hombre existen 10 de estas regiones,
localizadas cerca del extremo de 10 cromosomas distintos (véase Lodish, H. et al. Biología
celular y molecular, 2002).

ub
Al microscopio electrónico pueden distinguirse en el nucleolo tres regiones parcialmente
separadas: un componente débilmente contrastado, que contiene DNA procedente de una
región organizadora nucleolar de un cromosoma; un componente fibrilar denso, compuesto por
numerosas y finas fibras de ribonucleoproteína de 5 nm, que corresponden a los transcritos de
RNA; finalmente, un componente granular que contiene partículas de 15 nm de diámetro que
representan las partículas precursoras ribosómicas más maduras.
sz
no
tec
w.

A partir de los genes rRNA se transcribe un pre-RNAr 45S que se empaqueta primero
formando un gran complejo con numerosas proteínas diferentes importadas del citoplasma; entre
ellas, la mayoría de las proteínas ribosómicas. A medida que se va produciendo la maduración
del rRNA, la gran partícula de ribonucleoproteína se divide formando los diferentes precursores
de las subunidades ribosómicas mayor y menor. El montaje de la subunidad mayor en el
nucleolo tarda más en completarse que el de la subunidad menor, por lo que el nucleolo contiene
ww

más subunidades grandes inmaduras. Las últimas etapas de la maduración ribosómica


únicamente se producen cuando son transferidas al citoplasma; este retraso evita que los
ribosomas funcionales puedan tener acceso en el núcleo a las moléculas de pre-mRNA, todavía
procesadas de forma incompleta.

7
A medida que la célula se aproxima a la mitosis, el nucleolo empieza a disminuir de

s
tamaño y desaparece cuando se detiene toda la síntesis de rRNA. Al final de la mitosis se inicia
de nuevo la síntesis de rRNA y reaparecen diminutos nucleolos en las localizaciones
cromosómicas de los genes rRNA. En el hombre se forman 10 pequeños nucleolos que crecen

e
rápidamente y se fusionan formando un único nucleolo, que contiene 10 bucles separados de
DNA, cada uno de ellos de un cromosoma distinto. Parece que, en la mitosis, por los menos
parte del RNA y de la proteína componente del nucleolo queda distribuida sobre la superficie de

ia.
todos los cromosomas y es transportada a los núcleos de las dos células hijas, donde ayudan a
restablecer los nucleolos que aparecen en ellos.

2.3.- Envoltura nuclear.

El contenido nuclear está separado del citoplasma por las membranas que forman la

ub
envoltura nuclear, una doble membrana compuesta por dos bicapas lipídicas separadas por
espacio de 20-40 nm, conocido como espacio perinuclear.

La membrana nuclear externa se continúa


con la membrana del RE y, a menudo, su superficie
exterior está tapizada por ribosomas. Puesto que el
sz
lumen del RE es continuo con el espacio perinuclear,
éste y la membrana nuclear externa pueden ser
considerados como regiones pequeñas y
especializadas del RE. La membrana externa está
conectada a la membrana nuclear interna en
no
determinadas regiones, denominadas poros
nucleares, a través de los cuales existe
comunicación directa entre nucleoplasma y
citoplasma.
tec

Situada en el lado nucleoplasmático de la membrana interna, existe una capa


electrodensa, denominada lámina nuclear, que desempeña un papel crucial en la organización
de la envoltura nuclear y de la cromatina subyacente.

La lámina nuclear está compuesta


por una red de filamentos intermedios,
formando dos juegos ortogonales que se
extienden sobre la superficie interna de la
w.

envoltura nuclear. Está constituida por el


ensamblaje espontáneo de tres
polipéptidos (denominados laminas A, B y
C) que, a su vez, se unen con proteínas
específicas de la membrana interna. Otros
componentes asociados con la lámina se
ww

fijan a puntos específicos de la cromatina y


guían con ello las interacciones de ésta
con la envoltura nuclear.

8
Los polipéptidos de la lámina nuclear intervienen en la disolución y nueva formación de

s
la envoltura nuclear durante la mitosis. Al inicio de ésta, la mayoría de estas proteínas se
separan de la membrana nuclear y quedan difusamente distribuidas en el citoplasma. Esta
disgregación reversible está controlada por una fosforilación transitoria de las tres proteínas

e
de la lámina nuclear y causa la desaparición de la envoltura nuclear durante la mitosis (véase
Moreno, S. Así comienza la mitosis, 1992).

ia.
Para superar los problemas de transporte molecular que presenta la doble membrana, la
envoltura nuclear está atravesada por poros nucleares, cada uno de los cuales está rodeado
por una gran estructura discoidal conocida como complejo del poro nuclear, de unos 80 nm de
diámetro, compuesto por múltiples copias de 50-100 cadenas proteicas denominadas
nucleoporinas.

ub
Véase Apéndice Estructura de los complejos de los poros nucleares.

Iones, metabolitos y proteínas pequeñas pueden difundir a través del canal acuoso del
complejo nuclear. Sin embargo, las proteínas grandes y los complejos ribonucleoproteicos de
hasta 25 nm no pueden difundir ni hacia dentro ni hacia fuera del núcleo y deben ser llevados por
transporte activo a través del obturador central. Todos los RNA sintetizados en el núcleo deben
exportarse hacia el citosol (en forma de RNP) antes de que puedan intervenir en la síntesis
sz
proteica. Por el contrario, todas las proteínas halladas en el núcleo deben ser importadas desde
el citoplasma, donde son sintetizadas por los ribosomas. El complejo actúa como un canal con
compuerta a través del cual estas macromoléculas son transportadas de manera selectiva hacia
el interior del núcleo y desde éste al citoplasma.
no
Una cierta idea de la cantidad de material transportado a través de los poros nucleares
puede obtenerse considerando que una célula típica de mamífero contiene unos 3000 a 4000
complejos de poros.

2.4.- El nucleoplasma.
tec

Se denomina así al contenido interno del núcleo, en el que están contenidos la cromatina
y el nucleolo. Está formado por una disolución coloidal con una gran variedad de intermediarios
metabólicos, especialmente nucleótidos, y enzimas y proteínas reguladoras de la transcripción y
replicación. Aunque su contenido enzimático es muy distinto del contenido del citosol, existe
entre ellos comunicación directa a través de los poros nucleares, por lo que iones y moléculas
pequeñas se mueven entre ambos por difusión simple. Si se exceptúa la lámina nuclear, no
existe en el nucleoplasma algo parecido a un citoesqueleto.
w.

3.- EL NÚCLEO EN DIVISIÓN.

Cuando una célula va a dividirse, el núcleo interfásico sufre una serie de drásticas
transformaciones conocidas en conjunto como mitosis. Los acontecimientos mitóticos se
analizan más adelante; a continuación se estudian exclusivamente los cambios que se producen
en la cromatina interfásica, que conducen a la formación de las grandes estructuras, visibles al
ww

microscopio óptico, denominadas cromosomas.

La cromatina eucariótica está organizada en grandes unidades de cientos a miles de


kilobases de largo denominadas cromosomas. En las células en interfase, los cromosomas no
son visibles dado que la cromatina está descondensada en forma de fibra de 11 ó 30 nm. Sin

9
embargo, durante la mitosis y la meiosis la cromatina se condensa y los cromosomas se hacen

s
visibles al microscopio óptico. El máximo grado de empaquetamiento se produce en metafase;
por tanto, es durante esta fase de la mitosis cuando los cromosomas se observan mejor y se
habla de cromosomas metafásicos. Debido a que la célula ha replicado el DNA justo antes de

e
la mitosis, los cromosomas metafásicos aparecen como estructuras dobles, formados por las
dos moléculas de DNA idénticas resultantes de la replicación. En interfase, en cambio, cada
cromosoma está formado por una única molécula lineal de DNA.

ia.
La condensación de los cromosomas en la metafase tiene lugar mediante varios órdenes
de plegamiento y arrollamiento de la fibra cromatínica de 30 nm. Para ello, el armazón
cromosómico se arrolla formando una hélice (véase figura de la página 5) y, posteriormente, la
estructura helicoidal resultante se empaqueta aún más, dando la estructura muy condensada
característica de los cromosomas metafásicos, cuya geometría exacta todavía no se ha

ub
determinado.

En cada cromosoma metafásico, las dos moléculas de DNA están plegadas por
separado dando lugar a una estructura consistente en dos cromátidas hijas unidas por una
estructura denominada centrómero (o constricción primaria). El centrómero divide
transversalmente al cromosoma en dos partes de longitud variable llamadas brazos. El brazo
más corto se denomina brazo p y el más largo, brazo q. La posición del centrómero permite
sz
clasificar a los cromosomas en cuatro categorías: metacéntricos (centrómero medio, brazos
aproximadamente del mismo tamaño), submetacéntricos (centrómero más cerca de un extremo
que de otro), acrocéntricos (centrómero casi en el extremo) y telocéntricos (centrómero
terminal). A veces aparece una constricción secundaria en el extremo del brazo q, separando
una porción terminal o satélite.
no
Los extremos de las cromátidas se denominan telómeros. El DNA telomérico no
contiene genes y se agrega a los extremos de las moléculas de DNA por acción de una enzima
especial, la telomerasa. La función de esta enzima es impedir el acortamiento de los
cromosomas lineales durante la replicación del DNA.
tec

Ciertos colorantes tiñen de forma selectiva algunas regiones de los cromosomas con
mayor intensidad que otras. Esto produce patrones de bandas específicos para cada
cromosoma aislado, lo que hace posible identificar cada uno. Durante las primeras etapas de la
mitosis es posible distinguir un elevado número de bandas (unas 4000 bandas en los 46
cromosomas del cariotipo humano). Estas bandas se fusionan progresivamente a medida que
avanza la mitosis, dando lugar a un número reducido de bandas más gruesas.

Se desconoce aún la base molecular de la regularidad de las bandas cromosómicas.


w.

Incluso las más finas deben contener 30 o más dominios en forma de bucle. Es posible que cada
banda esté formada por una agrupación de dominios vecinos empaquetados de manera similar y
que estas agrupaciones representen una importante unidad de organización a lo largo de la
interfase. El patrón exacto de las bandas en cada cromosoma ha permanecido, además,
inalterado durante prolongados períodos de tiempo en el curso de la evolución.2
ww

2
Por ejemplo, cada cromosoma humano tiene una réplica claramente reconocible en los cromosomas del
chimpancé, el gorila y el orangután. Los cromosomas de estas especies presentan un patrón de bandas
casi idéntico, a pesar de que en el hombre se ha producido una fusión cromosómica por lo que tiene 46
cromosomas en vez de los 48 de los simios.

10
La cantidad, el tamaño y la forma de los cromosomas en metafase constituyen el

s
cariotipo, que es distinto para cada especie. En la mayoría de los eucariotas, el cariotipo de las
células somáticas aparece formado por cromosomas iguales dos a dos; es decir, pueden
distinguirse pares de cromosomas. Estas dos copias se denominan cromosomas homólogos,

e
cada uno formado por dos cromátidas idénticas unidas por el centrómero (cromátidas
hermanas). Los miembros de cada par son idénticos desde un punto de vista morfológico pero
no desde un punto de vista genético. Ambos poseen el mismo patrón de bandas aunque los

ia.
genes que contienen pueden ser
variables. Cada par de ho-
mólogos se distingue de otros
pares por su tamaño, la posición
del centrómero y su patrón de
bandas, por lo que los pares de

ub
homólogos pueden numerarse
consecutivamente de acuerdo
con su longitud, empezando por
el cromosoma más largo.

En la figura se presenta
el cariotipo de un varón humano. sz
Téngase en cuenta que sólo
aparece uno de los dos
homólogos (excepto el par 23) y
que cada cromosoma está
representado por una sola
no
cromátida.

4.- EL CICLO CELULAR.


tec

Una nueva célula surge cuando otra anterior se divide o cuando dos de ellas (gametos)
se fusionan. En cualquiera de los dos casos se inicia un programa de división celular que está
codificado en el DNA y que es ejecutado por proteínas. Este programa suele incluir un período
de crecimiento celular, durante el cual se elaboran proteínas y se replica el DNA (la interfase),
seguido por un proceso de división celular cuyo resultado es la aparición de dos células hijas. El
crecimiento y la división celular es una decisión muy bien regulada por los organismos
multicelulares que asegura que un individuo adulto reemplace las células desgastadas o
produzca más células (crecimiento) en respuesta a una nueva necesidad. En el cáncer, las
w.

células se multiplican aunque el cuerpo no lo necesita: la división celular se produce sin control
con efectos devastadores.

La mayoría de las células eucarióticas viven de acuerdo con un reloj interno y progresan
a través de una secuencia de fases llamadas, en conjunto, ciclo celular. El avance a lo largo
del ciclo es controlado por puestos de control estratégicos que comprueban el estado de la
ww

célula; cuando se cumplen ciertas condiciones, la célula progresa hacia el próximo puesto de
control (véase Apéndice Control del ciclo celular).

11
s
El ciclo celular está dividido
en cuatro fases principales. En las
células somáticas ciclantes (que se

e
dividen), los cromosomas se replican
durante la fase S; después de
atravesar la fase G2, las células

ia.
comienzan el complicado proceso de
la división celular o fase M. Después
de la división, las células ciclantes
entran en la fase G1, el período
anterior a la reiniciación de la
síntesis de DNA en la fase S.

ub
Las fases G1, S y G2
constituyen la interfase. La mayor
parte de las células eucarióticas
tardan entre 10-20 horas en
completar el ciclo y muchas lo hacen a velocidad mucho menor; incluso muchas células adultas,
como las neuronas o las fibras musculares estriadas, nunca se dividen. Las células humanas de
sz
división rápida progresan a través del ciclo celular completo en alrededor de 24 horas: la mitosis
tarda unos 30 minutos: G1, 9 horas; la fase S unas 10 horas y G2, 4 horas y media.

El control preciso del ciclo celular durante el desarrollo y el crecimiento es decisivo para
determinar el tamaño y la forma de cada tejido. La mayor parte de las células que se producen
no
en un organismo multicelular se retiran del ciclo en G1 para diferenciarse y entran en una fase
llamada G0, un estado de “pausa” o “latencia” que puede durar días o semanas. Algunas células
diferenciadas (por ejemplo, fibroblastos o linfocitos) pueden ser estimuladas para retornar al ciclo
y dividirse; el reingreso se produce en la fase S. No obstante, muchas células diferenciadas
nunca retornan al ciclo celular para dividirse otra vez: se las conoce como células posmitóticas,
como las neuronas o las células del cristalino
tec

Véase Apéndice Control del ciclo celular.

5.- LA DIVISIÓN CELULAR.

La fase M del ciclo celular es compleja desde el punto de vista mecánico. Para que una
célula se pueda dividir con éxito se han de producir dos procesos distintos. En primer lugar, los
cromosomas que se han replicado durante la fase S se han de alinear, separar y desplazar hacia
w.

los extremos opuestos de la célula. En segundo lugar, el citoplasma se ha de segmentar de


manera que se asegure que cada célula hija reciba no sólo un conjunto completo de
cromosomas (un genoma nuclear completo) sino también los elementos y los orgánulos
citoplasmáticos necesarios. La división nuclear (mitosis) y la citoplasmática (citocinesis) se
producen generalmente en estrecha sucesión de forma que la citocinesis se inicia hacia el final
de la mitosis. Sólo de esta manera se asegura la formación de dos células hijas
ww

genéticamente idénticas entre sí y con la célula progenitora, aunque de un tamaño menor que
ésta. Posteriormente, durante la fase G1, las células hijas crecerán hasta el tamaño normal antes
de entrar en la fase S. Tradicionalmente, la división celular se ha estructurado en cinco
etapas. Las cuatro primeras (profase, metafase, anafase y telofase) constituyen la mitosis. La

12
quinta es la citocinesis. A continuación se describe la mitosis de las células animales típicas,

s
aunque se presentan innumerables variaciones en todas las etapas de la división celular.

4.1.- Mitosis (o cariocinesis).

e
La mitosis es el mecanismo de los eucariotas para repartir de forma equitativa el genoma
nuclear en la división celular. Para realizar esta compleja tarea, las células animales y vegetales

ia.
construyen una maquinaria especializada, el aparato mitótico, que captura los cromosomas y
luego los tracciona y empuja hacia los polos opuestos de la célula en división. Durante la mitosis,
la mayoría de los procesos celulares interfásicos están detenidos (por ejemplo, la transcripción,
aunque no totalmente la traducción) y la célula se ocupa únicamente en repartir su genoma
duplicado.

ub
Antes de que empiece la mitosis han de producirse una serie de acontecimientos
preparatorios que ocurren durante la interfase. Así, la replicación del DNA se produce en
múltiples orígenes de replicación durante la fase S; una vez completada, las dos cromátidas
hermanas permanecen unidas por el centrómero. Cada cromátida hermana se une al aparato
mitótico a través de un cinetocoro, un complejo de proteínas reunidas a la altura del
centrómero. Las cromátidas no se separan porque están unidas a la altura de sus centrómeros y
de múltiples puntos a lo largo de los brazos cromosómicos por complejos multiproteicos de
sz
descubrimiento reciente, denominados cohesinas.

El citocentro debe también duplicarse, dado que


cada mitad del aparato mitótico emana de un centrosoma
polar (véase más adelante). El proceso de duplicación de los
no
centríolos del centrosoma (denominado ciclo del centríolo o
ciclo del centrosoma) comienza durante G1. En primer
lugar, el par de centríolos se separa ligeramente uno de otro
dentro de la matriz del centrosoma. Al final de G 1 comienzan
a aparecer los centríolos hijos, que se originan “de novo”.
Durante la fase S, los centríolos hijos crecen. En G2, los
tec

centríolos hijos han alcanzado su longitud total pero los


centríolos duplicados aún se encuentran dentro de un solo
centrosoma. Sólo al comienzo de la mitosis los dos pares de
centríolos se separan y migran hacia lados opuestos del
núcleo, estableciendo la bipolaridad de la célula en división
(véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula,
2004).
w.
ww

13
Profase

s
La profase se inicia cuando los cromosomas condensados resultan visibles por vez
primera. Puesto que el grado de condensación cromosómica aumenta progresivamente durante

e
el final de G2, el comienzo de la fase M está definido de una forma arbitraria y la transición de la
fase G2 a la fase M no es un suceso estrictamente definido.

ia.
Mientras los cromosomas se condensan, el nucleolo empieza a desorganizarse y
desaparece progresivamente (es decir, se detiene la síntesis de subunidades ribosómicas). La
masa de microtúbulos citoplasmáticos que forman parte del citoesqueleto se disgrega al
comienzo de la profase formando una gran reserva de moléculas de tubulina, que se utilizan
para la construcción del aparato mitótico. A lo largo de la profase se produce el armado de éste,
en dos partes:

ub
- Un huso mitótico central, un haz simétrico bilateral de microtúbulos con la forma global
de una pelota de rugby. Inicialmente, el huso se ensambla fuera del núcleo, a medida
que los dos pares de centríolos (denominados centros mitóticos) se separan.

- Un par de ásteres, una ordenación radial de microtúbulos cuyo foco es cada uno de los
centros mitóticos. Los dos ásteres se hallan situados al principio uno junto al otro muy
sz
cerca de la envoltura nuclear y progresivamente se van separando y dirigiéndose hacia
polos opuestos de la célula.
no
tec
w.
ww

Se van formando así dos conjuntos iniciales de microtúbulos: los microtúbulos astrales
forman el áster e irradian del centrosoma; los microtúbulos polares (observados al microscopio
óptico como fibras polares) se sitúan entre los dos ásteres, se alargan y empujan a los dos
centros, separándolos a lo largo de la parte externa del núcleo. La profase tardía (a veces

14
denominada prometafase, véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004) viene

s
marcada por la desintegración de la envoltura nuclear, que se rompe originando fragmentos
de membrana indiferenciables de las vesículas del ER y que permanecen visibles durante el
resto de la mitosis en las proximidades del huso. La desintegración de la envoltura se debe a la

e
despolimerización de la lámina nuclear, por fosforilación de las laminas; el huso mitótico puede
ahora penetrar en el área nuclear.

ia.
En las dos caras de los
centrómeros de cada cromosoma se
reconocen ahora unas estructuras
especializadas denominadas cinetocoros.
Un cinetocoro se distingue como una pila
de tres placas discoidales, denominadas

ub
placa interna, corona fibrosa y placa
externa; en esta última se insertan los
extremos (+) de un conjunto especial de
microtúbulos, denominados microtúbulos
cinetocóricos o fibras cinetocóricas,
que irradian en direcciones opuestas
desde cada lado de cada cromosoma. sz
En realidad, lo que se produce es una captura de los cromosomas por los microtúbulos
cinetocóricos. Algunos de los microtúbulos del huso utilizan fluctuaciones rápidas de su longitud
hasta que conectan con un cinetocoro, capturando así los cromosomas a medida que comienza
la degradación de la envoltura nuclear. Todas las cromátidas hermanas terminan así capturadas
no
por microtúbulos originados en el polo del huso más cercano. Los cromosomas recién
condensados, fijados a los microtúbulos cinetocóricos, se mueven entonces hacia el ecuador del
huso; en su camino exhiben un comportamiento saltatorio, con agitados movimientos de
acercamiento o alejamiento al ecuador del huso. El ciclo celular se mantiene estático hasta que
todos los microtúbulos cinetocóricos se fijan a los cinetocoros. Sólo uno no fijado basta para
impedir el progreso de la mitosis.
tec

Metafase

En la metafase se completa el montaje del aparato mitótico. Los dos centrosomas están
situados en los dos polos de la célula. Cada centrosoma organiza los tres conjuntos
diferenciados de microtúbulos, cuyos extremos (-) se orientan todos hacia el centrosoma. Los
microtúbulos astrales irradian desde los centrosomas y los microtúbulos cinetocóricos están
adosados a los cinetocoros. Los microtúbulos polares no interactúan con los cromosomas pero
w.

se interdigitan con los del polo opuesto.


ww

15
Los cromosomas aparecen en esta fase en su estado de máxima condensación,

s
alineados a medio camino entre los dos polos del huso, con sus ejes longitudinales en ángulo
recto con el eje del huso, es decir, con los cinetocoros orientados hacia cada polo. Los
cromosomas forman así la llamada placa metafásica y se mantienen en tensión debido a las

e
fuerzas que traccionan los dos cinetocoros hacia los polos opuestos. Las fuerzas opuestas están
equilibradas cuando el cromosoma se encuentra en el ecuador del huso, por lo que cada
cromosoma permanece allí estacionario.

ia.
ub
Anafase sz
Las mismas fuerzas que forman el huso durante la profase y la metafase dirigen la
separación de los cromosomas hacia polos opuestos en la anafase. Cuando las células
entran en anafase, la función de la cohesina es inactivada, lo que permite a la fuerza de los
cinetocoros arrastrar las cromátidas hermanas hacia los polos opuestos del huso. La anafase
no
empieza bruscamente cuando se separan las cromátidas hermanas y cada una de ellas es
arrastrada lentamente (aproximadamente 1 m por minuto) hacia el polo del huso.
tec
w.

La anafase suele dividirse en dos estadios diferenciados, anafase A (temprana) y


anafase B (tardía). La anafase A se caracteriza por el acortamiento de los microtúbulos
cinetocóricos debido a una despolimerización de la tubulina en su extremo (+). A medida que la
ww

tubulina se disocia de este extremo, los cinetocoros van desplazándose hacia los polos,
arrastrando consigo a la cromátida (cromosoma) En la figura siguiente se presentan dos modelos
de este desplazamiento. Debido a la tracción, los cromosomas adoptan una forma característica
en V, con su vértice dirigido hacia el polo del huso (véase Alberts, B. et al. Biología molecular de
la célula, 2004).

16
e s
ia.
ub
En la anafase B, los microtúbulos polares se deslizan unos respecto a otros y se alargan
mientras que los microtúbulos astrales también ejercen una fuerza de tracción hacia la periferia
de la célula. En consecuencia, los dos polos del huso se separan aún más y arrastran consigo a
los cromosomas hacia lo que serán las dos células hijas. Típicamente, la anafase dura unos
sz
cuantos minutos.
no
tec

Telofase
w.

Cuando los cromosomas hijos separados llegan a los polos, las fibras cinetocóricas se
han despolimerizado completamente y desaparecen. Los microtúbulos polares se alargan aún
más y permanecen superpuestos en el ecuador del huso. La cromatina condensada se expande
de nuevo y las proteínas de la lámina nuclear empiezan a polimerizarse.
ww

17
s
Las vesículas derivadas de la desintegración de la
envoltura nuclear se asocian a la superficie de los

e
cromosomas en proceso de descondensación y los poros
nucleares se reconstituyen. Las vesículas se fusionan para
formar membranas dobles continuas alrededor de cada

ia.
cromosoma, formando mininúcleos individuales llamados
cariómeros. La fusión posterior de éstos en cada polo
genera los dos núcleos de las células hijas, cada uno con su
juego completo de cromosomas. Cuando los nucleolos
comienzan a reaparecer dentro de los núcleos hijos, la
mitosis ha llegado a su fin.

ub
sz
En general, los procesos mitóticos en las
plantas son similares a los de las células
animales. La principal diferencia es la ausencia
total de centríolos; sus husos mitóticos carecen
no
de ásteres (husos anastrales) y están menos
centrados en los polos que los husos astrales,
aunque son completamente funcionales. En
algunos eucariotas inferiores, la envoltura
nuclear no se degrada (por ejemplo, levaduras,
dinoflagelados, protozoos) y los haces de
tec

microtúbulos pasan por un túnel a través de ella;


en algunos, además, no hay ásteres bien
desarrollados (véase Sitte, P. et al. Strasburger.
Tratado de Botánica, 2004).
.
5.2.- Citocinesis.

Aunque la mitosis y la división del citoplasma (citocinesis) suelen estar asociadas, se


w.

trata de acontecimientos bastantes diferentes; de hecho, la mitosis no siempre va seguida de


citocinesis y se originan entonces grandes células plurinucleadas (plasmodios).

La citocinesis animal ocurre por segmentación, un proceso de estrangulación


progresiva del citoplasma. Suele iniciarse en anafase y su primer signo visible es una ligera
invaginación de la membrana plasmática que recibe el nombre de surco de segmentación. El
ww

surco se forma invariablemente en el plano de la placa metafásica (en la región de superposición


de los microtúbulos polares) en ángulo recto con el eje longitudinal del huso mitótico. La
segmentación se realiza gracias a la contracción de un anillo compuesto por filamentos de
actina, denominado anillo contráctil, unido a la cara citosólica de la membrana plasmática.

18
e s
ia.
ub
A medida que avanza la citocinesis disminuye el diámetro del anillo contráctil, por lo que
la célula se va dividiendo en dos partes por un surco de segmentación cada vez más profundo.
Éste va constriñendo al cuerpo medio, que permanece como puente entre las dos células hijas
y que está formado a partir de los restos densamente empaquetados de los dos conjuntos de
microtúbulos polares. La contracción del anillo se debe a la interacción de la miosina con los
filamentos de actina hasta que se completa la segmentación y el anillo se elimina.
sz
En la citocinesis vegetal, en lugar de un anillo contráctil se ensambla una estructura
con forma de cilindro abierto denominada fragmoplasto, formado por los microtúbulos
residuales del huso polar, organizados en series paralelas.
no
Pequeñas vesículas derivadas del
AG y llenas de precursoras de la pared
entran en contacto con los microtúbulos
del fragmoplasto y se transportan a lo
largo de ellos en dirección a la región
ecuatorial. Allí se fusionan originando una
tec

estructura discoidal rodeada de


membrana, de-nominada placa celular, en
cuyo interior se ensamblan los
componentes de la pared celular primaria.
Los bordes de la placa se extienden por
fusión de nuevas vesículas hasta que la
placa celular llega a la membrana
plasmática, separando por completo a las
w.

dos nuevas células. Finalmente, en el


interior de la placa se depositan
microfibrillas de celulosa que completan la
nueva pared celular. Asociados con las
vesículas de la placa celular en formación
se encuentran elementos del RE que, a
ww

menudo, quedan atrapados a través de la


placa. Más tarde se convertirán en los
desmotúbulos de los plasmodesmos entre
las dos células hijas (véase Sitte, P. et al.
Strasburger. Tratado de Botánica, 2004).

19
.En la citocinesis no existe ningún mecanismo especial que asegure el reparto de

s
orgánulos citoplasmáticos entre las dos células, a pesar de que los orgánulos no se pueden
duplicar sin una copia preexistente. Por ejemplo, se necesitan ribosomas para producir
ribosomas y moléculas de tubulina para organizar el citoesqueleto. De manera análoga,

e
mitocondrias y cloroplastos sólo pueden surgir por bipartición del orgánulo preexistente
correspondiente. El CG y el ER se reconstituyen a partir de las vesículas pequeñas que se
formaron en profase. En cualquier caso, la distribución de los orgánulos entre las células hijas es

ia.
al azar y las células hijas deben entrar en una fase de crecimiento hasta que se forman las
cantidades típicas de estos orgánulos de una célula adulta.

6.- MEIOSIS.

Como se ha mencionado

ub
anteriormente, las células somáticas
de la mayoría de los organismos
eucarióticos contienen dos copias de
cada cromosoma (cromosomas
homólogos), morfológicamente
semejantes aunque genéticamente
diversos. De estas células se dice que
sz
tienen una dotación diploide de
cromosomas, (2n, siendo n el número
de parejas de homólogos) o,
simplemente, que son células
diploides. En una división mitótica
no
normal, los dos homólogos se duplican
y las dos copias permanecen unidas
como cromátidas hermanas. En la
anafase, las cromátidas hermanas se
separan una de otra: cada célula hija
hereda una copia de cada homólogo y
tec

es, por tanto, también diploide.

Sin embargo, la reproducción


sexual, presente en la inmensa
mayoría de los eucariotas, implica la
fusión de dos células (gametos) para
constituir el cigoto, a partir del cual de
desarrollará un nuevo individuo (véase
w.

tema 31). Para que éste conserve el


número diploide de cromosomas de
modo que no aumente de generación
en generación, las dos células que se fusionan han de tener una dotación sencilla (haploide)
de cromosomas; es decir, deben contener tan sólo un homólogo de cada par. Una vez que se
fusionen (fecundación), cada gameto aportará al cigoto (y al individuo resultante) un miembro
ww

de cada pareja de homólogos, con lo que, de nuevo, el cigoto será diploide. Por consiguiente, en
cada célula diploide, un miembro de cada par de homólogos es aportado por el gameto
masculino y es de procedencia paterna, y el otro por el femenino, de procedencia materna. La
implicación necesaria de estos procesos es que los gametos deben formarse por un tipo especial

20
de división celular en el que la dotación cromosómica diploide quede dividida exactamente por la

s
mitad. Este mecanismo es la meiosis.

La meiosis consta de dos divisiones sucesivas, denominadas división I (o meiosis I) y

e
división II (meiosis II). En la primera división, los homólogos se reconocen mutuamente y
quedan físicamente apareados antes de alinearse en el huso. Antes de aparearse, los
homólogos sufren una duplicación, produciendo un par de cromátidas hermanas estrechamente

ia.
asociadas. En la meiosis, las cromátidas hermanas se comportan como una unidad, como si la
duplicación cromosómica no se hubiera producido. El par resultante del apareamiento,
denominado bivalente o tétrada (por contener cuatro cromátidas), se alinea entonces en el
huso. En la anafase, los dos homólogos se distribuyen hacia los polos opuestos, de forma que
cada homólogo está aún formado por dos cromátidas hermanas unidas.

ub
Por tanto, cuando una célula meiótica se divide, cada célula hija hereda dos copias de
uno de los dos homólogos. Las dos células descendientes de la meiosis I contienen por lo tanto
una cantidad diploide de DNA, pero se diferencian de las células diploides normales en que las
dos copias de DNA de cada cromosoma derivan de uno solo de los dos cromosomas homólogos
existentes en la célula original (el homólogo paterno o materno); además, estas dos copias se
heredan en forma de cromátidas hermanas estrechamente asociadas, formando un solo
cromosoma. Dicho de otra manera, aunque contienen una cantidad diploide de DNA, son en
sz
realidad haploides, porque sólo contienen la mitad del número de cromosomas. La meiosis I es,
por tanto, una división reduccional.

En la división II de la meiosis, que es ecuacional, los


cromosomas se alinean, sin nueva replicación, en un
no
segundo huso, y las cromátidas hermanas se separan como
en una mitosis normal, produciendo células no sólo con un
número haploide de cromosomas, sino también con un
contenido haploide de DNA. Así pues, la meiosis consiste en
dos divisiones celulares sucesivas que se producen tras una
única fase de replicación cromosómica, por lo que se
tec

producen cuatro células haploides a partir de cada célula que


inicia la meiosis.

La reproducción sexual implica la mezcla de los


genomas procedentes de los gametos (y de los individuos
que los han formado) para producir descendientes que
suelen diferenciarse genéticamente entre ellos y también de
ambos progenitores.
w.

Sin embargo, la variabilidad genética característica


de la reproducción sexual no se produce sólo por este
sistema. Durante la meiosis se producen dos tipos de
redistribución genética. Uno de ellos es consecuencia de la
distribución al azar de los cromosomas paternos y
ww

maternos entre las células hijas durante la meiosis I, a


consecuencia de la cual cada gameto adquiere una
combinación diferente de los cromosomas paternos y
maternos. Por este solo hecho, pueden producirse 2n
gametos genéticamente diferentes, donde n es el número

21
haploide de cromosomas (en el ser humano, 223 = 8,4 millones de gametos genéticamente

s
diferentes).

Pero esta cifra es mucho más elevada debido al entrecruzamiento cromosómico

e
(crossing-over) que tiene lugar en la profase de la meiosis I y en el cual los cromosomas
homólogos apareados intercambian fragmentos mediante recombinación homóloga o general.

ia.
Véase Apéndice Recombinación homóloga o general.
.
La recombinación ocurre en la profase de meiosis I, en un momento en que no es
posible distinguir las cromátidas. En una etapa más tardía de la profase, las cromátidas resultan
claramente visibles. Entonces se ve que los dos homólogos que forman cada bivalente
permanecen unidos entre sí por unos puntos en los que ha ocurrido el entrecruzamiento entre

ub
cromátidas homólogas, materna y paterna. Estos puntos se denominan quiasmas y son la
consecuencia morfológica de un proceso anterior, no visible, de entrecruzamiento. Cada par de
homólogos suele estar unido como mínimo por un quiasma; sin embargo, muchas tétradas
contienen más de un quiasma, lo que refleja el hecho de que se pueden producir múltiples
entrecruzamientos entre las distintas cromátidas homólogas. Los entrecruzamientos múltiples
entre los cromosomas homólogos intercambian sus segmentos y redistribuyen los genes de los
distintos cromosomas, aumentando extraordinariamente la variabilidad genética de los
sz
gametos y, consecuentemente, de la descendencia.
no
tec
w.

La meiosis I se divide en cuatro etapas: profase I, metafase I, anafase I y telofase I.


La profase I es la fase más larga y en la que se producen los acontecimientos más importantes
de la meiosis. Las células pueden permanecer en ella durante días, meses o años, según el tipo
de gameto que se esté formando y según la especie de que se trate.
ww

Véase Apéndice Profase I

Una vez terminada la larga profase I, la meiosis se completa con dos divisiones
nucleares sucesivas sin período intercalar de síntesis de DNA. En metafase I, los homólogos se

22
disponen formando la placa metafásica y los cinetocoros de las cromátidas hermanas mantienen

s
sus fibras cinetocóricas orientadas en la misma dirección.

En anafase I, cada cromosoma homólogo se dirige hacia un polo distinto y se

e
desorganizan las fuerzas que mantienen a las cromátidas hermanas en estrecha aposición, lo
que, a su vez, disuelve los quiasmas que han estado uniendo a los cromosomas homólogos
paterno y materno.

ia.
ub
sz
no
Una vez separados, se produce la telofase I,
seguida de citocinesis y una breve interfase. Al final
de la división I se ha formado dos células
tec

haploides, con un número n de cromosomas


formados por dos cromátidas hermanas unidas por el
centrómero.

A continuación se produce rápidamente la


división II, que se parece mucho a una mitosis
normal, excepto en que en la célula existe una sola
copia de cada cromosoma y no dos. La meiosis
w.

finaliza con la telofase II, una vez formadas las


envolturas nucleares alrededor de los cuatro núcleos
haploides producidos. Con la citocinesis final, se
producen cuatro células haploides de cada célula
diploide que inició el proceso.
ww

23
7.- RESUMEN.

s
La compartimentación de las células eucariotas es especialmente visible en el núcleo,
en el que se halla recluido casi todo el DNA y que ocupa alrededor del 10% del volumen celular.

e
En los organismos eucariotas, el DNA está distribuido en un conjunto de diferentes
cromosomas que se encuentran en el núcleo. Cada cromosoma está formado por una sola
molécula de DNA, muy larga, asociada a proteínas que pliegan y empaquetan la fina hebra de

ia.
DNA, formando un complejo de DNA y proteínas denominado cromatina. En ella, el DNA se
encuentra unido a una masa igual de histonas, formando una unidad repetitiva de partículas
denominadas nucleosomas. El nucleosoma está formado por un núcleo octamérico de histonas
alrededor del cual está enrollada la doble hélice de DNA. A su vez, los nucleosomas se suelen
empaquetar juntos (con la ayuda de la histona H1) adoptando disposiciones regulares que
forman una fibra de 30 nm. Otros empaquetamientos superiores, no bien conocidos, se

ub
producen cuando el núcleo va a dividirse (mitosis).

El núcleo está delimitado por una envoltura nuclear, formada por dos membranas
concéntricas y perforada a intervalos por poros nucleares, a través de los cuales se produce el
transporte activo de moléculas entre el núcleo y el citoplasma. La envoltura nuclear permite que
muchas de las proteínas que interaccionan con el DNA se concentren donde la célula las
necesita y que las enzimas citosólicas y nucleares estén separadas, lo que es trascendental para
sz
el funcionamiento de las células eucariotas. En el nucleoplasma es especialmente aparente una
mancha conspicua, el nucleolo, que es la manifestación visible del ensamblaje de las
subunidades ribosómicas a partir de rRNA y proteínas importadas desde el citosol.

En general, las células somáticas de los organismos eucariotas son diploides, esto es,
no
contienen dos copias de cada cromosoma, una de procedencia materna y otra paterna
(cromosomas homólogos), que son especialmente visibles durante la mitosis. Ciertos
colorantes producen un llamativo y fiable patrón de bandas, característico en cada uno, lo que
permite su identificación y numeración. El aspecto que presentan los cromosomas durante la
mitosis se denomina cariotipo. En cambio, las células germinales (y las de muchos eucariotas
inferiores) son haploides: sólo contienen una copia de cada pareja de homólogos.
tec

Una célula se reproduce llevando a cabo una secuencia ordenada de acontecimientos, el


ciclo celular, en los cuales duplica su contenido y luego se divide en dos. La función más
importante del ciclo celular es duplicar con exactitud la gran cantidad de DNA de los
cromosomas (en su fase S) y luego segregar las copias con precisión en dos células hijas
idénticas (en su fase M). En la mayoría de los ciclos celulares se intercalan fases de descanso
entre ambos acontecimientos, que permiten a las células disponer de más tiempo para crecer
(fases G1 y G2). Las fases G1, S y G2 constituyen la llamada interfase. Las células eucariotas
w.

han desarrollado una compleja red de proteínas reguladoras (un sistema de control), que
gobierna la progresión a través del ciclo celular.

La fase M del ciclo celular se acostumbra a dividir en cinco etapas. Las cuatro primeras
(profase, metafase, anafase y telofase) constituyen la mitosis, que consiste en la división del
núcleo progenitor en dos núcleos hijos idénticos. Durante la profase, los cromosomas replicados,
ww

formados por dos cromátidas hermanas idénticas, se condensan; al mismo tiempo, se


reorganiza el citoesqueleto formando el huso mitótico. En la metafase, los cromosomas se
alinean en el ecuador del huso y en la anafase las cromátidas se segregan hacia los dos polos
del huso. En la telofase, los cromosomas hijos se descondensan y se constituyen los dos
núcleos hijos. Al contrario que la mitosis, la quinta etapa, la citocinesis o división del citoplasma,

24
es muy diferente en las células animales y en las células vegetales: en las primeras ocurre por

s
segmentación y en las segundas por formación de un fragmoplasto. Al final de la fase M se
obtienen dos células hijas iguales entre sí e iguales a la célula madre (excepto en el tamaño).

e
Las células germinales, que son haploides, tienen que formarse por un tipo especial de
división celular, la meiosis, en la cual el número de cromosomas se divide exactamente por la
mitad. La meiosis consta de dos divisiones sucesivas. La meiosis I es reduccional: el número

ia.
de cromosomas (aunque no la cantidad de DNA) se reduce a la mitad. Durante la larga profase I,
se producen el importante fenómeno del entrecruzamiento entre cromátidas homólogas, que
produce la recombinación génica. Esto, junto a la distribución al azar de los cromosomas
homólogos entrecruzados en metafase I, es responsable de gran parte de la inmensa
variabilidad genética de los organismos con reproducción sexual. La meiosis II es ecuacional:
una mitosis normal en la que se obtiene una dotación haploide de DNA. El resultado final de la

ub
meiosis son cuatro células haploides, todas ellas diferentes entre sí y de la célula madre.

APÉNDICE

1.- HETEROCROMATINA.
sz
La heterocromatina permanece condensada durante la interfase y aparece al
microscopio electrónico como regiones oscuras en el núcleo a menudo asociadas con la
envoltura nuclear. Al igual que la cromatina mitótica, la heterocromatina es inactiva en la
transcripción, lo que indica que, o no contiene genes o éstos están permanentemente
inactivados en una célula y en toda su progenie. La heterocromatina se caracteriza, además de
su inactividad, porque se replica muy tardíamente al final de la etapa S del ciclo celular (véase
no
Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).

Existen regiones de DNA condensadas en forma de heterocromatina en todas las células


de un individuo (a veces denominada heterocromatina constitutiva, véase Lodish, H. et al.
Biología celular y molecular, 2002): contiene así DNA que no se transcribe nunca en ninguna
célula (es decir, que no contiene genes). La heterocromatina constitutiva aparece en el
tec

centrómero y en los telómeros de los cromosomas y contiene secuencias de DNA relativamente


simples, repetidas de forma seriada, denominadas DNA satélite (no confundir con el satélite
cromosómico).

Sin embargo, hoy día se sabe que la heterocromatina es dinámica y puede expandirse
en una región para luego retraerse; además, el estado de la cromatina (heterocromatina o
eucromatina) tiende a ser transmitido de una célula a su progenie. Por tanto, algunas regiones
de DNA están condensadas en heterocromatina sólo en algunas células de un individuo pero no
w.

en otras (se denominan a veces heterocromatina facultativa). Las distintas regiones de


heterocromatina facultativa en diferentes células podrían representar el conjunto de genes que
se inactivan de manera específica en cada estirpe celular durante el proceso de diferenciación.
Así, las células embrionarias la presentan en muy poca cantidad mientras que en las células
altamente especializadas es abundante (véase Lodish, H. et al. Biología celular y molecular,
ww

2002). Conforme la célula se va especializando, un número cada vez mayor de genes se


inactivaría permanentemente al ser empaquetados en forma condensada.3
3
Un ejemplo de heterocromatina facultativa en los mamíferos es el corpúsculo de Barr, que se observa
como una estructura compacta bien definida en la interfase de los núcleos femeninos y que corresponde a
un cromosoma X permanentemente inactivado. Durante el desarrollo embrionario, en cada célula se
inactiva uno u otro de los cromosomas X y el cromosoma X inactivo se hereda fielmente por todas las

25
2.- ESTRUCTURA DE LOS POROS NUCLEARES.

s
Cada complejo está formado por un anillo nuclear que sustenta ocho filamentos de
unos 100 nm de longitud, en forma de cesta, cuyos extremos distales están unidos por un anillo

e
terminal para formar una estructura llamada cesta o jaula nuclear. El anillo nuclear está
también adherido directamente a la lámina nuclear. El borde del complejo cruza el espacio
perinuclear, uniendo las dos bicapas lipídicas de la membrana interna y externa alrededor de los

ia.
márgenes de cada poro. En la superficie citoplasmática existe un anillo citoplasmático unido a
otros 8 filamentos citoplasmáticos. En el centro del complejo existe una estructura denominada
obturador central (véase Lodish, H. et al. Biología celular y molecular, 2002).

ub
sz
no
tec

3.- CONTROL DEL CICLO CELULAR.

El ciclo celular es controlado principalmente por la regulación cronométrica de los dos


acontecimientos decisivos del ciclo: la replicación del DNA y la mitosis. Aunque existen
diferencias de detalle, los procesos moleculares que regulan el ciclo celular son
fundamentalmente similares en todas las células eucarióticas, de manera que puede presentarse
un modelo general de regulación del ciclo celular para todos ellos.
w.

Los controladores maestros de estos acontecimientos son un pequeño grupo de


quinasas heterodiméricas, constituidas por una subunidad catalítica y una subunidad
reguladora. Estas quinasas regulan las actividades de múltiples proteínas que participan en la
replicación del DNA y la mitosis mediante su fosforilación en sitios reguladores específicos,
activando a algunas e inhibiendo a otras para coordinar sus actividades. Las concentraciones de
ww

las subunidades reguladoras, denominadas ciclinas, aumentan y disminuyen en fase con el ciclo
celular. Las subunidades catalíticas, denominadas quinasas dependientes de ciclina (Cdk)

células hijas. Así, en el adulto, unas células tienen un cromosoma X inactivo y en otras está inactivo su
homólogo.

26
pueden asociarse con diferentes ciclinas, formando complejos Cdk-ciclina, en los que la ciclina

s
asociada determina qué proteínas serán fosforiladas. Existen tres complejos Cdk-ciclina, que
controlan el paso a través del ciclo celular, llamados complejos de G1, de fase S y mitóticos.

e
Los complejos Cdk-ciclina de G1 preparan la célula para la fase S, con la expresión de
los genes que codifican las enzimas necesarias para la síntesis de DNA. La síntesis de estos
complejos se induce en los eucariotas superiores por factores de crecimiento denominados

ia.
mitógenos. Al final de G1, los complejos de G1 activan a los complejos de Cdk-ciclina de fase
S. El punto final de G1 se denomina punto de restricción, R, que es un punto sin retorno: una
vez sobrepasado, las células completarán el ciclo a velocidad normal, independientemente de los
mitógenos. Los complejos Cdk-ciclina de fase S activan los complejos de prerreplicación, que
se han reunido en los orígenes de replicación al principio de G 1. La activación de estos
complejos de prerreplicación inicia la replicación del DNA en la fase S.

ub
sz
no
tec

Los complejos Cdk-ciclina mitóticos (o MPF, factor promotor de la mitosis) se


sintetizan durante la fase S y G2 pero su actividad es frenada hasta que la síntesis de DNA se
completa. Una vez activados, estos complejos inducen los acontecimientos de la profase y
metafase mitóticas. Una vez formada correctamente la placa metafásica, el MPF activa al
complejo promotor de la anafase, APC. Éste permite el inicio de la anafase y también dirige la
w.

degradación de las ciclinas mitóticas, lo que permite que la célula entre en telofase y que el
citoplasma se divida para dar dos células hijas. En los comienzos de G 1 del siguiente ciclo
celular, los complejos de prerreplicación se arman en los orígenes de replicación en preparación
para la próxima fase S. Hacia el final de G1, los complejos Cdk-ciclina de G1 inactivan el APC, lo
que permite la acumulación ulterior de las ciclinas mitóticas durante las fases S y G 2 del ciclo en
curso.
ww

El paso a través de las tres transiciones decisivas del ciclo (de G 1 a S, de metafase a
anafase y de ésta a telofase y citocinesis) es irreversible porque estas transiciones son
desencadenadas por degradaciones proteolíticas, que son irreversibles; en consecuencia, las
células son forzadas a atravesar el ciclo celular en una sola dirección.

27
s
Para reducir al mínimo la
aparición de errores en los
acontecimientos del ciclo celular,

e
el progreso de la célula a través
de él es verificado en cuatro
puntos de control, que aseguran

ia.
que los cromosomas están
intactos y que cada etapa del ciclo
se completa antes de que se inicie
la siguiente. Así, la presencia de
DNA no replicado impide la
entrada en la mitosis, con lo que el

ub
ciclo se detiene en fase S. El daño
del DNA debido a irradiación o
modificación química impide que
las células en G1 entren en fase S
y que las células en G2 entren en mitosis; en ambos casos se activa la expresión de genes que
conducen a la apoptosis (muerte celular programada). Finalmente, los defectos en la formación
del huso mitótico o en la fijación de los cromosomas a él impiden la actuación del APC, por lo
sz
que la célula no entra en anafase (no se degrada el inhibidor de la anafase, véase más adelante)
hasta que todos los cromosomas estén unidos a los microtúbulos del huso.

4.- RECOMBINACIÓN HOMÓLOGA O GENERAL.


no
Aún en la actualidad no ha sido posible descifrar la bioquímica
de la recombinación génica en los eucariotas superiores. La mayor
parte de los detalles moleculares procede de estudios realizados en la
bacteria E.coli y sus virus. Sin embargo, las células eucarióticas
expresan proteínas homólogas de las proteínas de recombinación de
E.coli, por lo que se cree que todas las células efectúan la
tec

recombinación homóloga por medio de un mecanismo molecular


semejante. El resultado final del proceso de recombinación es que se
rompen dos hélices homólogas de DNA y los extremos rotos se unen a
los extremos opuestos para formar dos dobles hélices intactas, cada
una de las cuales contiene partes de las dos moléculas iniciales.

El punto de intercambio puede hallarse en cualquier lugar de


las secuencias homólogas de nucleótidos de los cromosomas
w.

participantes. En él se produce una unión solapada entre las dos


moléculas de DNA, es decir, una cadena de una hélice queda unida
por apareamiento de bases con una cadena de la otra, sin alterarse en
absoluto la secuencia de bases. El proceso de rotura y unión es tan
exacto que ni se pierde ni se gana ni se cambia ningún nucleótido. La
recombinación general está destinada a asegurar que únicamente
ww

podrán sufrir una reacción de intercambio dos regiones que presenten


una extensa homología en sus secuencias. La unión solapada que se
forma en el punto de intercambio es garantía de ello, ya que requiere
una larga región con bases apareadas entre dos cadenas de las
moléculas originales.

28
En 1964, Holliday propuso un modelo general de recombinación. Según este modelo,

s
después de que se alinean las dos moléculas de DNA homólogas, se realiza una corte o muesca
en una cadena de cada una de las dos moléculas de DNA en recombinación. Una única muesca
en una cadena de una de las dos moléculas es suficiente para iniciar la recombinación.4

e
Una vez producidas las dos muescas, las dos cadenas rotas se invaden mutuamente en
un proceso llamado intercambio de cadenas y los extremos 3` cortados se reconectan con los

ia.
extremos 5` de la cadena homóloga; esto produce unas estructuras denominadas estructuras
de Holliday (recuadro de la figura).
A continuación, el punto de intercambio
puede migrar rápidamente hacia delante y
hacia atrás a lo largo de una molécula de DNA
progenitora, lo que produce la unión solapada

ub
en el punto de intercambio. Obsérvese que el
entrecruzamiento consta de dos cadenas
entrecruzadas y dos no entrecruzadas. Esta
estructura se puede isomerizar sufriendo dos
movimientos de rotación. La isomerización
altera las posiciones de las cadenas, de modo
sz que las dos cadenas no entrecruzadas se
convierten en entrecruzadas y viceversa.

Finalmente, las dos


moléculas conectadas han de
no
ser separadas cortando las
cadenas entrecruzadas. Si se
cortan antes de la
isomerización, las dos
moléculas de DNA se
separan de forma casi
tec

inalterada, con el intercambio


de un corto fragmento
heterodúplex (es decir, cada
cadena procede de una
molécula de DNA diferente).
Puede producirse así un
intercambio de genes sin
entrecruzamiento cromo-
w.

sómico. Pero si las cadenas


entrecruzadas son cortadas
después de la isomerización,
las dos moléculas de DNA
se entrecruzan: cada hélice
original queda unida a través
ww

de una unión solapada a una

4
Los agentes que producen roturas en las cadenas de DNA, como la radiación, pueden desencadenar un
proceso de recombinación génica (sistema SOS de reparación de DNA, véase tema 25). Estos agentes
inducen intercambios entre las dos cromátidas hermanas en la mitosis pero, puesto que son copias
idénticas, no reordenan genes diferentes y no pueden ser detectados a través de las técnicas genéticas.

29
porción de la otra hélice. Existen muchas variantes de este modelo de Holliday que pueden

s
darse en distintos organismos y que difieren en cómo se cortan las cadenas de DNA y en si hay
síntesis de DNA o no.

e
5.- PROFASE I

La profase I se ha dividido clásicamente en cinco etapas:

ia.
- Leptotene. La profase I empieza
cuando se observan por primera
vez los cromosomas como largas
y finas hebras con un eje central
proteico. Cada cromosoma está

ub
unido por sus dos extremos a la
envoltura nuclear por medio de
una estructura especializada
denominada placa de unión.
Aunque cada cromosoma está
formado por dos cromátidas
hermanas, éstas están en aposición extraordinariamente estrecha por lo que cada
sz
cromosoma parece ser simple.

- Zigotene. Comienza cuando se


inicia el apareamiento íntimo
no
(sinapsis) de los cromosomas
homólogos. Para ello, los
homólogos han de reconocerse
mutuamente a distancia. A
menudo la sinapsis comienza
cuando los extremos homólogos
tec

se unen a nivel de la envoltura


nuclear y continúa hacia el interior,
a modo cremallera, alineando a
los dos cromosomas. De esta
manera, cada gen queda yuxtapuesto a su gen homólogo del cromosoma opuesto.

Entre los homólogos se forma una estructura denominada complejo sinaptonémico,


formado por un largo núcleo proteico, en forma de
w.

escalera, con dos elementos laterales, formados


por los ejes proteicos de los cromosomas, y un
elemento central. En cada bivalente o tétrada, las
cromátidas hermanas se mantienen estrechamente
empaquetadas, extendiéndose su DNA en una serie
de bucles hacia el mismo lado del complejo. Así,
ww

mientras los cromosomas homólogos se mantienen


estrechamente alineados en toda su longitud, las
cromátidas paterna y materna que se recombinarán
quedan separadas a cada lado del complejo por más
de 100 nm de distancia.

30
- Paquitene. Se inicia cuando la

s
sinapsis se ha logrado a nivel de
todas las parejas de homólogos.
En esta etapa aparecen grandes

e
nódulos de recombinación, que
median los intercambios cromo-
sómicos. Los nódulos de recom-

ia.
binación son estructuras proteicas
de forma esférica, elipsoidal o de
varilla, de unos 90 nm de
diámetro, situados a intervalos en
el complejo sinaptonémico.
Probablemente se trate de una

ub
gran maquinaria de recombinación multienzimática que une a las regiones locales de DNA
de las cromátidas no hermanas (homólogas) paterna y materna. Cada intercambio
cromosómico da lugar a entrecruzamientos entre cromátidas no hermanas. Aunque
todavía no son visibles, cada entrecruzamiento origina un quiasma.

- Diplotene. Los homólogos comienzan


a separarse (desinapsis) por sz
disgregación del complejo sinapto-
némico. Sin embargo, cada bivalente
permanece unido por uno o más
quiasmas. En los oocitos de muchas
especies animales, esta fase puede
no
durar meses o años y los cromosomas
se descondensan para transcribirse a
RNA y proporcionar los materiales de
reserva del óvulo (véase tema 31).

- Diacinesis. Es una etapa de transición a


tec

la metafase I. Cuando cesa la síntesis de


RNA, los cromosomas se engruesan y se
separan totalmente de la envoltura
nuclear. Cada bivalente se observa
claramente, con cada par de cromátidas
hermanas unidas por sus centrómeros y
las cromátidas no hermanas entrecruzadas
unidas por quiasmas.
w.

La siguiente figura esquematiza las sinapsis y desinapsis cromosómicas durante los


diferentes estadios de la profase I (véase Alberts, B. et al. Biología molecular de la célula, 2004).
ww

31
BIBLIOGRAFÍA

s
Alberts, B. et al. “Biología molecular de la célula”. Ed. Omega, Barcelona, 2004.
Aguilera, A. “La recombinación homóloga del DNA”. IC, 310. Julio, 2002.

e
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White, A. Et. Al. “Principios de Bioquímica”, 6ª ed. Editorial McGraw-Hill, 1983.

sz
no
tec
w.
ww

32
ESQUEMA TEMA 29

s
NÚCLEO INTERFÁSICO

e
HISTONAS
CONCEPTO FIBRA DE 11 nm NUCLEOSÓMICAS

ia.
CROMATINA ESTRUCTURA FIBRA DE 30 nm HISTONA H1

DOMINIOS EN
FIBRA DE 300 nm FORMA DE
BUCLE

ub
EUCROMATINA
TIPOS CONSTITUTIVA
HETEROCROMATINA
FACULTATIVA
CONCEPTO

NUCLEOLO
sz
ORGANIZADORES NUCLEOLARES

ESTRUCTURA COMPONENTES
DNAr

FUNCIÓN SÍNTESIS DE RIBOSOMAS


no
MEMBRANAS INTERNA Y EXTERNA

ENVOLTURA ESPACIO PERINUCLEAR


NUCLEAR ESTRUCTURA
LÁMINA NUCLEAR LAMINAS
tec

POROS COMPLEJO DEL PORO


NUCLEOPLASMA

NÚCLEO EN DIVISIÓN
w.

TIPOS CROMOSOMAS PATRÓN DE BANDAS

CARIOTIPO ESTRUCTURA HOMOLOGÍA


ww

CROMÁTIDAS CENTRÓMERO BRAZOS TELÓMEROS

33
s
FASES CICLO CELULAR CONTROL

G1 G0 COMPLEJOS CdK-CICLINA PUNTOS

e
DE
CONTROL
INTERFASE S

ia.
REPLICACIÓN
G2
PROCESOS
PREVIOS APARATO MITÓTICO

DIVISIÓN MITOSIS CICLO DEL CENTRÍOLO


FASES

ub
TIPOS PROFASE CINETOCOROS

ASTRAL METAFASE PLACA METAFÁSICA

ANASTRAL ANAFASE SEPARACIÓN DE CROMÁTIDAS


sz
ANIMAL
TELOFASE CARIÓMEROS

SEGMENTACIÓN
CITOCINESIS
VEGETAL FRAGMOPLASTO Y PLACA CELULAR
no

MEIOSIS

DIPLOIDÍA DISTRIBUCIÓN AL AZAR


tec

IMPORTANCIA
ENTRECRUZAMIENTO QUIASMAS
VARIABILIDAD
RECOMBINACIÓN HOMÓLOGA

FASES MEIOSIS I PROFASE I LEPTOTENE

METAFASE I ZIGOTENE SINAPSIS


w.

SEPARACIÓN DE
HOMÓLOGOS ANAFASE I PAQUITENE

TELOFASE I DIPLOTENE DESINAPSIS

MEIOSIS II DIACINESIS
ww

RESULTADO CUATRO CÉLULAS HAPLOIDES POR CADA UNA DIPLOIDE

34

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